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PABLO AMSTER APUNTES MATEMATICOS PARA LEER A LACAN 1. TOPOLOGIA PaBLo AMSTER APUNTES MATEMATICOS PARA LEER A LACAN 1. Topologia . wviewmo © Clue eta weihe' Armster, Pablo Apuntes matematicos para leer a Lacan : 1, Topologia ~ Ited. ~ Buenos Aires : Letra Viva, 2010. 148 p.3 22x 14cm, ISBN 978-950-649-270-0 1. Psicoaniliss. 1 Titulo DD 150.195 EDICION AL CUIDADO DE LEANDRO SALGADO © 2010, Letra Viva, Libreria y Editorial ‘Av, Coronel Diaz 1837, (1425) C. A. de Buenos Aires, Argentina -MAIL: letraviva@elsigma.com / WEB PAGE: www.imagoagenda.com © 2010, Pablo Amster pamster@dm.uba.ar Primera ediciin: marzo de 2010 Impreso en Argentina ~ Printed in Argentina Queda hecho el depésito que marca la Ley 11.723 Prohibida la reproduccién total o parcial de esta obra bajo cualquier método, incluids a reprografia, la fotocopia y el tratamiento digital, sin la previa y expres autorizacion por escrito de los titulares del copyright. INDicE PREFACIO. . INTRODUCCION Sensatez y presentimientos. ... 2... 2.0... es Geometria cauchesca . . CAPITULO L. GENERALIDADES: {Qué es topologia? El nervio, la pimienta y la sal La calidad es lo que importa CapiTULO 2, SUPERFICIES La indiferencia del mundo : Una morcilla abierta en las dos puntas . El toro por las astas, Una palabra soporte. Invierta su toro oe : : Estas desorientao y no sabés, qué trole hay que tomar. La banda de Mobius, el Crosscap y la Botella de Klein Encore, Encore . 4 19 19 32 CaPiTULO 3. AL BORDE DE UN AGUJFRO Redondeles de cuerda Piano piano, se va lontano Nudos multicolores Numero de enlazamiento Especulando con la imagen Desanudando duidades ‘A moverse con Reidemeister El Borromeo, ese cuasi Trenzas INDICE DE TERMINOS 6 123 25 7 30 Bn 132 235 “37 PREFACIO En unas notas y cartas de 1679, el matematico y filésofo Gottfried Leibniz observé que algunas propiedades de los obje- tos geométricos no involucraban directamente el uso de magni- tudes. Se propuso entonces la formulacién de estas propiedades mediante un sistema de simbolos que permitiera a la vez combi- narlas para obtener otras nuevas: la idea aparece en un articulo, en el que se empleé por primera vez el nombre de Analysis situs, anilisis o geometria de situacién. El significado de todo esto no se hizoclaro hasta un buen tiem- po después, a partir de los sucesivos aportes de grandes persona- lidades como Eulery Gauss. Uno de los alumnos de este ultimo, llamado Listing, sugirié un nombre diferente para esta nueva rama de la matemética, que se volveria definitivo: Topologia’ Mas tarde otro grande, el francés Henri Poincaré, habria de transformarla en esta teoriaque conocemosahora, que constituye 1 Enelarticulo Vorstudien zur Tapologie, Listing sefiala su preferencia porel nue: vo término pues, asu entender, la denominacién propuesta por Leibniz". evo- cael concepto de medida, que esta aqui totalmente subordinado y crea una con- {fusién con el termina geometria de posicion ya utilizado corrientemente para ‘otro tipo de consideraciones geométricas. Con el término topologia deberemos entender entonces el estudio de las relaciones modales concernientes 0 las for ‘maciones espaciales 0 de las leyes que rigen la conexién, la situacién reciproca y Ia sucesién de los puntos. de las lineas, de las superficies, de los cuerpos y de sus partes 0 de sus agregodos en el espacio, haciendo abstraccién de toda relacién dde medida y de dimension’ ‘rorowosia una de las bases del andlisis matematico y la geometria. Pero sus articulos fundacionales de alguna forma remiten a aquellas anti- guas cartas de Leibniz; de esta forma, el filésofo aleman participé en la génesis de algunos de los conceptos més relevantes del dis- curso lacaniano: la légica, la topologia y... el inconsciente* Diversos son losaspectos de esta cautivante invencién leibni- ziana que interesaron a Lacan, practicamente desde los comien- zos de su ensefianza. De este modo, en sus primeros seminarios pueden encontrarse ya diversas cuestiones relativasa la teoria de grafos o redes, de los que se vale para presentar su famoso siste- masintactico del Seminario sobre “La carta robada’, o su no me- nos famoso Grafo del deseo Pero es en el Seminario IX, La Identificacién, en donde la to- pologia comenzariaa cobrar mayor importancia hasta constituir- se en un elemento central, a tal punto que muchos de sus varia- dos desarrollos no iban a faltara ninguno de los seminarios pos- teriores. A partir de una idea sencilla, segiin la cual la operacin de “pegar” consiste en identificar puntos, Lacan describe algu- nas superficies elementales como el Toro, el Crosscap, la banda de Mobius y la botella de Klein. Un nuevoy crucial giro aparece en el Seminario XX, Aun, don- de el lector tiene que vérselas con las nociones de continuidad y limite, asi como también con los conjuntos abiertos y los cubri mientos que aparecen en la definicién de compacidad. Masade- lante, el mismo seminario ofrece algunas consideraciones en tor noal punto del espacio euclidiano, y esboza el tema que se cons- tituird en eje de los seminarios siguientes: la teorfa de nudos; en particular, ese curioso objeto lacaniano por excelencia que ya ha- bia sido introducido en el Seminario XIX,...0 peor, y mas tarde se popularizé bajo el nombre de nudo borromeo. Desde ese enton- ces, los nudos y luego las trenzas ocuparon tin lugar preferencial en su ensefanza, y llegaron a convertirse en el rasgo distintivo de los iiltimos aos. En este libro se propone efectuar un recorrido por los princi pales aspectos de la topologia que introduce Lacan en sus diver- sos seminarios. El texto esté organizado de la siguiente forma: en 2 Ademmisdesusaportesa lalogicayalcaleulo infinitesimal, el inconscienteesuno de los descubrimientos que se le atribuyen al multifacetico filésofo alemin, Panto AMSTER Presacto Ja introduccién, presentaremos los aspectos generales de la topo- logia, para caracterizarla como una suerte de geometria “débil”, o mas bien “no métrica’” Para ello, presentaremos algunos con- ceptos basicos como el de conjunto abierto, y los de continuidad y homeomorfismo. Luego nos ocuparemos de ciertos temas espe- cificos, desde superficies como la esfera, el toro, la banda de Mé: bius el crosscap y la botella de Klein, hasta los mas recientes de- sarrollos sobre trenzas y nudos, que en este marco tienen como elemento central al afamado nudo borromeo. Enrelacién con el uso que Lacan daa tales materias, tan crit cado fuera del ambito psicoanalitico, vale la pena tener en cuen- ta laadvertencia hecha por J. A. Miller : no se puede extraer esta topologia de la ensefianza de Lacan para hracerla una disciplina independiente. Esta topologia séloes util in- rmersaen su ensefianza, no es una disciplina sui generis. Respecto de este comentario, cabeaclararentonces que el pre~ sente trabajo no constituye una descripcién de la “topologia la- caniana’, si es que existe algo que pueda llevar tal nombre. Tam- poco se encontraré aqui una valoracién de su ensefianza: el tini- co propésito que se persigue es el de exponer en forma sencilla los principales temas que se desarrollana lo largo de los semina- riosa fin deallanar su lectura, ya de por si trabajosa. En definiti- va, el objetivo es claro: si el lector de Lacan ha de verse en aprie- tos, que no sea a causa de la matematica que alli aparece. Lo que se busca es mostrar que toda esa matemstica, bien mirada, en realidad es muy simple y puede convertirse en una materia do- tada de un irresistible atractivo. 3, Entre dichas “riticas” merece una mencién especial el renombrado affair Sokal de los itimos afios. INTRODUCCION SENSATEZ Y PRES ENTIMIENTOS. Hace ya varias décadas -el 7 de marzo de 1962, para ser exac- tos- el psicoanalista francés Jacques Lacan formulaba durante su clase del seminario La Identificacién un lamativo anuncio: Pueses del toro que voya hablarles hoy. Abrodeliberadamente, como ustedes lo ven, a partir de hoy, laera de los presentimientos, Cabe suponer que una apertura tan deliberada debié haber suscitado entre la audiencia cierta inquietud, que dudosamente ibaa mitigarse por el posterior aviso: Intentemos ahora aclarar lo que voy a decitles. Sin embargo, en aquel momento casi nadie debié imaginar que la pretendida aclaracién le ibaa llevar un buen tiempo, aca- so el resto de su vida. Aunque existen diversas referencias previas, la anterior con- fidencia puede ser considerada como la presentacién “oficial” en su ensefianza (ya de por si peculiar) de una de las més notables ramas de la matematica actual: la topologia. No porque el toro sea, estrictamente hablando, un objeto de la topologia; de hecho, la geometria ya lo habia definido hacia varios siglos como: u ‘TOPOLOGIA Panto Amster Una superficie de revolucién engendrada por una circunferen- cia que gira en torno a un ¢je situado en su mismo plano y exte- rior a la misma Esto significa que debemos tomar unacircunferencia, y hacer- la dar una vuelta completa alrededor de un ¢je que no la toque, hasta volvera encontrar el punto de partida. De este modo se ob- tiene aquella figura bien conocida por los lectores de Lacan: Podemos ir un poco mas atrés y ubicarnos en aquel momen- to preciso del siglo XVII, en el que otro conocido francés se dio el gusto de proclamar sus propios anuncios: 10 de noviembre de 1619, cuando lleno de entusiasmo, descubri los fundamentos de una ciencia admirable. Nosreferimos a Descartes, de quien nadie dudaque “abrié una era” al presentar aquella formidable conjuncién entre geometria y Algebra que se conoce como geometria analitica. En estos tér- minos la describe el pensador Edgar Quinet: Cuando vi a esta ecuacién funcionar y resolverse sola, por asi de- cir, entre mis manos, y explotar en una infinidad de verdades, todas igualmente indudables, cref estar en posesién del talisman que me abriria la puerta de todos los misterios. Parece razonable, entonces, que brindemos al lector el talis- man capaz de abrirnos la puerta de los misterios correspondien- tesa la figura que nos concierne aqui, que pueden resumirse en una expresién de lo mas concisa: 12 SSENSATEZ Y PRESENTIMIEN TOS, Ivrkopuccion P a>r>0 (Ni ty -af +2 Esta formula, a todas luces admirable, debe entenderse bajo la consigna ticita de pensar a cada punto como una terna, cons- tituida por sus coordenadas espaciales. De este modo, el conjun- tode aquellos puntos (x, y, 2) que satisfacen la ecuacién anterior describe, sencillamente, a un toro. Sin embargo, este espiritu tan cartesiano no parece todavia el, mas indicado como para que algo se nos aclare. ;Cémo pueden esas letras ser capaces de manifestar la esencia del toro? Masaun, goual es dicha esencia? La respuesta a esta pregunta constituye el comienzo de aque- lo que Lacan “va a decirnos’, Aqui entramos, precisamente, en terreno topoldgico: en cierto sentido la topologia se ocupa de es- tudiar las propiedades esenciales de las figuras, aquellas que re- velan su carcter més intimo. En el caso del toro, el propio La- can lo expresaria poco mas tarde mediante uno de sus tipicos juegos de palabras: al decir trou matisme, deja ver que la esen- cia de un toro, su “intimidad” (por no decir su “trauma’), con- siste en tener un agujero. Esta observacién, casi trivial, deja de lado los aspectos métricos del toro para centrarse en su cardc- ter puramente cualitativo: en otras palabras, estamos hablando de una propiedad relativa a aquella materia que Gauss descri be en 1833 como Ja geometria de situacidn, que Leibniz ha presentido, De esta forma, podemos concluir que también la Matemati- caavanza en base a presentimientos, en muchos casos producto de las mentes mas sensatas" 3) Ya que bablamos de "mentes sensatas, vale la pena recordar que el libro Cénd- do, de Voltaire, constituye una encendida burla en contra de la ilosofia leibni- Ziana, Sin embargo, todos estos hallazgos del aleman revelan un pensamiento Claramente no-cindido, o como diria Lacan: non-dupe, B ToPOLOGIA PaBLo AMSTER GEOMETRIA CAUCHESCA La topologia es considerada actualmente una de las principa- les ramasde la Matematica, aunque su desarrolloes relativamen- te reciente, como se evidencia en las palabras que completan la anterior cita gaussiana sobre lacual haestado reservadoados geémetras solamente, Euler y Vandermonde, echarunadébil mirada, sabemosy poseemos, des ués dle siglo y medio, poco mis que nada, Mas alld de la anticipacién de Leibniz, los historiadores sue- len conceder también un rol inaugural al gran matematico Euler, cuando desde la corte de Catalina (otra Grande) en San Petersbur- go resolvié el famoso problema de los puentes de Kénigsberg: eo repel atravies la ciudad de Konigsberg formanvo ds ils posible tazarunvecomido que pase pores los puentesetrane dolos una sola vez? : Quizas sélo se tratase de una manera de no extraiar tanto a su Suiza natal; en cualquier caso, Euler se convencié de que la distancia no importa, al menos a la hora de encarar esta clase de problemas. En efecto, el acertijo se resuelve mediante un senci- llo modelo Hamado grafo, en el cual las lineas o aristas repre- sentan los puentes, y los puntos o vértices, las regiones conecta das por ellos. 4 i GrOMETRIA CAUCHESCA Intaopuccion Es facil comprobar entonces que el recorrido propuesto es im- posible, poruna razén que parece sacada del Seminario sobre “La carta robada”: la paridad. Un vértice se dice par o impardeacuer- do con la cantidad de aristas que lo tienen como extremo, y re- sulta claro que un vértice que sea “odd” (impar) sélo puede ser punto inicial o punto final de un recorrido. Bajo esta éptica, Euler no hizo mds que sefalar algo que realmente est a la vista: dado que todos los vértices son impares, cualquier itinerario fuerza a la repeticién de al menos un puente. Este sencillo proceder nos muestra el aspecto mas intimo de un problema que, una vez des- pojado de aditamentos, se reduce a puras consideraciones de or- den combinatorio. Nada de distancias o Angulos; el razonamien- to, sutil pero poderoso, permitié au artifice proporcionar la res- puesta apropiada y ~de paso- dar auténtico inicio a una discipli- na, Todo esto ocurrié San Petersburgo hacia 1735: al fin y al cabo, gqué mejor que una corte para fundar la topologta? Una antigua frase asegura que la geometria es el arte de razo- nar sobre figuras mal hechas. Por ejemplo, tomamos una circun- ferencia, y trazamos una recta tangente a ella en cualquier pun- to. Podemos observar entonces que dicha tangente es perpendi- cular al radio en ese punto; se trata de una propiedad de la cir- cunferencia. 