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4, Cuarta etapa: La penetracién del capital internacional (1952-1970) Esta Ultima etapa se halla aia en pleno desarrollo. Lejos de hhaberse encontrado solucién a los problemas centrales, este parece cada vez més dificil; de abi que esbocemos apenas algunas de sus caraczeristicas més selientes. 1. La formacién del Estado autoritarid yy modernizador) Hsig/Wel stado| peronistd) se desercadend con ef to de Ia coyuntura que habia presidido su génesis) EI precio y la sostenida demanda de articulos alimenticios, que | fe prolongs con I quer de Core, legion brstaments as fin. Por otra pare, a puja entre las grandes potencias se de- finjSrdpdamsenes cx favog Se(Gstadoe Unidas) que cometh | aa cain del ive abla reconstitio fu pledominie Bday eps «ck eis delay ns Begerox Hates Cages sR occa cis ee dst eer pos deo ue ua Ses} Caracterfstica del periodo,de guerra Inteznamente, se asistié a 1a esintegracion del bloaue de po der de la etapa peronista y\ a la(disminucién del margen de maniobra del Estado para mantener la adhesin de Ia clase ‘brera al/pfoyecto politico de dicho bloque. La reduccién en fos benblicies del comercio de articulos alimenticios y a a crisis agricola de 1950-52 demostraron la endeblez del olexporeadon, inapan de segs sree el sacl indusi con is dvs qe genera) y bie de cididamente a los sectores 9 sue 1h oposieiba| Agotado el proceso de sustitucién, le ind — ‘sufrié n0 solo la falta de insumos y de reequipamjento’'sino también el estanca- miento de la demanda— soportar més la dble pole aes a ea 186 at 20D mulé PO cial el gum on bicieron frecipnies eoronces ios i, tas entre ef sector gbrero y la burguesfa industrial) ante los cuales al ee 19 nd pudo seguir pracicando su habitual pol tice de Eevueres ae a toda la crisis del peronismo, La ia = seo ue empezaba a sentir el peso de la if a ajo en hnuelgas) como las de los mesa- a ly fersoviaros; 1a fespuesta aa gia situa, fueron los Congresbs dela Broductividad y [os (esticsulos para disminuir el consumd, La cepresi6n a los sdctores mas combs- tivos, del movimienta obrero no le gan, sin erabargo, el apoyo del pétior propietarid; desde 1951 el zégimen suirifenfrentas ‘mientosfcon sectores militares, a los que debié bacer cada vez ads tein con la Tplesia, Esta flebilidad) ese surgimignto de los partidos de clase medial en espe- Blfalisnd, que tratando de recuperac una fisonowia {que habta perdido’ea la alianza con los conservadores comen- 26 4 combat al pecniazo oe esicones reputadss de “aprogresisas», intentada pot el Estado peronista era “ Ia sinica viable; sin cambiar el sistema, abrir las puertas a las fnversiones extranjerap para poner en ‘marcha nuevamente el crecimiento industrial) La Ley de Radicacién de Capitales y fos contratos petvoleros ceflejaban un cambio de posici6n global frente a Estados Unidos, con el que se habla perdido Ih posibilidad de negociar. Sin embargo, esta politica era difi- Glpenepraccable por un poder tan dismimido y ae vvla tan intensamente sus contredicciones. Estas, mas que el levan- tamjento militar mismo, precipitargn la caida de Perén. Er fsolacin de Jo alias polite) gue To habla sstenads fue, sin embargo, (ends lental en el donglomerado de intereses contradietorios que confluyeton en la Revolucién Libertadora, tun grupo intent, desde la presidencia, reeditar el acuerdo entre el Ejército y Ie clase obrera.t Su’posicién era débil y ya habia pasado el momento en que eso era posible. Répida- mente las distintas fracciones de la burguesia, en las que pre- dominaban os Gestoresagratios tradicionales,reeonstituyeron su dominio} contando con e! apoyo de masas que le brindaban Jos tradicinales partidos de clase media, especialmente la Jan Civica Radic aguda cr ara hacer frente # | 1 Ea sepia tna por el ppd Load ws mite Co trutl Costa 7 ef equipo. miler nacionalista iospinds por a econdmica ori pS ouxinversiones directa freeditar le tancamiento industrial, se adoptaron planes de estabilizacién monetaria, restricciones eae y redugcidn de los gastos Sel Bao, Af lopli 0 po ns la produc. aa spon ala que ee consideraba Lafuente posible Ge cvsan par a facivacidn iui para ello se toprinid “el control de cambios y Ja comercializacién oficial, y se acudié tepetidamente a devaluaciones que operaban una inmediata ttalacda de ingress al campo. Events las lnveriones ate nacionales no se adopté una politica definida, aunque el pais inggeeé al FL y af DIRE La alucién Libertadora puso cl acento en el problema poli- tie ‘epresién del movieniento populer peronist) Esta igida posicién, al tiempo que le enajenaba el apoyo de las Slases medias, provocd el endurecimlento de Ia oposicién gre ‘ial peronista, planteando claramepte el problema que per dduraria a lo les de toda i cannes fof se balleba en una CRRURD a al es nes, a Pula aa slurs tendencas 4 sfrmare'en Laquouméscs volando 4 é jets tanto ddpfovechat log mercadas ‘existented como a Controlar su ulterdbr erecimient El gobietno frondiista intent6 concretay politicamente esa posibilidad que se abria para realizar el(desarrollo de las in-! dustrias bisicas con el apoyo del capital internacional) En las Primetas etapas de su insercién en el sistema productivo na- ional, ese capital actud como reactivante de todos los niveles de Ja economia, estimulando a industrias subsidiarias de las tuevas empresas y ampliando el mercado de mano de obra y sl nivel de ocupaciéa. Se daban entonces las copdiciones pa : i volo elapoyo pal articipacié — populares ea los E| proyecto politico de Frondizi implicaba ese apoyo popular, btenido por la captscién de los votos peronistas a teavés de tun acuerdo ocasional coa los dirigentes; logrado el pades, pro- curé desarrollar las industrias bésicas, como el petrélea, le quimica y I siderurgis, con el apoyo de capitales extranjeros, 188 eee: oniendo el acento en el futeabaetasimients de Patalelamente, se esbozaba un proyecta general de zatién del aparato productivo y estatal} que adaptaria a la ‘Argentina 2 las necesidades de la nueva estructura econémica que se delineabe. Este programa, que adoptaba sacéndolas de su contexto una serie de reivindicaciones progresistas, permitié lograr a Frondiai ura base de sustentacién muy amglia, que forzosamente se fue desgastando a medida que se advertian las reales implicaciones de su programa. Reps inan Efctvanens acc del apt inal seeing | fo alaquellos Gee ible acentu las viejag contradiciones, marge totes indorsed ue babion = fn al periodo de Sistituciones) y gle resultaban ahora faeficientes) frente 3 las agrandes corooraciones; por otra parte, las uayores exigencias dde productividad 91a (alea teenihicacién influtan sobse el at Yelle empleo sfecando las postbidades de absorisn ef roapo de obra s El flujo de capitales setae si remotamente todo fol liblio ¥ Saga! mada a Ia bid’ gobierno nara negocios prestamos) Su llegeda estuvo condicionads, ademés, la rex Tezacign de una politica de estabilizaion monetazia y coaten- Gin del as pico aay adap exo scald por el reemplazo del equipo Frigerio por Alsogaray— que n0 solo Condiconabs las posibidadesretles del desatollo propuesto sino que tenia efectos iamediatos sobre los niveles de vida de las clases