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JENTREPASADOS REVISTA DE HISTORIA ARO 11 - N* 3 - FINES DE 1992 ao Consejo de Direccién Director Ema Cibo Juan Siriano SiviaFinecohio Patrico Gel Sergio Lschinsky | Mita Zaida Lobato Leas Luchilo Gustavo Paz Letcia Piste Femanco Rocchi Diseno Gratien san Suriano Pablo Rossi ENTREPASADOS es una revista semesttel que abre un espacic para el debate y la produccion hisiérica El comite de dreccior recibe todas las contribuciones que enviquezcan el campo de! ‘auehacer histeriogrfico, Las opciones expresadas en los antic los frmades son responsabliad de les autores, Registo dela propiedad irtolactul en tramte ‘Suecripciones: En Argentina, uss 20 (os numeros) En ol exer, via supertice uSs 25 - (cos nicreros: via (os nameros) Entropasedos rece toda su covrespendencia, gros y cheques ¢ nombre de Juan Suriano.Arévalo 2240, (1425) Capital Fedral gen tina TE: 769 9013 Foto de tapa: The ‘New Amercans"iock othe Kazaa now and bight begining. ile Island Post Card Composicién, armado e impresion Esco RPA SA. Cabrera 3856, (1186) Capi Fe a Argortna Articulos Historias contadas en los margenes. La vida de ‘Dona Maria: historia oral y problematica de génercs. Daniel JAMES ‘Memeriaa miltantes: Un lugar y un pasado para les tabsjadores argentinos. L-GUTIERREZ- M. Zaida LOBATO CIUDAD © ALDEA. La contruccién de la historia urbana del Buenos Aires anterior a Caseros. Femando ALIATA Historia y Educacion La localidad en la escuela Entre el consenso y ‘Acerca de la historia de las mujeres: Gna entrevista a Reyna Pastor. ‘Mita Zaida LOBATO En Debate Memoria y Ciudadania. Eagard DE DECCA VCentenario y despues. Enrique TANDETER Problemas en las teorias actuales del discurs0 colonial, Bena PARRY ” ” “co rorccorrocevecerecwoverosan peers nes PE SEE REED! La vida de Dofia Maria: Historia oral y problematica de géneros. Danie! Janos *... Los procesos de construccién dela autoblogratia de la clase obrera, de ‘lahistoria de la gente y dea clase obrera actuaino pueden mostrarnos una cultura valida y adecuads existiendo por simisma, debajo de las formas of Giales, esperando la revelacién. Los acontecimientos de la vida de la cla ‘Se obrera son expresados con tensi6n yambigdedad, dentro y fuera de los inites... Careiyn Steeciman, ‘Landscape fora Good Woman’ P22 Conocta Dona MariaRoidanenAgos- del sindicato.en el Frigortico, la movi- fode 1985, enlacasade CiprianoRe- izacién del 17 de octubre de 1945, la Yes. Yo estaba comenzando a estu- formacién del Partido Laborista y por iar los origenes del sindicalismo Pe- supuesto el rol de Cipriano Reyes. No ronista en Berisso y habla hecho una _pensé que hublese existido un acuer. ita con Cipriano Reyes." Elme habia do formal sobre un argumento apro- Presentado a muchos compafieros _piado, estabaclaroque durante nucs- “Laboristas" de su singicato, yun dia_tro encuentro, Reyes, como lo habia ‘me anuneio que podia presentarme a hecho en tras ocasiones similares, la “Primera mujer Delegada” en la ora ei maestro de ceremonias y Bona planta de Swit que habla desempe- Mara complacida y convenciaamen. ado un papel importante enel sura- tedesarrollaba su panel Elancuentto mientoel ingicatoen Berisso. Elen- quizés duré cuarenta minutos y luego. uentro en el living de la casa de Re- lO archivé como un hecho interesante yes fue un poco formal. Doria Maria_yegistré también aDona Marla como, evidentemente habla sido advertida una fulura fuente potencial de inior- sobre el Profesor inglés que estaba ™acion sobre la historia social y labo- investigando los viejos dias delpasa- '@l de Berisso, do dorado de Berisso, el surgimiento La voMaencontvar 18 meses mastar= {2 Prolesor en af Departamento de Historia ela Uriversad de Ouke (EE UU), Waa sobre te storia argerdina en paricuer el peress peronsta Trasaceen, bunt Remean »7¢ —_ de cuando retomé para realizar una Investigacion mas extensa y prolon- ‘gada y comencé a buscar informan- tes que pudieran proveerme testimo- nios orales sobre el pasado de Beris- '50, en particular su mano de obra y a historia del trabajo en las plantas fri- gorficas. Aunque ella habla manteni- do claramente los argumentos de Re- yes en nuestra entrevista anterior. yo abla quedado impresionade por su claridad y su aparentemente buena memoria, El hecho que ella hubiese ‘estado en el primer grupo de delega- dos de seccién en Swift, suactivapar- ticipacién en tas luchas dela década de 1940 y el hecho de que no habia estado en el grupo de lideres del sin- dicato 0 el Partido Laborista me con- dujo a ella. Primero fui a su casa, en Berisso, en Enero de 1987 con el objetivo de ob- tener de Dona Maria prineipalmente informacién empirica que estaba erdiendo en miintento de reconstruir fl proceso de sindicalizacion dentro de las plantas. Esperaba también de (que pudiera surgir-inicialmente tenia lerta dificultad para definiro pero ‘después lo cirta mas comodamente - un “feeling” por el periodo debido al ‘modo en que Dofla Maria podiiarecor- ar algunas anécdotas. Supuse que nuestra conversacién, Que intentarla orabar. durariaunas po- “cas horas. Finalmente termine gra- ‘bando casi 20 horas de entrevista en un periodo de nueve meses, visitan- ola en su casa una vez por semana ‘para grabar as conversaciones, aun- ‘que frecuentementelohice masame- nud, Una razén para el cambio en mis in- tenciones era, obviamente, que habia encontrado el testimonio de Dona Ma- #fa de gran interés. No obstante esta no era originalmente una de las razo- ‘nes porlas que habia intentado entre vistarla. Eltestimonio, que ebarcomas de 600 paginas tipeadas, es un rela torrico, de maltiples vetas, a menudo ‘enigmatic. Contiene pasaies que nos ayudanconsiderablemente eniacom- pprensiGn de muchos de los temas ba ssicos de discusién que deseaba do- ‘cumentar y comprender mejor. Dofta Maria contaba, por ejemplo, sobre las Gificultades encontradas por los acti- Vistas durante la sindicalizacion de 1944/45 0 recordaba sus expericn. clas ylas de otras mujeres de su sec én sobre el sistema de organizacion, de trabajo Taylorista y la “Estandari- zaci6n”, Todo esto ayudaba conside- rablemente a nuestros objetvos de. ‘conocer aquellos temas y como habl- lansido experimentados y Manejados or los actores histéricos.? Sin embargo, me quedaba claro que ‘cuantomds potenciaimente fica fuera la fuente de informacién empirica del felatode DoniaMaria, eraen este sen- tido también timitaga e involucraba “algo més" . Los limites estaban, por ‘supuesto parcialmente, en qué hacer ‘con el problema dela memoria, sus Il. mites, sus fallas y sus distorsiones Esip podria ustificar un andlisis por si mismo. Lo que me interesa en este trabajo, sin embargo, tiene que ver con el “algo més” involucrado en la fnarracion de Dota Marta, Una de las razones de los problemas residia en los limites de usar este relatoprimera. ‘mente como una fuente de conoci. miento empirico, lo que