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ANTOLOGÍA DE TEXTOS PARA LA MEDITACIÓN


Francisco Carvajal
Ediciones Palabra

ACCIONS DE GRACIAS

Citas de la Sagrada Escritura

Debemos dar gracias a Dios por todos los beneficios.

¿Qué podré yo dar a Yavé, por todos los beneficios que me ha hecho? Levantaré el cáliz de la salvación e
invocaré el nombre de Yavé. (Ps 115,12).

¡Bendice, alma mía, a Yavé, y bendiga todo mi ser su santo nombre!¡Bendice, alma mia, a Yavé y no olvides
ninguno de sus favores! (Ps 102,1-2).

No olvides el beneficio de tu fiador, pues se empeñó por ti. (Si 29,20).

Frecuentes gracias del Señor al Padre:

Mt 15,36; Mc 14,23; Jn 6,11.

Debe ser la actitud normal del cristiano

Y la paz de Cristo reine en vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados en un solo cuerpo. Sed
agradecidos. (Col 3,15).

Por nada os inquietéis, sino que en todo tiempo, en la oración y en la plegaria, sean presentadas a Dios
vuestras peticiones acompañadas de acción de gracias. Ph 4,6.

Orad sin cesar. Dad en todo gracias a Dios, porque tal es su voluntad en Cristo Jesús respecto de vosotros.
1Th 5,17.

Dar gracias en toda ocasión.

Y todo cuanto hacéis de palabra o de obra, hacedlo todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios
Padre por El. Col 3,17.

Entre las diversas virtudes cristianas, San Pablo recomienda gratitud: Col 3,15.

A Timoteo le ruega que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por los reyes por
todos los constituidos en dignidad, a fin de que gocemos de vida tranquila y quieta con toda piedad y
dignidad. 1Tm 2,1.

San Pablo da también gracias al Señor por haberle fortalecido haberle juzgado fiel para el ministerio: 1Tm
13; por la gracia otorgada en Cristo Jesús. 1Co 1; y recomienda a los primeros cristianos que den en todo
gracias a Dios porque tal es su voluntad en Cristo Jesús respecto a vosotros. 1Th 5,17.

Dar gracias por la fe: Rm I,8; Co 1,4.

Dar gracias por la caridad fraterna: Col 1,34; 2Th 1,3; etc.

Acciones de gracias de los bienaventurados en el cielo: Ap 4,9; 7,12.

Del samaritano leproso: 17,16.

Del fariseo soberbio en el templo: Lc 18,11.

Innumerables motivos para dar gracias a Dios.


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1 Oremos solemnemente con acción de gracias, al despuntar el nuevo día, al salir de casa, antes de comer
y después de haber comido, a la hora de ofrecer incienso, al entregaros al descanso. Y aun en la misma
cama quiero que alternes los salmos con la oración dominical (. . . ), para que el sueño te coja libre de
pensamientos mundanos y ocupado en los divinos (SAN AMBROSIO, Sobre las vírgenes 3,1819).

2 ¿Qué cosa mejor podemos traer en el corazón, pronunciar con la boca, escribir con la pluma, que estas
palabras, Gracias a Dios? No hay cosa que se pueda decir con mayor brevedad, ni oir con mayor alegría, ni
sentirse con mayor elevación, ni hacer con mayor utilidad (SAN AGUSTIN, Epist. ,72).

3 El nos da, por un poco de fe, la tierra inmensa, para cultivarla; agua para beber y agua para navegar; el
aire para respirar, el fuego para trabajar, el mundo para habitar. . . Si los bienes de los amigos son comunes
y si el hombre es amigo de Dios, todo se hace propiedad del hombre, pues todo pertenece a Dios
(CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Protréptico,12).

4 Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al dia. Porque te da esto y
lo otro. Porque te han despreciado. Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes. Porque hizo tan
hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. Porque creó el Sol y la Luna, y aquel animal y aquella
otra planta. Porque hizo a aquel hombre elocuente y a ti te hizo premioso. . . Dale gracias por todo, porque
todo es bueno (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino,36a ed. castell. Madrid,1979, n. 268).

5 No dejemos transcurrir ni un solo día sin agradecerle tantas gracias como durante nuestra vida nos ha
concedido (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el primer precepto del decálogo).

6 (Recibimos) beneficios que superan en número a las arenas del mar. (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Homilías sobre San Mateo 25,4).

7 Mal procede quien se llena de soberbia a causa de su riqueza y no reconoce haber recibido de Dios todo
lo que tiene, pues todos nuestros bienes, espirituales o temporales, de Dios son (SANTO TOMÁS, Sobre el
Padrenuestro, en Escritos de catequesis, Madrid ,1 976, p. 151 ).

8 El pecado es lo único que no has recibido de El. Fuera del pecado, todo lo demás que tienes lo has
recibido de Dios. (SAN AGUSTIN, Sermón 21).

9 ¡Nos parece demásiado dedicarle algunos minutos para agradecer las gracias que en todo momento nos
concede! Quieres dedicarte a tu tarea, dices. Pero, amigo mio, te engañas miserablemente, ya que tu tarea
no es otra que agradar a Dios y salvar tu alma; todo lo demás no es tu tarea: si tú no la haces, otros la
harán; mas si pierdes el alma, ¿quién la salvará? (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

10 Da gloria a Dios por el feliz éxito de los asuntos que te han sido encomendados, y no te atribuyas a ti
mismo más que los fallos que haya habido; sólo éstos te pertenecen, todo lo bueno es de Dios y a El se
debe la gloria y gratitud (J. PECCI -León XIII- Práctica de la humildad,45).

11 Al conocer lo que Dios nos ha dado, encontraremos muchisimas cosas por las que dar gracias
continuamente (SAN BERNARDO, In Dom. VI post. pent. ,25,4).

12 (Dios) nos hace muchos regalos, y la mayor parte los desconocemos (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom.
sobre San Mateo 25,4).

13 No dejes nunca de dar gracias a Dios con todo tu corazón y darle gracias, sobre todo, por los cuidados
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de que te rodea, y pídele en todo momento que no te falte la ayuda que sólo El te puede dar (J. PECCIó
León XIIIó, Práctica de la humildad,43).

14 Cuando el alma recuerda los beneficios que antaño recibió de Dios y considera aquellas gracias de que
la colma en el presente, o cuando endereza su mirada hacia el porvenir sobre la infinita recompensa que
prepara el Señor a quienes le aman, le da gracias en medio de indecibles transportes de alegría
(CAS1ANO, Colaciones,9).

15 El cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos nos hablan de la bondad y omnipotencia del que los
ha creado, y la admirable belleza de los elementos puestos a nuestro servicio exige de la creatura racional
el justo tributo de la acción de gracias (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 6 sobre Cuaresma,1).

16 Conviene mucho que el favorecido tenga agradecimiento y dé las gracias, aunque el bienhechor no
tenga necesidad de ello (TEÓFILO, en Catena Aurea, vol. IV, p. 47).

17 Desde el primer Adán hasta el de hoy, fatiga y sudor, cardos y espinas. ¿Acaso ha caido sobre nosotros
el diluvio? ¿O aquellos tiempos difíciles de hambre y de guerras, de los cuales se escribió precisamente
para que no murmuremos del tiempo presente contra Dios? ¡Cuáles fueron aquellos tiempos! No es verdad
que todos, al leer sobre ellos, nos horrorizamos? Por esto, más que murmurar de nuestro tiempo, lo que
debemos hacer es dar gracias por él (SAN AGUSTIN, Sermón,2).

18 Si no me hubiese retenido el amor que os tengo, no hubiese esperado a mañana para marcharme. En
toda ocasión yo digo: Señor, hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o aquél, sino lo que tú quieres que
haga. Este es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro. Si esto es lo que quiere
Dios, que así se haga. Si quiere que me quede aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me mande, le
doy gracias también (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. antes del exilio,13).

19 Y habiendo tomado el pan dio gracias. Y nos dio ejemplo para que diésemos gracias por todo beneficio,
tanto al principio como al fin, porque siempre se deben dar gracias a Dios (SAN BEDA, en Catena Aurea,
vol. VI, p. 436).

20¿Has presenciado el agradecimiento de los niños? Ó Imitalos diciendo, como ellos, a Jesús, ante lo
favorable y ante lo adverso ¡Qué bueno eres! ¡Qué bueno!. Esta frase, bien sentido, es camino de infancia,
que te llevará a la paz, con peso y medida de risas y llantos, y sin peso y medida de Amor. (J. ECRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 894).

A quien se reconoce agradecido por los beneficios recibidos, se le prometen muchos más

21 Es menester sacar fuerzas de nuevo para servir y procurar no ser ingratos, porque con esa condición las
da el Señor; que si no usamos bien del tesoro y del gran estado en que nos pone, nos lo tornará a tomar y
nos quedaremos muy más pobres, y dará Su Majestad las joyas a quien luzca y aproveche con ellas a sí y a
los otros. Pues, ¿cómo aprovechará y gastará con largueza el que no entiende que está rico? Es imposible,
conforme a nuestra naturaleza, a mi parecer, tener ánimo para cosas grandes quien no entiende está
favorecido de Dios; porque somos tan miserables y tan inclinados a cosas de tierra, que mal podrá
aborrecer todo lo de acá de hecho con gran desasimiento, quien no entiende tiene alguna prenda de lo de
allá (SANTA TERESA, Vida,10,3).

22 Si la fe salvó a aquél que se postró para dar gracias (se refiere al leproso samaritano), la malicia perdió a
los que no se cuidaron de dar gloria a Dios por los beneficios recibidos (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol.
Vl, p. 278).

23 A quien humildemente se reconoce obligado y agradecido por los beneficios, con razón se le prometen
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muchos más. Pues el que se experimenta fiel en lo poco, con justo derecho será cosntituido sobre lo mucho,
así como, por el contrario, se hace indigno de nuevos favores quien es ingrato a los que ha recibido antes
(SAN BERNARDO, Serm. sobre el Salmo 50).

24 [. . . ] porque si no conocemos qué recibimos, no despertamos al amor (SANTA TERESA, Vida,10,3).

Las acciones de gracias en esta vida, anticipo de la alabanza que daremos a Dios en el cielo

25 Toda nuestra vida presente debe discurrir en la alabanza de Dios, porque en ella consistirá la alegría
sempiterna de la vida futura; y nadie puede hacerse idóneo de la vida futura si no se ejercita ahora en esta
alabanza (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 148).

Dar gracias es muestra de sabiduría

26 En estas tres cosas se conocerá que tu boca está llena en abundancia de sabiduría: si confiesas de
palabra tu propia iniquidad, si de tu boca sale la acción de gracias y la alabanza, y si de ella salen también
palabras de edificación (SAN BERNARDO, Sermón 15, sobre materias diversas).

Gratitud, con obras, para con los padres

27 Honra a tu padre y a tu madre. Este honor se les hace no sólo por el respeto, sino también por la
asistencia. Porque es un honor reconocer sus beneficios. Alimenta a tu padre, alimenta a tu madre; que
aunque así lo hagas no habrás pagado los trabajos y los dolores que tu madre ha padecido por ti. Le debes
lo que tienes a tu padre, y a tu madre lo que eres. (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 310).

Por la vocación recibida

28 Ninguno hay, a poco que reflexione, que no halle fácilmente en si mismo poderosos motivos que le
obliguen a mostrarse agradecido a Dios. Y nosotros especialmente, porque el Señor nos escogió para si y
nos recibió para servirle a El solo (SAN BERNARDO, Serm Dom VI después Pentec,2,1).

29 No lo dudes: tu vocación es la gracia mayor que el Señor ha podido hacerte. -Agradécesela (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Camino, n. 913).

Gratitud por los hijos recibidos de Dios

30 . . . y tu mujer Isabel parirá un hijo, y le darás el nombre de Juan. Y tendrás gozo y alegría, y se gozarán
muchos con su nacimiento. Se invita en este texto a los santos a alegrarse en el nacimiento de sus hijos, y
se advierte a los padres la obligación de dar gracias a Dio: no es beneficio pequeño de Dios dar hijos (SAN
AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. V, p. 22).

Gratitud al Angel Custodio

31 Somos también deudores de nuestro Angel Custodio, quien contempla siempre el rostro del Padre que
está en los cielos (ORIGENES, Trat. sobre la oración,28,3).

La virtud humana de la gratitud

32 Existe también una deuda respecto a los ciudadanos y, asimismo, una deuda común para con todos los
hombres; una deuda para con los huéspedes y otra para con las personas de edad; otra, en fin, para con
algunos a los que es justo honrar como a hijos o hermanos. Así pues, quien no hace lo que se debe cumplir
con el hermano, queda deudor de lo que ha omitido Asimismo, si dejamos de hacer a los hombres aquellas
cosas que por el humanitario espíritu de sabiduría es conveniente que les hagamos, más considerable es
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nuestra deuda. (ORIGENES, Trat. sobre la oración 28,1).

Gratitud por haber sido preservados de muchos pecados

33 Debemos dar gracias a Dios, tanto de los pecados de que nos preservó como de los que tuvo la
misericordia de perdonarnos (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

34 Hemos de mostrarnos agradecidos por los beneficios que a diario nos hace su Providencia; por librarnos
de las asechanzas de nuestros enemigos; por cooperar con nosotros, para poder superar los vicios de la
carne; por protegernos ante el peligro, incluso ignorándolo nosotros; por fortalecernos en la lucha contra el
pecado; porque nos ayuda e ilumina; porque nos hace comprender y reconocer dónde está nuestro auxilio [.
. . ].

Asimismo, debemos expresarle nuestro agradecimiento porque nos inspira secretamente la compunción de
nuestras faltas y negligencias; porque se digna visitarnos con castigos saludables; por atraernos muchas
veces, a pesar nuestro, al buen camino; por dirigir nuestro albedrío por otros cauces, a fin de que podamos
cosechar mejores frutos, aunque nuestra tendencia hacia el mal sea tan acusada. Porque se digua, en fin,
orientar esa tendencia y cambiarla, merced a saludables sugestiones, hacia la senda de la virtud
(CASIANO, Instituciones,12,18).

Nuestro agradecimiento se ha de poner de manifiesto especialmente en la Santa Misa y en la Sagrada


Comunión

35 La acción de gracias después de la Misa no habría de terminar sino con el día [. . . ]. El tiempo que sigue
a la Misa es tiempo de negociar con Dios y de hacerse con tesoros celestiales (SAN ALFONSO M. DE
LIGORIO, Misa y Oficio atropellados, pp. 422423).

36 La misma naturaleza del Sacramento reclama (la acción de gracias) para que su percepción produzca en
los cristianos abundancia de frutos de santidad Ciertamente ha terminado la reunión pública de la
comunidad, pero cada cual, unido con Cristo, conviene que no interrumpa el cántico de alabanza, dando
siempre gracias a Dios Padre en nombre de Nuestro Señor Jesucristo (Ep 5,20) . . . . Tan lejos está la
Sagrada Liturgia de reprimir los intimos sentimientos de cada uno de los cristianos, que más bien los
reanima y los estimula para que se asemejen a Jesucristo, y por El se encaminen al Eterno Padre; por lo
cual ella misma quiere que todo el que hubiere participado de la Hostia santa del altar, rinda a Dios las
debidas gracias, pues a nuestro Divino Redentor le agrada oír nuestras súplicas, hablar con nosotros de
corazón a corazón, y ofrecernos un refugio en el suyo ardiente (Po XII, Enc. Mediator Dei, n. 30).

37 [. . . ] No os alejéis del templo apenas recibido el Santo Sacramento. ¿Tan importante es lo que os
espera, que no podéis dedicar al Señor diez minutos para decirle gracias? No seamos mezquinos. Amor,
con amor se paga (J. ESCR1V¡ DE BALAGUER, Homilía 1341973, Sacerdote para la eternidad,1. c. , p.
43).

38 Habiendo ya rezado las oraciones para después de la Comunión, llamaréis en vuestra ayuda a la
Santísima Virgen, a los ángeles y a los santos, para dar juntos gracias a Dios por el favor que acaba de
dispensarnos (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre laComunión).

39 La unión espiritual con Cristo, a la que se ordena el mismo sacramento, no se ha de procurar únicamente
en el tiempo de la celebración eucarística, sino que ha de extenderse a toda la vida cristiana, de modo que
los fieles cristianos, contemplando asiduamente en la fe el don recibido, y guiados por el Espíritu Santo,
vivan su vida ordinaria en acción de gracias y produzcan frutos más abundantes de caridad. Para que
puedan continuar más fácilmente en esta acción de gracias, que de un modo eminente se da a Dios en la
Misa, se recomienda a los que han sido alimentados con la sagrada comunión que permanezcan algún
tiempo en oración (PABLO VI, Enc. Eucharisticum mysterium, n. 38).
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40 No sólo has de avivar tu devolución antes de la comunión, sino que la has de conservar solícitamente
después de recibir el sacramento. No ha de ser menor el cuidado de después que la preparación de antes.
Porque el buen cuidado posterior es otra óptima preparación para conseguir mayor gracia. En cambio, se
indispone grandemente para ella el que enseguida se entrega a exteriores entretenimientos. Evita
conversaciones, permanece solo y goza de tu Dios, pues tienes al que nadie te puede quitar. Yo soy a quien
debes darte del todo, de manera que ya no vivas más en ti, sino en Mi, sin ninguna preocupación (Imitación
de Cristo, IV,12,4).

41 Aquel tiempo que sigue después de la comunión es el me jor que hay para negociar con Dios y para
abrazarle dentro de su corazón. Y así debe el hombre estar este tiempo en la iglesia o donde comulgó
dando gracias al Señor por este beneficio y ocupando su corazón en santos pensamientos y oraciones
(FRAY LUIS DE GRANADA, Del Sacramento de la Eucaristía)

42 La Misa acabada, recójase media hora a dar gracias y hólguese con El que en sus entrañas tiene, y
aprovéchese de El, no de otra manera de como cuando acá vivía fue recibido de Zaqueo o de Mateo, o de
otro que se lea; porque el más quieto tiempo de todos es aquél mientras el Señor está en nuestro pecho, el
cual tiempo no se ha de gastar en otras cosas, si extrema necesidad a otra cosa no nos constriñese (SAN
JUAN DE AVILA, Obras espirt. Carta 5. a).

43 Estaos vos con El de buena gana; no perdáis tan buena sazón de negociar, como es la hora después de
haber comulgado [. . . ]. Este es buen tiempo para que os enseñe nuestro Maestro, y que le oigamos y
besemos los pies porque nos quiere enseñar, y le supliquéis que no se vaya de con vos [. . . ] (SANTA
TERESA, Camino de Perfección,34,10).

44 Se ha de procurar que a la sagrada comunión le preceda una diligente preparación y le siga una
conveniente acción de gracias, adaptada a las posibilidades, condición y deberes de cada uno (SAN PIO X,
Denz. 2383).

45 El amor a Cristo, que se ofrece por nosotros, nos impulsa a saber encontrar, acabada la Misa, unos
minutos para una acción de gracias personal, intima, que prolongue en el silencio del corazón esa otra
acción de gracias que es la Eucaristía. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,92)

46 Después que lo hayas recibido, invita a tu corazón a rendirle homenaje a este Rey de salud; trata con El
de tus asuntos intimos; contémplale en tu interior, donde El ha venido a morar para dicha tuya; finalmente,
hazle la mejor acogida posible y compórtate de manera que en todas tus actuaciones se eche de ver que
Dios está contigo (SAN FRANCISCO DE SALES,Introd. a la vida de vota,2,21)

47 Se alejan del recto camino de la verdad los que, ateniéndose más a la palabra que al sentido, afirman y
enseñan que, acabado ya el Sacrificio, no se ha de continuar la acción de gracias, no sólo porque el mismo
Sacrificio del altar es de por si una acción de gracias, sino también porque pertenece a la piedad privada y
particular de cada uno y no al bien de la Comunidad (Pío Xll, Enc. Mediator Dei, n. 30).

ADULACION

<Cuantos me alaban, en realidad me dañan>

48 Mis pensamientos en Dios son muy elevados, pero me pongo a raya a mí mismo, no sea que perezca
por mi vanagloria. Pues ahora sobre todo tengo motivos para temer y me es necesario no prestar oído a
quienes podrían tentarme de orgullo Porque cuantos me alaban en realidad me dañan Es cierto que deseo
sufrir el martirio, pero ignoro si soy digno de él (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Tralianos).

49 Muchas veces nuestra débil alma, cuando recibe por. sus buenas acciones el halago de los aplausos
humanos, se desvía [. . . ], encontrando así mayor placer en ser llamada dichosa que en serlo realmente
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[. . . ]. Y aquello que había de serle un motivo de alabanza en Dios se le convierte en causa de separación
en él (SAN GREGOR1O MAGNO, Moralia,10,4748).

50 El adulador conduce al mal a su prójimo, porque es incapaz de saber qué es lo que le conviene
(TEÓFILO, en Catena Aurea, vol Vl, p. 475).

51 Es necesario fijarnos mucho en su entrada (de la alabanza y la adulación); como si se tratara de estar en
guardia contra una fiera presta a arrebatar a aquel que no la vigila. Entra calladamente y destruye por medio
de los sentidos todas las cosas que encuentra en el interior (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea,
vol. 1p 336).

52 Los muertos sepultan también a los muertos cuando los pecadores favorecen a los pecadores; pues
quien alaba al que peca, le esconde ya muerto bajo la losa de sus palabras (SAN JERONIMO, en Catena
Aurea, vol. 1p 495).

El adulador, <un ministro del demonio>

53 El adulador es ministro del demonio, doctor de la soberbia, destructor del arrepentimiento, aniquilador de
las virtudes, maestro del error (SAN JUAN CLIMACO, Escala del paraiso,22).

Falta contra la caridad

54 La adulación unas veces se opone a la caridad, y otras no. Se opone a la caridad de tres modos. Uno,
por su mismo objeto, como alabar un pecado; esto contraría a la caridad con Dios, contra cuya justicia se
profiere tal alabanza, y a la caridad para con el prójimo, a quien se alienta con su mala acción [. . . ]. Otro
modo, por razón de la intención, cuando con la adulación se pretende dañar corporal o espiritualmente
[. . . ]. El tercer modo es por la ocasión, como cuando la alabanza del adulador es ocasión de pecado para
otro, aun prescindiendo de la intención del adulador (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,22, q. 115, a. 2).

Superficialidad de la alabanza vana

55 Los mismos que alaban son nada, y pasarán con el sonido de sus palabras. En cambio, la fidelidad del
Señor dura por siempre (Imitación de Cristo,3,14).

56 Tengo entendido que quien se dejare llevar por cosas de la tierra o dichos de alabanzas de los hombres,
está muy engañado por la poca ganancia que en esto hay; una cosa les parece hoy, otra mañana; de lo que
una vez dicen bien, presto tornan a decir mal (SANTA TERESA, Fundaciones 27,21).

Aprender a rechazar las alabanzas

57 El desprecio de las alabanzas es lo primero y lo principal que hemos de aprender (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Sobre el sacerdocio).

58 De nada debe huir el hombre prudente tanto como de vivir según la opinión de los demás (SAN BASILIO,
Discurso a los jóvenes).

59 Rechaza las alabanzas que te hagan por el éxito obtenido, porque no se deben a un vil instrumento
como tú, sino a El, que, si así lo quiere, puede servirse de una vara para hacer brotar el agua de una roca, o
de un poco de tierra para devolver la vista a los ciegos [. . . ] (J. PECCIóLeón XIII-, Práctica de la
humildad,45).

Rectificar la intención ante la alabanza


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60 Todo motivo de excelencia lo ha dado Dios para que aproveche a los demás, de donde se sigue que en
tanto debe agradarle al hombre el testimonio que los demás le dan de su excelencia, en cuanto contribuya
al bien ajeno (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,22, q. 131, a. 1).

61 Cuanto más me exalten, Jesús mío, humíllame más en mi corazón, haciéndome saber lo que he sido y lo
que seré, si Tú me dejas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 591).AFABILIDAD

La afabilidad, virtud para la convivencia.

62 En cuanto tu salado llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre (Lc 1,44) [. . . ]. El
sobresalto de alegría que sintió Isabel, subraya el don que puede encerrarse en un simple saludo cuando
parte de un corazón lleno de Dios. ¡Cuántas veces las tinieblas de la soledad, que oprimen a un alma,
pueden ser desgarradas por el rayo luminoso de una sonrisa o de una palabra amable! (JUAN PABLO II,
Hom. Roma,11-II-1981).

63 El espíritu de dulzura es el verdadero espíritu de Dios [. . . ] Puede hacerse comprender la verdad y


amonestar siempre que se haga con dulzura. Hay que sentir indignación contra el mal y estar resuelto a no
transigir con él; sin embargo, hay que convivir dulcemente con el prójimo (SAN FRANCISCO DE SALES,
Epistolario, fragm. 110, en Obras Completas, BAC, Madrid 1954, p. 744).

64 Ansí que, hermanas, todo lo que pudiéredes sin ofensa de Dios procurad ser afables y entender con
todas las personas que os trataren, de manera que amen vuestra conversación y deseen vuestra manera de
vivir y tratar, y no se atemoricen y amedrenten de la virtud. A la religiosa importa mucho esto: mientras más
santas, más conversables con sus hermanas, que aunque sintáis mucha pena si no van sus pláticas todas
como vos las querriades hablar, nunca os extrañéis dellas y ansí aprovecharéis y seréis amadas, porque
mucho hemos de procurar ser afables y agradar y contentar a las personas que tratamos (SANTA TERESA,
Camino de perfección,41,7).

65 De estas virtudes de convivencia es necesario tener gran previsión y muy a mano, pues se han de estar
usando casi de continuo (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd a la vida devota, III,1).

66 Del mismo modo que no es posible vivir en sociedad sin la verdad, es necesaria en la vida social la
afabilidad, porque, como dice Aristóteles, "nadie puede aguantar un solo día de trato con un triste o con una
persona desagradable". Por consiguiente, cada hombre está obligado, por un cierto deber natural de
honestidad, a ser afable con quienes le rodean, salvo el caso de que sea útil entristecer a alguno de ellos
(SANTO TOMAS, Suma Tealógica,22, q 114, a. 2).

Para ser afable es preciso ser humilde

67 Si por pereza dejas de poner los medios necesarios para alcanzar la humildad, te sentirás pesaroso,
inquieto, descontento, y harás la vida imposible a ti mismo y quizá también a los demás y, lo que más
importa, correrás gran peligro de perderte eternamente (J. PECCIóLeón XIIIó, Práctica de la humildad,49)

68 La humildad es la virtud que lleva a descubrir que las muestras de respeto por la persona ó por su honor,
por su buena fe, por su intimidadó, no son convencionalismos exteriores, sino las primeras manifestaciones
de la caridad y de la justicia (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa. 72).

La afabilidad, necesaria al cristiano

69 Como mejor podemos emplear la dulzura es aplicándola a nosotros mismos, sin despecharnos nunca
contra nosotros y nuestras imperfecciones; pues, aunque es razonable que cuando cometemos una falta
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nos aflijamos y entristezcamos, sin embargo, hemos de procurar no ser victimas de un malhumor
desagradable y triste, despechado y colérico. En esto faltan muchos que se enfadan por haberse enfadado,
se entristecen de haberse entristecido y se desesperan por haberse desesperado; con este sistema su
corazón está sumergido en cólera, y parece que la segunda cólera arruina a la primera, de tal suerte que
sirve de apertura e invitación para una nueva cólera en la primera ocasión que se presente; aparte de que
estos enfados, despechos y asperezas contra uno mismo tienden al orgullo y no tienen más origen que el
amor propio, que se turba e inquieta por vernos imperfectos (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd a la vida
devota, III,9)

70 Caras largas. . . , modales bruscos. . . , facha ridícula. . . , aire antipático: ¿Asi esperas animar a los
demás a seguir a Cristo? (J ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 661).

La afabilidad, especialmente necesaria al sacerdote

71 Los hombres, para su trato con sus semejantes en la vida social, si son buenos e inteligentes
cultivanóordinariamente sólo por razones humanasóuna virtud que suele llamarse sociabilidad. También el
sacerdote ha de hacer suya esta virtud, si no quiere encontrarse en situación de inferioridad al tratar a los
demás hombres Lo que otros practican por motivos humanos, llévelo él a su conducta por una razón
sobrenatural, es decir, por caridad. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, P. 32).

Afabilidad y justicia

72 La amistad o afabilidad es parte de la justicia como virtud aneja que se agrega a la principal. Conviene,
en efecto, con la justicia en su razón de alteridad; pero difiere de ella en que no es exigida por un deber
estricto. . . Solamente es exigida por un deber de honestidad que obliga más al mismo virtuoso que al otro,
en cuanto que el hombre afable trata a sus semejantes como es decoroso y es su deber hacerlo (SANTO
TOMAS, Suma Teológica,22, q. 114, a. 2).

Afabilidad y prudencia

73 No debemos mostrarnos afables con quienes fácilmente pecan, tratando de agradarles, para no parecer
que condescendemos con sus vicios y les damos cierto ánimo para caer en ellos (SANTO TOMÁS, Suma
Teológica,22, q. 114, a. 1).

El elogio oportuno y ponderado, muestra de afabilidad

74 Si la alabanza pretende, observando las debidas circunstancias, contentar a uno y serle motivo de aliento
en sus trabajos o animarle en la prosecución de las buenas obras, es un fruto de la virtud de la afabilidad
(SANTO TOMÁS, SUma Tealógica,22, q. 115, a. 1).

A la afabilidad se opone el llamado "espiritu de contradicción", que impide una sana convivencia

75 El espiritu de contradicción [. . . ] se origina cuando no se tiene ningún reparo en contristar mediante la


contradicción [. . . ] y se opone a la virtud de la amistad o afabilidad, cuya función es convivir
agradablemente con otros. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,22, q. 116, a. 1).

76 La afabilidad tiene dos vicios contrarios: por una parte, la excesiva severidad, y por otra el halago
palabrero. La virtud de la afabilidad se mantiene en el punto medio, entre lo mucho y lo poco, usando de
afectuosidad cuando lo pidan quienes se acercan, y conservando aun entonces suave gravedad, conforme
a la varia condición de quienes tratemos. (SAN FRANCISCO DE SALES, Conversaciones espirituales, IX,
pp. 628-629).

ALEGRIA

Citas de la Sagrada Escritura


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Son para mí tus palabras el gozo y la alegría de mi corazón. Jr 15,6.

Dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que se le ha dicho de parte del Señor. Dijo Maria: Mi alma
engrandece al Señor y exulta de júbilo mi espiritu en Dios, mi Salvador. Lc 1,46-47.

Díjoles el ángel: No temáis, os traigo una buena nueva, una gran alegría, que es para todo el pueblo; pues
os ha nacido hoy un Salvador, que es el Mesías Señor, en la ciudad de David. Lc 2,1011.

Abrahán, vuestro padre, se regocijó pensando en ver mi día; lo vió y se alegro. Jn 8,56.

Pero no os alegréis de que los espíritus os estén sometidos; alegraos más bien de que vuestros nombres
estén escritos en los cie10s. Lc 10,20.

En el cielo será mayor la alegría por un pecador que haga penitencia que por noventa y nueve justos que no
necesitan de penitencia. Lc 15,7.

Era preciso hacer fiesta y alegrarse, porque este tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, se había
perdido y ha sido hallado. Lc 15,32.

De nuevo os veré, y se alegrará vuestro corazón, y nadie será capaz de quitaros vuestra alegría. Jn 16,22.

Les llevó hasta cerca de Betania, y levantando sus manos les bendijo, y mientras los bendecía se alejaba de
ellos y era llevado al cielo. Ellos se postraron ante El y se volvieron a Jerusalén con gran gozo. Lc 24,5052.

Ellos se fueron contentos de la presencia del sanedrín, porque habían sido dignos de padecer ultrajes por el
nombre de Jesús. Ac 5,41.

Tengo mucha confianza con vosotros; tengo en vosotros grande motivo de gloria, estoy lleno de consuelo,
reboso de gozo en todas nuestras tribulaciones. 2Co 7,4.

Luego oí como una voz de una gran multitud, y como una voz de muchas aguas, y como una voz de
potentes truenos, que decía: "¡Aleluya!" Porque el Señor, Nuestro Dios omnipotente, ha establecido su
reino. Ap 19,67.

La alegría del cristiano tiene su fundamento en Dios

77 Es un cielo, si le puede haber en la tierra, para quien se contenta con sólo contentar a Dios y no hace
caso de contento suyo. En queriendo algo más lo perderá todo; y alma descontenta es como quien tiene
gran hastío, que por bueno que sea el manjar le da en rostro, y lo que los sanos comen con gran gusto le
hace asco en el estómago (SANTA TERESA, Camino de perfección,13,7).

78 Nuestro Salvador ha nacido hoy; alegrémonos. No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza, cuando
nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte y a darnos la esperanza de una eternidad
dichosa. Que nadie se considere excluido de esta alegría, pues el motivo de este gozo es común para
todos; nuestro Señor, en efecto, vencedor del pecado y de la muerte, así como no encontró a nadie libre de
culpa, así ha venido para salvarnos a todos. Alégrese, pues, el justo, porque se acerca la recompensa;
regocíjese el pecador, porque se le brinda el perdón; anímese el pagano, porque es llamado a la vida (SAN
LEÓN MAGNO, Sermón 1, en la Natividad del Señor).

79 No dijo San Pablo que el reino de Dios consistía en la alegría de una manera general y absoluta, sino
que precisa y especifica que se trata de una alegría o gozo en el Espíritu Santo. El sabía de sobra que
existe otra alegría, una alegría reprensible de la cual está escrito: El mundo se alegrará ¡Ay de vosotros, los
que ahora reís, porque lloraréis! (Lc 6,25 Jn 16,20) (CASIANO, Colaciones,1,14).

80 [ . . ] sólo de El, cada uno de nosotros puede decir con plena verdad, junto con San Pablo: Me amó y se
entregó por mi (Ga 2,20). De ahí debe partir vuestra alegría más profunda, de ahí ha de venir también
vuestra fuerza y vuestro sostén. Si vosotros, por desgracia, debéis encontrar amarguras, padecer
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sufrimientos, experimentar incomprensiones y hasta caer en pecado, que rápidamente vuestro pensamiento
de fe se dirija hacia Aquel que os ama siempre y que con su amor ilimitado, como de Dios, hace superar
toda prueba, llena todos nuestros vacíos, perdona todo nuestro pecado y empuja con entusiasmo hacia un
camino nuevamente seguro y alegre (JUAN PABLO II, Disc. IIII1980).

81 Al nacer el Señor, los ángeles cantan llenos de gozo: Cloria a Dios en el cielo, y proclaman: y en la tierra
paz a los hombres que ama el Señor [. . . ]. ¿CチF3&cent;mo, pues, no habría de alegrarse la pequeñez
humana ante esta obra inenarrable de la misericordia divina, cuando incluso los coros sublimes de los
ángeles encontraban en ella un gozo tan intenso? (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 1, en la Natividad Señor).

82 ¿No hay alegría? Ó Piensa: hay un obstáculo entre Dios y yo. Ó Casi siempre acertarás (J ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 662).

83 Perdemos la alegría verdadera por el deleite de las cosas temporales (SAN GREGORIO MAGNO, Hom.
2 sobre los Evang. ).

84 Nada hay más infeliz que la felicidad de los que pecan (SAN AGUSTIN, Catena Aurea, vol. 1p 325).

El "camino de Dios" es un camino alegre

85 El camino de Dios es de renuncia, de mortificación, de entrega, pero no de tristeza o de apocamiento (J.


ESCRIVA LE BALAGUER, Amigos de Dios,128).

86 No hay cosa que necesite más de la moderación y del freno de la razón que las lágrimas: por quiénes se
debe llorar, y cuánto, y cuándo, y cómo (SAN BASILIO, Hom. sobre la alegría).

87 La alegría cristiana es una realidad que no se describe fácilmente, porque es espiritual y también forma
parte del misterio. Quien verdaderamente cree que Jesús es el Verbo Encarnado, el Redentor del Hombre,
no puede menos de experimentar en lo intimo un sentido de alegría inmensa, que es consuelo, paz,
abandono, resignación, gozo. . . ¡No apaguéis esta alegría que nace de la fe en Cristo crucificado y
resucitado! ¡Testimoniad vuestra alegría! ¡Habituaos a gozar de esta alegría! (JUAN PABLO II, Aloc.
241111979).

88 La alegría espiritual es el principal remo en esta navegación nuestra (SAN PEDRO DE ALC¡NTARA, Trat.
de la oración y meditación,11,4, aviso 1&deg;).

La alegría, necesaria para hacer el bien

89 Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste
siempre obra el mal (PASTOR DE HERMAS, Mand. 10,1).

Alegría y dolor

90 Vuestras pequeñas cruces de hoy pueden ser sólo una señal de mayores dificultades futuras. Pero la
presencia de Jesús con nosotros cada dfa hasta elfin del mundo (Mt 28,20) es la garantía más entusiasta y,
al mismo tiempo, más realista de que no estamos solos, sino que Alguien camina con nosotros como aquel
día con los dos entristecidos discípulos de Emaús (cfr. Lc 24,13 ss) (JUAN PABLO II, Disc. IIII-1980).

91 El amor trae consigo la alegría, pero es una alegría que tiene sus raíces en forma de cruz. Mientras
estemos en la tierra y no hayamos llegado a la plenitud de la vida futura, no puede haber amor verdadero
sin experiencia del sacrificio, del dolor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,43).
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Los santos han vivido siempre con alegría

92 Los santos, mientras vivían en este mundo, estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran
celebrando la Pascua (SAN ATANASIO, Carta 14).

93 Los seguidores de Cristo viven contentos y alegres y se glorían de su pobreza más que los reyes de su
diadema (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,38).

Generosidad y alegría

94 "Quien practique la misericordiaódice el Apóstoló, que lo haga con alegría": esta prontitud y diligencia
duplicarán el premio de tu dádiva. Pues lo que se of rece de mala gana y por fuerza no resulta en modo
alguno agradable ni hermoso (SAN GREGORIO NACIANCENO, Disert. 14 sobre amor a los pobres).

95 Si dieres el pan triste, el pan y el mérito perdiste (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 48).

96 El mercader no se entristece gastando en las ferias lo que tiene para adquirir sus mercancías; pero tú te
entristeces (hace referencia al joven rico) dando polvo a cambio de la vida eterna (SAN BASILIO, en Catena
Aurea, vol. VI, p. 313).

Alegría y filiación divina

97[. . . ] si confiáis en la divina Providencia, si os abandonáis en sus brazos omnipotentes, nunca os faltarán
los medios para servir a Dios, a la Iglesia Santa, a las almas, sin descuidar ninguno de vuestros deberes; y
gozaréis además de una alegría y de una paz que mundus dare non potest (cfr. Jn 14,27), que la posesión
de todos los bienes terrenos no puede dar (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,117).

:La alegría, consecuencia del amor y de la lucha ascética

98 Sin lucha, no se logra la victoria; sin victoria, no se alcanza la paz. Sin paz, la alegría humana será sólo
una alegría aparente [. . . ] (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,82).

99 Mas esta fuerza tiene el amor, si es perfecto: que olvida mas nuestro contento por contentar a quien
amamos. Y verdaderamente es así, que, aunque sean grandisimos trabajos, entendiendo contentamos a
Dios, se nos hacen dulces (SANTA TERESA, Fundaciones,5,10).

100 El amor produce en el hombre la perfecta alegría. En efecto, sólo disfruta de veras el que vive en
caridad (SANTO TOMAS Sobre la caridad,1. c. ,205).

:Jesucristo cambia las penas en gozo

101 En la tierra hasta la alegría suele parar en tristeza; pero para quien vive según Cristo, incluso las penas
se truecan en gozo (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,18).

La alegría y la esperanza del cielo

102 En una piadosa permisión, les permitió gozar (en el Tabor) durante un tiempo muy corto la
contemplación de la alegría que dura siempre, para hacerles sobrellevar con mayor fortaleza la adversidad
(SAN BEDA, Coment. sobre S. Marcos,8).
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103 Porque el reino de Dios está dentro de vosotros. Quizás da a conocer que el reino de los cielos está en
nosotros para manifestar la alegría que produce en nuestras almas el Espíritu Santo; ella es como la imagen
y el testimonio de la constante alegría que disfrutan las almas de los santos en la otra vida (SAN
GREGORIO DE NISA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 279).

104 Si tenemos fija la mirada en las cosas de la eternidad, y estamos persuadidos de que todo lo de este
mundo pasa y termina, viviremos siempre contentos y permaneceremos inquebrantables en nuestro
entusiasmo hasta el fin. Ni nos abatirá el infortunio, ni nos llenará de soberbia la prosperidad, porque
consideraremos ambas cosas como caducas y transitorias (CAS!ANO, Instituciones,9).

105 El gozo en el Señor debe ir creciendo continuamente, mientras que el gozo en el mundo debe ir
disminuyendo hasta extinguirse. Esto no debe entenderse en el sentido de que no debamos alegrarnos
mientras estemos en el mundo, sino que es una exhortación a que, aun viviendo en el mundo, nos
alegremos ya en el Señor (SAN AGUSTIN, Sermón 171).

106 Entonces será la alegría plena y perfecta, entonces el gozo completo, cuando ya no tendremos por
alimento la leche de la esperanza, sino el manjar sólido de la posesión. Con todo, también ahora, antes de
que esta posesión llegue a nosotros, antes de que nosotros lleguemos a esta posesión, podemos
alegrarnos ya con el Señor. Pues no es poca la alegría de la esperanza, que ha de convertirse luego en
posesión (SAN AGUSTIN, Sermón 21).

La Sagrada Eucaristía, fuente de alegría

107 Cristo instituyó este sacramento (de la Sagrada Eucaristía) [. . . ]; y lo dejó a los suyos como singular
consuelo en las tristezas de su ausencia (SANTO TOMÁS, Opúsculo 57, Fiesta del Cuerpo de Cristo).

108 Cada vez que nos reunimos en la Eucaristía somos fortalecidos en la santidad y renovados en la
alegría, pues la alegria y la santidad son el resultado inevitable de estar más cerca de Dios. Cuando nos
alimentamos con el pan vivo que ha bajado del cielo, nos asemejamos más a nuestro Salvador resucitado,
que es la fuente de nuestra alegría, una alegría que es para todo el pueblo (Lc 2,10). Que la alegría y la
santidad abunden siempre en vuestras vidas y florezcan en vuestros hogares. Y que la Eucaristía sea [. . . ]
el centro de vuestra vida, la fuente de vuestra alegría y de vuestra santidad (JUAN PABLO Il, Hom. 2II1981).

Alegría y rectitud de intención

109 Siempre estarás gozoso y contento, si en todos los momentos diriges a Dios tu vida, y si la esperanza
del premio suaviza y alivia las penalidades de este mundo (SAN BASILIO, Hom. sobre la alegría).

Alegría en las fiestas

110 Las fiestas se han hecho para promover la alegría espiritual, y esa alegría la produce la oración; por lo
cual en día festivo se han de multiplicar las plegarias (SANTO TOMÁS, Sobre los mandamientos,1 c. ,245).

111 La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, gloria para los santos.
Por esto el salmista invita a toda la creación a celebrar la resurrección de Cristo, al decir que hay que
alegrarse y llenarse de gozo en este día en que resucitó el Señor (SAN M¡XIMO DE TURIN, Sermón 53).

AMISTAD

Citas de la Sagrada Escritura

Entre Dios y los hombres justos: Sg 7,27; Is 41,8.


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Amistad fraterna entre David y Jonatán: 1Sam,18,13; 2Sam 1,26.

La amistad no tiene precio: Si 4,912; Si 7,20.

Elección de los amigos: Si 13: 1 ss.

El verdadero y el falso amigo: Si 37, I ss.

Los males amigos: Pr I,816.

Amigos y vecinos: Pr 27,10-22.

El amigo ama en todo tiempo, es un hermano para el día de la desventura. Pr 17,17.

A sus discípulos, Jesús los honró con el titulo de amigos: Jn 11,53 ss.

Incluso a Judas, después de la traición: Mt 26,50.

No rechazó la amistad de <publicanos y pecadores: Lc 7,34.

Los amigos de Betania: Lc 10,38-42; Jn 11,1-44; 12,18.

La mayor prueba de amistad, dar la vida: Jn 15,13.

Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando: Jn 15,14.

No os llamo siervos, sino amigos: Jn 15,15.

Pablo envia saludos a sus amigos en la fe: Rm 16,89; Tt 3,15.

Juan envia saludos a los amigos, <a cada uno en particular>: 3Jn 15.

Amistad entre los primeros cristianos: 3Jn 1; 1P 5,13; Col 4,14; 2Tm 4,11; Phl 24; Tt 1,4; etc.

<Un amigo fiel es poderoso protector; el que le encuentra halla un tesoroí>. Si 6,14.

El perfume y el incienso alegran el corazón y la dulzura del amigo consuela el alma. Pr 27,9.

No cambies un amigo por dinero [. . . 1. Si 7,20.

La amistad verdadera

112 El amigo verdadero no puede tener, para su amigo, dos caras: la amistad, si ha de ser leal y sincera,
exige renuncias, rectitud, intercambio de favores, de servicios nobles y lícitos. El amigo es fuerte y sincero
en la medida en que, de acuerdo con la prudencia sobrenatural, piensa generosamente en los demás, con
personal sacrificio. Del amigo se espera la correspondencia al clima de confianza, que se establece con la
verdadera amistad; se espera el reconocimiento de lo que somos y, cuando sea necesaria, también la
defensa clara y sin paliativos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, en Gran Enciclopedia Rialp, vol. 2p 101).

113 No todo amor tiene razón de amistad, sino el amor que entraña benevolencia, es decir, cuando de tal
manera amamos a alguien que queremos para él el bien [. . . ]. Es preciso también que el amor sea mutuo,
pues el amigo es amigo para el amigo. Esta correspondida benevolencia se funda en alguna comunicación
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica,22, q. 23, a. 1).

114 Esta es la verdadera, la perfecta, la estable y constante amistad: la que no se deja corromper por la
envidia; la que no se enfría por las sospechas; la que no se disuelve por la ambición; la que, puesta a
prueba de esta manera, no cede; la que, a pesar de tantos golpes, no cae; la que, batida por tantas injurias,
se muestra inflexible (BEATO ELREDO, Trat. sobre la amistad espiritual,3).
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115 Nadie puede ser conocido sino en función de la amistad que se le tiene (SAN AGUSTIN, Sermón 83).

116 Hay más amistad en amar que en ser amado (SANTO TOMAS, Suma Teológica 22, q. 27, a. 1).

117 La amistad que puede acabar, nunca fue verdadera amistad (SAN AMBROSIO, Trat. sobre los oficios
de los ministros).

118 Quien es verdaderamente amigo, alguna vez corrige, nunca adula (SAN BERNARDO, Epístola 34).

119 Es propio del amigo hacer bien a los amigos, principalmente a aquellos que se encuentran más
necesitados (SANTO Tomás, Etica a Nicómaco,9,13)

La amistad se fortalece con la caridad

120 No hay amistad verdadera sino entre aquellos que Tú aúnas entre sí por medio de la caridad (SAN
AGUST;N, Confesiones,4).

121 Si una desatención, un perjuicio en los intereses, la vana gloria, la envidia, o cualquier otra cosa
semejante, bastan para deshacer la amistad, es que esa amistad no dio con la raíz sobrenatural (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,60).

122 Cuando encuentro a un hombre inflamado por la caridad cristiana y que por medio de ella se ha hecho
mi amigo fiel, los planes y pensamientos que le confío, no los confió sólo a un hombre, sino a Aquel en
quien él vive para ser así. Dios es amor, y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él
(SAN AGUSTIN, Carta 73).

123 Esta paz no se logra ni con los lazos de la más intima amistad ni con una profunda semejanza de
carácter, si todo ello no está fundamentado en una total comunión de nuestra voluntad con la voluntad de
Dios. Una amistad fundada en deseos pecaminosos, en pactos que arrancan de la injusticia y en el acuerdo
que parte de los vicios nada tiene que ver con el logro de esta paz (SAN LEON MAGNO, Sermón 95, sobre
las bienaventuranzas).

Amistad con Jesucristo

124 Buscas la compañía de amigos que con su conversación y su afecto, con su trato, te hacen más
llevadero el destierro de este mundo. . . , aunque los amigos a veces traicionan. No me parece mal. Pero. . .
¿cómo no frecuentas cada día con mayor intensidad la compañía, la conversación con el Gran Amigo, que
nunca traiciona? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 88).

125 ¿Qué más queremos que tener un tan buen Amigo al lado, que no nos dejará en los trabajos y
tribulaciones, como hacen los del mundo? (SANTA TERESA, Vida,22,67,12,14).

126 La amistad divina es causa de inmortalidad para todos los que entran en ella (SAN IRENEO, Trat.
contra las herejías,4).

127 ¡Qué grande es la misericordia de nuestro Creador! No somos ni siervos dignos y nos llama amigos.
¡Qué grande es la dignidad del hombre al ser amigo de Dios! (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 27 sobre los
Evang. ).
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128 Cristo, Cristo resucitado, es el compañero, el Amigo. Un compañero que se deja ver sólo entre
sombras, pero cuya realidad llena toda nuestra vida, y que nos hace desear su compañía definitiva (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,116).

Apostolado a través de la amistad

129 La amistad crea una armonia de sentimientos y de gustos que prescinde del amor de los sentidos, pero,
en cambio, desarrolla hasta grados muy elevados, e incluso hasta el heroísmo, la dedicación del amigo al
amigo.

Creemos que los encuentros, incluso casuales y provisionales de las vacaciones, dan ocasión a almas
nobles y virtuosas para gozar de esta relación humana y cristiana que se llama amistad. Lo cual supone y
desarrolla la generosidad, el desinterés, la simpatía, la solidaridad y, especialmente, la posibilidad de
mutuos sacrificios.

Será fácil, pura, fuerte la amistad, si está sostenida y alimentada por aquella peculiar y sublime comunión de
amor, que un alma cristiana debe tener con Cristo Jesús (PABLO VI, Aloc. 26778).

130 Conviene que Dios haga la voluntad del hombre respecto a la salvación de otro en proporción a su
amistad (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,12, q. 114, a. 6).

131 Si os dirigís a Dios, procurad no ir solos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 4 sobre los Evang. ).

132 Cuando uno tiene amistad con alguien, quiere el bien para quien ama como lo quiere para si mismo, y
de ahí ese sentir al amigo como otro yo (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,12, q. 28, a. 1, c).

133 Vi la gran merced que hace Dios a quien pone en compañía de los buenos (SANTA TERESA, Vida,2,4).

134 Vive tu vida ordinaria; trabaja donde estás, procurando cumplir los deberes de tu estado, acabar bien la
labor de tu profesión o de tu oficio, creciéndote, mejorando cada jornada. Sé leal, comprensivo con los
demás y exigente contigo mismo. Sé mortificado y alegre. Ese será tu apostolado. Y, sin que tú encuentres
motivos, por tu pobre miseria, los que te rodean vendrán a ti, y con una conversación natural, sencilla a la
salida del trabajo, en una reunión de familia, en el autobús, en un paseo, en cualquier parte charlaréis de
inquietudes que están en el alma de todos, aunque a veces algunos no quieran darse cuenta; las Irán
entendiendo más, cuando comiencen a buscar de verdad a Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios 273).

135 Así como muchas veces basta una sola mala conversación para perder a una persona, no es raro
tampoco que una conversación buena la convierta o le haga evitar el pecado. ¡Cuántas veces, después de
haber conversado con alguien que nos habló del buen Dios, nos hemos sentido vivamente inclinados a El y
habremos propuesto portarnos mejor en adelante!. . . Esto es lo que multiplicaba tanto el número de los
santos en los primeros tiempos de la Iglesia; en sus conversaciones no se ocupaban de otra cosa que de
Dios. Con ello los cristianos se animaban unos a otros, y conservaban constantemente el gusto y la
inclinación hacia las cosas de Dios (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el precepto 1&ordm;. del
Decálogo).

136 Esas palabras, deslizadas tan a tiempo en el oído del amigo que vacila; aquella conversación
orientadora, que supiste provocar oportunamente; y el consejo profesional, que mejora su labor
universitaria; y la discreta indiscreción, que te hace sugerirle insospechados horizontes de celo. . . Todo eso
es "apostolado de la confidencia". (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 973).

La envidia corrompe la amistad


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137 Así nos lo dice Salomón: El hombre es envidiado por su propio compañero (Si 4,4). Y así sucede en
verdad. El escita no envidia al egipcio, sino cada uno al de su misma nación; y entre los habitantes de una
misma nación no existe envidia entre los que no se conocen, sino entre los muy familiares; y entre éstos, a
los primeros que se envidia es a los vecinos y a los que ejercen el mismo arte o profesión, o con quienes se
está unido por algún parentesco; y aun entre estos últimos, a los de la misma edad, a los consanguíneos y a
los hermanos. Y, en suma, así como la niebla es una epidemia propia del trigo, así también la envidia es la
plaga de la amistad (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).AMOR

Citas de la Sagrada Escritura

Nadie tiene mayor amor que quien da la vida por sus amigos. Jn 15,13

El que no ama permanece en la muerte. 1Jn 3,14.

El que ama, construye. 1Co 8,1.

El verdadero amor es "paciente y benigno" 1Co 13,4.

Hacerlo todo por amor: 1Co 16,14.

Es también un fruto del Espíritu Santo: Ga 5,22.

Dios es Amor. 1Jn 4,8.

No hay temor en el verdadero amor: 1Jn 4,18.

Es la señal que distingue al cristiano: Jn 15,12.

El amor es fuerte como la muerte |. . . ] Ct 8,6.

El amor verdadero

138 Tales almas son siempre aficionadas a dar mucho más que no a recibir, y aún con el mismo Criador les
acaece esto. Y esta afición santa merece nombre de amor, que esotras aficiones bajas tiénenle usurpado el
nombre (SANTA TERESA, Camino de perfección 6,7).

139 Nadie hay que no ame, pero lo que interesa es cuál sea el objeto de su amor. No se nos dice que
amemos, sino que elijamos a quién amar (SAN AGUSTIN, Sermón 34)

140 El amor es la explicación de todo. Un amor que se abre al otro en su individualidad irrepetible y le dice
la palabra decisiva: "quiero que tú seas". Si no se comienza por esta aceptación del otro, como quiera que
se presente, reconociendo en él una imagen real, aunque empañada, de Cristo, no se puede decir que se
ama verdaderamente (JUAN PABLO II Aloc. 13lV1980).

141 El amor ilumina el corazón (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad, I. c. , p. 205).

142 No dejan huella en el alma las buenas costumbres, sino los buenos amores (SAN ACUSTIN, Sermón
311).

143 Es también característico del amor ir transformando al amante en el amado. Por lo cual, si amamos lo
vil y caduco, nos convertimos en viles e inseguros: Se hicieron despreciables como las cosas que amaban
(Os 9,10). Pero si amamos a Dios, nos divinizamos, porque el que se une al Señor, se hace un solo espiritu
con El (1Co 6,17) (SANTO TOMAS, Sobre la caridad,1. c. ,202).
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144 Hay más amistad en amar que en ser amado (SANTO TOMAS, Suma Teológica,22, q. 27, a. l).

145 Todo amor, desde el momento en que es auténtico, puro y desinteresado, lleva en si mismo su
justificación Amar gratuitamente es un derecho inalienable de la persona, inclusoóhabría que decir sobre
todoócuando el Amado es Dios mismo (JUAN PABLO II, Aloc. 2VI1980).

146 El amor basta por si solo, satisface por si solo y por causa de si. Su mérito y su reIino se identifican con
él mismo. El amor no requiere otro motivo fuera de él mismo, ni tampoco ningún provecho; su fruto consiste
en su misma práctica. Amo porque amo, amo para amar. Gran cosa es el amor, con tal de que recurra a su
principio y origen, con tal de que vuelva siempre a su fuente y sea una continua emanación de la misma
(SAN BERNARDO, Sermón 83).

147 Esto es en verdad el amor: obedecer y creer al que se ama (SAN AGUSTIN, Hom. sobre S. Juan,74).

Conocer y amar

148 El conocimiento es causa del amor por la misma razón por la que lo es el bien, que no puede ser
amado si no es conocido (SANTO TOMAS, Suma Teológica,12, q. 27, a. 2).

149 El amor es más unitivo que el conocimiento (SANTO TOMAS, Suma Teológica,12, q. 28, a. l).

El privilegio del hombre es poder amar

150 El gran privilegio del hombre es poder amar, trascendiendo así lo efímero y lo transitorio. Puede amar a
las otras criaturas, decir un tú y un yo llenos de sentido. Y puede amar a Dios, que nos abre las puertas del
cielo [. . . ] (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,48).

151 El amor reviste de gran dignidad al hombre (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad,1. c. ,207).

"Nuestro corazón está hecho para amar"

152 Este corazón nuestro ha nacido para amar. Y cuando no se le da un afecto puro y limpio y noble, se
venga y se inunda de miseria. El verdadero amor de Diosóla limpieza de vida, por tantoóse halla igualmente
lejos de la sensualidad que de la insensibilidad, de cualquier sentimentalismo como de la ausencia o dureza
de corazón (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,183).

153 Mi peso es el amor (SAN AGUSTIN, Confesiones,13).

El amor a Dios hace posible y fortalece el amor humano

154 No es el amor pasional y sensible, sino la caridad que viene de Dios, la que afianza las buenas
relaciones entre los casados (SAN AGUSTIN, Sermón 51).

155 El Señor, por un don especial de su gracia y de su caridad, se ha dignado sanar, perfeccionar y elevar
este amor (humano). Tal amor, que junta al mismo tiempo lo divino y lo humano, conduce a los esposos a un
libre y mutuo don de si mismos, demostrado en la ternura de obras y afectos, y penetra toda su vida. De ahí
que sea algo muy superior a la mera inclinación erótica que, cultivada en forma egoísta, desaparece pronto
y miserablemente (CONC. VAT. Il, Const. Caudiam et spes,49).

156 El amor que tiene por motivo a Cristo es firme, inquebrantable e indestructible. Nada, ni las calumnias,
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ni los peligros, ni la muerte ni cosa semejante será capaz de arrancarlo del alma. Quien así ama, aun
cuando tenga que sufrir cuanto se quiera, no dejará nunca de amar si mira el motivo por el que ama. El que
ama por ser amado terminará con su amor apenas sufra algo desagradable; pero quien está unido a Cristo
jamás se apartará de ese amor (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,60).

Amor saca amor

Amor saca amor (SANTA TERESA, Vida,22,14). 157

158 Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor (SAN JUAN DE LA CRUZ, Carta a la M. M. a de la
Encarnación, en Vida, BA C, Madrid 1950, p. 1322).

159 De todos los movimientos del alma, de sus sentimientos y de sus afectos, el amor es el único que
permite a la criatura responder a su Creador, si no de igual a igual, al menos de semejante a semejante
(SAN BERNARDO, Sermón,83 sobre el Cantar de los Cantares).

El amor pide correspondencia

160 Esto es lo primero en la intención del amante: que sea correspondido por el amado. A esto tienden, en
efecto, todos los esfuerzos del amante, a atraer hacia si el amor del amado, y si esto no ocurre, es preciso
que el amor se disuelva (SANTO TOMAS, Suma contra los Centiles, lll,151).

161 Dice Aristóteles que "amar es querer el bien para alguien", y siendo esto así, el movimiento del amor
tiene dos términos: el bien que se quiere para alguien [. . . ] y ese alguien para quien se quiere aquel bien
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica,12, q. 26, a. 4).

162 Nada hay que mueva tanto a amar como el pensamiento, por parte de la persona amada, de que aquel
que la ama desea en gran manera verse correspondido (SAN JUAN CR! SOSTOMO, Hom. sobre la 2a
Epístola a los Corintios,14).

163 El verdadero amor crece con las dificultades; el falso, se apaga . Por experiencia sabemos que, cuando
soportamos pruebas difíciles por alguien a quien queremos, no se derrumba el amor, sino que crece. Aguas
torrenciales (esto es, abundantes tribulaciones) no pudieron apagar el amor (Ct 8,7). Y así los santos, que
soportan por Dios contrariedades, se afianzan en su amor con ello; es como un artista, que se encariña más
con la obra que más sudores le cuesta (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad,1. c. , p. 212).

164 Todo lo duro que puede haber en los mandamientos lo hace llevadero el amor. . . ¿Qué no hace el
amor. . . ? Ved cómo trabajan los que aman: no sienten lo que padecen, redoblan sus esfuerzos a tenor de
las dificultades (SAN AGUSTIN, Sermón 96).

165 No es posible separar el amor del dolor ni el dolor del amor; por esto, el alma enamorada se alegra en
sus dolores y se regocija en su amor doliente (SAN PABLO DELA CRUZ, Carta 1). .

166 [. . . ] el amor se adquiere en la fatiga espiritual. El amor crece en nosotros y se desarrolla también entre
las contradicciones, entre las resistencias que se le oponen desde el interior de cada uno de nosotros, y a la
vez <desde fuera>, esto es, entre las múltiples fuerzas que le son extrañas e incluso hostiles (JUAN PABLO
II, Hom. 3II1980).

Felicidad y amor

167 No puede llamarse feliz quien no tiene lo que ama, sea lo que fuere; ni el que tiene lo que ama si es
pernicioso; ni el que no ama lo que tiene, aun cuando sea lo mejor (SAN AGUSTIN, Sobre las costumbres
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de la Iglesia,1).

168 El amor conduce a la felicidad. Sólo a los que lo tienen se les promete la bienaventuranza eterna. Y sin
él, todo lo demás resulta insuficiente (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad,1. c. ,204).

169 El amor produce en el hombre la perfecta alegría. En efecto, sólo disfruta de veras el que vive en
caridad (SANTO TOMASí Sobre la caridad,1. c. ,205).

El amor no conoce limite

170 Cuanto más amo, me siento todavía más deudor (SAN AGUSTiN, Epístola 192).

171 La fuerza del amor no mide las posibilidades. Ignora las fronteras. El amor no discierne, no reflexiona,
no conoce razones. El amor no se resigna ante la imposibilidad, no se intimida ante ninguna dificultad (SAN
PEDRO CRISÓLOGO,Sermón 147).

172 Todo amor auténtico vuelve a proponer en cierta medida la valoración primigenia de Dios, repitiendo
con el Creador, en referencia a cada individuo humano concreto, que su existencia es "algo muy bueno" (Gn
I,31). ¿Cómo no recordar, a este respecto, la insistencia con que San Pablo retorna sobre la dimensión
universal de la caridad? El afirma que se ha hecho esclavo de todos (cfr. 1Co 9,19), que se ha hecho todo
para todos (1Co 9,22), que se esfuerza por "agradar a todos en todo" (1Co 10,33); y exhorta: "mientras hay
tiempo, hagamos bien a todos" (Ga 6, IO) (JUAN PABLO 11, Aloc. 13lV1980).

Amor y esperanza

173 El que alguien nos ame hace que nosotros esperemos en él; pero el amor a él es causado por la
esperanza que en él tenemos (SANTO TOMAS, Suma Teológica,12, q. 40, a. 7).

174 El amor a Dios es el amor por excelencia. Es, como he dicho, amor sin interés propio; todo lo que desea
y quiere es ver al alma que ama rica de los bienes del cielo. Esta sí es voluntad, y no estos quereres
desastrados de por acá, y aún no digo de los malos, que de ésos Dios nos libre (SANTA TERESA, Camino
de perfección 7, I).

175 ¡No hay más amor que el Amor! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 417).

176 La humildad, necesaria para amar. Cuanto más vacíos estamos de la hinchazón de la soberbia más
llenos estamos de amor (SAN AGUSTIN, Trat. sobre la Santísima Trinidad,8).

El amor se manifiesta en las obras

177 El amor se manifiesta mejor con hechos que con palabras (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre
Jesucristo).

178 Cuentan de un alma que, al decir al Señor en la oración "Jesús, te amo", oyó esta respuesta del cielo:
"Obras son amores y no buenas razones". Piensa si acaso tú no mereces también ese cariñoso reproche (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 933).

La recompensa del amor es poder amar más

179 La paga y el jornal del amor es recibir más amor hasta llegar al colmo del amor El amor sólo con amor
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se paga (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,9,7).

Hacerlo todo por amor

180 Este breve mandato se te ha dado de una vez para siempre: Ama y haz lo que quieras; si te callas, calla
por amor; si hablas, habla por amor; si corriges, corrige por amor; si perdonas, perdona por amor; ten la raíz
del amor en el fondo de tu corazón: de esta raíz solamente puede salir lo que es bueno (SAN AGUSTIN,
Coment. a la 1. a Epfstola de S. Juan,7).

Sólo el amor construye

181 Me convencí de que sólo el amor aproxima lo que es diferente y realiza la unión en la diversidad. Las
palabras de Cristo Un precepto nuevo os doy: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado (Jn
13,34), me parecían entonces, por encima de su inigualable profundidad teológica, como germen y principio
de la única transformación lo suficientemente radical como para ser apreciada por un joven. Germen y
principio de la única revolución que no traiciona al hombre Sólo el amor verdadero construye (JUAN PABLO
II, Aloc. lVII1980).

182 Cada uno de los hombres (y toda la humanidad) vive <entre> el amor y el odio. Si no acepta el amor, el
odio encontrará fácilmente acceso a su corazón y comenzará a invadirlo cada vez más, trayendo frutos
siempre más venenosos (JUAN PABLO II, Hom. 3II1980).

AMOR A DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

Yo soy el Señor tu Dios [. . . ]. No tendrás otros dioses fuera de mi. Ex 20,2-3.

Escrito está: Adorarás al Señor tu Dios y a El sólo servirás Lc 4,8; Mt 4,10.

Adorad a Aquel que hizo el cielo, y la tierra, y el mar, y las fuentes de las aguas. Ap 14,7.

El ángel dijo: Adora a Dios. Ap 22,9.

Dios es espíritu y, por lo mismo, los que le adoran, en espiritu y en verdad deben adorarle. Jn 4,24.

El le dijo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Mt 22,37; Dt
6,4-9; 11,13-19.

Pues éste es el amor de Dios, que guardemos sus preceptos. . . 1Jn 5,3.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la
desnudez, el peligro, la espada? Rm 8,35.

Respondió Jesús y les dijo: Si alguno me ama guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y
en él haremos morada. Jn 14,23.

El que recibe mis preceptos y los guarda, ése es el que me ama; el que me ama a mí será amado de mi
Padre, y yo le amaré y le manifestaré a él. Jn 14,21.

[. . . ] Escrito está, ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para
los que le aman. 1Co 2,9.

[. . . ] Sean los que te aman como el sol cuando nace con toda su fuerza. Jdt 5,31.

"Por lo cual te digo que le son perdonados sus muchos pecados, porque amó mucho. Pero a quien poco se
le perdona poco ama. Lc 7,47.

Guarda Yave a cuantos le aman [. . . ] Ps 144,20.


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Para los que aman a Dios todo ocurre para su bien. cfr. Rm 8,28.

Amar a Dios con todo el corazón

183 ¡Qué dulces y llenas de amor son las obras de Dios en nosotros! Si alguno pudiera conocerlas, se
encendería tal fuego de amor en su corazón que, si pudiese extenderse y realizar su obra como lo hace el
fuego material, en un instante consumiría todo lo que puede arder. Hablo así viendo la vehemencia
inexplicable del divino amor (SANTA CATALINA DE GÉNOVA, Le libre arbitre, en "Études Carmelitaines"
1959).

184 En resumen: amar significa viajar, correr hacia el objeto amado. Dice la Imitación de Cristo: el que ama
"currit, volat, laetatur", corre, vuela, goza (III,5,4). Asi pues, amar a Dios es un viajar con el corazón hacia
Dios. Viaje bellísimo. Cuando era muchacho me entusiasmaban los viajes descritos por Julio Verne [. . . ].
Pero los viajes del amor de Dios son mucho más interesantes (JUAN PABLO I, Aud. gen. 27-9-1978).

185 El viaje comporta a veces sacrificios. Pero éstos no nos deben detener. Jesús está en la cruz, ¿lo
quieres besar? No puedes por menos de inclinarte hacia la cruz y dejar que te puncen algunas espinas de la
corona que tiene la cabeza del Señor. No puedes hacer lo que el bueno de San Pedro, que supo muy bien
gritar Viva Jesús en el monte Tabor, donde había gozo, pero ni siquiera se dejó ver junto a Jesús en el
monte Calvario, donde había peligro y dolor (JUAN PABLO I, Aud. gen. 27-9-1978).

186 Has querido que nosotros te amáramos, porque en rigor no podíamos conseguir la salvación más que
amándote. Y nosotros ni podíamos amarte, a menos que este amor viniera de ti. Como lo afirma tu apóstol
predilecto, tú nos amaste primero y tú amas primero a los que te aman (cfr. 1Jn 4,10). Pero nosotros te
amamos por la caridad y el amor que tú mismo has puesto en nosotros (GUILLERMO DE SANTHIERRY, La
contemplación de Dios,14).

187 Está escrito: Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas
[. . . ] (cfr. Dt 6,5-9). Aquel "todo", repetido y llevado a la práctica con tanta insistencia, es en verdad la
bandera del maximalismo cristiano. Y es justo: Dios es demásiado grande, merece demásiado El de
nosotros, para que podamos echarle, como a un pobre Lázaro, apenas unas pocas migajas de nuestro
tiempo y de nuestro corazón El es un bien infinito y será nuestra felicidad eterna; el dinero, los placeres, las
fortunas de este mundo, en comparación, son apenas fragmentos de bien y momentos fugaces de felicidad.
No seria sabio dar tanto de nosotros a estas cosas y poco de nosotros a Jesús (JUAN PABLO I, Aud. gen.
27-91978).

188 Se te manda que ames a Dios de todo corazón, para que le consagres todos tus pensamientos; con
toda tu alma, para que le consagres tu vida; con toda tu inteligencia, para que consagres todo tu
entendimiento a Aquel de quien has recibido todas estas cosas. No deja parte alguna de nuestra existencia
que deba estar ociosa y que dé lugar a que quiera gozar de otra cosa. Por tanto, cualquier cosa que
queramos amar, diríjase también hacia el punto donde debe fijarse toda la fuerza de nuestro amor. Un
hombre es muy bueno cuando toda su vida se dirige hacia el Bien inmutable (SAN AGUSTIN, en Catena
Aurea, vol. lll, p. 89).

189 Considera lo más hermoso y grande de la tierra. . . , lo que place al entendimiento y a las otras
potencias. . . , y lo que es recreo de la carne y de los sentidos. . . Y el mundo, y los otros mundos, que brillan
en la noche: el Universo entero. Y eso, junto con todas las locuras del corazón satisfechas. . . , nada vale, es
nada y menos que nada, al lado de ¡este Dios mío!ó¡tuyo!ó, tesoro infinito, margarita preciosísima,
humillado, hecho esclavo, anonadado con forma de siervo en el portal donde quiso nacer, en el taller de
José, en la Pasión y en la muerte ignominiosa. . . y en la locura de Amor de la Sagrada Eucaristía (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 432).

190 Diliges Dominum Deum ex toto corde tuo, et in tota anima tua, et in tota mente tua. ¿Qué queda de tu
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corazón para amarte a ti mismo? ¿Qué, de tu alma? ¿Qué, de tu mente? Ex toto, con todo, dice. Todo te
exige el que todo te ha dado (SAN AGUSTIN, Sermón 34).

Amor a Dios sobre todas las cosas

191 Y si lo que ama no lo posee totalmente, tanto sufre cuanto le falta por poseer [. . . l. Mientras esto no
llega, está el alma como en un vaso vacio que espera estar lleno; como el que tiene hambre y desea la
comida; como el enfermo que llora por su salud; y como el que está colgado en el aire y no tiene dónde
apoyarse (SAN JUAN DE LA CRUz, Cántico espiritual,9,6).

192 No seria justo decir: "0 Dios o el hombre". Deben amarse "Dios y el hombre"; a este ultimo, nunca más
que a Dios o contra Dios o igual que a Dios. En otras palabras: el amor a Dios es ciertamente prevalente,
pero no exclusivo. La Biblia declara a Jacob santo (Da 3,35) y amado por Dios (Mt 1,27, Rm 9. 13); lo
muestra empleando siete años en conquistar a Raquel como mujer, y le parecen pocos años, aquellos
añosótanto era su amor por ellaó(Gn 29,20). Francisco de Sales comenta estas palabras: "Jacob -escribe-
ama a Raquel con todas sus fuerzas y con todas sus fuerzas ama a Dios; pero no por ello ama a Raquel
como a Dios, ni a Dios como a Raquel. Ama a Dios como su Dios sobre todas las cosas y más que a si
mismo; ama a Raquel como a su mujer sobre todas las otras mujeres y como a si mismo. Ama a Dios con
amor absoluto y soberanamente sumo, y a Raquel con sumo amor marital; un amor no es contrario al otro,
porque el de Raquel no viola las supremas ventajas del amor de Dios" (JUAN PABLO I, Aud. gen. 27-9-
1978).

Amar a Dios sin medida

193 Señor, que yo te ame siempre más. También aquí está la obediencia a un mandamiento de Dios, que ha
puesto en nuestro corazón la sed del progreso. Desde los palafitos, desde las cavernas, desde las cabañas,
hemos pasado a las casas, a los palacios, a los rascacielos; desde el viajar a pie, a lomo de mulo o de
camello, a las carrozas, a los trenes, a los aviones. Y se desea progresar todavía con medios más rápidos,
alcanzando siempre metas más lejanas. Pues amar a Dios [. . . ] es también un viaje: Dios lo quiere siempre
más intenso y perfecto. Ha dicho a todos los suyos: Vosotros sois la luz del mundo, la sal de la tierra (Mt
5,48), sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto (Mt 5,48). Esto significa: amar a Dios no poco,
sino mucho; no detenerse en el punto al cual se ha llegado, sino con su ayuda progresar en el amor (JUAN
PABLO I, Aud. gen. 27-9-1978).

194 La medida del amor a Dios es amarlo sin medida (SAN BERNARDO, Sermón 6, sobre el amor a Dios).

195 La medida y regla de la virtud teologal es el mismo Dios; nuestra fe se regula según la verdad divina;
nuestra caridad según la bondad de Dios; y nuestra esperanza, según la intensidad de su omnipotencia y
misericordia. Y ésta es una medida que excede de tal manera a toda capacidad humana que el hombre
nunca puede amar a Dios tanto como debe ser amado, ni creer o esperar en El tanto como se debe; luego
mucho menos llegará al exceso en tales acciones (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 54, a. 4, c).

196 [. . . ] quien no quisiera amar a Dios más de lo que le ama, de ninguna manera cumpliná el precepto del
amor (SANTO TOMÁS, Coment. a la Epístola a los Hebreos,6,1).

197 No está permitido querer con amor menguado [. . . ], pues debéis llevar grabado en vuestro corazón al
que por vosotros murió clavado en la Cruz (SAN AGUSTiN, Sobre la Santa virginidad,55).

198 Señor: que tenga peso y medida en todo. . . menos en el Amor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino,
n. 427).

199 El hombre nunca puede amar a Dios tanto como El debe ser amado (SANTO TOMÁS, Suma
Teológica,1-2, q. 6, a. 4 e).
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200 Cuanto más amo, más deudor me siento cada día (SAN AGUSTIN, Epístola 192).

Amar al prójimo por Dios (Ver CARIDAD)

201 A algunas personas es fácil amarlas; a otras, es difícil: no son simpáticas, nos han ofendido o hecho
mal; sólo si amo a Dios en serio, llego a amarlas en cuanto hijas de Dios y porque El me lo manda. Jesús ha
fijado también cómo amar al prójimo, esto es, no sólo con el sentimiento, sino con los hechos: [. . . ] tenia
hambre en la persona de mis hermanos más pequeños, ¿me habéis dado de comer? ¿Me habéis visitado
cuando estaba enfermo? (cfr. Mt 5,34 ss) (JUAN PABLO I, Aud. gen. 27-9-78).

202 Amarás a tu pródimo como a ti mismo; pero tratándose del amor que se debe profesar a Dios, no se
señala limite alguno (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 38 sobre los Evang. ).

203 Amamos a Dios y al prójimo con la misma caridad. Pero debemos amar a Dios por si mismo, y al
prójimo por Dios (SAN AGUSTiN, Trat. sobre la Santísima Trinidad,7).

204 El que ama a Dios ama también inevitablemente al prójimo (SAN MAXIMO, Sobre la caridad,1)

Sólo Dios basta

205 No quieras que te llene nada que no sea Dios. No desees gustos de Dios. No desees tampoco entender
de Dios más de lo que debes entender. La fe y el amor serán los lazarillos que te llevarán a Dios por donde
tú no sabes ir. La fe son los pies que llevan a Dios al alma. El amor es el orientador que la encamina (SAN
JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,1,11).

206 Dios sólo basta para colmar nuestros deseos: Más grande es Dios que nuestro corazan (1Jn 3,20). Por
eso dice Agustín en el libro primero de las Confesiones: "Nos has hecho, Señor, para ti, y nuestro corazón
está intranquilo hasta que descanse en ti" (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad,1. c. , p. 206).

207 Aunque no se dijera absolutamente nada más en las páginas de las Sagradas Escrituras y solamente
oyéramos de boca del Espíritu Santo que Dios es amor, nos bastaria (SAN ACUSTIN, Coment. a la l. a
Epístola de S. Juan,7).

208 Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza; quien a
Dios tiene nada le falta: sólo Dios basta. (SANTA TERESA, Poesías Vl, p. 1123).

Amar a Dios es la suprema razón

209 Entendí que sólo el amor es el que impulsa a obrar a los miembros de la Iglesia, y que si faltase este
amor, ni los apóstoles anunciarían ya el Evangelio, ni los mártires derramarían su sangre. Reconocí
claramente y me convencí de que el amor encierra en si todas las vocaciones, que el amor lo es todo, que
abarca todos los tiempos y lugares, en una palabra que el amor es eterno. Entonces, llena de alegría
desbordante, exclamé: "Oh, Jesús, amor mio, por fin he encontrado mi vocación: mi vocación es el amor. Sí,
he hallado mi propio lugar en la lglesia, y este lugar es el que tú me has señalado, Dios mio. En el corazón
de la Iglesia, que es mi madre, yo seré el amor: de este modo lo seré todo y mi deseo se verá colmado"
(SANTA TERESA DE LIS1EUX, Manuscritos autobiográficos).

210 El amor a Dios es la razón suprema de todas las cosas (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1, q. l9, a. 4).
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211 Mientras realizamos con la mayor perfección posible, dentro de nuestras equivocaciones y limitaciones,
las tareas propias de nuestra condición y de nuestro oficio, el alma ansía escaparse. Se va hacia Dios,
como el hierro atraído por la fuerza del imán. Se comienza a amar a Jesús, de forma más eficaz, con un
dulce sobresalto (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,296).

212 ¿Qué soy yo para ti, que me mandas amarte y que, si no lo hago, te enojas conmigo y me amenazas
con ingentes infortunios? ¿No es ya suficiente infortunio el hecho de no amarte? (SAN AGUSTIN,
Confesiones,2,5,5).

213 Fuego que abrasa, luz ardiente, fuente que apaga la sed, tesoro que contiene en si todos los bienes.
Dios es tan bueno y nos ama tan ardientemente que no quiere de nosotros otra cosa, sino ser amado (SAN
ALFONSO María DE LIGORIO, Visitas al Santísimo Sacramento).

214 Hacedlo todo por Amor. Asi no hay cosas pequeñas: todo es grande. La perseverancia en las cosas
pequeñas, por Amor, es heroísmo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 813).

Todo se hace llevadero por amor a Dios

215 Pedro, ¿me amas? Apacienta mis ovejas. Y esto por tres veces consecutivas. Se le preguntaba sobre el
amor, y se le imponia una labor; porque, cuanto mayor es el amor, tanto menor es el trabajo (SAN
AGUSTIN, Sermón 340).

216 Quien le amare mucho, verá que puede padecer mucho por El; el que amare poco, poco. Tengo yo para
mi que la medida del poder llevar gran cruz o pequeña es la del amor (SANTA TERESA, Camino de
perfección,32,7).

217 El amor defiende de las adversidades. A quien lo tiene, nada adverso le puede resultar perjudicial, antes
al contrario se le convierte en útil: Todo contribuye al bien de los que aman a Dios (Rm 8,28). Hasta los
reveses y dificultades son llevaderos para el que ama, como observamos a diario en el terreno meramente
humano (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad,1. c. , p. 204).

218 Todo lo duro que puede haber en los mandamientos lo hace llevadero el amor. . . ¿Qué no hace el amor
[. . . ]? Ved cómo trabajan los que aman; no sienten lo que padecen, redoblando sus esfuerzos a tenor de
las dificultades (SAN AGUSTIN, Sermón96).

219 Todas estas cosas, sin embargo, hállenlas difíciles los que no aman; los que aman, al revés, eso mismo
les parece liviano. No hay padecimiento, por cruel y desaforado que sea, que no lo haga llevadero y casi
nulo el amor (SAN AGUSTIN, Sermón 70).

Amor y santo temor de Dios

220 "Timor Domini sanctus". Santo es el temor de Dios. Temor que es veneración del hijo para su Padre,
nunca temor servil, porque tu Padre-Dios no es un tirano (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 435).

221 ¡Como quien no dice nada: amor y temor de Dios! Son dos castillos fuertes, desde donde se da guerra
al mundo y a los demonios (SANTA TERESA, Camino de perfección,40,2).

222 Fundada en la caridad, se eleva el alma a un grado más excelente y sublime: el temor de amor. Esto no
deriva del pavor que causa el castigo ni del deseo de la recompensa. Nace de la grandeza misma del amor.
En esa amalgama de respeto y afecto filial en que se barajan la reverencia y la benevolencia que un hijo
tiene para con un padre, el hermano para con su hermano, el amigo para con su amigo, la esposa para con
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su esposo. No recela los golpes ni reproches. Lo único que teme es herir el amor con el más leve roce o
herida. En toda acción, en toda palabra, se echa de ver la piedad y solicitud con que procede. Teme que el
fervor de la dilección se enfríe en lo más mínimo (CASIANO, Colaciones,11).

223 Cuando el amor llega a eliminar del todo el temor, el mismo temor se convierte en amor (SAN
GREGORIO DE NISA, Homilía 15).

Amor a Dios y desprendimiento

224 El remedio que podemos tener, hijas, y nos dio Su Majestad es amor y temor; que el amor nos hará
apresurar los pasos y el temor nos hará ir mirando adónde ponemos los pies para no caer por camino
adonde hay tanto que tropezar, como caminamos todos los que vivimos, y con esto a buen seguro que no
seamos engañadas (SANTA TERESA, Camino de perfección,40,1).

225 Y el alma sale para ir detrás de Dios; sale de todo pisoteando y despreciando todo lo que no es Dios. Y
sale de sí misma olvidándose de sí por amor de Dios (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,20).

226 Tú, al que llenas de ti, lo elevas; mas, como yo ano no me he llenado de ti, soy todavía para mí mismo
una carga (SAN Agustín, Confesiones,10,26).

227 Y éste es el índice para que el alma pueda conocer con claridad si ama a Dios o no, con amor puro. Si
le ama, su corazón no se centrará en sí misma, ni estará atenta a conseguir sus gustos y conveniencias. Se
dedicará por completo a buscar la honra y gloria de Dios y a darle gusto a El. Cuanto más tiene corazón
para sí misma menos lo tiene para Dios (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,9,5).

228 Sólo ama de verdad a Dios quien no se acuerda de sí mis- mo (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 38
sobre los Evang. ).

La santidad "no está en pensar mucho, sino en amar mucho"

229 Querría dar a entender que el alma no es el pensamiento, ni la voluntad es mandada (por él) que
tendría harta mala ventura; por donde el aprovechamiento del alma no está en pensar mucho, sino en amar
mucho (SANTA TERESA, Fundaciones,5,2).

230 ¿No has visto en qué "pequeñeces" está el amor humano? óPues también en "pequeñeces" está el
Amor divino (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 824).

231 Cuanto más ames más subirás (SAN Agustín, Coment. sobre el Salmo 83).

232 Porque alguno he topado que les parece está todo el negocio en el pensamiento, y si éste pueden tener
mucho en Dios, aunque sea haciéndose gran fuerza, luego les parece que son espirituales; y si se distraen,
no pudiendo más, aunque sea para cosas buenas, luego les viene gran desconsuelo y les parece que están
perdidos [. . . ]. No digo que no es merced del Señor quien siempre puede estar meditando en sus obras, y
es bien que se procure. Mas hase de entender que no todas las imaginaciones son hábiles de su natural
para esto, mas todas las almas lo son para amar (SANTA TERESA, Fundaciones,5,2).

El premio del amor a Dios es amarle todavía más

233 El que ama a Dios se contenta con agradarle, porque el mayor premio que podemos desear es el
mismo amor [. . . ]. El alma piadosa e integra busca en ello su plenitud y no desea otro deleite (SAN
GREGORIO MAGNO, Sermón 92).
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234 Alma que ama a Dios no ha de pretender ni esperar otra recompensa por sus servicios prestados que la
perfección de amar a Dios (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,9,7).

235 El amor no descansa mientras no ve lo que ama; por eso los santos estimaban en poco cualquier
recompensa, mientras no viesen a Dios. Por eso el amor que ansia ver a Dios se ve impulsado, por encima
de todo discernimiento, por el deseo ardiente de encontrarse con él. Por eso Moisés se abrevió a decir: Si
he obtenido tu favor, muéstrame tu rostro (Ex 33,13) [. . . ]. Por eso también se dice en otro lugar: Déjame
ver tu rostro (Sal 79,4). Y hasta los mismos paganos en medio de sus errores se fabricaron ídolos para
poder ver con sus propios ojos el objeto de su culto (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 1477.

El amor a Dios refuerza la unidad

236 Para poder encomendar a Pedro sus ovejas, sin que con ello pareciera que las ovejas quedaban
encomendadas a otro pastor distinto de sí mismo, el Señor le pregunta: "Pedro, ¿me amas?" El respondió:
"Te amo". Y le dice por segunda vez: "¿Me amas?", y respondió: "Te amo". Quería fortalecer el amor para
reforzar así la unidad. De este modo el que es Unico apacienta a través de muchos, y los que son muchos
apacientan formando parte del que es único (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

237 El amor que unirá a Dios con los que habitan allí, y a éstos entre sí, será tan grande que todos se
amarán como a sí mismos y amarán a Dios más que a sí mismos. Por eso nadie querrá más que lo que
Dios quiere; lo que quiera uno lo querrán todos, y la voluntad de todos será la voluntad de Dios. . . Todos
juntos como un solo hombre serán reyes con Dios, porque todos querrán la misma cosa y se cumplirá su
voluntad (SAN ANSELMO, Carta 112, a Hugo el recluso, pp. 245-246).

El amor de Dios, regla y medida de todos los actos

238 Todo lo que se hace por Amor adquiere hermosura y se engrandece (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 429).

239 Una producción artística se considera buena y acertada cuando se ajusta a sus reglas peculiares. Del
mismo modo, cualquier obra humana es recta y virtuosa cuando concuerda con la regla del amor divino, y
no es buena ni recta o perfecta si se aparta de ella. Todos los actos humanos, para resultar buenos, deben
atenerse a la regla del amor divino (SANTO TOMAS, Sobre la caridad,1. c. ,201).

240 El secreto para dar relieve a lo más humilde, aún a lo más humillante, es amar (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 418).

241 Es el amor el que "pone nombre a la obra",el que le da u verdadero sentido y cualidad (SAN
BUENAVENTURA, Coment. a las Sentencias,11,40,1).

242 No nos amemos, pues, a nosotros mismos, sino a El. No sé por qué motivo inexplicable, quien se ama
a sí mismo y no ama a Dios no se ama a sí mismo; y en cambio, quien ama a Dios y no se ama a sí mismo,
se ama a sí mismo (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,123).

243 Los que de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno quieren, todo lo bueno favorecen,
todo lo bueno loan, con los buenos se juntan siempre y los favorecen y defienden; no aman sino verdades y
cosas que sean dignas de amar (SANTA TERESA, Camino de perfección,40,3).

244 También en lo pequeño se muestra la grandeza del alma [. . . ]. Por eso el alma que se entrega a Dios
pone en las cosas pequeñas el mismo fervor que en las cosas grandes (SAN JERONIMO, Epístola 60).
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"Quien no se arrepiente de verdad, no ama de veras"

245 Quien no se arrepiente de verdad, no ama de veras; es evidente que cuanto más queremos a una
persona, tanto más nos duele haberla ofendido. Es, pues, éste uno más de los efectos del amor (SANTO
TOMÁS, Sobre la caridad,1. c. 205).

246 Preguntaron al Amigo cuál era la fuente del amor. Respondió que aquella en donde el Amado nos ha
limpiado de nuestras culpas, y en la cual da de balde el agua viva, de la cual, quien bebe, logra vida eterna
en amor sin fin (R. LLULL, Libro del Amigo y del Amado,115).

Acabar el examen de conciencia con un acto de amor

247 Acaba siempre tu examen con un acto de Amoródolor de Amoró: por ti, por todos los pecados de los
hombres. . . Y considera el cuidado paternal de Dios, que te quitó los obstáculos para que no tropezases (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 246).

Por amor de Dios todo se puede

248 El amor de contentar a Dios y la fe hacen posible lo que por razón natural no lo es (SANTA TERESA,
Fundaciones,2,4).

249 Un poquito de este puro amor. . . , más provecho hace a la Iglesia, aunque parece que no hace nada,
que todas esas obras juntas (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico 2, anotación a canción 29).

250 Cualquier otra carga te oprime y abruma, mas la carga de Cristo te alivia el peso. Cualquier otra carga
tiene peso, pero la de Cristo tiene alas. Si a un pájaro le quitas las alas parece que le alivias del peso, pero
cuanto más le quites este peso, tanto más le atas a la tierra. Ves en el suelo al que quisiste aliviar de un
peso; restitúyele el peso de sus alas y verás cómo vuela (SAN AGUSTIN, Sermón 126).

251 Esteban tenía por armas la caridad y con ella vencía en todas partes. Por amor a Dios no se cruzó de
brazos ante los enfurecidos judíos; por amor al prójimo intercedía por quienes lo lapidaban; por amor argüía
a los que estaban en el error, para que se corrigiesen. . . Apoyado en la fuerza de la caridad, venció la
violenta crueldad de Saulo, y mereció tener por compañero en el cielo al que en la tierra tuvo como
perseguidor (SAN FULGENCIO, Sermón 3).

"El amor es fuerte como la muerte"

También se dice que es semejante el reino de los cielos a un comerciante que anda en busca de buenas
perlas, y hallando una muy preciosa, vende cuanto tiene y la compra [. . . ]. En comparación de aquélla nada
tiene valor, y el alma abandona todo cuanto había adquirido, derrama todo cuanto había congregado, se
enardece con el amor de las cosas celestiales, no tiene placer en las cosas terrenas y considera como
deforme todo lo que le parecía bello en la tierra, porque sólo brilla en el alma el resplandor de aquella perla
preciosa. Acerca de este amor dice Salomón: El amor es fuerte como la muerte (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 11 sobre los Evang. ).

253 Es fuerte el amor como la muerte, porque el amor de Cristo da muerte a la misma muerte [. . . 1.
También el amor con que nosotros amamos a Cristo es fuerte como la muerte, ya que viene a ser él mismo
como una muerte, en cuanto que es el aniquilamiento de la vida anterior, la abolición de las malas
costumbres y el sepelio de las obras muertas (SAN BALDUINO DE CANTORBERY, Tratado 10)

El amor a Dios aquí y en el cielo


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254 Si el Amor, aun el amor humano, da tantos consuelos aquí, ¿qué será el Amor en el cielo? (J. ESRIVA
DE BALAGUER, Camino, n. 428).

255 Este amor será la medida de la gloria de que disfrutaremos en el paraíso, ya que ella será
proporcionada al amor que habremos tenido a Dios durante nuestra vida; cuanto más hayamos amado a
Dios en este mundo, mayor será la gloria de que gozaremos en el cielo, y más le amaremos también,
puesto que la virtud de la caridad nos acompañará durante toda la eternidad, y recibirá mayor incremento en
el cielo. ¡Qué dicha la de haber amado mucho a Dios en esta vida!, pues así lo amaremos también mucho
en el paraíso (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el precepto 1 del decálogo).

AMOR DE DIOS A LOS HOMBRES

Citas de la Sagrada Escritura

El amor incansable de Dios: Os 11,1-9.

Dios es Amor: 1Jn 4,8.

Falta de correspondencia por parte de los hombres. Parábola de la viña: Is 5,1-7.

El amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido
dado. Rm 5,5.

El amor de Cristo nos apremia: 2Co 5,14.

El amor de Dios nos predestinó antes de la constitución del mundo para que fuéramos santos e
inmaculados en su presencia". Ep 1,4.

He venido a echar fuego en la tierra, ¿y qué he de querer sino que se encienda? Lc 12,49.

"[. . . ] Caminad en el amor, (amad) como Cristo nos amó y se entrego por nosotros [. . . ] Ep 5,1.

En esto está el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que El nos amó y envió a su Hijo,
como propiciación por nuestros pecados. 1Jn 3,18.

Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, y estando nosotros muertos por
nuestros delitos, nos dio vida por Cristo [. . . 1" Ep 2,4-5.

El Padre nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor. Ga 1,13.

Dios nos ama infinitamente

256 Hasta te serviré, porque vine a servir y no a ser servido. Yo soy amigo, y miembro y cabeza, y hermano
y hermana y madre; todo lo soy, y solo quiero contigo intimidad. Yo, pobre por ti, mendigo por ti, crucificado
por ti, sepultado por ti; en el cielo, por ti ante Dios Padre; y en la tierra soy legado suyo ante ti. Todo lo eres
para Mi, hermano y coheredero, amigo y miembro. ¿Qué más quieres? (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom.
sobre S. Mateo,76).

257 Tan espléndida es la gracia de Dios y su amor a nosotros, que hizo El más por nosotros de lo que
podemos comprender (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo,1. c. ,61).

258 ¿Saber que me quieres tanto, Dios mio, y. . . no me he vuelto loco? (J. ESCRIVA DE BAEAGUER,
Camino, n. 425).

259 Ninguna lengua es suficiente para declarar la grandeza del amor que Jesús tiene a cualquier alma que
está en gracia (SAN ALFONSO María DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,2).
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260 El fuego de amor de Ti, que en nosotros quieres que arda hasta encendernos, abrasarnos y quemarnos
lo que somos, y transformarnos en Ti, Tú lo soplas con las mercedes que en tu vida nos hiciste, y lo haces
arder con la muerte que por nosotros pasaste (SAN JUAN DE AVILA, Audi filia,69).

Dios no abandona nunca a los hombres

261 El abismo de malicia, que el pecado lleva consigo, ha sido salvado por una Caridad infinita. Dios no
abandona a los hombres (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,95).

262 Oye cómo fuiste amado cuando no eras amable; oye cómo fuiste amado cuando eras torpe y feo; antes,
en fin, de que hubiera en ti cosa digna de amor. Fuiste amado primero para que te hicieras digno de ser
amado (SAN AGUSTIN, Sermón 142).

263 Ahora me da devoción ver cómo me daba Dios tan presto lo que yo perdí por mi culpa (SANTA
TERESA, Vida,1,4).

Dios nos busca a cada uno

264 Considerad conmigo esta maravilla del amor de Dios: el Señor que sale al encuentro, que espera, que
se coloca a la vera del camino, para que no tengamos más remedio que verle. Y nos llama personalmente,
hablándonos de nuestras cosas, que son también las suyas, moviendo nuestra conciencia a la compunción,
abriéndola a la generosidad, imprimiendo en nuestras almas la ilusión de ser fieles, de podernos llamar sus
discípulos (J ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,59).

265 ¿Cuál es la explicación de que nos alegremos con el Señor, si El está lejos? Pero en realidad no está
lejos. Tú eres el que hace que esté lejos. Amalo y se te acercará; ámalo y habitará en ti. El Señor está
cerca. No os inquietéis por cosa alguna (SAN AGUSTIN, Sermón 21).

266 El sol ilumina al mismo tiempo los cedros y cada florecilla, como si estuviera sola en la tierra; nuestro
Señor se interesa también por cada alma en particular, como si no existieran otras iguales (SANTA TERESA
DE LIS1EUX, Manuscritos autobiográficos).

267 Cuando Dios Nuestro Señor concede a los hombres su gracia, cuando les llama con una vocación
especifica, es como si les tendiera una mano, una mano paterna llena de fortaleza, repleta sobre todo de
amor, porque nos busca uno a uno, como a hijas e hijos suyos, y porque conoce nuestra debilidad. Espera
el Señor que hagamos el esfuerzo de coger su mano, esa mano que El nos acerca: Dios nos pide un
esfuerzo, prueba de nuestra libertad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,17).

268 Ningún pecador, en cuanto tal, es digno de amor; pero todo hombre, en cuanto tal, es amable por Dios
(SAN AGUSTIN, Sobre la doctrina cristiana,1).

Recibimos constantemente innumerables gracias y dones por parte de Dios

269 En ocasiones, Dios no desdeña de visitarnos con su gracia, a pesar de la negligencia y relajamiento en
que ve sumido nuestro corazón [. . . ]. Tampoco tiene a menos hacer brotar en nosotros abundancia de
pensamientos espirituales. Por indignos que seamos, suscita en nuestra alma santas inspiraciones, nos
despierta de nuestro sopor, nos alumbra en la ceguedad en que nos tiene envueltos la ignorancia, y nos
reprende y castiga con clemencia. Pero hace más: se difunde en nuestros corazones, para que siquiera su
toque divino nos mueva a compunción y nos haga sacudir la inercia que nos paraliza (CASIANO,
Colaciones,4)

La Encarnación del Hijo de Dios, la mayor muestra de su Amor


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270 [. . . ] ninguna prueba de la caridad divina hay tan patente como el que Dios, creador de todas las
cosas, se hiciera criatura, que nuestro Señor se hiciera hermano nuestro, que el Hijo de Dios se hiciera hijo
de hombre (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo, I. c. ,59).

271 ¡Qué grande y qué manifiesta es esta misericordia y este amor de Dios a los hombres! Nos ha dado una
gran prueba de su amor al querer que el nombre de Dios fuera añadido al titulo de hombre (SAN
BERNARDO, Sermón 1, sobre la Epifania).

272 Aprende, pues, ¡oh, hombre!, y conoce a qué extremos llegó Dios por ti. Aprende (en Belén) esa lección
de humildad tan grande que te da un maestro sin hablar todavía. En el paraíso tú tuviste tal honor que
pudiste poner nombres a todos los animales, y aquí tu Creador se ha hecho tan niño, que ni aun puede dar
a la suya el de madre. Tú en aquel vastisimo lugar de ricos bosques te perdiste desobedeciendo. El se ha
hecho hombre mortal en tan estrecha posada para buscar, muriendo, al que estaba muerto. Tú, hombre,
quisiste ser Dios y pereciste. El, Dios, quiso ser hombre y te salvó. ¡Tanto pudo la soberbia humana que
necesitó de la humildad divina para curarse! (SAN AGUSTiN, Sermón 183).

Los Angeles Custodios, muestra del Amor paternal de Dios

273 A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Den gracias al Señor por su
misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. Den gracias y digan entre los gentiles: El Señor
ha estado grande con ellos. Señor, ¿qué es el hombre para que le des importancia, para que te ocupes de
él? Porque te ocupas ciertamente de él, demuestras tu solicitud y tu interés para con él. Llegas hasta a
enviarle tu Hijo único, le infundes tu Espíritu. Incluso le prometes la visión de tu rostro. Y para que ninguno
de los seres celestiales deje de tomar parte en esta solicitud por nosotros, envías a los espíritus
bienaventurados para que nos sirvan y nos ayuden, los constituyes nuestros guardianes, mandas que sean
nuestros ayos (SAN BERNARDO, Sermón 12, sobre el Salmo "Qui habitat").

Dios espera de cada hombre una respuesta sin condiciones a su Amor

274 El amor de Dios es celoso; no se satisface si se acude a su cita con condiciones [. . . ] (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,28).

275 Pero el amor sólo con amor se cura. El amor de Dios es la salud del alma. Y cuando no tiene cumplido
amor, no tiene salud cumplida y por eso está enferma. La enfermedad es falta de salud. Cuando el alma no
tiene ningún grado de amor, está muerta. Pero cuando tiene algún grado de amor de Dios, por pequeño que
sea, ya está viva, aunque muy débil y enferma, porque tiene poco amor. Cuanto más amor tiene, más salud
también. Cuando tiene amor perfecto tiene total salud (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,11,11).

276 No es razón que amemos con tibieza a un Dios que nos ama con tanto ardor (SAN ALFONSOM a DE
LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,4). 277 Cuando Dios ama, lo único que quiere es ser amado: si él
ama, es para que nosotros le amemos a él, sabiendo que el amor mismo hace felices a los que se aman
entre sí (SAN BERNARDO, Sermón 83).

ANGELES CUSTODIOS

Fe constante de la Iglesia en la existencia y misión de los Angeles Custodios

278 Siempre creyó la Iglesia que los apóstoles y mártires de Cristo, por haber dado el supremo testimonio
de fe y de caridad con el derramamiento de su sangre, nos están más íntimamente unidos en Cristo; les
profesó especial veneración junto con la Bienaventurada Virgen y los santos ángeles, e imploró
piadosamente el auxilio de su intercesión (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,50).
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279 Conocemos por la fe que existen los ángeles y leemos que se aparecieron a muchos, de forma que no
es licito dudarlo (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 103)

280 Casi todas las páginas de los libros sagrados testifican que existen ángeles y arcángeles (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los Evang. ).

281 Todos los hombres tienen junto a si dos ángeles: uno bueno y otro malo. Así nos lo atestigua la
Escritura. Respecto a los ángeles buenos, el Salvador nos dice: No despreciéis a ninguno de estos
pequeñuelos: yo os digo que sus ángeles ven constantemente la f az de mi Padre que está en los cielos (Mt
18,10). A ellos se refiere asimismo esta palabra: Enviará al ángel del Señor junto a los que le temen y les
salvará (Sal 33,8). Y en los Actos de los Apóstoles, a propósito de Pedro: Porque es su ángel (Ac 12,15)
(CASIANO, Colaciones,8,17).

282 Es probable que congregados legítimamente muchos para dar gloria a Dios, esté el Angel de cada cual
en derredor de quienes sirven al Señor, junto con aquella persona cuya guarda y custodia se le ha confiado;
de suerte que se puede hablar de una doble asamblea de santos: una de hombres y otra de ángeles
(ORiGENES, Trat. sobre la oración,30,5).

283 La Providencia de Dios ha dado a los Angeles la misión de guardar al linaje humano y de socorrer a
cada hombre [. . . 1. Han sido desiguados desde nuestro nacimiento para nuestro cuidado, y constituidos
para defensa de la salvación de cada uno de los hombres (CATECISMO ROMANO, parte IV, cap. IX, no. 4 y
6).

Los "grandes amigos" del hombre

284 La tradición cristiana describe a los Angeles Custodios u mo a unos grandes amigos, puestos por Dios
al lado de cada hombre, para que le acompañen en sus caminos. Y por eso nos invita a tratarlos, a acudir a
ellos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,63).

285 Envía a sus ángeles cerca de ti, dice el Salmo, para que te guarden en todos tus caminos. Por eso
mismo hemos de velar con más cuidado, ya que no habría tanta solicitud por nosotros en el cielo si no nos
viesen tan necesitados. No pondrían tantos guardianes si no fuera tanta la asechanza (SAN BERNARDO,
Serm. 11, sobre el Salmo 90).

Misión de los Angeles Custodios

286 Los ángeles, además de llevar a Dios nuestras noticias, traen los auxilios de Dios a nuestras almas y
las apacientan como buenos pastores, con comunicaciones dulces e inspiraciones divinas. Dios se vale de
ellos para comunicarse con nosotros. Los ángeles nos defienden de los lobos, que son los demonios, y nos
amparan (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,2,3).

287 Son los embajadores de Dios con los hombres, y los embajadores de los hombres con Dios. No
solamente son los ángeles de Dios, sino también los ángeles de los hombres. Angeles, es decir enviados:
son, pues, los ángeles de Dios porque El nos los envía para asistirnos; son los ángeles de los hombres,
porque nosotros los volvemos a enviar para obtener su misericordia. Vienen a nosotros cargados con sus
dones, vuelven cargados con nuestros votos; descienden para conducirnos, suben para llevar a Dios
nuestros deseos y nuestras buenas obras (BOSUET, Sermón para la fiesta de los santos Angeles
Custodios, Lebarq, Oeuvres oratoires de Bossuet, tomo lll, Desclée de Brouwer,1927, pp. 95-97).

288 (El ángel custodio) vela sobre nosotros, incansable y cuidadoso (SAN BERNARDO, Serm. 11, sobre el
Salmo 90).
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289 Te pasmas porque tu Angel Custodio te ha hecho servicios patentes. Y no debías pasmarte: para eso le
colocó el Señor junto a ti (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 565).

290 Los hombres pueden desoir las inspiraciones que les dan invisiblemente los ángeles buenos,
iluminándolos para obrar el bien; pero queda intacto el libre albedrío: de ahí que el perderse los hombres no
se ha de atribuir a la negligencia de los ángeles, sino a la malicia de los hombres (SANTO TOMAS, Suma
Teológica 1, q. 113, a. I ad 2).

291 ¿Cuántos ángeles se podrá creer estarán encargados de ir agrupando a todos los hijos de Israel en
torno a quien los ama individualmente, y de congregar a los dispersos junto al Salvador de los que temen e
invocan, prestando un servicio mayor incluso que el de los apóstoles en orden al crecimiento y expansión de
la Iglesia, hasta el punto de que el mismo San Juan en el Apocalipsis llegue a decir que algunos ángeles
están al frente de las Iglesias? (ORIGENES, Trat. de la oración,10,3).

292 (Los ángeles) cuando vienen a desempeñar algún encargo entre nosotros, toman nombre del cargo
mismo que desempeñan. Asi pues, Miguel significa "quién como Dios", Gabriel "fortaleza de Dios" y, por
último, Rafael "medicina de Dios" (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los Evang. ).

Veneración, devoción y confianza con el Angel Custodio

293 A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Estas palabras deben inspirarte
una gran reverencia, deben infundirte una gran devoción y conferirte una gran confianza. Reverencia por la
presencia de los ángeles, devoción por su benevolencia, confianza por su custodia. Porque ellos están
presentes junto a ti, y lo están por tu bien. Están presentes para protegerte, lo están en beneficio tuyo Y,
aunque lo están porque Dios les ha dado esta orden, no por ello debemos dejar de estarles agradecidos,
pues cumplen con tanto amor esta orden y nos ayudan en nuestras necesidades, que son tan grandes (SAN
BERNARDO. Sermón 12, sobre el Salmo "Qui habitat").

294 Aunque somos menores de edad y aunque nos queda por recorrer un camino tan largo y tan peligroso,
nada debemos temer bajo la custodia de unos guardianes tan eximios. Ellos, los que nos guardan en
nuestros caminos, no pueden ser vencidos ni engañados, y menos aún pueden engañarnos. Son fieles, son
prudentes, son poderosos: ¿por qué espantarnos? Basta con que los sigamos, con que estemos unidos a
ellos, y viviremos así a la sombra del Omnipotente (SAN BERNARDO, Sermón 12, sobre el Salmo "Qui
habitat").

295 Esta protección es, en la práctica de la vida cristiana, una devoción que ocupa en el ánimo de quien
sabe profundizar en ella un puesto de especial honor y es motivo de dulzura y de ternura (JUAN XXIII, Aloc.
9-8-1961).

296 Ten confianza con tu Angel Custodio. Trátalo como un entrañable amigo y él sabrá hacerte mil servicios
en los asuntos ordinarios de cada día (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 562).

El Angel Custodio de cada uno, una muestra de la dignidad del hombre y del amor misericordioso del Señor

297 Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un
ángel destinado para su custodia (SAN JERÓNIMO, Coment. sobre S. Mateo,18,20).

298 A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Den gracias al Señor por su
misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. Den gracias y digan entre los gentiles: "El Señor
ha estado grande con ellos". Señor, ¿qué es el hombre para que le des importancia, para que te ocupes de
él? Porque te ocupas ciertamente de él, demuestras tu solicitud y tu interés para con él. Llegas hasta
enviarle tu Hijo único, le infundes tu Espíritu Incluso le prometes la visión de tu rostro. Y para que ninguno
de los seres celestiales deje de tomar parte en esta solicitud por nosotros, envias a los espiritus
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bienaventurados para que nos sirvan y nos ayuden, los constituyes nuestros guardianes, mandas que sean
nuestros ayos (SAN BERNARDO, Sermón 12, sobre el Salmo "Qui habitat").

Los Angeles Custodios estarán presentes en el juicio universal

299 Concurrirán también (al juicio universal) todos los ángeles, para dar testimonio ellos mismos del
ministerio que ejercieron por orden de Dios para la salvación de cada hombre (SAN JUAN CRISÓSTOMO,
en Catena Aurea, vol. lll, p. 238).

Ayuda de los Angeles Custodios en el apostolado

300 Gánate al Angel Custodio de aquel a quien quieras traer a tu apostolado. Es siempre un gran "cómplice"
(J. ESCRIVADE BALAGUER, Camino, n. 563).

301 Nuestro deseo es que aumente la devoción al Angel Custodio. Cada uno tiene el suyo y cada uno
puede conversar con los ángeles de sus semejantes (JUAN X XIII, Aloc. 9-8-1961).

302 Entre el ángel y nosotros hay algo permanente. Hay una mano que, incluso cuando dormimos, no suelta
la nuestra. . . Sobre la tierra en que nos encontramos, compartimos el pulso y el latido del corazón de este
hermano del cielo que habla con nuestro Padre (PAUL CLAUDEL, Presencia y profecía, en "Lecturas
cristianas para nuestro tiempo", Ed. Apostolado de la Prensa 1972).

Ayudas que nos presta el Angel Custodio en la oración

303 Aprovecha también considerar que ni el demonio, ni otra cosa, es poderosa para nos dañar, sin licencia
de Nuestro Señor. También aprovecha considerar que tenemos al Angel de nuestra Guarda a nuestro lado, y
en la oración mejor que en otra parte, porque allí existe él para nos ayudar y llevar nuestras oraciones al
cielo y defendernos del enemigo, que no nos puede hacer mal (SAN PEDRO DE ALC¡NTARA, Tratad. de la
oración y meditación,2,4, av. 5&deg;).

304 La evocación de los selectísimos espíritus que el cuidado solicito del Padre celestial colocó y pone junto
a cada uno de sus hijos, infunde alegría y ánimo. Pues los ángeles del Señor escudriñan nuestro interior y
¡ quisieran hacerlo digno de sus divinas complacencias! (JUAN XXIII, Aloc 9-81961).

305 Los elegidos interceden por los hombres, mientras los Angeles Custodios no sólo ruegan por los
hombres, sino que actúan alrededor de ellos. Si por parte de los bienaventurados se da una intercesión, por
parte de los ángeles hay una intercesión y una intervención directa: son al mismo tiempo abogados de los
hombres cerca de Dios y ministros de Dios cerca de los hombres (G. HUBER, Mi ángel marchará delante de
ti, Ed. Palabra, Madrid 1980,6. a ed. , p. 43).

306 Suelen los ángeles estar presentes a los que oran y deleitarse en los que ven levantar sus manos puras
en la oración, se alegran de ofrecer a Dios el holocausto de la devoción santa como incienso agradable al
cielo (SAN BERNARDO, Hom. sobre la Virgen Madre).

307 Los ángeles custodios, clamando, despiertan a quienes no velan (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III,
p. 218).

308Angeles que custodian la Sagrada Eucaristía De la misma manera que vemos cómo los ángeles se
encuentran rodeando el Cuerpo del Señor en el sepulcro, así debemos creer también que se encuentran
haciendo la corte en la Consagración (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 529).
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309 Gustosamente harían su oficio los Santos Angeles Custodios con aquella alma que les decía: "Angeles
Santos, yo os invoco, como la Esposa del Cantar de los Cantares, "ut nuntietis ei quia amore langueo"ópara
que le digáis que muero de Amor" (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 568).

Gratitud al Angel Custodio

310 Somos también deudores de nuestro ángel custodio, quien contempla siempre el rostro del Padre que
está en los cielos (ORIGENES, Trat. sobre la oración,28,3).APOSTOLADO

Citas de la Sagrada Escritura

1. La misión del cristiano.

Así como Tú me has enviado al mundo, así yo los he enviado también a ellos al mundo. Jn 17,18.

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. Mc 16,15.

Vosotros sois la sal de la tierra. Mt 5,13.

Vosotros sois la luz del mundo. Mt 5,14.

Quien a vosotros recibe, a mi me recibe; y quien a mi me recibe, recibe a Aquel que me ha enviado. Mt
10,40.

2. El cristiano ha de ser levadura en la masa.

Es semejante el reino de los cielos al fermento que coge una mujer y lo pone en tres medidas de harina
hasta que todo fermenta. Mt 13,33.

Un poco de levadura hace fermentar toda la masa. 1Co 5,6.

3. Unión con el Señor.

Al modo que el sarmiento no puede producir fruto, si no está unido con la vid, así tampoco vosotros si no
estáis unidos conmigo. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; quien está unido conmigo, y yo con él, ése da
mucho fruto, porque sin mi no podéis hacer nada. Jn 15,4-5.

4. Voluntad salvífica de Dios

Dios quiere que todos los hombres se salven y vengan al conocimiento de la verdad. 1Tm 2,4.

Yo he venido a echar fuego en la tierra, ¿y qué he de querer sino que se encienda? Lc 12,49.

5. Instrumentos del Señor

Yo planté, Apolo regó: pero es Dios quien da el incremento. 1Co 3,5-7.

6. Ejemplo de los Apóstoles

Los Apóstoles no cesaban de enseñar y anunciar el Evangelio por todas partes: Ac 5,42; 8,4.

7. No desanimarse ante las dificultades

Teniendo presente que vuestro trabajo no es vano en el Señor. 1Co 15,58.

Mis elegidos no trabajarán en vano. Is 65,23.

8. Responsabilidad

El que tiene la palabra de sabiduría, pero no quiere emplearla en provecho del prójimo, es lo mismo que
quien pone el dinero en una bolsa y la tiene siempre atada. Si 49,17.
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SELECCiÓN DE TEXTOS

El fin de todo apostolado es la salvación de las almas

311 La misión de la Iglesia tiene como fin la salvación de los hombres, la cual hay que conseguir con la fe
en Cristo y con su gracia. Por tanto, el apostolado de la Iglesia y de todos sus miembros se ordena en
primer lugar a manifestar al mundo con palabras y obras el mensaje en Cristo y a comunicar su gracia
(CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam actuositatem,6).

312 ¡A cuántos hombres es preciso llevar todavía a la fe! Cuántos hombres es preciso reconquistar para la
fe que han perdido, siendo a veces esto más difícil que la primera conversión a la fe. Sin embargo la Iglesia,
consciente de aquel gran don, del don de la Encarnación de Dios, no puede nunca detenerse, no puede
pararse jamás (JUAN PABLO II, Hom. 6-1-1979).

313 Y así me acaece, que cuando en las vidas de los santos leemos que convirtieron almas, mucha más
devoción me hace y más ternura y más envidia, que todos los martirios que padecen (por ser ésta la
inclinación que Nuestro Señor me ha dado), pareciéndome que precia más un alma que por nuestra
industria y oración le ganásemos mediante su misericordia, que todos los servicios que le podemos hacer
(SANTA TERESA, Fundaciones,1,7).

314 También puede ocurrir que no tenga pan que dar de limosna al indigente; pero quien tiene lengua, tiene
algo más que poder dar, pues alimentar con el sustento de la palabra el alma, que ha de vivir para siempre,
es más que saciar con pan terreno el estómago del cuerpo, que ha demorir (SAN GREGORO MAGNO,
Hom. 6 sobre los Evang. ).

"De la abundancia del corazón habla la boca". Necesidad de tratar a Dios, para hablar de El

315 Antes de permitir a la lengua que hable, el apóstol debe elevar a Dios su alma sedienta, con el fin de
dar lo que hubiere bebido y esparcir aquello de que la haya llenado (SAN AGUSTIN, Sobre la doctrina
cristiana,1,4).

316 Para que aprenda el hombre a amar a su prójimo como a si mismo, debe antes aprender a amar a Dios
como a si mismo (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 118).

317 Cristo, enviado por el Padre, es la fuente y origen de todo apostolado de la Iglesia. Es, por ello, evidente
que la fecundidad del apostolado seglar depende de la unión vital de los seglares con Cristo. Lo afirma el
Señor: El que permanece en mi y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mi no podéis hacer nada (Jn
15,5) (CONC. VAT. Il, Decr. Apostolicam actuositatem,4).

318 Recibe de Cristo, para que puedas hablar a los demás. Acoge en ti el agua de Cristo [. . . ]. Llena, pues,
de esta agua tu interior, para que la tierra de tu corazón quede humedecida y regada por sus propias
fuentes (SAN AMBROSIO, Carta 2,1-2).

319 Y pienso, efectivamente, que corren un serio peligro de descaminarse aquellos que se lanzan a la
acciónó¡al activismo!ó, y prescinden de la oración, del sacrificio y de los medios indispensables para
conseguir una sólida piedad: la frecuencia de Sacramentos, la meditación, el examen de conciencia, la
lectura espiritual, el trato asiduo con la Virgen Santísima y con los Angeles custodios. . . Todo esto
contribuye además, con eficacia insustituible, a que sea tan amable la jornada del cristiano, porque de su
riqueza interior fluyen la dulcedumbre y la felicidad de Dios, como la miel del panal (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,1 8).
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320 Lo que admiran mucho los hombres lo divulgan luego, porque de la abundancia del corazón habla la
boca (Mt 12) (SANTO TOMAS, en Catena Aurea, vol. IV, p. 37).

321 Sin una vida interior sólida, sin una auténtica unión con Jesucristo, sin piedad verdadera, no se puede
ser apóstol. Para restaurar todas las cosas en Cristo por medio del apostolado es menester la gracia divina,
y el apóstol no la recibe si no está unido a Cristo. Todos los que participan del apostolado deben, por tanto,
poseer la verdadera piedad (SAN PIO X, Carta, I 1-ó-1909).

322 (El Bautista) [. . . ] escuchaba en su interior la voz de la verdad para manifestar al exterior lo que oía
(SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre los Evang. ).

323 Empieza por tener paz en ti mismo, y así podrás dar paz a los demás (SAN AMBROSIO, en Catena
Aurea, vol. 1p 254).

324 "Nonne cor nostrum ardeos erat in nobis, dum loqueretur in via?"ó¿Acaso nuestro corazón no ardía en
nosotros cuando nos hablaba en el camino?Estas palabras de los discípulos de Emaús debían salir
espontáneas, si eres apóstol, de labios de tus compañeros de profesión, después de encontrarte a ti en el
camino de su vida (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 917).

La vocación cristiana es, por su misma naturaleza, vocación al apostalado

325 La virtud de esta luz (la vocación cristiana) no está sólo en brillar, sino también en conducir a quienes la
sigan (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,1 5).

326 Todos los fieles, desde el Papa al último bautizado, participan de la misma vocación, de la misma fe, del
mismo Espíritu, de la misma gracia. . . Todos participan activa y corresponsablementeódentro de la
necesaria pluralidad de ministerios en la única misión de Cristo y de la Iglesia (A. DEL PORTILLO, Fieles y
laicos en la Iglesia, p. 38).

327 La vocación cristiana es, por su misma naturaleza, vocación también al apostolado (CONC. VAT. II,
Decr. Apostolicam actuositatem,2).

328 Considerando que Cristo es la luz verdadera sin mezcla posible de error alguno, nos damos cuenta de
que también nuestra vida ha de estar iluminada con los rayos de la luz verdadera. Los rayos del sol de la
justicia son las virtudes que de él emanan para iluminarnos [. . . ] y, obrando en todo a plena luz, nos
convirtamos también nosotros en luz y, según es propio de la luz, iluminemos a los demás con nuestras
obras (SAN GREGORIO DE NISA, Trat. sobre la ejemplaridad del cristiano).

329 [. . . ] y si os dirigís a Dios procurad no ir solos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 4 sobre los Evang. ).

330 La Iglesia ha nacido con este fin: propagar el reino de Cristo en toda la tierra para gloria de Dios Padre,
y hacer así a todos los hombres participes de la redención salvadora, y por medio de ellos ordenar
realmente todo el universo hacia Cristo. Toda la actividad del Cuerpo místico, dirigida a este fin, recibe el
nombre de apostolado, el cual la Iglesia lo ejerce por obra de todos sus miembros, aunque de diversas
maneras (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam actuositatem,2).

331 El deber y el derecho del seglar al apostolado deriva de su misma unión con Cristo Cabeza. Insertos
por el bautismo en el Cuerpo místico de Cristo, robustecidos por la confirmación en la fortaleza del Espíritu
Santo, es el mismo Señor el que los destina al apostolado (CONC. VAT. Il, Decr. Apostolicam
actuositatem,3).
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Necesidad absoluta de contar con el Señor en cualquier obra de apostolado. Es Dios quien transforma las
almas

332 La Iglesia se compara a una gran recolección que necesita obreros, pero obreros que trabajen. No hay
cosa más conforme con el Evangelio que acumular, de una parte, luces y fuerzas para el alma en la oración,
en la lectura y en la soledad, e inmediatamente hacer participar a los hombres de este alimento espiritual.
Es hacer como hizo nuestro Señor y luego los apóstoles; es juntar el oficio de Marta al de María (SAN
VICENTE DE PAUL, Entretiens spirituels aux Missionaires, Ed. du Senil,1960, pp. 905-907).

333 Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. El Señor es quien construye la casa
[. . . ]. Muchos son los que trabajan en la construcción, pero si El no construye, en vano se cansan los
albañiles. ¿Quiénes son los que trabajan en esta construcción? Todos los que predican la palabra de Dios
en la Iglesia, los dispensadores de los misterios de Dios Todos nos esforzamos, todos trabajamos, todos
construimos ahora; y también antes de nosotros se esforzaron, trabajaron, construyeron otros; pero si el
Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles (SAN ACUSTIN, Coment sobre el Salmo 126).

334 ¿De dónde sacaba San Pablo esta fuerza? Omnia possum in eo qui me confortat! (Fil 4,13), todo lo
puedo, porque sólo Dios me da esta fe, esta esperanza, esta caridad. Me resulta muy difícil creer en la
eficacia sobrenatural de un apostolado que no esté apoyado, centrado sólidamente, en una vida de continuo
trato con el Señor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,271).

335 [. . . ] no creamos nosotros esa luz: únicamente la reflejamos. No somos nosotros los que salvamos las
almas, empujándolas a obrar el bien: somos tan sólo un instrumento, más o menos digno, para los designios
salvadores de Dios. Si alguna vez pensásemos que el bien que hacemos es obra nuestra, volvería la
soberbia, aún más retorcida; la sal perderia el sabor, la levadura se pudriria, la luz se convertiria en tinieblas
(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,250).

336 Podemos amonestar con el sonido de nuestra voz, pero si dentro no está el que enseña, va no es
nuestro sonido [. . . 1. Os hable El, pues, interiormente, ya que ningún hombre está allí de maestro (SAN
AGUSTIN, Coment. sobre la l. a Epístola de S. Juan).

337 Nosotros os hablamos desde el exterior, pero es El quien edifica desde dentro [. . . ]. Es El quien edifica,
quien amonesta, quien amedrenta, quien abre el entendimiento, quien os conduce a la fe; aunque nosotros
cooperamos también con nuestro esfuerzo (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 126).

El cristiano es sal de la tierra y luz del mundo

338 La palabra de Dios es luz para el entendimiento, fuego para la voluntad, para que el hombre pueda
conocer y amar a Dios; y para el hombre interior, el que vive por la gracia del Espíritu Santo, es pan y agua,
pero un pan más dulce que la miel y el panal, un agua mejor que el vino y la leche; es para el alma un
tesoro espiritual de méritos, y por esto es comparada al oro y a la piedra preciosa; es como un martillo que
doblega la dureza del corazón obstinado en el vicio, y como una espada que da muerte a todo pecado, en
nuestra lucha contra la carne, el mundo y el demonio (SAN LORENZO DE BRINDISI, Sermón cuaresmal).

339 Procurad una limpieza de espiritu siempre en aumento. Nada agrada tanto a Dios como la conversión y
salvación del hombre [. . . ]; sed como lumbreras en medio del mundo, como una fuerza llena de vida para
los demás hombres (SAN GREGORIO NACIANCENO, Disertación 39).

340 La antorcha encendida significa que no debemos permitir que nadie viva en las tinieblas de la
ignorancia (SAN CIRILO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 101).

341 (Tened en vuestras manos antorchas encendidas. . . ), a saber: la penetración del espiritu que nos
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ilumina brillando en nuestra alma, y la doctrina con la cual iluminamos a los demás (TEOFILATO, en Catena
Aurea, vol. VI, p. 100).

342 Vosotros sois la sal de la tierra. Es como si les dijera: "El mensaje que se os comunica no va destinado
a vosotros solos, sino que habéis de transmitirlo a todo el mundo. Porque no os envio a dos ciudades, ni a
diez, ni a veinte; ni tan siquiera os envio a toda una nación, como en otro tiempo a los profetas, sino a la
tierra, al mar y a todo el mundo, y a un mundo, por cierto, muy mal dispuesto>. Porque al decir: Vosotros
sois la sal de la tierra, enseña que los hombres han perdido su sabor y están corrompidos por el pecado.
Por ello exige sobre todo de sus discípulos aquellas virtudes que son más necesarias y útiles para el
cuidado de los demás (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre San Mateo,15,6).

343 Es propio de la luz el iluminar en cualquier parte en que se encuentre [. . . ]. De la misma manera, el
mundo, sin el conocimiento de Dios, estaba sumido en las tinieblas de la ignorancia, pero por medio de los
Apóstoles se le comunicó la luz de la verdadera ciencia, y el conocimiento de Dios brilla. Y por cualquier
parte que caminen, de su pobre humanidad brota la luz que disipa las tinieblas (SAN H1LARIO, en Catena
Aurea, vol. 1p 263).

En el apostolado no se debe buscar el propio interés, ni la alabanza, ni el agradecimiento, ni ventaja alguna


personal

344 Yo tengo plena conciencia de que es a Ti, Dios Padre omnipotente, a quien debo ofrecer la obra
principal de mi vida, de tal suerte que todas mis palabras y pensamientos hablen de Ti. Y el mejor premio
que puede reportarme esta facultad de hablar que Tú me has concedido, es el de servirte predicándote a Ti
y demostrando al mundo que lo ignora, o a los herejes que lo niegan, lo que Tú eres en realidad: Padre
[. . . ](SAN HILARIO, Trat. sobre la Santísima Trinidad, I ,3738).

345 Examine cada uno lo que hace, y vea si trabaja ya en la viña del sembrador. Porque el que en esta vida
procura el propio interés no ha entrado todavía en la viña del Señor. Pues para el Señor trabajan quienes
buscan no su propia ganancia, sino la del Señor [. . . ]; los que se desvelan por ganar almas y se dan prisa
por llevar a otros a la viña (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 19 sobre los Evang. ).

346 (No podemos ser como aquellos que) se avergüenzan de tratar argumentos sencillos y fáciles para que
no parezca que no saben tratar argumentos más sublimes (GiLsERTo ABAD, Sermón 7 sobre et Cantar de
los Cantares). Pone la luz bajo el celemín todo aquel que oscurece y cu- 347 bre la luz de la buena doctrina
con ventajas de orden temporal (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,1,17).

348 Aquellas palabras de Cristo: ¿Me amas? Apacienta mis ovejas, equivalen a decir: "Si me amas, piensa
que no te apacientas a ti mismo, sino a mis ovejas; apaciéntalas como mías, no como tuyas; busca en ellas
mi gloria, no la tuya; mi dominio, no el tuyo; mi ganancia, no la tuya; no participes del sentir de aquellos que
pertenecen a los tiempos peligrosos, los que se aman a sí mismos y a todo lo demás que dimana de este
mal principio". Por tanto, los que apacientan las ovejas de Cristo no han de ser amadores de sí mismos, y
así las apacentarán no como propias, sino como pertenecientes a Cristo. El peor mal que es necesario
evitar en los que apacientan las ovejas de Cristo es el buscar sus propios intereses y no los de Jesucristo,
destinando a su propia utilidad a aquellos por quienes ha sido derramada la sangre de Cristo (SAN
AGUSTíN, Trat. Evang. S. Juan,123,5).

349 ¡Anunciad la Palabra con toda claridad, indiferentes al aplauso o al rechazo! En definitiva, no somos
nosotros quienes promovemos el éxito o el fracaso del Evangelio, sino el Espíritu de Dios. Los creyentes y
los no creyentes tienen derecho a escuchar inequívocamente el auténtico anuncio de la Iglesia. Anunciad la
Palabra con todo el amor del Buen Pastor, que se da, que busca, que comprende (JUAN PABLO II, A /a
Conf. Episcopal alemana,17-11-1980).

Todo apostolado tiene su origen y su fuerza en la caridad La caridad es "como el alma de todo apostolado"
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350 Todo ejercicio de apostolado tiene su origen y su fuerza en la caridad (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam
actuositatem,8).

351 El principal apostolado que los cristianos hemos de realizar en el mundo, el mejor testimonio de fe, es
contribuir a que dentro de la Iglesia se respire el clima de la auténtica caridad (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Amigos de Dios,226).

352 Tú, por tanto, que deseas ser útil a las almas del prójimo, primero acude a Dios de todo corazón y
pídele simplemente esto: que se digna infundir en ti aquella caridad que es el compendio de todas las
virtudes, ya que ella te hará alcanzar lo que deseas (SAN VICENTE FERRER, Trat. de la vida espiritual,13).

353 Son los sacramentos, y sobre todo la Eucaristía, los que comunican y alimentan en los fieles la caridad
que es como el alma de todo apostolado (CONC. VAT. 11, Decr. Apostolicam actuositatem,3).

354 Orad sin interrupción (1Th 5,17) por los demás hombres. Hay en ellos esperanza de conversión, una
conversión que les conducirá a Dios Volveos hacia ellos, para que, por medio de vuestras obras, se hagan
discípulos vuestros. Ante su cólera estad llenos de dulzura. Ante su jactancia tened sentimientos de
humildad. Ante sus blasfemias, estad en oración. Ante sus errores, permaneced firmes en la fe (Col 1,23).
Ante sus violencias, sed pacificos, sin imitarlos (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Efesios).

"Ya no habría ningún pagano, si nos comportáramos como verdaderos cristianos". Ejemplaridad y eficacia
apostólica

355 La luz debe estar bien alta para que ilumine a los demás; no debajo del celemín, es decir, de la gula, ni
debajo de la cama, o del ocio, porque nadie que se entregue a la gula y al ocio puede ser luz para los
demás (TEÓFILO, en Catena Aurea, vol. IV, p. 1023.

356 En vano se esfuerza en propagar la doctrina cristiana quien la contradice con sus obras (SAN
ANTONIO DE PADUA, Sermón 1,226).

357 Cualquiera que se encuentre fiel y prudente, presida la familla del Señor para darle la medida de trigo
en todo tiempo, ya por medio de la predicación con la que el alma se alimenta, ya por medio del buen
ejemplo, por el que la vida se endereza (TEÓFILO, en Catena A urea, vol. Vl, p. 109).

358 No os apenéis ni os llenéis de abatimiento. También los Apóstoles eran para unos olor de muerte, y
para otros olor de vida. No demos nosotros motivo alguno a la maledicencia y estaremos libres de toda
culpa, o, para decirlo mejor, mayor aún será nuestro gozo ante esas falsas acusaciones. Brille, pues, el
ejemplo de nuestra vida, y no hagamos ningún caso de las criticas. No es posible que quien de verdad se
empeñe por ser santo deje de tener muchos que no le quieran. Pero eso no importa, pues hasta con tal
motivo aumenta la corona de su gloria. Por eso, a una sola cosa hemos de atender: a ordenar con
perfección nuestra propia conducta. Si hacemos esto, conduciremos a una vida cristiana a los que anden en
tinieblas (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,15).

359 Hijo de hambre, te he puesto como atalaya en la casa de Israel. Fijémonos cómo el Señor compara sus
predicadores a una atalaya. La atalaya está siempre en un lugar alto para ver desde lejos todo lo que se
acerca. Y todo aquel que es puesto como atalaya del pueblo de Dios debe, por su conducta, estar siempre
en alto, a fin de preverlo todo y ayudar así a los que tiene bajo su custodia (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. sobre Ezequiel).

360 Cristo nos ha dejado en la tierra para que seamos faros que iluminen, doctores que enseñen; para que
cumplamos nuestro deber de levadura; para que nos comportemos como ángeles, como anunciadores entre
los hombres; para que seamos adultos entre los menores, hombres espirituales entre los carnales, a fin de
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ganarlos; que seamos simiente y demos numerosos frutos. Ni siquiera sería necesario exponer la doctrina si
nuestra vida fuese tan radiante, ni sería necesario recurrir a las palabras si nuestras obras dieran tal
testimonio. Ya no habría ningún pagano, si nos comportáramos como verdaderos cristianos (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. 10 sobre la l. a Epist. a Timoteo).

361 La manera de enseñar algo con autoridad es practicarlo antes de enseñarlo, ya que la enseñanza
pierde toda garantía cuando la conciencia contradice las palabras (SAN GREGORIO MAGNO,
Moralia,23,23-24).

362 Quien tiene la misión de decir cosas grandes, está igualmente obligado a practicarlas (SAN
GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 101).

363 Nosotros tenemos las antorchas encendidas en nuestras manos cuando, con las buenas obras, damos
a nuestros prójimos buenos ejemplos. (S. GREGORIO, MAGNO, en Catena Aurea, vol. VI, p. lO1).

Aprovechar todas las circunstancias y oportunidades para dar a conocer a Cristo

364 Queremos recordar a toda la Iglesia que la evangelización sigue siendo su principal deber. . . Animada
por la fe, alimentada por la caridad y sostenida por el alimento celestial de la Eucaristía, la Iglesia debe
estudiar todos los caminos, procurarse todos los medios, oportuna e inoportunamente (2Tm 4,2), para
sembrar la palabra, proclamar el mensaje, anunciar la salvación que infunde en el alma la inquietud de la
búsqueda de la verdad y la sostiene con la ayuda de lo alto en esta búsqueda. Si todos los hijos de la Iglesia
fueran misioneros incansables del Evangelio brotaría una nueva floración de santidad y de renovación en
este mundo sediento de amor y de verdad (JUAN PABLO 1, Primer mensaje,27-Vlll-1978)

365 Id, pues, a las salidas de los caminos, y a cuantos encontréis, llamadlos a las bodas. Son caminos
también todos los conocimientos humanos, como los de la filosofía, los de la milicia, y otros por el estilo.
Dijo, pues: Id a las salidas de los cam¿nos, para que llamen a la fe a todos los hombres, cualquiera que sea
su condición (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 63).

366 Pablo [. . . ] hasta una inscripción vista al azar la convierte en argumento de la fe; porque había
aprendido del verdadero David a arrancar la espada de manos de los enemigos, y a cortar la cabeza del
soberbio Goliat con su propio puñal (SAN JERÓNIMO, Carta a los Magnesios).

367 Los publicanos se aproximaron a nuestro Redentor, no sólo para hablarle, sino para comer con El;
porque no solamente corregía Jesús a quienes estaban mal dispuestos con argumentos y con obras o
reprensiones, sino asistiendo a las comidas; para que aprendamos con este proceder que en cualquier
tiempo y de cualquier manera podemos sacar utilidad (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 11,
p. 13).

368 Quienes viajan por motivo de obras internacionales, de negocios o de descanso, no olviden que son en
todas partes heraldos itinerantes de Cristo y que deben portarse como tales con sinceridad (CONC. VAT. II,
Decret. Apostolicam actuositatem,14).

369 No puedes decir que te es imposible atraer a los demás. Si eres verdadero cristiano, es imposible que
esto no suceda. Si es cierto que no hay contradicción en la naturaleza, es también verdad lo que nosotros
afirmamos, pues esto se desprende de la misma naturaleza del cristiano Si afirmas que un cristiano no
puede ser útil, deshonras a Dios y le calificas de mendaz. Le resulta más fácil a la luz convertirse en
tinieblas que al cristiano no irradiar. No declares una cosa imposible cuando es precisamente su contrario lo
que es imposible (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 20 sobre los Hechos de los Agósteles).

370 Son innumerables las ocasiones que tienen los seglares para ejercitar el apostolado de la
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evangelización y de la santificación. El mismo testimonio de la vida cristiana y las obras buenas realizadas
con espíritu sobrenatural tienen eficacia para atraer a los hombres hacia la fe y hacia Dios (CONC. VAT. II,
Decr. Apostolicam actuositatem,6. AA )

Apostolado "en medio del mundo". Valor ejemplar y apostalico del trabajo y de las obligaciones sociales, etc.

371 Cada cristiano debe hacer presente a Cristo entre los hombres; debe obrar de tal manera que quienes
le traten perciban el bonus odor Christi (cfr. 2Co 2,15), el buen olor de Cristo; debe actuar de modo que, a
través de las acciones del discípulo, pueda descubrirse el rostro del Maestro (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Es Cristo que pasa,105).

372 El trabajo profesional es también apostolado, ocasión de entrega a los demás hombres, para revelarles
a Cristo y llevarles hacia Dios Padre, consecuencia de la caridad que el Espíritu Santo derrama en las almas
(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,49).

373 Hemos de evitar el error de considerar que el apostolado se reduce al testimonio de unas prácticas
piadosas. Tú y yo somos cristianos, pero a la vez, y sin solución de continuidad, ciudadanos y trabajadores,
con unas obligaciones claras que hemos de cumplir de un modo ejemplar, si de veras queremos
santificarnos (J ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,61)

El apostolado es un gozoso deber de todos los cristianos

374 Este apostolado, sin embargo, no consiste sólo en el testimonio de vida. El verdadero apóstol busca
ocasiones para anunciar a Cristo con la palabra, ya a los no creyentes, para llevarlos a la fe; ya a los fieles,
para instruirlos, confirmarlos y estimularlos a mayor fervor de vida; porque la caridad de Cristo nos constriñe
(2Co 5,14) En el corazón de todos deben resonar aquellas palabras del Apóstol: ¡Ay de misi no
evangelizare! (1Co 9,16) (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam actuositatem,6).

375 Debe (el cristiano) [. . . ] participar en el designio divino de la salvación. Debe marchar hacia la
salvación y ayudar a los demás a fin de que se salven. Ayudando a los demás se salva a si mismo (JUAN
PABLO II, Sobre la Prudencia,2510-78).

376 Resucítame (le pedía San Agustín al Señor) para que tu doctrina se extienda por mi al mundo entero
(SAN AGUSTiN, Trat. sobre Evang. de San Juan,105,1).

377 ¿Quién es el que lleva la Buena Noticia sino el coro de los que proclaman el Evangelio? ¿Qué significa
llevar la Buena Noticia? Predicar a todos los hombres [. . . ] la venida de Cristo a la tierra (SAN EUSEBIO
DE CESAREA, Coment. sobre Isaías).

378 A todos los cristianos se impone la gloriosa tarea de trabajar para que el mensaje divino de la salvación
sea conocido y aceptado en todas partes por todos los hombres (CONC. VAT 11, Decr. Apostolicam
actuositatem,3).

Cristo murió y resucitó por todos los hombres. Sentido universal del apostolado

379 El ha venido a la tierra para redimir a todo el mundo, porque quiere que los hombres se salven (ITm
2,4). No hay alma que no interese a Cristo. Cada una de ellas le ha costado el precio de su Sangre (cfr. 1P
1,18-19) (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,256).

380 El cristianismo posee el gran don de enjugar y curar la única herida profunda de la naturaleza humana,
y esto vale más para su éxito que toda una enciclopedia de conocimientos científicos y toda una biblioteca
de controversias; por eso el cristianismo ha de durar mientras dure la naturaleza humana El es una verdad
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viviente que no puede envejecer jamás (CARD J. H. NEWMAN, El sentido religioso, p. 417)

381 No podré descansar hasta el fin del mundo, mientras haya almas que salvar. Pero cuando diga el ángel:
Ya ha pasado el tiempo, entonces podré descansar, y podré gozar, porque el número de los elegidos habrá
quedado completo (SANTA TERESA DE LISIEUX, Novissima verba).

382 ¿Te acuerdas?óHacíamos tú y yo nuestra oración, cuando caía la tarde. Cerca se escuchaba el rumor
del agua. Y, en la quietud de la ciudad castellana, oíamos también voces distintas que hablaban en cien
lenguas, gritándonos angustiosamente que aún no conocen a Cristo. Besaste el Crucifijo, sin recatarte, y le
pediste ser apóstol de apóstoles (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 811).

383 (La doctrina de Cristo) se ha de extender por la tierra y el mar, sin más limites que el mundo mismo
(SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre San Mateo,15).

384 Toda solicitud y todo trabajo son poco en comparación con el interés de una sola alma. El que devuelve
una oveja errante al redil se ha asegurado un abogado poderoso ante Dios (SANTO TOMÁS DE
VILLANUEVA, Serm. del Domingo in Albis,1. c. , pp. 900-901).

385 Dondequiera que haya hombres carentes de alimento, vestido, vivienda, medicinas, trabajo, instrucción,
medios necesarios para llevar una vida verdaderamente humana, o afligidos por la desgracia o por la falta
de salud, o sufriendo el destierro o la cárcel, allí debe buscarlos y encontrarlos la caridad cristiana,
consolarlos con diligente cuidado y ayudarlos con la prestación de auxilios Esta obligación se impone ante
todo a los hombres y a los pueblos que viven en la prosperidad (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam
actuositatem,8).

386 El mismo Jesucristo, que conocía la malicia de los fariseos, condescendió con ellos para ganarlos, a
semejanza de los buenos médicos, que prodigan más remedios a los enfermos más graves (SAN CIRILO,
en Catena Aurea, vol. VI, p. 46).

Cada cristiano ha de ser levadura que transforme a quienes le rodean

387 Sed profundamente amigos de Jesús y llevad a la familia, a la escuela, al barrio, el ejemplo de vuestra
vida cristiana, limpia y alegre. Sed siempre jóvenes cristianos, verdaderos testigos de la doctrina de Cristo
Más aún, sed portadores de Cristo en esta sociedad perturbada, hoy más que nunca necesitada de El.
Anunciad a todos con vuestra vida que sólo Cristo es la verdadera salvación de la humanidad (JUAN
PABEO II, Hom. 3-XII-1978).

388 Porque también a nosotros, creyentes suyos, nos ha mezclado con la muchedumbre para que hagamos
a los demás partícipes de nuestra fe. Que nadie eche la culpa al corto número; porque tan grande es la
fuerza de la predicación evangélica, que lo que una vez ha fermentado se convierte en levadura para los
demás (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,46).

389 La levadura hace fermentar la masa cuando está cerca de la harina, o mejor, mezclada con ella, pues la
mujer no sólo puso la levadura, sino que además la escondió entre la masa. Del mismo modo tenéis que
hacer vosotros, cuando estéis mezclados, identificados con la gente. , como la levadura que está escondida,
pero no desaparece, sino que poco a poco va transformando toda la masa en su propia calidad (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,46).

Cuanto mayor es el mal, mayor la necesidad de hacer el bien

390 Cuando la perversidad de los malos va cada vez en aumenta, lejos de disminuir la predicación, se debe
aumentar cada vez más. El Señor nos lo aconseja con su ejemplo, el cual, después de haber oído decir de
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si que tenia el demonio, distribuyó más copiosamente los beneficios de su predicación (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 18 sobre los Evang. ).

Somos "instrumentos de Dios"

391 El Espíritu Santo se sirve de la palabra del hombre como de un instrumento. Pero es El el que
interiormente perfecciona la obra (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 177, a. 1).

392 Preparad el camino del Señor, y enderezad sus sendas. Todo aquel que predica una fe recta y las
buenas obras, ¿qué otra cosa hace sino preparar el camino del Señor que viene al corazón de los oyentes,
para que penetre en él la fuerza de la gracia, para que le ilustre la luz de la verdad, para que haga rectas las
sendas que conducen a Dios. . . ? (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre los Evang. ).

393 La virtud y la bondad de un enviado, consisten en que no diga nada de sí propio (SAN JUAN
CRiSÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. V, p. 27).

394 La formación para el apostolado supone una completa formación humana, acomodada al carácter y
cualidades de cada uno. Porque el seglar, conociendo bien el mundo contemporáneo, debe ser miembro
bien adaptado a la sociedad y a la cultura de su tiempo (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam actuositatem,29).

395 Cuando el Señor quiere para sí un alma, tienen poca fuerza las criaturas para estorbarlo (SANTA
TERESA, Fundaciones,10,8).

396 Los más pequeños, los más débiles entre los hombres, eran los discípulos del Señor; pero como había
en ellos una eficacia divina grandiosa, esa fuerza se desplegó y se difundió por todo el mundo Con esto
quiso dar el Señor una prueba de su grandeza (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo 46).

397 Confiamos, pues, que tú harás progresar nuestro tímido esfuerzo inicial y que, a medida que vayamos
progresando, lo afianzarás, y que nos llamarás a compartir el espíritu de los profetas y apóstoles; de este
modo, entenderemos sus palabras en el mismo sentido en que ellos las pronunciaron y penetraremos en el
verdadero significado de su mensaje (SAN HILARIO, Trat. Stma. Trinidad,1,37-38).

398 El Espíritu Santo, que habita en los que están bien dispuestos, les inspira como buen doctor lo que
deben decir (SAN CIRILO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 77).

Amistad y apostolado. Por nuestra fe, el Señor puede sanar a nuestros amigos

399 Conviene que Dios haga la voluntad del hombre respecto a la salvación de otro en proporción a su
amistad (SANTO ToMAS, Suma Teológica,1-2, q 114, a. 6).

400 Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico:Hijo, tus pecados te son perdonados (Mc 2,
lss. ). Es de notar que no dijo la fe del paralítico, sino la de los que le llevaban: a veces ocurre que alguno
sana por la fe de otro (SAN JUAN CRISOSTOMO, en CatenaAurea, vol. IV, p. 51).

401 Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados (Mc 2,
lss). Es digno de consideración cuánto debe valer para Dios la fe propia de cada uno, cuando vale tanto la
ajena, que por ella se levanta un hombre curado de repente interior y exteriormente, y por el mérito de unos
se perdonan a otros sus pecados (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 51).

"Las almas son de Dios"


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402 Los demás discípulos vinieron en la barca, tirando de la red llena de peces, pues no estaban lejos de
tierra, sino como a unos doscientos codos (Jn 21,8). Enseguida ponen la pesca a los pies del Señor, porque
es suya. Para que aprendamos que las almas son de Dios, que nadie en esta tierra puede atribuirse esa
propiedad, que el apostolado de la Iglesiaósu anuncio y su realidad de salvaciónóno se basa en el prestigio
de unas personas, sino en la gracia divina (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,267).

Apostolado personal del sacerdote

403 [. . . ] el sacerdote no daria a Dios el culto debido si se quedase encerrado en el templo, si su actividad
se limitara a las solas funciones rituales, si esperase que el pueblo viniera a buscarlo en la soledad
progresiva de su aislamiento. Y esto es cierto hoy de modo particular, porque hoy es más que nunca
necesario, en la edificación de la Iglesia, la presencia misional del sacerdote entre los hombres. Hombres
que pertenecen a una sociedad empapada de materialismo y por eso, con frecuencia insatisfechos,
descorazonados, tristes, a quienes es necesario acercarse como Jesús se acercó en el camino de Emaús,
como compañero de viaje, para hacerse escuchar fácilmente, para hacerse comprender, para traducir a su
lenguaje la Palabra de siempre, tantas veces repetida; para reavivar, finalmente, su fe y su alegría con la
fracción del pan (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, pp. 58-59).

Apostolado especialmente en la propia familia

404 Vuestro primer deber y vuestro mayor privilegio como padres es el de transmitir a vuestros hijos la fe
que vosotros recibisteis de vuestros padres. El hogar debería ser la primera escuela de oración (JUAN
PABLO II, Hom. l-X-1979).

405 Los esposos cristianos son para sí mismos, para sus hijos y demás familiares, cooperadores de la
gracia y testigos de la fe. Son para sus hijos los primeros predicadores y educadores de la fe; los forman
con su palabra y ejemplo para la vida cristiana y apostólica, les ayudan prudentemente a elegir su vocación
y fomentan con todo esmero la vocación sagrada cuando la descubren en los hijos (CONC. VAT. II, Decr.
Apostalicam actuositatam,11).

406 Siempre fue deber de los esposos, pero hoy constituye la parte más importante de su apostolado,
manifestar y demostrar con su vida la indisolubilidad y santidad del vínculo matrimonial; afirmar con valentía
el derecho y la obligación que los padres y los tutores tienen de educar cristianamente a la prole; y defender
la dignidad y la legítima autonomía de la familia. Cooperen, por tanto, los esposos y los demás cristianos
con los hombres de buena voluntad para que se conserven incólumes estos derechos en la legislación civil
[. . . ] (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam actuositatam,11).

También los niños poseen su propia capacidad apostólica

407 También los niños tienen su propia actividad apostólica. Según su capacidad, son testigos vivientes de
Cristo entre sus compañeros (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam actuositatem,12).

Medios en el apostolado

408 Aquel pobre apóstol que no tenía nada que dar al que le pedía limosna, distribuyó tan abundantemente
la gracia de Dios que dio no sólo el vigor a las piernas del cojo, sino también la salud del alma a aquella
ingente multitud de creyentes, a los cuales había encontrado sin fuerzas y que ahora podían ya andar
ligeros siguiendo a Cristo (SAN LEÓN MAGNO, Sermón sobre las Bienaventuranzas).

409 Recuerden todos que con el culto público y con la oración, con la penitencia y la libre aceptación de los
trabajos y desgracias de la vida, con la que se asemejan a Cristo paciente (cfr. 2Co 4,10 Col 1,24) pueden
llegarse a todos los hombres y ayudar a la salvación del mundo entero (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam
actuositatem,16). Omisiones y excusas en el apostolado Ver también OMISIONES.
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410 Nada hay más frío que un cristiano despreocupado de la salvación ajena. No puedes aducir tu pobreza
como pretexto. La que dio sus monedas te acusará. El mismo Pedro dijo: No tengo oro ni plata (Ac 3,6). Y
Pablo era tan pobre que muchas veces padecía hambre y carecía de lo necesario para vivir. Tú no puedes
pretextar tu humilde origen: ellos eran también personas humildes, de modesta condición. Ni la ignorancia te
servirá de excusa: ellos eran todos hombres sin letras. Seas esclavo o fugitivo, puedes cumplir lo que de ti
depende. Tal fue Onésimo, y mira cuál fue su vocación. . . No aduzcas la enfermedad como pretexto,
Timoteo estaba sometido a frecuentes achaques [. . ]. Cada uno puede ser útil a su prójimo, si quiere hacer
lo que puede (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 20 sobre los Hechos de los Apóstoles).

411 Así como el hablar indiscreto lleva al error, así el silencio imprudente deja en su error a quienes
pudieran haber sido adoctrinados (SAN GREGORIO MAGNO, Regla pastoral, p. 2, cap. 4).

412 La mies es mucha, pero los operarios son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que enve
trabajadores a su mies. Por tanto, para una mies abundante son pocos los trabajadores; al escuchar esto no
podemos dejar de sentir una gran tristeza, porque hay que reconocer que, si bien hay personas que desean
escuchar cosas buenas, faltan, en cambio, quienes se dediquen a anunciarlas (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 17 sobra los Evang. ).

El apostolado, una muestra clara de amor a Dios

413 Hijo mío: si amas tu apostolado, está seguro de que amas a Dios (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Camino, n. 922).

El apostolado, "coraza" contra muchas tentaciones

414 El día que "sientas" bien tu apostolado, ese apostolad rá para ti una coraza donde se embotarán todas
las asechanzas de tus enemigos de la tierra y del infierno (J. EsCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 923).

El apostolado de "no dar"

415 Es condición humana tener en poco lo que poco cuesta. Esa es la razón de que te aconseje el
"apostolado de no dar" Nunca dejes de cobrar lo que sea equitativo y razonable por el ejercicio de tu
profesión, si tu profesión es el instrumento de tu apostolado (J. ESCRIVA DE BALAGUÉR, Camino, n. 979).

416 El "apostolado de la inteligencia" "Venite post me, et faciam vos fieri piscatores hominum" óVenid detrás
de mi, y os haré pescadores de hombres. ¡No sin misterio emplea el Señor estas palabras: a los
hombresócomo a los pecesóhay que cogerlos por la cabeza. ¡Qué hondura evangélica tiene el "apostolado
de la inteligencia"! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 978).

417 Santa Maria, Reina de los Agósteles. El modelo perfecto de esta espiritualidad apostólica es la
Santísima Virgen Maria, Reina de los Apóstoles, la cual, mientras vivió en este mundo una vida igual a la de
los demás, llena de preocupaciones familiares y de trabajos, estaba constantemente unida con su Hijo y
cooperó de modo singularisimo a la obra del Salvador (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam actuositatem,4).

ARIDEZ

En qué consiste la verdadera devoción

418 Porque no es devoción aquella ternura de corazón o conlación que sienten algunas veces los que oran,
sino esta prontitud y aliento para bien obrar, de donde muchas veces acaece hallarse lo uno sin lo otro,
cuando el Señor quiere probar a los suyos (SAN PEDRO DE ALC¡NTARA, Trat. de la oración y
meditación,2,1).
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419 Tienes una pobre idea de tu camino, cuando, al sentirte frío, crees que lo has perdido: es la hora de la
prueba; por eso te han quitado los consuelos sensibles (J. ESCR[VA DE BALAGUER, Camino, n. 996).

420 No has de ser como muchos ignorantes que piensan de Dios superficialmente y creen que, cuando no
lo entienden o no lo gustan ni sienten, Dios está más lejos y más escondido (SAN JUAN DELA CRUZ,
Cántico espiritual,1,12).

421 Debes comportarte como te he indicado [. . . ] en el tiempo de las consolaciones; pero esto no durará
mucho, pues a veces te sentirás tan privada y destituida de sentimiento y devoción que te parecerá que tu
alma es una tierra desierta, infructuosa, estéril, donde no se abre camino ni sendero alguno para encontrar a
Dios, ni se encuentra el agua de la gracia que la pueda regar, a causa de la sequía que, a tu manera de ver,
la convertirá en un desierto. ¡Oh, cuán digna de lástima es el alma que se ve en semejante estado y, sobre
todo, cuando su mal es vehemente! Porque entonces, a semejanza de David, se derrite en lágrimas día y
noche (Ps 62,3), mientras que el enemigo, mediante mil sugerencias para sumirla en la desesperación, se
mofa de ella diciéndole: ¡Ah, pobrecilla!, ¿Dónde está tu Dios? (Ps 61,3) (SAN FRANCISCO DE SALES,
Introd. a la vida devota, IV,14).

422 El que quisiere ver cuánto ha aprovechado en este camino de Dios, mire cuánto crece cada día en
humildad interior y exterior. ¿Cómo sufre las injusticias de los otros? ¿Cómo sabe dar pasada a las
flaquezas ajenas? ¿Cómo acude a las necesidades de sus prójimos? ¿Cómo se compadece y no se indigna
contra los defectos ajenos? ¿Cómo sabe esperar en Dios en el tiempo de la tribulación? ¿Cómo rige su
lengua? ¿Cómo guarda su corazón? ¿Cómo trae domada su carne con todos sus apetitos y sentidos?
¿Cómo se sabe valer en las prosperidades y adversidades? ¿Cómo se repara y provee en todas las cosas
con gravedad y discreción? Y, sobre todo esto, mire si está muerto el amor de la honra, y del regalo, y del
mundo, y según lo que en esto hubiere aprovechado, así se juzgue, y no según lo que siente o no siente de
Dios (SAN PEDRO DE ALC¡NTARA, Trat. de la oración y meditación,2,5).

423 [. . . ] porque de razón de tibieza es no se le dar mucho, ni tener solicitud interior por las cosas de Dios [.
. . ] Lo que es sólo sequedad purgativa tiene consigo ordinaria solicitud con cuidado y pena, como digo, de
que no sirve a Dios [. . . ]. (SAN JUAN DE LA CRUZ, Noche oscura,1,9).

424 En lo que está la suma perfección claro está que no es en regalos interiores ni en grandes
arrobamientos [. . . ], sino en estar nuestra voluntad tan conforme a la voluntad de Dios, que ninguna cosa
entendamos que quiere, que no la queramos con toda nuestra voluntad (SANTA TERESA,
Fundaciones,5,10).

La oración "con sequedad"

425 "¿Qué me pasa? Estoy decaída, nada me puede ya contentar, todo me disgusta; ¡me siento tan
confundida!" Mas, ¿por qué? Hay dos clases de confusión: la una lleva a la humildad de la vida; la otra, a la
desesperación y, en con secuencia, a la muerte. "Os aseguro que estoy tan turbada ódice ellaóque casi me
falta el aliento y renuncio a aspirar a la perfección". ¡Dios mío, qué debilidad! Faltan los consuelos y, en
consecuencia, viene a menos el valor. No conviene obrar así, sino que cuanto más nos priva Dios de sus
consuelos, tanto más debemos esforzarnos en testimoniarle nuestra fidelidad. Un solo acto practicado
durante esta aridez vale más que muchos otros hechos durante el tiempo de consolación, porque, como ya
he dicho hablando de Jb, se practica con amor mucho más fuerte que el otro, tierno y sensible. Así, pues,
cuanto más me quiten, más daré (SAN FRANCISCO DE SALES, Conversaciones espirituales,17,3).

426 Para el que ama a Jesús, la oración, aun la oración con se- quedad, es la dulzura que pone siempre fin
a las penas: se va a la oración con el ansia con que el niño va al azúcar, después de tomar la pócima
amarga (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 889).

427 Que, por cuanto aquí purga Dios al alma. . . , conviene que sea puesta en vacío y pobreza y desamparo
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de todas estas partes (potencias interiores y exteriores), dejándola seca, vacía y en tinieblas (SAN JUAN DE
LA CRUZ, Noche oscura,2,6,4).

428 Y así se determine, aunque para toda la vida le dure esta sequedad, no dejar a Cristo caer con la cruz.
Tiempo vendrá que se lo pague por junto; no haya miedo que se pierda el trabajo; a buen amo sirve;
mirándole está (SANTA TERESA, Vida,11,3).

429 Hasta tal punto conocía el santo rey David la utilidad que supone para nosotros este alejamiento y, por
decirlo así, esta ausencia de Dios, que no quiso pedirle le privara de una prueba semejante. Sabía de sobra
que el sufrir alguna vez estas desolaciones era de provecho a él y a los demás hombres, cualquiera que
fuese el grado de perfección a que hubieren llegado (CASIANO, Colaciones,4,6).

No disminuir la oración a causa de la aridez

430 Cuando vayas a orar, que sea éste un firme propósito: ni más tiempo por consolación, ni menos por
aridez (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 99).

431 Si acaso te sucede no hallar gusto ni consuelo en la meditación, te encargo que no por esto te turbes,
sino que unas veces recurras a la oración vocal, quejándote de ti misma a Nuestro Señor, confesando tu
indignidad, pidiéndole que te ayude, besando devotamente su imagen, si la tienes, y diciendo las palabras
de Jacob: Señor, no es dejaré hasta que me hayáis dado vuestra bendición [. . . 1. Otras veces toma un libro
y lee con atención, hasta que se despierte tu espíritu y vuelvas a entrar en ti (SAN FRANCISCO DE SALES,
Introd. a la vida devota,2,9).

432 Más estima Dios en ti el inclinarte a la sequedad y al padecer por su amor, que todas las consolaciones,
visiones y meditaciones que puedas tener (SAN JUAN DE LA CRUZ, Dichos de luz y amor,14).

Dios no abandona

433 Antes da de muchas maneras a beber a los que le quieren seguir, para que ninguno vaya desconsolado
ni muera de sed; porque de esta fuente caudalosa salen arroyos, unos grandes y otros pequeños, y algunas
veces charquitos para niños, que aquellos les basta y más sería espantarlos ver mucha agua; éstos son los
que están en los principios. Ansí que, hermanas, no hayáis miedo que muráis de sed en este camino; nunca
falta agua de consolación (SANTA TERESA, Camino de perfección,20,2).AVARICIA

Citas de la Sagrada Escritura

El amor a las riquezas de nada aprovecha: Si 2,17; 5,9; Si 14,3.

La avaricia causa de muchos males: Pr 1,19; Si 10,10; 1 Sam 25,38; 2 Sam 17,23.

Hay que guardarse de ella: Ps 118,36.

Especialmente deben evitarla los que gobiernan: Ex 18,21; 23,8; Dt 16,19;Prov28,16;1s5,23;Ez 22,12-13;
Miq 3,11.

Algunos perecieron por causa de la avaricia: Jos 7,21-25; 2R 5,20-27; 2M 10,20-23.

Si abundan las riquezas, no apagareis vuestro corazón. Ps 61,11.

Nada más inicuo que el avaro, pues es capaz de venderse a si mismo. Si 10,6.

No podéis servir a Dios y a las riquezas. Mt 6,24.

¿De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma? Mc 8,36.
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Guardaos bien de toda avaricia que, aunque uno esté en la abundancia, no tiene asegurada su vida con la
hacienda. Lc 12,15.

[. . . ] son los paganos quienes buscan estas cosas con afán. Lc 12,30.

Haceos con bolsas que no se gasten y tesoros inagotables en el cielo, donde no se acerca ningún ladrón, ni
roe la polilla, porque

donde está vuestro tesoro allí estará vuestro corazón. Lc 12,33-34; Mt 6,19-21.

Especie de idolatría: Col 3,5; Ep 5,5.

[. . . ] ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos [. . . ] heredarán el reino de Dios. 1Co 6,10; Tt 1,7-11.

Que vuestra conducta esté libre de avaricia. Contentaos con lo que tenéis [. . . ] He 13,5.

[. . . ] los cuidados del siglo y la seducción de las riquezas ahogan la doctrina y queda sin fruto. Mí 3,13,22.

Traición de Judas por dinero. Mt26,15.

Castigo de la codicia de Ananias y Safira: Ac 24,26.

Codicia del procurador Félix y la prisión de Pablo: Ac 24,16.

A los ricos de este mundo encárgales que no sean altivos ni pongan su confianza en la incertidumbre de las
riquezas, sino en Dios, que abundantemente nos provee de todo para que lo disfrutemos. 1Tm 6,17.

La fornicación y cualquier género de impureza y avaricia ni siquiera se nombre entre vosotros, como
conviene a los santos. Ep 5,3.

Es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de los cielos. Mc
10,25.

434 Quien no se abstiene de la avaricia se verá mancillado también por la idolatría y será contado entre los
paganos que desconocen el juicio del Señor (SAN POLICARPO, Carta a los Filipenses).

435 La avaricia es el deseo inmoderado de tener más (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 16 sobre los
Evang. ).

436 [. . . ] Ia concupiscencia de los ojos, una avaricia de fondo, que lleva a no valorar sino lo que se puede
tocar. Los ojos que se quedan como pegados a las cosas terrenas, pero también los ojos que, por eso
mismo, no saben descubrir las realidades sobrenaturales (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,6).

437 Observad que siendo Señor y Criador de los Angeles, vino a las entrañas de la Virgen para tomar
nuestra naturaleza, que El mismo creó. No quiso nacer en este mundo entre los ricos, sino que eligió padres
pobres, así que no tuvieron cordero que of recer por El, y la madre ofreció en su lugar un par de pichones o
un par de tórtolas (Lc 24). No quiso prosperar en este mundo, sufrió afrentas y burlas, soportó que le
escupieran, le azotaran, le abofeteasen, le coronasen de espinas y le crucificasen. . . Luego el que cree ya
en Jesucristo pero ano está dominado por la avaricia, se ensoberbece con los hombres, se abrasa en la
envidia, se contamina con la inmundicia de los deleites y desea las prosperidades mundanas, no quiere
seguir a Jesús, en quien creyó (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 2 sobre los Evang. ).

438 Entró Satanás en Judas, no violentamente, sino encontrando abierta una puerta; entró por medio de la
avaricia (TITO BOSTRENSE, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 426).
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439 No se encuentra vestigio alguno de bondad en el corazón del que la avaricia ha hecho su morada (SAN
LEON, en Catena Aurea, vol. Ill, p. 272).

440 Si es cierto que podemos evitarla fácilmente, es también cierto que difícilmente cura de ella por
completo aquel a quien aqueja esa dolencia (CASIANO, Instituciones,7,6).

441 El dinero que se obtiene por medio de la usura es parecido a la mordedura de una serpiente: pues así
como el veneno de la serpiente corrompe todos los miembros de una manera oculta, así también la usura
convierte todos los bienes en deudas (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en CatenaAurea, vol. 1p 324).

442 Y que alguien intente tales bienes, que van mezclados casi siempre de privaciones del bien verdadero,
obedece aque muchos viven según el sentido, en razón de que lo sensible nos es más manifiesto y mueve
más eficazmente en los casos concretos. . . Sin embargo, a la posesión de muchos de estos bienes sigue la
privación del verdadero bien (SANTO TOMAS, Suma contra gentiles,3,6).

Es insaciable

443 La avaricia es insaciable, no teme a Dios ni respeta al hombre, ni perdona al padre ni guarda fidelidad al
amigo; oprime a la viuda y se apodera de los bienes del huérfano (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. Vl,
p. 243).

444 (. . . Derribaré mis graneros y los haré mayores. . . ). Los graneros no podían contener la abundancia y
el alma avara nunca se ve llena (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 80).

445 No encontrarás. . . quien confiese que es avaro; todos niegan esta bajeza y ruindad de corazón, y
toman por pretexto, ya el hallarse cargados de hijos, ya a que es prudencia procurar tener lo que uno
necesita; de manera que jamás se cree tener demásiado, y siempre se encuentran ciertas precisiones de
tener más; así pues, aun los más avaros, no sólo no confiesan que lo son, sino que ni aun en su conciencia
lo juzgan, porque la avaricia es una fiebre prodigiosa que se siente menos cuanto mayor es su ardor y su
violencia (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,3,14).

446 La abundancia de riquezas no sólo no sacia la ambición del rico, sino que la aumenta, como sucede
con el fuego, que se fomenta más cuando encuentra mayores elementos que devorar. Por otra parte, los
males que parecen propios de la pobreza son comunes a las riquezas, mientras que los de las riquezas son
propios exclusivamente de ellas (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 315).

447 [. . . ] la avaricia engendra tal frenesí que aumenta más y más con la riqueza (CASIANO,
Instituciones,7,7).

También tiene su raíz en la soberbia

448 Que alguien desee desordenadamente algún bien temporal, procede de que se ama a sí mismo
desordenadamente, puesto que amar a alguien es querer el bien para él (SANTO TOMÁS, Suma
Teológ,ica,1-2, q. 77, a. 5).

Quita la libertad al alma

449 Quien es esclavo de las riquezas, las guarda como esclavo; pero el que sacude el yugo de su
esclavitud, las distribuye como señor (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 392).

450 ¿. . . Qué haré que no tengo sitio para encerrar mis cosechas? . . . Se halla angustiado por el afecto de
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sus deseos y por el peso de sus riquezas (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,15,13).

Avaricia de deseo

451 Todos los que aman las riquezas, aun cuando no puedan conseguirlas, deben contar en el número de
los ricos (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 316).

452 Es evidente que se puede ser avaro sin tener dinero (CASIANO, Instituciones,8,12).

"Donde está tu tesoro, allí está tu corazón"

453 Donde está tu tesoro, allí está tu corazón El tesoro del hombre viene a ser como la reunión de los frutos
recolectados con su esfuerzo. Lo que uno siembre, eso cosechará, y cual sea el trabajo de cada uno, tal
será su ganancia, y donde ponga el corazón su deleite, allí queda reducida su solicitud. Mas, como hay
muchas clases de riquezas y diversos objetos de placer, el tesoro de cada uno viene determinado por la
tendencia de su deseo, y si este deseo se limita a los bienes terrenos, no hallará en ellos la felicidad, sino la
desdicha (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 92).

454 Por muy avaro que seas, Dios te basta (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 55).

El recto uso de los bienes y la avaricia

455 No prohibe Cristo enriquecerse, sino hacerse esclavo de las riquezas: quiere que usemos lo necesario,
pero no que guardemos avariciosamente. Es propio del que sirve el guardar las cosas, y propio del señor el
darlas (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 315).

456 El término "riquezas" reviste en las Sagradas Escrituras tres acepciones distintas: las hay malas,
buenas e indiferentes. Las malas son aquellas de las cuales se dice: Se empobrecieron los ricos y en la
penuria suirieron hambre (Sal 33,11). Las hay también buenas. Haberlas adquirido es indicio de gran virtud
y mayor mérito. David encomia al varón justo que las posee: La generación de los rectosódiceóserá
bendecida. Habrá en su casa hacienda y riquezas, y su justicia permanecerá por los siglos (Sal 111,3) [. . . ].
Hay, finalmente, riquezas indiferentes, esto es, que pueden ser buenas o malas. Son, en efecto,
susceptibles de ambas cosas, según la voluntad de quien las usa o el modo y fin en que las invierte
(CASIANO, Colaciones,3,9).

457 Aprendan (de Zaqueo) los ricos que no consiste el mal en tener riquezas, sino en no saber usar de
ellas; porque así como las riquezas son un impedimento para los malos, son también ocasión de virtud para
los buenos (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 330).

458 ¡Qué necedad tan grande es amontonar donde se ha de dejar, y no enviar allí donde se ha de ir! Coloca
tus riquezas basta sola una gota de agua del gran río caudaloso que nos está aparejado (SANTA TERESA,
Vida,27,12).

459 Si queréis actuar a toda hora como señores de vosotros mismos, os aconsejo que pongáis un empeño
muy grande en estar desprendidos de todo, sin miedo, sin temores ni recelos. Después, al atender y al
cumplir vuestras obligaciones personales, familiares. . . , emplead los medios terrenos honestos con
rectitud, pensando en el servicio a Dios, a la Iglesia, a los vuestros, a vuestra tarea profesional, a vuestro
país, a la humanidad entera. Mirad que lo importante no se concreta en la materialidad de poseer esto o de
carecer de lo otro, sino en conducirse de acuerdo con la verdad que nos enseña nuestra fe cristiana: los
bienes creados son sólo eso, medios. Por lo tanto, rechazad el espejuelo de considerarlos como algo
definitivo [. . . ] (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,118).
-52 -

460 Entonces -me diréis-, ¿qué han de hacer los ricos para imitar a un Dios tan pobre y despreciado? Os lo
diré: no han de apagar su corazón a los bienes que poseen, han de emplear esos bienes en buenas obras
en cuanto puedan; han de dar gracias a Dios por haberles concedido un medio tan fácil de rescatar sus
pecados con sus limosnas; no han de despreciar nunca a los que son pobres, antes al contrario, han de
respetarlos viendo en ellos una gran semejanza con Jesucristo (SANTO CURA DE ARS, Sobre el misterio).

Remedios

461 Enseñó (el Señor) que debe evitarse la avaricia, y añadió la parábola del rico, demostrando con ella que
es un necio quien apetece las cosas superfluas (TEOFILATO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 86).

462 Mas no puedo decir lo que se siente cuando el Señor la da a entender secretos y grandezas suyas, el
deleite tan sobre cuantos acá se pueden entender, que bien con razón hace aborrecer los deleites de la
vida, que son basura todos juntos. Es asco traerlos a ninguna comparación aquíóaunque sea para gozarlos
sin finóy, de estos que da el Señor,basta sola una gota de agua del gran río caudaloso que nos está
aparejado (SANTA TERESA, Vida,27,12).

463 Si estáis inclinados a la avaricia, pensad con frecuencia en la locura de ese pecado, que nos hace
esclavos de lo que ha sido creado para servirnos; pensad que al morir, en todo caso, será menester
perderlo todo, dejándoselo a quien, tal vez, lo malversará o se servirá de ello para su ruina y perdición (SAN
FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, IV. 10). donde tienes tu patria (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 386).

AYUNO

Citas de la Sagrada Escritura

En señal de luto y de tristeza: Jg 20,26; 1S 31,13; Jer 41,2; 52,12; Za 7,2-5; 8,9.

Penitencia unida a la oración para obtener la misericordia de Dios: Lv 19,29; Nb 30,14-26; Tb 12,8; 1M 2,47;
2M 13,12.

Día del ayuno: Lv 16,29.

Cómo se ha de ayunar: Is 58,3-7; Jr 14,12.

De Nuestro Señor en el desierto: Mt 4,1-2; Mc 1,12-13; Lc 4,1-13.

Nuestro ayuno debe ser humilde; si no, pierde todo el mérito: Mt 6,16-18; Lc 18,11-14.

Ayuno y oración para obtener de Dios el poder de arrojar a los demonios: Mt 17,20; Mc 9,28.

El ayuno de los hipócritas: Mt 6,16-18; Lc 18,9-14.

Ayuno de Saulo después de su conversión: Ac 9,9-19.

Bienes espirituales del ayuno

Antes de la imposición de las manos a Saulo y Bernabé: Ac 13,2-3.

De Pablo y Bernabe antes de la ordenación de los sacerdotes: Ac 16,22.

Los ayunos frecuentes de San Pablo: 2Co 11,27.

San Pablo recomienda a todos la templanza, en especial a los que habían de ser ordenados ministros: 1Th
5,6; 2Tm 4,5; Tt 1,7;2,2-3.

Nuestro Señor defiende a sus discípulos de las acusaciones que les hacían porque no ayunaban: Mt 9,14-
15; Mc 2,18-20; Lc 5,33-35.
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Dispone para recibir las gracias del Señor: Lc 2,37-38.

Los ministros de Dios y el ayuno: 2Co 6,4-8.

Para someter nuestro cuerpo: 1Co 9,27.

BIENES ESPIRITUALES DEL AYUNO

464 El ayuno fortifica el espíritu, mortificando la carne y su sensualidad; eleva el alma a Dios; abate la
concupiscencia, dando fuerzas para vencer y amortiguar sus pasiones, y dispone el corazón para que no
busque otra cosa distinta de agradar a Dios en todo (SAN FRANCISCO DE SALES, Sermón sobre el
ayuno).

465 El ayuno purifica el alma, eleva el espiritu, sujeta la carne al espIritu, da al corazón contrición y
humildad, disipa las tinieblas de la concupiscencia, aplaca los ardores del placer y enciende la luz de la
castidad (SAN AGUSTIN, Sermón 73).

466 El cristiano tiene libertad para ayunar en cualquier tiempo, no por superstición, sino por virtud. ¿De qué
modo, sin embargo, puéden g-uardar los cristianos la castidad si no cuidan la continencia en estas cosas?
¿Cómo pueden estudiar las Escrituras y buscar la ciencia y la sabiduría? ¿No es, acaso, gracias a la
continencia del vientre y de la boca, regulando la comida y la bebida por la abstinencia y el ayuno? Esta es
la razón del ayuno cristiano. Hay también otra razón de carácter religioso, muy alabada desde el tiempo de
los Apóstoles: "Bienaventurado quien ayuna para ayudar a los pobres". Este ayuno es verdadero, digno y
grato a los ojos de Dios (ORIGENES, Homilía 10).

467 Tres cosas hay, hermanos, por las que se mantiene la fe, se conserva firme la devoción, persevera la
virtud. Estas tres cosas son la oración, el ayuno y la misericordia. Lo que pide la oración, lo alcanza el ayuno
y lo recibe la misericordia. Oración, misericordia y ayuno: tres cosas que son una sola, que se vivifican una
a otra (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 43).

Ayuno y caridad

468 El ayuno no da fruto si no es regado por la misericordia, se seca sin este riego; lo que es la lluvia para
la tierra, esto es la misericordia para el ayuno (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón,43).

"Soporte de la oración"

469 Todos los que han querido rogar por alguna necesidad, han unido siempre el ayuno (la penitencia) a la
oración, porque el ayuno es el soporte de la oración (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p
377).

Cualidades

470 La penitencia del tiempo cuaresmal no debe ser sólo interna e individual, sino también externa y social.
Foméntese la práctica penitencial de acuerdo con las posibilidades de nuestro tiempo y de los diversos
países y condiciones de los fieles [. . . ].

Sin embargo, téngase como sagrado el ayuno pascual; ha de celebrarse en todas partes el viernes de la
pasión y muerte del Señor y ano extenderse, según las circunstancias, al sábado santo, para que de este
modo se llegue al gozo del domingo de Resurrección con elevación y apertura de espiritu (CONC. VAT. 11,
Const. Sacrosanctum Concilium,110).

471 Decía (un santo varón a quien él conoció) que et monje debería darse al ayuno como si tuviera que vivir
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cien años. Que deberia frenar las pasiones de su alma, olvidar las injurias, ahuyentar la tristeza y
menospreciar el dolor y la desazón, como si tuviera que morir cada día (CASIANO, Instituciones,5,41)

472 (Cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu cara. . . ). Aquí se habla de la costumbre que existía en
Palestina de ungirse la cabeza los dias de fiesta, y mandó el Señor que cuando ayunemos nos
manifestemos contentos y alegres (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 380).

473 Los ayunos agradables a Dios son: no hagas mal y sirve al Señor con corazan limpio; guarda sus
mandamientos siguiendo sus preceptos y no permitas que ninguna concupiscencia del mal penetre en tu
corazón [. . . ]. Si esto haces, tu ayuno será grato en la presencia de Dios (Pastor de Hermas)

474 Ayunen los ojos de toda mirada curiosa. . . Ayunen los oídos, no atendiendo a las palabras vanas y a
cuanto no sea necesario para la salud del alma. . . Ayune la lengua de la difamación y la murmuración, de
las palabras vanas, inútiles. . . Ayune la mano de estar ociosa y de todas las obras que no sean mandadas.
Pero ayune mucho más el alma misma de los vicios y pecados, y de imponer la propia voluntad y juicio.
Pues, sin este ayuno, todos los demás son reprobados por Dios (SAN BERNARDO, Sermón en el comienzo
del ayuno).

475 Ha de consistir mucho más en la privación de nuestros vicios que en la de los alimentos (SAN LEÓN
MAGNO, Sermón 6 sobre la Cuaresma,1).

476 El ayuno significa un dominio sobre nosotros mismos; significa ser exigentes en las relaciones con
nosotros mismos; estar prontos a renunciar a las cosas, y no sólo a los manjares, sino también a goces y
placeres diversos (JUAN PABLO 11, Hom. 28-11-1979).

Penitencia muy grata al Señor

477 El ayuno riguroso es penitencia gratísima a Dios. Pero, entre unos y otros, hemos abierto la mano. No
importaóal contrarioóque tú, con la aprobación de tu Director, lo practiques frecuentemente (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 231).BAUTISMO

Citas de la Sagrada Escritura

1. Sacramento instituido por Jesucristo.

Yo (Juan Bautista) os he bautizado con agua, mas (Jesús) os bautizará con el Espíritu Santo. Mc 1,8; Mt
3,2; Jn 1,33.

Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Mt 28,19; Mc 16,15-16.

Haced penitencia y que cada uno de vosotros sea bautizado en el nombre de Jesucristo. Ac 2,38; 8,12.

Jesús fue con sus discípulos a Judea, y allí moraba con ellos y bautizaba: Jn 3,22; Jn 4,2.

2. Necesario para la salvación.

Quien no renaciera del agua y del espiritu no podrá entrar en el reino de los cielos. Jn 3,5.

El que creyere y fuere bautizado se salvará. Mc 16,16.

Id, pues enseñad a todas las gentes, bautizándolas 1. . . ]. Mt 28,19.

3. Efectos en el alma.

a) Una vida nueva


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Dios nos ha salvado por el Bautismo de regeneración y renovación del Espíritu Santo: Tt 3,5.

Revestidos de Cristo: Ga 3,27.

En el Bautismo hemos quedado sepultados con Cristo para resucitar a una nueva vida: Rm 6,4; Jn 3,5.

b) Perdona los pecados

Sea bautizado cada uno de vosotros [. . . ] para remisión de vuestros pecados. Ac 2,38.

Levántate, bautízate y lava tus pecados. Ac 22,16.

Cristo amó a su Iglesia y se sacrifico por ella para santificarla, limpiándola con el Bautismo del agua: Ep
5,25-26.

c) Somos incorporados a la Iglesia

Aquellos que recibieron su doctrina fueron bautizados, y se aña. dieron aquel día (a la Iglesia) cerca de tres
mil personas. Ac 2,41.

Todos nosotros hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para un solo Cuerpo. 1Co 12,13.

4. Otras citas sobre el Bautismo.

Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la
purificación del pecado y de la inmundicia. Za 13,1.

En ese día manarán en Jerusalén aguas vivas, la mitad hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el
occidental, lo mismo en verano que en invierno. Za 14,8.

Sacaréis con alegría el agua de las fuentes de la salud. . . Is 12,3.

Y os aspergeré con aguas puras y os purificare de todas vuestras impurezas, de todas vuestras idolatrias.
Ez 47,9.

Y sucederá en aquel día que los montes destilarán mosto, y leche los collados, correrán las aguas portadas
por laís torrenteras de Judá y brotará de la casa de Yave una fuente que regará el valle de Sitim. Jn l3,18.

Purificación legal en el Antiguo Testamento: Ex 29,4; Lv 14,8.

El agua que brotó de la roca, imagen del Bautismo: Ex 17,2.

La curación de Naamán en las aguas del Jordán, figura del Bautismo: 2R 5,13-15.

Cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza

478 Todos los que reciben el Bautismo de manos de un borracho, de un homicida, de un adúltero, si el
Bautismo es de Cristo, por Cristo son bautizados (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan 5,18).

479 Núnca deja de bautizar el que no cesa de purificar; y así, hasta el fin de los siglos. Cristo es el que
bautiza, porque es siempre él quien purifica. Por tanto, que el hombre se acerque con fe al humilde ministro,
ya que éste está respaldado por tan gran maestro. El maestro es Cristo. Y la eficacia de este sacramento
reside no en las acciones del ministro, sino en el poder del maestro, que es Cristo (SAN ILDEFONSO,
Sobre el bautismo).

Un nuevo nacimiento

480 Es, pues, la admirable participación de Cristo en nuestra naturaleza la que arroja sobre nosotros la luz
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del sacramento de la regeneración, de suerte que, los que hemos sido concebidos de la carne, renazcamos
de una fuente espiritual, la del mismo Espíritu Santo, por medio de quien Cristo ha sido concebido y ha
nacido. Por eso el evangelista llama a los creyentes: Los que no han nacido de la carne, ni de deseo de
hombre, sino que han nacido de Dios (Jn 1,12) (SAN LEÓN MAGNO, Carta 31).

481 La Sagrada Escritura nos indica que familias enteras se hicieron bautizar, lo cual nos hace suponer que
no estarían compuestas sólo de adultos, y ya a partir del siglo II nos encontramos con una serie de
testimonios que señalan la costumbre que tenia la Iglesia de bautizar a los niños. Se trata, pues, de una
larga e inalterada tradición, cuyo significado es perfectamente legitimo: una vida en semilla que espera el
cultivo en todos los órdenes. Dios llama y of rece la salvación desde el primer instante de la vida humana.
La Iglesia, al bautizar a los recién nacidos, celebra la universalidad sin limites de esta salvación. Así el niño
entra, por el sacramento, en relación viviente con Cristo y empieza ya a formar parte de la familia de los
hijos de Dios, en la fe de toda la comunidad eclesial (J. DELICADO BAEZA, En medio de las plazas, pp. 57-
58).

Cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza

482 Cuando llegues a la fuente del bautismo [. . . ], entonces también tú, por ministerio de los sacerdotes,
atravesarás el Jordán y entrarás en la tierra prometida, en la que te recibirá Jesús, el verdadero sucesor de
Moisés, y será tu guia en el nuevo camino (ORIGENES, Hom. sobre el libro de Josué).

483 Hemos nacido para las cosas presentes y renacido para las futuras (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 7 en
la Natividad del Señor).

484 El sacramento de la regeneración nos ha hecho participes de estos admirables misterios, por cuanto el
mismo Espiri tu, por cuya virtud fue Cristo engendrado, ha hecho que también nosotros volvamos a nacer
con un nuevo nacimiento espiritual (SAN LEÓN MAGNO, Carta 31).

485 Aunque cada uno de los que llama el Señor a formar parte de su pueblo sea llamado en un tiempo
determinado y aunque todos los hijos de la Iglesia hayan sido llamados cada uno en dias distintos, con todo,
la totalidad de los fieles, nacida en la fuente bautismal, ha nacido con Cristo en su nacimiento, del mismo
modo que ha sido crucificada con Cristo en su pasión, ha sido resucitada en su resurrección y ha sido
colocada a la derecha del Padre en su ascensión (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 6 en la Natividad del
Señor).

El "carácter" sacramental

486 El carácter propiamente es cierto sello con que se marca a uno para ordenarle a algún determinado fin,
como se sella el dinero para usarlo en el cambio o al soldado para adscribirle a la milicia. Ahora bien, el
cristiano es destinado a dos cosas. La primera y principal es la fruición de la gloria eterna, y para esto se le
marca con el sello de la gracia. La segunda es recibir o administrar a los demás las cosas que pertenecen al
culto de Dios, y para esto se le da el carácter sacramental. Pero todo el rito de la religión cristiana se deriva
del sacerdocio de Cristo. Por lo que es claro y manifiesto que el carácter sacramental especialmente es el
carácter de Cristo, con cuyo sacerdocio se configuran los fieles según los caracteres sacramentales, que no
son otra cosa que ciertas participaciones del sacerdocio de Cristo, derivadas del mismo Cristo (SANTO
TOMAS, Suma Teológica,3, q. 63, a. 3).

487 No es de maravillarse que los fieles sean elevados a semejante dignidad. En efecto, por el bautismo,
los fieles en general se hacen miembros del cuerpo místico de Cristo sacerdote, y por el carácter que se
imprime en sus almas son destinados para el culto divino, participando así del sacerdocio de Cristo de un
modo acomodado a su condición (Pio XII, Enc. Mediator Dei).

Efectos del Bautismo


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488 La eficacia del bautismo está en que limpia de todos los pecados en cuanto a la culpa y en cuanto al
castigo merecido. Por este motivo, a los bautizados no se les impone penitencia alguna por muy pecadores
que hayan sido, y si en recibiendo el sacramento mueren, entran inmediatamente en la vida eterna (SANTO
TOMAS, Sobre el Credo,1. c. 10).

489 El único Mediador y camino de salvación es Cristo, quien se hace presente a todos nosotros en su
Cuerpo, que es la Iglesia. El mismo, al inculcar con palabras explícitas la necesidad de la fe y el bautismo
(Mc 16,16 Jn 3,5), confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el
bautismo como por una puerta (CONC. VAT. 11, Const. Lumen gentiam,14).

490 La Iglesia nos santifica, después de entrar en su seno por el Bautismo. Recién nacidos a la vida natural,
ya podemos acogernos a la gracia santificadora. La fe de uno, más aún, la fe de toda la Iglesia, beneficia al
niño por la acción del Espíritu Santo, que da unidad a la Iglesia y comunica los bienes de uno a otro (S. Th.
III, q. 68, a. 9 ad 2). Es una maravilla esa maternidad sobrenatural de la Iglesia, que el Espíritu Santo le
confiere (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-6-1972).

491 La regeneración espiritual, que se opera por el Bautismo, de alguna manera es semejante al nacimiento
corporal: así como los niños que se hallan en el seno de su madre no se alimentan por si mismos, sino que
se nutren del sustento de la madre, así también los pequeñuelos que no tienen uso de razón y están como
niños en el seno de su Madre la Iglesia, por la acción de la Iglesia y no por si mismos reciben la salvación
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica,3, q. 68, a. 9 ad 1).

492 Por el sacramento del bautismo, debidamente administrado según la institución del Señor, y recibido
con la requerida disposición del alma, el hombre se incorpora realmente a Cristo crucificado y glorioso, y se
regenera para el consorcio de la vida divina, según las palabras del Apóstol: Con Elfuisteis sepultados en el
bautismo, y en El, asimismo, fuisteis resucitados por lale en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los
muertos (Col 2,12). El bautismo, por tanto, constituye un vinculo sacramental de unidad, vigente entre todos
los que por él se han regenerado. Sin embargo, el bautismo por si mismo es sólo un principio y un
comienzo, porque todo él tiende a conseguir la plenitud de la vida en Cristo. Así, pues, el bautismo se
ordena a la profesión integra de la fe, a la plena incorporación a la economía de la salvación tal como Cristo
en persona la estableció, y, finalmente, a la integra incorporación en la comunión eucarística (CONC. VAT. II,
Decr. Unitatis redintegratio,22).

493 Recuerda, pues, que has recibido el sello del Espíritu, espiritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de
consejo y de fortaleza, espiritu de ciencia y de piedad, espíritu del santo temor, y conserva lo que has
recibido. Dios Padre te ha sellado, Cristo el Señor te ha confirmado y ha puesto en tu corazón, como prenda
suya, el Espíritu, como te enseña el Apóstol (SAN AMHROSIO, Trat. sobre los misterios).

494 [. . . ] de la misma manera que un hombre no nace más que una vez, igualmente sólo una vez es
bautizado Por ello los santos añadieron: "Reconozco un solo bautismo" (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo,1.
c. ,10).

Los recién bautizados, enriquecidos con tales distintivos,495 se dirigen al altar de Cristo, diciendo: Me
acercaré al altar de Dios, al Dios que alegra mi juventud. En efecto, despojados ya de todo resto de sus
antiguos errores, renovada su juventud como un águila, se apresuran a participar del convite celestial (SAN
AMBROSIO, Trat. sobre los misterios).

496 El que se sumerge con fe en este baño de regeneración renuncio al diablo y se adhiere a Cristo, niega
al enemigo del género humano y profesa su fe en la divinidad de Cristo, se despoja de su condición de
siervo y se reviste de la de hijo adoptivo, sale del bautismo resplandeciente como el sol, emitiendo rayos de
justicia, y, lo que es más importante, vuelve de allí convertido en hijo de Dios y coheredero de Cristo (SAN
HIPÓLITO, Sermón sobre la Teofunia).

497 Los seguidores de Cristo, llamados por Dios no en razón de sus obras, sino en virtud del designio y
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gracia divinos, y justificados en el Señor Jesús, han sido hechos por el bautismo, sacramento de la fe,
verdaderos hijos de Dios y participes de la divina naturaleza, y, por lo mismo, realmente santos. En
consecuencia, es necesario que con la ayuda de Dios conserven y perfeccionen en su vida la santificación
que recibieron (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,40).

498 La gratitud es el primer sentimiento que debe hacer nacer en nosotros la gracia bautismal; el segundo
es el gozo. Jamás deberíamos pensar en nuestro bautismo sin un profundo sentimiento de alegría interior
(COLUMBA MARMION, Le Christ, vie de líame, Abbaye de Maredsous,1933, p. 1 86 y 203-204).

Significado del bautismo de Cristo en el Jordán

499 El Señor Jesús viene para ser bautizado y quiere que su cuerpo santo sea lavado en las aguas del
Jordán. Alguien dirá quizás: "Si era santo, ¿por qué quiso ser bautizado?" Escucha, pues, lo siguiente:
Cristo es bautizado no para ser él santificado por las aguas, sino para que las aguas sean santificadas por
él, y para purificarlas con el contacto de su cuerpo. Más que de una consagración de Cristo, se trata de una
consagración de la materia del bautismo (SAN M¡XIMO DE TURIN, Sermón sobre la Epifania).

5OO Por el sacramento del bautismo te convertiste en templo del Espíritu Santo: no ahuyentes a tan
escogido huésped con acciones pecaminosas, no te entregues otra vez como esclavo al demonio, pues has
costado la Sangre de Cristo, quien te redimió según su misericordia y te juzgará conforme a la verdad (SAN
LEÓN MAGNO, Sermón I en la Natividad del Señor).

La acción del Espíritu Santo en el Bautismo

5O1 Asi como la tierra árida no da fruto si no recibe el agua, así también nosotros, que éramos antes como
un leño árido, nunca hubiéramos dado el fruto de vida sin esta gratuita lluvia de lo alto. Nuestros cuerpos, en
efecto, recibieron por el baño bautismal la unidad destinada a la incorrupción, pero nuestras almas la
recibieron por el Espíritu (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,3,17).

502 Los bautizados, en efecto, son consagrados por la regeneración y la unción del Espíritu Santo como
casa espiritual y sacerdocio santo, para que, por medio de toda obra del hombre cristiano, ofrezcan
sacrificios espirituales y anuncien el poder de Aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz (cfr. 1P
2,4-10) (CONC. VAT. 11, Const. Lumen gentiam,10).

503 Ya que nosotros somos como una vasija de barro, por eso necesitamos en primer lugar ser purificados
por el agua, después ser fortalecidos y perfeccionados por el fuego espiritual (Dios, en efecto, es un fuego
devorador); y, así, necesitamos del Espíritu Santo para nuestra perfección y renovación (DIDIMO DE
ALEJANDRIA, Trat. sobre la Santisima Trinidad,2,12).

504 Antes se te ha advertido que no te limites a creer lo que ves [. . . ]. Veo la misma agua de siempre,
¿ésta es la que me ha de purificar, si es la misma en la que tantas veces me he sumergido sin haber
quedado nunca puro? De ahí has de deducir que el agua no purifica, sino la acción del Espíritu (SAN
AMBROSIO, Trat. sobre los misterios).

El bautismo de los niños

505 Y habiendo vuelto a casa (la mujer cananea), halló a la niña descansando en la cama y libre ya del
demonio. Por las palabras de la madre, llenas de humildad y de fe, dejó el demonio a la hija; donde se nos
muestra, a modo de ejemplo, la necesidad de catequizar y bautizar a los niños, porque por la fe y la
confesión de los padres se libran sin duda del diablo en el bautismo de los párvulos, los cuales no pueden
saber ni hacer por sí nada de bueno ni nada de malo (SAN BEDA, en Catena Aurea vol. IV, p. 180).

506 No dejéis pasar más de veinticuatro horas sin bautizar a los hijos; si no lo hacéis, sin que razones serias
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para ello lo justifiquen, sois culpables (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre los deberes de los padres).

Llamados al apostalado por el bautismo

507 El apostolado de los laicos es participación en la misma misión salvifica de la Iglesia, apostolado al que
todos están destinados por el Señor mismo en virtud del bautismo y de la confirmación (CONC. VAT. 11,
Const. Lumen gentium,33).

508 La gran misión que recibimos, en el Bautismo, es la corredención. Nos urge la caridad de Cristo (cfr.
2Co 5,14), para tomar sobre nuestros hombros una parte de esa tarea divina de rescatar las almas (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,120).BIENES TEMPORALES

Citas de la Sagrada Escritura

1. Son bienes

Henchid la tierra, sometedla, y dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los
ganados, y sobre todo lo que vive y se mueve sobre la tierra. Gn I,28.

2. Pueden convertirse en "malos"si no se usan rectamente

A los ricos de este mundo encárgales que no sean altivos ni pongan su confianza en la incertidumbre de las
riquezas, sino en Dios, que abundantemente nos provee de todo para que lo disfrutemos. 1Tm 6,17.

Nada más inicuo que el avaro, pues es capaz de venderse a si mismo. Si 10,10.

El oro perdió a muchos y pervirtió el corazón de los reyes. Si 8,3.

Los que quieren enriquecerse caen en tentaciones, en lazos y en muchas codicias locas y perniciosas, que
hunden a los hombres en la perdición y en la ruina. 1Tm 6,9.

3. Desprendimiento. Generosidad. Confianza en Dios

Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas se os darán por añadidura. Mt 6,33.

No os acongojéis por el cuidado de hallar qué comer para sustentar vuestra vida, de dónde sacaréis
vestidos para cubrir vuestro cuerpo. Mt 6,25.

Uso de las riquezas: Si 13,30-32.

Jb privado de sus bienes: Jb 1,13ss.

Generosidad con los necesitados. Consejos de Tobías a su hijo: Tb 4,7-12.

Si abundan las riquezas, no apaguéis vuestro corazón. Ps 61,11.

No alleguéis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín los corroen y donde los ladrones horadan y roban.
Mt 6,11.

Los bienes materiales y los más necesitados

509 Había un hombre rico que vestía de parpara y lino y celebraba cada día espléndidos banquetes. Un
pobre, de nombre Lácaro, estaba echado en su portal, cubierto de úlceras, y deseaba hartarse de lo que
cala de la mesa del rico (Lc 16,19 ss). Murieron los dos [. . . ]. ¿Es que el rico fue condenado porque tenía
riquezas, porque abundaba en bienes de la tierra, porque vestía de púrpura y lino y celebraba cada día
espléndidos banquetes? NO [. . . ]. El rico fue condenado porque no ayudó al otro hombre. Porque ni
siquiera cayó en la cuenta de Lázaro [. . . ]. En ningún sitio condena Cristo la mera posesión de bienes
terrenos en cuanto tal. En cambio, pronuncia palabras muy duras para quienes utilizan los bienes
egoístamente, sin fijarse en las necesidades de los demás (JUAN PABLO 11, Hom. en el Yankee Stadium
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de Nueva York,2-X-1979).

510 . . . El Sacro Concilio urge a todos, particulares y autoridades, a que, acordándose de la frase de los
Padres: "AIimenta al que muere de hambre, porque, si no lo alimentas, lo matas" según las propias
posibilidades, comuniquen y ofrezcan realmente sus bienes, ayudando en primer lugar a los pobres, tanto
individuos como pueblos, a que puedan ayudarse por sí mismos (CONC. VAT. 11, Const. Gandium et
spcs,69).

511 Sed moderados en el uso de los bienes de esta vida. No os pertenece todo; al menos una parte de
estos bienes debe quedar para los pobres, que son amados especialmente por Dios [. . . ]. Usad, pues, de
los bienes de la tierra, pero no abuséis de ellos (SAN GREGORIO DE NISA, Sermón I sobre el amor a los
pobres).

No permanecerán siempre con nosotros

512 Gran remedio es para esto traer muy continuo en el pensamiento la vanidad que todo es y cuán presto
se acaba, para quitar las aficiones de las cosas que son tan baladíes y ponerlas en las que nunca se han de
acabar; que aunque parece flaco medio, viene a fortalecer mucho al alma y en las muy pequeñas cosas
traer gran cuidado; en aficionándonos un poco a alguna, procurar apartar el pensamiento de ella y volverle a
Dios, y Su Majestad ayuda (SANTA TERESA, Camino de perfección, IO,2).

513 Son engañosas (las riquezas) porque no pueden permane- cer siempre con nosotros; son engañosas,
porque no pueden satisfacer las necesidades de nuestro corazan. Las riquezas verdaderas son únicamente
las que nos hacen ricos en las virtudes (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 15 sobre los Evang. ).

514 Tus riquezas tendrás que dejarlas aquí, lo quieras o no; por el contrario, la gloria que hayas adquirido
con tus buenas obras la llevarás hasta el Señor (SAN BASILIO MAGNO, Hom. sobre la caridad).

515 La virtud es la única de las riquezas que es inamovible y que persiste en vida y en muerte (SAN
BASILIO, Discurso a los jóvenes).

Los bienes espirituales "no cansan, no se gastan ni se agotan". Permanecen para siempre

516 El menor bien de gracia es superior a todo el bien del universo (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2,
q. 113, a. 9).

517 Os diré, y quizá os lo muestre suficientemente, que si uno con su palabra abarca toda la felicidad desde
que el mundo es mundo, y llega a juntarla en un solo lugar, encontrará que no iguala ni a la más pequeña
parte de aquellos bienesólos celestialesó, sino que se dará cuenta de que todos los bienes de esta vida
terrena reunidos distan más en dignidad del más pequeño de la futura que lo que la sombra y el sueño
distan de la realidad (SAN BAS1LIO, Discurso a los jóvenes).

518 Si somos templos de Dios y el Espíritu de Dios habita en nosotros, es mucho más lo que cada fiel lleva
en su interior que todas las maravillas que contemplamos en el cielo (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 7 en la
Natividad del Señor).

519 [. . . ] las cosas espirituales, precisamente cuando se poseen, es cuando con más fuerza se desean
(SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. 152).

520 Entre los bienes corporales y los espirituales hay la diferencia de que los primeros, mientras no se
tienen, inspiran al alma un fuerte deseo de poseerlos; mas cuando, alcanzados, se los gusta, producen
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luego hastío por su saciedad. Los bienes espirituales, por el contrario, cuando no se tienen causan fastidio,
pero cuando se tienen producen deseo; y tanto más hambre tiene de ellos el que los gusta, cuanto más los
gusta el que los desea (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

521 Mientras que los bienes sensibles nos cansan cuando los poseemos, los bienes espirituales, al
contrario, los amamos más cuanto más los poseemos; porque éstos no se gastan ni se agotan, y son
capaces de producir en nosotros una alegría siempre nueva [. . . ]. Es como si Dios penetrase cada vez más
profundamente en nuestra voluntad (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 2, a. I ad 3).

522 La filosofía rica se ha formado muchos dioses; la Iglesia pobre sólo conoce a un Dios: ¿no es cierto que
aquellas riquezas son indigencia y que esta pobreza es abundancia? (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea,
vol. VI, p. 263).

523 Con los bienes de la tierra suele ocurrir que no se enriquece uno si no se empobrece otro; pero de las
cosas espirituales no puede enriquecerse uno sin enriquecer a los demás. En las cosas materiales, pues,
disminuye esta participación; en las espirituales, aumenta (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea,
vol. Vl, p. 342).

Sólo somos administradores de los bienes temporales

524 Se ven gentes que arrojan su fortuna a los luchadores, a los comediantes, a repugnantes gladiadores
en los teatros, por la gloria de un momento y por el ruidoso aplauso del pueblo. Y a ti, ¿te preocuparán unos
gastos con los que te puedes elevar a una gloria tan grande? Será Dios el que te aplaudirá, serán los
ángeles los que te aclamarán, serán todos los hombres que han existido desde la creación los que
celebrarán tu dicha: una gloria imperecedera, una corona de justicia, el Reino de los cielos, tal será el
premio que tú recibirás por haber administrado bien tus bienes perecederos (SAN BASILIO, Hom. sobre la
caridad).

525 Cuando dejamos a un lado las riquezas materiales, no son bienes nuestros los que abandonamos, sino
bienes ajenos. Y eso, aun cuando podamos gloriarnos de haberlos adquirido por nuestro trabajo o de
haberlos recibido en herencia de nuestros padres. Porque, como ya dije, nada nos pertenece, salvo lo que
tiene su raigambre en el corazón y forma como un nexo indisoluble con nuestra alma, hasta el punto de que
nadie nos lo puede arrebatar (CASIANO, Colaciones,3,10).

526 El que es esclavo de las riquezas, las guarda como esclavo; pero el que sacude el yugo de su
esclavitud, las distribuye como señor (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 392).

527 Hemos sido colocados en la vida como huéspedes y forasteros, llevados a donde no queremos ir y
cuando no pensamos: el que ahora es rico, en breve será pobre. Así, seas quien fueres, has de saber que
eres sólo administrador de bienes ajenos, y que se te ha dado de ellos uso transitorio y derecho muy breve.
Lejos, pues, de nosotros el orgullo de la dominación, y abracemos la humildad y la modestia del arrendatario
o casero (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 225).

528 El artista más perfecto ha dotado a nuestra naturaleza de todo lo que necesita para cumplir su misión
de dominio y señorío (SAN GREGORIO DE NISA, PL 67,347 ss. ).

Es necesario estar desprendido de los bienes

529 De la misma manera que el oro se malea cuando se mezcla aunque sea con plata pura, así también
nuestra alma se mancha cuando se mezcla con tierra, aunque ésta sea de muy buena calidad (SAN
AGUSTiN, en Catena Aurea, vol. 1p 383).
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530 "Divitiae, si affluant, nolite cor apponere". Si vienen a tus manos las riquezas, no pongas en ellas tu
corazón. Anímate a emplearlas generosamente. Y, si fuera preciso, heroicamente. Sé pobre de espiritu (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 636).

531 Con la templanza de quien las usa, no con el afán de quien pone en ellas el corazón (SAN AGUSTIN,
Sobre las costambres de la Iglesia,1,21).

532 El amor del hombre es como la mano del alma: si coge una cosa no puede asirse a otra. Quien ama al
siglo, no puede amar a Dios; tiene la mano ocupada. Le dice Dios: "Ten lo que te doy", pero como no quiere
soltar lo que tenia, no puede recibir lo que se le ofrece (SAN AGUSTIN, Sermón 12S).

533 Que los falsos placeres de la vida presente no impidan el empuje de aquellos que vienen por el camino
de la verdad, y que los fieles se consideren como viajeros en el itinerario que siguen hacia su patria; que
comprendan que en el uso de los bienes temporales, si a veces hay algunos que agradan, no deben
apegarse bajamente, sino continuar valientemente la marcha (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 72, sobre la
Ascensión del Señor).

534 La verdadera, la única paz de las almas en este mundo consiste en estar llenos de amor de Dios y en
estar animados por la esperanza del cielo hasta el punto de considerar poca cosa los éxitos o reveses de
este mundo 1. . . ] Se equivoca quien se figura que podrá encontrar la paz en el disfrute de los bienes de
este mundo y en las riquezas. Las frecuentes turbaciones de aquí abajo y el fin de este mundo deberían
convencer a ese hombre que ha afirmado sobre arena los fundamentos de su paz (SAN BEDA, Hom. 12
sobre la Vigilia de Pentecostés).

Los bienes temporales no son un bien absoluto

535 No vayamos a creer, sin embargo, que aquellos que han sido elevados en este mundo a la cumbre de
las riquezas, del poderio y los honores hayan alcanzado con ello el bien por excelencia, pues éste consiste
únicamente en la virtud. Esas cosas son indiferentes. Son útiles y provechosas para los justos que usan de
ella con recta intención y para cumplir sus menesteres ineludiblesópues les brindan la ocasión de hacer una
obra buena y producir frutos para la vida eternaó. Son lesivas y dañosas para aquellos que abusan de ellas,
proporcionándoles ocasión de pecado y de muerte (CASIANO, Colaciones,66,3).

536 Por muy brillantes que sean el sol, el cielo y las nubes; por muy verdes que estén las hojas y los
campos; por muy dulce que sea el canto de los pájaros, sabemos que no todo está ahí y que no tomaremos
la parte por el todo. Estas cosas proceden de un centro de amor y de bondad que es el mismo Dios; pero
estas cosas no son su plenitud hablan del cielo, pero no son el cielo; en cierto modo son solamente rayos
extraviados, un débil reflejo de su imagen; son migajas de la mesa (CARD J. H. NEWMAN,J. H. , Sermones
parroquiales, Sermón 13).

537 Todo es nada, y menos que nada, lo que se acaba y no contenta a Dios (SANTA TERESA, Vida,20,26).

538 Observad cómo Cristo ensalza los elementos de este mundo, no por su propia naturaleza, sino por la
relación que tienen con Dios, para quitar toda ocasión de idolatría (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena
Aurea, vol. 1p 312).

539 Si queréis, aun reteniéndolo, dejáis lo que tenéis, siempre que administréis lo temporal de modo que
aspiréis con toda vuestra alma hacia lo eterno (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

540 (La concupiscencia es) el apetito del alma por el que preferimos bienes temporales a los bienes eternos
(SAN AGUSTIN, Sobre la mentira,71).
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541 Con frecuencia llena Dios de beneficios espirituales a las almas cuando causa o permite algún daño en
los bienes temporales (TITO BOSTRENSE, en Catena Aurea, vol. IV, p. 121).

542 Llora, pero es como si no llorase, quien se aflige por los daños temporales de tal suerte que se
consuela siempre su alma con los bienes eternos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

543 Todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos
(CONC. VAT. II, Const. Caudium et spes,12).

544 También los justos pueden tener bienes en esta vida, pero no los consideran como recompensa,
porque, como apetecen bienes mejoresóes decir, los eternosó, a juicio de ellos, aunque abunden en bienes,
con sus santos deseos los agostan y no los tienen por bienes. De ahí que el profeta David, que abundaba
en riquezas de su reino y muchos dones, por más que comprendiese que estos bienes le eran necesarios,
sin embargo, un solo bien era el que anhelaba con todo el ardor, diciendo: Todo mi bien es estar unido con
Dios (Sal 72,26) (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 40 sobre los Evang. ).

545 No juzgamos grande ni digno de nuestros votos y deseos ni el esplendor de los antepasados, ni la salud
del cuerpo, ni la belleza, ni la grandeza, ni los honores que tributan los hombres, ni el reinado mismo ni lo
que pueda decirse entre lo humano, ni nos fijamos en los que lo tengan; damos un paso más con nuestra
esperanza cristiana y hacemos todo lo que haya que hacer para preparar la otra vida. Por eso decimos que
conviene desear lo que nos pueda ser útil en ese sentido y es necesario quererlo con todas nuestras
fuerzas, y lo que no sea útil para la otra vida despreciarlo como no digno de estima (SAN BASILIO, Discurso
a los jóvenes).

546 En sólo Dios hallará el hombre todas las cosas de un modo más sublime y perfecto que como se
encuentran en el mundo. Si buscas deleites, sumo lo tendrás en Dios; si riquezas, en El hallarás la absoluta
opulencia de donde manan las riquezas, y así lo demás. Agustín, en las Confesiones:"Cuando el alma se
prostituye lejos de ti, busca fuera de ti; nada encuentra puro y limpio hasta que torna a ti" (SANTO TOMÁS,
Sobre el Padrenuestro,1. c. ,140).

Dejan de ser bienes cuando nos separan de Dios

547 Está bien aquí aquello de Sócrates, que decía que no admiraria al que estuviera orgulloso de sus
muchas riquezas antes de comprobar si sabla usar de ellas (SAN BASILIO, Discurso a los jóvenes).

548 Entregados a las cosas de este mundo, nos vamos volviendo tanto más insensibles a las realidades del
espiritu, cuanto mayor empeño ponemos en interesarnos por las cosas visibles (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 17 sobre los Evang. ).

549 En todos los bienes temporales, el fin que el hombre busca es poseer cierta perfección o gloria. Por
esta vía descubrimos que la soberbia, apetito de la propia excelencia, se pone como principio de todo
pecado (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 48, a. 2).

550 Al que es rico, y por su poder y excelente disposición corporal tiene cierta grandeza, y hace buen uso
de aquellos bienes que posee, justo es amarle y respetarle como quien está dotado de bienes comunes,
siempre que los emplee conforme a lo que dicta la recta razón: de tal modo que sea caritativo con los
pobres, auxille a los enfermos y considere todos los bienes que posee no más suyos que de los indigentes.
Por el contrario, al hombre que no procede así debemos tenerle como más digno de lástima que de envidia,
en cuanto que tiene más medios y más ocasiones para pecar (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).

551 Para el goloso, su dios es el vientre; para el lascivo, su tesoro es la impureza [. . . ]: cada uno es
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esclavo del que le ha vencido. Tiene su corazón donde tiene su tesoro (SAN JUAN CRISOSTOMO, en
Catena Aurea, vol. 1p 386).

552 Ninguna otra cosa hace desear tanto las riquezas como el deseo de gloria. Los hombres presentan gran
número de criados, de caballos, cubiertos de oro y mesas adornadas con plata, no porque ello reporte
alguna utilidad, sino por ostentación delante de los demás. Y dice el Señor: No queráis atesorar para
vosotros tesoros en la tierra (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, VOI. 1P 383).

553 Las riquezas más conservadas pueden perderse fácilmente, si no de una manera material, sí en un
sentido espiritual, porque no aprovechan a su dueño a conseguir su salvación (SAN JUAN CRISÓSTOMO,
en Catena Aurea, vol 1p 385).

554 Piensas tan poco en los bienes de tu alma, que of reces a ésta los alimentos del cuerpo (SAN BASILIO,
en Catena Aurea, vol. Vl, p. 83).

Deben ser promovidos para utilidad de todos los hombres

555 Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En
consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con
la compañía de la caridad. Sean las que sean las formas de la propiedad, adaptadas a las instituciones
legítimas de los pueblos según las circunstancias diversas y variables, jamás debe perderse de vista este
destino universal de los bienes. Por tanto, el hombre, al usarlos, no debé tener las cosas exteriores que
legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le
aprovechen a él solamente, sino también a los demás (CONC. VAT 11, Const. Gaudium et spes,69).

556 Los bienes han de ser empleados, según las necesidades y deberes de cada uno, con la moderación
de quien los usa y no como quien los valora demásiado y se ve arrastrado por ellos. (SAN AGUSTIN, Sobre
las costumbres de la Iglesia,1,21).

557 Los laicos, con su competencia en los asuntos profanos y con su actividad elevada desde dentro por la
gracia de Cristo, contribuyan eficazmente a que los bienes creados, de acuerdo con el designio del Creador
y la iluminación de su Verbo, sean promovidos, mediante el trabajo humano,la técnica y la cultura civil, para
utilidad de todos los hombres sin excepción; sean más convenientemente distribuidos entre ellos y, a su
manera, conduzcan al progreso universal en la libertad humana y cristiana Así Cristo, a través de los
miembros de la Iglesia, iluminará más y más con su luz salvadora a toda la sociedad humana (CONC. VAT.
II, Const. Lumen gentium LG 36).

No toda pobreza es santa, ni toda riqueza mala

558 Cuando afirmo que Dios no inclina sus oídos al rico, no vayáis a deducir, hermanos, que Dios no
escucha a los que poseen oro o plata, domésticos y posesiones. Si han nacido en ese estado y ocupan ese
rango en la sociedad, que recuerden la palabra del Apóstol: Recomienda a los ricos de este mundo que no
se dejen arrastrar del orgullo (ITm 6,17). Los que no se dejan arrastrar del orgullo son pobres delante de
Dios, que inclina sus oídos hacia los pobres y necesitados. Saben, en efecto, que su esperanza no está en
el oro ni en la plata ni en esas cosas en que ellos nadan en la abundancia ahora (SAN AGUSTIN, Coment.
al Salmo 85).

559 No toda pobreza es santa, ni todas las riquezas son peca- minosas (SAN AMBROSIO, en Catena
Aurea, vol. Vl, p. 341).

560 La pobreza no condujo a Lázaro al cielo, sino la humildad, y las riquezas no impidieron al rico entrar en
el gran descanso, sino su egoísmo e infidelidad (SAN AGUSTIN, Sermón 24).
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561 El rico del Evangelio en manera alguna fue condenado porque quitase los bienes ajenos, sino porque
malamente se reservó para si solo los bienes que recibiera Este mal uso es el que le llevó al infierno, porque
para todo aquello que concernía a su comodidad y felicidad no fue parco; porque empleó todos los dones
recibidos como medio de satisfacer su orgullo y arrogancia; porque no tuvo caridad; porque no quiso redimir
sus pecados con sus bienes aunque los tenia de sobra (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 40 sobre los
Evang. ).

562 Los bienes de la tierra no son malos; se pervierten cuando el hombre los erige en ídolos y, ante esos
ídolos, se postra; se ennoblecen cuando los convertimos en instrumentos para el bien, en una tarea
cristianá de justicia y de caridad (J. ESCRIVADE BALAGUER, Es Cristo que pasa,35).

563 Por lo demás, el derecho a poseer una parte de bienes sufciente para si mismos y para sus familias es
un derecho que a todos corresponde (CONC. VAT. II, Const. Gaudium et spes,69).

De Dios sólo recibimos bienes

564 De Dios sólo recibimos bienes, aunque muchas veces no los consideramos como tales: todo concurre
al bien de sus amados (SANTO TOMÁS, en Catena Aurea, vol. 1p 432).

565 Si cada una de las cosas que existen en el mundo fuese mala por si misma, no habría criatura de Dios,
porque toda criatura de Dios es buena (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 97).

566 Cuando el alma contempla vivamente las criaturas y las conoce a fondo, ve que Dios las ha dotado de
tanta abundancia de gracias, virtudes y hermosura, que le parece que todas están vestidas de admirable
hermosura y fuerza. Hermosura y fuerza derivada de la infinita hermosura de Dios, cuyo mirar viste de
hermosura y alegría el mundo y los cielos, y abre la mano y sacia defavores a todo viviente (Sal 144,16)
(SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,6,1)

567 El bien que os hace buenos es Dios; el oro y la plata son un bien, no porque te hagan bueno, sino
porque con ellos puedes obrar el bien (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. 1p 432).BUEN PASTOR

Citas de la Sagrada Escritura

1. Las ovejas que están fuera del redil

Los gentiles oirán la voz del Buen Pastor: Jn 10,16.

Jesús envió a los Apostoles en busca de las ovejas perdidas: Mt 10,6.

Hay ovejas que no quieren ir a El: Jn 5,40.

Las que no son suyas no creen en El: Jn 5,26. 11-12.

2. Los malos pastores

Se cuidan de sí mismos y abandonan el rebaño: Ez 34,1-10. Jr 23,1 ss.

3. El Buen Pastor

Los cuidados del Buen Pastor: Ez 34,11-31.

Jesucristo es el Buen Pastor: Jn 10,11-14.

Se compadece de las gentes que andaban "como ovejas sin pastor": Mt 9,36; Mc 6,34.
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Conoce a sus ovejas y las llama por su nombre: Jn 10,3.

Pone sobre sus hombros a la oveja perdida: Lc 15,4-ó.

Les da ejemplo de todas las virtudes: Jn 10,4.

Da la vida por ellos: Jn 10,11-12

Les da la vida eterna: Jn 10,28.

4. Las ovejas del Buen Pastor

Conocen a su Pastor: Jn 10,14-15.

Le siguen: Jn 10,4.

Distinguen su voz: Jn 10,4.

Huyen de los mercenarios: Jn 10,5.

Nadie les arrebatará de las manos del Buen Pastor: Jn,10,28

SELECCiÓN DE TEXTOS

Las virtudes del buen pastor

568 La guía de la comunidad cristiana que el Obispo le ha confiado evoca y solicita en la conciencia
sacerdotal las virtudes propias del buen pastor: la caridad sin límites, hasta el olvido de sí mismo; la fe que
ilumina, que estimula a perseverar, a esperar, a no cansarse nunca; la obediencia total y delicada, pero
también inteligente, operativa, responsable; la humildad y la mansedumbre, que saben armonizar la
comprensión con la firmeza; la perfecta continencia, que hace al corazón libre, enteramente disponible, para
mejor ofrecerlo en la adoración y entregarlo más cumplidamente en el servicio; la paciencia, que sabe sufrir
en silencio y perdonarlo todo; la pobreza, que es lección de bienaventuranza y testimonio de esperanza (A.
DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 63).

569 A los pastores que apacientan rebaños de ovejas no se les exige exponer su propia vida a la muerte por
el bien de su rebaño; pero en cambio-, el pastor espiritual si que debe renunciar a su vida corporal ante el
peligro de sus ovejas, porque la salvación espiritual del rebaño es de más precio que la vida corporal del
pastor. Es esto precisamente lo que afirma el Señor: El buen pastor da su vidaóla vida del cuerpoópor las o
vejas, es decir, por las que son suyas por razón de su autoridad y de su amor. Arabas cosas se requieren:
que las ovejas le pertenezcan y que las ame, pues lo primero sin lo segundo no seria suficiente (SANTO
TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,10,3).

570 Cuatro son las condiciones que debe reunir el buen pastor. En primer lugar, el amor: fue precisamente
la caridad la única virtud que el Señor exigió a Pedro para entregarle el cuidado de su rebaño Luego, la
vigilancia, para estar atento a las necesidades de las ovejas. En tercer lugar, la doctrina, con el fin de poder
alimentar a los hombres hasta llevarlos a la salvación. Y finalmente la santidad e integridad de vida; ésta es
la principal de todas las virtudes (SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA, Sermón sobre el Evang. del Buen
Pastor en Opera omnia. Manila 1822, pp. 324-325).

571 Los obispos gobiernan [. . . ] con el consejo, la persuasión, pero también con la autoridad y el poder
sagrados (CONC VAT. II, Const. Lumen gentiam,27).

572 Si sólo amas a los buenos discípulos no tienes ningún mérito, son más bien los rebeldes a quienes
tienes que domar con tu dulzura. Sobre todas las heridas no se aplica idéntico remedio: trata los accesos
violentos con suaves friegas (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epist. a S. Policarpo).
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573 El pastor debe saber guardar silencio con discreción y hablar cuando es útil, de tal modo que nunca
diga lo que se debe callar ni deje de decir aquello que hay que manifestar (SAN GREGORIO MAGNO,
Regla pastoral,2,4).

574 Aquel que no tiene caridad con otro, no puede, en manera alguna, recibir el cargo de predicación (SAN
GREGOR[O MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

575 El amor del que apacienta las ovejas del Señor debe ser tan grande que sea capaz de vencer incluso el
temor natural de la muerte, que hace que nos resistamos a morir aun cuando deseamos vivir con Cristo
(SAN AGUSTIN, Trat. sobre Evang. S. Juan,123,5).

576 A la triple negación corresponde la triple profesión de amor [. . . 1. Si la negación del pastor fue causada
por el temor, ahora el pastoreo de la grey del Señor ha de ser la prueba de su amor (SAN AGUSTIN, Trat.
sobre Evang. S. Juan,123,5).

577 Debe ser integro, moderado, indulgente y hacer siempre prevalecer la misericordia sobre la justicia, de
suerte que a él le puedan tratar de la misma manera. Odiará los vicios, pero nunca dejará de amar a sus
hermanos. Y cuando se vea obligado a reprenderles lo hará con moderación, según aquel principio: "No
exagerar nada", no sea que a fuerza de raspar la herrumbre se rompa el recipiente. Su propia flaqueza
deberá estar siempre ante sus ojos y recordará que Dios no quiere que la caña cascada se rompa. Con esto
no queremos decir que deba permitir el desarrollo de las malas costumbres (SAN BENITO, Regla, cc. 2 y
64).

578 Evite el pastor la tentación de desear ser amado por los fieles antes que por Dios, o de ser demásiado
débil por temor a perder el afecto de los hombres; no se exponga a la reprensión divina: ¡Ay de aquellos que
aplican almohadillas a todos los codos! (Ez 13,8). El pastor debe tratar de hacerse amar, pero con la
finalidad de hacerse escuchar, no de buscar este afecto para utilidad propia (SAN GREGORIO MAGNO,
Regla Pastoral,1,2).

579 Tenga presente quien manda que la verdadera humildad es el mejor de los ejercicios. Asi como quien
asiste a diversos heridos y se cuida de curarlos, quienesquiera que sean, no toma el mando para
enorgullecerse, así mucho más el que se encarga de curar las enfermedades de sus hermanos, como
tendrá que dar cuenta de cada uno de ellos, debe cuidar de andar muy solicito. Por ello, el mayor hágase
como el menor (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 444).

580 Preocúpate de la unidad, el mayor de todos los bienes. Lleva a todos sobre ti, como tú mismo eres
llevado por el Señor. Soporta a todos con espiritu de caridad, como ya haces. Ora sin descanso; pide una
sabiduría mayor que la que tienes; vela, y que tu espiritu no duerma nunca. Habla a cada uno en particular,
siguiendo el ejemplo de Dios. Carga sobre ti, como un buen atleta, las enfermedades de todos. Donde es
más grande el trabajo, también es mayor la recompensa (SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, Epístola a San
Policarpo).

581 Aquel buen Pastor que dio su vida por las ovejas salió a buscar la oveja perdida, por las montañas y
colinas donde tú ofrecías sacrificios a los ídolos. Y, cuando encontró a la oveja perdida, la cargó sobre sus
hombros -sobre los que había cargado también el madero de la cruz- y así la llevó nuevamente a la vida
eterna (SAN GREGOR[O NACIANCENO, Disertación 45).

582 Que teniendo santo prelado lo serán las súbditas, y como cosa tan importante la pone siempre delante
Nuestro Señor (SANTA TERESA, Camino de perfección,3,10).

583 El mismo Señor, después de su resurrección, dijo a Pedro: ¿Me amas? El respondió: Te amo. Por tres
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veces se repitió la misma pregunta y respuesta, y las tres veces dijo el Señor: Apacienta mis ovejas. ¿Cómo
podrás demostrar que me amas, sino apacentando mis ovejas? ¿Qué vas a darme con tu amor, si todo lo
esperas de mi? Aquí tienes lo que has de hacer para amarme: apacienta mis ovejas (SAN AGUSTIN,
Sermón sobre el orden episcopal).

584 Conviene también que el superior proceda en las cosas que a él afectan, como juez inexorable; y en las
que afectan a sus subordinados, debe ser bueno y comprensivo (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena
Aurea, vol. III, p. LOO).

Es propio del buen pastor estar siempre vigilante y tratar a cada alma como conviene

585 No seamos perros mudos, centinelas silenciosos, mercenarios que huyen del lobo, sino pastores en
acecho, velando sobre el robaio de Cristo, proclamando la Voluntad de Dios al pequeño y al grande, al rico y
al pobre, a los hombres de todas las condiciones y de todas las edades, a tiempo y destiempo, en la medida
en que Dios nos da fuerzas (SAN BONIFACIO, Carta a Cuthbert: PL 89,765-768).

586 ¿Podríamos alguno de nosotros imaginar la prueba por la que atravesó la Iglesia, cuando el infeliz
Nestorio se convirtió repentinamente de oveja en lobo, comenzó a desgarrar el rebaño de Cristo, al mismo
tiempo que aquellos a quienes él mordía, teniéndolo aún por oveja, estaban así más expuestos a sus
mordiscos? (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. II).

587 Temo, además, que si a ti te abandonara daria incluso muerte a las ovejas sanas 1. . . ]. Si descuido a
la que se descarria y se pierde, la que está fuerte deseará también andar por los caminos del error y de la
perdición (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

588 [. . . ] el superior tiene el deber de saber armonizar perfectamente la entereza que en el seno de la
familia descubrimos en el padre con la amorosa intuición de la madre, que trata a sus hijos desiguales de
desigual manera (A. DEL PORTILLO. Escritos sobre el sacerdocio, p. 35)

589 Es conveniente que quienes están al frente de sus hermanos se esfuercen más que los demás en
trabajar por el bien ajeno, se muestren más sumisos que los súbditos y, a la manera de un siervo, gasten su
vida en bien de los demás, pensando que los hermanos son en realidad como un tesoro que pertenece a
Dios y que Dios ha colocado bajo su coidado (SAN GREGORIO DE NISA, Sobre la conducta cristiana)

590 Pero, a fin de que el débil no desfalleza al oír hablar de las pruebas que se avecinan, el pastor no debe
ni alentarlo con falsas esperanzas ni atemorizarlo con miedos indebidos. Debe decirle: Prepárate para las
pruebas. Y, si al oir estas palabras la oveja empieza a desfallecer y a temer hasta tal punto que ya no se
atreve a acercarse, el pastor debe recordarle aquello otro: Fiel es Dios para no permitir que seáis tentados
más allá de lo que podéis. Anunciar y recordar las pruebas que se avecinan es como curar a las ovejas
enfermas; hablar de la misericordia de Dios, que hace superar las pruebas, al que se asusta
desmesuradamente, es como vendar las heridas (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

591 La gracia de Dios viene en socorro de cada alma; cada criatura requiere una asistencia concreta,
personal. ¡No pueden tratarse las almas en masa! No es licito ofender la dignidad humana y la dignidad de
hijo de Dios, no acudiendo personalmente a cada uno con la humildad del que se sabe instrumento, para
ser vehículo del amor de Cristo: porque cada alma es un tesoro maravilloso; cada hombre es único,
insustituible. Cada uno vale toda la sangre de Cristo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,80).

Cristo es el único Buen Pastor, que dirige a las almas a través de otros

592 Aunque dijo a Pedro, en su calidad de jefe: Apacienta mis ovejas, en realidad es él solo, el Señor, quien
dirige a todos los pastores en su ministerio; y a los que se acercan a la piedra espiritual, él los alimenta con
un pasto tan abundante y jugoso, que un número incontable de ovejas, fortalecidas por la abundancia de su
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amor, están dispuestas a morir por el nombre de su pastor, como él, el buen Pastor, se dignó dar la propia
vida por sus ovejas (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 12, sobre la Pasión).

593 Todos los buenos pastores son, en realidad, como miembros del único pastor y forman una sola cosa
con él. Cuando ellos apacientan es Cristo quien apacienta (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

594 Cristo es, en efecto, quien apacienta su rebaño, él es el único pastor, que lo apacienta por medio de los
demás buenos pastores, que lo hacen por delegación suya (SAN AGUSTIN, Sermón 47, sobre las ovejas).

595 De nadie puede decirse que sea puerta; esta cualidad Cristo se la reservó para sí; el oficio, en cambio,
de pastor lo dio también a otros y quiso que lo tuvieran sus miembros; por ello Pedro fue pastor, y pastores
fueron también los otros apóstoles y son pastores todos los buenos obispos. Os daréódice la
Escrituraópastores conforme a mi corazón. Pero aunque los prelados de la Iglesia, que también son hijos,
sean todos llamados pastores, sin embargo el Señor dice en singular: Yo soy el buen pastor; con ello quiere
estimularnos a la caridad, insinuándoles que nadie puede ser buen pastor si no llega a ser una sola cosa
con Cristo por la caridad y se convierte en miembro del verdadero pastor (SANTO TOMÁS, Coment. Evang.
S. Juan,10,3).

596 Dios, el pastor supremo y verdadero agricultor, es poderoso tanto para hacer volver a la oveja al buen
camino, como para injertar el sarmiento desgajado (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

597 Yo soy el buen pastor. Es evidente que el oficio de pastor compete a Cristo, pues de la misma manera
que el rebaño es guiado y alimentado por el pastor, así Cristo alimenta a los fieles espiritualmente y también
con su cuerpo y su sangre. Erais como ovejas descarriadasódice el Apóstoló, pero ahora habéis vuelto al
pastor y guardián de vuestras almas (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,10,3).

598 Que nada se haga sin tu autorización, y tú mismo no hagas nada sin Dios (SAN IGNACIO DE
ANTIOQUIA, Epístola a San Policarpo).

Cada cristiano es a la vez oveja y buen pastor

599 El Señor, no según mis merecimientos, sino según su infinita misericordia, ha querido que yo ocupara
este lugar y me dedicara al ministerio pastoral; por ello debo tener presente dos cosas, distinguiéndolas
bien, a saber: que por una parte soy cristiano y por otra soy obispo. El ser cristiano se me ha dado como
don propio; el ser obispo, en cambio, lo he recibido para vuestro bien. Consiguientemente, por mi condición
de cristiano debo pensar en mi salvación; en cambio, por mi condición de obispo debo ocuparme de la
vuestra (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

600 En nosotros hay que considerar dos cosas: una, que somos cristianos; otra, que somos guardianes.
Nuestra condición de guardianes nos coloca entre los pastores, con tal que seamos buenos. Por nuestra
condición de cristianos, somos ovejas igual que vosotros (SAN AGUSTIN, Sermón 47, sobre las ovejas ).

"De las buenas ovejas salen los buenos pastores"

601 Si existen buenas ovejas habrá también buenos pastores, pues de entre las buenas ovejas salen los
buenos pastores (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

Los malos pastores

602 Si alguna vez, porque Dios puede permitir esa prueba, tropezáis con pastores indignos de este nombre,
no os escandalicéis. Cristo ha prometido asistencia infalible e indefectible a su Iglesia, pero no ha
garantizado la fidelidad de los hombres que la componen (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que
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pasa,81).

603 Acontece que hay algunos prelados poco prudentes, que no se abreven a hablar con libertad por miedo
de perder la estima de sus súbditos; con ello, como lo dice la Verdad, no cuidan a su grey con el interés de
un verdadero pastor, sino a la manera de un mercenario, pues callar y disminular los defectos es lo mismo
que huir cuando se acerca el lobo (SAN GREGORIO MAGNO, Regla pastoral,2,4).

604 ¿Habéis visto cuán peligroso es callar? El malvado muere, y muere justamente: muere por su culpa y
por su mala conducta; pero la negligencia del mal pastor lo llevó a la muerte. El malvado hubiera podido
encontrar en su pastor al pastor de vida [. . . ]; pero, como su pastor era negligente, el malvado no podo oír
la voz de aquel que precisamente fue constituido prelado y vigilante para amonestar al pueblo. Así, el
malvado murió con toda justicia, pero el prelado también recibirá el castigo merecido (SAN AGUSTIN,
Sermón 46, sobre los pastores).

605 El mal pastor lleva a la muerte incluso a las ovejas fuertes (SAN AGUSTiN, Sermón 46, sobre los
pastores).

606 Por fortuna, las ovejas de Cristo que le habían sido confiadas (se refiere al hereje Fotino) eran muy
prudentes y estaban vigilantes en lo que se refiere a la fe católica; inmediatamente se acordaron de las
advertencias de Moisés, y aunque admiraban la elocuencia de su profeta y pastor, no se dejaron seducir por
la tentación. Desde ese momento empezaron a huir, como si fuera un lobo, de aquel a quien hasta poco
antes habían seguido como guía del rebaño (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 11).

607 No se llama pastor, sino mercenario, el que no apacienta las ovejas de su amo por amor hacia ellas,
sino sólo por lucro. Es un mercenario el que ocupa el puesto del verdadero pastor, pero no se cuida del
provecho de las almas; se afana por comodidades terrenas, se goza en el honor de la dignidad, apacienta
sólo por la retribución temporal y se coogratula con la estimación en que le tienen los hombres (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. ).

608 Considerad, pues, qué ha de suceder a los rebaños cuando los pastores se convierten en lobos. Pues
reciben a su cargo la guarda del rebaño del Señor hombres que no temen ponerle asechanzas, contra
quienes debiera ser guardado el mismo rebaño (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

609 El obispo que no sirve a los fieles (predicando, guiando) es solamente foenus custos (guardián de paja),
un espantapájaros colocado en los viñedos para que los pájaros no coman las uvas (SAN AGUSTiN,
Miscelánea Agustiniense, Roma 1930,1,568).

610 Son muy pocas las ovejas bien alimentadas y sanas, es decir, aquellas a quienes no falta el sólido
manjar de la verdad y se apacientan abundantemente con los dones de Dios. Pero los malos pastores ni a
éstas perdonan; les parece poco descuidar a las enfermas y errantes, a las débiles y descarriadas, y llegan
incluso a dar muerte a las que están fuertes y sanas. Y si estas últimas conservan la vida, viven, en todo
caso, únicamente porque Dios cuida de ellas; pero, por lo que se refiere a los pastores, éstos hacen lo
posible por matarlas. Quizá preguntes: "¿Cómo las matan?". Pues las matan con su mala vida y con sus
malos ejemplos (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

611 El deber del buen pastor es la caridad; por eso dice: El buen pastor da su vida por las ovejas. Conviene,
pues, distinguir entre el buen pastor y el mal pastor; el buen pastor es aquel que busca el bien de sus
ovejas; en cambio, el mal pastor es el que persigue su propio bien (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S.
Juan,10,3).

612 Ciertamente es una gran prueba ver a un hombre tenido por profeta, por discípulo de los profetas, por
doctor y testigo de la verdad, un hombre sumamente amado y respetado, que de repente se pone a
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introducir a escondidas errores perniciosos. Tanto más cuanto que no hay posibilidad de descubTir
inmediatamente ese error, puesto que le coge a uno de sorpresa, ya que se tiene de tal hombre un juicio
favorable a causa de su enseñanza anterior, y se resiste uno a condenar al antiguo maestro al que nos
sentimos ligados por el afecto (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 10).

Responsabilidad del buen pastor

613 La responsabilidad del Obispo es gravísima y, si no cumple su misión, el Salvador de toda la Iglesia le
llamará a jqicio (ORiGENES, Trat. sobre la oración,28,4).

614 Quien no tenga las suficientes facultades para amonestar a todos los fieles a la vez por medio de una
exhortación común, tiene obligación de instruir en cuanto pueda a cada uno en particular, edificarle en
conversaciones privadas, y buscar con sencillas pláticas fruto en los corazones de sus hijos. Debemos,
pues, pensar continuamente en lo que se dice a los Apóstoles y en los Apóstoles a nosotros: Vosotros sois
la sal de la tierra. Luego si somos la sal, debemos condimentar las almas de los fieles. Por consiguiente,
vosotros, los que sois pastores, pensad bien cómo estáis apacentando la grey de Dios (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

615 Se sabe con toda certeza que el silencio del pastor algunas veces le perjudica a él, siempre a las
personas que le están encomendadas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobra los Evang. ).

CARIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

1. Excelencia de la caridad

Sabemos que hemos sido trasladados de la muerte a la vida porque amamos a los herman. El que no ama
permanece en la muerte. Jn 3,14.

Si, hablando lenguas de hombres y de ángeles, no tengo caridad, soy como bronce que suena o cimbalo
que retiñe. 1Co 13,1.

Pero por encima de todo esto, vestíos de la caridad, que es vinculo de perfeccion. Col 4,14.

Porque toda la ley se resume en este solo precepto: Amaras a tu prójimo como a ti mismo. Ga 5,14.

Ante todo, tened los unos para los otros ferviente caridad, porque la caridad cubre la muchedumbre de los
pecados. 1P 4,8.

Ahora permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y la caridad: pero de las tres, la caridad es la mas
excelente de todas. 1Co 13,13.

2. El amor al prójimo

Un precepto nuevo os doy: que os ameis los unos a los otros; como yo os he amado, así también amaos
mutuamente. En esto conoceran todos que sois mis discípulos: Si teneis caridad unos para con otros. Jn
13,34-35.

Amaras a tu prójimo como a ti mismo. Mc 12,31.

En esto se conocen los hijos de Dios y los hijos del diablo. El que no practica la justicia no es de Dios, y
tampoco el que no ama a su hermano. 1Jn 3,10.

Amar al prójimo como a si mismo, es mucho mejor que todos los holocaustos y sacrificios. Mc 12,33.

Si alguno dijere: Amo a Dios, pero aborrece a su hermano, miente. Pues el que no ama a su hermano a
quien ve, no es posible que ame a Dios a quien no ve. Y nosotros tenemos de El este precepto: que quien
ama a Dios, ame también a su hermano. 1Jn 4,20-21.
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Nadie tiene amor mayor que este de dar uno la vida por sus amigos. Jn 15,13.

No esteis en deuda con nadie, a no ser en el amaros unos a otros, porque quien ama al prójimo ha cumplido
la ley, pues el amor es la plenitud de la ley. Rm 13,8-10.

3. Cualidades de la caridad

La caridad es paciente, es benigna; no es envidiosa, no es jactanciosa, no se hincha; no es descortes, no es


interesada, no se irrita, no piensa mal, no se alegra de la injusticia, se complace de la verdad; todo lo
excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera. 1Co 13,4.

Dios ama al que da con alegria. 2Co 9,7.

4. Corrección fraterna

Hermanos, si alguno fuere hallado en falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espiritu de
mansedumbre, cuidando de ti mismo no seas también tentado. Ga 6,1.

Si tu hermano pecare contra ti, ve y corrigele, estando a solas con el. Si te escucha habras ganado a tu
hermano. Mt 18,15.

Si alguno no obedeciere lo que ordenamos [. . . ] no le mireis como enemigo sino corregidle como hermano.
2Th 3,14-15.

5. Caridad con los enemigos

Bendecid a los que os maldigan y orad por los que os calumnien. Lc 6,28.

Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, para que seais hijos de vuestro
Padre, que esta en los cielos, que hace salir el sol sobre malos y buenos y llueve sobre justos e injustos. Mt
5,44.

Por el contrario, si tu enemigo tiene hambre dale de comer y si tiene sed dale de beber, que haciendo así
amontonais carbones encendidos sobre su cabeza. No te dejes vencer del mal, antes vence al mal con el
bien. Rm 12,20-21.

Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os persiguen y
calumnian. Mt 5,44; Lc 6,27-28.

Si no amais sino a los que os aman, ¿que premio habeis de tener?. Mt 5,46.

Si al tiempo de presentar tu ofrenda en el altar alli te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra
ti, deja tu of renda delante del altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano. Mt 5,23-24.

6. La limosna

Dad limosna de lo vuestro que os sobra, y con eso todas las cosas estaran limpias en orden a vosotros. Lc
11,41.

Vended lo que poseais y dad limosna. Lc 12,33.

Si un hermano [. . . ] esta desnudo y necesita alimento diario, ¿de que le servira que alguno de vosotros le
diga: Vete en paz [. . . ], si no le da lo necesario para reparo de su cuerpo? Jc 2,15-16.

Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno [. . . ], porque tuve hambre y no me disteis de comer [. . . ]. Os digo
en verdad: siempre que dejasteis de hacerlo con alguno de estos pequeños, dejasteis de hacerlo conmigo.
Mt 25,41-45.

7. Otras manifestaciones de esta virtud

Asi pues, os exhorto yo, preso en el Seitor, a andar de una manera digna de la vocación con que fuisteis
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llamados, con toda humildad, mansedumbre y longanimidad, soportandoos los unos a los otros con caridad.
Ep 4,1.

En esto hemos conocido la caridad, en que El dio su vida por nosotros, y nosotros debemos dar nuestra
vida por nuestros hermanos. 1Jn 3,16.

Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas, y así cumplireis la ley de Cristo. Ga 6,2.

Por eso, cuanto quisiereis que os hagan a vosotros los hombres, hacedlo vosotros a ellos, porque esta es la
ley y los Profetas. Mt 7,12.

Da de tu pan al hambriento, y tus vestiduras al desnudo. Tb 4,16.

No hagais nada por espiritu de competencia, nada por vanagloria; antes, llevados de la humildad, teneos
unos a otros por superiores, no atendiendo cada uno a su propio interes sino al de los otros. Ph 2,3.

Ved cuan bueno y alegre es convivir juntos los hermanos. Ps 132,1.

Con tres cosas me adorno y me presento, hermosas ante el Señor y ante los hombres: la concordia entre
hermanos, la amistad entre los prójimos y la armonia entre mujer y marido. Si 25,1.

Con la medida con que midiereis se os medirá y se os añadirá. Mc 4,24.

No seas perezoso en visitar a los enfermos. Si 7,39.

No vuelvas a tu prójimo mal por mal, cualquiera que sea el que el te haga. Si 10,6.

8. Pecados contra la caridad: el escándalo

¡Ay del mundo por los escándalos! [. . . ]; ;ay de aquel hombre que causa el escándalo! Mt 18,7.

Al que escandalizare a alguno de estos pequeñitos que creen en mi mucho mejor le fuera que le ataran al
cuello una de esas ruedas de molino que mueve un asno y le echaran al mar. Mc 9,41.

Si tu mano te es ocasión de escándalo, cortara: mas te vale entrar manco en la vida, que tener dos manos e
ir al infierno. Mc 9,42.

Si lo que yo como escandaliza a mi hermano, no comeré en mi vida carne, por no escandalizar a mi


hermano. 1Co 8,13.

Pon cuidado en no causar tropiezo o escándalo al hermano. Rm 14,13.

9. Pecados contra la caridad: la maledicencia

Temo [. . . ] que por desgracia haya quizá entre vosotros [. . . ] discordias, detracciones, chismes [. . . ], y
tenga que llorar a muchos. 2Co 12,20-21.

Depuesta toda malicia y todo engaño, y los fingimientos [. . . ] y todas las murmuraciones [. . . ]. 1P 2,1-2.

Dad ya de mano [. . . ] a la maledicencia [. . . ]. No mintáis los unos a los otros. Col 3,8-9.

El que llamare a su hermano raca, merecerá que le condene el concilio; mas quien le llamare fatuo será reo
del fuego del infierno. Mt 5,22.

Los chismosos, los infamadores, enemigos de Dios, ultrajadores [. . . ] son dignos de muerte. Rm 1,29-32.

10. Otros pecados y faltas contra esta virtud

El que se venga será victima de la venganza del Señor, que le pedirá cuenta de sus pecados. Si 28,1.

Quien aborrece a su hermano es homicida, y ya sabeis que todo homicida no tiene en si la vida eterna. 1Jn
3,15.
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Pues el que tuviere bienes del mundo y, viendo a su hermano teneráneacesidad, le cierra sus entrañas,
¿como permanece en el la caridad de Dios? 1Jn 3,17.

Tiene su origen en Dios, fuente de toda caridad

616 El amor que debe mediar entre los cristianos nace de Dios,que es amor (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Amigos de Dios,228).

617 Mas ninguno, por el mero hecho de amar a su prójimo, piense ya tener caridad, sino que primero debe
examinar la fuerza misma de su amor. Pues si alguno ama a los demás, pero no los ama por Dios, no tiene
caridad, aunque piense que la tiene. Es caridad verdadera cuando se ama al amigo en Dios y al enemigo en
Dios (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 38 sobre los Evang. ).

618 Amamos a Dios y al prójimo con la misma caridad. Pero debemos amar a Dios por si mismo, y al
prójimo por Dios (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol III, p. 92).

619 El que ama a Dios ama también inevitablemente al prójimo (SAN MAXIMO, Sobre la caridad,1,1).

620 Nuestro Rey, a pesar de su condición altisima, por nosotros viene humilde, mas no con las manos
vacias; el trae para sus soldados una dadiva esplendida, ya que no solo les otorga copiosas riquezas, sino
que les da también una fortaleza invencible en el combate. En efecto, trae consigo el don de la caridad
(SAN FULGENCIO DE RUSPE, Sermón 3).

621 Asi pues, todo hombre que vive entre los hombres busque a Aquel a quien ama, de modo que no
abandone a aquel con quien camina; y preste a este su auxilio de tal manera que bajo ningun motivo se
separe de Aquel a quien se dirige (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 38 sobre los Evang. ).

622 El Creador del universo, cuando os saco de la nada, deposito en vuestros corazones simientes de
caridad (ORÍGENES, Sobre el Cantar de los Cantares,2,9).

623 No se trata de saber cuanto amor debemos al hermano y cuanto a Dios: incomparablemente mas a
Dios que a nosotros, y a nuestros hermanos tanto como a nosotros; ahora bien, no podemos amarnos
mucho a nosotros si no amamos mucho a Dios. Es, pues, con un mismo amor con el que amamos a Dios y
al hermano; pero amamos a Dios por si mismo, a nosotros y al prójimo por Dios (SAN AGUSTIN, Trat. sobre
la Santisima Trinidad,8,12).

624 Cuanto mas cerca esta de Dios el apostol, se siente mas universal: se agranda el corazon para que
quepan todos y todo en los deseos de poner el universo a los pies de Jesús (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 764).

Quien no ama al prójimo no ama a Dios

625 No se entiende el amor a Dios si no lleva consigo el amor al prójimo. ES "como si soñase que estaba
caminando", es solo sueño, no se camina. Quien no ama al prójimo, no ama a Dios (SAN JUAN CLIMACO,
Escala del paraiso,33).

626 Cuando los hombres tienen alguna disensión entre si, no recibe (Dios) ninguna ofrenda de ellos, ni oye
sus oraciones, mientras dure la enemistad. Ninguno, pues, puede ser amigo de dos que son enemigos entre
si, y por ello Dios no quiere ser amigo de los fieles mientras sean enemigos entre si. Y nosotros no
mantenemos la fe en Dios si amamos a sus enemigos y aborrecemos a sus amigos (SAN JUAN CR!
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SOSTOMO, en Catena Aurea, vol 1p 290).

La caridad es forma, fundamento, raiz y alma de todas las virtudes y buenas acciones. Sin caridad, no existe
ninguna otra virtud

627 Ni el don de lenguas, ni el don de la fe, ni otro alguno, dan la vida si falta el amor. Por mas que a un
cadaver se le vista de oro y piedras preciosas, cadaver sigue (SANTO TOMAS, Sobre la Caridad,1. c. , p.
203).

628 La caridad, por tanto, es la fuente y el origen de todo bien, la mejor defensa, el camino que lleva al
cielo. El que camina en la caridad no puede errar ni temer, porque ella es guia, protección, camino seguro.
Por esto, hermanos, ya que Cristo ha colocado la escalera de la caridad, por la que todo cristiano puede
subir al cielo, aferraos a esta pura caridad, practicadla unos con otros y subid por ella cada vez mas arriba
(SAN FULGENCIO DE RUSPE, Sermón 3).

629 Asi como todas las ramas de un arbol reciben su solidez de la raiz, así también las virtudes, siendo
muchas, proceden de la caridad. Y no tiene verdor alguno la rama de las buenas obras si no esta enraizada
en la caridad (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 27 sobre los Evang. ).

630 A esta renuncia total añade otra de mas quilates, al decir: Aunque yo entregare mi cuerpo a las llamas,
no teniendo caridad, nada me aprovecha. Como si dijera: Aunque distribuyera todos mis bienes hasta no
reservatme nada de ellos, todo eso es inutil sin la caridad. Y si a esta liberalidad ahadiera yo el martirio del
fuego, dando mi vida por Cristo, pero sigo siendo impaciente, irascible, envidioso o soberbio, o si la injuria
me indigna y hace montar en cólera, si busco mi interes, si soy mal intencionado o peor sufrido, la renuncia
y el martirio del hombre exterior no me reportaran ventaja alguna, porque el hombre interior quedara aun
cautivo en los vicios pasados (CASIANO, Colaciones 3,8).

631 La caridad es la forma, el fundamento, la raiz y la madre de todas las demás virtudes (SANTO ToMAs,
Suma Teológica,2-2, q. 24, a. 8).

632 El que reune todas las demás virtudes y no tiene caridad es como el que transporta el polvo contra el
viento (SAN AGusTiN, Sermón sobre la humildad y temor de Dios).

633 Aunque es algo muy grande tener una fe recta y una doctrina sana, y aunque sean muy dignas de
alabanza la sobriedad, la dulzura y la pureza, todas estas virtudes, sin embargo, no valen nada sin la
caridad. Y ninguna conducta es fecunda, por muy excelente que parezca, si no esta engendrada por el amor
[. . . ] (SAN LEON MAGNO, Sermón 48)

634 Practiquemos la caridad, sin la cual todas las demás virtudes pierden su brillo (SAN LEON MAGNO,
Sermón 72 sobre la Ascensión del Señor).

635 Cuando yo veo almas muy diligentes a entender la oración que tienen y muy encapotadas cuando estan
en ella (que parecen no osan bullir, ni menear el pensamiento, porque no se les vaya un poquito de gusto y
devoción que han tenido), hacese ver cuan poco entienden del camino por donde se alcanza la union. Y
piensan que alli esta todo el negocio. Que no, hermanas, no; obras quiere el Señor, y que, si ves una
enferma a quien puedes dar algun alivio, no se te de nada en perder esa devoción y te compadezcas de
ella, y si tiene algun dolor, te duela a ti, y si fuera menester, lo ayunes, porque ella lo coma, no tanto por ella
como porque sabes que tu Seitor quiere aquello (SANTA TERESA, Las Moradas, V,3,11).

636 La caridad se compara al fundamento y a la raiz,porque de ella se sustentan y alimentan todas las
demás virtudes (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 33, a. 8 ad 2).
-76 -

637 Entrando el rey [. . . ] vio alli a un hombre que no llevaba el traje de boda (cfr. Mt 22,11). ¿Que debemos
entender por vestido de bodas sino la caridad?, porque el Señior lo puso de manifiesto cuando vino a
celebrar sus bodas con la Iglesia. Entra, pues, a las bodas sin el vestido nupcial quien cree en la Iglesia,
pero no tiene caridad (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, volt 111, p. 66).

638 Todo, incluso lo que se estima como verdaderamente util, debe relegarse a segundo termino ante el
bien de la paz y de la caridad (CASIANO, Colaciones,16,6).

639 ¿Quien será capaz de explicar debidamente el vinculo que la caridad divina establece? ¿Quien podrá
dar cuenta de la grandeza de su hermosura? La caridad nos eleva hasta unas alturas inefables. La caridad
nos une a Dios, la caridad cubre la multitud de los pecados, la caridad lo aguanta todo, lo soporta todo con
paciencia; nada sordido ni altanero hay en ella; la caridad no admite divisiones, no promueve discordias,
sino que lo hace todo en la concordia;en la caridad hallan su perfección todos los elegidos de Dios y sin ella
nada es grato a Dios (SAN CLEMENTE, Carta a los Corintios ).

640 La fuerza de la oración esta en la caridad (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 27sobre los Evang. ).

641 Tu, por tanto, que deseas ser util a las almas del prójimo, primero acude a Dios de todo corazon y
pidele simplemente esto: que se digne infundir en ti aquella caridad que es el compendio de todas las
virtudes, ya que ella te hera alcanzar lo que deseas (SAN VICENTE FERRER, Trat. de la vida espirituai,13).

642 Aunque la castidad sobresalga de modo tan eminente, sin la caridad no tiene ni valor ni merito. La
castidad sin la caridad es una lampara sin aceite (SAN BERNARDO, Trat. sobre las costumbres y ministerio
de los obispos,3,8).

643 Nada mas precioso, nada mas perfecto y sublime, nada, por decirlo así, mas perenne que la caridad.
Porque las profecias cesaran, como también las lenguas; la ciencia se desvanecera; en cambio, la caridad
no terminara jamás (1Co 13,1). Sin ella, los carismas, aun los mas preciados, la gloria misma del martirio, se
disipan como el viento (CASIANO, Colaciones,11,12).

644 Todo el que tiene el don de la caridad, percibe además otros dones. Mas el que no tiene el don de la
caridad, pierde aun aquellos dones que parecia haber percibido. De a-tui que sea necesario, hermanos
mios, que en todas vuestras acciones trateis de conservar la caridad (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 9
sobre los Evang. ).

645 Porque de nada nos servirla una fidelidad meticulosa en todas las cosas si achararnos en olvido lo que
es primero y a lo que esta ordenado todo lo demás (CASIANO, Colaciones,1,7).

La caridad lo informa todo, le da sentido a todo

646 La caridad me hace entrar en la plenitud de Dios y de todas las cosas. Las cosas no tienen su plenitud
sino en la gloria de Dios, porque lo que constituye su fondo, su esencia, el todo de ellas mismas, es lo que
en ellas conduce a Dios. La tierra tiene su plenitud en la posesión de Dios, esta llena de su alabanza. Esta
plenitud es abrazada por la caridad, que no ama en todas las cosas sino lo que va a la gloria divina, y que
de esta suerte se apodera del todo de todas las cosas: por esto la caridad es la plenitud de la ley (J.
TISSOT, La vida interior. Herder, Barcelona 1963, pag. 86-87).

647 La obra exterior sin caridad no aprovecha; mas todo cuanto se hace con caridad, por poco y
despreciable que sea, todo es fructuoso (Imitación de Cristo, I,15,1).
-77 -

648 La caridad de Cristo no es solo un buen sentimiento en relación al prójimo; no se para en el gusto por la
filantropia. La caridad, infundida por Dios en el alma, transforma desde dentro la inteligencia y la voluntad:
fundamenta sobrenaturalmente la amistad y la alegria de obrar el bien (J. ESCRIVA DE BALAGUER Es
Cristo que pasa,71).

649 Debemos, pues, corregir por amor; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de
lograr su enmienda. Si así lo hacemos, cumpliremos muy bien el precepto. . . ¿,Por que le corriges?
¿Porque te apena haber sido ofendido por el? No lo quiera Dios. Si lo haces por amor propio, nada haces.
Si es el amor lo que te mueve, obras excelentemente (SAN AGUSTIN, Sermón 82).

650 (La caridad) es el lustre del alma, la enriquece y la hace aparecer buena y hermosa. El que piensa
compadecerse de la miseria de otro, empieza a abandonar el pecado (SAN AGUSTiN, en Catena Aurea, volt
VI, p. 48).

651 Con el amor al prójimo purificas tu ojo para ver a Dios (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,17,8).

652 Si te callas, callase por amor; si gritas, grita por amor; si corriges, hazlo por amor; si perdonas, hazlo
también por amor (SAN AGUSTIN, Coment. 1 Epist. S. Juan,9).

653 La caridad es la que da unidad y consistencia a todas las virtudes que hacen al hombre perfecto (SAN
ALFONSO M. a DE LIGORIO, Practica del amor a Jesucristo, I,1).

Es universal

654 Que no exceptuo a hombre alguno el que mando amar al prójimo, lo demuestra el Señor en la parabola
del que se encontro medio muerto, llamando prójimo al que fue misericordioso para con el, para que
comprendiesemos que prójimo es todo aquel a quien se debe prestar socorro, si lo necesita. ¿Y quien pone
en duda que a nadie debe negarse este auxilio cuando el mismo Señor dice: Haced bien a los que os
aborrecen? (SAN AGUSTIN, Sobre la doctrina cristiana, I,30).

655 Nuestro corazon se dilata. Del mismo modo que el calor dilata los cuerpos, así también la caridad tiene
un poder dilatador, pues se trata de una virtud calida y ardiente. Esta caridad es la que ebria la boca de
Pablo y dilataba su corazon [. . . 1. Nada encontrariamos mas dilatado que el corazon de Pablo, el cual,
como un enamorado, estrechaba a todos los creyentes con el fuerte abrazo de su amor, sin que por ello se
dividiera o debilitara ese amor, sino que se mantenla integro en cada uno de ellos. Y ello no debe
admirarnos, ya que este sentimiento de amor no solo abarcaba a los creyentes, sino que en su corazon
tenian también cabida los infieles de todo el mundo (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre la 2" carta a
los Corintios).

656 Hermanos, os exhortamos vivamente a que tengais caridad, no solo para con vosotros mismos, sino
también para con los de fuera, ya se trate de los paganos, que todavia no creen en Cristo, ya de los que
estan separados de nosotros, que reconocen a Cristo como cabeza, igual que nosotros, pero estan divididos
de su cuerpo (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 32).

657 Universalidad de la caridad significa, por eso, universalidad del apostolado; traducción en obras y de
verdad, por nuestra parte, del gran empeño de Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen
al conocimiento de la verdad (ITm 2,4) (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,230).

658 Extiende tu caridad por todas las partes del globo si quieres amar a Dios como es debido, pues los
miembros de Cristo estan dispersos por el mundo; si no amas la parte estas partido; si no estas en todo el
cuerpo, no estas en la cabeza (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,10,8).
-78 -

659 El que da limosna no hace, a imitación de Dios, discriminación alguna, en lo que afane a las
necesidades corporales, entre buenos y malos, justos o injustos, sino que reparte a todos por igual, en
proporción de las necesidades de cada uno, aunque su buena voluntad le inclina a preferir a los que se
esfuerzan en practicar la virtud, mas bien que a los malos (SAN MAXIMO, Sobre la caridad, centuria I,1).

660 (Hemos de amar a todos), no porque son hermanos, sino para que lo sean; para andar siempre con
amor fraterno: hacia el que ya es hermano, y hacia el enemigo para que venga a ser hermano (SAN
AGUSTIN, Coment. I Epistola S. Juan,10,7).

661 Ningun pecador, en cuanto tal, es digno de amor; pero todo hombre, en cuanto tal, es amable por Dios
(SAN AGUSTIN, Sobre la doctrina cristiana,1,1,27).

662 Si quieres amar a Cristo, extiende tu caridad a toda la tierra, porque los miembros de Cristo estan por
todo el mundo (SAN AGUSTIN, Coment. I Epist. S. Juan,10, S).

La caridad tiene un orden, en cuanto a las personas y en cuanto a los bienes

663 El Evangelio se ha expresado sin eufemismos: Quien se irrita contra su hermano será reo de juicio.
Porque, si bien segun la verdad y la ley de la naturaleza hemos de tener a todo hombre por hermano
nuestro, no obstante, el mismo nombre de hermano, en este pasaje, designa en primer lugar a los fieles y a
aquellos que comparten nuestra vida y profesión, mas bien que a los paganos (CASIANO,
Colaciones,16,17).

664 Ojala que el Señior Jesús ordene en mi también la pequeña parcela de caridad que me ha concedido,
para que, preocupandome de todo lo que le concierne, me dedique en primer lugar a hacer bien lo que es
mi deber y mi tarea particular (SAN BERNARDO, Sermón. 49 sobre el Cantar de los Cantares).

665 Esa dilectio, esa caridad, se llena de matices mas entrañables cuando se refiere a los hermanos en la
fe, y especialmente a los que, porque así lo ha establecido Dios, trabajan mas cerca de nosotros: los
padres, el marido o la mujer, los hijos y los hermanos, los amigos y los colegas, los vecinos. Si no existiese
ese cariño, amor humano noble y limpio, ordenado a Dios y fundado en El, no habria caridad (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Amigos de Dios,230).

666 Entre todos los hombres, hemos de hacer el bien a los que se hallan vinculados con nosotros, porque si
uno no cuida de los suyos, particularmente de los de su casa, es un infiel (ITm 5,8). Y entre los parientes,
los mas allegados a nosotros son el padre y la madre (SANTO TOMAS, Sobre los mandamientos,1. c. , p.
249).

667 Confieso que con facilidad me entrego totalmente a la caridad de los que me son mas intimos y
familiares. . . En esta caridad descanso sin preocupación alguna, porque alli siento que está Dios, a quien
me entrego seguro y en quien descanso seguro [. . . ] (SAN AGUSTIN, Carta 73).

668 Es, por muchas razones, una virtud mas noble y de mayores quilates curar los desmayos del alma que
las debilidades fisicas de nuestros semejantes (CASIANO, Colaciones,15,8).

Es el camino para seguir a Dios mas de cerca

669 La caridad es el camino para seguir a Dios mas de cerca (SANTO TOMAS, Coment. sobre la Epistola a
los Efesios,5,1).

En la caridad descubrí el quicio de mi vocación (SANTA TE- 670 RESA DE LISIEUX, Manuscritos
-79 -

autobiograficos, Lisieux 1957,227).

671 Teniendo un deseo inmenso del martirio, acudí a las cartas de San Pablo, para tratar de hallar una
respuesta. Mis ojos dieron casualmente con los capitulos doce y trece de la primera carta a los Corintios, y
en el primero de ellos lei que no todos pueden ser al mismo tiempo apostoles, profetas y doctores, que la
Iglesia consta de diversos miembros y que el ojo no puede ser al mismo tiempo mano. Una respuesta bien
clara, ciertamente, pero no suficiente para satisfacer mis deseos y darme paz. Continué leyendo sin
desanimarme, y encontre esta consoladora exhortación: Aspirad a los dones mas excelentes; yo quiero
mostraros un camino todavia mejor. El Apostol, en efecto, hace notar como los mayores dones sin la caridad
no son nada y como esta misma caridad es el mejor camino para llegar a Dios de un modo seguro. Por fin
habla hallado la tranquilidad (SANTA TERESA DE LISIEUX, Manuscritos autobiograficos,227-229).

672 Piensa que tu, que aun no ves a Dios, mereceras contemplarlo si amas al prójimo, pues amando al
prójimo purificas tu mirada para que tus ojos puedan contemplar a Dios (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S.
Juan,17,7-9).

673 Que cada uno de los fieles se examine, pues, a si mismo, esforzandose en discernir sus mas intimos
afectos; y, si descubre en su conciencia frutos de caridad, tenga por cierto que Dios esta en el y procure
hacerse mas y mas capaz de tan gran huesped, perseverando con mas generosidad en las obras de
misericordia (SAN LEON MAGNO, Sermón 10 sobre la Cuaresma).

674 Amando al prójimo y preocupandote por el, progresas sin duda en tu camino. Y ¿hacia donde avanzas
por este camino sino hacia el Señor tu Dios, hacia aquel a quien debemos amar con todo el corazon, con
toda el alma y con toda la mente? Aun no hemos llegado hasta el Señor, pero el prójimo lo tenemos ya con
nosotros. Preocupate, pues, de aquel que tienes a tu lado mientras caminas por este mundo y llegaras a
aquel con quien deseas permanecer eternamente (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,17,7-9).

675 Cuanto mas ames mas subiras (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 83).

La humildad, fundamento de la caridad

676 La morada de la caridad es la humildad (SAN AGUSTIN, Sobre la virginidad,51).

677 Estas dos virtudes, es decir, la humildad y la caridad, son tan indivisibles y tan inseparables, que quien
se establece en una de ellas de la otra forzosamente se adueña, porque así como la humildad es una parte
de la caridad, así la caridad es una parte de la humildad. Si nos paramos a mirar las cosas que el Apostol
llamo esteriles sin el bien de la caridad, observamos que esas mismas son también infructuosas si falta la
verdadera humildad. Y en verdad, ¿que fruto puede dar la ciencia con la soberbia, o la fe con la gloria
humana, o la ostentación con la limosna, o el martirio con el orgullo? (SAN AMBROSIO, Epistola a
Demetrio,10).

678 Sufre con paciencia los defectos y la fragilidad de los otros, teniendo siempre ante los ojos tu propia
miseria, por la que has de ser tu también compadecido de los demás (J. PECCI, Leon Xlll, Practica de la
humildad,22).

679 Una de sus primeras manifestaciones se concreta en iniciar al alma en los caminos de la humildad.
Cuando sinceramente nos consideramos nada; cuando comprendemos que, sin el auxilio divino, la mas
debil y flaca de las criaturas seria mejor que nosotros; cuando nos vemos capaces de todos los errores y de
todos los horrores; cuando nos sabemos pecadores aunque peleemos con empeño para apartarnos de
tantas infidelidades, ¿,como vamos a pensar mal de los demás? ¿Como se podrá alimentar en el corazon el
fanatismo, la intolerancia, la altaneria? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,233).
-80 -

680 Entre soberbios hay siempre contiendas (Prv 13,10); pues quien tiene un elevado concepto de si mismo
y menosprecia al prójimo no puede soportar los fallos de este (SANTO TOMAS, Sobre la caridad,1. c. , p.
221).

681 Nada tiene de extraño que la soberbia engendre divisionesy el amor unidad (SAN AGUSTIN, Sermón
46 sobre los pastores 1).

Es "el distintivo" del cristiano

682 Esta es, pues, la señal del cumplimiento de la ley divina, el amor al prójimo: La señal por la gue
conoceran que sois discípulos mios será que os ameis unos a otros (Jn 13,35). No dice el resucitar a
muertos, ni cualquier otra prueba evidente, sino esta, que os ameis unos a otros (SANTO TOMAS, Sobre la
caridad,1. c. , p. 218).

683 El bienaventurado San Juan Evangelista, al final de sus dias, cuando moraba en Efeso y apenas podía
ir a la iglesia, sino en brazos de sus discípulos, y no podía decir muchas palabras seguidas en voz alta, no
solia hacer otra exhortación que esta: Hijitos, amaos unos a otros. Finalmente, sus discípulos y los
hermanos que le escuchaban, aburridos de oirle siempre lo mismo, le preguntaron: Maestro, ¿por que
siempre nos dices esto? Y les respondio con una frase digna de Juan: Porque este es el precepto del Señor
y-su solo cumplimiento es mas que suficiente (SAN JERONIMO, Coment. sobre la Epistola a los
Calatas,3,6).

684 La practica de la caridad es lo que nos caracteriza delante de los demás: "Ved como se aman, dicen,
dispuestos a morir los unos por los otros". Porque ellos estan mas bien dispuestos a matarse. En cuanto al
nombre de hermanos con que nosotros nos llamamos, ellos se forman una idea falsa, ya que entre ellos los
nombres de parentesco son unicamente expresiones mentirosas de afecto. Por derecho de la naturaleza,
nuestra madre comun, también nosotros somos vuestros hermanos. . . , pero, ¡con cuanta mayor razon son
considerados y llamados hermanos los que reconocen a Dios como a unico Padre, los que beben del mismo
Espíritu de santidad, y los que, salidos del mismo seno de la ignorancia, han quedado maravillados ante la
misma luz de la verdad! (TERTULIANO, Apologetico,39).

685 Se preguntan muchos si aman a Cristo, y van buscando señales por las cuales poder descubrir y
reconocer si le aman: la señal que no engaña nunca es la caridad fraterna [. . . ]. La caridad fraterna es
también la medida del estado de nuestra vida interior, especialmente de nuestra vida de oración (B. BAUR,
En la intimidad con Dios, p. 246).

La caridad es lo que mas nos asemeja a Dios

686 Nada emparenta mas al hombre con Dios como la facultad de hacer el bien [. . . ]Que tu voluntad de dar
supla lo que falta de riqueza a tu don. Si no tienes nada, ofrece tus lagrimas. Es un gran consuelo para los
desgraciados que la piedad brote del corazon, y una compasión sincera endulza el sufrimiento [. . . ] (SAN
GREGORIO NACIANCENO Sobre el amor a los pobres,27).

687 Nada puede hacerte tan imitador de Cristo como la preocupación por los demás. Aunque ayunes,
aunque duermas en el suelo, aunqueópor así deciróte mates, si no te preocupas del prójimo poca cosa
hiciste, aun distas mucho de Su imagen (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre la la Epistola a los
Corintios).

La caridad se alimenta en la oracion

688 Si mirasemos a nuestro alrededor, encontrariamos quizá razones para pensar que la caridad es una
virtud ilusoria. Pero, considerando las cosas con sentido sobrenatural, descubriras también la raiz de esa
esterilidad: la ausencia de un trato intenso y continuo, de tu a Tu, con Nuestro Señor Jesucristo; y el
desconocimiento de la obra del Espíritu Santo en el alma, cuyo primer fruto es precisamente la caridad (J.
-81 -

ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,236).

689 La diferencia entre la caridad y la devoción es la misma que hay entre el fuego y la llama. . . Asi que la
devoción solo añade al fuego de la caridad la llama que la hace pronta, activa y diligente (SAN FRANCISCO
DE SALES, Introd. a la vida devota,1,1).

690 Pero vosotros os preguntais y os decis: ¿Cuando vamos a poder poseer semejante caridad? No
desesperes tan pronto: quizas ha nacido ya, pero no ha alcanzado aun su perfección; alimentala, no sea
que se ahogue (SAN AGUSTIN, Coment. a la I Epistola de Juan,5,12).

La caridad atrae la misericordia divina

691 Tanto se complace Dios en nuestros actos de bondad para con los demás, que ofrece su misericordia
solamente a quienes son misericordiosos (SAN HILARIO, en Catena Aurea, volt 1p 248).

692 Vea Dios Todopoderoso nuestra caridad con el prójimo, para que tenga piedad y compasión por
nuestros pecados. Recordad las palabras que se nos han dicho: Perdonad y se os perdonara (Lc 6,37)
(SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 27 sobre los Evang. ).

Es falsa caridad la "compasion" por el prójimo que separa de Dios

693 El que ama con verdad a su prójimo, debe obrar con él de modo que también ame a Dios con todo su
corazon (SAN AGUSTIN, Sobre la doctrina cristiana,1,22).

694 Tanto los predicadores del Señor como los fieles, deben estar en la Iglesia de tal manera que
compadezcan al prójimo con caridad, pero no se separen de la via del Señor por falsa compasión (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 37 sobre los Evang. ).

695 Debemos tener para el prójimo una separación discreta, de manera que le amemos por lo que es, y le
rechacemos en cuanto sea un obstaculo en el camino que nos conduce a Dios (SAN GREGOR;O MAGNO,
Hom. 37 sobre los Evang. ).

696 En resumen, debemos amar a nuestros prójimos, debemos tener caridad con todos, tanto parientes
como extraños, pero jamás ella nos ha de apartar del amor de Dios (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 37
sobre los Evang. ).

Caridad y salvacion

697 De una persona caritativa, por miserable que ella sea, podemos afirmar que se pueden concebir
grandes esperanzas de que se salvara (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la limosna).

698 Esta es la idea invariable del Señor: que quienes ahora gozan en servir a sus prójimos, sean
alimentados después en la mesa sacratisima del Señor con los manjares de la vida eterna (SAN BEDA, en
Catena Aurea, volt Vl p. 447).

699 Es de notar que la bienaventuranza se otorga en proporción a la caridad y no en proporción a cualquier


otra virtud (SANTO TOMAS, Sobre la caridad,1. c. , p. 204).

700 Quien posee la caridad esta muy lejos de todo pecado (SAN PoLICARPO, Carta a los Filipenses,3,1).
-82 -

701 El amor conduce a la felicidad. Solo a los que lo tienen se les promete la bienaventuranza eterna. Y sin
el todo lo demás resulta insuficiente (SANTO TOMAS, Sobre la caridad,1. c. 204).

Cualquier detalle de caridad, en cualquiera de sus formas, es largamente recompensado por Dios

702 ¿Como somos nosotros, que cuando Dios nos da queremos recibir, y cuando nos pide no le queremos
dar? Porque cuando un pobre pasa hambre es Cristo quien pasa necesidad, como dijo el mismo: Tuve
hambre y no me disteis de comer. No apartes, pues, tu mirada de la miseria de los pobres, si quieres
esperar confiado el perdon de los pecados. Ahora, hermanos, Cristo pasa hambre, es el quien se digna
padecer hambre y sed en la persona de todos los pobres; y lo que reciba aquí en la tierra lo devolvera luego
en el cielo (SAN CESAREO DE ARLES, Sermón 25).

703 La tierra produce unos frutos de los que ella no ha de gozar, sino que estan destinados a tu provecho.
En cambio, los frutos de beneficencia que tu produces los recolectas en provecho propio, ya que la
recompensa de las buenas obras revierte en beneficio de los que las hacen (SAN BASILIO MAGNO, Hom.
sobre la caridad,3,6).

704 Quien da socorros temporales a los que tienen dones espirituales es cooperador también de estos
dones espirituales (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre los Evang. ).

Acercar las almas a Dios, la mejor muestra de caridad

705 Quiza no tenga pan con que socorrer al necesitado; pero quien tiene lengua dispone de un bien mayor
que puede distribuir; pues vale mas el reanimar con el alimento de la palabra al alma que ha de vivir para
siempre, que saciar con el pan terreno el cuerpo que ha de morir. Por lo tanto, hermanos, no negueis al
prójimo la limosna de vuestra palabra (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 4 sobre los Evang. ).

706 El cristiano ha de mostrarse siempre dispuesto a convivir con todos, a dar a todos -con su trato- la
posibilidad de acercarse a Cristo Jesús (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,124).

707 Ansi me acaece que, cuando en la vida de los santos leemos que convirtieron almas, mucha mas
devoción me hace y mas ternura y mas envidia que todos los martirios que padecen (por ser esta la
inclinación que Dios me ha dado), pareciendome que precia mas un alma que por nuestra industria y
oración la ganasemos mediante su misericordia, que todos los servicios que le podamos hacer (SANTA
TERESA, Fundaciones,1,7).

708 Todos los hombres son lamparas que pueden encenderse y apagarse. Y las lamparas, cuando son
sabias, lucen y dan calor espiritual. Los siervos de Dios son lamparas buenas por el oleo de su misericordia,
no por sus fuerzas. Porque aquella gracia gratuita de Dios es el aceite de las lamparas (SAN AGusTiN, Trat.
Evang. S. Juan,23,3).

Algunos detalles y muestras de caridad

709 Solo la caridad puede llevar la duda a la mejor parte (SAN AGUSTIN, Sermón 1).

710 Nunca hables mal de tu hermano, aunque tengas sobrados motivos. Ve primero al Sagrario, y luego ve
al Sacerdote, tu padre, y desahoga también tu pena con el. Y con nadie mas (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 444).

711 Es ciertamente mas facil enfadarse que tener paciencia, amenazar a un niño mas que persuadirlo; diria
incluso que es mas comodo para nuestra impaciencia y nuestro orgullocastigar a los que nos resisten que
-83 -

corregirlos, soportandolos con firmeza y bondad [. . . ]. Las enfermedades del alma exigen ser tratadas con
un cuidado tan grande como las del cuerpo. No hay nada mas peligroso que un remedio dado a
desproposito y contratiempo. Un medico prudente espera a que el enfermo este en condiciones de soportar
el remedio y para ello acecha el momento favorable (SAN JUAN Bosco, Carta 2395. Epistolario, volt 4 pp.
201-205).

712 Empieza por tener paz en ti mismo, y así podrás dar paz a los demás (SAN AMBROSIO, en Catena
Aurea, volt 1p 254).

713 La caridad no se practica solo con el dinero. Podeis visitar a un enfermo, hacerle un rato de compañia,
prestarle algun servicio, arreglarle la cama, prepararle los remedios, consolarle en sus penas, leerle algun
libro piadoso (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la limosna).

714 Es menester endulzar la ira que nuestro hermano haya concebido contra nosotrosóaun sin motivoó,
como si fuese nuestra (CASIANO, Colaciones,16,7).

715 No tengas enemigos. Ten solamente amigos: amigos. . . de la derecha -si te hicieron o quisieron hacerte
bien- y. . . de la izquierda -si te han perjudicado o intentaron perjudicarte-(J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 838).

716 El saludo es cierta especie de oración (SANTO TOMAS en Catena Aurea, vol 1p 334).

717 Quien ha dicho que no debes airarte contra tu hermano, ha dicho también que no debes menospreciar
su tristeza, viendo indiferente su aflicción (CASIANO, Colaciones,16,6).

718 Cuando oigas hablar mal, suspende el juicio, si puedes hacerlo con justicia; si no, excusa la intención
del acusado; si ni aun esto pudieres, muestra compasión de el, y muda la conversación, teniendo presente y
recordando a los demás que los que no caen en faltas deben esta gracia a Dios solo; procura hacer con
suavidad que el maldiciente entre en si,y di alguna otra cosa buena de la persona ofendida, si la sabes
(SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,3,29).

719 La caridad es la mejor medicina de todas las enfermedades, pero en particular de esta (de la
murmuracion) (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,3,28).

720 Quien lleva vida libre de crimenes y delitos, labra su propio bien; si además pone a salvo su honor
practica una obra de misericordia con el prójimo, pues si la buena vida es personalmente necesaria, el buen
nombre lo es para los demás (SAN AGUSTIN, Del bien de la viudez,l2).

721 Un seglar cumple con el deber de hospitalidad abriendo su casa a algun que otro peregrino. El obispo,
si no tiene su puerta abierta a todo el que llegue, es un hombre sin corazon (SAN ISIDORO, Trat. de los of
icios eclesiasticos,5,1617).

722 [. . . ] aprenderemos también a descubrir tantas virtudes en los que nos rodeanónos dan lecciones de
trabajo, de abnegación, de alegria. . . , y no nos detendremos demásiado en sus defectos; solo cuando
resulte imprescindible, para ayudarles con la corrección fraterna (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios,20).

723 Ama todavia poco a su prójimo el que no comparte con el, cuando se encuentra en necesidad, aun las
cosas que tiene como necesarias (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre los Evang. ).
-84 -

724 Muchas veces la paciencia fingida provoca mas ira que los insultos verbales, y un silencio malicioso es
peor que las palabras desabridas (CASIANO, Colaciones,16,18).

725 No queramos juzgar. Cada uno ve las cosas desde su punto de vista. . . y con su entendimiento, bien
limitado casi siempre, y oscuros o nebulosos, con tinieblas de apasionamiento sus ojos, muchas veces.
Además, lo mismo que la de esos pintores modernistas, es la visión de ciertas personas tan subjetiva y tan
enfermiza,que trazan unos rasgos arbitrarios asegurandonos que son nuestro retrato, nuestra conducta. . .
¡Que poco valen los juicios de los hombres!óNo juzgueis sin tamizar vuestro juicio en la oración (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 451).

726 Aunque vierais algo malo, no juzgueis al instante a vuestro prójimo, sino mas bien excusadle en vuestro
interior. EXcusad la intención, si no podeis excusar la accion. Pensad que lo habra hecho por ignorancia, o
por sorpresa, o por desgracia. Si la cosa es tan clara que no podeis disimularla, aun entonces procurad
creerlo así, y decid para vuestros adentros: la tentación habra sido muy fuerte (SAN BERNARDO, Sermón
sobre el Cantar de los Cantares,40).

727 Hemos de portarnos como hijos de Dios con los hijos de Dios: el nuestro ha de ser un amor sacrificado,
diario, hecho de mil detalles de comprensión, de sacrificio silencioso, de entrega que no se nota (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,36).

728 Pues no solo es malo injuriar a las claras, sino hacerlo a lo disimulado y encubierto. Nuestro Juez, en su
examen imparcial, escudriñara no tanto las modalidades exteriores de la injuria, cuanto lo esencial de ella
(CASIANO, Colaciones,16,18).

729 ¡Que insensatez también creernos a veces muy pacientes porque no respondemos verbalmente a las
provocaciones que se nos hacen! Y, no obstante, por un silencio lacerante, un movimiento, un gesto
sombrio, una sonrisa maliciosa, nos burlamos de nuestros hermanos tacitamente y les excitamos mucho
mas a la ira con esa mascara impasible de lo que podrian hacerlo furiosas invectivas (CASIANO, Colaciones
16,18).

730 Los peores son, sin duda alguna, los que de boca aman y con el corazon destrozan (SANTO TOMAS,
Sobre la caridad l. c. ,p. 220. :

731 Si entre los que te rodear hay alguno que te parece despreciable, obraras sabia y prudentemente si en
vez de publicar y censurar sus defectos te fijas en las buenas cualidades naturales y sobrenaturales de que
Dios le ha dotado, y que le hacen digno de respeto y honor (J. PECC)óLeon XIIIó, Practica de la
humildad,37).

732 La caridad no se demuestra solamente con la limosna, sino sobre todo con el hecho de comunicar a los
demás las enseñanzas divinas y prodigarles cuidados corporales (SAN MAXIMO, Sobre la caridad, centuria
1,1).

733 El fruto de la caridad consiste en la beneficencia sincera y de corazon para con el prójimo, en la
liberalidad y la paciencia, y también en el recto uso de las cosas (SAN MAxiMO, Sobre la caridad, centuria
1,1).

Estar dispuestos siempre al perdon con prontitud y generosidad

734 Nada nos asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos al perdon (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. sobre S. Mateo,19).
-85 -

735 Señor, ¿ cuantas veces debere perdonar a mi hermano ? (Mt 18,21). No encerro el Señor el perdon en
un numero determinado, sino que dio a entender que hay que perdonar con prontitud y siempre (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,6).

736 Sentirse turbado o afligido por las palabras del hermano, proviene bien de que uno no se encuentra en
buena disposición, o bien de que tiene rencores al hermano en cuestion (SAN DOROTEO ABAD, Sobre la
acusación de si mismo,7).

737 Y perdonanos nuestras deudas. . . El bien que pedimos a Dios con contrición, concedamoslo al prójimo
desde el primer instante de nuestra conversión (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,10,11).

738 Tu estas seguro, has pesado bien los pros y los contrae, estas seguro de que es el quien ha pecado
contra ti y no tu contra el. "Siódicesó, estoy seguro". Que tu conciencia descanse tranquila en esta certeza.
No vayas a buscar a tu hermano que ha pecado contra ti, para pedirle perdon; te basta con estar presto a
perdonar de corazon. Si estas dispuesto a perdonar, ya has perdonado. Te queda todavia pedir a Dios por tu
hermano (SAN AGUSTIN, Sermón 211, Sobre la caridad fraterna).

Ahogar el mal en abundancia de bien

739 Hemos de comprender a todos, hemos de convivir con todos, hemos de disculpar a todos, hemos de
perdonar a todos. No diremos que lo injusto es justo, que la ofensa a Dios no es ofensa a Dios, que lo malo
es bueno. Pero, ante el mal, no contestaremos con otro mal, sino con la doctrina clara y con la acción
buena: ahogando el mal en abundancia de bien (cfr. Rm 12,21) (J. EscRvb DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,182).

Caridad en los detalles de la vida ordinaria

740 Esta caridad no hay que buscarla unicamente en los acontecimientos importantes, sino, ante todo, en la
vida ordinaria (CONC VAT. II, Const. Gaudium et spes,38).

741 Las palabras de la lección sagrada (parabola del mal rico y del pobre Lazaro) deben enseñarnos a
cumplir los preceptos de la caridad. Todos los dias, si lo buscamos, hallamos a Lazaro y, aunque no lo
busquemos, le tenemos a la vista. . . No perdais el tiempo de la misericordia (SAN GREGORÍO MAGNO,
Hom. 40 sobre los Evang. ).

Medios para fomentar la caridad

742 [. . . ] y crece la caridad con ser comunicada (SANTA TERESA, Vida,7,8).

743 Dios es caridad, y el que permanece en la caridad permanece en Dios y Dios en el (I lo 4,16). Y Dios
difunde su caridad en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que se nos ha dado (cfr. Rm 5,5). Por
consiguiente, el primero y mas imprescindible don es la caridad, con la que amamos a Dios sobre todas las
cosas y al prójimo por El. Pero, a fin de que la caridad crezca en el alma como una buena semilla y
fructifique, todo fiel debe escuchar de buena gana la palabra de Dios y poner por obra su voluntad con la
ayuda de la gracia. Participar frecuentemente en los sacramemos, sobre todo en la Eucaristia, y en las
funciones sagradas. Aplicarse asiduamente a la oración, a la abnegación de si mismo, al solicito servicio de
los hermanos y al ejercicio de todas las virtudes. Pues la caridad, como vinculo de perfección y plenitud de
la ley (cfr. Col 3,14 Rm 3,10), rige todos los medios de santificación, los informa y los conduce a su fin. De
ahi que la caridad para con Dios y para con el prójimo sea el signo distintivo del verdadero discípulo de
Cristo (CONC. VAT. Il, Const. Lumen gentium,42).

La virginidad, estimulo de la caridad


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744 No es fecunda la virginidad tan solo por las obras exteriores a que pueden dedicarse por completo y
con facilidad quienes la abrazan; lo es también por las formas mas perfectas de caridad hacia el projirno,
cuales son las ardientes oraciones y los graves sufrimientos voluntarios y generosamente soportados por tal
finalidad (Pio XII, Sacra virginitas,25-3-1954).

745 La santidad de la Iglesia también se fomenta de una manera especial con los multiples consejos que el
Señor propone en el Evangelio para que los observen sus discípulos. Entre ellos destaca el precioso don de
la divina gracia, concedido a algunos por el Padre (cfr. Mt 19,11; Mt 7,7), para que se consagren a solo Dios
con un corazon que en la virginidad o en el celibato se mantiene mas facilmente indiviso (cfr. 1Co 7,32-34).
Esta perfecta continencia por el reino de los cielos siempre ha sido tenida en la mas alta estima por la
Iglesia, como sehal y estimulo de la caridad y como un manantial extraordinario de espiritual fecundidad en
el mundo (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,42).

Caridad con nuestros enemigos, con quienes no nos aprecian o no se comportan correctamente con
nosotros

746 Si se ha de amar también a los enemigosóme refiero a los que nos colocan entre sus enemigos: yo no
me siento enemigo de nadie ni de nadaó, habra que amar con mas razon a los que solamente estan lejos, a
los que nos caen menos simpaticos, a los que, por su lengua, por su cultura o por su educación, parecen lo
opuesto a ti o a mi (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,230).

í747 ¿Que razon tienes para no amar? ¿Que el otro respondio a tus favores con injurias? ¿Que quiso
derramar tu sangre en agradecimiento de tus beneficios? Pero, si amas por Cristo, esas son razones que te
han de mover a amar mas aun. Porque lo que destruye las amistades del mundo, eso es lo que afianza la
caridad de Cristo. ¡Como? Primero, porque ese ingrato es para ti causa de un premio mayor. Segundo,
porque ese precisamente necesita de mas ayuda y de mas intenso cuidado (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. sobre S. Mateo,60,3).

748 Nuestros enemigos se hacen mal a si mismos y nos prestan a nosotros un servicio, ya que nos ayudan
a conseguir la corona de la gloria eterna, mientras que provocan sobre ellos la ira de Dios, y por esto
debemos compadecerlos y amarlos en vez de odiarlos y aborrecerlos. Mas aun, debemos orar por ellos y no
dejarnos vencer del mal, sino vencer el mal con el bien (SAN ANTONIO MARIA ZACARIAS, Serm6n a sus
hermanos de religi6n).

749 No dejeis de hacer el bien a todas horas. Era tanto como decirles: no dejeis de practicar la caridad,
incluso con los negligentes y que acaso menosprecian lo que acabo de escribiros. Asi como ha corregido a
los enfermos, no sea que enervados por el ocio se abandonen a la inquietud y a la vana curiosidad, así
también advierte ahora a los que estan sanos. Y les dice que no deben rehusar sus deberes de caridad a
quienes no quieran convertirse a la sana doctrina [. . . ]. No quiere que cesen de hacerles el bien y
sostenerles, ya consolando, ya reprendiendo segun las circunstancias, haciendoles objeto de la
benevolencia y caridad acostumbradas (CASIANO, Instituciones,10,15).

750 Lo se. Hay personas que vienen todos los días, se hincan de rodillas, golpean el suelo con sus frentes,
y hasta a veces inundan su cara de lagrimas, y en esta actitud tan humilde,en esta emoción tan viva, dicen:
"Señor, vengame, mata a mi enemigo". ¡ Bien! Ruega para que mate a tu enemigo y al mismo tiempo salve
a tu hermano; que muera el odio y que salve el alma. Ruega para que Dios te vengue; perezca el que te
perseguia para dejar lugar a que te sea devuelto tu hermano en la caridad (SAN AGUSTIN, Sermón 211,
Sobre la caridad fraterna).

751 Hay una cosa decisiva que pone a prueba la caridad: amar a aquel mismo que nos es contrario (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 2 sobre los Evang. ).

Caridad y amor humano


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752 Estas seis cosas, entre otras muchas, se encierran en la palabra amor: amar, aconsejar, socorrer, sufrir,
perdonar y edificar (Fr. LUIS DE GRANADA, Sobre las virtudes teologales,1. c. , p. 401).

753 Con frecuencia, los cristianos no hemos sabido corresponder a ese don; a veces lo hemos rebajado,
como si se limitase a una limosna, sin alma, fria; o lo hemos reducido a una conducta de beneficencia mas o
menos formularla. Expresaba bien esta aberración la resignada queja de una enferma: a mi me tratan con
caridad, pero mi madre me cuidaba con cariño. El amor que nace del Corazon de Cristo no puede dar lugar
a esa clase de distinciones (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,229).

754 "La caridad es benigna", no solo sabe "ver" al "otro", sino que se abre a el, lo busca, va a su encuentro.
El amor da con generosidad [. . . ]. Y cuan frecuentemente, sin embargo, nos cerramos en el caparazon de
nuestro "yo", no sabemos, no queremos, no tratamos de abrirnos al "otro", de darle algo de nuestro propio
"yo", sobrepasando los limites de nuestro egocentrismo o quizá del egoismo, y esforzandonos para
convertirnos en hombre, mujer, "para los demás", a ejemplo de Cristo (JUAN PABLO II, Hom. 3-11-1980).

Todos tenemos necesidad de ayuda

755 A menudo restringimos la caridad a su vertiente activa: a las obras que realizamos en servicio del
prójimo. Pero también es caridad ese modo de contar con los demás que consiste en aceptar su ayuda, en
proporcionarles la ventaja de ser acreedores a nuestra gratitud. Con frecuencia la razon de nuestra
hosquedad ante los favores ajenos radica en el egoismo de no perder cierta preeminencia: esa
preeminencia de quien jamás esta en deuda. Pero el no deber nada es situación que solo se conserva al
precio de tampoco recibir nada: y semejante penuria es un precio demásiado alto para tan menguada
satisfaccion. (J. M. PEROSANZ La hora sexta, pp. 173-174).

756 El alma sola, sin maestro, que tiene virtud, es como eI carbon encendido que esta solo: antes se ira
enfriando que encendiendo. . . Y el que cae ciego, solo no se levantara; y si se levantare solo, encaminara
por donde no conviene (SAN JUAN DELA CRUZ, A visos y sentencias,7 y 11 ).

757 "Frater qui adjuvatur a fratre quasi civitas firma"óEl hermano ayudado por su hermano es tan fuerte
como una ciudad amurallada. Piensa un rato y decidete a vivir la fraternidad que siempre te recomiendo (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 460).

Corazon grande para dar

758 En el alma bien dispuesta hay siempre un vivo, firme y decidido proposito de perdonar, sufrir, ayudar y
una actitud que mueve siempre a realizar actos de caridad. Si en el alma ha arraigado este deseo de amar y
este ideal de amar desinteresadamente, tendra con ello la prueba mas convincente de que sus comuniones,
confesiones, meditaciones y toda su vida de oración estan en orden y son sinceras y fecundas (B. BAUR,
En la intimidad con Dios, p. 247).

759 Dios, en este mundo, padece frio y hambre en la persona de todos los necesitados, como dijo el mismo:
Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis. El mismo Dios que
se digna dar en el cielo quiere recibir en la tierra (SAN CESAREO DE ARLES, Sermón 25).

760 Deberias estar agradecido, contento y feliz por el honor que se te ha concedido, al no ser tu quien ha de
importunar a la puerta de los demás, sino los demás quienes acuden a la tuya. Y en cambio te retraes y te
haces casi inaccesible, rehuyes el encuentro con los demás, para no verte obligado a soltar ni una pequena
dadiva. Solo sabes decir: "No tengo nada que dar, soy pobre". En verdad eres pobre y privado de todo bien;
pobre en amor, pobre en humanidad, pobre en confianza en Dios, pobre en esperanza eterna (SAN
BASILIO MAGNO, Hom. sobre la caridad).

761 Si todavia no te sientes en disposición de morir por tu hermano, disponte al menos a darle algo de lo
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que tienes. Que la caridad comience ya a conmover tus entrañas (SAN AGUSTIN, Sobre la l Epistola de S.
Juan,5,12).

762 [. . . ] y queriendo no ser exteriormente vencidos, quedamos heridos en lo interior; al defender


exteriormente cosas de poca importancia perdemos en el interior cosas muy grandes, porque amando lo
temporal perdemos el amor verdadero. Todo aquel que nos arrebata cualquier cosa nuestra, es nuestro
enemigo; pero si empezamos a tenerle odio, dentro esta lo que perdemos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom.
27 sobre los Evang. ).

763 Poniendo sobre ellos sus manos, quedaban curados. Para curar no hay tiempo ni lugar determinados.
En todos los lugares y tiempos se ha de aplicar la medicina (SAN AMBROSIQ, Trat. sobre la virginidad,8).

764 Le buscaban las turbas. ,,Y por que? Porque, imponiendoles las manos, las curaba, y daba salud en
cualquier tiempo y lugar que se lo pedian, ensehandonos así a prodigar la medicin,a al enfermo que la pide
(SAN AMBROSIO, Trat. sobre la virginidad,42).

765 [. . . ] hemos de pedir al Señor que nos conceda un corazon bueno, capaz de compadecerse de las
penas de las criaturas, capaz de comprender que, para remediar los tormentos que acompaian y no pocas
veces angustian las almas en este mundo, el verdadero balsamo es el amor, la caridad: todos los demás
consuelos apenas sirven para distraer un momento, y dejar mas tarde amargura y desesperación (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,167).

Evitar las singularidades indebidas al vivir la caridad fraterna

766 No ames a una persona mas que a otra, que erraras, porque aquel es digno de mas amor, que Dios
ama mas, y no sabes tu a cual Dios ama mas (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cautelas,6,1. c. , p. 1272).

767 Nunca anheles ser amado de manera singular. Puesto que el amor depende de la voluntad, y la
voluntad esta inclinada hacia el bien por naturaleza, ser amado, y ser amado como bueno, es una misma
cosa; ahora bien, el afan de ser estimado por encima de los demás es inconciliable con una sincera
humildad (J. PECCIóLeon Xllló, Practica de la humildad,26).

768 Que en esta casa que son pocas todas han de ser amigas, todas se han de amar, todas se han de
querer, todas se han de ayudar; y guardense de estas particularidades por amor del Señor, por santas que
sean, que aun entre hermanos acaece ponzoha; ningun provecho en ello veo; y si son deudos es muy peor
(SANTA TERESA, Camino de perfección 4,7).

Procurar hacer bien lo que nos parece que los demás hacen mal

769 Procurad adquirir las virtudes que creeis que faltan en vuestros hermanos, y ya no vereis sus defectos
porque no los tendreis vosotros (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 30).

770 Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los
de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en que pueden morder. Y, al no poderse excusar a si
mismos, estan siempre dispuestos a acusar a los demás (SAN AGUSTIN, Sermón 19).

771 De esta suerte, nos esforzamos inutilmente en excusar nuestra negligencia. Y en lugar de atribuir la
agitación que nos aqueja a nuestra impaciencia, pretendemos buscar la causa en la imperfección de
nuestros hermanos. Pero es un hecho incuestionable que, atribuyendo a los demás la responsabilidad de
nuestros defectos, no llegaremos nunca, por ese medio, al final de nuestra carrera, que es la paciencia y la
perfección (CASIANO, Instituciones,8,16).
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772 Siempre sientan mucho cualquier falta [. . . ], y encomendarla mucho a Dios y procurar hacer vos con
gran perfección la virtud contraria de la falta que os parece que hay en la otra (SANTA TERESA, Camino de
perfección 7,7).

Omisiones en la caridad

773 El que tiene, pues, talento, procure no ser perro mudo; quien tiene abundancia de bienes, no descuide
la caridad; el que experiencia de mundo, dirija a su prójimo; el que es elocuente, interceda ante el rico por el
pobre; porque a cada uno se le contara como talento lo que hiciere, aunque haya sido por el mas pequelio
(SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, volt III p. 236).

774 ¿Tienes dinero? Pues no seas tardo en socorrer con el a los que lo necesitan. ¿Puedes defender los
derechos de alguien? Pues no digas entonces que no tienes dinero. . . ¿Puedes ayudar con tu trabajo?
Hazlo. ¿Eres medico? Cuida de los enfermos. . . ¿Puedes ayudar con tu consejo? Mejor todavia, ya que
librara a tu hermano no del hambre, sino del peligro de la muerte. . . Si ves a un amigo dominado por la
avaricia, compadecete de el, y si se ahoga apaga su fuego. ¿Que no te hace caso? Haz lo que puedas, no
seas perezoso (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre los Hechos de los Apostoles).

775 No era atormentado (el mal rico) por sus riquezas, sino porque no había sido compasivo (SAN JUAN
CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt VI, p. 250).

Caridad con las almas del Purgatorio

776 Durante el tiempo que media entre la muerte del hombre y la resurrección final, las almas quedan
retenidas en lugares reconditos, segun es digna cada una de reposo o de castigo, conforme a lo que
hubiere merecido cuando vivia en la carne. Y no se puede negar que las almas de los difuntos reciben alivio
por la piedad de sus parientes vivos, cuando por ellas se ofrece el sacrificio del Mediador o cuando se
hacen limosnas en la Iglesia (SAN AGUSTIN, Enquiridio 109110).CASTIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

1. Pureza de corazón

Amaras al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Mt 22,37.

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Mt 5,8.

Dame, hijo mio, tu corazón, y pon tus ojos en mis caminos. Pr 23,26.

