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El Revolucionario
Introducción
Sin lugar a dudas, uno de los más ricos episodios de nuestra historia, de la
historia de México, es la Revolución Mexicana, razón de innumerables textos
ideológicos, literarios, motivo de investigaciones y estudios concienzudos sobre la
lucha humana y de los eventos bélicos de un pueblo decidido, sin muestra de
miedo, a alcanzar mejores lugares y condiciones que hasta en su momento se les
había negado, una lucha, que como todas aquellas que se alzan en cualquier
parte del mundo, deja siempre un saldo, bien positivo o bien negativo, con la
distinción que fue una lucha intestina, fraternal y hermana. Es claro que la
revolución mexicana fue uno de los eventos histórico que traspaso fronteras y fue
ejemplo de un pensamiento reformador en diversas partes del globo terráqueo,
más en la América Latina, con lo que paso a formar parte de la historia mundial.
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decidido a detener tal infamia, fueron hombres y mujeres quienes tomaron en sus
manos las riendas de su destino. Destino que estaba hecho de una pasado
avasallador, del desconocimiento de la diversidad indígena y culturalmente
apreciable, y de un hurto de la riqueza nacional legitimado y respaldado por un
gobierno malinchista.
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posición de poder que le sirvió para personificar a la autoridad. Su dote militar le
otorgo la estrategia que adoptaría toda su vida, la de dividir para vencer. Para sus
contemporáneos, el único error y descuido fue envejecer. Al parecer la
singularidad de habilidades de este personaje no fue suficiente para hacer frente a
los cambios venideros que estaban por azotar terriblemente a los sectores de la
población rural económicamente desfavorecida, una crisis a nivel internacional,
comandada por los países europeos y los Estados Unidos, -que ya desde
entonces afectaban a nuestro país- adicionada a una sequia suficientemente
prolongada y la cual tiranizo el campo y de este, principalmente las plantaciones
del maíz, como producto de mayor consumo nacional, situación que mermo los
ingresos del gobierno, favoreciendo la ya de por si sofocante situación. Porfirio
Díaz, disfrazo en su autoridad una ambivalencia, una dualidad caótica, visible al
comienzo y término del poder, atributos relacionados también con su realidad, con
la cultura mexicana. El final de la obra de Díaz, fue sin duda su inflexibilidad e
inadaptabilidad a las nuevas exigencias y su ceguera crónica, elementos que
aprovecharon sus adversarios con lujo de análisis, pues las descripciones
posteriores de su salida del poder son un conjunto de narraciones heroicas y
antagónicas, que arremeten y retroceden, en las luchas por demostrar quién
puede instalar su propuesta sin diferenciar si esta degenere más o sea de
inspiración transitoria. El patrón de la dualidad sigue cumpliéndose, como ya la
historia ha profetizado.
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llamada por los historiadores como la revolución maderista, recogiendo el
pensamiento plasmado en el plan de San Luis, no obstante con su carácter
pacífico y diplomático, tuvo diferencias aun con líderes revolucionarios, incluso con
Emiliano Zapata y Pascual Orozco. Ha de precisarse, que Emiliano Zapata, un
personaje humilde, un desconfiado que se apega a la tierra, de extrema pureza,
buena fe y honradez, un charro independiente, enamoradizo, místico y taciturno,
renuente a la traición y al poder, quizá porque conoce hasta dónde puede llegar
esa enfermedad llamada “poder”, degeneradora de mentes, como le ha sucedido a
Porfirio Díaz, su casa, en la capital moral de la revolución, Tlaltizapan, en donde
ejerce su autoridad, siguió una postura paralela, muy propia, con elementos
tomados y surgidos del trabajo del campesino, de la valoración de la tierra, como
única forma indiscutible de avanzar a un progreso sostenible y duradero. Para él,
Madero es un terrateniente y apoderado, con un pobre conocimiento del sentir de
la gente y de sus necesidades, su genuino arte se encontraba en su idealismo, por
ello para Madero, su estancia en el poder fue fugaz, determinada a resolver las
inconformidades surgidas por los simpatizantes del Porfiriato que se resistían al
cambio y los nuevos líderes. Existe cierto paralelismo a una tragedia griega, ya
que al final de su vida –encontrada en el poder en la tensión de la Decena
Trágica- únicamente consiguió convertirse en mártir, su obra fue truncada. Sus
ideales impunemente quedaron suspendidos, -un destino no muy glorificado como
lo es el de los héroes-. Le sigue, Victoriano Huerta, el militar traidor y perverso,
ebrio consuetudinario, malvado y siniestro. Astucia es el adjetivo que lo define y lo
califica, es por así decirlo, la contrapartida y némesis, del buen Madero. Gustoso
de entablar una relación beligerante opositora con ayuda del sobrino de Porfirio:
Feliz Díaz y Bernardo Reyes, antiguo militar de la vieja dictadura, sustituyo a
Madero, gracias a su golpe de estado. Huerta conoció también el desprecio y el
destino que otorgaba la vivencia cíclica revolucionaria. Reconocido como
usurpador de la causa, así visto por Venustiano Carranza y Francisco Villa, este
último, aparece como un ser primitivo, insubordinado y anárquico e igualmente
desconfiado, pero bastante astuto e intuitivo, para José Vasconcelos fue un león,
por la naturaleza violenta, ruda e impulsiva. Al parecer, un dolor de cabeza.
