8 SOBRELA MUSICA
tament®-organizada que la matemitica de 1a misica presentaba
ey6 a los pitagsticos a generalizarla como el modelo ideal
que'debia de estar detris de la constitucién del universo, fisico
¥y metafisico. El universo asf entendido no era sino una organ
7aciGn estrictamente jerarquizada por las relaciones matemti
‘cas que dan lugar a los intervalos, mediante las cuales cada
cente/sonido contribufa a establecer y mantener el orden de la
totalidad, el cosmos, una organizacién racional superadora de
Ia oposicién primera. A partir de esta ides el pensamiento pita-
‘26rico y con él el platsnico se esforz6 en hallar las proporcio-
nes musicales en todos los émmbitos de la naturaleza y de la oF
‘ganizaci6n humana.
‘Ahora bien, los aspectos relativos a la metafisicn musical
griega han quedado casi siempre oscurecidos. A pesar de que
Ja concepeién det cosmos como armonia ¥ proporciGn se pue-
de considerar derivada de la investigacién de la mésica reali-
zada por los primetos pitagéricos, y de que tal concepeién
constituye una de las piezas fundamentales del racionalismo
‘occidental, sus doctrinas sobre la misica del cosmos han sido
‘con frecuencia relegadas, como si meramente se tratase de
pura numerologfa propia de un pensamiento irracional. Pero
‘on realidad, la mifisica de las esforas no es otra cosa que la ex
presiGn de un universo entendido como proporcién, en el que
cada uno de los entes es también una proporeién, es decir, un
Uuniverso constituido por el ntimero en tanto que expresién uni-
versal de la raz6n,
arece razonable pensar que las elaboraciones mateméticas,
{que indujeron a los pitagéricos a eoncebir e! mundo como un
todo musicalmente armonizado se fundamentaron al principio
cen la observacién directa de las escalas usadas en la musica de
aque! momento. La determinacién de las precisas relaciones
rnuméricas que se establecian entre los intervalos melédicos ¢s-
taba encaminada a Ia construccién de escalas euféi
, capamvrropuceion 9
ces de expresar todas las sutilezas microtonales de Ja musica
‘griega y, junto a ello, a lograr la afinacion precisa de los instru-
‘meatos conforme a unas medides inmutables. En general, los
‘matemticos de la misiea pretendieron uni la percepeién sen:
sible y l rigor numérico; otra cosa es que bajo la concepcién
el universo como una armonfa musical consideraran que el
verdadero misico debe buscar las mejores relaciones muméri-
cas universales, mis que los nimeros existentes en las esealas
usilizadas para la musica en uso (Platén, Rep. 5316), 0 que cre
ryeran que la verdadera excelencia de la misica se al
jor mediante el ejecicio intelectual que con la percepcion sen-
sible (Pitégoras segtin Arist. Quint 11197").
Peto con el correr de los tiempos se fue considerando que
Ja matemética musical de los pitagéricas era una elaboracién
puramente tedrica, alejada por completo de la ejecucién sonora
¥, # lo més, una sugerente concepcioa mistica del mundo. El
peculiar cardcter esotérico de la escuela pudo ser la causa de
que desée muy pronto sus teorfas sobre la misica del universe
quedaran desvirtuadas, sobre todo por quienes las transmitie-
ron por escrito conociéndolas s6lo de manera superficial: 1a
Consiguiente incomprensibilidad de muchas de sus afirmacio-
nies contribuy6 a que esa teoria pasara a la posteridad Gniea-
‘mente como matemética de las proporciones. Adem, Ia. pro
pia evolucién histériea del sistema armSnico griego favorecié
esa situaciin: la perdurabilidad de la que ha ssfrutado la teo-
rade las proporeiones conirasca con la prog esiva pérdida, ya
cn el mismo mundo antigue, de la microtonalidad, para la cual
esas relaciones mateméticas tenfan un sentido musical. Por
630, las especulaciones filoséficas en tomo aun univers at-
Iménico que los pitagéricos derivaron de la matematica de 1a
"Las references son siempre ahs pigines del edicidn de R.P. Woe:
ow HNGnan, Arias Quinlan! de musice libri wes, Leipzig, 1963.