Jo
en los que, a pesar de la proliferacién de gobiernos de coalicién,
hay partidos importantes que siempre estén en la oposicién?S. Mas
adelante analizaremos la influencia de los sistemas de partidos en
Ja negociacién y configuracién de los gobiern
Finalmente, cabe sefialar que, en algunos paises, el marco jurf
dico e institucional incluso obliga a la formacién de gobiernos de
r poner tres ejemplos de tres niveles distintos, te-
nal Behaviour: A Case-Stady in Muki-Dimensionalty". En: PRIDHAM, G, (ed).
Coaliional Behaviour in Theory and Practice. Cambridge: Cambridge Univesity
ia: en régimen demoeritico en reforma”. En: CO-
es decir, qu el nimero de ministos francéfonos y de habla nee
cl mismo. Y sia la llamada “paridad lings”, se fade el pec
partidos que hay en Bélgica y a regla no eserita de simet
bieros de coalcién beleas, seain la cual
{que provienen de
art neluye dentro del modelo de democracia de
En Austria, “la mayor iacionesestatales establocen ef gobiemo del Esta-
do federado como una comisién especial de! Land. De manera que el gobierno es
proporci 3s fuerzas presents en el Landtag”. Las excepcianes san Ve
donde el gobieeno se forma sein Iz mayoria de la ssamblea, y Tol, donde
.cuerdo entre los partidos se sigue tambign el sistema de mayoria,
parte, en Viena se exige que el segundo partido ocupe la. vicepeesidenca,
La Formacin de un gobierno de colicin 53
local, Iralia*8, Dicha obligatoriedad de crear gobiernos de coal
conlleva la representacién de una pluralidad de intereses (los
gobiernos suelen ser, por lo tanto, ideolégicamente heterogéneos), una
stribucion del poder entre las for
maciones politicas que lo forman y una mayor estabilidad (la obliga
toriedad deja pocas opciones a la creacién de gobiernos alternativ.
1.2. SISTEMA ELECTORAL Y SISTEMA DE
PARTIDOS
Otro aspecto clave que los partidos politicos toman en considera-
ci6n en la negociacién para formar un gobierno de coalicién es la
normativa que regula las elecciones, los resultados electorales y el
sistema de partidos en el que se desarrolla dicha negociacién. En
et lugar, analizaremos brevemente los elementos que configu-
ran los sistemas electorales y, posteriormente, los escenarios que
generan los sistemas de partidos.
Los partidos politicos que participan en la negociacién de un
gobierno de coalicién deben tener presente el marco normative
electoral que ha generado una determinada
rica parlamentaria y que en el futuro la seguira condicionando.
Las reglas de juego electoral y los resultados electorales obtenidos
pueden repercutir en el disefio de una estrategia negociadora de los
partidos que vaya en la direccién de buscar cualquier opcién que
les permita entrar en el gobierno o, en cambio, en la direccién de
“As se casfican en Ausschuf regierune y Mebrbeitsregicrung, sein se trate de un.
_gobiemo comisionado por la asamblea o de un gobierno de mayoria” (VERNET, J
El sistema federal ausiiaco, Madrid: Marcial Pons, 1997, p-9.
% En realidad, en Italia no hay ninguna ley que establezca como
biernos de coalicién a nivel local, pero tras la aprobacién de la ley 81 de 25 de
marzo de 1993 sobeeclociones locales, este tipo de gobi
los municipios. Sobre34 Jordi Matas Dalmases
preferir esperar una nueva contienda electoral antes de asumir res-
ponsabilidades de gobierno. Los partidos politicos no solo deben
‘conocer las consecuencias del sistema electoral en la configuracién
de un determinado sistema de partidos, sino que también deben
ser capaces de interpretar los resultados electorales obtenidos en el
sentido de si ¢s 0 no oportuno plantearse la posibilidad de formar
parte de un gobierno de coalicién.