5 rorOLOGIA, Panto Amsrre Pero en algtin sentido, eso es razonar sobre una figura mal he- cha, porque el dibujo no es la circunferencia perfecta, ideal, si se quiere placénica, de la geometria. Sin embargo, a pesar de su im- perfeccién el dibujo colabora con nuestra intuicién geométrica, pues nos hace vislumbrar la propiedad. De alguna manera, ter- minamos por creerle al dibujo “mal hecho’, y entonces recurti- mos a los axiomas de la geometria para demostrar la propiedad como corresponde. Alrespecto, Poincaré se pregunta: ;Pero qué es una figura mal hecha? En la geometriaclasica dos figuras son equivalentes cuan- do se las puede superponer mediante rotaciones y traslaciones; en ese caso podemos aceptar que éste es un circulo bastante mal hecho. En cambio, no lo es para la geometria proyectiva, que prescinde de algunos aspectos métri cos para apoyarse sobre cierta nocién de “perspectiva’. A grandes rasgos, podemos decir que un circulo es equivalente a una elipse porque una de las figuras es algo asi como una perspectiva de la otra. Pero aun aceptando maneras de mirar tan torcidas, todos estaremos de acuerdo en que por ejemplo esta otra es una elipse muy mal hecha: por ejemplo, no parece haber pun- to de vista capaz de limar las asperezas de sus angulos. Sin em- bargo, la topologia nos hace olvidar toda aspereza y todavia nos permite efectuar una identificacidn entre ambas figuras. Ladescripcidn de Poincaré es sugerente: en la topologia ~dice- los dibujos se parecena los que hace un dibujante inexperto. Po- demos suponer, por ejemplo, que un novato intenta copiar una circunferencia, pero el dibujo le sale asi 16 GeoMETRiA CAUCHESCA Ivropuccion Este es el momento exacto en el cual el maestro no deberia perder la paciencia, sino insinuarle con ton amable que tal vez Jas artes plasticas no sean lo suyo. Pero a pesar del fracaso, el dis- cipulo puede argiiir que, desde el punto de vista topoldgico, am bas figuras son equivalentes. En efecto, en esta copia tan "mal he cha’, algunas de las propiedades de la circunferencia se conser- van: son los aspectos esenciales. O, més precisamente, los que hacen a su esencia topoldgica. Como dijimos, la topologia pasa por alto las “cantidades” y sélo se fija en “cualidades’; en ella, dos figuras son equivalentes siempre que se pueda pasar de unaa la otra por medio de una de- formacién, cuyo sentido mas preciso veremos en el capitulo 1. Lo {que se preserva entonces son las caracteristicas verdaderamente esenciales de las figuras, llamadas invariantes topolégicos. Este aspecto tan flexible de la topologia justifica el nombre coloquial con que también se la conoce: geometria del caucho. 7 | CaPiTULO 1 GENERALIDADES {Qué ES TOPOLOGIA? En la introduccién hemos partido de un anuncio hecho por Lacan en el Seminario [X, antes de introducir los rudimentos de esta rama de la Matematica que ha cautivado a los espiritus mas notables, desde pensadoresy filésofos hastaartistascomo Escher, o elescritor A. J. Deutch, autor de aquel célebre cuento de cien- cia ficcién ms tarde convertido en pelicula argentina: A subway named Moebius. Dijimos, informalmente, que se trata de una geometria débil, no métrica, y que algunos autores la han denominado -sin mu- cho rigor- “geometria del caucho’. En su intento por “desimaginarizar”, Lacan se interes por diversas cuestiones que conciernen a la topologia, comenzando por los grafos para pasar por las superficies y llegar finalmente a Jos nudos. Todos estos términos participan, dle una manera 0 de otra, en la topologia. Pero atin queda sin respuesta una pregun- ta mas basica: ;qué es topologia? EL NERVIO, LA PIMIENTA Y LA SAL Cuando Lacan presentaal toro en el Seminario IX, no deja lu- gara dudas de que el objeto que se dispone a estudiar proviene de la geometria: = roPpoLocia Pabio AMSTER Lo que queria subrayar es que el toro, hablo en el sentido geom! trico estricto del término, es decir que segiin la definicién geomt trica es una superficie de revolucidn, la superficie de revolucién de ese circulo alrededor de un eje, y lo que se engendra es una super- ficie cerrada. No obstante, poco después explica: Pues, finalmente, si les ruego aqui referirse expresamente’a la su- perficie, es por las propiedacles topologicas que estard en medida de rmostrarles. ..] De esas propiedades topol6gicas ustedes van a ver el nervio, la pimienta y la sal Peroentonces: puede un objeto geométrico ser estudiado topo- logicamente? {Qué son, en suma, las "propiedades topoldgicas”? ‘Vamos a comenzar con una situacién sencilla; consideremos cuatro puntos distintos en el plano, por ejemplo: Entonces podemos preguntarnos: jes posible unirlos dos a dos (es decir, a cada uno de ellos con cada uno de los otros) me- diante lineas que no se crucen entre sf? La respuesta es inmedia ta, un simple intento alcanza para mostrar que tal cosa siempre puede hacerse: 4Por qué decimos que esta "mostracién” es suficiente? La in- tuicién nos dice que no importa cémo ubiquemos a los puntos, 20 ELNERVIO, LA PIMIENTA ¥ LA SAL Geneeauipanes siempre podremos, en primer lugar, efectuar una suerte de “pa- seo” que comience en cualquiera de ellos y recorra todos los pun- tos sin que los trayectos se crucen, hasta volver al origen. Es lo que se denomina un circuito simple; vale decir, un camino cerra~ do sin auto-intersecciones, El plano queda asi separado en dos regiones, una interior y la otra exterior: usted se encuentra a S, exterior tun paseo por el plano Lo que resta es facil de adivinar: de los vértices opuestos que atin quedan por unir, un par se conecta mediante una linea inte rioral cuadrilatero, y el par que falta lo hace por medio de un re- corrido exterior. Si tres de los puntos (o los cuatro) se encuentran alineados, la figura resultante no va a ser un cuadrilatero dema- siado ortodoxo, aunque el razonamiento sigue valiendo siempre que dejemos en claro qué entendemos por “vértices opuesto: aS un cuadrilatero heterodoxo Unién de vértices (heterodoxamente) opuestos Podemos darnos por satisfechos con la respuesta obtenida, y pasara la préxima pregunta: ,qué ocurre cuando se trata de cinco puntos? Ahora nuestros primeros intentos parecen fracasar 2 ToroLocia PABLO AMSTER éCémo unir acon b? Y bien: a fuerza de fracasos, es nuevamente nuestra intuicién la que nos dice que no hay manera de unir esos puntos. Segiin parece, en cualquier caso queda un par de puntos que es imposi ble conectar sin pasar sobre alguna linea previa. Sin embargo, esta respuesta esta lejos de darnos las mismas satisfacciones que obtuvimos en el caso anterior. Podemos ob- servarque la situacién ahora es bastante diferente: cuando se tra- ta de probar que la unién es posible, aleanza con encontrar una manera de hacerlo; en cambio, una demostracién de su imposi- bilidad requiere un argumento que esté a salvo de todo intento ulterior. Dicho de otra manera: ;quién nos garantiza que acaso ensayando con la pacienciao el ingenio suficientes no habremos de dar en algin momento con alguna solucién mégica? Después de todo, cabria imaginar que existe en el plano alguna combina- cidn, algiin atajo que no hemos tomado. Es aqui en donde comienzan a formularse los primeros es- bozos de lo que podemos llamar una “teoria’. Desde el punto de vista del lenguaje, la propiedad de los cinco puntos se expresa de un modo sorprendentemente conciso: basta decir que el gra fo K, no es plano. Podriamos rechazar esta iltima afirmacién alegando que no es mas que una manera de hablar, aunque situarnos en la teoria de grafos nos permite hacer uso de herramientas muy efectivas ala hora de llevar a cabo ciertas demostraciones. Es oportuno recordar que Lacan se valié de algunas ideas de esta teoria, en especial en la primera etapa de su ensefianza, de modo que vale la pena dedicar algunos parrafos a ella i i EL NERVIO, LA PIMIENTA ¥ LA SAL Generauipanes Intuitivamente, un grafo consiste en una coleccién finita de puntos y lineas, denominados respectivamente vértices y aris- fas, de manera tal que cada arista tenga exactamente dos vérti- ces como extremos, ‘Todo grafo puede representarse de un modo sencillo median- te un dibujo en el plano; no obstante, sélo se denomina grafos planos a aquellos que pueden trazarse evitando que las lineas se superpongan. Por ejemplo, el siguiente es un grafo planoa pesar de que presenta un cruce, a b c a ya que admite esta otra configuracién: V7 ropoLocta PaBLo Amster Una clase particular de grafos es la de los denominados com- pletos, en donde cada uno de los vértices se conecta con cada uno de los otros, de modo que no se pueden agregar mas aristas. Al grafo completo de n vértices se lo suele denotar K; AGH k ‘También se puede asignara cada arista una orientacién, obte- niéndose un grafo orientado o dirigido, por ejemplo: En la definicién usual de grafo suele ponerse como condicién que las aristas no tengan sus dos extremos iguales (es decir, que no haya “bucles”), y que dos aristas diferentes tengan siempre al- gtin vértice diferente. Sin embargo, a veces resulta de interés considerar grafos que no cumplen las condiciones anteriores; son los denominados multi-grafos, como el que presenta Lacan en el Seminario sobre “La carta robada": Et. NERVIO, LA PIMIENTA ¥ LA SAL Gexeratipaprs En este caso, hay que mencionar ademas un pequeiio ardid que lo transforma en un grafo que no es como los demés. Apare- cen, en efecto, dos vértices que son distintos pero llevan el mis- mo nombre. Esto no deberia hacerse, aunque Lacan se vale de ello para expresar, en sintoniacon Rimbaud: Yo es Otro. También propone un juego, resumido en la equivoca traduccién de André Gide de la locucién latina Numero Deus impare gaudet, en laque un irreverente reemplazo de Dios por Dos arroja el resultado: El mimero dos se regocija de ser impar Formalmente, un grafo se puede describir como una terna G=(V,A, 9), endonde V (vertices) y A (aristas) son conjuntos finitos, y 9 es una funcién que hace corresponder a cada ele- mento de A un par de elementos de V. Por ejemplo, dados VetvyyybA=(a,a,} ya funcién @ definida por o(a)=y,v, hola) =tyv,) se obtiene el grafo: a % Volviendo al tema, vamos a enunciar un teorema que resulta de gran importancia en esta teorfa: se trata de la llamada frmula de Euler, que asegura que en todo grafo plano se verifica la igualdad V+C-Ana, en donde Ves el niimero de vértices, A el nimero de aristas y C 5. Vale la pena mencionar una notable referencia anterior al verso de Virgilio. Se trata, una vez mis, de Leibniz, quien recrea el regacjo diving en De Vera Propor tione Cireul ad Quadratum Circumecrptum in NumerisRetionlibus de 682 ‘Al muestra (aunque en realidad no demuestra) que vale a sguiente formula, {ctualmente muy conocida, en donde se produce un notable desfle de mates {gue concluye en tna expresion param Des eils=¥7 #9 fa 25 ‘TOPOLOGA Papo AmsreR el niimero de regiones (incluida la regién exterior), también lla- madas caras. En el ejemplo previo, se tiene: ve4 1 ca4 A=6 444-6 Aunque la formula vale para cualquier grafo plano, no nece- sariamente completo: Por otra parte, siempre se cumple que cada regidn esta bor- deada como minimo por tres lados; de esta forma el ntimero de aristas “en bruto” (es decir, sin contar las repeticiones) es mayor © igual que el triple de C. Pero, ademas, toda arista participa a lo sumo del borde de dos regiones, de modo que en nuestra cuenta “bruta” cada una de ellas fue contada dos veces. En consecuen- cia, en todo grafo plano vale la relacién 3C 524 En particular, si existiera alguna manera de unir entre si cinco Puntos mediante lineas que no se cruzan, tendriamos un grafo plano con cinco vértices (a, b, c, d, e). Ademis, un répido conteo nos indica que en ese caso el ntimero de aristas debe ser 10, pues tienen que producirse todas las uniones posibles: 26 EL NERVIO, LA PIMIENTA Y LA SAL GeNERALIDADES aconb acone cond acone bconc beond beone ccond ccone dcone Por la formula de Euler deducimos que 5+C-w=2 C=2410-5=7 ‘Ademés, de la relacién 3C < 2A se obtiene: 3.7.$210 21$20, loquees absurdo, Esta contradiccién demuestra que no existe un grafo plano de cinco vertices conectados dos a dos. Comentario: la formula de Euler (a menudo llamada de Fuler- Descartes) vale también para los poliedros convexos, como por ejemplo el cubo: c=6 2 B+6-12=2 En particular, dicha relacién ofrece una excelente manera de probar un notable hecho dela geometria, conocido ya por losgrie~ gos: existen cinco (y solamente cinco) poliedros regulares, vale decir, cuyas caras son poligonos regulares iguales. Son los deno- minados cuerpos platénicos, el mas simple de los cuales es el te- traedro; se trata del mismo objeto que menciona Lacan en el Se- minario XIX ...0 peor, cuando habla del triangulo de Pascal y las m@nadas, diadas, triadas, tétradas, etc. 27 TOPOLOGIA Pato AmsreR 4 vertices (ménadas) 6 aristas (diadas) 4 caras (triadas) 4+4-6=2 No deja de ser interesante que un teorema tan profundamente geométrico pueda demostrarse apelando a argumentos topoldgi- cos. En efecto, si des el niimero de aristas concurrentes en cada vértice, y n es el ntimero de lados que tiene cada cara del polie- dro, entonces es facil verificar que: d.V=2A=nc A partir de alli, mediante la férmula de Euler se comprueba que sdlo pueden darse los siguientes casos: d oN AV 3 3 6 4 tetraedro 3 4 6 12 8 cubo 3 5 12, 3020 dodecaedro 43 8 12 6 octaedro 5 3 200-30 12 icosaedro. Volviendo a los grafos completos, notemos también que el nuimero de 10 aristas que hemos contabilizado para K, obedece a una ley general, a la que Lacan también se refiere en el Semina- tio XIX, en las secciones “pascalianas”. La pregunta es: ;cudntas aristas tiene K,? No es dificil observar que, al igual que para el caso n = 5, esto equivale a encontrar el valor de la suma 142434 u9RAL 28 EL NERVIO, LA PIMIENTA ¥ LA SAL. Gencratipapes A= artista que conecta V, con V, (Vy, V, vértices) 1) A 2) Ay An 3) AL Ay Au A) Ay Bay Auge nae ped) 142434... + (n-1) ‘al es la razén por la cual estos ntimeros se denominan trian- gulares; en el seminario mencionado aparece una formula pre- cisa que dice como calcularlos: n.