populares y ms En estas conioes 4 opel sedis antiga la za con apoyo obrero; el problema politico, a su ver, se agu oe hee eee eT re obrera, que exigia no sélo mejoras salariales sino la legaliza Gién de perontmo, se tradujo en medidas de lucha cal vet tds intensas; tavieron su réplica en los sucesivos plenteos del Ejército, que asumis cada ver mas decididamence el progcama de la moderaizacién y el autoritarismo, Bntre ambos, el go- biemo frondizista apenas pudo subsists ya tiempo, enfren, tando a unos con otros. La de 1962) lalimpovibilided ficial de deszotar al peronisomo en las yroasevd as caida) ese a su fracaso, el isto de Frondizi fue Gl més Icido para ‘pacer frente una serie de situaciones concrecas que planteaba la (aueva cofunnuta del desarrollo capitalists) en esa etapa histérica, Su ismo) pretendfa dar respuesta tanto al problema del estancamiento industrial a aceén de los capi- tales, sus efectos disruptivos y las profundas transformaciones 189 i necesatas para su recepeiéo, cuanto al problema politico, ea cetbado por la marginacién peronista, ue hacia casi imposible lograr el consenso de Iss clases populares para el programa de modernizaci6n. La situaciéa creada durante la. presidencia de Guido mosiré hasta dénde se habtan agudizado las contra dicciones entre la opciéa de Jas Fuerzas Armadas y la de una salida legel, El gobierno de (lid represen:é el imi intenca para salvar el siscema demosrético-representative) La UCRP. una agrupacion de clase media lo suficientemente difasa como para albergar cendencias muy diversas y con cierto respaldo popular, traté de encontrar a forma de incorporar al peronis: smo sin entzegarle el poder y realizar simoltdneamente la obra modernizadora. Fue precisamente en ese campo, en el que intenté una timida aplicacién de la doctrine de ls CEPAL, donde ms incficaz se mosts6 el radicalismo, que recibié und. times eriticas por su leatitud e ineficiencia, La reapariciéa, ea las elecciones de 1965, de la amenaza dei triunfo peronista, {que se agravaba por la radicalizacién de los métodos de lucha a partir de fas ecciones de 1964, precipie6 su caida en junio de 1966. ‘La ctisis era més profunda que Ja meta sustitucién de un Presidente, En sgn, esd fiat dl peronlano habia fe ca 3s Ios intentos politicos paca resolver el doble pro- Petia) ae ace secesaios pare adaptar a la Argeatina a las nuevas condiciones ‘readas pot el funcionamiento del capitaliemo intemnacio 4.4 ez (aula las distnts faciones dominantes co in| blogue ‘s6lido) que subordinara sus oposiciones interio- res y fuera capaz de lograr la aceptaci6n de vastos sectores de la poblaciéa, Bra claro que los gl sgl stems pol ey eater rie letter tatividad) sino que eran incapaces de alcanzar una articilacion de ese ne El nuevo orden politico debia tener en cuenta algunas carac- tergtes capecticas y novedosey dela sizvacon. a nein Ge les grandes corporaclones tivadas y del proplo Estado en la Pct edietaa teat, del coho WiralaEeee necesario frenar [as reivindicaciones salariales de los sectores Poe ere peierrajeacteclsvacrifer Hel candid! cemetery marginaba répidamente a sectores industriales antiguos, a clases medias independientes ¢ incluso a los propios sectores agroexportadores. En funcidn de esto, el (nuevo orden poli- tico debia encontrar la forma de articularse en torno del cay tulsme mogopdice internacional, feceién dominante qug. por otra parte, no tenia representecida politica 190 yo 191 sid + = pI La féllcin) mas cohezente la ofrecié Ja Revolucién Argentina, aque instald’ las Fueress Armadas en el control del jetcido y manejado por eficientes teenéeratas asimilados « fos intecses del capital monopélico)? Elfquewo orden)sedefinis como (autObtt)y 20 aun a costa de’ repetides chogues con Ta liberal, y ssumid lo funcién de organizer poliicamente a las distincas fracciones de la Duzpuesta sin pasar por la mediacién de los partidos politicos. Esta situacién, el reapeldo que le aban las Fuerzas Armadas y el hecho de no tener que some. terse periédicemente a la confrontacia electoral le permitisron defender los intereses mis genecales del sistema aun a costa de Sactificar incereses pecticulares de algunos seciores especial pent eg, como ol eporader, Medace us jugo cop: binado de(represién y sgborno alos secoses més prvilegiacos le ami os aunt pe Daz ¢ incluso pensar en el apoyo de ese Sector para la tarea fandamental? i ees Congelada la situacién politica autoritariamente, la tatea fua- ddementel consistig en realizar las profundas transformaciones necgsatias pace laftbrey eicna accion del capital internacional} El plan de Kriegel Vasena)cortinuado por sus sucesores, puso cl Scena en Ja estebilidad monetacia 9 leeontenci6n de la indlucigah cl es lamiento de los salario} Ia geduccidn del ‘gasto pidblico Is fracionalizacién adminiserstiva y) la clabora- in de todos los nstrumentos legales para la libre accicn de las iaversiones exiranjerai.* x, 2 NORMAS af 2. La aceidn de las invefsiones extranjeras (Desde 1953 el Estado adopté sucesivas poltticas que tendfan cstioular y regular Ia entcada de capitales internacionales| La ey de Radicas 953} propicis las fin : enas dirigidas a actividades miheras e indastriale 2 La relacién ent el estado autoritaro y el capitalise money fa sido exerlestementeanalade por F. Cardoso y . Facto, deneie'y deserollo en Aoeériea latina, Médeo, 1969, ca. VI. SEL 29 de muyo de 1969, cuando ocx el cordobuzon, es ex muchos fered ne pe de te net, Sands expe ites Ste tabalo. ‘Pare un ands ggudo del Plan Keicger Vatens, vése Oscar Beau, By opicie wempotae «pote, Haram Atay ita et cstableiendo restrcciones para el giro de as tldads 0 d g a SRSRYSSRRIISR |S rendimiento del capital, al tiempo que sancionaba ua régimen 4 | RGSPaaaaSheos de promecién fndustrial)que beneficiaba con exenciones espe- = 18 BESGESESSE RSS _ ciales ‘a algunas actividddes. Las restricciones desaparecieron 3 Raaeersnsnas | & a 1955, al eliminarse el contsol de cambios, y el nuevo régi- 5 Slee men legal establecido en 1958 autorizé la libre teansferencia 3 ; de utilidades y capitales, reiterando las exenciones especiales fe poe tngeer ost = para la promociéa de industrias bésicas. Estas medidas se com me | 0) HSRRARRSERRSE| g plementaron con Iss garantias a las inversiones, que a partir 3 as de 1963 gozaron de una real extratersitorialidad, y otros estt- | 3 3 smulos diversos que fueron acompaiados por una constante | cs fo Sev eet | basqueda de inversores en Estados Unidos 0 Europa,” = | oz ARSSASSR | 2 Esty medias que representaban un giro completo de la 4 EB Thildgendaaae | 9 tuacién hasta entoaces vigente, promovigron importantes in = |4z BEE A versiones exteriores,* especialmente de (Estados Unidos) que AGRA] E tn 1965 habia provisto mds del 50 % de las radicaciones de Sa & xpi eles nly tos der fon "Las nersions, se 2 attatdas por las franquicias especiales y por el mercedo que z mnvessss| 2 sees sl pears ct eeceae ee] of iii 2/3. de yn feducido mimero de grandes ‘corporaciones monops- ao ae lieas} qe se orientaron bésicamente a, lafinversin industriel 3s 3 diretta y a la extraccién petrolers, acen! Ja tendencia) Li agsaage| 72 posterior a la crisis del tre;nta @e abandonar las inversiones