2. El celibato apostólico

En verdad os digo, ninguno hay que haya dejado casa o padre, o hermanos o esposa o hijos, por amor del
Reino de Dios, que no reciba mucho mas en este siglo y en el venidero la vida eterna. Lc 18,29-30.

3. Valor de esta virtud

Pues habéis de saber que ningun fornicarlo, o impuro, o avaro, que es como adorador de idolos, tendra
parte en la heredad del reino de Cristo y de Dios. Ep 5,5.

Fuisteis comprados a gran precio. Glorificad, pues, a Dios y llevadle en vuestro cuerpo. 1Co 6,20.

No tiene precio la mujer casta. Si 26,20.

El cuerpo no es para la fornicaci6n, sino para el Señor. 1Co 6,13.

¿No sabeis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?. 1Co 6,15.
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Huid de la fornicacion. ¿Por ventura no sabeis que vuestros cuerpos son miembros del Espíritu Santo?. 1Co
6,18-19.

No querais cegaros: ni los fornicarios. . . ni los adulteros, ni los impudicos. . . han de poseer el reino de Dios.

1Co 6,9-10.

Bien manifiestas son las obras de la carne: adulterio, fornicación, deshonestidad, lujuria [. . . ], sobre las
cuales os prevengo, como ya tengo dicho, que los que tales cosas hacen no alcanzaran el reino de Dios.
Ga 5,19-21.

En orden a los cobardes [. . . ] y deshonestos [. . . ], su suerte será en el lago que arde con fuego y azufre.
Ap 21,8.

4. Amar la castidad

Por lo cual, ceñíos los lomos de vuestra mente y, viviendo sobriamente, tened vuestra esperanza
completamente puesta en la gracia que os ha traido la revelación de Jesucristo. 1P I,43.

No fornicaras 1. . . ]. No desearas la mujer de tu prójimo. Ex 20,14-17.

La fornicación y toda especie de impureza [. . . ] ni aun se nombre entre vosotros, como corresponde a
santos. Ep 5,3.

Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación: que os abstengais de la fornicación; que sepa cada uno
usar de su propio cuerpo santa y honestamente. 1Th 4,3-4.

Habeis oido que se dijo a vuestros mayores: No fornicaras. Yo os digo mas: cualquiera que mirare a una
mujer con mal deseo hacia ella, ya peco en su corazon. Mt 5,27-28.

Bien manifiestas son las obras de la carne; las cuales son: adulterio, fornicación, deshonestidad, lujuria
[. . . ]. Col 5,19.

Haced morir en vosotros la fornicación, la impureza, la lascivia, los malos deseos [. . . ] Lejos de vuestra
boca toda palabra torpe. Col 3,5-8.

Quien desechare a su mujer y tomare otra, comete adulterio. Y si la mujer se aparta de su marido y toma
otro es adultera. Mc 10,11-12; Mt 19,9.

Pureza de corazon y santidad

824 El fin ultimo de nuestro camino es el reino de Dios; pero nuestro blanco, nuestro objetivo inmediato es la
pureza del corazon. Sin ella es imposible alcanzar ese fin (CASIA NO, Colaciones,1,4).

825 Oisteis que fue dicho a los antiguos: No adulteraras. Pues yo os digo que todo aquel que pusiese los
ojos en una mujer para codiciarla, ya cometio adulterio en su corazon con ella. La justicia menor prohibe
cometer adulterio mediante la union de los cuerpos; mas la justicia mas perfecta del reino de los cielos
prohibe cometerlo en el corazon. Yquien no comete adulterio en el corazon, mucho mas facilmente cuida de
no cometerlo con el cuerpo (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montafla,1,23).

826 No se alcanza de golpe la perfección por solo desprenderse y renunciar a todas las riquezas y
despreciar los honores, si no se añade esta caridad que el Apostol describe en sus diversos aspectos. En
efecto, ella consiste en la pureza de corazon. Porque el no actuar con frivolidad, ni buscar el propio interes,
ni alegrarse con la injusticia, ni tener en cuenta el mal, y todo lo demás, ¿que otra cosa es sino ofrecer
continuamente a Dios un corazon perfecto y purisimo, y guardarlo intacto de toda conmoción de las
pasiones? (CASIANO, Premiere Conference,6-7. En Sources chretiennes,42, Le Cerf,1955, p. 84).

827 No es pequeño el corazon del hombre capaz de abarcar tantas cosas. Si no es pequeño y si puede
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abarcar tantas cosas, se puede preparar en el un camino al Señor y trazar una senda derecha por donde
camine la Palabra, la Sabiduria de Dios. Prepara un camino al Señor por medio de una buena conciencia,
allana la senda para que el Verbo de Dios marche por ti sin tropiezos y te conceda el conocimiento de sus
misterios y de su venida (ORIGENES, Hom. 21 sobre S. Lucas).

Sin la santa pureza no se puede contemplar a Dios

828 ¿Quieres ver a Dios? Escuchalo: bienaventurados los de corazon limpio, porque ellos veran a Dios. En
primer lugar piensa en la pureza de tu corazon; lo que veas en el que desagrada a Dios, quitalo (SAN
AGUSTIiN, Sermón sobre la Ascensión del Señor,2).

829 ¿Y que cosa mas cercana al hombre que su corazon? Alla, en el interior, es donde me han descubierto
todos los que me han encontrado. Porque lo exterior es lo propio de la vista. Mis obras son reales y, sin
embargo, son fragiles y pasajeras; mientras que yo, su Creador, habito en lo mas profundo de los corazones
puros (ANONIMO DEL SIGLO XIII, Meditación sobre la Pasión y Resurrección de Cristo,38: PL 184,766).

830 Ninguna virtud es tan necesaria como esta (la castidad) para ver a Dios (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. sobre S. Mateo,15).

831 Con toda razon se promete a los limpios de corazon la bienaventuranza de la visión divina. Nunca una
vida manchada podre contemplar el esplendor de la luz verdadera, pues aquello mismo que constituira el
gozo de las almas limpias será el castigo de las que esten manchadas (SAN LEON MAGNO, Sermón 95,
sobre las bienaventuranzas).

832 Dios se deja contemplar por los que tienen el corazon purificado (SAN GREGORIO DE NISA, Hom. 6,
sobre las bienaventuranzas).

833 Los placeres de la carne, como crueles tiranos, después de envilecer al alma en la impureza, la
inhabilitan para toda obra buena (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las virgenes,1,3).

834 Aunque los ciegos no vean, no por eso deja de brillar la luz del sol [. . . ]. El hombre debe tener un alma
pura como un brillante espejo. Una vez que la herrumbre empaSa el espejo, el hombre no puede contemplar
en el el nitido reflejo de su rostro. Del mismo modo, cuando el pecado se introduce en el hombre,
imposibilita a este para ver a Dios [. . . ] (S. Teófilo de Antioquía, Primer discurso a Autolico,2,7).

La pureza, intimamente relacionada con la humildad

835 No es suficiente el ayuno corporal para conquistar y conservar la castidad perfecta. Contra este espiritu
impuro ha de proceder la contrición del corazon, junto con la oración y la reflexion constante de las
Escrituras. Hay que unir, además, el conocimiento de las cosas del espiritu y el trabajo, que tienen la
propiedad de reprimir la inconstancia y veleidad del corazon. Y, sobre todo, es preciso haber echado solidos
cimientos de humildad (CASIANO, Instituciones,6,1).

836 Asi como es imposible obtener la pureza si no nos cimenta- mos antes en la humildad, del mismo modo
nadie puede llegar a la fuente de la verdadera ciencia si el vicio de la impureza permanece arraigado en el
fondo del alma (CASIANO, Instituciones,6,18).

837 El que es casto en su cuerpo, no se glorie de ello: sepa que de otro le viene la perseverancia en este
don (SAN CLEMENTE, Epfst. a los Corintios,38,2).

838 El sentimiento de altivez que podria producir en nosotros la guarda de una falsa pureza, si
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descuidaremos la humildad, seria peor que muchos pecados e ignominias. Y cualquiera que fuere el posible
grado de perfección en este aspecto, esa soberbia seria causa de que perdiesemos todo el merecimiento de
nuestra castidad (CASIANO, Colaciones,4,16).

Necesaria para ser apostol

839 La docilidad de los Magos a esta estrella nos invita a imitar su obediencia y nos impulsa, en la medida
de nuestras posibilidades, a servir a esta gracia que llama a todos los hombres a Cristo. En efecto, quien
lleva una vida recta e inmaculada dentro de la Iglesia, y gusta de los bienes de arriba mas que de los bienes
terrenos (cfr. Col 3,2), se asemeja, de algun modo, a una luz celeste. Mientras conserva en si mismo el
resplandor de una vida santa, enseña a muchos, lo mismo que una estrella, el camino que conduce a Dios
(SAN LEON MAGNO, Sermón 3 para la Epifania,1,2,3,5: PL 54,244).

840 [. . . ] sin ser (la pureza) la unica ni la primera (virtud), sin embargo actua en la vida cristiana como la sal
que preserva de la corrupción, y constituye la piedra de toque para el alma apostolica (J. EscRvA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,175).

841 Comparo esta virtud a unas alas que nos permiten transmitir los mandatos, la doctrina de Dios, por
todos los ambientes de la tierra, sin temor a quedar enlodados. Las alas -también las de esas aves
majestuosas que se remontan donde no alcanzan las nubes- pesan, y mucho. Pero si faltasen, no habría
vuelo. Grabadlo en vuestras cabezas, decididos a no ceder si notáis el zarpazo de la tentación, que se
insinúa presentando la pureza como una carga insoportable: ¡ánimo!, ¡arriba!, hasta el sol, a la caza del
Amor. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,177).

Es consecuencia del amor

842 La pureza es exigencia del amor. Es la dimensi6n de su verdad interior en el corazon del hombre (JUAN
PABLO II, Aud. gen. 3-X11-1980).

843 Donde no hay amor de Dios, reina la concupiscencia (SAN AGUSTIN, Enquiridio,1 17).

844 (Si el pecado original rompió la armonia de nuestras facultades), la continencia nos recompone; nos
vuelve a llevar a esa unidad que perdimos (SAN AGUSTIN, Confesiones,10,29).

845 La santa pureza no es ni la unica ni la principal virtud cristiana: es, sin embargo, indispensable para
perseverar en el esfuerzo diario de nuestra santificación y, si no se guarda, no cabe la dedicación al
apostolado. La pureza es consecuencia del amor con el que hemos entregado al Señor el alma y el cuerpo,
las potencias y los sentidos. No es negación, es afirmación gozosa (J. ECRRVA DE BALAGUER, Es Cristo
que pasa,5).

El Espíritu Santo ejerce una acción especial en el alma que vive con delicadeza la santa pureza

846 El Espíritu Santo ejerce una acción especial en todos los hombres que son puros en sus intenciones y
afectos (SAN BASILIO, Coment. sobre Isaias,3).

847 Quitame, Jesús, esa corteza roñosa de podredumbre sensual que recubre mi corazon, para que sienta
y siga con facilidad los toques del Paraclito en mi alma (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 130).

Gula y lujuria ver también nn. 5051-5055.

848 Entre la gula y la lujuria existe un parentesco y una analogia peculiares (CASIANO, Colaciones,5,10).
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849 La gula es la vanguardia de la impureza (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 126).

850 Mal se podre contener en la lujuria quien no corrija primero el vicio de la gula (CASIANO, Colaciones,5,
lO).

Especial necesidad de los medios sobrenaturales para vivir esta virtud

851 Cierto que para todo progreso en la virtud y para alcanzar el triunfo sobre un vicio cualquiera se
necesita la gracia de Dios y es suya la victoria. Pero hay en la adquisición de la pureza una gracia particular
del Cielo, un don especial (CASIANO, Instituciones,6,6).

852 Para conservar la castidad no bastan ni la vigilancia ni el pudor. Es necesario también recurrir a los
medios sobrenaturales: a la oración, a los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristia y a una ardiente
devoción hacia la Santisima Madre de Dios (Pio XII, Sacra virginitas,25-3-1954).

853 Que nadie piense que ha adquirido la castidad a base de su trabajo personal. Nadie puede vencer la
inclinación de la naturaleza; y por eso, cuando la mala inclinación ha sido vencida, hemos de reconocer que
ha habido una intervención de Aquel que esta por encima (SAN JUAN CLIMACO, Escala del paraiso).

Belleza de la castidad

854 Es digna de ser amada la belleza de la castidad, cuyo paladeo es mas dulce que el de la carne, pues la
castidad encierra un fruto muy suave y es la belleza sin mancha de los Santos. La castidad ilumina la mente
y da salud al cuerpo (SAN ISIDORO, Sobre el bien supremo, II, l,9).

Necesidad de la mortificacion. Otros medios

855 No paseis con ligereza por encima de esas normas que son tan eficaces para conservarse dignos de la
mirada de Dios: la custodia atenta de los sentidos y del corazon; la valentia óla valentia de ser cobardeópara
huir de las ocasiones; la frecuencia de los sacramentos, de modo particular la Confesión sacramental; la
sinceridad plena en la dirección espiritual personal; el dolor, la contrición, la reparación después de las
faltas. Y todo ungido con una tierna devoción a Nuestra Señora, para que Ella nos obtenga de Dios el don
de una vida santa y limpia (J. ESCIRVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,185).

856 La castidad no se adquiere de una vez para siempre, sino que es el resultado de una laboriosa
conquista y de una afirmación cotidiana (PABLO Vl, Enc. Sacerdotalis coelibatus,24-VI-1967, n. 73).

857 Si vemos así la pureza como fruto y fuente de amor, la consolidaremos en nuestra vida, la amaremos y
la custodiaremos en toda su maravillosa extensión y grandeza: Dios nuestro Señor nos pide la pureza de
cuerpo, de corazon, de alma y de intencion. La pureza es una virtud fragil, o mejor, llevamos el gran tesoro
de esta virtud en vasos fragilesóin vasis fictilibusó; por esto le hace falta una custodia prudente, inteligente y
delicada. Pero para la custodia y para la defensa de esta virtud tenemos armas invencibles: las armas de
nuestra humildad, de nuestra oración y de nuestra vigilancia. (S. CANALS, Ascetica meditada, p. 97).

858 La pureza del alma esta en razon directa de la mortificación del cuerpo. Ambas van a la par. No
podemos, pues, gozar de la castidad si no nos resolvemos a guardar una norma constante en la
temperancia (CASIANO, Instituciones,5,9).

859 (La penitencia) purifica el alma, eleva el pensamiento, somete la carne propia al espiritu, hace al
corazon contrito y humillado, disipa las nebulosidades de la concupiscencia, apaga el fuego de las pasiones
y enciende la verdadera luz de la castidad (SAN AGUSTIN, Sermón 73).
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860 A la impureza debemos poner el remedio de la oracion. Como los ojos de los siervos estan pendientes
de las manos de sus sehores, así debemos mirar al Señor Dios nuestro, hasta que tenga piedad de
nosotros. Solo El es purisimo y solo El puede limpiar a quien ha sido concebido en pecado. Además, contra
nuestros pecados instituyo el remedio de la Confesión, pues este Sacramento todo lo lava (SAN
BERNARDO, Hom. en la festividad de todos los Santos,1,13).

861 Si queremos guardar la mas bella de todas las virtudes, que es la castidad, hemos de saber que ella es
una rosa que solamente florece entre espinas; y, por consiguiente, solo la hallaremos, como todas las
demás virtudes, en una persona mortificada (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre lapenitencia).

862 Dificilmente se refrenaran las pasiones ocultas y mas violentas de la carne, si [. . . ] se es incapaz de
mortificar siquiera un instante las delicias del paladar (CASIANO, Colaciones,5,11).

863 No se puede andar haciendo equilibrios en las fronteras del mal: hemos de evitar con reciedumbre el
voluntario in causa, hemos de rechazar hasta el mas pequeho desamor; y hemos de fomentar las ansias de
un apostolado cristiano, continuo y fecundo, que necesita de la santa pureza como cimiento y también como
uno de sus frutos mas caracteristicos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,186).

El amor a la Virgen y la santa pureza.

864 Debemos profesar una ferviente devoción a la Santisima Virgen, si queremos conservar esta hermosa
virtud; de lo cual no nos ha de caber duda alguna, si consideramos que ella es la reina, el modelo y la
patrona de las virgenes. San Ambrosio llama a la Santisima Virgen seflora de la castidad; San Epifanio la
llama princesa de la castidad, y San Gregorio, reina de la castidad [. . . ] (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre la pureza).

865 Mas para guardar inmaculada y perfeccionar la castidad, existe ciertamente un medio, cuya maravillosa
eficacia se halla confirmada continuamente por la experiencia de siglos: Nos referimos a una devoción
solida y ardiente hacia la Virgen Madre de Dios. En cierto modo, todos los demás medios se resumen en
esta devoción; porque todo el que vive sincera y profundamente la devoción mariana se siente ciertamente
inclinado a vigilar, a orar, a acercarse al tribunal de la Penitencia y a la Eucaristia (Pio Xll, Sacra
virginitas,57)

866 La Virgen Santa Maria, Madre del Amor Hermoso, aquietara tu corazon, cuando te haga sentir que es
de carne, si acudes a Ella con confianza (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 504).

La santa pureza y la Sagrada Eucaristia

867 Cuanto mas pura y mas casta sea un alma, tanto mas hambre tiene de este Pan, del cual saca la fuerza
para resistir a toda seducción impura, para unirse mas intimamente a su Divino Esposo: Quien come mi
Carne y bebe mi Sangre, permanece en mi, y yo en el (LEON Xlll, Enc. Mirae caritatis,28-V-1902).

Es virtud para todos

868 ¿Que quieres que hagamos? ¿Subirnos al monte y hacernos monjes? Y eso que decis es lo que me
hace llorar: que penseis que la modestia y la castidad son propias solo de los monjes. No. Cristo puso leyes
comunes para todos. Y así, cuando dijo el que mira a una mujer para desearla (Mt 5,28), no hablaba con el
monje, sino con el hombre de la calle. . . Yo no te prohibo casarte, ni me opongo a que te diviertas. Solo
quiero que se haga con templanza, no con impudor, no con culpas y pecados sin cuento. No pongo por ley
que os vayais a los montes y desiertos, sino que seais buenos, modestos y castos aun viviendo en medio de
las ciudades (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,7,7).
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869[. . . ] cada uno en su sitio, con la vocación que Dios le ha infundido en el almaósoltero, casado, viudo,
sacerdoteó ha de esforzarse en vivir delicadamente la castidad, que es virtud para todos y de todos exige
lucha, delicadeza, primor, reciedumbre, esa finura que solo se entiende cuando nos colocamos junto al
Corazon enamorado de Cristo en la Cruz (J. ESCRIVA DE BAEAGUER, Amigos de Dios,184).

La castidad, sin la caridad, es "lampara sin aceite"

870 Aunque la castidad sobresalga de modo eminente, sin la caridad no tiene valor ni merito. La castidad sin
la caridad es una lampara sin aceite (SAN BERNARDO, Trat. sobre costumbresy ministerios de los
obispos,3,8).

Pecados y vicios que se originan de la lujuria

871 (La lujuria origina) la ceguera de espiritu, la inconsideración, la precipitación, la inconstancia, el


egoismo, el odio a Dios, el apagamiento a este mundo, el disgusto hacia el mundo futuro (SAN GREGORIO
MAGNO, Moralia,31,45).

872 ¿No habeis visto a esos pacientes con paralisis progresiva, que no consiguen valerse, ni ponerse de
pie? A veces, ni siquiera mueven la cabeza. Eso ocurre en lo sobrenatural a los que no son humildes y se
han entregado cobardemente a la lujuria. No ven, ni oyen, ni entienden nada. Estan paraliticos y como locos
(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,181).

873 Especialmente el fuego de la lujuria prende en seguida alli donde halla el veneno de la ira, que es como
su excitante inmediato (CASIANO, Instituciones,6,23).

874 Quien no sabe dominar su concupiscencia es como caballo desbocado, que en su violenta carrera
atropella cuanto encuentra, y el mismo, en su desenfreno, se maltrata y hiere (SAN AMBROSIO, Trat. sobre
las virgenes, III,5).

875 [. . . ] Se sigue un doble acto desordenado. El primero hace referencia al fin, y es el egoismo, que busca
un placer desordenado y es causa del odio a Dios, impidiendo, con la misma fuerza de la concupiscencia, el
amor de Dios. El segundo hace referencia a los medios, y es la complacencia en la vida presente, en la que
se encuentra el placer, junto con la desesperación de la vida futura; pues quien no reprime los placeres
carnales no se preocupa de adquirir los espirituales, sino que siente fastidio de ellos (SANTO TOMAS,
Suma Teológica,2-2, q. 153, a. 5 c).

876 Son individuos infelices, y de nuestra parteóademás de las oraciones por ellosóbrota una fraterna
compasión, porque deseamos que se curen de su triste enfermedad; pero, desde luego, no son jamás ni
mas hombres ni mas mujeres que los que no andan obsesionados por el sexo (J. EsCRIVA DE BALAGUER,
Amigos de Dios,179).

Crear un clima favorable a la castidad

877 Queremos en esta ocasión llamar la atención de los educadores y de todos aquellos a quienes incumbe
una especial responsabilidad en orden al bien comun de la convivencia humana, sobre la necesidad de
crear un clima favorable a la educación de la castidad, es decir, al triunfo de la libertad sobre el libertinaje,
mediante el respeto del orden moral. Todo lo que en los medios modernos de comunicación social conduce
a la excitación de los sentidos, el desenfreno de las costumbres, como cualquier forma de pornografia y de
espectaculos licenciosos, debe suscitar la franca y unanime reacción de todas las personas, solicitas del
progreso de la civilización y de la defensa de los supremos bienes del espiritu humano. En vano se tratarla
de buscar justificación a estas depravaciones con el pretexto de exigencias artisticas o cientificas, o
aduciendo como argumento la libertad concedida en este campo por las autoridades publicas (PABLO Vl,
Enc. Humanae vitue, n. 22).
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El celibato "por amor al reino de los cielos"

878 La continencia perfecta y perpetua por el Reino de los cielos recomendada por Jesucristo Señor
Nuestro, gozosamente abrazada y laudablemente observada por no pocos cristianos a traves de los tiempos
y también en nuestros dias, siempre ha sido tenida en mucho por la Iglesia, especialmente para la vida
sacerdotal (CONC. VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,16).

879[. . . ] lo mismo que en el amor humano, la plenitud de amor que lleva consigo el celibato exige una
renovación realizada cada dia en una renuncia alegre de si mismo (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el
sacerdocio, p. 94).

880 Tu, cultiva la vida afectiva, porque son reprendidos los que carecen de afecto, y con un sentimiento
sano di: ¿ Quien se pone enfermo que yo no desfallezca? (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 55).

881 Por la ley del celibato, el sacerdote, lejos de perder por completo el deber de la verdadera paternidad, lo
realza hasta lo infinito, puesto que engendra hijos no para esta vida terrenal y perecedera, sino para la
celestial y eterna (Pio XII, Menti nostrae).

882 Si se considera que el Amor encarnado entre los hombres evito cualquier atadura humanaópor justa y
noble que fueseóque pudiera en algun momento dificultar o restar plenitud a su total dedicación ministerial,
se comprende bien la conveniencia de que el sacerdote haga lo mismo, renunciando librementeópor el
celibatoóa algo en si bueno y santo, para unirse mas facilmente a Cristo con todo el corazon (cfr. Mt 19,12;
1Co 7,32-34), y por El y en El dedicarse con mas libertad al entero servicio de Dios y de los hombres (A.
DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 79).

883 La respuesta a la vocación divina es una respuesta de amor al amor que Cristo nos ha demostrado de
manera sublime (Jn 15,13 Jn 3,16); ella se cubre de misterio en el particular amor por las almas, a las
cuales El ha hecho sentir sus llamadas mas comprometedoras (cfr. Mc 10,21). La gracia multiplica con
fuerza divina las exigencias del amor, que, cuando es autentico, es total, exclusivo, estable y perenne,
estimulo irresistible para todos los heroismos. Por eso la elección del sagrado celibato ha sido considerada
siempre en la Iglesia "como seilal y estimulo de caridad" (L. G. n. 42); senal de un amor sin reservas,
estimulo de una caridad abierta a todos (PABLO VI, Enc. Sacerdotalis coelibatus, n. 24).

884 Asi el sacerdote, muriendo cada dia totalmente a si mismo, renunciando al amor legitimo de una familia
propia por amor de Cristo y de su reino, hallara la gloria de una vida en Cristo plenisima y fecunda, porque,
como El y en El, ama y se da a todos los hijos de Dios (PABLO VI, Enc. Sacerdotalis coelibatus, n. 30).

885 El Sacerdote, renunciando a esta paternidad que es propia de los esposos, busca otra paternidad y casi
otra maternidad, recordando las palabras del Apostol sobre los hijos, que el engendra en el dolor. Ellos son
hijos de su espiritu, hombres encomendados por el Buen Pastor a su solicitud. Estos hombres son muchos,
mas numerosos de cuantos puede abrazar una simple familia humana. La vocación pastoral de los
sacerdotes es grande y el Concilio enseña que es universal: esta dirigida a toda la Iglesia y, en
consecuencia, es también misionera. Normalmente, ella esta unida al servicio de una determinada
comunidad del Pueblo de Dios, en la que cada uno espera atención, cuidado y amor. El corazon del
Sacerdote, para estar disponible a este servicio, a esta solicitud y amor, debe estar libre. El celibato es signo
de una libertad que es para el servicio. En virtud de este signo el sacerdocio jerarquico, o sea "ministerial",
estaósegun la tradición de nuestra Iglesiaómas estrechamente ordenado al sacerdocio comun de los fieles.
(JUAN PABLO II, Carta Novo incipiente, n. 8).

El pudor y la modestia, "hermanos pequenos de la pureza"

886 El pudor advierte el peligro inminente, impide el exponerse a el e impone la fuga en ocasiones a las que
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se hallan expuestos los menos prudentes. El pudor no gusta de palabras torpes y vulgares, y detesta toda
conducta inmodesta, aun la mas leve; obliga con todo cuidado a evitar la familiaridad sospechosa con
personas de otro sexo, porque llena plenamente el alma de un profundo respeto hacia el cuerpo, que es
miembro de Cristo (Plo XII, Enc. Sacra virginitas,25-lII-1954).

887 El pudor y la modestia son hermanos pequeños de la pureza (J. EscRívA DE BALAGUER, Camino, n.
128).

888 Leese en la Passio SS. Perpetuee et Felicitatisóconsiderada justamente como una de las joyas mas
preciadas de la antigua literatura cristianaóque, cuando en el anfiteatro de Cartago la martir Vibia Perpetua,
lanzada al aire por una ferocisima vaca, cayo sobre la arena, su primer cuidado y su primer ademan fue
arreglarse bien su tunica, que se le había abierto al costado, para recubrirla "pudoris potius memor quam
doloris", mas solicita del pudor que del dolor (Pío XII, Aloc. 6-X-1940).

889 Este huerto no lo asaltan los ladrones, porque lo defiende el muro infranqueable del pudor. Y como en
la heredad cercada de recia valla rinden copiosos frutos la vida y el olivo, y difunde la rosa sus perfumes, así
en este mistico jardin abundan los frutos de la religion (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las virgenes, I,45).

890 La moda y la modestia deberian andar y caminar siempre juntas, como dos hermanas, pues que ambos
vocablos tienen la misma etimologia, del latin modas, que es tanto como recta medida, mas aca o mas alla
de la cual no puede ya encontrarse lo justo (Pio XII, Aloc. 6-X-1940).

891 Todos los años sube al templo de Jerusalen a celebrar la Pascua, pero acompañada de José, su casto
esposo, que es enseñar a las virgenes a escudar su virginidad con el pudor, amparo a que debe acogerse
quien quiera conservarla sin quebranto en esta vida (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las vfrgenes,2,14).

892 Cristo esta presente en todas partes. Y si nos preguntais como lo llevareis, os contestamos que
principalmente con vuestra modestia cristiana. Sin gazmonerias ni encogimientos, con buen animo y
decisión, imponed por doquier el buen tono de vuestro recato y vuestro pudor, como exteriorización natural
de vuestra piedad (Pio XII, Aloc. I-VII-1951).CIELO

Citas de la Sagrada Escritura

Habiendo quedado libres del pecado y hechos siervos de Dios, cogeis por fruto vuestro la santificaci6n y por
fin la vida eterna. Rm 6,22.

Dios ha de pagar a cada uno segun sus obras, dando la vida eterna a los que, por medio de la
perseverancia en las buenas obras, aspiran a la gloria. Rm 2,7.

Justificados por la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, vendremos a ser herederos de la vida eterna,
conforme a la esperanza. Doctrina es esta certisima; y deseo que arraigues bien en ella a los que creen en
Dios a fin de que procuren aventajarse en practicar buenas obras. Tt 3,7-8.

Ni ojo vio, ni oreja oyó, ni pasó a hombre por pensamiento las cosas que Dios tiene preparadas para
aquellos que le aman. 1Co 2,9.

La vida eterna consiste en conocerte a Ti, solo Dios verdadero. Jn 1 7,3.

Ya no podran (los justos) morir otra vez, siendo iguales a los angeles e hijos de Dios. Lc 20,36.

Os hago saber que sus angeles en los cielos estan siempre viendo la cara de mi Padre celestial. Mt 18,10.

Al presente no vemos (a Dios) sino como en un espejo, y bajo imagenes oscuras: pero entonces le veremos
cara a cara. 1Co 13,12.

En la casa de mi Padre hay muchas mansiones. Jn 14,2.


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Cada uno recibira su propio salario a medida de su trabajo. 1Co 3,8.

Una es la claridad del sol, otra la claridad de la luna y otra la claridad de las estrellas, y aun hay diferencia
en la claridad entre estrella y estrella: así sucedera también en la resurrección de los muertos. 1Co 15,41-
42.

Quien escasamente siembre, cogera escasamente; y quien siembre a manos llenas, a manos llenas cogera.
2Co 9,6.

Tengo por cierto que los padecimientos del tiempo presente no son nada en comparación con la gloria que
ha de manifestarse en nosotros. Rm 8,18.

Yo en justicia contemplare tu faz, y me saciare, al despertar, con tu imagen. Ps 16,15.

No padeceran hambre ni sed, ni les afligira el viento solano ni el sol, porque los guiara el que de ellos se ha
compadecido, y los llevara a manantiales de agua. Is 49,10.

Entonces los justos brillaran como el sol en el reino de su Padre. Mt 13,43.

Carisimos, ahora somos hijos de Dios, aunque aun no se ha manifestado lo que hemos de ser. Sabemos
que, cuando se manifieste, seremos semejantes a El, porque le veremos tal cual es. 1Jn 3,2.

Alegraos y regocijaos, porque grande será en los cielos vuestra recompensa, pues así persiguieron a los
profetas que hubo antes de vosotros. Mt 5,12.

Con Cristo en el Cielo

893 Puede decirse que nadie sube al cielo sino Cristo solo, porque los santos no suben mas que en cuanto
miembros de El, que es la cabeza de la Iglesia (SANTO TOMASí Sobre el Credo,6,1. c. , p. 80).

894 Cuando conozcas a Dios tal cual es, tendras un cuerpo inmortal e incorruptible como el alma, y
poseeras el Reino de los cielos. Puesto que, durante la vida terrestre, has reconocido al Rey celestial, seras
el familiar de Dios y el coheredero de Cristo, y no mas esclavo de las pasiones, de las codicias y de las
enfermedades (SAN HIPOLITO, Refutación de todas las herejias, libro 10,33-34: PG 163,3452-3453).

Aquí en la tierra, la caridad es ya un comienzo de cielo

895 Es de notar que la bienaventuranza se otorga en proporción a la caridad y no en proporción a cualquier


otra virtud (SANTO ToMAs, Sobre la caridad,1. c. ,204).

896 El amor humano, el amor de a-tui abajo en la tierra cuando es verdadero, nos ayuda a saborear el amor
divino. Asi entrevemos el amor con que gozaremos de Dios y el que mediara entre nosotros, alla en el cielo,
cuando el Señor sea todo en todas las cosas (1Co 15,28). Ese comenzar a entender lo que es el amor
divino nos empujara a manifestarnos habitualmente mas compasivos, mas generosos, mas entregados (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,166).

897 Aquí la caridad es ya un comienzo de la vida eterna, y la vida eterna consistira en un acto
ininterrumpido de caridad (SANTO TOMAS, Suma Teológica,1-2, q. 114, a. 4).

898 Reinar en el cielo es estar intimamente unido a Dios y a todos los santos con una sola voluntad, y
ejercer todos juntos un solo y unico poder. Ama a Dios mas que a ti mismo y ya empiezas a poseer lo que
tendras perfectamente en el cielo. Ponte de acuerdo con Dios y con los hombresócon tal de que estos no te
aparten de Diosóy empiezas ya a reinar con Dios y con todos los santos. Pues en la medida en que estes
ahora de acuerdo con la voluntad de Dios y de los hombres, Dios y todos los Santos se conformaran con la
tuya. Por tanto, si quieres ser rey en el cielo, ama a Dios y a los hombres como debes, y mereceras ser lo
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que deseas (SAN ANSELMO, Carta 112 a Hugo el recluso, texto latino en Opera omnia volt 3, Nelson,
Edimburgo 1946, pp. 245

Solo Dios saciara el corazon humano para siempre y sin termino

899 Aquellos tesoros de sabiduria y ciencia, aquellas riquezas divinas, son llamados así porque ellos hos
bastaran. Y aquella gran bondad es llamada así porque nos saciara. Muestranos, pues, al Padre, y eso nos
bastara.

Ya en uno de los salmos, uno de nosotros, en nosotros y por nosotros, le dice al Sefior: Me saciare cuando
aparezca tu gloria [. . . ]. Cuando se vuelva a nosotros, nos mostrara su rostro; y seremos salvados y
quedaremos saciados, y eso nos bastara (SAN AGUSTIN, Sermón 194).

900 La vida perdurable consiste primariamente en nuestra union con Dios, ya que el mismo Dios en persona
es el premio y el termino de todas nuestras fatigas (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,1. c. ,1 10).

901 La pena del infierno es insufrible, es verdad; pero si alguno fuera capaz de imaginar diez mil infiernos,
nada seria el sufrimiento en comparación de la pena que produce el haber perdido el cielo y ser rechazado
por Cristo (SAN JUAN CRISOSTOMO, Catena Aurea, volt 1p 447).

902 Vamos a pensar lo que será el Cielo. Ni ojo vio, ni oido oyo, ni paso a hombre por pensamiento cuales
cosas tiene Dios preparadas para los que le aman. ¿Os imaginais que será llegar alli, y encontrarnos con
Dios, y ver aquella hermosura, aquel amor que se vuelca en nuestros corazones, que sacia sin saciar? Yo
me pregunto muchas veces al dia: ,,que será cuando toda la belleza, toda la bondad, toda la maravilla
infinita de Dios se vuelque en este pobre vaso de barro que soy yo, que somos todos nosotros? Y entonces
me explico bien aquello del Apbstol: ni ojo vio, ni oido oyo. . . Vale la pena, hijos mios, vale la pena (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, en Hoja informativa n. I, de su proceso de beatificación, p. 5).

903 Consiste asimismo en la perfecta satisfacción de nuestros deseos, ya que alli los bienaventurados
tendran mas de lo que deseaban o esperaban. La razon de ello es porque en esta vida nadie puede
satisfacer sus deseos, y ninguna cosa creada puede saciar nunca el deseo ae nomore. Solo Dios puede
saciarlo con creces, hasta el infinito (SANTO TOMAS Sobre el Credo,1. c. , III).

La contemplación de Dios

904 Los hombres, pues, veran a Dios y viviran, ya que esta visión los hara inmortales, al hacer que lleguen
hasta la posesión de Dios. Esto, como dije antes, lo anunciaban ya los profetas de un modo velado, a saber,
que veran a Dios los que son portadores de su Espíritu y esperan continuamente su venida. Como dice
Moises en el Deuteronomio, aquel dia veremos que puede Dios hablar a un hombre y seguir este con vida
(SAN IRENEO, Trat. sobre las herejías,4,20).

905 Cuando ya contemples a Dios tal cual es, tendras un cuerpo inmortal e incorruptible, como el alma, y
poseeras el reino de los cielos, tu que, viviendo en la tierra, conociste al Rey celestial; participaras de la
felicidad de Dios, seras coheredero de Cristo y ya no esteras sujeto a las pasiones ni a las enfermedades,
porque habras sido hecho semejante a Dios (SAN HIPOLITO, Trat. refut. de las herejias,10).

906 Sus ovejas encontraran pastos, porque todo aquel que le sigue con un corazon sencillo es alimentado
con un pasto siempre verde. ¿Y cual es el pasto de estas ovejas, sino el gozo intimo de un paraiso siempre
lozano? El pasto de los elegidos es la presencia del rostro de Dios, que, al ser contemplado ya sin obstaculo
algun^, sacia para siempre el espiritu con el alimento de vida (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los
Evang. ).

907 Los que se quieren, procuran verse. Los enamorados solo tienen ojos para su amor. ¿No es logico que
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sea así? El corazon humano siente esos imperativos. Mentiria si negase que me mueve tanto el afan de
contemplar la faz de Jesucristo. Vultumátaum, Domine, requiram, buscare, Señor, tu rostro. Me ilusiona
cerrar los ojos, y pensar que llegara el momento, cuando Dios quiera, en que podre verle, no como en un
espejo, y bajo imagenes oscuras. . . sino cara a cara. Si, hijos, mi corazon esta sediento de Dios, del Dios
vivo. ¿ Cuando vendre y vere la faz de Dios? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hoja informativa n. I de su
proceso de beatificación, p. 1).

La esperanza del cielo

908 Para nosotros el Alleluia es el cantico del viandante; nos dirigimos por un camino penoso hacia el
descanso de la patria, donde no tendremos otra ocupación que repetir incesantemente el Alleluia (SAN
AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia").

909 Nosotros, que conocemos los gozos eternos de la patria celestial, debemos darnos prisa para
acercarnos a ella por el camino mas corto (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. I sobre los Evang. ).

910 Ya no habra enemigo y no perecera ningun amigo. Alli Dios será alabado. Aquí también Dios es
alabado. Pero aquí lo es por hombres sumergidos en preocupaciones, alli por hombres que viven en paz;
aquí por mortales, alli por seres definitivamente vivos; aquí en esperanza, alli en realidad; aquí de camino,
alli en la patria (SAN AGUSTIN, Sermón 256).

911 Quien tiene su ojo malo [. . . ], tiene su cuerpo en tinieblas. No resiste a la carne cuando desea las
cosas malas, porque no tiene esperanza en el cielo, que es la que nos concede el valor para resistir a las
malas pasiones (SAN JUAN CRISOSTOMO en Catena Aurea, volt 1p 388).

912 Prometio la salvación eterna, la vida bienaventurada y sin fin en compaiiia de los argeles, la herencia
imperecedera, la gloria eterna, la dulzura de la contemplación de su rostro, su templo santo en los cielos y,
como consecuencia de la resurrección, la ausencia total del miedo a la muerte (SAN AGUSTIN, Coment.
sobre el Salmo 109).

913 Debemos pensar y meditar, que hemos renunciado al mundo y que mientras vivimos en el somos como
extranjeros y peregrinos. Deseamos con ardor aquel dia en que se nos asignara nuestro propio domicilio, en
que se nos restituira al paraiso y al reino [. . . ]. El que esta lejos de su patria es natural que tenga prisa por
volver a ella. Para nosotros, nuestra patria es el paraiso; alli nos espera un gran numero de seres queridos,
alli nos aguarda el numeroso grupo de nuestros padres, hermanos e hijos, seguros ya de su suerte, pero
solicitos aun de la nuestra (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la muerte,18).

914 Y con ir siempre con esta determinación de antes morir que dejar de llegar al fin del camino, si os
llevare el Señor con alguna sed en este camino en esta vida, daros ha de beber con toda abundancia en la
otra y sin temor que os ha de faltar (SANTA TERESA, Camino de perfección,20,2).

La felicidad de los bienaventurados

915 El mana era saboreado por todos los que lo comian, pero con diferente sabor segun los diversos
deseos de los que lo tomaban, y jamás fue saboreado por completo, pues tenía mas sabores que gustos
había en Israel. Nosotros veremos y saborearemos en el cielo a toda la Divinidad, pero ninguno de los
bienaventurados, ni todos juntos, la veran y saborearan por completo. La esencia divina cuenta con tal
excelencia que sobrepasa nuestra capacidad de gozo. Pero nosotros sentiremos gran placer al saber que,
después de haber saciado todos los deseos de nuestro corazon y después de haber satisfecho toda nuestra
capacidad con el goce del bien infinito, quedaran aun en la infinita esencia perfecciones infinitas para ver,
gozar y poseer, perfecciones que solo la divina Majestad entiende y ve perfectamente, pues solo ella se
comprende a si misma (SAN FRANCISCO DE SALES, Trat. del amor de Dios,3,15).
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916 En cuanto estemos intimamente unidos a esta pura y perfectisima Bondad, ya no tendremos necesidad
de atender a estas necesidades del cuerpo, seremos felices y no estaremos faltos de nada, poseyendo
mucho y no teniendo que buscar nada (SAN AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia>).

917 La vida eterna consiste: En primer lugar en la union con Dios. Dios mismo es el premio y fin de todos
nuestros trabajos: Yo soy tu protector, y tu galardon grande sobremanera (Gn 15, I).

A la vez, esta union consiste en visión perfecta: Ahora vemos en un espejo, confusamente; entonces
veremos cara a cara (1Co 13,12). Y también en una excelsa alabanza.

En segundo lugar, la vida eterna consiste en una perfecta sociedad de los deseos, porque en ella todos los
bienaventurados tendran mas de lo que anhelan y esperan [. . . ].

En tercer lugar, la vida eterna consiste en una seguridad total [. . . ].

En cuarto lugar en la feliz compatlia de todos los bienaventurados, compania que será la mas agradable,
porque seran de cada uno los bienes de todos (SANTO TOMAS, Sobre el Credo, I. c. , p. 110).

918 ¡Ah!, si amais tanto una gota de agua, ¿que será de la misma fuente? (SAN AGUSTIN, Sermón 255,
sobre el "alleluia").

919 Alli esta la sociedad de los ciudadanos de la patria celestial; alli es donde todo es fiesta; alli esta el
descanso verdadero y seguro; alli es donde reinan la paz y tranquilidad perpetuas (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).

920 No creamos que quienes desprecian al mundo hacen gran sacrificio, porque toda la tierra vale muy
poco en comparación del cielo; por lo tanto, aun cuando fuesemos duenos de todo el mundo y
renunciaremos a el, nada hariamos que fuese digno en comparación del reino de los cielos (SAN
ATANASIO, en Catena Aurea, volt VI, p. 311).

921 La alabanza desborda de un corazon demásiado lleno. Y si alabamos lo que creemos, lcomo
alabaremos cuando veamos? (SAN AGUST;N, Sermón 255, sobre el "alleluia").

922 ¿Que discurso podre representar lo que luego ha de seguirse: el placer, la dicha, el jubilo de la
presencia y el trato con Cristo? No hay lengua que pueda explicar la bienaventuranza que goza ni la
ganancia de que es duena el alma que ha tornado a su propia nobleza y que puede en adelante contemplar
a su Señor. Y no solo se goza de los bienes que tiene en sus manos, sino de saber con certidumbre que
esos bienes no han de tener fin jamás (SAN JUAN CRISOSTOMO, Exhortac. a Teodoro,1).

923 No padeceras alli limites ni estrecheces al poseer todo; tendras todo, y tu hermano también tendra todo;
porque vosotros dos, tu y el, os convertireis en uno, y este unico todo también tendra a Aquel que os posea
a ambos (SAN AGUSTiN, Coment. sobre el Salmo 36).

924 De tres cosas descansaremos entonces: de los trabajos dela vida presente, del agobio de las
tentaciones y de la esclavitud del diablo (SANTO TOMAS, Sobre los mandamientos,1. c. , p. 240).

925 El gran bien que me parece a mi hay en el reino del cielo, con otros muchos, es ya no tener cuenta con
cosa de la tierra, sino un sosiego y gloria en si mismos, un alegrarse que se alegren todos, una paz
perpetua, una santificación grande en si mismos, que les viene de ver que todos santifican y alaban al
Señor, y bendicen su nombre y no le ofende nadie. Todos le aman, y la misma alma no entiende en otra
cosa sino en amarle, ni puede dejarle de amar, porque le conoce. Y así le amariamos aca, aunque no en
esta perfección, ni en un ser; mas muy de otra manera le amariamos de lo que le amamos, si le
conociesemos (SANTA TERESA, Camino de perfección,30,1-5).
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926 Pues toda la riqueza de esta vida, comparada con la felicidad eterna, no es ni un auxilio, es una carga.
La vida temporal, comparada con la eterna, debe llamarse muerte y no vida (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 37 sobre los Evang. ).

927 Y por encima de todo ello, el trato y goce sempiterno de Cristo, de los argeles. . . , todos perpetuamente
en un sentir comun, sin temor a Satanas ni a las asechanzas del demonio ni a las amenazas del infierno o
de la muerte (SAN JUAN CRISOSTOMO, Epistola I a Teodoro,11).

928 Eso haremos en el cielo: gozarnos con la grandeza de Dios. Nuestra felicidad radicara en un pasmo
dichoso, en el que no se distinguen el amor, la acción de gracias, la glorificación: jGracias, Seior, porque
eres grandeóagimus tibi gratias propter magnam gloriamátuamó: Santo, Santo Santo!

El bienaventurado agradece: ama, glorifica, se goza en la bondad y belleza divinas. Por eso el
agradecimiento, la alegria de quien se sabe beneficiado, deudor, es prenda de salvacion. (J. M. PEROSANZ
ELORZ, La hora sexta, pp. 269-270).

929 Este Bien, que satisface siempre, producira en nosotros un gozo siempre nuevo. Cuanto mas
insaciablemente seais saciados de la Verdad, tanto mas direis a esta insaciable Verdad: amen; ;es verdad!
Tranquilizaos y mirad; será una continua fiesta (SAN AGUSTIN, Sermón 362).

La felicidad en esta vida no puede ser plena

930 El gozo en esta vida no puede ser pleno. Lo será cuando en la patriaóposeamos de modo acabado el
bien perfecto: entra en el gozo de tu Señor (Mt 25,21) (SANTO ToMAS, Trat. Evang. S. Juan,15).

Cumplir la voluntad de Dios, condición para entrar en el cielo

931 Esta es la llave para abrir la puerta y entrar en el Reino de los Cielos: "-tui facit voluntatem Patris mei
qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum"óel que hace la voluntad de mi Padre. . . dese entrara! (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 754).

La compañia de los santos en el cielo

932 Tanto para ellos como para nosotros significa una gran alegria poder llegar a su presencia y abrazarlos;
la felicidad plena y sin termino la hallaremos en el reino celestial, donde no existira ya el temor a la muerte,
sino la vida sin fin. Alli esta el coro celestial de los apostoles, la multitud de los profetas, la innumerable
muchedumbre de los martires, coronados por el glorioso certamen de su pasión; alli las virgenes triunfantes,
que con el vigor de su continencia dominaron la concupiscencia de su carne y de su cuerpo; alli los que han
obtenido el premio de su misericordia, los que practicaron el bien, socorriendo a los necesitados con sus
bienes, los que, obedeciendo el consejo del Señor, trasladaron su patrimonio terreno a los tesoros
celestiales. Deseemos avidamente, hermanos muy amados, la compahia de todos ellos (SAN CIPRIANO,
Trat. sobre la muerte,18,24).

933 [. . . ]ciertamente, los bienaventurados gozaran de la gloria, no solo de aquella que ultimamente hemos
mostrado ser la felicidad esencial, o la mas unida a su naturaleza, sino también de aquella que consiste en
el conocimiento claro y evidente que cada uno ha de tener de la grande y excelente dignidad de los demás.
Pues, a la verdad, ¿cuan grande no se ha de estimar la honra que les dara el Señor al llamarlos, ya no mas
siervos, sino amigos, hermanos o hijos de Dios?[. . . ]

Por otra parte, si en todos los hombres ha impuesto la naturaleza el deseo comun del honor, que dan los
varones insignes en sabiduria, por creer que estos seran los testigos mas valiosos de su virtud, í,cuanto
creemos que se acrecentara la gloria de los bienaventurados al honrarse con muy grandes alabanzas unos
a otros? (Catecismo Romano,1, cap. 13, n. 11).
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934 Lo mismo que la salud destierra muchos deseos que atormentan a los enfermos, así la inmortalidad los
desecha todos porque ella misma es alli nuestra salud. Recordad al Apostol y ved que hace falta, dice el,
que lo corruptible óeste cuerpoóse revista de incorruptibilidad y que lo mortal se revista de inmortalidad.
Entonces seremos iguales a los argeles. Pero los argeles, `,son infelices por no comer? (SAN AGusTiN,
Sermón 255, sobre el "alleluia").

935 Para los buenos será motivo especial de gloria el hecho de tener sus cuerpos gloriosos, adornados de
cuatro dotes. La primera es la claridad: Brillaran los justos como el sol en el reino de su Padre (Mt 13,43). La
segunda es la impasibilidad: [. . . ] Secara Dios toda lagrima de sus ojos y no hatera mas muerte, ni hatera
mas llanto ni lamentos ni dolores, porque lo de antes paso (Ap 21,4). La tercera es la agilidad: Brillaran los
justos, y avanzaran como chispa en cañaveral (Sg 3,7). La cuarta es la sutileza: Es sembrado un cuerpo
animal, resucitara un cuerpo espiritual (ICor 15,44); no quiere decir que sea por completo espiritu, sino que
estera totalmente sometido a este (SANTO ToMAs, Sobre el Credo,1. c. , p. 108).

La gracia de la Confirmación y el aumento del estado de gloria

936 Quienes tienen nitros a su cargo, han de ocuparse diligentemente de que sean confirmados, porque es
grande la gracia que proporciona este sacramento. Si mueren, tendra mayor gloria el confirmado que el que
no lo ha sido, porque aquel recibio mas gracia (SANTO TOMASí Sobre el Credo,1. c. , p. 101).

Hemos nacido para el cielo

937 La meta que se nos ha señalado no consiste en algo de poca monta, sino que nos esforzamos por la
posesión de la vida eterna. Por esto, en la profesioh de fe, se nos enseha que, después de aquel articulo: La
resurrección de los muertos, de la que ya hemos disertado, creamos en la vida del mundo futuro, por la cual
luchamos los cristianos (SAN CIRILO DE JERUSALEN, Catequesis,18).

938 Hemos nacido para las cosas presentes y renacido para las futuras (SAN LEON MAGNO, Sermón 7 en
la Natividad del Señor).

939 No son pequehos los objetivos que nos hemos propuesto, nuestra pretensión consiste nada menos que
en la consecución de la vida eterna (SAN CIRILO DE JERUSALEN, Catequesis,18).

940 ¡Que necedad tan grande es amontonar donde se ha de dejar, y no enviar alli donde se ha de ir! Coloca
tus riquezas donde tienes tu patria (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1p 386).

941 Endeble criatura, ¿por que te extravias buscando los bienes de tu alma y de tu cuerpo? Ama el unico
bien en el que estan contenidos todos los bienes: eso te bastara. . . Cuerpo mio, ¿,que es lo que tu amas?
Alma mia, ¿que es lo que tu deseas?unicamente allá,en lo alto,se encuentra todo cuanto podeis amar y
desear (SAN ANSELMO, Proslogion,25-26).

La intercesión de los bienaventurados remedia nuestra debilidad

942 La union de los viadores con los hermanos que se durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se
interrumpe, antes bien, segun la constante fe de la Iglesia, se robustece con la comunicación de bienes
espirituales. Por lo mismo que los bienaventurados estan mas intimamente unidos a Cristo, consolidan mas
eficazmente a toda la Iglesia en la santidad, ennoblecen el culto que ella ofrece a Dios a-tui en la tierra y
contribuyen de multiples maneras a su mas dilatada edificación (cfr. 1Co 12,12-27). Porque ellos habiendo
llegado a la patria y estando en presencia del Señor (cfr. 2Co 5,8), no cesan de interceder por El, con El y
en El a favor nuestro ante el Padre, ofreciendole los meritos que en la tierra consiguieron por el Mediador
unico entre Dios y los hombres, Cristo Jesús (cfr. 1Tm 2,5), como fruto de haber servido al Seilor en todas
las cosas y de haber completado en su carne lo que falta a los padecimientos de Cristo en favor de su
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Cuerpo, que es la Iglesia (cfr. Col 1,24). Su fraterna solicitud contribuye, pues, mucho a remediar nuestra
debilidad (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,49).

COMPRENSION

Citas de la Sagrada Escritura

Evitad las contestaciones y las discusiones inutiles, instruid, soportad, reprended con dulzura. 2Tm 2,24-25.

San Pablo pide a los corintios que le toleren su defensa: 2Co 11,1-16.

Debemos tolerarnos mutuamente para conservar la caridad espiritual con el vinculo de la paz. Ep 4,1-3.

Como sois santos y amados deDios, debeis toleraros mutuamente y perdonaros los unos a los otros, para
mantener la caridad, que es el vinculo de la perfeccion. Col 3,12-14.

Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os odian, haced bien a quien os maldice. Mt 5,43-48.

Ejemplo del trato del Señor con todos: nitros, enfermos, pecadores. . . Siempre amable y comprensivo: Mt
19,13-15; Mc 9,34-41.

Comprender para ayudar. La comprensión, una muestra de humildad

943 Dios todopoderoso permitió que aquel a quien tenía preparado para cabeza visible de toda la Iglesia
tuviera miedo de las palabras de una criada y lo negase. Sabemos que sucedió esto por especial
providencia de su alta piedad, para que el que habla de ser el Pastor de la Iglesia aprendiese en su culpa a
ser misericordioso con los demás. Esto es, primeramente le hizo conocerse a si mismo, y después le puso
al frente de los demás, para que aprendiera por su flaqueza con cuanta misericordia habla de mirar las
flaquezas ajenas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 21 sobre los Evang. ).

944 Conviene también que uno proceda en las cosas que le afectan como juez inexorable; y en las que
afectan a sus subordinados, debe ser bueno y comprensivo (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea,
volt III, p. 100).

945 Le habían sido entregadas las llaves del reino de los cielos. Le había sido confiada una innumerable
multitud de pueblos, metida en el pecado. San Pedro estaba muy fuerte, como lo indica la oreja cortada del
criado del principe de los sacerdotes. Este hombre, tan endurecido y tan severo, si hubiese obtenido el don
de no pecar, ¿como hubiera podido perdonar a los pueblos? Pero la Providencia divina permitió que cayese
el primero, para que fuese condescendiente con los demás, recordando su propia caida (SAN AGUSTIN, en
Catena Aurea, volt Vl, p. 474).

Comprensión con las personas, no con el error

946 Convivir con los paganos no es tener las mismas costumbres. Convivimos con todos, nos alegramos
con ellos por la comunidad de naturaleza, no de supersticiones. Tenemos la misma alma, pero no el mismo
comportamiento, somos coposesores del mundo, no del error (TERTULIANO, Sobre la idolatría,1).

947 Si la regla de conducta del maestro debe ser siempre perseguir el vicio para corregirle, es muy
conveniente que conozcamos que debemos ser firmes con los vicios, pero compasivos con el hombre (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 33 sobre los Evang. ).

948 Un discípulo de Cristo jamás tratara mal a persona alguna; al error le llama error, pero al que esta
equivocado le debe corregir con afecto: si no, no le podre ayudar, no le podre santificar (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,9).
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949 Tanto los predicadores del Señor como los fieles, deben estar en la Iglesia de tal manera que
compadezcan al prójimo con caridad, pero no se separen de la via del Señor por falsa compasión (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 37 sobre los Evang. ).

950 El espiritu de dulzura es el verdadero espiritu de Dios; el de sufrimiento es el del Crucificado.


Compartidlos; puede hacerse comprender la verdad y amonestarse, siempre que se haga con dulzura. Hay
que sentir indignación contra el mal y estar resuelto a nunca transigir con el; sin embargo,hay que convivir
dulcemente con el prójimo (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. l l0, l. c. , p. 744).

Excusar las faltas del prójimo

951 El Salvador crucificado, no pudiendo absolutamente excusar el pecado de los que le habían puesto en
la cruz, trata sin embargo de aminorar la malicia, alegando su ignorancia. Cuando no podamos nosotros
excusar el pecado, juzguemosle a lo menos digno de compasión, atribuyendolo a la causa mas tolerante
que pueda aplicarsele, como lo es la ignorancia o la flaqueza (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la
vida devota, III,28).

952 Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que vieremos en los otros, y tapar sus defectos
con nuestros grandes pecados. Es una manera de obrar que, aunque luego no se haga con perfección, se
viene a ganar una gran virtud, que es tener a todos por mejores que nosotros, y comienzase a ganar por a-
tui el favor de Dios (SANTA TERESA, Vida,13,6).

953 Aunque vierais algo malo, no juzgueis al instante a vuestro prójimo, sino mas bien excusadle en vuestro
interior. Excusad la intención, si no podeis excusar la accion. Pensad que lo habra hecho por ignorancia, o
por sorpresa, o por desgracia. Si la cosa es tan clara que no podeis disimularla, aun entonces procurad
creerlo así, y decid para vuestros adentros: la tentación habra sido muy fuerte (SAN BERNARDO, Sermón
40 sobre el Cantar de los Cantares).

954 Para no ser juzgado es necesario no juzgar a los demás y juzgarse a si mismo. . . Pero, joh, Dios!, todo
lo hacemos al reves; continuamente estamos juzgando al prójimo, que es lo que se nos prohibe, y jamás
queremos juzgarnos a nosotros mismos, como se nos manda (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la
vida devota, III,28).

La comprensión es, en muchas ocasiones, la mejor muestra de caridad

955 La caridad lleva siempre a la comprensión (SAN JUAN CRISOSTOMO,Homil. sobre S Mateo,73)

956 Mas que en "dar", la caridad esta en "comprender". Por eso busca una excusa para tu prójimo las hay
siempreó, si tienes el deber de juzgar (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 463).

957 Lo que mejor define la ley de Cristo es la caridad, y esta caridad la practicamos de verdad cuando
toleramos por amor las cargas de los hermanos (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,10).

958 Date cuenta, pues, de como atempera su reprensión el Señor a Pedro después de las negaciones con
gran indulgencia, lo cual es muy propio del que ama (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre la 2. a carta a
los Corintios,13).

Saber comprender: una muestra de sabiduria

959 Piensa que cualquier otro que hubiera tenido la gracia que tu tuviste lo hubiera hecho mucho mejor y no
habria cometido tantas imperfecciones (J. PECCI óLeon Xllló, Practica de la humildad,45).
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960 Es mucho mas digno de compasión el que hace el mal que quien lo sufre (SAN LEON MAGNO, Sermón
95 sobre las bienaventuranzas).

961 Si eres tan miserable,¿como te extraña que los demás tengan miserias? (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 446).

La amistad se basa en buena parte en la comprensión de los defectos y de las opiniones contrarias del
amigo

962(Puede haber entendimiento entre personas que tienen distinto criterio sobre algo), pero jamás podra
existir verdadera armonia donde impera la discrepancia de voluntades (CASIANO, Colaciones,16).

963 Nadie puede ser conocido sino en función de la amistad que se le tiene (SAN AGUSTIN, Sermón 83).

Comprensivos y pacientes

964 [. . . ] es esta paciencia la que nos impulsa a ser comprensivos con los demás, persuadidos de que las
almas, como el buen vino, se mejoran con el tiempo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios,78).COMUNION

Citas de la Sagrada Escritura

Figuras en el Antiguo Testamento:

Pan y vino de Melquisedec: Gn 14,18.

Cordero pascual: Ex 12,1-44.

- Mana en el desierto: Ex 16,13-21, Sg 16,20; Jn 6,31.49.58.

Pan que restaura las fuerzas de Elias: 1e 19,1-18.

Prometida por Jesucristo: Jn 6,22-60.

Institución de este Sacramento: Mt 26,26-29; Mc 14,22-25; Lc 22,15-23; 1 Co 2,23-25.

Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si alguno come de este pan vivira para siempre, y el pan que yo le dare
es mi carne, vida del mundo. Jn 6,51.

El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitare en el ultimo dia. Jn 6,54.

El que come mi carne y bebe mi sangre esta en mi y yo en el. Jn 6,56.

[. . . ] el que come este pan vivira para siempre. Jn 6,58.

(Unidad y fraternidad) . . . pues todos participamos de este unico pan. lCo 16-17.

"Para hacer una buena comunion. . . "

Cuidadosa preparación para recibir al Señor: 1Co 11,27-29.

Era recibida con frecuencia por los primeros cristianos: Ac 2,46; 20,7.

(Jesucristo) el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Jn 1,29.

(Mas citas en: EUCARISTIA).


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965 Para hacer una buena comunion es preciso tener una viva fe en lo que concierne a este gran misterio;
siendo este sacramento un "misterio de fe", hemos de creer con firmeza que Jesucristo esta realmente
presente en la Sagrada Eucaristia, y que esta alli vivo y glorioso como en el cielo. Antiguamente, el
sacerdote, antes de dar la Sagrada Comunion, sosteniendo en sus dedos la santa Hostia, decia en alta voz:
"<,Creeis que el Cuerpo adorable y la Sangre preciosa de Jesucristo estan verdaderamente en este
sacramento?" Y entonces respondian a coro los fieles: "Si, lo creemos" (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre la Comunion).

966 Amad la Misa, hijos mios, amad la Misa. Y comulgad con hambre, aunque esteis helados, aunque la
emotividad no responda: comulgad con fe, con esperanza, con encendida caridad (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,91).

967. . . Hemos de concebir un gran deseo de unirnos a Jesucristo. Ved la gran diligencia de los Magos en
buscar a Jesús en el pesebre; mirad a la Santisima Virgen; mirad a Santa Magdalena buscando con afan al
Salvador resucitado (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la Comunion).

Preparación del alma y del cuerpo

968 Es necesario que todo nuestro porte exterior dé, a los que nos ven, la sensación de que nos
preparamos para algo grande (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la Comunion).

969 Para acoger en la tierra a personas constituidas en dignidad hay luces, musica, trajes de gala. Para
albergar a Cristo en nuestra alma,¿como debemos prepararnos? ¿Hemos pensado alguna vez en como nos
conduciriamos, si solo se pudiera comulgar una vez en la vida? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,91).

970 Digo también que debemos presentarnos con vestidos decentes; no pretendo que sean trajes ni
adornos ricos, mas tampoco deben ser descuidados y estropeados: a menos que no tengais otro vestido,
habeis de presentaros limpios y aseados. Algunos no tienen con que cambiarse; otros no se cambian
poráneagligencia. Los primeros en nada faltan, ya que no es suya la culpa; pero los otros obran mal, ya que
ello es una falta de respeto a Jesús, que con tanto placer entra en su corazon. Habeis de venir bien
peinados, con el rostro y las manos limpias (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la Comunidn).

971 Y mi Padre le amara, y vendremos a el, y haremos mansión en el. Considerad bien que inefable dicha
es dar hospedaje en nuestro corazon a Dios. Si cualquier persona distinguida o que ocupe algun puesto
elevado, o algun amigo nco y poderoso nos anunciara que iba a venir a visitarnos en nuestra casa, ¡ con
que solicitud limpiariamos y ocultariamos todo aquello que pudiera ofender la vista de esta persona o de
este amigo! Lave primero las manchas y suciedades que tiene el que ha ejecutado malas obras, si quiere
preparar a Dios una morada en su alma (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).

972 Para que alcance en ti su perfección, pinta tu casa interior con la moderación y la humildad, hazla
resplandeciente con la luz de la justicia, adornala con buenas obras como con excelentes laminas de metal,
y decorala con la fe y la grandeza de animo, a manera de paredes y mosaicos; por encima de todo coloca la
oración, como el techo que corona y pone fin al edificio, para disponer así una mansión acabada para el
Señior y poderlo recibir como en una casa regia y esplendida (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. 6 sobre la
oracion).

973 Habreis de convenir conmigo en que, si para comulgar son tan necesarias las disposiciones del cuerpo,
mucho mas lo habran de ser las del alma, a fin de hacernos merecedores de las gracias que Jesucristo nos
trae al venir a nosotros en la Sagrada Comunion. Si en la Sagrada Mesa queremos recibir a Jesús en
buenas disposiciones, es preciso que nuestra conciencia no nos remuerda en lo mas minimo, en lo que a
pecados graves se refiere (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la Comunion).
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974 Para no acercarnos sin preparación a la celebración del rito festivo y para ser dignos de acercarnos al
divino Cordero y gustar los manjares celestiales, purifiquemos nuestras manos, limpiemos nuestro cuerpo y
tengamos la conciencia libre de todo engaño (SAN ATANASIO, Carta 5).

975 Cuando comes la carne y bebes la sangre del Señor, entonces el Señor entra en tu casa; y tu, lleno de
humildad, di: Señlor, no soy digno. . . (ORIGENES, en Catena Aurea, volt 1P 475).

976 El pecado venial no es causa de que comulguemos indignamente; pero si lo es de que saquemos poco
fruto de la Sagrada Comunion (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la Comunion).

977 Si te acercas bien purificado recibes gran beneficio, si te acercas manchado de culpa (de pecado grave)
te haces acreedor a la pena y al castigo eterno. Porque [. . . ] con tus culpas le vuelves a crucificar (SAN
JUAN CRISOSTOMO, Hom. Evang. S. Juan,45).

978 El que se acerca a este sacramento ha de estar también movido por la oración, pues nadie debe llegar
a el con un corazon tibio [. . . ] (SAN BUENAVENTURA, Sobre elástmo. Cuerpo del Señor).

979 Cuando os acerqueis a aquella tremenda y divina mesa, a los sagrados misterios, hacedlo con temor y
temblor, con pura conciencia, con oración y ayuno (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. 7 en la Natividad del
Señor.

980 Los aromas que llevaron las mujeres al sepulcro significan el buen olor que deben producir nuestras
virtudes y la suavidad de nuestra oración, con los que debemos aproximarnos al altar (SAN BEDA, en
Catena Aurea, volt VI, p. 528).

981 Despues de haber rezado las oraciones indicadas, ofreced la Comunion por vosotros y por los demás,
segun vuestras particulares intenciones; para acercaros a la Sagrada Mesa, os levantareis con gran
modestia, indicando así que vais a hacer algo grande; os arrodillareis y, en presencia de Jesús
Sacramentado, pondreis todo vuestro esfuerzo en avivar la fe, a fin de que por ella sintais la grandeza y
plenitud de vuestra dicha. Vuestra mente y vuestro corazon deben estar sumidos en el Señor. Cuidad de no
volver la cabeza a uno y otro lado [. . . ]. Si aun debieseis aguardar algunos instantes, excitad en vuestro
corazon un ferviente amor a Jesucristo, suplicandole con humildad que se digne venir a vuestro corazon
miserable.

Despues que hayais tenido la inmensa dicha de comulgar, os levantareis con modestia, volvereis a vuestro
sitio y os pondreis de rodillas. . . ; ante todo, debereis conversar unos momentos con Jesucristo, al que
teneis la dicha de albergar en vuestro corazon, donde, durante un cuarto de hora, esta en cuerpo y alma
como en su vida mortal (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la Comunion).

982 Si conviene acercarse a las sagradas funciones con santidad, cuanto mas el cristiano descubra la
santidad divina de este sacramento celestial, tanto mas diligentemente debe acercarse a su recepción con
gran reverencia y santidad, sobre todo cuando leemos en el Apostol aquellas palabras temibles: El que
come y bebe indignamente, sin discernir el Cuerpo del Seif or, come y bebe su condenación (1Co 11,29).
Por eso hay que recordar al que quiere comulgar su precepto: Pruebese cada uno a si mismo (1Co 11,28).
La costumbre de la Iglesia declara que es necesaria esta prueba, para que nadie, con conciencia de pecado
mortal, por mas contrito que este, se acerque a la sagrada eucaristia sin haber hecho una confesión
sacramental. Esto, por decreto del santo concilio, han de observarlo siempre todos los cristianos, aun los
sacerdotes que por obligación han de celebrar, a condición de que no les falte la facilidad de confesor. Y si,
por urgir la necesidad, el sacerdote celebrase sin previa confesión, confiesese cuanto antes (CONC.
TRENTO, Ses. XIV, cap. 7).

983 Hay que recordar al que libremente comulga el mandato: Que se examine cada uno a si mismo (1Co
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11,28). Y la practica de la Iglesia declara que es necesario este examen para que nadie, consciente de
pecado mortal, por contrito que se crea, se acerque a la Sagrada Eucaristia sin que haya precedido la
confesión sacramental (PABLO Vl, Instr. Eucharisticum Mysterium, n. 37).

"Porque te ves frio quieres apartarte del fuego?"

984 Habra quien diga: por eso, precisamente, no comulgo mas a menudo, porque me veo frio en el amor
[. . . ]. Y, ¿porque te ves frio quieres alejarte del fuego? Precisamente porque sientes helado tu corazon
debes acercarte mas a menudo a este sacramento, siempre que alimentes sincero deseo de amor a
Jesucristo. "Acercate a la Comunionódice San Buenaventuraóaun cuando te sientas tibio, fiandolo todo de
la misericordia divina, porque cuanto mas enfermo se halla uno, tanto mayoráneacesidad tiene del medico"
(SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Practica del amor a Jesucristo,2).

985 Te apuras y entristeces porque tus Comuniones son frias, llenas de aridez. Cuando vas al Sacramento,
dime: ¿te buscas a ti o buscas a Jesús?óSi te buscas a ti, motivo tienes para entristecerte. . . Pero siócomo
debesóbuscas a Cristo, ¿quieres señal mas segura que la Cruz para saber que le has encontrado? (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 710).

Recibimos al mismo Cristo

986 En primer lugar, el santo concilio enseíSa y profesa abiertamente y con simplicidad que, una vez
consagrados el pan y el vino, nuestro Sefior Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, esta presente
verdadera, real y sustancialmente en el santo sacramento de la eucaristia bajo la apariencia de estas
realidades sensibles (CONC. TRENTO, Ses. XIV, cap. 1).

987 Considera, pues, ahora que es mas excelente, si aquel pan de argeles o la carne de Cristo, que es el
cuerpo de vida. Aquel mana caia del cielo, este esta por encima del cielo; aquel era del cielo, este del Señor
de los cielos; aquel se corrompia si se guardaba para el dia siguiente, este no solo es ajeno a toda
corrupción sino que comunica la incorrupción a todos los que lo comen con reverencia [. . . ]. Aquello era la
sombra, esto la realidad (SAN AMBROSIO, Trat. sobre los misterios,48).

988 Adoradle con reverencia y con devoción; renovad en su presencia el ofrecimiento sincero de vuestro
amor; decidle sin miedo que le quereis; agradecedle esta prueba diaria de misericordia tan llena de ternura,
y fomentad el deseo de acercaros a comulgar con confianza. Yo me pasmo ante este misterio de Amor: el
Señor busca mi pobre corazon como trono, para no abandonarme si yo no me aparto de El (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,161).

989 El que comulga recibe todo el Cuerpo y toda la Sangre del Señor, aun cuando no reciba mas que una
parte del sacramento: así como un sello transmite toda su figura a todos los cuerpos a quien se aplica y
continua existiendo después de la transmisión, y así como una sola voz penetra en los oidos de muchos, del
mismo modo no puede caber duda de que el Cuerpo y la Sangre del Seior todo entero se encuentra dentro
de nosotros todos a un mismo tiempo: la distribución del pan celestial representa su pasión (SAN
GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, volt VI, p. 340).

990 Una cosa es tener dentro de nosotros a Jesucristo por participación y otra que El se hiciese carne, esto
es, que tomase cuerpo de la Virgen, existiendo en un verdadero cuerpo. Convenia, pues, que El se uniese a
nuestros cuerpos en cierto sentido, por la participación de su cuerpo sacratisimo y de su sangre adorable,
que recibimos como bendición vivificante, en los accidentes de pan y de vino (SAN CIRILO, en Catena
Aurea, volt Vl, p. 437).

991 No nos concedio solamente el verle sino tocarle también, y comerle, e hincar los dientes en su carne y
unirnos a El de la manera mas intima. (Es evidente que San Juan Crisostomo utiliza un lenguaje en este
caso no del todo preciso, ya que el comulgante no hinca los dientes en la carne de Cristo, sino en los
accidentes del pan y del vino. Se trata de una homilia dirigida al pueblo, en la que quiere recalcar muy
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graficamente que en la Eucaristia se come el verdadero Cuerpo de Cristo) (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. Evang. 5. Juan 46).

992 ¡Jesús no es una idea, ni un sentimiento ni un recuerdo! ;Jesús es una "persona" siempre viva y
presente entre nosotros! Amad a Jesús presente en la Eucaristia. Esta presente de modo sacrificial en la
Santa Misa, que renueva el sacrificio de la cruz. Ir a misa significa ir al Calvario para encontrarnos con El,
nuestro Redentor. Viene a nosotros en la santa comunion y queda presente en los sagrarios de nuestras
iglesias, porque El es nuestro amigo, es el amigo de todos, y desea ser especialmente el amigo y la
fortaleza en el camino de vuestra vida, muchachos y jovenes que teneis tanta necesidad de confianza y
amistad. (JUAN PABLO II, Audiencia general,8-XI-1978).

993 Lo que parece pan no es pan, aunque así sea sentido por el gusto, sino el cuerpo de Cristo, y lo que
parece vino no lo es, aunque el gusto así lo quiera, sino la sangre de Cristo (SAN CIRILO DE JERUSALEN,
Catequesis sobre los misterios,4).

Efectos de la Sagrada Comunion en el alma

994 El efecto propio de este sacramento es la conversión del hombre en Cristo, para que diga con el
Apostol: Vivo, no yo, sino que Cristo vive en mi (SANTO TOMAS, Coment. IVal Libro de las Sentencias, d.
12, q. 2, a. 1).

995 El Cuerpo de Cristo vivifica a los que de el participan: aleja la muerte al hacerse presente en nosotros,
sujetos a la muerte, y aparta la corrupción, ya que contiene en si mismo la virtualidad necesaria para
anularla totalmente (SAN CIRILO DE ALEJANDRIA, Coment. Evang. S. Juan,4).

996 No hay ningun sacramento mas saludable que este, pues por el se borran los pecados, se aumentan
las virtudes y se nutre el alma con la abundancia de todos los dones espirituales.

Se ofrece, en la Iglesia, por los vivos y por los difuntos, para que a todos aproveche, ya que ha sido
establecido para la salvación de todos (SANTO TOMAS, Opusculo 57, fiesta del Corpus Christi).

997 [. . . ] la participación en la "Mesa del Señor" toca siempre muy de cerca su conciencia del bien y del
mal, y lo pone frente a las propias responsabilidades en lo que se refiere a las personas cercanas o lejanas,
así como al mundo circundante. Por ello, la comunion en el "Pan partido" compromete a cada uno a ofrecer
sus propia contribución en orden a construir un "mundo nuevo" [. . . ].

Es una invitación evangelica y, al mismo tiempo, eucaristica. "Partir el pan" con Cristo significa construir dia
tras dia una vida plenamente humana y cristianaóvida de fe, de esperanza y de amoró, vida ciertamente no
desprovista de dificultades y de cruces, pero llena de sentido, de ese sentido: llena de alegria. (JUAN
PABLO Il, Angelus 19-VII1981).

998 Nadie alimenta a los convidados con su misma persona; pero esto es lo que hace Cristo el Señor: el
mismo es a la vez anfitrion, comida y bebida (SAN AGUSTIN, Sermón sobre el natalicio de los martires,1-2).

999 Así; como cuando uno junta dos trozos de cera y los derrite por medio del fuego, de los dos se forma
una sola cosa, así también, por la participación del Cuerpo de Cristo y de su preciosa Sangre, El se une a
nosotros y nosotros nos unimos a el (SAN CIRILO DE ALEJANDRIA, Coment. Evang. S. Juan,10).

1000 Es lo mas saludable que se nos podía mandar. Este sacramento es el fruto del arbol de la vida, y el
que lo come con la devoción de una fe sincera no gustara jamás la muerte. Es arbol de vida para los que la
abrazan, son dichosos los que la poseen. Quien me come vivira por mi (SAN ALBERTO MAGNO, Coment.
Evang. S. Lucas,22).
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1001 La comida material primero se convierte en el que la come y, en consecuencia, restaura sus perdidas y
acrecienta sus fuerzas vitales. La comida espiritual, en cambio, convierte en si al que la come, y así el
efecto propio de este sacramento es la conversión del hombre en Cristo, para que no viva el sino Cristo en
el; y, en consecuencia, tiene el doble efecto de restaurar las perdidas espirituales causadas por los pecados
y deficiencias, y de aumentar las fuerzas de las virtudes (SANTO TOMAS, Coment. I Val Libro de las
Sentencias, d. 12, q. 2, a. 11).

1002 Todos los Santos Padres estan conformes en reconocer que, al recibir a Jesucristo en la Sagrada
Comunion, recibimos todo genero de bendiciones para el tiempo y para la eternidad; en efecto, si pregunto a
un niño: ¿Debemos tener ardientes deseos de comulgar?óSi, Padre, me respondera. Y, ¿por que?óPor los
excelentes efectos que la comunion causa en nosotros. Mas, ¿cuales son estos efectos?óY el me dira: la
Sagrada Comunion nos une intimamente a Jesús, debilita nuestra inclinación al mal, aumenta en nosotros la
vida de la gracia, y es para los que la reciben un comienzo y una prenda de vida eterna. (SANTO CURA DE
ARS, Sermón sobre la Comunion).

1003 Jesucristo, durante su vida mortal, no paso jamás por lugar alguno sin derramar sus bendiciones en
abundancia, de lo cual deduciremos cuan grandes y preciosos deben ser los dones de que participan
quienes tienen la dicha de recibirle en la Sagrada Comunion; o mejor dicho, que toda nuestra felicidad en
este mundo consiste en recibir a Jesucristo en la Sagrada Comunion (SANTO CURA DE ARS, Sermrón
sobre la Comunion).

Institucion

1004 Nuestro Salvador, habiendo de pasar de este mundo al Padre, instituyo este sacramento en el que
derramo, por así decirlo, las riquezas de su divino amor para con los hombres, dejando el memorial de sus
maravillas (Sal l lO,4); ordeno que al recibirlo venerasemos su memoria y anunciasemos su muerte hasta
que El venga a juzgar el mundo (I Co l l,24 y 26). Quiso que las almas tomaran este sacramento como su
alimento espiritual (Mt 26,26), que nutre y fortifica a los que viven de la vida de Aquel que dijo: Quien me
come vivira por mi (Jn 6,58), y que fuese el antidoto para librarnos de las faltas de cada dia y preservarnos
de los pecados mortales. Además, quiso que fuese la prenda de nuestra futura gloria y perpetua felicidad, y
también el simbolo de aquel cuerpo unico, cuya cabeza es El mismo (I Co l l,3; Ep 5,23), al cual, como
miembros, nos quiso unidos en lazo estrecho de fe, esperanza y caridad para que todos tengamos un
mismo modo de hablar y no haya en nosotros disensiones

(1Co 1, lO) (CONC. TRENTO, Ses. XIV, cap. 2).

Recibimos a la misma Fuente de toda santidad

1005 El supremo perfeccionamiento lo alcanzan las cosas por union a su primer principio y ultimo fin, ya que
el primer agente es a la vez el ultimo perficiente. Y como Cristo es la fuente de la vida cristiana, la eucaristia
la perfecciona uniendonos a Cristo. Asi, como dice Dionisio, este sacramento es la perfección de todas las
perfecciones (SANTO TOMAS, Comentario I V al libro de las Sentencias, d . 8, q. l,a. l).

1006 Ningun acto enriquece tanto a nuestro cuerpo en orden al cielo, como la Sagrada Comunion (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre la Comunion).

1007 No se nos ofrece (en la Comunion) el Cuerpo de Cristo como premio, sino como comunicación de la
gracia y de la vida celestial (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, volt VI, p. 447).

La comunion frecuente, fortaleza contra las tentaciones

1008 Nada hay que nos haga tan temibles al demonio como la Sagrada Comunion (SANTO CURA DE ARS,
Sermón sobre la Comunion).
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1009 Mas Jesucristo y la Iglesia desean que todos los fieles cristianos se acerquen diariamente al sagrado
convite, principalmente para que, unidos con Dios por medio del Sacramento, en el tomen fuerza para
refrenar las pasiones, purificarse de las culpas leves cotidianas e impedir los pecados graves a que esta
expuesta la debilidad humana [. . . ]. Por ello el Sagrado Concilio de Trento llama a la Eucaristia antidoto,
con el que somos liberados de las culpas cotidianas y somos preservados de los pecados mortales (SAN
Pio X, Decr. Sacra tridentina Synodus,20-X11-1905).

1010 Pues entendiendo el buen Jesús cuan dificultoso era esto que ofrece por nosotros, conociendo nuestra
miseria I ] pidenos al Padre Eterno remedio tan soberano como es este pan de cada dia del Santisimo
Sacramento, que da fuerza y fortaleza (SANTA TERESA, Camino de perfección,33,1).

1011 Recibiendo a Jesucristo, nuestro espiritu se fortalece, en nuestras luchas somos mas firmes, nuestros
actos estan inspirados por la mas pura intención, y nuestro amor va inflamandose mas y mas (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre la Comunion).

1012 Graciosa fue la respuesta de Santa Catalina de Siena a los que, desaprobando que comulgase con
tanta frecuencia, alegaron el dicho de San Agustin, que ni alaba ni vitupera el comulgar todos los dias.
"Puesto que San Agustin no lo vituperaódijoó, no lo vitupereis vosotros tampoco, y me doy por contenta"
(SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a /a vida devota,11,20).

1013(La Sagrada Comunion es) el remedio de nuestra necesidad cotidiana (SAN AMBROSIO, Sobre los
misterios,4).

1014 (La Sagrada Comunion es) medicina de la inmortalidad, antidoto contra la muerte y alimento para vivir
por siempre en Jesucristo (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epistola a los Efesios. 20).

La Comunion espiritual

1015 Y cuando, hijas, no comulgaredes y oyeredes misa, podeis comulgar espiritualmente, que es de
grandisimo provecho, y hacer lo mismo de recogeros después en vos, que es mucho lo que imprime el amor
ansi deste Señor; porque, aparejandonos a recibir, por muchas maneras que lo entendamos, jamás deja de
dar (SANTA TERESA, Camino de perfección,35, I).

1016 ¡ Que fuente de gracias es la Comunion espiritual! óPracticala frecuentemente y tendras mas
presencia de Dios y mas union con El en las obras (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 540).

1017 La comunion espiritual consiste en un deseo ardiente de recibir a Jesús Sacramentado y en un trato
amoroso como si ya lo hubiesemos recibido (SAN ALFONSO M" DE LIGORíO, Visitas alástmo.
Sacramento).

1018 La comunion espiritual se puede hacer sin que nadie nos vea, sin ser preciso estar en ayunas, y se
puede hacer en cualquier hora; porque no consiste mas que en un acto de amor; basta decir de todo
corazon: [. . . ] "Creo, mi Jesús, que estas en el Santisimo Sacramento; te amo y deseo mucho recibirte, ven
a mi corazon; yo te abrazo; no te ausentes de mi" (SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Visitas alástmo.
Sacramento).

Responsabilidad de quienes administran o reciben indignamente este sacramento

1019 Esto os lo digo a vosotros, los que comulgais, y a vosotros los que administrais la comunion. Porque
es preciso hablaros también a vosotros para que distribuyais estos dones con mucha diligencia. No se os
reserva pequeno castigo si, sabedores de la maldad de alguno, le permitis participar de esta mesa. ;Aunque
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sea jefe militar, aunque sea prefecto, aunque sea el mismo que se cine la diadema, si se acerca
indignamente, apartare; mayor potestad tienes que el! (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,82).

1020 Por eso, vosotros, sacerdotes, vosotros los ministros y dispensadores del Santo Sacramento,
acercaos con temor, custodiadlo con ansia, administradlo con mente y servidlo con esmero; teneis un tesoro
real; cuidadlo por tanto y custodiadlo con gran temor, pues también para vosotros estan dictados castigos
inexorables si conoceis la malicia de alguno que se atreve a acercarse al cuerpo de Cristo, y tu faltas a tu
oficio de exhortarle a que se mantenga lejos y de reprenderlo. Vuestra pereza y vuestra parcialidad seran
culpables de que deis el cuerpo de Cristo a los impios e indignos y de que lo arrojeis como a perros y a
puercos. `,Con que podeis disculparos, como podeis conseguir el perdon; mas aun, que castigos y
tormentos inexorables descargaran sobre vosotros, pues os habeis hecho traidores y pecadores contra el
cuerpo del Señor? Ved: teneis el poder de Cristo, entregais a Cristo a los impios y le maltratais con la mala
vida de los impios (JUAN MANDAKUNI, Sobre devoción y respeto alástmo. Sacramento).

1021 Mas ¡ay de aquel hombre por quien va a ser entregado! Pero jay también de aquel hombre que se
acerca a la sagrada mesa en pecado, porque, a imitación de Judas, entrega al Señor, no a los judios, sino a
unos miembros pecadores! (SAN BEDA, en Catena Aurea, volt Vl, p. 442).

Poder comulgar, un gran honor que nos hace Cristo

1022 Considera cuan crecido honor se te ha hecho, de que mesa disfrutas. A quien los Angeles ven con
temblor y por el resplandor que despide no se atrever a mirar de frente, con Ese mismo nos alimentamos
nosotros, con El nos mezclamos y nos hacemos un mismo cuerpo y carne de Cristo (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,82).

1023 Si en la Comunion tu corazon esta inflamado de amor divino, tu espiritu debe estar penetrado de
sentimientos de verdadera humildad. ¿Como no asombrarse al considerar que un Dios infinitamente puro e
infinitamente santo llegue a esos extremos de amor por una miserable criatura como tu, y se te de a Si
mismo, en alimento? Abismate en las profundidades de tu indignidad [. . . ]; pero que el sentimiento de tu
pobreza y de tu miseria no te lleve a cerrar tu corazon y a menguar en nada esa santa confianza que debes
tener en tan celestial banquete (J. PECC! óLeon XIIIó, Practica de la humildad,49)

1024 [. . . ] lo que nos causara mayor admiración durante la eternidad, será ver como nosotros, siendo tan
miserables, hemos podido recibir a un Dios tan grande (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la
Comunion).

La Sagrada Comunion, precepto pascual

1025 Previendo la Iglesia el abandono de muchos cristianos, abandono que los llevaría hasta perder de
vista la salvación de sus pobres almas, confiando en que el temor del pecado les abriría los ojos, les impuso
un precepto en virtud del cual debian comulgar tres veces al año: por Navidad, por Pascua y por
Pentecostes. Pero, viendo mas tarde que los fieles se volvian cada dia mas indiferentes, acabo por
obligarlos a acercarse a su Dios solo una vez al año. jOh, Dios mio!, ¡que ceguera, que desdicha la de un
cristiano que ha de ser compelido por la ley a buscar su felicidad! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la
Comunion).

La Sagrada Comunion, "prenda de vida eterna"

1026 Nuestro Salvador, en la ultima cena, la noche que le traicionaban, instituyo el sacrificio eucaristico de
su cuerpo y sangre, con el cual iba a perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz, y a
confiar así a su Esposa, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección: sacramento de piedad, signo de
unidad, vinculo de caridad, banquete pascual, en el cual se recibe como alimento a Cristo, el alma se llena
de gracia y se nos da una prenda de la gloria venidera (CONC. VAT. II, Const. Sacrosanctum Conci/ium,47).
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1027 La sagrada Eucaristia tiene suma virtud para alcanzarnos la gloria eterna. Porque esta escrito: El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y Yo le resucitare en el ultimo dia (Jn 6,55). Quierese
decir que los fieles, mientras viven en este mundo, por la gracia de este Sacramento disfrutan de suma paz
y tranquilidad de conciencia; reanimados después con su virtud suben a la gloria y bienaventuranza eterna,
a la manera de Elias, quien, fortalecido con el pan cocido debajo de la ceniza, anduvo cuarenta cias y
cuarenta noches hasta llegar a Horeb, monte de Dios, cuando le llego el tiempo de salir de esta vida
(Catecismo Romano, II, cap. IV, n. 54).

1028 [. . . ] la Sagrada Comunion es para nosotros prenda eterna, de manera que ello nos asegura el cielo;
estas son las arras que nos envia el cielo en garantia de que un dia será nuestra morada; y, aun mas,
Jesucristo hara que nuestros cuerpos resuciten tanto mas gloriosos, cuanto mas frecuente y dignamente
hayamos recibido el suyo en la Comunion (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre ia Comunion).

Nuestras debilidades deben llevarnos a buscar fortaleza en la Sagrada Comunion

1029 Se quedo para ti. No es reverencia dejar de comulgar, si estas bien dispuesto. Irreverencia es solo
recibirlo indignamente (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 539).

1030 Comulga. No es falta de respeto. Comulga hoy precisamente, cuando acabas de salir de aquel lazo.
¿Olvidas que dijo Jesús: no es necesario el medico a los sanos, sino a los enfermos? (J. ESCRIVA DE
BAEAGUER, Camino, n. 536).

1031 Aunque tengamos conciencia de ser pecadores, no por eso debemos privarnos de la comunion del
Señor. Al contrario, tenemos que ir a recibirla con mas avidez, para encontrar en ella la santidad del alma y
la pureza del espiritu. Si bien tenemos que alimentar sentimientos de humildad y de fe, juzgandonos
indignos de gracia semejante y buscando unicamente el remedio para nuestras heridas. Si esperamos a ser
perfectamente dignos no comulgaremos ni una vez al aho (CASIANO, Colaciones,23).

La Comunion frecuente

1032 [. . . ] el pan nuestro de cada dia danosle hoy. Toma todos los dias lo que todos los dias aprovecha, y
vive de tal modo que todos los dias merezcas recibirle (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,28).

1033 Procuremos no apartarnos, ni perder de vista a nuestro amado pastor Jesús, porque así como
aquellas ovejas que estan mas cerca de su pastor son siempre las mas regaladas y amadas, así nosotros
recibiremos grandes favores siempre que nos acerquemos a Jesús en el Santisimo Sacramento (SAN
ALFONSO M. a DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento, ll).

1034 Si el pan es diario, ¿por que lo recibes tu solo una vez al año? Recibe todos los dias lo que todos los
dias te es provechoso; vive de tal modo que diariamente seas digno de recibirle (SAN AMBROSIO, Sobre
los Sacramentos,5).

1035 El comulgar cada dia y participar del cuerpo y sangre de Cristo es bueno y muy util (SAN BASILIO,
Epistola 93).

1036 Cristo es el pan de los que entramos en contacto con su Cuerpo.

Pedimos que se nos de cada dia este pan, a fin de que los que vivimos en Cristo y le recibimos cada dia
como alimento saludable no nos veamos privados, por alguna falta grave, de la comunion del pan celestial
(SAN CIPRIANO, Trat. sobre la oración,18).
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1037 Es evidente que por medio de la recepción frecuente o diaria de la Santisima Eucaristia se aumenta la
union con Cristo, se alimenta abundantemente la vida espiritual, el alma se enriquece con las virtudes y se
da al que la recibe una prenda mas segura de la felicidad eterna; por eso los parrocos, confesores y
predicadores exhorten al pueblo cristiano, frecuente y encarecidamente, a tan religiosa y tan saludable
costumbre (PABLO VI, Eucharisticum Mysterium,25-V-1967; cfr. SAN Po X, Decr. Sacra. Tridentina
Synodus).

Acciones de gracias, después de recibido este Sacramento (Ver también nn. 37 a 49)

1038 Agradezcamos [. . . ] todo lo que Dios Nuestro Señor nos concede, por el hecho maravilloso de que se
nos entregue el mismo. ¡Que venga a nuestro pecho el Verbo encarnado!. . . ;Que se encierre, en nuestra
pequeñez, el que ha creado cielos y tierra!. . . La Virgen Maria fue concebida inmaculada para albergar en
su seno a Cristo. Si la acción de la gracia ha de ser proporcional a la diferencia entre el don y los meritos,
¿no deberiamos convertir todo nuestro dia en una Eucaristia continua? No os alejeis del templo apenas
recibido el Santo Sacramento. ¿Tan importante es lo que os espera, que no podeis dedicar al Señor diez
minutos para decirle gracias? No seamos mezquinos. Amor con amor se paga (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Hom. Sacerdote para la eternidad,1. c. ,13-IV-1973).

1039 No perdais tan buena razon de negociar como es la hora después de haber comulgado (SANTA
TERESA, Camino de perfección,34,10).

1040 Que no perdamos tan buena razon y que nos lleguemos a El; pues si cuando andaba en el mundo de
solo tocar su ropa sanaban los enfermos, ¿que hay que dudar que hara milagros estando dentro de miósi
tenemos feóy nos dara lo que le pidieramos, pues esta en nuestra casa? Y no suele Su Majestad pagar mal
la posada si le hacen buen hospedaje (SANTA TERESA, Camino de perfeción,34,8).

1041 Sentia grandemente la ligereza con que procedian algunos sacerdotes, los cuales, en acabando de
decir Misa, apenas estan dos credos hincados de rodillas, y a veces con una sola, dando gracias; y con este
ejemplo, í,que haran los populares, sino pensar que no es menester sino comulgar e irse a comer o pasear,
sin mas mirar lo que se ha recibido, ni dar mas gracias por tan gran merced? (SAN JUAN DE AVILA, Obras
completas,1, p. 250).

1042 Que miseria y que desorden es ver como se conducen tantos sacerdotes, acabada la Misa. . . No bien
llegados a la sacristia, los labios todavia teñidos con la sangre divina y rezada de cualquier modo cualquier
breve oración, sin devoción ni atención alguna, ponerse a charlar de cosas inutiles o de negocios
mundanos, o salen del templo y se van a pasear a Jesucristo por las calles, pues aun le llevan en el pecho
(SAN ALFONSO M. DE LIGORIO, Misa y Of icio atropellados,1. c. , p. 422).

1043 El amor a Cristo, que se ofrece por nosotros, nos impulsa a saber encontrar, acabada la Misa, unos
minutos para una acción de gracias personal, intima, que prolongue en el silencio del corazon esa otra
acción de gracias que es la Eucaristia. `,Como dirigirnos a El, como hablarle, como comportarse?

No se compone de normas rigidas la vida cristiana [. . . ]. Pienso, sin embargo, que en muchas ocasiones el
nervio de nuestro dialogo con Cristo, de la acción de gracias después de la Santa Misa, puede ser la
consideración de que el Señor es, para nosotros, Rey, Medico, Maestro, Amigo (J. EscRvA DE BALAGUER,
Es Cristo que pasa,92).

El culto y veneración debidos al Santisimo Sacramento

1044 Nadie puede dudar que todos los cristianos, segun la costumbre siempre en boga en la Iglesia
catolica, deben rendir, al venerar este santisimo sacramento, el culto de labia debido al verdadero Dios
[. . . ]. Creemos que en el esta presente aquel mismo Dios, de quien dice el Padre eterno al introducirlo en el
mundo: Y adórenle todos los angeles de Dios (He 1,6 Ps 96,7), a quien los Magos postrandose adoraron
(Mt 2,11), al que, segun testimonio de la Escritura, fue adorado en Galilea por los Apostoles (Mt 28,17)
(CONC. TRENTO, Ses. XI V, cap. 5).
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La reserva del Santisimo Sacramento

1045 La costumbre de guardar en el sagrario la santa eucaristia es tan antigua que era conocida hasta en el
siglo del Concilio de Nicea. Añadase que el llevar la eucaristia a los enfermos y, para este fin, conservarla
cuidadosamente en las iglesias, además de ser cosa muy puesta en razon, se encuentra en muchos
concilios como precepto y ha sido observado por la antiquisima costumbre de la Iglesia catolica (CONC.
TRENTO, Ses. XI V, cap. 6).

COMUNION DE LOS SANTOS

Citas de la Sagrada Escritura

Cuando estaba de camino, sucedio que, al acercarse a Damasco, se vio rodeado de una luz del cielo. Y al
caer a tierra, oy6 una voz que decia: Saulo, ¿por que me persigues? El contesto: ¿,Quien eres, Señor? Y El:
Yo soy Jesús, a quien tu persigues. Ac 9,3-5.

Porque así como, siendo el cuerpo uno, tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, con ser
muchos, son un cuerpo unico, así también es Cristo. Porque también todos nosotros hemos sido bautizados
en un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo, y todos, ya judios, ya gentiles, ya siervos, ya libres, hemos
bebido del mismo Espíritu. 1Co 12,12-13.

Los miembros son muchos, pero uno solo el cuerpo. Y no puede decir el ojo a la mano: No tengo necesidad
de ti. Ni tampoco la cabeza a los pies: No necesito de vosotros. 1Co 12,21.

Dc esta suerte, si padece un miembro, todos los miembros padecen con el; y si un miembro es honrado,
todos los otros a una se gozan. 1Co 12,26.

(Judas Macabeo) mando hacer una colecta en las filas, recogiendo hasta dos mil dracmas, que envio a
Jerusalen para ofrecer sacrificios por los pecados, obra digna y noble, inspirada en la esperanza de la
resurrección, pues si no hubiera esperado que los muertos resucitarian, superfluo y vano era orar por ellos.
Mas creia que a los muertos piadosamente les esta reservada una magnifica recompensa. 2M 12,43-45.

Obra santa y piadosa es orar por los muertos. Por eso hizo que fuesen expiados los muertos: para que
fuesen absueltos de sus pecados. 2M 12,46.

Comunicación de bienes y ayuda mutua

1046 Comunion de los Santos. ¿Como te lo diria?ó¿Ves lo que son las transfusiones de sangre para el
cuerpo? Pues así viene a ser la Comunion de los Santos para el alma (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 544).

1047 Venimos a ser como una comunidad civil, en la que cada uno contribuye con la cuota asignada,
aportando cada uno en la proporción de sus fuerzas, lo que podriamos llamar su cuota de sufrimientos. La
medida total de sufrimientos de todos los hombres no estera colmada hasta el fin del mundo (SAN
AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 61).

1048 De la misma manera que en un cuerpo natural la actividad de cada miembro repercute en beneficio de
todo el conjunto, así también ocurre con el cuerpo espiritual que es la Iglesia: como todos los fieles forman
un solo cuerpo, el bien producido por uno se comunica a los demás (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,1. c. ,
99).

1049 El sacerdote debe [. . . ] cuidar que los fieles comprendan bien la doctrina de la Comunion de los
Santos, la sientan y la vivan [. . . ] (Pio Xll, Exhortac. apostolica Menti Nostrae,23-1X-1950).

1050 A menudo es la intercesión de los santos lo que nos alcanza el perdon de nuestros pecados
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(CASIANO, Colaciones,20).

1051 Hijo: ¡que bien viviste la Comunion de los Santos, cuando me escribias: "ayer "senti" que pedia usted
por mi"! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 546).

1052 Hacemos oraciones comunes intensas por nosotros mismos. . . y por todos los demás que se hallan
en todas partes (SAN JUSTINO, Apología la,65).

1053 La necesidad nos obliga a rogar por nosotros mismos, y la caridad fraterna a pedir por los demás. Es
mas aceptable a Dios la oración recomendada por la caridad que la que es impulsada por la necesidad
(SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt l, p. 354).

Podemos ayudar a los demás con nuestro trabajo, oración y mortificacion

1054 Tendras mas facilidad para cumplir tu deber al pensar en la ayuda que te prestan tus hermanos y en la
que dejas de prestarles, si no eres fiel í(J. ESCRIVA DE BALAGUER, cAMINO n. 549).

1055 Todo lo bueno y santo que reemprende un individuo repercute en bien de todos, y la caridad es la que
hace que les aproveche, pues esta virtud no busca su propio provecho (Catecismo Romano,1, cap. 10, n.
23).

1056 [. . . ] quien vive en amor, participa de todo lo bueno que se lleva a cabo en el mundo entero; si bien
participan mas intensamente aquellos en favor de los que se aplica una obra buena de manera especial
(SANTO TOMAS, Sobre el Credo 1. c. , p. 104).

1057 Sin la oración de Esteban, la Iglesia no tendria a Pablo (SAN AGUSTIN, Sermón 382).

1058 Ahora Pablo se alegra con Esteban, goza con el de la gloria de Cristo, con el desborda de alegria, con
el reina. Alli donde entro primero Esteban, aplastado por las piedras de Pablo, entro luego Pablo, ayudado
por las oraciones de Esteban (SAN FULGENCIO DE RUSPE, Sermón 3).

1059 Acordemonos siempre unos de otros, con gran concordia y unidad de espiritu, encomendemonos
siempre mutuamente en la oración y prestemonos ayuda con mutua caridad cuando llegue el momento de la
tribulación y de la angustia (SAN CIPRIANO, Carta 60).

1060 Acordaos de mi en vuestras oraciones, para que logre alcanzar a Dios, y acordaos también de la
Iglesia de Siria, de la que no soy digno de llamarme miembro. Necesito de vuestras plegarias a Dios y de
vuestra caridad, para que la Iglesia de Siria sea refrigerada con el rocio divino, por medio de vuestra Iglesia
(SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Magnesios,10).

1061 Porque andan ya las cosas del servicio de Dios tan flacas, que es menester hacerse espaldas unos a
otros los que le sirven para ir adelante (SANTA TERESA, Vida,7,8).

1062 Somos un cuerpo bajo una cabeza, para que vosotros negocieis en vosotros y nosotros descansemos
en vosotros, porque si un miembro padece todos los demás sufren con el, y si un miembro es glorificado
todos se alegran (SAN AGUSTIN, A Eudoxio,48).

1063 Si tu oras por todos, también la oración de todos te aprovechara a ti, pues tu formas también parte del
todo. De esta manera obtendras una gran recompensa, pues la oración de cada miembro del pueblo se
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enriquecera con la oración de todos los demás miembros (SAN AMBROSIO, Trat. sobre Cain y Abel,1 y
ss. ).

No estamos solos

1064 Fijemonos en los soldados que prestan servicio bajo las ordenes de nuestros gobernantes: su
disciplina, su obediencia, su sometimiento en cumplir las ordenes que reciben. No todos son generales, ni
comandantes, ni centuriones, ni oficiales, ni todos tienen alguna graduación [. . . ]. Ni los grandes podrian
hacer nada sin los pequeños, ni los pequeños sin los grandes; la efectividad depende precisamente de la
conjunción de todos. Tomemos como ejemplo a nuestro cuerpo. La cabeza sin los pies no es nada, como
tampoco los pies sin la cabeza; los miembros mas pequeños de nuestro cuerpo son necesarios y titiles a la
totalidad del cuerpo; mas aun, todos ellos se coordinan entre si para el bien de todo el cuerpo. Procuremos,
pues, conservar la integridad de este cuerpo que formamos en Cristo Jesús, y que cada uno se ponga al
servicio de su prójimo segun la gracia que le ha sido asignada por donación de Dios (SAN CLEMENTE,
Carta a los Corintios,36,1, ss. ).

1065 Los que estan unidos por un amor santo, aunque no hayan recibido los mismos dones de la gracia,
gozan mutuamente de sus propios bienes; y lo que aman no les es nada extraño, pues cada uno encuentra
crecimiento y alegria en el progreso de los demás (SAN LEON MAGNO, Sermón 48).

1066 Vivid una particular Comunion de los Santos: y cada uno sentira, a la hora de la lucha interior, lo
mismo que a la hora del trabajo profesional, la alegria y la fuerza de no estar solo (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 545).

1067 Uno puede esperar para otro la vida eterna en cuanto que le esta unido por el amor (SANTO TOMAS,
Suma Teológica,2-2, q. 17, a. 3).

1068 Lo que hemos de pedir a Dios es que en este castillito que hay ya de buenos cristianos no se nos vaya
alguno de ellos con los contrarios, y que a los capitanes de este castillo o ciudad los haga muy aventajados
en el camino del Señor (SANTA TERESA, Camino de perfección,3,2).

La Comunion de los Santos la vivimos de modo especial en la Santa Misa

1069 Todos los cristianos, por la Comunion de los Santos, reciben las gracias de cada Misa, tanto si se
celebra ante miles de personas o si ayuda al sacerdote como unico asistente un niño, quizá distraido. En
cualquier caso, la tierra y el cielo se unen para entonar con los Angeles del Señor: Sanctus, Sanctus,
Sanctus [. . . ] (J. ESCRIVA DE BALAGUER,Es Cristo que pasa,89).

1070 Se cuenta que, no ha mucho tiempo, sucedio que cierto hombre fue hecho prisionero por sus
enemigos y conducido a un punto lejano de su patria. Y como estuviese alli mucho tiempo y su mujer no le
viera venir de la cautividad, le juzgo muerto y como tal ofrecia por el sacrificios todas las semanas. Y
cuantas veces su mujer ofrecia sacrificios por la absolución de su alma, otras tantas se le desataban las
cadenas de su cautiverio. Vuelto mas tarde a su pueblo, refirio con admiración a su mujer como las cadenas
que le sujetaban en su calabozo se desataban por si solas en determinados cias de cada semana.
Considerando su mujer los cias y horas en que esto sucediera, reconocio que quedaba libre cuando era
ofrecido por su alma el santo sacrificio, segun ella pudo recordar (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 3 7
sobre los Evang. ).

1071 Ofrecemos a Cristo inmolado por nuestros pecados deseando hacer propicia la clemencia divina a
favor de los vivos y los difuntos (SAN CIRILO DE JERUSALEN, Catequesis Mistagogicas,5,9).

1072 Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos [. . . ] es una costumbre observada en el mundo
entero. Por esto creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apostoles. En efecto, la
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Iglesia catolica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles
difuntos, no harta limosnas por sus almas, ni ofrecerla por ellas el sacrificio a Dios (SAN ISIDORO DE
SEVILLA, Sobre los oficios eclesiasticos,1).

Merecer para los demás

1073 Si amas al Señor tu Dios, no solo puedes merecer para ti, sino también para los demás (SAN
AMBROSIO, en Catena Aurea, volt VI, p. 12).

1074 Si solo ruegas por ti, también tu seras el unico que suplica por ti (SAN AMBROSIO, Trat. sobre Cain y
Abel).

1075 Si sientes la Comunion de los Santosósi la vivesó, seras gustosamente hombre penitente. Y
entenderas que la penitencia es "gaudium, etsi laboriosum"óalegria, aunque trabajosa: y te sentiras "aliado"
de todas las almas penitentes que han sido, son y seran (J. ESCRRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 548).

1076 [. . . ] todo lo de uno redunda en beneficio de los otros por el amor. Este es el que da cohesión a la
Iglesia y hace comunes todos los bienes (SANTO TOMAs, Sobre la caridad,1. c. , p. 219).

1077 Clemente pone en boca del Apostol San Juan estas palabras: "Tengo que dar cuenta de ti a Cristo. Si
fuese necesario afrontare la muerte por ti, como el Señor ha muerto por nosotros" (CLEMENTE DE
ALEJANDR;A, Sermón 42, sobre cquien podra salvarse. ).

Comunion de bienes con los bienaventurados

1078 [. . . ] algunos entre los discípulos (de Cristo) peregrinan en la tierra, otros, ya difuntos, se purifican,
mientras otros son glorificados contemplando claramente al mismo Dios, Uno y Trino, tal cual es; todos,
aunque en grado y forma distintos, estamos unidos en fraterna caridad y cantamos el mismo himno de gloria
a nuestro Dios [. . . ]. Asi que la union de los peregrinos con los que durmieron en la paz de Cristo, de
ninguna manera se interrumpe, antes bien, segun la constante fe de la Iglesia, se fortalece con la
comunicación de los bienes espirituales [. . . ]. La Iglesia de los peregrinos desde los primeros tiempos del
cristianismo tuvo perfecto conocimiento de esta comunion de todo el cuerpo mistico de Jesucristo y así
conservo con gran piedad el recuerdo de los difuntos y ofrecio sufragios por ellos, porque santo y saludable
es el pensamiento de orar por los difuntos para que queden libres de sus pecados (2M 12,46)(CONC. VAT.
II, Const. Lumen gentium,4950).

1079 (El Concilio de Trento mandaba a los pastores) que instruyan diligentemente a los fieles en primer
lugar acerca de la intercesión de los santos, su invocación [. . . ], enseñandoles que los Santos que reinan
juntamente con Cristo ofrecen sus oraciones a Dios en favor de los hombres; que es bueno y provechoso
invocarlos con nuestras suplicas y recurrir a sus oraciones, ayuda y auxilio para impetrar beneficios de Dios
[. . . ] (CONC. TRENTO, Ses. XXV, Dz-Sch 1821).

1080 Para alivio de esas penas les aprovechan los sufragios de los fieles vivos, a saber, los sacrificios de
las misas, las oraciones y limosnas, y otros oficios de piedad que, segun las instituciones de la Iglesia, unos
fieles acostumbran en favor de otros (Profesión de Miguel Paleologo, Dz 856).

1081 (El Concilio propone a los ortodoxos la siguiente profesión de fe para su vuelta a la Iglesia Catolica:)
Creemos [. . . ] que quienes verdaderamente arrepentidos murieron en caridad antes de haber satisfecho
con frutos dignos de penitencia por los pecados de comisión y omisión, sus almas son purificadas después
de la muerte con penas purgatorias [. . . ] y para aliviar estas penas les aprovechan los sufragios de los
fieles vivos, es decir, el sacrificio de la Misa, las oraciones, limosnas y otras obras de piedad que segun las
leyes de la Iglesia han acostumbrado hacer unos fieles por otros (CONC. II DE LYON, Dz Sch. 856).
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Comunion de los Santos y unidad

1082 Si tanta fuerza tiene la oración de cada uno en particular,¿cuanto mas la que se hace presidida por el
obispo y en union con toda la Iglesia? (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Efesios,2).

1083 Somos todos una sola cosa en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; una sola cosa por la identidad de
condición, por la asimilación que obra el amor, por la comunion de la carne sagrada de Cristo y por la
participación de un unicoCONCIENCIA

Citas de la Sagrada Escritura

Todo hombre descubre en su corazon una luz que le indica el camino del bien: Rm 2,14-15; Jn 1,9.

Enseña lo que hay que hacer o evitar: Rm 13,5;1Co 8,10; 10,25; 1P 2,19.

Aprueba las cosas buenas y reprueba las malas: Rm 12,15; /Tm 1,19; He 10,22; 1P 3,16.

Tener en cuenta el grado de formación de la conciencia de los demás: Rm 14,1-23;1Co 8,7-12; 10,28-29.

Regla de nuestros actos: Rm 2,15; 2 C`or I,12; Ac 24,16; 1Tm 1,19; Rm 13,5.

-Y con esto muestran que los preceptos del ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su
conciencia y las sentencias con que entre si unos y otros se acusan o se excusan. Rm 2,15.

Dichoso el varon que no peca con su boca y no siente el remordimiento del pecado. Si 14,1.

La lampara del cuerpo es el ojo. Si, pues, tu ojo estuviere sano, todo tu cuerpo estera iluminado; pero si tu
ojo estuviere enfermo, todo tu cuerpo estera en tinieblas. Mt 6,23.

¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que de la luz hacen tinieblas y de las tinieblas luz, y lo
amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Ay de los que son sabios a sus ojos y son prudentes delante de si
mismos! Is 5,20-21.

Bienaventurados quienes pueden decir con verdad "Nuestra gloria es el testimonio de nuestra conciencia".
2Co 1,12.

Si dijeremos que no tenemos pecado, nosotros mismos nos engahamos, y no hay verdad en nosotros. Pero
si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es el por perdonarnos y lavarnos de toda iniquidad. Si
dijeremos que no hemos pecado, le hacemos a el mentiroso y su palabra no esta en nosotros. 1Jn 1,8-10.

Luz del alma

1088 Entre las costumbres de una sociedad secularizada y las exigencias del Evangelio, media un profundo
abismo. Hay muchos que querrian participar en la vida eclesial, pero ya no encuentran ninguna relación
entre su propio mundo y los principios cristianos. Se cree que la Iglesia, solo por rigidez mantiene sus
normas, y que ello choca contra la misericordia que nos ensefSa Jesús en el Evangelio. Las duras
exigencias de Jesús, su palabra: Vete y no peques mas (Jn 8,11), son pasadas por alto. A menudo se habla
de recursos a la conciencia personal, olvidando, sin embargo, que esta conciencia es como el ojo, que no
posee por si mismo la luz, sino solamente cuando mira hacia su autentica fuente (. IUAN PABLO II, A la
Conferencia Episcopal Alemana,17-XI-1980).

1089 Puedo ver gracias a la luz del sol, pero si cierro los ojos, no veo: esto no es por culpa del sol, sino por
culpa mia, porque al cerrar los ojos impido que me llegue la luz solar (SANTO TOMAS, Coment. Evang. S.
Juan,10,26).

1090 Reconoce que tu no eres luz para ti: a lo mucho eres ojo, no eres luz. ¿,Que aprovecha el ojo abierto y
sano si falta luz? Di, pues, y clama lo que esta escrito: Tu, Seilor, iluminaras mi lampara (SAN AGUSTIN,
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Sermón 263).

1091 La luz para nosotros es la conciencia, que se muestra oscura o iluminada segun la cantidad de luz. Si
se descuida la oración, que alimenta la luz, la conciencia bien pronto se queda a oscuras (SAN JUAN
CRISOSTOMO, en Catena Aurea, p. 102).

"El nucleo mas secreto y el santuario mas intimo del hombre"

1092 La conciencia es como el nucleo mas intimo y secreto del hombre. Es en ella donde se refugia con sus
facultades espirituales, en soledad absoluta: solo consigo mismo, o, mejor, solo con Diosóde cuya voz es un
eco la concienciaóy consigo mismo. Alli se determina el por el bien o por el mal; alli escoge el entre el
camino de la victoria y el de la derrota. Aunque lo quisiera alguna vez, el hombre no lograrla quitarsela de
encima; con ella, ora apruebe o desapruebe, recorrera todo el camino de la vida, y con ella también, como
verdadero e incorruptible testigo, se presentara ante el juicio de Dios (Pio Xll, Aloc. 23-111-1952).

1093 La presencia y el respeto de los hombres no le movera a ser mas honesto, ni disminuira en nada su
virtud la soledad. Siempre y dondequiera, lleva consigo el arbitro supremo de sus actos y de sus
pensamientos: su conciencia. Y todo su empeflo consiste en complacer a Aquel a quien sabe que no se
puede eludir ni defraudar (CASIANO, Colaciones,11).

1094 Es la conciencia el nucleo mas secreto y un santuario del hombre, en el que este esta a solas con
Dios, y cuya voz resuena en lo mas intimo. La conciencia da a conocer de modo maravilloso esa ley, cuyo
cumplimiento consiste en el amor de Dios y del prójimo (CONC. VAT. II, Const. Gaudium et spes,16).

Formación de la conciencia

1095 Los fieles, en la formación de su conciencia, deben prestar una atención diligente a la doctrina sagrada
y cierta de la Iglesia [. . . ]. El discípulo tiene para con Cristo Maestro la obligación grave de conocer [. . . ]
cada dia mejor la verdad que de El ha recibido, de anunciarla con fidelidad y de difundirla con firmeza
(CONC. VAT. Il, Decl. Dignitatis humanae,14).

1096 Hay que considerar no solo la acción en si misma, sino la intención del alma y el fin con que se hace
esa acción (CA SIANO, Colaciones,16).

1097 El hombre, dotado de razón y de voluntad libre y, por tanto, enaltecido con una responsabilidad
personal, tiene obligación moral de buscar la verdad [. . . ], adherirse a la verdad conocida y ordenar toda su
vida segun las exigencias de la verdad (CONC. VAT. Il, Decl. Dignitatis humanae,2).

1098 Formar la conciencia cristiana de un adolescente o de un joven consiste ante todo en iluminar su
mente acerca de la voluntad de Cristo, de su ley, de su camino, y además en obrar sobre su animo, en
cuanto esto puede hacerse desde fuera, a fin de inducirle a la libre y constante ejecución de la divina
voluntad (Pío Xll, Aloc. 23-III-1952).

La voluntad de Dios es la norma a la que se debe ajustar la conciencia

1099 La infidelidad nace de la soberbia, por la cual el hombre no somete el entendimiento a las reglas de la
fe y a las enseiianzas de los Padres (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 10, a. 1).

1100 ¿Quienes son los rectos de corazon? Los que quieren lo que Dios quiere [. . . ]. No quieras torcer la
voluntad de Dios para acomodarla a la tuya, corrige en cambio tu voluntad para acomodarla a la voluntad de
Dios (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 93).
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1101 [. . . ] la norma de la decisión ultima y personal para una acción moral esta tomada de la palabra y de
la voluntad de Cristo. El es, en efecto, el camino, la verdad y la vida, no solo para todos los hombres
tomados en su conjunto, sino para cada uno: lo es para el hombre adulto, lo es para el niflo y para el joven
(Pío Xll, Aloc. 23-111-1952).

1102 jOh, Señor!, que todo el daño nos viene de no tener pues tos los ojos en Vos, que si no mirasemos a
otra cosa sino al camino, presto llegariamos; mas damos mil caldas y tropiezos y erramos el camino por no
poner los ojos en el verdadero camino. No parece sino que nunca se anduvo, segun se nos hace nuevo
(SANTA TERESA, Camino de perfeción,16,11).

Claridad de conciencia y Confesion

1103 Quien cuida la limpieza de las cosas de dentro, esto es de la conciencia, suele ser también cuidadoso
de lo externo (ORIGENES, en Catena Aurea, volt III, p. 127).

1104 Ya sabeis que la primera piedra ha de ser la buena conciencia, y con todas vuestras fuerzas libraros
aun de pecados veniales y seguir lo mas perfecto (SANTA TERESA, Camino deperfeción,5,3).

1105 Si vuestra conciencia os reprueba por alguna falta óaunque no os parezca graveó, si dudais, acudid al
Sacramento de la Penitencia. Id al sacerdote que os atiende, al que sabe exigir de vosotros fe recia, finura
de alma, verdadera fortaleza cristiana. En la Iglesia existe la mas plena libertad para confesarse con
cualquier sacerdote, que tenga las legitimas licencias; pero un cristiano de vida clara acudiraó¡Libremente!
óa aquel que conoce como buen pastor, que puede ayudarle a levantar la vista, para volver a ver en lo alto
la estrella del Señor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,34).

1106 Quien tiene su ojo malo [. . . ] tiene su cuerpo en tinieblas. No resiste a la carne cuando desea las
cosas malas, porque no tiene esperanza en el cielo, que es la que nos concede el valor para resistir a las
malas pasiones (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1p 388).

La sinceridad, necesaria para actuar con conciencia recta

1107 El pecado se dignifica con nombres elegantes: a la avaricia se le designa como el propio cuidado de la
familia o de la industria; al orgullo se le llama independencia; a la ambición, grandeza de espiritu; al
resentimiento, amor propio y sentido del honor, y así sucesivamente (CARD. J. H. NEWMAN. Sermón del
Dom. I de Cuaresma: Entrega a Dios).

1108 jOh, Verdad!, tu presides en todas partes a todos los que te consultan y a un tiempo respondes a todos
los que te consultan, aunque sean cosas diversas. Claramente tu respondes, pero no todos oyen
claramente. Todos te consultan sobre lo que quieren. Optimo ministro tuyo es el que atiende tanto a oir de ti
lo que el quisiera, cuanto a querer aquello que de ti oyere (SAN AGUSTIN, Confesiones,10,26,37).

1109 Condena, pues, tu mismo aquello en lo que pecaste, y esta confesión te obtendra el perdon ante el
Señor, pues quien condena aquello en lo que falto, con mas dificultad volvera a cometerlo; haz que tu
conciencia este siempre despierta y sea como tu acusador domestico, y así no tendras quien te acuse ante
el tribunal de Dios (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. 6 sobre el tentador).

Malas obras y deformación de la conciencia

1110 Llegan a negar los santos mandamientos, porque los han transgredido; "suavizan" la perversidad del
pecado, porque ellos pecaron (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón del Dom. Vlll después de Pentecostes).
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1111 Aquellos que cubren los ojos de su corazon con el velo de los vicios, segun la palabra del Salvador
viendo no ven, y entendiendo no entienden ni comprenden (Mt 13,13), y son incapaces de apreciar en lo
intimo de su conciencia los pecados graves (CASIANO, Colaciones,23).

Delicadeza y respeto hacia la conciencia de los demás

1112 La conciencia es, por lo tanto, para expresarlo con una imagen tan antigua como exacta, un santuario,
en cuyo umbral todos deben detenerse; todos, hasta el padre y la madre, cuando se trata de un nitro. Solo
el sacerdote entra alli como medico de almas y como ministro del Sacramento de la penitencia; no por ello
deja la conciencia de ser un celoso santuario, cuyo secreto Dios mismo quiere que sea conservado con el
sello del mas sacro silencio (Pio Xll, Aloc. 23-3-1952).

Necesidad de consejo para formar la conciencia

1113 Uno comprende enseguida la culpa de otro, pero con dificultad se da cuenta de la suya; un hombre es
imparcial en causa ajena pero se perturba en la propia (SAN JUAN CRI SOSTOMO, en Catena Aurea, volt
111, p. 132).

1114 Toda la astucia del demonio no prevalecera contra quien no encubra por falsa verguenza los
pensamientos que nacen en su corazon, sino que se abandona sin mas a la sabiduria de los mayores, para
saber si los debe admitir o rechazar (CASIANO, Colaciones,2).

CONFESION

Citas de la Sagrada Escritura

Como mi Padre me envió, así os envío yo a vosotros [. . . ]. Recibid el Espíritu Santo: Quedan perdonados
los pecados a aquellos a quienes los perdonareis y quedan retenidos a quienes se los retuviereis. Jn 20,21-
23.

Os empeño mi palabra, que todo lo que atareis sobre la tierra será eso mismo atado en el cielo; y todo lo
que desatareis sobre la tierra será eso mismo desatado en el cielo. Mt 18,18.

Si dijeremos que no tenemos pecado, nosotros mismos nos engañamos [. . . ], pero si confesamos nuestros
pecados, fiel y justo es El para perdonarnoslos y lavarnos de cada iniquidad. 1Jn 1,8-9.

Hijos mios, estas cosas os escribo para que no pequeis; mas si alguno pecare tenemos por abogado para
con el Padre a Jesucristo, que es la victima de propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros
sino por los de todo el mundo. 1Jn 2,1-2.

No son los justos, sino los pecadores a los que he venido yo a llamar a penitencia. Lc 5,32.

¿No reparas que la bondad de Dios te esta llamando a la penitencia? Rm 2,4.

El Señor espera con paciencia por amor de vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos se
conviertan a penitencia. 2P 3,9.

Acuerdate de donde has decaido, y arrepientete [. . . ] porque si no voy a ti, y removere tu candelero de su
sitio, si no hicieres penitencia. Ap 2,5.
SELEECION DE TEXTOS

Institucion

1115 Nuestro Salvador Jesucristo instituyo en su Iglesia el sacramento de la Penitencia al dar a los
apostoles y a sus sucesores el poder de perdonar los pecados; así, los fieles que caen en el pecado
después del bautismo, renovada la gracia, se reconcilien con Dios. La Iglesia, en efecto, posee el agua y las
lagrimas, es decir, el agua del bautismo y las lagrimas de la penitencia (SAN AMBROSIO, Epistola 41).
(Ordo Poenitiae, n. 2).
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Ante el tribunal de la misericordia divina

1116 Si se pierde la sensibilidad para las cosas de Dios, dificilmente se entendera el Sacramento de la
Penitencia. La confesión sacramental no es un dialogo humano, sino un coloquio divino; es un tribunal, de
segura y divina justicia y, sobre todo, de misericordia, con un juez amoroso que no desea la muerte del
pecador, sino que se convierta y viva (Ez 33,1 1) (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo gue pasa,78).

1117 El que antes de la culpa nos prohibio pecar, una vez aquella cometida, no cesa de esperarnos para
concedernos su perdon. Ved que nos llama el mismo a quien despreciamos. Nos separamos de El, mas El
no se separa de nosotros (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los Evang. )

1118 Consideremos cuan grandes son las entrañas de su misericordia, que no solo nos perdona nuestras
culpas, sino que promete el reino celestial a los que se arrepienten después de ellas (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 19 sobre los Evang. ).

1119 Ni la cantidad ni la calidad de los males que hemos cometido nos hagan vacilar en la certeza de la
esperanza. Aumenta mucho nuestra confianza el hecho del buen ladron, el cual no era bueno por donde era
ladron, pues era ladron por crueldad y bueno por su confesion. Pensad bien cuan inconmensurables son en
Dios las entrafias de misericordia. Este ladron, que habla sido preso en el camino con sus manos
manchadas en sangre, fue colgado en el patibulo de la cruz; el confeso, fue sanado y merecio oir: Hoy
estaras conmigo en el Paraiso. ¿,Quién podrá explicar debidamente la bondad de Dios? En vez de recibir la
pena debida por nuestros crimenes, recibimos los premios prometidos a la virtud. El Señor ha permitido que
sus elegidos incurran en algunas faltas, para dar esperanza de perdon a otros que yacen agobiados bajo el
peso de sus culpas, si acuden a Dios con todo su corazon, y además les abre el camino de la piedad por
medio de los lamentos de la penitencia (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre los Evang. ).

1120 ¡ Mire que entrañas de misericordia tiene la justicia de Dios!óPorque en los juicios humanos, se castiga
al que confiesa su culpa: y, en el divino, se perdona. ¡Bendito sea el santo Sacramento de la Penitencia! (J.
EscRvA DE BALAGUER, Camino, n. 309).

1121 Entre los hombres el castigo sigue a la confesión, mientras que ante Dios a la confesión sigue la
salvación (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt VI, p. 506).

Cada confesión, una nueva conversion

1122 El discípulo de Cristo que, después del pecado, movido por el Espíritu Santo, acude al sacramento de
la Penitencia, ante todo debe convertirse de todo corazon a Dios. Esta intima conversión del corazon, que
incluye la contrición del pecado y el proposito de una vida nueva, se expresa por la confesión hecha a la
Iglesia, por la adecuada satisfacción y por el cambio de vida. Dios concede la remisión de los pecados por
medio de la Iglesia, a traves del ministerio de los sacerdotes (Orco Poenitentiae, n. 6).

1123 De esta contrición del corazon depende la verdad de la penitencia. Asi pues, la conversión debe
penetrar en lo mas intimo del hombre para que le ilumine cada dia mas plenamente y lo vaya conformando
cada vez mas a Cristo (Orco Poenitentiae, n. 6).

Cada vez que el cristiano se confiesa se le aplican los meritos de Cristo

1124 Como Dios, rico en misericordia (Ep 2,4), sabe de que hemos sido formados (Sal 102,14), procuro
también un remedio de vida a aquellos que se entregaron a la esclavitud del pecado y al poder del demonio.
Por el sacramento de la penitencia, el beneficio de la muerte de Cristo es aplicado a los que han caldo
después del bautismo (CONC. TRENTO, Ses. XIV, cap. 1).
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1125 El sacramento de la penitencia [. . . ] (es) el sacramento de la resurrección de las almas muertas, el


sacramento de las almas revividas, el sacramento de la vida, de la paz, de la alegria (PABLO VI, Aloc. 23-III-
1977).

La confesión de las culpas

1126 La confesión de las culpas, que nace del verdadero conocimiento de si mismo ante Dios y de la
contrición de los propios pecados, es parte del sacramento de la Penitencia. Este examen interior del propio
corazon y la acusación externa debe hacerse a la luz de la misericordia divina. La confesión, por parte del
penitente, exige la voluntad de abrir su corazon al ministro de Dios; y por parte del ministro, un juicio
espiritual mediante el cual, como representante de Cristo y en virtud del poder de las llaves, pronuncia la
sentencia de absolución o retención de los pecados (Cfr. CONC. DE TRENTO, Ses. , XIV, cap. 5) (Orco
Poenitentiae, n. 6).

Sinceridad plena

1127 Si no declaras la magnitud de la culpa, no conoceras la grandeza del perdon (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre Lazaro,4).

1128 No bastan [. . . ] los analisis sociologicos para traer la justicia y la paz. La ralz del mal esti en el interio
del hombre. Por esto, el remedio parte también del corazon. Yóme complace repetirloóla puerta de nuestro
corazon solo puede ser abierta por la Palabra grande y definitiva del amor de Cristo por nosotros, que es su
muerte en la cruz. Aquí es donde el Señor nos quiere conducir: dentro de nosotros. Todo este tiempo que
precede a la Pascua es una invitación constante a la conversión del corazon. Esta es la verdadera
sabiduria: "la plenitud de la sabiduria es temer al Sefior" (Si 1,15).

Queridisimos, tened, pues, la valentia del arrepentimiento; y tened también la valentia de alcanzar la gracia
de Dios por la Confesión sacramental. ¡ Esto os hara libres! Os dara la fuerza que necesitais para las
empresas que os esperan, en la sociedad y en la Iglesia, al servicio de los hombres (JUAN PABLO II,
Discurso a UNIV, I l-IV-1979).

1129 ¿Que es la confesión de los pecados, sino cierta abertura de las propias llagas? (SAN GREGORIO
MAGNO, en Catena Aurea, volt VI, p. 259).

1130 (Algunos van con los pecados disimulandolos y como) coloreando porque no parezcan tan malos, lo
cual mas es irse a excusar que a acusar (SAN JUAN DE LA CRUZ, Noche Oscura, I,2,4).

1131 La sinceridad en el momento de la confesión es la sinceridad ante Dios mismo; la actitud del que no es
sincero es como la de quien, "acudiendo a la consulta del medico para ser curado, perdiera el juicio y la
conciencia de a que ha ido, y mostrase los miembros sanos y ocultase los enfermos [. . . ]. Dios es quien
debe vendar las heridas, no tu, porque si tu, por vergiienza, quieres ocultarlas con vendajes, no te curara el
medico. Has de dejar que sea el medico quien te cure y vende las heridas, porque el las cubre con
medicamentos. Mientras que con el vendaje del rbedico las llagas se curan, con el vendaje del enfermo se
ocultan. ¿Y a quien las ocultas? A quien conoce todas las cosas (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo
31).

1132 Todo pecador, mientras oculta en su conciencia sus cul- pas, se esconde y encubre en un interior; pero
el muerto sale fuera, cuando el pecador confiesa espontaneamente sus maldades. A Lazaro se le dijo: "Sal
fuera", que es lo mismo que si a cualquiera que esta muerto en la culpa se le dijera: ¿Por que escondes el
resto de tu culpa dentro de tu conciencia? Ya es tiempo de que salgas fuera por medio de la confesión, tu
que te escondes en tu interior por medio de la negacion. Salga fuera el muerto, esto es, confiese su culpa el
pecador. Los discípulos desataron al que salia del sepulcro, para que los pastores de la Iglesia perdonen la
pena que mereci6 el que no se avergonzo de confesar lo que hizo (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 26
sobre los Evang. ).
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1133 Aprended a pensar, a hablar y a actuar segun los principios de la sencillez y de la claridad evangelice:
Si, si; no, no. Aprended a llamar blanco a lo blanco, y negro a lo negro; mal al mal, y bien al bien. Aprended
a llamar pecado al pecado, y no lo llameis liberación y progreso, aun cuando toda la moda y la propaganda
fuesen contrarias a ello. Mediante esta sencillez y claridad se constituye la unidad del Reino de Dios, y esta
unidad es, al mismo tiempo, una madura unidad interior de cada hombre, es el fundamento de la unidad de
los esposos y de las familias, es la fuerza de las sociedades: de las sociedades que acaso sienten ya, y
cada vez mas, como se trata de destruirlas y descomponerlas desde dentro, llamando mal al bien y pecado
a la manifestación del progreso y de la liberación (JUAN PABLO II, Hom. a los universitarios, Roma,26-lII-
1981).

La absolucion

1134 Al pecador que manifiesta su conversión al ministro de la Iglesia en la confesión sacramental, Dios le
concede su perdon por medio del signo de la absolueion y así el saeramento de la Peniteneia alcanza su
plenitud. En efecto, de acuerdo eon el plan de Dios, segun el eual la humanidad y la bondad del Salvador se
han hecho visibles al hombre, Dios quiere salvarnos y restaurar su alianza con nosotros por medio de
signos visibles (Ordo Poenitentiae, n. 6).

La satisfaccion

1135 La verdadera conversión se realiza con la satisfacción por los pecados, el cambio de vida y la
reparación de 1os daños. El objeto y cuantia de la satisfacción debe acomodarse a cada penitente, para que
así cada uno repare el orden que destruyo y sea curado con una medicina opuesta a la enfermedad que le
afligio. Conviene, pues, que la pena impuesta sea realmente remedio del pecado cometido y, de algun
modo, renueve la vida. Asi el penitente, olvidandose de lo que queda atras (Ph 3,13), se injerta de nuevo en
el misterio de la salvación y se encamina de nuevo hacia los bienes futuros (Ordo Poenitentiae n. 6).

Efectos de este sacramento

1136 De la misma manera que las heridas del pecado son diversas y variadas, tanto en la vida de cada uno
de los fieles como de la comunidad, así también es diverso el remedio que nos aporta la penitencia. A
aquellos que por el pecado grave se separaron de la comunion con el amor de Dios, el sacramento de la
Penitencia les devuelve la vida que perdieron. A quienes caen en pecados veniales, experimentando
cotidianamente su debilidad, la repetida celebraci6n de la penitencia les restaura las fuerzas, para que
puedan alcanzar la plena libertad de los hijos de Dios (Ordo Poenitentiae n. 7).

1137 Quienes se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdon de la


ofensa hecha a El y al mismo tiempo se reconcilian con la Iglesia, a la que hirieron pecando, y que colabora
a su conversión con la caridad, con el ejemplo y las oraciones (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium, LG
11).

1138 En lo que afane a la virtud y eficacia de este sacramento, su realidad y su efecto son la reconciliación
con Dios que, en las personas piadosas que lo reciben con devoción, a menudo va seguida de la paz y
serenidad de la conciencia junto con una fuerte consolación espiritual (CONC. TRENTO, Ses. XIV, cap. 3).

1139 Los que se acercan al sacramento de la penitencia, reciben alli de la misericordia de Dios el perdon de
la ofensa que le han hecho, y al mismo tiempo se reconcilian con la Iglesia herida por su pecado [. . . ]. Es
en la Iglesia, finalmente, donde la pequena obra penitencial, impuesta a cada penitente en el sacramento,
participa de una manera especial de la expiación infinita de Cristo. Por otra parte, por una disposición
general de la Iglesia, el penitente puede unir intimamente a la satisfacción sacramental todo lo que hace,
sufre y soporta en la vida (PABLO Vl, Const. Apost. Poenitemini).

1140 Si te alejas de El por cualquier motivo, reacciona con la humildad de comenzar y recomenzar; de hacer
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de hijo prodigo todas las jornadas, incluso repetidamente en las veinticuatro horas del dia; de ajustar tu
corazon contrito en la Confesión, verdadero milagro del Amor de Dios. En este Sacramento maravilloso, el
Señor limpia tu alma y te inunda de alegria y de fuerza para no desmayar en tu pelea, y para retornar sin
cansancio a Dios, aun cuando todo te parezca oscuro (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,214).

1141 En la vida del espiritu se enferma por el pecado, y es necesaria también una medicina para recobrar la
salud. Este remedio es la gracia que se recibe en el sacramento de la penitencia (SANTO TOMAS, Sobre el
Credo,10,1. c. , p. 101).

1142 [. . . ] esta confesión te obtendra el perdon ante el Señor, pues quien condena aquello en lo que falto,
con mas dificultad volvera a cometerlo; haz que tu conciencia este siempre despierta y sea como tu
acusador domestico, y así no tendras quien te acuse ante el tribunal de Dios (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. 6, sobre el tentador).

1143 La penitencia borra el pecado y la sabiduria lo evita (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea volt Vl, p. 40).

1144 Escuela de sabiduria moral, la confesión educa la mente para discernir el bien del mal; palestra de
energia espiritual, entrena la voluntad para la coherencia, la virtud positiva, el deber dificil; dialogo con la
perfección cristiana, ayuda a descubrir la propia vocación y a corroborar los propositos de fidelidad y
progreso para la propia santificación y la de los demás (PABLO VI, Aloc. 23-lII-1977).

"El acto mas sublime de humildad"

1145 La frecuencia en la Confesión y en la Comunion te proporcionara la ayuda mas eficaz para perseverar
en la practica de la humildad (J. PECCIóLeon XIIIó, Practica de la humildad,58).

1146 La Confesión, por la que revelamos a uno que es semejante a nosotros las miserias mas secretas y
vergonzosas de nuestra alma, es el acto mas sublime de humildad que Jesucristo ha mandado a sus
discípulos (J. PECC!óLeon XIIIó, Practica de la humildad,58).

Cualidades de una buena confesion

1147 El Sacramento de la penitencia confiere la graciaóo la aumenta, cuando se recibe en estado de


graciaóex opere operato, con eficacia de suyo infalible y sin termino. Sin embargo, en cada Confesión
concreta, el efecto de este Sacramento esta en proporción con las disposiciones del que lo recibe; como el
sol que, siendo siempre el mismo, calienta mas unas cosas que otras. Y si se pone un obstaculo por medio
puede dejar de calentar por completo. Los antiguos autores espirituales solian enumerar dieciseis
cualidades de la buena Confesión: sencilla, humilde, pura, fiel, frecuente, clara, discreta, voluntaria, sin
jactancia, integra, secreta, con dolor, pronta, fuerte, acusadora y dispuesta a obedecer (cfr. SANTO TOMAS,
Suma Teológica, Supl. , q. 9, a. 4).

1148 (En cuanto a los pecados es necesario tener) dolor al considerarlos, humildad al confesarlos,
intransigencia al satisfacer por ellos: de esta manera se expia la pena eterna (SANTO TOMAS, Sobre el
Credo,7, l. c. , p. 87).

1149 Quien se confiese con frecuencia no se contentara con una confesión simplemente valida, sino que
aspirara a una confesión buena que ayude al alma eficazmente en su aspiración hacia Dios. Para que la
confesión frecuente logre este fin, es menester tomar con toda seriedad este principio: Sin arrepentimiento
no hay perdon de los pecados. De a-tui nace esta norma fundamental para el que se confiesa con
frecuencia: No confesar ningun pecado venial del que uno no se haya arrepentido seria y sinceramente. Hay
un arrepentimiento general. Es el dolor y la detestación de los pecados cometidos en toda la vida pasada.
Ese arrepentimiento general es para la confesión frecuente de una importancia excepcional (B. BAUR, La
confesionfrecuente, p. 37-38).
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Nunca falta materia de confesion

1150 Nunca falta que perdonar; somos hombres. Hable algo mas de la cuenta, dije algo que no debia, rei
con exceso, bebi demásiado, comi sin moderación, oi de buen grado lo que no me estaba bien oir, vi con
gusto lo que no era bueno ver, pense con deleite lo que no debi pensar. . . (SAN AGUSTIN, Sermón 57).

Cualidades de un buen confesor

1151 Aquellas palabras que el Señor dijo a Jeremias: Ecce constitui te super gentes. . . ut evellas. . . et
dissipes et aedifices et plantes (Jr 1,10), las esta repitiendo a todos los confesores; los cuales no solo deben
arrancar los vicios del alma, sino también plantar virtudes (SAN ALFONSO M. " DE LIGORIO, La practica
del confesor,99).

1152 Para que el confesor pueda cumplir su ministerio con rectitud y fidelidad, aprenda a conocer las
enfermedades de las almas y a aportarles los remedios adecuados; procure ejercitar sabiamente la función
de juez y, por medio de un estudio asiduo, bajo la guia del Magisterio de la Iglesia y, sobre todo, por medio
de la oración, adquiera aquella ciencia y prudencia necesarias para este ministerio. El discernimiento del
espiritu es, ciertamente, un conocimiento intimo de la acción de Dios en el corazon de los hombres, un don
del Espíritu Santo y un fruto de la caridad (Cfr. Ph 1,9-10) (Ordo Poenitentiae, n. lO).

1153 El buen pastor conoce a sus ovejas, sus exigencias, sus necesidades. Les ayuda a desenredarse del
pecado, a vencer los obstaculos y las dificultades que encuentran. A diferencia del mercenario, el va en
busca de. ellas, les ayuda a llevar su peso y sabe animarlas siempre. Cura sus heridas con la gracia, sobre
todo a traves del Sacramento de la reconciliación (JUAN PABLO II, Audiencia general,16-V-1979).

1154 [. . . ] pienso de un modo especial en el Sacramento de la Penitencia o de la reconciliación, que posee


una importancia capital para el camino de la conversión del pueblo de Dios. Sois educadores de la fe,
formadores de las conciencias, guias de las almas, para permitir a cada cristiano desarrollar su vocación
personal segun el Evangelio [. . . ] (JUAN PABLO II. Aloc. al clero en Notre-Dame, Paris,30-V-1980).

1155 El corazon del sacerdote ha de ser universal, abierto a todos, generoso, en una oblatividad continuaóel
sacerdote ha de estar en un servicio permanenteósin acepción de personas [. . . ] (A. DEL PORTILLO,
Escritos sobre el sacerdocio, p. 128).

1156 Y de tal modo ordeno los remedios de la divina bondad, que sin las oraciones de los sacerdotes no es
posible obtener el perdon de Dios. Y así [. . . ] dio a quienes estan puestos al frente de la Iglesia la potestad
de administrar la acción de la penitencia a quienes confiesan y de admitirlos [. . . ] a la comunion de los
sacramentos por la puerta de la reconciliación (SAN LEON MAGNO, Epist. Sollicitudines quidem, ll).

La limpieza de alma

1157 Escuchad de donde fuisteis llamados: de un cruce de caminos. <,Y que erais entonces? Cojos y
mutilados del alma, que es mucho peor que serlo del cuerpo. No abuseis de la bondad de quien os ha
invitado y nadie venga con el vestido sucio. Hay que cuidar con toda diligencia el vestido del alma (SAN
JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,69).

1158 Lo que ha de llenarse ha de empezar por estar vacio. Si has de llenarte del bien, comienza por echar
fuera el mal. Imagina que Dios te quiere hacer rebosar de miel: si estas lleno de vinagre, ¿,donde va a
depositar la miel? Primero hay que vaciar lo que contenia el recipiente: hay que limpiar el mismo vaso; hay
que limpiarlo aunque sea con esfuerzo, a fuerza de frotarlo, para que sea capaz de recibir esta realidad
misteriosa (SAN AGUSTIN, Coment. a la l. a Epistola de S. Juan,4).
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1159 jAy de vosotros, escribas y fariseos, hipocritas, que lim- piais por fuera la copa y el plato, que por
dentro estan llenos de rapina y codicias! Si el Señor detesta la suciedad de los cuerpos y de los vasos que
poráneacesidad tienen que mancharse con el mismo uso, ¿cuanto mas las inmundicias de la conciencia,
que si queremos podemos conservar siempre limpia? (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt III,
p. 126).

La Confesión nos prepara convenientemente para recibir al Señor en la Sagrada Comunion

1160 Y mi Padre le amara, y vendremos a el, y haremos mansión en el. Considerad bien que inefable dicha
es dar hospedaje en nuestro corazon a Dios. Si cualquier persona distinguida o que ocupe algun puesto
elevado, o algun amigo rico y poderoso nos anunciara que iba a venir a visitarnos en nuestra casa, ;con que
solicitud limpiariamos y ocultariamos todo aquello que pudiera ofender la vista de esta persona o de este
amigo! Lave primero las manchas y suciedades que tiene el que ha ejecutado malas obras, si quiere
preparar a Dios una morada en su alma (SAN GREGORIO MACNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).

1161 Por medio del sacramento de la Penitencia, el Padre acoge al hijo que retorna a el, Cristo toma sobre
sus hombros a la oveja perdida y la conduce nuevamente al redil, y el Espíritu Santo vuelve a santificar su
templo o habita en el con mayor plenitud; todo ello se manifiesta al participar de nuevo, o con mas fervor
que antes, en la mesa del Señor, con lo cual estalla un gran gozo en el convite de la Iglesia de Dios por la
vuelta del hijo desde lejanas tierras (Orco Poenitentiae, n. 6).

1162 [. . . ] dedicaos, a costa de cualquier sacrificio, a la administración del sacramento de la reconciliación,


y tened la certeza de que el, mas y mejor que cualquier recurso humano, que cualquier tecnica sicologica,
cualquier expediente didactico y sociologico, construye las conciencias cristianas; en el sacramento de la
penitencia, efectivamente, actua Dios dives in misericordia (cfr. Ep 2,4). Y tened presente que todavia esta
vigente y lo estera por siempre en la Iglesia la ensenanza del Concilio Tridentino acerca de la necesidad de
la confesión integra de los pecados mortales (Ses XIV, cap. 5 y can. 7: Dz-Sch. ,1679-1683; 1707); esta
vigente y lo estera siempre en la Iglesia la norma inculcada por San Pablo y por el mismo Concilio de
Trento, en virtud de la cual, para la recepción digna de la Eucaristia debe preceder la confesión de los
pecados, cuando uno es consciente de pecado mortal (Ses. XIII, cap. 7 y can. I 1: Dz-Sch. ,1647; 1661)
(JUAN PABLO II, A la S. Penitenciaria Apostolica y penitenciarios romanos,30-I-1980).

Examen, arrepentimiento y proposito

1163 Este hombre debe llegar a la casa del Padre. El camino que alli conduce, pasa a traves del examen de
conciencia, el arrepentimiento y el proposito de la enmienda. Como en la parabola del hijo prodigo, estas
son las etapas al mismo tiempo logicas y sicologicas de la conversion. Cuando el hombre supere en si
mismo, en lo intimo de su humanidad, todas estas etapas, nacera en el la necesidad de la confesion. Esta
necesidad quizá lucha en lo vivo del alma con la verguenza, pero cuando la conversión es verdadera y
autentica, la necesidad vence a la verguenza: la necesidad de la confesión, de la liberación de los pecados
es mas fuerte. Los confesamos a Dios mismo, aunque en el confesonario los escucha el hombre-sacerdote.
Este hombre es el humilde y fiel servidor de ese gran misterio que se ha realizado entre el hijo que retorna y
el Padre (JUAN PABLO 11, Hom. 16-111-1980).

La Confesión, especial ayuda contra las tentaciones

1164 Nunca seremos vencidos mas facilmente por nuestro rival que cvando le imitemos en la soberbia
[. . . ], ni le derribaremos con mas empuje que imitando la humildad de Nuestro Señor, ni le seran nunca
nuestros golpes mas dolorosos y duros que cuando curemos nuestros pecados con la confesión y la
penitencia (SAN AGUSTIN, Sermón 351).

La Confesión, sacramento de la alegria

1165 La alegria es un bien cristiano. Unicamente se oculta con la ofensa a Dios: porque el pecado es
producto del egoismo, y el egoismo es causa de la tristeza. Aun entonces, esa alegria permanece en el
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rescoldo del alma, porque nos consta que Dios y su Madre no se olvidan nunca de los hombres. Si nos
arrepentimos, si brota de nuestro corazon un acto de dolor, si nos purificamos en el santo sacramento de la
Penitencia, Dios sale a nuestro encuentro y nos perdona; y ya no hay tristeza [. . . ] (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,178).

1166 No hablan de la severidad de Dios los confesonarios esparcidos por el mundo, en los cuales los
hombres manifiestan los propios pecados, sino mas bien de su bondad misericordiosa. Y cuantos se
acercan al confesonario, a veces después de muchos anos y con el peso de pecados graves, en el
momento de alejarse de el, encuentran el alivio deseado; encuentran la alegria y la serenidad de la
conciencia, que fuera de la confesión no podran encontrar en otra parte. Efectivamente, nadie tiene el poder
de librarnos de nuestros pecados, sino solo Dios. Y el hombre que consigue esta remisión, recibe la gracia
de una vida nueva del espiritu, que solo Dios puede concederle en su infinita bondad. Si el afligido invoca al
Señor, El lo escucha y lo salva de sus angustias (Sal 33,7) (JUAN PABLO II, Hom. 16I11-1980).

1167 Quiza los momentos de una confesión sincera figuran entre los mas dulces, mas confortantes y mas
decisivos de la vida. Sea como fuere, nos encontramos a-tui en un punto obligado del desarrollo de nuestra
salvación: podemos aplicarle la celebre frase de San Agustin: Qui fecit te sine te, non salvabit te sine te: el
que te creo sin ti, no te salvara sin ti (Sermón 169). Tambien este momento de nuestra vida cristiana ha de
ser considerado con humildad de nino y con coraje de hombre (PABLO VI, Aloc. 27-II-1975).

"La alegria en el cielo" por cada confesión bien hecha

1168 Hay mayor alegria en el cielo por la conversión del pecador que por la constancia del justo, porque un
capitan ama mas en una batalla a aquel soldado que, vuelto al combate después de haber huido, acomete
con coraje al enemigo, que al otro quej si bien es cierto que nunca volvio la espalda, en cambio tampoco
hizo nunca nada con valor (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los Evang. ).

Apostolado de la Confesion

1169 [. . . ] el apostolado de la confesión tiene ya en si mismo su premio: la conciencia de haber restituido a


un alma la gracia divina, no puede menos de llenar al sacerdote de una alegria inefable. Y no puede menos
de animarle a la mas humilde esperanza de que el Señor, al final de su jornada terrena, le abra los caminos
de la vida: Qui ad iustitiam erudierint multos, quasi stellae in perpetuas aeternitates (Da 12,13)(JUAN
PABLO II, A la S. PenitenciariaApostolicaypenitenciariosromanos,30-I-1981).

Segunda tabla de salvacion

1170 El primer remedio para los que atraviesan el mar es conservar la nave integra; el segundo, alcanzar
alguna tabla si la nave se ha quebrado. De la misma manera, el primer remedio para la travesia de este
oceano que es nuestra vida, es conservar la integridad; y el segundo, recuperarla por la penitencia, una vez
perdida aquella por el pecado (SANTO ToMAs, Suma Teológica,3, q. 84, a. 6).

La Cuaresma, un tiempo may oportuno para una mayor frecuencia de la Confesion

1171 En toda la Iglesia se observa, con gran fruto para las almas, la costumbre saludable de confesarse en
el santo tiempo de Cuaresma [. . . ]. El santo concilio aprueba esta costumbre y la recibe como cosa piadosa
y digna de ser observada (CONC. TRENTO, Ses. XIV, cap. 5).

1172 Es muy de desear que los Obispos y todos los pastores de almas, además del empleo mas frecuente
de! sacramento de la Penitencia, promuevan con ello, especialmente durante el tiempo de Cuaresma, actos
extraordinarios de penitencia con fines de expiación e impetración (PABLO Vl, Const. Poenitemini, n. 9,1).

Materia suficiente y materia necesaria de este Sacramento


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1173 Para recibir fructuosamente el remedio que nos aporta el sacramento de la Penitencia, segun la
disposicionídel Dios misericordioso, el fiel debe confesar al sacerdote todos y cada uno de los pecados
graves que recuerde después de haber examinado su conciencia (Orco Poenitentiae, n. 7).

1174 Son materia suficiente, aunque no necesaria, del sacramento de la penitencia, los pecados cometidos
después del bautismo, tanto los mortales ya perdonados directamente por el poder de las llaves, como los
pecados veniales (C. I. C. , c. 902).

El precepto anual de la Confesión, "uno de los mas graves de la Iglesia"

1175 La proximidad de la Pascua nos invita a un deber caracteristico de la participación de cada uno de los
fieles en la celebración de la gran fiesta de la Resurrección: el deber de confesarnos, es decir, de
acercarnos sincera y personalmente al sacramento de la penitencia, acusando los propios pecados con
humilde arrepentimiento y con proposito de enmienda. Es este uno de los preceptos mas graves de la
Iglesia, un precepto en todo su vigor; una ley dificil pero muy saludable, sabia y liberadora (PABLO VI, Aloc.
23-III,1977).

La confesión frecuente y los pecados veniales

1176 En el nombre del Señor Jesús y en union con toda la Iglesia, demos seguridad a todos nuestros
sacerdotes acerca de la gran eficacia sobrenatural del misterio perseverante que se ejerce a traves de la
confesión auricular, con fidelidad al mandato del Seior y a las ensehanzas de su Iglesia. Y una vez mas
demos seguridades a nuestro pueblo acerca de los grandes beneficios que se derivan de la confesión
frecuente. Estoy plenamente convencido de las palabras de mi predecesor Pio XII: Esta practica fue
introducida en la Iglesia no sin la inspiración del Espíritu Santo (AAS,35,1943, pag. 135) (JUAN PABLO II, A
los obispos canadienses,17-XI-1978).

1177 Cierto que estos pecados veniales se pueden expiar de muchas y muy laudables maneras; pero para
progresar cada dia con mas fervor en el camino de la virtud recomendamos con mucho encarecimiento el
uso de la confesión frecuente, introducido por la Iglesia no sin la inspiración del Espíritu Santo, con el que
aumenta el conocimiento propio, crece la humildad, se desarraigan las malas costumbres, se hace frente a
la tibieza espiritual, se purifica la conciencia, se robustece la voluntad, se lleva a cabo la dirección de las
conciencias y aumenta la gracia en virtud del sacramento mismo. Adviertan, pues, los jovenes clerigos que
rebajan el aprecio de la confesión frecuente, que acometen una empresa extrana al Espíritu de Cristo y
funestisima para el Cuerpo Mistico del Salvador (Pio XII, Enc. Mystici Corporis, n. 39).

CONFIANZA EN DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

Gedeon y los 300 escogidos: Gc 7,1-7.

David y Goliat: 1S 17,31-51.

Confianza en Dios y no en el hombre: Jr 17,5 ss.

Castigo de los 40 ahos en el desierto por falta de confianza en Dios: Nb 14.

Confianza en Dios en tiempo de oscuridad: Si 2,1-6.

De la viuda de Sarepta: 1Re 17,10-16.

Esto os lo he dicho para que tengais paz en mí; en el mundo habeis de tener tribulación; pero confiad: yo he
vencido al mundo. Jn 16,33.

Tal es la confianza que por Cristo tenemos en Dios. No que de nosotros seamos capaces de pensar algo
como de nosotros mismos, que nuestra suficiencia viene de Dios. 2Co 3,4.
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Considerad las generaciones antiguas y ved: ¿Quien confió en el Señor que fuese confundido? Si 2,11.

Mirad a los cuervos, que ni hacen sementera ni cosecha, que no tienen ni despensa ni granero, y Dios los
alimenta. ¿Cuanto mas valeis vosotros que un ave? Lc 12,24.

Mirad los lirios como crecen: ni trabajan ni hilan, y yo os digo que ni Salomon en toda su gloria se vistio
como uno de ellos. Si a la hierba, que hoy esta en el campo y mañana es arrojada al horno, así la viste Dios,
¿cuanto mas a vosotros, hombres de poca fe? Lc 12,27-28.

Los que confian en Yave son como el monte de Sion, que es inconmovible y esta asentado para siempre.
Ps 124,1.

La confianza que tenemos en El es que, si le pedimos alguna cosa conforme con su voluntad, El nos oye.
1Jn 5,14.

Los que temeis al Señor esperad la dicha, el gozo eterno y la misericordia. Si 2,9.

Se alegraran cuantos en ti confian, exultaran por siempre. Tu los protegeras y en Ti se alegraran los que
aman tu nombre. Ps 5,12.

Confia en Yave de todo corazon y no te apoyes en tu prudencia. Pr 3,5.

Confianza en El, ¡oh, pueblo!, en todo tiempo. Derramad ante El vuestros corazones, porque Dios es
nuestro asilo. Ps 61,9.

Encomienda a Yave tus caminos, confía en El, y El actuara. Ps 61,9.

Pone en si su confianza el impio, y de la carne hace su apoyo y aleja de Yave su corazon. Jr 17,5.

"Nunca fallo a sus amigos"

1178 Y fiad de su bondad, que nunca falló a sus amigos (SANTA TERESA, Vida,1 1,4).

1179 Si no le dejas, El no te dejará (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 730).

1180 ¿Que madre estará tan pronta y dispuesta si sus hijos pequeños la llaman? Nadie, ciertamente, ni
madre ni padre; sino sólo Dios (SAN JERONIMO, Hom. Evang. S. Mateo,55).

1181 ¿Que mas queremos tener al lado que un tan buen amigo, que no nos dejará en los trabajos y
tribulaciones, como hacen los del mundo? (SANTA TERESA, Vida,22,6-7).

1182 Todo hombre, con tal que sea amigo de Dios, debe tener gran confianza en ser librado por El de
cualquier angustia [. . . ]. Y como Dios ayuda especialmente a sus siervos, muy tranquilo debe vivir quien
sirve a Dios (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,5, I. c. , p. 72).

1183 Dios nunca falta de ayudar a quien por El se determina a dejarlo todo (SANTA TERESA, Camino de
perfección,1,2).

1184 Tenía muy creído que no había de faltar el Señor a las que no tratan otro cuidado sino en cómo
contentarle (SANTA TERESA, Fundaciones,1,2).

Da siempre las ayudas necesarias

1185 ¡Bienaventuradas malaventuras de la tierra! Pobreza, lágrimas, odios, injusticia, deshonra. . . Todo lo
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podrás en Aquel que te confortará (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 717).

1186 Pues nadie se basta a si mismo para librarse de tantos peligros de miserias, a no ser que le ayude el
que está mas arriba (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montafla,1).

1187 (Hemos de confiar plenamente en Dios), de quien esperamos el socorro, no solo de beneficios
espirituales, sino también temporales (SANTO TOMAs, Cuest. disput. sobre la esperanza,1).

1188 Y como les había hecho encargos de mucha importancia, queriendo animarlos, les dice: Y mirad que
yo estoy con vosotros todos los días, hasta la consumación de los siglos. Como diciendo: y no digais que es
difícil cumplir lo que se os manda, porque yo estoy con vosotros, que todo lo facilito (SAN JUAN
CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt V111, p. 432).

1189 Si teneis confianza en El y ánimos animosos, que es muy amigo Su Majestad de esto, no hayais miedo
que os falte nada (SANTA TERESA, Fundaciones,27,12).

1190 Y le dijo al paralitico: Coge tu camilla y vete a tu casa (Mc 2, I s. ), para hacer mas evidente el milagro,
mostrando que no es cosa que se opere en la fantasía, sino un hecho positivo y patente, y para demostrar
que no solo curaba, sino que devolvía también las fuerzas al enfermo. De la misma manera, no solo separa
a las almas del pecado, sino que les da las ayudas necesarias para cumplir los mandamientos (TEOFILO,
en Catena Aurea, vol IV, p. 54).

1191 La soledad tiene sus asaltos, el mundo tiene sus peligros; en todas partes es necesario tener buen
ánimo, porque en todas partes el Cielo está dispuesto a socorrer a quienes tienen confianza en Dios, a
quienes con humildad y mansedumbre imploran su paternal asistencia (SAN FRANCISCO DE SALES,
Carta a su hermana, Epistolario,761).

1192 Fíate enteramente de Dios, encomiéndate a El, descarga en su providencia todos los cuidados, y El te
sustentará, de modo que confiadamente puedas decir: el Señor anda solicito por mi (Sal 39,18) (SAN
BERNARDO, Hom. en la Natividad de la B. Virgen Maria,5).

Confianza del que se dedica al apostolado por entero

1193 La confianza que el apóstol ha de poner en Dios debe ser tan grande que, aunque no posea lo
necesario para esta vida, tenga por cierto que nada le ha de faltar (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17
sobre los Evang. ).

1194 Tanta debe ser la confianza en Dios del que predica, que ha de estar seguro que no ha de faltarle lo
necesario para la vida, aunque el no pueda procurárselo, puesto que no debe ocuparse menos de las cosas
eternas, por tener que preocuparse de las temporales (SANTO TOMAS, en Catena Aurea, vol IV, p. 140).

1195 No os asusteis, ni temas ningún daño, aunque las circunstancias en que trabajeis sean tremendas [. . .
]. Las manos de Dios son igualmente poderosas y, si fuera necesario, harían maravillas (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,105).

1196 Noquerais llevar bolsa, ni alforja, ni calzado,y a nadie saludeis por el camino. Tanta debe ser la
confianza que ha de tener en Dios el predicador, que aunque no se provea de las cosas necesarias para la
vida, debe estar persuadido de que no le han de faltar, no sea que, mientras se ocupa en proveerse de las
cosas temporales, deje de procurar a los demás las eternas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los
Evang. ).
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Junto al Señor se ganan todas las batallas

1197 Es muv piadoso (el Señor), y a personas afligidas y desfavorecidas jamás falta si confían en El sólo
(SANTA TERESA, Camino de perfección,29,2).

1198 Si posees a Cristo, serás rico y con el te bastara. El será tu proveedor y fiel procurador en todo, de
manera que no tendrás necesidad de esperar en los hombres. Pon en Dios toda tu confianza y sea El el
objeto de tu veneración y de tu amor. El responderá por tí y todo lo hará bien, como mejor convenga
(Imitación de Cristo, II, l,2-3).

1199 Ahi lo veis: presumía de sus fuerzas humanas, intentó luchar, no pudo triunfar, se vino a tierra, fue
subyugado, fue hecho cautivo. Entonces aprendió a presumir de Dios,y terminó por recibir el auxilio de la
gracia cuando puso en Dios la esperanza (SAN AGUSTIN, Sermón 145).

1200 Fue permitida esta negación para que en el mismo príncipe de la Iglesia tuviese principio el remedio
de la penitencia, y nadie se atreviera a confiar en sus propias fuerzas, cuando ni el mismo San Pedro había
podido evadirse del peligro de la inconstancia (SAN LEON MAGNO, Sermón 9, sobre la Pasion).

1201 La fuerza de Dios se muestra perfecta en la debilidad (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,5).

1202 Que ninguno diga aquellas palabras frías: no me atrevo, tengo verguenza, no puedo pronunciar
palabra. Este respeto es propio del diablo. El diablo quiere cerrarte las puertas que dan acceso a Dios (SAN
JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt Vl, p. 301).

1203 Mirad lo que ha de consolar en gran manera a un cristiano: el pensar que, al sufrir una tentación, tiene
la seguridad de que cuantas veces recurra a Dios, no ha de sucumbir a los embates del demonio (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

1204 Pero los Apóstoles, en medio de las persecuciones, mantuvieron en Cristo la paz, sin abandonarle, por
el contrario, buscaron refugio en El [. . . ]. En ellos se cumplió lo que les había dicho: tened confianza, yo he
vencido al mundo. Confiaron y vencieron. ¿Por quien vencieron sino por El? (SAN AGUSTIN, Trat. Evang.
S. Juan,103).

1205 Nadie confíe en si mismo al hablar; nadie confie en sus propias fuerzas al sufrir la prueba, ya que si
hablamos con rectitud y prudencia nuestra sabiduría proviene de Dios, y si sufrimos los males con fortaleza
nuestra paciencia es también don suyo (SAN AGUSTIN, Sermón 276).

1206 Cuanto mas determinados, menos confiados de nuestra parte: de donde ha de venir la confianza ha
de ser de Dios (SANTA TERESA, Camino deperfección,41,4).

1207 Cuando imaginamos que todo se hunde ante nuestros ojos, no se hunde nada, porque Tu eres, Señor,
mifortaleza (Sal 42,2). Si Dios habita en nuestra alma, todo lo demás, por importante que parezca, es
accidental, transitorio; en cambio, nosotros, en Dios, somos lo permanente (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Amigos de Dios,92).

La confianza en Dios aumenta con la oración y las buenas obras

1208 Como no tardó en creer (se refiere al leproso de Cafarnaun), tampoco tardó en sanar; y como no dilató
la confesión de la fe, tampoco se hizo esperar la curación (ORIGENES. en Catena Aurea, volt l, p. 467).
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1209 Las buenas obras mueven la fe del corazón, y dan confianza al alma para dirigirse a Dios (SAN JUAN
CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1p 345).

1210 Hay un solo modo de crecer en la familiaridad y en la confianza con Dios: tratarle en la oración, hablar
con El, manifestarleóde corazón a corazónónuestro afecto (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios,294).

Dios no manda imposibles

1211 Dios no manda imposibles, sino que al mandar avisa que hagas lo que puedas y pidas lo que no
puedas y ayuda para que puedas (SAN AGUSTIN, Sobre la naturaleza y la gracia,43).

Confianza en la oración de peticion

1212 De la miseria del hombre está llena toda la tierra, y de la misericordia de Dios está llena la tierra. Lo
mismo los desventurados que los felices, todos necesitan de Dios (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo
32).

1213 No pueden dejar de cumplirse los deseos que el Hijo omnipotente manifestó al Padre omnipotente
(SAN AGUSTIN. Trat. Evang. San Juan,11).

1214 Llama al cielo para que seas oido, y tu Padre, que está en los cielos, te enviará el auxilio y te
defenderá. Te librará de la tribulación y te colmará de la gloria de la resurrección (SAN AMBROSIO, Coment.
Evang. S. Lucas,7).

1215 Pedid y recibireis. . . (cfr. Mt 7,7-8). Lo repite para recomendar a justos y pecadores la confianza en la
misericordia de Dios, y por eso añade: todo el que pide recibe; es decir, ya sea justo, ya sea pecador, no
dude al pedir, para que conste que no desprecia a nadie [. . . ]. No puede concebirse que Dios, cuando
manda la gran obra de caridad de hacer bien a los enemigos, imponga a los hombres el deber de que hagan
lo que El no hiciera, siendo bueno (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1, pp. 428-429).

1216 Según somos, si nos dan lo que queremos, no admitiremos lo que el Señor nos diere; porque, aunque
sea lo mejor, como no vemos luego el dinero en la mano, nunca nos pensamos ver ricos (SANTA TERESA,
Camino de perfección,30,1 -5).

1217 ¿Y cuantos favores cada uno de nosotros podríamos contar si, recordando con ánimo agradecido los
beneficios recibidos, quisiéramos hacer con ellos una alabanza a Dios? Pues almas que por mucho tiempo
permanecieron sin descendencia, afectadas de esterilidad en lo mas noble de su ser y con sintomas de
muerte en su alma, una vez fecundadas por el Espíritu Santo en la oración asidua, concibieron
pensamientos saludables y llenos del conocimiento de la verdad. Y con ser innumerables las fuerzas
adversas que frecuentemente arremeten contra nosotros con el propósito de apartarnos de la confianza
divina, ¡cuantos enemigos fueron vencidos! Pero hemos permanecido en nuestra confianza porque estos
confían en sus carros, aquellos en sus caballos; pero nosotros, a/ invocar el nombre del Señor, nuestro
Dios, vemos la verdad de que vano es el caballo para la sa/vación (Ps 32,1 7) (ORIGENES, Trat. sobre la
oración,13).

1218 No hay enfermo a quien le sea negada la victoria de la cruz, ni hay nadie a quien no ayude la oración
de Cristo. Pues si esta fue de provecho para los que tanto se ensañaban con el, ¿cuanto mas no lo será
para los que se convierten a el? (SAN LEON MAGNO, Sermón 15, sobre la Pasion).

Motivos de nuestra confianza en Dios


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1219 Si vosotros, siendo malos, sabeis dar cosas buenas a vuestros hijos,¿ cuanto mas vuestro Padre. . . ?
(Mt 7,9-11). Citó la semejanza de los padres y de los hijos para que, si desesperamos de nuestros pecados,
esperemos en la bondad de nuestro Padre (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1p 430).

1220 Si Dios hizo todas las cosas de la nada, hay que creer que podría hacerlas de nuevo si fuesen
destruidas; puede, por tanto, dar vista a un ciego, resucitar a un muerto y obrar cualquier otro milagro.
Porque tienes en tu mano el poder cuando quieras (Sg 12,18) (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,1, l. c. , p.
43).

1221 Cristo era tentado por el diablo y en Cristo eras tentado tu, porque Cristo tomó tu carne y te dio su
salvación, tomo tu mortalidad y te dió su vida, tomó de tí las injurias y te dió los honores, y toma ahora tu
tentación para darte la victoria. Si fuimos tentados en El, vencimos también al diablo en El. ¿Te fijas en que
Cristo es tentado y, sin embargo, no consideras su trinnfo? (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 60).

1222 Ahora nos mueve a una confianza firme e inquebrantable con el ejemplo de las aves, diciendo: mirad
los cuervos, que no siembran ni siegan (esto es, para tener que comer), los cuales no tienen despensa ni
granero (esto es, para conservar) y Dios los alimenta. Pues, ¡cuanto mas no valeis vosotros que ellos! (SAN
CIRILO, en Catena Aurea, volt VI, p. 88).

1223 Toda mi esperanza estriba sólo en tu gran misericordia (SAN AGusTiN, Confesiones, lO).

1224 Esta confianza del hombre en Dios ha de ser certísima, porque todo lo sabe, es todopoderoso y quiere
nuestra salvación (SANTO TOMAS, Compendio de Teologia, II,4).

Confianza en Dios, por encima de todas las dificultades

1225 Aunque estoy convencido, mi querida Margarita, de que la maldad de mi vida pasada es tal que
merecería que Dios me abandonase del todo, ni por un momento dejaré de confiar en su inmensa bondad.
Hasta ahora, su gracia santísima me ha dado fuerzas para postergarlo todo: las riquezas, las ganancias y la
misma vida, antes de prestar juramento en contra de mi conciencia (SANTO TOMAs MORO, Carta a su hija
Margarita desde la carcel,1. c. ).

1226 Hubiera podido hacer que no tuvierais que sufrir mal alguno ni enfrentaros como ovejas ante lobos,
podía haberos hecho mas temibles que leones; pero eso no era lo conveniente, porque así vosotros
hubierais perdido prestigio y Yo la ocasión de manifestar mi poder. Es lo mismo que decia a Pablo: Te basta
mi gracia, que en la debilidad se muestra perfecto mi poder. Asi es como yo he determinado que fuera. Al
decir: Os envío como ovejas, dice implicitamente: "No desmayeis: yo se muy bien que de este modo sois
invencibles" (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre San Mateo,33).

1227 Asi como no debemos confiar demásiado, para que no parezca que ensalzamos nuestro propio poder,
tampoco debemos desconfiar, para no tratar de ineficaz la ayuda que Dios nos presta (ORIGENES, en
Catena Aurea, volt 111, p. 311).

El Señor nunca abandona

1228 Para la desconfianza, el remedio es considerar que este negocio no se ha de alcanzar por s las tus
fuerzas, sino por la divina gracia, la cual tanto mas presto se alcanza, cuanto mas el hombre desconfía de
su propia virtud y confía en sólo la bondad de Dios, a quien todo es posible (SAN PEDRO DE ALCANTARA,
Trat. de /a oración y meditación,11,4, aviso 7¡).

1229 Mirad que lo puede todo y nosotras no podemos nada sino lo que El nos hace poder (SANTA
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TERESA, Camino de perfección,16,10).

1230 Las oleadas son numerosas y peligrosas las tempestades, pero no tememos el naufragio: estamos
consolidados sobre la roca. Aunque el mar se enfurezca, no demolerá la roca. Aunque las olas se agiten, no
podrán hundir la barca de Jesús [. . . ]. Me importa poco cuanto el mundo considera como temible. Me río de
sus bienes. Ni temo la pobreza, ni deseo la riqueza. Ni tengo miedo a la muerte, ni deseo seguir viviendo, si
no es para aprovechamiento espiritual (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. antes de partir para el destierro).

1231 El se anticipó a sanarnos, y continuará interviniendo después para que alcancemos nuestro desarrollo;
se adelantó para llamarnos, y nos seguirá hasta que logremos la gloria; previno las cosas para que vivamos
piadosamente, porque sin El nada podemos (SAN AGUSTIN, Trat. sobre la naturaleza y la gracia,30).

1232 No debes desconfiar de Dios ni desesperar de su misericordia; no quiero que dudes ni que desesperes
de poder ser mejor: porque, aunque el demonio te haya podido precipitar desde las alturas de la virtud a los
abismos del mal, ¿cuanto mejor podrá Dios volverte a la cumbre del bien, y no solamente reintegrarte al
estado que tenías antes de la caída, sino también hacerte mas feliz de lo que parecías antes? (RABANO
MAURO, Tres libros a Bonosio,3,4).

1233 El alma del hombre recto, al buscar en la oración el remedio a sus heridas, se hace tanto mas
acreedora a ser escuchada por Dios cuanto mas rechazada se ve de la aprobación de los hombres (SAN
GREGORIO MAGNO, Moralia, lO).

1234 Buscad el rostro de Aquel que habita siempre, con presencia real y corporal, en su Iglesia. Haced, al
menos, lo que hicieron los discípulos. Tenían sólo una fe débil, no tenían una gran confianza ni paz, pero por
lo menos no se separaban de Cristo [. . . ] No os defendais de El, antes bien, cuando esteis en apuro acudid
a El, día tras día, pidiéndole fervorosamente y con perseverancia aquellos favores que solo El puede
otorgar. Y así como en esta ocasión que nos narran los Evangelios, El reprochó a sus discípulos, pero hizo
por ellos lo que le habían pedido, así, aunque observe tanta falta de firmeza en vosotros, que no debía
existir, se dignará increpar a los vientos y al mar y dirá: "Paz, estad tranquilos". Y habrá una gran calma
(CARD, J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo IV después de Epifania; Cat. S. Chaud 1848).

Jesucristo ha prometido estar con sus discípulos hasta la consumación de los siglos

1235 El me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas donde me apoyo. Tengo en mis manos su
palabra escrita. Este es mi báculo. Esta es mi seguridad, este es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el
mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Que es
lo que ella me dice? Yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo. Cristo esta conmigo, ¿que
puedo temer? Que vengan a asaltarme las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa mas que
una tela de araña (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. antes de partir para el destierro).

1236 El que promete estar con sus discípulos hasta la consumación de los siglos, manifiesta que ellos
habrán de vencer siempre, y que El nunca se habrá de separar de los que crean (SAN JERONIMO, en
Catena Aurea, volt III, p. 433).

1237 Qui habitat in adiutorio Altissimi, in protectione Dei coeli commorabitur (Sal 90,1), habitar bajo la
protección de Dios, vivir con Dios: esta es la arriesgada seguridad del cristiano. Hay que estar persuadidos
de que Dios nos oye, de que está pendiente de nosotros: así se llenará de paz nuestro corazón (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,58).

1238 Y como les había hecho encargos de gran importancia, queriendo animarles les dice: Y mirad que yo
estoy con vosotros todos los días, hasta la consumación de los siglos (Mt 28,28). Como diciendo: no digais
que es difícil cumplir lo que se os manda, porque estoy con vosotros, que todo lo hago fácil. Y no dijo que
estaría sólo con ellos, sino con todos los que creyeron después de ellos [. . . ], ya que los Apostoles no iban
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a vivir hasta el final de los tiempos (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt III, p. 432).

Confianza en Dios, a pesar de las propias faltas y pecados

1239 (Mas libranos del mal). Nada queda ya que deba pedirse al Señor cuando hemos pedido su protección
contra todo lo malo; la cual, una vez obtenida, ya podemos considerarnos seguros contra todas las cosas
que el demonio y el mundo pueden hacer. ¿Que miedo puede darnos el siglo, si en el tenemos a Dios por
defensor? (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, volt 1, pp. 371-372).

1240 Yo soy muy aficionada a San Agustín, porque el monasterio a donde estuve seglar era de su Orden; y
también por haber sido pecador, que en los santos que después de serlo el Señor tornó a si, hallaba yo
mucho consuelo, pareciéndome en ellos había de hallar ayuda; y que como los había el Señor perdonado,
podía hacer en mi; salvo que una cosa me desconsolaba, como he dicho, que a ellos sola una vez los había
el Señor llamado y no tornaban a caer, y a mi eran ya tantas, que esto me fatigaba. Mas considerando en el
amor que me tenía, tornaba a animarme, que de su misericordia jamás desconfié; de mi, muchas veces
(SANTA TERESA, Vida,9,3).

1241 Con razon tengo puesta en El la firme esperanza de que sanarán todas mis dolencias por medio de El,
que esta sentado a tu diestra y que intercede por nosotros; de otro modo desesperaría. Porque muchas y
grandes son mis dolencias; sí, son muchas y grandes, aunque mas grande es tu medicina (SAN AGUSTIN,
Confesiones, l0,43).

La nave de Cristo no se hunde

1242 La nave de Jesús no puede hundirse [. . . ]. Las olas no quebrantan la roca, sino que se tornan ellas
mismas espuma. Nada hay mas fuerte que la Iglesia. Deja, pues, de combatirla, para no destrozar tu fuerza
en vano. Es inútil pelear contra el cielo. Cuando combates contra un hombre, o vences o eres vencido; pero
si peleas contra la Iglesia, el dilema no existe. Dios es siempre mas fuerte (SAN JUAN CRISOSTOMO Hom.
antes de partir para el destierro).

1243 Permitió el Señor que peligrasen sus discípulos para que se hicieran sufridos, y no los asistió en
seguida, sino que los dejó en peligro toda la noche (hace referencia a la tempestad en el lago de
Genezaret), a fin de enseñarles a esperar con paciencia y que no se acostumbrasen a recibir
inmediatamente el socorro en las tribulaciones (TEOFILACTO, Trat. Evang. S. Marcos).CONFIRMACION

Efectos propios de este sacramento

1244 El don propio de la confirmaciónóademás de los efectos comunes con los demás sacramentosóes
perfeccionar la gracia bautismal. Quienes han sido hechos cristianos por el bautismo son aun como niños
recien nacidos (cfr.P 2,2), tiernos y delicados. Con el sacramento de la confirmación se robustecen contra
todos los posibles asaltos de la carne, del demonio y del mundo, y su alma se vigoriza en la fe para profesar
y confesar valientemente el nombre de Nuestro Sefior Jesucristo. De a-tui el nombre de confirmación
(Catecismo Romano, P. II, c. 2, n. 20).

1245 Todos los sacramentos son ciertas profesiones de fe. Y así como el bautizado recibe la potestad
espiritual para confesar la fe por la recepción de los demás sacramentos, así el confirmado la recibe para
confesar publicamente con la palabra y como por oficio la fe de Cristo (SANTO TOMAS, Suma Teológica,3,
q. 72, a. 5 ad 2).

1246 Por el sacramento de la confirmación se vinculan mas estrechamente a la Iglesia, se enriquecen con
una fuerza especial del Espíritu Santo, y con ello quedan obligados mas estrictamente a difundir y defender
la fe, como verdaderos testigos de Cristo, por la palabra juntamente con las obras (CONC. VAT. II, Const.
Lumen gentium, n. l l).
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La edad adulta

1247 Es manifiesto que en la vida corporal constituye cierta perfección especial el hecho de que el hombre
alcance la edad perfecta, de suerte que pueda realizar las acciones que corresponden al hombre perfecto. Y
por eso, además de la generación, por la cual se recibe la vida corporal, existe el crecimiento y el aumento,
por el que se alcanza la edad perfecta. Esto mismo ocurre en la vida espiritual: el hombre recibe la vida por
el bautismo, que es una espiritual regeneración; y en la confirmación recibe como la edad perfecta en la vida
espiritual. Y por ello es claro y manifiesto que la confirmación es un sacramento especial (SANTO ToMASí
Suma Teológica,3, q. 72, a. l).

Confirmación y apostolado

1248 El apostolado de los laicos es una participación en la misma misión salvifica de la Iglesia, y todos
estan destinados a este apostolado por el Sefior mismo, en virtud del Bautismo y de la Confirmación
(CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,33).

1249 Los laicos tienen el derecho y el deber de ser apostoles en virtud de su misma union con Cristo
Cabeza. Insertos en el cuerpo mistico de Cristo por el Bautismo y robustecidos mediante la Confirmación
por la fuerza del Espíritu Santo, son destinados al apostolado por el mismo SefSor (CONC. VAT. II, Decr.
Apostolicam Actuositatem,3).

Especial fortaleza contra los enemigos de la fe

1250 Por el sacramento de la confirmación se da al hombre potestad espiritual para ciertas acciones
sagradas distintas de las que ya recibio potestad en el bautismo. Porque en el bautismo recibe la potestad
para realizar aquellas cosas que pertenecen a la propia salvación en el orden puramente individual; pero en
la confirmación recibe la potestad para realizar las cosas relativas a la lucha espiritual contra los enemigos
de la fe. Como aparece claro en el caso de los apostoles, quienes, antes de recibir la plenitud del Espíritu
Santo, estaban encerrados en el cenaculo perseverando en la oración (Ac 1,13-14), y cuando salieron de alli
no se avergonzaron de confesar publicamente la fe, incluso contra los enemigos de la misma (SANTO
TOMAS, Suma Teológica,3, q. 72, a. 5).

1251 El hombre todo entero se funde en la Verdad, en la inteligencia de su espiritu, en el abandono de su


voluntad, en la consagración de todo su amor. De lo cual el hombre pusilanime no es capaz mas que
cuando es confirmado por la gracia de Dios (SAN BUENAVENTURA, Breviloquium, VI,8).

1252 La lucha espiritual contra los enemigos invisibles corresponde a todos los cristianos; pero la lucha
contra los enemigos visibles, o sea contra los que persiguen la fe cristiana, confesando el nombre de Cristo,
es propia de los confirmados, que han llegado espiritualmente a la edad viril (SANTO TOMAS, Suma
Teológica,3, q. 72, a. 5 ad. 2).

1253 El efecto de este sacramento es que por medio de el se da a los cristianos el Espíritu Santo, como fue
dado a los Apostoles en Pentecostes, para tener fuerzas y confesar con valentia el nombre de Cristo. Asi
pues, el confirmado es ungido en la frente, donde se manifiesta la verguenza, para que no se averguence
de confesar el nombre de Cristo y especialmente su cruz, escandalo para los judios y locura para los
gentiles, como dice el Apostol (1Co 1,23). Por eso es marcado con el signo de la cruz (CONC. DE
FLORENCIA, Decr. pro Armeniis, a. 1439).

Recibira una mayor gloria quien muera habiendo sido confirmado

1254 Quienes tienen niños a su cargo, han de ocuparse diligentemente de que sean confirmados, porque es
grande la gracia que proporciona este sacramento. Si mueren, tendra mayor gloria el confirmado que el que
no lo ha sido, porque aquel recibio mas gracia (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,10,1. c. , p. 101).
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CONOCIMIENTO PROPIO

Citas de la Sagrada Escritura.

Reconozco mis iniquidades y mi pecado esta siempre ante mis ojos. Ps 50,5.

Rociame con hisopo y quedaré limpio; lavame y quedaré mas blanco que la nieve. Ps 50,9.

Desde lo profundo clamo a ti, Señor; Señor escucha mi voz. Estén atentos tus oidos a la voz de mi súplica.
Si te acordaras de los pecados, Señor, ¿quien quedaría en pie? Ps 129,2-3.

Dos hombres subieron al templo a orar, el uno fariseo el otro publicano. El fariseo, en pie, oraba para si de
esta manera: ¡Oh Dios!, te doy gracias de que no soy como los demás hombres, rapaces, injustos,
adulteros, ni como este publicano. Ayuno dos veces en la semana, pago el diezmo de todo cuanto poseo. El
publicano se quedo alla lejos y ni se atrevia a levantar los ojos al cielo, y heria su pecho, diciendo: ¡Oh Dios,
se propicio a mi, pecador!

Lc 18,10-13.

Al que tiene, se le dará mas y abundará; y al que no tiene, aun aquello que tiene le será quitado. Por esto
les hablo en parabolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden; y se cumple con ellos la
profecia de Isaias, que dice: "Cierto oireis y no entendereis, vereis y no conocereis. Porque se ha
endurecido el corazon de este pueblo, y se han hecho duros de oidos, y han cerrado sus ojos, para no ver
con sus ojos y no oir con sus oidos, y para no entender en su corazon y convertirse, que yo los curarla" Mt
13,12-15.

El conocimiento propio conduce a la humildad

1255 El propio conocimiento nos lleva como de la mano a la humildad (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 609).

1256 El que se acusa a si mismo acepta con alegria toda clase de molestias [. . . ] pues se considera
merecedor de todo ello, y en modo alguno pierde la paz [. . . ].

Pero quizá alguien me objetará: "Si un hermano me aflige y yo, examinandome a mi mismo, no encuentro
que le haya dado ocasión alguna, ¿por que tengo que acusarme?". En realidad, el que se examina con
diligencia y con temor de Dios nunca se hallará del todo inocente, y se dará cuenta de que ha dado alguna
ocasión, ya sea de obra, de palabra o con el pensamiento. Y si en nada de esto se halla culpable, seguro
que en otro tiempo habra sido motivo de aflicción para aquel hermano, por la misma o por diferente causa; o
quizá habra causado molestia a algun otro hermano. Por esto sufre ahora en justa compensación, o también
por otros pecados que haya podido cometer en muchas otras ocasiones (SAN DOROTEO, Instrucción 7).

Primer paso para el conocimiento de Dios

1257 Conocimiento de sí, que es el primer paso que tiene que dar el alma para llegar al conocimiento de
Dios (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,4,1).

1258 Conócete, pues, alma hermosa, ya que eres imagen de Dios. Conocete, hombre, ya que eres gloria de
Dios (SAN AMBROSIO. Hexameron, V111,50).

Otros bienes del propio conocimiento

1259 Y tengo por mayor merced del Señor un dia de propio y humilde conocimiento, aunque nos haya
costado muchas afliciones y trabajos, que muchos de oración (SANTA TERE SA, Fundaciones,5,16).

1260 Pues yo reconocco mi culpa, tengo presente mi pecado. El que así ora no atiende a los pecados
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ajenos, sino que se examina a si mismo, y no de manera superficial, como quien palpa, sino profundizando
en su interior. No se perdona a si mismo, y por esto precisamente puede atreverse a pedir perdon (SAN
AGUSTIN, Sermón 19).

1261 Al no conocerse rectamente, los malos no se aman en verdad a si mismos, sino que aman lo que
creen que son (SAN TO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 25, a. 7).

Caminos que conducen al conocimiento propio

1262 Con mucha frecuencia sucede que el mismo desprecio de que son objeto los hombres por parte del
mundo, los lleva al conocimiento de si mismos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

1263 Para la presunción, el remedio es considerar que no hay mas claro indicio de estar el hombre muy
lejos, que creer que esta muy cerca, porque en este camino los que van descubriendo mas tierra, esos se
dan mayor prisa, por ver lo mucho que les falta; y por eso nunca hacen caso de lo que tienen en
comparación de lo que desean. Mirate, pues, como en un espejo, en la vida de los Santos y en las de otras
personas sehaladas que ahora viven en carne, y veras que eres ante ellos como un enano en presencia de
un gigante, y así no presumiras (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de la oración y meditación, II,4, aviso
7¡).

Conocimiento propio y formación de la conciencia

1264 Son mas peligrosos y mas dificiles de remediar los vicios que tienen apariencia de virtud y se cubren
con la apariencia de cosas espirituales, que los que tienen claramente por fin el placer sensual. A estos, en
efecto, como a las enfermedades que se manifiestan con claridad, puede atacarseles de frente y se les cura
al instante. Los otros vicios, en cambio, paliados con el velo de la virtud, permanecen incurables, agravando
el estado de los pacientes y haciendo desesperar de su remedio (CASIANO, Colaciones,4).

1265 No quisiera que ignoraseis, hermanos mios, de que modo se baja, o por mejor decir, se cae en estos
caminos. El primer escalon es el disimulo de la propia flaqueza, de la propia iniquidad y del propio fracaso,
cuando, perdonandose el hombre a si mismo, autoconsolandose, se engaña. El segundo escalon es la
ignorancia de si [. . . ]. ¿Que mas logico que no ver sus llagas, especialmente si las ha tapado con el solo fin
de no poderlas ver? De esto se sigue que, ulteriormente, aunque se las descubra otro, defienda con tozudez
que no son llagas, dejando que su corazon se abandone a palabras engahosas para buscar excusas a sus
pecados (SAN BERNARDO, Sermón sobre el Salmo 90).

1266 Mas aquellos que cubren los ojos de su corazon con el craso velo de los vicios, y segun la palabra del
Salvador viendo no ven, y entendiendo no entienden ni comprenden (Mt 13,13), son incapaces de apreciar
en lo intimo de su conciencia los pecados mortales (CASIANO, Colaciones,23).

A mayor santidad, mayor es el conocimiento que se tiene de uno mismo

1267 (El santo) se alegra de ser considerado poco por los demás, porque ve confirmado en esa baja
reputación lo que el pensaba de si mismo (SAN GREGORIO MAGNO, Diatesseron,1).

1268 Es propio de los justos, a causa de su humildad, desmentir diligentemente, y de una en una, sus
buenas obras narradas en presencia de los mismos; y es propio de los poco rectos dar a
entenderóexcusandoseóque no tienen culpas, o que son leves y pocas (ORiGENEs, en Catena Aurea, vol
III, p. 247).

1269 (Los santos) en su afan ilimitado por la santidad, descubren en si con rara sagacidad y condenan sin
piedad cosas que nuestra mirada interior, entenebrecida, no puede ni siquiera atisbar (CASIANO,
Colaciones,23).
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1270 Examinate a ti mismo para conocer que eres; haz lo posible por conocerte (SAN BASILIO, Homilia 3).

El propio conocimiento facilita la caridad con el prójimo

1271 Dos cosas quiere el Señor de nosotros: que consideremos nuestros propios pecados y que
perdonemos los de nuestro prójimo [. . . ], pues aquel que considera sus propios pecados estera mas pronto
al perdon de su companero. Y no solo de boca, sino de corazon [. . . ] esforcemonos, pues, por no querer
mal a nadie, para que Dios nos ame (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,61).

1272 De ordinario las perturbaciones del corazon se originan en nosotros, no por el mal proceder de los
demás, sino por culpa propia. Estan ocultas en nosotros las causas de las ofensas y la semilla de los vicios
(CASIANO, Instituciones,9).

1273 Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los
de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en que pueden morder. Y, al no poder excusarse a si
mismos, estan siempre dispuestos a acusar (SAN AGUSTIN, Sermón 19).CONTEMPLACION

La contemplación de Dios solo es posible en la vida futura. Aquí se nos da imperfectamente, "como un
adelanto".

1274 La contemplación será perfecta en la vida futura, cuando veamos a Dios cara a cara (1Co 12,12) y nos
haga, con esta visión, perfectamente bienaventurados. Pero ahora, aunque imperfectamente, como a traves
de espejo y como en enigma (1Co ), nos compete la contemplación de la verdad divina, por la que se nos da
como un adelanto de la bienaventuranza, que se inicia aquí y alcanzará su perfección en la vida futura
(SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 180, a. 4, c).

1275 Como fin de todos nuestros trabajos y eterna perfección de las alegrias, se nos promete la
contemplación (SAN AGUSTIN, Sobre la Trinidad,1,8).

1276 El corazon necesita, entonces, distinguir y adorar a cada una de las Personas divinas. De algun modo,
es un descubrimiento, el que realiza el alma en la vida sobrenatural, como los de una criaturica que va
abriendo los ojos a la existencia. Y se entretiene amorosamente con el Padre y con el Hijo y con el Espíritu
Santo; y se somete facilmente a la actividad del Paraclito vivificador, que se nos entrega sin merecerlo: ¡los
dones y las virtudes sobrenaturales! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,306).

1277 El Espíritu prepara previamente al hombre para acoger al Hijo de Dios, el Hijo lo conduce al Padre, y el
Padre le da incorruptibilidad y la vida eterna, que son fruto de la visión de Dios para aquellos que le
contemplan. Del mismo modo que quienes ven la luz estan en la luz y participan de su esplendor, así los
que ven a Dios estan en Dios y participan de su esplendor. Ahora bien, el esplendor de Dios es vivificante. Y
por lo mismo, quienes vean a Dios tendran parte en la vida (SAN IRENEO, Contra los herejes,4,20).

1278 El resplandor de la belleza divina es algo absolutamente inefable e inenarrable (SAN BASILIO
MAGNO, Regla monastica, respuesta 2,1).

1279 La contemplación es una cumbre en la cual Dios se comienza a comunicar y manifestar al alma. Pero
no acaba de manifestarse, solo asoma. Pues por muy altas que sean las noticias que al alma se le dan de
Dios en esta vida, no son mas que lejanas asomadas (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,13,10).

1280 Por mucho que a Dios se le conozca en esta vida, no se le conoce de verdad. Solo una partecita y
muy de lejos (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,6,5).
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1281 Todo esto sucede a veces a las almas ya muy purificadas. Dios les concede la gracia, cuando oyen, o
ven o entienden, y a veces sin oir, ni ver, ni entender, de recibir una comprensión grandisima de la alteza y
grandeza de Dios. En ese sentimiento siente a Dios tan alto que entiende claramente que se le queda todo
por entender. Y ese sentir y entender que Dios es tan inmenso que no se puede entender del todo, es muy
subido entender (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,7,9).

Se promete a los limpios de corazon

1282 Con toda razon se promete a los limpios de corazon la bienaventuranza de la visión divina. Nunca una
vida manchada podre contemplar el esplendor de la luz verdadera, pues aquello mismo que constituira el
gozo de las almas limpias será el castigo de las que esten manchadas (SAN LEON MAGNO, Sermón 95,
sobre las bienaventuranzas).

1283 Dios se deja contemplar por los que tienen el corazon purificado (SAN GREGORIO DE NISA, Hom. 6,
sobe las bienaventuranzas).

1284 ¿Quieres ver a Dios? Escuchalo: Bienaventurados los limpios de corazon, porque ellos veran a Dios.
En primer lugar, piensa en purificar tu corazon: lo que veas en el que desagrada a Dios, quitalo (SAN
AGUSTIN, Sermón 2, sobre la Ascensión del Seitor).

1285 Dios nos manda que primeramente nos lavemos por la compunción, para que nuestra suciedad no nos
haga indignos de penetrar en la pureza de los secretos de Dios (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre
los Evang. ).

El deseo de ver a Dios

1286 El alma que de verdad ama a Dios no puede querer estar satisfecha y contenta hasta que de veras
posea a Dios. Todas las cosas que no son Dios, no solo no la satisfacen, sino que le aumentan el deseo de
verle tal cual El es (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,6,4).

1287 Los que se quieren, procuran verse. Los enamorados solo tienen ojos para su amor. ¿No es logico que
sea así? El corazon humano siente esos imperativos. Mentiria si negase que me mueve tanto el afan de
contemplar la faz de Jesucristo. Vu/tumátuum, Domine, requiram, buscare, Señor, tu rostro. Me ilusiona
cerrar los ojos, y pensar que llegara el momento, cuando Dios quiera, en que podre verle, no como en un
espejo, y bajo imagenes oscuras. . . sino cara a cara. Si, hijos, mi corazon esta sediento de Dios, del Dios
vivo. ¿ Cuando vendre y vere la faz de Dios? (J. ESRIVA DE BALAGUER, Hoja informativa n. ¡ I del proceso
de beatificación, p. 5).

1288 El amor no descansa mientras no ve lo que ama; por eso los santos estimaban en poco cualquier
recompensa, mientras no viesen a Dios. Por eso el amor que ansia ver a Dios se ve impulsado, por encima
de todo discernimiento, por el deseo ardiente de encontrarse con el. Por eso Moises se atrevio a decir: Si he
obtenido tu favor,muestrate a mi. Por eso también se dice en otro lugar: Dejame ver tu figura. Y hasta los
mismos paganos en medio de sus errores se fabricaron idolos para poder ver con sus propios ojos el objeto
de su culto (SAN PEDRO CRISOLOGO, Sermón 147).

1289 Cuanto mas conoce el alma a Dios, tanto mas le crece el deseo de verle y la pena de no verle (SAN
JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,6,2).

1290 [. . . ] desde tiempo atras nos atraia el Señor hacia el cielo. Cuando finalmente nos nacieron las alas
de la virtud al cabo del tiempo, llegandose a nosotros poco a poco, nos saco de este domicilio y nos enseho
a volar mas alto (SAN JUAN CRISOSTOMO, Sobre la virginidad,7).
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Buscar al Señor en todas las cosas

1291 Reflexionad bien que es lo que estais pensando a todas horas. Unos piensan en los honores, otros en
el dinero, otros en la extensión de sus posesiones. Todas estas cosas estan en lo bajo, y cuando el alma se
ocupa en tales cosas, queda separada de la rectitud de su estado: y como no se eleva a los deseos
celestiales, no puede mirar hacia arriba, como la mujer encorvada (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 31
sobre los Evang. ).

1292 Si los cinco sentidos del cuerpo buscan el alimento de las miserias mundanas, no pueden volar para
conseguir los frutos de acciones mas sublimes (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, volt Vl, p. 66).

La contemplación es compatible con cualquier actividad humana recta

1293 Cuando de dos cosas una es la razon de la otra, la ocupación del alma en una no impide ni disminuye
la ocupación en la otra [. . . ]. Y como Dios es aprehendido por los santos como la razon de todo cuanto
hacen o conocen, su ocupación en percibir las cosas sensibles o en contemplar o hacer cualquiera otra
cosa, en nada les impide la divina contemplación ni viceversa (SANTO TOMAS, Suma Teológica, Supl. , q.
82, a. 3).

Mirar a Cristo

1294 Marta, en su empeño de aderezarle al Señor de comer, andaba ocupada en multitud de quehaceres.
Maria, su hermana, prefirio le diese a ella de comer el Señor. Olvidose, pues, en cierto modo, de su
hermana, tan ajetreada por la complicación del servicio, y sentose a los pies del Señor, donde, sin hacer
nada, escuchaba su palabra. Con oido discretisimo habla oido decir: Estaos quedos, y ved que yo soy el
Señor (Sal 45,11). La otra se consumia, esta comia; la otra disponla muchas cosas, esta solo miraba una
sola (SAN AGUSTIN, Sermón 103).

1295 Que nuestra vida tenga su centro en nuestro interior donde Cristo habita (SAN BERNARDO, Sermón
5).

1296 Si el alma llegara a levantar los ojos hasta su cabeza, que es Cristo [. . . ], seria realmente feliz por la
penetración de su visión, al poner sus ojos donde el mal no puede oscurecerlos (SAN GREGORIO DE
NISA, Homilia 5).

Contemplación también a traves de las oraciones vocales

1297 Porque se que muchas personas, rezando vocalmente ócomo ya queda dichoó, las levanta Dios, sin
saber ellas como, a subida contemplación (SANTA TERESA, Camino de perfección,30,7). -

1298 En la oración vocal se puede poner una triple atencion. La primera y mas imperfecta se refiere a la
correcta pronunciación de todas las palabras de que consta. La segunda se fija en el sentido de esas
palabras. La tercera, finalmente, pone su empeio en elfin de la oración, o sea, en Dios y en la cosa por la
que se ora. Esta ultima es la mas importante y necesaria, y pueden tenerla incluso las personas de corto
alcance o que no entiendan el sentido de las palabras que pronuncian. Esta ultima atención puede ser tan
intensa que arrebate la mente a Dios hasta el punto de hacernos perder de vista todas las demás cosas
(SANTO ToMAs, Suma Teológica,2-2, q. 83, a. 13).

Frutos de la contemplacion

1299 El que ve a Dios alcanza por esta visión todos los bienes posibles: la vida sin fin, la incorruptibilidad
eterna, la felicidad imperecedera, el reino sin fin, la alegria ininterrumpida, la verdadera luz, el sonido
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espiritual y dulce, la gloria inaccesible, el jubilo perpetuo y, en resumen, todo bien (SAN GREGORIO DE
NISA, Hom. 6 sobre bienaventuranzas).

1300 Pues así como los que ven la luz estan en la luz y reciben claridad, así también los que ven a Dios
estan en Dios y reciben su claridad. La claridad de Dios vivifica y, por tanto, los que ven a Dios reciben la
vida (SAN IRENEO, Trat. contra las herejfas,4).

1301 En una piadosa permisión, les permitió gozar durante un tiempo muy corto la contemplacion-de la
alegria que dura siempre, para hacerles sobrellevar con mayor fortaleza la adversidad (SAN BEDA, Coment.
Evang. sobre S. Marcos,8).

1302 Con la maravillosa normalidad de lo divino, el alma con- templativa se desborda en afan apostolico:
me ardia el corazon dentro del pecho, se encendia el fuego en mi meditación (Sal 38,4)(J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,120).

1303 Hay que saber estar en silencio, crear espacios de soledad o, mejor, de encuentro reservado a una
intimidad con el Señor. Hay que saber contemplar [. . . ]. Desgraciadamente, nuestra vida diaria corre el
riesgo o incluso experimenta casos, mas o menos difundidos, de contaminación interior. Pero el contacto de
fe con la Palabra del Señor nos purifica, nos eleva y nos vuelve a dar energia (JUAN PABLO II, Hom. 20-VII-
1980).

Contemplación de los misterios del Santo Rosario

1304 La Iglesia nos anima a la contemplación de los misterios:para que se grabe en nuestra cabeza y en
nuestra imaginación, con el gozo, el dolor y la gloria de Santa Maria, el ejemplo pasmoso del Señor, en sus
treinta arios de oscuridad, en sus tres aios de predicación, en su Pasión afrentosa y en su gloriosa
Resurrección (J. ESCRIVA DE BALAGUER Amigos de Dios,299).

CONTRICION

Citas de la Sagrada Escritura

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios [. . . ]. Echad sobre El vuestros cuidados, puesto que El se
preocupa de vosotros. 1P 5,6-7.

Inclina a mi tus oidos, apresurate a librarme; se para mi roca inexpugnable, ciudadela para mi salvacion.
Pues tu eres mi roca, mi ciudadela; por amor de tu nombre tu me guiaras y me conduciras. Me sacaras de la
red que me han tendido, porque tu eres mi fortaleza. En tus manos encomiendo mi espiritu. Tu me has
rescatado, Yave, Dios fiel. Ps 31,3-6.

Ten piedad de mi, ¡oh Yave!, porque estoy angustiado [. . . ]. Haz resplandecer tu faz sobre tu siervo y
salvame en tu piedad. Ps 31,10-17. .

Mientras calle, consumianse mis huesos, gimiendo durante todo el dia. Pues dia y noche tu mano pesaba
sobre mi, y tornose mi vigor en sequedades de estio. Te confese mi pecado y no oculte mi iniquidad. Dije:
"Confesare a Yave mi pecado", y tu perdonaste la culpa de mi pecado. Ps 32,3-5.

Porque dices: Yo soy rico, me he enriquecido, y de nada tengo necesidad, y no sabes que eres un
desdichado, un miserable, un indigente, un ciego y un desnudo; te aconsejo que compres de mi oro
acrisolado por el fuego, para que te enriquezcas, y vestiduras blancas, para que te vistas y no aparezca la
verguenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos, a fin de que veas. Yo reprendo y corrijo a cuantos
amo; ten, pues, celo y arrepientete. Mira que estoy a la puerta y llamo. Ap 3,17-19.

Me levantare e ire a mi padre y le aire: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser
llamado hijo tuyo; tratame como a uno de tus jornaleros. Lc 15,18-19.

Apiadate de mi, joh, Dios! segun tu benignidad. Por tu gran misericordia borra mi iniquidad. Lavame
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enteramente de mi iniquidad y limpiame de mi pecado, pues reconozco mi transgresión, y mi pecado esta


siempre delante de mi. Contra ti, contra ti solo he pecado; he hecho lo malo a tus ojos, para que seas
reconocido justo en tu sentencia y seas irreprochable en tu juicio. He aquí que en maldad fui formado y en
pecado me concibio mi madre. Ps 51,3-7.

Abre tu, Señor, mis labios, y cantara mi boca tus alabanzas. Porque no es sacrificio lo que tu quieres; si te
ofreciera un holocausto, no lo aceptarlas. Mi sacrificio, ¡oh Dios!, es un espiritu contrito. Un corazon contrito
y humillado, ¡oh Dios!, no lo desprecias. Se benevolo en tu complacencia hacia Sión y edifica los muros de
Jerusalen. Ps 51,17-20.

Por tercera vez le dijo: Simon,hijo de Juan, ¿me amas?Pedro se entristecio de que por tercera vez le
preguntase: ¿Me amas? Y le dijo: Señor, tu lo sabes todo, tu sabes que te amo. Jn 21,17. 21.

Esta intimamente relacionada con el amor de Dios

1305 No olvides que el Dolor es la piedra de toque del Amor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 439).

1306 Acordose el Amigo de sus pecados, y por temor del infierno quiso llorar y no pudo. Pidió lagrimas al
amor y la Sabiduria le respondió que mas frecuente y fuertemente llorase por amor de su Amado que por
temor de las penas del infierno, puesto que le agradan mas los llantos que son por amor que las lagrimas
que se derraman por temor (R. LLULL, Libro del Amigo y del Amado,341).

1307 Quien no se arrepiente de verdad, no ama de veras; es evidente que cuanto mas queremos a una
persona, tanto mas nos duele haberla ofendido. Es, pues, este uno mas de los efectos del amor (SANTO
TOMAS, Sobre la caridad,1. c. ,205).

1308 ¡ Que cercano esta Dios de quien confiesa su misericordia! Si; Dios no anda lejos de los contritos de
corazon (SAN AGUSTIN, Sermón 11).

1309 Pedro salio fuera y lloro amargamente. Era confesar su culpa. Lloro amargamente porque sabia amar,
y bien pronto las dulzuras del amor reemplazaron en el a las amarguras del dolor (SAN AGUSTiN, Sermón
295).

1310 Dios nos manda que primeramente nos lavemos por la contrición para que nuestra suciedad no nos
haga indignos de penetrar en la pureza de los secretos de Dios (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre
los Evang. ).

1311 Nada hay tan grato y querido por Dios como el hecho de que los hombres se conviertan a el con
sincero arrepentimiento (SAN MAXIMO, Carta 11).

1312 Mas que el pecado mismo, irrita y ofende a Dios que los pecadores no sientan dolor alguno de sus
pecados (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,14).

Contrición y humildad

1313 ¡Muy honda es tu caida!óComienza los cimientos desde ahi abajo. Se humilde. "Co contritum et
humiliatum, Deus, non despicies"óNo despreciara Dios un corazon contrito y humillado (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 712).

1314 Cuando os sintais movidos por la contrición os dareis cuenta de la laboriosidad y esfuerzo que supone
el salvar la propia alma. Se afianzara en vosotros la profunda convicción de que, lejos de poder enseñar a
los demás, teneis todavia necesidad de la ayuda de un maestro (CASIANO, Colaciones,24).
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1315 Estaba lejos (se refiere al publicano de la parabola) y, sin embargo, se acercaba a Dios; y el Señor le
atendia de cerca. El Señor esta muy alto y, sin embargo, mira a los humildes; el publicano no levantaba sus
ojos al cielo y no miraba para que se le mirase. Su conciencia le abatia, pero su esperanza le elevaba.
Golpeaba su pecho y se heria a si mismo; el Señor le perdonaba porque se arrepentia (SAN AGUSTIN, en
Catena Aurea, vol. Vl, p. 302).

La contrición da al alma una especial fortaleza

1316 Pronto se rehabilito Pedro, como quien recibe una fuerza nueva; y en tanto grado, que quien se había
asustado de la Pasión de Cristo, permanecio después firme sin temer su propio martirio (SAN LEON,
Sermón 9, sobre la Pasion).

La contrición devuelve la esperanza

1317 Hubiera muerto con la mas desastrada de las muertes (el hijo prodigo). Pero como se arrepintio y no
perdio la esperanza, después de corrupción tan grande volvio a su primer esplendor, se vistio de la mas
bella vestidura y obtuvo honor mayor que el hijo que jamás había caído (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Exhortac. a Teodoro,1).

1318 Cuanto mas continuos son el dolor y el arrepentimiento por nuestras caídas, mas presto encuentra
nuestro mal la curación (CASIANO, Colaciones,19).

1319 Para quienes buscan con sinceridad el remedio, no puede faltar la medicina del verdadero medico de
las almas. Esto es particularmente cierto para aquellos que no cierran los ojos a sus dolencias por desanimo
o poráneagligencia (CASIANO, Colaciones,19).

Contrición y alegria

1320 Muchas veces es util y seguro que el hombre no tenga en esta vida muchas consolaciones,
mayormente segun la carne. Mas no sentir o gustar de las divinas, nuestra es la culpa, que no buscamos la
contrición del corazon ni desechamos del todo las vanas consolaciones (Imitación de Cristo,1,21,3).

1321 En un caso solamente debe parecernos util la tristeza, y es cuando la concebimos para el
arrepentimiento de nuestras faltas, o por el deseo de perfección, o por el de la contemplación de la futura
bienaventuranza. De esta especie de tristeza ha dicho el Apostol: La tristeza segun Dios es causa de
penitencia saludable, de que jamás hay por que arrepentirse; mientras que la tristeza segun el mundo lleva
a la muerte (2Co 7,10) (CASIANO, Instituciones,9,10).

1322 La tristeza que causa un arrepentimiento saludable es propia del hombre obediente, afable, humilde,
dulce, suave y paciente, en cuanto que deriva del amor de Dios. Sufre infatigable el dolor fisico y la
contrición del espiritu, gracias al vivo deseo de perfección que le anima. Es también alegre, y en cierto modo
se siente como robustecido por la esperanza de su aprovechamiento, conserva de continuo el hechizo y el
encanto de la afabilidad, y posee en si todos los frutos del Espíritu Santo (CASIANO, Instituciones,9).

1323 Es sumamente necesario que cuando nos compungimos tengamos cuidado de la vida de los que nos
estan encomendados. De tal manera nos debe afectar la amargura de la compunción, que no nos aleje del
amor a los demás (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

1324 Dichosos los que lloran, porque ellos seran consolados. E1 llanto, al que aquí se promete el consuelo
eterno, nada tiene que ver con la tristeza de este mundo [. . . ]. La tristeza religiosa es la que llora los
pecados propios o bien las faltas ajenas (SAN LEON MAGNO, Sermón 95, sobre las bienaventuranzas).
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"La ciencia de los santos"

1325 [. . . ] no deben entristecernos las caídas, ni aun las caidas graves, si acudimos a Dios con dolor y
buen proposito en el sacramento de la Penitencia. El cristiano no es un maniaco coleccionista de una hoja
de servicios inmaculada. Jesucristo Nuestro Señor se conmueve tanto con la inocencia y la fidelidad de
Juan y, después de la caida de Pedro, se enternece con su arrepentimiento. Comprende Jesús nuestra
debilidad y nos atrae hacia si, como a traves de un plano inclinado, deseando que sepamos insistir en el
esfuerzo de subir un poco, dia a dia. Nos busca, como buscó a los dos discípulos de Emaus, saliendoles al
encuentro; como buscó a Tomas y le enseñó, e hizo que las tocara con sus dedos, las llagas abiertas en las
manos y en el costado. Jesucristo siempre esta esperando que volvamos a El, precisamente porque conoce
nuestra debilidad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,75).

1326 Mas le vale a un hombre confesar sus caídas que endurecer su corazon (SAN CLEMENTE, Carta a
los Corintios,50).

1327 Mi sacrificio es un espiritu quebrantado, un corazon quebrantado y humillado tu no lo desprecias. Este


es el sacrificio que has de of recer No busques en el rebaño, no prepares navios para navegar hasta las
mas lejanas tierras a buscar perfumes. Busca en tu corazon la ofrenda grata a Dios. El corazon es lo que
hay que quebrantar (SAN AGUSTIN, Sermón 19).

Necesitamos arrepentirnos cada dia de nuestra vida

1328 Cada dia hemos de pedir perdon, porque cada dia hemos ofendido (SAN AGUSTIN, Sermón 2S.

1329 Tendremos siempre materia de arrepentimiento respecto a esas menudas infracciones en que el justo
cae siete veces al dia y se levanta otras tantas. Porque, queramos o no, las cometemos todos los dias. Ora
a sabiendas, ora por ignorancia u olvido, de pensamiento o de palabra, por sorpresa o por impulso
inevitable, o por la fragilidad de nuestra carne, es dificil que nos veamos libres de ellas (CASIANO,
Colaciones,20).

1330 Solo predicamos a los demás lo recto, si manifestamos con las obras lo que decimos, si nos
compungimos en el amor de Dios y lavamos con lagrimas las manchas cotidianas de la vida humana, que
no puede pasar sin culpa (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

1331 Jamas se ha encontrado ni se encontrara en este mundo un hombre cuya santidad, diligencia y
aplicación sean tales que pueda adherirse al bien verdadero y no tenga que experimentar todos los dias que
ha faltado distrayendose de el (CASIANO, Colaciones,23).

1332 (Santificado sea tu nombre). Tambien pedimos todos los dias que sea santificado. Necesitamos de la
santificación continuamente, porque los que pecamos todos los dias debemos purificar nuestros pecados
mediante una contrición continua (SAN CIPRIANO, Sobre el Padrenuestro).

Reparación y desagravio

1333 Debemos igualmente considerar frecuentemente los pecados que cometimos: considerandolos, llorar;
y llorando, borrarlos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 39 sobre los Evang. ).

1334 A nosotros representó aquella mujer cuando, después de haber pecado, nos volvemos de todo
corazon al Señor y le imitamos en el llanto de penitencia (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 13 sobre los
Evang. ).
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Si no hay restitución, no hay contricion

1335 Algunos, sin preocuparse de indagar el numero de personas a quienes perjudicaron, daran alguna
limosna, o mandaran celebrar algunas misas; y hecho esto, quedaran ya tranquilos. No hay duda de que las
misas y las limosnas son muy buenas obras; mas deben ser pagadas con vuestro dinero y no con el del
prójimo (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la restitucion).

La misericordia divina alienta nuestra contrición

1336 He aquí que llama a todos los que se han manchado, desea abrazarlos, y se queja de que le han
abandonado. No perdamos este tiempo de misericordia que se nos ofrece, no menospreciemos los
remedios de tanta piedad que el Señor nos brinda. Su benignidad llama a los extraviados, y nos prepara,
cuando volvamos a El, el seno de su clemencia. Piense cada cual en la deuda que le abruma, cuando Dios
le aguarda y no se exaspera con el desprecio. El que no quiso permanecer con El, que vuelva; el que
menosprecio estar firme a su lado, que, al menos, se levante después de su caida [. . . ]. Ved cuan grande
es el seno de su piedad, y considerad que teneis abierto el regazo de su misericordia (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 33 sobre los Evang. ).

La contrición no siempre quita todo el resto de la pena

1337 De los principios que hemos expuesto puede deducirse facilmente la existencia del purgatorio. Porque
si es verdad que la contrición borra los pecados, no quita todo el resto de pena que por ellos se debe; ni
tampoco se perdonan siempre los pecados veniales, aunque desaparezcan los pecados mortales. Ahora
bien, la justicia de Dios exige que una pena proporcional restablezca el orden perturbado por el pecado.
Luego hay que concluir que todo aquel que muera contrito y absuelto de sus pecados, pero sin haber
satisfecho plenamente por ellos a la divina justicia, debe ser castigado en la otra vida. Negar el purgatorio
es, pues, blasfemar contra la justicia divina. Es, pues, un error, y un error contra la fe (SANTO TOMAS,
Suma Teológica, Sup. , q. 71, a. 1).

Contrición y paz interior

1338 ¡ No apagueis esta alegria que nace de la fe en Cristo crucificado y resucitado! ;Testimoniad vuestra
alegria! jHabituaos a gozar de esta alegria! [. . . ].

Es la alegria de la presencia de Dios en el alma, mediante la "gracia". Es la alegria del perdon de Dios,
mediante sus sacerdotes, cuando por desgracia se ha ofendido a su infinito amor, y arrepentidos se retorna
a sus brazos de Padre. (JUAN PABLO II, Aloc. 24-III-1979).CONVERSION

A traves de la penitencia: 2Cr 7,14; Tb 13,8; Si 17,21-24; 1s 55,7; Ex 33,11; 0s 14,2.

Es necesaria la gracia: Ps 79,4; Jr 31,18-20; Lam 5,21.

La verdadera conversión recibe el perdon y la misericordia: Dt 4,29; 2 Cr 34,26-27; Ps 31,5; Pr 2,8. 13; Si
17,28; 1s 1,16-18; 45,22; 55,7; Jr 18,8; 29,12; Ez 18,21; 33,14-21; Jl2,12-13; Za 1,3.

Ejemplos de conversión: Gc 10,15-16; 2S 12,12-13; 2Cr 33,12-13;

Las tribulaciones ayudan a la conversión: Ps 82,17; Ez 6,9-10; 0s 2,6-7.

Inutilidad de la conversión solamente de palabra: Mt 7,22-23.

El que logra la conversión del pecador salva a este de la muerte del alma y logra el perdon de sus propios
pecados: Jc 5,20.

Dificultades en las familias por la conversión a Jesucristo: Mt 10,34-37.

El convertido debe renunciar a las malas obras que realizaba antes de la conversión: Mt 10,38-39.
-150 -

Alivio y paz que sienten en su alma aquellos que van a Jesús: Mt 11,28-30.

Para ir a Jesús es de absoluta necesidad ser humildes y hacerse poqueilos: Mt 11,25-26; 18,3-4; 19,14; Mc
9,34; 10,14-15.

Ejemplos de conversión efimera, y de buena conversión: Mt 13,1-23; Mc 4,3-20; Lc 8,5-15.

La conversión no impide que el pecado vuelva a aparecer y crecer en nosotros: Mt 13,24-30.

El desarrollo que puede alcanzar el amor de Dios en el alma que se convierte: Mt 13,31-33; Mc 4,30-32; Lc
13,18-21.

Alegria causada por un pecador que se convierte: Mt 18,12-14.

Conversión del Centurion del Calvario: Mt 27,54; Mc 15,39; Lc 23,47.

Conversión de Maria Magdalena: Mt 26,6-13; Mc 14,3-9; Lc 7,36-50; Jn 12,3-8.

Como el Señor espera y busca el alma perdida; alegria que da a Dios la conversión de un alma: Lc 15,1 ss.

Que dificil es la conversión de los ricos: Mt 19,24; Mc 10,25; Lc 18,25.

Conversión de Zaqueo: Lc 19,1-10.

Conversión de la Samaritana: Jn 4,6-30.

Del buen ladron: Lc 23,42.

Conversión de los judios por el discurso de San Pedro el dia de Pentecostes: Ac 2,37-41.

Conversión interesada de Simon el mago: Ac 8,13.

El diacono Felipe convierte al Ministro de Candace: Ac 8,26

Conversión de Saulo en el camino de Damasco: Ac 9,1-19.

Conversión de los habitantes de Lidda y Joppe ante el milagro obrado por San Pedro: Ac 9,3243.

Conversión del Centurion Cornelio y de los suyos: Ac 10.

Conversión del proconsul Sergio Paulo: Ac 13,6-12.

Conversión y bautizo de Lidia y su familia: Ac 16,14-15.

Conversión por San Pablo y Silas del carcelero de Filipos: Ac 16,27-34.

Conversión de Dionisio el Areopagita y de Damaris en Atenas: Ac 17,34.

Conversión de Crispo, jefe de la Sinagoga de Corinto, junto con su familia y muchos habitantes de la misma
ciudad: Ac 18,8.

Muchas conversiones "han sido precedidas de un encuentro con Maria"

1339 Muchas conversiones, muchas decisiones de entrega al servicio de Dios han sido precedidas de un
encuentro con Maria. Nuestra Señora ha fomentado los deseos de busqueda, ha activado maternalmente
las inquietudes del alma, ha hecho aspirar a un cambio, a una vida nueva (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es
Cristo que pasa,149).

1340 La Madre de Dios, que buscó afanosamente a su Hijo, perdido sin culpa de Ella, que experimentó la
mayor alegria al encontrarle, nos ayudara a desandar lo andado, a rectificar lo que sea preciso cuando por
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nuestras ligerezas o pecados no acertemos a distinguir a Cristo. Alcanzaremos así la alegria de abrazarnos
de nuevo a El, para decirle que no le perderemos mas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,278).

1341 (Por la conversión de un pecador) hay mayor gozo que por un justo que se mantiene en su ser; a la
manera que un capitan estima al soldado que en la guerra, habiendo vuelto después de huir, ataca con mas
valor al enemigo, y estimale aun mas que al que nunca huyo pero tampoco mostro valor alguno; igualmente,
el labrador prefiere mucho mas la tierra que, después de haber producido espinas, da abundante mies, que
la que nunca tuvo espinas pero jamás dio mies abundante (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los
Evang. ).

1342 Igual que el Señor en quien se cree es signo de contradición, también el hombre convertido sentira
con frecuencia rupturas y separaciones, pero también gozos, que Dios concede sin medida (CONC. VAT. II,
Decr. Ad gentes,13).

1343 Nada hay tan grato y querido por Dios, como el hecho de que los hombres se conviertan a el con
sincero arrepentimiento (SAN MAXIMO, Carta 11).

1344 Habiendo ya recibido al hijo en paz, habiendole ya besado, manda le den el mejor vestido, la
esperanza de la inmortalidad en el bautismo. Manda le den el anillo, prenda del Espíritu Santo; y calzado
para sus pies, el evangelio de la paz, para que fuesen hermosos los pies de los anunciadores del bien (SAN
AGUSTjN, Sermón 11).

La conversión personal, fundamento de la renovación de la Iglesia

1345 La renovación de la Iglesia y la difusión del Evangelio no pueden basarse en un proceso de


reformaómas o menos radicalóde algunas estructuras externas, sino que ha de tener su raiz y comienzo en
algo interior, en una renovación de las almas, en una busqueda incesante de Jesucristo, que dara contenido
y eficacia a las reformas de estructura que sean convenientes (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el
sacerdocio, p. 50).

1346 Solamente podemos llegar al reino de Cristo a traves de la metanoia, es decir, de aquel intimo cambio
de todo el hombreóde su manera de pensar, juzgar y actuaróimpulsados por la santidad y el amor de Dios,
tal como se nos ha manifestado a nosotros este amor en Cristo y se nos ha dado plenamente en la etapa
final de la historia (PABLO VI, Const. Poenitemini).

Corresponder a tiempo a las gracias para una conversion. El Señor da siempre los auxilios oportunos

1347 Acudid al medico mientras podeis, no sea que después querais y no podais (SAN JUAN DE
NAPOLES, Sermón 7).

1348 El joven rico no tuvo bastante valor para contener el vino nuevo teniendo un odre viejo, y se rompio
por la tristeza (SAN CIRILO, en Catena Aurea, vol VI, p. 313).

1349 ¡Ahora! Vuelve a tu vida noble ahora. No te dejes engañar: "ahora" no es demásiado pronto. . . ni
demásiado tarde (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 254).

1350 [. . . ] cuanto mas retrasamos salir del pecado y volver a Dios, mayor es el peligro en que nos ponemos
de perecer en la culpa, por la sencilla razon de que son mas dificiles de vencer las malas costumbres
adquiridas. Cada vez que despreciamos una gracia, el Señor se va apartando de nosotros, quedamos mas
debiles, y el demonio toma mayor ascendiente sobre nuestra persona. De aquí concluyo que, cuanto mas
tiempo permanecemos en pecado, en mayor peligro nos ponemos de no convertirnos nunca (SANTO CURA
DE ARS, Sermón sobre la conversion).
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1351 Recorramos todas las etapas de la historia y veremos como en cualquier epoca el Señor ha concedido
oportunidad de arrepentirse a todos los que han querido convertirse a el (SAN CLEMENTE, Carta a los
Corintios,7).

La conversión personal y la Santa Misa

1352 No hay momento tan precioso para pedir a Dios nuestra conversión como el de la Santa Misa (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre la Santa Misa).

Necesidad de la oración para la conversion

1353 Debemos rogar, no solo no caer en el mal cuando no hemos caido, sino también ser libres de el
cuando hayamos caído (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).

1354 En la oración tiene lugar la conversión del alma hacia Dios, y la purificación del corazon (SAN
AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. 1p 352).

1355 Todo pensamiento que nos quita la esperanza de la conversión proviene de la falta de piedad; como
una pesada piedra atada a nuestro cuello, nos obliga a estar siempre con la mirada baja, hacia la tierra, y no
nos permite alzar los ojos hacia el Señor (RABANO MAURO, Tres libros a Bonosio,3,4).

Conversión, contrición y confesion

1356 La vida humana es, en cierto modo, un constante volver hacia la casa de nuestro Padre. Volver
mediante la contrición, esa conversión del corazon que supone el deseo de cambiar, la decisión firme de
mejorar nuestra vida, y que ópor tantoóse manifiesta en obras de sacrificio y de entrega. Volver hacia la
casa del Padre, por medio de ese sacramento del perdon en el que, al confesar nuestros pecados, nos
revestimos de Cristo y nos hacemos así hermanos suyos, miembros de la familia de Dios (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,64).

1357 Convertirse quiere decir para nosotros buscar de nuevo el perdon y la fuerza de Dios en el
Sacramento de la reconciliación y así volver a empezar siempre, avanzar cada dia, dominarnos, realizar
conquistas espirituales y dar alegremente, porque "Dios ama al que da con alegria (2Co 9,7). (JUAN PABLO
II, Carta Novo incipiente,8-lV-1979).

1358 El autentico conocimiento de Dios, Dios de la misericordia y del amor benigno, es una constante e
inagotable fuente de conversión, no solamente como momentaneo acto interior, sino también como
disposición estable, como estado de animo. Quienes llegan a conocer de este modo a Dios, quienes lo "ven"
así, no pueden vivir sino convirtiendose sin cesar a El. Viven, pues, in statu conversionis; es este estado el
que traza la componente mas profunda de la peregrinación de todo hombre por la tierra in statu viatoris".
(JUAN PABLO II, Enc. Dives in misericordia, DM 13).

Diversas conversiones a lo largo de nuestra vida

1359 En la vida nuestra, en la vida de los cristianos, la conversión primeraóese momento unico, que cada
uno recuerda, en el que se advierte claramente todo lo que el Señor nos pideóes importante; pero mas
importantes aun, y mas dificiles, son las sucesivas conversiones. Y para facilitar la labor de la gracia divina
con estas conversiones sucesivas, hace falta mantener el alma joven, invocar al Señor, saber oir, haber
descubierto lo que va mal, pedir perdon (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,57).

1360 Jesús mismo se había sometido al rito penitencial y estaba orando cuando la voz del Padre le
-153 -

proclamo como Hijo: el que es totus ad Patrem, el que se halla totalmente dedicado al Padre y vive para El,
el que esta totalmente empapado en su amor. Tambien nosotros estamos llamados a incorporar en nuestras
vidas la actitud de Jesús hacia su Padre. La condición para esto, sin embargo, es la conversión: una vuelta
a Dios diaria, repetida, constante, mantenida (JUAN PABLO II, Hom. 13-I-1980).

Dios se vale de muchos medios para que el hombre se convierta

1361 Tambien se da el caso de que algunos, deseando llegar a la cumbre de su gloria temporal, o son
victimas de una larga enfermedad o caen agobiados por las injurias, o son afligidos por graves males, y
llegan a comprender por esto que nunca debieron confiar en sus delicias, y reprendiendose sus propios
deseos convierten a Dios su corazon (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

La conversión, un "mirar de manera nueva a Cristo"

1362 (Mediante la conversión, el hombre) arrancado del pecado, es introducido en el misterio del amor de
Dios, quien le llama a entablar una relación personal con El mismo en Cristo. En efecto, el nuevo convertido,
con la ayuda de la gracia, emprende un camino espiritual por el que [. . . ] pasa del hombre viejo al nuevo
hombre perfecto segun Cristo (CONC. VAT. II, Decr. Ad gentes,13).

1363 Ouien renuncia al dinero debe volverse a Cristo y mirarle de frente (SAN AMBROSIO, Trat. sobre los
misterios,!).

1364 Los que en la vida presente, transformados por el temor de Dios, pasan de mala a buena conducta,
pasan de la muerte a la vida y mas tarde seran transformados de su humilde condición a una condición
gloriosa (SAN FULGENCIO DE RUSPE, Trat. sobre el perdon de los pecados).

El verdadero ecumenismo no puede darse sin la conversión interior

1365 No hay autentico ecumenismo sin conversión interior, ya que los deseos de unidad proceden y
maduran por la renovación de la mente, por la abnegación de si mismo y por una efusión generosa de
caridad (CONC. VAT. II, Decr. Unitatis redintegratio,7).

CORAZON

Citas de la Sagrada Escritura

Me buscareis y me hallareis si me buscais de todo corazon. Jr 29,13.

Escudriñame, ¡oh Dios!, y examina mi corazon; pruebame y conoce mis inquietudes, y mira si mi camino es
torcido y conduceme por las sendas de la eternidad. Ps 139,23-24.

Amaras a Yave, tu Dios, con todo tu corazon, con toda tu alma, con todo tu poder, y llevaras muy dentro de
tu corazon todos estos mandamientos, que yo hoy te doy. Dt 6,5-6.

Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazon, y hallareis
descanso para vuestras almas. Mt 11,29.

Tu has sondeado mi corazon, lo visitaste de noche, me has pasado por el crisol, sin encontrar en mi malicia.
Ps 17,3.

Mi corazon se alegrara en tu salvación; cantare a Yave, que me colmo de bienes. Ps 13,6.

Mi corazon es como cera, que se derrite dentro de mis entrañas. Ps 22,15.

De la abundancia del corazon habla la boca. Mt 12,34.

Yo duermo, pero mi corazon vela. Es la voz del amado que llama: ¡Abreme. . . ! Ct 5,2.
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Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones. Ep 3,17.

Donde este tu tesoro, alli estera . tu corazon. Mt 6,21.

Os dare un corazon nuevo y os revestire de un nuevo espiritu; os quitare vuestro corazon de piedra y os
dare un corazon de carne. Ez 36. 26.

Un hombre "vale lo que vale su corazon"

1366 Un hombre vale lo que vale su corazon, podemos decir con lenguaje nuestro ). J ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa (164

1367 Dios nos ha dado un corazon para vivir y para todo lo que nos puede llenar, sobre todo el tu. Pero sin
El, todo es demásiado poco. O buscamos en El nuestra felicidad, o nos equivocarnos lanzados a la caza de
la felicidad, de desengaño en desengaño, hasta el hastio y la nausea, (JUAN PABLO II, Hom. en
Attotting,18-XI-1980).

Tenemos un solo corazon para amar a Dios y para amar a nuestro prójimo

1368 Yo no cuento con un corazon para amar a Dios, y con otro para amar a las personas de la tierra. Con
el mismo corazon con el que he querido a mis padres y quiero a mis amigos, con ese mismo corazon amo
yo a Cristo, y al Padre, y al Espíritu Santo y a Santa Maria (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,166).

El corazon esta hecho para amar

1369 De ti proviene esta atracción a tu alabanza, porque nos has hecho para ti y nuestro corazon no halla
sosiego hasta que descansa en ti (SAN AGUSTIN, Confesiones,1,1,1).

1370 El hombre no puede vivir sin amor. El permanece para si mismo un ser incomprensible, su vida esta
privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace
propio, si no participa en el vivamente (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis, II,10).

1371 Es una pena no tener corazon. Son unos desdichados los que no han aprendido nunca a amar con
ternura. Los cristianos estamos enamorados del Amor: el Señor no nos quiere secos, tiesos, como una
materia inerte. ¡Nos quiere impregnados de su cariño! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,183).

1372 La tierra, si no se la cultiva, produce espinas y abrojos; igualmente, el alma del pecador, si no es
cultivada por la gracia, solo lleva abrojos y zarzas de pecados. Espinas y abrojos te producira (Gn 3,18)
(SANTO TOMAS Sobre el Padrenuestro, I. c. ,135).

El trato con el Señor nos capacita para amar mas

1373 Nuestro corazon se dilata. Del mismo modo que el calor dilata los cuerpos, así también la caridad tiene
un poder dilatador, pues se trata de una virtud calida y ardiente. Esta caridad es la que abria la boca de
Pablo y dilataba su corazon [. . . ]. Nada encontrariamos mas dilatado que el corazon de Pablo, el cual,
como un enamorado, estrechaba a todos los creyentes con el fuerte abrazo de su amor, sin que por ello se
dividiera o debilitara ese amor, sino que se mantenía integro en cada uno de ellos. Y ello no debe
admirarnos, ya que este sentimiento de amor no solo abarcaba a los creyentes, sino que en su corazon
tenian también cabida los infieles de todo el mundo (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre la 2. a Epistola
a los Corintios,13).
-155 -

1374 Tened unos para con otros un corazon grande, con mansedumbre, como lo tiene Dios para con
vosotros (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a S. Policarpo de Esmirna,5,1 ss. ).

El corazón que no ama se incapacita para entender

1375 Presentame un corazon amante y comprenderá lo que digo. Presentame un corazon inflamado en
deseos, un corazon hambriento, un corazon que, sintiendose solo y desterrado en este mundo, esté
sediento y suspire por las fuentes de la patria eterna, presentame un tal corazon y asentira en lo que digo.
Si, por el contrario, hablo a un corazon frio, este nada sabe, nada comprende de lo que estoy diciendo (SAN
AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,26).

Dios no cabe en un corazon impuro

1376 ¿Y que cosa mas cercana al hombre que su corazon? Alla en el interior es donde me han descubierto
todos los que me han encontrado. Porque lo exterior es lo propio de la vista. Mis obras son reales y, sin
embargo, son fragiles y pasajeras; mientras que yo, su Creador, habito en lo mas profundo de los corazones
puros (ANONIMO DEL s. xIII, Meditación sobre la Pasión y Resurrección de Cristo,38; PL 184,766).

1377 No se encuentra vestigio alguno de bondad en el corazon del que la avaricia ha hecho su morada
(SAN LEON, Sobre la Pasión,9).

1378 Oh, Dios, crea en mi un corazon puro. Para que sea creado este corazon puro hay que quebrantar
antes el impuro (SAN AGUSTIN, Sermón 19).

1379 Mi sacrificio es un espíritu quebrantado, un corazon quebrantado y humillado tu no lo desprecias. Este


es el sacrificio que has de ofrecer. No busques en el rebaño, no prepares navios para navegar hasta las
mas lejanas tierras a buscar perfumes. Busca en tu corazon la ofrenda grata a Dios. El corazon es lo que
hay que quebrantar (SAN AGUSTIN, Sermón 19).

El corazon tiende a apegarse desordenadamente a personas y cosas

1380 Me das la impresión de que llevas el corazon en la mano, como ofreciendo una mercancia: ¿quien lo
quiere?óSi no apetece a ninguna criatura, vendras a entregarlo a Dios. ¿Crees que han hecho así los
santos? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 146).

1381 Nada mas familiar y mas intimo como mi propio corazon. Y también ningun enemigo mas grande para
mi como el (CASIANO, Colaciones,18,16).

1382 Si tuvieras el trigo en lugares bajos, para que no se pudriese lo llevarias a locales altos. Cambiarias de
lugar el trigo, ¡y dejas que el corazon se estrague con las cosas inferiores! (SAN AGUsTiN, Coment. sobre el
Salmo 122).

Pureza de corazon. Frutos (Ver también CASTIDAD)

1383 No es pequeño el corazon del hombre capaz de abarcar tantas cosas. Si no es pequeño y si puede
abarcar tantas cosas, se puede preparar en el un camino al Señor y trazar una senda derecha por donde
camine la Palabra, la Sabiduria de Dios. Prepara un camino al Señor por medio de la buena conciencia,
allana la senda para que el Verbo de Dios marche por ti sin tropiezos y te conceda el conocimiento de sus
misterios y de su venida (ORIGENES, Hom. 21 sobre S. Lucas).

1384 La sabiduria que conduce al conocimiento y, por tanto, al amor de Dios, florece en el corazon limpio
(JUAN PABLO II, Hom. 14-11-1980).
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1385 ¡Que grande es el corazon del hombre! ¡Que anchura y que capacidad, con tal que sea puro!
(ORIGENES, Hom. 21 sobre S. Lucas).

1386 La posibilidad de abrirse con amor a las obras de misericordia es fruto de una prolongada y dura lucha
con el orgullo propio, con los malos pensamientos, con el propio egoismo. Solo quien sabe conservar el
corazon "intacto" sustrayendole a las sugestiones de los entusiasmos pasajeros y dispersos, puede
expresar en su vida una autentica capacidad de donacion. Por otra parte, tal empeño encontrara el secreto
de una plena realización personal, porque "quien ama al prójimo perfecciona su caridad hacia Dios, porque
el mismo recibe en si lo que hace por el prójimo (San Basilio)" (JUAN PABLO II, Hom. 14-II-
1980).CORRECION FRATERNA

Citas de la Sagrada Escritura

1. Mandato del Señor

Si tu hermano peca, anda y corrigele a solas. Si te escucha, habras ganado a tu hermano. Mt 18,15.

2. Eficacia

El hermano ayudado por su hermano, es como una ciudad amurallada. Pr 18,19.

David se convierte por la corrección de Natan: 2S 12,1-5.

Va por senda de vida el que acepta la corrección; el que no la admite, va por falso camino. Pr 10,17.

3. Como se ha de hacer

Si alguno no obedece lo que decimos en esta carta [. . . ] no le mireis como a enemigo, sino corregidle como
a un hermano. 2Th 3,4-5.

Si alguno cae en un delito [. . . ] amonestadle con dulzura [. . . ] Ga 6,1.

4. El premio a quien practica esta muestra de caridad

Si alguno de vosotros se desvia de la verdad y otro hace que vuelva a ella, debe saber que quien hace que
el pecador se convierta de su extravio, salvara el alma de la muerte y cubrira la muchedumbre de sus
pecados. Jc 5,19-20.

Una gran ayuda espiritual

1387 La corrección es la llave con que se abren semejantes postemas: ella hace que se descubran muchas
culpas, que desconocen a veces incluso los mismos que las cometieron (SAN GREGORIO MAGNO, Regla
pastoral,2,4).

1388 Cuando en nuestra vida personal o en la de los otros advirtamos algo que no va, algo que necesita del
auxilio espiritual y humano que podemos y debemos prestar los hijos de Dios, una manifestación clara de
prudencia consistira en poner el remedio oportuno, a fondo, con caridad y con fortaleza, con sinceridad. No
caben las inhibiciones. Es equivocado pensar que con omisiones o con retrasos se resuelven los problemas
(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,157).

1389 Aprovecha mas la corrección amiga que la acusación violenta; aquella inspira compunción, esta excita
la indignación (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 266).

Responsabilidad de hacer la corrección fraterna


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1390 Callar cuando puedes y debes reprender es consentir; y sabemos que esta reservada la misma pena
para los que hacen el mal y para los que lo consienten (SAN BERNARDO, Sermón 9, en la natividad de San
Juan).

1391 Si lo dejas estar, peor eres tu; el ha cometido un pecado y con el pecado se ha herido a si mismo; ¿no
te importan las heridas de tu hermano? Le ves perecer o que ha perecido, ¿y te encoges de hombros? Peor
eres tu callando que el faltando (SAN AGUSTIN, Sermón 82).

1392 Y ninguno diga: yo no sirvo para amonestar, no soy idoneo para exhortar. Haz lo que puedas, para que
no se te pida cuenta en los tormentos de lo recibido y mal guardado (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 4
sobre los Evang. ).

1393 Y, ¿quien tiene celo por la casa de Dios? Aquel que pone empeño en corregir todo lo censurable que
en ella observa [. . . ]. ¿Ves a tu hermano en peligro? Detenlo, advierteselo, sientelo de corazon, si es que te
come el celo de la casa de Dios (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan, l0).

Modo de hacerla

1394 Ni la corrección ha de ser tan rigida que desanime, ni ha de haber connivencia que facilite el pecar
(SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 266).

1395 Por consiguiente, si un hermano falta en alguna cosa y es necesario corregirle, se le corregira
ciertamente. No obstante, hay que hacerlo de suerte que al querer aplicar el remedio al dolienteócuya fiebre
no es grave por venturaó, no caiga aquel, por efecto de la ira, en la enfermedad mas temible de la ceguera
(CASIANO, Instituciones,8).

1396 No prohibe el Señor la reprensión y corrección de las faltas de los demás, sino el menosprecio y el
olvido de los propios pecados, cuando se reprenden los del prójimo. Conviene, pues, en primer lugar
examinar con sumo cuidado nuestros defectos, y entonces pasemos a reprender los de los demás (SAN
JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 421).

1397 Aprenderemos también a descubrir tantas virtudes en los que nos rodeanónos dan lecciones de
trabajo, de abnegación, de alegria. . . , y no nos detendremos demásiado en sus defectos; solo cuando
resulte imprescindible, para ayudarles con la corrección fraterna (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios,20).

1398 Imita en esto a los buenos medicos, que no curan de un modo solo (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom.
sobre S. Mateo,29).

1399 Debemos, pues, corregir por amor; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de
lograr su enmienda. Si así lo hacemos, cumpliremos muy bien el precepto [. . . ]. ¿Por que le corriges?
¿Porque te apena haber sido ofendido por el? No lo quiera Dios. Si lo haces por amor propio, nada haces.
Si es el amor lo que te mueve, obras excelentemente (SAN AGUSTIN, Sermón 82).

1400 Cuando nos veamos precisados a reprender a otros, pensemos primero si alguna vez hemos cometido
aquella falta que vamos a reprender; y si no la hemos cometido, pensemos que somos hombres y que
hemos podido cometerla. O si la hemos cometido en otro tiempo, aunque ahora no la cometamos. Y
entonces tengamos presente la comun fragilidad, para que la misericordia, y no el rencor, preceda a aquella
corrección (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).

Humildad para recibirla


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1401 La reprensión, que hace mejorar a los humildes, suele parecer intolerable a los soberbios (SAN
CIRILO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 52).

Seguir el consejo recibido en la corrección fraterna

1402 No habiendo cosa mas provechosa para el progreso espiritual que el ser advertido de los propios
defectos, es muy conveniente y necesario que los que te hayan hecho alguna vez esta caridad se sientan
estimulados por ti a hacertela en cualquier ocasion. Despues que hayas recibido con muestras de alegria y
de reconocimiento sus advertencias, imponte como un deber el seguirlas, no solo por el beneficio que
reporta el corregirse, sino también para hacerles ver que no han sido vanos sus desvelos y que tienes en
mucho su benevolencia. El soberbio, aunque se corrija, no quiere aparentar que ha seguido los consejos
que le han dado, antes bien los desprecia; el verdadero humilde tiene a honra someterse a todos por amor
de Dios, y observa los sabios consejos que recibe como venidos de Dios mismo, cualquiera que sea el
instrumento de que El se haya servido (J. PECCIóLeon XIIIó, Practica de la humidad,41).

Eficacia de la corrección fraterna

1403 ¿Acaso no debemos reprender y corregir al hermano, para que no vaya hacia la muerte? Suele a
veces ocurrir que, en un primer momento, se contrista, se resiste y protesta, dolido por la corrección;
después, sin embargo,-en el silencio de Dios, sin temor del juicio de los hombres, puede que llegue a
considerar por que ha sido corregido, y empiece a temer ofender a Dios si no se corrige, y considere la
necesidad de volver a hacer aquello por lo que ha sido corregido justamente. Asi, cuando crece su odio
hacia el pecado cometido, crece mas su amor al hermano, que es enemigo de su pecado (SAN AGUSTIN,
Trat. Evang. S. Juan,10).

Corrección fraterna entre los sacerdotes

1404 [. . . ] fraternidad que es fecunda en sus consecuencias practicas, desde la ayuda mutua en el
ministerio hasta la solicitudódiscreta y eficazópor todos los hermanos en el sacerdocio, especialmente por
aquellos que, en un momento determinado, pueden experimentar alguna dificultad, sabiendo advertir a los
demás, con una caridad noble y llena de delicadeza, que dice la verdad a la caraócorrección fraterna de
honda raigambre evangelicaó, todo aquello que pueda ayudarles a mejorar su vida y cumplir mas
eficazmente su misión (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, pp. 47-48).

CORRESPONDENCIA A LA GRACIA

Citas de la Sagrada Escritura

Al que tiene se le dara y al que no tiene, lo poco que parece tener se le quitara. Mt 13,12.

Parábola de la higuera esteril: Lc 13,6-9.

Jesús se lamenta por la falta de correspondencia de los habitantes de Jerusalen: Mt 23,37-39.

Parábola de los viñadores: Lc 20,9-14.

Los que estan a lo largo del camino son los que oyen; pero en seguida viene el diablo y arrebata de su
corazon la palabra para que no crean y se salven. Los que estan sobre peña son los que, cuando oyen
reciben con alegria la palabra; pero no tienen raices, creen por algun tiempo y en el momento de la
tentación sucumben. Lo que cae entre espinas son aquellos que, oyendo, van y se ahogan en los cuidados,
la riqueza y los placeres de la vida y no llegan a madurez. Lo caldo en buena tierra son aquellos que,
oyendo con corazon generoso y bueno, retienen la palabra y dan fruto por la perseverancia. Lc 8,12-15.

Por quien (por Jesucristo) en virtud de la fe hemos obtenido también el acceso a esta gracia en que nos
mantenemos y nos gloriamos, en la esperanza y la gloria de Dios. Y no solo esto, sino que nos gloriamos
hasta en las tribulaciones, sabedores de que la tribulación produce la paciencia; la paciencia una virtud
probada, y la virtud probada, la esperanza. Y la esperanza no quedara confundida, pues el amor de Dios se
ha derramado en nuestros corazones por virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido dado. Rm 5,2-5.
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Mas por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que me confirio no resulto vana, antes bien, me he
afanado mas que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 1Co 15,10.

Vosotros, pues, amados, que de antemano sois avisados, estad alerta, no sea que, dejandoos llevar del
error de los libertinos, vengais a decaer en vuestra firmeza. Creced mas bien en la gracia y en el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El la gloria así ahora como en el dia de la eternidad.
2P 3,17-18.

Nuestra correspondencia es necesaria para la propia salvación.

1405 Dios, que te creo sin ti, no te salvara si ti (SAN AGUSTIN, Sermón 169).

1406 Sabemos que Dios proporciona a cada cual ocasión de salvarse: a unos, de una manera, y a otros, de
otra. Pero el responder esforzada o remisamente a esa voluntad de salvación depende de nosotros
(CASIANO, Colaciones,3,12).

1407 Acudid al medico mientras podeis, no sea que después querais y no podais (SAN JUAN DE NApoLEst
Sermón 7).

1408 Ninguno desprecie el llamamiento, no sea que, excusandose al ser invitado, no pueda entrar cuando
quiera (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 16 sobre los Evang. ).

Docilidad a las inspiraciones y mociones del Espíritu Santo

1409 Llamamos inspiraciones a todos los atractivos, movimientos, reproches y remordimientos interiores,
luces y conocimientos que Dios obra en nosotros, previniendo nuestro corazon con sus bendiciones (Sal
20,4), por su cuidado y amor paternal, a fin de despertarnos, excitarnos, empujarnos y atraernos a las
santas virtudes, al amor celestial, a las buenas resoluciones; en una palabra, a todo cuanto nos encamina a
nuestro bien eterno (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,11,18).

1410 Si estas dormido y tu corazon no esta en vela, se marcha sin haber llamado; pero si tu corazon esta en
vela, llama y pide que se le abra la puerta (SAN AMBROSIO-coment. sobre el Salmo 18).

1411 Porque no conociste el tiempo de tu visita. De muchos y muy distintos modos acostumbra el Señor a
visitar el alma descarriada. Pues frecuentes veces la visita por medio de los preceptos, otras por los
castigos, algunas veces también por los milagros, para que oiga las verdades que ignoraba, y por si aun
permanece soberbia y orgullosa, o se arrepiente por el castigo o, abrumada por los beneficios, se
averguence del mal que hizo (SAN GREGORIO MAGNO, Hom 39 sobre los Evang. ).

1412 El Padre y yo vendremos a fijar en el nuestra morada. Que cuando venga encuentre, pues, tu puerta
abierta. Abrele tu alma para que pueda contemplar en ella riquezas de rectitud, tesoros de paz, suavidad de
gracia [. . . ]. Si cierras la puerta de tu alma, dejas afuera a Cristo. Aunque tiene poder para entrar, no quiere
sin embargo ser inoportuno, no quiere obligar a la fuerza (SAN AMBROSIO, Coment. sobre el Salmo 18).

1413 (Hablando de la plena correspondencia de San Pablo, dice Santo Tomas): el cuerpo estaba desde
luego vivificado y movido por el alma de Pablo; pero su alma lo estaba por Cristo (SANTO TOMAS, Sobre la
Epistola de S. Pablo a los Galatas,2,20).

La correspondencia diaria

1414 Despertemonos ya de una vez, obedientes a la llamada que nos hace la Escritura: Ya es hora de que
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desperteis del sueño. Y abiertos nuestros ojos a la luz divina, escuchemos bien atentos la advertencia que
nos hace cada dia la voz de Dios: Hoy, si escuchais su voz, no endurezcais el corazon (SAN BENITO, Regla
de S. Benito, Prologo).

1415 Si te das como E1 quiere, la acción de la gracia se manifestara en tu conducta profesional, en el


trabajo, en el empeño para hacer a lo divino las cosas humanas, grandes o pequeñas, porque por el Amor
todas adquieren una nueva dimensión (J. 60). ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,

"Las oportunidades de Dios no esperan"

1416 Las oportunidades de Dios no esperan. Llegan y pasan. La palabra de vida no espera; si no nos la
apropiamos, se la llevara el demonio. El no es perezoso, antes bien, tiene los ojos siempre abiertos y esta
siempre preparado para saltar y llevarse el don que vosotros no usais (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para
el Domingo de Sexagesima: Llamadas de la gracia).

1417 Por eso os digo que os será quitado el reino y será entregado a un pueblo que rinda sus frutos (Mt
21,43). La vña fue entregada a otro, como sucede con el don de la gracia, que el soberbio menosprecia y el
humilde recoge (RABANO MAURO, en Catena Aurea vol. III, p. 48).

1418 (Al que tiene se le dara, y al que no tiene, aun lo que parece tener le será quitado). Es lo mismo que
hacemos nosotros. Si vemos que se nos escucha de mala gana y, por mucho que roguemos que se nos
preste atención, no lo conseguimos, optamos por guardar silencio, puesto que, obstinandonos en hablar,
solo lograriamos aumentar la falta de atencion. Pero cuando hay quien tiene interes en saber, a ese si nos lo
atraemos y sobre el derramamos cuanto tenemos. Y muy bien dijo el Señor: lo que parece tener, puesto que
ni siquiera esto lo tiene de veras (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,45).

Los frutos dependen, en buena parte, de nuestra correspondencia a las gracias que Dios nos da
continuamente.

1419 La tierra era buena, el sembrador el mismo, y las simientes las mismas; y sin embargo, ¿como es que
una dio ciento, otra sesenta y otra treinta? Aquí la diferencia depende también del que recibe, pues aun
donde la tierra es buena,hay mucha diferencia de una parcela a otra. Ya veis que no tiene la culpa el
labrador, ni la semilla, sino la tierra que la recibe; y no es por causa de la naturaleza, sino de la disposición
de la voluntad (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,44).

1420 Lo unico que a nosotros importa es no ser camino, ni pedregal, ni cardos, sino tierra buena. Que
nuestro corazon se halle sazonado para dar el 30, o el 60, o el 100, o el 1. 000, cifras estas menores unas y
otras mayores; pero todo es trigo. NO sea el corazon camino donde el enemigo se lleve, como el pajaro, la
semilla pisada por los transeuntes; no peñascal donde la poca tierra haga germinar en seguida lo que ha de
agostar el sol; ni abrojal de pasiones humanas y cuidados de la vida disoluta (SAN AGUSTIN, Sermón 101).

1421 Dios ha hecho un cielo nuevo, una tierra nueva, como dice el Profeta. ¿Que cielo? El firmamento de la
fe en Cristo. ¿lQue tierra? El corazon bueno, dice el Señor, que se empapa de la lluvia que cae del cielo y
que produce numerosas espigas. En esta creación, el sol, sin duda, es la pureza de la vida; las estrellas son
las virtudes; el clima, una vida limpia; el mar, la profundidad de las riquezas de la sabiduria y de la ciencia;
las hierbas y los brotes, la doctrina buena donde el pueblo, rebaño de Dios, va como a pastar y a pacer
(SAN GREGORIO DE NISA, Homilfa de Pascua).

1422 Asi pues, encarecidamente os suplico que no lo atribuyais todo a Dios, entregandoos al sueño y a la
negligencia, ni que, cuando esteis vigilantes, creais que todo se debe a vuestro trabajo. Dios no nos quiere
desidiosos ni que nos echemos boca arriba, sino que nos pide alguna cosa; ni tampoco que nos dejemos
llevar por la arrogancia, por lo cual no todo nos lo ha confiado a nosotros [. . . ] (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. sobre S. Mateo,82).
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La eficacia en los demás

1423 Si el que comienza se esfuerza, con el favor de Dios, a llegar a la cumbre de la perfección, creo jamás
va solo al Cielo, siempre lleva mucha gente tras si; como a buen capitan,le da Dios quien vaya en su
compañía (SANTA TERESA, Vida, ll, l).

1424 De que tu y yo nos portemos como Dios quiereóno lo olvidesódependen muchas cosas grandes (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 755).

El corazon se endurece y la vida se vuelve ineficaz cuando no se corresponde

1425 Cuando el corazon esta endurecido, los pajaros arrebatan la semilla divina. No la devuelven: se la
llevan para siempre (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo de Sexagesima: Llamadas de la
gracia).

1426 El camino (cfr. Mt 13,1 ss. ) es la mente tan trillada por los continuos malos pensamientos que no
puede germinar en ella la semilla de la palabra de Dios, y por eso perece y es arrebatada por los demonios
la que cae cerca de este camino: Y vinieron las aves del cielo y la comieron (SAN BEDA, en Catena Aurea,
vol. IV, p. 95).

1427 jOh almas criadas para estas grandezas y para ellas llamadas!, ¿que haceis?, ¿en que os
entreteneis? ¡Oh miserable ceguera de los ojos de vuestra alma; pues para tanta luz estais ciegos, y para
tan grandes voces sordos! (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,39).

1428 Muchos se parecen al camino donde cayo la semilla: negligentes, tibios y desdeñosos (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,45).

1429 Ellos fueron los primeros que se quitaron la vista y el oido, tapandose las orejas y cegandose los ojos
y endureciendo su corazon. Porque no solo no oían, sino que oian mal. Y así lo hicieron por temor de que se
conviertan y yo los cure; con lo que significa su extrema malicia y como muy de proposito se apartaron de
Dios (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,45).

1430 Si eres obediente a la voz de Dios, ya sabes que te esta llamando desde el cielo; y si eres
desobediente y de voluntad torcida, no te bastaria aunque la oyeras fisicamente. ¿Cuantas veces no la
oyeron los judios? A los ninivitas les basto la predicación de un profeta. Aquellos, en cambio, permanecieron
mas duros que piedras en medio de profetas y de milagros continuos. En la misma cruz se convirtio un
ladron con solo ver a Cristo (Lc 23,42) y, al lado de ella, los que le habían visto resucitar muertos le
insultaban (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. en honor de S. Pablo).

Responsabilidad por las gracias recibidas

1431 Aquel hombre de talento, que inclino su voluntad al pecado, en vano pedira misericordia, porque
cometio el pecado sin excusa, separandose de la voluntad divina por su malicia; pero el hombre rustico e
ignorante la implorara con mas razon a su juez (SAN CIRILQ, Hom. Evang. 5. Juan,10).

1432 De nosotros depende corresponder con frialdad o con entusiasmo a ese impulso de la gracia. Segun
esto, merecemos el premio o el castigo en la medida que hayamos cooperado a ese plan divino que su
paternal providencia había concebido sobre nosotros (CASIANO, Colaciones,3).

1433 Hemos de tener estas buenas disposiciones, el deseo de transformarnos de verdad, de no jugar con la
gracia del Señor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,59).
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Hacemos dificil el camino cuando no correspondemos

1434 Somos nosotros los que volvemos asperos con los guijarros de nuestros deseos los rectos y faciles
senderos del Señor. Somos nosotros quienes nos apartamos del camino real [. . . ]. Preferimos seguir los
caminos torcidos y cubiertos de matorrales. Con los ojos vendados vamos tras el encanto de los placeres de
aquí abajo, arrastrandonos por esas sendas oscuras y obstruidas por las zarzas de los vicios. Y no importa
que se lastimen nuestros pies ni que nuestra vestidura nupcial quede hecha jirones. Procedemos cual si
estuviesemos destinados a ser pabilo de las espinas, de las serpientes y de los escorpiones que tienen alli
sus guaridas. Porque escrito esta: Espinas y lazos hay en el camino del impio, el que teme al Señor se aleja
de el (Pr 22,5) (CASIANO, Colaciones,24).

Prontitud y generosidad en seguir las llamadas del Señor

1435 No seas lento en convertirte al Señor, no lo aplaces de dia en dia (Si 5,8), porque no podras pensar en
la salvación cuando estes agobiado por la enfermedad, y además porque pierdes una parte de todos los
bienes que se producen en la Iglesia, e incurres en muchos males por tu permanencia en el pecado. Por
otra parte, el demonio, cuanto mas tiempo posee, tanto mas dificilmente suelta (SANTO ToMAs, Sobre el
Credo,5,1. c. , p. 77).

1436 El Señor, cuando prepara a los hombres para el Evangelio, no quiere que interpongan ninguna excusa
de piedad temporal o terrena, y por eso dice: Síguemey deja a los muertos que entierren a sus muertos
(SAN AGusTiN, Sobre el Sermón de la Montafla,7).

La alegria de la correspondencia

1437 Da gracias a Dios, que te ayudo, y gozate en tu victoria: ó¿Que alegria mas honda, esa que siente tu
alma, después de haber correspondido! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 992).

COSAS PEQUEÑAS

CITAS DE LA SAGRADA ESCRITURA

1. Importancia de los detalles.

. . . Para que sea aceptable la victima ha de ser sin defecto [. . . ]. No ofreceras nada defectuoso, pues no
seria aceptable. Lv 12,19-20.

. . . No hallo cabales tus obras en presencia de mi Dios. Ap 3,2.

El que violare uno de estos mandamientos, por minimos que parezcan, y enseñare a los hombres a hacer lo
mismo, será tenido por el mas pequeño en el reino de los cielos; pero el que los guardare y enseñare, ese
será tenido por grande en el reino de los cielos. Mt 5,19.

2. Fidelidad en lo pequeño.

Quien es fiel en lo poco, también lo es en lo mucho. Lc 16,20.

El que desprecia las cosas pequeñas, poco a poco vendra a caer en las grandes. Si 19,1.

3. El premio a la fidelidad y cuidado de lo pequeño.

Dijole el amo: Muy bien, siervo bueno y fiel; has sido fiel en lo poco, te constituira sobre lo mucho; entra en
el gozo de tu Señor. Mí 25,23.

El amor a Dios y lo pequeño


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1438 Convenceos de que ordinariamente no encontrareis lugar para hazañas deslumbrantes, entre otras
razones, porque no suelen presentarse. En cambio, no os faltan ocasiones de demostrar a traves de lo
pequeño, de lo normal, el amor que teneis a Jesucristo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,8).

1439 Raras veces se ofrecen grandes ocasiones de servir a Dios, pero pequeñas continuamente. Pues ten
entendido que el que sea fiel en lo poco será constituido en lo mucho. Haz, pues, todas tus cosas en honor
de Dios, y todas las haras bien: ora comas, ora bebas, ora duermas, ora te diviertas, ora des vuelta al
asador, como sepas aprovechar estas haciendas, adelantaras mucho a los ojos de Dios haciendo todo esto,
porque así quiere Dios que lo hagas (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,34).

La humildad y las cosas pequeñas

1440 Haz todas las cosas, por pequeñas que sean, con mucha atención y con el maximo esmero y
diligencia; porque el hacer las cosas con ligereza y precipitación es señal de presunción; el verdadero
humilde esta siempre en guardia para no fallar aun en las cosas mas insignificantes. Por la misma razon,
practica siempre los ejercicios de piedad mas corrientes y huye de las cosas extraordinarias que te sugiere
tu naturaleza; porque así como el orgulloso quiere singularizarse siempre, el humilde se complace en las
cosas corrientes y ordinarias (J. PECCI)óLeon XIIIó, Practica de la humildad,27).

1441 Tambien en lo pequeño se muestra la grandeza del alma [. . . ]. Por eso el alma que se entrega a Dios
pone en las cosas pequeñas el mismo fervor que en las cosas grandes (SAN JERONIMO, Epistola 60).

Los detalles pequeños en la Liturgia

1442 Os podrá parecer quizá que la Liturgia esta hecha de cosas pequeñas: actitud del cuerpo,
genuflexiones, inclinaciones de cabeza, movimiento del incensario, del misal, de las vinajeras. Es entonces
cuando hay que recordar las palabras de Cristo en el Evangelio: El que es fiel en lo poco, lo será en lo
mucho (Lc 16,16). Por otra parte, nada es pequeño en la Santa Liturgia, cuando se piensa en la grandeza
de Aquel a quien se dirige (PABLO VI, Aloc. 30-V-1967).

Muchas cosas grandes se prometen a quien es fiel en lo pequeño

1443 Porque fuiste "in pauca fidelis" -fiel en lo poco-, entra en el gozo de tu Señor. Son palabras de Cristo,
-"¡in pauca fidelis!. . . "- ¿Desecharás ahora las cosas pequeñas si se promete la gloria a quienes las
guardan? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 819).

1444 Sea por todo alabado y bendito, que así paga con eterna vida y gloria la bajeza de nuestras obras, y
las hace grandes siendo de pequeño valor (SANTA TERESA, Fundaciones,10,5).

1445 Fuiste fiel en lo poco, porque todo lo que ahora tenemos, aunque parezca grande, es poca cosa en
comparación de los bienes futuros (SAN JERONIMO, en Catena Aurea, vol. 111, p. 230).

1446 Ea, siervo bueno y fiel, puesto que fuiste fiel en lo poco, te constituira sobre lo mucho: entra en el gozo
de tu Señor. Todas las cosas de este mundo, por grandes que parezcan, son pequeñas en comparación de
la retribución eterna (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).

1447 El pide cosas insignificantes; promete en cambio, a quienes le aman sinceramente, grandes dones,
tanto en este mundo como en el futuro (SAN GREGORIO NACIANCENO, Disertación 7).

La raiz del descamino también se encuentra en el descuido de lo poqueño


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1448 Cuando alguien sucumbe en su vida espiritual y mide el suelo en su caida, no hay que creer que ello
obedezca a una causa repentina. Porque, una de dos: o la formación defectuosa recibida en el principio de
su carrera le ha conducido por una falsa senda, o bien una negligencia persistente ha minado poco a poco
su virtud y, dejando crecer los vicios, le ha precipitado en una lamentable ruina [. . . ]. Una casa no se hunde
por un impulso momentaneo. Las mas de las veces es a causa de un viejo defecto de construccion. En
ocasiones es la prolongada desidia de los moradores lo que motiva la penetración del agua. Al principio se
infiltra gota a gota y va insensiblemente carcomiendo el maderaje y pudriendo el armazon. Con el tiempo el
pequeño orificio va tomando mayores proporciones, originandose hendiduras y desplomes considerables. Al
cabo, la lluvia penetra a torrentes (CASIANO, Colaciones,6).

Lo "grande" suele comenzar por lo "pequeño"

1449 Siempre suele suceder que las cosas que han de llegar a mucho empiezan por poco (SAN
JERONIMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 13).

1450 Pongamos ante los ojos de nuestro entendimiento las cosas pequeñas, para que podamos pensar
dignamente en las mayores (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

1451 ¿Has visto como levantaron aquel edificio de grandeza imponente?

-Un ladrillo, y otro. Miles. Pero, uno a uno.

-Y sacos de cemento, uno a uno. Y sillares, que suponen poco, ante la mole del conjunto. Y trozos de hierro.

-Y obreros que trabajan, dia a dia, las mismas horas. . ¿. Viste como alzaron aquel edificio de grandeza
imponente?. . . ¡A fuerza de cosas pequehas! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 823).

CRISTIANOS

Citas de la Sagada Escritura

Origen del nombre: Ac 11.

La caridad, señal por la que seran reconocidos: Jn 13,35.

Ungidos y sellados en el Espíritu Santo: 2Co 1,21-22.

Han nacido a una nueva vida por medio del Bautismo: Jn 3,3; Ps 2,20; Rm 6,11.

Llamados a la santidad: Ep 4,18.

Hijos de Dios y coherederos con Jesucristo: Rm 8,15-17; Ps 3,5; 1Jn 3,1.

Sal y luz del mundo: Mt 5,13-14.

Tienen como modelo al mismo Cristo: 1P 2,21.

Lucha ascetica: Ph 3,12; Jn 9,4.

Llamados al apostolado en medio del mundo: Jn 17,18; Mc 16,15.

Necesidad de estar unidos con Jesucristo: Jn 15,4-5.

Templos de Dios: 2Co 6,16.

Han de cargar con la cruz de cada dia: Lc 9,23.

Los cristianos deben ser humildes:


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en la ciencia: Rm 12,3-5.

en los dones: Rm 12,6.

en los oficios: Rm 12,7-8.

Deberes de los cristianos para con la potestad civil: Rm 13,1-7.

Deberes de los cristianos para con los debiles: los fuertes y los flacos no deben juzgar a nadie, eso toca
solo a Dios: Rm 14,1-13.

Los cristianos en medio del mundo pagano:

como deben comportarse en todo momento: 1P 2,25; 3,1-12.

como deben comportarse en la persecución: 1P 3,13-22; 4,1-9.

El cristiano debe mortificar las pasiones: Col 3,5-9.

El cristiano debe practicar todas las virtudes, en particular la caridad: Col 3,12-17; 4,1 ss.

Transformados por el Bautismo

1452 Cuando llegues a la fuente del bautismo [. . . ], entonces también tu, por ministerio de los sacerdotes,
atravesaras el Jordan y entraras en la tierra prometida, en la que te recibira Jesús, el verdadero sucesor de
Moises, y será tu guia en el nuevo camino (ORIGENES, Hom. sobre el libro de Josue,4).

1453 No pienses que aquellas hazañas son meros hechos pasados y que nada tienen que ver contigo, que
los escuchas ahora: en ti se realiza su mistico significado. En efecto, tu, que acabas de abandonar las
tinieblas de la idolatria y deseas ser instruido en la ley divina, eres como si acabaras de salir de la esclavitud
de Egipto (ORIGENES, Hom. sobre el libro de Josue,4).

La sal de la tierra y la laz del mundo

1454 Vosotros sois la sal de la tierra. Es como si les dijera: "E1 mensaje que se os comunica no va
destinado a vosotros solos, sino que habeis de transmitirlo a todo el mundo. Porque no os envio a dos
ciudades, ni a diez, ni a veinte; ni tan siquiera os envio a toda una nación, como en otro tiempo a los
profetas, sino a la tierra, al mar y a todo el mundo, y a un mundo por cierto muy mal dispuesto". Porque al
decir: Vosotros sois la sal de la tierra, enseña que los hombres han perdido su sabor y estan corrompidos
por el pecado. Por ello exige sobre todo de sus discípulos aquellas virtudes que son mas necesarias y útiles
para el cuidado de los demás (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,15).

1455 La virtud de esta luz no esta solo en brillar, sino también en conducir a los que la siguen (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,15).

1456 Nosotros, los cristianos, en comparación con los infieles, somos ya luz, como dice el Apostol: Un
tiempo erais tinieblas, pero ahora sois /uz en el Señor. Caminad como hijos de la luz (SAN AGUSTIN, Trat.
Evang. S. Juan,35).

1457 Hijos de Dios, hermanos del Verbo hecho carne, de Aquel de quien fue dicho: en el estaba la vida, y la
vida era la luz de los hombres (Jn 1,4). Hijos de la luz, hermanos de la luz: eso somos. Portadores de la
unica llama capaz de encender los corazones hechos de carne (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,66).
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1458 Somos como lamparas que han sido encendidas con la luz de la verdad, y las hace arder el espiritu de
la caridad, y no les falta nunca el aceite de la gracia de Dios (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,23).

Sin complejos de inferioridad

1459 Los cristianos amilanadosócohibidos o envidiosos en su conducta, ante el libertinaje de los que no han
acogido la Palabra de Dios, demostrarian tener un concepto miserable de nuestra fe. Si cumplimos de
verdad la Ley de Cristoósi nos esforzamos por cumplirla, porque no siempre lo conseguiremosó, nos
descubriremos dotados de esa maravillosa gallardia de espiritu, que no necesita ir a buscar en otro sitio el
sentido de la mas plena dignidad humana (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,38).

1460 (Refiriendose a los filosofos de su tiempo, decia San Justino): Cuanto de bueno esta dicho en todos
ellos, nos pertenece a nosotros los cristianos, porque nosotros adoramos y amamos, después de Dios, al
Verbo, que procede del mismo Dios ingenito e inefable; pues El, por amor nuestro, se hizo hombre para
participar de nuestros sufrimientos y curarlos (SAN JUSTINO, Apologia II,13).

Dignidad del cristiano

1461 Para decirlo en pocas palabras: los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo (Carta a
Diogneto, cap. 6,1).

1462 Asi como hay algunos que tienen un sobrenombre, ya sea heredado de sus padres, ya sea adquirido
por meritos personales, para nosotros el mayor titulo de gloria es el ser cristianos y ser con tal nombre
reconocidos (SAN GREGORIO NACIANCENO, Disertación 43,15).

1463 Reconoce, oh cristiano, tu dignidad y, ya que ahora participas de la misma naturaleza divina, no
vuelvas a tu antigua vileza con una vida depravada. Recuerda de que cabeza y de que cuerpo eres
miembro. Ten presente que has sido arrancado del dominio de las tinieblasy transportado al reino y a la
claridad de Dios. Por el sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo; no
ahuyentes, pues, con acciones pecaminosas a un huesped tan excelso, ni te entregues otra vez como
esclavo del demonio, pues el precio con que has sido comprado es la sangre de Cristo (SAN LEON MAGNO
Sermón 1, en la Natividad del Señor).

1464 (El cristiano) no ignora a imagen de quien ha sido creado, de que grandeza es capaz, ni admite una
pequeña ventaja que pueda hacerle perder inmensas ganancias (SAN BERNARDO, Sermón 17).

Ejemplares en todas sus obras

1465 Por amor a Dios, por amor a las almas y por corresponder a nuestra vocación de cristianos, hemos de
dar ejemplo. Para no escandalizar, para no producir ni la sombra de la sospecha de que los hijos de Dios
son flojos o no sirven, para no ser causa de desedificacion. . . , vosotros habeis de esforzaros en ofrecer con
vuestra conducta la medida justa, el buen talante de un hombre responsable. Tanto el campesino que ara la
tierra mientras alza de continuo su corazon a Dios, como el carpintero, el herrero, el oficinista, el
intelectualótodos los cristianosóhan de ser modelo para sus colegas, sin orgullo, puesto que bien claro
queda en nuestras almas el convencimiento de que unicamente si contamos con El conseguiremos alcanzar
la victoria [. . . ] (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,70).

1466 Entre nosotros es facil hallar gentes sencillas, artesanos y viejitas, que si de palabra no son capaces
de poner de manifiesto la utilidad de su religion, la demuestran con las obras. Porque no se aprenden
discursos de memoria, sino que manifiestan acciones buenas: no herir al que los hiera, no perseguir en
justicia al que los despoja, dar todo al que les pide, amar al prójimo como a si mismo (ATENAGORAs,
Legación en favor de los cristianos,11).
-167 -

1467 Cualquier espiritualidad que impidiese u obstaculizase a un fiel cristiano el cumplimiento de sus
propios deberes de estado seria, para ese fiel cristiano, y en tanto siguiese teniendo esos deberes, una
espiritualidad desordenada, inconveniente, contraria a la voluntad de Dios (A. DEL PORTILLO, Escritos
sobre el sacerdocio, p. 122).

El "consuelo de Dios" en el mundo

1468 No soy, ni he sido nunca pesimista, porque la fe me dice que Cristo ha vencido definitivamente y nos
ha dado, como prenda de su conquista, un mandato, que es también un compromiso: luchar. Los cristianos
tenemos un empeño de amor, que hemos aceptado libremente, ante la llamada de la gracia divina: una
obligación que nos anima a pelear con tenacidad, porque sabemos que somos tan fragiles como los demás
hombres. Pero a la vez no podemos olvidar que, si ponemos los medios, seremos la sal, la luz y la levadura
del mundo: seremos el consuelo de Dios (J. EscRIvA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,74).

1469 Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo. Sufren la deshonra, y ello
les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen;
son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor. Hacen el bien, y son castigados como
malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida (Carta aDiogneto,5,13-
17).

Testigos de Cristo en el mundo

1470 Cristo nos ha dejado en la tierra para que seamos faros que iluminen, doctores que enseñen; para que
cumplamos nuestro deber de levadura; para que nos comportemos como angeles, como anunciadores entre
los hombres; para que seamos adultos entre los menores, hombres espirituales entre los carnales, a fin de
ganarlos; que seamos simiente y demos numerosos frutos. Ni siquiera seria necesario exponer la doctrina,
si nuestra vida fuese tan irradiante; ni seria necesario recurrir a las palabras, si nuestras obras dieran tal
testimonio. Ya no habria ningun pagano, si nos comportaremos como verdaderos cristianos (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. 10 sobre la 1. ¡ Epistola a Timoteo).

1471 Su casa se lleno con la fragancia del perfume, y el mundo se llena con la buena fama porque la buena
fama es como un olor agradable. Por eso los que se llaman cristianos y viven mal, insultan a Cristo; de ellos
se dice que por su causa es blasfemado el nombre de Dios (Rm 2,24). Pero si por esos es blasfemado, por
los buenos cristianos es alabado su santo nombre. Escucha lo que dice el Apostol: en todas partes somos el
buen olor de Cristo (2Co 2,14) (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,50).

1472 Convivir con los paganos no es tener sus mismas costumbres. Convivimos con todos, nos alegramos
con ellos porque tenemos en comun la naturaleza, no las supersticiones. Tenemos la misma alma, pero no
el mismo comportamiento; somos coposeedores del mundo, no del error (TERTULIANO, Sobre la
idolatria,1,4-5).

1473 [. . . ] ser testigo de Cristo supone, antes que nada, procurar comportarnos segun su doctrina, luchar
para que nuestra conducta recuerde a Jesús, evoque su figura amabilisima. Hemos de conducirnos de tal
manera, que los demás puedan decir, al vernos: este es cristiano, porque no odia, porque sabe comprender,
porque no es fanatico, porque esta por encima de los instintos, porque es sacrificado, porque manifiesta
sentimientos de paz, porque ama (J. EscRívA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,122).

1474 Yo mismo, cuando seguia las enseñanzas de Platon, oia repetir todo linaje de calumnias contra los
cristianos; sin embargo, al contemplar como iban intrepidos a la muerte y soportaban todo lo que se tiene
por mas temible, empece a considerar ser imposible que hombres de ese temple vivieran en la maldad y en
el amor del placer. Y efectivamente, ¿quien dominado de ese amor o incontinente, quien que tenga por cosa
buena devorar carnes humanas, puede recibir con gusto la muerte que ha de privarle de todo lo que el tiene
por bienes? Lo natural es que trate de vivir, y el mayor tiempo posible, en la presente vida y esquivar la
persecución de los principes, sin que se le pase por la cabeza entregarse el a si mismo para que le quiten la
vida (SAN JUSTINo, Apologia II,12).
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1475 Despues de haber participado en la Misa, cada uno ha de ser solicito en hacer buenas obras, en
agradar a Dios y vivir rectamente, entregado a la Iglesia, practicando lo que ha aprendido y progresando en
el servicio de Dios, trabajando por impregnar al mundo del espiritu cristiano y también constituyendose en
testigo de Cristo en toda circunstancia y en el corazon mismo de la convivencia humana (PABLO VI,
Eucharisticum Mysterium, n. 13).

1476 Vivis, sentis, entendeis, sois hombres. Pero ¿que beneficio puede compararse a este: sois cristianos?
Faltos de este beneficio, ¿que nos aprovecharía ser hombres? Mas somos cristianos, a Cristo
pertenecemos. Enfurezcase el mundo; no nos quebranta, porque pertenecemos a Cristo. Halaguenos el
mundo; no nos seduce, pertenecemos a Cristo (SAN AGUSTIN, Sermón 130).

1477 Que los oradores guarden su elocuencia, los filosofos su sabiduria, los reyes sus reinos; para
nosotros, la gloria, las riquezas y el reino son Cristo; para nosotros, la sabiduria es la locura del Evangelio,
la fuerza es la debilidad de la carne, y la gloria es el escandalo de la cruz (SAN PAULINO DE N0LA, Carta
38,3-4,6).CRUZ

Citas de la Sagrada Escritura

Quien no carga con su cruz no es digno de Cristo: Mt 10,38.

Si alguno quiere venir en pos de Mi nieguese a si mismo, cargue con su cruz y sigame. Mt 16,24.

Nuestro Señor fue crucificado "en el tiempo señalado": Rm 5,8; por obediencia al Padre: Rm 5,19.

Nuestro "hombre viejo" esta crucificado con Cristo por el bautismo y por la conversión a la vida cristiana:
Rm 6,5-2; 7,4.

Es necesario tomar parte en los sufrimientos de Nuestro Señor para ser glorificado con El: Rm 7,18.

El Evangelio debe ser siempre la doctrina de la cruz; acomodarlo a la sabiduria del mundo es hacer inutil la
cruz de Cristo: 1Co 1,17.

La doctrina de la cruz es una fuerza divina para aquellos que se salvan, locura para aquellos que perecen, y
un escandalo para los judios endurecidos: 1Co 1,18-24.

La unica ciencia de San Pablo: Jesucristo, y este crucificado: 1Co 2,2.

Relación entre la Sagrada Comunion y la muerte de Nuestro Señor en la cruz: 1Co 11,26.

San Pablo fue "crucificado", es decir, que su voluntad propia murio y la voluntad divina ocupo su lugar: Ga
2,19-20; 6,14.

Jesucristo se anonado, se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz: Ph 2,5-8.

Los enemigos de la cruz: Ph 3.

La sangre de la cruz ha reconciliado con Dios todas las cosas en el cielo y en la tierra: Col 1,20.

Nuestra sentencia de condenación ha sido rasgada y clavada en la cruz por el Sacrificio de Nuestro Señor:
Col 2,14.

Nuestro Señor carga con la cruz para ir al Calvario: Jn 19,17.

Simon Cirineo es obligado a llevar la cruz en pos de Jesús: Mt 27,32; Mc 15,21; Lc 23,26.

Nuestro Señor es clavado en la cruz, donde muere: Mt 27,35-50; Mc 15,24-37; Lc 23,33-45; Jn 19,18-30.

Debemos crucificar nuestra propia carne con sus vicios y pasiones para ser verdaderos discípulos de Cristo:
-169 -

Ga 5,24.

Los que se entregan a la gula y a las cosas terrenas son enemigos de la cruz de Cristo: Ph 3,18-19.

Jesucristo, en vista de la gloria que le estaba preparada, sufrio la cruz; cuando sintamos desfallecimientos
miremos a Jesús y abracemos la cruz: He 12,2-3.

El camino de la santidad "pasa por la Cruz"

1478 El camino de nuestra santificación personal pasa, cotidianamente, por la Cruz: no es desgraciado ese
camino, porque Cristo mismo nos ayuda y con El no cabe la tristeza. In laetitia, nulla dies sine crucel, me
gusta repetir; con el alma traspasada de alegria, ningun dia sin Cruz (J. ESCRVA DE BALAGUER, Es Cristo
que pasa,176).

1479 No hay otro mas seguro camino que el padecer. Esta es la senda por donde fue Cristo y todos los
suyos, que el llama estrecha (SAN JUAN DE AVILA, Carta 58).

1480 El Salvador levanto la voz y, con voz incomparable, dijo: " ¡Conozcan todos que la gracia sigue a la
tribulacion. Sepan que sin el peso de las aflicciones no se llega al colmo de la gracia. Comprendan que,
conforme al incremento de los trabajos, se aumenta juntamente la medida de los carismas. No quieran errar
ni engañarse; esta es la unica verdadera escala del paraiso, y fuera de la Cruz no hay camino por donde
pueda subirse al cielo!" (SANTA ROSA DE LIMA, Escritos. Al medico Castillo, pp. 54-55).

1481 Oigan esto cuantos se averguenzan de la Pasión y de la Cruz de Cristo. Porque si el Principe de los
Apostoles, aun antes de entender claramente este misterio, fue llamado Satanas por haberse avergonzado
de el, ¿que perdon pueden tener aquellos que, después de tan manifiesta demostración, niegan la
economia de la Cruz? Porque si el que así fue proclamado bienaventurado, si el que tan gloriosa confesión
hizo, tal palabra hubo de oir, considerad lo que habran de sufrir los que, después de todo eso, destruyen y
anulan el misterio de la Cruz (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre 5. Mateo,54).

La Cruz cada dia

1482 Si alguno quiere venir en pos de mi, nieguese a si mismo, tome su cruz cada dia y sigame (Lc 9,23).
Nos lo dice Cristo otra vez a nosotros, como al oido, intimamente: la Cruz cada dia (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,58).

1483 Inmolemos cada dia nuestra persona y toda nuestra actividad, imitemos la pasión de Cristo Con
nuestros propios padecimientos, honremos su sangre con nuestra propia sangre, subamos con denuedo a
la Cruz. Si quieres imitar a Simon de Cirene, toma la cruz y sigue al Señor (SAN GREGORIO
NACIANCENO, Disertación 45).

1484 La Cruz viene de Dios; no hay que estar contemplando bobamente, sino adaptarse a ella, como
hartamos con una persona que hubiera de vivir siempre a nuestro lado; no hay que pararse en pensar, sino
avanzar dulcemente, aceptar las cosas con sencillez, no reflexionar demásiado sobre ellas y tomarlas como
de la mano de Dios (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. l lO, l. c. , p. 744).

1485 La cruz es libro vivo, del que aprendemos definitivamente quienes somos y como debemos actuar.
Este libro siempre esta abierto ante nosotros (JUAN PABLO II, Aloc. I-IV1980).

Todo apostolado se fundamenta en la Cruz

1486 De dos modos podemos llevar la cruz del Señor, o afligiendo a nuestro cuerpo con la abstinencia o,
por compasión al prójimo, considerando como nuestras sus necesidades. El que se conduele de las
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necesidades ajenas lleva la cruz en su corazon (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 37 sobre los Evang. ).

1487 El mundo no puede salvarse sino con la Cruz de Cristo (SAN LEON MAGNO, Sermón 51).

1488 Quien no carga con su Cruz y me sigue no es digno de mi. Y el sentido de esta exhortación es este: no
es cosa comoda ni tranquila confesar a Dios (SAN JERONIMO, Epistola 121).

La cruz en la vida del cristiano

1489 Que nadie se averguence de los simbolos sagrados de nuestra salvación [. . . ]; llevemos mas bien por
todas partes, como una corona, la Cruz de Cristo. Todo, en efecto, entra en nosotros por la Cruz. Cuando
hemos de regenerarnos, alli esta presente la Cruz; cuando nos alimentamos de la mistica comida; cuando
se nos consagra ministros del altar; cuando se cumple cualquier otro misterio, alli esta siempre este simbolo
de victoria. De ahi el fervor con que lo inscribimos y dibujamos, en nuestras casas, sobre las paredes, sobre
las ventanas, sobre nuestra frente y en el corazon. Porque este es el signo de nuestra salvación, el signo de
la libertad del genero humano, el signo de la bondad de Dios para con nosotros (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. sobre S. Mateo,54).

1490 Todos los suplicios parecen crueles, pero solo el de la cruz atrae maldición: Maledictus a Deo est qui
pendet in ligno (Deus 21,23). Pero he aquí que lo que era maldición se ha convertido en objeto de amor y de
deseo. No hay mejor joya en la corona imperial que la cruz que la remata [. . . ]. En las casas, en las calles,
en el desierto, en los caminos, en los montes, en las cascadas, en las colinas, en el mar, en el bosque, en
las islas, en los lechos y en los vestidos, en las armas y en los talamos, en los convites y en los vasos
religiosos, en las joyas y en las paredes decoradas, en los cuerpos de los animales enfermos, en los
cuerpos de los hombres posesos, en la guerra, en la paz, en el dia y en la noche. . . , todos buscan su
inefable gracia. Nadie se averguenza de este signo de la cruz (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,54).

1491 Me presente a los que no preguntaban por mí , me hallaron los que no me buscaban (Is LXV,1 ).

A veces la Cruz aparece sin buscarla: es Cristo que pregunta por nosotros. Y si acaso ante esa Cruz
inesperada, y tal vez por eso mas oscura, el corazon mostrara repugnancia. . . no le des consuelos. Y, lleno
de una noble compasión, cuando los pida, dile despacio, como en confidencia: corazon, ¡corazon en la
Cruz!, ¡corazon en la Cruz! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, V`a Crucis, p. 58).

1492 Dios, amador de los hombres, mezcla trabajos y dulzuras, estilo que El sigue con todos sus santos. Ni
los peligros, ni los consuelos nos los da continuos, sino que de unos y otros va El entretejiendo la vida de
los justos. Tal hizo con José (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,8).

1493 En la cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,6,1. c. , p. 66).

Jesucristo nos enseña el misterio salvador de la Cruz

1494 Observa que Cristo llego a la gloria a traves de su pasión: ¿No era menester que el Cristo padeciese
todo esto, y entrase así en su gloria? (Lc 24,26). De esta manera nos enseñaba el camino de la gloria a
nosotros: Es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios (Ac 14,21)
(SANTO TOMAS, Sobre el Credo,5,1. c. , p. 76).

1495 Caminaba hacia el lugar donde iba a ser sacrificado llevando su Cruz. Gran espectaculo; pero si lo
mira la impiedad, gran burla; si lo mira la piedad, gran misterio; si lo mira la impiedad, prueba de ignominia
enorme; si lo mira la piedad, gran fundamento de nuestra fe; si lo mira la impiedad, se reira viendo al Rey
llevar un leño en lugar de un cetro; si lo mira la piedad, vera que el Rey lleva el madero donde ha de ser
clavado, el mismo madero que después será colocado en la frente de los reyes. Despreciado ante los ojos
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de los impios en lo mismo que se glorian después los corazones de los santos. Pablo habra de decir: Lejos
de mí gloriarme como no sea en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo (Ga 6,14). Cargaba sobre sus hombros
la misma Cruz y llevaba en alto el candelero de esa antorcha que ha de arder sin que se coloque debajo del
celemin (SAN AGUSTiN, Trat. Evang. S. Juan,117).

1496 El madero en que estan fijos los miembros del hombre que muere, es también la catedra del maestro
que enseña (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,119).

1497 Con estas palabras identifica su gloria con su elevación en la cruz. La cruz de Cristo es, en efecto, su
gloria y su exaltación, ya que dice: Yo, cuando sea levantado en alto, atraere a mi a todos los hombres (SAN
ANDRES DE CRETA, Disertación 9, en el Domingo Ramos).

La fecundidad de la Cruz de Cristo

1498 ¡Oh admirable poder de la cruz! [. . . ]. En ella se encuentra el tribunal del Señor, el juicio del mundo, el
poder del crucificado. Atrajiste a todos hacia ti, Señor, a fin de que el culto de todas las naciones del orbe
celebrara, mediante un sacramento pleno y manifiesto, lo que se realizaba en el templo de Judea como
sombra y figura.

Ahora, en efecto, es mas ilustre el orden de los levitas, mas alta la dignidad de los ancianos, mas sagrada la
unción de los sacerdotes; porque tu cruz es la fuente de toda bendición, el origen de toda gracia; por ella,
los creyentes reciben, de la debilidad, la fuerza, del oprobio, la gloria y de la muerte, la vida (SAN LEON
MAGNO, Sermón 8, sobre la Pasion).

1499 La cruz no encierra en si mezcla de bien y de mal, como el arbol del Eden, sino que toda ella es
hermosa y agradable, tanto para la vista como para el gusto. Se trata, en efecto, del leño que engendra la
vida, no la muerte; que da luz, no tinieblas; que introduce en el Eden, no que hace salir de el. La Cruz es el
madero al cual subio Cristo, como un rey a su carro de combate, para, desde el, vencer al demonio, que
detentaba el poder de la muerte, y liberar al genero humano de la esclavitud del tirano (SAN TEODORO
ESTUDITA, Disertación sobre la adoración de la cruz).

1500 Si te sobreviene alguna contradicción, bendice al Señor, que dispone las cosas del mejor de los
modos; piensa que la has merecido, que merecerlas mas todavia, y que eres indigno de todo consuelo;
podras pedir con toda sencillez al Señor que te libre de ella, si así le place; pidele que te de fuerzas para
sacar meritos de esa contrariedad. En las cruces no busques los consuelos exteriores, especialmente si te
das cuenta de que Dios te las manda para humillarte y para debilitar tu orgullo y presuncion. En medio de
ellas debes decir con el Rey Profeta: ¡Cuán bueno ha sido para mi, Señor, que me hayas humillado, porque
así he aprendido tus mandatos! ( Ps l 15,71) (J. PECC!óLeon XIIIó, Practica de la humildad,23).

1501 Vale mucho a los ojos del Señor la vida de sus fieles, y ningun genero de crueldad puede destruir la
religion fundada en el misterio de la cruz de Cristo. Las persecuciones no son en detrimento, sino en
provecho de la Iglesia, y el campo del Señor se viste siempre con una cosecha mas rica al nacer
multiplicados los granos que caen uno a uno (SAN LEON MAGNO, Sermón 82, en el natalicio de los
Apostoles Pedro y Pablo).

1502 En la cruz esta la salud y la vida. En la cruz, la defensa contra los enemigos. En la cruz, la infusión de
la suavidad soberana. La cruz es la fortaleza del corazon. En la cruz esta el gozo del espiritu. En la cruz
esta la suma virtud. En la cruz esta la perfección de la santidad. No esta la salud del alma ni la esperanza
de la vida eterna en otro lugar, sino en la cruz (Imitación de Cristo, II,12,2).

Cruz y amor

1503 Quien le amare mucho vera que puede padecer mucho por El; el que le amare poco, poco. Tengo yo
para mi que la medida de poder llevar gran cruz o pequeña es la del amor (SANTA TERESA, Camino de
-172 -

perfección,32,7).

1504 Ni plega a Dios que nuestra anima en otra parte descanse, ni otra vida en este mundo escoja, sino
trabajar en la cruz del Señor. Aunque no se si digo bien en llamar trabajos a los de la cruz, porque a mi me
parece que son descansos en cama florida y llena de rosas (SAN JUAN DE AVILA, Carta 58).

1505 Porque a los que Dios quiere mucho lleva por camino de trabajos, y mientras mas los ama, por
mayores (SANTA TERESA, Camino de perfección,18,1).

La alegria de la cruz

1506 Simbolo de la fe, la cruz es también simbolo del sufrimiento que conduce a la gloria, de la pasión que
conduce a la resurreccion. "Per crucem ad lucem", por la cruz, llegar a la luz: este proverbio, profundamente
evangelico, nos dice que, vivida en su verdadero significado, la cruz del cristiano es siempre una cruz
pascual (JUAN PABLO II, Hom. Rio de Janeiro,30-VI-1980).

1507 [. . . ] no olvideis que estar con Jesús es, seguramente, toparse con su Cruz. Cuando nos
abandonamos en las manos de Dios, es frecuente que El permita que saboreemos el dolor, la soledad, las
contradicciones, las calumnias, las difamaciones, las burlas, por dentro y por fuera: porque quiere
conformarnos a su imagen y semejanza, y tolera también que nos llamen locos y que nos tomen
poráneacios.

Es la hora de amar la mortificación pasiva, que viene óoculta o descarada e insolenteócuando no la


esperamos (J. ESCRIVA DE BAEAGUER, Amigos de Dios,301).DEMONIO

Citas de la Sagrada Escritura

1. Existencia

He visto a Satanas caer del cielo a manera del relampago. Lc 10,18.

Vosotros sois hijos del diablo [. . . ]. El fue homicida desde el principio, no permanecio en la verdad. Jn 8,44.

Dios no perdono a los angeles que pecaron, sino que, amarrados con cadenas infernales, los precipito al
abismo donde son atormentados. 2P 2,4.

A los angeles que no conservaron su dignidad, sino que abandonaron su morada, los echo (Dios) en el
abismo tenebroso con cadenas eternas. Jud 6.

Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus angeles. Mt 25,41.

2. Oposición entre Jesús y el diablo.

Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo [. . . ]. El diablo le dijo: Todas
estas cosas te dare si postrandote ante mi me adorares. Respondiole Jesús: Apartate de mi, Satanas. Mt
4,1-9; Mc 1,12-13; Lc 4,1-13.

El enemigo que sembro la cizaha es el diablo. Mt 13,39.

Los escribas decian: Esta poseido de Belcebu, y así por arte del principe de los demonios es como lanza los
demonios. Mas les contestaba con estos similes: ¿Como puede Satanas arrojar al mismo Satanas? Si un
reino se divide no puede subsistir: Mc 3,22-24; Mt 12,24-32, Lc 11,15-20.

Curo (Jesús) a muchas personas, afligidas de varias dolencias, y lanzo a muchos demonios, sin permitirles
decir que sabian quien era. Mc 1,34.

Señor, ten compasión de mi hijo, porque es lunatico [. . . ] y lo he presentaao a tus discípulos y no han
podido curarle. Jesús dijo: Traedmelo aca. Y Jesús amenazo al demonio y salio del muchacho, que quedo
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curado. Mt 17,14-17; Mc 9,17-28; Lc 9,38-44.

Los que creyeren lanzaran los demonios en mi nombre. Mc 16,17.

Señor, hasta los demonios mismos se sujetan a nosotros por la virtud de tu nombre. Lc 10,17.

Un hombre poseido del espiritu inmundo exclamo diciendo: ¿Que tenemos nosotros que ver contigo, oh
Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Mt 8,29; Mc 1,24; 5,7; Lc 8,28.

Ahora "el principe de este mundo" va a ser lanzado fuera. Jn 12,31.

¿Que compañia puede haber entre la luz y las tinieblas? ¿que concordia entre Cristo y Belial? 2Co 6,14-15.

3. Su actuación sobre el hombre

Sed sobrios y vigilantes: porque vuestro enemigo el diablo anda girando como leon rugiente alrededor de
vosotros, en busca de presa que devorar. 1P 5,8.

Quisimos pasar a visitaros y en particular yo, Pablo, lo he resuelto varias veces; pero Satanas nos lo ha
estropeado [. . . ]. 1Th 2,18.

Los que contradicen la verdad [. . . ] estan enredados en los lazos del diablo, que los tiene presos a su
arbitrio. 2Tm 2,25-26.

Dijo también el Señor: Simon, mira que Satanas va tras de vosotros para zarandearos como el trigo. Mas yo
he rogado por ti. Lc 22,31 -32.

El que oye la palabra del reino y no para en ella su atención, viene el mal espiritu y le arrebata aquello que
se había sembrado en su corazon. Mt 13,19.

Se me ha dado el estimulo de mi carne, un angel de Satanas para que me abofetee. 2Co 12,7.

El mismo Satanas se transforma en angel de luz, así no es mucho que sus ministros se transfiguren en
ministros de justicia. 2Co 11,14-15.

Satanas se apodero de Judas, el cual fue a tratar con los principes de los sacerdotes: Lc 22,3-4; Jn 13,17.

Temo que así como la serpiente engaño a Eva con su astucia, así sean manchados vuestros espiritus. 2Co
11,3.

Revestios de toda la armadura Je Dios, para poder contrarrestar las asechanzas del diablo, pues [. . . ]
nuestra pelea es contra los espiritus malignos. Ep 6,11-12.

Si os enojais, no querais pecar [. . . ]. No deis lugar al diablo. Ep 4,26-27.

Estos son espiritus de demonios, que hacen prodigios y van a los reyes de la tierra para coaligarlos en
batalla el gran dia del Dios todopoderoso. Ap 16,14.

Satanas saldra de su prisión y engañara a las naciones que hay sobre los cuatro angulos del mundo. Ap
20,7.

Quien comete pecado, del diablo es; porque el diablo desde el momento de su caida continua pecando. Por
eso vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 1Jn 3,8.

Estad, pues, sujetos a Dios y resistid al diablo y huira de vosotros. Jc 4,7.

Escogio el mal

1508 Si miras hacia el sol seras inmediatamente iluminado; si miras hacia la sombra, necesariamente
quedaras rodeado de tinieblas. El diablo es malo por haber escogido la maldad libre y conscientemente, no
porque su naturaleza este de por si en oposición con el bien (SAN BASILIO, Sermón 15).
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Su actuación constante cerca del hombre

1509 Siempre esta ojo avizor contra nosotros el enemigo antiguo; no nos durmamos. Sugiere halagos, pone
celadas, introduce malos pensamientos y, para llevarnos a dolorosa ruina, pone delante lucros y amenaza
con perjuicios. Todos ahora y cada uno es probado, cada cual a su modo (SAN AGUSTIN, Sermón 6).

1510 Las cosas que proceden de la naturaleza y las que parten de nuestra voluntad, son de poca
importancia, comparadas con la guerra implacable que nos tiene declarada el demonio (SAN JUAN
CRISOSTOMO,en Catena Aurea,vol 1p 374).

1511 Nos dice también San Pedro: Vigilad constantemente, pues el demonio esta rondando cerca de
vosotros como león rugiente, que busca a quien devorar. Y el mismo Jesucristo nos dice: Orad sin cesar,
para que no caigais en la tentación: es decir, que el demonio nos acecha en todas partes. De manera que
es preciso contar con que, en cualquier parte o en cualquier estado que nos hallemos, nos acompañara la
tentación (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

1512 Nuestro enemigo el diablo nos rodea siempre, tratando de quitarnos la semilla de la palabra que ha
sido puesta en nosotros (SAN ATANASIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 396).

La tentacion

1513 Como general competente que asedia un fortin, estudia el demonio los puntos flacos del hombre a
quien intenta derrotar, y lo tienta por su parte mas cebil (SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro,1. c. , p.
162).

l514 Sus armas son la astucia, el engaño y la torpeza espiritual y sus despojos los hombres engañados por
el (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 30).

1515 Dos pasos del diablo: primero engaña, y después de engafiar intenta retener en el pecado cometido
(SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro,1. c. , p. 163).

1516 Las tentaciones de Nuestro Señor son también las tentaciones de sus servidores de un modo
individual. Pero su escala, naturalmente, es diferente: el demonio no va a ofreceros a vosotros ni a mi todos
los reinos del mundo. Conoce el mercado y, como buen vendedor, ofrece exactamente lo que calcula que el
comprador tomara. Supongo que pensara, con bastante razon, que la mayor parte de nosotros podemos ser
comprados por cinco mil libras al año, y una gran parte de nosotros por mucho menos. Tampoco nos ofrece
sus condiciones de modo tan abierto, sino que sus ofertas vienen envueltas en toda especie de formas
plausibles. Pero si ve la oportunidad, no tarda mucho en señalarnos a vosotros y a mi como podemos
conseguir aquello que queremos si aceptamos ser infieles a nosotros mismos y, en muchas ocasiones, si
aceptamos ser infieles a nuestra lealtad catolica (R. A. KNOX, Sermones pastorales, P. 79).