Como es sabido, en practicamente todos los estudios sobre los
sistemas electorales se pone de relieve la relacién entre aquellos
elementos que forman parte del sistema clectoral y la composicion
parlamentaria. Asi, si analizamos los tres principales elementos de
Jos sistemas electorales (la formula electoral, la circunscripcién y
Ja barrera minima o legal) podemos saber si generan una mayor
‘0 menor fragmentaciGn parlamentaria y si facilitan o dificultan la
formacién de grandes mayorias parlamentarias y gubernamenta-
les. Todos los elementos que favorecen un mayor pluralismo po-
ico en el parlamento y que obstaculizan la posibilidad que un
partido politico obtenga una amplia mayoria parlamentaria, son
Jos que allanan més el terreno para desarrollar una dinémica coa-
ional. Y aquellos sistemas electorales mas vulnerables a cambios
je coyuntura politica 0, dicho en otras palabras, que son capaces
de reflejar parlamentariamente las nuevas dindmicas electorales,
suelen incentivar més las estrategias negociadoras de los partidos.
De entrada, se puede afirmar que una férmula electoral cla-
ramente proporcional (que traduzca proporcionalmente votos en
escafios), junto con una circunscripcién electoral Gnica (con una
elevada magnitud, es decir, en la que se elijan un mimero elevado
de representantes) y una barrera minima o legal baja (o sin ba-
rrera minima o legal), pueden provocar una gran fragmentacion
parlamentaria, dificultar la obtencién de grandes mayorfas parla-
mentarias y, por consiguiente, favorecer la presencia de gobiernos
de coalicién”. En cambio, una formula electoral mayoritaria (que
potencie parlamentariamente la mayoria electoral) con circuns-
BLAIS, A ALDRICH, J. H. INDRIADSON, L
for Government Coalitions: Testing Downs Pe
Politics. 2006, vol 12, p. 692.
LEVINE, R."Do Vorers Vore
tic Conclusion, Ens Party
La Formac de un gobierno de oalcién 55
cripciones uninominales (en las que se elige un solo representante)
puede facilitar la obtencién de grandes mayorias parlamentarias,
y dificultar, por tanto, la fragmentacin del parlamento, es decir,
puede obstaculizar la creacién de gobiernos de coalicién!™. A pe-
sar de ello, en el primer supuesto puede haber gobiernos monoco-
ores con més 0 menos apoyo parlamentario y en el segundo supuesto
podemos hallar gobiernos de coalicién y una cierta fragmentacién
parlamentaria. En todo caso deberiamos hablar de tendencias, que
dems hay que conjugar con otros factores que ahora analizaremos.
Hay muchos ejemplos que nos permiten establecer una relacién.
entre el sistema electoral proporcional y una mayor tendencia a la
creacién de gobiernos de coalicién'™", entre los que destacamos los
siguientes, Isracl, desde su fundacién en 1948, y con la presencia
de un sistema electoral proporcional con circunscripeién énica y
una barrera minima muy baja (del 2%, precedida por barreras del
1% y del 1,5%), siempre ha tenido gobiernos de coalicién!™. Ale-
mania también tiene un sistema electoral proporcional que slo en
tuna ocasién ha dado la mayoria absoluta a un partido (en octubre
de 1957, la CDU, aunque formé un gobierno de coalicién con el
Deutsche Partei —DP—) y, por tanto, también han proliferado los
gobiernos de coal mn. En Bélgica, desde 1946 s6lo en una ocasi6n
tun partido ha conseguido la mayoria absoluta de los escaiios!™
Duvergercalifics de “auténtica ley sosiol6gica” el hecho de que los sistemas de
mayoria relatva y distito uninominalfavorecen el bipatidismo, ya que todos los
partidos except los dos mas fuertes, quedan gravement infrarrepresentados (DU-
\VERGER, M. Las partidos politicos. México: Fondo de Cultura Econémica, 1981).
01 Sobre esta relacion, ver; AUSTEN-SMITH, D; BANKS, J. “Elections, Coalitions,
and Legislative Outcomes”. En: American Political Science Review. 1988, vol. 82,
rim. 2, pp. 405-422.