Ambos, Venustiano Carranza y Francisco Villa, constituyeron un frente opositor a
las causa huertistas, cada cual a su modo. Huerta, increíblemente también gozo
en el poder lo que el exánime Madero, pero a distinción de este, vivió la toma de
los Estadounidenses del puerto de Veracruz, situación que crespo sus ánimos y le
origino un descontento que le incentivo dejar el poder, renunciando y huyendo,
como solo sabe hacerlo un villano. Dio inicio con ello a la segunda revolución: la
revolución Constitucionalista. Sucedió del mismo modo, lo único que cambia es el
personaje y la forma de su propia lucha, la traducción y dirección de esta, en
contraposición con las existentes; se aprecia, cambios graduales que transforman
el objetivo de la lucha. Francisco Villa fue alguna vez la contraparte de Venustiano
Carranza, luchando y siendo los opositores del gobierno de Victoriano Huerta,
Ahora él, -Venustiano Carranza- , frente a su propio ejército, librando viejas
rencillas con Villa, asume el poder en el año de 1917, caracterizado por su
avejentada apariencia, por su prudencia desesperante, una solemnidad otorgada
por su condición, conocedor y estudioso de la historia nacional, con inflexible
carácter y paciente formulismo, formulismo que determino en gran parte llevar al
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punto más alto las demandas sociales y económicas, sustentándolas con un
documento de valor fundacional y constituyente, aunado a que también era un
defensor de la dignidad y soberanía nacional, sin embargo, como todo buen
defensor, también es astuto, enérgico y celoso de su autoridad, su apariencia
denota lentitud, con certeza esto se transfirió a su voz, que no dejo de ser
pausada, la gran sabiduría lo caracterizo pero siempre cuidando las formas, se
transformo entonces, en un ser articulado, su obstinación -casi estoica- lo obligo a
elaborar tretas inteligentes para situaciones que exigían flexibilidad. Para Madero,
él era un receloso, vengativo y lento. No es así con Álvaro Obregón, quien siendo
un caudillo popular, habilidoso y gran estratega, quien aprovechando los dones así
concedidos, tales como el ingenio, la simpatía, una gran memoria y el talento, no
duda en usarlos para sus fines. Bueno para todo, trabajador desde muy joven, su
sensibilidad por las causas revolucionarias es sacrificada por una practis virtuosa,
y esto lo definió más que nada, directo en el ataque, con un indiscutible sentido del
humor, pero también de la venganza, se convierte por esto mismo en el más
radical de los personajes, en el centro mismo de la atención pública.
Hasta este momento estos personajes que por sí solos encaran valores, con
personalidades estilizadas o a veces muy generales, muy al carácter descriptivo
mexicano, no muy lejanos a los que se asocian con las deidades griegas, si es el
caso de que surja una comparación, los primeros no roban nada a los hechos y
habilidades de los últimos. Por si y cada cual cumple un papel importante en la
obra denominada revolución mexicana y tan semejante a una obra teatral
helénica, también tienen un destino y relevancia en el melodrama histórico, cada
uno en tiempo y forma, cada uno con sus actos bien definidos, algunos con
tragedias, otros con habilidades virtuosas y en apariencia, los menos favorecidos,
villanos y antihéroes, denotan cualidades humanas detestables pero admirables
por la definición y el carácter con que llevan su tarea. En general, cada
participante de la obra revolucionario tiene una contraparte, en la estructura de la
historia revolucionaria, por ejemplo, Porfirio Díaz aparece como un símbolo de
autoritarismo, malo y despótico, con un listado de cuestiones negativas. Pero
también fue un héroe, un guerrero en la batalla de puebla, referencia histórica que
Madero pasó por alto, éste siempre lo cuestionaba. A la posteridad por aras de
eventos conocidos y lóbregos, este último se eleva como una víctima inocente, en
el que su obra quedo trunca y pausada. Villa representa el antihéroe y Zapata el
personaje puro, con los pies en la tierra. Huerta es el malévolo, el villano de la
historia. Carranza y Obregón, son personajes realistas, con defectos y virtudes,
logran obtener y restaurar el orden perdido. La dualidad de estos héroes ya
míticos o no, su carácter simétrico e inverso, la propensión a la transgresión de
uno y el apego de la realidad del otro, dan en consecuencia a lo mucho a un
arquetipo cultural universal que conforman una y exclusivamente la realidad
histórica del México revolucionario. Expresa seguramente, las tendencias
contradictorias de la Historia de México, entre la herencia india y la mestiza, entre
los derechos del individuo y los colectivos, entre la libertad y el progreso, pero
también figura la contradicción inherente del ser humano entre materia y espíritu,
entre práctica y teoría entre ideal y realidad. Los héroes culturales, delegaron al
morir su don a la revolución y cada uno de los héroes se vincula con una
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institución, que después de morir y no ver cerca un poco de aquello por lo que
lucharon, elevaron también a la conciencia social sus meritos y hechos, he aquí la
transformación al mito y del mito en héroes, de héroes a instituciones y de
instituciones a modelos morales de aceptación. Modelos de aceptación que
lograron lo que muchos en años no alcanzaron, crear una población unida, una
colectividad con un conciencia sustentada ya no en las viejas raíces europeas, o
coloniales, ya son producto de una nación naciente, con propios héroes, una
historia que es “nuestra historia”.
