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MICOLOGÍA CUTÁNEA
Tomo III: EL LABORATORIO
en las MICOSIS CUTÁNEAS
Acreditaciones:
ISBN:
- Obra completa: 84-611-0869-8
- Volumen III:
Depósito Legal: M-xxx-xxx
Impreso en España - Printed in Spain
Atlas de
MICOLOGÍA CUTÁNEA
Tomo III: EL LABORATORIO
en las MICOSIS CUTÁNEAS
Director del proyecto:
Vicente Delgado Florencio
Autores:
Vicente Crespo Erchiga
Vicente Delgado Florencio
Madrid 2007
ÍNDICE
TOMO III. EL LABORATORIO EN LAS MICOSIS CUTÁNEAS
PRÓLOGO .............................................................................................................................7
INTRODUCCIÓN....................................................................................................................9
PLANIFICACIÓN..................................................................................................................11
PROCEDIMIENTO BÁSICOS ..............................................................................................13
TOMA DE MUESTRA ..........................................................................................................13
Pitiriasis versicolor.............................................................................................................15
Tiñas ..................................................................................................................................17
Toma de muestra de piel lampiña .....................................................................................................................17
Toma de muestra de zonas pilosas...................................................................................................................19
Candidosis.........................................................................................................................21
Micosis ungueales .............................................................................................................22
EXAMEN DIRECTO (KOH)..................................................................................................25
SIEMBRA/CULTIVO.............................................................................................................36
IDENTIFICACIÓN.................................................................................................................40
ESTRATEGIA DE LABORATORIO .....................................................................................45
ESTRATEGIA DE LABORATORIO DE LA PITIRIASIS VERSICOLOR.............................45
Primer Nivel: examen con luz de Wood ............................................................................45
Segundo nivel: examen directo con cinta adhesiva..........................................................47
Tercer nivel: identificación de todas las especies de Malassezia .....................................48
ESTRATEGIA DE LABORATORIO DE LAS TIÑAS O DERMATOFICIAS ........................50
Primer nivel: cultivo en DTM/DTA .....................................................................................50
Segundo nivel: identificación genérica de dermatofitos ....................................................51
Tercer nivel: identificación de las especies de dermatofitos de nuestro medio ................52
ESTRATEGIA EN EL LABORATORIO DE LAS CANDIDOSIS..........................................65
Primer nivel: diagnóstico de género Candida ...................................................................65
Segundo nivel: diagnóstico de la especie C. albicans ......................................................65
Tercer nivel: identificación de todas las especies de género Candida .............................67
Atlas de MICOLOGÍA CUTÁNEA
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EL LABORATORIO en las MICOSIS CUTÁNEAS
PRÓLOGO
En la metodología del estudio de las micosis cutáneas seleccionamos tres puntos. En primer
lugar, la clínica es el pilar fundamental, por esta razón la estudiamos en los dos tomos ante-
riores del presente Atlas. En el primero, las micosis ungueales y en el segundo, sucesiva-
mente, las tiñas, las candidosis y la pitiriasis versicolor. Fundamentando los datos clínicos en
los que se apoya el diagnóstico positivo y los detalles en los que estriba el diagnóstico clínico
diferencial de las diversas formas.
En el segundo punto estudiamos la estrategia de laboratorio. Somos conscientes de las
dificultades que representa el laboratorio para los dermatólogos que no están familiarizados
con la Micología. Por este motivo, el objetivo global de este punto es "poner al alcance de
todos los profesionales de la dermatología el laboratorio micológico”.
En el último punto, estudiamos la estrategia terapéutica, que hemos analizado en los dos
tomos anteriores, al final de la clínica. Tras dar a conocer todos los antifúngicos, en especial
los más recientes, propusimos los fundamentos y las pautas correspondientes.
En este tercer tomo del Atlas de Micología Cutánea daremos a conocer los métodos, las téc-
nicas y protocolos de investigación de laboratorio, adaptándonos al nivel de los dermatólogos.
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Atlas de MICOLOGÍA CUTÁNEA
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EL LABORATORIO en las MICOSIS CUTÁNEAS
INTRODUCCIÓN
En las micosis cutáneas, el diagnóstico de laboratorio se basa en la visualización de las
estructuras del hongo causal en la muestra patológica, procedimiento que conocemos como
examen directo, y, en el ulterior aislamiento e identificación de dicho hongo por medio de los
cultivos.
La aparente simplicidad clínica de las dermatomicosis, oculta una diversidad etiológica apre-
ciable, aunque no desmesurada. Existen, al menos, cinco buenas razones para llevar a cabo
un diagnóstico de laboratorio correcto (Tabla 1), ya que la identificación del organismo causal:
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EL LABORATORIO en las MICOSIS CUTÁNEAS
PLANIFICACIÓN
La estrategia consiste en dividir el desarrollo del aprendizaje en tres niveles (Tabla 2). El
primer nivel va destinado a todos los dermatólogos, aunque no tengan conocimientos de
laboratorio ni de micología, y su objetivo consiste en ser capaces de diagnosticar la presen-
cia o ausencia de un hongo en una dermatosis, con fines, principalmente, terapéuticos. El
segundo nivel, da un paso más y está dirigido a aquellos dermatólogos que poseen algunos
medios, conocimientos y el interés científico de investigar los hongos. El objetivo es el diag-
nóstico de la especie líder. El tercer nivel, cuya finalidad es el diagnóstico de todas las espe-
cies, va destinado a aquellos investigadores que trabajan con los hongos como protagonistas.
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PROCEDIMIENTO BÁSICOS
TABLA 3: PROCEDIMIENTOS BÁSICOS EN MICOLOGÍA
Toma de muestras
Examen directo (ED)
Cultivo
Identificación
TOMA DE MUESTRA
Reviste una importancia primordial. El diagnóstico va a depender en buena medida de la cali-
dad de la muestra que va a procesarse. No debemos olvidar, pues, algunos condicionantes
básicos a la hora de la recogida de muestras en las dermatomicosis.
a) Asegurarse de que no haya habido tratamiento antifúngico previo, sobre todo sistémico.