Bee)2e| | RRSSESN| E. n infaesrieniea yilos préstams al Estado)® El desing de — go] ga]! i111 1SEKESER] ab j [as mismas fue fundamentalmente la petroquimiad) nfnduseds | | +, S| An Ssaeceg| 35 | atomotri) la Gideruegia yle glectedhiesl sectores bésicos que | sO ae a | dirigian ¢] crecimiento industrial y cuyo' desarrollo permitirfa \ WVEK SOMES SS ¥ muperar el estancamiento del proceso de sust{tucién, aS ae | Gis Re sclncicnsben sino. auc Sala 88) ol iitiiieessas| fe wala lencia que el sector industsial tenfa con ef ga nals sector extemnd En efecto, si bien las inversiones representaban as re ‘BH aporte Posttivo en el momento de su ingreso, la remesa de is as utilidades y la posibilidad de girar los capitales libremente S=| 2|sasacacsgasaz| 23 crearon rdpidamente serios problemas en la balanza de pagos. An) PARSSSHSRSE SEA | Ye Las xportacionessiguieton siendo ri factor clave; fine eo| =| RSSRRERSARRSS | ge 80, cl agro demostré ser incapaz de suministrar las divisas 33 PSRROSAMNA ISS | 3B netesarias: la supresién del control de cambios, el sostén de e§) 3) °s58 Bin los precios en los perfodos de baja y las repetidas devaloaco. zi sae 3 Contest O, Alig, He Sincamasts y J, Soueuil, clo ine is |; 3 | seerannacanne (SE ‘neatos de promocin indostal en in pontgcerm, DesarPllo Econ Pat ta ReSe ‘co, Buenos Aires, n° 21-77. = Sta Nerd 42 i ats yen eee S3| 2 | SARRRREREEERE [PEs i) 192 el 193 ‘Cuadro 51. Inversiones segin paises de origen, 1958-65 (por- cents, euseseess 06 Avstia FFondos argentinos externos Tout 1000 Fucnies Argentina eonbica 9 Financiere, OECEL, Buenos Aires, 1966, take por G. Manotel Las iversines extranet en lx Argentin, Bue. ‘pow Aizes, 1989, pig. 107 bs, cue repeiebia traslado qutomético de nr al ee = Pea eee as Cuadro 32. Inversiones extranjeras privadas, 1955-59. =e a (mils: Valores merce, Beige Estados Otot ‘Ato deddlaes) piblicos “owes.” Unido Unidos _pafses Ain © dechinns)) ribbons, foot Usito Velde ee scsi 02 Ae BF ioe las) BRR HRD i 7p 0a RT RB ie ls «0298 SS 488 139 tata Patan eee Fuente: OEGEL, op. a 194 ciones de ‘dUstialed—ana salida glternativa cuan- ees con lay bbatketes arancelaiad\ievantadas por nidos | ‘Las inversiones extrdajeras aceatuaron Ia dependencia general Gil sister nacional, qe io sensblementedisminuigae sus fronteras frente a Jos centros mundiales. En el exterior se con- centraban parte de los beneficigs, mientrag que el remanente se reinvertia internamente. I ependencid no pasa ahora por pei! al sistema politico sino que (evinstel en In pfopia estructura rodetva que glopta las pas de fnctonamient dl site x. ‘ma international wee (Cuadea 33, Dirtribucién de lat inversiones de Extados Unidos en la Argentina, 1956-65 (millones de délares) (1) Towersones (2) Reinversiones Naw Oe vane MERE ‘Totales fae petsied, Manwe petsdes, "et _ Aso facrura "ous facura “omas” (1) (2) General 6ST eee ys a ae IF Sevag tt ® Cieezh aie te 35 ri ae 4 i Eat 49 ag 0 de 93 tel Ae eS aegoe Pty mee at May 3 3% 16 A961 we 9 Sees SIN 49. 19652 1s Tecate eehTe. SUAS 96 (52 Lae Terankit aeupity 2A eae aT Be eee ss oe 19a 92 dp Pe aga 2 Gian ve 1 Ras 100 3328S Fuente; Informe expecial de Juliin Delgado, con dator excaidor del egartanent de Gmcco de Estados Unde: sfador el deat a la Arazntinsy, Primera Plana, Buenos Altes, a° 287, 9 de setembre do 1968, pig. 36, capital norteamericano se ubica en\aquellos sectores claves fie) por'eadinamisnio, disigen el at ESE sos sectores adoptan ao solo {os capitales sino ef financiamiento, Jos circuitos de comercializacién, la tecnologia y las formas de cngunizacion. empressrial moderna propias de lov sistemas cegtrales. Esa adopcién implics gaan el mercado inter- Sajna sie 2 eros de co . ‘np solo. se. trata = of sino de’ (produetivided) la 195 st a3 ene dos criterios de eficiencia acelera la a ica y las grandes empresas van subor- +P nando a las demés) en un proceso que, como muchos de los ‘aqui enunciados, se acelera luego de 1966. Muchas empresas locales, que no podian competir por la incapacidad de reequi- patse, por los alts costos y por la dificultad total para superar la brecha tecnolégica, se vieron en la imposibilidad de saldar sus deudas con los provevdores de equipos de capital o de tecnologia (regalias) y terminaron vendiendo los paquetes accionarios; un proceso similar ocurri6 con los bancos.? La accién del capital internacional modificé de ese modo la tota- lidad del sistema productivo, estableciendo una division neta entre los sectores modernos y eficientes, unidos 9 subordina- dos a él, y los sectores antiguos, que no pueden incorporarse a [a modermizacién y quedan cada vez més rezagados. Una diferenciacién similar se produce entre los Obteros) donde los ‘grupos (relacionados os Bs oe ‘van’ petdiendo prosresvamente au alvel de ingrese Dentro, de esta, politica, se estimul taf iidacién de zonai) pass pei imés contempo! neamente los de Tacumén, que resultaron poco eflcaces pa compensar la mayor capacidad de atracciga de las 2o0as han sido tradicionalmente teceptoras de las Tocalizaciones dasteales Es : Una razdn adicional a las ya apuntadas acerca del particular comportamienta de Ins unidades de decisién con respecto alas erty diecenciales en facores de leclizacon cours dada, Seguramente, por el ipo de actividad promovida en las ter, peceivas legisacfones de fomento, En el anilisis que‘en tal featido her levado a cabo Alten, Santamaria y Sourroslle 4 cose gue ent lis scldes vores en os di, ings reglmenes ge cestacan la/quitnic) lo ipetoquinica yf Is ose Goss insatifecha dé biened incluidos ca! tales amas, el folumer negesario de inversidn bara insalal les sespectvas@lantas $a fecnologia a utlizan—'no dentro. lads an en elpais—, son todos @ondctonantes para que fog invertores exiesnos aprovechen ampliamente lag faciidades ororgadas en lB regimenes de fomentg| En cumbio, fa pro. fmocidn de actividades mis tradicionale}—como alinnsee y Broductos textes, a excepcion de los simedcos— halla fi (Sido toe los principles inversores nacional y extanjesos) ((E¥ mercado de extos productos ya ha aleanzado un nivel de *G@gutaciGas inten) aoe bace mci imencs atractva i iaver Sign que en el casd de indostias de maquinacias o de produc GGHRRRIESSD V0 opaco gud cic a ar dees Bane et bs fey de loan de actividad pro dhctiva y de In poblacign se rfierea las pollticas ceeditiias aplicadss por el sistema bancario oficial 0 los organismos hanceros controlador por este. El monto de los crgdicos con. edidos ejemplfica dichas politica, Ex evidente el predominig de Is Capital Federal y el Gran es}con respecto af 0 del pals a nivel de los (pRéstamog Corsespondientes Gt sector mantacrsrero : e predamiaio absoluto del centro nacional de decisioaes en In absorcign de los erédtos del seecor manufacturero, que # 15 O, Aldmis, H. Santamacia y J. Sourouille, op. cit, pigs 89549. 205 rivel global desciende al 52.