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Ensejfianza de la caligrafia ” CONSIDERACIONES GENERALES Después de un detenido estudio de varios métodos caligrificos, de letra americana, y, en mi deseo de satisfacer las instrucciones recibidas de la Ins- peceién Técnica, sobre el caracter de letra que debe adoptarse en nuestras escuelas, expongo un sistema que teniendo la caracteristica de la letra in- glesa, tan preconizada en la prictica, conserva la verticalidad de la ameri- cana, tan aconsejada por los higienistas. ‘A esto, agrego el ¢razo continuo. Que con una ligera acentuacién en los yasgos descendentes, més pronunciada en las maydsculas, presenta por esta razén una agradable estética y hasta cierto efecto artistico. Este nuevo sistema, permite al alumno libertades, que sin abandonar la posicién vertical, puede imprimir cierta caracteristica que es lo que siempre aseguré la estabilidad de la letra inglesa. No sucede lo mismo, en la actual lotra derecha y esto es debido a que eareciendo de acentuacién en los rasgos resulta monétona, débil y sin el efecto que necesita para ejercer una fijacién constante en la memoria; de ahf, que el nifio al abandonar la escuela la sustituya dando a su letra un cardcter propio, fiel reflejo, en la mayorfa de los casos, de su temperamento. La caligrafia, como todos los tépicos del programa, merece una aten- cin especial, més si se tiene en cuenta que es una materia que debe dictar- se tedrica y practicamente, haciendo de ella una ensefianza inteligente, instruyendo la mente y educando la mano, rompiendo con la antigua préc- tica de entretener a los nifios haciendo palotes, fracciones de letras, ete., trazos sin significado alguno; ejercicios mondtonos que careciendo de inte- rés producen inmediatamente cansancio, y que impiden que la mano y la vista se habitiien desde el principio a la formacién exacta de las letras. En este nuevo sistema, empezard el maestro en adiestrar a sus alumnos on suficientes ejercicios de rasgueo, considerando a éstos como una gimna- sia que prepara la mano y el brazo para ejecutar la escritura con més ve- locidad: «ensetan,—dice el Dr. Purén—a sentar la pluma y acostumbran a los misculos flecores y extensores a ejecutar movimientos de los dedos, a sujetar el pulso a la regularidad y uniformidad de los giros de su direccién y paralelismo», a fin de que la mano obedezca a la voluntad del que escribe con la misma facilidad que la mente concibe. Por lo tanto, toda plana caligrifica debe estar precedida de una serie gradual de ejercicios de rasgueo. Y digo, que deben darse estos ejercicios como preliminares porque ellos realizan un propésito bien definido y util, cual es el de educar la mano para que haya soltura en el trazo de las letras (*) Conferencia dada en Ia Escuela N.° 6 del Consejo Escolar 6.° Ensefanza de la caligrajia 7 -en el momento de la ejecucién, como asimismo familiarizan a los alumnos -con el rasgo caracteristico de ellas. Es irrazonable, la prdctica de ensefiar a escribir en cuadricula, si para el dibujo se entrega al educando una hoja de papel liso, se le presenta el modelo y a pesar de hacerle observar el tamaiio se le da entera libertad de accién, dando como resultado que cada alumno da al modelo un tamajio ‘segiin su alcance mental, cabe entonces preguntar: si la caligraffa es un di- bujo de letras, por qué hemos de cuadricular esta clase de ejercicios?... Yo sostengo y cuento también con la autorizada opinién de nuestro miédico inspector el doctor José Z. Caminos, con el que he cambiado ideas al respecto; y puedo agregar més: nuestro ilustrado y entusiasta inspector, sefior Jaime Uranga, aconseja ejercicios caligraficos en papeles de diario, que el tinico limite que se debe dar a la escritura entre lineas ha de ser de 1.