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WW paaveRso Espacios del Saber ‘Uttimos ules publicados 32D. Oubit, en-La Gderd ol paris dl cine 33. Monjeny, Ea teense marl 34 Vito, Breuer del prone SEA. Negi y ctos, Dilgeme le globalize, a maid y le 36M Tan Come de fea i eee Be elects. Sree ee tig a 1 Gres Speier oe Boy eee Tien nial nla Argentina Age $5. © Grant Ec pits acd Rel $6 5 Ea ey nae 7.8. yD al (np, una pr ne ioe ue 4g Patankar ncnsite 3. Wechatey'f Aszar Compe La menor compare. Ea yl rete zur deo mp ra SE Gite yr Nalnel Cen Ae de Jo ontrsBr yl rest Very Exar PPE Fe 52 etch ng) Poy sep 3 A Nera Gotan hia 5 FEB y 5 bel mp, ord Si Coens Toner 55 1 Cope Bengt aon de rat 56, WeBengesyE Otic comps), erat, ars, ferme 5. Bae Vl ror 58.6 Mong denne. 59. Cen, Larned are 6 en re irr Oe i pia lege (2, T Toone educa erste (6B Baga y RRory, Poe gud roe aera? GD. Scavino,La bef aa (65.M.FrancoyF Levin Comps), Hsia rene Marina Franco y Florencia Levin (compiladoras) ‘Vera Camovale © Silvia Finocchio (Blizabeth Jelin * Alejandro Kaufman Daniel Lvovich + Roberto Pittauga Hilda Sabato * Ludmila da Silva Catela Enzo Traverso * Sergio E. Visacovsky Historia reciente Perspectivas y desafios para un campo en construccién PAIDOS Buenos Are - Barcelona ~ Mésico "Hunt prpe dance para cango encores ern Ling hen Pa Ya Sa ee Pose eT ‘Sp zinigon (sae ot Se) iso oreso26861 {tes 2 Spano ri Fes Ma 9 coi eGo Mas oops dup peti Pas Heiner (© 207 de min ene ‘et 59 oe ie, ‘Ema decohrpiacomse ‘reper co =) Ques ha dep ge pee Lay 1725 Imp en get Pred gens np i MS, Sigs ae 8, Lai, 150 eng Indice Los autores Introdvcei6n, Marina Prano y Plrencia Levin. ProweRa Paw “Historia reciente: evestiones concepruales 'yrecorrdashistoriogrificos 1. Bl pasado cercano en clave historiogrifica ‘Marina Franca y Florencia Levin, 2. Historia y memoria. Notas sobre un debate B20 TrBt er rng 3, Historia reciente de pasos tcauméticos De os fascismos y colaboracionismos europeos ala historia de la lima dictadura argentina Daniel Loovih 4. Mirada sobre el pasado reciente argentino Las escrituras en tomo la miitancia setentista (1983-2005), Roberto Pittaluga 1s au o 7 bs ’ (Marina France y Brena Levis (compe,) ‘SEGUNDA PARTE Aspectos éticos, politicos y metodol6gicos vineulados als escritaa dela historia recente 5. Aportes y problemas de os testimonios cn la reconstruccin del pasado reciente cen la Argentina, Vera Carncvale vo 155 6. Emogeafia de los archivos de la represion cen a Argentina, Ludmila da Sua Caela, 183 7. Saberes y pasiones del historiado. ‘Apuntes en primera persona, Hilda Stbto croc 21 8, Los desaparecidos lo indecidible yl crisis. ‘Memoria esr en la Argentina del presente Alejandra Kana nnn 2s ‘Tercera Paste Historia reciente y sociedad 9, Entradas educstivas en los lugares dela memoria, Silbia Fitch 10. Historias préximas, historias lejanas. Usos sociales de las distancis temporales en Ia ‘organizacion de las experiencias sobre el pasado: tl easo del Servicio de Piquiatria del Lan, Sergio Eduardo Viserehy 11, La conflictva y nunca acabada mirada sobre pasado, Bisabetb Jel on sone 307 253 1 279 Los autores Vesa Camnovane “Histriadora, Miembro del equipo de historitdores de la Asocacién Memoria Abierta, donde participé de laconstroc- cin de un Archivo Oral (audiovisual) sobre violencia polities, terrorisno de Estado y movimiento de derechos humanos. ‘Miembro del Programa de Historia Oral Universidad de Buc ‘ns Aires (UBA)y del Nécleo Memoria Instiuto de Destrro- lio. Econémico y Social (IDES). Docroranda en Historia (UBA) y becatia del Consejo Nacional de Investigaciones (Geentificsy Técnicas (CONICET), Tema de investgncin: Ia ‘conseuccién identitara en el Partido Revolucionario de los ‘Trabaadores PRT) y el Ejército Revolucionario del Pueblo ERP), Suva Fvoceeno Tvestgudors principal del Area de Educacén dela Fa- cultad Latsoumericana de Cindas Sociales FLACSO) Profesor titular de Historia de la Eduacdn en a Univers chad Nacional de La Paa (UNLE), Profesor adja de Di- dccica dela Historia en is UBA. Coordinadora del Posgrado en Gurefcam y Priteas Escolaes de FLACSO. Coordina- dora de FLACSO Virwal, Miembro del Comité Editors de 2. Historia y memoria Notas sobre un debate ( Ewzo TRAVERSO isto ¥ MEMORIA. LA BNTERFRETACION DEL PASADO ‘CoNo DEsAFio Potion La memoria parece hoy invair el espacio public de las soxiedades occidentales, gracias 2 una proliferacin de mu- ‘eos, conmemoraciones, premioslterarios, peliculas, series televisivas y otras