En tal caso, demorar la toma de muestras hasta pasadas al menos dos semanas.
b) Recoger una cantidad suficiente de material patológico.
c) Utilizar el instrumental adecuado al tipo de muestra de que se trate.
El instrumental para la toma de muestras comprende pequeños utensilios adecuados para
practicar el raspado de las lesiones y obtener las escamas y fragmentos de pelo que van a
estudiarse. A tal fin, pueden emplearse hojas de bisturí, curettes, plumillas metálicas o inclu-
so los bordes de los portaobjetos. Nosotros adoptamos hace tiempo el uso de los vacinosti-
los, que ofrecen múltiples ventajas: son estériles, desechables, fáciles de obtener, de coste
muy bajo, y su forma permite emplearlos tanto para raspar en superficie mediante su extre-
mo plano, como para obtener material del lecho ungueal en las onicomicosis por medio de
su extremo punzante. En las micosis ungueales, sin embargo, preferimos tomar la muestra
con la pequeña cucharilla del “cuchillo de Le Cron”, un instrumento de uso habitual en odon-
tología y fácil de encontrar en las tiendas o proveedores de instrumental médico (Fig. 1).
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Comenzamos por limpiar bien la zona sospechosa con alcohol o lavado jabonoso, eliminan-
do restos de pomadas, suciedad y restos epidérmicos. Nos aseguramos de que no ha exis-
tido tratamiento antifúngico en los últimos días, en caso afirmativo lo suspendemos y retra-
samos la toma una o dos semanas.
Diferenciamos una serie de detalles para la toma micológica según la realicemos, en una piti-
riasis versicolor, una tiña, una candidosis o en micosis ungueales (Tabla 4).
3. CANDIDOSIS
Candidosis cutáneas
Candidosis mucosas
4. MICOSIS UNGUEALES
PITIRIASIS VERSICOLOR
Lo más sencillo, es el raspado de las escamas furfuráceas y finas de las lesiones con el
borde de un portaobjeto, depositando el producto del raspado en otro portaobjeto que colo-
camos en posición horizontal bajo la lesión.
Existen otros procedimientos entre los que destacamos la utilización de la cinta adhesiva
(“cello”, cinta adhesiva), con la que presionamos fuertemente sobre la lesión y a continuación
pegamos en un portaobjeto. La maniobra también puede llevarse a cabo con un portaobjeto en
el que hemos depositado previamente unas gotas de cola de contacto de cianocrilato.
Esperando unos segundos, la aplicamos sobre una plaquita de la enfermedad, al endurecerse
la cola y retirar el portaobjeto arrancamos la superficie escamosa, lista para teñir (Figs. 2, 3).
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TIÑAS
Sin olvidar las premisas indicadas al principio, describiremos la toma según sea la tiña de piel
lampiña o glabra (sin cabellos), de zonas pilosas o bien de uñas.
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El material así obtenido en las diversas formas se puede depositar directamente en el por-
taobjetos para el examen directo, en una placa de Petri estéril o en un sobre estéril.
Llamamos de nuevo la atención en el cuidado de la identificación correcta de la muestra.
Para terminar, recordar que en las lesiones inflamatorias, las costras, secreciones y pelos,
especialmente los centrales, no suelen contener hongos, por ello es necesario eliminarlos
previamente. Y siempre es positivo realizar la toma en los bordes de la lesión.
CANDIDOSIS
Diferenciamos según la localización mucosa, cutánea o ungueal. En las mucosas (boca,
genitales, ano) la recogida se puede realizar con hisopo bacteriológico de algodón estéril, o
con esponjas de poliester humedecidas previamente en medios de cultivo líquido. En orofa-
ringe, asimismo, podemos realizar enjuagues con suero fisiológico, que se siembra sobre
una placa de Petri con medio sólido y permite hacer recuento del número de colonias.
En las lesiones de piel la recogida la realizamos con el método descrito en las tiñas, pero
señalando que es más aconsejable el fondo del pliegue para la toma. Si la lesión es húme-
da utilizamos un hisopo estéril (Figs. 9,10).
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En la toma de las candidosis es preciso, no olvidar las condiciones previas pero, especial-
mente, tener en cuenta las condiciones de traslado al laboratorio, para evitar la desecación
del material, ya que las candidas no sobreviven más de 24 horas en una toma seca. Por ello,
es aconsejable utilizar hisopos con dispositivo de humedad, y siempre intentar que la mues-
tra llegue inmediatamente al laboratorio.
MICOSIS UNGUEALES
Los resultados del estudio micológico van a depender en gran medida de la técnica utilizada
para la obtención de muestras. En las uñas hay que extremar el cuidado, dado el alto por-
centaje de falsos negativos.
La técnica consiste en recortar con tijeras (alicates de podólogo para uñas de pies), procu-
rando llegar hasta la frontera entre la invasión fúngica y la zona de uña sana, lugar donde los
hongos son viables y por tanto cultivables. A continuación raspar con el extremo romo
(cucharilla) del cuchillo de Le Cron. También se puede realizar con escarpelos, curetas o con
el mismo ángulo del portaobjeto. Asimismo, puede utilizarse una fresa rotatoria (pequeño
taladro) o incluso una biopsia “punch” ungueal.
El material así obtenido se deposita entre dos portaobjetos, en una placa de Petri estéril o en
un sobre estéril. Repartimos el material obtenido, para examen directo y para los diversos
cultivos. Es aconsejable realizar, antes de la toma, un lavado enérgico y asegurarnos que no
ha existido tratamiento antifúngico previo. Con estos cuidados hemos mejorado muy positi-
vamente los porcentajes de falsos negativos (Figs. 11,12).
