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Las dos citas que ilustran la primera página de este libro recogen ideas
que miran al futuro, hacia el tipo de posteridad que queremos para el patrimonio
de los pueblos. Estos pensamientos nos snven de frontispicio bajo
el que acomodar unas páginas que pretenden ser útiles y prácticas pero
que también inciten a la reflexión y la complicidad. El patrimonio es cosa
de todos, tiene que ver con el intelecto pero también con las emociones y
ni uno ni otro son patrimonio de nadie en especial. La contemplación, la
comprensión, el disfrute, la motivación, el respeto son algunas de las experiencias
y sensaciones que un profesional de la gestión del patrimonio
tiene que saber manejar y procurar transmitir. El patrimonio no tiene sentido
al margen de la sociedad. Una adecuada gestión del mismo pennite
devolver el patrimonio, que es algo que viene del pasado, a la sociedad del
presente para que esta pueda legarlo a la sociedad del futuro. En el mundo
globalizado de hoy el patrimonio confiere a los que quieren y saben apreciarlo,
que cada vez son más, afortunadamente, un elemento distintivo y
diferenciador que es muy fácil de transfonnar en foco de atracción y en
lugar de encuentro. La clave está en encontrar la fónnula del equilibrio
entre conservación y uso.
Las dos citas que ilustran la primera página de este libro recogen ideas
que miran al futuro, hacia el tipo de posteridad que queremos para el patrimonio
de los pueblos. Estos pensamientos nos snven de frontispicio bajo
el que acomodar unas páginas que pretenden ser útiles y prácticas pero
que también inciten a la reflexión y la complicidad. El patrimonio es cosa
de todos, tiene que ver con el intelecto pero también con las emociones y
ni uno ni otro son patrimonio de nadie en especial. La contemplación, la
comprensión, el disfrute, la motivación, el respeto son algunas de las experiencias
y sensaciones que un profesional de la gestión del patrimonio
tiene que saber manejar y procurar transmitir. El patrimonio no tiene sentido
al margen de la sociedad. Una adecuada gestión del mismo pennite
devolver el patrimonio, que es algo que viene del pasado, a la sociedad del
presente para que esta pueda legarlo a la sociedad del futuro. En el mundo
globalizado de hoy el patrimonio confiere a los que quieren y saben apreciarlo,
que cada vez son más, afortunadamente, un elemento distintivo y
diferenciador que es muy fácil de transfonnar en foco de atracción y en
lugar de encuentro. La clave está en encontrar la fónnula del equilibrio
entre conservación y uso.
Las dos citas que ilustran la primera página de este libro recogen ideas
que miran al futuro, hacia el tipo de posteridad que queremos para el patrimonio
de los pueblos. Estos pensamientos nos snven de frontispicio bajo
el que acomodar unas páginas que pretenden ser útiles y prácticas pero
que también inciten a la reflexión y la complicidad. El patrimonio es cosa
de todos, tiene que ver con el intelecto pero también con las emociones y
ni uno ni otro son patrimonio de nadie en especial. La contemplación, la
comprensión, el disfrute, la motivación, el respeto son algunas de las experiencias
y sensaciones que un profesional de la gestión del patrimonio
tiene que saber manejar y procurar transmitir. El patrimonio no tiene sentido
al margen de la sociedad. Una adecuada gestión del mismo pennite
devolver el patrimonio, que es algo que viene del pasado, a la sociedad del
presente para que esta pueda legarlo a la sociedad del futuro. En el mundo
globalizado de hoy el patrimonio confiere a los que quieren y saben apreciarlo,
que cada vez son más, afortunadamente, un elemento distintivo y
diferenciador que es muy fácil de transfonnar en foco de atracción y en
lugar de encuentro. La clave está en encontrar la fónnula del equilibrio
entre conservación y uso.