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mal llamada comn ya que muy pocas cosas nos son comunes hoy en da, se
est atacando directamente a la religin cristiana y a la Iglesia Catlica, que
han sido el fundamento de sus races histricas.
Alguien nos puede llamar exagerados. Pero la poltica de Occidente
consiste en dar paso a un relativismo liberal, vaco, acomplejado y buenista,
para el que todo vale, que le va poniendo la alfombra y preparando la llegada a
la revolucin. Luego se les llena la boca diciendo que hay libertad religiosa,
cuando eso es mentira, hay libertad para todos excepto para los cristianos.
Para los musulmanes y otras religiones todo son facilidades para abrir
mezquitas e imponer sus costumbres sobre los dems, para los catlicos,
burlas, insultos, desprecio y blasfemias. A eso no se le puede llamar libertad,
eso tiene otro nombre, se llama persecucin, se llama odio. Odio a todo lo que
huela a Cristo y a su Iglesia.
Y por todo ello encomendamos nuestras oraciones cada ao desde
Bocairent en este humilde, pero autntico, acto cristiano y Carlista, que nuestro
querido y aorado Rey Carlos VII, cre, para que nunca les olvidemos y para
que seamos conscientes y tengamos muy presente cada generacin de
carlistas, que la persecucin an no ha terminado. Y no perdamos de vista que
esa persecucin religiosa, lleva implcita una persecucin social, una
persecucin econmica, una persecucin moral un ataque a lo ms sagrado de
nuestra sociedad, a la vida y a la familia.
Recordando a quienes nos precedieron y resumiendo sus cualidades y
deberes, S caballero si tacha, Espritu disciplinado, Esforzado en el servicio,
Celoso de tu reputacin, Voluntario para el riesgo, Intrpido, e Incapaz de
pactos con sacrificio del Ideal, etc. etc.
Estemos preparados para dar testimonio desde la unidad de todos los
carlistas, con la valenta y la dignidad que nuestros antepasados y nuestros
hermanos en Cristo del siglo XXI, lo hicieron y lo estn haciendo, ante la
amenaza una vez ms, de la revolucin.
Tenemos una gran responsabilidad histrica, llamemos a nuestras filas
no solo a los carlistas que estn en sus casas, sino a todos los espaoles de
bien, que estn dispuestos a defender los principios de la tradicin de la
Espaas, sus fueros y su religin.
Viva Cristo Rey.