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1. Preparación: Depositamos una porción del material obtenido (escamas, pelos, uñas) en
un portaobjetos, añadimos unas gotas del disgregante-colorante, se mezcla, se fragmenta
mecánicamente (con la ayuda de un punzón), se coloca un cubreobjetos y se flamea suave-
mente evitando la ebullición. Si la muestra se obtuvo mediante torunda o escobillón puede
practicarse el examen directo frotando un poco del mismo en un portaobjeto. A continuación
aplicamos:
Disgregante-colorante: Sustancias que facilitan la observación de filamentos, produciendo
una separación de las escamas y fragmentos de uñas. La más usada es el hidróxido de pota-
sio (KOH) en agua destilada al 20-40%. La capacidad disgregante de la potasa, para cabe-
llos y uñas, aumenta si le añadimos dimetilsulfósido. Si le agregamos glicerina, aumenta la
duración de la preparación hasta 48 horas, ya que evita la formación de cristales de potasa.
La observación se facilita añadiendo un colorante a la potasa. El más usado era la tinta azul
negra Parker Superchrome. En la actualidad, se está utilizando la solución de Swartz-
Lamkins, que da resultados similares a la antigua fórmula. Existen numerosos colorantes
como el clorazol, lactofenol, técnicas de fluorescencia, pero no se utilizan de rutina en el
laboratorio.
2. Observación: Se realiza mediante microscopio óptico, mejor con condensador de con-
traste de fase, ya que los elementos fúngicos son refringentes. Comenzamos con un peque-
ño aumento (x 10), para tener una visión panorámica de las escamas y buscar mejor la posi-
ble presencia de filamentos. Para confirmarlo, pasamos a un mayor aumento (x 40).
3. Interpretación: Comentaremos los dermatofitos, las levaduras, los mohos y terminaremos
describiendo algunos artefactos.
Los dermatofitos aparecen de forma diferente según estudiemos las escamas o el pelo. En
el ED de las escamas se presentan como filamentos hialinos, de bordes nítidos y regulares,
de paredes paralelas, septados (este hecho es muy importante) y con la presencia de rami-
ficaciones, que toman color azul. No tienen relación con los bordes celulares, a los que atra-
viesan sin orden determinado. A menudo, estas hifas se muestran fragmentadas en artroco-
nidias cuboidales. Este patrón diagnostíca genéricamente a los dermatofitos, pero no pode-
mos precisar la especie (Figs. 15.1,15.2,16.1,16.2).
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Si estudiamos el pelo tenemos que precisar que la "utilización" de la queratina de los pelos
por los dermatofitos curiosamente varía según sea "in vivo" o "in vitro".
"In vivo" presenta dos patrones fundamentales, bien sea el parasitismo interior al pelo
(endotrix) o exterior al mismo (ectotrix). Este proceder sí nos permite identificar la especie.
El patrón endotrix tiene a su vez dos tipos: Uno, artrosporado, que es el genuino endotrix,
que presenta todo el interior del pelo repleto de cadenas de conidios, artrosporados, de 3-4 nm
de diámetro (T. tonsurans, T. violaceum). Otro tipo de endotrix es el fávico, dentro del pelo
encontramos filamentos dispuestos a lo largo del mismo, ondulados unos, ramificados otros.
Son típicas las burbujas de aire (T. schoenleinii) (Fig. 17).
Fig. 17. Examen directo de Tinea capitos. Parasitismo endotrix. KOH-tinta. X400
El patrón ectotrix presenta así mismo tres modelos: Uno, tipo en mosaico, en el que las
esporas son pequeñas (2-3 nm diámetro), redondas, formando una densa y compacta vaina
alrededor del pelo, que no se dispersa con la potasa. En el interior del pelo hay filamentos
(M. canis, M. audouinii). Otro, tipo microide, presenta también pequeñas esporas (2-4 nm
de diámetro), pero dispuestas de forma irregular en el exterior del pelo, ya que son fácil-
mente dispersables con la KOH, filamentos en el interior (T. mentagrophytes, T. rubrum,
M. gypseum). Y un tercero, tipo megasporado, con esporas de mayor tamaño (4-6 nm), en
el exterior del pelo, dispuestas en grumos o racimos y otras sueltas. Filamentos intrapilares
(T. verrucosum) (Fig. 18).
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Fig. 18. Examen directo de Tinea capitis. Parasitismo ectotrix en mosaico. KOH-tinta.X400
M. canis
En mosaico
M. audouinii
ECTOTRIX T. mentagrophytes
Microide
M. gypseum
Megasporado T. verrucosum
"In vitro" algunos dermatofitos atacan el pelo de una determinada forma, lo que constituye
una prueba de diagnóstico diferencial, como es la producción de órganos perforantes, que
se utiliza para diferenciar el T. mentagrophytes del T. rubrum, el primero produce órganos
perforantes y el segundo no (Fig. 19).
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La técnica utiliza pelos de niño o de cola de caballo, en trozos pequeños, estériles por auto-
clave y depositados en placa de Petri. Se añade agua estéril con estracto de levadura al
10%. Se siembra la colonia problema, se incuba y se toma a la semana un fragmento, que
en caso positivo mostrará la perforación cónica y perpendicular a su eje longitudinal, produ-
cida por la invasión de las hifas.
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Fig. 20. Examen directo de queilitis candidiasica. Blastoconidias y pseudomicelio. KOH-tinta X1000
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Los mohos oportunistas rara vez se muestran en los exámenes directos, por lo que no
plantean problemas de confusión, salvo en las micosis ungueales. En esta localización y
sobre todo en las uñas de los pies, es posible observar con cierta frecuencia hifas y conidias
correspondientes a estos hongos, que suelen poseer una morfología peculiar que los hace,
ya de entrada, distinguibles de los dermatofitos y las levaduras. En especial Scopulariopsis
brevicaulis, que ocasiona con frecuencia estas onicomicosis debidas a mohos, ofrece una
imagen sumamente típica (Fig. 21).