Trata siempre de sembrar la confusion

1517 E1 diablo no permite a aquellos que no velan, que vean el mal hasta que lo han consumado (SAN
JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 345).

1518 Suponed, por ejemplo, que sobre las calles de una populosa ciudad cayera de repente la oscuridad;
podeis imaginar, sin que yo os lo cuente, el ruido y el clamor que se produciria. Transeuntes, carruajes,
coches, caballos, todos se hallarian mezclados. Asi es el estado del mundo. El espiritu maligno que actua
sobre los hijos de la incredulidad, el dios de este mundo, como dice S. Pablo, ha cegado los ojos de los que
no creen, y he aquí que se hallan forzados a reñir y discutir porque han perdido su camino; y disputan unos
con otros, diciendo uno esto y otro aquello, porque no ven (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el
-175 -

Domingo 11 de Cuaresma. Mundo y pecado).

1519 El lobo roba y dispersa las ovejas, porque a unos los arrastra a la impureza, a otros inflama con la
avaricia, a otros los hincha con la soberbia, a otros los separa por medio de la ira, a este le estimula con la
envidia, al otro le incita con el engaño. De la misma manera que el lobo dispersa las ovejas de un rebaño y
las mata, así también hace el diablo con las almas de los fieles por medio de las tentaciones (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. ).

1520 Siendo un angel apostata, no alcanza su poder mas que a seducir y apartar el espiritu humano para
que viole los preceptos de Dios, oscureciendo poco a poco el corazon de aquellos que tratarian de servirle,
con el proposito de que olviden al verdadero Dios, sirviendole a el como si fuera Dios. Esto es lo que
descubre su obra desde el principio (SAN IRENEO, Trat. contra las herejias,5).

1521 Perverso maestro es el diablo, que mezcla muchas veces lo falso con lo verdadero, para encubrir con
apariencia de verdad el testimonio del engaño (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 76).

En la hora de la muerte

1522 Debemos procurar pensar con santo temor cuan furioso y terrible se presentara el demonio en el dia
de nuestra muerte, buscando en nosotros sus obras; cuando vemos que se presento a Dios al morir en su
carne, y busco alguna de sus obras en Aquel en quien nada pudo encontrar (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 39 sobre los Evang. ).

Trata de aprovechar cualquier circunstancia y estado de animo especialmente la tristeza

1523 Alguien podria quizá preguntar: ¿como se explica que el diablo utilice las citas de la Sagrada
Escritura?

No tiene mas que abrir el Evangelio y leer. Encontrara escrito: Entonces el diablo lo tomoóse trata del Señor,
del Salvadoróy lo puso sobre lo alto del templo y le dijo: si eres el Hijo de Dios, echate de aquí abajo; pues
esta escrito: te he encomendado a los angeles, los cuales te tomaran en sus manos para que tu pie no
tropiece con ninguna piedra (Mt 4,5-6).

¿Que no hara a los pobres mortales el que tuvo la osadía de asaltar, con testimonios de la Escritura, al
mismo Señor de la majestad? (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 26).

1524 Despues (de cometido el mal) el diablo exagero de tal manera su tristeza que llego a perder al
desgraciado. Algo semejante paso en Judas, pues después que se arrepintio no supo contener su corazon,
sino que se dejo llevar por la tristeza inspirada por el diablo, la cual le perdio (ORIGENES, en Catena Aurea,
vol. III, p. 346).

El pecador queda, en cierto modo, bajo la potestad del demonio

1525 De la misma manera que la nave (una vez roto el timon) es llevada a donde quiere la tempestad, así
también el hombre, cuando pierde el auxilio de la gracia divina por su pecado, ya no hace lo que quiere, sino
lo que quiere el demonio (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p.

1526 Cuando el demonio se aparta de alguno, acecha el instante oportuno, y cuando le ha inducido a un
segundo pecado, acecha la ocasión para el tercero (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 346).

"No tiene tanto poder para vencernos como para tentarnos". Incluso tiene limitado el poder de tentar

1527 El afirmar que estos enemigos se oponen a nuestro progreso, lo decimos solamente en cuanto nos
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mueven al mal, no que creamos que nos determinen efectivamente a el. Por lo demás, ningun hombre
podria en absoluto evitar cualquier pecado, si tuvieran tanto poder para vencernos como lo tienen para
tentarnos. Si por una parte es verdad que tienen el poder de incitarnos al mal, por otra es también cierto que
se nos ha dado a nosotros la fuerza de rechazar sus sugestiones y la libertad de consentir en ellas. Pero si
su poder y sus ataques engendran en nosotros el temor, no perdamos de vista que contamos con la
protección y la ayuda del Señor. Su gracia combate a nuestro favor con un poder incomparablemente
superior al de toda esa multitud de adversarios que nos acosan. Dios no se limita unicamente a inspirarnos
el bien. Nos secunda y nos empuja a cumplirlo. Y mas de una vez, sin percatarnos de ello y a pesar nuestro,
nos atrae a la salvacion. Es, pues, un hecho cierto que el demonio no puede seducir a nadie, si no es a
aquel que libremente le presta el consentimiento de su voluntad (CASIANO, Colaciones,7).

1528 El diablo tiene un cierto poder; sin embargo, las mas de las veces quiere hacer daño y no puede
porque este poder esta bajo otro poder [. . . ], ya que Quien da facultad al tentador, da también su
misericordia al que es tentado. Ha limitado al diablo los permisos de tentar (SAN AGUSTIN, Sobre el
Sermón dde la Montafla,2).

1529 El diablo no puede dominar a los siervos de Dios que de todo corazon confian en El. Puede, si,
combatirlos, pero no derrotarlos (PASTOR DE HERMAS, Epilogo sobre los Mandamientos,2).

No conoce directamente la naturaleza de nuestros pensamientos

1530 Los espiritus inmundos no pueden conocer la naturaleza de nuestros pensamientos. Unicamente les
es dado columbrarlos merced a indicios sensibles o bien examinando nuestras disposiciones, nuestras
palabras o las cosas hacia las cuales advierten una propensión por nuestra parte. En cambio, lo que no
hemos exteriorizado y permanece oculto en nuestras almas les es totalmente inaccesible.

Inclusive los mismos pensamientos que ellos nos sugieren, la acogida que les damos, la reacción que
causan en nosotros, todo esto no lo conocen por la misma esencia del alma 1], antes bien, por los
movimientos y manifestaciones del hombre exterior (CASIANO, Colaciones,7).

Es "como un gran perro encadenado", que solamente muerde a quienes se le acercan demásiado"

1531 Nos dice San Agustin, para consolarnos, que el demonio es un gran perro encadenado, que acosa,
que mete mucho ruido, pero que solamente muerde a quienes se le acercan demásiado (SANTO CURA DE
ARS, Sermón sobre las tentaciones).

Ayuda de los Sacramentos, de la oración, de la limosna y de los sacramentales para vencer la tentacion

1532 Me dices que por que te recomiendo siempre, con tanto empetro, el uso diario del agua bendita.
Muchas razones te podria dar. Te bastara, de seguro, esta de la Santa de Avila: "De ninguna cosa huyen
mas los demonios, para no tornar, que del agua bendita" (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 5t2).

1533 Dios nos envia amigos, ora sea un santo, ora un angel, para consolarnos [. . . ]; nos hace sentir con
mayor fuerza la eficacia de sus gracias a fin de fortalecernos y armarnos de valor. Mas, al recibir los
sacramentos, no es un santo o un angel, es El mismo quien viene revestido de todo su poder para aniquilar
a nuestro enemigo. El demonio, al verle dentro de nuestro corazon, se precipita a los abismos; aquí teneis,
pues, la razon o motivo por el cual el demonio pone tanto empeño en apartarnos de ellos, o en procurar que
los profanemos. En cuanto una persona frecuenta los sacramentos, el demonio pierde todo su poder sobre
ella (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la perseverancia).

1534 (Mas libranos del mal). Nada queda ya que deba pedirse al Señor cuando hemos pedido su protección
contra todo lo malo; la cual, una vez obtenida, ya podemos considerarnos seguros contra todas las cosas
que el demonio y el mundo pueden hacer. ¿Que miedo puede darnos el siglo, si en el tenemos a Dios por
defensor? (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. II, pp. 371-372).
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1535 Ningun poder humano puede ser comparado con el suyo y solo el poder divino lo puede vencer y tan
solo la luz divina puede desenmascarar sus artimañas. El alma que hubiera de vencer la fuerza del demonio
no lo podra conseguir sin oración ni podra entender sus engaños sin mortificación y sin humildad (SAN
JUAN DE LA CRUz, Cantico espiritual,3,9).

1536 Donde se da limosna no se atreve a penetrar el diablo (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre la l. a
Epistola a los Colosenses,35).

La ayuda del Angel Custodio

1537 Acude a tu Custodio, a la hora de la prueba, y te amparara contra el demonio y te traera santas
inspiraciones (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 567).

El humilde vence al demonio

1538 Refierese en la vida de San Antonio que Dios le hizo ver el mundo sembrado de lazos que el demonio
tenía preparados para hacer caer a los hombres en pecado. Quedo de ello tan sorprendido que su cuerpo
temblaba como la hoja de un arbol, y dirigiendose a Dios le dijo: "Señor, ¿quien podre escapar de tantos
lazos?" Y oyo una voz que le dijo: "Antonio, el que sea humilde; pues Dios da a los humildes la gracia
necesaria para que puedan resistir a las tentaciones; mientras permite que el demonio se divierta con los
orgullosos, los cuales caeran en pecado en cuanto sobrevenga la ocasion. Mas a las personas humildes el
demonio no se atreve a atacarlas" (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la humildad).

La ayuda de la Virgen

1539 El principe de este mundo ignora la virginidad de Maria y su parto y la muerte del Señor: tres misterios
resonantes cumplidos en el silencio de Dios (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Tralianos,9,1).

l540 ¿Que por momentos te faltan las fuerzas?ó¿,Por que no se lo dices a tu Madre: "consolatrix afflictorum,
auxilium christianorum. . . spes postra, regina apostolorum"? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 515).

1541 ¡Que cosas nos dicen los santos de Maria! "¡Quien volvio a su casa sin alegria ni gozo, después de
haber pedido a Maria, la Madre del Señor, lo que deseaba?" (SAN AMADEO, Homilfas).

1542 Asi como Eva fue seducida por un angel para que se alejara de Dios, desobedeciendo su palabra, así
Maria fue notificada por otro angel de que llevaría a Dios en su seno, si obedecia su palabra. Y como
aquella fue inducida a no obedecer a Dios, así esta fue persuadida a obedecerlo, y de esta manera la Virgen
Maria se convirtio en abogada de la virgen Eva (SAN IRENEO, Trat. contra las herejias,5).

1543 En todo peligro puedes alcanzar la salvación de esta Virgen gloriosa; por eso se dice: Mil escudosómil
remedios contra los peligrosócuelgan de ella (Ct 4,4). Igualmente, para cualquier obra virtuosa puedes
invocarla en tu ayuda; por eso dice Ella misma: En mi esta toda esperanza de vida y de virtud (Si 24,25)
(SANTO TOMAS, Sobre el Avemaria,1. c. , p. 182).

DESCANSO

El descanso del cristiano

1544 El descanso significa dejar las ocupaciones cotidianas, despegarse de las normales fatigas del dia, de
la semana y del año. Dejar y despegarse de todo cuanto podria expresarse con el simbolo "Marta". Es
importante que el descanso no sea andar en vacio, que no sea solamente un vacio. Es importante que el
descanso se llene con el encuentro. Piensoósi, ciertamente en el encuentro con la naturaleza, con las
montañas, con el mar y con el arbolado. El hombre, en sabio contacto con la naturaleza, recobra la quietud
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y se calma interiormente. Pero eso no es aun todo lo que puede decirse del descanso. Hace falta que el
descanso se llene de un contenido nuevo, con ese contenido que se expresa en el simbolo de "Maria".
"Maria" significa el encuentro con Cristo, el encuentro con Dios. Significa abrir la vista interior del alma a su
presencia en el mundo, abrir el oido interior a la Palabra de su verdad (JUAN PABLO II, Angelus 20-VII-
1980).

1545 Cuentase que el evangelista S. Juan acariciaba apaciblemente una perdiz. De pronto ve venir hacia el
a cierto filosofo con el aparejo de cazador. Este se maravilla de que un varon que gozaba de tanta
reputación se entretuviera en cosas insignificantes y de tan poco relieve.

¿Eres tuóle diceóese Juan cuya insigne fama y celebridad había suscitado en mi tan gran deseo de
conocerte? ¿Por que, pues, te entretienes en tan futiles diversiones? Por toda respuesta le dijo S. Juan:
¿Que es esto que llevas en la mano? Un arcoórespondio el otroó. Y <,por que no lo llevas siempre tenso. ?
No conviene-replicó el filósofoó, porque a fuerza de estar curvado la tensión le enervaria y se echaría a
perder. Asi, cuando fuera necesario lanzar un disparo mas potente contra alguna fiera, por haber perdido su
fuerza debido a la continua rigidez, el tiro no partiría ya con la violencia necesaria.

Pues bienóconcluyo el Apostoló, no te admire tampoco, joven, que yo conceda a mi espiritu este inocente y
breve esparcimiento. Si de vez en cuando no le permitiese descansar de su tensión concediendole algun
solaz, la misma continuidad del esfuerzo le ablandaría, y no podria obedecer cuando fuera necesario a las
solicitudes del espiritu (CASIANO, Colaciones,24).

1546 El tiempo libre se debe emplear rectamente para descanso del espiritu y para cuidar la salud de la
mente y del cuerpo, por medio de ocupaciones y estudios libres, por medio de viajes a otras regiones, que
enriquecen el espiritu y que, además, enriquecen a los hombres con un conocimiento mutuo; por medio
también de ejercicios y manifestaciones deportivas, que son una ayuda para conservar el equilibrio psiquico,
incluso colectivamente, así como para establecer relaciones fraternas entre los hombres de toda condición,
de todas las naciones o de razas diferentes (CONC. VAT. II, Const. Gaudium et spes,61).

Necesidad de descanso

1547 Pensad que Dios ama apasionadamente a sus criaturas, y ¿como trabajara el burro si no se le da de
comer, ni dispone de un tiempo para restaurar las fuerzas, o si se quebranta su vigor con excesivos palos?
Tu cuerpo es como un borricoóun borrico fue el trono de Dios en Jerusalenóque te lleva a lomos por las
veredas divinas de la tierra: hay que dominarlo para que no se aparte de las sendas cie Dios, y animarle
para que su trote sea todo lo alegre y brioso que cabe esperar de un jumento (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Amigos de Dios,137).

1548 Vienenme algunos diasóaunque no son muchas veces, y dura como tres o cuatro o cinco diasó, que
me parece que todas las cosas buenas y hervores y visiones se me quitan, y aun de la memoria, que
aunque quiera no se que cosa buena haya habido en mi; todo me parece sueño, o a lo menos no me puedo
acordar de nada. Aprietanme los males corporales en junto; turbaseme el entendimiento que ninguna cosa
de Dios puedo pensar, ni se en que ley vivo. Si leo no lo entiendo; pareceme estoy llena de faltas, sin ningun
animo para la virtud, y el grande animo que suelo tener queda en esto, que me parece a la menor tentación
y murmuración del mundo no podria resistir. Ofreceseme entonces que no soy para nada, que quien me
mete en mas de lo comun. Tengo tristeza, pareceme tengo engañados a todos los que tienen algun credito
de mi; querriame esconder donde nadie me viese; no deseo entonces soledad para virtud, sino de
pusilanimidad; pareceme querria reñir con todos los que me contradijesen (SANTA TERESA, Primera
cuenta de conciencia (1560), n. 21).

1549 El Señor hace descansar a sus discípulos para enseñar a los que gobiernan que quienes trabajan de
obra o de palabra no pueden trabajar sin interrupción (SAN BEDA, Coment. Evang. S. Marcos).

l550 Vienen dias que sola la palabra me aflige y querria irme del mundo, porque me parece me cansa en
todo. Y en esto no soy sola yo, que lo he mirado en muchas personas mejores que yo y se que pasa ansi
(SANTA TERESA, Camino de perfección,38,6).
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1551 ¡Oh desventurada miseria humana, que quedaste tal por el pecado, que aun en lo bueno hemos
menester tasa y medida, para no dar con nuestra salud en el suelo, de manera que no lo podamos gozar! Y
verdaderamente conviene a muchas personas (en especial a las de flaca cabeza o imaginacion) y es servir
mas a Nuestro Señor y muy necesario entenderse (SANTA TERESA, Fundaciones,6,7).

1552 Caminaba solo al atardecer, me paseaba a la orilla del mar, porque así es como ordinariamente busco
un solaz después de mis trabajos. La cuerda, en efecto, no puede soportar una tensión ininterrumpida, y las
extremidades del arco necesitan un poco de relajación, si se quiere poder tensar el arco de nuevo sin que
se haya hecho inutil para el arquero y que este fuera de uso en el momento en que se le necesita (SAN
GREGORIO NACIANCENO, Discurso 26, sobre si mismo). ,.

1553 El cuerpo suele ser tan inexorable en sus exigencias que es preciso, después, darselo todo si se le ha
negado lo poco a que tenía derecho (CASIANO, Colaciones,23).

1554 Los cristianos deben colaborar para que las manifestaciones culturales y las actividades colectivas,
que son caracteristicas de nuestro tiempo, se impregnen de espiritu humano y cristiano (CONC. VAT. II,
Const. Caudium et spes,61).DESPRENDIMIENTO

Citas de la Sagrada Escritura

Ejemplo de Nuestro Señor:

en su nacimiento: Lc 2,12.

no dispone de dinero para pagar el tributo del templo: Mt 17,26.

no tiene donde reclinar la cabeza: Mt 8,20.

llega a la culminación en la cruz: Lc 23,46.

Donde esta nuestro tesoro, alli estera nuestro corazon: Mt 6,21.

Nadie puede servir a dos señores; [. . . ]. No podeis servir a Dios y a las riquezas. Mt 6,24.

. . . No esteis acongojados cuando busqueis de comer o de beber, ni tengais en suspenso e inquieto vuestro
animo; son las gentes mundanas quienes viven detras de estas cosas. Bien sabe vuestro Padre que
necesitais de ellas. Por tanto, buscad el reino de Dios y su justicia, que todo lo demás se os dara por
ahadidura. Lc 12,29-32.

(Haced) unas bolsas que no se echen a perder; un tesoro en el cielo que jamás se agota, a donde no llegan
los ladrones, ni roe la polilla. Mt 7,11.

Si en las falsas riquezas no habeis sido fieles, ¿quien os confiara las verdaderas? Lc 16-10.

Contentos siempre con tener en todas las cosas todo lo suficiente, esteis sobrados para ejercitar toda clase
de obras buenas. 2Co 9,8.

Si vuestro oro y plata se han enmohecido, la herrumbre de esos metales dara testimonio de vosotros, y
devorara vuestras carnes como un fuego. Jc 5,3.

(El cristiano ha de aprender) a vivir en pobreza y vivir en abundancia [. . . ], a tener hartura y sufrir hambre; a
tener abundancia y a padecerá necesidad. 2Co 2,14-15.

El cristiano ha de utilizar los bienes de la tierra sabiendo que no tenemos a-tui morada permanente: He
13,14.

Administradores y no dueihos: Mt 25,14-30.


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Generosidad en la limosna: Dios ama al que da con alegria: 2Co 9,7.

Necesidad de estar desprendidos de las cosas para seguir a Cristo

1555 La cama es estrecha, y uno de los dos se cae; manta pequeña no cubre a dos (Is 28,20); donde al
corazon del hombre se lo compara con una cama estrecha y una manta pequeña. Ya es estrecho el corazon
humano para Dios solo; si además das en el entrada a otras cosas, arrojas a Dios (SANTO TOMAS, Sobre
la caridad,1. c. ,214).

1556 Quien a Dios busca queriendo continuar con sus gustos, lo busca de noche; y, de noche, no lo
encontrara (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,3,3).

1557 Vengamos ahora al desasimiento que hemos de tener, que en esto esta el todo; si va con perfección
digo que aquí esta el todo; porque abrazandonos con solo el Criador y no se nos dando nada por todo lo
criado, Su Majestad infunde las virtudes, de manera que, trabajando nosotras poco a poco lo que es en
nosotras, no tenemos mucho mas que pelear, porque el Señor toma la mano contra los demonios y contra
todo el mundo en nuestra defensa (SANTA TERESA, Camino de perfección,8,1).

1558 Pareceme que querria concertar estos dos contrariosótan enemigos uno del otroócomo es vida
espiritual y apegamientos, gustos y pasatiempos sensuales. (SANTA TERESA, Vida,7,17).

Poco valor tienen las cosas que pasan con el tiempo

1559 Aunque todo lo tenga nada le llena. Y cuantas mas cosas tiene, esta menos satisfecho. La satisfacción
del corazon no esta en tener cosas, sino en estar desnudo de todo y en la pobreza de espiritu (SAN JUAN
DE LA CRUZ, Cantico espiritual,1,14).

1560 Considerad bien que poco valor tienen las cosas que pasan con el tiempo. El fin que tienen todas las
cosas temporales nos manifiesta cuan poco vale lo que ha podido pasar [. . . ]. Fijad vuestro amor en el
amor de las cosas que perduran (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. ).

1561 ¡Oh miserable mundo! Alabad mucho a Dios, hijas, que habeis dejado cosa tan ruin, en donde no
hacen caso de lo que ellos en si tienen, sino de lo que tienen sus renteros y vasallos; y si ellos faltan, luego
cesa el mundo de hacerles honra. Cosa donosa es esta para que os holgueis todas cuando hayais de tomar
alguna recreación, que este es buen pasatiempo entender cuan ciegamente pasan su tiempo los mundanos
(SANTO TERESA, Camino de perfección,22,5).

1562 No os doy yo mandatos como Pedro y Pablo. Ellos eran apostoles, yo no soy mas que un condenado
a muerte [. . . ]. Pero si logro sufrir el martirio, entonces sere liberto de Jesucristo y resucitare libre con el.
Ahora, en medio de mis cadenas, es cuando aprendo a no desear nada (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA,
Carta a los Romanos,3, I ss. ).

1563 (Quien ama a Dios) nada se le da perderlo todo si lo tiene por perdida; solo teme descontentar a su
Dios (SANTA TERESA, Camino de perfección,10,3).

El verdadero tesoro esta en el cielo

1564 Y tened en muy poco lo que habeis dado, pues tanto habeis de recibir (SANTA TERESA, Camino
deperfección,33,2).

1565 ¡Que necedad tan grande es amontonar donde se ha de dejar, y no enviar alli donde se ha de ir!
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Coloca tus riquezas donde tienes tu patria (SAN JUAN CRISOSTOMO en Catena Aurea, vol. 1p 386).

1566 Tus riquezas tendras que dejarlas aquí, lo quieras o no; por el contrario, la gloria que hayas adquirido
con tus buenas obras la llevaras hasta el Señor (SAN BASILIO MAGNO, Hom. sobre la caridad,3,6).

1567 No debemos poner nuestro tesoro en lo que puede pasar, sino en lo que permanece para siempre
(SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montafla,2).

1568 Los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo; tan solo se llevan consigo el premio de su
caridad y las limosnas que practicaron, por las cuales recibiran del Señor la recompensa y una digna
remuneración (SAN FRANCISCO DE Asis, Opusculos,1. c. ,87-94).

1569 Ninguna cosa fomenta mas el deseo de pobreza que creer y esperar en el Señor (TEOFILO, en
Catena Aurea, vol. Vl, p. 268).

1570 Tengamos las cosas temporales para uso, las eternas en el deseo; sirvannos las cosas terrenas para
el camino, y deseemos las eternas para el fin de la jornada. Miremos como con indiferencia todo lo que se
hace en este mundo. Miren adelante los ojos del alma, fijandose con toda su fuerza en aquello a que nos
dirigimos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

"No bajan con el rico al sepulcro sus riquezas"

1571¡Tanta afición a las cosas de la tierra!óPronto se te iran de las manos, que no bajan con el rico al
sepulcro sus riquezas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 634).

1572 Hemos sido colocados en la vida como huespedes y forasteros llevados a donde no queremos ir y
cuando no pensamos: el que ahora es rico, en breve será pobre. ASi, seas quien fueres, has de saber que
eres solo administrador de bienes ajenos, y que se te ha dado de ellos uso transitorio y derecho muy breve.
Lejos, pues, de nosotros el orgullo de la dominación, y abracemos la humildad y la modestia del arrendatario
o casero (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 225).

Administradores y no dueños

1573 Si quereis, aun reteniendolo, dejais lo que teneis, siempre que administreis lo temporal de modo que
aspireis con toda vuestra alma hacia lo eterno (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

1574 Posee, pero como si no poseyera, el que reune todo lo necesario para su uso, pero preve cautamente
que presto lo ha de dejar. Usa de este mundo como si no usara, el que dispone de lo necesario para vivir,
pero no dejando que domine a su corazon, para que todo ello sirva, pero nunca desvie la marcha del alma
que tiende a cosas mas altas. Los que son así no tienen las cosas terrenas para satisfacer sus deseos, sino
para su uso [. . . ]. Y aun [. . . ] se alegran mas con las buenas obras que con las buenas posesiones (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

1575 Nada puede considerarse como propio donde nada hay constante, ni abundancia cierta donde es
incierto el futuro (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 88).

1576 ASi como se corrompen las aguas detenidas de una fuente, así sucede a los ricos cuando guardan
para si sus riquezas (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 97).

1577 Parecenos que lo damos todo; y es que ofrecemos a Dios la renta o los frutos y quedamonos con la
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raiz y posesión (SANTA TERESA, Vida,11,1).

1578 (Hemos de tener los bienes) con la templanza de quien los usa, no con el afan de quien pone en ellos
el corazon (SAN AGUSTIN, Sobre las costumbres de la Iglesia,1).

No toda pobreza es santa y toda riqueza mala

1579 Tengamos, pues, este cuidado apacible de conservar y aun de aumentar nuestros bienes temporales,
cuando haya oportunidad justa y segun lo requiera nuestra condición, pues así quiere Dios que lo hagamos
por amor suyo. Pero vive alerta para que no te engañe el amor propio, que sabe muchas veces fingirse
amor de Dios con tal destreza que cualquiera le tendra por tal. Para evitar, pues, este engaño, y no dar lugar
a que el cuidado de los bienes temporales degenere en avaricia, es necesario [. . . ] practicad muchas veces
la pobreza afectiva y efectiva, en medio de los bienes y riquezas que Dios nos ha dado (SAN FRANCISCO
DE SALES, Introd. a la vida devota, III,1S).

1580 No cabe lugar a dudas de que los pobres alcanzan mas facilmente este bien que los ricos, porque a
aquellos la pobreza les inclina mas a la bondad, y a estos la riqueza les conduce a la arrogancia. Y no
obstante, muchos ricos poseen este espiritu, pues ponen la abundancia al servicio no de su prestigio sino de
las obras de beneficencia. Para ellos, la mayor ganancia esta en lo que emplean para aliviar la miseria y los
trabajos del prójimo. Y es que el desprendimiento de los bienes y la pureza de corazon se puede encontrar
en personas de todos los niveles economicos (SAN LEON MAGNO, Sermón 95).

1581 Cuando dijo que los ricos apenas podran salvarse, advierte que ni todos los ricos se condenaran, ni
todos los pobres se salvaran (TEOFILO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 289).

1582 Porque la pobreza no condujo a Lazaro al cielo, sino la humildad, y las riquezas no impidieron al rico
entrar en el gran descanso, sino su egoismo e infidelidad . (SAN AGUSTIN, Sermón 24).

1583 Vended lo que poseeis y dad limosna [ . . . ] Este precepto no debe entenderse en el sentido de que
los santos no puedan reservarse dinero alguno (ni para su uso ni para los pobres), siendo así que el mismo
Dios, a quien servian los angeles, tenla una bolsa en la que conservaba lo que le daban los fieles; sino en el
sentido de que no debe servirse a Dios por estas cosas, ni abandonar la justicia por temor de la pobreza
(SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, pp. 97-98).

1584 Aprended a ser pobres y necesitados, lo mismo si poseeis algo en este mundo que si no poseeis nada.
Porque se encuentran mendigos repletos de orgullo y ricos que confiesan sus pecados. Dios resiste a los
orgullosos, lo mismo si estan cubiertos de sedas que de harapos, pero concede su gracia a los humildes,
posean o no bienes de este mundo (SAN AGusTiN. Coment. sobre el salmo 85).

1585 [. . . ] yo no alabo simplemente la pobreza, sino la sufrida con paciencia por amor de Cristo nuestro
Señor, y mucho mas la deseada, procurada y abrazada por amor (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Carta a
Santa Teresa,14-lv-1562).

1586 Acontece de cuando en cuando que un hombre tiene repleta la casa, tierras fertiles, muchas
posesiones, mucho oro y plata, pero sabe que no debe apoyarse en eso y, por tanto, se humilla ante Dios, y
hace bien de esos bienes; su corazon de tal modo se levanta hacia Dios, que conoce que no solo no le
aprovechan en nada estas riquezas, sino que le trabarian los pies si el Señor no le gobierna y ayuda. Pues
bien, este se encuentra entre los pobres. . . Por el contrario, tropieza con un pobre mendigo engreido, o no
engreido porque no tiene nada pero que busca como engreirse; Dios no atiende a los haberes, sino a la
codicia, y le juzga conforme al deseo por el que anhelaba lo temporal, no conforme a los bienes que no llego
a conseguir (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 131).
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1587 El don de esta pobreza se da, pues, en toda clase de hombres y en todas las condiciones en las que
el hombre puede vivir, pues pueden ser iguales por el deseo incluso aquellos que por la fortuna son
desiguales, y poco importan las diferencias en los bienes terrenos si hay igualdad en las riquezas del
espiritu. Bienaventurada es, pues, aquella pobreza que no se siente cautivada por el amor de bienes
terrenos, ni pone su ambición en acrecentar las riquezas de este mundo, sino que desea mas bien los
bienes del cielo (SAN LEON MAGNO, Sermón sobre las bienaventuranzas,95).

La pobreza y "la pobreza de espiritu"

1588 De nada nos servirla vivir sin un centimo si acariciamos el deseo de poseerlo (CASIANO,
Instituciones,7).

1589¿Como explicar tamaña ridiculez? Los hay que al abandonar la milicia del mundo dejaron todo su
patrimonio con fortunas considerables [. . . ]. Luego, decaido el fervor incipiente de su renuncia, se aficionan
con pasión a las cosas mas baladíes [. . . ]. Tal es el afecto que cobran por estas cosas, que sobrepuja al
cuidado que tuvieron antes por sus riquezas en el mundo. Poco les aprovechara haber despreciado tantos
bienes y posesiones, puesto que el amor que tuvieron a ellos, y que les movio a despreciarlos, lo han
puesto ahora en estas naderias (CASIANO, Colaciones,4).

1590 Es evidente que se puede ser avaro sin tener dinero (CASIANO, Instituciones,8,12).

1591 Dichosos los pobres de espirituódiceóporque de ellos es el reino de los cielos. A que pobres se refiere
la Verdad, tal vez quedaría confuso si dijera solo: Dichosos los pobres, sin añadir de que clase de pobreza
se trataba; a muchos, en efecto, se les podria ocurrir que era solo cuestion de aquella indigencia material
que muchos padecen poráneacesidad, y que ella era suficiente para merecer el reino de los cielos. Pero al
decir: Dichosos los pobres de espíritu, el Señor manifiesta que el reino de los cielos pertenece a aquellos
que son pobres mas por la humildad de su espiritu que por la carencia de fortuna (SAN LEON MAGNO,
Sermón sobre las bienaventuranzas,95).

1592 No consiste la verdadera pobreza en no tener, sino en estar desprendido: en renunciar


voluntariamente al dominio sobre las cosas. Por eso hay pobres que realmente son ricos. Y al reves (J.
EscRivA DE BALAGUER, Camino, n. 632).

1593 Si, habiendo transcurrido tu vida en la pobreza, no tuviste nada que abandonar, con mayor razon no
debes procurarte ahora lo que jamás pudiste poseer. Esta pobreza has de atribuirla a un singular beneficio
del Señor: ha querido prepararte para que le siguieras con paso firme, libre de los embarazos con que
intercepta el camino la riqueza (CASIANO, Instituciones,7,27).

1594 Hemos dejado bienes de gran valor con el fin de hallarnos mejor dispuestos para despreciar los
objetos de poca importancia. ¿En que consiste la diferencia de apasionarse por magnificas riquezas o por
simples nimiedades, sino en que es mas reprensible hacerse esclavo de cosas minimas cuando se han
menospreciado las grandes? Concluyamos diciendo que la perfección del corazon no es patrimonio de
aquellos que comprenden así la renuncia, porque, aunque han abrazado la profesión de pobres, sus almas
conservan el afecto propio de los ricos (CASIANO, Colaciones,4).

1595 No hay quien no tenga algo que dejar. Solo ha renunciado a los bienes de este mundo aquel que ha
erradicado el deseo de poseerlos (CASIANO, Instituciones,7).

1596 Todos los que aman las riquezas, aun cuando no puedan conseguirlas, deben contar en el numero de
los ricos (SAN AGUSTIN, en CatenaAurea, vol. Vl, p. 316).

1597 Mas no puedo decir lo que se siente cuando el Señor la da a entender secretos y grandezas suyas, el
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deleite tan sobre cuantos aca se pueden entender, que bien con razon hace aborrecer los deleites de la
vida, que son basura todos juntos. Es asco traerlos a ninguna comparación aquióaunque sea para gozarlos
sin finóy de estos que da el Señor, sola una gota de agua del gran rio caudaloso que nos esta aparejado
(SANTA TERESA, Vida,27,12).

Consecuencias y detalles practicos de desprendimiento

1598 Del mismo modo que al decir que las aves del cielo no siembran no reprobo el que se sembrara sino el
excesivo cuidado, así, cuando dice no trabajan ni hilan, no condena el trabajo, sino el excesivo celo en el
(SAN JUAN CRISOSTOMO, en CatenaAurea, vol. Vl, p. 90).

1599 Siguiendo a Jesús pobre, no se abaten por la escasez, ni se ensoberbecen con la riqueza (Conc. VAT.
II, Decr. Apostolicam actuositatem,4).

1600 Si tu deseas alcanzar ese espiritu, te aconsejo que contigo seas parco, y muy generoso con los
demás; evita los gastos superfluos por lujo, por veleidad, por vanidad, por comodidad. . . ; no te crees
necesidades. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,123).

1601 El verdadero desprendimiento lleva a ser muy generosos con Dios y con nuestros hermanos; a
moverse, a buscar recursos, a gastarse para ayudar a quienes pasan necesidad. No puede un cristiano
conformarse con un trabajo que le permita ganar lo suficiente para vivir el y los suyos: su grandeza de
corazon le impulsara a arrimar el hombro para sostener a los demás (J. Escriva DE BALAGUER, Amigos de
Dios,126).

"Tirar lo que estorba"

1602Aunque estoy bien convencido, mi querida Margarita, de que la maldad de mi vida pasada es tal que
merecería que Dios me abandonase del todo, ni por un momento dejare de confiar en su inmensa bondad.
Hasta ahora, su gracia santisima me ha dado fuerzas para postergarlo todo: las riquezas, las ganancias y la
misma vida, antes de prestar juramento en contra de mi conciencia (SANTO ToMAs MORO, Carta escrita en
la carcel a su hija Margarita).

1603 Aquel hombre, arrojando su capa, al instante se puso en pie y vino a el (Mc 10,50) ¡Tirando su capa!
No se si tu habras estado en la guerra. Hace ya muchos atios, yo pude pisar alguna vez el campo de
batalla, después de algunas horas de haber acabado la pelea; y alli había, abandonados por el suelo,
mantas, cantimploras y macutos llenos de recuerdos de familia: cartas, fotografias de personas amadas. . .
¡Y no eran de los derrotados; eran de los victoriosos! Aquello, todo aquello les sobraba, para correr mas
aprisa y saltar el parapeto enemigo. Como a Bartimeo, para correr detras de Cristo. No olvides que, para
llegar hasta Cristo, se precisa el sacrificio; tirar todo lo que estorbe: manta, macuto, cantimplora (J. Escriva
DE BALAGUER, Amigos de Dios,196).

1604 Y el alma sale para ir detras de Dios: sale de todo pisoteando y despreciando todo lo que no es Dios.
Y sale de si misma olvidandose de si por amor de Dios (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,1,20).

No crearse necesidades. Cosas superfluas

1605 El hombre busca las cosas para satisfacer una necesidad, y cuando las tiene en abundancia empieza
a llenarse de soberbia por ellas; es lo mismo que si alguno, estando herido, se jacta de tener en su casa
muchas medicinas, como si no fuera mejor que no necesitase de ellas, si no estuviese herido (SAN
AGUSTIN, Cuestiones sobre el Evangelio,2,29).

1606 El espiritu de penitencia y su practica nos conducen a desprendernos sinceramente de todo lo que
poseemos de superfluo, y a veces incluso de lo necesario, que nos impide "ser" verdaderamente lo que Dios
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quiere que seamos (JUAN PABLO II, Aloc. ,20-II-1980).

1607 Es propio de todos aquellos que nada esperan de la otra vida, ni temen los juicios de Dios, el andar
solicitos por las cosas superfluas (SAN GREGORIO DE NISA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 94).

1608 NO hay que buscar lo superfluo, ni mimar el cuerpQ mas de lo que sea necesario para que sirva al
alma (SAN BASILIO, Discurso a los jovenes).

1609 Los que pasan la frontera de lo necesario, a semejanza de los que se deslizan por una pendiente, al
no tener nada firme en que apoyarse, con nada pueden contener el peso hacia adelante (SAN BASILIO,
Discurso a los jovenes).

1610 Lo superfluo de los ricos es lo necesario de los pobres. Se poseen cosas ajenas cuando se poseen
cosas superfluas (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 147).

Desprendimiento de nosotros mismos

1611 ¿Como podrá enemistarse con su hermano quien no reivindica nada como propio? De este modo corta
la raiz primera de los conflictos, que nacen habitualmente de pequeñeces (CASIANO, Colaciones,16).

1612 [. . . ] convenceos de que si de veras deseamos seguir de cerca al Señor y prestar un servicio
autentico a Dios y a la humanidad entera, hemos de estar seriamente desprendidos de nosotros mismos: de
los dones de la inteligencia, de la salud, de la honra, de las ambiciones nobles, de los triunfos, de los exitos.
Me refiero también [. . . ] a esas ilusiones limpias, con las que buscamos exclusivamente dar toda la gloria a
Dios y alabarle, ajustando nuestra voluntad a esta norma clara y precisa: Señor, quiero esto o aquello solo si
a Ti te agrada, porque si no, a mi, lpara que me interesa? Asestamos así un golpe mortal al egoismo y a la
vanidad, que serpear en todas las conciencias; de paso que alcanzamos la verdadera paz en nuestras
almas, con un desasimiento que acaba en la posesión de Dios, cada vez mas intima y mas intensa (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,114).

Desprendimiento de la salud corporal

1613 Al ser, pues, nocivo para el cuerpo el demásiado cuidado y un obstaculo para su alma, es una locura
manifiesta servirle y mostrarse sumiso a el (SAN BASILIO, Discurso a los jovenes).

1614 Consideraba lo mucho que importa no mirar nuestra flaca disposición cuando entendemos se sirve al
Señor, por contradicción que se nos ponga delante, pues es poderoso de hacer de los flacos fuertes y de los
enfermos sanos. Y cuando esto no hiciere, será lo mejor padecer para nuestra alma, y puestos los ojos en
su honra y gloria, olvidarnos a nosotros. ¿Para que es la vida y la salud, sino para perderla por tan gran Rey
y Señor? Creedme, hermanas, que jamás os ira mal en ir por aquí (SANTA TERESA, Fundaciones,28,18).

1615 Lo primero que hemos de procurar es quitar de nosotros el amor de este cuerpo, que somos algunas
de nuestro natural tan regaladas, que no hay poco que hacer aquí, y tan amigas de nuestra salud, que es
cosa para alabar a Dios la guerra que da (SANTA TERESA, Camino deperfección, lO,5).

1616 Dentro de este marco del desprendimiento total que el Señor nos pide, os señalare otro punto de
particular importancia: la salud (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,124).

"Una noche en mala posada"

1617 En la vida presente estamos como en un camino por el que vamos a nuestra patria (SAN GREGORIO
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MAGNO, Hom. 11 sobre los Evang. ).

1618 No tienes aquí ciudad permanente. Dondequiera que estuvieres seras extranjero y peregrino; jamás
tendras reposo si no te unes intimamente a Cristo (Imitación de Cristo, II,1 6).

1619 No nos seduzca ninguna prosperidad halagueha, porque es un viajero necio el que se para en el
camino a contemplar los paisajes amenos y se olvida del punto al que se dirige (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 14 sobre los Evang. ).

1620 Que no queramos regalos, hijas; bien estamos aquí, todo es una noche en mala posada (SANTA
TERESA, Camino de perfección,40,9).

1621 Que los falsos placeres de la vida presente no impidan el empuje de aquellos que estan en marcha por
el camino de la verdad, y que los fieles se consideren como viajeros en el itinerario que siguen hacia su
patria; que comprendan que en el uso de los bienes temporales, si a veces hay algunos que les agradan, no
deben apegarse bajamente, sino continuar valientemente la marcha (SAN LEON MAGNO, Sermón 72,
sobre la Ascensión del Señor).

1622 De nada me servirian los placeres terrenales ni los reinos de este mundo. Prefiero morir en Cristo
Jesús que reinar en los confines de la tierra. Todo mi deseo y mi voluntad estan puestos en Aquel que por
nosotros murio y resucito. Se acerca ya el momento de mi nacimiento a la vida eterna (SAN IGNACIO DE
ANTIOQUIA, Carta a los Romanos,6,1 ss. ).

Desprendimiento y senorio del cristiano

1623 Es un bien que todos los bienes del mundo encierra en si; es un señorio grande, digo que es senorear
todos los bienes de el a quien no se le da nada de ellos (SANTA TERESA, Camino de perfección,2,5).

1624 La honra de los pobres es ser muy verdaderamente pobre (SANTA TERESA, Camino de
perfección,2,5).

1625 Quien es esclavo de las riquezas, las guarda como esclavo; pero el que sacude el yugo de su
esclavitud, las distribuye como señor (SAN JERONIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 392).

1626 Aquel que se ha separado de todo, ha renunciado incluso a hacer calculos sobre las cosas que tiene o
no tiene, cuando se trata de salir al encuentro de las necesidades del prójimo. Es perfectamente libre,
porque es totalmente pobre. Y precisamente en una pobreza tal, en la que caen los limites puestos por la
prudencia de la carne, es donde la potencia de Dios puede manifestarse también en la libre gratuidad del
milagro (JUAN PABLO II, Hom. Turin,13-lV-1980).

1627 Debes ir vestido de acuerdo con el tono de tu condición, de tu ambiente, de tu familia, de tu


trabajo. . . , como tus compañeros, pero por Dios, con el afan de dar una imagen autentica y atractiva de la
verdadera vida cristiana. Con naturalidad, sin extravagancias: os aseguro que es mejor que pequeis por
carta de mas que por carta de menos. Tu, ¿como imaginas el porte de Nuestro Señor?, ¿no has pensado
con que dignidad llevarla aquella tunica inconsutil, que probablemente habrian tejido las manos de Santa
Maria? (J. Escriva DE BALAGUER, Amigos de Dios,122).

Los sacerdotes y el uso de los bienes temporales

1628 Usando, pues, del mundo como si no lo usaran, llegaran a aquella libertad por la que, libres de todo
cuidado desordenado, se tornen dociles para oir la voz de Dios en la vida cotidiana. De esta libertad y
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docilidad nace la discreción espiritual, por la que se halla la recta actitud ante el mundo y los bienes
terrenos. Esta actitud es de gran importancia para los presbiteros, pues la misión de la Iglesia se cumple en
medio del mundo, y los bienes creados son absolutamente necesarios para el provecho personal del
hombre. Den, pues, gracias por todo lo que el Padre celestial les da para pasar rectamente la vida. Es
menester, sin embargo, que disciernan a la luz de la fe todo lo que les ocurriere, a fin de orientarse al recto
uso de los bienes que responda a la voluntad de Dios y rechazar cuanto dañare a su misión (CONC. VAT. Il,
Decr. Prebysterorum Ordinis,17).

1629 [. . . ] tal misión (sacerdotal) solo podre llevarse a cabo si el sacerdoteóconsagrado por el
Espirituósabe estar entre los hombres (pro hominibus constitutus) y, al mismo tiempo, separado de ellos (ex
hominibus assumptus): cfr. He 5,1; si vive con los hombres, si comprende sus problemas, apreciara sus
valores, pero al mismo tiempo en nombre de otra cosa, dara testimonio y enseñara otros valores, otros
horizontes del alma, otra esperanza (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 59).DEVOCIONES

La verdadera devoción supone una prontitud en la entrega a Dios y a los demás.

Se fundamenta en la humildad

1630 (La verdadera devoción supone) una voluntad pronta para entregarse a lo que pertenece al servicio de
Dios (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 8, a. I c).

1631 No es devoción aquella ternura de corazon o consolación que sienten algunas veces los que oran,
sino esta prontitud y aliento para bien obrar, de donde muchas veces acaece hallarse lo uno sin lo otro,
cuando el Señor quiere probar a los suyos. (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Tratado de la oración y
mediación,2,1)

1632 Si, que no esta el amor de Dios en tener lagrimas, ni estos gustos y ternura que por la mayor parte los
deseamos y consolamos con ellos; sino en servir con justicia y fortaleza de animo y humildad (SANTA
TERESA, Vida,11,5).

1633 La humildad es el fundamento de todas las demás virtudes. Quien desea servir a Dios y salvar su
alma, debe comenzar por practicar esta virtud en toda su extension. Sin ella nuestra devoción será como un
monton de paja muy voluminoso que habremos levantado, pero al primer embate de los vientos queda
derribado y deshecho. El demonio teme muy poco esas devociones que no estan fundadas en la humildad,
pues sabe muy bien que podrá echarlas al traste cuando le plazca (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre
la humildad).

1634 La devoción, mientras sea autentica y sincera, nada destruye, sino que todo lo perfecciona y completa,
y si alguna vez resulta de verdad contraria a la vocación o estado de alguien, sin duda es porque se trata de
una falsa devocion. La abeja saca miel de las flores sin dañarlas ni destruirlas, dejandolas tan integras,
incontaminadas y frescas como las ha encontrado. Lo mismo, y mejor aun, hace la verdadera devoción: ella
no destruye ninguna clase de vocación o de ocupaciones, sino que las adorna y embellece (SAN
FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,1,3).

1635 La diferencia entre la caridad y la devoción es la misma que hay entre el fuego y la llama. . . Asi que la
devoción solo añade al fuego de la caridad la llama que la hace pronta, activa y diligente (SAN FRANCISCO
DE SALES, Introd. a la vida devota, I,1).

1636 Ten pocas devociones particulares, pero constantes (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 552).

1637 La verdadera devoción hace que sea mucho mas apacible el cuidado de la familia, que el amor mutuo
entre marido y mujer sea mas sincero, que la sumisión debida a los gobernantes sea mas leal, y que todas
las ocupaciones, de cualquier clase que sean, resulten mas llevaderas y hechas con mas perfección (SAN
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FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,1,3).

El alimento de la devocion

1638 Asi como los arboles y los cuerpos humanos quieren sus riegos y mantenimientos ordinarios, y en
faltando esto luego desfallecen y desmedran, así también lo hace la devoción, cuando le falta el riego y
mantenimiento de la consideración (SAN PEDRO DE ALCANTARA. Tratado de la oración y meditación 2,3).

1639 La devoción nace de la caridad, que es amor a Dios y al prójimo (SANTO TOMAS, Sobre el
Padrenuestro,1. c. ,124).

1640 Y es gran cosa letras, porque estas nos enseñan a los que poco sabemos y nos dan luz, y llegados a
verdades de la Sagrada Escritura hacemos lo que debemos. De devociones a bobas nos libre Dios (SANTA
TERESA, Vida,13,9).

Devoción a la Santisima Trinidad

1641 Asistiendo a la Santa Misa, aprendereis a tratar a cada una de las Personas divinas: al Padre, que
engendra al Hijo; al Hijo, que es engendrado por el Padre; al Espíritu Santo que de los dos procede.
Tratando a cualquiera de las tres Personas, tratamos a un solo Dios; y tratando a las tres, a la Trinidad,
tratamos igualmente a un solo Dios unico y verdadero (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,91).

1642 Toda gracia o don que se nos da en la Trinidad se nos da por el Padre, a traves del Hijo, en el Espíritu
Santo (SAN ATANASIO, Carta I a Serapion).

1643 E1 Padre, por redimir al siervo, no perdona al Hijo; el Hijo por El se entrega a la muerte
gustosisimamente; uno y otro envian al Espíritu Santo; y el mismo Espíritu Santo pide por nosotros con
gemidos inefables (SAN BERNARDO, Sermón, para el día de Pentecostes,2,7).

1644 Tu, Trinidad eterna, eres como un mar profundo, en el que cuanto mas busco mas encuentro, y cuanto
mas encuentro mas te busco. Tu sacias al alma de una manera en cierto modo insaciable, ya que siempre
queda con hambre y apetito, deseando con avidez que tu luz nos haga ver la luz, que eres tu misma
(SANTA CATALINA DE SIENA, Dialogo sobre la Divina Providencia, cap. 167).

1645 Jamas la majestad del Espíritu Santo ha estado separada de la omnipotencia del Padre y del Hijo;
todo lo que hace el gobierno divino para administrar el universo, procede de la Providencia de toda la
Trinidad. En ella no hay mas que una misma bondad de misericordia, una misma severidad en la justicia.
Nada que este dividido en la acción o nada que difiera en la voluntad. Lo que el Padre ilumina, el Hijo lo
ilumina y el Espíritu Santo lo ilumina también (SAN LEON MAGNO, Sermón 75, sobre Pentecostes).

1646 Hay que afirmar que la Trinidad, aun después de que el Verbo tomo cuerpo de Maria, continuo siendo
siempre la Trinidad, sin admitir aumento ni disminución; ella continua siendo siempre perfecta y debe
confesarse como un solo Dios en Trinidad, como lo confiesa la Iglesia al proclamar al Dios unico, Padre del
Verbo (SAN ATANASIO, Carta a Epicteto,5-9).

1647 Hay un solo Dios Padre, un solo Verbo, el Hijo, y un solo Espíritu, como hay también una sola
salvación para todos los que creen en El (SAN IRENEO, Tratado contra las herejfas, libro 4).

A la Santisima Humanidad de Cristo


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1648 Pues ya andaba mi alma cansada y, aunque queria, no la dejaban descansar las ruines-costumbres
que tenía. Acaeciome que, entrando un dia en el oratorio, vi una imagen que habían traido alli a guardar,
que se había buscado para cierta fiesta que se hacia en casa. Era de Cristo muy llagado, y tan devota que,
mirandola, toda me turbo de verle tal, porque representaba bien lo que paso por nosotros. Fue tanto lo que
senti de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazon me parece se me partia, y arrojeme
cabe El con grandisimo derramamiento de lagrimas, suplicandole me fortaleciese ya de una vez para no
ofenderle (SANTA TERESA, Vida,9,1).

1649 Debido a la debilidad de la mente humana, y del mismo modo que necesita ser conducida al
conocimiento de las cosas divinas, así también necesita ser llevada al amor como de la mano, por medio de
algunas cosas sensibles que nos sean facilmente conocidas. Y entre ellas la principal es la Humanidad de
Cristo [. . . ] (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 82, a. 3 ad 2).

1650 Todo lo tenemos en Cristo; todo es Cristo para nosotros. Si quieres curar tus heridas, El es medico. Si
estas ardiendo de fiebre, El es manantial. Si estas oprimido por la iniquidad, El es justicia. Si tienes
necesidad de ayuda, El es vigor. Si temes la muerte, El es la vida. Si deseas el cielo, El es el camino. Si
refugio de las tinieblas, El es la luz. Si buscas manjar, El es alimento (SAN AMBROSIO, Sobre la
virginidad,16,19).

1651 No me ha venido trabajo que, mirandoos a Vos cual estuvisteis delante de los jueces, no se me haga
bueno de sufrir. Con tan buen amigo presente, con tan buen capitan, que se puso en lo primero en el
padecer, todo se puede sufrir. Es ayuda y da esfuerzo; nunca falta; es amigo verdadero. Y veo yo claro, y he
visto después, que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes, quiere sea por manos de esta
Humanidad sacratisima, en quien dijo Su Majestad se deleita (Mt 3,17). Muy muchas veces lo he visto por
experiencia; hamelo dicho el Señor. He visto claro que por esta puerta hemos de entrar si queremos nos
muestre la soberana Majestad grandes secretos (SANTA TERESA, Vida,22,6).

1652 [. . . ] cuando la carne intente recobrar sus fueros perdidos o la soberbiaóque es peoróse rebele y se
encabrite, os precipiteis a cobijaros en esas divinas hendiduras que, en el Cuerpo de Cristo, abrieron los
clavos que le sujetaron a la Cruz, y la lanza que atraveso su pecho. Id como mas os conmueva: descargad
en las Llagas del Señor todo ese amor humano. . . y ese amor divino. Que esto es apetecer la union,
sentirse hermano de Cristo, consanguineo suyo, hijo de la misma Madre, porque es Ella la que nos ha
llevado hasta Jesús (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,303).

A la Sagrada Pasion. Via Crucis

1653 La pasión de Cristo basta para servir de guia y modelo a toda nuestra vida (SANTO TOMAS, Sobre el
Credo,6,1. c. ).

1654 Es cosa muy buena y santa pensar en la pasión del Señor y meditar sobre ella, ya que por este
camino se llega a la santa union con Dios. En esta santisima escuela se aprende la verdadera sabiduria, en
ella la han aprendido todos los santos (SAN JUAN DE LA CRUZ, Carta 1,43).

1655 El Via Crucis. ¡Esta si que es devoción recia y jugosa! Ojala te habitues a repasar esos catorce puntos
de la Pasión y Muerte del Señor, los viernes. Yo te aseguro que sacaras fortaleza para toda la semana (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 556).

1656 El que quiera venerar de verdad la pasión del Señor debe contemplar de tal manera, con los ojos de
su corazon, a Jesús crucificado, que reconozca su propia carne en la carne de Jesús (SAN LEON MAGNO,
Sermón 15 sobre la Pasion).

1657 El cristiano que se ejercita intensa y devotamente en la vida y pasión santisima del Señor, halla alli
todo lo util y necesario para si cumplidamente, y no hay necesidad de que busque algo mejor fuera de
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Jesucristo. ¡Oh, si viniese a nuestro corazon Jesucristo crucificado, cuan presto y cuan de verdad seriamos
enseñados! (Imitación de Cristo,1,25,7).

1658 Es muy posible que en alguna ocasión, a solas con un crucifijo, se te vengan las lagrimas a los ojos.
No te domines. . . Pero procura que ese llanto acabe en un proposito (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Via
Crucis, p. 95).

1659 El Señor padecio de los gentiles y de los judios, de los hombres y de las mujeres, como se ve en las
sirvientas que acusaron a San Pedro. Padecio también de los principes y de sus ministros, y de la plebe. . .
Padecio de los parientes y conocidos, pues sufrio por causa de Judas, que le traiciono, y de Pedro, que le
nego. De otra parte, padecio cuanto el hombre puede padecer. Pues Cristo padecio de los amigos, que le
abandonaron; padecio en la fama, por las blasfemias proferidas contra El; padecio en el honor y en la honra,
por las irrisiones y burlas que le infirieron; en los bienes, pues fue despojado hasta de los vestidos; en el
alma, por la tristeza, el tedio y el temor; en el cuerpo, por las heridas y los azotes (SANTO TOMAS, Suma
Teológica,3, q. 4b, a. 5).

1660 Bien deciais, Jesús mio, que cuando fuisteis levantado en lo alto de la cruz atraeriais hacia Vos todos
los corazones (Jn 12,32), y a la verdad que habeis ganado el afecto de todos ellos, puesto que muchas
almas, al veros crucificado y muerto por su amor, lo han abandonado todo, riquezas, dignidades, patria y
parientes, y han desafiado los tormentos y hasta la misma muerte para darse a Vos por entero.
¡Desventurados los que resisten a la gracia, que les habeis atesorado a costa de tantos trabajos y sudores!
Este será su mayor tormento en el infierno; pensar que todo un Dios ha muerto en la cruz para ganar su
amor y que ellos voluntariamente se han perdido y labrado su eterna ruina, sin esperanza de remedio.

[. . . ] ¡Cuantas veces no he resistido a vuestros amorosos llamamientos y a los esfuerzos que haciais para
cautivarme con los lazos de vuestro amor! ¡Cuantas veces no os he menospreciado y renunciado a vuestro
amor por seguir mis caprichos y mis gustos! ¡Ojala que hubiera yo muerto antes que ofenderos!, ¡ojala que
siempre os hubiera amado! Gracias os doy, amor mio, por haberme soportado con tanta paciencia, y en
lugar de haberme abandonado como lo merecia, me habeis llamado con mas insistencia, comunicandome
mas luces y mas amorosas inspiraciones. (SAN ALFONSO M" DE LIGORIO, Meditaciones sobre la Pasión,
III,3).

1661 Aquellos tres clavos sostienen todo el peso del cuerpo; sufre grandes dolores y esta en una aflicción
superior a cuanto se puede decir ni pensar. Esta pendiente entre dos ladrones, de todas partes sufre penas,
de todas partes oprobios, de todas partes insultos. Pues aun viendolo tan angustiado no perdonan insulto
alguno (SAN BUENAVENTURA, Meditación de la Pasión, c. 3).

1662 Si no sabes desentrañar las cosas profundas y celestiales, descansa en la pasión de Jesucristo y
mora muy de gana en sus sacratisimas llagas; porque si te llegas devotamente a las llagas y preciosas
heridas de Jesucristo, gran consuelo sentiras en la tribulación, y no estaras demásiado preocupado de los
desprecios de los hombres, y facilmente sufriras las palabras de los maldicientes (Imitación de
Cristo,11,1,6).

A Jesús Sacramentado

1663 Porque ser vuestro devoto verdadero es un escudo impenetrable a los asaltos de mis enemigos (SAN
ALFONSO M. a DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,10).

1664 Durante el dia, los fieles no omitan el hacer la visita al Santisimo Sacramento, que debe estar
reservado en un sitio dignisimo con el maximo honor en las iglesias, conforme a las leyes liturgicas, puesto
que la visita es prueba de gratitud, signo de amor y deber de adoración a Cristo Señor, alli presente (PABLO
Vl, Enc. Mysterium fidei).

1665 Muchos cristianos, exponiendose a grandes peligros y padeciendo muchas fatigas, emprenden largas
-191 -

jornadas solo con el fin de visitar los lugares de la Tierra Santa en que nuestro Salvador nacio, padecio y
murio. jAh, y como estos santos excesos acusan nuestros descuidos y nuestra ingratitud! Pues dejamos
muchas veces de visitar al mismo Señor que habita en las iglesias pocos pasos distantes de nuestras casas
(SAN ALFONSO M" DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,23.

1666 No comprendo como se puede vivir cristianamente sin sentir la necesidad de una amistad constante
con Jesús en la Palabra y en el Pan, en la oración y en la Eucaristia. Y entiendo muy bien que, a lo largo de
los siglos, las sucesivas generaciones de fieles hayan ido concretando esa piedad eucaristica. Unas veces,
con practicas multitudinarias, profesando publicamente su fe; otras, con gestos silenciosos y callados, en la
sacra paz del templo o en la intimidad del corazon (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,154).

1667 ¡Cuan consoladores y suaves son los momentos pasados con este Dios de bondad! ¿Estas dominado
por la tristeza? Ven un momento a echarte a sus plantas, y quedaras consolado. ¿Eres despreciado del
mundo? Ven aquí, y hallaras un amigo que jamás quebrantara la fidelidad. ¿Te sientes tentado? Aquí es
donde vas a hallar las armas mas seguras y terribles para vencer a tu enemigo. ¿Temes el juicio formidable
que a tantos santos ha hecho temblar? Aprovechate del tiempo en que tu Dios es Dios de misericordia y en
que tan facil es conseguir el perdon. ¿Estas oprimido por la pobreza? Ven aquí, donde hallaras a un Dios
inmensamente rico, que te dira que todos sus bienes son tuyos, no en este mundo sino en el otro (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre el Corpus Christi).

1668 ¡Ah!, y ¿que haremos, preguntais algunas veces, en la presencia de Dios Sacramentado? Amarle,
alabarle, agradecerle y pedirle. ¿Que hace un pobre en la presencia de un rico? ¿Que hace un enfermo
delante del medico? ¿Que hace un sediento en vista de una fuente cristalina? (SAN ALFONSO M". DE
LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,1).

1669 No dejes la Visita al Santisimo. Luego de la oración vocal que acostumbres, di a Jesús, realmente
presente en el Sagrario, las preocupaciones de la jornada. Y tendras luces y animo para tu vida de cristiano
(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 554).

1670 Los amigos del mundo hallan tanto consuelo en verse los unos a los otros, que pasan dias enteros en
sus conversaciones; si no empleamos el tiempo con Jesús Sacramentado es porque no le amamos (SAN
ALFONSO M. a DE LIGORIO. Visitas alástmo. Sacramento,4).

1671 La exposición de la Sagrada Eucaristia conduce al espiritu de los fieles a reconocer en ella la
maravillosa presencia de Cristo, y le invita a una comunion con El. Al mismo tiempo, favorece de modo
excelente el culto en espiritu y en verdad que le es debido (PABLO VI, Instrucc. Eucaristicum Mysterium, n.
60).

1672 Pensad en el silencioso y maravilloso misterio de los innumerables tabernaculos que forman
constelaciones de luz,visibles solo a los aageles, a los santos y a los creyentes, cubriendo la faz de la tierra
(PABLO VI, Homilia en el Congreso Eucaristico Nacional de Italia, I l-VI-1965).

Santo Rosario

1673 El Rosario es mi oración predilecta [. . . ]. Con el trasfondo de las Avemarias pasan ante los ojos del
alma los episodios principales de la vida de Jesucristo. El Rosario en su conjunto consta de misterios
gozosos, dolorosos y gloriosos, y nos ponen en comunion vital con Jesucristo a travesóse puede deciródel
Corazon de su Madre. Al mismo tiempo, nuestro corazon puede incluir en estas decenas del Rosario todos
los hechos que entraman la vida del individuo, la familia, la nación, la Iglesia y la humanidad. Experiencias
personales o del prójimo, sobre todo de las personas mas cercanas o que llevamos mas en el corazon. De
este modo, la sencilla plegaria del Rosario sintoniza con el ritmo de la vida humana (JUAN PABLO II, Aloc.
29-X-1978).
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1674 Hay un vinculo muy estrecho entre el Angelus y el Rosario, oraciones, una y otra, eminentemente
cristologicas y, al mismo tiempo, marianas: efectivamente, nos hacen contemplar y profundizar los misterios
de la historia de la salvación, en los que Maria esta intimamente unida a su Hijo Jesús. Y en este santuario
resuena perennemente el Rosario, la oración mariana sencilla, humildeópero no por eso menos rica de
contenidos biblicos y teologicosóy tan querida, en su larga historia para los fieles de toda clase y condición,
unidos en la profesión de fe en Cristo, muerto y resucitado por nuestra salvación (JUAN PABLO II, Hom.
Pompeya,21-X-1979).

1675 El Santo Rosario es arma poderosa. Empleala con confianza y te maravillaras del resultado (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 558).

1676 El Rosario de Maria, pues, viene elevado a la condición de una gran plegaria publica y universal frente
a las necesidades ordinarias y extraordinarias de la Iglesia santa, de las naciones y del mundo entero
(JUAN XXIII, Sobre el rezo del Santo Rosario,29-1X-1961).

1677 Aunque sea en planos de realidad esencialmente diversos, anamnesis en la liturgia y memoria
contemplativa en el Rosario tienen por objeto los mismos acontecimientos salvificos llevados a cabo por
Cristo. La primera hace presentes, bajo el velo de los signos y operantes de modo misterioso, los "misterios
mas grandes de nuestra redencion"; la segunda, con el piadoso afecto de la contemplación, vuelve a evocar
los mismos misterios en la mente de quien ora y estimula su voluntad a sacar de ellos normas de vida
(PABLO VI, Enc. Marialis cultus,2-II-1974, n. 46).

1678 El Concilio ecumenico Vaticano II, aun cuando no con expresas palabras, pero si con toda certeza,
inculco en los animos de todos los hijos de la Iglesia estas preces del Rosario en estos terminos: "Estimen
en mucho las practicas y los ejercicios de piedad hacia ella (Maria) recomendados por el Magisterio en el
curso de los siglos" (PABLO VI, Enc. Christi Matri Rosarii,15-IX- 1966, y Enc. Marialis cultus,2-II- 1974).

1679 Es el Rosario un Evangelio compendiado y dara a los que lo rezan los rios de paz de que nos habla la
Escritura; es la devoción mas hermosa, mas rica en gracia y gratisima al corazon de Maria. Sea este, hijos
mios, mi testamento para que os acordeis de mi en la tierra (Pio IX, en su lecho de muerte, a los prelados
que le asistían).

1680 Quienes con esfuerzo trabajan por conseguir su ultimo fin disponen providencialmente de la poderosa
ayuda del Rosario, y la tienen tan a mano y es tan facil que no se puede pedir mas (LEON XIII, Enc.
Fidentes piumque).

1681 [. . . ] innumerables hombres de todos los tiempos y de toda condición [. . . ] lo emplearon como arma
muy poderosa para rechazar al demonio, para conservar la castidad e integridad de vida, para adelantar en
la virtud y conseguir la paz de la humanidad (Pio XI, Enc. Ingravescentibus malis).

1682 Estimamos el Santo Rosario el medio mas conveniente y eficaz para obtener la ayuda maternal de la
Virgen, segun lo recomienda su origen, mas celestial que humano, y su misma naturaleza (Pio XII, Enc.
Ingruentium malorum,15-IX-1951).

1683 El Rosario, como ejercicio de devoción cristiana, sigue en importancia a la Santa Misa y al Breviario; y
sigue para los laicos a la participación en los sacramentos [. . . ]. Plegaria publica y universal frente a las
necesidades ordinarias y extraordinarias de la Iglesia santa, de las naciones y del mundo entero (JUAN
XXIII, Carta Apost. Sobre el Rosario,29-IX-1961).

1684 Efectivamente, habeis alzado hacia mi el Santo Rosario bendecido, como simbolo de vuestra fe, de
vuestra plegaria, de vuestro afecto. Esa corona que hoy ostentais en la mano con alegria, sea simbolo de
union con Jesús [. . . ], y cuando volvais a vuestras casas llevadles mi saludo a los vuestros, y decid que el
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Papa recita el Rosario entero, esto es, las tres coronas, todos los dias (JUAN XXIII, Aloc. 4-V-1963).

1685 No dejeis de inculcar con todo cuidado la practica del Rosario, la oración tan querida a la Virgen
(PABLO Vl, Enc. Mense Maio).

1686(El Rosario es) muy eficaz para impetrar los dones celestiales [. . . ], pues no solo sirve para repeler los
males y apartar calamidadesócomo se prueba abiertamente por la historia de la Iglesiaósino que fomenta
abundantemente la vida de la Iglesia (PABLO Vl, Enc. Christi Matri Rosarii).

1687 Al crecer los males es necesario que crezca la piedad del pueblo de Dios. Por eso ardientemente
deseamos, venerables hermanos, que yendo delante vosotros, exhortando e impulsando, se ruegue con
mas instancia durante el mes de octubre, como ya hemos dicho, con el rezo piadoso del Rosario de Maria,
clementisima Madre. Es muy acomodada esta forma de oración al sentir del pueblo de Dios, muy agradable
a la Madre de Dios, y muy eficaz para impetrar los dones celestiales (PABLO VI, Enc. Christi Matri Rosarii).

1688 A el han dedicado nuestros predecesores vigilante atención y premurosa solicitud, han recomendado
muchas veces su rezo frecuente, favorecido su difusión, ilustrado su naturaleza, reconocido su aptitud para
desarrollar una oración contemplativa, de alabanza y de suplica al mismo tiempo, recordando su connatural
eficacia para promover la vida cristiana y el empeño apostolico. Tambien Nos, desde la primera audiencia
general de nuestro pontificado, el dia 13 de julio de 1963, hemos manifestado nuestro interes por la piadosa
practica del Rosario, y posteriormente hemos subrayado su valor en multiples circunstancias, ordinarias
unas, graves otras (PABLO VI, Enc. Marialis cultus).

1689 El Rosario considera en armonica sucesión los principales acontecimientos salvificos que se han
cumplido en Cristo, desde la concepción virginal y los misterios de la infancia hasta los momentos
culminantes de la Pascuaóla pasión y la gloriosa resurreccionóy los efectos de ella sobre la Iglesia naciente
en el dia de Pentecostes y sobre la Virgen en el dia en que, terminado el exilio terreno, fue asunta en cuerpo
y alma a la patria celestial. Y se ha observado también como la triple división de los misterios del Rosario no
solo se adapta estrictamente al orden cronologico de los hechos, sino que sobre todo refleja el esquema del
primitivo anuncio de la fe y propone nuevamente el misterio de Cristo de la misma manera que fue visto por
San Pablo en el celeste "himno" de la Carta a los Filipenses: humillación, muerte, exaltación (2,6-11)
(PABLO VI, Enc. Marialis cultus).

Angelus, Sabado mariano y otras devociones de la Virgen

1690 Nuestra palabra sobre el Angelus quiere ser solamente una simple pero viva exhortación a mantener
su rezo acostumbrado, donde y cuando sea posible. El Angelus no tiene necesidad de restauración; la
estructura sencilla, el caracter biblico, el origen historico que lo enlaza con la invocación de la incolumidad
en la paz, el ritmo casi liturgico que santifica momentos diversos de la jornada, la apertura hacia el misterio
pascual, por lo cual mientras conmemoramos la Encarnación del Hijo de Dios pedimos ser llevados "por su
pasión y cruz a la gloria de la resurreccion", hace que a distancia de siglos conserve inalterado su valor e
intacto su frescor. Es verdad que algunas costumbres tradicionalmente asociadas al rezo del Angelus han
desaparecido o dificilmente pueden conservarse en la vida moderna, pero se trata de cosas marginales:
quedan inmutados el valor de la contemplación del misterio de la Encarnación del Verbo, del saludo a la
Virgen y del recurso a su misericordiosa intercesión; y no obstante el cambio de las condiciones de los
tiempos, permanecen invariados para la mayor parte de los hombres esos momentos caracteristicos de la
jornada ómañana, mediodia, tardeó que señalan los tiempos de su actividad y constituyen una invitación a
hacer un alto para orar (PABLO Vl, Enc. Marialis cultus, n. 41).

1691 Dicha plegaria es sencilla; mas, cuando se atiende al significado de las tres formulas Angelus Domini. .
. Ecce arcilla Domini. . . Et verbum caro factum est. . . , se encuentra en ella la grandeza toda del
pensamiento y de la epopeya cristiana (JUAN XXIII, Aloc. 4-VIII-1959).

1692 Tanto el rezo del Angelus como el del Rosario deben ser para todo cristiano y aun mas para las
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familias cristianas como un oasis espiritual en el curso de la jornada, para tomar valor y confianza (JUAN
PABLO II, Angelus Otranto,5-X-1980).

1693[. . . ] conservad celosamente ese tierno y confiado amor a la Virgen, que os caracteriza. No lo dejeis
nunca enfriar; que no sea un amor abstracto, sino encarnado. Sed fieles a los ejercicios de piedad mariana
tradicionales en la Iglesia: la oración del Angelus, el mes de Maria y, de modo muy especial, el rosario. Ojala
resurgiese la hermosa costumbre de rezar el rosario en familia (JUAN PABLO II, Hom. 12-X1980).

1694 Dedicamos, sin embargo, el sabado a la veneración de la Virgen gloriosa, que conservo en ese dia la
fe en la totalidad del misterio de Cristo mientras El estaba muerto (SANTO TOMAS. Sobre los
mandamientos,1. c. , p. 239).

1695 En nuestras relaciones con Nuestra Madre del Cielo hay también esas normas de piedad filial, que son
el cauce de nuestro comportamiento habitual con Ella. Muchos cristianos hacen propia la costumbre antigua
del escapulario; o han adquirido el habito de saludaróno hace falta la palabra, el pensamiento basta las
imagenes de Maria que hay en todo hogar cristiano o que adornan las calles de tantas ciudades; o viven esa
oración maravillosa que es el santo rosario, en el que el alma no se cansa de decir siempre las mismas
cosas, como no se cansan los enamorados cuando se quieren, y en el que se aprende a revivir los
momentos centrales de la vida del Señor; o acostumbran dedicar a la Señora un dia de la
semanaóprecisamente este mismo en que estamos ahora reunidos: el sabadoó, ofreciendole alguna
pequeña delicadeza y meditando mas especialmente en su maternidad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es
Cristo que pasa,142).

1696 Hay muchas otras devociones marianas que no es necesario recordar aquí ahora. No tienen por que
estar incorporadas todas a la vida de cada cristianoócrecer en vida sobrenatural es algo muy distinto del
mero ir amontonando devocionesó, pero debo afirmar al mismo tiempo que no posee la plenitud de la fe
quien no vive alguna de ellas, quien no manifiesta de algun modo su amor a Maria.

Los que consideran superadas las devociones a la Virgen Santisima, dan señales de que han perdido el
hondo sentido cristiano que encierran, de que han olvidado la fuente de donde nacen: la fe en la voluntad
salvadora de Dios Padre, el amor a Dios Hijo que se hizo realmente hombre y nacio de una mujer, la
confianza en Dios Espíritu Santo que nos santifica con su gracia (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo
que pasa,142.

Escapulario de Nuestra Senora del Carmen

1697 La devoción del escapulario del Carmen ha hecho descender sobre el mundo una copiosa lluvia de
gracias espirituales y temporales (Pto XII, Aloc. 5-VIII-1950).

1698 En verdad no se trata de un asunto de poca importancia, sino de la consecución de la vida eterna en
virtud de la promesa hecha, segun la tradición, por la Santisima Virgen [. . . ]. Es ciertamente el santo
escapulario prenda y señal de protección de la Madre de Dios (Pio XII, Aloc. 1 1-11-1950).

1699 Lleva sobre tu pecho el santo escapulario del Carmen. Pocas devocionesóhay muchas y muy buenas
devociones marianasótienen tanto arraigo entre los fieles, y tantas bendiciones de los Pontifices. Además,
¡es tan maternal ese privilegio sabatino! (J. ESCRVA DE BALAGUER, Camino, n. 500).

San José (Ver SAN JOSE).

Primeros cristianos. Ver también nn. 4370-4401.

1700 Me parece tan bien tu devoción por los primeros cristianos, que hare lo posible por fomentarla, para
que ejercites ócomo ellosó, cada dia con mas entusiasmo, ese Apostolado eficaz de discreción y de
confidencia (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 971).
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Almas del Purgatorio

1701 Las animas benditas del purgatorio. Por caridad, por justicia, y por un egoismo disculpableó¡pueden
tanto delante de Dios!ótenlas muy en cuenta en tus sacrificios y en tu oracion. Ojala, cuando las nombres,
puedas decir: "Mis buenas amigas las almas del purgatorio. . . " (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n.
571).

1702 Debemos ayudar a los que se hallan en el purgatorio. Demasiado insensible seria quien no auxiliara a
un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible es el que ho auxilia a un amigo que esta en el
purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de este mundo y las de alli (SANTO TOMAS, Sobre el
Credo,5,1. c. , p. 73).

1703 Esta mi paciencia, unida a los meritos de la dolorosisima pasión del Señor [. . . ], mitigara la pena que
tenga que sufrir en el purgatorio y, gracias a la divina bondad, me conseguira mas tarde un aumento de
premio en el cielo (SANTO TOMAS MORO, Carta escrita en la carcel a su hija Margarita).

Agua bendita

1704 Me dices que-por que te recomiendo siempre, con tanto empeño, el uso diario del agua bendita.
Muchas razones te podria dar. Te bastara, de seguro, esta de la Santa de Avila: "De ninguna cosa huyen
mas los demonios, para no tornar, que del agua bendita" (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 572).

1705 (Debemos) tomar agua bendita a fin de ahuyentar al demonio, y hacer la señial de la cruz, diciendo:
"Dios mio, por esta agua bendita y por la preciosa sangre de Jesucristo vuestro Hijo, lavadme, purificadme
de todos mis pecados". Y estemos ciertos de que si lo practicamos con fe, mientras no estemos manchados
por pecado mortal alguno, borraremos todos nuestros pecados veniales (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre el precepto 1. ¡ del decalogo).

Procesiones

1706 ¡Dichoso pueblo cristiano! Ciudad de Sion, regocijate, prorrumpe en la mas franca alegria, exclama el
Sñlor por la boca de Isaias, ya que tu Dios mora en tu recinto (Is 12,6). Lo que el profeta Isaias decia a su
pueblo, puedo yo decirselo con mas exactitud. ¡Cristianos, regocijaos!, vuestro Dios va a comparecer entre
vosotros. Este dulce Salvador va a visitar vuestras plazas, vuestras calles, vuestras moradas; en todas
partes derramara las mas abundantes bendiciones. ¡Moradas felices aquellas delante de las cuales va a
pasar! ¡Oh, felices caminos los que vais a estremeceros bajo tan santos y sagrados pasos! ¿Quien nos
impedira decir, al volver a discurrir por la misma via: Por aquí ha pasado mi Dios, por esta senda ha seguido
cuando derramaba sus saludables bendiciones en esta parroquia? (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre
el Corpus Christi).

1707 ¿Que es lo que hace Jesucristo cuando le llevamos en procesion? Vedlo aquí. Viene a ser como un
buen rey en medio de sus subditos, como un padre bondadoso rodeado de sus hijos, como un buen Pastor
visitando, sus rebaños. ¿En que debemos pensar cuando marchamos en pos de nuestro Dios? Mirad.
Hemos de seguirle con la misma devoción y adhesión que los primeros fieles cuando moraba aquí en la
tierra prodigando el bien a todo el mundo. Si, si acertamos a acompañarle con viva fe, tendremos la
seguridad de alcanzar cuanto le pidamos (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Corpus Christi).

1708 El pueblo cristiano da un testimonio publico de fe y de piedad hacia este sacramento con las
procesiones en que se lleva la Eucaristia por las calles con solemnidad y cantos, particularmente en la fiesta
del Corpus Christi (PABLO Vl, Instrucc. Eucharisticum Mysterium, n. 59).

Angel Custodio Ver. nn. 278-307.


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Santa Cruz (Ver CRUZ)

DIFAMACION

Citas de la Sagrada Escritura

No murmureis unos de otros [. . . ]; quien murmura de su hermano o juzga a su hermano, murmura de la ley,
juzga a la ley. Jc 4,11.

Mas que las riquezas vale el buen nombre, mas que la plata y el oro, la buena fama. Pr 22,1.

Nuestro Señor se deja acusar sin responder: Mt 26,63; 27,14; Mc 14,60; 15,4-5.

Felices sereis cuando dijeren falsamente toda suerte de mal contra vosotros por mi causa. Mt 5,2; Lc 6,22-
23.

Los discípulos de Nuestro Señor no son del mundo, y el mundo los aborrece: Jn 15,18-20.

El discípulo no es mas que el Maestro, ni el servidor mas que su señor; si han llamado al padre de familia
Belcebu, ¡cuanto mas a sus domesticos! No les tengais miedo, porque nada esta encubierto que no se haya
de descubrir, ni oculto que no se haya de saber. Mt 10,24-26.

(Discreción en el hablar): el horno prueba los vasos del alfarero; la prueba del hombre es su conversacion.
Si 27,6 ss.

Castigo de Maria, la hermana de Moises, por murmurar: Nb 12,1-10.

Ten cuidado de la buena reputacion. Si 41,45.

Quien se dedica a quitar la fama es un necio. Pr 12,22.

Las palabras del chismoso parecen dulces y llegan hasta lo mas hondo de las entrañas. Pr 18,8.

Cuida de tu nombre [. . . ] mas que de muchos tesoros. Si 41,15.

Los cias de vida feliz son contados, pero la buena fama permanece para siempre. Si 41,16.

. . . Pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois
calumniados queden confundidos los que niegan vuestra buena conducta en Cristo. 1P 3,16.

No devolvais mal por mal, procurad el bien a los ojos de todos los hombres. Rm 12,17.

Un pecado frecuente

1709 En la conversación ordinaria pecan a veces contra este mandamiento cinco clases de individuos. 1)
Los detractores: Los detractores, aborrecidos de Dios (Rm 1,30). Les llama "aborrecidos de Dios", porque
nada hay tan apreciado por el hombre como su buena fama[ á á á] -

2) Los que escuchan a los detractores con gusto: Cerca tus oidos con espinos, no prestes atención a la
lengua malvada, pon puertas a tu boca, y una llave a tus orejas (Si 28,28) [. . . ].

3) Los chismosos, esto es, los que van repitiendo todo lo que oyen: Seis cosas hay que odia el Señor, y una
septima que aborrece su alma: . . . al que siembra discordias entre los hermanos (Pr 6,16-19) [. . . ].

4) Los aduladores [. . . ].

5) Los murmuradores (vicio particularmente frecuente en los subordinados) [. . . ].

(SANTO TOMAS, Sobre los mandamientos,1. c. , pp. 279-280).


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1710 Los metodos, para no dejar al hombre tranquilo, se han multiplicado. Me refiero a los medios tecnicos,
y también a sistemas de argumentar aceptados, contra los que es diffcil enfrentarse si se desea conservar la
reputacion. Asi, se parte a veces de que todo el mundo actua mal; por tanto, con esta erronea forma de
discurrir, aparece inevitable el meaculpismo, la autocritica. Si alguno no echa sobre si una tonelada de
cieno, deducen que, además de malo rematado, es hipocrita y arrogante (J. ESCRIVADE BALAGUER, Es
Cristo que pasa,69).

El cristiano debe rechazar toda difamacion

1711 El murmurador hace, de ordinario, tres homicidios con solo una estocada de su lengua, dando muerte
espiritual a su alma y a la de quien le escucha, y muerte civil a la persona de quien murmura; pues, como
dice San Bernardo, el que murmura y el que escucha la murmuración tienen en si al demonio, uno en la
lengua y otro en el oido (SAN FRANcisco DE SALES, Introd. a la vida devota, III,29).

1712 Otra vez vimos a un anciano [. . . l que vivia lejos de donde moraban los monjes. A fuerza de
insistentes plegarias, había alcanzado del Señor esta gracia: de no sorprenderle jamás el sueño durante las
conferencias espirituales, ya tuvieran lugar de noche o de dia. En cambio, no bien alguien intentaba decir
alguna palabra de difamación, o simplemente ociosa, se dormia al instante sin remediarlo (CASIANO,
Instituciones,5).

Necedad y malicia del difamador

1713 Es mas facil decir que hacer. Tu. . . , que tienes esa lengua tajanteóde hachaó, ¿has probado alguna
vez, por casualidad siquiera, a hacer "bien" lo que, segun tu "autorizada" opinion, hacen los otros menos
bien? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 448).

1714 Murmuración necia es la del hombre contra la benignidad de Dios (SAN GREGORIO MAGNO, Hom.
19 sobre los Evang. ).

1715 Asi como los buitres, que pasan volando por muchos prados y lugares amenos y olorosos sin que
hagan aprecio de su belleza, son arrastrados por el olor de cosas hediondas; así como las moscas, que no
haciendo caso de las partes sanas van a buscar las ulceras, así también los envidiosos no miran ni se fijan
en el esplendor de la vida, ni en la grandeza de las obras buenas, sino en lo podrido y corrompido; y si
notan alguna falta de alguno (como sucede en la mayor parte de las cosas humanas) la divulgan, y quieren
que los hombres sean conocidos por sus faltas (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).

Actitud ante la difamación o la calumnia

1716 Hablo (el Señor) de la persecución de un modo generico:tanto referida a la maledicencia, cuanto al
detrimento de la buena fama (SAN AGUSTIN, en CatenaAurea, vol. l, p. 259).

1717 Ordinariamente se curan mejor las injurias y calumnias su- friendolas y despreciandolas, que con
resentimientos, quejas y venganzas; el que las desprecia hace que se desvanezcan; pero el que se ofende
parece que las confiesa, y así como el cocodrilo solo hace mal al que le teme, así la maledicencia solo hiere
al que se resiente de ella (SAN FRANCISCO DE SALEs, Introd. a la vida devota, III,7).

1718 Cuanto mas se alegra uno con las alabanzas de los hombres, tanto mas se entristece con los
vituperios; pero el que codicia la gloria de los cielos no teme los oprobios en la tierra (SAN JUAN
CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. I, pp. 258-259).

1719 ¿Que importa que los hombres nos deshonren si nuestra conciencia sola nos defiende? Sin embargo,
de la misma manera que no debemos excitar intencionadamente las lenguas de los que injurian para que no
perezcan, debemos sufrir con animo tranquilo las movidas por su propia malicia, para que crezca nuestro
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merito. Por eso se dice: gozaos y alegraos, porque vuestro galardon es may grande en los cielos (SAN
GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. 1p 258).

Justa defensa. Motivos

1720 Alguna vez, sin embargo, debemos refrenar a los maledicentes, no sea que mientras dicen cosas
malas de nosotros, corrompan los corazones de aquellos inocentes que debian oirnos para obrar el bien
(SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. 1p 259).

1721 Quien lleva vida libre de crimenes y delitos, labra su propio bien; si además pone a salvo su honor,
practica una obra de misericordia con el prójimo; pues si la buena vida es personalmente necesaria, el buen
nombre lo es para los demás (SAN AGUSTiN, Sobre el bien de la viudez,12).

Consecuencias de estos pecados

1722 La murmuración es roiba que ensucia y entorpece el apos- solado. Va contra la caridad, resta fuerzas,
quita la paz, y hace perder la union con Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 445).

1723 Mucha paz tendriamos si en los dichos y hechos ajenos (que no nos pertenecen) no quisieramos
ocuparnos (Imitación de Cristo, I,11,1).

1724 ¿Sabes el daño que puedes ocasionar al tirar lejos una piedra si tienes los ojos vendados?

Tampoco sabes el perjuicio que puedes producir, a veces grave, al lanzar frases de murmuración, que te
parecen levisimas, porque tienes los ojos vendados por la desaprensión o por el acaloramiento (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Camino, n. 455).

1725 El que calumnia se hace mucho daño a si mismo y a los demás. En primer lugar hace peor a quien la
oye (. . . ). Ofende también a toda la Iglesia, porque quienes le oyen no solo censuran al que falto, sino que
contribuyen al menosprecio de la religion cristiana. En tercer lugar, da ocasión a que se menosprecie el
nombre de Dios en los demás. En cuarto lugar, confunde a aquel que oyo la ofensa, haciendole mas
imprudente y enemigo suyo (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 300).DIFICULTADES

Citas de la Sagrada Escritura

Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Mt
5,10.

Bienaventurados sereis cuando os insulten o persigan y con mentira digan contra vosotros todo genero de
mal por mi. Mt 5,11.

Ninguna corrección parece por el momento agradable, sino dolorosa; pero al fin ofrece frutos apacibles de
justicia a los ejercitados por ella. He 12,11.

Agrada a Dios quien por consideración a El soporta las ofensas, padeciendo injustamente. 1P 2,19.

Aunque haya que pasar por un valle tenebroso, no temo mal alguno, porque tu estas conmigo. Tu clava y tu
cayado son mis consuelos. Ps 93,19.

Tened, hermanos mios, por sumo gozo veros rodeados de diversas pruebas. Jc 1,2.

Y todos los que aspiran a vivir piadosamente en Cristo Jesús sufriran persecuciones. 2Tm 3,12.

Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mi, no es digno de mi. Mt 10,38.

Pero el le replico: "Como mujeráneacia has hablado. Si recibimos de Dios los bienes, ¿por que no también
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los males?" Y no peco Jb con sus labios. Jb 11,6.

No desdehes, hijo mio, la corrección de tu Dios; no te enoje que te corrija. Pr 3,11.

Hermosa es la misericordia en el tiempo de la tribulación, como las nubes cargadas de agua en tiempo de
sequia. Si 35,26.

Si sufrimos con El, con El reinaremos. Si le negamos, también El nos negara. 2Tm 2,12.

Tengo mucha confianza en vosotros; tengo en vosotros grande motivo de gloria, estoy lleno de consuelo,
reboso de gozo en todas mis tribulaciones. 2Co 7,4.

Cayo la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre la casa; pero no cayo, porque
estaba fundada sobre roca. Mt 7,25.

Es propio de nuestro paso por este mundo el padecer dificultades y contrariedades

1726 No hay hombre en el mundo sin tribulación, aunque sea rey o papa. Y ¿quien es el que esta mejor?
Ciertamente, el que padece algo por Dios (Imitación de Cristo, I,22,1).

1727 El camino del cristiano, el de cualquier hombre, no es facil. Ciertamente, en determinadas epocas,
parece que todo se cumple segun nuestras previsiones; pero esto habitualmente dura poco. Vivir es
enfrentarse con dificultades, sentir en el corazon alegrias y sinsabores; y en esta fragua el hombre puede
adquirir fortaleza, paciencia, magnanimidad, serenidad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,77).

1728 Si Dios no perdono ni a su propio Hijo, que no había conocido el pecado, ¿piensas que va a dejar sin
pruebas a los hijos adoptivos que conocieron el pecado? (SAN AGUSTIN, Sermón sobre los pastores,46).

1729 Dios libra de las tribulaciones no cuando las hace desaparecer, ya que dice el Apostol en mil maneras
somos atribulados, como si nunca nos hubieramos de ver libres de ellas; sino cuando por la ayuda de Dios
no nos abatimos al sufrir tribulación (ORIGENES, Trat. sobre la oración,30,1).

1730 Cruz, trabajos, tribulaciones: los tendras mientras vivas. Por ese camino fue Cristo, y no es el discípulo
mas que el Maestro (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 699).

1731 Todos los tiempos son de martirio. No se diga que los cristianos no sufren persecución; no puede fallar
la sentencia del Apostol: Todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, padeceran persecución
(2Tm 3,12). Todos, dice, a nadie excluye, a nadie exceptua. Si quieres probar ser cierto ese dicho, empieza
tu a vivir piadosamente y veras cuanta razon tuvo para decirlo (SAN AGUSTIN, Sermón 6).

1732 Las ocasiones de contrariedad jamás nos faltaran mientras estemos en contacto con los hombres. Las
hace inevitables el constante roce con ellos. Que no sean ocasión para evitar su compañia (CASIANO,
Instituciones,9).

1733 Los mismos sufrimientos que soportamos nosotros tuvieron que soportarlos también nuestros padres;
en esto no hay diferencia. Y, con todo, la gente murmura de su tiempo, como si hubieran sido mejores los
tiempos de nuestros padres. Y si pudieran retornar al tiempo de sus padres, murmurarian igualmente. El
tiempo pasado lo juzgamos mejor, sencillamente porque no es el nuestro (SAN AGUSTiN, Sermón 2).

1734 Y cuando oyereis hablar de guerras y de sediciones. . . Las guerras son propias de los enemigos, y las
sediciones de los ciudadanos: para que sepamos, pues, que seremos turbados exterior e interiormente, dice
que tendremos que sufrir de nuestros enemigos y de nuestros hermanos (SAN GREGORIO MAGNO, en
Catena Aurea, vol. Vl, p. 398).
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1735 No hay orden tan santo ni lugar tan secreto, donde no haya tentaciones y adversidades (Imitación de
Cristo,1,13,2).

1736 Nuestra vida en este viaje de aquí abajo no puede estar sin pruebas, nuestro progreso no se realiza
mas que entre pruebas y nadie se conoce a si mismo si no ha sido tentado. Solo hay recompensa para el
que ha vencido, solo hay victoria para el que ha combatido, solo hay combate frente al enemigo o la
tentación (SAN AGUSTIN Coment. sobre el Salmo 60).

Nos pueden servir para la propia purificación, para satisfacer por nuestros pecados y para crecer en las
virtudes

1737 Bueno es que padezcamos a veces contradicciones, y que sientan de nosotros malamente, aunque
hagamos buenas obras y tengamos buena intencion. Esto aynda a la humildad y nos defiende de la
vanagloria. Mejor buscamos a Dios como testigo interior cuando somos de fuera despreciados y no nos dan
credito (Imitación de Cristo,1,12,1).

1738 Dios quiere probaros como se prueba el oro en el crisol. El fuego limpia el oro de su escoria,
haciendolo mas autentico y mas preciado. Lo mismo hace Dios con el siervo bueno que espera y se
mantiene constante en medio de la tribulación (SAN JERONIMO EMILIANO, Homilía a sus hermanos de
religion,21-VI-1535).

1739 Son dignos, ciertamente, de alabanza los designios de Dios, que inflige a los suyos castigos
temporales para preservarlos de los eternos, que hunde para elevar, que corta para curar, que humilla para
ensalzar (SAN PEDRO DAMIAN, Cartas,8,6).

1740 En el mar de la vida ocurre una cosa semejante a los que por primera vez navegan. Aunque sean de
suyo valerosos, a causa de su inexperiencia se turban, se alborotan, se marean: en cambio, los que han
recorrido muchos mares y pasado muchas borrascas, arrecifes, bajios, escollos, acometidas de monstruos
marinos, ataques de salteadores y piratas y continuas tempestades, van en su barco mas tranquilos y
confiados que los que andan por la tierra, se sientan lo mismo en los costados del barco que en el interior
de sus camarotes y pasean y saltan tan tranquilos de la proa a la popa, y los que antes yacian acobardados
a la vista de todos, ahora escalan el palo mayor con suma ligereza, tiran de las maromas, izan las velas,
manejan los remos y en un momento recorren de parte a parte la embarcación con la mayor facilidad (SAN
JUAN CRISOSTOMO, Carta a Santa Olimpiades desde el destierro).

1741 De la misma manera que la victoria atestigua el valor del soldado en la batalla, de la misma manera se
pone de manifiesto la santidad de quien sufre los trabajos y las tentaciones con paciencia inquebrantable
(SAN CIRILO, en Catena Aurea, vol. II, p. 148).

1742 Las tentaciones muchas veces son utilisimas al hombre, aunque sean graves y enojosas; porque en
ellas es humillado, purgado y enseflado. Todos los santos por muchas tribulaciones y tentaciones pasaron, y
aprovecharon (Imitación de Cristo, I,13,2).

1743 Si te sobreviene alguna contradicción, bendice al Señor, que dispone las cosas del mejor de los
modos; piensa que la has merecido, que merecerlas mas todavia, y que eres indigno de todo consuelo;
podres pedir con toda sencillez al Señor que te libre de ella, si así le place; pidele que te de fuerzas para
sacar meritos de esa contrariedad (J. PECCI óLeon Xllló, Practica de la humildad,23).

1744 Vuestra pureza y piedad exigen, precisamente porque sois aceptos y agradables a Dios, que esta
pureza sea expurgada mediante repetidos golpes, hasta que llegue a su maxima perfeccion. Por esto, si a
veces se duplica o triplica la espada sobre vosotros, tenedlo por sumo gozo y como prueba de amor (SAN
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RAIMUNDO. Cartas,6,2).

1745 Dia vendra en que veremos como hubieramos podido satisfacer a la justicia de Dios, solo con las
pequeñas molestias de la vida que necesariamente hemos de sufrir en el estado en que Dios se ha servido
colocarnos, si hubieramos acertado a unir a ellas algunas lagrimas y un sincero dolor de nuestros pecados
(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la penitencia).

1746 ¿Que importa que los hombres nos deshonren si nuestra conciencia sola nos defiende? Sin embargo,
de la misma manera que no debemos excitar intencionadamente las lenguas de los que injurian para que no
perezcan, debemos sufrir con animo tranquilo las movidas por su propia malicia, para que crezca nuestro
merito. Por eso se dice: gozaos y alegraos, porque vuestro galardon es muy grande en los cielos (SAN
GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. 1p 258).

1747 Es preciso pasar por muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios. Muchas son las
persecuciones, muchas las pruebas; por tanto, muchas seran las coronas, ya que muchos son los
combates. Te es beneficioso el que haya muchos perseguidores, ya que entre esta gran variedad de
persecuciones hallaras mas facilmente el modo de ser coronado (SAN AMBROSIO, Coment. sobre el Salmo
118).

1748 Esta es la diferencia entre nosotros y los que no conocen a Dios: estos en la adversidad se quejan y
murmuran; a nosotros las cosas adversas no nos apartan de la virtud, sino que nos afianzan en ella (SAN
CIPRIANO, De mortalitate,13).

Amar la voluntad de Dios en las contradicciones

1749 Señor, para mi es bueno encontrarme en la desgracia con tal de que tu te encuentres durante ella
conmigo; esto es preferible a reinar sin ti, a alegrarme sin ti, a estar sin ti en la gloria, tenerte conmigo en el
crisol que estar sin ti aunque sea en el cielo (SAN BERNARDO, Coment. sobre el Salmo 90).

1750 Si eres miembro de Cristo, tu, quienquiera que seas [. . . ], debes saber que todo lo que sufres por
parte de aquellos que no son miembros de Cristo es lo que faltaba a la pasión de Cristo. Por esto la
completas, porque faltaba; vas llenando la medida, no la derramas; sufres en la medida en que tus
tribulaciones han de anadir en parte a la totalidad de la pasión de Cristo, ya que el, que sufrio como cabeza
nuestra, continua ahora sufriendo en sus miembros, es decir, en nosotros (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el
Salmo 61).

1751 Al leer la vida de ciertos martires, afirmamos que seriamos capaces de sufrir todo aquello por Dios.
Aquellas horas pronto pasaron, decimos, y viene después una eternidad de dicha. Mas, ¿que hace el Señor
para enseñarnos un poco a conocernos, o mejor, para mostrar que nada somos? Pues lo vereis: permite al
demonio llegarse un poco mas cercano a nosotros. Oid a aquel cristiano que no ha mucho envidiaba a los
solitarios que se alimentaban de hierbas y raices, y formaba el gran proposito de tratar duramente su
cuerpo: ¡ay! un ligero dolor de cabeza, la picadura de un alfiler le hacen quejarse a grito batiente; se pone
frenetico, exhala clamores; no ha mucho estaba presto a padecer todas las penitencias de los anacoretas, y
una pequeñez le desespera. Mirad a aquel otro que parece esta presto a dar la vida por su Dios, y que
ningun tormento es capaz de detenerle: la mas leve murmuración, una calumnia, hasta un gesto algo frio,
una pequeña desconsideración por parte de los demás, un favor pagado con ingratitud, provocan en
seguida en su animo sentimientos de odio, de venganza, de aversión, hasta el punto de llegar a veces a no
querer ver jamás a su prójimo o a lo menos a tratarle con frialdad, con un aire que revela indudablemente lo
que pasa en su corazon (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

1752 Las aflicciones y tribulaciones que a veces sufrimos nos sirven de advertencia y corrección (SAN
AGUSTIN, Sermón 2).
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1753 Si tuviesemos la debida fe, la santa Misa seria para nosotros un remedio para cuantos males nos
pudiesen agobiar durante nuestra vida (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la Santa Misa).

1754 ¿Estas sufriendo una gran tribulacion?ó¿Tienes contradicciones? Di, muy despacio, como
paladeandola, esta oración recia y viril: "Hagase, cumplase, sea alabada y eternamente ensalzada la
justisima y amabilisima Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. Amen. Amen". Yo te aseguro que
alcanzaras la paz (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 691).

El Señor nos aynda siempre

1755 ¡Oh, valgame Dios! Cuando Vos, Señor, quereis dar animo, ¡que poco hacen todas las
contradicciones! (SANTA TERESA, Fundaciones,3,4).

1756 Bajo del cielo para estar cerca de los atribulados, para estar con nosotros en la tribulación (SAN
BERNARDO, Sermón 17).

1757 Cuando el alma no tiene otra satisfacción y consuelo, ni los pretende, fuera de El, Dios es rapido en
consolar el alma y en socorrer sus necesidades y penas (SAN JUAN DE LA CRUZ. Cantico espiritual,10,6).

1758 Cristiano, en tu nave duerme Cristo; despiertale, que El increpara a la tempestad y se hara la calma
(SAN AGusTiN, Sermón 361).

1759 Con tan buen amigo presenteónuestro Señor Jesucristoó, con tan buen capitan, que se puso el
primero en el padecer, todo se puede sufrir. El ayuda y da esfuerzo, nunca falta, es amigo verdadero
(SANTA TERESA, Vida,22).

1760 Pero los Apostoles, en medio de las persecuciones, mantuvieron en Cristo la paz, sin abandonarle; por
el contrario, buscaron refugio en El [. . . ]. En ellos se cumplio lo que les habla dicho: tened confianza, yo he
vencido al mundo. Confiaron y vencieron (SAN AGusTiN, Trat. Evang. S. - Juan,103).

1761 Permitio el Señor que peligrasen sus discípulos para que se hicieran sufridos, y no los asistio en
seguida, sino que los dejo en peligro toda la noche (hace referencia a la tempestad en el lago de
Genezaret), a fin de enseñarles a esperar con paciencia y que no se acostumbrasen a recibir
inmediatamente el socorro en las tribulaciones (TEOFILACTO, Coment. Evang. S. Marcos).

1762 El vendaval que sopla es el demonio, quien se opone con todos sus recursos a que nos refugiemos en
el puerto. Pero es mas poderoso el que intercede por nosotros, el que nos conforta para que no temamos y
nos arrojemos fuera del navio. Por muy sacudido que parezca, sin embargo, en el navegan no solo los
discípulos, sino el mismo Cristo. Por eso, no te apartes de la nave y ruega a Dios. Cuando fallen todos los
medios, cuando el timon no funcione y las velas rotas se conviertan en mayor peligro, cuando se haya
perdido la esperanza en la ayuda humana, piensa que solo te resta rezar a Dios (SAN AGUSTIN. Sermón
63).

1763 No desmayeis, pues, aunque se haya dicho que os rodearan grandes peligros, porque no se extinguira
vuestro fervor, antes al contrario, vencereis todas las dificultades (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre
S. Mateo,46).

1764 ¡Cuantas contrariedades desaparecen, cuando interiormente nos colocamos bien proximos a ese Dios
nuestro,que nunca abandona! Se renueva, con distintos matices, ese amor de Jesús por los suyos, por los
enfermos, por los tullidos, que pregunta: ¿que te pasa? Me pasa. . . Y, enseguida, luz o, al menos,
aceptación y paz (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,249).
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El Señor, "de los males saca bienes"

1765 A los que aman a Dios, todo contribuye para su mayor bien: Dios endereza absolutamente todas las
cosas para su provecho, de suerte que aun a quienes se desvian y extralimitan, les hace progresar en la
virtud, porque se vuelven mas humildes y experimentados (SAN AGUSTIN, Trat. sobre la conversión y la
gracia,9,24).

1766 Los grandes incendios se avivan con el viento, al paso que los pequeños se apagan si se exponen a el
(SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,34).

1767 Algunas veces llama por los milagros, otras por los castigos, algunas por las prosperidades de ese
mundo, y, por ultimo, en otras ocasiones llama por las adversidades (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36
sobre los Evang. ).

1768 La piedad inmensa de Dios hace que los consuelos y regalos que da al alma sean proporcionados a
las tinieblas y vacios que soporta (SAN JUAN DE LA CRUZ. Cantico espiritual,13,1).

1769 Donde mayor es el trabajo, alli hay mas rica ganancia (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a S.
Policarpo de Esmirna,1).

1770 Si el orfebre martillea repetidamente el oro, es para quitar de el la escoria; si el metal es frotado una y
otra vez con la lima, es para aumentar su brillo. El horno prueba la vasija del alfarero, el hombre se prueba
en la tribulación (SAN PEDRO DAMIAN, Cartas,8,6).

1771 Tambien se da el caso de que algunos, deseando llegar a la cumbre de la gloria temporal, o son
victimas de una larga enfermedad o caen agobiados por las injurias, o son afligidos por graves males, y
llegan a comprender por esto que nunca debieron confiar en sus delicias y, reprimiendo sus propios deseos,
convierten a Dios su corazon (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

1772 Nos hacemos mas numerosos cada vez que nos cosechais: es semilla la sangre de los cristianos
(TERTULIANO, Apolopetico,50).

1773 Vale mucho a los ojos del Señor la vida de sus fieles, y ningun genero de crueldad puede destruir la
religion fundada en el misterio de la cruz de Cristo. Las persecuciones no son en detrimento, sino en
provecho de la Iglesia, y el campo del Señor se viste siempre con una cosecha mas rica al nacer
multiplicados los granos que caen uno a uno (SAN LEON MAGNO, Sermón 82, en el natalicio de los
Apostoles Pedro y Pablo).

Alegria y acciones de gracias en las dificultades y contrariedades

1774 Desear trabajos almas que tienen oración es muy ordinario, estando sin ellos; mas, estando en los
mismos trabajos, alegrarse de padecerlos no es de muchas (SANTA TERESA, Fundaciones,12,5).

1775 Que la cruz sea tu gozo no solo en tiempo de paz; también en tiempo de persecución has de tener la
misma confianza; de lo contrario, serias amigo de Jesús en tiempo de paz y enemigo suyo en tiempo de
guerra (SAN CIRILO DE JERUSALEN, Catequesis,13).

1776 Es mejor para mi, Señor, sufrir la tribulación, con tal de que tu estes conmigo, que reinar sin ti, disfrutar
sin ti, gloriarme sin ti. Es mejor para mi, Señor, abrazarme a ti en la tribulación, tenerte conmigo en el horno
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de fuego, que estar sin ti, aunque fuese en el mismo cielo. ¿Que me importa el cielo sin ti?; y contigo, ¿que
me importa la tierra? (SAN BERNARDO, Sermón 17).

1777 Es un gran consuelo en medio de la tribulación acordarnos, cuando llega la adversidad, de los dones
recibidos de nuestro Creador (SAN GREGOR[O MAGNO, Moralia,3,15-16).

1778 Si recibes la tribulación con animo encogido pierdes la alegria y la paz, y te expones a no sacar
provecho espiritual de aquel trance (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 696).

1779 Hay siervos que tienen la absurda costumbre de criticar ocultamente las ordenes de sus señores.
Parecido es el caso de los que no se atrever con sus palabras y con toda su alma a maldecir a la
providencia por los acontecimientos, pero dan la impresión de querer ocultar al mismo Señor universal lo
que soportan de mala gana y con impaciencia (ORIGENES, Trat. sobre la oración,10,1).

1780 Desde el primer Adan hasta el de hoy, fatiga y sudor, cardos y espinas. ¿Acaso ha caído sobre
nosotros el diluvio? ¿0 aquellos tiempos dificiles de hambre y de guerras, de los cuales se escribio
precisamente para que no murmuremos del tiempo presente contra Dios? ¿Cuales fueron aquellos tiempos?
¿No es verdad que todos, al leer sobre ellos, nos horrorizamos? Por esto, mas que murmurar de nuestro
tiempo, lo que debemos hacer es dar gracias por el (SAN AGUSTIN, Sermón 2).

1781 Porque es propio de un alma cobarde y que no tiene la virtud vigorosa de confiar en las promesas del
Señor, el abatirse demásiado y sucumbir ante las adversidades (SAN BASLO, Hom. sobre la alegria).

1782 Pues me parece que el atleta valiente, una vez desnudo para luchar en el estadio de la piedad, debe
sufrir con valor los golpes que le den los contrarios, con la esperanza de la gloria del premio. Pues que
todos aquellos que en los juegos gimnasticos se han acostumbrado a las fatigas de la lucha, jamás
desmayan por el dolor de los golpes; antes bien, despreciando los males presentes por el deseo del triunfo,
atacan de cerca a sus adversarios. De la misma manera, aunque al varon virtuoso le acontezca alguna cosa
desagradable, no por eso perdera su gozo (SAN BASILIO, Hom. sobre la alegria).

Tribulaciones y dificultades padecidas por seguir a Cristo

1783 Quien sufre contrariedades de los herejes por no abandonar la verdad, es también bienaventurado
puesto que padece por la justicia (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 253).

1784 Dios quiera abrir vuestros ojos para considerar cuantas mercedes nos hace en lo que el mundo piensa
que son disfavores, y cuan honrados somos en ser deshonrados por buscar la honra de Dios, y cuan alta
honra nos esta guardada por el abatimiento presente, y cuan blandos, amorosos y dulces brazos nos tiene
Dios abiertos para recibir a los heridos en la guerra por el (SAN JUAN DE AVILA, Carta 58).

1785 La sal [. . . ]para nada sirve ya, sino para ser arrojada fuera y pisada por los hombres. No es pisado
por los hombres quien sufre persecuciones, sino aquel que se acobarda temiendo la persecución; no puede
ser pisado sino el que esta debajo, y no puede decirse que esta debajo aquel que, aun cuando sufra
muchas cosas en su cuerpo mientras dura esta vida, su corazon lo tiene fijo en el cielo (SAN AGUSTIN,
Sobre el Sermón de la Montaña,16).

1786 Si, pues, es verdad que quien ofrece un vaso de agua no pierde su premio, también lo es que quien
sufre la injuria de una palabra leve no quedara privado del premio. Y para que un maldecido (o injuriado)
sea bienaventurado deben ocurrir dos cosas: que sea injuriado injustamente y por causa de Dios (SAN
JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 257).
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1787 El mayor de los honores esta reservado para aquellos que sufren injurias en defensa de la verdad y
por confesar a Jesucristo. Esto es lo que vemos confirmado en el ciego (cfr. Jn 9, I ss. ). Los judios le
arrojan del Templo y el Señor del Templo, encontrandole, le recibe, de la misma manera que el que preside
los juegos recibe al atleta que ha peleado legitimamente y ha merecido la corona (SAN JUAN
CRISOSTOMO. en Catena Aurea, vol. V, p. 252).

1788 Cuando haya comenzado a ejecutar estas cosas, mis parientes, vecinos y amigos comenzaran a bullir.
Los que aman el siglo se me ponen enfrente. ¿Te has vuelto loco? ¡Que extremoso eres! ¿Por ventura los
demás no son cristianos? Esto es una tonteria, esto es una locura. Y cosas tales clama la turba para que no
clamemos los ciegos (SAN AGUSTIN, Sermón 88).

El amor a Cristo supera todas las dificultades

1789¿Que no hace el amor [. . . ]? Ved como trabajan los que aman: no sienten lo que padecen, redoblan
sus esfuerzos a tenor de las dificultades (SAN AGUSTIN, Sermón 96).

1790 Yo te bendigo (Señor), porque te dignaste hacerme llegar a este dia y a esta hora para que yo tenga
parte, contado en el numero de tus testigos, en el cariz de tu Ungido (San Policarpo en el momento del
martirio), Martirio de S. Policarpo,14,2).

1791 Y como les habla hecho encargos de gran importancia, queriendo animarles les dice: Y mirad que yo
estoy con vosotros todos los dias, hasta la consumación de los siglos (Mt 28,28). Como diciendo: no digais
que es dificil cumplir lo que se os manda, porque estoy con vosotros, que todo lo hago facil. Y no dijo que
estarla solo con ellos, sino con todos los que creyeron después de ellos [. . . ], ya que los Apóstoles no iban
a vivir hasta el final de los tiempos (SAN JUAN CRISOSTOMO Catena Aurea, vol. III, p. 432).

1792 ¿Que puede perturbar al santo? ¿La muerte? No, porque la desea como premio. ¿Las injurias? No,
porque Cristo enseño a sufrirlas: Dichosos sereis cuando, por mi causa, os maldigan, y os persigan y digan
toda clase de calumnias contra vosotros (Mt 5,11). ¿La enfermedad? Tampoco. ¿Que queda entonces
capaz de turbar al santo? Nada. En la tierra hasta la alegria suele parar en tristeza; pero, para el que vive
segun Jesucristo, incluso las penas se convierten en gozos (SAN JUAN CRISbSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,18).

1793 No hay necesidad, ni trabajo, ni persecución que no sea facil, si comenzamos a gustar de los suyos
(de los de Cristo) (SANTA TERESA,Camino de perfección,34,2).

1794 Si las tempestades son llevaderas para los navegantes y las heridas son dulces para los militares, por
la esperanza de premios transitorios, cuando se sufre por una recompensa eterna no habra quien sienta la
angustia de los peligros (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 438).

Acudir a la Virgen en las dificultades

1795 Cese de ensalzar tu misericordia, ohábienaventurada Virgen Maria, quienquiera que habiendote
invocado en sus necesidades se acuerde de que no le hayas socorrido (SAN BERNARDO, Sermón en la
Asunción de la Virgen,4,8).

1796 En todo momento, la Virgen consuela nuestro temor, excita nuestra fe, fortalece nuestra esperanza,
disipa nuestra desconfianza y anima nuestra pusilanimidad (SAN BERNARDO, Hom. en la Natividad de la
B. Virgen Maria,7).

1797 Oira, sin duda el Hijo a la Madre, y oira el Padre al Hijo. Hijos amados, esta es la escala de los
pecadores, esta es mi mayor confianza, esta es toda la razon de mi esperanza [. . . ]. ¿Podra el Hijo no ser
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atendido por su Padre o rechazar los ruegos de su Madre? (SAN BERNARDO, Hom. en la Natividad de la
B. Virgen Marfa,7).

1798 Entendi que tenía mucha obligación de servir a nuestra Señora y a san José; porque muchas veces,
yendo perdida del todo, por sus ruegos me tornaba Dios a dar salud. (SANTA TERESA. Cuentas de
conciencia,63).

1799 Pero no olvides [. . . ], que necesitas de armas para vencer en esta batalla espiritual. Y que tus armas
han de ser estas: oración continua; sinceridad y franqueza con tu director espiritual; la Santisima Eucaristia
y el Sacramento de la Penitencia; un generoso espiritu de cristiana mortificación que te llevara a huir de las
ocasiones y a evitar el ocio; la humildad del corazon, y una tierna y filial devoción a la Santisima Virgen:
Consolatrix afflictorum et Refugium peccatorum, consuelo de los afligidos y refugio de los pecadores.
Vuelvete siempre a Ella confiadamente y dile: Mater mea, fiducia mea; Madre mia, confianza mia! (S.
CANALS, Ascetica meditada, p. 128).

1800 No estas solo. Lleva con alegria la tribulacion. No sientes en tu mano, pobre niño, la mano de tu
Madre: es verdad. Pero. . . ¿has visto a las madres de la tierra, con los brazos extendidos, seguir a sus
pequeños, cuando se aventuran, temblorosos, a dar sin ayuda de nadie los primeros pasos?óNo estas solo:
Maria esta junto a ti (J. EsCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 900).

DIRECCION ESPIRITUAL

Citas de la Sagrada Escritura

Trata a un varon piadoso, de quien conoces que sigue los caminos del Señor, cuyo corazon es semejante al
tuyo y te compadecera si te ve caído. Y permanece firme en lo que resuelvas, porque ninguno será para ti
mas fiel que el. El alma de este hombre piadoso ve mejor las cosas que siete centinelas en lo alto de una
atalaya. Y en todas ellas ora por ti al Altisimo, para que te dirija por la senda de la verdad. Si 37,15-19.

Mas valen dos que uno solo, porque mejor logran el fruto de su trabajo. Si uno cae el otro le levanta; pero
¡ay del que esta solo, que, cuando cae, no tiene quien le levante! Si 4,9-10.

Mejor es oir el reproche de un sabio que escuchar las alabanzas de los necios. Si 7,6.

Yo abro mi boca y hablo para comunicaros de balde la sabiduria; inclinaos a ella; reciba vuestra alma la
instruccion. Si 51,34.

¿No es verdad que nuestro corazon se enardecia, cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba la
Escritura? Lc 24,32.

Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los otros, pero ellos ni con un dedo hacen nada por
moverlas. Mt 23,4.

Levantate y entra en la ciudad, y se te dira lo que has de hacer [. . . ]. Fue Ananias y entro en la casa, e
imponiendole las manos, le dijo: Hermano Pablo, el Señor Jesús [. . . ], me ha enviado para que recobres la
vista y seas lleno del Espíritu Santo. Ac 9,6-17.

Porque nosotros solo somos cooperadores de Dios, y vosotros sois el campo de Dios, la edificación de Dios.
1Co 3,9.

Es preciso que los hombres vean en nosotros ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios.
1Co 4,1.

En nada demos motivo de escandalo, para que no sea menospreciado nuestro ministerio, sino que en todo
mostremonos como ministros de Dios [. . . ]. 2Co 6,3-4.

Sigue el consejo de los prudentes y no desprecies ningun buen consejo. Tb 4,18.

Si uno cae, el otro se levanta; pero ¡ay del solo, que, si cae, no tiene quien le levante! Si 4,10.
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No hagas nada sin consejo, y después de hecho no tendras que arrepentirte. Si 32,23.

El que a vosotros oye, a mi me oye. Lc 10,16.

Somos embajadores de Cristo,como si Dios os exhortase por medio de nosotros. 2Co 5,20.

Toda planta que no ha plantada mi Padre celestial será arrancada. Dejadlos, son guias ciegos; si un ciego
guia a otro ciego, ambos caeran en la fosa. Mt 15,13-14.

Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. 1P 5,5.

Me hago endeble con los endebles para ganar a los endebles; me hago todo para todos para salvarIos a
todos. 1Co 9,22.

1Quien desfallece que yo no desfallezca? `,Quien se escandaliza que yo no me abrase? 2Co 11,29.

Tened los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús. Ph 2,5.

jHijos mios, por quienes sufro de nuevo dolores de parto hasta ver a Cristo formado en vosotros! Ga 4,19.

La calta cascada no la quebrara y no apagara la mecha que aun humea. Mt 12,20; Is 42,3.

Es una gran ayuda para la vida interior

1801 Una de las cosas mas arduas y dificultosas que hay en esta vida es saber ir a Dios y tratar
familiarmente con el. Y por esto no se puede este camino andar sin alguna buena guia (SAN PEDRO DE
ALCANTARA, Tratado de la oración y meditación, II,5).

1802 Y adviertase que para este camino, a lo menos para lo mas subido de el y aun para lo mediano,
apenas se hallara un guia cabal segun todas las partes que ha menester, porque, demás de ser sabio y
discreto, es menester que sea experimentado. Porque para guiar el espiritu, aunque el fundamento es el
saber y la discreción, si no hay experiencia de lo que es puro y verdadero espiritu, no atinara a encaminar al
alma en el, cuando Dios se lo da, ni aun lo entendera (SAN JUAN DE LA CRUZ, Llama de amor viva, canc.
3, n. 30).

1803 Si quiere o pretende ser contemplativa ha menester para ir muy acertada dejar su voluntad con toda
determinación en un confesor que sea tal. Porque esto es ya cosa muy sabida, que aprovechan mas de esta
suerte en un año que sin esto en muchos (SANTA TERESA, Camino de perfección,18,8).

1804 Cuando os sintais aguijoneados por la contrición os dareis cuenta de la laboriosidad y esfuerzo que
supone el salvar la propia alma. Se afianzara en vosotros la profunda convicción de que, lejos de poder
enseñar a los demás, teneis todavia necesidad de la ayuda de un maestro (CASIANO, Colaciones,24).

1805 Hay quienes son tentados de mudar de confesor por curiosidad, para ver como los gobernaría otro; se
cansan de oir siempre los mismos consejos, especialmente si son de cosas que no agradan a su natural;
por inconstancia, porque no pueden perseverar por mucho tiempo en los mismos ejercicios; por soberbia,
porque quieren ir con el director mas afamado o mas en candelero, o gustan de que les regalen los oidos;
por cierta especie de inquietud, que es causa de que jamás esten contentos con el que tienen y de que
esten siempre soltando en una perfección imaginaria; por un deseo desordenado de manifestar su interior a
diversos confesores para que estos se interesen por ellos o para asegurarse mas; por falsa verguenza, para
ocultar al confesor ordinario ciertas flaquezas humillantes. Estos motivos son a todas luces insuficientes, y
hemos de rechazarlos si queremos adelantar sin tregua en el camino del espiritu (TANQUEREY, Teologia
ascetica y m(stica, n. 556).

1806 Cristo ha dado a su Iglesia la seguridad de la doctrina, la corriente de gracia de los Sacramentos; y ha
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dispuesto que haya personas para orientar, para conducir, para traer a la memoria constantemente el
camino (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,34).

1807 Aquellas palabras que el Señor dijo a Jeremias: Ecce constitui te super gentes. . . ut evellas. . . et
dissipes et aedifices et plantes (Jr 1, lO), las esta repitiendo a todos los confesores; los cuales no solo
deben arrancar los vicios del alma, sino también plantar virtudes (SAN ALFONSO M" DE LIGORIO, La
practica del confesor,1. c. ,99).

1808 Bendito seais vos, Señor, que tan inhabil y sin provecho me hicisteis. Mas alaboos muy mucho, porque
despertais a tantos que nos despierten. Había de ser muy continua nuestra oración por estos que nos dan
luz. ¿Que seriamos sin ellos entre tan grandes tempestades como ahora tiene la Iglesia? Si algunos ha
habido ruines, mas resplandeceran los buenos. Plegue al Señor los tenga de su mano y los ayude para que
nos ayuden (SANTA TERESA, Vida,13, lO).

1809 Los mas habiles medicos no suelen limitarse a curar las enfermedades presentes. Su sagacidad les
hace ver mas alla y se emplean en prevenir ulteriores males por medio de diagnosticos y medicamentos
saludables. Cosa pareja hacen estos autenticos medicos de las almas. Con antelación curan, como con un
antidoto sobrenatural, las dolencias del corazon, cuyos sintomas apareceran mas tarde, e impiden que se
desarrollen en el alma. Y es que, descubriendo a los jovenes las causas de las pasiones que les amenazan,
les brindan a la vez los remedios para sanarlas (CASIANO, Instituciones,11).

1810 En la propia vida no faltan las oscuridades e incluso debilidades. Es el momento de la dirección
espiritual personal. Si se habla confiadamente, si se exponen con sencillez las propias luchas interiores, se
sale siempre adelante, y no habra obstaculo ni tentación que logre apartaros de Cristo (JUAN PABLO II,
Carta a los seminaristas de España, Valencia 8-XI-1982).

No somos buenos consejeros de nosotros mismos

1811 En el camino de la vida espiritual no os fieis de vosotros mismos, sino que, con sencillez y docilidad,
pedid consejo y aceptad la ayuda de quien, con sabia moderación, puede guiar vuestra alma, indicaros los
peligros, sugeriros los remedios oportunos, y en todas las dificultades internas y externas os puede dirigir
rectamente y encaminaros a ser cada dia mas perfectos [. . . ]. Sin esta prudente guia de la conciencia, de
modo ordinario, es muy dificil secundar convenientemente los impulsos del Espíritu Santo y de la gracia
divina (Plo XII, Menti nostrae,23-IX-1950).

1812 Uno comprende enseguida la culpa de otro, pero con dificultad se da cuenta de la suya; un hombre es
imparcial en causa ajena, pero se perturba en la propia (SAN JUAN CRI SOSTOMO, en Catena Aurea, vol.
III, p. 132).

1813 Conviene que conozcas esta doctrina segura: el espiritu propio es mal consejero, mal piloto, para
dirigir el alma en las borrascas y tempestades, entre los escollos de la vida interior. Por eso es Voluntad de
Dios que la dirección de la nave la lleve un Maestro, para que, con su luz y conocimiento, nos conduzca a
puerto seguro (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 59).

1814 Nadie esta autorizado, por sabio que sea, a creer que podra prescindir de los consejos de su hermano.
Las ilusiones de Satanas le llevaran a engaflo y no escapara a los lazos que le tenderan la presunción y la
soberbia. ¿Quien podria arrogarse tal independencia sin incurrir en daños irreparables? (CASIANO,
Colaciones,16).

1815 Aquel que obedece a su inspiración personal y fia demásiado en su propio juicio no podre alcanzar las
cimas de la perfeccion. Es imposible que no sucumba a las peligrosas ilusiones que urde el demonio por
doquier (CASIANO, Colaciones,2).
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1816 Convencete de que no eres buen consejero de ti mismo y, por eso, teme y desconfia de tus opiniones,
que tienen una raiz mala y corrompida. Con esta persuasión, aconsejase,en lo posible, de hombres sabios y
de buena conciencia, y prefiere ser gobernado por uno que sea mejor que tu a seguir tu propio parecer (J.
PECCIóLeon XIIIó, Practica de la humildad,28).

1817 El que solo quiere estar, sin arrimo y guia, será como el arbol que esta solo y sin dueño en el campo,
que por mas fruta que tenga, los viadores se la cogeran y no llegara a sazon. El arbol cultivado y guardado
con los buenos cuidados de su dueno, da la fruta en el tiempo que de el se espera. El alma sola sin
maestro, que tiene virtud, es como el carbon encendido que esta solo; antes se ira enfriando que
encendiendo (SAN JUAN DELA CRUZ, Dichos de luz y de amor,1. c. , pp. 958-964).

1818 Que no hay quien tan bien se conozca a si como conocen quienes nos miran, si es con amor y
cuidado de aprovecharnos (SANTA TERESA, Vida,16,4)

Dirección espiritual y Confesion

1819 El sacramento de la Penitencia, por cuanto lleva consigo de ejercicio de humildad y de sinceridad, por
la fe que profesa in actu exercito [. . :], por la esperanza que incluye, por el atento examen de la conciencia
que exige, no solo es instrumento directo para destruir el pecado [. . . ], sino también ejercicio precioso de
virtud, expiación, escuela insustituible de espiritualidad, profunda labor de regeneración de las almas [. . . ].
En este sentido, la Confesión bien llevada es ya, por si misma, una forma altisima de dirección espiritual
(JUAN PABLOII, A la Sagrada Penitenciaria y a los penitenciarios romanos,30-1-1981).

Dios actua en el alma a traves de la dirección espiritual

1820 Yendo con limpia conciencia y con obediencia, nunca el Señor permite que el demonio tenga tanta
mano que nos engafie de manera que pueda afanar el alma; antes viene el a quedar engañado (SANTA
TERESA, Fundaciones,4,2).

1821 Grandemente le conviene al alma que quiere ir adelante en el recogimiento y perfección mirar en
cuyas manos se pone, porque cual fuere el maestro, tal será el discípulo, y cual es el padre, tal el hijo (SAN
JUAN DELA CRUZ, Llama de amor viva, canc,3, n. 30).

1822 Tambien a San Pablo le llamo Cristo por si mismo y le hablo. Mas, pudiendo revelarle en el acto el
camino de la santidad, prefirio encaminarlo a Ananias y le ordeno que aprendiera de sus labios la verdad:
Levantate y entra en la ciudad, y se te dira lo que has de hacer (CASIANO, Colaciones,2).

1823 Si no levantarías sin un arquitecto una buena casa para vivir en la tierra, ¿como quieres levantar sin
Director el alcazar de tu santificación para vivir eternamente en el cielo? (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 60).

1824 Dios ha dispuesto que, de forma ordinaria, los hombres se salven con la ayuda de otros hombres; y
así, a los que El llama a un grado mas alto de santidad les proporciona también a unos que les guien hacia
esta meta (LEON XIII, Testem benevolentem,22-1-1899).

1825 El hombre necesita aconsejarse cuando esta atribulado, como precisa el enfermo la orientación de los
medicos. Por consiguiente, estando enfermos todos por el pecado, hemos de pedir consejo para curarnos
(SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,153).

1826 Nunca afirmaron los santos que habían encontrado por si solos el camino que anduvieron para
aprovechar en la virtud y garantizar su posesión (CASIANO, Colaciones,3).
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La dirección espiritual requiere docilidad

1827 Dicen que los hombres se convierten en simples maquinas y pierden la dignidad de la naturaleza
humana cuando se guien por la palabra de otro. Y me gustarla saber lo que llegarian a ser siguiendo su
propia voluntad. Yo apelo a una persona sincera y pregunto si no reconocerla que, en general, el mundo
seria mucho mas feliz, los individuos mucho mas felices si se dejaran llevar por un consejo amigo. Por cada
persona que ha sido perjudicada por seguir la dirección de otro, cientos de personas se han arruinado
guiandose por su propia voluntad (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el Dom. I de Cuaresma: Entrega a
Dios).

1828 Tratad con el con toda sinceridad y fidelidad, manifestandole claramente vuestros bienes y vuestros
males, sin fingimiento ni disimulo (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, I,4).

1829 Esa trepidación de tu espiritu, la tentación, que te envuelve, es como una venda sobre los ojos de tu
alma. Estas a oscuras. No te empeñes en andar solo, porque, solo, caeras. Ve a tu Directoróa tu superioróy
el hara que oigas aquellas palabras de Rafael Arcangel a Tobias: "Forti animo esto, in proximo est ut a Deo
cureris"óTen animo, que pronto te curara Dios. Se obediente, y caeran las escamas, caera la venda de tus
ojos, y Dios te llenara de gracia y de paz (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 715).

1830 Asi como entre las enfermedades corporales hay algunas que no las sienten quienes estan enfermos
de ellas, sino que mas bien dan credito a lo que dicen los medicos, sin tener en cuenta su propia
insensibilidad, así el alma, que no percibe sus pasiones ni conoce sus pecados, debe dar credito a quienes
pueden darselos a conocer (SAN BASILIO en Catena Aurea, vol. Vl, p. 442).

1831 Es una nota de sabiduria contar con otras personas que puedan ayudarnos (SANTO TOMASí Suma
Teológica,2-2, q. 129, a. 9).

1832 Y tengase este aviso, que si no obedeciere a lo que el confesor le dijere y se dejare guiar por el, que o
es mal espiritu, o terrible melancolia. Pues aunque el confesor no atinase, ella atinara mas en no salir de lo
que se le dice, aunque sea angel de Dios el que habla; porque Su Majestad le dara luz u ordenara como se
cumpla; y es sin peligro hacer esto, y en hacer otra cosa puede haber muchos peligros y muchos danos
(SANTA TERESA, Fundaciones,8,5).

Imprescindibles la humildad y la sinceridad

1833 (La actitud de quien no es sincero es como la de quienj acudiendo a la consulta del medico para ser
curado perdiera el juicio y la conciencia de a que ha ido, y mostrase los miembros sanos y ocultase los
enfermos [. . . ]: Dios es quien debe vendar las heridas, no tu, porque si tu, por verguenza, quieres ocultarlas
con vendajes, no te curara el medico. Has de dejar que sea el medico quien te cure y vende las heridas,
porque el las cubre con medicamentos. Mientras que con el vendaje del medico las llagas se curan, con el
vendaje del enfermo se ocultan. ¿Y a quien las ocultas? A quien conoce todas las cosas (SAN AGUSTIN,
Coment. sobre el Salmo 31).

1834 La soberbia inclina a los principiantes a huir de los maestros que no aprueban su espiritu, y aun
terminan por tenerles aborrecimiento (SAN JUAN DE LA CRUZ, Noche oscura, I,2).

1835 En esa dirección espiritual mostraos siempre muy sinceros: no os concedais nada sin decirlo, abrid por
completo vuestra alma, sin miedos ni verguenzas. Mirad que, si no, ese camino tan llano y carretero se
enreda, y lo que al principio no era nada, acaba convirtiendose en un nudo que ahoga (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,15).
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1836 Mas andando con humildad, procurando saber la verdad, sujetas al confesor y tratando con el con
verdad y llaneza, queócomo esta dichoócon lo que el demonio pensaba daros la muerte os da la vida,
aunque mas cocos e ilusiones os quiera hacer (SANTA TERESA, Camino de perfección,40,4).

1837 Rasgando el velo con que la falsa verguenza querria cubrirlos, manifestemos a nuestros mayores
todos los secretos de nuestra alma, y vayamos con confianza a buscar en ellos el remedio a nuestras
heridas y el ejemplo de una vida santa (CASIANO, Colaciones,2).

1837 Conviene que para lo que toca al regimiento de vuestra conciencia tomeis por guia y padre alguna
persona letrada y experimentada y ejercitada en las cosas de Dios [. . . ]. No le escondais cosa buena ni
mala; la buena, para que la examine y os avise, y la mala, para que la corrija. Y cosa de importancia no
hayais sin su parecer, teniendo confianza en Dios, que es amigo de la obediencia, que pondra en el coraz6n
y lengua de vuestro guia lo que conviene a vuestra salud. Y de esta manera huireis de dos malos extremos:
urio de los que dicen: "No he menester consejo de hombre; Dios me rige y me satisface". Otros estan
sujetos al hombre, sin mirar otra cosa sino que es hombre, y a estos se les aplica aquella maldici6n que
dice: "Maldito el hombre que confia en el hombre". Sujetaos vos al hombre, y habreis escapado del primer
peligro; y no confieis en saber y fuerzas de hombres, mas en Dios, que os favorecera y hablara por medio
del hombre; y así habreis evitado el segundo peligro. Y tened por cierto que, aunque mucho busqueis, no
hallareis otro camino tan cierto ni tan seguro para hallar la voluntad del Señor como este de la humilde
obediencia, tan aconsejado por todos los santos (SAN JUAN DE AVILA, Reglas muy provechosas [. . . ], n.
9).

Cualidades

1838 Por eso el sacerdote debe ser exclusivamente un hombre de Dios, rechazando el pensamiento de
querer brillar en campos en los que los demás cristianos no necesitan de el. El sacerdote no es un
psicologo, ni un sociologo, ni un antropologo: es otro Cristo, Cristo mismo, para atender a las almas de sus
hermanos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,79).

1838b A medida que voy viviendo mas, veo mas claramente que la dulzura es necesaria para entrar y
mantenerse en los corazones y para hacerles cumplir su deber sin tirania. Por que, en fin de cuentas,
nuestras hermanas son las ovejas de Nuestro Señor; nos esta permitido, al conducirlas, tocarlas con el
cayado, pero no aplastarlas (SANTA TERESA DE CHANTAL, Consejos a una Superiora, vol. 3, p. 328).

1839 Si deseamos llegar realmente a la perfecci6n de las virtudes, debemos escogernos maestros y guias.
Pero procuremos que no sean de aquellos que no hacen mas que publicar con vana palabreria los antojos
de su imaginación; antes bien, aquellos que, amaestrados por larga experiencia, son igualmente capaces de
enseñarnosla, de dirigirnos hacia ella y mostrarnos el medio seguro para obtenerla (CAISIANO,
Instituciones,12).

1839b La dirección que ha de darse a las almas no ha de depender b jamás de cuestiones discutidas, sino
de doctrinas admitidas comunmente (TANQUEREY, Teologia asceítica y mistica, n. 32 a. ).

1840 Aunque para esto parece no son menester letras, mi opinion ha sido siempre, y será, que cualquier
cristiano procure tratar con quien las tenga buenas, si puede, y mientras mas, mejor; y los que van por
camino de oración tienen de esto mayoráneacesidad, y mientras mas espirituales, mas. [. . . ] Asi que
importa mucho ser el maestro avisado, digo de buen entendimiento, y que tenga experiencia; si con esto
tiene letras, es grandisimo negocio. Mas si no se pueden hallar estas tres cosas juntas, las dos primeras
importan mas; porque letrados pueden procurar para comunicarse con ellos cuando tuvieren necesidad.
Digo que a los principios, si no tienen oración, aprovechan poco las letras. No digo que no traten con
letrados, porque espiritu que no vaya comenzado en verdad, yo mas le querria sin oración, y es gran cosa
letras, porque estas nos ensehan a los que poco sabemos y nos dan luz, y llegados a verdades de la
Sagrada Escritura, hacemos lo que debemos. De devociones a bobas nos libre Dios (SANTA TERESA,
Vida,13).

1841 Mas si en el confesor se entendiera que va encaminado a alguna vanidad, todo lo tengan por
sospechoso, y en ninguna manera, aunque sean buenas platicas, las tengan con el, sino con brevedad
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confesar y concluir. Y lo mejor seria decir a la prelada que no se halla bien su alma con el y mudarle, que
esto es lo mas acertado, si se puede hacer sin tocarle en la honra (SANTA TERESA, Camino
deperfección,4,13).

1841 Los que conducen las ovejas de Cristo como si fuesen propias y no de Cristo, demuestran que se
aman a si mismos y no al Señor (SAN AGUSTiN, Trat. Evang. S. Juan,123).

1842 No debemos seguir las huellas ni abrazar la doctrina y consejo de aquellos cuya unica reputación
estriba en las canas y en los anos que han vivido. Si, en cambio, debemos guiarnos por aquellos que
llevaron durante su juventud una vida irreprochable y digna de elogio, y se formaron no segun sus propias
luces y criterio, sino de acuerdo con las enseñanzas y doctrina de los mayores (CASIANO,
Colaciones,2).EJEMPLARIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Muerte de Eleazar: 2M 6,18-31

Martires de Sebaste: 2M 7,2-41.

Nadie enciende la lampara y la pone en un rincon, ni bajo el celemin, sino sobre un candelero, para que los
que entren tengan luz. Lc 11,33.

Asi ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro
Padre, que esta en los cielos. Mt 5,16.

Y tu muestrate en todo ejemplo de buenas obras; incorruptibilidad en la doctrina, gravedad, palabra sana e
irreprensible. Tt 2,7.

Que nadie tenga en poco tu juventud; antes sirvas de ejemplo a los fieles en la palabra, en la conversación,
en la caridad, en la fe, en la castidad. 1Tm 4,12.

¿Quien de entre vosotros es sabio experimentado? Pues muestre con buena conducta sus obras [. . . ]. Jc
3,13.

(Observad) entre los gentiles una conducta buena, a fin de que, en lo mismo por lo que os afrentan como
malhechores, considerando vuestras buenas obras glorifiquen a Dios t ] 1P 2,12.

En nada demos motivo alguno de escandalo, para que no sea objeto de burla nuestro ministerio. 2Co 6,3.

Conozco vuestra pronta voluntad [. . ] y vuestro celo ha servido de estimulo a los demás. 2Co 9,2.

. . . Y al que escandalizare a uno de estos pequeñuelos que creen en mi, mas le valiera que le colgasen al
cuello una piedra de molino de asno y le hundieran en el fondo del mar [. . . ]. ¡Ay de aquel por quien viniere
el escandalo! Mt 18,6-7.

La fuerza del ejemplo

1843 ¿Que pensar de los que se adornan con un nombre y no lo son?, ¿de que sirve el nombre si no se
corresponde con la realidad? [. . . ]. Asi, muchos se llaman cristianos, pero no son hallados tales en realidad,
porque no son lo que dicen, en la vida, en las costumbres, en la esperanza, en la caridad (SAN AGUSTIN,
Trat. sobre la l. a Epistola de San Juan 4,4).

1844 Las cosas nos parecen menos dificiles cuando las vemos realizadas en otros (SAN AMBROSIO, Sobre
las virgenes,2,2).

1845 Nosotros tenemos las antorchas encendidas en nuestras manos cuando, con las buenas obras, damos
a nuestros prójimos buenos ejemplos (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 101).
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1846 No es posible que quien de verdad se empeñe por ser santo deje de tener muchos que no le quieran;
pero eso no importa, pues hasta con tal motivo aumenta la corona de su gloria. Por eso, a una sola cosa
hemos de atender: a ordenar con perfección nuestra propia conducta. Si hacemos esto, conduciremos a una
vida cristiana a los que andan en tinieblas (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,15).

1847 Pues cuando no hubiese otra ganancia sino la confusión que le quedara a la persona que os hubiere
culpado, viendo que vos sin tener culpa os dejais condenar, es grandisima. Mas levanta al animo una cosa
de estas a las veces que diez sermones (SANTA TERESA, Camino de perfección,15,6).

1848 La vida de las personas seriamente piadosas es la condenación de nuestra vida floja e indiferente.
Bien facil es comprender que su humildad y el clesprecio que ellas hacen de si mismas condena nuestra
vida orgullosa, que nada sabe sufrir, que quisiera la estimación y alabanza de todos. No hay duda de que su
dulzura y su bondad para con todos abochorna nuestros arrebatos y nuestra cólera; es cosa cierta que su
modestia, la ejemplaridad en toda su conducta, condena nuestra vida mundana y llena de escandalos
(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el respeto humano).

1849 Y esto de hacer una lo que ve resplandecer de virtud en otra pegase mucho. Este es un buen aviso; no
se os olvide (SANTA TERESA, Camino de perfección,7,8).

1850 Cualquiera que se encuentre fiel y prudente, presida la familia del Señor para darle la medida de trigo
en todo tiempo, ya por medio de la predicación con la que el alma se alimenta, ya por medio del buen
ejemplo,por el que la vida se endereza (TEOFILO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 109).

1851 Si cometes alguna falta que es motivo para que te desprecie quien la presencio, siente vivo dolor de
haber ofendido a Dios y de haber dado un mal ejemplo al prójimo, y acepta la deshonra como un medio que
Dios te envia para hacerte expiar tu pecado y para hacerte mas humilde y virtuoso (J. PECCIóLeon XIIIó,
Practica de la humildad,36).

1852 La expresión exterior tiende a manifestar lo que se cree en el corazon (SANTO TOMAS. Suma
Teológica 2-2, q. 3, a. 1).

1853 Y así (viviendo la virtud de la templanza) no solo nuestra vida aprovechara para Dios, sino que esta
misma conducta nuestra inflamara a otros para gloria del mismo Dios, segun aquellas palabras: y todo el
pueblo, al verlo, alabo a Dios (SAN GREGORIO MACNO, Hom 2 sobre los Evang ).

1854 Vive tu vida ordinaria; trabaja donde estas, procurando cumplir los deberes de tu estado, acabar bien
la labor de tu profesión o de tu of icio, creciendote, mejorando cada jornada. Se leal, comprensivo con los
demás y exigente contigo mismo. Se mortificado y alegre. Ese será tu apostolado. Y, sin que tu encuentres
motivos, por tu pobre miseria, los que te rodean vendran a ti, y con una conversación natural, sencillaóa la
salida del trabajo, en una reunion de familia, en el autobus, en un paseo, en cualquier parteó charlareis de
inquietudes que estan en el alma de todos, aunque a veces algunos no quieran darse cuenta: las iran
entendiendo mas, cuando comiencen a buscar de verdad a Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios,273).

Que las obras acompañen siempre a las palabras

1855 ¿Quereis alabar a Dios? Vivid de acuerdo con lo que pronuncian vuestros labios. Vosotros mismos
sereis la mejor alabanza que podais tributarle, si es buena vuestra conducta (SAN AGUSTIN, Sermón 34).

1856 Sobrarian las palabras, si mostrasemos las obras. No habria un solo pagano, si nosotros fueramos
verdaderamente cristianos (SAN JUAN CRISOSTOMO Hom. sobre la l. a Epistola a Timoteo,10).
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1857 En vano se esfuerza en propagar la doctrina cristiana quien la contradice con sus obras (SAN
ANTONIO DE PADUA, Sermón 1,226).

1858 La manera de enseñar algo con autoridad es practicarlo antes de enseñarlo, ya que la enseñanza
pierde toda garantia cuando la conciencia contradice las palabras (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,23).

1859 Antes de querer hacer santos a todos aquellos a quienes amamos es necesario que les hagamos
felices y alegres, pues nada prepara mejor el alma para la gracia como la leticia y la alegria. Tu sabes ya
[. . . ] que cuando tienes entre las manos los corazones de aquellos a quienes quieres hacer mejores, si los
has sabido atraer con la mansedumbre de Cristo, has recorrido ya la mitad de tu camino apostolico. Cuando
te quieren y tienen confianza en ti, cuando estan contentos, el campo esta dispuesto para la siembra. Pues
su corazones estan abiertos como una tierra fertil, para recibir el blanco trigo de tu palabra de apostol o de
educador.

Si sabes hablar sin herir, sin ofender, aunque debas corregir o reprender, los corazones no se te cerraran.
La semilla caera, sin duda, en tierra fertil y la cosecha será abundante. De otro modo tus palabras
encontraran, en vez de un corazon abierto, un muro macizo; tu simiente no caera en tierra fertil, sino al
margen del caminoóiuxta viamóde la indiferencia o de la falta de confianza; o en la piedra ósuper petramóde
un animo mal dispuesto; o entre las espinasóinter spinasóde un corazon herido, resentido, lleno de rencor.

No perdamos nunca de vista que el Señor ha prometido su eficacia a los rostros amables, a los modales
afables y cordiales, a la palabra clara y persuasiva que dirige y forma sin herir: beati mites quoniam ipsi
possidebunt terram, bienaventurados los mansos, porque ellos poseeran la tierra. No debemos olvidar
nunca que somos hombres que tratamos con otros hombres, aun cuando queramos hacer bien a las almas.
No somos argeles. Y, por tanto, nuestro aspecto, nuestra sonrisa, nuestros modales, son elementos que
condicionan la eficacia de nuestro apostolado. (S. CANALS, Ascetica meditada, pp. 74-76).

1860 Algunos hombres reciben de Dios una misión especial: dan testimonio de Dios no solamente desde un
punto de vista natural, por el hecho de su existencia, sino sobre todo de una manera espiritual, con sus
buenas obras. Todos los santos son testigos de Dios, porque sus buenas obras glorifican al Señor ante los
hombres [. . . ]. Sin embargo, los que, no contentos con recibir los dones divinos y de hacer bien con la
gracia de Dios, comunican esos dones a otros por medio de la palabra, estimulos y exhortaciones, son mas
especialmente todavia testigos de Dios (SANTO TOMASí Coment. Evang. S. Juan,4,1).

1861 No olvides que antes de enseñar hay que hacer. "Coepit facere et docere", dice de Jesucristo la
Escritura Santa: comenzo a hacer y a enseñar.

Primero, hacer. Para que tu y yo aprendamos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino n. 342).

1862 Quien tiene la misión de decir cosas grandes, esta igualmente obligado a practicarlas (SAN
GREGORIO MAGNO, Regla pastoral,2,3).

1863 Jamas tendra eficacia la autoridad del maestro si no va asociada a ella la ejemplaridad de sus
acciones (CASIANO,Colaciones,11).

1864 ¿Hay algo mas triste que un maestro, cuando el unico modo de salvar a sus discípulos es decirles que
no se fijen en la vida del que les habla? (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,15).

1865 Creeran a nuestras obras mas que a cualquier otro discurso (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre
S. Mateo,15).

Cristo, ejemplo de todas las virtudes


-215 -

1866 Aquel madero que sujetaba sus miembros moribundos es también catedra desde donde nuestro
Maestro enseña (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,119).

1867 Si buscas un ejemplo de obediencia, sigue al que se hizo obediente al Padre hasta la muerte (SANTO
TOMAs, Sobre el Credo,4,1. c. , p. 67).

1868 Este divino Salvador ha vivido la humildad hasta el extremo de hacerse el oprobio de la tierra, para
abajar lo mas elevado y curar la llaga de nuestro orgullo, enseñandonos con su ejemplo el unico camino que
lleva al cielo: Aprended de ml, que soy manso y humilde de corazon; y hallareis paz para vuestras almas (J.
PECCIóLeon XIIIó, Practica de la humildad, p. 42).

1869 Si buscas un ejemplo de humildad, mira al crucificado: el, que era Dios, quiso ser juzgado bajo el
poder de Poncio Pilato, y morir (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,6,1. c. ).

1870 (Jesús quiso bautizarse) para encarecernos con su humildad lo que a nosotros era de necesidad (SAN
AGUSTIN, Sermón 51).

1871 Cristo se sometio a la circuncisión en el tiempo en que estaba vigente y así su obra se nos ofrece
como ejemplo que imitar, para que observemos las cosas que en nuestro tiempo estan preceptuadas
(SANTO TOMAS, Suma Teológica,3, q. 3/, a. I).

1872 (Jesucristo) por todas partes ha dejado ejemplos de su misericordia (SAN GREGORIO MAGNO, Hom.
25 sobre los Evang. ).

1873 La pasión de Cristo basta para servir de guia y modelo a toda nuestra vida (SANTO TOMAS Sobre el
Credo,6,1. c. ).

El ejemplo de Maria

1874 Sirvanos la vida de Maria de modelo de virginidad, cual imagen que se hubiera trasladado a un lienzo;
en ella, como en espejo, brilla la hermosura de la castidad y la belleza de toda virtud. Virgen no solo en su
carne, sino también en su alma, sin que la menor doblez de malicia corrompiese la pureza de sus afectos;
humilde en su corazon, prudente en las palabras, madura en el consejo, parca en su conversación [. . . ],
solicita en sus labores, a nadie hizo mal, quiso bien a todos, respeto a los mayores, fue amable para con los
iguales [. . . ]. He a-tui la imagen de la verdadera virginidad. Esta fue Maria, cuya vida paso a ser norma
para todas las virgenes (SAN AMBROSIO, Sobre las virgenes,2,16).

1875 Maria llama bienaventurados a los que son diligentes en imitar su vida. Ahora, pues, oh hijos,
escuchadme: Bienaventurados los que siguen mis caminos (Pr 8,32). El que ama, se asemeja o procura
asemejarse a la persona amada, segun aquel celebre proverbio: "El amor, o los halla o los hace iguales". Si
amamos, pues, a Maria, es necesario que trabajemos por imitarla, porque este es el mayor obsequio que le
podemos of recen (S. ALFONSO M" DE LIGORIO, De las virtudes de Maria Santisima,1. c. , pp. 554-545).

1876 Y esta practica (del pudor y de la modestia) será una lección viva y atrayente enseñanza, que arrastre
a las almas hacia la santidad. Pero habeis de hacerlo con la humildad de Maria, que oye a todos como
discipula y aprendiz de virtudes, aunque era doctora consumada en la dificil ciencia de ellas (SAN
AMBROSIO, Sobre las virgenes,2,9).

1877 Como flores en alegre jardin brillan en el alma de Maria las virtudes: en su pudor muestrase el recato;
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en su fe, la firmeza y el valor; en su devoción, el amor obsequioso. Como virgen, ama el retiro de su casa y
no sale de ella sin compahia; como madre, acude al templo a ofrecer su hijo a Dios (SAN AMBROSIO Sobre
las virgenes,2,15).

El ejemplo de los martires y de los santos

1878 Los martires nacen al morir, su fin significa el principio; al matarlos se les dio la vida, y ahora brillan en
el cielo, cuando se pensaba haberlos suprimido en la tierra (SAN PEDRO CRISOLOGO, Sermón 108).

1879 Esas estrellas las veo como acabando de nacer para nosotros del Espíritu, e instantaneamente han
hecho de la Iglesia un firmamento. Porque los rayos de las estrellas figuran la virtud eminente de los
grandes hombres, como piedad de aquellos a quienes ha llenado la gracia. Podeis decir con toda verdad
que estos hombres, nacidos de la promesa, son semejantes a los astros del cielo (SAN GREGORIO
NISENO, Hom. de Pascua).

1880 Los martires, en efecto, sufrieron por dar testimonio [. . . ] Como testigos de Dios sufrieron (SAN
AGUSTIN Coment. a la l. a Epistola de S. Juan,1,2).

1881 El martirio es, entre los actos humanos, el mas perfecto en su genero, como signo de mayor caridad,
puesto que segun San Juan: Nadie tiene mayor amor que este de dar la vida uno por sus amigos (SANTO
TOMAS. Suma Teológica,2-2, q. 124, a. 3).

1882 Ninguno de nosotros puede detenerse a mirar el sol cuando sale, porque nuestra vista queda herida
con sus rayos; pero vemos las montanas iluminadas por el sol, y de esta manera nos cercioramos de que el
sol ha salido. Como no podemos ver el sol de justicia en si mismo, procuramos ver las montañas iluminadas
con su claridad, esto es, los santos apostoles, quienes resplandecen por sus virtudes, brillan por los
milagros que hicieron, a los que inunda con su claridad el sol naciente, el cual, siendo ahora invisible, se
hace visible por medio de ellos, como la salida del sol material ilumina las montahas con su luz (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).

1883 Yo te bendigo (Señor), porque te dignaste hacerme llegar a este dia y a esta hora, para que yo tenga
parte, contado en el numero de tus testigos, en el cariz de tu Ungido (SAN POLICARPO, en el momento del
martirio, l. c. ,14,2).

1884 A estos hombres, maestros de una vida santa, vino a agregarse una gran multitud de elegidos que,
habiendo sufrido muchos suplicios y tormentos también por emulación, se han convertido para nosotros en
un magnifico ejemplo (SAN CLEMENTE 1, Carta a los Corintios,5, I ss. ).

El ejemplo que debe dar quien ha sido constituido buen pastor

1885 El error de un maestro es una tentación para los fieles; tentación tanto mayor cuanto mas docto es el
que yerra (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio,17).

1886 Vosotros sois la laz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte, ni se
enciende una lampara y se la pone bajo el celemin, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos
hay en la casa. Asf ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras,
glorifiquen a vuestro Padre, que esta en los cielos (Mt 5,14-16). Aquí enseña el Señor a sus discípulos a
cuidar con ejemplaridad de su propia vida, porque habla de ser mirada constantemente por todos, como la
ciudad colocada sobre un monte, como la luz que esta colocada y luce sobre un candelero (SAN JUAN
CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 264).

1887 No puede ocultarse una cindad situada en lo alto del monte; ni se enciende una lampara para meterla
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bajo el celemin. Con estas palabras, insiste el Señor en la perfección de vida que han de llevar sus
discípulos y en la vigilancia que han de tener sobre su propia conducta, ya que ella esta a la vista de todos,
y el palenque en que se desarrolla su combate es el mundo entero (SAN JUAN CRISOSTOMO Hom. sobre
S. Mateo,15).

1888 Asi, la caida de un pastor es un ejemplo pernicioso que induce a sus fieles a seguir el mismo camino;
así también, es sumamente provechoso y saludable el testimonio de firmeza en la fe que da un obispo (SAN
CIPRIANO, Carta 9).

1889 Hijo de hombre, te he puesto como atalaya en la casa de Israel. Fijemonos como el Señor compara
sus predicadores a un atalaya. El atalaya esta siempre en un lugar alto para ver desde lejos todo lo que se
acerca. Y todo aquel que es puesto como atalaya del pueblo de Dios debe, por su conducta, estar siempre
en alto, a fin de preverlo todo y ayudar así a los que tiene bajo su custodia (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. sobre el Profeta Ezequiel, I ).

1890 El candelero es la Iglesia y todo sacerdote que anuncia la palabra de Dios (SAN JUAN CRISOSTOMO
en Catena Aurea, vol. 1p 266).

1891 Son muy pocas las ovejas bien alimentadas y sanas, es decir, aquellas a quienes no falta el solido
manjar de la verdad y se apacientan abundantemente con los dones de Dios. Pero los malos pastores ni a
estas perdonan; les parece poco descuidar a las enfermas y errantes, a las cebiles y descarriadas, y llegan
incluso a dar muerte a las que estan fuertes y sanas. Y si estas ultimas conservan la vida, viven, en todo
caso, unicamente porque Dios cuida de ellas, pero por lo que se refiere a los pastores, estos hacen lo
posible por matarlas. Quiza preguntes: "¿Como las matan?". Pues las matan con su mala vida y con sus
malos ejemplos (SAN AGUSTIN Sermón 46 sobre los pastores).

1892[. . . ] los conyuges tienen su propia vocación: el ser mutuamente y para sus hijos testigos de la fe y del
amor a Cristo. La familia cristiana proclama en voz muy alta tanto las presentes virtudes del reino de Dios
como la esperanza de la vida bienaventurada. De tal manera, con su ejemplo y su testimonio arguye al
mundo de pecado e ilumina a los que buscan la verdad. (CONC. VAT. Il, Const Lumen gentium,35).

1893 El que vive mal en presencia del pueblo, en cuanto de el depende, mata a aquel que contempla el mal
ejemplo de su vida (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).ENFERMOS

Citas de la Sagrada Escritura

Habiendo convocado a los doce, comenzo a enviarlos de dos en dos [. . . ]. De esta suerte salieron a
predicar [. . . ], y lanzaban muchos demonios, y ungian a muchos enfermos con oleo y los sanaban. Mc 6,7-
13.

¿Esta enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbiteros de la Iglesia y oren por el, ungiendole con el
oleo en el nombre del Serhor, y la oración de la fe salvara al enfermo, y el Señor le aliviara, y si se halla con
pecados se le perdonaran. Jc 5,14-15.

Nuestro Señor, a la vez que cura al paralitico de Cafarnaum, le perdona los pecados: Mt 9,1-6; Mc2,5-11;
Lc5,17-25.

Nuestro Señor cura al enfermo de la piscina probatica, paralitico hacia ya treinta y ocho anos, y le dice: Vete
y no peques mas, para que no te suceda algo peor: Jn 5,5-14.

El ciego de nacimiento habla nacido así unicamente para que las obras de Dios fueran manifestadas en el:
Jn 9,2-3.

Valor redentor del dolor: 2 Co

Misterio del dolor: Jb 42,1-6.


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Jesús paso haciendo el bien en medio de los enfermos:

Coger la Cruz y seguir a Cristo: Lc 9,23.

El sufrimiento de aquí abajo no tiene proporción con la gloria del cielo: 2Co 4,17.

En el "mundo nuevo" no habra ya dolor, ni pena: Ap 7,17; 21,4.

Presencia del dolor y de la enfermedad en el mundo

1894 Cinco son las causas de las enfermedades que afligen a los hombres: la de aumentar sus meritos,
como acontecio con Jb y los martires; la de conservar su humildad, de lo que es ejemplo San Pablo
combatido por Satanas (2Co 12); que conozcamos nuestros pecados y nos enmendemos, como sucedio a
Maria hermana de Moises (Nb 12) y al paralitico de Cafarnaun (Mc 2, I ss. ); para mayor gloria de Dios.
como ocurrio con el ciego de nacimiento (Jn 9) y con Lazaro (Jn 11); y la que es un principio de
condenación, como ocurrio con Herodes (Ac 12) y con Antioco (2 Rey 9) (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol.
IV, p. 55).

1895 Vosotros teneis que desarrollar una tarea altisima, esteis llamados a completar en vuestra carne lo que
falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia (cfr. Col 1,24). Con vuestro
dolor podeis afianzar a las almas vacilantes, volver a llamar al camino recto a las descarriadas, devolver
serenidad y confianza a las dudosas y angustiadas. Vuestros sufrimientos, si son aceptados y ofrecidos
generosamente en union de los del Crucificado, pueden dar una aportación de primer orden en la lucha por
la victoria del bien sobre las fuerzas del mal, que de tantos modos insidian a la humanidad contemporanea.
En vosotros, Cristo prolonga su pasión redentora. ¡Con El, si quereis, podeis salvar el mundo! (JUAN PABIO
11, TUrin,13-lV-1980).

Evitar el excesivo cuidado de la salud corporal

1896 Si el demonio nos comienza a amedrentar con que nos faltara la salud, nunca haremos nada (SANTA
TERESA, Camino de perfección,10,6).

1897 Mientras estamos enfermos, podemos ser cargantes: no me atienden bien, nadie se preocupa de mi,
no me cuidan como merezco, ninguno me comprende. . . El diablo, que anda siempre al acecho, ataca por
cualquier flanco; y en la enfermedad, su tactica consiste en fomentar una especie de psicosis, que aparte de
Dios, que amargue el ambiente, o que destruya ese tesoro de meritos que, para bien de todas las almas, se
alcanza cuando se lleva con optimismo sobrenaturaló¡cuando se ama!óel dolor. Por lo tanto, si es voluntad
de Dios que nos alcance el zarpazo de la aflicción, tomadlo como sehal de que nos considera maduros para
asociarnos mas estrechamente a su Cruz redentora (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,124).

1898 El demonio ayuda mucho a hacerles inhabiles, cuando ve un poco de temor. No quiere el mas para
hacernos entender que todo nos ha de matar y quitar la salud; hasta tener lagrimas nos hace temer de
cegar. He pasado por esto, y por eso lo se; y no se yo que mejor vista ni salud podemos desear que
perderla por tal causa. Como soy tan enferma, hasta que me determine en no hacer caso del cuerpo ni de la
salud, siempre estuve atada sin valer nada, y ahora hago bien poco. Mas como quiso Dios entendiese este
ardid del demonio, y como me ponla delante el perder la salud, decia yo: Poco va en que me muera. Si el
descanso: No he menester descanso, sino cruz. Asi otras cosas. Vi claro que en muy muchas, aunque yo de
hecho soy harto enferma, que era tentación del demonio, o flojedad mia; que después que no estoy tan
mirada y regalada, tengo mucha mas salud (SANTA TERESA, Vida,13,4).

Enfermos y mortificacion

1899 Dime amigo,óPregunto el Amadoó¿tendras paciencia si te doblo tus dolencias? Siórespondio el


Amigoó, con tal que dobles mis amores. (R. LLULL Libro del Amigo y del Amado,8).
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1900 Sufres. . . y no querrias quejarte. No importa que te quejes óes la reacción natural de la pobre carne
nuestraó, mientras tu voluntad quiere en ti, ahora y siempre, lo que quiera Dios (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 718).

1901 Si la salud poco firme u otras causas no permiten a alguno mayores austeridades corporales, no por
ello le dispensan jamás de la vigilancia y de la mortificación interior (Pio Xll, Sacra virginitas,25-111-1954, n.
24).

Una enfermedad puede servir para una mayor purificación y un

mayor acercamiento a Dios

1902 En ocasiones una enfermedad hace entrar en el buen camino a quien era malvado cuando sano.
Igualmente puede ocurrir a proposito de otra desgracia cualquiera: La tribulación hara comprender (Is 28,19)
(SANTO ToMAs, Sobre el doble precepto de la caridad, I. c. , p. 223).

1903 El mismo Apostol dice también que cuando estaba delicado era cuando se sentia fuerte, pues la
fortaleza de Dios se manifiesta francamente en nuestra debilidad. Sed animosa en medio de las aflicciones
de vuestra casa. Estas largas enfermedades son buena escuela de caridad para los que asisten a ella, y de
amorosa conformidad para los pacientes; los unos estan al pie de la cruz con nuestra Señora y San Juan,
cuya piedad imitan; los otros estan en la cruz con el Salvador, cuya pasión comparten (SAN FRANCISCO
DE SALES, Epistolario, fragm. 8,1. c. , p. 71).

1904 El Señor no había venido solamente a curar los cuerpos, sino también a guiar a las almas por el
camino de la verdadera sabiduria; así como ya no prohibia comer antes de lavarse las manos, así enseña
aquí que conviene temer solo la lepra del alma (que es el pecado), porque la lepra del cuerpo no sirve de
impedimento a la practica de la virtud (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,26).

1905 Vosotros teneis un puesto importante en la Iglesia, si sabeis interpretar vuestra situación dificil a la luz
de la fe y si, bajo esta luz, sabeis vivir vuestra enfermedad con corazon generoso y fuerte. Cada uno de
vosotros puede entonces afirmar con San Pablo: "Completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de
Cristo, a favor de su Cuerpo que es la Iglesia" (Col 1,24) (JUAN PABLO II, Sobre la fortaleza. Aud. gen. 15-
XI-1978).

1906 Muchos son martires en cama. Yace el cristiano en el lecho, le atormentan los dolores, reza, no se le
escucha, o quizas se le escucha, pero se le prueba, se le ejercita, se le flagela para que sea recibido como
hijo. Se hace martir en la cama y le corona el que por el estuvo pendiente en la cruz (SAN AGUSTIN,
Sermdn 286).

l907 El sabe ciertamente que con frecuencia nuestros sufrimientos son un instrumento de salvación (SAN
GREGORIO NACANCENO, Disertaci6n 7).

1908 Si sabes que esos doloresófisicos o moralesóson purificación y merecimiento, bendicelos (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Camino, n. 219).

El sentido del dolor

1909 El sufrimiento es también una realidad misteriosa y desconcertante. Pues bien, nosotros, cristianos,
mirando a Jesús crucificado encontramos la fuerza para aceptar este misterio. El cristiano sabe que,
después del pecado original, la historia humana es siempre un riesgo; pero sabe también que Dios mismo
ha querido entrar en nuestro dolor, experimentar nuestra angustia, pasar por la agonia del espiritu y el
desgarramiento del cuerpo. La fe en Cristo no suprime el sufrimiento, pero lo ilumina, lo eleva, lo purif- ca, lo
sublima, lo vuelve valido para la eternidad (JUAN PABLO II, Aloc. 24-III-1979).
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1910 Para quien cree en Cristo, las penas y los dolores de la vida presente son signos de gracia y no de
desgracia, son pruebas de la infinita benevolencia de Dios, que desarrolla aquel designio de amor, segun el
cual, como dice Jesús, el sarmiento que de fruto, el Padre lo podara, para que de masfruto (Jn 15,2)
(PABLO Vl, Hom. 5-X-1975).

Unción de los enfermos

1911 Prosiguiendo la obra de purificación comenzada por la Penitencia, la Extremaunción establece al


hombre en una santidad sin tacha, que hace a su alma inmediatamente capaz de la visión de la Trinidad
reservada a los corazones puros. Esta ella pronta a comparecer ante Dios. La liturgia de la Unción de los
enfermos [. . . ] pide la remisión plenaria de los pecados y la vuelta a la salud para el alma y para el cuerpo:
[. . . ] Aun después de una larga vida culpable, el cristiano que recibe con las disposiciones requeridas el
sacramento de los moribundos, se va directamente al cielo, sin pasar por el purgatorio. La Extremaunción
obra con la misma plenitud de gracia que el sacramento de la Confirmación con respecto al Bautismo. Los
Padres y los Doctores de la Iglesia, se han complacido en descubrir en el la "consumacion" de la obra
purificadora de Cristo. Ningun rastro de pecado ya: todo esta perdonado y purificado (M. M. PHILIPON, Los
sacramentos en la vida cristiana, pp. 343-344).

La Virgen y los enfermos en peligro de muerte

1912 La presencia de Maria y su ayuda maternal en esos momentos (de enfermedad grave) no debe ser
pensada como cosa marginal y simplemente paralela al sacramento de la uncion. Es, mas bien, una
presencia y una ayuda que se actualiza y se transmite por medio de la unción misma. El robustecimiento
que la unción confiere al enfermo contiene como uno de sus elementos integrantes el influjo de la Virgen,
influjo que llega al enfermo bajo la modalidad propia de este sacramento. Aunque el enfermo haya perdido
el uso de sus facultades y no pueda pensar en la Virgen ni invocarla, recibe la ayuda mariana, porque esta
se transmite y es comunicada por el sacramento mismo. Supuesto que Maria sirvio bajo Cristo y con Cristo
al misterio de la redención, es necesario aceptar todas las consecuencias implicadas en un hecho tan
fundamental (A. BANDERA, La Virgen Maria y los Sacramentos, p. 184-185).

1913 Si el organismo de gracia instituido por Nuestro Señor no implicase de por si la asistencia de Maria a
los enfermos en peligro de muerte, seria imposible entender que la Virgen es en verdad "Madre de los
hombres, especialmente de los fieles" (LG 54). ¿Que es, aun en el orden humano, una madre que se quede
lejos de su hijo moribundo o en peligro de muerte? Para Maria, ser Madre de los hombres no es un titulo
honorifico, sino un misterio de gracia conducente a la salvación (A. BANDERA, La Virgen Maria y los
Sacramentos, p. 185).

La Virgen al pie de la Cruz

1914 La Virgen Santisima, que en el Calvario, estando de pie valerosamente junto a la cruz del Hijo (cfr. Jn
19,25), participo en primera persona de su pasión, sabe convencer siempre a nuevas almas para unir sus
propios sufrimientos al sacrificio de Cristo, en un "ofertorio" que, sobrepasando el tiempo y el espacio,
abraza a toda la humanidad y la salva (JUAN PABLO II, Hom. 11-XI-1980).

ENTREGA

Citas de la Sagrada Escritura

Maria, ejemplo de una entrega a Dios sin condiciones: Lc 1,38.

Fe para vencer y seguir al Señor: Lc 18,35-43.

No existe nunca razon suficiente para volver la cara atras en el propio camino: Lc 9,61-62.

Desprendimiento para seguir al Señor. El joven rico: Lc 18,18-23.


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El premio de la entrega: Mt 19,27-30.

El que no esta conmigo esta contra mi, y el que conmigo no recoge, derrama. Lc 11,23.

Entonces dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venir en pos de mi, nieguese a si mismo, tome su cruz y
sigame. Pues el que quiera salvar su vida, la perdera; y el que pierda su vida por mi la hallara. Y 1que
aprovecha ai hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? `,O que podre dar el hombre a cambio de su
alma? Mt 16,24-26.

Siguiendo el camino, vino uno que le dijo: Te seguire adondequiera que vayas. Jesús le respondio: Las
raposas tienen cuevas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.
A otro le dijo: Sigueme, y respondio: Señor, dejame ir primero a sepultar a mi padre. El le contesto: Deja a
los muertos sepultar a sus muertos, y tu vete y anuncia el reino de Dios. Otro le dijo: Te seguire, Seiior, pero
dejame antes despedirme de los de mi casa. Jesús le dijo: Nadie que, después de haber puesto la mano
sobre el arado, mire atrae, es apto para el reino de Dios. Lc 9,57-62.

Se le junto numerosa muchedumbre, y vuelto a ella, les decia: Si alguno viene a mi y no aborrece a su
padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y aun a su propia vida, no
puede ser mi discípulo. Lc 14,25-26.

La vocación cristiana supone una entrega

1915 Seguir a Cristo es algo muy distinto de admirar un modelo, aun en el caso de que tengais buen
conocimiento de las Escrituras y de la teologia. Seguir a Cristo es algo existencial. Es querer imitarle hasta
el extremo de dejarse configurar con El, asimilarse a El, hasta el punto de ser "como otra humanidad suya"
(JUAN PABLO II, Aloc. Paris,3 1 -V- 1 980).

1916 Un cristiano no es dueño de si mismo, sino que esta entregado al servicio de Dios (SAN IGNACIO DE
ANTIOQUIA Epistola a S. Policarpo).

1917 El que en esta vida busca todavia las cosas propias, aun no ha llegado a la viña del Señor. Pues solo
trabajan para el Señor los que no buscan su propia utilidad sino la de su amor, que sirven con el celo de la
caridad y el deseo de adelantar en la virtud, que procuran ganar almas para Dios y hacen cuanto esta de su
parte para llevar a otros consigo a la viña. Todo aquel que solo vive para si, que se alimenta del deseo de la
carne, con razon se le reprende como ocioso, porque no busca el fruto de la obra divina (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 19 sobre los Evang. ).

1918 Dios nos saca de las tinieblas de nuestra ignorancia, de nuestro caminar incierto entre las incidencias
de la historia, y nos llama con voz fuerte, como un dia lo hizo con Pedro y con Andres: Venite post me, et
faciam vos fieri piscatores hominum (Mt 4,19), seguidme y yo os hare pescadores de hombres, cualquiera
que sea el puesto que en el mundo ocupemos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,45).

1919 Todos los fieles cristianos, en las condiciones, ocupaciones o circunstancias de su vida, y a traves de
todo eso, se santificaran cada dia mas si lo aceptan todo con fe de la mano del Padre celestial y colaboran
con la voluntad divina, haciendo manifiesta a todos, incluso en su dedicación a las tareas temporales, la
caridad con que Dios amo al mundo (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,41).

Dios pide una entrega del todo y sin condiciones

1920 Si no estamos dispuestos para correr, con la ayuda de Jesucristo, hasta a la misma muerte para imitar
su pasión, tampoco su vida esta en nosotros (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epistola a los Magnesios).

1921 Deja mucho el que no retiene nada para si; deja mucho el que lo abandona todo, por muy poco que
sea. Nosotros conservamos con pasión lo que poseemos, y tratamos de conseguir lo que no tenemos. Si,
Pedro y Andres dejaron mucho, puesto que tanto el uno como el otro abandonaron hasta el deseo de
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poseer. Abandonaron mucho porque al renunciar a sus bienes renunciaron también a sus ansias. Siguiendo
al Señor renunciaron a todo lo que hubieran podido desear de no haberlo seguido (SAN GREGORIO
MA(;NO, Hom. 5 sobre los Evang. ).

1922 El corazon del que ama ya no es suyo, lo dio al Amado (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico
Espiritual,9,2).

1923 A veces (la voluntad) parece resuelta a darse y servir sin trabas a Cristo, pero quiere contar al propio
tiempo con el aplauso y favor de los hombres. Incluso diriase que, en ocasiones, esta dispuesta a confesar
la verdad, a despecho de las consecuencias; mas se inhibe luego ante el compromiso, y solo lo hace
cuando no causa disgusto a nadie [. . . ]. Indudablemente, una voluntad así no nos permitirla llegar nunca a
la verdadera santidad (CASIANO Colaciones,4,12).

1924 Cuando los hipocritas planteen a vuestro alrededor la duda de si el Señor tiene derecho a pediros
tanto, no os dejeis engañar. Al contrario, os pondreis en presencia de Dios sin condiciones, dociles, como la
arcilla en manos del alfarero (Jr 18,6), y le confesareis rendidamente: Deus meus et omnia!, Tu eres mi Dios
y mi todo. ( Amigos de Dios,167). J. ESCRIVA DE BALAGUER. )

1925 Renunciar a la propia vida significa no buscar nunca la propia voluntad sino la voluntad de Dios, y
hacer del querer divino la norma unica de la propia conducta (SAN GREGORIO DE NISA, Sobre la conducta
cristiana).

1926 El Reino de Dios no tiene precio, y sin embargo cuesta exactamente lo que tengas [. . . ]. A Pedro y a
Andres les costo el abandono de una barca y de unas redes; a la viuda le costo dos moneditas de plata (cfr.
Lc 21,2); a otro, un vaso de agua fresca (cfr. Mt 10,42) (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 5 sobre los Evang.
).

1927 La cama es estrecha, y uno de los dos se cae; manta pequeña no cubre a dos (Is 28,20); donde al
corazon del hombre se le compara con una cama estrecha y una manta pequeña. Ya es estrecho el corazon
humano para Dios solo; si además das en el entrada a otras cosas, arrojas a Dios (SANTO TOMAS, Sobre
la caridad,1. c. ,214).

Lo "nuestro" se salva cuando lo entregamos

1928 Tu barcaótus talentos, tus aspiraciones, tus logrosóno vale para nada, a no ser que la dejes a
disposición de Jesucristo, que permitas que El pueda entrar ahi con libertad, que no la conviertas en un
idolo. Tu solo, con tu barca, si prescindes del Maestro, sobrenaturalmente hablando, marchas derecho al
naufragio. Unicamente si admites, si buscas, la presencia y el gobierno del Señor, estaras a salvo de las
tempestades y de los reveses de la vida. Pon todo en las manos de Dios: que tus pensamientos, las buenas
aventuras de tu imaginación, tus ambiciones humanas nobles, tus amores limpios, pasen por el corazon de
Cristo. De otro modo, tarde o temprano, se iran a pique con tu egoismo (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Amigos de Dios,21).

1929 Soy trigo de Dios y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo.
Rogad por mi a Cristo, para que, por medio de esos instrumentos, llegue a ser una victima para Dios (SAN
IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Romanos).

1930 Amar es, por tanto, esencialmente entregarse a los demás. Lejos de ser una inclinación instintiva, el
amor es una decisión consciente de la voluntad de ir hacia los otros. Para poder amar en verdad, conviene
desprenderse de todas las cosas y, sobre todo, de uno mismo, dar gratuitamente, amar hasta el fin. Esta
desposesión de si mismo [. . . 1 es exhaustiva y exaltante. Es fuente de equilibrio. Es el secreto de la
felicidad (JUAN PABLO II, Aloc. I-VI-1980).
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Jesucristo corresponde siempre a nuestra entrega

1931 Acordaos que hay pocas almas que le acompañen y le sigan en los trabajos; pasemos por El algo, que
Su Majestad nos lo pagara; y acordaos también que de personas habra que no solo quieren no estar con El,
sino que con descomedimiento le echen de si. Pues algo hemos de pasar para que entienda que le tenemos
deseos de ver (SANTA TERESA, Camino de perfección,3S,2).

1932 Deseaba (Zaqueo) verle solamente; pero el que hace por nosotros mas de lo que le pedimos, le
concedio mas de lo que esperaba (TITO BOSTRENSE, en Catena Aurea, vol. Vl,P. 329)

1933 El Señor concede siempre mas de lo que se le pide: el ladron solo pedia que se acordase de el, pero
el Señor le dice: Hoy mismo estaras conmigo en el paraiso (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p.
507).

1934 Y como El no ha de forzar nuestra voluntad, toma lo que le damos; mas no se da a Si del todo hasta
que nos damos del todo (esto es cosa cierta, y porque importa tanto os lo acuerdo tantas veces), ni obra en
el alma como cuando del todo, sin embarazo, es suya. Ni se como ha de obrar; es amigo de todo concierto
(SANTA TERESA, Camino de perfección,28,12).

1935 Si nos damos, El se nos da (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,22).

1936 Nuestro Rey, a pesar de su condición altisima, por nosotros viene humilde, mas no con las manos
vacias; el trae para sus soldados una dadiva esplendida, ya que no solo les otorga copiosas riquezas, sino
que les da también una fortaleza invencible en el combate. En efecto, trae consigo el don de la caridad
(SAN FULGENCIO DE RUSPE, Sermón 3).

1937 Dios nunca falta de ayudar a quien por El se determina a dejarlo todo (SANTA TERESA, Camino de
perfección,1,2).

La entrega a Dios libera de todas las ataduras

1938 Cuando nos decidimos a contestar al Señor: mi libertad para ti, nos encontramos liberados de todas
las cadenas que nos habían atado a cosas sin importancia, a preocupaciones ridiculas, a ambiciones
mezquinas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,38).

1939 Haced alto en el camino y ved. Preguntad por los caminos de antes: ¿Es esa la senda buena? Pues
seguidla, y hallareis la puz para vuestras almas (Jr 6,16). Vosotros vereis al - punto como se os allanan las
cuestas y se os nivelan los declives (Is 40,4). Gustareis y vereis que el Señor es bueno (Sal 23,9). Ante la
palabra de Cristo en el Evangelio: Venid a mi todos los que estais fatigados y cargados, que yo os aliviare
(Mt 11,28), depondreis el peso abrumador de vuestros pecados. La senda del Señor es todo refrigerio, si se
marcha por ella. Somos nosotros quienes nos creamos dolores y tormentos por nuestras preocupaciones,
siempre que preferimos seguir los cmainos tortuosos de este siglo, incluso a trueque de peligros y
dificultades (CASIANO Colaciones,23,25).

La falta de entrega oscurece el camino

1940 Cuando un hombre llena de buen vino unas tinajas muy bien dispuestas para ello, y entre ellas deja
algunas a medio llenar, si luego se da una vuelta por las tinajas, no examina las que dejo llenasópues sabe
que estan llenasó, sino que mira a las que estan a medio llenar, pues teme que se hayan agriado (PASTOR
DE HERMAS, Mandamientos 13,5,3).
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1941 (Palabras de S. Basilio a un monje de poca entrega): Et senatorem perdidisti, et monachum nos fecisti:
Has sacrificado al senador y no has hecho al monje (CASIANO, Instituciones,7,19).

1942 Elias, por otra parte, preguntaba: ¿ Hasta cuando vais a estar cojeando para ambos lados? (3 Rey
18,21). Y es que, como el cojo se va inclinando un paso a la derecha y otro a la izquierda, así el pecador tan
pronto peca como trata de buscar a Dios. Pero el Señor dice: Volveos a ml con todo vuestro corazon (Joel
2,12) (SANTO TOMAS, Sobre el doble precepto de la caridad,1. c. , p. 214).

1943 Si encontramos amarga la admirable suavidad del yugo del Señor, ¿no será porque la corrompe la
amargura de nuestra falta de correspondencia? Si la alegre ligereza de la carga divina nos es tan pesada,
¿no será porque, llevados de una orgullosa presunción, despreciamos a aquel que nos ayuda a llevarla?
(CASIANO, Colaciones,24,24).

1944 Parecenos que lo damos todo; y es que ofrecemos a Dios la renta o los frutos y quedamonos con la
raiz y posesión (SANTA TERESA, Vida, I I,1).

Generosidad en la entrega

1945 Pareceme ahora a mi esta manera de caminar un querer concertar cuerpo y alma para no perder aca
el descanso y gozar alla de Dios. Y así será ello si se anda en justicia y vamos asidos a virtud, mas es paso
de gallina; nunca con el se llegara a la libertad de espiritu (SANTA TERESA. Vida,13,3).

1946 Torno a decir que esta el todo o gran parte en perder el cuidado de nosotras mismas y de nuestro
regalo; porque quien de veras comienza a servir al Señor, lo menos que le puede ofrecer es la vida (SANTA
TERESA Camino de perfección,12,2).

1947 [. . . ] los antiguos hombres debian consagrarle los diezmos de sus bienes; pero nosotros, que ya
hemos alcanzado la libertad, ponemos al servicio del Señor la totalidad de nuestros bienes, dandolos con
libertad y alegria aun los de mas valor, pues lo que esperamos vale mas que todos ellos; echamos en el
cepillo de Dios todo nuestro sustento, imitando así el desprendimiento de aquella viuda pobre del evangelio
(SAN IRENEO, Trat. contra las herejas,4).

1948 Las personas que han amado a Dios sin reservas tienen capacidad especial para amar al hombre y
entregarse a el sin intereses personales y sin limites (JUAN PABLO II Aloc. 10 -Xl-1978).

1949 Demosle ya una vez la joya del todo, de cuantas acometemos a darsela. Es verdad que nos da
primero para que se la demos (SANTA TERESA, Camino de perfección,32,8).

1950 Pero, ¿que ofreceremos nosotros, hermanos mios, o que le devolveremos por todos los bienes que
nos ha hecho? El ofrecio por nosotros la Victima mas preciosa que tuvo, y no puede haber otra mas
preciosa; hagamos también nosotros lo que podamos, ofreciendole lo mejor que tenemos, que somos
nosotros mismos (SAN BERNARDO, Hom. en la Purificación,3,3).

1951 Y no os pido cosas nuevas, hijas mias, sino que guardemos nuestra profesión, pues es nuestro
llamamiento y a lo que estamos obligadas, aunque de guardar a guardar va mucho (SANTA TERESA,
Camino de perfección,4,1).

La entrega del sacerdote comporta un especial servicio a los demás

1952 Los sacerdotes no tenemos derechos: a mi me gusta sentirme servidor de todos, y me enorgullece ese
titulo. Tenemos deberes exclusivamente, y en esto esta nuestro gozo: el deber de ensenar el catecismo a
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los nirios y a los adultos, el deber de administrar los sacramentos, el de visitar a los enfermos y a los sanos;
el deber de llevar a Cristo a los ricos y a los pobres, el de no dejar abandonado el Santisimo Sacramento, a
Cristo realmente presente bajo la apariencia de pan; el deber de buen pastor de las almas, que cura a la
oveja enferma y busca a la que se descarria, sin echar en cuenta las horas que se tenga que pasar en el
confesonario (J. ESCRIVA DE BALAGUER, citado por A. del Portillo en Escritossobree/sacerdocio, pp. 125-
126).

1953 No hay ningun buen pastor si no esta unido a Cristo por la caridad, quedando así convertido en un
miembro del verdadero pastor.

El servicio del buen pastor consiste en la caridad. Por eso dice Jesús que el da la vida por sus ovejas (Jn
10,11) [. . . ]. Un buen pastor, en la realidad de la vida, tiene que aguantar mucho para cuidar bien el ganado
que se le ha encomendado, como dice Jacob: Durante el dia me consumia el calor, y por la noche me ateria
de frio (sen 31,40) (SAN TO TOMAS, Lectura sobre S. Juan,10, lect. 3,1-2 ).

1954 Los sacerdotes han sido elegidos por Dios y entresacados del Pueblo "para que se entreguen por
completo (totaliter) a la obra para la cual el Señor los tomo" (Decr. Presbyterorum Ordinis, PO 3). A partir de
su ordenación, toda "recuperacion" de aquellas realidades o funciones a las que, elegido y movido por Dios,
renuncio para entregarse a su misión, seria ya una perdida: para la Iglesia, en donde el sacerdote es punto
focal de irradiación salvifica, y para el mismo sacerdote que, hecho vaso de elección, configurando
ontologica y definitivamente (in aeternum) por el caracter sacerdotal, se encuentra ante la alternativa de
llenar su existencia de vida sacerdotal o tenerla vacia (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p.
118).ENVIDIA

Citas de la Sagrada Escritura

Porque sois todavia carnales. Si, pues hay entre vosotros envidia y discordia. `,No prueba esto que sois
carnales y vivis a lo humano?1Cor3,3.

Mas por envidia del diablo entro la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen. Sg 2,24.

Es malo el de ojos envidiosos, el que vuelve el rostro y desprecia a las personas. Si 14,8.

No comas con el envidioso ni codicies sus manjares. Pr 23,6.

No te goces en la caida de tu enemigo, no se alegre tu corazon al verle resbalar. No lo vea Dios y le


desagrade. Pr 24,17.

Despojaos, pues, de toda maldad y de todo engaño, de hipocresia, envidias y maledicencias. 1P 2,1.

No seamos codiciosos de la gloria vana, provocandonos y envidiandonos unos a otros. Ga 5,26.

No ire con el que de envidia se consume, porque la envidia no tiene nada que ver con la sabiduria. Sg 6,23.

El que insulta al pobre insulta a su Hacedor, y el que se goza del mal ajeno no quedara impune. Pr 17,5.

Porque donde hay envidias y rencillas, alli hay desorden y toda clase de vilezas. Jc 3,16.

Corazon apacible es vida del cuerpo, y la envidia es la caries de los huesos. Pr 14,30.

Si alguno enseña de otra manera [. . . ], es un soberbio que nada sabe, sino que mas bien enloquece sobre
cuestiones y disputa de palabras; de donde se originan envidias, contiendas, blasfemias 1Tm 6,3-4.

Bien manifiestas son las obras de la carne, las cuales son adulterio, fornicación, deshonestidad, lujuria, culto
de idolos, hechicerias, enemistades, pleitos, celos, enojos, riñas, disensiones, herejias, envidias, homicidios,
embriagueces, glotonerias y cosas semejantes [. . . ]: los que tales cosas hacen no alcanzaran el reino de
Dios. Ga 5,19-21.

Tambien nosotros eramos en algun tiempo insensatos, incredulos, extraviados, esclavos de infinitas
pasiones y deleites, llenos de malignidad y de envidia, aborrecibles y aborreciendonos los unos a los otros.
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Tt 3,3.

Como no quisieron reconocer a Dios, Dios los entrego a un reprobo sentido [. . . ], quedando atestados de
toda suerte de iniquidad [. . . ]; llenos de envidia, homicidas, pendencieros, fraudulentos [. . . ]. Los cuales no
echaron de ver que los que hacen tales cosas son dignos de muerte; y no solo los que las hacen, sino
también los que aprueban a los que las hacen. Rm 1,28-32.

Pilato sabia que le habían entregado a Jesús por envidia: Mt 27,18.

Al insensato le mata el enojo, y al necio la cólera. Jb 5,2.

Corazon apacible es vida del cuerpo, y la envidia es la caries de los huesos. Pr 14,30.

Esos sueños (los de José) y las cosas que el contaba fueron causa de que (sus hermanos) le tuviesen mas
envidia y mas odio. Gn 37,8.

Todo trabajo y todo cuanto de bueno se hace mueve la envidia del hombre contra su prójimo. Si 4,4.

Tristeza ante el bien del prójimo

1955 Es la envidia un pesar, un resentimiento de la felicidad y prosperidad del prójimo. De aquí que nunca
falte al envidioso ni tristeza, ni molestia. ¿Esta fertil el campo del prójimo? ¿Su casa abunda en
comodidades de vida? ¿No le faltan ni los esparcimientos del alma? Pues todas estas cosas son alimento
de la enfermedad y aumento de dolor para el envidioso. De aquí que este no se diferencia del hombre
desarmado, que por todos es herido (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).

1956 Cuanto mas se engrandece el prójimo por la sumisión de la humildad o por la paciencia o por la
munificencia, mas herido se siente el envidioso con los aguijones de la pasion. Lo que el quisiera es la ruina
de su hermano, su muerte, nada mas (CASIANO, Colaciones,17,17).

1957 Los pecados capitales estan unidos por tan estrecho parentesco, que uno se origina de otro. El
descendiente principal de la soberbia es la vanagloria, que, al corromper el alma de la que se ha apoderado,
engendra enseguida la envidia; porque, deseando la gloria de un vano hombre, se entristece porque otro la
puede alcanzar (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,3l,45).

De la envidia nacen el odio y otros muchos pecados y faltas

1958 De la envidia nace el odio (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 34, a. 6).

1959 La envidia es el mas feroz descendiente del odio. Pues los beneficios vuelven dociles y mansos a
aquellos a quienes, por otra parte, hemos ofendido; pero los beneficios que se otorgan y dan al envidioso y
maligno, le irritan mas aun (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).

1960 De la envidia nacen el odio, la murmuración, la detracción, la alegria en la adversidad del prójimo y la
aflicción en la prosperidad (SAN GREGORIO MAGNO,MOralia,31,45).

1961 La envidia se opone a la misericordia y a la caridad (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 36, a. 3).

1962 Huyamos, pues, hermanos, de esta terrible enfermedad, que nos impulsa a hacer guerra a Dios, que
es la madre del homicidio, la ruina y trastorno de la naturaleza, el olvido de los vinculos de familia y la
molestia mas absurda. Si nada grave te ha acontecido, ¿por que te afliges? ¿Por que haces la guerra al que
disfruta de algunos bienes y no amenaza a los tuyos? (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).
-227 -

1963 ¿No ves cuan grande es el pecado de hipocresia? Pues esta es fruto de la envidia. Porque la envidia
es la que principalmente produce en los hombres la doblez, puesto que, sintiendo odio en su interior,
manifiestan cierto exterior que revela un tinte o especie de caridad; como los escollos ocultos en el mar que,
encubiertos bajo muy poca agua, causan a los incautos un mal imprevisto (SAN BASILIO Hpm. sobre la
envidia).

1964 La polilla que roe poco a poco los vestidos es la envidia, que destruye el celo, el fruto bueno, y rompe
el lazo de la unidad (SANTO TOMAS, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 98).

La envidia, "enfermedad grave de la amistad"

1965 El envidioso sacia su alma atormentada con la pena por la felicidad ajena (SAN GREGORIO MAGNO,
Moralia,5,46).

1966 Asi nos lo dice Salomon: El hombre es envidiado por su propio compañero (Si 4,4). Y así sucede en
verdad. El escita no envidia al egipcio, sino cada uno al de su misma nación; y entre los habitantes de una
misma nación no existe envidia entre los que no se conocen, sino entre los muy familiares; y entre estos, a
los primeros que se envidia es a los vecinos y a los que ejercen el mismo arte o profesión, o con quienes se
esta unido por algun parentesco; y aun entre estos ultimos, a los de la misma edad, a los consanguineos y a
los hermanos. Y, en suma, así como el tizon es una epidemia propia del trigo, así también la envidia es la
plaga de la amistad (SAN BASLIO, Hom. sobre la envidia).

Fealdad y malicia de la envidia

1967 No obstante, quiero que lo sepais, la enfermedad de la envicia es de mas dificil curación que los otros
vicios (CASIANO, Colaciones,18,17).

1968 Asi como los buitres, que pasan volando por muchos prados y lugares amenos y olorosos sin que
hagan aprecio de su belleza, son arrastrados por el olor de cosas hediondas; así como las moscas, que no
haciendo caso de las partes sanas van a buscar las ulceras; así también los envidiosos no miran ni se fijan
en el esplendor de la vida, ni en la grandeza de las obras buenas, sino en lo podrido y corrompido; y si
notan alguna falta de alguno (como sucede en la mayor parte de las cosas humanas) la divulgan, y quieren
que los hombres sean conocidos por sus faltas (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).

1969 Quien se abandona a la envidia demuestra su pequeñez (CASIANO, Instituciones,5,22).

Es dificil de curar

1970 Puede ocultarse el veneno de la envidia, pero es dificil hacerlo desaparecer (SAN BEDA, en Catena
Aurea, vol. VI, p. 388).

1971 Los perros se hacen dociles con el alimento que se les da, y los leones, cuando se los cura, se hacen
tratables: pero los envidiosos se hacen mas insufribles y mas ofensivos con los obsequios y beneficios (SAN
BASILIO, Hom. sobre la rnvidia).

1972 El envidioso ni halla medico para su enfermedad ni puede encontrar medicina alguna que le libre de
este mal, por mas que las Santas Escrituras esten llenas de semejantes remedios. El unico alivio que
espera es el ver caer a alguno de aquellos a quienes envidia (SAN BASILIO, Hom. sobrera envidia).

El envidioso se hace daño sobre todo a si mismo

1973 Asi como el dardo arrojado con gran fuerza, cuando choca en una parte dura y resistente se vuelve
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contra el que le arrojo, así también los movimientos de la envidia, sin que perjudiquen al envidiado, se
convierten en heridas para el envidioso. Porque, [quien por angustiarse y afligirse disminuyo los bienes del
prójimo? Antes bien, el que se entristece por el bien de los demás, a si mismo es a quien asesina (SAN
BASILIO, Hom. sobre la envidia).

1974 No nace en el corazon del hombre vicio mas pernicioso que el de la envidia, la cual, sin dañar a los
extraños, es ante todo un mal, y mal interior para el que la tiene. Porque así como el orin roe y destruye al
hierro, así también la envidia roe y consume al alma a quien infesta. Y así como dicen que las viboras nacen
desgarrando el vientre materno, así también la envidia suele devorar el alma que la fomenta (SAN BASILIO,
Hom. sobre la envidia).

1975 Los envidiosos llevan retratado en su cara el mal de que adolecen. Sus ojos son aridos y sombrios, los
parpados caldos, contraidas las cejas, el animo inquieto por torvo afecto y faltos de un juicio recto para
apreciar la verdad (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).ESCANDALO

Citas de la Sagrada Escritura

Entrando en Cafarnaum, se acercaron a Pedro los perceptores de la didracma y le dijeron: ¿Vuestro


Maestro no paga la didracma? Y el respondió: Cierto que si. Cuando iba a entrar en casa, le salió Jesús al
paso y le dijo: ¿Que te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quienes cobran censos y tributos? ¿De
sus hijos o de los extraños? Contestó el: De los extraños. Y le dijo Jesús: Luego los hijos estan exentos.
Mas, para no escandalizarlos, vete al mar, echa el anzuelo y coge el primer pez que pique [. . . ]; tómalo y
dalo por mi y por ti. Mt 17,24-27.

Y al que escandalizare a uno de estos pequeñuelos que creen en mi, mas le valiera que le colgasen al
cuello una piedra de molino de asno y le hundieran en el fondo del mar. Mt 18,6-7.

Si tu mano o tu pie te escandaliza, córtatelo y echalo de ti; que mejor te es entrar en la vida manco o cojo
que con manos o pies ser arrojado al fuego eterno. lat 18,8 -9.

Porque los judios piden seitales, los griegos buscan sabiduria, mientras que nosotros predicamos a Cristo
crucificado, escandalo para los judios, locura para los gentiles, mas poder y sabiduria de Dios para los
llamados, ya judios, ya griegos. 1Co 1,22-25.

¿Quien desfallece que no desfallezca yo? ¿Quien se escandaliza que yo no me abrase? 2Co 11,29.

Por lo cual se contiene en la Escritura: "He aquí que yo pongo en Sión una piedra angular, escogida,
preciosa, y el que creyere en ella no será confundido". Para vosotros, pues, los creyentes, es honor; mas
para los incredulos esa piedra, desechada por los constructores y convertida en cabeza de esquina, es
"piedra de tropiezo y roca de escandalo". 1P 2,6-8.

Si lo que yo como escandaliza a mi hermano, no comere en mi vida carne, por no escandalizar a mi


hermano. 1Co 8,13.

Es verdad que todas las viandas son limpias, pero hace mal el hombre en comer de ellas con escanda-lo de
los otros. Y hace bien en no comer carne, y en no beber vino, ni en tomar otra cosa por la cual su hermano
se ofende, o se escandaliza, o se debilita en la fe. Rm 14,20-21.

"Dicho o hecho menos recto, que es ocasión para otros de ruina espiritual"

1976 En la vida espiritual se puede llegar a la ruina espiritual por un dicho o hecho de otro, en cuanto que
con su amonestación, solicitación o ejemplo lleva a otro a pecar. Y esto es con toda propiedad el escandalo
[. . . ]. Y por eso se dice que es "un dicho o un hecho menos recto que es ocasión de ruina" (SANTO
TOMAS Suma Teológica,2-2, q. 43, a. 1).

1977 Si no eres malo, y lo parece, eres tonto. Y esa tonteria ópiedra de escandaloóes peor que la maldad
(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 370).
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1978 Procuremos, hermanos, no solo vivir rectamente, sino también obrar con rectitud delante de los
hombres; y no solo preocuparnos de tener la conciencia tranquila, sino también [. . . ] procuremos no hacer
nada que pueda hacer sospechar mal a nuestro hermano mas cebil, no sea que comiendo hierba limpia y
bebiendo un agua pura pisoteemos los pastos de Dios, y las ovejas mas cebiles tengan que comer una
hierba pisoteada y beber un agua enturbiada (SAN AGUSTIN, Sermón 47, sobre las ovejas,12-14).

Gravedad del escandalo

1979 Mas le valiera que se atara una piedra de molino. . . Habla el Señor como era costumbre en Palestina,
porque los mayores crimenes entre los judios se castigaban así, atando una piedra al cuello y arrojando al
fondo del mar; y en realidad seria mucho mejor que un inocente sufriera esta pena que, aunque tan terrible,
al fin es temporal, que dar la muerte eterna al alma de un hermano (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. VI, p.
265).

1980 Muchos no temen a Dios, pero delante de los demás guardan el debido respeto, y por esto faltan
menos. Pero cuando alguno obra con imprudencia delante de los demás, lleva entonces el vicio a su cima
(TEOFILO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 294).

1981 El que vive mal en presencia del pueblo, en cuanto de el depende, mata a aquel que contempla el mal
ejemplo de su vida (SAN AGUSTIN, Sermón sobre los pastores,46,9).

1982 Por el castigo del que escandaliza se puede conocer el premio del que salva. Si la salvación de una
sola alma no fuese para El de tanta importancia, no amenazarla con un castigo tan grande a quienes
escandalizan (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 266).

Pecado contra la caridad

1983 Ay de aquel hombre! Mas le valiera no haber nacido, que escandalizar a uno solo de mis escogidos.
Mejor le fuera que le colgaran una piedra de molino al cuello y lo hundieran en el mar, que no extraviar a
uno solo de mis escogidos. Vuestra escisión extravio a muchos, desalento a muchos, hizo dudar a muchos,
nos sumio en la tristeza a todos nosotros (SAN CEEMENTE, Carta a los Corintios,46).

Escandalo farisaico

1984 Queda tranquilo si asentaste una opinion ortodoxa, aunque la malicia del que te escucho le lleve a
escandalizarse. - Porque su escandalo es farisaico (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 349).

1985 Siempre que podamos, sin pecar, debemos evitar el escandalo de nuestros prójimos; pero si el
escandalo proviene de la verdad, mas vale permitir el escandalo que abandonar la verdad (SAN BEDA, en
Catena Aurea, vol. Vl, p. 265).

Espectaculos que son ocasión de escandalo

1986 Ya es un gran dabo pasar alli inutilmente el tiempo y ser escandalo para los otros (habla de la
asistencia a espectaculos inconvenientes) [. . . ], y, ¿como podra decirse que tu no sufres daños, cuando
contribuyes a los que se producen? [. . . ]. Porque si no hubiera espectadores, tampoco habria quienes se
dedicaran a esas infamias (SAN JUAN CR! SOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,37).

1987 No me vengas con que todo es una representacion. Si, una representación que ha convertido a
muchos en adulteros y trastornado muchas familias [. . . ]. Si el hecho es un mal, su representación también
tiene que serlo. Y nada digo todavia de cuantos adulteros producen los que representan esos dramas de
adulterio, y cuan insolentes y desvergonzados hacen a los que tales espectaculos contemplan. Nada hay,
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en efecto, mas deshonesto, nada mas procaz, que un ojo capaz de soportar esa vista [. . . ]. Mejor fuera
embadurnarte los ojos con barro y con cieno que no contemplar esa iniquidad (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. sobre S. Mateo,6).ESPERANZA

Citas de la Sagrada Escritura

Aunque a los ojos de los hombres fueron atormentados, su esperanza esta llena de inmortalidad. Sg 3,4.

La fe y el conocimiento de la verdad de la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no puede mentir, ha
prometido antes de todos los siglos. Tt 1,1-2.

Vivamos sobria, justa y religiosamente en este siglo, aguardando la bienaventuranza esperada. Tt 2,12-13.

No tenemos aquí ciudad fija, sino que vamos en busca de la que esta por venir. He 13,14.

Si vosotros, siendo malos, sabeis dar buenas cosas a vuestros hijos, cuanto mas vuestro Padre celestial
dara cosas buenas a los que se las piden. Mt 7,11.

Mi unica mira es [. . . ] ir corriendo hasta la meta, para ganar el premio al que Dios llama desde lo alto por
Jesucristo. Ph 3,13-14.

Cuando alguno pecare (no desespere), tenemos por abogado para con el Padre a Jesucristo justo, y El
mismo es la victima de propiciación por nuestros pecados. 1Jn 2,1-2.

En virtud de la fe tenemos cabida en esta gracia, en la cual permanecemos firmes, y nos gloriamos
esperando la gloria de los hijos de Dios. Rm 5,2.

Nosotros no somos salvos sino en esperanza [. . . ]. Si esperamos lo que no vemos todavia, lo aguardamos
por medio de la paciencia. Rm 8,24-25.

Dios es sobrenatural el unico fundamento de nuestra esperanza

1988 Toda mi esperanza estriba solo en tu gran misericordia (SAN AGusTiN, Confesiones, l0).

1989 La esperanza del hombre y la esperanza del mundo contemporaneo, la perspectiva del futuro
realmente "mejor", mas humano, dependen del "Confiteor" y del "Kyrie eleison". Dependen de la conversión:
de las muchas, muchas conversiones humanas, que son capaces de transformar no solo la vida personal
del hombre, sino la vida de los ambientes y de la sociedad entera (JUAN PABLO II, Hom. 31XII- 1 980).

1990 El unico motivo que te queda para gloriarte, oh hombre, y el unico motivo de esperanza consiste en
hacer morir todo lo tuyo y buscar la vida futura en Cristo (SAN BASILIO, Hom. 20, sobre la humildad).

1991 El amor es mas grande que el pecado, que la debilidad, que la "vanidad de la creacion", mas fuerte
que la muerte; es amor siempre dispuesto a aliviar y a perdonar, siempre dispuesto a ir al encuentro con el
hijo prodigo [. . . ], y tal revelación del amor y de la misericordia tiene en la historia del hombre una forma y
un nombre: se llama Jesucristo (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis, II,9).

1992 [. . . ] a todos los que esperan se puede aplicar lo que dijo S. Pablo de Abrahan: creyo, esperando
contra toda esperanza (Rm 4,8). Direis todavia: "¿como puede suceder esto?" Sucede porque se aferra a
tres verdades: Dios es omnipotente, Dios me ama inmensamente, Dios es fiel a las promesas. Y es El, el
Dios de las misericordias, quien enciende en mi la confianza; por lo cual yo no me siento ni solo, ni inutil, ni
abandonado, sino implicado en un destino de salvación que desembocara un dia en el Paraiso (JUAN
PABLO I, Aloc. 20-IX-1978).

1993 A mi, y deseo que a vosotros os ocurra lo mismo, la seguridad de sentirmeóde sabermeóhijo de Dios
me llena de verdadera esperanza que, por ser virtud sobrenatural, al infundirse en las criaturas se acomoda
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a nuestra naturaleza, y es también virtud muy humana. Estoy feliz con la certeza del Cielo que
alcanzaremos, si permanecemos fieles hasta el final; con la dicha que nos llegara, quoniam bonus (Sal
105,), porque mi Dios es bueno y es infinita su misericordia. Esta convicción me incita a comprender que
solo lo que esta marcado con la huella de Dios revela la sehal indeleble de la eternidad, y su valor es
imperecedero. Por esto, la esperanza no me separa de las cosas de esta tierra, sino que me acerca a esas
realidades de un modo nuevo, cristiano, que trata de descubrir en todo la relación de la naturaleza, caida,
con Dios Creador y con Dios Redentor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,208).

1994 El hombre no puede vivir sin esperanza; todos los hombres esperan en alguien y en algo. Pero, por
desgracia, no faltan abundantes desilusiones y tal vez se asoma incluso el abismo de la desesperacion.
¡Mas nosotros sabemos que Jesús Redentor, muerto, crucificado y resucitado gloriosamente, es nuestra
esperanza! "Resucito Cristo, mi esperanza". Jesús nos dice que, a pesar de las dificultades de la vida, vale
la pena comprometerse con voluntad tenaz y benefica en la construcción y mejoramiento de la "ciudad
terrena", con el animo siempre en tensión hacia la eterna (JUAN PABLO II, Aloc. 24-III-1979).

Se confia y se espera en lo que se ama

1995 El que alguien nos ame hace que nosotros esperemos en el; pero el amor a el es causado por la
esperanza que en el tenemos (SANTO TOMAS, Suma Teológica,1-2, q. 40, a. 7).

1996 Crezcamos en esperanza [. . . ], que es suplicar al Señor que acreciente su caridad en nosotros,
porque solo se confia de veras en lo que se ama con todas las fuerzas (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Amigos de Dios,220).

1997 Observais que cuando vino la tormenta los discípulos estaban muy angustiados. Pensaban que alguna
gran calamidad se les aproximaba. Por esta razon, Cristo les dijo: ¿Por que temeis? Esperanza y miedo son
opuestos; temian porque no esperaban: Esperar es no solo creer en Dios, sino creer y estar ciertos de que
nos ama y desea nuestro bien; y por esto es una gran gracia cristiana. Pero la fe sin esperanza no basta
para llevarnos a Cristo. Los diablos creen y tiemblan (Jc 11). Creen, pero no van a Cristo porque no
esperan, sino desesperan (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo IV después de Epifania; Cat.
de S. Chaud 1848).

1998 La esperanza es imposible si no hay algun amor (SAN AGUSTIN, Sobre la fe, la esperanza y la
caridad,117).

La falsificación de la esperanza sobrenatural

1999 [. . . ] si transformamos los proyectos temporales en metas absolutas, cancelando del horizonte la
morada eterna y el fin para el que hemos sido creadosóamar y alabar al Señor, y poseerle después en el
Cieloó, los mas brillantes intentos se tornan en traiciones, e incluso en vehiculo para envilecer a las
criaturas. Recordad la sincera y famosa exclamación de San Agustin, que había experimentado tantas
amarguras mientras desconocia a Dios, y buscaba fuera de El la felicidad: ¡nos creaste, Señor, para ser
sayos, y nuestro corazon esta inquieto, hasta que descanse en Ti! (Confesiones 1,1,1). Quiza no exista
nada mas tragico en la vida de los hombres que los engaños padecidos por la corrupción o por la
falsificación de la esperanza, presentada con una perspectiva que no tiene como objeto el Amor que sacia
sin saciar (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,208).

2000 No somos cristianos por buscar una felicidad terrena, que a veces no les falta a los ladrones y
criminales. Somos cristianos por buscar otra felicidad, que recibiremos enteramente cuando se termine esta
vida del siglo (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 62).

"Recomenzar siempre", un acto de esperanza

2001 Lo grave no es que quien lucha caiga, sino que permanezca en la caida; lo grave no es que uno sea
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herido en la guerra, sino desesperarse después de recibido el golpe y no cure la herida (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Exhortación a Teodoro,1).

2002 Otra caida. . . y ¡que caida!. . . ¿Desesperarte? No: humillarte y acudir, por Maria, tu Madre, al Amor
Misericordioso de Jesús. Un "miserere" y ¡arriba ese corazon! óA comenzar de nuevo. (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 711).

2003 Alguno dira: ¡Pero si yo soy un pobre pecador! Le respondo como respondi a una señora [. . . 1.
Estaba descorazonada, porque decia que había tenido una vida borrascosa. ¿Puedo preguntarle (le dije)
cuantos años tiene? (treinta y cinco). ¡Treinta y cinco! Pero usted puede vivir otros cuarenta o cincuenta y
hacer un monton de bien. Entonces, arrepentida como esta, en vez de pensar en el pasado, proyectese
hacia el porvenir y renueve, con la ayuda de Dios, su vida (JUAN PABLO 1, Aloc. 20-1X-1978).

2004 Debeis renovar los propositos de enmienda que hasta ahora habeis hecho, y aunque veais que, a
pesar de esas resoluciones, continuais enredada en vuestras imperfecciones, no debeis desistir de buscar
la enmienda, apoyandoos en la asistencia de Dios. Toda vuestra vida sereis imperfecta y tendreis mucho
que corregir; por eso teneis que aprender a no cansaros en este ejercicio (SAN FRANCISCO DE SALES, C.
artas,1. c. . D. 784

Esperanza, a pesar de los pecados y faltas

2005 ¡No desespereis nunca! Os lo dire en todos mis discursos, en todas mis conversaciones; y si me
haceis caso, sanareis. Nuestra salvación tiene dos enemigos mortales: la presunción cuando las cosas van
bien y la desesperación después de la caida; este segundo es con mucho el mas terrible (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre la penitencia).

2006 Estais viendo en la Iglesia a muchos cuya vida no debeis imitar, pero tampoco desesperar de ellos.
Hoy vemos lo que son, pero ignoramos lo que será cada uno en el dia de mañana. A veces, el que vemos
que viene detras de nosotros llega por su industria y agilidad a adelantarnos en las buenas obras, y apenas
podemos seguir mañana al que nos parecia aventajar ayer. Cuando S. Esteban moria por la fe, Saulo
guardaba los vestidos de los que le apedreaban (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 19 sobre los Evang. ).

2007 No hay enfermo a quien le sea negada la victoria de la cruz, ni hay nadie a quien no ayude la oración
de Cristo. Pues si esta fue de provecho para los que tanto se ensañaban con el, ¿cuanto mas no lo será
para los que se convierten a el? (SAN LEON MAG;NO, Sermón 15 sobre la Pasion).

2008 Esta virtud es como una fuerte cadena que baja del cielo y ata nuestras almas; si estas quedan
firmemente sujetas, va tirando de ellas poco a poco hasta unas alturas sublimes, y las sustrae a las
tormentas de la vida presente. Pero el alma que, vencida por el desaliento, se suelta de esta santa ancla,
cae inmediatamente y perece sumergida en el abismo del mal. Nuestro adversario no ignora esto; por eso,
en cuanto nos ve agobiados por el sentimiento de nuestras faltas, se lanza sobre nosotros e insinua en
nuestros corazones sentimientos de desaliento mas pesados que el plomo. Si les damos acogida, ese
mismo peso nos arrastra, nos soltamos de la cadena que nos sujetaba y rodamos hasta el fondo del abismo
(SAN JUAN CRISOSTOMO,Exhortación a Teodoro,1).

2009 Mas, ¿que razon tiene el sembrar sobre espinas, sobre piedras, sobre el camino? Tratandose de
semilla y de tierra, ciertamente no tendria razon de ser, pues no es posible que la piedra se convierta en
tierra, ni que el camino no sea camino, ni que las espinas dejen de ser tales: mas con las almas no es así.
Porque es posible que la piedra se transforme en tierra buena, y que el camino no sea ya pisado ni
permanezca abierto a todos los que pasan sino que se torne campo fertil, y que las espinas desaparezcan y
la semilla fructifique en ese terreno. Si esto no fuera posible, no hubiese El sembrado (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,44).
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2010 Ninguna otra causa impulso mas a Cristo a venir al mundo que salvar a los pecadores. Si se suprimen
las enfermedades y las heridas, la medicina no tiene razon de ser. Si, pues, un gran medico bajo del cielo,
es porque había un gran enfermo que curar: todo el mundo (SAN AGUSTIN, Sermón,175).

2011 El pueblo cristiano es invitado a gozar de las riquezas del paraiso, y a todos los regenerados les ha
quedado abierto el regreso a la patria perdida, a no ser que ellos mismos se cierren aquel camino que pudo
ser abierto por la fe de un ladron (SAN LEON MAGNO, Sermón 15 sobre la Pasion).

2012 Ese desaliento, ¿por que? ¿Por tus miserias? ¿Por tus derrotas, a veces continuas? ¿Por un bache
grande, grande, que no esperabas?

Se sencillo. Abre el corazon. Mira que todavia nada se ha perdido. Aun puedes seguir adelante, y con mas
amor, con mas carino, con mas fortaleza.

Refugiate en la filiación divina: Dios es tu Padre amantisimo. Esta es tu seguridad, el fondeadero donde
echar el ancla, pase lo que pase en la superficie de este mar de la vida. Y encontraras alegria, reciedumbre,
optimismo, ¡victoria! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Via Crucis, p. 65).

2013 Ni la cantidad, ni la calidad de los males que hemos cometido nos hagan vacilar en la certeza de la
esperanza. Aumenta mucho nuestra confianza el hecho del buen ladron, el cual no era bueno sino ladron.
Pensad bien cuan incomprensibles son en Dios las entrañas de misericordia. Este ladron, que había sido
preso en el camino con sus manos manchadas en sangre, fue colgado en el patibulo de la cruz; en el
confeso, en el fue sanado y en el merecio oir: Hoy estaras conmigo en el paraiso. ¿Que significa esto?
¡Quien podra explicar debidamente la bondad de Dios! En vez de recibir la pena debida por nuestros
crimenes, recibimos los premios prometidos a la virtud. El Señor ha permitido que sus elegidos incurran en
algunas faltas para dar esperanza de perdon a otros que yacen agobiados bajo el peso de sus culpas, si
acuden a Dios con todo su corazon, y además les abre el camino de la piedad por medio de los gemidos de
la penitencia (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre los Evang. ).

2014 Despues de referirse a los modos de perdición, narra por fin la parabola de la tierra buena. No da así
lugar a la desesperación, antes abre el camino a la esperanza del arrepentimiento y muestra que todos
pueden convertirse en buena tierra (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,44).

Contrición y esperanza

2015 Estaba lejos (el publicano) y, sin embargo, se acercaba a Dios; y el Señor le atendia de cerca. El
Señor esta muy alto y, sin embargo, mira a los humildes; el publicano no levantaba sus ojos al cielo y no
miraba para que se le mirase. Su conciencia le abatia, pero su esperanza le elevaba. Golpeaba su pecho y
se heria a si mismo; el Señor le perdonaba, porque se confesaba (SAN AGUSTIN en Catena Aurea, t. Vl, p.
302).

2016 Sin estas palabras: "Padre, he pecado", el hombre no puede entrar verdaderamente en el misterio de
la muerte y de la resurrección de Cristo, para sacar de ella los frutos de la redención y de la gracia. Esta son
palabras-clave. Evidencian sobre todo la gran apertura interior del hombre hacia Dios: "Padre, he pecado
contra Ti". Si es verdad que el pecado, en cierto sentido, cierra al hombre por lo que se refiere a Dios, al
contrario, la confesión de los pecados abre a la conciencia del hombre toda la grandeza y la majestad de
Dios, y sobre todo su paternidad. El hombre permanece cerrado en relación con Dios mientras falten en sus
labios las palabras: "Padre, he pecado" y sobre todo mientras falten en su conciencia, en su "corazon".

Convertirse a Cristo, experimentar la potencia interior de su cruz y de su resurrección, experimentar la plena


verdad de la humana existencia en El, "en Cristo", solo es posible con la fuerza de estas palabras: "Padre,
he pecado". Y solo al precio de ellas [. . . ]. (JUAN PABLO II, Angelus,16-11-II-980),.

2017 Es propio de los impios, dice el Sabio, desesperar de la salvación y despreciarla, cuando han caído al
fondo del abismo del pecado (cfr. Pr 18,3). Propiamente es su impiedad la que les impide mirar al Señor y
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volver al lugar de donde hablan caído (RABANO MAURO, Tres libros a Bonosio,3,4).

El ejemplo de los santos

2018 Entre los meritos que los santos atribuyen a Abraham, S. Pablo destaca el de haber esperado contra
toda esperanza. Dios le había prometido una descendencia mas numerosa que las estrellas del cielo y que
las arenas de la orilla de los mares; y, sin embargo, recibe la orden de matar a su hijo Isaac. El pobre
Abraham no perdio su esperanza, espero contra toda esperanza; el obedecia la orden, seguro de que Dios
no dejaría de mantener su palabra. Grande fue, ciertamente, su esperanza, pues no veia otro apoyo para la
misma que la palabra que Dios le había dado (SAN FRANCISCO DE SALES, Conversaciones espirituales,
Vl,1. c. , p. 705).

2019 ¡Con que humildad y con que sencillez cuentan los evangelistas hechos que ponen de manifiesto la fe
floja y vacilante de los Apostoles!

Para que tu y yo no perdamos la esperanza de llegar a tener la fe inconmovible y recia que luego tuvieron
aquellos primeros (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 581).

La esperanza del cielo

2020 Gustamos ya en este mundo la esperanza de una vida futura que nos saciara totalmente (SAN
AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 39).

2021 No resistes a la carne cuando deseas las cosas malas, porque no tienes esperanza en el cielo, que es
la que nos concede el valor para resistir a las malas pasiones (SAN JUAN CRISOSTOMO, en CatenaAurea,
vol. 1p 388).

2022 Y con ir siempre con esta determinación de antes morir que dejar de llegar al fin del camino, si os
llevare el Señor con alguna sed en este camino en esta vida, daros ha de beber con toda abundancia en la
otra y sin temor de que os haya de faltar (SANTA TERESA, Camino deperfección,20,2).

2023 Esta es la unica vida verdadera, la unica vida feliz: contemplar eternamente la belleza del Señor, en la
inmortalidad e incorruptibilidad del cuerpo y del espiritu. En razon de esta sola cosa nos son necesarias
todas las demás cosas, en razon de ella pedimos oportunamente las demás cosas. Quien posea esta vida
poseera todo lo que desee y alli nada podra desear que no sea conveniente. Alli esta la fuente de la vida,
cuya sed debemos avivar en la oración mientras vivamos aun de esperanza (SAN AGUSTIN, Carta 130, a
Proba).

2024 La esperanza del premio conforta el alma para realizar las buenas obras (SAN CIRILO DE
JERUSALEN, Catequesis 348,18).

2025 Hemos de desear no solo la compañia, sino también la felicidad de que gozan los santos,
ambicionando ansiosamente la gloria que poseen aquellos cuya presencia deseamos. Y esta ambición no
es mala, ni incluye peligro alguno el anhelo de compartir su gloria (SAN BERNARDO, Sermón 2).

2026 Entonces será la alegria plena y perfecta, entonces el gozo completo, cuando ya no tendremos por
alimento la leche de la esperanza, sino el manjar solido de la posesion. Con todo, también ahora, antes de
que esta posesión llegue a nosotros, antes de que nosotros lleguemos a esta posesión, podemos
alegrarnos ya con el Señor. Pues no es poca la alegria de la esperanza, que ha de convertirse luego en
posesión (SAN AGUSTIN, Sermón 21).

2027 Ahora amamos en esperanza [. . . ]. Sin embargo, poseemos ya desde ahora las primicias del Espíritu,
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que son como un acercamiento a aquel a quien amamos, como una previa gustación, aunque tenue, de lo
que mas tarde hemos de comer y beber avidamente (SAN AGUSTIN, Sermón 21).

2028 Tambien me parece me aprovecho mucho, para conocer nuestra verdadera tierra y ver que somos aca
peregrinos, y es gran cosa ver lo que hay alla y saber donde hemos de vivir. Porque si uno ha de ir a vivir de
asiento a una tierra, es de gran ayuda para pasar el trabajo del camino haber visto que es tierra adonde ha
de estar muy a su descanso, y también para considerar las cosas celestiales y procurar que nuestra
conversación sea alla, hacese con facilidad.

Esto es mucha ganancia, porque solo mirar el cielo recoge el alma; porque como ha querido el Señor
mostrar algo de lo que hay alla, estase pensandoóy acaeceme algunas vecesóser los que me acompañan y
con los que me consuelo los que se que alla viven y parecerme aquellos verdaderamente los vivos, y los
que aca viven, tan muertos que todo el mundo me parece no me hace compañia, en especial cuando tengo
aquellos impetus (SANTA TERESA, Vida,38,6).

2029 Y a los que se les da aca, como le pedimos, dales prendas para que por ellas tengan gran esperanza
de ir a gozar perpetuamente lo que aca les da a sorbos (SANTA TERESA, Camino de perfección,30,6).

Santa Maria, Esperanza nuestra

2030 Maestra de esperanza. Maria proclama que la llamaran bienaventurada todas las generaciones (Lc
I,48). Humanamente hablando, ¿en que motivos se apoyaba esa esperanza? ¿Quien era Ella, para los
hombres y mujeres de entonces? Las grandes heroinas del Viejo Testamento óJudit, Ester,
Deboraóconsiguieron ya en la tierra una gloria humana [. . . ].

¡Como contrasta la esperanza de Nuestra Señora con nuestra impaciencia! Con frecuencia reclamamos a
Dios que nos pague enseguida el poco bien que hemos efectuado. Apenas aflora la primera dificultad, nos
quejamos. Somos, muchas veces, incapaces de sostener el esfuerzo, de mantener la esperanza. Porque
nos falta fe: ¡bienaventurada tu, que has creído! Porque se cumpliran las cosas que se te han declarado de
parte del Señor (Lc I,45) ( J. ESCRIVA DE BAEAGUER, Amigos de Dios,286).

2031 (Maria es) puerto de los que naufragan, consuelo,del mundo, rescate de los cautivos, alegria de los
enfermos (SAN ALFONSO M" DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,2).

2032 Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas con los escollos de la tentación, mira a la
estrella, llama a Maria. Si te agitan las olas de la soberbia, de la ambición o de la envidia, mira a la estrella,
llama a Maria. Si la ira, la avaricia o la impureza impelen violentamente la nave de tu alma, mira a Maria. Si
turbado con la memoria de tus pecados, confuso ante la fealdad de tu conciencia, temeroso ante la idea del
juicio, comienzas a hundirte en la sima sin fondo de la tristeza o en el abismo de la desesperación, piensa
en Maria.

En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en Maria, invoca a Maria. No se aparte Maria de tu
boca, no se aparte de tu corazon; y para conseguir su ayuda intercesora no te apartes tu de los ejemplos de
su virtud. No te descaminaras si la sigues, no desesperaras si la ruegas, no te perderas si en ella piensas.
Si ella te tiene de su mano, no caeras; si te protege, nada tendras que temer; no te fatigaras si es tu guia;
llegaras felizmente al puerto si Ella te ampara (SAN BERNARDO, Hom. 2 sobre el "missus
est",7).ESPIRITU SANTO

Citas de la Sagrada Escritura

Cuando venga el Espíritu de verdad, El os enseñara todas las verdades. Jn 16,13.

¿Como ha tentado Satanas tu corazon para que mintieses al Espíritu Santo? [. . . ]. No mentiste a hombres,
sino a Dios. Ac 5,3-4.

¿No sabeis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1Co 6,19.
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El Espíritu Santo que mi Padre enviara en mi nombre os enseñara todo. Jn 16,26; 16,13.

El Espíritu todas las cosas penetra, aun las mas intimas de Dios. 1Co 2,10.

Dios es el que obra todas las cosas, en todos. Asi uno recibe del Espíritu hablar con sabiduria [. . . ] otro, la
gracia de curar enfermedades [. . . ]; quien el don de hacer milagros [. . . ]; quien el don de profecia [. . . ].
Mas todas estas cosas las causa el mismo indivisible Espíritu, repartiendolas a cada uno segun quiere. 1Co
12,6-11.

Fuisteis santificados, fuisteis justificados en nombre de nuestro Señor Jesucristo, por el Espíritu de nuestro
Dios. 1Co 6,11.

La caridad de Dios ha sido derramada en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado. Rm
5,5.

Elegidos segun la previsión de Dios Padre para ser santificados por el Espíritu. 1P 1,2.

La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, la caridad de Dios y la participación del Espíritu Santo sea en
vosotros. 2Co 13,13.

Los varones santos de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo. 2P 1,21.

A nosotros nos lo ha revelado Dios por medio de su Espíritu. 1Co 2,10.

Cuando seais conducidos ante los tribunales para dar testimonio de mi, no penseis lo que habeis de hablar,
puesto que quien habla entonces es el Espíritu del Padre, que habla por vosotros. Mt 10,18-20.

Cuando viniere el Consolador, el Espíritu de verdad que procede, del Padre, y que yo os enviare de parte de
mi Padre, El dara testimonio de mi. Jn 15,26.

Cuando venga el Espíritu de verdad me glorificara, porque recibira de lo mio y os lo anunciara. Jn 16,4.

Yo rogare al Padre y os dara otro Consolador. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviara en
mi nombre, os lo ensefiara todo. Jn 14,16-26.

Dios envio a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo. Ga 4,6.

"Realiza en el mundo las obras de Dios". Es el Santificador

2033 El Espíritu Santo realiza en el mundo las obras de Dios: es -como dice el himno liturgico- dador de las
gracias, luz de los corazones, huesped del alma, descanso en el trabajo, consuelo en el llanto. Sin su ayuda
nada hay en el hombre que sea inocente y valioso, pues es El quien lava lo manchado, quien cura lo
enfermo, quien enciende lo-que esta frio, quien endereza lo extraviado, quien conduce a los hombres hacia
el puerto de la salvación y del gozo eterno (De la Secuencia Veni Sancte Spiritus) (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,130).

2034 El Espíritu Santo se sirve de la palabra del hombre como de un instrumento. Pero es El el que
interiormente perfecciona la obra (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 177, a. I c).

2035 De la misma manera que los cuerpos transparentes y nitidos, al recibir los rayos de luz, se vuelven
resplandecientes e irradian brillo, las almas que son llevadas e ilustradas por el Espíritu Santo se vuelven
también ellas espirituales y llevan a las demás la luz de la gracia. Del Espíritu Santo proviene el
conocimiento de las cosas futuras, la inteligencia de los misterios, la comprensión de las verdades ocultas,
la distribución de los dones, la ciudadania celeste, la conversación con los argeles. De El, la alegria que
nunca termina, la perseverancia en Dios y, lo mas sublime que puede ser pensado, el hacerse Dios (SAN
BASILIO, Sobre el Espíritu Santo,9,23).

2036 Hacia el dirigen su mirada todos los que sienten necesidad de santificación; hacia el tiende el deseo
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de todos los que llevan una vida virtuosa, y su soplo es para ellos a manera de riego que los ayuda en la
consecución de su fin propio y natural.

Fuente de santificación, luz de nuestra inteligencia, el es quien da, de si mismo, una especie de claridad a
nuestra razon natural, para que conozca la verdad.

Inaccesible por su naturaleza, se hace accesible por su bondad; todo lo llena con su poder, pero se
comunica solamente a los que son dignos de ello, y no a todos en la misma medida, sino que distribuye sus
dones en proporción a la fe de cada uno (SAN BASILIO, Sobre el Espíritu Santo,9,22-23).

Su acción en el alma

2037 Su actuación en el alma es suave y apacible, su experiencia es agradable y placentera, y su yugo es


levisimo. Su venida va precedida de los rayos brillantes de su luz y de su ciencia. Viene con la bondad de
genuino protector; pues viene a salvar, a curar, a enseñar, a aconsejar, a fortalecer, a consolar, a iluminar,
en primer lugar la mente del que lo recibe y después, por las obras de este, la mente de los demás.

Y del mismo modo que el que se hallaba en tinieblas, al salir el sol, recibe su luz en los ojos del cuerpo y
contempla con toda claridad lo que antes no veia, así también al que es hallado digno del don del Espíritu
Santo se le ilumina el alma y, levantado por encima de su razon natural, ve lo que antes ignoraba (SAN
CIRILO DE JERUSALEN Catequesis 16, sobre el Espíritu Santo,1).

2038 El Señor prometio que nos enviaria aquel Abogado que nos haria capaces de Dios. Pues, del mismo
modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo pan si antes no es
humedecido, así también nosotros, que somos muchos, no podiamos convertirnos en una sola cosa en
Cristo Jesús sin esta agua que baja del cielo. Y así como la tierra arica no da fruto si no recibe el agua, así
también nosotros, que eramos antes como un leno arico, nunca hubieramos dado el fruto de vida sin esta
gratuita lluvia de lo alto (SAN IRENEO Trat. contra las herejias,3).

2039 Vemos la transformación que obra el Espíritu en aquellos en cuyo corazon habita. Facilmente los hace
pasar del gusto de las cosas terrenas a la sola esperanza de las celestiales, y del temor y la pusilanimidad a
una decidida y generosa fortaleza del alma. Vemos claramente que así sucedio en los discípulos, los cuales,
una vez fortalecidos por el Espíritu, no se dejaron intimidar por sus perseguidores, sino que permanecieron
tenazmente unidos al amor de Cristo (SAN CIRILO DE ALEJANDRiA, Coment. Evang. S. Juan,10).

2040 Cada uno de los Santos es una obra maestra del Espíritu Santo (JUAN XXIII, Aloc. 5-VI-1960).

2041 Del mismo modo que nuestro cuerpo natural, cuando se ve privado de los estimulos adecuados,
permanece inactivo (por ejemplo, los ojos privados de luz, los oidos cuando falta el sonido, y el olfato
cuando no hay ningun olor, no ejercen su función propia, no porque dejen de existir por la falta de estimulo,
sino porque necesitan este estimulo para actuar), así también nuestra alma, si no recibe por la fe el Don que
es el Espíritu, tendra ciertamente una naturaleza capaz de entender a Dios, pero le faltara la luz para llegar
a su conocimiento (SAN HILARIO Trat. sobre la Santisima Trinidad,2).

2042 ¿Por que el Señor da el nombre de agua a la gracia del Espíritu? Porque el agua es condición
necesaria para la pervivencia de todas las cosas, porque el agua es el origen de las plantas y de los seres
vivos [. . . ]. Y, del mismo modo que el arbol seco, al recibir el agua germina, así también el alma pecadora,
al recibir del Espíritu Santo el don del arrepentimiento, produce frutos de santidad (SAN CIRILO DE
JERUSALEN, Catequesis 16, sobre el Espíritu Santo,1).

2043 ¡Oh, que artifice es este Espíritu! No se tarda en aprender todo aquello que quiere; inmediatamente
que toca nuestra mente, enseña, y solo haber tocado es haber enseñado ya: inmediatamente que ilustra el
alma, la transforma; oculta repentinamente lo que era y manifiesta lo que no era (SAN GREGORIO
MAGNO, Homilia 30 sobre los Evang. ).
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Docilidad al Espíritu Santo

2044 [. . . ] la tradición cristiana ha resumido la actitud que debemos adoptar ante el Espíritu Santo en un
solo concepto: docilidad. Ser sensibles a lo que el Espíritu divino promueve a nuestro alrededor y en
nosotros mismos: a los carismas que distribuye, a los movimientos e instituciones que suscita, a los afectos
y decisiones que hace nacer en nuestro corazon (J. ESCRIVA DE BALAGUER. Es Cristo que pasa,130).

2045 Los santos no deben su felicidad mas que a su fidelidad en seguir los movimientos que el Espíritu
Santo les envia (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la perseverancia).

Inspiraciones y dones del Espíritu Santo

2046 Recuerda, pues, que has recibido el sello del Espíritu, espiritu de sabiduria y de inteligencia, espiritu
de consejo y de fortaleza, espiritu de ciencia y de piedad, espiritu del santo temor, y conserva lo que has
recibido. Dios Padre te ha sellado, Cristo el Señor te ha confirmado y ha puesto en tu corazon, como prenda
suya, el Espíritu Santo, como te ensena el Apostol (SAN AMBROSIO, Trat. sobre los misterios,29-30).

2047 El Espíritu Santo se aparecio bajo la forma de paloma y de fuego; porque a todos los que llena, los
hace sencillos y los anima a obrar; los hace sencillos con la pureza, y los anima con la emulación; pues a
Dios no puede serle grata la sencillez sin celo, ni el celo sin sencillez (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 30
sobre los Evang. ).

2048 Llamamos inspiraciones a todos los atractivos, movi- mientos, reproches y remordimientos interiores,
luces y conocimientos que Dios obra en nosotros, previniendo nuestro corazon con sus bendiciones (Sal
20,4), por su cuidado y amor paternal, a fin de despertarnos, movernos, empujarnos y atraernos a las santas
virtudes, al amor celestial, a las buenas resoluciones; en una palabra, a todo cuanto nos encamina a nuestra
vida eterna (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, II,18).

2049 Todo buen consejo acerca de la salvación de los hombres viene del Espíritu Santo (SANTO ToMAs,
Sobre el Padrenuestro,1. c. ,153).

2050 Dios nos ha dado, pues, un gran auxiliador y protector [. . . ]. Permanezcamos vigilantes para abrirle
las puertas de nuestro corazon. El no se cansa de buscar a cuantos son dignos de El, y derrama sobre ellos
sus dones (SAN CIRILO DE JERUSALEN, Catequesis,16).

2051 El Espíritu Santo, que habita en los que estan bien dis- puestos, les inspira como doctor lo que deben
decir (SAN CIRILO, en Catena Aurea, vol. III, p. 77).

2052 Por medio del don de ciencia nos enseña el Espíritu Santo a no hacer nuestra voluntad sino la de Dios
(SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,141).

2053 Ves, pues, como San Pedro, que antes tenia miedo de hablar de Jesús, ahora se goza ya en los
castigos; y el que antes de la venida del Espíritu Santo temio ante la voz de una mujer, después de la venida
desafia las iras de los principes (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).

2054 Por la iluminación del Espíritu contemplamos propia y adecuadamente la gloria de Dios; y por medio
de la impronta del Espíritu llegamos a aquel de quien el mismo Espíritu es impronta y sello (SAN BASILIO
MAGNO, Sobre el Espíritu Santo,26).

2055 El hombre justo que ya vive la vida de la divina gracia y opera por congruentes virtudes, como el alma
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por sus potencias, tiene necesidad de aquellos "siete dones" que se llaman propios del Espíritu Santo.
Gracias a estos el alma se dispone y se fortalece para seguir mas facil y prontamente las divinas
inspiraciones: es tanta la eficacia de estos dones, que la conducen a la cumbre de la santidad; y tanta su
excelencia, que permanecen intactos, aunque mas perfectos, en el reino celestial. Merced a estos dones, el
Espíritu Santo nos mueve y realza a desear y conseguir las bienaventuranzas, que son como flores abiertas
en la primavera, cual indicio y presagio de la eterna bienaventuranza. Y muy regalados son, finalmente, los
"frutos" enumerados por el Apostol que el Espíritu Santo produce y comunica a los hombres justos, aun
durante la vida mortal, llenos de toda dulzura y gozo, pues son del Espíritu Santo que en la Trinidad es el
amor del Padre y del Hijo y que llena de infinita dulzura a las criaturas todas (LEON XIII, Enc. Divinum Illud
Munus,9-V-1897).

2056 Hay algunas obras admirables y ciertos dones riquisimos del Espíritu Santo, que se dice que nacen y
provienen de El, como de una fuente inagotable de bondad [. . . ]; con la palabra don se significa lo que se
da afectuosa y gratuitamente, sin tener esperanza alguna de remuneracion. Y, por consiguiente,
cualesquiera dones y beneficios que nos hace Dios ¿y que cosa tenemos, como dice el Apostol, que no la
hayamos recibido de Dios?, debemos reconocer con animo piadoso y agradecido que se nos dieron por
consentimiento y gracia del Espíritu Santo (Catecismo Romano, Parte l. a, Cap. IX,7).

Necesidad de purificación interior para atender las mociones y gracias que recibimos

2057 Ya que nosotros somos como una vasija de barro, por eso necesitamos en primer lugar ser purificados
por el agua, después ser fortalecidos y perfeccionados por el fuego espiritual (Dios, en efecto, es un fuego
devorador); y, así, necesitamos del Espíritu Santo para nuestra perfección y renovación (DIDIMO DE
ALEJANDRIA, Trat. sobre la Stma. Trinidad,2,12).

2058 De la misma manera que la facultad de ver actua en el ojo sano, así actua también en esta alma
purificada la fuerza del Espíritu (SAN BASILIO MAGNO, Sobre el Espíritu Santo,26).

2059 El Espíritu Santo ejerce una acción especial en todos los hombres que son puros en sus intenciones y
afectos (SAN BASILIO, Coment. sobre Isaias,3).

2060 Por el, los corazones son elevados hacia lo alto, los cebiles son llevados de la mano, los que ya van
progresando llegan a la perfección; iluminando a los que estan limpios de toda mancha, los hace
espirituales por la comunion con El (SAN BASILIO MAGNO, Sobre el Espíritu Santo,9).

El Espíritu Santo y la filiación divina

2061 Por el Espíritu Santo se nos restituye el paraiso, por el po- demos subir al reino de los cielos, por el
obtenemos la adopción filial, por el se nos da la confianza de llamar a Dios con el nombre de Padre, la
participación de la gracia de Cristo, el derecho de ser llamados hijos de la luz, el ser participes de la gloria
eterna y, para decirlo todo de una vez, la plenitud de toda bendición, tanto en la vida presente como en la
futura; por el podemos contemplar como en un espejo, cual si estuvieran ya presentes, los bienes
prometidos que nos estan preparados y que por la fe esperamos llegar a disfrutar (SAN BASILIO MAGNO,
Sobre el Espíritu Santo,15).

2062 La efusión del Espíritu Santo, al cristificarnos, nos lleva a que nos reconozcamos hijos de Dios. El
Paraclito, que es caridad, nos enseña a fundir con esa virtud toda nuestra vida; y consummati in unum (Jn
17,23), hechos una sola cosa con Cristo, podemos ser entre los hombres lo que San Agustin afirma de la
Eucaristia: signo de unidad, vinculo del Amor (Trat. Evang. S. Juan,26,13) (J. Escriva DE BALAGUER, Es
Cristo que pasa,87).

2063 Despues que Cristo fue glorificado en la Cruz, su Espíritu se comunica a la Iglesia con una efusión
abundantisima, a fin de que Ella y cada uno de sus miembros se asemejen cada dia mas a nuestro Divino
Salvador. El Espíritu de Cristo es el que nos hizo hijos adoptivos de Dios, para que algun dia todos nosotros,
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contemplando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, nos transformemos en la misma
imagen de gloria en gloria (Pio XII, Enc. Mystici Corporis Christi,29-VI-1943).

Eleva nuestras oraciones al Padre

2064 El Espíritu que en los corazones de los bienaventurados clama: ¡Abba, Padrel, sabiendo muy bien que
los que han caido o pecado, después de emitir gemidos en este tabernaculo del cuerpo, se sienten mas
abatidos que aliviados, intercede ante Dios con gemidos inenarrables, haciendo propios nuestros gemidos
por su humanidad y misericordia (ORIGENES, Trat. sobre la oración,2,3).

2065 Porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene: mas el mismo Espíritu aboga por nosotros
con gemidos inefables, y el que escudriña los corazones conoce cual es el deseo del espiritu, porque
intercede por los santos segun Dios (Rm 8,26-27). Es decir, mientras nosotros oramos, el Espíritu intercede
intensamente (ORIGENES, Trat. sobre la oración,14,5).

2066 Muchos de vosotros sabeis que la voz griega paraclito equivale a la que en latin significa abogado,
porque aboga ante el tribunal del Padre por los errores de los pecadores [. . . ]. Por esta razon, dice también
S. Pablo en su carta a los Romanos: El mismo Espíritu pide por nosotros con gemidos que no se pueden
explicar [. . . ]. El mismo Espíritu Santo suplica, porque inflama con su amor a los que ha llenado, para que
pidan y supliquen. Se llama también consolador al Espíritu Santo, porque eleva el alma de los que se
arrepienten de sus pecados y los prepara para conseguir el perdon de ellos (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 30 sobre los Evang. ).

Su acción santificadora y evangelizadora en la Iglesia

2067 Consumada la obra que el Padre encomendo realizar al Hijo sobre la tierra (cfr. Jn 17,4), fue enviado
el Espíritu Santo el dia de Pentecostes a fin de santificar indefinidamente la Iglesia y para que de este modo
los fieles tengan acceso al Padre por medio de Cristo en un mismo Espíritu (cfr. Ep 2,18).

El es el Espíritu de vida o la fuente de agua que salta hasta la vida eterna (cfr. Jn 4,14 Jn 7,28-39), por quien
el Padre vivifica a los hombres, muertos por el pecado, hasta que resucite sus cuerpos mortales en Cristo
(cfr. Rm 8,10-11). El Espíritu habita en la Iglesia y el corazon de los fieles como en un templo (cfr. 1Co 3,16
1Co 6,19), y en ellos ora y da testimonio de su adopción como hijos (cfr. Ga/ 4,6;Rom8,15-16y26).

Guia la Iglesia a toda la verdad (cfr. Jn 6,13), la unifica en comunion y ministerio, la provee y gobierna con
diversos dones jerarquicos y carismaticos y la embellece con sus frutos (cfr. Ep 4,11-12;1Co 12,4; Ga 5,22).
Con la fuerza del Evangelio rejuvenece la Iglesia, la renueva incesantemente y la conduce a la union
consumada con su Esposo (cfr. S. Ireneo, Adv. haer. 111,24,1). En efecto, el Espíritu y la Esposa dicen al
Señor Jesús ¡Ven! (cfr. Ap 22,17) (CONC. VAT. 11, Const. Lumen gentium,4).

2068 Alli donde esta la Iglesia, alli esta el Espíritu de Dios; y alli donde esta el Espíritu de Dios, alli esta la
Iglesia y toda la gracia (SAN IRENEO, Trat. contra las herejias,3,24).

2069 Ya no huyen, ya no se ocultan por miedo a los judios; ahora despliegan mas energia en predicar que
antes desplegaban en disimular. Esta transformación, que es obra de la mano del Altisimo, aparece
claramente en el principe de los apostoles; ayer amedrentado por la voz de una sirvienta, ahora se tiene
inquebrantable bajo los golpes de los jefes de los sacerdotes. Salieron de la presencia del Sanedrin
contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el nombre de Jesús (Ac 5,41). Son los
mismos que hace poco huyeron y le abandonaron cuando se le conducia delante del Consejo.

¿Quien podria dudar de la venida del Espíritu de fuerza, cuya potencia invisible ilumino sus corazones?
Igualmente, lo que el Espíritu obra en nosotros da testimonio de su presencia (SAN BERNARDO, Sermón I
para Pentecostes,1 -2).

2070 A este Espíritu de Cristo, como a principio invisible, ha de atribuirse también el que todas las partes
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esten intimamente unidas, tanto entre si como con su excelsa Cabeza, estando como esta todo en la
Cabeza, todo en el Cuerpo, todo en cada uno de los miembros: en los cuales esta presente, asistiendoles
de muchas maneras y segun diversos cargos y oficios, segun el mayor o menor grado de perfección
espiritual de que gozan. El, con su celestial halito de vida, ha de ser considerado como el principio de toda
acción vital y saludable en todas las partes del Cuerpo mistico. El, aunque se halle presente por si mismo en
todos los miembros y en ellos obre con su divino influjo, se sirve del ministerio de los superiores para actuar
en los inferiores. El, finalmente, mientras engendra cada dia nuevos miembros a la Iglesia con la acción de
su gracia, rehusa habitar con la gracia santificante en los miembros totalmente separados del Cuerpo.
Presencia y operación del espiritu de Cristo, que significo breve y concisamente Nuestro sapientisimo
Predecesor Leon XIII, de i. m. , en su enciclica Divinum illud, con estas palabras: Baste saber que mientras
Cristo es la Cabeza de la Iglesia, el Espíritu Santo es su alma (Plo XII, Enc. Mystici Corporis Christi,29-VI-
1943).

La "escuela" del Espíritu Santo

2071 Este Divino Maestro pone su escuela en el interior de las almas que se lo piden y ardientemente
desean tenerle por Maestro [. . . ]. Su modo de enseñar no es con la palabra: rara vez habla, alguna vez a
los principios; si se practica bien la lección que El enseña suele hablar, pero muy poca cosa, para
manifestarnos óon esto su agrado; y esto ha de estar la practica bien hecha, porque esta escuela todo es de
practicar lo que enseñan, y si no lo practican, es cosa concluida; la escuela se cierra y no se abre. Porque
aunque la escuela se da en el centro del alma, no puede uno entrar alli si no la mete el Maestro, porque
aunque el quiera entrar ni puede ni sabe. Lo unico que puede hacer es quedarse dentro de si, no salir fuera,
sino ponerse a la puerta, y muy de corazon llorar y sentir su falta desinteresadamente [. . . ]. A los principios
calla, tolera y no castiga; porque como es tan caritativo, se compadece mucho, porque ve que no sabemos,
y nunca pide ni exige lo que no podemos. Su modo de enseñar es por medio de una luz clara y hermosa
que El pone en el entendimiento (FRANCISCA JAVIERA DEL VALLE, Decenario al Espíritu Santo, de la
"Consideracion" para el dia 4. ¡).

2072 Cuando anda el alma muy solicita en el cumplimiento de la practica de la verdad que le enseña, junto
con la luz que dejo dicha, dan como una saeta a la voluntad, y la voluntad al recibirla se siente toda
encendida en amor a su Dios y Señor [. . . ]. En esta escuela hasta en el respirar parece que se respira
sabiduria y ciencia, y toda esta sabiduria y ciencia va encaminada al conocimiento propio, donde esta como
el fundamento de todo lo que enseñan, y sin estar esto bien asentado en el alma, no da paso alguno;
suspende toda lección, y hasta que esta verdad no echa como raicee en el alma, no pasa adelante con sus
instrucciones (FRANCISCA JAVIERA DEL VALLE, Decenario al Espíritu Santo, de la "Consideracion" para el
dia 4. ¡).

El Espíritu Santo y Maria

2073 Las dos formulaciones del Simbolo Niceno-constantino politano: "Et incarnatus est de Spiritu
Sancto. . . Credo in Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem", nos recuerdan también que la obra mas
grande realizada por el Espíritu Santo, a la cual todas las demás se refieren incesantemente, acudiendo a
ella como a una fuente, es precisamente la de la encarnación del Verbo Eterno, por obra del Espíritu en el
seno de la Virgen Maria.

Cristo, Redentor del hombre y del mundo, es el centro de la historia: "Jesucristo es el mismo, ayer y hoy. . .
". Si nuestros pensamientos y nuestros corazones permanecen dirigidos a El en la perspectiva del segundo
Milenio, que esta para concluirse y que nos separa de su primera venida al mundo, por esto mismo estan
dirigidos al Espíritu Santo, por obra del cual ha tenido lugar su concepción humana; y se dirigen también
hacia Aquella por la cual fue concebido y de la cual nacio: la Virgen Maria. Precisamente los aniversarios de
los grandes Concilios guien [. . . ] nuestros corazones hacia el Espíritu Santo y hacia la Madre de Dios,
Maria. Y si recordamos cuanto jubilo y regocijo suscito en Efeso la profesión de fe en la maternidad divina
de la Virgen Maria (Theotokos), comprenderemos que en aquella profesión de fe fue glorificada al mismo
tiempo la obra particular del Espíritu Santo [. . . ] (JUAN PAsLo II, Carta con ocasión de los aniversarios de
los Conc. de Constantinopla I y de Efeso,25-111-1981, n. 8).

2074 El Concilio Vaticano II sintetiza felizmente la relación indivisible de Maria Santisima con Cristo y con la
Iglesia: "Por no haber querido Dios manifestar solemnemente el misterio de la salvación humana antes de
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derramar el Espíritu prometido por Cristo, vemos que los Apostoles, antes del dia de Pentecostes,
"perseveraban unanimes en la oración con algunas mujeres, con Maria, la Madre de Jesús, y con los
hermanos de este" (Lumen gentium,59) [. . . ]". Con esta expresión el texto del Concilio une entre si los dos
momentos en los que la maternidad de Maria esta mas estrechamente unida a la obra del Espíritu Santo:
primero, el momento de la Encarnación, y luego el del nacimiento de la Iglesia en el Cenaculo de Jerusalen
(JUAN PABLO II, Carta con ocasión de los aniversarios de los Conc. de Constantinopla I y Efeso, n. 8).

ETERNIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Pues sabemos que, si la tienda de nuestra mansión terrena se deshace, tenemos de Dios una solida casa,
no hecha por manos de hombre, eterna, en los cielos. 2Co 5,1,1.

Los sabios brillaran con el esplendor del firmamento, y los que enseñaron la justicia a la muchedumbre
resplandeceran por siempre eternamente, como las estrellas. Da 12,3.

Porque esta es la voluntad de mi Padre, que todo el que ve al Hijo y cree en el tenga la vida eterna, y yo le
resucite el ultimo dia. Jn 6,40.

Quien sembrare en su carne, de la carne cosechara la corrupción; pero quien siembre en el espiritu
cosechara la vida eterna. Col 6,8.

Y dira a los de la izquierda: Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus
angeles. Mt 25,41.

Esos seran castigados a eterna ruina, lejos de la faz del Señor y de la gloria de su poder. 2Th 1,9.

Ya no será el sol tu lumbrera, ni te alumbrara la luz de la luna. Yahve será tu eterna lumbrera, y tu Dios será
tu luz. Tu sol no se pondra jamás y tu luna nunca se escondera, porque será Yahve tu eterna luz; se
acabaran para siempre tus dias de luto. Is 60,19-20.

(Dios) nos ha hecho renacer por el bautismo y nos ha renovado por el Espíritu Santo, que El derramo sobre
nosotros copiosamente por Jesucristo Salvador Nuestro, para que, Justificados por la gracia de Jesucristo,
vengamos a ser herederos de la vida eterna, conforme a la esperanza que tenemos. Tt 3,5 -7.

Las almas de los justos estan en las manos de Dios, y el tormento no los alcanzara. A los ojos de los necios
parecen haber muerto y la partida es tenida por desdicha [. . . ]. Pero, aunque a los ojos de los hombres
fueran atormentados, su esperanza esta llena de inmortalidad. Despues de un ligero castigo seran
colmados de beneficios, porque Dios los probo y los hallo dignos de si. Sg 3,1-2; 4-5.

La eternidad de Dios

2075 Ha existido un estado en que Dios vivio solo para si y no había nada fuera de El, ni la tierra, ni el cielo,
ni el sol, ni las estrellas, ni el espacio, ni el tiempo, ni ninguna clase de seres, ni hombres, ni angeles. . .
Todo era silencio, todo era quietud, solo Dios existia. Y este estado no duro solo un momento, fue un estado
de infinita duración, existio siempre y era lo normal, viniendo la Creación a introducir una novedad.

Comparada con aquel estado, la Creación es una cosa de ayer. Existe desde hace seis mil años, o si
quieres desde hace sesenta mil años. . . , o desde hace seis millones de años. . . ¿Que es esto comparado
con la eternidad? ¡Una pura nada! Durante toda una eternidad ha existido Dios solo, sin ningun otro ser a su
lado, solo El (CARD. J. H. NEWMAN, El misterio de la condescendencia divina).

2076 La eternidad sobrepasa a todo el tiempo presente incomparablemente mas que mil ahos a un solo dia
(SANTO TO. MAS, Sobre los mandamientos,1. c. , p. 240).

Para siempre

2077 Este adverbioósiempreóha hecho grande a Teresa de Jesús. Cuando ellaóniñaósalia por la puerta del
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Adaja, atravesando las murallas de su ciudad acompañada de su hermano Rodrigo, para ir a tierra de moros
a que les descabezaran por Cristo, susurraba al hermano que se cansaba: para siempre, para siempre, para
siempre (cfr. Libro de la vida,1,6). Mienten los hombres, cuando dicen para siempre en cosas temporales.
Solo es verdad, con una verdad total, el para siempre cara a Dios; y así has de vivir tu, con una fe que te
ayude a sentir sabores de miel, dulzuras de cielo, al pensar en la eternidad que de verdad es para siempre
(J. ESCRIVA DE BAEAGUER, Amigos de Dios,200).

2078 Acaecianos estar muchos ratos tratando de esto y gustabamos de decir muchas veces: ¡Para siempre,
siempre, siempre! En pronunciar esto mucho rato era el Señor servido me quedase en esta niñez impreso el
camino de la verdad (SANTA TERESA, Vida, I,4).

2079 Los hombres pasan, la verdad del Señor permanece para siempre (Imitación de Cristo,1,5,2).

2080 En pasando esta vida, ya no hay enmienda. Esta vida es como el estadio: o vencemos o somos
vencidos. Quien ha sido vencido en el palenque, ¿trata de luchar fuera del estadio para conquistar la corona
perdida? (SAN AGUSTIN, Sermón 13).

2081 En aquella morada, los dias no consisten en el empezar y en el pasar uno después de otro, ni el
comienzo de un dia significa el fin del anterior; todos los dias se dan simultaneamente, y ninguno se termina
alli donde ni la vida ni sus dias tienen fin (SAN AGUSTIN, Carta 130, a Proba).

Todo lo de esta vida pasa de prisa

2082 Que no venimos aquí a buscar premio en esta vida; este siempre nuestro pensamiento en lo poco que
dura, y de lo de aca ningun caso hagamos, que aun para lo que se vive no es durable (SANTA TERESA
Camino de perfección,29,1).

2083 Y vuestro fruto permanezca. Todo cuanto hacemos en este mundo apenas tiene duración hasta la
muerte; y llegando esta, arranca el fruto de nuestro trabajo. Pero cuando trabajamos de cara a la vida
eterna, el fruto de nuestro trabajo permanece [. . . ]. Cuando se ha llegado al conocimiento de las cosas
eternas, dejan de tener importancia los frutos temporales (SAN GREGORIO MAGNO Hom. 27 sobre los
Evang. ).

2084 ¡Como pasan los años! Los meses se reducen a semanas, las semanas a dias, los dias a horas, y las
horas a segundos; así los segundos es lo unico que poseemos, y han de ser motivo de nuestra mayor
estima, pues, viendo que esta vida esta mas llena de miseria, consuela pensar que se va disipando para
ceder el puesto a la feliz eternidad [. . . ]. (SAN FRANCISCO DESALES, Epistolario, fragm. 109,1. c. p. 743).

El valor de las cosas temporales de cara a la eternidad

2085 Si tenemos fija la mirada en las cosas de la eternidad y estamos persuadidos de que todo lo de este
mundo pasa y termina, viviremos siempre contentos y permaneceremos inquebrantables en nuestro
entusiasmo hasta el fin. Ni nos abatira el infortunio, ni nos ensoberbecera la prosperidad, porque
consideraremos ambas cosas como caducas y transitorias (CASIANO, Instituciones,9,11).

2086 El alma vacila siempre: cuando reflexiona sobre la eternidad se decide por la virtud; pero cuando mira
lo presente prefiere los placeres de la vida (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 150).

2087 Aprende ahora a padecer en lo poco, porque después seas librado de lo mucho. Primero prueba aquí
lo que podras padecer después. Si ahora no puedes sufrir tan poca cosa, ¿como podras después los
tormentos eternos? (Imitación de Cristo,1,24,6).
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2088 ¿De que le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde el alma? (Mt 16,26). ¿Que aprovecha al
hombre todo lo que puebla la tierra, todas las ambiciones de la inteligencia y de la voluntad? ¿Que vale
esto, si todo se acaba, si todo se hunde, si son bambalinas de teatro todas las riquezas de este mundo
terreno; si después es la eternidad para siempre, para siempre, para siempre? (J. ESCRIVADE BALAGUER,
Amigos de Dios,200).

2089 Si de continuo pensases mas en tu muerte que en el largo vivir, no hay duda de que te enmendarlas
con mayor fervor Si pusieses también ante tu corazon las penas del infierno o del purgatorio, creo yo que
muy de gana sufrirlas cualquier trabajo y dolor, y no temerlas ninguna aspereza (Imitación de Cristo,1,21,5).

2090 Medita con frecuencia en que vamos por este mundo entre el paraiso y el infierno; que el ultimo paso
de esta marcha nos dejara en la morada eterna, y que desconocemos como será: este paso, el cual, para
andarlo con seguridad, requiere que nos adiestremos en dar bien los anteriores. ¡Dichoso el que medita en
la eternidad! ¿Que significa entretenerse en juegos de niños sobre un mundo que no sabemos cuantos dias
tiene? (SAN FRANCISCO DE SALES, Carta 8-XII1616,1. c. , p. 842).

2091 Considerad bien que poco valor tienen las cosas que pasan con el tiempo. El fin que tienen todas las
cosas temporales nos manifiesta cuan poco vale lo que ha podido pasar [. . . ]. Fijad vuestro amor en el
amor de las cosas que perduran (SAN GREGORIO MAGNO Hom. 6 sobre los Evang. ).

2092 Para madurar espiritualmente hasta la eternidad, el hombre no puede crecer solo en el terreno de la
temporalidad. No puede poner su apoyo en la carne, es decir, en si mismo, en la materia. El hombre no
puede construir solo sobre si y "confiar" solamente en el hombre. Debe crecer en un terreno diverso del de
lo transitorio y de lo caduco de este mundo temporal. Es el terreno de la nueva vida, de la eternidad y de la
inmortalidad el que Dios ha puesto en el hombre, al crearlo a su propia imagen y semejanza (JUAN PABLO
II, Hom. 17-II-1980).EUCARISTIA

Citas de la Sagrada Escritura

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Quien comiere de este pan, vivira eternamente, y el pan que yo
dare es mi misma carne para la vida del mundo. Jn 6,51-52.

Mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre verdaderamente es bebida. Quien come mi carne y bebe
mi sangre en mi mora y yo en el. Jn 6,56-57.

Estando cenando, tomo Jesús el pan, y lo bendijo, y partio y diosele a sus discípulos, diciendo: Tomad y
comed, este es mi cuerpo. Y tomando el caliz dio gracias, y se lo dio diciendo: Bebed todos de el, porque
esta es mi sangre del Nuevo Testamento. Mt 26,26-28; Mc 14,22-24; Lc 22,19-20; 1 Co 11,2426.

Quien comiere este pan o bebiere el caliz del Señor indignamente, reo será del cuerpo y de la sangre del
Señor [. . . ], porque quien le come y bebe indignamente se traga y bebe su propia condenacion. 1Co 1 1,27-
29.

Si no comiereis la carne del Hijo del hombre y no bebiereis su sangre no tendreis vida en vosotros. Jn 6,54.

Trabajad para tener no tanto el manjar que se consume, sino el que dura hasta la vida eterna, el cual os
dara el Hijo del hombre. Jn 6,27.

He venido para que tengan vida y la tengan en mas abundancia. Jn 10,10.

Sacrificio y Sacramento

2093 Jesús quiso que la inmensidad de este amor quedase grabada en lo mas profundo del corazon de los
creyentes. Por eso, en la ultima Cena, después de celebrar la Pascua con sus discípulos y a punto de pasar
de este mundo al Padre, instituyo este sacramento como memorial perpetuo de su Pasión, como realización
de las antiguas figuras, como el mayor milagro que habla hecho y el mayor consuelo para aquellos que
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dejarla tristes con su ausencia (SANTO TOMAS, Sermón para la fiesta del Cuerpo de Cristo).

2094 La Iglesia catolica rinde este culto latreutico al Sacramento Eucaristico, no solo durante la Misa, sino
también fuera de su celebración, conservando con la maxima diligencia las hostias consagradas,
presentandolas a la solemne veneración de los fieles cristianos, llevandolas en procesión con alegria de la
multitud del pueblo cristiano (PABLO Vl, Mysterium Fidei,3-1X-1965).

2095 Y con la Sagrada Eucaristia, sacramentoósi podemos expresarnos asiódel derroche divino, nos
concede su gracia, y se nos entrega Dios mismo: Jesucristo, que esta realmente presente siempre óy no
solo durante Ia Santa Misaócon su Cuerpo, con su Alma, con su Sangre y con su Divinidad (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,80).

2096 Tenemos con nosotros el "pan de los peregrinos", el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo,
que se nos ofrece como fuente inagotable, para sacar de ella fuerza, serenidad, confianza en cada
momento de la existencia (JUAN PABLO II, Hom. Roma, I 1-11-1981).

Presencia real y substancial de Jesucristo en la Sagrada Eucaristia

2097 Si alguno negare que en el santisimo sacramento de la Eucaristia se contiene verdadera, real y
substancialmente el cuerpo y la sangre, juntamente con el alma y la divinidad, de nuestro Señor Jesucristo
y, por tanto, Cristo entero, sino que dijere que solo estan en el como en signo o en figura, o por su eficacia,
sea anatema (CONC DE TRENTO, Canones sobre la S. Eucaristia, Sesión Xlll, cap. 8; Dz 1651).

2098 Tal presencia se llama real, no por exclusión, como si las otras no fueran reales, sino por antonomasia,
porque es también corporal y substancial, pues por ella ciertamente se hace presente Cristo, Dios y hombre,
entero e integro (PABLO Vl, Mysterium Fidei,3-1X-1965).

2099 Lo que nosotros no podemos, lo puede el Señor Jesucristo, perfecto Dios y perfecto Hombre, no deja
un simbolo, sino la realidad: se queda El mismo. Ira al Padre, pero permanecera con los hombres. No nos
legara un simple regalo que nos haga evocar su memoria, una imagen que tienda a desdibujarse con el
tiempo, como la fotografia que pronto aparece desvaida, amarillenta y sin sentido para los que no fueron
protagonistas de aquel amoroso momento. Bajo las especies del pan y del vino esta El, realmente presente:
con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,83).

2100 Es preciso adorar devotamente a este Dios escondido: es el mismo Jesucristo que nacio de Maria
Virgen; el mismo que padecio, que fue inmolado en la Cruz; el mismo de cuyo costado traspasado mano
agua y sangre (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,84).

2101 Se mantienen alejados de la Eucaristia y de la oración (los docetas), por no confesar que la Eucaristia
es la carne de nuestro Salvador Jesucristo, la que padecio por nuestros pecados, la que el Padre en su
bondad ha resucitado (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los de Esmirna,7).

2102 ¿Por que tratas tu irrespetuosamente al sacramento tremendo (venerando)? ¿No sabes que en el
momento en que el sacramento viene al altar se abren arriba los cielos y Cristo desciende y llega, que los
coros angelicos vuelan del cielo a la tierra y rodean el altar donde esta el santo sacramento del Señor y
todos son llenos del Espíritu Santo? [. . . ]. Por eso vosotros, sacerdotes, vosotros los ministros y los
dispensadores del santo sacramento, acercaos con temor, custodiadlo con ansia, administradlo santamente
y servidle con esmero (JUAN MANDAKUNI, Homilias,1. c. , pp. 224-225).

2103 Este cuerpo que consagramos procede y es de la Virgen [. . . ]; verdadera carne de Cristo era la que
fue crucificada, la que fue sepultada: por consiguiente, verdaderamente es el sacramento de aquella carne
(SAN AMBROSIO Sobre los misterios. 53).
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2104 Esto que hay en el caliz es aquello que mano del costado, y de ello participamos (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. 24 sobre la l. a Epistola a los Corintios).

2105 El Cristo eucaristico se identifica con el Cristo de la historia de la eternidad. No hay dos Cristos, sino
uno solo. Nosotros poseemos, en la Hostia, al Cristo de todos los misterios de la Redención: al Cristo de la
Magdalena, del hijo prodigo y de la Samaritana, al Cristo del Tabor y de Getsemani, al Cristo resucitado de
entre los muertos, sentado a la diestra del Padre [. . . ]. Esta maravillosa presencia de Cristo en medio de
nosotros deberla revolucionar nuestra vida [. . . ]; esta aquí con nosotros: en cada ciudad, en cada pueblo [. .
. ] (M. M. PHILIPON, Los sacramentos en la vida cristiana, p. 116).

2106 Confesión defe que la Iglesia pidio a Berengario en el siglo Xl: "Yo, Berengario, creo en mi corazon y
mis labios confiesan: que el pan y el vino que se ponen en el altar, por el misterio de la declaración sagrada
y de las palabras de nuestro Redentor, se convierten sustancialmente en la carne verdadera, propia y
vivificante y en la sangre de Jesucristo, Nuestro Señor; que después de la consagración esta el verdadero
cuerpo de Cristo, que nacio de la Virgen y que fue colgado de la Cruz, ofrecido por la salvación del mundo,
que esta sentado a la derecha del Padre, así como la verdadera sangre de Cristo que salio de su costado;
que todo eso se hace no solo en simbolo y en virtud espiritual del Sacramento, sino en la realidad propia de
la naturaleza de las cosas, y en la verdad de su sustancia, como esta escrito en esta nota, como os he leido
y como lo comprendeis. En eso creo, y no dare ninguna ensefianza mas contra esta creencia. A eso me
ayuden Dios y los santos Evangelios de Dios" (Dz,335).

La transubstanciacion

2107 Antes, pues, que se realice la consagración, el pan es pan; pero cuando sobre el descienden las
palabras de Jesucristo, que dice: "Esto es mi cuerpo", el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo (SAN
AGUSTIN Trat. Evang. S. Juan,27).

2108 Despues de la consagración del pan y del vino, se contiene verdadera, real y substancialmente
nuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y hombre, bajo la apariencia (especie) de aquellas cosas
sensibles. Porque no son cosas que repugnen entre si que el mismo Salvador nuestro este siempre sentado
en el cielo a la diestra de Dios Padre, segun su modo natural de existir, y en muchos otros lugares este
sacramentalmente presente en su substancia, segun un modo de existir que si bien apenas podemos
expresar con palabras, sin embargo con pensamiento ilustrado por la fe podemos alcanzar que es posible a
Dios, y debemos creerlo siempre y de modo constante (CONCILIO DE TRENTO, Denz Schon. DS ,1636).

2109 El cuerpo esta verdaderamente unido a la divinidad, el cuerpo nacido de la Santisima Virgen: no
porque el mismo cuerpo encarnado descienda del Cielo, sino porque el mismo pan y vino se convierten en
el cuerpo y la sangre de Cristo (SAN JUAN DAMASCENO, Sobre la fe ortodoxa,4,14). í

2110 Cristo no se hace presente en este Sacramento sino por la conversión de toda la substancia del pan
en su cuerpo y de toda la substancia del vino en su sangre; conversión admirable y singular, que la Iglesia
catolica justamente y con propiedad llama transubstanciación (PABLO VI, Mysterium Fidei,3-lX- 1965).

2111 Adoctrinados y llenos de esta fe certisima, debemos creer que aquello que parece pan no es pan,
aunque su sabor sea de pan, sino el cuerpo de Cristo; y que lo que parece vino no es vino, aunque así le
parezca a nuestro paladar, sino la sangre de Cristo (SAN CIRILO DE JERUSALEN. Cateqwesis,22,1).

2112 Una vez terminadas las grandes y admirables preces, el pan se hace cuerpo y el caliz sangre de
Nuestro Señor Jesucristo (SAN ATANASIO, Sermón a los bautizados).

2113 Y dijo en modo demostrativo: Este es mi cuerpo y esta es mi sangre, para que no pienses que las
cosas que aparecen son una figura (tipo), sino que por algo inefable del Dios Omnipotente las oblaciones
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son realmente transformadas en el cuerpo y en la sangre de Cristo; y nosotros, al participar de ellos,


recibimos la fuerza vivificadora y santificadora de Cristo (SAN CIRILO DE ALEJANDRIA, Coment. sobre S.
Mateo).

2114 El pan, antes de la consagración, es un pan ordinario; pero cuando se le consagra, se convierte y se
llama Cuerpo de Cristo (SAN GREGORIO DE NISA, Sermón sobre el Bautismo).

2115 Este es mi cuerpo, dice (el sacerdote). Esta palabra transforma las cosas ofrecidas (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre el Bautismo del Señor).

2116 El pan al principio es ordinario, pero una vez que el misterio lo consagra, se dice y se hace cuerpo de
Cristo (SAN GREGORIO DE NISA, Hom. sobre el Bautismo del Señor).

2117 (Referido a la Consagracion). Es mayor la fuerza de la bendición que la de la naturaleza, porque por la
bendición incluso la misma naturaleza se cambia (SAN AMBROSIO, Sobre los misterios,50).

2118 Este pan, antes de las palabras de la consagración es pan comun; pero cuando se le consagra, el pan
se convierte en carne de Cristo (SAN AMBROSIO. Sobre los Sacramentos,4,4).

La Sagrada Eucaristia y la Redencion

2119 NO existe verdaderamente nada mas util para nuestra salvación que este sacramento en que se
purifican los pecados, aumentan las virtudes y se encuentra la abundancia de todos los carismas
espirituales. Se ofrece en la Iglesia en provecho de todos, vivos y muertos, porque fue instituido para la
salvación de todos los hombres (SANTO TOMAS, Sermón para la fiesta del Cuerpo de Cristo).

2120 Este sacramento contiene todo el misterio de nuestra salvación; por eso se celebra con mayor
solemnidad que los demás (SANTO TOMAS, Suma Teológica,3, q. 83, a. 4).

2121 Es el sacramento de la pasión del Señor y de nuestra redención (TERTULIANO, Epistola 63).

2122 La presencia de Jesús vivo en la Hostia Santa es la garantia, la raiz y la consumación de su presencia
en el mundo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,102).

Efectos de este Sacramento

2123 Jesús en el Sacramento es esta fuente abierta a todos, donde siempre que queramos podemos lavar
nuestras almas de todas las manchas de los pecados que cada dia cometemos (SAN ALFONSO M. DE
LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,20).

2124 En la santisima Eucaristia se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, a saber, Cristo mismo,
nuestra Pascua y Pan vivo por su carne, que da la vida a los hombres, vivificada y vivificante por el Espíritu
Santo (CONC. VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,5).

2125 El efecto que este sacramento produce en el alma de quien lo recibe debidamente es la union del
hombre con Cristo. Y puesto que por la gracia el hombre es incorporado a Cristo y unido a sus miembros, es
logico que por este sacramento se aumente la gracia de quienes lo reciben dignamente. Todos los efectos
que el alimento y la bebida materiales producen sobre la vida del cuerpo: sustento, crecimiento, reparación y
placer, este sacramento los produce para la vida espiritual (CONC. DE FLORENCIA, Decr. Pro Armeniis).
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2126 Quiere El, para el bien de las criaturas, que su cuerpo, su alma y su divinidad se hallen en todos los
rincones del mundo, a fin de que podamos hallarle cuantas veces lo deseemos, y así en El hallemos toda
suerte de dicha y felicidad. Si sufrimos penas y disgustos, El nos alivia y nos consuela. Si caemos enfermos,
o bien será nuestro remedio, o bien nos dara fuerzas para sufrir, a fin de que merezcamos el cielo. Si nos
hacen la guerra el demonio y las pasiones, nos dara armas para luchar, para resistir y para alcanzar victoria.
Si somos pobres, nos enriquecera con toda suerte de bienes en el tiempo y en la eternidad (SANTO CURA
DE ARS, Sermón sobre el Jueves Santo).

2127 Es medicina de inmortalidad, antidoto para no morir, re- medio para vivir en Jesucristo para siempre
(SAN IGNACIO DE ANToQuiA, Epistola a los Efesios,90).

Jesucristo se contiene en cada una de las sagradas especies

2128 Debe saberse, sin embargo, que todo Jesucristo se contiene en cada una de las especies; bajo la
especie de pan se contiene también la sangre con el cuerpo, y bajo la especie de vino se contiene el cuerpo
con la sangre (SANTO TOMAS, en Catena Aurea, vol. III, p. 291).

2129 El sacerdote realiza este sacramento hablando en nombre de Cristo. En virtud de las palabras, la
sustancia del pan se cambia en el cuerpo de Cristo y la sustancia del vino en su sangre. De tal modo, no
obstante, que Cristo entero se halla bajo la especie del pan y entero bajo la especie de vino; Cristo esta
contenido en toda porción de hostia y de vino consagrados, después de la separación de las especies
(CONC DE FLORENCIA, Decr. Pro Armeniis).

2130 Esta costumbre (la de comulgar bajo una sola especie) con razon fue introducida para evitar algunos
peligros y escandalos. Aunque en la Iglesia primitiva los fieles recibian la comunion bajo las dos especies,
mas tarde ha sido recibida bajo las dos especies por los que celebran, y bajo una sola por los laicos. Hay
que creer con toda firmeza y no se puede dudar de ninguna manera que el cuerpo y la sangre de Cristo en
su integridad estan realmente presentes tanto bajo la especie de pan como bajo la de vino (CONC DE
CONSTANZA, Decr. Sobre la Comunion bajo una sola especie).

La Sagrada Eucaristia, una especial manifestación del amor de Dios hacia los hombres

2131 Siendo el pan una comida que nos sirve de alimento y se conserva guardandole, Jesucristo quiso
quedarse en la tierra bajo las especies de pan, no solo para servir de alimento a las almas que lo reciben en
la sagrada Comunion, sino también para ser conservado en el sagrario y hacerse presente a nosotros,
manifestandonos por este eficacisimo medio el amor que nos tiene (SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO,
Visitas alástmo. Sacramento,2).

2132 El amor de la Trinidad a los hombres hace que, de la presencia de Cristo en la Eucaristia, nazcan para
la Iglesia y para la humanidad todas las gracias (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,86).

Esta muy cerca de nosotros

2133 Aquí es Cristo en persona quien acoge al hombre, maltratado por las asperezas del camino, y lo
conforta con el calor de su comprensión y de su amor. En la Eucaristia hallan su plena actuación las
dulcisimas palabras: Venid a Ml, todos los que estais fatigados y cargados, que yo os aliviare (Mt ll,28). Ese
alivio personal y profundo, que constituye la razon ultima de toda nuestra fatiga por los caminos del mundo,
lo podemos encontraróal menos como participación y pregustacion en ese Pan divino que Cristo nos ofrece
en la mesa eucaristica (JUAN PABLO II, Hom. 9-VII- 1980).

2134 No se que trabajos, por grandes que fuesen, se habían de tener, a trueque de tan gran bien para la
cristiandad; que aunque muchos no lo advertimos estar Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre,
como esta en el Santisimo Sacramento en muchas partes, gran consuelo nos habla de ser (SANTA
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TERESA, Fundaciones,18,5).

2135 Asi como Jesucristo esta vivo en el cielo rogando siempre por nosotros, así también en el Santisimo
Sacramento del altar, continuamente de dia y de noche esta haciendo este piadoso oficio de abogado
nuestro, ofreciendose al Eterno Padre como victima, para alcanzarnos innumerables gracias y misericordias
(SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,31).

2136 Mas afortunados que aquellos que vivieron mientras estuvo en este mundo, cuando no habitaba mas
que en un lugar, cuando debian andarse algunas horas para tener la dicha de verle; hoy le tenemos
nosotros en todos los lugares de la tierra, y así ocurrira, segun nos esta prometido, hasta el fin del mundo
(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Jueves Santo).

2137 Mas a esta habiale el Señor dado tan viva fe, que cuando oia decir a algunas personas que quisieran
ser en el tiempo que andaba Cristo nuestro bien en el mundo, veia entre si, pareciendole que teniendole tan
verdaderamente en el Santisimo Sacramento como entonces, que mas se les daba (SANTA TERESA,
Camino de perfección,34,6).

2138 Mas dichosos que los santos del Antiguo Testamento, no solamente poseemos a Dios por la grandeza
de su inmensidad, en virtud de la cual se halla en todas partes, sino que le tenemos con nosotros como
estuvo en el seno de Maria durante nueve meses, como estuvo en la cruz. Mas afortunados aun que los
primeros cristianos, quienes hacian cincuenta o sesenta leguas de camino para tener la dicha de verle;
nosotros le poseemos en cada parroquia, cada parroquia puede gozar a su gusto de tan dulce compafiia.
jOh, pueblo feliz! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Corpus Christi).

Tenemos necesidad de El

2139 Como seguidores de Cristo no despreciamos las cosas buenas de la tierra, pues sabemos que estas
han sido creadas por Dios, que es la fuente de todo bien. Tampoco tratamos de ignorar la necesidad de pan,
la gran necesidad de alimento que tantos hombres sufren en todo el mundo, incluso en nuestras tierras
[. . . ]. Y sin embargo sigue siendo cierto que "no solo de pan vive el hombre". La persona humana tiene una
necesidad que es aun mas profunda, un hambre que es mayor que aquella que el pan puede saciar óes el
hambre que posee el corazon humano de la inmensidad de Diosó. Es un hambre que solo puede ser
saciada por Aquel que dijo: "Si no comeis la carne del Hijo del hombre y no bebeis su sangre, no tendreis
vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitare el ultimo dia.
Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida" (Jn 6,

2140 Todo lo tenemos en Cristo; todo es Cristo para nosotros. Si quieres curar tus heridas, El es medico. Si
estas ardiendo de fiebre, El es manantial. Si estas oprimido por la iniquidad, El es justicia. Si tienes
necesidad de ayuda, El es vigor. Si temes la muerte, El es la vida. Si deseas el cielo, El es el camino. Si
refugio de las tinieblas, El es la luz. Si buscas manjar, El es alimento (SAN AMBROSIO, Sobre la
virginidad,16,99).

2141 Cristo instituyo este sacramento como el memorial perenne de su pasión, como el cumplimiento de las
antiguas figuras y la mas maravillosa de sus obras; y lo dejo a los suyos como singular consuelo en las
tristezas de su ausencia (SANTO ToMAs. Sermón para la fiesta del Cuerpo de Cristo).

2142 Jesús no es una idea ni un sentimiento ni un recuerdo. Jesús es una "persona" viva siempre y
presente entre nosotros. Amad a Jesús presente en la Eucaristia [. . . ]. Viene a nosotros en la santa
comunion y queda presente en el sagrario de nuestras iglesias, porque El es nuestro amigo, amigo de
todos, y desea ser especialmente amigo y fortaleza en el camino de vuestra vida de muchachos y jovenes
que teneis tanta necesidad de confianza y amistad (JUAN PABLO II, Aloc. 8-XI-1978).

Espera de Jesús en el Sagrario


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2143 Viene a mi memoria una encantadora poesia gallega, una de esas Cantigas de Alfonso X el Sabio. La
leyenda de un monje que, en su simplicidad, suplico a Santa Maria poder contemplar el cielo, aunque fuera
por un instante. La Virgen acogio su deseo, y el buen monje fue trasladado al paraiso. Cuando regreso, no
reconocia a ninguno de los moradores del monasterio: su oración, que a el le habla parecido brevisima,
habla durado tres siglos. Tres siglos no son nada, para un corazon amante. Asi me explico yo esos dos mil
años de espera del Señor en la Eucaristia (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,151).

Desagravio y amor a la Sagrada Eucaristia

2144 Mas Vos, Padre Eterno, ¿como lo consentis? ¿Por que quereis ver cada dia a vuestro Hijo en tan
ruines manos? Ya que una vez quisisteis y consentisteis lo estuviese, ya veis como le pagaron, ccomo
puede vuestra piedad verle hacer injurias cada dia? Y ¡cuantas deben hoy hacer a este Santisimo
Sacramento! ¡En que manos enemigas le debe ver el Padre! (SANTA TERESA Camino deperfección,33,3).

2145 ¡Oh, amor tierno y generoso de un Dios para con tan viles criaturas como nosotros, que tan indignos
somos de su predileccion!, ¡cuanto respeto deberiamos tener a ese grande Sacramento, en el que un Dios
hecho hombre se muestra presente cada dia en nuestros altares! (SANTO CuRA DE ARS, Sermón sobre el
Jueves Santo).

2146 Jesucristo dice: donde cada uno tiene su tesoro, alli tiene su corazon. Por eso los santos no estiman ni
aman otro tesoro que a Jesucristo; todo su corazon y todo su afecto tienen en el Santisimo Sacramento
(SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,6).

Respeto hacia la Sagrada Eucaristia y hacia las cosas destinadas al culto eucaristico

2147"¡Tratadme!o bien, tratadmelo bien!", decia, entre lagri mas, un anciano Prelado a los nuevos
Sacerdotes que acababa de ordenar. ¡Señor!: ¡Quien me diera voces y autoridad para clamar de este modo
al oido y al corazon de muchos cristianos, de muchos! (J. EscRvA DE BALAGUER, Camino, n. 531).

2148 Hemos admirado en tu obra su utilidad para todas las Iglesias, para que, enseñados por los
testimonios de las Escrituras, aprendan los que lo ignoran con cuanta reverencia deben tomar las cosas
santas y ejercer el misterio del altar de Cristo, y que los sagrados carices y los velos santos, y las demás
cosas que pertenecen al culto de la Pasión del Señor no carecen de santidad, como cosas vacias y sin
sentido, sino que, por su estrecha relación con el cuerpo y la sangre del Señor, deben ser venerados con
semejante honor con que es venerado su cuerpo y su sangre (SAN JERONIMO, Carta al obispo
Teofilo,114,2).

2149 Con cuidado, pues, habiendo tu santificado los ojos por el contacto, recibe el santo cuerpo, cuidando
no pierdas algo de el. Porque si algo perdieras, te perjudicas evidentemente en esto como en algo de tu
propio organismo. Porque dime: si alguno te diese unas limaduras de oro, ¿no las guardarias con toda
diligencia, cuidando no perder nada de ellas, ni sufrir ningun menoscabo? ¿NO procuraras, pues, con
mucha mas diligencia, que no se te caiga una migaja de lo que es mas precioso que el oro y que las piedras
preciosas? (SAN CIRILO DE JERUSALEN, Catequesis MistagogicaS,21).

2150 El sacramento de la Eucaristia, confiado por el Señor en el tiempo de la cena, y a todos, lo tomamos
también en las reuniones de antes del amanecer, y no de la mano de otros, sino de los que presiden [. . . ].
Sufrimos ansiedad si cae al suelo algo de nuestro caliz o también de nuestro pan (TERTULIANO, De
Corona,3).

2151 Conoceis vosotros, los que soleis asistir a los divinos misterios, como cuando recibis el cuerpo del
Señor lo guardais con toda cautela y veneración, para que no se caiga ni un poco de el, ni desaparezca algo
del don consagrado. Pues os creeis reos, y rectamente por cierto, si se pierde algo poráneagligencia
(ORIGENES, Hom. 13, sobre el Exodo).
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2152 En el elogio funebre de su padre, estando presente San Basilio, menciona como hechos dignos de
alabanza: "El haber honrado en silencio las cosas santas, el no haber dado jamás la espalda a la veneranda
mesa" (SAN GREGORIO NACIANCENO, Hom. en la muerte de su padre).

2153 Tambien este altar, santo, al que asistimos, es piedra como segun su naturaleza, y no se diferencia de
las otras piedras con las que se construyen nuestros muros y se adornan los pavimentos. Pero, porque fue
consagrado al culto de Dios y recibio la bendición, es mesa santa, altar inmaculado que ya no puede ser
tocado por todos, sino solo por los sacerdotes, y por estos con veneración (SAN GREGORIO DE NISA,
Hom. sobre el Bautismo del Señor).

2154. . . Y Ios sagrados calices y los santos paños, y lo demás que se refiere al culto de la Pasión del Señor
[. . . ], por el contacto con el Cuerpo y Sangre del Señor hay que venerarlos con el mismo respeto que su
Cuerpo y su Sangre (SAN JERONIMO, Epistola 114).

2155 Las particulas del santo cuerpo que caigan al suelo; busquense cuidadosamente, y si se hallan,
raspese el sitio en que cayo; si es tierra, mezclese con agua y dese a los fieles como medio de alcanzar
gracia. Si no se halla, raspese igualmente el suelo, como hemos dicho. Hagase de la misma manera si se
derrama algo de la sagrada sangre. Si el suelo es de piedra, ponganse carbones encendidos sobre el
(RABULAS DE EDESA, Carta a Gumelino).

La Sagrada Eucaristia y la vida cristiana

2156 La Sagrada Eucaristia introduce en los hijos de Dios la novedad divina, y debemos responder in
novitate sensus (Rm 12,2), con una renovación de todo nuestro sentir y de todo nuestro obrar. Se nos ha
dado un principio nuevo de energia, una raiz poderosa, injertada en el Señor. No podemos volver a la
antigua levadura, nosotros que tenemos el Pan de ahora y de siempre (J. EscRívA DE BALAGUER, Es
Cristo que pasa,155).

2157 Para animar a los catolicos a profesar valientemente su fe y a practicar las virtudes cristianas, ningun
medio es mas eficaz que el que consiste en alimentar y aumentar la piedad del pueblo hacia aquella
admirable prenda de amor, lazo de paz y de unidad, que es el sacramento de la eucaristia (LEON XIII, Breve
apost. Providentissimus,28-XI1897).

2158 (El sacrificio eucaristico es) fuente y cima de toda la vida cristiana (CONC. VAT. II, Const. Lumen
gentium,11).

2159(La Sagrada Eucaristia) es el sacramento de la caridad (SANTO ToMAs, Suma Teológica,3, q. 73, a. 3).

2160 Todos los otros sacramentos estan ordenados a la Eucaristia como a su fin (SANTO TOMAS, Suma
Teológica,3, q. 65, a. 3).

2161 Cuanto mas pura y mas casta sea un alma, tanta mas hambre tiene de este Pan, del cual saca la
fuerza-para resistir a toda seducción impura, para unirse mas intimamente a su Divino Esposo: Quien come
mi Carne y bebe mi Sangre, permanece en mi, y yo en el (LEON XIII, Enc. Mirae caritatis,28-V-1902).

Los Angeles que custodian la Sagrada Eucaristia

2162 Llenos de temor, adoran, glorifican, entonan continuamente los misteriosos himnos de alabanza (SAN
JUAN CRISOSTOMO, Sobre lo incomprehensible).
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2163 Se que te doy una alegria copiandote esta oración a los Santos Angeles Custodios de nuestros
Sagrarios:

Oh Espiritus Angelicos que custodiais nuestros Tabernaculos, donde reposa la prenda adorable de la
Sagrada Eucaristia, defendedla de las profanaciones y conservadla a nuestro amor (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 569).

2164 Los angeles rodean al sacerdote. Todo el santuario y el espacio que circunda al altar estan ocupados
por las potencias celestes para honrar al que esta presente en el altar (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. 6,
sobre el sacerdocio).

EXAMEN DE CONCIENCIA

TEXTOS DE LA ESCRITURA

Dame a conocer el camino por donde he de ir, porque a ti he levantado mi alma. Ps 142,8.

Han cerrado sus oidos y tapado sus ojos a fin de no ver con ellos. M. 13,15.

El justo cae siete veces y otras tantas se levanta. Pr 24,16.

Pase junto al campo del perezoso, y junto a la viña del insensato, y todo eran cardos y ortigas que hablan
cubierto su faz, y su albarrada estaba destruida. Pr 24,30-31.

Tu, Señor, me conoces; tu me ves, tu penetras los sentimientos de mi corazon. Jr 12,3.

Desde el primer dia en que diste tu corazon a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fue oida tu
oracion. Da 10,12.

Escudriñame, oh Dios, y examina mi corazon; pruebame y examina mis pensamientos. Mira si hay en mi
camino cosa viciosa, y llevame por las sendas de la eternidad. Ps 138,23.

[. . . ] Deseaba llenar su estomago de las algarrobas que comian los puercos, y no le era dado. Volviendo en
si (reflexionando sobre el estado al que habla llegado), dijo: ;Cuantos jornaleros [. . . ]! Me levantare e ire a
mi padre y le aire: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti [. . . ]. Lc 15,17-19.

El derrumbamiento viene precedido por un deterioro, y este por un mal pensamiento. Pr 16,18.

Necesario para avanzar en la vida interior y, también, para no retroceder

2165 Por muy altas que se alcen las murallas de una fortaleza y por muy firmes que sean las puertas
cerradas que protegen a una ciudadela, será demolida si por traición se franquea una puerta al enemigo,
aunque pequeña, por donde abrir brecha y asolarla. Y, ¿que diferencia hay en que el enemigo y la muerte
irrumpan en el corazon de la ciudad y lo hagan por encima de las elevadas almenas o por las puertas
abiertas de par en par, o por el secreto pasillo de una estrecha galeria subterranea?
(CAsíANo,/nstituciones,1,11).

2166 No es necesario romper las cuerdas y arrojar el laud cuando vemos que esta desafinado, sino que hay
que poner oido atento para descubrir donde esta el desconcierto, y tensar o aflojar la cuerda nuevamente,
segun lo requiera el caso (SAN FRANCISCO DE SALES, Cartas,1. c. ,212).

2167 Avanzad siempre, hermanos mios. Examinaos cada dia sinceramente, sin vanagloria, sin
autocomplacencia, porque nadie hay dentro de ti que te obligue a sonrojarte o a jactarte. Examinate y no te
contentes con lo que eres, si quieres llegar a lo que todavia no eres. Porque en cuanto te complaces de ti
mismo, alli te detuviste. Si dices ¡basta!, estas perdido (SAN AGUSTfN, Sermón 169).
-253 -

2168 Examen. Labor diaria. Contabilidad que no descuida nunca quien lleva un negocio. ¿Y hay negocio
que valga mas que el negocio de la vida eterna? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 235).

Necesario para la contrición y conversion

2169 El examen de conciencia diario es un gran apoyo para las misericordias (CONC. VAT. II, Decr.
Praesbyterorum Ordinis,18).

2170 Pon todas tus faltas delante de tus ojos. Ponte frente a ti mismo, como delante de otro; y luego, llora
(SAN BERNARDO Meditationes piissimae,5).

2171 Este hombre debe llegar a la casa del Padre. El camino que alli conduce, pasa a traves del examen de
conciencia, el arrepentimiento y el proposito de la enmienda. Como en la parabola del hijo prodigo, estas
son las etapas al mismo tiempo logicas y psicologicas de la conversion. Cuando el hombre supere en si
mismo, en lo intimo de su humanidad, todas estas etapas, nacera en el la necesidad de la confesion. Esta
necesidad quizá lucha en lo vivo del alma con la verguenza, pero cuando la conversión es verdadera y
autentica, la necesidad vence a la verguenza: la necesidad de la confesión, de la liberación de los pecados
es mas fuerte. Los confesamos a Dios mismo, aunque en el confesonario los escucha el hombre-sacerdote.
Este hombre es el humilde y fiel servidor de ese gran misterio que se ha realizado entre el hijo que retorna y
el Padre. (JUAN PABLO II, Hom. Roma 16-III-1980).

2172 Pues yo reconozco mi culpa, tengo presente mi pecado. El que así ora no atiende a los pecados
ajenos, sino que se examina a si mismo, y no de manera superficial, como quien palpa, sino profundizando
en su interior. No se perdona a si mismo, y por esto precisamente puede atreverse a pedir perdon (SAN
AGUSTIN, Sermón 19).

2173 Para quienes buscan con sinceridad el remedio, no puede faltar la medicina del verdadero medico de
las almas. Esto es particularmente cierto para aquellos que no cierran los ojos a sus dolencias por desanimo
o poráneagligencia (CASIANO, Colaciones,19,22).

Examen y conocimiento propio. Ver también CONOCIMIENTO PROPIO.

2174 Examina en ti mismo que es lo que eres; haz todo lo posible por conocerte (SAN BASILIO, Homilia 3).

2175 (Los santos), en su afan por la santidad, descubren en si con rara sagacidad y condenan sin piedad
cosas que nuestra mirada interior, entenebrecida, no puede ni siquiera sospechar (CASIANO,
Colaciones,23,6).

2176 Conocimiento de si, que es el primer paso que tiene que dar el alma para llegar al conocimiento de
Dios (SAN JUAN DELA CRUZ, Cantico espiritual,4,1).

Modo de hacerlo

2177 El examen de conciencia que has de hacer siempre antes de acostarte, todos saben que se hace de
este modo:

1. Se dan gracias a Dios de habernos conservado aquel dia.

2. Se examina como hemos vivido en todas las horas de el,considerando, para hacer esto mas facilmente,
en donde,con quienes y en que ocupación hemos estado.

3. Si se halla haber hecho algo bueno, se dan gracias a Dios; si, por el contrario, se ve que hemos cometido
alguna falta en pensamientos, en palabras o en obras, se pide perdon a la Divina Majestad, con resolución
-254 -

de confesarse de ello a la primera ocasión, y de procurar enmendarse.

4. Se encomienda después a la divina Providencia el cuerpo, el alma, la Iglesia, los parientes y los amigos,
pidiendo a nuestra Señora, al angel custodio y a los santos que velen sobre nosotros y por nosotros (SAN
FRANCISCO DE SALES,Introd. a la vida devota,2,11).

2178 No os preocupeis si no recordais todas vuestras caidas para confesarlas, pues siendo tan frecuentes e
inadvertidas, también os levantais inadvertidamente. Alli donde se lee que el justo se ve caer siete veces al
dia, hay que agregar que, si bien cae siete veces, no lo es menos que se levanta otras tantas, sin advertirlo.
No sufrais por tal causa; confesad lo que hayais podido observar; y por lo que hace a las faltas que se os
pasan por alto, confiaos a la misericordia de Aquel que sostiene con su mano a los que caen sin querer,
para que no se hieran, y los levanta tan presta y dulcemente que ellos mismos no advierten si han caido,
porque la mano de Dios los sostuvo, ni de haber sido levantados, pues lo hacen tan aprisa que no les deja
pensarlo (SAN FRANCISCO DESALES, Epistolario, fragm. 1666,1. c. , p. 801).

2179 Acaba siempre tu examen con un acto de Amoródolor de Amoró: por ti, por todos los pecados de los
hombres. . . Y considera el cuidado paternal de Dios, que te quito los obstaculos para que no tropezases (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 246).

Sin excusas. Nunca estamos totalmente sin culpa

2180 El que se acusa a si mismo acepta con alegria toda clase de molestias [. . . ] pues se considera
merecedor de todo ello, y en modo alguno pierde la paz [. . . ]. Pero quizá alguien me objetara: "Si un
hermano me aflige y yo, examinandome a mi mismo, no encuentro que le haya dado ocasión alguna, ¿por
que tengo que acusarme?". En realidad, el que se examina con diligencia y con temor de Dios nunca se
hallara del todo inocente, y se dara cuenta de que ha dado alguna ocasión, ya sea de obra, de palabra o
con el pensamiento. Y si en nada de esto se halla culpable, seguro que en otro tiempo habra sido motivo de
aflicción para aquel hermano, por la misma o por diferente causa; o quizá habra causado molestia a algun
otro hermano. Por esto sufre ahora en justa compensación, o también por otros pecados que haya podido
cometer en muchas otras ocasiones (SAN DOROTEO, Instrucción 7,2-3).

2181 Han de confesar y reconocer delante de Dios que no ha pasado la jornada sin que le hayan ofendido
de algun modo; y, porque somos ciegos en lo que nos toca, pediran gracia y luz al Espíritu Santo para
reconocer bien sus faltas (SAN FRANCISCO DE SALES, Directorio espiritual, Vl, I. c. , p. 608).

2182 Faltole la fortaleza y sujetola el humor, a quien muchas veces, hijas, echamos la culpa de nuestras
imperfecciones y mudanzas (SANTA TERESA, Fundaciones,27,10).

2183 La causa de toda perturbación consiste en que nadie se acusa a si mismo (SAN DOROTEO,
Instrucción 7,1-2).

2184 Bien mirado, nunca nos culpan sin culpas, que siempre andamos llenas de ellas, pues cae el justo
siete veces cada dia y seria mentir decir que no tenemos pecados. Ansi que, aunque no sea en lo mismo
que nos culpan, nunca estamos sin culpa del todo, como lo estaba el buen Jesús (SANTA TERESA, Camino
de perfección,15,4).

El "examen particular"

2185 El examen general parece defensa. El particular, ataque. El primero es la armadura. El segundo,
espada toledana (J. EscRIvA DE BALAGUER. Camino, n. 238).

2186 Cuando alguno se ve particularmente dominado por un defecto, debe armarse solo contra ese
enemigo, y tratar de combatirlo antes que a otros [. . . ], pues mientras no lo hayamos superado echaremos
-255 -

a perder los frutos de la victoria conseguida sobre los demás (SAN JUAN CLiMACo. Escala del paraiso,15).

2187 Con el examen particular has de ir derechamente a adquirir una virtud determinada o a arrancar el
defecto que te domina (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 241).

FAMILIA

Citas de la Sagrada Escritura

Quiero, pues, que los jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa y no den al enemigo ningún pretexto
de maledicencia, porque algunos ya se han extraviado. 1Tm 5,14.

Por lo demás, ame cada uno a su mujer, y ámela como a si mismo, y la mujer reverencie al marido. Ep 5,3.

Vosotros, los maridos, amad a vuestras mujeres, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella. Ep 5,25.

Los maridos deben amar a sus muJereS como a su propio cuerpo. El que ama a su mujer, a si mismo se
ama. Ep 5,28.

Hijos, vosotros obedeced a vuestros padres con la mira puesta en el Señor, porque es ésta una cosa justa.
Honra a tu padre, y a tu madre, que es el primer mandamiento que va acompañado con recompensa, para
que te vaya bien y tengas larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no irritéis a vuestros hijos; mas
educadlos, corrigiéndolos e instruyéndolos según la doctrina del Señor. Ep 6,1-4.

Siervos, obedeced a vuestros señores temporales con temor, y respeto, con sencillo corazón, como a Cristo;
no sirviéndolos solamente cuando tienen puesto el ojo sobre vosotros, como si no pensáseis más que en
complacer a los hombres, sino como siervos de Cristo, que hacen de corazón la voluntad de Dios, y
servidlos con amor, haciéndoos cargo que servís al Señor, y no a hombres; estando ciertos de que cada uno
de todo el bien que hiciere recibirá del Señor la paga, ya sea esclavo, ya sea libre. Ep 6,5-8.

¿Qué sabes tú, mujer, si salvarás a tu marido, y tú, marido, si salvarás a tu mujer? 1Co 7,16.

Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a la mujer, y serán los dos una sola carne. Mt
19,5.

Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, adultera, y el que se casa con la repudiada por el marido,
comete adulterio. Lc 16,18.

Por lo tanto, la mujer casada está ligada al marido mientras éste vive, pero muerto el marido, queda
desligada de la ley del marido. Por consiguiente, viviendo el marido será tenida por adúltera si se uniera a
otro marido; pero si el marido muere, queda libre de la ley, y no será adúltera si se une a otro marido. Rm
1,2.

Se han levantado hombres codiciosos, altaneros, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres [. . . ].
Apártate de los tales. 2Tm 3,2-5.