% por la incidencia del sector primatio, puede deberse tanto a una confirmacién de la polf tica de centralizacién de los recursos a escala geogrifica como ala presencia de las casas matrices en la Capital Federal, aun ‘cuando las plantas estén instaladas en el interior del pafs. En el segundo supuesto, sin embargo, la evidencia estadistica per mitira confirmar el @gadB proceso de Gentralizaciéa decisional)! Y sus correspondientes efectos: eentralizacién de los gecurs0s 3) ‘entralizacién Ge los excedentes} con el consiguiente(incremen- to de la concentracién espacial del poder econdmicd) Cuadro 36, Saldos de los préstamos en actividades manufactu- reras, segtinjurisdiccién (cartera viva, al 31 de enero de 1972), Capital Cap. Fed, Federal Be. As,” Resto Seeoe Toul Capital y'Gean St. Fe manuiscrreco del pals Federal Bs, AS. y Cécdoba pals Saldos e= Taillmesde pesos 8114-5530, 6040 7.135, 938 Boccensjer 109 é84 740876128 Fuente: Cilelos busados ca Boletin Extadstco del Banco Central, 0 XV at 2, febrero de 1972, pigs. 28-29 +1 Banco Hipoiecario| Nacional) « so vez, prosigue. durante todo el perfono ejecatando sy police ds conesion de ereditog Prarés de un. prononciadollavorecimiento de los retidentes tat soon dl aglomerado’ Gran Buenos Alzes\ El imgulso Sfical a una polfees de constuccin de viviendas en cicha tonk ene taissén como propésto colaboras con las medidas ‘eudientes # disminu i ase de desornpaci, stenuando ast Siete politico dels decstones adoptadas one trea econs tren, Si be esoge cauiqucra de fos aos del pefodo para anfimar la tencenciaexpersada en cvanto« loalizaiga de for exettosofsecidos pare vivienda por iatermedto del Banco Hiporccano Nacional fos porcentajee superan el 30° pata el Gran Buenos Alves : En 1965, por ejemplo, e 30,7 9 de tales exkditos correspon Econ as Captal Federal ye] 226 9 a la zona de los par tEise de Gran Buenos Aires, lo que soma un 53,3 % para toda el rea metropolitans. 16 Banco Hipotecario Nacional, Memoria ao 1963, Buenos Airs, 1966, pig, 70. 206 breve directo o jndiveto del Estado alee: eft Pro visidn de insumos de localizacién findnei scfuce a decisions de os inversores privados dominanees cen el mercado y sus)correspondientes (@rupos de empresarios fgadog La acciéa eras, que se verfca tanto pzevia como simultdnea o posteriormence al proceso decisional del inversor Privado, (stimulala so vee Qa fotmacton de un mercado tas anmplio,'diversificado.en Yas 2onas favorecidas. Comercio, servicios Ea y otras actividades terciarias son atzaldad hacia dichas. zone: Ta informacién sobre [a localizacin de las actividades de trans formacién y servicios es muy limitada, si se prevende teabajar a nivel de unidedes productivas. En este aspecto, solo se dis pone de la lista de las inversiones realizadas al amparo de la legislacién de fomento de capital extranjero, a parti de la ley 14.780, dictada en 1959; ella permite individualizar el monto de capital invertido en actividades mannfactureras por juris- diccign provincial sdemis de identifcar Ja rama a It que pertenece la respectiva planta y su correspondiente tamafo. El cuscro 37 destaca las siguicotes caracterfsticas del proceso de inversidn externa a escala espacial: (giisrmerpriimeracaert e aancrs Neda cna regién de ms alto desarrollo relative) Sia esta se Serer MMM rec chloe carecicisicas chuy caper as, pracycamence Gt aeato del pais = como suber ppacio de attaccidn de las inversiones externas Las zonas mis receptivas y significativas sdn, en orden de- reciente, le provincia de Buenos Aires, Cérdoba, Capital Fe- deral, Santa Fe y Chobut. Es decir, pese aI nooria concen teacidn geogréfica de las cadicaciones en las zonas de mayor Gsserolo manuiacrscer flav, estas parecen servar una tendencia ano aa en la ciudad de Buenos, Aires y a proxitidad de Wamente scala) Esta hipétesis no puéde confirmarse plenamente por falta de datos releridos a ada une de las tadicaciones. Sin embargo, de las estadistcas disponibles surgen evidencias en tal sentido. La provincia de Buenos Aires reine por s{ sola casi la mitad ‘p delas inversiones, en tanto que la actividad quimica y la pe- |) eroquimica superan el 40 % del total, Esta actividad se con- entra en las cabeceras de oleoductos y gasoductos, como (Behia Blanca, o donde destilerfas de petz6leo proveen de in- 0s bdsicos 0 de economfas externas pre-| legir, en cambio;{localizaciones) que atiendan a(factores de) |! | sumos, como(@ampand) También debe incluirse en este gran total tna redhaciea pevroquliica cerca de la ciudad de La lata. En ls tes caos ctades, a Capital Federal y of Gran Buenos Aires estén ausentes. Andlogas consideraciones se podrfan hacer con referencia a la actividad «productos me. tilicos y material de transporte», que sigue en importancia a [a anterior, ¢ incluye elevadas radicaciones en la ciudad de Ci Ta provincia de{@SRIBEN) tao prepondcrantemente avers) Bos eae Geer etc dle a treed corer) Ast, esta tetine alrededor del 80 % de las radicaciones regi tradas durante el periodo en dicha jurisdiccidn. Estas inversio- ‘nes constituyeron la base del répido crecimiento industrial en la ciudad de Cérdoba y se encauzaron en instalaciones produc- tivas de origen italiano para la construccién de equipo rodante automotor y ferroviario, ademés de actividades ona eee crete sae emer ners ca aia ema. especial Chubut), fue destigatagia de inversio- hes en las tamas aquimicey petoavinies) v @producos me: talicos y material de transporte») cn una propotcidn del 80 % del cotal alli radicado, al ampard de la legislacién considerada, También en este caso las ventajas de oferta de insumos jus- tificaban el establecimiento de plantas industriales incluidas ‘en la primera de aquellas ramas. Finalmente, en [g provincia de Gaftia’FQlas actividades ligadas ale ama de la @ulmicn y petroqulmica represencn, ota ver, Bod Oe er eter emerge a eat plantas se aeall6 en las ceeanfas de Rost, eoniguamente a a cabecera del poliducto Campo Durdn-San Lorenzo y a la planta de YPF. Si efectuamos una estimacién de las inversiones espacialmente ‘edescentralizadas» —cotejdndolas con las que eligieron la zona del Gran Buenos Aires, dentro de las jurisdicciones que con- centran més del 95 % de Jas radicaciones de origen externo y considerando solo las actividades «dindmicaso—, llegamos 4 valores porcentuales de alrededor del 85%. Ello confir. ‘maria la anterior consideracién teérica acerca de la creciente deslocalizaciéa y descentralizacién de las plantas industriales § ‘el periodo de anélisis, con crs los anteriores. teh ‘a Sic beep ry ‘ss Ley 14.280 y Decretos rromocién ( ddlares). ano 5.39/63 y 3.113/64) segin zonas de radicacibn (miles a orizadas por leyes de ace bo 4 i y Resulta interesante observar las éambiantes proporcionss entre ae ccdintmicasy y evegetaivas» segin las distin. ‘Nota: La, Rioja, Formosa y Santa Cruz no registan laveriones en el perlodo analizndo, Cundro 37. Inversiones externas aut Fuente: Alfredo 8. Laragtande, op. cis pages 13, 161 9 lel come Coage I tas regione ee ee | o eee ae 209 s 2 Dindrucas a las amas pesada y Sex 4a insti} a lab: tuci6n\de productos intermedios, Por el contzario,en las tras {Regione} que como ya se vio fueron receptoras de muy fedu- Gido mento de invetsiones externas, se efectuaron predomi- bantenenteradeaciones Lgnds + la (amis de rcnieno vegeta Esta manitiesta especializacién sectotial-egional aceleré el ‘ensanchamiento de la brecha en el nivel relativo de desarrollo de las fuerzas productives en cada uno de los dos subconjun- tos de zonas, como se ejemplificard