(n-1)/2. Por ejemplo, para n = 5 se verifica que 5.4/2 = 10, que es el ntimero que obtuvimos con- tando caso por caso. En particular, esto permite responder ala siguiente pregunta, casi obligada en cualquier cena concurrida: en un brindis de n personas, ;cual es el nimero total de cho- ques de copas?” Vemos asi que la topologia (en particular, la teoria de grafos) es capaz de prestarnos auxilio en los campos mas variados, des- de la confeccién de circuitos turisticos sobre el Pregel hasta la or- ganizacion logistica de un brindis. Aunque ya hemos menciona- do en el prefacio que se ocupa también de “botellas’, asi que esta ultima aplicacién no deberia sorprendernos... Como sea, el pro- blema no cambia mucho si reemplazamos a las copas por manos para seguir chocandolas, pensando ahora en el uso que tiene tal verbo en la expresién “Choque esos cinco”, Esto permite presen- tar un contexto mucho més apropiado para enunciar el denomi- nado handshake principle 5 Se cuenta que el origen historico de tan chocante costurmbre tuvo lugar du rante la celebracién de un Seder de Peso} que mas tardese hizo conocido bajo el nombrede La Ultima Cena, Entonces, si aplicamos la formula anterior para fn =13 podemos saber cudntas veces se han chocado las copas en tan trascen~ dental evento: 1312/2 = 78. Cabe imaginar, de todas formas, que no se traté de tun “brindis completo’: bien puede haber ocurrido que alguno de los apéstoles (en particular Judas, siempre tan discolo) se haya mostrado reticente a chocar su copa con uno o mis de sus condiscipulos. Siempre con snimo matematico, ‘ale la pena mencionar también que la palabra Seder significa “orden”, mientras ‘que Pesaj (en inglés se dice Passover) proviene de "saltear” 29 ‘roPoLoGta PaBLo AMSTER En un grupo de personas, algunas dela se saludan entre si din- lose la mano. Entonces el niimero de personas que dieron la mano tun miimero impar de veces debe ser par. Por ejemplo, supongamos que Pedro y Liliana legan a una reunién en la que se encuentran Marcos, Horacio y Ana, Como se trata de gente educada (y formal), dan un apretén de mano a cada uno de los presentes. Mas tarde legan Susana y Jorge, y el ritual se repite. Contemos los apretones: , PIL P fake L eS M | H is ers A eS Ss ele Jf rae __ Deesta forma, en la reunién hay cuatro odds: Pedro, Liliana, Susana y Jorge, que saludan a cinco personas cada uno. Fs cla, ro que la situacién se puede representar por medio de un grafo, con siete vértices (P, L, M, H, A, S, J) conectados poraristas que indican “apretones de mano”, 30 ELNFRVIO, LA PIMIENTA YA SAL GeneRauipapes Por tal motivo, el handshake principle se traduce ala teoriade grafos de la siguiente forma: En todo grafo el niimero de vértices de orden impar debe ser par { Esta propiedad se explica facilmente: dado un grafo cualquie- | ra, se define el orden o grado de un vértice (denotado deg, por degree) como el ntimero de aristas que lo tienen como extremo. | Por ejemplo, en el grafo de siete vértices que representa la situa- cin anterior se tiene’: | deg(P) = deg(L) = deg(S) = deg(J) = deg(M) = deg(H) = deg(A) = 4 E] handshake principle es consecuencia inmediata de la si- guiente propiedad, cuya demostracién es muy sencilla: En todo grafo, la suma de los érdenes de todos los vértices es igual al doble del niimero total de aristas. Volviendo al tema, ;cual es el sentido de estas divagaciones? Por mas respetuosos que sean a la hora de saludar a sus pacien- tes, o dispuestos que se muestren a sumarse a un brindis, el nit- mero de apretones de mano 0 choques de copas no es algo que deberia interesar especialmente a los analistas. Sin embargo, es coportuno recordar la advertencia de Lacan: j Todo esto no se los aporto sino como una suerte de proposicién de ejercicios, de ejercicios mentales, de ejercicios con los cuales uste- des deben familiarizarse si quieren encontrar a continuacién en el ' toroel valor metaforico que le daré cuando vayaen cada caso, se tra- tedel obsesivo, del histérico, del perverso, hasta incluso del esqui- zofrénico a articular la relacién del deseo y la demanda. En suma, podemos pensara los parrafosanteriores como una suerte de “ejercicio mental” para introducirnos, poco a poco, en la topologia. 7. Dicho sea de paso, se trata de un grafo no completo, pues de serlo el orden de cada vértice deberia ser el maximo posible, es decir: 6. Podemos también pre- ffuntarnos: es un grafo plano? roPOLOGIA Pawo AmsTER Para concluir esta seccién, vale la pena mencionar también aquel parrafo del Seminario IX en donde Lacan dice: Metafora intuitiva, pongamos geométrica, Cada uno sabe la impor- tancia queen toda la batalla entre matematicos no hace estragos sino en tornoaelementos cle esta especie. Poincaré y otros sostienen que hay un elemento intuitivo irreductible, y toda la escuela de los axio maticos pretende que podamos formalizar enteramente a partir de axiomas, de definicionesy de elementos, todo el desarrollo de las ma- temsticas, es decir, arrancarlaa toda intuicidn topolégica, Felizmente Poincaré percibe que la topologia, ahi seencuentra la esenciadel ele- ‘mento intuitivo, y que no se puede resolver, ydiria aun mis:por fuera de la intuicién no se puede hacer esta ciencia llamada topologia, no se la puede comenzar aarticular porque es una gran ciencia, Laalusién a Poincaré, la intuicién y aquella corriente filoséfi- ca conocida como intuicionismo hace que merezca la pena traer una cita del matematico francés: .es para favorecer tal intuicién que el geémetra tiene la necesidad de dibujar figuras o, por lo menos, representarselas mentalmente. Ahora bien, si desprecia las propiedades métricas 0 proyectivas de estas figuras, si sdlo se atiene a sus propiedades puramente cuali- tativas, solamente entonces la intuicién geométrica interv daderamente Dealgiin modo, resulta notable que alguien haya podido en- contrar el verdadero papel de la intuicién geométrica precisa- mente alli, en aquella ciencia que se desentiende de la medida LA CALIDAD ES LO QUE IMPORTA En las paginas precedentes hemos dicho, informalmente, que la topologia se relaciona con el estudio de las propiedades cuali- tativas de las figuras. Es hora de comenzara dotar a este comen- tario de mayor precisién. El siguiente parrafo del Seminario IX 4 de utilidad para introducirnos en el asunto: Loquees seguro es queaparentemente esesencial; ahora que esta ali ustedes pueden desinflar vuestro toro, como un globo, y guardarlo 32 LA CALIDAD £S LO QUE IMPORTA GeNERALIDADES. ‘en vuestro bolsille, ya que no pertenece a la naturaleza de este toro ‘sersiempre perfectamente redondo, perfectamente igual; lo que es importante es esta estructura agujereada. Ustedes lo pueden volver ainflarcuando tengan necesidad de hacerlo, pero puede como la pe- uefa jirafa de Juanito que hacia un nudo con su cuelto. Parece claro; hay propiedades geométricas que no “pertenecen a lanaturaleza” del toro. Al menos, no en forma tan concluyente como la presencia de un agujero, que nos habla de algo esencial. ‘Ahora bien, gqué es la esencia? En el ejemplo de loscinco puntos hemos dado, acaso sin notarlo, con una propiedad que muestra algun aspecto de la esencia del plano. Sin importar las compleji- dades de su geometria, podemos decir que pertenece a la natu- raleza del plano la propiedad de no poderse trazar en él un gra- fo completo de cinco vértices. Cualquiera es capaz de comprobar que eso no ocurre en el toro, en donde efectivamente es posible encontrar “atajos” que eviten la superposicién de lineas*. G Un grafo térico Esto nos muestra ya que el toro es un objeto esencialmente distintode un plano. Y también de una esfera. Por cierto, hay mu- chas diferencias mas... ‘Ota propiedad curiosa es la del ntimero cromatico, al que La- can se refiere de la siguiente forma: Hay grandes primeras verdades ligadasen torno aesta construccién del toroy les voy a hacer evidenciar algo: sobre unaesferao sobre un 3. Enrigor enel toro puede siruarse hasta un miximo de7 puntos. Esto no es in ‘mediato, pero se verfica, con un poco de paciencia. 33 ‘ropoLocia plano, ustedes saben que se puede dibujar cualquier mapa, porcom- plicado que sea, denominado geografico, y que bastan cuatro colo- res para colorear sus territorios de manera tal que impida confun- dir a ninguno con su vecino, Si ustedes encuentran una buena de- mostracidn de esta verdad verdaderamente primera, podrén apor- tarla a quien corresponda porque se les otorgard un premio, no ha biendo sido hallada ain al dia de hoy la demostracién, Esto es cierto; mejor dicho, lo era en el momento en que la frase fue proferida. El asunto es el siguiente: dada una superficie cualquiera, su ntimero cromatico se define como el minimo nui- mero de colores que bastan para colorear cualquier mapa sobre ella, de modo tal que dos paises limitrofes tengan siempre colo- res distintos. En el caso del plano, es facil ver que con tres colo- res no alcanza, pues por ejemplo tenemos el siguiente mapa, en el que cada una de las regiones limita con las otras tres: A fines del siglo XIX se demostré que con cinco coloreses siem- pre suficiente; demandé cierto esfuerzo, pero se logré. Entonces surge naturalmente la duda: zalcanzara también con cuatro? Y aqui iban a hacer falta esfuerzos mucho mayores, hasta un punto tal que la pregunta todavia no habia encontrado respues. fa en 1962, que fue cuando Lacan la planteé ante su audiencia El resultado, actualmente llamado teorema de los cuatro colo. res, permanecié irrestelto por cerca de un siglo desde su formu lacién hasta 1976, afio en que por fin se logré dar una demostra cidn completa. Con todo, incluso hoy se puede asegurar que si alguien encuentra una “buena demostracién” pasaré seguramen- tea la historia; la razén es que la parte mas sustancial de la prue- ba de 1976, llevada a cabo por K. Appel y W. Haken, fue efectua- 34 PaBLo Amsrex, LACALIDAD ES LO QUE IMPORTA GENERALIDADES dacon ayuda de una computadora. La computadora redujo todo aun cierto ntimero de casos, un niimero inmenso de casos, y los §nalizé uno por uno, No se conoce por el momento una demos- racién analitica. "rafos mas escépticos legan a desconfiar de la validez de la de- mostraci6n (gpor qué deberiamos creerle a una computadora?); sin llegar tanto, no es aventurado afirmar que la mayoria de los matematicos no la ve con muy buenos ojos. De todas maneras, es tin hecho aceptado que el numero cromatico del plano (y de laesfera) es 4. Enel toro la situacién es distinta, pues se ha obte- nido una demostracién matematicamente irreprochable de que su niimero cromitico es 7. Algo de eso menciona Lacan: Enel toro, noes experimentalmente que loveran ustedes, perose de~ "muestra: para resolver el mismo problema, son necesarios siete colo- res, dicho de otro modo, sobre el toro ustedes pueden con la puntade un lapiz definir hasta siete dominios, pero ninguno mas, siendo defi- nido cada uno como teniendo una frontera comin con los otros. Lo que es decisles que si tienen un poco de imaginacién, ustedes dibu- jaran esos territorios hexagonalmente, para verlos con claridad* Ese 7 pertenece, pues, a la esencia del toro. Nuevamente, ha- blamos de la esencia topoldgica, aquella que Poincaré desc! biera mediante la metafora del dibujante, mencionada en Ja in- troduccién: ‘Supongamos un modelo cualquiera y la copia de este modelo reali- zada por un dibujante poco diestro; las proporciones estén altera~ das, las rectas, trazadas por una mano temblorosa, han sufrido im- portantes desviaciones y presentan curvaturas malhadadas, Desde el punto de vista de la geometria métrica, y aun desde el de la geo- metria proyectiva, las dos figuras no son equivalentes; por el con- trario, lo son, desde el punto de vista del Analysis Situs |.) El altera s eramente, sus lineas rectas tie- las proporciones mas o menos groseramente nen zigzagsinguietantes, sus circulos presentan protuberancias fal- tas de gracia, Todo ésto no tiene importancia: no perturbard en lo mas minimo al gedmetra, ni le impedira razonar bien. Pero lo que no debe ocurrir, es que el artista inexperto represente una curva ce~ sede cjercicio propuesto por Lacan, 9° Elector puede hacer el itento de ahordar el jercicio propuesto por Lacan, aunque 8 aguarda al proximo capitulo podra contar con algunas herramient {que le servirin para faciitar la tarea ‘TOPOLOGIA PABLO AMsreR rada por medio de una curva abierta, tres lineas que se cortan en tun punto por medio de tres lineas que no tengan ningiin punto co- una superficie con abertura por medio de una superficie sin abertura, En tal caso no se podria utilizar mas su figura, y el razo. ‘amiento se haria imposible. La intuicidn no habria sido obstacu. lizada por los defectos de dibujo que sélo interesarian a la geome- {tia métrica oa la proyectiva; ambas se harsn imposibles ya que es: tos defectos tienen que ver con el Analysis Situs. Para entender mejor este asunto de la “esencia’, podemos imaginar que llevamosa cabo un sencillo experimento: le mos- tramos un toro a una persona, y le pedimos que nos describa sus rasgos distintivos®. En otras palabras, le pedimos que efec- tie una suerte de identi-kit, como si en vez de un inocente toro se tratase de un rufidn de la peor calafia. No se trata de un pedi- do de los mas frecuentes pero, una vez superada la sorpresa ini- cial, nuestro entrevistado seguramente mencionara en primer lugar cuestiones ligadasa las dimensiones, curvatura, simetria, ete, Sin embargo, hay una propiedad que se destaca entre todas de forma tal que raramente faltaré a cualquier descripcion: si hay algo que el toro sin duda tiene, es un agujero. La observacién es trivial, pero pone en juego el aspecto fundamental de esta rama de la matematica que intentamos explicar. Notemos que dicha propiedad no es métrica; no depende de la nocién de distancia Hemos dicho ya que la topologia es una geometria “no métrica”; una geometria cualitativa, en oposici6n a otras ramas como la geometria clasica o la proyectiva. En ella un toro es equivalente aesta otra figura, geométricamente muy distinta: Lo que intentamos precisar es la nocién de “equivalencia to- poldgica’, que dice que dos figuras son equivalentes cuando es 10. Esto es dif te del experimento de mostrarle una persona.a un toro, que sue tho mis amiesgado, 26 LA CALIDAD ES LO QUE IMPORTA GENERALIDADES posible transformar a una en la otra mediante una deformacién, fue no implique cortes o desgarraduras. Las propiedades que una figura preserva cuando se le aplica cualquiera de estas deformaciones se denominan invariantes to- polégicos; por ejemplo, no importa cémo deformemosa un toro, Fempre seguird teniendo su agujero" Un toro deformado Lapropiedad de “tener un agujero" es, en consecuencia, un in- variante topolégico. Existe una infinidad de tales invariantes; al~ gunos de ellos nos sern de utilidad en las proximas secciones. ‘Vamos a definir con un poco més de rigor lo que significa “ser equivalente”, El concepto matematico que subyace a esta idea es el de homeomorfismo; se trata de una correspondencia que goza de las propiedades de ser biunivoca y bicontinua. La prime- rade ellas no es cuestién topoldgica sino de la teoria de conjun- tos: una funcién es biunivoca o biyectiva cuando es “uno a uno’. Esto equivale a decir: ‘A cada elemento del primer conjunto corresponde uno del segun- do, y viceversa TD Fralgin sentido, podemos pensargue tiene dos. aunqueese es un aspectodel quenos ocuparemos mas adelante. 