manifestaciones culerales, que desde dis- tints perspectives presentan era temitiea, De exta maners, el pssado acompana nuestro presente yseinstala en limagi- nario colecivo hasta susctar lo que clertoscomencaristas han llamado uns “obsesisn conmemorativa” poderassmente am plifeada por los medios de comunicacién. La valorizacién, incluso la stralizacién de los “hugures dela memoria” da Ii. sgara.una verdaders“topolatra" (Reichel, 1998). El pasado es constantemente reslaborada segin la sensibildades étcas, ‘atures y polfteas del presente. Esta memoria "sobreabun- ante” y “sstarada” (Maier, 199%; Robin, 2003) marca el = pao. Hoy, todo se transforma en memoria, desde los ‘euios profesionales hasta las emisionestclevisivas, desde los tesionios en una sla de tribunal hasta los archivos pri- vados y los dlbumes de foto de familia. Insciueionalizado, ‘ordensdo en los museos,transformado en expecticlo, itu” lzado,reifcado el recuerdo del pasado se transforma en me- “ Enza Travers sora clecva una ver gus a sido seecionao y renter pretado spin ns ensibidades cctaras, as icerrogni es cas ls comveniencis olde! preseme Aa tna forma el turismo de a memes, con latransormacion de los sts histrcos en mason, visas guinds, eocrae de reeepin decuads (hotles, resturants, negocio dere oetos)y esate publica espa, Los entos de invesogacin y ls asocacones de histori oe son incorpo ‘aos on dpositvos de ene tarumo inca vetes tencn de ellos propis recursos de subsinencia Po on Jado exe Fevdmeno mest indudblemente un proce de ree del perio qu bace dla memaria wn ojo decom Some, esexzado,neraizado y rentable (an proses pre loal dela spropiacin de eros momentos del pasa por indosria del espeetical, expeciimente el che). Porat, est fenfmeno spares en varios sentios a ln que Hobs, bev ha lamado la invencin de a taiign an pasado real o mii alrededor del coals constryeron prices tulad drgise a eorar a cohesn spl de un grupo 0 de ara comunidad da legiiidad a crs inseocones, ‘incu vloresenel sno dele soiedad (983.9) Esa Evident que ext constucin de la memoria cones us So polio del pesado {De dénde ven ea obsesin pra memoria? Se pod responder invocanéo la ditinidnestalecdn por Walter Bena ene Ia “experienc wansniia” Cobre) yl “experiencia viva” (Eleni). La primers se perpen cat nataralmente de uns generaci6n soa v forme side ‘dade dels grapony delat soieddes cn nrg draco, la segunda es on rng pico dela moses dad, csuna ven ia indvioal, tv fiers, En ibe de los Pos 4s, Bejan relacionaba ets experiencia viv con la ida ‘stbaa, a rmoysosmetmorons, con lo clectroshnck de ln sociedad de many el eno elidsepico del Uniese smerant La Earn sera inde ls oociedades ua Glonals, le Eves erenecers as sociedad individ iso y memoria ° ta, como una mare antropoligi del iene modera Tr model, sgn Bevjnti, se casters prec. treme pore dedinamiento dele expensnca anand, de Inu consideraba ln Primers Goer Mandal como el ‘namento cumin. Lego de ee ermatismo mayor de Europe varios millones de jovenes campesinos que haban tpren de ss ances vii de acuerdo con os rtmos ig nmraenay en liner dels ebdigor dl mn r= fl fiero epenaenteaojados en un pase dnde a fh ea yu reconol, fea de as mbes, yen medio de Un campo fe furas atvesado por teniones explasiones des Srctan, el minisealo yr eserp hamano” (Benjamin 1977-386, Er la consumacn den proceso eyo orgenct tan sido magitementecitaadoe por Edvard P. Thomp- son (191) ch un ensayo sobre el atenimiento del Sempo Incline, produsoy dipinario de soe indus tras waumasimos cirscterizan Ia “eperenia vids” del Selo XX mucha ees bj a forma de gers, gnocdos resone poles. Una pits respuesta morta coe {de iil varia ext oneal: I oben por Ineo de messy ert pric dw as ea ena ans, lesa prado de na del Est del ramon enn mands seen Pero es press itrrogare también sare ls formas de esta sign pora memoria, La memoria entendida como tas representations cole del pasado tl como 3 foran tel presente strstr denades soi, serie {as en una Conia hse yotondaes un sent- Shs de am sini y tm oti. Bs cs supe, las sociedad mas an pose na fremoaa coletva ya an manteido a tves de is, cere tony tocol Lv cute cert Sa meinoi epoit decir on Liviu, ride en Siumemortion Slr dtm “Desa for cat J los momumentes fueron celcbrban a tascendenda Svnana la mucrcomo pete al is aly conSemabsn 70 naa Travers las jerarquias sociales terrenaes. En la modernidad, las prdc- ticas conmemorativas se metamorfosean. Por una parte, se sdemocratizan al involucrar a Ja sociedad en su conjunto. Por ‘ota