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conciencia de su ayuda por parte de ellas mismas y de sus contrapartes varones,
como causa principal y decisiva en los casi todos los planos de contienda, la mujer
revolucionaria tenía una presencia substancial a la par de sus congéneres
masculinos en los asunto de importancia nacional. Es curioso, que en las nuevas
generaciones actuales, la importancia de la inclusión de la mujer en la vida del
país, se ha acentuado mas, pero no como una lucha, sino mas bien como un
reconocimiento a su labor, que no ha de pasar desapercibida, hoy en día la mujer
es el punto medular de la economía, y va tomando fuerza en áreas como la
política, y en la ocupación de puestos de la administración publica. Lo cierto es,
que la mujer contemporánea, con toda la libertad y alcance que hoy puede gozar,
ha generado corrientes de búsqueda y redescubrimiento de las figuras femeninas
del pasado y del presente, que siendo amenazadas por el silencioso olvido,
pretenden ser reconocidas y recordadas como lo que fueron parte de nuestra
propia identidad nacional, quizá un esfuerzo de ello es el Diccionario Histórico y
Biográfico de la Revolución Mexicana, en donde se recopilan los acontecimientos
y luchas que se desarrollaron durante la gesta revolucionaria llevada a cabo en
1910, en el aparecen cerca de dos mil biografías de mujeres revolucionarias
también protagonistas. La vida y actuación de estas dos mil mujeres y quizá más,
que no lograron tener un reconocimiento por no tener un registro que haya llegado
a nuestros días, y las cuales se desarrollaron en los ámbitos mas variados, que en
su totalidad, comprendida entre los últimos años del siglo XIX y las dos primera
décadas del siglo XX, y aun después, por quienes siguieron luchando ya en
distintos terrenos ideológicos, educativo político y cultural. La lucha por la igualdad
y por equidad de género, que hoy está muy en boga, trata de revivir y conservar
ante todo no solo aquellos símbolos revolucionarios heroicos masculinos sino
también, las obras y luchas de féminas con carácter decidido y determinante que
florecieron en el ambiente de la revolución, consideradas en su momento igual o
mejores líderes revolucionarios, empero por su condición de mujer dejaron de
tener presencia importante en la historia, condenadas quizá solo a ser nombradas
escuetamente en algunos textos de menor importancia, con su nombre a veces
inventado, a veces mutilado por el olvido. Es importante mencionar que mexicanas
como Laureana Wrigth de Kleinhams, nacida en Taxco, Guerrero, fue una
visionaria de los acontecimientos sociales y sus diferencias, mismas que la
motivaron a hacer pública su protesta, al escribir acerca de la demanda del
sufragio para la mujer y la igualdad de oportunidades para ambos sexos en
Violetas de Anáhuac, primera revista fundada y dirigida por ella en 1884. Juana de
Belén Gutiérrez de Mendoza, quizá otra mexicana con valor, a través de la
revista Vesper, defendía a los mineros y combatía con su proclama la dictadura de
Porfirio Díaz; por su para Guadalupe Rojo Muda de Alvarado asumía la dirección
de Juan Panadero, periódico fundado en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, por su
esposo en el año de 1899, y que más tarde se publicaría en la ciudad de México.