més adelante con datos gstadisticos precisos. Er hecho de que as plana procs esuvizandoades complejo insunostecaolgicosy generadoras de alas iasas ds productivided, eumadlo al arigen extemo de dichas inversio- nes, gravité en el grado de retencién del excedente econémico en las zonas afectadas. En la medida en que tales inversiones indmices destinaron a sus propictarios radicados en el exte- rior una parte significativa de sus excedentes, tal como lo Sanaa. Tas, Seestatlsy es e ‘pagos nacionales en los subros edividendose arepallasy, jas regones recep ie de los sabieinlentos iets ‘ven incrementar la stanca cute producto generado ingreso perelbide poy sux residentes, Es decir, se debe tener en cuenta que los @latos i peas a em eT en las areas de gute ek f lo ssarrollo industris feririn del ingreso regional geogréfico) en una proporcién gredient@ Pliage que ge lacrementen las Eee tea ieee rs Ww Las rflexiones previas se complementan con el andisis de la informacion acerca del tamabo medio de las plantasfilales de Ins empresas extianjeras acogidas los regimenes de pro- ‘Boridn de capital extero. : Elfamaiis medio ds las plantas de las ramas dindmicas supers) en todos los casos, de las unidades productivas de erecimien- to vegetaivo) La asocaciSn entre caractetistic de localiza. cig) aor tan de pata sone efectos deena sobre el especio sceatraly con respecto al «penifeicos. Ast Tesulta mie freeuente la (leacién de etablocimientos a Jos anillos més externos de fs dteas metropolitanss, en terenes Atuplos, con capecidad para fatures ampliacione) playes de Sea Tee eet rete ramet ett pete Por el contrario, como ea el intetior del pals predomainaa las inversones comprendias en las actividades vegetatives, cl menor tamafio de las planta inflaye cobre el exquema de lo ‘s4n: calizacién. Las perspectivas de expansign y el efecto espacial Sega eves co een las cidade indies beadat cn lon expices de tle alte contention geopdfict ‘elprecasca mamafscturteos F Cuidto 38. Tareaio medio de las plantas de capital extranjero radicadas en la Argentina conforme a la legislacién de fomento (19981969), por roma de actividad ytoaizcibn (millones jélares) Tndusiae Proviacia Dindmicas Vegeuativas _—_Totales Cepital Federal 068 084 Butzos Aires 067 133 Sana Be 095 33 Cindi 06 31 (Ozras provinciss os ost ‘Totales O67 136 Feesc: Cece Beat ca dens de A, Lami, op. ey pe es Ek Sones 1 GROSS a poufbilided de conooer el monto x ubjeaciSn de las inverse tes de capital nacional —tanto las «principles» como las I tneas y/o secundarias— es muy limitada, dada la ausencia de [Monmacéa estadistiea precisa que identilique el origen geo- gritico del capital de cada planta, Pr evo, solo podemos tomar {Es datos intercnsdles 1953-1963 como indicaivor de ten dencias, con la salvedad de que los valores incluyen las in ersiones exiranjeras, La informacion trancripa en el cudro 39 incica un acenroamiento de la @élinacin relativa de la GGabital Fedetalfen oy pricipales pactiogtros aalizadas. A sa yer, ln paticpacion de fos partidos del Gnan Buenos Altes se (etopai)ano en osupan como ch valor agian, fun uando no alcanze a compensa, para toda el drex metropolis fa, a disminuc{én en el remo expansivo de la Capital Fe deta, Es decie(s vel latearegional del sen metropolitana Jen aa relacin con el zesto del pals) se produce un proceso fe Seen a leaded Lis fabregiones Resto Megeldpolis Buenos Aires y Resto Me ialfols Santa Ed —que’comprenden, respectivamente, los Surtddos y cepartamentos que rodean el érea mecropolitana bist una distancia de alrededor de 100 klémetos del dstito federal, y una franjacootigus al fo Parand que va desde Santa ait : Fe hgsea San Nicolis— offecen un comportainiento: similar zg eens cal o/! 48 aera = se aR 8 gS gige ‘Hay(incrementos de ocupaci6n y valor agregado, aun cuando sea anne SR) 3/2 3, | “es mis notorio el aumento de la segunda variable que el de la § 33 | primera en la subérea Santa Fe. Allf se advierse la presencia & a2, de proceso de ala produtvida, como las actividades quia slZinles 255 agl ol? a cas y petzoquimicas ye comentadas. Ea el caso de la subizea B/e|a/B8 3% 2 2a] S12 E rset Sec ssital ps scram ae reinsert esl” sga8 los porcentuales del ntimero de establecimientos. Ello indica 3 | |# 83 una teansformacién estructural de las empcesas. con sustito- Beeld oe a ie cig de peau y medians slants or grandes extabls 8|sla/an ¢ 5 3 ag] 3/8 Ze SESE! Ca HNzedn EET cote, mie cabs Eocene Birehay soeneanen S| 0818 principal cesponsable de tal mecaaismo sustittive erg e|¢ eae | En'etestoiel pals) se destaca Ia elevada expansién del valor alg & 38 | agregallo frente a un muy moderado aumento en la participa... flzlalso ana cal e|2 # | Gién dela mano de obra, Ea el pesiodo comentado, solamente © f)a/R) ee ¢ os ae) s|g Fe | las inversiones externas, o las asociadas a ellas,en el uso de-tisci 3 aie | teenologias complejas, tienen {a capacidad de (levar Ja pro" 0 iat 3 3 | doctividad por obrero ocupada) Dichas inversiones deben de), Bl iglox sa geal ole a8 | haber influldo cecisivamente en tal comportemicnto, ¢ |. |2)88 & 2.4 sa] 2/386 | =| 2] 2% Ae ic 4, La estructura ‘usbavio-tepinal ceilesnes S| lslas 333 zal sli | me; aes eS | ee | El andlisis previo se ha centrado en la identificacién del papel 3 a4: desempesado por las unidades de decisién a escala espacial 2 | |e ik | EEG sci wrens fala lv odiacionc Bi: (oles so eccc| a|2 damentales que a nivel de la estructura usbano-regional pu 8)z|3/32 29 3 es] a/b 2 em eee aepamienen free aati dears | | *|4,38 | de accida estudiado, hee oe S}2 |. | sg8ge Para ello, contamos con dutos sobre producto bruto caleulados a| 2 }o | phage eaels moa Ge ss Srevineaar'y IacCapltal Federal en’ garaeos Be ae foe gone! 3 1asge.. aos durante el period ea andlisis, informacién acerca del 3/g/8) ax & Ra] 8 | a2835 + Hijo ‘migratorio intfprovincial entre 1947 y 1960, y estar g gagee seat eee Ee ata os tcaeales eed 3 _ a i Bs lubanos del pais en 1960 y 1970. = # Beye a Oss sat Al ,|dilsebs act[ie| #2335 == al. 2/52 3253/35 | Beas El cuadro 40 compara 1a capacidad productiva de cada una ai Beangbe2ba3 lao | ten8- de las jurisdicciones administrativo-p« del pais en 1953, So ica 3i3 263/38 | 2232 1965 y 1968; o se, al inicio de la etapa de integracidn al mo: q ayes ale |aatae delo de dependencia tecnolégico-industrial, en una etapa inter- 6 ss3 SoS cle |THE media y sequin loe dltimos datas conocidos. = » Los valores del producto bruto provincial se consignan, a precios corrientes, dadas las dificutades de asimilar un de Hicionador de précios Unica para todo el pats, debido a las caracteristicas desiguales en la composiciéa sectorial de cada tuna de las estructuras productivas provinciales Cuadro 40, Nivel y variaciones porcentuales en ol producto Bruto por jurisdiceiones adminisirativas, periodo 1933.65.68 (valores base a precios corrientes). Producto por habiante, 1968 Variacién Vasiacisn Varian “(millones Provincia 195365, 195368 1965-68 de pesos)® Gopied Feder 203 083 467 Buenos Aires 29 083 232 Gatamarca 20+ oar 37 Grdobe 24 038, 89 Gorventes 27+ 036 + 13, Chaco ie Os iat Ghubur 223° oad br Encre Rios is2+ og2 By Formosa ise 092 a * Los dats de poblacién corsesponden a 1970, Fuentes: