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Quiero perpetuar a estas ninfas, con sus pieles doradas, su penetrante olor

animal, sus sabores tropicales. Son aqu lo que en todas partes, lo que siempre
han sido, lo que siempre sern. Ese adorable Mallarm las inmortaliz, alegre,
con su vigilante amor por la vida y la carne.
Paul Gauguin, Diario ntimo, Buenos Aires: Ediciones del Prtico, 1958,
pg. 180.
Civilizados! Estis orgullosos de no comer carne humana? Sobre una balsa
la comerais ante Dios, invocndolo, temblorosos. Para compensar, comis el
corazn de vuestro vecino todos los das.
Paul Gauguin, Diario ntimo, Buenos Aires: Ediciones del Prtico, 1958,
pg. 181.
He visto a un jefe nativo, que habra sido rey de no existir la dominacin
francesa, pedir uno de sus hijos a un colono blanco, casado con una mujer
blanca. Por el derecho de adoptarlo estaba dispuesto a dar al padre, en pago,
casi todas sus tierras y quinientas monedas que haba ahorrado.
Los hijos son aqu, para todos, la ms grande ddiva de la naturaleza y todos
quieren adoptarlos. Tal es el salvajismo de los maores que he elegido. Todas
mis dudas han desaparecido. Soy y seguir siendo esta clase de salvaje.
Aqu no se comprende al cristianismo felizmente, a pesar de todos sus
esfuerzos, unido con las leyes civilizadoras de la sucesin el matrimonio es slo
una ceremonia simulada. El bastardo, el hijo del adulterio son, como en el
pasado, monstruos que slo existen en la fantasa de nuestra civilizacin.
Aqu la educacin se lleva a cabo bajo la amplia luz instructora del sol (). Las
nias, sonrientes y libres, pueden dar a luz tantos hijos como deseen.
Paul Gauguin, Diario ntimo, Buenos Aires: Ediciones del Prtico, 1958,
pg. 181.

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