parte, se seculrizan y se funciondlizan al transporter ‘menses dirgidos alos vivos. A partir de siglo XIX, los mo- ‘humentos conmemorativos consagran valores laeos (la pa- tris), defienden principio éticos (el bien) y politicos (la libertad), celebran acontecimientos fundadores (guerras,re- Voluciones) y regimenes (a repablica, el fiscismo, el com nismo). La memoria se transforma en una suerte de reign io. "La declinaci6n de la interpretacin exstiana de la ‘muerte ha escrito sobre est tema Reinhart Koselleck- deja axel campo libre a interpretaciones puramence polticas y fociales”(1997:140). Deseneadenado luego de as guerrs na- poleénicas esas primeras guerras democriticas del mundo modemo-, el fendmeno se profundizé después de la Gran {Guerrs, esundo los monumentoserigidos alos muertos e tre los afos 1914 y 1918 comenzaron a marcar el espacio pi- blico en cada pueblo. Hoy al trabajo del duelo eambia de ‘objeto y de formas. En ese eambio de sgl, en el mundo oc- tidental, Auschwite deviene el z6celo de le memoria coleet- ‘a, La politica de la memoria -conmemoraciones oficiales, museos peliculas, ete tiende a hacer dela Sho la mexifors, Gel siglo XX como una era de guerra, totaltarismos, geno- cidios y erimenes contra la humanided. En el centro de ese sistema de representiciones se instla una figura nueva, [adel tenga, el sobrevviente de los campos nazis, encarnacign del pasado del cua es preciso mantener el recuerdo. Retomando las palabras de Annette Wiewiorka (1998), Ihemos entrado en Ia “era del testigo", de ahora en adelante ‘emplazado sobre un pedestal, fconoviviente de un pasado eu- yo recuerdo se presribe como un deber eivico. Ouo signo de la época: el testigo es cada vez més identificado con la figura de a witima.Ignorados durante decenis, los sobreivientes {e los campos de concentracin nazis hoy se ransforman, sia aquerelo y ms all de su voluntad, en feonos vvientes. Soa Hieiay memoria 7" coloeados en una poscién que no cligieron y que no siempre se coresponde con su necesidad de transmit su experiencia, ‘al como lo subrayaba Primo Levi en sus reflexiones sabre el sobreviviente como "mal" restigo (1986: 64). Ouos testigos ames convertidos en héroes, como lot europent de la ‘Resistencia, que tomaron las trmas para combat el fascis- ‘mo, han cafdo en el olvido, como cansecuencia sobre todo del "in dl comunismo" eclipsido de ls histori con sos mi ‘os, pero también con las uropasy as esperanzas que encar- En una €poca de humanitarismo en la que ya no hay sewer sino solamente unas, esta memoria ya no interesa ‘mucha gente. Esa disimetia del recuerdo “a glorficacion de vctimas antes ignoradasyelovido de heroes otrora idea- lzados~ indies el ancaje profundo de la memoria colectiva nel presente. La memoria se declna sempre en presente y ése determina sus modalidades: Ia selecién de acontec- mientos que el recuerdo debe guardar (los tstigos a excu- chan su lectus, sus “Tecciones, et. ‘La memoria se tora una cuestién politica y toma la forma eum mandato ético ~eldeber de memoria, que com lo ha remarcadojustmente Tevetan Todorov (1995), se transforma feeuentemente en fuente de abuso. Los ejemplos no flan. "Todas la gueras del ltima décads, desde a guerra del Gol- fo alae Afganistén, pasindo por la de Korovo, han sido tam- ign guerras de la memoria, en cuanto ellas han sido jusifeadas por I evocacin ritual del deber de memoria: Sad- dm Hiosein y Milosevi han sido comparidos con Hitler, el Jslmisno politico con el fnatismo nazi, ete. Para Jirgen “Habermas para el ministo alemén de Asuntos Extriores, Joschka Fischer, a guerra de Kosovo era una primera tena ‘ia de aplicacin del derecho cosmopolita kantianoy la ca sién dela Replica Federal Alemana de redimir sa pasado, Para los partdarios de Ia ocupacin israel de los teritorios pulestinos, Arafat seria a su vez Ia reancarnacién de Hier. Como lo Subraya el historiador israel Tom Seges, Menahem Begin haba vivido la invasin israeli dl Lsbano, en 1982, c0- 2 Enzo Travers smo un acto reparador, como si un ejéeito judo hubiers de- rrotada los nazis en Varsovia en 1943 Seger, 1993).Losna- | Cionalistas serbios justifeaban, ante sf mismos, las limpiezas Exaieas contra los abanests, en Kosovo, como una prueba de fidelided + Is memoria de sus antepasades victimas de la ‘opresin otomana, en tanto que los profesional del antico= ‘munismo, en Francia, vefan en ls bombas sobre Belgrado ‘una defensa dels ibertad contra la nueva cara del totaltaris- ‘no. La lists podefa continuae. Esta presencia