37 ToroLocia PaBLo Amster La segunda propiedad se refiere a la continuidad, y obedece a la idea intuitiva antes mencionada de “deformacién’, sin desga- rraduras. En un curso elemental de andlisis matematico se sue- le decir, para comenzar a comprender un concepto tan delicado, que una funcién es discontinua cuando su grafica presenta al- giin salto. La imagen no es del todo correcta, aunque al menos resulta facil de “ver”: Funcién discontinua en x La definicién de continuidad surge entonces por contraposi- cién a esta idea: basta con entender cual la exacta naturaleza del “salto” que la funcién presenta en el punto x. Hay una nocién que acude en nuestra ayuda, cuya utilizacién informal es histé- ricamente muy anterior a la topologia: la nocién de limite. En el ejemplo anterior se ve que la funcién no tiene limite en x; vale decir, los valores que toma no se acercan a ningiin niimero. En efecto, para puntos cercanosa x situadosa su derecha la funcién se acerca a y,, mientras que para valores cercanos ax situados a su izquierda, la funcién se acercaa y,.. Luego, siendo y, distintoa y_, concluimos que el limite no existe” Un poco mas en general, se dice que una funcién cualquiera f es continua en x si para valores cada vez mas cercanos a x la fun- cidn toma valores cada vez mas cercanosa f(x). Ahora bien: .qué significa “mas cercano”? Hemos dicho que la topologia prescinde de la métrica, de modo que debemos pensar en alguna idea que reemplace a la de “acercarse’, y que no esté basada en la distan- 12, Eleorchete | en el grafico indica que el valor de la funcidn en x se caleulaen este caso sobre de la rama dela izquierda, es deci, y, Sin embargo, la existencia ono del limite en un punto es independiente del valor de la ancion en dicho punto { t LAcALIDAD ES LO QUE IMPORTA GeNERALDADES cia. La respuesta precisa viene dada por un concepto basico dela topologia, el de conjunto abierto, que veremos un poco masade- ante. Por el momento, es suficiente con observar que si toma- mos cualquier segmento E centrado en f(x), existe un segmen- to D centrado en x tal que al aplicar la funcién a cualquier pun- tode D, se obtiene un valor que pertenece a F. oS Paracompletar la nocidn de homeomorfismo, observemosque cuando una funcién fes biunivoca (uno a uno), existe la llama- da funcién inversa, denotada f*, que justamente invierte el sen- tido de las flechas: 1 r Si tanto fcomo su inversa fson funciones continuas, se dice que fes bicontinua; en tal caso fes un homeomorfismo. Este sim- ple concepto es el que permite asir en su esencia no sélo al toro, sino a cualquiera de los objetos topolégicos mencionados por Lacan. Dos espacios topolégicos son equivalentes cuando entre ellos se puede definir un homeomorfismo; desde un punto de vis- ta intuitivo, esto quiere decir que se puede deformar a cualquiera 30 ‘ToroLocia PABLO Amst Panto Avsren LA CALIDAD ES 10 QUE IMPORTA GaNERALIDADES De la misma manera, una circunferencia puede transformar- seen una elipse”: Este objeto es topologicamente equivalentea un cuadrado, por mAs que para la geometria usual se trate de cosas bien distintas. Lacircunferencia se deforma de modo tal que es posible iry vol- ver, como si estuviera hecha de caucho: | Pero un circulo jamas se vaa transformaren un tridngulo, por —_, més generosas que sean nuestras perspectivas. Por eso, en la geo- <_< metria proyectiva se conservan algunas propiedades métricas. La topologia brinda mayor libertad: con tal de que no haya cortes, uno est autorizado a deformar los objetos a gusto. Estas ideas remiten a una interesante cuestién: la identidad pensada como invariancia. En el célebre programa de Erlangen de ellos para obtener al otro. Esta flexible razén es la que ha pro- vocado el hecho de que la topologia sea denominada, informal- mente, geometria del caucho. font acomprenderto mejor, omemos por ejemploa la circun- ferencia: ronan cds erometct aus ae seperate fers te i882, el materatico Felix Klein dijo que una geometriacon- torlea una tase GS BARE ce ea sisteen el conjunto de propiedades que resultan invariantes bajo Siguiendoa Poincaré, hemos situado ane an . | determinado grupo de transformaciones. Un poco mas adelan- Fan ara een wnacopest de te veremos queé significa “grupo’, aunque ya podemos anticipar geometria proyectiva, que ae isicay la topologia: la que siel grupo de transformaciones es el de los movimientos ri métricas, pero no de todas. La geometria pri ona jcucstiones) gidos, obtenemos la geometria comun. Las propiedades proyec- propledicdes que las @guras cometomn coe aieec cat estudia las tivas son aquellas que se preservan cuando se aplican movimien- formaciones proyectivas: i pecan aera tos de otro grupo, el de las transformaciones proyectivas. Y la to- Proyectivas: intuitivamente, se trata de la nocién pologia est dada por un grupo todavia mas general, el de los ho- de perspectiva Sin embargo, algunos aspectos de la métrica prevalecen, pues un tridngulo visto en perspectiva sigue siendo un triéngulo, por — mAs que sus dimensiones o sus 4ngulos cambien. 5 Enna Grfereciaesproyectvamenteequaenetan ane rabola ya una hipérbola, aunque esto es algo mis dificil de entender meomorfismos. Esto permite decir, sin temor, que por ejemplo esto es una circunferencia: 40 4 ‘ToPOLOGIA Paro Avril En general, se llama “circunferencia” a cualquier curva cerra- da simple, es decir: sin auto-intersecciones. Y esta definicién es suficiente para dar cuenta de sus propiedades topolégicas Enesta suerte de “identidad negativa’, quizas no resulta ya tan claro cuando dos objetos no son equivalentes. Si todo se defor- ma; ,cémo estar seguros, por ejemplo, de que una cireunferen- cia no es lo mismo que un segmento? Para resolver este tipo de cuestiones, vienen en nuestraayuda aquellas propiedades que ya hemos mencionado, los invarian- tes. Entre otras cosas, tienen una utilidad muy especifica: seiia- lar diferencias. Para el sencillo caso del problema anterior, veri- ficar que una circunferencia no es lo mismo que un segmento, debemos dejar de lado los prejuicios geomeétricos y empezar a trabajar con cierta intuicién topoldgica. La diferencia no “salta a la vista” con sélo observar que una figura se curva y la otra no; debemos buscar algiin invariante topoldgico que realmente per- mita garantizar que no existe un homeomorfismo entre ambas. Vale la pena mencionar que entre el segmento y la circunferen- cia existen correspondencias biunivocas; lo que no existe es una correspondencia que ademas sea bicontinua. El asunto es bas- tante sutil; por ejemplo, las figuras si serian equivalentesen caso de quea la circunferencia le sacéramos primero un punto. Pero esta observacién nos permite pensar por ejemplo en la conexién. 4. Unimportanteresultadoaseguraquetoda curvacerrada continua trazadasobreun plano tiene la propiedad de dividirlo en dos regiones, una acotada y otra noacota dda. Esto que parece una sencillez, en realidad es un teorema famoso y decomp ‘ada demostracién, el teorema de Jordan, Vale para cualquier curva cerrada sit ple, no importa cémo sea l dibujo; la propiedad no depende dela meétricn 15. Misprecisamente, puede verse que una eircunfereneia sin un punto es equivalen tea.un segmento “abierto es decir, que no contiene a sus extremos. La construe dn es sencilla; Lacan la emplea muy a menudo; por ejemplo en sus desarellos sobre los nudos, cuando hace equivaler la circunferencia a la recta infinite, La cALIDAD £5 LO QUE IMFORTA GENERALIDADE Una circunferencia a la que sacamos un punto cualquiera sigue Giendo un conjunto conexo; en un segmento esto no ocurre, lo {que indica que las figuras no pueden ser ‘equivalentes: no conexo conexo Vale la pena aclarar que esta identidad topoldgica responde a Jo que es una equivalencia en términos logicos. Por empezar s podemos decir que hay un homeomorfismo entre un cuadrado yuna circunferencia, es porque existe un “ida y vuelta’; eso nos da cierta nocién de simetria. Si A es equivalente a B, entonces B es equivalente a A. LJ=O A 8 Otra propiedad es la reflexividad, que en este caso es practi- camente trivial. Se parece al famoso poema de Gertrude Stein, aunque novale sélo para las rosas: cualquier objeto es equivalen- tea si mismo. E] homeomorfismo que nos permite efectuar esta tonta observacién es la llamada funcién identi, una opera- i sencilla que consiste en no mover nada. ; . tatercera propiedad eslatransitividad: si un cuadrado esequi- valente a una circunferencia, y una circunferenciaa una elipse, en- tonces la transitividad permite asegurar que el cuadrado es equiva. lentea la elipse. Si Ay B son homeomorfos y tambien lo son By C, entonces debe existir un homeomorfismo entre A y C a3 ‘rorovocia Pato AmsteR =O = Se Si A=B y BC, entonces A~C Para concluir esta primera parte, vamosa precisar un poco mas la nocién de topologia como teoria matematica. AI respecto, cabe decir que se basa en una tinica idea primitiva, ques la de conjunto abierto; e50 es suficiente para definir el concepto de continuidad En la topologia usual, es facil pensar la nocidn de abierto a partir del concepto de entorno: un conjunto A es entorno de un punto x si existe alguna “bola” centrada en x enteramente con- tenida en A. En tal situacidn, se dice también que x es un pun- to interior de A. La definicién de “bola” es la esperable: una bola (abierta) de radio r centrada en x es el conjunto de todos los puntos que se encuentran a distancia menor que r de x. Esto no deja de ser una definicién métrica, pues apela a la distancia, aunque resulta efi- az; siempre hay tiempo para encontrar otras definiciones equi- valentes que no hablen de bolas y radios, : ero lo mas importante es que la nocién de entorno permit definiralconjuntoabierto simplemente, como acl ques ens torno de todos sus puntos. En otras palabras, A es abierto si to- dos sus puntos son interiores. Es facil ver que se cumplen las si- guientes propiedades: 44 LA CALIDAD ES LO QUE IMPORTA GENERALIDADES 1. Elvacio es abierto, asi como todo el espacio. 2, SiAy Bson abiertos, tambien lo es su interseccién. Dada una familia cualquiera de conjuntosabiertos, la union. de todos ellos es un abierto. La nociones de entorno y punto interior permiten definir al- gunas otras cuestiones iitiles. Por un lado, un punto x que per- tenece a A pero no es interior, se denomina punto frontera. Pero puede haber otros puntos frontera que estén fuera de A: intui- tivamente, se trata de puntos que estan “pegados” al conjunto, aunque no dentro de él: cualquier bola centrada en ellos contie- ne elementos de A y también elementos fuera de A. Por eso, la definicién en realidad es més precisa: se denomina punto frontera de un conjunto A atodo puntoque noes interiora ‘Ay tampoco és interior al complemento de A. Dicho de otra for- ‘ma, no est enteramente dentro de A ni tampoco enteramente afuera. El conjunto de puntos frontera se llama frontera de A Punto Frontera El paso siguiente, mucho mésabstracto, consiste en decir que una topologia para un conjunto X consiste en cualquier familia de subconjuntos de X (Ilamados “abiertos”) que satisfaga las pro- piedades 1), 2) y 3). Esto ya no depende en absolute del hecho de que exista una métrica. El conjunto X provisto de una familiacon tales propiedades se denomina espacio topolégico. Finalmente, mencionemos que un homeomorfismo entre dos espacios X e Y es una funcién biyectiva fiX—> Y que preserva la estructura topolégica: los abiertos de X se transforman en abier- tos de Y, y viceversa 45 CAPITULO 2 SUPERFICIES LA INDIFERENCIA DEL MUNDO, Afios més, afios menos, llevamos un buen tiempo viviendo en este mundo. ¥ esprecisamente nuestra vasta experiencia la que nos permite decir, al cabo, que dicho mundo es mas o menos asi CT Cabe sefialar que los libros de geografia, basados en riguro: sas observacionesy mediciones, se apresuran aaclararnos que en realidad el mundo es algo mas achatado: Na a7 Torotocia Panto AMsreR Sin embargo, sabemos bien que el mundo no es ni una cosa ni la otra: por mas que supongamos que todo lo que hay sobre su superficie se encuentra quieto, cuenta con un sinniimero de Fecovecos, elevaciones, depresiones, o incluso agujeros y asas 0 “manijas’, como por ejemplo esos puentesy tiineles que uno atra- viesa a diario con topolgica despreocupacién. A decir verdad, seria pricticamente imposible decir cémo es el mundo desde el punto de vistade la geometria, e incluso desde la topologfa. Pero aceptemos por fin que el mundo es aproximadamente esférico; cabe entonces preguntarse: spor qué el mundo es asi? Plantea- do de esta forma parece un lamento, pero puede formularse de la siguiente manera: qué evidencia tenemos de que el mundo es como es? Su redondez es algo que se conocia desde mucho tiempo antes de que existieran las fotos satelitales: lo sabia Era- téstenes, quien en el siglo II] antes de Cristo lego a calcular la citcunferencia de la Tierra con bastante exactitud, Pero, en todo aso, la esfericidad no esalgo que se deduzca con sélo mirar por encima del hombro: por eso, aun suponiendo que en los tiem- pos de Coldn alguien creyese que la Tierra era plana; ;qué cer- teza podian proveer esos viajes? Al fin y al cabo, también podria haberse pensado que el mundo es ast: Colén se dirige rumbo a las Indias 16. Esto parece contradecir la opinién popular, segiin la cual el mundo es una bola AR LAINDIFERENCIA DEL MUNDO. Surerricies O incluso ast: Elgenovés vuelve a intentarlo En otras palabras: en caso de haberalcanzado efectivamente las Indias, todo lo que se habria sacado en limpio ~geométricamente hablando- de la experiencia colombina es alguna que otta certeza, respecto de lo que el mundo no es. Por ejemplo, plano... aunque si es solamente por eso no hacia falta vender las joyas de la Reina” Pero ello no resuelve nuestro problema: zcémo saber que la super- ficie de la Tierra es esférica? Y, ante todo: ;qué es una esfera? Resulta més facil