entrana para, Dofla Maria un rol enormemente pasi- ¥o, como un simple repositorio maso menos coherente, mas © menos dis. ponible de datos histéricos, No obs- tante, estaba claro desde mucho an- les que en respuesta amis pr tas més factuales y a mi bdsqueda de informacion, Doria Marla me es- taba diciendo y relatando la histo- fia de su vida, reconstruyendo su asado en una forma selectiva que oda, simulténeamente, ser legitl- ‘ma para mi y tener sentido para ella misma, Ademas, stesto ara vardaderamante tuna historia, la cuestién estribaba so- bre en como esta debe ser lelda. El cambio en la focalizacion de la histo- ‘a oral como parte de un proceso de verificacién paralainvestigaciénnisto- ‘ica hacia la historia de vida implic ‘entre otras cosas, volver sobre esta ‘cuestion. Hoy la historia oral contem- Porénea raramente reciama tener a eso privilegiado a hechos hist6ricos hasta ahora ignorados y a una expe- riencia basada en la practica de una especie de “realismo ingenuo™. fluenciada por tendencias de la crit. ca literaria que enfatiza la importan- cia de a narracion y de la construc ion de textos ~y que han tendido por extension a ver la realidad histérica como otro texto-loshistoriadores ora- -les estan cada vez mas prevenidos sobre los limites. de los testimonios ‘rales como una fuente que sirva pa- Fa aumenterlas existencias histéricas sobre el pasado reciente. Laforma de la narracién oral es ahora frecuente- ‘mente tomada en forma tan significa- tiva como su contenido. Este cambio hha sido influenciado también por la antropologia postmoderna con su énfasis enia manera en que los auto- fes dan forma a los relatos etnografi- os, el acompafamiento textual y el aparaio retdricousado paraconstnuir, Seguin parece, un objetivo y autoriza do relato de otras vidas y socieda- des: es como Luisa Passerini y Ronald Grele han comenzado a desaliamos al tratar la subjetividad y ta calidad textual de! testimonio oral como una ‘oportunidad dnica més alld de los ‘obstéculos de la objetividad histérica ¥y del rigor empirico que ellos han vis toenas tempranas generaciones de practicantes.* Un reciente escrito olo- indo la dimension subjetiva del tes- timonio oral comenzaba: AI mismo tiempo que la individuall- dad de cada historia de vida deja de ser un erbarazoso impedimento p: rala generalizacion, se transforma si- multéneamente en un documento vie talenla construccién del conocimien- to ‘Siguiendo esta invocacién podemos realmente comenzar a hacer justicia ‘con una da los reclames originales de la historia oral: dar voz a los sin voz, aquellos quienes normalmente no en- trarfan en los registros histéricos. En particular, los testimonios orales nos pemniten ‘aproximames al tema de iscusion de la influoncia e interven ‘clon del subjetivismo en la historia, No obstante, una vez mas debemos cuidarnos de echar mano de suposi- clones de un realismo ingenuo, pre- suponiendo una cualidad mimética’ tn los relatos orales como expresion de conocimientoy sentimiento, Eluso de narraciones orales para mejorar el ‘acceso al dominio del conocimiento, de “experiencias vividas” es uno de los temas complicados por Ia ater Cci6n al testimonio oral como “narra ion. Sieltestimonio oral os verdade- ramente una ventana al subjetivismo ena historia - el universo cultural, 20> cial e ideolsgico de los actores histo ricos- debe decirse entonces que ta eee Pensamientos y sentimientos. como ‘los realmente fueron 0 son. Por lo ‘menos la imagen es tendenciosa, el vyidtio de la ventana a través del cual miramos no esta impio, De este mod la relacion entre los re- latos personales y Ia historia - como ‘std claro entre las autobiogratias en ‘general y la historia - es compleja y Problomatica. Lae historias de vida ‘son construcciones culturalmente de- terminadas, inferidas de un discurso iblico estructurado por clases, cé- ‘igos, convenciones y géneros y ha- cciendo uso de un amplio espectro de roles posibies, autorrepresentaciones, fecopilaciones y relatos disponibles. Como tales nosotros tenemos que aprender a leer estas historias y los simboios y la I6gica ensamblados en ‘ellos, debemos ser cuidadosos de su ‘profundo significado y hacer usticia a Ja complejidad encontrada en las vi- das y las experiencias histéricas de aquellos que nos las cuentan, En este trabajo trataré de sugerir lo que una lectura sintomatica de un re- lato personal puede implicar prestan- do alencion al tema del género en la farracién de Dofia Maria. A primera vista este es un tema raramente pro- ‘misorio para aislar del relato, particu- Jatmente si uno esta interesado.en rei. vindicar a través de tales testimonios personales una vpz autentica y repre- ‘mujer. algo aproxima- discurso, Los hechos y experiencias centrales de la vida de Dona Maria eran relat 08 principalmente en términos de ‘clase. Los hechos dominantes e: REPRE EP ‘eniaformacion del Sindicato en os tr- ‘goriticos, sus actividades como Delo- gada, la manifestacién en favor de Perén el 17 de octubre, su rol en la ‘campafia electoral de 1846 haciendo Propaganda con el Partido Laborista, sus Ultima actividades dentro del Par- 1ido Justiciaista en Berisso. Mientras que ella es consciente de la explota- ci6n de las mujeres en los frigorificos, esto es colocade dentia del cantexin, ‘general de los cambios basicos y dé Cisivos realizados en la calidad de vi- da de los trabajadores - hombres y mujeres - por el surgimiento del sing cealismo y Peron. Dota Marta también enfatizaelrespe- toylaigqualdad en el rato que ella re- cibio por parte de los lideres gremia- es masculinos en las plantas: *...No, amial contrario, yo tuve una aceptacién, que venian a veces de- legados a hacerme preguntas a mi para esclarecer cosas, por ejen- lo: Maria que le parece, hay un ‘obrero que esto, que ef otro, como hago, tomo medidas? Porque llega tarde y cada vez que viene se eno- ja, ahora dejel6, en ef trabajo no se ciscute, después afuerale dice que venga un rato al Sindicatoy lo char- lamas entre todos un poco ... No yo “simpatizé mucho, me querian rmu- cho, no tengo nada...” En una vela similar, Donia Maria das. ccribe el escenario de un matrimonio ideal basado en el respeto mutuo yla ‘comprensién entre esposo y esposa. En ciferentes oportunidaces a través det relato ella enfatizo su aceptacion el papel de la buena esposa como tradicionalmente se lo define an la so- ciedad argentina y a su marido tole- fando sus actividades fuera del ho- )10¢ are | | ‘ | ‘gar. Describiendo sus primeros anos do vida en una casa de “inquilinato” ‘antes que ella fuera a trabajar, pone de relieve quenuncatuvoel problema {de que le faltaran el respeto por par- te de los hombres a pesar de la forzo- ‘sa intimidad de la situacion: *.. Yo siempre digo, aminuncame asd nada raro, pero no me pasd porque no andaba haciendo risitas ‘por el patio con los hombres, yo es- peraba a mi marioa, le daba Ue vo- ‘mer, limpiaba, estaba