CARLOS VAZ FERREIRA
LOGICA VIVA
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|PROLOGO
“Lo que tuue siempre, adentds de nti honestided intelectual > de sn zen.
tido equilibrado de la verdad y ta justeza, jue amor y fervor, sinceri
y constancia. Por esta iltinea, sobre todo, hice lo gue hice: una Lama
Gébil pero continua, aunque sea sin julgores —ni fuegos de artificio—
a la targa acaba por calentar.
‘Serd esa mi justificacién para continuar. Pero, todavia, me be encom
trado con gue ni siguiera Podrta eviterlo. Yo antes sentia como expe-
rune le idea de que, cuando me fuera dado descansar de une labor
no por cierto muy bumana, podria dedicarme a ijar en whos cuantos
libros lo principal de mis ideas; porque yo tenia en mi juventud ilusio-
nes de originalidad; y debo confesar que todavia conserve la ilusién de
gue #0 evan ilusiones.
Pera cualesquicra que bubieran podido ser las posibilidades de ri
obra intelectnal introversa, no tengo, ni quisiera tener, cierta clase de
alma, tan comin en lox medios de cultura, que puede hacerse toda inte-
licence a efectos de glortas ni me. tenta dar & persamiento '0-qte es
de los afeces 9 de fa acion. todavia, be desublerto que mi Cétedra
me ka hecho contraer un tic projesional que no deja de ser interesante:
reducir autométicamente a conferencias lo que leo 9 pienso; leer y pen
sar para los denids...
Sea, pues, vamos a seguir basta el fin. Mi obra de pensamiento no se
hard divectamente ni completa. De ella solo podré recoger, en mi Ci-
tedra, algunas condensaciones mal 4 cpuradamente precipitadas que sal-
tirdn ‘conta las que salicron hasta ahora, impuras: sucias de accién y de
vide (y si se pudiera hablar de semejonte manera, dirta también, su-
ciat de amor). Pero no mo importa ere empequeecimiento que estoy
tentado de reivindwcar corto mi tnica grandeza: voy a sor feliz asi,
stse me deja le creencia de que puedo hacer alga Bien.”
Canios VAZ FERREIRA
(Fragmento del Discurso pronunciado con motivo
gel hamenaje que Te fue tributedo al reasumir Ja
Citedra de Conferencias, en junio de 1932.) [En
Obras Completas, tomo XVIII, pags. 39-40.)
I. UBICACION HISTORICO-SOCIAL
CaRLos Vaz Ferrerra integra conjuntamente con Varona, Deustua, Caso,
Korn, Ingenieros, Vasconcelos y Molina el grupo de los fundadores de la filo-
soffa hispanoamericana, segiin Ja acertada expresidn de Francisco Romero.
Estos hombres inician una etapa del pensamiento en nuestros paises y es a
Ixpartir de ellos que la actividad filosdfica se hace, en mayor o menor medida,
creadora. Ademds de su contemporaneided, estos pensadores se caracterizan por
“Ja veracidad y el fervor de la vocacién, la altura de la inteligencia, el saber que
Jograron allegar con sus propios recursos, la continuidad de Ja accién y la dig-
nidad de la conducta.! Trabajaron solitariamente en sus respectivos paises y
a su vez aislados entre sf, pero parecen obedecer a un imperativo comin en
canto se convirtieron en maestros orientadores de las nuevas generaciones.
A diferencia de Rodd, de Ingenieros o de Vasconcelos que fueron los escrito-
res de ideas de mayor irradiacién y prestigio continental, la obra de Vaz Fe-
treira apenas ha twaspuesto las fronteras del Uruguay {con excepeién de una
reducida repercusién en le Argentina), Su nombre simboliza la filosoffa uru-
guaya, pero su obra se conoce muy poco. Esta edicién de sus dos obras mayores
constituye en realidad su segunda selida continental, més de medio siglo des-
pués de que fueran escritas. Y ello ocurre en circunstancias histéricas muy dis-
tintas de las que las vicron nacer.
Es dificil dac, fuera del Uruguay, una idea acabada de su pensamiento, de
su obra y de Ja influencia que ambos ejercieron. Solamente la atipicidad del
pais con respecto a los testantes paises americanos y el momento histérico en
que fue concebida pueden explicar sus peculiaridades. El perfode creador de
su obra coincide con 1a primera etapa de lo que se ha Hamado el Uruguay batllis-
ta, que se extiende desde 1903 hasta 1933 y luego se prolonga en una segunda
etapa hasta [a década del cincuenta, cuando se produce su muezte.?
El pensamiento de Vaz Ferreira corresponde a un periodo de gran movilidad
horizontal y vertical en la sociedad uruguaya que produce —segiin sostiene
Mannheim— una crisis y una vacilacién en la eterna y general validez de las
propias formas de pensar. La movilidad vertical se convierte ast en “factor de-
cisivo para que las personas se vuelvan escépticas y experimenten incertidum-
bre respecto a su propia idea del mundo”. Estos procesos son concomitantes
de una mayor citculacién social y una comunicacidén entre estravos. El proceso
IFrancisco Romero, Sobre ta Filosofia en América. Raigal. Buenos Aires, 1952, p. 64.
2Bn ef dmbito espafiol trex son sus coeuineos més importantes: Miguel de Unamuno
(18641936), José Ostega y Gasser (1883-1955) y Antonio Machado ( 1879-1939}. Para tener
una idea cabal del valor del pensainienta de Var Ferreira debe tenerse presente que durante
el petfodo creador de nuestro autor (1903-1910) ninguno de los espatioles citados habia
publeado gus bras tnis signifieativas, Unamuno se tallaba'cy lr primera epace de los
Ensayos, faltaban algunos afios pata Del sentimiento Trégico; Ortega no kabia publicado
Las meditactones del Quijote (1914) y en cuanto a Machado faltarfan atin muchos affos para
que sevelara su preocupscién filoséfica tal como aparece en Juan de Mairena, Por eso puede
compartirse sin reservis el juicio de Arturo Ardao, quien sestiene que en csc petfodo Vaz
Feitcita es la primera mentalidad filosGtica del’ persamiento de lengua espafola. Con
respecto a las afinidades con Antonio Machado en Juan de Mairena sozprende advertir,
ademés de Ya forma fragmencaria, Ia comunidad de los temas y 1a coincidencia en muchas
de sus opiniones. Asi, pot ejemplo, los frapmentos sobre la incomprensién (p. 683), la
incertidumbre (p. 187}, la no comcidencla de! pensar con el ser (p. 707), e! descontento
como base de {a ética (p. 773), el escepticismo (p, 7/9), la muerte {p. 786), estar a ta
altura de las citcunstancias (p. B13), la creencia, Cristo (cito segin la edicitn’ de Stneca,
México, 1940).
2Karl Mannheim, Ideologia y utopia, FCE, México, 1941, pies. 67.
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