Caleson basados en CF d-Lnstrot Toreuato Di Tella, Ree Dbamiento de la extractara regional de la Economia Argentina, 1563, val, If; INDEC, Cuentes sociales regionals, Producto brato interno, 1965 9 1968; INDEC, Cengo Nacional de Poblacion. Ao 1970, Rese dos provisondles, Butaos Aces, 1972, 7 J. Souroulie, op. ct, pig, 28. “a informacin del cvadro 40 permite aleanzar un conjunto de significaivas conelusiones, 2 saber: % 24 ara bra EES zas se era exadiicamente en 1968, puede. exlcarse, por la (@ Las variaciones acusadas por el nivel del producto bruto en {| “cada una de las jurisdicciones analizadas, si bien solo reflejan fos cambios en la capacided generadora y no identifican el || monto del excedente en Ia ubicacién geogréfica de sus recep- | \ tores, son de por st reveladoras del creciente ensanchamiento i). \dz a desigualded entte zonas de mayor y menor desarrollo Fela en todos los subperodos ; Esea(@mpllaci|celaiva Ge la recha interregional se agudiza facial final de a etapa, Suando las condiciones especificas del modelo de dependencia teclégico-industrigly de la creciente | Mongpolizacign de la economia se aceanian Es decir que (os [proszsos de descentralizacién geogrdtica en tl sector produc Nodindmigo —el maaufacrotero—|suponen fundementalmen- $m febisebucign, especial deniro de las zona: que ya ‘mayor nivel de desarrollo relativo de la fuerza a Zoos aletnd eens eprom | tradicional _patagénica) como fuente de produccién’ iuasiva de fas y pettéleo, constitoye la excepcidn en este esque- toa. Las jurisdieciones mareadss coa un asterisco presentan, tanto en In subetapa que se cerza en 1965 como en todo al peviodo estudlado, niveles de expensién productiva menores Gue el promedio nacional. Entre 1953 y 1965 esas jorsdiccio fes son 15; entre 1953 y 1968 su cantidad se eleva a 17. AL tnismo tiempo, en dichas juridicciones las diferencias entte el aloe promedio nacional y los respecivos incrementos se en- Uanchan en forma creciente cuando se considera todo el perfo- do, en lugar de analizar solamente el lapso 1953-1965. tok anaes a comperianint een con la media nacional en el igeremeato del producto bruto comprenden las. regiones (ore el Gordeste, Cuyo seetcepto Mendoza, La Pathpa y la Capital Federal} A su vet, acusan tases de expansion superiors las provincias pa fagdnicas, Cordoba, Santa Fe y Buenos Aires, Veremos, ahora, ractrisicas song tales comportamientos, 4 Ey ls Copital Federal, fa feduceién selativa del producto thnvo'en la etape que fnalia en 1963 como en la gue tendencia de los responsables de las decisiones en el sector manufecturero 4 reducir las inversiones dentro de sus limites, | | como ya se seiialé en la secci6n anterior con respecto a las fadicaciones de capital externo. Por otra parte, dada la especial onfiguracién histrica del flujo espacial de los excedentes eco- ‘némicos, no es aventuredo afirmar que ese menor capacidad de generacién de producto resulta més que ompensada por ¥ 209 1 te de los excedentes desde el resto del pals aa ppceiact ne especializadas)que deserpesa la capil nacional. Por otra parte, como se desprende de la lee: tara de la Glrima columna del cuadro 40, el producto bruto por babitante en la Capital Federal es el doble del correspon- diente 2 todo el pais: los equefios reajustes celativos) que han afectado al distrito en lo ultimos quince aiios o pudieron sodificar la sisuacién de privilegil de que ha gozado 10 iro dls sto 3 z El caso de las provincias patagénicas es por demas espectio. Ello es st por cuanto el flpido inctemeato del produces) se origina en factor: el dindmico crecimiento de la x plotacisn miners) en especial petzdle, gas y carbon) Siendo ecisva la. parctipacién de seas actividades en ef oxigen del producio brat region, es explable el comportamiento consignado, 50 ¥ez, el dato del valor agregado por habitants ilusta la ead producti el cts ming endear ron telacin a la atin ceducida poblaionjaue en cllas vive. Tam en este caso el valor dela tata poede considerarse como un indice dela rel capacidad de retencign de excedente en la zona, porque las actividades seaponsables de can sigaficativo aporte a fa expansién del producto bruto son de (propiedad de empresas estatales y/o,extragjeras, con casas mattices en la Capital Federal o en el exterion| La consguients remision ex. traztegional del abultado excedente (que se debe ala inten dad en el uso de eapital de las citadgs actividades extractivas) implica un comportamiento tipo fenelaven) de los procesos referidos. Es decir, los valores superiores af promedio en la vatiacién del producto entre 1953 y 1968 yen la tasa de pro. ducto per cépita no soponen necesariameate un similar mod de comportamiento de a variable ingreso de los habitances de (G) Las caracterfstcas de la estructura productiva de cada ju- Tisdiecin oientan os sectoresrespogsables de los respectivos comportarienos. El fetoe teria] en el que sip duda in faye, decididamence In @etividad extatal)explice fads ce la mitad de la, generaciSn ‘dal producto brito en 1968, en las provinciss de menor desarrollo relating, Tal es el caso, en orden decreciente, de La Rioja, Catamatea, Santiago del Ee tero, San Juan, Saa Luis y Formosa, A su vez, en Baie Rios, Cottientes, Chato y La Pampa la referida participacién solo se sit un par de puntos por 2G del 50 % del producto bbruto total. Por el contrario, las ia que acusan ua 216 us le _ Como la fueron de trabajo ‘en el sector terciario viene acusando un notorio descenso en sus niveles de productivi- dad, tal como se puede colegir de la lecrura de las cifras alobales consignadas en los censos econémicos nacionales de 1954 y 1963, el fuerte peso relativo de tal sector en las pro- vincias de limitado desetrollo constituye una adecuada expli- cacién del citadg comporeamiento. En contraposiciGn a este proceso, Is elevada incidencia de los sectores minetta ¢ indus. ria justifican, dada su creciente productividad, el mejor de- sempetio de las provincias receptoras de tales inversiones, Estos tres enfoques concurren a fundamentar el porqué del desigual valor del producto por habitante para el Siuino a0 del cual se dipone de informuci6n,segin lag respectvas urls diectones. Descartaado las provincss petsolerayla distancia entre la subarea cuyofadice es el mas elevudo (Capital Fede ral) y ladel valor ms rediido (Santiago del Estero) atroja una proporciba de 6,7 a 1. En cuanto af desempeso de cade iussdiein, solo logtan superar la media nacional la provincia de Buenos Aires y la de La Pampa, esta tima por su reducida poblacign. Los datos de las demas provincas s corresponden ton la conformscién centro perfetia de a estructura teonal Si'se compara la informaciin de 1968 con la de: 1953, se compricba ota ver una apudizacién del desequilibrio espa. Sial argentino, Precisamente los valores del producto best pot habitante en 1933 son lov primeros registrados a nivel Fegional. Elosindican que la rlacign ene fa zona de mayor nivel de producto per cépita (Capital Federal) y la de mesot valor (Catamaren) fue de 47 aL Es decir, ese a la declinacén del ritmo expansivo del 9 dito bruto en la Capital Pederal] como yase Dun baja en las zonas periféricas} al ser soucho fils ‘pronunciada, aera