Por último, debemos recordar la existencia de una serie de artefactos, susceptibles de oca-
sionar interpretaciones erróneas en la observación de los exámenes directos realizados con
la ayuda del KOH+Tinta Parker. Los más groseros y fáciles de distinguir son las fibras texti-
les, muy frecuentes en estas preparaciones y que podrían confundirse con hifas en el caso
de poseer un grosor comparable. Se distinguen por su coloración intensa, su diámetro varia-
ble y sus bordes y extremos desflecados.
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Las gotas de grasa pueden tomarse por células de levadura, aunque su esfericidad, su dis-
tinta tonalidad y su variado tamaño ayudan a distinguirlas.
La imagen conocida como “hongo en mosaico” (“mosaic fungi”) puede resultar muy engaño-
sa, ya que estas estructuras, constituidas por cristales de colesterol y de otras substancias,
se parecen mucho a las artroconidias de los dermatofitos, de las que pueden diferenciarse
por su disposición a lo largo del borde de las células epidérmicas y por su forma irregular.
Finalmente, de modo ocasional, pueden observarse en los exámenes directos macroconi-
dias, que en ningún caso corresponden a dermatofitos, siendo la mayoría de las veces, tes-
timonio de la presencia de un moho contaminante u oportunista.
Para terminar, haremos unos breves comentarios: el examen directo es interesante, rápido,
aproximativo, pero repetimos, no permite distinguir las diversas especies de dermatofitos. Es
fácil cuando es positivo, es difícil cuando es negativo. El examen directo no excluye el cultivo,
que es imprescindible para el diagnóstico de las diferentes especies de dermatofitos.
SIEMBRA/CULTIVO
El Examen Directo puede permitirnos detectar la presencia del agente causal en la muestra
patológica, pero nada o casi nada nos dice de la identidad de ese agente, salvo muy limita-
das excepciones (Malassezia globosa en la pitiriasis versicolor y Scopulariopsis brevicaulis
en ciertas onicomicosis). El diagnóstico definitivo de una micosis requiere un segundo paso:
el aislamiento e identificación del hongo responsable de la misma, mediante cultivo.
El cultivo se lleva a cabo depositando una cantidad de la muestra patológica en la superficie
de uno o varios medios de cultivo, dispuestos en recipientes que pueden ser de dos tipos:
tubos y placas. Nosotros preferimos las placas de Petri, de 9-10 cm de diámetro, porque per-
miten una mejor disposición del inóculo y facilitan la observación y el estudio de las colonias.
Tienen la desventaja de ofrecer más riesgo a la contaminación, pero este problema puede
limitarse con la adición de ciertos antibióticos y practicando las siembras cuidadosamente
(trabajando siempre junto a la llama del mechero) (Figs. 22.1-22.3, 23.1, 23.2, 24.1, 24.2).
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Las placas o tubos, una vez inoculados, se incuban a temperatura ambiente o, mejor, en estu-
fa a 25ºC. Esta es la temperatura ideal para el desarrollo de la mayoría de los agentes cau-
santes de dermatomicosis, aunque algunos de ellos, como T. verrucosum o las levaduras del
género Candida crecen con mayor rapidez a 37ºC. El cultivo de las levaduras lipofílicas del
género Malassezia, que requieren temperaturas de 30ºC a 32ºC, no se lleva a cabo de forma
rutinaria, por no ser indispensables para el diagnóstico de la pitiriasis versicolor, pero consti-
tuye un prometedor campo de investigación en otras dermatosis y es posible que se genera-
lice en el futuro.
Cuando la incubación se realiza en estufa, a temperaturas por encima de los 30ºC, o cuan-
do se prolonga más allá de las dos semanas, es aconsejable disponer las placas en bolsas
de plástico cerradas, para evitar la desecación del medio.
IDENTIFICACIÓN
Los cultivos deben examinarse periódicamente a lo largo del tiempo de incubación, y no
deben desecharse como negativos hasta transcurridas tres semanas a partir de su siembra.
Debe vigilarse la aparición de cualquier tipo de colonia, levaduriforme o filamentosa, tenien-
do en cuenta que los hongos contaminantes que pudieran estar presentes en el material
patológico, o introducirse en el medio al practicar las siembras o durante la incubación, cre-
cen con más rapidez que los patógenos, pudiendo fácilmente cubrirlos o ahogarlos en pocos
días, impidiéndonos su aislamiento (Fig. 25).
Las colonias sospechosas, una vez detectadas, deben replicarse en medios frescos si se
observa contaminación. Una vez se estima alcanzada la madurez de la colonia, se procede
a anotar sus características macromorfológicas, esto es su color, textura (granulosa, pul-
verulenta, anteada, vellosa, algodonosa o glabra), superficie (plana, elevada, plegada, crateri-
forme) y color del reverso. Con la práctica, el aspecto macroscópico de las colonias a menudo
basta para orientar la identificación de la especie, al menos en los hongos filamentosos, de
modo similar a lo que ocurre con las plantas.
Esta observación debe completarse siempre con el estudio de los caracteres micromorfoló-
gicos, lo que llevaremos a cabo tomando una muestra de la superficie de la colonia por medio
de un papel adhesivo transparente. Éste, se coloca acto seguido sobre un portaobjeto en el
que previamente habremos depositado una gota de la solución colorante, habitualmente azul
de lactofenol. La observación se realiza al microscopio, generalmente, con aumentos bajos
(de x 100 a x 400) y debe centrarse en la morfología de las estructuras reproductoras, en
especial, los distintos tipos de conidias.
En aquellos casos en que la micromorfología no permita alcanzar una identificación definitiva
de la especie aislada, se recurre a ciertas técnicas auxiliares (tests fisiológicos o bioquími-
cos) que se detallan en los capítulos correspondientes. Esto reza sobre todo para las leva-
duras, cuya morfología es mucho más pobre que la de los hongos filamentosos.