Emilia Enríquez de Rivera, El Hogar, y Julia Sánchez, con El Látigo Justiciero,
lanzaban violentas críticas a la oligarquía. Es así que no solo las mujeres que
contaban con educación – que en aquel tiempo era un lujo- buscaron mejores
condiciones de vida sino que también las obreras de diferentes ramas de la
producción comenzaron a organizarse para luchar para la defensa de condiciones
de trabajo aceptables. En ejemplo, cuando en 1907, los trabajadores de la fábrica
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de Rio Blanco, en Orizaba, Veracruz, se disponían a reanudar labores de una
jornada de huelga infructuosa, un grupo de mujeres decidió impedirlo, entre ellas
Isabel Díaz de Pensamiento, Anselma Sierra, Carmen Cruz, Margarita y
Guadalupe Martínez y Lucrecia O. Toriz, quien se enfrento, enarbolando una
bandera revolucionaria, a los empleados de la empresa que les dispararon,
sobreviviendo a la violencia. Ella fue la primera luchadora social sacrificada por
quienes no comprendieron la necesidad de un cambio en las condiciones de
injusticia social en la que vivían francamente prevalecientes. El número de
mujeres combatientes en el frente de batalla, no solo fue importante por el hecho
de que fueron ellas quienes empuñaron las armas, sino porque estuvieron al frente
de los batallones de los soldados y guerrilleros, en cuyas acciones bélicas
lograron denotar, hasta el exterminio, el ejército federal, primero con Porfirio Díaz
y después con Venustiano Carranza. Las imprescindibles soldaderas, mujeres que
al lado de los caudillos o de sus hombres realizaban en los campos de batalla
actividades indispensables para la sobrevivencia de los ejércitos y sus seguidores;
las mujeres precursoras del feminismo en México, las socialistas de Yucatán y las
sufragistas que lucharon por los derechos políticos: de votar y ser votadas en las
justas electorales son una importante contribución a la vida e historia de nuestra
identidad soberana.
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visto, gozaban también de ese dilema de su existencia. Recuerdo que en El
laberinto de la soledad, Octavio Paz, hace una descripción sintética sobre los
factores que favorecieron que la revolución diera un paso magno hacia el ejemplo
de nuestra postura. Para él, en la Revolución Mexicana se crearon condiciones
para construir gradualmente un país con libertad y paz social, en medio de un
mundo que vivió las guerras más destructivas de la historia, así también, la
Revolución se nutrió con la lucha de los hermanos Flores Magón por la justicia,
con la demanda de “Tierra y Libertad” de Emiliano Zapata, con el espíritu justiciero
de Francisco Villa y con la lucha por la soberanía nacional de Venustiano
Carranza, por lo que esa herencia nos impone “grandes obligaciones”, entre ellas
conservar las libertades por las cuales luchó Francisco I. Madero y defender a la
ciudadanía “de aquellos enemigos de la patria que precisamente desean cancelar
esas libertades a través de la violencia, la delincuencia, las adicciones o la
intimidación”. Es cierto, el estudio concienzudo de la obra revolucionaria, nos
remitirá siempre a un sin número de ideas que se condensan en los puntos arriba
mencionados y que indudablemente en “letra viva”, contenida en el documento
llamado constitución de 1917, con los ideales y valores de la Revolución, en ella,
la obra tomo sentido profundo y serio, tajante fue su cometido, muestra de la
determinación y el sentir justo de la gesta bélica y lo sucedido antes de ella. En
cierto modo, a todos se nos ha presentado la oportunidad de leer esta obra, la
primera impresión que produce es su connotada formalidad, su extenso sentido
del derecho y principios, y la diversidad de su contenido, y al final de cuenta, su
carácter constitutivo. A primera lectura parece un texto legislativo común pero con
su propia identidad, como cualquier otro, pero cuanto más nos adentramos en su
contenido, las figuras de pensamiento que de ella emanan son familiares,
conocidas, entonces nos atrapa en su conciencia y profundidad, trastoca nuestra
curiosidad y comenzamos a entablar relaciones de nuestro propio pasado, y nos
damos cuenta que es parte de todo lo que nos rodea, y al mismo tiempo de
nosotros mismos, es parte del estado y parte del pueblo, diverso es su texto como
diverso es nuestro territorio, es actualidad e Historia, pero quizá en esta última
parte es en donde la constitución encuentra todo su sentido de existencia. Cuando
uno trata de aprenderla y así lo hacemos, no nos damos cuenta que cada
principio, cada frase e incluso algunas palabras, tienen un eco y rico reflejo
histórico. Ese reflejo pertenece casi en su totalidad al sentir revolucionario, -si no
es que todo-. La constitución es un texto que ha puesto elegantemente el pasado
y el presente, en una sola obra. Su forma de actuar se resume en la convergencia
y divergencia de sus tópicos, que crean sinergia en todos los ámbitos de acción
nacional.
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Herencia revolucionaria respuesta a los desafíos de México en el Siglo XXI
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estas inmersiones expone, con lujo de detalles, el sofisticado e intrincado sistema
de relaciones psicoculturales que dieron origen al pensamiento moderno, entabla
una explicación histórica de los eventos del pasado de México y sus raíces.