responder a la segunda pregunta que a la primera. Mas facil, aunque no trivial, desde el momento en que estamos hablando de topologia y no de geometria. Por empezar, revisemos la definicidn clasica: Se llama esfera al conjunto de todos los puntos que se en- cuentran a una distancia positiva fija de cierto punto, de- nominado “centro” 17 Respecto de las expediciones innecesarias, existe una célebre rima de Voltaire [que se refiere a Maupertis: Habéis confirmado con viajes y suftimiento lo que Newton ya sabia sin salir de su aposento. Los viajes" alos quel verso refiere estaban destinados a comprobar justamen- tes la Tierra estaba achatada por los polos, tal como predecia la teoria newto- riana, La expedicién fue todo un suceso entre los parisinos, aunque no tanto por los aspectos cientificos sino misbien a causa delas dos jévenes laponas que ‘Maupertuis trajo consigo, a medo de “souvenir”. Vale la pena mencionar tam- bign que el verdadero objeto de los viajes de Coldn ha sido ampliamente inves tigado; una esis interesantese puede encontraren Operacién Nuevo Mundo (La ‘misidn secreta de Crist6bal Colén), de S. Wiesenthal 49 rorovacta Panto AmsreR Parece dificil encontrar objeciones a una explicacién tan cer tera, que nos invita a trazar con total claridad una representa- cién mental de la entidad definida. Sin embargo, si nuestro in- terés es la topologia debemos tener en cuenta, en primer lugar, que lanocién de “esfera” abarca ahora una clase mucho mas am- plia de objetos: en todo caso, deberiamos poder expresar de al- gin modo que una esfera es cualquier cosa que sea homeomor- faalaesfera comin de la geometria. Aunque eso no es demasia- docémodo, en particular porqueal cabo de tanta perorata sobre “cantidad” y “calidad, seria interesante que pudiéramos contar con una definicién que no se apoye en la métrica Un primer paso en tal direccién consiste en decir, por ejemplo: Se llama “esfera” al cualquier objeto que sea homeomor- foauncubo. Aun asi, la definicién de “cubo” tampoco es del todo eviden- te,sise quieren dejar de lado los aspectos métricos. Existe, de to- das formas, un modo adecuado de definir el concepto de polie- ro topolégico, y a partir de alli no resulta complicado definir al cubo, Aunque no vale la pena el esfuerzo; en las préximas pagi- nas veremos una definicién todavia més sencilla. Almargen de los detalles, si hay algo que debe quedar claro es que la esfera es una superficie, y en consecuencia se trata de un objeto bidimensional. Pero no toda superficie es una esfera, ni si quiera en este laxo sentido que hemos denominado “topoldgico’’ alliesté el toro paraconfirmarlo. Vale la pena intentarentender un poco mejor, entonces, en qué consiste la idea de “superficie” Por mas que habitualmente la pensemos sumergida en el es- pacio tridimensional, una superficie tiene por definicién dos di- mensiones. Para ser mas exactos, vamos a decirlo de un modo que quizds parezca inquietante: toda superficie es localmente equivalente a un disco plano. Esto significa, por ejemplo, que dado cualquier punto de un toro, existe un entorno del mismo que es equivalente (homeomorfo) a un disco: ‘en LAINDIFERENCIA DEL MUNDO. Superrictes Un entorno plano del punto P Inquietante o no, la idea permitira dar una descripcién algo més acabada de las superficies, aunque sin demasiada precision hos limitaremos a presentar algunas “observaciones superficia- les” en torno a las superficies Agrandes rasgos, puede pensarse que una superficie resulta de pegar entre si deter minado nimero de pedacitos de plano. Esto Gebe hacerse con cierta prolijidad, aunque no entraremos en de- talles sobre lo que eso significa. Respecto de los “pedacitos’, an- tes nos hemos referido a ellos como discos si bien, homeomor fismos mediante, constituyen una familia de lo més variada de porciones del plano, no necesariamente circulares: oO Tres "discos" En definitiva, una superficie consiste en una cierta cantidad -finita o infinita- de retazos pegados entre si, algo asi como un patchwork. Una esfera de trapo 51 ToPOLoGIA PaBLo AmsreR Ahora cobra mayor sentido nuestra primera pregunta sobre laesfericidad de la Tierra: si local mente todas las superficies tie~ nen el mismoaspecto, entonces lo que diferencia a una esfera de un toro o de cualquier otra superficie es alguna propiedad glo- bal. En definitiva, el agujero del toro es una cualidad global, no local: quien habita el pequeno espacio en torno al punto P que aparece en la figura de los parrafos previos no es capaz de darse cuenta de que se encuentra sobre un toro. ;Habra alguna forma, para quien vive en un toro, de cerciorarse de ello? En todo caso, podemos limitarnos a plantear una pregunta més sencilla: gha- bra alguna forma, para quien vive en un toro, de cerciorarse de quesu mundo noes esférico? No parece cuestién que pueda uno comprender ‘sin salir de su aposento’; quiza el siguiente proble- ma sirva de ayuda al lector en tan delicado trance: Problema: ;£xiste alguna superficie sobre la cual sea posible dibujardos circunferencias que se crucen exactamente en un pun- to? Conviene hacer unaaclaracién: nose trata de unasimple inter- seccién sino que las circunferencias deben, justamente, cruzarse: en caso contrario, seria demasiado facil proponer como solucién un par de circunferencias que sean tangentes en un punto. Circunferencias tangentes Si bien la definicién rigurosa requiere mayor cuidado, el con- cepto de superficie en el cual se apoya Lacan es sumamente sen- cillo, pues esta basado en aquella rama de la topologia que se co- noce bajo el nombre de topologia combinatoria. Alli se trabaja 2 partir de esquemas y reglas muy simples, sostenidas por una idea fundamental: la identificacién. Por supuesto que tal concep to no debe ser tomado en su aspecto lacaniano, sino como una nocién intuitiva de “pegar’: este es el tema principal de la préxi- ma seccién. ILA ABIERTA EN LAS DOS PUNTAS SUPERFICIES wa MORC UNA MORCILLA ABIERTA EN LAS DOS PUNTAS Vamosa describir ahora una técnica que resulta de gran utili- dad para estudiar algunas propiedades de las superficies: el pro~ Cader forma parte de la llamada topologia combinatoria, que en cierto sentido permite “olvidar” que as superfciesson conjuntos de puntos, y trabajar con ellas partir de esquemas planes deno- minados poligonos curvlineos. El interés reside en que los lados Ge tales poligonos pueden relacionarse de a pares, por medio de operacién de “identificar” ; * Porejemplo, si tomamos un rectingulo, identificando entre dos lados opuestos obtenemos una especie de anillo; [ Ahora bien, atencién: se debe tener en cuenta ademas laorien- tacién de cada uno de los lados a identificar, que se indica me diante una flecha. Cada lado puede orientarse de dos maneras diferentes, dando lugar a superficies distintas segiin lo sean las orientaciones elegidas. Banda de Mobius 53 reo ‘roroocia PaBLo Aster LUNA MORCILLA ABIER EN LAS DOS PUNTAS. Deesta forma, las superficies se describen en la topologiacom- binatoriaa partirde tales esquemas, que no son otracosa que ligonos dotados de letras y flechas. En particular, todas las ou. perficies mencionadas por Lacan se pueden explicar a partir de tun tinico poligono, que no es otra cosa que un simple rectangus lo, Las diferentes formas de identificar los lados entre si deter. minaran si se trata de una esfera, un toro, una banda de Mabiuis un crosscap, una botella de Klein. " Dejando de lado algunos detalles, tal es la operatoria que s introduce en la clase 13 del Seminario IX: " . llevar un registro cuidadoso de cada uno de los cortes, sin olvidar jaorientacion. De esta forma, al cabo del primer corte debemos anotar mentalmente que los bordes del tubo son en realidad un ‘inico lado a, y que la orientacién es la siguiente: Una manera mejor de hacéeselos sentir: tomen el toro y un par de tiers, cértenlo siguiendo un ciculo pleno: helo ahi desplegad como una moreillaabierta en las dos puntas; etomen las teas cortenlo alo largo, puede abrine completamente yextenderse: te tna superficie equivalente la del toro. Es sufciente para esto que fa definamos de tal manera que cada uno de sus bordes opuestos 8 tenga una equivalencia que implique la continuidad c SER, upacausalenia que implgue a continuidad con un punto Luego, si tomamos precauciones similares a la hora del corte i jongitudinal obtenemos el esquema: Esto muestra que Lacan procede al revés; primero presenta al toro definido geométricamente y luego propone cortarlo; por ejemplo, uno puede efectuar un primer corte transversal, y le g0 otro longitudinal. cymes La informacién contenida en este rectangulo es muy basica, pero resulta suficiente como para que el carnicero pueda recons- Cc 2 truir el toro con éxito, ante el asombro de su clientela. A partir i de lo expuesto, podemos decir que el esquema expresa la natu- | raleza del toro: todo lo que se puede decir del toro en tanto toro, est presente en ese rectangulo. ' ‘Ahora bien, esto de “toro en tanto toro” tiene un sentido espe- 3 ial, pues existen cuestiones que hacen al toro en siy otras que ha- ! cenal toro respecto desu situacién en el espacio. Esto puede expre- sarse en términos de su cardcter intrinseco y su caracter extrinseco: tuna cosa es pensar al toro como abjeto, y otra es pensarlo sumergi- do dentro del espacio tridimensional... o de algiin otro espacio. Si se opera con el recténgulo, debe recordarse que los bordes estan identificados, cada uno se pega con su opuesto. Cada punto se “pega” con el que se encuentra enfrente; lo que ocurre es que, en realidad, se trata de un Unico punto: pa embargo, no debemos permitir que nuestro afin carnicero nes 'ga olvidar la forma precisaen que los lados estaban “pega- t los’; para obtener un esquema combinatorio apropiado, debemos 54 Lasituacién coggsicinrecuerda lade aquel ya antiguojuegolectrén- gigsellamade pacman en el queal legar aun borde de a pan- ills puede saliry volvera entrar por el borde que estaba en {rete Eso es porque los bordes, o al menos una parte de ellos, {in dentiados Sse pudiera salir por cualquier punto de un Para ingresar por el que esta enfrente, tanto a los costados como arriba y a s deberi mai riba y abajo, entonces del ; ay -beriamos decir que el pacman 6 Los mét iF de ae ‘todos de la topologia combinatoria permiten construi Gc ,toto similar lamas variada gama de embutides. A modo de sesso] ican cémo obtener una esfera a partir del siguiente afters (y de paso, podremos regocijamnos por haber dado fi con una definicién claramente no-métrica): , En efecto, ; i pegamos a con a obtenemos © “cucuruch 8 obtenemos una especie de cono Pero todavia resta unir el lado b con el otro lado 56 Pato Amsrex 5 ORCILLA ABIERTA EN LAS DOS PUNTAS SUPERFICIES san puna ver realizado este tltimo pegoteo, queda una especie de eano doble, que equivale a la esfera SS Observacién: no es correcto decir el esquema combinatorio de una superficie, porque tal esquema no es unico. Por ejemplo, ir cafera también puede obtenerse a partir de un poligono mas simple, que tiene solamente dos lados (lo cual podria llevarnos 2 a nectionar el empleo del prefijo “poli”, aunque resulte matemati- ‘camente de lo mas aceptable) Por cierto, esta no es otra que la “trampa para lobos” que pre senta Lacan en la clase 23 del Seminario IX; es facil adivinar sus vedondas formas al intentar pegar (identificar) los dos lados @ Mas que una morcilla, el dibujo se parece ahora a una tapa de empanada; la esfera es la consecuencia topolégica de un repul- gue bien logrado. Podemos verificar que este esquema produce tun resultado identico al anterior: 57 TOPOLOGIA EL-TORO POR LAS ASTAS. SuPERFICIES Veamos un nuevo ejemplo, propuesto en forma de ejerci ga qué superficie corresponde el siguiente esquema? De esta forma, el problema del toro pintarrajeado y las regio- nes hexagonales (al mejor estilo de las bibliotecas borgeanas) an: tes mencionadas, empiezaa tener justamente color. He aqui otro intento, aun fallido, pero muy cercano a la solucién: La respuesta correcta a esta pregunta puede resultar un buen auxilio para el lector, respecto del problema planteado en las pa- ginas 33 y 34 sobre el ntimero cromatico y las siete regiones del toro. Porque de eso se trata: la figura -a esta altura ya familiar—del toro comienza a vislumbrarse en cuanto se efectia un pequefio corte y se rearma el esquema, por ejemplo del siguiente modo: 1 TORO POR LAS ASTAS. | La herramienta descripta en la seccién previa proporciona, como vimos, una forma de definir al toro como una superficie cerrada (sin borde), obtenida al identificar a los pares de lados ‘opuestos de un rectangulo del siguiente modo: beb | Pero vale la pena mostrar otra manera de obtener un toro, re @ cortando una “ventanita’ en la superficie de la esfera. Es lo que hace Lacan en el Seminario IX, en esa parte en que recorta un rec~ — 58 rorovocia PaBto Auster tangulo y dice; “he ahi al sujet Después hace un dibujo ligera mente misterioso: En realidad, esto no es otra cosa que un tubo, que daré lugar al toro. Quizas el dibujo se entienda mejor si lo situamos sobre laesfera: El procedimie: es el siguiente: primero recortamos un rec tangulo de la superficie de la esfera, y luego pegamos dos de los lados opuestos, sin efectuar torsiones ni otras operaciones ex travagantes: De esta forma, queda un tubito, por el cual uno puede intro- ducir la manoy sacarla del otro lado, quizs para completaralgin handshake” que haya quedado pendiente de la pagina 30 60 EL TORO POR LAS ASTAS Surereicies REZ Resta solamente pegar los dos bordes del tubo: de esta forma, hemos convertido a nuestra esfera en un elegante toro. O-O® Como hemos dicho, la propiedad distintiva de esta superficie consiste en tener un agujero: la esfera no tiene “de dénde aga- rar’; en tal sentido, el toro puede pensarse como una esfera con asa. Existe un teorema general de la topologia segtin el cual toda superficie cerrada orientable es equivalente a una esfera con n asas, es decir: un toro con n agujeros (un poco mas adelante ve~ remos a qué nos referimos con “orientable”)*. Lanocién mas precisa eslade “género’. El toro tiene género 1; in- tuitivamente eso significa que si uno lo corta por ejemploa lo largo de lacircunferencia generatriz, sigue quedando una tinica pieza: un tubo, que es una superficie conexa con borde. Eso no ocurre con la esfera, pues cualquier circunferenciaque recortemosen ella ladivide 18. Exte resultado puede generalizarse para objetos de dimensiones mayores. Pero noessencillo; en particular, lev casi un siglo probar que una “superficie cerra da" de dimension 3 (mas precisamente, una variedad compacta) tridimensio- ral que no tiene agujeros es equivalente a una esfera tridimensional, Este es ‘enunciado de la famosa conjetura de Poincaré, demostrada en 2002 por el sin fular matematico ruso Grigon Perelman, La comunidad matems evalidaresta demostracion en 2006, yconcediéa su autor premiosy honores, {que fueron rechazados, 61 rorotocia Pablo Austen endos partes. Laesfera tiene género 0; noes posible trazar siquiera un circulo que no la divida en dos. El toro tiene género 1, pues ad. mite un primer corte pero no un segundo. Una vez que tenemos | tubo, cualquier nueva curva cerrada por la que cortemos lo separa ends; por eso el género es 1y no mayor. Cuando decimos que todas superficie orientable equivale a un toro con n agujeros, lo que es. tamos diciendo es que las superficies orientables quedan comple- tamente determinadas por su género. Por ejemplo, tuna superficie orientable de género 2.