Despus de un da largo de caza, un len se hecho a descansar debajo
de un rbol Cuando se estaba quedando dormido, unos ratones se atrevieron a salir de su madriguera y se pusieron a jugar alrededor depronto, el ms travieso tuvo la ocurrencia de esconderse entre la melena del len, muy malhumorado de molestar su ciesta, el len atrapo al ratn entre sus garras y dijo dando un rugido: Cmo te atreves a interrumpir mi sueo voy a comerte para que aprendas la leccin! El ratn estaba tan asustado que no poda moverse le dijo: Por favor no me mates. Yo no quera molestarte. Si me dejas estar eternamente agradecido djame marchar porque puede que algn dia me necesites. ja, ja, ja! Se ri el len mirndolo- un ser tan diminuto como tu de de que forma vas a ayudarme no me hagas reir!. Pero el raton insisti una y otra vez hasta que el len conmovido por su tamao lo dejo marchar, unos das despus mientras el raton paseaba por el bosque oyo unos terribles rugidos que hacan temblar las hojas de los rboles. Rapidamente cori hacia el lugar y se encontr all al len que haba quedado atrapado en una robusta red. El raton, desidido a pagar su deuda le dijo: -No te preocupes, yo te salvar. Y el len, sin pensarlo contest: -eres tan pequeo para tanto esfuerzo. El raton empez entonces a roer la cuerda de la red donde estaba atrapado el len, y el len pudo salvarse. El raton le dijo: -Dias atrs, te burlaste de mi pensando que nada poda hacer por ti en agradecimiento, ahora es bueno que sepas que los pequeos ratones somos cumplidos. El len no tuvo palabras para agradecer al pequeo raton desde ese dia, los dos fueron amigos para siempre.