° a 2° grados. EI mismo inconveniente nos ofrece el tamaiio del renglén. Mucho se ha discutido al respecto, y existe una raz6n de orden fisiolégico sobre la cual ha llamado la atencién una distinguida autoridad cientffica, el Dr. Javal, miembro de la Academia de Medicina de Francia y director honorario del Laboratorio de Oftalmologia de la Sorbona, que dice: «Cuando las Uineas son largas, obligan al nifio a mover constantemente la cabeza de derecha a %z- quierda, y esto puede producir graves trastornosy; y opina que este peligro ‘se produce después de los 8 ctms, Recogida la observacién por varios dis- tinguidos médicos argentinos y sometida a estudio dieron esta conclusion que el tamafio del renglén en los cuadernos de caligrafia debfa ser entre 8 y 13 ctms., y nunca exceder de este limite tiltimo, pues se consideraba como jongitud maxima. Se impone, pues, con urgencia el uso de un cuaderno de caligraffa que reuna las condiciones higiénicas y pedagégicas que aconsejo por dos razo- nes fundamentales: 1.0 Porque el cardcter de letra debe ser uniforme en toda la capital. 2.9 Porque por més buena voluntad que tengan los maestros para cesta ensefianza resulta el caso prictico que voy a exponer: Entra un nifio a la escuela a primer grado con la maestra A., que tiene un carécter de letra: al aiio siguiente pasa a segundo grado con la maestra B., que tiene letra completamente diferente y asicursa hasta 4.0 6 6.9 grados practicando distintos sistemas, porque a pesar de que nuestro programa impone la letra yertical andan en uso varios métodos que tienen diferen- -ciaciones bien mareadas y Iega el alumno a la conclusién que, si se vé obli- gado a cambios de escuela, y decir esto, vale decir maestros, tiene que ensa- yar varios aprendizajes que le adicionan como consecuencia no conocer ni uno ni otro método. Y asf como se ha tratado siempre y se trata de afianzar nuestro ca- racter nacional, debe implantarse una letra exclusivamente nacional y cua- dernos de caligrafia cuyas muestras encierren conceptos que el nifio com- prenda, que se adapten a su edad y preparacién, con frases histéricas, nombres geogrificos que al escribirlos se recuerden con interés, pues en lo que se lee y escribe est la fuente en que el nifio bebe la nacionalidad, -y el espiritu de ésta ha de estar en evidencia en todos los momentos de vida escolar. 78 Ensefianza de la caligrafia La eficacia de este sistema resulta, de las condiciones higiénicas y fi- siolégicas con que favorece al nifio la posicién usada para escribir) y la. sencillez y legibilidad de los caracteres. '¥ estas condiciones se aseguran: 1.° Por la posicién del cuerpo nor- malmente derecho. 2.° Por la posicién del papel. 3.9 Por la letra redondea- da y perpendicular al renglén. El primer punto, 0 sea correcta posiciém que debe tomarse en el asiento y en la mesa, es un problema que viene pre~ ocupando desde hace varios afios. Dico el Dr. Romero Brest, que existe una variedad grande de posiciones afectadas por los alumnos siguiendo cada. uno las modalidades que le son propias y torciendo la columna vertebral en todas direcciones; a esto, debemos agregar los métodos, causantes la. mayor parte de las veces, de las actitudes incorrectas 0 viciosas. La letra inclinada o inglesa con el cuaderno recto, es la que obliga. al nifio a encorvar la columna hacia la derecha tomando una posi- cién sentada uniglitea izquierda, la cabeza se inclina hacia la izquierda. para poner los ojos en la linea perpendicular de la escritura y se producen: asi verdaderas escoliosis clisicas o sea deformaciones laterales de la colum- na vertebral con sus correspondientes curvas de compensacién. Estas posiciones prolongadas varias horas al dia concluyen por causar’ estiramientos en los ligamentos de la columna vertebral y verdaderas de~ formaciones clisicas consecutivas. La eseritura vertical, con el cuerpo recto y el cuaderno también recto, evita todos estos inconvenientes; la posiciéa sentada doble glitea. con Ja columna vertical, los codos levantados sobre la mesa, asegura una correcta direccién vertebral, la cabeza, no se inclina a ningin lado, porque: la linea de los ojos se encuentran siempre perfectamente perpendicular @ Jos trazos de la escritura. En otros casos, es la falta de correspondencia entre la mesa y los bancos,, con la talla de los alumnos, la causa determinante de las desviaciones