¢5 un toro con dos agujeros. Hay mas cortes posibles, uno mas: se puede cortarprimeroalo largo deunacircun. ferencia, luegoa lo largo de otra, y tener todavia una tinica pieza, E] resultado parece mas bien un empalme de cafierias, perose tratade una superficie conexa con borde como cualquier otra: > co Cabe decir que la esfera no esta excluida de la anterior clasifi- cacién, aunque este enfoque tan particular nos obliga a pensar- la como un toro con cero agujeros En la proxima seccién exai : én examinaremos con mayor detalle qué significa este asunto de tener agujeros. En el caso del toro, ello permitié a Lacan mostrar a sus toros abrazados y hablar de las vueltas de la demanda y el deseo. Pero hay una cuestién que resulta clave: geémo reconocer la presencia de aquel agujero que Lacan d lescribe como interior exterior a la vez? nt UNA PALABRA SOPORTE aeassecciones previas hemos efectuado unaafirmacién que ae emo confesarlo— no merece ser tildada de revolucionaria: lo mismo un toro que una esfera. Pero al margen de su ob 62 LUNA PALABRA SOPORTE Superricirs viedad, lo que se extrae dealli es que en verdad no hay tantas ob- viedades, pues para probar que dos superficies no son equivalen- teses insuficiente basarse en la e-videncia. En rigor, el hecho de ue dos espacios topoldgicos no sean equivalentes significa que ho existe una deformacién, un homeomorfismo entre ellos. Este hecho, asi planteado, parece imposible de probar: en efecto, ello nos obligaria a probar fortuna con las infinitas biyecciones que hay entre una esfera y un toro, para ver que ninguna de ellas es un homeomorfismo... Mas aun, se trata de un infinito no nume- rable, de modo que ni siquiera el hecho de vivir infinitosaiios po- dria ayudarnos demasiado® Entonces se recurrea los mencionados invariantes: parael “evi dente” caso del toro y la esfera, dijimos por ejemplo que los grafos planoscompletosadmiten como maximo cuatro puntos, mientras queen el toro hay grafos completos de siete. Estos nimeros cons- tituyen un invariante topolégico; luego, si hubiera un homeomor- fismo entre ambas superficies deberian coincidir. Lo mismo ocu- rre con el ntimero cromatico: 7 para e! toro, 4 para la esfera. ‘Aunque validos, estos argumentos parecen un tanto rebusca- dos... {No habri algo mejor? La clave esta, sin duda, en lograr re- conocer ese caracter de estructura agujereada que Lacan atribu- ye al toro; para ello, debe encontrarse una formalizacién mate- matica adecuada. Precisamente, en la procura de ese objetivo se encuentran “el nervio, la pimienta y la sal” Consisten esencialmente en una palabra soporte que me permiti in~ troducir bajo la forma de una adivinanza en la conferencia de la que hablaba hace un rato; y esa palabra cuyo verdadero sentido no po- dia aparecérseles en ese momento, es el Lazo (lacs). La nocién matematica de lazo es muy sencilla, pero es la que permite dar cuenta de los agujeros que tiene un espacio. Porejem- plo, sitrazamosun circulo cualquiera sobre la superficiede un pla- no, es facil reducirlo a un punto. Esto significa que hay una defor- macién continua de los puntos de ese circulo que permite con- traerlo, hasta que queda un punto. Es come artojar una piedra al _— Es ficil ver que esto puede hacerse con cualquier lazo que tracemos sobre el plano. Y también sobre la esfera, cuya gra- cia (0 acaso su falta), consiste en que todo lazo es reducible. Por tal motivo se dice que son espacios simplemente conexos: cual- quier lazo, por mas vueltero que sea, termina siendo reducido a un simple punto. En particular, esto muestra que el lazo origi- nal y el lazo que resulta una vez aplicada la homotopia, no tie- nen por qué ser homeomorfos, pues la deformacién no es nece- sariamente biunivoca Ahora bien: si todo lazo es reducible a un punto, zqué senti- do tiene definir el concepto de homotopia? La respuesta a esta pregunta, ya que hablamos de gracia, nos eva a decir que la del toro consiste precisamente en que hay la~ zos no reducibles. ;A qué se debe esto? Sin ir muy lejos, a la pre- sencia del agujero: por ejemplo, los siguientes lazos elementales no son reducibles; son los famosos lazos “alrededor” y “a través” del agujero, que Lacan denota respectivamente dy D. Tradicio- 21 Ladefinicion precisa requiere de lado, n poco mis de rigor, pero dejaremos los detalles 65 ‘roroLoaia Panto Austex LUNA PALABRA SOPORTE Surerricies nalmente se los asocia al deseo y la demanda, aunque existen al- gunas discrepancias al respecto™: EC) o Al margen de esta denominacién, sin duda ajena a la mate- matica, hay un hecho que no ofrece dudas: los lazos no podrian ser descriptos como “alrededor” y “a través” si no hubiera algo en | | I La expresion D + d constituye algo mas que una manera de escribir; a continuacién intentaremos dar un sentido razona- plea la idea de “suma’. En primer lugar, conviene aclarar que es- tos dos lazos que hemos llamado “generadores” no son equiva- lentes entre si; es posible demostrar que no existe una homoto- pia entre ellos. A partir de alli, surge una variedad infinita ce lazos que se pue~ den organizar en la forma de una estructura algebraica, denomi- nada grupo fundamental, cuyos elementos son lasdiferentes clases de lazos equivalentes entre si, De este modo, un lazo como D no esen realidad “un” lazo sino que consiste en la familia de todos los Jazos que son homot6picosa la circunferencia generatriz del toro. Esto puede hacersecon cualquier espacio topoldgico;enel caso del toro, lacombinacién de los lazos generadores Dy d da lugara infi- nitas clases de lazos no equivalentes entre si, por ejemplo: tornoa lo cual serlo, Parece extraito pensar en que hay un aguje- ro, pues éste es un concepto que naturalmente deberia asociar- se ms bien con lo que no hay; una suerte de presencia negativa, cuyo cardcter es dificil de expresar. Pero en cierto sentido los la» | zos sirven, justamente, para detectar agujeros: aunque no sepa- | mos muy bien en qué consisten, la existencia de un lazo no re- | ducible nos dice que hay uno. Vale la pena preguntarnos también: ,por qué nos referimosa Jos lazos anteriores como “clementales”? La respuesta es simple: asi como existe un par de lazos no reducibles, puede verse que hay infinitos, aunque siempre generados por esos dos: todo se re- sume en la cantidad de vueltas que damos en ambos sentidos, el ivelta D Ovueltas D 2vueltasd 2 vueltas d de Dyel ded. En particular, Lacan dedica especial atencién el si- guiente lazo, que da una vuelta alrededor y otra a través: Ded Ladefinicién matematica de grupo merece algo mas de preci- sidn: se trata de un conjunto dotado de una operacién (que pue- de escribirse como una suma), de modo tal que se satisfacen los siguientes axiomas: (a+b) +e=a+(b+e) 2, Existencia del elemento neutro (el 0), tal que para todo a vale:a+o=o0+a=a | | 1. Asociatividad: para a, b yc cualesquiera se cumple que | Ver por ejemplo, Mare Darmon, Ensayos acerca del Topologia Lacaniana, Ei 3. Existencia del elemento inverso: para todo a existe un ele- torial Letra Viva, 2008. mento denotado ~a, de modo tal que a+ (-a) = -a +a=0. 66 ‘rorovocta _PaBLO AMSTER Un cjemplo elemental de grupo loconstituye el conjunto Z de los mimeros enteros (positivos y negatives), dotado de la suma usual. Otro ejemplo muy célebre entre los lacanianos es el gru- pode Klein, mencionado en el seminario XIV, que sdlo tiene cua~ to elementos En el caso del grupo fundamental de un espacio topolégico, los elementos sersn las clases de lazos, y la operacién viene dada por una suerte de yuxtaposicién: para “sumar” dos lazos, basta poner uno a continuacién del otro. Para que esto funcione bien, debemos suponer que todos los lazos comienzan y terminan en un mismo punto del espacio, fijado de antemano, y no olvidar que dos lazos homotépicos son en realidad un mismo lazo. De esta forma, el elemento neutro o “cero” es el lazo constante, que también puede denominarse trivial: ;qué recorrido puede resul- tar ms trivial que el de quedarnos quietos en un mismo sitio? Finalmente, el inverso de un lazo consiste en otro idéntico, pero recorrido al revés: de esta forma, puesto a continuacién del pri- mero se obtiene un recorrido que es equivalente al no-recorrido. Por ejemplo, a partir del lazo d construimos -d: a d Y la yuxtaposicin de ambos da por resultado un lazo homo: tépico a una constante: UNA PALABRA SOPORTE Supestc Esto muestra que d+(-d)=0 En virtud de lo anterior, no es dificil comprender (jaunque esto requiere demostracién!) que el grupo fundamental del toro puede expresarse como Z x Z. Todo lazo se compone de cierto niimero k de vueltas en la direccién indicada por D, y cierto nii- mero n de vueltas segtin la direccién indicada por d, lo que pue- de escribirse en la siguiente forma: kD+nd El signo de k y de n no indica otra cosa que el sentido que puede tener el recorrido en relacién a cada una de las respecti- vas direcciones. La asignacién de este sentido es arbitraria; por ejemplo, podemos guiarnos por el sentido horario 0 anti-hora- rio y establecer: Ld Ld LD 1D PABLO AMSTER Esto explica por qué el lazo de la figura de la pagina 66, si suponemos que tiene la orientacién apropiada, puede escribirse D + d:una vuelta a través del agujero y otra alrededor. Las propiedades del grupo fundamental permiten enten- der el hecho de que uno puede dar muchas vueltas en un sen- tido, por ejemplo, “muchas demandas’. Lacan hace este dibu- jo, y lo presenta como un bobinado®, da muchas vueltas a tra~ vés del agujero Pero aqui Lacan dice que al cerrar el 1azo, acaso sin darnos cuenta completamos también una vuelta en la otra direccién, la direccién d. Es lo que llama vuelta no contada; no hay nece- sidad matematica de que aparezca, pero de acuerdo con la no tacién que hemos introducido corresponderfa a cierto lazo de la forma KD+1d, en donde k es el nimero de “demandas”. Asi expresado, el tema parece mas apropiado para ser debatido en un bufete de aboga- dos, pero estamos hablando del toro y sus miiltiples vueltas. Veamos ahora qué aspecto presentan los lazos cuando son trazados en el esquema combinatorio. Dejando de lado la cues- tidn de la orientacién (que, en definitiva, no es mas que un sig. no + 0 un signo -), si nos remitimos a la construccién anterior, el lazo D se presenta asi 5 Esto no parece tan mal, si tino piensa que, al fn yal cabo, un tora no esotra cosa que un bovine, Ua Lazo D De un modo andlogo podemos graficar d, D + d, 0 incluso al- PABLO Aste Llegado a este punto, podemos plantearnos una cuestién: jcémo saber que Des Dy que d es d? Cabe aclarar que una parte importante de la pregunta consiste en comprenderla; su respues- ta tiene alguna relacién con los famosos toros invertidos, tema que dejaremos en suspenso hasta la préxima seccidn. Por el mo- mento, el lector puede entretenerse trazando, tanto en el esque- ma como en algun objeto que se preste para hacer de toro, los ‘mas variados lazos: es la mejor manera de experimentar algunas de las propiedades de este curioso a la vez que sencillo objeto al {que Lacan dedicé una buena parte de sus clases™ A modo de ejercicio, podemos preguntarnos: jcudles son los lazos que pueden trazarse en el toro mediante una linea que no tenga auto-intersecciones? Por ejemplo, el siguiente esquema muestra que eso puede hacerse con el lazo 3D + 2d. Sin embar- £0, no vale siempre: por ejemplo, cualquier dibujo que hagamos Gel lazo 2D + 2d obliga a efectuar un cruce 3D +24 2D +2¢ Lasolucién parael caso general involucra alguna relaciénarit- mética entre los numeros k y n; queda para entretenimiento (y caso regocijo) del lector intentar encontrarla. INVIERTA SU TORO. En la seceidn previa esbozamos una pregunta sobre los lazos Dy dcuya respuesta, como dijimos, guarda relacién con la inver- 24. Puede emplearse, por ejemplo, una cémara de automévil, La textura tiene que ser "tazable" no se podria dibujar muy bien los lazos sabre ~pongamos pot caso-la superficie azucarada de una doughnut. 