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C B A
Fig. 25. Cultivos, tres tipos de hongos. A: levadura; B: dermatofito; C: moho
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Examen macroscópico
En primer lugar observaremos si la colonia tiene aspecto levaduriforme (como gota de
queso fundido) (Fig. 25 A) o filamentoso (vulgarmente moho). En el segundo supuesto ano-
tar si el crecimiento es muy rápido (mohos) (Fig. 25 C) o lento (dermatofitos) (Fig. 25 B). En
general, para los dermatofitos, es solo orientativo, pero con experiencia podremos sospe-
char las especies mas frecuentes en nuestro medio: E. floccosum, M. canis, M. gypseum,
T. mentagrophytes, T. rubrum, T. violaceum, T. verrucosum...
Realizamos la observación con el siguiente orden:
1. Color: Tanto del anverso (micelio aéreo): blanco, crema, amarillo, anaranjado, rojo, vio-
leta...; como del reverso (micelio vegetativo): amarillento casi siempre, puede ser rojo,
marrón, violeta o sin color.
2. Superficie: Pulverulenta, vellosa, aterciopelada, algodonosa...
3. Relieve: Plano, crateriforme, elevado cupuliforme, radiado...
4. Borde: Neto, con vellosidades...
5. Velocidad de crecimiento: Similar para casi todos (+/- 10 mm/semana), lento (1 mm/semana):
T. verrucosum, T. violaceum.
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Debemos tener en cuenta que los caracteres morfológicos de los dermatofitos varían según
las condiciones del cultivo, tipo de medios, temperatura y en especial para el color, la luz que
reciba la colonia. Por esto, la experiencia personal para las cepas del propio laboratorio es
tan valiosa. Algunos medios naturales (harina de maíz, patata, etc.) estimulan la producción
de pigmentos y otros medios artificiales como el DTM, específico para los dermatofitos, colo-
rean el medio.
Examen microscópico
Se lleva a cabo de una manera sencilla obteniendo un fragmento del cultivo, con espátula o
con un trozo de cinta adhesiva, de la zona central de la colonia y montándolo entre porta y
cubre, con unas gotas de azul de lactofenol, permite observar al microscopio óptico (x 100,
x 400) los caracteres microscópicos del micelio fúngico.
1. Micelio tabicado, hifas septadas, ramificadas, formando una maraña. Observamos la peri-
feria de la misma para encontrar conidias (macro y microconidias) o bien algunas estructu-
ras morfológicamante interesantes para el diagnóstico micológico.
2. Conidias: Microconidias, son unicelulares, pequeñas, redondas, ovales o piriformes.
Presentan dos tipos de disposición: a lo largo de la hifa (tipo acladium) en forma de raci-
mos (cruz de Lorena). Unas veces son sesiles, otras nacen sobre cortos esterigmas. Las
macroconidias, son multicelulares, grandes, con tabiques transversales. Existen diversos
tipos: fusiformes, en raquetas y en lápiz o maza. A su vez pueden tener las paredes grue-
sas o finas, ser lisas o rugosas, aisladas o en racimos.
3. Estructuras morfológicas especiales: Casi todas variantes de tamaño y forma de las hifas
septadas:
Espirales: hifa fina enrollada en espiral.
Hifa en raqueta: ensanchamiento oval de una porción media o terminal de una hifa.
Cuerpos nodulares: filamentos engrosados formando nudos sobre si mismo.
Candelabro fávico: división terminal de una hifa en dos o tres puntas engrosadas.
Hifa peptinada: pequeñas prolongaciones en un solo lado de la hifa, que adopta así forma
de peine.
Hifa retrógrada: hifa que nace en sentido contrario, en ángulo agudo, al resto de las
ramificaciones.
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ESTRATEGIA DE LABORATORIO
Recordemos que la estrategia consiste en dividir el desarrollo del aprendizaje en tres niveles.
El primer nivel va destinado a todos los dermatólogos, aunque no tengan conocimientos de
laboratorio ni de micología. El segundo nivel, está dirigido a aquellos dermatólogos que
poseen algunos medios, conocimientos y el interés científico de investigar los hongos. El
tercer nivel, va destinado a aquellos investigadores que trabajan con los hongos como
protagonistas.
TERCER NIVEL
Identificación especies Malassezia
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SEGUNDO NIVEL
Objetivo: Demostrar la presencia de Malassezia en unas lesiones clínicas sospechosas de
pitiriasis versicolor.
Método: Examen directo de las escamas cutáneas obtenidas con cinta adhesiva.
Presionamos con un fragmento de cinta adhesiva sobre una lesión típica, lo separamos de
la piel y lo pegamos sobre un portaobjeto. Depositamos una gota de KOH al 20-30% (con
tinta azul Parker o bien la solución de Swartz-Lamkins) en un cubreobjeto y observamos al
microscopio. Encontraremos racimos de células levaduriformes, redondeadas, de 4-8 micras,
con gemaciones y junto a estos racimos, podemos hallar filamentos cortos, tabicados e inclu-
so ramificados. Esta imagen es patognomónica. Sólo necesitamos cinta adhesiva, un por-
taobjeto y cubreobjetos, una gota de potasa y un sencillo microscopio (Figs. 27,28).
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TERCER NIVEL
Objetivo: Identificación de todas las especies del género malassezia.
Método: El género Malassezia reúne en el momento presente siete especies (se están
publicando nuevas especies). Seis están relacionadas con la piel humana normal y patoló-
gica, y son todas lipofílicas: M. sympodialis, M. restricta, M. furfur, M. obtusa, M. globosa y
M. sloofiae. M. globosa y M. furfur se relacionan con pitiriasis versicolor. Una especie está
relacionada con la piel de animales domésticos, es la M. pachydermatis, que es la única
no lipofílica.
Criterios morfológicos
Todas crecen por gemación unilateral, repetitiva, dando lugar a pseudomicelio. Sus células
tienen diferentes formas y tamaños. Es necesaria una experiencia personal para poderlas
identificar. Resumimos: la más fácil es M. globosa, por dar células grandes, esféricas estables;
M. furfur, formas ovoideas y esféricas; M. sympodialis, ovoideas pequeñas con brotes sim-
podiales unilaterales; M. obtusa, células grandes y cilíndricas; M. restricta, células pequeñas,
esféricas u ovales; M. sloofiae, células cilíndricas de corta longitud (Fig. 29,30).