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y un aislamiento cultural paso a convertirse en una hyper economía, con un índice
per cápita alto, una población que lleva en sus mentes el manejo sustentable del
ambiente y una industria tecnológicamente avanzada en sectores de las
telecomunicaciones, incluso en ciertas áreas son superiores a los EUA, como la
robótica y la automatización. Ciertamente todo este florecimiento fue debido a que
en aquellos tiempos – siglos XVII y XVIII- en los que todos creían que eran
salvajes, se ocuparon en su educación, reconociendo que en su país no existía
una educación completa, mandaron a sus mejores hombres a otras regiones del
globo terreo, aprendieron de la industria naciente del hierro y el acero del pueblo
germano, la industria química de Francia, de la revolución industrial e industria
naviera de Inglaterra, y los adelantos científicos de los EUA, los llevaron a su
pueblo. Este esquema rindió frutos. El honorable y respetable Japón de hoy es
irreconocible. Casos similares ocurrieron en Alemania y Rusia, el primero
auspiciado por sus reservas de metal de hierro, fortaleció su industria y ofreció el
acero como moneda, símbolo de infraestructura y progreso. Entonces se exigía
conocimiento especializado. Áreas como la de extracción y minería, e industria
automovilística, del armamento y financiera florecieron. Rusia, en cambio contaba
con un extenso territorio, y desde luego vastos y diversos recursos, sabiamente,
faltaba explotar y administrar. El campo, fue su primera tarea, regiones enteras se
transformaron en extensos cultivos de la más variedad de vegetales y cereales
dirigidos a la exportación. En Siberia se obtuvo provecho de las abundantes
coníferas, las industrias madereras dieron mucho y enriquecieron al estado ruso,
siendo este quien manejaba la actividad económica. Este modelo fue estratégico,
porque cimento y fue la base de la industria química, nuclear, armamentística y
biotecnológica. Se incentivo el conocimiento en la escuela rusa, porque esta
determinaría el desarrollo y crecimiento continuo de sus industrias, para ellos, el
mandar a sus mejores hombres en búsqueda del conocimiento era un poco
dudoso, estos implementaron mejor llevar a los poseedores de los adelantos
científicos y tecnológicos del momento a la Rusia de oportunidades, y desde ese
fondo construir su propio conocimiento. El desmembramiento de esta nación,
sufrida en la reciente historia contemporánea, afecto gravemente sus modelos
esenciales de concebir el quehacer político-económico, y personifico el final de
una historia, la caída al estado que hizo frente al capitalismo. El esfuerzo posterior
de estabilizar su orden deprecio su avance, desvió su atención, por un momento a
reconstruir y ajustar, renovarse y encontrar su camino hacia un estado mejor que
la figura que fue, o el sofisma que aspiraba ser. El nuevo camino que ha tomado,
aunque corto, ya ve frutos, la Rusia de hoy, se considera dentro de los países
emergentes, parte del grupo BRIC. El problema del nuevo sistema quizá sea lo
capitales furtivos de la riqueza nacional y la inestabilidad de la paridad de la
moneda.
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estados geográficamente poblados, como “llenos de grandes problemas” y
“socialmente inestables” aunados a gobiernos militares o dictatoriales que
controlan todas las esferas o parte de ellas o que son fervientes de su cultura, no
ocasiono que dejaran de lado el crecimiento y desarrollo, para ellos, el concepto
de malo-bueno –un dualismo por cierto- es relativo, aplicaron su propia filosofía y
se reinventaron así mismo, creyeron en ellos, en su valor como pueblo y su
realidad cambio. El paradigma inicial se rompe para adaptarse y abrirse a las
nuevas circunstancias. Cualquiera que haya, hablado e investigado de la India, e
incluso vivido o estado por unos momentos en ella, se habrá dado cuenta, que
como nuestro país, está lleno de incoherencias, de polaridades, de dualismos. Es
quizá el único país que se asemeja mucho a México, salvo ciertas reservas. La
India, es un país enorme y diverso, vasto en recursos, con una herencia lingüística
consistente y en proporción a sus incalculables tribus y pueblos. La miseria
acecha en todo momento, realidad que hace que todo Indio valore toda
oportunidad que pueda sacarlo de la situación. Su industria más admirada es la
tecnológica relacionada con el software. Ellos son buenos para los programas de
computadoras, para las computadoras y los microchips, es decir para la industria
de alta tecnología, también existe un naciente campo metalúrgico del hierro, y una
no muy bien conocida industria cinematográfica llamada Bolywood (es el
Hollywood Indio y por extensión el asiático). El área aeroespacial, junto con china
es incipiente, pero respetada, han puesto satélites en órbita, por ellos diseñados.