Llamóle (Tobías) y le dijo: "Si muero, hijo mio, me darás sepultura y te guardarás de menospreciar a tu
madre, hónrala siempre todos los dias de tu vida, obra según su beneplácito y no le causes tristezas". Tb
4,3.

Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que esto es grato al Señor. Col 3,20.

De todo corazón honra a tu padre y no te olvides de los dolores de tu madre. Si 7,20.

Honra a tu padre y a tu madre como Yahvé, tu Dios, te lo ha mandado, para que sirvas largos años y seas
feliz en la tierra [. . . ]. Dt 5,16.

El que honra a su padre, se regocijará en sus hijos y será escuchado en el día de su oración. Si 3,6.

Como el que atesora es el que honra a su madre. Si 3,15.


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Si alguno no mira por los suyos, sobre todo por los de su casa, ha negado la fe y es peor que un infiel. 1Tm
5,8.

Como un blasfemo es quien abandona a su padre, y será maldito del Señor quien irrita a su madre. Si 3,18.

Y vosotros, padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina y en la enseñanza del
Señor. Ep 6,4.

Halaga a tu hijo, y te hará temblar [. . . ]. Si 30,9.

Amos, tratad a vuestros inferiores según lo dicta la justicia y la equidad; sabiendo que también vosotros
tenéis amo en el cielo. Col 4,1.

Estad sumisos a los amos con todo respeto, no sólo a los buenos y apacibles, sino también a los discolos.
1P 2,18.

Vosotros, amos, haced otro tanto con ellos (los inferiores, a quienes deben amar), excusándolos,
considerando que unos y otros tenéis un mismo Señor allá en los cielos, y que no hay en él acepción de
personas. Ep 6,9.

No son los hijos quienes deben atesorar para los padres, sino los padres para los hijos. 2Co 12,14.

Educa a tu hijo y aplícale al trabajo, no vengas a tropezar por sus torpezas. Si 30,13.

La vara y el castigo dan sabiduria, el muchacho consentido es la vergüenza de la madre. Pr 29,15.

Caballo no domado se hace indócil, y el hijo abandonado se torna díscolo. Si 30,8.

Con tres cosas me adorno y me presento, hermanos, ante el Señor y ante los hombres: la concordia entre
hermanos, la amistad entre los prójimos, y la armonia entre mujer y marido. Si 25,1.

La familia, nucleo natural y primario de la sociedad

2188 La familia es insustituible y, como tal, ha de ser defendida con todo vigor. Es necesario hacer lo
imposible para que la familia no sea suplantada. Lo requiere, no sólo el bien "privado" de cada persona, sino
también el bien común de toda sociedad, nación y estado. La familia ocupa el centro mismo del bien común
en sus varias dimensiones, precisamente porque en ella es concebido y nace el hombre. Es necesario hacer
todo lo posible para que, desde su momento inicial, desde su concepción, este ser humano sea querido,
esperado, vivido como valor particular único e irrepetible (JUAN PABLO II, Aloc. 3-I-1979).

2189 La familia, fundada sobre el matrimonio contraído libremente, uno e indisoluble, es y ha de ser
considerada como el núcleo primario y natural de la sociedad (JUAN XXIII, Enc. Pacem in terris,11-IV-1963).

Familias numerosas, familias cristianas

2190 El matrimonio debe incluir una apertura hacia el don de los hijos. La señal característica de la pareja
cristiana es su generosa apertura a aceptar de Dios los hijos como regalo de su amor. Respetad el ciclo de
la vida establecido por Dios, porque este respeto forma parte de nuestro respeto a Dios mismo (JUAN
PABLO II, Hom. Limerick,1-X-1979).

2191 Los esposos deben edificar su convivencia sobre un cariño sincero y limpio, y sobre la alegría de
haber traído al mundo los hijos que Dios les haya dado la posibilidad de tener, sabiendo, si hace falta,
renunciar a comodidades personales y poniendo fe en la providencia divina: formar una familia numerosa, si
tal fuera la voluntad de Dios, es una garantía de felicidad y de eficacia, aunque afirmen otra cosa los
fautores equivocados de un triste hedonismo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,25).

2192 Sólo la luz divina y eterna del cristianismo ilumina y vivifi- ca la familia, de tal modo que, ya en el
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origen, ya en el desarrollo, la familia numerosa es a menudo tomada como sinónimo de familia cristiana (Pio
Xll, Aloc. 20-1-1958).

2193 EI valor del testimonio de los padres de familias numero- sus no sólo consiste en rechazar sin
ambages y con la fuerza de los hechos todo compromiso intencional entre la ley de Dios y el egoísmo
humano, sino en la prontitud para aceptar con alegría y reconocimiento los inestimables dones de Dios que
son los hijos, y en el número que Le agrade (Pio Xll, Aloc. 20-1-1958).

Los padres, primeros educadores. Responsabilidad

2194 El primer ambiente natural y necesario de la educación es la familia, destinada precisamente para esto
por el Creador. De modo que, regularmente, la educación más eficaz y duradera es la que se recibe en la
familia cristiana bien ordenada y disciplinada, tanto más eficaz cuanto resplandezca en ella más claro y
constante el buen ejemplo de los padres, sobre todo, y de los demás miembros de la familia (Pio Xl, Divini
illius Magistri,31-X11-1929).

2195 Tratándose de un deber fundado sobre la vocación pri- mordial de los cónyuges a cooperar con la obra
creadora de Dios, le compete el correspondiente derecho de educar a los propios hijos. Dado su origen, es
un deber-derecho primario en comparación con la incumbencia educativa de otros; insustituible e
inalienable, esto es, que no puede delegarse totalmente en otros ni otros pueden usurparlo. (JUAN
PABLO,11, Hom. a las familias cristianas. Madrid 2-XI- 1982) .

2196 A vuestros pequeños no los dejéis de la mano; contribuid a la salvación de vuestro hogar con todo
esmero. Si esto hacéis dais a crédito; no seréis siervos perezosos ni tendréis por qué temer la horrible
sanción que a él se le impuso (SAN AGUSTIN, Sermón 94).

2197¿Podremos hallar un ejemplo mejor para dar a entender a los cabezas de familia que no pueden
trabajar eficazmente en la salvación propia sin trabajar también en la de sus hijos? En vano los padres y
madres emplearán sus dias en la penitencia, en llorar sus pecados, en repartir sus bienes a los pobres; si
tienen la desgracia de descuidar la salvación de sus hijos, todo está perdido (SANTO CURA DE ARS,
Deberes de los padres hacia sus hijos).

2198 Es necesario que los padres encuentren tiempo para estar con sus hijos y hablar con ellos. Los hijos
son lo más importante: más importante que los negocios, que el trabajo, que el descanso. En esas
conversaciones conviene escucharles con atención, esforzarse por comprenderlos, saber reconocer la parte
de verdadóo la verdad enteraóque pueda haber en algunas de sus rebeldías (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Es Cristo que pasa,27).

2199 Los padres, por haber dado la vida a sus hijos, tienen la muy grave obligación de educarlos; y, por
tanto, ellos han de ser reconocidos como sus primeros y principales educadores (CONC. VAT. II, Decl.
Gravissimum educationis,3).

2200 No dice el gorrión: "Daré de comer a mis hijos para que ellos me alimenten cuando me haga viejo".
Nada de esto; ama gratuitamente, alimenta sin pedir paga (SAN AGUSTIN, Sermón 90).

2201 (El ejercicio de la autoridad no es más que) un oficio de amor (SAN AGusTiN, Trat. Evang. S.
Juan,123,5).

2202 Es, pues, deber de los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la piedad hacia
Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación integra personal y social de sus hijos (CONC. VAT. II,
Decl. Gravissimum educationis,3).
-258 -

2203 Muéstrale a tu mujer que aprecias mucho vivir con ella y que por ella prefieres quedarte en casa que
andar por la calle. Prefiérela a todos los amigos e incluso a los hijos que te ha dado; ama a éstos por razón
de ella [. . . ].

Haced en común vuestras oraciones. Que cada uno de vosotros vaya a la iglesia y que en casa el marido
pida cuenta a su mujer, y la mujer a su marido, de lo que allí se ha dicho o leído [. . . ]. Aprended el temor de
Dios; todo lo de más fluirá como de una fuente y vuestra casa se llenará de innumerables bienes (SAN
JUAN CRISOSTOMO Hom. 20, sobre la Carta a los Efesios).

2204 La fe y la esperanza se han de manifestar en el sosiego con que se enfocan los problemas, pequeños
o grandes, que en todos los hogares ocurren, en la ilusión con que se persevera en el cumplimiento del
propio deber. La caridad lo llenará así todo, y llevará a compartir las alegrías y los posibles sinsabores; a
saber sonreír, olvidándose de las propias preocupaciones para atender a los demás; a escuchar al otro
cónyuge o a los hijos, mostrándoles que de verdad se les quiere y comprende; a pasar por alto menudos
roces sin importancia que el egoísmo podría convertir en montañas; a poner un gran amor en los pequeños
servicios de que está compuesta la convivencia diaria (J. ESC RIV¡ DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,23).

La familia, "iglesia doméstica"

2205 El hogar cristiano debe ser la primera escuela de la fe, donde la gracia bautismal se abre al
conocimiento y amor de Dios, de Jesucristo, de la Virgen, y donde progresivamente se va ahondando en la
vivencia de las verdades cristianas, hechas norma de conducta para padres e hijos. La catequesis familiar,
en todas las edades y con diversas pedagogias, es importantísima. Ha de hacerse operante con la iniciación
cristiana desde antes de la primera comunión y deberá tener un especial desarrollo mediante una recepción
consciente y responsable de los otros sacramentos. Asi la familia será de veras una iglesia doméstica
(JUAN PABLO 11, Aloc. a los obispos de Argentina,28-X-1979).

2206 La santidad de la familia cristiana es un medio muy apto para producir aquella renovación constante
de la Iglesia tan ardientemente deseada por el Concilio. Por la oración familiar, la "ecclesia domestica" se
convierte en una realidad dinámica que lleva a la transformación del mundo. Todos los esfuerzos de los
padres para inculcar a sus hijos el amor de Dios y alentarlos con su ejemplo de fe constituyen un apostolado
muy propio de nuestro siglo XX (JUAN PABLO 1, Aloc. 21-lX-1978).

2207 En esta especie de Iglesia doméstica los padres deben ser para sus hijos los primeros predicadores
de la fe, mediante la palabra y el ejemplo, y deben fomentar la vocación propia de cada uno, pero con un
cuidado especial la vocación sagrada (CONC. VAT II, Const. Lumen gentium, n. ll).

Santificar la familia

2208 Los casados están llamados a santificar su matrimonio y a santificarse en esa unión; cometerían por
eso un grave error, si edificaran su conducta espiritual a espaldas y al margen de su hogar. La vida familiar,
las relaciones conyugales, el cuidado y la educación de los hijos, el esfuerzo por sacar económicamente
adelante a la familia y por asegurarla y mejorarla, el trato con las otras personas que constituyen la
comunidad social, todo eso son situaciones humanas y corrientes que los esposos cristianos deben
sobrenaturalizar (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,23).

2209 Navidad es la gran fiesta de las familias. Jesús, al venir a la tierra para salvar a la sociedad humana y
para de nuevo conducirla a sus altos destinos, se hizo presente con Maria su Madre, con José, su padre
putativo, que está allí como la sombra del Padre eterno. La gran restauración del mundo entero comenzó
allí, en Belén; la familia no podrá lograr más influencia que volviendo a los nuevos tiempos de Belén (JUAN
XXIII, A loc. 25-XII-1959).

2210 La verdadera devoción hace que sea mucho más apacible el cuidado de la familia, que el amor mutuo
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entre marido y mujer sea más sincero, que la sumisión debida a los gobernantes sea más leal, y que todas
las ocupaciones, de cualquier clase que sean, resulten más llevaderas y hechas con más perfección (SAN
FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,1,3).

2211 No olvidéis que entre los esposos, en ocasiones, no es posible evitar las peleas. No riñáis delante de
los hijos jamás: los haréis sufrir y se pondrán de una parte, contribuyendo quizá a aumentar
inconscientemente vuestra desunión. Pero reñir, siempre que no sea muy frecuente, es también una
manifestación de amor, casi una necesidad. La ocasión, no el motivo, suele ser el cansancio del marido,
agotado por el trabajo de su profesión; la fatigaóojalá no sea el aburrimientoóde la esposa, que ha debido
luchar con los niños, con el servicio o con su mismo carácter, a veces poco recio; aunque sois las mujeres
más recias que los hombres, si os lo proponéis (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,26).

Los padres, cooperadores directos de Dios. Ejemplaridad

2212 Y habiendo vuelto a casa (la mujer cananea), halló a la niña descansando en la cama y libre ya del
demonio. Por las palabras de la madre, llenas de humildad y de fe, dejó el demonio a la hija; donde se nos
muestra, a modo de ejemplo, la necesidad de catequizar y bautizar a los niños, porque por la confesión de
la fe de los padres se libran sin duda del diablo en el bautismo de los párvulos, los cuales no pueden saber
ni hacer por si nada de bueno ni nada de malo (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 180).

2213 La familia es el lugar privilegiado y el santuario donde se desarrolla toda la aventura grande e intima
de cada persona humana irrepetible. Incumben a la familia, por tanto, deberes fundamentales, cuyo
cumplimiento no puede dejar de enriquecer abundantemente a los responsables principales de la misma
familia, haciendo de ellos los cooperadores más directos de Dios en la formación de nuevos hombres (JUAN
PABLO 11, Aloc. 3-1-1979).

2214 Cosa es de gran lástima, que está el mundo ya con tanta desventura y ceguedad, que les parece a los
padres que está su honra en que no se acaba la memoria de este estiércol de los bienes de este mundo, y
no la de que tarde o temprano se ha de acabar; y todo lo que tiene fin, aunque dure, se acaba, y hay que
hacer poco caso de ello, y que a costa de los pobres hijos quieran sustentar sus vanidades, y quitar a Dios
con mucho atrevimiento las almas que quiere para si, y a ellas un tan gran bien [. . . ]. Abridles, Dios mio, los
ojos; dadles a entender qué es el amor que están obligados a tener a sus hijos, para que no les hagan tanto
mal, y no se quejen delante de Dios en aquel juicio final de ellos, adonde, aunque no quieran, entenderán el
valor de cada cosa (SANTA TERESA, Fundaciones, lO,9).

2215 Abrid la Escritura, y allí veréis que, cuando los padres fueron santos, también lo fueron los hijos.
Cuando el Señor alaba a los padres o madres que se distinguieron por su fe y piedad, jamás se olvida de
hacernos saber que los hijos y los servidores siguieron también sus huellas (SANTO CURA DE ARS,
Deberes de los padres hacia sus hijos).

2216 Los que prefieren las riquezas a la virtud, la hermosura material a la fe, y desean en la mujer propia lo
que suelen buscar en la pública, no engendran hijos obedientes a ellos ni a Dios, sino rebeldes contra Dios
y contra sus padres, de tal suerte que los hijos de éstos se hacen merecedores de la pena de irreligiosidad
de los padres (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo).

El matrimonio, "sacramentum magnum" y una verdadera vocación sobrenatural

2217 Creed en vuestra vocación, en esa hermosa vocación al matrimonio y a la paternidad que Dios os ha
dado. -Creed que Dios está con vosotros, porque toda paternidad en los cielos y en la tierra recibe su
nombre de El. No penséis que hay algo que podáis hacer en vuestra vida que sea más importante que ser
un padre y una madre verdaderamente cristianos. El futuro de la Iglesia, el futuro de la humanidad depende
en gran parte de los padres y de la vida familiar que construyen en sus hogares. La familia es la verdadera
medida de la grandeza de una nación, del mismo modo que la dignidad del hombre es la auténtica medida
de la civilización (JUAN PABLO II, Hom. Limerick, l-X-1979).
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2218 En el tiempo de Navidad, la Iglesia pone ante los ojos de nuestra alma la maternidad de Maria, y lo
hace el primer día del año nuevo. Lo hace para poner también de relieve la dignidad de toda madre, para
definir y recordar el significado de la maternidad, no sólo en la vida de cada hombre, sino también en toda la
cultura humana. La maternidad es la vocación de la mujer (JUAN PABLO II, Aloc. 10-1-1979).

2219 El Matrimonio es un sacramento que hace de dos cuerpos una sola carne; como dice con expresión
fuerte la teología, son los cuerpos mismos de los contrayentes su materia. El Señor santifica y bendice el
amor del marido hacia la mujer y el de la mujer hacia el marido: ha dispuesto no sólo la fusión de sus almas,
sino la de sus cuerpos. Ningún cristiano, esté o no llamado a la vida matrimonial, puede desestimarla (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,24).

2220 El siglo pasado vivía en Francia Federico Ozanam, gran profesor; enseñaba en la Sorbona, elocuente,
insigne. Era su amigo Lacordaire, sacerdote, quien decia: "¡Este es tan capaz y tan bueno! ¡Se hará cura,
llegará a ser un gran obispo!". ¡No! Encontró a una excelente señorita, se casaron. Lacordaire quedó mal y
dijo: "¡Pobre Ozanam! Ha caido también él en la trampa". Sin embargo, dos años más tarde, Lacordaire vino
a Roma y fue recibido por Pio IX. "Venga, Padreódiceó, venga. Yo siempre he oído decir que Jesús instituyó
siete sacramentos. Ahora viene usted y me cambia las cartas sobre la mesa: me dice que ha instituido seis
sacramentos ¡y una trampa! No, Padre, el matrimonio no es una trampa; ¡es un gran sacramento!" (JUAN
PABLO 1, Aloc. 13-lX-1978).

"No cogar las fuentes de la vida"

2221 En los hogares donde hay siempre una cuna que llora, florecen espontáneamente las virtudes, a la par
que se destierra el vicio, casi barrido por la niñez que allí se renueva como aura nueva y salutífera de
primavera (Pio XII, Aloc. 20-1- 1958).

2222 El matrimonio está instituido por Dios para el bien de la prole, no sólo para engendrarlaóesto es
posible hacerlo fuera del matrimonioó, sino también para conducirla al estado perfecto; y esto porque
cualquier cosa trata natura/mente de llevar su efecto a la perfección (SANTO TOMÁS, Coment. al libro IV de
las Sentencias, d. 39, q. l, ad 2).

2223 Cegar las fuentes de la vida es un crimen contra los dones que Dios ha concedido a la humanidad, y
una manifestación de que es el egoísmo y no el amor lo que inspira la conducta. Entonces todo se enturbia,
porque los cónyuges llegan a contemplarse como cómplices, y se producen disensiones que, continuando
en esa linea, son casi siempre insanables (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,25).

2224 (Está) el matrimonio ordenado en el plan de la Providencia a la procreación de los hijos (SAN
AMBROSIO, Trat. sobre las vírgenes, I,34).

Castidad conyugal

2225 No hay amor humano neto, franco y alegre en el matrimonio si no se vive esa virtud de la castidad,
que respeta el misterio de la sexualidad y lo ordena a la fecundidad y a la entrega (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,25).

2226 No puede haber auténtica libertad si no se respeta la verdad referente a la naturaleza de la sexualidad
humana y del matrimonio. En la sociedad actual, observamos cantidad de tendencias perturbadoras y un
gran laxismo por lo que respecta a la visión cristiana de la sexualidad; y todo ello con algo en común:
recurrir al concepto de libertad para justificar todo tipo de conducta que ya no está en consonancia con el
verdadero orden moral y con la enseñanza de la Iglesia. Las normas morales no luchan contra la libertad de
la persona o de la pareja; por el contrario, existen precisamente de cara a esa libertad, toda vez que se dan
para asegurar el recto uso de la libertad. Quienquiera que rehúse aceptar estas normas y actuar en
consonancia con ellas, quienquiera (hombre o mujer) que trate de liberarse de estas normas, no es
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verdaderamente libre. Libre, en realidad, es la persona que modela su conducta responsablemente


conforme a las exigencias del bien objetivo (JUAN PABLO II, Hom. Filadelfia,8-X-1979).

El amor en el matrimonio

2227 Hago ahora mías las palabras del Apóstol: "No hagáis nada por espiritu de rivalidad o por vanagloria,
sino que cauno de vosotros, con toda humildad, considere a los demás superiores a si mismo. Que no
busque cada uno sola mente su interés, sino también el de los demás" (Fil 2,3-4).

Si, el marido no busque únicamente sus intereses, sino también los de su mujer, y ésta los de su marido; los
padres busquen los intereses de sus hijos y éstos a su vez busquen los intereses de sus padres. La familia
es la única comunidad en la que todo hombre "es amado por si mismo", por lo que es y no por lo que tiene.
La norma fundamental de la comunidad conyugal no es la de la propia utilidad y del propio placer. El otro no
es querido por la utilidad o placer que puede procurar: es querido en simismo y par sí mismo. La norma
fundamental es, pues, la norma personalistica; toda persona (la persona del marido, de la mujer, de los
hijos, de los padres) es afirmada en su dignidad en cuanto tal, es querida por si misma (JUANPABLO II,
Hom. a las familias cristianas. Madrid,2-XI-1982).

2228 Tendría un pobre concepto del matrimonio y del cariño humano quien pensara que, al tropezar con
esas dificultades, el amor y el contento se acaban. Precisamente entonces, cuando los sentimientos que
animaban a aquellas criaturas revelan su verdadera naturaleza, la donación y la ternura se arraigan y se
manifiestan como un afecto auténtico y hondo, más poderoso que la muerte (Ct 8,6) (J. ESC RIV¡ DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,24).

2229 Por eso el Apóstol los anuncia (a los hijos, fruto del matrimonio) de antemano a los que tratan de
casarse, para que no les coja desprevenidos cuando se les vengan encima, ni hagan como las mujeres
débiles, que en sintiendo la pesadumbre de ellos, reniegan del matrimonio doliéndose de haberlo contraído
y de no poder romperlo; o como no pocos hombres, que pareciéndose a ellas, sacuden las cargas
conyugales, negando el amor a sus esposas que se las trajeron. Oigan, pues, al Apóstol, que se les
adelanta con estas palabras: "Pues te casaste vinculando tu vida a la de tu esposa, no pretendas desligarte
de ella".

Y con mucha razón dice vinculando, porque los esposos quedan unidos con el vinculo estrecho del amor,
que es como enlazarse recíprocamente con cuerdas anudadas, que ninguno de los dos puede romper (SAN
AMBROSIO, Trat. sobre la virginidad,37).

2230 Recomienda a mis hermanas que amen al Señor y que contenten a sus maridos en la carne y en el
espíritu. Igualmente, manda a mis hermanos en nombre de Jesucristo que amen a sus esposas como Cristo
a la Iglesia (SAN IGNACIO DE ANTIOQU IA, Epístola a S. Policarpo).

Bienes del matrimonio y gracia sacramental

2231 Los bienes del matrimonio son tres: el primero lo constituyen los hijos, que han de ser aceptados y
educados para el servicio de Dios; el segundo es la fe o lealtad que cada uno de los cónyuges debe guardar
al otro; el tercer bien es el sacramento, esto es, la indisolubilidad del matrimonio, por ser signo de la unión
indisoluble de Cristo con la Iglesia (SANTO TOMÁS, Sobre los Sacramentos,1. c. , p. 339).

2232 Ante todo, tened en alta estima la maravillosa dignidad y gracia del sacramento del matrimonio.
Preparaos encarecidamente a él. Crced en el poder espiritual que aporta este sacramento de Jesucristo en
orden a fortalecer la unión matrimonial y a vencer todas las crisis y problemas de la vida en común. Las
personas casadas deben creer en el poder de este sacramento para santificarlas; deben creer en su
vocación de testigos, mediante su matrimonio, del poder del amor de Cristo. El verdadero amor y la gracia
de Dios nunca pueden permitir que el matrimonio se convierta en una relación centrada en sí misma de dos
individuos que viven el uno junto al otro buscando su propio interés (JUAN PABLO II, Hom. Limerick, l-X-
1979).
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Matrimonio, y la virginidad "por amor del reino de los cielos"

2233 La virginidad y el celibato por el Reino de Dios no sólo no contradicen la dignidad del matrimonio, sino
que la presuponen y la confirman. El matrimonio y la virginidad son dos modos de expresar y de vivir el
único Misterio de la Alianza de Dios con su pueblo. Cuando no se estima el matrimonio, no puede existir
tampoco la virginidad consagrada; cuando la sexualidad humana no se considera un gran valor donado por
el Creador, pierde significado la renuncia por el Reino de Dios (JUAN PABLO II, Exhort. apost. Familiaris
consortio, FC 16).

2234 Su condenación (del matrimonio) llevaria aparejada la de nuestro nacimiento, que no podría ser cosa
buena, siendo malo el origen. Por eso no van contra él mis alabanzas a la santa virginidad, ni pretendo con
ellas alejar del Matrimonio a los hombres, sino mostrarles un don precioso, que por ser desconocido de
muchas almas tiene pocos devotos en el mundo, al revés del matrimonio, que nadie ignora, buscan muchos
y a todos es licito (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las vfrge jes,1,6).

2235 Los esposos cristianos tienen, pues, el derecho de esperar de las personas vírgenes el buen ejemplo y
el testimonio de la fidelidad a su vocación hasta la muerte. Asi como para los esposos la fidelidad se hace a
veces difícil y exige sacrificio, mortificación y renuncia de si, así también puede ocurrir a las personas
vírgenes. La fidelidad de éstas, incluso ante eventuales pruebas, debe edificar la fidelidad de aquellos
(JUAN PABLO II, Exhort. apost. Familiaris consortio, FC 16).

Los padres y la vocación de los hijos

2236 Debemos también animar a los padres en su papel de educadores de sus hijos. Son ellos sus
primeros y sus mejores catequistas. Qué tarea tan grande y qué responsabilidad la de los padres: enseñar a
sus hijos el amor de Dios como algo que es verdaderamente real para ellos. Y, por la gracia de Dios, qué
fácilmente pueden algunas familias desempeñar el papel de ser un "primum seminarium" (CONC. VAT. II,
Decr. Optatamátotius,2): el germen de la vocación al sacerdocio se nutre con la oración familiar, el ejemplo
de fe y el sostenimiento de amor (JUAN PABLO 1, Aloe. 21-lX1978).

2237 Cuando en el seno del hogar te presente el demonio la batalla mostrándote a los padres suplicantes,
con lágrimas en los ojos anunciadoras del dolor que tu partida deja en sus corazones, no te rindas, sino,
puesta la mirada en Dios, resiste valerosamente, porque si alcanzas victoria en el ataque del amor paterno
no habrá ya amor del mundo capaz de volverte atrás (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las vírgenes,1,63)

2238 Dijo esto (deja a los muertos que entierren a sus muertos), no mandando despreciar el honor que se
debe a los padres, sino mostrando que ninguna cosa es tan necesaria para nosotros como ocuparnos de los
negocios del cielo. Con este fin nos debemos entregar con todo nuestro ardor, y no tardar ni un momento
por inevitables e importantes que sean las cosas que quieren detenernos (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom.
sobre S. Mateo,7).

"Honra a tu padre y a tu madre". El premio del Cuarto Mandamiento

2239 En el rostro de toda madre se puede captar un reflejo de la dulzura, de la intuición, de la generosidad
de Maria. Honrando a vuestra madre, honraréis también a la que, siendo Madre de Cristo, es igualmente
Madre de cada uno de nosotros (JUAN PABLO II, Aloc. 10-I-1979).

2240 Honra a tu padre y a tu madre. Este honor se les hace no sólo por el respeto, sino también por la
asistencia. Porque es un honor reconocer sus beneficios. Alimenta a tu padre, alimenta a tu madre; que
aunque así lo hagas ano no habrás pagado los trabajos y los dolores que tu madre ha padecido por ti. Le
debes lo que tienes a tu padre, y a tu madre lo que eres (SAN AMBROSIO en Catena Aurea, vol. VI, p. 310).

2241 Para que tengas larga vida en la tierra. Quien honra a su padre vivirá largos dfus (Si 3,7). Conviene
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advertir que una vida larga es la que se ha llenado; no se mide por su duración sino por sus realizaciones,
según el Filósofo. Y se la llena viviendo virtuosamente. Por ello el virtuoso y el santo es mucho lo que viven,
aunque muera joven su cuerpo (SANTO TOMÁS, Sobre los mandamientos,1. c. ,252).

Después de Dios, los padres

2242 El hombre se hace deudor de los demás según la excelencia y según los beneficios que de ellos ha
recibido. Por ambos titulos, Dios ocupa el primer lugar, por ser sumamente excelente y ser principio primero
de nuestro existir y de nuestro gobierno. Pero después de Dios, los padres [. . . ], pues de ellos hemos
nacido y nos hemos criado. Por lo tanto, después de Dios, a los padres [. . . ] es a quienes más debemos
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 101, a. 1).

2243 Honra a tu padre, pero si no te separa del verdadero Padre (SAN JERONIMO, Epístola 54,3).

2244 Amad a los padres, mas poned a Dios por delante de los padres (SAN AGUSTIN, Sermón 100).

Otra paternidad y filiación además de la natural

2245 Honra a tu padre y a tu madre. No es la generación natural el único motivo por el que se puede llamar
padre a una persona; existen otras razones diversas según las cuales algunos son llamados así, y a cada
una de estas especies de paternidad se debe su correspondiente respeto (SANTO ToM¡S, Sobre los
mandamientos,1. c. , p. 254).

La educación cristiana de los hijos y la escuela

2246 De ahí se sigue que las escuelas que llaman neutras o laicas socavan y trastornan todo fundamento
de educación cristiana, como quiera que en ellas se excluye de todo punto la religión; escuelas, por lo
demás, que sólo en apariencia son neutras, pues de hecho o son o se convierten en enemigas declaradas
de la religión (Pkí Xl, Enc. Divini illias Magistri,31-X11-1929).

2247 No hay lugar a dudas de que, en el ámbito de la educación, a la autoridad pública le competen
derechos y deberes, en cuanto debe servir al bien común. Ella, sin embargo, no puede sustituirse a los
padres, ya que su cometido es el de ayudarles, para que puedan cumplir su deber-derecho de educar a los
propios hijos de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas. (JUAN PABLO 11, Hom. en la Misa para
las familias cristianas, Madrid 2-XI-1982).

2248 Tratarán con todas sus fuerzas de rechazar todo atentado en este particular, y de conseguir a toda
costa que en su mano quede educar cristianamente, como conviene, a sus hijos, y apartarlos cuanto más
lejos puedan de las escuelas donde corren peligro de que se les inculque el veneno de la impiedad (LEÓN
X111, Enc. Sapientiae christianae).

2249 La autoridad pública tiene en este campo un papel subsidiario y no abdica sus derechos cuando se
considera al servicio de los padres; al contrario, ésta es precisamente su grandeza: defender y promover el
libre ejercicio de los derechos educativos. Por esto vuestra Constitución establece que "los poderes públicos
garantizan el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que está en
conformidad con sus propias convicciones" (cfr. Art. 27,3).

Concretamente, el derecho de los padres a la educación religiosa de sus hijos debe ser particularmente
garantizado. En efecto, por una parte la educación religiosa es el cumplimiento y el fundamento de toda
educación que tiene por objetoócomo dice también vuestra Constituciónó"el pleno desarrollo de la
personalidad humana" (Si 2). Por otra parte, el derecho a la libertad religiosa quedaría desvirtuado en gran
medida, si los padres no tuviesen la garantía de que sus hijos, sea cual fuere la escuela que frecuentan,
incluso la escuela publica, reciben la enseñanza y la educación religiosa (JUAN PABLO II, Hom. en la Misa
para las familias cristianas, Madrid 2-XI-1982).
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2250 Hasta las bestias están más apreciadas que los hijos, y más nos cuidamos de nuestros asnos y
caballos que de nuestros hijos. El que tiene una mula se preocupa de buscar un buen arriero que no sea un
tonto, ni ladrón, ni borracho, sino que conozca bien su oficio. En cambio, cuando se trata de poner un
maestro para el alma del niño, echamos mano del primero que se nos presenta. Y sin embargo, no hay arte
superior a éste. Porque, ¿qué hay comparable a formar un alma y a plasmar la inteligencia y el espíritu de
un joven? (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,7).

El trabajo doméstico

2251 El trabajo doméstico [. . . ], es una parte esencial en el buen ordenamiento de la sociedad y tiene una
enorme influencia sobre la colectividad; exige una dedicación continua y total y, por consiguiente, constituye
una ascética cotidiana que requiere paciencia, dominio de si mismo, longanimidad, creatividad, espiritu de
adaptación, valentía ante los imprevistos. Y colabora también en la producción de rentas y riquezas,
bienestar y valor económico (JUAN PABLO 11, Aloc. 29-IV-1979).

2252 [. . . ] dignificar el oficio de las empleadas del hogar, de modo que puedan realizar su trabajo con
sentido cientifico. Digo con sentido científico, porque es preciso que el trabajo en el hogar se desarrolle
como una verdadera profesión [. . . ]. ES necesarioóademás de esas garantías jurídicasóque la persona que
preste ese servicio esté capacitada, profesionalmente preparada. He dicho servicioóaunque la palabra hoy
no gustaóporque toda tarea social bien hecha es eso, un estupendo servicio: tanto la tarea de la empleada
del hogar como la del profesor o la del juez. Sólo no es servicio el trabajo de quien lo condiciona todo a su
propio bienestar. ¡ES una cosa de primera importancia el trabajo en el hogar! Por lo demás, todos los
trabajos pueden tener la misma calidad sobrenatural: no hay tareas grandes o pequeñas; todas son
grandes, si se hacen por amor. Las que se tienen como tareas grandes se empequeñecen, cuando se
pierde el sentido cristiano de la vida (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Conversaciones con Mons. Escrivá de
Balaguer, n. 109).

2253 Vosotras [. . . ] colaboráis directamente en la buena marcha de la familia. Y esto es un gran cometido;
cabria decir que es como una "misión", para la cual se necesitan una preparación y una madurez
adecuadas, a fin de ser competentes en las diversas actividades caseras; para racionalizar el trabajo y
conocer la psicología familiar; para adquirir la así llamada "pedagogía del esfuerzo", que ayuda a organizar
mejor las propias prestaciones; y también para ejercitar la necesaria función educadora. Todo esto es un
mundo importantísimo y precioso, que cada día se abre ante vuestros ojos y ante vuestra responsabilidad
(JUAN PABL O 11, Aloc. 29-lV-1979).

2254 ¡No hay código alguno que prescriba la sonrisa! Pero vosotras podéis proporcionarla. Podéis ser el
alivio de la bondad dentro de la familia. Recordad lo que ya escribía San Pablo a los primeros cristianos:
Que todo lo que hacéis, de palabra y de obra, todo se realice en el nombre del Señor Jesús, dando gracias
a Dios Padre por medio de El (Col 3,17). Todo lo que hagais, hacedlo de corazón, como para el Señor y no
para los hombres, sabiendo que recibiréis del Señor la herencia como recompensa (Col 3,23-24). ¡Amad
vuestro trabajo! ¡Amad a las personas con quienes colaboráis! ¡Del amor y de la bondad nacen también
vuestra alegría y vuestra satisfacción! (JUAN PABLO II, ALoc. 29-lV-1979).

FE

Citas de la Sagrada Escritura

Sin fe es imposible agradar a Dios [. . . ]. He 11,6.

El que creyere y se bautizare se salvará; pero el que no creyere será condenado. Mc 16,16.

Este es su mandato: que creamos en el nombre de SU Hijo Jesucristo. 1Jn 3,23.

A todo el que me reconociera delante de los hombres, yo también le reconoceré delante de mi Padre que
está en los cielos; y a quien me negare delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre.
Mt 10,32-33.
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Tales hombres no tienen disculpa, porque habiendo conocido a Dios [. . . ] devanearon en sus discursos, y
quedó su insensato corazón lleno de tinieblas [. . . ]. Rm 1,21.

Aquellos que, pagados de sí 22,1-8. mismos, blasfemando, no temen sembrar herejías [. . . ], han dejado el
camino recto [. . . ]. Estos tales son fuentes sin aguas y nubes agita das por los vientos, para los cuales está
reservado el abismo de las tinieblas. 2P 2,10.15.17.

No hay otro Evangelio, pero hay algunos que os traen alborotados y quieren trastornar el Evangelio de
Cristo, pero [. . . ] cualquiera que os anuncie un Evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema.
Ga 1,7 y 9.

La idolatría, consecuencia del pecado de soberbia: Rm 1,23.

En los últimos días sobrevendrán tiempos peligrosos, se levantarán hombres amadores de sí mismos [. . . ];
éstos resisten a la verdad, hombres de corazón corrompido, réprobos en la fe. 2Tm 3,1-8.

Testimonio de fe de Eleazar: 2M 6,1-31.

Fe de Abrahan: Gn 15,1-8;

Fe de la viuda de Sarepta: 1R 17,10-16.

Testimonio de los mártires de Sebaste: 2M 7,2-41.

(Fe de una mujer cananea): Entonces le dijo Jesús: Mujer, grande es tu fe [. . . ]. Mt 15,28.

(Fe de una mujer que padecía flujo de sangre): Jesús se volvió y, al verla, le dijo: Animo, hija, tu fe te ha
sanado. Mt 9,22.

(Fe de los amigos de un paralitico): Viendo Jesús la fe de ellos (de los amigos), dijo al paralítico: Tus
pecados te son perdonados [. . . ]. Mt 9,2; Lc 5,20.

(Fe de un centurión): Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y volviéndose a la muchedumbre que le
seguía, dijo: En verdad, os digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande. Lc 7,9.

Dijéronle los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. El Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza
diríais a este sicomoro: "Arráncate y échate al mar", y os obedeceria. Lc 17,5-6.

(. . . A los discípulos). No habéis podido echarlo (al demonio) por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si
tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte [. . . ] y nada os será imposible. Mt 17,20.

(A dos ciegos). Entonces les tocó los ojos diciendo: Hágase en vosotros según vuestra fe. Mt 9,29.

Origen sobrenatural de la fe

2255 No es la sabiduría terrena quien descubre esta fe, ni la opinion humana quien puede conseguirla: el
mismo Hijo único es quien la ha enseñado y el Espíritu Santo quien la instruye (SAN LEÓNM AGNO,
Sermón 75 de Pentecostés).

2256 Dios es luz sobrenatural de los ojos del alma y sin ella está en tinieblas (SAN JUAN DELA CRUZ
Cántico espiritual,10,8).

2257 El verdadero y auténtico católico es el que ama la verdad de Dios y de la Iglesia, Cuerpo de Cristo;
aquel que no antepone nada a la religión divina y a la fe católica: ni la autoridad de un hombre, ni el amor, ni
el genio, ni la elocuencia, ni la filosofía; sino que, desprendiendo todas estas cosas y permaneciendo
sólidamente firme en la fe, está dispuesto a admitir y a creer solamente lo que la Iglesia siempre y
universalmente ha creído (SAN V1CENTE DE LERINS, Conmonitorio,20).
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2258 . . . Si un experto afirmase algo dentro de su competencia, y un ignorante dijese que no era como
enseñaba el experto porque él no le entendía, sería considerado bastante estúpido el ignorante. Pero es
sabido que el entendimiento de un ángel supera al entendimiento del mejor filósofo más que el de éste al de
un ignorante. Por tanto es estúpido el filósofo que no quiera creer lo que afirman los ángeles; mucho más si
no quiere creer lo que dice Dios (SANTO ToMAs, Sobre el Credo,1. c. , p. 32).

2259 Nadie debe dudar acerca de la fe, sino creer las cosas de la fe más que las que puede ver, porque la
vista del hombre puede engañarse, pero la sabiduría de Dios jamás se equivoca (SANTO TOMAS, Sobre el
Credo,1. c. , p. 34).

2260 Nuestro conocimiento es tan débil que ningún filósofo pudo jamás investigar totalmente la naturaleza
de una mosca, y así se cuenta que un filósofo vivió treinta años en soledad tratando de conocer la
naturaleza de la abeja. Si nuestro entendimiento es tan débil, ¿no es necedad empeñarse en creer de Dios
tan sólo lo que el hombre puede averiguar por sí mismo? (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo,1. c. ,p. 32).

2261 Mi madre me decía cuando era ya mayor: De pequeño estuviste muy malo; tuve que llevarte de un
médico a otro y velar noches enteras; ¿me crees? ¿Cómo habría yo podido decir: Madre, no te creo? Pero
sí que creo, creo lo que me dices, mas te creo especialmente a ti. Y así ocurre con la fe. No se trata sólo de
creer lo que Dios ha revelado, sino a El, que merece nuestra fe, que nos ha amado tanto y tanto ha hecho
por nuestro amor (JUAN PABLO I, Aloc. 13-IX-1978).

2262 (La fe en Dios comporta tres dimensiones que S. Agustín enunció con esta expresión): "credere Deo,
credere Deum, credere in Deum", creer en Dios, creer a Diosóaceptar todo lo que El ha reveladoóy creer a
Dios (SAN AGUSTIN, Sermón 144).

2263 La fe nos da y nos comunica al mismo Dios, pero cubierto con plata de fe; pero no por eso no nos lo
da en la verdad. El que da un vaso de oro plateado, no porque el vaso esté plateado deja de ser de oro
(SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,12,4).

2264 Si uno no quisiera creer más que lo que conoce, ni siquiera podría vivir en este mundo. ¿Cómo podría
vivir sin creer a alguien? ¿Cómo creeria, por ejemplo, que fulano es su padre? Por consiguiente, es
necesario que el hombre crea a alguien acerca de las cosas que no puede saber totalmente por sí solo.
Pero a nadie hay que creer como a Dios; por tanto, los que no creen las enseñanzas de la fe no son sabios,
sino estúpidos y soberbios, como dice el Apóstol: Soberbio es, nada sabe (ITm 6,4) (SANTO TOMÁS, Sobre
el Credo,1. c. , p. 33).

Propiedades de la fe

2265 Abrazar la fe cristiana es comprometerse a continuar entre las criaturas la misión de Jesús (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,183).

2266 Gran apoyo es la fe integra, la fe verdadera, en la cual nada puede ser añadido o quitado por nadie;
porque la fe, si no es única, no existe en modo alguno (SAN LEÓN, Sermón 24, en la Natividad del Señor).

2267 Por diversos que sean los lugares, los miembros de la Iglesia profesan una misma y única fe, la que
fue transmitida por los Apóstoles a sus discípulos (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,1,10).

2268 Y es para nosotros motivo de alegría lo que sigue a continuación. Dichosos los que sin ver han creído.
En esta sentencia el Señor nos designa especialmente a nosotros, que le guardamos en nuestra mente sin
haberle visto corporalmente. Nos designa a nosotros, con tal de que las obras acompañen nuestra fe,
porque el que cree de verdad es el que obra según su fe (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 26 sobre los
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Evang. ).

2269 ¿Te persuades de cómo ha de ser nuestra fe? Humilde. ¿Quién eres tú, quién soy yo, para merecer
esta llamada de Cristo? ¿Quiénes somos, para estar tan cerca de El? Como a aquella pobre mujer entre la
muchedumbre, nos ha of recido una ocasión. Y no para tocar un poquito de su vestido, o un momento el
extremo de su manto, la orla. Lo tenemos a El. Se nos entrega totalmente, con su Cuerpo, con su Sangre,
con su Alma y con su Divinidad. Lo comemos cada día, hablamos íntimamente con El, como se habla con el
padre, como se habla con el Amor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,199).

2270 La fe no es propia de los soberbios, sino de los humildes

(SAN AGUSTiN, en Catena Aurea, vol. VI, p. 297).

Frutos de la fe

2271 La fe es la escalera que lleva al conocimiento; el conocimiento es el premio de la fe (SAN AGUSTIN,


Sermón 126).

2272 La fe nos proporciona cuatro bienes:

1. ¡ por la fe el alma se une a Dios [. . . ].

2. ¡ por la fe se incoa en nosotros la vida eterna; pues la vida eterna no es otra cosa que conocimiento de
Dios [. . . ]. 3. ¡ La fe dirige la vida presente [. . . ].

4. 1Con la fe vencemos las tentaciones. (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,1. c. , pp. 29-31).

2273 Unicamente la fe puede captar estos misterios, esta fe que es el fundamento y la base de todo aquello
que excede la experiencia y el conocimiento natural (SAN M¡XIMO, Centuria 1,8).

2274 Es imposible penetrar en el conocimiento de las Escrituras si no se tiene previamente infundida en sí


la fe en Cristo, la cual es como la luz, la puerta y el fundamento de toda la Escritura. En efecto, mientras
vivimos en el destierro lejos del Señor, la fe es el fundamento estable, la luz directora y la puerta de entrada
de toda iluminación sobrenatural (SAN BUENAVENTURA, Breviloquio, prólogo).

2275 La fe, si es fuerte, defiende toda la casa (SAN AMBROSIO, Coment. sobre el Salmo 18,12,13).

2276 . . . Ningún filósofo antes de la venida de Cristo, aun con todo su esfuerzo, pudo saber acerca de Dios
y de las cosas necesarias para la vida eterna lo que después de su venida sabe cualquier viejecilla por
medio de la fe (SANTO ToMAs, Sobre el Credo,1. c. , p. 31).

2277 El primer beneficio de los que creen consiste en recibir del Espíritu Santo el perdón de los pecados
(SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,11).

2278 La fe se asemeja a una antorcha, porque por ella se ilumina la marcha del hombre interior (SAN
REMIGIO, en Catena Aurea, vol. 1p 390).

El "depositum fidei" (contenido de la fe). Errores doctrinales

2279 Pero, ¿qué es un depósito? El depósito es lo que te ha sido confiado, no encontrado por ti; tú lo has
recibido, no lo has excogitado con tus propias fuerzas. No es el fruto de tu ingenio personal, sino de la
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doctrina; no está reservado para un uso privado, sino que pertenece a una tradición pública. No salió de ti,
sino que a ti vino: a su respecto tú no puedes comportarte como si fueras su autor, sino como su simple
custodio. No eres tú quien lo ha iniciado, sino que eres su discípulo; no te corresponderá dirigirlo, sino que
tu deber es seguirlo. Guarda el depósito, dice; es decir, conserva inviolado y sin mancha el talento de la fe
católica. Lo que te ha sido confiado es lo que debes custodiar junto a ti y transmitir. Has recibido oro;
devuelve, pues, oro. No puedo admitir que sustituyas una cosa por otra. No, tú no puedes
desvergonzadamente sustituir el oro por plomo, o tratar de engañar dando bronce en lugar de metal
precioso. Quiero oro puro, y no algo que sólo tenga su apariencia (SAN VICENTE DE LERINS,
Conmonitorio, n. 22).

2280 Y ni el que posee dotes oratorias, entre los que presiden las Iglesias, enseñará algo diverso a lo que
hemos dicho (ya que nadie está por encima de su maestro), ni el que está privado de esas dotes aminorará
por ello el contenido de la tradición. En efecto, siendo la fe única e idéntica para todos, ni la amplia el que es
capaz de hablar mucho sobre ella, ni la aminora el que no es capaz de tanto (SAN IRENEO, Trat. contra las
herejías,1,10).

2281 Que la religión de las almas imite el modo de desarrollarse los cuerpos, cuyos elementos, aunque con
el paso de los años se desenvuelven y crecen, sin embargo permanecen siendo siempre ellos mismos. Hay
gran diferencia entre la flor de la infancia y la madurez de la ancianidad; no obstante, quienes ahora son
viejos son los mismos que fueron adolescentes. El aspecto y el porte de un individuo camblará, pero se
tratará siempre de la misma naturaleza y de la misma persona (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio,
n. 29).

2282 Quizá alguien diga: ¿ningún progreso de la religión es entonces posible en la Iglesia de Cristo?
Ciertamente que debe haber progreso, ¡y grandisimo! ¿Quién podría ser tan hostil a los hombres y tan
contrario a Dios que intentara impedirlo? Pero a condición de que se trate verdaderamente de progreso por
la fe, no de modificación. Es característica del progreso el que una cosa crezca, permaneciendo siempre
idéntica a si misma; es propio, en cambio, de la modificación que una cosa se transforme en otra. Asi pues,
crezcan y progresen de todas las maneras posibles la inteligencia, el conocimiento, la sabiduría, tanto de la
colectividad como del individuo, de toda la Iglesia, según las edades y los siglos; con tal de que eso suceda
exactamente según su naturaleza peculiar, en el mismo dogma, en el mismo sentido, según una misma
interpretación (SAN VICENTE DE LERINS, Conm. Conmonitorio, n. 27).

2283 Siempre resultará provechoso csiorzarse en profundizar el contenido de la antigua tradición, de la


doctrina y la fe de la Iglesia católica, tal como el Señor nos la entregó, tal como la predicaron los apóstoles y
la conservaron los santos Padres. En ella, efectivamente, está fundamentada la Iglesia, de manera que todo
aquel que se aparta de esta fe deja de ser cristiano y ya no merece el nombre de tal (SAN ATANASIO, Carta
I a Serapión,28-30).

2284 Los católicos han tenido siempre la costumbre, y la tienen todavía, de determinar la verdadera fe de
dos maneras: con la autoridad de la Escritura divina y con la tradición de la Iglesia católica. No porque la
Escritura, por si sola, no sea suficiente en todos los casos, sino porque muchos,interpretando a su capricho
las palabras divinas, acaban por inventar una cantidad increíble de doctrinas erróneas. Por este motivo es
necesario que la exégesis de la Escritura divina vaya guiada por la única regla del sentir católico,
especialmente en las cuestiones que tocan los fundamentos de todo el dogma católico (SAN VICENTE DE
LERINS, Conmonitorio, n. 29).

2285 Velad, pues, hermanos, y conservad cuidadosamente la tradición que ahora recibís y grabadla en el
interior de vuestro corazón.

Poned todo cuidado, no sea que el enemigo, encontrando a alguno de vosotros desprevenido y remiso, le
robe este tesoro, o bien se presente algún hereje que, con sus errores, contamine la verdad que os hemos
entregado. Recibir la fe es como poner en el banco el dinero que os hemos entregado; Dios os pedirá
cuenta de este depósito (SAN CIRILO DE JERUSALÉN, Catequesis 5, sobre la fe y el símbolo).
-269 -

2286 Lo que todos, o al menos la mayoría, han afirmado claramente, a modo de concilio de maestros
perfectamente unánimes, y que han confirmado al aceptarlo, conservarlo y transmitirlo, eso es lo que debe
ser mantenido como indudable, cierto y verdadero. Al contrario, todo lo que fuera de la doctrina común, e
incluso contra ella, haya pensado uno solo, aunque sea un santo y un docto, un obispo, un confesor, un
mártir, debe ser relegado entre las opiniones personales, no oficiales, privadas, que no tienen la autoridad
de la opinión común pública y general; no nos suceda, con sumo peligro para nuestra salvación eterna, que
abandonemos la antigua verdad de la doctrina católica para seguir el error nuevo de un solo individuo,
según la sacrílega costumbre de los herejes y cismáticos (SAN VICENTE DE LERINS,conmonitorio, n. 27).

2287 Es legitimo que los antiguos dogmas de la filosofía celestial, al correr de los siglos, se afinen, se limen,
se pulan; pero seria impío cambiarlos, desfigurarlos, mutilarlos. Adquieran, al contrario, mayor evidencia,
claridad, precisión; pero es necesario que conserven siempre su plenitud, integridad, propiedad (SAN
VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 23).

2288 La Iglesia, habiendo recibido esta predicación y esta fe, aunque esparcida por todo el mundo, la
guarda con diligencia, como si todos sus hijos habitaran en una misma casa; y toda ella crce estas mismas
verdades como quien predica, las enseña y las transmite como quien tiene una sola boca. Porque si bien en
el mundo hay diversidad de lenguajes, el contenido de la tradición es uno e idéntico para todos.

Y lo mismo creen y transmiten las Iglesias fundadas en Germania, así como las de los iberos, las de los
celtas, las del Oriente, las de Egipto, las de Libia y las que se hallan en el centro del mundo; pues, del
mismo modo que el sol, creatura de Dios, es uno e idéntico en todo el mundo, así también la predicación de
la verdad brilla en todas partes e ilumina a todos los hombres que quieren llegar al conocimiento de la
verdad (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,1,10).

2289 [. . . ] las verdades de fe y de moral no se determinan por mayoria de votos: componen el


depósitoódeposita". fideió entregado por Cristo a todos los fieles y confiado, en su exposición y enseñanza
autorizada, al Magisterio de la Iglesia (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. El fin sobrernatural de la
Iglesia,28-V-1972).

2290 Todo lo que halle que, no por uno o dos solamente, sino por todos juntos de pleno acuerdo, haya sido
mantenido, escrito y enseñado abiertamente, frecuente y constantemente, sepa que él también lo puede
creer sin vacilación alguna (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 3).

2291 Así, pues, el sábado próximo, en que celebraremos la vigilia, si Dios quiere, habréis de dar no la
oración (el Padrenuestro), sino el símbolo (el Credo): porque si ahora no lo aprendéis de memoria, después,
en la iglesia, no se lo habéis de oir todos los dias al pueblo. Y, en aprendiéndole bien, decidle a diario para
que no se os olvide; al levantaros de la cama, al ir a dormiros, dad vuestro símbolo, dádselo a Dios,
procurando hacer memoria de ello, y sin pereza de repetirlo. Es cosa buena repetir, para no olvidar. No
digáis: "Ya lo dije ayer, y lo digo hoy, y a diario lo digo: téngale bien grabado en la memoria". Sea para ti
como un recordatorio de tu fe y un espejo donde te mires. Mírate, pues, en él: examina si continúas
creyendo todas las verdades que de palabra dices creer y regocíjate a diario en tu fe. Sean ellas tu riqueza:
sean a modo de vestidos para el aderezo de tu alma (SAN AGUSTIN, Sermón 58).

Poder de la fe

2292 Un poco de fe puede mucho (SAN JUAN CR[SÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 269).

2293 Jesucristo pone esta condición: que vivamos de la fe, por- que después seremos capaces de remover
los montes. Y hay tantas cosas que remover. . . en el mundo y, primero, en nuestro corazón (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,203).

2294 No solamente hombres, sino también mujeres, niños pequeños y muchachas han combatido por ella
(por la fe) en todas las partes del mundo hasta derramar su sangre. Esta fe ha puesto en fuga a los
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demonios, desterrado las enfermedades, resucitado a los muertos (SAN LEÓN MAGNO, Sobre la Ascensión
del Señor).

2295 Si tuvierais fe [. . . 1, diréis a este árbol: Arráncate de raíz y trasplántate en el mar, y os obedecerá (Lc
17). Si los Apóstoles no llegaron a trasladar ningún árbol, no los acuséis; porque no dijo: trasladaréis, sino
podréis trasladar; pero no lo hicieron porque no era necesario, habiendo hecho cosas de mayor importancia
(SAN JUAN CRISÓSTOMO en Catena Aurea, vol. Vl, p. 269).

2296 Les invita a la fe con la parábola del grano de mostaza; y les hace ver que, de todos modos, se
propagará la predicación del Evangelio. Es necesaria la fe para comprender esto: los más pequeños, los
más débiles entre los hombres eran los discípulos del Señor; pero como había en ellos una eficacia divina
grandiosa, esa fuerza se desplegó y se difundió por todo el mundo. Con esto quiso dar el Señor una prueba
de su grandeza (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,46).

2297 Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados (Mc
2,1 ss. ). Es digno de consideración cuánto debe valer para Dios la fe propia de cada uno, cuando vale tanto
la ajena que por ella se levanta un hombre curado de repente interior y exteriormente, y por el mérito de
unos se perdonan a otros sus pecados (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 51).

2298 "Si habueritis fidem, sicut granum sinapis!"ó¡Si tuvierais fe tan grande como un granito de mostaza!. . .
¡Qué promesas encierra esa exclamación del Maestro! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 585).

Seguridad de la fe

2299 Aquí, en Roma, hubo un gran poeta, Trilussa, que trató también él de hablar de la fe. En cierta poesía
suya dejó dicho: "aquella viejecita ciega, que encontré / la tarde que me perdí en medio del bosque / me
dijo: Si el camino no lo sabes / te acompaño yo, que lo conozco. / Si tienes el valor de acompañarme, / de
vez en cuando te daré una voz: hasta allá en el fondo, donde hay un ciprés; / hasta allá en la cima, donde
hay una cruz. Yo respondí: Bueno. . . pero encuentro extraño / pueda guiarme quien no ve. . . / La ciega,
entonces, me cogió la mano / y suspiró:óCaminaó. Era la fe". Como poesía, graciosa; como teología,
defectuosa. Defectuosa, porque cuando se trata de la fe, el gran conductor es Dios (JUAN PABLO I, A loc. l
3 -IX- 1978).

2300 Nada es demásiado difícil de creer acerca de Aquel para quien nada es demásiado difícil de hacer
(CARD. J. H. NEWMAN, Sermón sobre Dom. IV después de Epifonia óCat. S. Chand 1848).

2301 ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Si hubieran tenido una idea clara de su omnipotencia habrían
estado seguros de que El podía sacarlos del peligro. Pero como lo veían dormido en la barca, no pudieron
crcer que estaban a salvo, no comprendieron que El, despierto o dormido, era omnipotente. Esta idea es
muy importante para nosotros hoy, porque será un medio de sostener nuestra fe. ¿Por qué creéis todos los
hechos extraños y maravillosos recogidos en la Escritura? Porque Dios es omnipotente y puede hacerlos.
¿Por qué creéis que una Virgen concibió y dio a luz un Hijo? Porque es un acto de Dios y El puede hacer
cualquier cosa. Como el Angel Gabriel dijo a la Santísima Virgen: Nada es imposible para Dios. (CARD. J.
H. NEWMAN, Sermón sobre el Dom. l V después de Epifania).

2302 No seré reacio, no dudaré, porque creo en aquello que aleja toda duda. Todos los actos de poder
divino caen dentro y son ejemplo de este atributo universal en el cual yo creo: la omnipotencia. Si Dios
puede hacerlo todo, puede hacer esto. Puede hacer mucho más que esto. Por más maravilloso que esto o
aquello pueda ser para nuestras limitadas inteligencias, si conociéramos todo, veríamos que esto, sea lo
que fuere, es solamente una cosa entre muchas (CARD. J. H. NEWMAN Sermón sobre el Dom. I V después
de Epifunia).

2303 No quieras que te llene nada que no sea Dios. No desees gustos de Dios. No desees tampoco
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entender de Dios más de lo que debes entender. La fe y el amor serán los lazarillos que te llevarán a Dios
por donde tú no sabos ir.

La fe son los pies que llevan a Dios al alma. El amor es el orientador que la encamina (SAN JUAN DE LA
CRUZ, Cántico espiritual,1,11).

2304 Esa certeza que nos da la fe hace que miremos lo que nos rodea con una luz nueva, y que,
permaneciendo todo igual, advirtamos que todo es distinto, porque todo es expresión del amor de Dios (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,144).

2305 No somos sólo náufragos a los que Dios ha prometido salvar, sino que esa salvación obra ya en
nosotros. Nuestro trato con Dios no es el de un ciego que ansía la luz pero que gime entre las angustias de
la obscuridad, sino el de un hijo que se sabe amado por su Padre (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo
que pasa,142).

2306 En esto consiste, en efecto, la fuerza de los espíritus verdaderamente grandes, esto es lo que realiza
la luz de la fe en las almas verdaderamente fieles; creer sin vacilación lo que no ven nuestros ojos, tener fijo
el deseo en lo que no puede alcanzar nuestra mirada. ¿Cómo podría nacer esta piedad en nuestros
corazones, o cómo podríamos ser justificados por la fe, si nuestra salvación consistiera tan sólo en lo que
nos es dado ver? (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 2, sobre la Ascensión).

Deber de confesar externamente la fe

2307 Cuando el honor de Dios o la utilidad del prójimo están en peligro, no debe contentarse el hombre con
estar unido con su fe a la verdad divina, sino que debe confesarla exteriormente (SANTO TOMÁS Suma
Teológica,2-2, q. 3, a. 2 ad l).

2308 Alégrate cada día de tu fe. Sus articulos sean tus riquezas, y como los vestidos de cada día para tu
alma. Cuando te levantas, ¿no te vistes? Asi también, recordando el Credo, viste tu alma, para que el olvido
no te desabrigue y quedes desnudo. Hemos de vestirnos con nuestra fe (SAN AGUSTIN, Sermón 58).

2309 No sólo niega a Cristo quien dice que no existe, sino también quien niega su condición de cristiano
(RABANO MAURO, en Catena,4urea, vol. III, p. 340).

2310 No se contenta el Señor con una fe interna, sino que pide una confesión exterior de ella, urgiéndonos
a una mayor confianza y a un mayor amor (SAN JUAN CRiSÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,35).

2311 Si hubiese sido Jesucristo un puro hombre, ¿cómo se hubiera podido pensar que habían de preferirle
los padres a sus hijos, los hijos a sus padres, los maridos a sus mujeres, y no en una casa o en ciento, sino
en todo el mundo? Y no sólo lo predijo, sino que se ha cumplido con hechos (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en
Catena Aurea, vol. VI, p. 118).

2312 El Señor pregunta a los apóstoles qué piensa la gente acerca de El, y su respuesta concuerda en
cuanto que expresa la desorientación de la ignorancia de los hombres. Pero tan pronto como interroga a sus
discípulos sobre la convicción que ellos tienen, el primero entre ellos en dignidad es el primero también en
confesar al Señor (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 4).

Pecados contra la fe

2313 No tienen fe. Pero tienen supersticiones. Risa y vergüenza nos dio aquel poderoso que perdía su
tranquilidad al oír una determinada palabra, de suyo indiferente e inofensiva óque era, para él, de mal
agüeroóo al ver girar la silla sobre una pata (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 587).
-272 -

2314 (La infidelidad es el mayor de los pecados, ya que es) lo que más aleja de Dios, porque priva hasta de
su verdadero conocimiento, y el conocimiento falso de Dios no acerca, sino que aleja al hombre de él
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 10, a. 4).

2315 (La apostasía es un pecado de infidelidad que) nace de la soberbia, por la que el hombre no se
somete a las reglas de la fe (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 10, a. 1).

Los que le niegan son primeramente los que pospusieron la 2316 fe por temor a una inminente persecución,
y después los doctores de la herejía y sus discípulos (SAN CIRILO en Catena Aurea, vol. Vl, p. 70).

2317 [. . . ] y les tributaron honores divinos y culto: tales son los cuerpos celestes, el sol, la luna y las
estrellas. A éstos les ocurrió lo que a uno que va a la curia regia, y queriendo ver al rey piensa que es el
monarca todo lo que encuentra bien vestido o con cargo (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,1. c. , p. 36).

2318 Debemos considerar en todas las señales que fueron dadas tanto al nacer como al morir el Señor,
cuánta debió ser la dureza de corazón de algunos judíos, que no llegaron a conocerle ni por el don de
profecía, ni por los milagros. Todos los elementos han dado testimonio de que ha venido su Autor. Porque,
en cierto modo, los cielos le reconocieron como Dios, pues inmediatamente que nació lo manifestaron por
medio de una estrella. El mar le reconoció sosteniéndole en sus olas; la tierra le conoció porque se
estremeció al ocurrir su muerte; el sol le conoció ocultando a la hora de su muerte el resplandor de sus
rayos; los peñascos y los muros le conocieron porque al tiempo de su muerte se rompieron; el infierno le
reconoció restituyendo a los muertos que conservaba en su poder. Y al que habían reconocido como Dios
todos los elementos insensibles, no le quisieron reconocer los corazones de los judíos infieles y más duros
que los mismos peñascos (SAN GREGORIO, Hom. 10 sobre los Evang. ).

2319 La infidelidad nace de la soberbia, por la cual el hombre no somete su entendimiento a las reglas de la
fe y a las enseñanzas de los Padres (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2,q. IO,a. 1).

2320 No es pequeña acusación contra los judíos el hecho de que estos ciegos, sin ojos, por sólo el oído,
reciban la fe; mientras aquellos que contemplaban los milagros de Jesús y tenian por testigos de sus hechos
no menos que sus propios ojos, hacían todo lo contrario (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,82).

2321 Si se cede en cualquier punto del dogma católico, después será necesario ceder en otro, y después en
otro más, y así hasta que tales abdicaciones se conviertan en algo normal y licito. Y una vez que se ha
metido la mano para rechazar el dogma pedazo a pedazo, ¿qué sucederá al final, sino repudiarlo en su
totalidad? (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 23).

2322 De la misma manera que la luz presente está ausente a los ciegos y a los que cierran los ojos, así el
reino de Dios, aunque nunca se ausenta de la tierra, está sin embargo ausente a quienes lo ignoran (SAN
AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2,20).

Fe y dificultades

2323 En otros tiempos se incitaba a los cristianos a renegar de Cristo; en nuestra época se enseña a los
mismos a negar a Cristo. Entonces se impelía, ahora se enseña; entonces se usaba de la violencia, ahora
de insidias; entonces se oía rugir al enemigo, ahora, presentándose con mansedumbre insinuante y
rondando, difícilmente se le advierte. Es cosa sabida de qué modo se violentaba entonces a los cristianos a
negar a Cristo: procuraban atraerlos a sí para que renegasen; pero ellos, confesando a Cristo, eran
coronados. Ahora se enseña a negar a Cristo y, engañándolos, no quieren que parezca que se los aparta de
Cristo (SAN AGUST;N, Coment. sobre el Salmo 39).
-273 -

2324 Enhorabuena vuele lejos la paja de una fe superficial y li- gera, en cuanto sienta el soplo de la prueba;
tanto más limpio será así el montón de trigo que se habrá de guardar en los graneros del Señor
(TERTULIANO, De praescriptione haereticoram,3).

2325 Amenazas, lisonjas, esperanza de vida, temor a la muerte, guardias, corte, emperador, autoridades, no
sirvieron de nada: hombres y demonios fueron impotentes ante ellos. Su tenaz firmeza en la fe recibida los
hizo dignos, a los ojos del Señor, de una gran recompensa. Por medio de ellos, El quiso levantar las Iglesias
postradas, volver a infundir nueva vida a las comunidades cristianas agotadas, restituir a los sacerdotes las
coronas caídas. (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 5).

2326 Como ciego que oye las pisadas de Cristo que pasa [. . . ], cuando haya comenzado a realizar estos
pasos (que me acercan a Cristo), mis parientes, vecinos y amigos comenzarán a bullir. LOS que aman el
siglo se me ponen enfrente. ¿Te has vuelto loco? ¡Qué extremoso eres! ¿Por ventura los demás no son
cristianos? Esto es una tontería, esto es una locura. Y cosas tales clama la turba para que no clamemos los
ciegos (SAN AGUSTIN, Sermón 88).

2327 Hay personas muy sensibles a las dificultades de la religión; yo soy también sensible a ellas como
cualquiera; pero nunca he podido ver la conexión entre percibir estas dificultades, por vivas que sean y
mucho que se multipliquen, y la duda, por otra parte, sobre las doctrinas a que van inherentes. A mi
entender, diez mil dificultades no hacen una duda; dificultad y duda son cantidades inconmensurables
(CARD. J. H. NEWMAN, Apología "pro vita sua", p. 187).

2328 Esta fe, aumentada por la ascensión del Señor y fortalecida con el don del Espíritu Santo, ya no se
amilana por las cadenas, la cárcel, el destierro, el hambre, el fuego, las fieras ni los refinados tormentos de
los crueles perseguidores. Hombres y mujeres, niños y frágiles doncellas han luchado, en todo el mundo,
por esta fe, hasta derramar su sangre (SAN LEÓN MACNO, Sermón 2 sobre la Ascensión).

2329 He aquí lo que es la fe: rendirse a Dios, pero transformando la propia vida. Agustín contó el itinerario
de su fe. Especialmente en las últimas semanas fue terrible; leyéndole se siente su alma como
estremecerse y retorcerse en conflictos interiores. Aquí Dios que le llama e insiste; y allí, las antiguas
costumbres. "Viejas amigas óescribeó me tiraban dulcemente de mi vestido de carne y me decían: Agustín,
¿cómo?, ¿nos abandonas? Mira que no podrás ya hacer esto, no podrás ya hacer aquello otro, ¡y para
siempre!". ¡Difícil! "Me encontrabaódice en el estado de uno que está en la cama por la mañana. Le dicen:
Fuera, Agustín, levántate. Yo, a mi vez, decía: Sí, pero más tarde, todavía un poquito. Finalmente, el Señor
me dio un empujón, me echó fuera".

Así, pues, no hay que decir: Sí, pero. . . ; sí, pero más tarde. Hay que decir: ¡Señor, sí! ¡Ahora mismo! Esto
es la fe. Responder con generosidad al Señor. Pero ¿quién dice este sí? Quien es humilde y se fía
completamente de Dios (JUAN PABLO 1, Aloc. 13-IX-1978).

2330 Aquel discípulo que había dudado, al palpar las heridas del cuerpo de su Maestro curó las heridas de
nuestra incredulidad. Más provechosa fue para nuestra fe la incredulidad de Tomás que la fe de los otros
discípulos, ya que al ser él inducido a creer por el hecho de haber palpado, nuestra mente, libre de toda
duda, es confirmada en la fe. De este modo, en efecto, aquel discípulo que dudó y palpó se convirtió en
testigo de la realidad de la resurrección (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 26 sobre los Evang. ).

2331 Sabéis que la verdadera religión ha de estar llena de misteríos, y por esta razón se aplica al
catolicismo más que a cualquier profesión o grupo de hombres en general el proverbio que dice que un
necio puede hacer cien preguntas que un hombre sensato no puede contestar (CARD. J. H. NEWMAN,
Sermón en la inauguración del Seminario de S. Bernardo,3-X-1873).

2332 Dios nos contempla, Cristo y sus ángeles nos miran, mien- tras luchamos por la fe. Qué dignidad tan
grande, qué felicidad tan plena es luchar bajo la mirada de Dios y ser coronados por Cristo (SAN
-274 -

CIPRIANO, Carta 58).

Fe y milagros

2333 Si un rey enviara una carta sellada con su sello, nadie osaría decir que aquella carta no provenia de la
voluntad del rey. Ahora bien, todo lo que los santos creyeron y nos transmitieron sobre la fe de Cristo, está
sellado con el sello de Dios. Este sello son las obras que ninguna criatura puede hacer, es decir, los
milagros, con los que Cristo confirmó las palabras de los Apóstoles y de los santos (SANTO TOMÁS, Sobre
el Credo,1. c. , p. 33).

2334 Los milagros fueron precisos al principio para confirmar con ellos la fe. Pero, una vez que la fe de la
Iglesia está confirmada, los milagros no son necesarios (SAN JERÓNIMO, Coment. Evang. S. Marcos).

Fe y oración

2335 Si Dios juzgase que resucitando a los muertos había de ve- oir alguna utilidad a los vivos, no lo
omitiría, porque todo lo hace en beneficio nuestro; pero si los muertos resucitasen con frecuencia, esto se
depreciaría a su vez con el tiempo; porque el diablo introduciria con facilidad doctrinas perversas, imitando
esto mismo por sus oráculos, no resucitando verdaderamente a los muertos, sino engañando a los hombres
con alucinaciones, o enseñando con ingenio a algunos a fingir la muerte (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en
Catena Aurea, vol. VI, p. 25B).

2336 Cuando insistimos en la oración con toda vehemencia, Dios se detiene en nuestro corazón y
recobramos la vista perdida (SAN GREGORIO MAGNO en Catena Aurea, vol. Vl, p. 326).

2337 (En ocasiones) tenemos cerrados los ojos del corazón y pasa Jesús para que clamemos (SAN
AGUSTIN, Sermón 88).

2338 Si la fe falta, la oración es inútil. Luego, cuando oremos, creamos y oremos para que no falte la fe. La
fe produce la oración, y la oración produce a su vez la firmeza de la fe (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea,
vol. VI, p. 297).

2339 El ciego contestó al punto: Señor, que yo vea. El ciego no pide al Señor oro, sino el ver. Poco le
importa cualquier otra cosa fuera de la vista, porque aunque puede tener el ciego alguna cosa, sin la vista
no puede ver lo que tiene. Imitemos, pues [. . . ], al que acabamos de oír que fue curado de cuerpo y de
alma. No pidamos al Señor falsas riquezas, ni bienes terrenos, ni fugaces honores, sino la luz [. . . ] que no
tiene principio ni fin. El camino para alcanzar esta luz es la fe (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 2 sobre los
Evang. ).

2340 Es necesario, pues, que nuestra fe sea viva, que nos lleve realmente a creer en Dios y a mantener un
constante diálogo con El (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,116).

Fe y vida de fe

2341 No intente saber el porqué de las obras divinas, cierre el ojo de la razón y abra sólo el de la fe, porque
éste es el instrumento con que se han de tantear las obras de Dios. Para mirar las obras humanas muy
bueno es el ojo de la razón humana; mas para mirar las divinas, no hay cosa más desproporcionada que él
(SAN PEDRO ALCANTARA, Trat. de la oración y meditación,2,4, av. 4¡).

2342 La fe y la vocación de cristianos afectan a toda nuestra existencia, y no sólo a una parte. Las
relaciones con Dios son necesariamente relaciones de entrega, y asumen un sentido de totalidad. La actitud
del hombre de fe es mirar la vida, con todas sus dimensiones, desde una perspectiva nueva: la que nos da
-275 -

Dios. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,46).

2343 Todas tus obras se deben basar en la fe, porque el justo vi- ve de la fe y la fe obra por el amor (SAN
AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 32).

2344 Seguir a Cristo no significa refugiarse en el templo, enco- giéndose de hombros ante el desarrollo de la
sociedad, ante los aciertos o las aberraciones de los hombres y de los pueblos. La fe cristiana, al contrario,
nos lleva a ver el mundo como creación del Señor, a apreciar, por tanto, todo lo noble y todo lo bello, a
reconocer la dignidad de cada persona, hecha a imagen de Dios, y a admirar ese don especialisimo de la
libertad, por la que somos dueños de nuestros propios actos y podemos ócon la gracia del Cieloóconstruir
nuesto destino eterno (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,99).

2345 Vosotros no conocéis vuestra ventura cuando tenéis la dicha de presentaros delante de vuestro Padre,
que os ama más que a si mismo, y os llama al pie de sus altares, como en otro tiempo llamó a los pastores,
para colmarlos de toda suerte de beneficios. Si estuviésemos bien penetrados de esto, ¡con qué amor y con
qué diligencia vendríamos aquí como los Reyes Magos, para hacerle ofrenda de todo lo que poseemos, es
decir, de nuestros corazones y de nuestras almas! ¿No vendrían los padres y madres con mayor solicitud a
ofrecerle toda su familia, para que la bendijese y le diese las gracias de la santificación? ¡Y con qué gusto
no acudirían los ricos a of recerle una parte de sus bienes en la persona de los pobres! (SANTO CURA DE
ARS, Sermón sobre el misterio).

2346 Si no sabes leer, no estás excusado de oir, diciendo que no te lo han enseñado. La fe es una posesión
no de los sabios de este mundo, sino de aquellos que lo son según Dios; y se enseña también sin letras. Su
libro, popular y al mismo tiempo divino, se llama caridad: es un código espiritual. Se puede escuchar la
sabiduría divina, se la puede poner por obra; es más, no se nos prohibe ocuparnos santamente, se gún
Dios, de los asuntos terrenos (CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Pedagogo,3,11).

Medios para conservar y aumentar la fe

2347 Si nuestra fe es débil, acudamos a Maria. Cuenta San Juan que por el milagro de las bodas de Caná,
que Cristo realizó a ruegos de su Madre, creyeron en El sus discípulos (Jn 2,11). Nuestra Madre intercede
siempre ante su Hijo para que nos atienda y se nos muestre, de tal modo, que podamos confesar: Tú eres el
Hijo de Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,285).

2348 ¡ Desde el momento en que un cristiano abandona las lágrimas, el dolor de sus pecados y la
mortificación, podemos decir que de él ha desaparecido la religión! Para conservar en nosotros la fe, es
preciso que estemos siempre ocupados en combatir nuestras inclinaciones y en llorar nuestras miserias
(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la penitencia).

2349 Como serpientesódiceó. Asi como a la serpiente no le importa perderlo todo, aunque sea seccionando
su cuerpo, con tal de conservar la cabeza, así también túódiceódebes estar dispuesto a perderlo todo, tu
dinero, tu cuerpo y aun la misma vida, con tal de que conserves la fe. La fe es la cabeza y la raíz; si la
conservas, aunque pierdas todo lo demás, lo recuperarás luego con creces (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. sobre S. Mateo,33).

2350 Las buenas obras mueven la fe del corazón, y dan confianza al alma para dirigirse a Dios (SAN JUAN
CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 345).

2351 La verdad conviene aprenderla allí donde están los carismas del Señor; en aquellos que en la Iglesia
poseen la sucesión desde los Apóstoles y que han conservado la palabra sin corromper ni adulterar (SAN
IRENEO, Trat. contra las herejías,4,26).
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2352 De la Iglesia recibimos la predicación de la fe, y bajo la acción del Espíritu de Dios la conservamos
como un licor precioso guardado en un frasco de buena calidad (SAN IRENEO, Trat. contra las
herejías,3,3).

2353 Lo que ayuda a nuestra fe es el temor y la paciencia, y nuestra fuerza reside en la tolerancia y la
continencia. Si estas virtudes perseveran santamente en nosotros, en todo lo que atañe al Señor,
poseeremos además la alegría de la sabiduría, de la ciencia y del perfecto conocimiento (Epistola de
Bernabé,1).

2354 Por lo tanto, hermanos, tratad de conservar la enseñanza de la fe que ahora se os entrega y grabadla
profundamente en vuestro corazón.

Observadla con fidelidad para que no os la arrebate el enemigo, si os encuentra abúlicos e indolentes, y
para que tampoco ningún hereje deforme algo de lo que se os ha enseñado.

La entrega de la fe es como ingresar en el banco un dinero que se nos ha prestado. Día vendrá en que Dios
nos pedirá cuenta de este tesoro entregado. Te recomiendoócomo dice el Apóstol en la presencia de Dios,
que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan solemne testimonio, que
esta fe que se os entrega la conservéis sin tacha hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.

Ahora se te ha hecho entrega del tesoro de la vida, mas el Señor buscará este préstamo el día de su
Manifestación. Manifestación que a su debido tiempo hará ostensible el bienaventurado y único soberano, el
Rey de los reyes y el Señor de los señores, el único que posee inmortalidad, que habita en una luz
inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni lo puede ver. A él la gloria, el honor y el poder por los
siglos de los siglos. Amén. (SAN CIRILO DE JERUSALÉN, Catequesis 5, sobre la fe y el símbolo).

2355 Estoy lejos de negar que los conocimientos científicos se hallen en efectivo crecimiento, pero es a
tontas y a locas; las hipótesis se levantan y caen; es difícil prever cuáles se mantendrán y cuál será el
estado de los conocimientos respecto a ellas de un año a otro. En estas condiciones me ha parecido
realmente indigno de un católico lanzarme al trabajo de cazar algo que puede convertirse en un fantasma, y
devanarme los sesos para inventar una teoría en respuesta a algunas objeciones especiales, teoría que,
antes de es tar acabada, tendrá que dar paso a otra más nueva, por razón de que las viejas objeciones
habrán sido reducidas a nada por otras recién nacidas. Me ha parecido ser éste un tiempo especialmente en
que los cristianos están llamados a tener paciencia, y en que no tienen otra manera de ayudar a quienes
están alarmados sino exhortándolos a tener un poco de fe y de fortaleza y "a guardarseócomo dice el
pactaó de dar pasos peligrosos" (CARD. J. H. NEWMAN, Apologia "pro vita sua",1. c. , p. 207).

Fe y pureza interior

2356 Dios se deja ver de los que son capaces de verle, porque tienen abiertos los ojos de la mente. Porque
todos tienen ojos, pero algunos los tienen bañados en tinieblas y no pueden ver la luz del sol. Y no porque
los ciegos no la vean deja por eso de brillar la luz solar, sino que ha de atribuirse esta oscuridad a su
defecto de visión. Así, tu tienes los ojos entenebrecidos por tus pecados y malas acciones (SAN TEÓI:ILO
DE ANTIOQU jA, Libro 1,2,7).

2357 Quien cree ya en Jesucristo pero se deja dominar por la avaricia, se ensoberbece con los honores, se
abrasa con la envidia, se contamina con la inmundicia de los deleites y desea las prosperidades mundanas,
no quiere seguir a Jesús en quien creyó (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 2 sobre los Evang. ).

2358 Entre los que no conocen a Cristo hay muchos hombres honrados que, por elemental miramiento,
saben comportarse delicadamente: son sinceros, cordiales, educados. Si ellos y nosotros no nos oponemos
a que Cristo cure la ceguera que todavía queda en nuestros ojos, si permitimos que el Señor nos aplique
ese lodo que, en sus manos, se convierte en el colirio más eficaz, percibiremos las realidades terrenas y
vislumbraremos las eternas con una luz nueva, con la luz de la fe: habremos adquirido una mirada limpia (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,71).
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2359 El ayuno es sólo una parte de un deber grande e importante: nuestra subordinación a Cristo (CARD. J.
H. NEWMAN, Sermón sobre el Dom. I de Cuaresma: Entrega a Dios).

Fe con obras

2360 La fe no es la consecuencia de las buenas obras, sino que la fe debe estar en el comienzo de toda
obra verdaderamente buena (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. IV, p. 29).

2361 Deben basarse todas tus obras en la fe, porque el justo vive de la fe y la fe obra por el amor. Que tus
obras tengan por fundamento la fe, porque creyendo en Dios te harás fiel (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el
Salmo 32).

2362 Porque ni la fe sirve sin obras, ni las obras sin fe, a no ser que se hagan para alcanzar la fe, como
Cornelio, que antes de ser creyente mereció ser oído por sus buenas obras (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. sobre Ezequiel,1).

2363 Asi como el cuerpo está muerto cuando carece de espiritu, la fe está muerta cuando carece de obras
(RABANO MAURO, en Catena Aurea, vol. lil, p. 431).

2364 Mira que ni siquiera le pregunta el Señor (a Bartimeo) si tiene fe, como solia hacer otras veces, pues
sus gritos y su abrirse paso entre la gente ponia bien de manifiesto su fe a los ojos de todos (SAN JUAN
CR;SÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,66).

2365 ¿De qué sirve invocar con la voz a quien niegas con las obras? (SAN JERÓNIMO, Hom. sobre los
Evang. ).

2366 Al punto vio (Bartimeo), y le seguía. Ve y sigue quien obra el bien que entiende; ve, pero no sigue,
quien no quiere ejecutar el bien que comprende (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. sobre los Evang. ).

2367 Seguirle en el camino. Tú has conocido lo que el Señor te proponia, y has decidido acompañarle en el
camino. Tú intentas pisar sobre sus pisadas, vestirte de la vestidura de Cristo, ser el mismo Cristo: pues tu
fe, fe en esa luz que el Señor te va dando, ha de ser operativa y sacrificada (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Amigos de Dios,198).

2368 Hablan de El como si fuesen ángeles; pero después hay que trabajar por Dios, sufrir, mortificarse,
enseñar a los pobres, ir en busca de la oveja perdida, conformarse gustosamente cuando falta algo, aceptar
las enfermedades y cualquier desgracia [. . . ]. No, no, no nos engañemos; toda nuestra tarea consiste en
pasar a las acciones.

Y esto es de tal manera verdad que el apóstol S. Juan nos declara que a la otra vida solamente nos
acompañarán nuestras obras(cfr. Ap 14,13). Reflexionemos sobre esto: sobre todo habiendo tantos en este
mundo que parecen virtuosos, y que en efecto lo son, pero que prefieren un camino dulce y blando, más
que una devoción trabajosa y sólida (SAN VICENTE DE PAUL, Entretiens spirituels aux Missionnaires, pp.
905-907).

2369 No cree verdaderamente sino quien, en su hogar, pone en práctica lo que cree. Por eso, a propósito
de aquellos que de Ia fe no poseen más que palabras, dice San Pablo: profesan conocer a Dios, pero le
niegan con las obras (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 26 sobre los Evang. ).

2370 Es enterrar el talento que se ha recibido, el ocupar el ingenio recibido en asuntos puramente
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terrenales, el no buscar el lucro espiritual y el no levantar jamás el corazón de los pensamientos terrenos
(SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).

Fidelidad en la transmisión de la fe

2371 En la Iglesia Católica hay que poner el mayor cuidado para mantener lo que ha sido creído en todas
partes, siempre y por todos. Esto es lo verdadera y propiamente católico, según la idea de universalidad que
se encierra en la misma etimología de la palabra. Pero esto se conseguirá si nosotros seguimos la
universalidad, la antigüedad, el consenso general. Seguiremos la universalidad, si confesamos como
verdadera y única fe la que la Iglesia entera profesa en todo el mundo; la antigüedad, si no nos separamos
de ninguna forma de los sentimientos que notoriamente proclamaron nuestros santos predecesores y
padres; el consenso general, por último, si, en esta misma antigüedad, abrazamos las definiciones y las
doctrinas de todos, o de casi todos, los Obispos y Maestros (SAN V!CENTE DE LERINS, Conmonitorio, n.
2).

2372 Siempre resultará provechoso esforzarse en profundizar el contenido de la-antigua tradición, de la


doctrina y la fe de la Iglesia católica, tal como el Señor nos la entregó, tal como la predicaron los apóstoles y
la conservaron los Santos Padres. En ella, efectivamente, está fundamentada la Iglesia, de manera que todo
aquel que se aparta de esta fe (la que predica la Iglesia) deja de ser cristiano y ya no merece el nombre de
tal (SAN ATANASIO, Carta I a Serapión,28).

2373 La misma naturaleza de la religión exige que todo sea transmitido a los hijos con la misma fidelidad
con la cual ha sido recibido de los padres; y que, además, no nos es licito llevar y traer la religión por donde
nos parezca, sino que más bien somos nosotros los que tenemos que seguirla por donde ella nos conduzca
(SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 6).

2374 En los decretos y en las. definiciones de todos los obispos de la Santa Iglesia, herecleros de la verdad
apostólica y católica, es en lo que han creído, prefiriendo exponerse a si mismos a la muerte antes que
traicionar la fe universal (SAN V¡CENTE DE LER¡NS, Conmonitorio, n. 5).

2375 La verdadera actividad ecuménica significa apertura, acercamiento, disponibilidad al diálogo,


búsqueda común de la verdad en el pleno sentido evangélico y cristiano; pero de ningún modo significa ni
puede significar renunciar o causar perjuicio de alguna manera a los tesoros de la verdad divina,
constantemente confesada y enseñada por la Iglesia (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis,1,6).

Actos de fe

2376. . . A quien me niegue ante los hombres, yo le negaré. . . (Lc 12,8-9). Puesto que hay tantos modos de
negar, es claro que hay otros tantos de confesar; y practicados por el hombre, le harán digno de oir aquella
voz beatisima con la que Jesucristo alabará a todos los que le hubieren confesado (SAN JUAN CRsosToMo,
en Catena Aurea, vol. Vl, p. 70)

2377 Siendo la fe la gracia fundamental que Dios nos da, es una prueba de la fe la disciplina necesaria que
nos impone. No podemos tener fe sin un ejercicio de dicha fe (CARD J. H. NEWMAN, Sermón sobre el
Dom. de Quincuagésima: Prejuicio y fe).

2378 Como no tardó en creer (se refiere al leproso de Cafarnaún), tampoco tardó en sanar; y como no dilató
la confesión de la fe, tampoco se hizo esperar la curación (OR¡GENES, en Catena Aurea, vol. 1p 467).

2379 La expresión exterior tiende a manifestar lo que se cree en el corazón (SANTO TOMÁS, Suma
Teológica,2-2, q. 3, a. 1).
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2380 Cuando asistís al Santo Sacrificio del Altar y os arrodilláis en la elevación, y cada vez que hacéis un
acto de fe en Dios, meditando cuidadosamente todo lo que el Evangelio nos dice que El ha hecho por
nosotros, recordad que Dios es omnipotente, y ello os ayudará y os animará a hacerlo. Decid: yo creo esto y
aquello, porque Dios es omnipotente. No adoro a una criatura. No soy siervo de un Dios de poder
restringido. Puesto que Dios puede hacer todas las cosas, yo puedo creer todas las cosas. Nada es
demásiado difícil para que El lo haga, y nada es demásiado difícil para que yo lo crea (CARD. J. H.
NEWMAN, Sermón sobre el Dom. I V después de Epifania).

FELICIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Es feliz quien teme a Dios, le ama, le busca y espera en El: Ps 2,12; 34,9; 40,5; 84,13; 112,1; Prv
16,20;28,14;Ec/34,15;Is30,18; Tb 13,14.

Es feliz el pueblo de Israel, porque ha recibido de Dios la Revelación, mantiene con él una Alianza, ha sido
elegido, predestinado y salvado: Dt 33,29; Ps 33,12; 65,5; 84,5-ó; 89,16; 114,15; 146,5.

Son felices quienes han recibido el perdón de sus pecados: Ps 32,1-2.

Poseen la felicidad quienes tienen la conciencia tranquila, porque no se han deslizado con la lengua, fuente
de tantas culpas: Si 14,1-2; 25,8; 28,19.

La felicidad, en último término, reside en la comunión con Dios y en Dios en persona: Ps 73,25.

El justo tiene la certeza de que hasta en las aflicciones y en el dolor, y especialmente en el martirio, se
puede ser feliz: Da 12,12; 2M 7,24; 36-37.

El sufrimiento es una prueba de Dios y como tal la ven y la aprecian los justos, por eso no es de extrañar
que se proclame feliz a quien lo acepta: Jb 5,17; Ps 94,12; Tb 13,16.

Son felices:

Quienes escuchan la palabra de Dios: Lc 11,28.

Quienes creen sin haber visto: Jn 20,29.

Quienes no se escandalizan de Jesús: Lc 7,23; Mt 11,6.

Los ojos que han visto a Cristo: Mt 13,16.

La Madre del Mesías, por haber dado a luz al Salvador del munJo: Lc 1,48; 11,27; y haber creído en las
promesas divinas: Lc 1,45.

Simón Pedro, porque el Padre le reveló que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo: Mt 16,17.

Quienes en el período de prueba permanecen vigilantes, esperando la llegada del Señor: Lc 12,37-38; Ap
16,15.

Los siervos fieles y prudentes: Mt 24,46; Lc 12,43.

Quienes practican la caridad con los necesitados: Lc 14,14.

Los humildes y serviciales con sus hermanos: Jn 13,17.

Quienes han soportado la prueba con generosidad y se han hecho acreedores a la recompensa divina en la
lucha por la fe: Jc 1,12-25; 5,11; 1P 3,14; 4,14.

Todos los requisitos para la felicidad cristiana se encuentran recapitulados en las Bienaventuranzas: Mt 5,3-
12; Lc 6,20-26.

Dios es la única fuente de felicidad verdadera


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2381 Por muy avaro que seas, Dios te basta (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo SS).

2382 Descansar en Dios y contemplar su felicidad es, en efecto, algo digno de ser celebrado, algo lleno de
felicidad y de tranquilidad. Corramos, como ciervos, a la fuente de las aguas; que nuestra alma experimente
aquella misma sed del salmista. ¿De qué fuente se trata? Escucha su respuesta: En ti está la fuente viva.
Digámosle a esta fuente: ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Pues la fuente es el mismo Dios (SAN
AMBROSIO, Trat. sobre la huida del mundo,9,52).

2383 Las riquezas no proporcionan felicidad ninguna cuando el alma vive en la pobreza; y cuando se
sobreabunda en riqueza interior, no hace mella la pobreza (SAN JUAN CRISÓS TOMO, en Catena Aurea,
vol. Vl, p. 315).

No está la felicidad en los bienes terrenos

El tesoro de cada uno viene determinado por la tendencia 2384 de su deseo, y si este deseo se limita a los
bienes terrenos,no hallará en ellos la felicidad, sino la desdicha (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 92).

2385 De aquí que no se deba tener al rico por dichoso sólo por sus riquezas; ni al poderoso por su autoridad
y dignidad; ni al fuerte por la robustez de su cuerpo; ni al sabio por su eximia elocuencia. Todas estas cosas
son instrumentos de virtud para los que las usan rectamente; pero ellas, en si mismas, no contienen
felicidad (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).

2386 Lo que verdaderamente hace desgraciada a una persona óy aun a una sociedad enteraóes esa
búsqueda ansiosa de bienestar, el intento incondicionado de eliminar todo lo que contraria. La vida presenta
mil facetas, situaciones diversisimas, ásperas unas, fáciles quizá en apariencia otras. Cada una de ellas
comporta su propia gracia, es una llamada original de Dios: una ocasión inedita de trabajar, de dar el
testimonio divino de la caridad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Conversaciones. . . , n. ¡ 97).

Cumplir la voluntad de Dios en todo, camino seguro de felicidad

2387 Esforcémonos en guardar sus mandamientos, para que su voluntad sea nuestra delicia (Epístola de
Bernabé,2).

2388 El abandono en la Voluntad de Dios es el secreto para ser feliz en la tierra. Di, pues: "meas cibus est,
ut faciam voluntatem ejus"ómi alimento es hacer su Voluntad. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n.
766).

Caminos de infelicidad

2389 . . . La mayoría de los obstáculos para nuestra felicidad nacen de una soberbia más o menos oculta (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,249).

2390 No puede llamarse feliz quien no tiene lo que ama, sea lo que fuere; ni el que tiene lo que ama si es
pernicioso; ni el que no ama lo que tiene, aun cuando sea lo mejor (SAN AGUSTIN, Sobre las costumbres
de la Iglesia, I,3).

2391 Porque no hay nada más infeliz que la felicidad de los que pecan (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea,
vol. 1p 325).

Felicidad eterna y vida temporal


-281 -

2392 El Señor no nos impulsa a ser infelices mientras caminamos, esperando sólo la consolación en el más
allá. Dios nos quiere felices también aquí, pero anhelando el cumplimiento definitivo de esa otra felicidad,
que sólo El puede colmar enteramente (J. ESCRIVA [)E BALAGUUER, Es Cristo que pasa,126).

2393 Todas estas cosas (las prometidas en las bienaventuranzas) pueden cumplirse en esta vida, como
sabemos se cumplieron en los Apóstoles. Porque lo que se ofrece después de esta vida no puede
explicarse con palabras (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,1,3).

2394 Nos ha mandado que deseemos los bienes por venir y que apresuremos el paso en nuestro viaje
hacia el cielo; mas en tanto que el viaje no termina, aun viviendo en la tierra, quiere que nos esforcemos por
llevar vida del cielo. Es precisoónos diceóque deseéis el cielo y los bienes del cielo; sin embargo, antes de
llegar al cielo, yo os mando que hagáis de la tierra el cielo y que, aun viviendo en la tierra, todo lo hagáis y
digáis como si ya estuvierais en el cielo (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,19).

2395 Pues toda la riqueza de esta vida, comparada con la felicidad eterna, no es ni un auxilio, es una carga.
La vida temporal, comparada con la eterna, debe llamarse muerte y no vida (SAN GREC;ORIO MAGNO,
Hom. 37sobre los Evang. ).

Los caminos de la verdadera felicidad

2396 Suelo afirmar que tres son los puntos que nos llenan de contento en la tierra y nos alcanzan la
felicidad eterna del Cielo: una fidelidad firme, delicada, alegre e indiscutida a la fe, a la vocación que cada
uno ha recibido y a la pureza. El que se quede agarrado a las zarzas del caminoóla sensualidad, la
soberbia. . . , se quedará por su propia voluntad y, si no rectifica, será un desgraciado por haber dado la
espalda al Amor de Cristo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,187).

2397 El Señor conoce dónde está nuestra felicidad y sabe que solamente por la oración podemos
procurárnosla (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

2398 Los pacíficos se llaman dichosos, porque primero tienen paz en su corazón y después procuran
inculcarla en los hermanos desavenidos (SAN JERÓNIMO, en Catena Aureo, vol. 1p 251).

2399 Contempla a tu lado el colegio de todos los santos, congregados para colmo de tu felicidad por la
divina clemencia, porque no es dichosa la posesión de un bien cuando de él se goza en soledad (SAN
BUENAVENTURA, Soliloquios,4,13).

2400 La felicidad es el arraigarse en el amor. La felicidad originaria nos habla del "principio" del hombre, que
surgió del amor ,a dado comienzo al amor. Y esto sucedió de modo irrevocable, a pesar del pecado
sucesivo y de la muerte (JUAN PABLO 11, Aud. gen. 30-1-1980).

La felicidad en esta vida no puede ser plena

2401 El gozo en esta vida no puede ser pleno. Lo será cuando en la patriaóposeamos de modo acabado el
bien perfecto: entra en el gozo de tu Señor (Mt 25,21) (SANTO TOMAS, Coment. Evang. S. Juan,15).

2402 Tampoco debe considerarse bienaventurado el que es coronado con las cosas que proceden de esta
vida (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 255).

FIESTAS Y TIEMPOS LITURGICOS

Citas de la Sagrada Escritura


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1. Sábado

Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis dias trabajarás y harás toda tu obra pero el séptimo es
día de descanso consagrado al Eterno tu Dios. . . pues en seis dias hizo el Eterno los cielos y la tierra, el
mar y cuanto en ellos se contiene y el séptimo cesó, por eso bendijo el Eterno el día del sábado y lo
santificó. Ex 20,8-11.

Observa el día del sábado para santificarlo. . . y recordarás que fuiste esclavo en tierra de Egipto y el Eterno
tu Dios te sacó de alli. . . por eso el Eterno tu Dios te mando celebrar el día del Shabbat. Dt 5,12-15.

El sábado como día de gozo: Nb 10,10; Jud 8,6; 0s 2,11; /M 1,41; Lc 14,1.

Observación del sábado según la doctrina y el ejemplo del Señor: Mt 23,4; 12,3-12; Mc 1,21; 2,2527; 6,2;
6,6; 13,10; Ga 4,4.

2. Pascua

Yavé dijo a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: Este mes será para vosotros el comienzo del año, el mes
primero del año. Hablad a toda la asamblea de Israel y decidles: El día diez de este mes tome cada uno,
según las casas paternas, una res menor por cada casa. Si la casa fuere menor de lo necesario para comer
la res, tome a su vecino, al de la casa cercana, según el número de personas, computándolo para la res
según lo que cada cual puede comer. La res será sin defecto, macho primal, cordero o cabrito. Lo
reservarás hasta el día catorce de este mes y toda la asamblea de Israel lo inmolará entre dos luces.
Tomarán de su sangre y untarán los postes y el dintel de la casa donde se coma. Comerán la carne esa
misma noche, la comerán asada al fuego, con panes ácimos y lechugas silvestres. No comerán nada de él
crudo, ni cocido al agua; todo asado al fuego, cabeza, patas y entrañas. No dejaréis nada para el día
siguiente; si algo quedare, lo quemaréis. Habéis de comerlo así: ceñidos los lomos, calzados los pies, y el
báculo en la mano, y comiendo de prisa, es la Pascua de Yavé. Esa noche pasaré yo por la tierra de Egipto
y mataré a todos los primogénitos de la tierra de Egipto, desde los hombres hasta los animales, y castigaré
a todos los dioses de Egipto. Yo, Yavé. La sangre servirá de señal en las casas donde estéis; yo veré la
sangre y pasaré de largo, y no habrá para vosotros plaga mortal cuando yo hiera la tierra de Egipto. Este día
será para vosotros memorable y lo celebraréis solemnemente en honor de Yavé de generación en
generación; será una fiesta a perpetuidad 1]. No comeréis pan fermentado; en todas vuestras moradas se
comerán panes ácimos. Ex 12,1-14. 20.

Cfr. : Jos 5,10; 2 Re 23,21; 2 Par 30,1; 35, I; Esd 6,19; Ez 45,21; Jn 2,13-23; 6,4.

Ultima Pascua del Señor. Institución de la Eucaristía: Mt 26,1729; Mc 14,12-25; Lc 22,1-20; Jn 13. 1-30;
1Cor 11,23-26.

3. Iíentecostés

( arando hubieres entrado en la ti. u que el Eterno tu Dios te da por lredad. . . tomarás parte de las prhlicins
de todos los productos de tu suelo que coseches. . . y poniéndola en una cesta, irás al lugar que el Eterno tu
Dios haya elegido para establecer en él su nombre. Te presentarás al sacerdote entonces en funciones y le
dirás. . . Nos afligieron los egipcios y nos persiguieron, imponiéndonos rudisimas tareas, y clamamos al
Eterno, Dios de nuestros padres. . . y nos sacó de Egipto. . . y nos dio una tierra que mana leche y miel. Por
eso ofrezco ahora las primicias de la tierra que el Eterno me ha dado. Y las dejarás ante el Eterno tu Dios y
te inclinarás ante El. Te regocijarás con los bienes que el Eterno tu Dios te ha dado a ti y a tu casa, tú y el
leyita y el peregrino que mora en medio de ti. Dt 26,1-11 Dt 26, Cfr. 2Par 8,13; 2M 12,32; Ac 2,1; 20,16;1Co
16,8.

Venida del Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés: Ac 2,2-4.

4. Tabernáculo

Celebrarás la Fiesta de los Tabernáculos durante siete dias, una vez recogido el producto de tu era y de tu
lagar. . . Celebrarás la fiesta en honor del Eterno tu Dios en el lugar que haya elegido Dt 16,3-15. Cfr. : Dt
31,10; Esd 3,4; Neh 8,15-17; 2M 1,9; 10,6; Jn 7,2.

5. Día de la expiación
-283 -

El Eterno habló a Moisés diciendo: El décimo día de este séptimo me es Dia de los Perdones. Mortificaréis
vuestras almas y no haréis en él ningún trabajo, pues es un día de expiación para rehabilitaros ante el
Eterno vuestro Dios. Lv 23,26-32.

6. Dedicación del templo

Luego ordenó Judas que algunos tuvieran en jaque a los de la ciudadela, mientras purificaban el santuario.
Eligieron sacerdotes irreprochables, amantes de la Ley, los cuales purificaron el templo y echaron las
piedras del altar idolátrico en lugar inmundo. Deliberaron qué harían del altar de los holocaustos, que había
sido profanado, y les pareció buen consejo destruirlo, por cuanto los gentiles lo habían profanado, y
depositar las piedras en el monte del templo, en lugar conveniente hasta que viniese un profeta que diese
oráculo sobre ellas. Tomaron luego piedras sin labrar, conforme prescribe la Ley; y edificaron un altar nuevo
sobre el modelo antiguo, prepararon el santuario y el interior del templo, purificaron los atrios, hicieron
nuevos vasos sagrados e introdujeron el candelabro, el altar de los perfumes y la mesa del templo.
Quemaron incienso en el altar, encendieron las lámparas del candelabro, que lucieron en el templo;
colocaron los panes sobre la mesa y colgaron las cortinas. De esta manera dieron fin a la obra. /M 4,4151.

7. Sobre las fiestas celebradas sin rerdadera piedad

1s 1,12-15; Jr 6,20; 0s 6,6; Am 5,21-22; Miq 6,6-8.

8. Alegría en Las tiestas.

Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor. Ya están pisando nuestros pies tus umbrales,
Jerusalén. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor.
Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor. (Sal 121,1-4).

El sentido de las fiestas

2403 Las fiestas se han hecho para promover la alegría espiritual, y esa alegría la produce la oración; por lo
cual en día festivo se han de multiplicar las plegarias (SANTO TOMÁS, Sobre los mandamientos,1. c. ,245).

2404"Quaerite Dominum". Nunca podemos dejar de buscarlo: sin embargo, hay períodos que exigen
hacerlo con más intensidad, porque en ellos el Señor está especialmente cercano, y por lo tanto es más fácil
hallarlo y encontrarse con El. Esta cercanía constituye la respuesta del Señor a la invocación de la Iglesia,
que se expresa continuamente mediante la liturgia. Más aún, es precisamente la liturgia la que actualiza la
cercanía del Señor (JUAN PABLO II, Hom. 20-111-1980).

2405 En las fiestas de Nuestra Señora no escatimemos las muestras de cariño; levantemos con más
frecuencia el corazón pidiéndole lo que necesitemos, agradeciéndole su solicitud maternal y constante,
encomendándole las personas que estimamos. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,291).

El domingo, día del Señor

2406 Nos reunimos precisamente el día del sol, porque éste es el primer día de la creación, cuando Dios
empezó a obrar sobre las tinieblas y la materia, y también porque es el día en que Jesucristo, nuestro
Salvador, resucitó de entre los muertos (SAN JUSTINO, Apología l. a,67).

2407 El domingo ha de volver a ser el día del Señor, de la adoración y de la glorificación de Dios, del santo
Sacrificio, de la oración, del descanso, del recogimiento, del alegre encontrarse en la intimidad de la familia
(Po Xll, Aloc. 7-lX-1947).

2408 La Iglesia, por una tradición apostólica que trae su origen del mismo día de la Resurrección de Cristo,
celebra el misterio pascual cada ocho dias [. . . ]. En este día, los fieles deben reunirse a fin de que,
escuchando la Palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recuerden la pasión, la resurrección y la
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gloria del Señor Jesús y den gracias a Dios que los hizo renacer con viva esperanza por la resurrección de
Cristo de entre los muertos (1P 1,3) (CONC. VAT. 11, Sacrosanctam Concilian,106).

2409 . . . EI domingo tiene una importancia muy grande en la vida cristiana, sobre todo en estos tiempos en
los que los hombres, por varias razones, viven distraídos de las cosas celestiales [. . . ].

- Por tanto, la santificación del día del domingo, o lo que es lo mismo, la celebración de la Pascua semanal,
hace que los dones celestiales entonces recibidos influyan con misteriosa fecundidad en la vida privada y
pública (PABLO Vl, Carta al Cardenal Colombo,4-VI11-1977).

2410 Ya que sois miembros de Cristo, no os queráis separar de la Iglesia faltando a la reunión; teniendo a
Cristo Cabeza presente y en comunicación con vosotros, de acuerdo con su promesa, no os tengáis en
poco a vosotros mismos ni queráis separar al Salvador de sus miembros, ni dividir ni espaciar su Cuerpo, ni
preferir las necesidades de vuestra vida a la Palabra de Dios; por el contrario, el domingo dejadlo todo y
acudid a la Iglesia (Didascalia Apostolorum, Il,59,2).

Adviento

2411 Hay diversos advientos. Se repiten cada año, y todos se orientan hacia una dirección única. Todos nos
preparan a la misma realidad. Hoy, en la segunda lectura litúrgica, escuchamos lo que escribe el Apóstol
Santiago: Hermanos, tened paciencia, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente elfruto
valioso de la tierra mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos
firmes, porque la venida del Señor está cerca. Y añade inmediatamente después: Mirad que el juez está ya
a la puerta (5,7-9) (JUAN PABLO II, Hom. 14X11-1980).

2412 Precisamente este reflejo deben tener tales advientos en nuestros corazones. Deben parecerse a la
espera de la recolección. El labrador aguarda el fruto de la tierra durante . todo el año o durante algunos
meses. En cambio, la mies de la vida humana se espera durante toda la vida. La mies de la tierra se recoge
cuando está madura, para utilizarla en satisfacer las necesidades del hombre. La mies de la vida humana
espera el momento en el que aparecerá en toda la verdad ante Dios y ante Cristo, que es juez de nuestras
almas.

La venida de Cristo, la venida de Cristo en Belén anuncia también este juicio. ¡Ella dice al hombre por qué le
es dado madurar en todos estos advientos, de los que se compone su vida en la tierra, y cómo debe
madurar él! (JUAN PABLO II, Hom. 1 4-XI I- 1980).

2413 Debemos celebrar el nacimiento del Señor con una alegría cálida y sobrenatural. Cada uno lo hará con
el fervor que conviene: se acordará de qué cuerpo es miembro y a qué cabeza está unido; se guardará de
ser una pieza mal adaptada que no encaje en el edificio sagrado (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 3. ¡ de
Navidad,4-5).

2414 La Iglesia desea vivamente hacernos comprender que, así como Cristo vino una vez al mundo en la
carne, de la misma manera está dispuesto a volver en cualquier momento, para habitar espiritualmente en
nuestra alma con la abundancia de sus gracias si nosotros, por nuestra parte, quitamos todo obstáculo.

Por eso, durante este tiempo, la Iglesia, como madre amantisima y celosisima de nuestra salvación, nos
enseña, a través de himnos, cánticos y otras palabras del Espíritu Santo y de diversos ritos, a recibir
convenientemente y con un corazón agradecido este beneficio tan grande, a enriquecernos con su fruto y a
preparar nuestra alma para la venida de nuestro Señor Jesucristo con tanta solicitud como si hubiera él de
venir nuevamente al mundo. No de otra manera nos lo enseñaron con sus palabras y ejemplos los
patriarcas del Antiguo Testamento, para que en ello losimitáramos (SAN CARLOS BORROMEO, Cartas
pastorales,1. c. , vol. 2,916-917).

2415 Ahora, por tanto, nuestra paz no es prometida, sino enviada; no es diferida, sino concedida; no es
profetizada, sino realizada: el Padre ha enviado a la tierra algo así como un saco lleno de misericordia; un
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saco, diría, que se romperá en la pasión, para que se derrame el precio de nuestro rescate que contiene; un
saco que, si bien es pequeño, está ya totalmente lleno. En efecto, un niño se nos ha dado, pero en este niño
habita toda la plenitud de la divinidad. (S. BERNARDO, Sermón I de Epifanta,1-2).

2416 Natividad es la gran fiesta de las familias. Jesús, al venir a la tierra para salvar a la sociedad humana y
para de nuevo conducirla a sus altos destinos, se hizo presente con María su Madre, con José, su padre
putativo que está allí como la sombra del Padre eterno. La gran restauración del mundo entero comenzó allí,
en Belén; la familia no podrá lograr más influencia que volviendo a los nuevos tiempos de Belen (JUAN
XX111, Aloc. ,25-XII-l959).

2417 La fiesta de la Natividad renueva para nosotros los comienzos sagrados de la vida de Jesús, nacido de
la Virgen María; y, al adorar el nacimiento de nuestro Salvador, se nos invita a celebrar también nuestro
propio nacimiento como cristianos (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 6, sobre la Natividad,2-3)

2418 ¿Qué cosa mejor podríamos encontrar entre los dones divinos, para honrar la fiesta de hoy, que
aquella paz que anunciaron los ángeles en el nacimiento del Señor? En efecto, esta paz es la que engendra
hijos de Dios, la que alimenta el amor, la que es madre de la unidad. Ella es descanso para los santos y
tabernáculo donde moran los invitados al reino eterno. El fruto propio de esta paz es que se unan a Dios
aquellos que el Señor ha segregado del mundo (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 6, sobre la Natividad,2-3).

2419 Un niño nos ha nacido y un hijo nos ha sido dado; la insignia de su principado han puesto sobre su
hombro, y será llamado el Admirable, el Consejero, Dios, el Fuerte, el Padre del siglo. Pero, ¿dónde está el
nombre que está sobre todo nombre, el nombre de Jesús, al cual se dobla toda rodilla? Tal vez en todos
estos nombres hallarás sólo éste: Jesús; pero en algún modo exprimido y derramado. Sin duda él mismo es
de quien la Esposa dice en el cántico del amor: Aceite derramado es tu nombre (SAN BERNARDO, Sermón
sobre la Circuncisión del Señor,2,4).

2420 ¿A un moribundo sumamente apegado a la vida puede acaso dársele más dichosa nueva que decirle
que un médico hábil va a sacarle de las puertas de la muerte? Pues infinitamente más dichosa es la que el
ángel anuncia hoy a todos los hombres en la persona de los pastores (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre el misterio).

2421 Nuestro Salvador ha nacido hoy; alegrémonos. No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza,
cuando nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte y a darnos la esperanza de una
eternidad dichosa.

Que nadie se considere excluido de esta alegría, pues el motivo de este gozo es común para todos; nuestro
Señor, en efecto, vencedor del pecado y de la muerte, así como no encontró a nadie libre de culpa, así ha
venido para salvarnos a todos. Alégrese, pues, el justo, porque se acerca a la recompensa; regocijese el
pecador, porque se le brinda el perdón; animese el pagano, porque es llamado a la vida (SAN LEÓN
MAGNO, Sermón I sobre la Natividad,1-3).

2422 Nace Cristo. Esto sucedió una vez, la noche de Belén, pero en la liturgia se repite cada año, en cierto
modo se "actúa" cada año. Y asimismo cada año aparece rico de los mismos contenidos divinos y humanos;
éstos hasta tal grado sobreabundan, que el hombre no es capaz de abarcarlos todos con una sola mirada; y
es difícil encontrar palabras para expresarlos todos juntos. Incluso nos parece demásiado breve el periodo
litúrgico de Navidad, para detenernos ante este acontecimiento que más presenta las caracteristicas de
mysteriam fuscinosum, que de mysteriumátremendam. Demasiado breve para "gozar" en plenitud de la
venida de Cristo, el nacimiento de Dios en la naturaleza humana. Demasiado breve para desenmarañar
cada uno de los hilos de este acontecimiento y de este misterio (JUAN PABLO II, Audiencia general,3-1-
1979).

2423 ¿Quién tendrá un corazón tan bajo y tan ingrato como para no gozar y saltar de alegría por lo que
sucede? Es una fiesta común de toda la creación [. . . ]. Nosotros también proclamamos nuestra alegría; a
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nuestra fiesta le damos el nombre de teofanía. Festejemos la salvación del mundo, el día en que nace la
humanidad. Hoy ha quedado eliminada la condenación de Adán (SAN BASILIO, Hom. para el Nacim¿ento
de Cristo,2,6).

Epifania

2424 Precisamente se les había ocultado (la estrella) antes para que, al hallarse sin guia, no tuvieran otro
remedio que preguntar a los judíos, y quedara así manifiesto a todos el nacimiento de Cristo (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,7).

2425 Como los Reyes Magos, hemos descubierto una estrella, luz y rumbo, en el cielo del alma. Hemos
visto su estrella en Oriente y venimos a adorarle. Es nuestra misma experiencia. También nosotros
advertimos que, poco a poco, en el alma se encendía un nuevo resplandor: el deseo de ser plenamente
cristianos; si me permitís la expresión, la ansiedad de tomarnos a Dios en serio (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,32).

2426 Hoy los Magos revuelven en su mente con profundo estupor lo que allí han visto; el cielo en la tierra, la
tierra en el cielo, el hombre en Dios, Dios en el hombre, y a aquel a quien no puede contener el universo
encerrado en un pequeño cuerpecillo. Y, al verlo, lo aceptan sin discusión, como lo demuestran sus dones
simbólicos: el incienso, con el que profesan su divinidad; el oro, expresión de la fe en su realeza; la mirra,
como signo de su condición mortal. Asi los gentiles, que eran los últimos, llegan a ser los primeros, ya que la
fe de los Magos inaugura la creencia de toda la gentilidad (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 160).

2427 La Epifania es, pues, la gran fiesta de la fe. Participan en esta fiesta tanto quienes han llegado ya a la
fe como los que se encuentran en el camino para alcanzarla. Participan, agradeciendo el don de la fe, al
igual que los Magos, llenos de gratitud, se arrodillaron ante el Niño. En esta fiesta participa la Iglesia, que
cada año se hace más consciente de la amplitud de su misión (JUAN PABLO 11, Hom. 6-1- 1 979).

Cuaresma

2428 Tiempo de penitencia, pues. Pero, como hemos visto, no es una tarea negativa. La Cuaresma ha de
vivirse con el espiritu de filiación, que Cristo nos ha comunicado y que late en nuestra alma (Cfr. Ga 4,6). El
Señor nos llama para que nos acerquemos a El deseando ser como El: sed im¿tadores de Dios, como hijos
suyos muy queridos (Ep 5,1), colaborando humildemente, pero fervorosamente, en el divino propósito de
unir lo que está roto, de salvar lo que está perdido, de ordenar lo que ha desordenado el hombre pecador,
de llevar a su fin lo que se descamina, de restablecer la divina concordia de todo lo creado (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,65).

2429 Si bien todo tiempo es bueno para ejercitarse en la virtud de la caridad, estos dias cuaresmales nos
invitan a ello de un modo más apremiante; si deseamos llegar a la Pascua santificados en el alma y en el
cuerpo, debemos poner un interés especialísimo en la adquisición de esta virtud, que contiene en sí a todas
las otras y cubre la multitud de los pecados (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 10, sobre la Cuaresma,3-s).

2430 Contra ellas (las fuerzas del mal en nosotros) se necesita la lucha permanente a que nos invita de
modo particular el tiempo de Cuaresma, y tiene por finalidad el retorno sincero al Padre celestial,
infinitamente bueno y misericordioso.

Este retorno, fruto de un acto de amor, será tanto más expresivo y grato a El cuanto más acompañado vaya
del sacrificio de algo necesario y, sobre todo, de las cosas superfluas. A vuestra iniciativa se ofrece una
gama vastisima de acciones, que van desde el cumplimiento asiduo y generoso de vuestro deber diario, a la
aceptación humilde y gozosa de los contratiempos molestos que puedan presentarse a lo largo del día y a la
renuncia de algo que sea muy agradable a fin de poder socorrer a quien está necesitado; pero sobre todo es
agradabilísima al Señor la caridad del buen ejemplo, exigido por el hecho de que pertenecemos a una
familia de fe cuyos miembros son interdependientes y cada uno está necesitado de la ayuda y apoyo de
todos los otros. El buen ejemplo no sólo actúa fuera, sino que va a lo hondo y construye en el otro el bien
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más precioso y efectivo, que es el de la coherencia con la propia vocación cristiana (JUAN PABLO II, Aloc.
20-II-1980).

2431 La penitencia del tiempo cuaresmal no debe ser sólo interna e individual, sino también externa y
social. Foméntese la práctica penitencial de acuerdo con las posibilidades de nuestro tiempo y de los
diversos países y condiciones de los fieles [. . . ].

Sin embargo, téngase como sagrado el ayuno pascual; ha de celebrarse en todas partes el viernes de la
pasión y muerte del Señor y aun extenderse, según las circunstancias, al sábado santo, para que de este
modo se llegue al gozo del domingo de Resurrección con elevación y apertura de espiritu (CONC VAT. II,
Sacrosanctum Concillum,110).

Pasión

2432 En la pasión de Cristo encontramos el remedio contra todos los males que nos sobrevienen a causa
del pecado (SAN TO TOMÁS, Sobre el Credo,6,1. c. ).

2433 Cuando pecó el primer hombre, nuestra naturaleza quedo debilitada y corrompida, y el hombre se
tornó más propenso al pecado. Pero Cristo atenuó esta debilidad y propensión, si bien no la eliminó por
completo; con la Pasión de Cristo quedó fortalecido el hombre y debilitado el pecado, que ya no lo domina
de la misma manera, sino que el hombre puede esforzarse y librarse de los pecados ayudado por la gracia
de Dios, que recibe en los sacramentos, cuya eficacia procede de la Pasión de Cristo (SANTO ToMAs,
Sobre el Credo,4, I. c. ).

2434 La pasión de nuestro Señor y Salvador Jesucristo es origen de nuestra esperanza en la gloria y nos
enseña a sufrir (SAN AGUSTIN, Sermón Güelferbitano,3).

2435 La plenitud de la fe es la cruz del Señor, su muerte y su resurrección [. . . ]. La cruz también puede
servir de escándalo a los escogidos; pero no hay testimonio más grande de la divina persona, porque nada
parece más superior a la naturaleza humana como haberse ofrecido El solo por todo el mundo (SAN
AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. V, p. 339).

2436 ¡Qué diferentes voces eran: quita, quita, crucifícale y bendito sea el que viene en el nombre del Señor,
hossana en las alturas! ¡Qué diferentes voces son llamarle ahora Rey de Israel, y de ahí a pocos dias decir:
no tenemos más rey que al César! ¡Qué diferentes son los ramos verdes y la cruz, las flores y las espinas! A
quien antes tendían por alfombra los vestidos propios, de allí a poco le desnudan de los suyos y echan
suertes sobre ellos (SAN BERNARDO, Sermón sobre el Domingo de Ramos,2,4).

2437 Manantial inagotable de vida es la Pasión de Jesús.

Unas veces renovamos el gozoso impulso que llevó al Señor a Jerusalén. Otras, el dolor de la agonía que
concluyó en el Calvario. . . O la gloria de su triunfo sobre la muerte y el pecado. Pero, ¡siempre!, el
amorógozoso, doloroso,gloriosoó del Corazón de Jesucristo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Via Crucis, p.
122).

2438 Como dice San Agustín, la Pasión de Cristo es suficiente para modelar por completo nuestra vida
(SANTO ToMAs, Sobre el Credo,4, I. c. , p. 65).

2439 Y Pedro le seguía a lo lejos. Le seguía a lo lejos, pero se acercaba a su negación, y acaso no le
hubiera negado si hubiese estado cerca de Jesús (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 473).

2440 Inmolemos cada día nuestra persona y toda nuestra actividad, imitemos la pasión de Cristo con
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nuestros propios padecimientos, honremos su sangre con nuestra propia sangre, subamos con denuedo a
la cruz. Si quieres imitar a Simón de Cirene, toma la cruz y sigue al Señor (SAM GREGORIO
NACIANCENO, Disertac. 45,23-24).

2441 Y habiendo encendido fuego en medio del atrio, y sentándose ellos alrededor, estaba también Pedro
en medio de ellos. Se acercó San Pedro a calentarse, porque una vez preso el Señor el calor del afecto de
Pedro se enfrió (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 473).

2442 Le habían sido entregadas las llaves del reino de los cielos. Le había sido confiada una innumerable
multitud de pueblos, que estaba metida en el pecado. San Pedro estaba muy fuerte, como lo indica la oreja
cortada del criado del príncipe de los sacerdotes. Este hombre, tan endurecido y tan severo, si hubiese
obtenido el don de no pecar, ¿cómo hubiera podido perdonar a los pueblos? Pero la Providencia divina
permitió que cayese él primero, para que fuese condescendiente con los demás, recordando su propia caida
(SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 474).

2443 El Señor fue flagelado y nadie le ayudó; fue afeado con salivas, y nadie le amparó; fue coronado de
espinas, y nadie le protegió; fue crucificado, y nadie le desclavó; clama diciendo Dios mio, Dios mio, ¿por
qué me has abandonado. 7, y nadie le socorre (SAN AGUST1N, Coment. sobre el Salmo 21).

2444 Y así como El no olvidó ninguna muestra de mansedumbre, así ellos no perdonaban ningún insulto,
ninguna impiedad, sino que con obras y palabras desahogaban su furor [. . . ]. Escupían y maltrataban aquel
rostro reverenciado por las olas del mar y venerado por el sol que, cuando más tarde le vio en la Cruz,
escondió respetuoso sus rayos; le herían en la cabeza desfogando ampliamente su cólera y causándole
llagas infamantes; le maltrataban a puñadas y le abofeteaban en la divina faz, a la que también se atrevian a
escupir. Al mismo tiempo le decían con feroz sarcasmo: Adivínanos, Cristo, ¿quién te ha herido? SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,85).

2445 ¿Podéis beber el cáliz [ 17; el Señor sabia que podrían imitar su pasión, y sin embargo les pregunta;
para que todos oigamos que nadie puede reinar con Cristo si no ha imitado su pasión; porque las cosas de
mucho valor no se consiguen más que a un precio muy alto (SAN JUAN CRISOSTOMo, Hom. sobre S.
Mateo,35).

Resurrección

2446 Por el nombre de Resurrección no debe entenderse única- mente que Cristo resucitó de entre los
muertos [. . . ], sino que resucitó por su virtud y poder propio, lo cual fue exclusivo y singular en El [. . . ]; lo
confirmó el mismo Señor con el divino testimonio de su boca: porque doy mi vida para tomarla de nuevo.
Ninguno me la quita sino que yo la doy por m f mismo, y tengo poder para darla y tengo poder para tomarla
de nuevo (Jn 10,17-18) [. . . ]. Asimismo, dijo a los judíos, para confirmar la verdad de su doctrina: destruid
este templo y en tres das lo levantaré. . . pero El hablaba del templo de su cuerpo (Jn 2,19-21) [. . . ]. Y si
bien leemos alguna vez en las Escrituras que Cristo Nuestro Señor fue resucitado por el Padre (cfr. Ac 2,24
Rm 8,11), esto se le ha de aplicar en cuanto hombre; así como, por otra parte, se refieren a El mismo en
cuanto Dios, aquellos textos en que se dice que resucitó por su propia virtud (Catecismo Romano,1,6,8).

No es grande cosa crcer que Cristo muriese; porque esto 2447 también lo creen los paganos y judíos y
todos los inicuos: todos creen que murió. La fe de los cristianos es la Resurrección de Cristo; esto es lo que
tenemos por cosa grande: el creer que resucitó (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 120).

2448 Cristo vive. Esta es la gran verdad que llena de contenido nuestra fe. Jesús, que murió en la cruz, ha
resucitado, ha triunfado de la muerte, del poder de las tinieblas, del dolor y de la angustia. No temáis, con
esta invocación saludó un ángel a las mujeres que iban al sepulcro; no temáis. Vosotras venfs a buscar a
Jesús Nazareno, que fue crucificado: ya resucitó, no está aquí(Mc 16,6). Haec est dies quam fecit Dominas
exsultemas et laetemar in ea; éste es el día que hizo el Señor, regocijémonos (Sal 117,24).

El tiempo pascual es tiempo de alegría, de una alegría que no se limita a esa época del año litúrgico, sino
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que se asienta en todo momento en el corazón del cristiano. Porque Cristo vive: Cristo no es una figura que
pasó, que existió en un tiempo y que se fue, dejándonos un recuerdo y un ejemplo maravillosos.

No: Cristo vive. Jesús es el Emmanuel: Dios con nosotros. Su Resurrección nos revela que Dios no
abandona a los suyos (J. ESCRIVA DE BAEAGUER, Es Cristo que pasa,102).

2449 La razon de que los discípulos tardaran en creer en la Resurrección del Señor, no fue tanto por su
flaqueza como por nuestra futura firmeza en la fe; pues la misma Resurrección demostrada con muchos
argumentos a los que dudaban, ¿qué otra. cosa significa sino que nuestra fe-se fortalece por su duda?
(SAN GREGORIO MAGNo,Hom. 16sobre los Evang. ).

2450 Después de la tristeza del sábado resplandece un día feliz, el primero entre todos, iluminado con la
primera de las iuces, ya que en él se realiza el triunfo de Cristo resucitado (SAN JERÓNIMO, Coment.
Evang. S. Marcos,16).

2451 Yo, por mi parte, sé muy bien y en ello pongo mi fe que, después de la Resurrección, el Señor
permaneció en su carne. Y así, cuando se presentó a Pedro y a sus compañeros, les dijo: Tocadme,
palpadme y comprended que no soy un espir¿tu incorpóreo. Y al punto le tocaron y creyeron, quedando
persuadidos de su carne y de su espiritu [. . . ]. Es más, después de su Resurrección comió y bebió con
ellos, como hombre de carne que era, si bien espiritualmente estaba hecho una cosa con su Padre (SAN
IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los de Esmirna, lll,1-3).

2452 Y dicho esto, les mostró las manos y los pies. En los que vieron claramente los vestigios de los clavos;
y, según San Juan, también les enseñó el costado que había sido abierto con la lanza, para que, viendo las
cicatrices de las heridas, pudiesen curar las heridas de sus dudas.

Y no quiso curar estas señales: en primer lugar, para confirmar en sus discípulos la fe de la resurrección; en
segundo lugar para poder presentarlas a su Padre cuando intercediese por nosotros, manifestándole la
clase de muerte que por nosotros había sufrido; en tercer lugar, para demostrar siempre a los redimidos con
su muerte el gran amor que con ellos empleó, presentándoles las señales de su pasión; finalmente, para
probar el día del juicio la justicia con que serán condenados los impíos (SAN BEDA, en CatenaAurea, vol.
Vl, p. 548).

2453 Y habiendo comido delante de ellos, tomó las sobras y se los dio. Para demostrarles la veracidad de
su resurrección, no sólo quiso que le tocasen sus discípulos, sino que se dignó comer con ellos, para que
viesen que había resucitado de una manera real, y no de un modo imaginario. Comió para manifestar que
podía, y no poráneacesidad: la tierra sedienta absorbe el agua de un modo distinto a como la abr sorbe el
sol ardiente; la primera poráneacesidad, el segundo, por potencia (SAN BEDA en Catena Aurea, vol. Vl, p.
550).

2454 Con razón los Romanos Pontífices han llamado a Maria Corredentora: de tal modo, juntamente con su
Hijo paciertey muriente, padeció y casi murió; y de tal modo, por lasalvación de los hombres, abdicó de los
derechos maternos sobre su Hijo, y le inmoló, en cuanto de Ella dependia, para aplacar la justicia de Dios,
que puede con razón decirse que Ella redimió al género humano juntamente con Cristo. (Benedicto XV). Asi
entendemos mejor aquel momento de la Pasión de Nuestro Señor, que nunca nos cansaremos de meditar:
stabot autem iuxta cruce". Jesu matar eius (Jn 19,25), estaba junto a la cruz de Jesús su Madre (J.
ESCRIVA DE BALAGUER Amigos de Dios,287).

2455 Cristo ha muerto por ti. Tú. . . ¿qué debes hacer por Cristo? (J. ESCRIVA DE BALAGUER Camino, n.
299). Pascua del Señor, Pascua; lo digo por tercera vez en honor 2456 de la Trinidad: Pascua. Es, para
nosotros, la fiesta de las fiestas, la solemnidad de las solemnidades, que es superior a todas las demás, no
sólo a las fiestas humanas y terrenales, sino también a las fiestas del mismo Cristo que se celebran en su
honor, igual que el sol supera a las estrellas (SAN GKEGORIO NACIANCENO, Oración 45,2).
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2457 Yentrando, no hallaron el cuerpo del Señor. No habiendo encontrado el cuerpo de Jesús, porque había
resucitado, i eran agitadas por diversas ideas; y como amaban tanto al Señor y se hallaban tan apenadas
por su desaparición, merecieron la presencia de un ángel (SAN CIR1LO, en Catena Aurea, vo l. Vl, p. 524).

2458 Y les dijo: Paz a vosotros; soy yo, no temáis. Avergüénce- nos el prescindir del saludo de la paz, que el
Señor nos de jó cuando iba a salir del mundo. La paz es un nombre y una cosa sabrosa que sabemos
proviene de Dios, según dice el Apóstol a los filipenses: la paz de Dios; y que es de Dios lo muestra también
cuando dice a los efesios: El es nuestra paz. La paz es un bien recomendado a todos, pero observado por
pocos. ¿Cuál es la causa de ello? Quizás el deseo de dominio, o de ambición, o de envidia, o de
aborrecimiento del prójimo, o de alguna otra cosa, que vemos en quienes desconocen al Señor. La paz
procede de Dios, que es quien todo lo une [. . . ]. La transmite a los ángeles [. . . ] y se extiende también a
todas las criaturas que verdaderamente la desean (SAN GREGORIO NACIANCENO, en Catena Aurea, vol.
Vl, p. 545).

Ascensión

2459 Se aprovecharon tanto los Apóstoles de la Ascensión del Señor que todo lo que antes les causaba
miedo, después se convirtió en gozo. Desde aquel momento elevaron toda la contemplación de su alma a la
divinidad sentada a la diestra del Padre, y ya no les era obstáculo la vista de su cuerpo para que la
inteligencia, iluminada por la fe, creyera que Cristo, ni descendiendo se había apartado del Padre, ni con su
Ascensión se había apartado de sus discípulos (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 74).

2460 En cuanto Nuestro Señor subió a los Cielos, su Santa Iglesia desafió al mundo y, confortada con su
Ascensión, predicó abiertamente lo que creia a ocultas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 29 sobre los
Evang. ).

2461 No era conveniente que Cristo permaneciese en la tierra después de la Resurrección, sino que
convenia que subiese al Cielo (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,3, q 57, a. 1).

2462 La fiesta de la Ascensión del Señor nos sugiere también otra realidad; el Cristo que nos anima a esta
tarea en el mundo, nos espera en el Cielo. En otras palabras: la vida en la tierra, que amamos, no es lo
definitivo; pues no tenemos aquí ciudad permanente, sino que andamos en basca de la futura (He 13,14),
ciudad inmutable (. . . ). Cristo nos espera. Vivimos ya como ciudadanos del cielo (F1p 3,20), siendo
plenamente ciudadanos de la tierra, en medio de dificultades, de injusticias, de incomprensiones, pero
también en medio de la alegría y de la serenidad que da el saberse hijo amado de Dios (J. ESCR;V¡ DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,126).

Pentecostés

2463 El Señor prometió que nos enviaria aquel Abogado que nos haría capaces de Dios. Pues del mismo
modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo pan si antes no es
humedecido, así también nosotros, que somos muchos, no podíamos convertirnos en una sola cosa en
Cristo Jesús sin esta agua que baja del cielo. Y, así como la tierra árida no da fruto si no recibe el agua, así
también nosotros, que éramos antes como un leño árido, nunca hubiéramos dado el fruto de vida, sin esta
gratuita lluvia de lo alto (SAN l;RENEO, Trat. contra las herejias,3).

2464 El Espíritu Santo se apareció bajo la forma de paloma y de fuego; porque a todos los que llena, los
hace sencillos y los anima a obrar; los hace sencillos con la pureza, y los anima con la emulación; pues a
Dios no puede serle grata la sencillez sin celo, ni el celo sin sencillez (SAN GREC;OR;O MAGNO, Hom. 30
sobre los Evang. ).

2465 Vemos la transformación que obra el Espíritu en aquellos en cuyo corazón habita. Fácilmente los hace
pasar del gusto de las cosas terrenas a la sola esperanza de las celestiales, y del temor y la pusilanimidad a
una decidida y generosa fortaleza de alma. Vemos claramente que así sucedió en los discípulos, los cuales,
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una vez fortalecidos por el Espíritu, no se dejaron intimidar por sus perseguidores, sino que permanecieron
tenazmente unidos al amor de Cristo (SAN CIRILO DE ALEJANDRiA, Coment. Evang. S. Juan,10).

2466 Su actuación en el alma es suave y apacible, su experiencia es agradable y placentera y su yugo es


levisimo. Su venida va precedida de los rayos brillantes de su luz y de su ciencia. Viene con la bondad de
genuino protector; pues viene a salvar, a curar, a enseñar, a aconsejar, a fortalecer, a consolar, a iluminar,
en primer lugar, la mente del que lo recibe y, después, por las obras de éste, la mente de los demás. Y, del
mismo modo que el que se hallaba en tinieblas, al salir el sol, recibe su luz en los ojos del cuerpo y
contempla con toda claridad lo que antes no veia, así también al que es hallado digno del don del Espíritu
Santo se le ilumina el alma y, levantado por encima de su razón natural, ve lo que antes ignoraba (SAN
CIRILO DE JERUSALEN, Catequesis 16, sobre el Espíritu Santo 1,11-12,16).

2467 Ved, pues, cómo San Pedro, que antes tenia miedo de hablar de Jesús, ahora se goza ya en los
castigos; y el que antes de la venida del Espíritu Santo temió ante la voz de una mujer, después de la venida
desafia las iras de los príncipes (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).

FILIACION DIVINA

CITAS DE LA SAGRADA ESCRITURA

Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores,
a mi me lo hicisteis. Mt 25.

Y nos hizo merced de preciosos y sumos bienes prometidos, para que por ellos os hagáis participes de la
divina naturaleza, huyendo ie la corrupción que por la concupiscencia existe en el mundo. 2P 1,4.

El les dijo: Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre; venga tu reino. . . Lc 11,2.

¿Qué padre entre vosotros, si el hijo le pide un pez, le dará, en vez del pez, una serpiente? ¿O si le pide un
huevo le dará un escorpión? Si vosotros, pues, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden? Lc 11,11-13.

Mas a cuantos le recibieron dióles poder de llegar a ser hijos de Dios, a aquellos que creen en su nombre;
Jn 1,12.

Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi
Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Jn 20,17.

Ved qué amor nos ha mostrado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios y lo seamos. Por esto el
mundo no nos conoce, porque no le conoce a El. Carísimos, ahora somos hijos de Dios, aunque ano no se
ha manifestado lo que hemos de ser. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a El,
porque le veremos tal cual es. 1Jn 3,1-2.

Los que son movidos por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Rm 8,14.

Que no habéis recibido el espiritu de siervos para recaer en el temor, antes habéis recibido el espiri

tu de adopción, por el que clamamos: Abba! ¡Padre! Rm 8,15.

El Espíritu da testimonio a nuestro espiritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos;
herederos de Dios, coherederos de Cristo, supuesto que padezcamos con El para ser con El glorificados.
Rm 8,16-17.

Porque a los que de antes conoció, a esos los predestinó a ser conformes con la imagen de su Hijo, para
que éste sea el primogénito entre muchos hermanos. . . Rm 8,29.

Todos, pues, sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Porque cuantos en Cristo habéis sido bautizados,
os habéis vestido de Cristo. No hay ya judío o griego, no hay siervo o libre, no hay varón o hembra, porque
todos sois uno en Cristo Jesús. Ga 3,26-28.
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Y, puesto que sois hijos, envió Dios a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que grita: Abba!, ¡Padre! De
manera que no eres siervo, sino hijo, también heredero por medio de Dios. Ga 4,6-7.

¿No tenemos todos un Padre? ¿No nos ha criado a todos un Dios? ¿Por qué, pues, obrar pérfidamente
unos con otros, quebrantar el pacto de nuestros padres? Mal 2,10.

Señor, Padre, Soberano de mi vida, no me abandones al capricho de ellos ni me dejes caer por ellos. Señor,
Padre y Dios de mi vida, no me des ojos altaneros. Si 23,1. 4.

Nos tiene por escorias y se aparta de nuestras sendas como de impurezas; proclama dichosas las
postrimerías de los justos y se gloría de tener a Dios por Padre. Porque si el justo es hijo de Dios, El le
acogerá y le librará de las manos de sus enemigos. Sg 2,16-18.

Dios es nuestro Padre

2468 No dijo porque Dios sabe, sino porque sabe vuestro Padre. Y así les infunde una confianza mayor.
Porque si es Padreóy tal Padreó, no podrá abandonar a sus hijos cuando los ve necesitados (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,22).

2469 Asi pues, según la condición natural, podemos decir que todos somos hijos de Dios, ya que todos
hemos sido creados por él. Pero según la obediencia y la enseñanza seguida, no todos son hijos de Dios,
sino sólo los que confian en él y hacen su voluntad. LOS que no se le confian ni hacen su voluntad son hijos
del diablo, puesto que hacen las obras del diablo. Que esto sea así se declara en Isaías: Engendré hijos y
los crié: pero ellos me despreciaron (Is I,2). Y en otro lugar los llama hijos extraños: Los hijos extraños me
han deiraudado (Sal 17,46) (SAN IRENEO DE LYON, Trat. contra las herejías, IV,41).

2470 Por una admirable condescendencia, el Hijo de Dios, el Unico según la naturaleza, se ha hecho hijo
del hombre, para que nosotros, que somos hijos del hombre por naturaleza, nos hagamos hijos de Dios por
gracia (SAN AGUST;N, La ciudad de Dios).

2471 De la misma manera que los padres y las madres ven con gran gusto a sus hijosólos caballos a sus
potros, el león a su cachorro, el ciervo a su cervatillo y el hombre a su hijoó, también el Padre del universo
recibe gustosamente a los que se acogen a él. Cuando los ha regenerado por su Espíritu y adoptado como
hijos, aprecia su dulzura, los ama, los ayuda, combate por ellos y, por eso, los llama sus "hijos pequeños" [. .
. ] (CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Pedagogo,1,23,2).

El Espíritu Santo y la filiación divina

2472 La efusión del Espíritu Santo, al cristificarnos, nos lleva a que nos reconozcamos hijos de Dios. El
Paráclito, que es caridad, nos enseña a fundir con esa virtud toda nuestra vida; y consummati in unum (Jn
17,23), hechos una sola cosa con Cristo, podemos ser entre los hombres lo que San Agustín afirma de la
Eucaristía: signo de unidad, vinculo del Amor (In loan. Ev. tract. 26,13) (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es
Cristo que pasa,87).

2473 Por el Espíritu Santo se nos restituye el paraíso, por él podemos subir al reino de los cielos, por él
obtenemos la adopción filial, por él se nos da la confianza de llamar a Dios con el nombre de Padre, la
participación de la gracia de Cristo, el derecho de ser llamados hijos de la luz, el ser participes de la gloria
eterna y, para decirlo todo de una vez, la plenitud de toda bendición, tanto en la vida presente como en la
futura; por él podemos contemplar como en un espejo, cual si estuvieran ya presentes, los bienes
prometidos que nos están preparados y que por la fe esperamos llegar a disfrutar (SAN BASILIO, Sobre el
Espíritu Santo,15,35-36).

2474 La adopción, aunque sea común a toda la Trinidad, se apropia, sin embargo, al Padre como su autor,
al Hijo como modelo, al Espíritu Santo como al que imprime en nosotros la semejanza a ese modelo
(SANTO TOMÁS. Suma Teológica,3, q. 23, a. 2).
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2475 El que tiene el Espíritu de Dios se convierte en hijo de Dios. Hasta tal punto es hijo de Dios que no
recibe un espiritu de servidumbre, sino el espiritu de los hijos (cfr. Rm 8,25), de modo que el Espíritu Santo
testimonia a nuestro espiritu que nosotros somos hijos de Dios. Este testimonio del Espíritu Santo consiste
en que él mismo clama en nuestros corazones: Abba, Padre, como escribe el apóstol a los Gálatas (4,6)
(SAN AMBROSIO, Carta 35,4-ó).

EL mayor don: ser hijos de Dios

2476 [. . . ] el que no se sabe hijo de Dios, desconoce su verdad más íntima, y carece en su actuación del
dominio y del señorío propios de los que aman al Señor por encima de todas las cosas (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Amigos de Dios,26).

2477 (Por la filiación divina) el hombre es constituido en un nuevo ser (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-
2, q. 100, a. 2).

2478 ¿Qué mayor gracia pudo hacernos Dios? Teniendo un Hijo único le hizo Hijo del hombre, para que el
hijo del hombre se hiciera hijo de Dios. Busca dónde está tu mérito, busca de dónde procede, busca cuál es
tu justicia; y verás que no puedes encontrar otra cosa que no sea pura gracia de Dios (SAN AGUSTIN,
Sermón 185).

2479 Este fue el motivo de la venida de Cristo en la carne, de su convivencia con los hombres, de sus
sufrimientos, de su cruz, de su sepultura y de su resurrección: que el hombre, una vez salvado, recobrara,
por la imitación de Cristo, su antigua condición de hijo (SAN BASILIO, Sobre el Espíritu Santo,15,35).

2480 A las demás criaturas les dio como donecillos, a nosotros la herencia. Esto, por ser hijos (SANTO
TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,126).

2481 Cristo revela a cada uno de los hombres la dignidad de hijo adoptivo de Dios, dignidad a la cual está
unida su vocación suprema: terrestre y eterna. Y esta obra de la Alianza [. . . ] Cristo la realiza de modo
definitivo a través de la cruz [. . . ]: sin la cruz de Cristo no existe esa suprema elevación del hombre (JUAN
PABLO II, Hom. 2-I11-1980j.

Filiación divina y fraternidad

2482 En este Padre son hermanos el señor y el siervo; en este Padre son hermanos el emperador y el
soldado; en este Padre son hermanos el rico y el pobre. Los fieles cristianos tienen sobre la tierra padres
diferentes, nobles unos, villanos otros; mas todos invocan a un Padre único: al de los cielos (SAN AGUSTIN,
Sermón 59).

2483 Se llaman pacificos los hijos de Dios en atención a que nada hay en ellos que se oponga a Dios:
también los hijos deben parecerse a sus padres (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,1,2).

2484 Nuestro Señor ha venido a traer la paz, la buena nueva, la vida, a todos los hombres. No sólo a los
ricos, ni sólo a los pobres. No sólo a los sabios, ni sólo a los ingenuos. A todos. A IOS hermanos, que
hermanos somos, pues somos hijos de un mismo Padre Dios. No hay, pues, más que una raza: la raza de
los hijos de Dios. No hay más que un color: el color de los hijos de Dios. Y no hay más que una lengua: ésa
que habla al corazón y a la cabeza, sin ruido de palabras, pero dándonos a conocer a Dios y haciendo que
nos amemos los unos a los otros (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,106).

2485 La bienaventuranza de los pacificos es el premio de su adopción. Por eso se dice: serán llamados
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hijos de Dios. Solamente Dios es el padre de todos, y no se puede entrar a formar parte de su familia si no
vivimos en paz mutuamente por medio de la caridad fraterna (SAN HILARIO, en Catena Aurea, vol. 1p 252).

2486 Debemos exclusivamente a su gracia misericordiosa que El sea nuestro Padre, lo cual a ningún precio
lo podemos alcanzar, sino únicamente con buena voluntad. Sirva esto de amonestación a los ricos y a los
nobles según el mundo, cuando se hicieren cristianos, para que no se ensoberbezcan contra los pobres y
humildes, ya que todos a una dicen a Dios Padre nuestro, y no podrán decírselo con verdad y sincera
piedad si no se tratan entre si como hermanos (SAN AC;USTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2,16).

2487 El cuidado de Dios sobre sus hijos [. . . ] la Providencia de Dios nos conduce sin pausas, y no es-
catima su auxilioócon milagros portentosos y con milagros menudosópara sacar adelante a sus hijos (J.
ESCIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,217).

2488 Grande es la dignidad de los hombres cuando cada uno de ellos. desde el momento de nacer. tiene un
ánel destinado para su custodia (SAN JERÓNIMO, Coment. Evang. S. Mateo,18-20).

2489 En su gran amor por la humanidad, Dios va tras el hombre como la madre vuela sobre el pajarilla
cuando éste cae del nido; y si la serpiente lo está devorando, la madre revolotea alrededor gim¿endo por su
polluelo (Dt 32,11). Asi Dios busca paternalmente a la criatura, la cura de su caida, persigue a la bestia
salvaje y recoge al hijo, animándole a volver, a volar hacia el nido (SAN CLEMENTE DE ALE. AN DR;A,
Protréptico,10).

2490 Todo cuanto nos viene de parte de Dios y que al pronto nos parece próspero o adverso, nos es
enviado por un padre lleno de ternura y por el más sabio de los médicos, con miras a nuestro propio bien
(CAS¡ANO, Colaciones,7,28).

"Todo es para bien"

2491 A los que aman a Dios, todo contribuye para su mayor bien: Dios endereza absolutamente todas las
cosas para su provecho, de suerte que aun a quienes se desvian y extralimitan, les hace progresar en la
virtud, porque se vuelven más humildes y experimentados (SAN AGUSTIN, Sobre la conversión y la
gracia,9,24).

2492 Ten, pues, buen ánimo, hija mia, y no te preocupes por mi, sea lo que sea que me pase en este
mundo. Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca,
es en realidad lo mejor (SANTO TOMÁS MORO, Carta escr¿ta en la cárcel a su hija Margarita,1. c. ).

Piedad filial

2493 Consiste la piedad en un afecto cariñoso y deferente al propio padre y a cualquier hombre sumido en
desgracia. Por consiguiente, siendo Dios Padre nuestro, no sólo debemos respetarle y temerle, sino además
abrigar ese devoto y cariñoso afecto para con El (SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,137).

2494 Si tú tienes una piedad sincera, sobre ti descenderá también el Espíritu Santo y oirás la voz del Padre
desde lo alto que dice: éste no es el Hijo mio, pero ahora después del bautismo ha sido hecho hijo mio (SAN
CIRILO DE JERUSALÉN, Catequesis III, Sobre el bautismo,14).

2495 La filiación divina es una verdad gozosa, un misterio consolador. La filiación divina llena toda nuestra
vida espiritual, porque nos enseña a tratar, a conocer, a amar a nuestro Padre del Cielo, y así colma de
esperanza nuestra lucha interior, y nos da la sencillez confiada de los hijos pequeños. Más aún:
precisamente porque somos hijos de Dios, esa realidad nos lleva también a contemplar con amor y con
admiración todas las cosas que han salido de las manos de Dios Padre Creador. Y de este modo somos
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contemplativos en medio del mundo, amando al mundo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,65).

2496 También se fomenta el afecto de súplica cuando los hombres dicen a Dios: Padre nuestro, y cierta
confianza de que hemos de alcanzar lo que vamos a pedir, ya que antes de pedir nada, hemos recibido el
don inmenso de poder decir a Dios: Padre nuestro. ¿Qué podrá negar ya a los hijos que le piden,
habiéndoles antes otorgado el que fuesen hijos? (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).

2497 Descansad en la filiación divina. Dios es un Padre lleno de ternura, de infinito amor. Llámale Padre
muchas veces al dia, y dileóa solas, en tu corazónóque le quieres, que le adoras: que sientes el orgullo y la
fuerza de ser hijo suyo. Supone un auténtico programa de vida interior, que hay que canalizar a través de
tus relaciones de piedad con Dios ópocas, pero constantes, insistoó, que te permitirán adquirir los
sentimientos y las maneras de un buen hijo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,150).

Otras consecuencias de la filisción divina

2498 Si nos tornamos a El como el hijo pródigo, hanos de perdonar, hanos de consolar en nuestros trabajos,
hanos de sustentar como lo debe hacer un tal padre, que por fuerza ha de ser mejor que todos los padres
del mundo, porque en El no puede haber sino todo bien cumplido, y después de todo esto, hacernos
herederos y participantes con Vos (SANTA TERESA, Camino de perfección,27,2).

2499 En los momentos más dispares de la vida, en todas las situaciones, hemos de comportarnos como
servidores de Dios, sabiendo que el Señor está con nosotros, que somos hijos suyos. Hay que ser
conscientes de esa raíz divina, que está injertada en nuestra vida, y actuar en consecuencia (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,60).

2500 (Venga a nosotros tu reino). Debe entenderse que es gran atrevimiento y propio solamente de una
conciencia recta, pedir el reino de Dios y no temer su juicio (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p
358).

2501 La conversión consiste necesariamente en expresar la verdad de la adopción de hijos que adquirimos
en el bautismo. Porque en el bautismo fuimos llamados a la unión con Cristo en su muerte y resurrección, y
desde entonces hemos sido llamados a morir al pecado y a vivir para Dios. En el bautismo tuvo lugar en
nosotros la acción vivificadora del Espíritu Santo, y el Padre ve en nosotros a su único Hijo, Jesucristo: Tú
eres mi Hijo amado, en ti me complazco (Lc 3,22) (JUAN PABLO 11, Hom. 13-1-1980).

2502 Habiendo ya recibido al hijo en paz, habiéndole ya besado, manda le den el mejor vestido, la
esperanza de la inmortalidad en el bautismo. Manda le den el anillo, prenda del Espíritu Santo, y calzado
para sus pies, el evangelio de la paz, para que fuesen hermosos los pies de los anunciadores del bien (SAN
AGUSTIN, Sermón 11).

2503 Si vosotros siendo mulos sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre. . . ?
(Cfr. Mt 7,9-11). Citó la semejanza de los padres y de los hijos para que, si desesperamos de nuestros
pecados, esperemos en la bondad de nuestro Padre (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p
430).

2504 Esta realidad espléndida (la de la dignidad y grandeza del ser humano) no puede encerrarse en esos
solos horizontes, por más que no pueda prescindir de ellos. Ha de abrirse a la novedad que Cristo vino a
traer al mundo, enseñando a cada hombre que es hijo de Dios (cfr. Mt 6,9-15), redimido con la sangre del
mismo Cristo (Ep,7), coheredero con El (cfr. Rm 8,17), destinado a una meta trascendente (cfr. Rm 8,20-23;
Ep 2,6s).

Sería la mayor mutilación privar al hombre de esa pespectiva, que lo eleva a la dimensión más alta que
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puede tener. Y que, en consecuencia, le ofrece el cauce más apto para desplegar sus mejores energías y
entusiasmo [. . . ].

Aquí se halla el fundamento del conocimiento en profundidad del valor de la propia existencia. El
fundamento de nuestra identidad como cristianos. De ahí ha de derivar una actitud práctica coherente,
hecha de estima hacia todo lo humano que sea bueno e informada eficazmente por la fe (JUAN PABLO II,
Hom. en el Nou Camp, Barcelona,7-XI1982).

FIN DEL HOMBRE

Citas de la Sagrada Escritura

Nuestro nombre caerá en el olvido con el tiempo, y nadie tendrá memoria de nuestras obras; y pasará
nuestra vida como rastro de nube, y se disipará como niebla acosada por los rayos del sol y recargada por
su calor. Pues el paso de una sombra es nuestra vida, y sin retorno es nuestro fin, porque se pone el sello y
no hay quien vuelva. Sg 2,4-5.

Las almas de los justos están en las manos de Dios, y el tormento no los alcanzará. A los ojos de los necios
parecen haber muerto, y su partida es reputada por desdicha. Su salida de entre nosotros, por
aniquilamiento; pero están en paz. Sg 3,1-3.

Pues aunque a los ojos de los hombres fueran atormentados, su esperanza está llena de inmortalidad.
Después de un ligero castigo serán colmados de beneficios, porque Dios los probó y los halló dignos de si.
Sg 3,4-5.

Como el oro en el crisol los probó, y le fueron aceptos como sacrificio de holocausto. Al tiempo de ser
visitados brillarán y se propagarán como centellas en cañaveral; juzgarán a las naciones y dominarán sobre
los pueblos, y su Señor reinará por los siglos. Sg 3,6-8.

Los que confian en El conocerán la verdad, y los fieles a su amor, permanecerán con El, porque la gracia y
la misericordia son para sus elegidos. Pero los impíos, conforme a sus pensamientos, tendrán su castigo,
pues despreciaron al justo y se apartaron del Señor. Porque desdichado el que desprecia la sabiduría y la
disciplina; su esperanza es vana, sus afanes estériles, e inútiles sus obras. Sg 3,9- 11.

Entonces estará el justo en gran seguridad frente a los que le afligian y menospreciaban sus obras. Al verlo
se turbarán con terrible espanto, y quedarán fuera de si ante lo inesperado de aquella salud. Arrepentidos,
se dirán, gimiendo en la angustia de su espiritu: "Este es el que algún tiempo tomamos a risa y fue objeto de
escarnio". Nosotros, insensatos, tuvimos su vida por locura y su fin por deshonra. ¡Cómo son contados entre
los hijos de Dios, y tienen su heredad entre los santos!Luego nos extraviamos de la senda de la verdad, y la
luz de la justicia no nos alumbró, y el sol no salió para nosotros. Sg 5,1-6.

Nos cansamos de andar por sendas de iniquidad y de perdición, y caminamos por desiertos intransitables,
sin conocer el camino del Señor. ¿Qué nos aprovechó la altaneria, qué ventaja nos trajeron la riqueza y la
jactancia? Pasó como una sombra todo aquello, y como correo que va por la posta. Sg 5,7-9.

El hombre pasa como nave que atraviesa las agitadas aguas, de cuyo paso no es posible hallar huella, ni
del camino de su quilla por las olas; o como ave que corta los aires, sin que se encuentre señal de su paso,
y golpea el aire ligero al batirlo con sus plumas; y lo corta con la violencia de su ímpetu; y se abre camino
con el movimiento de sus alas, después ya no se halla señal de su paso. O como flecha que se tira al
blanco, que aunque hienda el aire, luego éste vuelve a cerrarse, y no se conoce por dónde pasó. Sg 5,10-
12.

Pero los justos viven para siempre, y su recompensa está en el Señor y el cuidado de ellos en el Altisimo.
Por esto recibirán un glorioso reino, una hermosa corona de mano del Señor, que con su diestra los protege
y los defiende con su brazo. Sg 5,15-16.

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Mt 5,8.

Mirad que no despreciéis a uno de esos pequeños, porque en verdad os digo que sus ángeles ven de
continuo en el cielo la faz de mi Padre, que está en los cielos. Mt 18,10.

Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino que serán como ángeles en el
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cielo. Mt 22. 30.

Porque ya no pueden morir y son semejantes a los ángeles e hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.
Lc 20,36.

Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Jn 17,3.

Cuando llegué a ser hombre, me despojé de las niñerías. Ahora vemos por un espejo y obscuramente, pero
entonces veremos cara a cara. Al presente conozco sólo parcialmente, pero entonces conoceré como soy
conocido. 1Co 13,12.

(. . . )su fin será el que corrcsponde a sus obras. 2Co 11,15.

Y por cuanto a los hombres les está establecido morir una vez, y después de esto el juicio. He 9,27.

Que no tenemos aquí ciudad permanente, antes buscamos la futura. He 13,14.

El fin de todo está cercano. Sed, pues, discretos y sobrios (con vistas) a la oración. Ante todo mantened
tensa la caridad unos para con otros, porque la caridad cubre la muchedumbre de los pecados. 1P 4,7-8.

Carísimos, ahora somos hijos de Dios, aunque ano no se ha manifestado lo que hemos de ser. Sabemos
que, cuando se manifieste, seremos semejantes a El, porque le veremos tal cual es. 1Jn 3,2.

La vida, un camino hacia Dios

2505 El Cielo es la meta de nuestra senda terrena. Jesucristo nos ha precedido y allí, en compañía de la
Virgen y de San José óa quien tanto veneroó, de los Angeles y de los Santos, aguarda nuestra llegada (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,220).

2506 Tengamos las cosas temporales para uso, las eternas en el deseo, sírvannos las cosas terrenas para
el camino, y deseemos las eternas para el fin de la jornada. Miremos como con indiferencia todo lo que se
hace en este mundo. Miren adelante los ojos del alma, fijándose con toda su fuerza en aquello a que nos
dirigimos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

2507 En los trabajos con que busco la nave, no es la nave lo que busco, sino la patria (SAN AGUSTIN,
Sobre el Sermón de la Montaña,2).

2508 A la manera de los viajeros sensatos, marcha siempre adelante, haciendo poco caso de lo que se le
presenta en el camino. La intención del viajero se orienta hacia el término de su viaje, ora tenga que hacerlo
por entre prados o tierras cultivadas, ora a través de grandes desiertos o parajes rocosos; no hay deleite o
molestia que le impida tender a la meta prefijada. Del mismo modo, este varón justo, caminando
derechamente, llegará al fin que se propuso sin apartarse por desviaciones engañosas; sino que, con la
mirada puesta únicamente en el cielo, dará término a su peregrinación mortal cual experto timonel que dirige
la nave por lo que observa en las estrellas (SAN GREGORIO DE NISA, Hom. sobre la virginidad).

2509 Para que una persona ande rectamente por un camino es preciso que conozca antes de algún modo
el fin al que se dirige; como el arquero no lanza con acierto la saeta si no mira primero al blanco al que la
envia. Y esto es necesario sobre todo cuando la vía es áspera y difícil y el camino laborioso, pero el fin
agradable [. . . ]. Y por esto fue conveniente que manifestase a sus discípulos la gloria de su claridad, que es
lo mismo que transfigurarse, pues en esta claridad transfigurará a los suyos (SANTO TOMÁS, Suma
Teológica,3, q. 45, a. 1 c).

2510 La meta que se nos ha señalado no consiste en algo de po- ca monta, sino que nos esforzamos por la
posesión de la vida eterna. Por esto, en la profesión de fe, se nos enseña que, después de aquel articulo: La
resurrección de los muertos, de la que ya hemos disertado, creamos en la vida del mundo futuro, por la cual
luchamos los cristianos (SAN CIRILO DE JERUSALÉN, Catequesis 18).
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Conocer, amar y servir a Dios

2511 Te ha criado sólo para ejercitar en ti su bondad, dándote su gracia y su gloria. A este fin, te ha dado el
entendimiento para que le conozcas, la memoria para que te acuerdes de El, la voluntad para que le ames,
la imaginación para que tengas presentes sus beneficios, los ojos para que veas las maravillas de sus
obras, la lengua para que le alabes, y así de todas las demás facultades (SAN FRANCISCO DE SALES
Introd. a la vida devota,1,10,1).

2512 No hemos nacido para comer y beber y vestir lujosamente, sino para agradar a Dios y alcanzar los
bienes eternos. Y puesto que aquello ha de ser secundario en nuestro empeño, lo será también en nuestra
oración (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,22).

2513 Preguntaos con mucha frecuencia: yo, ¿para qué estoy en la tierra? Y así procuraréis el perfecto
acabamiento ólleno de caridadóde las tareas que emprendáis cada jornada y el cuidado de las cosas
pequeñas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,20).

El fin del hombre y su felicidad: dar gloria a Dios

2514 Dios será el fin de nuestros deseos, pues le veremos sin fin, le amaremos sin cansarnos. Este oficio,
este afecto, este acto, será sin duda, como la misma verdad eterna, común a todos (SAN AGUSTIN, La
ciudad de Dios,22,30).

2515 Tu oro será paz; tu plata, paz; tus fincas, paz; tu vida, paz; tu Dios, paz; todo cuanto deseas será paz
para ti [. . . ]. Tu Dios será todo para ti; tu comida para que no tengas hambre; tu bebida, para que no tengas
sed; tu luz, para que veas; tu sostén para que no desfallezcas. El, todo entero, te poseerá a ti todo entero.
Allí no andarás a codazos con el que también todo posee; todo lo tendrás tú, todo lo tendrá él (SAN
AGUSTjN, Coment. sobre el Salmo 36).

2516 Hemos de prepararnos para la ciudad futura; quien se prepara para ella, toda la vida tiene en poco
(SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 147).

2517 ¿Cuándo llegará la hora de su presencia? Cuando le veamos cara a cara, como dice el Apóstol; esto
es lo que nos promete Dios como premio a nuestros trabajos. Cuando trabajas para esto lo haces: para
llegar a la visión (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 90).

2518 . . . Todo en la vida y en el ministerio del sacerdote tiende en un plano ontológicoóy debe también
tender en la vida personal de cada sacerdoteóhacia la gloria de Dios, gloria que consiste en que los
hombres reciban con consciencia, libertad y agradecimiento la obra de Dios realizada en Cristo y la
manifiesten en todos los actos de su vida (cfr. Presbyterorum Ordinis, PO 2) (A. DEL PORTILLO, Escritos
sobre el sacerdocio, p. 43).

2519 Es de advertir que todas llevan lámparas, pero no todas tienen aceite; porque también los réprobos
ostentan buenas obras como los elegidos; pero sólo vienen con aceite al encuentro del esposo aquellos que
buscan (para Dios) en su interior la gloria de las obras que han hecho externamente (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang. ).

2520 Que ningún afecto te ate a la tierra, fuera del deseo divinisimo de dar gloria a Cristo y, por El y con El y
en El, al Padre y al Espíritu Santo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 786).

2521 Todo es nada, y menos que nada, lo que se acaba y no contenta a Dios (SANTA TERESA,
-299 -

Vida,20,26).

2522 Ve, y anuncia la gloria de Dios (Lc 8). El Señor nos enseña que debemos impedir que nos alaben a
nosotros, a causa de nosotros mismos; pero no debemos impedir, sino al contrario, mandar que todas las
obras tengan por objeto la gloria de Dios, y se hagan por El (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea,
vol. Il, p. 38).

2523 Si juzgas rectamente comprenderás que has sido creado para la gloria de Dios y para tu eterna
salvación. Comprenderás que éste es tu fin, que éste es el objetivo de tu alma, el tesoro de tu corazón. Si
llegas a este fin serás dichoso, si no lo alcanzas serás un desdichado (SAN ROBERTO BELARMINO, Trat.
sobre la ascensión de la mente a Dios, grado 1).

2524 Cuando se dice que acercándose quien había recibido cinco talentos y el que había recibido dos. . .
nota que son las mismas palabras las que dirige a ambos, para que no crea que aquel que recibió menos
facultades y empleó todas las que recibió, había de merecer de Dios menos premio que el otro que tuvo
mayores medios. Lo único que se busca es que el hombre emplee en la gloria de Dios todo cuanto de El
que haya recibido (ORIGENES, Coment. Evang. S. Mateo,33).

Para Dios toda la gloria

2525 Nuestra fe nos enseña que la creación entera, el movimiento de la tierra y el de los astros, las
acciones rectas de las criaturas y cuanto hay de positivo en el sucederse de la historia, todo, en una
palabra, ha venido de Dios y a Dios se ordena (J. ESCRIVA DE BAEAGUER, Es Cristo que pasa,130).

2526 Abre los ojos de tu alma, y considera que no tienes nada tuyo de que gloriarte. Tuyo sólo tienes el
pecado, la debilidad y la miseria; y, en cuanto a los dones de naturaleza y de gracia que hay en ti,
solamente a Dios, de quien los has recibido como principio de tu ser, pertenece la gloria (J. PECCIóLeón
Xllló, Práctica de la humildad,1).

La gloria de Dios y la salvación eterna

2527 Si juzgas rectamente comprenderás que has sido creado para la gloria de Dios y para tu eterna
salvación. Comprenderás que éste es tu fin, que éste es el objetivo de tu alma, el tesoro de tu corazón. Si
llegas a este fin serás dichoso, si no lo alcanzas serás un desdichado (SAN ROBERTO BELARMINO Trat.
sobre la ascensión de la mente a Dios, grado 1).

2528 El amor es la consumación de todas nuestras obras. En el amor está el fin. Hacia él corremos (SAN
AGUSTIN, Sermón 10).

FLAQUEZAS

Citas de la Sagrada Escritura

Hemos venido a seráneacios por amor de Cristo; vosotros, sabios en Cristo. Nosotros, débiles; vosotros
fuertes. Vosotros, ilustres; nosotros, viles. 1Co 4,10.

Si es menester gloriarse, me gloriaré en lo que es mi flaqueza. 2Co 1 1,30.

De mi mismo no he de gloriarme, si no es de mis flaquezas. 2Co 12,5.

Y El (el Señor) me dijo: Te basta mi gracia, pues en la flaqueza llega al colmo el poder. 2Co 12,9.

Pues cuando parezco débil, entonces es cuando soy fuerte. 2Co 12,10.

Aunque fue crucificado (Cristo) en su debilidad, vive por el poder de Dios. Y así somos nosotros débiles en
-300 -

E1, pero vivimos con El para vosotros por el poder de Dios. 2Co 13,4.

El mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos
conviene; mas el mismo Espíritu aboga por nosotros con gemidos inefables. Rm 8,26.

Los fuertes debemos llevar las flaquezas de los débiles, sin complacernos en ello. Rm 15,1.

Dios eligió la necedad del mundo para confundir a los sabios y eligió Dios la flaqueza del mundo para
confundir a los fuertes [. . . ; el desecho del mundo, lo que no es nada, lo eligió Dios para destruir lo que es,
para que nadie pueda gloriarse ante Dios. 1Co 1,27-29.

Nos gozamos siendo nosotros débiles y vosotros fuertes; lo que pedimos es vuestra perfección. 2Co 13,9.

También os rogamos, hermanos, que corrijáis a los inquietos,que alentéis a los pusilánimes, que acojáis a
los flacos, y que seáis sufridos con todos. 1Th 5,14.

En todo os he dado ejemplo, haciéndoos ver cómo se debe sobrellevar a los flacos, y tener presente las
palabras del Señor Jesús, cuando dijo: mejor es dar que recibir. Ac 20,35.

Ten misericordia de mi, Señor, que estoy sin fuerzas. Ps 6,3.

"Tesoros en vasos de barro"

2529. . . Dios condesciende con nuestra libertad, con nuestra imperfección, con nuestras miserias.
Consiente en que los tesoros divinos sean llevados en vasos de barro, en que los demos a conocer
mezclando nuestras deficiencias humanas con su fuerza divina (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,113).

2530 Por amor de nuestro Señor, pido yo se guarden de las ocasiones; porque, puestos en ellas, no hay
que fiar donde tantos enemigos nos combaten y tantas flaquezas hay en nosotros para defendernos
(SANTA TERESA, Vida,8,4).

Dios cuenta con nuestras flaquezas

2531 Estad seguros: Dios no quiere nuestras miserias, pero no las desconoce, y cuenta precisamente con
esas debilidades para que nos hagamos santos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,215).

2532 Si un día nos vemos asaltados por pruebas inevitables, recordemos que fue Jesús quien nos mandó
embarcarnos y que quiere que le precedamos en la orilla opuesta (Mt 14,22). Es imposible, en efecto, para
quien no ha pasado por la prueba de las olas y del viento contrario (Mt 14,24), arribar a aquella orilla. ASi,
cuando nos veamos rodeados por dificultades múltiples y penosas, fatigados de navegar en medio de ellas
con la pobreza de nuestros medios, imaginémos que nuestra barca se encuentra entonces en medio de la
mar, azotada por las olas que desearían hacernos naufragar enla fe(cfr. 1Tm 1,19)oenalgunaotravirtud [. . . ].
Cuando hayamos luchado lo mejor posible procurando evitar el naufragio de la fe [. . . 1, estemos seguros
que, hacia el término de la noche, cuando la noche esté avanzada y a punto de amanecer (cfr. Rm 13,12), el
Hijo de Dios vendrá junto a nosotros, caminando sobre las olas, para tranquilizar la mar (ORIGENES,
Coment. Evang. S. Mateo,11,6).

Nuestras imperfecciones no nos deben alejar de Dios

2533 Cuando tu corazón caiga levántalo, humillándote profundamente ante Dios con reconocimiento de tu
miseria, sin maravillarte de haber caído, pues no tiene nada de admirable que la enfermedad sea enferma,
la debilidad débil, y la miseria mezquina. Sin embargo, detesta con todas tus fuerzas la ofensa que has
hecho a Dios y, con valor y confianza en su misericordia, prosigue el camino de la virtud que habias
abandonado (SAN FRANCTSCO DE SALES, Introd. a la vida devota,3,9).
-301 -

2534 Puesto que una enfermedad antigua requiere cuidados largos y difíciles, apliquemos los remedios con
tanta más prisa cuanto más recientes sean las heridas (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 1, para la
Resurrección del Señor,4,6).

2535 No hemos de alejarnos de Dios, porque descubramos nuestras fragilidades; hemos de atacar las
miserias, precisamente porque Dios confia en nosotros (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,187).

Fragilidad nuestra y misericordia divina

2536 No hay pecado en el mundo que el hombre no pueda cometer si la mano que hizo al hombre dejara de
sostenerlo (SAN AGUSTIN, Soliloquio, I 1).

2537 No hay pecado ni crimen cometido por otro hombre que yo no sea capaz de cometer por razón de mi
fragilidad, y si aún no lo he cometido es porque Dios, en su misericordia, no lo ha permitido y me ha
preservado del mal (SAN AGUSTIN, Confesiones,2,7).

2538 Resulta necesario invocar sin descanso, con una fe recia y humilde: ¡Señor!, no te fíes de mi. Yo si que
me fio de Ti. Y al barruntar en nuestra alma el amor, la compasión, la ternura con que Cristo Jesús nos mira,
porque El no nos abandona, comprenderemos en toda su hondura las palabras del Apóstol: virtus in
infirmitateperficitur (2Co 12,9); con fe en el Señor, a pesar de nuestras miserias ómejor, con nuestras
miseriasó, seremos fieles a nuestro Padre Dios; brillará el poder divino, sosteniéndonos en medio de
nuestra. flaqueza (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,194).

2539 Cuando tú deseabas poder por tus solas fuerzas, Dios te ha hecho débil, para darte su propio poder,
porque tú no eres más que debilidad (SAN AGUSTIN, Confesiones,19,5).

2540 Los hijos, si acaso están enfermos, tienen un titulo más para ser amados por la madre. Y también
nosotros, si acaso estamos enfermos por malicia, por andar fuera de camino, tenemos un titulo más para
ser (JUAN PABLO 1, Angelus 10-IX-1978).

2541 Dios quiere que tu miseria sea el trono de su misericordia, y tu impotencia la sede de todo su poder
(SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 10,1. c. , p. 644).

Sacar fruto de las propias debilidades

2542 Hemos de adquirir la medida divina de las cosas, no perdiendo nunca el punto de mira sobrenatural, y
contando con que Jesús se vale también de nuestras miserias, para que resplandezca su gloria. Por eso,
cuando sintáis serpentear en vuestra conciencia el amor propio, el cansancio, el desánimo, el peso de las
pasiones, reaccionad prontamente y escuchad al Maestro, sin asustaros además ante la triste realidad de lo
que cada uno somos; porque, mientras vivamos, nos acompañarán siempre las debilidades personales (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,194).

Vigilancia y unión con Dios ante la realidad de nuestra debilidad

2543 Caminemos vigilantes y alerta, pues a poco que uno dormite puede precipitarse en un abismo. No
somos nosotros más perfectos que David, y por haberse descuidado un poco se despeñó en la sima de la
maldad (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,26).

2544 Y la nave que se ha librado muchas veces de los ímpetus del mar después de haber hecho multitud de
viajes felices y de haber llevado al comercio multitud de mercancías, la vemos naufragar por un solo golpe
de viento (SAN BASILIO, Hom. sobre la alegrfa).
-302 -

2545 El enemigo de nuestra alma tiende muchas trampas ante nuestro pasos, y la naturaleza humana es,
de por si, demásiado débil para conseguir la victoria sobre este enemigo. Por ello el Apóstol quiere que nos
revistamos con armas celestiales (SAN GREGORIO DE NISA, Sobre la conducta cristiana).

2546 Habiéndose separado Jesús un poco de sus discípulos, no pudieron velar siquiera una hora en su
ausencia; por cuya razón debemos rogar que no se separe de nosotros el Salvador, ni aun por poco tiempo
(ORIGENES, Coment. Evang. S. Mateo,33).

2547 En verdad que no todos ven, ni todos andan bien; sólo los que entienden que de nadie sino de Cristo
necesitan para curarse, y se acercan al Verbo de Dios, sanan (ORIC;ENI S, en Catena Aurea, vol. III, pp.
18-19).

2548 Fue permitida esta negación para que en el mismo príncipe de la Iglesia tuviese principio el remedio
de la penitencia, y nadie se atreviera a confiar en sus propias fuerzas, cuando ni el mismo S. Pedro había
podido evadirse del peligro de la inconstancia (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 9, sobre la Pasión).

Nos acompañarán siempre

2549 Venid a m¿ todos los fatigados, y yo os aliviaré. ¿Por qué nos fatigamos sino porque somos hombres
mortales, quebradizos y débiles, que llevamos encima estos cuerpos de barro, que luchan unos con otros?
(SAN AGUSTIN, Sermón 69).

2550 No pensemos que, en esta senda de la contemplación, las pasiones se habrán acallado
definitivamente. Nos engañariamos, si supusiéramos que el ansia de buscar a Cristo, la realidad de su
encuentro y de su trato, y la dulzura de su amor nos transforman en personas impecables. Aunque no os
falte experiencia, dejadme, sin embargo, que os lo recuerde. El enemigo de Dios y del hombre, Satanás, no
se da por vencido, no descansa. Y nos asedia, incluso cuando el alma arde encendida en el amor a Dios.
Sabe que entonces la caida es más difícil, pero queósi consigue que la criatura ofenda a su Señor, aunque
sea en pocoópodrá lanzar sobre aquella conciencia la grave tentación de la desesperanza (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,303)

Nos pueden ayudar a crecer en humildad

2551 Sufre con paciencia los defectos y la fragilidad de los otros, teniendo siempre ante los ojos tu propia
miseria, por la que has de ser tú también compadecido de los demás (J. PECC!óLeón Xllló, Práctica de la
humildad,22).

2552 Gran sabiduría y perfección es sentir siempre bien y grandes cosas de otros, y tenerse y reputarse en
nada. Si vieres a alguno pecar públicamente o cometer cosas graves, no te debes estimar por mejor: porque
no sabes cuánto podrás tú perseverar en el bien. Todos somos flacos; mas tú no tengas a alguno por más
flaco que a ti (Imitación de Cristo,1,2,4).

2553 Dios todopoderoso permitió que aquel a quien tenia preparado para cabeza visible de toda la Iglesia
tuviera miedo de las palabras de una criada y lo negase. Sabemos que sucedió esto por especial
providencia de su alta piedad, para que el que había de ser el Pastor de la Iglesia aprendiese en su culpa a
ser misericordioso con los demás. Esto es, primeramente le hizo conocerse a sí mismo, y después le puso
al frente de los demás, para que aprendiera por su flaqueza con cuanta misericordia había de mirar las
flaquezas ajenas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 21 sobre los Evang. ).

2554 Sólo Jesucristo ha podido hablar con verdadera autoridad [. . . ; pero nosotros, como somos débiles,
debemos consultar con nuestra debilidad lo que debemos decir a nuestros débiles hermanos (SAN
GREGORIO MAGNO, Moralia,7).
-303 -

FORMACION DOCTRINAL

Citas de la Sagrada Escritura

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas, mas por dentro son lobos
rapaces. Mt 7,15.

Si alguno viene a vosotros y no lleva esa doctrina, no le recibáis en casa ni le saludéis, pues el que le
saluda comunica en sus malas obras. 2Jn 10.

Carísimos, no creáis a cualquier espiritu, sino examinad los espiritus si son de Dios, porque muchos
seudoprofetas han salido (a escena) en el mundo. 1Jn 4,1.

Ojo a los perros, guardaos de los malos obreros, cuidado con la mutilación. Ph 3,2.

Si se alzare en medio de ti un profeta o un soñador que te anuncia una señal o un prodigio, aunque se
cumpliese la señal o el prodigio de que te habló, diciendo: vamos tras de otros dioses, dioses que tú no
conoces, y sirvámosles, no escuches las palabras de ese profeta o ese soñador. Dt 13,1-3.

Evita las profanas y vanas parlerias, que conducen a una mayor impiedad, y su palabra cunde como
gangrena, 2Tm 2,16.

¡Ay de ellos, que han seguido la senda de Caín y se dejaron seducir del error de Balaam por la recompensa,
y perecieron en la rebelión de Coré! Jds 11.

No os dejéis llevar de doctrinas varias y extrarñas; porque es mejor fortalecer el corazón con la gracia que
con viandas, de las que ningún provecho sacarán los que a ellas se apagaron. He 13,9.

Y aun todo lo tengo por pérdida a causa del sublime conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por cuyo amor
todo lo sacrifiqué y lo tengo por basura, con tal de ganar a Cristo. Ph 3,8.

. . . Con fe y buena conciencia. Algunos que la perdieron naufragaron en la fe. 1Tm 1,19.

Caminábais bien. ¿Quién os ha impedido obedecer a la verdad? Ga 5,7.

Asi dice Yave: Haced alto en los caminos y ved, preguntad por las sendas antiguas: ¿Es ésta la senda
buena? Pues seguidla, y hallaréis reposo para vuestras almas. Jr 16.

Para que ya no seamos niños, que fluctúan y se dejan llevar de todo viento de doctrina por el juego
engañoso de los hombres, que para seducir emplean astutamente los artificios del error. Ep 4,14.

Que siempre están aprendiendo, sin lograr jamás llegar al conocimiento de la verdad. 2Tm 3,7.

Los falsos doctores

2555 El error de un maestro es una tentación para los fieles; tentación tanto mayor cuanto más docto es el
que yerra (SAN V1CENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 17).

2556 Mirad que no son tiempos de creer a todos, sino a los que viéredes ir conforme a la ley de Cristo.
Procurad tener limpia conciencia y humildad y menosprecio de todas las cosas del mundo, y creed
firmemente lo que tiene la Santa Madre Iglesia Romana, y a buen seguro que vais por camino muy bueno
(SANTA TERESA, Camino de perfección,21,10).

2557. . . Quiso fortalecer de antemano nuestros oídos contra los que, según El mismo advirtió, se habían de
levantar a lo largo de los tiempos diciendo "ved aquí a Cristo, miradlo allá". Y nos mandó que no les
diésemos crédito. No tendríamos excusa alguna si no hiciéramos caso a la voz del Pastor, tan clara, tan
abierta, tan palmaria, que ni el más miope y torpe de inteligencia puede decir: no he entendido (SAN
AGusTiN, Sobre la unidad de la Ig/esia,11,28).
-304 -

2558 (Y los ladrones desentierran y roban. . . ). Ladrones son los herejes y los demonios, que siempre están
dispuestos a quitarnos las gracias espirituales (RABANO MAURO, en Catena Aurea, vol. 1p 385).

2559 Una especie de neblina ofuscó entonces sus mentes, y ya no podían distinguir, en medio de tanta
confusión de ideas, cuál era el camino seguro que debían seguir (SAN VICENTE DE LERINS,
Conmonitorio, n. 4).

2560 Hacen lo que aquellos que, para suavizar las amarguras de las medicinas destinadas a los niños,
untan de miel el borde del vaso; los niños, con la ingenua sencillez de su edad, una vez que han probado el
dulce, se tragan sin sospecha ni temor también lo amargo. De la misma manera actúan quienes
enmascaran con nombres medicinales hierbas no civas y jugo venenoso, para que nadie, al leer la etiqueta,
pueda sospechar que se trata de venenos y no de remedios para dar salud (SAN VICENTE DE LERINS,
Conmonitorio, n. 25).

2561 Si la sal se vuelve sosa. . . Quienes estando puestos como cabezas de otros faltan, para nada
aprovechan, sino para ser arrojados de su of icio de enseñar (SANTO TOMÁS, en Catena Aurea, vol. 1p
262).

2562 Apenas, pues, comienza a extenderse la podredumbre de un nuevo error y éste, para justificarse, se
apodera de algunos versículos de la Escritura, que además interpreta con falsedad y fraude, es preciso
inmediatamente echar mano de las sentencias de los Padres interpretando los pasajes en cuestión (SAN
VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 28).

2563 Es una buena garantía de salvación saber de quién se ha de huir (Se refiere a los falsos doctores, que
enseñan su propia doctrina y no la de Cristo) (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. I, pp. 440-
441).

2564 No erréis, hermanos mios, los perturbadores de las familias no heredarán el reino de Dios. Pues si
aquellos que han obrado estas cosas según la carne, están muertos, ¿cuánto más si alguno corrompe con
mala doctrina la fe de Dios por la que Jesucristo fue crucificado? Ese tal, estando manchado, irá al fuego
inextinguible: de modo semejante, el que le preste oído (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los
Efesios,16,1-2).

2565 Mas alguien se dirá: ¿es que quizá los herejes no se sirven de los testimonios de la Sagrada
Escritura?Ciertamente que se sirven, ¡y con cuán apasionada vehemencia! Se les ve pasar de un libro a
otro de la Ley Santa: desde Moisés a los libros de los Reyes, desde los Salmos a los Apóstoles, desde los
Evangelios a los Profetas. En sus asambleas, con los extraños, en privado, en público, en los discursos y en
los escritos, durante las comidas y en las plazas públicas, es raro que mantengan alguna cosa si antes no la
han revestido con la autoridad de la Sagrada Escritura (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 25).

2566 La doctrina de la verdad abandona a las almas soberbias (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre
los Evang. ).

2567 Quien tiene costumbre de hablar mucho no deja de hablar en ocasiones cosas inoportunas (SAN
JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 309).

2568 Sólo como falsa ciencia puede ser calificada la doctrina de los herejes, los cuales enmascaran su
propia ignorancia llamándola ciencia, del tiempo revuelto dicen que está sereno, a la tiniebla la llaman luz
(SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 21).
-305 -

2569 Ciertamente es una gran prueba ver a un hombre tenido por profeta, por discípulo de los profetas, por
doctor y testigo de la verdad, un hombre sumamente amado y respetado, que de repente se pone a
introducir a escondidas errores perniciosos. Tanto más cuanto que no hay posibilidad de descubrir
inmediatamente ese error, puesto que le coge a uno de sorpresa, ya que se tiene de tal hombre un juicio
favorable a causa de su enseñanza anterior, y se resiste uno a condenar al antiguo maestro al que nos
sentimos ligados por el afecto (SAN V1CENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 10).

2570 Velad, pues, hermanos, y conservad cuidadosamente la tradición que ahora recibís y grabadla en el
interior de vuestro corazón. Poned todo cuidado, no sea que el enemigo, encontrando a alguno de vosotros
desprevenido y remiso, le robe este tesoro, o bien se presente algún hereje que, con sus errores, contamine
la verdad que os hemos entregado. Recibir la fe es como poner en el banco el dinero que os hemos
entregado; Dios os pedirá cuenta de este depósito (SAN CIRILO DEJERUSALÉN. Catequesis 5, sobre la
fey el símbolo,1213).

2571 En cuanto a los Padres, hay que consultar sólo el pensamiento de quienes santamente, sabiamente y
con constancia han vivido, enseñado y permanecido firmes en la fe y en la comunión católica, y murieron
fieles a Cristo o merecieron la alegría de dar su vida por él (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n.
27).

2572 Debemos precavernos principalmente de aquellos que prometen la sabiduría y el conocimiento de la


verdad que ellos no tienen, como son los herejes, los cuales muchas veces se recomiendan a si mismos
(SAN AGUSTíN, Sobre el Sermón de la Montaña,2,78).

Errores doctrinales y falsas doctrinas

2573 No os dejéis seducir por doctrinas extrañas ni por viejos errores que no conducen a nada (S. IGNACIO
DE ANTIOQUIA, Epístola a los Magnesios).

2574 ¿Y cuál fue la causa de este estado desastroso? Una sola: la introducción de creencias humanas en el
lugar del dogma venido del cielo (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 4).

2575 (El error) sin hacer ya distinción entre lo bueno y lo malo, entre lo verdadero y lo falso, atacaba a
mansalva a todo el que se ponia por delante (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 4).

2576 Apenas, pues, comienza a extenderse la podredumbre de un nuevo error y éste, para justificarse, se
apodera de algunos versículos de la Escritura, que además interpreta con falsedad y fraude, es preciso
inmediatamente echar mano de las sentencias de los Padres interpretando los pasajes en cuestión (SAN
VICENTE DE LERINS Conmonitorio, n. 27).

2577 Tengo por muy cierto que el demonio no engañará, ni lo permitirá Dios, aL alma que de ninguna cosa
se fia de si y está fortalecida en la fe, que entienda ella de si que por un punto de ella morirá mil muertes. Y
con este amor a la fe que infunde luego Dios, que es una fe viva, fuerte, siempre procura ir conforme a lo
que tiene la Iglesia, preguntando a unos y a otros, como quien tiene ya hecho asiento fuerte en estas
verdades, que no la moverían cuantas revelaciones pueda imaginaróaunque viese abierto los cielosóun
punto de lo que tiene la Iglesia (SANTA TERESA, Vida,25,12).

2578 Donde la ciencia es mayor. puede ser más grande la malicía (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena
Aurea, vol. 1p 459).

2579 Toda la predicación de los herejes se funda en arena movediza, que no llega a hacerse firme y así se
desmorona (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 457).
-306 -

2580 Alguien podría quizá preguntar: ¿cómo se explica que el diablo utilice las citas de la Sagrada
Escritura? No tiene más que abrir el Evangelio y leer. Encontrará escrito: Entonces el diablo lo tomó -se trata
del Señor, del Salvador- y lo puso sobre lo alto del templo y le dijo: si eres el Hijo de Dios, échate de aquí
abajo; pues está escrito: te he encomendado a los ángeles, los cuales te tomarán en sus manos para que tu
pie no tropiece con ninguna piedra (Mt 4,5-ó). ¿Qué no hará a los pobres mortales el que tuvo la osadia de
asaltar, con testimonios de la Escritura, al mismo Señor de la majestad? (SAN VICENTE DE LERINS,
Conmonitorio, n. 26).

2581 Querría que, así como os apartáis de los placeres de los deseos carnales, cerráseis también los
sentidos de vuestra alma a las doctrinas del error (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 45, sobre la Cuaresma).

2582 Lo que por entonces sucedió muestra suficientemente los graves males a que puede dar lugar un
dogma inventado. Todo se revolucionó: no sólo relaciones, parentescos, amistades, familias, sino también
ciudades, pueblos, regiones. El mismo Imperio Romano fue sacudido hasta en sus fundamentos y
trastornado de arriba abajo (SAN VICENTEDE LERINS, Conmonitorio, n. 4).

2583 Como piezas falsas que imitan la moneda del rey legitimo, parecen estas obras, a primera vista,
impresas con el troquel de la piedad o acuñadas con ella. Pero en realidad no llevan la impronta de la
moneda autorizada, quiero decir, de los Padres católicos, reconocidos universalmente, ni proceden de la
oficina legal de los antepasados, ya que no forman parte del genuino legado de sus enseñanzas. Al
contrario, son piezas fabricadas clandestinamente y en forma fraudulenta por los mismos demonios, que las
hacen circular en seguida para engatusar a los ingenuos e ignorantes (CASIANO, Colaciones,1,20).

2584 Se dejaron seducir por el brillo de un lenguaje acicalado y por ciertas máximas de los filósofos. Estas,
a primera vista, no parecían estar en pugna con nuestros sentimientos religiosos ni en desacuerdo con
nuestra santa fe. Tenían el brillo del oro; peru en realidad era un brillo falso, postizo. Por eso, después de
haberse dejado engañar con esta apariencia de doctrina que, en la superficie, parecía inocua y verdadera,
se encontraron de pronto en la miseria más absoluta, como quienes se han provisto sólo de moneda falsa
(CASIANO, Colaciones,1,20).

Necesidad de una buena formación humana y doctrinal

2585 La Verdad es también luz. NO ver es estar a oscuras; ver algo de manera equivocada es estar
doblemente a oscuras. La mayor parte de la realidad sólo puede ser conocida si Dios nos la muestra. Y lo
que Dios nos muestra se llama Doctrina; si falta la Doctrina nos falta luz. Andar a tientas en la oscuridad,
aunque tengamos la tranquilidad de saber que quien nos guia ve con claridad, no es lo mismo que andar a
la luz del pleno dia; peor seria, claro está, dejarse llevar en la oscuridad por guias ciegos. NO obstante, no
deja de ser aquélla una situación bastante precaria (F. J. SHEED, Teología para todos, pp. 14-15).

2586 De la mayor importancia en la lucha (contra la incredulidad) [. . . ], es un conocimiento notable, preciso


y completo de la teología católica. Esta, aunque no es polemista, es la mejor arma (después de una vida
santa) en la polémica. Cualquier chico bien instruido en catecismo es, sin él sospecharlo, un auténtico
misionero (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón en la inauguración del Seminario S. Bernardo,3-X- 1 873).

2587 Porque quien más conoce a Dios, más fácil se le hacen sus obras (SANTA TERESA,
Fundaciones,3,5).

2588 El camino recto es estrecho y tiene pendientes peligrosas, tanto a la izquierda como a la derecha;
como sucede en un puente, desde el cual se cae al agua inclinándose a un lado o a otro (SAN BASILIO,
Regla breve,240).
-307 -

2589 El afán por adquirir esta ciencia teológicaóla buena y firme doctrina cristianaóestá movido, en primer
término, por el deseo de conocer y amar a Dios. A la vez, es también consecuencia de la preocupación
general del alma fiel por alcanzar la más profunda significación de este mundo, que es hechura del Creador
(J. . ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa, l0).

2590 No se forma a la masa, sino al individuo, hasta lograr en él la madurez de su desarrollo personal (A.
DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 35).

2591 No pocos de vosotros estáis dedicados a la formación teológica de los fieles, a la dirección de centros
educativos o de asistencia y dirigís publicaciones de información y de formación A través de todos estos
medios, procurad educar integralmente, inculcar un profundo respeto y amor a la Iglesia y animar a una
sincera adhesión a su Magisterio. No seáis portadores de dudas o de "ideologías", sino de "certezas" de fe.
El verdadero apóstol y evangelizador, declaraba mi Predecesor Pablo Vl, "será aquel que, aun a costa de
renuncias sacrificios, busca siempre la verdad que debe transmitir a los demás. No vende ni disimula jamás
la verdad por el deseo de agradar a los hombres, de causar asombro, ni por originalidad o deseo de
aparentar. No rechaza nunca la verdad" (Exhort. apost. Evangelii nuntiandi,78). [. . . ] Más concretamente,
en el campo doctrinal y en materia litúrgica, evitando ciertas posturas criticas llenas de amargura, que
oscurecen la verdad, desconciertan a los fieles y a las mismas personas consagradas. La fidelidad al
Magisterio no es freno para una recta investigación, sino condición necesaria de auténtico progreso de la
verdadera doctrina. (JUAN PABLO II, Aloc. a los religiosos y miembros de Inst. seculares masculinos,
Madrid,2-XI-1982).

2592 El instruido en las Escrituras se hace fuerte para arrostrar todas las adversidades (SANTO TOMAS, en
Catena Aurea, vol. 1p 52).

2593 La palabra de Dios no puede, en modo alguno, quedar oculta bajo el celemín; al contrario, debe ser
colocada en lo más alto de la Iglesia, como el mejor de sus adornos (SAN M¡XIMO, Cuestiones a
Talas¿o,63).

2594 La antorcha encendida significa que no debemos permitir que nadie viva en las tinieblas de la
ignorancia (SAN CIR¡ Lo, en Catena Aurea, vol. VI, p. 101).

2595 (Da al que te pida). Puede entenderse también esto del dinero de la doctrina, que nunca falta. Cuanto
más se da, tanto más se multiplica (SAN JERÓNiMO, en Catena Aurea, vol. 1p 323).

2596 "¡Influye tanto el ambiente!", me has dicho. Y hube de contestar: sin duda. Por eso es menester que
sea tal vuestra formación, que llevéis, con naturalidad, vuestro propio ambiente, para dar "vuestro tono" a la
sociedad con la que conviváis. Y, entonces, si has cogido ese espíritu estoy seguro de que me dirás con el
pasmo de los primeros discípulos al contemplar las primicias de los milagros que se obraban por sus manos
en nombre de Cristo: "¡Influimos tanto en el ambiente!" (J. ESCRIVA DE BALAOUER, Camino, n. 376).

2597 . . . Hoy quien ocupa un puesto debe tener la competencia necesaria; es necesario prepararse. El
general Wellington, el que venció a Napoleón, quiso volver a Inglaterra a ver la escuela militar donde se
había preparado, y dijo a los alumnos y oficiales: "Mirad, aquí se ha ganado la batalla de Waterloo". Así os
digo yo a vosotros, queridos jóvenes. Tendréis batallas en la vida dentro de 30,40,50 años; pero si queréis
vencerlas es preciso que comiencéis ahora, preparándoos, siendo asiduos al estudio y a la clase (JUAN
PABLO 1, Angelus,17-lX-1978).

2598 No sé cuántas veces me han dicho que un anciano irlandés que no sepa más que rezar el Rosario
puede ser más santo que yo, con todos mis estudios. Es muy posible que así sea; y por su propio bien,
espero que así sea. No obstante, si el único motivo para hacer tal afirmación es el de que sabe menos
teología que yo, ese motivo no me convence; ni a mí ni a él. No le convencería a él, porque todos los
ancianos irlandeses con devoción al Santo Rosario y al Santisimo que he conocido (y muchos de mis
-308 -

antepasados lo han sido) estaban deseosos de conocer más a fondo su Fe. No me convencería a mí,
porque si bien es evidente que un hombre ignorante puede ser virtuoso, es igualmente evidente que la
ignorancia no es una virtud. Ha habido mártires que no hubieran sido capaces de enunciar correctamente la
doctrina de la Iglesia, siendo el martirio la máxima prueba del amor. Sin embargo, si hubieran conocido más
a Dios, su amor hubiera sido mayor (F. J. SHEED, Teología para todos, p. l5-16).

La formación de los niños

2599 Los que se coinprometen a ejercer con la máxima solicitud esta misión educadora han de estar
dotados de una gran caridad, de una paciencia sin límites y, sobre todo, de una profunda humildad (SAN
JOSÉ DE CALASANZ, Memorial al Card. M. A. Tonti).

2600 No debemos perdonar esfuerzo alguno para que los niños, desde su más tierna infancia, sean
educados en la verdad de la fe cristiana y en una conducta conforme a la misma. Nada ayuda tanto a este
objetivo como la asociación para enseñar la doctrina cristiana, y el confiar la instrucción catequística de los
niños sólo a hombres buenos y temerosos de Dios (SAN JUAN LEONARDI, Cartas a Pablo Vpara la
reforma de la Iglesia).

2601 Nadie ignora la gran dignidad y mérito que tiene el minisferio de instruir a los niños, principalmente a
los pobres, ayudándolos así a conseguir la vida eterna. En efecto, la solicitud por instruirlos, principalmente
en la piedad y en la doctrina cristiana, redunda en bien de sus cuerpos y de sus almas, y por esto los que a
ello se dedican ejercen una función muy parecida a la de sus ángeles custodios (SAN JOSE DE
CALASANZ, Memorial al Card. M. A. Tonti).

FORTALEZA

Citas de la Sagrada Escritura

Cuando un fuerte bien armado guarda su palacio, seguros están sus bienes. Lc 2,21.

Todo lo puedo en aquel que me conforta. Ph 4,13.

Huye el malvado sin que nadie le persiga, mas el justo va seguro como cachorro de león. Pr 28,1.

Mis ojos siempre están en Yavé, porque es quien saca mis pies de la red. Ps 24,15.

Esforzaos y fortaleced vuestro corazón, todos cuantos esperáis en Yavé. Ps 30,25.

El temor de Yavé es fuente de vida, que aleja de los lazos de la muerte. Pr 14,26.

Pero los que confian en Yavé renuevan las fuerzas, echan alas como de águila, corren sin cansarse y
caminan sin fatigarse. Is 40,31.

Porque así dice el Señor, Yavé, el Santo de Israel: En la conversión y la quietud está vuestra salvación, y la
quietud y la confianza serán vuestra fuerza. Is 30,15,

Velad y estad firmes en la fe, obrando varonilmente y mostrándoos fuertes. 1Co 16,13.

Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros? Rm 8,31.

Por lo cual me complazco en las enfermedades, en los oprobios, en las necesidades, en las persecuciones,
en las angustias, por Cristo; pues cuando parezco débil, entonces es cuando soy fuerte. 2Co 12,10.

A ti recurro, fortaleza mia, porque tú, Dios, eres mi refugio, Ps 58,10.

Espera en Yavé, esfuérzate; ten gran valor y espera en Yavé. Ps 26,14.

Tú, pues, hijo mio, fortalécete en la gracia de Cristo Jesús. 2Tm 2,1.
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Hermanos, estad alerta: no sea que, seducidos, vengáis a caer de vuestra fortaleza. 2P 3,17.

Vuestro enemigo el diablo anda girando como león rugiente alrededor de vosotros (. . . ). Resistidle firmes
en la fe. 1P 5,8-9.

Os escribo, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al
maligno. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en él la caridad
del Padre. 1Jn 2,14-15.

Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Mt
5,10.

El reino de los Cielos se alcanza a viva fuerza, y los que la hacen son los que lo arrebatan. Mt 11,12.

Soporta el trabajo y la fatiga como buen soldado de Cristo. 1Tm 2,3.

Tened, hermanos, por objeto de sumo gozo el caer en varias tribulaciones, sabiendo que la prueba de
vuestra fe produce la paciencia, y la paciencia perfecciona la obra. Jc 1,2-4.

Nos afanamos trabajando con nuestras propias manos: nos maldicen y bendecimos; padecemos
persecución y la sufrimos con paciencia. 1Co 4,12; 2Co 4,8.

Corramos con aguante al término del combate (. . . ] Considerad atentamente a aquel que sufrió tal
contradicción de los pecadores [. . . ], a fin de que no desmayéis perdiendo vuestros ánimos. He 12,1-3 He
12,

Vendréis a ser olvidados de todos por causa de mi nombre: pero quien perseverare hasta el fin, . stc se
salvará. Mt 10,22; 24,13.

No tengáis miedo a los que os persiguen. No temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma:
temed antes al que puede arrojar alma y cuerpo en el infierno. Mt 10,28; Lc 12,4-5.

Si sucede que padecéis algo por amor a la justicia, sois bienaventurados. No temáis los fieros ni os
conturbéis. 1P 3,14.

No habéis recibido el espiritu de servidumbre para obrar todavía por miedo o temor, sino que habéis recibido
el espiritu de adopción de hijos. Rm 8,15.

Quien anda dudando es semejante a la ola del mar alborotada y agitada del viento acá y allá [. . . ]. El
hombre de ánimo doble es inconstante en todos sus caminos. Jc 1,6-8.

Nuestra fortaleza se apoya y nace en Dios

2602 [. . . ] no debemos extrañarnos ni desalentarnos ante las propias miserias personales, ante nuestros
tropiezos, porque continuaremos hacia adelante, si buscamos la fortaleza en Aquel que nos ha prometido:
venid a mi todos los que anduis agobiados con trabajos y cargas, que yo os aliviaré (Mt 11,28). Gracias,
Señor, quia tu es, Deus, fortitudo mea (Sal 42,2), porque has sido siempre Tú, y sólo Tú, Dios mío, mi
fortaleza, mi refugio, mi apoyo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,131).

2603 Habiendo Dios dotado a los demás animales de la velocidad en la carrera, o la rapidez en el vuelo, o
de uñas, o de dientes, o de cuernos, sólo al hombre lo dispuso de tal forma que su fortaleza no podía ser
otra que el mismo Dios: y esto lo hizo para que, obligado por la necesidad de su flaqueza, pida siempre a
Dios cuanto pueda necesitar (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 427).

2604 Siendo yo sierva de este Señor y Rey, ¿qué mal me pueden ellos hacer a mi?, ¿por qué no he yo de
tener fortaleza para combatir con todo el infierno? (SANTA TERESA, V¿da,25,20!.

2605 Si Dios retira su auxilio, podrás pelear; lo que no podrás es vencer (SAN AGusTiN, Coment. sobre el
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Salmo 106).

2606 Cuando estaba en la oración, veia que salia de allí muy mejorada y con más fortaleza (SANTA
TERESA, Vida,23,2).

2607 La fortaleza no debe fiar de si misma (SAN AMBROSIO, Trat. sobre los of icios, I,35).

2608 La confianza parte de la fortaleza; lleva consigo la esperanza que pone el hombre en si mismo y que
naturalmente supone la ayuda de Dios (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 128, a. 1, ad 2).

2609 Ayer por la mañana yo fui a la Sixtina a votar tranquilamente. Jamás hubiera imaginado lo que estaba
para suceder. Apenas había comenzado el peligro para mí, los dos colegas que me estaban vecinos me han
susurrado palabras de aliento. Uno ha dicho: "¡Animo!, si el Señor da un peso, da también la ayuda para
llevarlo" (JUAN PABLO I, Angelus,27-VIII-1978).

2610 Toda nuestra fortaleza es prestada (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 728).

2611 La ascética del cristiano exige fortaleza; y esa fortaleza la encuentra en el Creador. Somos la
oscuridad, y El es clarisimo resplandor; somos la enfermedad, y El es salud robusta; somos la escasez, y El
la infinita riqueza; somos la debilidad, y El nos sustenta, quia tu es, Deus, fortitudo mea (Sal 42,2) [. . . ]. (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,80).

2612 Pidamos este don del Espíritu Santo que se llama el "don de fortaleza". Cuando al hombre la faltan las
fuerzas para "superarse" a sí mismo, con miras a valores superiores, como la verdad, la justicia, la vocación,
la fidelidad matrimonial, es necesario que este "don de lo alto" haga de cada uno de nosotros un hombre
fuerte y, en el momento justo, nos diga "en la intimidad": ¡Animo! (JUAN PABLO II, Sobre la fortaleza,15-XI-
1978).

Fortaleza de Dios y debilidad humana

2613 Lo que falta a causa de la debilidad humana, si agotamos nuestras posibilidades, lo completará Dios,
que hace concurrir todas las cosas para el bien de los que le aman (Ro". 8,28) (ORIGENES, Trat. sobre la
oración,29,19).

2614 El nos tiende su mano cuando nos ve vacilar, para sostenernos y establecernos en el bien (CASIANO
Colaciones,3,12).

2615 Cuando te sientas fuerte no te instales en la seguridad, sino clama a Dios con el profeta: Cuando
mengüen misfuerzas no me abandones (Sal 70,9). En el momento de la prueba, repítete para tomar ánimos:
Llévame en pos de ti: ¡Corramos! (Ct 1,3). Asi no te faltará la esperanza en la desgracia, ni la previsión en la
felicidad. Entre éxitos y fracasos de los momentos inestables, conservarás, como imagen de la eternidad,
una sólida ecuanimidad. Bendecirás al Señor en todas las ocasiones y así, en medio de un mundo vacilante,
encontrarás la paz, una paz inquebrantable (SAN BERNARDO, Sermón 21 sobre el Cantar de los
Cantares,4-ó)

2616 La fuerza de Dios se muestra perfecta en la debilidad (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,5,2).

2617 A veces, cuando todo nos sale al revés de como imaginábamos, nos viene espontáneamente a la
boca: ¡Señor, que se me hunde todo, todo, todo. . . ! Ha llegado la hora de rectificar: yo, contigo, avanzaré
seguro, porque Tú eres la misma fortaleza: quia tu es, Deus, fortitudo mea (Sal 42,2) (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,213).
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Fortaleza y valentía en la vida ordinaria

2618 La Biblia no alaba a la mujer débil, sino a la mujer fuerte, cuando dice en el libro de los Proverbios: La
ley de la dulzara está en su lengua (31,6). Porque la dulzura es el punto más alto de la fuerza. La mujer
maternal tiene por privilegio esta función discreta y capital: saber atender, saber callarse, ser capaz, ante
una injusticia o una debilidad, de cerrar los ojos, de excusar, de cubriróobra de misericordia no menos
bienhechora que cubrir la desnudez del cuerpoó[. . . ] (GERTRUD VON LEFORT, La mujer eterna, p. 128).

2619 El estar dispuesto a morir en el supremo trance del martirío, resistiendo pacientemente en el empeño
por la realización del bien, no excluye el riesgo de la acometida ni el belicoso ataque. Por el contrario, esta
disposición es la que presta a la actividad del cristiano en el mundo esa superioridad y esa libertad que tan
definitivamente le están negadas a las convulsiones del activismo (J. PIEI)ER, Las virtudesfundamentales,
p. 241).

2620 De penas que se acaban no hagáis caso cuando interviniera algún servicio para El, que tantas pasó
por nosotras (SAN TA TERESA, Camino de perfección,3,6).

2621 La virtud de la fortaleza requiere siempre una cierta superación de la debilidad humana y, sobre todo,
del miedo. El hombre, en efecto, por naturaleza teme el peligro, las molestias, los sufrimientos. Por ello es
necesario buscar hombres valientes no solamente en los campos de batalla, sino también en los pasillos de
los hospitales o junto al lecho del dolor (JUAN PABLO II, Sobre la fortaleza,15-XI-1978).

2622 Deseo rendir homenaje a todos estos valientes desconocidos. A todos los que tienen el valor de decir
"no" o "si" cuando esto cuesta. A los hombres que dan un testimonio singular de dignidad humana y de
profunda humanidad. Justamente porque son desconocidos merecen un homenaje y una gratitud particular
(JUAN PABLO II, Sobre lafortaleza,15-XI-1978).

Campos que abarca esta virtud

2623 Según la doctrina de Santo Tomás, la virtud de la fortaleza se encuentra en el hombre:

Que está dispuesto a "aggredi pericula", es decir, a enfrentarse con el peligro.

Que está dispuesto a "sustinere mala", es decir, a soportar las adversidades por una causa justa, por la
verdad, por la justicia, etc. (JUAN PABLO Il, Sobre la fortaleza,15Xl-78).

2624 Aparta los obstáculos, los temores que podrían retraer la voluntad del seguimiento de lo que dicta la
razón (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 122, a. 3, c).

La paciencia, principal campo de la virtud de la fortaleza Ver nº. 3967-3969.

Ejemplos y ejercicio de la fortaleza

2625 Mas olvidaos de quejaros de flaquezas y malecillos de mujeres, que algunas veces pone el demonio la
imaginación de esos dolores; quitanse y pónense. Si no se pierde la costumbre de decirlo y quejaros de
todo ósi no fuere a Diosó, nunca acabaréis. Porque este cuerpo tiene una falta: que mientras más le
regalan, más males y necesidades descubre (SANTA TERESA, Camino de perfección,11,3).

2626 Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran tempestad nos amenaza: sin embargo, no
tememos ser sumergidos porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se desate, no
romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada podrán contra la barca de Jesús. Decidme, ¿qué
podemos temer? ¿La muerte? Para mi la vida es Cristo, y la muerte una ganancia. ¿El destierro? Del Señor
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es la tierra y cuanto la llena. ¿La confiscación de los bienes? Nada trajimos al mundo, de modo que nada
podemos llevarnos de él. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la
muerte ni envidio las riquezas. No tengo deseos de vivir, si no es para vuestro bien espiritual. Por eso, os
hablo de lo que sucede ahora exhortando vuestra caridad a la confianza (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom.
antes del exilio,1-3).

2627 Es preciso persuadirse de que (a veces) es más fuerte quien sabe someter su voluntad a la de su
hermano que el que defiende a ultranza su propio parecer (CASIANO Colaciones,16,23).

2628 Cosa imperfecta me parece, hermanas mias, quejarnos siempre de livianos males. Si podéis sufrirlo,
no lo hagáis. Cuando el mal es grave, él mismo se queja, es otro quejido, y luego se parece. Mirad que sois
pocas, y si una tiene esta costumbre es para traer fatigadas a todas (SANTA TERESA, Camino de
perfección,11,1).

2629 Es fuerte el que persevera en el cumplimiento de lo que entiende que debe hacer, según su
conciencia; el que no mide el valor de una tarea exclusivamente por los beneficios que recibe, sino por el
servicio que presta a los demás. El fuerte, a veces, sufre, pero resiste; llora quizá, pero se bebe sus
lágrimas. Cuando la contradicción arrecia, no se dobla. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,77).

2630 Otro ejemplo: Un hombre al que se le promete la libertad e incluso una carrera fácil a condición de que
reniegue de los propios principios, o bien apruebe algo que está en contra de su honestidad respecto a los
demás. Y también él responde "no", incluso frente a amenazas por una parte y lisonjas por otra. ¡He aquí un
hombre valiente! (JUAN PABLO II, Sobre la fortaleza,15-XI-1978).

2631 En todo esto que he dicho no trato de males recios, como cuando hay calentura reciaóaunque pido
que haya siempre moderación y sufrimientoó, sino trato de unos malecillos que se pueden pasar en pie
(SANTA TERESA, Camino de perfección,11,4).

2632 Y creed, hijas, que en comenzando a vencer estos corpezuelos no nos cansan tanto (SANTA
TERESA, Camino de perfección,11,4).

2633 Permitidme que llame vuestra atención en torno a ejemplos poco conocidos, pero que en si mismos
dan testimonio de una gran virtud. Pienso, por ejemplo, en una señora, madre de una familia numerosa, a la
que es "aconsejado" por muchos que suprima una nueva vida concebida en su seno, sometiéndose a la
"intervención" de interrupción de la maternidad; y ella responde con firmeza: "No". Desde luego, siente toda
la dificultad que este "no" lleva consigoódificultad para ella, para su marido, para toda la familiaó, y sin
embargo responde: "no". La nueva vida humana en ella concebida es un valor demásiado grande,
demásiado "sagrado", para que pueda ceder a semejantes presiones (JUAN PABLO II, Sobre la
fortaleza,15-XI-1978).

2634 Tan pronto como la caña es impulsada por el viento, se inclina a una u otra parte [. . . ]. Pero San Juan
no era caña agitada por el viento, porque a él ni le hacia suave la adulación, ni áspero la difamación; ni las
prosperidades le levantaban, ni le humillaban las adversidades. San Juan no era caña agitada por el viento,
porque no se separaba de la rectitud por ninguna variación de las cosas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom.
4 sobre los Evang. ).

2635 No pongo en estas fundaciones los grandes trabajos de los caminos, con fríos, con soles, con nieves,
que venia vez de no cesarnos en todo el día de nevar, otras perder el camino, otras con hartos males y
calenturas; porque, gloria a Dios, de ordinario es tener yo poca salud, sino que veia claro que Nuestro Señor
me daba esfuerzo; porque me acaecía algunas veces que se trataba de fundación, hallarme con tantos
males y dolores, que yo me acongojaba mucho, porque me parecía que aun para estar en la celda sin
acostarme no estaba, y tornarme a Nuestro Señor, quejándome a Su Majestad, y diciéndole que cómo
quería hiciese lo que no podía, y después, aunque con trabajo, Su Majestad daba fuerzas, y con el hervor
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que me ponia y el cuidado, parece que me olvidaba de mi (SANTA TERESA, Fundaciones,18,4).

La fortaleza y las demás virtudes

2636 El hombre no pone su vida en peligro de muerte más que cuando se trata de la salvación de la justicia.
De ahí que la dignidad de la fortaleza sea una dignidad que depende de la anterior virtud (SANTO TOMÁS
Sarna Teológ¿ca,2-2, q. 123, a. 12, ad 3).

2637 La fe, si es firme, defiende toda la casa (SAN AMBROSIO, Coment. sobre el Salmo 18,12).

2638 La fortaleza sin justicia es palanca del mal (SAN AMBROSIO, Trat. sobre los oficios,1,3 5).

2639 . La virtud de la fortaleza marcha al unisono con la capacidad de sacrificarse. Esta virtud había tomado
ya en los antiguos un perfil bien definido. Con Cristo ha adquirido un perfil evangélico, cristiano. El Evangelio
está orientado hacia los hombres débiles, pobres, mansos y humildes, operadores de la paz,
misericordiosos; y, al mismo tiempo, contiene en si una constante invitación a la fortaleza. Repite,
frecuentemente: No tengais miedo (Mt 14,27). Enseña al hombre que, por una causa justa, por la verdad,
por la justicia, es necesario saber dar la vida (Jn 15,13) (JUAN PABLO II, Sobre la fortaleza,15-XI-1978).

2640 La fortaleza sin prudencia no es fortaleza (J. PIEPER, Las virtudesfundamentales, p. 191).

2641 Por el bien se expone el fuerte al peligro de morir (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 125, a. 2,
ad 2).

2642 La pureza limpisima de toda la vida de Juan le hace fuerte ante la Cruz. Los demás apóstoles huyen
del Gólgota: él, con la Madre de Cristo, se queda. No olvides que la pureza enrecia, viriliza el carácter (J.
ESCRIVA DE BALACUER, Camino, n. 144).

Esta virtud crece con las dificultades

2643 Ningún caso hagáis de los miedos que os pusieren ni de los peligros que os pintaren (SANTA
TERESA, Camino de perfección,21,6).

2644 De aquellos, en cambio, que viven siempre a merced de los avatares humanos y cambian según el
sesgo que toman los acontecimientos, se dice: El necio muda como la luna (Eccl 27,12). Y si de los
perfectos está escrito: Todas las cosas concurren al bien de los que aman a Dios, de los débiles e
insensatos se afirma: Al necio todas las cosas son contrarias (Pr 14,7). Porque ni avanza en la ventura, ni se
enmienda cuando se cierne sobre él la desgracia (CASIANO, Colaciones,6,9).

2645 Pues me parece que el atleta valiente, una vez desnudo para luchar en el estadio de la piedad, debe
sufrir con valor los golpes que le den los contrarios, con la esperanza de la gloria del premio. Pues que
todos aquellos que en los juegos gimnásticos se han acostumbrado a las fatigas de la lucha, jamás
desmayan por el dolor de los golpes; antes bien, despreciando los males presentes por el deseo del triunfo,
atacan de cerca a sus adversarios. De la misma manera, aunque al varón virtuoso le acontezca alguna cosa
desagradable, no por eso perderá su gozo. Porque la tribulación produce la paciencia, y la paciencia
produce la reciedumbre; la reciedumbre, la esperanza; y la esperanza no confunde (Ro". 5,3) (SAN
BASILIO, Hom. sobre la alegria).

2646 Si la sal se torna insípida, para nada sirve ya, sino para ser arrojudafuera y pisada por los hombres.
No es pisado por los hombres quien sufre persecuciones, sino aquel que se acobarda temiendo la
persecución; no puede ser pisado sino el que está debajo, y no puede decirse que está debajo aquel que,
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aun cuando sufra muchas cosas en su cuerpo mientras dura esta vida, su corazón lo tiene fijo en el cielo
(SAN AGusTiN, Sobre el Sermón de la Montaña,16).

2647 Los árboles que crecen en lugares sombreados y libres de vientos, mientras que externamente se
desarrollan con aspecto próspero, se hacen blandos y fangosos, y fácilmente les hiere cualquier cosa; sin
embargo, los árboles que viven en las cumbres de los montes más altos, agitados por muchos vientos y
constantemente expuestos a la intemperie y a todas las inclemencias, golpeados por fortísimas
tempestades y cubiertos de frecuentes nieves, se hacen más robustos que el hierro (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre la gloria en la tribulación).

La comunión frecuente, fortaleza contra las debilidades y flaquezas

2648 Mas Jesucristo y la Iglesia desean que todos los fieles cristianos se acerquen diariamente al sagrado
convite, princi

pálmente para que, unidos con Dios por medio del Sacramento, en él tomen fuerza para refrenar las
pasiones, purificarse de las culpas leves cotidianas e impedir los pecados graves a que está expuesta la
debilidad humana. Por ello el Sagrado Concilio de Trento llama a la Eucaristía antídoto, con el que somos
liberados de las culpas cotidianas y somos preservados de los pecados mortales (S. Pio X, Sacra tridentina
Synodus,20-X11-1905).

Para animar a los católicos a profesar valientemente su fe 2649 y a practicar las virtudes cristianas, ningún
medio es más eficaz que el que consiste en alimentar y aumentar la piedad del pueblo hacia aquella
admirable prenda de amor, lazo de paz y de unidad, que es el sacramento de la eucaristia (LEÓN X111,
Breve Apost. Providentissimas,18-XI1897).

La oración, necesaria para ser fuertes

Por no estar arrimada a esta fuerte columna de la oración,2650 pasé este mar tempestuoso casi das
(SANTA TERESA, Vida,8,1).

veinte años con estas cai

El alma, cuanto más avanza en la perfección, tanto más 2651 fuerte y valerosa se vuelve en orden a
soportar las penalidades que le puedan sobrevenir (SAN DOROTEO, Instrucción 7,2-3).

En tiempos pasados, la oración liberaba del fuego, de las 2652 bestias, de la falta de alimento, y sin
embargo no había recibido aún de Cristo su forma propia. ¡Cuánta más eficacia no tendrá, pues, la oración
cristiana! Ciertamente, no hace venir el rocio angélico en medio del fuego, ni cierra la boca de los leones, ni
transporta a los hambrientos la comida de los segadores (como en aquellos casos del antiguo Testamento);
no impide milagrosamente el sufrimiento, sino que, sin evitarles el dolor a los que sufren, los fortalece con la
resignación, con su fuerza les aumenta la gracia para que vean, con los ojos de la fe, el premio reservado a
los que sufren por el nombre de Dios (TERTULIANO, Trat. sobre la oración,28-29).

La ayuda de los Angeles Custodios

2653 Aunque somos menores de edad y aunque nos queda por recorrer un camino tan largo y tan peligroso,
nada debemos temer bajo la custodia de unos guardianes tan eximios. Ellos, los que nos guardan en
nuestros caminos, no pueden ser vencidos ni engañados, y menos aún pueden engañarnos. Son fieles, son
prudentes, son poderosos: ¿por qué espantarnos? Basta con que los sigamos, con que estemos unidos a
ellos, y viviremos así a la sombra del Omnipotente (SAN BERNARDO, Sermón sobre el Salmo 12, "Qui
habitat",3,6-8).

Fortaleza en la ayuda a los demás

2654 Son almas fuertes las que escoge el Señor para aprovechar a otras, aunque esta fortaleza no les
viene de si (SANTA TERESA, Vida,21,13).
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2655 Lo que hay que temer no es el mal que digan contra vosotros, sino la simulación de vuestra parte;
entonces si que perderíais vuestro sabor y seriais pisoteados. Pero si no cejáis en presentar el mensaje con
toda su austeridad, si después oís hablar mal de vosotros, alegraos. Porque lo propio de la sal es morder y
escocer a los que llevan una vida de molicie.

Por tanto, estas maledicencias son inevitables y en nada os perjudicarán, antes serán prueba de vuestra
firmeza. Mas si, por temor a ellas, cedéis en la vehemencia conveniente, peor será vuestro sufrimiento, ya
que entonces todos hablarán mal de vosotros y todos os despreciarán; en esto consiste el ser pisoteado por
la gente (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,15).

2656 Si la regla de conducta del maestro debe ser siempre perseguir al vicio para corregirlo, es muy
conveniente que conozcamos que debemos ser firmes contra los vicios, pero compasivos con el hombre
(SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 33 sobre los Evang. ).

2657 Si no tenemos suficientes fuerzas para contener al que resbala, resbalamos también nosotros con él
(SAN GREGORo MAGNO, Hom. 28 sobre los Evang. ).

Dejarse ayudar para ser fuertes

2658 Mientras somos ovejas vencemos y superamos a los lobos, aunque nos rodeen en gran número; pero
si nos convertimos en lobos entonces somos vencidos, porque nos vemos privados de la protección del
pastor. Este, en efecto, no pastorea lobos, sino ovejas, y por esto te abandona y se aparta entonces de ti,
porque no le dejas mostrar su poder (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,33).

2659 Hubiera podido hacer que no tuvierais que sufrir mal alguno ni enfrentaros como ovejas ante lobos,
podía haberos hecho más temibles que leones; pero eso no era lo conveniente, porque así vosotros
hubierais perdido prestigio y Yo la ocasión de manifestar mi poder. Es lo mismo que decia a Pablo: Te basta
mi gracia, que en la debilidad se muestra perfecto mi poder. Asi es como Yo he determinado que fuera. Al
decir: Os envio como ovejas, dice implicitamente: "No desmayéis: yo sé muy bien que de este modo sois
invencibles" (SAN JUAN CRISOSTOMO, HOn] sobre S. Mateo,33).

El martirio, supremo acto de esta virtud

2660 ¡Qué espectáculo a los ojos del Señor, cuán sublime, cuán grande, cuán aceptable a la presencia de
Dios, que veia la entrega y la fidelidad de su soldado al juramento prestado, tal como está escrito en los
salmos, en los que nos amonesta el Espíritu Santo, diciendo: Es vol. ¿osa a los ojos del Señor la muerte de
sus fieles! Es valiosa una muerte semejante, que compra la inmortalidad al precio de su sangre, que recibe
la corona de mano de Dios, después de haber dado la máxima prueba de fortaleza (SAN CIPRIANO, Carta
10).

2661 Dichosa Iglesia nuestra, a la que Dios se digna honrar con semejante esplendor, ilustre en nuestro
tiempo por la sangre gloriosa de los mártires. Antes era blanca por las obras de los hermanos; ahora se ha
vuelto roja por la sangre de los mártires. Entre sus flores no faltan ni los lirios ni las rosas (SAN CIPRIANO,
Carta 10).

2662 El martirio es, entre los actos humanos, el más perfecto en su género, como signo de mayor caridad,
puesto que según S. Juan: Nadie tiene mayor amor que éste de dar la vida por sus amigos (SANTO
TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 124, a. 3).

2663 Jesús oraba con mayor intensidad, y sudó como gruesas gotas de sangre. Esta efusión de sangre de
todo su cuerpo no significaba otra cosa que la pasión de los mártires de toda la Iglesia (SAN AGUSTIN,
Coment. sobre el Salmo 140).
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2664 Los mártires nacen al morir, su fin significa el principio, al matarlos se les dio la vida, y ahora brillan en
el cielo, cuando se pensaba haberlos suprimido en la tierra (SAN PEDRO CRISOLOGO, Sermón 108).

2665 No os doy yo mandatos como Pedro y Pablo. Ellos eran apóstoles, yo no soy más que un condenado
a muerte [. . . 1. Pero, si logro sufrir el martirio, entonces seré liberto de Jesucristo y resucitaré libre con él.
Ahora, en medio de mis cadenas, es cuando aprendo a no desear nada (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA,
Carta a los Romanos,3).

2666 Los mártires, en efecto, sufrieron por dar testimonio [. . . ], su*ieron como testigos de Dios (SAN
AGUSTIN. Trat. sobre la l. a Epístola de S. Juan,2).

2667 El mejor favor que podeis hacerme es dejar que sea inmolado para Dios, mientras el altar está aún
preparado: así, unidos por la caridad en un solo coro, podréis cantar al Padre por Cristo Jesús, porque Dios
se ha dignado hacer venir al obispo de Siria desde el oriente hasta occidente. ¡Qué hermoso es que el sol
de mi vida se ponga para el mundo y vuelva a salir para Dios! (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los
Romanos,1).

2668 En alguna ocasión me he preguntado qué martirio es mayor: el del que recibe la muerte por la fe, de
manos de los enemigos de Dios; o el del que gasta sus años trabajando sin otra mira que servir a la Iglesia
y a las almas, y envejece sonriendo, y pasa inadvertido. . . Para mi, el martirio sin espectáculo es más
heroico. . . Ese es el camino tuyo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Via Crucis, p. 66).

2669 Todos los tiempos son de martirio. No se diga que los cristianos no sufren persecución; no puede fallar
la sentencia del Apóstol: Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución
(2Tm 3,12). Todos, dice, a nadie excluye, a nadie exceptuó. Si quieres probar ser cierto ese dicho empieza
tú a vivir piadosamente, y verás cuánta razón tuvo para decirlo (SAN AGUSTIN, Sermón 6).

Santa Maria, fortaleza nuestra

2670 Admira la reciedumbre de Santa Maria: al pie de la Cruz, con el mayor dolor humano óno hay dolor
como su doloró, llena de fortaleza. Y pídele de esa reciedumbre, para que sepas también estar junto a la
Cruz (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 508).

FRUTOS

Citas de la Sagrada Escritura

Yo soy la vid y mi Padre el labrador. Todo sarmiento que en Mi no lleve fruto, lo cortará; y a todo aquel que
diere fruto, lo podará para que dé todavía más fruto. Jn 15,1-2.

(Jesús) tuvo hambre; y viendo una higuera junto al camino se acercó a ella, y no hallando más que hojas, le
dijo: nunca jamás nazca fruto de ti. Y la higuera quedó seca al instante. Mt 21,18-19.

Cada árbol por su fruto se conoce; no se cogen higos de los espinos, ni de las zarzas racimos de uvas. Lc
6,43.

Voy a cantar a mi amado el canto de mi amigo a su viña: Tenía mi amado un viña en un fértil recuesto. La
cavo, la descontó y la plantó de vides selectas. Edificó en medio de ella una torre, e hizo en ella un lagar,
esperando que le daria uvas, pero le dio agrazones. Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá,
juzgad entre mi y mi viña. ¿Qué más podía hacer yo por mi viña que no lo hiciera? ¿Cómo, esperando que
diese uvas, dio agrazones? Is 5,1-5.

Y dijo esta parábola: Tenia uno plantada una higuera en su viña y vino en busca del fruto y no lo halló. Dijo
entonces al viñador: van ya tres años que vengo en busca del fruto de esta higuera y no lo hallo; córtala;
¿por qué ha de ocupar la tierra en balde? Le respondió y dijo: Señor, déjala aún por este año que la cave y
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la abone, a ver si da fruto para el año que viene. . . ; si no, la cortarás. Lc 13,6-9.

[. . . ] Si el grano de trigo, después le echado en tierra, no muere, ueda infecundo; pero si muere, roduce
mucho fruto. Jn 12,24.

[. . . ] Has sido puesto en la balanza y hallado falto de peso Da 5,27.

[. . . 1 Otras (semillas) cayeton en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron
treinta, otras sesenta, otras cien. Mc 4,8.

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos
rapaces. Por sus frutos los conoceréis. Mt 7,15-16.

[. . . ] Es semejante el reino de los cielos a uno que sembró en su campo buena semilla. Pero mientras su
gente dormía, vino el enemigo y sembró cizaña entre el trigo y se fue. Cuando creció la hierba y dio su fruto,
entonces apareció la cizaña. Mt 13,24-26.

Parábola del grano de mostaza: Mt 13,31-32.

Es semejante el reino de los cielos al fermento que una mujer toma y lo pone en tres medidas de harina
hasta que todo fermenta. Mt 13,33.

Como el sarmiento no puede dar fruto si no está unido a la vid, tampoco vosotros si no permaneciereis en
mi. Yo soy la vid. Vosotros los sarmientos. El que permanece en mi y yo en él, ése da mucho fruto, porque
sin mi no podéis hacer nada. Jn 15,4-5.

En esto será glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así seréis discípulos mios. Jn 15,8.

Dios espera abundantes frutos de nuestra vida

2671 Aprovéchame el tiempo. No te olvides de la higuera maldecida. Ya hacía algo: echar hojas. Como tú. .

No me digas que tienes excusas. No le valió a la higueraónarra el Evangelistaóno ser tiempo de higos,
cuando el Señor los fue a buscar en ella. Y estéril quedó para siempre (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 354).

2672 Quien da socorros temporales a los que tienen dones espirituales es cooperador también de estos
dones espirituales (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre los Evang. ).

2673 Estas vírgenes no sólo eran necias porque descuidaron las obras de misericordia, sino también porque
creyeron que encontrarían aceite en donde inútilmente lo buscaban. Nada más misericordioso que aquellas
vírgenes prudentes que por su caridad fueron aprobadas; sin embargo, no accedieron a la petición de las
necias. De aquí aprendemos que a nadie podrán servirle otras obras que no sean las propias (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,79).

2674 Dicen las prudentes: No suceda que falte para nosotras y para vosotras, porque de nada sirve el
testimonio ajeno en la presencia de Dios, que ve los secretos del corazón; y apenas a cada uno le basta el
testimonio de su conciencia (SAN AGusTiN, Sermón 22).

2675 Las lámparas que llevan en las manos (las vírgenes prudentes) son las buenas obras (SAN AGUSTIN,
Sermón 22)

2676 El que tiene, pues, talento, procure no ser perro mudo; quien tiene abundancia de bienes, no descuide
la caridad; el que experiencia de mundo, dirija a su prójimo; el que es elocuente, interceda ante el rico por el
pobre; porque a cada uno se le contará como talento lo que hiciere, aunque haya sido por el más pequeño
(SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).
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2677 Asi como hay peligro de que los doctores oculten el talento del Señor, también los oyentes pueden
incurrir en la misma falta cuando se les exijan los réditos de lo que se les enseñó (SAN GRúGORIO
MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).

Necesidad de la gracia para dar fruto

2678 No hacemos nuestro apostolado. En ese caso, ¿qué podriamos decir? Hacemosóporque Dios lo
quiere, porque así nos lo ha mandado: id por todo el mundo y predicad el Evangelio (Mc 16,15)óel
apostolado de Cristo. Los errores son nuestros, los frutos, del Señor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos
de Dios,267).

2679¿Por qué el Señor da el nombre de agua a la gracia del Espíritu? Porque el agua es condición
necesaria para la pervivencia de todas las cosas, porque el agua es el origen de las plantas y de los seres
vivos. . . Y, del mismo modo que el árbol seco, al recibir el agua germina, así también el alma pecadora, al
recibir del Espíritu Santo el don del arrepentimiento, produce frutos de santidad (SAN CIRILO DE
JERUSALÉN, Catequesis 16, sobre el Espfritu Santo).

2680 El no necesitó de nosotros para salvarnos, nosotros sin él nada podemos hacer; él, a nosotros, sus
sarmientos, se nos dio como vid; nosotros, separados de él, no podemos tener vida (SAN AGUSTIN, Trat.
Evang. S. Juan,84).

Hay frutos que tardan en llegar

2681 Que se hagan ricos en buenas obras, dice el Apóstol. Que se hagan ricos en esto, que siembren en
esto. De estas obras hablaba el mismo Apóstol, cuando decia: No nos cansemos de practicar el bien, que a
su tiempo cosecharemos. Siembren: aún no ven lo que recogerán, pero que tengan fe y sigan sembrando.
¿Acaso el labrador al sembrar, ve ya recogida su mies? (SAN AGUSTIN, Sermón 11, sobre las
bienaventuranzas).

Frutos para Dios

2682 Me veo precisado a deciros que temáis con mucho cuidado por las buenas obras que hacéis, no sea
que por ellas busquéis algún favor o alguna gracia humana, no sea que se despierte en vosotros el deseo
de alabanzas, y lo que manifestáis al exterior se quede interiormente vacio de retribución (SAN GREGORIO
MAGNO, llom. 12 sobre los Evang. ).

2683 Lo que se hace por Dios, se ofrece a Dios y El lo recibe; lo que se hace por los hombres, se convierte
en aire (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 338).

2684 Vosotros no veis ahora la importancia del bien que hacéis; tampoco el labriego, al sembrar, tiene
delante las mieses; pero confia en la tierra. ¿Por qué no confías tú en Dios? Un día llegará el dueño de
nuestra mies. Imagínate que nos hallamos ahora en las faenas de la labranza; mas labrarnos para recoger
después, según aquello de la Escritura: Iban andando y lloraban, arrojando sus simientes; cuando vuelvan,
volverán con regocijo, trayendo sus gavillas (Sal 125) (SAN AGUSTIN, Sermón 102).

2685 Y vuestro fruto permanezca. Todo cuanto hacemos en este mundo apenas tiene duración hasta la
muerte; y llegando ésta, arranca el fruto de nuestro trabajo. Pero cuando trabajamos de cara a la vida
eterna, el fruto de nuestro trabajo permanece. Cuando se ha llegado al conocimiento de las cosas eternas,
dejan de tener importancia los frutos temporales (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 27 sobre los Evang. ).

2686 Como los árboles buenos no dan fruta venenosa aunque si verde y a veces agusanada, y en
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ocasiones se recubren de muérdago y musgo, los grandes santos nunca cometen pecado mortal, pero
pueden producir obras inútiles, sin madurar, ásperas y mal sazonadas. Hay que confesar que esos árboles
son fructíferos, pues de otro modo no serian buenos, y reconocer que algo de su fruta no es bueno, pues
nadie afirmará que el muérdago y el musgo son fructuosos. ¿Quién entonces negará que los enfados
breves y los pequeños excesos de alegría, de risa, de vanidad y otras pasioncillas semejantes son
movimientos inútiles e ilegitimos? Sin embargo, el justo los tiene siete veces al día, es decir, muy a menudo
(SAN FRANCISCO DE SALES, Trat. del amor a Dios,10,5).

2687 ¿No adviertes cómo los árboles sin frutos son vigorosos, bellos, esbeltos, graciosos y sublimes? Pero
si nos fuera dado poseer un jardín, de seguro que preferiríamos ver en el granados y olivos cubiertos de
frutos. Los árboles estériles están en el jardín para recreo, no para utilidad. Y, aunque en cierto sentido
pueden ser útiles, su utilidad es minima. Los que sólo se preocupan de sus intereses son como estos
árboles (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 20 sobre los Hechos,3-4).

GENEROSIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, arrojad a los demonios; gratis lo
recibís, dadlo gratis. Mt 10,8.

En todo os he dado ejemplo, mostrándoos cómo, trabajando así, socorráis a los necesitados, recordando las
palabras del Señor Jesús, que El mismo dijo: "Hay más dicha en dar que en recibir". Ac 20,35.

Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores,
a mi me lo hicisteis. Mt 25,40.

Otra cayó en tierra buena, y, nacida, dio un fruto céntuplo. Dicho esto, clamó: El que tenga oídos para oir,
que oiga. Lc 8,8.

Zaqueo, en pie, dijo al Señor: Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si a alguien le detraudado
en algo, le devuelvo el cuádruplo. Lc 19,8.

Pedro le dijo: Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré por ti mi vida. Jn 13,37.

En esto hemos conocido la caridad, en que El dio su vida por nosotros, y nosotros debemos dar nuestra
vida por nuestros hermanos. 1Jn 3,16.

Pues os digo: El que escaso siembra, escaso cosecha; el que siembra con largueza, con largueza .
cosechará. Cada uno haga según se ha propuesto en su corazón, no de mala gana ni obligado, que Dios
ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para acrecentar en vosotros todo género de gracias, para
que, teniendo siempre y en todo lo bastante, abundois en toda buena obra, según que está escrito: "Con
largueza repartió, dio a los pobres;su justicia permanecerá para siempre". 2Co 9,6-9.

Porque al que tiene, se le dará más y abundará; y al que no tiene, aun aquello que tiene le será quitado. Mt
13,12.

Dijole Pedro: Pues nosotros, dejando todo lo que teníamos, te hemos seguido. El les dijo: En verdad os digo
que ninguno que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por amor al reino de Dios dejará de
recibir mucho más en este siglo y la vida eterna en el venidero. Lc 18,28-30.

Generosidad de Dios con el hombre

2688 Nunca se cansa de dar ni se pueden agotar sus misericordias; no nos cansemos nosotros de recibir
(SANTA TERESA, Vida,19,6).

2689 Dios no se deja nunca ganar en generosidad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,40).
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2690 Los beneficios divinos son siempre completos y abundantes, no circunscritos a un bien pequeño, sino
rebosando abundancia (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. V, p. 21).

2691 Siempre da más de lo que le pedimos (SANTA TERESA, Camino de perfección,37,4).

2692 [. . . ] su amor es grande. Si deseas prestarle, El está dispuesto. Si quieres sembrar, El vende la
semilla; si construir, El te está diciendo: edifica en mis solares. ¿Por qué corres tras los hombres, que nada
pueden? Corre en pos de Dios,que por cosas pequeñas te da otras que son grandes (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,76).

2693 Con esta parábola (del sembrador) quiso declarar el Señor que El habla a todos con mucha
generosidad. Porque así como el labrador no distingue la tierra que va pisando con sus pies, sino que arroja
natural e indistintamente su semilla, así el Señor no distingue al pobre del rico, al sabio del ignorante, al tibio
del fervoroso, al valiente del cobarde (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,44).

2694 Cuando tú más recibes, más se alegra El y más dispuesto está a seguir dándote; Dios tiene por propia
riqueza nuestra salvación. Y su gloria está en dar copiosamente a cuantos le piden, que es lo que declaraba
San Pablo, cuando decía: Rico con todos y sobre todos los que le invocan (Ro". 10,12) (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,22).

2695 Este Señor está sobre nuestros altares, como en un trono de amor y de misericordia, para distribuirnos
infinitas gracias (SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento).

Generosidad en la limosna. Ver nº. 3339-3347.

"Es mejor dar que recibir"

2696 Al decir de San Pablo, existe un mandamiento del Señor, que expresa así: Porque lo ha afirmado él
mismoóesto es, el Señor Jesúsó: Es mejor dar que recibir. La liberalidad del que da es mejor que la
pasividad del que recibe (CASIANO, Instituciones,10,19).

2697 Es bueno dar gloria a Dios, sin tomarse anticipos (mujer, hijos, honores. . . ) de esa gloria, de que
gozaremos plenamente con El en la Vida. . . Además, El es generoso. . . Da el ciento por uno: y esto es
verdad hasta en los hijos. Muchos se privan de ellos por su gloria, y tienen miles de hijos de su espiritu.
Hijos, como nosotros lo somos del Padre nuestro, que está en los cielos (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 779).

2698 Quien es esclavo de las riquezas, las guarda como esclavo; pero el que sacude el yugo de su
esclavitud, las distribuye como señor (SAN JERONIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 392).

2699 La liberalidad de tu misericordia redunda en abundancia para tus graneros. Mira, por tanto, que no
salgas perdiendo por querer guardar para ti, antes procura recolectar a largo plazo (SAN PEDRO
CRISÓLOGO, Sermón 43).

2700 Da al que te pida. Puede entenderse también esto del dinero y de la doctrina: cuanto más se da, tanto
más se multiplica (SAN JERONIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 323).

El premio de la generosidad

2701 Es tan agradecido, que un alzar de ojos con acordarnos de El no deja sin premio (SANTA TERESA
Camino de perfección,23,3).
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2702 Te duele que no te agradezcan aquel favor. Respóndeme a estas dos preguntas: ¿tan agradecido eres
tu con Cristo Jesús?. . . ¿has sido capaz de hacer ese favor, buscando el agradecimiento en la tierra? (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 693).

2703 Ahora precisamente, hermano, Cristo está pasando hambre, se digna pasar hambre y sed en todos los
necesitados, y lo que recibe en la tierra es lo que devolverá en el cielo (SAN CESAREO DE ARLÉS, Sermón
25,1).

2704 ¡Que es muy buen pagador y paga muy sin tasa! (SANTA TERESA, Camino de perfección,37,3).

2705 Sea bendito por todo, que he visto claro no dejar sin pagarme, aun en esta vida, ningún deseo bueno
(SANTA TERESA, Vida,4,7).

2706 El pide cosas insignificantes y promete en cambio grandes dones, tanto en este mundo como en el
futuro, a quienes le aman sinceramente (SAN GREGORIO NACIANCENO, Disertación 7).

2707 Habéis oído en el Evangelio la recompensa de los siervos buenos y el castigo de los malos siervos.
Toda la culpa del siervo rechazado y tan duramente sancionado reduciase a esto: no quiso dar. Guardó
integro lo recibido; mas el Señor quería sus intereses [. . . ]. (SAN AGUSTIN, Sermóní94).

2708 Aun en esta vida lo paga Su Majestad por unas vías que sólo quien goza de ello lo entiende (SANTA
TERESA, Vida,4,2).

Para ser generosos

2709 Observa de qué manera pide cosas sencillas de hacer, porque no dijo: estaba en la cárcel y no me
sacasteis, estaba enfermo y no me curasteis. . . , sino, no me visitasteis y no vinisteis a mi casa. Además,
cuando tiene hambre no pide una mesa espléndida, sino la comida necesaria [. . . ]. Observa además: 1) la
facilidad en dar lo que se pide (pues era pan); 2) la miseria del que pedía (pues era pobre); 3) la compasión
hacia la misma naturaleza (pues era hombre); 4) el deseo de alcanzar lo que pedía (pues a cambio prometia
el reino); 5) la dignidad del que recibía (pues era Dios por medio de los pobres); 6) la superabundancia del
honor (porque se dignó recibir de mano de los hombres); 7) era justo dar (pues recibía de nosotros lo que es
suyo); pero los hombres muchas veces están ciegos ante estas cosas por la avaricia (SAN JUAN
CRISÓSTOMO en Catena Aurea, vol. lll, p. 246).

2710 ¿No serás por ventura como un expoliador, teniendo como tuyo lo que has recibido para distribuir? Es
el pan del hambriento el que tienes, el vestido del desnudo el que conservas en tu guardarropa; es del
descalzo el calzado que amontonas y del necesitado la plata que escondes bajo la tierra. Cometes, pues,
tantas injusticias cuantas son las cosas que puedes dar (SAN BASILIO en Catena Aurea, vol. Vl, p. 82).

2711 No hay cosecha, cuando no se está dispuesto a aceptar generosamente un constante trabajo, que
puede resultar largo y fatigoso: labrar la tierra, sembrar la simiente, cuidar los campos, realizar la siega y la
trilla. . . (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,158).

Generosidad con Dios

2712 El Amor. . . ¡bien vale un amor! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 171).

2713 ¿Por qué, pues, sois perezosos para dar, cuando lo que dais al que yace en tierra lo dais al que tiene
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su trono en el Cielo? (SAN GREGORJO MAGNO Hom. 40 sobre los Evang. )

2714 La razón, pues, por la que Dios desea que los hombres le sirvan es su bondad y misericordia, por las
que quiere beneficiar a los que perseveran en su servicio; pues si Dios no necesita de nadie, el hombre, en
cambio, necesita de la comunión con Dios. En esto consiste la gloria del hombre, en perseverar y
permanecer en el servicio de Dios (SAN IRENEO Trat. contra las herejías,4,13).

2715 Y por esto los antiguos hombres debían consagrarle los diezmos de sus bienes; pero nosotros, que ya
hemos alcanzado la libertad, ponemos al servicio del Señor la totalidad de nuestros bienes, dándolos con
libertad y alegría aun los de más valor, pues lo que esperamos vale más que todos ellos; echamos en el
cepillo de Dios todo nuestro sustento, imitando así el desprendimiento de aquella viuda pobre del Evangelio
(SAN IRENEO Trat. contra las herejías,4,18).

2716 Hay un caso que nos debe doler sobre manera: el de aquellos cristianos que podrían dar más y no se
deciden; que podrían entregarse del todo, viviendo todas las consecuencias de su vocación de hijos de
Dios, pero se resisten a ser generosos. Nos debe doler porque la gracia de la fe no se nos ha dado para que
esté oculta, sino para que brille ante los hombres (cfr. Mt 5,15-16); porque, además, está en juego la
felicidad temporal y la eterna de quienes así obran. La vida cristiana es una maravilla divina, con promesas
inmediatas de satisfacción y de serenidad, pero a condición de que sepamos apreciar el don de Dios (cfr. Jn
4,10), siendo generosos sin tasa (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,147).

Generosidad con los demás

2717 Es éste un distintivo del hombre justo: que, aun en medio de sus dolores y tribulaciones, no deja de
preocuparse por los demás; sufre con paciencia sus propias aflicciones, sin abandonar por ello la instrucción
que prevé necesaria para los demás, obrando así como el médico magnánimo cuando está él mismo
enfermo. Mientras sufre las desgarraduras de su propia herida, no deja de proveer a los otros el remedio
saludable (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,3,3940).

2718 Pero considerad, os ruego, aquí también la reverencia de Pedro para con el Señor. Porque, teniendo
en casa a su suegra enferma y con alta fiebre, no forzó a que fuera a verla, sino que esperó a que El
terminara toda su instrucción y a que todos los otros fueran curados y sólo entonces, dentro ya de casa, le
ruega por ella. De esta manera aprendía Pedro, desde el principio, a poner los intereses de los otros por
delante de los suyos propios (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,27).

2719 Deberías estar agradecido, contento y feliz por el honor que se te ha concedido, al no ser tú quien ha
de importunar a la puerta de los demás, sino los demás quienes acuden a la tuya. Y en cambio te retraes y
te haces casi inaccesible, rehúyes el encuentro con los demás, para no verte obligado a soltar ni una
pequeña dádiva. Sólo sabes decir: "No tengo nada que dar, soy pobre". En verdad eres pobre y privado de
todo bien; pobre en amor, pobre en humanidad, pobre en confianza en Dios, pobre en esperanza eterna
(SAN BASILIO MAGNO, Hom. sobre la caridad,3,6).

2720 Dios, en este mundo, padece frío y hambre en la persona de todos los necesitados, como dijo el
mismo: Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis. El mismo
Dios que se digna dar en el cielo quiere recibir en la tierra (SAN CEsAREo DE ARLÉS, Sermón 25,1).

2721 Y no me refiero sólo a los ricos, sino también a los pobres, a los que viven mendigando; no hay pobre,
por muy pobre que sea, que no tenga dos céntimos que dar (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre la
Epfstola a los Hebreos 3,2).

2722 Eres calculador. No me digas que eres joven. La juventud da todo lo que puede: se da ella misma sin
tasa (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 30).
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2723 Con nuestros haberes, fruto de nuestro sudor y de nuestro trabajo, debemos ayudar a los necesitados
(CASIANO. Instituciones,10,18).

2724 Mas como nada les pusisteis en las manos (a quienes os necesitaban), nada habéis hallado en Mí
(SAN AGUSTIN, Sermón 18).

Dar con alegría

2725 Debes demostrar que das con alegría y gusto; para esto no hace falta que esté esperando una hora el
que se dirige a ti, porque cuando el pobre espera, casi se arrepiente de haber pedido. Un vaso de agua
ofrecido con alegría y rapidez agrada más que una garrafa de vino dada con poco agrado y a disgusto.
(SAN BERNARDINO DE SIENA, Sermón sobre la limosna).

2726 Ve un hombre a su prójimo que no tiene pan ni medios para procurarse el alimento indispensable y, en
vez de apresurarse a ofrecerle su ayuda para rescatarle de la miseria, lo observa como quien observa una
planta verde que se está agostando lastimosamente por falta de agua. Y, sin embargo, este hombre abunda
en riquezas y podría ayudar a muchos con sus bienes. Lo mismo que el caudal de una sola fuente puede
regar una vasta extensión de terreno, así la abundancia de un solo hogar puede librar de la miseria a un
gran número de pobres, si no lo impiden la tacañería y la avaricia del hombre, como acontece con una roca
que cae en el arroyo y desvia la corriente (SAN GREGORIO DE NISA, Sermón 1, sobre el amor a los
pobres).

2727 Da tu limosna con alegría. Que todo lo que hagas por amor de Dios sea con alegría y no con fastidio.
Porque está escrito: El espiritu abatido seca los huesos (Pr 17,22). Lo cual significa que cuando el pobre
viene a tu puerta y le das una limosna gruñendo, tu mérito se ha esfumado aun antes de que franquee el
umbral. La tienes que convertir en alegre con tu corazón, tus palabras, tus obras. Cuando el mendigo llega a
tu casa y pide una limosna por amor de Dios, respóndele con agrado: "Sé bienvenido". Asi le testimonias
que tu don va hecho con alegría por tus palabras, tu corazón, tu aspecto simpático y tu rapidez. Una palabra
junto con la limosna consuela más de lo que crces (SAN BERNARDINO DE SIENA, Sermón sobre la
limosna).GRACIA

Citas de la Sagrada Escritura

1. Necesidad de la gracia.

No es que nosotros seamos capaces de pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia
viene de Dios. 2Co 3,5.

Dios es el que obra en vosotros el querer y el obrar. Ph 2,13.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. . . Sin mi nada podéis hacer. Jn 15,5.

[. . . ] por lo cual os hago saber que nadie, hablando en el espiritu de Dios, puede decir: Anatema sea Jesús,
y nadie puede decir: Jesús es el Señor, si no es en el Espíritu Santo. 1Co 12,3.

2. La gracia nos justifica

Y algunos esto erais, pero habéis sido lavados; habéis sido santificados, habéis sido justificados en el
nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. 1Co 6,11.

[. . . ] renovaos en el espíritu de vuestra mente. Ep 4,23.

Respondio Jesús y le dijo: En verdad te digo que quien no naciere de arriba no podrá entrar en el reino de
Dios. Jn 3,3.

3. La gracia nos hace partícipes de la divina naturaleca


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Y nos hizo merced de preciosos y sumos bienes prometidos, para que por ellos os hagáis participes de la
divina naturaleza, huyendo de la corrupción que por la concupiscencia existe en el mundo. 2P 1,4.

4. La gracia nos hace hijos de Dios

Porque los que son movidos por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Que no habéis recibido el
espiritu de siervos para recaer en el temor, antes habéis recibido al espiritu de adopción, por el que
clamamos: Abba ¡Padre! Rm 8,14-15.

[. . . ] y si hijos, también herederos; herederos de Dios, coherederos de Cristo, supuesto que padezcamos
con El para ser con El glorificados. Rm 8,17.

5. La gracia nos hace amigos y hermanos de Cristo

Vosotros, dice el Señor, sois mis amigos si hacéis lo que os mando. . . Ya no os llamaré siervos, sino
amigos. Jn 15,14-15.

A los que son santificados, Jesucristo no desdeñó llamarlos hermanos. He 11,11.

Ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre. Jn 20,17.

El es el primogénito entre muchos hermanos. Rm 8,29.

6. Por la gracia samos templos de Dios

¿No sabeis que sois templos de Dios, y que el Espíritu Santo habita en vosotros? 1Co 3,16.

[. . . ] y estableceremos nuestra morada dentro de él. Jn 14,23.

El alma en "estado de gracia"

2728 Nos dice San Agustín: "¿Queréis saber lo que vale vuestra alma? Id, preguntádselo al demonio, él os
lo dirá. El demonio tiene en tanto a nuestra alma que, aunque viviésemos cuatro mil años, si después de
esos cuatro mil años de tentaciones nos ganase, tendría por muy bien empleado su trabajo" (SANTO CURA
DE ARS, Sermón sobre Jesucristo).

2729 Ninguna lengua es suficiente para declarar la grandeza del amor que Jesús tiene a cualquier alma que
está en gracia (SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,2).

2730 Si una vez en la vida tuviésemos la suerte de penetrarnos bien de la belleza y del valor de nuestra
alma, ¿no estariamos dispuestos, como Jesús, a sufrir todos los sacrificios por conservarla? ¡Cuán
hermosa, cuán preciosa es un alma a los ojos del mismo Dios! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre
Jesucristo).

2731 La fe nos dice que el hombre, en estado de gracia, está endiosado. Somos hombres y mujeres, no
ángeles. Seres de carne y hueso, con corazón y con pasiones, con tristezas y con alegrías. Pero la
divinización redunda en todo el hombre como un anticipo de la resurrección gloriosa (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,103).

2732 Este estado será el nuestro desde el momento en que, a pesar de vivir en la carne, no obremos ya
según la carne, porque hayamos empezado a militar en las filas del Señor. Entonces podremos con toda
verdad realizar aquella palabra de San Pablo: Somos ya ciudadanos del cielo (Fil 3,20) (CASIANO,
Colaciones,3,7).

2733 Yoódice el Señoródoy la muerte y la vida, para que estemos convencidos de que estar muertos al
pecado y vivos en el espiritu es un verdadero don de Dios (SAN GREGORIO DE NISA Hom. 6, sobre el
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Eclesiastés).

2734 Dios mismo es la vida del alma, como el alma es la vida del cuerpo (SANTO TOMAS, Sobre el Cielo,8,
I. c. ).

2735 ¡Oh, si conociesen los mortales qué gran cosa es la gracia, qué hermosa, qué noble, qué preciosa,
cuántas riquezas esconde en si, cuántos tesoros, cuántos júbilos y delicias! Sin duda emplearían toda su
diligencia, afanes y desvelos en buscar penas y aflicciones; andarían todos por el mundo en busca de
molestias, enfermedades y tormentos, en vez de aventuras, para conseguir el tesoro inestimable de la
gracia. Esta es la mercancía y logro último de la paciencia. Nadie se quejarla de la cruz ni de los trabajos
que le caen en suerte, si conociera las balanzas donde se pesan para repartirlos entre los hombres (SANTA
ROSA DE L[MA, Escritos. Al médico Castillo, l. c. , pp. ,54-55).

2736 Puede decirse que, en lo espiritual, hay tanta distancia entre justos y pecadores, como en lo material
entre el cielo y la tierra (SAN ACUSTIN, Sobre el Sermón de la Montella,2,17).

2737 Comprometeos a vivir en gracia. Jesús ha nacido en Belén precisamente para esto: para revelarnos la
verdad salvífica y para darnos la vida de la gracia. Comprometeos a ser siempre partícipes de la vida divina
injertada en nosotros por el Bautismo. Vivir en gracia es dignidad suprema, es alegría inefable, es garantía
de paz, es ideal maravilloso y debe ser también preocupación lógica de quien se llama discípulo de Cristo.
Por tanto, Navidad significa la presencia de Cristo en el alma mediante la gracia. Y si por debilidad de la
naturaleza humana se ha perdido la vida divina a causa del pecado grave, entonces Navidad debe significar
el retorno a la gracia mediante la Confesión sacramental, realizada con seriedad de arrepentimiento y de
propósitos. Jesús viene también para perdonar; el encuentro personal con Cristo es una conversión, un
nuevo nacimiento para asumir totalmente las responsabilidades propias de hombre y de cristiano. (JUAN
PABLO II, Roma. Hom. a los universitarios,18-XII-1979).

2738 Nuestra alma es algo tan grande, que sólo Dios la excede. Un día Dios permitió a Santa Catalina ver
un alma. La Santa hallóla tan hermosa que prorrumpió en estas exclamaciones: "Dios mío, si la fe no me
enseñase que existe un solo Dios, pensaría que es una divinidad; ¡ya no me extraña, Dios mío, ya no me
admira que hayáis muerto por un alma tan bella! " (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre Jesucristo).

2739 [. . . ] para conocer el precio de nuestra alma, no tenemos más que considerar lo que Jesucristo hizo
por ella (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre Jesucristo).

2740 Como el mismo Dios habita en el cuerpo de los justos, los cuerpos de los pecadores se llaman
sepulcros de muertos,porque el alma está en el cuerpo del pecador y no puede creerse que viva, porque
nada hace sobre el cuerpo que pueda llamarse vivo y espiritual (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena
Aurea, vol. I I 1p 128).

Las gracias actuales

Toda gracia o don que se nos da en la Trinidad se nos da 2741 por el Padre, a través del Hijo, en el Espíritu
Santo (SAN ATANASIO, Carta 1, a Serapion).

2742 Uno de los grandes regalos que en esta vida hace Dios a un alma es darle claramente a entender y
sentir tan altamente de Dios, que entienda bien claro que no se puede entender ni sentir del todo (SAN
JUAN DELA CRUZ, Cántico espiritual,7,9)

2743 Es norma general de todas las gracias especiales comunicadas a cualquier creatura racional que,
cuando la gracia divina elige a alguien para algún oficio especial o algún estado muy elevado, otorga todos
los carismas que son necesarios a aquella persona así elegido, y que la adornan con profusión (SAN
BERNARDINO DE SIENA, Sermón 2,7).
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2744 El don de la gracia eleva al hombre para cosas que están por encima de su naturaleza (SANTO
TOMÁS, Suma Teológica,2-3, q. 171, a. 2 ad 3).

2745 Mirad que lo puede todo y nosotras no podemos nada sino que El nos hace poder (SANTA TERESA,
Camino de perfección,16,10).

2746 El poder de la gracia es mayor que el de la naturaleza (SAN AMBROSIO, Trat. sobre el misterio).

El menor bien de gracia es superior a todo el bien natural 2747 del universo (SANTO TOMÁS, Suma
Teológica,1-2, q. 113,a. 9)

2748 ¡Qué disparate huir de la luz para andar siempre tropezan- do! (SANTA TERESA, Vida,19,5).

2749 (Y los ladrones desentierran y roban. . . ). Ladrones son los herejes y los demonios, que siempre están
dispuestos a quitarnos las gracias espirituales (RABANO MAURO, en Catena Aurea, vol. 1p 385).

2750 Llama a la gracia agua viva (. . . ), y también la llama agua que salta, para indicar su poder y su fuerza.
Para entender bien qué significa todo esto, hay que pensar en la sabiduría de Esteban, en la palabra de
Pedro, en el ímpetu de San Pablo. Nada pudo contener o menguar su empuje: ni la cólera del pueblo, ni la
violencia de los tiranos, ni el ataque de los demonios, ni los asesinatos cotidianos. Como río impetuoso
pasaron sobre todo lo que tenían delante (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Juan,51,1).

Necesidad de la gracia para hacer el bien

2751 Si de una parte todos estos ejercicios son indispensables para la perfección, de otra son de todo
ineficaces para llegar a ella sin el concurso de la gracia (CAS1ANO, Instituciones,12,14).

2752 Ningún pecado, en efecto, hace un hombre que no pueda hacerlo también otro hombre, si quien hizo
al ln,nbrc no le tiene de su mano (SAN AGUSTIN, Sermón 99).

2753 Así como no debemos confiar demásiado para que no parezca que ensalzamos nuestro propio poder,
tampoco debemos desconfiar, para no tratar de ineficaz la ayuda que Dios nos presta (ORIGENES, Trat.
sobre el Evang. de S. Mateo,33).

2754 Cada día y a todas horas nos es absolutamente necesario el auxilio de la gracia (CASIANO,
Colaciones,3,22).

2755 Ninguna aflicción corporal, ninguna contrición de corazón es digna de conquistar la castidad del
hombre interior. Ni es capazópor el solo trabajo humano, sin la ayuda de lo altoóde obtener esta sublime
virtud de la pureza [. . . ]: el obrar el bien depende de la gracia de Dios (CASIANO, Instituciones,12,11).

2756 Es imposible conseguir la victoria contra cualquier pasión si no estamos penetrados de esta idea
madre: que nuestra industria y propio trabajo no pueden por si solos obtener el triunfo sobre ella (CASIANO,
Colaciones,5,13).

2757 El principio de nuestra conversión y de nuestra fe, así como la paciencia en sufrir, son dones de Dios.
David, por su parte, abunda en idénticos sentimientos, implorando de la misericordia de Dios dones
semejantes: Confirma, oh Señor, lo que has obrado en nosotros (Ps 62,29). Muestra con ello que la gracia
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de Dios no ha hecho bastante con habernos otorgado las primicias de nuestra salud; hace falta que su
misericordia vaya obrando cada día su plena eclosión mediante esa misma gracia (CAIAANo,
Colaciones,3,14).

2758 También la fortaleza con que resistimos a las tentaciones depende más de la misericordia con que
Dios las suaviza que de nuestra propia virtud (CASIANO, Colaciones,3,17).

Correspondencia a las gracias recibidas Ver nº. 1347-1437; 3233-3236; 5579-5584).

La gracia santificante y los Sacramentos Ver no. 4739-4744.

La Virgen, Medianera de todas las gracias Ver no. 5443-5461.

2759 Cada gracia que se da a los hombres procede de una triple causa ordenada: de Dios pasa a Cristo, de
Cristo pasa a la Virgen, por la Virgen se nos da a nosotros (SAN BERNARDO, Sermón 6 de la Natividad de
la B. Virgen Maria).

HUMILDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón. Mt 11,29.

Cualquiera que se humillare como este niño, ése será mayor en el reino de los cielos. Mt 18,4.

Quien se ensalzare será humillado, y quien se humillare será ensalzado. Mt 23,12.

Derribó del solio a los poderosos, y ensalzó a los humildes. Lc 1,52.

Os conjuro por el Señor que os portéis de manera digna del estado que habéis sido llamados, con toda
humildad. Ep 4,1-2.

Como escogidos que sois de Dios, revestíos de entrañas de compasión, de benignidad, de humildad. Col
3,12.

Humillaos en la presencia del Señor y El os ensalzará. Jc 4,10.

Inspiraos todos recíprocamente la humildad, porque Dios resiste a los soberbios, pero a los humildes les da
su gracia. Humillaos, pues, bajo la mano poderosa de Dios para que os exalte al tiempo de su visita. 1P 5,5-
ó; Jc 4,6.

Cuando seas invitado, ve y siéntate en el postrer lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga:
Amigo, sube más arriba. Entonces tendrás gran honor en presencia de todos los comensales. Lc 14,10.

Mi sacrificio, ¡oh Dios!, es un espiritu contrito. Un corazón contrito y humillado, ¡oh Dios!, no lo desprecies.
Ps 50,19.

Tened los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, quien, a pesar de tener la forma de Dios, no reputó
como botín el ser igual a Dios; antes se arionadó, tomando la forma de siervo, haciéndose semejante a los
hombres; y así, por el aspecto, siendo reconocido como hombre, se humilló, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz [. . . ]. Ph 2,5-8.

[. . . ] En pos de mi viene otro más fuerte que yo, cuyas sandalias no soy digno de desatar. Mt 3,11.

Y dijo: En verdad os digo, si no os volvierais y os hiciereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Mt 18,3.

Detrás de la soberbia viene la deshonra, con la humildad llega la sabiduría. Pr 11,2.

La oración del humilde traspasa las nubes, y no descansa hasta que llega (a su destino) ni se retira hasta
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que el Altísimo fija en ella su mirada [. . . ]. Si 35,21.

Cuanto más grande seas, humillate más, y hallarás gracia ante el Señor. Porque grande es el poder del
Señor, y es glorificado por los humildes. Si 3,20.

Porque excelso es Yavé y atiende al humilde, pero al altivo le conoce desde lejos. Ps 137,6.

Os digo que bajó éste (el publicano de la oración humilde) justificado a su casa y no aquél. Porque el que se
humilla será ensalzado. el que se ensalza será humillado,.. Lc 18,14.

La humildad dispone al alma para acercarse a Dios

2760 Dígase, pues, a los humildes, que al par que ellos se abajan, aumentan su semejanza con Dios; y
dígase a los soberbios que, al par que ellos se engríen, descienden, a imitación del ángel apóstata (SAN
GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral,3,18).

2761 Cuanto más se abaja el corazón por la humildad, más se levanta hacia la perfección (SAN AGUSTIN,
Sermón sobre la humildad y el temor de Dios).

2762 En cualquier época, en cualquier situación humana, no existe más caminoópara vivir vida divinaóque
el de la humildad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,98).

2763 Todo valle será rellenado y todo monte y collado será abatido, porque los humildes reciben los dones
que rechazan de sus corazones los soberbios (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre los Evang. ).

2764 Solamente quien acepta los propios limites intelectuales y morales y se reconoce necesitado de
salvación puede abrirse a la fe, y en la fe encontrar en Cristo a su Redentor (JUAN PABLO 11, Hom. 21-1-
1980).

2765 Si me preguntáis qué es lo más esencial en la religión y en la disciplina de Jesucristo, os responderé:


lo primero la humildad, lo segundo la humildad y lo tercero la humildad (SAN AGUSTIN, Epístola 118).

2766 La humildad dispone para acercarse libremente a los bie- oes espirituales y divinos (SANTO TOMÁS,
Suma Teológica,2-2, q. 161, a. 5).

2767 La humildad, como virtud especial, considera principalmente la sujeción del hombre a Dios, en cuyo
honor se humilla sometiéndose incluso a otros (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 161, a. 1).

2768 La humildad dispone para acercarse sin ataduras a la consecución de los bienes espirituales y divinos
(SAN AGUSTIN, Trat. sobre la virginidad,51).

La humildad es "guardiana de todas las virtudes" y fundamento de la vida interior

2769 Porque la soberbia fue la raíz y la fuente de la maldad humana: contra ella pone (el Señor) la humildad
como firme cimiento, porque una vez colocada ésta debajo, todas las demás virtudes se edificarán con
solidez; pero si ésta no sirve de base, se destruye cuanto se levanta por bueno que sea (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,15).

2770 Ni como hombre ni como fiel cristiano el sacerdote es más que el seglar. Por eso es muy conveniente
que el sacerdote profese una profunda humildad, para entender cómo en su caso también de modo especial
se cumplen plenamente aquellas palabras de San Pablo: ¿qué tienes que no hayas recibido? (1Co 4,7). Lo
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recibido. . . ¡es Dios! Lo recibido es poder celebrar la Sagrada Eucaristía, la Santa Misa ófin principal de la
ordenación sacerdotaló, perdonar los pecados, administrar otros Sacramentos y predicar con autoridad la
Palabra de Dios, dirigiendo a los demás fieles en las cosas que se refieren al Reino de los Cielos (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Sacerdote para la eternidad,13-lV1973).

2771 Si no tenéis humildad, podéis decir que no tenéis nada (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la
humildad).

2772 La humildad, maestra de todas las virtudes, es a la par, el fundamento inconmovible del edificio
sobrenatural, el don por antonomasia y la gracia más excelsa del Salvador (CASIANO, Colaciones,15,7).

2773 Como este edificio todo va fundado en humildad, mientras más llegados a Dios, más adelante ha de ir
esta virtud, y si no va todo perdido (SANTA TERESA, Vida,12,2).

2774 No quieras ser como aquella veleta dorada del gran edificio: por mucho que brille y por alta que esté,
no importa para la solidez de la obra. Ojalá seas como un viejo sillar oculto en los cimientos, bajo tierra,
donde nadie te vea: por ti no se derrumbará la casa (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 590).

2775 Sólo a pasos de humildad se sube a lo alto de los cielos (SAN AGUSTIN, Sermón sobre la humildad y
el temor de Dios).

2776 Poseyendo la humildad, tenemos también todas las demás (virtudes); pero, si nos falta, nada valen
todas las demás (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la humildad).

2777 (Es) madre y maestra de todas las virtudes (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,23,23).

2778 Amad la humildad, que es fundamento y guarda de todas las virtudes (SAN BERNARDO, Sermón 1,
en la Natividad del Señor).

2779 Nunca estaremos bastante convencidos de lo importante que es para los cristianos, y especialmente
para los sacerdotes, el esforzarse en practicar la humildad y el arrojar del espíritu toda presunción, toda
vanidad, todo orgullo. No hay que ahorrar esfuerzo ni fatiga para salir airosos en una empresa tan santa; y
como es cosa que no se puede lograr sin la gracia de Dios, hay que pedirlo insistentemente, sin cansarse
nunca (J. PECC! -León Xlll-, Práctica de la humildad).

2780 La verdadera paciencia y tranquilidad de alma sólo puede adquirirse y consolidarse con una profunda
humildad de corazón. La virtud que mana de esta fuente no tiene necesidad del retiro de una celda ni del
refugio de la soledad. En realidad, no le hace falta un apoyo exterior cuando está interiormente sostenida
por la humildad, que es su madre y guardiana. Por otra parte, si nos sentimos airados cuando se nos
provoca, es indicio de que los cimientos de la humildad no son estables (CASiANO, Colaciones,18,13).

2781 Aun las buenas acciones carecen de valoT cuando no están sazonadas por la virtud de la humildad.
Las más grandes, practicadas con soberbia, en vez de ensalzar, rebajan. El que acopia virtudes sin
humildad arroja polvo al viento, y donde parece que obra provechosamente, allí incurre en la más lastimosa
ceguera. Por lo tanto, hermanos míos, mantened en todas vuestras obras la humildad [. . . ] (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 7 sobre los Evang. ).

2782 Nada tengas por más excelente, nada por más amable que la humildad. Ella es la que principalmente
conserva las virtudes, una especie de guardiana de todas ellas. Nada hay que nos haga más gratos a los
hombres y a Dios como ser grandes por el merecimiento de nuestra vida y hacernos pequeños por la
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humildad (SAN JERÓNIMO, Epístola 148,20).

2783 Nadie puede alcanzar santidad si no es a través de una verdadera humildad. Cada uno debe dar
pruebas de esta humildad, ante todo a sus hermanos. Pero también debe tributarla a Dios, persuadido de
que si El no le protege y ayuda en cada instante, le es absolutamente imposible obtener la santidad a que
aspira y hacia la cual corre (CASIANO, Instituc¿ones,12,23).

2784 Si por pereza dejas de poner los medios necesarios para alcanzar la humildad, te sentirás pesaroso,
inquieto, descontento y te harás la vida imposible a ti mismo y quizá también a los demás y, lo que más
importa, correrás gran peligro de perderte eternamente; al menos se te cerrará la puerta de la perfección, ya
que fuera de la humildad no hay otra puerta por la que se pueda entrar (J. PECC!óLeón Xllló, Práctica de la
humildad,49).

2785 Si quieres ser grande, comienza por ser pequeño; si quieres construir un edificio que llegue hasta el
cielo, piensa primero en poner el fundamento de la humildad. Cuanto mayor sea la mole que se trate de
levantar y la altura del edificio, tanto más hondo hay que cavar el cimiento. Y mientras el edificio que se
construye se eleva hacia lo alto, el que cava el cimiento se abaja hasta lo más profundo. El edificio antes de
subir se humilla, y su cúspide se erige después de la humillación (SAN AGUSTIN, Sermón 69).

2786 La fe no es propia de los soberbios, sino de los humildes (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. VI, p.
297).

2787 La guardiana de la virginidad es la caridad, pero el castillo de tal guardia es la humildad (SAN
AGUSTIN, Trat. sobre la virginidad,33,51).

2788 Puedes salvarte sin la virginidad, pero no sin la humildad. Puede agradar la humildad que llora la
virginidad perdida; mas sin humildad (me atrevo a decirlo) ni aun la virginidad de María hubiera agradado a
Dios (SAN BERNARDO, Hom. sobre la Virgen Madre, l,5).

2789 Hermosa es la unión de la virginidad y de la humildad; y no poco agrada a Dios aquella alma en quien
la humildad engrandece a la virginidad y la virginidad adorna a la humildad (SAN BERNARDO, Hom. sobre
la Virgen Madre, l,5).

2790 La humildad es el fundamento de todas las demás virtudes. Quien desea servir a Dios y salvar su
alma, debe comenzar por practicar esta virtud en toda su extensión. Sin dla nuestra devoción será como un
montón de paja muy voluminoso que habremos levantado, pero al primer embate de los vientos queda
derribado y deshecho. El demonio teme muy poco esas devociones que no están fundadas en la humildad,
pues sabe muy bien que podrá echarlas al traste cuando le plazca (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre
la humildad).

2791 Si el orgullo es la fuente de toda clase de vicios (Eccli lO,15), podemos también afirmar que la
humildad es la fuente y el fundamento de toda clase de virtudes (Pr 15,33); es la puerta por la cual pasan
las gracias que Dios nos otorga; ella es la que sazona todos nuestros actos, comunicándoles tanto valor, y
haciendo que resulten tan agradables a Dios; finalmente, ella nos constituye dueños del corazón de Dios,
hasta hacer de El, por decirlo así, nuestro servidor; pues nunca ha podido Dios resistir a un corazón humilde
(1P 5,5) (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el orgullo).

2792 (San Juan Bautista) perseveró en la santidad porque se mantuvo humilde en su corazón (SAN
GREGORIO MAGNO, Trat. sobre el Evang. de S. Lucas,20,5).

La humildad es la verdad
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2793 Una vez estaba yo considerando por qué razón era Nuestro Señor tan amigo de esta virtud de la
humildad, y púsoseme delante, a mi parecer sin considerarlo, sino de presto, esto: que es porque Dios es
suma Verdad y la humildad es andar en verdad (SANTA TERESA, Las Moradas, Vl,10).

2794 Imitad el ejemplo de humildad del Bautista. Lo toman por Cristo, pero él dice que no es lo que ellos
piensan ni se adjudica el honor que erróneamente le atribuyen. Si hubiera dicho: "Soy Cristo", con cuánta
facilidad le hubieran creído, ya que lo pensaban de él sin haberlo dicho. No lo dijo: reconoció lo que era,
hizo ver la diferencia entre Cristo y él, y se humilló. Vio dónde estaba la salvación, comprendió que él era
sólo una antorcha y temió ser apagado por el viento de la soberbia (SAN AGUSTIN, Sermón 293).

2795 El verdadero humilde siempre anda dudoso en virtudes propias, y muy ordinariamente le parecen más
ciertas y de más valor las que ve en sus prójimos (SANTA TERESA, Camino de perfección,38,9).

2796 La humildad no debe estar tanto en las palabras como en la mente; debemos estar convencidos en
nuestro interior de que somos nada y que nada valemos (SAN JERÓNIMO, Coment. sobre la Epist. a los
Efesios,4).

2797 Concibe un profundo sentimiento de tu nada y hazlo crecer continuan. ente en tu corazón a despecho
del orgullo que te domina. Persuádete en lo más intimo de ti mismo de que no hay en el mundo cosa más
vana y ridícula que querer ser estimado por dotes que has recibido en préstamo de la gratuita liberalidad del
Creador (J. PECCIóLeón Xllló, Práctica de la humildad,2).

2798 Nadie confíe en si mismo al hablar; nadie confíe en sus propias fuerzas al sufrir la prueba, ya que, si
hablamos con rectitud y prudencia, nuestra sabiduría proviene de Dios, y si sufrimos los males con fortaleza,
nuestra paciencia es también don suyo (SAN AGUSTIN, Sermón 276).

2799 Abre los ojos de tu alma, y considera que no tienes nada tuyo de que gloriarte. Tuyo sólo tienes el
pecado, la debilidad y la miseria; y, en cuanto a los dones de naturaleza y de gracia que hay en ti,
solamente a Dios, de quien los has recibido como principio de tu ser, pertenece la gloria (J. PECCIóLeón
Xllló, Práctica de la humildad,1).

Humildad y propio conocimiento

2800 Y tened este cuidado: que en principio y fin de oración ópor subida contemplación que seaósiempre
acabéis en propio conocimiento. Y si es de Dios, aunque no queráis ni tengáis este aviso, lo haréis aún más
veces, porque trae consigo humildad y siempre deja con más luz para que entendamos lo poco que somos
(SANTA TERESA, Canino de perfección,39,5)

2801 La humildad es una antorcha que presenta a la luz del día nuestras imperfecciones; no consiste, pues,
en palabras ni en obras, sino en el conocimiento de si mismo, gracias al cual descubrimos en nuestro ser un
cúmulo de defectos que el orgullo nos ocultaba hasta el presente (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el
orgullo).

2802 (La humildad) tiene su norma en el conocimiento, haciendo que nadie se juzgue superior a lo que
realmente es (SANTO TOMAS, Suma Teológ¿ca,2-2, q. 161, a. 6).

2803 Al cristiano que bien se conozca todo debe inclinarle a ser humilde, y especialmente estas tres cosas,
a saber: la consideración de las grandezas de Dios, el anonadamiento de Jesucristo, y nuestra propia
miseria (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la humildad).
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2804 Adonde el demonio puede hacer gran daño sin entenderle es haciéndonos creer que tenemos virtudes
no las teniendo, que esto es pestilencia (SANTA TERESA, Camino de perfección 38. 5).

Falsa humildad

2805 Déjense de algunos encogimientos que tienen algunas personas y piensan que es humildad. Sí, que
no está la humildad en que si el rey os hace alguna merced que no la toméis, sino en tomarla y entender
cuán sobrada os viene y holgaros con ella. Donosa humildad que me tenga yo al emperador del cielo y de la
tierra en mi casa, que se viene a ella por hacerme merced y por holgarse conmigo, y que por humildad no le
quiera responder ni estarme con El ni tomar lo que me da, sino que le deje solo; y que estándome diciendo y
rogando que le pida, por humildad me quede pobre y aun le deje ir, de que ve que no acabo de
determinarme. No os cuidois, hijas, destas humildades (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,3).

2806 Ese celo apostólico, que Cristo ha puesto en nuestro corazón, no debe agotarse -extinguirse-, por una
falsa humildad. Si es verdad que arrestamos miserias personales, también lo es que el Señor cuenta con
nuestros errores. No escapa a su mirada misericordiosa que los hombres somos criaturas con limitaciones,
con flaquezas, con imperfecciones, inclinadas al pecado. Pero nos manda que luchemos, que
reconozcamos nuestros defectos; no para acobardarnos, sino para arrepentirnos y fomentar el deseo de ser
mejores (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,1 59).

2807 Si en la Comunión tu corazón está inflamado de amor divino, tu espiritu debe estar penetrado de
sentimientos de verdadera humildad. ¿Cómo no asombrarse al considerar que un Dios infinitamente puro e
infinitamente santo llegue a esos extremos de amor por una miserable criatura como tú, y se te dé a Si
mismo, en alimento? Abísmate en las profundidades de tu indignidad [. . . ]; pero que el sentimiento de tu
pobreza y de tu miseria no te lleve a cerrar tu corazón y a menguar en nada esa santa confianza que debes
tener en tan celestial banquete (J. PECC! óLeón XIIIó, Práctica de la humildad,49).

Algunas cualidades de la humildad

2808 La humildad no inquieta ni desasosiega ni alborota el alma, por grande que sea, sino viene con paz y
regalo y sosiego. Aunque uno de veras ruin entienda que merece estar en el infierno y se aflige y, a su
parecer con justicia, todos le habían de aborrecer y que no osa casi pedir misericordia, si esta pena es
buena humildad y viene en sí con una suavidad y contento que no querríamos vernos sin ella; no alborota ni
aprieta el alma, antes la dilata y hace hábil para servir más a Dios (SANTA TERESA, Camino de
perfección,39,2).

2809 Verdad es que aquestas virtudes tienen tal propiedad que se esconden de quien las posee, de manera
que nunca las ve ni acaba de creer que tiene alguna, aunque se lo digan; mas tiénelas en tanto que siempre
anda procurando tenellas y valas perfeccionando en si (SANTA TERESA, Camino de perfección,10,4).

2810 Miren que la verdadera humildad está mucho en estar muy pronto en contentarse con lo que el Señor
quisiere hacer de ellos y siempre hallarse indignos de llamarse sus siervos (SANTA TERESA, Camino de
perfección,17,6).

2811 Es propio de la humildad y de la responsabilidad cristiana no transmitir a quienes nos sucedan


nuestras propias opiniones, sino conservar lo que ha sido recibido de nuestros mayores (SAN V!CENTE DE
LERINS, Conmonitorio, n. 6).

2812 La verdadera humildad no muestra que lo es ni anda diciendo palabras humildes, porque no sólo
desea ocultar las otras virtudes, sino principalmente ocultarse a si misma (SAN FRANCISCO DE SALES,
Introd. a la vida devota,3,5).

2813 Continua paz tiene el humilde; mas en el corazón del soberbio hay saña y desdén muchas veces
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(Imitación de Cristo,1,7,2).

2814 Conoceremos si un cristiano es bueno por el desprecio que haga de si mismo y de sus obras, y por la
buena opinión que en todo momento le merezcan los hechos o los dichos del prójimo (SANTO CURA DE
ARS, Sermón sobre el orgullo).

2815 Si la obediencia no te da paz, es que eres soberbio (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 620).

2816 Que cada cual tenga a su amigo por más sabio y más santo que a si mismo, estando plenamente
convencido de que la verdadera y perfecta discreción se halla más fácilmente en el juicio ajeno que en el
propio (CASIANO, Colaciones,16,11).

2817 Mientras te sea posible, mantente en silencio y recogimiento; mas que esto no sea con perjuicio del
prójimo, y cuando tengas que hablar hazlo con contención, con modestia y con sencillez. Y si sucediera que
no te escuchan, por desprecio o por otra causa, no des muestras de disgusto; acepta esta humillación y
súfrela con resignación y con ánimo tranquilo (J. PECCIóLeón Xllló, Práctica de la humildad,8).

2818 El verdadero humilde más quiere que otro diga que es miserable, que es nada, que nada vale, que no
decirlo él mismo; o, por lo menos, cuando sabe que lo dicen así, no lo contradice, sino que de buena gana
se conforma; porque como lo cree firmemente, se alegra de que sigan su propia opinión (SAN FRANCISCO
DE SALES, Introd. a la vida devota,3,5).

2819 Hijo mio, atiende a la humildad, que es la virtud más sublime y la escalera para subir a la cima de la
santidad; porque los propósitos sólo se cumplen por humildad, y las fatigas de muchos años por la soberbia
quedan reducidas a la nada. El hombre humilde es semejante a Dios, y lo lleva consigo en el templo de su
pecho; el soberbio es odioso a Dios, y se asemeja al demonio (SAN BASILIO, Admoniciones a sus hijos
espirituales).

2820 Aunque hayáis hecho grandes cosas, decid: somos siervos inútiles. En cambio, la tendencia de todos
nosotros es la contraria: ponerse en el escaparate. Humildes, humildes: es la virtud cristiana que interesa a
nosotros mismos (JUAN PABLO I, Aloc. 6-lX-1978).

2821 Un tipo de humildad es la humildad suficiente, otro la abundante Y otro la superabundante. La


suficiente consis te en someterse al que es superior a uno y no imponerse al que es igual a uno; la
abundante consiste en someterse al que es igual a uno y no imponerse al que es menor; la superabundante
consiste en someterse al que es menor a uno mismo (SAN BERNARDO), Sentencias, n. 37).

Para crecer en esta virtud

2822 Un enfermo que desea vivamente la curación procura evitar todo lo que pueda retrasarla; toma con
temor aun los alimentos más inofensivos y casi a cada bocado se para a pensar si le sentarán bien; también
tú, si deseas de corazón curarte de la funesta enfermedad de la soberbia, si verdaderamente anhelas
adquirir esta preciosa virtud, has de estar siempre en guardia para no decir o hacer lo que pueda
impedírtelo; por esto, es bueno que pienses siempre si lo que vas a hacer te lleva o no a la humildad, para
hacerlo inmediatamente o para rechazarlo con todas tus fuerzas (J. PECCIóLeón Xllló, Práctica de la
humildad,50).

2823 Conservad la verdadera humildad de corazón, que no con- siste en demostraciones y palabras
afectadas, sino en un abajamiento profundo del alma. Esa humildad se mostrará con la paciencia, que será
como una proyección de ella y como la señal más evidente. Y esto no precisamente cuando os atribuyan
crímenes que nadie va a crcer, sino cuando os quedéis insensibles a las acusaciones arrogantes que se os
harán y soportéis con mansedumbre y ecuanimidad las iajurias que os infieran (CASIANO
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Colaciones,18,11).

2824 Cuando se te presente la ocasión de prestar algún servicio bajo y abyecto al prójimo, hazlo con alegría
y con la humildad con que lo harías si fueras el siervo de todos. De esta práctica sacarás tesoros inmensos
de virtud y de gracia (J. PECCI óLeón Xllló, Práctica de la humildad,32).

2825 A veces nos es muy provechoso para conservar la humil- dad que los otros conozcan y reprendan
nuestros defectos (Imitación de Cristo,11,2,3).

2826 La frecuencia en la Confesión y en la Comunión te proporcionará la ayuda más eficaz para perseverar
en la práctica de la humildad (J. PECCIóLeón Xllló, Práctica de la humildad,58).

2827 No eres humilde cuando te humillas, sino cuando te humillan y lo llevas por Cristo (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 594).

2828 Despreciar la comida y la bebida y la cama blanda, a muchos puede no costarles gran trabajo. Pero
soportar una injuria, sufrir un daño o una palabra molesta, no es negocio de muchos, sino de pocos (SAN
JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 3, sobre el sacerdocio).

2829 Si recibes algún favor extraordinario, júzgate indigno de él, y piensa que Dios te lo ha concedido por su
largueza y misericordia. No te complazcas vanamente atribuyéndolo a tus méritos. Si no recibes ningún don
señalado, no te muestres descontento; considera que te queda mucho por hacer para merecerlo, y que Dios
tiene harta bondad y paciencia permitiendo que estés a sus pies; como el mendigo que permanece durante
horas enteras a la puerta del rico para alcanzar una pequeña limosna que remedie su miseria (J. PECC!
óLeón Xllló, Práctica dela humildad,44).

2830 Por medio de la piedad los santos se hacen humildes (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la
Montaña,1,18).

2831 La Confesión, por la que revelamos a uno que es semejante a nosotros las miserias más secretas y
vergonzosas de nuestra alma, es el acto más sublime de humildad que Jesucristo ha mandado a sus
discípulos (J. PECCI óLeón Xllló, Práctica de la humildad,58).

2832 No creas que vas a adquirir la humildad sin las prácticas que le son propias, como son los actos de la
mansedumbre, de paciencia, de obediencia, de mortificación, de odio de ti mismo, de renuncia a tu propio
juicio, a tus opiniones, de arrepentimiento de tus pecados y de tantos otros; porque éstas son las armas que
destruirán en ti mismo el reino del amor propio [. . . ] (J PECCIóLeón Xllló, Práctica de la humildad,7).

2833 En los movimientos interiores se traiga mucha cuenta, en especial si tocan en mayorías. Dios nos
libre, por su Pasión, de decir ni pensar para detenerse en ello "si soy más antigua en la Orden", "si he más
años", "si he trabajado más", "si tratan mejor a la otra". A estos pensamientos, si vinieren, es menester atajar
con presteza, porque si se detienen en ellos o los ponen en plática es pestilencia y de donde nacen grandes
males (SANTA TERESA, Camino de perfección,12,4).

2834 Si te sobreviene alguna contradicción, bendice al Señor, que dispone las cosas del mejor de los
modos; piensa que la has merecido, que merecerias más todavía, y que eres indigno de todo consuelo;
podrás pedir con toda sencillez al Señor que te libre de ella, si así le place; pídele que te dé fuerzas para
sacar méritos de esa contrariedad. En las cruces no busques los consuelos exteriores, especialmente si te
das cuenta de que Dios te las manda para humillarte y para debilitar tu orgullo y presunción (J. PeccióLeón
XIIIó, Práctica de la humildad,23).
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Todos los santos han abominado las dignidades, las ala- 2835 banzas y los honores y, por el gran desprecio
que scntian por si mismos, no deseaban sino las humillaciones y los oprobios. ¿Eres tú quizá más santo que
ellos? (J. Pecci óLeón XIIIó, Práclica de la humildad,52).

2836 Haz todas las cosas, por pequeñas que sean, con mucha atención y con el máximo esmero y
diligencia; porque el hacer las cosas con ligereza y precipitación es señal de presunción; el verdadero
humilde está siempre en guardia para no fallar aun en las cosas más insignifcantes. Por la misma razón
practica siempre los ejercicios de piedad más corrientes y huye de las cosas extraordinarias que te sugiere
tu naturaleza; porque así como el orgulloso quiere singularizarse siempre, así el humilde se complace en las
cosas corrientes y ordinarias (J. Pecci-León XIIIó, Práctica de la humildad,27).

2837 Si cometes alguna falta que es motivo para que te despre- cie quien la presenció, siente un vivo dolor
de haber ofendido a Dios y de haber dado un mal ejemplo al prójimo, y acepta la deshonra como un medio
que Dios te envia para hacerte expiar tu pecado y para hacerte más humilde y virtuoso. Si, por el contrario,
el verte deshonrado te atormenta y te constrista, es que no eres verdaderamente humilde y que estás
todavía envenenado por la soberbia (J. PECCI -León Xlll-, Práctica de la humildad,36).

2838 No habiendo cosa más provechosa para el progreso espiritual que el ser advertido de los propios
defectos, es muy conveniente y necesario que los que te hayan hecho alguna vez esta caridad se sientan
estimulados por ti a hacértela en cualquier ocasión. Después que hayas recibido con muestras de alegría y
de reconocimiento sus advertencias, imponte como un deber el seguirlas, no sólo por el beneficio que
reporta el corregirse, sino también para hacerles ver que no han sido vanos sus desvelos y que tienes en
mucho su benevolencia. El soberbio, aunque se corrija, no quiere aparentar que ha seguido los consejos
que le han dado, antes bien los desprecia; el verdadero humilde tiene a honra someterse a todos por amor
de Dios, y observa los sabios consejos que recibe como venidos de Dios mismo, cualquiera que sea el
instrumento de que El se haya servido (J. PECCIóLeón Xllló, Práctica de la humilUad,41).

La sabiduría propia del humilde

2839 Nuestra sabiduría y nuestra fuerza están precisamente en tener la convicción de nuestra pequeñez, de
nuestra nada delante de los ojos de Dios [. . . ] (J. ESC R;V¡ DF BAEAGUER, Amigos de Dios,144).

2840 Esto de no fiarse del propio parecer nace de la humildad. Por ello el cap. 11 de los Proverbios dice que
donde hay humildad, hay sabiduría. Los soberbios, en cambio, confian demásiado en si mismos (SAN ro
TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,142).

2841 La verdad huye del entendimiento que no encuentra humilde (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 18
sobre los Evang. ).

2842 La humildad se requiere para entender (SANTO TOMAS, Opusculo 40).

2843 Cuando uno se acerca con reverencia y corazón recto, consigue abundantemente la revelación de las
cosas más ocultas; pero el que no tiene estas sanas disposiciones no es digno ni aun de oír las cosas que
resultan fáciles para los demás (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. IV, p. 99).

Humildad y olvido de uno mismo

2844 Sólo quien ama en verdad a Dios no se acuerda de si mismo (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 38
sobre los Evang. ).

2845 Muchas veces os lo digo, hermanas, y ahora lo quiero dejar escrito aquí, porque no se os olvide, que
en esta casa, y aun toda persona que quisiere ser perfecta, huya mil leguas de "razón tuve", "hiciéronme
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sinrazón", "no tuvo razón quien esto hizo conmigo". . . De malas razones nos libre Dios. ¿Parece que había
razón para que nuestro buen Jesús sufriese tantas injurias y se las hiciesen y tantas sinrazones? La que no
quisiere llevar cruz sino la que le dieren muy puesta en razón, no sé yo para qué está en el monasterio;
tórnese al mundo, adonde aun no le guardarán esas razones. (SANTA TERESA, Camino de
perfección,13,1).

2846 Asi que si las cosas dichas no se atajan con diligencia, lo que hoy no parece nada, por ventura
mañana será pecado venial, y son de tan mala digestión, que si os dejáis no quedará solo; es cosa muy
mala para Congregaciones (Se refiere la Santa a pequeños "puntos de honra", que si no se atajan van
siempre a más) (SANTA TERE SA, Camino de perfección,13,3).

2847 Gustan de los primeros puestos en los banquetes, y de los primeros puestos en las sinagogas. . . (Mt
23,6). Debe advertirse que no prohibe el que sean saludados en la plaza, ocupen o se sienten en los
primeros puestos aquellos a quienes se deben estos respetos por razón de sus cargos o dignidades, pero si
nos enseña que nos guardemos como de unos malvados de aquellos que exigen injustamente de los fieles
todas estas cosas, tengan o no derecho a ellas (RABANO MAURO, en Catena Aurea, volM 11, pp. 105-
106).

2848 No hay nadie más rico, ni más libre, ni más poderoso que aquel que sabe dejarse a si y a toda cosa y
ponerse en el más bajo logar (Imitación de Cristo,11,11,5).

2849 La gloria del hombre es Dios (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,3,20).

2850 Aquella que le parece que es tenida en menos entre todas se tenga por más dichosa y
bienaventurada; y ansí lo es si lo lleva como debe llevar, que no le faltará honra en esta vida ni en la otra
(SANTA TERESA, Camino de perfección,13,3).

Humildad y eficacia

2851 Tú, sabio, renombrado, elocuente, poderoso: si no eres humilde, nada vales. Corta, arranca ese "yo",
que tienes en grado superlativoóDios te ayudaráó, y entonces podrás comenzar a trabajar por Cristo, en el
último lugar de su ejército de apóstoles (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 602).

2852 Vemos que un árbol, cuanto más cargado de fruto se halla, más inclina hacia el suelo sus ramas; así
también nosotros, cuanto mayor sea el número de nuestras buenas obras, más profundamente debemos
humillarnos, reconociéndonos indignos de que Dios se sirva de tan vil instrumento para hacer el bien.
Solamente por la humildad podemos reconocer a un buen cristiano (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre
el orgullo).

2853 Sólo los débiles y pacientes pueden combatir los combates del Señor (CASIANO, Colaciones,7,5).

2854 La humildad nos empujará a que llevemos a cabo grandes labores; pero a condición de que no
perdamos de vista la conciencia de nuestra poquedad [. . . 1 (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios,106).

2855 [. . . ] los humildes siempre son los instrumentos de Dios (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,15).

2856 Por eso os digo que os será quitado el reino y será entregado a un pueblo que rinda sus fratos (Mt
21,43). La viña fue entregada a otro, como sucede con el don de la gracia, que el soberbio menosprecia y el
humilde recoge (RABANOM AURO, en Catena Aurea, vol. lll, p. 48).
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2857 El don de la gracia que desprecia el soberbio, enriquece al humilde (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol.
Vl, p. 377).

2858 Sola la humildad es la que puede algo, y ésta no es adquirida por el entendimiento, sino con una clara
verdad, que comprende en un momento [. . . ] lo muy nada que somos y lo muy mucho que es Dios (SANTA
TERESA, Camino de perfección,32,13).

2859 Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. El Señor es quien construye la casa
[. . . ]. Muchos son los que trabajan en la construcción, pero si él no construye, en vano se cansan los
albañiles. ¿Quiénes son los que trabajan en esta construcción? Todos los que predican la palabra de Dios
en la Iglesia, los dispensadores de los misterios de Dios. Todos nos esforzamos, todos trabajamos, todos
construimos ahora; y también antes de nosotros se esforzaron, trabajaron, construyeron otros; pero si el
Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. (SAN AGUST-IN, Coment. sobre el salmo
126).

"El Señor es custodio de los humildes"

2860 Si somos humildes, Dios no nos abandonará nunca. El humilla la altivez del soberbio, pero salva a los
humildes (J. ESCRIVA DE BAEAGUER, Amigos de Dios,104).

2861 Verdad es que, sirviendo con humildad, al fin nos socorre el Señor en las necesidades; mas si no hay
de veras esta virtud, a cada pasoócomo dicenóos deja el Señor. Y es grandisima merced suya, que es para
que le tengáis y entendáis con verdad que no tenemos nada que no lo recibimos (SANTA TERESA, Camino
de perfección,38,7).

2862 Parece que al verdadero humilde no osará el demonio tentarle en cosas de mayorías [. . . ]. Si una es
humilde gana más fortaleza en esta virtud y aprovechamiento, si el demonio la tienta por ahí, porque está
claro que ha de dar vuelta sobre su vida y mirar lo que ha servido con lo que debe al Señor y la grandeza
que hizo en bajarse de Si para dejarnos ejemplo de humildad y mirar nuestros pecados y adónde merezca
estar por ellos; y con estas consideraciones sale el alma tan gananciosa que no osa tornar (el demonio) otro
día por no ir quebrada la cabeza (SANTA TERESA Camino de perfección,13,6).

2863 Dios defiende y libra al humilde, y al humilde ama y consuela, al humilde se inclina, y al humilde da
grande gracia, y después de su abatimiento lo levanta a honra. Al humilde descubre sus secretos, y le trae
dulcemente a si y le convida. El humilde, recibida la injuria y afrenta, está en mucha paz, porque está en
Dios y no en el mundo (Imitación de Cristo,11,2,3).

2864 Refiérese en la vida de San Antonio que Dios le hizo ver el mundo sembrado de lazos que el demonio
tenia preparados para hacer caer a los hombres en pecado. Quedó de ello tan sorprendido, que su cuerpo
temblaba cual la hoja de un árbol, y dirigiéndose a Dios, le dijo: "Señor, ¿quién podrá escapar de tantos
lazos?". Y oyó una voz que le dijo: "Antonio, el que sea humilde; pues Dios da a los humildes la gracia
necesaria para que puedan resistir a las tentaciones; mientras permite que el demonio se divierta con los
orgullosos, los cuales caerán en pecado en cuanto sobrevenga la ocasión. Mas a las personas humildes el
demonio no se atreve a atacarlas" (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la humildad).

2865 Humillémonos si alguna cosa buena hacemos; no nos llenen de orgullo nuestras obras [. . . ]. Por el
contrario, acerca de los humildes dice Dios por boca del Salmista: El Señor es custodio de los humildes (Ps
1 14,6) (SAN GREGORIO MAC;NO, Hom. 28 sobre los Evang. ).

2866 La infinita misericordia del Señor no tarda en acudir en socorro del que lo llama desde la humildad. Y
entonces actúa como quien es: como Dios Omnipotente. Aunque haya muchos peligros, aunque el alma
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parezca acosada, aunque se encuentre cercada por todas partes por los enemigos de su salvación, no
perecerá. Y esto no es sólo tradición de otros tiempos: sigue sucediendo ahora (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,104).

2867 Quien no quiere humillarse no puede tampoco ser salvado (SAN BEI)A, Coment. sobre el Evang. de S.
Lucas,1).

"El humilde será ensalzado"

2868 Hay muchos que, siendo soberbios, se colocan en los últimos sitios, y por el orgullo de su corazón les
parece que se sientan a la cabeza de los demás; y también hay muchos humildes que, aun cuando se
sientan en los primeros puestos, están convencidos en sus conciencias de que deben ocupar los últimos
puestos (SAN JUAN CRISÓSTOMO en Catena Aurea, vol. III, p. 106).

2869 El humilde se mantiene alejado de los honores terrenos, y se tiene por el último de los hombres;
aunque exteriormente parezca poca cosa, es de gran valor ante Dios. Y cuando ha hecho todo lo que el
Señor le ha mandado, afirma no haber hecho nada, y anda solicito por esconder todas las virtudes de su
alma. Pero el Señor divulga y descubre sus obras, da a conocer sus maravillosos hechos, le exalta y le
concede todo lo que le pide en su oración (SAN BAS;IO, Admoniciones a sus hijos espirituales).