y wtilizacién de | Is memoria colectva en el espacio pablico no podia sino plantesr numerosos interrogantes a los historiadores, Aqu Slo abordaré algunos de ellos. | HisTona Y Memon Hisoria y memoria son dos efersdistntas que se catre- | cenazan constantemente (Nora, 1984: xin). Esta distincién no. | de ser nterpretada enn sentido radial, ontlogico,pucs| clas acen dena isa preacipeién y compare sn mis tuo objet: caboracin dl pada Se podria ines, on Paul Ricca, aribir I memoria na condiién marl | (2000: 105) Es historia ex una pes en rela, una ect + del pasado sein ns movndade Is replat de un ofo “Gizmos incu, con muchas coms, de una "end due conse um pre un desolo de emai Pero | Sia hsoria nace de Is memoria, tambien se emancpn de tla. pont de hacer dln memoria uno desu tmas de ine ‘estigatin como lo prueba i hori contemporines. La | | : hrstoria del siglo XX, lsmada también “historia del tempo presente", analiza el tesimonio de los actores del pasado € Integr It fuentes orales tanto como los archivos los otros documentos matcrisles o esritos. La historia tiene asi su na cimiento en lz memoria, de I eval es una dimensién, pero 0 no imide de ningin modo que la memoria devengs un objet del historia Hisar y memoria 2 ratemos de precsar esta dstincién. En sus comentatios 1 Br buses del iempo perdido, Walter Benjamin excrbe que Proust “no ha desrito una vida tl como ella fue sino wna vi- da al como ells permances en Ia memoria de quien a ha vi= ‘Yido". Benjamin concinga «a anise comparando el trabajo de Proust “de memoracién espontinea, donde el recuerdo es tl envoltorio y el olvida el contenida”, al “trabajo de Penélo= pe", donde "es el dia el que deshace fo que ha hecho la no- ‘che’. Cada mafiana, al despertar, “no tenemos 2 mano sino algunos trozos del tapizde la vivencia que el olvido a tefido ‘en nosotros" (Benjamin, 1977: 336). Dado que se apoys en It txperienca vivid, Ia memoria es eminentemente subjiva Ell queds anclada alos hechos a los que hemos asistido, de los que hemos sido testigos, incluso actores, y alas impresio- nes que ellos han grabado en nosotros. La memoria es culi- ‘atv, singular, poco cuidadosa de las comparaciones, de fa contextualizacién, de ls generalizaciones; no tiene necesidad de prucbss para quien la tansporta. La narraciéa del pasado ofrecida por un tesigo” mientras te no sea un mentiroso consciente— seri siempre a verdad, es decir una parte del pa- sado depositads en él, Por ax caretersubjeivo, In memoria jams est jad; se asemea mas bien a una eanteraabiert, en transformacion permanente, No solamente, sein la metifo- sade Benjamin, el lienzo de Penélope” se modifica cada dia ‘causa del olvido que nos amenaza, para reaparecer mis r= de, a veces mucho mis tarde, tejido de una forma dstnta 2 quella del primer recuerdo. No es slo el tiempo lo que ero- siona y debiliaelreeuerdo, La memoria ce una constuecin, sti siempre “filtrada” por ls conocimientos posteriormente adquividos, por la reflexion que sigue al acontecimiento, 0 por otras experiencias que se superponen a la primera y mo~ Aifian el recuerdo. El ejemplo clisico es, una ver ms, aquel de los sobrevivientes de los campos navis. La narracié de la experiencia vivida en Auschoitz por un ex deportado judo y comunista no es frecuentemente Ia misma seguin sca hecha antes © después de su ruprura con el Partido Comunista. An- ” Enso Travers tes, durante los aos sesent, este sobrevvienteponta en pric mer plano suidentida politics al presentarse como un depor- tado antifascist. Después, durante los afios ochents, €l se ‘considerabs en principio como un deportado judo, persemu- dd en tanto que judo y testigo dl exterminio de los judos de Buropa, Desde luego, entre esor dos textimonios realizados por ls misma persona en dos momentos diferentes desu vida, Seria absurdo distinguir el verdadero del falso. Los dos son ‘verdaderos y auténtics, pero cada uno manfista una parte ‘de verdad fltrads por Ia sensibildad, la cultur,y también, se podria agregar, por ls representaciones ideniaria, incluso deoldgicas, del presente, Eo resumen, la memoria, sea indie ‘dual ocolectiva, es una vsin del pastdo sempre mediada por fl present. En este sentido Benjamin definga el procedimien- ‘de Proust como wna “presenifiacién” Vergegerasrigung) (1977: 345). Ms reciensemente, con un sentido similar, Fra ois Hartog acus la nocion de “presentsmo” para descrbir {una situacion en la cual “el presente se tansformé en hori- zonte’, un presente que “sin fuaro y sin