con mis chi- cos. El relato de su iniciacién en el activis- mo sindical es recordado en un tono similar Reyesme vino ahablaramisec- cidn, a la picada, “Vengo de parte de su esposo, el ya esté conforme, ‘siUd. quiere ser delegadaactivace ‘2c, porque Ud. tiene condiciones, ‘su esposo dice que... “ Mi espaso me conccla, Yole die “Sicon mies posoha hablado yélleha dicho que ‘I yo también digo que si." Una vez que ella acomete una prote- sign més alla del hogar, es cuidadosa en entatizar que era capaz dehacer- Jo con su apoyo: *.Siye no hublera tenido, sie! corm pafiero que tuve no hubiera sido ¢i ‘no hubiera hecho nad...” Si una de las formas de autorrepre- ssentacion usada por Donia Marfa para Construlr Su relalb us el Ue la “Buena Esposa’, también el de la “Buena Madre” figure prominentemente. Esto es frecuentemente expresado en tér- minos de que la provisién del bienes- tary el amor porlos nis son pricrida- des sociales bésicos, y la raz6n fun- damental para las luchas poltticas y ‘gremiales - “Dar un pedazo de pana nuestros nifios™.“Amenudoescucha- yive Bos Pet 1 ba eae ae ¥ ‘que estaban hambrientos”.En elola- to de Dona Maria también encontra- ‘mos esta generalizacién dentro de un principio guia que deberia ser usado para definir el papel de la mujer en la sociedad. En una parte de sutestimo- nic ella extrajo un viejo recorte de dia- fio con un discurso que hizo, el cual estaba dirigido espectficamente alas mujeres reunidas en el Partido Labo- ‘isla, El discurso comenzaba con la afirmacion de un principio bésico: +... hogar es él sitio donde se nu- trenlos grandes principios naciona- les... ef hogar es la imagen misma ela Patria, a fortaleza de la Nacién misma, donde las madres cantan a sus hijos la esperanza de un mundo ‘mejor. En é! la fuerza invencible es lamujer, es la mujer que en susacrl- ficio sitencioso entregalasangre de ‘su sangre, sus hijos, para la defen- ‘sade la soberania nacional. Ella es pueblo frente @ cuaiquier estado que persigue, aterroriza y mata...” De acuerdo con estas aflimaciones Generales delrolde lamaternidad yla Crianza Dofla Maria también expresa: ba en su relato simulténeamente su opesicién al divorcio y al aborto, Todo esto parece relativamente poco problematico: en algunos casos el a ‘gumento de la vida prototipica dk ‘mujer peronista conformat Sentacion dominante de le mujeres tencontrada en los discursos peronis~ tas y formakmente articulados en ia ideclogia Peronista, Sin embargo d su significado literal. La Kigica dol re lato lo refuta, olfos elementos y cues tones que Dona Marla usa para crear su historia hablan de un proceso mas complejo y ambivalente de autoiden- 'y construccion historica, Los ‘elementos tipicos de la biogratia de ‘una mujer de la clase trabajaciora son yuxtapuestos y recubiertos con otras imagenes, roles y temas que le dan a Ja historia de Dofia Marfa un “giro” di- ferente. En la historia de vida de Donia Maria tenemos claras indicaciones desde Suinicio de que suhistoria puede con- tener elementos no convencionalee. Hablando de su ninez ella dice: *..Yo le diun poco de trabajo ala fa- milla porque también tuve la rebel- fa que tenia papa, amime parecia que estar adentro encerrada con la guia, cosiende y bordando yestas cosas perdia el tiempo, que habia (Que ir més allé hacer otras cosas... *.. Yo ful una chica desde muy jo- vencita muy ambulante, muy pre- Oispuestaalacuriosidad, saberque posaba alld, que pasaba en el oO lado, donde habla un acto politico ahi estaba yo escuchanao, *... Nes parébamos en una fabrica le botones que habia en San Marin ¥ les deciamos a las empleaditas “Por que estén trabajando tan gratis Uds.? Por qué no hacen una rabel- ‘la un dia y no vienen? o vienen ‘dentro, se paran asi y no traba- Jan... Nosotros ibamos ameter nues- tra nariz porque sentiamos et color e (a expioiacion que se le hacia a ‘otras chicas, porque a mime prote- {9/a mi padre en mi vestuarioy en mi comida y en eltecho peroa otras no, tenian que sali para darle ce comer ‘una madre paraitica, a una madre viuda, 0 a un padre que ha perdido Su Senora..." La imagen do si misma como rove: Fente y dispuesta a la rebelion forma ‘una parte decisiva on of argumento ‘det relato de Doria Marfa. Elrechazoa Ccerrar los ojos al suttimiento ylainjus- ticia, y su temperamento rebelde tu- vvieron un papel principal en una serie de acciones y situaciones que des- ués de 1944 forman el centro argu- mental de suhistoria. Sinembargoes- tos elementos decisivos de suhistoria son hechos posibles debido a suce- ‘$08 que escapan a su control, El sur- Gimiento dal Paeeniema,laconsecuen” te movilizacion de la clase trabajado- raorganizada, con sumayoraccesoa la estera publica proveen el contexto para la divergencia de la historia co- manmente aceptada de unamujer de la clase trabajadora. El surgimiento de Perén proporciona- 1 la plataforma desde la cual esta ‘mujer tomaré en forma individual su ‘decision de romper con el rol domés- tico tradicional. En el relato de su hi toria dos cosas ce hacen olaras. En primer gat, el principal antecedente establecido de su imagen de adoles- Cente curiosa y rebelde le permite, en tun sentido, poner de relieve la conti- uidad y racionalidad de su decision fen la mitad de la década de 1940, después demas de diez anos de apa- rente aquietamiento y felicidad do- méstica, entrar en la fuerza de traba- joy adoptar un rol de militancia singi- cal y politica. En segundo lugar, ella, basa sdlidamente la explicacisn de ‘Sudecision crucial de comenzar a ra- bajar en términos materiales. Ella, co- momuchas otras mujeres en Berisso, {u€ a los iigontficos por razones basi ‘camente econémicas. En sucaso, so- bre todo, porque las cuentas demeci ‘camentos que ella debio pagar des- pués que su segundo hijo contrajo oliomielits no podian ser pagadas ‘solamente con e} salario de su mari- 0, Ella. No 80 hizo ilusiones sobre la naturaleza del trabajo en el frigort- fico, pens6 que era mejor que en- tar en el servicio doméstico y que tener que limpiar la suciedad de otros. Suactivismoen|aesterapdblica, mas alla de a familia, tanto en lo sindicat ‘como en lo politico durante el curso e la siguiente década da forma al te- ma central de su historia de vida. Mientras que los sucesos cubren un lapso de solo una década a lo largo de su vida estos tienen un peso des- Proporcionado en su relato. Mientras que el tema de su papel detras de los confines de la familia se encuentra de ‘muchas formas en su testimonio esta ‘expresadomas decisivamente enuna Serie de anécdotas que recuerdan in- cidentes de enfrentamientos con las autoridades. Estas anécdotasse rans- forman en episodios fundamentales, imbuidus de significados sinbolicos en su historia de vida que les dan un estado casi mitico. Esta impresion se ve aumentada por el hecho que son ‘epetidos frecuentemente através del ‘lato, casi siempre dichos en la mis- ma lorma.con términos