2870 El que se ensalza será humillado y quien se humilla será ensalzado. Ni todo el que se ensalza delante
de los hombres es humillado, ni todos los que se humillan en su presencia son ensalzados por ellos. Pero el
que se engríe por su mérito, será humillado por el Señor: y el que se humilla por sus beneficios, será
ensalzado por El (SAN BruíA. en Catena Aurea, vol. Vl, p. 167).

2871 Asi como todos los vicios conducen al infierno, especialmente la soberbia, así todas las virtudes
conducen al cielo, especialmente la humildad; por eso es muy natural que sea ensalzado el que se humilla
(SAN JUAN CRISOSTOMO), Hom. sobre S. Mateo,15).

Humildad y flaquezas

2872 No obstante, aunque tengamos conciencia de ser pecadores, no por eso debemos privarnos de la
comunión del Señor. Al contrario, tenemos que ir a recibirla con más avidez, para encontrar en ella la
santidad del alma y la pureza del espiritu. Si bien tenemos que alimentar sentimientos de humildad y de fe,
juzgándonos indignos de gracia semejunte, y buscando únicamente el remedio para nuestras heridas. Si
esperamos a ser dignos no comulgaremos ni una vez al año (CASIANO, Colaciones,23,21).

2873 En la oración la soberbia, con la ayuda de la gracia, puede transformarse en humildad. Y brota la
verdadera alegría en el alma, aun cuando notemos todavía el barro en las alas, el lodo de la pobre miseria,
que se está secando. Después, con la mortificación, caerá ese barro y podremos volar muy altos, porque
nos será favorable el viento de la misericordia de Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,249).

2874 Me limito a recomendar una virtud muy querida del Señor. Ha dicho: Aprended de mi, que soy manso y
humilde de corazón. Me expongo a decir un despropósito, pero lo digo: el Señor ama tanto la humildad que,
a veces, permite pecados graves. ¿Para qué? Para que aquellos que han cometido estos pecados,
después, arrepentidos, se mantengan humildes (JUAN PABLO I, Aloc. 6-IX-1978).

2875 Y, sepámoslo, nunca seremos vencidos más fácilmente por nuestro rival que cuando le imitamos en la
soberbia [. . . ], ni le derribaremos con más empuje que imitando la humildad de Nuestro Señor, ni le serán
nunca nuestros golpes más dolorosos y duros que cuando curemos nuestros pecados con la confesión y la
penitencia (SAN AGUSTIN, Sermón 351,6).
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2876 (Y vino a El un leproso que, rogándole de rodillas, le decia: Si quieres puedes limpiarme). Aquel
hombre se arrodilla postrándose en tierraólo que es señal de humildad y de vergüenzaó, para que cada uno
se avergüence de las manchas de su vida. Pero la vergüenza no ha de impedir la confesión: el leproso
mostró la llaga y pidió el remedio. Su confesión está llena de piedad y de fe. Si quieres, dice, puedes:
reconoció que el poder curarse estaba en manos del Señor (SAN BEDA, Coment. sobre S. Marcos).

2877 La humildad saca al hombre del abismo de sus pecados (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena
Aurea, vol. Vl, p. 303).

2878 Cran sabiduría y perfección es sentir siempre bien y gran- des cosas de otros, y tenerse y reputarse en
nada. Si vieres a alguno pecar públicamente, o cometer cosas graves, no te debes estimar por mejor:
porque no sabes cuánto podrás tú perseverar en el bien. Todos somos flacos; mas tú no tengas a alguno
por más fFiaco que a ti (Imitación de Cristo,1,2,4).

2879 Cuando cayere, pues, tu corazón, levántate suavemente, humillándote mucho en la presencia de Dios
con el conocimiento de tu miseria, sin admirarte de tu caida; pues, ¿qué extraño es que sea enferma la
enfermedad, flaca la fFiaqueza y la miseria miserable? Pero, sin embargo, detesta de todo corazón la
ofensa que has hecho a Dios y, llena de ánimo y de confianza en su misericordia, vuelve a emprender el
ejercicio de aquella virtud que has abandonado (SAN FRANCISCO DE SALES, Introduc. a la vida devota,
lll,9).

2880 ¡Ay de mi, Señor! ¡Ten misericordia de mi! [. . . ]. Yo no te oculto mis llagas. Tú eres médico, y yo estoy
enfermo; tú eres misericordioso, y yo soy miserable (SAN ACUSTIN, Confesiones,1 O).

2881 Es propio de los justos, a causa de su humildad, desmentir diligentemente, y de una a una, sus
buenas obras narradas en presencia de los mismos; y es propio de los poco rectos dar a
entenderóexcusándoseóque no tienen culpas, o que son leves y pocas (ORI(¡ENES, en Catena Aurea, vol. l
l l, p. 247).

2882 [. . . ] en la vida interior se da un perpetuo comenzar y recomenzar, que impide que, con soberbia, nos
imaginemos ya perfectos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,75)

2883 Algunos hay guardados de grandes tentaciones, que son vencidos muy a menudo de pequeñas para
que se humillen y no confien en si en cosas grandes, ya que son flacos en cosas tan chicas (Imilación de
Cristo,1,13,8).

Humildad y Caridad

2884 La morada de la caridad es la humildad (SAN AGUSTIN, Sobre la virginidad,51).

2885 No hay camino más excelente que el del amor, pero por él sólo pueden transitar los humildes (SAN
AGUSTIN, Comeal. sobre el Salmo 141).

2886 Cuanto mayor parezca uno ser, tanto más debe humillarse y buscar no sólo su propio interés, sino
también el de los demás (SAN CLEMENTE, Carta a los Corintios,46).

2887 Nunca anheles ser amado de manera singular. Puesto que el amor depende de la voluntad, y la
voluntad está inclinada hacia el bien por naturaleza, ser amado, y ser amado como bueno, es una misma
cosa; ahora bien, el afán de ser estimado por encima de los demás es inconciliable con una sincera
humildad (J. PECCIóLeón Xllló, Práctica de la humildad,26).
-340 -

2888 Estas dos virtudes, es decir, la humildad y la caridad, son tan indivisibles y tan inseparables, que quien
se establece en una de ellas de la otra forzosamente se adueña, porque así como la humildad es una parte
de la caridad, así la caridad es una parte de la humildad. Si nos paramos a mirar las cosas que el Apóstol
llamó estériles sin el bien de la caridad, observamos que esas mismas son también infructuosas si falta la
verdadera humildad. Y en verdad, ¿qué fruto puede dar la ciencia con la soberbia, o la fe con la gloria
humana, o la ostentación con la limosna, o el martirio con el orgullo? (SAN AMBROSIO, Epist. a
Demetrio,10).

2889 Reprende el Señor nuestra soberbia, porque no sabemos apreciar a los hombres por los hombres;
solamente apreciamos las cosas que los rodean, no vemos su interior, y tampoco reconocemos en ellos el
honor de Dios (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 28 sobre los Evang. ).

2890 Lo mismo la humildad que la caridad tienden a derribar a la soberbia (SAN AMBROSIO, Epist. a
Demetrio,10).

2891 El ser manso y humilde es la custodia de la caridad (SAN AGUSTIN, Coment. sobre la Epíst. a los
Gálatas).

2892 Por consiguiente, si un hermano falta en alguna cosa y es necesario corregirle, se le corregirá
ciertamente. No obstante, hay que hacerlo de suerte que al querer aplicar el remedio al dolienteócuya fiebre
no es grave por venturaó, no caiga aquél, por efecto de la ira, en la enfermedad más temible de la ceguera
(CASIANO, Instituciones,8,5).

2893 No prohibe el Señor la reprensión y corrección de las faltas de los demás, sino el menosprecio y el
olvido de los propios pecados, cuando se reprenden los del prójimo. Conviene, pues, en primer lugar
examinar con sumo cuidado nuestros defectos, y entonces pasemos a reprender los de los demás (SAN
JUAN CKLSOSrOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 421).

2894 Muestra siempre un gran respeto y reverencia a tus superiores, una gran estima y cortesía a tus
iguales y una gran caridad a los inferiores; persuádete de que el obrar de otra manera sólo puede ser efecto
de un espiritu dominado por la soberbia (J. PeccióLeón Xllló, Práctica de la humildad,11).

2895 |. . . ] porque quien se ensalza y engríe por cosas transitorias, no sabe respetar en el prójimo lo que es
permanente y duradero (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 28 sobre los Evang. ).

2896 El, aun siendo Dios y Señor, no se avergüenza de llamarse Padre nuestro, y nosotros ¿nos
cerraremos a los que son de nuestra misma condición? (SAN GREGORIO NACIANCE NO, Disertación 14).

2897 La reprensión, que hace mejorar a los humildes, suele parecer intolerable a los soberbios (SAN
CIRILO), en Catena Aurea, vol. Vl, p. 52).

La alegría está intimamente relacionada con la humildad

2898 No concedáis el menor crédito a los que presentan la virtud de la humildad como apocamiento
humano, o como una condena perpetua a la tristeza. Sentirse barro, recompuesto con lañas, es fuente
continua de alegría [. . . ]. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,108).

2899 Vos, Señor, no dabais a mis oídos gozo, ni alegría, ni se alegraban mis huesos, porque no eran
humillados (SAN AGUSTIN, Confesiones,4,5).
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2900 Si encontramos amarga la admirable suavidad del yugo del Señor, ¿no será porque la corrompe la
amargura de nuestra falta de correspondencia? Si la alegre ligereza de la carga divina nos es tan pesada,
¿no será porque, llevados de una orgullosa presunción, despreciamos a aquel que nos ayuda a llevarla?
(CASIANO, Colaciones,24,24).

2901 Mirad a Maria. Jamás criatura alguna se ha entregado con más humildad a los designios de Dios. La
humildad de la ancilla Domini (Lc 1,38), de la esclava del Señor, es el motivo de que la invoquemos como
causa nostrae laetitiae, causa de nuestra alegría. Eva, después de pecar queriendo en su locura igualarse a
Dios, se escondia del Señor y se avergonzaba: estaba triste. Maria, al confesarse esclava del Señor, es
hecha Madre del Verbo divino, y se llena de gozo. Que este júbilo suyo, de Madre buena, se nos pegue a
todos nosotros: que salgamos en esto a Ellaóa Santa Mariaó, y así nos pareceremos más a Cristo (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,109).

Humildad y sencillez

2902 Me pesaba mucho de que me tuviesen en buena opinión como yo sabia lo secreto de mi (SANTA
TERESA, Vida,7,1).

2903 (La sencillez) inclina al hombre a callarse acerca de sus propias cualidades (SANTO TOMÁS, Suma
Teológica,2-2, q. 109, a. 4).

2904 Tenga presente quien manda que la verdadera humildad es el mejor de los ejercicios. ASi como quien
asiste a diversos heridos y se cuida de curarlos quienesquiera que sean, no toma el mando para
enorgullecerse, así mucho más el que se encarga de curar las enfermedades de sus hermanos, como
tendrá que dar cuenta de cada uno de ellos, debe cuidar de andar muy solicito. Por ello, el mayor hágase
como el menor (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 444).

2905 Mientras se disponían los moradores de la ciudad para sa- lir a recibirle, El no ignoraba lo que aún
permanecía oculto en el fondo de sus corazones, y por eso se presentó a ellos, no montado en carroza
tirada por caballos enjaezados con frenos de plata y guarniciones claveteadas de oro, sino sentado sobre
humilde jumento, puestas debajo las vestiduras de los Apóstoles, que no creo fuesen de las más preciosas
de aquella tierra [. . . ] (SAN BERNARDO), Sermón para el Domingo de Ramos,2,4).

2906 Se nos ha dado a conocer cómo debemos andar este ca-mino. Ama a Dios, que te creó [. . . ]; sé
sencillo de corazón y rico en el espiritu [. . . ]. No te ensalces a ti mismo, sé humilde en todo; no te arrugues
la gloria a ti mismo (Epist. deBernabé,19,1-3).

La soberbia. Ver nn. 4955-5014.

El ejemplo humilde de Jesús

2907 Otro motivo poderoso que debe impulsarte a practicar la hermosa virtud de la humildad es el ejemplo
de nuestro divino Salvador, al cual debes conformar toda tu vida. El ha dicho en el santo Evangelio:
Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón (Mt 11,29) (J. PECCIóLeón Xllló, Práctica de la
humildad,51).

2908 El que no cabe en todo el mundo, se encerró en las entrañas de una Virgen (SAN JUAN
CRISOSTOMO. en Catena Aurea, vol. 1p 437).

2909 Cristo, a quien el universo está sujeto, estaba sujeto a los suyos (SAN AGUSTIN, Sermón 51).
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2910 A cualquier alma que visita a Jesús en el Santísimo Sacramento le dice este Señor [. . . ]: Alma que me
visitas, levántate de tus miserias, pues estoy aquí para enriquecerte de gracias. Date prisa, llega a mí, no
temas mi majestad, porque está humillada en este Sacramento, para apartar de ti el miedo y darte toda
confianza (SAN ALFONSO M&ordf; DE LIGORIO, Visitas alástmo. Sacramento,8).

2911 ¿Te duele quedar rebajado por la humildad?, nos pregunta el Señor. Mírame a Mi; considera los
ejemplos que yo te he dado, y verás la grandeza de esta virtud (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,3X).

2912 Jesús, humilde, no quiso hacer nada por ostentación (TEOFILACTO, Coment. sobre el Evang. de S.
Marcos).

2913 Este divino Salvador ha vivido la humildad hasta el extremo de hacerse el oprobio de la tierra, para
abajar lo más elevado y curar la llaga de nuestro orgullo, enseñándonos con su ejemplo el único camino que
lleva al cielo. Esta es, para hablar con propiedad, la lección más importante del Salvador: Aprended de mi,
que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis paz para vuestras almas (J. PECCI óLeón Xllló, Práctica
de la humildad).

2914 Aprende, pues, ¡oh hombre!, y conoce a qué extremos llegó Dios por ti. Aprende (en Belén) esa
lección de humildad tan grande que te da un maestro sin hablar todavía. En el paraíso tú tuviste tal honor
que pudiste poner nombres a todos los animales, y aquí tu Creador se ha hecho tan niño, que ni aun puede
dar a la suya el de madre. Tú, en aquel vastisimo lugar de ricos bosques, te perdiste desobedeciendo. El se
ha hecho hombre mortal en tan estrecha posada para buscar, muriendo, al que estaba muerto. Tú, hombre,
quisiste ser Dios y pereciste. El, Dios, quiso ser hombre y te salvó. ¡Tanto pudo la soberbia humana que
necesitó de la humildad divina para curarse! (SAN AGUSTIN, Sermón 183).

2915 Jesucristo, Señor Nuestro, con mucha frecuencia nos propone en su predicación el ejemplo de su
humildad: aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón (Mt 11,29). Para que tú y yo sepamos que
no hay otro camino, que sólo el conocimiento sincero de nuestra nada encierra la fuerza de atraer hacia
nosotros la divina gracia (J. ESC RIV¡ DE BALAGUER, Amigos de Dios,97).

2916 El misterio de nuestra salvación, este misterio que el fundador del mundo ha creído digno de ser
pagado con su sangre, se ha realizado, desde el día de su nacimiento físico hasta el fin de su Pasión, por
una humildad largamente practicada (SAN LEÓN MAGNO Sermón 72, en la Ascensión del Señor).

2917 (Jesús quiso bautizarse) para encarecernos con su humildad lo que a nosotros era de necesidad (SAN
AGUSTIN , Sermón 51).

2918 La soberbia del diablo fue la causa de nuestra ruina, y el fundamento de nuestra redención, la
humildad de Dios (SAN GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral,3,18).

2919 Si buscas un ejemplo de humildad, mira al crucificado: él, que era Dios, quiso ser juzgado bajo el
poder de Poncio Pilato y morir (SANTO TONT¡S, Sobre el Credo,6,1. c. ).

2920 Es de notar, en la genealogía del Salvador, que no se nombra a ninguna de las mujeres santas, sino a
las reprendidas en la Escritura, a fin de que borrase los pecados de íodas, naciendo de pecadores, al que
ha venido por los pecadores; de ahí que entre aquellas se cite a Ruth, la moabita (SAN JERONIMO, en
Catena Aurea, vol. 1, pp. 45-46).

2921 San Lucas prescindió de estas mujeres para presentar inmaculada la serie de la estirpe sacerdotal;
pero el motivo de San Mateo no es sin razón y justicia; puesto que él anunció la genealogía de Cristo según
-343 -

la carne, tomaba sobre si los pecados de todos, quedó sujeto a los ultrajes, sometido al sufrimiento, y no
quiso que pudiera decirse ajeno a su bondad el no rehusar la afrenta de un origen manchado, ni que su
Iglesia debiera avergonzarse de estar íormada de pecadores; y por último, para bosquejar ya en sus
antepasados el beneficio de la redención, y que nadie creyera que la mancha de origen pueda ser
impedimento para la virtud, ni se jáctase insolente de la nobleza de su persona (SAN AMBROSIO, Coment.
sobre el Evang. de S. Lucas,3).

La humildad de la Virgen

2922 ¡Qué humildad, la de mi Madre Santa Maria!óNo la veréis entre las palmas de Jerusalén, niófuera de
las primicias de Canáóa la hora de los grandes milagros. Pero no huye del desprecio del Gólgota: allí está,
"juxta cruce" Jesu"ójunto a la cruz de Jesúsó, su Madre (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 507).

2923 "Esta hermosa virtud, dice San Bernardo, fue la causa de que el Padre Eterno mirase a la Santísima
Virgen con complacencia; y si la virginidad atrajo las miradas divinas, su humildad fue la causa de que
concibiese en su seno al Hijo de Dios. Si la Santísima Virgen es la Reina de las vírgenes, es también la
Reina de los humildes" (Hom. 1. super Missus est. 5) (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la humildad).

2924 Aun con haber merecido alumbrar al Hijo del Altísimo, era ella humildisima, y al nombrarse no se
antepone a su esposo, diciendo: "Yo y tu padre", sino: Tu padre y yo. No tuvo en cuenta la dignidad de su
seno, sino la jerarquía conyugal. La humildad de Cristo, en efecto, no había de ser para su madre una
escuela de soberbia (SAN AGUSTIN, Sermón 51).

2925 Si quieres que Dios te conceda más fácilmente la humildad, toma por abogada y protectora a la
Santísima Virgen. S. Bernardo dice que "Maria se ha humillado como ninguna otra criatura, y siendo la más
grande de todas, se ha hecho la más pequeña en el abismo profundisimo de su humildad" (J. PECCIóLeón
XIIIó, Práctica de la humildad,56).

2926 Y esta práctica (del pudor y de la modestia) será una lección viva y atrayente enseñanza, que arrastre
a las almas hacia la santidad. Pero habéis de hacerlo con la humildad de Maria, que oye a todos como
discípula y aprendiz de virtudes, aunque era doctora consumada en la difícil ciencia de ellas (SAN
AMBROSIO, Sobre las vírgenes,2,9).

2927 He aquí, dice, la esclava del Señor. ¿Qué humildad es ésta tan alta que no se deja vencer de las
honras ni se engrandece en la gloria? Es escogida por Madre de Dios y se da el nombre de esclava [. . . ].
No es cosa grande ser humilde en el abatimiento, pero es muy grande y muy rara ser humilde en el honor
(SAN BERNARDO, Hom. sobre la Virgen Madre,4,9).

2928 María es, al mismo tiempo, una madre de misericordia y de ternura, a la que nadie ha recurrido en
vano; abandónate lleno de confianza en el seno materno, pídele que te alcance esta virtud (de la humildad)
que Ella tanto apreció; no tengas miedo de no ser atendido, Maria la pedirá para ti de ese Dios que ensalza
a los humildes y reduce a la nada a los soberbios; y como Maria es omnipotente cerca de su Hijo, será con
toda seguridad oída (J. PECCI óLeón XIIIó, Práctica de la humildad,56).IGLESIA IGLESIA

Citas de la Sagrada Escritura

1. I a Iglesia, Jundada por Jesucristo

Jcsucristo fundó una sociedad con docc Apóstoles escogidos entre sus discípulos: Mt 10,1-4; Mc 3,13-19;
Lc 6,13-16.

Les dio potestad para predicar con autoridad: Mi 28,18-19; Mc 16,15-2.

Comunicó la potestad de perdonar los pecados: Jn 20,21-23.


-344 -

Nombró a San Pedro Pastor supren1o de esta sociedad: . Jn 21,15-17.

Les prometió que les enviaria al Espíritu Santo: Lc 24,49; Jn 14,16-17.

Prometió su perpetua asistencia a los Apóstoles y sus sucesores: Mt 28,20.

Jesús pide a su Padre la unidad para su Iglesia: Jn 17,21-23.

Jesucristo fundó una sola Iglesia sobre una sola piedra: Mt 16,18-19.

Quicre un solo rebaño y un solo pastor: Jn 10,16.

San Pablo pide, cn nombre de . Iesucristo, que no haya divisiones entre los fieles: 1Co 1,10.

Todos hemos sido bautizados cn un mismo cspiritu para formar un solo cucrpo, ya sean judíos o griegos,
esclavos o libres. 1Co 12,13.

San Pablo deticnde con energía la unidad de la te: 2Co 11,46; Col 1,6-10.

No hay más que un solo cuerpo y un solo espiritu, así como también hemos sido llamados por nuestra
vocación a una misma esperanza. No hay más que un Señor, una tc, un bautismo. Ep 3,3 -6.

Celo de San Pablo por la unidad de la fe: Col 2,1-5; 1Tm I,3.

San Pablo exhorta a Timoteo a que guarde puro e intacto el depósito de la fe: 1Tm 1,3.

2. Santidad de la Iglesia

Jesucristo pide a su Padre que santifique a los suyos: Jn 17,17.

Dios nos ha colmado en Cristo de toda suerte de bendiciones espirituales [. . . ] para ser santos. Ep 1,3-4.

La Iglesia es santa e inmaculada: Ep 5,27. ,

Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella para santificarla: Ep 5,25-26.

Se dio a si mismo por nosotros, para redimirnos de todo pecado: Tt 2,14.

3. Catolicidad

Cristo vino a iluminar a todos los pueblos: Lc 2,31-32.

Mandó predicar el Evangelio a todas las gentes: Mt 28,19, Mc 16,15-20; Lc 24,47; Ac 1 8.

El Evangelio será predicado a todas las naciones antes del fin del mundo: Mt 24,14; Mc 13,10.

En toda la tierra resonó la voz de los Apóstoles: Rm 10,18.

El Evangelio se propaga en todo el mundo, donde fructifica y va creciendo: Col 1 6.

4. Apostolicidad

Los Apóstoles, encargados de la predicación del Evangelio: Mt 10,15-42; Mc 6,7-12; 16 15; Lc 9,1-6.

Los Apóstoles deben instruir y bautizar a todas las gentes: Mt 28,19-20.

Predicación de los Apóstolcs. Ac 5,42.

Veneración quc les muestra cl pueblo: Ac 5,13-16.

Da a conocer su misión de prcdicar y orar: Ac 6,4.


-345 -

Los cristianos cstán edificados sobre cl fundamento de los Apóstoles: Ep 2,20.

La . Jerusalén celestial, la Iglesia, tienc doce cimientos, y cn ellos están los nombrcs de los doce Apóstoles:
Ap 21,14.

5. Rápida propagación

Jesús manda a los Apóstoles enseñar y bautizar a todas las na clones: Mt 28,19-20; Mc 16,15-16.

Lcs promctc estar sicmprc con ellos: Mt 28,2.

Primeros discursos de San Pedro. Frutos de la Iglesia en Jerusalén: Ac 2,41; 4,4.

Crecimicnto de la Iglesia y elección de los sietc Diáconos: Ac 6

Propagación de la Iglcsia cn Judea: Ac 8,1-4.

Propagación de la Iglesia en Samaria: Ac 8,12-25.

Iíropagación de la Iglesia cn las comarcas limítrofes: Ac 8,40; 9,32; 10,48; 11,18.

El misterio de la Iglesia

2929 Es cosa normal que, en medio de este mundo tan agitado, la Iglesia del Señor, edificada sobre la
piedra de los Apóstoles, permanezca estable y se mantenga firme sobre esta base inquebrantable contra los
furiosos asaltos de la mar (cfr. Mt 16,18). Está rodeada por las olas, pero no se bambolea, y aunque los
elementos de este mundo retumban con un inmenso clamor, ella, sin embargo, ofrece a los que se fatigan la
gran seguridad de un puerto de salvación (SAN AMBROSIO, Carta 2,1-2).

2930 Cristo es /a luz del mundo e ilumina a la Iglesia con su luz. Y como la luna recibe su luz del sol para
poder ella a su vez iluminar la noche, así la Iglesia, recibiendo su luz de Cristo, ilumina a todos los que se
encuentran en la noche de la ignorancia [. . . ]. Cristo es, pues, la luz verdadera que ilumina a todo hombre
que viene a este mundo (Jn I,9), y la Iglesia, recibiendo su luz, se convierte ella en luz del mundo,
iluminando a los que están en las tinieblas (Ro". 2,19) (ORiGENEs, Hom. sobre el Génesis,1).

2931 Nacida del amor del Padre Eterno, fundada en el tiempo por Cristo Redentor, reunida en el Espíritu
Santo, la Iglesia tiene una finalidad escatológica y de salvación, que sólo en el siglo futuro podrá alcanzar
plenamente (CONC. VAT. II, Const. Caudiam et spes,40).

2932 Hace falta que meditemos con frecuencia, para que no se vaya de la cabeza, que la Iglesia es un
misterio grande, profundo. No puede ser nunca abarcado en esta tierra. Si la razón intentara explicarlo por si
sola, veria únicamente la reunión de gentes que cumplen ciertos preceptos, que piensan de forma parecida.
Pero eso no seria la Santa Iglesia (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. El fin sobrenatural de la Iglesia,28-V-
1972).

2933 Gens sancta, pueblo santo, compuesto por criaturas con miserias: esta aparente contradicción marca
un aspecto del misterio de la Iglesia. La Iglesia, que es divina, es también humana, porque está formada por
hombres y los hombres tenemos defectos: omnes homines terra et cinis (Si 17,31), todos somos polvo y
ceniza. Nuestro Señor Jesucristo, que funda la Iglesia Santa, espera que los miembros de este pueblo se
empeñen continuamente en adquirir la santidad. No todos responden con lealtad a su llamada. Y en la
Esposa de Cristo se perciben, al mismo tiempo, la maravilla del camino de salvación y las miserias de los
que lo atraviesan (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-VI-1972).

2934 La Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador y observando fielmente sus preceptos de
caridad, humildad y abnegación, recibe la misión de anunciar el reino de Cristo y de Dios e instaurarlo en
todos los pueblos, y constituye en la tierra el germen y el principio de ese reino. Y, mientras ella
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paulatinamente va creciendo, anhela simultáneamente el reino consumado, y con todas sus fuerzas espera
y ansia unirse con su Rey en la gloria (CONC. Vat. II, Const. Lumen gentium,5).

2935 La Iglesia sabe de dos vidas, ambas anunciadas y recomendadas por el Señor; de ellas, una se
desenvuelve en la fe, la otra en la visión; una durante el tiempo de nuestra peregrinación, la otra en las
moradas eternas: una en medio de la fatiga, la otra en el descanso; una en el camino, la otra en la patria;
una en el esfuerzo de la actividad, la otra en el premio de la contemplación (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S.
Juan,124).

2936 Allí donde está la Iglesia, allí está el Espíritu de Dios; y allí donde está el Espíritu de Dios, allí está la
Iglesia y toda la gracia (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,3,24).

Cristo presente en su Iglesia

2937 Cristo, el único Mediador, instituyó y mantiene continuamente en la tierra a su Iglesia santa,
comunidad de fe, esperanza y caridad, como un todo visible, comunicando mediante ella la verdad y la
gracia a todos (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentiam,8).

2938 Pase lo que pase, Cristo no abandonará a su Esposa. La Iglesia triunfante está ya junto a El, a la
diestra del Padre. Y desde allí nos llaman nuestros hermanos cristianos, que glorifican a Dios por esta
realidad que nosotros vemos todavía en la clara penumbra de la fe: la Iglesia Una, Santa, Católica y
Apostólica (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-VI- 1972).

2939 Bajó, pues, del cielo, por su misericordia, pero ya no subió él solo, puesto que nosotros subimos
también en él por la gracia. Así, pues, Cristo descendió él solo, pero ya no ascendió él solo; no es que
queramos confundir la divinidad de la cabeza con la del cuerpo, pero sí afirmamos que la unidad de todo el
cuerpo pide que éste no sea separado de su cabeza (SAN AGUSTIN, Sermón sobre la Ascensión,1-2).

2940 El EspIritu Santo la impulsa a cooperar para que se cumpla el designio de Dios, quien constituyó a
Cristo principio de salvación para todo el mundo (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentiam,17).

2941 Nada hizo El ni padeció que no fuera por nuestra salvación, para que todo lo que de bueno hay en la
cabeza lo posea también el cuerpo (SAN LEÓN MAGNO, Sermón IS, sobre la Pasión).

2942 También directamente y por sí mismo nuestro divino Salvador gobierna y rige la sociedad por él
fundada [. . . ]. Con este gobierno interior no sólo tiene cuidado de cada uno en particular como Pastor y
guardián de nuestras almas (1P 2,25), sino que, además, mira por toda la Iglesia, ya sea iluminando y
fortificando a sus jerarcas para que cumplan fiel y fructuosamente sus respectivos cargos, ya sea en
circunstancias muy graves sobre todoósuscitando en el seno de la madre Iglesia, hombres y mujeres
insignes por su santidad, a fin de que sirvan de ejemplo a los demás cristianos para acrecentamiento de su
Cuerpo místico. Añádese a esto que Cristo desde el cielo mira siempre con particular afecto a su Esposa
inmaculada, que sufre en el destierro de este mundo, y, cuando la ve en peligro, por sí mismo o por sus
ángeles o por Aquella que invocamos como auxilio de los cristianos y por otros abogados celestiales, la libra
de las oleadas de la tempestad y, una vez calmado y apaciguado el mar, la consuela con aquella paz que
sobrepuja todo entendimiento (Ph 4,7) (Pio Xll, Enc. Mystici Corporis Christi).

2943 La Iglesia, pues, nada puede perdonar sin Cristo, y Cristo nada quiere perdonar sin la Iglesia. La
Iglesia solamente puede perdonar al que se arrepiente, es decir, a aquel a quien Cristo ha tocado ya con su
gracia. Y Cristo no quiere perdonar ninguna clase de pecados a quien desprecia a la Iglesia (BEATO ISAAC,
Sermón 11).

2944 Ysobrevino un gran alboroto en el mar, de modo que las olas cubrían la barca. La nave es la Iglesia,
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en la que Jesucristo atraviesa con los suyos el mar de esta vida, calmando las aguas de las persecuciones
(SANTO TOMÁS, en Catena Aurea, vol. 1p 502).

Cuerpo Místico de Cristo

2945 En ese cuerpo, la vida de Cristo se comunica a los creyentíes, quienes están unidos a Cristo paciente
y glorioso por los sacramentos, de un modo arcano, pero real (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,7).

2946 Y del mismo modo que todos los miembros del cuerpo humano, aun siendo muchos, forman, no
obstante un solo cuerpo, así también los fieles en Cristo (cfr. 1Co 12,12). También en la constitución del
cuerpo de Cristo está vigente la diversidad de miembros y oficios. Uno solo es el Espíritu, que distribuye sus
variados dones para el bien de la Iglesia según su riqueza y la diversidad de ministerios (1Co 12,1-2)
(CONC. VAT. II, Const. Lumen gentiam,7).

2947 La Cabeza de este cuerpo es Cristo. El es la imagen de Dios invisible, y en El fueron creadas todas las
cosas. El es antes que todos, y todo subsiste en El. El es la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia (CONC.
VAT. II, Const. Lumen gentiam,7).

2948 Para definir y describir esta verdadera Iglesia de Cristo óque es la Iglesia santa, católica, apostólica,
romanaó nada hay más noble, nada más excelente, nada, en fin,más divino que aquella expresión que la
designa como "el Cuerpo místico de Jesucristo" [. . . . ] Que la Iglesia es un cuerpo, lo dice muchas veces la
Sagrada Escritura. Cristoódice el Apóstolóes la cabeza del cuerpo de la Iglesia (Col I,18). Y si la Iglesia es
un cuerpo, ha de seráneacesariamente uno e indiviso, según aquello de San Pablo: Aunque muchos,
formemos un solo cuerpo en Cristo (Ro". 12,5). Y no solamente ha de ser uno e indiviso, sino también algo
concreto y perceptible (Pio XII, Enc. Mystici Corporis Christi).

Los poderes del infierno no prevalecerán contra ella.

Confianza y seguridad

2949 Tú eres Pedro, esto es: "Yo soy la piedra inquebrantable, yo soy la piedra angular que hago de los dos
pueblos una sola cosa, yo soy el fundamento fuera del cual nadie puede edificar; pero también tú eres
piedra, porque por mi virtud has adquirido tal firmeza, que tendrás juntamente conmigo, por participación,
los poderes que yo tengo en propiedad".

Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los poderes del Infierno no la derrotarán. "Sobre esta piedra firme
óquiere deciróedificaré un templo eterno, y la alta mole de mi Iglesia, llamada a penetrar en el cielo, se
apoyará en la firmeza de esta fe".

Los poderes del infierno no podrán impedir esta profesión de fe, los vinculos de la muerte no la sujetarán,
porque estas palabras son palabras de vida. Ellas introducen en el cielo a los que las aceptan, hunden en el
infierno a los que las niegan (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 4,2-3).

2950 La Iglesia vacilará si su fundamento vacila, pero ¿podrá vacilar Cristo? Mientras Cristo no vacile, la
Iglesia no flaqueará jamás hasta el fin de los tiempos (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 103).

2951 No es de extrañar que, en medio de un mundo tan agitado, la Iglesia del Señor, edificada sobre la roca
apostólica, permanezca estable y, a pesar de los furiosos embates del mar, resista inconmovible en sus
cimientos. Las olas baten contra ella. Pero se mantiene firme y aunque con frecuencía los elementos de
este mundo choquen con gran fragor, ella ofrece a los agobiados el seguro puerto de salvación (SAN
AMBROSIO, Carta 2,1-2).

2952 Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran tempestad nos amenaza: sin embargo, no
tememos ser sumergidos porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se desate, no
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romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada podrán contra la barca de Jesús (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Hom. antes del exilio).

2953 Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares sobre la tierra será atado en el cielo; y
todo lo que desatares sobre la tierra será desatado en el cielo. Representaba a la Iglesia universal, que en
este mundo es azotada por las lluvias, por las riadas y por las tormentas de sus diversas pruebas; pero, a
pesar de todo, no cae, porque está fundada sobre piedra, de donde viene el nombre de Pedro (SAN
AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,5).

2954 La nave de Jesús no puede hundirse [. . . ]. Las olas no quebrantan la roca, sino que se tornan ellas
mismas espuma. Nada hay más fuerte que la Iglesia. Deja, pues, de combatirla, para no destrozar tu fuerza
en vano. Es inútil pelear contra el cielo. Cuando combates contra un hombre, o vences o eres vencido; pero
si peleas contra la Iglesia, el dilema no existe. Dios es siempre más fuerte (SAN JUAN CRISÓSTOMO,
Hom. antes del exilio).

2955 El vendaval que sopla es el demonio, quien se opone con todos sus recursos a que nos refugiemos en
el puerto. Pero es más poderoso el que intercede por nosotros, el que nos conforta para que no temamos y
nos arrojemos fuera del navio. Por muy sacudido que parezca, sin embargo, en él navegan no sólo los
discípulos, sino el mismo Cristo. Por eso no te apartes de la nave y ruega a Dios. Cuando fallen todos los
medios, cuando el timón no funcione y las velas rotas se conviertan en mayor peligro, cuando se haya
perdido la esperanza en la ayuda humana, piensa que sólo te resta rezar a Dios. Quien de ordinario impulsa
felizmente a puerto a los navegantes, no ha de abandonar la barquilla de su Iglesia (SAN AGUSTIN,
Sermón 63,4).

2956 Aunque la nave padezca turbación, sin embargo, es la nave. Ella sola lleva a los discípulos y recibe a
Cristo. Peligra, ciertamente, en el mar, pero sin ella de inmediato estamos perdidos (SAN AGUSTIN,
Sermón 75,3).

Las notas de la Iglesia

2957 La Iglesia ha de ser reconocida por aquellas cuatro notas, que se expresan en la confesión de fe de
uno de los primeros Concilios, como las rezamos en el Credo de la Misa: Una sola Iglesia, Santa, Católica y
Apostólica (Símbolo Constantinopolitano, Dz Sch 150). Esas son las propiedades esenciales de la Iglesia,
que derivan de su naturaleza, tal como la quiso Cristo. Y, al ser esenciales, son también notas, signos que la
distinguen de cualquier otro tipo de reunión humana, aunque en estas otras se oiga pronunciar también el
nombre de Cristo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-VI- 1972).

Una única Iglesia de Cristo

2958 Esta es la única Iglesia de Cristo, que en el Símbolo confesamos como una, santa, católica y
apostólica, y que nuestro Salvador, después de su resurrección, encomendó a Pedro para que la
apacentara (cfr. Jn 21,17), confiándole a él y a los demás Apóstoles su difusión y gobierno (cfr. Mt 28,18 ss),
y la erigió perpetuamente como columna y fundamento de la verdad (cfr. 1Tm 3,15) (CONC. VAT. 11, Const.
Lumen gentium,8).

2959 Es norma general que toda cosa debe ser referida a su origen. Y, por esto, toda la multitud de
comunidades son una con aquella primera Iglesia fundada sobre los Apóstoles, de la que proceden todas
las otras. En este sentido son todas primeras y todas apostólicas, en cuanto que todas juntas forman una
sola. De esta unidad son prueba la comunión y la paz que reinen entre ellas, así como su mutua fraternidad
y hospitalidad. Todo lo cual no tiene otra razón de ser que su unidad en una misma tradición apostólica
(TERTUmANO, Sobre la prescripción de los herejes,20).

2960 Una y única es la Iglesia fundada por Cristo Señor; sin embargo, son muchas las Comuniones
cristianas que se proponen a los hombres como herencia verdadera de Jesucristo. Todos profesan, es
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cierto, que son discípulos del Señor, pero sienten de modo diverso y caminan por vías distintas, como si
Cristo mismo estuviese dividido. Tal división no sólo contradice abiertamente la voluntad de Cristo, sino que
es también un escándalo para el mundo y perjudica a la causa santísima de la predicación del Evangelio a
toda criatura. (CONC. VAT II, Decret. Unitatis redintegratio,1).

2961 Esta unidad de la Iglesia está prefigurada en la persona de Cristo por el Espíritu Santo en el Cantar de
los Cantares, cuando dice: Una sola es mi paloma, mi hermosa es única de su madre, la elegida de ella (Ct
6,8). Quien no guarda esta unidad de la Iglesia, ¿va a creer que guarda la unidad de la fe? Quien resiste
obstinadamente a la Iglesia, quien abandona la cátedra de Pedro, sobre la que esta cimentada la Iglesia,
¿puede confiar que está en la Iglesia? (SAN CIPRIANO, Sobre la unidad de la Iglesia,5).

2962 Las iglesias de las ciudades y de los pueblos, aun siendo muchas, son una única Iglesia. Porque
Cristo, perfecto e indivisible, es único en todas ellas (ORIGENES, Hom. para el tiempo pascual).

2963 Se equivocarían gravemente los que intentaran separar una Iglesia carismáticaóque seria la
verdaderamente fundada por Cristoó, de otra jurídica o institucional, que seria obra de los hombres y simple
efecto de contingencias históricas. Sólo hay una Iglesia. Cristo fundó una sola Iglesia: visible e invisible, con
un cuerpo jerárquico y organizado, con una estructura fundamental de derecho divino, y una intima vida
sobrenatural que la anima, sostiene y vivifica (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. El fin sobrenatural de la
Iglesia,28-V-1972).

2964 La Iglesia crece como una vid y se extiende por toda la tierra; los malos pastores, en cambio, son
como sarmientos inútiles que, a causa de su esterilidad, han sido cortados por la podadera del agricultor, no
para destruir la vid, sino para que ésta continúe existiendo. Aquellos sarmientos, pues, han quedado en el
mismo lugar donde cayeron al ser cortados; la vid, en cambio, extendiéndose entre todos los pueblos,
reconoce como propios los sarmientos que en ella permanecieron, y considera como cercanos a si aquellos
otros que le fueron cortados (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

2965 Por diversos que sean los lugares, los miembros de la Iglesia profesan una misma y única fe, la que
fue transmitida por los Apóstoles a sus discípulos (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,1,10).

2966 Pero no ignoramos, por otra parte, que esta salvación pertenece a la Iglesia única y que nadie puede
participar en Cristo, ni ser salvo, fuera de la Iglesia católica y de su fe (ORiGENES, Hom. para el tiempo
pascual).

2967 Tenemos que mantener y defender esta unidad, sobre todo los obispos, que tenemos la presidencia en
la Iglesia [. . . 1. Nadie engañe a la comunidad de hermanos con una mentira, nadie deforme la verdad de la
fe con una deformación infiel [. . . ]. La santa Iglesia es una sola [. . . ]. Lo mismo que el sol tiene muchos
rayos pero una sola luz, y el árbol tiene muchas ramas, pero un tronco único al que profundas raices dan
posición fija, y lo mismo que de una fuente saltan muchos arroyos, así la unidad es conservada en el origen,
aunque parezca que de ella brota una pluralidad en rica abundancia. Si un rayo se aparta del cuerpo del sol,
la unidad de la luz no sufre partición. Pero se arranca del árbol una rama, y la arrancada no volverá a poder
nacer. Divide el arroyo de la fuente y, separado, pronto se secará. Y así también la Iglesia del Señor,
inundada de luz, envia sus rayos a todo el mundo. A pesar de ello, es sólo una luz que se extiende hacia
todas partes. Pero la unidad de su Cuerpo no se divide [. . . ]. Y alguno cree todavía que esta unidad,
proveniente de la fuerza y virtud divina, referida a los misterios celestiales, pueden ser destruida y dividida
por escisión de opiniones opuestas (SAN CIPRIANO, Sobre la unidad de la Iglesia,6).

2968 Se dispersaron por toda la tierra, a causa del amor de los bienes del mundo, y son, en verdad, ovejas
desperdigadas y sin rumbo por toda la tierra. Viven en diversos lugares;una única madre, la soberbia, las
engendró a todas, al igual que una sola madre, nuestra Iglesia católica, ha dado también a luz a todos los
fieles critianos esparcidos por todo el orbe (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

La caridad, vinculo de unidad en la Iglesia


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2969 Sabes cuál es la dulzura de la caridad y el deleite de la unidad. No predicas sino la unión de las
naciones. No aspiras más que a la unidad de los pueblos. No siembras más que semillas de paz y caridad.
Alégrate en el Señor, porque no has sido defraudado en tus sentimientos (SAN LEANDRO, Hom. en elfinal
del Conc. 3. &deg; de Toledo).

2970 Dios, al conservar en la Iglesia la caridad que ha sido de- rramada en ella por el Espíritu Santo,
convierte a esta misma Iglesia en un sacrificio agradable a sus ojos y la hace capaz de recibir siempre la
gracia de esa caridad espiritual, para que pueda ofrecerse continuamente a él como una ofrenda viva, santa
y agradable (SAN FULGENCIO, Libro 2,11 - 12).

2971 Hemos de ser comprensivos, cubrir todo con el manto en- trañable de la caridad. Una caridad que nos
afiance en la fe, aumente nuestra esperanza y nos haga fuertes, para decir bien alto que la Iglesia no es esa
imagen que algunos proponen. La Iglesia es de Dios, y pretende un solo fin: la salvación de las almas (J.
ESCRJV¡ DE BAEAGUER, Hom. El fin sobrenatural de la Iglesia,28-V-1972).

2972 Entrando el rey [. . . ], vio allí a un hombre que no llevaba el traje de boda (cfr. Mt 22,11). ¿Qué
debemos entender por vestido de bodas sino la caridad?, porque el Señor lo puso de manifiesto cuando
vino a celebrar sus bodas con la Iglesia. Entra, pues, a las bodas sin el vestido nupcial quien cree en la
Iglesia, pero no tiene caridad (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. lll, p. 66).

2973 Todo el que quiere vivir tiene de dónde vivir y de qué vivir. Que venga y crea. Que se incorpore para
ser vivificado, que no le atemorice la unión con los demás miembros. Que no sea un miembro gangrenado
que haya que amputar, ni torcido, del que haya que avergonzarse. Que sea un miembro robusto, adaptado,
sano. Que se abrace firmemente al cuerpo (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,26,13).

2974 Si quieres amar a Cristo extiende tu caridad a toda la tierra, porque los miembros de Cristo están por
todo el mundo (SAN AGUSTIN, Coment. I Epist. S. Juan,10,5).

2975 Entendí que sólo el amor es el que impulsa a obrar a los miembros de la Iglesia y que, si faltase este
amor, ni los apóstoles anunciarían ya el Evangelio, ni los mártires derramarian su sangre. Reconocí
claramente y me convencí de que el amor encierra en si todas las vocaciones, que el amor lo es todo, que
abarca todos los tiempos y lugares, en una palabra, que el amor es eterno.

Entonces, llena de alegría desbordante, exclamé: "Oh Jesús, amor mio, por fin he encontrado mi vocación:
mi vocación es el amor. Si, he hallado mi propio lugar en la Iglesia, y este lugar es el que tú me has
señalado, Dios mio. En el corazón de la Iglesia, que es mi madre, yo seré el amor: de este modo lo seré
todo y mi deseo se verá colmado" (SANTA TERESITA, Manuscrito autobiográfico,1. c. , pp. 227-229).

Santidad de la Iglesia y miembros pecadores

2976 Dichosa Iglesia nuestra, a la que Dios se digna honrar con semejante esplendor, ilustre en nuestro
tiempo por la sangre gloriosa de los mártires. Antes era blanca por las obras de los hermanos; ahora se ha
vuelto roja por la sangre de los mártires. Entre sus flores no faltan ni los lirios ni las rosas (SAN CIPRIANO,
Carta 10,2-3).

2977 Y habiendo salido sus siervos a los caminos, reunieron a cuantos encontraron, buenos y mulos, y la
sala de bodas quedó llena de convidados (Mt 24,10). Y dice esto, porque en la Iglesia no puede haber
buenos sin malos, ni malos sin buenos, y no fue bueno aquel que no quiso sufrir a los malos (SAN
GREGOR[O MAGNO, en Catena Aurea, vol. lll, p. 65).

2978 La Santa Iglesia es comparada a una red de pescar, porque también está encomendada a
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pescadores, y por medio de ella somos sacados de las olas del presente siglo y llevados al reino celestial,
para no ser sumergidos en el abismo de la muerte eterna. Congrega toda clase de peces, porque brinda con
el perdón de los pecados a los sabios e ignorantes, a los libres y a los esclavos, a los ricos y a los pobres, a
los robustos y a los débiles (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 11 sobre los Evang. ).

2979 No en si misma, sino en nosotros, sus miembros vivos, recibe la Iglesia las heridas, y por eso hemos
de procurar no afligirla con nuestras caídas. (SAN AMBROSIO, Trat. sobre la virginidad,48).

2980 ¡Santa, Santa, Santa!, nos abrevemos a cantar a la Iglesia, evocando el himno en honor de la Trinidad
Beatisima. Tú eres Santa, Iglesia, Madre mia, porque te fundó el Hijo de Dios, Santo; eres Santa, porque así
lo dispuso el Padre, fuente de toda santidad; eres Santa, porque te asiste el Espíritu Santo, que mora en el
alma de los fieles, para ir reuniendo a los hijos del Padre, que habitarán en la Iglesia del Cielo, la Jerusalén
eterna (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-VI-1972).

2981 No busquemos en la Iglesia los lados vulnerables para la critica, como algunos que no demuestran su
fe ni su amor [. . . ] Nuestra Madre es Santa, porque ha nacido pura y continuará sin mácula por la
eternidad. Si en ocasiones no sabemos descubrir su rostro hermoso, limpiémonos nosotros los ojos; si
notamos que su voz no nos agrada, quitemos de nuestros oídos la dureza que nos impide oir, en su tono,
los silbidos del Pastor amoroso. Nuestra Madre es Santa, con la santidad de Cristo, a la que está unida en
el cuerpo óque somos todos nosotrosóy en el espiritu, que es el Espíritu Santo, asentado también en el
corazón de cada uno de nosotros, si nos conservamos en gracia de Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Hom. Lealtad a la Iglesia,4-VI1972).

2982 Yo abrazo a una Iglesia llena de trigo y de paja; con la palabra y la disciplina del Señor enmiendo a los
que puedo, y tolero a los que no puedo enmendar (SAN AGUST[N, Contra el donatista Cresconio,3,25).

2983 Y tal es la Iglesia virgen, unida a un solo esposo, Cristo, que no admite ningún error; de modo que en
todo el mundo gozamos de una sola casta e íntegra unión (SAN LEÓN MAGNO, Epist. 80, a Anatolio).

2984 En el cuerpo visible de la Iglesia en el comportamiento de los hombres que la componemos aquí en la
tierraó aparecen miserias, vacilaciones, traiciones. Pero no se agota ahí la Iglesia, ni se confunde con esas
conductas equivocadas: en cambio, no faltan, aquí y ahora, generosidades, afirmaciones heroicas, vidas de
santidad que no producen ruido, que se consumen con alegría en el servicio de los hermanos en la fe y de
todas las almas.

Considerad además que, si las claudicaciones superasen numéricamente las valentías, quedaria aún esa
realidad místicaóclara, innegable, aunque no la percibamos con los sentidosóque es el Cuerpo de Cristo, el
mismo Señor Nuestro, la acción del Espíritu Santo, la presencia amorosa del Padre (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Hom. El fin sobrenatural de la Iglesia,28-V-1972).

Católica, universal

2985 Nosotros somos la Santa Iglesia. Pero no he dicho "Nosotros" como si me refiriera a los que estamos
aquí, a los que ahora me habéis oído. Lo somos cuantos, por gracia de Dios, somos fieles cristianos en esta
Iglesia, esto es, en esta ciudad; cuantos son tales en esta región, en esta provincia, y aun más allá del mar,
y hasta en todo el orbe de la tierra. . . Tal es la Iglesia Católica, nuestra verdadera Madre (SAN AGUSTiN,
Sermón 213).

2986 "Católica": este es el nombre propio de esta Iglesia santa y madre de todos nosotros [. . . ], y es figura
y anticipo de la Jerusalén de arriba, que es libre, y es nuestra madre, la cual, antes estéril, es ahora madre
de una prole numerosa (SAN CIR1LO DE JERUSALÉN, Catequesis 18,26).

2987 Este carácter de universalidad que distingue al Pueblo de Dios es un don del mismo Señor con el que
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la Iglesia católica tiende, eficaz y perpetuamente, a recapitular toda la humanidad, con todos sus bienes,
bajo Cristo Cabeza, en la unidad de su Espíritu (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,13).

2988 Jesucristo instituye una sola Iglesia, su Iglesia; por eso la Esposa de Cristo es Una y Católica:
universal, para todos los hombres. Desde hace siglos la Iglesia está extendida por todo el mundo; y cuenta
con personas de todas las razas y condiciones sociales. Pero la catolicidad de la Iglesia no depende de la
extensión geográfica, aunque esto sea un signo visible y un motivo de credibilidad. La Iglesia era Católica ya
en Pentecostés; nace Católica del Corazón llagado de lesús, como un fuego que el Espíritu Santo inflama
(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la iglesia,4-VI- 1972).

2989 La Iglesia se llama católica o universal porque está esparcida por todo el orbe de la tierra, del uno al
otro confin, y porque de un modo universal y sin defecto enseña todas las verdades de fe que los hombres
deben conocer, ya se trate de las cosas visibles o invisibles, de las celestiales o las terrenas; también
porque induce al verdadero culto a toda clase de hombres, a los gobernantes y a los simples ciudadanos, a
los instruidos y a los ignorantes; y, finalmente, porque cura y sana toda clase de pecados sin excepción,
tanto los internos como los externos; ella posee todo género de virtudes, cualquiera que sea su nombre, en
hechos y palabras y en cualquier clase de dones espirituales (SAN CI RILO DE JERUSALEN, Catequesis
18,23-25).

2990 Además de esta sabiduría, otras muchas cosas hay que me retienen muy justamente en el seno de la
Iglesia. Es el consentimiento de los pueblos y naciones; es la autoridad, comenzada con milagros, sostenida
por la esperanza, aumentada por la caridad, robustecida por la antigüedad. Me retiene la sucesión de los
sacerdotes, que trae su origen de la misma sede de Pedro Apóstol, a quien el Señor, después de la
resurrección, encomendó las ovejas para guardarlas y llega hasta el presente episcopado; me retiene,
finalmente, el mismo nombre de Católica, porque no sin razón, entre tan numerosas herejías, de tal modo
sólo la Iglesia se ha apropiado este nombre, que, aun queriendo llamarse católicos todos los herejes, si un
forastero pregunta dónde se reúne la Católica, ningún hereje tendrá la osadía de señalar su basílica o su
casa. (S. AGUSTIN, Contra la epistala de los Maniqueos,4,5).

2991 Admirable es el testimonio de San Fructuoso, obispo. Como uno le dijera y le pidiera que se acordara
de él y rogara por él, el santo respondió: "Yo debo orar por la Iglesia católica, extendida de Oriente a
Occidente". ¿Qué quiso decir el santo obispo con estas palabras? Lo entendéis, sin duda; recordadlo ahora
conmigo: "Yo debo orar por la Iglesia católica; si quieres que ore por ti, no te separes de aquella por quien
pido en mi oración" (SAN AGUSTIN, Sermón 273).

2992 La Iglesia católica: este es el nombre propio de quien es Madre Santa de todos nosotros; ella es
también Esposa de N. S. Jesucristo (SAN CIR1LO DE JERUSALEN, Catequesis 18,26).

Apostalica. Actitud misionera de la Iglesia

2993 Este solemne mandato de Cristo de anunciar la verdad salvadora, la Iglesia lo recibió de los Apóstoles
con orden de realizarlo hasta los confines de la tierra (cfr Ac 1,8) Por eso hace suyas las palabras del
Apóstol: ,Ay de misi no evangelizare! (1Co 9,16) (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentiam,17).

2994 La Iglesia lleva a Cristo a los hombres: quiere comunicarles la vida que apareció la noche de Navidad
con el Verbo hecho carne; quiere proclamarles la esperanza del eón futuro, que ya alborea en el siglo
presente; quiere dilatar, aun entre los sufrimientos del mundo, esa paz que anunciaron los ángeles en Belén,
y ese amor de beneplácito con el que Dios nos ha abrazado, dándonos al Hijo: Gloria in excelsis Deo et in
terra pax hominibus bonue voluntatis (Lc 2,14) (JUAN PABLO II, Al Sacro Colegio Cardenalicio,22-XI- 1980).

2995 [. . . ] Iglesia, la cual con su predicación hace que la palabra luminosa de Dios brille e ilumine a los
hombres del mundo entero, como si fueran los moradores de la casa, y sean llevados de este modo al
conocimiento de Dios con el resplandor de la verdad (SAN M¡XIMO, Cuestiones a Talasio,63).
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2996 Esta misión de la Iglesia no se limita al cuidado pastoral de sus fieles: se extiende a todos los hombres
y a todos los tiempos (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 40).

2997 La actitud misionera comienza siempre con un sentimiento de profunda estima frente a lo que "en el
hombre había" (Jn 2,25), por lo que él mismo, en lo intimo de su espiritu, ha elaborado respecto a los
problemas más profundos e importantes; se trata de respeto por todo lo que en él ha obrado el Espíritu, que
"sopla donde quiere" (Jn 3,8). La misión no es nunca una destrucción, sino una purificación y una nueva
construcción por más que en la práctica no siempre haya habido una plena correspondencia con un ideal
tan elevado. La conversión que de ella ha de tomar comienzo, sabemos bien que es obra de la gracia, en la
que el hombre debe hallarse plenamente a si mismo (JUAN PABLO 11, Enc. Redemptor hominis,12).

2998 La Santa Iglesia se compara a una red barredera, porque está encomendada a pescadores y por ella
todos son traidos desde las ondas del presente siglo al reino eterno [. . . ]. Esta red recoge toda clase de
peces, porque llama al perdón de los pecados a los sabios y a los ignorantes, a los libres y a los esclavos, a
los ricos y a los pobres, a los poderosos y a los débiles. Por eso dice a Dios al Salmista (Sal 64,3): A ti
vendrán todos los mortales. Red, esto es, Iglesia, que se llenará del todo cuando dentro de ella se acoja lo
último del género humano; sacan la red y se sientan a la orilla, porque, como el mar es figura del siglo, así la
orilla del mar figura el fin del siglo, y allí los peces buenos son colocados en los cestos y los malos son
arrojados fuera [. . . ] (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 11 sobre los Evang. ).

2999 El término democracia carece de sentido en la Iglesia, que [. . . ] es jerárquica por voluntad divina.
Pero jerárquia significa gobierno santo y orden sagrado, y de ningún modo arbitrariedad humana o
despotismo infrahumano. En la Iglesia el Señor dispuso un orden jerárquico, que no ha de transformarse en
tiranía: porque la autoridad misma es un servicio, como es la obediencia (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Hom. Elfin sobrenatural de la Iglesia,28-5-1972).

Fin sobrenatural de la Iglesia

3000 La Iglesia desea servir a este único fin: que todo hombre pueda encontrar a Cristo, para que Cristo
pueda recorrer con cada uno el camino de la vida, con la potencia de la verdad acerca del hombre y del
mundo, contenida en el misterio de la Encarnación y de la Redención, con la potencia del amor que irradia
de ella (JUAN PABLO II, Enc. Redemptorhominis,13).

3001 Cristo dijo a Pedro: En adelante vas a ser pescador de hombres (Lc 5,10); esta pesca misteriosa
corresponde a la misión incesante de la Iglesia, de cada una de las comunidades en la Iglesia y de cada uno
de los cristianos. Lleva a los hombres vivos, a las almas humanas, a la luz de la fe y a la fuente del amor;
mostrarles el Reino de Dios presente en los corazones y en el designio de la historia de la humanidad;
reunir a todos en esa unidad, cuyo centro es Cristo: he aquí la misión continua de la Iglesia (JUAN PABLO
11, Hom. 10-11-1980).

3002 (El fin de la Iglesia es) revelar a Cristo al mundo, ayudar a todo hombre para que se encuentre a si
mismo en él, ayudar a las generaciones contemporáneas de nuestros hermanos y hermanas, pueblos,
naciones, estados, humanidad, paises en vías de desarrollo y paises de la opulencia, a todos en definitiva, a
conocer las insondables riquezas de Cristo (Ep 3,8), porque éstas son para todo hombre y constituyen el
bien de cada uno (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis, II).

3003 La Iglesia no es un partido politico, ni una ideología social, ni una organización mundial de concordia o
de progreso material, aun reconociendo la nobleza de esas y de otras actividades. La Iglesia ha
desarrollado siempre y desarrolla una inmensa labor en beneficio de los necesitados; de los que sufren, de
todos cuantos padecen de alguna manera las consecuencias del único verdadero mal, que es el pecado. Y
a todosóa aquellos de cualquier forma menesterosos, y a los que piensan gozar de la plenitud de los bienes
de la tierraóla Iglesia viene a confirmar una sola cosa esencial, definitiva: que nuestro destino es eterno y
sobrenatural, que sólo en Jesucristo nos salvamos para siempre, y que sólo en El alcanzaremos ya de algún
modo en esta vida la paz y la felicidad verdaderas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la
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Iglesia,4-VI-1972).

3004 La Iglesia, en consideración de Cristo y en razón del misterío, que constituye la vida de la Iglesia
misma, no puede permanecer insensible a todo lo que sirve al verdadero bien del hombre, como tampoco
puede permanecer indiferente a lo que lo amenaza (JUAN PABIO II, Enc. Redemptor hominis,13).

3005 La Iglesia que, por razón de su ministerio y de su competencia, de ninguna manera se confunde con la
comunidad politica y no está vinculada a ningún sistema politico, es al mismo tiempo el signo y la
salvaguardia del carácter trascendente de la persona humana (CONC. VAr. 11, Const. Gaudium et spes,76).

3006 Debiéndose extender a toda la tierra, la Iglesia entra en la historia de los hombres, pero, al mismo
tiempo, trasciende los tiempos y los confines de todos los pueblos. En las tentaciones de su camino, la
Iglesia se ve sostenida por la fuerza de la gracia de Dios, que le ha sido prometida por el Señor, para que
por la debilidad humana no se debilite la fidelidad perfecta, sino que permanezca digna esposa de su Señor
y no cese de renovarse bajo la acción del Espíritu Santo, a fin de que, a través de la cruz, llegue a la luz que
no conoce ocaso (CON. VAT. II, Const. Lumen gentium,9).

Nuestra Madre la Iglesia

3007 No puede tener a Dios por Padre quien no tiene a la Iglesia por madre (SAN CIPRIANO, Sobre la
unidad de la Iglesia,6).

3008 No es coherente con la fe cristiana, no cree verdaderamente en el Espíritu Santo quien no ama a la
Iglesia, quien no tiene confianza en ella, quien se complace sólo en señalar las deficiencias y las
limitaciones de los que la representan, quien la juzga desde fuera y es incapaz de sentirse hijo suyo (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,130).

Amor a la Iglesia

3009 Siendo nuestros argumentos de tanto peso, no hay para qué ir a buscar todavía de otros la verdad que
tan fácilmente se encuentra en la Iglesia, ya que los apóstoles depositaron en ella, como en una despensa
opulenta, todo lo que pertenece a la verdad, a fin de que todo el que quiera pueda tomar de ella la bebida de
la vida. Y esta es la puerta de la vida: todos los demás son salteadores y ladrones. Por esto hay que
evitarlos, y en cambio hay que poner suma diligencia en amar las cosas de la Iglesia y en captar la tradición
de la verdad (SANIRENEO, Trat. contra las herejías,3,4).

3010 El verdadero y auténtico católico es el que ama la verdad de Dios y a la Iglesia, cuerpo de Cristo;
aquel que no antepone nada a la religión divina y a la fe católica: ni la autoridad de un hombre, ni el amor, ni
el genio, ni la elocuencia, ni la filosoíia; sino que, despreciando todas estas cosas y permaneciendo
sólidamente firme en la fe, está dispuesto a admitir y a creer solamente lo que la Iglesia siempre y
universalmente ha creído (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 20).

3011 Cristo no excluyó a los pecadores de la sociedad por El fundada. Si, por tanto, algunos miembros
están aquejados de enfermedades espirituales, no por eso debe disminuir nuestro amor a la Iglesia; al
contrario, ha de aumentar nuestra compasión hacia sus miembros (Pio XII, Enc. Mystici Corporis Christi).

3012 Si amas la Cabeza, amas también a los miembros (SAN AGUSTIN, Trat. Epist. S. Juan,10,3).

3013 ¡Qué alegría, poder decir con todas las veras de mi alma: amo a mi Madre la Iglesia santa! (J.
ESCRIVADE BALAGUER, Camino, n. 518).

Responsabilidad de todos los fieles y de la jerarquía


-355 -

3014 Procurarán con diligencia, a la manera de un médico precavido, conocer todas las enfermedades que
afligen a la Iglesia y que piden remedio, para poder aplicar a cada una de ellas el remedio adecuado. Por lo
que mira a estos remedios, ya que han de ser comunes a toda la Iglesia [. . . ] habría que fijar la atención
primeramente en todos aquellos que están puestos al frente de los demás, para que así la reforma
comenzara por el punto desde donde debe extenderse a las otras partes del cuerpo. Habría que poner un
gran empeño en que los cardenales, los patriarcas, los arzobispos, los obispos y los párrocos, a quienes se
ha encomendado directamente la cura de almas, fuesen tales que se les pudiera confiar con toda seguridad
el gobierno de la grey del Señor (SAN JUAN LEONARD!, Cartas a Pablo V para reforma de la Iglesia).

3015 De la Iglesia recibimos la predicación de la fe, y bajo la acción del Espíritu de Dios la conservamos
como un licor precioso guardado en un frasco de buena calidad (SAN IRENEO, Trat. contra las
herejías,3,3).

3016 La misión de la Iglesia, recibida de Jesucristo, es única, y su cumplimiento se encomienda a todos los
miembros del Pueblo de Dios que, por los Sacramentos de iniciación, se hacen participes del sacerdocio de
Cristo para ofrecer a Dios un sacrificio espiritual y dar testimonio de Jesucristo ante los hombres. Cada uno
ha de realizar la parte que le compete dentro de esa misión total, en servicio y edificación de la comunidad
(A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 39).

Santa Maria, Madre de la Iglesia

3017 Para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, Nos proclamamos a Maria Santísima Madre de la Iglesia,
es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, así de todos los fieles como de los Pastores que la llaman Madre
amorosa, y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con
este gratisimo titulo (PABLO Vl, Discurso final III Ses. Concilio Vaticano II,21-11-1964).

3018 Se trata de un título (Madre de la Iglesia) [. . . ] que no es nuevo para la piedad de los cristianos; antes
bien, con este nombre de Madre, y con preferencia a cualquier otro, los fieles y la Iglesia entera
acostumbran a dirigirse a Maria. Ciertamente que este titulo pertenece a la esencia de la devoción a Maria,
encontrando su justificación en la dignidad misma de la Madre del Verbo Encarnado (PABLO Vl, Discurso
final lll Ses. Concilio Vaticano ll,21-11-1964).

3019 [. . . ] la Iglesia, siempre y en especial en nuestros tiempos, tiene necesidad de una Madre [. . . ].

Maria es Madre de la Iglesia, porque en virtud de la inefable elección del mismo Padre Eterno y bajo la
acción particular del Espíritu de Amor ella ha dado la vida humana al Hijo de Dios, por el cual y en el cual
son todas las cosas y del cual todo el Pueblo de Dios recibe la gracia y la dignidad de la elección. Su propio
Hijo quiso explícitamente extender la maternidad de su Madreóy extenderla de manera fácilmente accesible
a todas las almas y corazonesó confiando a ella desde lo alto de la Cruz a su discípulo predilecto como hijo.
El Espíritu Santo le sugirió que se quedase también ella, después de la Ascensión de Nuestro Señor, en el
Cenáculo, recogida en oración y en espera junto con los Apóstoles hasta el día de Pentecostés, en que
debía casi visiblemente nacer la Iglesia, saliendo de la oscuridad. Posteriormente todas las generaciones de
discípulos y de cuantos confiesan y aman a Cristoóal igual que el apóstol Juanó acogieron espiritualmente
en su casa a esta Madre, que así desde los mismos comienzos, es decir, desde el momento de la
Anunciación, quedó inserida en la historia de la salvación y en la misión de la Iglesia. Así, pues, todos
nosotros, que formamos la generación contemporánea de los discípulos de Cristo, deseamos unirnos a ella
de manera particular (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis,22).

3020 Maria debe encontrarse en todas las vías de la vida cotidiana de la Iglesia. Mediante su presencia
materna, la Iglesia se cerciora de que vive verdaderamente la vida de su Maestro y Señor, que vive el
misterio de la Redención en toda su profundidad y plenitud vivificante (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor
hominis,22).
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3021 En las Escrituras divinamente inspiradas, lo que se entiende en general de la Iglesia, virgen y madre,
se entiende en particular de la Virgen María; y lo que se entiende de modo especial de Maria, virgen y
madre, se entiende de modo general de la Iglesia, virgen y madre. Y cuando los textos hablan de una u otra,
dichos textos pueden aplicarse indiferentemente a las dos (BEATO ISAAC, Sermón 51).

3022 Habitaré en la heredad del Señor. La heredad del Señor en su significado universal es la Iglesia, en su
significado especial es la Virgen Maria y en su significado individual es también cada alma fiel. Cristo
permaneció nueve meses en el seno de Maria; permanecerá en el tabernáculo de la fe de la Iglesia hasta la
consumación de los siglos; y en el conocimiento y en el amor del alma fiel, por los siglos de los siglos
(BEATO ISAAC, Sermón 51).

3023 Si toda la Iglesia está en deuda con la Virgen Maria, ya que por medio de ella recibió a Cristo, de
modo semejante le debe a San José, después de ella, una especial gratitud y reverencia (SAN
BERNARDINO DE SIENA, Sermón 2,7).

3024 Con su caridad cooperó para que nacieran en la Iglesia los fieles, miembros de aquella Cabeza, de la
que Ella es efectivamente Madre según el cuerpo (SAN AGUSTIN Trat. sobre la virginidad,6).

El Espíritu Santo y la Iglesia

3025 El Espíritu habita en la Iglesia y en el corazón de los fieles como en un templo (cfr. 1Co 3,16 1Co
6,19), y en ellos ora y da testimonio de su adopción como hijos (cfr. Col 4,6 Rm 8,15-16 y Rm 26). Ciuia a la
Iglesia a toda la verdad (cfr. Jn 16,13), la unifica en comunión y ministerio, la provee y gobierna con diversos
dones jerárquicos y carismáticos y la embellece con sus frutos (cfr. Ep 4,11-12 1Co 12,4 Ga 5,22). Con la
fuerza del Evangelio rejuvenece la Iglesia, la renueva incesantemente y la conduce a la unión consumada
con su Esposo. En efecto, el Espíritu y la Esposa dicen al Señor Jesús: ¡Ven! (cfr. Ap 22,17) (CONC. VAT. Il,
Const. Lumen gentium,4).

3026 Una vez cumplida la obra que el Padre había confiado al Hijo en la tierra, el día de Pentecostés fue
enviado el Espíritu Santo para santificar incesantemente a la Iglesia, y para que los creyentes tuvieran así
acceso al Padre por medio de Cristo en un solo Espíritu (cfr. Ep 2,18) [. . . ]. Toda la renovación de la Iglesia
[. . . ] no puede realizarse a no ser en el Espíritu Santo, es decir, con la ayuda de su luz y de su virtud (JUAN
PABLO 11, Carta en el aniversario de los Conc de Constantinopla y Efeso,25-111-1981, n&deg; 7).

3027 Al Espíritu de Cristo, como a principio invisible, cabe atribuir que todos los miembros del Cuerpo estén
unidos tanto entre sí como con su excelsa Cabeza, puesto que reside todo entero en la cabeza, todo entero
en el cuerpo y todo entero en cada miembro, en los cuales varía la manera de estar presente y de conceder
su asistencia, según sus diversos cargos y funciones, según el grado más o menos elevado de santidad de
que gozan. El es quien, con su soplo de vida celestial, debe considerarse como el principio de toda actividad
vital y verdaderamente saludable en todas las partes del Cuerpo. El es quien, aunque por sí mismo se halle
presente en todos los miembros y ejerza en ellos su divino influjo, actúa en los inferiores por ministerio de
los superiores. Finalmente, es él quien, dando cada día nuevos incrementos a la Iglesia bajo el infiíujo de la
gracia, rehúsa habitar con la gracia santificante en los miembros totalmente separados del Cuerpo (Pio Xll,
Enc. Mystici Corporis Christi).

INFIERNO

Citas de la Sagrada Escritura

Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus ángeles. Mt 25,41.

Murió también el rico y fue sepultado en el infierno [. . . ]: me abraso en estas llamas. Lc 16,22-24.

Si tu mano (si tu ojo. . . si tu pie) te es ocasión de escándalo, córtala; más te vale el entrar manco en la vida
(eterna) que tener dos manos e ir al infierno, en donde el gusano que les roe nunca muere, y el fuego nunca
se apaga. Mc 9,42-43.
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Los que no obedecen al Evangelio sufrirán la pena de una eterna condenación: 2Th 1,8-9.

Mas en orden a los cobardes, incrédulos, homicidas, deshonestos. . . , su suerte será en el lago que arde
con fuego y azufre: que es la muerte segunda. Ap 21,8.

Y al salir verán los cadáveres de los que se rebelaron contra mi, cuyo gusano nunca morirá y cuyo fuego no
se apagará, que serán objeto de horror para toda carne. Is 66,24.

Los hombres buscarán en aquellos días la muerte y no la hallarán, y desearán morir y la muerte huirá de
ellos. Ap 9,6.

Mientras que los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas exteriores, donde habrá llanto y crujir de
dientes. Mt 8,12.

Si alguno adora la bestia y su imagen y recibe su marca en la frente o en la mano, éste beberá el vino del
furor de Dios, que ha sido derramado sin mezcla en la copa de su ira. Ap 14,9.

Los poderosos serán poderosamente atormentados. Sg 6,6.

Cuanto se envaneció y entregó al lujo, dadle otro tanto de tormento y duelo [. . . ]. Ap 18,7.

Dadle según lo que ella dio, y dadle el doble de sus obras; en la copa en que ella mezcló, mezcladle el
doble. Ap 18,6.

Irán al suplicio eterno, y los justos a la vida eterna. Mt 25,46.

. . . Los abandonaré y esconderé de ellos mi rostro, y los devorarán y vendrán sobre ellos muchos males y
aflicciones. Dt 31,17.

Tierra de negrura y desorden, en la que la claridad es como la oscuridad. Jb 10,22.

Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espaciosa la senda que lleva a la perdición;
muchos son los que por ella entran. Mt 7,13.

Como la sequedad y el calor funden la nieve, así arrebata a los malvados el seol. Jb 24,19.

Eternidad y enormidad de las penas

3028 Se hizo digno de pena eterna el hombre que aniquiló en si el bien que pudo ser eterno (SAN
AGUSTIN, La Ciudad de Dios,11).

3029 Y no se extinguirá la muerte, sino que será muerte sempiterna, y el alma no podrá vivir sin Dios, ni
librarse de los dolores muriendo (SAN AGUSTIN, Ibídem 21,3).

3030 Los malvados maldecirán eternamente el día en que recibieron el santo bautismo, los pastores que los
instruyeron, los Sacramentos que se les fueron administrados. ¡AY! ¿qué digo?, este confesonario, este
comulgatorio, estas sagradas fuentes, este púlpito, este altar, esa cruz, ese Evangelio o, para que lo
entendáis mejor, todo lo que ha sido objeto de su fe, será objeto de sus imprecaciones, de sus maldiciones,
de sus blasfemias y de su desesperación eterna (SANTO CURA DE ARS, Sobre el misterio).

3031 Sobre todo, considera la eternidad de las penas, pues ella sola basta para hacer el infierno
insoportable. Si la picadura de una pulga en una oreja o el ardor de una ligera calentura es suficiente para
que juzguemos larguisimo e insufrible el corto espacio de una noche, ¡qué espantosa será la noche de la
eternidad con tantos tormentos! (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, I,15).

3032 De manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allf pasar aquí. En esto
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hay un argumento contra los herejes, que dicen que habrán de tener término las penas, y que llegará día en
que los pecadores podrán unirse con los justos y con Dios (TEÓFILO, en Catena Aurea, Vl, p. 254).

3033 A lOS mártires les parecía frío el fuego de los verdugos, porque tenían ante los ojos el huir de aquel
que es eterno y nunca se extinguirá (Martirio de S. Policarpo,10).

3034 Estando un día en oración, me hallé en un punto toda, sin saber cómo, que me parecía estar metida
en el infierno. Entendí que quería el Señor que viese el lugar que los demonios allá me tenían aparejado, y
yo merecido por mis pecados. Ello fue en brevisimo espacio; mas, aunque yo viviese muchos años, me
parece imposible olvidárseme [. . . ], sentí un fuego en el alma, que yo no puedo entender cómo poder decir
de la manera que es. Los dolores corporales tan insoportables, que, con haberlos pasado en esta vida
gravísimos, y según dicen los médicos, los mayores que se pueden acá pasar (porque fue encogérseme
todos los nervios cuando me tullí, sin otros muchos de muchas maneras que he tenido, y aun algunos, como
he dicho, causados del demonio), no es todo nada en comparación con lo que allí sentí, y ver que habían de
ser sin fin y sin jamás cesar. Esto no es nada, pues, nada en comparación del agonizar del alma, un
apretamiento, un ahogamiento, una aflicción tan sensible y con tan desesperado y afligido descontento, que
yo no sé cómo encarecerlo. Porque decir que es un estarse siempre arrancando el alma, es poco; porque
aun parece que otro os acaba la vida, mas aquí el alma misma es la que se despedaza. El caso es que yo
no sé cómo encarezca aquel fuego interior, y aquel desesperamiento sobre tan gravísimos tormentos y
dolores. No veia yo quién me los daba, mas sentiame quemar y desmenuzar a lo que me parece, y digo que
aquel fuego y desesperación interior es lo peor [. . . ]; fue una de las mayores mercedes que el Señor me ha
hecho, porque me ha aprovechado muy mucho, así para perder el miedo a las tribulaciones y
contradicciones de esta vida, como para esforzarme a padecerlas y a dar gracias al Señor, que me libró, a lo
que ahora me parece, de males tan perpetuos y terribles (SANTA TERESA, Vida,32,1-4).

3035 Hay infierno. Una afirmación que, para ti, tiene visos de perogrulladaó. Te la voy a repetir: ¡hay
infierno! Hazme tú eco, oportunamente, al oído de aquel compañero. . . y de aquel otro (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 749).

3036 Todas estas cosas se dicen para que nadie pueda excusarse basado en su ignorancia, que
únicamente cabria si se hubiera hablado con ambigüedad sobre el suplicio eterno (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. sobre los Evang. ).

3037 Me amenazas con un fuego que sólo abrasa una hora y se extingue pronto; porque tú no conoces el
fuego del juicio futuro y del eterno castigo que espera a los ateos (Martirio de San Policarpo,10).

Pena de daño

3038 Esa pena será inmensa en primer lugar por la separación de Dios y de los buenos todos. En esto
consiste la pena de daño, en la separación, y es mayor que la pena de sentido. Arrojad al siervo inútil a las
tinieblas exteriores (Mt 25,30). En la vida actual los malos tienen tinieblas por dentro, las del pecado, pero
en la futura las tendrán también por fuera. Será inmensa, en segundo lugar, por los remordimientos de su
conciencia [. . . ]. Sin embargo, tal arrepentimiento y lamentaciones serán inútiles, pues provendrán no del
odio de la maldad, sino del dolor del castigo.

En tercer lugar, por la enormidad de la pena sensible, la del fuego del infierno, que atormentará alma y
cuerpo. Es este tormento del fuego el más atroz, al decir de los santos. Se encontrarán como quien se está
muriendo siempre y nunca muere ni ha de morir; por eso se le llama a esta situación muerte eterna, porque,
como el moribundo se halla en el filo de la agonía, así estarán los condenados [. . . ]. En cuarto lugar, por no
tener esperanza alguna de salvación. Si se les diera alguna esperanza de verse libres de sus tormentos, su
pena se mitigaria; pero perdida aquélla por completo, su estado se torna insoportable (SANTO TOMÁS,
Sobre el Credo,12,1. c. , p. 1 13).

3039 Además de todos estos tormentos, hay otro todavía mayor, que es la privación y pérdida de la gloria de
Dios, de la cual los condenados están excluidos para siempre. Si Absalón juzgó que el estar privado de ver
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el amable rostro de su padre David era más penoso que su destierro, ¿cuál será, Dios mio, la pena de estar
para siempre privado de ver vuestro dulce y suave rostro? (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida
devota, I,15).

3040 La pena del infierno es insufrible, es verdad; pero si alguno fuera capaz de imaginar diez mil infiernos,
nada seria el sufrimiento en comparación de la pena que produce el haber perdido el cielo y ser rechazado
por Cristo (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo 28).

3041 Si fuese sólo la Justicia la que ha cavado el abismo, aún tendría remedio, pero es el Amor quien lo ha
cavado; esto es lo que quita toda esperanza. Cuando se es condenado por la Justicia, se puede recurrir al
Amor; pero cuando se es condenado por el Amor, ¿a quién recurrir? ¡Tal es la suerte de los condenados! El
Amor que ha dado por ellos toda su sangre, es el mismo Amor que les maldice. ¡Cómo! ¿Habría venido un
Dios aquí abajo por vosotros, habría tomado vuestra naturaleza, hablado vuestra lengua, curado vuestras
heridas, resucitado vuestros muertos; habría sido El mismo muerto en la Cruz para que, después de todo
esto, penséis que os es lícito blasfemar y reír, y caminar sin temor, desposarse con todas las disoluciones?
Oh, no. Desengañaos, el amor no es un juego, no se es amado impunemente por un Dios, no se es amado
impunemente hasta la muerte. No es la Justicia la que carece de misericordia, es el Amor quien os condena.
El amorólo hemos experimentado en demásíaóes la vida o la muerte; y si se trata del amor de Dios, es la
vida eterna o la muerte eterna (LACORDAIRE, Conferencias de Nuestra Señora,72).

Pena de sentido

3042 LOS condenados están en el abismo infernal como dentro de una ciudad malaventurada, en la cual
sufren indecibles tormentos en todos los sentidos y miembros; porque como emplearon en el pecado todos
sus miembros y sentidos, sufrirán en todos ellos las penas correspondientes al pecado. LOS ojos, por sus
licenciosas e ilícitas miradas, sufrirán la horrible visión de los demonios y del infierno; los oídos, por haberse
deleitado con discursos malos, jamás oirán í otra cosa que llantos, lamentos y desesperaciones, y así de los
restantes (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a /a vida devota,1,15).

3043 Entre aquellos que Irán al infierno habrá diferencias de tormentos: [. . . ] quien se condena [. . . ] queda
hecho hijo del infierno por cada una de las especies de pecados que comete, de manera que así como el
justo tendrá aumento de gloria según sus méritos, así el pecador tendrá una pena en el infierno
proporcionada, según el número de sus pecados (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. lll, pp. 117-118).

3044 Se nos dice que en aquel lugar habrá llanto y crujir de dientes; de suerte que allí rechinarán los dientes
de los que, mientras estuvieron en este mundo, se gozaban en su voracidad; llorarán allí los ojos de
aquellos que en este mundo se recrearon con la vista de cosas ilícitas; de modo que cada uno de los
miembros que en este mundo sirvió para la satisfacción de algún vicio, sufrirá en la otra vida un suplicio
especial (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 38 sobre los Evang. ).

Los cuerpos de los condenados

3045 El castigo eterno producirá en los cuerpos cuatro taras contrarias a las dotes de los cuerpos gloriosos.
Serán oscuros: Sus rostros, caras chamuscadas (Is 13,8). Pasibles, si bien nunca llegarán a
descomponerse, puesto que constantemente arderán en el fuego pero jamás se consumirán: Su gusano no
morirá, y su fuego no se extinguirá (Is 66,24). Pesados y torpes, porque el alma estará allí como
encadenada: Para aprisionar con grillos a sus reyes (Ps 149,8). Finalmente, serán en cierto modo carnales,
tanto en alma como el cuerpo: Se corrompieron los asnos en su propio estiércol (Joel I,17) (SANTO
TOMÁS, Sobre el Credo,11,1. C. , P. 109).

INSTRUMENTOS DE DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

Victoria de Gedeón y los trescientos escogidos: Jue 7,1-7.


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David y Goliat: I Sam 17,31

La borriquillo de Balaám: Nb 22,21-34.

Considerad si no, hermanos, vuestra vocación: no hay muchos sabios según la carne, ni muchos
poderosos, ni muchos nobles; mas Dios eligió lo necio del mundo para confundir a los sabios, lo débil para
confundir a los fuertes, lo vil, lo despreciable, lo que es nada, para anular lo que es; para que nadie se glorie
delante de Dios. Por él vosotros estáis en Cristo Jesús, quien de parte de Dios se ha hecho para nosotros
sabiduría, justicia, santificación y redención, para que, como está escrito, el que se glorie, que se glorie en el
Señor. 1Co 1,26-31.

Poderoso es Dios para hacer que nazcan de las mismas piedras hijos de Abraham. Mt 3,9.

Como el barro en manos del alfarero, que le señala el destino segun su juicio, así son los hombres en
manos del Hacedor, que hace de ellos según su voluntad. Si 33,13-14.

¿Deberia acaso estar agradecido al siervo porque hizo lo que se le había ordenado? Lc 17,9-10.

Que nos tengan los hombres por ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios. 1Co 4,1-2.

Cada uno permanezca en la condición que Dios le ha asignado, en la que tenia cuando fue llamado. Asi lo
dispongo en todas las Iglesias. 1Co 7,17.

Porque si predico el Evangelio, no tengo de qué gloriarme; es que tengo obligación. Pues ¡ay de mi si no
evangelizare! Si hiciera esto por propia voluntad, mereceria recompensa; pero si lo hago por mandato,
cumplo con un cargo que se me ha confiado. 1Co 9,16-17.

Dios suele escoger "instrumentos desproporcionados" para que colaboren con El.

3046 Te reconoces miserable. Y lo eres. A pesar de todo ómás aún: por esoóte buscó Dios.

Siempre emplea instrumentos desproporcionados: para que se vea que la "obra" es suya. A ti sólo te pide
docilidad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Cam¿no, n. 475).

3047 Mas la providencia de Dios, que quiere que los hombres se salven y vengan al conoc¿m¿ento de la
verdad (I T¿m 2,4), permite en ocasiones, por su magnífica liberalidad, que incluso quien no se ha hecho
digno de predicar el Evangelio por una vida irreprochable, obtenga la gracia de la ciencia espiritual para la
salvación de muchos (CASIANO, Colaciones,14,19).

3048 El sacerdote presta (a Cristo) su lengua y le ofrece sus ma- nos (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom.
Evang. S. Juan 86,4).

3049 Con frecuencia, escoge para esto a personas aparentemente inadecuadas, pero eleva de tal modo sus
cualidades personales que las hace capaces de realizar acciones absolutamente superiores a sus
posibilidades. Y esto lo hace no tanto para confundir la sabiduría de los sabios, como para poner de relieve
su obra, que no necesita apoyos humanos, y para indicar más claramente a los hombres cuál es la dignidad
a que los eleva su gracia y a qué grandeza puede y quiere conducirles bajo su guía (JUAN PABLO II, Carta
Apost. Amantíssima Providentia,14-VI-1980).

El Señor da las gracias necesarias

3050 A los que Dios elige para una misión los prepara y dispone de suerte que resulten idóneos para
desempeñar la misión para la que fueron elegidos (SANTO TOMÁS, Suma Teológ¿ca,3, q. 27, a. 4 c).

3051 Nosotros somos simples braceros, porque Dios es quien siembra (SAN AGUSTIN, Sermón 73,3).
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3052 Les invita a la fe con la parábola del grano de mostaza; y les hace ver que, de todos modos, se
propagará la predicación del Evangelio. Es necesaria la fe para comprender esto. Los más pequeños, los
más débiles entre los hombres, eran los discípulos del Señor; pero como había en ellos una eficacia divina
grandiosa, esa fuerza se desplegó y se difundió por todo el mundo. Con esto quiso dar el Señor una prueba
de su grandeza (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo 46).

Dios es quien actúa a través de sus instrumentos

3053 Pecadores e ignorantes son enviados a predicar, para que se comprenda que la fe de los creyentes
está en la virtud de Dios, no en la elocuencia ni en la doctrina (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 31).

3054 Nosotros os hablamos desde el exterior, pero es él quien edifica desde dentro [. . . ]. Es él quien
edifica, quien amonesta, quien amedrenta, quien abre el entendimiento, quien os conduce a la fe; aunque
nosotros cooperamos también con nuestro esfuerzo (SAN AGUSTIN, Coment. Salmo 126,2).

3055 Todos los que reciben el bautismo de manos de un borracho, de un homicida, de un adúltero, si el
bautismo es de Cristo, por Cristo son bautizados (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan 5,18).

3056 Hay que insistir en que los hombres no son más que instrumentos, de los que Dios se sirve para la
salvación de las almas, y hay que procurar que estos instrumentos se encuentren en buen estado para que
Dios pueda utilizarlos (SAN Pio X, Haerent animo,4-8-1908).

3057 El Espíritu Santo se sirve de la palabra del hombre como de un instrumento. Pero es El el que
interiormente perfecciona la obra (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 177, a. lc).

3058 Si contamos exclusivamente con nuestras propias fuerzas, no lograremos nada en el terreno
sobrenatural; siendo instrumentos de Dios, conseguiremos todo: todo lo puedo en aquel que me conforta
(Ph 4,3). Dios, por su infinita bondad, ha dispuesto utilizar estos instrumentos ineptos (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,120).

La gloria para Dios. Humildad del instrumento

3059 Imitad el ejemplo de humildad del Bautista. Lo toman por Cristo, pero él dice que no es lo que ellos
piensan ni se adjudica el honor que erróneamente le atribuyen. Si hubiera dicho: "Soy Cristo", con cuánta
facilidad le hubieran creído, ya que lo pensaban de él sin haberlo dicho. No lo dijo: reconoció lo que era,
hizo ver la diferencia entre Cristo y él, y se humilló. Vio dónde estaba la salvación, comprendió que él era
sólo una antorcha y temió ser apagado por el viento de la soberbia (SAN AGUSTIN, Sermón 293,3).

3060 Ya puedes desechar esos pensamientos de orgullo: eres lo que el pincel en manos del artista. Y nada
más.

Dime para qué sirve un pincel, si no deja hacer al pintor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 612).

3061 Rechaza las alabanzas que te hagan por el éxito obtenido, porque no se deben a un vil instrumento
como tú, sino a El, que, si así lo quiere, puede servirse de una vara para, hacer brotar el agua de una roca,
o de un poco de tierra para devolver la vista a los ciegos [. . . ] (J. PECCIóLeón Xllló, Práctica de la
humidad,45).

IRA

Citas de la Sagrada Escritura


-362 -

El que se venga será victima de la venganza del Señor, que le pedirá exacta cuenta de sus pecados. Si
28,1.

¿Guarda el hombre rencor contra el hombre, e irá a pedir al Señor curación? ¿No tiene misericordia de su
semejante, y va a suplicar por sus pecados? Siendo carne, guarda rencor. ¿Quién va a tener piedad de sus
delitos? Acuérdate de tus postrimerías y no tengas odio. Si 28,3-6.

Aléjate de contiendas y aminorarás los pecados. Porque el hombre iracundo enciende las contiendas. El
hombre pecador siembra la turbación entre amigos y en medio de los que en paz están arroja la calumnia.
Si 28,10-11.

A tenor del combustible se enciende y se alimenta el fuego, y según el poder del hombre así es su ira;
según su riqueza crece su cólera, y se enciende según la violencia de la disputa. Pendencia súbita alumbra
el fuego, y riña apresurada hace correr la sangre. Si soplas sobre brasas, las enciendes, y si escupes sobre
ellas, las apagas; y ambas cosas proceden de tu boca. Si 28,1 2- 14.

Toda amargura, ira y enojo y gritería [. . . ] destiérrese de vosotros. Ep 4,31.

Sea todo hombre refrenado en la ira, porque la ira del hombre no se compadece con la justicia de Dios. Jc
1,19-20.

Si os enojáis no queráis pecar, no sea que se os ponga el sol estando airados. Ep 4,26.

El que aborrece a su hermano en tinieblas está y en tinieblas anda, porque las tinieblas le han cegado los
ojos. 1Jn 2,11.

Quienquiera que tome ojeriza contra su hermano, merecerá que el juez le condene. Mt 5,22.

Si al tiempo de presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja
allí mismo tu ofrenda [. . . ] y ve primero a reconciliarte con tu hermano. Mt 5,23-24.

Si alguno dice: Yo amo a Dios, al paso que odia a su hermano, es un mentiroso. 1Jn 4,20.

La ira y el odio

3062 La ira es un movimiento que impulsa a venganza de las injurias recibidas (SANTO TOMÁS, Sobre los
mandamientos,1. c. , p. 264).

3063 En comparación del odio, la ira no es más que una mota de paja, pero si la fomentas llegará a viga. Si
la desarraigas y la arrojas no es nada (SAN AGUSTIN, Sermón 211 De fraterna concordia).

3064 Hay que guardarse de que la ira pase al corazón, cosa que ocurre cuando se transforma en odio. La
diferencia entre la ira y el odio reside en que la primera es repentina y el segundo es sostenido (SANTO
TOMÁS, Sobre los mandamientos,1. c. , p. 265).

Violencia y odio

3065 La violencia que está destruyendo el tejido social de la nación italiana no es casual: parte de un
programa preciso, nace del espíritu del odio. Aquí está la matriz de la violencia; sólo aquí. Es necesario no
dejarse engañar por otras motivaciones. He aquí por qué es muy necesario, por parte de los cristianos,
saber discernir este espiritu, comprender su perversión intrínseca (cfr. 1Jn 3,15), y no dejarse contaminar
por él, para librarse con vigor de su espiral y no dejarse engañar por sus sugestiones. Sed, en cambio,
apóstoles perspicaces y generosos del amor (JUAN PABLO II, Aloc 23-III-1980).

La ira deja sin luz el corazón

3066 Quien lleva en sus ojos la viga de la indignación, ¿podrá observar serenamente la paja del ojo de su
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hermano? (CASIANO, Instituciones,8,5).

3067 Sea cual fuere la causa de esa efervescencia que radica en la cólera, la verdad es que ciega los ojos
del corazón (CA SIANO, Instituciones,8,6).

3068 No olvidemos que cuando estamos irritados perdemos por completo la libertad de ponernos en oración
y ofrecer nuestras plegarias al Señor (CAS¡ANO, Instituciones,8,22).

Consecuencias de la ira

3069 (La ira) normalmente provoca la injuria (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 72, a. 4).

3070 Tu mal carácter, tus exabruptos, tus modales poco amables, tus actitudes carentes de afabilidad, tu
rigidez (¡tan poco cristiana!), son la causa de que te encuentres solo, en la soledad del egoísta, del
amargado, del eterno descontento, del resentido, y son también la causa de que a tu alrededor, en vez de
amor, haya indiferencia, frialdad, resentimiento y desconfianza.

Es necesario que con tu buen carácter, con tu comprensión y tu afabilidad, con la mansedumbre de Cristo
amalgamada a tu vida, seas feliz y hagas felices a todos los que te rodean, a todos los que te encuentren en
el camino de la vida. (S. CANALS. Ascética meditada, pp. 72-73).

3071 Cuando somos zarandeados por la ira estamos faltos de lucidez en el juicio, de la imparcialidad en el
discernimiento, de la justa medida indispensable para dirimir las diferencias (CASIANO, Instituciones,8,1).

3072 En toda nuestra actuación hemos de practicar dos virtudes, la justicia y la misericordia. Pues bien, la
ira cierra el camino a las dos (SANTO TOMÁS, Sobre los mandamientos, I. c. ,p. 266).

3073 A veces la tristeza no es más que una consecuencia de la ira (CASIANO, Instituciones,9,4).

Existe una ira justa y virtuosa

3074 Quien se enfurece con causa no es culpable; porque si la ira no existiese, ni aprovecharia la doctrina
ni los tribunales estarían constituidos, ni los crimenes. se castigarían. ASi, quien no se enfurece, cuando hay
causa para ello, peca: la paciencia imprudente fomenta los vicios, aumenta la negligencia e invita a obrar el
mal, no sólo a los malos sino también a los buenos (SAN AGUSTiN, Sobre la Ciudad de Dios,105).

3075 Si uno se encoleriza cuando debe, en la medida que debe, por lo que debe encolerizarse, etc. , es
entonces la ira un acto de virtud (SANTO TOMÁS, Sobre los mandamientos,1. c. , p. 263).

La virtud de la paciencia Ver nº. 3967-4004.

Remedios contra la ira

3076 ASi como es excelente remedio contra la mentira desdecirse al instante que se advierte haberla dicho,
también es remedio eficaz contra la ira repararla prontamente con su acto contrario, que es el de
mansedumbre; que las llagas, como se suele decir, se curan con más facilidad cuando están recién hechas
(SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,8).

3077 Calla siempre cuando sientas dentro de ti el bullir de la indignación. Y esto, aunque estés
justisimamente airado.
-364 -

Porque, a pesar de tu discreción, en esos instantes siempre dices más de lo que quisieras (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 656).

3078 La indignación debe mantenerse en secreto [. . . ]. Porque es de tal naturaleza que, diferida,
languidece y muere; manifestada, se enciende más y más (CASIANO, Colaciones,16,27).

3079 A tu paso debes dejar el buen aroma de Cristoóbonus odor Christió: tu sonrisa habitual, tu calma
serena, tu buen humor y tu alegría, tu caridad y tu comprensión. Debes asemejarte a Jesús que pertransiit
benefaciendo, que pasó haciendo el bien.

Quienes no conocen la mansedumbre de Cristo dejan tras de si una polvareda de descontento, una estela
de animosidad y de dolorosas amarguras, una secuela de heridas sin cicatrizar; un coro de lamentos y una
cantidad de corazones cerrados, por un tiempo más o menos largo, a la acción de la gracia y la confianza
en la bondad de los hombres. (S. CANALS. Ascética meditada, p. 73).

3080 Como el hombre encolerizado jamás tiene por injusto su enojo, alimenta su ira con muchos falsos
juicios. De lo dicho se infiere que vale más aprender a no enfadarse que intentar enfadarse con moderación
y prudencia; y por si por imperfección o flaqueza nos sorprende la ira, más vale rechazarla al instante que
entrar con ella en capitulaciones, pues, por poco lugar que se le dé, se apodera de la plaza y hace como la
serpiente, que donde entra la cabeza fácilmente entra todo el cuerpo (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd.
a la vida devota, III,8).

3081 Pero conviene no forjarnos ilusiones. La paz de nuestro espiritu no depende del buen carácter y
benevolencia de los demás. Ese carácter bueno y esa benignidad de nuestros prójimos no están sometidos
en modo alguno a nuestro poder y a nuestro arbitrio. Esto seria absurdo. Sino que la tranquilidad de nuestro
corazón depende de nosotros mismos. El evitar los efectos ridículos de la ira debe estar en nosotros y no
supeditarlo a la manera de ser de los demás. El poder superar la cólera no ha de depender de la perfección
ajena, sino de nuestra virtud (CAS1ANO, Instituciones,8,17).

3082 Al despachar a sus hermanos de Egipto, el santo y famoso patriarca José, para que se restituyesen a
la casa de su padre, sólo les hizo este encargo: No os enojéis por el camií?O. Y pues esta miserable vida es
camino de la bienaventurada, lo mismo te digo: no nos enojemos en el camino unos contra otros;
caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y
sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al
enojo (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,8).

3083 Recuerdo que, cuando vivía yo en el desierto, disponia de una caña para escribir, que, a mi parecer,
era o demásiado gruesa o demásiado fina; tenia también un cuchillo, cuyo filo, embotado sobremanera,
apenas si podía cortar; un sílex cuya chispa no brotaba lo bastante prontamente para satisfacer mi afán de
leer en seguida; y entonces sentía yo nacer en mí tales oleadas de indignación, que no podía menos de
proferir maldiciones, ora contra estos objetos insensibles, ora contra el mismo Satanás.

Ello es una prueba fehaciente de que de poco sirve no tener a nadie con quien enojarnos, si no hemos
alcanzado antes la paciencia. Nuestra ira se desencadenará incluso contra las cosas inanimadas, a falta de
alguien que pueda sufrir el golpe (CASIANO, Instituciones,8,17).

JESÚS

Citas de la Sagrada Escritura

1. Nombres

Cordero de Dios: Jn 1,29-36. Alfa y Omega: Ap 1,8. Nuestro abogado: 1Jn 2,1. El que ha sido, el que es y el
que será: Ap 1,8. Cristo Señor: Lc 2,11. Emmanuel: Mt 1,23. Hijo de Dios: Lc 1,35. Hijo del Altísimo: Lc 1,32.
Hijo de David: Lc 1,32. Hijo del hombre: Jn 1,51. Jesucristo: Mt 16,20; Rm 1,3.
-365 -

El Justo: 1Jn 2,1. La Luz: Jn 1,8. El único Maestro: Mt 23,8. Mesías: Jn 1,41. Nuestro Señor: Rm 1,3. Buen
Pastor: Jn 10,14. Padre de familia: Lc 13,25. Maestro: Jn 20,16. Resurrección y Vida: Jn 11,25. Rey: Jn
18,37; Mt 2,2. Cabeza del cuerpo de la Iglesia: Col 1,18. Salvador del mundo: Jn 4,42. Señor de la
gloria:1Co 2,8. Sacerdote Eterno: He 5,6. Sumo Sacerdote: He 3,1. Cordero Inmaculado: 1P 1. Cordero
Inmolado: Ap 5,6.

Autor de la vida y de la salud: He 2,10.

Consolacibn de Israel: Lc 2,25.

Hijo de Dios vivo: Mt 16,16; 11,27.

Hijo Unigénito del Padre: Jn 1,14.

Gloria de Israel: Lc 2,32.

Imagen de Dios: 2Co 4,4; Col 1,15.

Luz del mundo: Jn 8,12.

Mediador: 1Tm 2,9.

Pan de Dios, Pan de vida: Jn 6,33-35.

Piedra angular: Mt 21,42.

Camino, Verdad y Vida: Jn 14,6.

2. Vida de unión con Dios Padre.

Jesús tiene la vida unida al Padre, por quien vive: Jn 6,58; Jn 5,26-27.

Está en el Padre y el Padre en El; por eso, quien le ve a El, ve también al Padre: Jn 14,9-10,20.

Hace siempre lo que es deseo del Padre: Jn 14,31.

Juzga según oye al Padre, por eso su juicio es justo, porque no busca hacer su voluntad sino la del que le
envió: Jn 5,30.

Está siempre con el Padre y hace siempre lo que agrada al Padre: Jn 8,29.

3. Vida de oración

Se retiraba de madrugada a un lugar solitario para orar: Mc 1,35.

En la soledad hacia sus oraciones: Lc 5,16; 9,18; 11,1; Mt 26,36; 14,23.

Ora antes de elegir a los Apóstoles: Lc 6,12.

Elevaba sus afectos a Dios, en todos sus actos más importantes:

- al resucitar a Lázaro: Jn 11,41,42.

- en la multiplicación de los panes: Jn 6, ll; Mt 14,19.

- al instituir la Eucaristía: Mc 14,23; Lc 22,19.

Ora con perseverancia durante la agonía en el huerto: Lc 22,40-45

4. Sentimientos interiores de Jesús

Se anonadó tomando forma de siervo: Ph 2,7.


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No vino a ser servido, sino a servir y dar su vida por nuestra redención: Mt 20,28.

Es modelo de mansedumbre y humildad: Mt 11,29.

Se compadecía de las muchedumbres, viéndolas como ovejas sin pastor: Mt 9,36; 14,16; 15,32.

Se compadece de los enfermos: Mc 1,41.

De la viuda de Naím: Lc 7,13.

Al ver la tristeza de las hermanas de Lázaro: Jn 11,35-36.

Se compadece de la adúltera: Jn 8,11.

De la caida de Pedro: Lc 22,61.

Del buen ladrón: Lc 23. 43.

Del mismo Judas, llamándole amigo: Mt 26,49-50.

Pedía perdón por los que le crucificaban: Lc 23,34.

Nos ama como le ama a El el Padre, y nos pide correspondencia: Jn 15,9.

Nos amó hasta el extremo: Jn 13,1.

Hasta darnos la mayor prueba, dando su vida por nosotros: Jn 15,13.

Quiere que nos amemos mutuamente como El nos ha amado: Jn 13,34.

Llama amigos a sus discípulos, como prueba de amor: Jn 15,15.

5. Relaciones de Jesús

a) Con los pobres

Nuestro Señor, modelo de pobreza: 2Co 8,9.

La Santísima Virgen reclina al Niño Jesús en un pesebre: Lc 2,7.

Huida de la Sagrada Familia a Egipto, y su estancia allí en medio de privaciones y pobreza: Mt 2,14-22.

Pobreza de los Apóstoles: 1Co 4,11-13; 9,12-13; 2Co 11,27.

Nuestro Señor y sus Apóstoles padecen hambre: Mt 12,1; 21,19.

No tenían dinero para pagar los impuestos: Mt 17,23-26.

Bienaventurados los pobres: Mt 5,3; Jc 2,3.

Nuestro Señor se gloria de evangelizar a los pobres: Mt 11,5; Lc 4,18.

Nuestro Señor no quiere la inquietud por el día de mañana: Mt 6,25-34

b) Con los ricos

José Nicodemo se entrevista con Jesús: Jn 3,1-29.

Nicodemo y José de Arimatea se declaran discípulos de Jesús y ungen su Cuerpo: Mt 27,57-60.

Los Magos adoran a Jesús: Mt 2,1-2.


-367 -

Fe y humildad del Centurión: Mt 8,5-13; 7,1-10.

Lázaro, Marta y Maria, amigos de Jesús: Jn 11,11-44.

Jesús quiere hospedarse en casa de Zaqueo: Lc 19,1-10.

Jesús arroja del Templo por dos veces a los mercaderes que intentaban enriquecerse: Jn 11,14-17; Mt
11,11.

El rico de la parábola se condenó por haber empleado mal sus bienes: Lc 16,19-31.

El primer anatema de Jesús fue contra los malos ricos: Lc 6,24-25; Jc 5,1-7.

c) Con los afligidos y enfermos

Jesús llora sobre Jerusalén: Lc 19,41.

Se compadece de las almas que yacen como ovejas sin pastor: Mt 10,36-38.

Se compadece de Marta y Maria, y resucita a Lázaro: Jn 11,20-37.

Se compadece de Jairo, cuya hija acaba de morir: Mt 9,18-26; Mc 5,22-43; Lc 8,41-46.

Se compadece de la viuda de Naím, a quien dijo: "No llores más": Lc 7,11-17.

Se olvida de si mismo, y dice a unas piadosas mujeres: "No lloréis por Mi": Lc 23,28.

Lleno de compasión, dice a los afligidos: Venid a Mi todos los que andáis agobiados con trabajos y cargas,
que yo os aliviaré. Mt 11,28.

¡ Bienaventurados los que lloran! Mt 5,5.

Salia de El una virtud que curaba a cuantos se le acercaban. Lc 6,19.

La virtud del Señor se manifestaba curando a los enfermos: Lc 5,17.

En Cafarnaúm imponia sobre ellos las manos y los curaba: Mt 8,16; Mc 1,32-34; Lc 4,40-41.

Antes de multiplicar los panes y los peces curó a todos los que le presentaron: Mt 15,30; Jn 6,2.

En la primera Pascua que estuvo en Jerusalén creyeron en El a causa de las curaciones que hacia: Jn
11,23.

El domingo de ramos, en el atrio del Templo, curó también a cojos y a ciegos: Mt 21,14.

d) Con los pecadores

Ha venido para salvar las ovejas perdidas de la casa de Israel: Mt 15,24.

No ha venido por los justos, sino por los pecadores: Mt 9,13; Mc 11,17; Lc 5,32.

Hay más alegría en el cielo por la conversión de un solo pecador que por la perseverancia de noventa y
nueve justos: Lc 15,7.

Parábolas de Nuestro Señor sobre el perdón de los pecadores: la oveja perdida: Mt 18,12-14; Lc 15,3-7; la
dracma perdida, Lc 15,8-10; el hijo pródigo, Lc 15,11-31.

Otorga muchas veces su perdón:

a la Samaritana, Jn 4,7-29.
-368 -

al paralítico de Catarnaúm: Mc 11,5-11.

al publicano Mateo: Mc 11,14-27; Lc 5,27-32.

a Maria Magdalena: Lc 7,37-50.

a la mujer adúltera: Jn 8,3- 11.

a Zaqueo: Lc 19,1-10.

a Pedro cuando le negó: Lc 22,61.

a sus verdugos: Lc 23,34.

al buen ladrón: Lc 23,42-43.

6. Promesas

A los pobres: Mt 5,30; Lc 6,20.

A los mansos: Mt 5,4.

A los que lloran: Mt 5,5; Lc 6,21.

A los que tienen hambre y sed de justicia: Mt 5,6.

A los hambrientos: Lc 6,21.

A los misericordiosos: Mt 5,7.

A los limpios de corazón: Mt 5,8.

A los pacificos: Mt 5,9.

A los que sufren persecuciones por la justicia: Mt 5,10.

A los que sufren persecuciones por su amor: Mt 5,11; Lc 6,22-23.

A los gentiles: Mt 8,11.

Los gentiles oirán la voz del Buen Pastor: Jn 10,16.

Jesús envia sus Apóstoles en busca de las ovejas perdidas: Mt 10,6.

El mismo quiere poner sobre sus hombros la oveja perdida: Lc 15,4-6.

7. Maestro

Vino para predicar el Evangelio: Mc 1,38.

Enseñaba en las sinagogas: Lc 4,15.

Recorría las ciudades y aldeas para enseñar el Evangelio: Mt 9,35.

Vino sobre todo para evangelizar a los pobres: Mt 11,5; Lc 4,18.

Enseñó con sus palabras y con sus ejemplos: Jn 13,15; Ac 1,1.

Vino para enseñar la Verdad: Jn 18,34-37.

Nos dio a conocer al verdadero Dios: 1Jn 5,20.


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Manifestó el nombre de Dios a sus discípulos: Jn 17,6.

Enseñó el camino de Dios según la pura verdad: Lc 20,21.

Todos sus oyentes admiraban su doctrina: Lc 4,22.

Jamás hombre alguno habló como El: Jn 7,46.

Sus palabras son espiritu y vida: Jn 6,64.

Su doctrina es la de su Padre: Jn 7,16.

Tiene palabras de vida eterna: Jn 6,69.

Busca la gloria del Padre: Jn 7,16-18.

Su palabra nos hará libres, si la . ponemos en práctica: Jn 8,31-32.

Su Evangelio es la espada que separa sus fieles de los demás hombres: Mt 10,34.

Habla de muchas cosas por medio de parábolas: Mt 13,3.

8 Jesucristo, Rey

No temas, Maria [. . . ], sábete que has de concebir en tu seno y parirás un Hijo, a quien pondrás por
nombre Jesús [. . . ], al cual el Señor Dios dará el trono de su padre David y reinará en la casa de Jacob
eternamente y su reino no tendrá fin. Lc 1,31-33.

Replicóle Pilato: ¿Con que tú eres Rey? Respondió Jesús: Asi es como tú dices: yo soy Rey. Jn 28,37; Lc
23,3.

Yo os preparo el reino como mi Padre me lo preparó a mi, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino.
Lc 22,29-30.

9. Principales parábolas

Parábola de la casa bien o mal fundada: Mt 7,24-27; Lc 6,47-49.

Del sembrador: Mt 13,1-23; Mc 4,1-20; Lc 8,4-15.

De la buena semilla y de la cizaña: Mt 13,24-30.

Del grano de mostaza: Mt 13,31-32; Mc 4,30-32; Lc 13,18-19.

De la levadura: Mt 13,33; Lc 13,20-21.

Del padre de familia: Mt 13,51 -52.

Acerca de lo que mancha o no mancha: Mt 15,10-20.

Del tesoro oculto: Mt 13,44.

De la perla preciosa: Mt 13,45-46.

De la red: Mt 13,47-50.

De los obreros llamados a trabajar en la viña del Padre: Mt 20,1-16.

Del padre de familia que debe velar: Mt 24,42-44; Mc 13,33-35; Lc 12,35-38.

Del servidor fiel y prudente, y del servidor malo: Mt 24,43-51; Mc 13,33-37; Lc 12,39-40.
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De la lámpara: Lc 8,16-18; Mt 4,21-22.

De la medida: Mc 4,24-25.

Del grano de trigo que crece solo: Mt 4,26-29.

De los niños caprichosos: Mt 11,16-19; Lc 7,31-35.

Del buen samaritano: Lc 10,30-37.

Del intendente: Lc 12,41-48; Mt 24,45-51.

Del siervo despiadado: Mt 18,23-35.

Del huésped nocturno: Lc 11,5 -8.

Del rico insensato: Lc 12,16-20.

De la higuera estéril: Lc 13,6-9.

De los invitados al banquete: Lc 14,16-24.

De la oveja perdida: Lc 15,3-7.

De la dracma perdida: Lc 15,8-10.

Del hijo pródigo: Lc 15,11-32.

Del mayordomo infiel: Lc 16,1-13.

De los jornaleros enviados a la viña: Mt 20,1-16.

Del mal rico y del pobre Lázaro: Lc 16,19-31.

Del juez inicuo y la viuda: Lc 18,1-8.

Del fariseo y el publicano: Lc 18,9-15.

De las diez minas: Lc 19,11-27; Mt 25,14-30.

De los hijos enviados a la viña: Mt 21,28-32.

De los viñadores homicidas: Mt 21,33-46; Mc 12,1-9; Lc 20,9-17.

De las bodas reales: Mt 22,1-14; repetición de la parábola de los convidados al festín: Lc 14,16-24.

De las diez vírgenes: Mt 25,1-13.

De los talentos: Mt 25,14-30; repetición de la parábola de las minas: Lc 19,11-27.

Del Buen Pastor: Jn 10,1-11.

Nuestro Señor debió de exponer otras muchas parábolas (Mt 13,34 Mc 4,33-34), que no han sido
conservadas.

10. Milagros

(Ver MILAGRO).

Verdadero Dios y verdadero hombre


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3084 No es diverso de quien lo engendra, y tiene igual poder que El. No se confunde con el Padre ni forma
con El un ser compuesto. Y porque es distinto del Padre en la generación, es también hermano tuyo éste
que rige con su cetro al Universo y señorea con igual autoridad al Cielo, a la tierra y a los mares (SAN
AMBROSIO, Sobre las vírgenes,3,2).

3085 ¿Qué felicidad más segura que la nuestra, siendo así que quien ora con nosotros es el que da lo que
pide? Porque Cristo es hombre y Dios; como hombre, pide; como Dios, otorga (SAN AGUSTIN, Sermón
217).

3086 El mismo Dios verdadero es también hombre verdadero, y en El, con toda verdad, se unen la
pequeñez del hombre y la grandeza de Dios.

[. . . ] Cada una de las dos naturalezas realiza sus actos propios en comunión con la otra [. . . ]. La misma y
única persona, no nos cansaremos de repetirlo, es verdaderamente Hijo de Dios y verdaderamente Hiio del
hombre (SAN LEÓN MAGNO, Carta 28,3-4).

3087 Cada vez que los actores imitan la conducta de otros, aunque reproduzcan a la perfección su modo de
actuar y de comportarse, ellos no son los personajes representados. En realidad, sirviéndome de términos
profanos, cuando un actor hace el papel de un sacerdote o de un rey, él no es ni sacerdote ni rey; terminada
la representación teatral, cesa de existir también el personaje representado.

Lejos de nosotros este impío e ignominioso insulto hacia Cristo [. . . ]. La fe católica, en cambio, afirma que
el Verbo de Dios se hizo hombre hasta el punto de asumir todo lo que pertenece a nuestra naturaleza, y no
por vía de ficción o de apariencia, sino de una manera real y sustancial. Los actos humanos que llevaba a
cabo eran actos suyos propios, y no imitación de actos de otro; su actuar era expresión de su ser. Como
cuando nosotros hablamos, conocemos, vivimos, existimos, no imitamos a los hombres, sino que somos
realmente tales (SAN V!CENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 14).

3088 La fe católica enseña y exige que debemos reconocer en nuestro Salvador dos naturalezas: aunque
cada una conserva sus propiedades, están unidas ambas en una tan perfecta unidad que nosotros, desde el
momento en que el Verbo se hizo carne en el seno de la bienaventurada Virgen por amor al género
humano, no podemos pensar en la divinidad sin lo que es hombre, ni tampoco en el hombre sin lo que es
Dios (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 52).

3089 En la persona de Cristo hay una doble naturaleza: es Hijo de Dios e Hijo del hombre, pero un solo
Señor. Porque si ha asumido la condición de siervo ha sido movido por su misericordia y de ningún modo
forzado por la ley de la necesidad. Por virtud de su poder se ha hecho paciente, se ha hecho mortal y, para
destruir el poder que detentaba el pecado y la muerte, la naturaleza humana, con su debilidad,se abrazó al
sufrimiento sin que la naturaleza divina, con su fuerza, perdiese nada de su gloria (SAN LEÓN MAGNO,
Sermón 45 sobre la Cuaresma).

3090 Estaba sobre la Naturaleza. Tenia poder sobre ella. Esto es lo que hacia a los hombres maravillarse.
Marineros experimentados pueden hacer uso de los vientos y de las olas para llegar a tierra. Más aún,
incluso en medio de una tormenta saben cómo aprovecharse de ella, conocen lo que tienen que hacer, y
están a la observación para sacar provecho de todo lo que ocurre. Pero Nuestro Señor no condescendió a
hacer esto. No les instruyó de cómo manejar las velas, ni de cómo gobernar la embarcación, sino que se
dirigió directamente a los vientos y a las olas y los paró, obligándoles a hacer lo que era contra su
naturaleza (CARD. J. H. NEWMAN Sermón en el Dom. I V después de Epifania; Cat. S. Cháud 1848).

3091 Dios no ha comenzado nunca a ser cuerpo, ni el cuerpo cesará en ningún momento de ser tal. El
ejemplo de la naturaleza humana puede darnos alguna luz al respecto. Cada hombre está compuesto de
alma y cuerpo, y así será siempre, y nunca sucederá que el cuerpo se cambie en alma o el alma en cuerpo.
Puesto que cada hombre vivirá para siempre en lo sucesivo, en cada uno permanecerá necesariamente
siempre la diferencia en las dos sustancias. Asi también en Cristo, la propiedad característica de cada
sustancia persistirá por toda la eternidad, quedando siempre a salvo la unidad de persona (SAN V!CENTE
-372 -

DE LERINS, Conmonitorio, n. 13).

3092 Aunque hizo suya nuestra misma debilidad, no por esto se hizo participe de nuestros pecados.

Tomó la condición de esclavo, pero libre de la malicia del pecado, ennobleciendo nuestra humanidad sin
mermar su divinidad, porque aquel anonadamiento suyo [. . . ] fue una dignación de su misericordia, no una
falta de poder. Por tanto, el mismo que, permaneciendo en su condición divina, hizo al hombre, es el mismo
que se hace él mismo hombre, tomando la condición de esclavo (SAN LEÓN MAGNO, Carta 28,3-4).

3093 Hombre verdadero, Dios verdadero; Dios y hombre: Cristo total. Esta es la fe católica [. . . ]; quien
ambos términos confiesa, es católico. Este tiene una patria y un camino [. . . ]. El es la patria a donde
vamos, El es el camino por donde vamos. Vayamos por El a El y no nos extraviemos (SAN AGUST IN,
Sermón 93).

3094 [. . . ] en cuanto Dios, estar sentado a la derecha del Padre significa ser de la misma categoría que
Este; en cuanto hombre, quiere decir tener la absoluta prceminencia (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo,6,1.
c. , p. 80).

3095 Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha. No se da la preferencia porque se sienta a la


derecha, ni sufre menoscabo porque se le manda; no hay grado de dignidad donde está la plenitud de la
divinidad (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea vol. Vl, p. 389).

3096 Llama a este libro el libro de la generación, porque toda la economía de la gracia y la raíz de todos los
bienes está en que Dios se ha hecho hombre; una vez verificado esto, lo demás se sigue como una
consecuencia lógica (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,2).

3097 La Iglesia adora una sola divinidad en la plenitud de la Trinidad, y la igualdad de la Trinidad en una
única y misma majestad; profesa un solo Cristo Jesús, no dos; el cual es igualmente Dios y hombre. Cree
que en El hay una sola persona, pero dos sustancias; dos sustancias, pero una sola persona (SAN
V1CENTE DE LERINS Conmonitorio, n. 13).

3098 Aunque nació de virgen en el tiempo y como hombre según la carne, es, sin embargo, eterna su
generación, porque lo engendró el Padre antes de que las cosas fueran hechas; y así, habiendo recibido de
su madre la vida corporal, en la cual depende de ella, permanece no obstante unido al Padre por la virtud
divina (SAN AMBROSíO, Sobre las vírgenes,3,2).

3099 Todos los errores de los herejes acerca de Cristo se pueden reducir a tres clases: los concernientes a
su divinidad, a su humanidad, o a ambas a la vez (SAN AGUSTIN, Sobre las hereitas. 8).

3100 El Creador del tiempo nació en el tiempo, y Aquel por quien fueron hechas todas las cosas empezó a
contarse entre las creaturas (SAN LEÓN MAGNO, Carta 31,2-3).

3101 Dirás: ¿Cómo ha venido la luz a todos por medio de uno solo? ¿De qué manera está la divinidad en la
carne? Como el fuego en el hierro: no desplazándose sino comunicándose. En efecto, el fuego no se lanza
hacia el hierro, sino que, permaneciendo en su lugar, le comunica su propia fuerza. Con lo cual él no ha
quedado disminuido en nada sino que llena enteramente al hierro al que se comunica. De la misma manera,
Dios, el Verbo, que puso su morada entre nosotros (Jn I,14), no salió fuera de sí mismo; el Verbo que se
hico carne no quedó sometido al cambio; el cielo no se vio privado de aquel que lo contenía y la tierra
recibió en su propio seno al que está en los cielos (SAN BASILIO, Hom. para el Nacimiento de Cristo,2,6).

3102 El que es Dios verdadero nace como hombre verdadero, sin que falte nada a la integridad de su
-373 -

naturaleza humana, conservando la totalidad de la esencia que le es propia y asumiendo la totalidad de


nuestra esencia humana. Y al decir nuestra esencia humana, nos referimos a la que fue plasmada en
nosotros por el Creador, y que él asume para restaurarla (SAN LEÓN MAGNO, Carta 28,3-4).

Redentor del mundo y de cada hombre. Ver no. 4556-4566.

En Cristo lo encontramos todo. En El tenemos todos los ideales

3103 El Redentor del hombre, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia (JUAN PABLO II, Enc.
Redemptor hominis,1).

3104 El que halla a Jesús, halla un tesoro bueno, y de verdad bueno sobre todo bien. Y el que pierde a
Jesús pierde muy mucho y más que todo el mundo. Paupérrimo el que vive sin Jesús y riquísimo el que está
con Jesús (Imitación de Cristo,11,8,2).

3105 El tesoro. Imaginad el gozo inmenso del afortunado que lo encuentra. Se terminaron las estrecheces,
las angustias. Vende todo lo que posee y compra aquel campo. Todo su corazón lote allí: donde esconde su
riqueza (cfr. Mt 6,21). Nuestro tesoro es Cristo; no nos debe importar echar por la borda todo lo que sea
estorbo, para poder seguirle (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,254).

3106 Tu corazón, Jesús, es el rico tesoro, la piedra preciosa que hemos descubierto en tu cuerpo herido,
como en campo cavado (SAN BUENAVENTURA, Vitis Mystica,3,3).

3107 (El nombre de Jesús es) "refugio de los penitentes, bandera de los que combaten, medicina de los que
desfallecen, consuelo de los que sufren, honor de los creyentes, esplendor de los evangelizadores, mérito
de los que trabajan, ayuda de los inconstantes, aliento de los que meditan, satisfacción de los que oran,
deleite de los contemplativos, gloria de los que triunfan". Es la explicación que da fray Bernardino a los doce
rayos áureos que en las tablillas circundan el "trigramma" IHS (SAN BERNAR[INO, Sermón 49, sobre el
glorioso nombre de Jesucristo).

3108 Por El anhela quien repite sus palabras y las medita en su interior. Hablemos siempre de El. Si
hablamos de sabiduria, El es la Sabiduría; si de virtud, El es la Virtud; si de justicia, El es la Justicia; si de
paz, El es la Paz; si de la verdad, de la vida, de la redención, El es todo esto (SAN AMBROSIO Coment.
sobre el Salmo 36).

3109 Escucha quién es el que le pide de beber. Jesús le respondió: Si conocieses el don de Dios y quién es
el que te dice: "Dame de beber", seguro que se la pedirias tú a él, y él te daria agua viva. Pide de beber y
promete una bebida. Se presenta como quien está necesitado, y tiene en abundancia para saciar a los
demás (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan 15,10-12).

3110 Considera lo más hermoso y grande de la tierra. . . , lo que place al entendimiento y las otras
potencias. . . , y lo que es recreo de la carne y de los sentidos. . . Y el mundo, y los otros mundos, que brillan
en la noche: el Universo entero. Y eso, junto con todas las locuras del corazón satisfechas. . . , nada vale, es
nada y menos que nada, al lado de ¡este Dios mío! ó¡tuyo!ó, tesoro infinito, margarita preciosisima,
humillado, hecho esclavo, anonadado con forma de siervo en el portal donde quiso nacer, en el taller de
José, en la Pasión y en la muerte ignominiosa. . . y en la locura de Amor de la Sagrada Eucaristía (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 432).

3111 Si tú buscas descanso y ganancia en los hombres, muchas veces sentirás daño. Mas si en todo
buscas a Jesús, muy de verdad hallarás a Jesús. Y si te buscas a ti mismo, también te hallarás; mas será
para tu mal. Por cierto, más se daña el hombre a si mismo que todo el mundo y todos sus enemigos le
pueden dañar (Imitación de Cristo, Il,7,4).
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3112 ¡Ah!, si amáis tanto una gota de agua, ¿qué será la misma fuente? (SAN AGUSTIN, Sermón 253,
sobre el "alleluia").

3113 Todo lo tenemos en Cristo; todo es Cristo para nosotros. Si quieres curar tus heridas, El es médico. Si
estás ardiendo de fiebre, El es manantial. Si estás oprimido por la iniquidad, El es justicia. Si tienes
necesidad de ayuda, El es fuerza. Si temes la muerte, El es vida. Si deseas el cielo, El es el camino. Si
refugio de las tinieblas, El es luz. Si buscas manjar, El es alimento (SAN AMBROSIO, Sobre la
virginidad,16,99).

3114 Y antes que los astros, inmortal e inmenso, Cristo brilla más que el sol sobre todos los seres. Por ello,
para nosotros que creemos en El, se instaura un día de luz largo, eterno, que no se acaba: la Pascua
maravillosa, prodigio de la virtud divina y obra del poder divino, fiesta verdadera y memorial eterno,
impasibilidad que dimana de la Pasión e inmortalidad que fluye de la muerte. Vida que nace de la tumba y
curación que brota de la llaga, resurrección que se origina de la caida y ascensión que surge del descenso
(SAN HIPÓLITO, Hom. de Pascua).

3115 Este árbol es para mi una planta de salvación eterna; de él me alimento, de él me sacio. Por sus raíces
me enraizo y por sus ramas me extiendo, su rocío me regocija y su espiritu como viento delicioso me
fertiliza. A su sombra he alzado mi tienda, y huyendo de los grandes calores allí encuentro un abrigo lleno de
rocio. Sus hojas son mi follaje, sus frutos mis perfectas delicias, y yo gozo libremente sus frutos, que me
estaban reservados desde el principio. El es en el hambre mi alimento, en la sed mi fuente, y mi vestido es
la desnudez, porque sus hojas son espíritu de vida: lejos de mi desde ahora las hojas de la higuera. Cuando
temo a Dios, él es mi protección; y cuando vacilo, mi apoyo; cuando combato, mi premio; y cuando triunfo,
mi trofeo. Es para mi el sendero estrecho y el sendero angosto (SAN HIPÓLITO, Hom. de Pascua).

3116 Donde no está Jesús, se encuentran pleitos y guerras; pero donde está presente, allí todo es
serenidad y paz (OR¡GENES, en Catena Aurea, vol. lll, p. 360).

Camino, Verdad y Vida

3117 Si buscas por dónde ir, sigue a Cristo, porque es el camino [. . . ]. Y es mejor caer en el camino que
correr fuera de él. Porque quien cae en el camino, por poco que avance, algo se acerca al término; quien en
cambio anda fuera de él, cuanto más corra más se aleja del término (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S.
Juan,14).

3118 Dos son las cosas que el hombre principalmente desea: en . primer lugar el conocimiento de la verdad,
que le es propio; y en segundo lugar, la continuación de su ser, que es común en todas las cosas. Ahora
bien, Cristo es el camino para llegar al conocimiento de la verdad, ya que él mismo es la Verdad [. . . ]. Y es
el camino para llegar a la vida, al mismo tiempo que él mismo es la vida (SANTO TOMÁS, Coment. Evang.
S. Juan,14).

3119 Cristo mismo es el camino, y por eso dice: Yo soy el camino. Cosa que es fácil de entender, pues por
él tenemos acceso al Padre. Pero como este camino no se halla distante del término, sino unido a él, añade:
la verdad y la v¿da, con lo que es al mismo tiempo el camino y su término. El camino por su humanidad, el
término por su divinidad. Y por eso dice ramo hombre: Yo soy el camino; y añade como Dios: la verdad y la
vida. Expresiones con las que se designa convenientemente el término de este camino (SANTO TOMAS,
Coment. Evang. S. Juan,14).

3120 Fuera de El no hallarás la vida verdadera, ya que El es la única fuente de vida verdadera; fuera de El
no hallarás sino muerte y destrucción. El ha de ser el único principio de toda tu actividad y de todas tus
energías; debes vivir de El y por El, para que en sí se cumplan aquellas palabras: Ninguno de nosotros vive
para si y ninguno muere para si. Que si vivimos, vivimos para el Señor; y si morimos, para el Señor morimos
(SAN JUAN EUDES. Trat. sobre ei Corazón de Jesús,1,5).
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3121 Fíjate que el Señor dice en primer lugar: Yo soy el camino. Antes de decirte a dónde, te indica por
dónde: Yo soy ódiceóel camino. ¿El camino hacia dónde? La verdad y la vida. Primero dice por dónde has
de ir, luego a dónde has de ir. Yo soy el camino, yo soy la verdad, yo soy la vida. Permaneciendo junto al
Padre, es verdad y vida; haciéndose hombre, se hizo camino (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,34,8-9).

3122 Unete a Cristo, si quieres vivir seguro; es imposible que te desvíes, porque El es el camino. Por esto,
los que a El se unen no van descaminados, sino que van por el camino recto. Tampoco pueden verse
engañados, ya que El es la Verdad y enseña la verdad completa, pues dice: Yo para esto nací, y para esto
vine al mundo: para declarar, como testigo, en favor de la verdad. Tampoco pueden verse decepcionados,
ya que él es la Vida y dador de vida, tal como dice: Yo he venido para que tengan vida, y que la tengan en
abandancia (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,14).

3123 Cristo se ha hecho para nosotros camino, y ¿podremos así perder la esperanza de llegar? Este
camino no puede tener fin, no se puede cortar, no lo pueden corroer la lluvia ni los diluvios, ni puede ser
asaltado por los ladrones. Camina seguro en Cristo, camina; no tropieces, no caigas, no mires atrás, no te
detengas en el camino, no te apartes de él. Con tal que cuides esto, habrás llegado (SAN AGUST;N,
Sermón 170, ll).

3124 Fijaos que en la conclusión de las oraciones decimos: "Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo"; en
cambio, nunca decimos: "Por el Espíritu Santo". Esta práctica universal de la Iglesia tiene su explicación en
aquel misterio, según el cual, el mediador entre Dios y los hombres es Cristo Jesús (SAN FULGENCIO DE
RUSPE, Carta 14,36-37).

3125 No bastó a Dios indicarnos el camino por medio de su Hijo; quiso que él mismo fuera el camino, para
que, bajo su dirección, tú caminaras por él (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 109).

3126 Jamás daremos gracias suficientemente por este don, en virtud del cual Cristo se ha convertido en
"nuestro compañero de camino", ha hecho con nosotros su camino, como nos recuerda el Evangelio [. . . ].
En medio de las sombras que a veces parecen condensarse sobre la humanidad, sobre la convivencia
social, sobre la civilización misma del hombre, también nosotros pedimos, impelidos por el impulso del
Espíritu: Quédate con nosotros, Señor, porque atardece (Lc 24,29). Sólo Cristo es nuestra salvación,
nuestra paz, nuestra alegría (JUAN PABLO II, Regina Coeli,3-V-1981).

3127 Y yo buscaba el camino para adquirir un vigor que me hiciara capaz de gozar de ti, y no lo encontraba,
hasta que me abracé al mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también él, el cual está
por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos, que me llamaba y me decía: Yo soy el camino, la
verdad y la vida (SAN AGUSTIN, Confesiones,7, lO-18).

Es la luz del mundo

3128 Si el poder de los apóstoles era tan grande, comprendemos por qué Zaqueo, al oír que pasaba el
Señor Jesús, subió a un árbol, ya que era pequeño de estatura. Vio a Cristo y encontró la luz, lo vio y él, que
antes se apoderaba de lo ajeno, empezó a dar lo que era suyo (SAN AMBROSIO, Coment. al Salmo 43).

3129 Cristo es la luz eterna de las almas, ya que para esto lo envió el Padre al mundo, para que, iluminados
por su rostro,podamos esperar las cosas eternas y celestiales, nosotros que antes nos hallábamos
impedidos por la oscuridad de este mundo (SAN AMBROSIO, Coment. al Salmo 43).

3130 Quédate con nosotros, porque nos rodean en el alma las tinieblas y sólo Tú eres luz, sólo Tú puedes
calmar esta ansia que nos consume. Porque entre las cosas hermosas, honestas, no ignoramos cuál es la
primera: poseer siempre a Dios (SAN GREGORIO NACIANCENO, Epístola 212).
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3131 El Señor dice: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz
de la vida. Esta breve sentencia contiene un mandato y una promesa. Cumplamos, pues, lo que nos manda,
y así tendremos derecho a esperar lo que nos promete (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,34).

3132 Jesucristo sale al encuentro del hombre de toda época, también de nuestra época, con las mismas
palabras: Conoceréis la verdad y la verdad os librará (Jn 8,32) (JUAN PAsLo II, Enc. Redemptor
hominis,12).

3133 El salió del seno de la Virgen como el sol naciente, para iluminar con su luz todo el orbe de la tierra
(SAN AMBROso Coment. al Salmo 18).

Sin El nada podemos. Con El desaparecen todos los obstáculos

3134 El no necesitó de nosotros para salvarnos, nosotros sin él nada podemos hacer; él a nosotros, sus
sarmientos, se nos dio como vid, nosotros, separados de él, no podemos tener vida (SAN AGUSTIN, Trat.
Evang. S. Juan,84).

3135 El es el Señor de la naturaleza y puede todo cuanto quiere, puesto que hace y dispone todas las cosas
gobernando las riendas de la vida y de la muerte (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. V, p.
50).

3136 Cuando Jesús está presente todo es bueno, no hay cosa difícil; mas cuando está ausente todo es
duro. Cuando Jesús no habla de dentro, muy vil es la consolación; más si Jesús habla una sola palabra,
gran consolación se siente (Imitación de Cristo, II,8,1).

3137 El se anticipó a sanarnos, y continuará interviniendo después para que alcancemos nuestro desarrollo;
se adelantó para llamarnos, y nos seguirá hasta que logremos la gloria; previno las cosas para que vivamos
piadosamente, porque sin El nada podemos (SAN AGUSTIN, Sobre la naturaleza y la gracia,30,35).

3138 Y como les había hecho encargos de gran importancia, queriendo animarlos les dice: Y mirad que yo
estoy con vosotros todos los días, hasta la consumación de los siglos (Mt 28,28). Como diciendo: no digáis
que es difícil cumplir lo que se os manda, porque estoy con vosotros, que todo lo hago fácil. Y no dijo que
estaria solo con ellos, sino con todos los que creyeron después de ellos [. . . ], ya que los Apóstoles no iban
a vivir hasta el final de los tiempos (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,91).

3139 Habiéndose separado Jesús un poco de sus discípulos, no pudieron velar siquiera una hora en su
ausencia; por cuya razón debemos rogar que no se separe de nosotros el Salvador, ni aun por poco tiempo
(ORiGENES, Trat. sobre Ev. S. Mateo,33).

Jesucristo es hoy el mismo que ayer. "No es una figura que pasó"

3140 Jesús es el camino. El ha dejado sobre este mundo las huellas limpias de sus pasos, señales
indelebles que ni el desgaste de los años ni la perfidia del enemigo han logrado borrar. Iesus Christus herí,
et hodie; ipse et in saecula (He 13,8). ¡Cuánto me gusta recordarlo!: Jesucristo, el mismo que fue ayer para
los Apóstoles y las gentes que le buscaban, vive hoy para nosotros, y vivirá por los siglos. Somos los
hombres los que a veces no alcanzamos a descubrir su rostro, perennemente actual, porque miramos con
ojos cansados o turbios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,127).

3141 Jesucristo es el mismo hoy que ayer, y para siempre; es decir, que se trata de un misterio siempre
nuevo, que ninguna comprensión humana puede hacer que envejezca (SAN MAXIMO, Centuria 1)
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3142 Cristo vive, también como hombre, con aquel mismo cuerpo que asumió en la Encarnación, que
resucitó después de la Cruz y subsiste glorificado en la Persona del Verbo juntamente con su alma humana.
Cristo, Dios y Hombre verdadero, vive y reina y es el Señor del mundo. Sólo por El se mantiene en vida todo
lo que vive (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,180).

Es el Buen Pastor, que cuida de cada uno de los suyas

3143 ¡ Jerusalén, Jerusalén. . . ! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos. . . ! Esta doble exclamación es
propia del que se compadece, y del que ama mucho (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,75).

3144 Todos los buenos pastores son, en realidad, como miembros del único pastor, y forman una sola cosa
con El. Cuando ellos apacientan es Cristo quien apacienta (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

3145 De nadie puede decirse que sea puerta; esta cualidad Cristo se la reservó para si; el oficio, en cambio,
de pastor lo dio también a otros y quiso que lo tuvieran sus miembros; por ello, Pedro fue Pastor y pastores
fueron también los otros apóstoles, y son pastores todos los buenos obispos. Os daréódice la
Escrituraópastores conforme a mi corazón. Pero aunque los prelados de la Iglesia, que también son hijos,
sean todos llamados pastores, sin embargo el Señor dice en singular: Yo soy el buen pastor; con ello quiere
estimularlos a la caridad, insinuándoles que nadie puede ser buen pastor si no llega a ser una sola cosa con
Cristo por la caridad y se convierte en miembro del verdadero pastor (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S.
Juan,10,3).

3146 Cristo es, en efecto, quien apacienta su rebaño; él es el único pastor que lo apacienta en medio de los
demás buenos pastores, que lo hacen por delegación suya (SAN AGUSTÍN, Sermón 47, sobre las ovejas).

3147 Cuando encuentra la oveja que se habla apartado de las otras cien, errante por los montes y colinas,
la devuelve al redil, no a golpes y con amenazas ni agotándola de fatiga, sino que, lleno de compasión, la
carga sobre sus hombros y la vuelve al grupo de las demás. Por esto también clamaba: Venid a mi todos los
que andais rendidos y agobiados, que yo os daré descanso (SAN M¡XIMO, Carta 11).

"Pasó haciendo el bien"

3148 Y en esto (en la maldición de la higuera) encontramos una prueba de la bondad de Jesucristo; porque
cuando quiso mostrar la salvación, ejerció su poderío sobre los cuerpos de los hombres [. . . ]; pero ahora
que va a declarar la manera como tratará a los contumaces, lo da a conocer a través de la maldición de un
árbol. Por esto sigue: nunca jamás nazca fruto de ti (SAN HILARIO, en Catena Aurea, vol. lll, p. 23).

3149 No vino a la higuera (cfr. Mt 21,18-22) porque tuviera hambre, sino por sus discípulos; porque en todas
partes hacia el bien y en ninguna mortificaba a nadie; y conviniendo dar a conocer su poder de castigar, no
quiso, sin embargo, demostrarlo en los hombres, sino en la higuera. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom.
sobre S. Mateo,68).

3150 Muchas veces he ido a buscar la definición, la biografia de Jesús en la Escritura. La encontré leyendo
que, con dos palabras, la hace el Espíritu Santo: Pertransiit benefaciendo (Ac 10,38). Todos los dias de
Jesucristo en la tierra, desde su nacimiento hasta su muerte, fueron así: pertransit benefaciendo, los llenó
haciendo el bien. Y en otro lugar recoge la Escritura: bene omnia fecit (Mc 7,37): todo lo acabó bien, terminó
todas las cosas bien, no hizo más que el bien (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,16).

3151 La llegada del Salvador es el alejamiento de todo temor (SAN GREGORIO DE NISA, Hom. para el día
del Nacimiento del Señor).
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3152 Se hizo hombre por los hombres, y se manifestó a ellos lleno de humildad y mansedumbre; no quiso
castigar a los pecadores, sino atraerlos hacia si; quiso primeramente corregir con mansedumbre, para tener
en el día del juicio a quién salvar (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).

Es Médico, y cura todas nuestras enfermedades

3153 Eliseo, observando lo que dice la Ley, no salió y tocó a Naamán, sino que lo envió al Jordán para que
allí se lavase. El Señor demuestra aquí (en la curación del leproso) que no obra como siervo, sino que,
como Dios, toca y cura: la mano no se vuelve inmunda por haber tocado la lepra, sino que, por el contrario,
el cuerpo del leproso se vuelve limpio al simple contacto de una mano santa. El Señor no había venido
solamente a curar los cuerpos, sino también a guiar las almas por el camino de la verdadera sabiduria (SAN
JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,26).

3154 Se curarán todas tus enfermedades. "Pero es que son muchas", dirás. Más poderoso es el Médico.
Para el Médico omnipotente no hay enfermedad insanable; tú déjate sólo curar, ponte en sus manos (SAN
AGUSTIN, Coment. al Salmo 102).

3155 "Abrid de par en par vuestras puertas a Cristo". ¿Qué teméis? Tened confianza en El. Arriesgaos a
seguirlo. Eso exige evidentemente que salgáis de vosotros mismos, de vuestros razonamientos, de vuestra
"prudencia", de vuestra indiferencia, de vuestra suficiencia, de costumbres no cristianas que habéis quizá
adquirido. Si; esto pide renuncias, una conversión, que primeramente debéis atreveros a desear, pedirla en
la oración y comenzar a practicar. Dejad que Cristo sea para vosotros el camino, la verdad y la vida. Dejad
que sea vuestra salvación y vuestra felicidad. Dejad que ocupe toda vuestra vida para alcanzar con El todas
sus dimensiones, para que todas vuestras relaciones, actividades, sentimientos, pensamientos sean
integrados en El o, por decirlo así, sean "cristificados". Yo os deseo que con Cristo reconozcáis a Dios como
el principio y fin de vuestra existencia (JUAN PABLO II, En Montmartre,1 -VI- 1 980).

3156 Ninguna otra causa impulsó más a Cristo a venir al mundo que salvar a los pecadores. Si se suprimen
las enfermedades y las heridas, la medicina no tiene razón de ser. Si, pues, un gran médico bajó del cielo,
es porque había un gran enfermo que curar, todo el mundo (SAN AGUSTIN, Sermón 175)

3157 ¡Ay de mi, Señor! ¡Ten misericordia de mi! [. . . ]. Yo no te oculto mis llagas. Tú eres médico, y yo estoy
enfermo; tú eres misericordioso, y yo soy miserable (SAN AGUSTIN, Confesiones,10).

3158 En verdad que no todos ven, ni todos andan bien; sólo los que entienden que de nadie sino de Cristo
necesitan para curarse, y se acercan al Verbo de Dios, sanan (ORIGENES, en CatenaAurea, vol. lll, pp. 18-
19).

3159 Porque así como aplicamos calor o frío al enfermo según la orden del médico, para curarle, buscando
la salud en diversas medicinas, sin apartarnos un punto de su mandato, antes obedeciéndole ciegamente,
como quien espera de sus manos la vida, así hemos de entender de nuestro médico, que es Cristo, que lo
que El manda es vida, y en desobedecerlo está nuestra mayor enfermedad (SAN AMBROSIO, Sobre las
vírgenes,3,24).

Busca a todos y espera con paciencia que volvamos

3160 (Jesucristo) tiene sed de nuestra sed (SAN GREGORIO MAGNO, Sobre el Bautismo,40,27).

3161 Al ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: Porque si conociaras tú. . . Todo esto hizo una vez cuando
anunció que la ciudad había de ser destruida. Esto mismo hace continuamente nuestro Redentor por sus
elegidos, cuando ve que algunos de ellos se pasan de la vida honesta a las costumbres reprobables (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 39 sobre los Evang. ).
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3162 Volvimos la espalda ante el rostro de Aquel cuyas palabras despreciamos, cuyos preceptos
conculcamos; pero aun estando a nuestra espalda nos vuelve a llamar El, que se ve despreciado y clama
por medio de sus preceptos y nos espera con paciencia (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los
Evang. ).

3163 Y para que en el mismo nacimiento de Cristo se hallase figurado esto (la universalidad), se dio a
conocer a todas las condiciones de hombres; pues, como dice S. Agustín en su sermón de Epifanía: "los
pastores eran israelitas; los magos, gentiles. Aquellos eran cercanos, éstos vinieron de lejos. Unos y otros
acuden como a la piedra angular" (Sermón 202). Hubo también entre ellos otra diversidad: que los Magos
eran sabios y poderosos, los pastores sencillos y de humilde condición. También se manifestó a los justos,
como eran Simeón y Ana, y a los gentiles, como los Magos. Se manifestó también a los varones y a las
mujeres óa Anaópara indicar por aquí que ninguna condición quedaba excluida de la salud de Cristo
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica,3, q. 36, a. 3).

3164 Ahora, cuando baja del monte, le siguen muchas turbas que no habían podido subir al monte, porque
aquellos a quienes oprime el peso de la culpa no pueden subir al conocimiento de la sublimidad de los
misterios. Bajando el Señor, esto es, inclinándose hacia la enfermedad e impotencia de los demás y
compadeciéndose de su imperfección o enfermedad, le siguieron numerosas turbas: unos atraidos por el
amor, la mayor parte por la doctrina, y algunos porque los curaba y se cuidaba de ellos (ORIGENES, en
Catena Aurea, vol. l, pp. 463-464).

Nunca abandona

3165 Si destierras de ti a Jesús y lo pierdes, ¿a dónde irás?, ¿a quién buscarás por amigo? Sin amigo no
puedes vivir mucho; y si no fuere Jesús tu especialisimo amigo, estarás muy triste y desconsolado (Imitación
de Cristo,11,8,3).

3166 Podemos decir que el Señor viaja con aquellos que viven dentro de la fe [. . . ], y estará con nosotros
(en este mundo) hasta que saliendo de nuestros cuerpos nos reunamos con El en el cielo (ORIGENES, Trat.
sobre S. Mateo,33).

3167 Con tan buen amigo presenteónuestro Señor Jesucristoó, con tan buen capitán, que se puso en lo
primero en el padecer, todo se puede sufrir. El ayuda y da esfuerzo, nunca falta, es amigo verdadero
(SANTA TERESA, V¿da,22,6-7).

3168 Bajó del cielo para estar cerca de los atribulados, para estar con nosotros en la tribulación (SAN
BERNARDO, Sermón 17).

Es Maestro, y nos enseña el camino del cielo

3169 Pues juntaos junto a este buen Maestro y muy determinadas a aprender lo que os enseña, que Su
Majestad hará que no dejéis de salir buenas discípulas ni os dejará si no le dejáis (SANTA TERESA,
Camino de perfecc¿ón,26,9).

3170 El madero en que están fijos los miembros del hombre que muere, es también la cátedra del maestro
que enseña (SAN AGUST[N, Trat. Evang. S. Juan, l l 9,2).

3171 Es Maestro de una ciencia que sólo El posee: la del amor sin limites a Dios y, en Dios, a todos los
hombres. Er la escuela de Cristo se aprende que nuestra existencia no nos pertenece [. . . ]. (J. ESCRIVA
DE BAEAGUER, Es Cristo que pasa,93).
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Su carga no es pesada

3172 Cualquier otra carga te oprime y abruma, mas la carga de Cristo te alivia del pcso. Cualquier otra
carga tiene pcso, pero la de Cristo tiene alas. Si a un pájaro le quitas las alas, parece que le alivias del peso;
pero cuanto más le quites este peso, tanto más le atas a la tierra. Ves en el suelo al que quisiste aliviar de
un peso; restitúyele el peso de sus alas y verás cómo vuela (SAN AGUSTIN, Sermón 126).

3173 Venid, no para rendir cuentas, sino para ser librados de vuestros pecados; venid [. . . ]. No temáis al oir
hablar de yugo, porque es suave; no temáis si hablo de carga, porque es ligera (SAN JUAN CRISOSTOMO,
Hom. sobre S. Mateo,37,2).

Humildad de Jesús. Ver no. 2907-2921.

"Buscar a Cristo, encontrarle, tratarle, amarle"

3174 Un auténtico cristiano no puede oir el nombre de Cristo sin emoción (CARD. NEWMAN, Sermón del
Dom. Il de Cuaresma: mundo y pecado).

3175 En este esfuerzo por identificarse con Cristo, he distinguido como cuatro escalones: buscarle,
encontrarle, tratarle, amarle. Quizá comprendais que estáis como en la primera etapa. Buscadlo con
hambre, buscadlo en vosotros mismos con todas vuestras fuerzas. Si obráis con este empeño, me atrevo a
garantizar que ya lo habéis encontrado, y que habéis comenzado a tratarlo y a amarlo, y a tener vuestra
conversación en los cielos (cfr. Ph 3,20) (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,300).

3176 ¿Qué otra cosa podía deciros mejor que ésta? ¡Aprended a conocer a Cristo y dejaos conocer por El!
El conoce a cada uno de vosotros de modo especial. No es conocimiento que suscite oposición y rebelión,
una ciencia ante la cual sea necesario huir para salvaguardar el propio misterio interior. No es una ciencia
compuesta de hipótesis, que reduce al hombre a las dimensiones socioculturales. La suya es una ciencia
llena de sencilla verdad sobre el hombre y, sobre todo, llena de amor. Someteos a esta ciencia, sencilla y
llena de amor, del Buen Pastor. Estad seguros de que El conoce a cada uno de vosotros más que cuanto
cada uno de vosotros se conoce a si mismo (JUAN PABLO II, Hom. Cracovia 8-VI-1979).

3177 Mirad que no está aguardando otra cosa [. . . ] sino que lo miremos; como le quisiérades le hallaréis.
Tiene en tanto que le volvamos a mirar, que no quedará por diligencia suya (SANTA TERESA, Camino de
perfección,26,3).

3178 Temer es propio del que no quiere ir a Cristo. No querer ir a Cristo es propio de quien no cree que con
Cristo va a empezar a reinar (SAN CIPRIANO, Sobre la mortalidad,2).

3179 Asi la gloria del Salvador aparece todavía más admirable cuando, después de haber privado a los
hombres de una presencia sensible que les inspiraba un respeto tan profundo, la fe pierde sus dudas, la
esperanza sus timideces, la caridad sus tibiezas. Es, sin duda, la fuerza de las almas grandes y el efecto de
la luz quien ilumina a las almas de los fieles, para creer sin dudar lo que ecapa a los sentidos y para elevar
todos los deseos de sus corazones hacia un lugar que la mirada no puede alcanzar (SAN LEÓN MAGNO,
Sermón 72, sobre la Ascensión del Señor).

3180 Penetremos en el corazón humilde de Jesús. La puerta es el costado abierto por la lanza. Aquí está
escondido el tesoro inefable y deseable de la caridad; aquí se encuentra la devoción, se obtiene la gracia
del arrepentimiento, se aprende la mansedumbre y la paciencia en las adversidades, la compasión con los
afligidos; y, sobre todo, aquí se halla un corazón contrito y humillado (SAN BUENAVENTURA, Vitis
mystica,24,3).
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3181 El Padre y yo vendremos a fijar en él nuestra morada. Que cuando venga encuentre, pues, tu puerta
abierta. Abrele tu alma para que pueda contemplar en ella riquezas de rectitud, tesoros de paz, suavidad de
gracia [. . . ]. Si cierras la puerta de tu alma, dejas afuera a Cristo. Aunque tiene poder para entrar, no quiere
sin embargo ser inoportuno, no quiere obligar a la fuerza (SAN AMBROSIO, Coment. al Salmo 18).

3182 Aunque nos separemos ahora unos de otros, procuremos no separarnos de El (SAN AGUSTIN, Trat.
sobre Evang. S. Juan,35).

3183 Muestra una rama verde a una oveja y verás cómo atraes a la oveja; enséñale nueces a un niño y
verás cómo lo atraes también y viene corriendo hacia el lugar a donde es atraido; es atraído por el amor, es
atraído sin que se violente su cuerpo, es atraído por aquello que desea. Si, pues, estos objetos, que no son
más que deleites y aficiones terrenas, atraen, por su simple contemplación, a los que tales cosas aman,
porque es cierto que "cada cual va en pos de su apetito", ¿no va a atraernos Cristo revelado por el Padre?
¿Qué otra cosa desea nuestra alma con más vehemencia que la verdad? ¿De qué otra cosa el hombre está
más hambriento? (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,26).

3184 [. . . ] no nos debemos mirar tanto a nosotros mismos cuanto a Dios, y en El debemos encontrar ese
"suplemento" de energía que nos falta. ¿Acaso no es ésta la invitación que hemos escuchado de labios de
Cristo: Venid a mitodos los que estuis fatigados y cargados, que yo os aliviaré (Mt 11,28)? Es El la luz capaz
de iluminar las tinieblas en que se debate nuestra inteligencia limitada; El es la fuerza que puede dar vigor a
nuestras flacas voluntades; El es el calor capaz de derretir el hielo de nuestros egoísmos y devolver el ardor
a nuestros corazones cansados (JUAN PABLO II, Hom. 21-1-1980).

3185 ¿Qué es lo que nos ha prometido? Seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es. La lengua
ha expresado lo que ha podido; lo restante ha de ser meditado en el corazón. En comparación de aquel que
es, ¿qué puede decir el mismo Juan? ¿Y qué podremos decir nosotros, que tan lejos estamos de igualar
sus méritos?Volvamos, pues, a aquella unión de Cristo, a aquella unión que nos enseña desde dentro lo que
nosotros no podemos expresar, y, ya que por ahora nos es imposible la visión, sea nuestra tarea el deseo
(SAN AGusTiN, Trat. sobre la l. a carta de S. Juan,4).

3186 Barred la mala levadura, vieja y agriada, y transformaos en la levadura nueva que es Jesucristo. Que
El sea la sal que os guarde a todos de la corrupción, pues por vuestro olor se os juzgará (SAN IGNACIO DE
ANTIOQU;A, Epist. a los Magnesios).

3187 Si el alma llegara a levantar los ojos hasta su cabeza, que es Cristo [. . . ], seria realmente feliz por la
penetración de su visión, al poner sus ojos donde el mal no puede oscurecerlos (SAN GREGORIO DE
NISA, Homilía 5).

3188 Tocó delicadamente el ruedo del manto, se acercó con fe, creyó y supo que había sido sanada. . . Asi
nosotros, si queremos ser salvados, toquemos con fe el vestido de Cristo (SAN AMBROSIO, Trat. sobre el
Evang. de S. Lucas 6,56).

Conocer bien su vida a través del Santo Evangelio

3189 El cielo y la tierra, por su naturaleza de cosas creadas, no son necesariamente inmutables, de manera
que pueden no existir; sin embargo las palabras de Cristo, que tienen origen en la eternidad, poseen tal
fuerza y poder que permanecen para siempre (SAN H1LARIO, Coment. sobre San MateO,26).

3190 No basta con tener una idea general del espiritu de Jesús, sino que hay que aprender de El detalles y
actitudes. Y, sobre todo, hay que contemplar su paso por la tierra, sus huellas, para sacar de ahí fuerza, luz,
serenidad, paz. Cuando se ama a una persona se desean saber hasta los más mínimos detalles de su
existencia, de su carácter, para así identificarse con ella. Por eso hemos de meditar la historia de Cristo,
desde su nacimiento en un pesebre, hasta su muerte y su resurrección [. . . ]. Porque hace falta que la
-382 -

conozcamos bien (la vida de Jesús), que la tengamos toda entera en la cabeza y en el corazón, de modo
que, en cualquier momento, sin necesidad de ningún libro, cerrando los ojos, podamos contemplarla como
en una película; de forma que, en las diversas situaciones de nuestra conducta, acudan a la memoria las
palabras y los hechos del Señor (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,107).

3191 Acaece que muchos, aunque a menudo oigan el Evangelio, gustan poco de él, porque no tienen el
espiritu de Cristo. El que quiera, pues, experimentar todo el sabor de las palabras de Cristo, conviene que
procure conformar con él toda su vida (Imitación de Cristo,1,1,2).

3192 Desconocer la Escritura es desconocer a Cristo (SAN JERÓNIMO, Coment. sobre Isaías).

La Humanidad Santísima de Cristo, camino hacia el Padre

3193 Y veo yo claro, y he visto después, que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes,
quiere que sea por manos de esta Humanidad sacratisima, en quien dijo Su Majestad se deleita (SANTA
TERESA, Vida,22).

3194 Ir por medio del Verbo hecho carne al Verbo que era en principio con Dios (SAN AGUSTjN, Trat.
Evang. S. Juan,13,14).

3195 Este, pues, es buen tiempo para que nos enseñe nuestro Maestro, para que le oigamos y besemos los
pies porque nos quiso enseñar, y le supliquéis no se vaya de con nosotros.

Si esto habéis de pedir mirando a una imagen de Cristo, bobería me parece dejar la misma persona por
mirar el dibujo. ¿No lo sería si tuviéramos un retrato de una persona que quisiésemos mucho y la misma
persona nos viniese a ver, dejar de hablar con ella y tener toda la conversación con el retrato? ¿Sabéis para
cuándo es bueno y caso en que yo me deleito mucho?: para cuando está ausente la misma persona y
quiere darnos a entender que lo está con muchas sequedades, es gran regalo ver una imagen de quien con
tanta razón amamos. A cada parte que volviesemos los ojos la querría ver (SANTA TERESA, Camino de
perfección,34,10-11).

3196 Al admirar y al amar de veras la Humanidad Santísima de Jesús, descubriremos una a una sus Llagas.
Y en esos tiempos de purgación pasiva, penosos, fuertes, de lágrimas dulces y amargas que procuramos
esconder, necesitaremos meternos dentro de cada una de aquellas Santísimas Heridas: para purificarnos,
para gozarnos con esa Sangre redentora, para fortalecernos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios,302).

3197 De tal manera tomó el Hijo de Dios al hombre pasible, que la divinidad permaneció impasible: padeció
el Hijo de Dios (no de una manera supuesta, sino real) todo aquello que atestigua la Sagrada Escritura,
según aquello en lo que podía padecer, a saber, en cuanto a la naturaleza que tomó (SAN JERONIMO, en
Catena Aurea, vol. III, p. 306).

3198 Pues ya andaba mi alma cansada y, aunque quería, no la dejaban descansar las ruines costumbres
que tenía. Acaecióme que, entrando un día en el oratorio, vi una imagen que habían traído allí a guardar,
que se había buscado para cierta fiesta que se hacia en casa. Era de Cristo muy llagado, y tan devota que,
mirándole, toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que
sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía, y arrojéme
cabe El con grandisimo derramamiento de lágrirnas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no
ofenderle (SANTA TERESA, Vida,9,1).

3199 Nos narran los Evangelios que Jesús no tenía dónde reclinar su cabeza, pero nos cuentan también
que tenía amigos queridos y de confianza, deseosos de acogerlo en su casa. Y nos hablan de su compasión
por los enfermos, de su dolor por los que ignoran y yerran, de su enfado ante la hipocresia. Jesús llora por
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la muerte de Lázaro, se airo con los mercaderes que profanan el templo, deja que se enternezca su corazón
ante el dolor de la viuda de Naím.

Cada uno de esos gestos humanos es gesto de Dios. En Cristo habita toda la plenitud de la divinidad
corporalmente (Col 2,9). Cristo es Dios hecho hombre, hombre perfecto, hombre entero. Y, en lo humano,
nos da a conocer la divinidad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,108-109).

3200 Al llorar al amigo (Lázaro), manifestó la comunidad de naturaleza con nosotros; y al propio tiempo nos
libró de caer en el exceso por una u otra parte, no permitiendo que nos afligiésemos demásiado ante las
adversidades, ni que tampoco fuésemos completamente insensibles ante la desgracia (SAN BASILIO, Hom.
sobre la alegrfa).

Jesucristo es el modelo

3201 Seguir a Cristo: éste es el secreto. Acompañarle tan de cerca, que vivamos con El, como aquellos
primeros doce; tan de cerca, que con El nos identifiquemos. No tardaremos en afirmar, cuando no hayamos
puesto obstáculos a la gracia, que nos hemos revestido de Nuetro Señor Jesucristo (cfr. Rm 13,14). Se
refleja el Señor en nuestra conducta, como en un espejo. Si el espejo es como debe ser, recogerá el
semblante amabilísimo de nuestro Salvador sin desfigurarlo, sin caricaturas: y los demás tendrán la
posibilidad de admirarlo, de seguirlo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,299).

3202 Fue considerado El mismo como carpintero, y fabricó obras de este oficio (yugos y arados) mientras
estaba entre los hombres, enseñando por ellas los símbolos de la justicia y lo que es una vida de trabajo
(JUSTINO, Diálogo con Trifón,88,8).

3203 No puede vivir con Cristo el que prefiere imitar a Judas y no a Cristo (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la
oración).

3204 Por mucho que te humilles, jamás podrás llegar tan bajo como llegó tu Señor (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,65).

3205 Supongamos a un arquitecto que deseara construir en el espacio la bóveda de un ábside. Debe trazar
toda la circunferencia partiendo de un punto clave: el centro. Guiándose por esta norma infalible, ha de
calcular luego la exacta redondez y el diseño de la estructura.

Quien intentara llevar a feliz término la obra haciendo caso omiso de este punto céntrico, por más que
presuma de su destreza y de su ingenio es imposible que pueda obtener una forma regular y sin defecto
[. . . ]. Para ello necesita referirse constantemente al modelo, que le permitirá conocer la exactitud de las
medidas. Con esta luz le será fácil entonces determinar con precisión el contorno interior y exterior de la
obra. Así es como un solo punto se convierte en la clave fundamental de una construcción imponente
(CAS1ANO, Colaciones,24).

3206 Cristo se sometió a la circuncisión en el tiempo en que estaba vigente y así su obra se nos ofrece
como ejemplo que imitar, para que observemos las cosas que en nuestro tiempo están preceptuadas
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica,3, q. 37, a. 1).

3207 Cristo, a quien el universo está sujeto, estaba sujeto a los suyos (SAN AGUSTIN, Sermón 51).

El reino de Cristo

3208 Verdad y justicia; paz y gozo en el Espíritu Santo. Eso es el reino de Cristo: la acción divina que salva
a los hombres y que culminará cuando la historia acabe, y el Señor, que se sienta en lo más alto del
paraíso, venga a juzgar definitivamente a los hombres (J. que pasa,180).
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3209 El Señor viene con fortaleza y en su mano tiene el reino, la potestad y el imperio (SAN JERÓNIMO,
Coment. Evang. S. Mateo,3,19).

3210 (Venga a nosotros tu reino). Puede suceder también que el mismo Cristo sea el reino de Dios que
todos los dias deseamos que venga, y cuyo advenimiento mueve nuestro deseo, apenas el pensamiento
nos lo representa (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. 1p 358).

3211 ¿Qué es el advenimiento de Cristo? La liberación de la esclavitud, el principio de la libertad, el honor


de la adopción filial, la fuente de la remisión de los pecados y la vida verdaderamente inmortal para todos
(SAN HIPÓLITO, Hom. de Pascua).

3212 Cristo no era Rey de Israel para imponer tributos, ni para tener ejércitos armados y guerrear
visiblemente contra sus enemigos; era Rey de Israel para gobernar las almas, para dar consejos de vida
eterna, para conducir al reino de los cielos a quienes estaban llenos de fe, de esperanza y de amor (SAN
AGUST¡N, Trat. Evang. de San Juan,51,4).

3213 Posee Cristo la soberanía sobre todas las criaturas, no arrancada por fuerza ni quitada por nadie, sino
en virtud de su misma esencia y naturaleza (SAN CIR!LO DE ALEJANDRiA, Coment. sobre San Lucas,10).

Santa Maria, Madre de Dios. Ver también no. 5408-5419.

3214 El único nacimiento digno de Dios era el procedente de la Virgen; asimismo, la dignidad de la Virgen
demandaba que quien naciera de ella no fuere otro que el mismo Dios. Por esto el Hacedor del hombre, al
hacerse hombre, naciendo de la raza humana, tuvo que elegir, mejor dicho,que formar para sí, entre todas,
una madre tal cual él sabia que había de serle conveniente y agradable (SAN BERNARDO, Hom. sobre la
Virgen Madre,2).

3215 [. . . ] Al modo como usamos comúnmente la expresión: madre de un sacerdote o madre de un obispo,
no porque estas mujeres hayan engendrado a un presbítero o a un obispo, sino porque han puesto en el
mundo hombres que después se han hecho sacerdotes u obispos. No en este sentido, repito, Maria
Santísima es Madre de Dios, sino, como se ha dicho antes, porque en su sagrado seno se realizó el misterio
sacrosanto por el cual, en razón de una particular y única unidad de persona, el Verbo es carne en la carne,
y el hombre es Dios en Dios (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. IS).

JUICIO

Citas de la Sagrada Escritura

1. Juicio particular

Está decretado a los hombres morir una sola vez, y después el juicio. He 9,27.

Cada uno de nosotros ha de dar cuenta a Dios de sí mismo. Rm 14,12.

Es forzoso que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba el pago debido a
las buenas o malas obras que haya hecho mientras ha estado revestido de su cuerpo. 2Co 5,10.

2. Juicio fánal

Cuando venga el Hijo del hombre [. . . ] hará comparecer ante El a todas las naciones, y separará a unos de
los otros. Mt 25,31-32; Mc 13,26-27; Lc 21,36.

En el día de la resurrección, cuando el Hijo del hombre se siente en el solio de su majestad, vosotros
también os sentaréis sobre doce sillas y juzgaréis a las doce tribus de Israel. Mt 19,28.
-385 -

Jesús nos mandó que predicásemos y testificásemos al pueblo que El es el que está constituido por Dios
juez de vivos y muertos. Ac 10,42.

No queráis sentenciar antes de tiempo hasta que venga el Señor, el cual sacará a plena luz lo que está en
los escondrijos de las tinieblas, y descubrirá las intenciones de los corazones. 1Co 4,5.

Los gentiles darán también cuenta a Aquel que tiene dispuesto juzgar a los vivos y a los muertos. 1P 4,5.

Vi un gran solio reluciente y a uno (Jesucristo) sentado en él [. . . ] Y vi a los muertos, grandes y pequeños,
estar delante del trono y abriéronse los libros; y abrióse también el libro de la vida: y fueron juzgados los
muertos por las cosas escritas en los libros [. . . ], y se dio a cada uno sentencia según sus obras. Ap 20,11-
13.

Nos juzgará Jesucristo, a quien hemos procurado servir durante toda nuestra vida

3216 "Me hizo gracia que hable usted de la "cuenta" que le pedirá Nuestro Señor. No, para ustedes no será
Juez en el sentido austero de la palabraósino simplemente Jesús". Esta frase, escrita por un Obispo santo,
que ha consolado más de un corazón atribulado, bien puede consolar el tuyo (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 168).

3217 Plegue a Su Majestad que nos le dé a entender antes que nos saque desta vida, porque será gran
cosa a la hora de la muerte ver que vamos a ser juzgadas de quien habemos amado sobre todas las cosas.
Seguras podemos ir con el pleito de nuestras deudas. No será ir a tierra extraña, sino propia; pues es a la
de quien tanto amamos y nos ama (SANTA TERESA, Camino de perfección,40,8).

3218 Cuando venga nuestro Señor Jesucristo sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas, y pondrá al
descubierto las intenciones del corazón, y vendrá a cada uno su alabanza de parte de Dios. Entonces, con
la presencia de este día ya no tendremos necesidad de lámparas; no será necesario que se nos lean los
libros proféticos ni los escritos del Apóstol; ya no tendremos que indagar el testimonio de Juan, y el mismo
Evangelio dejará de sernos necesario. Ya no tendrán razan de ser todas las Escrituras, que en la noche de
este mundo se nos encendían a modo de lámparas, para que no quedásemos en tinieblas (SAN AGUSTIN,
Trat. Evang. S. Juan,35,8-9).

3219 En verdad os digo que no os conozco (Mt 25,12). Conoce el Señor a los suyos, y el que no le conoce
será desconocido (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 323).

El verdadero valor de las cosas a la luz del juicio

3220 Por el poder divino se hará que a cada uno se le representen en su memoria todas sus obras (buenas
y malas) (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. lll, p. 248).

3221 Bienaventurados los que mueren en el Señor, pues sus obras les siguen (Ap 14). Las buenas obras
nos siguen, las malas nos siguen; y ninguna otra cosa tiene valor, ninguna otra cosa es más que broza. El
torbellino y la danza de los asuntos mundanos no es sino como el torbellino de la broza y el polvo, del cual
nada resulta. Dura en el dia, pero no se le encuentra a la noche. Y, sin embargo, cuántas almas inmortales
gastan su vida en nada mejor que aturdirse en este torbellino de ideas politicas, de partido, de opiniones
religiosas o de cómo ganar dinero, de todo lo cual nunca puede resultar nada (CARD. J. H. NEWMAN,
Sermón para el Domingo de Septuagésima: el juicio).

3222 Aunque tengas padres o hijos o amigo o alguien que pudiera interceder por ti, sólo te aprovechan tus
hechos. Asi es este juicio: se juzga sólo lo que has hecho (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre la Epist.
a los Gálatas,2-8).
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3223 Ciertamente, el día del juicio no nos preguntarán qué leimos, sino qué hicimos; ni lo bien que
hablamos, sino lo honestamente que vivimos. Dime: ¿Dónde están ahora todos aquellos señores y
maestros que tú conociste cuando florecían en los estudios? Ya poseen otros sus rentas y, por ventura, de
ellos no se tiene memoria; en su vida algo parecian, mas ya no hay de ellos memoria (Imitación de Cristo,
I,3,5)

Cada uno será juzgado en el estado en que muera.

Vigilancia

3224 . . . Cada cual ha de ser juzgado en el estado en que salga de este mundo; y por esto ha de velar todo
cristiano, para que la llegada del Señor no le encuentre desprevenido (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea vol.
III, p. 202).

3225 "Ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos", rezamos en el Credo. Ojalá no me pierdas de vista
ese juicio y esa justicia y. . . a ese Juez (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 745).

3226 La caridad, por tanto, es la fuente y el origen de todo bien, la mejor defensa, el camino que lleva al
cielo. El que camina en la caridad no puede errar ni temer, porque ella es guia, protección, camino seguro.
Por esto, hermanos, ya que Cristo ha colocado la escalera de la caridad, por la que todo cristiano puede
subir al cielo, aferraos a esta pura caridad, practicadla unos con otros y subid por ella cada vez más arriba
(SAN FULGENCIO DE RUSPE, Sermón 3,1-3).

"Te examinarán en el amor". El juicio y la caridad

3227 A la tarde te examinarán en el amor. Aprende a amar a Dios como Dios quiere ser amado y deja tu
propia condición (SAN JUAN DE LA CRUZ, Avisos y sentencias, n. 57).

3228 Cuanto más ames más subirás (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 83,10).

3229 El bienaventurado S. Juan Evangelista, al final de sus dias, cuando moraba en Efeso y apenas podía ir
a la Iglesia sino en brazos de sus discípulos, y no podía decir muchas palabras seguidas en voz alta, no
solia hacer otra exhortación que ésta:ó"Hijitos, amaos unos a otros". Finalmente, sus discípulos y los
hermanos que le escuchaban, aburridos de oírle siempre lo mismo, le preguntaron: Maestro, ¿por qué
siempre nos dices esto? Y les respondió con una frase digna de Juan: Porque éste es el precepto del Señor
y su solo cumplimiento es más que suficiente (SAN JERÓNIMO, Coment. sobre la Epístola a los
Gálatas,3,6).

3230 Es de notar que la bienaventuranza se otorga en proporción a la caridad y no en proporción a


cualquier otra virtud (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad,1. c. ,204).

Sólo llevamos las propias obras. Desprendimiento

3231 Ved cómo pesa todo cuanto hacéis cada dia; queráis o no, os aproximáis más al juicio; el tiempo no
perdona. ¿Por qué, pues, se ama lo que se ha de abandonar? ¿Por qué no se hace caso del fin a donde se
ha de llegar? (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 15 sobre los Evang. ).

3232 Somos actores en escena. Nadie se crea rey ni rico, porque al final del acto nos encontraremos todo
pobreza (SAN JUAN CRITOMO, Hom. sobre Lázaro,2,3).

Se juzgará la correspondencia a las gracias recibidas. Responsabilidad


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3233 Cuando venga el juez exigirá a cada uno de nosotros tanto cuanto nos dio (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 9 sobre los Evang. ).

3234 Mirad que ya está cerca la vuelta del que se fue lejos, porque aunque parece haberse alejado mucho
quien se marchó lejos de esta tierra en que nació, vuelve en seguida a pedir la cuenta [. . . ] (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).

3235 Aquel hombre de talento que inclinó su voluntad al pecado en vano pedirá misericordia, porque
cometió el pecado sin excusa, separándose de la voluntad divina por su malicia; pero el hombre rústico e
ignorante la implorará con más razón a su juez (SAN CIR1LO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. ll4).

3236 No se juzgan las cosas del mismo modo en todos, sino que a conocimiento mayor corresponde mayor
responsabilidad (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 114).

El juicio y la rectitud de intención

3237 Las lámparas de las vírgenes fatuas se apagan, porque sus obras, que aparecían claras
exteriormente, a los hombres, quedarán oscurecidas interiormente a la venida del juez. No hallarán
retribución de Dios, porque recibieron por ellas de los hombres las alabanzas que desearon (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang. ).

3238 Acudirán a declarar testigos infalibles, a saber, las propias conciencias de los hombres (SANTO
TOMÁS, Sobre el Credo,1. c. , p. 86).

3239 En la vida presente puede ocultarse a los hombres lo que se hace interiormente; pero vendrá
ciertamente el juez a quien no podrá ocultarse nada con callar, a quien no podrá engañarse negando (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

No valdrán las excusas en el juicio. Conocimiento propio; examen

3240 Cuando lleguemos a la presencia de Dios, se nos preguntarán dos cosas: si estábamos en la Iglesia y
si trabajábamos en la Iglesia. Todo lo demás no tiene valor. Si hemos sido ricos o pobres, si nos hemos
ilustrado o no, si hemos sido dichosos o desgraciados, si hemos estado enfermos o sanos, si hemos tenido
buen nombre o malo (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo de Septuagésima: el juicio.

3241 Concurrirán también (al juicio universal) todos los ángeles, para dar testimonio ellos mismos del
ministerio que ejercieron por orden de Dios para la salvación de cada hombre (SAN JUAN CRISÓSTOMO,
en Catena Aurea, vol. lll, p. 238).

3242 Ahora, mientras te dedicas al mal, llegas a considerarte bueno, porque no te tomas la molestia de
mirarte. Reprendes a los otros y no te fijas en ti mismo. Acusas a los demás y a ti no te examinas. Les
colocas a ellos delante de tus ojos y a ti te pones a tu espalda. Pues cuando me llegue a mi el turno de
argüirte, dice el Señor, haré todo lo contrario: te daré la vuelta y te pondré delante de ti mismo. Entonces te
verás y llorarás (SAN AGUST;N, Sermón 17,5).

3243 El que ahora lo ve todo sin ser visto, juzgará todas las cosas; aparecerá, pues, para juzgar
especialmente en aquel tiempo en que, olvidados todos de sus juicios, se crean como emancipados de El
en este mundo (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 285).

Una sentencia definitiva de salvación o de condenación


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3244 Cada uno de nosotros ha de llegar a ese momento terrible en que compareceremos ante el dueño de
la viña para responder de las obras realizadas en la tierra, buenas o malas. Queridos hermanos, habréis de
pasar por ello. Cada uno ha de sufrir su juicio particular, y será el momento más silencioso y terrible que
jamás hayáis podido experimentar. Será el momento tremendo de la expectación, en el que vuestra suerte
para la eternidad estará en la balanza y estaréis a punto de ser enviados en compañía de los santos o de
los demonios, sin que quede posibilidad de cambio. No puede haber cambio; no cabe vuelta atrás (CARD J.
H. NEWMAN, Sermón para el Domingo de Septuagésima: el juicio.

3245 Para los laboriosos y dispuestos para el bien, que no están sentados ni ociosos sobre la tierra, sino
que se levantan en cuanto se les dice: levántatey anda, porque la tierra no es tu lugar de descanso; para
éstos no será el día aquel un día de lazo ni de peligro, sino un día de triunfo (TEÓFILO, en Catena Aurea,
vol. VI, p. 421).

3246 Tema morir quien no está señalado por la Cruz y pasión de Cristo. Tema la muerte quien va a ser
atormentado por penas y llamas eternas al salir de este mundo. Tema morir aquel al que se le alarga el
tiempo para diferirle algo sus suplicios y dolores (SAN CIPRIANO, Sobre la mortalidad,14).

El juicio universal

3247 En un solo lugar comparecerán al mismo tiempo todos los hombres ante el tribunal del Juez supremo,
para que, viéndolo y oyéndolo los hombres todos de todos los siglos, sepa cada uno lo que se ha decretado
y juzgado de ellos mismos, y la publicación de esta sentencia será para los hombres impíos y malvados una
parte, no la menor, de sus penas y tormentos; mas al contrario, los piadosos y justos recibirán, con motivo
de ella, grande premio y fruto, habiendo de verse claro cuál fue cada cual en esta vida (Catecismo Romano,
I, VIII,3).

3248 [. . . ] Era razonable que no sólo se estableciesen premios para los buenos y castigos para los malos
en la vida futura, sino que también se decretase en un juicio general y público, a fin de que resultase para
todos más notorio y grandioso, y para que todos tributasen a Dios alabanzas por su justicia y providencia,
en vez de aquella injusta queja que hasta los varones justos solían a veces exhalar como hombres cuando
veían a los malos engreídos de sus riquezas y alegres con sus honores [. . . ].

Es necesario que se celebre un juicio universal, no dijeran acaso los hombres de Dios, andando,
paseándose de uno a otro polo del Cielo, no se cuida de las cosas de la Tierra. Así pues, con razón, se
incluyó esta fórmula de verdad entre los doce artículos de la fe cristiana, para que, si algunos espíritus
vacilaban acerca de la providencia y justicia de Dios, se fortaleciesen por medio de esta verdad. Convenia,
además, animar a los buenos y aterrar a los malos poniéndoles a la vista el juicio, a fin de que, persuadidos
de la justicia divina, no desfalleciesen aquellos, y se apartasen éstos de los pecados con el temor y
convencimiento del castigo eterno. Por eso, nuestro Señor y Salvador, hablando del último día, manifestó
que habría algún día un juicio universal, y describió las señales de este tiempo, para que, al verlas,
entendamos que está cerca el fin del mundo; y después, en subiendose al Cielo, envió ángeles para
consolar a sus Apóstoles, que estaban tristes por su ausencia, diciéndoles: Este Jesús que, separándose de
vosotros, se ha subido al Cielo, vendrá de la misma suerte que acabais de verle subir allá (Catecismo
Romano,1, VIII,4).

JUICIO TEMERARIO

Citas de la Sagrada Escritura

No juzguéis y no seréis juzgados, porque con el juicio con que juzgareis seréis juzgados, y con la medida
con que midierais se os medirá. Mt 7,1.

No queráis juzgar por las apariencias, sino juzgad por un juicio recto. Jn 7,24.

¿Quién eres tú para juzgar al que es siervo de otro? Si cae, o se mantiene firme, esto pertenece a su amo:
pero firme se mantendrá, pues poderoso es Dios para sostenerle. Rm 14,4.

¿Por qué tú condenas a tu hermano?, o ¿por qué tú desprecias a tu hermano, cuando todos hemos de
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comparecer ante el tribunal de Cristo? Rm 14,10.

Uno solo es el legislador y el juez que puede salvar y puede perder. Tú, empero, ¿quién eres para juzgar a
tu prójimo? Jc 4,12-13.

No nos juzguemos, pues, ya más los unos a los otros, y mirad sobre todo que no pongáis tropiezo o
escándalo al hermano. Rm 4,13.

Cuanto a mi, muy poco se me da ser juzgado por vosotros o de cualquier tribunal humano, que ni aun a mi
mismo me juzgo. 1Co 4,3.

Por lo cual eres inexcusable, ¡ oh hombre!, quienquiera que seas, tú que juzgas a otros, a ti mismo te
condenas, ya que haces eso mismo que condenas. Rm 2,1.

Se funda en leves apariencias y nace de un corazón poco recto

3249 No digas: "Fulano es un borracho", por haberle visto embriagado una vez; ni le llames adúltero por
haber visto que cayó en este pecado 1. . . ]. Paróse una vez el sol para contribuir a la victoria de Josué;
oscurecióse otra en testimonio de la victoria del Salvador. ¿Diremos por esto que es innoble u oscuro? Una
vez se embriagó Noé, otra Lot, y éste, además, cometió un gravísimo incesto; sin embargo, a ninguno de los
dos se puede llamar borracho, ni a Lot incestuoso. No fue San Pedro sangriento porque una vez derramó
sangre; ni porque blasfemó en una ocasión, blasfemo; que el nombre de vicioso o virtuoso se adquiere por
la continuación y el hábito; así que es impostura tratar a uno de colérico o ladrón por haberle visto una vez
encolerizarse o robar (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,3,29).

3250 Si tuviésemos la dicha de estar libres del orgullo y de la envidia, nunca juzgaríamos a nadie, sino que
nos contentariamos con llorar nuestras miserias espirituales, orar por los pobres pecadores, y nada más,
bien persuadidos de que Dios no nos pedirá cuenta de los actos de los demás, sino sólo de los nuestros
(SANTO CURA DE ARS,. Sermón sobre el juicio temerario).

3251 ¿De dónde nace esta apreciación injusta con los demás? Parece como si algunos tuvieran
continuamente puestas unas anteojeras, que les alteran la vista. No estiman, por principio, que sea posible
la rectitud o, al menos, la lucha constante por portarse bien. Reciben todo, como reza el antiguo adagio
filosófico, según el recipiente: en su previa deformación. Para ellos, hasta lo más recto, reflejaóa pcsar de
todoóuna postura torcida que, hipócritamente, adopta apariencia de bondad (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Es Cristo que pasa,67).

3252 El juicio temerario es un pensamiento o una palabra desfavorables para el prójimo, fundados en leves
apariencias. Solamente puede proceder de un corazón malvado, lleno de orgullo o de envidia; puesto que
un buen cristiano, penetrado como está de su miseria, no piensa ni juzga mal de nadie; jamás aventura su
juicio sin un conocimiento cierto, y eso todavía cuando los deberes de su cargo le obligan a velar sobre las
personas cuyos actos juzga (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el juicio temerario).

3253 Contribuyen de ordinario en gran manera a producir sospechas y juicios temerarios el miedo, la
ambición y otras semejantes flaquezas del espiritu (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida
devota,3,28).

No debemos juzgar a los demás, si no existe un deber que lo exija

3254 A pesar de todos los datos y de las señales al parecer más inequívocas, estamos siempre en gran
peligro de juzgar mal las acciones de nuestro prójimo. Lo cual debe inducirnós a no juzgar jamás los actos
del vecino sin madura reflexión y aun solamente cuando tenemos por misión la vigilancia de la conducta de
aquellas personas, en cuyo caso se encuentran los padres (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el juicio
temerario).
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3255 No juzguéis y no serés juzgados, porque con el juicio que juzgareis seréis juzgados (Mt 7,1-2). Aparte
de la razón apuntada, es también peligroso juzgar a nuestros semejantes, porque ignoramos en absoluto la
necesidad o la razón que hace legitima o al menos venial aquella acción que nos choca o nos sorprende
(CASIANO, Instituciones,5,29).

3256 No queramos juzgar. Cada uno ve las cosas desde su punto de vista. . . y con su entendimiento, bien
limitado casi siempre, y oscuros o nebulosos, con tinieblas de apasionamiento, sus ojos, muchas veces.
Además, lo mismo que la de esos pintores modernistas, es la visión de ciertas personas tan subjetiva y tan
enfermiza, que trazan unos rasgos arbitrarios, asegurándonos que son nuestro retrato, nuestra conducta. . .
¡Qué poco valen los juicios de los hombres! No juzguéis sin tamizar vuestro juicio en la oración (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Camino, n. 451).

3257 Para juzgar sobre lo que hace o dice una persona, sin engañamos, seria necesario conocer las
disposiciones de su corazón y la intención con que dijo o hizo tal o cual cosa (SANTO CURA DE ARS,
Sermón sobre el juicio temerario).

3258 Evita como un mal gravísimo el juzgar los hechos del prójimo; antes bien, interpreta benignamente sus
dichos y hechos, buscando con industriosa caridad razones con que excusarlos y defenderlos. Y si fuera
imposible la defensa, por ser demásiado evidente el fallo cometido, procura atenuarlo cuanto puedas,
atribuyéndolo a inadvertencia o a sorpresa, o a algo semejante, según las circunstancias; por lo menos, no
pienses más en ello, a no ser que tu cargo te exija que pongas remedio (J. PECCIóLeón XIIIó, Práctica de la
humildad,14).

3259 No admitas un mal pensamiento de nadie, aunque las palabras u obras del interesado dan pie para
juzgar así razonablemente (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 442).

3260 Hemos de examinar muy detenidamente los hechos, antes de emitir nuestros juicios sobre el prójimo,
por temor de engañarnos, lo cual acontece con suma frecuencia (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el
juicio temerario);

3261 ¿Quién puede juzgar al hombre? La tierra entera está llena de juicios temerarios. En efecto, aquel de
quien desesperábamos, en el momento menos pensado, súbitamente se convierte y llega a ser el mejor de
todos. Aquel, en cambio, en quien tanto habíamos confiado, en el momento menos pensado, cae
súbitamente y se convierte en el peor de todos. Ni nuestro temor es constante ni nuestro amor indefectible
(SAN AGUSTíN, Sermón 46, sobre los pastores,24-25).

3262 Puede suceder que quien interpreta en el mejor sentido se engañe más frecuentemente; pero es mejor
que alguien se engañe muchas veces teniendo buen concepto de un hombre malo que el que se engaña
raras veces pensando mal de un hombre bueno, pues en este caso se hace injuria a otro, lo que no ocurre
en el primero (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 60, a. 4 ad 1).

3263 La causa de tantos juicios temerarios es el considerarlos como cosa de poca importancia; y, no
obstante, si se trata de materia grave, muchas veces podemos cometer pecado mortal (SANTO CURA DE
ARS, Sermón sobre el juicio temerario).

Caridad y comprensión con las acciones de los demás

3264 Al juzgar al prójimo, debemos tener en cuenta su flaqueza y su capacidad de arrepentirse (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre el juicio temerario).

3265 Si (el mal ajeno) es dudoso, puedes lícitamente tomar pre-cauciones contra él, por si es cierto; pero no
debos condenarle como si ya fuera cierto (SAN ACUSTIN, Coment. sobre el Salmo 147,16).
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3266 Aunque vierais algo malo, no juzguéis al instante a vuestro prójimo, sino más bien excusadle en
vuestro interior. Excusad la intención, si no podéis excusar la acción. Pensad que lo habrá hecho por
ignorancia, o por sorpresa, o por desgracia. Si la cosa es tan clara que no podéis disimularla, aun entonces
creedlo así, y decid para vuestros adentros: la tentación habrá sido muy fuerte (SAN BERNARDO, Serm.
sobre el Cantar de los Cantares,40).

3267 ¿Quién eres tú para juzgar el acierto del superior?ó¿No ves que él tiene más elementos de juicio que
tú; más experiencia; más rectos, sabios y desapasionados consejeros; y, sobre todo, más gracia, una gracia
especial, gracia de estado, que es luz y ayuda poderosa de Dios? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n.
457).

JUSTICIA

Citas de la Sagrada Escritura

Conformidad con el derecho. Rige las relaciones del hombre con sus semejantes: Is 32,1; Am 6,12.

En sentido más general es también santidad: se opone al pecado: Gn 18,23; 2Co 6,14.

Consiste en obrar conforme a la voluntad de Dios: Ez 18,5. También, recompensa que proviene de esta
conformidad con la voluntad divina: Dt 6,25; 24,13; Pr 21,21; Lc 1,6; Mt 23,29.

Y cumplimiento de los mandamientos: Pr 8,20; Si 16,22; Sg 14,7.

Justicia y misericordia: Ps 51,16; 65,6.

Justicia y temor de Dios: Lc 2,25; Ac 10,22.

Justicia y justificación: Rm 5,1; 9,30; Gál2,16,21.

La razón de nuestra justicia, y su fuente, es Cristo: 1Co 1,30; 2Co 5,21.

El modo de participar en la justicia de Dios es la fe en Cristo: Rm 1,17; 3,22; Ph 3,9.

(A Juan el Bautista). Respondióle Jesús: Déjame ahora, pues conviene que así cumplamos toda justicia.
Entonces le dejó. Mt 3,15.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Mt 5,6.

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Mt5,10.

Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el
Reino de los Cielos. Mt 5,20.

Porque vino Juan a vosotros caminando en justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las
rameras creyeron en él. Mt 21,32.

(El Señor Dios) juró [. . . ] concedernos que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor en
santidad y justicia delante de él todos nuestros días. Lc 1,73; 74-75.

Y cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo


referente al juicio [. . . ] Jn 16,8.

En lo referente al pecado, porque no creen en mí; en lo referente a la justicia, porque me voy al Padre, y ya
no me veréis [. . . ]. Jn 16,9-10.

Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no
tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Mt 6,1.
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Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Mt 6,33.

Dar a cada uno lo que es debido

3268 La justicia es el hábito según el cual uno, con constante y perpetua voluntad, da a cada cual su
derecho (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 58, a. 1).

3269 Ser justo significa dar a cada uno lo que le es debido. Esto concierne a los bienes temporales, de
naturaleza material. El mejor ejemplo puede ser aquí la retribución por el trabajo o el llamado así derecho a
los futuros del propio trabajo y de la propia tierra. No obstante, al hombre se debe, además, el buen nombre,
el respeto, la consideración, la fama que se ha merecido. Cuanto más conocemos al hombre, tanto más se
nos revela su personalidad, su carácter, su inteligencia y su corazón. Y tanto más nos damos cuentaóy
debemos darnos cuenta de elloóde con qué criterio "medirlo" y qué quiere decir ser justos con él (JUAN
PABLO II, Audiencia general,8-XI- 1978).

3270 No basta para ser justos que alguno quiera observar esta virtud esporádicamente en algún
determinado negocio, porque prácticamente no existe quien quiera obrar en todos injustamente, sino que es
menester que el hombre tenga la firme voluntad de conservarla siempre y en todas las cosas (SANTO
TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 58, a. I ad 3).

3271 La justicia es principio de la existencia de la Iglesia como pueblo de Dios y principio de coexistencia de
la Iglesia y de las diversas estructuras sociales, en particular del Estado, como igualmente de las
organizaciones internacionales. En estq terreno amplio y diferenciado, el hombre y la humanidad buscan
continuamente justicia; éste es un proceso permanente y un cometido de la máxima importancia (JUAN
PABLO II, Audiencia general 8-XI-1978).

La justicia y las demás virtudes

3272 La fortaleza sin justicia es palanca del mal (SAN AMBROSIO, Sobre los of icios de los ministros,1,35).

3273 El hombre no pone su vida en peligro de muerte más que cuando se trata de la salvación de la justicia.
De aquí que la dignidad de la fortaleza sea una dignidad que depende de la anterior virtud (SANTO TOMÁS,
Suma Teológica,2-2, q. 123, a. 12 ad 3).

3274 En esta norma (el mayor entre vosotros, hágase como el menor) no se excluyen los que tienen una
posición elevada: no deben dominar éstos a quienes viven más modestamente [. . . ], ni deben ser
ensalzados por sus alabanzas; pero deben obrar enérgicamente contra los que obran mal, por amor a la
justicia (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 445).

3275 La justicia, después de la prudencia, es más noble que cualquier otra virtud moral: después, la
fortaleza y la templanza (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 66, a. l c y 4).

3276 Aunque la justicia abraza a la vez todas las virtudes, sin embargo, existen entre todas dos principales
que no se pueden separar de ella: la piedad y la equidad [. . . ]. La piedad y la equidad son como su fuente;
en ellas se funda toda la justicia. Sin embargo, la primera es su cabeza y origen; la segunda, toda su fuerza
y razón (LACTANCIO, Instituciones divinas, V,15; PL 6,596).

3277 Mirad, amadísimos, y considerad prudentemente qué rai- ces y frutos nacen de la estirpe de la
avaricia, la cual la definió acertadamente el Apóstol como la raíz de todos los males (ITm 6,10), porque
ningún pecado se comete sin deseo desordenado, y todo apetito ilícito es enfermedad de esta codicia [. . . ].
No hay ningún vestigio de justicia en aquel corazón donde habita la avaricia [. . . ] (SAN LEÓN MAGNO,
Sermón 60,4).
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"La caridad es el alma de la justicia"

3278 La caridad es el alma de la justicia (JUAN PABLO II, Aloc. 6-lX- 1978).

3279. . . Unicamente con la justicia no resolveréis nunca los grandes problemas de la humanidad. Cuando
se hace justicia a secas, no os extrañéis si la gente se queda herida: pide mucho más la dignidad del
hombre, que es hijo de Dios. La caridad ha de ir dentro y al lado, porque lo dulcifica todo, lo deifica: Dios es
amor (1Jn 4,16) (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,172).

3280 Amar la justicia no es otra cosa sino amar a Dios. Y como este amor de Dios va siempre unido al amor
que se interesa por el bien del prójimo, el hambre de justicia se ve acompañada de la virtud de la
misericordia (SAN LEÓN MAGNO, Sermón sobre las bienaventuranzas 95).

3281 La justicia y la misericordia están tan unidas que la una sostiene a la otra. La justicia sin misericordia
es crueldad; y la misericordia sin justicia es ruina, destrucción (SANTo TOMÁS, en Catena Aurea, vol. l, p.
247).

3282 Cristo nos ha dejado el mandamiento del amor al prójimo. En este mandamiento se encierra todo lo
que concierne a la justicia. No puede haber amor sin justicia. El amor desborda la justicia, pero, al mismo
tiempo, encuentra su verificación en la justicia. Hasta el padre y la madre, cuando aman al propio hijo,
deben ser justos con él. Si vacila la justicia, también el amor corre peligro (JUAN PABLO II, Audiencia
general,8-XI-1978).

3283 La paz es obra de la justicia, indirectamente, en cuanto remueve los obstáculos que a ella se oponen;
pero propia y directamente proviene de la caridad, que es la virtud que realiza por excelencia la unión de
todos los corazones (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 29, a. 3 ad 3).

3284 La justicia de los fariseos es no matar; la justicia de los que han de entrar en el reino de los cielos es
no enojarse sin causa (SAN AGUSTíN, Sobre el Sermón de la Montaña,1,9).

Lo primero: justicia con Dios

3285 . . . Primero, justicia con Dios. Esa es la piedra de toque de la verdadera hambre y sed de justicia (Mt
5,6), que la distingue del griterío de los envidiosos, de los resentidos, de los egoístas y codiciosos. . .
Porque negar a Nuestro Creador y Redentor el reconocimiento de los abundantes e inefables bienes que
nos concede, encierra la más tremenda e ingrata de las injusticias (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de
Dios,167).

3286 Es necesario, pues, que cada uno de nosotros pueda vivir en un contexto de justicia y, más aún, que
cada uno de nosotros sea justo y actúe justamente respecto a los seres próximos y lejanos, respecto a la
comunidad, respecto a la sociedad de la que es miembro. . . y respecto a Dios (JUAN PABLO II, Audiencia
general,8-XI-1978).

3287 Cuando algo se encuentra de por sí en contradicción con el derecho natural, no puede ser justificado
por la voluntad humana (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 57, a. 2 ad 2).

3288 Entended bien, pues, si os queda algo de conocimiento, que los crímenes y la injusticia de los
hombres consisten principalmente en el culto que rinden a los dioses, y que las desgracias que les afligen
continuamente tienen su origen en la ingratitud de haber abandonado al Dios único para seguir
supersticiones extravagantes [. . . ] (LACTANCIO, Instituciones divinas, V,8; PL 6,573).
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No se reduce a una simple distribución de bienes materiales

3289. . . ¡Qué pobre idea tienen de la justicia quienes la reducen a una simple distribución de bienes
materiales! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,169).

3290 La justicia es principio fundamental de la existencia y la coexistencia de los hombres, como también de
las comunidades humanas, de las sociedades y de los pueblos (JUAN PABLO II, Audiencia General,8-XI-
1978).

Manifestaciones de esta virtud

3291 Como el fundamento de una casa y la quilla de una nave, por muy sólidos que sean, de nada valen ni
aprovechan si no se construye también sabiamente lo que sobre ello estriba; así toda esa penitencia no vale
para nada si no se le añade y acompaña todo lo que pide la justicia. El temor de Dios enseñe a la lengua a
hablar lo que conviene, a no decir cosas vanas, a conocer el momento y, la medida en el hablar, y saber
decir lo necesario y dar la respuesta oportuna; a no hablar tumultuosamente y a no dejar caer como una
granizada, por la impetuosidad en el hablar, las palabras sobre los que nos salen al paso (SAN GREGORIO
DE NISA, Sobre los pobres, I; PG 46,453).

3292 No debe entenderse que únicamente sean ladrones los que cortan las bolsas o roban en los baños,
sino también los que están constituidos en jefes de los ejércitos, y aquellos a quienes se confia el gobierno
de las ciudades y de los pueblos, cuando toman furtivamente alguna cosa o la exigen injustamente y por la
fuerza (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 310).

3293 La virtud cristiana es más ambiciosa: nos empuja a mostramos agradecidos, afables, generosos; a
comportarnos como amigos leales y honrados, tanto en los tiempos buenos como en la adversidad; a ser
cumplidores de las leyes y respetuosos con las autoridades legitimas; a rectificar con alegría, cuando
advertimos que nos hemos equivocado al afrontar una cuestión. Sobre todo, si somos justos, nos
atendremos a nuestros compromisos profesionales, familiares, sociales. . . , sin aspavientos ni pregones,
trabajando con empeño y ejercitando nuestros derechos, que son también deberes (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,169).

3294 No es ciencia teórica. Es virtud, es capacidad del espiritu humano, de la voluntad humana y también
del corazón. Es necesario, además, orar para ser justos y saber ser justos (JUAN PABLO II, Audiencia
general,8-XI-1978).

"Hambre y sed de justicia"

3295 Todo hombre vive y muere con una cierta sensación de insaciabilidad de justicia, porque el mundo no
está en condiciones de satisfacer hasta el fondo a un ser creado a imagen de Dios, ni en la profundidad de
su persona ni en los diversos aspectos de su vida humana. Y así, mediante este hambre de justicia, el
hombre se abre a Dios, que "es la justicia misma". Jesús, en el discurso de la montaña, lo expresó de forma
muy clara y concisa cuando dijo: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos
serán saciados (Mt 5,6) (JUAN PABLO II, Audiencia general,8-XI-1978).

LECTURA ESPIRITUAL

3296 Es lo que San Pablo aconsejaba a Timoteo: Dedícate a la lectura (ITm 4,13) [. . . ], y lo que San
Jerónimo recomienda para poder también defender la verdad cristiana: "Nunca caigan de tus manos los
Libros Sagrados [. . . ], asimila la palabra fiel que está en armonía con la verdad, para que puedas exhortar
con doctrina sana y refutar a quienes enseñan lo contrario" [. . . ]. ¿Quén ignora el gran influjo que sobre el
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corazón de un amigo ejerce la voz de un amigo, que le corrige lealmente, le aconseja, le reprende, le anima
y le aparta del error? Dichoso aquel que encuentra un amigo verdadero. . . (Si 25,12). El que lo encuentra,
ha encontrado un tesoro (Si 6,14). Entre nuestros amigos más fieles debemos contar los libros piadosos.
Ellos nos hacen recordar la seriedad de nuestros deberes y las normas de la disciplina legítima; despiertan
en nuestros corazones las voces celestiales adormecidas; nos echan en cara el abandono de nuestros
buenos propósitos; sacuden nuestra falsa tranquilidad; desenmascaran los afectos menos rectos y
disimulados [. . . 1; su voz jamás es amarga, sus advertencias jamás son interesadas, su palabra jamás es
timida ni engañosa. Muchos y famosos ejemplos demuestran la eficacia saludable de los buenos libros;
entre esos ejemplos sobresale el de San Agustín, cuyos grandes méritos dentro de la Iglesia tuvieron
comienzo en la lectura: "Toma y lee, toma y lee. . . Yo tomé (las epístolas de S. Pablo), abrí y leí en
silencio. . . Como si la luz de la seguridad se hubiese esparcido en mi corazón, todas las tinieblas de mis
dudas se disiparon" (S. Pio X, Exh. Haerent animo,4-VIII-1908).

3297 Guárdate, sobre todo, de los malos libros; por nada del mundo te seduzcan ciertas obras muy
admiradas de los cerebros débiles que hacen gala de ponerlo todo en duda, de menospreciarlo todo y de
burlarse de toda norma tradicional. Búscate, por el contrario, libros de sólida doctrina, cristianos y
espirituales, para recrearte siempre (SAN FRANCISCO DE SALES, Carta a un joven,1. c. , p. 839).

3298 De tan buena gana debemos leer los libros sencillos y devotos como los profundos. No mires si el que
te escribe es de mucha o pequeña ciencia, sino que te lleve a leer el amor de la pura verdad. No te
preocupe quién lo ha dicho, mas mira qué ha dicho (Imitación de Cristo, I,5,1).

3299 No dejes tu lección espiritual. La lectura ha hecho muchos santos (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 116).

3300 Ten siempre a la mano algún libro bueno y devoto [. . . ], y lee todos los días un poco con gran
devoción, como si leyeras cartas que los Santos te hubiesen escrito desde el Cielo para enseñarte el
camino y animarte a ir allá. Lee también las historias y vidas de los Santos, en las cuales, como en un
espejo, verás el retrato de la vida cristiana, y acomoda sus acciones a tu provecho según tu vocación (SAN
FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, II,17).

3301 A Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras (SAN AMBROSIO,
Trat. contra las herejías,4,32).

3302 La cual no ha de ser apresurada ni corrida, sino atenta y sosegada; aplicando a ella no sólo el
entendimiento para entender lo que se lee, sino mucho más la voluntad para gustar lo que se entiende. Y
cuando hallare algún paso devoto, deténgase algo más en él para mejor sentirlo (SAN PEDRO DE
ALC¡NTARA, Trat. de la oración y meditación, I,7).

3303 En la lecturaóme escribesóformo el depósito de combustible. Parece un montón inerte, pero es de allí
de donde muchas veces mi memoria saca espontáneamente material, que llena de vida mi oración y
enciende mi hacimiento de gracias después de comulgar (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 117).

3304 (Aconseja que se lean cada día unos versículos de la Sagrada Escritura, y) escritos espirituales de
hombres doctos, cuidando, sin embargo, de que sean autores de segura doctrina, porque no hay que ir
buscando el oro en medio del fango (SAN JERÓNIMO, Epístola 54,10).

3305 Después que uno estudia la Escritura se vuelve sensible, es decir, adquiere el discernimiento y gusto
de la razón para distinguir lo bueno de lo malo, lo dulce de lo amargo (SANTO TOMÁS, en Catena Aurea,
vol. 1p 51).

3306 Debemos conocer la vida de los santos, para afinar-en la corrección de nuestra propia vida [. . . ], y así
-396 -

el fuego de la juventud espiritual, que tiende a apagarse por el cansancio, revive con el testimonio y el
ejemplo de los que nos han precedido (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,24,8).

LIBERTAD

Citas de la Sagrada Escritura

Nuestro Señor ha venido a darnos la verdadera libertad: Lc 4,19.

Es el conocimiento de la verdad y el apartamiento del pecado: Jn 8,31-36.

Los que no quieren someterse a Dios se hacen esclavos de su propia carne: Rm 1,19-32.

O hijos de Dios, o esclavos del pecado: Rm 6,12-23.

La verdadera libertad consiste en estar en gracia y ser siervos de Dios: Rm 6,22.

La libertad de la carne es la esclavitud del espíritu, es el pecado y la muerte; la libertad del espíritu es la
sumisión y la mortificación de la carne, es la vida en Jesucristo: Rm 8,1-2.

Sumisión a las autoridades establecidas: Rm 13,1-7.

La caridad nos hace siervos de todos: 1Co 9,19-23.

Jesucristo nos ha hecho libres por la fe: Ga 4,21-31.

La falsa libertad es el libertinaje: Ga 5,13.

La verdadera libertad consiste en la práctica de la caridad: Ga 5,13-18.

Como si sirviéramos a Nuestro Señor: Ep 6,5-8.

San Pablo pide a los Efesios que rueguen para que él pueda, aunque preso, predicar libremente: Ep 6,19-
20.

Consejos de San Pablo a los siervos y a los señores: Col 3,22-25; 4-1.

Los pecadores son cautivos del demonio; Dios los puede traer a penitencia para que conozcan la verdad:
2Tm 2,25-26.

Verdadera libertad de las almas que obedecen a la gracia y al Espíritu Santo: 2Co 3,17.

La libertad de los hijos de Dios. Entrega

3307 No es pequeño fruto el desprecio de la gloria humana; y es entonces cuando uno está libre del yugo
de los hombres (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 380).

3308 Si estáis inclinados a la avaricia, pensad con frecuencia en la locura de este pecado, que nos hace
esclavos de lo que ha sido creado para servirnos; pensad que a la muerte, en todo caso, será menester
perderlo todo, dejándoselo a quien tal vez lo malversará o se servirá de ello para su ruina y perdición (SAN
FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, IV,10).

3309 Eres, al mismo tiempo, siervo y libre; siervo, porque fuiste hecho; libre, porque eres amado de Aquel
que te hizo, y también porque amas a tu Hacedor (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 99,7).

3310 El afirmar que estos enemigos se oponen a nuestro progreso, lo decimos solamente en cuanto nos
mueven al mal, no que creamos que nos determinen efectivamente a él.
-397 -

Por lo demás, ningún hombre podría en absoluto evitar cualquier pecado, si tuvieran tanto poder para
vencernos como lo tienen para tentarnos. Si por una parte es verdad que tienen el poder de incitarnos al
mal, por otra es también cierto que se nos ha dado a nosotros la fuerza de rechazar sus sugestiones y la
libertad de consentir en ellas. Pero si su poder y sus ataques engendran en nosotros el temor, no perdamos
de vista que contamos con la protección y la ayuda del Señor.

Su gracia combate a nuestro favor con un poder incomparablemente superior al de toda esa multitud de
adversarios que nos acosan. Dios no se limita únicamente a inspirarnos el bien. Nos secunda y nos empuja
a cumplirlo. Y más de una vez, sin percatarnos de ello y a pesar nuestro, nos atrae a la salvación. Es, pues,
un hecho cierto que el demonio no puede seducir a nadie, si no es a aquel que libremente le presta el
consentimiento de su voluntad (CASIANO, Colaciones,7,8).

3311 [. . . ] cuando una madre se sacrifica por amor a sus hijos, ha elegido; y, según la medida de ese amor,
así se manifestará su libertad. Si ese amor es grande, la libertad aparecerá fecunda, y el bien de los hijos
proviene de esa bendita libertad, que supone entrega, y proviene de esa bendita entrega, que es
precisamente libertad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,30).

Libertad de las conciencias

3312 [. . . ] los cristianos, comportándose sabiamente con aquellos que no tienen fe, esfuércense por
difundir en el Espíritu Santo, en caridad no fingida, en palabras de verdad (2Co 6,6-7), la luz de la vida con
toda confianza y fortaleza apostólica, incluso hasta el derramamiento de la sangre (CONC. VAT. 11, Decl.
Dignitatis humanare,14).

3313 Es un crimen de irreligión arrebatar a los hombres la libertad de religión y prohibirles que elijan
divinidad, es decir, no permitirme adorar a quien yo quiero adorar y forzarme a adorar a quien yo no quiero
adorar [. . . ]. Bien es cierto que Dios es de todos los hombres, queramos o no queramos, y a El
pertenecemos todos. Pero entre vosotros está permitido adorarlo todo, menos al Dios verdadero [. . . ]
(TERTULIANO, Apologético,24,6 y 10).

3314 Es uno de los capitulos principales de la doctrina católica [. . . ], que el hombre, al creer, debe
responder voluntariamente a Dios, y que, por tanto, nadie debe ser forzado a abrazar la fe contra su
voluntad (CONC. VAT. II, Decl. Dignitatis humanare,10).

3315 Hay que respetar las legitimas ansias de verdad: el hombre tiene obligación grave de buscar al Señor,
de conocerle y de adorarle, pero nadie en la tierra debe permitirse imponer al prójimo la práctica de una fe
de la que carece; lo mismo que nadie puede arrogarse el derecho de hacer daño al que la ha recibido de
Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,32).

3316 Está [. . . ] en total acuerdo con la índole de la fe el excluir cualquier género de coacción por parte de
los hombres en materia religiosa. Y por ello, el régimen de libertad religiosa contribuye no poco a fomentar
aquel estado de cosas en el que los hombres puedan ser invitados a la fe cristiana, abrazarla por su propia
determinación y profesarla activamente en toda la ordenación de la vida (CONC. VAT. II, Decl. Dignitatis
humanae,10).

El pecado oprime y hace esclavos

3317 No fuimos creados para la muerte, sino que morimos por nuestra culpa. La libertad nos perdió;
esclavos quedamos los que aramos libres; por el pecado fuimos vencidos. Nada malo fue hecho por Dios,
fuimos nosotros los que produjimos la maldad. Pero los que la produjimos somos también capaces de
rechazarla (TACIANO, Discursos contra los griegos,11).

3318 Responder que no a Dios, rechazar ese principio de felicidad nueva y definitiva, ha quedado en manos
de la criatura. Pero si obra así, deja de ser hijo para convertirse en esclavo (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
-398 -

Amigos de Dios,34).

3319 Ya en esta vida servir a Dios es reinar. Cuando Dios libra al hombre del pecado que lo hace esclavo, lo
desembaraza de toda servidumbre y lo establece en la verdadera libertad. De otro modo el hombre va
siempre de desco en deseo sin calmarse jamás. Cuanto niás tiene más querrá; tratando de buscar
satisfacción nunca está contento. En efecto, el que tiene un deseo está poseído por él; se vende a lo que
ama; buscando la libertad, siguiendo sus apetitos con ofensa de Dios, se hace esclavo del demonio para
siempre (SANTA CATALINA DE GÉNOVA, Le libre arbitre,1. c. , p. l lO-111).

3320 No pienses que aquellas hazañas son meros hechos pasados y que nada tienen que ver contigo, que
los escuchas ahora: en ti se realiza su místico significado. En efecto, tú, que acabas de abandonar las
tinieblas de la idolatría y deseas ser instruido en la ley divina, eres como si acabaras de salir de la esclavitud
de Egipto (ORIGENES. Hom. sobre el libro de Josué,4,1).

3321 La primera libertad es carecer de pecados (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,41,8).

3322 ¿Qué muerte más funesta para el alma como la libertad de errar? (SAN AGUSTIN, Epístola 105,10).

Jesucristo nos ha ganado la verdadera libertad

3323 Jesucristo mismo, cuando compareció como prisionero ante el tribunal de Pilatos y fue preguntado por
él acerca de la acusación hecha contra él por los representantes del Sanedrín, ¿no respondió acaso: Yo
para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad ? (Jn 18,37). Con estas palabras,
pronunciadas ante el juez en el momento decisivo, era como si confirmase, una vez más, la frase ya dicha
anteriormente: Conoced la verdad y la verdad os hará libres (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis,12).

3324 Rechazad el engaño de los que se conforman con un triste vocerío: ¡libertad, libertad! Muchas veces,
en ese mismo clamor se esconde una trágica servidumbre: porque la elección que prefiere el error, no
libera; el único que libera es Cristo (cfr. Ga 4,31), ya que sólo El es el Camino, la Verdad y la Vida (cfr. Jn
14,6) (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,26).

3325 Que Dios te conquiste y ya eres libre (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,41,10).

3326 Cristo mismo vincula de modo particular la liberación con el conocimiento de la verdad: Conoceréis la
verdad, y la verdad os librará (Jn 8,32). Esta frase atestigua sobre todo el significado intimo de la libertad
por la que Cristo nos libera. Liberación significa transformación interior del hombre, que es consecuencia del
conocimiento de la verdad. La transformación es, pues, un proceso espiritual en el que el hombre madura
en justicia y santidad verdaderas en los diversos ámbitos de la vida social (JUAN PABLO II, Audiencia
general,21 -II-79).

Libertad y Voluntad de Dios

3327 Dios, queriendo que ángeles y hombres siguieran la voluntad de El, determinó crearlos libres para
practicar el bien, dotados de razón para conocer de dónde vienen y a quién deben el ser que antes no
tenían; y les impuso una ley por la que han de ser juzgados, si no obran conforme a la recta razón (SAN
JUSTINO, Diálogo con Trifón,141,1).

3328 Nuestra Madre escucha, y pregunta para comprender mejor lo que el Señor le pide; luego, la
respuesta firme: fiat (Lc 1,38)ó¡hágase en mí según tu palabra!ó, el fruto de la mejor libertad: la de decidirse
por Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,25).
-399 -

3329 Pero como nadie será salvado contra su voluntad (pues somos libres), desea que nosotros queramos
el bien (SAN JERÓNIMO, Coment. sobre la Epíst. a los Efesios,1,1,11).

3330 El conocimiento de los secretos del reino de los cielos es puro don de Dios y gracia concedida de lo
alto. Sin embargo, no por ser don, Dios suprime la libertad (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,45).

LIMOSNA

Citas de la Sagrada Escritura

Es frecuentemente recomendada: Ex 23,11; Lv 19,10; 23,22; Dt 24,19-22; 1 Re 17,10-16; Ps 40,1; 81,4; Pr


3,27. . .

Produce abundantes frutos: Tb 4,7-12; 12,9-12; Si 3,33; 29,15; Da 4,24.

Dad limosna conforme a vuestros medios y todo será puro en vosotros. Lc 11,41.

Hacerla secretamente esperando de Dios la recompensa: Mt 6,2-4.

Demos a aquellos que no nos lo pueden devolver: Lc 14,12-14.

Quien da su dinero a los pobres se granjea amigos en el cielo. Lc 16,9.

Dar de lo necesario: Mc 12,4144; Lc 21,1-4.

Nuestro Señor desprecia las limosnas de los hipócritas: Mt 6,1 -4.

Estemos dispuestos a ayudar a nuestros hermanos con nuestras limosnas: Rm 12,13; y también a nuestros
enemigos: Rm 12,20; los cristianos de Macedonia y Acaya sustentan con sus limosnas a los de Jerusalén:
Rm 15,30-31.

Pablo recomienda que ayuden a Febe, la diaconisa, como ella misa ayuda a los otros: Rm 16,1-2.

La oración, limosna espiritual: Rm 15,30-31.

No avergonzar a aquellos que nada poseen: 1Co 11,22.

Las limosnas sin la caridad son esteriles, por grande que sea su abundancia: 1Co 13,3.

Colecta para los cristianos de Jerusalén; motivos que Pablo hace valer: 1Co 16,1-4; 2Co 8,9.

Los que venden lo que poseen para dar limosna consiguen en el cielo un tesoro inagotable: Lc 11,33.

San Pablo acepta con agradecimiento las limosnas de los Filipenses. Ph 4,16.

San Pedro resucita a Tabita, cuyo milagro le pedían los pobres socorridos con sus limosnas: Ac 9,36-41.

Las oraciones y las limosnas del Centurión Cornelio son aceptadas por Dios, disponiéndole a la conversión:
Ac 10,2,4,31.

Que el que tenga dos túnicas dé una al que no tenga, y aquel que tenga de comer haga lo mismo. Lc 3,11.

Medio de conversión, de penitencia y obra de misericordia

3331 La limosna y el ayuno, como medios de conversión y de penitencia cristiana, están estrechamente
ligados entre si. El ayuno significa un dominio sobre nosotros mismos [. . . ]. Y la limosna en la acepción más
amplia y esencial ósignifica la prontitud a compartir con los otros alegrías y tristezas, a dar al prójimo, en
particular al necesitado; a repartir no sólo los bienes materiales, sino también los dones del espiritu. Y
precisamente por este motivo debemos abrirnos a los demás, sentir sus diversas necesidades, sufrimientos,
-400 -

infortunios, y buscaróno sólo en nuestros recursos, sino sobre todo en nuestros corazones, en nuestro modo
de comportarnos y de actuarólos medios para adelantarnos a sus necesidades o llevar alivio a sus
sufrimientos y desventuras. (JUAN PAHLO II, Carta a la diócesis de Roma,28-2-1979).

3332 (La misericordia, la limosna) es el lustre del alma, la enri- quece y la hace aparecer buena y hermosa.
El que piensa compadecerse de la misericordia de otro, empieza a abandonar el pecado [. . . ] (S.
AGUSTIN, en Catena Aurea vol. Vl, p. 48).

3333 Continuamente encontramos a un Lázaro, si lo buscamos, y a cada paso le vemos aunque no le


busquemos. Considerad que los pobres necesitados se prestan a nosotros y nos suplican una limosna,
cuando han de ser con el tiempo nuestros intercesores. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 40 sobre los Evang.
).

3334 Donde se da limosna no se atreve a penetrar el diablo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea
vol. VI, p. 170).

El pobre no es más que un instrumento del cual Dios se sir- 3335 ve para impulsarnos a obrar bien. (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre la limosna).

3336 Dios puede, en realidad, alimentar a los pobres; pero quiere que se unan, por amor, los que dan con
quienes reciben. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea vol. VI, p. 312).

3337 Purifiquémonos, pues, no sólo de comidas y bebidas, sino también de toda otra contaminación
inmunda, del perjurio, de la detracción, de la enemistad, de la intemperancia y, señaladamente, de la
avaricia, principio y fin que es de todos los males. El apartamiento de todo eso es la más brillante
purificación, el ayuno verdadero e inculpable. Pero antes que esto y juntamente con esto y a la vez que esto
practiquemos la limosna, que es la que nos levanta no ya al tercer cielo, sino hasta el Señor mismo de todos
los cielos; la limosna, que, como un carro de fuego y puesto sobre el cielo, recibe a los que suben de la
tierra. Con ella, nuestro ayuno resultará brillante y acepto a Dios, y nuestra oración se elevará como nube
de incienso. (NECTARIO, Hom. en la fiesta de S. Teodoro,15; PG 39,1833).

3338 Te vendiste al pecar, redímete ahora con tus buenas obras, paga tu rescate con tu dinero. Viles son las
riquezas, pero la misericordia es preciosa. La limosnaódiceólibra del pecado (Tb 12,8). Y en el Evangelio
dice el Señor: Haceos amigos de las riquezas injustas (Lc 14,9) [. . . ]. Convierte tú, como buen dispensador,
las riquezas de instrumento de la avaricia, en recurso de la misericordia. (S. AMsRoso, Libro de Ellas y el
ayuno,20; PL 14,759).

Generosidad

3339 No seáis mezquinos ni tacaños con quien tan generosamente se ha excedido con nosotros, hasta
entregarse totalmente, sin tasa. Pensad ¿cuánto os cuesta ótambién económicamenteóser cristianos? (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,126).

3340 En ti debe haber una fuente, no una bolsa. (S. AGUSTIN, Sermón 355).

3341 Las riquezas mal conservadas pueden perderse fácilmente, si no de una manera material si en un
sentido espiritual, porque no aprovechan a su dueño a conseguir su salvación. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en
Catena Aurea, vol. 1p 385).

3342 No temamos la pobreza que nos pueda resultar de esta nuestra largueza, ya que la misma bondad es
una gran riqueza y nunca puede faltarnos con qué dar, pues Cristo mismo es quien da el alimento y quien lo
recibe. En todo este asunto interviene la mano de Aquel que al partir el pan lo aumenta y al repartirlo lo
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multiplica. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 10 sobre la Cuaresma).

3343 Que el temor a la pobreza que pueda sobrevenir, no impida a la voluntad ser generosa en la limosna.
(S. JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 384).

3344 Que el que distribuye limosnas lo haga con despreocupación y alegría, ya que, cuanto menos se
reserve para sí, mayor será la ganancia que obtendrá. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 10 sobre la Cuaresma).

3345 Sin la limosna es imposible ver el reino; porque así como se corrompen las aguas detenidas de una
fuente, así sucede a los ricos cuando guardan para sí sus riquezas. (S. JUAN CRISOSTOMO, en Catena
Aurea, vol. Vl, p. 97).

3346 No está la limosna en dar poco de lo mucho que se tiene, sino en hacer lo que aquella viuda, que dio
todo lo que tenía; pero si tú no puedes hacer lo que la viuda, por lo menos da lo que te sobre. (S. JUAN
CRISÓSTOMO, Catena Aurea, vol. Vl, p. 393).

3347 El que da limosna no hace, a imitación de Dios, discriminación alguna, en lo que atañe a las
necesidades corporales, entre buenos y malos, justos o injustos, sino que reparte a todos por igual, a
proporción de las necesidades de cada uno, aunque su buena voluntad le inclina a preferir a los que se
esfuerzan en practicar la virtud, más bien que a los malos. (S. M¡XIMO, Sobre la Caridad,1).

Todos podemos dar limosna

3348 Quizá no tenga pan con que socorrer al necesitado; pero quien tiene lengua dispone de un bien mayor
que upede distribuir; pues vale más el reanimar con el alimento de la palabra al alma que ha de vivir para
siempre, que saciar con el pan terreno al cuerpo, que ha de morir. Por lo tanto, hermanos, no neguéis al
prójimo la limosna de vuestra palabra. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 4 sobre los Evang. ).

3349 (Da al que te pida). Puede entenderse también esto del dinero de la doctrina, que nunca falta; sino que
cuanto más se da, tanto más se multiplica. (S. JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 323).

3350 Dad limosna: esta palabra se refiere a todas las obras de misericordia, porque da limosna no sólo el
que da de comer al que tiene hambre y otras necesidades por el estilo, sino también el que perdona a quien
le falta y ruega por él, el que corrige a otro [. . . ]. (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 49).

3351 La limosna, denominación que incluye una extensa gama de obras de misericordia, de modo que
todos los fieles son capaces de practicarla, por diversas que sean sus posibilidades. (S. LEON MAGNO,
Sermón 6 sobre la Cuaresma).

3352 La pobreza no impide de ninguna manera el andar por aquel camino de penitencia que consiste en
seguir el mandato del Señor, distribuyendo los propios bienesóhablo de la limosnaó, pues esto lo realizó
incluso aquella viuda pobre que dio sus dos pequeñas monedas. (S. JUAN CRISOSTOMO, Hom. 6 sobre el
tentador).

3353 El hombre de corazón duro es avaro e insensible a las miserias del prójimo; hallará mil excusas para
no tener que dar limosna. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la limosna).

3354 La limosna no se hace sólo con dinero, sino también con otras obras, como cuando alguien protege a
otro, o un médico cura, o un sabio aconseja. (S. JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. Vl, pp. 96-97).
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Rectitud de intención

3355 Cuando des limosna, no vayas tocando la trompeta. . . Quizá procuraban reunir al pueblo cuando
hacían algo bueno, para que todos fueran a ese espectáculo. (SANTO TOMÁS, Catena Aurea, vol. 1p 340).

3356 Mientras estamos en este mundo, es preciso hacer cuantas limosnas podamos; siempre seremos
bastante ricos, si tenemos la dicha de agradar a Dios y salvar nuestra alma; mas es necesario hacer la
limosna con la más pura intención. ¡Qué felices seríamos si todas las limosnas que hayamos hecho durante
nuestra vida nos acompañasen delante del tribunal de Dios para ayudarnos a ganar el cielo! (SANTO CURA
DE ARS, Sermón sobre la limosna).

Dios premia con creces nuestra generosidad en la limosna

3357 Jamás será pobre una casa caritativa. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la limosna).

3358 Os pregunto, hermanos, ¿qué es lo que queréis o buscáis cuando venís a la Iglesia? Ciertamente, la
misericordia. Practicad, pues, la misericordia terrena y recibiréis la misericordia celestial. El pobre te pide a
ti, y tú le pides a Dios; aquel un bocado, tú la vida eterna. Da al indigente y merecerás recibir de Cristo, ya
que él ha dicho: Dad y se os dará. No comprendo cómo te atreves a esperar recibir si tú te niegas a dar. Por
esto, cuando vengáis a la iglesia, dad a los pobres la limosna que podáis, según vuestras posibilidades. (S.
CES¡REO DE ARLÉS, Sermón 25).

3359 No serán solamente los pobres los que rogarán por vosotros sino las mismas limosnas, las cuales
vendrán a ser como otros tantos protectores cerca del Señor que implorarán benevolencia en vuestro favor.
(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la limosna).

3360 La razón que debe inducirnos a dar limosnas de todo corazón y con alegría es el pensar que las
damos al mismo Jesucristo. Leemos en la vida de Santa Catalina de Siena que, al encontrarse una vez con
un pobre, le dio una cruz; en otra ocasión, dio su ropa a una pobre mujer. Algunos días después,
apareciósele Jesucristo, y le manifestó haber recibido aquella cruz y aquella ropa que ella había puesto en
manos de sus pobres, y que le habían complacido tanto que esperaba el día del juicio para mostrar aquellos
presentes a todo el universo. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la limosna).

3361 Los misericordiosos y quienes hacen buenas obras no se verán reducidos a la miseria, pero sí los
mezquinos y quienes se desentienden de los demás [. . . ]. El ejercicio de la limosna no sólo remediará la
necesidad de los santos, sino que os producirá la abundancia por las muchas acciones de gracias que se
darán a Dios (2Co 9,10-2), porque cuando la oración de los pobres dirige a Dios acción de gracias por
nuestra limosna y obras buenas, Dios en retribución aumenta nuestros bienes. (S. CIPRIANO, Sobre las
buenas obras y sobre la limosna,9; PL 4,627).

3362 Has de disminuir alguna parte de tus bienes dándosela de buena voluntad a los pobres, [. . . 1. Verdad
es que Dios te lo restituirá no sólo en el otro mundo, sino aun también en éste, pues nada hace prosperar
tanto los bienes temporales como la limosna [. . . ]. (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,
III,15).

Limosna y pecados veniales

3363 . . . Ejercitaos en la limosna, en el ayuno y en la oración. Por estos remedios se purgan los pecados
diarios, que, a causa de la fragilidad humana, no pueden dejar de deslizarse en el alma. No despreciéis
estos pecados porque son pequeños, sino temedlos porque son muchos. Atended, hermanos mios. Son
pequeños, no grandes. No son como el león, que de un bocado se traga a uno; pero también,
frecuentemente, muchos insectos pequeños llegan a matar. Si fuera arrojado alguien a un lugar lleno de
pulgas, ¿acaso no moriria allí? No son grandes, pero la naturaleza humana es débil y puede ser destruida
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por insectos diminutos. ASi también los pecados pequeños. Prestadles, pues, atención porque son
pequeños, temedlos porque son muchos. (S. AGUSTIN, Sermón 9).

3364 Pequeñísimos son los granos de arena; pero si permites que entren demásiados en la barca, acabarán
por hundirla de modo que perezcáis. Las gotas de agua, aunque son pequeñas, ¿acaso no llenan los ríos
hasta rebosar y socavan las casas? No despreciéis, pues, los pecados menudos. Pero diréis: ¿quién puede
librarnos de ellos? Para que se pudiera decir esto (porque verdaderamente nadie puede), Dios
misericordioso, viendo nuestra fragilidad, puso a nuestro alcance remedios. ¿Cuáles? Tres: la limosna, la
oración y el ayuno. Para que tu oración sea verdadera debes hacer limosnas perfectas. ¿Cuáles son? Que
de lo que te sobra, des al que no tiene; y que cuando alguien te ofenda, le perdones. (S. AGUSTIN, ibídem).

LUCHA ASCETICA

Citas de la Sagrada Escritura

No penséis que he venido a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada. Mt 10,34.

Entonces dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz y
sígame. Mt 16,24.

Pues yo sé que no hay en mi, esto es, en mi carne, cosa buena. Porque el querer el bien está en mi, pero el
hacerlo, no. En efecto, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Pero si hago lo que no quiero,
ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado, que habita en mi. Rm 7,18-20.

Y quien se prepara para la lucha, de todo se abstiene, y eso para alcanzar una corona corruptible; mas
nosotros, para alcanzar una incorruptible. Y yo corro no como a la aventura; así lucho no como quien azota
al aire, sino que castigo mi cuerpo y lo esclavizo, no sea que, habiendo sido heraldo para los otros, resulte
yo descalificado. 1Co 9,25-27.

Por lo cual no desmayamos, sino que mientras nuestro hombre exterior se corrompe, nuestro hombre
interior se renueva de día en dia. 2Co 4,16.

Pues aun llegados a Macedonia, no tuvo nuestra carne ningún reposo, sino que en todo fuimos atribulados,
luchas por fuera, por dentro temores. 2Co 7,5.

Mas yo, por la misma ley, he muerto a la ley, por vivir para Dios; estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo
yo, es Cristo quien vive en mi. Y aunque al presente vivo en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me
amó y se entregó por mi. Ga 2,19-20.

Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. Col 5,24.

Cuanto a mi, jamás me gloriaré a no ser en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo esta
crucificado para mi y yo para el mundo. Ga 6,14.

Que no es nuestra lucha contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades,
contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espiritus malos de los aires. Ep 6,12.

Pero nosotros, hijos del dia, seamos sobrios, revestidos de la coraza de la fe y de la caridad y del yelmo de
la esperanza en la salvación. 1Th 5,8.

Te recomiendo, hijo mio Timoteo, que, conforme a las profecías sobre ti hechas anteriormente, sostengas el
buen combate. 1Tm 1,18.

Combate las fatigas, como buen soldado de Cristo Jesús. El que milita, para complacer al que le alistó como
soldado, no se embaraza con los negocios de la vida. 2Tm 2,3-4.

Y quienquiera que compite en el estadio no es coronado si no compite legítimamente. El labrador ha de


fatigarse antes de percibir los frutos. 2Tm 2,5-ó.

He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado la fe. Por lo demás, ya me está
preparada la corona de la justicia, que me otorgará aquel día el Señor, justo juez, y no sólo a mi, sino a
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todos los que aman su manifestación. 2Tm 4,7-8.

Porque todo el engendrado de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra
fe. 1Jn 5,4.

Lucha hasta el final de nuestros dias

3365 Nuestra vida, mientras dura esta peregrinación, no puede verse libre de tentaciones; pues nuestro
progreso se realiza por medio de la tentación y nadie puede conocerse a si mismo si no es tentado, ni
puede ser coronado si no ha vencido, ni puede vencer si no ha luchado, ni puede luchar si carece de
enemigo y de tentaciones. (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 60).

3366 No pertenece el Reino de los Cielos a quienes duermen y viven dándose todos los gustos, sino a
quienes mantienen la lucha contra si mismos (CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Quis dives salvetur,21).

3367 Así, la lucha que por disposición del Creador se entabla en nuestra alma entraña, en cierto modo, una
gran utilidad. Porque constituye un acicate, puesto que nos empuja, nos fuerza a subir a un estado mejor y
más perfecto. Si esa lucha cesara, se seguiría para nosotros una tranquilidad sobremanera perniciosa
(CASIANO, Colaciones,4).

3368 No podemos detenernos. El Señor nos pide un batallar cada vez más rápido, cada vez más profundo,
cada vez más amplio. Estamos obligados a superarnos, porque en esta competición la única meta es la
llegada a la gloria del cielo. Y si no llegásemos al cielo, nada habría valido la pena (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,77).

3369 Ya parece que lo tenemos todo hecho y que no hay ya que pelear con alguno. ¡Oh hermanas mías!, no
os aseguréis y os echéis a dormir, que será como el que se acuesta muy sosegado, habiendo muy bien
cerrado sus puertas por miedo de ladrones y se los deja en casa (SANTA TERESA, Camino de
perfección,10,1).

3370 Me pondré de centinela, me plantaré en la atalaya, velaré para escuchar lo que me dice, lo que
responde a mis quejos. Procuremos, hermanos, ponernos también nosotros de centinela, porque la vida
presente es tiempo de lucha (SAN BERNARDO, Sermón 5).

3371 Vuestro bautismo ha de ser para vosotros como vuestra armadura, la fe como un yelmo, la caridad
como una lanza, la paciencia como un arsenal de todas las armas; vuestras cajas de fondos han de ser
vuestras buenas obras, de las que recibiréis luego magníficos ahorros (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA,
Carta a S. Policarpo de Esmirna,5).

3372 [. . . ] la pretensión más alta de algunos se reduce a esquivar lo que podría alterar la tranquilidad
-aparente- de una existencia mediocre. Con un alma tímida, encogida, perezosa, la criatura se llena de
sutiles egoísmos y se conforma con que los días, los años, transcurran sine spe nec meta, sin aspiraciones
que exijan esfuerzos, sin las zozobras de la pelea: lo que importa es evitar el riesgo del desaire y de las
lágrimas. ¡Qué lejos está de obtener algo, si se ha malogrado el deseo de poseerlo, por temor a las
exigencias que su conquista comporta! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,207).

3373 Si dijeses: "ya basta", has perecido. Añade siempre, camina siempre, adelanta siempre; no te pares en
el camino, no vuelvas atrás, no te desvíes. Se detiene el que no adelanta; vuelve atrás el que vuelve a
pensar en el punto de donde había partido; se desvía el que apostata. Mejor es el cojo en el camino, que el
que corre fuera de camino (SAN AGUSTIN, Sermón 169).

3374 Examínate y no te contentes con lo que eres, si quieres llegar todavía a lo que no eres. Porque en
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cuanto te complaces de ti mismo, allí te detuviste (SAN AGUSTIN, Sermón 169).

3375 El diablo no duerme, ni es aún la carne muerta, por eso no ceses de prepararte para la batalla. A la
diestra y a la siniestra están los enemigos, que nunca descansan (Imitación de Cristo, II,9,8).

3376 Luego hay que luchar siempre, porque esta concupiscencia con que hemos nacido no puede tener fin
mientras vivimos; puede menguarse, pero no extinguirse. Y en esta lucha andan toda su vida los santos
(SAN AGUSTIN, Sermón 151).

3377 Toda la tradición de la Iglesia ha hablado de los cristianos como de milites Christi, soldados de Cristo.
Soldados que llevan la serenidad a los demás, mientras combaten continuamente contra las personales
malas inclinaciones (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,74).

3378 Todos los días hay combates en nuestro corazón. Cada hombre, en su corazón, lucha con un ejército.
Los enemigos son la avaricia, la gula, el bullicio; todos le hacen guerra. A todos presenta batalla y aborrece,
pero es difícil que alguno no le cause alguna herida (SAN AGUSTiN, Coment. sobre el Salmo 99).

3379 Se trata -escribe l'Abbé Chautard- de la actividad de un alma, que reacciona continuamente para
dominar sus malas inclinaciones y para conseguir, un poco a la vez, el hábito de juzgar y comportarse en
todas las circunstancias de la vida según las máximas del Evangelio y los ejemplos de Jesús. "Dominar las
inclinaciones" es disciplina. La frase "un poco a la vez" indica disciplina, que requiere esfuerzo continuado,
largo, no fácil: incluso los ángeles vistos en sueño por Jacob no volaban, sino que hacían un escalón cada
vez; figurémonos nosotros que somos pobres hombres desprovistos de alas (JUAN PABLO I, Al C/ero
Romano, Aloc. 1-IX-1978).

3380 Una vez hubo el hombre adquirido el conocimiento del bien y del mal, la tierra maldita en nuestros
trabajos comenzó a producir abrojos y espinas. Y estos retoños malditos son los que sofocan las semillas
naturales de las virtudes, y no nos permiten comer el pan que baja del cielo (Jn 6,33) y vigoriza el corazón
del hombre (Ps 103,15), sino con el sudor de nuestra frente. Todo el género humano sin excepción alguna,
está sujeto a esta ley. No hay nadie por santo que sea, que no coma este pan con la fatiga de su trabajo y
mediante la vigilante aplicación del corazón (CASIANO, Colaciones,23).

"Comenzar y recomenzar"

3381 Me da alegría ver que comenzáis cada dia: no hay mejor medio para acabar bien la vida que el de
volver a empezar siempre, y no pensar nunca que ya hemos hecho bastante (SAN FRANCISCO DE
SALES, Carta, citada por TISSOT, La vida interior, p. 26).

3382 Lo grave no es que quien lucha caiga, sino que permanezca en la caida; lo grave no es que uno sea
herido en la guerra, sino desesperarse después de recibido el golpe y no cure la herida (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Exhort. II a Teodoro,1).

3383 No es tarde, ni todo está perdido. . . Aunque te lo parezca. Aunque lo repitan mil voces agoreras.
Aunque te asedien miradas burlonas e incrédulas. . . Has llegado en un buen momento para cargar con la
Cruz: la Redención se está haciendoó¡ahora!, y Jesús necesita muchos cirineos (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Via Crucis, p. 51).

3384 La culpa repetida y frecuente tiene sujeta al alma, para que no pueda levantarse al estado de rectitud:
trata de levantarse y cae, porque en aquello en que ha persistido mucho tiempo por su propia voluntad, en
eso mismo cae a pesar suyo (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 31 sobre los Evang. ).

Prontitud para recomenzar


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3385 óNo te desesperes; se te ha prometido el perdón. -Gracias a Dios por esta promesa; a ella me atengo.
-Ahora, pues, vive bien. -Mañana viviré bien. -Te ha prometido Dios el perdón, pero el día de mañana nadie
te lo ha prometido (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 101).

3386 No digas, pues: "Mañana me convertiré, mañana contentaré a Dios, y de todos mis pecados pasados
y presentes quedaré perdonado". Dices bien que Dios ha prometido el perdón al que se convierte; pero no
ha prometido el día de mañana a los perezosos. (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 144).

Constancia en la lucha ascética

3387 Acabóseles el esfuerzo, faltóles ánimo. Y ya que algunos le tienen para vencer a los segundos, a los
terceros se les acaba la fuerza; y por ventura no están ni a dos pasos de la fuente del agua viva (SANTA
TERESA, Camino de perfección 19,2).

3388 Como el agua de mar se filtra por las rendijas del casco y, poco a poco, llena las bodegas, y si no se la
saca sumerge la nave [. . . ]. Imitad a los navegantes: sus manos no cesan hasta secar el hondón del barco;
no cesen tampocd las vuestras de obrar el bien. Sin embargo, a pesar de todo, volverá a llenarse otra vez el
fondo de la nave, porque persisten las rendijas de la flaqueza humana; y de nuevo será necesario achicar el
agua (SAN AGUSTIN, Sermón 16).

3389 Nos ocurre lo mismo que al soldado valiente, que lo demuestra con cualquier clase de armas, mientras
al cobarde le estorban todas (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. al pueblo antioqueno,15).

3390 No os quedéis en el camino, sino pelead como fuertes hasta morir en la demanda, pues no estáis aquí
para otra cosa sino para pelear (SANTA TERESA, Camino de perfección j 20,2).

3391 Busquemos para encontrar, encontremos para buscar más y más (SAN AGUSTIN, Trat. sobre la
Trinidad,9).

3392 El alma que ama a Dios de veras no deja por pereza de hacer lo que puede para encontrar al Hijo de
Dios, su Amado. Y después que ha hecho todo lo que puede, no se queda satisfecha y piensa que no ha
hecho nada (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,3,1).

Jesucristo presencia nuestra lucha y no nos abandona

3393 El que promete estar con sus discípulos hasta la consumación de los siglos, manifiesta que ellos
habrán de vencer siempre, y que El nunca se habrá de separar de los que crean (SAN JERÓNIMO, en
Catena Aurea, vol. III, p. 433).

3394 La gracia se da a los que esperan en Dios. Clama bajo la mano del enemigo, pídele a Dios su ayuda;
porque si tienes uno que lucha contra ti, también tienes uno que te auxilia; que contempla la pelea y te
socorrerá en tu combate; esto, si te encuentra esperanzado, pues Dios aborrece al soberbio, al que confia
en sus fuerzas (SAN AGUSTIN, Sermón 145).

3395 El Señor nos libra del mal no cuando el enemigo deja de presentarnos batalla valiéndose de sus mil
artes, sino cuando vencemos arrostrando valientemente las circunstancias (ORiGENES, Trat. sobre la
oración,30).

3396 Luchemos: nuestro combate se libra en la presencia de quien nos mira y ayuda (SAN AGUSTIN,
-407 -

Sermón 33).

3397 Esta es nuestra acción, tal es nuestra milicia. En este combate peleamos, teniendo a Dios como
espectador; cuando nos batimos en esta agonía, recurrimos a Dios auxiliador. Porque si El nos ayuda, no
digo vencer, pero no podríamos ni pelear (SAN AGUSTÍN, Sermón 156).

La paz, consecuencia de la lucha

3398 No hemos de temer a adversarios exteriores. El enemigo vive dentro de nosotros: cada día nos hace
una guerra intestina. Cuando le vencemos, todas las cosas del exterior que pueden sernos adversas
pierden su fuerza, y todo se pacifica y allana (CASIANO, Instituciones,5).

3399 Un gran combate comporta una gran gloria, no humana ni temporal, sino divina y eterna (SAN
AGUSTIN, Sermón 274).

3400 Si Dios consintió que su pueblo librara estas batallas, no fue ciertamente porque sintiera enojo ante su
tranquilidad, ni siquiera porque abrigara contra él cierta ojeriza, sino porque sabia que iba a serle de
provecho. Por eso permitió que fuera humillado constantemente por la opresión de estos pueblos gentiles,
para que reconociera Israel que no podía prescindir nunca del auxilio divino, y se mantuviera siempre fiel al
culto y servicio de su Dios. Al propio tiempo, ni la tranquilidad enervante haría disminuir su coraje, ni echaria
en olvido el arte de la guerra y el ejercicio de la virtud. Con frecuencia, la paz y la tranquilidad han postrado
a aquellos que la adversidad no había podido vencer (CASIANO, Colaciones,4).

3401 Sin lucha, no se logra la victoria; sin victoria, no se alcanza la paz. Sin paz, la alegría humana será
sólo una alegría aparente, falsa, estéril, que no se traduce en ayuda a los hombres, ni en obras de caridad y
de justicia, de perdón y de misericordia, ni en servicio de Dios (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,82).

3402 Si los soldados de este mundo consideran un honor volver victoriosos a su patria después de haber
vencido al enemigo, un honor mucho más grande y valioso es volver triunfante al paraíso después de haber
vencido al demonio y llevar consigo los trofeos de victoria (SAN CIPRIANO, Fortunato,13).

3403 No alcanza el estado de suma paz, donde reina el sumo silencio, sino el que con gran estrépito ha
luchado con sus vicios (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 9).

Lucha en lo pequeño

3404 Tener gran confianza, porque conviene mucho no apocar los deseos, sino creer de Dios que si nos
esforzamos poco a poco, aunque no sea luego, podremos llegar con su favor a lo mismo que muchos
santos (SANTA TERESA, Vida,13,2).

3405 Mucho hace a los ojos de Dios quien hace todo lo que puede, aunque pueda poco (SAN PEDRO DE
ALC¡NTARA, Trat. de la oración y meditación, Il, I, aviso 1 ¡).

3406 Ese modo sobrenatural de proceder es una verdadera táctica militar. Sostienes la guerra las luchas
diarias de tu vida interior en posiciones que colocas lejos de los muros capitales de tu fortaleza. Y el
enemigo acude allí: a tu pequeña mortificación, a tu oración habitual, a tu trabajo ordenado, a tu plan de
vida; y es difícil que llegue a acercarse hasta los torreones, flacos para el asalto, de tu castillo. Y si llega,
llega sin eficacia (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 307).

3407 En cosas muy pequeñasócomo he dicho otras vecesóse puede acostumbrar para salir con victoria en
-408 -

las grandes (SANTA TERESA, Camino de perfección,15,2).

3408 Hemos de convencernos de que el mayor enemigo de la roca no es el pico o el hacha, ni el golpe de
cualquier otro instrumento, por contundente que sea: es ese agua menuda, que se mete, gota a gota, entre
las grietas de la peña, hasta arruinar su estructura. El peligro más fuerte para el cristiano es despreciar la
pelea en esas escaramuzas, que calan poco a poco en el alma, hasta volverla blanda, quebradiza e
indiferente, insensible a las voces de Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,77).

Victorias y derrotas

3409 Es inevitable: donde impera el tumulto de la guerra, es imposible evitar el riesgo de ser herido. Y quien
se halla en el fragor de la lucha, aunque hiera a su adversario con heridas de muerte, es inevitable que, a
despecho de su audacia y bizarría, sea herido alguna vez por la espada enemiga (CASIANO,
Colaciones,11).

3410 Una persona que no se esforzara por hacer lo que está de su parte, esperándolo todo del auxilio
divino, tentaria a Dios (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 53, a. 4 ad 1).

3411 Un jefe en el campo de batalla estima más al soldado que, después de haber huido, vuelve y ataca
con ardor al enemigo, que al que nunca volvió la espalda, pero tampoco llevó nunca a cabo una acción
valerosa (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los Evang. ).

3412 Si nos esforzásemos en la batalla como fuertes varones, ciertamente veríamos el favor del Señor
sobre nosotros, porque está pronto a socorrer a los que pelean y esperan en su gracia. El nos procura
ocasiones de pelear para que alcancemos victoria (Imitación de Cristo, I,11,4).

3413 Cuando un soldado que está combatiendo recibe alguna herida o retrocede un poco, nadie es tan
exigente o tan ignorante de las cosas de la guerra que piense que eso es un crimen. Los únicos que no
reciben heridas son los que no combaten; quienes se lanzan con más ardor contra el enemigo son quienes
reciben los golpes (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Exhort. II a Teodoro,5).

Lucha ascética y amor a Dios

3414 El alma no puede permanecer inalterable en una misma postura, sin crecer ni disminuir en perfección.
Por eso, no adquirir virtudes equivale a decrecer en ellas (CASIANO, Colaciones,6).

3415 La diferencia entre un pecador y un santo no radica en que uno tiene más tentaciones que el otro, sino
en que el primero no se deja vencer por los asaltos más violentos, en tanto que el segundo cede ante la
más leve tentación (CAS1ANO, Colaciones,18).

3416 No basta el deseo de perfección, si no va acompañado de la firme resolución de alcanzarla (SAN


ALFONSO Mª DE LIGORIO, Práctica del amor a Jesucristo, p. 114).

3417 Hay quien no es capaz ni siquiera de cambiarse de sitio por Dios. Quisieran sentir gustos y consuelos
de Dios sin hacer más esfuerzo que tragar lo que El les echa en la boca, y gozar lo que les pone en el
corazón sin mortificarse ellos en nada; sin dejar sus gustos, consuelos y veleidades. Pero esperan en vano.
Porque mientras ellos no salgan a buscar a Dios, por mucho que le llamen, no le encontrarán (SAN JUAN
DE LA CRUZ, Cántico espiritual,3,2).

3418 Si no hay lucha, también el que parece estar alto puede estar muy bajo a los ojos de Dios (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,81).
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3419 Leemos en la historia que, viéndose un solitario muy fuertemente tentado, oyó a su superior que le
decía: "¿Quieres, amigo mio, que pida a Dios te libre de tus tentaciones?" -No, padre mio, contestó el
solitario, puesto que ello contribuye a que nunca me aparte de la presencia de Dios, toda vez que tengo
continua necesidad de acudir a El para que me ayude a luchar (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las
tentaciones).

3420 Para de veras encontrar a Dios no es suficiente orar con el corazón y con las palabras, ni
aprovecharse de ayudas ajenas. Esto hay que hacer, pero, además, esforzarse lo que pueda en la práctica
de las virtudes. En efecto, aprecia más Dios una acción que haga la propia persona, que otras muchas que
otras personas hagan en su favor (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,3,2).

3421 Esta lucha del hijo de Dios no va unida a tristes renuncias, a oscuras resignaciones, a privaciones de
alegría: es la reacción del enamorado, que mientras trabaja y mientras descansa, mientras goza y mientras
padece, pone su pensamiento en la persona amada, y por ella se enfrenta gustosamente con los diferentes
problemas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,219).

Materia de lucha ascética

3422 Hay también otras batallas que debe sostener el cristiano: la lucha contra las propias pasiones y los
malos deseos; y son mucho peor los enemigos domésticos que los extraños (SAN AMBROSIO, en Catena
Aurea, vol. VI, p. 400).

3423 [. . . ] una parte de esa lucha ascética para un cristiano, y concretamente para un sacerdote, es el
ejercicio constante de las virtudes morales, desarrollando así la propia naturaleza humana hasta lo
sobrenatural, por medio de la gracia (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 30).

3424 Asi, algunos que se aíran, si sujetan la ira a la razón, la convierten al servicio de un celo santo. Otros
son arrogantes, pero cuando inclinan su ánimo ante el temor de Dios, cambian su arrogancia en voz
autorizada para defender la justicia. Otros padecen el peso de la carne, pero cuando sujetan el cuerpo
haciendo obras buenas, ganan mucha piedad (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,3).

3425 Procura vencer y evitar lo que más te desagrada de los otros (Imitación de Cristo,1,25,4).

3426 Siempre sientan mucho cualquier falta [. . . ], y encomendarla mucho a Dios y procurar hacer vos con
gran perfección la virtud contraria de la falta que os parece que hay en la otra (SANTA TERESA, Camino de
perfección,7,7).

Escrúpulos

3427 ¡Todavía los escrúpulos!óHabla con sencillez y claridad a tu Director.

Obedece. . . y no empequeñezcas el Corazón amorosisimo del Señor (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,


Camino, n. 259).

3428 Son como espinas, que no dejan al alma reposar y sosegar en Dios y gozar de la verdadera paz (SAN
PEDRO DE ALC¡NTARA, Trat. de la oración y meditación, II,3).

LUGARES Y OBJETOS DE CULTO

Citas de la Sagrada Escritura


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Dignidad de los objetos del culto: Gn 25,10-20.

Vestiduras sacerdotales: Ex 28,

El altar: Ex 30,1-10.

El óleo de unción: Ex 30,22

El tabernáculo: Ex 36,8-38.

El arca y la mesa de los panes: Ex 37,1-16.

El candelabro y el altar de oro: Ex 37,17-28.

El altar de los holocaustos y el atrio: Ex 38,1-32.

Despertó Jacob de su sueño, y se dijo: "Ciertamente está Yave en este lugar, y yo no lo sabía"; y
atemorizado, añadió: "¡Qué terrible es este lugar! No es sino la casa de Dios y la puerta de los cielos".
Levantóse Jabob bien de mañana, y tomando la piedra que había tenido de cabecera, la alzó, como
memoria, y vertió óleo sobre ella. Llamó a este lugar Betel, aunque la ciudad se llamó primero Luz. E hizo
Jacob voto diciendo: "Si Yavé está conmigo, y me protege en mi viaje, y me da pan que comer y vestidos
que vestir, y retorno en paz a la casa de mi padre, Yavé será mi Dios; esta piedra que he alzado como
memoria será para mi casa de Dios, y de todo cuanto a mi me dieres te daré el diezmo". Gn 28,1 6-22.

Entró Jesús en el templo de Dios y arrojó de allí a cuantos vendian y compraban en él, y derribó las mesas
de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas, diciéndoles: Escrito está: "Mi casa será
llamada casa de oración", pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones. Mt. 21,12-1 3.

Siempre que entraban en el tabernáculo de la reunión para acercarse al altar, se lavaban, como Yavé se lo
había mandado a Moisés. Ex 40,32.

Entonces la nube cubrió el tabernáculo de la reunión, y la gloria de Yavé llenó el habitáculo. Moisés no pudo
ya entrar en el tabernáculo de la reunión, porque estaba encima la nube, y la gloria de Yavé llenaba el
habitáculo.

Todo el tiempo que los hijos de Israel hicieron sus marchas, se ponian en movimiento cuando se alzaba la
nube sobre el tabernáculo, y si la nube no se alzaba, no marchaban hasta el día en que se alzaba. Pues la
nube de Yavé se posaba durante el día sobre el tabernáculo, y durante la noche la nube se hacia ígnea a la
vista de todos los hijos de Israel, todo el tiempo que duraron sus marchas. Ex 40,34-38.

Piedad y arte cristiano

3429 El arte cristiano tiene un carácter que casi querríamos llamar sacramental: no ciertamente en el
significado propio de la palabra, pero si como medio e instrumento del que se sirve el Señor para disponer
los ánimos a los prodigios de la gracia. Por él los valores espirituales se hacen como visibles, más cercanos
a la mentalidad humana, que quiere ver y tocar: la armonia de las estructuras, las formas plásticas, la magia
de los colores son otros tantos medios que intentan aproximar lo visible a lo invisible, lo sensible a lo
sobrenatural (JUAN XXIII, Aloc. 27-10-1961).

3430 Me viste celebrar la Santa Misa sobre un altar desnudo ómesa y araó, sin retablo. El Crucifijo, grande.
Los candeleros recios, con hachones de cera, que se escalonan: más altos, junto a la cruz. Frontal del color
del dia. Casulla amplia. Severo de lineas, ancha la copa y rico el cáliz. Ausente la luz eléctrica, que no
echamos en falta. Y te costó trabajo salir del oratorio: se estaba bien allí. ¿Ves cómo lleva a Dios, cómo
acerca a Dios el rigor de la liturgia? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 543).

3431 ¡Oh, felices lugaresóexclamabanódonde tantos prodigios se realizaron por nuestra salvación! Pero, sin
ir tan lejos, sin tenernos que molestar en atravesar los mares y exponernos a tantos peligros, ¿no tenemos
aquí, en medio de nosotros, a Jesucristo, no solamente como Dios, sino en cuerpo y alma? ¿No son tan
dignas de respeto nuestras iglesias como los lugares santos que visitaban aquellos peregrinos? ¡Nuestra
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dicha es demásiado grande!, jamás comprenderemos su alcance. ¡Pueblo feliz, el cristiano, al ver cómo
cada día se renuevan todos los prodigios que la omnipotencia de Dios obró en otro tiempo en el Calvario
para salvar a los hombres! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Jueves Santo).

3432 Entre las actividades más nobles del ingenio humano se cuentan, con razón, las bellas artes,
principalmente el arte religioso y su cumbre, que es el arte sacro. Estos, por su naturaleza, están
relacionados con la infinita belleza de Dios, que intentan expresar de alguna manera por medio de obras
humanas. Y tanto más pueden dedicarse a Dios y contribuir a su alabanza y a su gloria cuanto más lejos
están de todo propósito que no sea colaborar lo más posible con sus obras para orientar santamente los
hombres hacia Dios.

Por esta razón, la santa madre Iglesia fue siempre amiga de las bellas artes, buscó constantemente su
noble servicio y apoyó a los artistas, principalmente para que las cosas destinadas al culto sagrado fueran
en verdad dignas, decorosas y bellas, signos y símbolos de las realidades celestiales (CONC. VAT. II, Const.
Sacrosanctum Concilium,122).

3433 Más aún, la Iglesia se consideró siempre, con razón, como árbitro de las mismas, discerniendo entre
las obras de los artistas aquellas que estaban de acuerdo con la fe, la piedad y las leyes religiosas
tradicionales y que eran consideradas aptas para el uso sagrado (CONC. VAT. II, Const. Sacrosanctum
Concilium,122).

3434 (La Iglesia ha procurado siempre que los fieles sean) tan cuidadosos del culto y del honor divino que
puedan con razón llamarse celosos más que amantes [. . . ], para que imiten al mismo Jesucristo, de quien
son estas palabras: el celo de tu Casa me devoró (Jn 2,17) (Catecismo Romano, III,2,27).

3435 Los artistas que, llevados por su ingenio, desean glorificar a Dios en la santa Iglesia, recuerden
siempre que su trabajo es una cierta imitación sagrada de Dios Creador y que sús obras están destinadas al
culto católico, a la edificación de los fieles y a su instrucción religiosa (CONC. VAT. II, Const. Sacrosanctum
Conciliun,127).

3436 Revísense cuanto antes [. . . ] los cánones y prescripciones eclesiásticas que se refieren a la
disposición de las cosas externas del culto sagrado, sobre todo en lo referente a la apta y digna edificación
de los templos, a la forma y construcción de los altares, a la nobleza, colocación y seguridad del sagrario,
así como también a la funcionalidad y dignidad del baptisterio, al orden conveniente de las imágenes
sagradas, de la decoración y del ornato (CONC. VAT. II, Const. Sacrosantum Concilium,128).

Respeto hacia los templos y lagares de culto

3437 (Mi casa se llamará casa de oración). Nadie haga cosa alguna en el oratorio, sino aquellas para las
que está destinado, y de quien recibe su nombre (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. III, p. 16).

3438 Cualquiera que sea el lugar donde nos encontremos, dirijamos con alegría nuestros pensamientos,
nuestros deseos, hacia donde está guardado este adorable Cuerpo, para unirnos a los ángeles que con
tanto respeto lo adoran. Guardémonos de hacer como aquellos impíos que no muestran el menor respeto a
los templos, tan santos, tan dignos de reverencia, tan sagrados por la presencia de Dios hecho hombre, que
día y noche mora entre nosotros (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Jueves Santo).

Dignidad y veneración por los objetos del culto

3439 Los cálices sagrados y los santos lienzos y todo lo demás que pertenece a la Pasión del Señor [. . . ],
por su consorcio con el Cuerpo y la Sangre del Señor, han de ser venerados con la misma reverencia que
su Cuerpo y que su Sangre (SAN JERÓNIMO, Epístola 114).
-412 -

3440 Aquella mujer que en casa de Simón el leproso, en Betania, unge con rico perfume la cabeza del
Maestro, nos recuerda el deber de ser espléndidos en el culto de Dios.

Todo el lujo, la majestad y la belleza me parecen poco. Y contra los que atacan la riqueza de vasos
sagrados, ornamentos y retablos, se oye la alabanza de Jesús: "opus enim bonum operata est in me"óuna
buena obra ha hecho conmigo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 527).

Imágenes sagradas

3441 Siguiendo la enseñanza divinamente inspirada de nuestros Santos Padres y la tradición de la Iglesia
Católica [. . . ], definimos con toda exactitud y cuidado que, de modo semejante a la imagen de la preciosa y
vivificante cruz, han de exponerse las sagradas y santas imágenes, tanto las pintadas como las de mosaico
y de otra materia convenienteí en las santas iglesias de Dios, en los sagrados vasos y ornamentos, en las
paredes y cuadros, en las casas y caminos, las de nuestro Señor y Dios y Salvador Jesucristo, de la
Inmaculada Señora nuestra la santa Madre de Dios, de los preciosos ángeles y de todos los varones santos
y venerables. Porque cuanto con más frecuencia son contemplados por medio de su representación en la
imagen, tanto más se mueven los que éstas miran al recuerdo y deseo de los originales y a tributarles el
saludo y adoración de honor, no ciertamente de latría verdadera que según nuestra fe sólo conviene a la
naturaleza divina; sino que, como se hace con la figura de la preciosa y vivificante cruz, con los evangelios y
con los demás objetos sagrados de culto, se las honre con la of renda del incienso y de luces, como fue
piadosa costumbre de los antiguos. "Porque el honor de la imagen se dirige al original" (S. Basilio), y el que
adora una imagen adora a la persona en ella representada (CONC. II DE NICEA, Ses. VII; Denz 302-304).

3442 A esta causa era tan amiga de imágenes. ¡Desventurados los que por su culpa pierden este bien! Bien
parece que no aman al Señor, porque si le amaran holgáranse de ver su retrato, como acá aun da contento
ver el de quien se quiere bien (SANTA TERESA, Vida,9,2).

3443 Así como los Angeles son mensajeros de Dios y le presentan nuestras plegarias, así el arte cristiano
se alza por encima del velo de lo sensible para unir con Dios, acompañar sus santas inspiraciones, facilitar y
orientar nuestras relaciones con El (JUAN XXIII, Aloc. 27-X-1961).

3444 Este, pues, es buen tiempo para que nos enseñe nuestro Maestro, para que le oigamos y besemos los
pies porque nos quiso enseñar y le supliquéis no se vaya de con nosotros.

Si esto habéis de pedir mirando a una imagen de Cristo, bobería me parece dejar la misma persona por
mirar el dibujo. ¿No lo seria si tuviéramos un retrato de una persona que quisiésemos mucho y la misma
persona nos viniese a ver, dejar de hablar con ella y tener toda la conversación con el retrato? ¿Sabéis para
cuándo es bueno y caso en que yo me deleito mucho?: para cuando está ausente la misma persona y
quiere darnos a entender que lo está con muchas sequedades, es gran regalo ver una imagen de quien con
tanta razón amamos. A cada parte que volviésemos los ojos la querría ver (SANTA TERESA, Camino de
perfección,34,10-11).

MAGNANIMIDAD

"Animarse a grandes cosas"

3445 Cuentan que un día salió al encuentro de Alejandro Magno un pordiosero, pidiendo una limosna.
Alejandro se detuvo y mandó que le hicieran señor de cinco ciudades. El pobre, confuso y aturdido,
exclamó: ¡yo no pedía tanto! Y Alejandro repuso: tú has pedido como quien eres; yo te doy como quien soy
(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,160).

3446 Quiere Su Majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza
de si; y no he visto a ninguna de éstas que quede baja en este camino; ni ninguna alma cobarde, con
amparo de humildad, que en muchos años adelante lo que estotros en muy pocos. Espántame lo mucho
que hace en este camino animarse a grandes cosas, aunque luego no tenga fuerzas el alma; da un vuelo y
llega a muchos, aunque como avecita que tiene pelo malo, cansa y queda (SANTA TERESA, Vida,13,2).
-413 -

3447 Quien tiene grandeza de alma, vea lo que viere, y ocurra lo que ocurra, no se aparta de la fe (SAN
BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 265).

3448 Padeceráneacesidad es algo que puede sucederle a cualquiera; saber padecerla es propio de las
almas grandes. E igualmente, ¿quién no puede andar en la abundancia? Pero saber abundar es propio de
los que no se corrompen en la abundancia (SAN AGUSTIN, Sobre el bien del matrimonio,21).

3449 Existe un "orgullo" laudable que consiste en que el alma se haga magnánima, elevándose en la virtud.
Tal elevación consiste en dominar las tristezas y en soportar las tribulaciones con noble fortaleza; también
en el menosprecio de las cosas terrenas y en el aprecio de las del cielo. Esta grandeza de alma se
diferencia de la arrogancia que nace del orgullo, como se diferencia la fortaleza de un cuerpo sano de la
obesidad del que está hidrópico (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 303).

3450 Magnanimidad: ánimo grande, alma amplia en la que caben muchos. Es la fuerza que nos dispone a
salir de nosotros mismos, para prepararnos a emprender obras valiosas, en beneficio de todos. No anida la
estrechez en el magnánimo; no media la cicatería, ni el cálculo egoísta, ni la trapisonda interesada. El
magnánimo dedica sin reservas sus fuerzas a lo que vale la pena; por eso es capaz de entregarse él mismo.
No se conforma con dar: se da. Y logra entender entonces la mayor muestra de magnanimidad: darse a
Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER. Amigos de Dios,80).

3451 Tened unos para con otros un corazón grande, con mansedumbre, como lo tiene Dios para con
vosotros (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a S. Policarpo de Esmirna,5).

3452 Lo que necesita el cristiano, cuando es odiado por el mundo, no son palabras persuasivas, sino
grandeza de alma (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Romanos,3).

3453 Procurad entender en verdad que Dios no mira tantas menudencias como vosotras pensáis, y no
dejéis encoger vuestra ánima y ánimo, que se podrán perder muchos bienes. La intención recta y la
voluntad determinada de no ofender a Dios, como tengo dicho. No dejéis arrinconar vuestra alma, porque en
lugar de procurar santidad sacará muchas imperfecciones que el demonio le pondrá por otras vías; no
aprovechará tanto a si y a las otras como pudiera (SANTA TERESA, Camino deperfección,41,8).

3454 Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano? (Mt 18,21). No encerró el Señor el perdón en
un número determinado, sino que dio a entender que hay que perdonar con prontitud y siempre (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,6).

3455 Que no se os haga pequeño el corazón con la impaciencia. (CASIANO, Colaciones,16).

3456 Pararse en las pequeñeces del puesto, de la cortesía y del cumplimiento no es de almas grandes que
tienen otras cosas en qué pensar, sino de gente desocupada. El que puede tener perlas no se carga con
conchas, y el que busca la virtud no se afana por distinciones (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la
vida devota, III,4).

Magnanimidad y audacia

3457 [. . . ] y tener una santa osadia, que Dios ayuda a los fuertes y no hace acepción de personas (SANTA
TERESA, Camino de perfección,16,12).

3458 José de Arimatea y Nicodemus visitan a Jesús ocultamente a la hora normal y a la hora del triunfo.
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Pero son valientes declarando ante la autoridad su amor a Cristoó"audacter"ócon audacia, a la hora de la
cobardia. Aprende. (J. ESCRIVA DE BALAGUER Camino, n. 841).

3459 Si es que teméis que os llegue a faltar el valor, dirigid vuestros ojos a la cruz donde murió Jesucristo y
veréis cómo no os faltará aliento (SANTO CURA DE ARS, Sobre el respeto humano).

3460 ¡Oh grandeza de Dios!¡Y cómo mostráis vuestro poder en dar osadia a una hormiga! ¡Y cómo, Señor
mio, no queda por Vos el no hacer grandes obras los que os aman, sino por nuestra cobardía y
pusilanimidad! Como nunca nos determinamos, sino llenos de mil temores y prudencias humanas, así, Dios
mio, no obráis Vos vuestras maravillas y grandezas. ¿Quién más amigo de dar, si tuviese a quién, ni de
recibir servicios a su costa? (SANTA TERESA, Fundaciones,2,7).

3461 No hagas caso. Siempre los "prudentes" han llamado locuras a las obras de Dios.

¡Adelante, audacia! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino,n. 479).

3462 Todo os es posible con la gracia de Dios. Acudid a El a buscar la voluntad y la fuerza para hacer
aquello para lo que El os llama. Nunca abandona a quien le busca (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el
Domingo de Sexagésima: Llamadas de la gracia).

3463 Es inútil lamentarse de que los tiempos son malos. Como ya escribía San Pablo, hay que vencer el
mal haciendo el bien (cfr. Rm 12,21). El mundo estima y respeta la valentia de las ideas y la fuerza de la
virtud. No tengáis miedo de rechazar palabras, gestos y actitudes no conformes con los ideales cristianos.
Sed valientes para oponeros a todo lo que destruye vuestra inocencia o desflora la lozanía de vuestro amor
a Cristo. (JUAN PABLO II, Aloc. 8-XI-1978).

MANSEDUMBRE

Citas de la Sagrada Escritura

Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra. Mt 5,4.

Aprended de Mi, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis reposo para vuestras almas. Mt 11,29.

Al siervo de Dios no le conviene el altercar, sino ser manso con todos. 2Tm 2,24.

Amonéstales que no sean pendencieros, sino modestos, dando pruebas de mansedumbre con todos los
hombres. Tt 3,1-2.

Los frutos del Espíritu Santo son: caridad. . . mansedumbre. . . Ga 5,22-23.

(Jesucristo), un Rey lleno de mansedumbre: Mt 21,5.

Consejos de mansedumbre: Mt 5,38-42; Lc 6,27-30; Col 3,12-15; 1P 3,8-9.

Es una forma de la caridad: 1Co 13,4-7.

Bendecid a los que os persiguen, bendecidlos y no los maldigáis. Rm 12,14.

La falsa masedumbre de los hipócritas: Rm 16,18.

Estemos siempre dispuestos a responder con dulzura y respeto a quien nos pida razón de la esperanza en
que vivimos. 1P 3,15.

Hermanos, si alguno fuere hallado en falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espiritu de
mansedumbre [. . . ]. Ga 6,1.
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Así, pues, os exhorto yo, preso en el Señor, a andar de una manera digna de la vocación con que fuisíeis
llamados. Ep 4,1.

Inclina al pobre tu oído y con mansedumbre respóndele palabras amables. Si 4,8.

Mansedumbre, caridad y fortaleza

3464 Te recomiendo la mansa y sincera cortesía que, sin molestar a nadie, a todos obliga; que busca el
amor con preferencia al honor; que no se divierte nunca a expensas de otra persona, ni zahiere, ni rechaza,
ni es rechazada, a no ser alguna vez por excepción. (SAN FRANCISCO DE SALES, Carta 8-XII-1616, I. c. ,
p. 839).

3465 Los justos también suelen algunas veces indignarse con ra- zón contra los pecadores. Mas una cosa
es lo que se hace movidos por la soberbia, y otra lo que se verifica por celo del bien: se indignan sin
indignarse, desesperan sin desesperar, mueven persecución pero amando; porque, aunque exteriormente
parecen extremar la represensión para corregir, interiormente conservan la dulzura en virtud de la caridad.
En su corazón prefieren las más veces a aquellos mismos a quienes corrigen, y tienen como mejores a
aquellos a quienes juzgan (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los Evang. ).

3466 Quien lleva en sus ojos la viga de la indignación, ¿podrá observar serenamente la paja en el ojo de su
hermano? (CASIANO, Instituciones,8).

3467 Ser manso y humilde es la mejor custodia de la caridad (SAN AGUSTIN, Coment. Epístola a los
Gálatas).

3468 Es necesario persuadirse de que no está permitido encolerizarse bajo ningún pretexto (CASIANO,
Colaciones,16).

3469 El que está en paz no piensa mal de nadie. En cambio, el descontento e inquieto es atormentado por
muchas sospechas; ni descansa él ni deja descansar a los demás (Imitación de Cristo, II,2-3).

3470 El Señor conoce más que nadie la naturaleza de las cosas: él sabe que la violencia no se vence con la
violencia, sino con la mansedumbre (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,33).

3471 Bienaventurados los mansos porque ellos en la guerra de este mundo están amparados del demonio y
los golpes de las persecuciones del mundo. Son como vasos de vidrio cubiertos de paja o heno, y que así
no se quiebran al recibir golpes. La mansedumbre les es como escudo muy fuerte en que se estrellan y
rompen los golpes de las agudas saetas de la ira. Van vestidos con vestidura de algodón muy suave que les
defiende sin molestar a nadie. (F. DE OSUNA, Tercer abecedario espiritual, III,4).

En el trato con los demás

3472 Conviene no forjarnos ilusiones. La paz de nuestro espiritu no depende del buen carácter y
benevolencia de los demás. Ese carácter bueno y esa benignidad de nuestros prójimos no están sometidos
en modo alguno a nuestro poder y a nuestro arbitrio. Esto seria absurdo. La tranquilidad de nuestro corazón
depende de nosotros mismos. El evitar los efectos ridículos de la ira debe estar en nosotros y no supeditarlo
a la manera de ser de los demás. El poder superar la cólera no ha de depender de la perfección ajena, sino
de nuestra virtud (CASIANO, Instituciones,8).

3473 Bienaventurados son los mansos porque tienen la virtud del imán, que atrae el hierro con atracción
natural. No hay manera mejor de atraer y ablandar la dureza de los corazones ásperos que con la
mansedumbre, como se lee del manso David, (cfr. 1S 1S 24,17-18), que muchas veces ablandó el
-416 -

corazón de su gran enemigo Saúl e incluso le hizo llorar y le acercó a él con su misericordia. F. DE OSUNA,
Tercer abecedario espiritual, III,4).

3474 Era su labor profesional (de S. José) una ocupación orientada hacia el servicio, para hacer agradable
la vida a las demás familias de la aldea, y acompañada de una sonrisa,de una palabra amable, de un
comentario dicho como de pasada, pero que devuelve la fe y la alegría a quien está a punto de perderlas (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,51).

3475 No juzguéis y no seréis juzgados (Mt 7,1). Al decir esto, no descarta el discernimiento y la sabiduría; lo
que él llama juicio es una condenación demásiado severa (ASTERIO DE AMASES, Hom. 13; PG 40,355).

MILAGROS

Citas de la Sagrada Escritura

1. Finalidad de los milagros

El fin principal de los milagros de Nuestro Señor fue demostrar su misión divina y la verdad de su doctrina:
Jn 14,21; 15,24.

Para probar que puede perdonar los pecados cura a un paralitico: Mt 9,ó; Mc 11,10-11; Lc 5,24.

Realiza varias curaciones en día de sábado para probar que es dueño aun del sábado: Mt 12,8-13.

La liberación de los poseidos muestra que Nuestro Señor tiene poder de echar fuera al demonio, "príncipe
de este mundo": Jn 7,31.

La multiplicación de los panes prepara la doctrina del Pan de Vida: Jn 12,1-48.

Resucita a los muertos porque El es la resurrección y la vida: Jn 11,25.

Todos los milagros, en fin, demuestran la compasión y la inmensa bondad de Nuestro Señor: Mt 15,32; Mc
7,34; 8,2.

Nuestro Señor, en su bondad, cura hasta enfermos que no se lo piden: Lc 7,13-15; Jn 5,6.

Así hace el milagro de las bodas de Caná, que no es, aparte de su significado místico, sino un acto de gran
bondad: Jn 2,3.

2. Milagros operados sobre cosas,

animales, plantas o elementos

Transformación en Caná del agua en vino: Jn 2,1-11.

Dos pescas milagrosas: Lc 5,1-11; Jn 21,1-13.

La tempestad calmada: Mt 8,23-27; Mc 14,35-40; Lc 8,22-25.

El andar sobre las aguas: Mt 14,25-31; Mc 6,48; Jn 6,19.

La moneda encontrada en la boca del pez: Mt 17,23-26.

La higuera seca: Mt 21,18-19; Mc 11,12-14; 19-21.

Las dos multiplicaciones de panes: Mt 14,15-21; 15,32-39; Mc 6,30-44; 8,1-10; Lc 11,10-17; Jn 6,1-13.

3. Curaciones

Los Evangelistas hablan muchas veces de milagrosas curaciones obradas por Nuestro Señor: Mt 4,23;
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8,16-17; 12,15; 15,30-31; Mc 1,32-34; 3,10-12; Lc4,40-41; 5,17; 6,18-19; 9,11.

Los Evangelistas hablan particularmente de la curación de personas a un tiempo enfermas y poseídas: Mt


8,28-34; 9,32-33; 12,22; 17,14-20; Mc 1,23-37; 5,1-20; 9,13-28; Lc 8,26-39; 9,37-44: 11,14.

Ciegos: Mt 9,27-31; 20,29-34; Mc 8,22-26; 10,46-52; Lc 18,3543; Jn 9,1-38.

Leprosos: Mt 8,2-4; Mc 1,4045; Lc 5,12-15; 18,11-19.

Paralíticos: Mt 9,1-8; Mc 2,1-12; Lc 5,17-26; Jn 5,1-14.

Un hidrópico: Lc 14,1-6.

Una mujer que tenía flujo de sangre: Mt 9,20-22; Mc 5,25-34; Lc 8,43-48.

El hombre de la mano seca: Mt 12,9-13; Mc 3,1-5; Lc 6,6-10.

La mujer encorvada: Lc 13,11-13.

El herido: Lc 22,40-51.

Y otras enfermedades: Mt 8,5-13; 15,21-28; Mc 1,29-31;7,24-30; Lc 4,38-39; 7,1-10; Jn 4,46-54.

Ordinariamente Nuestro Señor curaba con una sola palabra: Mt 9,6-7; Mc 5,33-34.

Otras veces empleaba ciertas acciones: Mt 7,33; Jn 9,6.

O tocaba al enfermo: Mt 8,3,15; 9,29; 17,7; 20,34; Mc 1,41;7,33; Lc 4,40; 5,13.

Otras veces hacía algunas recomendaciones: Lc 5,14; Jn 9,7.

Curaciones obradas a distancia: Mt 8,13; 15,28; Jn 4,46-54.

Curaciones conseguidas por enfermos e inválidos que tocan a Nuestro Señor: Mt9,20-21; 14,36; Mc 3,10;
5,27-34; 6,56; Lc 6,19; 8,44-47.

Nuestro Señor da a sus discípulos el poder de realizar curaciones sobrenaturales: Mt 10,1; Mc 16,18; Lc
9,1; 10,9.

4. Resurrecciones.

Los Evangelistas no cuentan más que tres:

la del hijo de la viuda de Naim: Lc 7,11-17.

la de la hija de Jairo: Mt 9, 18-26; Mc 5,22-33; Lc 8,40-56.

La de Lázaro: Jn 11,1-45.

Es probable que Nuestro Señor hiciera muchas otras resurrecciones, según puede deducirse de las
palabras que dirigió a los enviados de Juan Bautista: "Los muertos resucitan": Mt 11,5; Lc 7,22.

5. Milagros obrados por causa de

Nuestro Señor

Apariciones de Angeles, en diversas épocas de la vida de Nuestro Señor: Mt 1,20; 2,13 y 19; 28,2-5; Mc
1,13; Lc 1,26-38; 2,9-10; 1315; 22,43; 24,23; Jn 20,12.

La estrella de los Magos: Mt 2,2.

La voz del Padre en el Bautismo de Nuestro Señor: Mt 3,17; Mc 1,11; Lc 3,22.


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La transfiguración: Mt 17,1-3; Mc 9,1-16; Lc 9,28-35.

La voz de Dios Padre en el Templo: Jn 12,28.

Aparición del Espíritu Santo bajo la forma de una paloma: Mt 3,16; Mc l,lO; Lc3,22; Jn 1,32.

Aparición de Elias y de Moisés: Mt 17,3; Mc 9,3; Lc 9,30.

Las tinieblas en la muerte de Nuestro Señor: Mt 27,45; Mc 15,33; Lc 23,44-45.

El velo del Templo que se rasga: Mt 27,51; Mc 15,38; Lc 23,45.

El temblor de tierra y las piedras que se parten: Mt 27,51.

La resurrección y la aparición de numerosos muertos: Mt 27,52-53.

Manifestación del poder de Dios

3476 Nadie tiene poder sobre la naturaleza sino Aquel que la hizo. Nadie puede obrar un milagro sino Dios.
Si surgen milagros tenemos una prueba de que Dios está presente [. . . ]. Es la llamada que El hace a
nuestra atención. De esta manera nos recuerda que es el Creador. Sólo quien hizo puede deshacer. Quien
construyó puede destruir. Quien dio a la Naturaleza sus leyes puede cambiarlas. (CARD. J. H. NEWMAN,
Sermón para el Domingo IV después de Epifania).

3477 Como el hombre se hace a todo y las cosas a que se acostumbra le producen menos o ninguna
impresión, se reservó Dios en su misericordia realizar algunas cosas fuera del curso y orden acostumbrados
de la naturaleza, a fin de que los hombres, ante quienes habían perdido valor los acontecimientos
cotidianos, sintiesen admiración al ver, no cosas mayores, sino hechos más insólitos. Pues más admirable
es, por ejemplo, el gobierno de todo el mundo que saciar con cinco panes el hambre de cinco mil hombres,
aunque nadie admire lo primero y todos se maravillen de lo segundo, no por ser esto más estupendo, sino
más raro (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,24).

3478 ¿Por qué creéis en la resurrección de nuestra carne? Lo creéis porque nada hay demásiado difícil
para Dios; porque por más maravillosa que pueda ser una cosa, El puede hacerla. ¿Por qué creéis que los
santos oyen nuestras plegarias? Porque nada es demásiado difícil para el Señor.

Esto se aplica especialmente al gran milagro del altar. ¿Por qué creéis que el sacerdote transforma el pan
en el Cuerpo de Cristo? Porque Dios es omnipotente y nada es demásiado difícil para El. Y aún más, sabéis
también, como he dicho, que los milagros son los signos y señales de la presencia de Dios. Pues si El está
presente en la Iglesia católica, es natural esperar que hará algunos milagros, y si no los hiciera estaríamos
casi tentados de creer que había abandonado a su Iglesia (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el
Domingo I V después de Epifania).

Ayudas a la fe

3479 Aunque el Señor realizó muchos milagros, no todos se escribieron. Como atestigua el mismo
evangelista Juan, Cristo dijo e hizo innumerables cosas que no se escribieron (cfr. Jn 20,30). Se eligieron
para escribirse las que parecian bastar para la salvación de los creyentes (SAN AGUSTiN, Trat. Evang. S.
Juan,49).

3480 Quien ahora quisiese preguntar a Dios o querer alguna visión o revelación, no sólo haría una necedad,
sino que haria agravio a Dios no poniendo los ojos totalmente en Cristo, sin querer otra alguna cosa o
novedad (SAN JUAN DE LA CRUZ, Subida del monte Carmelo,1,2, cap. 22, no. 3-4).

3481 Los milagros fueron precisos al principio para confirmar con ellos la fe. Pero, una vez que la fe de la
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Iglesia está confirmada, los milagros no son necesarios (SAN JERÓNIMO, Coment. Evang. S. Marcos).

También hay se realizan milagros

3482 El cristiano sabe que Dios hace milagros: que los realizó hace siglos, que los continuó haciendo
después y que los sigue haciendo ahora, porque non est abbreviata manas Domini (Is 59, D, no ha
disminuido el poder de Dios.

Pero los milagros son una manifestación de la omnipotencia salvadora de Dios,y no un expediente para
resolver las consecuencias de la ineptitud o para facilitar nuestra comodidad (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Es Cristo que pasa,50).

3483 Hizo allí (en Nazareth) algunos milagros (Mc 6, I ss. ) para que no pudieran excusarse del todo; pero
hace todos los dias mayores milagros en medio de los hombres, no tanto por la salud de los cuerpos como
por la de las almas (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 138).

3484 Y si no vieren lo que ahora hay, no lo echen a los tiempos; que para hacer Dios grandes mercedes a
quien de veras le sirve, siempre es tiempo (SANTA TERESA, Fundaciones,4,5).

3485 Este demonio, según San Mateo, no sólo era mudo, sino también ciego. Luego hizo tres milagros en
un solo hombre: siendo ciego ve, siendo mudo habla, estando poseído por el demonio, queda libre. Esto se
verifica todos los dias en la conversión de los creyentes: primeramente, expulsando el demonio, ven la luz
de la fe, y después se desatan en alabanzas al Señor aquellas bocas que antes eran mudas (SAN BEDA,
en Catena Aurea, vol. Vl, pp. 23-24).

3486 Si dijeras que nadie ha visto milagros, te respondo: Es sabido que el mundo entero daba culto a los
ídolos y perseguia la fe de Cristo, según narran hasta los mismos historiadores paganos; pero ahora se han
convertido a Cristo todos, sabios, nobles, ricos, poderosos y grandes, ante la predicación de unos sencillos,
pobres y escasos predicadores de Cristo. O se ha realizado esto con milagros, o sin ellos. Si con milagros,
ya tienes la respuesta. Si sin ellos, diré que no pudo darse milagro mayor que éste de que el mundo entero
se convirtiese sin milagros. No necesitamos más (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo,1. c. , p. 33).

3487 (Los judíos), queriendo imitar a Dios, no hacían nada en sábado, como si Dios en este día hubiera
dejado de actuar en absoluto. Es verdad que en sábado descansó de la creación de nuevas criaturas, pero
siempre y de forma continua actúa, conservándolas en el ser [. . . ]. Dios es causa de todas las cosas en el
sentido de que también las hace subsistir; porque si en un momento dado se interrumpiera su poder, al
instante dejarían de existir todas las cosas que la naturaleza contiene (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S.
Juan,5,16).

Nuestro milagro diario

3488 El milagro que os pide el Señor es la perseverancia en vuestra vocación cristiana y divina, la
santificación del trabajo de cada dia: el milagro de convertir la prosa diaria en endecasílabos, en verso
heroico, por el amor que ponéis en vuestra ocupación habitual. Ahi os espera Dios, de tal manera que seáis
almas con sentido de responsabilidad, con afán apostólico, con competencia profesional (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,50).

MISA

Citas de la Sagrada Escritura

Tomad y comed: éste es mi cuerpo que por vosotros será entregado: haced esto en memoria mía [. . . ].
Este cáliz es el Nuevo Testamento en mi sangre: haced esto en memoria mia. 1Co 11,24-25; Lc22,19-20.

El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo?, y el pan que partimos,
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¿no es la participación del cuerpo del Señor? [. . . ]. Los que comen las victimas, ¿no tienen parte en el altar
(o sacrificio)? No podéis, pues, beber el cáliz del Señor y el cáliz de los demonios; no podéis tener parte en
la mesa del Señor y en la mesa de los demonios. 1Co 10,1621.

Todas las veces que comiereis este pan y bebiereis este cáliz anunciaréis la muerte del Señor hasta que
venga. 1Co 11,26.

Desde el orto del sol hasta el ocaso es grande mi nombre entre las gentes, y en todo lugar ha de ofrecerse a
mi nombre un sacrificio humeante y una oblación pura, pues grande es mi nombre entre las gentes, dice
Yavé de los ejércitos. Pero vosotros lo profanáis, diciendo: La mesa de Yavé es inmunda, y despreciables
sus alimentos. Y aún decís: ¡Oh, qué fastidio!, y lo despreciáis, dice Yavé de los ejércitos, y of recéis lo
robado, lo cojo, lo enfermo; lo presentáis como ofrenda. ¿Voy a complacerme yo aceptándolo de vuestras
manos? Mal 1,11-13.

Que ésta es mi sangre de la alianza, que será derramada por muchos para remisión de los pecados, Mt
26,28.

Y Melquisedec, rey de Salem, sacando pan y vino, como era sacerdote del Dios Altísimo, bendijo a Abraham
diciendo: "Bendito Abrabam del Dios Altísimo, el dueño de los cielos y tierra" Gn 14,18-19.

Sin padre, sin madre, sin genealogía, sin principio de sus días sin fin de su vida, se asemeja en eso al Hijo
de Dios, que es sacerdote para siempre. He 7,3.

Habiendo ofrecido en los dias de su vida mortal oraciones y súplicas con poderosos clamores y lágrimas al
que era poderoso para salvarle de la muerte, fue escuchado por su reverencial temor. Y aunque era Hijo,
aprendió por sus padecimientos la obediencia, y al ser consumado, vino a ser para todos los que le
obedecen causa de salud eterna. He 5,7-9.

Pero éste (Cristo Sacerdote), por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio perpetuo. Y es, por
tanto, perfecto su poder de salvar a los que por El se acercan a Dios y siempre vive para interceder por
ellos. He 7,24-25.

Os ruego, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como hostia viva,
santa, grata a Dios; éste es vuestro culto racional. Rm 12,1.

Mas yo por la misma Ley he muerto a la Ley, por vivir para Dios; estoy crucificado con Cristo. Ga 2,19.

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Sacrificio incruento de la cruz

3489 Si alguien dijese que el sacrificio de la Misa es solamente de alabanza y de acción de gracias, o una
simple conmemoración del sacrificio consumado en la cruz, y que no es (un sacrificio) propiciatorio, o bien
que aprovecha sólo a quien comulga, o que no se debe ofrecer por vivos y difuntos, por los pecados, las
penas, las satisfacciones y otras necesidades, sea anatema (CONCILIO DE TRENTO, Denz Sch. DS ,
1753).

3490 La oblación es la misma, cualquiera que sea el oferente, Pablo o Pedro; es la misma que Cristo confió
a sus discípulos, y que ahora realizan los sacerdotes; ésta no es, en realidad, menor que aquélla, porque no
son los hombres quienes la hacen santa, sino Aquel que la santificó. Porque así como las palabras que Dios
pronunció son las mismas que el sacerdote dice ahora, así la oblación es la misma (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre la Epístola 2 a Timoteo).

3491 La Iglesia no cesa jamás de revivir su muerte en Cruz y su Resurrección, que constituyen el contenido
de la vida cotidiana de la Iglesia. En efecto, por mandato del mismo Cristo, su Maestro, la Iglesia celebra
incesantemente la Eucaristía, encontrando en ella la "fuente de la vida y de la santidad" (cfr. Letanías del
Sgdo. Corazón), el signo eficaz de la gracia y de la reconciliación con Dios, la prenda de la vida eterna
(JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis,11,7).
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3492 Gracias a la transustanciación del pan en el Cuerpo y del vino en la Sangre de Cristo, así como está
realmente presente su Cuerpo, también lo está su Sangre; y de esa manera las especies eucarísticas, bajo
las cuales se halla presente, simbolizan la cruenta separación del Cuerpo y de la Sangre. De este modo, la
conmemoración de su muerte que realmente sucedió en el Calvario, se repite en cada uno de los sacrificios
del altar, ya que por medio de señales diversas se significa y se muestra Jesucristo en estado de victima
(Pio XII, Enc. Mediator Dei).

3493 [. . . ] toda Misa, aunque sea celebrada privadamente por un sacerdote, no es acción privada, sino
acción de Cristo y de la Iglesia, la cual, en el sacrificio que ofrece, aprende a of recerse a si misma como
sacrificio universal, y aplica a la salvación del mundo entero la única e infinita virtud redentora del sacrificio
de la Cruz (PABLO Vl, Mysterium Fidei,3-9-1965, n. 4).

3494 El sacerdote habla en las oraciones de la Misa en nombre de la Iglesia, en cuya unidad está. Mas en
la consagración habla en nombre de Cristo, cuyas veces hace por la potestad de orden (SANTO TOMAS,
Suma Teológica,3, q. 82, a. 7 ad 3).

3495 La Misa [. . . ] es acción divina, trinitaria, no humana. E1 sacerdote que celebra sirve al designio del
Señor, prestando su cuerpo y su voz; pero no obra en nombre propio, sino in persona et in nomine Christi,
en la Persona de Cristo, y en nombre de Cristo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,86).

Santa Misa y redención del mundo. Eficacia de la Santa Misa

3496 Cada Misa que se celebra se ofrece no sólo por la salvación de algunos, sino también por la salvación
de todo el mundo (PABLO VI, Mysterium fidei,3-9-1965, n. 4).

3497 La obra de nuestra redención se efectúa cuantas veces se celebra en el altar el sacrificio de la Cruz,
por medio del cual Cristo, que es nuestra Pascua, ha sido inmolado (1Co 5,7) (CONC VAT. Il, Const. Lumen
gentium,3).

3498 Cuando celebro la Santa Misa con la sola participación del que me ayuda, también hay allí pueblo.
Siento junto a mi a todos los católicos, a todos los creyentes y también a los que no creen. Están presentes
todas las criaturas de Dios -la tierra y el cielo y el mar, y los animales y las plantas-, dando gloria al Señor la
Creación entera (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Sacerdote para la eternidad,13-41973).

3499 La santa Misa alegra toda la corte celestial, alivia a las pobres ánimas del purgatorio, atrae sobre la
tierra toda suerte de bendiciones, y da más gloria a Dios que todos los sufrimientos de los mártires juntos,
que las penitencias de todos los solitarios, que todas las lágrimas por ellos derramadas desde el principio
del mundo y que todo lo que hagan hasta el fin de los siglos (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la
Santa Misa).

Jesucristo, Sacerdote y Victima

3500 El sacerdote es un representante del Sacerdote eterno, Jesucristo, que al mismo tiempo es la Víctima
(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,85).

3501 Cristo es a la vez la victima y pontifice. Pues el que ofrece el sacrificio al Padre en el altar de la cruz es
el mismo que ofrece su propio cuerpo como victima (ORIGENES, Hom. sobre el Génesis,8).

3502 Jesucristo en verdad es sacerdote, pero sacerdote para nosotros, no para si, al of recer al Eterno
Padre los deseos y sentimientos religiosos en nombre del género humano. Igualmente, El es victima, pero
para nosotros, al ofrecerse a si mismo en vez del hombre sujeto a la culpa. Pues bien, aquello del Apóstol:
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tened en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en el suyo, exige a todos los
cristianos que reproduzcan en si, en cuanto al hombre es posible, aquel sentimiento que tenia el divino
Redentor cuando se ofrecía en sacrificio, es decir, que imiten su humildad y eleven a la suma Majestad de
Dios la adoración, el honor, la alabanza y la acción de gracias. Exige, además, que de alguna manera
adopten la condición de victima, abnegándose a si mismos según los preceptos del Evangelio,
entregándose voluntaria y gustosamente a la penitencia detestando y confesando cada uno sus propios
pecados [. . . ] (Pio XII, Enc. Mediator Dei,22).

3503 No es el hombre quien convierte las cosas ofrecidas en el cuerpo y sangre de Cristo, sino el mismo
Cristo que por nosotros fue crucificado. El sacerdote, figura de Cristo, pronuncia aquellas palabras, pero su
virtud y la gracia son de Dios. Esto es mi cuerpo, dice. Y esta palabra transforma las cosas of recidas (SAN
JUAN CRISÓSTOMO, Homilía sobre la traición de Judas,1).

Sacramento de la unidad

3504 Esto es lo admirable de esta festividad: que él reúne para celebrarla a los que están lejos y junta en
una misma fe a los que se encuentran corporalmente separados (SAN ATANASIO, Carta 5).

3505 El día llamado del sol nos reunimos en un mismo lugar, tanto los que habitamos en las ciudades como
en los campos, y se leen los comentarios de los apóstoles o los escritos de los profetas, en la medida que el
tiempo lo permite. Después, cuando ha acabado el lector, el que preside exhorta y amonesta con sus
palabras, en la medida que el tiempo lo permite [. . . ] Luego, nos ponemos todos de pie y elevamos
nuestras preces; y, como ya hemos dicho, cuando hemos terminado las preces se trae pan, vino y agua;
entonces, el que preside eleva fervientemente oraciones y acciones de gracias, y el pueblo clama: Amén.
Seguidamente tiene lugar la distribución y comunicación, a cada uno de los presentes, de los dones sobre
los cuales se ha pronunciado la acción de gracias, y los diáconos los llevan a los ausentes (SAN JUSTINO,
Apología 1. a,66-67).

3506 [. . . ] la unidad de los fieles, que constituyen un solo cuerpo en Cristo, está representada y se realiza
por el sacramento del pan eucarístico (CONC VAT 11, Const. Lumen gentium, LG 3)

Preparación y acción de gracias

3507 ¿Estáis allí con las mismas disposiciones que la Virgen Santísima estaba en el Calvario, tratándose de
la presencia de un mismo Dios y de la consumación de igual sacrificio? (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre el pecado).

3508 Reunidos cada domingo, partid el pan y dad gracias, después de haber confesado vuestros pecados,
a fin de que vuestro sacrificio sea puro (Doctrina de los doce apóstoles, cap. 9)

3509 La Misa acabada, recójase media hora a dar gracias y hólguese con el que en sus entrañas tiene, y
aprovéchese de El, no de otra manera de como cuando acá vivía fue recibido de Zaqueo o de Mateo, o de
otro que se lea; porque el más quieto tiempo de todos es aquel mientras el Señor está en nuestro pecho, el
cual tiempo no se ha de gastar en otras cosas, si extrema necesidad a otra cosa no nos constriñese ( . . )
(SAN JUAN DE AVILA, Carta 5).

3510 A la celebración ha de seguir la acción de gracias [. . . ]. ¡Cuántos libros de piedad exhortan e inculcan
la acción de gracias después de la Misa; pero, ¿cuántos son los sacerdotes que la dan? [. . . 1 La acción de
gracias después de la Misa no habría de terminar sino con el día [. . . ]. El tiempo que sigue a la Misa es
tiempo de negociar con Dios y de hacerse con tesoros celestiales de gracias [. . . ] (SAN ALFONSO Mª DE
LIGORIO, Misa y of icio atropellados,1. c. , pp. 422-423).

3511 La unión espiritual con Cristo, a la que se ordena el mismo sacramento, no se ha de procurar
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únicamente en el tiempo de la celebración eucarística, sino que ha de extenderse a toda la vida cristiana, de
modo que los fieles cristianos, contemplando asiduamente en la fe el don recibido y guiados por el Espíritu
Santo, vivan su vida ordinaria en acción de gracias y produzcan frutos más abundantes de caridad. Para
que puedan continuar más fácilmente en esta acción de gracias, que de un modo eminente se da a Dios en
la Misa, se recomienda a los que han sido alimentados con la sagrada comunión que permanezcan algún
tiempo en oración (PABLO VI, Eucharisticum mysterium, n. 38).

3512 No saldréis de la iglesia al momento de terminar la santa Misa, sino que os aguardaréis algunos
instantes para pedir al Señor fortaleza en cumplir vuestros propósitos [. . . (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre la Comunión).

Los ángeles, presentes en el Sacrificio eucarístico

3513 De la misma manera que vemos cómo los ángeles se encuentran rodeando el cuerpo del Señor en el
sepulcro, así debemos creer también que se encuentran haciendo la corte en la Consagración (SAN BEDA,
en Catena Aurea, vol. VI, p. 529).

3514 Allí están presentes muchos ángeles [. . . ], para venerar este santo misterio; y así, estando nosotros
con ellos y con la misma intención, es preciso que con tal compañía recibamos muchas influencias
propicias. En esta acción divina se vienen a unir a nuestro Señor los corazones de la Iglesia triunfante y los
de la Iglesia militante, para prendar con El, en El y por El el corazón de Dios Padre, y apoderarse de toda su
misericordia (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, II,14).

3515 El santo abad Nilo nos refiere que su maestro San Juan Crisóstomo le dijo un día confidencialmente
que, durante lá santa Misa, veía a una multitud de ángeles bajando del cielo para adorar a Jesús sobre el
altar, mientras muchos de ellos recorrían la iglesia para inspirar a los fieles el respeto y amor que debemos
sentir por Jesucristo presente sobre el altar. ¡Momento precioso, momento feliz para nosotros, aquel en que
Jesús está presente sobre nuestros altares! ¡Ay!, si los padres y las madres comprendiesen bien esto y
supiesen aprovechar esta doctrina, sus hijos no serían tan miserables ni se alejarían tanto de los caminos
que al cielo conducen. ¡Dios mío, cuántos pobres junto a un tan gran tesoro! (SANTo CURA DE ARS,
Sermón sobre la Santa Misa).

"Centro y raíz" de la vida cristiana

3516 La Santa Misa nos sitúa de ese modo ante los misterios primordiales de la fe, porque es la donación
misma de la Trinidad a la Iglesia. Así se entiende que la Misa sea el centro y la raíz de la vida espiritual del
cristiano. Es el fin de todos los sacramentos (cfr. SANTO TOMÁS, Suma Teológica 3, q. 65 a. 3). En la Misa
se encamina hacia su plenitud la vida de la gracia, que fue depositada en nosotros por el Bautismo, y que
crece, fortalecida por la Confirmación (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,87).

La Santa Misa en la vida del sacerdote

3517 La devota y sincera celebración de la Santa Misa-que se recomienda vivamente sea cotidiana-lleva el
alma del sacerdote a penetrar vitalmente en el sentido profundo de su existencia: que es sacrificio y
comunión, vida plenamente consagrada al Padre y plenamente enviada, donada, comunicada al mundo y a
los hombres (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 63).