\@ BARGSTED, M.A; KEDAR, . “Coalition Targeted Duvergerian Voting: How
Expectations Affect Vorter Choise Under Proportional Representation”, En:
“American Journal of Political Science. 2009, vol $3, mem. 2, p. 311,
10 Desde 1968, aio en que a causa del conficto linguitico se produjo la primera
division en dos de un partido tradicional (el cristanodemécrata)el partido que ha
‘conseguido mis votos se ha quedado con un 26,2%. Y en las elecciones de 1991
‘el partido que consiguié més votos (el crstianodeméerata flamenco} slo leg6 al
116.8% (DESCHOUWER, K, “The Termination of Coalitions in Belgium”. En: Res
Publica, 1994, vol. 36, nim, 1,p.51)-Sobre los efectos dl sistema electoral belga
ela formacién de gobierno de coaliién, ver: RIHOUX, B. “Electoral Reform and56 Josdi Matas Dalmases,
(los cristianodemécratas —CVP/PSC—, en junio de 1950), y desde
entonces sélo ha habido dos casos de gobiernos de un solo partido
(en agosto de 1950 y en junio de 1958). Por su parte, en Holanda,
desde después de la Segunda Guerra Mundial los partidos mas
grandes nunca han conseguido obtener més de un tercio de los vo-
tos. Y en Italia, desde 1945 hasta 1986 proliferaron las coaliciones
multipartidistas y en una sola ocasi6n un partido la democracia
ctistiana, en abril de 1948— consiguié la mayoria absoluta de los
escafios"™,
También encontramos ejemplos de sistemas electorales mayo-
ritarios con ausencia de gobiernos de coalicién. Quizas el Reino
Unido sea el mAs claro, puesto que posee un sistema electoral de
mayoria simple (first-past-the-post) con circunscripciones unino-
minales, y desde la Segunda Guerra Mundial hasta mayo de 2010
nunca hubo un gobierno de coalicién (a partir de entonces el go-
bierno britdnico pas6 a estar formado por conservadores y libera-
les). El sistema first-past-the-post tiende a penalizar a los partidos
mas pequefios, que consiguen un porcentaje de escafios claramente
inferior al porcentaje de votos, y tiende a bipolarizar el sistema de
partidos o a preservar la fuerza de un partido predominanteS,
lecroral Behaviour in Belgium: Change within Continuity... or Conversely”. En
Res Publica. 1996, vol. 38, nim. 2, pp. 255-278,
"1 Datos disponibles en: WOLDENDORP, J KEMAN, Hs BUDGE, L The Party
Government DataSet (PGDS), accedido el 12 de febrero 2014 en: erdda.ses en:
DORING, H; MANOW, P. Parliament and Government Composition Database
(ParlGo) 2007-2012, accedido e127 de mayo de 2014.
Sobre los efectos del sistema firs-pas-the post ve, por ejemplo: BUTLER, D. "Vie
‘ants of the Westminster Model™. En: BOGDANOR, V,; BUTLER, D. Dersocracy
‘nd elections. Cambridge: Cambridge University Press, 1983, p. 46-61. Sobre low
gobiernos de coaliciin posteriores a 2010, ver: BENNISTER, Mc; HEFFERNAN,
‘meron as Prime Minister: The Inra-Executive Politics of Britain's Cos
Government”. En: Parliamentary Affairs. 2012, vol. 65, nim. 4, pp. 778
1; EVANS, 5. "Reluctant Goalitionists: The Conservative Party and the Esta-
ishment of the Coalition Government in May 2010", En: Political Quarterly
2012, vo. 83, nin. 3, p. 478-486; DJORDJEVIC, 5; PALEVIC, Ms RAPAJIC,
M. “Coalition Government and Possible Course of UK Political and Electoral
System Reform after 2010 Parliamentary Elections”. En: Lex Locals- Journal
of Local Self-Government, 2013, vol. 11, nim, 2, pp. 157, 176; HAYTON, R.
“Conservative Party Sracecaft and the Politics of Coalition”. En: Parliamen-
La formacin de un gobierno de calcién 57
Més alla de la simple distincién entre sistemas proporcionales y
sistemas mayoritarios, algunos autores también han observado al-
unos efectos de ciertas formulas electorales en la formacién de
oaliciones politicas. Dos ejemplos claros son la posible utilizacién
el split-ticket en el sistema electoral alemén' y el voto tinico
transferible en Irlanda!”.