El desarrollo tecnológico ha acercado a esta nación al club nuclear, que ha
despertado la atención de los EUA, al planear y hacer uso de la energía del átomo
para fines pacíficos y bélicos, como lo demuestra la creación de ojivas nucleares
experimentales. La nación china es el mejor ejemplo de crecimiento y un no muy
desdeñable desarrollo. Indudablemente es el momento de los chinos. Los mismos
chinos predican que todo lo que hay o se hace en china es grande. Grande son,
hoy en día, las obras de infraestructura, los eventos organizados por ella, el
sentido de sus decisiones, la obra en el marco internacional, gobierna e impone no
solo en su país, impone en el comercio mundial, siendo considerada la
maquiladora o fabrica manufacturera del mundo, sus ciudades ya no son
únicamente consideradas destinos turísticos y culturales sino que también
destinos financieros. La apertura de China al mundo es cuestionable, es borrosa si
hablamos de historia. Es igualmente de rica que otras naciones de semejanza
territorial y cultural, como la India, la Rusia o los Estados Unidos. Causa
extrañeza el porqué ahora y solo en esta última década se ha empeñado a
sobresalir y causar un peso en las decisiones mundiales aun a pesar de haber
resistencia por los estados europeos y la reconocida unión americana. Para
México, la metodología china es un problema que incide en la competitividad y
capacidad de respuesta. Es importante entender cómo China ha pasado de un
fabricante barato para mercados extranjeros a un desarrollador de tecnología para
su mercado y el extranjero, pues mientras los chinos están efectivamente
moviéndose hacia arriba en la escala de valor, con empresas locales de
tecnología que se comienzan a convertir en gigantes globales, en México la
velocidad a la que nos movemos hacia arriba es dolorosamente lenta, casi un
impasse eterno. La verdad es dolorosa, se ha perdido tiempo: hace 25 años,
cuando México fabricaba ya computadoras, circuitos impresos y ensambles de
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tarjetas electrónicas, China ni siquiera aparecía en los planes estratégicos. Se
vertía una cantidad impresionante de conocimientos en nuestros ingenieros, con
una inversión enorme en entrenamiento que normalmente se hacía en el
extranjero. Unos 10 años después China comenzó a ser una alternativa viable
para la manufactura, luego Malasia, la India, ahora Vietnam. Hoy, China tiene una
industria electrónica local con presencia mundial en computadoras personales y
celulares, entre otros productos; muchos de ellos ya ni siquiera fabricados en
China sino en regiones de menor costo, como Vietnam. Lo mismo la India. ¿Y
México? Parece que dejamos ir varias décadas de oportunidad en la industria,
tiempo en que otros países nos han rebasado fácilmente y ahora no sólo fabrican
productos complejos, sino que los diseñan y los venden a nivel global, mientras
nosotros nos quedamos en la manufactura. Es necesario enfatizar que la
manufactura es importantísima como un motor de empleo y fuente de tecnología y
debemos conservarla y robustecerla. Sin embargo, ¿Es posible generar aún más
riqueza moviéndonos más eficientemente?-¿Es realmente posible? La respuesta
se convierte en una serie de divergencias motivadas por lo diferentes sectores. Lo
cierto es que existen en varios lugares de México empresas locales que están
creando un cambio de mentalidad, trabajando desde desarrollo de aplicaciones de
software hasta aeronaves autónomas, no tripuladas. A estos emprendedores les
ha resultado terriblemente difícil sobrevivir y aún más crecer. Para que México sea
capaz de sostener e impulsar esa generación de valor es necesaria una política de
estado de largo plazo, apoyada por un sector privado dispuesto a tomar
riesgos para apostarle a la innovación en el desarrollo de productos y servicios
basados en tecnología y al desarrollo del mercado interno, dispuestos a enfrentar
a la competencia global. Para articular esta política de largo plazo, una propuesta
que puede funcionar es la creación de instituciones público-privadas, cuya
definición de estrategia sea independiente del gobierno en turno, y que tengan
representatividad del sector privado. La participación de autoridades
gubernamentales es requerida en estas instituciones tanto para apoyar en el
fondeo como para asegurar que los objetivos de desarrollo económico del país
son tomados en cuenta y puedan articularse las políticas públicas necesarias. La
participación de la iniciativa privada se requiere para asegurar que los intereses de
largo plazo del sector se toman en cuenta y para dotar del know how interno de la
industria a la institución. Se requiere cooperación de ambos sectores, esto no
puede resolverse sólo a través de una Secretaría de Economía o apoyando
escuetamente a las PyMEs, actuando sin los empresarios o sólo a través de una
cámara empresarial actuando sin el gobierno. Una economía apoyada en vender
mano de obra barata y la explotación de un recurso del sector primario –petróleo-
o varios de ellos – frutas, verduras, o cereales, no hace fuerte a un país. No lo hizo
cuando teníamos una producción petrolífera estable y no lo hará fuerte ahora.