pasado” engendraria ‘ambos permanentementesegin sus necesidades (2003: 126). “También Ia historia, que en el fondo no es sino una parte dela memoria, como lo recordaba Ricoeur, se esribesiem- pre en presente, aunque pase por otras mediaciones. Pars ‘exist eomo campo del saber, sin embargo, ella debe eman- ‘Giparse de Ia memoria, no rechazindola sino poniéndola 2 distancia. Un cortocireuito entre historia y memoria puede tener consecuencias prjudiciales sobre el trabajo histrico al ‘ransformar al historiador en un simple abogado de a memo~ rin oal hacerle perder de vist el contexto més general con el ual esa memoria se vincula, Una buena ilutracion de este Fenémeno exté dada por el debate de estos tltimos aos ai ddedor del problema de la “singularidad” del genocidio judo (Traverso, 1999). La ierupcin de esta controversia en el teritorio del is- toriador conduce, inevtablemente, alos caminos de la me= _mora judi, a su emergencia en el eno del espacio pblico y Hinariay memoria ws 1 inereeni om a pectin tdiiondes de investi Fria (pblccion de nblogaing, cesn de acivos ‘Sdivnales que ene los tettinonos deo sobreen- __ tsdeloscampos, ete). $i al "contaminain® dela itor (gals por lr memoria te ba revwlado exremadamenc Fc, llo no debe sin embargo cela na const clin metodligica in banal come exci ster, que I temorianguria I istry en la medi en que dae proundamene sbjetva, selec, ecsentemente espe Sons dels diincionseronlopics, iafrete a sr consrsecones de conju +e toainasions lbs Su perepin del pando es redicblemence singular Al dene el histiador ov mds que una cups dentro de un rosso, quan speto deen Cairo compo y dinamo “Tesigo pede capearaan sonnets cals el ss Simic dona vida Hhisoradoe puede dear naar Yer fo conserva de hit Ste qu Son has quedecendn te, sabe qu eS quc los ob trv pariprt en una selec y quel gran mayors de Us gus dees foto no enen snes me gue aguas bo ta de vid. Aun tego, oo Te dr tntho ms ere Corda senaciones acon, tides, oor, clr, a ‘ley cl desconlrodel eine acon aig Ae ogo sje estado en sondione orl, qs itv des hmenes de los restore, En oes tn tos conju de migeesyrecverdo sneer n= foley complements inser al Ritiador sno es. Parr dn lt «ptr, fens de una erpata ncom Fare con qu pd haber ei el wstige La fod Ss Hfing sera Ton oor del ioral na ving ‘enim prs paren, amigo on cmaada dep Si, efor voc soo undo sirlutaments nie. tie aherador econ cu ingen rors it SegiedRraceuer sno ana read no eed (nr) otcrer 197732 1601) Bconfnto deers rece theo ue pr dea mtorn ai, sa memoria que %6 Enzo Travers €l hisoviador no puede ignore atoms mismo esjo- te y que debe esperar qu debe n anc sea posible, et lorry comprender, per la cal no debe sorter: No Sone el derecho de tanafonnar la sogslandad neitable y Telia dee memoria en in pla norma de ese rade itor, Su rea cone mds bien en orb on Sigulidad dla experienc veda enum content hseicn ‘ota para ntenarcon ello ecreer es cases, as cond Sones, ects I tna de conju. Esto signe sprender dea ncmori pero tombién p+ sara por el tamis de une vergcaion bjtv, emp, Alocumensly Hts stalando ster ecesao ss coma: sioner ys tampa Si hay oa singular ssf Je a temo aul del storia ser Sempre roe (Chat sont, 199487). ara jo pole, Auschet signs 0 teribements ic Ia denparicn del wives manana, Social yeu en el esl he nacido, Un hitonndor qu no Togre comprender eto no pod jams ecrtarun bac vo sobre Sof, pro el etkado te su invesgcién no srt pars nada mej cae a conclstn “cone lo hace, por Ejempl, el soir norteamercano Seven Kat (190). ae el genciio uo sera ico de aston Sogn Eric). Hobibewm el hioiador no dee usar scape demtrain “Un o deieds le jus os negrsnoreamercanoy os gees, aes ser To proleron als homens) so abet Serna buen historia, sng piers econforar a ules Is prctinen” (997727) hstonadores gus ibe inna ints oles, fecuetemente ny il eco tir dl jo eqlibo ense empata y dsunei, enue a) Ico de Snr ps ope Sra geen Hiseri ” [Ua pana aNTINOMICA Eidenemeis nose ata ops de mane me cena ampla guna de literstur sobre la materi tna m= ‘Soc nila eh apie “ci” y rion del Ttoridor como tent a hae, hace slgonos as, Mara Brogat ens corespondendacon Sal Eredander (1988). i hisoridor so aj enero ena cls tote de maria abigo dsl mandanl uo ytampoco vive en una Claar regards largo de ls psioner del mundo. So- frelon condconententoe den contest soil, clr y ficial no eee aa nlvencas de aus resets perso thle ni sun saber heelado-condsonaenor inen- Gas de los cules puede intenarIberane + mevés de Un ‘Sfuro de danni etn, ero