Los sistemas electorales proporcionales otorgan mayor influen-
cia a los electores en el reparto de la representaci6n parlamentaria
y la decisién sobre qué partido o partidos formaran parte de la
‘mayoria gubernamental sera fruto de una negociacién basada en
quella fuerza parlamentaria®’, En cambio, en los sistemas mayo-
ritarios la influencia de los electores en la distribucién de escaitos
parlamentarios es decisiva para la composicién del gobierno (de-
cisivita elettorale)', como ocurre en el Reino Unido respecto a
los conservadores o los laboristas'*”, Maas afirma que a muchos
votantes holandeses les gustaria tener un sistema como el first-
tary Afar, 2014, vo. 67, nim. 1, pp. 06-24 HEPPELL, T. “Ministerial Selec-
tion and Portfolio Allocation in the Cameron Govemment”. En: Paliamentary
‘Affis. 2014, vol 67, nim. 1, pp- 64-79.
vw eric tos dl slicker eo a configancén de os gobiemos de coal
gn Alenia, es HOFFMANN LANGE Changing Cosel Peers
‘Among West Geman Parcs. En: PRIDHIAM, G. 6) Coalition Behaviour in
“Theory and Practice, Cambridge: Cambcige Univesy Pris, 1986, p. 525 PUL-
ZEN. b-Germany”- Eos BOGDANOR, Vi; BUTLER, D. Democracy and Election.
Cambridge: Cambridge University Press, 1983, pp. 84-109.
19 Eloo ico tafe em anda ha somportadoazurdos sobre caliones
ttre formacionespolticas antes de las eleoiones es dec, acuerdos prelectoa
ics sobre comiiones guberamentales postclectoraes (LAVER, Mi; HIGGINS, M-
D.*Coalion of Fanna Fai? The Polis of lnrerPary Goverment in Tland”
En: PRIDHAM, G el). Coalition Rehiieur in Theory and Practice, Cambridge
Cambridge University Pres, 1986, pp. 177-178; McKEE, 2. "The Republi of Ie
land”. Ens BOGDANOR, Vi BUTLER, D. Democracy and elections: Cambridge:
Cambridge University Press, 1983, pp. 167-189)
ves DEWACHTER, W. "Une nowelle technique dection drecre du gouvernement”
En: Res Palin, 1992, ol 3M, nm. 1, p77
Sobre ls facies qu: coaviewen ca delsias unas ckciones, er: STROM, K
"Govern i minranza e democraceparlamenta, En: Rivista alana di Scienca
Poles 1985, vol. 25, nim, 2p. 189-190
suo DEWACHTER, W. "Une nouvelle technique election dsete da gouvernement"
En: Res Publica, 192, vol. 34 nim. 1.75.58 Joni Matas Dalmases
past-the-post briténico para poder asegurar gobiernos més esta-
bles y para poder influir mas en la formacién de gobierno y en las
politicas gubernamentales'!, En conclusion, el protagonismo de
los electores es un factor més que los partidos deben utilizar para
la negociacién de una mayoria gubernamental.
En cuanto a la circunscripcién'™2, hay que tener en cuenta su
magnitud, es decir, el ntimero de representantes que se eligen en ca-
da una de las divisiones territoriales que se utilizan para aplicar la
f6rmula electoral que convierte votos en representantes politicos.
Como es sabido, en las uninominales, en las que, como en el Reino
Unido, se elige un solo diputado, no hay proporcionalidad posible.
En las plurinominales, en las que se cligen dos o més diputados, es
preciso conocer cual es el ntimero de escafios a elegir, ya que cuan-
to mis elevado sea mayor tendencia habré a la proporcionalidad
del sistema electoral. Un tipo de circunscripcién plurinominal en la
que todavia se garantiza mas la proposcionalidad es la de aquellos
pafses, como Israel y Holanda, en los que existe una tinica circuns-
‘ipcién para elegir a todos los parlamentarios y que agrupa a
todos los electores.
(Otra cuesti6n relacionada con las eircunscripciones son los cri-
terios que se utilizan para disefarlas y fijar su magnitud: criterios
territoriales o poblacionales. La proporcionalidad esta mejor ga-
rantizada si la distribucién de escafios entre circunscripciones se
realiza en funci6n de la poblacién, puesto que asi se evita que a
unas circunscripciones se les asignen mas escafios de los que les
corresponderian atendiendo a su volumen demogréfico, es deci, se
evita Ia sobrerrepresentacién o subrepresentacién de las circuns-
cripciones. En definitiva, aquellas circunscripciones que mejor ga-
rantizan a los partidos politicos la proporcionalidad entre porcen-
taje de votos abtenidos y porcentaje de sepresentacin conseguida,
son las que més activan la practica coalicional.