casiidénticos. Estas son claramente historias que han sido repetidas, pulidas y repre- sentadas en encueniros familiares, sociales y polticos. *..Yo una vez me paré delante de Un jefe, cuando ya el singicalismo ‘se habia hecho came en nasotros y nos pogiamos defender bien, Le di- ‘ce un jefe.a una mujer, “Senora, Ud. 5 una inutile digo yo, a lo que vi que la mujer no le contestaba. “Es- ta seftora tiene un esposo, y es una seftora y es maare de familia, con que derecho Ud. la trata ce ingti?” "Y sino sabe trabajar" me dice. “Tenga vi respeto, Sr jefe de lamaria a solas en su oficina y ex- plicarle que pasa con esta obre- a, pero no la insuite delante de todos, acuérdese que Ud. nacié de una mujer, no de una planta, © no nacié de una mujer Ud? le Gije. La impulsiva me lamaban 2 mi porque yo les gritaba en la cara. Como le va a decir delante de to- as las compaferas que estén ‘hl, Ud. es una indtl? La mujer oe queos asi como una persona que maté a otra, como una con- Genada. Le digo “levanta la cabe- za querida que ya sabemos que estamos entre las fleras, vos no ‘$08 una indti, simplemente que lle- gaste hace pocos dias acd y no odes adaptarte, ya vas a traba- Jef como nosotras. Pero eso era cuando ya tenlamos la palabra, teniamos un sindicato que nos de- fendia. cuando ya sabiamas que 10 ibamas a ira la calle asi porque si, porque a mime hubieran agarra- do de los pelos yme hubieran tirado asi para afuera 20 veces por dia, porque yo como delegada asurmia Ja responsabilidad de la defensa de mis companeras..." +... Me dleron del sindicato la orden de parar mi seccién, mis mujeres, yoera delegada ... peroyopensé, y las mujeres que esién trabajando enla pelaca ce pavo, queno tienen delegada? Asi que me escape de ‘misecciony me uialld ycuandoen- treme dice el ete que yo fui una in- trusa y le digo, “Lo acepto, si soy una jntrusa, pero vamos chicas, afuera, estd parade! rigorfico, No terminé de decirlo que estaban to- as atuera, “No nos deja ir al Dario este desgraciado, nopodemas mds, de las ganas de orinar..* ‘Sub-Prefectura de Marina. Me|ieva- ron a la subprefectura y querfa en- {rar adentro, adonde yo ful a sacar- me el guardapolvo y a camblarne, ‘a mi ropero, entonces diie “No se- or, Ud. se queda ahi aluera, que la ‘serena me cuide a mi porque yo no voy aescapar Sr, ya que sé que es- toyenlas garras dela oligarquia, los sinvergdenzas, que tienen muchos Adlaras, asl que me anirege, pare Ud. no puede entrar aca. yo no me voy a cambiar delante suyo, no se- for... me dice el Subprefecto, “Sién- tese"le digo “Buenas tardes seftor” porque siéntese ynome habia salu- dado. Me dice “Que es Ud.?" “Ar- gentina*. “No, me dij, a que partido Politico pertenece?” “Ah, sertor, co- ‘mo Ud. me dijo que es Ud. y yo na- of acd en la Argentina, le digo ar- gentina. Soy laborista, estoy con la ficha laborisia Cipriano Reyes a la wabecs ... algo mas, alguna Infor ‘maci6n mas?” *Si serora, Ud. por Qué es laborista?” “Ay, sefior Ud. me esté preguntando demasiado, como si yo le preguntara a Ud. por- que es subprefecto: yo soy laboris- ta sabe por qué, porque nosotros hemos creado el sindicato de lacar- ney queremos ahora manifestarnos puramente comoun partido obrero. llevar adelante todas estas ingrat- tudes que estamos recibiendo los ‘obreros ... 0 acaso nosotros no te- nemas derecho a formar un part- do? E50 es todo Sr. subprefecto, Ud, puede hacer de mito que quie~ fa porque me tiene acd como un chanchito de la India pero lo que fengo aca y tengo aca es mio, serior ‘no es suyo; algo mds?” “Simire se- ‘ora, le voy a dar un consejo. Me than dicho que Ud. es una mujer in- POPE Ee mone Vote waeoreeae oe Ye ee ‘cooperadoras de las escuelas, en otra cosa, no en politica y sindica- 10s, eso hay que dejaro para ios hombres.” Le digo: “No seftor, le voya decir otra cosa, me lo permite sseffor Subprefecto? En mi casa no hay un centavo, no hay plata, Ud. tiene plata para darme? Démela, ‘pero consejos nome de, yo a esta altura de la vida, con tes hijos para ‘mantenery.con la pobreza que ten go no acepto consejos de nadie.” Como é! se quedaba callado yo le volv/a decir “Algomas?"Queme va ‘a venir a dar consejos, si yo hacia uido conlas cacerolas para que las vecinas se creyeran que mis hijos ‘comian porque yo no tenia que dar- Jes decomeramis chicos y voy aes- ‘cuchara un atorrante con unas jine- tas acd.” Es necesario ser claro sobre la impor- Tancia Ge estas anecaotas. Su rele- vancia como dato histérico es dificil de verificar. Dona Marla frecuente- mente vuelve sobre ellas, moviéndo- las hacia adelante y hacia atrés en el tiempo, olas evita. Aunque su funcién €en el argumento basico de su relato descansa en la afirmacién simbdlica de su autodefinicién como una rebel- de, como una mujer brava, laintrusa, la impulsiva, la delegada brava. O- tras historias son también agregadas para confirmar el argumento. Donia Maria habla personalmente con Pe- ‘én en varias ocasiones. La ocasién que elige varias veces en su relato es cuando ella forma parte de una dele- gacion que fundamenta a Perén so- bre la importancia del voto femenino: *.. Asie dije, “Coronel, yo me sen- timuy herida muchas veces cuando viene mi esposo un dia de eleccio- yiae ‘nes yme dice ya votd e! pueblo. Yo le contesto a mi esposo, no votd el pueblo, votd la mitad det pueblo, porque la mujer es una ciudadana ‘no podemos permiti‘mas coronel Peron de que voten los alcohdiicos, Jos locos, los muertos - se puso.are- I~ y nosotras tenemos que escu- char a nuestros novies, a nuestros hermanos, @ nuestros esposos, a nuestros tios que nos digan que ef uebio ya volo, y no somos pueblo nosotros coronel?... Le preguid a Reyes si yoera doctora, y Reyes lar- {96a carcajada, Nooo, es una obre rade la carne dice..." EI mismo retrato contenido en estas secciones, y que en alguna forma he sugerido como centro dat relato tam- bién provee el marco para compren- der sus acciones posteriores en ta po- Mica después que ella dejé de ser una ‘obrera en los trigoriicos. ‘Sielargumento que DohaMaria cons- truye establece su estado herético como un ave rara, una mujer atrevida cuya historia de vida rompe clara- mente con el papel convencional de las biogralias de mujeres, :Cémo ha- remos para leer mas alla de los temas convencionales y establecer las for- mas de autorrepresentacion mencio- adusalcomienzo?,Sonun grupo de imagenes verdaderas y las otras fal- sas? ¢Refleja un grupo la conformi- dad con las convenciones estableci- das de las mujeres trabajadorasy sus vidas mientras que el otro representa la auténtica muler, la voz reprimica, rormalmente escondida en la histo- ‘a? Creo que mirando mas cercana- ‘mente los hechos en juego podemos ‘comenzar a apreciar que hay una ‘apuesia en la historia oral particulars ‘mente en como esta relata las impro- siones de conocimientos y ta ideoko- gfa. En lo que sigue trataré de sugerir algunos de los factores en juego ena forma que