3518 En el misterio del sacrificio eucarístico, en que los sacerdotes cumplen su principal ministerio, se
realiza continuamente la obra de nuestra redención, y, por ende, encarecidamente se les recomienda su
celebración cotidiana, la cual, aunque pueda no haber en ella presencia de fieles, es ciertamente acto de
Cristo y de la Iglesia. Así, al unirse los presbíteros al acto de Cristo sacerdote, se ofrecen diariamente por
entero a Dios y, al alimentarse del cuerpo de Cristo, participan de corazón la caridad de Aquel que se da en
manjar a los fieles (CONC. VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,13).
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3519 Para satisfacer esta exigencia de unión con Dios y de entrega a los hombres, el sacerdote encuentra
el centro y raíz de toda su vida en el Sacrificio Eucarístico, donde en unión con Jesucristo, se ofrece
enteramente a Dios en sacrificio de adoración, para llenarse a su vez de la caridad de Cristo pro mundi vita
(Jn 6,52) (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 54).

3520 Todos los afectos y las necesidades del corazón del cristiano encuentran, en la Santa Misa, el mejor
cauce: el que, por Cristo, llega al Padre, en el Espíritu Santo. El sacerdote debe poner especial empeño en
que todos lo sepan y lo vivan. No hay actividad alguna que pueda anteponerse, ordinariamente, a ésta de
enseñar y hacer amar y venerar a la Sagrada Eucaristía (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Sacerdote
para la eternidad,13-4-1973).

Atención y participación en la Misa

3521 ¡Cuántas almas saldrían del pecado, si tuviesen la suerte de oír la Santa Misa en buenas
disposiciones! No nos extrañe, pues, que el demonio procure en ese tiempo sugerirnos tantos pensamientos
ajenos a la devoción (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la Santa Misa).

3522 Conviene, pues, venerables hermanos, que todos los fieles se den cuenta de que su principal deber y
mayor dignidad consiste en la participación en el sacrificio eucarístico (Pio XII, Enc. Mediator Dei, n. 22).

3523 La Iglesia, con solícito cuidado, procura que los cristianos no asistan a este misterio de fe como
extraños y mudos espectadores, sino que, comprendiéndolo bien a través de los ritos y oraciones, participen
consciente, piadosa y activamente en la acción sagrada (CONC. VAT. II, Const. Sacrosanctum
Concilium,48).

3524 Es menester que el rito externo del sacrificio, por su misma naturaleza, manifieste el culto interno; y el
sacrificio de la nueva ley significa aquel supremo acatamiento con que el mismo oferente principal, que es
Cristo, y por El todos sus miembros místicos, honran y veneran a Dios con el debido honor (Pio XII, Enc.
Mediator Dei).

Vivir la Misa a lo largo del día

3525 Encontramos en el libro de los Proverbios: si te sientas a comer en la mesa de un señor, mira con
atención lo que te ponen delante, y pon la mano en ello pensando que luego tendrás que preparar tú algo
semejante. Esta mesa de tal señor no es otra que aquella de la cual tomamos el cuerpo y la sangre de aquel
que dio su vida por nosotros. Sentarse a ella significa acercarse a la misma con humildad. Mirar con
atención lo que nos ponen delante equivale a tomar conciencia de la grandeza de este don. Y poner la
mano en ello pensando que luego tendremos que preparar algo semejante, significa que así como Cristo dio
su vida por nosotros, también nosotros debemos dar la vida por los hermanos (SAN AGUSTIN, Trat. Evang.
S. Juan,84).

3526 Después de haber participado en la Misa, cada uno ha de ser solicito en hacer buenas obras, en
agradar a Dios y vivir rectamente, entregado a la Iglesia, practicando lo que ha aprendido y progresando en
el servicio de Dios, trabajando por impregnar al mundo del espiritu cristiano y también constituyéndose en
testigo de Cristo en toda circunstancia y en el corazón mismo de la convivencia humana (PABLO VI,
Eucharisticum mysterium,n. 13).

La oración de petición en la Santa Misa

3527 No hay momento tan precioso para pedir a Dios nuestra conversión como el de la Santa Misa (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre la Santa Misa).

3528 El Sacrificio del Calvario es una muestra infinita de la generosidad de Cristo. Nosotros-cada uno-
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somos siempre muy interesados; pero a Dios Nuestro Señor no le importa que, en la Santa Misa, pongamos
delante de El todas nuestras necesidades. ¿Quién no tiene cosas que pedir? Señor, esa enfermedad. . .
Señor, esta tristeza. . . Señor, aquella humillación que no sé soportar por tu amor. . . Queremos el bien, la
felicidad y la alegría de las personas de nuestra casa; nos oprime el corazón la suerte de los que padecen
hambre y sed de pan y de justicia; de los que experimentan la amargura de la soledad; de los que, al
término de sus dias, no reciben una mirada de cariño ni un gesto de ayuda.

Pero la gran miseria que nos hace sufrir, la gran necesidad a la que queremos poner remedio es el pecado,
el alejamiento de Dios, el riesgo de que las almas se pierdan para toda la eternidad. Llevar a los hombres a
la gloria eterna en el amor de Dios: ésa es nuestra aspiración fundamental al celebrar la Misa, como fue la
de Cristo al entregar su vida en el Calvario (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Sacerdote para la
eternidad,13-4-1973).

La Virgen y la Santa Misa

3529 ¿Cómo podríamos tomar parte en el sacrificio sin recordar e invocar a la Madre del Soberano
Sacerdote y de la Victima? Nuestra Señora ha participado muy intimamente en el sacerdocio de su Hijo
durante su vida terrestre, para que esté ligada para siempre al ejercicio de su sacerdocio. Como estaba
presente en el Calvario, está presente en la Misa, que es una prolongación del Calvario. En la Cruz asistia a
su Hijo ofreciéndose al Padre; en el altar, asiste a la Iglesia que se ofrece a si misma con su Cabeza, cuyo
sacrificio renueva. Ofrezcámonos a Jesús por medio de Nuestra Señora (P. BERNADOT, La Virgen en mi
vida, p. 233).

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MISERICORDIA

Citas de la Sagrada Escritura

Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso. Lc 6,36.

Sed más bien unos para otros bondadosos, compasivos, y perdonaos los unos a los otros, como Dios os ha
perdonado en Cristo. Ep 4,32.

Si abundares en bienes haz de ellos limosna, y si éstos fuesen escasos, según sea tu escasez, no temas
hacerla. Tb 4,8.

Nunca dejará de haber pobres en la tierra, por eso te doy este mandamiento: abrirás tu mano a tu hermano,
al necesitado y al pobre de tu tierra. Dt 15,11.

Libra al que es llevado a la muerte, al que está en peligro de muerte, reténlo. Pr 24,11.

Según tus posibilidades socorre al prójimo [. . . ] Si 29,27.

Asi habla Yavé de los ejércitos; juzgad conforme a la verdad, practicad la piedad y la misericordia hacia
vuestro prójimo. Za 7,9.

¿No convenia, pues, que tuvieras tú piedad de tu compañero, como la tuve yo de ti? Mt 18,33.

No le digas al prójimo: Vete y vuelve, mañana te lo daré. . . Pr 3,28.

El que maltrata al pobre injuria a su Hacedor; quien tiene piedad del pobre le honra. Pr 14,31.

Y yo os digo: con las riquezas injustas haceos amigos, para que, cuando éstas falten, os reciban en los
eternos tabernáculos. Lc 16,9.

El que tiene bienes del mundo y, viendo a su hermano tener necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo la
caridad de Dios permanece en él? 1Jn 3,17.

Por amor de la ley acoge al pobre y en su necesidad no le despidas de vacío. Si 29,12.


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Bienaventurado el que se preocupa por el necesitado y el desvalido, en el día malo le librará Yavé. Ps 40,2.

Que no te abandonen jamás la bondad y la fidelidad, átatelas al cuello, escríbelas en tu corazón y hallarás
favor y dignidad ante Dios y ante los hombres. Pr 3,3.

Y dirá a los de la izquierda: Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus
ángeles; porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber. Mt 25,41-42.

El misericordioso se hace bien a si mismo, el de corazón duro a si mismo se perjudica. Pr 2,17.

Es un buen regalo la limosna en la presencia del Altísimo para todos los que la hacen. Tb 4,11.

Encierrá la limosna en tus arcas, y te librará de toda miseria. Si 29,15.

Por tanto, ¡oh rey!, sírvete aceptar mi consejo: redime tus pecados con justicia y tus iniquidades con
misericordia a los pobres, y quizá se prolongará tu dicha. Da 4,24.

A Yavé presta el que da al pobre; El le dará su recompensa. Pr 19-17.

Cuando des de tu pan al hambriento y sacies al alma indigente, brillará tu luz en la oscuridad y tus tinieblas
serán cual mediodía. Is 58,10.

Y el que diere de beber a uno de estos pequeños sólo un vaso de agua fresca en razón de discípulo, en
verdad os digo que no perderá su recompensa. Mt 10,42.

El que da al pobre no tendrá pobreza, el que aparta de él sus ojos tendrá muchas maldiciones. Pr 28,27.

Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia. Mt 5,7.

Pues os digo: el que escaso siembra, escaso cosecha; el que siembra con largueza con largueza
cosechará. 2Co 9,6.

Dad y se os dará: una medida buena, apretada, colmada, rebosante, será derramada en vuestro regazo. La
medida que con otros usareis, ésa se usará con vosotros. Lc 6,38.

Haz justicia y juicio, que eso es más grato a Yavé que el sacrificio. Pr 21,3.

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Compasión de las miserias ajenas

3530 (Es) la tristeza del mal ajeno, pero en cuanto se estima como propio (SANTO TOMAS, Suma
Teológica,1-2, q. 35, a. 8).

3531 Por misericordia se entiende aquí no sólo la que se practica a través de las limosnas, sino la que
produce el pecado del hermano, ayudando así unos a otros a llevar la carga (SAN JERÓNIMO, en Catena
Aurea, vol. l, p. 248).

3532 (Se llama misericordia a) cierta compasión de la miseria ajena nacida en nuestro corazón, que nos
impulsa a socorrerla si podemos (SAN AGUSTIN. La Ciudad de Dios,9).

3533 Se llama misericordioso al que [. . . ] considera la desgracia de otro como propia, y se duele del mal de
otro como si fuera suyo (SAN REMIGIO, en Catena Aurea, vol. 1p 248).

3534 La misericordia no se queda en una escueta actitud de compasión: la misericordia se identifica con la
superabundancia de la caridad que, al mismo tiempo, trae consigo la superabundancia de la justicia.
Misericordia significa mantener el corazón en carne viva, humana y divinamente transido por un amor recio,
-427 -

sacrificado, generoso (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,232).

3535 Quien practique la misericordia-dice el Apóstol-, que lo haga con alegría: esta prontitud y diligencia
duplicarán el premio de tu dádiva. Pues lo que se of rece de mala gana y por fuerza no resulta en modo
alguno agradable ni hermoso (SAN GREGORIO NAClANCENO, Disert. 14 sobre amor a los pobres).

Especialmente con los "hermanos en la fe"

3536 Con esto no queremos decir que no se deba dar limosna a los judíos pobres, ni a los gentiles, ni a
ningún pobre de cualquier nación que sea. sino que prefiramos los pobres cristianos y creyentes a los
incrédulos, y distingamos entre los mismos cristianos a los santos de los pecadores. De aquí viene que el
apóstol San Pablo exhorte a hacer obras de caridad a todos los pobres, sin distinción, pero especialmente a
los domésticos en lá misma fe (Ga 6,10). Doméstico de la fe es quien está unido a ti por el vinculo de la
misma religión y no le separan sus pecados de la comunidad de la fe. Pues si el apóstol nos manda que si
nuestros enemigos tienen hambre les demos de comer, y si tienen sed les demos de beber, y obrando así
reunamos carbones encendidos sobre sus cabezas (Ro". 12,20), ¿cuánto más habremos de asistir a
aquellos que no son enemigos nuestros, sino cristianos y santos? (SAN JERÓNIMO, Epístola 120 a
Hebidia; PL 22,983 ss. ).

3537 [. . . ] mirad, ciertamente, por todos los indigentes con benevolencia general, pero acordaos
especialmente de los que son miembros del Cuerpo de Cristo y nos están unidos por la unidad de la fe
católica. Pues más debemos a los nuestros por la unión en la gracia que a los extraños por la comunidad de
naturaleza (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 89).

El tiempo de la misericordia

3538 Las palabras de la lección sagrada (parábola del mal rico y del pobre Lázaro) deben enseñarnos a
cumplir los preceptos de la caridad. Todos los dias, si lo buscamos, hallamos a Lázaro, y aunque no le
busquemos le tenemos a la vista [. . . ] No perdáis el tiempo de la misericordia (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 40 sobre los Evang. ).

3539 Ya ves qué bueno es nuestro negocio con los pobres; éstos no se encuentran allá (en la otra vida),
sino aquí; por tanto, aquí es donde conviene hacer acoplo de aceite (de buenas obras de caridad) para que
nos sirva allá, cuando Jesucristo nos llame (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 220).

3540 Estas vírgenes no sólo eran necias porque descuidaron las obras de misericordia, sino también porque
creyeron que encontrarían aceite en donde inútilmente lo buscaban. Aunque nada más misericordioso que
aquellas vírgenes prudentes que por su caridad fueron aprobadas, sin embargo, no accedieron a la petición
de las necias. De aquí aprendemos que a nadie podrán servirle otras obras que no sean las propias (SAN
JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 219).

3541 No perdáis la ocasión de hacer obras de misericordia, no ocultéis los remedios recibidos (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 40 sobre los Evang. ).

Justicia y misericordia

3542 La justicia y la misericordia están tan unidas que la una sostiene a la otra. La justicia sin misericordia
es crueldad; y la misericordia sin justicia es ruina, destrucción (SANTO TOMÁS, en Catena Aurea, vol. 1p
247).

3543 Amar la justicia no es otra cosa sino amar a Dios. Y como este amor de Dios va siempre unido al amor
que se interesa por el bien del prójimo, el hambre de justicia se ve acompañada de la virtud de la
misericordia (SAN LEÓN MAGNO, Sermón sobre las bienaventuranzas,95).
-428 -

3544 [. . . ] la misericordia se hace elemento indispensable para plasmar las relaciones mutuas entre los
hombres, en el espiritu del más profundo respeto de lo que es humano y de la recíproca fraternidad. Es
imposible lograr establecer este vinculo entre los hombres si se quiere regular las mutuas relaciones
únicamente con la medida de la justicia. Esta, en toda las esferas de las relaciones interhumanas, debe
experimentar por decirlo asf, una notable "corrección" por parte del amor que-como proclama San Pablo-es
"paciente" y "benigno", o dicho en otras palabras, lleva en si los caracteres del amor misericordioso, tan
esenciales al evangelio y al cristianismo. Recordemos además que el amor misericordioso indica también
esa cordial ternura y sensibilidad, de que tan elocuentemente nos habla la parábola del hijo pródigo o la de
la oveja extraviada o la de la dracma perdida. Por tanto, el amor misericordioso es sumamente
indispensable entre aquellos que están más cercanos: entre los esposos, entre padres e hijos, entre amigos;
es también indispensable en la educación y en la pastoral (JUAN PABLO II, Enc. Dives in misericordia,14).

El Señor tendrá misericordia con quien es misericordioso

3545 Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dulce es el nombre de
misericordia [. . . ]. Todos los hombres la desean, mas, por desgracia, no todos obran de manera que se
hagan dignos de ella; todos desean alcanzar misericordia, pero son pocos los que quieren practicarla (SAN
CESÁREO DE ARLÉS, Sermón 25).

3546 Tanto se complace Dios en nuestros actos de bondad para con los demás, que ofrece su misericordia
solamente a quienes son misericordiosos (SAN H1LARIO, en Catena Aurea, vol. 1p 248).

3547 Oh, hombre, ¿cómo te atreves a pedir, si tú te resistes a dar? Quien desee alcanzar misericordia en el
cielo debe él practicarla en este mundo. Y por esto, ya que todos deseamos la misericordia, actuemos de
manera que ella llegue a ser nuestro abogado en este mundo, para que nos libre después en el futuro. Hay
en el cielo una misericordia, a la cual se llega a través de la misericordia terrena (SAN CESÁREo D ARLÉS,
Sermón 25).

3548 Quizá existan algunos ricos que, aunque no suelen ayudar a los más necesitados de la Iglesia, sin
embargo, guardan otros mandamientos divinos y estiman que ante sus diversos méritos de virtud y probidad
es leve que les falte la misericordia. Pero ésta es de tanta importancia que sin ella las demás, aunque
existan, para nada sirven. Pues aunque uno sea fiel, casto, sobrio y esté adornado de otras virtudes
principales e insignes, sin embargo, si no es misericordioso, no merecerá la misericordia. Bienaventurados
-dice el Señor-los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia (Mt 5,7) (SAN LEÓN MAGNO,
Sermón 10).

Obras de misericordia

3549 Las obras de misericordia son la prueba de la verdadera santidad (SANTO TOMÁS, en Catena Aurea,
vol. II, p. 15).

3550 Mejor sería que nadie tuviera hambre y no hubieses de dar pan a nadie. Suprime los menesterosos: ya
están cumplidas las obras de misericordia; pero ¿el fuego del amor va a extinguirse por eso? (SAN
AGUSTIN, Coment. 1. u Epístola S. Juan,8).

3551 La caridad no se practica sólo con el dinero. Podéis visitar a un enfermo, hacerle un rato de compañía,
prestarle algún servicio, arreglarle la cama, prepararle los remedios, consolarle en sus penas, leerle algún
libro piadoso (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la limosna).

3552 Las obras de misericordia son variadísimas, y así todos los cristianos que lo son de verdad, tanto si
son ricos como si son pobres, tienen ocasión de practicarlas en la medida de sus posibilidades; y aunque no
todos puedan ser iguales en la cantidad de lo que dan, todos pueden serlo en su buena disposición (SAN
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LEÓN MAGNO, Sermón 6 sobra la Cuaresma).

3553 Dad limosna: esta palabra se refiere a todas las obras de misericordia, porque da limosna no sólo el
que da de comer al que tiene hambre y otras necesidades por el estilo, sino también el que perdona a quien
le falta y ruega por él, el que corrige a otro [. . . ] (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 49).

3554 El que ama al prójimo debe hacer tanto bien a su cuerpo como a su alma, y esto no consiste sólo en
acudir al médico, sino también en cuidar el alimento, la bebida, el vestido, la habitación, y proteger el cuerpo
contra todo lo que pueda resultar molesto [. . . ]. Son misericordiosos los que ponen cortesía y humanidad al
proporcionar lo necesario para resistir males y dolores [. . . ]. ¿No sabéis que tener misericordia significa
hacerse uno mismo miserable, condoliéndose del otro? (SAN AGUSTIN, Sobre /as costumbres de la Iglesia
Católica,1,28,56).

3555 No hay mejor misericordia que otorgar el perdón a quien nos ha ofendido (SANTO TOMÁS, Sobre la
caridad,1. c. , p. 226).

Frutos de la misericordia

3556 De dos modos podemos llevar la cruz del Señor: o afligiendo a nuestro cuerpo con la abstinencia o,
por compasión al prójimo, considerando como nuestras sus necesidades. El que se conduele de las
necesidades ajenas lleva la cruz en su corazón (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 3 7 sobre los Evang. ).

3557 Todo aquel que por amor se compadece de cualquier misería ajena se enriquece, no sólo con la virtud
de su buena voluntad, sino también con el don de la paz (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 6 sobre la
Cuaresma).

3558 El ayuno no da fruto si no es regado por la misericordia, se seca sin este riego; lo que es la lluvia para
la tierra, esto es la misericordia para el ayuno (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 43).

3559 (La misericordia) es el lustre del alma, la enriquece y la ha- ce aparecer buena y hermosa. El que
piensa compadecerse de la miseria de otro, empieza a abandonar el pecado [. . . 1 (SAN AGUSTIN, en
Catena Aurea, vol. Vl, p. 48).

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MISERICORDIA DIVINA

Citas de la Sagrada Escritura

Sed misericordiosos como también vuestro Padre es misericordioso. Lc 6,36.

Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de toda
consolación. 2Co 1,3.

Dios es rico en misericordia. Ep 2,4.

Dios ejercita con todos su misericordia: Rm 11,32.

La misericordia de Dios se derramará de generación en generación: Lc 1,50.

Os ruego encarecidamente, por la misericordia del Señor, que le ofrezcáis vuestros cuerpos, como una
hostia viva, santa y agradable. Rm 12,1.

Por su misericordia Dios nos ha salvado. Tt 3,5; 1P 1,3.


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Clemente y misericordioso es Yavé, lento a la ira y de muy gran piedad. Ps 144,8.

Pues es más grande que los cielos tu misericordia, y llega hasta las nubes tu fidelidad. Ps 107,35.

Tengo siempre ante mis ojos tus misericordias, y ando en tu verdad. Ps 25,3.

Por eso os está esperando Yavé, para haceros gracia; por eso se levanta, para tener misericordia de
vosotros, que es Yavé Dios justo, y cuantos se le acogen son bienaventurados. Is 30,18.

cados de los hombres para traerlos a penitencia. Sg 11,24.

A todos perdonas, porque son tuyos, Señor amador de las almas. Sg 11,27.

En todas las cosas está tu espíritu incorruptible. Y por eso corriges poco a poco a los que caen, y a los que
pecan los amonestas, despertando la memoria de su pecado, para que apartándose de la maldad crean,
Señor, en ti. Sg 12,1-2.

Como benigno es un padre para sus hijos, tan compasivo eS Dios para con los que le temen. Ps 102,13.

Himno a la misericordia divina: Jon 7,18-20.

Y justicia: Ez 33,12-19.

La tierra está llena, ¡oh Yavé!, de tu piedad: enséñame tus mandatos. Ps 118,64.

¡Cuán grande es la misericordia

¡Qué grande es la misericordia del Señor, y su perdón para los que a él se convierten! (Eclesiástico
(Sirácida) Si 17,28.

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Supera cualquier medida humana

3560 (La misericordia es) lo propio de Dios, y en ella se manifiesta de forma máxima su omnipotencia
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 30, a. 4).

3561 Dios se mostró magnánimo ante la caida del hombre y dispuso aquella victoria que iba a conseguirse
por el Verbo. Al mostrarse perfecta la fuerza en la debilidad, se puso de manifiesto la bondad y el poder
admirable de Dios (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,3).

3562 Os aseguro que habrá en el cielo gran alegría por un pecador que se convierta. Con este fin, a aquel
hombre que cayó en manos de los ladrones, que lo desnudaron, lo golpearon y se fueron dejándolo medio
muerto, El lo reconfortó, vendándole las heridas, derramando en ellas acite y vino, haciéndole montar sobre
su propia cabalgadura y acomodándolo en el mesón para que tuvieran cuidado de él, dando para ello una
cantidad de dinero y prometiendo al mesonero que, a la vuelta, le pagaria lo que gastase de más (SAN
MÁXIMO, Carta 11).

3563 Se da prisa en buscar la centésima oveja que se había perdido [. . . ] ¡Maravillosa condescendencia de
Dios que así busca al hombre; dignidad grande la del hombre, así buscado por Dios! (SAN BERNARDO,
Sermón I Dom. Adviento,7).

3564 Como nuestros pecados nos impiden en ocasiones dirigirnos a El, viene El a nosotros: viene a
sembrar su palabra misericordiosa, y lo hace copiosamente (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea,
vol. IV, p. 95).
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3565 Si recorréis las Escrituras Santas, descubriréis constante- mente la presencia de la misericordia de
Dios: llena la tierra (Sal 32,5), se exiende a todos sus hijos, super omnem carne". (Si 18,12), se multiplica
para ayudarnos (Sal 35,8), y continuamente ha sido confirmada (Sal 116,2). Dios, al ocuparse de nosotros
como Padre amoroso, nos considera en su misericordia (Sal 24,7): una misericordia suave (Sal 108,21),
hermosa como nube de lluvia (Si (35,26) (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,7).

3566 Debemos comprender, si no somos insensatos, los sentimientos de bondad de nuestro Padre; El nos
habla, enseñándonos cómo debemos acercarnos a El, porque no quiere que le busquemos por caminos
desviados (Epístola de Bernabé,2).

3567 El mismo Jesucristo, que conocía la malicia de los fariseos, condescendió con ellos para ganarlos, a
semejanza de los buenos médicos, que prodigan más remedios a los enfermos más graves (SAN CIRILO,
en Catena Aurea, vol. Vl, p. 46).

3568 ¡ Qué grande es la misericordia de nuestro Creador! No somos ni siervos dignos y nos llama amigos.
¡Qué grande es la dignidad del hombre al ser amigo de Dios! (SAN GREGORTO MAGNO, Hom. 27 sobre
los Evang. ).

3569 La suprema misericordia no nos abandona ni aun cuando la abandonamos (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

3570 En ocasiones, Dios no desdeña visitarnos con su gracia, a pcsar de la negligencia y relajamiento en
que ve sumido nuestro corazón [. . . ]. Tampoco tiene a menos hacer nacer en nosotros abundancia de
pensamientos espirituales. Por indignos que seamos, suscita en nuestra alma santas inspiraciones, nos
despierta de nuestro sopor, nos alumbra en la ceguedad en que nos tiene envueltos la ignorancia, y nos
reprende y castiga con clemencia. Pero hace más: se difunde en nuestros corazones para que siquiera su
toque divino nos mueva a compunción y nos haga sacudir la inercia que nos paraliza (CAS1ANO,
Colaciones,4).

Acudir siempre a la misericordia de Dios. Confianza

3571 Todos los que vivimos esta vida mortal tenemos nuestras aflicciones. Vosotros tenéis vuestras
pesadumbres; pero cuando estéis afligidos y las olas parezcan elevarse y estar prontas a sumergiros, haced
un acto de fe, un acto de esperanza en vuestro Dios y Salvador. Os llama Aquel que tiene su boca y sus
manos llenas de bendiciones para vosotros. Dice: Venid a Mi todos los que estáis fatigados y cargados, que
yo os aliviaré (Mt 11). Todos los que estais sedientos-dice por su profeta-venid a las aguas. . . Nunca entre
en vuestra mente la idea de que Dios es un amo duro, severo. Dia llegará, es verdad, en que vendrá como
justo Juez, pero ahora es tiempo de misericordia. Beneficiaos de él, aprovechad el tiempo de gracia. Mirad
que ahora es el tiempo grato, mirad que ahora es el día de la sa/vación (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón
para el Domingo IV después de Epifanía).

3572. . . En los momentos de angustia he invocado al Señor. . . Libra, oh Señor, mi alma de los labios
mentirosos, de las lenguas que engañan. ¡Señor!, me refugio en ti (Sal 119,12 yPs 7,2). Conmueve esta
insistencia de Dios, nuestro Padre, empeñado en recordarnos que debemos acudir a su misericordia pase lo
que pase, siempre (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-6-1972).

3573 Recordáis que el endemoniado dijo: ¿Qué hay entre ti y nosotros, Hijo de Dios? ¿ Has venido aquí a
destiempo para atormentarnos? (Mt 8). La venida de Cristo no era confortadora para ellos [. . . ] Porque a
los hombres les destina bienes y, sabiendo y sintiendo esto, los hombres son atraidos hacia El. No Irán a
Dios hasta estar serguros de esto. Deben creer que es no sólo omnipotente, sino también misericordioso. La
fe está fundada en el conocimiento de que Dios es omnipotente; la esperanza lo está en el conocimiento de
que Dios es misericordioso. Y la presencia de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos mueve a esperar
tanto como a crcer, porque su nombre, Jesús, significa Salvador, y porque fue tan amante, dulce y
bondadoso cuando estuvo en la tierra (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo I V después de
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Epifania).

3574 No conviene a una Misericordia tan grande como la vuestra olvidarse de una tan grande miseria como
la nuestra (SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,16).

3575 Pedid y recibiréis. . . (cfr. Mt 7,7-8): lo repite para recomendar a justos y pecadores la confianza en la
misericordia de Dios, y por eso añade: todo el que pide recibe; es decir, ya sea justo, ya sea pecador, no
dude al pedir, para que conste que no desprecia a nadie [. . . ]. No puede concebirse que Dios, cuando
manda la gran obra de caridad de hacer bien a los enemigos, imponga a los hombres el deber de que hagan
lo que El no hiciera, siendo bueno (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1, pp. 428-429).

3576 Ninguno es suficientemente fuerte por sus solas fuerzas, sino que está seguro por la misericordia de
Dios (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. 1p 360).

3577 Para caer había muchos amigos que me ayudasen; para levantarme, hallábame tan sola que ahora
me espanto cómo no me estaba siempre caída, y alabo la misericordia de Dios, que era solo el que me
daba la mano (SANTA TERESA, Vida,7,8).

3578 Te ves tan miserable que te reconoces indigno de que Dios te oiga. . . Pero, ¿y los méritos de María?
¿Y las llagas de tu Señor? Y. . . ¿acaso no eres hijo de Dios?Además, El te escucha "quoniam bonus. . . ,
quoniam in saeculum misericordia ejus": porque es bueno, porque su misericordia permanece siempre (J.
ESCRiVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 93).

3579 De la misma forma que los cuidados del médico se manifiestan en los enfermos, así Dios se
manifiesta en los hombres (SAN IRENEO, Trat. contra /as herejias,3).

3580 ¿Dónde me esconderé de Dios? ¿Dónde te esconderás, hermano? En su misma misericordia. Nadie
puede huir de Dios más que refugiándose en su misericordia (SAN AGUSTIN, Sermón 351).

3581 Mi único mérito es la misericordia del Señor. No seré pobre en méritos mientras El no lo sea en
misericordia. Y porque la misericordia del Señor es mucha, muchos son también mis méritos. Y aunque
tengo conciencia de mis muchos pecados, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia (SAN
BERNARDO, Sermón sobre el Cantar de los Cantares,61).

El pecador y la misericordia divina

3582 La profundidad del pozo de la miseria humana es grande;y si alguno cayera allí, cae en un abismo. Sin
embargo, si desde ese estado confiesa a Dios sus pecados, el pozo no cerrará su boca sobre él [. . . ].
Hermanos, hemos de temer esto grandemente [. . . ]. Desdeñada la confesión de los pecados, no habrá
lugar para la misericordia (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 68).

3583 Dios, el pastor supremo y verdadero agricultor, es podero- so tanto para hacer volver a la oveja al
buen camino, como para injertar el sarmiento desgajado (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

3584 No dudéis del perdón, pues por grandes que sean vuestras culpas, la magnitud de su misericordia
perdonará, sin duda, la enormidad de vuestros muchos pecados (SAN JERÓNIMO, Coment. sobre el
profeta Joel).

3585 He aquí que llama a todos los que se han manchado, desea abrazarlos, y se queja de que le han
abandonado. No perdamos este tiempo de misericordia que se nos ofrece, no menospreciemos los
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remedios de tanta piedad que el Señor nos brinda. Su benignidad llama a los extraviados, y nos prepara,
cuando volvamos a El, el seno de su clemencia. Piense cada cual en la deuda que le abruma, cuando Dios
le aguarda y no se exaspera con el desprecio. El que no quiso permanecer con El, que vuelva; el que
menospreció estar firme a su lado, que se levante, por lo menos después de su caída [. . . ]. Ved cuán
grande es el seno de su piedad, y considerad que tenéis abierto el regazo de su misericordia (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 33 sobre los Evang. ).

3586 El nos ha prometido el perdón de los pecados y no puede faltar a su palabra, ya que, al enseñarnos a
pedir que sean perdonados nuestras ofensas y pecados, nos ha prometido su misericordia paternal y, en
consecuencia, su perdón (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la oración,18).

3587 Te contemplo, Señor, en aquel patíbulo en el que parecías hallarte sin auxilio alguno, y considero de
qué manera envías delante a tu reino al buen ladrón en virtud de tu sublime potestad. Con esta elección nos
enseñas de un modo bien manifiesto cuánto provecho has producido en los desamparados, de entre los
cuales éste fue el primero que, coronado de gloria, fue constituido, en el mismo día, ciudadano del paraíso y
amigo de la curia celestial (PSEUDOCIPRIANO, De cardinalibus operibus Christi).

3588 (Dios a todos) los pecadores les promete misericordia para que se animen a levantarse (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los Evang. ).

3589 Consideremos cuán grandes son las entrañas de su misericordia, que no sólo nos perdona nuestras
culpas, sino que promete el reino celestial a los que se arrepienten de ellas (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 19 sobre los Evang. ).

3590 Este cometió muchos pecados, y se hizo gran deudor; el otro hizo pocos por haberle llevado Dios de la
mano. Si, pues, el uno le atribuye la remisión de los cometidos, atribúyale también el otro el no haberlos
cometido (SAN AGUSTIN, Sermón 99).

3591 Salió un sembrador a sembrar. . . Se acercó a nosotros vistiéndose de nuestra carne. Como no
podíamos penetrar donde El se hallaba, porque los pecados oponían un muro a nuestro acceso, hubo de
venir El a nosotros. Y, ¿a qué salió? ¿A destruir la tierra plagada de espinas? ¿A castigar a los labradores?
De ningún modo. Salió a labrarla, a cuidarla y a sembrar la palabra de la piedad (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,44).

3592 ¡Qué cercano está Dios de quien confiesa su misericordia! Si; Dios no anda lejos de los contritos de
corazón (SAN AGUSTIN, Sermón 11).

3593 No suelen los ricos ir a casa de los pobres, aunque tengan la intención de hacerles algún bien. Eramos
nosotros los que teníamos que ir a Jesús; pero se interponia un doble obstáculo. Nuestros ojos estaban
ciegos [. . . ]. Nosotros yaciamos paralizados en nuestra camilla, incapaces de llegar a la grandeza de Dios.
Por eso nuestro amable Salvador y Médico de nuestras almas descendió de su altura (SAN BERNARDO,
Sermón I Dom. Adviento,78).

Maria, Madre de la misericordia

3594 Nadie ha experimentado como la Madre del Crucificado el misterio de la cruz, el pasmoso encuentro
de la trascendente justicia divina con el amor: el "beso" dado por la misericordia a la justicia. Nadie como
Ella, Maria, ha acogido de corazón ese misterio: aquella dimensión verdaderamente divina de la redención,
llevada a efecto en el Calvario mediante la muerte de su Hijo, junto con el sacrificio de su corazón de madre,
junto con su "fiat" definitivo. (JUAN PABLO II, Enc. Dives in misericordia,9).

3595 Maria, pues, es la que conoce más a fondo el misterio de la misericordia divina. Sabe su precio y sabe
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cuán alto es. En este sentido la llamamos también Madre de la misericordia: Virgen de la misericordia o
Madre de la divina misericordia; en cada uno de estos titulos se encierra un profundo significado teológico,
porque expresan la preparación particular de su alma, de toda su personalidad, sabiendo ver primeramente
a través de los complicados acontecimientos de Israel, y de todo hombre y de la humanidad entera después,
aquella misericordia de la que "por todas las generaciones" nos hacemos participes según el eterno
designio de la Santísima Trinidad (JUAN PABLO II, Enc. Dives in misericordia,9).

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MORTIFICACION

Citas de la Sagrada Escritura

En verdad, en verdad os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, quedará solo; pero si
muere, llevará mucho fruto. Jn 12,24.

Os digo, pues: Andad en espíritu y no deis satisfacción a la concupiscencia de la carne. Ga 5,16.

Si padecemos con El, también con El viviremos. Si sufrimos con El, con El reinaremos. 2Tm 2,11.

Mejor que el valiente es el que aguanta, y el que sabe dominarse vale más que el que conquista una ciudad.
Pr 16,32.

Cuanto a mí, jamás me gloriaré a no ser en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está
crucificado para mí y yo para el mundo. Ga 6,14.

El que ama su vida, la pierde; pero el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna.
Jn 12,25.

Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. Ga 5,24.

Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome cada día su cruz y sígame. Lc 9,23.

Llevando siempre en el cuerpo la Cruz de Cristo, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
2Co 4,10.

Si viviereis según la carne, moriréis; mas si con el espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis. Rm
8,13.

Castigo mi cuerpo y lo esclavizo, no sea que habiendo predicado a los otros venga yo a ser reprobado. 1Co
9,27.

Mortificad, pues, vuestros miembros de hombre terreno. Col 3,5.

Necesidad de mortificar la carne y todas las concupiscencias para tener la vida del espíritu: Rm 6,12; 8,12-
13.

La verdadera caridad impone privaciones para socorrer al prójimo: 2Co 8,2-5.

Mortificación de la lengua: Jc 1,26; 3,3-12.

La mortificación es principio de paz: Jc 4,1-10.

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Necesidad de la mortificación

3596 (La penitencia) purifica el alma, eleva el pensamiento, somete la carne propia al espíritu, hace al
corazón contrito y humillado, disipa las nebulosidades de la concupiscencia, apaga el fuego de las pasiones
y enciende la verdadera luz de la castidad (SAN AGUSTIN, `Sermón 73).
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3597 Tomar la cruz-el cumplimiento costoso del deber o la mortificación cristiana asumida voluntariamente-
es [. . . ] componente indispensable del seguimiento de Jesucristo. Si alguno quiere venir en pos de mí-dice
el Señor-niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígueme (Lc 9,23). Estas palabras de Jesús
conservan hoy su vigencia de siempre porque son palabra-s dichas a todos los hombres de todos los
tiempos, y expresan una condición inexcusable del seguimiento de Cristo: y el que no toma su cruz y me
sigue, no puede ser mi discípulo (Lc 14,27). Un Cristianismo del que pretendiera arrancarse la cruz de la
mortificación voluntaria y la penitencia, so pretexto de que esas prácticas serían hoy residuos oscurantistas,
medievalismos impropios de una época humanista, ese Cristianismo desvirtuado lo sería tan sólo de
nombre; pero ni conservaría la doctrina del Evangelio ni serviría para encaminar en pos de Cristo los pasos
de los hombres. J. ORLANDIS, Las bienaventuranzas, Pamplona 1982, pp. 71-72).

3598 Al ser, pues, nocivo para el cuerpo el demásiado cuidado y un obstáculo para su alma, es una locura
manifiesta servirle y mostrarse sumiso con él (SAN BASILIO, Discurso a los jóvenes).

3599 Este gusto por la virtud no se adquiere sino a trueque de una profunda contrición del corazón y una
perfecta mortificación de los sentidos (CASIANO, Colaciones,5).

3600 La pureza del alma está en razón directa de la mortificación del cuerpo. Ambas van a la par. No
podemos, pues, gozar de la perpetua castidad si no nos resolvemos a guardar una norma constante en la
temperancia (CASIANO, Instituciones,5).

3601 El resultado de la mortificación debe ser el abandono de las malas acciones y de las voluntades
injustas. Y esto no excusa de practicarla a quienes están enfermos, pues en un cuerpo débil puede
encontrarse un alma sana (SAN LEÓN, en Catena Aurea, vol. 1, pp. 281-282).

3602 ¡ Desde el momento en que un cristiano abandona las lágrimas, el dolor de sus pecados y la
mortificación, podemos decir que de él ha desaparecido la religión! Para conservar en nosotros la fe, es
preciso que estemos siempre ocupados en combatir nuestras inclinaciones y en llorar nuestras miserias
(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la penitencia).

3603 Donde no hay mortificación no hay virtud (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 180).

3604 Al decir porque son pocos los que la encuentran (la senda estrecha), manifiesta la desidia de muchos;
y por eso advirtió a los que le escuchaban que no atendiesen al bienestar de muchos, sino a los trabajos de
los pocos (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. I, pp. 438-439).

3605 El sacrificio del cuerpo y su aflicción es acepto a Dios, si no va separado de la penitencia; ciertamente
es un verdadero culto a Dios (CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Stromata,5).

3606 La Iglesia exige la mortificación externa corporal para declarar las virtudes de un siervo de Dios
(BENEDICTO XIV, cfr. De boatificocione Sanctorum, III).

3607 Quien a Dios busca queriendo continuar con sus gustos, lo busca de noche y, de noche, no lo
encontrará (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,3,3).

3608 Si queremos guardar la más bella de todas las virtudes, que es la castidad, hemos de saber que ella
es una rosa que solamente florece entre espinas; y, por consiguiente, sólo la hallaremos, como todas las
demás virtudes, en una persona mortificada (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la penitencia).
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3609 El que no es perfectamente mortificado en sí, pronto es tentado y vencido en cosas bajas y viles
(Imitación de Cristo, I,ó,1).

La oración acompañada de mortificación

3610 Creer que admite a Su amistad a gente regalada y sin trabajos es disparate (SANTA TERESA, Camino
de perfección,18,2).

3611 Si no eres mortificado, nunca serás alma de oración (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 172).

"Mortificaciones pequeñas>>. Algunos ejemplos y detalles

3612 Es necesario [. . . ] ser muy generosas [. . . ] y tener gran valor para despreciar nuestras malas
inclinaciones, nuestro mal humor, nuestras rarezas y sensiblerías, mortificando continuamente todo esto en
todas las ocasiones (SAN FRANCISCO DE SALES, Plática XIV, Del juicio propio,1. c. ).

3613 En la comida no debes sentir disgusto cuando los alimen- tos no sean de tu agrado; haz, más bien,
como los pobrecitos de Jesucristo, que comen de buen grado lo que les dan, y dan las gracias a la
Providencia (J. PECCI-León Xlll- Práctica de la humildad,24).

3614 Difícilmente se refrenarán las pasiones ocultas y más violentas de la carne, si [. . . ] se es incapaz de
mortificar siquiera un poco las delicias del paladar (CASIANO, Colaciones,5).

3615 Un buen cristiano no come nunca sin mortificarse en algo (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la
penitencia).

3616 Debe ponerse en guardia contra estas tres especies de gula mediante una triple observancia. Ante
todo, deberá esperar, para comer, la hora fijada; luego, se contentará con una cantidad prudente, no
permitiéndose llegar hasta el exceso; por último, comerá de cualesquiera manjares y especialmente de los
que puedan obtenerse a un precio módico (CASIANO, Instituciones,5).

3617 Los cotidianos, aunque ligeros, actos de caridad: el dolor de cabeza o de muelas; las extravagancias
del marido o de la mujer; el quebrarse un brazo; aquel desprecio o gesto; el perderse los guantes, la sortija
o el pañuelo; aquella tal cual incomodidad de recogerse temprano y madrugar para la oración o para ir a
comulgar; aquella vergüenza que causa hacer en público ciertos actos de devoción; en suma, todas estas
pequeñas molestias, sufridas y abrazadas con amor, son agradabilísimas a la divina Bondad, que por solo
un vaso de agua ha prometido a sus fieles el mar inagotable de una bienaventuranza cumplida. Y como
estas ocasiones se encuentran a cada instante, si se aprovechan son excelente medio de atesorar muchas
riquezas espirituales (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, lll. 35).

3618 También es muy cierto que aquel que ama los placeres, que busca sus comodidades, que huye de las
ocasiones de sufrir, que se inquieta, que murmura, que reprende y se impacienta porque la cosa más
insignificante no marcha según su voluntad y deseo, el tal, de cristiano sólo tiene el nombre; solamente sirve
para deshonrar su religión, pues Jesucristo ha dicho: Aquel que quiera venir en pos de mi, renúnciese a si
mismo, lleve su cruz todos los días de su vida, y sigume (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la
penitencia).

3619 Prepárate [. . . ] a sufrir por nuestro Señor muchas y grandes aflicciones, y aun también el martirio;
resuélvete a sacrificarle lo que más estimas si quieres recibirle, sea el padre, la madre, el hermano, el
marido, la mujer, los hijos, tus mismos ojos y tu propia vida, porque a todo ello ha de estar preparado tu
corazón; pero en tanto que la divina Providencia no te envía tan sensibles y grandes aflicciones, en tanto
que no exige de ti el sacrificio de tus ojos, sacrifícale a lo menos tus cabellos, quiero decir que sufras con
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paciencia aquellas ligeras injurias, leves incomodidades y pérdidas de poca consideración que ocurren cada
día, pues aprovechando con amor y dilección estas ocasioncillas, conquistarás enteramente su corazón y le
harás del todo tuyo (SAN FRANCISCO DESALES, Introd. a la vida devota,3,35).

3620 Donde más fácilmente encontraremos la mortificación esen las cosas ordinarias y corrientes: en el
trabajo intenso, constante y ordenado; sabiendo que el mejor espíritu de sacrificio es la perseverancia por
acabar con perfección la labor comenzada; en la puntualidad, llenando de minutos heroicos el día; en el
cuidado de las cosas, que tenemos y usamos; en el afán de servicio, que nos hace cumplir con exactitud los
deberes más pequeños; y en los detalles de caridad, para hacer amable a todos el camino de santidad en el
mundo: una sonrisa puede ser, a veces, la mejor muestra de nuestro espíritu de penitencia. . . Tiene espíritu
de penitencia el que sabe vencerse todos los días, of reciendo al Señor, sin espectáculo, mil cosas
pequeñas (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, en Gran enciclopedia Rialp 16,336).

La mortificación interior

3621 Mas, me diréis vosotros, ¿cuántas clases de mortificaciones hay? Hay dos: una es interior, otra es
exterior, pero las dos van siempre juntas (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la penitencia).

3622 Si la salud poco firme u otras causas no permiten a alguno mayores austeridades corporales, no por
ello le dispensan jamás de la vigilancia y de la mortificación interior (Pio Xll, Enc. Sacra virginitas,25-3-
1954).

3623 Así, aunque viva en la soledad o retirado en una celda, la vanidad le hace deambular con la mente por
casas y monasterios, y le muestra en su fantasía una multitud de almas que se convierten al imperio y
eficacia de su palabra. El desgraciado, juguete de tales quimeras, parece sumergido en un profundo sueño.
De ordinario vive seducido por la dulzura de estos pensamientos. Absorto en tales imágenes, ni advierte lo
que hace ni se da cuenta de lo que sucede en torno. Ni siquiera repara en la presencia de sus hermanos. El
infeliz va meciéndose, cual si fueran verdad, en las fantasías que soñó despierto (CAS1ANO,
Instituciones,11).

3624 Si haces alguna mortificación extraordinaria, procura preservarte del veneno de la vanagloria, que
destruye a menudo todo su mérito (J. PECCI-León XIII-, Práctica de la humildad,34)

3625 Es ciertamente imposible que la mente no se vea envuelta en múltiples pensamientos; pero aceptarlos
o rechazarlos sí que es posible al que se lo propone. Aunque su nacimiento no depende enteramente de
nosotros, está desde luego en nuestra mano el darles acogida o soslayarlos (con la ayuda de la gracia)
(CASIANO, Colaciones,1).

Alegría en la mortificación

3626 Mortificación no es pesimismo, ni espíritu agrio (J. ESCRIVÁ DE BAEAGUER, Es Cristo que pasa,37).

3627 (Cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu cara. . . ). Aquí se habla de la costumbre que existía en
Palestina de ungirse la cabeza los días de fiesta, y mandó el Señor que cuando ayunemos nos
manifestemos contentos y alegres (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 380).

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MUERTE

Citas de la Sagrada Escritura

Por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte. Rm 5,12.
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El estipendio del pecado es la muerte. Rm 6,23.

Está decretado a los hombres morir una sola vez, y después el juicio. He 9,27.

Bienaventurados los que mueren en el Señor; sí, dice el espíritu, para que descansen de sus trabajos, pues
sus obras los acompañan. Ap 14,13.

Es cosa preciosa a los ojos de Yahvé, la muerte de sus justos. Ps 115,15.

Pues sabemos que si la tienda de nuestra mansión terrena se deshace, tenemos de Dios una sólida casa,
no hecha por manos de hombres, eterna, en los cielos, 2Co 5,1.

Cuando se dicen: "paz y seguridad" entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores del
parto a la preñada. 1Th 5,3.

No sabéis cuál será nuestra vida mañana, pues sois humo que aparece un momento y al punto se disipa. lP
4,14.

No queremos, hermanos, que ignoréis lo tocante a la suerte de los muertos, para que no os aflijáis como los
demás que carecen de esperanza. Pues si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios (Padre)
tomará consigo por Jesús a los que se durmieron en El. 1Th 4,13.

Una es la entrada para todos en la vida, e igual la salida. Sg 7,6.

No temas el fallo de la muerte, acuérdate de los que te precedieron y de los que te seguirán, y que éste es
el juicio del Señor sobre toda carne. Si 41,5.

Como vestido, se envejece toda carne, porque ésta es la ley desde el principio: que has de morir. Como las
hojas verdes de un árbol frondoso, que unas caen y otras brotan, así es la generación de la carne y de la
sangre: unos mueren y otros nacen. Toda obra humana se carcome, al fin acaba, y tras ella se va el que la
hizo. Si 14,18-20.

El número de los días del hombre, cuando mucho, son cien años; como una gota de agua en el mar, como
un grano de arena, así son sus pocos años a la luz del día de la eternidad. Si 18,8.

No te presentes ante el Señor con las manos vacias. Si 35,6; Ex 23,15.

- Las almas de los justos están en las manos de Dios, y el tormento no los alcanzará. A los ojos de los
necios parecen haber muerto, y su partida es tenida por desdicha. Su salida de entre nosotros, por
aniquilamiento; pero están en paz. Pues aunque a los ojos de los hombres fueron atormentados, su
esperanza está llena de inmortalidad. Sg 3,1-4.

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El pecado y el misterio de la muerte

3628 La muerte no es sólo una necesidad natural. La muerte es un misterio [. . . ]. Cristo Hijo de Dios aceptó
la muerte como necesidad de la naturaleza, como parte inevitable de la suerte del hombre sobre la tierra.
Jesucristo acepto la muerte como consecuencia del pecado. Desde el principio, la muerte está unida al
pecado [. . . ]. Jesucristo aceptó la muerte para vencer al pecado (JUAN PABLO II, Hom. 28-111979).

El cristiano no debe tener miedo a la muerte

3629 Mi mayor bien es morir y ser llevado a Dios para que amanezca en él (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA,
Epístola a los Romanos,1,2).

3630 No te perturbe el oír el nombre de muerte, antes bien, deléitate en los dones que te aporta este
tránsito feliz. ¿Qué significa en realidad para ti la muerte sino la sepultura de los vicios y la resurrección de
las virtudes? (SAN AMBROSIO, Trat. sobre el bien de la muerte).
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3631 Oh muerte, qué amargo es tu recuerdo para el que vive tranquilo con sus posesiones, para el hombre
contento que prospera en todo y tiene salud para gozar de los placeres (Si 41,1). Temen mucho la muerte
porque aman mucho la vida de este mundo y poco la del otro. Pero el alma que ama a Dios vive más en la
otra vida que en ésta, porque el alma vive más donde ama que donde anima (SAN JUAN DE LA CRUZ,
Cántico espiritual,11,10).

3632 [. . . ] Cuando venga la muerte, que vendrá inexorable, la esperaremos con júbilo como he visto que
han sabido esperarla tantas personas santas, en medio de su existencia ordinaria. Con alegría: porque, si
hemos imitado a Cristo en hacer el bien-en obedecer y en llevar la Cruz, a pesar de nuestras miserias-,
resucitaremos como Cristo: surrexit Dominus vere! (Lc 24,34), que resucitó de verdad (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,21).

3633 . . . Y les dijo: Retiraos, porque no está muerta la niña, sino dormida. Estas palabras [. . . ] nos
enseñan, además, que no debemos tener miedo a la muerte; porque El mismo había de morir, y valiéndose
de la muerte de otros (como sucedió también con Lázaro: Nuestro amigo Lázaro duerme), inspira confianza
a sus discípulos, y les enseña a sufrir con valor la muerte. Porque desde su venida, la muerte no es más
que un sueño (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. II, p. 33).

3634 No tiene gran importancia escapar a la muerte si es por poco tiempo y hay que morir después; pero
gran cosa es escapar a la muerte de manera definitiva, como ocurre con nosotros, por quienes Cristo
nuestra Pascua se ha inmolado (ORIGENES, Hom. para el tiempo Pascual).

3635 En Cristo, la muerte ha perdido su poder, le ha sido arrebatado su aguijón, la muerte ha sido
derrotada. Esta verdad de nuestra fe puede parecer paradójica, cuando a nuestro alrededor vemos todavía
hombres afligidos por la certeza de la muerte y confundidos por el tormento del dolor. Ciertamente el dolor y
la muerte desconciertan al espíritu humano y siguen siendo un enigma para aquellos que no creen en Dios,
pero por la fe sabemos que serán vencidos, que la victoria se ha logrado ya en la muerte y resurrección de
Jesucristo, nuestro redentor (JUAN PABLO II, Hom. 16-II-1981).

3636 No tengas miedo a la muerte. -Acéptala, desde ahora, generosamente. . . , cuando Dios quiera. . . ,
como Dios quiera. . , donde Dios quiera. -No lo dudes: vendrá en el tiempo, en el lugar y del modo que más
convenga. . . , enviada por tu Padre-Dios. -¡Bienvenida sea nuestra hermana la muerte! (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Camino, n. 739).

3637 El que está lejos de su patria es natural que tenga prisa por volver a ella. Para nosotros, nuestra patria
es el paraíso; allí nos espera un gran número de seres queridos, allí nos aguarda el numeroso grupo de
nuestros padres, hermanos e hijos, seguros ya de su suerte, pero solicitos aún de la nuestra (SAN
CIPRIANO, Trat. sobre la muerte,18).

3638 Si tienes miedo a la muerte, ama la vida. Tu vida es Dios, tu vida es Cristo, tu vida es el Espíritu Santo
Le desagradas obrando mal. No habita El en templo ruinoso, no entra en templo sucio (SAN AGUSTIN,
Sermón 161).

3639 El hombre nace al mundo para el trabajo, y los elegidos pasan del mundo al descanso por la muerte
(SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 150).

3640 El mejor favor que podéis hacerme es dejar que sea inmolado para Dios, mientras el altar está aún
preparado: así, unidos por la caridad en un solo coro, podréis cantar al Padre por Cristo Jesús, porque Dios
se ha dignado hacer venir al obispo de Siria desde el oriente hasta occidente. ¡Qué hermoso es que el sol
de mi vida se ponga para el mundo y vuelva a salir para Dios! (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los
Romanos,1).
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Más allá de la muerte

3641 No quedará sobre la tierra ni una señal de lo que somos: la carne cambiará de naturaleza; el cuerpo
recibirá otro nombre; "incluso el nombre de cadáver no le durará por mucho tiempo; se convertirá-dice
Tertuliano-en no sé qué cosa que no tiene nombre en ninguna lengua": tan verdad es que todo muere en él,
hasta los mismos términos fúnebres con los que se nombraban sus restos mortales (BOSSUET, Sermón
sobre la muerte,1. c. , t. IV, p. 279).

3642 La muerte no es un punto final, es un tránsito. Al acabar nuestro viaje en el tiempo, viene el paso a la
eternidad (SAN CIPRIANO, Tratado sobre la muerte,22).

3643 Aunque mis amigos mueran, no muere mi amistad; antes bien, si algún cambio se verifica es para que
renazca más viva y firme entre las cenizas, como una especie de fénix místico, pues, si bien las personas a
quienes amo son mortales, lo que sobre todo amo yo en ellas es inmortal (SAN FRANCISCO DE SALES,
Epistolario, fragm. 112,1. c. , p. 746).

3644 Misericordiosa conducta del que socorre nuestras necesidades. Existe el propósito [. . . ] de rehacer la
casa que nos han dado: mientras que la destruye y derriba para rehacerla de nuevo, nosotros tenemos que
desocuparla. El mismo nos ofrece su palacio; nos concede una habitación para que esperemos con calma la
reparación completa de nuestro antiguo edificio (BOSSUET, Sermón sobre la muerte,1. c. , t. IV, p. 279).

3645 Consuélate, alma: si este divino arquitecto que ha emprendido tu reparación deja caer pieza a pieza
ese viejo edificio de tu cuerpo, es que quiere devolvértelo en mejor estado, es que quiere reconstruirlo con
mejor estilo: poco tiempo estará bajo el imperio de la muerte, pero no dejará nada entre sus manos excepto
la mortalidad [. . . ]. Como un viejo edificio irregular que se desecha para levantarlo de nuevo con un orden
arquitectónico más hermoso, así Dios deja caer en la ruina esta carne descompuesta por el pecado y la
codicia, para rehacerla a su modo y según el primitivo plan de la creación: tiene que reducirse a polvo
porque ha servido al pecado (BOSSUET, Sermón sobre la muerte,1. c. , t. IV, p. 279).

Nos espera el Señor

3646 ¡Qué gran dignidad y seguridad, salir contento de este mundo, salir glorioso en medio de la aflicción y
la angustia, cerrar en un momento estos ojos con los que vemos a los hombres y el mundo para volverlos a
abrir en seguida y contemplar a Dios! (SAN CIPRIANO, Trat. a Fortunato,13).

3647 Llegará aquel dia, que será el último y que no nos causa miedo: confiando firmemente en la gracia de
Dios, estamos dispuestos desde este momento, con generosidad, con reciedumbre, con amor en los
detalles, a acudir a esa cita con el Señor llevando las lámparas encendidas. Porque nos espera la gran
fiesta del Cielo (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,40).

3648 Tu luz es tu Dios, él es tu aurora, porque a ti vendrá después de la noche de este mundo (SAN
AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,17).

3649 El cristianismo es un programa lleno de vida. Ante la experiencia cotidiana de la muerte, de la que se
hace partícipe nuestra humanidad, repite incansablemente: Creo en la vida eterna. Y en esta dimensión de
vida se encuentra la realización definitiva del hombre en Dios mismo: Sabemos que. . . seremos semejantes
a El, porque le veremos tal cual es (1Jn 3,2) (JUAN PABLO II, Hom. en el cementerio de Roma, l -XI- 1979).

3650 Mi amor está crucificado y ya no queda en mi el fuego de los deseos terrenos; únicamente siento en
mi interior la voz de un agua viva que me habla y me dice: "Ven al Padre" (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA,
Carta a los Romanos,4,1-2).
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3651 No lo olvidéis nunca: después de la muerte, os recibirá el Amor. Y en el amor de Dios encontraréis,
además, todos los amores limpios que habéis tenido en la tierra. El Señor ha dispuesto que pasemos esta
breve jornada de nuestra existencia trabajando y, como su Unigénito, haciendo el bien (Ac 10,38).
Entretanto, hemos de estar alerta, a la escucha de aquellas llamadas que San Ignacio de Antioquia notaba
en su alma, al acercarse la hora del martirio: ven al Padre, ven hacia tu Padre, que te espera ansioso (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,221).

La muerte revela la riqueza o la pobreza interior de cada hombre

3652 Asi como en los teatros, cuando todo se acaba y los que representan se retiran y se quitan el traje, los
que antes parecían reyes o pretores aparecen ahora tal y como son con todas sus miserias, así, cuando
viene la muerte y concluye el espectáculo de esta vida, depuestos los disfraces de la riqueza y de la
pobreza, sólo por sus obras se juzga quiénes son verdaderamente ricos y quiénes pobres; quiénes dignos y
quiénes indignos de gloria (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 249).

3653 Si uno tuviera un hermano rey y se hallara lejos de él, desearía m'archar, encontrarse y vivir con él.
Siendo Cristo hermano nuestro, debemos desear estar con El, reunirnos con El [:. . ]. El Apóstol sentía
deseos de morir y estar con Cristo; estos deseos crecen en nosotros al considerar su Encarnación (SANTO
TOMAS, Sobre el Credo,3,1. c. , p. 60).

3654 Sólo la virtud es la que acompaña a los difuntos; únicamente nos sigue la caridad [. . . ] (SAN
AMBROSIO en Catena Aurea, vol. Vl, p. 86).

3655 La muerte separa el alma del cuerpo, pero no cambia las disposiciones de aquélla (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 454).

3656 Para que los hombres encuentren algo en su mano después de la muerte, deben poner antes de ella
sus bienes en manos de los necesitados (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 230).

Nuestras obras a la luz de la muerte

3657 ¿Quién se acordará y quién rogará por ti después de muerto? Ahora, ahora, hermano, haz lo que
pudieras, que no sabes cuándo morirás, ni qué te acaecerá después de la muerte. Ahora que tienes tiempo,
allega espirituales riquezas inmortales y no tengas demásiado cuidado, salvo de tu salvación y de las cosas
de Dios. Hazte amigo de los santos, hónralos imitando sus obras, para que cuando salieras de esta vida te
reciban en las moradas eternas (Imitación de Cristo,1,23,7).

3658 Las cosas están tocando a su término, y se nos proponen juntamente estas dos cosas: la muerte y la
vida, y cada uno irá a su propio lugar. Es como si se tratara de dos monedas, una de Dios y otra del mundo,
que llevan cada una grabado su propio cuño (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta alos Magnesios,1).

3659 Cuando llega el anochecer ordena a su pagador que les convoque y les dé sus jornales por el día
transcurrido. El significado de esto está muy claro. El dueño de la viña es Nuestro Señor y Salvador.
Nosotros somos los trabajadores. El atardecer es la hora de la muerte, cuando cada uno de nosotros
recibirá la retribución por nuestro trabajo si hemos trabajado bien [. . . ].

La hora de la muerte está bien descrita como un anochecer. En el anochecer hay algo especialmente
solemne y tranquilo, que representa adecuadamente la hora de la muerte (CARD. J. H. NEWMAN, Domingo
de Septuagésima, Sermón del juicio).

3660 Cuando viniere aquella hora postrera, de otra manera comenzarás a sentir de toda tu vida pasada, y
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mucho te dolerás porque fuiste tan negligente y perezoso. ¡Cuán bienaventurado y prudente es el que vive
de tal manera cual desea ser hallado en la muerte! (Imitación de Cristo,1,23,2).

Todos hemos de morir, y es incierto el día de la muerte

3661 Como los médicos, cuando diagnostican una enfermedad y la encuentran mortal, sentencian: "De ésta
muere; no hay escape", así, desde que nace el hombre, hay que diagnosticar: "No hay escape" (SAN
AGUSTIN, Sermón 92).

3662 Lo mismo muere el justo y el impío, el bueno y el malo, el limpio y el sucio, el que ofrece sacrificios y el
que no. La misma suerte corre para el bueno que para el que peca. El que jura lo mismo que quien teme el
juramento. De igual modo se reducen a pavesas y a cenizas hombres y animales (SAN JERÓNIMO,
Epístola 39).

3663 Asistimos todos los días a la muerte de muchos, celebramos sus entierros y funerales y seguimos
prometiéndonos larga vida (SAN AGUSTIN, Sermón 17).

3664 Es absolutamente cierto que llegara nuestro último día, pero ignoramos del todo cuándo, dónde y
como será; sólo sabemos, como se ha dicho, que "la muerte está en el umbral de los ancianos y al acecho
de los jóvenes". . . Y, como está acechando, debemos prepararla mas, ya que no podemos ni verla ni
librarnos de ella. Por lo tanto, la única seguridad es no considerarse nunca seguro (BEATO GUERRIC,
Sermón 3. ° para el Adviento,1. c. , p. 119).

3665 ¡Oh loco!, ¿por qué piensas vivir mucho, no teniendo un día seguro? ¡Cuántos han sido engañados y
sacados del cuerpo cuando no lo pensaban! ¿Cuántas veces oíste contar que uno murió a espada, otro se
ahogó, otro cayó de lo alto y se quebró la cabeza, otro comiendo se quedó pasmado, a otro jugando le vino
su fin? Uno muere a fuego, otro a hierro, otro con pestilencia, otro a manos de ladrones, y así la muerte es
el fin de todos, y la vida de los hombres pasa como una sombra (Imitación de Cristo, I,23,6).

Aceptación de la muerte de las personas queridas

3666 [. . . ] en las pérdidas temporales toque Dios y pulse por donde quiera, y en la cuerda que El escoja de
nuestro laúd nunca dejará de producir una buena armonía. Jesús, Señor, sin reservas, sin excepción, sin
limitación, hágase tu voluntad sobre padre, sobre madre, sobre hija, en todo y siempre.

Aunque Dios nos lo quite todo, nunca nos dejará sín El, mientras no lo queramos. Pero hay más; nuestras
pérdidas y separaciones no son más que por breve plazo (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm.
19,1. c. , p. 653).

La vida pasa de prisa

3667 Esta renovación continua del género humano, quiero decir los niños que nacen, a medida que crecen
y avanzan, parece que nos empujan por las espaldas y nos dicen: Retiraos, ahora nos toca a nosotros. Así
como nosotros vemos que otros pasan, también otros nos verán pasar, y esos darán a sus sucesores el
mismo espectáculo (BOSSUET, Sermón sobre la muerte,1. c. , t. IV, p. 266).

3668 Este mundo, mis hijos, se nos va de las manos. No podemos perder el tiempo, que es corto [. . . ].
Entiendo muy bien aquella exclamación que San Pablo escribe a los de Corinto: tempus breve estl, ¡qué
breve es la duración de nuestro paso por la tierra! Estas palabras, para un cristiano coherente, suenan en lo
más íntimo de su corazón como un reproche ante la falta de generosidad, y como una invitación constante
para ser leal. Verdaderamente es corto nuestro tiempo para amar, para dar, para desagraviar (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER, Hoja informativa n. I, sobre el proceso de beatificación de este Siervo de Dios, p. 4).

Es útil considerar la realidad de la muerte y la brevedad de la vida


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3669 Si así pensáramos al levantarnos cada día por la mañana, no consideraríamos que hemos de llegar
vivos a la noche, y al acostarnos no tendríamos por seguro que vamos a levantarnos por la mañana; así es
de incierta nuestra vida (SAN ATANASIO, Vida de S. Antonio,19).

3670 Por no pensar con frecuencia en nuestra última hora, cometemos muchos pecados; porque si
pensáramos que el Señor ha de venir y que nuestra vida ha de concluir pronto, pecaríamos menos
(TEOFILO en Catena Aurea, vol. Vl, p. 111).

3671 Si alguno vive como si hubiese de morir todos los dias, porque es incierta nuestra vida por naturaleza,
no pecará, puesto que el temor grande apartará la mayor parte de los malos deseos; y al contrario, el que se
prometa una vida larga se llenará de ellos (SAN ATANASIO en Catena Aurea, vol. VI, p. 83).

3672 El monje deberia darse al ayuno como si tuviera que vivir cien años. Y deberia refrenar las pasiones
de su alma, olvidar las injurias, ahuyentar la tristeza y menospreciar el dolor y la desazón, como si tuviera
que morir cada día (CASIANO, Instituciones,5).

OBEDIENCIA

Citas de la Sagrada Escritura

Jesús, durante su estancia en Nazaret, obedecía a José y a Maria: Lc 2,51.

Obediencia de Maria al serle comunicado el misterio de la Encarnación: Lc 1,35-38.

Fruto de la obediencia de Maria: su maternidad divina: Lc 1,35,38.

Nuestro Señor ve en los que cumplen la voluntad de Dios a su madre y a sus hermanos: Mt 12,48-50; Mc
3,33-35; Lc 8,21.

Obediencia de José al ángel: Mt 1,18-25; 2,13-14.

Obediencia de José y Maria al decreto de César Augusto: Lc 2,2-5.

Obediencia de José y Maria a la Ley judaica: Lc 2,21-24.

Obediencia de los Magos a la inspiración de Dios: Mt 2,1-12.

La obediencia debe ser norma de todos nuestros actos: Mt 3,1316; Jn 13,3-9.

Obediencia a la vocación: Mt 4,18-22; 9,9; Mc 1,16-20; 2,13-14; Lc 5,27-28.

Obediencia del diácono Felipe: Ac 8,26-27.

Obediencia de Saulo: Ac 9,5-9.

Obediencia de Ananías: Ac 9,11-17.

Obediencia del Centurión Cornelio: Ac 10,7-9.

Obediencia de Pablo a una orden recibida en sueños en Tróade: Ac 16,9-10.

Cómo Pablo obedece primeramente a Dios: Ac 18,19,11-13.

Cómo Pablo es obedecido por sus compañeros: Ac 21,14-15.

Obediencia de Nuestro Señor a su Padre Dios: Rm 5,19.


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Por la obediencia ha rescatado Nuestro Señor a los hombres: Rm 5,19.

Todos los que obedecen al Espíritu Santo son hijos de Dios: Rm 8,14.

La obediencia de los primeros cristianos se hizo notoria en todo el mundo, por la cual los alaba San Pablo:
Rm 16,19.

La obediencia debe ser efectiva. Parábola de los dos hijos enviados a la viña: Mt 21,28-31.

Dios Padre otorga al Espíritu Santo a los que obedecen: Ac 5,32.

Hemos de obedecer a Dios antes que a los hombres: Ac 5,29.

Hijos, obedeced a los padres en todo. Col 3,20.

Obedeced a vuestros superiores y estadles sujetos, que ellos velan sobre vuestras almas como quien ha de
dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegría y sin queja, que esto seria para vosotros sin utilidad. He
13,17.

Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón prudente, que edifica su casa
sobre roca. Mt 7,24.

Se humilló haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Ph 2,8.

"Mejor es la obediencia que las víctimas". Saul rechazado por Dios: 1S 15,10-23.

Si hubieses atendido a mis mandamientos, tu paz seria como un río, y tu justicia como las olas del mar. Is
48,18.

Facilidad y dificultades de la obediencia

3673 . . . Decir que dejaremos nuestra voluntad en otra parece muy fácil, hasta que probándose se entiende
que es la cosa más recia que se puede hacer, si se cumple como se ha de cumplir (SANTA TERESA,
Camino de perfección,32,5).

3674 Te mandan una cosa que crees estéril y difícil. -Hazla. -Y verás que es fácil y fecunda. (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER, Camino, n. 623).

3675 Fueron, pues, los que habían sido enviados, y hallaron al pollino. . . Asi también debemos hacer
nosotros, que debemos acometer con mucho afecto y gran solicitud cuanto se nos mande, por bajo que sea,
sabiendo que todo lo que se hace por Dios no es pequeño, sino digno del reino de los cielos (TITO
BOSTRENSE en Catena Aurea, vol. Vl, p. 349)

3676 Dijome una vez (el Señor), que no era obedecer si no estaba determinada a padecer; que pusiese los
ojos en lo que El había padecido y todo se me haría fácil (SANTA TERESA, Vida,26).

3677 A veces el Señor sugiere su querer como en voz baja, allá en el fondo de la conciencia: y es necesario
escuchar atentos, para distinguir esa voz y serle fieles. En muchas ocasiones, nos habla a través de otros
hombres, y puede ocurrir que la vista de los defectos de esas personas, o el pensamiento de si están bien
informados, de si han entendido todos los datos del problema, se nos presente como una invitación a no
obedecer (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,17).

Frutos, eficacia y poder de la obediencia

3678 ¡Oh poder de la obediencia!-El lago de Genesaret negaba sus peces a las redes de Pedro. Toda una
noche en vano. -Ahora, obediente, volvió la red al agua y pescaron "piscium multitudinem copiosa". "-una
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gran cantidad de peces-Créeme: el milagro se repite cada día (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n.
629).

3679 Para adquirir este tesoro, no hay mejor camino que cavar y trabajar para sacarle de esta mina de la
obediencia; que mientras más caváremos, hallaremos más, y mientras más nos sujetáremos a los hombres,
no teniendo otra voluntad sino la de nuestros mayores, más estaremos señores de ella para conformarla
con la de Dios (SANTA TERESA, Fundaciones,5,13).

3680 Dios no necesita de nuestros trabajos, sino de nuestra obediencia (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom.
sobre S. Mateo,56).

3681 Tiene por compañeras la honra y la dignidad, porque no es esclavitud o servidumbre de hombre a
hombre, sino sumisión a la voluntad de Dios, que reina por medio de los hombres (LEÓN XIII, Enc.
Immortale Dei).

3682 Yo creo que, como el demonio ve que no hay camino que más presto lleve a la suma perfección que el
de la obediencia, pone tantos disgustos y dificultades debajo de color de bien (SANTA TERESA,
Fundaciones,5,10).

3683 Haz que tu padre espiritual te señale las obras de piedad que has de practicar, y con eso tendrán
duplicada gracia y bondad, una por si misma, puesto que son piadosas, y otra por la obediencia, que las
ordena y en cuya virtud se ejecutan. Bienaventurados los que obedecen, porque Dios no permitirá jamás
que se extravien (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,3,11).

3684 Mientras nos sometemos humildemente a la voz ajena nos superamos a nosotros mismos en el
corazón (SAN GREGORio MAGNO, Moralia,35).

3685 Muchas veces me parecía no se poder sufrir el trabajo conforme a mi bajo natural, me dijo el Señor:
Hija, la obediencia da fuerzas (SANTA TERESA, Fundaciones, pról. 2).

3686 Si no entristeces a esta gracia, conocerás los secretos que el Verbo comunica por medio de quien
quiere y cuando quiere [. . . ]. Si te acercas atentamente, sabrás todo lo que Dios concede a los que
verdaderamente aman (cfr. 1Co 2,9).

Se convierten en un jardín de delicias; en ellos va a crecer un árbol fecundo y vigoroso que los colmará de
ricos frutos. Ellos son el terreno en que fueron plantados el árbol del conocimiento y el árbol de la vida.
Porque lo que mata no es el árbol del conocimiento, sino la desobediencia (Epístola a Diogneto XI,3 y XII,2-
3).

Seguridad de la obediencia

3687 Obedecer. . . , camino seguro. -Obedecer ciegamente al superior. . . , camino de santidad. -Obedecer
en tu apostolado. . . , el único camino: porque, en una obra de Dios, el espiritu ha de ser obedecer o
marcharse (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 941).

3688 ¡Oh, Señor, cuán diferentes son vuestros caminos de nuestras torpes imaginaciones, y cómo de un
alma que está ya determinada a amaros y dejada en vuestras manos no queréis otra cosa, sino que
obedezca y se informe bien de lo que es más servicio vuestro y eso desee! (SANTA TERESA,
Fundaciones,5,6).

3689 Obediencia que con toda verdad puedo decir que es la virtud propia de la criatura racional que actúa
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bajo la potestad de Dios; y también que el primero y mayor de todos los vicios es el orgullo, que lleva al
hombre a querer usar de su potestad para la ruina, y tiene el nombre de desobediencia (SAN AGUSTiN,
Sobre el Génesis,8).

3690 Gran cosa es estar en obediencia, y vivir debajo de prelado, y no ser suyo propio: mucho más seguro
es estar en sujeción que en mando (Imitación de Cristo,1,9,1).

3691 La obediencia es virtud que inclina la voluntad a cumplir el mandato legitimo del superior, en cuanto es
manifestación de la Voluntad de Dios (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 104).

3692 La humildad, como virtud especial, considera principalmente la sujeción del hombre a Dios, en cuyo
honor se humilla sometiéndose incluso a otros (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 161, a. 1).

3693 ¿Qué importa que Dios nos manifieste su voluntad por si mismo o por sus ministros, ya sean ángeles,
ya sean hombres? (SAN BERNARDO, De praeceptis et dispositionibus 9).

3694 Pierde ella (el alma) su regalo, y lo tiene por bien perdido porque no se acuerda de su contento, sino
en cómo hacer más la voluntad del Señor, y así es en la obediencia. Seria recia cosa que nos estuviese
claramente diciendo Dios que fuésemos a alguna cosa que le importa, y no quisiéramos porque estamos
más a nuestro placer (SANTA TERESA, Fundaciones,5,5).

3695 Es conveniente obedecer sin ningún género de fingimiento, porque no es a éste o a aquel obispo que
vemos a quien se trataria de engañar, sino que el engaño iria dirigido contra el obispo invisible; es decir, en
este caso ya no es contra un hombre mortal, sino contra Dios, a quien aun lo escondido está patente (SAN
IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Magnesios,1).

3696 Cada uno entienda que el fin de todos estos ejercicios y de toda la vida espiritual es la obediencia de
los mandamientos de Dios y el cumplimiento de la divina voluntad, para lo cual es necesario que muera la
voluntad propia, para que así viva y reine la divina, pues es tan contraria a ella (SAN PEDRO DE
ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación,11,5).

Obedecer los consejos del confesor

3697 Yendo con limpia conciencia y con obediencia, nunca el Señor permite que el demonio tenga tanta
mano que nos engañe de manera que pueda dañar el alma; antes viene él a quedar engañado (SANTA
TERESA, Fundaciones,4,2).

3698 Muchas veces me ha dicho el Señor que no deje de comunicar toda mi alma y las mercedes que el
Señor me hace con el confesor, y que sea letrado, y que le obedezca. Esto muchas veces (SANTA
TERESA, Vida,26,3).

3699 Siempre que el Señor me mandaba una cosa en la oración, si el confesor me decia otra me tornaba el
mismo Señor a decirme que le obedeciese; después su Majestad le volvía para que me lo tornase a mandar
(SANTA TERESA, Vida,26,5).

Cualidades de quien ejerce la autoridad

3700 Ninguno manda con seguridad sino el que aprendió a obedecer de buena gana (Imitación de Cristo,
1,20,3).
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3701 (El ejercicio de la autoridad no es más que) un oficio de amor (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S.
Juan,123).

3702 (Recomienda la santa a la madre priora): Procure que sea amada para que sea obedecida (SANTA
TERESA, Constituciones,9,1).

Cualidades de la obediencia

3703 El enemigo: ¿obedecerás. . . hasta en ese detalle "ridículo"? Tú, con la gracia de Dios: obedeceré. . .
hasta en ese detalle "heroico" (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 618).

3704 Has de obedecer cuando te manden cosas agradables, como es el comer y divertirse, pues aunque
entonces no parece gran virtud el hacerlo, el no hacerlo seria gran defecto; has de obedecer en las cosas
indiferentes, como ponerte tal o tal vestido, ir por tal o por cual camino, cantar o callar, y ésta será una
obediencia muy loable; has de obedecer también en las cosas difíciles, ásperas y duras, y ésta será
obediencia perfecta; has de obedecer, finalmente, con dulzura, sin enfado y, sobre todo, por amor (SAN
FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,3,11).

3705 Hay tres modos diferentes de obedecer: separándonos del mal por temor al castigo, y entonces nos
colocamos en una actitud servil; o por alcanzar el premio ofrecido, y en este caso nos asemejamos a los
mercenarios; o por amor al bien y por afecto a aquel que nos manda, y entonces imitamos la conducta de
los buenos hijos (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 207).

3706 Purificad vuestras almas en la obediencia, la cual no debe proceder sólo de la necesidad, sino de una
franca voluntad y deseo de agradar a Dios. La voluntad del superior, sea como sea conocida por nosotros,
ha de servirnos de precepto. Las consideraciones que deseo en vuestra obediencia se encierran todas en
una; pues no deseo más que la sencillez, que rinde dulcemente el corazón a las órdenes y se siente feliz
obedeciendo hasta en las cosas que repugnan, y más en éstas que en ninguna otra.

No deseéis, pues, nada más que lo que Dios quiere y haced lo que os diga el que os mande, con tal que no
haya pecado en ello. Quered lo que quieren los superiores y querréis lo que Dios quiere: con ello seréis de
veras obedientes y dichosos (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 46, I. c. ,p. 680).

3707 La obediencia hace meritorios nuestros actos y sufrimientos, de tal modo que, de inútiles que estos
últimos pudieran parecer, pueden llegar a ser muy fecundos. Una de las maravillas realizadas por nuestro
Señor es haber hecho que fuera provechosa la cosa más inútil, como es el dolor. El lo ha glorificado
mediante la obediencia y el amor. La obediencia es grande y heroica cuando por cumplirla está uno
dispuesto a la muerte e ignominia (R. GARRIGOU LAGRANGE, Las tres edades de la vida interior, vol. II, p.
683).

El ejemplo de Jesucristo

3708 Jesucristo, en cumplimiento de la voluntad del Padre, inauguró en la tierra el reino de los cielos, nos
reveló su misterio y realizó la redención con su obediencia (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,3).

3709 Cristo, a quien el universo está sujeto, estaba sujeto a los suyos(SAN AGUSTIN, Sermón 51).

3710 La señal de la humildad es la obediencia, mientras que la soberbia nos inclina a hacer la propia
voluntad y a buscar aquello que nos ensalza, y a no querer dejarnos dirigir por los demás, sino a dirigirlos a
ellos. La obediencia es lo contrario de la soberbia. Mas el Unigénito del Padre, venido del cielo para
salvarnos y sanarnos de la soberbia, hizose obediente hasta la muerte en la cruz (R. GARRIGOU
LAGRANGE, Las tres edades de la vida interior, vol. II, p. 683).
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3711 Baja del cielo por obedecer a un hombre y se deja poner sobre los altares en cuanto los hombres
quieren. Asi está sin moverse por si mismo, déjase estar donde lo ponen, o expuesto en la custodia, o
cerrado en el sagrario; déjase conducir por donde lo llevan, así por las calles como por las casas; permite
que cualquiera le reciba en la comunión, sea justo o pecador. Mientras vivió en este mundo, dice San Lucas,
obedecía a Maria Santísima y a San José, mas en este Sacramento obedece a tantas criaturas como son
en el mundo los sacerdotes (SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,25).

Obediencia de la Virgen

3712 Tratemos de aprender, siguiendo su ejemplo en la obediencia a Dios, en esa delicada combinación de
esclavitud y de señorío. En Maria no hay nada de aquella actitud de las vírgenes necias, que obedecen,
pero alocadamente. Nuestra Señora oye con atención lo que Dios quiere, pondera lo que no entiende,
pregunta lo que no sabe. Luego, se entrega toda al cumplimiento de la voluntad divina: he aquí la esclava
del Señor, hágase en mi según tu palabra (Lc I,38) (J. ESCRIVA DE BAEAGUER, Es Cristo que pasa,173).

OFRECIMIENTO DE OBRAS

3713 Se levantan antes del dia o al rayar el alba, pero no se envuelven enseguida en los cuidados familiares
y demás menesteres de este mundo. Van antes al templo para consagrar en la divina presencia las
primicias de sus acciones y trabajos (CASIANO, Colaciones,21).

3714 ¿Y que aire acerca de las primicias? ¿No es notorio que todos los fieles siervos de Cristo las ofrecen
todos los cias? Porque apenas despertar, antes de enfrentarse de nuevo con el trasiego de la vida, antes de
concebir en su corazon cualquier impresión, antes incluso de acordarse del cuidado de sus intereses
familiares, consagran al Señor el nacimiento y principio de sus pensamientos (CASIANO, Colaciones,21).

3715 Todas sus obras, sus oraciones e iniciativas apostolicas, la vida conyugal y familiar, el cotidiano
trabajo, el descanso de alma y de cuerpo, si son hechas en el Espíritu, e incluso las mismas pruebas de la
vida, si se sobrellevan pacientemente, se convierten en sacrificios espirituales, aceptables a Dios por
Jesucristo (cfr. 1P 2,5), que en la celebración de la Eucaristia se of recen piadosisimamente al Padre junto
con la oblación del cuerpo del Señor (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,34).

3716 El Señor no mira tanto la cantidad que se le ofrece, como el amor que se pone en la ofrenda (SAN
JUAN CRISOSTOMO), en Catena Aurea, vol. Vl, p. 393)

3717 Primeramente debe of recerse uno a si mismo por perpetuo esclavo suyo, resignandose y poniendose
en sus manos para que haga de el todo lo que quisiere en tiempo y en eternidad, y ofrecer juntamente todas
sus palabras, obras, pensamientos y trabajos, que es todo lo que hiciere y padeciere, para que todo sea
gloria y honra de su santo nombre (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de la oración y meditación,1,10).

3718 Al elevar todo ese quehacer a Dios, la criatura diviniza el mundo. ;He hablado tantas veces del mito del
rey Midas, que convertia en oro cuanto tocaba! En oro de meritos sobrenaturales podemos convertir todo lo
que tocamos, a pesar de nuestros personales errores (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,308).

3719 Lo que se hace por Dios, se ofrece a Dios y El lo recibe; lo que se hace por los hombres, se convierte
en aire (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1p 338).

3720 Aquello poco que desees ofrecer, procura depositarlo en aquellas manos de Maria, graciosisimas y
dignisimas de todo aprecio, a fin de que sea ofrecido al Señor sin sufrir de El repulsa (SAN BERNARDO,
Hom. en la Natividad de la B. Virgen María,18).

OMISIONES
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Citas de la Sagrada Escritura

Y dira a los de la izquicrda: Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus
argeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui peregrino, y
no me alojasteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; entermo y en la carcel, y no me visitasteis. Entonces
cllos responderan diciendo: Señor, ¿cuando te vimos hambriento, o sediento, o peregrino, o enfermo, o en
prisión, y no te socorrimos? El les contestara diciendo: En verdad os digo que cuando dejasteis de hacer
eso con uno de estos pequeñuelos, conmigo dejasteis de hacerlo. (Mt 25,4145).

Le dijo Jesús: ¿Quieres ser curado? Respondio el enfermo: Señor, no tengo a nadie que al moverse el agua
me meta en la piscina, y mientras yo voy, baja otro antes de mi (Jn 5,6-7).

Nosotros somos cooperadores de Dios, y vosotros sois arada de Dios, edificación de Dios. (1Co 3,9)

Es preciso que los honbres vean en nosotros ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios
(1Co 4,1).

En todo debemos mostrarnos como ministros de Dios (2Co 6,4).

Llega el otro, diciendo: Señor, ahi tienes tu `<mina>> que tuve guardada en un pañuelo, pues tenía miedo
de ti, que eres hombre severo, que quieres recoger lo que no pusiste y segar donde no sembraste. Dijole:
Por tu boca misma te condeno, mal siervo. Sabias que yo soy un hombre severo, que cojo donde no
deposite y siego donde no sembre; ¿,por que, pues, no diste mi dinero al banquero, y yo, al volver, lo
hubiera recibido con los intereses? (Lc 19,20-23).

Si el hermano o la hermana estan desnudos y carecen de alimento cotidiano, y alguno de vosotros les
dijere: Id en paz, que podais calentaros y hartaros, pero no les diereis con que satisfacer la necesidad de su
cuerpo, ¿,que provecho les vendria? (Jc 2,15-16).

¿Sabeis que ayuno quiero yo?, dice el Señor Yave: [. . . ] partir tu pan con el hambriento, albergar al pobre
sin abrigo, vestir al desnudo y no volver tu rostro ante tu hermano. Entonces brotara tu luz como la aurora
(Is 58,6-8).

Tomando Jesús la palabra, dijo: Bajaba un hombre de Jerusalen a Jerico y cayó en poder de ladrones, que
le desnudaron, le cargaron de azotes y se fueron, dejandole medio muerto. Por casualidad bajo un
sacerdote por el mismo camino, y, viendole, paso de largo. Asimismo un levita, pasando por aquel sitio, le
vio también y siguio adelante. Pero un samaritano que iba de camino llego a el, y, viendole, se movi6 a
compasión; acercose, le vendo las heridas, derramando en ellas aceite y vino; le hizo montar sobre su
propia cabalgadura, le condujo al meson y cuido de el. A la manara, sacando dos denarios, se los dio al
mesonero y dijo: Cuida de el, y lo que gastares, a la vuelta te lo pagare. <,Quien de estos tres te parece
haber sido prójimo de aquel que cayo en manos de los ladrones? El contesto: El que hizo con el
misericordia. C'ontestole Jesús: Vete y haz tu lo mismo (Lc 10,30-37).

Mis guardianes son ciegos todos, no entienden nada. Todos son perros mudos, que no pueden ladrar;
sohadores, se acuestan, son amigos de dormir. Son perros voraces, insaciables; son pastores que no
entienden, siguen cada uno su camino, cada cual busca su interes (Is 56,10-1 1).

Se muere mi pueblo por falta de doctrina (Os 4,6).

Alegraos con los que se alegran, llorad con los que lloran. Vivid unanimes entre vosotros, no seais altivos,
mas allanaos a los humildes. No seais prudentes a vuestros propios ojos. No volvais mal por mal; procurad
el bien a los ojos de todos los hombres. A ser posible y cuanto de vosotros depende, tenez paz con todos
(Rm 12,1518).

El que tuviere bienes de este mundo y viendo a su hermano pasar necesidad le cierra sus entranas, ¿como
mora en el la caridad de Dios? Hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y de verdad (1Jn
3,17-18).

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Omisiones y tibieza
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3721 El reino de los cielos se parece a un padre defamilia, que al romper el dia salio a alquilar jornaleros
para su vida (Mt 20,1). Ya conoceis el relato: aquel hombre vuelve en diferentes ocasiones a la plaza para
contratar trabajadores: unos fueron llamados al comenzar la aurora; otros, muy cercana la noche.

Todos reciben un denario [. . . ]. Esta es la misericordia de Dios, que llama a cada uno de acuerdo con sus
circunstancias personales, porque quiere que todos los hombres se salven (ITm 2,4). Pero nosotros hemos
nacido cristianos, hemos sido educados en la fe, hemos recibido, muy clara, la elección del Señor. Esta es
la realidad. Entonces, cuando os sentis invitados a corresponder, aunque sea a ultima hora, ¿podreis
continuar en la plaza publica, tomando el sol como muchos de aquellos obreros, porque les sobraba el
tiempo?

No nos debe sobrar el tiempo [. . . ]. Si te sobra tiempo, recapacita un poco: es muy posible que vivas
metido en la tibieza; o que, sobrenaturalmente hablando, seas un tullido. No te mueves, estas parado,
esteril, sin desarrollar todo el bien que deberlas comunicar a los que se encuentran a tu lado, en tu
ambiente, en tu trabajo, en tu familia (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,42).

3722 Quien tenga entendimiento, cuide de no estar siempre callado; quien tenga bienes abundantes, vigile
para no descuidarse en ejercitar la misericordia; quien posea un arte por el cual se sustenta, procure con
gran diligencia que el prójimo participe en su uso y utilidad; quien tiene ocasión de hablar al rico, tema ser
castigado (por retención del talento) si, pudiendo, no intercede cerca de el en favor de los pobres; porque el
Juez que ha de venir exige de cada uno de nosotros el talento, o sea, cuanto ha dado (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).

3723 No seamos perros mudos, no seamos centinelas silenciosos, no seamos mercenarios que huyen del
lobo, sino pastores solicitos que vigilan sobre el rebaho de Cristo, anunciando el designio de Dios a los
grandes y a los pequeflos, a los ricos y a los pobres, a los hombres de toda condición y de toda edad (SAN
BONIFACIO, Carta 78).

3724 El que tiene talento procure no ser perro mudo; quien tiene abundancia de bienes, no descuide la
caridad; el que experiencia de mundo, dirija a su prójimo; el que es elocuente, interceda ante el rico por el
pobre; porque a cada uno se le contara como talento lo que hiciere, aunque haya sido por el mas pequeno
(SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. III, p. 236).

3725 Uno recibe la inteligencia, y por este talento queda obligado a la predicacion. Otro recibe bienes
terrenales, y este debe distribuir su talento de esos bienes. Otro no recibio ni la inteligencia ni bienes
terrenos, pero aprendio el arte que profesa: a este se le reputa como talento recibido su mismo arte. Otro
nada de esto ha recibido, pero quizá merecio el trato de algun rico: este, por lo tanto, recibio el talento de la
familiaridad. Luego si no le habla en favor de los pobres, es condenado por la retención del talento. Luego el
que tiene talento procure no callar; el que tiene riquezas trate de no cansarse en las obras de misericordia;
el que posee un arte o profesión trate muy principalmente de que su uso y utilidad redunde en provecho del
prójimo (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).

3726 Uno cayo en un pozo donde el agua era bastante para que flotase sin morir ni ahogarle, no
impidiendole hablar, y acercosele otro y, al verlo, le dijo con admiración: <<¿Como has caído aquí?>> Y el
otro le respondio: <<Por favor, mira a ver si puedes sacarme de aquí y no me vengas con preguntas sobre
como he caído>> (SAN AGUSTIN, Epistola 167).

Se nos pedira cuenta de los talentos recibidos

3727 El obispo que no sirve a los fieles (predicando, guiando) es solamente foenus custos (guardian de
paja), un espantapajaros colocado en los viñedos para que los pajaros no coman las uvas (SAN AGUSTIN,
Miscel. Agust. , Roma 1930,1,568).
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3728 Asi como hay peligro de que los doctores oculten el talento del Señor, también los oyentes pueden
incurrir en la misma falta cuando se les exija los réditos de lo que se les enseñó; a saber: si no han
procurado penetrar en la inteligencia de lo que han oido mediante la meditación (SAN GREGORIO MAGNO,
en Catena Aurea, vol. III, p. 233).

3729 Es enterrar el talento que se ha recibido, el ocupar el ingenio recibido en asuntos puramente
terrenales, el no buscar el lucro espiritual y el no levantar jamás el corazon de los pensamientos terrenos
(SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).

3730 El siervo que no quiso negociar con el talento, lo devolvio al Señor con excusas [. . . ], anadiendo el
pecado de soberbia a los de pereza y negligencia (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. III, p.
231).

3731 Y ninguno diga: yo no sirvo para amonestar, no soy idoneo para exhortar. Haz lo que puedas, para que
no se te pida cuenta en los tormentos de lo recibido y mal guardado (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 4
sobre los Evang. ).

3732 Tambien es esconder el talento el negarse a ejercer la predicación (SAN HILARIO, en Catena Aurea,
vol. III, p. 228).

3733 Cuando veas a alguien que tiene facilidad para ensenar y aprovechar a las almas, y que oculta este
don, aunque en la conversación manifieste cierta religiosidad, no dudes en decir que este tal recibio un
talento, pero lo tiene enterrado (ORIGENES, en Catena Aurea, vol III, p. 228).

3734 A la omisión le es debida la pena de dano y la pena de sentido, por razon de la raiz de que procede,
aunque no implique necesariamente la adhesión temporal a ningun bien mudable (SANTO TOMAS, Suma
Teológica,2-2, q. 79, a. 4 ad 4).

3735 Las virgenes fatuas conservaban la castidad, la gracia y la modestia para propia utilidad, pero no eran
titiles a nadie.

Por eso fueron arrojadas fuera. Asi son los que no alivian el hambre de Cristo. Considera atentamente que
ninguno de ellos es acusado por faltas privadas, fornicación, perjurio o cualquier otra cosa, sino unicamente
por no haber sido titiles a los demás. Yo pregunto: ¿Es cristiano el que se conduce así? Si el fermento
mezclado con la harina no la hace cambiar, ¿es verdadero fermento? Si el perfume no despide buen olor
entre los circunstantes,1lo podremos llamar perfume? (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. 20 sobre los
Hechos de los Apostoles).

ORACION

Citas de la Sagrada Escritura

1. Oración de Jesucristo

Oración del Señor en la intimidad con su Padre: Mt 14,23; 11,25-26; Lc 6,12, etc.

Oración de Jesús por sí mismo: Mc 14,35-36; Lc 23,34-36.

Oración por sus apóstoles y futuros discípulos: Lc 22,32; Jn 17,14.

La intercesión del Señor tiene carácter permanente: He 7,25.

Junto a la oración personal la oración Litúrgica: Mc 14,26.

Usó de pasajes de los salmos para expresar una oración personal: Mt 27,46 (Ps 22,2); Lc 23,46 (Ps 31).
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2. Oración del cristiano

Necesaria para resistir la tentación: Mt 26,41.

Para obtener los dones necesarios: Jn 4,10; 6,27.

Oración individual, en el secreto de la casa: Mt 6,5-ó.

Oración colectiva. Mt 19-20.

Debe ser discreta: Mt 6,7-8 (cfr. 1R 18,26-29; Is 1,15).

Debe ser humilde: Lc 18,9-14.

Perseverante: Lc 11,5-8; 18,1 -8.

Confiada: Mc 11,23.

El Señor nos concederá también lo indispensable para la vida material: Mt 7,7-11; Lc 11,9-13.

3. La oración de la Iglesia

Los Apóstoles, unidos en la oración para recibir el Espíritu Santo: Ac 1,1.

Fundamento de la Iglesia: Ac 1,24-26; 6,6, etc. ; 1Tm 2,8; Ap 6,9-14.

Oración constante de acción de gracias: 1Co 1,4; Ph 1,9.

Se dirige al Padre por Jesucristo: Ep 5,20.

Doxologías e himnos litúrgicos: Ph 2,6-11; 1Tm 1,17.

Los Apóstoles exhortan continuamente a los cristianos a cuidar la oración: Rm 12,12; Col 14,2; 1P 4,7; Jc
5,16.

San Pablo se encomienda a las oraciones de los fieles: Rm 15,30.

Los tiene continuamente presentes en sus oraciones: Rm 1,9-10; Ep 1,16; Col4,12; 1Th 1,2.

Los Sacramentos, especialmente la Penitencia y la Sagrada Eucaristía, encuentros íntimos con el Señor: Mt
9,2-8; Jn 8,10-11; Jn 6,56.

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Qué es la oración

3736 No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a
solas con quien sabemos nos ama (SANTA TERESA, Vida,8,2).

3737 La oración es la elevación del alma hacia Dios y la petición de lo que se necesita de Dios (SAN
PEDRO DAMIAN, en Catena Aurea, vol. III, p. 304).

3738 (La oración es) la elevación de la mente a Dios para pedirle cosas convenientes (SAN JUAN
DAMASCENO. Sobre la fe,3).

3739 Oración mental es ese diálogo con Dios, de corazón a corazón, en el que interviene toda el alma: la
inteligencia y la imaginación, la memoria y la voluntad. Una meditación que contribuye a dar valor
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sobrenatural a nuestra pobre vida humana, nuestra vida diaria corriente (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es
Cristo que pasa,119).

3740 La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su
Criador (SANTo CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3741 La adoración es el acto por el que uno se dirige a Dios con ánimo de alabarle (ORIGENES, Trat. sobre
la oración,14).

3742 La oración es el acto propio de la criatura racional (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 83, a. 10).

3743 La oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios,


somos de Dios y retornamos a Dios. Por tanto, no podemos menos de abandonarnos a El, nuestro Creador
y Señor, con plena y total confianza [. . . ]. La oración es, ante todo, un acto de inteligencia, un sentimiento
de humildad y reconocimiento, una actitud de confianza y de abandono en Aquel que nos ha dado la vida
por amor. La oración es un diálogo misterioso, pero real, con Dios, un diálogo de confianza y amor (JUAN
PABLO II, Aloc. 14-III-1979).

Necesidad de la oración

3744 Vuestro Dios está siempre cerca de vosotros, y aun dentro de vosotros: en él tenemos vida,
movimiento y ser (Ac 17,28). Aquí no le sale al paso un portero a quien desee hablarle; a Dios le gusta que
tratéis familiarmente con él. Tratad con él vuestros asuntos, vuestros proyectos, vuestros trabajos, vuestros
temores y todo lo que os interese. Hacedlo sobre todo con confianza y el corazón abierto, porque Dios no
acostumbra a hablar al alma que no le habla; si ésta no se acostumbra a conversar con él, comprenderá
muy poco su lenguaje cuando le hable (SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Cómo conversar continua y
familiarmente con Dios,1. c. , volt I, pp. 316-317).

3745 ¿Quién de nosotros podrá oír, sin llorar de compasión, a esos pobres cristianos que se atrever a
deciros que no tienen tiempo para orar? ¡Pobres ciegos! ¿Qué obra es más preciosa, la de trabajar por
agradar a Dios y salvar el alma, o la de dar de comer al ganado de las cuadras, o bien llamar a los hijos o
sirvientes para enviarlos a remover la tierra o el estercolero? ¡ Dios mío, cuán ciego es el hombre!. . . ¡No
tenéis tiempo!, mas, decidme, ingratos, si Dios os hubiese enviado la muerte esta noche, ¿habriais
trabajado? Si Dios os hubiese enviado tres o cuatro meses de enfermedad, ¿habriais trabajado? (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3746 El sendero, que conduce a la santidad, es sendero de oración; y la oración debe prender poco a poco
en el alma, como la pequeña semilla que se convertirá más tarde en árbol frondoso (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Amigos de Dios,295).

3747 De lo que yo tengo experiencia puedo decir, y es que por males que haga quien la ha comenzado (la
oración) no le deje; pues es el medio por donde puede tornarse a remediar, y sin ella será muy más
dificultoso (SANTA TERESA, Vida,8,2).

3748 Todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos
mal (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3749 Es, pues, por la oración por la que todos los santos no sólo se han salvado, sino que han llegado a ser
santos. Los condenados se han condenado por no haber orado; si hubieran orado no se hubieran
condenado (SAN ALFONSO M. a DE LIGORIO, Del gran medio de la oración).
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3750 La oración es el medio necesario y seguro para conseguir la salvación y para obtener todas las gracias
necesarias para conseguirla (SAN ALFONSOM a DE LIGORIO, Del gran medio de la oración).

3751 Todo hombre está obligado a orar por el hecho de que está obligado a procurarse los bienes
espirituales, que no le pueden venir sino de Dios y no pueden serle dados sin que él los pida (SANTO
ToMAS, Coment. Libre I V Sentencias d. 15q. 4a. 1 ad3).

3752 Sin este cimiento fuerte (de la oración) todo edificio va falso (SANTA TERESA, Camino de
perfección,4,5).

3753 Si la oración no mantiene este edificio y sostiene todas sus partes conjugándolas entre si, no podrá ser
firme y sólido, ni subsistir por mucho tiempo (CASIANO, Colaciones,9).

3754 Aquel que ora, ciertamente se salva, y quien no ora, ciertamente se condena (SAN ALFONSO M. a DE
LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento).

3755 Vuestro corazón es pequeño, pero la oración lo agranda y lo hace capaz de amar a Dios. La oración
es una degustación anticipada del cielo, es un rebose del paraiso Jamás nos deja sin alguna dulzura. Es
una miel que desciende sobre el alma y lo endulza todo. Las penas se deshacen ante una oración bien
hecha, como la nieve ante el sol (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre /a oración).

3756 Siempre que sentimos en nuestro corazón deseos de mejorar, de responder más generosamente al
Señor, y buscamos una guia, un norte claro para nuestra existencia cristiana, el Espíritu Santo trae a
nuestra memoria las palabras del Evangelio: conviene orar perseverantemente y no desfallecer (Lc 18,1). La
oración es el fundamento de toda la labor sobrenatural; con la oración somos omnipotentes y, si
prescindiésemos de este recurso, no lograriamos nada (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,238).

Poder de la oración

3757 La oración era entonces, como hoy, la única arma, el medio más poderoso para vencer en las batallas
de la lucha interior: ¿ hay entre vosotros alguno que está triste? Que se recoja en oración (Jc 5,13). Y San
Pablo resume: orad sin interrupción (1Th 5,17), no os canséis nunca de implorar (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Amigos de Dios,242).

3758 Orad, orad, orad; la oración es la llave de los tesoros de Dios; es el arma del combate y de la victoria
en toda lucha por el bien y contra el mal. ¿Qué no puede la oración, adorando, propiciando, suplicando,
dando gracias? (Pio XII, Aloc. 4-9-1940).

3759 Elias, después de estar cerrado el cielo a los impios durante tres años y tres meses, lo abrió de nuevo
con su palabra divina; y esto mismo hace siempre el que con su oración obtiene para el alma la lluvia antes
denegada a los hombres por sus pecados (ORIGENES, Trat. sobre la oración,14).

3760 Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de Dios (SANTO CURA DE
ARS, Sermón sobre la perseverancia)

3761 Cuando hablamos con Dios en la oración el Hijo está unido a nosotros, y cuando ruega el cuerpo del
Hijo lo hace unido a su cabeza; de este modo, el único Salvador, Nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ora
por nosotros, ora en nosotros, y al mismo tiempo es a El a quien dirigimos nuestra oración.

Ora por nosotros, como sacerdote nuestro; ora en nosotros, como cabeza nuestra; recibe nuestra oración,
como nuestro Dios. (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 85).
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3762 Los grandes prodigios que Samuel realizó, según las Escrituras, mediante la oración, los pueden
realizar también ahora cualquiera de los que están verdaderamente dedicados a Dios (ORIGENES, Trat.
sobre la oración,13).

3763 Sin la oración de Esteban, la Iglesia no tendría a Pablo (SAN AGUSTIN, Sermón 382).

3764 No nos extrañe, pues, que el demonio haga todo lo posible para movernos a dejar la oración o a
practicarla más, pues sabe mejor que nosotros cuán temible sea ella al infierno y cómo es imposible que
Dios pueda denegarnos lo que le pedimos al orar. ¡Cuántos pecadores saldrian del pecado, si acertasen a
recurrir a la oración! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

Cómo orar

3765 Ha de hacer cuenta el que comienza, que comienza a hacer un huerto en tierra muy infructuosa, que
lleva muy malas hierbas, para que se deleite el Señor. Su Majestad arranca las malas hierbas, y ha de
plantar las buenas. Pues hagamos cuenta que está ya hecho esto cuando se determina a tener oración un
alma, y lo ha comenzado a usar. Y, con ayuda de Dios, hemos de procurar, como buenos hortelanos, que
crezcan estas plantas y tener cuidado de regarlas, para que no se pierdan, sino que vengan a echar flores
que den de si gran olor, para dar recreación a este Señor nuestro, y así se venga a deleitar muchas veces a
este huerta y a holgarse entre estas virtudes (SANTA TERESA, Vida,11,2).

3766 En cuanto al lugar, hay que saber que todo lugar es apto para que haga oración quien bien ora: Of
reced en todo lugar a mi nombre un sacrificio humeante, dice el Señor; y Quiero que los hombres oren en
todo lugar. Para practicar las devociones con más tranquilidad y menos expuestos a distracción se puede, si
es cómodamente factible, elegir en las casas particulares un determinado lugar a ello destinado, un recinto
por así decir más santo, y alli hacer la oración (ORIGENES, Trat. sobre la oración,30).

3767 Me ha parecido necesario exponer estas cosas al considerar el lugar de la oración y al establecer que
el mejor lugar para ella es el de las asambleas de los santos que se congregan piadosamente en la iglesia
(ORIGENES, Trat. sobre la oración,6).

3768 Dediquemos a esta norma de piedad un tiempo suficiente; a hora fija, si es posible. Al lado del
Sagrario, acompañando al que se quedó por Amor. Y si no hubiese más remedio, en cualquier parte, porque
nuestro Dios está de modo inefable en nuestra alma en gracia (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de
Dios,249).

3769 No son menester fuerzas corporales para ella, sino sólo amar y costumbre; que el Señor da siempre
oportunidad si queremos (SANTA TERESA, Vida,7,4).

3770 En la oración, si podemos hablar al Señor, hablémosle, alabémosle, roguémosle, escuchémosle. Si no


podemos hablar con El porque estamos afónicos, permanezcamos en la estancia y hagámosle reverencia;
alli nos verá, agradecerá nuestra paciencia y recompensará nuestro silencio. Un dia en que nos hallemos
desvanecidos, nos dará la mano, platicará con nosotros y dará en nuestra compañia cien vueltas por las
avenidas de su jardin; pero, en tanto que no lo haga, conformémonos con que nuestro deber sea ir en su
busca, pensando que ya es gracia muy señalada y honor demásiado alto el que nos sufra en su presencia
(SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 149,1. c. , p. 784).

3771 Será útil el recuerdo de Dios que está presente y que capta todos los movimientos, aun los más leves,
del alma, mientras ésta se dispone a sí misma para agradar a quien sabe que está presente, y que va y
examina el corazón, y que escruta las entrañas (ORIGENES, Trat. sobre la oración,8).
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3772 Pensar y entender lo que hablamos y con quién hablamos y quién somos los que osamos hablar con
tan gran Señor; pensar esto y otras cosas semejantes de lo poco que le habemos servido y lo mucho que
estamos obligados a servir, es oración mental; no penséis que es otra algarabía ni os espante el nombre
(SANTA TERESA, Camino de perfección,25,3).

3773 Al principio costará; hay que esforzarse en dirigirse al Señor, en agradecer su piedad paterna y
concreta con nosotros. Poco a poco el amor de Dios se palpa-aunque no es cosa de sentimientos-, como un
zarpazo en el alma. Es Cristo, que nos persigue amorosamente: He aquí que estoy a tu puerta, y llamo (Ap
3,20) (J. ESCRIVÁ DE BALACUER, Es Cristo que pasa,8).

3774 Conténtese el hombre con hacer buenamente lo que es de su parte, que es hallarse presente a lo que
el Señor padeció, mirando con una vista sencilla y sosegada, y con un corazón tierno y compasivo y
aparejado para cualquier sentimiento que el Señor le quisiere dar, lo que por El padeció, más dispuesto para
recibir el efecto que su misericordia le diere, que para exprimirlo a fuerza de brazos. Y esto hecho, no se
acongoje por lo demás, cuando no le fuere dado (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de la oración y
meditación, I,12, aviso 3°).

3775 Es sumamente provechoso al pretender hacer oración ponerse-durante toda ella-en actitud de
presencia de Dios y hablar con El como con quien está presente y lo ve (ORI GENES, Trat sobre la
oración,8).

3776 Que le oigamos dentro de nuestro corazón, que le escuchemos con aquella atención que pedía Jesús
cuando dijo: el que tenga oidos que oiga (SAN AGUSTIN, Sermón 25).

3777 Si no era acabando de comulgar, jamás osaba comenzar a tener oración sin libro; que tanto temía mi
alma estar sin él en oración, como si con mucha gente fuera a pelear Con este remedio, que era como una
compañía o escudo en que había de recibir los golpes de los muchos pensamientos, andaba consolada
(SANTA TERESA, Vida,4,7).

3778 Puede representarse delante de Cristo y acostumbrarse a enamorarse mucho de su sagrada


Humanidad, y traerle siempre consigo, y hablar con El, pedirle para sus necesidades y quejársele de sus
trabajos, alegrarse con El en sus contentos y no olvidarle por ellos; sin usar oraciones compuestas, sino
palabras conforme a sus deseos y necesidad. Es excelente manera de aprovechar, y muy en breve; y quien
trabajare para traer consigo esta preciosa compañia, y de veras cobrase amor a este Señor a quien tanto
debemos, yo le doy por aprovechado. Para esto no se nos ha de dar nada de no tener devoción -como
tengo dicho-, sino agradecer al Señor que nos deja estar deseosos de contentarle, aunque sean pocas las
obras. Este modo de traer a Cristo con nosotros aprovecha en todos los estados, y es un medio segurisimo
para ir adelantando. (SANTO TERESA, Vida,12).

3779 Antes que entremos en la meditación es necesario aparejar el corazón para este santo ejercicio, que
es como quien templa la vihuela para tañer (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de la oración y
meditación,1,5).

3780 De los que comienzan a tener oración, podemos decir son los que sacan el agua del pozo, que es muy
a su trabajo, como tengo dicho, que han de cansarse en recoger los sentidos, que como están
acostumbrados a andar derramados, es harto trabajo (SANTA TERESA, Vida,11,3).

3781 No calles, no guardes silencio en su presencia. Háblale para que también El te hable (SAN
BERNARDO, Hom. en la Natividad de la B. Virgen Maria,15).

3782 Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo (S. José) por maestro y no
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errará en el camino (SANTA TERESA, Vida,6,3).

Distracciones y dificultades en la oración.

3783 Creo, pues, que si el que va a la oración se recoge un instante y se compone a sí mismo, se hallará
más dispuesto y atento a lo largo de toda la oración. Igualmente, si todas las angustias de su alma y los
pensamientos perturbadores los echa fuera y se esfuerza con todo interés en recordar la majestad de Aquel
a quien se va a acercar y qué impío es presentarse a El con laxitud, abandono y casi desprecio. Finalmente,
si aparta toda cosa ajena a la oración, viniendo a orar en esta forma; extendiendo, por así decir, el alma ante
las manos; dirigiendo, más que los ojos, la mente a Dios; antes de ponerse en pie, levantando de la tierra la
razón y poniéndose en presencia del Señor de todo; rechazando en fin todo recuerdo de las injurias que
crea haber recibido de parte de otro [. . . ] (ORIGENES, Ttat. sobre la oración,30).

3784 Siempre es bueno separarse de la vanagloria, especialmente cuando se está en oración (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt 1p 346).

3785 El que no ora más que cuando está de rodillas, ora muy poco. Pero quien, estando de rodillas, se
abandona a todas las distracciones, no ora nada en absoluto (CASIANO, Colaciones,10).

3786 No me estéis hablando con Dios y pensando en otras cosas, que esto hace no entender qué cosa sea
oración mental (SANTA TERESA, Camino de perfección,22,8).

3787 A medida que nos entregamos a la oración, las mismas cosas que hicimos con gran complacencia las
tenemos que sufrir más tarde en nuestras oraciones como inoportunas y violentas [. . . ]. Pero cuando
insistimos vehementemente en nuestra oración, paramos en nuestra alma a Jesús que pasa; pues se dice
en el Evangelio: Mas deteniéndose Jesús, mandó que se condujese al cielo a su presencia. Ved que se
detiene el que antes pasaba, porque mientras que en la oración consentimos a las turbas de fantasmas,
sentimos en cierto modo a Jesús que pasa; pero cuando insistimos con vehemencia en la oración, Jesús se
detiene para restituir la luz porque Dios se detiene en el corazón y éste recupera la luz que habla perdido
(SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 2 sobre los Evang. ).

3788 El corazón, como saben los que entran en él, es todo puertas, y necesita de muchos porteros, y que
todos despidan con ese no, cuyo valor conocen más los que más se recogen, porque en este caso del
recogimiento ese no afirma más que niega. (F. DE OSUNA, Tercer abecedario espiritual, VII,8).

3789 Y si [. . . ] te inquietaren los pensamientos, y tú todavía perseverantemente les resistieres e hicieres lo


que es en ti, debes tener por cierto que mucho más terreno ganas en esta resistencia que si estuvieras
gozando de Dios a todo sabor (SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación,11,4,
aviso,4°).

3790 Muy muchas veces, algunos años, tenla más cuenta con desear se acabase la hora que tenía por mí
de estar y escuchar cuando daba el reloj, que no en otras cosas buenas; y hartas veces no sé qué
penitencia grave se me pusiera delante que no la acometiera de mejor gana que recogerme a tener oración
(SANTA TERESA, Vida,8,3).

3791 Contra la tentación de los pensamientos importunos que nos suelen combatir en la oración, el remedio
es pelear varonil y perseve'rantemente contra ellos, aunque esta resistencia no ha de ser con demásiada
fatiga y congoja de espíritu, porque no es este negocio tanto de fuerza cuanto de gracia y humildad (SAN
PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de la oración y meditación,11,4, aviso 4°).

3792 Apenas nos demos cuenta de que nuestro espiritu se distrae, es necesario ponerse de nuevo ante la
presencia de Dios, humillarnos ante la divina Majestad, y no dejar nunca la oración porque no
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experimentemos gusto al orar. Por el contrario, hemos de pensar que, cuanta más pesadez sintamos, más
meritoria será nuestra oración a los ojos de Dios, si perseveramos en ella siempre con la intención de
agradarle. Refiérese en la historia que, en cierta ocasión, un santo decia a otro santo: "¿A qué será debido
que, mientras oramos, nuestro espiritu se llena de mil pensamientos ajenos, los cuales quizá no nos
acudirian, si no estuviésemos ocupados en la oración?" El otro le contestó: "Ello no es extraño, amigo mio:
ante todo, el demonio prevé las abundantes gracias que por la oración podemos alcanzar, y, por
consiguiente, desespera de ganar a una persona que ore debidamente; además, cuanto mayor es el fervor
con que oramos más excitamos su furor" (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3793 ¿Cómo deseas ser oido por el Señor, cuando tú mismo no te oyes? (SAN CIPRIANO, en Catena
Aurea, volt 1p 348).

3794 Es como llegarnos al fuego, que aunque le haya muy grande, si estáis desviadas y escondéis las
manos mal os podéis calentar, aunque todavia da más calor que no estar a donde no hay fuego. Mas otra
cosa es querernos llegar a él, que si el alma está dispuesta-digo que esté con deseo de perder el frio-y se
está alli un rato, queda para muchas horas con calor (SANTA TERESA, Camino de perfección,35,1)

3795 Aprovecha también considerar que ni el demonio ni otra cosa es poderosa para nos dañar, sin licencia
de Nuestro Señor. También aprovecha considerar que tenemos al Angel de nuestra guarda a nuestro lado, y
en la oración mejor que en otra parte, porque alli existe él para nos ayudar y llevar nuestras oraciones al
cielo y defendernos del enemigo, que nos puede hacer mal (SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat. de la
oración y meditación,11,4, aviso 5°).

3796 Para que la mente no se altere con pensamientos extraños, conviene durante el tiempo de la oración
olvidar todos aquellos asuntos ajenos a la misma (ORIGENES, Trat. sobre la oración,9).

3797 ¿Que no ganáis nada en la oración? Mostrad a Dios vuestra miseria. La más bella introducción de los
mendigos es descubrir a nuestros ojos sus úlceras e indigencia. Pero, a veces, según me decis, ni a eso
llegáis, sino que permanecéis como fantasma o estatua. No es poco. En los palacios de los reyes y los
principes se colocan estatuas, que no sirven más que para deleitar la vista del monarca; contentaos con
servir de eso en presencia de Dios. El animará la estatua cuando quiera (SAN FRANCISCO DE SALES,
Epistolario, fragm. 149,1. c. , p. 784).

3798 Cuando hagas oración haz circular las ideas inoportunas, como si fueras un guardia del tráfico; para
eso tienes la voluntad enérgica que te corresponde por tu vida de niño. -Detén, a veces, aquel pensamiento
para encomendar a los protagonistas del recuerdo inoportuno. ¡Hala!, adelante. . . Asi, hasta que dé la hora.
-Cuando tu oración por este estilo te parezca inútil, alégrate y cree que has sabido agradar a Jesús (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 891).

3799 En la oración pasaba gran trabajo, porque no andaba el espiritu señor, sino esclavo; y así no me podía
encerrar dentro de mi, que era todo el modo de proceder que llevaba en la oración, sin encerrar conmigo mil
vanidades (SANTA TERESA, Vida,7,6).

Recogimiento. Ver también nn. 4491-4519.

La oración da sentido a la vida en cualquier circunstancia

3800 Es solamente en la oración, en la intimidad del diálogo inmediato y personal con Dios, que abre los
corazones y las inteligencias (cfr. Ac 16,14), donde el hombre de fe puede ahondar en la comprensión de la
voluntad divina respecto a su propia vida (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, pp. 92-93).

3801 [. . . ] oración constante, de la mañana a la noche y de la noche a la mañana. Cuando todo sale con
facilidad: ¡gracias, Dios mío! Cuando llega un momento dificil: ¡Señor, no me abandones! Y ese Dios, manso
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y humilde de corazón (Mt 11,29), no olvidará nuestros ruegos, ni permanecerá indiferente, porque El ha
afirmado: pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá (Lc 11,9) (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Amigos de Dios,247).

3802 La Iglesia ora y quiere orar para responder a las necesida- des que na'cen de lo más profundo del
hombre, que a veces está sumamente agobiado y acosado por las condiciones contingentes de la vida
diaria, por todo lo que es temporal,la debilidad, el pecado, el abatimiento, y una vida que parece no tener
sentido. La oración da sentido a toda la vida en cada momento y en cualquier circunstancia (JUAN PABLO
II, Aloc. 23-10-1978).

3803 Por muchas que sean las penas que experimentemos, si oramos, tendremos la dicha de soportarlas
enteramente resignados a la voluntad de Dios; y por violentas quesean las tentaciones, si recurrimos a la
oración, las dominaremos (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3804 La verdadera prueba del hombre no es el gusto de la oración, sino la paciencia de la tribulación, la
abnegación de sí mismo y el cumplimiento de la divina voluntad, aunque para todo esto aprovecha
grandemente así la oración como los gustos y consolaciones que en ellas se dan (SAN PEDRO DE
ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación, II,5).

3805 En tiempos pasados, la oración liberaba del fuego, de las bestias, de la falta de alimento, y sin
embargo no había recibido aún de Cristo su forma propia.

¡Cuánta más eficacia no tendrá, pues, la oración cristiana! Ciertamente, no hace venir el rocío angélico en
medio del fuego, ni cierra la boca de los leones, ni transporta a los hambrientos la comida de los segadores
(como en aquellos casos del Antiguo Testamento); no impide milagrosamente el sufrimiento, sino que, sin
evitarles el dolor a los que sufren, los fortalece con la resignación, con su fuerza les aumenta la gracia para
que vean, con los ojos de la fe, el premio reservado a los que sufren por el nombre de Dios (TERTULIANO,
Trat. sobre la oración,28-29).

3806 Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en
los momentos en que sentimos el ataque de la tentación (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

Oración continua

3807 El saludo es cierta especie de oración (SANTO TOMÁS, en Catena Aurea, vol. 1p 3341

3808 Toda la jornada puede ser tiempo de oración: de la noche a la mañana y de la mañana a la noche.
Más aún: como nos recuerda la Escritura Santa, también el sueño debe ser oración (cfr. Dt 6,6 y 7) (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,119).

3809 La oración no consiste sólo en las palabras con que invocamos la clemencia divina, sino también todo
lo que hacemos en obsequio de nuestro Creador movidos pbr la fe (SAN BEDA, Coment. Evang. S.
Marcos).

3810 Nada hay mejor que la oración y coloquio con Dios . . . . Me refiero, claro está, a aquella oración que
no se hace por rutina, sino de corazón, que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que
se prolonga sin cesar dia y noche (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 6 sobre la oración).

3811 La oración no es el efecto de una actitud exterior, sino que procede del corazón. No se reduce a unas
horas o momentos determinados, sino que está en continua actividad, lo mismo de dia que de noche. No
hay que contentarse con orientar a Dios el pensamiento cuando se dedica exclusivamente a la oración; sino
que, aun cuando se encuentre absorbida por otras preocupaciones [. . . ] hay que sembrarlas del deseo y el
recuerdo de Dios [. . . ] (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. 6 sobre la oración).
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3812 Pero ¿vamos a tener siempre hincadas las rodillas, inclinado el cuerpo, las manos levantadas, porque
San Pablo diga: orad sin interrupción? Si en eso consiste la oración, creo que no podemos hacerla sin
interrupción. Hay otra oración interior e ininterrumpida: el deseo. Hagas lo que hagas, si deseas el reposo
del cielo, no ceses de orar. Por eso, si no quieres dejar de orar, no dejes de desear. Tu continuo deseo será
como un clamor ininterrumpido. Y si dejas de amar, caerás en el mutismo (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el
Salmo 37).

3813 Se dice de nuestros hermanos de Egipto que dicen frecuentes oraciones pero muy cortas, y
jaculatorias pronunciadas de modo secreto, temerosos de que la atención, que tan necesaria es al que ora,
no puede prolongarse mucho tiempo con fervor (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, volt I, p. 349.

3814 Ora sin cesar el que a las obras debidas une la oración, y a la oración une las obras convenientes;
pues la recomendación orad sin cesar la podemos considerar como un precepto realizable únicamente si
pudiéramos decir que la vida toda de un varón es una gran oración continuada (ORIGENES, Trat. sobre la
oración,12).

3815 Mientras mantenemos esta habitual entrega amorosa a Dios y a su voluntad, estamos orando también
con nuestro trabajo, con nuestros sacrificios y nuestros sufrimientos, aunque no realicemos actos de oración
y no pensemos en orar. Sólo en virtud de ese modo estable de ser del alma nos es posible el orar sin
interrupción (1Th 5,17), el orar siempre que nos exige el Señor (Lc 18,1). Hay momentos en que debemos
concentrar la atención en el trabajo y no podemos pensar al mismo tiempo en Dios y en las cosas divinas;
esto nos ocurre continuamente a través de la jornada; pero, no obstante, en virtud de esa disposición
habitual del alma, de esa unión con Dios, de ese ánimo de hacerlo y sufrirlo todo por Dios, estamos orando
ininterrumpidamente (B. BAUR. En la intimidad con Dios, p. 174).

El Señor está atento siempre a nuestra oración

3816 La oración que sale con toda pureza de lo intimo de la fe se eleva como el incienso desde el altar
sagrado. Ningún otro aroma es más agradable a Dios que éste; este aroma debe ser ofrecido a él por los
creyentes (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 140).

3817 Cuando insistimos en la oración con toda vehemencia, Dios se detiene en nuestro corazón, y
recobramos la vista perdida (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 326).

3818 Dios, que es amoroso espectador de nuestro día entero, preside nuestra intima plegaria: y tú y yo
[. . . ] hemos de confiarnos con El como se conga en un hermano, en un amigo, en un padre (J. ESCRIVA
DE BALAGUER, Amigos de Dios,246).

3819 No sólo podemos siempre acercarnos a saciar nuestra sed, sino que además, siempre que lo
pedimos, se nos concede acceso al Salvador (SAN ATANASIO, Carta 5).

3820 No por el deseo de hacerse rogar nos escucha Dios, que siempre está dispuesto a darnos su luz [. . . ],
sino que nosotros no siempre parece que estemos dispuestos a recibirla, cuando nos inclinamos a otras
cosas y el deseo de lo temporal entenebrece nuestra alma. Prodúcese, pues, entra oración una conversión
de nuestro corazón hacia Aquel que siempre está pronto a dar (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la
Montaña,2,14).

3821 Y aquellas palabras sabia que siempre me oyes (Jn 11,42), pronunciadas por el Señor, muestran que
quien siempre ora es también escuchado siempre (ORIGENES, Trat. sobre laoración,13).

Cualidades de la buena oración


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3822 La oración ha de ser confiada, recta, ordenada, devota y humilde (SANTO TOMÁS, Sobre el
Padrenuestro,1. c. ,121).

3823 Toda la pretensión de quien comienza oración-y no se olvide que esto importa mucho-ha de ser
trabajar y determinarse y disponerse, con cuantas diligencias pueda, a hacer su voluntad conforme a la de
Dios [. . . ]. Quien más perfectamente tuviera esto, más recibirá del Señor, y más adelante estará en el
camino (SANTA TERESA, Las Moradas,11,8).

3824 En lo que está la suma perfección claro está que no es en regalos interiores ni en grandes
arrobamientos [. . . ], sino en estar nuestra voluntad tan conforme a la voluntad de Dios, que ninguna cosa
entendamos que quiera, que no la queramos con toda nuestra voluntad (SANTA TERESA,
Fundaciones,5,10).

3825 La oración es perfecta cuando reúne la fe y la confesión; el leproso demostró su fe postrándose y


confesó su necesidad con sus palabras (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,25).

3826 No todos los deseos y afectos llegan a Dios, sino solamente aquellos que nacen de amor verdadero
(SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,2,2).

3827 No es menester dar voces para hablar con Dios, porque Su Majestad dará a sentir cómo está alli. De
esta suerte rezaremos con mucho sosiego vocalmente y es quitarnos de trabajo, porque, a poco tiempo que
forcemos a nosotras mismas para estarnos cerca de este Señor, nos será más'fáCiI(SANTA TERESA,
Camino de perfección,29,6).

3828 No es amigo de que nos quebremos las cabezas hablándol mucho (SANTA TERESA, Camino de
perfección,29,6).

3829 Lejos de la oración las muchas palabras; pero no falte la oración continuada, si la intención persevera
fervorosa Hablar mucho en la oración es tratar una cosa necesaria con palabras superfluas: orar mucho es
mover, con ejercicio continuado del corazón, a aquel a quien suplicamos, pues, de ordinario, este negocio
se trata mejor con gemidos que con discursos, mejor con lágrimas que con palabras (SAN AGUSTIN,
Epistola a Proba 121).

3830 Al orar no hemos de recitar palabras huecas, sino que hemos de hablar dignamente con Dios. Y
decimos cosas vanas cuando ni a nosotros mismos nos examinamos con severidad, ni examinamos las
palabras que pronunciamos en la oración (ORIGENES, Trat. sobre la oración,21).

3831 (Estemos atentos) para que entendamos con quién estamos hablando y que nos responde el Señor a
nuestras peticiones. No penséis que se está callando, que, aunque no le olmos, bien habla el corazón
cuando le pedimos de corazón (SANTA TERESA, Camino de perfección,24,5).

3832 Ved la manera de orar que tiene un pecador suponiendo que ore, pues la mayor parte de los
pecadores no lo hacen; veréis que se levantan y se acuestan como bestias. Mas observemos a aquel
pecador orando: vedle recostado en una poltrona, o echado sobre la cama rezando mientras se viste o se
desnuda, o va andando o gritando [. . . ] 1° Para que la oración sea agradable a Dios y provechosa al que la
hace, es necesario hallarse en estado de gracia o al menos tener una firme resolución de salir cuanto antes
del pecado, puesto que la oración de un pecador que no quiere salir del pecado es un insulto que se hace a
Dios. 2. ° Para que nuestra oración esté bien hecha, es necesario habernos preparado antes. Toda oración
hecha sin prepararse es una oración defectuosa, y esta preparación consiste en pensar un rato en Dios
antes de arrodillarnos en su presencia, considerando a quién vamos a hablar y lo que le hemos de pedir
-462 -

(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3833 Fue así como vivieron aquellos primeros, y como debemos vivir nosotros: la meditación de la doctrina
de la fe hasta hacerla propia, el encuentro con Cristo en la Eucaristia, el diálogo personal -la oración sin
anonimato- cara a cara con Dios, han de constituir como la substancia última de nuestra conducta (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,134).

3834 Cuando yo veo almas muy diligentes a entender la oración que tienen y muy encapotadas cuando
están en ella (que parecen no osan bullir, ni menear el pensamiento, porque no se les vaya un poquito de
gusto y devoción que han tenido), trácese ver cuán poco entienden del camino por donde se alcanza la
unión Y piensan que alli está todo el negocio. Que no, hermanas, no; obras quiere el Señor y que, si ves
una enferma a quien puedes dar algún alivio, no se te dé nada en perder esa devoción y te compadezcas de
ella [. . . ] (SANTA TERESA, Las Moradas, V,3).

3835 Las palabras del que ora han de ser mesuradas y llenas de sosiego y respeto. Pensemos que estamos
en la presencia de Dios. Debemos agradar a Dios con la actitud corporal y con la moderación de nuestra
voz. Porque así como es propio del falto de educación hablar a gritos, así, por el contrario, es propio del
hombre respetuoso orar con un tono de voz moderado [. . . ]

Y cuando nos reunimos con los hermanos para celebrar los sagrados misterios, presididos por el sacerdote
de Dios, no debemos olvidar este respeto y moderación (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la oración,4-6).

3836 Advertid mucho en esto, que cuando de estas cosas acaecen a un alma en la oración que he dicho de
contemplación perfecta, y si se la ofrece no la pone por obra de perdonar cualquier injuria, por grave que
sea, no fíe mucho de su oración (SANTA TERESA, Camino de perfección,36,8).

Frutos de la oración

3837 Bien podemos decir que la oración lo hace todo: ella es la que nos da a conocer nuestros deberes, la
que nos pone de manifiesto el estado miserable de nuestra alma después del pecado, la que nos procura
las disposiciones necesarias para recibir los sacramentos; la que nos hace comprender cuán poca cosa
sean la vida y los bienes de este mundo, lo cual nos lleva a no aficionarnos demásiado a lo terreno; ella, por
fin, es la que imprime vivamente en el espíritu el saludable temor de la muerte, del juicio, del infierno y de la
pérdida del cielo. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3838 Como fruto, saldrán siempre propósitos claros, prácticos, de mejorar tu conducta, de tratar finamente
con caridad a todos los hombres, de emplearte a fondo-con el afán de los buenos deportistas-en esta lucha
cotidiana de amor y de paz (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,8).

3839 Por no estar arrimada a esta fuerte columna de la oración, pasé este mar tempestuoso casi veinte
años con estas caídas (SANTA TERESA, Vida,8,1-4)

3840 Hay que orar, no para dejar de ser tentados-cosa imposible-, sino para no ser enredados por la
tentación, como sucede a los que son atrapados y vencidos por ella (ORIGENES, Trat. sobre la oración,29).

3841 Cuando una persona sale de alguna profunda y devota oración, allí se le renuevan todos los buenos
propósitos; allí son los favores y determinaciones de bien obrar; allí el deseo de agradar y amar a un Señor
tan bueno y dulce como allí se le ha mostrado, y de padecer nuevos trabajos y asperezas, y aun derramar
sangre por El; y finalmente, reverdece y se renueva toda la frescura de nuestra alma (SAN PEDRO DE
ALCANTARA, Trat. de la oración y meditación, I, I).

3842 La oración abre los ojos del alma, le hace sentir la magnitud de su miseria, la necesidad de recurrir a
-463 -

Dios y de temer su propia debilidad (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3843 En la oración tiene lugar la conversión del alma hacia Dios, y la purificación del corazón (SAN
AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. 1p 352).

3844 Son estos gozos de oración como deben ser los que están en el Cielo, que como no han visto más de
lo que el Señor -conforme a lo que merecen-quiere que vean, y ven sus pocos méritos, cada uno está
contento con el lugar en que está, con haber tan grandísima diferencia de gozar a gozar en el Cielo, mucho
más que acá hay de unos gozos espirituales a otros, que es grandisima (SANTA TERESA, Vida,10,3).

3845 Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella perseveraron; y todos los
condenados se perdieron por su negligencia en la oración. Digo, pues, que la oración nos es absolutamente
necesaria para perseverar [. . . ](SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la perseverancia).

3846 Así como los árboles y los cuerpos humanos quieren sus riegos y mantenimientos ordinarios, y en
faltando esto luego desfallecen y desmedran, así también lo hace la devoción, cuando le falta el riego y
mantenimiento de la consideración (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de la oración y meditación, II,3).

3847 La oración es luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora entre Dios y los hombres. Por
ella nuestro espiritu, elevado hasta el cielo, abraza a Dios con abrazos inefables; por ella nuestro espiritu
espera el cumplimiento de sus propios anhelos y recibe unos bienes que superan todo lo natural y visible
(SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 6, sobre la oración).

3848 La oración viene a ser una venerable mensajera nuestra ante Dios, alegra nuestro espíritu, aquieta
nuestro ánimo (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 6, sobre la oración).

3849 Si la fe falta, la oración es imposible. Luego, cuando oremos, creamos y oremos para que no falte la
fe. La fe produce la oración, y la oración produce a su vez la firmeza de la fe (SAN AGUSTIN, en Catena
Aurea, vol. VI, p. 297).

3850 Su finalidad es servir de naufragio a las almas de los difuntos, robustecer a los débiles, curar a los
enfermos, liberar a los posesos, abrir las puertas de las cárceles, deshacer las ataduras de los inocentes. La
oración sirve también para perdonar los pecados, para apartar las tentaciones, para hacer que cesen las
persecuciones, para consolar a los abatidos, para deleitar a los magnánimos, para guiar a los peregrinos,
para mitigar las tempestades, para impedir su actuación a los ladrones, para alimentar a los pobres, para
llevar por buen camino a los ricos, para levantar a los caídos, para sostener a los que van a caer, para hacer
que resistan los que están en pie (TERTULIANO, Trat. sobre la oración,28-29).

3851 Oración, que es adonde el Señor da luz para entender las verdades (SANTA TERESA, Fundaciones,
l0,13).

3852 Saben bien quienes se dedican con asiduidad a la oración, cómo aparta del pecado y cómo invita al
ejercicio de las virtudes (ORIGENES, Trat. sobre la oración,8).

3853 La luz para nosotros es la inteligencia, que se muestra oscura o iluminada, según la cantidad de luz. Si
se descuida la oración, que alimenta la luz, la inteligencia bien pronto se queda a oscuras (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt IV, p. 102).

3854 La oración hace que hallemos menos pesada nuestra cruz, endulza nuestras penas y nos vuelve
menos apegados a la vida, atrae sobre nosotros la mirada misericordiosa de Dios, fortalece nuestra alma
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contra el pecado, nos hace desear la penitencia y nos inclina a practicarla con gusto, nos hace comprender
y sentir hasta qué punto el pecado ultraja a Dios Nuestro Señor Mejor dicho, mediante la oración agradamos
a Dios, enriquecemos nuestras almas y nos aseguramos la vida eterna (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre la oración).

Perseverancia en la oración

3855 Sabe el traidor que alma que tenga con perseverancia oración la tiene perdida, y que todas las caldas
que la hace dar la ayudan, por la bondad de Dios, a dar después mayor salto en lo que es su servicio: algo
le va en ello (SANTA TERESA, Vida,19,5).

3856 La oración es la fuente de todos los bienes y de toda la felicidad que podemos esperar aquí en la
tierra. Siendo esto así, si nos hallamos tan pobres, tan faltos de luces y de dones de la gracia, es porque no
oramos o lo hacemos mal. Digámoslo con pena: muchos ni siquiera saben lo que sea orar, y otros sólo
sienten repugnancia por un ejercicio tan dulce y consolador para todo buen cristiano. En cambio, vemos a
algunos orar pero sin alcanzar nada, lo cual proviene de que oran mal: es decir, sin preparación y hasta sin
saber lo que van a pedir a Dios (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3857 Y el que no deja de andar e ir adelante, aunque tarde, llega. No me parece es otra cosa perder el
camino sino dejar la oración (SANTA TERESA, Vida,19,5).

3858 Todos ellos-dice la Escritura-perseveraban en la oración, con un m¿smo espir¿tu, en compañia de


algunas mujeres y Maria, la madre de Jesús, y de los hermanos de éste. Perseveraban unánimes en la
oración, manifestando con esta asiduidad y concordia de su oración que Dios sólo admite en la casa divina
y eterna a los que oran unidos en un mismo espiritu (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la oración,8-9).

3859 Digo que no desmaye nadie de los que han comenzado a tener oración con decir: Si torno a ser malo,
es peor ir adelante con el ejercicio de ella. Yo lo creo, si se deja la oración y no se enmienda del mal; mas, si
no la deja, crea que le sacará a puerto de luz (SANTA TERESA, Vida,19,2).

3860 [. . . ] entendiendo con quién hablamos [. . . ]. Yo lo he probado algunas veces, y el mejor remedio que
hallo es procurar tener el pensamiento en la persona a quien endereza las palabras; por eso tened
paciencia y procurad hacer costumbre de cosa tan necesaria (SANTA TERESA, Camino de perfección,24,6).

3861 Las fiestas se han hecho para promover la alegria espiritual, y esa alegria la produce la oración; por lo
cual en dia festivo se han de multiplicar las plegarias (SANTO TOMÁS, Sobre los mandamientos,1. c. , p.
245).

3862 Y aunque no halle gusto en estos ejercicios, no desista de ellos, porque no se requiere que sea
siempre sabroso lo que ha de ser provechoso (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de la oración y
meditación,11,4, aviso 1°).

3863 No por eso desmaye y deje la oración y de hacer lo que todas, que a las veces viene el Señor muy
tarde, y paga tan bien y tan junto como pagó en muchos años (SANTA TERESA, Camino de
perfección,17,2).

3864 Persevera en la oración. -Persevera, aunque tu labor parezca estéril. -La oración es siempre fecunda.
(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. l0l).

3865 Pues, ¿qué menos merece este Señor para que burlemos de El dando y tomando una nonada que le
damos? Sino que este poquito de tiempo que nos determinamos de darle -de cuanto gastamos en otras
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cosas y con quien no nos lo agradecerá-, ya que aquel rato le queremos dar, démosle libre el pensamiento y
desocupado y con toda determinación de nunca jamás se lo tornar a tomar, por trabajos que por ello nos
vengan ni por contradicciones ni por sequedades; sino que ya como cosa no mia tenga aquel tiempo y
piense que me lo pueden pedir por justicia cuando del todo no se lo quisiere dar (SANTA TERESA, Camino
de perfección,23,2).

3866 Todas las veces que el hombre persevera en la oración con un poco de atención y cuidando y
haciendo buenamente lo que puede, al cabo sale de alli consolado y alegre (SAN PEDRO DE ALCÁNTARA,
Trat. de la oración y meditación, II,4, aviso 1. °).

El ejemplo de Jesús

3867 Si Jesús practica la oración [. . . ], ¿quién de nosotros será negligente en ella? Dice, en efecto, S.
Marcos: Y a la maflana, mucho antes de amanecer, se levantó, salió y se fue a un lugar desierto y alli oraba
(Mc 1,35). Y S. Lucas: Y açaeció que, hallándose El orando en cierto lugar, así que acabó, le dirigió la
palabra a uno de sus discípulos; y en otro lugar: Pasó la noche orando a Dios (Lc 11,1 6,`12). Y por su parte,
S. Juan describe la oración de Cristo cuando nos dice: Esto dijo Jesús, y levantando sus ojos al cielo,
añadió: Padre, llegó la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique (Jn 17,1). (ORiGENES, Trat.
sobre la oración,13).

Oración pública y privada

3868 Las oraciones por las que el pueblo se ordena inmediatamente a Dios las dicen sólo los sacerdotes,
que son mediadores entre Dios y el pueblo: de éstas, son pronunciadas públicamente las que se refieren a
todo el pueblo, en cuyo nombre las expone a Dios solamente el sacerdote, como las oraciones y acciones
de gracias; son pronunciadas privadamente otras que competen únicamente al oficio del sacerdote, como
las consagraciones y oraciones de este estilo, que aquel hace en favor del pueblo, pero no orando en
nombre del pueblo (SANTO TOMÁS, Comentario al libro I V de las Sentencias, d. 8).

3869 [. . . ] la participación en la sagrada liturgia no abarca toda la vida espiritual. En efecto, el cristiano
llamado a orar en común, debe, no obstante, entrar también en su cuarto para orar al Padre en secreto (cfr.
Mt 6,6); más aún, debe orar sin tregua, según enseña el Apóstol (cfr. 1Th 5,17). (CONC. VAT. 11 Const.
Sacrosanctum Concilium,12).

3870 El cristiano, llamado a orar en común, debe, no obstante, entrar también en su cuarto para orar al
Padre en secreto; más aún, debe orar sin tregua, segun enseña el Apóstol. (CONC. VAT. II, Const.
Sacrosanctum Concilium, SC 12).

3871 Nuestro divino Salvador no sólo vive en estrechisima unión con la Iglesia, su inmaculada esposa, sino
que se halla también intimamente unido con el alma de cada uno de los fieles y desea mantener, sobre todo
después de la sagrada comunión, un coloquio intimo con ellos [ . . ]. Estas oraciones contribuyen también en
gran medida al bien de todo el cuerpo mistico. En efecto, todas las buenas obras y todos los actos de virtud
que realizan los miembros del cuerpo, redundan en provecho de la totalidad en virtud de la comunión de los
santos (Pio XII, Enc. Mystici Corporis, n. 40).

3872 El rezo del oficio divino es la oración del cuerpo mistico de Cristo, la cual se of rece a Dios en nombre
y en beneficio de todos los cristianos [. . . ]. El espiritu y la perfección se deriva de las palabras, que la
Iglesia sugiere [. . . ], que deben rezarse digna, atenta y devotamente [. . . ]. La piedad personal de nuestra
alma debe procurar corresponder a la alta dignidad de esta plegaria de la Iglesia (Pio XII, Enc. Mediator Dei,
n. 35).

La oración vocal

3873 No olvides tus oraciones de niño, aprendidas quizá de labios de tu madre. -Recitalas cada dia con
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sencillez, como entonces (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 553).

3874 Mirad que perdéis un gran tesoro y que hacéis mucho más con una palabra de cuando en cuando del
Pater noster, que con decirle muchas veces aprisa: estad muy junto a quien pedis, no os dejará de oir; y
creed que a-tui es el verdadero alabar y santificar de su nombre (SANTA TERESA, Camino de
perfección,31,13).

3875 Si nos fijamos en lo que es absolutamente necesario, hay que distinguir en la oración vocal un triple
efecto: meritorio, impetratorio y cierto deleite espiritual que produce en el alma del que ora. Para los efectos
meritorio e impetratorio n'o es necesario que la oración sea atenta de una manera constantemente habitual
(como seria deseable), sino que basta y es suficiente la intención virtual, que es aquella que se puso al
principio de la oración y perdura a lo largo de ella aunque se produzcan distracciones involuntarias. Desde
luego, si falta la primera intención, la oración no sería meritoria ni impetratoria. En cambio, la atención actual
es absolutamente necesaria para obtener aquel deleite espiritual que lleva consigo la oración fervorosa, que
es incompatible con la distracción, aunque sea involuntaria (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 83, a.
13).

3876 Mas si estáis como es razón se esté hablando con tan gran Señor, es bien que estéis mirando con
quién habláis y quién sois vos, siquiera para hablar con crianza (SANTA TERESA, Camino de
perfección,22,1).

3877 El corazón se desahogará habitualmente con palabras, en esas oraciones vocales que nos ha
enseñado el mismo Dios, Padre nuestro, o sus ángeles, Ave Maria. Otras veces utilizaremos oraciones
acrisoladas por el tiempo, en las que se ha vertido la piedad de millones de hermanos en la fe: las de la
liturgia-lex orandi-, las que han nacido de la pasión de un corazón enamorado, como tantas antifonas
marianas: Sub tuum praesidium. . . , Memorare. . . , Salve Regina (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo
que pasa,119).

3878 La mayoria de las oraciones vocales, tanto las de la liturgia como las que fueron compuestas por los
Santos, han dado sus pruebas, han santificado a muchos cristianos antes que a nosotros y han sido
escuchadas muchas veces desde haçe varios siglos. Cuando recurrimos a ellas utilizamos la Comunión de
los Santos, y apoyamos nuestra fe sobre la fe de la Iglesia (G. CHEVROT, En lo secreto, pp. 100-101)

3879 Si vas discurriendo por todas las plegarias de la santa Escritura, creo que nada hallarás que no se
encuentre y contenga en esta oración dominical (Padrenuestro) (SAN AGUSTIN, Carta 130, a Proba).

3880 Padre nuestro que estás en los cielos. Y al decir en los cielos, el Señor no pretende, como quien dice,
encerrar a Dios en el cielo, sino arrancar de la tierra al que ora. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,19).

3881 (Santificado sea tu nombre). También pedimos todos los dias que sea santificado. Necesitamos de la
santificación continuamente, porque los que pecamos todos los dias debemos purificar nuestros pecados
mediante una contrición continua (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. 1p 357).

3882 A1 decir santificado sea tu nombre nos amonestamos a nosotros mismos para que deseemos que el
nombre del Señor, que siempre es santo en sí mismo, sea también tenido como santo por los hombres, es
decir, que no sea nunca despreciado por ellos; lo cual, ciertamente, redunda en bien de los mismos
hombres y no en bien de Dios (SAN AGUSTIN, Carta 130, a Proba).

3883 Cuando añadimos Venga tu reino, lo que pedimos es que crezca nuestro deseo de que este reino
llegue a nosotros y de que nosotros podamos reinar en él, pues el reino de Dios vendrá ciertamente, lo
queramos o no (SAN AGUSTIN, Carta 130, a Proba).
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3884 Cuando decimos: Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo pedimos que el Señor nos otorgue
la virtud de la óbediencia, para que así cumplamos su voluntad como la cumplen sus ángeles en el cielo
(SAN AGUSTIN, Carta 130, a Proba).

3885 (Hágase tu voluntad, así en. . . ). Se nos manda a-tui a cada uno de nosotros que oremos por todo el
mundo 1. . . ] para que desaparezca el error y se establezca la verdad, se destierre la malicia y vuelva la
virtud, y para que ya no se diferencie el cielo de la tierra (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, volt 1p 360).

3886 Cuando dices: El pan nuestro de cada dia dánosle hoy, te confiesas mendigo de Dios; mas no te
sonrojes; por muy rico que sea uno en la tierra, es mendigo de Dios. Está el mendigo a la puerta del rico, y
el rico a la puerta del Gran Rico. Al rico se le pide, y él pide a su vez. Si no fuera mendigo, no llamarla con la
oración en los oidos de Dios. ¿Y qué necesita el rico? Me atrevo a decirlo: necesita también el pan cotidiano
(SAN AGUSTIN, Sermón 56).

3887 Cuando decimos: Danos hoy nuestro pan de cada dia, con el hoy queremos significar el tiempo
presente, para el cual, al pedir el alimento principal, pedimos ya lo suficiente, pues con la palabrapan
significamos todo cuanto necesitamos, incluso el sacramento de los fieles, el cual nos es necesario en esta
vida temporal, aunque no sea para alimentarla, sino para conseguir la vida eterna (SAN AGUSTIN, Carta
130, a Proba).

3888 (Mas líbranos del mal). Nada quedá ya que deba pedirse al Señor cuando hemos pedido su proteción
contra todo lo malo; una vez obtenida ésta, ya podemos considerarnos seguros contra todas las cosas que
el demonio y el rntundo pueden hacer. ¿Qué miedo puede darnos el siglo, si en él tenemos a Dios por
defensor? (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. l, pp. 371-372).

3889 Cuando digo Credo, razón me parece que será entender y saber lo que creo; y cuando Padre nuestro,
amor será entender quién es este Padre nuestro y quién es el Maestro que nos enseñó la oración (SANTA
TERESA, Camino de perfección,24,8).

3890 En este entramado, en este actuar de la fe cristiana se engarzan, como joyas, las oraciones vocales.
Son fórmulas divinas: Padre Nuestro. . . , Dios te salve, Maria. . . , Cloria al Padre, y al Hijo y al Espfritu
Santo. Esa corona de alabanzas a Dios y a Nuestra Madre que es el Santo Rosario, y tantas, tantas otras
aclamaciones llenas de piedad que nuestros hermanos cristianos han recitado desde el principio (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,248).

3891 Con objeto de mantener vivo este deseo de Dios, debemos, en ciertos momentos, apartar nuestra
mente de las preocupaciones y quehaceres que de algún modo nos distraen de él, y amonestarnos a
nosotros mismos con la oración vocal; no vaya a ocurrir que nuestro deseo comience a entibiarse y llegase
a quedar totalmente frío, y, al no renovar con frecuencia el fervor, acabe por extinguirse del todo (SAN
AGUSTIN, Carta 130, a Proba).

3892 Porque sé que muchas personas, rezando vocalmente -como ya queda dicho-, las levanta Dios, sin
saber ellas cómo, a subida contemplación (SANTA TERESA, Camino de perfección,30,7).

Orar para hablar de Dios

3893 (No ser como esos) predicadores vacíos de la palabra que no la escuchan por dentro (SAN AGUSTIN,
Sermón 179).

3894 (El Bautista) escuchaba en su interior la voz de la verdad para manifestar al exterior lo que oia (SAN
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GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre los Evang. ).

3895 Antes de permitir a la lengua que hable, el apóstol debe elevar a Dios su alma sedienta, con el fin de
dar lo que hubiere bebido y esparcir aquello de que la haya llenado (SAN AGUSTIN, Sobre la doctrina
cristiana,4).

ORACION DE PETICION

Citas de la Sagrada Escritura

1. Necesidad de la oración de petición.

Conviene orar con perseverancia y no desfallecer. Lc 18,1.

Orad para que no caigáis en la tentación. Mc 14,38.

Orad sin intermisión. 1Th 5,17.

Sed prudentes y velad en la oración. 1P 4,7.

Aplicaos a la oración, velad en ella con hacimiento de gracias. Col 4,2.

Todos perseveraban unánimes en la; oración [. . . ] con María, la Madre de Jesús [. . . ]. Ac 1,14.

2. Fin y motivos de la oración de petición.

Orad los unos por los otros para que seáis salvos. Jc 5,16.

Rogamos a Dios que no cometáis mal alguno [. . . ] sino que obréis bien. 2Cor l3,7.

Ved, pues, cómo habéis de orar: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre [. . . ]
hágase tu voluntad [. . . ]. Mt 6,9-10; Lc 11,2.

Orad por los que os persiguen y calumnian [. . . ]. Mt 5,44-45; Lc 6,28.

3. Ep cacia de la oración de petición.

Todo cuanto pidiereis en la oración, si tenéis fe, lo alcanzaréis. Mt 21,22; Mc 11,24.

En verdad os digo, que cuanto pidiereis al Padre en mi nombre os lo concederá. Jn 16,23.

Mucho puede la oración perseverante del justo. Jc 5,16.

4. Condiciones de la oración de petición.

a) Humilde

Dos hombres subieron al templo a orar: el uno era fariseo, el otro publicano [. . . ]. El publicano ni se atrevía
a levantar los ojos al cielo [. . . ], diciendo: Dios mío, ten misericordia de mí, que soy pecador. Os aseguro
que éste volvio a su casa justificado. Lc 18,1~14.

Dios se resiste a los soberbios, pero a los humildes da su gracia. Jc 4,6.

La oración del humilde traspasa las nubes, y no descansa hasta que llega a su destino, ni se retira hasta
que el Altísimo fija en ella su mirada. Si 35,21.

b) Rectitud de intención

Cuando oréis no seáis como los hipócritas, que se ponen a orar de pie en las sinagogas y en las esquinas
de las calles para ser vistos de los hombres. Mt 6,5.
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Que los hombres oren en todo lugar; alzando las manos limpias, exentas de todo encono y disensión. 1Tm
2,8.

c) Perseverancia

Yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, a lo menos por su perseverancia se
levantará y le dará cuanto necesite. Lc 11,8.

Conviene orar con perseverancia y no desfallecer. Lc 18,1.

d) Confanza

Todo cuanto pidáis en la oración [. . . ] lo obtendréis. Mt 21,22.

Si vosotros, pues, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre
celestial dará cosas buenas a los que se lo pidan? Lc ll,13.

Confía en El, ¡oh pueblo! en todo tiempo, abrid ante El vuestros corazones, porque Dios es nuestro asilo. Ps
61,9.

Si alguno de vosotros se halla falto de sabiduría, pídala a Dios y le será otorgada, pues a todos da con
largueza y sin reproche. Jc 1,5.

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Confianza en Dios al pedir

3896 También se fomenta al afecto de súplica cuando los hombres dicen a Dios: Padre nuestro, y cierta
confianza de que hemos de alcanzar lo que vamos a pedir, ya que antes de pedir nada hemos recibido el
don inmenso de poder decir a Dios: Padre nuestro. ¿Qué podrá negar ya a los hijos que le piden,
habiéndoles antes otorgado el que fuesen hijos? (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).

3897 Jamás Dios ha denegado ni denegará nada a los que le piden sus gracias debidamente (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre la oración)

3898 El alma del hombre recto, al buscar en la oración el remedio a sus heridas, se hace tanto más
acreedor a ser escuchado por Dios cuanto más rechazado se ve de la aprobación de los hombres (SAN
GREGORIO MAGNO, Moraña,10).

3899 Y de los que confían en las palabras ciertas de Cristo, ¿quién no arderá en deseos de orar sin
desmayo, ante su invitación: Pedid y se os dará, pues todo el que pide recibe? (ORIGENES, Trat. sobre la
oración,10).

3900 Te ves tan miserable que te reconoces indigno de que Dios te oiga. . . Pero, ¿y los méritos de Maria?
¿Y las llagas de tu Señor? Y . . ¿acaso no eres hijo de Dios?

Además, El te escucha "quoniam bonus . . quoniam in saeculum misericordia ejus": porque es bueno,
porque su misericordia permanece siempre. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 93).

3901 Que no perdamos tan buena razón y que nos lleguemos a El; pues si cuando andaba en el mundo de
sólo tocar su ropa sanaba los enfermos, ¿qué hay que dudar que hará milagros estando dentro de mí-si
tenemos fe-y nos dará lo que le pidiéremos, pues está en nuestra casa? Y no suele Su Majestad pagar mal
la posada si le hacen buen hospedaje (SANTA TERESA, Camino de perfección,34,8)

3902 Nuestras oraciones han de ser hechas con confianza, y con una esperanza firme de que Dios puede y
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quiere concedernos lo que le pedimos, mientras se lo supliquemos debidamente. (SANTO CURA DE ARS,
Sermón sobre la oración).

3903 Pedid y recibiréis(cfr. Mt 7,7-8): lo repite para recomendar a justos y pecadores la confianza en la
misericordia de Dios, y por eso añade: todo el que pide recibe; es decir, ya sea justo, ya sea pecador, no
dude al pedir, paraque conste que no desprecia a nadie [. . . 1 (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena
Aurea, vol. 1, pp. 428-29).

3904 Entre todas las cosas necesarias a quien ora, ocupa un puesto muy destacado la confianza: que pida
con fe, sin vacilación alguna (Jc 1,6). Por ello el Señor, al enseñarnos a orar, comienza por los motivos que
dan pie a esa confianza. Uno es la bondad del Padre; y así dice: "Padre nuestro". El otro motivo es su
inmenso poder; por eso dice: "Que estás en los cielos" (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,128).

3905 Cristo nos enseñó también la forma de orar, él mismo nos inculcó y enseñó las cosas que hemos de
pedir. Quien nos dio la vida nos enseñó también a orar con aquella misma benignidad con que se dignó dar
y conferir los demás dones, para que al hablar al Padre con la misma oración que el Hijo nos enseñó, más
fácilmente seamos escuchados (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la oración,2).

3906 Habiendo Dios dotado a los demás animales de la velocidad en la carrera, o la rapidez en el vuelo, o
de uñas, o de dientes, o de cuernos, sólo al hombre lo dispuso de tal forma que su fortaleza no podía ser
otra que la del mismo Dios: y esto lo hizo para que, obligado por la necesidad de su flaqueza, pida siempre
a Dios cuanto pueda necesitar (SAN JUAN CRiSÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 427).

3907 En la oración hay un obstáculo que consiste en pensar que; la Providencia de Dios no se ocupa de las
cosas de este mundo. (SANTO TOMÁS, Compendio de Teología, II, cap. 6).

3908 El Sacrificio del Calvario es una muestra infinita de la generosidad de Cristo. Nosotros-cada uno-
somos siempre muy interesados; pero a Dios Nuestro Señor no le importa que, en la Santa Misa, pongamos
delante de El todas nuestras necesidades. ¿Quién no tiene cosas que pedir? Señor, esa enfermedad. . .
Señor, esta tristeza. . . Señor, aquella humillación que no sé soportar por tu amor. . . Queremos el bien, la
felicidad y la alegria de las personas de nuestra casa; nos oprime el corazón la suerte de los que padecen
hambre y sed de pan y de justicia; de los que experimentan la amargura de la soledad; de los que, al
término de sus días, no reciben una mirada de cariño ni un gesto de ayuda.

Pero la gran miseria que nos hace sufrir, la gran necesidad a la que queremos poner remedio es el pecado,
el alejamiento de Dios, el riesgo de que las almas se pierdan para toda la eternidad (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Hom. Sacerdote para la eternidad,13-lV-1973).

Constancia en la petición

3909 Vete al Señor mismo, al mismo con quien la familia descansa, y llama con tu oración a su puerta, y
pide, y Yuelve a pedir. No será El como el amigo de la parábola: se levantará y te socorrerá; no por aburrido
de ti: está deseando dar; si ya llamaste a su puerta y no recibiste nada, sigue llamando que está deseando
dar. Difiere darte lo que quiere darte para que más apetezcas lo diferido; que suele no apreciarse lo aprisa
concedido (SAN AGUSTIN, Sermón 105).

3910 Lo que por tu debilidad no puedes recibir en un determinado momento lo podrás recibir en otra
ocasión, si perseveras (SAN EFRÉN, Coment. sobre Diatessaron 1).

3911 La oración dirigida a un hombre exige previamente un cierto grado de familiaridad, gracias a la cual se
tenga acceso a aquel a quien se implora. Mientras que la oración a Dios nos hace por sí misma amigos de
Dios, puesto que nuestra alma se eleva hacia él, conversa afectuosamente con él y le adora en espiritu y en
verdad. Esta intimidad adquirida con la oración incita al hombre a orar con confianza [. . . ]. Además, en la
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oración a Dios, la asiduidad o la insistencia en la petición no es importuna, sino más bien del agrado de
Dios; porque hay que orar siempre, dice el Evangelio, y no desfallecer (Lc 18,1); y en otra parte el Señor no
invita a pedir: Pedid y recibiréis, dice, llamad y se os abrirá (Mt 7,7) (SANTO TOMÁS, Compendio de
Teologia,11, c. 1).

3912 La tercera condición que debe reunir la oración para ser agradable a Dios, es la perseverancia. Vemos
muchas veces que el Señor no nos concede enseguida lo que pedimos; esto lo hace para que lo deseemos
con más ardor, o para que apreciemos mejor lo que vale. Tal retraso no es una negativa, sino una prueba
que nos dispone a recibir más abundantemente lo que pedimos (SANTo CURA DE ARS, Sermón sobre la
oración).

3913 Quien te redimió y te creó no quiere que cesen tus oraciones, y desea que por la oración alcances lo
que su bondad quiere concederte. Nunca niega sus beneficios a quien los pide, y anima a los que oran a
que no se cansen de orar (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt Vl, p. 294).

3914 (El Señor) nos estimuló firmemente a buscar, a pedir y a llamar, hasta que recibamos lo que pedimos
(SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,29).

3915 Comprendan todas las almas que, si Dios no les cumple enseguida lo que le piden y necesitan, no
fallará a su debido tiempo si ellas son constantes y no desmayan y se desalientan (SAN JUAN DE LA
CRUZ, Cántico espiritual,2,4).

3916 Dios quiere ser rogado, quiere ser coaccionado, quiere ser vencido por una cierta importunidad. . .
(SAN GREGORIO MAGNO, Sermón sobre el Salmo 50,8,2).

3917 Jesús percibe la primera invocación de nuestra alma, pero espera. Quiere que nos convenzamos de
que le necesitamos; quiere que le roguemos, que seamos tozudos, como aquel ciego que estaba junto al
camino que salía de Jericó (J ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,195)

3918 Se lee en el salmo: He gritado-es decir, he rezado con fe-y por esto me escuchaste, Dios mio, como si,
introducidos en la intimidad divina por el primer ruego, pudiéramos implorar con mucha más confianza la
siguiente vez Por eso, en la petición dirigida a Dios, la asiduidad, la insistencia, nunca es inoportuna. Al
contrario: agrada a Dios (SANTO TOMAS, Compendio de Teología, II, cap. 2).

3919 Cuando digo a alguno: Ruega a Dios, pidele, suplicare, me responde: ya pedi una vez, dos, tres, diez,
veinte veces, y nada he recibido. No ceses, hermano, hasta que hayas recibido; la petición termina cuando
se recibe lo pedido. Cesa cuando hayas alcanzado; mejor aún, tampoco entonces ceses. Persevera todavía.
Mientras no recibas pide para conseguir, y cuando hayas conseguido da gracias (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Homilia,10).

Otras condiciones de la oración de petición

3920 Todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habeis recibido y lo obtendréis (Mc 11,24). Por eso,
la Iglesia acostumbra a orar unánimemente todas las veces que se ve necesitada de pedir algo al Señor; y
no hay medio tan eficaz sobre el querer divino como la oración, al menos si se hace con fe, serenidad,
humildad y perseverancia (SAN LoRENZO JUSTINIANO, Sermón en la fiesta de San Matias,1. c. , pp. 339-
340)

3921 Cuando nuestra oración no es escuchada es porque pedimos aut mali, aut male, aut mala. Mali,
porque somos malos y no estamos bien dispuestos para la petición. Male, porque pedimos mal, con poca fe
o sin perseverancia, o con poca humildad. Mala, porque pedimos cosas malas, o van a resultar, por alguna
razón, no convenientes para nosotros (cfr. SAN AGUSTIN, La ciudad de Dios,20,22).
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3922 Es preciso no sólo orar, sino orar como es debido y pedir lo que conviene (ORIGENES, Trat. sobre la
oración,2).

3923 ¿Quién hay, por desbaratado que sea, que cuando pide a una persona grave no lleva pensado cómo
le ha de pedir -para contentarle y no serle desabrido-y qué le ha de pedir y para qué menester lo que le ha
de dar, en especial si pide cosa señalada, como nos enseña que pidamos nuestro buen Jesús? Cosa me
parece para notar (SANTA TERESA, Camino de perfección,30,1).

3924 Hablar mucho en la oración es como tratar un asunto necesario y urgente con palabras superfinas.
Orar, en cambio, prolongadamente es llamar con corazón perseverante y lleno de afecto a la puerta de
aquel que nos escucha. Porque con frecuencia la finalidad de la oración se logra más con lágrimas y llantos
que con palabras y expresiones verbales (SAN AGUSTIN, Carta 130, a Proba).

3925 Cuando añade buscad y llamad dio a entender que se debe pedir con mucha insistencia y con la
fuerza del que busca apartando de la imaginación todo lo demás, fijándose sólo en lo que busca. El que
pide viene con ánimo vehemente y fervoroso (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol l, p. 428).

3926 Podéis pedir cosas temporales, nos dice S. Agustín; mas siempre con la intención de que os serviréis
de ellas para gloria de Dios, para salvación de vuestra alma y la de vuestro prójimo; de lo contrario, vuestras
peticiones procederían del orgullo o de la ambición; y entonces, si Dios rehúsa concederos lo que le pedís,
es porque no quiere perderos (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

3927 No hemos nacido para comer y beber y vestir lujosamente, sino para agradar a Dios y alcanzar los
bienes eternos. Y puesto que aquello ha de ser secundario en nuestro empeño, lo será también en nuestra
oración (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom sobre S. Mateo,22).

3928 La necesidad nos obliga a rogar por nosotros mismos, y la caridad fraterna a pedir por los demás. Es
más aceptable a Dios la oración recomendada por la caridad que la que es impulsada por la necesidad
(SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. l, p. 354).

Eficacia de la oración bien hecha

3929 Haz tú lo que puedas, pide lo que no puedes, y Dios te dará para que puedas (SAN AGUSTIN,
Sermón 43, sobre la naturaleza y la gracia).

3930 Si tú oras por todos también la oración de todos te aprovechará a ti, pues tú formas también parte del
todo. De esta manera obtendrás una gran recompensa, pues la oración de cada miembro del pueblo se
enriquecerá con la oración de todos los demás miembros (SAN AMBROSIO, Sobre Cain y Abel.

3931 Ahora Pablo se alegra con Esteban, goza con él de la gloria de Cristo, con él desborda de alegría, con
él reina. Allí donde entró primero Esteban, aplastado por las piedras de Pablo, entró luego Pablo, ayudado
por las oraciones de Esteban (SAN FULGENCIO DE RUSPE, Sermón 3).

3932 Cuando se llama continuamente en la oración, se concede pronto auxilio en la tentación (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 35 sobre los Evang. ).

3933 El Santo Rosario es arma poderosa. Empléala con confianza y te maravillarás del resultado (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 558).
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3934 ¡Hemos leído y oido tantos testimonios ciertos de su eficacia! La oración antigua era capaz de salvar
del fuego, de las fieras y del hambre; y eso que no habla recibido la forma que le dio Cristo. Por
consiguiente, la eficacia de la oración cristiana ha de ser mucho mayor. Ella no envia ángeles que apaguen
las llamas, ni mantiene cerradas las fauces de los leones, ni trae pan a los hambrientos, ni suprime ninguna
impresión de los sentidos por un don de la gracia; concede la fe, que hace comprender lo que el Señor
reserva a los que sufren por el nombre de Dios (TERTULIANO, Sobre la oración,28-29).

3935 Si tanta fuerza tiene la oración de cada uno en particular, ¿cuánto más la que se hace presidida por el
obispo y en unión con toda la Iglesia? (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Efesios,2).

3936 El único y general remedio para este mal (se refiere a las distracciones en la oración), como para los
otros, es pedirlo a Aquel que está aparejado para dar, si hubiere quien siempre le quiera pedir (SAN PEDRO
DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación,11,4, ev. 6°).

3937 ¡Cuántas veces venimos a la iglesia sin saber a qué venimos ni qué queremos pedir! Sin embargo,
cuando se va a casa de cualquiera, se sabe muy bien por qué uno se dirige a ella. Los hay que parecen
decirle a Dios: "Vengo a decirte dos palabras para cumplir contigo. . . ". Con frecuencia pienso que, cuando
venimos a adorar a nuestro Señor, conseguiriamos todo lo que quisiéramos, con tal de pedirle con fe viva y
un corazón puro (SANTO CURA DE ARS, Sobre la oración).

3938 El ángel particular de cada cual, aun de los más insignificantes dentro de la Iglesia, por estar
contemplando siempre el rostro de Dios que está en los cielos, viendo la divinidad de nuestro Creador, une
su oración a la nuestra y colabora en cuanto le es posible a favor de lo que pedimos (ORIGENES, Trat.
sobre la oración,10).

3939 Porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene: mas el mismo Espíritu aboga por nosotros
con gemidos inefables, y el que escudriña los corazones conoce cuáles el deseo del Espíritu, porque
intercede por los santos según Dios (Rm 8,26-27). Es decir, mientras nosotros oramos, el Espíritu intercede
intensamente (ORIGENES, Trat. sobre la oración,14).

3940 Si sólo ruegas por ti, también tú serás el único que suplica por ti (SAN AMBROSIO, Sobre Cain y
Abel).

Acompañar la petición de penitencia y buenas obras

3941 Todos los que han querido rogar por alguna necesidad, han unido siempre el ayuno (la penitencia) a la
oración, porque el ayuno es el soporte de la oración (SAN JUAN CRI SÓSTOMo, en Catena Aurea, volt 1p
377).

3942 "In te, Domine, speravi": en ti, Señor, esperé-Y puse, con los medios humanos, mi oración y mi cruz-Y
mi esperanza no fue vana, ni jamás lo será: <mon confundar in aeternum"! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Camino, n. 95).

3943 No alcanzamos la gracia si no la buscamos, porque no se conceden los dones de lo alto a los que los
menosprecian. Llamad por medio de la oración, de los ayunos y de las limosnas. De la misma manera que
quien llama a una puerta no llama sólo con la voz, así el que hace buenas obras llama también con ellas
(SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 427).

3944 Si espera alcanzar misericordia, que él también la tenga; si espera piedad, que él también la practique;
si espera obtener favores de Dios, que él también sea generoso. Es un mal solicitante el que espera obtener
para si lo que él niega a los demás (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 43)
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3945 Quien desea ser escuchado en sus oraciones, que escuche él también a quien le pide, pues quien no
cierra sus oidos a las peticiones del que le suplica abre los de Dios a sus propias peticiones (SAN PEDRO
CRISOLOGO, Sermón 43).

La oración de petición aumenta, en el que pide, su capacidad de recibir

3946 Puede resultar extraño que nos exhorte a orar aquel que conoce nuestras necesidades antes de que
se las expongamos, si no comprendemos que nuestro Dios y Señor no pretende que le descubramos
nuestros deseos, pues él ciertamente no puede desconocerlos, sino que pretende que, por la oración, se
acreciente nuestra capacidad de desear, para que así nos hagamos más capaces de recibir los dones que
nos prepara. Sus dones, en efecto, son muy grandes y nuestra capacidad de recibir es pequeña e
insignificante. Por eso, se nos dice: Dilatad vuestro corazón (SAN AGUST;N, Carta 130, a Proba)

3947 Cuando insistimos fervorosamente en nuestra oración, detenemos a Jesús que va de paso. Por eso se
dice alli: Parándose entonces Jesús, mandó traerle a su presencia. . . Y debe notarse lo que dice al ciego
cuando llega: ¿Qué quieres que te haga? ¿Acaso el que podía dar la vida, ignoraba lo que el ciego queria?
No; pero quiere que se lo pida [. . . ]. Pregunta para esto, para que se lo pida; pregunta para incitar al
corazón a que ore (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 2 sobre los Evang. ).

3948 Entre los hombres la petición es necesaria porque quien necesita algo ha de dar a conocer su
indigencia, y tiene también que ablandar el corazón del que acoge la súplica. Pero estas dos cosas no
tienen razón de ser cuando nuestra súplica va dirigida a Dios. Cuando rezamos a Dios no le queremos dar a
conocer nuestra indigencia y nuestros deseos, porque todo lo conoce [1. No se trata tampoco de hacer que
ceda la voluntad divina a la persuasión humana, hasta hacerle querer lo que antes no queria [. . . ]. Si la
petición es necesaria al hombre para obtener beneficios de Dios, es porque ejerce influencia sobre el mismo
que pide. Porque debe detenerse a considerar su poquedad y a desear con férvor y espiritu filial lo que
espera obtener con la oración. Asi se hace capaz de recibirlo (SANTO TOMÁS, Compendio de Teología, II,
cap. 2).

3949 El que podía resistuir la vista, ¿ignoraba acaso lo que queria el ciego? Jesús desea que le pidamos.
Conoce de antemano nuestras necesidades y quiere remediarlas. Con mucha insistencia nos exhorta a la
oración y, no obstante, dice: Vuestro Padre conoce las cosas de que tenéis necesidad antes que se las
pidáis (Mt 6,8). Insiste para que se le pida e invita para mover el corazón a la oración [. . . | (SAN GRE
GORIO MAGNO, Hom. 2 sobre los Evangelios).

Dios conocede siempre lo mejor, y en mayor abundancia

3950 Siempre da más de lo que le pedimos (SANTA TERESA, Camino de perfección,37,4).

3951 No nos invitarla tanto a que pidiésemos, si no quisiera darnos. Avergüéncese la pereza humana, más
quiere dar el Señor que nosotros recibir (SAN AGUSTIN, Sermón 29).

3952 Cuando no somos oidos al pedir alguna cosa, es porque pedimos algo contrario a nuestra salvación; o
también porque lo impide la malicia de aquellos por quienes pedimos; o se dilata la concesión de la gracia
pedida para que crezcan los deseos y se reciba con más interés el bien que se pide (RABANO MAURO, en
Catena Aurea, vol. III, p. 24).

3953 Y ofrecia (el leproso) al Médico espiritual un don espiritual; porque, así como se satisface a los
médicos de la tierra con dinero, a Este con oraciones: ninguna otra cosa más digna podemos ofrecer a Dios
que una oración bien hecha. En cuanto a lo que dice: Si quieres, no duda que la voluntad de Dios está
inclinada a todo lo bueno, sino que, como no a todos conviene la perfección corporal, ignoraba si a él le
convendria aquella curación. Dice, pues, si quieres, como si dijese: "Creo que quieres todo lo que es bueno,
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pero ignoro si es bueno para mi lo que pido" (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. I, pp. 465-
466).

3954 Uno pide en la oración le conceda mujer para esposa según su deseo, otro pide una casa de campo,
otro un vestido y otro pide se le den alimentos. Efectivamente, cuando hay necesidad de estas cosas
debemos pedirselas a Dios Todopoderoso; pero debemos tener siempre presente en nuestra memoria el
mandato de nuestro Redentor: Buscad primero e/ reino de Dios y su justicia y las demás cosas se os darán
por añadidura (Mt 6,33) (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 27 sobre los Evang. ).

3955 Vergüenza para la desidia humana. Tiene El más ganas de dar que nosotros de recibir; tiene más
ganas El de hacernos misericordia que nosotros de vernos libres de nuestras miserias (SAN AGUSTIN,
Sermón 105).

3956 El Señor concede siempre más de lo que se le pide: el ladrón sólo pedia que se acordase de él, pero
el Señor le dice: Hoy mismo estarás conmigo en el paraiso (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p.
507).

3957 Bueno es el Señor, quien no siempre nos concede lo que deseamos, para concedernos lo mejor 1SAN
AGUSTIN, Epistola 50).

Cuando los dones perdidos tardan en llegar

3958 El que tarda en dar quiere hacer más vivo tu deseo con la tardanza, para que no parezca de poco
mérito lo que da (SAN AGUSTIN, Sermón 29)

3959 Lo que, por tu debilidad, no puedes recibir en un determinado momento lo podrás recibir en otra
ocasión si perseveras (SAN EFRÉN, Coment. sobre Diatessaron,1).

3960 Si algo acontecede en contra de lo que hemos pedido, tolerémoslo con paciencia y demos gracias a
Dios por todo, sin dudar en lo más minimo de que lo más conveniente para nosotros es lo que acaece según
la voluntad de Dios y no según la nuestra (SAN AGUSTiN, Carta 130, a Proba).

3961 Bien mira por ti quien no te da, cuando le pides, lo que no te conviene (SAN AGUSTIN, Sermón 126).

3962 Acaso lo difiere con el fin de que, repitiendo con asiduidad y frecuencia tu plegaria, conozcas lo que es
la casa de Dios, y conserves con celo las gracias recibidas: que todo lo que se adquiere con mucho trabajo
se conserva con gran empeño (SAN BASILIO MAGNO, Regla monástica, c. 1).

3963 Cuando pides y no recibes es porque pides mal, o sin fe o con ligereza, o lo que no te conviene, o
porque te cansas (de pedir) (SAN BASILIO MAGNO, Regla monástica, c. 1).

3964 Cuando el Señor tarda en conceder lo que pedimos hace desear sus dones, pero no los niega: las
cosas que se desean por mucho tiempo se reciben con más gusto [. . . ]. Pide, busca, insiste: pidiendo y
buscando aumenta el deseo para que recibas los dones con más gusto. El Señor te reserva lo que no quiere
darte enseguida, para que aprendas a desear mucho las cosas grandes: por ello conviene orar siempre y no
desmayar (SAN AGUST;N, en Catena Aurea, volt 1p 429).

Imitar a la Virgen

3965 Maria, Maestra de oración-Mira cómo pide a su Hijo, en Caná. Y cómo insiste, sin desanirmarse, con
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perseverancia. -Y cómo logra. -Aprende (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 502).

3966 No dejéis de inculcar con todo cuidado la práctica del Rosario, la oración tan querida de la Virgen y tan
recomendada por los Sumos Pontifices, por medio de la cual los fieles pueden cumplir de la manera más
suave y eficaz el mandato del Divino Maestro: Pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá
(Pio XI, Enc. Ingravescentibus malis,29-IX-1937).

PACIENCIA

Citas de la Sagrada Escritura

El amor es paciente. 1Co 13,4.

. . . Tenéis necesidad de paciencia para que, cumpliendo la voluntad de Dios, alcancéis la promesa. He
10,36.

Por vuestra paciencia salvaréis vuestras almas. Lc 21,19.

. . . Que nadie se inquiete por estas tribulaciones. Bien sabéis que para eso estamos. 1Th 3,3.

Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Ved cómo el labrador, con la esperanza de los
preciosos frutos de la tierra, aguarda con paciencia las lluvias tempranas y las tardías. Jc 5,7.

Tomad, hermanos, por modelo de tolerancia y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del
Señor. Jc 5,10.

. . . Nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabedores de que la tribulación produce la paciencia; la
paciencia, una virtud probada; y la virtud probada, la esperanza. Rm 5,3-4.

Porque tenéis necesidad de paciencia para que, cumpliendo la voluntad de Dios, alcancéis la promesa. He
10,36.

Asi, pues, os exhorto yo, preso en el Señor, a andar de una manera digna de vuestra vocación (. . . ), con
toda humildad, mansedumbre y longanimidad, sobrellevándoos los unos a los otros con caridad. Ep 4,1.

Mejor que el fuerte es el paciente, y el que sabe dominarse vale más que el que conquista una ciudad. Pr
16,32.

. . . En todo nos acreditamos como ministros de Dios en mucha paciencia, en tribulaciones en necesidades,
en angustias [. . . j. 2Co 6,

Desnudo sali del vientre de mi madre, y desnudo tornaré a él. Yahvé me lo dio, Yahvé me lo ha quitado.
¡ Bendito sea el nombre de Yahvé! Jb 1,21.

Hijo mio, si caes enfermo, no te impacientes y ruega al Señor [. . . ]. Si 38,9.

El iracundo promueve contiendas, el paciente aplaca las rencillas. Pr 15,18.

El hombre magnánimo esperá su tiempo, pero al fin triunfa. Si 1,29.

[. . . ] tenga obra perfecta la paciencia, para que seáis perfectos y cumplidos, sin faltar en cosa alguna. Jc
1,4.

En las grandes angustias de mi corazón, tus consuelos alegraban mi alma. Ps 93,19.

Hijo mio, si te das al servicio de Dios, prepara tu ánimo a la tentación. Ten recto corazón y soporta con
paciencia, y no te impacientes en el tiempo del infortunio [. . . ], ten buen ánimo en las vicisitudes de la
prueba. Pues el oro se prueba en el fuego, y los hombres gratos a Dios, en el crisol de la tribulación. Si 2,1-
5.

<Imagen>
-477 -

Es parte de la virtud de la fortaleza

3967 Con paciencia y verdadera humildad nos hacemos más fuertes que todos los enemigos (Imitación de
Cristo, I,13,3).

3968 Quien se enfurece con causa no es culpable; porque si la ira no existiese, ni aprovecharla la doctrina
ni los tribunales estarian constituidos, ni los crimenes se castigarían. Asi, quien no se enfurece cuando hay
causa para ello, peca: la paciencia imprudente fomenta los vicios, aumenta la negligencia e invita a obrar el
mal, no sólo a los malos sino también a los buenos (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. 1p 283).

3969 Para entender la Sagrada Escritura debemos tomar como criterio lo que. Cristo y los santos hicieron
en la práctica. Pero Cristo no tendió a aquel hombre la otra mejilla. Ni tampoco Pablo la tendió. Interpretar,
por tanto, literalmente el sermón de la Montaña es falsear su significado. Dicho precepto se refiere más bien
a la disposición del alma a soportar, cuando sea preciso, sin dejarse llevar por la amargura, una segunda
afrenta igual o todavia más grande del agresor. A ello responde la actitud del Señor al entregar su cuerpo al
último suplicio. Aquellas palabras con que replicó han sido, por consiguiente, de utilidad para nuestra
enseñanza (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,18).

El ejemplo de Jesucristo

3970 [. . . ] a sus mismos asesinos, si se vuelven y llegan a El, los recibe, y con su paciencia salvifica a
nadie cierra las puertas de su Iglesia, para salvarnos con su gracia. A los adversarios, a los blasfemos, a los
eternos enemigos de su nombre, si se arrepienten de su delito [. . . ], los admite no sólo al perdón, sino a la
recompensa del reino de los cielos. ¿Qué más paciencia y más bondad puede haber? Pues recibe la vida
de la sangre de Cristo el mismo que la ha derramado. Tal y tanta es la paciencia de Cristo, y, si no hubiera
sido por ella, no tendria hoy en la Iglesia al apóstol Pablo (SAN CIPRIANO, Tratado sobre la paciencia,8).

Para recomenzar muchas veces en la vida interior

3971 En las batallas del alma, la estrategia muchas veces es cuestión de tiempo, de aplicar el remedio
conveniente, con paciencia, con tozudez. Aumentad los actos de esperanza.

Os recuerdo que sufriréis derrotas, o que pasaréis por altibajos-Dios permita que sean imperceptibles-en
vuestra vida interior, porque nadie anda libre de esos percances Pero el Señor, que es omnipotente y
misericordioso, nos ha concedido los medios idóneos para vencer. Basta que los empleemos con la
resolución de comenzar y recomenzar en cada momento, si fuera preciso (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Amigos de Dios,219). .

3972 Tened paciencia con todo el mundo, pero principalmente con vos misma: quiero decir que no perdáis
la tranquilidad por causa de vuestras imperfecciones y que siempre tengáis ánimo para levantaros. Me da
alegria ver que cada dia recomenzáis; no hay mejor medio para acabar bien la vida que el de volver a
empezar siempre, y no pensar nunca que ya hemos hecho bastante (SAN FRANCISCO DE SALES,
Epistolario, fragm. 139,1. c. , p. 774).

En la enfermedad y en las tribulaciones

3973 Es necesario sufrir con paciencia no sólo el estar enfermos, sino el estarlo de la enfermedad que Dios
quiere, en el lugar que quiere, entre las personas que quiere y con las incomodidades que quiere, y lo
mismo digo de las demás tribulaciones (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,3).

3974 También suele dar el Señor enfermedades grandisimas. Este es muy mayor trabajo, en especial
cuando son dolores agudos, que en parte, si ellos son recios, me parece el mayor que hay en la tierra-digo
exterior-aunque entren cuantos quisieren; si es de los muy recios dolores, digo; porque descompohen lo
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interior y exterior, de manera que aprieta un alma que no sabe qué hacer de si, y de muy buena gana
tomarla cualquier martirio de presto que estos dolores; aunque en grandisimo extremo no duran tanto (que,
en fin, no da Dios más de lo que se puede sufrir, y da Su Majestad primero la paciencia). (SANTA TERESA,
Las Moradas, VI, I,7). Cuanto más alto llegue uno, tanto más tiene que sufrir en 3975 este mundo, porque
debilitándose el amor de nuestra alma hacia las cosas del presente siglo, van aumentando cada vez más
sus adversidades. De aquí que vemos a muchos que obran el bien, y sudan bajo el grave peso de las
tribulaciones. Pero según las palabras del Señor, dan fruto por la paciencia, porque recibiendo las pruebas
con humildad, son admitidos después al descanso en la gloria. De esta manera es pisoteada la uva y se
licúa adquiriendo el sabor del vino; de esta manera abandona la oliva sus heces, y su zumo se convierte en
aceite puro, después de molid'a y prensada; de esta manera es como, por medio de la trilla, se separa en
las eras el granó de la paja, y es llevado limpio a los graneros (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 15 sobre
los Evang. ).

3976 Me parece buena virtud la que se alaba en Jb: En todo lo que le sobrevino no pecó Jb delante de Dios,
afirmándose lo mismo después de sobrevenirle la prueba (ORIGENES, Trat. sobre la oración,10).

3977 Mantente firme como un yunque golpeado por el martillo. A un gran atleta corresponde vencer a pesar
de los golpes. Sobre todo soportándolo por Dios, para que El también nos soporte (SAN IGNACIO DE
ANTIOQUIA, Epistola a San Policarpo).

3978 ¡Qué superioridad permanecer en pie sin doblarse en medio de tantas ruinas de los hombres, sin
quedar derribado como los que no tienen esperanza en Dios, y alegrarse, en cambio, y aprovechar la
ocasión que se nos ofrece de alcanzar el premio de esta vida y de la fe de la mano del Juez, si damos
pruebas manifiestas de nuestra fe con gran fortaleza y seguimos el camino estrecho que lleva a Cristo a
través de la paciencia en los trabajos! (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la mortalidad,14).

Ante la acusación injusta

3979 Si te acusan justamente por una falta que has cometido, humíllate profundamente y confiesa que
mereces aún más de lo que te acusan, y si la acusación es falsa, excúsate con mansedumbre, negando la
culpa por respeto a la verdad y edificación del prójimo; pero si después de excusarte con verdad y justicia
prosiguen aún acusándote, no te turbes ni te empeñes en hacer creer tu disculpa: pues ya has cumplido con
la verdad, debes cumplir también con la humildad, y de esta manera ni faltarás al cuidado que debes tener
de tu buena fama, ni al debido amor de la paz, humildad y dulzura de corazón (SAN FRANCISCO DE
SALES, Introd. a la vida devota,111,3)

3980 Un anciano fundado en esta virtud vivía junto a Alejan- cría, perdido entre la masa heterogénea de los
infieles. Estos le cubrían de insultos y le hacían a porfía las más graves injurias. Un día que le decían entre
mofas: "Pero, ¿qué milagros ha hecho ese Cristo que adoras?", respondió: "El de que estas injurias y
afrentas, y aun otras mayores que podríais hacerme, no me conmuevan ni me ofendan" (CASIANO,
Colaciones,12).

Evitar las quejas

3981 Quéjate lo menos que puedas de los agravios que recibas, pues de ordinario peca el que se querella;
porque el amor propio siempre nos pinta las injurias mayores de lo que son; y, sobre todo, jamás digas tus
resentimientos a personas propensas a indignarse y a pensar mal. Pero si acaso conviene dar a alguno la
queja, o ya sea para remediar la ofensa, o ya para aquietar tu espiritu, ha de ser a personas pacificas y que
amen mucho a Dios; porque de otra manera, lejos de aliviar tu espíritu, lo llenarian de mayores inquietudes,
y en lugar de sacar la espina que picaba te la hincarían más en el pie (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd.
a la vida devota,III,3).

3982 La paciencia sabe soportarlo todo con un corazón magnánimo (CASIANO, Instituciones,7).

Ante los defectos de los demás


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3983 La tierra buena da buenos frutos por la paciencia, porque ningún valor tienen las obras buenas que
hacemos si no toleramos también las malas en nuestros prójimos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 15
sobre los Evang. ).

3984 Sufre con paciencia los defectos y la fragilidad de los otros, teniendo siempre ante los ojos tu propia
miseria,por la que has de ser tú también compadecido de los demás (J. PECCI-León XIII-, Práctica de la
humildad,22).

3985 Las ocasiones de contrariedad jamás nos faltarán mientras estemos en contacto con los hombres. Las
hace inevitables el constante roce con ellos. Que no sean estas contrariedades motivo para evitar su
compañía (CASIANO, Instituciones,9,7).

3986 Debemos soportar a los que corregimos y corregir a los que soportamos (SAN GREGORIO MAGNO,
Hom. 17 sobre los Evang. ).

3987 Sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos por mantener la unidad del Espíritu, con el vinculo de
la paz. De esta manera demuestra que es imposible mantener la unión y la paz si los hermanos no se
toleran mutuamente y si no conservan el vínculo de la unión fraterna mediante la virtud de la paciencia (SAN
CIPRIANO, Trat. sobre la paciencia,13 y 15).

3988 Lo que no puede un hombre enmendar en sí ni en los otros, débelo sufrir con paciencia hasta que Dios
lo ordene de otra manera, y pensar que quizá es mejor así para que te conozcas y tengas paciencia, sin la
cual no son de estimar en mucho nuestros merecimientos (Imitación de Cristo,I,16,1).

3989 Mira la manera de sufrir con paciencia cualesquier defectos y flaquezas ajenas, sabiendo que tú tienes
mucho que te sufran los otros (Imitación de Cristo, I,16,2).

Para ayudar a los demás

3990 El que sabe ser fuerte no se mueve por la prisa de cobrar el fruto de su virtud; es paciente. La
fortaleza nos conduce a . saborear esa virtud humana y divina de la paciencia [. . . ]. Y es esta paciencia la
que nos impulsa a ser comprensivos con los demás, persuadidos de que las almas, como el buen vino se
mejoran con el tiempo (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,78).

3991 Sigue sacando y agotando las mismas exhortaciones, y nunca con pereza; actúa siempre con
amabilidad y gracia [. . . ]. ¿No ves con qué cuidado los pintores unas veces borran sus trazos, otras los
retocan cuando tratan de reproducir un bello rostro? No te dejes ganar por los pintores. Porque si tanto
cuidado ponen ellos en la pintura de una imagen corporal, con mayor razón nosotros, que tratamos de
formar la imagen de un alma, no dejaremos piedra por mover a fin de sacarla perfecta (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,30).

3992 No dice: Si alguno te hiere, no quieras tú herirlo. Sino esto otro: of récete aun al que te hiere Es éste
un acto de misericordia que comprenden particularmente aquellos que sirven a quienes se ama mucho,
como son los hijos, o cualquier persona querida enferma, o los niños, o los dementes de parte de los cuales
con frecuencia sufren no poco, y por quienes, si su salud lo exige, están dispuestos a padecer más, hasta
que pase la debilidad de la edad o de la enfermedad. ¿Qué otra cosa podía inculcar el Señor, que es
médico de las almas, a los que instruia para curar a los prójimos, sino tolerar con ecuanimidad las
debilidades de aquellos cuya salvación quisiesen procurar? (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la
Montaña,1).
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3993 El mismo Jesucristo, que conocia la malicia de los fari- seos, condescendió con ellos para ganarlos, a
semejanza de los buenos médicos, que prodigan más remedios a los enfermos más graves (SAN CIRILO,
en Catena Aurea, vol. VI, p. 46).

Frutos de la paciencia

3994 Esta virtud de la paciencia derrama sus frutos con profu- sión y exuberancia por todas partes [ . . ]. La
paciencia es la que nos recomienda y guarda para Dios; modera nuestra ira, frena la lengua, dirige nuestro
pensar, conserva la paz, endereza la conducta, doblega la rebeldia de la pasión, reprime el tono de orgullo,
apaga el fuego de los enconos, contiene la prepotencia de los ricos, alivia la necesidad de los pobres,
protege la santa virginidad de las doncellas. . . Mantiene en humildad a los que prosperan, hace fuerte en la
adversidad y mansos frente a las injusticias y afrentas. Enseña a perdonar luego a quienes nos ofenden y a
rogar con constancia e insistencia cuando hemos ofendido. Nos hace vencer en las tentaciones, nos hace
tolerar las persecuciones, nos hace consumar el martirio. Es la que fortifica sólidamente los cimientos de
nuestra fe; levanta en alto nuestra esperanza. . . Nos lleva a perseverar como hijos de Dios, imitando la
paciencia del Padre (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la paciencia,20).

3995 La paciencia es un diamante: con ella el alma resiste toda adversidad; es un remedio: cura toda
herida; es un escudo: protege contra todo ataque. Nadie podrá atacarnos si hemos comenzado el combate
interior contra nosotros mismos (BEATO HUMBERTO DE ROMANS, Sobre la paciencia,1. c. , p. 456).

Paciencia y paz del alma

3996 Recuerdo que, cuando vivia yo en el desierto, disponla de una caña para escribir que, a mi parecer,
era o demásiado gruesa o demásiado fina; tenla también un cuchillo cuyo filo, embotado sobremanera,
apenas si podía cortar; un silex cuya chispa no brotaba lo bastante prontamente para satisfacer mi afán de
leer enseguida; y entonces sentia yo nacer en mi tales oleadas de indignación, que no podía menos de
proferir maldiciones, ora contra estos objetos insensibles, ora contra el mismo Satanás.

Ello es una prueba fehaciente de que de poco sirve no tener a nadie con quien enojarnos, si no hemos
alcanzado antes la paciencia. Nuestra ira se desencadenará incluso contra las cosas inanimadas, a falta de
alguien que pueda sufrir el golpe (CASIANO, Instituciones 8,17).

3997 Ser paciente significa no dejarse arrebatar la serenidad ni la clarividencia del alma por las heridas que
se reciben mientras se hace el bien (J. PIEPER, Las verdades fundamentales, p. 201).

3998 No es paciente quien huye del mal, sino el que no se deja arrastrar por su presencia a un desordenado
estado de tristeza (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 136, a. 4 ad 2).

3999 La paciencia consiste en tolerar todos los males ajenos con ánimo tranquilo, y en no tener ningún
resentimiento con el que nos los causa (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,13).

La paciencia y las demás virtudes

4000 ¡Oh paciencia, cómo quisiera exaltarte por ser reina de todas las cosas. . . ! ¡Tú eres corona cotidiana
y madre de los mártires; tú eres el muro de la fe, fru¿o de la esperanza, amiga de la caridad. . . !
Feliz,eternamente feliz, es quien siempre te tenga consigo (SAN ZENÓN, Obras; PL l l,317).

4001 (A quien es paciente) nada puede apartarlo del amor de Dios, ni tiene necesidad de tranquilizar su
ánimo, porque está pesuadido de que todo es para bien; no se irrita, ni hay nada que le mueva a la ira,
porque siempre ama a Dios, y a esto sólo atiende (SAN CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Stromata,6).

4002 Conservad la verdadera humildad del corazón, que no consiste en demostraciones y palabras
afectadas, sino en un abajamiento profundo del alma. Esa humildad se mostrará con la paciencia, que será
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como una proyección de ella y como la señal más evidente. Y esto no precisamente cuando os atribuyáis
crímenes que nadie va a creer, sino cuando os quedéis insensibles a las acusaciones arrogantes que se os
harán y soportéis con mansedumbre y ecuanimidad las injurias las injurias que os infieran (CASIANO-
Colaciones. 18).

4003 De la misma manera que la victoria atestigua el valor del soldado en la batalla, así se pone de
manifiesto la santidad de quien sufre los trabajosy las tentaciones con paciencia inquebrantable (SAN
CIRILO,en Catena Aurea, vol. VI, p. 148).

4004 (La paciencia) es la que proporciona ánuestra fe un fun- damento firmisimo; permite quenuestra
esperanza crezca hasta lo más alto; dirige nuestros actos para que podamos mantenernos en el camino de
Cristo mientras avanzamos con su ayuda: en fin, hace que perseveremos siendo hijos de Dios (SAN
CIPRIANO, Trat. sobre la paciencia,20).

PAZ

Citas de la Sagrada Escritura

La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da os la doy yo. Jn 14,27.

En cualquier casa en que entréis, decid primero: la paz sea con esta casa. Si hubiere allí un hijo de la paz,
descanse sobre él vuestra paz; si no, se volverá a vosotros. Lc 10,5.

Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guarde vuestros corazones y vuestros pensamientos
en Cristo Jesús. Ph 4,7.

Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz, y gozo en el Espíritu Santo. Rm 14,17.

Mucha paz tienen quienes aman tu ley; no hay para ellos tropiezo. Ps 118,165.

Bienaventurados los pacíficos porque ellos serán llamados hijos de Dios. Mt 5,9.

Vivid en paz y el Dios de la caridad y de la paz estará en vosotros. 2Co 13,11.

Las obras de la carne son manifiestas, a saber: fornicación, impureza, lascivia, idolatría, hechiceria, odios,
discordias, celos, iras, rencillas, disensiones, divisiones [. . . ] y otras como éstas, de las cuales os prevengo
[. . . ] que quienes tales cosas hacen no herederán el reino de Dios. Ga 5,19-20.

Todo reino dividido contra si mismo será desolado, y toda ciudad o casa dividida contra si no subsistirá. Mt
12,25.

La paz será obra de la justicia; y el fruto de la justicia, el reposo y la seguridad para siempre. Is 32,17.

La soberbia sólo ocasiona disensiones [. . . ] Pr 13,10.

Procurad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. He 12,14.

Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis un mismo lenguaje y no
haya entre vosotros cismas, antes seáis concordes en un mismo pensar y en un mismo sentir. 1Co 1,10.

(El Evangelio es) la buena nueva de la paz. Ac 10,36.

La paz es también un fruto del Espíritu Santo y supera toda imaginación: Ga 5,22; Ph 4,7.

La paz es patrimonio de los hombres de "buena voluntad": Lc 2,14.

(Nuestro Dios) no es Dios de inquietud, sino de paz. 1Co 14,33.

<Imagen>

El trato con Jesucristo, fuente de paz


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4005 Donde no está Jesús se encuentran pleitos y guerras, pero donde El está presente todo es serenidad
y paz (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 360).

4006 La verdadera, la única paz de las almas en este mundo consiste en estar llenos de amor de Dios y
animados de la esperanza del cielo, hasta el punto de considerar poca cosa los éxitos o reveses de este
mundo [. . . ]. Se equivoca quien se figura que podrá encontrar la paz en el disfrute de los bienes de este
mundo y en las riquezas. Las frecuentes turbaciones de aquí abajo y el fin de este mundo deberían
convencer a ese hombre de que ha construido sobre arena los fundamentos de su paz (SAN BEDA, Hom.
12 para la Vigilia de Pentecostés).

4007 ¡cuántas contrariedades desaparecen, cuando interior- mente nos colocamos bien próximos a ese
Dios nuestro, que nunca abandona! Se renueva, con distintos matices, ese amor de Jesús por los suyos,
por los enfermos, por los tullidos, que pregunta: ¿qué te pasa? Me pasa. . . Y, en seguida, luz o, al menos,
aceptación y paz (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,249).

4008 Acerquémonos a El con confianza [. . . ], y mandará a los vientos, esto es, a los demonios [. . . ], y se
hará una gran serenidad en los cuerpos y en las almas, y se restablecerá la paz en la Iglesia y la calma en
el mundo (ORIGENES, en Catena Aurea, vol 1p 501).

4009 Y les dijo: Paz a vosotros; soy yo, no temáis. Averguéncenos el prescindir del saludo de la paz, que el
Señor nos dejó cuando iba a salir del mundo. La paz es un nombre y una cosa sabrosa, que sabemos
proviene de Dios, según dice el Apóstol a los filipenses: la puz de Dios; y que es de Dios lo muestra también
cuando dice a los efesios: El es nuestra paz. La paz es un bien recomendado a todos, pero observado por
pocos. ¿Cuál es la causa de ello? Quizás el deseo de dominio, o de ambición, o de envidia, o de
aborrecimiento del prójimo, o de alguna otra cosa, que vemos en quienes desconocen al Señor. La paz
procede de Dios, que es quien todo lo une [. . . ]. La transmite a los ángeles [. . . ] y se extiende también a
todas las criaturas que verdaderamente la desean (SAN GREGORIO NACIANCENO, en Catena Aurea, vol.
Vl, p. 545).

4010 Haced alto en el camino y ved. Preguntad por los caminos de antes: ¿Es ésa la senda buena? Pues
seguidla, y hallaréis la puz para vuestras almas (Jr 6,16). Vosotros veréis al punto cómo se os allanan las
cuestas y se os nivelan los declives (Is 40,4). Gustaréis y veréis que el Señor es bueno(Ps 23,9). Ante la
palabra de Cristo en el Evangelio: Venid a mi todos los que estáis fatigados y cargados, que yo os aliviaré
(Mt 11,28), depondréis el peso abrumador de vuestros vicios. Luego comprenderéis las palabras que siguen:
Pues mi yugo es blando y mi carga ligera (Mt 30). La senda del Señor es todo refrigerio, si se marcha por
ella siguiendo su Ley. Somos nosotros quienes nos creamos dolores y tormentos, por nuestras
preocupaciones, siempre que preferimos seguir los caminos tortuosos de este siglo, incluso a trueque de
peligros y dificultades (CASIANO, Colaciones,23).

Paz interior y cumplimiento de la voluntad de Dios

4011 Esta paz no se logra ni con los lazos de la más intima amistad ni con una profunda semejanza de
espíritu, si todo ello no está fundamentado en una total comunión de nuestra voluntad con la voluntad de
Dios. Una amistad fundada en deseos pecaminosos, en pactos que arrancan de la injusticia y en el acuerdo
que parte de los vicios nada tiene que ver con el logro de esta paz (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 95, sobre
las bienaventuranzas).

4012 Por encima de todo, conservad la paz del corazón, que es el mayor tesoro. Para conservarla, nada
ayuda tanto como el renunciar a la propia voluntad y poner la voluntad del corazón divino en lugar de la
nuestra (SANTA MARGARITAM a ALACOQUE, Cartas,1. c. , t. 2p 321).

4013 Un razonamiento que lleva a la paz y que el Espíritu Santo da hecho a los que quieren la Voluntad de
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Dios: "Dominus regit me, et nihil mihi deerit"-el Señor me gobierna, nada me faltará.

¿Qué puede inquietar a un alma que repita de verdad esas palabras? (J ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Camino, n 760)

4014 Para el cristiano, la libertad no proviene del mismo hombre: se manifiesta en la obediencia a la
voluntad de Dios y en la fidelidad a su amor. Es entonces cuando el discípulo de Cristo encuentra la fuerza
de luchar por la libertad en este mundo. Ante las dificultades de esta tarea, no se dejará llevar por la inercia
ni el desaliento, ya que pone su esperanza en Dios, que sostiene y hace fructificar lo que se realiza en el
espíritu (JUAN PABLO II, Mensaje para la "Jornada de la Paz" 8-XII-1980, n. 11).

Paz y humildad

4015 La humildad es otro buen camino para llegar a la paz interior. -"El" lo ha dicho: "Aprended de mi, que
soy manso y humilde de corazón. . . y encontraréis paz para vuestras almas". (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Camino, n. 607).

4016 Los santos nos enseñan que esta acusación de si mismo es el único camino que nos puede llevar a la
paz (SAN DOROTEO, Instrucción 7).

4017 Solas tres cosas me extenderé a declarar (. . . para tener) exterior e interiormente la paz que tanto
encomendó Nuestro Señor: la primera cosa es amor unas con otras; la segunda, desasimiento de todo lo
criado; la última es verdadera humildad, que, aunque la digo a la postre, es muy principal y las abraza todas
(SANTA TERESA, Camino de perfección,4,4).

4018 Continua paz tiene el humilde; mas en el corazón del soberbio hay saña y desdén muchas veces
(Imitación de Cristo, I,7,2).

Paz y caridad

4019 La paz es obra de la justicia indirectamente, en cuanto remueve los obstáculos que a ella se oponen;
pero propia y directamente proviene de la caridad, que es la virtud que realiza por excelencia la unión de
todos los corazones (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 29, a. 3 ad 3).

4020 Todo aquel que por amor se compadece de cualquier miseria ajena se enriquece, no sólo con la virtud
de su buena voluntad, sino también con el don de la paz (SAN LEON MAGNO, Sermón 6, sobre la
Cuaresma).

4021 La bienaventuranza de los pacificos es el premio de su adopción. Por eso se dice: serán llamados
hijos de Dios. Solamente Dios es el padre de todos, y no se puede entrar a formar parte de su familia si no
vivimos en paz mutuamente por medio de la caridad fraterna. (SAN HILARIO, en Catena Aurea, vol. 1p
252).

La paz, conscuencia de la lucha ascética

4022 Para guardar la paz del alma, hay que echar fuera el abatimiento, es necesario intentar un espiritu
alegre y exento de tristeza [. . . ]. Para conservar la paz interior, se debe también evitar cuidadosamente
censurar a los demás. Se conserva la paz no juzgando al prójimo y guardando silencio. En este estado el
espíritu recibe las revelaciones divinas (SAN SERAFIN DE SAROV,Recomendaciones espirituales,1. c. , PP.
661-668).

4023 La paz es consecuencia de la guerra, de la lucha, de esa lucha ascética, intima, que cada cristiano
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debe sostener contra todo lo que, en su vida, no es de Dios: contra la soberbia, la sensualidad, el egoismo,
la superficialidad, la estrechez de corazón. Es inútil clamar por el sosiego exterior si falta tranquilidad en las
conciencias, en el fondo del alma (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,73).

4024 La paz debe realizarse en la verdad; debe construirse sobre la justicia; debe estar animada por el
amor; debe hacerse en la libertad. Sin un respeto profundo y generalizado de la libertad, la paz escapa al
hombre. No tenemos más que mirar en derredor nuestro para convencernos (JUAN PABLO II, Mensaje para
la "Jornada de la Paz",8-XII-1980, n. 2).

Otros caminos de la paz

4025 Nadie puede alcanzar la paz interior que desea sin una gran contrición de corazón (CASIANO,
Colaciones,7,6)

4026 Se promete la paz a todos los que se consagran a la edificación de este templo, ya sea que su trabajo
consista en edificar la Iglesia en el oficio de catequistas de los sagrados misterios, ya sea que se entreguen
a la santificación de sus propias almas, para que resulten piedras vivas y espirituales (SAN CIRILO DE
ALEJANDRIA, Coment. sobre el profeta Ageo,14).

4027 La paz es obra nuestra: exige nuestra acción decidida y so- lidaria. Pero es inseparablemente y por
encima de todo un don de Dios; exige nuestra oración. Los cristianos deben estar en primera fila entre
aquellos que oran diariamente por la paz, deben además enseñar a orar por la paz. Ellos procurarán orar
con María, Reina de la paz. A todos, cristianos, creyentes y hombres de buena voluntad, os digo: no tengáis
miedo de apostar por l,a paz, de educar para la paz. La aspiración a la paz no quedará nunca
decepcionada. El trabajo por la paz, inspirado por la caridad que no pasa, dará sus frutos. La paz será la
última palabra de la historia (JUAN PABLO II, Aloc. 8-12-1978).

4028 Mucha paz tendríamos si en los dichos y hechos ajenos (que no nos pertenecen) no quisiésemos
ocuparnos (Imitación de Cristo, I,11,1).

Veis aquí cómo con estas dos cosas, amor y temor de Dios,4029 podemos ir por este camino sosegados y
quietos (SANTA TERESA, Camino de perfección,42,1).

4030 Estás intranquilo. -Mira: pase lo que pase en tu vida inte- rior o en el mundo que te rodea nunca
olvides que la importancia de los sucesos o de las personas es muy relativa. -Calma: deja que corra el
tiempo; y, después, viendo de lejos y sin pasión los acontecimientos y las gentes adquirirás la perspectiva,
pondrás cada cosa en su lugar y con su verdadero tamaño. Si obras de este modo serás más justo y te
ahorrarás muchas preocupaciones (J. ESCRIVÁ DE BAEAGUER, Camino, n. 702).

Serenidad y confianza en Dios

Pero los Apóstoles, en medio de las persecuciones, mantu- 4031 vieron en Cristo la paz, sin abandonarle;
por el contrario, buscaron refugio en El [. . . ]. En ellos se cumplió lo que les había dicho: tened confianza, yo
he vencido al mundo. Confiaron y vencieron. ¿Por quién vencieron sino por El? (SAN AGUSTIN, Trat.
Evang. S. Juan,103).

4032 El me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas donde me apoyo. Tengo en mis manos su
palabra escrita. Este es mi báculo, esta es mi seguridad, este es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el
mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Qué es
lo que ella me dice? Yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo. Cristo está conmigo, ¿qué
puedo temer? Que vengan a asaltarnos las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa más
que una tela de araña (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. antes del exilio,1-3).

Causas de la falta de pez


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4033 El excesivo cuidado que tenemos de nosotros mismos hace que nuestro espiritu pierda la tranquilidad,
y nos lleve a tener un humor raro y desigual. Asi nos sucede que, en cuanto tenemos alguna contradicción,
en cuanto nos damos cuenta de nuestra falta de mortificación, cuando caemos en algunos de nuestros
defectos, por pequeño que sea, nos parece que todo se ha venido abajo (SAN FRANCISCO DE SALES,
Plática III, de la Firmeza,1. c. ).

4034 Puede haber entendimiento entre personas que tienen distinto criterio sobre algo, pero jamás podrá
existir verdadera armonia donde impera la discrepancia de voluntades (CASIANO, Colaciones,16).

4035 No hay paz en el corazón del hombre sensual ni en el que se ocupa en lo exterior, sino en el que anda
en fervor espiritual (Imitación de Cristo, I,6,2).

4036 En esta vida, con grandes trabajos buscan los hombres el reposo y la seguridad, pero con sus malos
deseos no los encuentran. Porque ponen su descanso en las cosas inquietas y que no permanecen; y como
ellas les son quitadas y pasan, les originan miedos y dolores, sin dejarles tener sosiego (SAN AGUSTIN,
Sobre las costumbres de la Iglesia católica,1).

4037 Os doy mi paz, os dejo mi paz (Jn 14,27). Pero ¿para qué nos sirve saber que esta paz es buena, si
no la cuidamos? Lo que es muy bueno normalmente es muy frágil, y los bienes preciosos reclaman mayores
cuidados y una vigilancia más cuidadosa. Muy frágil es la paz, que puede perderse por una palabra
inconsiderada o por la menor herida causada a un hermano. En efecto, nada agrada más a los hombres que
hablar fuera de propósito y ocuparse en lo que no les atañe, pronunciar vanos discursos y criticar a los
ausentes (SAN COLUMBANO, Instrucción 11,1-4).

Frutos de la paz

4038 La paz es madre del amor, vinculo de la concordia e indicio manifiesto de la pureza de nuestra mente;
ella alcanza de Dios todo lo que quiere, ya que su petición es siempre eficaz. Cristo, el Señor, nuestro rey,
es quien nos manda conservar esta paz, ya que él ha dicho: La paz os dejo, mi paz os doy, lo que equivale
a decir: "Os dejo en paz, y quiero encontraros en paz"; lo que nos dio al marchar quiere encontrarlo en todos
cuando vuelva (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón sobre la paz)

4039 Serenos, aunque sólo fuese para poder actuar con inteligencia: quien conserva la calma está en
condiciones de pensar, de estudiar los pros y los contrae, de examinar juiciosamente los resultados de las
acciones previstas. Y después, sosegadamente interviene con decisión (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Amigos de Dios,79).

4040 Concertada interiormente y afirmada esta paz, por más persecuciones que trame desde fuera el que
afuera fue arrojado, no hará otra cosa que aumentar la gloria de Dios, sin derribar nada de aquel edificio,
consiguiendo, al fracasar sus maquinaciones, poner de manifiesto cuánta es la firmeza que hay por dentro
(SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,1).

4041 El hombre que procura la paz es más útil que el muy letrado (Imitación de Cristo,11,2,3).

4042 ¿Qué cosa mejor podriamos encontrar entre los dones divinos para honrar la fiesta de hoy, que
aquella paz que anunciaron los ángeles en el nacimiento del Señor? En efecto, esta paz es la que engendra
hijos de Dios, la que alimenta el amor, la que es madre de la unidad. Ella es descanso para los santos y
tabernáculo donde moran los invitados al reino eterno. El fruto propio de esta paz es que se unan a Dios
aquellos que el Señor ha segregado del mundo (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 6, sobre la Natividad).

4043 El que está en paz no piensa mal de nadie. En cambio, el descontento o inquieto es atormentado por
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muchas sospechas; ni descansa él ni deja descansar a los demás (Imitación de Cristo, II,2,3).

Dar serenidad y pez a los demás

4044 La alegria se mete en la vida de oración, hasta que no nos queda más remedio que romper a cantar:
porque amamos, y cantar es cosa de enamorados.

Si vivimos así, realizaremos en el mundo una tarea de paz; sabremos hacer amable a los demás el servicio
al Señor, porque Dios ama al que da con alegria (2Co 9,7). El cristiano es uno más en la sociedad; pero de
su corazón desbordará el gozo del que se propone cumplir, con la ayuda constante de la gracia, la Voluntad
del Padre (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,92-93).

4045 Tienen una gran dignidad los pacíficos, porque así como se llama hijo del rey al que habita con él en
su palacio, así los pacíficos se llaman hijos de Dios porque habitan en el palacio de la paz de Dios (SANTO
TOMÁS, en Catena Aurea, vol. 1p 252).

4046 Empieza por tener paz en ti mismo, y así podrás dar paz a los demás (SAN AMBRosio, en Catena
Aurea, vol. 1p 254).

4047 Los pacificos se llaman bienaventurados, porque primero tienen paz en su corazón y después
procuran inculcarla en los hermanos desavenidos (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 251).

4048 No se contenta el Señor con eliminar toda discusión y enemistad de unos con otros, sino que nos pide
algo más: que tratemos de poner paz entre los desunidos (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S.
Mateo,15).

4049 Teniendo en cuenta que Cristo es la paz, mostraremos la autenticidad de nuestro nombre de
cristianos,con nuestra manera de vivir, ponemos de manifiesto la paz que reside en nosotros (SAN
GREGORIO NISENO, Trat. sobre modelo cristiano).

4050 Se llaman pacificos los hijos de Dios en atención a que na- da hay en ellos que se oponga a Dios:
también los hijos deben parecerse a sus padres (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. 1p 252)

PECADO

Por un solo hombre entró el pecado en el mundo y con el pecado la muerte [. . . ], y la muerte se fue
propagando a todos los hombres porque todos pecaron (en Adán). Rm 5,12.

Sobreabundancia de la Redención: Rm 5,15-21.

Consecuencias del pecado original; vestigios que deja en nosotros aun después del bautismo: Rm 7,1425.

El Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo. 1Jn 3,9.

Todo el que comete pecado, esclavo es del pecado. Jn 8,34.

¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No queráis engañaros: ni los fornicarlos, ni los
idólatras, ni los adúlteros [. . . ], ni los que viven de robos han de poseer el reino de Dios. 1Co 6,9-10.

Los pecadores son enemigos de su propia dicha. Tb 12,10.

El error y las tinieblas son obras de los pecadores; los que en el mal se complacen, en el mal envejecen. Si
11,6.

Reconoce y advierte qué malo y amargo es para ti haberte apartado de Yahvé, tu Dios, y haber perdido mi
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temor. Jr 2,19.

La justicia engrandece a las naciones, el pecado es la decadencia de los pueblos. Pr 14,34.

La paga del pecado es la muerte. Rm 6,23.

La ley del Espíritu [. . . ] me liberó de la ley del pecado. Rm 8,2.

Si no me escucháis y no ponéis por obra mis mandamientos, si desdeñáis mis leyes, menospreciáis mis
mandatos y no los ponéis por obra, si rompéis mi alianza, ved lo que también yo haré con vosotros: echaré
sobre vosotros el espanto, la consunción y la calentura que debilitan vuestros ojos y destrozan el alma;
sembraréis en vano vuestra simiente [. . . ] y seréis derrotados por vuestros enemigos, que os dominarán;
huiréis sin que os persiga nadie. Lv 26,14 ss.

Aún no habéis resistido hasta la sangre en vuestra lucha contra el pecado. He 12,4.

El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado. Jc 4,17.

Como de la serpiente, huye del pecado, porque si te acercas te morderá. Si 21,2.

Si tu ojo derecho te escandaliza, sácatelo y arrójalo de ti [. . . ], Y si tu mano derecha te escandaliza,


córtatela y arrójala de ti [. . . ]. Mt 5,29-30.

Quien convierte a un pecador [. . . ] cubrirá la muchedumbre de sus pecados. Jc 5,20.

El pecado y sus consecuencias

4051 Nuestros pecados fueron la causa de la Pasión: de aquella tortura que deformaba el semblante
amabilisimo de Jesús, perfectus Deus, perfectus homo; Y son también nuestras miserias las que ahora nos
impiden contemplar al Señor, y nos presentan opaca y contrahecha su figura. Cuando tenemos turbia la
vista, cuando los ojos se nublan, necesitamos ir a la luz. Y Cristo ha dicho: ego sum lux mundi! (Jn 8,12), yo
soy la luz del mundo. Y añade: el que me sigue no camina a oscuras, sino que tendrá la laz de la vida (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER Vía Crucis, p. 57).

4052 Yo sé de una persona a quien quiso Nuestro Señor mostrar cómo quedaba un alma cuando pecaba
mortalmente. Dice aquella persona que le parece, si lo entendiesen, no sería posible a ninguno pecar,
aunque se pusiera a mayores trabajos que se pueden pasar por huir de las ocasiones (SANTA TERESA,
Las Moradas, I,2,2).

4053 Cuando la realidad social se ve viciada por las consecuencias del pecado, el hombre, inclinado ya al
mal desde su nacimiento, encuentra nuevos estímulos para el pecado, los cuales sólo pueden vencerse con
denodado esfuerzo ayudado por la gracia (CONC. VAT. Il, Const. Gaudium et spes,25).

4054 Lo que la Revelación divina nos dice coincide con la experiencia. El hombre, en efecto, cuando
examina su corazón, comprueba su inclinación al mal y se siente anegado por muchos males, que no
pueden tener origen en su santo Creador. Al negarse con frecuencia a reconocer a Dios como su principio,
rompe el hombre la debida subordinación a su fin último y también toda su ordenación, tanto por lo que toca
a su propia persona como a las relaciones con los demás y con el resto de la creación (CONC. VAT. II,
Const. Caudium et spes,13).

4055 No sólo para el alma son nocivos los malos placeres, sino también para el cuerpo, porque el fuerte se
hace débil, el sano enfermo, el ligero pesado, el hermoso deforme y viejo (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom.
sobre la I Epistola a los Corintios,99).

4056 Así como la nave (una vez roto el timón) es llevada a donde quiere la tempestad, así también el
hombre, cuando pierde el auxilio de la gracia divina por su pecado, ya no hace lo que quiere, sino lo que
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quiere el demonio (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena A urea, vol. III, p. 10).

4057 Si alguien tiene sano el olfato del alma, sentirá cómo hieden los pecados (SAN AGUSTIN, Coment.
sobre el Salmo 37).

4058 En esto consiste precisamente el pecado, en el-uso desviado y contrario a la voluntad de Dios de las
facultades que él nos ha dado para practicar el bien (SAN BASILIO MAGNO, Regla monástica, respuesta
2,1).

4059 Quien soporta la tiranta del principe de este siglo por la libre aceptación del pecado, está bajo el reino
del pecado (ORIGENES, Trat. sobre la oración,25).

El único mal verdadero

4060 Podemos afirmar muy bien, que la Pasión que los judios hicieron sufrir a Cristo era casi nada,
comparada con la que le hacen soportar los cristianos con los ultrajes del pecado mortal [. . . ]. ¡Cuál va a
ser nuestro horror cuando Jesucristo nos muestre las cosas por las cuales le hemos abandonado! (SANTO
CURA DE ARS, Sermón sobre el pecado).

4061 No olvides, hijo, que para ti en la tierra sólo hay un mal. que habrás de temer, y evitar con la gracia
divina: el pecado (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 386).

4062 Los judios vieron maravillas; también tú las verás, y más grandes y sorprendentes que cuando los
judíos salieron de Egipto. Los judíos atravesaron el mar Rojo; tú has atravesado el dominio de la muerte.
Ellos fueron liberados de Egipto; tú has sido liberado de los demonios. Los judios escaparon de la esclavitud
en país extranjero; tú has escapado de la esclavitud, mucho más triste, del pecado (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Catequesis 3,24).

4063 Puede decirse que, en lo espiritual, hay tanta distancia en- tre justos y pecadores, como en lo material
entre el cielo y la tierra (SAN AGUSTIN, Sobre el sermón de la Montaña,2).

4064 En las cosas humanas lo único que merece ser tenido por bueno, en el pleno sentido de la palabra, es
la virtud [. . . ]. Y a la inversa, nada hay que reputar por malo como tal, es decir intrinsecamente, más que el
pecado. Es lo único que nos separa de Dios, que es el bien supremo, y nos une al demonio, que es el mal
por antonomasia (CASIANO, Colaciones,6).

4065 El Deuteronomio, hablando de los condenados que no tienen a Dios, dice: Su vino es ponzoña de
monstruo y veneno mortal de víboras (Dt 32,35). Muerte del alma es no tener a Dios (SAN JUAN DE LA
CRUZ, Cántico espiritual,2,7).

4066 Todo lo que quieres y deseas es bueno. No quieres tener una bestia mala, un siervo malo, un vestido
malo, una quinta mala, una casa mala, una mujer mala, unos hijos malos. Todo lo quieres bueno: pues sé
también bueno tú, que todo lo quieres bueno. ¿Dónde has tropezado para que, entre todas las cosas
buenas que quieres, tú sólo quieras ser malo? (SAN AGUSTIN, Sermón 297).

El pecado y la contrición

4067 No te entristezcas, apóstol, responde una vez, responde dos, responde tres. Venza por tres veces tu
profesión de amor, ya que por tres veces el temor venció tu presunción. Tres veces ha de ser desatado lo
que por tres veces hablas ligado. Desata por el amor lo que hablas ligado por el temor (SAN AGUSTIN,
Sermón 295).
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4068 Dos pasos da el diablo: primero engaña, y después de engañar intenta retener en el pecado cometido
(SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. , p. 163).

4069 ¡Cuán ciego es el hombre al dejar perder tantos bienes y atraer sobre sí tantos males, permaneciendo
en pecado! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la conversión).

4070 Lo grave no es que quien lucha caiga, sino que permanezca en la caída; lo grave no es que uno sea
herido en la guerra, sino desesperarse después de recibido el golpe y no cure la herida (SAN JUAN
CRISOSTOMO, Exhortación a Teodoro,1).

4071 Más que el pecado mismo, irrita y ofende a Dios que los pecadores no sientan dolor alguno de sus
pecados (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,14).

4072 ASi como entre las enfermedades corporales hay algunas que no las sienten quienes están enfermos
de ellas, sino que más bien dan crédito a lo que dicen los médicos, sin tener en cuenta su propia
insensibilidad, ese alma que no percibe sus pasiones ni conoce sus pecados debe dar crédito a quienes
pueden dárselo a conocer (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 442).

4073 Padece el género humano de enfermedad; no de cuerpo, sino de pecados. Yace en toda la redondez
de la tierra, de oriente a occidente, el gran enfermo. Y para curar al gran enfermo descendió el Médico
omnipotente. Se humilló hasta su carne mortal, o digamos, hasta el lecho del enfermo (SAN AGUSTIN,
Sermón 87).

4074 Si un alma está contenta ahora siendo esclava del demonio, si le deja alojarse en su pecho, ¿cómo
podrá desalojarlo jamás? ¿No arrastrará el mal espíritu a aquella alma al infierno, necesaria e
inevitablemente, cuando llegue la muerte? (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón en el Dom. 11 de Cuaresma:
mundo y pecado).

El pecado y la confesión

4075 Os pregunto a vosotros: ¿De quién está distante el que está en todas partes? ¿De quiénes, pensáis,
sino de los que yacen en su desemejanza, destruyendo en sí mismos la imagen de Dios? Gentes que se
alejaron de E1, vuelvan reformados. -¿Y cómo dice, nos reformaremos? ¿Cuándo volveremos al molde?
-Comenzad por la confesión; sigan las buenas obras (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 146).

4076 El alma que ha consentido la culpa se ha de horrorizar de si misma y limpiarse lo más pronto que
pueda, por el respeto que debe tener a los ojos de Dios, que la está mirando; a más de que es gran
necedad estar muertos en el espiritu teniendo tan formidable remedio (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd.
a la vida devota, II,19).

4077 El Señor permitió un dia a un profeta ver un alma en estado de pecado, y nos dice que parecia el
cadáver corrompido de una bestia, después de haber sido arrastrado ocho cias por las calles y expuesto a
los rigores del sol. ¡Cuán bella es un alma cuando tiene la dicha de estar en gracia de Dios! Si, ¡solamente
Dios puede conocer todo su precio y todo su valor! Ved también cómo Dios ha instituido unos medios para
hacerla feliz en este mundo, mientras llega la hora de darle mayor felicidad en la otra vida. ¿Por qué ha
instituido los sacramentos? ¿No es, por ventura, para curarla cuando tiene la desgracia de caer en pecado?
(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre Jesucristo).

4078 La profundidad del pozo de la miseria humana es grande; y si alguno cayera alli, cae en un abismo.
Sin embargo, si desde ese estado confiesa a Dios sus pecados, el pozo no cerrará la boca sobre él [. . . ].
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Hermanos, hemos de temer esto grandemente. Desdeñada la confesión, no habrá lugar para la misericordia
(SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 68).

4079 No se conforma el demonio con un pecado, sino que se afianza más en él para empujar a otro: El que
comete pecado, esclavo es del pecado (Jn 8,34). Por eso no es tan fácil librarse de tal situación: dice
Gregorio: "Pecado que no se lava por la penitencia, arrastra sin tardar a otro con su peso" (SANTO TOMAS,
Sobre la caridad,1. c. , p. 231).

La tristeza peculiar y la amargura del pecado

4080 Pecó para obtener cierto placer corporal; pasó el placer, quedó el pecado. Pasó el deleite, quedó la
cadena. ¡Dura esclavitud! (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,41).

4081 Nuestra vida está rodeada de espinas, cuando encontramos las punzadas del dolor en aquello mismo
que malamente deseamos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

4082 Yo sé de una persona a quien quiso nuestro Señor mostrar cómo quedaba un alma cuando pecaba
mortalmente. Dice aquella persona que le parece si lo entendiesen no seria posible ninguno pecar, aunque
se pusiese a mayores trabajos que se pueden pensar por huir de las ocasiónes; y así le dio mucha gana
que todos lo entendieran. Y así os la de a vosotros hijas, de rogar mucho a Dios por los que están en este
estado, todos hechos una oscuridad, y así son sus obras. Porque así como de una fuente muy clara lo son
los arroyicos que salen de ella, como es un alma que está en gracia, que de a-tui le viene ser sus obras tan
agradables a los ojos de Dios y de los hombres, porque proceden de esta fuente de vida a donde el alma
está como un árbol plantado en ella, que la frescura y fruto no tuviera si no le procediera de alli, que esto le
sustenta y hace no secarse y que de buen fruto; así el alma que por su culpa se aparta de esta fuente y se
planta en otra de muy negrisima agua y de muy mal olor, todo lo que corre de ella es la misma desventura y
suciedad. (SANTA TERESA, Las Moradas,1,2,2).

4083 Es, por tanto, mal pájaro aquel que hubiere perdido la facultad de volar por el vicio de la miseria del
mundo, como los pájaros que se venden por un dipondio (2 ases), esto es, por el precio de los placeres
temporales; porque el enemigo nos vende a bajo precio, como esclavos cautivos en guerra; mas el Señor,
que nos hizo buenos servidores suyos a su imagen, estimó su obra en lo que valia y nos redimió a un precio
muy elevado (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 66).

4084 Nada hay más infeliz que la felicidad de los que pecan (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. 1p 325).

Igual que hay diferentes formas de esta demencia, que es 4085 desorden de la razón, hay también
diferentes formas de esta locura peor que es el pecado. En un manicomio hay diferentes formas de
enajenación, y así, el mundo entero es un vasto manicomio, en el que sus habitantes, aunque bastante
sagaces en asuntos de este mundo, están en materia espiritual locos de un modo o de otro (CARD. J. H.
NEWMAN. Sermón en el Dom. II de Cuaresma: mundo y pecado).

4086 ¿Qué otra cosa son los cuerpos de los malos sino sepulcros de difuntos, en donde se guarda, no la
palabra de Dios, sino el alma muerta por el pecado? (RABANO MAURO, en Catena Aurea, vol. 1p 509).

4087 Hay también muchos que viven, y que, sin embargo, están muertos. Estos tales yacen en el infierno,
puesto que lo merecen, no pudiendo alabar a Dios (CASIANO. Colaciones,1).

4088 Cuando tenla sano el corazón de la conciencia pura, gozábase con la presencia de Dios; mas desde
que quedó herido su ojo por el pecado, comenzó a esquivar la luz de Dios, se refugió en las sombras y en el
ramaje denso de los árboles, fugitivo de la verdad, sumido en tiniebla (SAN AGUSTIN, Sermón 88).

Pecado mortal y pecados veniales


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4089 Igual que en el cuerpo de los justos habita Dios mismo, los cuerpos de los pecadores se llaman
sepulcros de muertos; pues el alma está en el cuerpo del pecador y no puede creerse que viva, porque
nada hace sobre el cuerpo que pueda llamarse vivo y espiritual (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena
Aurea, volt III, p. 126).

4090 Tres son los elementos que completan un pecado: la sugestión, la delectación y el consentimiento. La
sugestión nos viene de la memoria, o de los sentidos corporales cuando vemos, olmos, olemos, gustamos o
tocamos algo. Si el gozar de ello nos deleita, debemos refrenar la delectación ilícita [. . . ]. Mas, si hubiese
consentimiento, habrá pecado pleno, conocido por Dios en nuestro corazón, aunque de hecho no se
manifieste a los demás (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,1).

4091 Así como son tres los grados por los que se llega al pecado: la sugestión, el deleite y el
consentimiento, así hay también tres maneras diferentes de pecado: de corazón, de obra y de hábito, que
son como tres muertes: la una como si tuviese lugar en casa, o sea, cuando en el corazón consiente; otra
como llevada ya fuera de la puerta, cuando el consentimiento se traduce en acción; la tercera cuando, en
fuerza de la mala costumbre, el alma es oprimida como por una mole, como si ya estuviese podrida en el
sepulcro. Cualquiera que haya leído el Evangelio habrá podido comprobar que Jesucristo resucitó a estas
tres clases de muertes (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la montaña,1).

4092 Reciamente, con sinceridad, hemos de sentir-en el corazón y en la cabeza-horror al pecado grave. Y
también ha de ser nuestra la actitud, hondamente arraigada, de abominar del pecado venial deliberado, de
esas claudicaciones que no nos privan de la gracia divina, pero debilitan los cauces por los que nos llega (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,243).

4093 Por lo tanto, hermanos, no tengáis en poco esas faltas, a las que tal vez os habéis habituado ya. La
costumbre llega a conseguir que no se aprecie la gravedad del pecado. Lo que se endurece pierde la
sensibilidad. Lo que se halla en estado de putrefacción no duele, no porque esté sano, sino por muerto. Si al
pincharnos en algún sitio nos duele, es que esa parte está sana u of rece posibilidad de curación. Si no nos
duele está ya muerta; hay que cortarla (SAN AGUS TiN, Sermón 17).

4094 Que os veáis con tan gran determinación de no ofender al Señor y que perderíades mil vidas antes
que hacer un pecado mortal, y de los veniales estéis con mucho cuidado de no hacerlos de advertencia, que
de otra suerte, ¿quién estará sin hacer muchos? Mas hay una advertencia muy pensada, y otra tan de
presto, que casi haciendo el pecado venial y adviniendo en todo uno, que no nos pudimos entender (SANTA
TERESA, Camino de perfección,41,3).

4095 Si tuviésemos fe y si viésemos un alma en estado de pecado mortal, nos moriríamos de terror (SANTO
CURA DE ARS, citádo por Juan XXIII, en Carta Sacerdotii nostri primordia).

4096 Si estamos atentos, comprenderemos que hay muertes más temibles que la de Lázaro: todo hombre
que peca, muere. Todo hombre teme la muerte corporal; pero hay pocos que teman la muerte del alma.
Para evitar la inevitable muerte fisica, todos hacen grandes esfuerzos: es el verdadero sentido de sus
empresas El hombre mortal se esfuerza por no morir, y el hombre destinado a vivir eternamente, ¿no se ha
de esforzar en no pecar? (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,49).

Huir de las ocasiones

4097 Hemos de huir siempre del pecado, pero la tentación del pecado hay que vencerla unas veces
huyendo y otras ofreciendo resistencia. Huyendo cuando el continuo pensamiento aumenta el incentivo del
pecado, como sucede en la lujuria [. . . ]. Resistiendo, empero, cuando el pensar detenidamente en el objeto
que la provoca ayuda a alejar el peligro que precisamente nace de no considerarlo bien. Tal es el caso de la
pereza espiritual o acidia, porque cuanto más pensamos en los bienes espirituales, más nos agradan y más
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desaparece el tedio que provocaba el conocerlos superficialmente (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q.
35, a. 1).

4098 Hay tres cosas que apartan al hombre del pecado: el temor del infierno o la sanción de las leyes
eternas, la esperanza y deseo del reino de los cielos y el afecto al bien por si mismo y el amor de las
virtudes (CASIANO, Colaciones,11).

4099 Un buen médico no se conforma con curar las manifesta- ciones externas de la enfermedad, sino que
ataca las causas, para evitar recaidas. Cristo, de manera semejante, quiere que arranquemos las raíces de
los pecados (SANTO TOMÁS, Sobre los mandamientos,1. c. , p. 266).

El pecado y su castigo

4100 Cae en las tinieblas exteriores el que voluntariamente y por culpa suya cayó en las interiores; y contra
su voluntad sufre allí las tinieblas del castigo, el que mantuvo aquí con gusto las tinieblas del placer (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).

4101 Donde hay pecado allí hay pena; y porque pecó mucho con la lengua, fue más atormentado en ella
(SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 250).

4102 Se nos dice que en aquel lugar habrá llanto y crujir de dientes; de suerte que allí rechinarán los dientes
de los que, mientras estuvieron en este mundo, se gozaban en su voracidad; llorarán allí los ojos de
aquellos que en este mundo se recrearon con la vista de cosas ilicitas; de modo que cada uno de los
miembros que en este mundo sirvió para la satisfacción de algún vicio, sufrirá en la otra vida un suplicio
especial (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 38 sobre los Evang. ).

4103 Aquel que en su propia eternidad peca contra Dios, será castigado en la eternidad de Dios; y se dice
que alguien peca en su eternidad, no sólo por la continuación del acto pecaminoso durante toda la vida del
hombre, sino también porque, al proponerse el pecado como su propio bien, tiene la intención de pecar
eternamente (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 87, a. 2 ad l).

4104 Siendo infinita la culpa del pecado mortal, puesto que va contra el bien infinito, es decir, contra Dios,
cuyos mandamientos desprecia el pecador, el castigo merecido por el pecado mortal es infinito (SANTO
TOMÁS, Sobre el Credo,6,1. c. , p. 64).

La continua vigilancia

4105 El diablo no permite a aquellos que no velan, que vean el mal hasta que lo han consumado (SAN
JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 345).

4106 Por no pensar con frecuencia en nuestra última hora, cometemos muchos pecados; porque si
pensáramos que el Señor ha de venir y que nuestra vida ha de concluir pronto, pecariamos menos
(TEOFILO, en Catena Aurea, vol. VI, p. III).

4107 No tiene gran importancia escapar a la muerte si es por po- co tiempo y hay que morir después; pero
gran cosa es escapar a la muerte de manera definitiva, como ocurre con nosotros, por quienes Cristo
nuestra Pascua se ha inmolado (ORIGENES, Hom. para el tiempo Pascual).

4108 No sabemos cuán grande es un pecado. No sabemos cuán sutil y penetrante es su mal. Da vueltas a
nuestro alrededor y entra por cada rendija, o mejor, por cada poro. Es como el polvo, que todo lo cubre,
contaminándonos por todos los lados, y hace necesaria una atención y limpieza constantes (CARD. J. H.
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NEWMAN, Dom. de Septuagésima, Sermón del juicio).

4109 El que no es mortificado en si, presto es tentado y vencido de cosas bajas y viles (Imitación de Cristo,
I,6,1).

Todos somos pecadores

4110 (Y perdónanos nuestras deudas. . . ). Por lo que se nos advierte necesaria y saludablemente que
somos pecadores, puesto que se nos invita a que roguemos por nuestros pecados. Y para que no haya
nadie que se tenga por inocente [. . . ], se le advierte que peca todos los cias, porque se manda orar por los
pecados cotidianamente (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. 1p 367).

4111 Es propio de los justos, a causa de su humildad, desmentir diligentemente, y de una en una, sus
buenas obras narradas en presencia de los mismos; y es propio de los poco rectos dar a entender-
excusándose-que no tienen culpas, o que son leves y pocas (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 247).

4112 No hay pecado ni crimen cometido por otro hombre que yo no sea sapaz de cometer por razón de mi
fragilidad, y si aún no lo he cometido es porque Dios, en su misericordia, no lo ha permitido y me ha
preservado en el bien (SAN AGUSTIN, Confesiones,2,7).

4113 Al mandarnos que pidamos cada dia el perdón de nuestros pecados, nos enseña que cada dia
pecamos, y así nadie puede vanaglorirarse de su inocencia ni sucumbir al orgullo (SAN CIPRIANO, Trat.
sobre la oración,18)

PECADO VENIAL

Citas de la Sagrada Escritura

Quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho, y el que es infiel en lo poco también es infiel en lo
mucho. Lc 16,10.

Todos ofendemos en mucho. Si alguno no peca de palabra es varón perfecto, cápaz de gobernar con el
freno todo su cuerpo. Jc 3,2.

. . . Un poco de fuego basta para quemar un gran bosque. Jc 3,5.

Cazad las raposas, las pequeñas raposas que destrozan las viñas, nuestras viñas en flor. Ct 2,15.

El que sabe que su hermano comete un pecado que no es de muerte, ruegue por él. 1Jn 5,16.

Si dijéramos que no tenemos pecados, nosotros mismos nos engañamos. 1Jn 1,8.

Yo os digo que de cualquier palabra ociosa que hablen los hombres han de dar cuenta en el dia del juicio.
Mt 12,36.

Los pecados veniales "hacen mucho daño al alma"

4114 Los pecados veniales hacen mucho daño al alma. -Por eso, "capite nobis vulpes parvulas, quae
demoliuntur vineas", dice el Señor en el "Cantar de los Cantares": cazad las pequeñas raposas que
destruyen la viña (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 329).

4115 Si todas estas faltas se acumulan sobre nosotros, ¿no po- drán estrujarnos, por menudas que sean?
¿Qué más da te aplaste el plomo que la arena? El plomo es masa compacta; la arena se forma de granitos,
pero su muchedumbre te sepulta. ¡Pecados leves! ¿No ves cómo de menudas gotas se desbordan los rios y
se llevan las tierras? Son pequeñas, pero son muchas (SAN AGUSTiN, Sermón 56).
-494 -

4116 El pecado venial no es causa de que comulguemos indignamente; pero si lo es de que saquemos poco
fruto de la Sagrada Comunión (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la comunión).

Huir del pecado venial deliberado. Lucha diaria

4117 Mas cuando ya llega el alma a contemplación [. . . ] el temor de Dios también anda muy al descubierto,
como el amor no va disimulado aún en lo exterior. Aunque con mucho aviso sean miradas estas personas,
no las verán andar descuidadas, que por grandes que las tengamos en mirarlas, las tiene el Señor de tal
manera que, si gran interés se les ofrece, no harán de advertencia un pecado venial; mortales temen como
al fuego (SANTA TERESA, Camino de perfección,41,1).

4118 Mira cómo el agua del mar se filtra por las rendijas del casco, y poco a poco llena las bodegas, y si no
se la saca sumerge la nave. . . Imitad a los navegantes: sus manos no cesan hasta secar el hondón del
barco; no cesen tampoco las vuestras de obrar el bien. Sin embargo, a pesar de todo, volverá a llenarse otra
vez el fondo de la nave, porque persisten las rendijas de la flaqueza humana; y de nuevo será necesario
achicar el agua (SAN AGUSTIN, Sermón 16).

4119 Y así como hay cosas que ayudan a la devoción, así también hay cosas que la impiden, entre las
cuales la primera son los pecados, no sólo los mortales, sino también los veniales, porque éstos, aunque no
quitan la caridad, quitan el fervor de la caridad, que es casi lo mismo que devoción, por donde es razón
evitarlos con todo cuidado, ya que no fuese por el mal que nos hacen, a lo menos por el grande bien que
nos impiden (SAN PEDRO DE AECANTARA, Trat. de la oración y meditación, II,3).

Los pecados veniales y la confesión sacramental. Otros remedios

4120 ¡Qué pena me das mientras no sientas dolor de tus pecados veniales!-Porque, hasta entonces, no-
habrás comenzado a tener verdadera vida interior (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 330).

4121 Tendremos siempre materia de arrepentimiento respecto a esas menudas infracciones en que el justo
cae siete veces al dia y se levanta otras tantas. Porque, queramos o no, las cometemos todos los cias. Ora
a sabiendas, ora por ignorancia u olvido, de pensamiento de palabra, por sorpresa o por impulso inevitable,
o por la fragilidad de nuestra carne, es dificil que nos veamos libres de ellas (CASIANO, Colaciones,20).

4122 En la acusación de los pecados veniales no digas solamente el hecho, sino también el motivo que te
ha inducido a cometerlos. Pongo por ejemplo: no te contentes con decir: he mentido sin perjuicio de nadie;
di también si ha sido por vanagloria, para alabarte o excusarte, o por alegria vana, o por no ceder en tu
opinión (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, II, l9).

4123 Nunca falta qué perdonar: somos hombres. Hablé algo más de la cuenta, dije algo que no debia, rei
con exceso, bebi demásiado, comi sin moderación, oi de buen grado lo que no me estaba bien oir, vi con
gusto lo que no era bueno ver, pensé con deleite lo que no debi pensar. . . (SAN AGUSTIN, Sermón 57).

4124 Ten siempre verdadero dolor de los pecados que confiesas, por leves que sean, y haz firme propósito
de la enmienda para en adelante. Muchos hay que pierden grandes bienes y mucho aprovechamiento
espiritual porque, confesándose de los pecados veniales como por costumbre y cumplimiento, sin pensar
enmendarse, permanecen toda la vida cargados de ellos (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida
devota, II,19).

4125 Los pecados veniales se les perdonarían después de esta vida, incluso en cuanto a la culpa, del
mismo modo que se perdonan en esta vida, a saber, por un acto de amor de Dios que rechaza los pecados
veniales cometidos. Pero como después de esta vida nadie puede merecer, por haber terminado el estado
-495 -

de merecimiento, ese movimiento de amor les quita ciertamente el impedimento del pecado venial, pero sin
merecer la absolución o remisión de la pena, como ocurre en esta vida (SANTO TOMÁS, De malo, q. 7, a.
ll).

4126 En la confesión recibirás el perdón de los pecados veniales que confesares, gran fortaleza para
evitarlos en adelante, mucha luz para discernirlos y abundante gracia para resarcir todo el daño que te
hubieren causado; practicarás al mismo tiempo las virtudes de humildad, obediencia, sencillez y caridad, y
en este solo acto de confesarte ejercitarás más virtudes que en otro alguno (SAN FRANCISCO DE SALES,
Introd. a la vida devota, II, l9).

4127 De los pecados que no conducen a la muerte, y de los cuales ni aun aquellos que sirven a Dios
fielmente están libres, por mucho cuidado que tengan, habla así el discípulo amado: Si dijéremos que no
tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros. Y, si dijéremos que no
hemos pecado, hacemos a Dios mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Porque es imposible que
ningún justo esté exento de estas pequeñas faltas que se cometen de palabra, de pensamiento, por
ignorancia y olvido, violencia, voluntad o distracción. Tales faltas, aunque difieren del pecado que lleva a la
muerte, no dejan de tener culpabilidad moral y son por lo mismo reprensibles (CASIA No, Colaciones,11).

4128 No puede el hombre, en esta vida, no tener pecados, aunque sean leves; pero no desprecies estos
pecados leves de que hablamos. Muchas cosas pequeñas hacen una grande; muchas gotas llenan un río;
muchos granos hacen un montón. ¿Y qué esperanza cabe? Ante todo, la confesión (SAN AGUSTIN, Trat. I
Epistola de S. Juan,1).

4129 (Debemos) tomar agua bendita a fin de ahuyentar al demonio, y hacer la señal de la cruz, diciendo:
"Dios mío, por esta agua bendita y por la preciosa sangre de Jesucristo vuestro Hijo, lavadme, purificadme
de todos mis pecados". Y estemos ciertos de que si lo practicamos con fe, mientras no estemos manchados
por pecado mortal alguno, borraremos todos nuestros pecados veniales (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre el precepto 1. ° del decálogo).

Las grandes caídas se deben con frecuencia a la falta de lucha en lo pequeño

4130 Cuando alguien sucumbe en su vida espiritual y mide el suelo en su caída, no hay que creer que ello
obedezca a una causa repentina. Porque, una de dos, o la formación defectuosa recibida en el principio de
su carrera le ha conducido por una falsa senda, o bien una negligencia persistente ha minado poco a poco
su virtud y, dejando crecer los vicios, le ha precipitado en una lamentable ruina [. . . ]. Una casa no se hunde
por un impulso momentáneo. Las más de las veces es a causa de un viejo defecto de construcción. En
ocasiones es la prolongada desidia de los moradores lo que motiva la penetración del agua. Al principio se
infiltra gota a gota y va insensiblemente carcomiendo el maderaje y pudriendo el armazón. Con el tiempo, el
pequeño orificio va tomando mayores proporciones, originándose hendiduras y desplomes considerables. Al
cabo, la lluvia procelosa penetra a torrentes (CASIANO, Colaciones,6).

PEREZA

Citas de la Sagrada Escritura

Todo lo que puedas hacer, hazlo en tu (pleno) vigor, porque no hay en el sepulcro, adonde vas, ni obra, ni
razón, ni ciencia, ni sabiduría. Si 9,10.

Los deseos matan al haragán, porque sus manos no quieren trabajar. Pr 21,25.

Respondióle su amo: Siervo malo y haragán, ¿conque sabias que yo quiero cosechar donde no sembraste y
recoger donde no esparciste? Mt 25,16.

La mano perezosa empobrece, la diligente enriquece. Pr 10,4.

Ve, ¡oh perezoso!, a la hormiga; mira sus caminos y hazte sabio. No tiene juez, ni inspector, ni amo. Y se
prepara en el verano su mantenimiento, reúne su comida al tiempo de la mies. O ve a la abeja y aprende
-496 -

cómo trabaja y produce rica labor, que reyes y vasallos buscan para sí y íodos apetecen, y, siendo como es
pequeña y flaca, es por su sabiduría tenida en mucha estima. ¿Hasta cuándo, perezoso, acostado?
¿Cuándo despertarás de tu sueño? Pr 6,6-9.

Por eso vendrá sobre él de improviso la ruina y será quebrantado súbitamente y sin remedio. Pr 6,15.

Pasé junto al campo del perezoso y junto a la viña del insensato. Y todo eran cardos y oríigas que habían
cubierto su haz, y su albarrada estaba destruida. Pr 24,30-3 1.

La mano laboriosa señorea; la perezosa se hace tributaria. La angustia del corazón deprime al hombre, mas
una palabra buena le alegra. Pr 12,24-25.

Todavía os exhortamos, hermanos, a progresar más, y a que os esforcéis por llevar una vida quieta,
laboriosa, en vuestros negocios y trabajos con vuestras manos, como os lo hemos recomendado. 1Th 4,11.

Y mientras estuvimos entre vosotros, os advertíamos que el que no quiere trabajar que no coma. 2Th 3,10.

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Los males que se originan de la pereza

4182 La parálisis es imagen del entorpecimiento que padece el perezoso (SAN JERONIMO, en Catena
Aurea, volt IV, p. 56).

4183 Otro extremo contrario es el de los regalados, que, so color de discreción, hurtan el cuerpo a los
trabajos, el cual, aunque en todo género de personas es muy dañoso, mucho más lo es en los que
comienzan, porque (. . . ) siendo aun nuevo y mozo, comienza a tratarse y regalarse como viejo (SAN
PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación, II,5, av 6°)

4184 Quienes no quieren hacer nada se condenan, por su inactividad, a una agitación continua (CASIANO,
Instituciones,10).

4185 [. . . ] la concupiscencia de la carne no se reduce exclusiva- mente al desorden de la sensualidad, sino


también a la comodidad, a la falta de vibración, que empuja a buscar lo más fácil, lo más placentero, el
camino en apariencia más corto, aun a costa de ceder en la fidelidad a Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Es Cristo que pasa,5).

4186 Cuando se estudia mucho, se conoce a Dios: la ignorancia es hija de la pereza (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt III, p. 78).

4187 Colocar el talento en un sudario, es lo mismo que sepultar los dones recibidos bajo la capa de la
pereza (SAN BEDA, en Catena Aurea, volt VI, p. 344).

4188 Quienes viven al albur de las circunstancias y sin regla al- guna es imposible que no adolezcan de
todos los vicios (CASIANO, Instituciones,10).

4189 El buen trabajador recibe con libertad el pan de su traba- jo; pero el perezoso y holgazán no se atreve
a mirar la cara del amo (SAN CLEMENTE, Epfstola a los Corintios,34).

4190 Al perezoso se le ha de hacer saber que muchas veces, cuando no queremos hacer oportunamente
las cosas que podemos, poco después, cuando queremos, ya no podemos; porque la desidia del alma, si no
se sacude con el oportuno ardor, aumenta furtivamente con el sopor, el cual hace decaer todo deseo de bien
(SAN GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral).
-497 -

4191 Este vicio de la ociosidad lo estigmatiza sin ambages Salo- món en varios lugares de la Escritura: El
que va con los ociosos-afirma-se hartará de pobreza (Pr 28,19). Esto es, de una indigencia temporal y
espiritual a la vez (CASIANO, Instituciones, lO).

4192 Se dice que la pereza hace venir al sueño porque, cuando se deja de querer obrar bien, poco a poco
se pierde además el cuidado de pensar bien. Por lo que acertadamente se añade: "Y el alma negligente
padecerá hambre"; porque el alma, cuando no aspira con ardor a lo más alto, se derrama perezosa por los
bajos deseos; y por lo mismo que se dispensa de someterse a disciplina, se derrama en deseos de
placeres. (SAN GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral).

Laboriosidad y diligencia

4193 Hay dos virtudes humanas -la laboriosidad y la diligencia-, que se confunden en una sola: en el
empeño por sacar partido a los talentos que cada uno ha recibido de Dios. Son virtudes porque inducen a
acabar las cosas bien. (J. ESCRIVÁ DE BAEAGUER, Amigos de Dios,81).

4194 Para aquellos que tienden hacia la santidad cualquier dilación es peligrosa (CASIANO, Colaciones,17).

4195 Como a hijos y enfermos, les da (S. Pablo) un consejo provechoso que es al propio tiempo un remedio
para sus heridas: A estos tales les ordenamos y rogamos por el amor del Señor Jesucristo que, trabajando
sosegadamente, coman su pan.

Médico experto entre muchos, cura sus llagas y conjura el peligro atacando directamente la causa, la
ociosidad, echando mano de un solo precepto: el trabajo. Sabe perfectamente que todas las enfermedades
que pululan en un tronco común desaparecen al instante si se logra eliminar la infección principal que las
origina (CASIANO,Instituciones,10,14).

4196 De ahi aquella preciosa máxima-muy en boga entre los monjes egipcios-que nos legaron los antiguos
Padres: "El monje que trabaja no tiene más que un demonio para tentarle, mientras que al ocioso y
holgazán le tortura una legión de espiritus malvados" (CASIANO, Instituciones,11).

4197 El que es laborioso aprovecha el tiempo, que no sólo es oro, ¡es gloria de Dios! Hace lo que debe y
está en lo que hace, no por rutina, ni por ocupar las horas, sino como fruto de una reflexión atenta y
ponderada. Por eso es diligente. El uso normal de esta palabra-diligente-nos evoca ya su origen latino.
Diligente viene del verbo diligo, que es amar, apreciar, escoger como fruto de una atención esmerada y
cuidadosa. No es diligente el que se precipita, sino el que trabaja con amor, primorosamente (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER, Amigos de Dios,81).

4198 Es señal manifiesta de amor la prontitud en la observancia de los mandamientos de Dios (SANTO
TOMÁS, Sobre la caridad,1. c. , p. 203).

El alma que ama a Dios de veras no deja por pereza de ha- 4199 cer lo que puede para encontrar al Hijo de
Dios, su Amado. Y después que ha hecho todo lo que puede, no se queda satisfecha y piensa que no ha
hecho nada (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,3,1).

PERSEVERANCIA

Citas de la Sagrada Escritura

Corriais bien, ¿quien os ha impedido obedecer a la verdad? Esa sugestión no procede de quien os llamó.
Ga 5,7.

Y me saco de una horrible hoya, de fangosa charca. Y afirmó mis pies sobre roca, y afirmó mis pasos. Ps
-498 -

39,3.

El que persevere hasta el fin, ése será salvo. Mt 10,22.

Nadie que, después de haber puesto la mano sobre el arado, mire atrás, es apto para el reino de Dios. Lc
9,62.

Busca a Yahvé y su poder, busca siempre su rostro. Ps 104,4.

Cada uno permanezca en el estado en que fue llamado. 1Co 7,20.

Yo estaré de pie en mi puesto de guardia, en pie permaneceré sobre la fortaleza, y me mantendré alerta [. . .
]. Ha 2,1.

Asi pues, hermanos míos amados, manteneos firmes, inconmovibles, abundando siempre en la obra del
Señor, teniendo siempre presente que vuestro trabajo no es en vano en el Señor. 1Co 15,58.

No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos. Ga 6,9.

Porque hemos sido hechos participes de Jesucristo, en el supuesto de que hasta el fin conservemos la firme
confianza del principio. He 3,14.

¿No sabiais que los que corren en el estadio todos corren, pero uno sólo alcanza el premio? Corred, pues,
de modo que lo alcancéis. Y quien se prepara para la lucha, de todo se abstiene, y eso para alcanzar una
corona corruptible; mas nosotros, para alcanzar una incorruptible. 1Co 9,24-25.

Mirad por vosotros, no vayáis a perder lo que habéis trabajado t. . . ] 2Jn 8.

He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado la fe. Por lo demás, ya me está
preparada la corona de la justicia que me otorgara aquel dia el Señor, justo juez, y no sólo a mi, sino a todos
los que esperan su manifestación. 2Tm 4,7.

Nada temas por lo que tienes que padecer. Mira que el diablo os va a arrojar a algunos en la cárcel para que
seáis probados, y tendréis una tribulación de diez cias. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida.
Ap 2,10.

Cuarda bien lo que tienes, no sea que otro se lleve tu corona. Al vencedor yo le haré columna en el templo
de mi Dios, y no saldrá ya jamás fuera de él, y sobre él escribiré el nombre de Dios. Ap. 3,11.

Al que venciere le haré sentarse conmigo en mi trono [. . . ]. Ap 3,21.

Considera, pues, de dónde has caldo, y arrepiéntete, y practica las obras primeras [. . . ]. Ap 2,5.

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Las dificultades y el paso del tiempó, pruebas de la fidelidad y de la perseverancia

4200 Corresponde a la fidelidad del hombre cumplir aquello que prometió (SANTO TOMAS, Suma
Teológica,2-2, q l l0, a. 3).

4201 La experiencia de nuestra debilidad y de nuestros fallos, la desedificación que puede producir el
espectáculo doloroso de la pequeñez e incluso de la mezquindad de algunos que se llaman cristianos, el
aparente fracaso o la desorientación de algunas empresas apostólicas, todo eso-el comprobar la realidad
del pecado y de las limitaciones humanas-puede sin embargo constituir una prueba para nuestra fe, y hacer
que se insinúen la tentación y la duda: ¿dónde están la fuerza y el poder de Dios? Es el momento de
reaccionar, de practicar de manera más pura y más recia nuestra esperanza y, por tanto, de procurar que
sea más firme nuestra fidelidad (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,128).

4202 Y no os quedéis en el camino, sino pelead como fuertes hasta morir en la demanda, pues rio estáis
-499 -

aquí para otra cosa sino para pelear (SANTA TERESA, Camino de perfección,20,2).

4203 Toda fidelidad debe pasar por la prueba más exigente: la duración [. . . 1. Es fácil ser coherente por un
día o algunos días. Dificil e importante es ser coherente toda la vida. ES fácil ser coherente en la hora de la
exaltación, dificil serlo en la hora de la tribulación. Y sólo puede llamarse fidelidad una coherencia que dura
a lo largo de toda la vida (JUAN PABLO II, Hom México,27-1-79).

4204 No deseéis las persecuciones para probar vuestra fidelidad; vale más esperar las que Dios permita
que desear otras. Vuestra fidelidad tiene mil maneras de manifestarse en otra forma: en la humildad, en la
dulzura, en la caridad (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 100,1. c. , p. 734).

4205 Que nadie mire hacia atrás, como la esposa de Lot, máxime cuando el Señor ha dicho: Nadie que
pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios (Lc 9,62). Mirar hacia atrás no es
sino tener pesares y volver a tomarle gusto a las cosas del mundo (SAN ATANASIO, Vida de San Antonio).

Perseverar, recomenzando muchas veces

4206 Ahora, tornando a los que quieren ir por él (por el camino de la santidad) y no parar hasta el fin-que es
llegar a beber de esta agua de vida-, cómo han de comenzar digo que importa mucho y el todo una grande y
muy determinada determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda lo que
sucediere, trabájese lo que se trabajare, murmure quien murmurare, siquiera llegue allá, siquiera se muera
en el camino, siquiera no tenga devoción para los trabajos que hay en él,siquiera se hunda el mundo
(SANTA TERESA, Camino de perfección,21,2).

Fidelidad a Cristo por encima de todo

4207 También el agricultor, cuando camina surcando el campo con el arado o esparciendo la semilla,
padece frio, soporta las molestias de la lluvia, mira al cielo y lo ve triste, y, sin embargo, continúa
sembrando. Lo que teme es detenerse considerando las tristezas de la vida presente y que después pase el
tiempo y no encuentre nada que segar. No lo dejéis para más tarde, sembrad ahora [. . . ]. (SAN AGUSTIN,
Coment. sobre el Salmo 125).

4208 Inconmovible: así has de ser. -Si hacen vacilar tu perseverancia las miserias ajenas o las propias,
formo un triste concepto de tu ideal. Decidete de una vez para siempre (J. ESCRIVA DE BALAGUER,
Camino, n. 995).

4209 Tanto los predicadores del Señor como los fieles, deben estar en la Iglesia de tal manera que
compadezcan al prójimo con caridad, pero no se separen de la vía del Señor por falsa compasión (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 37 sobre los Evangelios).

4210 ¿Por qué has de obedecer los reproches de la turba y no ca- minar sobre las huellas de Jesús que
pasa? Os insultarán, os morderán, os echarán atrás, pero tú clama hasta que lleguen tus clamores a los
oídos de Jesús; pues quien fuere constante en cumplir lo que Jesús mandó, sin atender los quereres de las
turbas y sin hacer gran caso de los que siguen aparentemente a Cristo, sino que prefiere la vista que Cristo
ha de darle al estrépito de los que vengan, no habrá poder que le aparte, y Jesús se detendrá y le sanará
(SAN AGUSTIN, Sermón 88).

Perseverancia en la vocación recibida de Dios

4211 Estando uno acongojado y turbado, y entre la esperanza y el temor dudando muchas veces, una vez
cargado de angustia arrojóse ante un altar y, revolviendo en su pensamiento, dijo: ¡Oh, si supiese que había
de perseverar! Y luego oyó de dentro la divina respuesta, que dijo: ¿Qué harías si eso supieses? Haz ahora
lo que entonces harías, y estarás bien seguro (Imitación de Cristo, I,25,2).
-500 -

4212 No hallé hombres mejores que quienes se adelantan en la santidad, pero tampoco los he encontrado
peores que los que abandonaron, hasta el punto de que pienso que a éstos se refiere lo que está escrito en
el Apocalipsis: El justo justifiquese más y el corrompido corrómpase más aún (SAN AGUSTIN, Epistola 78).

4213 Muchos son los caminos que conducen a Dios. Por eso, cada cual debe seguir con decisión
irrevocable el modo de vida que primero abrazó, manteniéndose fiel en su dirección primera. Cualquiera que
sea la vocación escogida, podrá llegar a ser perfecto en ella (CASIANO, Colaciones,14).

4214 Cuando se desea sinceramente vivir de fe, de amor y de esperanza, la renovación de la entrega no es
volver a tómar algo que estaba en desuso. Cuando hay fe, amor y esperanza, renovarse es-a pesar de los
errores personales, de las caídas, de las debilidades-mantenerse en las manos de Dios: confirmar un
camino de fidelidad (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,43).

4215 Es mejor andar por el camino, aunque sea cojeando, que correr fuera de él. Porque el que va
cojeando por el camino, aunque adelante poco, se va acercando al término; pero el que anda fuera del
camino, cuanto más corre tanto más se va alejando del camino (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S.
Juan,14,2).

4216 Es útil y conveniente a cada cual, según el estado de vida que ha escogido o la gracia que ha recibido,
lanzarse con ardor y diligencia a la realización de la obra comenzada. Está, desde luego, muy bien que
alabe y admire las virtudes de los demás; pero no por eso debe abandonar en lo más minimo la vocación
que él mismo abrazó una vez (CASIANO, Colaciones,14).

4217 Ni le ablandaba favor alguno, ni le hacia daño cualquier detracción; ni lo próspero envanecerle, ni
abatirle la adversidad; no era, pues, Juan una caña movida por el viento; nada le desviaba de la rectitud de
su vocación (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. I sobre los Evang. ).

4218 Y no se nos ocurra desandar después el camino, ambicionando de nuevo lo que hemos dejado, como
hicieron otrora los hebreos. Moisés les habla sacado de Egipto. Y ellos retrocedieron, no materialmente, es
cierto, pero si con el corazón. Dios les habla librado de la esclavitud, prodigando para ello sus signos y
prodigios, y le abandonaron para adorar otra vez los idolos egipcios que hablan despreciado. Asi se expresa
la Escritura: Ycon sus corazones se volvieron a Egipto, diciendo a Aarón: haznos dioses que vayan delante
de nosotros (Ac 7,39-40). También nosotros nos hartamos reos de la misma condenación que Dios fulminó
contra ellos cuando, después de haber gustado el maná, deploraron la falta de aquellos viles manjares,
cayendo en los vicios a que alli se hablan abandonado (CASIANO, Colaciones,3).

4219 La idea de la salida tiene todas las señales de una verdadera tentación. Pero alabado sea Dios, pues
el torreón no se ha rendido a este asalto, ni me parece que esté dispuesto a capitular. Guardados de querer
salir. No habría término medio entre vuestra salida y vuestra perdición. ¿No veis que ello sólo sería para
vivir a vos, de vos, por vos y en vos misma? Y lo más peligroso es que sáldríais bajo pretexto de. buscar
más estrecha unión con Dios, siendo así que nunca estará El unido a los que dejaron la vocación, los votos
y la comunidad por amargura de corazón, por malestar, por despecho, por desagrado de vivir obedeciendo a
las Reglas y en santa obediencia (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 89,1. c. , p. 723).

Para ser fieles, perseverar en la oración

4220 El que no deja de andar e ir adelante, aunque tarde, llega. No me parece es otra cosa perder el
camino sino dejar la oración (SANTA TERESA, Vida,19? 5).

4221 Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella perseveraron; y todos los
condenados se perdieron por su negligencia en la oración. Digo, pues, que la oración nos es absolutamente
-501 -

necesaria para perseverar [. . . ](SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la perseverancia).

4222 Sabe el traidor que alma que tenga con perseverancia oración la tiene perdida, y que todas las caldas
que la hace dar la ayudan, por la bondad de Dios, a dar después mayor salto en lo que es su servicio: algo
le va en ello (SANTA TERESA, Vida,19,2).

Fidelidad en la transmisión de la fe

4223 Dios dispuso, con su gran bondad, que todo lo que había revelado para la salvación de todas las
gentes se conservara íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a todas las generaciones (CONC. VAT.
II, Const. Dei Verbum,7).

4224 La misma naturaleza de la religión exige que todo sea transmitido a los hijos con la misma fidelidad
con la cual ha sido recibido de los padres, y que, además, no nos es lícito llevar y traer la religión por donde
nos parezca, sino que más bien somos nosotros los que tenemos que seguirla por donde ella nos conduzca
(SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio,6).

4225 Amenazas, lisonjas, esperanzas de vida, temor a la muerte, guardias, corte, emperador, autoridades,
no sirvieron de nada: hombres y demonios fueron impotentes ante ellos.

Su tenaz apagamiento a la fe recibida los hizo dignos, a los ojos del Señor, de una gran recompensa. Por
medio de ellos, él quiso levantar las Iglesias postradas, volver a infundir nueva vida a las comunidades
cristianas agotadas, restituir a los sacerdotes las coronas caldas (SAN VICENTE DE LERINS,
Conmonitorio,5).

Dificultades y medios para perseverar

4226 Ausencia, aislamiento: pruebas para la perseverancia. -Santa Misa: oración, sacramentos, sacrificios:
¡Comunión de los santos!: armas para vencer la prueba (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 997).

4227 Ninguno es bastante fuerte por sus solas fuerzas, sino que está seguro por la misericordia de Dios
(SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, volt 1p 360).

4228 El desaliento es enemigo de tu perseverancia. Si no luchas contra el desaliento, llegarás al pesimismo,


primero, y a la tibieza, después. Sé optimista. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 988).

4229 El temor es mal custodio de la perseverancia (SAN AMBROso, en Catena Aurea, volt VI, p. 267).

4230 (S. Juan Bautista) perseveró en la santidad, porque se mantuvo humilde en su corazón (SAN
GREGORIO MAGNO, Trat. Evang. S. Lucas,20).

4231 La infidelidad nace de la soberbia, por la cual el hombre no somete su entendimiento a las reglas de la
fe y a las enseñanzas de los Padres (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2,q. 1O,a. 1).

4232 ¿Que cuál es el secreto de la perseverancia? El Amor. -Enamórate, y no "le" dejarás (J. ESCRIVA DE
BALAGUER, Camino, n. 999).

El premio de la perseverancia

4233 Fuiste fiel en lo poco, porque todo lo que ahora tenemos, aunque parezca grande, es poca cosa en
-502 -

comparación de los bienes futuros (SAN JERONIMO en Catena Aurea, volt III, p. 230).

4234 Tengo por cierto que a todos los que no se quedaren en el camino no les faltará este agua viva
(SANTA TERESA, Camino de perfección,20,1).

4235 Buscaba (María Magdalena) al que no había hallado, lo buscaba llorando y, encendida en el fuego de
su amor, ardía en deseos de aquel a quien pensaba que se lo habían llevado. Por esto ella fue la única en
verlo entonces, porque se había quedado buscándolo, pues lo que da fuerza a las buenas obras es la
perseverancia en ellas, tal como afirma la voz de aquel que es la Verdad en persona: El que persevera
hasta el fin se salvará (SAN GREGORIO> MAGNO), llom. 25 sobre los Evang. ).

4236 A los hombres y a los animales, Señor -dice el salmista-, aseguráis la salud en proporción a la
extensión inmensa de vuestra compasiva bondad (Sal 35,7). Si Dios concede a todos, a los buenos y a los
malos, a los hombres y a los animales, un don tan precioso, hermanos míos, ¿qué no reservará a aquellos
que le son fieles? (SAN AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia").

Acudir a la Virgen para perseverar

4237 Confía. Vuelve. Invoca a la Señora y serás fiel. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 514).

PIEDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Cuanto a fábulas profanas y a los cuentos de viejas, deséchalos. Ejercitate en la piedad, porque la gimnasia
corporal es de poco provecho; pero la piedad es útil para todo y tiene promesas para la vida presente y para
la futura. /Tm 4,7-8.

Que no habéis recibido el espiritu de siervos para recaer en el témor, antes habéis recibido el espiritu de
adopción, por el que clamamos: Abba! ¡Padre!. Rm 8,15.

Mas los primeros fueron hombres piadosos, cuya justicia no cayó en el olvido. Si 44,10.

Pues si todo de este modo ha de disolverse, ¿cuáles debéis ser vosotros en vuestra santa conducta y en
vuestra piedad, esperando y acelerando el advenimiento del dia de Dios, cuando los cielos, abrasados, se
disolverán y los elementos, en llamas, se derretirán? 2P 3,1112.

Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la
mansedumbre. 1Tm 6,11.

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Piedad y filiación divina

4238 Consiste la piedad en un afecto cariñoso y deferente al propio padre y a cualquier hombre sumido en
desgracia. Por consiguiente, siendo Dios Padre nuestro no sólo debemos respetarle y temerle, sino además
abrigar ese devoto y cariñoso afecto para con El (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,137).

4239 Si tú tienes una piedad sincera, sobre ti descenderá también el Espíritu Santo y oirás la voz del Padre
desde lo alto, que dice: éste no es el Hijo mio, pero ahora, después del bautismo, ha sido hecho hijo mio
(SAN CIRILO DE JERU SALÉN, Catequesis III, Sobre el bautismo,14).

4240 La piedad que nace de la filiación divina es una actitud profunda del alma, que acaba por informar la
existencia entera: está presente en todos los pensamientos, en todos los deseos, en todos los afectos (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,146).
-503 -

4241 La piedad es el amor que dulcifica el trabajo y nos emplea cordial y agradablemente, con todo afecto
filial, en obras gratas a Dios, nuestro Padre (SAN FRANCISCO DE SALES, Trat. del amor de Dios,15,1. c. ,
p. 482).

4242 Principio de la piedad es tener un concepto altisimo de Dios (SAN AGUSTIN, Sobre el libre arbitrio,1).

Piedad y vida de infancia espiritual

4243 Un niño dormido en el regazo de su madre está realmente en el sitio más adecuado, aunque ella no le
diga palabra, ni él a ella.

Podemos permanecer en la presencia de Dios hasta durmiendo; si nos adormecemos a vista suya, con su
aquiescencia y por su voluntad, El nos colocará en el lecho como imágenes en su hornacina; y cuando nos
despertemos, hallaremos que El está a nuestro lado (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm.
37,1. c. , p. 671).

4244 Se llaman niños, no por su edad, sino por la sencillez de su corazón (SAN JUAN CRISOSTOMO, en
Catena Aurea, volt III, p. 20).

4245 La piedad es la virtud de los hijos y para que el hijo pueda confiarse en los brazos de su padre, ha de
ser y sentirse pequeño, necesitado. Frecuentemente he meditado esa vida de infancia espiritual, que no
está reñida con la fortaleza, porque exige una voluntad recia, una madurez templada, un carácter firme y
abierto (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,10).

4246 Debes hacerte más pequeño que un niño; no andes tras las alabanzas de los hombres, ni ambiciones
los honores; antes bien, rechaza aquéllas y éstos (J. PECCI-León Xlll-, Práctica de la humildad,30).

Sin piedad, no se puede ser apóstol

4247 Sin una vida interior sólida, sin una auténtica unión con Jesucristo, sin piedad verdadera, no se puede
ser apóstol. Para restaurar todas las cosas en Cristo por medio del apostolado es menester la gracia divina,
y el apóstol no la recibe si no está unido a Cristo. Todos los que participan del apostolado deben, por tanto,
poseer la verdadera piedad (SAN Pio X, Carta,11-VI-1909).

4248. . . Cuando la vida espiritual del sacerdote es deficiente, cuando falta la piedad personal, cuando no
hay lucha ascética, lo primero que sufre-a veces de modo radical, y con consecuencias que trascienden con
mucho la vida personal del sacerdote-es el ministerio mismo, el verdadero ministerio sacerdotal, su servicio
al Pueblo de Dios como sacerdote, como ministro del Sacerdocio único de Cristo (A. DEL PORTILLO,
Escritos sobre el sacerdocio, p. 123).

Existe "una urbanidad de la piedad>>

4249 Hay una urbanidad de la piedad. Apréndela. -Da pena esos hombres "piadosos", que no saben asistir
a Misa -aunque la oigan a diario-ni santiguarse-hacen unos raros garabatos, llenos de precipitación-, ni
hincar la rodilla ante el Sagrario-sus genuflexiones ridiculas parecen una burla-, ni inclinar reverentemente la
cabeza ante una imagen de la Señora (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 541).

4250 Las palabras del que ora han de ser mesuradas y llenas de sosiego y respeto. Pensemos que estamos
en la presencia de Dios. Debemos agradar a Dios con la actitud corporal y con la moderación de nuestra
voz. Porque así como es propio del falto de educación hablar a gritos, así, por el contrario, es propio del
hombre respetuoso orar con un tono de voz moderado [. . . ].
-504 -

Y cuando nos reunimos con los hermanos para celebrar los sagrados misterios, presididos por el sacerdote
de Dios, no debemos olvidar este respeto y moderación (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la oración,4-6).

4251 [. . . ] y los sagrados cálices y los santos paños, y lo demás que se refiere al culto de la Pasión del
Señor [. . . ], por el contacto con el Cuerpo y Sangre del Señor hay que venerarlos con el mismo respeto que
su Cuerpo y su Sangre (SAN JERÓNIMO, Epistola 114).

PREDICACION

Citas de la Sagrada Escritura

Exhortación a escuchar la palabra de Dios: Mc 4,9-23; Lc 8,14-15.

Nuestro Señor tiene palabras de vida eterna: Jn 6,69.

La palabra de Nuestro Señor es espíritu y vida; ella da la vida: obra lo que dice: Jn 6,64.

El don de lenguas: 1Co 14.

El Evangelio es la palabra de la verdad: Ep 1,13.

Dignidad de los predicadores: 1Cor3,8-9;4,1.

El Sacerdote es puesto para beneficio de los hombres: He 5 1-4'

El predicador debe combatir las malas doctrinas: 1Tm 1,3-20.

Necesidad de la predicación: Rm 10,14.

El predicador no debe tratar de agradar a los hombres, sino sólo a Dios: 2Co 4,5; 1Th 2,4.

Comete un crimen el que profana la palabra de Dios: 2Co 2,17.

El predicador debe sacar de la doctrina revelada en el Antiguo y Nuevo Testamento la ciencia necesaria:
2Tm 3,16-17.

Los predicadores del Evangelio son cooperadores de Dios: 1Co 3,4-9.

Su responsabilidad personal: 1Co 3,10-11.

Serán juzgados en el dia del juicio por su predicación: 1Co 3,10-16.

Los predicadores son ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios: 1Co 4,1-2.

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El predicador, instrumento de la gracia

4252 Jamás se podrá recomendar bastante la sobriedad y moderación. Muchas cosas se pueden decir en
quince y veinte minutos, sin cansar, con tal que no se divague.

A veces puede ocurrir que un alma esté en la iglesia por pura casualidad o, como suele acontecer en Roma,
sencillamente con ocasión de visitar las obras de arte. No es pura imaginación pensar que Dios haya
escogido aquella palabra o aquel determinado momento para tocar un corazón y convertirle. ¡Qué honor y
qué mérito para el predicador, convertido en instrumento de gracia y de salvación! (JUAN XXIII, Aloc. 19-II-
1960).

4253 Podemos amonestar con el sonido de nuestra voz, pero si dentro no está el que enseña, vano es
-505 -

nuestro sonido [ . . ]. Os hable El interiormente, ya que ningún hombre está alli de maestro (SAN AGUSTIN,
Coment, sobre la I Epist. de S. Juan,3).

4254 Cualquiera que se atreve a despreciar a estos hombres puestos por Dios en su Iglesia según los
lugares y los tiempos, y que están de acuerdo en la interpretación del dogma católico, no despreciaría a un
hombre, sino a Dios mismo (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio,28).

Preparación y confianza en Dios

4255 No queráis llevar bolsa, ni alforja, ni calzado, y a nadie saludéis por el camino. Tanta debe ser la
confianza que ha de tener en Dios el predicador, que aunque no se provea de las cosas necesarias para la
vida, debe estar persuadido de que no le han de faltar, no sea que mientras se ocupa en proveerse de las
cosas temporales, deje de procurar a los demás las eternas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los
Evang. ).

4256 Repetir la Palabra revelada y atreverse a comentarla, hacer de ella las aplicaciones doctrinales y darle
una recta interpretación, es tal deber de conciencia que presupone en el sacerdote una preparación que le
haga instrumento dócil e inteligente para cumplir su altisima misión en nombre de toda la Iglesia, muy por
encima de su modesta persona (JUAN XXIII, Aloc 19-2-1960).

4257 ¡Oh Timoteo! ¡Oh sacerdote!, intérprete de las Escrituras, doctor, si la gracia divina te ha dado el
talento por ingenio, experiencia, doctrina, debes ser el Beseleel del Tabernáculo espiritual. Trabaja las
piedras preciosas del dogma divino, reúnelas fielmente, adórnalas con sabiduria, añádeles esplendor,
gracia, belleza. Que tus explicaciones hagan que se comprenda con mayor claridad lo que ya se creia de
manera más oscura Que las generaciones futuras se congratulen de haber comprendido por tu mediación lo
que sus padres veneraban sin comprender (SAN VIGENTE DE LERINS, Conmonitorio,22).

Dios es el centro, el origen y el fin de toda predicación

4258. . . Lo que los hombres quieren, lo que esperan-aunque muchas veces no sepan o no se den cuenta
de que lo quieren y esperan-es que el sacerdote, con su testimonio de vida y con su palabra, les hable de
Dios. Y si el sacerdote no lo hace así, si no les busca para eso, si no les ayuda a escuchar, a descubrir o a
comprender rectamente la dimensión religiosa de su vida, entonces el sacerdote les defrauda, como les
defraudarla un bombero sin agua, un tabernero [. . . ] que despachase leche. o un médico nue no se
atreviese a diagnosticar y a recetar (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 140).

4259 [. . . ] lo importante no somos nosotros y nuestras miserias. el único que vale es El, Jesús. Es de Cristo
de quien hemos de hablar, y no de nosotros mismos (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,163).

4260 Aun cuando Dios no ocupa lugar, anda, sin embargo, por lugares diversos en la persona de sus santos
cuando ellos le predican en uno y otro lugar; pues Dios, que está al margen del espacio y del tiempo, con
todo, se mueve en el espacio y en el tiempo cuantas veces es predicado por ellos en un lugar (SAN
ISIDORO DE SEVILLA, Sentencias,2).

4261 La ciencia del ministro sagrado debe ser sagrada, porque sagrada es la fuente de donde nace y
sagrado el fin al que tiende (CONC. VAT. II, Presbyterorum ordinis,18).

4262 Si preguntamos qué cosas solia (San Pablo) tratar en la predicación, él mismo las compendia así
todas: Que nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste, crucificado (1Co
2,2). Hacer que los hombres conociesen más y más a Jesucristo, y con un conocimiento que no se parase
sólo en la fe, sino que se tradujera en las obras de la vida (BENEDICTO XV, Enc. Humanum genus).

Meditar lo que se ha de predicar


-506 -

4263 Al hablar haga cuanto esté de su parte para que se le escuche inteligentemente, con gusto y docilidad.
Pero no dude de que, si logra algo y en la medida en que lo logre, es más por la piedad de sus oraciones
que por sus dotes oratorias. Por tanto, orando por aquellos a quienes ha de hablar, sea antes varón de
oración que de peroración, y cuando se acerque la hora de hablar, antes de comenzar a proferir palabras,
eleve a Dios su alma sedienta para derramar de lo que bebió y exhalar de lo que se llenó (SAN AGUSTIN,
Sobre la doctrina cristiana,4).

4264 Si no arde el ministro de la Palabra, no enciende al que le predica (SAN AGUSTIN, Sermón 21).

4265 La evangelización, la predicación, son inseparables de la serena meditación de la Palabra divina (A.
DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 63).

4266 (No ser como esos) predicadores vacíos de la palabra, que no la escuchan por dentro (SAN AGUSTIN,
Sermón 179).

Cualidades de la buena predicación

4267 En la predicación y exhortación emplea un lenguaje sencillo y familiar, bajando a los detalles
concretos; y, en cuanto puedas, insiste en proponer ejemplos, para que cualquier pecador, con aquel
pecado concreto, se sienta aludido como si hablaras para el solo [. . . ]. Esta es la manera que acostumbra a
ser provechosa a los oyentes. Porque un modo de hablar genérico sobre las virtudes y los vicios mueve
poco a los que te escuchan (SAN VICENTE FERRER. Trat. de la vida espiritual 1 3,1. c. ,5 1 3514).

4268 Si no se sabe presentar la doctrina condimentada con la gracia y la sal del bien decir [. . . ] poco se
consigue (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Trat. Evang. S. Juan,53).

4269 Cuando la perversidad de los malos va cada vez en aumento, lejos de disminuir la predicación, se
debe aumentar cada vez más. El Señor nos lo aconseja con su ejemplo, el cual, después de haber oido
decir de si que tenla el demonio, distribuyó más copiosamente los beneficios de su predicación (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 18 sobre los Evang. ).

4270 (No podemos ser como aquellos que) se preocupan más de hacer un buen papel ante el auditorio
ingenuo que de trabajar por su salvación (BENEDICTO XV, Enc. Humanum genus 15-VI-1917).

4271 Lo que hay que temer no es el mal que digan contra vosotros, sino la simulación de vuestra parte;
entonces si que perderiais vuestro sabor y seriais pisoteados. Pero si no cejáis en presentar el mensaje con
toda su austeridad, si después ois hablar mal de vosotros, alegraos. Porque lo propio de la sal es morder y
escocer a los que llevan una vida de molicie.

Por tanto, estas maledicencias son inevitables y en nada os perjudicarán, antes serán prueba de vuestra
firmeza. Mas si, por temor a ellas, cedéis en la vehemencia conveniente, peor será vuestro sufrimiento, ya
que entonces todos hablarán mal de vosotros y todos os despreciarán; en esto consiste el ser pisoteado por
la gente (SAN JUAN CRISÓSTO MO, Hom. sobre 5. Mateo,15).

4272 Pablo, capitán del ejército cristiano y orador invicto, al defender la causa de Cristo, hasta una
inscripción vista al azar la convierte en argumento de la fe (SAN JERÓNIMO, Epistola a los magnesios)

4273 Quien no tiene caridad para los demás no debe de ningún modo tomar a su cargo el oficio de la
predicación (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, volt IV, p. 140).
-507 -

4274 Cuando Dios bajó del monte de su divinidad y tomó las debilidades de nuestra humanidad, una gran
turba de naciones le ha seguido. En ello se enseña a los doctores que se acomoden al auditorio en sus
predicaciones, y según vean que cada uno pueda comprender, así expliquen la palabra de Dios (SAN
JERÓNIMO, en Catena Aurea, volt III, p. 464).

Pecados de omisión en la predicación y en el apostolado

4275 El que tiene el don de la predicación y de la doctrina para hacer el bien, pierde estos dones si no usa
de ellos; pero quien los cultiva atrae otros mayores (SAN JUAN CRiSÓSTOMO, en Catena Aurea, volt III, p.
234).

4276 Así como el hablar indiscreto lleva al error, así el silencio imprudente deja en su error a quienes
pudieran haber sido adoctrinados (SAN GREGORIO MAGNO, Regla pastoral,2).

4277 Es difícil averiguar por culpa de quién deja de llegar al pueblo la palabra del predicador; pero, en
cambio, fácilmente se ve cómo el silencio del predicador perjudica siempre al pueblo y, algunas veces,
incluso al mismo predicador (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

4278 Otra manera de hacer daño es la de quienes hablan de las cosas de la religión como si hubiesen de
ser medidas según los cánones y las conveniencias de esta vida que pasa, dando al olvido la vida eterna
futura [. . . ]. El fruto que esta predicación produce es exiguo, ya que, después de oírla, cualquier profano
llega a persuadirse de que, sin necesidad de cambiar de vida, él es buen cristiano con tal de decir: Creo en
Jesucristo. ¿Qué clase de fruto quieren obtener estos predicadores? No tienen, ciertamente, ningún otro
propósito más que el buscar por todos los medios ganarse adeptos halagándoles los oidos; con tal de ver el
templo lleno a rebosar, no les importa que las almas estén vacias. Por eso es por lo que ni siquiera
mencionan el pecado, los novísimos, ni ninguna otra cosa importante [. . . ]; una vez que (los oyentes) han
aplaudido al perito de turno, salen del templo igual que entraron, como aquellos que-según San Agustin-se
llenaban de admiración pero no se convertian (SAN PIO X, Motu Proprio Sacrorum Antistitum l-lX-l9l0)

PREMIO

Citas de la Sagrada Escritura

Alegraos y regocijaos porque es muy grande la recompensa que os aguarda en los cielos. Mt 5,12; 10,41-
42.

Quien haya dejado casa o hermanos [. . . ] por causa de mi nombre recibirá cien veces más, y poseerá la
vida eterna. Mt 19,29; Mc 10,30.

Cada uno recibirá su salario a la medida de su trabajo. 1Co 3,8.

Es preciso que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba el pago debido a
las buenas o las malas acciones que haya hecho mientras estaba revestido de su cuerpo. 2Co 5,10; Cfr.
Rm 2,5-6.

Mi única mira es [1 ir corriendo hasta la meta para ganar el premio que Dios me tiene preparado. Ph 3,13-
14.

Bienaventurado aquel que sufre la tentación, porque después que fuere probado recibirá la corona de la
vida que Dios ha prometido a los que le aman. Gc l,12.

Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. Ap 2,10.

Recompensa a los que tengan fe: Mt 17,19.

a los cansados y agobiados que acudan al Señor: Mt 11,28.


-508 -

a los que tomen su yugo y le sigan: Mt 11,28-30.

a quienes pierdan la vida por amor suyo: Mt 10,39. a los humildes: Mt 18,4.

a quienes hayan socorrido a los necesitados: Mt 25,34-40; Lc 14,14.

a quienes asisten a sus discipu10s: Mt 10,40-42.

a quienes practican y enseñan los mandamientos: Mt 5,19.

a quienes perdonan las ofensas: Mt 6,14.

a quienes piden con perseverancia: Mt 7,7-11.

a quienes padecen persecución: Mt 10,19-22.

a quienes le sigan: Jn 8,12; 3132; 10,9.

a quienes le confiesen delante de los hombre: Mt 10,28-33.

a quienes son generosos: Lc 6,38; 16,9.

a quienes son dóciles a sus enseñanzas: Jn 10,28-29.

a quienes perseveren hasta el fin: Mt 24,13.

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Dios es "buen pagador"

4279 Siempre son mayores los premios de Dios que los deseos de los santos. (S. JUAN CRISOSTOMO, en
Catena Aurea, volt 1p 247).

4280 Dice Jesús: "y cualquiera que deje casa o hermanos o hermanas o padre o madre o esposa o hijos o
heredades por causa de mi nombre, recibirá cien veces más y poseerá la vida eterna". -¡A ver si encuentras,
en la tierra, quien pague con tanta generosidad! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Camino, n. 670).

4281 ¡Cuánta bondad la de Dios, al recompensar por toda una eternidad la más insignificante de nuestras
obras! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la esperanza).

4282 Dios quiera abrir vuestros ojos para considerar cuánta. mercedes nos hace en lo que el mundo piensa
que son disfavores, y cuán honrados somos en ser deshonrados por buscar la honra de Dios, y cuán alta
honra nos está guardada por el abatimiento presente, y cuán blandos, amorosos y dulces brazos nos tiene
Dios abiertos para recibir a los heridos en la guerra por él. (S. JUAN DE AVILA, Carta 58).

4283 Nuestro Padre Dios, cuando acudimos a El con arrepentimiento, saca, de nuestra miseria, riqueza; de
nuestra debilidad, fortaleza. ¿Qué nos preparará, si no lo abandonamos, si lo frecuentamos cada dia, si le
dirigimos palabras de cariño confirmado con nuestras acciones, si le pedimos todo, confiados en su
omnipotencia y en su misericordia? Sólo por volver a El SU hijo, después de traicionarle, prepara una fiesta,
¿qué nos otorgará, si siempre hemos procurado quedarnos a su lado? (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER.
Amigos de Dios,309).

4284 A los hombres y a los animales, Señor-dice el salmista- aseguráis la salud en proporción a la extensión
inmensa de vuestra compasiva bondad (Sal 35,7). Si Dios concede a todos, a los buenos y a los malos, a
los hombres y a los animales, un don tan precioso, hermanos mios, ¿qué no reservará a aquellos que le son
fieles? (S. AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia").
-509 -

4285 Se hablará de lo que ha hecho ésta, en memoria suya (Mt 26,13). Las victorias de muchos reyes y de
grandes capitanes han sido olvidadas en la memoria de los hombres; también la mayor parte de los que
fundaron ciudades y redujeron a esclavitud muchas naciones, ni de palabra ni de nombre han sido
conocidos; sin embargo, esta mujer que derramó este bálsamo en la casa de cierto leproso, en presencia de
doce hombres, es celebrada por todo el orbe, y la memoria de su hecho no se ha borrado, a pesar de tanto
tiempo como ha transcurrido. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt 111, p. 265).

4286 Son dos horas de vida y grandísimo el premio; y cuando no hubiera ninguno, sino cumplir lo que nos
aconsejó el Señor, era grande la paga en imitar en algo a Su Majestad. (SANTA TERESA, Camino de
perfección,2,7).

4287 Ahora trabajarás un poco, y hallarás después gran descanso y aun perpetua alegria. Si permaneces
fiel y diligente en el servir, sin duda será Dios fidelisimo y riquísimo en pagar. (Imitación de Cristo, I,25,1).

4288 Mas he visto claro que no deja Dios sin gran premio, aun en esta vida, porque es así cierto, que (con)
una hora de las que el Señor me ha dado de gusto de Si después acá, me parece quedan pagadas todas
las congojas que en sustentarme en la oración mucho tiempo pasé. Tengo para mi que quiere el Señor dar
muchas veces al principio, y otras a la postre, estos tormentos y otras muchas tentaciones que se ofrecen,
para probar a sus amadores y saber si podrán beber el cáliz y ayudarle a llevar la cruz, antes que ponga en
ellos grandes tesoros. (SANTA TERESA, Vida,11,4).

4289 La esperanza del premio conforta el alma para realizar las buenas obras. (S. CIRILO DE JERUSALÉN,
Catequesis 348).

El premio de la caridad

4290 Ahora, hermanos, Cristo pasa hambre, es él quien se digna padecer hambre y sed en la persona de
todos los pobres; y lo que reciba a-tui en la tierra lo devolverá luego en el cielo. (S. CESÁREO DE ARLES,
Sermón 25).

4291 Esta es la idea invariable del Señor: que quienes ahora gozan en servir a sus prójimos, sean
alimentados después en la mesa sacratisima del Señor con los manjares de la vida eterna. (SAN BEDA, en
Catena Aurea, volt Vl, p. 447).

4292 Mas como nada les pusisteis en las manos (a quienes os necesitaban), nada habéis hallado en Mi. (S.
AGUSTIN, Sermón 18).

4293 Los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo; tan sólo se lleyan consigo el premio de su
caridad y las limosnas que practicaron, por las cuales recibirán del Señor la recompensa y una digna
remuneración. S. FRANCISCO DE Asis, Opúsculos,1. c. , pp. 87-94).

4294 La tierra produce unos frutos de los que ella no ha de gozar sino que están destinados a tu provecho.
En cambio, los frutos de beneficencia que tú produces los recolectas en provecho propio, ya que la
recompensa de las buenas obras revierte en beneficio de los que las hacen. (S. BASILIO MAGNO, Hom. 3,
sobre la caridad).

4295 Un simple vaso de agua fria que des, que nada ha de costarte, aun de tan sencilla obra tienes
señalada recompensa. Porque vosotros, que acogéis a mis enviados, yo estoy dispuesto a hacerlo todo. (S.
JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,35).
-510 -

El cielo como premio

4296 A la hora de la tentación piensa en el Amor que en el cielo te aguarda: fomenta la virtud de la
esperanza, que no es falta de generosidad. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 139).

4297 La recompensa que se recibe en esta vida presente debe producir en nosotros mayores brios para
aspirar a la recompensa que la sigue, esto es, la patria celestial. S. GREGORIO, MAGNO, Hom. 17 sobre
los Evang. )

4298 Prometió la salvación eterna, la vida bienaventurada y sin fin en compañia de los ángeles, la herencia
imperecedera, la gloria eterna, la dulzura de la contemplación de su rostro, su templo santo en los cielos y,
como consecuencia de la resurrección, la ausencia total del miedo a la muerte. (S. AGUSTIN, Coment.
sobre el Salmo 109).

4299 Si las tempestades son llevaderas para los navegantes y las heridas son dulces para los militares por
la esperanza de premios transitorios, cuando se sufre por una recompensa eterna no habrá quien sienta la
angustia de los peligros. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 438).

4300 Siervo bueno y fiel, puesto que fuiste fiel en lo poco, te constituiré sobre lo mucho: entra en el gozo de
tu Señor. Todas las cosas de este mundo, por grandes que parezcan, son pequeñas en comparación de la
retribución eterna. (S. GREGORIO MAGNO, Hom 9 sobre ios Evang. ).

Según las obras de cada uno

4301 La retribución se hará con medida, por cuanto cada uno recibirá según lo que haya hecho estando
unido al cuerpo, como dice el Apóstol. Y en otro lugar parece que se dice de este celemin corporal: Con la
medida con que midierais, os volverán a medir. (S. AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,1).

4302 Vuestras buenas obras deben ser vuestras inversiones, de las que un dia recibiréis considerables
intereses. S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epistola a S. Policarpo).

4303 Si, pues, es verdad que quien ofrece un vaso de agua no pierde su premio, también lo es que quien
sufre la injuria de una palabra leve no quedará privado del premio. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena
Aurea, volt l, p. 257).

4304 La paga y el jornal del amor es recibir más amor hasta llegar al colmo del amor. El amor sólo con amor
se paga. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,9,7).

4305 Este amor será la medida de la gloria de que disfrutaremos en el paraiso, ya que ella será
proporcionada al amor que hayamos tenido a Dios durante nuestra vida; cuanto más hayamos amado a
Dios en este mundo, mayor será la gloria de que gozaremos en el cielo, y más le amaremos también,
puesto que la virtud de la caridad nos acompañará durante toda la eternidad y recibirá mayor incremento en
el cielo. ¡Qué dicha la de haber amado mucho a Dios en esta vida!, pues así le amaremos también mucho
en el paraiso. (SANTO CURA DE ARS. Sermón sobre el precepto 1. ° del decálogo).

El premio y la rectitud de intención

4306 Alma que ama a Dios no ha de pretender ni esperar otra recompensa por sus servicios prestados que
la perfección de amar a Dios. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual 9,7). ,
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4307 Las lámparas de las virgenes fatuas se apagan porque sus obras, que aparecian claras exteriormente
a los hombres,quedaron oscurecidas interiormente a la venida del juez. No hallaron retribución de Dios,
porque recibieron por ellas las alabanzas que desearon de los hombres. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 12
sobre los Evang. ).

4308 El que dispensa la misericordia la pierde, si no se compadece con un corazón puro; si busca quedar
bien, pierde todo el fruto [. . . ]. (S. AMBROSIO, Catena Aurea, volt 1p 248).

4309 Jamás llegaremos a comprender el grado de gloria que nos proporcionará en el cielo cada acción
buena, si la realizamos solamente por Dios. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la esperanza).

4310 Todo aquel que predica para recibir recompensa de alabanza o de premio, no hay duda de que se
priva de la recompensa eterna. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

4311 El mismo Dios en persona es el premio y el término de todas nuestras fatigas. (SANTO TOMÁS, Sobre
e/ Credo,2,1. c. ).

4312 Yo estaré con vosotros [. . . . El que en la vida presente permanece con sus escogidos, protegiéndolos,
también estará con ellos después que esto haya concluido, premiándolos. (SAN BEDA, en Catena Aurea,
volt III, pp. 432-433).

4313 Como tu premio será el mismo Dios, al que amas desinteresadamente, debes amarle de modo que no
dejes de desearlo como el premio que únicamente puede saciarte. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo
134).

PRESENCIA DE DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

¡La voz de mi amado! Vedle que llega, saltando por los montes, triscando por los collados. Ct 2,8.

Pues sus ojos (están fijos) sobre los caminos del hombre, y contemplan todos sus pasos. . . Jb 34,21.

Mis ojos siempre están en Yavé, porque es quien saca mis pies de la red. Ps 24,15.

Tengo siempre a Yavé ante mi, porque está a mi diestra, no me moveré. Ps 15,8.

Los que teméis al Señor preparad el corazón y humillaos ante El. Si 2,20.

Yo estaré con vosotros siempre hasta la consumación del mundo. Mt 28,20.

Siendo Abram de noventa y nueve años, se le apareció Yavé y le dijo: Yo soy El-Saddai; anda en mi
presencia y sé perfecto. Gn 17,1.

Elohim, tu eres mi Dios; a ti te busco solicito; sedienta de ti está mi alma; mi carne languidece en pos de ti
como tierra árida, sedienta, sin agua. Ps 63,2.

Como (están atentos) los ojos del siervo a las manos de su señor, como los ojos de la esclava a la mano de
su señora, así (se alzan) nuestros ojos a Yavé, nuestro Dios, para que se compadezca de nosotros. Ps
123,2.

Por cuanto que El nos eligió antes de la constitución del mundo para que fuésemos santos e inmaculados
ante El en caridad. Ep 1,4.

Salte de júbilo el campo y cuanto hay en él, y exulten todos los árboles de la selva ante la presencia de
Yavé que viene a juzgar la tierra. Regirá el orbe con justicia, y a los pueblos con equidad. Ps 96,12-13.
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El Señor está con nosotros: nos ve y nos oye

4314 Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo. -Vivimos como si el Señor
estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y no consideramos que también está siempre a nuestro lado.
Y está como un Padre amoroso-a cada uno de nosotros nos quiere más que todas las madres del mundo
pueden querer a sus hijos-, ayudándonos, inspirándonos, bendiciendo. . . y perdonando. ¡Cuántas veces
hemos hecho desarrugar el ceño de nuestros padres diciéndoles, después de una travesura: ¡ya no lo haré
más!-Quizá aquel mismo dia volvimos a caer de nuevo. . . -Y nuestro padre, con fingida dureza en la voz, la
cara seria, nos reprende. . . , a la par que se enternece su corazón, conocedor de nuestra flaqueza,
pensando: pobre chico, ¡qué esfuerzos hace para portarse bien! Preciso es que nos empapemos, que nos
saturemos de que Padre y muy Padre nuestro es el Señor, que está junto a nosotros y en los cielos. (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER Camino, n. 267).