4 IsvIERTASU TORO Surereictes sign del toro. Eso nos lleva a distinguir entre propiedades intrin- secas y propiedades extrinsecas: una cosa es el toro en si, en tan~ to objeto, y otra muy distinta es su situacién en el espacio. Esta- mos habituados a pensarlo sumergido en el espacio tridimensio- nal, aunque eso no forma parte de su esencia: del mismo modo, no forma parte de la esencia de una circunferencia el hecho for- tuito de estar trazada en el plano o sobre una esfera, o quiza inclu- so de no estar “trazada’ sino simplemente suspendida en el espa- cio tridimensional como si se tratase de un aro de circo*. Vale la penaentonces observar que el esquema combinatorio ofrece muy poca -0 ninguna informacién acerca de este aspecto, el extrin- seco. En efecto, a partir del esquema b es posible, en lugar de llevara cabo la construccién que vimos en la pagina 59, efectuar primero la identificacién de los dos lados a. En tal caso también se obtiene un tubo: Apelando entonces a los generosos recursos del caucho, se ob- tiene una figura no muy diferente a la que ya conociamos Fstadesolada imagen de un redondel colgando “de ninguna parte” remite alla mado nudo trivial, del eval nos ocuparemos mis adelante ‘ToroLocla PABLO AMsteg b 6 CH Entonces cabe preguntarse: zes el mismo toro? La respues- ta vaadepender bastante de cual sea la “mismidad’ a la que nos estemos refiriendo; en todo caso, bien vale observar que el lazo que en el primero de los toros era a través se ha transformado en lazo alrededor en el segundo, y viceversa ‘Todavia se observa otro detalle, no previsto por el esquema combinatorio: en realidad, podemos “doblar” el recténgulo para elotro lado, y obtener dos construcciones diferentes. Una verda- dera sutileza, pero digna de ser tenida en cuenta; por ejemplo: El resultado es el mismo; lo que diferencia al primer toro del segundo es que la cara del rectangulo que mira hacia nosotros queda, en el primer caso, mirando hacia el lado “interior” del toro, y hacia el lado “exterior” en el segundo. ™” pevtERTA SU TORO sin embargo, toda esta informacién no se encuentra en el es- quema combinatorio. Vemos asi que la metafora lacaniana no Godel todo precisa, pues slo en una de las dos regiones delimi tadas por la “morcilla’, mejor dicho por su piel, parece prudente ubicar el relleno, Podemos incluso ir mas lejos, y observar que el rectingulo original no nos impide por ejemplo anudar unas cuantas veces al tubo antes de unir finalmente ambos extremos. El esquema nos muestra al toro en sf; lo demas, cudl es la cara {interior y cual la exterior, cual es Dy cul es d, 0 cudntos “anu damientos” tiene el tubo, todo eso es mas bien circunstancial, y forma parte de su caracter extrinseco, Pero no deja de tener im- portancia: Lacan hablé de los toros abrazados, en los que secom- prueba que una vuelta a través del agujero de uno de ellos equi- yale a una vuelta alrededor del agujero del otro. Eneste contexto, zqué ocurre si invertimos uno de los toros? Invertirlo quiere decir: darlo vuelta como una media, una tarea muy facil de llevar a cabo si se efectiia un pequeito orificio en su superficie, como suelen tener precisamente las medias. Lo curio- so es que entonces debemos extraer el interior al exterior, y en consecuencia “pasar” el agujero del toro por el orificio: Papo Amster La figura siguiente, la de un agujero pasando dentro de otro ladejamos para la imaginacién (0 quiz el imaginario) del lector. Acto seguido, no le resultaré dificil volver a los toros abrazados y evaluar las consecuencias de la inversién de uno de ellos. Existe una raz6n por la que Lacan se interesé especialmen- te por el lazo D + d, que se entiende bajo esta idea del abrazo entre toros. Cuando Lacan observa los lazos en un toro y en el otro, habla de un “calco”; lo que para un toro es una vuelta alre- dedor, para el otro es a través: INVIERTA SU TORO Surerricies Pero justamente el lazo D + des “diagonal’, describe una vuelta en cada una de las direcciones, y esto le ocurre por igual a los dos protagonistas del abrazo. Dejando de lado (otra vez) el sentidode los recorricos, podemos decir que es un lazo simétrico. Para concluirestaseccién, vamosa efectuar unos comentarios adicionales sobre lo que significa “adentro” y “afuera’. Recordemos que el toro es una superficie, y por eso es bid mensional; lo que est dentro es “aire”, espacio interior, pero que no forma parte de la superficie del toro. Aunque cabe ha- cer algtin cuestionamiento a la idea de “interior”. Por empezar, veamos lo que sucede en el plano: al trazar sobre él una circun. ferencia, determinamos dos regiones, una acotada, que llama- mos interior, y otra no acotada, exterior. Pero si alguien vivie- ra encerrado dentro de ese circulo, y no tuviera ninguna noti cia del exterior, podria pensar que alli fuera no hay nada. No- sotros vernos todo desde “arriba”; vemos que hay un plano con una regién acotada y otra no acotada. Pero el que vive adentro no tiene muchas posibilidades de enterarse, como ocurre en aquel cuento metafisico de Macedonio Fernandez: El Zapallo que se hizo cosmos. Un zapallo empieza a crecer en el Chaco, sin que nada lo detenga: Dias ins, y el Zapallo sera el ser, la realidad y su Cscara, Pero existe una operacién topoldgica muy sencilla, que con- siste en “agregar” al plano un punto, muchas veces denominado punto del infinito. Esto permite obtener una esfera, que es una compactificacién del plano: el infinito que en el plano es poten- cial, que siempre se encuentra “lejos”, adquiere ahora un estatu- to de infinito actual. La operacién permite poner en acto al infi- nito*. De esta forma, el circulo que habiamos trazado se trans- formd en un pequefo lazo sobre la esfera: 26. Lacan se vale de una operacién similar en los ultimos seminarios, para iden- Lificar a las componentes de un nudo, que son circunferencias, con rectas. Debe entenderse que cada recta contiene un punto adicional, el punto del infinito 7 TOPOLOGIA, PABLO AMStER La preguntaes: gsigue teniendo validez la distincion entre in- terior y exterior? En principio si, por las mismas razones que nos motivan, cuando compramos un tertenito,allamar interior" alo que esta dentro y exterior al resto, el mundo sin el terreno. Pero 'a topologia nos permite hacer caso omiso al catastro, y llevar a cabo una deformacién que nuestros vecinos verian justamen. te como “catastrofica’: hacer crecer los limites del terreno. has- ta conquistar el mundo, en una suerte de re-escritura de Mace. donio, que podria titularse El terreno que se hizo Tierra. Si mi ramos otra vez el dibujo, una vez que el circulo se ha agranda, do tanto hasta abarcar casi toda la esfera: ges correcto seguir lla- mando “interior” a lo que esta pintado? Quizas se trata solamen tede un punto de vista. N N La cuestién es que cuando identificamos el plano con la esfe- 3, agregando el punto del infinito ~que se convirtié en N, polo porte-, el exterior de cualquier regién acotada se transforma una regién que contiene aN. En tal sentido, no est mal de cir que se trata de un entorno del infinito. La manera de invertir una citcunferencia trazada sobre un plano consistiria en despla- 78 {ths DESORIENTAO Y NO SABES, QUE TROLE HAY QUE-TOMAR.._SUFERRCIES zarla sobre la esfera hasta hacerlaatravesar el polo norte; de este jnodo, al volver a Ilevarla al plano lo que era interior pasé a ser exterior, y viceversa, La inversién (y también ~;por qué no?- la diversién) parece tener que ver con operar de alguna forma con el punto del infinito. EstAS DESORIENTAO Y NO SABES, QUE TROLE HAY QUE TOMAR Aleabo de tantas inversiones, es posible que no quede del todo claro cual es el lado de adentro, y cual el lado de afuera del toro; ‘mas bien llegamos a convencernos de que no hay tales “afuera” y *adentro”, Al menos, no en términos absolutes, Esto justifica quizds un rapto de desaliento, en especial si te- nemos alguna tendencia a sentirnos como el personaje del tan- go que da titulo a esta seccidn. Sin embargo, hay razones topo- ogicas para oponerse al calificativo “desorientao’, ya que el toro, no importa cudntas veces se lo invierta, nunca pierde su caracter de orientable. Esto ya ha sido mencionado algunas paginas atras, ahora veremos un poco mejor en qué consiste ‘Todo el mundo conoce a la banda de Mébius y sus magnifi- cas propiedades, en especial aquella para cuya explicacién sue~ le apelarse ~acaso por influencia de Escher— a un recurso no del todo matematico pero eficaz: la hormiga. En efecto, para mos: trar que la banda es unilatera, es frecuente utilizar la imagen de alguno de estos trabajadores insectos recorriéndola “por dentro y por fuera” sin necesidad de saltar. De esta forma, se confirma que la superficie tiene un solo lado" Locual, pensindolo bien, no dejade ser extrafio: unasuperficie hechay derecha; zno deberia tener dos lados? Justamente, el secre~ toreside en que la banda no es tan “hechay derecha’; mejor dicho, Fy. ValeTapena observar que esta confirmacin silo ex posible después de comple: tartoda la vuelta, Nuevamente, e trata de una propiedad global. Cada hormiga porseparadoes incapay de darse cuenta; felizmente pueden transmitilainfor fmacidn porlas antenas, dela primera ala diltima, de modo que Tlegue el men aje-Ainigas, hay un solo lado, En términos mis psicoanaliticos, podriamos de- Cirque se trata de una confirmacién aprés coup, aunque es justo decir ue esto {veces conilleva un verdadero trabajo de hormiga so ‘roroLosta Panto Austen es hecha pero no derecha, pues para construirla es forzoso efec- tuaruna torsién. Una, o bien tres, cinco...; no importa exactamen- te cudntas son las torsiones, sino que sea un ntimero impar*: Ahora bien, el rectiingulo tiene dos caras; por ejemplo, pinte- mosde rojo lacarade adelante y la de atris de azul. Cuando loce- rramos para formar una esfera, un color queda del lado de aden- tro, yel otro del lado de afuera. > ‘También podriamos haber hechoal revés, de modo que el lado rojo quedara afuera y el azul adentro; en cualquier caso, se trata de dos caras distinguibles. En la banda de Mobius eso no ocurre. Por mas que el rectan- gulo tenga dos lados, al construir la banda este caracter bilatero se pierde. Antes de identificar los lados opuestos hacemos una torsién, de modo que la cara que mira hacia nosotrosen esa zona noes mas la roja sino la azul. Cuando pegamos, se forma un con- tinuo entre la cara roja y la azul, y eso transforma a las dos caras enuna sola Con todo, la banda no deja de ser una superficie; no una su- perficie cerrada, como el toro o la esfera, sino una superficie con 28, Recordemos lo mencionado anteriormente acerca de lo intrinsecoy Io extrin seco: en este caso es claro que el esquema combinatorio no permite decircusn tas veces setuerce la banda antes de identificarse los lados, ni hacia qué lado es la torsion, Tales propiedades dependen de la forma en que la banda se encuen: tra sumergida en el espacio, 80 Esths DESORIENTAO Y NO SABES, QUE TROLE HAY QUE-TOMAR.. SUFERFICIES borde. Y aqui aparece otra vez ese aspecto un tanto extrafio, o si se prefiere outré (aunque no excesivamente, como diriael detec- tive Dupin) de su naturaleza: si se observa bien se vera que, a di- ferencia de lo que ocurre con un cinturén “hecho y derecho’, el borde de la banda es una circunferencia. Un tanto retorcida, eso escierto, pero no debemos olvidar que estamos hablando de una circunferencia topol6gica E3-X- Una circunferencia “Alla Mobius” Pero todas estas “otredades” son consecuencia de un tinico hecho decisivo, que marca la diferencia entre la banda y las su- perficies bilateras: la orientabilidad. O en realidad su falta, pues justamente la banda de Mobius no es orientable. Intuitivamen- te, eso puede vislumbrarse de la siguiente forma Receta para detectar la no-orientabilidad: Trace una circunferencia orientada en torno a cualquier punto, y comience a recorrer la ban- da hasta dar una vuelta completa. Veri entonces que el sentido det redondel se ha invertido. CRED Como es de esperar, tales extrafiezas nunca podran tener lu- gar en un toro o una esfera, que son superficies bilateras como 8&1 ‘rorotocla Panto AwsTeR Dios manda. Y sin embargo, hay infinitas superficies unilite- ras, no orientables: por ejemplo el crosscap, que consiste en una banda de Mabius y un disco pegados por el borde, o la bo- tella de Klein, que no es otra cosa que el resultado de pegar en- tre si dos bandas®. Esto da lugar a dos cuestiones: en primer lugar, pareciera que las superficies no orientables tienen un “germen” moebia- no; vale la pena preguntarse si eso siempre es asi. Y la segun- da cuestién se revela algo més inquietante: ;qué sentido tiene eso de “pegar por el borde”? En realidad, la operacién no suena del todo ilégica, pues hemos dicho que el borde de la banda es como una circunferencia; lo que entorpece un tanto las cosas es su peculiar manera de presentarse en el espacio. En especial si se tiene en cuenta que, si ambos bordes se pegan entre si punto a punto, el resultado final tiene que ser una superficie sin bor- de, Aunque esto ya no es tan facil de concebir... ,c6mo se hace para llevar a cabo una torsién en una superficie cerrada? Acaso Ja respuesta sorprenda a més de un desprevenido: simplemen- te, no se hace. Esto no pretende expresar una prohibicién (“Eso no se hace”) sino una imposibilidad; sin embargo, no quiere de- cir que el crosscap 0 la botella de Klein sean objetos inexisten- tes. En realidad, lo correcto seria decir que su construccién es imposible dentro del espacio tridimensional; por eso, cualquier modelo que pretendamos construir con papel de cualquiera de las dos lleva en si una pequena “trampa’, una linea de penetra cidn que permita terminarde efectuar las uniones. Pero sin tram- pas, ni la botella ni el crosscap puecien ser sumergidos en el es- pacio tridimensional. Volviendo a la primera cuestién, la respuesta es afirmativa: toda superficie cerrada no orientable (en el sentido de la topolo- gia combinatoria) contiene una banda de Mobius. Mas que eso, se ha probado que toda superficie cerrada no orientable equivale una esferacerrada con cierto ntimero de crosscaps. Junto con el resultado ya mencionado en la pagina 61, esto termina de com: pletar la clasificacién de las superficies cerradas. 20 Algiin lector fantasioso podria pensar que hablamos de la fusion de dos bandas detock, pero seguimos hablanido de topelogia go LA BANDA DE MOBIUS, EL CROSSCAPY LA BOTELLA DEKLEIN _ SUPERFICIES LA BANDA DE MOstus, EL CROSSCAP Y LA BOTELLA DE KLEIN Una de las superficies que mayor dificultad ofrece a los lecto- res de Lacan es el famoso gorro cruzado 0 crosscap, cuya repre- sentacién combinatoria es tan simple como la del toro: b La diferencia, sutil pero profunda, consiste en la orientacién de las flechas, que provoca un efecto de torsién similar al de la banda de Mébius. Sin embargo, el crosscap presenta una com- plicacién adicional respecto de esta tiltima superficie, cuyacons- truccién hemos visto ya que no es ningiin milagro. En cambio, siendo el crosscap una superficie sin borde, nos topamos con un problema a la hora de terminar de pegar entre si los lados b que se identifican: Co 6 6 éCémo pegar b con b? Aunque parezca extraiio, los dos lados b son en realidad uno solo. Elcrosscap es como una banda de Mabius, pero cerrada;a la hora de intentarconstruirlo vemos que la unién de bcon be posible. Pero esto no debe tomarse como el fracaso de un intento particular de construccién, sino que responde a una propiedad contundente, definitiva, que admite demostracién: el crosscap g PABLO AMSTER no se puede sumergir en el espacio tridimensional. Esto explica el hecho mencionado en la seccién previa: a pesar de tratarse de unobjeto matematico bien definido y tener sélo dos dimensiones, no existe una manera de incluirlo sin desgarraduras en tal espa- cio, Lo mismo ocurre con otra superficie cerrada muy reconocible paral lector lacaniano: la Botella de Klein. Se puede brindar, en cambio, una suerte de construccién ficticia, graciasa la “trampa” antes referida y que veremos en las préximas paginas. Cabe decir que, ademas de su inviabilidad en el mundo tri- dimensional, estas dos tiltimas superficies comparten esa otra propiedad que las distingue del toro o de la esfera, que ya hemos mencionado: lade ser no orientables. En este contexto, eso resul- taequivalentea otra cualidad muy curiosa: se trata de superficies uniléteras, como la banda de Mabius. No deja de ser Ilamativo el hecho de que una superficie pueda tener un solo lado, y pueda ser recorridade una sola vez por dentro y por fuera... para concluir,al cabo de una vuelta, que dentro y fuera son una misma cosa, Ladefinicién rigurosa de “orientabilidad” es algo mas compli- cada, aunque puede expresarse en formaaproximada tal como hi cimos en la “receta” de la seccién previa: orientar una superficie consiste, a grandes rasgos, en trazar en torno a cada uno de sus puntos una pequena circunferencia, eligiendo siempre el mismo sentido horario o anti-horario (Lacan emple6 los términos dex- trégiro y levogiro). Esto debe efectuarse en forma continua, vale decir, de manera tal que a puntos cercanos entre si correspondan circunferencias con el mismo sentido. 