mines part dea negacions Desde ext penpecta 5 tarea no conse en Cats desipemrla memos -peronl,ndidulyeslect= torino eh insrbiraen un eonjunto hii mas vaso. Po est eae bso dl hora dor hy snd, na pat tc de omen qu rena ales i sprosimais, el traminto desu jo de inverigatn do cl ite ‘spor debe scr coneente Eien, 20). nou ora Hier Te Last Things forthe Lat (196), Siegfed Krvcuerproponia dos metfras del stoidor La primers a dj rt, rei a historioga po Sittisa: Como ocurre en-Tunes memoriowo, el heroe del Elie eto de Bone, Abr en blared fos eontnencs ye pecs, no po dar nada y eaba Condenao s dels sn cnn cargo es aro der Cuero meron vu del psa dl eal er el guard i fie Objet decompasién, no encarabe sido alguna, ninguna menona vrs educa, sino slamente Un emp eronolgicoy veto 569 157) La segunda me ts el erase podria deir bien dl exranjr 3¢- fin deli de Georg Simmel remit Korie Sno Sigur decreed Como el eliado que et 7” Enzo Traverse tensionado entre dos pafses, su patria ylaierra de adopcin, cl historiador esti dvidido entre el pasado que explora y el presence que vive. As esti obligado a adquirirlacondicién de extraterritorial", en equlibro entre el pasado y el presente (bd: 83; Simmel, 1983). Como el enliado, que es siempre un ‘outsider en su pals de recepcin, también el historiador opera ‘ena inersién en el pasado; pero del mismo modo que el ex- liado puede familiarizarse con el palsrecepror y tener sobre su vida una mirada particularmente agoda, la ver interior y ex~ terior, hecha simultineamente de ahesién y distneiamiento, clhistoriador puede ~no es la norma, es uma virtwlidad- co” hocer en profundidad una época determinada y reconstiuir de ella los caracteres con una claridad mayor que sus contemn= porineos. Su arte consiste en reducir al miximo la carencias «que prodice la distancia yen extrser el mayor beneficio de as ‘ventas epstemalégicas que de all se derivan, En tanto que "pasante” extraterritorial (Greneginger), el historiador es deudor de la memoria pero actin a su Ver 30- bre ella, porque contibuye a formara y a orientarla. Prec- samente porgue no vive encerrado en tna torre sino que participa en la vid de Ia sociedad cv, el histortdar contr- bye la formacién de una concienciahistrica, y entonces de una memoria coetva (una memoria no monoltiea, plural ¢ inevitablemente conilieiva, que recorre el conjunto del ‘cuerpo social). Dicho de otro modo, este tabsjo contibuye & Forfar exo que Habermas (1986) denomina un “uso pablico ‘dela historia” (offne Gebrouch der Gerchicbe), Se rata de una ‘constatacién que no hay necesided de subrayar los debates alemanes en weno del pasado nai los italanos alrededor del pasado fascist, los fanceses sobre el pasado vihista y colo- rial los argentnos slededor de la dictadura malta, supersn Tangamente las froneras de la invesigacién histrie. In den les medias de comunicacién, de la prensa la television. La cElebre formula que defini a nazismo como “un pasado que pasa" se reflere ala sociedad alemana en su conjunto, no solamente al trabajo de los istorisdoces, | | Hinoriay memoria ~ El libro de Ludmila da Sil Cala No bab flrs en bt tuba del pasado, La experiencia de recnstrucin del unde de fax ‘miiaresdsapaecides (2001) me parece un buen ejemplo de in- vestigacién hisérca que hace de Ia memoria sa objeto al inseribirse conscientemente en un contexto sensible donde, “de manera inevinble, participa de un wso plblico dela histo ria. Inentemosdestacat fos componente de elo, Primero, la historia oral, pues la autora ha realizado una investigacién tnre fale (padres, hijos, hermanos y hermanas) de de- ‘spurecidos de La Plata una cluded donde Ia represién de a icedara milo foe particularmentevirulenta y extendida Se rata del relato de los fimiliares de su miedo, su esperar ‘ay sv espers, dea rabia, sv corse, 8 necesidad de sctuar yd sualvio luego de cada pequefs acién pblica, Segun- Go, la historia politica: e6mo los familiares comenzaron 2 lorganizase,cémo encontraron la fuerza para atuarpoblic ‘mente, para inventar formas de locha (denunea, contra.in- formacién) ysimbolos (l patel, etc). Cémo esis acciones respondian 2 un jmperativo moral, auna necesidad personal Ya6mo se transformaron en‘un movimento polfeo con un ‘plo impacto sobre el conjanto de ls sociedad civil, Cémo las madees y 2 veces las abuelas, quienes eran amas de cas se transformaron en las ideres de un movimiento de la so- edad civil contra la dictadura militar. Junto ala historia oral {yla historia politica, la anopologtay a