raqui- deas, los asientos muy altos obligan a suspender las picrnas como- péndulos, posicién que fatiga pronto y que por lo tanto provoca en breve tiempo la flexién dorsal y produce ademés distensién articular. ‘Los que son demasiado bajos causan una flexién raquidea muy nota- ble: el éngulo agudo formado por la pierna con el muslo obliga a una eleva- cién excesiva de la rodilla y como consecuencia a una compresin de las: visceras, para neutralizar el efecto de la compresién la columna se flexiona hacia adelante y produce asi una concavidad anterior més 0 menos pronunciada que se puede considerar de compensacién. Cuando las mesas no guardan la correspondencia necesaria, sucede que las mesas ‘muy bajas obligan a una flexién consecutiva de la columna; las mesas muy altas a wna posicién inghitea, con elevacién consecutiva de una o de otra espalda, generalmente la derecha con la desviacién correspondiente del raquis. Para escribir letra derecha, el cuerpo se mantendra erguido sin exage- racién, de manera que Ja espalda esté siempre derecha y los rifiones soste- nidos por el respaldo; el pecho, no se aproximaré jamés al borde inmediato de la mesa, pudiendo acercarse hasta dos ctms., la cabeea, se inclinaré li- geramente hacia adelante de manera que de los ojos a Ja escritura haya, normalmente una distancia de 25 a 30 ctms., dentro de lo cual es posible obtener una visién clara. Enseftanza de la caligrafia 79 Es de rigurosa necesidad, insistir en Ia posicién correcta de la cabeza, por las razones que anteriormente expuse. Los miembros inferiores so orde- arin a partir de los pies, éstos deben apoyarse con firmeza en el pavimen- to, sin unirso los talones, las piernas, Hevarén direccién perpendicular, formando Angulo recto con los muslos, que deben ser soportados por el asionto en la mayor parte de su longitud; las rodillas no se aproximarin hasta unirse, ni separarse demasiado. Hay que combatir en los nifios la tendencia de adelantar 0 retroceder Jas piernas, pues son defectos que comprometen fundamentalmente la po- sicién. ‘Los brazos apoyardn con suavidad los antebrazos desde sus dos ter- eras partes sobre la mesa, de manera que formen una figura simétrica y Con el borde anterior de la mesa un dngulo 45%; los codos, se separarin ‘simultdneamente del cuerpo, de 8 a 10 ctms., en las personas mayores y de 6 a 8 en los nifios. Los hombros, deben hallarse a igual altura, lo que se consigue si la po- ssicién de Ios brazos, se mantiene como indico, evitando al mismo tiempo el acercamiento a la mesa. ‘La mano, tomaré suavemente el lapicero, a 1 y 1/2 ctms. distante de donde se engarza la pluma, entre los dedos pulgar, indice y mayor, “de manera que descanse con facilidad en el borde lateral de la ufia de este tiltimo—el dedo indice, se arquea ligeramente sin que las falanges formen ‘aniones salientes, el dedo mefiique, apoya su extremo carnoso sobre “el papel, soportando el peso de la mano, durante la excritura, conservando ‘ligeramente unidos, el indice, mayor y anular, que obedecen simulténea- «mente a los movimientos provocados por los miisculos flexores y extenso- ‘tes; la mano izquierda, tendida ligeramente sobre el margen izquierdo de papel y en Iinea horizontal con la derecha, lo sostiene asentado sobre la mesa. El portaplumas, tomado en la forma deseripta, se dirige hacia el codo dorecho, en posicién tangente a la falange mayor del dedo indice pu- ‘iendo pasar por los extremos, o el medio, pero munca ubicarse, en el éngulo ‘que forma el dedo mayor y la mano. El cuaderno, colocado frente al alumno, con el canto inferior parale- Jo al borde inferior de la mesa, sufre un movimiento ascendente, motivado por el pase de un renglén a otro, operacién que sélo realiza la mano inquier- Jin. a efecto de la estabilidad de los antebrazos. En esta escritura se puede fadoptar no sdlo la colocacién derecha del papel, sino también la oblicua “de 15° sobre el borde anterior de la mesa, que no compromete en nada la buena posicién; con todo, la practica demuestra Ia eficacia de la primera. Y solo me queda agregar, que la vigilancia