Donia Marfa cuenta su vida, En un nivel necesitamos, por cierto, tener en cuenta el impacto de la ide- ologia Peronista. Muchos de los te- ‘mas presentados en el relato son cla- ramente tomados y reflejados de los discursos Peronistas dirigidos a las mujeres. Durante la década decisiva de 1945 - 1955 el Peronismo a través de sus instituciones politicas y cultu- rales moviliz6 ylegitim6 a las mujeres ‘como actores dentro de una ester publica recientemente ensanchada, ‘Al mismo tiempo pretenaia redefinic claramente las formas de comporta- miento y las divisiones apropiadas entre i privado y lo publico. Mientras la eubordinacion tradicional de las mujeres a los hombres era denuncia: da, muchas de las radicionales viru- es ascciadas con las mujeres eran confirmadas dentro de una reelabo- rada ideologia doméstica. En los pri- meros afios de la década de 1950.con ‘peso de lainfluencia de Evita Peron ‘el trabajo externo al hogar era expre samente condenado y la actividad politica de las mujeres era sutimente distinguida de la de los hombres. La poltica era considerada una cuestion Inherente a los hombres sosteniendo que las mujeres no estaban aday das para tratar con ella. L Polltica de las mujeres era tomada co» ‘mouna derivaciin de sus vitudes of) ginales como madres, esposas, y Quardianas del hogar. Ellas eran In- linsecarmente desinterosadas, capa: ces de sactilicarse y solidarias por raleza, no como los codicloso# tO principal. Ellas apa- fecen como sutrientes madres, apre- ,_ miadas amas de casa. o como una or extensién, en una metélora de su fantasia erdtica que los imsnbros one Uke FO! Como guardianas dela Na- helan en tanto que elles sulren vena. ion? a del duro trabajo fisico en los frigo- Los ecos de esta deologla estan cia- !Hicos. Las mujeres estan sinplono, famente pesentesenia Weta, weusertesceliomec ne eee imiento de la conciencia yla organi- dade Doria Marfa. Principalmenteco. 9! ois mo ya hemos mencionado algunas 72040 sinccal. Las imagenes coun veces estaban extraidos directamen, 48S Por esta literatura aan ole uo te de los discursos politicos expresa-__Y®rS0 masculino abrumador. cee oa gis forma reterica. Mucha de Esto os verdadero debido no sto a Gila felerica offcial era relorzada por los caractares y la estructura loner genes eatboculturalimbuldosnima- de la historia sino también porque ia erieaepobulares. I frgortico tenia presencia de lo que Beatin Game Comugar muy Particular en la cultura bell, refiiéndose a les desenipciones Fe pean raatetiricaolcialdelacra de George Orwell sobre eltrabajo fics sereton, Muchas novelas estaban coen“Eleaminoa WiganPlos Toler pocrs eoeelemplo, enunestloque mado racientemente el “culo oe i Boarta Sef definido como “Realismo mascutino’.* La naturalezs tinea de palecnin. Mientras que el mensaje trabajo en los tigoriicos ox ava ca, Phoseg undamentaldelrelatoeragio- racteristica prominante de los néne, fostrabgenmertatzar las uchas de ros de la iheratura popular 2 Is cee Greonnelacores y contrast sus con- nos astamosrelviento Msscalee ce Peron oes Vide antes y después de tados, poros transpirados y Nominee fermen Gsios efantambien texios tuer- levads a proszas suprantonone oc lonmenle Sexisias queestablecian,ex- estuerzorisicn enimageneequesece podareent® Por omisién y silencio, an camo una especie de conan ws Fe Gaceas Imagenes de relaciones la camaraderiae nlimidad nexecice ‘de género yjerarquias en os trigorii-alabados en el tee ne cre Loque trato de sugerirrefiriendome a Le Ae 8S.mas famosas. escrta por ia ideclogia oficial Peroriein vos Guan aracio Velazquez, un escrtora “era diigida alas mujerse aero Forsonanna Matta legaria a conocer establecimienioda raise « inacc es Slompre™ on tore cronres habra_particulermente enlos rigeriides pre: fugmPre". un libro al que ella especi- Sentados eniaclure se textos popu- amente se releria en su relato. La iares no es que tone yluego misma goasece quzas.enelcaso del enconrrepresentaconoerecey nes ea IeanssoiFata de las condicio- relatode Dona Maria Ma Sens ne, srsurgemieneiGos antes de Peron, toy intoresado on eniatirer due ins bandera enemcienela yuna son ciertamente una parte airenee belion de trabajadores, los que alli. torio de roles, Convenciones y formas Cas mules wplanzan e una hueiga. ce auirrepresemacan ae res as mujeres $0 destacan por su au: in uidoenioveen cena Marlay que nando sobre su vida, selecciond entre: seer eet wera tianetteee Se eee ernie fran cua dean ee eee eco erreur oleh ceueese ee een Seats ance Seen te oeeeaee ieee Sesamdee See ees Soe aeeeeete case Scooter re ee See tae rr eee eae ene satus roca ae pe ner ores mienio, como un mecanismo que da ‘sentido a as palabras tanto a nivel CO- lectivo como individual “A nivel individual, la gente toma conciencia de su vida a través de las historias que estén disponibles y tratan de ajustar sus vidas dentro de estas historias. La gente vive por las istorias."? A un nivel més general de la socie- dad, también adopta relatos que sir- ven para inculcar y confirmar su inte- sgridad y coherencia a través del vern- o. Estas historias de las comunida- des estén creadas y aceptadas por los participantes en un constante pro- eso de negociacién entre las ife- fentes versiones. Esto indica la fun- cién esencialmente practica de esta clase de relatos, contandoy sirviendo al conjunto de la comunidad para de- Sueir y pormitiies formula lae acco ines ene! presente yel futuro basados fen una comprensién comin del pasa- a La "memoria colectiva” asi formulada s construida sobre las bases de una vatiedad de recursos: mitos publicos, historias encontradas, sucess de tanslormaciones decisivas, reputa- ciones buenas y malas, la division del pasado dentro del tiempo del antes y €l despues de “la 6poca dorada’ En Baraso nay un romero ites jemplares dentro de aquellos par metros en los que Doria Mala posta potencialmente enmarcar su histor Me estoy refiriendo a los relatos loos les mas que a aquellos producidos @ tn nivel institucional nacional @ ideo logico. Estas historias local WU soporen ® hereacian on mUGhOS puntos pero pueden ser distinguid ‘aqui para nuestros propésitos, CUUESUCUERUESUOREUEUUUUBUBUGED| de’ Berisso tienen una “Historia que un numerode temas éplcos: Larepre. ellos se contaron sobre ellos mismos” sion de la huelga en 1917, la duveca ¢s lade los inmigrantes. Esta historia deltrabajoen las plantas, la apancion tiene una legitimacion oficial desde de Peron, la gran huelga de 9ediacen ue Berisso fue oficiaimente llamada 1945, el papel de Berissoen tos cuce, ‘LaCapital delos Inmigrantes" porun sos de Octubre de 1945, los cambiog ecreto del gobierno en 1978. Esto en las condiciones de trabajo raldce ra simbdicamente promulgadoyre- por el singicato, la era dorada Gelpe, Presentadoencada Septiembre en el rlodo 1945 - 1955, el largo y amargo Dia del lnmigrante cuando las cile- dectinar de la industria fegoifiea, ta, Eines