psiclegi: un estudio tobe el sufimientoy sobre la imposibilidad del dueo liga- dos a Ia desspariién, Los familiares saben que ls desapare- ‘ios estin muertos, pero no peden considersrlos como tales porque sus everposjamis fueron recuperados, de doa- de se derivan las expecficidades, inchuso la ereatvidad, de ‘una rememorscién que acompafs ese duelo ala ver intermi- rable e imposible: las marchas de las Madre, la aparicin de los pafueos, las fotos de desaparecidosen la prensa, el aco so" alas autores, la apertra de archivos, los procesos ja dials, In bésqueda de los cuerpos de las vitimas, los “ecraches" ante ls cis de los torturadores ete. Una reme- 0 as Traverse ‘moracién profundamente anclada en el presente, como lo prueban las madees y los hijo que apoyan los piquetes de de- socupados pues la cha de los pigueteros por la "dignidad Inumana” es la misma que lade sus hijos y padres asesinados por ladictdura. He aqui entonces un libro de historia don= Ae el objeto es Iz memoria individual y colectva, un libro tanto més logrado puesto que, incluso entrindo en empata, con los testiges, la autors no identifies con ellos ni preten- dd hablar en su nombre, sino que guarda siempre una dstan- ‘Tiewo HisTONCO ¥ TIEMPO DE LA MEMORA La historia y la memiria tienes sus propiastemporalida- des que, repetimos, se entrechocan constantemente sin legar 4 identifiarse. La memoria es portadora de una temporal- ddadcualtaiva que tiende« poner en cvestign el stint de 4a historia. Benjamin nos ha dada wna ilustracion de ello en sus tsi "Sobre el concepto de histori", En la tesis XV, evo ‘ca un cutioso episodio de la revolucién de julio de 1830: d= trante la noche, luego de los combates, en muchos lugares de Paris, simoltineamente, haba gente que disparaba sobre los ‘elojes, como si quisiera detener el dia (1977: 259) La tem= poraldad de la revolucin la de 1789 habla introducide un ‘nuevo calendario~ no era aquella mecinia y vaca de los te- lojes, sino més bien, precsaba Benjamin, aquella del recor- dar, aquella de la revolueién como acto tedentor de la ‘memoria de los vencidos. En sus comentarios las tesis de Benjamin, Michael Lowy muesta una imagen sorprendente- mente homéloga la de los insurgents de 1890. Es una foo fechada en abril de 2000 que muestra indigenas dsparando sobre los relojs de as conmemoraciones oficiales del V Cen. tenario del descubrimiento del Brasil 2001: 105-108), La memoria de los oprimides no se priva de protestar conta el tiempo lineal de la histori, Historia y memoria a Para tomar impulso, I hiorioraaexge na toma de disanci ama sepuacd, ins una rptrs con el puedo, {Teor nh concen desiscontporney loa omtsin esencal que permite proceder una hore, {5 deca pests en perpectv stra del pasndo so Sowden por ls fects sins (pr sjemploen Eo- Zep, 1914, 1917, 193, 1985, ee) que poram ample aleja~ Inenco temporai Aexta_ditanci engendads por ana fRptosconteponde,srmalent la acumulal6n de cer En prenias mts dla investgacn, entre Is cals, th primer lugar encuentra a contin yn apertura de Stehivon pros ypiblicos. Age of stromes. The Sort Ex Cony de Erte). obshnrn (19) ofa abr cole see se dr cmmioe repy Grepe 200) na he win pid apareer antes def rapa de 1989-1991 (en principio cla dlr deer, hogo el dexplome de TPORGS. Un tbsj plonero coma sl Briar del ane de Letn Polak (195) impliaba no solment el Br dela oeray inetd dl nario, sino ambi Ia pobilidad de caster lv ats dele procesos de Nirenberg. Pas cs friir un libro de historia que no sea solamente on tabsjo Silado de erin, = necnrio bin una demanda s- Sia pli neal senda la inesccin que eonecta la invesgoidnhstrea con Tos records dels memoria co- lenin Es por eo que The Deacon of European Je de Raul Hilberg (985) no to sno un deb impact y perms noc ca invert en cl momento dea primera edi tn 1960, ydevno en canblona air Je referencias part 4 los ahr ochens i memoria, por su pare, dende a stavesar vais eta- pas, que de seuedo con el ode propurto por eary Rotsan en Le ymdrme de Vib (1990), potran describe dela siguiente mane en printpiohayunaconecimiento Siriteniv con fequenca un esumads, dexputs una fase derepresion (xfulmend) ie ert tarde 0 temprano Seguida de una inevitable aaronsis(l"etorn de oe 2 Enso Treverse primido”), que puede, quizis, converse en obsesién. En el aso del regimen de Viehy, exe esquema corresponde as gue- vy ala Liberaci6n ala represin de los aflos cincuenta y sesenta, ala anamness a partir de los ais setanta, en fin 12 ‘obsesdinaetl*En el eso alemén: la