eonstante del maestro, serh motivo eficaz, para que el cuerpo y la mano se habitiien a tomar nor- malmente una posicién correcta. Y, para terminar, diré, que la caligratia como no es més que un dibujo -de letras, necesita para su aprendizaje, més ejercicios de la mano que de la inteligencia y el maestro ha de llamar la atencién de sus educandos, hasta en Jos menores detalles. Hscribiré en el pizarrdn, a la vista de todos los alum- nos, antes de empezar la caligrafia, las palabras, letras o rasgos nuevos que chaya en cada muestra o se proponga ensefiar y que puedan presentar alguna 80 ‘EnseRanza de la caligratia dificultad para su aprendizaje, haciendo notar a los nifios las distancia:.. trazos, cafdas, proporciones, etc., con todo rigor y nimiedad para que In imitacién resulte con toda fidelidad. La ensefianza de la caligrafia exige mucha préctica, el continuado ejer- cicio hard vencer las dificultades, pero para ello es necesario que este ejer- cicio se haga constante y racional, una plana diaria de tres renglones, segin el método que aconsejo y de acuerdo con Jos principios en que se funda la ciencia caligrafica. El maestro debe tener presente: 1a) La manera cémo el nifio ha de tomar el portaplumas. b) Que de Jos buenos 0 malos hébitos adquiridos al principio depende el que los nifios escriban bien o mal. c) Que la acertada eleccién de los ejercicios de caligrafia, es un factor importante para la buena marcha de esta ensefianza. Graduados los ejercicios en el orden que los presento, se hatin cada dos ejercicios uno con la izquierda, de manera que el alumno practique esta mano lo menos dos veces por semana. Por las razones que voy a exponer: los movimientos puramente unila- terales, cuanto més exclusivos sean, no s6lo producen asimetrias muscula- res y seas, sino que también favorecen una asimetria cerebral, si se me permite la expresién. ‘No en vano, s6lo somos capaces de hablar con nuestro cerebro izquier- do si nos preocupamos tinicamente del uso casi exelusivo de la mano de- recha, para todo lo que signifique movimiento preciso. Tos maestros, que no corrigen la tendencia constante a la unilaterali- dad que se observa con frecuencia en los nifios, no favorecen el desarrollo. integral y arménico del cerebro infantil. En este sentido, usar la pluma o- el lépiz con las dos manos, no sélo es «itil en Ia prictica, sino también impli- ca una ventaja de orden cerebral. Entrenado en esta forma y siguiendo la serie gradual de ejercicios, constante y atentamente, Ilegard a los grados elementales, con su bidextra apta para entregarse al trabajo caligréfico, con bastante facilidad. Gon estos antecedentes y para que el estudio resulte metédico voy a clasificar las letras, atendiendo a un trabajo hecho por el profesor Peyret: y al que he introducido algunas modificaciones. Divido las letras en seis grupos, segin su tamafio y analogia de formas, partiendo de un elemento generador. ORIGEN Y TAMANO DE LAS LETRAS Elemento generador L 1.9 grupo. rs Letras andélogas U WW WU TU TV. YN Elemento generador O A 2.9 grupo. Astrartarnlogaaps 0. © Ou, Ae fer MIVEIVI CUR DE MA Ensenanza Elemento generador jj <3 grupo. Letras andlogas Ay Ah) A, Elemento generador | U Tetras adélogae 2G) a b 9 x 4 4.9 grupo. Elemento generador , 25,9 grupo. UY ph, tad iahoy LU Oo Henao ieee | | Letras anélogas ‘4 a EJERCICIOS DE RASGUEO AWM Wh, YY UU SW COOK CLOLOCL We CORRE WU RAM UMLOl Add Quy 4G yh priest oti seen ee Tk AP 62 grupo. 82 OHO RRRR RRA PUL RAR MIME BVeIRIL ABECEDARIO MINUSCULO Cues. ABECEDARIO MAYUSCULO GH bth DEGGWR YIM RELMNIIPLAR STU VBA OH. Pe La composicién de primero a sexto. grados (Continuacién det niimero anterior) GRADO CUARTO - ‘Alternando con las composiciones, se hard ejercicios de léxicos, com- prendiendo: uso del diccionario, sinénimos, parénimos, evitar repetiviones, perffrasis, variedad de expresién, frases elipticas, armonfa, etc., que nece- sariamente han de ser més complicados que los de tereer grado. ‘Véase un ejercicio provechoso, para evitar la repeticién:

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