Criterios fisiológicos
Resumimos:
Todas son lipófílicas. Necesitan medio de cultivo de Dixon modificado.
Prueba de la catalasa. Todas positivas, menos M. restricta, que es negativa.
Aceite de castor. Sólo M. furfur es positiva.
Tween tests. La diferenciación se completa con la ayuda de test de asimilación con Tween
20, 40 y 80.
Hay que recordar que la identificación de especie está en fase experimental, ofrece dificul-
tades pero numerosas esperanzas y un futuro apasionante. El Examen Directo, con su
diagnóstico genérico,es suficiente para el laboratorio estandar.
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TERCER NIVEL
Identificación de las especies de dermatofitos frecuentes
PRIMER NIVEL
Objetivo: Demostrar si en una lesión dermatológica sospechosa, existen o no dermatofitos,
con una finalidad epidemiológica y fundamentalmente, terapéutica.
Método: Siembra en medio DTM/DTA.
Ya se ha comentado la toma de muestras para las tiñas, repasemos ahora la siembra: el
material que hemos obtenido, (escamas, pelos, fragmentos de uñas) lo depositamos, con la
ayuda de un asa de platino estéril, en la superficie del medio (tanto en tubo, como en placas
de Petri) en varios puntos.
La siembra en este primer nivel la realizamos en medio DTM o DTA y, a la semana, el medio
(que es de color amarillo miel) cambia el color a rojizo, sólo y exclusivamente si el hongo que
crece es un dermatofito. Sin embargo, el medio no cambia de color si el hongo que crece no
es un dermatofito. No necesitamos microscopio, sólo como indicamos en la siembra: un
mechero de alcohol, un asa de platino y un tubo/placa con el medio DTM o DTA (Fig. 31).
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SEGUNDO NIVEL
Objetivo: Identificación genérica y rápida de dermatofitos.
Método: La realizamos mediante el examen directo y el parasitismo piloso.
Incluimos en este nivel el Examen Directo, y no lo hicimos en el primer nivel porque necesita
microscopio y, además, porque, después de muchos años realizándolo, seguimos pensando
que representa cierta dificultad y precisa cierto aprendizaje y "oficio" de laboratorio. Con el exa-
men directo incluimos el estudio del parasitismo piloso. Ambos representan algo muy interesan-
te y rápido en el diagnóstico de los dermatofitos como origen fúngico de una dermatosis.
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Atlas de MICOLOGÍA CUTÁNEA
Si estudiamos el pelo tenemos que precisar que la "utilización" de la queratina de los pelos
por los dermatofitos curiosamente varía según sea "in vivo" o "in vitro". "In vivo", o sea cuan-
do utilizamos los fragmentos de pelo obtenidos en la toma, puede presentar dos patrones fun-
damentales, bien sea el parasitismo interior al pelo (endotrix) (Fig. 17) o exterior al mismo
(ectotrix) (Fig. 18).
Sólo necesitamos un mechero de alcohol, un asa de platino, un portaobjetos y cubreobjetos,
una gota de potasa y un sencillo microscopio.
TERCER NIVEL
Objetivo: Identificación de las especies de dermatofitos que se aíslan con más frecuencia
en España: M. canis, M. gypseum, E. floccosum, T. mentagrophytes, T. rubrum, T. tonsurans,
T. verrucosum y T. violaceum.
Método: Para llevar a cabo este objetivo vamos a presentar una secuencia que comienza
con la toma de muestras, continúa con la siembra, ambas ya descritas, sigue con el examen
macroscópico de las colonias y termina con el estudio microscópico de los cultivos.
Examen macroscópico
Sólo es orientativo, pero con experiencia podremos sospechar las especies más frecuentes
en nuestro laboratorio: E. floccosum, M. canis, M. gypseum, T. mentagrophytes, T. rubrum,
T. violaceum, T. verrucosum.
Por el color, E. floccosum, amarillo piña, M. canis, amarillo anaranjado, y T. violaceum, color
rojo violeta, son los más sencillos. El color blanco de T. mentagrophytes var. interdigitale,
de T. tonsurans y T. rubrum, lo complican.
Las dos variedades de T. mentagrophytes se diferencian por las colonias: T. mentagrophytes
vr. mentagrophytes es blanco, ligeramente ocre, pulverulento, y T. mentagrophytes vr. interdigitale
es blanco puro, algodonoso. T. rubrum necesita medio PDA para que la colonia sea de color
roja y así la separamos del resto de colonias blancas. Coinciden en el color blanco, ligera-
mente ocre y pulverulento (aspecto de maquillaje) M. gypseum, M. mentagrophytes var.
Mentagrophytes y T. verrucosum. El T. verrucosum, además, tiene un crecimiento muy lento
y un relieve de la colonia crateriforme (Tabla 8).
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T. violaceum Violeta
T. verrucosum Ocre, crateriforme
Debemos tener en cuenta que los caracteres morfológicos de los dermatofitos varían según
las condiciones del cultivo, según el medio, la temperatura y en especial según el color de la
luz que reciba la colonia. Por esto, la experiencia personal para las cepas del propio labora-
torio es tan valiosa.
Examen microscópico
Recordamos que se lleva a cabo de una manera sencilla obteniendo un fragmento del cul-
tivo, con espátula o con un trozo de cinta adhesiva, de la zona central de la colonia.
Montándolo entre un porta y cubreobjeto, con unas gotas de azul de lactofenol, permite obser-
var al microscopio óptico (x 100, x 400) los caracteres microscópicos del micelio fúngico.
La identificación de la especie depende del reconocimiento morfológico de las conidias
(macro y microconidias) y de las hifas especiales (Tabla 9). Unas cuantas pruebas químicas
nos pueden ayudar. Seguiremos el siguiente esquema (Mayo Clinic Mycology Laboratory).