Sculdfrage (probleme dd a eulpa) de Jaspers en 1945, la represin dela era de Ado- rauer, enfin una obsesién del pasado que alcanza sy punto culminante eon Ia Hinorkerre, el debate Goldhagen, la po- lemiea Bubis- Walser y la exposiign sobre los crimenes de ls ‘Wehrmacht La historiografiaha seguido,graso mado, el reco- rrido de la memoria. No seta difell mostrar que a produe- ign histérca sobre Vichy y sobre el nazsma hs conocido un impalso en ef momento dela anamnnessy a aesnzado un pi- ‘co durant la fate de Ia obsesén, Ella ha sido alimentada por ‘eras etapa su Yer, ha contribu a conformarias Sin em- ‘argo, esa correspondeneia no es linet, a temporalidedbis- ‘rica y lade a memoria pueden también entrar en colisin y prodiucir una especie de desineronizzci6n. -Eleaso mas significative y parad6jco, me parce, es aguel de a recepeign del ensayo de Hannah Atende sobre el proce- so Bichmann en Jerusalén cayo subsftulo, la “banalidad del mal” (1977), suscité un escindalo, Ese proceso fue precisa- ‘mente un punto de vrs que poni fina un largo periodo de ocaltamiento y de olvido del genocidio judo y comenzaba un retamo de lo reprimido, Por primers ver, el judeocidio de- venfa un tema de refleién para la opinign publics interna- onal, mucho més alld del mundo judio. Fue también un ‘momento eatirtico de liberacién de Ia palabra, cuando un gran nimero de sobrevivientes dela exterminacion nazi se Presentaron en el proceso para testimonia, As, en el mo- ‘mento en que el mundo tomaba conciencia de ls ampli det {genocidio judio, que spareefa entonces como un crimen Imonstruoso sin precedentes, Hannah Arendt focalzaba si sirada sobre Fichmann, un representante tpico de Ia buro- 1 Sobre ea ifrentes tps, atin Ri, 2000582 Hari y memoria 8 4 Logue condo x Gages Duy tl vex dune nes un poco pe co acer qu a mein de rnd rine mai) por ‘Soc tos ners tess en Tos eso qu en ane” (0991.75, 2 noe Traverte sosatanreteremn deanna Sentaron «la convocatoria dels juss vain Lo hero feria awa met dar aasentes tno de nal proce eo del elle eerie Seether molar Scien eeracme aeige ce ‘hacen hoy, en Chile, los sobrevivientes de la dictadura de Pi- re ree eee Hiriay mamaria 8 las contraicciones que de alt se derivan. Ea Ie interseecin centre la historia y la memoria, es I poi (Bensad, 1999). Brtioceais cheat, G. (202), Le bc der brbarin,Beuslas, Complexe ‘Amr, Jean (1977), Jone von Sebald sd Sub, State, Ket ‘Cots, ‘Arendt, Hannah (1977, Bihmann in Jeralem, Nuera York, Pen uin Boos Barich, Mare Olver (199, “Proct Pspon: impress dau- ‘iene, Le Day, w* 102, pp 11-16. Benjamin, Walter (1977), Iumintionen. Asrgeite Sbrifin 1 Frankfar/M, Sohrkamp. ‘ent, Daniel (1995), Qa et e jag? Pr en fr oe iba 1 Hite, Baris, Paya erg, Niclas 2003), De laud he edeuthen Hiri ‘rjrmhang wed Erienrung, Gting, Wallsten Bloch, Mare (197), "Lanaleehistorigus, Aplgepur bir, Paris, Armand Colin Browat, Martin y Seul Friodlinder, “Um die “Histovserong des ‘Nationalist’. Ein Brefwechel, Virtebrese fr Zags, 0°36, 1988 (fe. "Sur Thiseorsation da nator ‘alocilie, Echange de ltrs", Ballets mimeariel dels Fondation dub, 24, 1990, pp. 3-80. (Care, Edward H. 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Historia reciente de pasados traumiticos De los fascismos y colaboracionismos europeos ala historia de la tiltima dictadura argentina Dante Lvovieet! La comparacién de los modos en que dstnta sociedades dan cuenta de sus pasados de naturaleza traumatica permite ‘stablecer homologias~aunque no equiparaciones—entre los ‘mismos, identifier los elementos comunes a los diversosc3- 505 y las variables expliatvas mas relevantes, eiluminar los aspectos difereniales que particularizan el impacto de cada ‘ona de las erayectoris consideradas, Al referimos alos modos en que las sociedades dan cuenta de su pasado abarcamos tanto el lugar que oeuparon las repre- sentaciones de aquel pasado en los debates inteectules, como lag claboruciones de las distintas memoras en puna sobre él, yl produccign historiogréfca en sentido esrict. [En este capitulo considersremos las formas en que en dis- tintoseasos nacionales estas diversas instancas se vinewlaron. ‘Un recortido analiico por estas trayectrias permitiréechar Juz sobre las peculiatidades, los limite y los dilemas que atra- ‘esa la construceién de una historia de la diceadurainstaura- dds en le Argentina en 1976, y contrbuird a delimitar Ia ¢ 1. Uae pute mnporate de tistics Bran gras una ect de FanacnAntrchs

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