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ROL DEL DOCENTE: elemento esencial de análisis en el

proceso educativo.
Role of teachers: an essential element of analysis in the educational process.

Teresita de J Martín M
Universidad del Sur

Resumen:
El conjunto de transformaciones sociales, culturales, políticas y tecnológicas, constituyen
razones poderosas que demandan reflexionar respecto a la función del docentes como
parte modular del proceso educativo, mismo que le corresponde llevar a cabo la
extensión de una educación de calidad, en la cual toma gran relevancia el papel del
docente como guía, coordinador, gestor de conocimientos y de cambio, de reconocer sus
habilidades y destrezas en la formación y educación de los estudiantes, así como de las
deficiencias que se manifiesta en su labor docente, reflexionar, modificar y perfeccionar
su rol para mejores resultados, y de esta manera, contribuir al cambio que demanda el
proceso de transición hacia una sociedad socialista, democrática, participativa y
protagónica.
Palabras clave: Rol del docente, proceso educativo, reflexión, participación en sociedad.

Abstract:
The set of social, cultural, political and technological demands are powerful reasons to
reflect on the role of teachers as a modular part of the educational process itself that
corresponds to undertake the extension of quality education, which takes great
importance the role of the teacher as a guide, coordinator, manager and exchange
knowledge, to recognize their skills in training and education of students, as well as the
shortcomings evident in their teaching, reflect, modify and enhance its role for better
results and thus contribute to change demanded by the transition to a socialist society,
democratic, participatory and protagonist.
Keywords: Role of the teacher education process, reflection, participation in society.
Introducción:

Rol del docente y la importancia de la reflexión en la labor.

Considerando la importancia que juega la función del docente, es vital


que en todo proceso de análisis de la educación, se considere la función
de éste como guía en la educación y formación de personas activas, que
participen en las transformaciones urgentes que demanda nuestra
sociedad mexicana. Analizar como se lleva acabo esta tarea en el campo
de trabajo, es urgente y necesaria para retomar los aciertos y modificar
los elementos defectuosos, con el objetivo de planear la acción para un
mejor futuro.

El panorama del contexto histórico actual, con la globalización de la


economía, la destrucción del medio ambiente, la delincuencia y drogas,
el alto índice de pobreza, violencia, etc., son elementos que demandan un
urgente cambio de paradigma en la educación, donde el docente éste
consciente de su función primordial en la escuela y de las repercusiones
posibles del estudiante en su entorno social.

Por consiguiente, como docentes ¿qué papel le corresponde llevar a cabo


para esta transformación social a través de la educación y formación de
nuestros niños?, es urgente ponerle atención a la realidad social,
política, cultural y tecnológica en la que nos desenvolvemos, y de ahí
partir para innovar la vida del aula y de la escuela, para la transformación
social que demanda nuestra sociedad.
Desarrollo:

El docente, es un ser profesional, con principios éticos, conscientes de la


importante labor que desempeña, totalmente comprometido con su
práctica diaria, con una constante reflexión sobre su hacer, traducido a la
precisión de: intenciones o propósitos, las acciones y la evaluación, así
como la constante práctica de la investigación en el desarrollo y accionar
del proyecto educativo, “un ser capaz de justificar sus acciones en la
racionalidad, considerando siempre su experiencia, los principios que
posee, sus capacidades, alcances y limitaciones, sus conocimientos y sus
estrategias didácticas” (González, 1999).
La reflexión y estudio continúo de las prácticas concretas de enseñanza-
aprendizaje, son de vital importancia en la labor docente, ya que tiene
como finalidad de hacer los ajustes y/o modificaciones en el diseño
(rediseño) a partir de los resultados que emanen de la práctica cotidiana
en el aula.

Como docentes es relevante favorecer en los estudiantes, destrezas para


aprender, tácticas, estrategias y conocimientos prácticos que los preparen
para adquirir habilidades para resolver problemas, que promueva en sus
alumnos el pensamiento crítico, creativo y reflexivo. Propiciar un clima
que favorezca y estimule el desarrollo de experiencias de convivencia y
aprendizaje entre el docente y los niños, así como situaciones en las que
cumplan funciones específicas, es decir, que les ayude a comprender para
qué sirven y en los distintos momentos que podrían aplicarlo, “promover
la igualdad de oportunidades de acceso al dominio de los códigos
culturales y de desarrollo de competencias que permitan a los niños del
país una participación plena en la vida social. (PEP 2004).
La escuela, es un espacio que le brinda al docente la oportunidad de
apoyar las relaciones interpersonales, en los que se propicia la
comunicación, asumir responsabilidades, reflexión, resolución de
problemas, etc., factores que influyen en el desarrollo de competencias
sociales, propiciando individuos reflexivos y participativos, con capacidades
de intervención y contribución en sociedad de una manera segura,
creativa y participativa, “ La escuela debe cumplir su papel en la
preparación de jóvenes que participen en el espíritu de foro que
caracteriza la cultura, de negociación, de recreación de significado... un
papel activo como participantes y no como espectadores amaestrados que
desempeñan sus papeles estereotipados de acuerdo con una regla cuando
se les presenta la clave apropiada”. (Jerome Bruner).