asociaciones emnicas desile- caida de Berisso desde su antigua ban a través del centro de la ciudad gloria. Berisso mantuvo fideldac at on Sus trajes tradicionales y luego Peronismo, viendo con el legade Ganzaban y realizaban otros aventos que implicaba su reciamo de soy I: Culturales. Enlazado dentro de esta cuna del peronismo” historia, principalmente el conto ds, igho ela misma, ext lamoraela NuChos de Jos elemanos go estas (50 aes Goncelageraracn uncacena ae estas lace Cota aa Sin bos. Fa a Mitades de.un trabeb «vga pare ecarueer sun oa tina vida mejor bara ses Kine at de algunos signiicados. lpunto que tarnbién habla de la beneficencia del Onavel sonnei eo Palsnuéspedy suabrazoparalospo- toda narracion también tetan ce me Rigs de todos los palses. Comottalfa poner sus proplas “contamecsieee fislotiadeSerissoesemblematicade usando “estrategias de contenane Gaistoria Argentina -la historia oficial Las mujeres son también marginedes fe #2 cluded se tula “Berisso: Unre-oseles asignan roles estereotpadies fisio de la evolucion argentina’™."*Otro Las historias locales de la husiga oe foma crucialen estanistoriaes elari- 1945 por ejempio dejan un pesueno boconjunto de hombres y mujeres de lugar a Dona Marla pata exprosar la diversos grupos étnicos a una comu- exiension de su papel o el de aves nidad armoniosa caracterizada porla Mujeres en la huelga. Mientras que Solidaridad, elmutuorespetoyelapre- hay un reconocimiento formal al apo- Gio. Este es un tema que formalapar- YO de las mujeres trabajadoras en la ty “ominante de Ia historia produci. huelaa. las figuras decieivas en todas. Por 10s historiadores nates ae !@8 versiones de la historla son see ees, Culinas. Cipriano Reyes con su ma. Pas Pierson una haansuroee ga amees- On Mas polémica, divisiones y base, sy clriglendola Noclgts Susae Gonmés polémics, ybasa-twolandoy drigiendo la huelga, sus acteres de clase -es la _garienientesmascutinose jaNenientesmasculinos corriendo de Seloa sinatra ts oct surgimiento. Gs gompes de la tepresion sewing pel de Bens asxiccsyel acometiendo con os tompetnclenn, Piatorla pasatiss0 en la fundacion yla_y tratando de negociar bon ai eee historia posterior de! Movimiento Pe bicras digs MUGON ofa Maria a su liderazgo do piquo- tes de grupos de mujeres, a su rol ac- tivo haciendo cumpiir la huelga en la ‘comunidad."* Una conclusién similar con respecto al genero se presenta, creo, si mira mosala representaciondeltrabajoen su relato, La vida en a fébrica, el ra- bajo en el frigorifico es una parte im- portante de lahistoria gremialy es en ‘mayor grado una historia masculina Las historias en las plantas abundan ‘enanécdotas sobrelamagnitudtisica del trabajo, sus espantosas condicio- nes, la violencia latente, la presencia de una disciplinada masa de hom- bres sujetos a un sistema de trabalo inhumano, Este universo masculino tiene sus raices realmente en la es- tructura de la fuerza de trabsjo y el proceso de trabajo con su jerarquia fuertemente influida por los géneros. Los nombres dominan las tareas mas racticas y mejor pagas. *Las figuras decisivas encontradas en el folclore e los frigorificos son hombres saca- ‘dos de las secciones totalmente mas- culinas como las del pisode matanza y las cuadrilas de estibadores. Las ‘anécdotas contadas por los hombres {el frigonificode su época entas plan- tas hacen frecuente referencia a este folclore y algunas figuras masculinas miticas. Las mujeres por otra parte confinadas alas posicionesinteriores Gentro del proceso de trabajo rara- ‘mente figuran en las historias de as plantas. El piso de matanza era la fuente de las historias mas repetidas con el matambrero - un equivalente al “gran debastador” de las leyandas mineras. Era la figura mitica central Muy cerca, en segundo lugar, dentro de este ordenamiento estaba el Ider Ge las cuadiillas de estibadores que ‘con es0s sin pasarsede lugar y enun tiempo récord. Estas historias eran elaboradas por los hombres sobre te- ‘mas de dureza tisica, malas condicio- ‘nes de trabajo, confrontaciones con ‘extrafios, camaraderla y bromas. Como relato, entonces, la historia de ‘os frigorificos deja alas mujeres solo lun espacio marginal dentro del cual expresarse y encontrarse representa- das. Fundamentaimente al mite que silas mujeres estén representadas en el folclore de las plantas esto iende a ‘sercomo el polo opuestoal mito publi- co de la mujer_madre, educadora, casa y ligada a los quehaceres do- mésticos - es ast como las mujeres moralmente debiles son corrompidas or el mal ambiente dominante, Una ‘vez mas debo destacar que esta his- toria no es inaplicable para Dofla Ma- fia pero ects ceencialmente enmarca- da y los limites tienen que ver con la disonancia entre los parametros en- contradosen tales historias y sus figu- ras representativas y el significado y riqueza de una vida individual que fompe los parémetios y viola los esto- reotipos. La ambivalencia yla tensién resultan- tesde esta disonanciaestactaramen- te evidenciada en el manejo de Dor Marta del tema de género y trabay su historia de vida. Es claro qui el ‘gar de trabajo, el frigortico, tiene un valor positivo y negativo en su histo» fia, En general por supuesto este es retratado como el punto de un sist ma de trabajo que “chupa" ala genio «= término usado por Donia Marla con su connotaci6n iteral de succionar unt liquide - y los usa antes de echarlos Ella se retiere aos frigoriticos usando varios términos metaldricos » "eB Ins aiot . ‘ ru" « y enfatiza el costo humano de aquellos que habian entrado en él, incluyendo. 4 Su esposo cuya salud fue destuica or el tipo de trabajo que tenia que re- alizar, Déntro de esta evaluacién general, la Planta es revatada en distintos partes de su narracién como un ambiente otencialmente hostil para las muje- ‘es obreras en un tono a veces apa- fentemente de acuerdo con el univer- ‘$0 masculino retratado en la repre. SSentacién de ficcién del mundo del fri- gortfico que ya hemos visto: “vw. Yo 6fe0 que todas las mujeres que fuimos a parar a un trigorifico... porque es un lugar bastante, es co- ‘mo un monstruo cuando uno entra ahi adentro, en esa ascuridad, en esa humedad, en ese ambiente de files de hombres con cuchillos er la ‘mano, yo creo que no es tan agra- able, secionte uno mal, peru la ie. cesidad obliga a irse acostumbran- ae ‘Sin embargo a pesar del reconoci- Miento en su relato de una virulenta cultura del trabajo masculina relleia- a ena brutalidad del sistema de tra- bajoy el elogio de las proezas fisicas que eran una parte intrinsaca del mis- MO, la historia de Dofla Maria no pro- Porciona simplemente la moral explt- ita en ia reelanoraca ideclogia de la ‘domesticidad propagada por el Pero- nnismo, Ella reconoce los problemas Particulares enteando dentro de este ‘mundo que involucra a las mujeres. eniérminos de el mundo dentro det fr, otilico y en términos del rol de las Mujeres como madres. Comentando