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1. SI EXISTEN MACROCONIDIAS
LISAS: E. floccosum
ESPINULOSAS
- PUNTA FINA: M. canis
- PUNTA REDONDEADA: M. gypseum
2. SI EXISTEN MUCHAS MICROCONIDIAS
SI EXISTEN HIFAS ESPIRALES: T. mentagrophytes
SI NO EXISTEN HIFAS ESPIRALES: Siembra en medio potato dextrosa agar (PDA)
- POSITIVO (colonia roja): T. rubrum
- NEGATIVO (colonia blanca): T. tonsurans
3. SI NO EXISTEN NI MACRO NI MICROCONIDIAS
COLONIA VIOLETA: T. violaceum
COLONIA DE CRECIMIENTO LENTO. HIFAS TORULOIDES: T. verrucosum
SI EXISTEN MACROCONIDIAS
Lisas, en raquetas: E. floccosum (Figs. 32, 33).
E. floccosum es el único representante del género Epidermophyton. Es fácil de identificar
por sus macroconidias, grandes, en raqueta, muy numerosas, de paredes gruesas y lisas,
con pocas células (2-4), aisladas o en racimos de dos o tres, sobre conidióforo corto. No
producen microconidias. La colonia tiene un color típico amarillo "piña". Es antropofílico,
se aísla casi exclusivamente de la tiña crural. No invade el pelo.
Espinulosas
Son grandes macroconidias, de paredes gruesas y espinuladas, rugosas, tienen de 3 a 7
células, forma de barca o uso. La presencia de microconidias es nula o escasa. Estos
caracteres definen, en general, al género Microsporum.
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La presencia de hifas espirales es casi exclusiva de esta especie. Si lo unimos a los caracte-
res de la colonia: blanco ocre, pulverulento para la variedad mentagrophytes (zoofílico) y blan-
co algodonoso para la variedad interdigitale (antropofílico), y a la presencia de numerosas
microconidias, redondeadas dispuestas en racimos, no tendremos dudas en el diagnóstico.
En caso de duda sembramos en medio Agar-Urea, en el que T. mentagrophytes cambia el
color del medio (vira a rosa intenso/rojizo), mientras que T. rubrum no. Otra prueba diferencial
sería la formación de órganos perforantes, que es positivo para T. mentagrophytes y negativa
para T. rubrum.
Si no existen hifas espirales: Siembra en medio “potato dextrosa agar” (PDA):
- Positivo (Colonia roja): T. rubrum (Figs. 40, 41).
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Las colonias de T. rubrum presentan en este medio una coloración rojiza, vinosa, especial-
mente en el reverso. Sus típicas microconidias en lágrimas, están dispersas o dispuestas a
ambos lados de las hifas (según el tipo "acladium"). Hay escasas macroconidias en forma de
lápiz, finas, lisas y multiseptadas, muy semejantes a las que produce T. mentagrophytes.
Repasamos los caracteres diferenciales de T. rubrum, que en cierto modo ya han aparecido:
No hay formas espirales. Ureasa negativo. Formación de órganos perforantes negativa y
especialmente positiva en medio potato dextrosa agar (PDA), con colonias de intenso y noto-
rio color rojo-vino, especialmente en el anverso. Es un dermatofito antropofílico, con prefe-
rencia por la invasión de las uñas.
- Negativo (colonia blanca): T. tonsurans (Figs. 42, 43).
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Visto así, el diagnóstico deT. tonsurans es por exclusión y con dificultades. Nos ayuda en su
diagnóstico el hecho de conocer que la toma micológica procede de una tiña de la cabeza,
de tipo “puntos negros”. No presenta hifas espirales. Las colonias son blancas en medio PDA
y forman microconidias redondeadas, que nacen con una base aplanada, muchas veces en
forma de clavo. También, es típica la presencia de clamidosporos terminales e intercalares.
Es un hongo antropofílico y en la actualidad en España, apenas se aísla.
De todas formas, dadas estas dificultades, es necesario en ocasiones recurrir al crecimiento
en medios agar-trichophyton, especialmente los números 1, 2, 3 y 4, donde crece abun-
dantemente en los nº 3 y 4, pero no en los dos primeros (no tienen tiamina), mientras que
T. mentagrophytes y T. rubrum crecen bien en los cuatro medios.
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TERCER NIVEL
Diagnóstico de todas las especies de género Candida
PRIMER NIVEL
Objetivo: Diagnóstico del género Candida. Demostrar si en una afectación cutánea,
mucosa o ungueal, si existen o no levaduras pertenecientes al género Candida, con fina-
lidad terapéutica.
Método: Siembra en medio glucosado de Sabouraud (MGS).
Recordamos las precauciones que deben tenerse en cuenta al realizar la toma micológica.
Se efectúa con hisopo (torunda) bacteriológico estéril en lesiones mucosas y lesiones cutá-
neas húmedas, y en piel y uñas, como indicamos en el capítulo de toma micológica. Hay que
prestar atención a la escasa supervivencia de las candidas en la muestra por lo que es acon-
sejable la siembra inmediata. La siembra la realizamos en medio glucosado de Sabouraud
(MGS) con cloramfenicol, mediante el hisopo que utilizamos en la toma o con un asa de
platino. Incubamos a temperatura ambiente y a las 48 horas obtenemos unas colonias blan-
cas o blanco-marfil, cremosas, brillantes, como gotas de queso fundido. Son colonias tan
típicas, que son diagnósticas por si mismas. Lo único que necesitamos es un hisopo estéril,
un mechero de alcohol y un tubo o placa con medio glucosado de Sabouraud. En 24-48 horas
podemos hacer el diagnóstico con una simple visualización del tubo o placa (Fig. 48).
SEGUNDO NIVEL
Objetivo: Identificación de la especie C. albicans, imputada como causa de la mayoría de
las candidosis.
