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Juan el Perfecto

Despert, no saba dnde estaba.


Qu pasaba?
De repente, me dio un vuelco el corazn,
y record que viva
un da despus del Armagedn.
Estoy slo? preguntaba.
A nadie alcanz mi visin
y busqu por si encontraba,
alguien de mi congregacin.
Desde lejos observ
que alguno se me acercaba.
Pero si es Mariana,
aquella chica mundana
que a mi nada me gustaba!
Segu caminando y dud;
no lo poda creer
No es aqul chico Javier?
Si predicar no quera!
Siempre obligado sala
Cuntas cosas hay que ver!
Ms adelante encontr
lo que nunca imagin.
a la hermana Amatista,
si era tan materialista!
Ni an en el Paraso
la perdera de vista!
Mi paciencia culmin
cuando junto a mi lleg
un compaero precursor
que de listo se las daba,
pero que, a mi entender,
seguro que a las horas no llegaba.
Estuve a punto de gritar:
"Qu pasa, Jehov?
Qu hace esta gente aqu?"
Pero mudo me qued,
y es que tuve que callar,
porque en sus rostros yo vi
que asombrados se quedaban,
y es que tampoco esperaban
que pudiera estar yo all.
Moraleja:
Mira las cosas buenas de los dems;
siempre lo hace as Jehov,
porque si fallas de continuo l mirara:
seguro que al Paraso ninguno pasaba.

Salmo 103: 9,13,14

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