Asimismo, es de suma importancia, que le otorgue reconocimiento a los


valores y la aplicación de ellos, ya que en nuestra sociedad cada vez se
observan situaciones en las que existe un demérito de las mismas, por lo
tanto, es función del docente de retomar y propiciar aprendizajes que
fomente y colabore en la formación y ejercicio de valores para la
convivencia, las virtudes ciudadanas, los valores cívicos, la responsabilidad
y la solidaridad. Una educación con valores de vida es básica y elemental
para lograr una educación de calidad, por consiguiente el valor es
considerado como; “la parte constitutiva de la propia realidad social, nos
permite abordar su tratamiento en relación con la significación entre los
distintos procesos o acontecimientos de la vida social y las necesidades e
intereses de la sociedad en su conjunto". (Fabelo 1997).

La función como docente, es cumplir propiciando aprendizajes concretos


en los estudiantes, donde puedan vivenciarse prácticas sociales e
intercambios académicos que induzcan a la solidaridad, la colaboración,
los valores, actividades de conocimiento y cultura que promuevan y
estimulen la creatividad, reflexión, búsqueda, crítica, iniciativa, la
participación y creación. Teniendo como resultado individuos con
nuevas actitudes, habilidades, destrezas y conocimientos, mismos que
permitan y dirijan hacia nuevos espacios para la recreación y la
imaginación, nuevos procesos de formación, educación y gestación de
conocimientos, de conducción y evaluación continuo del proceso
pedagógico, de valorización del estudiante como ser individual y social, así
como un alto nivel de compromiso para la integración y participación en
sociedad.
Conclusión:

Mediante un proceso de análisis y búsqueda de alternativas, provocado por


el proceso reflexivo, el cambio surge a través de una nueva descripción de
la práctica, en la que se explican las insuficiencias de los anteriores
compromisos teóricos y se trazan nuevas y mejores vías para la práctica.
Este compromiso reflexivo permite asumir una postura crítica, que debe
contribuir a la educación-formación de estudiantes con una visión de la
realidad y las habilidades y destrezas necesarias para su intervención en
su medio.

La visión pedagógica de nuestros días nos exige ver a los estudiantes


como sujetos pensantes, analíticos y capaces de procesar la información
para aplicarla en la transformación de su entorno, tenemos en nuestras
manos a un ser humano y como tal con la facultad de colaborar, apoyar,
participar o influir, en su educación y en su formación, alcanzaremos
comprender la esencia de nuestro compromiso docente que radica, no sólo
en nuestra formación, sino, fundamentalmente en las tareas desarrolladas
diariamente en el aula enfocadas a lograr la generación de un cambio
conductual de participación y reflexión en sociedad.

Es necesario tener una visión innovadora de la vida, romper con los


esquemas tradicionales que cohíben a las personas de la facultad de
construir el pensamiento crítico y reflexivo, y por lo contario, formar a los
estudiantes, a partir de su propia participación, interacción y reflexión con
sus similares en la construcción del conocimiento, por lo tanto, es
nuestro deber orientar a los estudiantes desde pequeños a ejercitar el
pensamiento crítico a través de la reflexión y el diálogo, a tomar
decisiones y aceptar sus consecuencias naturales, a explorar como buen
ciudadano el presente y tomar acción para mejorar el futuro.

Representa un desafío profesional el romper paradigmas, pero es de


importancia analizar y modificar las que sean necesarias para mejores
resultados educativos, mantener una actitud de constante observación,
indagación y actualización de la labor docente.

Por lo anterior, la función del docente es relevante en el proceso


educativo, ya que debe tener capacidad de análisis de la realidad de la
situación social actual, como ser capaz de conjugar de manera adecuada
los diferentes factores que intervienen en el proceso de aprendizaje de los
pequeños, así como tener la habilidad y conocimiento para seleccionar de
manera eficaz los diversos materiales que pueden ser empleados para
desarrollar sus actividades dentro y fuera del aula. Por consiguiente, en
nuestro país, es importante que el docente este consciente de la
importancia de su cargo, de ser entusiasta, creativo, sensible y capacitado,
para cumplir con la función como gestor de cambio y conocimiento,
habilidades, destrezas, etc., Para contribuir al cambio que demanda el
proceso de transición hacia una sociedad socialista, democrática,
participativa y protagónica.
Referencias Bibliográficas

Fabelo Corzo y otros (1997). La formación de valores en las nuevas


generaciones. Edit. Ciencias Sociales. La Habana.

GONZÁLEZ, Capetillo Olga y Manuel Flores Fahara, 1999: El trabajo


Docente, Trillas-ILCE, México.

Jerome BRUNER, La educación, puerta de la culturaVisor, Col. Aprendizaje,


Madrid, 2000 (3 ed) Trad. Félix Díaz, pag. 216.

Programa de educación preescolar 2004, SEP. Principios pedagógicos,


pag. 31.

Anexo:
Teresita de Jesús Martín May.
Lic. en educación preescolar.
Universidad del Sur
teremar05@hotmail.com

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