Sobre como sus hijos tenian que estar ‘dentro y ayudar a preparar la com ‘cuando ella estaba trabajando do- cla*... Solo alguien que ha trabajado fuera de su casa, ta madre de familia que ha trabajaco afuera sabe lo que es..." Enotras ocasiones también ella famenta los sacrificios que tuvo que hacer para desempentar su rol como luna madre y sus obligaciones por su trabajo gremial y police, Sin embargo, el conflicto entre traba- Jo y maternicad es yuxtapuesto con luna evaluacion mas positiva. En un Sentido basico entrar en la planta fri- gortfica es el paso fundamental que ace quela trama de la historiade Do- flaMaria sea posible, portodos los sa enicios que implica - y hacia el final de su historia hay veces que uno nun- ca.esta seguro de que ella piense que los sacrificios hayan valido la pena- y ‘e810 es lo que a ella le da el derecho ‘2 demandar un poco més a la vida, a Fomper con algunas de las conven clones de las biogratias de mujeres Ge a clase obrera, para ser fie! a su. imagen de si misma como una rebel. de formada en su adolescencia. Esto esta muy lejos de ser, de acuerdo a como Donia Marfa lo dice, una afirma- ccion de que el trabajo fuera del hogar 5 una experiencia liberadora. En su historia esta siempre, primero y prin- ipalmente, la necesidad material y luego su visién del rabajoen ia plan ta - tanto para hombres como muje- "5 - como simplemente terrible: Sangre por el piso, pedazos de grasa ... ah/esté continuamente en Contacto con ia sangre dat animal, ‘con la grasa, con los nervios, con es huesos, es un contacto continuo con una cosa tra, la care es fifa, ademas trafancarne congelada, sa. ‘bes que trabajo es con el cuchillo Para conar carne congelaca..” 220¢ Pero ol trabajo y su dolor son media- tizados quizas por ta institucion eru- cial on ta historia de Dofia Maria, ‘sindicato. El sindicatono funciona sim- plemente para mitigar las condicio- ‘nes de trabajo en general, mas espe- cificamente este es visto implicita- mente en el sentido de disminuir la Posicién vulnerable de las mujeres €en las plantas limitando el poder mas- culino y su auloridad sobre las mu- jeres. Remarcando varios pasajes de su re- lato Dofia Marfa se refiere a la fora ‘Sobre como la entrada dentro del lu- {garde trabajo trafa cambios en elren- dimiento del trabajo doméstico en el hogar. Ella enfatiza que en su casa su esposo la ayudaba con los quehace- res domésticos y generaliza al esta- blecer un punto comin que las muje- res que trabajan ganan su derecho a fa igualdad en la divicién de las tare ‘as domésticas. Pienso una vez mas ‘enlamanera en que este principio es {forjado en la narracién demostrando la ambivalencia y la tension que ella siente sobre este tema, ya que lo aco- la con una reafiimacion del tradicio- nal rol doméstico de la mujer: “... Las mujeres nacimos para estar en casa con sus hijos, para criar a sus hijos, para cuidar su casa, lim- piarla..” Los temas de matrimonio y aburte re- flejan similarmente la tensién y diso- ‘nancia que acompafan los temas de género en la narracién de Dona Ma- Fla, Nuevamente, uno delos roles con- sistentes que ella adopta para si mi ‘ma, una de las mas persistentes for- mas de autorrepresentacion que ella royecta es la de la buena madre, la de la buena esposa. Avravés de esias auto - imagenes ella expresa ideas sobre matrimonio y ‘que apa. Fentemente retlejan la idoologia oficlal ‘det Peronismo (creo que por supues- to esta no es la Gnica influencia) y su hostilidad cone! divorcio, el control de la natalidad y el aborto. Sin embargo, prestando més aten- én alla forma en que ellamanejaes- fos temas, nos muestra que el enun- lado formal da asta principio es me- diatizado por un rico texto entrelineas: que relatan la austera realidad de vi- da de las mujeres de clase obrera y las dolorosas elecciones de cada dia en la vida en una comunidad como Berisso. En @1 caso del aborio, por ejemplo, después de un breve comentario en ue arguments en su contra “por mi religion” ella describe sinningunacen- sura la practica comin del abortoile- gal entre las mujeres de Berisso. Ella Gescribe la desesperacién de las mu- jeres que no podian afrontar tener un bebéy dice muy claramente que era, rutina en las plantas trigorificas reali- zar colectas entre las mujeres el dia de paga para ayudar a una “compa: era” a pagar por un aborto. En ela: sode aborto y divorcio en el context ‘en el cual Dofla Maria ubica gus eri. ‘cas muestran que la influencia de la ideologfa dominante es mediatizar felativizada y sltmamente minimiza- ‘da por eu propia cimpatia y compren- ‘iGn de las limitadas opciones ab tas a las mujeres en el mundo re: Mas alla de esto también esta claro, feo, que su oposicion no es primaria mente ética. Su constante interés ‘cuando ella habla de divorcio y sepa raciones expresada en términos de la nifez, que en un nivel es clara consistente dentro de su historia y que ella expres6 on su inter6s por 6! /OUUREREDES fon unae Socieclad moderna. Mas alla de lo que pensemos, podemos sugerir que es- 10 es también una manera de hablar sobre la vulnerabilidad de la mujer en la sociedad argentina. Separando la Sexualidad mascuiina de la crianza de bos nifios y el matrimonio, a través de uno votro, divorcioe aborto podri- lan hacer parecer peor el peso que las mujeres ya soporian en esta area. ‘Cuando hablaba de eve propiae com. arleras en la seccién pleadia que te- ‘lan abortos ellase refierealtipicoca- ‘so donde “El hombre las abandona ‘con un nifioensus vientres”. Enfranta- das conla realidad de una situacion y tun poder desigual en una sociedad con relaciones profundamente jerar- quicas y de género la adopcién y va- lorizacién de elementos de una ideo- logia de maternidad y domesticicad bbien pueden parecer una opcion ra- clonal. Confrontadas con el poder de tas his- lotias colectivas disponibles, mitos Pblicos e ideologias formales que Cconfiguran el contexto y colocan los Pardmetros dentro de los cuales las historias de vida como las de Dofia Marla son construidas; .En qué forma podemos enfocar el problemace usar {ales historias para mejorar la com- Drension de la tematica de los géne- fos en la historia de la clase obrera? 4Existe una forma ce reconcliar los Gos grupos aiterentes de estereoti- Bos sobre los géneros presentes en '6u lato? Una Solucién que es cierta- ‘mente la que prevalece enmuchas ce las auloras feministas es la de enfati- 2ar la presencia de contra-discursos ‘exprosivos de voces de mujeres opri- midas yreprimidas enestas clases de toxtos, Faye Ginsburg discute por BUBVEVBUBUUD ofomplo, que sus activstas pro y an ti- aborto usaron sus testimonios “pa- ra reconstiuir experiencias que elias Criginalmente sintieron que eran diso- antes con las expectativas sociales constituyéndose estas comounanue- va posibilidad cultural"."” En cierta forma ella sugiere que sus historias de vida articularon un contra - discur- ‘soque legitimaron conlaadopeion de “argumentos de vida alternatives” y les permitio cimentar en armors nue vamente las visiones de simismas. En tuna veta similar Laurel Richardson ha sugerido que las mujeres pueden ver cer sus “pérdidas textuales” encarna- as en historias culturales que son inadecuadas asus necesidadesy Periencias creando nuevas “historias colectivas” con nuevos roles, este- reotipos y resoluciones."