Pasemos, entonces de lo “Hecho en México” a lo “Creado en México”. Luego
entonces, la generación de riqueza no ocurre espontáneamente, es necesario
tener el ecosistema adecuado para que las empresas e individuos puedan
evolucionar y fortalecerse financieramente de esta forma. Para apreciar mejor el
fenómeno, es importante entender cómo países como China, Brasil, Rusia, India,
Chile, entre otros, han pasado de un fabricante barato para mercados extranjeros
a desarrolladores de tecnología para su mercado y el extranjero. Tenemos que
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adaptarnos a las nuevas exigencias actuales, porque en la medida en que lo
hagamos nuestro país cumplirá y resolverá una serie de reclamos
contemporáneos. Debemos de dejar concepciones repetitivas, pues en nuestro
país, todos quieren tener franquicias de cafeterías, estéticas, una escuela patito,
distribuir teléfonos celulares o tener un restaurante. Sin ideas originales y con una
calidad perceptiblemente media. Sin embargo, productividad y diversidad, que
auspicia crecimiento y el desarrollo, es mucho más que tecnología y capacitación,
o actitudes de los trabajadores. La incapacidad de crear una nueva cultura de
trabajo y de negocios, con la incorporación de prácticas que operan muy bien en
las mejores empresas del mundo, la innovación debe de ser indiscutible. Al
parecer que hoy en México el crecimiento, ya no digo desarrollo, es consecuencia
de la mera necesidad, es decir, se espera solo crecer, porque la economía lo que
debe de hacer, simplemente por ello, y no por el querer crecer. Avanzamos muy
lento, evolucionamos demasiado despacio al compararnos con los chinos y otros
asiáticos. Incluso si lo hacemos con países de Latinoamérica, Brasil y el buen
Chile que ha dado mucho de qué hablar, con su espíritu innovador y el valor que le
da a sus recursos, determinado por el uso eficiente y eficaz de su industria, por
cierto, la más competitiva de la región. Todo me acerca que se debe, a que no es
una economía dependiente del comportamiento de otra, no es un país periférico
por suerte, la palabra globalización toma un significado distinto para ellos, no
entabla un enlace en el que apuesta un todo. Unir es crecer, desarrollarse,
fortalecerse.
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gente capacitada. En fin, la estabilidad propiciada por las necesidades
internacionales determino, en parte, décadas de auge. La moda del momento era
la lucha en el mejoramiento de las condiciones laborales, incluyendo el espacio
docente, por lo que determino el nacimiento de los primeros centros sindicales que
posteriormente, tomaron una fuerza impresionante, a tal grado que influyen en la
dinámica de toma de decisiones importantes del país, empero, resulta que
grandes centrales sindicales que jugaron un rol histórico en beneficios para las
clases obreras, hoy en día se han convertido en auténticos limitantes y e
instrumentos que entorpecen las relaciones laborales y hasta educativas, como
resultado de ello, una burocratización, corrupción, y un dinamismo del sector
laboral y escolar languideciente. La modernización del sector comenzó
primitivamente en la década de los 90´s, con el TLCAN, que aunque no contenía
acuerdos de contenido cultural o educativo, es claro que un proceso de integración
de esta naturaleza iba a imponer acuerdos en prácticamente todas las áreas de la
vida social del país. A partir de 1994, se comenzó a plantear la necesidad de
formalizar un acuerdo semejante al acuerdo comercial pero relativo a los campos
de la cultura, la educación, y la integración académica. Sin embargo han sido
universidades privadas las que han avanzado más en esa materia. La
preocupación fundamental se centraba en la calidad, estandarización y
homogenización educativa. La influencia de los medios tecnológicos en los
procesos comerciales venideros del TLCAN, produjo en el sector educativo un aire
de modernización. Los instrumentos educativos de enseñanza cambiaron con la
introducción de la computadora y posterior y fuertemente las redes que ofrecían
internet, primero en los estado norteños para pasar después por una extensión
hacia el sur. El futuro era prometedor, la idea de que los adelantos ayudarían a
tener un acceso a la información a todos los ciudadanos de la nación trajo
contento y augurios proféticos de avance. Era muy temprano para pronosticar los
problemas que degeneraba una tecnología de doble motivo, adaptable a toda área
y sensible. No se hizo caso en su momento, la penetración de la red en la
sociedad es lenta y aun sigue. Las poblaciones ajenas a este cambio radical de
educar, vio con descontento el surgir lentamente una nueva generación de
internautas y personas ampliamente informadas. La sociedad estudiantil joven
aprovecho sin cuestionar este cambio, era magnifico, todo porque facilitaba la
tarea de investigación y del acceso a la información de cualquier índole. Pero
como todo emblema innovador, se invento un nuevo demonio, la generación
copy-paste. El término anglo se españolizo y dio pie al verbo “copipastear”, como
se conoce en el ambiente. Vamos a “copipastear” o “Estoy o estamos
copipasteando”. Sin duda un detrimento, más que en un avance, produjo este
adelanto tecnológico. Los estudiantes de hoy están más preocupados por hacer
las cosas más fáciles, incluyendo el adquirir conocimiento y producirlo. Vemos
una generación pobremente crítica y conocedora, que ante su escasa prosapia, se
adapta con infortunio y desesperación, a un mercado educativo y laboral exigente
y competitivo. Entonces, el legado del sindicato ligado a un sector educativo con