8a La BANDA DE MOBIUS, EL CROSSCAP ¥ LA BOTELLA DE KLEIN FRED Esto explica por qué la banda de Mobius noes orientable, pues sicomenzamosa trazarcircunferencias levégiras, al cabo de una yuelta “se transforman” en dextrégiras. En términos de topologia combinatoria, una superficie se de- fine como un poliedro topolégico, lo que permite esbozar una definicién mas simple. En efecto, es facil pensar en una orienta- cién para cada una de las caras de un poliedro, como si se trata- se de revolver sus puntos siempre hacia un mismo lado con una cuchara de madera” LE 7 Es muy razonable proponerahora cierta nocién de “compatibi- lidad’” entre las orientaciones de dos carasadyacentes:se dice que laorientacién allo largo de una arista es compatible si acada lado de la misma las respectivas flechas tienen sentidos opuestos: aristo yl Se El senido ev nfistito: no ocure come con Ia mayones, que sein e saber 85 TOPOLOGIA PABLO Austen Deeste modo, el poliedro (esdecir, la superficie) es orientable cuando existe una orientacién de todas sus caras que sea compa. tiblea lo largo de las aristas: por ejemplo, eso ocurre con la esfe. ra, que es topol6gicamente igual al cubo que dibujamosantes, O también se lo puede ver directamente sobre el tetraedro: S ‘Vamosa describir ahora el crosscap con mayordetallle. En pri ‘mer lugar, conviene destacar su equivalencia topologica con aquel famoso objeto de la geometria proyectivadenominado plano pro- yectivo, que tiene su origen histérico en un esfuerzo de los ma- tematicos renacentistas por fundar una teoria de la perspectiva. Se lo define de varias maneras distintas, aunque su cardcter mas intuitivo se expresa en la simple idea de la representacién que el pintor hace en la tela de dos rectas paralelas que se alejan: recta 1 recta2 El “punto de encuentro” de las paralelas, que los pintores lla- man punto de fuga, corresponde a un horizonte que, de acuerdo con nuestra concepcidn euclidiana del espacio, resulta inalean- zable: en efecto, se compone de puntos “del infinito”, denomina- dos impropios. Sin embargo, la geometria proyectiva los convier- teen puntos como otros cualesquiera, para transformarasial “in- finito” en un lugar al que se puede acceder: a diferencia del eucli- diano, el plano proyectivo es un espacio acotado. R86 | [ARANDA DE MOBIUS, £1 CROSSCAP Y LA BOTELLA DE Kui SUPERFICIES La construccién de este plano se basa en la idea de agregar a cada recta un punto impropio: de un modo similar al que deseri- be Edgar Allan Poe en tornoa la escritura de su poema El cuervo, 2a partir del estribillo nevermore, las propiedades de este nuevo espacio surgen a partir de permitir el desencadenamiento natu- ral de este acto, de este ademan inicial. Cada recta determina un punto impropio, el mismo para todas las paralelas ; Pero esta simple operacién no deja de traer consecuencias. En primer lugar, debemos tener en cuenta que las rectas paralelas también “se encuentran” cuando se las recorre en sentido opues to, lo que daria lugar a otro horizonte: horizonte recta 1 recta2 horizonte Pero entonces, lo verdaderamente impropio es nuestra repre- sentacidn. En especial, esto se comprueba cuando observamos que también existen las rectas horizontales, que parecen reque- rirun horizonte especial para ellas: See 7 Horizonte recta 1 paralela a recta 2 recta 3 paralelaa recta 4 rorowocia PABLO AusteR En otras palabras, los horizontes tienen que curvarse, y de esta forma el pintor puede echar también una ojeadita hacia los costados. Por otra parte, el hecho de que haya dos horizontes no se corresponde con nuestra idea inicial, segiin la cual cada rec- tadebedeterminar un punto impropio. Uno, y nodos: en conse. cuencia, el horizonte de arriba y el de abajo son en realidad uno solo; cada haz de rectas paralelas determina en el mismo un pun- to, un nico punto impropio. Ahora bien, observemos que dos rectas no paralelas se cortan en un punto del plano euclidiano, pero sobre el horizonte deter- minan puntos impropios distintos: Y hrorizonte De esta forma, el enunciado “dos rectas distintas se cortan en un punto” es siempre cierto, tanto para las que no son paralelas como para las que si lo son. Finalmente, en la ultima figura observamos que, en el hori zonte “superior”, el punto impropio de la recta 1 aparece a la iz~ quierda del correspondiente a la recta 2, mientras que en el “in- ferior” la relacién se invierte. Como se trata de un mismo hori- zonte, esto nos termina de convencer de que plano proyectivo y crosscap son, en rigor, un mismo objeto: bh ee its, £1 CROSSCAPY LA BOTELLA DE KLEIN _SUPERFICIES Lanasoa DE Esta forma de introducirlo brinda una explicacién satisfac- toria de la segunda de las propiedades sefialadas por Lacan: el crosscap puede pensarse como una banda de Mabius yun disco, pegados por el borde. SS Reciprocamente, podemos decir que si cortamosel crosscapa Jo largo de cierta curva, obtenemos un discoy una banda de Mé- bius. La curva en cuestién, que recorre a la figura por dentro y por fuera, no es otra que el famoso ocho interior: Esto puede verse de vuelta con ayuda de! pacman; sin embar- go, a diferencia del toro, si uno sale por un lado tiene que volver aentrar por el lado opuesto, e invertido. h 89 roroLocia PABLO AMsteR Veamos ahora la construccién usual de este extraiio objeto, la misma que reproduce Lacan en sus seminarios. El crosscap también es conocido a veces como mitra, que es aquel pintores- co gorro que usan los papas, aunque a decir verdad la mitra es nada mas que la parte de arriba. Un nombre mas preciso seria esfera provista de un crosscap: la parte de abajo es una semi-es- fera comin, que se cierra por arriba con ese gorro cruzado que construiremos en los proximos parrafos. La construccién pue- de efectuarse con una bolsa de plistico, a partir de un pequeio recorte: una vez mas, he ahi al sujeto. Por comodidad, podemos dar un nombre acada vértice de este rectingulo: A, B, Cy D. No hars falta trazar flechas paraindicarla orientacién, pues bastara con escribir los segmentos a ser identi- ficados cuidando el orden correcto de los vertices. En nuestro di- bujo, debemos identificar AB con CD, y luego BC con DA. A B ‘Toda la informacién intrinseca del crosscap se encuentra en este diagrama; tal es el sorprendente poder que tiene a veces un esquema o una férmula, de condensar una gran cantidad de in- formacién en una expresién de lo mas simple La construccién que presenta Lacan en el seminario IX fue propuesta por el aleman Hilbert (acaso el mas importante mate- 90 LA BANDA DE MOBIUS, £1 CROSSCAPY LA BOTELLA DE KLEIN SUPERFICIES matico del siglo XX), como una manera sencilla de visualizar el crosscap. Dela misma forma que vimos antes con el toro, debemos suponer que en realidad partimos de una esfera, ala que recorta- ‘mos tin rectangulo, Esto es equivalentea pensar que “inflamos” al esquema original, como si fuera un pedazo de goma sujetoa una estructura rigida rectangular, o una especie de burbujero: Enel-caso del toro, se debe identificar primero el lado AB con su opuesto, pero recorrido en el mismo sentido: DC. En cambio, ahora la intencién es mas retorcida: hay que identificar, pero in- virtiendo antes la orientacién, AB con CD. Una manera cémoda de verlo consiste en imaginar que se le- vantan los vértices A y C para colgara esta esfera de ellos, como si se tratase de una pieza de ropa hiimeda. Quedan entonces suel- tos, meciéndose al viento, el vértice D y por detras el otro, que se llama B, ToroLosta PABLO AmsreR El primer paso consiste en pegar AB con CD, que se encuen- tran orientados en forma 6ptima para llevar a cabo nuestro pro- Pésito. Ante tan favorable circunstancia, efectuamos el pegado sin pérdida de tiempo, y la figura se transforma en algo asi: ase Elvértice superior es A, ya identificado con C; abajo quedé B, que es ahora idéntico a D. El lado AB, que estaba atras, se pegs Punto punto con el lado CD, que estaba adelante Pero todavia quedaron dos lados sueltos: el lado AD en la par tede adelante, y el lado CB en la parte de atras. Se trata de algo asi como bolsillos del tipo napoleénico, con un disefo que per- mitiria al emperador también calzar su mano dentro de la cha- queta por el lado de la espalda. Pero todavia no se trata de la su- Perficie cerrada que deberia ser, pues aqui podriamos meter una mano, dar la vuelta y extraerla por el otro lado. Llega entonces el momento tan esperado, de sacar al empera- dor de adentro de esta esfera con bolsillos, para efectuar ahora la segunda identificacién. Pero he aqui que no se puede: poreso di- jimos antes que el crosscap no se deja sumergir en el espacio tri- dimensional. No existe manera de lograrlo; se demuestra mate- maticamente que no es posible pegar ahora BC con DA. Lo cutio- 50 es que los lados se encuentran bien orientados, y no parecen tener otro anhelo que el de unirse; sin embargo, no hay lugar por dénde pasar. Esto quizdsaltere un poco los énimos de aquellos es piritus ligeramente sensibles, pero no debe tomarse como un in- conveniente del crosscap en si, queal fin y al cabo poca culpa tie~ a2 LA BANDA DE MOBIUS, EL CROSSCAPYLA BOTELIA DE KLEIN _ SUPERFICIES ne, Como suele ocurrir, e! problema somos nosotros, 0 al menos nuestra insistencia en querer meterlo en el espacio tridimensio- nal. Y eso no es posible, se trata de una propiedad demostrada lassuperficies cerradas no orientables nunca se pueden sumergir enel espacio tridimensional. Como sea, todavia podemos pretender alguna imagen del crosscap, aunque no resulte del todo fidedigna, pero que ayu- de a entenderlo. Entonces se suele hacer una pequefia tram- .2, consistente en aquella famosa linea de penetracién. Debe- mos unir los lados sueltos punto a punto, y la orientacién es co: rrecta. El Unico detalle es que no tenemos sitio por dénde pa sar, gqué hacemos? Simplemente, efectuamos un corte bien prolijo, por el lugar donde habiamos pegado antes, y pasamos por alli estas dos so- lapas sueltas. El secreto consiste en hacerlo rapidamente, antes de que nadie nos vea, para luego volver a pegar estos lados que se han visto asi violentados. Pero entonces los lados se aplastan; queda una linea que en realidad es de doble pegado, porque no sélo confluyen AD con CB, sino también los lados que ya estaban identificados, AB y CD. Esto debe ser considerado como una pe- queia licencia que uno se toma, si se quiere poética, para termi. nar de construir este curioso objeto, Precisamente, si hablamos de curiosidad podemos observar que en esa linea doble (“el infinito”) se cruzan los pliegos de esta superficie, produciendo como resultado la forma de mitra: 93 ‘roroLocia PaBio Amstex Hemos hecho un corte, pero no eliminamos puntos; la cons. truccién resultante, si bien es “tramposa’, preserva algunas pro- piedades del crosscap. En primer lugar, observemos que la linea de pegado es un re- corrido de ida y vuelta, Parece el itinerario de una guia de trans- porte urbano: Comienza en A, pasa por D y luego vuelvea C, donde estaciona Resulta claro que empleamos el término “vuelve” porque a estaaltura decir C es lo mismo que decir A; de esta forma, se tra- ta de un recorrido cerrado. La recta del infinito es, en realidad, tuna circunferencia. Y eso ocurre con todas las rectas: cualquier recta que se trace sobre el crosscap determina un tinico punto impropio, que se en- cuentra sobre la recta-circunferencia del infinito, Pero asi como en el esquema combinatorio “sale” por el horizonte, vuelve a en- trar por el mismo punto, y el recorrido es cerrado. Todas las rec- tas del crosscap son cerradas, se trata de lazos que pasan por esa linea de plegado en que se ha transformado el infinito. Empecemos por ejemplo a trazar una recta sobre la cara ex- terior, que tarde o temprano Mega a la linea del infinito. ;Qué sucede entonces? En la versién previa a la “trampa”®, llegar a esta parte de la li- nea del infinito significaba alcanzar el borde de alguno de los dos x hecho de continuarlamindola asi denota quizés algiin sentimiento culposo dde nuestra parte. En el fondo, lo que hicimos noes tan grave... pero, al parecer, se necesitan agallas pata la topologia on LA BANDA DE MOBIUS, EL CROSSCAP Y LA BOTELLA DE KLEIN SUPERFICIES polsillos;en el dibujo, se trata del que queda de nuestro lado. Pero al teneren cuenta la identificacion debemos “saltar” al bolsillo de atrés, y pasaremos a recorrer la superficie por su lado interior. Claro que esto es una ficcién: una vez que atravesamos la li- ea del infinito, caemos en la cuenta de que en realidad no hay dentro” y “afuera”, Lo que creiamos afuera pas6 a ser adentro: sucede lo mismo que con la banda de Mobius. Elcrosscap puede pensarse como una banda de Mbius cerrada, y esa es la causa de su no orientabilidad, Como anticipamos, toda superficie cerrada no orientable contiene una banda de Mabius. Otro tanto ocurre con la botella de Klein, que es equivalente a dos bandas de Mé- bius pegadas por el borde. Cabe aclarar que en el esquema de la banda de Mébius que- dan dos lados sin identificar, por ejemplo los lados superior e in- ferior del rectangulo. Eso ocurre porque la banda tiene un bor- de; no es una superficie cerrada. Si eliminamos ese borde, que- daria precisamente el crosscap; por eso se dice que el crosscap es como una banda de Mébius certada, 95

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