* En el otro extremo un reciente estudio de histo- fiadoras feministas espafiolas encon- {16 que el mito pablico dominante de la mujer ideal como madre y ama de casa ha triuntado destruyendo la me- ‘moria del rol de las mujeres como lu- chacoras y trabajadoras durante la Guerra Civi Esperiola entre las mis- ‘mas mujeres que habian adoptado ta- les roles." Después de esto, pienso que es posi- ble ver elementos importantes en la istoria de vida de Dona Maria como tuna forma de contra - discurso desa- fiando la autoriciad de un grupo domi rnanie de imagenes eobre laemujeres Ge clase obrera y sus vides. Me pare- ce sin embargo, que esta rama y las tensiones engendradasy expresadas 1n0 nos conducen a una resokicion fie nal en favor de una nueva argumenta- ion de vida, a.una recientemente en- contrada armonia que combine las historias personales con los roles so- cialmente legitimados. Ademds, esto 226 BUU PUTER URUVU RU U UVR RRU OOS | ; | 0 ‘nacién parala historia de Donia Marta, dejandode tener encuentaentreotras cosas el considerable poder y la efi- ‘cacia quelas narraciones colectivasy de clase tienen en las comunidades de clase obrera como Berisso. Mas ‘til me parece la evocacién de Ca- rolyn Steed man sobrelahistoriadesu madre de clase trabsjadora “dicha ccon tension y ambigdedad dentro y fuera de los limites"; una historia que 85 una interrupcion Ge la histonia cen- tralpero que noesta simplemente dis- onible yen forma “lista parausar” es- erando que alguien se apropie de ella Estas historias “reveladas sobre los margenes"inevitablementeinvolucran contradicciones no resueltas, silen- Cos, olvidos, temas contlictivos. Den- tro de las convenciones de las auto- biograflas escritas estos lapsos son a menudo anulados. El testmonio oral es més desordenado, mas paraddj- 0, mas contradictory quizas, debi- doa esto més fiela la complejidad de las vidas de la clase trabejadoray ala memoria de la clase obrera, Seria po- sible ver la existencia de versiones Contradictorias de relaciones de o¢- eros en la historia de Doria Maria en. terminos de los problemas de memo- ria y este podria cienamente ser elca- $0 pero esto igualmente lo rellejara, Pienso en la existencia de tensiones ‘genuinamente irresueltas entreun dis- Nowe 1..0ona Maria sa mud Bereso con ws 9890- Soler 1031 y tena wes nites en's decada 30 de género y uno que es mucho mas palpable y legitimado dentro de los {érmincs en los cuales Dona Marlaha vwivido su vida. En alguna etapa la historia oral tiene ue hacer el salto de confianza quella irigiré hacia la experiencia hisiorica Tompiendo y encontrando expresion en el testimonio individual. Esta es la ese para cualquier creencia en un “pacto referencia!" "que podria seria ralz de cuelquier Gistincion que lahis- {oria oral posta reciamar para si mis- jesde digamos, la crt Dentro de esta perspeciva, pienso que debemos dar a Dofla Marfa la Consideracion de asumir que los re- Ccuerdos de su vida refleja fielmento - entre a existencia de relatos @ideclo- Glas dominantes contados por ella la forma en que una mujer de clase ‘obrera experiments las relaciones ob Clase y género en una era historica Particular. Su adopcién de formas de aulo-representaciin extraidas de es- tereotipos de roles femeninos tradi- cionales encontrados en discursos oficiales no debe ser simplemente ‘analizada como fal. Elias retlelan con- juntamente el poder de as ideologias Sominantes y os mitos, pero también el poder de quign cuenta estas histo- fias.de imbulr estas formas con sus ropies significados, con su propia sudjetividad 1200, Mira aus ep040 abel on a {c'an i Brea tet9ce Come fe emoion 2 onta seccon Peada Sel Sui. Clogs de: )23¢ 2. Elrabalo fundamental sobre a temaica et rcecace rabave an bartentigaicesee ian India ener igen 107 ‘a5 Conwo Etter de América Latina (Ove roe ives). 1068, 3. La frase 0¢ do Raphael Sarwel y Pau ‘on Samuel Thompson, oc: The Mts We Live By: Rouledger (ondon y New Yor), 1990, 8.2 4 Sobre ahistovia ral en goneralse puede ver i rabaio de bora Scrwarion, come Lai tora Ora, Cento Gator ce America Latina (Buenos Ares), 1993. Eepociaimorte ol ane yo de Alessandro Porsli'y Luaa Passerty Paul Thompson, Ca Var del Pasado Fistor (ral, Edesones fons L-Magranem (Barcelo. bj, 10S Nonaka tracer Mecoaras fy = Codidato a cos Pisiora otal doa poor ci espana 2 Toros. £2 Ceti. (Garceona) ‘ors. 5. Ronald Grete, “Uistento hee voices: Twos: Se studies nine rvrepretation orl tons Oral eon, 7) oro, usa aa. serns:Fascism in Popul Momory he Cura! ‘Exporones of ne Fann Worcing Class, Cor. ridge Unweaty Prose, (Camorcige) 108? 16. Samuel y Thompson. Op. Cit P. 2 7.Ver Susana Blanch y Norma Sanehss, 6) Par igo Perorvta Femanino, Conra Ease de Arne = "ies Latina, (Buenos Aes), 1909, 8 Luis Horace Velasquez, Pobyes Habra Siam re. Editorial Kat, (Suenos Aves). 1953 9. Beatz Campbel, wigan Pla Revisited Po- erty and Poites'n ine 80%, Vwage,(esnon), 904 o is Life Stones en Personal Navtatives Group, Eds, Inerpretng Womens Lives, Forint The- ‘and Porsona/ Narratives, nda Unive ey Fen (Src. tee debs géneros" es unata- sane cow anda Bhare Sones, asraten of Soca Tough. Loca! Kovowseuger Fursor Ee ‘n oprotaive Antrepoiogy. Basie Books, (New Worn). 1983 12. Laurel Richarcsen, “Narrative and Socio- 135, Joural of contemporary Entiropranry 12 Seta probiendica dela constucctny {uncen de las narraciones: corunae ver 02. Deciamente Davis Carn, Tine, Narratve and History Inara Lowers Press. (Blea ton) 1808; Haney Glassc Passing She Time? Balymenory UnierstyolPenneyvana Press, (Philadephia) 1988. 14 Ua Sanucel, Berriso: Un rae dela ovoli= iin argentina a ata. 1318 15, Debe rotarse que muchos de estos “acon- {ectmintos stematwor" da au acim Fante las rueigas cola cécada Jo 1940 tvie- fon cue ser sonsacedos de Su propio elt © infos obo lesion, de'un vercera tea € cace dela obverse cl Signs A ‘out 1913-1960" En Anuar IEREN® SU \etided Necional dal Corro dela Proving Se Buenos Ares, (Fanciy 1091 17 Faye Grsburg, Op Ci 18 Laure Rcharcson: Op. Cr 19. Elena Cabeza, Matide Cuevas y Mavi trea Cncoie, hth as supreccion: Mother (dard the histoneal consciousness of re Iron of Macha. 1206 " 1229" en Samuel Thompson Oo Ct pp 161-178 20, Carly Steocran: Landtcane for @ Good Woman. A Stay of Two Lives uagars Unter Shy Presa (New Brunewick. 19897 21. Me toraco el imino “pacto reerencia Se Pripe Loeune. The sutstigrapmca! Sect Grwvesty af Menesota Press, (hiemeasots) 1609 Ades

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