Método: Partimos de la colonia que nos ha crecido en el primer nivel, sobre medio de
Sabouraud y realizamos una resiembra en un medio específico.
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Para simplificar esta identificación se han propuesto numerosos medios, que tienen en
común una rápida identificación de C. albicans, basándose en el aspecto macroscópico y
color que adquieren sus colonias. Usamos el medio ChromAgar Candida, en el que la colonia
de C. albicans se tiñe de color verdoso, facilitando el diagnóstico rápido y fácil. Sólo necesi-
tamos un asa de platino, un mechero de alcohol y una placa de medio CROMAgar candida
(Fig. 49).
Fig. 49 Candida, segundo nivel, colonia verde a la izquierda (C. albicans) en medio ChromAgar
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TERCER NIVEL
Objetivo: Identificar cualquier especie del género Candida. Es muy interesante en el
momento actual porque es frecuente la presencia de otras especies de candidas y por el pro-
blema de las resistencias a los antifúngicos.
Método: Todas la técnicas se fundamentan en dos principios básicos: poner de manifiesto la
capacidad de asimilación (auxonograma: las levaduras son capaces de utilizar determina-
dos carbohidratos en presencia de oxígeno, produciendo agua y CO2) y de fermentación
(zimograma: algunas levaduras pueden fermentar unos carbohidratos precisos, producien-
do etanol y CO2).
El fruto de múltiples intentos para simplificar la laboriosidad obligada del auxonograma y
zimograma es la aparición en el mercado de numerosos sistemas. Sistemas que no vamos
a comentar, sólo nombrar algunos, la decisión por uno de ellos depende del número de cepas
que vamos a estudiar y del precio de los medios.
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ANEJO
KOH..........................................20 g KOH..................................................0 g
Glicerina ...................................10 g DMSO...............................................40 ml
Agua destilada........................70 ml Agua destilada..................................60 ml
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Se han propuesto también el sulfuro de sodio y el laurilsulfato de sodio, que actúan más len-
tamente, pero dan imágenes nítidas y tienen la ventaja de no afectar la viabilidad de los hon-
gos presentes en la muestra, que puede ser aprovechada para cultivos, en caso necesario.
El colorante más empleado es la tinta Parker, pero también se han preconizado el Rojo
Congo y el Negro Chlorazol E. Por otra parte, en preparaciones obtenidas mediante papel
adhesivo transparente o cianocrilato, que permiten que la muestra quede firmemente adhe-
rida, bien sea al portaobjetos o al papel, pueden emplearse coloraciones más complejas
como la de PAS. Recomendamos la técnica modificada nosotros (Crespo V. et al) y que figu-
ra más abajo, ya que da buenos resultados y puede realizarse en pocos minutos.
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MEDIOS DE CULTIVO
Existe un número limitado de medios de cultivo destinados al aislamiento o identificación de
los hongos. Los utilizados habitualmente en el diagnóstico de las micosis superficiales son
aún menos, y podemos decir que con media docena cubrimos prácticamente todas nues-
tras necesidades. Podemos dividirlos en dos grupos: medios de aislamiento y medios de
identificación.
Los primeros son en la mayoría de los casos medios de Sabouraud completados con anti-
bióticos antibacterianos y/o antifúngicos, aunque pueden incluirse otros medios en el caso de
que pretendamos el aislamiento selectivo de algún tipo de hongos, como es el caso de los
medios cromogénicos en las Candidas y los medios con lípidos en las Malassezias. Como
rutina, debe emplearse el medio glucosado de Sabouraud (SGA) con cloramfenicol o
gentamicina, utilizando siempre dos placas del mismo, una de las cuales contendrá también
Actidiona, para cada muestra que se procese.
La Actidiona o cicloheximide es un antibiótico antifúngico de la familia de los polienos que
inhibe la mayoría de las especies contaminantes, respetando en cambio a los dermatofitos y
a C. albicans. No obstante, inhibe también total o parcialmente algunos hongos que pueden
estar implicados en las dermatomicosis, como la Candida no albicans, Scopulariopsis,
Fusarium, Aspergillus, Acremonium, Cryptococcus, etc, razón por la que se aconseja incluir
siempre un medio libre de esta substancia en la batería de aislamiento rutinario.
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De rutina
Sabouraud + Cloramfenicol Aislamiento/identificación de dermatofitos, levaduras y hongos oportunistas
Sabouraud + C + Actidiona (exceptuadas levaduras lipofílicas)
Accesorios
Potato Dextrose Agar Aislamiento/Identificación de T. rubrum
CHROMAgar Candida Aislamiento/Identificación de Candida spp
Dixon Agar Aislamiento de Malassezia spp
Estos medios de aislamiento, a menudo, son suficientes para alcanzar el diagnóstico espe-
cífico basándonos en los caracteres morfológicos de las colonias que crecen en ellos. En
algunos casos, sin embargo, esto no basta, y se hace necesario resembrar las colonias en
otros substratos para identificar la especie aislada (medios de identificación).
La mayor parte de los medios utilizados rutinariamente en el laboratorio de micología están
comercializados, y pueden adquirirse fácilmente ya preparados en placas de Petri o tubos de
vidrio, o en forma de polvo deshidratado. En este último caso la gama es más extensa, pero
precisaremos una pequeña autoclave para prepararlos.
El estudio de los caracteres micromorfológicos, lo llevaremos a cabo tomando una muestra
de la superficie de la colonia por medio de un papel adhesivo transparente. Éste se coloca acto
seguido sobre un porta, en el que previamente habremos depositado una gota de la solución
colorante, habitualmente azul de lactofenol. La observación se realiza al microscopio, gene-
ralmente con aumentos bajos (de 100 a 400) y debe centrarse en la morfología de las estruc-
turas reproductoras, en especial los distintos tipos de conidias.
AZUL DE LACTOFENOL
Azul algodón ............................................0,5 g
Ácido láctico..............................................20 g
Fenol .........................................................20 g
Glicerina....................................................40 g
Agua destilada ........................................20 ml
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