-MAAS, PE "Coalition Negotiations in the Dutch Mul-Party System™. En: Parlia-
‘mentary Affairs. 1986, vol. 39, 6m
Sobre la importancia dela citcunse
RAE, D. W. Leyes electoralesysistomu de partidos politicos, Madtid: CITER, 1977.
La formacién de un gobierno de calc 39
En cuanto a la presencia de barreras minimas 6 legales, es decir,
de un porcentaje minimo de votos que se exige a los partidos para
participar en la distribucién de escafios, hay que sefialar que cuan-
to més bajas sean estas barreras minimas, més facilidades tendrén
los partidos pequefios para obtener representacién parlamentaria
y existird mayor tendencia a la fragmentacién del parlamento, ya
‘que una de las principales funciones de las barteras minimas es,
precisamente, la de evitar una excesiva fragmentacin parlamenta-
ria", Asi, por ejemplo, las barreras minimas que durante afios se
fijaron en Holanda (0,67%) o Israel (1,5%), permitieron la entrada
de partidos pequefios en los parlamentos de estos paisess aunque
en otros, como los escandinavos o Alemania, en los que el umbral
electoral ha sido superior (el 2% en Dinamarca'', el 4% en Sue-
cia, la ausencia de barrera minima en Noruega” —pero que en la
préctica gira alrededor del 4%— y el 5% en Alemania) tampoco
se ha obstaculizado en gran medida la representaci6n parlamenta-
‘dems, en ocasiones se a afrmado que la presencia de barreras mnimas también
jpoede frenar la presentacin de lists alemativessurgidas como consecuencia de
lun enfeentamiento intrapartdistay, por lo tanto facta el acverdo entre cocrien-
tes intenas (SHUGART, $5 CARI ‘Nueva York:
Cambridge University Press, 1992)
Sobre los gobiemos de coalicién en Dinamarc
Search of Unity: Cabinet Committes in Denmark”. Ens MACKIE, T:
GWOOD, B. W. fe.) Unlocking the Cabinet. Londres: Sage, 1985, pp. 115
SCHOU, T. Ly HEARL, D. J. "Party and Coalition Policy in Denmark”. En: LA-
BUDGE, I. (eds) Paty Policy and Government Coalitions. Londres
Macmillan, 1992, pp. 151-188. Ver también: GREEN PEDERSEN, C. “Minority
‘Governments and Party Politics: the political and institutional Background 0
2001, vol 24, nim. 1, pp.
B. “The Impact of the European
System: The Case of Denmark”.
En; Scandinavian Political Studies. 2012, vol 35, nim. 3, pp. 179-197.
45 Sobee los gobieros de coaliciin en Norwega, ver: STROM, Ks LEIPART,
“Norvtay: Policy Pursuit and Coalition Avoidance”. En: LAV BUDGE,
leds) Party Policy and Government Coditions. Londres: Macmillan, 1992, pp. 61-
108; ALLERN, E.H.; AYLOTT, N. “Overcoming the fear of Commitment: Pre
electoral Coalition in Norway snd Sweden”, En: Acta Politica. 2009, vol. 44,
‘im. 3, p. 259-285.
the “Danish miracle". En: Journal of Public Poi
53-70; CHRISTIANSEN, J. Fs PEDERSE60 Joedi Matas Dalmases
ria de los partidos pequefios!'*, Efectivamente, los porcentajes en
Jos que se acostumbran a mover los umbrales electorales
la influencia de otros factores que configuran los sistemas electo-
rales) no suelen tener una influencia decisiva en la formacién de
gobiernos de coalicién. Asi, por ejemplo, la fijaci6n de una barrera
minima del 5% en Alemania ha comportado durante muchos aiios
la presencia de s6lo tres partidos con representacién parlamentaria
en un pais con una fuerte tradicion de gobiernos de coalicién. En
Espafia, donde el porcentaje de la barrera minima es més bajo (el
3% en las elecciones legislativas) y donde, por tanto, podrfamos
pensar que facilita una mayor fragmentacion parlamentaria, los
gobiernos de coalicién a nivel estatal son todavi
cambio proliferan mas a nivel municipal, donde la barrera legal
esta en e] 5%). En este caso, es evidente la influencia de la circuns-
cripcién electoral, lo que nos lleva a concluir que los efectos de los
elementos de los sistemas electorales en la dinamica coalicional
hay que analizarlos en su conjunto,
En definitiva, los actores de la negociacién debern tener en
cuenta los efectos de los elementos que configuran los sistemas
electorales y su evolucién. La atencién a estos factores sera mas
importante en aquellos sistemas electorales en los que hay mayor
proporcionalidad, puesto que la volatilidad electoral puede gene-
rar efectos decisivos para la configuracién de nuevos escenarios
para la formacién de gobiernos.