le pina de cre leisionela exala de [tapacidad producing, nacional de B. Flujo migratoria! El movimiento interregional de personas acompatin en este pe- Hod, compen Jos antors Uf diferente crac de fas (5) dlistintas subsreas para fuerza de trabajo 7 para eet 0 ides de colocacién de los excedentes generados focalments, 2 217 ars Los datos publicados se refieren a los flujos de personas entre Tos censos de 1947 y 1960. Esta informacién abarca solo par- cialmente cl periodo analizado, Para 1960-1970 se dispone de ‘comentarios generales acerca de las zonas que atraen poblaciéa Oo de las cuales esta emigra, pero no existen estadisticas sobre 1p el otigep y destino de los fujos Para eli iodo intypensal erent: set putes yondiente desned a uy algpiatva cape (ee ae tes gorfporte de fa Capital Federal 2 boviaca de ce Aires} en comparatién con el resto del pals. Cuadto 41. Cambios intercensales en el niimero de emigrantes inmigrantes por provincias, 1947-60 (cientos de personas. Provincia Emigrantes Tnmigrantes Capital Federal y Buenos Aires 310 7730 Gitamarce 34 82 Gbedoba 1217 os Gorrientes ‘86 1 Chaco cl 4 Gabe iat & Entre Rios 74 @ Formosa 11s 2 Jujay 207 1 1s Pars 381 4 Gh Row 210 7 Mendoza 320 42 Misiones 340 a Nenquea ia 2 Rilo Negro 196 12 Sale 202 186 San Juan i 130 Sie Lie 344 es Santa Chix y Tierra del Feego i 100 Sanu Fe 1168 102 Sintiagy del Exero 1s 150 Touma ot 375 Fuente: Alfredo Lavees y Zolma Recshink de Latte, Migreciones em la Argentine, Boenos Ais, pigs, 3133. principalmente a lasfrovincias patagénicas lasllimftrofes del 5 cuales reciben importantes lujos' desde)los paises En el periodo de 13 afios analizado, el saldo neto de Capital Federal y Buenos Aires se nutre, en un 20 %, desde la pro- pa.os we | 2g were Esta informacién no incluye la migracién Folge afecta ort vincia de Entre Rios, y sucesivamente, en orden decrecicnte, por los aportes de Santa Fe, Cérdoba, Santiago del Estero, Co- rrieates, Chaco, Tucumén y Misiones, Aun cuando en la lista aparecen en posiciones relevantes Santa Fe y Cérdoba, cabe consignar que ambas provincia sufren importantes fujos mn: sratorios internos, ademds de reunis aportes externos 9 set afectadas en menot proporci6n que los otros estados, dado su mayor caudal en. 1947. En cambio, las, demés provincias se ven afecradas eo (ides migratorios aegetivos, que suponen manteger las poblationes provinciales en niveles absolutos stable). Es decir, entre of 1947 y 1960 emigran ua admero de habifgntes igual o aun ‘eehmayor qu el del crecimiento vepctativoy cn Gaia del Este uf Bate Rios, Coriecs y La Pampa "i 0St el analiss s¢taslada a cada una de les provincias que pre- ‘sentan mayor nivel de emigracién, se advierte que las jusis dicciones receptoras estén siempre encabezadas por Capital Federal y Buenos Aires. Ea algunos casos, como Corrientes, I monto de emigrantes que se dirigen a Buenos Aires es st. petior al total de pobladores que abandonaron la provincia, dado que entre 1947 y 1960 ingresaron desde la provincia de Entre Rios la cantidad necesaria para compensar tal diferen- Gia. En otros casos, las provincia limftrofes participan con sign nivel de important, Es el eso de Céedobs, qe ssi migrantes desde Santa Fe; Tucumén, que incorpors poblaciGn desde Santiago del Estero, y Mendoza, que acusaingresos dex de San Luis. Aqui también operan factores de attzccién de empleo, tanto a escala urbana como rural Si bien Io comentado se corresponde con las caracteristicas spuntadas 2 nivel del proceso productivo, el examen del pe- Hodo 1960-70, aunque menos rico en informaciéa, es def pitorio. Citamos, al respecto, el andlisis que realiea el Trstituto Nacional de Estedistca y Censos, a partir de los primeros resultados tecogidos en 1970, 197 fj En (1970) existen en el pats (Zonad)que son netamente | Epson lac) mieateas Que ottas se constituyen en os de atracei6}incependientemente del nivel y la tenden. ig deceio. 3s Seo eS el tile f Sani er y Santa Cx en la jis ynia; Sant en Poeret oie ats eet es keen Eas fr en esau Ea (Chub, Tierra del Fuego y partidos del, Gran 219 sh |—aue también son polos de atraccién— la ten- te) observada respecto del periodo anterior paar que tal condicién tiende ¢ perdgr intensidad, Ga bes Meas festantel (con PicepeiGi cel (esto de la pro® » “Wincia dé Buenos Aired) son Sxpulsoras de poblacién} En al-, jgunes, casos, Is fendedcia crébiente) d= sus tases indica que en ¢] futuro alguhas de ellas podriad dejar de serlo: poi ejem plo, (La Pampa, Corrientes, San Luis y Santiago del Estero Muy'distinto parece ser el caso de otras regiones, donde 2 la pérdida de poblacién debe sumarse la tendencia lente) de sus tasas, I que seria el resultado de emigraciones masivas y cregientes. (Tucumén, Entre Rios, Chaco, Cats a halews ser las eas ands afecadas, aun cn fi acs, Sulte, San JusniyFosmosa) con crecimiento algo rds alto, siguen su misma tendencia. ‘Todo indica que estas 2onas eatin siendo afectadas por factores exdgenos, que mo- difican las leyes que generalmente rigen el comportamiento demogrifica».!” / axe ; De lo transcripto surge que las flendencias fundamentales} ob- servadap con mayor deiglle paza,el pexiodo 1947-60 se man- tienen (EAEABIG) La GUM) con clertss diferencias, in. rales, jugo con Santa Fe Buenos Aires y Cob, aparecen trayendo poblaciéa, Enel caso del Gran Buenos ‘ites, nulyamepte tabe descatar la limitada capacidad de cr. imiento_de In Capit aot aie Egpulea pablacés) y lp {eclinacién|obse>vable los payzidos del Gran Buenos Aires) sleet etiam los partidos que componen el conglomerado. El crecimiento de las subéreaslimiteofes con la Capical Federal, en especial en los partidos del sur y sudeste, es muy reducido. Por a con- ttario, el incremento obsecvaclo en los partides correspondien- tes al anillo externo es muy importante. El caso de Florencio Varela, que clewé 2 mis dai doble su pobacign, ex ilustraivo. Vale decir, actia a nivel demogréfico ua proceso de redis tribuciin centripeto, dadas las condiciones de accesibilidad objetivas que se desarrollan en toda la regién. Tanto la mi- gnicién intrarregional como la que proviene de otras zonas Gel pats se orientan a ocupar squellos espacios en los que el precio de la tierra y de la construccién actian como variable Buenos Ai dencia 17 Instituto Nacional de Estadatice y Censos, Como Nocionel de Po Waciém, Familiar y Vistendas, 1970 (resuiedcs proviionales), Buenos Aires, 1971, pgs. 17-18. 