4315 Dios está en todas partes, es inmenso y está cerca de todos, según atestigua de si mismo: Yo soy-
dice-un Dios cercano, no lejano. El Dios que buscamos no está lejos de nosotros, ya que está dentro de
nosotros, si somos dignos de esta presencia. (S. COLUMBANO, Instrucciones sobre la fe,1).

4316 ¿Cuál es la explicación de que nos alegremos con el Señor, si él está lejos? Pero en realidad no está
lejos. Tú eres el oue hace que esté lejos. Amalo y se te acercará; ámalo y habitará en ti. El Señor está
cerca. No os inquietéis por cosa alguna. (S. AGUSTIN. Sermón 21).

4317 Nuestro Dios no nos pierde de vista, como una madre que está vigilando al hijito que da los primeros
pasos. "Abraham, dice el Señor, anda en mi presencia y la hallarás en todas partes". "¡Dios mio!, exclama
Moisés, servios mostrarme vuestra faz: con ello tendré cuanto puedo desear" (Ex 23,13). Cuán consolado
queda un cristiano, al pensar que Dios le ve, que es testigo de sus penalidades y de sus combates, que
tiene a Dios de su parte. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Corpus Christi).

4318 Si quieres tener espectadores de las cosas que haces, ahi los tienes: los ángeles, los arcángeles y
hasta el mismo Dios del Universo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt 1p 344).

4319 No calles, no guardes silencio en su presencia. Háblale para que también El te hable (S. BERNARDO.
Hom. en la Natividad de la B. Virgen Maria,15).

4320 Quien ama a Jesús está con Jesús y Jesús está con él. (S. ALFONSO Ma DE LIGORIO, Visitas al
Stmo. Sacramento,12).

4321 Porque como yo temia tanto la honra, todas mis diligencias eran en que fuese secreto, y no miraba
que no podía serlo a quien todo lo ve. ¡Oh, Dios mio, qué daño hace en el mundo tener esto en poco y
pensar que ha de haber cosa secreta que sea contra Vos! Tengo por cierto que se excusarian grandes
males si entendiésemos que no está el negocio en guardarnos de los hombres, sino en guardarnos de
descontentaros a Vos. (SANTA TERESA, Vida 2,4).

4322 Todo lo ve, incluso los pensamientos y los secretos de la voluntad. De a-tui que también a los hombres
de manera especial les alcanza la necesidad de obrar bien, porque todo lo que piensan y hacen está
patente a la mirada divina. Todas las cosas están desnudas y descubiertas a los ojos de El (Hete 4,13).
(SANTO TOMÁS, Sobre el Credo, I, I. c. , p. 36).

4323 Llega sin ser visto y se aleja sin que se le sienta. Su presencia, por si sola, es luz del alma y del
espiritu: en ella se ve lo invisible y se conoce lo incognoscible. (BEATO GUERRIC, Sermón 2. ° de
Adviento).
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4324 Cuando Dios os concede la gracia de sentir su presencia y desea que le habléis como al amigo más
querido, exponedle vuestros sentimientos con toda libertad y confianza. Se anticipa a darse a conocer a los
que le anhelan (Sg 6,14). Sin esperar a que os acerquéis a él, se anticipa cuando deseáis su amor, y se os
presenta, concediéndoos las gracias y remedios que necesitáis. Sólo espera de vosotros una palabra para
demostraros que está a vuestro lado y dispuesto a escucharos y consolaros: Sus oidos están atentos a la
oración (pS 33,16) [. . . ]. LOS demás amigos, los del mundo, tienen horas que pasan conversando juntos y
horas en que están separados; pero entre Dios y vosotros, si queréis, jamás habrá una hora de separación.
(S. ALFONSO Ma DE LIGORIO, Cómo conversar continua y familiarmente con Dios).

En medio de las ocupaciones

4325 Cuando la obediencia os trajere empleadas en cosas exteriores, entender que, si es en la cocina,
entre los pucheros anda el Señor, ayudándoos en lo interior y exterior. (SANTA TERESA, Fundaciones,5,8).

4326 No se os pide aplicación continua del espiritu que os haga olvidar vuestros asuntos y vuestros
descansos. Sin descuidar vuestras ocupaciones, no se os pide más que hacer por Dios lo mismo que hacéis
siempre por los que os aman y vosotros amáis. (S. ALFONSOM a DE LIGORIO, Cómo conversar continua y
familiarmente con Dios).

4327 Conviene que la atención de nuestra mente no se limite a concentrarse en Dios de modo repentino, en
el momento en que nos decidimos a orar, sino que hay que procurar también que cuando está ocupada en
otros menesteres, no prescinda del deseo y el recuerdo de Dios. (S. JUAN CRISbS TOMO, Hom. 6 sobre la
oración).

4328 No te preocupes demásiado por saber quién está por ti o contra ti; busca más bien que Dios esté
contigo en todo lo que haces. (Imitación de Cristo,11,2,3).

4329 Cuando dice: no andéis solícitos. . . , no quiere decir que no trabajéis, sino que las cosas del mundo
no absorban nuestra alma: porque podemos trabajar sin que nos turbe la inquietud. (S. JUAN
CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt Vl, p. 87).

4330 Persuadíos de que no resulta dificil convertir el trabajo en un diálogo de oración. Nada más ofrecérselo
y poner manos a la obra, Dios ya escucha, ya alienta. ¡Alcanzamos el estilo de las almas contemplativas, en
medio de la labor cotidiana! Porque nos invade la certeza de que El nos mira, de paso que nos pide un
vencimiento nuevo: ese pequeño sacrificio, esa sonrisa ante la persona inoportuna, ese comenzar por el
quehacer menos agradable pero más urgente, ese cuidar los detalles de orden, con perseverancia en el
cumplimiento del deber cuando tan fácil seria abandonarlo, ese no dejar para mañana lo que hemos de
terminar hoy: ¡todo por darle gusto a El, a Nuestro Padre Dios! Y quizá sobre tu mesa, o en un lugar discreto
que no llame la atención, pero que a ti te sirva como despertador del espiritu contemplativo, colocas el
crucifijo, que ya es para tu alma y para tu mente el manual donde aprendes las lecciones de servicio. (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,67).

4331 Mis delicias, leemos en el libro de los Proverbios, son estar con los hijos de los hombres (7,31). El
paraiso de Dios, por decirlo así, es el corazón del hombre. Dios os ama: amadlo. Sus delicias son estar con
vosotros: que las vuestras sean estar con él y pasar el tiempo de vuestra vida junto a aquel con quien
esperáis pasar la eternidad en su amable compañia.

Tomad la costumbre de hablarle a solas, familiarmente, con confianza y amor, como a vuestro amigo, como
al que más queréis y el que más os quiere. S. ALFONSO Ma DE LIGORIO, Cómo conversar continua y
familiarmente con Dios).

4332 Cuando de dos cosas una es la razón de la otra, la ocupación del alma en una no impide ni disminuye
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la ocupación en la otra [. . . ]. Y como Dios es aprehendido por los santos como la razón de todo cuanto
hacen o conocen, su ocupación al percibir las cosas sensibles o al contemplar o al hacer cualquiera otra
cosa, en nada les impide la divina contemplación ni viceversa. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, Supl. , q.
82, a. 3).

Sintiéndonos templos de Dios

4333 Acaecíame en esta representación que hacía de ponerme cabe Cristo, que he dicho, y aun algunas
veces leyendo, venirme a deshora un sentimiento de la presencia de Dios que en ninguna manera podía
dudar que estaba dentro de mí, o yo toda engolfada en El. (SANTA TERESA, Vida,10,1).

4334 ¡Oh alma hermosísima más que todas las criaturas! Ya sabes el lugar que deseas. ¡Ya sabes dónde se
encuentra tu Amado para buscarte y unirte con El! Tú misma eres su morada. Tú misma el escondite donde
está escondido. ¡Alegría grande debe darte saber que está en ti misma! No puedes tú estar sin El: Mirad,
¡dentro de vosotros está el reino de Dios! (Lc 17,21); porque nosotros somos templo de Dios vivo (2Co
6,16). (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,7).

4335 Nada hay escondido para el Señor, sino que aun nuestros secretos más íntimos no escapan a su
presencia. Obremos, pues, siempre conscientes de que él habita en nosotros, para que seamos templos
suyos y él sea nuestro Dios en nosotros, tal como es en realidad y tal como se manifestará ante nuestra faz;
por esto tenembs motivo más que suficiente para amarlo. (S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a /os
Efesios).

4336 ¿Cómo he podido yo saber que estaba presente? Porque está vivo y es eficaz; apenas entra en mí,
despierta mi alma adormecida, vivifica, enternece y excita mi corazón embotado y duro como una piedra.
Comienza por arrancar y destruir, por edificar y plantar, por regar mi sequedad, por iluminar mis tinieblas,
por abrir lo que estaba cerrado, por inflamar mi frialdad, y también por enderezar los senderos tortuosos y
allanar las rugosidades de mi alma, de tal suerte que pueda bendecir al Señor y que todo lo que hay en mí
bendiga su santo Nombre (cfr. Ps 102,1). (S. BERNARDO, Sermón 74 sobre el Cantar de los Cantares).

4337 Considerad, pues, que hay sin duda dentro del alma de cada uno un pozo de agua viva [. . . ]. Dios
está cerca de vosotros; mejor, está dentro de vosotros, y quita la tierra del alma de cada uno para hacer
saltar en ella el agua viva (ORIGENES, Hom. sobre el Génesis,13).

El cristiano ha de procurar que la presencia de Dios sea continua

4338 Porque yendo con consideración todo es amor. (SANTA TERESA, Camino de perfección,7,7).

4339 Si nunca te desvias del buen camino, aunque calle tu lengua, habla tu conducta; y los oidos de Dios
atienden a tu corazón. Pues, del mismo modo que nuestros oidos escuchan nuestra voz, así los oidos de
Dios escuchan nuestros pensamientos. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 148).

4340 Nada hay mejor, que la oración y coloquio con Dios [. . . ]. Me refiero, claro está, a aquella oración que
no se hace por rutina, sino de corazón; que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que
se prolonga sin cesar dia y noche. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 6, sobre la oración).

4341 Asi, pues, todo hombre que vive entre los hombres busque a Aquel a quien ama de modo que no
abandone a aquel con quien camina; y preste a éste su auxilio de tal manera que bajo ningún motivo se
separe de aquel a quien se dirige. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 38 sobre los Evangelios).

4342 Debemos considerar como una infidelidad a nuestros ojos el alejarnos, aunque no sea más que un
instante, de la contemplación de Cristo. (CASIANO, Colaciones,1).
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4343 Aspira, pues, a Dios muy a menudo [. . . ], con breves pero ardientes suspiros del corazón, admira su
hermosura; implora su auxilio, arrójate en espíritu a los pies de la cruz, adora su bondad, consúltale
continuamente sobre tu salud espiritual, entrégale mil veces al dia tu alma, fija la vista interior en su dulzura;
extiende hacia El los brazos como un niño chiquito a su padre, para que El te lleve; ponle como delicioso
ramillete sobre tu pecho, fijare en tu alma como bandera y ejercita todos los movimientos del corazón para
concebir amor de Dios y excitar en ti una tierna y apasionada dilección del divino Espóso. (S. FRANCISCO
DE SALES. Introd. a la vida devota, II,13).

4344 Asi como los que están enamorados con amor humano y natural casi siempre tienen empleado el
pensamiento en recordar, el corazón en estimar y la boca en alabar al objeto de sus amores, y cuando se
hallan ausentes no pierden ocasión de manifestar su afecto por cartas, y en cualquier árbol que encuentran
escriben el nombre de la persona amada, así los que aman a Dios no pueden dejar de pensar en E1,
suspirar por El, aspirar a El y hablar de El, y quisieran, si fuese posible, grabar en todos los corazones del
mundo el santo y sagrado nombre de Jesús (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,11,13).

4345 Este debe ser nuestro principal objetivo y el designio de nuestro corazón: que nuestra alma esté unida
a Dios y a las cosas divinas. Todo lo que aparte de esto, por grande que pueda parecernos, ha de tener en
nosotros un lugar puramente secundario o, por mejor decir, el último de todos. Inclusive debemos
considerarlo como un daño positivo. (CASIANO, Colaciones,1).

4346 Reflexionad bien qué es en lo que estáis pensando a todas horas. Unos piensan en los honores, otros
en el dinero, otros en la extensión de sus posesiones. Todas estas cosas están en lo bajo, y cuando el alma
se ocupa de tales cosas queda doblada de la rectitud de su estado; y como no se eleva a los deseos
celestiales, no puede mirar hacia arriba, como la mujer encorvada (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 31 sobre
los Evang. ).

4347 La oración se hace continua, como el latir del corazón, como el pulso. Sin esa presencia de Dios no
hay vida contemplativa; y sin vida contemplativa de poco vale trabajar por Cristo, porque en vano se
esfuerzan los que construyen, si Dios no sostiene la casa (cfr. Ps 126,1). (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es
Cristo que pasa,8).

4348 Y creedme, mientras pudiéredes no estéis sin tan buen amigo. Si os acostumbráis a traerle cabe vos y
El ve que lo hacéis con amor y que andáis procurando contentarle, no le podréis-como dicen-echar de vos,
no os faltará para siempre, ayudaros ha en todos vuestros trabajos, tenerle heis en todas partes; mirad que
es gran cosa un tal amigo al lado. (SANTA TERESA, Camino de perfección,26,1).

4349 Si este comportamiento es frecuente, ¡cuántos pecados se evitarian y cuántas acciones buenas se
realizarian! [. . . ]. Porque si el recuerdo de un hombre valiente y sabio nos incita a imitarlo y reprime nuestra
tendencia al mal, cuánto más nos ayudará en la oración el recuerdo de Dios, nuestro Padre, si estamos
convencidos de su presencia y de que nos escucha y nos habla. (ORIGENES, Tratado sobre la oración,8-9)

Especialmente al comenzar y al terminar el dia

4350 Del mismo modo que la pureza y la atención durante el dia preparan una noche santa, así las vigilias
nocturnas nos hacen atesorar energias para toda la jornada. (CASIANO, Instituciones,6).

4351 Oremos con acción de gracias al despuntar el nuevo dia, al salir de casa, antes de comer y después
de haber comido, a la hora de ofrecer incienso y entregarnos al descanso. Y aun en la misma cama quiero
que alternes los salmos con la oración dominical, ya antes de que el sueño domine, ya cuando despiertes,
para que el sueño te coja libre de pensamientos mundanos y ocupada en los divinos. (S. AMBROSIO, Sobre
las virgenes,3).
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4352 Antes de que amanezca el dia en el firmamento, luzca el sol de la gracia en nuestro pecho y salga de
nuestros labios la confesión del Simbolo, como signo de defensa y amparo contra los peligros que rodean la
vida. ¿Qué soldado va a la guerra sin llevar su santo y seña? (SAN AMBROSIO, Sobre las virgenes,3).

"Industrias humanas" para tener presencia de Dios

4353 Emplea esas santas "industrias humanas" que te aconsejé para no perder la presencia de Dios:
jaculatorias, actos de Amor y desagravio, comuniones espirituales, "miradas" a la imagen de Nuestra
Señora. . . (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 272).

4354 Brotarán de tu alma más actos de amor, jaculatorias, acciones de gracias, actos de desagravio,
comuniones espirituales. Y esto, mientras atiendes tus obligaciones: al descolgar el teléfono, al subir a un
medio de transporte, al cerrar o abrir una puerta, al pasar ante una iglesia, al comenzar una nueva tarea, al
realizarla y al concluirla; todo lo referirás a tu Padre Dios. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios
149).

4355 Las criaturas son como un rastro del paso de Dios. Por esta huella se rastreará su grandeza, poder,
sabiduria y todos sus atributos. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,5,3).

4356 ¡Qué felices seriamos de no tener sino a Jesús en el entendimiento, a Jesús en la memoria, a Jesús
en la voluntad, a Jesús en la imaginación! Jesús estarla por todo en nosotros, y nosotros estariamos por
todo en El. Tratemos de que sea así; pronunciémosle tan a menudo como podamos. Aunque no sea sino
tartamudeando [. . . ]. (S. FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 20,1. c. , p. 654).

4357 Rezaremos algunas preces en honor del santo Angel de la Guarda, y no dejaremos nunca de bendecir
la mesa, ni de dar gracias después de la comida, de rezar el Angelus, y el Ave Maria cuando dan las horas:
todo lo cual nos va recordando nuestro último fin, nos hace presente que en breve ya no estaremos en la
tierra, y así nos iremos desligando de ella [. . . ]. Ya veis, cuán fácil es orar constantemente, practicando lo
que hemos dicho. Esta es la manera como oraban siempre los santos. (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre la oración).

4358 No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de meterte dentro de cada Sagrario cuando divises los
muros o torres de las casas del Señor. El te espera. No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de rezar
a Maria Inmaculada una jaculatoria siquiera cuando pases junto a los lugares donde sabes que se ofende a
Cristo. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 269).

4359 Tu Crucifijo. -Por cristiano, debieras llevar siempre contigo tu Crucifijo. Y ponerlo sobre tu mesa de
trabajo. Y besarlo antes de darte al descanso y al despertar: y cuando se rebele contra tu alma el pobre
cuerpo, bésalo también. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 302).

Jaculatorias

4360 ¿Cuándo llegará la hora de su presencia? Cuando le veamos cara a cara, como dice el Apóstol; esto
es lo quc nos promete Dios como premio a nuestros trabajos. Cuando trabajas para esto lo haces: para
llegar a la visión. (S, AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 90).

4361 Ayuda para la memoria continua de Dios y el andar siempre en su presencia, el uso de aquellas
breves oraciones que S. Agustin llama jaculatorias, porque éstas guardan la casa del corazón y conservan
el calor de la devoción. (S. PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación, II,2).

4362 Se dice que los monjes de Egipto hacen frecuentes oraciones, pero muy cortas, a manera de
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jaculatorias brevísimas, para que así la atención, que es tan sumamente necesaria en la oración, se
mantenga vigilante y despierta. (S. AGUSTIN, Carta 130, a Proba).

4363 Acaecíanos estar muchos ratos tratando de esto y gustábamos de decir muchas veces: ¡Para siempre,
siempre, siempre! En pronunciar esto mucho rato era el Señor servido me quedase en esta niñez impreso el
camino de la verdad. (SANTA TERESA, Vida, I,4).

4364 En otras ocasiones nos bastarán dos o tres expresiones, lanzadas al Señor como saeta, iaculata:
jaculatorias, que aprendemos en la lectura atenta de la historia de Cristo: Domine, si vis, potes me inundare
(Mt 8,2 Mt 8,), Señor, si quieres, puedes curarme; Domine, tu omnia nosti, tu scis quia amo te (Jn 21,17),
Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo; Credo, Domine, sed aditiva incredulitatem meam (Mc 9,23),
creo, Señor, pero ayuda mi incredulidad, fortalece mi fe; Domine non sum dignus (Mt 8,8), ¡Señor, no soy
digno!; Dominus meus et Deus meus (Jn 20,28), ¡Sefior mío y Dios mío!. . . U otras frases, breves y
afectuosas, que brotan del fervor intimo del alma, y responden a una circunstancia concreta. (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,119).

La plenitud de la presencia de Dios tendrá lugar después de esta vida

4365 Yo estaré con vosotros [. . . ]. El que en la vida presente permanece con sus escogidos,
protegiéndoles, también estará con ellos después que esto haya concluido, premiándolos. (SAN BEDA, en
Catena Aurea, volt 111, pp. 432-433).

4366 Sus ovejas encontrarán pastos, porque todo aquel que le sigue con un corazón sencillo es alimentado
con un pasto siempre verde. ¿Y cuál es el pasto de estas ovejas, sino el gozo infinito de un paraiso siempre
lozano? El pasto de los elegidos es presencia del rostro de Dios, que, al ser contemplado ya sin obstáculo
alguno, sacia para siempre el espiritu con el alimento de vida. (SAN GREGORIO MAGNO Hom. 14 sobre
los Evang. ).

4367 Podemos decir que el Señor viaja con aquellos que viven dentro de la fe [. . . ], y estará con nosotros
(en este mundo) hasta que, saliendo de nuestros cuerpos, nos reunamos con El (en el cielo). (ORIGENES,
en Catena Aurea, volt 111, p. 225).

A través de la Virgen

4368 [. . . ] no nos importe repetirlo durante el dia-con el corazón, sin necesidad de palabras-pequeñas
oraciones, jaculatorias. La devoción cristiana ha reunido muchos de esos elogios encendidos en las
Letanias que acompañan al Santo Rosario. Pero cada uno es libre de aumentarlas, dirigiéndole nuevas
alabanzas, &ciéndole lo que-por un santo pudor que Ella entiende y aprueba-no nos atreveriamos a
pronunciar en voz alta. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,294).

4369 Si te acostumbras, siquiera una vez por semana, a buscar la unión con María para ir a Jesús, verás
cómo tienes más presencia de Dios. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 276).

PRIMEROS CRISTIANOS

Cómo vivian: trabajo, hospitalidad, fortaleza, cumplimiento de las leyes. . .

4370 Eso fueron los primeros cristianos, y eso hemos de ser los cristianos de hoy: sembradores de paz y de
alegría, de la paz y de la alegria que Jesús nos ha traido. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,30).

4371 T odo el que llegue a vosotros en nombre del Señor, sea recibido; luego, examinándole, le conoceréis
[. . . 1. Si el que llega es un caminante, no permanecerá entre vosotros más de dos cias o, si hubiera
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necesidad, tres. Pero si quiere establecerse entre vosotros, teniendo un of icio, que trabaje y así se
alimente. Mas si no tiene oficio, proveed según vuestra prudencia, de modo que no viva entre nosotros
ningún cristiano ocioso. Si no quiere hacerlo así, es un traficante de Cristo; estad alertas contra los tales.
(Didaché,12,1-5).

4372 Augusto, el que dio forma al imperio, no queria que se le llamase Señor, que esto es nombre de Dios.
Yo bien llamaré señor al emperador, en el sentido vulgar. . . Pero respecto a él soy libre; mi Señor es sólo
uno, el Dios omnipotente y eterno, que es también Señor del emperador. (TERTULIANO, Apologético,34).

4373 No nos basta ser justos-la justicia consiste en dar igual a los iguales-, sino que se nos propone ser
buenos y pacientes. (ATENÁGORAS, Legación,34).

4374 Habitan sus propias patrias, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, y todo lo
soportan como extranjeros. Toda tierra es para ellos patria y toda patria tierra extraña. Como todos, se
casan; como todos, engendran hijos; pero no exponen a los hijos que nacen. Ponen mesa común, pero no
lecho. Están en la carne, pero no viven según la carne. Pasan el tiempo en la tierra, pero tienen su
ciudadania en el cielo. Obedecen a las leyes establecidas, pero, con su vida, sobrepasán las leyes. (Carta a
Diogneto,5).

4375 ¿Cómo pueden ser inútiles los que viven donde vivis, comen lo mismo que coméis, usan los mismos
vestidos y todas las mismas cosas que necesitan para vivir? No somos brahmanes ni gimnosofitas indios, ni
habitantes de las selvas, ni desterrados de la vida. Somos conscientes de deber gracias al Señor Dios,
Creador: no repudiamos ningún fruto que es obra suya; lo tomamos con templanza, ni con exceso ni con
defecto. Vivimos con los demás hombres; no nos pasamos sin la plaza, la carniceria, los baños, las
tabernas, los talleres, los mesones, las ferias y los demás comercios. Con vosotros, también nosotros
navegamos, con vosotros somos soldados, labramos el campo, comerciamos, entendemos de oficios y
exponemos nuestras obras para vuestro uso. No sé cómo se puede llamar inútiles a aquellos con quienes y
de quienes vivis. (TERTULIANO Apologético,42).

Cómo vivian la caridad. Respeto mutuo

4376 Fue con amor como se abrieron paso en aquel mundo pagano y corrompido. (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Amigos de Dios,172).

4377 Esta práctica de la caridad es, sobre todo, lo que a los ojos de muchos nos imprime un sello peculiar.
Ved-dicen- cómo se aman entre si, ya que ellos se odian mutuamente. Y cómo están dispuestos a morir
unos por otros, cuando ellos están más bien preparados a matarse los unos a los otros. (TERTULIANO,
Apologético,39).

4378"Saludad a todos los santos. Todos los santos os saludan. A todos los santos que viven en Efeso. A
todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos". -¿Verdad que es conmovedor ese apelativo-
¡santos!- que empleaban los primeros fieles cristianos para denominarse entre si?

-Aprende a tratar a tus hermanos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Camino, n. 469).

Fortaleza en la fe

4379 Allí donde somos pasados a cuchillo, triunfamos; y cuando se nos lleva ante el juez quedamos en
libertad. (TERTULIANO, Apologético,50).

4380 Las cadenas, las prisiones, el exilio, el hambre, el fuego, las bestias feroces y todos los suplicios que
la crueldad de los perseguidores les ha hecho imaginar, no han podido empañar esta fe que la ascensión
del Señor al cielo aumenta vivamente y que los dones del Espíritu Santo fortifican. No solamente hombres,
-519 -

sino también mujeres, niños pequeños y muchachas han combatido por ella en todas las partes del mundo
hasta derramar su sangre. Esta fe ha puesto en fuga a los demonios, desterrado las enfermedades,
resucitado a los muertos. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 72, en la Ascensión del Señor).

4381 Palabras de Santa Inés en el momento del martirio: "No puedo cambiar mi propósito, ni quebrantar la
fe jurada al que me escogió antes de que yo lo eligiera. Y tú-dice volviéndose al verdugo-descarga el golpe
sobre mi cuello". (S. AMBROSIO, Sobre las virgenes,1).

4382 No hacían caso de los peligros ni de la muerte [. . . ], ni de su pequeño número, ni de la multitud de


sus contrarios, ni del poder, fuerza y sabiduría de sus enemigos; porque tenían fuerzas mayores que todo
eso: el poder de Aquel que había muerto en la Cruz y había resucitado. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom.
sobre S. Mateo,4).

4383 S. Policarpo, ejecutado cuando este discípulo de los Apóstoles contaba casi noventa años, le dice al
Procónsul: "Nosotros profesamos una doctrina que nos manda tributar el honor debido a los magistrados y
autoridades que están por Dios establecidas, mientras ello no vaya en detrimento de nuestra conciencia".
(Martirio de S. Policarpo, l0).

4384 (Cuenta S. Ambrosio un caso conocido por él de una joven que fue fuerte en su vocación ante la
oposición de sus padres).

Y, volviéndose a los parientes, añade: "Perdéis el tiempo brindándome un desposorio que rechazo. ¿No veis
que ya he celebrado mis bodas? Pero aunque todavia fuese libre, ¿qué esposo me ofrecéis? Yo quiero el
mejor de todos: Si el que me preparáis es rico, poderoso y de noble condición, no lo será tanto como el que
yo elegi, que en riquezas, poderío y dignidad vence a cuanto puede imaginarse en lo creado". (S.
AMBROSIO, Sobre las virgenes,1).

4385 A estos hombres, maestros de una vida santa, vino a agregarse una gran multitud de elegidos que,
habiendo sufrido muchos suplicios y tormentos, se han convertido para nosotros en un magnífico ejemplo.
Por envidia fueron perseguidas muchas mujeres que [. . . ], sufriendo graves y nefandos suplicios, corrieron
hasta el fin la ardua carrera de la fe y [. . . ] obtuvieron un premio memorable. (S. CLEMENTF ROMANO,
Carta a los Co¿ntios,5).

Se diferencian de los paganos en su modo de vida. Ejemplaridad

4386 (Los paganos) exponen a niños concebidos en casa y acogen pajaritos [. . . ]. No admiten a un hijo
huérfano y crian papagayos [. . . ]. Hacen ostentación de riqueza. Su caballo, su finca, su siervo, su oro
valen quince talentos. Ellos valen tres céntimos. (CLEMENTE DE ALEJANDRIA Pedagogo,3).

4387 (Los paganos) para ocultar la fornicación, usan medicinas mortales que acarrean la ruina total, tanto
del feto como del amor. (CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Pedagogo,2).

4388 Habita el alma en el cuerpo, pero no procede del cuerpo; así los cristianos viven en el mundo, pero no
son del mundo [. . . ]. La carne aborrece y combate al alma, sin haber recibido agravio alguno de ella,
porque no le permite gozar a su antojo de los placeres; a los cristianos les aborrece el mundo, sin haber
recibido ofensa de ellos, porque renuncian a los placeres. El alma ama la carne y a los miembros que la
aborrecen, y los cristianos aman también a quienes los odian. (Carta a Diogneto,5).

4389 Se casan como todos; como todos engendran hijos, pero no abandonan a los que les nacen. . . Están
en la carne, pero no viven según la carne. Pasan el tiempo en la tierra, pero tienen su ciudadania en el cielo.
Obedecen a las leyes establecidas, pero con su vida sobrepasan las leyes [. . . ]. Para decirlo brevemente,
lo que el alma es en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo. (Carta a Diogneto,5).
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4390 Más vale callar y ser, que hablar y no ser. Bien está enseñar, a condición de que quien enseñe haga.
Un Maestro hay que dijo y fue. Mas también lo que, callando, hizo, son obras dignas de su Padre. El que de
verdad posee la palabra de Jesús puede también escuchar su silencio, para ser perfecto. De esta manera,
según lo que habla, obra; y es conocido por lo que calla. (S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los
Efesios,15).

4391 Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni por su habla, ni por sus
costumbres: porque no habitan ciudades exclusivas suyas, ni hablan una lengua extraña, ni llevan un
género de vida distinto de los demás. Verdaderamente esta doctrina no ha sido inventada por ellos gracias
al talento y a la especulación de hombres curiosos; no profesan, como otros hacen, una enseñanza
humana. Habitando ciudades griegas o bárbaras, según la suerte que a cada uno le cupo, y adaptándose en
vestido, comida y demás género de vida a los usos o costumbres del país, dan muestra de un tenor peculiar
de conducta que es admirable y, según confesión de todos, sorprendente. (Carta a Diogneto,5).

4392 En cuanto a tributos y contribuciones, nosotros procuramos pagarlos antes que nadie a quienes
vosotros tenéis para ello ordenados por todas partes, tal como fuimos por El enseñados. Porque por aquel
tiempo se le acercaron algunos a preguntarle si había que pagar tributo al César. Y El respondió: Decidme,
¿qué efigie lleva la moneda? Ellos le dijeron: La del César. Y El les volvió a responder: Pues dad al César lo
que es del César y a Dios lo que es de Dios (Mt 22,17).

De ahi que sólo a Dios adoramos; pero, en todo lo demás, os servimos a vosotros con gusto, confesando
que sois emperadores y gobernantes de los hombres y rogando que,junto con el poder imperial, se halle
que también tengáis prudente razonamiento. (S. JUSTINO, Apologia 1,17)

Universalidad. Fuerza expansiva del cristianismo

4393 Asi como muchas veces basta una sola mala conversación para perder a una persona, no es raro
tampoco que una conversación buena la convierta o le haga evitar el pecado. ¡Cuántas veces, después de
haber conversado con alguien que nos habló del buen Dios, nos hemos sentido vivamente inclinados a El y
hemos propuesto portarnos mejor en adelante!. . . Esto es lo que multiplicaba tanto el número de los santos
en los primeros tiempos de la Iglesia: en sus conversaciones no se ocupaban de otra cosa que de Dios. Con
ello los cristianos se animaban unos a otros y conservaban el gusto y la inclinación hacia las cosas de Dios.
(SANTO CuRA DE ARS, Sermón sobre el precepto 1. ° del decálogo).

4394 Somos de ayer y ya hemos llenado el orbe y todas vuestras cosas: las ciudades, las islas, los
poblados, las villas, las aldeas, el ejército, el palácio, el senado, el foro. A vosotros sólo hemos dejado los
templos. (TERTULIANO, Apologético,37).

4395 Gritáis que ya está cercada Roma, viendo que no hay campo, ni isla, ni poblado que no esté lleno de
cristianos; os apesadumbráis, como de un gran mal, de que se pasen al cristianismo personas de todo sexo,
edad y condición, también de la nobleza. (TERTULIANO. Apologético,1).

4396 No hay raza alguna del hombre, llámese bárbaros o griegos, o con otros nombres cualesquiera, ora
habiten en casas o se llamen nómadas sin viviendas o moren en tiendas de pastores, entre los que no se
ofrezca por el nombre de Jesús crucificado oraciones y acciones de gracias al Padre y Hacedor de todas las
cosas. (JUSTINO, Diálogo con Trifón,117).

4397 Los cristianos, constantemente mortificados, se multiplican más y más. Tan importante es el puesto
que Dios les ha asignado que no les es licito desertar. (Carta a Diogneto,5).

4398 Nos hacemos más numerosos cada vez que nos cosecháis: es semilla la sangre de los cristianos.
(TERTULIANO, Apologético,50).
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4399 Todo esto, carisimos, os lo escribimos no sólo para amonestaros a vosotros, sino también para
recordárnoslo a nosotros mismos, porque hemos bajado a la misma arena y tenemos delante el mismo
combate. (S. CLEMENTE, Epistola a los Corintios,7).

4400 Nada pudo contener o menguar su empuje: ni la cólera del pueblo, ni la violencia de los tiranos, ni el
ataque de los demonios, ni los asesinatos cotidianos. Como un rio impetuoso pasaron por encima de todo lo
que estaba delante de ellos. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Juan,51).

4401 Nosotros admitimos a todos los que quieren oirnos, aunque sean viejecitas o muchachos; toda edad
es honrada por nosotros. (TACIANO Discurso 32).PROVIDENCIA

Citas de la Sagrada Escritura

Se extiende poderosa su mano del uno al otro extremo, y lo gobierna todo con suavidad. Sap 8,

Por eso os digo: no andéis preocupados por vuestra vida: qué vais a comer; O por vuestro cuerpo: con qué
os vais a vestir, En efecto, la vida vale más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido. Fijaos en los
cuervos: no siembran ni siegan, no tienen despensa y granero, pero Dios los alimenta. Cuánto mas valéis
vosotros que las aves! ¿Quién de vosotros, por más que cavile, puede añadir un codo a su estatura? Si no
podéis hacer ni lo mas pequeño, ¿por qué os preocupáis por las demás cosas? Contemplad los lirios! cómo
crecen, no se fatigan ni hilan, pero YO Os digo que ni Salomón en toda su gloria pudo vestirse como uno de
ellos. Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es v mañana se echa al horno, ¡cuánto más a
vosotros, hombres de poca re! Así, vosotros no andéis buscando qué comer o que beber, y no estéis
inquietos.

Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre que necesitáis de ellas. Buscad más
bien el Reino de Dios y su justicia, y esas cosas se os darán por añadidura. Lc 12,22-31.

Echad sobre El todos vuestros cuidados, puesto que cuida de vosotros. 1P 5,7.

Echa sobre Yavé el cuidado de ti, y El te sostendrá, pues no permitirá jamás que el justo vacile. Sg 54,23.

Dios sabe la necesidad que tenemos de las cosas; busquemos el reino de Dios y su justicia y todas las
demás cosas senos darán: Mt 6 32-33; Lc 12,31.

Dios, que provee de simiente al sembrador. os dará también pan que comer y multiplicará vuestra
sementera. 2Co. 9.

Dios dice: No te desampararé ni te abandonaré, Podemos animosamente decir: El Señor es quien me


ayuda, no temeré cosa alguna que hagan contra mi los hombres, He 13,5-6.

Pero tú, Señor de la fuerza, juzgas con benignidad, y con mucha indulgencia nos gobiernas. pues tienes el
poder en la mano. Sg 2,13-18.

cuando os entreguen, no os preocupe como o qué hablaréis, porque seos dará en aquella hora lo que
debéis decir.

El ha hecho al pequeño y al grande y cuida igualmente de todos. Sg 6,8.

Todo lo dispusiste con medida numero y peso Sg 2,21.

Uno se dispone a navegar, se dispone a atravesar por las furiosas ondas e invoca a un leño mas frágil que
la nave que le lleva. Pues esta fue inventada por la codicia del lucro y fabricada con sabiduría por un artífice.
Pero tu providencia Padre la gobierna porque tu preparaste un camino en el mar, y en las ondas senda
segura Sg 14,1-3.

Eles quien da a todos la' vida, el aliento v todas las cosas. Ac 7,25.

Gobierno y conservación de todas las cosas por Dios


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4402 Providencia es, también la voluntad de Dios que imprime a cada cosa a dirección que le corresponde
Y si la providencia divina es voluntad todo lo que sucede providencialmente ha de ser en extremo excelente,
y digno de Dios, y tiene que suceder del mejor modo posible (San Juan Damasceno, Sobre la fe ortodoxa 2)

4403 A todas las cosas ya través de ellas, a cada una en particular y a todas en general, es El quien les
otorga y conserva la

vida. (S. ATANASIO. Disertación contra los gentiles).

4404 La Providencia no es otra cosa que el acto por el que Dios quiere proporcionar a los hombres los
recursos necesarios y útiles para conseguir su ñn. (S. FRANCISCO DE SALES. Trat del amor a Dios, II,3).

4405 Así como el músico, con la lira bien templada, ejecuta una armonía, combinando con los recursos del
arte los sonidos graves con los agudos y los intermedios, así también la sabiduría de Dios, teniendo en sus
manos el universo como una lira, une ¡as cosas gobernándolas con su voluntad y beneplácito. (S.
ATANASIO. Disertación contra los gentiles).

4406 En cuanto a ja ejecución de ese plan, Dios gobierna unas cosas mediante otras. (SANTO TOMÁS.
Suma Teológica,1, q. 103, a. 6 e).

4407 Cuando un carpintero hace una silla y la deja, la silla continúa existiendo; ¿por qué? Porque el material
del que está hecha conserva la forma que le ha dado. En otras palabras, cuando alguien que hace algo lo
deja, se mantiene en la existencia gracias al material del que está hecho. Pero si Dios, habiéndonos hecho,
nos abandonase, ¿podría mantenernos en la existencia el material del que estamos hechos, que es la
nada?

Esta es la verdad acerca del Universo en su totalidad y en cada una de sus partes (incluidos nosotros). A
menos que Dios no lo mantenga en la existencia momento a momento, dejarla de existir sin más. (F. J.
SHEED, Teología para todos, p. 73).

4408 A la luz de las palabras de Dios,1qué pequeños resultan los designios humanos cuando intentan
alterar lo que Nuestro Señor ha establecido! (J, Escrivá de Balaguer. Hom. El fin sobrenatural de la Iglesia, l
c. ).

4409 La Providencia todo lo abarca, reina sobre todo y todo lo encamina a su gloria. Hay sin duda casos
Fortuitos y accidentes inesperados; pero sólo respecto de nosotros, pues están presentes, y muy presentes,
ante la Providencia divina, que los prevé y ordena al bien común del Universo, (S. FRANCISCO DE SALES
Trat. del amor a Dios, TI,3).

Para los que aman a Dios, todo es para su bien

4410 Dios endereza absolutamente todas las cosas para su provecho, de suerte que aun a los que se
desvían y extralimitan, les hace progresar en la virtud, porque se vuelven más humildes y experimentados.
(S. AGUSTIN, Sobre la conversión y la gracia,30).

4411 Debemos creer firmemente dos cosas. Ante todo, que nadie es tentado sin permisión de Dios. Luego,
que todo cuanto nos viene departe de Dios y que al pronto nos parece próspero o adverso, nos es enviado
por un padre lleno de ternura y por el más sabio de los médicos, con miras a nuestro propio bien.
(CASIANO, Colaciones,7).
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4412 El sabe ciertamente que con frecuencia nuestros sufrimientos son un instrumento de salvación. S.
GREGORIO NAC, Disertación 7).

4413 Fulano cometió y se hizo deudor de muchas maldades; Mengano cometió pocas, por la asistencia de
Dios. Al mismo que aquél atribuye el perdón de lo cometido, atribuye éste lo que no cometió. Tú no fuiste
adúltero en aquella tu vida pasada, llena de ignorancia, ajeno a la iluminación bautismal, sin distinguir el
bien y el mal, sin creer todavía en Aquel Que te iba a la mano sin tú saberlo. Esto es lo que te dice el Señor:
<(Te gobernaba para mi, te guardaba para mi. Te faltó un mal consejero para que no fueras adúltero; yo hice
que te faltara. Te faltó lugar y tiempo; yo hice que no los tuvieras. No te faltó un mal consejero, ni el lugar ni
la ocasión, para que tú no consintieras; yo atemoricé tu conciencia". Reconoce, pues, la gracia de Aquel a
quien debes la preservación de los pecados no cometidos. (S. AGUSTIN, Sermón 99).

Confianza en la divina Providencia

4414 Les ocurre lo que al que no sabe medicina y ve al médico recetar a un enfermo agua y a otro vino,
según sus conocimientos le sugieren; al no saber medicina, pensará que hace al azar lo que dispone con
conocimiento de causa, dando vino al segundo y agua al primero.

As pasa con respecto a Dios. El, con conocimiento de causa y según su providencia, dispone las cosas que
necesitan los hombres: aflige a algunos que son buenos, y deja vivir en prosperidad a otros que son malos.
(SANTO TOMÁS

Sobre el Credo,1, l. c. , p. 35).

4415 La historia no está sometida a fuerzas ciegas ni es el resultado del acaso, sino que es la manifestación
de las misericordias de Dios Padre. Los pensamientos de Dios están por encima de nuestros pensamientos,
dice la Escritura (cfr. 15 55,8; Ron; 1,33); por eso, confiar en el Señor quiere decir tener fe a pesar de los
pesares, yendo más allá de las apariencias. La caridad de Dios que nos ama eternamente está detrás de
cada acontecimiento, aunque de una manera a veces oculta para nosotros.

Cuando el cristiano vive de fe -con una fe que no sea mera palabra, sino realidad de oración personal-, la
seguridad del amor divino se manifiesta en alegría, en libertad interior. Esos nudos que atenazan aveces el
corazón, esos pesos que aplastan el alma, se rompen y se disuelven. Si

Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros? (1Co 8,31). Y la sonrisa viene en seguida a los labios. Un
hijo de Dios, un cristiano que viva de fe, puede sufrir y llorar. puede tener motivos para dolerse; pero, para
estar triste, no. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Hom. Las riquezas de la fe).

4416 Por lo demás, conviene que creamos con una fe incondicional que nada acontece en el mundo sin la
intervención de Dios. Debemos reconocer, en efecto, que todo sucede o por su voluntad o por su permisión.
El bien, por su voluntad y mediante su ayuda; el mal por su permisión. (CASIANO. Colaciones,3,20).

4417 Cualquier cosa que te suceda recíbela como un bien, consciente de que nada pasa sin que Dios lo
haya dispuesto.

(Epístola de Bernabé,19).

4418 Si viviéramos más confiados en la Providencia divina, seguros con fe recia!- de esta protección diaria
que nunca nos falta, cuántas preocupaciones o inquietudes nos ahorraríamos. Desaparecerían tantos
desasosiegos que, con frase de Jesús, son propios de los paganos, de los hombres mundanos (Le 12,30),
de las personas Que carecen de sentido sobrenatural. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,1)

4419 Ahora nos mueve a una confianza firme e inquebrantable con el ejemplo de as aves, diciendo: mirad
los cuervos, que no siembran ni siegan (esto es, para tener que comer), los cuales no tienen despensa ni
granero (esto es, para conservar), y Dios las alimenta. Pues, ¡cuánto más no valéis vosotros que ellos!. . .
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(S. CIRILO en Catena Aurea, vol, VI, p. 88)

4420 Confiad a lo más secreto de la Providencia divina las molestias que encontréis y creed firmemente que
Dios os conducirá con dulzura, por lo que hace a vuestra vida y a vuestros asuntos.

Los pastores de Arabia, cuando ven que relampaguea y truena y el espacio se carga de rayos, se retiran
con sus rebaños bajo los copudos laureles. Cuando las persecuciones o contrariedades amenacen,
retirémonos con todos nuestros afectos al amparo de la cruz. (S. FRANCISCO DE SALES. Epistolario,
fragm. 72, I. c. , p. 706).

PRUDENCIA

Citas de la sagrada Escritura

Donde no hay gobierno el pueblo va a la ruina, en la abundancia del consejo está la salvación. Pr II,14.

Con la sabiduría se edifica la casa y con la prudencia se afirma. Pr 24,3.

Hace más el sabio que el valiente, el hombre de ciencia más que el fuerte. Pr 24, S.

Mejor adquirir sabiduría; no la olvides, no te apartes de los dichos de mi boca. Pr 28,1S.

Fuente de vida es la cordura para quien la tiene, y es castigo leí necio la necedad. Pr 16,22.

Pues la prudencia vale más que las perlas, y cuanto hay de codiciable no puede comparársele. Pr 8, II.

El corazón de sabio hace prudente su boca, y sobre sus labios crece la persuasión. Pr 16. 23.

Objeto y fin de la prudencia

El fin de todas las cosas se va acercando; por tanto, sed prudentes y velad en oración. 1P 4,7.

Los hijos de este siglo son en sus negocios más prudentes que los hijos de la luz. Lc 16,8.

Por las riquezas de su gracia, que con abundancia ha derramado sobre nosotros, nos ha colmado de toda
sabiduria y prudencia. Ep 1,

7-8.

No queráis juzgar por las apariencias, sino juzgad por un juicio recto. Jn 7,24.

Si nos juzgáramos rectamente, no seríamos juzgados. 1Co 11,31.

Mirad, hermanos, que andéis con gran circunspección: no como necios, sino como prudentes; recobrando el
tiempo, porque los días son malos. Ep 5,15-16.

Mientras tenemos tiempo obremos bien. Gil 6,10; porque la escena de este mundo pasa. 1Co 7,31.

La prudencia de la carne es muerte, mientras que la prudencia del espíritu es vida y paz. Rm 8,6.

Así está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la prudencia de los prudentes. 1Co 1,19.

Os envío como ovejas en medio de los lobos; sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos corno
palomas. Jc 10,16.

Traza el corazón del hombre sus caminos, pero es Yavé quien dirige sus pasos. Pr 16,9.

4421 Entre los pecados, ni uno solo hay que no conspire contra esta virtud. La injusticia, la cobardía y la
intemperancia se oponen primero, en electo, a las virtudes de justicia, fortaleza y templanza; pero, en
definitiva, a través de ellas se oponen a la prudencia. Todo pecador es imprudente.
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La prudencia es, por tanto, causa, raíz, "madre", medida9 ejemplo, guía y razón formal de las virtudes
morales; en todas esas virtudes influye, sin excepción, suministrando a cada una el complemento que le
permite el logro de su propia esencia; y todas participan de ella, alcanzando, merced a tal participación, el
rango de virtud (J. Pieper, Las virtudes fundamentales, p. 39).

4422 La prudencia constituye la llave para la realización de la fundamental tarea que cada uno de nosotros
ha recibido de Dios. (JUAN PABLO II, Sobre la prudencia,25-X-78).

4423 Las acciones particulares, cuya dirección compete a la prudencia, distan mucho de ser
inmediatamente inteligibles. Y tanto mas cuanto más inciertas e indeterminadas son la prudencia necesita
del buen razonamiento del hombre para poder aplicar rectamente los principios universales a los casos
particulares, que son variados e inciertos. (SANTO TOMAS Suma Teológica,2-2, q. 49, a. 6)

4424 El primer paso de la prudencia es el reconocimiento de la propia limitación: la virtud de la humildad.


Admitir, en determinadas cuestiones, que no llegamos a todo, que no podemos abarcar, en tantos casos,
circunstancias que es preciso no perder de vista a la hora de enjuiciar. Por eso acudimos a un consejero;
pero no a uno cualquiera, sino a uno capacitado y animado por nuestros mismos deseos sinceros de amar a
Dios, de seguirle fielmente. No basta solicitar un parecer; hemos de dirigirnos a quien pueda dárnoslo
desinteresado y recto.

Después es necesario juzgar, porque la prudencia exige ordinariamente una determinación pronta,
oportuna. Si a veces es prudente retrasar la decisión hasta que se completen todos los elementos de juicio,
en otras ocasiones seria gran imprudencia no comenzar a poner por obra, cuanto antes, lo que vemos que
se debe hacer; especialmente cuando está en juego el bien de los demás. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER
Amigos de Dios,86).

4425 (A ella se opone la negligencia, o falta de solicitud debida, que procede de cierta desidia de la
voluntad), lo cual impide que el entendimiento sca impulsado y movido a imperar lo que debe o en la forma
que debe. (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 54, a. 3).

4426 La prudencia es, en palabras de Paul Claudel (Cinq Grandes Odes), la "inteligente proa" de nuestra
esencia, que en medio de la multiplicidad de lo finito, pone rumbo a la perfección (J. PIEPER, Las virtudes
fundamentales. , p 57).

4427 Esta virtud cordial es indispensable en el cristiano; pero las últimas metas de la prudencia no son la
concordia social o la tranquilidad de no provocar fricciones. El motivo fundamental es el cumplimiento de la
Voluntad de Dios, que nos quiere sencillos, pero no pueriles; amigos de la verdad, pero nunca aturdidos o
ligeros. El corazón prudente poseerá la ciencia (Pr 18, ¡5); y esa ciencia es la del amor de Dios, el saber
definitivo, el que puede salvarnos [. . . ]. (J. ESCRIVÁ DL RLAGLER, Amigos de Dios,88).

4428 Veamos cuál es la prudencia que exige el Señor. Como serpientes -dice-. Así como a la serpiente no le
importa perderlo todo, aunque sea seccionando su cuerpo, con tal de conservar la cabeza, así también tú
-dice- debes estar dispuesto a perderlo todo, tu dinero, tu cuerpo y aun la misma vida, con tal que conserves
la fe. La fe es la cabeza y la raíz; si la conservas, aunque pierdas todo lo demás, lo recuperarás luego con
creces. (S. JUAN CRISOSTOMO. Hom. sobre s. Mareo,33)

4429 ¿Soy prudente? ¿Vivo consecuente y responsablemente? El programa que realizo, ¿sirve para el bien
verdadero? ¿Sirve para la salvación que quiere para nosotros Cristo y la Iglesia? Si hoy me escucha un
estudiante o una estudiante, un hijo o una hija, contemple, bajo esta luz, sus propias tareas de la escuela,
las lecturas, los intereses, los pasatiempos, el ambiente de los amigos y amigas. Si me escucha un padre o
una madre de familia, piense un poco en sus compromisos conyugales y de padre. Si me escucha un
ministro o un hombre de Estado, mire el abanico de sus deberes y de sus responsabilidades. ¿Busca él el
verdadero bien de la sociedad, de la nación, de la humanidad? ¿O sólo intereses particulares o parciales?
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Si me escucha un periodista, un publicista, un hombre que ejerce influencia sobre la opinión pública,
reflexione sobre el valor y sobre el fin de esta influencia. (JUAN PABlO II, Sobre la prudencia,25-X-1978).

Contar con el juicio de los demás. Petición de consejo

4430 El tratar de lo particular y contingente exige, para conocer algo con certeza, tener en cuenta muchas
condiciones y circunstancias, difícilmente observables por uno solo, que pueden en cambio ser percibidas
con más seguridad por varios. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 47, a. 15).

4431 Incluso es una nota de excelencia contar con otras personas que puedan ayudarnos. (SANTO
TOMÁS, Suma Teológica, q. 129, a. 9).

4432 Mas adonde hay necesidad, puédense mal tomar los consejos si no dan remedio. (SANTA TERESA
Fundaciones,19,8).

4433 En lo que atañe a la prudencia, nadie hay que se baste siempre a si mismo, es necesario contar con la
ayuda de otras personas antes de tomar nuestras decisiones personales. (SANTO TOMÁS. . Suma
Teológica,2-2, q. 49, a. 3).

4434 El hombre necesita aconsejarse cuando está atribulado, como precisa el enfermo la orientación de los
médicos. Por consiguiente, estando enfermos todos por el pecado, hemos de pedir consejo para curarnos.
(SANTO TOMAS> Sobre el Padrenuestro, l. c. ,153)

Vigilancia diligente

4435 La prudencia está en guardia y en vigilancia diligente, no sea que, insinuándose poco a poco una mala
inclinación, nos engañemos y caigamos. (S. ACLSTIN, Sobre el Sermón de la 2ña. 24. >

4436 Asi que aunque más gustos y prendas de amor el Señor os dé, nunca andéis tan seguras que dejéis
de temer -que podéis tornar a caer- y guardaos de las ocasiones. (SANTA TURÍSA> Camino de
perfección,39,6).

4437 Asi como es propio de la previsión descubrir lo que es de suyo conveniente para cl fin, la
circunspección considera si ello es conveniente a ese fin, dadas las actuales circunstancias. (SANTO
TOMAS> Suma Teológica,2-2, q. 49, a. 8).

Manifestaciones de esta virtud

4438 Por la prudencia el hombre es audaz, sin insensatez; no excusa, por ocultas razones de comodidad, el
esfuerzo necesario para vivir plenamente según los designios de Dios. La templanza del prudente no es
insensibilidad ni misantropia; su justicia no es dureza; su paciencia no es servilismo. (J. ESCRiVÁ [)L
BALAGLER. Amigas de Dios,87).

4439 De nada vale que el carro sea sólido y la cuadriga bien adiestrada si el cochero o auriga va loco. ¿De
qué vale una nave muy bien construida si cl piloto va borracho? (S. GREGORIO DE NISA> Sobre los que
han de ser amados, discurso 1).

4440 [. . . ]. Una manifestación clara de prudencia consistirá en

poner el remedio oportuno, a fondo, con caridad y con fortaleza, con sinceridad. No caben las inhibiciones.
Es equivocado pensar que con omisiones o con retrasos se resuelven los problemas. La prudencia exige
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que, siempre que la situación lo requiere emplee la medicina, totalmente y sin paliativos [. . . ]. (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER Amigos de Dios,157).

4441 No es prudente cl que no se equivoca nunca, sino el que sabe rectificar sus errores. Es prudente
porque prefiere no acertar veinte veces, antes que dejarse llevar de un cómodo abstencionismo. No obra
con alocada precipitación o con absurda temeridad, pero se asume el riesgo de sus decisiones, y no
renuncia a conseguir el bien por miedo a no acertar. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,88).

Prudencia en las lecturas y al exponer o recibir la doctrina

4442 Es buena garantía de salvación saber de quién se ha de huir. (Se refiere a los falsos doctores, que
enseñan su propia doctrina y no la de Cristo). (S. JUAN CRISÓSTOMO. en Catena Aurea, vol. 1, PP. 440-
441).

4443 Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros disfrazados con piel de oveja. . . Ninguna cosa
hace tan o daño al bien como la ficción: las Ovejas son los cristianos y la piel de oveja es una especie de
cristiandad y de religión fingida. (S. JUAN CRISOSTOMO, en Carena Aurea, vol. 1p 441).

4444 Debéis, pues, vosotros seguir al detalle el ejemplo de las abejas. Porque éstas no se paran en
cualquier flor ni se esfuerzan por llevarse todo de las flores en las que posan su vuelo, sino que una vez que
han tomado lo conveniente para su intento, lo demás lo dejan en paz.

También nosotros, si somos prudentes, extrayendo de estos autores lo que nos convenga y más se parezca
a la verdad, dejaremos lo restante, de la misma manera que al coger la flor del rosal esquivamos las
espinas, as al pretender sacar el mayor fruto posible de tales escritos, tendremos cuidado con lo que pueda
perjudicar los intereses del alma. (S. BASILIO, Discurso a los jóvenes).

4445 Debemos precavernos no sea que, tendiendo a la sabiduría, que sólo puede hallarse en Cristo, en
quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia> seamos engañados, con cl
nombre mismo de Cristo, por los herejes o por quienes entienden mal la verdad, y por los amadores de este
mundo. (S. AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).

4446 En la selección de las publicaciones destinadas a la venta os guien, pues, las sanas máximas que os
son muy conocidas, anticipando de este modo con un autoexamen, digno de personas respetuosas de la
verdad y de la honestidad [. . . ]. Asi, además, vosotros mismos atendéis directamente a la venta, tanto más
vuestra honorabilidad, vuestro sentido cívico, pero, sobre todo, la caridad hacia el prójimo, particularmente
hacia la juventud, os hará rehuir toda difusión clandestina de publicaciones nocivas y corruptoras de las
buenas costumbres. El pretexto de que otros lo hagan seria demásiado débil excusa para disculpar a quien
se hiciese cómplice de tan gran mal. (Pío XII, Abc. 2-lo-1958).

4447 El escuchar las palabras de los perversos (se refiere a los libros de autores gentiles) es un camino
para llegar a los hechos. Por eso, con todo cuidado debemos guardar nuestra alma, no sea que a través de
un estilo o palabras agradables, sin sentirlo, admitamos algo peor, como los que toman veneno mezclado
con miel. (S. BASILIO. Discurso a los jóvenes).

4448 No hemos de admitir y aceptar todo sin más ni más (de los libros o autores gentiles), sino lo que nos
sea útil. Pues no podemos apartar lo dañoso tratándose de alimentos, y no tener cuenta alguna con las
lecturas, que alimentan el alma, y lanzarse a cualquier cosa que se presente, como el torrente que arrastra
consigo lo que encuentra. (S. BASILIO, Discurso a los jóvenes).

4449 No es fácil dar para todos una norma común, sino que 4449 cuando os relatan hazañas, proezas y
dichos de los héroes, debéis esforzaros por aceptarlo con afecto y tratar de imitarles e intentar con todo
ahinco ser como ellos; pero cuando se trate de hombres perversos, entonces es necesario huir de imitarles,
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dejar su ejemplo, tapándonos los oídos con no menos precaución de la que dicen que tuvo Ulises al huir del
canto de las sirenas. (S. BASILIO, Discurso

a los jóvenes).

Prudencia de quien es constituido "buen pastor"

4450 No sólo manda el Señor a sus discípulos que busquen para su hospedaje personas dignas, sino que
les prohíbe andar de casa en casa: primero, para no ofender a quien los recibiera en la suya; y luego,
porque no cobren fama de glotones y amigos de pasarlo bien [. . . . ¿Veis cómo de este modo atendió el
Señor al prestigio de sus apóstolcs y cómo animó a quienes los recibieran? (S. jtjAN CRISÓsTOMO.

ibm. sobre S. Mareo,32).

4451 Para curar una herida, primero se limpia bien, también alrededor, desde bastante distancia. De sobra
sabe el cirujano que duele; pero, si omite esa operación, más dolerá después. Además, se pone enseguida
el desinfectante: escuece -pica, decimos en mi tierra-, mortifica, y no cabe otro remedio que usarlo, para que
la haga no se infecte. Si para la salud corporal es obvio que se han de adoptar estas medidas, aunque sc
trate de escoriaciones de poca categoria, en las cosas grandes de la salud del alma -en los puntos
neurálgicos de la vida de un hombre-, ¡fijaos si habrá que lavar, si habrá que sajar, si habrá que pulir, si
habrá que desinfectar, si habrá que sufrir! La prudencia nos exige intervenir de este modo y no rehuir el
deber, porque soslayarlo demostraría una falta de consideración, e incluso un atentado grave contra la
justicia y contra la fortaleza. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,161.

4452 El pastor debe saber guardar silencio con discreción y hablar cuando es útil, de tal modo que nunca
diga lo que se debe callar ni deje de decir aquello que hay que manifestar. (S. GRFGORIO MAGNO, Regla
pastora¿,2>.

4453 [. . . ] la virtud de la prudencia resulta imprescindible a cualquiera que se halle en situación de dar
criterio, de fortalecer, de corregir, de encender, de alentar. (J. ESCPIVÁ DE BALAGVFR, Amigos de
Dios,155>.

La falsa prudencia

4454 El hombre prudente, que se afana por todo lo que es verdaderamente bueno, se esfuerza por medir
todo asunto, toda situación su obrar todo, según el metro del bien moral. Pues no es prudente, como se
pretende con frecuencia, el que sabe situarse en la vida y sacar de ella el mayor provecho, sino el que sabe
construir su vida según la voz de la recta conciencia y según las exigencias de la justa moral.

(JUAN PABLO II, Sobre la prudencia,25-X-l 978).

4455 No me gusta tanto eufemismo: a la cobardia la llamáis prudencia. -Y vuestra "prudencia" es ocasión de
que los enemigos de Dios, vacio de ideas el cerebro, se den tono de sabios y escalen puestos que nunca
debieran escalar. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 35).

Prudencia para no alabar lo que puede causar daño en las almas

4456 No alabaremos a los poetas cuando insultan y escarnecen, ni cuando relatan escenas de amores
lujuriosos y de embriagueces, ni cuando fijan la felicidad en una mesa bien surtida con canciones disolutas.
(S. BASII. IO, Discurso a ¿os jóvenes)

4457 Servir de altavoz al enemigo es una idiotez soberana; y, SL el enemigo es enemigo de Dios, es un
gran pecado.
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-Por eso, en el terreno profesional, nunca alabare la ciencia de quien se sirve de ella como cátedra para
atacar a la Iglesia. (3. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Camino, n. 836).

PURGATORIO

Citas de ¡a Sagrada Escritura

(Judas Macabeo) mandó hacer una colecta en las filas, recogiendo hasta dos mil dracmas, que envió a
Jerusalén para ofrecer sacrificios por los pecados [. . . ] Obra santa y piadosa es orar por los muertos. Por
eso hizo que fuesen expiados los difuntos: para que fuesen absueltos de los pecados. 2M 12, 43-46.

En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo. Mt 5,26.

Con las riquezas injustas haceos amigos para que, cuando éstas falten, os reciban en los eternos
tabernáculos. Lc 16,9.

llaz gracia a todo viviente, y al muerto no le niegues tu benevolencia. Si 7,37.

Y sucederá que en toda la tierra serán exterminados los dos tercios, y perecerán, pero será preservado un
tercio. Yo pondré al fuego este tercio, y lo fundiré como se funde la plata, y lo acrisolaré como se acrisola el
oro. Za 13,9.

1. . . ] y luego enseguida vendrá a su templo el Señor, a quien buscáis, y el Angel de la alianza que deseáis.
Ile aquí que llega dice Yahvé de los ejércitos, y ¿quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién podrá
mantenerse firme cuando aparezca? Porque será como fuego de fundidor y como lejía de batanero, y se
pondrá a fundir y a depurar la plata y a purificar a los hijos de Levi, y los acrisolará como al oro y a la plata 1.
. . ] Mal 3, 1-3.

Y serán encerrados presos en la mazmorra, encarcelados en la prisión, y después de muchos días serán
visitados. 15 24,22.

Habré de soportar la ira de Yahvé, porque pequé contra El, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia.
Miq 7,9.

Saca mi alma de la cárcel para que pueda alabar tu nombre. Mc rodearán los justos en corona cuando te
hayas mostrado propicio hacia mi. Ps 141,8.

Lugar de purificación

4458 Sucede que algunos mueren sin haber podido satisfacer totalmente la penitencia debida por sus
pecados, de los que ya se han arrepentido. No es congruente con la divina justicia que no satisfagan [. . . ].
Asi, pues, padecen esta pena después de la muerte, pero no en el infierno, en el cual padecen los hombres
por sus pecados mortales, ya que sus pecados mortales han sido perdonados por la penitencia [. . . J. Es
necesario, pues, admitir que existen penas temporales y purgatorias después de esta vida y antes del juicio
final. (SANTO TOMÁS, De rationibus fidel, n. 101 0).

4459 De los principios que hemos expuesto puede deducirse fácilmente la existencia del purgatorio. Porque
si es verdad que la contrición borra los pecados, no quita todo el resto de la pena que por ellos se debe; ni
tampoco se perdonan siempre los pecados veniales, aunque desaparezcan los pecados mortales. Ahora
bien, la justicia de Dios exige que una pena proporcional restablezca el orden perturbado por el pecado.
Luego hay que concluir que todo aquel que muera contrito y absuelto de sus pecados, pero sin haber
satisfecho plenamente por ellos a la divina justicia, debe ser castigado en la otra vida. Negar el purgatorio
es, pues, blasfemar contra la justicia divina. Es, pues, un error, y un error contra la fe. (SANTO TOMAS,
Suma Teológica, Supí. , q. 71, a. 1).

4460 El alma justa, al salir de su cuerpo, viendo en si misma alguna cosa que empaña su inocencia primitiva
y se opone a su unión con Dios, experimenta una aflicción incomparable; y como sabe muy bien que este
impedimento no puede ser destruido sino por el fuego del purgatorio, se baja allí de repente y con plena
voluntad [. . . ]. Sabiendo que el purgatorio es el baño destinado a lavar estas especies de manchas, corre
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allá [. . . J, pensando mucho menos en los dolores que le esperan que en la dicha de encontrar allí su
primitiva pureza. (SANTA CATALINA DE GE NOVA, Trat. del Purgatorio, n. 12).

4461 Definimos con autoridad apostólica: que, según la común ordenación de Dios, las almas de todos los
santos que salieron de este mundo [. . . ], en las que no había nada que purgar 1. . . ] o en las que hubo o
habrá algo purgable, cuando después de su muerte se hubieren purgado 1. . ] estuvieron, están y estarán
en el cielo. (BENEDICTO XII, Const. dogm. Benedictus Deus, Denz Sch. DS 1000).

4462 Si alguien dijere que después de recibida la gracia de la justificación de tal manera se le perdona la
culpa y se le borra el resto de pena eterna a cualquier pecador arrepentido, que no queda reato alguno de
pena temporal que haya de pagarse en este mundo, o en el otro en el purgatorio antes de que pueda abrirse
la entrada en el reino de los cielos, sea anatema. (CONC. DE TRENTO, Denz Sch. DS 1 580).

4463 Se ha de tener en cuenta que, por parte de los buenos, puede haber algún impedimento para que sus
almas reciban, una vez salidas del cuerpo, el último premio consistente en la visión de Dios. Efectivamente,
la criatura racional no puede ser elevada a dicha vísión, sí no esta totalmente purificada 1. . . J. Pero a
veces acontece que tal purificación no se realiza totalmente en esta vida, permaneciendo el hombre deudor
de la pena, ya por alguna negligencia [. . . ] o también porque es sorprendido por la muerte. Mas no por eso
merece ser excluido totalmente del premio, porque pueden darse tales cosas sin pecado mortal, que es el
único que quita la caridad [. . . J. Luego es preciso que sean purgadas después de esta vida antes de
alcanzar el premio final. (SANTO TOMÁS, Suma contra gentiles,4,91).

Los sufragios en favor de las almas del Purgatorio

4464 Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos [. . . ] es una costumbre observada en el mundo
entero. Por eso creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la
Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles
difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofreceria por ellas el sacrificio a Dios. (S. ISIDORO DE
SEVILLA, Sobre los oficios eclesiásticos,1).

4465 Pensemos en procurarles algún alivio del modo que podamos [. . . ]. ¿Cómo? Haciendo oración por
ellos y pidiendo a otros que también oren [. . . ]. Porque no sin razón fueron establecidas por los apóstoles
mismos estas leyes; digo el que en medio de los venerandos misterios se haga memoria de los que
murieron [. . . ]. Bien sabían ellos que de esto sacan los difuntos gran provecho y utilidad [. . . ](S. JUAN
CRISÓSTOMO. Hom. sobre la Epistola a los Filipenses,3).

4466 El Concilío propone a los ortodoxos la siguiente profesión de fe para su vuelta a la Iglesia Católica:
"Creemos (. . . ] que los que verdaderamente arrepentidos murieron en caridad antes de haber satisfecho
con frutos dignos de penitencia por los pecados de comisión y omisión, sus almas son purificadas después
de la muerte con penas purgatorias [. . . ], y para aliviar estas penas les aprovechan los sufragios de los
fieles vivos, es decir, el sacrificio de la Misa, las oraciones, limosnas y otras obras de piedad que, según las
leyes de la Iglesia, han acostumbrado hacer unos fieles por otros". (CONC. II DE LYON, Denz Sch. DS
856).

4467 [. . . ] algunos entre 105 discípulos (de Cristo) peregrinan en la tierra, otros, ya difuntos, se purifican,
mientras otros son glorificados contemplando claramente al mismo Dios, Uno y Trino, tal cual es; todos,
aunque en grado y forma distintos, estamos unidos en fraterna caridad y cantamos el mismo himno de gloria
a nuestro Dios [. . . ]. Asi que la unión de los peregrinos con los que durmieron en la paz de Cristo de
ninguna manera se interrumpe, antes bien, según la constante fe de la Iglesia, se fortalece con la
comunicación de los bienes espirituales [. . . ]. La Iglesia de los peregrinos, desde los primeros tiempos del
cristianismo, tuvo perfecto conocimiento de esta comunión de todo el cuerpo místico de Jesucristo y así
conservó con gran piedad el recuerdo de los difuntos y ofreció sufragio por ellos, porque santo y saludable
es el pensamiento de orar por los difuntos para que queden libres de sus pecados (2Mc 12,46). (CONC.
VAT. II, Const. Lumen gentium, LG 49-50).
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En esta vida podemos purificarnos

4468 Lo que ha de llenarse ha de empezar por estar vacío. Has de llenarte del bien, comienza por echar
fuera el mal. Imagina que Dios te quiere hacer rebosar de miel: sí estás lleno de vinagre, ¿dónde va a
depositar la miel? Primero hay que vaciar lo que contenía el recipiente: hay que limpiar el mismo vaso; hay
que limpiarlo, aunque sea con esfuerzo, a fuerza de frotarlo, para que sea capaz de recibir esta realidad
misteriosa (S. AGUSTtN, Trat. sobre la 1. a Epístola de S. Juan,4).

4469 (Dios permite las humillaciones de algunos para que sus almas) estén del todo purificadas al poner el
píe en el umbral de la otra vida, o por lo menos no tengan que sufrir más que una pena muy leve.
(CASIANO, Colaciones,7).

4470 Esforcémonos por hacer penitencia en esta vida. ¡Qué dulce será la muerte de quien de todos sus
pecados la tiene hecha, y no ha de ir al Purgatorio! (SANTA TERESA, Camino de perfección,40,9).

4471 Mejor es purgar ahora los pecados y vicios que dejarlos para el purgatorio. (Imitación de Cristo,1,24,3).

Las penas del Purgatorio

4472 (Estas penas son) tan intensas que la pena mínima del purgatorio excede a la mayor de esta vida.
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica, Supí. , q. 71, a. 3).

4473 (Es doctrina común que existe pena de daño y de sentido). La pena de daño consiste en que se les
retrasa la visión de Dios. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, Supí. , q. 71, a. 2).

4474 En aquello que peca el hombre principalmente, será más gravemente punido. Allí los perezosos serán
pungidos con aguijones ardiendo, los golosos serán atormentados con gravísima hambre y sed, los
lujuriosos y amadores de deleites serán envestidos en pez y azufre ardiendo, los envidiosos aullarán con
dolor como perros rabiosos.

No hay vicio que no tenga su propio tormento. Allí los soberbios serán llenos de toda confusión, los avaros
serán puestos en miserable necesidad. Allí más grave será pasar una hora de pena que aquí cien años de
penitencia amarga. (Imitación de Cristo 1,24,4).

Devoción a las almas del Purgatorio

4475 Las ánimas benditas del purgatorio. -Por caridad, por justicia, y por un egoísmo disculpable -¡pueden
tanto delante de Dios!- tenlas muy en cuenta en tus sacrificios y en tu oración. Ojalá, cuando las nombres,
puedas decir: "Mis buenas amigas las almas del purgatorio. . . ". (J. Es CRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n.
571).

4476 Encomendémosle nuestras vidas y las de aquellos que, habiendo vívido en otro tiempo con nosotros,
nos han precedido, ya en la morada eterna. (S. GREGORIO DE NACIANCENO, Disertación 7).

PURIFICACION

Citas de la Sagrada Escritura

[. . . ] Jesucristo, el testigo veraz, el primogénito de los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. El que
nos ama, y nos ha absuelto de nuestros pecados por la virtud de su sangre. Ap 1, S.

Le respondí: Señor mío, eso tú lo sabes. Y me replicó: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y
lavaron sus túnicas y las blanquearon en la sangre del Cordero. Ap 7,14.
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Bienaventurados los que lavan sus túnicas para tener derecho al árbol de la vida y a entrar por las puertas
que dan acceso a la ciudad. Ap 22,14.

Lávame enteramente de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado. Ps 50,4.

Lavaos, limpiaos, quitad de ante mis ojos la iniquidad de vuestras acciones. Dejad de hacer el mal. Is 1,16.

Cuando lave el Señor la inmundicia de las hijas de Sión, limpie en Jerusalén las manchas de sangre al
viento, al viento de la devastación. 15 4,4.

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Mt 5,8.

Respondió Jesús: En verdad, en verdad te digo que quien no renaciere del agua y del Espíritu, no puede
entrar en el reino de los cielos. Jn 3, S.

Jesús les dijo: El que se ha bañado no necesita lavarse, está todo limpio; y vosotros estáis limpios, pero no
todos. Jn 13,10.

Porque se ha manifestado la gracia salutifera de Dios a todos los hombres, enseñándonos a negar la
impiedad y los deseos del mundo, para que vivamos sobria, justa y piadosamente en este siglo.

con la bienaventurada esperanza en la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo
Jesús, que se entregó por nosotros para rescatamos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio,
celador de buenas obras. Tt 2,11-14.

No por las obras justas que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, nos salvó mediante el
lavatorio de la regeneración y renovación del Espíritu Santo. Tt 3, S.

Pero si andamos en la luz, como El está en la Luz, entonces estamos en comunión unos con otros y la
sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado. Si dijéramos que no tenemos pecado, nos
engañaríamos a nosotros mismos y la verdad no estaría en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, fiel
y justo es El para perdonamos y limpiarnos de toda iniquidad. 1Jn 1,7-9.

Porque todo lo que hay en el mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la
vida, no viene del Padre, sino que procede del mundo. 1Jn 2,16.

Para ver a Dios

4477 Ese Cristo, que tú ves, no es Jesús. -Será, en todo caso, la triste imagen que pueden formar tus ojos
turbios. . .

-Purifícate. Clarifica tu mirada con la humildad y la penitencia. Luego. . . no te faltarán las limpias luces del
Amor. Y tendrás una visión perfecta. Tu imagen será realmente la suya: ¡El! (J. ESCRivA DE BALAGUER,
Camino, n. 212).

Para que Dios habite en nosotros

4478 Figúrate que te dice Dios: "Tú me has invocado, ya voy a ti; pero ¿dónde entraré? ¿voy a soportar
tantas suciedades de tu conciencia? Si convidases a un siervo mio a tu casa, ¿no procurarías antes
limpiarla? Me convidas a mi a tu corazón, y está lleno de rapiñas". El lugar al que se convida a Dios está
plagado de blasfemias, de adulterios, de fraudes, de malas pasiones, ¿y tú me convidas? (S. AGU5TtN,
Coment. sobre el Salmo 30).

4479 Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran
Rey, no le dejara tantas veces solo, alguna me estuviera con El, y más procurara que no estuviera tan sucia.
(SANTA TERESA, Camino deperfección,28,11).
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4480 Y así como sacan poca agua de una fuente los que van allí con vasos pequeños, y sacan mucha
quienes los llevan mayores, no distinguiendo la fuente las medidas, y como sucede también a la luz, que
extiende más o menos su claridad según las ventanas que se abren, así se recibe la gracia, según la
medida de las disposiciones. (S. JUAN CRIsósTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 324).

4481 Es la otra propiedad limpiar cosas no limpias. Si no hubiese agua para lavar, ¿qué seria del mundo?
Sabéis que tanto limpia este agua viva, este agua celestial, este agua clara, que de una vez que se beba
pienso que deja el alma clara y limpia de todas las culpas. (SANTA TERESA, Camino deperfección,19,6).

4482 Y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos mansión en él. Considérese bien qué inefable
dicha es dar hospedaje en nuestro corazón a Dios. Sí cualquier persona distinguida o que ocupe algún
puesto elevado, o algún amigo rico y poderoso nos anunciara que iba a venir a visitarnos en nuestra casa,
¡con qué solicitud limpiaríamos y ocultaríamos todo aquello que pudiera ofender la vista de esta persona o
de este amigo! Lave primero las manchas y suciedades que tiene el que ha ejecutado malas obras, si quiere
preparar a Dios una morada en su alma. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).

4483 Debemos disponer nuestras almas del mismo modo como deseamos encontrar dispuesta la iglesia
cuando venimos a ella.

¿Deseas encontrar limpia la basílica? Pues no ensucies tu alma con el pecado. Si deseas que la basílica
esté bien iluminada, Dios desea también que tu alma no esté en tinieblas [. . . J. Del mismo modo que tú
entras en esta iglesia, así quiere Dios entrar en tu alma, como tiene prometido: habitaré en medio de ellos y
andaré entre ellos. (S. Cesáreo DE ARLIES, Sermones).

El dolor y las contrariedades nos pueden servir de purificación

4484 Nuestra pureza y piedad exigen, precisamente porque sois aceptos y agradables a Dios, que esta
pureza sea expurgada mediante repetidos golpes, hasta que llegue a su máxima perfección. Por esto, si a
veces se duplica o triplica la espada sobre vosotros, renedio por sumo gozo y como una prueba de amor. (S.
RAIMUNDO, Cartas, l. c. , PP. 84-85).

4485 Si el orfebre martillea repetidamente el oro, es para quitar de él la escoria; si el metal es frotado una y
otra vez con la lima, es para aumentar su brillo. El horno prueba la vasija del alfarero, el hombre se prueba
en la tribulación. (S. PEDRO DAMIÁN, Cartas,8,6).

4486 Que, por cuanto aquí purga Dios al alma [. . . ], conviene que sea puesta en vacío y pobreza y
desamparo de todas estas partes (potencias interiores y exteriores), dejándola seca, vacía y en tinieblas. (S.
JUAN DE LA CRUZ, Noche oscura, II,6,4).

4487 Más estima Dios en ti el inclinarte a la sequedad y al padecer por su amor, que todas las
consolaciones, visiones y meditaciones que puedas tener. (S. JUAN DE LA CRUZ. Dichos de luz y amor,14).

4488 Sí sabes que esos dolores -físicos o morales- son purificación y merecimiento, bendícelos. (J.
ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 219).

Purificación y libertad interior

Pero reflexionemos bien sobre estas palabras para que los 4489 perezosos vean con qué solicitud han de
apresurarse a dejar la carga de sus almas. Porque sí llevasen sobre sus espaldas alguna carga pesada,
como de piedras, de madera o de alguna ganancia (v. gr. : trigo, vino o también dinero), se darían prisa para
líberarse de su carga. Llevan el peso de sus pecados, y no quieren acelerar su paso. Hay que darse prisa
para líbrarse de esa carga, porque aplasta y hunde. (S. AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,1).
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4490 No puedes "subir". -No es extraño: ¡aquella caída!. . . Persevera y "subirás". -Recuerda lo que dice un
autor espiritual: tu pobre alma es pájaro, que todavía lleva pegadas con barro sus alas.

Hacen falta soles de cielo y esfuerzos personales, pequeños y constantes, para arrancar esas inclinaciones,
esas imaginaciones, ese decaimiento: ese barro pegadizo de tus alas. Y te verás libre. -Si perseveras,
"subirás". (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 991).

RECOGIMIENTO

Citas de la Sagrada Escritura

En la boca de los necios está su corazón; y el corazón de los sabios es su boca. Si 21,29

FI sabio se calla hasta el momento oportuno; el necio no sabe guardar su tiempo. Si 20,7.

En toda labor hay fruto; pero la charlatanería empobrece. Pr 14,23.

En el mucho charlar no falta el pecado, el que refrena sus labios es sabio. Pr 10,19.

El que mucho habla se hace aborrecible, y el que pretende imponerse se hace odioso. Si 20,8.

¿Has visto a un hombre precipitado en el hablar? Más esperanzas que en él hay en el necio. Pr 29,20.

El que guarda su boca, guarda su vida [. . . ] Pr 13,3.

Manzana de oro en bandeja cincelada de plata es la palabra dicha a tiempo. Pr 25,11.

Hay quien calla porque no tiene qué responder, y hay quien calla esperando su vez. Si 20,6.

Porque todos delinquimos en muchas cosas. Si alguno no peca de palabra, es varón perfecto, capaz de
gobernar con el freno todo su cuerpo. Jc 3,2.

Es parco en palabras quien tiene la sabiduría; y el de ánimo apacible es hombre inteligente. Pr 17,27.

Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en pie en las sinagogas y en los ángulos de
las plazas, para ser vistos de los hombres [. . . ]. Tú, cuando ores, entra en tu cámara y , cerrada la puerta,
ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara. Mt 6,5-6.

Preguntado por los fariseos acerca de cuándo llegaría el reino de Dios, respondióles y dijo: No viene el reino
de Dios ostensiblemente. Ni podrá decirse: Helo aquí o allí, porque el reino de Dios está dentro de vosotros.
Lc 17,20-21.

Buscar a Dios dentro de nosotros

4491 Recógete. -Busca a Dios en ti y escúchale. (J. EScRIvA DE BALAGUER. Camino, n. 319).

4492 Pues hagamos cuenta que dentro de nosotros está un palacio de grandísima riqueza, todo su edificio
de oro y piedras preciosas -en fin, como para tal Señor-, y que sois vos parte de que aqueste edificio sea tal,
como a la verdad lo es (que es ansi, que no hay edificio y de tanta hermosura como un alma limpia y llena
de virtudes, y mientras mayores, más resplandecen las piedras), y que en este palacio está este gran Rey y
que ha tenido por bien ser vuestro Padre y que está en un trono de grandísimo precio, que es vuestro
corazón. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,9).

4493 El alma que le quiere encontrar ha de salir de todas las Cosas con la afición y la voluntad, y entrar
dentro de si misma con sumo recogimiento. Las cosas han de ser para ella como si no existiesen. San
Agustín habla con Dios en los Soliloquios y le dice:

"No te hallaba, Señor, por fuera, porque mal te buscaba fuera, pues estabas dentro".
-535 -

Dios, pues, está escondido en el alma y ahí le ha de buscar con amor el buen contemplativo, diciendo: ¿A
dónde te escondiste? (S. JUAN DE LA CRUZ. Cántico espiritual,1,6).

4494 Poned los ojos en vos y miraos interiormente, como queda dicho: hallaréis vuestro Maestro, que no os
faltará; mientras menos consolación exterior tuviéredes, mucho más regalo os hará. (SANTA TERESA.
Camino de perfección,29,2).

4495 ¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mi y yo
afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú
creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Retenianme lejos de ti aquellas cosas que sí no
estuviesen en ti no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste,
y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre
y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti. (S. AGUSTIN, Confesiones,10).

4496 Gózate con él en tu recogimiento interior. Alégrate con El, ya que le tienes tan cerca.

Deséale ahí; adórale ahí; no vayas a buscarle fuera de ti porque te distraerás y cansarás y no le hallarás; no
le podrás gozar con más certeza, ni con más rapidez ni más cerca que dentro de ti. (S. JUAN DE LA CRUZ,
Cántico espiritual,1,8).

4497 Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran
Rey, no le dejara tantas veces solo, alguna me estuviera con El, y más procurara que no estuviera tan sucia.
(SANTA TERESA, Camino de perfección,28,11).

4498 Sí somos templos de Dios y el Espíritu de Dios habíta en nosotros, es mucho más lo que cada fiel
lleva en su interior que todas las maravillas que contemplamos en el cielo. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 7,
sobre la Natividad).

4499 ¡Oh alma hermosísima, más que todas las criaturas! Ya sabes el lugar que deseas. ¡Ya sabes dónde
se encuentra tu Amado para buscarte y unirte con El! Tú misma eres su morada. Tú misma el escondite
donde está escondido.

¡Alegría grande debe darte saber que todo tu bien y esperanza está tan cerca de ti, que está en ti misma!
No puedes tú estar sin El: Mirad, ¡dentro de vosotros está el reino de Dios! (Lc 17,21); porque nosotros
somos templo de Dios vivo (2Co 6,16). (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,7).

4500 ¿Qué más quieres, alma, y qué más buscas fuera de ti, si dentro de ti tienes tus riquezas, tus deleites,
tu satisfacción? ¿Qué más puedes desear si en ti está la fuente que te sacia? (S. JUAN DE LA CRUZ,
Cántico espiritual,1,8).

Guarda de los sentidos

4501 Así, aunque viva en la soledad o retirado en una celda, la vanidad le hace deambular con la mente por
casas y monasterios, y le muestra en su fantasía una multitud de almas que se convierten al imperio y
eficacia de su palabra. El desgraciado, juguete de tales quimeras, parece sumergido en un profundo sueño.
De ordinario, vive seducido por la dulzura de estos pensamientos. Absorto en tales imágenes, ni advierte lo
que hace ni se da cuenta de lo que sucede en torno. Ni siquiera repara en la presencia de sus hermanos. El
infeliz va meciéndose, cual sí fueran verdad, en las fantasías que soñó despierto. (CASIANO,
Instituciones,11).

4502 Esta (la curiosidad), en tanto que procura saber las vidas ajenas, desconociendo siempre sus
interioridades, gusta ocuparse de lo exterior. Grave y pernicioso es el vicio de la curiosidad, que mientras
inclina la mente de cualquiera para que averigíle la vida del prójimo, a él le oculta siempre su interior, a fin
-536 -

de que, conociendo lo ajeno, se desconozca a sí mismo, y sea tanto más ignorante en todo aquelío que le
concierne, cuanto más instruido esté en lo ajeno. (. GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).

4503 Y como quien se entra en un castillo fuerte para no temer los contrarios, que es retirarse los sentidos
de estas cosas exteriores y darles de tal manera de mano, que -sin entenderse- se le cierran los ojos por no
verlas, porque más se despierte la vista a los del alma. (SANTA TERESA, Camino de perfección,27,6).

4504 Disipación. -Dejas que se abreven tus sentidos y potencías en cualquier charca. -Así andas tú luego:
sin fijeza, esparcida la atención, dormida la voluntad y despierta la concupiscencia.

-Vuelve con seriedad a sujetarte a un plan, que te haga llevar vida de cristiano, o nunca harás nada de
provecho.

(J. EScRIvÁ DE BALAGUIER, Camino, n. 375).

4505 En la oración pasaba gran trabajo, porque no andaba el espíritu señor, sino esclavo; y así no me podía
encerrar dentro de mi, que era todo el modo de proceder que llevaba en la oración, sin encerrar conmigo mil
vanidades.

(SANTA TERESA, Vida,7,6).

4506 Todo cuanto hay fuera de nosotros fluctúa con las tempestades y tentaciones de este siglo. Mas
tenemos un yermo interior donde recogernos y vivir de nuestra fe. (S. AGUSTIN, Sermón 47).

4507 Bien está que cierres la puerta de tu habitación; pero otra cosa quiere Dios antes que eso: que cierres
las puertas de tu alma. (S. JUAN CRISÓSTOMO. Hom. sobreS. Mateo 31).

4508 Como no hay embarazo de lo exterior, estáse sola el alma con su Dios. (SANTA TERESA, Camino de
perfección,28,8).

4509 El que sabe andar dentro de si y tener en poco las cosas de fuera, no busca lugares ni espera tiempos
para darse a ejercicios devotos. El hombre interior presto se recoge, porque nunca se derrama del todo a
las cosas exteriores. (Imitación de Cristo, II,1,10).

4510 Silos cinco sentidos del cuerpo buscan el alimento de las miserias mundanas, no pueden volar para
conseguir los frutos de acciones más sublimes. (S. AMEROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 66).

El "silencio" de María

Recogimiento y presencia de Dios

4511 Re dado muchas vueltas por las calles y plazas de la ciudad

de este mundo para buscaros, y no os he podido hallar, porque mal buscaba fuera lo que estaba dentro de
mi alma. (S. AGUST!N, Soliloquios,31).

4512 Si ya arde en ti el fuego del amor divino, por pequeño que

éste sea, no lo saques fuera enseguida, no lo expongas al

viento, mantén el fogón protegido para que no se enfrie y pierda el calor; esto es, aparta cuanto puedas las
distracciones, conserva el recogimiento, evita las conversaciones inútiles. (S. CARLOS BORROMEO,
-537 -

Sermón sobre el sínodo).

4513 Dios está en todas partes, es inmenso y está cerca de todos, según atestigua de si mismo'. Yo soy-
dice- un Dios cercano, no lejano. El Dios que buscamos no está lejos de nosotros, ya que está dentro de
nosotros, si somos dignos de esta presencia. (S. COLUMBANO, Instrucción sobre la fe,1).

4514 Es exigencia de nuestra mente una cierta quietud. Dios se deja ver en la soledad interior. (S.
AGUSTíN, Trat. Evang. S. Juan,17).

4515 Es insultar a Jesucristo acudir a nuestros templos, ante nuestros altares, con el espíritu distraído y
ocupado en los negocios mundanos; es insultar a la majestad de Dios cÓmparecer en su presencia con
menos modestia que en las casas de los grandes de la tierra. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el
pecado).

4516 Procura lograr diariamente unos minutos de esa bendita soledad que tanta falta hace para tener en
marcha la vida interior. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 304).

4517 Pues mirad que dice San Agustín que le buscaba en muchas partes y que le vino a hallar dentro de sí
mismo (1). ¿Pensáis que importa poco para un alma derramada entender esta verdad y ver que no ha
menester para hablar con su Padre Eterno ir al cielo, ni para regalarse con El, ni ha menester hablar a
voces? Por paso (2) que hable, está tan cerca que nos oirá. Ni ha menester alas para ir a buscarle (3), sino
ponerse en soledad y mirarle dentro de sí y no extrañarse de tan buen huésped; sino con gran humildad
hablarle como a padre, pedirle como a padre, contarle sus trabajos, pedirle remedio para ellos, entendiendo
que no es digna de ser su hija. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,2)

4518 Renazca en nosotros esta estima por el silencio, esa admirable e indispensable condición de nuestro
espíritu, asaltado por tantos clamores [. . . ]. Oh silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento, la
interioridad, la disponibilidad para escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos
maestros. Enséñanos la necesidad y el valor de la preparación del estudio, de la meditación, de la vida
personal e interior, de la plegaria secreta que sólo Dios ve. (PABLO VI, Alocución en Nazaret,5-1-1964).

4519 El silencio de la Virgen no es un silencio de tartamudez e impotencia, sino de luz y arrobo; un silencio
más elocuente, en las alabanzas de Jesús, que la misma elocuencia. . . Resulta sorprendente que en este
estado de silencio y de infancia de Jesús todo el mundo habla excepto María 1. 1 Comentan los ángeles
entre si y con los pastores, pero María permanece en silencio. Llegan los reyes, hablan y dan que hablar a
toda la ciudad, al estado y al sagrado sínodo de Judá, pero María permanece retirada y en silencio. Todo el
estado está revuelto y todos se maravillan y hablan del nuevo rey buscado por reyes, pero María permanece
en su reposo y sagrado silencio. Simeón habla en el templo, y Ana la Profetisa, y todos los que esperan la
salvación de Israel; y María ofrece, da, recibe y lleva a su hijo en silencio. Tanta fuerza e impresión secreta
ejerce el silencio de Jesús en el espíritu y corazón de la Virgen que la tiene poderosamente y divinamente
ocupada y arrebatada en silencio. (PEDRO DE BERULLE, Opuscules de piété,39, l. c. , PP. 988-989).

RECTITUD DE INTENCION

Citas de la Sagrada Escritura

Estad atentos a no hacer vuestra justicia delante de los hombres para que os vean; de otra manera no
tendréis recompensa ante vuestro Padre, que está en los cielos. Mt 6,1.

Ya comáis, ya bebáis o ya hagáis alguna cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. 1Co 10,31.

Buscad a Yavé y su poder, buscad siempre su rostro. Ps 104,4.

El sabio tiene ojos en la frente y el necio anda en tinieblas Si 2,14.


-538 -

Crea en mi ¡Oh Dios! un corazón puro, y renueva dentro de mi un espíritu recto. Ps 50,12.

Siervos obedeced [. . . ], no sirviendo al ojo, como buscando agradar al hombre, sino como siervos de
Cristo, que cumplen de corazón la voluntad de Dios. Ep 6, S.

Cuando des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna sea oculta, y el
Padre que ve lo oculto, te premiara. Mt 6,3.

La lámpara del cuerpo es el ojo, si tu ojo estuviese sano, todo tu cuerpo estará luminoso, pero sí tu ojo
estuviese enfermo, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Mt 6,22.

Me hubiera avergonzado de pedir al rey una escolta y caballeria para protegernos del enemigo durante el
camino, pues habíamos dicho al rey: "La mano de nuestro Dios está para bien de los que le buscan" Esd
8,22.

Honra al Dios de tu hacienda, da las primicias de todos los frutos. Y estarán llenas tus trojes y rebosará de
mosto tu lagar. Pr 3,9-10.

Que sí las primicias son santas, también la masa, sj la raíz es santa, también las ramas. Rm 11,16.

Jesús les dijo: Mí alimento es hacer la voluntad del que me envió y acabar su obra. Jn 4,34.

Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Lc 2,14.

Ahora, pues, en los cielos está mi testigo y allá arriba está mí fiador. Jb 16,19.

No alleguéis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín los corroen y donde los ladrones horadan y roban.
Atesorad tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín los corroen y donde los ladrones no horadan ni
roban. Donde está tu tesoro allí estará tu corazón Mt 6,19.

Allí buscaréis a Yavé, vuestro Dios, y le hallarás y con todo tu corazón, y con toda tu alma le buscará. Dt
4,29.

Lo verán los afligidos y se alegrarán, y que viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios. Ps 68,33.

Pero los justos viven para siempre, y su recompensa está en el Señor, y el cuidado de ellos en el Altísimo.
Sg 5,15.

Selección de Textos

4520 No te preocupes demásiado por saber quién está por ti o contra ti; busca más bien que Dios esté
contigo en todo lo que haces. (Imitación de Cristo, II,2,3).

4521 Pureza de intención. -La tendrás siempre, sí, siempre y en todo, sólo buscas agradar a Dios. (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 287).

4522 La presencia y el respeto de los hombres no le moverá a ser más honesto, ni disminuirá en nada su
virtud la soledad. Siempre y dondequiera, lleva consigo el árbitro supremo de sus actos y de sus
pensamientos: su conciencia. Y todo su empeño consiste en complacer a Aquel a quien sabe que no se
puede eludir ni defraudar. (CASIANO, Colaciones,11).

4523 El corazón del hombre camina derecho cuando va de acuerdo con la voluntad divina. (SANTO
TOMAS, Sobre el Padrenuestro, l. c. ,142).

4524 En los trabajos con que busco la nave, no es la nave lo que busco, sino la patria. (S. AGUSTÍN, Sobre
el Sermón de la Montaña,2).
-539 -

4525 No nos seduzca ninguna prosperidad halagüeña, porque es un viajero necio el que se para en el
camino a contemplar los paisajes amenos y se olvida del punto al que se dirige. (S. GREGORIO MAGNO,
Hom. 14 sobre los Evang. .

4526 Es imposible al que tiene una doble voluntad pelear y salir airoso de las batallas del Señor: El hombre
dé doble corazón -dice la Escritura- es inconstante en todos su caminos. (CASIANO, Instituciones,7).

4527 Hay muchos que se sienten impulsados a hacer cosas buenas refiriéndolo todo a Dios, de modo que
no son ellos mismos sino su Padre celestial quien resulta glorificado. (S. GREGORIO MAGNO, Moralia,19).

Actuar de cara a Dios y no de cara a los hombres

4528 La pureza de intenciones no es más que presencia de Dios:

Dios nuestro Señor está presente en todas nuestras intenciones. ¡Qué libre estará nuestro corazón de todo
impedimento terrenal, qué limpia será nuestra mirada y qué sobrenatural todo nuestro modo de obrar
cuando Jesucristo reine de verdad en el mundo de nuestra intimidad y presida toda nuestra intención! (S.
CANALS, Ascética meditada, p. 143).

4529 Si quieres tener espectadores de las cosas que haces, ahí los 4529 tienes: los ángeles, los arcángeles
y hasta el mismo Dios del

Universo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Catena Aurea, vol. 1p 344).

4530 El que no procura ser visto por los hombres, aun cuand0 haga algo en presencia de los hombres, no
puede decirse que actúa en presencia de ellos: el que hace algo por Dios, no ve más que a Dios en su
corazón, por quien hace aque lío, como el artista tiene siempre presente a aquella persona que le encargó
la obra en que se ocupa. (S. JUAN CRI5Ó TOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 337)

4531 Tened confianza, carísimo amigo, le decía el sacerdote que le asistía, después de haberle
administrado los últimos sacramentos. Os habéis comportado con suma integridad en vuestra vida
sacerdotal, y los millares de sermones que habéis predicado sostendrán vuestra causa ante Dios,
defendiéndoos contra la insuficiencia de la vida interior de que habláis. -¡Mis sermones! ¡Con qué ojos tan
distintos los contemplo en estos momentos! ¡Ah! Si Nuestro Señor no empieza a hablarme de ellos,
seguramente que no seré yo el primero en mencionarlos. (J. B. CHAUTARD, El alma de todo apostolado,
PP. 107-108).

Rectificar muchas veces la intención

4532 El que desea saber sí habita en él Dios, examine sinceramente el fondo de su corazón e indague con
empeño con qué humildad resiste al orgullo, con qué benevolencia combate la envidia, en qué medida
vence los halagos y se alegra con el bien ajeno. Examine sí no desea volver mal por mal y sí prefiere
perdonar las injurias antes que perder la imagen y semejanza de su Creador. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 8,
para la Epifanía).

4533 (Debemos) examinar con mucho cuidado nuestra intención en todo lo que hacemos, y no buscar
nuestros intereses, si queremos servir al Señor. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. sobre Ezequiel 2).

4534 La inclinación de la carne, la propia voluntad, la esperanza del galardón, la afección del provecho
pocas veces nos dejan. (Imitación de Cristo,1,15,2>.
-540 -

4535 Pureza de intención. -Las sugestiones de la soberbia y los ímpetus de la carne los conoces pronto. . .
y peleas y, con la gracia, vences.

Pero los motivos que te llevan a obrar, aun en las acciones más santas, no te parecen claros. . . y sientes
una voz allá dentro que te hace ver razones humanas. . . , con tal sutileza, que se infiltra en tu alma la
intranquilidad de pensar que no trabajas como debes hacerlo -por puro Amor, sola y exclusivamente por dar
a Dios toda su gloría.

Reacciona en seguida cada vez y di: "Señor, para mi nada quiero. -Todo para tu gloría y por Amor". (J.
ESCRIVÄ DE BALAGUER. Camino, n. 788).

4536 Todos los males mortifican a los hijos del diablo, pero el deseo de la vanagloría mortifica más bien a
los hijos de Dios que a los hijos del diablo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en

Catena Aurea, vol. 1, p. 336).

4537 Volved, hermanos carísimos, dentro de vuestro corazón y ved siempre qué es lo que a todas horas
estáis revolviendo en vuestros pensamientos: el uno en los honores, el otro en las riquezas, aquel en la
extensión de sus predios. Todas estas cosas de abajo son, y cuando el alma se enreda en ellas, declina el
estado de su rectitud. (S. GREGORIO MAGNO Moralia,31).

Huir del aplauso humano

4538 Examina bien los motivos que te impulsan a obrar para descubrir las emboscadas de la vanidad y del
amor propio; sólo a Dios debes referir todo el bien que hagas, porque has de saber que es una gran
ganancia mantener oculta y secreta una obra buena de modo que sólo Dios la conozca; sí por descuido tuyo
viene a ser conocida de los hombres, pierde casi todo su valor, como un hermoso fruto que los pájaros han
empezado a picotear. (J. PECCI -León XIII-, Práctica de la humildad,48).

4539 De nada debe huir el hombre prudente tanto como de vivir según la opinión de los demás. (S.
BAsILIO, Discurso a los jóvenes).

4540 Tampoco aquí se dice que sea ilícito el ser vistos de los hombres, sino el obrar para ser vistos de ellos.
Es superfluo repetir siempre lo mismo, ya que la regla que debe observarse es una sola: temer y rehuir, no
que los hombres conozcan nuestras buenas obras, sino el hacerlas con la intención de que nuestro
galardón sea el aplauso humano. (S. AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).

4541 Todo lo que a tu alrededor o en ti mismo te conduce a la presunción, recházalo. No presumas más que
de Dios; ten necesidad únicamente de él y él te llenará. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el salmo 85).

El premio de las obras hechas con rectitud de intención

4542 Jamás llegaremos a comprender el grado de gloría que nos proporcionará en el cielo cada acción
buena, sí la realizamos puramente por Dios. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la esperanza).

4543 La serpiente (se refiere a la vanagloria) que debemos vigilar es invisible; entra en secreto y seduce. Sí
esta invasión del enemigo sucede en un corazón puro, bien pronto conoce el justo que sufre las influencias
de un espíritu extraño (y puede rectificar); pero si el corazón está lleno de iniquidades no comprende
fácilmente las sugestiones del demonio. (S. JUAN CRIsÓsTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 336).

4544 [. . . ] En todo el bien que hacemos a nuestro prójimo, hemos de tener como objetivo el agradar a Dios
y salvar nuestra alma. Cuando vuestras limosnas no vayan acompañadas de estas dos intenciones, la obra
buena resultará perdida para el cielo. (SANTO CURA DE ARs, Sermón sobre la limosna).
-541 -

4545 Cuánto poder tenga para hacer daño el deseo de la vanagloria, nadie lo conoce mejor que aquel que
le declara la guerra; porque es fácil no buscar la propia alabanza cuando ésta es negada, pero es difícil no
complacerse en ella cuando se ofrece. (S. AGUSTIN. en Catena Aurea, vol. 1p 336).

4546 Aquel que, después de ser menospreciado, deja de hacer el bien que hacia, da a entender que actúa
por el aplauso de

los hombres; pero si en cualquier circunstancia hacemos el bien a los demás, tendremos una grandísima
recompensa. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. II, p. 43).

Frutos

4547 No existen los fracasos, si se obra con rectitud de intención y queriendo cumplir la voluntad de Dios,
contando siempre con su gracia y con nuestra nada. (J. ESCRIVÁ DE BALAOLER, Es Cristo que pasa,76).

4548 Sí fuese Dios siempre el fin último de nuestro deseo, no tan presto nos turbaría la contradicción de
nuestra sensualidad. Pero muchas veces tenemos algo de dentro escondido, o algo ocurre fuera cuya
afición nos lleva tras sí. Muchos buscan su propio interés secretamente en las obras que hacen, y no lo
entienden; y paréceles estar en buena paz cuando se hacen las cosas a su propósito; mas sí de otra
manera suceden, presto se alteran y entristecen. (Imitación de Cristo,1,14,2).

4549 Si tú me dices: "Muéstrame a tu Dios", yo te responderé: "Muéstrame primero qué tal sea tu persona",
y entonces te mostraré a mi Dios. Muéstrame primero silos ojos de tu mente ven, silos oídos de tu corazón
oyen. (S. TEÓFILO DE ANTIOQUIA, Libro 1).

4550 No es pequeño fruto el desprecio de la gloria humana; y es 4550 entonces cuando uno está libre del
yugo de los hombres. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 380).

Rectitud de intención del sacerdote

4551 He aquí las señales por las que se conoce si un sacerdote obra con recta intención: 1. Si ama los
trabajos de su mayor desagrado y de menos relieve. 2. Si se queda tranquilo cuando sus planes no tienen
éxito; quien obra por Dios alcanza su fin, que es agradarle; 4uíen, por el contrarío, se intranquiliza al
considerar el fracaso de sus planes, da indicios de que no ha obrado sólo por Dios. 3. Sí disfruta del bien
que hacen los demás como si él mismo lo hiciera, y ve sin envidia que los demás emprendan las obras que
emprenden, deseando que todos procuren la gloría de Dios. S. ALFONSO M. DE LIGORIO, Plática sobre el
amor a Dios, l. c. , p. 312).

REDENCION

Citas de la Sagrada Escritura

Dios no reprueba positivamente a nadie; Nuestro Señor murió para salvar a todos los hombres: Rm 3,23-24;
5,6-9; 2Cor5,15; 1Tim 2; 1Jn 2,2.

Los "vasos de ira dispuestos para la perdición" (Rm 9,22) representan a todos los hombres, porque todos
los hombres hemos pecado: Rm 3,20,23; 11,32; pero Dios quiere hacer misericordia con todos: Rm 11,32.

Dios tiene tesoros de misericordia aun para los que voluntariamente han despreciado su gracia: Rm 2,4;
10,20.

Dios llama a todos los hombres: Rm 1,5.

Mortifiquemos nuestro cuerpo para no ser reprobados: 1Co 9,27.


-542 -

Nadie es forzado a pecar, porque el Señor no permite que seamos tentados sobre nuestras fuerzas: 1 Co
10,12-13.

Los que se pierden no tienen disculpa: Rm 1,19-23.

Todos los hombres somos pecadores: Rm 3,1-19.

Todos reciben gracias suficientes para no pecar: Rm 1,21-23.

Dios hace misericordia a quien quiere: Rm 9,18,25-29.

San Pablo teme ser reprobado, y por esto no quiere parar en su camino hacia Dios y castiga su cuerpo para
reducirlo a esclavitud: 1Co 9,26-27.

Incertidumbre de la salvación: lCo 10,12.

Dios quiere salvar a todos los hombres: 1Tm 2,4.

Los llamamientos de Dios: He 12,25-29.

Nuestra reprobación, si nos perdemos, será obra nuestra; Dios no ha puesto en nosotros ninguna cosa mala
y no tienta a nadie: Jc 1,13-18.

No serán reprobados los que libran a un alma del infierno: Jc 5,19-20.


SELECCIÓN DE TEXTOS

El misterio de la Redención

4552 Con esta revelación del Padre y con la efusión del Espíritu Santo, que marcan un sello imborrable en
el misterio de la Redención, se explica el sentido de la cruz y de la muerte de Cristo. El Dios de la creación
se revela como Dios de la redención, como Dios que es fiel a si mismo, fiel a su amor al hombre y al mundo,
ya revelado el día de la creación. (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis, II,9).

4553 El misterio de nuestra salvación, este misterio que el fundador del mundo ha creído digno de ser
pagado con su sangre, se ha realizado desde el día de su nacimiento físico hasta el fin de su Pasión. (S.
LEÓN MAGNO, Serm. 72, en la Ascens. del Señor).

4554 La Iglesia permanece en la esfera del misterio de la Redención, que ha llégado a ser precisamente el
principio fundamental de su vida y de su misión. (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis, II,7).

4555 [. . . ] En la misma historía humana que es el escenario del mal, se va tejiendo la obra de la salvación
eterna. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,186).

Jesucristo, Redentor del mundo y de cada hombre

4556 La doctrina, el mensaje que hemos de propagar, tiene una fecundidad propia e infinita, que no es
nuestra, sino de Cristo. Es Dios mismo quien está empeñado en realizar la obra salvadora, en redimir el
mundo. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,159).

4557 Cristo, Redentor del mundo, es Aquel que ha penetrado, de modo único e irrepetible, en el misterio del
hombre y ha entrado en su "corazón". (JUAN PABLO II, Enc. Redernptor horninis, II,8).

4558 La soberbia del diablo fue la causa de nuestra ruina; y el fundamento de nuestra redención, la
humildad de Dios. (S. GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral 3,18).
-543 -

4559 [. . . ] (Pedro) pone todo en manos de Cristo. Señor, tú sabes que te amo. Señor, tú lo sabes todo, tú
sabes que te amo (Jn 21,15-17). Y ¿qué responde Cristo? Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas (Jn
21,15-17). No las tuyas, no las vuestras: ¡las mías! Porque El ha creado al hombre, El lo ha redimido, El ha
comprado cada alma, una a una al precio [. . . ] de su Sangre. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de
Dios,267).

4560 La sangre derramada por Cristo reproduce en nosotros la imagen del rey: no permite que se malogre
la nobleza del alma; riega el alma con profusión, y le inspira amor a la virtud. Esta sangre hace huir a los
demonios, atrae a los ángeles [. . . ]: esta sangre ha lavado a todo el mundo, y ha facilitado el camino del
cielo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Juan,45).

4561 Primero, cuando sufrió la muerte dolorosísima, ofreció el sacrificio aquí en la tierra. Después [. . . ]
presentó ante el trono del Padre aquella sangre de un valor inmenso que había derramado abundantemente
por todos los hombres, sujetos al pecado.

Este sacrificio es tan acepto y agradable a Dios que, en el mismo instante en que lo mira, compadecido de
nosotros, se ve forzado a otorgar su clemencia a todos los que se arrepienten de verdad.

Es, además, un sacrificio eterno, ya que se ofrece no sólo cada año (como sucedía entre los judíos), sino
cada día, más aún, cada hora y a cada momento, para que en él hallemos consuelo y alivio. (S. JUAN
FISHER, Coment. al Salmo 129, Opera omnia, p. 1610).

4562 Nada hizo El, ni padeció, que no fuera por nuestra salvación, para que todo lo que de bueno hay en la
cabeza lo posea también el cuerpo. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 15, sobre la Pasión).

4563 Todo lo que padeció es el precio de nuestro rescate. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 21).

4564 El hombre que quiere comprenderse hasta el fondo a sí mismo -no solamente según criterios y
medidas del propio ser inmediatos, parciales, a veces superficiales e incluso aparentes- debe, con su
inquietud, incertidumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su vida y con su muerte, acercarse
a Cristo. Debe, por decirlo así, entrar en El con todo su ser, debe "apropiarse" y asimilar toda la realidad de
la Encarnación y de la Redención para encontrarse a si mismo. (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis,
II,10).

4565 Se dio a conocer a cada uno cuanto quiso, y quiso cuanto convino. (S. AGUSTÍN, en Catena Aurea,
vol. IV, p. 35).

4566 La Iglesia Católica sostiene que si el sol y la luna se desplomaran, y la tierra se hundiera y los muchos
millones que la pueblan murieran de inanición en extrema agonía, por lo que a males temporales atañe,
todo ello sería menor mal que una sola alma, no digamos se perdiera, sino que cometiera un solo pecado
venial, dijera deliberadamente una mentira o robara, sin excusa, una "perra gorda". Yo pienso que el
principio aquí enunciado es el mero preámbulo de las credenciales formales de la Iglesia católica, como un
acta del parlamento puede comenzar por un considerando. (CARO. J. H. NEWMAN, Apología "pro
vitasua",194).

A través de la Iglesia

4567 Si alguno quiere salvarse, venga a esta casa, para que pueda conseguirlo. Ninguno se engañe a si
mismo: fuera de esta casa, esto es, fuera de la Iglesia, nadie se salva. (ORIGENES, Hom. sobre "Jesús en
la barca",5).
-544 -

4568 Fuera de la Iglesia Católica se puede encontrar todo menos la salvación. Se puede tener honor, se
pueden tener sacramentos, se puede cantar "aleluya", se puede responder "amén", se puede sostener el
Evangelio, se puede tener fe en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo, y predicarla; pero nunca, si no es
en la Iglesia católica, se puede encontrar la salvación. (S. AGUSTíN, Sermón 6).

4569 No podemos olvidar que la Iglesia es mucho más que un camino de salvación: es el único camino. Y
esto no lo han inventado los hombres, lo ha dispuesto Cristo: el que creyere y se bautizare, se salvará; pero
el que no creyere, será condenado (Mc 16,16). Por eso se afirma que la Iglesia es necesaria, con necesidad
de medio, para salvarse. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Hom. El fin sobrenatural de la Iglesia,28-V-1972).

El sacerdote y el misterio de la Redención

4570 (El sacerdote) hace verdaderamente las veces de Cristo. (TERTULIANO, Epístola 63).

4571 [. . . ] El sacerdote es un ser segregado del Pueblo de Dios, escogido y dotado de una especial
consagración, pero, por la misión que ha recibido, ha de vivir entre y con los demás hombres,
comprendiéndoles, acompañándoles, guiándoles en su camino en nombre de Aquel que le ha consagrado y
enviado, de la misma manera que Jesucristo, Rijo de Dios, quiso hacerse en todo semejante a los hombres,
excepto en el pecado. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 44).

4572 Evite el pastor la tentación de desear ser amado por los fieles antes que por Dios, o de ser demásiado
débil por temor a perder el afecto de los hombres; no se exponga a la reprensión divina: ¡Ay de aquellos que
aplican almohadillas a todos los codos! (Ez 13,8). El pastor debe tratar de hacerse amar, pero con la
finalidad de hacerse escuchar, no de buscar este afecto para utilidad propia. (S. GREGORIO MAGNO,
Regla Pastoral,1).

4573 La mediación salvadora entre Dios y los hombres se perpetúa en la Iglesia por medio del Sacramento
del Orden, que capacita por el carácter y la gracia consiguientes para obrar como ministros de Jesucristo en
favor de todas las almas (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-VI-1 972).

4574 Silos Otros han perdido el sabor, pueden recuperarlo por vuestro ministerio; pero si sois vosotros los
que os tornáis insípidos, arrastraréis también a los demás por vuestra perdición. (S. JUAN CRISÓSTOMO.
Hom. sobre S. Mateo,15).

4575 El sacerdocio -esa consagración definitiva y característica a Dios- hace a los sacerdotes ocupar un
puesto peculiar y prestar un servicio específico e imprescindible en el desarrollo histórico de la Redención, [.
. . ]. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 114-115).

El cristiano y la Redención

4576 Conocer a Jesús, por tanto, es darnos cuenta de que nuestra vida no puede vivirse con otro sentido
que con el de entregarnos al servicio de los demás. Un cristiano no puede detenerse sólo en problemas
personales, ya que ha de vivir de cara a la Iglesia universal, pensando en la salvación de todas las almas.
(J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo qúe pasa,145).

4577 Por supuesto, todo católico debería tener una apreciación inteligente de su religión, como dice S.
Pedro, pero la controversia no es el instrumento con el cual ha de ser resistido y vencido el mundo. Lo
veremos sí estudiamos la epístola que el Espíritu Santo inspiró al que fue jefe de los apóstoles, de donde le
viene su autoridad. Lo que dice para todos los cristianos está especialmente indicado para los sacerdotes.
En realidad, la escribió en un tiempo en que los deberes de unos y otros, en cuanto a su oposición al mundo
pagano, eran los mismos. En primer lugar, les recuerda lo que son realmente como cristianos 1. . . ]:
Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido. . . (1 Pdr2,9). (CARD. J. H.
NEWMAN, Sermón en la inauguración del Seminario S. Bernardo,3-X-1873).
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4578 Los cristianos son especialmente sensibles a esta vocación de los hombres a la cooperación y la
unidad que les revela, en el plan de salvación, el mensaje evangélico de que Jesús de Nazaret ha muerto
para reunir en uno todos los hijos de Dios que estaban dispersos (Jn 11,52). No hay duda de que este texto
había impresionado al célebre obispo de Hipona, San Agustín, que presenta a la humanidad creada a
imagen de Dios como hecha añicos en cierta manera por el pecado y llenando de sus añicos a todo el
universo. "Pero la misericordia divina reunió los fragmentos esparcidos por todos los sitios, los ha fundido
con el fuego de su caridad y ha rehecho su unidad rota" (Enarr. in Psal. 95,15). (JUAN PABLO II, Abc. 23-X-
1978).

RESPETO A LA PERSONA

4581 No hay criatura tan baja ni pequeña que no represente la bondad de Dios. (Imitación de Cnsto, II,4,2).

4582 Los que realizan la encuesta no pueden creer, porque no quieren creer. Llamaron otra vez al que
había sido ciego y le dijeron: nosotros sabemos que ese hombre -Jesucristo- es un pecador (Jn 9,24).

Con pocas palabras, el relato de San Juan ejemplifica aquí un modelo de atentado tremendo contra el
derecho básico, que por naturaleza a todos corresponde, de ser tratados con respeto. (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,69).

4583 Frente a los negociadores de la sospecha, que dan la impresión de organizar una trata de la intimidad,
es preciso defender la dignidad de cada persona, su derecho al silencio. En esta defensa suelen coincidir
todos los hombres honrados, sean o no cristianos, porque se ventila un valor común: la legítima decisión a
ser uno mismo, a no exhibir-se, a conservar en justa y pudorosa reserva sus alegrías, sus penas y dolores
de familia; y, sobre todo, a hacer el bien sin espectáculo, a ayudar por puro amor a los necesitados, sin
obligación de publicar esas tareas en servicio de los demás y, mucho menos, de poner al descubierto la
intimidad de su alma ante la mirada indiscreta y oblicua de gentes que nada alcanzan ni desean alcanzar de
vida interior, si no es para mofarse impíamente (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,69).

4584 Esos derechos sólo serán realmente reconocidos si se reconoce la dimensión transcendente del
hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, llamado a ser su hijo y hermano de los otros hombres,
destinado a una vida eterna. Negar esa transcendencia es reducir el hombre a instrumento de dominio, cuya
suerte está sujeta al egoísmo y a la ambición de otros hombres, o a la omnipotencia del Estado totalitario,
erigido en valor supremo. (JUAN PABLO II, Hom. l-VII-1980).

4585 [. . . ] si el hombre tiene derechos irrevocables, es porque ha sido creado como persona por una
disposición divina, esto

es, por una disposición que se encuentra fuera de toda disensión humana. Si hay algo, en última instancia,
que pertenezca irrevocablemente al hombre, es porque éste es creatura. (J. PIEPER, Las virtudes
fundamentales, p. 96).

4586 El problema consiste en obrar con el debido respeto a la persona y a sus seres próximos, ya se trate
de donantes de órganos o bien de beneficiarios, y no transformar nunca al hombre en objeto de
experimento. Hay que tener respeto a su cuerpo y también a su alma. (JUAN PABLO II, Abc. 6-IX- 1978).

4587 El amor reviste de gran dignidad al hombre. (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad, l. c. , p. 207).

4588 Hombre, ¿por qué te consideras tan vil, tú que tanto vales a los ojos de Dios? ¿Por qué te deshonras
de tal modo, tú que has sido tan honrado por Dios? ¿Por qué te preguntas tanto de dónde has sido hecho, y
no te preocupas de para qué has sido hecho? ¿Por ventura todo este mundo que ves con tus ojos no ha
sido hecho precisamente para que sea tu morada? (5. PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 148.
-546 -

4589 Si entre los que te rodean hay alguno que te parece despreciable, obrarás sabia y prudentemente si,
en vez de publicar y censurar sus defectos, te fijas en las buenas cualidades naturales y sobrenaturales de
que Dios le ha dotado, y que le hacen digno de respeto y honor. (J. PECCI -León XIII- Práctica de la
humildad,37).

4590 Todo ser humano posee una dignidad que, aunque la persona exista siempre en un contexto social e
histórico concreto, jamás podrá ser disminuida, herida o destruida, sino que, por el contrario, deberá ser
respetada y protegida si verdaderamente se quiere contribuir a la paz. (JUAN PABLO II, Discurso en la
XXXIV Asamblea general de la ONU,22-X-1979).

4591 Jesús en la Cruz, con el corazón traspasado de Amor por 4591 los hombres, es una respuesta
elocuente -sobran las palabras- a la pregunta por el valor de las cosas y de las personas. Valen tanto los
hombres, su vida y su felicidad, que el mismo Hijo de Dios se entrega para redimirlos, para limpiarlos, para
llevarlos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, (Es Cristo que pasa,165).

RESPETOS HUMANOS

4592 ¡Oh, maldito respeto humano, qué de almas arrastra al infierno! (SANTO CURA DE ARS, Sobre el
respeto humano).

4593 ¿Sabéis cuál es la primera tentación que el demonio presenta a una persona que ha comenzado a
servir mejor a Dios? Es el respeto humano. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

4594 Convéncete de que el ridículo no existe para quien hace lo mejor. (J. ESCR[vÁ DF BALAGUER,
Camino, n. 392).

4595 Ríete del ridículo. Desprecia el qué dirán. Ve y siente a Dios en ti mismo y en lo que te rodea. -Así
acabarás por conseguir la santa desvergüenza que precisas, ¡oh paradoja! para vivir con delicadeza de
caballero cristiano. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino n. 390).

4596 No eres más santo cuando te alaban, ni más vil si te desprecian. Lo que eres, eso eres: ni se puede
decir más de ti de lo que Dios sabe que eres. Si miras lo que eres dentro de ti, no tendrás cuidado de lo que
de fuera hablan de ti. El hombre ve lo de fuera; Dios el corazón (1S 1S 16,7). El hombre considera las
obras, y Dios pesa las intenciones. (Imitación de Cristo, II,6,3).

4597 Tenéis el sacramento de la Confirmación, por el cual quedáis convertidos en otros tantos soldados de
Jesucristo, que valerosamente sientan plaza bajo el estandarte de la cruz, que jamás deben ruborizarse de
las humillaciones y oprobios de su Maestro, que en toda ocasión deben dar testimonio de la verdad del
Evangelio. Y no obstante, ¿quién lo dijera?, se hallan entre vosotros yo no sé cuántos cristianos que por
respeto humano no son capaces de hacer públicamente sus actos de piedad; que quizás no se atreverían a
tener un crucifijo en su cuarto o una pila de agua bendita a la cabecera de su cama; que se avergonzarían
de hacer la señal de la cruz antes y después de la comida, o se esconden para hacerla. ¿Veis, por
consiguiente, cuán lejos estáis de vivir conforme vuestra religión os exige? (SANTO CURA DE ARS, Sobre
el misterio).

4598 Oh, Señor mío, que si de veras lo conociésemos no se nos daría nada de nada, porque dais mucho a
los que se quieren fiar de Vos! (SANTA TERESA, Camino de perfección,29,3).

4599 Aquel que después de ser menospreciado deja de hacer el bien que hacía, da a entender que actúa
por el aplauso de los hombres; pero si en cualquier circunstancia hacemos el bien a los demás, tendremos
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una grandísima recompensa.

(5. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. II, p. 43).

4600 Piensa lo que te plazca de Agustín, con tal de que la conciencia no me acuse delante de Dios. (5.
AGUSTIN, Contra Secundino,1).

RESPONSABILIDAD

Responsabilidad apostólica

4601 Eres, entre los tuyos -alma de apóstol-, la piedra caída en el lago. Produce, con tu ejemplo y tu palabra
un primer circulo. . . y éste, otro. . . y otro, y otro. . Cada vez más ancho.

¿Comprendes ahora la grandeza de tu misión? (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 831).

4602 La enfermedad no puede curarse si no se toman los remedios necesarios. Es lo que el Apóstol
Santiago quería hacer comprender a los primeros cristianos (cfr. Jc 1,23-26). De nada sirve diagnosticar el
mal en el espejo de la conciencia individual y colectiva, si se olvida fácilmente o no se le quiere curar. Cada
uno en la sociedad tiene sus responsabilidades sobre esa situación y, por tanto, cada uno está llamado a
una conversión personal que es realmente una forma de participar en la evangelización del mundo

(JUAN PABLO II, Hom. Costa de Marfil,1 l-V-1980).

4603 Si los otros han perdido el sabor, pueden recuperarlo por vuestro ministerio; pero si sois vosotros los
que os tornáis

insípidos, arrastraréis también a los demás por vuestra perdición. (S. JUAN CRIsÓsTOMO, Hom. Evang. S.
Mateo,15).

4604 [. . . ] La responsabilidad de atender las vocaciones sacerdotales recae sobre todo el Pueblo de Dios.
Constituye, sin embargo, un deber especial para los mismos sacerdotes, los cuales -con la oración, el
testimonio de sus vidas, la predicación, la dirección espiritual, etc. -, pueden y deben fomentar el incremento
de las vocaciones que la gracia de Dios no deja de suscitar en su Pueblo. (A. DEL PORTILLO, Escritos
sobre el sacerdocio, p. 61).

"El infierno está lleno de bocas cerradas"

4605 [. . . ] Resulta más cómodo -pero es un descamino- evitar a toda costa el sufrimiento, con la excusa de
no disgustar al prójimo: frecuentemente, en esa inhibición se esconde una vergonzosa huida del propio
dolor, ya que de ordinario no es agradable hacer una advertencia seria. Hijos míos, acordaos de que el
infierno está lleno de bocas cerradas (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,161).

4606 Acontece que hay algunos prelados poco prudentes, que no se atreven a hablar con libertad por miedo
de perder la estima de sus súbditos; con ello, como lo dice la Verdad, no cuidan a su grey con el interés de
un verdadero pastor, sino a la manera de un mercenario, pues callar y disimular los defectos es lo mismo
que huir cuando se acerca el lobo. (S. GREGORIO MAGNO, Regla pastoral,2).

4607 ¿Habéis visto qué peligroso es callar? El malvado muere, Y muere justamente; muere por su culpa y
por su mala conducta; pero la negligencia del mal pastor lo llevó a la muerte. El malvado hubiera podido
encontrar en su pastor al pastor de vida [. . . ] pero, como su pastor era negligente, el malvado no pudo oir la
voz de aquel que precisamente fue constituido prelado y vigilante para amonestar al pueblo; así el malvado
murió con toda justicia, pero el prelado también recibirá el castigo merecido. (S. AGUSTIN, Sermón 46,
sobre los pastores).
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4608 Se sabe con toda certeza que el silencio del pastor algunas veces le perjudica a él, siempre a las
personas que le están encomendadas. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

Responsabilidad de quienes tienen el deber de formar y guiar

4609 El mal pastor lleva a la muerte incluso a las ovejas fuertes. (S. AGUSTIN, Sermón 46, sobre los
pastores).

4610 Cuando los sacerdotes son buenos, toda la Iglesia resplandece; pero si no lo son, toda la fe se
debilita. De la misma manera que cuando ves un árbol que tiene las hojas amarillas conoces que tiene algún
vicio en la raíz, del mismo modo, cuando veas un pueblo indisciplinado, debes comprender que sus
sacerdotes no son buenos. (S. JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 14).

4611 La tarea del teólogo lleva, pues, el carácter de misión eclesial, como participación en la misión
evangelizadora de la Iglesia y como servicio preclaro a la comunidad eclesial. Aquí se funda la grave
responsabilidad del teólogo, quien debe tener siempre presente que el Pueblo de Dios, y ante todo los
sacerdotes y futuros sacerdotes que han de educar la fe de ese Pueblo, tienen el derecho a que se les
explique sin ambigüedades ni reducciones las verdades fundamentales de la fe cristiana [. . . ]. Debemos
servir a los hombres Y mujeres de nuestro tiempo. Debemos servirles en su sed de verdades totales; sed de
verdades últimas y definitivas, sed de la palabra de Dios, sed de unidad entre los cristianos". (JUAN PABLO
II, Alocución a los teólogos. Salamanca, NI-1982).

4612 A los falsos maestros les domina el miedo de apurar la verdad; les desasosiega la sola idea -la
obligación- de recurrir al antídoto doloroso en determinadas circunstancias.

En una actitud semejante -convencéos- no hay prudencia, ni piedad, ni cordura; esa postura refleja
apocamiento, falta de responsabilidad, insensatez, necedad. Son los mismos que después, presas del
pánico por el desastre, pretenden atajar el mal cuando ya es tarde. No se acuerdan de que la virtud de la
prudencia exige recoger y transmitir a tiempo el consejo reposado de la madurez, de la experiencia antigua,
de la vista limpia, de la lengua sin ataduras. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,158).

4613 Aquel que puede hacerme temer en el último día no me permite abandonarte; site abandonara en tu
error, él me

increparía diciéndome: No recogéis las descarriadas ni buscáis a las perdidas. ¿Acaso piensas que te
temeré más a ti que a él? Pues todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo.

Iré, por tanto, tras la descarriada, buscaré a la perdida. Lo haré tanto silo deseas como si no lo deseas
(. . . ]. Mientras el Señor, el único a quien temo, me dé fuerzas, haré cuanto esté en mí mano. (S. AGUSTIN,
Sermón 46, sobre lospastores).

4614 La responsabilidad del Obispo es gravísima y, de no solventaría, el Salvador de toda la Iglesia le


llamará a juicio. (ORIGENEs, Trat. sobre la oración,28).

4615 [. . . ] ¿Acaso no cura un médico que esté enfermo, aun cuando el trastorno que le aqueja sea
crónico?; ¿le impedirá su enfermedad prescribir a otros enfermos la receta adecuada? Claro que no: para
curar, le basta poseer la ciencia oportuna y ponerla en práctica, con el mismo interés con el que combate su
propia dolencia. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,161).

4616 Procurarán con diligencia, a la manera de un médico precavido, conocer todas las enfermedades que
afligen a la Iglesia y que piden remedio, para poder aplicar a cada una de ellas el remedio adecuado.
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Por lo que mira a estos remedios, ya que han de ser comunes a toda la Iglesia [. . . ], habría que fijar la
atención primeramente en todos aquellos que están puestos al frente de los demás, para que así la reforma
comenzara por el punto desde donde debe extenderse a las otras partes del cuerpo.

Habría que poner un gran empeño en que los cardenales, los patriarcas, los arzobispos, los obispos y los
párrocos, a quienes se ha encomendado directamente la cura de almas, fuesen tales que se les pudiera
confiar con toda seguridad el gobierno de la grey del Señor. (S. JUAN LEONARDI, Cartas a Pablo Vpara la
reforma de la Iglesia).

4617 Soy obispo para vosotros, soy cristiano con vosotros. La condición de obispo connota una obligación,
la de cristiano un don; la primera comporta un peligro, la segunda la salvación. (S. AGUSTIN, Sermón 340).

4618 No debemos perdonar esfuerzo alguno para que los niños, desde su más tierna infancia, sean
educados en la verdad

de la fe cristiana y en una conducta conforme a la misma. Nada ayuda tanto a este objetivo como la
asociación para enseñar la doctrina cristiana, y el confiar la instrucción catequística de los niños sólo a
personas buenas y temerosas de Dios. (S. JUAN LEONARDI, Cartas a Pablo V para la reforma de la
Iglesia).

4619 Al notar los menores síntomas del mal, sed sencillos, veraces, tanto si habéis de curar como si habéis
de recibir esa asistencia. En esos casos se ha de permitir, al que se encuentra en condiciones de sanar en
nombre de Dios, que apriete desde lejos, y a continuación mas cerca, y mas cerca, hasta que salga todo el
pus, de modo que el foco de infección acabe bien limpio. En primer lugar hemos de proceder así con
nosotros mismos, y con quienes, por motivos de justicia o de caridad, tenemos obligación de ayudar:
encomiendo especialmente a los padres, y a los que se dedican a tareas de formación y de enseñanza. (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,157).

4620 Pone el demonio mucho más empeño por un alma de éstas que por muy muchas a quien el Señor no
haga estas mercedes; porque le puede hacer gran daño al llevar otras almas consigo [. . . l. (SANTA
TERESA, Las Moradas, IV,3).

4621 Veréis a esotro muy caritativo, repartiendo muchas limos- 4621 nas, conmovido por las miserias del
prójimo: muy buenas obras son ésas; pero deja que sus hijos crezcan en la mayor ignorancia, tal vez sin
saber lo más esencial para salvarse. Vamos, amigo mío, sois un ciego; vuestras limosnas y vuestra
consideración os llevan a grandes pasos al infierno. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la virtud).

4622 En la Iglesia hay muchos que, siendo cristianos pero sin ser prelados, llegan a Dios; ellos andan, sin
duda, por un camino tanto más fácil y con un proceder tanto menos peligroso cuanto su carga es más ligera.
Yo, en cambio, además de ser cristiano, soy obispo; por ser cristiano deberé dar cuenta a Dios de mi propia
vida, por ser obispo deberé dar cuenta de mi ministerio. (S. AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

De los talentos recibidos

4623 Hay dos clases de campos, uno es el de Dios, el otro el del hombre. Tú tienes tu campo, Dios el suyo.
Tu campo es tu tierra; el campo de Dios es tu alma. ¿Es justo que tú te ocupes de lo tuyo y dejes lo de
Dios? [. . . ]. ¿Se merece acaso Dios que descuidemos nuestra alma, que él ama tanto? Tú gozas viendo
bien cultivado tu campo. ¿Cómo no lloras viendo tu alma baldia? [. . . ]. Dios nos ha hecho el favor de
confiarnos nuestra alma como propiedad suya que hemos de cultivar con todos nuestros cuidados.
Pongamos manos a la obra con todas nuestras fuerzas, ayudados por la gracia de Dios, para que, cuando
venga a visitar su propiedad, la encuentre bien cultivada y con todo perfectamente en orden; que encuentre
mieses y no cardos, vino y no vinagre, trigo y no cizaña. (S. CESÁREO DE ARLES, Sermón 6).

4624 ¡Cuántos crímenes se cometen en nombre de la justicia!


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-Si tú vendieras armas de fuego y alguien te diera el precio de una de ellas, para matar con esa arma a tu
madre, ¿se la venderías?. . . Pues, ¿acaso no te daba su justo precio?. . .

-Catedrático, periodista, político, hombre de diplomacia: meditad. (J. ESCRIVÁ DE BALAGLIER. Camino, n.
400).

4625 No se juzgan las cosas del mismo modo en todos, sino que a conocimiento mayor corresponde mayor
castigo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 114).

4626 Ninguno hay que pueda decir con verdad: No he recibido ningún talento, por lo tanto no estoy obligado
a dar cuenta y razón de él. Pues uno recibe la inteligencia, y por este talento queda obligado a la
predicación. Otro recibe bienes terrenales, y éste debe distribuir su talento de esos bienes. Otro no recibió ni
la inteligencia ni bienes terrenos, pero aprendió el arte que profesa; a éste se le reputa como talento recibido
su mismo arte. Otro nada de esto ha recibido, pero quizá mereció el trato de algún rico; éste, por lo tanto,
recibió el talento de la familiaridad. Luego si no le habla en favor de los pobres, es condenado por la
retención del talento. Luego el que tiene inteligencia procure no callar; el que tiene riquezas trate de no
cansarse en las obras de misericordia; el que posee un arte o profesión trate muy principalmente de que su
uso y utilidad redunde en provecho del prójimo. (S. GREGORIO, Hom. 9 sobre los Evang. ).

4627 Donde la ciencia es mayor, puede ser más grande la malicia. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena
Aurea, vol. 1, p. 49).

4628 Cuando venga el juez exigirá a cada uno de nosotros tanto cuanto nos dio. (S. GREGORIO MAGNO,
Hom. 9 sobre los Evang. ).

4629 José Carducci era profesor universitario en Bolonia. Fue a Florencia para ciertas celebraciones. Una
tarde se despidió del ministro de instrucción pública: "No, dijo el ministro, quédese todavía mañana".
-"Excelencia, no puedo, mañana tengo clase en la universidad y los chicos me esperan". -"Le dispenso yo".
-"Usted puede dispensarme, pero yo no me dispenso". El profesor Carducci tenía verdaderamente un alto
sentido tanto de la clase como de los alumnos. Era de la raza de aquellos que dicen: "Para enseñar el latín
a John, no basta conocer el latín, sino que es necesario conocer y amar a John". Y también: "Tanto vale la
lección cuanto la preparación". (JUAN PABlO 1, Angelus,17-IX-1978).

ROMANO PONTIFICE

Citas de la Sagrada Escritura

Era Andrés, el hermano de Simón Pedro, uno de los dos que oyeron a Juan y le siguieron. Encontró él luego
a su hermano Simón y le dijo: Hemos hallado al Mesías, que quiere decir el Cristo. Le condujo a Jesús, que,
fijando en él la vista, dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú serán llamado Cefas, que quiere decir Pedro. Jn
1,40-42.

Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que
es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías u
otro de los profetas. Y El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Tomando la palabra Simón Pedro, dijo:
Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo Y Jesús, respondiendo, dijo:

Bienaventurado tú, Simón Bar Jona, porque no es la carne ni la sangre quien esto te ha revelado, sino mi
Padre, que está en los cielos. Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi iglesia,
y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos y cuanto
atares en la tierra será ata do en los cielos, y cuanto desatare,, en la tierra será desatado en los cielos. Mt
16,13-19.

Simón, Simón, Satanás os busca para acecharos como trigo; pero yo he rogado por ti para que no
desfallezca tu fe, y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos. Lc22,31-32.
-551 -

Cuando hubieron comido, dijo Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? El le
dijo: Si, Señor, tú sabes que te amo. Díjole: Apacienta mis corderos. Por segunda vez le dijo: Simón, hijo de
Juan, ¿me amas? Pedro le respondió: Si, Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
Por tercera vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció de que por tercera vez le
preguntase: ¿Me amas? Y le dijo: Señor tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Díjole Jesús: Apacienta mis
ovejas. Jn 21,15-17.

Tú eres Pedro

4630 Es al mismo Pedro a quien se dijo: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (Mt 16,18).
Por lo tanto, donde está Pedro, allí está la Iglesia; donde está la Iglesia, no hay muerte, sino vida eterna. (S.
AMBROSIO, Coment. sobre el Salmo 12).

4631 Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares sobre la tierra será atado en el cielo y
todo lo que desatares sobre la tierra será desatado en el cielo.

Verdad es que este poder fue comunicado también a los demás apóstoles y que este decreto constitutivo
concierne igualmente a todos los que rigen la Iglesia; pero, al confiar semejante prerrogativa, no sin razón
se dirige el Señor a uno solo, aunque hable para todos. Esta autoridad queda confiada de un modo singular
a Pedro, porque él es constituido cabeza de todos los pastores de la Iglesia. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 4).

4632 Ignacio, llamado también Teóforos, a la Iglesia que ha sido objeto de la misericordia de Dios en la
gloria del Padre y de Jesucristo su Hijo único, a la Iglesia amada e iluminada en la voluntad del que quiere
todas las cosas que existen, según la fe y la caridad de Jesucristo Dios Nuestro; Iglesia, además, que
preside en la región de los romanos; digna de Dios, digna de todo decoro, digna de toda bienaventuranza,
digna de alabanza, digna de alcanzar todo cuanto desee, digna de toda santidad; que preside en la caridad,
y tiene la ley de Cristo, señalada por el nombre del Padre, mi saludo en el nombre de Jesucristo, Hijo del
Padre; a todos vosotros, romanos, qtie estáis unidos espiritualmente y corporalmente en la obediencia a
todos sus mandamientos, llenos de la gracia de Dios, puros de toda apariencia de doctrina herética, os
deseo en Cristo Jesús, nuestro Dios, todo bien y salud sin mancha. (S. IGNACIO DE ANTIOQUÍA. Carta a
los Romanos,1).

4633 Tú eres Pedro, esto es: "Yo soy la piedra inquebrantable, yo soy la piedra angular que hago de los dos
pueblos una sola cosa, yo soy el fundamento fuera del cual nadie puede edificar; pero también tú eres
piedra, porque por mi virtud has adquirido tal firmeza, que tendrás juntamente conmigo, por participación,
los poderes que yo tengo en propiedad".

Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los poderes del Infierno no la derrotarán. Sobre esta piedra firme
-quiere decir- edificaré un templo eterno, y la alta mole de mi Iglesia, llamada a penetrar en el cielo, se
apoyará en la firmeza de esta fe.

Los poderes del infierno no podrán impedir esta profesión de fe, los vinculos de la muerte no la sujetarán,
porque estas palabras son palabras de vida. Ellas introducen en el cielo a los que las aceptan, hunden en el
infierno a los que las niegan. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 4).

4634 Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que atares sobre la tierra será atado en el cielo; y
todo lo que desatares sobre la tierra será desatado en el cielo. Simón Pedro representaba a la Iglesia
universal, que en este mundo es azotada por las lluvias, por las riadas y por las tormentas de sus diversas
pruebas, pero, a pesar de todo, no cae, porque está fundada sobre piedra, de donde viene el nombre de
Pedro. (S. AGuSTIN, Trat. Evang. S. Juan,124).

4635 Pedro por su naturaleza era simplemente un hombre; por la gracia, un cristiano; por una gracia más
abundante, uno y a la vez el primero de los Apóstoles. (S. AGuSTIN, Trat. Evang. S. Juan,124).

4636 De entre todo el mundo, sólo Pedro es elegido para ser puesto al frente de la multitud de los llamados,
-552 -

de todos los apóstoles, de todos los Padres de la Iglesia; pues aunque en el pueblo de Dios son muchos los
sacerdotes, muchos los pastores, a todos los rige Pedro, bajo el supremo gobierno de Cristo. Dios,
amadísimos hermanos, se dignó conceder a este hombre una grande y admirable participación en su poder;
y todo aquello que quiso que los demás jefes del pueblo tuvieran en común con él, se lo otorgó a través de
él. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 4).

4637 Los bienaventurados apóstoles que fundaron y constituyeron esa Iglesia, confiaron después a Lino el
oficio episcopal de gobernarla. Este Lino es el citado por Pablo en sus cartas a Timoteo. Le siguió Anacleto;
tras él, en tercer lugar, después de los apóstoles, fue Clemente quien tuvo el episcopado: había conocido a
los apóstoles, había hablado con ellos y tenía ante sus ojos la tradición, mientras aún resonaba la
predicación apostólica; y no era él el único, porque sobrevivían muchos otros instruidos directamente por los
apóstoles. Bajo Clemente tuvo lugar una rebelión no pequeña entre los hermanos que estaban en Corinto;
la Iglesia de Roma escribió por eso una carta muy enérgica a los corintios, llamándolos a la paz,
fortaleciendo su fe y proclamando la tradición recibida poco antes de los apóstoles [. . . ].

A este Clemente le sucedió Evaristo; y a Evaristo, Alejandro; después, en sexto lugar, fue constituido obispo
Sixto; tras él, Telesforo, que tuvo un glorioso martirio. Después Higinio, Pío y Aniceto. A Aniceto le sucedió
Sotero. Y ahora, en el duodécimo lugar, tras los apóstoles, es Eleuterio quien tiene el Episcopado. Por este
orden y sucesión es como ha llegado hasta nosotros la tradición apostólica, la predicación de la verdad en la
Iglesia. Se trata de una fortísima demostración de que es una e idéntica la fe vivificante confiada por los
apóstoles a las iglesias, y la genuinamente conservada hasta hoy. (S. IRENEO DE LYON, Trat. contra las
herejías,3).

Tiene la suprema potestad sobre toda Iglesia. Infalibilidad

4638 Esta infalibilidad con la que el Divino Redentor ha querido dotar a su Iglesia para definir la doctrina de
fe o de costumbres se extiende tanto cuanto se extiende el depósito de la divina Revelación, que se ha de
custodiar santamente y se ha de exponer con fidelidad. De esta infalibilidad goza, en virtud de su cargo, el
Romano Pontífice, Cabeza del Colegio de los Obispos, cuando, como supremo pastor y doctor de todos los
fieles que confirma en la fe a sus hermanos, proclama una doctrina de fe o de costumbres con un acto
definitorio (cfr. Lc 22,32). Por eso, son llamadas justamente sus definiciones irreformables por razón de sí
mismas, y no en virtud del consentimiento de la Iglesia, ya que se pronuncian con la asistencia del Espíritu
Santo que se le prometió en la persona de 5 Pedro y, por lo tanto, no necesitan ninguna aprobación de otros
ni admiten apelación alguna ante otro tribunal. El Romano Pontífice, en esos casos, no expresa su
sentencia como persona privada, sino que, como maestro supremo de la Iglesia universal, en quien
singularmente reside el carisma de la infalibilidad de la propia Iglesia, expone o defiende la doctrina de la fe
católica. (CONC VAT. II, Const. Lumen gentium,25).

4639 Con un furor que dura siglos, los pueblos de Oriente continúan chocando entre si, y hacen trizas la
túnica inconsútil del Señor, tejida de arriba abajo sin costuras. Raposas devastan la viña de Cristo; entre
cisternas agrietadas y secas es difícil encontrar dónde está aquella fuente sellada, aquel huerto cerrado, de
que habla la Escritura.

Por eso, he decidido consultar a la cátedra de Pedro, donde está aquella fe que exaltó la boca de un
apóstol; y vengo a pedir alimento para mi alma, allí donde una vez recibí el vestido de Cristo.

No, ciertamente; ni la inmensidad del mar, ni la enorme distancia de la tierra han podido impedirme buscar la
perla preciosa. Donde esté el cuerpo, allí se congregarán las águilas (Lc 17,37). Cuando se ha disipado el
patrimonio por unos hijos perversos, sólo en Vos se conserva intacta la herencia de los padres [. . . ].

Prescindiendo de lo que puede ser objeto de envidia, olvidando el esplendor de la altísima dignidad romana,
yo quiero hablar con el sucesor del pescador, con el discípulo de la cruz.

No sigo más primado que el de Cristo; por eso me pongo en comunión con tu Beatitud, es decir, con la
cátedra de Pedro. Sé que sobre esta piedra está edificada la Iglesia. Quien se alimente del Cordero fuera de
esa casa es un impío. Quien no está en el arca de Noé, perecerá el día del diluvio. (S. JERÓNIMO, Carta al
Papa Dámaso 2).
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4640 El Señor se preocupa especialmente de Pedro, y ruega en forma particular por la fe de Pedro, como si
la perseverancia de los otros estuviera principalmente garantizada siempre que no fuera vencido el ánimo
del jefe. Por esto, en Pedro viene protegida la fortaleza de todos, y el auxilio de la gracia divina sigue en
este orden: la firmeza que es dada por medio de Cristo a Pedro, es conferida a los demás apóstoles a
través de Pedro. (S. LEÓN MAGNO Sermón 4).

4641 Te exhortamos, venerable hermano, a que aceptes con obediencia todo lo que ha escrito el santísimo
Papa de Roma; porque el bienaventurado Pedro, que vive y preside en su propia sede, ayuda a los que
buscan la verdad de la fe. Puesto que nosotros, en aras de la paz y de la fe, no podemos tratar temas que
afecten a la fe sino en comunión con el obispo de Roma (S. PEDRO CRiSÓLOGO, Carta a Eutiques,

2).

En él vemos a Cristo. Amor al Papa

4642 El amor al Papa se remonta a los primitivos tiempos de la Iglesia. Conservémoslo cuidadosamente; es
propio de almas santas. Pedro necesita ayudas para gobernar la Iglesia: la asistencia indefectible de Cristo
y la plegaría humilde de todos los cristianos. (J. CHEvROT, Simón Pedro, p. 130).

4643 Simón, mí apóstol, yo te he constituido fundamento de la Santa Iglesia. Yo te he llamado ya desde el


principio Pedro, porque tú sostendrás todos los edificios, tú eres el superintendente de todos los que
edificarán la Iglesia sobre la tierra [. . . ]; tú eres el manantial de la fuente de la que mana mí doctrina [. . . ];
tú eres la cabeza de mis apóstoles [. . . ];yo te he dado las llaves de mi reino. (S. EFREN. Sermones para la
Semana Santa,4).

Esta Iglesia Católica es romana. Yo saboreo esta palabra: ¡romana! Me siento romano, porque romano
quiere decir universal, católico; porque me lleva a querer tiernamente al Papa, el dolce Cristo in terra, como
gustaba repetir Santa Catalina de Siena, a quien tengo por amiga amadísima. [. . . ] Venero con todas mis
fuerzas la Roma de Pedro y de Pablo, bañada por la sangre de los mártires, centro de donde tantos han
salido para propagar en el mundo entero la palabra salvadora de Cristo. Ser romano no entraña ninguna
muestra de particularismo, sino de ecumenismo auténtico; supone el deseo de agrandar el corazón, de
abrirlo a todos con las ansias redentoras de Cristo, que a todos busca y a todos acoge, porque a todos ha
amado primero.

(. . . ) El amor al Romano Pontífice ha de ser en nosotros una hermosa pasión, porque en él vemos a Cristo
(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-VI-1972).

4645 En efecto, pese haber delegado a muchos pastores el cuidado de sus ovejas, no ha abandonado
personalmente la solicitud de su rebaño amado. De su asistencia, fundamental y eterna, deriva también
hasta nosotros el apoyo del apóstol Pedro, cuya misión no puede ser minusvalorada. La solidez de este
fundamento sobre el que se edifica la Iglesia entera, en toda su extensión, jamás se ha cuarteado, por
grande que sea la mole del templo construido sobre él. La solidez de la fe que alabamos en el Príncipe de
los apóstoles es perpetua; y como dura para siempre esa fe de Pedro en Cristo, también dura para siempre
lo que Cristo estableció en Pedro. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 3).

4646 ¡No durmamos más, desechemos el sueño de la negligencia, porfiando con humildes y continuas
oraciones por el Cuerpo Místico de la Santa Iglesia y por el Vicario de Cristo! ¡No ceséis de rezar por él; que
Dios le dé luz y fortaleza para resistir los golpes de los demonios encarnados, amadores de si mismos, que
quieren contaminar nuestra fe! ¡ Es tiempo de llorar! (SANTA CATALINA DE SIENA, Carta 316,
II,456).SABIDURIA

Citas de la Sagrada Escritura

Dios la otorga a Salomón: 2R 3,4-14.

Falsos sabios: Jr 8,7-12.


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El temor de Dios, principio de la sabiduria: Si 1,11-40.

Elogio de la sabiduria: Si 1,1-10; 24,1-13.

El sabio y el necio: Si 14,22-27 ; 15,1-10.

Exhortación de la sabiduria: Pr 1,20-33.

Excelencias de la sabiduria: Pr 2,1-93,13-20; 8,12-21.

La sabiduria aparta de las malas compañías: Pr 2,10-22.

Invitación a la sabiduría:

La sabiduría en la creación: Pr 8,22-36.

El banquete de la sabiduría: Pr 9,1-6.

La necedad: Pr 9,13-18.

La sabiduría, propia del corazón prudente: Pr 18,16.

Origen y naturaleza de la divina sabiduría: 1Co 2,7-9.

Medios por los cuales Dios comunica la divina sabiduría a los predicadores del Evangelio: 1Co 2,10-12.

Qué debe hacer el que quiere poseer la sabiduría divina: 1Co 3,18-21

La sabiduría divina debe predicarse con lenguaje espiritual: 1Co 2,13-16.

Directiva de la vida humana

4647 Entre los dones del Espíritu Santo, dina que hay uno del que tenemos especial necesidad todos los
cristianos: don de sabiduria que, al hacernos conocer a Dios y gustar de Dios, nos coloca en condiciones
de poder juzgar con verdad sobre las situaciones y las cosas de esta vida. (J. EscRivÁ DE BALAGUER Es
Cristo que pasa,133).

4648 La sabiduría, para nosotros, no sólo se considera como conocimiento de Dios, como hacen los
filósofos, sino también en cuanto es directiva de la vida humana, la cual no sólo se dirige por razones
humanas sino también por razones divinas. (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 9, a. 2).

4649 La penitencia borra el pecado y la sabiduría lo evita. (S. AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 40).

4650 El que tiene la palabra de sabiduría pero no quiere emplearla en provecho del prójimo, es semejante al
que pone dinero en una bolsa y la tiene siempre atada. De ahí que esté escrito: sabiduría y tesoro ocultos,
¿para qué sirven?

(Si 20,32). (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

Es un tesoro que es necesario guardar

4651 En el bienaventurado Jb, el vaso de barro experimenta exteriormente las desgarraduras de sus
úlceras, pero el tesoro interior permanece intacto. En lo exterior crujen Sus heridas, pero del tesoro de
sabiduría que nace sin cesar en su interior emanan estas palabras llenas de santas enseñanzas: Si
aceptamos de Dios los bienes, ¿ no vamos a aceptar

los males? (S. GREGORIO MAGNO, Moralia,3).


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4652 He aquí dos grandes regalos: la sabiduría y la continencia.

Por Ja sabiduría nos formamos en el conocimiento de Dios; por la continencia no nos conformamos con
este siglo. (S. AGUSTíN, Sobre el bien de la viudez,17).

Sabiduría de Dios, sabiduría de los hombres

4653 Verdaderamente es prudente el que todo lo terreno tiene por estiércol por ganar a Cristo; y
verdaderamente es sabio

aquel que hace la voluntad de Dios y deja la suya. (Imitación de Cristo,1,4,2).

4654 Lo propio de la sabiduría de este mundo es ocultar con artificios lo que siente el corazón, velar con las
palabras lo que uno piensa, presentar lo falso como verdadero y lo verdadero como falso.

La sabiduría de los hombres honrados, por el contrario, consiste en evitar la ostentación y el fingimiento, en
manifestar con las palabras su interior, en amar lo verdadero tal cual es, en evitar lo falso, en hacer el bien
gratuitamente, en tolerar el mal de buena gana, antes que hacerlo; en no quererse vengar de las injurias, en
tener como ganancia los ultrajes sufridos por causa de la justicia. Pero esta honradez es el hazmerreír,
porque los sabios de este mundo consideran una tontería la virtud de la integridad. Ellos tienen por una
necedad el obrar con rectitud, y la sabiduría según la carne juzga una insensatez toda obra conforme a la
verdad. (S. GREGORIO MAGNO, Moralia,10).

4655 Debes considerar como realmente bueno lo que te lleva a tu fin, y como realmente malo, lo que te
aparta del mismo. Para el auténtico sabio, lo próspero y lo adverso, la riqueza y la pobreza, la salud y la
enfermedad, los honores y los desprecios, la vida y la muerte son cosas que, de por sí, no son ni deseables
ni aborrecibles. Si contribuyen a la gloría de Dios y a tu felicidad eterna, son cosas buenas y deseables; de
lo contrario, son malas y aborrecibles. (S. ROnERTO BELLARMINO, Trat. de la ascensión de la mente a
Dios, grado 1).

4656 Porque una cosa es tener soltura y facilidad de palabra y aun cierta elocuencia en el decir, y otra
penetrar hasta el corazón de las palabras divinas y contemplar con la mirada pura del alma los misterios
más profundos y escondidos. Esto no lo da la ciencia humana ni la cultura de los hombres, sino la sola
pureza del alma, ilustrada por la luz del Espíritu Santo. (CASIANO, Colaciones,14).

Sabiduría y recogimiento interior

4657 Ellos (los Apóstoles) eran dignos de oír aparte los misterios por el profundo respeto que les inspiraba
la sabiduría, estando como estaban en el recogimiento de la virtud, lejos del tumulto de los malos
pensamientos: que es en este recogimiento donde se percibe la sabiduría. (S. JERÓNIMO, en Catena
Aurea, vol. IV, p. 110).

Jesucristo, plenitud de la Sabiduría

4658 Porque Dios no quiso ya ser conocido, como en tiempos 4658 anteriores, a través de la imagen y
sombra de la sabiduría existente en las cosas creadas, sino que quiso que la auténtica Sabiduría tomara
carne, se hiciera hombre y padeciese la muerte de Cruz, para que, en adelante, todos los creyentes
pudieran salvarse por la fe en ella. (S. ATANASIO, Disert. contra los arrianos,2).

4659 Esta belleza eterna y soberanamente amable tiene tanto 4659 deseo de la amistad de los hombres
que ha hecho un libro expresamente para conseguirla, descubriéndole sus excelencias y los deseos que
tiene de ella. Este libro es como una carta de una enamorada a su amado para ganar su afecto. Son tan
vivos los deseos que presenta del corazón del hombre, tan tiernas las solicitaciones que hace de su
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amistad, tan amorosos sus llamadas y deseos, que al escucharla diríais que no es la Soberana del cielo y
de la tierra y que tiene necesidad del hombre para ser feliz [. . . ]

La Sabiduría eterna, para acercarse más a los hombres y manifestarles más sensiblemente su amor, ha
llegado a hacerse hombre, a convertirse en un niño, a ser pobre y a morir por ellos en la cruz. (S. Luis M.
GRIGNION DE MONFORT, L 'Amour de la Sagesse étern elle, n. 65).

4660 Hablemos siempre de El. Sí hablamos de sabiduría, El es la Sabiduria; si de virtud, El es la Virtud; sí


de justicia, El es la Justicia; si de paz, El es la Paz; si de la verdad, de la vida, de la redención, El es todo
esto. (S. AMBROSIO, Coment. sobre el Salmo 36).

Manifestaciones

4661 La sabiduría cristiana no consiste en la abundancia de las palabras, ni en la sutileza de los


razonamientos, ni en el deseo de alabanza y gloría, sino en la verdadera y voluntaria humildad que, desde
el seno de su Madre hasta el suplicio de la cruz, nuestro Señor Jesucristo eligió y enseñó como plenitud de
la fuerza. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 7, para la Epifanía).

4662 La mayor sabiduría es no apoyarse en el propio sentir. (SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro, l. c. ,
p. 141).

4663 En estas tres cosas se conocerá que tu boca está llena en abundancia de sabiduría: si confiesas de
palabra tu propia iniquidad, si de tu boca sale la acción de gracias y la alabanza, y si de ella salen también
palabras de edificación. (S. BERNARDO, Sermón 15).

SACERDOCIO

Citas de la Sagrada Escritura

Es preciso que los hombres vean en nosotros a los ministros de Cristo y a los administradores de los
misterios de Dios. 1Co 4,1.

Con toda tu alma honra al Señor y reverencia a los sacerdotes. Si 7,31.

Los labios del sacerdote han de guardar la sabiduria y de su boca ha de salir la doctrina, porque es un
enviado de Yavé de los ejércitos. Mal 2,7.

Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por sus ovejas. Jn l0,11.

Apacentad el rebano de Dios que os ha sido confiado, gobernando no por fuerza, sino espontáneamente,
según Dios; no por sórdido lucro, sino con prontitud de ánimo. 1P 5,2.

Sed santos para mí, porque yo, Yavé, soy santo, y os he separado de las gentes para que seáis míos. Lv
20,26.

Entre todos los vivientes le escogió el Señor para presentarle las ofrendas, el incienso y el aroma en
memorial, y hacer expiación por su pueblo. Si 45,20.

Pues todo pontífice tomado de entre los hombres, en favor de los hombres es instituido para las cosas que
miran a Dios, para ofrecer ofrendas y sacrificios por los pecados. He 5,11

Pero vosotros sois linaje do, sacerdocio regio, gente pueblo adquirido para pregonar excelencias del que os
llamó de las ti nieblas a su luz admirable. 1P 2,

El que a vosotros oye, a mi me oye, y el que a vosotros desecha a mí me desecha, y el que me desecha a
mi desecha al que me envió. Lc 10,16

El ministerio sacerdotal
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4664 Por el sacramento del orden se configuran los presbíteros con Cristo sacerdote, como ministros de la
Cabeza para construir y edificar todo su Cuerpo, que es la iglesia, como cooperadores del Orden episcopal.
(CONc. VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,12).

4665 Fi sacerdocio es fundamentalmente una configuración, una transformación sacramental y misteriosa


del cristiano en Cristo Sumo y Eterno Sacerdote, único Mediador. El sacerdote no es más cristiano que los
demás fieles, pero es más sacerdote, e incluso lo es de un modo esencialmente distinto. (A. DEL
PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 114).

4666 El sacerdote es verdadero mediador entre Dios y los hombres. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,3, q.
22, a. 1).

4667 Si elegir sacerdotes entonces era gran beneficio, ¿qué será en el Nuevo Testamento, en el cual los
sacerdotes de él somos como sol en comparación de noche y como verdad en comparación de figura? (S.
JUAN DF AVILA, Plática en el Sínodo de la diócesis de Córdoba,1563).

4668 El ministerio en favor de los hombres sólo se entiende 4668 como servicio prestado a Dios (cfr. Rm
1,9) y, a su vez, la gloría de Dios exige que el presbítero sienta ansia de unir a su alabanza la de todos los
hombres. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 42).

4669 (El sacerdote que sube al altar presta a Jesucristo su gesto 4669 y su voz) pues el sacerdote consagra
este sacramento hablando en la persona de Cristo (CONC. FLORENTINO, Bula Fxsultate Deo).

4670 Llamados, consagrados, enviados. Esta triple dimensión explica y determina vuestra conducta y
vuestro estilo de vi-da. Estáis "puestos aparte"; "segregados", pero "no separados" (Presbyterorum
Ordinis,3). Así os podéis dedicar plenamente a la obra que se os va a confiar: el servicio de vuestros
hermanos. Comprended, pues, que la consagración que recibís os ab-sorbe totalmente, os dedica
radicalmente, hace de vosotros instrumentos vivos de la acción de Cristo en el mundo, prolongación de su
misión para gloría del Padre. A ello responde vuestro don total al Señor. El don total que es compromiso de
santidad. Es la tarea interior de "imitar lo que tratáis", como dice la exhortación del Pontifical Romano de las
ordenaciones. Es la gracia y el compromiso de la imitación de Cristo, para reproducir en vuestro ministerio y
conducta esa imagen grabada por el fuego del Espíritu. Imagen de Cristo sacerdote y víctima, de redentor
crucificado. (JUAN PABLO II, Hom. en la ordenación de nuevos sacerdotes. Valencia,8-XI-1982).

4671 Somos necesarios a los hombres, somos inmensamente necesarios, y no a medio servicio ni a medio
tiempo, como si fuéramos unos "empleados". Somos necesarios como el que da testimonio, y despertamos
en los otros la necesidad de dar testimonio. Y si alguna vez puede parecer que no somos necesarios, quiere
decir que debemos comenzar a dar un testimonio más claro, y entonces nos percataremos de lo mucho que
el mundo de hoy necesita de nuestro testimonio sacerdotal, de nuestro servicio, de nuestro sacerdocio.
(JUAN PABLO 1, Abc. 9-IX-1978).

4672 El sacerdote es fundamentalmente un hombre c un hombre de Dios (1Tm 6,11). En la vida


peregrinante del Pueblo del Señor a través de la historia de la humanidad, el sacerdote ha sido siempre un
elegido, un ungido, un homo ex hominibus assumptus (cfr. He 5,1). La figura y la vida del llamado a ser
ministro del culto al úm Dios verdadero queda traspasada por un halo y un destínó de segregación, que lo
pone en cierto modo fuera y por encima de la común historia de los demás hombres: sine patre, sine matre,
sine genealogia, dice San Pablo de la figura a la vez arcana y profética de Melchísedech (cfr. He 7,3). (A.
DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 76).

4673 Es tal la condición del sacerdote que no puede ser bueno o malo sólo para sí, pues el modelo de su
vida influye poderosamente en el pueblo. El que cuenta con un buen sacerdote, ¡qué bien tan grande y
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precioso tiene! (SAN Pío X, Exhortac. Haerent animo,4-VIII-1908).

Sacerdocio común de los fieles

4674 El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico, aunque diferentes
esencialmente y no

sólo en grado, se ordenan, sin embargo, el uno al otro, pues ambos participan a su manera del único
sacerdocio de Cristo. (CONc. VAT. II, Const. Lumen gentium,10).

4675 El sacerdocio ministerial, por la potestad sagrada de que goza, forma y dirige al pueblo sacerdotal,
confecciona el sacrificio eucarístico en la persona de Cristo y lo ofrece en nombre de todo el pueblo a Dios.
Los fieles, en cambio, en virtud de su sacerdocio regio, concurren a la ofrenda de la Eucaristía y lo ejercen
en la recepción de los sacramentos, en la oración y acción de gracias, mediante el testimonio de una vida
santa, en la abnegación y caridad operante. (CONC. VAT. II, Const. Lumen gen tium,10).

4676 Nuestro sacerdocio "ministerial", radicado en el sacramento del orden, se diferencia esencialmente del
sacerdocio universal de los fieles. Ha sido instituido a fin de iluminar más éticamente a nuestros hermanos y
hermanas que viven en el mundo [. . . ] acerca del hecho de que todos somos en Jesucristo "reino de
sacerdotes" para el Padre.

4678 El sacerdote alcanza este objetivo a través del ministerio que le es propio, el ministerio de la palabra y
de los sacramentos, y sobre todo a través del sacrificio eucarístico para el cual sólo él está autorizado; todo
ello el sacerdote lo lleva a cabo asimismo a través de un estilo de vida apropiado. (JUAN PABLO II, Abc. 9-
XI-1978).

4677 Una sola misión, de contenido universal, y, para cumplir la, un solo sacerdocio, el de Cristo, del que
participan, aunque de modo diverso, todos los miembros del Pueblo de Dios [. . . ] (A. DEL PORTILLO,
Escritos sobre el sacerdocio, p. 40).

4678 Todos somos ungidos por la gracia del Espíritu para ser miembros del reino de Dios y formar parte de
su sacerdocio. (S. AMBROSIO, Trat. sobre los misterios,29-30).

4679 Son llamados sacerdocio regio para que se acuerden de esperar el reino eterno y de ofrecer sin cesar
a Dios el sacrificio de una vida sin tacha. (S. BEDA, Sobre la Epístola de S. Pedro,2).

Dignidad del sacerdote

4680 El sacerdote [. . . ] es el intercesor público y oficial de la Humanidad cerca de Dios, y ha recibido el


encargo y el mandato de ofrecer a Dios en nombre de la Iglesia no sólo el real y verdadero Sacrificio del
Altar, sino también el sacrificio de alabanza (cfr. Ps 49,14). Con salmos, preces y cánticos tomados en gran
parte de los libros inspirados ofrece a Dios cada día varias veces el debido tributo de adoración y cumple el
necesario deber de rogar por la Humanidad, hoy más afligida que nunca, y más que nunca necesitada de
Dios. ¿Quién podrá decir cuántos castigos aparta de la humanidad la plegaria del sacerdote y cuántos
beneficios consigue para ella? (Pío XI, Ad catholici sacerdotii,20-XII-1935).

4681 Por el Sacramento del Orden, el sacerdote se capacita efectivamente para prestar a Nuestro Señor la
voz, las manos, todo su ser; es Jesucristo quien, en la Santa Misa, con las palabras de la Consagración,
cambia la sustancia del pan y del vino en su Cuerpo, su Alma, su Sangre y su Divinidad.

En esto se fundamenta la incomparable dignidad del sacerdote. Una grandeza prestada, compatible con la
poquedad mía. Yo pido a Dios Nuestro Señor que nos dé a todos los sacerdotes la gracia de realizar
santamente las cosas santas, de reflejar, también en nuestra vida, las maravillas de las grandezas del
Señor. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Sacerdote para la eternidad,13-4-73).
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4682 (Los sacerdotes fueron elegidos por Dios para esta digní dad> suprema entre todas las dignidades
creadas. (S. IGNA cío DE ANTIOQUÍA, Epístola a los de Esmirna).

4683 ¿Por qué los sacerdotes no son santos, pues es lugar donde Dios viene glorioso, inmortal, inefable,
como no vino en

los otros lugares? Y el sacerdote le trae con las palabras de la consagración, y no lo trajeron los otros
lugares, exceptuando a la Virgen. Relicario somos de Dios, casa de Dios y, a modo de decir, criadores de
Dios; a tales nombres conviene gran santidad. (S. JUAN DE AVILA, Plática en el Sínodo de la diócesis de
Córdoba de 1563).

4684 Esta es la identidad del sacerdote: instrumento inmediato y diario de esa gracia salvadora que Cristo
nos ha ganado. Si se comprende esto, si se ha meditado en el activo silencio de la oración, ¿cómo
considerar el sacerdocio una renuncia? Es una ganancia que no es posible calcular. Nuestra Madre Santa
María, la más santa de las criaturas -más que Ella sólo Dios- trajo una vez al mundo a Jesús; los sacerdotes
lo traen a nuestra tierra, a nuestro cuerpo y a nuestra alma, todos los días: viene Cristo para alimentarnos,
para vivificamos, para ser, ya desde ahora, prenda de la vida futura. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom.
Sacerdote para la eternidad,13-1V- 1973).

4685 El sacerdocio cristiano está, pues, íntimamente unido al misterio, a la vida, al crecimiento y al destino
de la Iglesia, Esposa virginal de Cristo (cfr. Ap 19,7 Ap 21,2 y Ap 9 Ap 22,17 2Co 11,2). El sacerdote es el
padre, el hermano, el siervo universal; su persona y su vida toda pertenecen a los demás, son posesión de
la Iglesia, que lo ama con amor nupcial y tiene con él y sobre él -que hace las veces de Cristo, su Esposo-
relaciones y derechos de los que ningún otro hombre puede ser destinatario. (A. DEL PORTILLO. Escritos
sobre el sacerdocio, p. 81).

Saboreo la dignidad de la finura humana y sobrenatural de estos hermanos míos, esparcidos por toda la
tierra. Ya ahora es de justicia que se vean rodeados por la amistad, la ayuda y el cariño de muchos
cristianos. Y cuando llegue el momento de presentarse ante Dios, Jesucristo irá a su encuentro, para
glorificar eternamente a quienes, en el tiempo, actuaron en su nombre y en su Persona, derramando con
generosidad la gracia de la que eran administradores.

(J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hom. Sacerdote para la eternidad,13-IV-1973).

Misión del sacerdote

4686

4687 En la administración de los sacramentos se unen a la intención y caridad de Cristo, cosa que hacen de
manera especial cuando se muestran en todo momento y de todo punto dispuestos a ejercer el ministerio
del sacramento de la penitencia cuantas veces se lo piden razonablemente los fieles. (CONc. VAT. II, Deer.
Presbyterorum Ordinis,13).

4688 En la recitación del Oficio divino prestan su voz a la Iglesia, que, en nombre de todo el género
humano, persevera en la oración, juntamente con Cristo, que vive siempre para interceder por nosotros (He
7,25). (CONC VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,13).

4689 No temáis así ser separados de vuestros fieles y de aquellos 4689 a quienes vuestra misión os
destina. Más bien os separaría de ellos el olvidar o descuidar el sentido de la consagración que distingue
vuestro sacerdocio. Ser uno más, en la profesión, en el estilo de vida, en el modo de vestir, en el
compromiso político, no os ayudaría a realizar plenamente vuestra misión; defraudaríais a vuestros propios
fieles, que os quieren sacerdotes de cuerpo entero: liturgos, maestros, pastores, sin dejar por ello de ser,
como Cristo, hermanos y amigos.
-560 -

Por eso, haced de vuestra total disponibilidad a Dios una disponibilidad para vuestros fieles. Dadles el
verdadero pan de la palabra, en la fidelidad a la verdad de Dios y a

las enseñanzas de la Iglesia. Facilitadles todo lo posible acceso a los sacramentos, y en primer lugar al
sacramento de la penitencia, signo e instrumento de la misericordia de Dios y de la reconciliación obrada
por Cristo (cfr. Redemptor hominis,20), siendo vosotros mismos asiduos en' su recepción. Amad a los
enfermos, a los pobres, a los marginados; comprometeos en todas las justas causas de los trabajadores;
consolad a los afligidos; dad esperanza a los jóvenes. Mostraos en todo "como ministros de Cristo" (2Co
6,8). (JUAN PABLO II, Hom. en la ordenación de nuevos sacerdotes. Valencia,8-XI- 1982).

4690 Su servicio no es el del médico, del asistente social, del político o del sindicalista. En ciertos casos, tal
vez, el cura podrá prestar, quizá de manera supletoria, esos servicios, y en el pasado los prestó de forma
muy notable. Pero hoy, esos servicios son realizados adecuadamente por Otros miembros de la sociedad,
mientras que nuestro servicio se especifica cada vez más claramente como un servicio espiritual. Es en el
campo de las almas, de sus relaciones con Dios y de su relación interior con sus semejantes, donde el
sacerdote tiene una función especial que desempeñar. Es ahí donde debe realizar su asistencia a los
hombres de nuestro tiempo [. . . I, ayudar a las almas a descubrir al Padre, abrirse a El y amarlo sobre todas
las cosas. (JUAN PABLO II, Hom. 2-VII-80).

4691 En el misterio del sacrificio eucarístico, en que los sacerdotes cumplen su principal ministerio, se
realiza continuamente la obra de nuestra redención, y, por ende, encarecidamente se les recomienda su
celebración cotidiana, la cual, aunque no pueda haber en ella presencia de fieles, es ciertamente acto de
Cristo y de la Iglesia. (CONC. VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,13).

4692 1. . . ] ¿Qué quieren, qué esperan los hombres del sacerdote, ministro de Cristo, signo viviente de la
presencia del Buen Pastor? Nos atrevemos a afirmar que necesitan, que d sean y esperan, aunque muchas
veces no razonen conscientemente esa necesidad y esa esperanza, un sacerdote-sacerdote, un hombre
que se desviva por ellos, por abrirles los horizontes del alma, que ejerza sin cesar su ministerio, que tenga
un corazón grande, capaz de comprender y de querer a todos, aunque pueda a veces no verse
correspondido; un hombre que dé con sencillez y alegría, oportunamente y aun inoportunamente (cfr. 2Tm
4,2), aquello que él solo puede dar: la riqueza de gracia, de intimidad divina, que a través de él Dios quiere
distribuir a los hombres. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, PP. 109-lío>.

4693 Aquel que se acerque a un sacerdote debe quedar condímentado con el sabor de la vida eterna, como
la carne con

el contacto de la sal. (S. GREGORiO MAGNO, Hom. I7sobre los Evang. ).

4694 Quien ha tomado a su cargo el ministerio de la predicación, no es conveniente que tome sobre sí la
carga de los negocios seculares, no sea que ocupándose de estas cosas haga poco caso de la predicación
de las cosas celestiales. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

4695 El ministerio sacerdotal [. . . ] no es una mera ocupación que empeñe parcialmente la inteligencia y la
efectividad de la persona, o que exija solamente la dedicación de un número mayor o menor de horas al día.
El sacerdote, cualquiera que sea la situación concreta en que se encuentre, lleva siempre consigo la
responsabilidad vocacional de ser representante de Jesucristo Cabeza de la Iglesia, y no hay esfera de su
vida o de su actividad que pueda escapar a esta radical exigencia de totalidad. (A. DEL PORTiLLO, Escritos
sobre el sacerdocio, p. 105).

4696 Cuando desempeñes las funciones sacerdotales, actúa de la mejor manera posible, y líbranos del
peso de nuestros pecados al tocar la Víctima relacionada con la resurrección 1. . . ]. No dejes de orar y
abogar en favor nuestro, cuando traigas al Verbo con tu palabra, cuando con sección iBcruenta cortes el
Cuerpo y la Sangre del Señor, usando como espada tu voz. (S. GREGORIO NACIANCENO. Epístola 171).
-561 -

4697 Sí el sacerdote descuida la santidad, de ninguna manera podrá ser sal de la tierra; porque lo que está
podrido y contaminado no sirve para conservar: y donde falta la santidad es inevitable que se introduzca la
corrupción. Cristo, continuando la comparación, llama a esos sacerdotes sal insípida, que ya no sirve para
nada más que para tirarla afuera, y ser pisoteada por los hombres (Mt 5,13). (SAN Pb X, Exhortac. al Clero
católico,4-8-1908).

4698 El Sacerdote habla en las oraciones de la Misa en nombre de la Iglesia, en cuya unidad está. Mas en
la Consagración habla en nombre de Cristo, cuyas veces hace por la potestad de Orden. (SANTO TOMÁS,
Suma Teológica,3, q. 82, a.

7).

La alegría del sacerdote

4699 Seguid con alegría a Cristo, que os ha amado y llamado; aun cuando, con el paso de los años, el
cuerpo sienta el peso del cansancio y del desgaste, el corazón esté siempre vi gilante y despierto, ardiendo
en celo por las almas que Dios ha puesto en vuestro camino. (JUAN PABLO II, Abc. 23-111-1980).

4700 Que sea (vuestra alegría) como la de los 72 discípulos al regresar junto a Jesús después de su misión
(cfr. Lc 10,17-20); si después va unida a padecimientos sufridos en favor de la Iglesia (cfr. Col 1,24 2Co
12,10), entonces estará mucho más arraigada y fecunda. Esta alegría nadie os la podrá quitar (Jn 16,22),
especialmente porque brota del contacto continuo con Cristo, que hace de nosotros los hombres
consagrados para renovar su Sacrificio redentor, hombres de Eucaristía, en la que debe encontrar nuestra
vida su fervoroso e irradiante centro. (JUAN PABLO II, Abc. Turín 13-IV-1980).

4701 Para dejaros poseer de esta alegría [. . . J es necesario ser fieles a la gracia que Dios nos comunica,
tomando conciencia cada vez más profundamente del don recibido y haciéndonos conscientes, al mismo
tiempo, de nuestra indignidad:

Soy un hombre de labios impuros (Is 6,1): Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador (Lc 5,8).
(JUAN PABLO II, Hom. 16-11-1980).

Amor y veneración al sacerdote

4702 En cuanto a los fieles mismos, dense cuenta de que están obligados a sus presbíteros, y ámenlos con
filial cariño, como a sus pastores y padres; igualmente, participando de sus solicitudes, ayuden en lo
posible, por la oración y de obra, a sus presbíteros, a fin de que éstos puedan superar mejor sus dificultades
y cumplir más fructuosamente sus deberes. (CONC. VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,9).

4703 Si no tienes veneración suma por el estado sacerdotal y el religioso, no es cierto que ames a la Iglesia
de Dios. (J. EsCRIvA DE BALAGUER, Camino, n. 526).

4704 (Santa Catalina de Siena pone en boca del Señor estas palabras): no quiero que mengüe la reverencia
que se debe profesar a los sacerdotes, porque la reverencia y el respeto que se les manifiesta no se dirige a
ellos, sino a Mí, en virtud de la Sangre que yo les he dado para que la administren. Sí no fuera por esto,
deberíais dedicarles la misma reverencia que a los seglares, y no más [. . . ]. No se les ha de ofender:
ofendiéndolos, se me ofende a Mí, y no a ellos. Por eso lo he prohibido, y he dicho que no admito que sean
tocados mis Cristos. (SANTA CATALINA DE SIENA, El Diálogo, cap. 16).

4705 Como los hijos buenos de Noé, cubre con la capa de la caridad las miserias que veas en tu padre, el
Sacerdote. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 75).

4706 Los fieles honren aun a los malos sacerdotes en razón de los buenos, para que no sean despreciados
-562 -

los buenos por los malos: pues mejor es favorecer, aunque sea injustamente, a los malos, que quitar lo que
sea justo a los buenos. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. IV, p. 99).

4707 Presbítero, etimológicamente, es tanto como anciano. Sí merece veneración la ancianidad, piensa
cuánto más habrás de venerar al Sacerdote. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Camino, n. 68).

Virtudes del sacerdote

4708 Mucho contribuyen a lograr este fin las virtudes que con razón se estiman en el trato humano, como
son la bondad de corazón, la sinceridad, la fortaleza de alma y la constancia, el continuo afán de justicia, la
urbanidad y otras. (CONC. VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,3).

4709 Nunca estaremos bastante convencidos de lo importante que es para los cristianos, y especialmente
para los sacerdotes, el esforzarse en practicar la humildad y el arrojar del espíritu toda presunción, toda
vanidad, todo orgullo. No hay que ahorrar esfuerzo ni fatiga para salir airosos en una empresa tan santa; y
como es cosa que no se puede lograr sin la gracia de Dios, hay que pedirlo insistentemente, sin cansarse
nunca. (J. PECCI León XIII- Práctica de la humildad).

4710 En todas las cosas hay siempre un algo que las perjudíca; así, está el gusano para el tronco, y la
polilla para el vestido: por esto también el demonio se esfuerza por corromper el ministerio de los
sacerdotes, que ha sido establecido para fomentar la santidad [. . . . Quitemos el mal proceder del clero y
todo saldrá bien sin esfuerzo. (S. JUAN CRISÓSTOMO,en CatenaAurea, vol. III, PP. 102-103).

4711 Si ha habido un tiempo en que un sacerdote es un espectáculo para los hombres y para los ángeles,
es en esta época que se abre ante nosotros. (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón en la inauguración del
Seminario S. Bernardo,2-X-1873).

4712 [. . . ] al sacerdote que reza y se esfuerza por ser fiel al don recibido, Dios le ayuda siempre. (A. DEL
PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 160).

4713 Esto es ser sacerdotes: que amen a Dios cuando estuviere, ¡ay enojado con su pueblo; que tengan
experiencia de que Dios oye sus oraciones y les da lo que piden, y tengan tanta familiaridad con él. (S.
JUAN DF AvILA, Plática en el Sínodo de la diócesis de Córdoba de 1563).

4714 Los ministros de la gracia sacramental se unen íntimamente a Cristo, Salvador y Pastor, por medio de
la fructuosa recepción de los sacramentos, especialmente por el frecuente acto sacramental de la
penitencia, como quiera que, preparado por el diario examen de conciencia, favorece en tanto grado la
necesaria conversión al amor del Padre de las misericordias. (CONC. VAT. 11, Decr. PresbyterorIlin
Ordinis,18).

4715 El sacerdocio requiere una peculiar integridad de vida y de servicio, y precisamente esta integridad
conviene profundamente a nuestra identidad sacerdotal. En ella se expresa, al mismo tiempo, la grandeza
de nuestra dignidad y la "disponibilidad)) adecuada a la misma: se trata de humilde prontitud para aceptar
los dones del Espíritu Santo y para dar generosamente a los demás los frutos del amor y de la paz, para
darles la certeza de la fe, de la que derivan la comprensión profunda del sentido de la existencia humana y
la capacidad de introducir el orden moral en la vida de los individuos y en los ambientes humanos. (]UAN
PABLO 11, Carta Novo incipiente,8-IV-1979, n. 4).

4716 En definitiva, resultará siempre necesario a los hombres únicamente el sacerdote que es consciente
del sentido pleno de su sacerdocio: el sacerdote que cree profundamente, que manifiesta con valentía su fe,
que reza con fervor, que enseña con intima convicción, que sirve, pone en practica en su vida el programa
de las Bienaventuranzas, que sabe amar desinteresadamente, que está cerca de todos y especialmente de
-563 -

los más necesitados. (JUAN PABLO II, Carta Novo incipiente,8-IV-1979, n. 7).

4717 El sacerdote que es condescendiente consigo pero que exi- -ge cosas graves a los demás, es como
un mal repartidor de contribuciones en una ciudad: se dispensa él de pagar, y carga a los que no pueden.
(S. JUAN CRISÓSTOMO en Catena Aurea. vol III, PP. íOl-102).

4718 La perfecta y perpetua continencia por amor del reino de los cielos, recomendada por Cristo Señor,
aceptada de buen grado y laudablemente guardada en el decurso del tiempo y aun en nuestros días por no
pocos fieles, ha sido siempre altamente estimada por la Iglesia de manera especial para la vida sacerdotal.
Ella es, en efecto, signo y estímulo al mismo tiempo de la caridad pastoral y fuente particular de fecundidad
espiritual en el mundo (CONC. VAT TI, Decr. Presbyterorum Ordinis,16).

4719 Si se considera que Cristo, de cuya acción el sacerdote es instrumento vivo, dedicó la integridad de su
naturaleza humana -alma y cuerpo-, y a lo largo de toda su vida- al cumplimiento amoroso del ministerio de
reconciliación (cfr. Rm 5,11) para el que había sido enviado, se comprende bien que el sacerdote vea tan
ligada a su consagración ministerial la conveniencia, por Amor de Dios y de los hombres, de configurar su
vida a la virginidad de Jesucristo, plenamente dedicada a Dios y a los hombres: para unirse así cada vez
más íntimamente a Aquel que le eligió y transformarse más plenamente en El. (A. DEL PORTILLO, Escritos
sobre el sacerdocio, Pp. 78-79>.

4720 Que los presbíteros tengan entrañas de misericordia y se muestren compasivos para con todos,
tratando de traer al buen camino a los que se han extraviado; que visiten a los enfermos [. . . ], que procuren
el bien no sólo ante Dios, sino también ante los hombres; que se abstengan de toda ira, de toda acepción de
personas, de todo juicio injusto; que vivan alejados del amor al dinero, que no se precipiten creyendo
fácilmente que los otros han obrado mal, no sean severos en sus juicios, teniendo presente que todos
estamos inclinados al pecado. (S. POLICARPO, Carta a los Filipenses,6,1-6).

4721 No comprendo los afanes de algunos sacerdotes por confundirse con los demás cristianos, olvidando
o descuidando su específica misión en la Iglesia, aquella para la que han sido ordenados. Piensan que los
cristianos desean ver, en el sacerdote, un hombre más. No es verdad. En el sacerdote, quieren admirar las
virtudes propias de cualquier cristiano, y aun de cualquier hombre honrado: la comprensión, la justicia, la
vida de trabajo -labor sacerdotal en este caso-, la caridad, la educación, la delicadeza en el trato.

Pero, junto a eso, los fieles pretenden que se destaque claramente el carácter sacerdotal: esperan que el
sacerdote rece, que no se niegue a administrar los Sacramentos, que esté dispuesto a acoger a todos sin
constituirse en jefe o militante de banderías humanas, sean del tipo que sean (cfr. Decr. Presbyterorum
Ordinis,6); que ponga amor y devoción en la celebración de la Santa Misa, que se siente en el confesonario,
que consuele a los enfermos y a los afligidos; que adoctrine con la catequesis a los niños y a los adultos,
que predique la Palabra de Dios y no cualquier tipo de ciencia humana que -aunque conociese
perfectamente- no sería la ciencia que salva y lleva a la vida eterna; que tengan consejo y caridad con los
necesitados. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Sacerdote para la eternidad,13-TV-1973).

4722 Volved a vuestros recuerdos personales. ¿Acaso no se halla en los principios de vuestra vocación un
sacerdote ejemplar que guió vuestros primeros pasos hacia el sacerdocio? ¿No es verdad que vuestro
primer pensamiento, vuestro primer deseo de servir al Señor, están ligados a la persona concreta de un
sacerdote-confesor, de un sacerdote amigo? Vaya a este sacerdote vuestro recuerdo agradecido, vuestro
corazón rebosante de gratitud.

Si, el Señor tiene necesidad de intermediarios, de instrumentos para hacer oír su voz y su llamada.
Queridos sacerdotes: Ofreceos al Señor para ser instrumentos suyos en la llamada a nuevos obreros para
su viña. Jóvenes generosos no faltan. (JUAN PABLO II, Discurso al clero romano,9-XI-1978),

4723 Sé, pues, oh hombre, sacrificio y sacerdote para Dios; no pierdas lo que te ha sido dado por el poder
de Dios; revistete de la vestidura de santidad, cíñete el cíngulo de la castidad; sea Cristo el casco de
protección para tu cabeza; que la cruz se mantenga en tu frente como una defensa; pon sobre tu pecho el
-564 -

misterio del conocimiento de Dios; haz que arda continuamente el incienso aromático de tu oración; empuña
la espada del Espíritu; haz de tu corazón un altar; y así, puesta en Dios tu confianza, lleva tu cuerpo al
sacrificio. (S. PEDRO CRISÓLOGO. Sermón !08).

4724 No puede, pues, esconderse una ciudad colocada sobre un monte, aun cuando ella quiera: el monte
que la tiene sobre si la hace visible a todos. Así, los Apóstoles y los sacerdotes que han sido establecidos
por Cristo no pueden esconderse, aun cuando quieran, porque Jesucristo los pone de manifiesto. (S. JUAN
CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 264).

4725 Escuchar a un sacerdote habitualmente unido a Dios es hoy el deseo de muchos buenos fieles. Ellos
razonan como el abogado de Lyon a la vuelta de una visita al Cura Ars. "¿Qué habéis visto en Ars?", le
preguntaron. Respuesta: "He visto a Dios en un hombre". Análogos son los, razonamientos de S. Gregorio
Magno. El desea que el pastor de almas dialogue con Dios sin olvidar a los hombres, y dialogue con los
hombres sin olvidar a Dios. (JUAN PABLO 1, Abc. 7-IX-1978).

4726 Sólo la santidad nos hace tales como nos quiere nuestra vocación divina, es decir, hombres
crucificados para el mundo y para quienes el mundo mismo está crucificado; hombres que caminan en una
nueva vida y que [. . . J se muestran como ministros de Dios, que tienden exclusivamente a las cosas del
cielo y ponen todo su empeño en llevar también a los demás hacía ellas. (SAN Pío X, Exhort. Haerent
animo,4-VIII-1908).

4727 Cuando los sacerdotes son buenos, toda la Iglesia resplandece; pero si no lo son, toda la fe se
debilita. De la misma manera que cuando ves un árbol que tiene las hojas amarillas, conoces que tiene
algún vicio en la raíz, del mismo modo, cuando veas un pueblo indisciplinado, debes comprender que sus
sacerdotes no son buenos. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 14).

4728 Consciente de su propia flaqueza, el verdadero ministro de Cristo trabaja con humildad, indagando
cuál sea el beneplácito de Dios (cfr. El 5,10), y, como atado por el Espíritu (cfr. Ac 20,22), se guía en todo
por la voluntad de Aquel que quiere que todos los hombres se salven; voluntad que puede descubrir y
cumplir en las circunstancias cotidianas de la vida, sirviendo a todos los que le han sido encomendados por
Dios en el cargo que se le ha confiado y en los múltiples acontecimientos de su vida. (CONc. VAT. II, Decr.
Presbyterorum Ordinis,15).

4729 Consagrados por el Espíritu Santo y enviados por Cristo, mortifican en sí mismos las obras de la carne
y se consagran totalmente al servicio de los hombres, y de esta manera, por la santidad con que están
enriquecidos en Cristo, pueden avanzar hacia el hombre perfecto. (CONC. VAT. II, l)ecr. Presbyterorum
Ordinis,12; cfr. Decr. Perfectae caritatis,12).

4730 Debemos adquirir la costumbre de sentir que estamos en la presencia de Dios, que ve lo que
hacemos; debemos sentir gusto de que sea así, amor ante el hecho de saberlo, placer en la reflexión: "Tú,
Dios, me ves". Un sacerdote que sienta esto profundamente nunca se comportará mal en la sociedad; le
guardará de excesiva familiaridad con algunas de sus gentes, le preservará de demásiadas palabras, de
hablar imprudentemente o sin discreción, le enseñará a ordenar sus pensamientos. Será un principio de
separación entre él y su propio pueblo, porque quien está habituado a descansar en el Dios invisible, no se
atará realmente a ninguna criatura. Y así se producirá una elevación de la mente, que es la verdadera arma
que debe usar contra la incredulidad del futuro. (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón en la inauguración del
Seminario S. Bernardo,3-X- 1873).

4731 La ciencia del ministro sagrado debe ser sagrada, porque 4731 se toma de fuente sagrada y a fin
sagrado se ordena. (CONC. VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,19).

4732 [. . . ] es preciso estudiar constantemente la ciencia de Dios, Orientar espiritualmente a tantas almas,
oir muchas confesiones, predicar incansablemente y rezar mucho, mucho, con el corazón siempre puesto
-565 -

en el Sagrario [. . . ] (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Sacerdote para la eternidad,13-1V-1973).

4733 Todo aquel que se acerque al sacerdote debe volver sazonado con la sal de su palabra. (S.
GREGORIO MAGNO, Hom. J7sobre los Evang. ).

4734 Me ocurrió, en una ocasión, ver en la estación de Milán a un maletero que, apoyada la cabeza en un
saco de carbón, detrás de una pilastra, dormía beatíficamente. Los trenes salían silbando y llegaban
retumbando con las ruedas; los altavoces daban continuos avisos atronadores, la gente iba y venía con
gritos y ruidos; pero él -continuando dormido- parecía decir: "Haced lo que queráis, que yo tengo necesidad
de estar quieto". Algo semejante deberíamos hacer nosotros, sacerdotes: en torno a nosotros hay un
continuo movimiento y hablar de las personas, periódicos, radio y televisión. Con medida y disciplina
sacerdotal debemos decir: "Hasta ciertos límites, para mi, que soy sacerdote del Señor, vosotros no existís;
yo debo tomarme un poco de silencio para mí alma; me separo de vosotros para unirme a mí Dios". (JUAN
PABLO 1, Abc. 7-9-1978).

4735 Convertirse significa retornar a la gracia misma de nuestra vocación, meditar la inmensa bondad y el
amor infinito de Cristo, que se ha dirigido a cada uno de nosotros y, llamándonos por nuestro nombre, ha
dicho: "Sigueme". Convertirse quiere decir dar cuenta en todo momento de nuestro servicio, de nuestro celo,
de nuestra fidelidad, ante el Señor de nuestros corazones, para que seamos ministros de Cristo y
administradores de los misterios de Dios (1Co 4,1). Convertirse significa darnos cuenta también de nuestras
negligencias y pecados, de la cobardía, de la falta de fe y esperanza, de pensar únicamente "de modo
humano", y no "divino". Recordemos a este propósito la advertencia hecha por Cristo al mismo Pedro (cfr.
Mt 16,23). Convertirse quiere decir para nosotros buscar de nuevo el perdón y la fuerza de Dios en el
Sacramento de la reconciliación y así volver a empezar siempre, avanzar cada día, dominarnos, realizar
conquistas espirituales y dar alegremente, porque Dios ama al que da con alegría (2Co 9,7) (JUAN PABLO
11, Carta Novo incipiente. 8-IV-1979, n. 10).

4736 Es la oración la que señala el estilo esencial del sacerdocio; sin ella, el estilo se desfigura. La oración
nos ayuda a encontrar siempre la luz que nos ha conducido desde el comienzo de nuestra vocación
sacerdotal, y que sin cesar nos dirige, aunque alguna vez da la impresión de perderse en la oscuridad. La
oración nos permite convertirnos continuamente, permanecer en el estado de constante tensión hacia Dios
que es indispensable sí queremos conducir a los demás a El. La oración nos ayuda a creer, a esperar y
amar, incluso cuando nos lo dificulta nuestra debilidad humana. (JUAN PABLO II, Carta Novo incipiente,8-
IV-1979, n. 10).

4737 Nada es tan necesario a todos los eclesiásticos como la oración mental que precede todas nuestras
acciones, las acompaña y le sigue [. . . ]. Sí administras los sacramentos, oh hermano, medita lo que haces;
sí celebras la Misa piensa en lo que ofreces; sí cantas en el coro piensa a quién y de qué cosas le hablas; sí
diriges almas medita con qué sangre han sido redimidas 1. . . ]. Asi tendremos fuerza para generar a Cristo
en nosotros y en los demás. (S. CARLOS BORROMEO, Acta Ecclesiae Mediolanensis, Milán 1599,1177-
1178).

María, Madre de los sacerdotes

4738 Deseo, por consiguiente, que todos vosotros, junto conmigo, encontréis en María a la Madre del
sacerdocio, que hemos recibido de Cristo. Deseo, además, que confiéis particularmente a Ella vuestro
sacerdocio. Permitid que yo mismo lo haga, poniendo en manos de la Madre de Cristo a cada uno de
vosotros -sin excepción alguna de modo solemne y, al mismo tiempo, sencillo y humilde. Os ruego también,
amados hermanos, que cada uno de vosotros lo realice personalmente, como se lo dicte su corazón, sobre
todo el propio amor a Cristo-Sacerdote, y también la propia debilidad, que camina a la par con el deseo del
servicio y de la santidad. Os lo ruego encarecidamente. (JLAN PABLO II, Carta Novo incipiente 8-IV-1979, n.
11).

SACRAMENTOS

Citas de la Sagrada Escritura


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Bautismo

En verdad te digo que quien no renaciere del agua y del Espíritu Santo no puede entrar en el reino le Dios.
Jn 3, S.

Yo (Juan Bautista) os he bautizado con agua, más (Jesús) os bautizará con el Espíritu Santo. Mc 1,; Mt 3,2;
Jn 1,33.

íd pues y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Mt 28,19; Mc 16,15-16.

Jesús fue con sus discípulos a la Judea, y allí moraba con ellos y bautizaba. Jn 3,22; Jn 4,2.

Llegaron (Felipe y el Eunuco) a un paraje en que había agua, y dijo el Eunuco: Aquí hay agua, ¿qué me
impide el ser bautizado? [. . . ], y bajaron ambos al agua y Felipe le bautizó. Ac 8,36-38.

Entonces dijo Pedro: ¿Quién puede negar el agua del bautismo a los que, como nosotros, han recibido el
Espíritu Santo? Ac 10,47.

Cristo santificó a su Iglesia, limpiándola en el bautismo del agua con la palabra de vida. Ep 5,26

Ellos (los Efesios) dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Pues ¿con qué bautismo, les replicó
(Pablo), fuisteis bautizados? Ac 19,2-3.

Luego que creyeron la palabra de Dios que Felipe (diácono) les anunciaba, hombres y mujeres se hacían
bautizar. Ac 8,12.

Todos los que estáis bautizados en Cristo estáis revestidos de Cristo. Ya no hay distinción de judío, ni de
griego; ni de siervo, ni de libre; ni de hombre ni de mujer. Ga 3,27-28.

El Señor abrió el corazón de Li-día para recibir bien las cosas que Pablo decía, y fue bautizada ella y su
familia. Ac 16,14-1S.

Recibió luego el bautismo, él (el carcelero de Filipos) y toda su famuía. Ac 16,33.

Crispo, Jefe de la Sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia, y muchos ciudadanos de Corinto,
oyendo a Pablo, creyeron, y todos fueron bautizados. Ac 18,8.

Dios nos ha salvado por el Bautismo de regeneración y renovación del Espíritu Santo. Tt 3, S.

Todos los que habéis sido bautizados en Cristo estáis revestidos de Cristo. Ga 3,27.

En el Bautismo hemos quedado sepultados con Cristo, a fin de que así como Cristo resucító de muerte a
vida 1. . ] así también nosotros vayamos con nueva vida. Rm 6,4.

Sea bautizado cada uno de vosotros [. . . ] para remisión de vuestros pecados. Ac 2,38.

Cristo amó a su Iglesia, y se sacrificó por ella para santificaría, limpiándola con el bautismo del agua con la
palabra de vida. Ep 5,25-26.

Aquellos que recibieron su doctrina fueron bautizados, y se añadieron aquel dia (a la Iglesia) cerca de tres
mil personas. Ac 2,41.

Todos nosotros hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para componer un solo cuerpo. 1Co 12,13.

CONFIRMACIÓN

Yo voy a enviaros el que mi Padre os ha prometido: entre tanto permaneced en la ciudad, hasta que seáis
revestidos de la fortaleza de lo alto. Lc 24,49.
-567 -

Vosotros habéis de ser bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días. Ac 1, S.

El Espíritu Santo aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente estaban bautízados
en nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo. Ac 8,16-17.

Oído esto se bautizaron (los efesios) en nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles Pablo impuesto las manos
descendió sobre ellos el Espíritu Santo. Ac 19,5-6.

Yo soy el pan vivo que he bajado del cielo. Quien comiere este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré
es mi misma carne para la vida del mundo. Jn 6,51-52.

Mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre verdaderamente es bebida. Quien come mi carne y bebe
mi sangre en mi mora y yo en él. Jn 6,56-57.

Estando cenando, tomó Jesús el pan, y lo bendijo, lo partió, y se lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomad y
comed, éste es mí cuerpo. Y tomando el cáliz y dando gracias, se lo dio, diciendo: Bebed todos de él,
porque ésta es mi sangre del Nuevo Testamento. Co 11,24-26.

Yo aprendí del Señor [. . . ] que el Señor Jesús, la noche misma en que había de ser entregado, tomó el pan
y dijo: Tomad y comed, éste es mi cuerpo 1. . . ] haced esto en memoria mía. Y de la misma manera el cáliz,
después de haber cenado, diciendo: Este cáliz es el Nuevo Testamento en mí sangre: haced esto cuantas
veces lo bebiereis, en memoria mía. 1Co 11,23-25; Mt 26,26-28; Mc 14,22-24 y Lc 22,19-20.

Quien comiere este pan, o bebiere el cáliz del Señor indignamente, reo será del cuerpo y de la sangre del
Señor . . . ], porque quien lo come y bebe indignamente se traga ' bebe su propia condenación. 1Co 11,27-
29.

Si no comiereis la carne del Hijo del hombre y no bebiereis su sangre no tendréis vida en vosotros. Jn 6,54.

Trabajad para tener no tanto el manjar que se consume, sino el que dura hasta la vida eterna, el cual os
dará el Hijo del hombre. Jn 6,27.

He venido para que tengan vida y la tengan en más abundancia. Jn l0,10.

Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día. Quien come
este pan vivirá eternamente. Jn 6,55-59.

PENITENCIA

Como mi Padre me envió así os envió yo a vosotros [. . . ]. Recibid el Espíritu Santo; quedan perdonados los
pecados a aquellos a quienes los perdonareis y quedan retenidos a quienes se los retuviereis. Jn 20,21-23.

Os empeño mí palabra, que todo lo que atareis sobre la tierra será eso mismo atado en el cielo; y todo lo
que desatareis sobre la tierra será eso mismo desatado en el cielo. Mt 18,18.

Si dijéremos que no tenemos pecado, nosotros mismos nos engañamos [. . . ]; pero si confesamos nuestros
pecados, fiel y justo es El para perdonárnoslos y lavarnos de toda iniquidad. 1Jn 1,8-9.

Hijos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; mas si alguno pecare, tenemos por abogado para
con el Padre a Jesucristo, que es la víctima de propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros
sino por los de todo el mundo. 1Jn 2,1-2.SACRAMENTO DEL ORDEN

Tomad y comed; éste es mí cuerpo que por vosotros será entregado (a la muerte); haced esto en memoria
mía 1. . . ] Este cáliz es el Nuevo Testamento en mi sangre; haced esto cuantas veces lo bebiereis en
memoria mía. 1Co 11,24-2S.

A mi se me ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra 1. . ]. íd, pues, e instruid a todas las naciones (. . .
] enseñándolas a observar todas las cosas que yo os he mandado. Mt 28,18-20 Mt 28,

Los elegidos (para Diáconos) fueron presentados a los Apóstoles, los cuales, haciendo oración, les
impusieron las manos. Ac 6,6.
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Habiendo (San Pablo y San Bernabé) ordenado sacerdotes en cada una de las Iglesias, después de
oraciones y ayunos, los encomendaron al Señor. Ac 14,22.

Te exhorto a que avives la gracia de Dios que reside en ti por la imposición de mis manos. 2Tm 1,6.

La causa por la que te dejé en Creta es para que 1. . . ] establezcas en cada ciudad presbíteros, conforme
yo te prescribí. Tt 1,6.UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

Habiendo convocado a 105 doce, comenzó a enviarlos de dos en dos [. . . ]. De esta suerte salieron a
predicar [. . . 1 y lanzaban muchos demonios, y ungían a muchos enfermos con óleo y los sanaban. Mc
6,12-13.

¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia y oren por él, ungiéndole con el
óleo en el nombre del Señor, y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor le aliviará, y si se halla con
pecados se le perdonarán. Jc 5,14-1S.MATRIMONIO

Dejará el hombre a su padre y a su madre, y se juntará con su mujer y serán los dos una carne. Sacramento
es este grande, hablo con respecto a Cristo y a la Iglesia. Ep 5,31-32.

Vosotros, esposos, amad a vuestras mujeres así como Cristo amó a su Iglesia y se sacrificó por ella para
santificaría. Ep 5,2S.

Jesús les dijo: ¿No sabéis que Aquel que al principio crió al linaje humano crió un hombre y una mujer y dijo:
Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá con su mujer, y serán los dos una sola carne? Mt 19,4-
5; Mc 10,6-8.

Viva cada uno con su mujer, y cada una con su marido. 1Co 7,2.

Cualquiera que desechase a su mujer y tomare otra, comete un adulterio contra ella. Y si la mujer se aparta
de su marido y se casa con otro, es adúltera. Mc 10,11-12; Mt 19,9.

Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio; y lo comete también el que se casa
con la repudiada por su marido. Lc 16,18.

Una mujer casada está ligada por la ley (del matrimonio) al marido, mientras éste vive [. . . ], pero si el
marido muere, queda libre del vinculo y puede casarse con otro sin ser adúltera. Rm 7,2-3; 1Co 7,39.

A las personas casadas mando, no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido; que si se
separa, no pase a otras nupcias o bien reconcíliese con su marido. Ni tampoco el marido repudie a su mujer.
1Co 7,10-11.

"Canales de la gracia"

4739 Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de
Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo
suponen la fe, sino que a la vez la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y cosas;
por eso se llaman sacramentos de la fe. (CONC VAT2Const. Sacrosanctum Concilium, SC 59).

4740 [. . . ] aunque nos concede su gracia de muchos otros modos, ha instituido expresa y libremente -sólo
El podía hacerlo- estos siete signos eficaces, para que de una manera estable, sencilla y asequible a todos,
los hombres puedan hacerse participes de los méritos de la Redención. (J.

ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,78).

4741 Los Sacramentos son acciones de Cristo, que los administra por medio de los hombres. Y asilos
sacramentos son santos por si mismos y por la virtud de Cristo; al tocar los cuerpos, infunden gracia en las
almas. (PABLO VI, Mysterium fidei,3-IX-1965).
-569 -

4742 Cuando una persona se pone enferma, ocurre en ocasiones que no se logra encontrar la medicina. En
lo sobrenatural, no sucede así. La medicina está siempre cerca: es Cristo Jesús, presente en la Sagrada
Eucaristía, que nos da además su gracia en los otros Sacramentos que instituyó. (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,160).

4743 Lo que fue visible en nuestro Redentor pasó a los sacramentos. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 2, sobre
la Ascensión).

4744 Dios nos envía amigos, ora sea un santo, ora un ángel, para consolarnos (. . . ], nos hace sentir con
mayor fuerza la eficacia de sus gracias a fin de fortalecernos y armarnos de valor. Mas, al recibir los
sacramentos, no es un santo o un ángel, es El mismo quien viene revestido de todo su poder para aniquilar
a nuestro enemigo. El demonio, al verle dentro de nuestro corazón, se precipita a los abismos; aquí tenéis,
pues, la razón o motivo por el cual el demonio Pone tanto empeño en apartarnos de ellos, o en procurar que
los profanemos. En cuanto una persona frecuenta los sacramentos, el demonio pierde todo su poder sobre
ella. (SANTO CURA DE ARs, Sermón sobre la Perseverancia).

Necesarios para la perseverancia

4745 Hemos abandonado también a Dios, desde el momento en que ya no frecuentamos los Sacramentos.
(SANTO CURA DE ARs, Sermón sobre el pecado).

4746 (Se ha de enseñar> que cuando se administran, está allí para auxiliamos la gracia eficacísima del
Espíritu Santo, que penetra hasta lo más intimo de nuestro corazón; asimismo, que están dotados de la
virtud admirable y cierta para sanar las almas; y también que por medio de ellos se nos comunican las
inmensas riquezas de la pasión del Señor. Y enseñen, por último, que todo el edificio cristiano se funda
sobre el cimiento solidísimo de la piedra angular; pero que, si no se afianza por todas partes con la
predicación de la palabra divina y el uso de los sacramentos, es muy de temer que, debilitado en gran parte,
se venga a tierra; porque, del mismo modo que por los sacramentos Somos admitidos a la vida, así también
con esta especie de alimento nos sostenemos, nos conservamos y nos enriquecemos. (Catecismo Romano,
II,1,32).

4747

Los sacramentos nos dan tanta fuerza para perseverar en la gracia de Dios, que jamás se ha visto a un
santo apartarse de los sacramentos y perseverar en la amistad de Dios; en los sacramentos hallaron
cuantas fuerzas les eran necesarias para no dejarse vencer del demonio. (SANTO CURA DE ARs, Sermón
Sobre la Perseverencia).

4748 Los Sacramentos, medicina principal de la Iglesia, no son superfluos: cuando se abandonan
voluntariamente, no es posible dar un paso en el camino del seguimiento de Jesucristo: los necesitamos
como la respiración, como el circular de la sangre, como la luz, para apreciar en cualquier instante lo que el
Señor quiere de nosotros. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,80).

4749 Cuando Pedro bautiza, es Cristo quien bautiza [. . . ]; cuando Judas bautiza, es Cristo quien bautiza.
(S. AGUST[N, Trat. Evang. S. Juan,6).

4750 La fuerza espiritual del Sacramento es como la luz: llega pura a los objetos que ilumina, y no se
mancha aunque pase por medios inmundos. Sin embargo, los ministros deben ser santos, y no deben
buscar la propia gloría, sino la de Aquel a quien sirven. (S. AGUST¡N, Trat. Evang. S. Juan,5).

4751 Así como sacan poca agua de una fuente los que van allí con vasos pequeños y sacan mucha quienes
los llevan mayores, no distinguiendo la fuente las medidas, y como sucede también a la luz, que extiende
-570 -

más o menos su claridad según las ventanas que se abren, así se recibe la gracia, según la medida de las
disposiciones. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 324).

4752 Como estos ministros en las funciones sagradas no representan su persona, sino la de Cristo, resulta
de aquí que, ya sean buenos, ya malos, con tal que usen de la forma y de la materia que observó siempre la
Iglesia católica por institución de Cristo, y tengan intención de hacer lo que hace la Iglesia en su
administración, hacen y administran verdaderos sacramentos; de manera que nadie ni nada puede impedir
el efecto de la gracia, a no ser que quienes los reciben quieran privarse a sí mismos de tan grande bien y
resistir al Espíritu Santo, y ésta fue siempre doctrina cierta y reconocida en la Iglesia. (Catecismo Romano,
II,25).

Citas de la Sagrada Escritura

Tomad el yelmo de la salvación y la espada del espíritu, que es la palabra de Dios. Ep 6,17.

SAGRADA ESCRITURA

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel para mi boca! Ps 118,103.

Todo cuanto está escrito, para nuestra enseñanza fue escrito, a fin de que por la paciencia y por la
consolación de las Escrituras estemos firmes en la esperanza. Rm 15,4.

La palabra de Dios es viva y eficaz, y más tajante que una espada de dos filos, y penetra hasta la división
del alma y del espíritu, hasta las coyunturas y la médula, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón. He 4,12.

Yo les he comunicado las palabras que Tu' me diste, y ellos ahora las han recibido, y conocieron
verdaderamente que Yo salí de Ti y creyeron que Tu' me has enviado. Jn 17,8.

[. . . ] El les dijo: Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica. Lc 11,28.

El que es de Dios oye las palabras de Dios; por eso vosotros no las ois, porque no sois de Dios. Jn 8,47.

Poned, pues, en vuestro corazón y en vuestra alma las palabras que Yo os digo; atadlas a vuestras manos
para recordarlas y ponedlas como frontal ante vuestros ojos. Dt 11,18.

[. . . ] os hago saber, hermanos, que el evangelio por mí predicado no es de los hombres. Ga 1,11.

El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene ya quien le juzgue: la palabra que yo he hablado, ésa le
juzgará en el último día. Jn 12,48.

[. . . ] el que escucha estas palabras y no las pone por obra, será semejante al necio, que edificó su casa
sobre arena. Mt 7,26.

[. . . ] recibid con mansedumbre la palabra injertada en vosotros, capaz de salvar vuestras almas. Ponedla
en práctica y no os contentéis sólo con oírla [. . . ], pues quien se contente con sólo oír la palabra, sin
practicarla, será semejante al varón que contempla en un espejo su rostro, y apenas se contempla, se va y
al instante se olvida de cómo era. Jc 1,21-24.

Vienen días, dice Yahvé, en que mandaré yo sobre la tierra hambre, no hambre de pan, ni sed de agua, sino
de oir la palabra de Yahvé [. . . ] A,n8,11.

Y tenemos aún algo más firme, a saber: la Palabra, a la cual hacéis muy bien en atender, como a lámpara
que luce en lugar tenebroso, hasta que luzca el día y el lucero se levante en vuestros corazones. 2P 1,19.

Tu palabra es para mis pies una lámpara, la luz de mi sendero. Ps 118,10S.

Toda la palabra de Dios es acrisolada, es el escudo de quien en El confia. Pr 30, S.

Luz para nuestra vida y medio para consolidar la fe


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4753 Si se da una razón contra la autoridad de las divinas Escrituras, por muy aguda que sea, engaña con
semejanza a la verdad, pues no puede ser verdadera. (S. AGUSTIN, Epístola 143).

Las enseñanzas de la ley y los profetas, cristianamente entendidas, son como la estrella que conduce al
conocimiento del Verbo encarnado a todos aquellos que han sido llamados por designio gratuito de Dios. (S.
MAXIMO Centuria 1).

Después que uno estudia la Escritura se vuelve sensible, es decir, adquiere el discernimiento y gusto de la
razón para distinguir lo bueno de lo malo, lo dulce de lo amargo. (SANTO TOMÁs, en Catena Aurea, vol. 1p
51).

La fe tiene cierta luz propia en las Escrituras, en la profecía, en el Evangelio, en las epístolas apostólicas.
Todos estos documentos, que se nos leen en tiempos oportunos, son lámparas colocadas en lugar oscuro
para que nos dispongan a recibir la luz del día. (S. AGISTIN, Coment. sobre el Salmo 126).

Los preceptos evangélicos no son sino enseñanzas divinas, fundamentos para edificar la esperanza, medios
para consolidar la fe, alimento para inflamar el corazón, guía para indicar el camino, amparo para obtener la
salvación; ellos, instruyendo las mentes dóciles de los creyentes en la tierra, los conducen a la vida eterna.
(S. CIPRIANO, Trat. sobre la oración).

4758 El instruido en las Escrituras se hace fuerte para arrostrar todas las adversidades. (SANTO TOMÁS,
en Catena Aurea, vol. 1p 52).

4759 Se equivocan los que no conocen las Escrituras, y cuando las desconocen, desconocen también el
poder de Dios. (S. JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 78).

Veneración por la Sagrada Escritura

4760 La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues,
sobre todo en la sacra liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece la
mesa de la palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo. La Iglesia ha considerado siempre como suprema norma
de su fe la Escritura unida a la Tradición, ya que, inspirada por Dios y escrita de una vez para siempre, nos
transmite inmutablemente la palabra del mismo Dios; y en las palabras de los Apóstoles y los Profetas hace
resonar la voz del Espíritu Santo. Por tanto, toda la predicación de la Iglesia, como toda la religión cristiana,
se ha de alimentar y regir con la Sagrada Escritura. (CONC. VAT. II, Const. Dei Verbum,21).

4761 En los Libros sagrados, el Padre, que está en el cielo, sale amorosamente al encuentro de sus hijos
para conversar con ellos. Y es tan grande el poder y la fuerza de la palabra de Dios, que constituye sustento
y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida
espiritual. Por eso se aplican a la Escritura de modo especial aquellas palaras: La palabra de Dios es viva y
enérgica (He 4,12), puede edificar y dar la herencia a todos los consagrados (Ac 20,32 1Th 2,13). (CONC.
VAT II, Const. Dei Verbum,21).

4762 Todo lo que dicen las Escrituras lo dice el Señor, por lo que son más dignas de fe que el que un
muerto resucite, o que un ángel del Señor baje del cielo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol.
VI, p. 258).

"Tesoros ocultos" que encierra

4763 A los israelistas se les dio el maná en el desierto, como a nosotros la dulzura de las Escrituras, para
que nos mantengamos animosos en este yermo de la vida humana. (S. AGUSTIN, Sermón 4).

4764 Escondió en su palabra variedad de tesoros, para que cada uno de nosotros pudiera enriquecerse en
cualquiera de los puntos a que evocara su reflexión.
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La palabra de Dios es el árbol de vida que te ofrece el fruto bendito desde cualquiera de sus lados, como
aquella roca que se abrió en el desierto y manó de todos lados una bebida espiritual. (S. EFRÉN, Coment.
sobre el Diatessaron,1),

4765 Podría muy bien compararse la Escritura a una tierra exuberante y fértil. En ella nacen y se desarrollan
gran abundancia de frutos que han de sustentar y nutrir la vida humana. (CASIANO Colaciones,8).

4766 No os descarriéis entre la niebla, escuchad más bien la voz del pastor. Retiraos a los montes de las
santas Escrituras, allí encontraréis las delicias de vuestro corazón, nada hallaréis allí que os pueda
envenenar o dañar, pues ricos son los pastizales que allí se encuentra. (S. AGUSTIN, Sermón 46, sobre los
pastores).

Lectura y meditación de la Sagrada Escritura

Nos valemos de ordinario de la lectura asidua y de la meditación de las Escrituras, para procurar a nuestra
memoria pensamientos divinos. (CASIANO Colaciones,1).

La Escritura divina es como un campo en el que se va a levantar un edificio. No hay que ser perezosos, no
contentarse con edificar en la superficie; hay que cavar hasta llegar hasta la roca viva: esta roca es Cristo.
(S. AGUSTíN, Trat. Evang. S. Juan,23).

Que de este modo, por la lectura y estudio de los Libros sagrados, se difunda y brille la palabra de Dios (2
Thes,3); que el tesoro de la revelación encomendado a la Iglesia vaya llenando el corazón de los hombres.
Y como la vida de la Iglesia se desarrolla por la participación asidua del misterio eucarístico, así es de
esperar que recibirá nuevo impulso de vida espiritual con la redoblada devoción a la palabra de Dios, que
dura para siempre (Is 40,8 Is 1 Pedr Is 1,23-25). (CONC. VAT. II, Const. Dei Verbum,26).

4770 No basta con tener una idea general del espíritu de Jesús, sino que hay que aprender de El detalles y
actitudes. Y, sobre todo, hay que contemplar su paso por la tierra, sus huellas [. . . ]. Porque hace falta que
la conozcamos bien (la vida de Jesús), que la tengamos toda entera en la cabeza y en el corazón 1. . . ]; de
forma que, en las diversas situaciones de nuestra conducta, acudan a la memoria las palabras y los hechos
del Señor. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo quepasa,107).

4771 La Escritura se ha de leer e interpretar con el mismo espíritu con que fue escrita. (S. JERÓNIMO,
Coment. Epístola a los Gálatas,5).

4772 (A la lectura de la Sagrada Escritura debe acompañar la oración para que se realice el diálogo entre
Dios y el hombre, pues) a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras
(SAN AMBROSIO, Sobre los oficios,1,20,25).

4773 Es preciso que meditemos continuamente la Palabra de Dios [. . . ]; esta meditación ayuda
poderosamente en la lucha contra el pecado. (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo,2, l. c. ,52).

Alimento del pueblo de Dios

4774 La Iglesia, esposa de la Palabra hecha carne, instruida por el Espíritu Santo, procura comprender cada
vez más profundamente la Escritura para alimentar constantemente a sus hijos con la palabra de Dios; por
eso fomenta el estudio de los Padres de la Iglesia, orientales y occidentales, y el estudio de la liturgia. Los
exégetas católicos y los demás teólogos han de trabajar en común esfuerzo y bajo la vigilancia del
Magisterio para investigar con medios oportunos la Escritura y para explicarla, de modo que se multipliquen
los ministros de la palabra capaces de ofrecer al pueblo de Dios el alimento de la Escritura, que alumbre el
entendimiento, confirme la voluntad, encienda el corazón en amor a Dios. (CONC. VAT. II, Const. Dei
Verbum,23).
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"Alma de la teología"

4775 La Sagrada Escritura contiene la palabra de Dios, y en cuanto inspirada es realmente palabra de Dios;
por eso la Escritura debe ser el alma de la teología. El ministerio de la palabra, que incluye la predicación
pastoral, la catequesis, toda la instrucción cristiana y en puesto privilegiado la homilía, recibe de la palabra
de la Escritura alimento saludable y por ella da frutos de santidad. (CONC. VAT. II, Const. Dei Verbum,24).

También el diablo utiliza, deformándola, la Sagrada Escritura para engañar y hacer el mal

4776 Alguien podría quizá preguntar: ¿cómo se explica que el diablo utilice las citas de la Sagrada
Escritura?

No tiene más que abrir el Evangelio y leer. Encontrará escrito: Entonces el diablo lo tomó -se trata del Señor,
del Salvador- y lo puso sobre lo alto del templo y le dijo: si eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo; pues
está escrito: te he encomendado a los ángeles, los cuales te tomarán en sus manos para que tu pie no
tropiece con ninguna piedra (Mt 4,5-6).

¿Qué no hará a los pobres mortales el que tuvo la osadía de asaltar, con testimonios de la Escritura, al
mismo Señor de la majestad? (S. VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 26).

Mas alguien se dirá: ¿es que quizá los herejes no se sirven de los testimonios de la Sagrada Escritura?
Ciertamente que se sirven ¡y con cuánta apasionada vehemencia! Se les ve pasar de un libro a otro de la
Ley Santa:

desde Moisés a los libros de los Reyes, desde los Salmos a los Apóstoles, desde los Evangelios a los
Profetas. En sus asambleas, con los extraños, en privado, en público, en los discursos y en los escritos,
durante las comidas y en las plazas públicas, es raro que mantengan alguna cosa si antes no la han
revestido con la autoridad de la Sagrada Escritura. (S. VICENTE DE LFRINS, Commonitorio, n. 25).

4778 Porque ahora y siempre hay personas que con la Escritur en sus manos, en su memoria y en sus
bocas, cometen grandes errores en cuanto a su interpretación, y esto porque tienen prejuicios contra su
verdadero sentido. (CARD. J. H. NEWMAN, Dom. de Quincuagésima, Homilía sobre el prejukio y la fe).

Sagrada Escritura, Tradición y Magisterio

4779 La Tradición y la Escritura están estrechamente unidas y compenetradas; manan de la misma fuente,
se unen en un mismo caudal, corren hacia el mismo fin. La Sagrada Escritura es la palabra dé Dios, en
cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo. La Tradición recibe la palabra de Dios, encomendada por
Cristo y el Espíritu Santo a los Apóstoles, y la transmite íntegra a los sucesores; para que ellos, iluminados
por el Espíritu de la verdad, la conserven, la expongan y la difundan fielmente en su predicación. (CONC.
VAl. II, Const. Dei Verbum,9).

4780 La Escritura es clara en sus palabras, pero el espíritu humano es oscuro y, como la lechuza, no puede
ver la claridad [. . . J. El espíritu de Dios nos ha dado la Escritura, y nos revela su verdadero sentido, pero
sólo a su Iglesia, columna y apoyo de la verdad; Iglesia por cuyo ministerio el espíritu divino guarda y
mantiene su verdad, es decir, el verdadero sentido de su palabra; Iglesia, en fin, que es la única que cuenta
con la asistencia del Espíritu de la verdad para encontrar adecuada e infaliblemente la verdad en la palabra
de Dios. El que busque la verdad de la palabra divina fuera de la Iglesia, que es su custodia, nunca la
encontrará; y el que quiera poseerla por medio distinto al de su ministerio, en vez de desposarse con la
verdad, lo hará con la vanidad; en vez de poseer la claridad del Verbo sagrado, seguirá las ilusiones del
ángel mentiroso, que se transfigura en ángel de luz. (S. FRANCISCO DE SALEs, Epistolario, fragm. 118, l.
c. , p. 752).

4781 El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado
únicamente al Magisterio de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo. Pero el Magisterio no está
por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar puramente lo transmitido, pues por
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mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo
explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como revelado por Dios para
se creído. (CONC. VAT. II, Const. Dei Verbum,10).

4782 Así, pues, la Tradición, la Escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el plan prudente de Dios, están
unidos y ligados, de modo que ninguno puede subsistir sin los otros;

los tres, cada uno según su carácter, y bajo la acción del único Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la
salvación de las almas. (CONC. VAT. II, Const. Dei Verbum,10).

SAN JOSE

Citas de la Sagrada Escritura

El patriarca, figura de S. José. "íd a José y haced todo lo que él os diga": Gn 41,55.

Y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. Mt 1,16.

José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él
de la casa y de la familia de David. Lc 2,4.

Fueron con presteza y encontraron a María, a José y al Niño acostado en un pesebre. Lc 2,16.

Partido que hubieron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a
su madre y huye a Egipto, y estáte allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para
matarlo". Levantándose de noche, tomó al niño y a la madre y se retiró hacia Egipto, permaneciendo allí
hasta la muerte de Herodes, [. . . ] Muerto ya Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en
Egipto: Mt 2,13-15,19.

Cuando sus padres le vieron, quedaron sorprendidos, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué has obrado así con
nosotros? Mira que tu padre y yo, apenados, andábamos buscándote. Y El les dijo: ¿Por qué me buscabais?
¿No sabíais que es preciso que me ocupe en las cosas de mi Padre? Ellos no entendieron lo que les decía.
Bajó con ellos, y vino a Nazaret, y les estaba sujeto [. . . ] Lc 2,48-51.

Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Pues cómo dice
ahora: Yo he bajado del cielo? Jn 6,42.

Intercesión de San José

4783 [. . . ],después se ha dado a entender no convenían, que eran supersticiosas. Y tomé por abogado y
señor al glorioso San José y encomendéme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad como de otras
mayores de honra y pérdida de alma este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sabía pedir.
No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las
grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado Santo, de los peligros que me
ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en
una necesidad, a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas y que quiere el Señor darnos
a entender que así como le fue sujeto en la tierra sque como tenía el nombre de padre, siendo ayo, le podía
mandars, así en el cielo hace cuanto le pide. (Santa Teresa Libro de su vida)

4784 el estudio decid en vuestro corazón: Sancte Joséph, ora pro me; ayudadme a Ocupar bien el tiempo
de estudio y de clase. Si os viene alguna tentación: Sancte Joséph, ora pro me. Al levantaros por la
mañana: Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía. Al acostaros: Jesús, José y María, asistidme
en mi última agonía.

No olvidéis que es el protector de todos los trabajadores y que lo es también de los jóvenes que estudian;
porque el estudio es trabajo. (S. Ji;AN Bosco, Charlas).

4785 Cuando Jesús tenía doce años, se queda en Jerusalén. Sus padres, que lo ignoraban, lo buscan con
-575 -

solicitud y no lo encuentran. Lo buscan entre sus amistades, lo buscan en la caravana, lo buscan entre los
conocidos, y entre todos estos no lo encuentran 1. . . ] Aprende dónde lo encontraron los que le buscaban, y
tú, buscándolo con José y María, lo encontrarás (ORtGENE5, Homilía 18).

4786 José es el tipo (imagen) de Cristo, que fue destinado para guardar la santa Iglesia sin mancha ni
arruga. (S. ISIDORO DE SEVILLA, Algunas alegorías de la Escritura,138).

Vocación de San José

4787 Fue elegido por el Padre Eterno como fiel cuidador y guardián de sus más preciados tesoros, a saber,
de su Hijo y de su esposa; cargo que él cumplió con absoluta fidelidad. (S. BERNARDINO DE SIENA,
Sermón 7).

4788 Aquel José vendido por la envidia de sus hermanos y llevado a Egipto, prefiguró la venta de Cristo;
este José, huyendo de la envidia de Herodes, llevó a Cristo a la tierra de Egipto. Aquél, guardando lealtad a
su Señor, no quiso consentir al mal intento de su señora; éste, reconociendo virgen a su Señora, Madre de
su Señor, la guardó fidelísimamente, conservándose él mismo en toda castidad. A aquél le fue dada la
inteligencia de los misterios de los sueños; éste mereció ser sabedor y participante de los misterios
soberanos. Aquél reservó el trigo no para sí, sino para el pueblo; éste recibió el pan vivo del cielo para
guardarle para si y para todo el mundo. Sin duda, este José con quien se desposó la Madre del Salvador fue
hombre bueno y fiel. Siervo fiel y prudente a quien constituyó Dios consuelo de su Madre, proveedor del
sustento de su cuerpo. (S. BERNARDO, Horn. sobre la Virgen Madre,2).

4789 [. . . ] Dios, amador de los hombres, mezcla trabajos y dulzuras, estilo que El sigue con todos sus
santos. Ni los peligros ni los consuelos nos los da continuos, sino que de unos y otros va El entretejiendo la
vida de los justos. Tal hizo José. (S. JLAN CRISOSTONIO, Hom. sobre S. Mateo,8).

4790 Para San José, la vida de Jesús fue un continuo descubrimiento de la propia vocación. (J. ESCRIVA
DE BALAGUER Es Cristo que pasa,54).

Maestro de vida interior

4791 Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo (S. José) por maestro y no
errará en el camino (SANTA TERESA, Vida,6,3).

4792 Si queréis un consejo que repito incansablemente desde hace muchos años, Ite ad Joséph (Gn 41,55),
acudid a San José: él os enseñará caminos concretos y modos humanos y divinos de acercarnos a Jesús
[. . . ]. Tratándole se descubre que el Santo Patriarca es, además, Maestro de vida interior: porque nos
enseña a conocer a Jesús, a convivir con El, a sabernos parte de la familia de Dios. San José nos da esas
lecciones siendo, como fue, un hombre corriente, un padre de familia, un trabajador que se ganaba la vida
con el esfuerzo de sus manos. (J. ESCRIVA DE BALAGUER. Es Cristo que pasa,38-39).

Fidelidad de San José

4793 José no se escandalizó ni dijo: eso parece un enigma. Tú mismo hacías saber no ha mucho que El
salvaría a su pueblo, y ahora no es capaz ni de salvarse a sí mismo, sino que tenemos necesidad de huir,
de emprender un viaje y sufrir un largo desplazamiento: eso es contrario a tu promesa. José no discurre de
este modo, porque es un varón fiel. Tampoco pregunta por el tiempo de la vuelta, a pesar de que el Angel lo
había dejado indeterminado, puesto que le había dicho: está allí hasta que yo te diga. (S. JUAN CRJsÓ5
TOMO, Hom. sobre S. Mateo> 8).

4794 José era efectivamente un hombre corriente, en el que Dios confió para obrar cosas grandes. Supo
Vivir, tal y como el Señor quería, todos y cada uno de los acontecimientos que compusieron su vida. (J.
-576 -

ESCRIVÁ DE BALAGUER,ES Cristo que pasa,4).

4795 E todo esto facia con muy gran alegría pensando a quien servía, e que Dios le había elegido para tan
alto servicio entre todos los hombres de la Tierra [. . . ] El era arca de toda virtud e perfección. (F. DE
EXIMENIS, Vita Christi,1496).

4796 José quiso despedir a María no para unirse a otra mujer ni por sospechar en ella alguna falta, sino por
reverencia, lleno de un santo temor de vivir al lado de una tan grande santidad. Y, casado con María, por el
testimonio de José se comprobó el nacimiento virginal de Cristo. (SANTO ToMÁS, In IVSent. dist. 30, a. 2 ad
5; Suma Teológica,3, q. 29, a. 1)

SAN JOSE

Personalidad humana

4797 De las narraciones evangélicas se desprende la gran personalidad humana de José: en ningún
momento se nos aparece como un hombre apocado o asustado ante la vida; al contrario, sabe enfrentarse
con los problemas, salir adelante en las situaciones difíciles, asumir con responsabilidad e iniciativa las
tareas que se le encomiendan. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,40).

4798 Es hombre de trabajo. El Evangelio no ha conservado ninguna palabra suya. En cambio, ha descrito
sus acciones:

acciones sencillas, cotidianas, que tienen a la vez el significado límpido para la realización de la promesa
divina en la historia del hombre; obras llenas de la profundidad espiritual y de la sencillez madura. (JUAN
PABLO II, Aud. gen. 19-III-1980).

4799 En Nazaret, José sería uno de los pocos artesanos, si es que no era el único. Carpintero,
posiblemente. Pero, como suele suceder en los pueblos pequeños, también sería capaz de hacer otras
cosas: poner de nuevo en marcha el molino, que no funcionaba, o arreglar antes del invierno las grietas de
un techo. José sacaba de apuros a muchos, sin duda, con un trabajo bien acabado. Era su labor profesional
una ocupación orientada hacia el servicio, para hacer agradable la vida a las demás familias de la aldea, y
acompañada de una sonrisa, de una palabra amable, de un comentario dicho como de pasada, pero que
devuelve la fe y la alegría a quien está a punto de perderlas.

A veces, cuando se tratara de personas más pobres que él, José trabajaría aceptando algo de poco valor,
que dejara a la otra persona con la satisfacción de pensar que había pagado. Normalmente José cobraría lo
que fuera razonable, ni más ni menos. Sabría exigir lo que, en justicia, le era debido, ya que la fidelidad a
Dios no puede suponer la renuncia a derechos que en realidad son deberes: San José tenía que exigir lo
justo, porque con la recompensa de ese trabajo debía sostener a la Familia que Dios le había
encomendado. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Es Cristo que pasa,51-52).

Especial honor y veneración

4800 Aunque no hubiera otra razón para alabar a San José, habría que hacerlo, me parece, por el solo
deseo de agradar a María. No se puede dudar que ella tiene gran parte en los honores que se rinden a San
José y que con ello se encuentra honrada. Además de reconocerle por su verdadero esposo, y de haber
tenido para él todos los sentimientos que una mujer honesta tiene para aquel con quien Dios la ha ligado tan
estrechamente, el uso que él hizo de su autoridad sobre ella, el respeto que tuvo con su pureza virginal le
inspiró una gratuidad igual al amor que ella tenía por esta virtud y, consiguientemente, un gran celo por la
gloría de San José [. . . ]. (BEATO CLAUDIO DE LA COLOMBIERE, Panegírico de san José, Exordio. Texto
recogido por Mons. Villelet, Les plus beaux textes sur saint Joséph, La Colombe, Ed. du Vieux Colombier,
París 1959, Pp. 113-115).

4801 ¿Queréis, amados hijos, ganar de nuevo a los hombres Para Cristo y para la Iglesia? -Para Cristo:
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ningún hombre ha estado tan cercano al Redentor por lazos domésticos, por relaciones cotidianas, por
espiritual armonía y por la vida divina de la gracia, como José, de la estirpe de David, pero también humilde
obrero manual. -Para la Iglesia El es el Patrono de la Iglesia universal. (Pío XII, Abc. 7-IX-l 947).

4802 Si toda la Iglesia está en deuda con la Virgen María, ya que por medio de ella recibió a Cristo, de
modo semejante le debe a San José, después de ella, una especial gratitud y reverencia. (S. BERNARDO
DE SIENA Sermón 2).

4803 Hemos de suponer, sin duda alguna, que aquella misma familiaridad, respeto y altísima dignidad que
Cristo tributó a José mientras vivía aquí en la tierra, como un hijo con su padre, no se la ha negado en el
cielo; al contrario, la ha colmado y consumado. (S. BERNARDINO DE SIENA Sermón 2).

SANTIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

1. . 1 quien ha empezado en vosotros la buena obra, la llevará a cabo hasta el día de la venida de Nuestro
Señor Jesucristo. Ph 1,6.

[. . . ] Mas Dios, dador de toda la gracia, que nos llamó a su eterna gloria, El mismo os perfeccionará,
fortificará y os consolidará. lP 5,10.

Llegado en poco tiempo a la perfección, vivió una larga vida. Sub 4,13.

Anda en mi presencia y sé perfecto. Gn 17,1.

Sed pues, perfectos, como perfecto es vuestro Padre celestial. Mt 5,48.

En el amor no hay temor, pues el amor perfecto desecha el temor; porque el temor supone castigo, y el que
teme no es perfecto en el amor. 1Jn 4,18.

Yo he venido para que tengan vida, y la tengan abundante. Jn 10,10.

Pero el que guarda su palabra, en ése la caridad de Dios es verdaderamente perfecta. En esto conocemos
que estamos en El. 1Jn 2,5.

Sí quieres ser perfecto, ve, vende cuanto tienes dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos, y ven y
sígueme. Mt 19,21.

Sed santos para mí, porque yo, Yavé, soy santo, y os he separado de las gentes para que seáis mios. Lv
20,26.

Por cuanto que en El nos eligió antes de la constitución del mundo para que fuésemos santos e
inmaculados ante El en caridad. Ep 1,4.

Todos los fieles, cada uno en su propio camino, son llamados a la santidad

4804 En mis charlas con gentes de tantos paises y de los ambientes sociales más diversos, con frecuencia
me preguntan: ¿Y qué nos dice a los casados? ¿Qué, a los que trabajamos en el campo? ¿Qué, a las
viudas? ¿Qué, a los jóvenes? Respondo sistemáticamente que tengo un solo puchero. Y suelo puntualizar
que Jesucristo Señor Nuestro predicó la buena nueva para todos, sin distinción alguna. Un solo puchero y
un solo alimento: mi comida es hacer la voluntad del que me ha enviado, y dar cumplimiento a su obra (Jn
4,34). A cada uno llama a la santidad, de cada uno pide amor: jóvenes y ancianos, solteros y casados,
sanos y enfermos, cultos e ignorantes, trabajen donde trabajen, estén donde estén. (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Amigos de Dios,294).

4805 Nuestro fin debe ser nuestra perfección; nuestra perfección es Cristo. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el
Salmo 69).
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4806 El estilo de la vida espiritual propia de los laicos debe recabar su nota característica del estado de
matrimonio y de familia, de soltería o de viudez, de la situación de enfermedad, de la actividad profesional y
social. No deje, por tanto, de cultivar con asiduidad las cualidades y dotes que, adecuadas a tales
situaciones, les han sido dadas, y hagan uso de los dones personales recibidos del Espíritu Santo. (CONC.
VAT. II, Decret. Apostolicam actuositatem,4).

4807 Todos estamos llamados a la santidad; para todos hay las gracias necesarias y suficientes; nadie está
excluido [. . . ].

La tentación más engañosa y que se repite siempre, es la de querer cambiar la sociedad, cambiando
solamente las estructuras externas; querer hacer feliz al hombre en la tierra, satisfaciendo únicamente sus
necesidades y sus deseos.

(JUAN PABLO II, Hom. 26-X-1980).

4808 La devoción debe ser practicada de una forma por el caballero y de otra por el artesano; por el criado y
por el príncipe; por la viuda y por la soltera; por la doncella y por la casada; hay que relacionar su práctica
con las fuerzas, las ocupaciones y los deberes de cada estado. Yo te ruego que me respondas [. . . ]: ¿Sería
justo que el obispo observase una vida de soledad semejante a la del monje cartujo? Y si los casados no
quisieran poseer nada como los capuchinos, y el artesano pretendiese estar todo el día en el templo como
los religiosos; y el religioso, entregado a toda suerte de relaciones para servir al prójimo, como el obispo,
¿no sería todo ello devoción ridícula, desordenada e intolerable? [. . . ]. No [. . . ], la devoción nada perjudica
cuando es verdadera; al contrario, todo lo perfecciona; y cuando se pronuncia contra la vocación de alguno
hay que considerarla como falsa. (S. FRANCISCO DE SALEs, Introd. a la vida devota,1,3,19-20).

4809 La llamada a la santidad y la consiguiente exigencia de santificación personal, es universal: todos,


sacerdotes y laicos, estamos llamados a la santidad; y todos hemos recibido, con el Bautismo, las primicias
de esa vida espiritual que, por su misma naturaleza, tiende a la plenitud. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre
el sacerdocio, p. 111).

4810 Quedan, pues, invitados y aun obligados todos los fieles cristianos a buscar insistentemente la
santidad y la perfección dentro del propio estado. Estén todos atentos a encauzar rectamente sus afectos,
no sea que el uso de las cosas del mundo y un apego a las riquezas contrario al espíritu de pobreza
evangélica les impida la prosecución de la caridad perfecta. Acordándose de la advertencia del Apóstol: Los
que usan de este mundo no se detengan en eso, porque los atractivos de este mundo pasan (cfr. 1Co 7,31).
(CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,42).

4811 Tienes obligación de santificarte. -Tú también. -¿Quién piensa que ésta es labor exclusiva de
sacerdotes y religiosos? A todos, sin excepción, dijo el Señor: "Sed perfectos, como mi Padre Celestial es
perfecto". (J. ESCRIVÁ DE BALA-GUER, Camino, n. 291).

4812 Lo han imitado los santos mártires hasta el derramamiento de su sangre, hasta la semejanza con su
pasión; lo han imitado los mártires, pero no sólo ellos. El puente no se ha derrumbado después de haber
pasado ellos; la fuente no se ha secado después de haber bebido ellos.

Tenedlo presente, hermanos: en el huerto del Señor no sólo hay las rocas de los mártires, sino también los
lirios de las vírgenes y las yedras de los casados, así como las violetas de las viudas. Ningún hombre,
cualquiera que sea su género de vida, ha de desestimar su vocación: Cristo ha sufrido por todos Con toda
verdad está escrito de él: Nuestro Salvador quiere que todos los hombres se salven y lleguen al pleno
conocimiento de la verdad. (S. AGUSTIN, Sermón 304).

4813 Todos los fieles cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos
medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella
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santidad con la que es perfecto el mismo Padre. (CoNc. VAT. II, (Const. Lumen gentium,11).

4814¿Qué es la santidad? Es precisamente la alegría de hacer la Voluntad de Dios. (JUAN PABLO II, Hom.
18-1-1981).

Santidad en las tareas de cada dia

4815 No hay situación terrena, por pequeña y corriente que parezca, que no pueda ser ocasión de un
encuentro con Cristo y etapa de nuestro caminar hacia el Reino de los cielos.

(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,22).

4816 Una mujer ocupada en la cocina o en coser una tela puede siempre levantar su pensamiento al cielo e
invocar al Señor con fervor. Uno que va al mercado o viaja solo, puede fácilmente rezar con atención. Otro
que está en su bodega, ocupado en coser los pellejos de vino, está libre para levantar su ánimo al Maestro.
El servidor, si no puede llegarse a la iglesia porque ha ido de compras al mercado o está en otras
ocupaciones o en la cocina, puede siempre rezar con atención y con ardor. Ningún lugar es indecoroso para
Dios. (S. JUAN CRíSÓSTOMO, Hom. 4, sobre la Profetisa Ana).

4817 Todos los fieles cristianos, en cualquier condición de vida, de oficio o de circunstancias, y
precisamente por medio de todo eso, se podrán santificar de dia en día, con tal de recibirlo todo con fe de la
mano del Padre celestial. (CONC. VAT II, Const. Lumen gentium,41>.

4818 No es posible creer en la santidad de quienes fallan en las virtudes humanas más elementales. (A.
DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 28).

4819 En esa tarea profesional vuestra, hecha cara a Dios, se pondrán en juego la fe, la esperanza y la
caridad. Sus incidencias, las relaciones y problemas que trae consigo vuestra labor, alimentarán vuestra
oración. El esfuerzo para sacar adelante la propia ocupación ordinaria, será ocasión de vivir esa Cruz que
es esencial para el cristiano. La experiencia de vuestra debilidad, los fracasos que existen siempre en todo
esfuerzo humano, os darán más realismo, más humildad, más comprensión con los demás. Los éxitos y las
alegrías os invitarán a dar gracias, y a pensar que no vivís para vosotros mismos, sino para el servicio de
los demás y de Dios. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,49).

4820 [. . . ] equivocaríamos el camino si nos desentendiéramos de los afanes temporales: ahí os espera
también el Señor; estad ciertos de que a través de las circunstancias de la vida ordinaria, ordenadas o
permitidas por la Providencia en su sabiduría infinita, los hombres hemos de acercarnos a Dios. (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,63).

4821 Son más numerosos sin comparación los acontecimientos cuyo realce social queda por ahora oculto:
es la multitud inmensa de las almas que han pasado su existencia gastándose en el anonimato de la casa,
de la fábrica, de la oficina; que se han consumido en la soledad orante del claustro; que se han inmolado en
el martirio cotidiano de la enfermedad. Cuando todo quede manifiesto en la parusía, entonces aparecerá el
papel decisivo que ellas han desempeñado, a pesar de las apariencias contrarias, en el desarrollo de la
historia del mundo. Y esto será también motivo de alegría para los bienaventurados, que sacarán de ello
tema de alabanza perenne al Dios tres veces Santo. (JUAN PABLO II, Hom. 11-II-1981).

Sólo Dios puede llenar el corazón humano

4822 Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti. (S. AGUSTíN,
Confesiones,1,1).
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4823¿Buscáis aquí -en este mundo- el alimento como cosa preciosa? Dios será vuestro alimento. ¿Buscáis
aquí los abrazos carnales? Mi felicidad está en unirme a Dios (Sal 72,28). ¿Buscáis aquí las riquezas?
¿Cómo no poseeréis todo, pues gozaréis de Aquel que ha hecho todo? Para quitar toda inquietud a nuestra
fe he aquí, en fin, lo que el Apóstol dice de esta vida: Dios es todo en todos (1Co 15,28). (S. AGUSTIN,
Sermón 255, sobre el "alleluia").

4824 (Jesucristo) tiene sed de nuestra sed. (S. GREGORIO MAGNO, Sobre el Bautismo,40).

4825 Nuestro Salvador está siempre a disposición de los sedientos y, por su benignidad, atrae a la
celebración del gran día a los que tienen sus entrañas sedientas, según aquellas palabras suyas: El que
tenga sed que venga a mí y que beba. (S. ATANAsIO, Carta 5).

4826 Es mejor para mi, Señor, sufrir la tribulación, con tal de que tú estés conmigo, que reinar sin ti, disfrutar
sin ti, gloriarme sin ti. Es mejor para mí, Señor, abrazarme a ti en la tribulación, tenerte conmigo en el horno
de fuego, que estar sin ti, aunque fuese en el mismo cielo. ¿Qué me importa el cielo sin ti?; y contigo, ¿qué
me importa la tierra? (S. BERNARDO, Sermón 17).

4827 Hacia el El dirigen su mirada todos los que sienten necesidad de santificación; hacia El tiende el deseo
de todos los que llevan una vida virtuosa, y su soplo es para ellos a manera de riego que los ayuda en la
consecución de su fin propio y natural.

Fuente de santificación, luz de nuestra inteligencia, El es quien da, de si mismo, una especie de claridad a
nuestra razón natural, para que conozca la verdad. (S. BASILIO MAGNO, Sobre el Espíritu Santo,9).

4828 Mas ¡con qué sed se desea tener esta sed! Porque entiende el ánima su gran valor y es sed
penosisima que fatiga y trae consigo la misma satisfacción con que es amada aquella sed; de manera que
es una sed que no ahoga sino a las cosas terrenas, antes da hartura; de manera que cuando Dios le
satisface, una de las mayores mercedes que puede hacer al alma es dejarla con la misma necesidad, y
mayor queda siempre de tornar a beber esta agua. (SANTA TERESA Camino de perfección,19,2).

4829 Pasa aquí de algún modo como en el cielo, que los que más conocen a Dios comprenden lo infinito
que les queda por conocer. Y los que menos le ven no les parece tanto lo que les queda por conocer. (S.
JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,7,9).

4830 Es propio de los buenos no gozar en donde hay grandes convites, sino en donde brilla la bondad. (S.
JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 22).

Santidad y "cosas pequeñas"

4831 La santidad "grande" está en cumplir los "deberes pequeOS" de cada instante. (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Camino, n. 817).

4832 María santifica lo más menudo, lo que muchos consideran erróneamente como intrascendente y sin
valor: el trabajo de cada día, los detalles de atención hacia las personas queridas, las conversaciones y las
visitas con motivo de parentesco o de amistad. ¡Bendita normalidad, que puede estar llena de tanto amor de
Dios! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristp que pasa,148).

Santificación del trabajo

4833 Los que viven entregados al trabajo, con frecuencia duro, conviene que en ese mismo trabajo humano
se perfeccionen, ayuden a sus conciudadanos, traten de mejorar la sociedad entera y la creación; mas aún,
traten también de imitar, en su activa caridad, a Cristo, cuyas manos se ejercitaron en el trabajo, y que
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continúa trabajando siempre por la salvación de todos en unión con el Padre; gozosos en la esperanza,
ayudándose unos a otros a llevar sus cargas y sirviéndose del trabajo cotidiano para subir a una mayor
santidad, incluso apostólica. (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,41).

4834 Se trata de santificar el trabajo ordinario, de santificarse en esa tarea y de santificar a los demás con el
ejercicio de la propia profesión, cada uno en su propio estado. (J. EsCRIvÁ DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,122).

4835 Desde ahora, pues, hermanos, cantemos, no por amenizar nuestro descanso, sino para sostener
nuestros trabajos, como se canta de camino: "Canta pero camina; mantén tu trabajo cantando; no te dejes
llevar de la pereza; canta y camina". ¿Qué quiere decir "camina"? Progresa, progresa en el bien [. . . ],
progresa en la verdadera fe, progresa en la santidad. Canta y camina. (S. AGUSTíN, Sermón 256).

4836 A veces, nuestras caminatas llegaban al monasterio de Las Huelgas, y en otras ocasiones nos
escapábamos a la Catedral.

Me gustaba subir a una torre, para que contemplaran de cerca la crestería, un auténtico encaje de piedra,
fruto de una labor paciente, costosa. En esas charlas les hacía notar que aquella maravilla no se veía desde
abajo. Y, para materializar lo que con repetida frecuencia les había explicado, les comentaba: ¡esto es el
trabajo de Dios, la obra de Dios!: acabar la tarea personal con perfección, con belleza, con el primor de
estas delicadas blondas de piedra. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,65).

4837 Comprendían, ante esa realidad que entraba por los ojos, que todo eso era oración, un diálogo
hermoso con el Señor. Los que gastaron sus energías en esa tarea, sabía perfectamente que desde las
calles de la ciudad nadie apreciaría su esfuerzo: era sólo para Dios. ¿Entiendes ahora cómo puede acercar
al Señor la vocación profesional? tú lo mismo que aquellos canteros, y tu trabajo será también operatio Dei,
una labor humana con entrañas y perfiles divinos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,65).

Prontitud y alegría en nuestro trato con Dios y con los demás

4838 Toda santidad fingida está muerta; porque no obra impulsada por Dios, y más bien no debiera llamarse
santidad; así como un hombre muerto no es hombre, así como los farsantes que fingen y simulan las
personas de otros no son las personas que imitan. (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 129).

4839 Es éste un distintivo del hombre justo: que, aun en medio de sus dolores y tribulaciones, no deja de
preocuparse por los demás; sufre con paciencia sus propias aflicciones, sin abandonar por ello la instrucción
que prevé necesaria para los demás, obrando así como el médico magnánimo cuando está él mismo
enfermo. Mientras sufre las desgarraduras de su propia herida, no deja de proveer a los otros el remedio
saludable. (S. GREGORIO MAGNO, Moralia,3).

4840 En lo que está la suma perfección, claro está que no es en regalos interiores ni en grandes
arrobamientos ni visiones ni en espíritu de profecía; sino en estar nuestra voluntad tan conforme con la de
Dios, que ninguna cosa entendamos que quiere, que no la queramos con toda nuestra voluntad, y tan
alegremente tomemos lo sabroso como lo amargo, entendiendo que lo quiere Su Majestad. (SANTA
TERESA, Fundaciones,5,10).

4841 Importa mucho entender que vais bien, porque en diciendo a algún caminante que va errado y que ha
perdido el camino, le acaece andar de un cabo a otro, y mientras anda buscando por donde ir se cansa y
gasta el tiempo y llega más tarde. (SANTA TERESA, Camino de perfección,22,3).

4842 La devoción viva y verdadera presupone el amor de Dios; mejor dicho, no es otra cosa que el
verdadero amor de Dios [. . . ]. La devoción no es otra cosa que una agilidad o viveza espiritual, por cuyo
medio la caridad actúa en nosotros y nosotros actuamos en ella con prontitud y alegría. (S. FRANCiSCO DE
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SALES, Introd. a la vida devota,1,1).

4843 Suelen tener tedio (los principiantes) en las cosas que son más espirituales y huyen de ellas, como
son aquellas que contradicen el gusto sensible [. . . ]. Y así por esta acidia retrasan el camino de perfección.
(S. JUAN DE LA CRUZ, Noche oscura,1,7).

4844 Si nos nos determinamos a tragar de una vez la muerte y la falta de salud, nunca haremos nada.
(SANTA TERESA, Camino de perfección,11,4).

Con santidad personal se vencen todas las dificultades

4845 Ante cualquier dificultad, ésta es la panacea: santidad personal, entrega al Señor. (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,160).

4846 La cultura más amplia y más escogida [. . . ], la actividad y el acierto en la acción, aun en los casos en
que pueda producir algún bien a la Iglesia y a los individuos, faltando la santidad, acabarían por reportarle
con frecuencia lamentables perjuicios. Pero aquel que tenga santidad y por la santidad se distinga, por
humilde que parezca, puede emprender y llevar a buen fin obras de gran provecho para el pueblo de Dios.
(S. Pío X, Exhortac. Haerent animo).

4847 El alma, cuanto más avanza en la perfección, tanto más fuerte y valerosa se vuelve en orden a
soportar las penalidades que le puedan sobrevenir. (S. DOROTEO, Instrucción 7).

4848 Cuanto más alto llegue uno, tanto más tiene que sufrir en este mundo, porque debilitándose el amor
de nuestra alma hacia las cosas del presente siglo, van aumentando cada vez más sus adversidades. De
aquí que vemos a muchos que obran el bien, y sudan bajo el grave peso de las tribulaciones. Pero según
las palabras del Señor, dan fruto por la paciencia, porque recibiendo las pruebas con humildad, son
admitidos después al descanso en la gloria. De esta manera es pisoteada la uva y se licúa adquiriendo el
sabor del vino; de esta manera abandona la oliva, sus heces, y su zumo se convierte en aceite puro,
después de molida y prensada; de esta manera es como, por medio de la trilla, se separa en las eras el
grano de la paja y es llevado limpio a los graneros. Por consiguiente, todo el que desee vencer los vicios,
procure sufrir con humildad las penas de su purificación, para que se presente tanto más limpio ante el juez,
cuanto más le purifica ahora el fuego de la tribulación. (S. GREGORiO MAGNO, Hom. 15 sobre los
Evang. ).

4849 Un poquito de este puro amor [. . . ], más provecho hace a la Iglesia, aunque parece que no hace
nada, que todas las obras juntas. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,2,29).

Lucha ascética cada día

4850 Ya sabe que, venga lo que viniere, no ha de tornar atrás. Es como uno que está en una batalla, que
sabe que si le vencen no le perdonarán la vida y que ya que no muere en la batalla ha de morir después,
pelea con más determinación y quiere vender bien su vida y no teme tanto los golpes, porque lleva delante
lo que le importa, la victoria, y que le va la vida en vencer. (SANTA TERESA, Camino deperfección 23,6).

4851 Pedimos y rogamos que nosotros, que fuimos santificados en el bautismo, perseveremos en esta
santificación inicial. Y esto lo pedimos cada día. Necesitamos, en efecto, de esta santificación cotidiana, ya
que todos los días delinquimos, y por esto necesitamos ser purificados mediante esta continua y renovada
santificación. (S. CIPRIANO, Trat. sobre la oración,11-12).

4852 Juntos andemos, Señor; por donde fuéredes tengo que ir; por donde pasáredes tengo de pasar.
(SANTA TERESA, Camino de perfección,26,6).
-583 -

4853 Todos lo santos han abominado de las dignidades, las alabanzas y los honores, y, por el gran
desprecio que sentían por si mismos, no deseaban sino las humillaciones y los oprobios. ¿Eres tú quizá
más santo que ellos? (J. PEcci León XIII-, Práctica de la humildad,52).

4854 Muchos hay que envejecen en la tibieza y relajación que han contraído en su adolescencia, intentando
granjearse autoridad no por la madurez de su vida, sino por su edad avanzada. (CASIANO Colaciones,2).

4855 Muchos hay en la Iglesia que se parecen a este siervo (el que escondió el talento) que, temiendo
entrar en el camino de una vida mejor, no se atreven a sacudir la pereza de su cuerpo; y creyéndose
pecadores tiemblan de tomar el camino de la santidad, y no se horrorizan de permanecer en sus
iniquidades. (S. GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. III, p. 232).

4856 El aprovechamiento del alma no está en pensar mucho, sino en amar mucho. (SANTA TERESA,
Fundaciones,5,2).

El principal objetivo del hombre

4857 Este debe ser nuestro principal objetivo y el designio constante de nuestro corazón: que nuestra alma
esté continuamente unida a Dios y a las cosas divinas. Todo lo que le aparte de esto, por grande que pueda
parecernos, ha de tener en nosotros un lugar puramente secundario o, por mejor decir, el último de todos.
Inclusive debemos considerarlo como un daño positivo. (CASIANO, Colaciones,1).

4858 El tiempo exige de ti que anheles alcanzar a Dios con los tuyos, de la misma forma que el piloto
anhela vientos favorables y el marinero sorprendido por la tempestad suspira por el puerto. (S. IGNACIO DE
ANTIOQUíA, Epístola a S. Policarpo).

4859 Ahora, tornando a los que quieren ir por él y no parar hasta el fin -que es llegar a beber de esta agua
de vida-, cómo han de comenzar digo que importa mucho y el todo una grande y muy determinada
determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabájase lo
que se trabajare, murmure quien murmurare, siquiera llegue allá, siquiera se muera en el camino, siquiera
no tenga devoción para los trabajos que hay en él, siquiera se hunda el mundo. (SANTA TERESA, Camin0
de perfección,21,2).

4860 Las palabras del Señor nos advierten que, en medio de la multiplicidad de ocupaciones de este
mundo, hay una sola cosa a la que debemos tender. Tender, porque somos toda vía peregrinos, no
residentes; estamos aún en camino, no en la patria definitiva; hacia ella tiende nuestro deseo, pero no
disfrutamos aún de su posesión. Sin embargo, no cejemos en nuestro esfuerzo, no dejemos de tender hacia
ella, porque sólo así podremos un día llegar a término. (S. AGUSTIN, Sermón 103).

Santidad y apostolado ver nn. 315-324; 3893-3895.

4861 El Señor no dice solamente: Quiero, queda limpio, sino que extendió la maño y tocó al leproso. Esto es
muy digno de retener la atención. ¿Por qué, en efecto, cuando bastaba querer y hablar para limpiarlo, lo
toca con su mano? Me parece que no había más razón que la de mostrar que se situaba no por debajo de la
Ley, sino por encima, y que no existe nada impuro para el que es puro 1. . . ] Su mano no se hizo impura por
el contacto con la lepra; al contrario, el cuerpo del leproso quedó purificado por esta santísima mano. Es que
Cristo no vino únicamente para curar los cuerpos, sino para elevar las almas a la santidad []y enseñarnos
que la única lepra temible es el pecado [. . . J. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,25).

4862 El cristiano ha de encontrarse siempre dispuesto a santificar la sociedad desde dentro, estando
plenamente en el mundo, pero no siendo del mundo, en lo que tiene -no por característica real, sino por
-584 -

defecto voluntario, por el pecado- de negación de Dios, de Oposición a su amable voluntad salvifica. (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,125).

4863 Duos ha hecho un cielo nuevo, una tierra nueva, como dice el Profeta. ¿Qué cielo? El firmamento de
la fe en Cristo. ¿Qué tierra? El corazón humano, dice el Señor, que se empapa de la lluvia que cae del cielo
y que produce numerosas espigas. En esta creación el sol, sin duda, es la pureza de vida; las estrellas son
las virtudes; el clima, una vida limpia; el mar, la profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia;
las hierbas y los brotes, la doctrina buena donde el pueblo, rebaño de Dios, va como a pastar y a pacer. (S.
GREGORIO MAGNO, Hom. de Pascua).

4864 La santidad no depende del estado -soltero, casado, viudo, sacerdote-, sino de la personal
correspondencia a la gracia, que a todos se nos concede, para aprender a alejar de nosotros las obras de la
tinieblas y para revestirnos de las armas de la luz: de la serenidad, de la paz, del servicio sacrificado y
alegre a la humanidad entera (cfr. Rm 13,12). (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Sacerdotepara la
eternidad,13-IV-1973).

4865 Las obras de misericordia son la prueba de la verdadera santidad. (SANTO TOMÁS, en Catena Aurea,
vol. II, p. 15).

4866 En esto consiste la perfección de la vida cristiana: en que, hechos partícipes del nombre de Cristo por
nuestro apelativo de cristianos, pongamos de manifiesto, con nuestros sentimientos, con la oración y con
nuestro género de vida, la virtualidad de este nombre. (S. GREGORIO DE NISA, Trat. sobre el modelo
cristiano).

SANTOS

El santo aquí en la tierra: alegría, necesidad de la oración, de la lucha ascética, fortaleza, humildad, etc-

4867¿Santo, sin oración?. . . -No creo en esa santidad. (J. EsCRIV DE BLAGJER Camino, n. 107).

4868 Hay que pensar en la sabiduría de Esteban, en la palabra de Pedro, en el ímpetu de S. Pablo. Nada
pudo contener? menguar su empuje: ni la cólera del pueblo, ni la violencia de los tiranos, ni el ataque de los
demonios, ni los asesinatos cotidianos. Como el río impetuoso pasaron sobre todo lo que tenían delante. (S.
JUAN CRISÓSTOMO, Hom. Sobre Mateo,51).

4869 Los santos, mientras vivían en este mundo, estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran
celebrando la Pascua. (S. ATANAsIO Carta 14).

4870 El santo no es sólo la alegría de sus padres, sino la salvación de muchos. (S. BRO5IO, en Catena
Aurea, vol. V, p. 22).

4871 Ya veis, pues, cómo todos los santos han hablado, no ,tanto en persona del pueblo como en nombre
propio, y como se proclaman verdaderos pecadores. (CASlANO Colaciones,23,17).

4872 Cuando llegue allí (al cielo) entonces seré de verdad un hombre de Dios. (S. IGNACIO DE Antioquía
Hom. 6).

4873 (Los santos) en su afán ilimitado por la santidad, descubren en sí con rara sagacidad y condenan sin
piedad cosas que nuestra mirada interior, entenebrecida, no puede ni siquiera atisbar. (CASIANO,
Colaciones,23).
-585 -

4874 He notado, y es muy natural, que las hermanas más santas

son más queridas. (SANTA TERESA, DF LISIEUx, Manuscrito a la M. M. de Gonzaga, X,13).

4875 ¿Hay otra clase de Santos? Sí, pero está escondida. Hay, en efecto, santos que todavía luchan y
pelean; corren aún sin haber llegado a la meta [. . . ]. La palabra "santo" tiene, pues, diversos significados:
unas veces designa a aquellos cuya santidad está ya consumada, otras a los que luchan por alcanzarla. (S.
BERNARDO, Sermón 5 para la fiesta de Todos los Santos).

"Obras maestras del Espíritu Santo"

4876 Cada uno de los Santos es una obra maestra de la gracia del Espíritu Santo. (JUAN XXIII, Abc. 5-6-
1960).

4877 ¿Quiénes son aquellos a quienes la Iglesia dedica la solemnidad de hoy (Todos los Santos), sino el
fruto de la obra santificante del Espíritu de verdad y de amor, que es el Espíritu Santo? ¿Qué es la santidad
de tantos hermanos y hermanas -conocidos por su nombre, o no- a los que honramos particularmente este
día, sino la madura plenitud de esa vida que precisamente El, el Espíritu Santo, injerta en el alma del
hombre?

¡El "que es Señor y Dador de vida"! [. . . ].

La liturgia de esta solemnidad nos infunde un gran júbilo y una alegre esperanza cuando, mediante las
palabras del Apocalipsis, observamos con los ojos del alma esa muchedumbre inmensa que nadie podría
contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas (Ap 7,9).

Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob (Sal 23 [24],6).

Y todos los santos, a los que hoy honramos, son portadores del don misterioso del Espíritu Santo, al cual
han testimoniado fidelidad heroica.

Teniendo ante nuestra mirada espiritual esta espléndida imagen que la liturgia de la Iglesia nos ofrece el 1
de noviembre, tratemos ahora, en la oración del "Angelus", de manifestar al Espíritu Santo una ferviente
gratitud por Todos los Santos, esto es, por todos los frutos de la santidad que han nacido en el curso de la
historia de la salvación bajo el influjo de su gracia.

Agradezcamos especialmente ese particularísimo fruto de santidad, nacido y madurado por la presencia del
Espíritu Santo, la Virgen de Nazaret, llena de gracia, Santísima, Theotokos, Madre de Dios. (JUAN PABLO
II, Angelus, l-XI-1981).

Necesidad de personas santas

4878 Un secreto. -Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos.

-Dios quiere un puñado de hombres "suyos" en cada actividad humana.

--Después. . . "pax Christi in regno Christi" -la paz de Cristo en el reino de Cristo. (J. ESCRIVÄ DE
BALAGUER, Camino, n. 301).

Los santos en la Patria definitiva. Intercesión y veneración

4879 Hemos de suponer, sin duda alguna, que aquella misma familiaridad, respeto y altísima dignidad que
Cristo tributó a José mientras vivía aquí en la tierra, como un hijo con su padre, no se la ha negado en el
cielo; al contrario, la ha colmado y consumado. (S. BERNARDINO DE SIENA, Sermón

2).
-586 -

4880 Los santos no necesitan de nuestros honores, ni les añade nada nuestra devoción. La veneración de
su memoria redunda en provecho nuestro, no suyo. Por lo que a mí respecta, confieso que, al pensar en
ellos, se enciende en mí un fuerte deseo. (S. BERNARDO, Sermón 2).

4881 Contempla a tu lado el colegio de todos los santos, congregados para colmo de tu felicidad por la
divina clemencia, porque no es dichosa la posesión de un bien cuando de él se goza en soledad. (S.
BUENAvENTURA, Soliloquio,4).

4882 Siempre creyó la Iglesia que los apóstoles y mártires de Cristo, por haber dado el supremo testimonio
de fe y de caridad con el derramamiento de su sangre, nos están más intimamente unidos en Cristo; les
profesó especial veneración junto con la Bienaventurada Virgen y los santos ángeles, e imploró
piadosamente el auxilio de su intercesión. (CONC VAT II, Const. Lumen gentium,50).

4883 Es algo injurioso rezar por el mártir, a cuyas oraciones debemos nosotros encomendarnos. Sin
embargo, las Oraciones de los santos mártires satisfacen a Dios por los pecados de su pueblo. Todos los
mártires que están alabando a Dios, interceden por nosotros; y no cesan sus oraciones hasta que no cesan
nuestras lamentaciones. Se alegran de nosotros quienes oran por nosotros. (S. AGUSTIN, Sermón sobre S.
Esteban,1).

4884 De la misma manera que Noé y sus hijos, salvos en el arca, evitaron perecer en el diluvio, así también
los hombres podrán evitar el diluvio de la eterna condenación si prontamente recurren al arca espiritual, es
decir, si se refugian en la intercesión de los santos. (SAN AMBROSIO, Sobre el arca de Noé,7).

4885 Que les enseñen que los santos, que reinan juntamente con Cristo, ofrecen sus oraciones por los
hombres; que es bueno y provechoso invocarles humildemente y recurrir a sus plegarias, a su ayuda y
socorro para obtener de Dios los beneficios por su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que es nuestro único
Redentor y Salvador. Aquellos que niegan que han de ser invocados los santos que gozan en el cielo de la
felicidad eterna, los que afirman que ellos no oran por los hombres o que es idolatría invocarles para que
oren por cada uno de nosotros, o que es cosa contraria a la palabra de Dios y Opuesta al honor debido a
Jesucristo, único mediador entre Dios y los hombres, o que es necedad suplicar oral o mentalmente a los
que reinan en el cielo, todos estos piensan impíamente. (CONC. DE TRENTO, Ses. XXV).

Conocer la vida de los santos

4886 Debemos conocer la vida de los santos, para afinar en la corrección de nuestra propia vida 1. . . ] y así
el fuego de la juventud espiritual, que tiende a apagarse por el cansancío, revive con el testimonio y el
ejemplo de los que nos han precedido. (S. GREGORIO MAGNO, Moralia,24).

Las fiestas de los santos

4887 Las fiestas de los santos proclaman las maravillas de Cristo en sus servidores y proponen ejemplos
oportunos a la imitación de Cristo. (CONC. VAT 11, Const. Sacrosanctum Concilium,111).

Veneración por las reliquias, lugares donde vivieron, etc.

Los fieles han de venerar también los santos cuerpos de los 4888 mártires y los de los otros santos que
viven con Cristo, pues fueron miembros vivos de Cristo y templos del Espíritu Santo (1Co 3,16 1Co 6,19
2Co 6,16) y serán resucitados y glorificados por él para la vida eterna. Por ellos Dios concede muchos
beneficios a los hombres. Por tanto, los que afirman que no se debe honor y veneración a las reliquias de
los santos, o que los fieles honran inútilmente sus reliquias y los otros monumentos sagrados y que en vano
visitan los lugares de su martirio para obtener ayuda, estos tales han de ser condenados, como antaño los
condenó la Iglesia y ahora también los condena. (CONC. DE TRENTO, Ses. XXV).
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Imágenes de santos

4889 Las imágenes de Cristo, de la Virgen, Madre de Dios, y las de otros santos, hay que tenerlas y
guardarlas sobre todo en los templos y tributarles la veneración y el honor debidos. No es que se crea que
en ellas hay algo de divino [. . i,. sino que el honor que se les tributa se refiere a los modelos originales por
ellos representados. Por tanto, a través de las imágenes que besamos y ante las cuales descubrimos
nuestra cabeza y nos postramos, adoramos a Cristo y veneramos a los santos cuya semejanza ellas
evocan. (CONC.

DE TRENTO, Ses. XXV).

4890 Definimos que [. . . ], tal como se hace con la cruz preciosa y vivificante, las imágenes venerables y
sagradas, tanto las pintadas como las de mosaico y de otra materia apropiada, deben colocarse en las
Iglesias santas de Dios, en los vasos y en los ornamentos, en las paredes y en los cuadros, en las calles y
en las casas: tanto la imagen de nuestro Señor Jesucristo, Dios y Salvador nuestro, como las de la Virgen
santa, Madre de Dios y Señora nuestra, de los ángeles venerables y de los justos. (II CONC DF NICEA Dz
511,302).

4891 En efecto, cuanto más frecuentemente son contempladas por medio de su representación en la
imagen, tanto más se mueven los que las contemplan al recuerdo y deseo del modelo original, a besarías y
a tributarles el culto debido, no por cierto el de latría verdadera que, según nuestra fe, sólo conviene a la
naturaleza divina; sino que, como se hace con la cruz preciosa y vivificante, con los santos evangelios y con
los demás objetos sagrados, hay que honrarlas con la ofrenda de incienso y luces, como fue costumbre
piadosa de los antiguos. "Porque el honor de la imagen se dirige al original" (S. Basilio). El que venera una
imagen venera a la persona por ella representada. (II CONC. DE NICEA, Dz 511,302).

4892 Es conveniente, según lo que dicta la razón y en conformidad con la tradición más antigua, honrar y
venerar las imágenes, puesto que el honor se refiere a los mismos originales, del mismo modo que el libro
santo de los Evangelios y la imagen de la cruz preciosa. Si, pues, no venera la imagen de Cristo, Salvador
nuestro, que no vea su forma cuando venga en la gloria de su Padre a ser glorificado y glorificar a sus
santos. Que sea excluido de su sociedad y de su claridad. Lo mismo decimos para quien no venera la
imagen de su Madre inmaculada, Maria, Madre de Dios. Pintamos también las imágenes de los santos
ángeles, tal como los representan las palabras de la Sagrada Escritura. Honramos y veneramos las
imágenes de los Apóstoles, tan dignas de alabanza, de los profetas, de los mártires, de los santos varones y
de todos los santos. Quienes no sienten así, sean anatemas de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. (CONC. DE CONSTANTINOPLA IV, Dz. 513,337).

Comunión de los santos. Ver nn. 1046-1087.

SERVIR A DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, vino a servir y a dar su vida en rescate por muchos. Mt 20,28.

Sabiendo que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y que había salido de Dios y a El volvía,
se levantó de la mesa, se quitó los vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en la jofaina,
y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a enjugárselos con una toalla que tenía ceñida. Jn 13,3-S.

Cuando les hubo lavado los pies, tomando sus vestidos Y POniéndose de nuevo en la mesa, les dijo:
¿Entendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque de
verdad lo soy. Si yo, pues, os he lavado los pies, siendo vuestro Señor y Maestro, también ha-

béis de lavaros vosotros los pies unos a otros. Jn 13,12-1S.

En verdad, en verdad os digo: No es el siervo mayor que su señor, ni el enviado mayor que quien le envía.
Jn 13,16.
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Hermanos míos, continuad firmes y constantes, trabajando siempre más y más en la obra del Señor,
sabiendo que nuestro trabajo no es inútil a los ojos de Dios. 1Co 15,58.

Servid a Yavé con júbilo, venid gozosos a su presencia. Ps 99,2.

En ti, Señor, está la piedad, pues das a cada uno según sus obras. Ps 61,13.

Así también vosotros, cuando hiciereis estas cosas que os están mandadas, decid: Somos siervos inútiles;
lo que teníamos que hacer, eso hicimos. Lc 17,10.

Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mí servidor; si alguno me sirve, mí
Padre le honrará. Jn 12,26.

El mas grande de vosotros sea vuestro servidor. Mt 23,11

Ellos se callaron porque en el camino habían discutido entre si sobre quién seria el mayor. Mc 9,34.

No ha de ser así entre vosotros; antes, sí alguno de vosotros quiere ser grande, sea siervo de todos. Mc
10,40.

Servir a Dios es un honor

4893 Esclavitud por esclavitud -si, de todos modos, hemos de servir, pues, admitiendolo o no, esa es la
condición humana-, nada hay mejor que saberse, por Amor, esclavos de Dios. Porque en ese momento
perdemos la situación de esclavos, para convertirnos en amigos, en hijos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER
Amigos de Dios,35).

4894 Así acontece en el servicio de Dios: a Dios no le aporta nada, pues Dios no tiene necesidad del
servicio de los hombres; mas, a aquellos que le sirven y le siguen, Dios les da la vida, la incorruptibilidad y la
gloria eterna. El concede su benevolencia a los que le sirven por el hecho de servirle, y a los que le siguen
por el hecho de seguirle, pero no recibe de ellos beneficio alguno porque es perfecto y no tiene ninguna
necesidad. Si Dios solícita el servicio de los hombres es para poder, siendo bueno y misericordioso, otorgar
sus beneficios a aquellos que perseveran en su servicio; porque, del mismo modo que Dios no tiene
necesidad de nada, el hombre tiene necesidad de la comunión con Dios, pues la gloria del hombre está en
perseverar en el servicio divino. (S. IRENEO, Trat. contra las herejías,4).

4895 El servir a Dios nada le añade a Dios, ni tiene Dios necesidad alguna de nuestra sumisión; es él, por el
contrario, quien da la vida, la incorrupción y la gloría eterna a los que le siguen y sirven, beneficiándolos por
el hecho de seguirle y servirle, sin recibir de ellos beneficio alguno. (S. IRENEO, Trat. contra las herejías,4).

4896 Algunas veces pienso hacéis semejantes mercedes a los que Os aman, y Vos les hacéis tanto bien
como es darles con que os sirvan. (SANTA TERESA, Fundaciones,22,7).

El Señor es "buen pagador"

4897 Como los soldados, que -aunque hayan servido mucho siempre- han de estar a punto para que el
capitán les mande en cualquier oficio que quiera ponerlos, pues les han de dar sueldo. ¡Y cuán mejor paga
la pagará nuestro Rey que los de la tierra! (SANTA TERESA, Camino deperfección,18,3).

4898 La pobre alma -aunque quiere- no puede todas las veces lo que querría ni puede nada sin que se lo
den, y ésta es su mayor riqueza; queda más adeudada mientras más sirve. (SANTA TERESA, Camino de
perfección,32, II).

4899 Esto es como cuando entra un criado a servir tiene cuenta con contentar a su señor en todo; más él
está obligado a dar de comer al siervo mientras está en su casa y le sirve, salvo si no es tan pobre que no
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tiene para sí ni para él. Acá cesa esto: siempre es y será rico y poderoso. Pues no seria bien andar el criado
pidiendo de comer, pues sabe que tiene cuidado su amo de dárselo y le ha de tener. Con razón le dirá que
se ocupe él en servirle y en cómo le ha de contentar, que por andar ocupado el cuidado en lo que no le ha
de tener no hace cosa a derechas. (SANTA TERESA, Camino de perfección,34,5).

Servir con alegría

4900 Servid al Señor, con alegría (Sal 99,2): no hay otro modo de servirle. Dios ama al que da con alegría
(2Co 9,7), al que se entrega por entero en un sacrificio gustoso, porque no existe motivo alguno que justifica
el desconsuelo. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,177).

4901 No existen fechas malas o inoportunas: todos los días son buenos, para servir a Dios. Sólo surgen las
malas jornadas cuando el hombre las malogra con su ausencia de fe, con su pereza, con su desidia que le
inclina a no trabajar con Dios, por Dios. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,52).

Servir a los demás, por Dios, sin esperar nada a cambio

4902 El que quiera ser el mayor que sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero que sea esclavo de
todos.

Este servicio hacia los hombres debe ser ciertamente gratuito y el que se consagra a él debe sentirse
sometido a todos y servir a los hermanos como si fuera deudor de cada uno de ellos. (S. GREGORIO DE
NISA, Sobre la conducta cristiana).

4903 Busquemos aquellas virtudes que, junto con nuestra salvación, aprovechan principalmente al prójimo [.
. . ]. En lo terreno, nadie vive para sí mismo. El artesano, el soldado, el labrador, el comerciante, todos sin
excepción contribuyen al bien común y al provecho del prójimo. Con mayor razón en lo espiritual. Porque
esto es sobre todo vivir. El que sólo vive para sí y desprecia a los demás, es un ser inútil, no es hombre, no
pertenece a nuestro linaje. (S. JUAN CRíSÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,77).

4904 Fijémonos en los soldados que prestan servicio bajo las órdenes de nuestros gobernantes: su
disciplina, su obediencia, su sometimiento en cumplir las órdenes que reciben. No todos son generales ni
comandantes, ni centuriones ni oficiales, ni todos tienen alguna graduación; sin embargo, cada cual, en el
sitio que le corresponde, cumple lo que le manda el rey o cualquiera de sus jefes. Ni los grandes podrían
hacer nada sin los pequeños, ni los pequeños sin los grandes; la efectividad depende precisamente de la
conjunción de todos.

Tomemos como ejemplo a nuestro cuerpo. La cabeza sin los píes no es nada, como tampoco los pies sin la
cabeza; los miembros más íntimos de nuestro cuerpo son necesarios y útiles a la totalidad del cuerpo; más
aún, todos ellos se coordinan entre sí para el bien de todo el cuerpo. Procuremos, pues, conservar la
integridad de este cuerpo que formamos en Cristo Jesús, y que cada uno se ponga al servicio de su prójimo
según la gracia que le ha sido asignada por donación de Dios. (S. CLEMENTE, Carta a los Corintios; 36).

4905 Es conveniente que quienes están al frente de sus hermanos se esfuercen más que los demás en
trabajar por el bien ajeno, se muestren más sumisos que los súbditos y, a la manera de un siervo, gasten su
vida en bien de los demás, pensando que los hermanos son en realidad como un tesoro que pertenece a
Dios y que Dios ha colocado bajo su cuidado. (S. GREGORIO DE NISA, Sobre la conducta cristiana).

4906 (Debemos) examinar con mucho cuidado nuestra intención en todo lo que hacemos, y no buscar
nuestros intereses, si queremos servir al Señor. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. sobre el profeta
Ezequiel,2).

4907 [. . . J para servir, servir. Porque, en primer lugar, para realizar las cosas, hay que saber terminarías.
No creo en la rectitud de intención de quien no se esfuerza en lograr la competencia necesaria, con el fin de
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cumplir debidamente las tareas que tiene encomendadas. No basta querer hacer el bien, sino que hay que
saber hacerlo. Y, si realmente queremos, ese deseo se traducirá en el empeño por poner los medios
adecuados para dejar las cosas acabadas, con humana perfección. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo
que pasa,50).

Para servir es necesaria la humildad y la fortaleza

4908 Cuando se te presente la ocasión de prestar algún servicio bajo y abyecto al prójimo, hazio con alegría
y con la humildad con que lo harías si fueras el siervo de todos. De esta práctica sacarás tesoros inmensos
de virtud y de gracia. (J. PECCI -León XIII- Práctica de la humildad,32).

4909 No es apto para servir quien no es fuerte. (SANTO TOMÁS, Catena Aurea, vol. 1p 52).

4910 En la casa del justo los que mandan sirven a aquellos a quienes parecen mandar. La razón es que no
mandan por afán de poder, sino porque tienen el ministerio de cuidar de los demás; no son los primeros por
soberbia, sino por amor, para atenderles. (S. A(LTIN, La Ciudad de Dios,19,14).

4911 El espíritu crítico no sería expresión de la actitud de servicio, sino más bien de la voluntad de dirigir la
opinión de los demás según la opinión propia, divulgada a veces de manera demásiado desconsiderada.
(JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis,1,4).

Medios para servir a Dios

4912 Porque la confianza que el apóstol ha de poner en Dios debe ser tan grande que, aunque no posea lo
necesario para esta vida, tenga por cierto que nada le ha de faltar. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre
los Evang. ).

4913 Una persona que no se esforzara por hacer lo que está de su parte, esperándolo todo del auxilio
divino, tentaría a Dios. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 53, a. 4).

4914 Después de la caída, su lenguaje es completamente distinto: ¿A qué nos miráis a nosotros, como si
por propia virtud o por propia piedad hubiéramos hecho andar a éste? (Ac 3,12). De ahí aprendemos una
gran verdad, y es que no basta la voluntad del hombre, si no nos asiste la ayuda de lo alto, si nos falta la
voluntad [. . . ].

Por eso yo os exhorto a que ni se lo dejéis todo a Dios y os echéis vosotros a dormir; ni, porque seáis
fervorosos, penséis que por vuestro propio esfuerzo lo vais a conseguir todo. Dios no quiere ni que nos
tumbemos -y por eso no lo hace él todo- ni que seamos arrogantes- y por eso tampoco nos lo deja a
nosotros todo-. (S. JUAN CRISOSTOMO Hom. sobre S. Mateo,84).

4915 En las empresas de apostolado está bien -es un deber- que consideres tus medios terrenos (2 + 2 4),
pero no olvides ¡nunca! que has de contar, por fortuna, con otro sumando: Dios + 2 + 2. . . (J. ESCRIVÄ DE
BALAGUER. Camino, n. 471).

4916 Al que es rico, y por su poder y excelente disposición corporal tiene cierta grandeza, y hace buen uso
de aquellos bienes que posee, justo es amarle y respetarle como quien está dotado de bienes comunes,
siempre que los emplee conforme a lo que dicta la recta razón: de tal modo que sea caritativo con los
pobres, auxilie a los enfermos y considere todos los bienes que posee no más suyos que de los indigentes.
Por el contrario, al hombre que no procede así debemos tenerle como más digno de lástima que de envidia,
en cuanto que tiene más medios y más ocasiones para pecar. (S. BASILIO, Hom. sobre la envidia>.

4917 Sirve a tu Dios con rectitud, séle fiel. . . y no te preocupes de nada: porque es una gran verdad que "si
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buscas el reino de Dios y su justicia, El te dará lo demás -lo material, los medios- por añadidura". (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 472>.

4918 De aquí que no se deba tener al rico por dichoso sólo por sus riquezas; ni al poderoso por su autoridad
y dignidad; ni al fuerte por la robustez de su cuerpo; ni al sabio por su eximía elocuencia. Todas estas cosas
son instrumentos de virtud para los que las usan rectamente; pero ellas, en sí mismas, no contienen
felicidad. (S. BASiLIO, Hom. sobre la envidia).

SINCERIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Nuestro Señor aborrece la mentira y la hipocresía: Ap 22,1S.

La verdadera caridad es sincera: Rm 12,9; 1Co 13,5-6.

San Pablo es sincero como Nuestro Señor: pone su conducta de acuerdo con su doctrina: 2Co 1,18-21.

Ser sincero sin temor a desagradar a los hombres: Ga 1,10.

Todo lo que está oculto será descubierto: Mt 10,26.

La obediencia debe ser sincera: Ep 6, S.

Atractivo de la sinceridad en medio de la mentira que reina en el mundo: Ph 2,1S.

San Pablo exhorta a los Colosenses a la sinceridad: Col 3,8-9.

La sinceridad busca agradar a Dios y no a los hombres: lTh 2,3-4.

Hagamos todas las cosas con sinceridad y pureza de intención: 1Tm 5,21.

Nuestras acciones deben estar de acuerdo con nuestra fe: Jc 1,19-27; 2,1-26.

Señales de la auténtica caridad: 1Jn 2,3-11; 3,16-24; 4,20.

Nuestro Señor desprecia las limosnas, oraciones y ayunos de los hipócritas, por los que no recibirán
ninguna recompensa: Mt 6,1-8.

Los hipócritas juzgan severamente a los demás: Mt 7, S.

Indignación de Nuestro Señor contra los que traspasan con astucia y artificio los mandamientos de Dios: Mt
15,3-9; Mc 7,9-13.

Testimonio de Nuestro Señor contra ellos: Lc 11,37-52.

Necedad de los hipócritas; en efecto, todo secreto será descubierto: Lc 12,1-2.

El diablo es padre de la mentira: Jn 8,44.

Sinceridad con Dios

4919 Toda santidad fingida está muerta; porque no obra impulsada por Dios, y más bien no debiera llamarse
santidad; así como un hombre muerto no es hombre, así como los farsantes que fingen y simulan las
personas de otros, no son las personas que imitan. (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 129>.

4920 (Y vino a El un leproso que, rogándole de rodillas, le decía: Si quieres, puedes limpiarme). Aquel
hombre se arrodilla postrándose en tierra -lo que es señal de humildad y de vergÚenza que cada uno se
avergúence de las manchas de su vida. Pero la vergúenza no ha de impedir la confesión: el leproso mostró
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la llaga y pidió el remedio. Su confesión está llena de piedad y de fe. Si quieres, dice, puedes: reconoció que
el poder curarse estaba en manos del Señor. (SAN BEDA, Coment. Evang. S. Marcos).

4921 Así como en los teatros, cuando todo se acaba, y los que representan se retiran y se desnudan el
traje, los que antes parecían reyes o pretores aparecen ahora tal y como son con todas sus miserias, así,
cuando viene la muerte y concluye el espectáculo de esta vida, depuestos de los disfraces de la riqueza y
de la pobreza, sólo por las obras se juzga quiénes son verdaderamente ricos y quiénes pobres, quiénes
dignos y quiénes indignos de gloria. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 249).

4922 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, que por dentro
están llenos de rapiña y codicia! Si el Señor detesta la suciedad de los cuerpos y de los vasos que por
necesidad tienen que mancharse con el mismo uso, ¿cuánto más las inmundicias de la conciencia, que si
queremos podemos conservar siempre limpia? (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 126).

Sinceridad en la Confesión

4923 No te acuses con aquellas fórmulas superfluas que muchos dicen por costumbre: " Yo no he amado a
Dios tanto como debía, no he orado con la devoción que debiera, no he amado a mi prójimo como debiera
amarle, no he recibido los Santos Sacramentos con la reverencia que es debida", y otras semejantes. La
razón es porque diciendo esto no dices nada en particular que pueda manifestar al confesor el estado de tu
conciencia, pues cuantos hombres hay en la tierra y cuantos santos están en el Cielo podrían decir lo mismo
si confesasen. (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, II,19).

4924 Has de expresar también si te has detenido largo tiempo en el mal, pues la prolongación del tiempo de
ordinario acrecienta mucho la culpa, porque hay gran diferencia entre una vanidad pasajera que haya
ocupado el espíritu por espacio de un cuarto de hora, y otra en que el corazón se mantuvo sumergido uno,
dos y tres días. En suma: es menester decir el hecho, el motivo y la duración de las culpas; pues aunque
por lo común no hay obligación de explicar tan puntualmente los pecados veniales, y en rigor no estamos
obligados a confesarlos, con todo, los que quieren purificar bien sus almas para llegar mejor a la devoción
santa deben ser muy cuidadosos en manifestar claramente al médico espiritual la enfermedad de que
buscan el remedio, por pequeña que sea. (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, II,19).

4925 Todo pecador, mientras oculta en su conciencia sus culpas, se esconde y encubre en su interior; pero
el muerto sale fuera cuando el pecador confiesa espontáneamente sus maldades. A Lázaro se le dijoPs
fuera, que es lo mismo que si a cualquiera que está muerto en la culpa se le dijera:

¿por qué escondes el resto de tu culpa dentro de tu conciencia? Ya es tiempo de que salgas fuera por
medio de la confesión, tú que te escondes en tu interior por medio de la negación. Salga fuera el muerto,
esto es, confiese su culpa el pecador. Los discípulos desataron al que salía del sepulcro, para que los
pastores de la Iglesia perdonen la pena que mereció el que no se avergonzó de confesar lo que hizo. (S.
GREGORIO MAGNO, Hom. 26 sobre los Evang. ).

4926 Al confesar los pecados, ¿qué otra cosa hacemos sino descubrir el mal que estaba oculto dentro de
nosotros? (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 40 sobre los Evang. ).

4927 (Algunos van con los pecados disimulándonos y como) coloreando porque no parezcan tan malos, lo
cual más es irse a excusar que a acusar. (S. JUAN DE LA CRUZ, Noche oscura,

1,2,4).

4928 Si no declaras la magnitud de la culpa, no conocerás la grandeza del perdón. (S. JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre Lázaro,4,4).

Sinceridad con uno mismo


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4929 No quisiera que ignoraseis, hermanos míos, de qué modo se baja, o por mejor decir, se cae en estos
caminos. El primer escalón es el disimulo de la propia flaqueza, de la propia iniquidad y del propio fracaso,
cuando perdonándose el hombre a sí mismo, autoconsolándose, se engaña. El segundo escalón es la
ignorancia de sí[. . . ]. ¿Qué más lógico que no ver sus llagas, especialmente si las ha tapado con el fin de
no poderlas ver? De esto se sigue que, ulteriormente, aunque se las descubra Otro, defienda con tozudez
que no son llagas, dejando que su corazón se abandone a palabras engañosas para buscar excusas a sus
pecados. (S. BERNARDO, Sermón sobre el Salmo 50).

4930 A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n.
236).

4931 Los que tienen buena salud no necesitan del médico, sino los que están enfermos (Mt 9,12). Si quieres
ser curado, reconoce tu enfermedad (. . . ]. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores (9,13).
No es que Cristo rechace a los justos, sino que sin él no hay nadie en la tierra que esté sin pecado. No
rechaza a los justos, pero aquí abajo sólo ha encontrado pecadores. (S. PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 30).

4932 Te había pedido la pureza con estas palabras: Dame pureza y castidad, pero no la des ahora. Tenía
miedo de que me oyeras demásiado pronto, y de que desapareciera la enfermedad de mi sensualidad
demásiado temprano; prefería darle un desahogo, en vez de apagarla. (S. AGUSTíN, Confesiones,8,7).

4933 (A veces, por soberbia oculta) decimos que somos la misma miseria y la escoria del mundo; pero
quedaríamos harto burlados si, cogiéndonos la palabra, dijeran en público de nosotros lo mismo que hemos
dicho. (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,5).

4934 Son más peligrosos y más difíciles de remediar los vicios que tienen apariencia de virtud y se cubren
con la apariencia de cosas espirituales, que los que tienen claramente por fin el placer sensual. A éstos, en
efecto, como a las enfermedades que se manifiestan con claridad, puede atacárseles de frente y se les cura
al instante. Los otros vicios, en cambio, paliados con el velo de la virtud, permanecen incurables, agravando
el estado de los pacientes y haciendo desesperar de su remedio. (CASIANO, Colaciones,4).

Sinceridad con los demás, especialmente con quienes representan a Dios

4935 (A uno que había vivido la virtud de la sinceridad): Has triunfado hoy sobre tu Adversario. Con tu propia
acusación le has confundido mucho más de lo que te había abatido él a ti con tu silencio. La causa de
haberte dominado él hasta ahora fue porque ni tu palabra ni la de otro por ti le opuso la menor resistencia.
Por eso le dabas la posibilidad de subyugarte [. . . ]. Pero ahora, al denunciar a tu enemigo y sacarle a
plaza, has anulado su poder de inquietarte en lo sucesivo. Esta terrible serpiente no podrá encontrar

La sinceridad se opone a todo tipo de hipocresía

4943 Debajo de unos vestidos harapientos puede haber mucha jactancia; y esto es más peligroso, pues
ocultándose en un manto de piedad, engaña con la apariencia de servir a Dios. (S. AGUSTIN, Sobre el
Sermón de la Montaña,2,12).

4944 Hay muchos que siendo soberbios se colocan en los últimos sitios, y por el orgullo de su corazón les
parece que se sientan a la cabeza de los demás, y también hay muchos humildes que, aun cuando se
sientan en los primeros puestos, están convencidos en sus conciencias de que deben ocupar los últimos
puestos. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 106>.

4945 ¿No ves cuán grande es el pecado de hipocresia? Pues ésta 4945 es fruto de la envidia. Porque la
envidia es la que principalmente produce en los hombres la doblez, puesto que, sintiendo odio en su interior,
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manifiestan cierto exterior ciue revela un tinte o especie de caridad; como los escollos ocultos en el mar, que
encubiertos bajo muy poca agua, causan a los incautos un mal imprevisto. (S. BASILIO, Hom. sobre la
envidia).

4946 El nombre de hipócrita procede de aquella clase de hombres que entran en los espectáculos con la
cara tapada, pintándola de diversos colores con el fin de asemejarse a la persona que fingen ser y de la cual
simulan lo exterior [. . . ]. (S. ISIDORO, en Catena Aurea, vol. 1p 340).

4947 Es un hipócrita todo aquel que aparenta lo contrario de lo que es. (S. JERÓNíMO, en Catena Aurea,
vol. III, p. 72).

4948 (. . . Echan pesadas cargas. . . >. Tales son también muchos jueces: severos con los que pecan e
indulgentes consigo mismos, legisladores intolerables y débiles observantes de las leyes; no quieren
observar una vida honesta ni acercarse a ella, y exigen a sus subordinados que la observen con todo rigor.
(S. GREGORIO DE NISA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 55)

4949 El alma que usa de mentira, doblez y simulación muestra debilidad y vileza. (S. FRANCISCO DE
SALES, Introd. a la vida devota, III,30).

en ti acogida para ocultarse de nuevo en tu pecho, pues por tus palabras la has sacado de las tinieblas de tu
corazón poniéndola a la luz del día. (CASIANO, Colaciones,2).

4936 No permitáis que en vuestra alma anide un foco de podredumbre, aunque sea muy pequeño. Hablad.
Cuando el agua corre, es limpia; cuando se estanca, forma un charco lleno de porquería repugnante, y de
agua potable pasa a ser un caldo de bichos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,181).

4937 (Los discípulos de Emaús) habiendo dado a conocer su herida, encuentran la medicina, (TEÓFILO, en
Catena Aurea, vol. VI, p. 532).

4938 No podía presentar por sí mismo su súplica, pues estaba mudo; y a los otros tampoco podía rogarles,
pues el demonio había trabado su lengua, y juntamente con su lengua le tenía atada el alma. (S. JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,82).

4939 ¿Por qué ese reparo de verte tú mismo y de hacerte ver por tu Director tal como en realidad eres?

Habrás ganado una gran batalla si pierdes el miedo a darte a conocer. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Camino, n. 65).

4940 Rasgando el velo con que la falsa vergúenza querría cubrirlos, manifestamos a nuestros mayores
todos los secretos de nuestra alma. Vayamos con confianza a buscar en ellos el remedio a nuestras heridas
y el ejemplo de una vida santa. (CASIANO, Colaciones,2>.

4941 Aparenta ser justo, y no lo prueba, el que coloca su mérito en la alabanza de los hombres. (S.
AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. 1p 341).

4942 Aunque algunas veces se puede disimular con discreción y prudencia, encubriendo la verdad con
algún artificio de palabras, esto no se ha de hacer sino en asunto de importancia, cuando lo pidan
claramente la gloria y servicio de Dios; porque fuera de estos casos es arriesgado el artificio, puesto que,
como dice la Sagrada Escritura no habita el Espíritu Santo en el corazón fingido y doble. (S. FRANCIS-CO
DE SALES, Introd. a la vida devota, III,30).
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Sinceridad y sencillez

4950 En el modo de hablar conviene mirar que no hablemos ni con demásiada blandura, ni con demásiada
desenvoltura, ni apresuradamente, ni curiosa y pulidamente, sino con gravedad, con llaneza y sencillez. A
este modo pertenece también no ser hombre porfiado y cabezudo y amigo de salir con la suya, porque
muchas veces por aquí se pierde la paz de la conciencia y aun la caridad y la paciencia y los, amigos. (FR.
Luís DE GRANADA, Guía de pecadores, P. 448).

4951 No demos a entender que queremos el último lugar Sin quererlo verdaderamente, y esta regla la
establezco tan general que no admite excepción alguna: sólo añadiré que la cortesía exige algunas veces
que ofrezcamos la preferencia a los que ciertamente no la han de tomar, sin que en e116 haya doblez de
humildad fingida, porque entonces el ofrecer la preferencia es un principio de distinción, y ya que no
podemos dársela entera, no es mal hecho que les demos el principio. (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a
la vida devota, III,5).

4952 Deja ese "aire de suficiencia" que aísla de la tuya a las almas que se te acercan. Escucha. Y habla con
sencillez:

sólo así crecerá en extensión y fecundidad tu trabajo de apóstol. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n.
958).

4953 Hay algunos, en efecto, a quienes les falta sencillez en las buenas obras que realizan, porque buscan
no la retribución espiritual, sino el aplauso de los hombres: Por esto dice con razón uno de los libros
sapienciales: ¡Ay del hombre que va por dos caminos! (S. GREGORIO MAGNO, Moraha,1).

4954 Os recomiendo, sobre todo, la santa simplicidad: veos a vos en vez de ver peligros ajenos. Os
parecerá que son ejércitos, cuando no son más que sauces de ramaje tronchado, y mientras anduvieseis
mirándolos, podríais dar un traspié. Tengamos el propósito firme y general de servir a Dios de corazón, toda
la vida, y con eso no queramos saber sino que hay un mañana, en el que no hemos de pensar.
Preocupémonos por obrar bien hoy; el mañana vendrá también a llamarse hoy, y entonces pensaremos en
él. Hay que hacer provisión de maná para cada día y nada más; no tengamos la menor duda de que Dios
hará caer otro maná al día siguiente, y al otro, y al otro, mientras duren las jornadas de nuestra
peregrinación. (S. FRANCiSCO DE SALES, Epistolario, fragm. 131, l. c. 766).

SOBERBIA

Citas de la Sagrada Escritura

La soberbia sólo ocasiona contiendas [. . . ] Pr 13,10.

¿Qué nos aprovechó la altanería, qué ventaja nos trajeron la riqueza y la jactancia? Sg 5,8.

Así dice Yavé: Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, que no se glorie el fuerte de su fortaleza, que no se
gloríe el rico de su riqueza. Jr 9,23.

Las altivas frentes de los hombres serán abatidas y será humillada la soberbi humana, y sólo Yavé será
exaltado aquel día. Is 2,11.

Asola Yavé la casa del soberbio y afirma los linderos de la viuda. Pr 15,2S.

La soberbia es odiosa al Señor y a los hombres [. . . J. Si 10,7.

Todo lo que hay en el mundo es concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia de la
vida. 1Jn 2,16.

El Señor hizo alarde del poder de su brazo, deshizo las miras del corazón de los soberbios. Lc 1,53.
-596 -

Quien no abraza las saludables palabras de Nuestro Señor Jesucristo y la doctrina que es conforme a la
piedad, es un soberbio que nada sabe. 1Tm 6,3-4.

¿Qué tienes que no hayas recibido? Y silo que tienes lo has recibido, ¿de qué te jactas como si no lo
hubieses recibido? 1Co 4,7.

No seamos ambiciosos de vanagloria, provocándonos unos a los otros y recíprocamente envidiándonos. Ga


5,26.