Otro aspecto vinculado al sistema electoral y que algunos auto-
res han considerado como factor que puede influir en la negocia-
cin de gobiernos de coalicién son los intervalos que legalmente
debe haber entre elecciones. Como es evidente, estos intervalos
no son los mismos en cada pais e incluso es frecuente que en un
mismo pais haya distintos intervalos segiin el tipo de elecciones
(locales"”, regionales o nacionales). El aumento del intervalo entre
elecciones puede favorecer el acuerdo gubernamental de colabo-
8 FITZMAURICE, J. “Coaltional Theory and Practice in Scandinavia”. En; PRID-
\ Enns eleciones locales es donde hay mayor varacin.
La forma de wn gobierno de coaliién 61
racién entre partidos, mientras que si el intervalo es mas corto los
partidos pueden pensar que es més conveniente evitar acuerdos
forzados con otros partidos y esperar a obtener mejores resultados
en unas nuevas elecciones!*®, Asi, para Strom los partidos pueden
preferit no formar parte de una coalicién ganadora si perciben
que las siguientes elecciones se presentan competitivas, con un
alto nivel de volatilidad electoral y decisivas para la formaci6n
de gobierno!”. En definitiva, los actores de la negociacién deben
set capaces de interpretar los resultados electorales y la aritmética
parlamentaria en el sentido de saber si indican que se trata de un
‘momento oportuno para negociar Ia entrada en un gobierno de
coalicién 0 es mejor esperar unas nuevas elecciones y una nueva
correlacién de fuerzas.
Las consecuencias de los sistemas electorales tienen sus réplicas
cn los sistemas de partidos que generan. Son muchos los autores
que han analizado los efectos de los sistemas de partidos en la
formacién de gobiernos y, mas concretamente, en la formacién de
gobiernos de coalicién. Asi, en la negociacién para la formaci6n de
tun gobierno de coalicién también hay que tener en consideracién
las caracteristicas del sistema de partidos en el que se desarrolla,
Efectivamente, si consideramos el sistema de partidos como una
estructura de relaciones de competencia entre los partidos politicos
de un determinado sistema politico y, mas concretamente, como el
conjunto de relaciones institucionales que mantienen los partidos
en sede parlamentatia, llegaremos a la conclusin que la dindmica
de funcionamiento de los sistemas parlamentarios ororga una im-
8 MELLORS, Cs BREAREY, P. “Mul-Dimensional Approaches to the Study of
Local Coalitions: Some Cross-National Comparisons”. En: PRIDHAM, G. (ed).
Coalitional Behaviour in Theory and Practice, Cambridge: Cambridge University
Press, 1986, p. 286.
1 STROM. K. "Minority Governments in Parliamentary Democracies: The Rationa~
lity of Non-Winning Cabinee Solutions”. En: Comparative Political Studies, 1984,
vol. 17; STROM, K. Minority Government and Majority Rule. Cambridge: Cam-
bridge University Press, 1990,
19 CAPO, J. *Party Coalitions in the First Democratic Period in Spain, 1977-1982"
En; PRIDHAM, G. (ed). Coalitonal Beboviour in Theory and Practice. Cambrid>
se: Cambridge University Press, 1986, p. 248,62
Jondi Matas Dalmases
portancia fundamental al sistema de partidos en la formacién de
gobiernos. Todos los factores que influyen en la creacién y trans-
formacién de los sistemas de partidos (factores histéricos, sociales,
culturales, ideolégicos, econémicos) deberdn tenerse en cuenta en
la negociacin.
