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Oriental
De la luna a los reflejos,
a lo lejos
rabe torre se ve,
y el agua del Darro pura
bate oscura
del muro el lbrego pie.
Susurra el olmo sombro
sobre el ro dando al odo solaz,
y en los juncos y espadaas
y en las caas,
susurra el aura fugaz.
Se abre en la arena amarilla
de la orilla
vertiendo aroma la flor,
y las plumas de colores,
en las flores
estremece el ruiseor.
Vierte en gotas cristalinas,
peregrinas,
el roco su cristal,
y en cada perla de plata
se retrata
el alczar oriental.
Descorridas las sombras
celosas
del calado torren,
est en la rabe ventana
la sultana
murmurando una cancin.
Y en la atmsfera serena,
libre suena
la melanclica voz,
y abajo, en la yerba verde,
al fin la pierde
con la rfaga veloz.
Y al comps de su garganta
raudo canta
contestando el colorn,
saltando entre los galanes
tulipanes
del esplndido jardn.
Y al rumor del dulce trino
peregrino
de arpa, bella y ruiseor,
odo prestan atento
agua, viento,
olmo, alczar, campo y flor.
As la mora deca,
y responda
en la rama el colorn,
y esto el moro la escuchaba,
que velaba
receloso en el jardn.
Danme el nimo de un moro,
perlas y oro,
y coronas en la sien.
Dime, flor, a mi ventura
y hermosura
lo que falta en el harn!
Danme chales los califas,
y alcatifas,
y guirnaldas en la sien.
Dime, huerto, a mi ventura
y hermosura
lo que falta en el harn!
Danme baos y festines,
y jardines
que me mienten el Edn.
Dime, ro, a mi ventura
y hermosura
lo que falta en el harn!
Transparentes como espumas,
danme plumas,
y atan velos a mi sien.
Ruisenor, di a mi ventura
y hermosura
lo que falta en el harn!