un concepto que ya ha dejado de ser vigente, -este mecanismo que en algún
momento ayudo y fue efectivo en provecho nacional- tendrá que reinventarse,
desaparecer o en su caso dejar de tener vinculo con la actividad pública
educacional del hoy. Es una exigencia. Tanto es el problema, que este aspecto de
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las políticas gubernamentales –que ahora pasan, ya integradas y absorbidas por
una sociedad siempre cambiante, como parte de una realidad normal- y que
desde la infancia se fomenta a las nuevas generaciones, bajo un esquema de
baja autoestima entre los ciudadanos para que no hagan valer sus derechos y
sean presas fáciles de la manipulación económica, política y social. Este
mecanismo de baja autoestima - inculcada desde la familia y la escuela- y una
mala educación, obligan a la gente a adaptarse a la falta de trabajo, dinero y a la
inseguridad, en lugar de demandar a las autoridades y políticos mejores
condiciones de vida. En este contexto, se subraya que la educación es muy pobre
“no se enseña a ser crítico”. Los modelos educativos son muy tradicionales, sobre
todo en las primeras etapas de la vida. Hay pocas herramientas que las personas
puedan adquirir para ser mas criticas, más analíticas y por lo tanto nos vuelve más
conformistas. Todo esto nos indica que si la familia sigue siendo la cedula de la
sociedad mexicana, tendrías que comenzar por cambiar cosas desde ahí. Hoy en
día, existe una guerra por mostrar que el sistema que prevalece actualmente es
afectivo, este modelo que se genero ya desde décadas atrás permitió que la clase
burócrata manejare el contexto educativo y por ende el futuro de México,
encadenando solo y exclusivamente esta tarea a un sindicato que por su cercanía
y vivencias del profesorado legitimaba su existencia , es de este modo que no solo
se dio pauta para que creciera y se fortaleciera, sino que más bien se lograra por
mucho un sector de peso en las decisiones del país olvidándose en cierto grado y
momentáneamente de lo que verdaderamente se necesitaba. El estado de este
modo también aparto su atención del sector educativo que por mandato
constitucional se establecía su observancia, y enfoco su mira a las áreas que se
supone hace falta.
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Conclusión
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vida, no es acaso eso, algo semejante a una realidad mexicana que se niega a
aceptar lo que otros definen de ella. Luchar como revolucionario y con certeza de
nuestra causa, seguir adelante y de no darnos por vencido es el lema de una
generación que quiere y busca un nuevo sentido a sus vidas, pero acaso esto se
está haciendo, para una minoría que representa esta idea ya está escrita en sus
actuares, pues así comenzó un revolución grande, con acciones pequeñas.
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la propia revolucion y que dejo irresolutas. Homogeneizar, el pensamiento de los
héroes de la independencia y de la revolución, conseguiría que el propio mexicano
se sumerja en un sueño mexicano. Un nuevo sueño real y más profundo. Aunque
el hombre moderno tiene la pretensión de pensar despierto. Pero este despierto
pensamiento nos ha llevado por los corredores de una sinuosa pesadilla, en donde
los espejos de la razón multiplican las cámaras de tortura. Al salir, acaso,
descubriremos que habíamos soñado con los ojos abiertos y que los sueños de la
razón son atroces. Quizá, entonces, empezaremos a soñar otra vez con los ojos
cerrados una realidad apunto de brotar. Esto es exigible. Son los pequeños
detalles en los paradigmas personales y de la mente colectiva que no permiten
mostrarnos que realmente existe una salida correcta y eficaz a nuestra realidad de
la república. No es necesario que lleguen personajes foráneos a decir lo que ya se
conoce, lo que se deduce de nuestro actuar, económico o estructural o de la
seguridad nacional. Es necesario en este sentido optar por aquellos conocimientos
realmente efectivos creados y probados por nuestros propios profesionistas y
hombres de ciencia del país, quienes por no contar con el reconocimiento social o
alguna figura emblemática, se queda rezagado. Esperar para el mexicano es una
ley que no tiene objeto o fin, esperar más bien es un rito compulsivo y formulista
en uno solo andar, en el que el secreto se encuentra en calmar la ansiedad
generada por este acto. No hay que quedarnos en el momento en el que se
espera que resulte mejor aquello, ganemos esto, o cualquier cosa semejante.
México es grande con un enorme potencial, no puede conformarse por ser un país
en vías de desarrollo, tenemos las fuerzas necesarias para ser una nación más
rica y equitativa, más dinámica y activa en el concierto internacional. Generar
grandes metas nacionales que orienten y den continuidad y estás deben de partir
de un amplio consenso de nuestro contexto democrático. Hay quienes buscan
respuestas en los problemas culturales, estructurales de la diversidad, de la
continuidad, de la no existencia, de ideas, de una clase política burócrata cansada
de que no sirve sino para dar la charla. Debemos trazar objetivos no solo para las
situaciones emergentes, deberíamos de trazar no para el hoy, sino para en un
continuo futuro con una visión integradora e incluyente, pues, la falta de una
política integradora de una planeación a largo plazo ocasiona lo que realmente
hoy vemos al salir de los hogares, lo que se ve en lugares no tan ajenos a nuestra
región como la inseguridad, una sistema educativo probadamente mediocre, y
sobre todo, un crecimiento y desarrollo lento y pobre.
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