220 ee SD eesed iebelrresrenge ler reread eececteais sale, ol destaea Seca pris be fundamental Al mismo dempo, el rosso de deseenraliza ’ cin industrial interregional ya comentado es seguido por pat. te de le facrea de srabajo, que ce ese modo tiende a ubicanse preferencialmente ep las ganas reeién incorporadas a usos ur’ Papen ausubucbmucs}— fovontcions Fe, que reroma el papel de atraccién que habla perdido entre 1947 y 1960. En cuanto a las zonas de emisién, solo eabe agregar al comentario citado que las siguientes provincias ven varigr muy levemente, no vatiar 0 aun declinar sus respectivas poblaciones entte 1960 y 1970: (Catamatea, Chaco, Entre 2x0 Rios, San Luis, Santiago del Estero y Tucumdn| En ellas, entre 1 80 y el 100% del inczemento vegetativo emigré en el pe- riodo de referencia, Lys (otientes migratocias interaas ace- _/Nearail el proceso de footenteacién devogriiea en los pri. ipiles/iceas metropolitanas del pa Cuadro 42. Concensracidn demogrifica en tas principales éreas metropolitanas, 1960-1970, Poblatién en 1960 Pablacién en 1970 Numero de Poren’ Numero de Porcen Esedla de magnind ‘hsbitentss je babitncer’ aie Gran Buenos Alves 6739083. | 337 4352900 | 387 ‘Gran Céedeba ‘580.000 738.663 ‘Gran Resario éo00 bc7 yaa | on Gran 1 Pista 327.000 S835 ‘Be 100.000" 500.000 Fpabtaates (11 clade de) 219102 107 2.463.235 1053 Toai7a7t Ta931925 Fuente: Cileulos basados en Censo Nacional de Poblacion, Visiendor, 1970 (resultdor provtionle), La expansin relativa de los grandes conglomersdos que sefia- tan Tas cifras del cuadio 42 parece ee | SRS orc: 3 ference (1; Que, Bese a cieeyS procesp de flescentralizacign industrial, la concentracidn demogréfica Jha seguido su av relacién tmuy estrecha con la oe de los oe eco- némico y la acelerada expansidn del sectos terciario] Ambos procesos favorecieron notoriamente @ los (grandes conglome- GieNDES COUGvOMEanO: 221 5 tados) pues lf estn radicados los sectores dominantes de toda a Ip actividad productiva nacional, y es en ellos donde la «ter i Glarizaciény de la economia —con los efectos yt vstos en el ey ‘procesos de capital externo, con su compleja tecno- I andlisis intercensal 1953-65 suministra esa eviden- cia. Asi, siel promedio salarial para todo el pefs es fijado en are) = Seen Epa ce y Ia accion 400 unidades, Buenos Aires pasa de 105 a ill, Santa Fe Bey Ce ae te or ea Thattiaat de 85 2 88 y Cérdoba de 73a 83. A su vez, Santiago del Es- tero ve descender su promedio, que fue de 37 en 1953, 2 53 ‘en 1964. San Juan pasa de 90 a 30, Catamarca de 50 2 38 y La Rioja de 49 a 37 —para dar solo algunos ejemplos—. Por ctra part, la(peesencia de actividades dinémicas en las peia- pais eas Hnetroolianas del pal reper, pe) sobre tales espacios, pues su comportamiento tipico de [genclavey neutcliza los posibles efectos regionales de su elevada pro- Guctividad, Solo ona pequesa capa de eabsjadores, con altos ingresos, pueden considerarse los principales beneficiarios de le subérea atectads. El anilisis, centrado en el sector in- dustrial, por ser este el agente dindmico dentro del espectro de las actividades productivas, deberia inclu también los as pectps relativos 4 otros fenémenos de neutrglizacin espacial. {as{funciones adminiserativas estataled, las hctividades finan- certs, polfticas y cultarales, ecorpaah y refuerzan el esque. ia centraliztdof| Ello no es casual, dada la fuerte interaccidn ‘entre la direcciSa de los excedentes econémicos y de los flajos cconémicos y la formaciéa de estructuras de apoyo del sector ferciario, En diversas oportuoidades, alo largo de este trabajo, os hemos tefrdo a tales mecansos reaimenadres, et los que el Estado desempefia un pepel protagénico. En sintesis: la @lesigual pactcipacién de las clases sociales en “Fapleos eleamente remonerado) —con la limitada excepcign de los tcabajadores ligados a lat actividades dinémicas— (la posibilidad real o prevista de oporrunidades de ocupacién era "Sis elevada en los grandes conglomerados que en las extsnsas Zonas dela eperiferian del pls} Estas dos proposiciones, que nos han acompafiado en todo e! andlisis sectorial del perfodo, constituyen la estructura cen- tral de la evaluaciéa final que’se realiza a continuaciéa, ‘Conclusiones a pte lek ege rar premier a es Jos datos empiricos que se han podido utilizar, apuntan a ca- Tater el Peng de conformer epee Stila como oan periodo de €reciente, acentuacién de las tendencias hereda- div canes Senne) : La aparente direccién en que se desplazan los(excedentes eco- aden) sap desde ol invioe hacia os crores dn minantédinstlados en las grandes metropolis ytrascienden en " ee eee ee Ofpposspiatiia OT ingscio clon Fcaraceisice mani ipal de aceleracin de los desedulibrios intertegionales) Las desequlono ents las regiones petléieasy centrale sla vex (lies desea instal en gue el capil exeanero Suef refuersa ey bing tereacizaciOn de la fuewsn de trabal iete rdpidamence un pape] protagonic, sealimentan esos 8 desequilibrios) A su a ail else re ee Bee Sele prinal iia aoe aa cambio entre tegiones proveedoras de productos psimarios sin ga(igeniuacisa oe i dereapiacien socal «nivel colt See eee az proporicn de @eeiadesee ee ee eee ee a Lee Sndastial, no solo repezeuten a nivel de los grandes espacios deteriora relativo de pteciod— el flujo de(tecedentes) ya ex. etre ibsdo, Une eyuiectlaal de chao Wr sceamacleg al ate memes a de So Tae orgie eat ca Qe a ee ee eee ercriis inragioel ce maniacs op oo Gena fe acuerdo con un aodlisis apresurado de fos grandes spre. fescas"por fos sectores dominantes locals y, fundamental ae seis serene eee ee ee ae Foes dae eptnces, ae la ites entrada se oped Sh extcroe, c+ elfagehamicato, ens indowr ; aa sis de esta etapa —y que serd preciso dess- de Ja brecha Salarial entre las regiones periféricas y las que frollar en extensiGn y profundidad— ex que al proceso de A 222 pee Aesequilibrio interregional no es estrictamente un fendmeno ‘entre regiones més o menos favorecidas sino entre los sectores 9, clases que actéan en los respectivos sistemas. productivos} Hemos intentado exponer en esta obra el papel de dichos sec! toes 0 clase y ol cotespondiente efecto expecil de su com portemiento, La forma peculiar que asume tal comportamiento en ceda subespacio ha ido determinando su papel. Sobre este basamenro teérico tendremos que trabajar de ahora en mis ara comprender cabalmente la relacién entre espacio y so. cieded global en Ia Argentina contemporénea, Indice general ae 140 152 in 136 7 Prélogo 136 191 9 Primera parte. El marco teérico 137 9 Inteoduceiéa 23 13 1. El funcionamiento real del sistema internacional 222 16 2. Factores coastitutivos y condiciones de funciona: mmiento del sistema internacional 29 3, Estructura decisional en la sociedad dependiente 31 4. Las modaldades de la vinculacién entre Las estruc turas de poder y decisionales en las relaciones de de- pede 37 5. Sistema decisional de yoa sociedsd dependiente y 8 vjaculacién con el fendmeno espacial 55 6 Conclusiones 58 7. El andlisis histérico 63 Segunda parte, El marco histérico 63 Tntroduccién 64 1. Primera etapa: La Argentina crilla 64 1! El sisteme internacional 66 2. El sistema nacional 78 3. La configuracién espacial 93 4! Configuraciéa del esquema urbano 97 2. Segunda etepe: Le produccién de bienes primarios exportables (1852-1930) 9] 1. El sistema internacional 101 21 El sistema nacional 116 3. La configusacién espacial 1344 Ta estructura de centros usbenos 21 3, Tercera etapa: La sustitucion de importeciones (1930-1952) 1. Lea estructura de poder 2) El proceso de sustitucién de importaciones 5, Las dipaidaes interregional y la extucura de centros us 4, Cuarta etapa: La penetracién del capital interna. cional (1952-1970) 1, La formacia del Estado autoritario y modernizedor 2. La acciéa de las inversiones extranjesas 3. Los responsables de las decisiones y su comporta- talento espacial 4, La estructura urbano-regional resultante Conclusiones

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