Qué es la soberbia

4955 ¿Qué es la soberbia sino un apetito desordenado de grandeza pervertida? La grandeza pervertida
consiste en abandonar el principio a que el ánimo debe estar unido, hacerse uno en cierta manera principio
para sí y serlo. Esto sucede cuando el espíritu se agrada demásiado a sí mismo, y se agrada a sí mismo
cuando declina el bien inmutable que debe agradarle más que a sí mismo. (S. AGUSTIN, La Ciudad de
Dios,14,13).

4956 El soberbio intenta inútilmente quitar de su solio a Dios, que es misericordioso con todas las criaturas,
para acomodarse él, que actúa con entrañas de crueldad. (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Amigos de
Dios,100).

4957 La soberbia es el menosprecio de Dios. Cuando alguno se atribuye las buenas acciones y no a Dios,
¿qué otra cosa hace sino negar a Dios? (TEÓFILO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 298).

4958 (Es) el apetito desordenado de la propia excelencia. (SANJO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 162, a.
2).

4959 Si bien todos los vicios nos alejan de Dios, sólo la soberbia se opone a El; (a ello se debe) la
resistencia que Dios ofrece a los soberbios. (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 162, a. 6).

4960 A' considerar la entrega de Dios y su anonadamiento [. . . ], la vanagloria, la presunción del soberbio
se revela como un pecado horrendo, precisamente porque coloca a la persona en el extremo opuesto al
modelo que Jesucristo nos ha señalado con su conducta. Pensadlo despacio: El se humilló, siendo Dios. El
hombre, engreído por su propio yo, pretende enaltecerse a toda costa, sin reconocer que está hecho de mal
barro de botijo. (J. ESCRiVÁ DE 13ALAGUER Amigos de Dios,112).

4961 No es grandeza la soberbia, sino hinchazón. (S. AGUSTIN, Sermón 380).

Está en la raiz de todo pecado y descamino

4962 El orgullo es la fuente de todos los vicios y la causa de todos los males que acontecen y acontecerán
hasta la consumación de los siglos. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el orgullo).

4963 No existe ninguna otra pasión como la soberbia, capaz de aniquilar las virtudes y despojar al hombre
de toda justicia

y santidad. Al modo de una enfermedad contagiosa que afecta a todo el organismo, y no se contenta con
debilitar un solo miembro sino que corrompe el cuerpo entero, así esta pasión derriba a aquellos que están
ya firmes en la cima de la virtud para deshacerse de ellos. (CASIANO, Instituciones,12).

4964 Se dispersaron por toda la tierra, a causa del amor de los bienes del mundo, y son, en verdad, ovejas
desperdigadas y sin rumbo por toda la tierra. Viven en diversos lugares; una única madre, la soberbia, las
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engendró a todas, al igual que una sola madre, nuestra Iglesia católica, ha dado también a luz a todos los
fieles cristianos esparcidos por todo el orbe. (S. AGUSTiN, Sermón 46, sobre los pastores).

4965 En todos los bienes temporales, el fin que el hombre busca es poseer cierta perfección o gloria. Por
esta vía descubrimos que la soberbia, apetito de la propia excelencia, se pone como principio de todo
pecado. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 48, a. 2).

4966 (La soberbia es el) principio de todos los pecados y de todos los crímenes. No se da por satisfecha
con exterminar la humildad, su virtud contraria, como hacen los otros vicios. Aspira a extirpar todas las
virtudes a un tiempo. Ni se limita únicamente a agredir a los mediocres, o a los pequeños, antes bien tienta
con preferencia a los que han llegado a la cúspide de la fortaleza. (CASIANO, Institucines,12).

4967 ¡Tanto pudo la soberbia humana, que necesitó de la humildad divina para curarse! (S. AGUSTIN,
Sermón 183)

4968 Es la reina suprema de todo el ejército de los vicios Aunque puede decirse que la soberbia es la madre
y la raíz de todos los vicios y pecados, hay tres de los que lo está una manera específica: la vanagloria, la
ambición y la presunción, que, sin embargo, se distinguen de ella. (S GREGORIO MAGNO, Moralia,31).

4969 (La apostasía es un pecado de infidelidad que) nace de soberbia, por la que el hombre no se somete
a las reglas de la fe. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 10, a. 1).

4970 [. . . j Superbia vitae. No se trata sólo de pensamientos efímeros de vanidad o de amor propio: es un
engreimiento general. No nos engañemos, porque éste es el peor de lo males, la raíz de todos los
descaminos. (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,6).

4971 El horizonte del orgulloso es terriblemente limitado: se agota en él mismo. El orgulloso no logra mirar
más allá de su persona, de sus cualidades, de sus virtudes, de su talento. El suyo es un horizonte sin Dios.
Y en este panorama tan mezquino ni siquiera aparecen los demás: no hay sitio para ellos. (S. CANALS,
Ascética meditada, p. 87).

4972 Como un cruel tirano, se apodera de la ciudadela sublime de las virtudes, trastorna y destruye de una
a otra parte la ciudad entera, abate luego hasta el suelo los altos muros de la santidad y lo desquicia todo en
su recinto. No deja subsistir en el alma que le está sujeta el más mínimo destello de libertad: cuanto más
rica es su víctima, más pesado es el yugo de la servidumbre a que la somete. En fin, no ceja hasta asolaría
por completo y dejarla desnuda de todas las riquezas espirituales. (CASIANO, Instituciones,12).

Algunas manifestaciones y consecuencias de la soberbia

4973 El amor propio está a veces adormecido en nosotros como una zorra, y luego, de repente, se lanza
sobre los polluelos. Por esto es necesario vigilarle con constancia, con suavidad y paciencia. (S.
FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 75, l. c. , p. 709).

4974 Lo más terrible de ese pecado es que, cuanto más domina al hombre, menos culpable se cree éste del
mismo. En efecto, jamás el orgulloso querrá convencerse de que lo es, ni jamás reconocerá que no anda
bien: todo cuanto hace y todo cuanto habla, está bien hecho y bien dicho. (SANTO CURA DE ARs, Sermón
sobre el orgullo).

4975 Cuanto más humilde sea el hombre ante sí mismo, más 4975 grande será ante Dios; el soberbio,
cuanto más glorioso aparece ante los hombres, más abyecto es delante de Dios. (S. AGUSTIN, Sermón
sobre la humildad y el temor de Dios).
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4976 Porque el natural de las mujeres es flaco, y el amor propio 4976 que reina en nosotras muy sutil.
(SANTA TERESA, Fundaciones,4,2).

4977 Si hemos de dar oídos a sus palabras (de los soberbios), diremos que fueron los más valerosos
conquistadores de la tierra; parece como si hubiesen recorrido el universo entero; y los jóvenes alábanse de
lo que no harán nunca; todos mendigan, todos corren detrás de una boqueada de humo, que ellos llaman
honor. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el orgullo).

4978 Y ¿quién ignora que a los soberbios se les dice inflados, como si estuvieran hinchados de viento? (S.
AGUST¡N, Sobre el Sermón de la Montaña,1).

4979 Ves a un artesano contemplando la obra de otro; hallará en ella mil defectos y dirá: "¿qué le vamos a
hacer? ¡Su capacidad no da más de sí!". Pero, como el orgulloso no rebaja nunca a los demás sin elevarse
a sí mismo, entonces, a renglón seguido, os hablará de tal o cual obra por él realizada, diciéndoos que ha
llamado la atención de los inteligentes, que se ha hablado mucho de ella [. . . j. (SANTO CURA DE ARs,
Sermón sobre el orgullo).

4980 La soberbia inclina a los principiantes a huir de los maestros que no aprueban su espíritu, y aun
terminan Por tenerles aborrecimiento. (S. JUAN DE LA CRUZ, Noche Oscura,1,2).

4981 La reprensión, que hace mejorar a los humildes, suele parecer intolerable a los soberbios. (S. CJRILO,
en Catena Aurea, vol. VI, p. 52).

4982 Todo frutal, todo grano, toda semilla, todo árbol, tiene su gorgojo o gusano. Y no es el mismo el
gusano del manzano y el del peral que el gorgojo de las habas o del trigo. El gusano de las riquezas es la
soberbia. (S. AGUSTIN, Sermón 61).

4983 Pero lo más triste y lamentable es que este pecado sume al alma en tan espesas tinieblas, que nadie
se cree culpable del mismo. Nos damos perfecta cuenta de las vanas alabanzas de los demás, conocemos
muy bien cuándo se atribuyen elogios que jamás merecieron; mas nosotros creemos ser siempre
merecedores de los que se nos tributan. (SANTO CURA DE ARs, Sermón sobre el orgullo).

4984 Aunque en medio de los desprecios y de las contradicciones conserves la paz y la alegría, no creas
por esto haber alcanzado la humildad, porque, a menudo, la soberbia no está sino adormecida, y basta con
que se despierte para que comience a hacer estragos. (J. PECcI León XIII- Práctica de la humildad,55).

4985 Los hombres tendemos a defendernos, a apegamos a nuestro egoísmo. Siempre intentamos ser
reyes, aunque sea del reino de nuestra miseria. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Es Cristo que pasa,17).

4986 1. . . ] se ha de tomar como señal muy cierta para distinguir los dones que Dios da de los que finge el
demonio; que los de nuestro Señor son maravillosos, llenos de verdad y de gran peso y quilates, y humillan
y abajan más al hombre que si no los tuviera, en cambio, los que finge el demonio lo hacen vano, y en vez
de humillarle lo suben a mayores para derribarlo de más alto y despeñarlo hasta la profundidad del infierno.
Los que no miran bien las cosas suelen decir que Dios les quita los dones, a ellos o a otros, para
humillarlos. Sin embargo, mejor dirían que se los quita para confundirlos y vencerlos, porque han sido
soberbios y negligentes; porque para humillar no suele Dios quitar dones, sino darlos. Debes saber que sin
duda alguna sus dones son tales y tan buenos que por si mismos humillan al hombre que no está dañado
por algún vicio, como el buen vino, que adoba el vaso donde se echa; sin embargo, si el vaso está muy
dañado, el mismo vino se daña. (F. I)L OSUNA, Tercer abecedario espiritual,19,2).
-599 -

4987 Con la soberbia pierdes todo cuanto recibiste. (S. AGUSTIN, Sermón 82).

4988 Dura tierra es el corazón del soberbio para la penitencia; no se ablanda si Dios no le envía su lluvia.
(S. AGUSTíN, Sermón 92).

4989 Hay dos clases de orgullo. El primero es carnal, el segundo espiritual. Este es más peligroso, por
cuanto inquieta más especialmente a los que han progresado en alguna virtud. (CASIANO, Colaciones,5).

4990 El amor propio puede ser mortificado en nosotros, pero no por ello muere nunca; antes bien, de vez en
cuando y en diversas ocasiones, saca retoños que atestiguan que, aunque se le haya cortado por el tallo, no
queda desarraigado. Por eso no tenemos el consuelo debido cuando vemos a los demás hacer el bien; lo
que no vemos en nosotros no nos es agradable, y lo que vemos en nosotros es dulce, porque nos amamos
tierna y amorosamente. (S. FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 75, l. c. , p. 709).

4991 Todo soberbio se mira a sí mismo, y se cree grande, pues se paga de sí. Pero quien se complace en sí
mismo se complace en un hombre necio, porque él mismo es necio al poner su agrado en sí mismo. (S.
AGUSTíN, Coment. sobre el Salmo 122).

4992 De cuatro maneras suele presentarse la arroga primero, cuando cada uno cree que lo bueno
exclusivamente de sí mismo; cuando cree que la gracia sido alcanzada por los propios méritos; cuando se
-uno de tener lo que no tiene; y cuando se desprecia a demás queriendo aparecer como que se tiene lo que
aquéllos desean; así, el fariseo de la parábola se atribuye sí mismo los méritos de sus buenas obras. (S.
GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 299).

4993 Cuando el orgullo se adueña del alma, no es extraño que' detrás, como en una reata, vengan todos los
vicios: lá' avaricia, las interiperancias, la envidia, la injusticia. (J. ,' ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de
Dios,100).

4994 (A veces, por soberbia oculta), decimos que somos la' misma miseria y la escoria del mundo; pero
quedaríamos harto burlados si, cogiéndonos la palabra, dijeran en público de nosotros lo mismo que hemos
dicho. (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,5).

4995 A' no conocerse rectamente, los malos no se aman en verdad a sí mismos, sino que aman lo que
creen que son. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 25, a. 7).

4996 Las personas que van por este camino no Soportan que haya nadie superior a ellas [. . . ]. Los
defectos de los demás deben servir para poner en evidencia y para subrayar sus propias virtudes. Los
errores de los demás deben servir para poner de relieve su sabiduría y destreza; y la escasa inteligencia
ajena, para hacer resplandecer su gran valía. Y aquí está la raíz de las envidias, de los celos y ansiedades
que acompañan la vida de todos aquellos que siguen la ruta del orgullo.

Pero este desgraciado camino no acaba aquí. De la envidia se pasa a la enemistad. ¡Y cuántas no son las
enemistades que tienen su origen -¡extraño origen!- en la envidia!

4996 No perder el puesto, no ceder las armas: quien se encamina por esta dirección suele recurrir a la
ficción y a la hipocresía. Simula lo que no es, exagera lo que posee. Todo es lícito, todo es bueno, en este
maldito camino, a condición de que uno sea el primero y el mejor ante uno mismo y en la estimación de los
demás. (S. CANALS. Ascética meditada, pp. 88-89).

4997 El amor propio hace que queramos hacer tal o cual cosa por nuestra elección, pero no quisiéramos
hacerla por la elección ajena, ni por obediencia; quisiéramos hacerla porque salíó de nosotros, pero no
-600 -

como emanada de otros. Nos buscamos siempre a nosotros mismos, a nuestra voluntad y a nuestro amor
propio. Si tuviésemos la perfección del amor de Dios nos gustaría más hacer lo que está mandado, porque
viene de Dios mejor que de nosotros. (S. FRANCISCO DE SALES Epistolario, fragm. 75, l. c. , p. 709).

4998 Que alguien desee desordenadamente algún bien temporal, procede de que se ama a si mismo
desordenadamente, puesto que amar a alguien es querer el bien para él. (SANTO TOMÁS, Suma
Teológica,1-2, q. 77, a. 5).

4999 La doctrina de la verdad abandona a las almas soberbias. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 20 sobre
los Evang. ).

5000 Juzgan algunos temerariamente, no por amargura, sino por orgullo, pareciéndoles que a medida que
rebajan la estimación de otro realzan la suya propia; espíritus arrogantes y presuntuosos, que se glorían en
si mismos y se elevan tanto en su propia estimación, que miran todo lo demás como humilde y bajo. Tal era
el necio fariseo cuando decía: No soy como los demás hombres. (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la
vida devota, III,28).

Soberbia y faltas de caridad

5001 En las relaciones con el prójimo, el amor propio nos hace susceptibles, inflexibles, soberbios,
impacientes, exagerados en la afirmación del propio yo y de los propios derechos, fríos, indiferentes,
injustos en nuestros juicios y en nuestras palabras. Se deleita en hablar de las propias acciones, de las
luces y experiencias interiores, de las dificultades, de los sufrimientos, aun sin necesidad de hacerlo. En las
prácticas de piedad se complace en mirar a los demás, observarlos y juzgarlos; se inclina a compararse a
creerse mejor que ellos, a verles los defectos solamente y negarles las buenas cualidades, a atribuirles
deseos e intenciones poco nobles, llegando incluso a desearles el mal. El amor propio -para deshonra de la
piedad- hace que nos sintamos ofendidos cuando somos humillados, insultados o postergados, o no nos
vemos considerados, estimados y obsequiados como esperábamos. (BAUR, B. En la intimidad con Dios, p.
89).

5002 Como el publicano está cerca de él, se le presentaba ocasión para aumentar su orgullo. Prosigue: no
como este publicano. Como diciendo: yo soy único, éste es como los demás. (S. AGUSTIN, en Catena
Aurea, vol. VI, p. 299).

5003 Cuanto más vacíos estamos de la hinchazón de la soberbia más llenos estamos de amor. (S.
AGUSTIN, Trat. sobre la Trinidad,8).

5004 Entre soberbios hay siempre contiendas (Pr 13,10); pues quien tiene un elevado concepto de sí mismo
y menosprecia al prójimo no puede Soportar los fallos de éste. (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad, l. c. ,
221).

5005 Nada tiene de extraño que la soberbia engendre divisiones y el amor, unidad. (S. AGUSTIN, Sermón
46, sobre los pastores).

5006 Los que suelen engreírse por una falsa justicia, desprecian a todos los demás, y no tienen compasión
alguna de los débiles; y cuanto más libres de pecado se consideran ellos, tanto peor tratan a los pecadores.
(S. GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los Evang. ).

5007 (Una forma de soberbia): el desprecio de los demás, con ansia de que todos nos miren a nosotros.
(SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 162, a. 4).

Soberbia y tristeza
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5008 La mayor parte de los conflictos, que se plantean en la vida interior de muchas gentes, los fabrica la
imaginación:

que si han dicho, que si pensarán, que si me consideran. . . Y esa pobre alma sufre, por su triste fatuidad,
con sospechas que no son reales. En esa aventura desgraciada, su amargura es continua y procura
producir desasosiego en los demás: porque no sabe ser humilde, porque no ha aprendido a olvidarse de sí
misma para darse, generosamente, al servicio de los otros por amor de Dios.

(J. ESCRiVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,101).

5009 Hay también otro género de necia tristeza, que debiéramos silenciar, de no constamos que algunos
monjes se abandonaron a ella. Sonroja el decirlo. Entristecidos o airados, se abstienen de comer con
insolente pertinacia. Y precisamente éstos suelen ser de la categoría de aquellos que, estando tranquilos y
en calma, andan diciendo que no pueden soportar el ayuno hasta mediodía o, cuando mucho, hasta las tres
de la tarde. En cambio, cuando les oprime la tristeza, no tienen inconveniente en pasar dos días sin probar
bocado, remediando entonces el hambre con la hartura de su cólera. (CASIANO, Colaciones 16).

Algunos remedios

5010 Y, sepámoslo, nunca seremos vencidos más fácilmente por nuestro rival que cuando le imitemos en la
soberbia [. . . ], ni le derribaremos con más empuje que imitando la humildad de Nuestro Señor, ni le serán
nunca nuestros golpes más dolorosos y duros que cuando curemos nuestros pecados con la confesión y la
penítencia. (S. AGUSTiN, Sermón 351).

5011 En la comida no debes sentir disgusto cuando los alimentos no sean de tu agrado; haz, más bien,
como los pobrecitos de Jesucristo, que comen de buen grado lo que les dan, y dan las gracias a la
Providencia. (J. PECCI

-León XIII- Práctica de la humildad,24).

5012 Cuando sentimos el orgullo que barbota dentro de nosotros, la soberbia que nos hace pensar que
somos superhombres, es el momento de decir que no, de decir que nuestro único triunfo ha de ser el de la
humildad. Así nos identificaremos con Cristo en la Cruz, no molestos o inquietos o con mala gracia, sino
alegres: porque esa alegría, el olvido de si mismo, es la mejor prueba de amor.

(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,19).

5013 Piensa a menudo que más pronto o más tarde has de morir, y que tu cuerpo se pudrirá en la sepultura;
ten siempre ante los ojos el tribunal inexorable de Jesucristo, ante el cual todos necesariamente hemos de
comparecer; medita en los eternos dolores que esperan a los malos en el infierno, y especialmente a los
imitadores de Satanás, que son los soberbios. (J. PECCI -León XXIII- Práctica de la humildad,6).

5014 Los que beben el zumo de la hierba ofusia de Etiopía ven por todas partes serpientes y otros objetos
formidables; y los que han bebido la soberbia, la envidia, la ambición y el rencor, no ven cosa que no
juzguen mala y reprensible; aquéllos, para curar, han de beber vino de palma; lo mismo digo a éstos: bebed
cuanto podáis el sagrado vino de la caridad, que os limpiará de los malos humores que hacen formar estos
errados juicios. (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,28).

TEMOR DE DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

Temed a Yahvé y servidie con integridad y en verdad [. . . ]. Jos 24,14.


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persevera en el temor, pero el de duro corazón caerá en la desventura. Pr 28,14.

Al que teme al Señor no le saldrá lo malo al encuentro, y aun en las pruebas será librado. Si 33,1.

Engañosa es la gracia, vana la belleza: la mujer que teme a Dios, ésa es de alabar. Pr 31,30.

Su misericordia se derrama de generación en generación sobre los que le temen. Lc 1,50.

Yo os mostraré a quién habéis de temer; temed al que, después de haberle dado la muerte (al cuerpo) tiene
poder para echarlo en la gehenna. Si, yo os digo que temáis a ése. Lc 12, S.

¿Quién no te temerá, Rey de las naciones? Pues a ti se te debe el temor, y no hay entre todos los sabios y
en todos sus reinos nadie como tú. Jr 10,7.

Vi otro ángel que volaba por medio del cielo y tenía un evangelio eterno para pregonarlo a los moradores de
la tierra y a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a grandes voces: Temed a Dios, dadle gloria porque
llegó la hora de su juicio. Ap 14,6-7.

Si no te atas fuertemente al temor de Dios, pronto será derribada tu casa. Si 27,3-4.

[. . . ] completando nuestra santificación en el temor de Dios. 2Co 7,1.

Por toda Judea, Galilea y Samaria, la Iglesia gozaba de paz y se fortalecía y andaba en el temor del Señor,
llena de los consuelos del Espíritu Santo. Ac 9,31.

El grande, el juez y el poderoso son glorificados, pero ninguno de éstos es mayor que el que teme al Señor.
Si 10,27.

Bienaventurado el hombre que El que teme al Señor no puede estar descuidado, y no se desalentará,
porque El es su esperanza. Si 34,16.

El temor del Señor es como un paraíso de bendiciones y como baldaquino sobremanera glorioso. Si 40,28.

Y los supervivientes conocerán que nada hay mejor que el temor del Señor y nada más dulce que atenerse
a sus mandamientos. Si 23,37.

Yahvé nos ha mandado poner por obra todas sus leyes y temer a Yahvé, nuestro Dios, para que seamos
dichosos siempre y El nos conserve la vida, como hasta ahora ha hecho. Dt 6,24.

Riquezas, honra y vida, son premio de la humildad y del temor de Yahvé. Pr 22,4.

Temblarán con temor grande, pues Yahvé está con la generación justa. Ps 13, S.

No envidies a los pecadores, antes persevera siempre en el temor de Yahvé. Pr 23,17.

No temas, hijo; somos pobres, pero rico serás si temes a Dios y te apartas de todo pecado y haces lo que le
es grato. Tb 4,21.

El temor de Yahvé es la confianza del fuerte, y sus hijos en él hallarán refugio. Pr 14,26.

Temor de amor

5015 Cuando el amor llega a eliminar del todo el temor, el mismo temor se convierte en amor. (S.
GREGORIO DE NISA. Homilía 15).

5016 El remedio que podemos tener, hijas, y nos dio su Majestad es amor y temor; que el amor nos hará
apresurar los pasos y el temor nos hará ir mirando adónde ponemos los píes para no caer en camino a
donde hay tanto que tropezar como caminamos todos los que vivimos, y con esto a buen seguro que no
seamos engañadas. (SANTA TERESA, Camino de perfección,40,1).
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5017 El temor de Dios repele el temor del infierno porque hace que el hombre huya del pecado y multiplique
sus buenas

obras. Tras lo cual llegará a aquel temor que se llama santo y permanece para siempre (Sal 18,10), porque
está fundado en el amor. (S. AGUSTIN, Sermón sobre la humildad y el temor de Dios).

5018 (Los demonios, a quienes están metidos en la tibieza y no hacen nada por salir de ella), empiezan a
despojarles del temor y recuerdo de Dios, así como de la meditación espiritual. Luego, una vez desarmados
del socorro y protección divinos, se abalanzan osados sobre sus víctimas como sobre una presa fácil. Y así
acaban por establecer allí su morada, cual sí fuera una posesión que ha sido entregada en sus manos.
(CASIANO. Colaciones,7).

5019 De la misma manera que son mejores aquellos a quien8 guía el amor, también hay muchos a quienes
corrige el temor. (S. AGUSTiN, en Catena Aurea, vol. 1p 319).

Temor filial

5020 "Timor Domini sanctus". -Santo es el temor de Dios. -Temor que es veneración del hijo para su Padre,
nunca temor servil, porque tu Padre-Dios no es un tirano. (J. EScRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 435).

5021 Fundada en la caridad perfecta, se eleva el alma necesariamente a un grado más excelente y más
sublime, al temor de amor.

Esto no deriva del pavor que causa el castigo ni del deseo de la recompensa. Nace de la grandeza misma
del amor. Es esa amalgama de respeto y afecto filial en que se barajan la reverencia y la benevolencia que
un hijo tiene para con un padre benigno, el hermano para con su hermano, el amigo para con su amigo, la
esposa para con su esposo. No recela los golpes ni reproches. Lo único que teme es herir el amor con el
más leve roce o herida. En toda acción, en toda palabra, se echa de ver la piedad y solicitud con que
procede. Teme que el fervor del amor se enfríe en lo más mínimo. (CASIANO, Colaciones,11).

Principio de la Sabiduría

5022 El temor de Dios es el principio de la sabiduría; hasta que no veáis a Dios como un fuego consumidor
y no os acerquéis a El con reverencia y santo temor, por ser pecadores, no podréis decir que tenéis siquiera
a la vista la puerta estrecha. El temor y el amor deben ir juntos; continuad temiendo, continuad amando
hasta el último día de vuestra vida. Esto es cierto; pero debéis saber qué quiere decir sembrar aquí abajo
con lágrimas, si queréis cosechar con alegría en el más allá (CARDENAL J. H. NEWMAN, Sermones
Parroquiales, Sermón 24).

5023 Vemos, pues, cuántos pasos hay que dar previamente para llegar al temor del Señor. Antes, en efecto,
hay que invocar a la inteligencia, llamar a la prudencia, procurarla como el dinero y buscarla como un
tesoro. Así se llega a lacomprensión del temor del Señor. Porque el temor, en la común opinión de los
hombres, tiene otro sentido. (S. HILARIO, Trat. sobre el Salmo 127).

Utilidad en las tentaciones

5024 Mejor es que, si el amor no nos desvía de lo malo, a lo menos el temor del infierno nos refrene. Mas el
que pospone el temor de Dios no puede estar mucho tiempo en el bien, mas cae muy presto en los lazos del
diablo. (Imitación de Cristo,1,24,9).

5025¡Como quien no dice nada: amor y temor de Dios! Son dos castillos fuertes, desde donde se da guerra
al mundo y
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a los demonios. (SANTA TERESA Camino de perfección,40,2).

5026 Bienaventurada el alma de quien teme a Dios, está fuerte contra las tentaciones del diablo;
Bienaventurado el hombre que persevera en el temor (Pr 28,14) y a quien le ha sido dado tener siempre
ante los ojos el temor de Dios. Quien teme al Señor se aparta del mal camino y dirige sus pasos por la
senda de la virtud; el temor de Dios hace al hombre precavido y vigilante para no pecar. Donde no hay
temor de Dios reina la vida disoluta. (S. AGUsTíN, Sermón sobre la humildad y el temor de Dios).

5027 Allí será el llanto y el crujir de dientes. Esto, hermanos carísimos, es más para temerse que para
explicarse. Bien terminantemente se nombran los castigos que esperan a los pecadores, para que nadie se
excuse por ignorancia, sí se hablase con alguna oscuridad acerca de los suplicios eternos. (S. GREGORIO
MAGNO, Hom. 11 sobre los Evang. ).

5028 Si alguno vive como si hubiese de morir todos los días, porque es incierta nuestra vida por naturaleza,
no pecará, puesto que el temor grande apartará la mayor parte de los malos deseos; y al contrario, el que se
prometa una vida larga se llenará de ellos. (S. ATANASIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 83).

TEMPLANZA

Citas de la Sagrada Escritura

La semilla caída entre espinas son los que la escucharon, pero los cuidados, las riquezas y los placeres de
la vida la sofocan y nunca llega a dar su fruto. Lc 8,14.

Perecerán en los vergonzosos desórdenes en que están sumergidos 1. . . ) quienes ponen su felicidad en
pasar la vida entre placeres [. . . ] 2P 2,12-13.

Se levantarán hombres 1. 1 más amadores de deleites que de Dies, mostrando, así, apariencia de piedad,
pero renunciando a su espíritu. Apártate de ellos. 2Tm 3,4-5.

Andemos decentemente y corno de día, no viviendo en comilonas y borracheras, no en amancebamientos y


libertinaje, no en querellas y envidias, antes vestios del Señor Jesucristo y no os deis a la carne para
satisfacer sus concupiscencias. Rm 13,13.

No seas insaciable ante cualquier clase de comida, no seas glotón al comer. Si 37,32.

El harto pisotea la miel, pero al hambriento le es dulce lo amargo. Pr 27,7.

¡Ay de vosotros los que ahora estáis hartos, porque tendréis hambres! ¡Ay de vosotros los que ahora reis,
porque gemiréis y lloraréis! Lc 6,25.

Vendrá a parar en la miseria el que ama los deleites, y el que ama el vino y los perfumes no se enriquecerá.
Pr 21,17.

¡Ay de ti, país que tienes por ícy a un niño y cuyos gobernantes banquetean de mañana! Si 10. 16.

El término de ésos será la perdición; su dios es el vientre y la conclusión será la gloria de los que sólo
aprecian las cosas terrenas. Ph 3,19.

Estos son deshonra de vuestros ágapes; banquetean con vosotros sin vergüenza, apacentándose a sí
mismos; son nubes sin agua arrastradas por los vientos; árboles otoñales sin fruto, dos veces muertos,
desarraigados. Jds 12.

Bien manifiestas son las obras de la carne [. . . ], embriaguez, glotonería y cosas semejantes, sobre las
cuales os prevengo, como ya tengo dicho, que los que tales cosas hacen no alcanzarán el reino de Dios.
Ga 5,19,21.

Habéis vívido abandonados a las mismas pasiones que los paganos, viviendo en lascívias, en
embriagueces, en glotonerías, en exceso de bebidas [. . . 1 1P 4,3.
-605 -

Velad sobre vosotros mismos, no suceda que se ofusquen vuestros corazones con la glotonería y
embriaguez [. . . 1 y os sobrecoja de repente aquel dia. Lc 21,34.

No durmamos como los demás, antes bien estemos en vela y vivamos con templanza. 1Th 5,6.

No nos ha dado Dios espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza. 2Tm 1,7.

Tu. vigila en todas las cosas [. . . ], cumple todos los cargos de tu ministerio. Vive con templanza. 2Tm 4, S.

Vivamos sobria, justa y religiosamente en este siglo, aguardando la bienaventuranza esperada. Tt 2,12-13.

Teniendo, pues, qué comer y con qué cubrirnos, contentémonos con esto. lTm 6,8.

Los que se embriagan, de noche se embriagan. Nosotros, empero, que somos del día, vivamos en
sobriedad. 1Th 5,7-8.

Virtud cardinal

Es la virtud cardinal que enriquece habitualmente a la 5029 voluntad y la inclina a refrenar los diferentes
apetitos sensitivos hacia los bienes deleitables contrarios a la razón. El cometido propio de esta virtud es
poner orden en las pasiones para que, lejos de oponerse, contribuyan al bien honesto.

5030 '[. . . ]. No se puede ser hombre verdaderamente prudente, ni auténticamente justo, ni realmente fuerte
si no se Posee también la virtud de la templanza. Se puede decir que esta virtud condiciona indirectamente
todas las demás virtudes, pero se debe decir también que todas las demás indispensables a fin de que el
hombre pueda ser "moderado" o "sobrio" (JUAN PABLO II, Sobre la templanza, Aud. gen. 22-11-1978).

5031 La moralidad cristiana jamás se ha identificado con la moralidad estoica. Al contrario, considerando
toda la riqueza de los afectos y de las emociones de que todo hombre está dotado -por otra parte, cada uno
de forma distinta: de una forma el hombre, de otra la mujer, a causa de la propia sensibilidad-, es necesario
reconocer que el hombre no puede conseguir esta espontaneidad madura si no es por medio de una labor
lenta y continua sobre sí mismo y una "vigilancia" particular sobre toda su conducta. En esto, en efecto,
consiste la virtud de la "templanza", de la "sobriedad". (JUAN PABLO II, Sobre la templanza, Aud. gen. 22-
11-1978).

Necesaria para elevar el alma a Dios

5032 Con el cuerpo pesado y harto de mantenimiento, muy mal aparejado está el ánimo para volar a lo alto.
(S. PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación, II,3).

5033 Acuérdate cuanto te sientes a la mesa que debes orar después que hayas comido; y no llenes el
estómago de una manera inconsiderada para poder Postrarte sin dificultad y hacer oración. (S. JUAN
CRISÓSTOMO, Sermón sobre Lázaro).

5034 Cualesquiera que sean los alimentos con que cargamos excesivamente el organismo, engendran a la
larga los estímulos de la impureza. En esta situación el alma, abrumada bajo el peso de los manjares, no es
capaz ya de sujetar la brida de la templanza. Por donde no es sólo el vino el que embriaga la mente. Todo
exceso en la comida la vuelve tornadiza y vacilante, y la despoja por completo de la integridad y pureza.
(CASIANO Instituciones,5).

Dominio sobre el cuerpo

5035 Templanza es señorío. No todo lo que experimentamos en el cuerpo y en el alma ha de resolverse a


rienda suelta. No todo lo que se puede hacer se debe hacer. Resulta más cómodo dejarse arrastrar por los
impulsos que llaman naturales; pero al final de ese camino se encuentra la tristeza, el aislamiento en la
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propia miseria. (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Amigos de Dios,84).

5036 Pienso que esta virtud exige de cada uno de nosotros una humildad específica respecto a los dones
que Dios ha depositado en nuestra naturaleza humana. Diría, "la humildad del cuerpo" y la del "corazón".
Esta humildad es condición necesaria para la "armonía interior del hombre", para la belleza "interior" del
hombre. Reflexionen todos bien sobre ello, y en particular los jóvenes, y más aun las jóvenes, en la edad en
que preocupa tanto ser bellos o bellas, para agradar a los demás. Acordémonos de que el hombre debe ser
bello sobre todo interiormente. Sin esta belleza, todos los esfuerzos dirigidos solamente al cuerpo no harán
-ni de él, ni de ella- una persona verdaderamente hermosa. (JUAN PABLO II, Sobre la templanza, Aud. gen.
22-11-1978).

5037 La virtud de la templanza hace, sin duda alguna, que el cuerpo y nuestros sentidos encuentren el
puesto justo que les corresponde en nuestro ser humano. (JUAN PABLO II, Sobre la templanza, Aud. gen.
22-11-78),.

5038 No debemos, con una vida desarreglada, como el hijo (pródigo) del rico que narra el Evangelio, abusar
de los dones del Padre; sino usar de ellos como señores, sin debilidad. (CLEMENTE DE ALEJANDRIA,
Pedagogo,2).

Está íntimamente relacionada con la fortaleza. (Cfr SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 141-170).

5039 La perfección de la virtud está en que incluso en nuestro apetito temperemos nuestros alimentos, que
hemos de tomar movidos por la necesidad de sostener las fuerzas físicas. (CASIANO, Instituciones,5).

5040 Hombre moderado es el que es dueño de sí mismo. Aquel en el que las pasiones no consiguen la
superioridad sobre la razón, sobre la voluntad y también sobre el "corazón". ¡El hombre que sabe dominarse
a sí mismo! Si es así, nos damos cuenta fácilmente del valor fundamental y radical que tiene la virtud de la
templanza. Ella es justamente indispensable para que el hombre "sea plenamente hombre". Basta mirar a
alguno que, arrastrado por sus pasiones, se convierte en "víctima" de las mismas, renunciando por sí mismo
al uso de la razón (como, por ejemplo, un alcoholizado, un drogado), y comprobamos con claridad que "ser
hombre" significa respetar la dignidad propia, y por ello, entre otras cosas, dejarse guiar por la virtud de la
templanza. (JUAN PABLO II, Sobre la templanza, Aud. gen. 22-XI-1978).

5041 Al cuerpo, hay que darle un poco menos de lo juto. Si no, hace traición. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Camino, n. 196).

5042 Se han de tener las riquezas con la templanza de quien las usa, no con el afán de quien pone en ellas
su corazón. (S. AGUSTIN, Sobre las costumbres de la Iglesia,1).

Pecados y defectos contra esta virtud. Consecuencias de la intemperancia

5043 El hombre, por un ansia desmesurada, quiere cosas que sobrepasan su estado y condición, y no se
conforma con las que corresponden a éstos; por ejemplo, en punto a indumentaria, si es soldado no la
quiere de soldado sino de conde, si es clérigo no se conforma con la de clérigo sino que la desea de obispo.
Semejante actitud aleja a los hombres de las inquietudes espirituales, pues sus deseos están demásiado
apegados a lo temporal. (SANTO TOMÁs, Sobre el Padrenuestro, l. c. ,149).

5044 No solo la calidad sino también la cantidad de comida entorpece la limpieza del corazón, y después de
agobiar el alma juntamente con el cuerpo, atiza el fuego de los vicios. (CASIANO, Instituciones,5).

5045 Cuando el cuerpo se entrega a los placeres de la mesa, el corazón experimenta una alegría
desordenada. (S. GREGORiO MAGNO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 242).
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5046 Hay que elegir una comida tal que amortigüe los ardores de la concupiscencia, en lugar de
fomentarlos. (CASIANO. Instituciones,5).

5047 Quien no sabe dominar su concupiscencia es como caballo desbocado, que en su violenta carrera
atropella cuanto encuentra, y él mismo, en su desenfreno, se maltrata y se hiere. (S. AMBROSIO, Trat.
sobre las vírgenes,3).

5048 La glotonería es un pecado más sutil que la embriaguez, porque no se nota tanto. (CARO J. H.
NLWMAN, Sermón en el Domingo 1 de Cuaresma, Entrega a Dios).

5049 Las especies de gula son cinco: comer manjares exquisitos, en cantidad excesiva, preparados con
excesivo esmero, fuera de tiempo y con voracidad. (SANTO TOMÁS. Suma Teológica,1-2, q. 72, a. 9 c, ad
2).

5050 Hay tres géneros de gula. La primera trata de anticipar la hora regular establecida para la refección. La
segunda sólo atiende a satisfacer el apetito, importándole poco los manjares, con tal que pueda comer
hasta la saciedad. La tercera gusta de los platos exquisitos y suculentos. (CASIANO, Instituciones,5).

Gula e impureza

5051 La gula es un vicio capital, cuyas cinco hijas son: la alegría necia, la bufonería, la impureza, las
palabras necias y el embotamiento de la mente. (SANTO TONIAS, Suma Teológica,2-2, q. 148, a. 5 ad 6).

5052 Mal se podrá contener en la lujuria quien no corrija primero el vicio de la gula. (CASIANO,
Colaciones,5).

5053 La gula es la vanguardia de la impureza. (J. EScRIA DL BALAGUER, Camino, n. 126).

5054 Entre la gula y la lujuria existe un parentesco y una analogía peculiares. (CASIANO, Colaciones,5).

5055 Te aconsejo usar sobriamente de los manjares, para no excitar la sensualidad, como hace el águila,
que abandona la presa cogida si le estorba para remontar el vuelo (S. AMBROSIO, Sobre las vírgenes,3).

Frutos de la templanza

5056 Sé sobrio como un atleta de Dios: el premio ofrecido es la inmortalidad y la vida eterna, en la que tú
crees también firmemente. (S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epístola a S. Policarpo).

5057 La templanza cría al alma sobria, modesta, comprensiva; le facilita un natural recato que es siempre
atractivo, porque se nota en la conducta el señorío de la inteligencia. La templanza no supone limitación,
sino grandeza. Hay mucha más privación en la destemplanza, en la que el corazón abdica de si mismo,
para servir al primero que le presente el pobre sonido de unos cencerros de lata. (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Amigos de Dios,84).

5058 (La templanza es) el amor que se conserva para Dios íntegro e incorrupto. (SAN AGUSTíN, Sobre las
costumbres de la Iglesia,1,15).
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5059 Y así (viviendo la virtud de la templanza) no sólo nuestra vida aprovechará para Dios, sino que esta
misma conducta nuestra inflamará a otros para gloria del mismo Dios, según aquellas palabras: y todo el
pueblo, al verlo, alabó a Dios. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 2 sobre los Evang. ).

5060 La templanza en el comer, la abstinencia en el beber preservan del vicio, porque así como se libra de
él quien de sus causas huye, así no es raro que caiga en sus redes, quien temerariamente con ellas juega.
(S. AMBROSIO, Trat. sobre las vírgenes,1).

5061 La luz debe estar bien alta para que ilumine a los demás; no debajo del celemín, es decir, de la gula, ni
debajo de la cama, o del ocio, porque nadie que se entregue a la gula y al ocio puede ser luz para los
demás. (TEÓFILO, en Catena Aurea, vol. IV, p. 102).

TENTACION

Citas de la Sagrada Escritura

El Señor quiso ser tentado para darnos ejemplo: Mt 4,1-11; Mc 1,12-13; Le 4,1-13.

Que no es nuestra lucha contra la sangre y la carne, sino contra los dominadores de este mundo tenebroso,
contra los espíritus malos de los aíres. Ep 6,12.

Sed sobrios y vigilad, que vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda rondando y busca a quien
devorar. 1P 5,8.

Simón, Simón, Satanás os busca para acecharos como trigo. Lc 22,31.

Hijo mio, si te das al servicio de Dios, prepara tu ánimo a la tentación. Si 2,1.

Siento otra ley en mis miembros que repugna a la ley de mi mente y me encadena a la ley del pecado, que
está en mis miembros. Rm 7,23.

Tened, hermanos míos, por sumo gozo veros rodeados de diversas tentaciones. Jc 1,2.

Bienaventurado el varón que oporta la tentación porque, probado, recibirá la corona de la vida que el Señor
prometió a los que le aman. Jc 1,12.

Al vencedor le daré de comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de mi Dios. Ap 2,7.

Al vencedor yo le haré columna en el templo de mi Dios, y no saldrá ya jamás fuera de él, y sobre él
escribiré el nombre de Dios, de la nueva Jerusalén, la que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre
nuevo. Ap 3,12.

Al que venciere le haré sentarse conmigo en mí trono, así como yo también vencí y me senté con mi Padre
en su trono. Ap 3,21.

Al que venciere le daré del maná escondido y le daré también una piedrecita blanca y en ella escrito un
nombre nuevo, que nadie conoce sino el que la recibe. Ap 2,17.

Cada uno es tentado, atraído y halagado por la propia concupiscencia. Jc 1,14.

No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que obedezcáis a sus concupiscencias. Rm
6,12.

Fiel es Dios, que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas, sino que de la misma tentación os hará
sacar provecho para que podáis sosteneros. lCo 10,13.

Vigilad y orad para que no caigáis en la tentación. Mt 26,41, Mc 14,38.

Ten recto corazón y muéstrate firme, y no te dejes arrastrar al tiempo de la adversidad. Adhiérete a El y no
te separes, para que tengas buen éxito en tus postrimerías. Recibe todo lo que te sobrevenga y ten buen
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ánimo en las vicisitudes de tu humillación. Pues el oro se prueba en el fuego, y los hombres gratos a Dios,
en el crisol de la humillación. Confíate a El y te acogerá, endereza tus caminos y espera en El. Si 2,2-6.

Jesús permitió ser tentado. nosotros tendremos tentaciones

5062 No obró (el Señor en la tentación) usando de su poder -¿de qué nos hubiera aprovechado entonces su
ejemplo?-, sino que, como hombre, se sirvió de los auxilios que tiene en común con nosotros (SANTO
TOMÁs, Coment. Evang. S. Lucas).

5063 [. . . ] Jesús, siendo Dios, permitió que le tentaran: para que así nos llenemos de ánimo y estemos
seguros de la victoria. Porque El no pierde batallas y, encontrándonos unidos a El, nunca seremos vencidos,
sino que podremos llamarno5 y ser en verdad vencedores: buenos hijos de Dios (J. ESCRI. VÁ DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,66).

5064 Fue tentado cuarenta días y cuarenta noches, para mostrarnos que durante todo el tiempo que
sirvamos al Señor en esta vida, ya nos sonría la prosperidad (lo que pertenece al día) o nos hiera la
adversidad (lo que representa la noche), se halla constantemente presente el adversario, que no cesa de
poner obstáculos en todo tiempo, en nuestro camino (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, PP. 25-26).

5065 Cristo era tentado por el diablo y en Cristo eras tentado tú, porque Cristo tomó tu carne y te dio su
salvación, tomó tu mortalidad y te dio su vida, tomó de ti las injurias y te dio los honores, y toma ahora tu
tentación para darte la victoria. Si fuimos tentados en El, vencimos también al diablo en El. ¿Te fijas en que
Cristo es tentado y, sin embargo, no consideras su triunfo? (SAN AGIN, Coment. sobre el Salmo 60).

5066 No hay orden tan santa ni lugar tan secreto, donde no haya tentaciones y adversidades (finitación de
Cristo,1, 13,2).

5067 Hubiera podido Cristo impedir la acción tentadora del diablo; pero entonces tú, que estás sujeto a la
tentación, no hubieras aprendido de El a vencerla (SAN AGESTIN, Coment. sobre el Salmo 60).

5068 Es imposible que no sea tentada el alma humana; por ello dice: Orad, no para que no seáis tentados,
sino para que no entréis en tentación. Esto es, para que no seáis vencidos (SAN BEDA, en Catena Aurea,
vol. VI, p. 459).

5069 Como el Señor todo lo hacía y lo soportaba para nuestra enseñanza, quiso también ser conducido al
desierto y trabar allí combate con el diablo, a fin de que los bautizados, si después del bautismo sufren
mayores tentaciones, no se turben por eso, como si no fuera de esperar (SAN JUAN CRISOSTOMO, HoM.
sobre S. Mateo,13).

5070 Era justo que de esta manera venciese nuestras tentaciones con las suyas, de la misma manera que
había venido a vencer con la suya nuestra muerte (SAN GREGORIO MAGNO Hom. 16 sobre los Evang. ).

5071 1º No hemos de forjarnos la ilusión de que vamos a quedar libres de tentaciones que, de una u otra
manera, nos atormentan mientras vivamos; por consiguiente, es preciso combatir hasta la muerte. 2º
Apenas nos sintamos tentados, hemos de recurrir pronto a Dios, y no cesar de pedir su auxilio mientras dure
la tentación, puesto que si el demonio persevera en tentarnos, es siempre con la esperanza de hacernos
sucumbir (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

¿Qué es la tentación?

5072 Tentar no es otra cosa que tantear, poner a prueba; tentar al hombre es poner a prueba su virtud
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(SANTO TOMAs, Sobre el Padrenuestro,1. c. , p. 160).

5073 La tentación puede consistir en estas dos cosas: o en la esperanza de alcanzar alguna comodidad
temporal, o en el temor a perderla (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).

5074 Yo no sé si alcanzáis a comprender lo que es tentación. No sólo son tentación los pensamientos de
impureza, de odio, de venganza, sino además todas las molestias que nos sobrevengan: tales como una
enfermedad en que nos sentimos movidos a quejamos, una calumnia que se nos levanta, una injusticia que
se hace contra nosotros, una pérdida de bienes, el morírsenos el padre, la madre, un hijo. Si nos
sometemos gustosos a la voluntad de Dios, entonces no sucumbimos a la tentación, pues el Señor quiere
que suframos aquello por su amor; mientras que, por otra parte, el demonio hace cuanto puede para
inducirnos a murmurar contra Dios (SANTO CERA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

5075 ¡De cuántas cosas te había el mundo, y cuánto ruido hace detrás de ti para que vuelvas la cabeza!
¡Oh mundo inmundo!, ¿por qué ese ruido? ¿Por qué quieres hacernos volver atrás? Quieres detener, siendo
tú perecedero, ¿qué harías si fueras durable? ¿A quién no engañarías siendo dulce, puesto que engañas
con alimentos amargos? (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,29).

5076 La carne tienta empujándonos a los gozos momentáneos de la vida presente. Pero la fe nos muestra
que, silos buscamos desordenadamente, perdemos los gozos eternos (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo,1.
c. , p. 31).

5077 Y envía a sus ángeles cerca de ti, dice el Salmo, para que te guarden en todos sus caminos. Por eso
mismo hemos de velar con más cuidado, ya que no habría tanta solicitud por nosotros en el cielo si no nos
viesen tan necesitados. No pondrían tantos guardianes si no fuera tanta la asechanza (SAN BERNARDO,
Sermón sobre el Salmo 90).

5078 Siempre está ojo avizor contra nosotros el enemigo antiguo; no nos durmamos. Sugiere halagos, pone
celadas, introduce malos pensamientos y, para llevarnos a dolorosa ruina, pone delante lucros y amenaza
con perjuicios. Todos y cada uno son probados, cada cual a su modo (SAN AGU5T[N, Sermón 6).

5079 El mundo tienta incitando con la prosperidad o amedrentando con las dificultades. La fe nos hace creer
en otra vida mejor [. . . ] y nos enseña a creer en males mayores, los del infierno (SANTO TOMÁS, Sobre el
Credo,1. c. , p. 31).

Confianza en Dios. No seremos tentados por encima de nuestras fuerzas

5080 Si en medio de estas tormentas nos apresuramos a despertarle, bien pronto calmará la tempestad,
restablecerá la tranquilidad y nos conducirá al puerto de salvación (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p.
114).

5081 No te turbes si al considerar las maravillas del mundo sobrenatural sientes la otra voz -íntima,
insinuante- del hombre viejo.

Es "el cuerpo de muerte" que dama por sus fueros perdí-dos. . . Te basta la gracia: sé fiel y vencerás (J.
ESCRiVA DE BALAGLER, Catnino, n. 707).

5082 Algunos padecen graves tentaciones al principio de su conversión, otros al fin; otros casi toda su vida
padecen. Algunos son tentados blandamente, según la sabiduría y juicío de la divina ordenación, que mide
el estado y los méritos de todos y todo lo tiene ordenado para salud de sus escogidos (Imitación de
Cristo,1,13,6).
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5083 De dos maneras ataca el mundo a los soldados de Cristo:

los halaga para seducirlos, los atemoriza para doblegarlos. No dejemos que nos domine el propio placer, no
dejemos que nos atemorice la ajena crueldad, y habremos vencido al mundo. En uno y otro ataque sale al
encuentro Cristo, para que el cristiano no sea vencido (SAN AGUSTIN, Sermón 276).

5084 (Mas líbranos del mal). Nada queda ya que deba pedirse al Señor cuando hemos pedido su protección
contra todo lo malo; la cual, una vez obtenida, ya podemos considerarnos seguros contra todas las cosas
que el demonio y el mundo puedan hacer. ¿Qué miedo puede darnos el siglo, si en él tenemos a Dios por
defensor? (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. 1, PP. 371-372).

5085 Si sucumbimos, es porque no queremos valernos de los medios que Dios nos envía para combatir. Es
preciso, sobre todo, estar bien convencidos de que, por nuestra parte, no podemos hacer otra cosa que
perdernos; mas, con una gran confianza en Dios, lo podemos todo (SANTO CERA DE ARS, Sermón sobre
la perseverancia).

5086 Su gracia combate a nuestro favor con un poder incomparablemente superior al de toda esa multitud
de adversarios que nos acosan. Dios no se límita únicamente a inspirarnos el bien. Nos secunda y nos
empuja a cumplirlo. Y más de una vez, sin percatamos de ello y a pesar nuestro, nos atrae a la salvación.
Es, pues, un hecho cierto que el demonio no puede seducir a nadie, sí no es a aquel que libremente le
presta el consentimiento de su voluntad (CASIANO, Colaciones,7).

5087 El vendaval que sopla es el demonio, quien se opone con todos sus recursos a que nos refugiemos en
el puerto. Pero es más poderoso el que intercede por nosotros, el que nos conforta para que no temamos y
nos arrojemos fuera del navío. Por muy sacudido que parezca, sin embargo, en él navegan no sólo los
discípulos, sino el mismo Cristo. Por eso no te apartes de la nave y ruega a Dios. Cuando fallen todos los
medios, cuando el timón no funcione y las velas rotas se conviertan en mayor peligro, cuando se haya
perdido la esperanza en la ayuda humana, piensa que sólo te resta rezar a Dios. Quien de ordinario impulsa
felizmente a puerto a los navegantes no ha de abandonar la barquilla de su Iglesia (SAN AGUSTIN, Sermón
63).

5088 El diablo no puede dominar a los siervos de Dios que de todo corazón confían en El. Puede, sí,
combatirlos, pero no derrotarlos (Pastor de Hermas,2).

5089 El comienzo de toda mala tentación es no ser constante en el bien comenzado y no confiar en Dios.
Porque, como a la nave sin gobernalle por acá y por allá la baten las olas, así el hombre descuidado y que
deja su propósito es tentado de diversas maneras. El fuego prueba el hierro, y la tentación al justo. Muchas
veces no sabemos lo que podemos, mas la tentación descubre lo que somos. Debemos, empero, velar,
principalmente al principio de la tentación, porque entonces más fácilmente es vencido el enemigo, cuando
no lo dejamos pasar de la puerta del ánima. Por lo cual dijo uno: "resiste a los principios. Tarde viene el
remedio cuando la llaga es muy vieja" (Imitación de Cristo,1,13,

5).

La tentación, medio para mostrar nuestro amor a Dios.

Necesaria para crecer en la virtud

5090 Los muy estimados por buenos, muchas veces han caído en graves peligros por su mucha confianza.
Por lo cual es utilísimo a muchos que no les falte del todo tentaciones, sino, por el contrario, que sean
muchas veces combatidos, para que no estén muy seguros de si, y no se levanten con soberbia ni se
derramen en las consolaciones de fuera (Imitación de Cristo,1,20,4).

Nuestra vida, mientras dura esta peregrinación, no puede 5091 verse libre de tentaciones; pues nuestro
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progreso se realiza por medio de la tentación y nadie puede conocerse a sí mismo si no es tentado, ni
puede ser coronado si no ha vencido, ni puede vencer si no ha luchado, ni puede luchar si carece de
enemigo y de tentaciones (SAN AGLSIIN, Coi7lent. sobre el Salmo 60).

5092 Porque al alma que Dios da luz de la verdad, las tentaciones y estorbos que pone el demonio la
ayudan más; porque es Su Majestad el que pelea por ella (SANTA TERESA, Fundaciones,11,7).

5093 (Utilidad de las tentaciones): Primero, para que te des cuenta de que ahora eres ya más fuerte. Luego,
para que tengas moderación y humildad y no te engrías por los dones recibidos, pues las tentaciones
pueden muy bien reprimir tu orgullo. Además de eso, la malicia del demonio, que acaso duda de si
realmente le has abandonado, por las pruebas de las tentaciones puede tener certidumbre plena de que te
has apartado de él definitivamente. Cuarto motivo: las tentaciones te hacen más fuerte que el hierro mejor
templado. Quinto: te dan la mejor prueba de lo preciosos que son los tesoros que se te han confiado, porque
si no viera el demonio que estás ahora constituido en más alto honor, no te hubiera atacado (SAN JEAN
CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,13).

5094 La tentación nos es absolutamente necesaria para sostenernos en la humildad y en la desconfianza de


nosotros mismos, así como para obligarnos a recurrir al Señor (SAN TO CERA DE ARS, Sermón sobre las
tentaciones).

5095 El peor mal para todo cristiano es el no ser tentado, ya que da lugar a creer que el demonio le
considera ya cosa suya, y aguarda sólo la hora de la muerte para arrastrarle al infierno (SANTO CURA DE
ARS, Sermón sobre las tentaciones).

5096 Hijo, cuando te propongas servir a Dios, prepara tu alma para la tentación. Cuando intentes servir a
Dios, piense cada uno que entra en el lagar; será pisoteado, triturado, prensado; no para que perezca en
este mundo, sino para que sea guardado en la despensa de Dios. Queda libre de las cáscaras y raspajos de
sus deseos carnales. Todo ello se consigue con la trituración; por eso se llaman almazaras las iglesias de
Dios en este tiempo. (S. AGUSTÍN Coiiient. sobre el Salmo 83).

5097 Cuando el hombre bueno es atribulado, o tentado, o afligido con malos pensamientos, entonces
conoce tener de Dios mayor necesidad, pues ve claramente que sin El no puede nada bueno. (Imitación de
Cristo,1,12,2).

5098 No temas nunca la tentación si tienes bien templado el ánimo, porque la tentación no daña, sino que
produce la paciencia (Romn 5,3) [. . . ]. El fuego no perjudica al oro, ni la tribulación al alma generosa, sino
que ambos se purifican. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Sermón al volver del destierro).

5099 La tentación nos era necesaria para ser conscientes de nuestra pequeñez. (SANTO CURA DE ARS,
Sermón sobre las tentaciones).

5100 Las tentaciones nos dan la dimensión de nuestra propia debilidad. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es
Cristo que pasa,160).

5101 Lejos de desanimarnos al vernos tentados, hemos de experimentar consuelo y hasta regocijarnos,
puesto que solamente son tentados con porfía aquellos de los cuales el demonio prevé que con su manera
de vivir habrían de ganar el cielo (SANTO CURA DE ARS, Sermón las tentaciones).

5102 Las tentaciones muchas veces son utílísimas al hombre, aunque sean graves y enojosas; porque en
ellas es humillado, purgado y enseñado. Todos los santos por muchas tribulaciones y tentaciones pasaron, y
aprovecharon (Imitación de Cristo,1,13,2).
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5103 Como general competente que asedia un fortín, estudia el demonio los puntos flacos del hombre a
quien intenta derrotar, y lo tienta por su parte más débil (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro, l. c. , p.
162).

El demonio y la tentación

5104 Y el demonio ayuda mucho a hacerles inhábiles, cuando ve un poco de temor. No quiere él más para
hacernos entender que todo nos ha de matar y quitar la salud; hasta tener lágrimas nos hace temer de
cegar. He pasado por esto, y por eso lo sé; y no sé yo qué mejor vista ni salud podemos desear que
perderla por tal causa. Como soy tan enferma, hasta que me determiné en no hacer caso del cuerpo ni de la
salud, siempre estuve atada sin valer nada, y ahora hago bien poco. Mas como quiso Dios entendiese este
ardid del demonio, y como me ponía delante el perder la salud, decía yo: Poco va en que me muera. Si el
descanso, no he menester descanso, sino cruz. Así otras cosas. Vi claro que en muy muchas, aunque yo de
hecho soy harto enferma, que era tentación del demonio, o flojedad mía; que después que no estoy tan
mirada y regalada, tengo mucha más salud (SANTA TERESA, Vida,13,4).

5105 Las cosas que proceden de la naturaleza y las que parten de nuestra voluntad, son de poca
importancia, comparadas con la guerra implacable que nos tiene declarada (el demonio) (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 374).

5106 Decir que no eres tentado, es como afirmar que no existe el demonio, o bien que ha perdido toda su
rabia contra los cristianos. "Si no experimentáis tentación alguna, dice San Gregorio, es porque los
demonios son vuestros amigos, vuestros pastores y vuestros guías; mientras os dejan pasar con
tranquilidad vuestra pobre vida, al fin de vuestros días os arrastrarán a los abismos" (SANTO CURA DE
ARS, Sermón sobre las tentaciones).

5107 Mientras vivimos en el mundo no podemos estar sin tribulaciones y tentaciones, según está escrito en
Jb. Tentación es la vida del hombre sobre la tierra (Jb 7,1). Por eso cada uno debe tener cuidado, y vele en
oración contra sus tentaciones, porque no halle el diablo lugar de engañarlo: que nunca duerme, buscando
por rodeos a quien devorar. Nadie hay tan santo ni tan perfecto que no sea alguna vez tentado (Imitación de
Cristo,1,13,1).

5108 Del demonio dice Jb: En la tierra nadie se le iguala a él, que fue creado intrépido (Jb 41,25). Ningún
poder humano puede ser comparado con el suyo y sólo el poder divino lo puede vencer y tan sólo la luz
divina puede desenmascarar sus ardides.

El alma que hubiere de vencer la fuerza del demonio no lo podrá conseguir sin oración, ni podrá entender
sus engaños sin mortificación y sin humildad (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,3,9).

5109 Cuando el demonio se aparta de alguno, acecha el instante oportuno, y cuando le ha inducido a un
segundo pecado, acecha la ocasión para el tercero (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 346).

5110 El lobo roba y dispersa las ovejas, porque a unos los arrastra a la impureza, a otros inflama con la
avaricia, a otros los hincha con la soberbia, a otros los separa por medio de la ira, a éste le estimula con la
envidia, al otro le incita con el engaño. De la misma manera que el lobo dispersa las ovejas de un rebaño y
las mata, así también hace el diablo con las almas de los fieles por medio de las tentaciones (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. ).

5111 Si preguntáis a ese parroquiano de la taberna si el demonio le tienta, os responderá sencillamente que
no, que nada le inquieta. Interrogad a esa joven vanidosa cuáles son sus luchas, y os contestará riendo que
no sostiene ninguna, ignorando totalmente en qué consiste ser tentado. Esta es la tentación más espantosa
de todas: no ser tentado; éste es el estado de aquellos que el demonio guarda para el infierno. Me atreveré
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a deciros que se guarda bien de tentarlos ni atormentarlos acerca de su vida pasada, temiendo no abran los
ojos ante sus pecados (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

Medios para vencer

5112 Acude a tu Custodio, a la hora de la prueba, y te amparará contra el demonio y te traerá santas
inspiraciones (J. Es-CRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 567).

5113 O el infierno o la huida, no hay término medio (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la
perseverancia).

5114 Hemos de huir siempre del pecado; pero la tentación de

pecado hay que vencerla unas veces huyendo y otras ofreciendo resistencia. Huyendo cuando el continuo
pensamiento aumenta el incentivo del pecado, como sucede en la lujuria [. . . ]. Resistiendo, empero,
cuando el pensar detenidamente en el objeto que la provoca ayuda a alejar el peligro, que precisamente
nace de no considerarlo bien. Tal es el caso de la pereza espiritual o acidia, porque cuanto más pensamos
en los bienes espirituales más nos agradan, y más desaparece el tedio que provocaba el conocerlos
superficialmente (SANTO TOMAS Suma Teológica,2-2, q. 35, a. 1).

5115 Al veros tentados, rechazad al momento la tentación, y, si tenéis oportunidad, haced devotamente la
señal de la cruz, pensad en los tormentos que deben experimentar los réprobos por no haber sabido resistir
la tentación; elevad al cielo vuestra mirada, y veréis así cuál es la recompensa del que lucha; llamad en
vuestro socorro al ángel de la guarda; echaos prontamente en brazos de la Virgen Santísima, implorando su
protección: con eso tenéis la seguridad de salir victoriosos de vuestros enemigos, a los cuales veréis al
punto llenos de confusión (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la perseverancia).

5116 Hay que orar no para dejar de ser tentado -cosa imposible- sino para no ser enredados por la
tentación, como sucede a los que son atrapados y vencidos por ella (ORIGENES, Trat. sobre la oración,29).

5117 Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en
los momentos en que sentimos el ataque de la tentación (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).

5118 Cuando se llama continuamente en la oración, se concede pronto auxilio en la tentación (SAN
GREGORIO MACN(), ['orn. 35 sobre los Evang. ).

5119 Pero él (Bartimeo) clamaba mucho más fuerte: porque cuanto más fuerte es el tumulto de nuestros
pensamientos, tanto más debemos insistir en la oración (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol.
VI, p. 326).

5120 Es necesario tener mucha humildad, sin confiar jamás en que con solas nuestras fuerzas podamos
escaparnos de sucumbir; únicamente ayudados por la gracia divina estaremos exentos de caer. Dichoso el
que a la hora de la muerte podrá decir como San Pablo: He combatido mucho, pero, con la gracia de Dios,
he vencido; por esto espero alcanzar la corona de gloria que el Señor otorga al que le ha sido fiel hasta la
muerte (2 Tiin 4) (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

Acudir a la Virgen en la tentación

5121 Todos los pecados de tu vida parece como si se pusieran en pie. -No desconfíes. -Por el contrarío,
llama a tu Madre Santa María, con fe y abandono de niño. Ella traerá el sosiego a tu alma (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Camino, n. 498).
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5122 ¡Madre! -Llámala fuerte, fuerte. -Te escucha, te ve en peligro quizá, y te brinda, tu Madre Santa María,
con la gracia de su Hijo, el consuelo de su regazo, la ternura de sus caricias; y te encontrarás reconfortado
para la nueva lucha (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 516).

TIBIEZA

Citas de la Sagrada Escritura

El camino del perezoso está lleno de espinas. [. . . ] Pr 15,19.

en su nombre", es dentro de mi como fuego abrasador. Jr 20,9.

Pasé junto al campo del perezoso y junto a la viña del insensato. Y todo eran cardos y ortigas que habían
cubierto su haz y su albarrada estaba destruida. A su vista me puse a reflexionar; aquello fue para mi una
lección. Un poco dormir, un poco adormilarse, un poco cruzar las manos descansando. Y sobreviene como
vagabundo tu miseria, y como hombre armado tu indigencia. Pr 24,30-34.

Conozco tus palabras y que no eres ni frio ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Mas, porque eres tibio, y
no eres ni caliente ni frío, estoy para vomitarte de mi boca. Porque dices: Yo soy rico, me he enriquecido, y
de nada tengo necesidad, y no sabes que eres un desdichado, un miserable, un indigente, un ciego y un
desnudo; te aconsejo que compres de mi oro acrisolado por el fuego, para que te enriquezcas y vestiduras
blancas para que te vistas y no aparezca la vergúenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos a fin de
que veas. Ap 3,15-18.

La senda de los justos es como la luz de aurora, que va en aumento hasta ser pleno día. Pr 4,18.

Sed diligentes sin flojedad, fervorosos de espíritu, como quienes sirven al Señor. Rm 12,11.

Y aunque me dije: "No me acordaré de él, no volveré a hablar. Este pueblo me honra con los labios, pero su
corazón está lejos de mí. Mt 15,8.

Maldito el que ejecute negligentemente la obra de Yavé 1. . . ]. Jr 48,10.

Habiendo comenzado en Espíritu, ¿ahora acabáis en carne? Ga 3,3.

Tenía uno plantada una higuera en su viña, y vino en busca del fruto y no lo halló. Lc 13,6.

Estad alerta, velad, porque no sabéis cuándo será el tiempo. Mc 13,33.

Velad, pues vosotros no sabéis cuándo vendrá el amo de la casa. Mc 13,3S.

Despierta tú que duermes y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo. Ep 5,14.

Estáte alerta y consolida lo demás, que está para morir, pues no he hallado perfectas tus obras en la
presencia de mi Dios. Ap 3,2.

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos está en tensión, y los esforzados lo
arrebatan. Mt 11,12.

Los designios del diligente prosperan, mas para el negligente todo son pérdidas. Pr 21,5.

Todo sarmiento que en mí no lleve fruto, lo cortará; y todo el que dé fruto, lo podará, hasta que dé más fruto.
Jn 15,2.

Ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al
fuego. Mt 3,10.

Tristeza y pereza en el trato con Dios. Causas

5123 Una cierta tristeza, por la que el hombre se vuelve tardo para realizar actos espirituales a causa del
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esfuerzo que comportan (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1, q. 63, a. 2 ad 2).

5124 Tristeza ante el bien espiritual y divino (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 35, a. 3).

5125 No es razón que amemos con tibieza a un Dios que nos ama con tanto ardor (SAN ALFONsO M. DE
LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,4).

5126 No por causa de faltas aisladas merece uno el reproche de ser tibio. La tibieza es más bien un estado
que se caracteriza por no tomar en serio, de un modo más o menos consciente, los pecados veniales, un
estado sin celo por parte de la voluntad. No es tibieza el sentirse y hallarse en estado de sequedad, de
desconsuelo y de repugnancia de sentimientos contra lo religioso y lo divino, porque, a pesar de todos estos
estados, puede subsistir el celo de la voluntad, el querer sincero. Tampoco es tibieza el incurrir con
frecuencia en pecados veniales, con tal de que se arrepienta uno seriamente de ellos y los combata. Tibieza
es el estado de una falta de celo consciente y querida, una especie de negligencia duradera o de vida de
piedad a medias, fundada en ciertas ideas erróneas: que no debe ser uno minucioso, que Dios es
demásiado grande para ser tan exigente en las cosas pequeñas, que otros también lo practican así, y
excusas semejantes (B. BAUR, La confesión frecuente, p. 103).

5127 La diferencia entre la caridad y la devoción es la misma que hay entre el fuego y la llama [. . . J. Así
que la devoción sólo añade al fuego de la caridad la llama que la hace pronta, activa y diligente (SAN
FRANCISCO DF SALES, Introd. a la vida devota,1,1).

5128 Esa tristeza es una carencia de grandeza de ánimo; no quiere proponerse la empresa grande propia
de la naturaleza del cristiano. La "acedía" es una humildad pervertida; noquiere aceptar los bienes
sobrenaturales, porque implican esencialmente una exigencia para el que los recibe

La "acedia" es, en la medida en que pasa del terreno del afecto al de la decisión espiritual, una aversión
consciente, una auténtica huida de Dios. El hombre huye ante Dios porque le ha elevado a un modo de ser
superior, divino, y le ha obligado, por tanto, a una norma superior de deber. La "acedia" finalmente, es una
franca "detestatio boni divinis", lo cual significa la monstruosidad de que el hombre tenga la convicción y el
deseo expreso de que Dios no le deberia haber elevado sino "dejado en paz".

La pereza como pecado capital es la renuncia malhumorada y triste, estúpidamente egoísta, del hombre a la
"nobleza que obliga" de ser hijos de Dios (J. PIEPER, Sobre la Esperanza, PP. 61-63).

5129 Y pierden del todo el agua, sin beber poca ni mucha, ni de charco ni de arroyo (SANTA TERESA,
Camino de perfección,21,5).

5130 ¡Oh almas criadas para estas grandezas y para ellas llamadas!, ¿qué hacéis?, ¿en qué os
entretenéis? ¡Oh miserable ceguera de los ojos de vuestra alma; pues para tanta luz estáis ciegos, y para
tan grandes voces sordos! (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,39).

5131 Suelen tener tedio (los principiantes) en las cosas que son más espirituales y huyen de ellas, como
son aquellas que contradicen el gusto sensible [. . . J. Y así por esta acedia posponen el camino de
perfección (SAN JUAN DE LA CRUZ, Noche oscura,1,7).

5132 Debemos observar que el siervo inútil llama duro a su señor, a quien sin embargo rehusa servir, y dice
que temió negociar con el talento recibido el que sólo debía temer devolvérselo a su señor sin lucro alguno.
Pues hay muchos dentro de la Santa Iglesia de los que es una viva imagen este siervo, los cuales temen
emprender el camino de mejor vida y no temen permanecer en la indolencia; y considerándose pecadores,
tiemblan de entrar en las vías de la santidad, y no tiemblan de seguir en sus vicios (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).
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Síntomas de Ea tibieza

5133 [. . . ] porque de razón de tibieza es no se le dar mucho, ni tener solicitud interior por las cosas de Dios
[. . . ]. Lo que es sólo sequedad purgativa tiene consigo ordinaria solicitud con cuidado y pena, como digo,
de que no sirve a Dios [. . . ] (SAN JUAN DE LA CRUZ, Noche oscura,1,9).

5134 Nadie atribuya su descarrío a un repentino derrumbamiento, sino a haber seguido malos consejos o
haberse apartado de la virtud poco a poco, por una pereza mental prolongada. De ese modo es como
comienzan a ganar terreno insensiblemente los malos hábitos, y sobreviene una situación extrema. El
derrumbamiento -se lee en los Proverbios- viene precedido por un deterioro y éste por un mal pensamiento
(Pr 16,18). Sucede lo mismo que con una casa: se viene abajo un buen día sólo en virtud de un antiguo
defecto en los cimientos, o por una desidia prolongada de sus moradores. Gotitas muy pequeñas penetran
imperceptiblemente, corroyendo los soportes del techo; y gracias a esa falta de atención repetida, se
agrandan los boquetes y los desperfectos. Después la lluvia y la tempestad penetran a mares (CASIANO,
Colaciones,6).

5135 (La curiosidad) embaraza los sentidos, inquieta el ánimo y derrámala en muchas partes, y así impide
la devoción (SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación,2,3).

5136 Así se apodera poco a poco el enemigo del todo, por no resistirle al principio. Y cuanto uno fuere más
perezoso en resistir, tanto cada día se hace más flaco, y el enemigo contra él más fuerte (Imitación de
Cristo,1,13,5).

5137 El alma tibia no está aún absolutamente muerta a los ojos de Dios, ya que no están enteramente
extinguidas en ella la

fe, la esperanza y la caridad, que constituyen su vida espiritual. Pero su fe es una fe sin celo; su esperanza,
una esperanza sin firmeza; y su caridad, una caridad sin ardor

(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la tibieza).

5138 Otro extremo contrario es el de los regalados, que, so color de discreción, hurtan el cuerpo a los
trabajos, el cual,

aunque en todo género de persona es muy dañoso, mucho más lo es en los que comienzan, porque [. . . J
siendo aún nuevo y mozo, comienza a tratarse y regalarse como viejo (SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat.
de la oración y meditación,2,5).

5139 (El tibio) se parece a una persona que Sintiese deseos de pasear en carro triunfal, mas no se dignase
ni tan sólo levantar el pie para subir a él (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la tibieza).

5140 Eres tibio si haces perezosamente y de mala gana las cosas que se refieren al Señor; si buscas con
cálculo o "cuquería" el modo de disminuir tus deberes; si no piensas más que en ti y en tu comodidad; si tus
conversaciones son ociosas y varías; si no aborreces el pecado venial; si obras por motivos humanos (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 331).

Consecuencias

5141 Muchos hay que envejecen en la tibieza y relajación que han contraído en su adolescencia, intentando
granjearse autoridad no por la madurez de su vida, sino por su edad avanzada (CASIANO, Colaciones,2).

5142 Con el cuerpo pesado y harto de mantenimiento, muy mal aparejado está el ánimo para volar a lo alto
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(SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación,2,3>.

5143 (Los demonios, a quienes están metidos en la tibieza y no hacen nada por salir de ella) empiezan a
despojarles del te mor y recuerdo de Dios, así como de la meditación espiritual. Luego, una vez desarmados
del socorro y protección divinos, se abalanzan osados sobre sus victimas como sobre una presa fácil. Y así
acaban por establecer allí su morada, cual si fuera una posesión que ha sido entregada en sus manos
(CASIANO, Colaciones,7).

5144 (De la tibieza) nace la malicia, el rencor, la pusilanimidad, la falta de esperanza, la indolencia en lo
tocante a los mandamientos, la divagación de la mente por lo ilícito (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,31).

5145 Las imperfecciones de aquellos que caminan con tibieza a la perfección, por más que las sufran los
fuertes y tolerantes, los mismos imperfectos no pueden soportarlas. Mejor dicho, no pueden sufrir que les
sufran. Viven en su corazón y están connaturalizadas con ellos las causas de sus enojos; por eso no les
dejan vivir en paz y armonía. Les sucede lo que a los enfermos, imputan a negligencia de los cocineros o de
sus domésticos las repugnancias de su estómago enfermizo. Y por mucho que se esmere uno en
atenderles, no dejan de hacer responsables a los sanos de su abatimiento morboso, sin percatarse de que
éste se encuentra en sí mismos y responde al estado anormal de su salud quebrantada (CASIANO,
Colaciones,16).

5146 En fin, van siempre errantes al albur de una imaginación sin freno. Ni pasa por sus mentes lamentarse
cuando se ven alejados de la divina contemplación, que es algo único y simplicísimo. Más: no tienen nada
cuya pérdida puedan deplorar. Abriendo su alma de par en par a todo pensamiento que la invade, no tienen
ningún objeto en que afincarse y que polarice todos sus deseos (CASIANO Colaciones,23).

5147 Porque dormir es morir. Dormitar antes del sueño significa debilitarse la salud; porque por la
enfermedad se llega al sueño de la muerte (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang. ).

5148 (Palabras de S. Basilio a un monje poco entregado). "Et senatorem perdidisti, et monachum non
fecisti": Has sacrificado al senador y no has hecho al monje (CASIANO, Instituciones,7).

5149 La devoción, que Santo Tomás define como "voluntad decidida para entregarse a todo lo que
pertenece al servicio de Dios", desaparece en el estado de tibieza (cfr. SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-
2, q. 82, a. 1).

5150 A medida que el alma se vea endurecida con sus acciones, cuesta más el ablandarla para las cosas
que pertenecen al amor de Dios (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

5151 Todo le indigna, todo le exaspera; el trabajo le causa tedio y es motivo para que murmure sin cesar. No
conoce moderación ninguna, y como un caballo indómito corre vertiginoso y sin freno hacia el precipicio.
Vive descontento de todo; del régimen de vida, del vestido, de la convivencia con los hermanos. Y dice
paladinamente que no podrá soportar por mucho tiempo tal estado de cosas (CASIANO, Instituciones,7).

5152 Las más de las veces se funda en no haber renunciado en un principio con sinceridad a todas las
cosas y en un amor tibio hacia Dios (CASIANO, Instituciones,7).

Remedios

5153 Nosotros somos los vasos, Cristo es la fuente (SAN AGUSTIN, Sermón 289).
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5154 Hemos de huir siempre del pecado; pero la tentación del pecado hay que vencerla unas veces
huyendo y otras ofreciendo resistencia. Huyendo cuando el continuo pensamiento aumenta el incentivo del
pecado, como sucede en la lujuria [. . . ]. Resistiendo, empero, cuando el pensar detenidamente en el objeto
que la provoca, ayuda a alejar el peligro, que precisamente nace de no considerarlo bien. Tal es el caso de
la pereza espiritual o acidia, porque cuanto más pensamos en los bienes espirituales más nos agrada, y
más desaparece el tedio que provocaba el conocerlos superficialmente (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-
2, q. 35, a. 1).

5155 Tener gran confianza, porque conviene mucho no apocar los deseos, sino creer de Dios, que si nos
esforzamos poco a poco, aunque no sea enseguida, podremos llegar con su favor a lo mismo que muchos
santos (SANTA TERESA, Vida,13,2).

5156 Me duele ver el peligro de tibieza en que te encuentras cuando no te veo ir seriamente a la perfección
dentro de tu estado. -Di conmigo: ¡no quiero tibieza!: "confige timore tuo carnes meas!" -¡dadme, Dios mío,
un temor filial, que me haga reaccionar! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 326).

5157 Que siempre vuestros pensamientos sean animosos, que de aquí vendrá el que el Señor OS dé
gracias para que lo sean las obras (SANTA TERESA, Meditaciones sobre los cantares,2,19).

5158 Cristo es fuente de vida: acércate, bebe y vive; es luz: acércate, ilumínate y ve. Sin su influjo estarás
seco y ciego (SAN AGUSTíN, Sermón 284).

El amor a la Virgen, remedio contra la tibieza

5159 El amor a nuestra Madre será soplo que encienda en lumbre viva las brasas de virtudes que están
ocultas en el rescoldo de tu tibieza (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 492).

TIEMPO

Citas de la Sagrada Escritura

Todo tiene su momento y todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo. Hay tiempo de nacer y tiempo
de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de [. . . ]. Si 3,1-8.

Os digo, pues, hermanos, que el tiempo es corto. 1Co 7,29.

Porque dice: "En el tiempo propicio te escuché y en el día de la salud te ayudé". Este es el tiempo propicio,
éste el día de la salud. 2Co 6,2.

Que la buena vejez no es la de los muchos años, ni se mide por el número de días. Sg 4,8.

Les dijo Jesús: por poco tiempo está aún la luz en medio de vosotros. Caminad mientras tenéis luz, para
que no os sorprendan las tinieblas, pues el que camina en tinieblas no sabe por dónde va. Jn 12,35.

Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Mt 28,20.

¡. . . 1 vino Jesús a Galilea, predicando el Evangelio de Dios y diciendo: Se ha cumplido el tiempo, y el reino
de Dios está cerca; arre-pentios y creed en el Evangelio. Mc 1,14-15.

Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y no me has conocido, Felipe? Jn 14,9.

[. . . ] andad con prudencia, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo 1. . . ] Ep 5,15-
16.

Contestó Jesús: [. . . ] Es preciso que yo haga las obras de Aquel que me ha enviado, mientras dure el día;
viene la noche cuando ya nadie puede trabajar. Jn 9,4.
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Mirad que vengo enseguida, y traigo conmigo el premio, para recompensar a cada uno según sus obras. Ap
22,12.

El que anda observando el viento no siembra nunca, y el que se queda mirando las nubes jamás se pondrá
a segar. Si 11,4.

[. . . J No andéis acongojados por el día de mañana, que el día de mañana harto cuidado traerá por sí: baste
a cada día su propio afán. Mt 6,34.

Velad, porque no sabéis a qué hora ha de venir nuestro Señor; estad ciertos de que si el padre de familia
supiera a qué hora había de venir el ladrón, estaría seguramente en vela y no dejaría que le minasen la
casa. Pues así mismo estad vosotros igualmente prevenidos, porque a la hora que menos penséis ha de
venir el Hijo del hombre. Mt 24,42-44.

SELECCIÓN DF TEXTOS

El paso del tiempo nos acerca a Dios

5160 ¿No has oido con qué tono de tristeza se lamentan los mundanos de que "cada día que pasa es morir
un poco"? Pues, yo te digo: alégrate, alma de apóstol, porque cada día que pasa te aproxima a la Vida (J.
EScRIvÁ OF BALAGUER, Camino, n. 737).

5161 No es otra cosa el tiempo de esta vida sino una carrera hacia la muerte (SAN AGUSTÍN, La Ciudad de
Dios,13).

5162 Esté cerca o lejos el fin del mundo, el de cada uno en particular no puede hallarse lejos: el tiempo de
esta vida es breve. Cada uno, pues, ha de disponerse para su fin; que, cierto, nada le perjudicará el día
último a quien viene pensando que cualquier día puede ser el último (SAN AGUSTIN, Sermón 20).

5163 Ved, pues, que está ya próximo a volver el que marchó de viaje (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 9
sobre los Evang. ).

Tiempo para merecer, tiempo para reparar

5164 Ahora es el tiempo de misericordia, entonces será sólo tiempo de justicia; por eso, ahora es nuestro
momento, entonces será sólo el momento de Dios (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo,7,1. c. , p. 86).

5165 Vendrá cuando desearás un dia o una hora para enmendar, y no te será concedida (Imitación de
Cristo,1,23,4).

5166 Entonces se arrepentirán, pero su penitencia no será fructuosa, porque no encontrarán perdón los que
pierden ahora el tiempo provechoso para el perdón (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang. ).

5167 Cada situación humana es irrepetible, fruto de una vocación única que se debe vivir con intensidad,
realizando en ella el espíritu de Cristo (J. EScRIvA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,112).

5168 El que ha prometido el perdón al que se arrepienta, no ha prometido al pecador el día de mañana
(SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang. ).

"El tiempo es corto para amar"

5169 Verdaderamente es corto nuestro tiempo para amar, para dar, para desagraviar. No es justo, por tanto,
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que lo malgastemos, ni que tiremos ese tesoro irresponsablemente por la ventana: no podemos desbaratar
esta etapa del mundo que Dios confía a cada uno (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,39).

5170¿Cuánto dura la vida de un hombre en esta vida? ¿No es como un airecillo de la mañana? (SAN
AGUSTÍN, Coment. sobre el Salmo 36).

5171 Isaías te llama a este retiro: Anda, pueblo mío, entra en los aposentos y cierra la puerta por dentro;
escóndete un breve instante [. . . ] (Is 26,20). El breve instante de este momento de la vida temporal. (SAN
JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,10).

5172 Mira, pues, cuán breve parecerá entonces a los malos todo el tiempo de esta vida; pues realmente allí
se les figurará que apenas vivieron un día, sino que luego fueron trasladados del vientre a la sepultura. De
donde se sigue que todos los placeres y contentamientos de este mundo les parecerán allí unos placeres
soñados, que parecían placeres y no lo eran (FR. LUIS DE GRANADA, Guía de pecadores,1,3,28).

5173 Aunque toda la vida es corta, y algunas cortísimas; y, ¿qué sabemos si será la nuestra tan corta, que
desde una hora o momento que nos determinemos a servir del todo a Dios se acabe? Posible sería que, en
fin, todo lo que tiene fin no hay que hacer caso de ello; y pensando que cada hora es la postrera, ¿quién no
la trabajará? (SANTA TERESA, Camino de perfección,12,2).

5174 Dios nos concede quizá un año más para servirle. No pien- ses en cinco, ni en dos. Fíjate sólo en éste:
en uno, en el que hemos comenzado [. . . ] (J. EScRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,47).

El valor cristiano del tiempo

5175 Y aconteció que pasando por Jericó estaba un ciego sentado. . . Y para que el paso del Señor no
fuese inútil, hizo en el camino el milagro del ciego, dando a sus discípulos este testimonio para que
procuremos hacer siempre cosas de utilidad, y para que no haya nada ocioso en nosotros.

(SAN TEÓFILO DE ANTIOQUíA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 322).

5176 Los que andan en negocios humanos dicen que el tiempo es oro. Me parece poco: para los que
andamos en negocios de almas, el tiempo es ¡gloria! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 355).

5177 Ejercítate en las obras, trabaja en la viña; al terminar el día, pide el salario (SAN AGUSTIN, Sermón 2).

5178 En fin, puesto que ignoramos en qué tiempo vendrá la muerte y después de la muerte ya no podemos
obrar, resta que aprovechemos con afán el tiempo que se nos concede (SAN GREGORIO MAGNO,
Moralia,13).

5179 El tiempo es un tesoro que se va, que se escapa, que discurre por nuestras manos como el agua por
las peñas altas. Ayer pasó, y el hoy está pasando. Mañana será pronto otro ayer. La duración de una vida es
muy corta. Pero, ¡cuánto puede realizarse en este pequeño espacio, por amor de Dios! (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Amigos de Dios,52).

5180 No nos retraigamos porque estas cosas sean difíciles y supongan esfuerzos, sino que al recordar a
aquel que recomendaba que cada uno escogiera para sí el método de vida que más le conviniera y que
esperara que con la costumbre llegaría a serle llevadero y agradable, pongamos manos a la obra en lo
mejor. Porque sería mala cosa perder el tiempo ahora, y evocar después el tiempo pasado, cuando ya no
sirve más que para aumentar nuestra tristeza (SAN BASILíO. Discurso a los jóvenes).
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5181 El tiempo es precioso, el tiempo pasa, el tiempo es una fase experimental de nuestra suerte decisiva y
definitiva. De las pruebas que demos de fidelidad a los propios deberes depende nuestra suerte futura y
eterna.

El tiempo es un don de Dios: es una interpelación del amor de Dios a nuestra libre y -puede decirse-
decisiva respuesta. Debemos ser avaros del tiempo, para emplearlo bien, con la intensidad en el obrar,
amar y sufrir. Que no exista jamás para el cristiano el ocio, el aburrimiento. El descanso si, cuando sea
necesario (cfr. Mc 6,31), pero siempre con vistas a una vigilancia que sólo en el último día se abrirá a una
luz sin ocaso (PABLO VI, Homilía 1-1-1976).

5182 No digas que los tiempos pasados fueron mejor que los presentes: las virtudes hacen bueno cualquier
día, los vicios los hacen malos (SAN JERÓNIMO, Hom. sobre la Iglesia,14).

5183 Quienes van reuniendo con cuidado de cada cosa algo útil y provechoso, les pasa lo que a los ríos
más importantes, que de todas partes les viene gran cantidad de agua para aumentar su caudal (SAN
BASILIO, Discurso a los jóvenes).

5184 Eres caminante, la vida presente es un hostal. Usa de la riqueza como el viajero usa en hostal la
mesa, el cáliz, las copas, el lecho; con ánimo de dejarlo todo, no de permanecer (SAN AGUSTÍN, Trat.
Evang. 5. Juan,40).

5185 Naciendo en Belén de María Virgen, como Hombre, Dios-Verbo acepta el tiempo. Entra en la historia.
Se somete a la ley del fluir humano. Cierra el pasado; con El termina el tiempo de espera, esto es, la
Antigua Alianza. Abre el futuro: la Nueva Alianza de la gracia y de la reconciliación con Dios. Es el nuevo
"Comienzo" del Tiempo Nuevo. Todo nuevo año participa de este Comienzo. Es el año del Señor (JUAN
PABLO II, Hom. 1-1-79).

TRABAJO

Citas de la Sagrada Escritura

Tomó Yahvé Dios al hombre, y le puso en el jardín de Edén para que lo cultivase y guardase. Gn 2,15.

Seis días trabajarás, y descan sarás al séptimo, para que descansen también tu buey y tu asno y se recobre
el hijo de tu esclava y el extranjero. Ex 23,12.

¿No es éste el hijo del carpinte ro? ¿Su madre no se llama Maria [. . . ]? Mt 13,5S.

Vosotros sabéis que a mis necesidades y a las de los que me acompañan han suministrado estas manos.
Ac 20,34.

Saldrá el hombre a su trabajo y a sus labores, hasta la tarde [. . . ]. Ps 104,23.

Tr abajad como para el Señor, y no para los hombres. Col 3,23.

Allí encontró a un judío llamado Aquila [. . . ], con Priscila, su mujer [. . . ] y como era del mismo oficio que
ellos, se quedó en su casa y trabajaban juntos, pues eran ambos fabricantes de lonas. Ac 18,2-3.

Os exhortamos, hermanos, a progresar más y a que os esforcéis por llevar una vida quieta, laboriosa, en
vuestros negocios, y trabajando con vuestras manos como os lo hemos recomendado. 1Th 4,11.

Mientras estuvimos entre vosotros, os advertimos que el que no quiera trabajar no coma. 2Th 3, lo.

A estos tales les recomendamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que, trabajando sosegadamente,
ganen su pan. 2Th 3,11.

Medio y camino de santidad y de apostolado


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La oración no consiste sólo en las palabras con que invocamos la clemencia divina, sino también en todo lo
que hacemos en obsequio de nuestro Creador movidos por la fe (SAN BEDA, Coment. Evang. S. Marcos).

El ejemplo de Jesucristo

5186 Esta verdad, según la cual a través del trabajo el hombre participa en la obra de Dios mismo, su
Creador, ha sido particularmente puesta de relieve por Jesucristo, aquel Jesús ante el que muchos de sus
primeros oyentes en Nazareth permanecían estupefactos y decían: ¿De dónde le vienen a éste tales cosas,
y qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? . . . ¿No es acaso el carpintero? (Mc 6,2-3). En efecto, Jesús
no solamente lo anunciaba, sino que ante todo, cumplía con el trabajo el "evangelio" confiado a él, la
palabra de la Sabiduría eterna. Por consiguiente, esto era también el "evangelio del trabajo", pues el que lo
proclamaba, él mismo era hombre del trabajo, del trabajo artesano al igual que José de Nazareth (cfr. Mt
13,55). (JUAN PABLO II, Enríclica Laborens exercens, V,26).

5187 Lo habréis notado a lo largo de los Evangelios: Jesús no hace milagros en beneficio propio. Convierte
el agua en vino, para os esposos de Caná (cfr. Jn 2,1-11); multiplica los panes y los peces, para dar de
comer a una multitud hambrienta (cfr. Mc 6,33-46). Pero El se gana el pan, durante largos años, con su
propio trabajo (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,61).

5189 En vuestra ocupación profesional, ordinaria y corriente, encontraréis la materia -real, consistente,
valiosa- para realizar toda la vida cristiana, para actualizar la gracia que nos viene de Cristo (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,49).

5190 Del mismo modo que al decir que las aves del cielo no siembran no reprobó el que se sembrara, sino
el excesivo cuidado, así, cuando dice no trabajan ni hilan, no condena el trabajo, sino el excesivo celo de él
(SAN JUAN CRIsÓsTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 90).

5191 Nazaret es la mansión del Hijo del carpintero. Aquí quisiéramos comprender y celebrar la ley severa y
redentora del trabajo humano; restaurar la conciencia de la nobleza del trabajo; recordar que el trabajo no
puede ser un fin en si mismo, sino que su liberación y su nobleza le viene, mas que de su valor económico,
de los valores que lo inspiran (PABLO VI, Abc. en Nazaret,5-1-1964).

5192 Es toda una trama de virtudes la que se pone en juego al desempeñar nuestro oficio, con el propósito
de santificarlo: la fortaleza, para perseverar en nuestra labor, a pesar de las naturales dificultades y sin
dejarse vencer nunca por el agobio; la templanza, para gastarse sin reservas y para superar la comodidad y
el egoísmo; la justicia, para cumplir nuestros deberes con Dios, con la sociedad, con la familia, con los
colegas; la prudencia, para saber en cada ca so qué es lo que conviene hacer, y lanzarnos a la obra sin
dilaciones. . . Y todo, insisto, por Amor, con el sentido vivo e inmediato de la responsabilidad del fruto de
nuestro trabajo y de su alcance apostólico (J. ESCRIVÁ DL BALA GUFR, Amigos de Dios,72).

5193 Todos, efectivamente, sabemos que en el trabajo del hombre está profundamente grabado el misterio
de la cruz, la ley de la cruz. ¿Acaso no se comprueban ahí las palabras del Creador, pronunciadas después
de la caída del hombre: Con el sudor de tu rostro comerás el pan (Gn 3,19)? Ya sea el antiguo trabajo de los
campos que hace nacer el trigo, también las espinas y los cardos, ya sea el nuevo trabajo de los altos
hornos y las nuevas fundiciones, siempre se realiza con el sudor de la frente. La ley de la cruz está inscrita
en el trabajo humano. Con el sudor de la frente ha trabajado el agricultor. Con el sudor de la frente trabaja el
obrero siderúrgico. Y con el sudor de la frente, con tremendo sudor de la muerte, agoniza Cristo en la cruz.

No se puede separar del trabajo humano la cruz. No se puede separar a Cristo del trabajo humano (JUAN
PABLO II, en Mogila 9-VI-1979).

5194 Los cristianos, lejos de pensar que las conquistas logradas por el hombre se oponen al poder de Dios
y que la criatura racional pretende rivalizar con el Creador, están, por el contrario, persuadidos de que las
-624 -

victorias del hombre son signo de la grandeza de Dios y consecuencia de su inefable designio. Cuanto más
se acrecienta el poder del hombre, más amplía es su responsabilidad individual y colectiva. De donde se
sigue que el mensaje cristiano no aparta a los hombres de la edificación del mundo ni los lleva a
despreocuparse del bien ajeno, sino que, al contrarío, les impone como deber el hacerlo (CONC. VAT. II,
Const. Gaudium et spes,34).

5195 No debe enojarte sufrir los pequeños asaltos de la preocupación y los disgustos de tus múltiples
deberes domésticos; antes, ello ha de servirte de ejercicio para la práctica de las virtudes más gratas al
Señor. No lo dudes, la verdadera virtud no prospera en una vida descansada, como tampoco se nutren los
peces delicados en las aguas insalubres de los pantanos (SAN FRANCIsCO DE SALES, Epistolario, fragm.
57,1. c. , p. 691).

5196 La oración, que en todo trabajo humano aporta referencia a Dios Creador y Redentor, contribuye al
mismo tiempo a la total "humanización" del trabajo. "El trabajo existe. . . para que nos elevemos" (C. K.
Norwid). Precisamente el hombre, qúe por voluntad del Creador ha sido llamado desde el principio a
dominar la tierra mediante el trabajo, ha sido creado también a imagen y semejanza de Dios mis-mo. De
ningún otro modo puede encontrarse a sí mismo, confirmar que es él, si no es buscando a Dios en la
oración. Buscando a Dios, encontrándose con El en la oración, el hombre debe encontrarse necesariamente
a sí tuismo, siendo semejante a Dios. No puede encontrarse de otro modo a sí mismo, si no es en su
Prototipo. No puede, a través del trabajo, confirmar su "dominio" sobre la tierra si no es orando
contemporáneamente (JUAN PABLO II, en Czestochowa,6-VI- 1979).

5197 Una mujer ocupada en la cocina o en coser una tela puede siempre elevar su pensamiento al cielo e
invocar al Señor con fervor. Uno que va al mercado o viaja solo, puede fácilmente rezar con atención. Otro
que está en su bodega, ocupado en coser los pellejos de vino, está libre para levantar su ánimo al Maestro.
El servidor, si no puede líegarse a la iglesia porque ha ido de compras al mercado o está con otras
ocupaciones, o en la cocina, puede siempre rezar con atención y con ardor. Ningún lugar es indecoroso
para Dios (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hoin. sobre la profetisa Ana,4,6).

Frutos sobrenaturales y humanos del trabajo

5198 El trabajo debe ayudar al hombre a hacerse mejor, espiritualmente más maduro, más responsable,
para que pueda realizar su vocación sobre la tierra, sea como persona irrepetible, sea en comunidad con los
demás, y sobre todo en la comunidad humana fundamental que es la familia. El hombre y la mujer,
uniéndose en esta comunidad, cuyo carácter ha sido establecido por el mismo Creador, desde el principio,
dan vida a nuevos hombres. El trabajo debe hacer posible a esta comunidad humana encontrar los medios
necesarios para formarse y para mantenerse. (JUAN PABLO II, en Czestochowa,6-VI-1979).

5199 [. . . j pensad que con vuestro quehacer profesional realizado con responsabilidad, además de
sosteneros económicamente, prestáis un servicio directísimo al desarrollo de la sociedad, aliviáis también
las cargas de los demás y mantenéis tantas obras asistenciales -a nivel local y universal-en pro de los
individuos y de 105 pueblos menos favorecidos (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,121).

5200 Como a hijos y enfermos, les da un consejo provechoso que es al propio tiempo un remedio para sus
heridas: A estos tales les ordenamos y rogamos por el amor del Señor Jesucristo que, trabajando
sosegadamente, coman su pan. Médico experto entre muchos, cura sus llagas y conjura el peligro atacando
directamente la causa, la ociosidad, echando mano de un solo precepto: el trabajo. Sabe perfectamente que
todas las enfermedades que pululan en un tronco común desaparecen al instante si se logra eliminar la
infección principal que las origina (CASIANO, Instituciones,10).

5201 De donde aquella preciosa máxima -muy en boga entre los monjes egipcios- que nos legaron los
antiguos Padres:

"El monje que trabaja no tiene más que un demonio para tentarle, mientras que al ocioso y holgazán lo
tortura una legión de espíritus malvados" (CASIANO, Instituciones,11).
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5202 El agua estancada se corrompe, mas la que corre y se derrama por mil arroyos conserva su propia
virtud. El hierro que yace ocioso, consumido por la herrumbre, se torna blando e inútil; mas si se lo emplea
en el trabajo, es mucho mas útil y hermoso y apenas si le va en zaga por su brillo a la misma plata. La tierra
que se deja baldía no se ve que produzca nada sano, sino malas hierbas, cardos y espinas y árboles
infructuosos; mas la que goza de cultivo se corona de suaves frutos. Y, para decirlo en una palabra, todo ser
se corrompe por la ociosidad y se mejora por la operación que le es propia. Ya, pues, que sabemos cuánto
sea el daño de la ociosidad y el provecho del trabajo, huyamos

de aquélla y démonos a éste [. . . ] (SAN JUAN CR[sOsOMO, Hom. sobre Priscila y Aquila).

5203 Y vuestro fruto permanezca. Todo cuanto hacemos en este mundo apenas tiene duración hasta la
muerte; y llegando ésta, arranca el fruto de nuestro trabajo. Pero cuando trabajamos de cara a la vida
eterna, el fruto de nuestro trabajo permanece [. . i. Cuando se ha llegado al conocimiento de las cosas
eternas, dejan de tener importancia los frutos temporales (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 27 sobre los
Evang. ).

El trabajo y la dignidad del hombre

5204 Cristo no aprobará jamás que el hombre sea considerado o se considere a sí mismo solamente como
un instrumento de producción; que sea apreciado, estimado y valorado según ese principio. ¡Cristo no lo
aprobará jamás! Por esto se ha hecho clavar en la cruz, como sobre el frontispicio de la gran historia
espiritual del hombre, para oponerse a cualquier degradación del hombre, también a la degradación
mediante el trabajo. Cristo permanece ante nuestros ojos sobre su cruz, para que todos los hombres sean
conscientes de la fuerza que El les ha dado: Les ha dado el poder de llegar a ser hijos de Dios (Jn 1,12). De
esto deben acordarse tanto los trabajadores como los que proporcionan trabajo; tanto el sistema laboral,
como el de retribución. Lo deben recordar el Estado, la Nación y la Iglesia (JUAN PABLO II, en Mogila,9-VI-
1979).

5205 Todo el que llegue a vosotros en nombre del Señor, sea recibido; luego, examinándole, le conoceréis [.
. . J. Si el que llega es un caminante, no permanecerá entre vosotros mas de dos días o, si hubiera
necesidad, tres. Pero si quiere establecerse entre vosotros, teniendo un oficio, que trabaje y así se alimente.
Mas si no tiene oficio, proveed según vuestra prudencia, de modo que no viva entre nosotros ningún
cristiano ocioso. Si no quiere hacerlo así, es un traficante de Cristo; estad alerta contra los tales
(Didaché,12).

5206 El trabajo, todo trabajo, es testimonio de la dignidad del hombre, de su dominio sobre la creación. Es
ocasión de desarrollo de la propia personalidad. Es vínculo de unión con los demás seres, fuente de
recursos para sostener a la propia familia; medio de contribuir a la mejora de la sociedad, en la que vive, y al
progreso de toda la Humanidad (J. ESCRIVÁ DL BALAGUER, Es Cristo que pasa,47).

5207 De hecho, la problemática contemporánea -¿solamente contemporánea?- del trabajo humano, en


último término, no se reduce [. . . J ni a la técnica, ni tampoco a la economía, sino a una categoría
fundamental: a la categoría de la dignidad del trabajo, es decir, de la dignidad del hombre. La economía, la
técnica y tantas otras especialidades y disciplinas tienen su razón de ser en aquella única categoría
esencial. Si no la alcanzan, si se constituyen fuera de la dignidad del trabajo humano, están en el error, son
nocivas, están contra el hombre.

Esta categoría fundamental es humanística. Me permito decir que esta categoría fundamental -la categoría
del trabajo como medida de la dignidad del hombre- es cristiana. La encontramos, en su más alto grado de
intensidad, en Cristo (JUAN PABLO II, en Afogila,9-VI-1979).

5208 Los hombres y las mujeres que, mientras procuran el sustento para sí y su familia, realizan su trabajo
de forma que resulte provechoso y en servicio de la sociedad, con razón pueden pensar que con su trabajo
desarrollan la obra del Creador, sirven al bien de sus hermanos y contribuyen de modo personal a que se
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cumplan los designios de Dios en la historia (CONC. VAT. II, Const. Gaudium et spes,34).

5209 El buen trabajador recibe con libertad el pan de su trabajo; pero el perezoso y holgazán no se atreve a
mirar la cara del amo (SAN CLEMENTE, Epístola a los Corintios,34,1).

5210 Todos los males han venido a la vida de que muchos consideran como la máxima dignidad no poner la
mano en sus propios oficios y como la suprema ignominia parecer que saben una palabra de ellos. Pablo no
se avergonzaba de manejar la lezna y cortar las pieles y hablar a la vez a los más altos dignatarios; más
bien alardeaba de ello en el momento mismo en que venían a él un sinnúmero de hombres ilustres y
distinguidos. Y no sólo no se abochornaba de su trabajo, sino que en sus espístolas [. . . ], dejó inscrito para
la posteridad el oficio que practicaba. Así, pues, lo que desde el principio aprendió eso sigúió luego
ejerciendo, aun después de haber sido arrebatado al tercer cielo, aun después de haber sido trasladado al
paraíso y haber tenido p4rte en las palabras inefables de Dios (SAN JUAN CRISOS-TOMO, Hom. sobre
Priscila y Aquila).

5211 De ahí que Pablo trabajara continuamente, no sólo durante el día, sino durante la noche misma, y así
pudo decir:

Trabajando día y noche, a fin de no gravar a ninguno de vosotros (1Th 2,9). Y no se dedicaba Pablo al
trabajo simplemente por recreo y distracción, como lo hacían muchos de sus hermanos, sino que desplegab
en él esfuerzo tal que podía subvenir a las necesidades de los otros [. . . ]. Un hombre que imperaba a los
démones, que era maestro de todo el universo, a quien se le confiaron los habitantes todos de la tierra y
todas la iglesias situadas bajo el sol, el que cuidaba con toda solicitud de pueblos, naciones y ciudades, ese
hombre, repito, trabajaba día y noche [. . . ]. Nosotros, empero, que no tenemos una milésima parte de sus
preocupaciones [. . . ], ¿qué excusas [. . . ] tendremos? (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre Priscila y
Aquila).

TRISTEZA

Citas de la Sagrada Escritura

Se derrite mi alma de pesadumbre; levántame tú según tu palabra. Ps 118,28.

La angustia del corazón deprime al hombre, mas una palabra buena la alegra. Pr 12,25.

Corazón alegre es buen remedio; mas el espíritu abatido seca los huesos. Pr 17,22.

Corazón alegre hace buena cara, pero la pena del corazón abate el alma. Pr 15,13.

Echar vinagre sobre el natrón es cantar canciones al corazón afligido. Pr 25,20.

Mirando bien que ninguno sea privado de la gracia de Dios, que ninguna raíz amarga, al brotar, cause
turbación, inficionando a muchos. He 12,15.

Alegraos siempre en el Señor; de nuevo os digo: alegraos. Ph 4,4.

Pero los que confían en Yavé renuevan sus fuerzas, echan alas como de águila, corren sin cansarse y
caminan sin fatígarse. Is 40,31.

Jesús, poniendo en él los ojos, le amó y le dijo: Una sola cosa te falta: vete, vende cuanto tienes y dalo a los
pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sigue-me. Ante estas palabras se anubló su semblante y
se fue triste, porque tenía mucha hacienda. Mc 10,21-22.

Levantándose de la oración, vino a los discípulos, y encontrándolos adormilados por la tristeza 1. . . 1. Lc


22,45.

En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará; vosotros os


entristeceréis, pero vuestra tristeza se volverá en gozo. La mujer, cuando pare, siente tristeza, porque llega
su hora; pero cuando ha dado a luz un hijo, ya no se acuerda de la tribulación, por el gozo que tiene de
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haber venido al mundo un hombre. Vosotros, pues, ahora tenéis tristeza; pero de nuevo os veré, y se
alegrará vuestro corazón, y nadie será capaz de quitaros vuestra alegría. Jn 16,20-22.

Si alguno me contristó, no me contrístó a mí, sino en cierto modo, para no exagerar, a todos vosotros.
Bástele a ése la corrección de tantos, pues casi habríamos de perdonarle y consolarle, para que no se vea
consumido por excesiva tristeza. Por eso os ruego que públicamente le ratifiquéis vuestra caridad. 2Co 2,5-
8.

Porque si con la epístola os entristecí, no me pesa. Y si estaba pesaroso viendo que aquella carta, aunque
por un momento, os había contristado, ahora me alegro, no porque os entristecisteis, sino porque os
entristecisteis para penitencia. Os contristasteis según Dios, para que no recibieseis daño alguno de nuestra
parte. Pues la tristeza según Dios es causa de penitencia saludable, de que jamás hay por qué arrepentirse;
mientras que la tristeza según el mundo produce la muerte. Ved cuánta solicitud os ha causado esa misma
tristeza según Dios, y qué excusas, qué enojos, qué temores, qué deseos, qué celo y qué vindicaciones.
Totalmente limpios os habéis mostrado en este asunto. 2Co 7,8-11.

Cada uno haga según se ha propuesto en su corazón, no de mala gana ni obligado, que Dios ama al que da
con alegría. 2Co 9,7.

Guardaos de entristecer al Espíritu Santo de Dios, en el cual habéis sido sellados para el día de la
redención. Ep 4,30.

No queremos, hermanos, que ignoréis lo tocante a la suerte de los que durmieron, para que no os aflijáis
como los demás que carecen de esperanza. Pues si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios
por Jesús tomará consigo a los que se durmieron en El. 1Th 4,13-14.

5212 Hay dos clases de tristeza. Unas veces se origina al contener los brotes de la ira, y es consecuencia
de un daño -que alguien nos ha inferido o, también, de un deseo contrariado. La segunda surge de una
irracional ansiedad o abatimiento del espíritu (CASIANO, Colaciones,5).

5213 A aquellos a quienes el pesar de sus pecados pasados les tiene sumidos en la tristeza y desazón,
derramad en su alma a manos llenas la alegría de la ciencia espiritual, cual si fuese un vino que alegra el
corazón humano (Sal 103,15). Infundid alientos en esos corazones apesadumbrados, llenándolos con la
palabra de salvación, no sea que, acosados por la mortal desesperación, sucumban a la excesiva tristeza
(cfr. 2Co 2,7).

Mas de aquellos que viven en el tedio y la negligencia, sin tener en el corazón el más leve remordimiento,
he aquí cómo habla la Escritura: El que se da buena vida y no sabe de dolores, vivirá siempre en la
indigencia (Pr 14,2) (CASIANO, Colaciones,14).

5214 Piadosa es esa tristeza y, en cierto modo, dichosa compasión sentir pena por los vicios ajenos y no
estar implicado

en ellos; dolerse, y no unirse a ellos; encogerse con el dolor y no ser arrastrado (SAN AGLISTIN, Sermón 2).

5215 Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. El llanto, al que aquí se promete el consuelo
eterno, nada tiene que ver con la tristeza de este mundo [. . . ]. La tristeza religiosa es la que llora los
pecados propios o bien las faltas ajenas (SAN LEÓN MAGNO, Sermón sobre las bienaventuranzas).

Origen de la tristeza

5216 La tristeza es un vicio causado por el desordenado amor de sí mismo, que no es un vicio especial sino
la raíz general de todos ellos (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 28, a. 4).

Dos clases de tristeza


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5217 El dolor del ánimo, que se llama tristeza, es un disgusto de las cosas contrarias que nos sucedieron
(SAN AGUSTíN, Sobre la Trinidad,1).

5218 Quien despreciando los mandamientos de Dios anda vagando siempre con su concupiscencia, no
puede llegar nunca a la alegría (SAN BEDA en Catena Aurea, vol. IV, p. 100).

5219 Aquel muchacho rechazó la insinuación, y cuenta el Evangelio que abiit tristis (Mt 19,22), que se retiró
entristecido [. . . ], perdió la alegría porque se negó a entregar su libertad a Dios (J. ESCRIVÄ DE
BALAGUER, Amigos de Dios,24).

5220 Es la envidia un pesar, un resentimiento de la felicidad y prosperidad del prójimo. De aquí que nunca
falte al envidioso ni tristeza, ni molestia. ¿Está fértil el campo del prójimo? ¿Su casa abunda en
comodidades de vida? ¿No le falta ni los esparcimientos del alma? Pues todas estas cosas son alimento de
la enfermedad y aumento de dolor para el envidioso. De aquí que éste no se diferencia del hombre
desarmado, que por todo es herido (SAN BASILIO, Hom. Sobre la envidia).

5221 La tristeza causada por un arrepentimiento saludable es propia del hombre obediente, afable, humilde,
dulce, suave y paciente, en cuanto que deriva del amor de Dios. Sufre infatigable el dolor físico y la
contrición del espíritu, gracias al vivo deseo que le anima de perfección. Es también alegre y en cierto modo
se siente como robustecido por la esperanza de su aprovechamiento; conserva de continuo el hechizo y el
encanto de la afabilidad y de la longanimidad, y posee en sí todos los frutos del Espíritu Santo (CASIANO,
Instituciones,9).

Consecuencias

5222 Hase de advertir que no todos los que tienen este humor son tan trabajosos, que cuando cae en un
sujeto humilde y en condición blanda, aunque consigo mismos traen trabajo, no dañan a los otros, en
especial si hay buen entendimiento. Y también hay más y menos de este humor. Cierto, creo, que el
demonio en algunas personas le toma por medianero, para si pudiese ganarlas; y si no andan con gran
aviso, así hará (SANTA TERESA, Fundaciones,7,2).

5223 Tristeza, apabullamiento. No me extraña: es la nube de poivo que levantó tu caída. Pero, ¡basta!:
¿acaso el viento de la racia no llevó lejos esa nube?

Después, tu tristeza -si no la rechazas- bien podría ser la envoltura de tu soberbia. -¿Es que te creías
perfecto e impecable? (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Camino, n. 260).

5224 [. . . ] pero después (de cometido el mal) el diablo exageró de tal manera su tristeza que llegó a perder
al desgraciado. Algo semejante pasó en Judas, pues después que se arrepintió no supo contener su
corazón, sino que se dejó llevar por la tristeza inspirada por el diablo, la cual le perdió (ORIGENEs, en
Catena Aurea, vol. III, p. 346).

5225 La tristeza [. . . ] es áspera, impaciente, dura, llena de amargor y disgusto, y le caracteriza también una
especie de penosa desesperación. Cuando se apodera de un alma, la priva y aparta de cualquier trabajo y
dolor saludable (CASIA-NO, Instituciones,9).

5226 Es propio de un alma cobarde que carece de la virtud vigorosa de confiar en las promesas del Señor el
abatirse demásiado y sucumbir ante las adversidades (SAN BASILIO, Hom. sobre la alegría).

5227 El hombre triste se porta mal en todo momento. Y lo primero en que se porta mal es en que contrista al
Espíritu Santo, que le fue dado alegre al hombre. En segundo lugar, comete una iniquidad, por no dirigir
súplicas a Dios ni alabarle; y, en efecto, jamás la súplica del hombre triste tiene virtud para subir al altar de
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Dios (PASTOR DE HER, Mandamientos, X. 3. 2,1. c. , Pp. 994-995).

Remedios

5228 Cada vez que nos reunimos en la Eucaristía, somos fortalecidos en la santidad y renovados en la
alegría, pues la alegría y la santidad son el resultado inevitable de estar más cerca de Dios. Cuando nos
alimentamos con el pan vivo que ha bajado del cielo, nos asemejamos más a nuestro Salvador resucitado,
que es la fuente de nuestra alegría, una alegría que es para todo el pueblo (Lc 2,10). Que la alegría y la
santidad abunden siempre en vuestras vidas y florezcan en vuestros hogares. Y que la Eucaristía sea [. . . ]
el centro de vuestra vida, la fuente de vuestra alegría y de vuestra santidad (JUAN PABLO II, Hom. 16-11-
1981).

5229 "Laetetur cor quaerentium Dominum". -Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. -Luz, para que
investigues en los motivos de tu tristeza

(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 666).UNIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Que todos sean una misma cosa, y que, como tú, Padre, estás en mi y yo en ti, así sean ellos una misma
cosa en nosotros [. . . j. Jn 17,21.

Solicitos en conservar la unidad del espíritu en el vinculo de la paz. Ep 3,3.

Un solo cuerpo y un solo espintu, así como fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocación:
un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Un solo Dios y Padre de todos, el cual está sobre todos, por
todos y en todos. Ep 4,6-9.

Hay diversidad de operaciones, pero uno mismo es el Dios, que obra todas las cosas en todos. 1. . 1 Porque
también todos nosotros hemos sido bautizados en un solo Espíritu, para constituir un solo cuerpo, y todos,
ya judíos, ya gentiles, ya siervos, ya libres, hemos bebido del mismo Espíritu. 1. . . 1 De esta suerte, si
padece un miembro, todos los miembros padecen con él; y si un miembro es honrado, todos los otros a una
se gozan. 1Co 12,6; 13.26.

Amándoos los unos a los otros con amor fraternal, honrándonos a porfía unos a otros. Rm 12,10.

Pero no ruego solamente por éstos, sino también por cuantos han de creer en mí por medio de su
predicación. Que todos sean una misma cosa, y que como tú, Padre, estás en

"La caridad es madre de la unidad"

5230 No están todos los herejes por toda la tierra, pero hay herejes en toda la superficie de la tierra. Hay
una secta en Africa, otra herejía en Oriente, otra en Egipto, otra en Mesopotamia. En países diversos hay
diversas herejías, pero todas tienen por madre la soberbia, como nuestra única madre católica engendró a
todos los fieles cristianos repartidos por el mundo. No es extraño, pues, que la soberbia engendre división,
mientras la caridad es madre de la unidad (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

5231 El templo del Rey tiene unidad; el templo del Rey no está arruinado, ni agrietado, ni dividido. El
cemento de las piedras vivas es la caridad (SAN AGUSTÍN, Coment. sobre el

Salmo 44).

5232 Corred todos a una como a un solo templo de Dios, como a un solo altar, a un solo Jesucristo que
procede de un solo Padre (SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA Carta a los Magnesio5,6).

5233 Para poder encomendar a Pedro sus ovejas, sin que con ello pareciera que las ovejas quedaban
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encomendadas a otro pastor distinto de sí mismo, el Señor le pregunta:

"Pedro, ¿me amas?" El respondió: "Te amo". Y le dice por segunda vez: "¿Me amas?". Y respondió: "Te
amo". Y le pregunta aún por tercera vez: "¿Me amas?". Y respondió: "Te amo". Quería fortalecer el amor
para reforzar así la unidad. De este modo, el que es Unico apacienta a través de muchos, y los que son
muchos apacientan formando parte del que es único (SAN AGUsTÍN Sermón 46, sobre los pastores).

5234 Cuando nuestras ideas nos separan de los demás, cuando nos llevan a romper la comunión, la unidad
con nuestros hermanos, es señal clara de que no estamos obrando según el espíritu de Dios (J. ESCRIVÁ
DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,17).

5235 Colaborad mutuamente unos con Otros, luchad unidos, corred juntamente, sufrid con las penas de los
demás, permaneced unidos en espíritu aun durante el sueño, así como al despertar, como administradores
que sois de Dios, como sus asistentes y servidores (SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, Carta a 5. Policarpo de
Esmirna).

5236 La caridad no se demuestra solamente con la limosna, sino sobre todo con el hecho de comunicar a
los demás las enseñanzas divinas y prodigarles cuidados corporales (SAN MÁXIMO, Sobre la caridad,1).

5237 Siervo soy de la Iglesia y principalmente de sus miembros más débiles, ya que somos miembros del
mismo cuerpo (SAN CIPRIANO, Sobre el trabajo de los monjes,29).

Unidad de la Iglesia

Hemos sido agregados al mismo Cuerpo de Cristo, mediante la fe y el bautismo en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo; es el mismo Espíritu el que nos justifica y el que anima nuestra vida cristiana: Sólo
hay un cuerpo y un Espíritu, como también habéis sido llamados con una misma esperanza, la de vuestra
vocación. Sólo un Señor, una fe, un bautismo (Ep 4,4-5). Esta es la única fuente que conduce y requiere,
tanto hoy como en el alba de la Iglesia, "la unidad en la doctrina de los apóstoles, en la mutua unión, en la
fracción del pan y en las oraciones" (Lumen gentium,13). La estructura misma de la Iglesia, con su jerarquía
y sus sacramentos, no hace más que traducir y realizar esta unidad esencial recibida de Cristo-Cabeza.
Finalmente, esta unidad interior en la Iglesia de Cristo, constituye "para todo el género humano, un germen
segurísimo de unidad, de esperanza y de salvación" (Lumen gen(ium,9) (JUAN PABLO II, Abc. 30-XII-1980).

Todo el coro innumerable de los pastores se reduce al cuerpo de un solo Pastor (SAN AGUsTÍN, Sermón
16).

En la Santa Iglesia los católicos encontramos nuestra fe, nuestras normas de conducta, nuestra oración, el
sentido de la fraternidad, la comunión con todos los hermanos que ya desaparecieron y que se purifican en
el Purgatorio

-Iglesia purgante-, o con los que gozan ya -Iglesia triunfante- de la visión beatífica, amando eternamente al
Dios tres veces Santo. Es la Iglesia que permanece aquí y, al mismo tiempo, trasciende la historia. La
Iglesia, que nació bajo el manto de Santa Maria, y continúa -en la tierra y en el cielo- alabándola como
Madre (J. ESCRíVA DE BALAGUER, Hom. El fin sobrenatural de la Iglesia,28-V- 1972).

Yo estoy en la Iglesia católica, cuyos miembros son todas las iglesias, que, por las Escrituras canónicas,
sabemos deben su origen, y también su firmeza, a los trabajos de los apóstoles; según la ayuda que me
diere el Señor, no abandonaré su comunión ni en Africa ni en ninguna parte (SAN AGUsTíN, Contra el
donatista Cresconio,3).

Unidad de vida

La espiritualidad no puede ser nunca entendida como un conjunto de prácticas piadosas y ascéticas
yuxtapuestas de cualquier modo al conjunto de derechos y deberes determinados por la propia condición;
por el contrario, las propias circunstancias, en cuanto respondan l querer de Dios, han de ser asumidas y
vitalizadas sobrenaturalmente por un determinado modo de desarrollar la vida espiritual, desarrollo que ha
de alcanzarse precisamente en y a través de aquellas circunstancias (A. DEL PORTILLo, Escritos sobre el
-631 -

sacerdocio,113).

No soportamos los cristianos una doble vida: mantenemos una unidad de vida, sencilla y fuerte en la que se
fundan y compenetran todas nuestras acciones (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,126).

Nosotros somos en todo y siempre iguales y acordes con nosotros mismos, pues servimos a la razón y no la
violentamos (ATENAGORAS, Legación 35).

5242 Leemos que, ya desde los orígenes de la predicación apostólica, se observaba esta norma tan
importante: La multitud de los creyentes no era sino un solo corazón y una sola al,na. Tal, en efecto, debe
ser el pueblo de Dios: todos hermanos bajo un mismo Padre, todos una sola cosa bajo un solo Espíritu,
todos concurriendo unánimes a una misma casa de oración, todos miembros de un mismo cuerpo que es
único (SAN HILARIO, Trat. sobre el Salmo 132).

5243 Si alguno de vosotros sigue a alguien que fomenta los cismas no poseerá el reino de Dios; el que
camina con un sentir distinto al de la Iglesia no tiene parte en la pasión del Señor (SAN IGNACIO DE
ANTIOQU lA, Carta a los de Filadelfia,1).

5244 La unidad de misión y de sacerdocio exigen que el presbítero no se sienta una "pieza suelta", sino que
experimente

vitalmente una peculiar comunión con todos los demás miembros del Pueblo de Dios llamados a participar
de esa misma tarea (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, Pp. 46-47).

5245 Os exhorto, hermanos, por la santidad de estas nupcias:

amad a esta Iglesia, vivid en tal Iglesia, sed esta Iglesia. Amad al buen Pastor, hombre tan bueno que a
nadie engaña y quiere que todos se salven. Rogad también por las ovejas dispersas; vengan también ellas,
reconozcan ellas, amen también ellas, para que haya un solo rebaño y un solo Pastor (SAN AGUSTIN,
Coment. sobre el Salmo 139).

Unidad, fortaleza y eficacia

5246 Recibimos nosotros el Espíritu Santo si amamos a la Iglesia, si vivimos unidos en caridad y nos
gloriamos del noinbre de católicos y de la fe. Creamos, hermanos: en la proporción en que ama cada uno a
la Iglesia, recibe el Espíritu Santo (SAN AGUsTíN, Trat. Evang. 5. Juan,32).

5247 En tu empresa de apostolado no temas a los enemigos de fuera, por grande que sea su poder. Este es
el enemigo imponente: tu falta de "filiación" y tu falta de "fraternidad"

(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 955).

5248 ¿Ves? Un hilo y otro y muchos, bien trenzados, forman esa maroma capaz de alzar pesos enormes.

-Tú y tus hermanos, unidas vuestras voluntades para cumplir la de Dios, seréis capaces de superar todos
los obstáculos (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 480).

5249 [. . . ] El (vínculo) de la caridad crece con el tiempo, aquiere nuevas formas por su duración y escapa a
la guadaña de la muerte, que lo siega todo, excepto la caridad. La caridad es tan fuerte como la muerte y
más dura que el hierro. Este es nuestro lazo, éstas son nuestras cadenas, las cuales, cuanto más nos unan
y estrechen, mayor ventaja y libertad nos darán. 5' fuerza no es sino suavidad, su violencia no es sino
dulzura; nada hay tan blando como esto, y nada como esto tan firme (SAN FRANCISCO DE SALEs
Epistolario, fragm. 1,1. c. , p. 635).
-632 -

5253 "Y ¿en un ambiente paganizado o pagano, al chocar este ambiente con mi vida, no parecerá postiza
mi naturalidad?", me preguntas.

-Y te contesto: Chocará sin duda, la vida tuya con la de ellos: y ese contraste, por confirmar con tus obras tu
fe, es precisamente la naturalidad que yo te pido (J. ESCRIVÁ D BALAGUER, Camino, n. 380).

La Sagrada Eucaristía, fuente de unidad

5254 Este gran sacramento que nos confiere la participación en la vida de Cristo nos une también los unos
a los otros, a todos los demás miembros de la Iglesia, a todos los bautizados sin diferencia de edad o de
continente. Aunque los que pertenecemos a la Iglesia nos hallemos dispersos por todo el mundo, aunque
hablemos diferentes lenguas, tengamos diferentes entornos culturales y seamos ciudadanos de diferentes
naciones, porque el pan es uno, somos muchos en un solo cuerpo, pues todos participamos de este único
pan (1Co 10,17) (JUAN PABLO II, Hom. Pakistán,16-II-1981).

Maria, "Madre de la unidad"

5255 La experiencia del cenáculo no reflejaría la hora de gracia de la efusión del Espíritu, si no tuviese la
gracia y la alegría de la presencia de María. Con María, la Madre de Jesús (Ac 1,14), se lee en el gran
momento de Pentecostés [. . . ]. Ella, Madre del amor y de la unidad, nos une profundamente para que,
como la primera comunidad nacida del Cenáculo, seamos un solo corazón y una sola alma. Ella, "Madre de
la unidad", en cuyo seno el Hijo de Dios se unió a la humanidad, inaugurando místicamente la unión
esponsalicia del Señor con todos los hombres, nos ayude para ser "uno" y para convertirnos en
instrumentos de unidad entre nuestros fieles y entre todos los hombres

(JUAN PABLO II, Hom. 24-111-1980).

VANAGLORIA

Citas de la Sagrada Escritura

Todo trabaja más de cuanto el hombre puede ponderar, y no se sacia el ojo de ver ni el oído de oir. Si 1,2-9.

Una voz dice: Grita. Y yo respondo: ¿Qué he de gritar? Toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del
campo. Is 40,6.

El que de sí mismo habla, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ése es
veraz y no hay en él injusticia. Jn 7,18.

¿No sabes ya de siempre, desde que el hombre fue puesto sobre la tierra, que es breve la exaltación del
malvado y dura un instante la alegria de los perversos? Jb 20,4-5.

Porque, ¿quién es el que a ti te hace preferible? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y silo recibiste, ¿de
qué te glorias, como si no lo hubieras recibido? 1Co 4,7.

Estad atentos a no hacer vuestra justicia delante de los hombres, para que os vean; de otra manera no
tendréis recompensa ante vuestro Padre, que está en los cielos. Mc 6,1.

No te vanaglories del dia de mañana, pues no sabes lo que dará de si. Pr 27,1.

Quienes siembran vientos, recogerán tempestades. La espiga no dará fruto ni formará harina, y si algunas lo
dieran; las devorará el extranjero. Os 8,7.

Peligros y consecuencias de la vanagloria

5256 Vanidad de vanidades; vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho saca el hombre de
todo por cuanto se afana debajo del sol?
-633 -

Algunos tienen gran vanidad en ir montados en un buen caballo, de llevar una pluma en el sombrero, de
estar ricamente vestidos; mas, ¿quién no conoce que esto es locura? Porque si hay alguna gloria en ello, es
del caballo, del ave y del sastre; y ¿puede haber mayor flaqueza que mendigar estimación de un caballo, de
una pluma y de un vestido? Otros se engríen y se van mirando porque llevan los bigotes levantados, la
barba bien peinada, los cabellos encrespados; porque tienen suaves las manos, porque saben bailar, jugar
o cantar; y ¿no será también flaqueza querer con unas cosas tan frívolas y ligeras aumentar su valor y
acrecentar su reputación?

Otros, por un poco de ciencia, quieren ser honrados y respetados del mundo, como sí todos hubiesen de ir a
su escuela y tenerlos por maestros, por lo cual se les da el nombre de pedantes. Otros se pavonean
mirando su belleza, y creen que todo el mundo pone en ellos sus ojos; todo esto es sumamente vano, necio
y descabellado, y la gloria que estriba en tan débiles fundamentos es vana, necia y frívola (SAN
FRANCISCO DE SALES. Introd. a la vida devota, III,4).

5257 La vanagloría es una comida del alma que le brinda primero manjares deliciosos, pero después la deja
vacía, despojada de virudes, en una absoluta desnudez, estéril y pobre de frutos espirituales (CASIANO,
Instituciones,5).

5258 (El demonio procura) enredar nuestros pasos en las zarzas de la vanagloria (CASIANO,
Instituciones,11).

5259 Ten cautela, no te dejes prender por el ardor de la vanagloria. ¿Cómo podéis creer; cuando andáis
mendigando la gloria de los hombres? (Jn 5,44). ¿Lo ves? Es tan grande este mal, que quien lo tiene no
puede creer. Nosotros, por el contrario, digamos: Tú eres mi gloria (Sal 3,4), y el que se gloría, gloríese en el
Señor (1Co 1,31) [. . . ]. Cuando des limosna, que sólo la vea Dios. Cuando ayunes, pon cara alegre 1. . . ]
Tampoco has de presentarte como demásiado piadoso ni aparecer más humilde de lo que eres, no sea que,
huyendo de la gloria, vayas en su busca (SAN JERÓNIMO, Epístola 22).

5260 Los ancianos usan de una comparación felicísima para describir el carácter de esta enfermedad que
es la vanagloria. La asemejan a la cebolla y a otras plantas bulbosas. Quitáis una capa y encontráis una
segunda: y cuantas más suprimís más envolturas halláis en ellas (CASIANO, Instituciones,11).

5261 Vanidad es buscar riquezas perecederas y esperar en ellas. También es vanidad desear honras y
ensalzarse vanamente. Vanidad es seguir el apetito de la carne [. . . J. Vanidad es desear larga vida, y no
curar que sea buena. Vanidad es pensar solamente en esta presente vida, y no proveer a 10 venidero.
Vanidad es amar lo que tan presto pasa, y no apresurarse adonde está el gozo perdurable (Imitación de
Cristo,1,1,4).

5262 Es necesario fijarse mucho en su entrada (de la vanagloria), como si se tratara de estar en guardia
contra una fiera presta a arrebatar a aquel que no la vigila. Entra calladamente y destruye todas las cosas
que encuentra en el interior (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 336).

5263 La vanidad siempre se contrapone a la verdad, que permanece siempre y nunca desfallece (SAN
AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 143).

5264 Ninguna otra cosa hace desear tanto las riquezas como el deseo de gloria. Los hombres presentan
gran número de criados, de caballos, cubiertos de oro y mesas adornadas con plata, no porque ello reporte
alguna utilidad, sino por ostentación delante de los demás. Y dice el Señor: No queráis atesorar para
vosotros tesoros en la tierra (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 383).

5265 Es una manifestación de soberbia que se dirige a buscar la excelencia en cosas de poco valor real.

Son cosas vanas las cosas falsas, las que no tienen solidez y aquellas que no pueden atender a su fin
-634 -

propio. (cfr. De malo, q. 9, a. 2; y Suma Teológica,2-2, q. 132, a. 1).

5266 Tu misma inexperiencia te lleva a esa presunción, a esa vanidad, a eso que tú crees que te da aire de
importancia.

-Corrígete, por favor. Necio y todo, puedes llegar a ocupar cargos de dirección (más de un caso se ha visto),
y, si no te persuades de tu falta de dotes, te negarás a escuchar a quienes tengan don de consejo. -Y causa
miedo pensar el daño que hará tu desgobierno (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Camino, n. 352).

5267 La honra terrena se compara a la espuma, al agua helada o al humo, o al sueño (SAN JERÓNIMO, en
Catena Aurea, vol.

IV, p. 27).

Se manifiesta de formas muy diversas

5268 Este vicio de la vanagloría, una vez abatido, se levanta y parece como que cobra mayores bríos para
la lucha. Se le creía eliminado, y ahora renace más pujante y vigoroso de su muerte aparente (CASIANO,
Instituciones,11).

5269 Ella fue la que los apartó de Dios; ella les hizo buscar otro teatro para sus luchas y los perdió. Porque
cuando se procura agradar a los espectadores que cada uno tiene, según son los espectadores, tales son
los combates que se realizan (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre 5. Mateo,72).

5270 Los otros vicios se manifiestan uniformes y simples. La vanagloria es distinta, compleja y varia.
Arremete por todos los flancos, y su vencedor la encuentra en todo cuanto le circunda, enfrentándose con
él. El porte y la actitud, el modo de andar, la voz, el trabajo, las vigilias, los ayunos, la plegaria, la soledad, la
lectura, la ciencia, el silencio, la obediencia, la humildad, la longanimidad, son para este vicio otras tantas
armas de que se sirve el enemigo para herir al soldado de Cristo.

Es como un arrecife que ocultan las olas agitadas. Emboscado en el agua y la espuma, pasa inadvertido a
los navegantes (CASIANO, Instituciones,11).

Destruye la bondad de muchas obras.

Rectitud de intención

5271 Muchas veces nuestra débil alma, cuando recibe por sus buenas acciones el halago de los aplausos
humanos, se desvía [. . . ], encontrando así mayor placer en ser llamada dichosa que en serlo realmente
[. . . ]. Y aquello que había de serle un motivo de alabanza en Dios se le convierte en causa de separación
de él (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,10>.

5272 Bueno es que padezcamos a veces contradicciones y que sientan de nos malamente, aunque
hagamos buenas obras y tengamos buena intención. Esto ayuda a la humildad y nos defiende de la
vanagloría. Mejor buscamos a Dios por testigo interior cuando Somos de fuera despreciados y no nos dan
crédito ([initación de Cristo,1,12,1).

5273 Examina bien los motivos que te impulsan a obrar para descubrir las emboscadas de la vanidad y del
amor propio; sólo a Dios debes referir todo el bien que hagas, porque has de saber que es una gran
ganancia mantener oculta y secreta una obra buena de modo que sólo Dios la conozca; si por descuido tuyo
viene a ser conocida de los hombres, pierde casi todo su valor, como un hermoso fruto que los pájaros han
empezado a picotear (J. PECCI -León XIII-, Práctica de la humildad,48).
-635 -

5274 Sí haces alguna mortificación extraordinaria, procura preservarte del veneno de la vanagloria, que
destruye a menudo todo su mérito (J. PECCI -León XIII-, Práctica de la humildad,34>.

5275 Es treta sutil del enemigo hacer sucumbir al soldado de Cristo con sus propias armas, cuando no ha
podido vencerle con las suyas (CASIANO, Instituciones,11).

Toda gloria es para Dios

5276 Nada más ridículo, nada más tonto que estar siempre dispuesto a hablar de 10 que se ha hecho, de lo
que se ha dicho (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el orgullo).

5277 Cuánto poder tenga para hacer daño el deseo de la vanagloria, nadie lo conoce mejor que aquel que
le declara la guerra; porque es fácil no buscar la propia alabanza cuando ésta es negada, pero es difícil no
complacerse en ella cuando se ofrece (SAN AGUsTíN en Catena Aurea, vol. 1p 336).

5278 Cuando des limosna, no vayas tocando la trompeta [. . . ]. Quizá procuraban reunir al pueblo cuando
hacían algo bueno, para que todos fueran a ese espectáculo (SANTO ToMAS, Catena Aurea, vol. 1p 340).

5279 No te engrías sí has servido bien, porque has cumplido lo que tenias que hacer. El sol efectúa su
tarea, la luna obedece; los ángeles desempeñan su cometido. El instrumento escogido por el Señor para los
gentiles dice: yo no merezco el no7?bre de Apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios (1Co 15,9) [. .
. ]. Tampoco nosotros pretendamos ser alabados por nosotros mismos (SAN AMBROSIO, Hom. sobre 5.
Lucas,8).

5280 Todos los males mortifican a los hijos del diablo, pero el deseo de la vanagloría mortifica más bien a
los hijos de Dios que a los hijos del diablo (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 336).

5281 Debes hacerte más pequeño que un niño; no andes tras las alabanzas de los hombres, ni ambiciones
los honores; antes bien rechaza aquéllas y éstos (J. PECCI -León XIII-, Práctica de la humildad,30).

El premio para quienes rechazan la gloria

5282 Me veo precisado a decíros que temáis con mucho cuidado por las buenas obras que hacéis, no sea
que por ellas busquéis algún favor o alguna gracia humana, no sea que se despierte en vosotros el deseo
de alabanzas, y Jo que manifestáis al exterior se quede interiormente vacío de retribu ción (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang. ).

5283 Debemos gozarnos y alegrarnos porque se nos prepara un premio en el reino de los cielos que no
conseguirán los que van detrás de la vanagloria (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1p 258).

5284 El que dispensa la misericordia, la pierde si no se compadece con un corazón puro; si busca quedar
bien, pierde todo el fruto [. . . ] (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 259).

5285 Tanto se es favorecido, cuanto menor se presume de las propias facultades. (SAN AGUSTíN, en
Catena Aurea, vol. VI, p. 259).

VERACIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Sea tu sí, sí, tu no, no. Mt 5,37.


-636 -

Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Jn 14,6.

Cuando viniere Aquél, el Espíritu de verdad, os guiará hacia la verdad completa. Jn 14,13.

Si permanecéis en mi palabra, seréis en verdad discípulos míos y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres. Jn 8,31-32.

Abrazados a la verdad, en todo ctezcamos en la caridad. Ep 4,15.

El demonio es el padre de la mentira: Jn 8,42.

El cristiano no debe mentir: Ep 4,25; Ap 14,5.

Es una infamia en el hombre la mentira [. . . ]. Si 20,26.

Los cobardes, los infieles, los abominables, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y
todos los embusteros tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y azufre, que es la segunda
muerte. Ap 21,8.

Seis cosas aborrece Yavé, y aun siete abomína su alma. Ojos altaneros, lengua mentirosa, manos que
derraman sangre inocente. Corazón que trama iniquidades, pies que corren presurosos al mal. Testigos
falsos, que difunden calumnias y encienden rencores entre hermanos. Pr 6,16-19.

Guardaos, pues, de murmuraciones inútiles, preservaos de la lengua mal hablada, porque la palabra más
secreta no quedará impune, y la boca embustera da muerte al alma. Sg 1,11.

Los labios mentirosos los aborrece Yavé, se agrada de los que proceden sinceramente. Pr 12,22.

Es preferible el ladrón al mentiroso, uno y otro tendrán por heredad la perdíción. Si 20,27.

Guárdate de mentir y de añadir mentiras a mentiras, que eso no acaba en bien. Si 7,14.

Por lo cual, dejando de lado a la mentira, hable cada uno verazmente con su prójimo, pues que todos somos
miembros unos de otros. Ep 4,25.

No hay para qué gloriaros, ni levantar mentiras contra verdad:

que esa sabiduría no es la que desciende de arriba, sino más bien una sabiduría terrena, animal y diabólica.
Jc 3,14-15.

Ellos (los gentiles) habían colocado la mentira en el lugar de la verdad 1. . . ] Rm 1,25.

Fuera perros, hechiceros, fornícanos, homicidas, idólatras y todos los que aman y practican la mentira. Ap
22,15.

Nuestro Señor es la misma verdad; el Verbo de Dios que podemos conocer y en quien debernos vivir. 1Jn
5,7.

Por lo tanto, es inútil buscar la verdad fuera de El: toda la sabiduría está contenida en Jesús. Col 2,3.

Amor a la verdad

5286 En sentido amplio, consiste la veracidad en el amor a la verdad. Más concretamente, designa la
verdad en las palabras, la conformidad de éstas (o gestos equivalentes) con el pensamiento, con la
convicción interior (cfr. Suma Teológica,2-2, q. 109, a. 1).

5287 No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte (J. ESCRIVÄ DE BALAGLER,
Camino, n. 34).
-637 -

5288 Quien no ama la verdad, todavía no conoce (SAN GRECORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. ).

5289 ¡Oh Verdad!, tú presides en todas partes a todos los que te consultan y a un tiempo les respondes a
todos, aunque sean cosas diversas. Claramente tú respondes, pero no todos oyen claramente. Todos te
consultan sobre lo que quieren. Optimo ministro tuyo es el que atiende tanto a oir de ti lo que él quisiera,
cuanto a querer aquello que de ti oyere (SAN AGUSI¡N, Confesiones,10).

5290 (La mentira) asemeja al hombre al diablo (SANTO TOMAs, Sobre los mandamientos, l. c. , p. 280).

5291 La transigencia es señal cierta de no tener la verdad. Cuando un hombre transige en cosas de ideal,
de honra

o de Fe, ese hombre es un. . . hombre sin ideal, sin honra, y sin Fe (J. ESCRivA DE BALAGUER, Camino,
n. 394).

5292 Los hombres pasan, la verdad del Señor permanece para siempre (Imitación de Cristo,1,5,2).

5293 No poseemos plenamente una verdad sí no la enseñamos a otros, si no los hacemos partícipes de
nuestra contemplación; no amamos verdaderamente una virtud si no deseamos ver cómo la aman los
demás; no amamos sinceramente a Dios si no deseamos hacer que los demás le amen. (GARRIGOL-
LAGRANGE R. Las conversiones del alma, p 19).

La veracidad y las demás virtudes

5294 Por ser animal sociable, el hombre debe a los demás cuanto sea necesario para la conservación de la
sociedad. Ahora bien, no sería posible la convivencia entre los hombres si no se fiaran entre si, convencidos
de que se dicen mutuamente la verdad (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 109, a. 3).

5295 La verdad huye del entendimiento que no encuentra humilde (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 18
sobre los Evang. ).

5296 Es cierto que la verdad huye siempre de las mentes que no son humildes (SAN AGLSTIN, Sermón
sobre humildad y temor de Dios).

5297 La mentira hace imposible la vida social (SANTO ToMÁS, Sobre los mandamientos,1. c. , p. 281).

5298 Se oponen entre sí la vanidad y la verdad (SAN AGUSTíN, Sermón 12).

5299 No podemos admitir el miedo a la ciencia, porque cualquier labor, si es verdaderamente científica,
tiende a la verdad. Y Cristo dijo: Ego sum ventas (Jn 14,6). Yo soy la verdad (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Es Cristo que pasa,10).

Rectificar cuando sea necesario

5300 Acostúmbrate a no mentir jamás a sabiendas, ni por excusarte, ni de otro modo alguno, y para esto ten
presente que Dios es el Dios de la verdad. Si acaso faltas a ella por equivocación, enmiéndalo al instante, si
puedes, con alguna explicación o reparación; hazlo así, que una verdadera excusa tiene más gracia y fuerza
para disculpar que la mentira (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,30).
-638 -

5301 Existen muchas personas -cristianos y no cristianos- decididas a sacrificar su honra y su fama por la
verdad, que no se agitan en un salto continuo para buscar el sol que más caliente. Son los mismos que,
porque aman la sinceridad, saben rectificar cuando descubren que se han equivocado. No rectifica el que
empieza mintiendo, el que ha convertido la verdad sólo en una palabra sonora para encubrir sus
claudicaciones (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,82).

Alguna vez es licito ocultar la verdad, pero nunca es lícito mentir

5302 De que se pueda en ocasiones ocultar la verdad, no se debe concluir que sea lícito mentir (SAN
AGUSTíN, en Catena Aurea, vol. 1p 425).

5303 Por dos causas debe ocultarse el conocimiento de alguna cosa a quienes la preguntan. A saber,
cuando el que inquiere es incapaz de comprenderla, o cuando por odio o menosprecio se hace indigno de
que se le explique (SAN BE DA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 368).

5304 La mentira unas veces constituye pecado mortal; otras, venial. Es mortal mentir en asuntos de fe, cosa
que puede ocurrir a predicadores y maestros ilustres; y entre todas las clases de mentiras es ésta la más
grave: Habrá entre vosotros maestros mendaces, que introducirán sectas perniciosas (2P 2,1). Algunos lo
hacen en ocasiones por aparentar sabiduría (SANTO TOMAS. Sobre los mandamientos, l. c. , p. 281).

La ignorancia y el error

5305 Perverso maestro es el diablo, que mezcla muchas veces lo falso con lo verdadero,para encubrir el
engaño con apariencia de verdad. (SAN BEDA. en Catena Aurea, vol. IV, p. 76).

5306 Si me preguntáis por qué hay tan pocos cristianos que obren con la exclusiva intención de agradar a
Dios, ved la razón de ello. Es porque la mayor parte de los cristianos se hallan sumidos en la más
espantosa ignorancia, lo cual hace que todo su obrar sea meramente humano. De manera que, si
comparaseis sus intenciones con las de los paganos, ninguna diferencia encontraríais. ¡Dios mio!, ¡cuántas
buenas obras se pierden para el cielo! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la virtud).

5307 Sólo como falsa ciencia puede ser calificada la doctrina de los herejes, los cuales enmascaran su
propia ignorancia llamándola ciencia, del tiempo revuelto dicen que está sereno y a las tinieblas las llaman
luz (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 21).

5308 Cuando se estudia mucho, se conoce a Dios: frecuentemente, la ignorancia es hija de la pereza (SAN
JUAN CRISÓS-TOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 78).

5309 La antorcha encendida significa que no debemos permitir que nadie viva en las tinieblas de la
ignorancia (SAN CIRILO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 101).

5310 La mayoría de las falsedades contienen algo de verdad; por lo menos, aquellas falsedades que son
perversiones de la verdad son las que tienen más éxito. Pero, aun sin falsedad, vosotros sabéis cuán
extraña puede aparecer la verdad a mentes no familiarizadas con ella (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón en
la inaugurac. del Seminario 5. Bernardo,3-X- 1873).

5311 Conmueven a Jesús el hambre y el dolor, pero sobre todo le conmueve la ignorancia (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Es Cristo que pasa,109).

5312 No se lee en el Evangelio que Cristo dijese: "os envío el Espíritu Santo para que os instruya sobre el
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curso del sol y de la luna". Porque quería hacer cristianos, no matemáticos (SAN AGUSTÍN, Sermón 2).

5313 Muchas veces juzgamos las cosas conforme a nuestro deseo, y perdemos con frecuencia el verdadero
juicio por amor propio (Imitación de Cristo,1,14,1).

5314 Si se da una razón contra la autoridad de las divinas Escrituras, por muy aguda que sea, engaña con
semejanza de verdad, pues no puede ser verdadera (SAN A(;USTIN, Epístola 143, a Marceliano).

5315 La doctrina del Salvador es por si misma perfecta v de ninguna necesita pues es la virtud y sabiduría
de Dios La filosofía griega al unirse a ella no hace mas poderosa la verdad; mas por hacer debiles los
argumentos de los sofistas contra aquella y rechazar las engañosas asechanzas contra la misma fue
llamada ajustado muro, cerca y valladar de la viña (CLEMENTE DE ALEJANDRIA Stromata 1)

VIDA SOBRENATURAL

Citas de la Sagrada Escritura

Respondió Jesús y le dijo:

Quien bebe de esta agua volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le diere no tendrá jamás
sed; el agua que yo le de se liará en él una fuente que salte hasta la vida eterna. Jn 4,13-14.

Y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mi. Y aunque al presente vivo en carne, vivo en la fe del Hijo de
Dios, que me amó y se entregó por mi. Ga 2,20.

Os digo, pues: Andad en espíritu y no deis satisfacción a la concupiscencia de la carne. Porque la carne
tiene tendencias contrarias a las del espíritu, y el espíritu tendencias contrarias a las de la carne, pues uno y
otra se oponen de manera que no hagáis lo que queréis. Ga 5,16-17

Y murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí, sino para aquel que por ellos murió y resucitó.
2Co 5,15.

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no lleve fruto, lo cortará; y todo
el que dé fruto, lo podará, para que dé más fruto. Jn 15,1-2.

Permaneced en mi y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto de si mismo si no permaneciere


en la vid, tampoco vosotros si no permaneciereis en mí. Yo soy la vid. Vosotros los sarmientos. El que
permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque sin mino podéis hacer nada. Jn 15,4-6.

Sí permanecéis en mi y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que quisiereis, y se os dará. En esto
será glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así seréis discípulos míos. Jo 15,7-8.

Por sus frutos los conoceréis. ¿Por ventura se recogen racimos de los espinos o higos de los abrojos? Todo
árbol bueno da buenos frutos, y todo árbol malo da frutos malos. No puede árbol bueno dar malos frutos, ni
árbol malo frutos buenos. El árbol que no da buenos fruto0 es cortado y arrojado al fuego. Por los frutos,
pues, los conocereis. Mt 7,16-20.

Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón prudente, que edífíca su casa
sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre la casa; pero no cayó,
porque estaba fundada sobre roca. Mt 7,24-25.

El que halla su vida, la perderá, y el que la perdiere por amor de mi, la hallará. Mt 10,39.

Vida sobrenatural y deseos de Dios: Buscar a Dios

5320¡Oh, Vida que la dais a todos!, no me neguéis a mi esta agua dulcísima que prometéis a los que la
quieren. Yo la quiero, Señor, y la pido, y vengo a Vos; no os escondáis, Señor, de mi, pues sabéis mi
necesidad y que es verdadera medicina del alma llagada por Vos. ¡Oh, Señor, qué de maneras de fuegos
-640 -

hay en esta vida! ¡Oh, con cuánta razón se ha de vivir con temor! Unos consumen el alma, otros la purifican,
para que viva siempre gozando de Vos. ¡Oh, fuentes vivas de las llagas de mi Dios, cómo manaréis siempre
con gran abundancia para nuestro mantenimiento y qué seguro irá por los peligros de esta miserable vida el
que procurare sustentarse de este divino licor! (SANTA TERESA, Exclamaciones,9).

La vida sobrenatural está destinada a crecer

5316 Cuanto más conoce el alma a Dios, tanto más le crece el deseo de verlo y la pena de no verLo (SAN
JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,6,2).

5317 Todo amor o sube o baja. Con el buen amor nos elevamos a Dios, con el malo nos hundimos en el
precipicio (SAN AGUSTíN, Coment. sobre el Salmo 122).

5318 En la fragua suelen echar agua para que el fuego se encienda y avive más. Esto hace el Señor con
algunas de estas almas que tienen estas calmas de amor. Les da algunas señales de su excelencia para
enfervorizarías más y así ir preparándolas para los regalos que después les quiere hacer (SAN JUAN DE LA
CRUZ, Cántico espiritual,11,1).

5319 Si dijeres basta, estás perdido. Ve siempre a más, camina siempre, progresa siempre. No
permanezcas en el mismo sitio [. . . ] (SAN AULST]N, Sermón 169).

"Recomenzar" muchas veces Ver nn. 1999-2000; 3381-3384.

5321 Hay quien no es capaz ni siquiera de cambiarse de sitio por Dios.

Quisieran sentir gustos y consuelos de Dios sin hacer más esfuerzo que tragar lo que El les echa en la boca
y gozar lo que les pone en el corazón sin mortificarse ellos en nada; sin dejar sus gustos, consuelos y
veleidades.

Pero esperan en vano. Porque mientras ellos no salgan a buscar a Dios, por mucho que le llamen, no le
encontrarán (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,3,2).

5322 Sin duda tenían fe los que dijeron: Señor auméntanos la fe. Y mientras se vive aquí, ésta es la canción
de todos los

que avanzan (SAN AGUsTíN, Coment. sobre el Salmo 17).

5323 Se quedaron muy grabadas en mi cabeza de niño aquellas señales que, en las montañas de mi tierra,
colocaban a los bordes de los caminos; me llamaron la atención unos palos altos, ordinariamente pintados
de rojo. Me explicaron entonces que, cuando cae la nieve, y cubre senderos, sementeras y pastos, bosques,
peñas y barrancos, esas estacas sobresalen como un punto de referencia seguro, para que todo el mundo
sepa siempre por dónde va la ruta.

En la vida interior, sucede algo parecido (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,151).

Por eso, en los mmentos de nevada y de ventisca, unas 5324 prácticas piadosas sólidas -nada
sentimentales-, bien arraigadas y ajustadas a las circunstancias propias de cada uno, serán como esos
palos pintados de rojo, que continúan marcándonos el rumbo, hasta que el Señor decida que brille de nuevo
el sol, se derritan los hielos, y el corazón vuelva a vibrar, encendido con un fuego que en realidad no estuvo
apagado nunca: fue sólo rescoldo oculto por la ceniza de una temporada de prueba, o de menos empeño, o
de escaso sacrificio (J. ESCRIVÁ DE BALACUER, Amigos de Dios,151).

5325 Está claro que es menester trabajar mucho, y gran ayuda es tener altos pensamientos para
esforzarnos a que lo sean nuestras obras (SANTA TEREsA, Camino de perfección,4,
-641 -

1).

5326 Según la capacidad que el vaso de la fe lleve a la fuente, así es su llenumbre (SAN AGUSTIN, Trat.
Evang. S. Juan,17).

5327 Toda la vida del buen cristiano es un santo deseo. Lo que deseas no lo ves todavía, mas por tu deseo
te haces capaz de ser saciado cuando llegue el momento de la visión. Supón que quieres llenar una bolsa, y
que conoces la abundancia de lo que van a darte; entonces tenderás la bolsa, el saco, el odre o lo que sea;
sabes cuán grande es lo que has de meter dentro y ves que la bolsa es estrecha, y por esto ensanchas la
boca de la bolsa para aumentar su capacidad. Asi Dios, difiriendo su promesa, ensancha el deseo; con el
deseo, ensancha el alma y, ensanchándola, la hace capaz de sus dones (SAN AGESTIN, Trat. sobre la 1a
carta de S. Juan).

5328 ¡Oh, vida, vida! ¿cómo puedes sustentarte estando ausente de tu vida? (SANTA TERESA,
Exclamaciones,1).

5329 Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en ti (SAN AGESTIN,
Confesiones

1,1).

Manifestaciones

5330 En la vida espiritual no hay una nueva época a la que llegar. Ya está todo dado en Cristo, que murió, y
resucitó, y vive y permanece siempre. Pero hay que unirse a El por la fe, dejando que su vida se manifieste
en nosotros, de manera que pueda decirse que cada cristiano es no ya alter Chrístus, sino ipse Christus, ¡el
mismo Cristo! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,104).

5331 El que quisiere ver cuánto ha aprovechado en este camino de Dios, mire cuánto crece cada día en
humildad interior y exterior. ¿Cómo sufre las injusticias de los otros? ¿Cómo sabe dar pasada a las
flaquezas ajenas? ¿Cómo acude a las necesidades de sus prójimos? ¿Cómo se compadece y no se indigna
contra los defectos ajenos? ¿Cómo sabe esperar en Dios en el tiempo de la tribulación? ¿Cómo rige su
lengua? ¿Cómo guarda su corazón? ¿Cómo trae domada su carne con todos sus apetitos y sentidos?
¿Cómo se sabe valer en las prosperidades y adversidades? ¿Cómo se repara y provee en todas las cosas
con gravedad y discreción? Y, sobre todo esto, mire si está muerto el amor de la honra, y del regalo, y del
mundo, y según lo que en esto hubiere aprovechado o desaprovechado, así se juzgue, y no según lo que
siente o no siente de Dios (SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, Tra(. de la oración y meditación, II,5).

5332 Es como si Dios penetrase cada vez más profundamente en nuestra voluntad. (SANTO TOMÁs. Suma
Teológica,1-2, q. 2, a. 1 ad 3).

5333 Y así como hay cosas que ayudan a la devoción, así también hay cosas que la impiden, entre las
cuales la primera son los pecados, no sólo los mortales sino también los veniales, porque éstos, aunque no
quitan la caridad, quitan el fervor de la caridad, que es casi lo mismo que devoción; por donde es razón
evitarlos con todo cuidado, ya que no fuese por el mal que nos hacen, a lo menos por el grande bien que
nos impiden (SAN PEDRO ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación, II,3).

5334 Tan sin peso es la carga de Cristo que, lejos de oprimir, alivia. No es al modo de las cargas que, por
pesar poco, se dice no pesan nada; su peso tienen [. . . ]. No es así la carga de Cristo, antes conviene que
la lleves para ser aliviado, y más agobiado te verás cuando la dejes en el suelo. Miradlo en las aves. El ave
lleva la carga de sus alas; observad que las pliega para descender a tierra, para descansar [. . . ]
-642 -

¿Piensas que está cargada? Quitale las alas, y caerá; cuando menos carga se le deje, menos volará. Te
parecerá que es usar con ella de misericordia el quitarle ese peso de las alas; mas sí quieres hacerle favor,
no se las quites, y si ya se las quitaste, deja que le vuelvan a crecer; así, creciendo en peso, alzará el vuelo
sobre la tierra (SAN AGUSTíN, Sermón /1).

5335 Tú, al que llenas de ti, lo elevas; mas, como yo aún no me he llenado de ti, soy todavía para mi mismo
una carga (SAN AGUSTíN. Confesiones,10).

5336 Ha de hacer cuenta el que comienza, que comienza a hacer un huerto en tierra muy infructuosa, que
lleva muy malas hierbas, para que se deleite el Señor. Su Majestad arranca las malas hierbas, y ha de
plantar las buenas. Pues hagamos cuenta de que está ya hecho esto cuando se determina a tener oración
un alma, y lo ha comenzado a usar. Y, con ayuda de Dios, hemos de procurar, como buenos hortelanos, que
crezcan estas plantas y tener cuidado de regarías, para que no se pierdan, sino que vengan a echar flores
que den de sí gran olor, para dar recreación a este Señor nuestro, y así se venga a deleitar muchas veces a
esta huerta y a holgarse entre estas virtudes (SANTA TERESA, Vida,11,2).

5337 Si me preguntáis qué es lo más esencial en la religión y en la disciplina de Jesucristo, os responderé:


lo primero la humildad, lo segundo la humildad y lo tercero la humildad (SAN AGUSTíN, Epístola 118).

5338 Que nuestra vida tenga su centro en nuestro interior, donde Cristo habita (SAN BERNARDO, Sermón
5).

5339 Cada uno es lo que es su amor. . . ¿Amas la tierra? Te harás tierra. ¿Amas a Dios? Serás Dios
(SA(USTIN, Trat. Evang. S. Juan,2).

5340 La fecunda vida cristiana reproduce de algún modo la "circulación" trinitaria: donde está una Persona
están las otras dos. También el quehacer temporal, el apostólico, y el amor de Dios se reclaman
mutuamente. Más aún: cuando esa nidad existe realmente, no se sabe con exactitud

dónde empiezan y terminan el trabajo, el apostolado y la oración; todo es a la vez oración, trabajo y
apostolado (J. M. PEROSANz. El símbolo atanasiano, PP. 62-63).

5341 Distraerte. -¡Necesitas distraerte!. . . abriendo mucho tus ojos para que entren bien las imágenes de
las cosas, o cerrándolos casi, por exigencia de tu miopía. . . ¡Ciérralos del todo!: ten vida interior, y verás,
con color y relieve insospechados, las maravillas de un mundo mejor, de un mundo nuevo: y tratarás a Dios.
. . , y conocerás tu miseria. . . , y te endiosarás. . . con un endiosamiento que, al acercarte a tu Padre, te
hará más hermano de tus hermanos los hombres (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 283).

La vida sobrenatural del sacerdote

5342 Una contraposición entre el ministerio sacerdotal y la vida espiritual del sacerdote es falsa, y sólo
puede proceder de no haber entendido rectamente una de las dos cosas, o las dos. Esa contraposición no
se ha dado jamás en los sacerdotes santos, que han encontrado en el ejercicio del ministerio una exigencia
de propia vida espiritual, y en esa vida espiritual un estimulo para el ministerio cultual y pastoral (A. DEL
PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 120).

¿Ejerces la cura de almas? No por ello olvides la cura de ti 5343 mismo, ni te entregues tan pródigamente a
los demás que no quede para ti nada de ti mismo; porque es necesario, ciertamente, que te acuerdes de las
almas a cuyo frente estás, pero no de manera que te olvides de ti (SAN CARLOS BoRROMEO, Sermón con
ocasión de su último sínodo).

5344 El ministerio rectamente ejercido -por ejemplo, la Misa bien celebrada, los Sacramentos bien
administrados, la Palabra de Dios bien predicada, la caridad pastoral delicadamente vivida, etc. - fomenta la
-643 -

vida interior; y la vida interior bien encauzada dispone para el mejor ejercicio del ministerio; pero ni una ni
otra cosa salen solas, las dos requieren atención, correspondencia a la gracia (A. DEL PORTILLO, Escritos
sobre el sacerdocio, p. 121).

5345 Dice muy bien la Iglesia, refiriéndose a sus miembros enfermos: Me pusieron a guardar sus viñas; y n?
i viña, la mía, no la supe guardar. Elegidos como guardas de las viñas, no custodiamos ni tan sólo nuestra
propia viña, sino que, entregándonos a cosas ajenas a nuestro oficio, descuidamos los deberes de nuestro
ministerio (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. )

La vida sobrenatural y los demás

5346 Sin una vida interior sólida, sin una auténtica unión con Jesucristo, sin piedad verdadera, no se puede
ser apóstol. Para restaurar todas las cosas en Cristo por medio del apostolado es menester la gracia divina,
y el apóstol no la recibe sí no está unido a Cristo. Todos los que participan del apostolado deben, por tanto,
poseer la verdadera piedad (SAN Pío X, Carta,11-6-1909).

5347 Recibe de Cristo, para que puedas hablar a los demás. Acoge en ti el agua de Cristo [. . . ]. Llena,
pues, de esta agua tu interior, para que la tierra de tu corazón quede humedecida y regada por sus propias
fuentes (SAN ANIBROSIO, Carta 2).

5348 Donde está la caridad, ¿qué puede faltar? Y donde ella no está, ¿qué puede aprovechar? (SAN
AGUSTíN, Trat. Evang.

S. Juan,3).

5349 Es preciso que seas "hombre de Dios", hombre de vida interior, hombre de oración y sacrificio. -Tu
apostolado debe ser una superabundancia de tu vida "para adentro" (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER Camino,
n. 961).

5350 Todo el que quiere vivir tiene de dónde vivir y de qué vivir. Que venga y crea. Que se incorpore para
ser vivificado, que no le atemorice la unión con los demás miembros. Que no sea un miembro gangrenado
que haya que amputar, ni torcido, del que haya que avergonzarse. Que sea un miembro robusto, adaptado,
sano. Que se abrace firmemente al cuerpo (SAN AGUSTíN, Trat. Evang. S. Juan,26).

5351 (El Bautista) [. . . ] escuchaba en su interior la voz de la verdad para manifestar al exterior lo que oía
(SAN GREGORIO M(N(), Hom. 20 sobre los Evang. ).

5352 Reina la concupiscencia carnal donde no hay caridad (SAN AGUSTíN, Enquiridio,117).

5353 No hay camino más sublime que el de la caridad, y por él sólo andan los humildes (SAN AGUSTíN,
Co¡nent. sobre el

Sabno 141).

5354 Acá, estas dos cosas pide el Señor; amor a Su Majestad y al prójimo; es en lo que hemos de trabajar.
Guardándolas con perfección, hacemos su voluntad, y así estaremos unidos con El [. . . ].

La señal más cierta que -a mi parecer- hay de si guardamos estas dos cosas, es guardando bien la del amor
del prójimo; porque sí amamos a Dios no se puede saber (aunque hay indicios grandes para entender que
le amamos), mas el amor del prójimo, sí. Y estad ciertas que mientras más en éste os viereis aprovechadas,
más lo estáis en el amor de Dios; porque es tan grande el que Su Majestad nos tiene, que en pago del que
tenemos al prójimo hará que crezca el que tenemos a Su Majestad por mil maneras; en esto yo no puedo
-644 -

dudar [. . . J creo yo que, según es malo nuestro natural, que si no es naciendo de raíz del amor de Dios, no
llegaremos a tener con perfección el del prójimo. (SANTA TERESA Las Moradas,5,3).

VIGILANCIA

Citas de la Sagrada Escritura

Vela sobre ti, atiende a la enseñanza, insiste en ella. Haciendo así te salvarás a ti mismo y a los que te
escuchan. 1Tm 4,16.

Yo sé que después de mí partida vendrán a vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño, y que de
entre vosotros mismos se levantarán hombres que enseñen doctrinas perversas para arrastrar a los
discípulos en su seguimiento. Velad, pues, acordándoos de que por tres años, noche y día, no cesé de
exhortaros a cada uno con lágrimas. Ac 20,29-31.

Yo duermo, pero mí corazón vela. Es la voz del amado que llama: ¡Abreme, hermana mía, amada mía,
paloma mía, inmaculada mía!. Que está mí cabeza cubierta de rocío y mis cabellos de la escarcha de la
noche. Ct 5,2.

Amo a los que me aman, y el que me busca me hallará. Pr 8,17.

entonces estarán dos en el campo, uno será tomado y otro será dejado. Dos molerán en la muela, una será
tomada y otra será dejada.

Velad, pues, porque no sabéis cuándo llegará vuestro Señor. Pensad bien que si el padre de familia supiera
en qué vigilia vendría el ladrón, velaria y no permitiría horadar su casa. Por eso vosotros habéis de estar
preparados, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del hombre. Mt 24,40-44.

Llegaron más tarde las otras vírgenes, diciendo: Señor, señor, ábrenos. Pero él respondió: En verdad os
digo que no os conozco. Velad, pues que no sabéis el día ni la hora. Mt 25,11-13.

Y tomando a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y angustiarse. Entonces les dijo:
Triste está mi alma hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo. Mt 26,37-38.

Y viniendo a los discípulos, los encontró dormidos, y dijo a Pedro: ¿De modo que no habéis podido velar
conmigo una hora? Velad y orad para que no caigáis en la tentación; el espíritu está pronto, pero la carne cs
flaca. Mt 26,40-41.

Estad alerta, velad, porque no sabéis cuándo será el tiempo. Como el hombre que parte de viaje, al dejar su
casa, encargó a sus siervos a cada uno su obra, y al portero le encargó que velase. Velad, pues, vosotros,
porque no sabéis cuándo vendrá el amo de la casa, si por la tarde, si a medianoche, o al canto del gallo, o a
la madrugada, no sea que, viniendo de repente, os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo
digo: Velad.

Mc 13,33-37.

Estad atentos, no sea que se emboten vuestros corazones por la crápula, la embriaguez y las
preocupaciones de la vida, y de repente venga sobre vosotros aquel día como un lazo; porque vendrá sobre
todos los moradores de la tierra. Velad, pues, en todo empo y orad, para que podáis evitar todo esto que ha
de venir y comparecer ante el Hijo del hombre. Lc 21,34-36.

Tened ceñidos vuestros lomos y encendidas las lámparas, y sed como hombres que esperan a su amo de
vuelta de las bodas, para que, al llegar él y llamar, al instante le abran. Dichosos los siervos aquellos a
quienes el amo hallare en vela; en verdad os digo que se ceñirá, y los sentará a la mesa, y se prestará a
servirlos. Ya llegue a la segunda vigilia, ya a la tercera, silos encontrare así, dichosos ellos. Vosotros sabéis
bien que, si el amo de casa conociera a qué hora habría de venir el ladrón, velaría y no dejaría horadar su
casa. Lc 12,35-40.

Velad y estad firmes en la fe, obrando varonilmente y mostrándoos fuertes. 1 Co 16,13.

El fin de todo está cercano. Sed, pues, discretos y sobrios (para prepararse) a la oración. 1P 4,
-645 -

Sed sobrios y vigilad, que vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda rondando y busca a quien
devorar. 1P 5,8.

Por lo cual, ceñidos los lomos de vuestra mente y viviendo sobriamente, tened vuestra esperanza
completamente puesta en la gracia que os ha traído la revelación de Jesucristo. ]P 1,13.

Cuanto a vosotros, hermanos, no viváis en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como ladrón, porque
todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Por consiguiente, no
durmamos como los otros, sino que estemos vigilantes y vivamos sobriamente. Los que duermen, de [loche
duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, hijos del día, seamos sobrios,
revestidos de la coraza de la fe y de la caridad y del yelmo de la esperanza en la salvación. Que no nos
destína Dios a la ira, sino a la adquisición de la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por
nosotros para que, ya velemos, ya durmamos, vivamos unidos a El,1 Th 5,4-10.

Al ángel de la iglesia de Sardes escribe: Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete
estrellas: Conozco tus obras y que tienes nombre de vivo, pero estás muerto. Estáte alerta y consolída lo
demás, que está para morir, pues no he hallado perfectas tus obras en la presencia de mi Dios. Por tanto,
acuérdate de lo que has recibido y has escuchado, y guárdalo y arrepiéntete. Porque, si no velas, vendré
como ladrón, y no sabrás la hora en que vendré a ti. Ap 3,1-3.

He aquí que vengo como ladrón; bienaventurado el que vela y guarda sus vestidos para no andar desnudo y
que se vean sus vergüenzas. Ap 16,15.

Tomad el yelmo de la salvación y la espada del espíritu, que es la palabra de Dios, con toda suerte de
oraciones y plegarias, orando en todo tiempo en espíritu, y para ello velando con toda perseverancia y
súplica por todos los santos. Ep 6,17-18.

Aplicaos a la oración, velad en ella con hacímiento de gracias, orando a una también por nosotros; para que
Dios nos abra puerta para la palabra, para anunciar el misterio de Cristo, por amor del cual estoy preso. Col
4,2-3.

"No sabemos ni el día ni la hora"

5355 [. . . ] cada cual ha de ser juzgado en el estado en que salga de este mundo; y por esto ha de velar
todo cristiano, para que la llegada del Señor no le encuentre dormido: y le encuentra en esta situación al
que en el último dia de su vida le encuentra desprevenido (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. III, p. 202).

5356 Quiso el Señor que nos fuese desconocida la última hora, para que, no pudiendo preverla, estemos
siempre preparándonos para ella (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 106).

5357 Siempre hemos de tener presente la hora de nuestra salida; siempre hemos de tener ante los ojos del
alma este consejo de Nuestro Redentor: Velad, porque no sabéis el día ni la hora (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang. ).

5358 Estad vigilantes, pues no sabéis cuándo llegará vuestro Señor. Pensad bien que si el padre de familias
supiera en qué vigilia vendría el ladrón [. . . ].

Con esto parece confundir a aquellos que no ponen tanto cuidado en guardar su alma, como en guardar sus
riquezas del ladrón que esperan (SAN JUAN CRISÓSTOMO en Catena Aurea, vol. III, p. 204).

5359 A nadie se le ha prometido nunca el día de mañana (SAN AGUSTIN, Sermón 87).

Vigilancia en la doctrina

5360 Se dejaron seducir por el brillo de un lenguaje acicalado y por ciertas máximas de los filósofos. Estas,
a primera vista, no parecían estar en pugna con nuestros sentimientos religiosos ni en desacuerdo con
-646 -

nuestra santa fe. Tenían el brillo del oro; pero en realidad era un brillo falso, postizo. Por eso, después de
haberse dejado engañar con esta apariencia de doctrina que, en la superficie, parecía inocua y verdadera,
se encontraron de pronto en la miseria más absoluta, como quienes se han provisto sólo de moneda falsa
(CASIANO, Colaciones,1).

5361 Como piezas falsas que imitan la moneda del rey legitimo, parecen estas obras, a primera vista,
impresas con el troquel de la piedad o acuñadas con ella. Pero en realidad no llevan la impronta de la
moneda autorizada, quiero decir, de los Padres católicos, reconocidos universalmente, ni proceden de la
oficina legal de los antepasados, ya que no forman parte del genuino legado de sus enseñanzas. Al
contrarío, son piezas fabricadas clandestinamente y en forma fraudulenta por los mismos demonios, que las
hacen circular en seguida para engatusar a los ingenuos e ignorantes (CASIANO, Colaciones,1).

Parte de la virtud de la prudencia

5362 A la vigilancia se opone la negligencia o falta de solicitud debida, que procede de cierta desgana de la
voluntad, lo cual impide que el entendimiento sea impulsado y movido a imperar lo que debe o en la forma
que debe (SANTO To-MÁS, Suma Teológica,2-2, q. 54, a. 3).

5363 Cuidad que no se os oscurezcan las luces de vuestra inteligencia: porque los cuidados de esta vida
ahuyentan la prudencia, hacen vacilar la fe y causan el naufragio (TITO BROCENSE, en Catena Aurea, vol.
VI, p. 420).

5364 La prudencia está en guardia y en vigilancia diligente, no sea que insinuándose poco a poco una mala
inclinación, nos engañemos y caigamos (SAN AGUSTíN, De las costumbres de la Iglesia,24).

Para custodiar el amor a Dios

5365 Vela con el corazón, vela con la fe, con la caridad, con las buenas obras ¡. . . ]; prepara las lámparas,
cuida de que no se apaguen, alímentándolas con el aceite interior de una recta conciencia; permanece
unido al Esposo por el Amor, para que El te introduzca en la sala del banquete, donde tu lámpara nunca se
extinguirá (SAN AGUSTIN, Sermón 93).

5366 Me pondré de centinela, me plantaré en la atalaya, velaré para escuchar lo que me dice, lo que
responde a mis quejas. Procuremos, hermanos, ponernos también nosotros de centinela, porque la vida
presente es tiempo de lucha (SAN BERNARDO, Sermón 5).

5367 Para custodiar el Amor se precisa la prudencia, vigilar con cuidado y no dejarse dominar por el miedo.
Entre los autores clásicos de espiritualidad, muchos comparan al demonio con un perro rabioso, sujeto por
una cadena: sí no nos acercamos, no nos morderá, aunque ladre continuamente. Sí fomentáis en vuestras
almas la humildad, es seguro que evitaréis las ocasiones, reaccionaréis con la valentía de huir; y acudiréis
diariamente al auxilio del Cielo, para avanzar con garbo por este sendero de enamorados (J. EScRIvÁ DL
BALAGUER, Amigos de Dios,180).

5368 No sabemos cuán grande es un pecado. No sabemos cuán sutil y penetrante es un mal. Da vueltas a
nuestro alrededor y entra por cada rendija, o mejor, por cada poro. Es como el polvo, que todo lo cubre.
contaminándonos por todos lados, y hace necesaria una atención y limpieza constantes (CARD, J. H.
NEWMAN, Dom. de Septuagésima, Serm. del juicio).

Para no caer en la tentación

5369 Estad en vela, porque cuando el cuerpo duerme es nuestra naturaleza la que domina y obramos no
guiados por nuestra voluntad, sino por los impulsos de nuestra naturaleza. Y cuando un pesado sopor, por
ejemplo, la pusilanimidad o la tristeza, domina el alma, ésta es dominada por el enemigo y, bajo los efectos
-647 -

de ese sopor, hace lo que no quiere. Los impulsos dominan a la naturaleza y el enemigo al alma (SAN
EFREN, Coment. al Diatéssaron,18,15-17).

5370 En fin, es menester siempre velar y orar, porque no hay mejor remedio para descubrir las cosas
ocultas del demonio y hacerle dar señal que con la oración (SANTA TERESA, Camino de perfección,7,6).

5371 El diablo no permite a aquellos que no velan, que vean el mal hasta que lo han consumado (SAN
JUAN CRIsOSTO1O, en Catena Aurea, vol. 111, p. 345).

5372 Si estás dormido y tu corazón no está en vela, se marcha sin haber llamado; pero si tu corazón está en
vela, llama y pide que se le abra la puerta (SAN AMBROSIO, Coment. sobre el Salmo 18).

5373 Pero tened presente que, cum dormirent homines, mientras dormían los hombres, vino el sembrador
de la cizaña, dice el Señor en una parábola (Mt 13,25). Los hombres estamos expuestos a dejarnos llevar
del sueño del egoísmo, de la superficialidad, desperdigando el corazón en mil experiencias pasajeras,
evitando profundizar en el verdadero sentido de las realidades terrenas. ¡Mala cosa ese sueño, que sofoca
la dignidad del hombre y le hace esclavo de la tristeza! (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo que
pasa,147).

5374 Este adversario enemigo nuestro por donde quiera que pueda procura dañar; y pues él no anda
descuidado, no lo andemos nosotras (SANTA TERESA, Camino de perfección,19,13).

VIRGEN SANTISIMA

Citas de la Sagrada Escritura

1. Santa María Virgen

El Señor mismo os dará por eso la señal: He aquí que la virgen grávida da a luz, y le llama Emmanuel. Is
7,14.

Eres jardín cercado, hermana mía, esposa, eres jardín cercado, fuente sellada. Ct 4,12.

2. Madre del amor

Yo soy la madre del amor hermoso, del temor, de la ciencia y de la santa esperanza. Venid a mi cuantos me
deseáis, y saciaos de mis frutos. Porque recordarme es más dulce que la miel, y poseerme, más rico que el
panal de miel. Si 24-26.

Amo a los que me aman, y el que me busca me hallará. Pr 8,17

Y cantarán saltando de júbilo: "En ti están mis fuentes todas". Ps 86,7.

3. Veneración a María

Tú, orgullo de Jerusalén; tú, gloria de Israel; tú, honra de nuestra nación; por tu mano has hecho todo esto,
tú has realizado esta hazaña en favor de Israel. Que se complazca Dios en ella. Bendita seas tú del Señor
omnipotente por siempre jamás. Amén. Jdt 15,10.

Muchos hijos han hecho proezas, pero tú a todas sobrepasas. Pr 31,29.

¿Quién es ésta que se levanta como la aurora, hermosa cual la luna, resplandeciente como el Sol, terrible
como un ejército en orden de batalla? Ct 6,10.

4. Peticiones a través de María

Bienaventurado quien me escucha y vela a mi puerta cada día, guardando las jambas de mis puertas. Pr
-648 -

8,34.

Y una tienda como sombras de dia contra el calor, y como refugio y abrigo contra el turbión y el aguacero. Is
4,6.

Entonces el creador de todas las cosas me dio una orden, y el que me creó reposó en mi tienda, y me dijo:
Pon tu tienda en Jacob, y sea tu heredad en Israel. Si 24,12.

Es tu cuello cual la torre de David, adornada de troleos, de la que penden mil escudos. Ct. 4,4.

S. inmaculada

(Pondré enemistad) [. . . J entre tu linaje y el suyo; Este te aplastará la cabeza, y tú le acecharás el calcañal.
Gn 3,15.

Eres del todo hermosa, amiga mía, no hay lacha en ti. Ct 4,7.

Antes que los abismos fui engendrada yo, antes que fuesen las fuentes de abundantes aguas. Pr. 8,24.

Tus testimonios son verídicos en grado sumo, conviene a tu casa la santidad. ¡Oh Yavé!, por el transcurso
de los días. Ps 92, S.

El nombre de María

5375 El nombre hebreo de María se traduce por Domina en latín; el Angel le da, por tanto, el título de
Señora (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón sobre la Anunciación de la B. Virgen María,142).

5376 Estas palabras, el Señor es contigo, son las más excelsas que se le podían haber dicho. Con razón,
pues, el Angel reverencía a la Virgen, por ser Madre del Señor, y Señora por tanto. Y le es muy propio el
nombre de María, que en siríaco quiere decir "Señora" (SANTO TOMÁS, Sobre el Avemaría,1. c. , p. 183).

5377 Y el nombre de la Virgen era María. Digamos también acerca de este nombre, que significa "estrella
del mar" y se adapta a la Virgen Madre con la mayor proporción (SAN BERNARDO, Hom. sobre la Virgen
Madre,2).

5378 Porque sólo Ella conjuró la maldición, trajo la bendición y abrió la puerta del paraíso. Por este motivo
le va el nombre de "María", que significa "estrella del mar"; como la estrella del mar orienta a puerto a los
navegantes, María dirige a los cristianos a la gloria (SANTO TOMÁS, Sobre el Avemaría,1. c. , p. 185).

5379 Con razón se la llama "María", que quiere decir "iluminada": El Señor llenará tu alma de resplandores
(Is 58,11), y significa además "iluminadora de otros", por referencia al mundo entero; y se la compara a la
luna y al sol (SANTO ToMAS, Sobre el Avemaría,1. c. ,182).

5380 La palabra María significa en hebreo estrella del mar, y en siríaco Señora. Y con razón, porque
mereció llevar en sus entrañas al Señor del mundo y a la luz perenne de los siglos (SAN BEDA, en Catena
Aurea, vol. V, p. 36).

"Su dignidad es casi infinita"

5381 La bienaventurada Virgen María, por el hecho de ser Madre de Dios, tiene una especie de dignidad
infinita a causa del bien infinito que es Dios. Y en esa línea no puede imaginarse una dignidad mayor, como
no puede imaginarse cosa mayor que Dios (SANTO TOMÁs, Suma Teológica,1, q. 25, a. 6).

5382 A la majestad de Dios convenía que no naciese sino de la Virgen, y a la Virgen convenía que no diera
-649 -

a luz a otro que a Dios (SAN BERNARDO, Hom. sobre la Virgen Madre,2).

5383 Como el océano recibe todas las aguas, así María recibe todas las gracias. Como todos los ríos se
precipitan en el mar, así las gracias que tuvieron los ángeles, los patriarcas, los profetas, los apóstoles, los
mártires, los confesores y las vírgenes se reunieron en María (SAN BUENAvENTURA, Speculi,2).

5384 Quita este cuerpo solar que ilumina al mundo, ¿cómo podna haber día? Quita a María, esta estrella
del mar (. . . ), ¿qué quedará, sino oscuridad que todo lo ofusque, sombra de muerte y densisímas tinieblas?
(SAN BERNARDO, Hom. en la Natividad de la B. Virgen María,6).

5385 Sí se veneran todos los justos, ¿quién es el que no alabará a la fuente de la Justicia y al tesoro de la
santidad? Ni la lengua de los hombres, ni la mente de los ángeles, que es lo más sublime del mundo,
pueden dignamente ensalzaría (SAN JUAN DAMASCENO, Homilía en la Dormición de la Virgen,1).

5386 Dios dio el nombre de mar a la reunión de las aguas, y a la reunión de todas las gracias se llama
María (SAN BERNARDO, Hom. super Missus est).

5387 Mujer, eres tan grande y tanto vales, que quien quiere una gracia y no recurre a ti, pretende volar n
alas (LEÓN XIII, Enc. A ugustissimae Virginis Maríae).

Predestinación de María

5388 Eligió y señaló (Dios) desde el principio y antes de los tiempos, una Madre para que su unigénito Hijo,
hecho carne de ella, naciera en la dichosa plenitud de los tiempos; y en tanto grado la amó por encima de
todas las criaturas, que en sólo ella se complació con señaladísíma benevolencia (Pto IX, Bula Inefflabilis
Deus,8-XII-1854).

5389 La Virgen bienaventurada, predestinada desde la eternidad como Madre de Dios, junto con la
encarnación del Verbo Divino, por consejo de la Providencia divina se constituyó en esta vida como Madre
santa del Redentor divino, como asociada generosa y excepcional, y como humilde esclava del Señor
(CONC. VAT. II, Const. Lumen gentiuln,61).

5390 Fue enviado el ángel, dice el Evangelio, a la Virgen. Virgen en su cuerpo, virgen en su alma, virgen por
su decisión, virgen, finalmente, santa en el cuerpo y en el alma; no hallada recientemente y por casualidad,
sino elegida desde la eternidad, predestinada y preparada por el Mtísímo para El mismo, guardada por los
ángeles, designada anticipadamente por los padres antiguos, prometida por los profetas (SAN BERNARDO,
Hom. sobre la Virgen Madre,2).

Concepción Inmaculada

5391 Declaramos, pronunciamos y definimos, que la doctrina que sostiene que la beatisíma Virgen María
fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción, por
singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del
género humano, ha sido revelada por Dios y debe ser, por tanto, firme y constantemente creída por todos
los fieles (Pto IX, Bula Ineffabilis Deus,8-XII-1854).

5392 Se da a entender que la Madre de Dios fue la sede de todas 5392 las gracias divinas y que fue
adornada con todos los carismas del Espíritu Santo, hasta el punto de no haber estado nunca bajo el poder
del mal y de merecer oír, participando a una con su Hijo de una bendición perpetua, aquellas palabras que
Isabel pronunció movida por el Espíritu Santo:

Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus,8-XII-1854).
-650 -

5393 En tanto grado la amó (Dios> por encima de todas las criaturas, que en sólo ella se complació con
señaladísima benevolencia. Por lo cual, tan maravillosamente la colmó de la abundancia de todos los
celestiales carismas, sacada del tesoro de la divinidad, muy por encima de todos los ángeles y santos, que
ella, libre siempre absolutamente de toda mancha de pecado y toda hermosa y perfecta, manifestase tal
plenitud de inocencia y santidad, que no se concibe en modo alguno mayor después de Dios y nadie puede
imaginar fuera de Dios (Pb IX, Bula Ineffabilis Deus,8-XII-1854).

Plenitud de gracia y exención de todo pecado

5394 Dios te salve, llena de gracia. Y en verdad que es llena de gracia, porque a los demás se da con
medida, pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia. Verdaderamente es llena
de gracia aquella por la cual toda criatura fue inundada con la lluvia abundante del Espíritu Santo (SAN
JERÓNIMO, Sermón sobre la Asunción de la Virgen).

5395 No temas, María, porque hallaste gracia a los ojos de Dios. ¿Cuánta gracia? Una gracia llena, una
gracia singular [. . . ]. Es tan singular como general, pues tú sola recibes más gracia que todas las demás
criaturas. Es singular, por cuanto tú sola hallaste esta plenitud; es general, porque de esa plenitud reciben
todos (SAN BERNARDO, Hom. en la Anunciación,3).

5396 María fue llena de gracia en cuanto a la dimanación de ésta a todos los hombres. Ya es grande para
un santo tener tanta gracia que baste para la salvación de muchos, y lo más grande sería tenerla suficiente
para salvar a todos los hombres del mundo; esto último ocurre en Cristo, y en la Santísima Virgen (SANTO
TOMÁS, Sobre el Avemaría,1. c. , p. 182).

5397 El Sol de justicia, tomando un cuerpo purísimo de las entrañas de la Virgen, no sólo no se manchó,
sino que, por el contrarío, santificó más a la Madre (SAN JUAN CRIsÓsTOMO, en Catena Aurea, vol. V, p.
42).

5398 Con razón, pues, se nos presenta a María vestida del sol, por cuanto penetró el abismo profundísímo
de la divina sabiduría más allá de lo que se puede pensar, de suerte que, en cuanto lo permite la condición
de simple criatura, sin llegar a la unión personal, parece estar sumergida totalmente en aquella inaccesible
luz, en aquel fuego que purificó los labios del profeta Isaías, y en el cual se abrasan los serafines [. . . ]. Muy
blanco es en verdad y también muy cálido el vestido de esta mujer, por quien todas las cosas se ven tan
excelentemente iluminadas, que no es lícito sospechar en ella nada, no digo tenebroso, pero ni siquiera en
modo alguno oscuro o menos lúcido, ni tampoco algo que ea tibio o no lleno de fervor (SAN BERNARDO,
Hom. en la octava de la Asunción,4).

Virginidad perpetua

5399 La virginidad de María tiene tanto más valor y belleza cuanto que Cristo no sólo se la reservó
celosamente después de haber sido concebido en ella, sino que eligió por madre a una virgen que
previamente estaba consagrada a Dios (SAN AGUSTíN, Sobre la santa virginidad,4-5).

5400 Si alguno no confiesa, de conformidad con los Santos Padres, que la Santa Madre de Dios y siempre
virgen e inmaculada María, propiamente y según la verdad, concibió del Espíritu Santo, sin cooperación viril,
al mismo Verbo de Dios, que antes de todos los siglos nació de Dios Padre, e incorruptiblemente le
engendró, permaneciendo indisoluble su virginidad incluso después del parto, sea condenado (CONC. DE
LETRÁN, año 649, Contra los monoteletas, c. 3; Dz 503).

5401 Virgen antes del parto, en el parto y por siempre después del parto (PAULC IV, Const. Cum
quorumdam,7-VIII-1555).
-651 -

5402 La Iglesia, extendida por toda la tierra hasta los confines del orbe, recibió de los Apóstoles y de los
discípulos esa fe que cree en un solo Dios y en un solo Jesucristo [. . . ] y en aquella generación que
procede de una virgen (SAN IRENEO DE LYON, Trat. contra las herejías).

5403 [. . . ] Una virgen desposada con un varón que se llamaba José [. . . ]. Quiso más bien el Señor que
algunos dudasen de su nacimiento que de la pureza de su Madre. Sabia que el honor de una Virgen es
delicado, y la reputación del pudor, frágil; y no estimó conveniente que la fe de su nacimiento se demostrase
con posibles injurias de su Madre. Y así como la Virgen fue íntegra por su pudor, así su virginidad debió ser
inviolable en la opinión (SAN ANIBROSIO, en Catena Aurea, vol. V, p. 35).

5404 La dignididad virginal comenzó con la Madre de Dios (SAN AGUST!N, Sermón 51).

5405 Así engalanada con las joyas de estas virtudes, resplandeciente con la doble hermosura de su alma y
de su cuerpo, conocida en los cielos por su belleza y atractivo, la Virgen regia atrajo sobre sí las miradas de
los que allí habitan, hasta el punto de enamorar al mismo Rey y de hacer venir al mensajero celestial. (SAN
BERNARDO, Hom. sobre la Virgen Madre,2).

5406 Debemos profesar una ferviente devoción a la Santísima Virgen, si queremos conservar esta hermosa
virtud; de lo cual no nos ha de caber duda alguna, sí consideramos que ella es la reina, el modelo y la
patrona de las vírgenes [. . . ]. San Ambrosio llama a la Santísima Virgen señora de la castidad; San Epifanio
la llama princesa de la castidad; y San Gregorio, reina de la castidad'[. . ] (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre la pureza).

5407 Esta hermosa virtud, dice San Bernardo, fue la causa de que el Padre Eterno mirase a la Santísima
Virgen con complacencia; y si la virginidad atrajo las miradas divinas, su humildad fue la causa de que
concibiese en su seno al Hijo de Dios. Si la Santísima Virgen es la Reina de las Vírgenes, es también la
Reina de los humildes (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la humildad).

Madre de Dios y Madre nuesra

Si alguno no confiesa que Dios es, según verdad, el Emma- 5408 nuel y que, por eso, la Santa Virgen es
Madre de Dios (pues engendró carnalmente al Verbo de Dios hecho carne), sea anatema (CONC. DE
EEESO, Sobre la unión de las naturalezas en Cristo, Dz 113).

Por el hecho mismo de haber dado a luz al Redentor del 5409 género humano es también Madre
benignísima de todos nosotros, a quienes Cristo Nuestro Señor quiso tener por hermanos (Rm 8,29) (Pío XI,
Enc. Lux veritatis,25-XII-1931).

Tal nos la proclamó (Cristo) desde la cruz cuando en el 5410 discípulo Juan encomendó a su cuidado y
amparo a todo el género humano (Jn 19,26-27); tal, finalmente, se dio ella misma cuando, al abrazar
generosamente aquella herencia de inmenso trabajo que su Hijo moribundo le deja ba, empezó
inmediatamente a cumplir para todos sus oficios de Madre (LEÓN XIII, Enc. Octobri mense,22-IX-1891).

Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo,5411 presentándolo al Padre en el templo, padeciendo


con su Hijo cuando moría en la cruz, cooperó en forma enteramente impar a la obra del Salvador con la
obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas.
Por eso es nuestra Madre en el orden de la gracia (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,61).

Me extraña en gran manera que haya alguien que tenga 5412 duda alguna de si la Santísima Virgen ha de
ser llamada Madre de Dios. En efecto, si nuestro Señor Jesucristo es Dios, ¿por qué razón la Santísima
Virgen, que lo dio a luz, no ha de ser llamada Madre de Dios? Esta es la fe que nos transmitieron los
discípulos del Señor, aunque no emplearan esta misma expresión. Así nos lo han enseñado también los
Santos Padres (SAN CIRILO DE ALEJANDRíA, Carta 1,27-30).

5413 Acuérdome que cuando murió mi madre, quedé yo de edad de doce años, poco menos. Como yo
-652 -

comencé a entender lo que había perdido, afligida fuime a una imagen de nuestra Señora y suplicaba fuese
mi madre, con muchas lágrimas. Paréceme que, aunque se hizo con simpleza, que me ha valido; porque
conocidamente he hallado a esta Virgen soberana en cuanto me he encomendado a Ella y, en fin, me ha
tornado a si (SANTA TERESA, Vida,1,7).

5414 Nadie, pues, intente jamás privar a María Santísima del privilegio de esta gracia divina y de una gloria
tan especial. Por el querer determinado del Señor, Dios nuestro e Hijo suyo, debemos proclamarla con toda
verdad y acierto Theotokos, Madre de Dios (SAN VICENTE DE LERIN5, Conmonitorio, n. 15).

5415 Por María, la misma Vida fue introducida en el mundo, de manera que al dar a luz al Viviente es Madre
de los vivientes (SAN EPIEANIO, Contra las herejías,78).

5416 Cuando la Virgen respondió que sí, libremente, a aquellos designios que el Creador le revelaba, el
Verbo divino asumió la naturaleza humana: el alma racional y el cuerpo formado en el seno purísimo de
María. La naturaleza divina y la humana se unían en una única Persona: Jesucristo, verdadero Dios y,
desde entonces, verdadero Hombre; Unigénito eterno del Padre y, a partir de aquel momento, como
Hombre, hijo verdadero de María; por eso Nuestra Señora es Madre del Verbo encarnado, de la segunda
Persona de la Santísima Trinidad que ha unido a sí para siempre -sin confusión- la naturaleza humana.
Podemos decir bien alto a la Virgen Santa, como la mejor alabanza, esas palabras que expresan su más
alta dignidad: Madre de Dios (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,274).

5417 El único nacimiento digno de Dios era el procedente de la Virgen; asimismo, la dignidad de la Virgen
demandaba que quien naciere de ella no fuere otro que el mismo Dios. Por esto el Hacedor del hombre, al
hacerse hombre, naciendo de la raza humana, tuvo que elegir, mejor dicho, que formar para sí, entre todas,
una madre tal cual El sabía que había de serle conveniente y agradable (SAN BERNARDO, Hom. sobre la
Virgen Madre,2).

María es verdaderamente la Madre de la Vida que hace vi- 5418 vir a todos los hombres; al engendrar a esa
Vida, de alguna manera ha regenerado a todos los que iban a vivir con ella [. . . ]

La Madre de Cristo, que sabe que también lo es de los cristianos por razón de este misterio, se muestra
madre de ellos por el cuidado y afecto que les tiene [. . . ]. Sus entrañas, fecundadas una sola vez, pero no
agotadas, no dejan de engendrar el fruto de la bondad (BEATO GUERRIC, Sermón J para la Asunción,2-4;
PL 185,187-189).

El que no cabe en todo el mundo, se encerró en las entra- 5419 ñas de una Virgen (SAN JUAN
CRIsÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1p 437).

Confianza y trato filial

5420 En mise encuentra toda gracia de doctrina y de verdad, toda esperanza de vida y de virtud (Si 24,25).
1Con cuánta sabiduría la Iglesia ha puesto esas palabras en boca de nuestra Madre, para que los cristianos
no las olvidemos! Ella es la seguridad, el Amor que nunca abandona, el refugio constantemente abierto, la
mano que acaricia y consuela siempre (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Amigos de Dios,279).

5421 En todas nuestras penas, sean del alma, sean del cuerpo, después de Dios, hemos de concebir una
gran confianza en la Virgen María (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la esperanza).

5422 Nada hay en ella austero, nada terrible; todo es suave. Mira con cuidado los Evangelios, y si acaso
encuentras algo de dureza o de reprensión desabrida o alguna señal de indignación, aunque leve, en María,
tenía en adelante por sospechosa y recela el llegarte a ella. Pero si más bien (como es así en verdad)
encuentras las cosas que pertenecen a ella llenas de piedad y de misericordia, llenas de mansedumbre y de
gracia, da las gracias a aquel Señor que con una benignisima misericordia proveyó para ti tal mediadora que
nada puede haber en ella que infunda temor. Ella se hizo toda para todos; a los sabios y a los ignorantes,
con una copiosísima caridad, se hizo deudora. A todos abre el seno de la misericordia, para que todos
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reciban de su plenitud:

redención el cautivo, curación el enfermo, consuelo el afligido, perdón el pecador [. . . ];en fin, toda la
Trinidad gloriosa, y la misma persona del Hijo recibe de ella la sustancia de la carne humana, a fin de que
no haya quien se esconda de su calor (SAN BERNARDO, Hom. en la octava de la Asunción,2).

5423 Honra, reverencia y respeta con especial amor a la sagrada y gloriosa Virgen María, porque es Madre
de nuestro Padre soberano y, por consiguiente, nuestra gran Madre. Recurramos, pues, a ella, y como
hijuelos suyos echémonos en su regazo en todo tiempo y ocurrencia, con firmisima confianza; invoquemos a
esta dulce Madre, imploremos su amor maternal, procuremos imitar sus virtudes y tengamos un afecto
verdaderamente filial con esta Señora (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, II,16).

Omnipotencia suplicante

5424 Con su poder delante de Dios, nos alcanzará lo que le pedimos; como Madre quiere concedérnoslo. Y
también como Madre entiende y comprende nuestras flaquezas, alienta, excusa, facilita el camino, tiene
siempre preparado el remedio, aun cuando parezca que ya nada es posible (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER,
Amigos de Dios,292).

5425 María es, al mismo tiempo, una madre de misericordia y de ternura, a la qúe nadie ha recurrido en
vano; abandónate lleno de confianza en su seno materno, pídele que te alcance esta virtud (de la humildad)
que Ella tanto apreció; no tengas miedo de no ser atendido. María la pedirá para ti a ese Dios que ensalza a
los humildes y reduce a la nada a los soberbios; y como María es omnipotente cerca de su Hijo, será con
toda seguridad oída. Recurre a Ella en todas tus cruces, en todas tus necesidades, en todas las tentaciones.
Sea María tu sostén, sea María tu consuelo (J. PECCI -León XIII-, Práctica de la humildad,56).

5426 Felix culpa, canta la Iglesia, (Vigilia Pascual, Praeconium), feliz culpa, porque ha alcanzado tener tal y
tan grande Re-

dentor. Feliz culpa, podemos añadir también, que nos ha merecido recibir por Madre a Santa María. Ya
estamos seguros, ya nada debe preocuparnos: porque Nuestra Señora, coronada Reina de cielos y tierra,
es la omnipotencia suplicante delante de Dios. Jesús no puede negar nada a María, ni tampoco a nosotros,
hijos de su misma Madre

(J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Amigos de Dios,288).

5427 Cese de ensalzar tu misericordia, oh bienaventurada Virgen María, quienquiera que, habiéndote
invocado en sus necesidades, se acuerde de que no le hayas socorrido (SAN BERNARDO, Sernión sobre la
Asunción de la Virgen,4).

5428 Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas con los escollos de la tentación, mira a la
estrella, llama a María. Site agitan las olas de la soberbia, de la ambición o de la envidia, mira a la estrella,
llama a María. Si la ira, la avaricia o la impureza impelen violentamente la nave de tu alma, mira a María. Si
turbado con la memoria de tus pecados, confuso ante la fealdad de tu conciencia, temeroso ante la idea del
juicio, comienzas a hundirte en la sima sin fondo de la tristeza o en el abismo de la desesperación, piensa
en María. En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte
María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir su ayuda intercesora no te apartes tú de los
ejemplos de su virtud. No te descaminarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en
ella piensas. Si ella te tiene de su mano, no caerás; site protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás sí
es tu guía; llegarás felizmente al puerto si Ella te ampara (SAN BERNARDO. Hom. sobre la Virgen
Madre,2).

5429 A ti, María, el Hijo de Dios y a la vez Hijo tuyo, desde lo alto de la cruz indicó a un hombre y dijo: "He
ahí a tu hijo" (Jn 19,26). Y en aquel hombre te ha confiado a cada hombre. Te ha confiado a todos. Y Tú,
que en el momento de la Anunciación, en estas sencillas palabras: "He aquí la sierva del Señor; hágase en
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mi según tu palabra" (Lc 1,38), has concentrado todo el programa de tu vida, abrazas a todos, te acercas a
todos, buscas maternalmente a todos. De esta manera se cumple lo que el último Concilio ha declarado
acerca de tu presencia en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Perseveras de manera admirable en el
misterio de Cristo, tu Hijo unigénito, porque estás siempre dondequiera están los hombres sus hermanos,
dondequiera está la Iglesia. (JUAN PABLO II, Hom. en Guadalupe (México),27-1-1979).

Madre de la Iglesia

5430 Así pues, para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, Nos proclamamos a María Santísima Madre de
la Iglesia, es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores, que la llaman
Madre amorosa, y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano
con este gratisimo título (PABLO VI, Discurso en el Conc. Vat. IL,21-XI-1964).

5431 Jesús, viendo a su Madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a la Madre: mujer, he ahí a
tu hijo (Jn 19,26). Así, de un modo nuevo, ha legado su propia Madre al hombre: al hombre, a quien ha
transmitido el Evangelio. La ha legado a todo hombre. La ha legado a la Iglesia en el día de su nacimiento
histórico, el día de Pentecostés. Desde aquel día toda la Iglesia la tiene como Madre. Y todos los hombres la
tienen como Madre. Entienden como dirigidas a cada uno las palabras pronunciadas desde la Cruz. Madre
de todos los hombres. La maternidad espiritual no conoce límites. Se extiende en el tiempo y en el espacio.
¡Alcanza tantos corazones humanos! Alcanza a las naciones enteras (JUAN PABLO II, Aud. gen. 10-1-
1979).

5432 María edifica continuamente la Iglesia, la aúna, la mantiene compacta. Es difícil tener una auténtica
devoción a la Virgen, y no sentirse más vinculados a los demás miembros del Cuerpo Místico, más unidos
también a su cabeza visible, el Papa (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo quepa-sa,139).

5433 En las Escrituras divinamente inspiradas, lo que se entiende en general de la Iglesia, virgen y madre,
se entiende en particular de la Virgen María; y lo que se entiende de modo especial de María, virgen y
madre, se entiende de modo general de la Iglesia, virgen y madre. Y cuando los textos hablan de una u otra,
dichos textos pueden aplícarse indiferentemente a las dos (BEATO ISAAC, Sermón 51).

Habitaré en la heredad del Señor. La heredad del Señor en 5434 su significado universal es la Iglesia, en su
significado especial es la Virgen María y en su significado individual es también cada alma fiel. Cristo
permaneció nueve meses en el seno de María; permanecerá en el tabernáculo de la fe de la Iglesia hasta la
consumación de los siglos; y en el conocimiento y en el amor del alma fiel por los siglos de los siglos
(BEATO ISAAC, Sermón 51).

Corredentora del mundo

5435 Con razón piensan los Santos Padres que María no fue un instrumento puramente pasivo en las
manos de Dios, sino que cooperó a la salvación de los hombres con fe y obediencia libres. Como dice San
Ireneo, obedeciendo se convirtió en causa de salvación para si misma y para todo el género humano. Por
eso no pocos Padres antiguos afirman gustosamente con él en su predicación que "el nudo de
desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María mediante su fe"; y, comparándola con Eva,
llaman a María "madre de los vivientes", afirmando aún con mayor frecuencia que "la muerte vino por Eva,
la vida por María" (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,56).

5436 (María), obedeciendo, se hizo la causa de su propia salvación y de la de todo el género humano (SAN
IRENEO, Trat. contra las herejías,3).

Toda la naturaleza ha sido creada por Dios, y Dios ha na- 5437 cído de María. Dios lo creó todo, y María
engendró a Dios; Dios, que hizo todas las cosas, se hizo a sí mismo de María; y de este modo rehizo todo lo
que había hecho. El que pudo hacer todas las cosas de la nada, una vez profanadas, no quiso rehacerlas
sin María.

Dios, por tanto, es padre de las cosas creadas y María es madre de las cosas recreadas. Dios es padre de
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toda la creación, María es madre de la universal restauración.

Porque Dios engendró a aquel por quien todo fue hecho, y María dio a luz a aquel por quien todo fue
salvado. Dios engendró a aquel sin el cual nada en absoluto existiría, y María dio a luz a aquel sin el cual
nada seria bueno (SAN ANSELMO, Sermón 52).

5438 Llegóse a Eva, la madre de todos los vivientes. Ella es la viña cuya cerca había abierto la muerte.
Desde entonces Eva, la madre de todos los vivientes, se convirtió en causa de muerte para todos los
vivientes.

Floreció luego María, nueva viña en sustitución de la antigua, y en ella habitó Cristo, la nueva vida; para
que, al acercarse confiadamente la muerte en su continua costumbre de devorar, encontrara escondida allí,
en un fruto mortal, a la vida destructora de la muerte (SAN EFREN, Sermón sobre Nuestro Señor,3-4).

5439 (. . . ] Nuestra Señora nos enseña a tratar a Jesús, a reconocerle y a encontrarle en las diversas
circunstancias del día, y de modo especial, en ese instante supremo -el tiempo se une con la eternidad- del
Santo Sacrificio de la Misa: Jesús, con gesto de sacerdote e#erno, atrae hacia si todas las cosas, para
colocarlas, divino afflante Spiritu, con el soplo del Espíritu Santo, en la presencia de Dios Padre (J. Es-
CRIvÁ DF BALAGUER, Es Cristo que pasa,94).

5440 ¿Cómo podríamos tomar parte en el sacrificio, sin recordar e invocar a la Madre del Soberano
Sacerdote y de la Víctima? Nuestra Señora ha participado muy íntimamente en el sacerdocio de su Hijo
durante su vida terrestre para que no esté ligada para siempre al ejercicio de su sacerdocio. Como estaba
presente en el Calvario, está presente en la Misa, que es una prolongación del Calvario. En la Cruz asistía a
su Hijo ofreciéndose al Padre; en el altar, asiste a la Iglesia que se ofrece a sí misma con su Cabeza, cuyo
sacrificio renueva. Ofrezcamos a Jesús por medio de Nuestra Señora (P. BERNADOT, La Virgen en mi vida,
p. 233).

5441 Las tres Personas divinas, viviendo y actuando en perfecta unidad [. . . ], al hacer la obra maestra de
su poder y de su bondad, quieren asociar la Virgen a sí mismas, en la mayor de sus obras [. . . ]: han
querido compartir la gloria de

esta obra entre la Virgen y ellas. Escogiéndola entre todas las criaturas, la han hecho capaz y digna de dar
con ellas esta nueva naturaleza, y de ser la Madre del Verbo encarnado, llevando una persona humana a tal
poder y calidad, y dándole tanta parte en un misterio tan grande (PEDRO DE BERULLE; Les mystéres de
Marie, PP. 199-200).

5442 El martirio de la Virgen está sugerido tanto en la profecía 5442 de Simeón como en el relato mismo de
la Pasión del Señor.

Este, decía el anciano hablando del niño Jesús, está puesto para ser señal de contradicción, y a ti misma,
añadió, dirigiéndose a María, una espada te atravesará el alma (Lc 2,34-35) [. . . ]. De hecho, cuando tu
Jesús -que es de todos, pero especialmente tuyo- rindió su espíritu, la lanza cruel no alcanzó su alma. Si le
abrió el costado, sin perdonarle, estando ya muerto, sin embargo no le pudo causar dolor. Pero sí atravesó
tu alma; en aquel momento la suya no estaba allí, pero la tuya no podía en absoluto separarse de él (SAN
BERNARDO Sermón para el domingo de la octava de la Asunción,14).

Mediadora universal

5443 Uno solo es nuestro Mediador, según las palabras del Apóstol [. . . ] (1Tm 2,5-6). Sin embargo, la
misión materna de María para con los hombres no oscurece ni disminuye en modo alguno esta mediación
única de Cristo; antes bien, sirve para demostrar su poder. Pues todo el influjo salvífico de la Santísima
Virgen sobre los hombres no dimana de una necesidad ineludible, sino del divino beneplácito y de la
superabundancia de los méritos de Cristo; se apoya en la mediación de éste, depende totalmente de ella y
de la misma saca todo su poder. Y, lejos de impedir la unión inmediata de los creyentes en Cristo, la
fomenta. (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentiun,60).
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5444 Asunta a los cielos, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa
obteniéndonos los dones de la salvación eterna. Con su amor materno se cuida de los hermanos de su Hijo,
que todavía peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria
bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada,
Auxiliadora, Socorro, Mediadora (CONC. VAT. II, Const. Lumen gen tium,62).

5445 María es nuestra mediadora, por ella recibimos, ¡oh Dios mío! tu misericordia, por ella recibimos al
Señor Jesús en nuestras casas. Porque cada uno de nosotros tiene su casa y su castillo, y la Sabiduría
llama a las puertas de cada uno; si alguna la abre, entrará y cenará con él (SAN BERNARDO, Hom. en la
Asunción de la B. Virgen María,2,2).

5446 ¿Quién podrá investigar, pues, ¡oh Virgen bendita!, la longitud y latitud, la sublimidad y profundidad de
tu misericordia? Porque su longitud alcanza hasta su última hora a los que la invocan. Su latitud llena el
orbe de la tierra para que toda la tierra esté llena de su misericordia. En cuanto a su sublimidad, fue tan
excelsa que alcanzó la restauración de la ciudad celestial, y su profundidad fue tan honda que obtuvo la
redención para los que estaban sentados en las tinieblas y sombras de la muerte (. . . ), de suerte que tu
potentísima y piadosísima caridad está llena de afecto para compadecerse y de eficacia para socorrer a los
necesitados; en ambas cosas es igualmente rica y exuberante. A esta fuente generosa, pues, corra sedienta
nuestra alma; a este cúmulo de misericordia recurra con toda solí&itud nuestra miseria (SAN BERNARDO,
Hom. en la Asunción de la B. Virgen María,4,8-9).

5447 Aquello poco que desees ofrecer, procura depositarlo en manos de María, graciosísimas y dignisimas
de todo aprecio, a fin de que sea ofrecido al Señor, sin sufrir de El respulsa (SAN BERNARDO, Hom. en la
Natividad de la B. Virgen María,18).

5448 Ya no parecerá estar de más la mujer bendita entre todas las mujeres, pues se ve claramente el papel
que desempeña en la obra de nuestra reconciliación, porque necesitamos un mediador cerca de este
Mediador, y nadie puede desempeñar tan provechosamente este oficio como María (SAN BERNARDO,
Hom. para el domingo infraoctava de la Asunción,2).

Dispensadora universal de todas las gracias

5449 La consecuencia de esta comunidad de sentimientos y dolores entre María y Jesús es que María
mereció ser reparadora dignisima del orbe perdido y, por tanto, la dispensadora de todos los tesoros que
Jesús nos conquistó con su muerte y con su sangre (SAN Pio X, Enc. Ad diem illum,2-11-1904).

5450 Asociada como Madre y Ministra al Rey de los mártires en la obra inefable de la humana redención, le
queda para siempre asociada, con un poder casi inmenso, en la distribución de las gracias que se derivan
de la redención (Pío XII, Radio,¡ensaje "Bendito sea el Señor",13-V-1946).

5451 [María es] puerto de los que naufragan, consuelo del mundo, rescate de los cautivos, alegría de los
enfermos (SAN ALFONSO M. DE LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,2).

5452 Siempre que tengamos que pedir una gracia a Dios, dirijámonos a la Virgen Santa, y con seguridad
seremos escuchados (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la pureza).

5453 Con todo lo íntimo de nuestra alma, con todos los afectos de nuestro corazón y con todos los
sentimientos y deseos de nuestra voluntad, veneremos a María, porque ésta es la voluntad de aquel Señor
que quiso que todo lo recibiéramos por María. Esta es su voluntad para bien nuestro. Mirando en todo y
siempre al bien de los necesitados, consuela nuestro temor, excita nuestra fe, fortalece nuestra esperanza,
disipa nuestra desconfianza y anima nuestra pusilanimidad. (S. BERNARDO, Hom. en la Natividad de la B.
-657 -

Virgen María,7).

5454 Nuestra Señora es descanso para los que trabajan, consuelo de los que lloran, medicina para los
enfermos, puerto para los que maltrata la tempestad, perdón para los pecadores, dulce alivio de los tristes,
socorro de los que rezan (SAN JUAN DAMAsCENO, Hom. en la Dormición de la B. Virgen María).

5455 No le faltaba a Dios, ciertamente, poder para infundirnos la gracia sin valerse de este acueducto, sí El
hubiera querido, pero quiso proveerse de ella por este conducto (SAN BERNARDO, Hom. en la Natividad de
la B. Virgen María,18).

5456 [María es el] acueducto que, recibiendo la plenitud de la misma fuente del corazón del Padre, nos la
franqueó a nosotros [. . . J; con todo lo íntimo, pues, de nuestra alma, con todos los afectos de nuestro
corazón y con todos los sentimientos y deseos de nuestra voluntad, veneremos a María, porque ésta es la
voluntad de aquel Señor que quiso que todo lo recibiéramos por María (SAN BERNARDO Hom. en la
Natividad de la B. Virgen María,4-7).

5457 No apartes los ojos del resplandor de esta estrella si quieres no ser destruido por las borrascas (SAN
BERNARDO, Hom. sobre la Virgen Madre,2).

5458 María es el tesoro de Dios y la tesorera de todas las misericordias que nos quiere dispensar (SAN
ALEONSO M. DE LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,25).

5459 Este hilo de agua celestial ha descendido a nosotros por un acueducto que nos distribuye el agua de
la fuente, no toda de una vez, sino que hace caer la gracia gota a gota sobre nuestros corazones resecos, a
unos más, a otros menos. El acueducto está lleno, de suerte que todos reciben de su plenitud, sin recibir la
plenitud que él contiene.

Si no me engaño, ya habéis adivinado cuál es este acueducto que, recibiendo la plenitud de la fuente que
brota en el corazón del Padre, nos distribuye en seguida a nosotros lo que somos capaces de recibir.
Sabéis, en efecto, a quién se dirigían estas palabras: Dios te salve, llena de gracia [. . . ] (SAN BERNARDO,
Hom. en la Natividad de la B. Virgen María,3-5).

5460 Las madres no contabilizan los detalles de cariño que sus hijos les demuestran; no pesan ni miden con
criterios mezquinos. Una pequeña muestra de amor la saborean como miel, y se vuelcan concediendo
mucho más de lo que reciben. Si así reaccionan las madres buenas de la tierra, imaginaos lo que podremos
esperar de nuestra Madre Santa María (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Amigos de Dios,280).

5461 Para todos abre el seno de su misericordia, a fin de que todos reciban de su plenitud; el cautivo la
libertad, el enfermo la curación, el afligido el consuelo, el pecador el perdón, el justo la gracia, el ángel la
alegría, en fin, la Trinidad entera la gloria, y el Hijo su carne humana. No hQy nada que escape a su calor
(Sal 18,7) (SAN BERNARDO Hom. para el domingo infraoctava de la Asunción,1-2).

Asunción ea cuerpo y alma al cielo

5462 Pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divina-mente revelado que la Inmaculada Madre de
Dios, siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria
celestial (Pio XII, Const. Apost. Munificentissimus Deus, l-XI-1950).

5463 En la economía de la gracia perdura sin cesar el momento del asentimiento que prestó fielmente en la
Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la Cruz hasta la consu mación perpetua de todos los
elegidos. Pues, asunta a los cielos, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión
continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna (CONC. VAT. II, Const. Lunen gen-tium,62).
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5464 Subió al cielo nuestra Abogada, para que, como Madre del Juez y Madre de Misericordia, tratara los
negocios de nuestra salvación (SAN BERNARDO, Hom. en la Asunción de la B. Virgen María,1).

5465 Un precioso regalo envió al cielo nuestra tierra hoy [. . . . Subiendo a lo alto, la Virgen bienaventurada
otorgará copiosos dones a los hombres. ¿Y cómo no dará? Ni le falta poder ni voluntad. Reina de los cielos
es, misericordiosa es; finalmente, Madre es del Unigénito de Dios (SAN BER NARDO, Hoin. en la Asunción
de la B. Virgen María,1).

Reina y Señora de cielos y tierra

5466 La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el curso de su
vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial y fue ensalzada por el Señor como Reina
universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores (Ap 19,16) y
vencedor del pecado y de la muerte (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,59).

5467 Pero, ¿y quién será capaz de pensar siquiera cuán gloriosa iría hoy la reina del mundo y con cuánto
afecto y devoción saldría toda la multitud de los ejércitos celestiales a su encuentro? ¿Con qué cánticos
sería acompañada hasta el trono de la gloria, con qué semblante tan plácido, con qué rostro tan sereno, con
qué alegres abrazos seria recibida del Hijo y ensalzada sobre toda criatura con aquel honor que Madre tan
grande merecía, con aquella gloria que era digna de tan gran Hijo? (SAN BERNARDO, Hom. en la Asunción
de la B. Virgen María,1,4).

Devociones a Santa María Ver nn. 1673-1689; 1690-1699.

5468 ¡Templo vivo de la santísima divinidad del Hijo único! ¡Madre de Dios! Lo repito con acción de gracias:
tu asunción de ninguna manera te ha alejado de los cristianos. Tú vives incorruptible y sin embargo no
moras lejos de este mundo de corrupción; al contrario, estás cerca de los que te invocan, y los que te
buscan con fe te encuentran (SAN GERMAN DE CONSTANTINOPLA, Hom. 1 para la Dormición de la
Madre de Dios).

5469 Todas las generaciones nie llamarán dichosa (Lc 1,48), di-jo María en su cántico profético; "Bendita
eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús". Le responden a eco, a lo largo de los tiempos,
pueblos de todas las latitudes, razas y lenguas. Unos más esclarecidos, otros menos, los fieles cristianos no
cesan de recurrir a Nuestra Señora, la Santa Madre de Dios: en momentos de alegría, invocándola "Causa
de nuestra alegría"; en momento de aflicción, llamándola "Consoladora de los afligidos"; y en momentos de
desvarío, implorándola "Refugio de los pecadores" [. . . J (JUAN PABLO II, Hom. 8-VII-1980).

5470 Los que consideran superadas las devociones a la Virgen Santísima, dan señales de que han perdido
el hondo sentido cristiano que encierran, de que han olvidado la fuente

de donde nacen: la fe en la voluntd salvadora de Dios Padre, el amor a Dios Hijo que se h20 realmente
hombre y nació de una mujer, la conñ'anz n Dios Espíritu Santo que nos santifica con su gracia. E I)ios
quien nos ha dado a María, y no tenemos derecho archazarla, sino que hemos de acudir a Ella con amor y
coti alegría de hijos (J. Es-CRIVA DE BALAGUER, Es Cristo qu pasa,142).

Así como los grandes del mundo tinen a grande honra y gloria el que otros hombres llev su librea, así
también María Santísima se complace en c¡e sus devotos y fieles servidores vistan su escapulario, para dar
testimonio de que están consagrados a su servio'o y que pertenecen a la familia de la Madre de Dios. Los
rejes modernos se ríen maliciosamente de esta devoción; pero la Santa Iglesia la ha aprobado por muchas
Bulas, yl ha enriquecido con el tesoro de las indulgencias. (SAN FON5O M? DE LIGORIO Las glorias de
María, l. c. , p. 601).

María, ejemplo de todos los cristios


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Y esta práctica (del pudor y de la ¡)odestia) será una lección viva y atrayente enseñanza, qLi arrastre las
almas hacia la santidad. Pero habéis de ha(crlo con la humildad de María, que oye a todos como discípla y
aprendiz de virtudes, aunque era doctora consumada en la difícil ciencia de ellas (SAN AMBROSIO, Trat.
sobre ¡a vfrgenes,2).

María fue purificada para dar ejemplo de obediencia y de humildad (SANTO TOMÁs, Suma TEOLOGICA,1-
2, q. 1, a. 2).

En el recogimiento llevaba la mejor defensa, decoro y modestia, la cual resplandecía en sus movimientos y
palabras con tal arte, que se granjeaba el respeto y veneración de cuantos la veían, alejada de las
vanidades y entregada por entero a la virtud. De donde aprenderán las vírgenes a ser vigilantes de si
mismas y guardadoras de su recato, si desean que las gentes las respeten (SMBROSIO, Trat. sobre las
vfrgenes,2).

Haberse turbado fue pudor virgiral; no haberse perturbado, fortaleza; haber callado y pensado, prudencia
(SAN BERNARDO, Hom. sobre la Virgen Madre,3).

5476 Sí quieres que Dios te conceda más fácilmente la humildad, toma por abogada y protectora a la
Santisíma Virgen. San Bernardo dice que María se ha humillado como ninguna otra criatura, y siendo la más
grande de todas, se ha hecho la más pequeña en el abismo profundísímo de su humildad (J. PECCI -León
XIII-, Práctica de la humildad,56).

5477 He aquí, dice, la esclava del Señor. ¿Qué humildad es ésta tan alta que no se deja vencer de las
honras ni se engrandece en la gloria? Es escogida por Madre de Dios y se da el nombre de esclava (. . . ].
No es cosa grande ser humilde en el abatimiento, pero es muy grande y muy rara ser humilde en el honor
(SAN BERNARDO Hoin. sobre la Virgen Madre,

4).

5478 Sírvanos la vida de María de modelo de virginidad, cual imagen que se hubiera trasladado a un lienzo;
en ella, como en espejo, brilla la hermosura de la castidad y la belleza de toda virtud. Virgen no sólo en la
carne, sino también en su alma, sin que la menor doblez de malicia corrompiese la pureza de sus afectos;
humilde en su corazón, prudente en las palabras, madura en el consejo, parca en su conversación 1. . . ]
solícita en sus labores. A nadie hizo mal, quiso bien a todos, respetó a los mayores, fue amable para con los
iguales [. . . J. He aquí la imagen de la verdadera virginidad. Esta fue María, cuya vida pasó a ser norma
para todas las vírgenes (SAN A1BROsIO, Trat. sobre las virgenes,2).

5479 Al querer hablar de las virtudes de esta augusta Reina, si bien es cierto que los Evangelios nos
suministran muy pocos datos, sin embargo, cuando nos dicen que estuvo llena de gracia, nos dicen, de
callada, que estuvo adornada de todas las virtudes, y que las tuvo todas en grado heroico. "De tal suerte
que, mientras los demás Santos -como dice Santo Tomás- sobresalieron cada cual en una virtud particular,
la bienaventurada Virgen María se aventajó en todas las virtudes, y en todas y en cada una de ellas puede
ser nuestro ejemplar y modelo. (SAN ALFONSO M? DE LIGORIO, Las virtudes de María Santísima, l. c. , p.
545).

5480 María proclama que la llamarán bienaventurada todas las generaciones (Lc 1,48). Humanamente
hablando, ¿en qué motivos se apoyaba esa esperanza? ¿Quién era Ella, para s hombres y mujeres de
entonces? Las grandes heroínas del Viejo Testamento -Judit, Ester, Débora- consiguieron ya en la tierra una
gloria humana, fueron aclamadas por el pueblo, ensalzadas. El trono de María, como el de su Hijo, es la
Cruz. Y durante el resto de su existencia, hasta que subió en cuerpo y alma a los Cielos, es su callada
presencia la que nos impresiona. San Lucas, que la conocía bien, anota que está junto a los primeros
discípulos, en oración. Así termina sus días terrenos, la que habría de ser alabada por las criaturas hasta la
eternidad. (J. ESCRIVA [)E BALAGUER, Amigos de Dios,286).

5481 Aun con haber merecido alumbrar al Hijo del Altísimo,5481 era ella humildísima, y al nombrarse no se
antepone a su esposo, diciendo: "Yo y tu padre", sino: Tu padre y yo. No tuvo en cuenta la dignidad de su
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seno, sino la jerarquía conyugal. La humildad de Cristo, en efecto, no había de ser para su Madre una
escuela de soberbia. (S. A(UrIN, Ser¡nón 51).

Ved la humildad de la Virgen, ved su devoción: Ydtjo Ia- 5482 ría: He aquí la esclava del Señor. Se llama
esclava la que es elegida como Madre, y no se llena de orgullo por una promesa tan sorprendente: porque
la que había de dar a luz al manso y humilde, debió manifestar ante todo su humildad; llamándose a si
misma esclava, no sc apropió la prerrogativa de una gracia tan especial, porque hacia lo que le mandaban
(SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. V, p. 50).

Nuestra Señora es, en términos positivos, el buen instrumento que se identífíca por completo con la misión
recibida. Una vez conocidos los planes de Dios, Santa María los hace cosa propia; no son algo ajeno para
Ella. En el cabal desempeño de tales proyectos compromete por entero su entendimiento, su voluntad y sus
energías. En ningún momento se nos muestra la Santísima Virgen como una especie de marioneta inerte: ni
cuando emprende, vivaz, el víaje a las montañas de Judea para visitar a Isabel; ni cuando, ejerciendo de
verdad su papel de Madre, busca y encuentra a Jesús Niño en el templo de Jerusalén; ni cuando provoca el
primer milagro del Señor; ni cuando aparece -sin necesidad de ser convocada- al pie de la Cruz en que
muere su Hijo. . . Es Ella quien libremente, como al decir Hágase, pone en juego su personalidad entera
para el cumplimiento de la tarea recibida: una tarea que de ningún modo le resulta extraña: los de Dios son
los intereses personales de Santa María. No es ya sólo que ninguna mira privada suya dificultase los planes
del Señor: es que, además, aquellas miras propias eran exactamente estos planes. (J. M. PERO SANz La
hora sexta, p. 292).

5484 Como flores en alegre jardín brillan en el alma de María las virtudes: en su pudor muéstrase el recato;
en su fe, la firmeza y el valor; en su devoción, el amor obsequioso. Como virgen, ama el retiro de su casa y
no sale de ella sin compañía; como madre, acude al templo a ofrecer a su Hijo a Dios (SAN AMBROSIO,
Trat. sobre las vírgenes,2).

5485 Es virgen en el cuerpo y virgen en el alma, limpia de desordenados afectos. Humilde de corazón,
prudente en el juicio, grave y mesurada en el hablar, recatada en el trato, amiga del trabajo [. . . ]. A nadie
ofende, a todos sirve; es respetuosa con los mayores y afable con los iguales.

Enemiga de honras mundanas, regula sus acciones con el dictado de la razón, moviéndose sólo por el amor
a la virtud.

Jamás dio enojo a sus padres ni con un leve gesto. Jamás afligió al humilde, ni menospreció al débil, ni
volvió la espalda al necesitado, ni tuvo trato con hombres, fuera del que pedía la misericordia y toleraba el
pudor. Sus ojos no conocieron el fuego de la lujuría, ni en sus palabras sonaron acentos de procacidad, ni
en su continente faltó nunca la decencia.

Ni movimiento indecoroso, ni andar descompuesto, ni voz presumida vióse jamás en ella, reflejando en
cambio en su compostura la interior pureza del alma (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las vfrgenes,2).

Hoarar a María es alabar a Dios

Todo el que vive sincera y profundamente la devoción ma- 5486 nana siéntese ciertamente inclinado a
vigilar, a orar, a acercarse al tribunal de la Penitencia y a la Eucaristía (Pío XlI, Enc. Sacra virginitas,25-3-
1954).

Retírense, pues, esos vanidosos que tienen miedo de que 5487 hagamos demásiado honor a la Virgen. Ella
es digna de todo el honor que pertenece a la pura criatura, tanto espiritual como corporal. Los que no son
abortos del cristianismo, sino que pertenecen a la verdadera generación de Jesucristo, aman a esta Señora,
la honran y la alaban en todo y por todo: Todas las generaciones inc llamarán bienaventurada (SAN
FRANCISCo DE SALES, Sermón de Pentecostés).

Si buscáis a María, encontraréis a Jesús. Y aprenderéis a 5488 entender un poco lo que hay en ese corazón
de Dios que se anonada . . . ]. (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,144).

No hay duda de que cuantas alabanzas dirigimos a la Virgen Madre pertenecen al Hijo; y que, igualmente,
cuando honramos al Hijo no nos apartamos de la gloría de la Madre (SAN BERNARDO, Hom. sobre la
Virgen Madre,4).
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El camino para penetrar en los sufrimientos del Hijo es penetrar en los sufrimientos de la Madre (CARD. J.
H. NEWMAN Sermón para el Dom. III de Cuaresma. ' Ntra. Sra. en el Evangelio).

Fue enviado el ángel Gabriel por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret. ¿Te admiras de que la
pequeña ciudad de Nazaret sea agraciada con un embajador de tan gran Rey y con una embajada de tanta
importancia? En esta ciudad se oculta un tesoro riquísimo, se oculta a los hombres, no a Dios. ¿Por ventura
no es María el tesoro de Dios? En cualquier parte que ella esté, está el corazón de Dios. Sus ojos están
puestos en ella; en todas partes mira la humildad de su Sierva (SAN BERNARDO, Hom. en la
Anunciación,3).

Amor a la Virgen

5492 El amor a la Señora es prueba de buen espíritu, en las obras y en las personas singulares. Desconfía
de la empresa que no tenga esa señal (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Camino, n. 505).

5493 Que nuestra alma sedienta acuda a esta fuente, y que nuestra miseria recurra a este tesoro de
compasión [. . . J. Virgen bendita, que tu bondad haga conocer en adelante al mundo la gracia que tú has
hallado junto a Dios: consigue con tus oraciones el perdón de los culpables, la salud de los enfermos, el
consuelo de los afligidos, ayuda y libertad para los que están en peligro (SAN BERNARDO, Hom. en la
Asunción de la B. Virgen María,1,7-8).

5494 Recordare, Virgo Mater Dei, dum steteris in conspectu Do-mini, ut lo quaris pro nobis bona. Acuérdate,
Virgen Madre de Dios, cuando estés delante del Señor, de decirle cosas buenas de mí. (Oración sobre
ofrendas, de la Misa de Santa María Medianera de todas

VIRGINIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Ha de observarse delicadamente: Si 42,9-14.

Dije ronle los discípulos: Si tal es la condición del hombre con la mujer, no conviene casarse. El les contestó:
No todos entienden esto, sino aquellos a quienes ha sido da-do. Porque hay eunucos que nacieron así del
vientre de su madre, y hay eunucos que fueron hechos por los hombres, y hay eunucos que a si mismos se
han hecho tales por amor del reino de los cielos. El que pueda entender, que entienda. Mt l9~ 10-12.

Dijo María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón? El ángel le contestó y dijo: El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altisimo te cubrirá con su sombra, y por esto el hijo engendrado
será santo, será llamado Hijo de Dios. Lc 1,34-3S.

Quisiera yo que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene de Dios su propio don: este, uno;
aquél, otro. 1Co 7,7.

El casado ha de cuidarse de las cosas del mundo de cómo agradar a su mujer, y así está dividido. La mujer
no casada y la doncella sólo tienen que preocuparse de las cosas del Señor, de ser santas en cuerpo y en
espíritu. Pero la casada ha de preocuparse de las cosas del mundo, de agradar al marido. Esto os lo digo
para vuestra conveniencia, no para tenderos un lazo, sino mirando a lo que es decoroso y fomenta el trato
asiduo con el Señor sin distracción. Si alguno estima indecoroso para su hija doncella dejar pasar la flor de
la edad y que así deba ocurrir, haga lo que quiera; no peca; que la case. Pero el que, firme en su corazón,
no necesitado, sino libre y de voluntad, determina guardar virgen a su hija, hace bien. Quien, pues, casa a
su hija doncella hace bien, y quien no la casa hace mejor. 1Co 7,33-38.

La mujer está ligada por todo el tiempo de vida de su marido; mas una vez que muera el marido, queda libre
para casarse con quien quiera, pero en el Señor. Más feliz será si permanece así, conforme a mi consejo,
pues también creo tener yo el espíritu de Dios. 1Co 7,39-40.

Vi, y he aquí el Cordero, que estaba sobre el monte de Sión, y con El ciento cuarenta y cuatro mil, que
llevaban su nombre y el nombre de su Padre escrito en sus frentes, y oí una voz del cielo, como voz de
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grandes aguas, como voz de gran trueno; y la voz que oí era de citaristas que tocaban sus citaras y
cantaban un cántico nuevo delante del trono y de los cuatro vivientes y de los ancianos; y nadie podía
aprender el cántico sino los ciento cuarenta y cuatro mil, los que fueron rescatados de la tierra. Estos son
los que no se mancharon con mujeres y son vírgenes. Estos son los que siguen al cordero adondequiera
que va. Estos fueron rescatados de entre los hombres, como primicias para Dios y para el Cordero, y en su
boca no se halló mentira: son inmaculados. Ap 14,1-5.

Elección libre por amor a Dios

La virginidad no es para mandada, sino para aconsejada y 5495 deseada (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las
vfrgenes,1).

5496 Y porque sé de no pocas jóvenes que, deseosas de consagrar a Dios su virginidad, no lo consiguieron
por estorbárselo sus madres (. . . ), a tales madres dirijo ahora mi discurso y pregunto: ¿no son libres
vuestras hijas para amar a los hombres y elegir marido entre ellos, amparándolas la ley en su derecho aun
contra vuestra voluntad? Y las que pueden libremente desposarse con un hombre, ¿no han de ser libres
para desposarse con Dios? (SAN AMBROSIO Trat. sobre las vírgenes,1).

5497 Quienes se hayan dedicado a Cristo, apartándose de la concupiscencia carnal, se entreguen a Dios
tanto en el espíritu como en la carne [. . . ], y que no traten de adornarse ni de agradar a nadie más que a su
Señor (SAN CIPRIANO, Sobre el modo de proceder de las vfrgenes,4).

5498 ¿Quién os ha dicho que, siendo libre la mujer para elegir esposo, no lo sea para consagrarse a Dios?
¿Tanto cambiaron las cosas, que haya venido a ser culpa y agravio de la Religión la defensa de la integridad
corporal y la invitación a la virginidad, predicadas continuamente por el sacerdote santo como oficio propio
de su sagrado ministerio? (SAN AMBROsIO, Trat. sobre la virginidad,27).

5499 La virginidad misma no merece honores por ser virginidad, sino por estar dedicada al Señor [. . . ]. Ni
tampoco nosotros elogiamos en las vírgenes el que sean vírgenes, sino el que lo sean con pía continencia
por estar consagradas a Dios (SAN AGUSTIN, Sobre la santa virginidad,8).

5500 Tal es la finalidad principal y la razón priMaría de la virginidad cristiana, a saber, dirigirse únicamente a
las cosas divinas poniendo en ello la mente y el corazón; querer en todas las cosas agradar a Dios, pensar
en El constantemente y consagrarle por completo cuerpo y espíritu (Pto XII, Enc. Sacra virginitas,25-3-1954,
n. 5).

5501 El celibato y la castidad perfecta dan al alma, al corazón y a la vida externa de quien los profesa,
aquella libertad de la que tanta necesidad tiene el apóstol para poderse prodigar en el bien de las otras
almas. Esta virtud que hace a los hombres espirituales y fuertes, libres y ágiles, los habitúa al mismo tiempo
a ver a su alrededor almas y no cuerpos, almas que esperan luz de su palabra y de su oración, y caridad de
su tiempo y de su afecto.

Debemos amar mucho al celibato y la castidad perfecta, porque son pruebas concretas y tangibles de
nuestro amor de Dios y son, al mismo tiempo, fuentes que nos hacen crecer continuamente en este mismo
amor. (S. CANALS. Ascética 'neditada, p. 93).

Virginidad, humildad y caridad

5502 Puesto que la perpetua continencia, y más aún la virginidad, es un espléndido don de Dios en los
santos, preciso es velar con suma vigilancia, no sea que se corrompa con la soberbia. Y cuanto mayor me
parece este bien, tanto más temo que traidoramente lo arrebate la soberbia. Ese don de la virginidad nadie
lo guarda mejor que Dios, pues El mismo la concedió; y Dios es caridad. Por lo tanto, la guardiana de la
virginidad es la caridad, pero el castillo de tal guardia es la humildad (SAN AGUSTIN, Sobre la santa
virginidad,33).
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5503 No es fecunda la virginidad tan sólo por las obras exteriores a que pueden dedicarse por completo y
con facilidad quienes la abrazan; lo es también por las formas más perfectas de caridad hacia el prójimo,
cuales son las ardientes oraciones y los graves sufrimientos voluntarios y generosa-

mente soportados por tal finalidad (Pto XII, Enc. Sacra vi#ginitas,25-3-54).

5504 Hermosa es la unión de la virginidad y de la humildad; y no poco agrada a Dios aquella alma en quien
la humildad engrandece a la virginidad y la virginidad adorna a la humildad (SAN BERNARDO, Hom. sobre
la Virgen Madre,1).

Matrimonio y v¡rginidad

5505 La santa virginidad supera en excelencia al matrimonio. Ya el Divino Redentor la había propuesto a
sus discípulos como un consejo de vida más perfecta (cfr. 1Co 7,33). [. . . ] La virginidad consagrada a Dios
es por sí misma una expresión tal de fe en el reino de los cielos y una prueba tal de amor al Divino
Redentor, que no es de maravillar el que produzca tamaños frutos de santidad [. . . ].

Recientemente hemos condenado, con tristeza de nuestra alma, la opinión de los que llegan a defender que
el matrimonio es el único medio de asegurar a la pesona humana su incremento natural y su debida
perfección: afirman que la gracia divina, conferida por el sacramento del matrimonio ex opere operato, hace
tan santo el uso del matrimonio que lo convierte en instrumento más eficaz aún que la misma virginidad para
unir las almas con Dios. Doctrina ésta, que hemos denunciado como falsa y muy peligrosa. Verdad es que
este sacramento concede a los esposos la gracia divina para cumplir santamente sus deberes conyugales, y
que afianza los lazos del amor que recíprocamente les unen [. . . J.

Posible es llegar a la santidad, aun sin consagrar a Dios la propia castidad; bien lo prueba el ejemplo de
tantos santos y santas, honrados por la Iglesia con culto público, que fueron fieles esposos, ejemplares
padres y madres de familia; ni es raro tampoco hoy encontrar personas casadas que con todo empeño
tienden a la cristiana perfección. (Pío XII, Sacra virginitas,25-II 1-54).

5506 La virginidad y el celibato por el Reino de Dios no sólo no contradicen la dignidad del matrimonio, sino
que la presuponen y la confirman. El matrimonio y la virginidad son dos modos de expresar y de vivir el
único Misterio de la Alianza de Dios con su pueblo. Cuando no se estima el matrimonio, no puede existir
tampoco la virginidad consagrada; cuando la sexualidad humana no se considera un gran valor donado por
el Creador, pierde significado la renuncía por el Reino de los cielos (JUAN PABLO II, Exhortac. Apost.
Familiaris consortio,22-XII-1981, FC 16).

5507 Buena obra hace la que se casa; pero la que no se casa, hace mejor. Aquélla no peca escogiendo
matrimonio, mas la virgen gozará de la eternidad, brillando perpetuamente en la gloria [. . . ]. No condeno a
la casada, pero alabo fervorosamente a la virgen (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las vírgenes,1).

5508 Quien condena al matrimonio, priva también a la virginidad de su gloria; en cambio, quien lo alab, hace
la virginidad más admirable y luminosa. Lo que parece un bien solamente cuando es comparado con un
mal, no es un bien demásiado grande; pero lo que es considerado como algo más excelente que los bienes
considerados por todos como tales, es, ciertamente, un gran bien. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Trat. sobre
la virginidad,10).

5509 Su condenación (del matrimonio) llevaría aparejada la de nuestro nacimiento, que no podría ser cosa
buena siendo malo su origen. Por eso no van contra él mis alabanzas a la santa virginidad, ni pretendo con
ellas alejar del matrimonio a los hombres, sino mostrarles un don precioso, que por ser desconocido de
muchas almas tiene pocos devotos en el mundo, al revés del matrimonio, que nadie ignora, buscan muchos
y a todos es lícito (SAN ANBR()SIO, Trat. sobre las vfrgenes,1).

5510 La virginidad mantiene viva en la Iglesia la conciencia del misterio del matrimonio y lo defiende de toda
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reducción y empobrecimiento.

Haciendo libre de modo especial el corazón del hombre (cfr. 1Co 7,32), [. . . ] la virginidad testimonia que el
Reino de Dios y su justicia son la perla preciosa que se debe preferir a cualquier otro valor aunque sea
grande, es más, que hay que buscarlo como el único valor definitivo. Por eso, la Iglesia, durante toda su
historia, ha defendido siempre la superioridad de este carisma frente al del matrimonio, por razón del vínculo
singular que tiene con el Reino de Dios.

Aun habiendo renunciado a la fecundidad física, la persona virgen se hace espiritualmente fecunda, padre y
madre de muchos, cooperando a la realización de la familia según el designio de Dios. (JLAN PABlo II,
Exhortac. Apost. Fainiliaris consortio, n. 16).

En María quedó consagrada la virginidad

5511 La virginidad está consagrada en María y en Cristo (SAN JERÓNIMO, Epístola 22, a Eustaquio).

5512 La dignidad virginal comenzó con la Madre de Dios (SAN AGLSTIN, Sermón 5]).

5513 (Dios) amó tanto a esta virtud, que no quiso venir al mundo sino acompañado de ella, naciendo de
Madre virgen (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las vírgenes,1).

VIRTUDES

Cualidades de la verdadera virtud

5514 Me parece que la definición breve y verdadera de la virtud es el orden del amor (SAN AGUSTíN, La
Cñdadde Dios,15,22).

5515 Cuando hablamos de las virtudes [. . . ] debemos tener siempre ante los ojos al hombre real, al hombre
concreto. La

virtud no es algo abstracto, separado de la vida, sino, al contrario, tiene profundas "raíces" en la vida misma,
brota de ella y la forma. La virtud incide sobre la vida del hombre, sobre sus acciones y sobre su conducta.
Se deduce de ello que, en todas estas reflexiones nuestras, no hablamos tanto de la virtud como del hombre
que vive y actúa "virtuosamente"; hablamos del hombre prudente, justo, valiente (JUAN PABLO II, Aud. gen.
22-11-1978).

5516 La verdadera virtud no es triste y antipática, sino amablemente alegre (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER,
Camino, n. 657).

5517 La virtud no es solamente propia de nuestro deseo, sino también de una gracia superior (SAN
CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. 1p 360).

5518 El primer grado de piedad consiste en amar la virtud (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea,
vol. III, p. 134).

5519 Verdad es que aquestas virtudes tienen tal propiedad que se esconden de quien las posee, de manera
que nunca las ve ni acaba de creer que tiene alguna, aunque se lo digan; mas tiénelas en tanto que siempre
anda procurando tenellas y valas perfeccionando en si (SANTA TERESA, Camino deperfección,10,4).

5520 De la misma manera que es propiedad natural de un árbol estar lleno de frutos y, sin embargo, las
hojas que se ajustan en sus ramas le dan cierta vistosidad y adorno, así también el fruto del alma es
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primordialmente la verdad; pero, no obstante', el verse rodeada de sabiduría profana, lejos de hacerla
desabrida o ingrata, le da un aspecto agradable y oportuno, a la manera como las hojas dan sombra al fruto
(SAN BASILIO, Discurso a los jóvenes).

5521 Es una equivocación pensar que las expresiones término medio o justo medio, como algo
característico de las virtudes morales, significan mediocridad: algo así como la mitad de lo que es posible
realizar. Ese medio entre el exceso y el defecto es una cumbre, un punto álgido: lo mejor que la prudencia
indica. Por otra parte, para las virtudes teologales no se admiten equilibrios: no se puede creer, esperar o
amar demásiado. Y ese amor sin limites a Dios revierte sobre quienes nos rodean, en abundancia de
generosidad, de comprensión, de caridad (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Amigos de Dios,83).

5522 Mientras más crece el amor y la humildad en el alma, mayor olor dan de sí estas flores de virtudes
para sí y para los otros (SANTA TERESA, Vida,21,8).

Virtudes humanas y virtudes sobrenaturales

5523 Al final de la lucha ascética, cuando se vive unido a Dios, es posible vivir sobrenaturalmente las
virtudes humanas:

con sencillez, día a día, con naturalidad sobrenatural. Entonces las virtudes naturales, vividas a lo divino,
formarán como el reverso de la medalla de la falsa santidad, carente de valores humanos (A. DEL
PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, Pp. 30-31).

5524 Cuando un alma se esfuerza por cultivar las virtudes humanas, su corazón está ya muy cerca de
Cristo. Y el cristiano percibe que las virtudes teologales -la fe, la esperanza, la carídad, y todas las otras que
trae consigo la gracia de Dios, le impulsan a no descuidar nunca esas cualidades buenas que comparte con
tantos hombres (J. EsCRIvA DE BALAGLER, Amigos de Dios,91).

5525 No se es recto por ser duro, ni se alcanza un estado de ánimo perfecto por ser insensible (SAN
AGUSTÍN La Ciudad de Dios,14,9).

5526 La verdadera dignidad y excelencia del hombre consiste [. . . ]en la virtud. La virtud es patrimonio
común de todos los mortales, e igualmente la pueden alcanzar los altos y los bajos, los ricos y los pobres
(LEÓN XIII, Enc. Rerum novarum,15-V-1981).

5527 De estas virtudes generales es necesario tener gran previsión y muy a mano, pues se han de estar
usando casi de continuo (SAN FRANCISCO DE SALES Introd. a la vida devota, III,1).

5528 Así nos figuramos a los hombres, recios y varoniles: sin miedo al dolor; hombres que saben sufrir
callando, y no lo comunican para que no los compadezcan; sin miedo al sacrificio ni a la lucha; que no se
arredran ante las dificultades; sin miedo al miedo; sin timideces ni complejos imaginados; incompatibles con
la frivolidad; que no se escandalizan de nada de lo que ven ni oyen. Entereza es reciedumbre. Energía y
decisión no son orgullo, sino virilidad. Esos hombres recios no pueden ser transigentes en todo, y
defenderán, con una energía que asustará a los débiles, el espíritu y las normas del Cristianismo que
profesan (J. JRTEAGA, El valor divino de lo humano, p. 68).

5529 De este modo se explica que la Iglesia exija a sus santos el ejercicio heroico no sólo de las virtudes
teologales, sino también de las morales o humanas; y que las personas verdaderamente unidas a Dios por
el ejercicio de las virtudes teologales se perfeccionan también desde el punto de vista humano, se afinan en
su trato; son leales, afables, corteses, generosas, sinceras, precisamente porque tienen colocados en Dios
todos los afectos de su alma (A. DEI PoRTII[O, Escritos sobre el sacerdocio, p. 30).
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5530 Para santificar cada jornada, se han de ejercitar muchas virtudes cristianas; las teologales en primer
lugar y, luego, todas las otras: la prudencia, la lealtad, la sinceridad, la humildad, el trabajo, la alegría [. . . J
(J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,23).

5531 (La madurez) se manifiesta, sobre todo, en cierta estabilidad de ánimo, en la capacidad de tomar
decisiones ponderadas y en el modo recto de juzgar los acontecimientos y los hombres. (CONC. VAl. 11,
Decr. Optatam totius,11).

Relaciones de las virtudes entre sí

5532 La caridad es la que da unidad y consistencia a todas las virtudes que hacen al hombre perfecto (SAN
ALEONSO M. DE LIGORIO, Práctica del anor a Jesucristo).

5533 (La humildad es) madre y maestra de todas las virtudes (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,23).

5534 Así como el enfermo está débil para trabajar, así el alma que en amor está floja también lo está para
ejercitar las virtudes heroicas (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,11,13).

5535 En la cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes (SAN-TO TOMAS, Sobre el Credo,1. c. ,6).

5536 Aun las buenas acciones carecen de valor cuando no están sazonadas por la virtud de la humildad.
Las más grandes, practicadas con soberbia, en vez de ensalzar rebajan. El que acopía virtudes sin
humildad arroja polvo al viento, y donde parece que obra provechosamente, allí incurre en la más lastimosa
ceguera. Por lo tanto, hermanos mios, mantened en todas vuestras obras la humildad [. . . ] (SAN
GREGORIO MAGNO, Hom. 7 sobre los Evang. ).

5537 Practiquemos la caridad, sin la cual todas las demás virtudes pierden su brillo (SAN LEON MAGNO,
Sermón 72, sobre la Ascensión del Señor).

5538 Así como las ramas de un árbol reciben su solidez de la raíz, así también las virtudes, siendo muchas,
proceden de la caridad. Y no tiene verdor alguno la rama de las buenas obras si no está enraizada en la
caridad (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 27 sobre los Evang. ).

5539 Amad la humildad, que es fundamento y guarda de todas las virtudes (SAN BERNARDO, Sermón en
la Natividad del Señor,1).

5540 La fe muestra el fin, la esperanza va a su consecución, la caridad une con él (SANJO TO, Coment. 1.
Epístola a h'moteo,12).

5541 Pedimos con la fe, buscamos con la esperanza, y llamamos con la caridad. Primeramente debemos
pedir para alcanzar, después buscar para encontrar, y después de haber hallado guardar lo que poseemos
para poder entrar (SANJo TOMAS, Catena Aurea, vol. 1, PP. 427-428).

5542 Templanza es el amor que se mantiene íntegro e incólume 5542 para Dios; fortaleza es el amor que,
por Dios, todo lo soporta con alegría; justicia es el amor que sólo sirve a Dios y, por esto, pone en su orden
debido todo lo que está sometido al hombre; prudencia es el amor que sabe distinguir bien entre lo que es
ventajoso en su camino hacia Dios y lo que puede ser un obstáculo (SAN AGUSTíN, Sobre las costumbres
de la Iglesia,1).
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5543 Tenemos necesidad de fortaleza para ser hombres. En efecto, el hombre verdaderamente prudente es
aquel que posee la virtud de la fortaleza; de la misma manera que el hombre verdaderamente justo es
solamente aquel que tiene la virtud de la fortaleza (JUAN PABlo II, Aud. gen. 15-11-1978).

Crecimiento de las virtudes

5544 Los ladrones no escarban donde sólo puede haber paja, sino donde sospechan que se encuentra el
oro. El demonio persigue a los que disfrutan el oro de la virtud. Donde hay virtud hay tentación (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. 1).

5545 Las virtudes humanas [. . . ] son el fundamento de las sobrenaturales; y éstas proporcionan siempre un
nuevo empuje para desenvolverse con hombría de bien. Pero, en cualquier caso, no basta el afán de poseer
esas virtudes: es preciso aprender a practicarlas. Discite benefacere (Is 1,7), aprended a hacer bien. Hay
que ejercítarse habitualmente en los actos correspondientes -hechos de sinceridad, de veracidad, de
ecuanimidad, de serenidad, de paciencia-, porque obras son amores, y no cabe amar a Dios sólo de
palabra, sino con obras y de verdad (1Jn 3,18) (J. ESCRIVA DE BALAGLER, Amigos de Dios,91).

5546 La confesión engendra el apartamiento del pecado, y de la penitencia se originan las virtudes (SANTO
TO\'edAS, Catena Aurea, vol. 1p 51).

Virtudes del sacerdote

5547 Su servicio no es el del médico, del asistente social, del político o del sindicalista. En ciertos casos, tal
vez, el cura podrá prestar, quizá de manera supletoria, esos servicios y, en el pasado, los prestó de forma
muy notable. Pero hoy, esos servicios son realizados adecuadamente por otros miembros de la sociedad,
mientras que nuestro servicio se específica cada vez más claramente como un servicio espiritual. Es en el
campo de las almas, de sus relaciones con Dios, y de su relación interior con sus semejantes, donde el
sacerdote tiene una función esencial que desempeñar. Es ahí donde debe realizar su asistencia a los
hombres de nuestro tiempo. Ciertamente, siempre que las circunstancias lo exijan, no debe eximirse de
prestar también una asistencia material, mediante las obras de caridad y la defensa de la justicia. Pero,
como he dicho, eso es en definitiva un servicio secundario, que no debe jamás perder de vista el servicio
principal, que es el de ayudar a las almas a descubrir al Padre, abrirse a El y amarlo sobre todas las

cosas. (JUAN PABLO II, Hom Río de Janeiro,2-VII-1980).

5548 El anuncio del mensaje de Jesucristo hace que el sacerdote experimente la necesidad de llenarse de
la Palabra, de remansaría en su mente y en su corazón; el ministerio de los Sacramentos pide no una
realización externa y oficial -suficiente para la validez-, sino sincero deseo de identificación con Jesucristo;
finalmente, la misión de educar en la fe al Pueblo de Dios exige que la vida del sacerdote

-hecho sacrificib gustoso, ofrenda gozosa- esté plenamente informada por la caridad pastoral, de la que
derivan todas las virtudes humanas y sobrenaturales necesarias para el cumplimiento de su misión: caridad
sin límites, hasta el olvido de sí mismo; fe que ilumina y anima a perseverar, sin dejarse vencer por el
cansancio; obediencia total y delicada, pero a la vez inteligente, operativa y responsable; humildad y
mansedumbre, que saben conjugar la comprensión con la firmeza; continencia perfecta, que llena de
libertad el corazón para ofrecerlo a Dios en la adoración y entregarlo plenamente en el servicio de las almas;
paciencia, que sabe sufrir en silencio y perdonar siempre; pobreza, que es lección de bienaventuranza y
testimonio de esperanza (A. DEL PORTíLLO, Escritos sobre el sacerdocio, Pp. 50-51).

5549 Entre las virtudes que mayormente se requieren para eministerio de los presbíteros hay que contar
aquella disposición de ánimo por la que están siempre prontos a buscar no su propia voluntad, sino la
voluntad de Aquel que los ha enviado. Porque la obra divina, para cuyo cumplimiento los ha tomado el
Espíritu Santo, trasciende todas las fuerzas humanas y toda humana sabiduría, pues Dios escogió lo flaco
del mundo para confundir lo fuerte (1Co 1,27). Así pues, consciente de su propia flaqueza, el verdadero
ministro de Cristo trabaja con humildad, indagando cuál sea el beneplácito de Dios y, como atado por el
Espíritu, se guía en todo por la voluntad de Aquel que quiere que todos los hombres se salven; voluntad que
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puede descubrir y cumplir en las circunstancias cotidianas de la vida, sirviendo a todos los que le han sido
encomendados por Dios en el cargo que se le ha confiado y en los mtiples acontecimientos de su vida.
(CoN(. V AT 11, Decr. Presbyteroruin Ordinis,15).

Santa María, "escuela de virtudes"

5550 (María es) modelo y escuela viva de todas las virtudes (SAN ANíEROSIo, Trat. sobre las vírgenes,2).

5551 ¡Cuánto crecerían en nosotros las virtudes sobrenaturales, si lográsemos tratar de verdad a María, que
es Madre Nuestra! (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Amigos de Dios,293).

VISITA AL SANTISIMO

Fuente de gracias

Siendo esta devoción tan útil es al mismo tiempo la más fácil (SAN ALEONSO M. DE LíGORIO, Visitas al
Stmo. Sacramento, Introducción).

5553 No dejes la Visita al Santísimo. -Luego de la oración vocal que acostumbres, di a Jesús, realmente
presente en el Sagrario, las preocupaciones de la jornada. -Y tendrás luces y ánimo para tu vida de cristiano
(J. ESCRIVÄ DE BALA-GUER Camino, n. 554).

5554 ¡Oh, cuán abundantes gracias han sacado los santos de esta fuente del Santísimo Sacramento, donde
el amoroso Jesús liberalmente concede todos los merecimientos de su Pasión! (SAN ALEONSO M. [)E
LIGoRIO, Visitas al Stmo. Sacramento,1).

Fortaleza para la vida cristiana

5555 Es como llegarnos al fuego, que aunque le haya muy grande, si estáis desviadas y escondéis las
manos mal os podéis calentar, aunque todavía da más calor que no estar a donde no hay fuego. Mas otra
cosa es querernos llegar a él, que si el alma está dispuesta -digo que esté con deseo de perder el frío- y se
está allá un rato, queda para muchas horas con calor (SANTA TEREsA Camino de perfección,35,1).

5556 ¡Cuán consoladores y suaves son los momentos pasados con este Dios de bondad! ¿Estás dominado
por la tristeza? Ven un momento a echarte a sus plantas, y quedarás consolado. ¿Eres despreciado del
mundo? Ven aquí, y hallarás un amigo que jamás quebrantará la fidelidad. ¿Te sientes tentado? Aquí es
donde vas a hallar las armas más seguras y terribles para vencer a tu enemigo. ¿Temes el juicio formidable
que a tantos santos ha hecho temblar? Aprovéchate del tiempo en que tu Dios es Dios de misericordia y en
que tan fácil es conseguir el perdón. ¿Estás oprimido por la pobreza? Ven aquí, donde hallarás a un Dios
inmensamente rico, que te dirá que todos sus bienes son tuyos [. . . ] (SANTO CURA DE ARS, Sermón
sobre el Corpus Christi).

5557 A cualquier alma que visita a Jesús en el Santísimo Sacrameñto le dice este Señor: [. . . ] "Alma que
me visitas, levántate de tus miserias, pues estoy aquí para enriquecerte de gracias. Date prisa, llega a mi,
no temas mi majestad, porque está humillada en este Sacramento, para apartar de ti el miedo y darte toda
confianza" (SAN ALFONSO M. a DE LiGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,8).

El Señor "espera nuestra visita"

5558 No todos pueden hallar al rey de la tierra, y lo más que pueden algunos conseguir es valerse para esto
de alguna tercera persona; mas para hablar con Vos, oh Rey de la gloria, no es preciso buscar terceras
personas, porque empre estáis pronto en este Sacramento para oírnos; el rey de la tierra da audiencia
pocas veces en el año, mas Vos, en ese Sacramento, a todos nos dais audiencia, de día y de noche,
siempre que queremos (SAN ALFONSO M. DE LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,10).
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5559 ¿Sabéis aún cuál fue el motivo que movió a Jesucristo a permanecer día y noche en nuestros
templos? Pues fue para que, cuantas veces quisiéramos verle, nos fuese dado hallarle. ¡Cuán grande eres,
ternura de un padre! ¡Qué cosa puede haber más consoladora para un cristiano que sentir que adora a un
Dios presente en cuerpo y alma! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Corpus Christi).

5560 Es verdad que a nuestro Sagrario le llamo siempre Betania. . . -Hazte amigo de los amigos del
Maestro: Lázaro, Marta, María. -Y después ya no me preguntarás por qué llamo Betania a nuestro Sagrario
(J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Camino, n. 322).

Fácil de hacer y abundancia de frutos

5561 Es preciso valorar la devoción eucarística bajo todos sus aspectos: la participación plena de la misma
-con la comunión- y también las visitas al Santisimo. Cristo permanece sacramentalmente con nosotros para
darnos vida abundante y facilitar el encuentro personal con él. El creyente hallará en estos encuentros
eucarísticos paz y serenidad; Cristo sabrá dar la fortaleza y paciencia en la lucha, luz y entusiasmo en la fe,
vigor para hacer frente a las tentaciones, profundidad en las convicciones cristianas, fervor en el amor a
Dios y en la entrega y servicio a los demás. Todas las virtudes de Jesús están ahí al servicio de todos los
que quieran acudir ("Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco", nos dice).
Es una invitación, una presencia ofrecida; sólo producirá efecto en quienes la acepten. La pérdida de esta
devoción eucarística sería una lamentable y gran privación

(J. DELICADO BAEzA, En medio de las plazas, p. 60).

5562 Muchos cristianos, exponiéndose a grandes peligros y padeciendo muchas fatigas, emprenden largas
jornadas sólo con el fin de visitar los lugares de la Tierra Santa en que nuestro Salvador nació, padeció y
murió. ¡Ah, y cómo es-tos santos excesos acusan nuestros descuidos y nuestra ingratitud! Pues dejamos
muchas veces de visitar al mismo Señor que habita en las iglesias pocos pasos distantes de nuestras casas
(SAN ALFONSo M. DE LIGORIO, Visitas al St-mo. Sacramento,23).

Prueba de gratitud, signo de amor, deber de adoración

5563 Y entró Jesús en el templ Esto era lo propio de un buen hijo: pasar enseguida a la casade su padre,
para tributarle allí el honor debido. Como tú, que debes imitar a Jesucristo, cuando entres en una ciudad
debes, lo primero, ir a la iglesia (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 14).

5564 Durante el día, los fieles no omitan el hacer la visita al Santísimo Sacramento, que debe estar
reservado en un sí-tío dignisimo con el máximo honor en las iglesias, conforme a las leyes litúrgicas, puesto
que la visita es prueba de gratitud, signo de amor y deber de adoración a Cristo Señor, allí presente (PAB[()
VI, Enc. Mysteriuii fidei).

5565 ¡Ah!, y ¿qué haremos, preguntáis algunas veces, en la presencia de Dios Sacramentado? Amarle,
alabarle, agradecerle y pedirle, ¿Qué hace un pobre en la presencia de un rico? ¿Qué hace un enfermo
delante del médico? ¿Qué hace un sediento en vista de una fuente cristalina? (SAN ALEONSO M. DE
LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,1).

VOCACION

Citas de la Sagrada Escritura

1. Elección divina: Yo te he llamado por tu nom bre. Is 43,1

Llamó a los que quiso. Mc. 3,13.

No me habéis elegido vosotros a mi, sino que yo os elegi a vosotros. Jn 15,16.


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(Pablo, llamado y elegido) no por los hombres ni por obra de hombres, sino por Jesucristo y Dios Padre. Ga
1,1.

Nos eligió antes de la creación del mundo. Ep 1,4.

Nos llamó con vocación santa, no en virtud de nuestras obras, sino en virtud de su designio. 2Tm 1,9.

2. Correspondencia pronta, sin dilaciones:

Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permiteme que antes vaya a dar sepultura a mi padre. Pero Jesús le
respondió: Sigueme y deja que los muertos entierren a sus muertos. Mt 21,22.

Al pasar vio a Leví el de Alfeo sentado al telonio, y le dijo: Sigue-me. El, levantándose, le siguió. Lc 2,14.

3. Llamada a través de otros

(Andrés) encontró a su hermano Simón y le dijo: Hemos hallado al Mesias, que quiere decir el Cristo. Le
condujo a Jesús, que, fijando en él la vista, dijo: Tú eres Simón, el hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas,
que quiere decir Pedro. Jn 1,41-42.

Fijó la vista (el Bautista) en Jesús que pasaba y dijo: He aquí el Cordero de Dios. Los dos discípulos, que le
oyeron, siguieron a Jesús. Jn 1,36-37.

4. A veces no coincide con nuestros planes

(Jonás, el profeta) levantóse para huir lejos de Yahvé, a Tarsis; bajó a Jope y halló un barco que estaba para
ir a Tarsis. Pagó el pasaje y entró en el barco para irse con ellos a Tarsis, lejos de Yahvé. Jon 1,3.

El joven rico y su negación a seguir a Cristo: Mt 19,16-26.

5. Las excusas

Un hombre daba una gran cena, e invitó a muchos. Y envió a su criado a la hora de la cena para decir a los
invitados: Venid, pues ya está todo preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero le dijo: he
comprado un campo y tengo necesidad de ir a verlo; te ruego que me des por excusado. Y otro dijo: compré
cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlas; te ruego que me des por excusado. Lc 14,16-20.

6. El premio

Al que venciere le daré el maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en ella escrito un nombre
nuevo, que nadie conoce sino el que lo recibe. Ap 2,17.

En verdad os digo que no hay nadie que, habiendo dejado casa, hermanos o hermanas, padre o madre,
hijos o campos por mi y por el Evangelio, no reciba en esta vida cien veces más en casas, hermanos,
hermanas, madres, hijos y campos, con persecuciones; y en el siglo venidero, la vida eterna. Mc 10,29-31.

La vocación cristiana comporta una llamada a la santificación personal y al apostolado

5566 Todos los fieles, desde el Papa al último bautizado, participan de la misma vocación, de la misma fe,
del mismo Espíritu, de la misma gracia [. . . ]. Todos participan activa y corresponsablemente -dentro de la
necesaria pluralidad de ministerios- en la única misión de Cristo y de la Iglesia (A. DEL PORTILLO, Fieles y
laicos en la Iglesia, p. 38).

5567 Para decirlo brevemente, lo que el alma es en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo (Discurso
a Diogneto,5).

5568 Vuestra vocación humana es parte, y parte importante, de vuestra vocación divina. Esta es la razón
por la cual os tenéis que santificar, contribuyendo al mismo tiempo a la santificación de los demás, de
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vuestros iguales, precisamente santificando vuestro trabajo y vuestro ambiente:

esa profesión u oficio que llena vuestros días, que da fisonomía peculiar a vuestra personalidad humana,
que es vuestra manera de estar en el mundo; ese hogar, esa familia vuestra; y esa nación, en la que habéis
nacido y a la que amáis (J. ESCRIVÄ DE BALACLER, Es Cristo que pasa,46).

Especiales llamamientos de Dios

5569 La vocación no es debida a nuestros méritos, sino a la benevolencia y misericordia de Dios (SAN
AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 5).

5570 [. . . ] Dios no hace acepción de personas (cfr. 2 Par 19,7; Rm 2,11 Ff6,9; Col 3,25, etc. Col ), como
nos repite insistentemente la Escritura. No se fija, para invitar a un alma a una vida de plena coherencia con
la fe, en méritos de fortuna, en nobleza de familia, en altos grados de ciencia. La vocación precede a todos
los méritos [. . . ] (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,33).

5571 También se dice que es semejante el reino de los cielos a un comerciante que anda en busca de
perlas finas, y hallando una muy preciosa, vende cuanto tiene y la compra [. . . J. En comparación con
aquélla, nada tiene yalor, y el alma abandona todo cuanto había adquirido, derrama todo cuanto había
congregado, se enardece con el amor de las cosas celestiales, no siente placer en las cosas terrenas y
considera como deforme todo lo que le parecía bello en la tierra, porque sólo brilla en el alma el resplandor
de aquella perla preciosa (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 11 sobre los Evang. ).

5572 El descubrimiento de la vocación personal es el momento más importante de toda existencia. Hace
que todo cambie

sin cambiar nada, de modo semejante a como un paisaje, siendo el mismo, es distinto después de salir el
sol que antes, cuando lo bañaba la luna con su luz o le envolvían las tinieblas de la noche. Todo
descubrimiento comunica una nueva belleza a las cosas y, como al arrojar nueva luz provoca nuevas
sombras, es preludio de otros descubrimientos y de luces nuevas, de más belleza (F. SUÁREZ, La Virgen

Nuestra Señora, p. 80).

5573 Comencé a rezar muchas oraciones vocales y a procurar que todas me encomendasen a Dios que me
diese el estado

en que le había de servir; mas todavía deseaba no fuese monja, que éste no fuese Dios servido de dármele,
aunque también temía el casarme (SANTA TERESA, Vida,3,2).

5574 ¡Oh, válgame Dios, por qué términos me andaba Su Majestad disponiendo para el estado en que se
quiso servir de mi, que, sin quererlo yo, me forzó a que me hiciese fuerza!. . .

Aunque fueron los días que estuve pocos, con la fuerza que hacían en mi corazón las palabras de Dios, así
leídas como oídas, y la buena compañía, vine a ir entendiendo la verdad de cuando niña, de que no era
todo nada, y la vanldad del mundo, y cómo acababa en breve, y a temer, si me hubiera muerto, cómo me
iba al infierno [. . . ]. Poníame el demonio que no podría sufrir los trabajos de la religión, por ser tan
regalada. A esto me defendía con los trabajos que pasó Cristo, porque no era mucho yo pasase algunos por
El; que El me ayudaría a llevarlos -debía pensar-, que esto postrero no me acuerdo. Pasé hartas
tentaciones estos dias (SANTA TERESA, Vida,3,4-6).

5575 Y subiendo a un monte llamó a los que El quiso [. . . ]. Pues no por propia iniciativa y preparación, sino
por la gracia

divina, setian llamados al apostolado (SAN BEDA, Trat. Evang. S. Marcos).


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5576 No se ha de mirar tanto a la edad como a las prendas del alma [. . . ]. ¿Y qué más razonamientos, sino
decir que en cualquier edad puede servir a Dios y ser perfecta para consagrarse a Cristo? (SAN
AMBROSIO, Sobre la virginidad,40).

5577 Calla: No olvides que tu ideal es como una lucecica recién encendida. - Puede bastar un soplo para
apagarla en tu corazón (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Camino, n. 644).

5578 Los demás soldados van se como pueden, y a las veces se apartan de donde ven el mayor peligro, y
no los echa nadie de ver ni pierden honra; mas estotros, como llevan todos los ojos en ellos, no se pueden
bullir. Bueno es el oficio, y honra grande y merced hace el Rey a quien le da; mas no se obliga a poco quien
le recibe (SANTA TERESA, Camino de perfección,18,6).

Respuesta personal a la llamada de Dios. Dios llama en el momento oportuno

5579 Pero, ¿por qué no llamó a Mateo al mismo tiempo que a Pedro y a Juan? Porque aún no estaba bien
dispuesto.

Aquel que conoce bien el fondo de los corazones sólo llama a quien está dispuesto a obedecer (SAN JUAN
CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. II, p. 11).

5580 Si ves claramente tu camino, síguelo. -¿Cómo no desechas la cobardía que te detiene? (J. ESCRIVA
DE BALAGLER, Camino, n. 903).

5581 Mas ya que habéis visto el poder del que llama, considerad también la obediencia del llamado. Porque
Mateo no opuso ni un momento de resistencia, ni dijo, dudando: ¿Qué es esto? ¿No será una ilusión que
me llame a mi, que Soy hombre tal? Humildad, por cierto, que hubiera estado totalmente fuera de lugar.
(SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. Sobre S. Mateo,30).

5582 Y al mostrar (Mateo) una decisión pronta para todo y desprenderse así de golpe de todas las cosas de
la vida, atestiguaba muy bien, por su perfecta obediencia, que le había llamado el Señor en el momento
oportuno (SAN JUAN CRíSÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,30).

5583 El Señor, cuando prepara a los hombres para el Evangelio, no quiere que interpongan ninguna excusa
de piedad temporal o terrena, y por eso dice: Sígueme y deja a los muertos que entierren a sus muertos
(SAN AGUSTIN, en Catena Aurea vol. 1p 493).

5584 Si Dios nos ha elegido entre una infinidad de criaturas posibles para desempeñar un papel en la
creación, esto es un hecho que nosotros no podemos cambiar y ante el cual la única actitud digna de un
hombre es la de aceptarlo tal cual es, porque ni depende de nosotros ni dejará de ser así porque
pretendamos ignorarlo. (F. SUÁREZ, La Virgen Nuestra Señora, p. 81).

Dios da las gracias necesarias para perseverar

5585 A los que Dios elige para una misión los dispone y prepara de suerte que resulten idóneos para
desempeñar la misión para la que fueron elegidos (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,3, q. 27, a. 4 c).

5586 Es norma general de todas las gracias especiales comunicadas a cualquier creatura racional que,
cuando la gracia divina elige a alguien para algún oficio especial o algún estado muy elevado, otorga todos
los carismas que son necesarios a aquella persona así elegida y que la adornan con profusión (SAN
BERNARDINO DE SIENA, Sermón 2).
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5587 En una ocasión vi un águila encerrada en una jaula de hierro. Estaba sucia, medio desplumada; tenía
entre sus garras un trozo de carroña. Entonces pensé en lo que sería de mi, si abandonara la vocación
recibida de Dios. Me dio pena aquel animal solitario, aherrojado, que había nacido para subir muy alto y
mirar de frente al sol (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,11).

El Señor llama de muchas y diferentes maneras

Cuando Jesús dice: Sigueme, lo hace a través de la predicación, o por la voz de la Escritura, o por una
inspiración interior (RABANO MAURO, en Catena Aurea, vol. II, p. 17).

so ni un momento de resistencia, ni dijo, dudando: ¿Qué es esto? ¿No será una ilusión que me llame a mi,
que Soy hombre tal? Humildad, por cierto, que hubiera estado totalmente fuera de lugar. (SAN JUAN
CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,30).

5588 Cuando Jesús dice: Sigueme, lo hace a través de la predicación, o por la voz de la Escritura, o por una
inspiración interior (RABANO MAURO, en Catena Aurea, vol. II, p. 17).

5589 Hay tres géneros de llamamiento. Uno, cuando nos llama Dios directamente; otro, cuando nos llama
por medio de los hombres; y el tercero, cuando lo hace por medio de la necesidad (CASIANO,
Colaciones,3).

5590 En esta especie de Iglesia doméstica los padres deben ser para sus hijos los primeros predicadores
de la fe, mediante la palabra y el ejemplo, y deben fomentar la vocación propia de cada uno, pero con un
cuidado especial la vocación sagrada (CONC. VAT. II, Const. Lumen gen tium,11).

5591 Muchos son los caminos que conducen a Dios. Por eso, cada cual debe seguir con decisión
irrevocable el modo de vida que primero abrazó, manteniéndose fiel en su dirección primera. Cualquiera que
sea la vocación escogida, podrá llegar a ser perfecto en ella (CASIANO Colaciones,14).

5592 Muchos piden consejos a Dios sobre diversas cosas. El da a todos una sola e inmediata respuesta,
con palabra abierta y clara; pero no siempre la entienden todos, aunque les haya hablado claro, pues se
dirigen a El para pedirle consejo de lo que desean, y no siempre obtienen lo que piden. Bueno y fiel servidor
será, por cierto, quien no aspire a obtener respuesta con arreglo a su voluntad y quiera solamente lo que
estime agradable a Dios, según la respuesta que le plazca darle, conformando su voluntad a la de la
Majestad Divina (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 46,1. c. , p. 680).

La Iglesia tiene necesidad de vocaciones

5593 Son pocos los operarios que hay para recoger tan abundante mies, lo cual no podemos decir sin que
nos cause profunda pena, porque aun cuando hay quienes oigan cosas buenas, escasean los que las dicen
(SAN GREGORIO MAO NO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

5594 Si existen buenas ovejas habrá también buenos pastores, pues de entre las buenas ovejas salen los
buenos pastores (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

5595 Escuchemos lo que dice el Señor a los predicadores que envía a sus campos: La mies es mucha, pero
los operarios son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que envíe trabajadores a su mies. Por tanto, para
una mies abundante son pocos los trabajadores; al escuchar esto, no podemos dejar de sentir una gran
tristeza, porque hay que reconocer que, si bien hay personas que desean escuchar cosas buenas, faltan, en
cambio, quienes se dediquen a anunciarlas (SAN GREGORIO MAGNO, Hoin. 17 sobre los Evang. ).

5596 (Todo sacerdote tiene necesidad) -signo inequívoco de amor a su misión- de promover vocaciones al
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sacerdocio. Esta exigencia, que afecta a todo el Pueblo de Dios, recae especialmente sobre el sacerdote,
que ha de sentir el anhelo de dar un testimonio constante de servicio y de la alegría de su vida de entrega, y
de emplear todos los medios, en primer lugar los sobrenaturales, para que sean muchos quienes, sintiendo
las necesidades de la Iglesia y la grandeza de la vocación sacerdotal, sepan hacer de su vida un servicio
ministerial a Dios y a los hombres. El sacerdote ha de tener el corazón puesto en el seminario, sabiendo que
los nuevos presbíteros serán continuadores de su misión y corona de su vida de entrega (A. DEL
PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 49).

Los padres y la vocación de los hijos

5597 Y porque sé de no pocas jóvenes que, deseosas de consagrar a Dios su virginidad, no lo consiguieron
por estorbárselo sus madres [. . . ], a tales madres dirijo ahora mi discurso y pregunto: ¿no son libres
vuestras hijas para amar a los hombres y elegir marido entre ellos, amparándolas la ley en su derecho aun
contra vuestra voluntad? Y las que pueden libremente desposarse con un hombre, ¿no han de ser libres
para desposarse con Dios? (SAN A1BROsI(), Trat. sobre las vírgenes,1).

5598 Dijo esto (Deja a los muertos que entierren a sus muertos) no mandando despreciar el honor que se
debe a los padres, sino mostrando que ninguna cosa es tan necesaria para nosotros como ocuparnos de los
negocios del cielo. Con este fin nos debemos entregar con todo nuestro ardor, y no tardar ni un momento,
por inevitables o importantes que sean las cosas que quieran detenernos (SAN JUAN CRISOSTOMO, en
Catena Aurea, vol. 1p 494).

5599 "Nesciebatis quia in his quae Patris mei sunt oportet me esse?" -¿No sabíais que yo debo emplearme
en las cosas que miran al servicio de mi Padre?

Respuesta de Jesús adolescente. Y respuesta a una madre como su Madre, que hace tres días que va en
su busca, creyéndole perdido. -Respuesta que tiene por complemento aquellas palabras de Cristo, que
transcribe San Mateo: "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí" (J. ESCRIVÄ
DE BALAGUER, Canzino, n. 907).

5600 Cuando en el seno del hogar te presente el demonio la batalla, mostrándote a los padres suplicantes,
con lágrimas en los ojos, anunciadoras del dolor que tu partida deja en sus corazones, no te rindas, sino
puesta la mirada en Dios, resiste valerosamente, porque si alcanzas victoria en el ataque del amor paterno,
no habrá ya amor del mundo capaz de volverte atrás (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las vírgenes,

5601 Ni siquiera pidió (Mateo) al Señor que le permitiera ir a su casa y dar la noticia a los suyos; por lo
demás, tampoco lo hicieron los pescadores. Estos dejaron redes, barca y padre, y Mateo su oficio de
alcabalero y su negocio, para seguir al Señor (SAN JUAN CRISOSTONIO, Hom. sobre S. Mateo,30).

5602 Déjenlas, pues, ir a ella si Dios las llama, que El sabe cuidar a sus escogidos (SA, Sobre la virginidad
(1,38).

5603 Santiago y Juan son alabados porque siguieron al Señor, abandonando a su padre, y no porque su
padre los incitase al mal, sino porque estimaron que su padre podría pasar la vida de otro modo, siguiendo
ellos a Cristo (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 101, a. 4 ad 1).

5604 Cosa es de gran lástima, que está el mundo ya con tanta desventura y ceguedad, que les parece a los
padres que está su honra en que no se acabe la memoria de este estiércol de los bienes de este mundo, y
no la haya en que tarde o temprano se ha de acabar; y todo lo que tiene fin, aunque dure, se acaba, y hay
que hacer poco caso de ello, y que a costa de los pobres hijos quieran sustentar sus vanidades, y quitar a
Dios con mucho atrevimiento las almas que quiere para sí, y a ellas un tan gran bien [. . . ]. Abridíes, Dios
mío, los ojos; dadíes a entender qué es el amor que están obligados a tener a sus hijos, para que no los
hagan tanto mal, y no se quejen delante de Dios en aquel juicio final de ellos, adonde, aunque no quieran,
entenderán el valor de cada cosa (SANTA TERESA, Fundaciones,10,9).
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VOLUNTAD DE DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

Jesús le dijo: Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y acabar su obra. Jn 4,34.

Que no os conforméis a este siglo, sino que os transforméis por la renovación de la mente para que sepáis
discernir cuál es la voluntad de Dios, buena, grata y perfecta. He 12,2.

Por esto, no seáis insensatos, sino sabed cuál es la voluntad del Señor. Ep 5,17.

Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Lc 22,42.

Por esto, también desde el dia en que tuvimos esta noticia, no cesamos de orar y pedir por vosotros; para
que seáis llenos del conocimiento de la voluntad de Dios, con toda sabiduría e inteligencia espiritual. Col
1,9.

No todo el que dice: ¡Señor, Señor! entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre, que está en los cielos. Mt 7,21.

Ese siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no se preparo ni hizo conforme a ella, recibirá muchos
azotes. Lc 12,47.

Y el mundo pasa, y también sus concupiscencias; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para
siempre. 1Jn 2,17.

Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será semejante al varón prudente, que edifica
su casa sobre roca. Mt 7,24.

¡Ah! si hubieses atendido a mis mandamientos, tu paz sería como un río, y tu justicia como las olas del mar.
Is 48,18.

Quien me escuche vivirá tranquilo, seguro y sin temor de mal. Pr 1,33.

Los que cumplen la voluntad de Dios son los verdaderos parientes de Nuestro Señor: Mt 12,50; Mc 3,35; Lc
8,19-21.

Nuestro Señor bajó del cielo para cumplir la voluntad 4e su Padre: Jn 6,38.

Cómo Pablo conoce y cumple su voluntad divina: Ac 20,22-25; 21,13-14.

La voluntad divina es inmutable: 2Co 1,18-22.

No debemos buscar agradar sino a Dios: Ga 1,10-16.

Cómo hay que cumplir esta santa voluntad: Ph 2,14-15.

Las órdenes que nos son dadas por nuestros superiores representan la voluntad de Dios respecto de
nosotros: Col 3,22-24.

Cómo los Sagradas Escrituras nos revelan esta santa voluntad: 2Tm 3,16-17.

Cómo cumplió Nuestro Señor la santa voluntad de su Padre: Ph 2,8; He 10,7-9.

El cumplimiento de la voluntad de Dios, camino cierto de salvación y de felicidad

5605 El corazón del hombre camina derecho cuando va de acuerdo con la voluntad divina (SANTO TOMÁS,
Sobre el Padrenuestro,1. c. ,142).
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5606 La verdadera prueba del hombre no es el gusto de la oración, sino la paciencia de la tribulación, la
abnegación de sí mismo y el cumplimiento de la divina voluntad, aunque para todo esto aprovecha
grandemente así la oración como los gustos y consolaciones que en ellas se dan (SAN PEDRO DE
ALCÁNTARA, Trat. de la oración y ,metación II,5).

5607 Si fuésemos capaces de guardar los mandamientos, iríamos mejor nosotros e iría también mejor el
mundo (JUAN PABLO I, Abc. 6-IX-1978).

5608 Pierde ella su regalo, y lo tiene por bien perdido, porque no se acuerda de su contento, sino en cómo
hacer más la voluntad del Señor, y así es en la obediencia. Sería recia cosa que nos estuviese claramente
diciendo Dios que fuésemos a alguna cosa que le importa, y no quisiésemos, porque estamos más a
nuestro placer (SANTA TERESA, Fundaciones,5,5).

5609 Si no me hubiese retenido el amor que os tengo, no hubiese esperado a mañana para marcharme. En
toda ocasión yo digo: "Señor, hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o aquél, sino lo que tú quieres que
haga". Este es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro. Si esto es lo que quiere
Dios, que así se haga. Si quiere que me quede aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me mande, le
doy gracias también (SAN JUAN CRISÓSTOMO,

Hom. antes del exilio,1-3).

5610 Esforcémonos en guardar sus mandamientos, para que su voluntad sea nuestra alegría (Epístola de
Bernabé,2).

5611 Y ya que en su voluntad está la vida, no podemos dudar lo más mínimo de que nada encontraremos
que nos sea más

útil y provechoso que aquello que concuerda con el querer divino. Por tanto, si en verdad queremos
conservar la vida de nuestra alma, procuremos con solicitud no desviarnos en lo más mínimo de la voluntad
de Dios (SAN BERNARDO,

Sermón 5).

5612 ¿De dónde procede esta inquietud general de los espíritus, sino de un cierto disgusto que sentimos
hacia la sujeción, y una bajeza de espíritu que nos hace pensar que cada uno está mejor que nosotros?
Pero todo es lo mismo: el que no está plenamente resignado, vuélvase donde se vuelva, no hallará reposo.
Los que tienen fiebre no encuentran ningún lugar cómodo, apenas duran quince minutos en una cama y ya
querrían otra; y no es defecto de la cama sino de la fiebre que los atormenta. Una persona que no tiene
fiebre pasa bien con todo, con tal que Dios sea servido no se preocupa de la dignidad en que Dios lo
emplea: con tal de hacer la voluntad divina, todo le es igual (SAN FRANCISCO DE SALES Carta a la
Presidente Brulart,13-X-1604).

5613 Porque cuando el cuerpo sigue las inspiraciones del espíritu, de la misma manera que la tierra se
somete al cielo, dejamos de padecer (SAN AGUSTíN, en Catena Aurea, vol. 1p 374).

5614 El camino del Reino de los cielos es la obediencia a la voluntad de Dios, no el repetir su nombre (SAN
HILARIO, en Catena Aurea, vol. 1p 449).

5615 Aceptemos sin miedo la voluntad de Dios, formulemos sin vacilaciones el propósito de edificar toda
nuestra vida de acuerdo con lo que nos enseña y exige nuestra fe. Estemos seguros de que encontraremos
lucha, sufrimiento y dolor, pero, si poseemos de verdad la fe, no nos consideraremos nunca desgraciados:
también con penas e incluso con calumnias, seremos felices con una felicidad que nos impulsará a amar a
los demás, para hacerles participar de nuestra alegría sobrenatural (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo
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que pasa,97).

5616 Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Antes de llegar al cielo nos enseña a hacer de la
tierra cielo con estas palabras: Hágase tu voluntad [. . . ] (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol.
1p 359).

5617 (No se haga mi voluntad, sino la tuya). Esta voz de la cabeza es la salvación de todo el cuerpo; esta
voz enseña a todos los fieles, enciende a los confesores, coronó a todos los mártires (SAN LEÓN MAGNO,
Sermón 58).

5618 ¿Quiénes son los rectos de corazón? Los que quieren lo que Dios quiere [. . . ]. No quieras torcer la
voluntad de Dios para acomodarla a la tuya; corrige en cambio tu voluntad para acomodarla a la voluntad de
Dios (SAN AGUS-TIN, Coment. sobre el Salmo 93).

5619 La perfección consiste en hacer Su voluntad, en ser lo que El quiere que seamos (SANTA TERESA DE
LISIELX, Manuscritos autobiográficos).

Dios quiere lo mejor para nosotros, aunque, en ocasiones, no lo entendamos. "Dios sabe más"

5620 Dios sabe más. Los hombres entendemos poco de su modo paternal y delicado de conducirnos hacia
El (A. DEL PORTI LLO, en la presentación de "Amigos de Dios").

5621 [. . . ] si el Creador cuida de todos -incluso de sus enemigos-, ¡cuánto más cuidará de sus amigos! (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,305).

5622 Este es nuestro engaño, no dejarnos del todo a lo que el Señor hace, que sabe mejor lo que nos
conviene (SANTA TERESA, Vida,6,3).

5623 Cualquier cosa que te suceda recíbela como un bien, consciente de que nada pasa sin que Dios lo
haya dispuesto (Epístola de Bernabé,19).

5624 Son dignos, ciertamente, de alabanza los designios de Dios, que inflige a los suyos unos castigos
temporales para preservarlos de los eternos, que hunde para elevar, que corta para curar, que humilla para
ensalzar (SAN PEDRO DAMIÁN, Cartas,8).

5625 Si algo acontece en contra de lo que hemos pedido, tolerémoslo con paciencia y demos gracias a Dios
por todo, sin dudar en lo más mínimo de que lo más conveniente para nosotros es lo que acaece según la
voluntad de Dios y no según la nuestra (SAN AGUSTIN, Carta 130, a Proba).

5626 El Señor conoce mejor que el hombre lo que conviene en cada momento, lo que ha de otorgar, añadir,
quitar, aumentar, disminuir, y cuándo lo ha de hacer (SAN AGUSTIN, Epístola 138).

5627 Nunca debemos olvidar que nosotros no hemos de cumplir nuestra propia voluntad, sino la de Dios, tal
como el Señor nos mandó pedir en nuestra oración cotidiana. ¡Qué contrasentido y qué desviación es no
someterse inmediatamente al imperio de la voluntad del Señor, cuando él nos llama para salir de este
mundo! Nos resistimos y luchamos, somos conducidos a la presencia del Señor como unos siervos
rebeldes, con tristeza y aflicción, y partimos

de este mundo forzados por una ley necesaria, no por la sumisión de nuestra voluntad; y pretendemos que
nos honre con el premio celestial aquel a cuya presencia llegamos por la fuerza (SAN CIPRIANO Trat. sobre
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la muerte,18,24).

5628 (Pone en labios de Cristo las siguientes palabras): "No es la voluntad del hombre, sino mi voluntad, la
que obra en ellos y en ti . . . ). Mi voluntad no quiere más que vuestro bien, y cuanto doy o permito, lo
permito y lo doy para que consigáis vuestro fin, para el cual os crié" (SANTA CATAL 1-NA DE SIENA, El
Diálogo,2,6).

5629 Abandono en Dios


Vuestra soy, para Vos nací,
¿Qué mandáis hacer de mí?
Soberana Majestad,
Eterna sabiduría,
Bondad buena al alma mía,
Dios, alteza, un ser, bondad,
La gran vileza mirad
Que hoy os canta amor así.
¿Qué mandáis hacer de mí? Vuestra soy, pues me criastes,
Vuestra, pues me redimistes,
Vuestra, pues me sufristes,
Vuestra, pues me llamastes,
Vuestra, pues me conservastes,
Vuestra, pues no me perdí.
¿Qué mandáis hacer de mí? (. . . J Dadme riqueza o pobreza,
Dad consuelo o desconsuelo,
Dadme alegría o tristeza,
Dadme infierno o dadme cielo,
Vida dulce, sol sin velo,
Pues del todo me rendí.
¿Qué mandáis hacer de mí? [. . . ]
Vuestra soy, para Vos nací,
¿Qué mandáis hacer de mí (SANTA TERESA. Poesías,5).

5630 Como gente que tiene dormida la fe, no van adelante con la consideración, ni se acuerdan que es Dios
el que así lo ordena, para dejarlo todo en sus manos (SANTA TERESA, Fundaciones,20,3).

5631 Cada uno entienda que el fin de todos estos ejercicios y de toda la vida espiritual es la obediencia de
los mandamientos de Dios y el cumplimiento de la divina voluntad, para lo cual es necesario que muera la
voluntad propia, para que así viva y reine la divina, pues es tan contraria a ella (SAN PEDRO DE
ALCANTARA, Trat. de la oración y meditación,2,5).

5632 Acto de identificación con la Voluntad de Dios: ¿Lo quieres, Señor?. . . ¡Yo también lo quiero! (J.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 762).

5633 Renunciar a la propia vida significa no buscar nunca la propia voluntad, sino la voluntad de Dios, y
hacer del querer divino la norma única de la propia conducta (SAN GREGORIO DE NISA Sobre la conducta
cristiana).

5634 Basta decir con verdadera determinación: fiat voluntas tua: cúmplase, Señor, en mí vuestra voluntad
de todos los modos y maneras que Vos, Señor mio, quisiéredes. Si queréis con trabajos, dadme esfuerzo y
vengan; si con persecuciones y enfermedades y deshonras y necesidades, aquí estoy; no volveré el rostro,
Padre mío, ni es razón vuelva las espaldas. Pues vuestro Hijo dio en nombre de todos mi voluntad, no es
razón falte por mi parte (. . . ]; pues El me lo pidió, disponed en mi como en cosa vuestra conforme a vuestra
voluntad (SANTA TERESA Camino de perfección,32,10).
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5635 Finalmente [. . . ], de lo que estoy cierto es de que Dios no me abandonará sin culpa mía. Por esto me
pongo totalmente en manos de Dios con absoluta esperanza y confianza (SANTO TOMÁS MORO Carta
escrita en la cárcel a su hija Margarita).

5636 Nuestra conformidad con la voluntad divina debe ser entera, sin reserva y constante. Esta es la cima
de la perfección, y a ella, repito, deben tender todas nuestras acciones, todos nuestros deseos, todas
nuestras oraciones (SAN ALFONSO Ma DE LIGORIO, Práctica del amor a Jesucristo,13).

5637 ¿Qué quieres que haga? Palabra breve, pero muy llena, viva y eficaz, y digna de ser atendida. ¡Qué
pocas personas se encuentran en esta disposición de obediencia perfecta, que hayan renunciado a su
voluntad hasta el punto de que su mismo corazón no les pertenezca! Se encuentran muy pocos que en cada
momento busquen, no lo que ellos en particular quieran, sino lo que Dios quiera, y que le digan: ¿Qué
quieres que haga?, o estas palabras de Samuel: Habla, Señor, que tu siervo escucla (1S 1S 3,10) (SAN
BERNARDO Sermón 1, sobre la conversión de S. Pablo).

5638 Un acto de perfecta conformidad con la voluntad divina basta para hacer un santo. Ved a Saulo:
cuando él avanza como perseguidor de la Iglesia, Jeuscristo le ilumina y lo convierte. ¿Qué hace Saulo?
¿Qué dice? Sólo una cosa, se ofrece a la volutnad de Dios: Señor, ¿qué quieres que haga? (Ac 9,6). Y en
seguida el Señor le proclama vaso de elección y apóstol de las naciones (Ac 9,15) (SAN ALFONSO M. DE
LIGORIO, La conformidad con la voluntad de Dios).

5639 En lo que está la suma perfección claro está que no es en regalos interiores ni en grandes
arrobamientos [. . . ], sino en estar nuestra voluntad tan conforme a la Voluntad de Dios, que ninguna cosa
entendamos que no quiera, que no la queramos con toda nuestra voluntad (SANTA TERESA,
Fundaciones,5,10).

Cumplimiento de la voluntad de Dios en los pequeños deberes de cada día

5640 No hay que llevar la cruz de los demás, sino la propia; y para llevar cada uno la suya, nuestro Señor
quiere que cada cual renuncie a sí mismo, es decir, a su propia voluntad.

Preferiría esto o aquello; estaría mejor aquí o allí: son tentaciones. Nuestro Señor sabe muy bien lo que
hace: hagamos lo que quiere, continuemos donde nos ha puesto (SAN FRANCISCO DE SALES, Carta a la
Presidente Brulart,13-X-1604).

5641 Hay que abrir los ojos, hay que saber mirar a nuestro alrededor y reconocer esas llamadas que Dios
nos dirige a través de quienes nos rodean (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,146).

5642 Vuestra reverencia tenga paciencia. Pues le ha dado el Señor tanto deseo de padecer, alégrese de
cumplirle en eso, que ya entiendo no es pequeño trabajo. Si hubiésemos de andar a escoger los que
queremos y dejar los otros, no sería imitar a nuestro Esposo, que con sentir tanto en la oración del Huerto
su Pasión el remate era: Fiat voluntas tua. Esta voluntad hemos menester hacer siempre, y haga El lo que
quisiere de nosotros (SANTA TERESA, Carta 287 a la M. María de San José).

Amor a Dios y cumplimiento de su Santa Voluntad

5643 Es señal manifiesta de amor la prontitud en la observancia de los mandamientos de Dios (SANTO
TOMÁS, Sobre la caridad, l. c. ,203).

5644 Dame, Señor, lo que me mandas, y manda lo que quieras (SAN AGUSTÍN, Confesiones,10,29).

5645 Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y me abre la puerta entraré en su casa,
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cenaré con él y él conmigo. Nosotros escuchamos su voz, le abrimos la puerta y le recibimos en nuestra
casa cuando de buen grado prestamos nuestro asentimiento a sus advertencias, ya vengan desde fuera, ya
desde dentro, y ponemos por obra lo que conocemos que es voluntad suya (SAN BEDA, Hom. 21).

5646 Verdaderamente es prudente el que todo lo terreno tiene por estiércol por ganar a Cristo; y
verdaderamente es sabio aquel que hace la voluntad de Dios y deja la suya (Imitación de Cristo,1,4,2).

5647 Y ya que las fiestas se han de celebrar con alegría, los que aman al Crucificado procurarán celebrar
esta fiesta de la cruz sufriendo en silencio, con un rostro alegre y sereno, de tal manera que quede oculta a
los hombres y conocida sólo de Aquel que es el sumo bien. En esta fiesta se celebran continuamente
solemnes banquetes, en los que el alimento es la voluntad divina, según el ejemplo que nos dejó nuestro
Amor crucificado (SAN PABLO DE LA CRUZ, Carta 1).

5648 El primer grado de la contemplación, amados hermanos, consiste en considerar atentamente cuál sea
la voluntad del Señor y qué es lo acepto a sus ojos (SAN BERNARDO, Sermón 5).

5649 Jesús, lo que tú "quieras". . . yo lo amo (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Camino, n. 773).

5650 Si nosotros, pues, deseamos agradar enteramente al corazón de Dios, procuremos no solamente
conformarnos en todo a su santa voluntad, sino aún más, uniformamos a ella, si se me permite hablar así.
La palabra "conformar" quiere decir que nosotros unimos nuestra voluntad a la de Dios, pero "uniformar"
significa más, que de dos voluntades hacemos una, de tal manera que solamente queremos lo que Dios
quiere, que solamente permanece la voluntad de Dios y que ella es la nuestra (SAN ALEONSO M. a DE
LIGO-RIO, La conformidad con la voluntad de Dios).

5651 Para honrar a Dios, someteos enteramente a su voluntad y por nada creáis que le serviréis mejor de
otro modo, pues no se le sirve nunca bien, sino cuando se le sirve como El quiere (SAN FRANCISCO DE
SALES, Epistolario, fragm. 13, l. c. , p. 647).

Frutos del abandono en Dios

5652 Por encima de todo, conservad la paz del corazón, que es el mayor tesoro. Para conservarla, nada
ayuda tanto como el renunciar a la propia voluntad y poner la voluntad del corazón divino en lugar de la
nuestra (SANTA MARGARITA M. ALACOQUE, Cartas).

5653 Pues quiéroos avisar y acordar qué es su Voluntad. No ha- yáis miedo que sea daros riquezas ni
deleites ni honras, ni todas estas cosas de acá; no os quiere tan poco, y tiene en mucho lo que le dais y
quiéreoslo pagar bien, pues os da su reino aun viviendo (SANTA TERESA, Camino de peijección,32,6).

5654 Los únicos frutos buenos consisten en hacer la voluntad del Padre que está en los cielos, de lo cual se
dígnó dársenos El mismo como ejemplo (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).

5655 Toda la pretensión de quien comienza oración -y no se olvide, que esto importa mucho- ha de ser
trabajar y determinarse y disponerse, con cuantas diligencias pueda, a hacer su voluntad conforme a la de
Dios [. . . ] Y en esto consiste la mayor perfección que se puede alcanzar en el camino espiritual. Quien más
perfectamente tuviera esto, más recibirá del Señor, y más adelante estará en el camino (SANTA TERESA,
Moradas segundas,8).

5656 La paz del cristiano proviene de estar unido a la voluntad de Dios (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 9, en
la Natividad del Señor).
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5657 La aceptación rendida de la Voluntad de Dios trae necesariamente el gozo y la paz: la felicidad en la
Cruz. - Entonces se ve que el yugo de Cristo es suave y que su carga no es pesada (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Canino, n. 758).

Aprender de la Virgen

5658 ¿ Qué hombre no lloraría, si viera a la Madre de Cristo en tan atroz suplicio?

Su Hijo querido. . . Y nosotros lejos, cobardes, resistiéndonos a la Voluntad divina.

Madre y Señora mía, enséñame a pronunciar un si que, como el tuyo, se ídentifique con el clamor de Jesús
ante su Padre: non mea voluntas. . . (Lc 14,2): no se haga mi voluntad, sino la de Dios (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER, Vía Crucis, p. 43). (Fdez-Carvajal: Antologia - Antología de Textos para hacer oración y para la
meditación)

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