Por otro lado, segiin Dodd, el impacto de un sistema de partidos
en la duraci6n de un ejecutivo es un proceso mucho mas complejo
de lo que se supone habitualmente y esté sometido a miltiples
variantes. El citado autor afiade que hay tres variables referentes
alos sistemas de partidos que tienen un rol determinante no sélo
en la formacién de coaliciones, sino también en su mantenimiento:
los ejes de conflicto, la fragmentacién y la estabilidad’?",
Si bien es cierto que los gobiernos de coalicién proliferan en
los sistemas multipartidistas, donde hay distintas formaciones po-
-as con representaci6n parlamentaria sin que ninguna de ellas,
tenga la mayoria absoluta de los escafios, y que escasean en los
sistemas bipartidistas y en los que existe un partido predominante,
las razones no sélo las encontramos en la aritmética parlamentaria
sino también en las précticas parlamentarias y en las relaciones
ejecutivo-legislativo que existen en dichos sistemas de partidos.
Sartori, en su tipologia de sistemas de partidos competitivos (sis-
tema de partido predominante, bipartidista, de pluralismo mode-
rado 0 limitado y de pluralismo polarizado 0 extremo}, concluye
que los sistemas de partidos mas competitivos (como el sistema de
pluralismo limitado y, sobre todo, el de pluralismo extremo) faci-
litan mucho mis la formacién de gobiernos de coalicién que los
menos competitivos (sistema de partido predominante o sistema
bipartidista)
En los sistemas de pluralismo limitado (con tres, cuatro o cinco
partidos importantes en el parlamento') es muy poco frecuente
que un partido consiga sumar la mayoria absoluta del parlamento
y, en caso de no formar una coalicién de gobierno, los ejecutivos
"1 DODD, L. C. Coalitions in Parliamentary Govemment. Princeton: Princeton Uni-
versity Press, 1976, capitulo 8.
Sobre cémo medir la importancia de los partidos, ver: SARTORI, G. Partdod.y
sistemas de partidos, Madrid: Alianza, 1980, pp. 154-159.
in 63
La formacién de un gobierno de co
len ser, segtin Sartori, débiles y poco estables. En la negociaci6n
ara la formacién de un gobierno de coalicién, los partidos que
man parte de un sistema de partidos de pluralismo moderado
imitado deben tener en cuenta que normalmente hay una es-
tructura bipolar, pero, a diferencia de lo que ocurre en el caso del
ipartidismo, de dos coaliciones de gobierno alternativas y no de
dos partidos alternativos. Si las coaliciones alternativas estan ideo-
logicamente bien delimitadas y formadas por partidos distintos,
que es lo que suele ser més habitual, la negociacién es més facil.
En el sistema de partidos de pluralismo polarizado o extremo
{con cinco, seis 0 més partidos importantes en el parlamento),
tampoco hay partidos que obtengan la mayoria absoluta de los
escafios, pero aqui no estamos ante una estructura bipolar, sino
multipolar y, en consecuencia, no hay s6lo dos posibles coaliciones
alternativas, sino que a menudo hay més. Casi todas las miltiples
coaliciones alternativas de gobierno tienden a excluir a los parti-
ddos extremistas y a pivotar sobre el partido o partidos situados
mn el centro del principal eje ideolégico, los cuales practicamente
siempre son piezas de una o varias coaliciones mas amplias. Ello
conlleva una negociacién més compleja, con una estrategia que
debe combinar a aritmética parlamentaria y la ideologia, y que
genera una mayor proliferacion de gobiernos de coalicién y con
tun mayor niimero de formaciones politicas en el gobierno. Asi, por
ejemplo, la media del niimero de partidos de los dieciséis gobier-
nos que hubo en Bélgica entre 1946 y 1968 (antes de la escisién
linguistica de los partidos tradicionales) fue de 2,7, mientras que
la media de los veintiséis gobiernos que hubo entre 1968 y 2011
fue de 4,5 partidos",
Al considerar los sistemas de partidos como elementos que in-
fluyen en la cteacién de gobiernos de coalicin, no debe olvidar-
se que en un mismo pais puede haber distintos sistemas 0 sub-
sistemas de partidos. Asi, hay paises en los que la presencia de
1 DEWINTER,L. “Party Encroachment on the Executive and Legislative Branch in
the Belgium Polity”, En: Res Publica, 1996, vol. 38, nim. 2, p. 326, WOLDEN-
'KEMAN, H.; BUDGE, I. The Party Goverment Data Set (PGDS),
accedido ef 12 de febrero 2014 en: erdda.se.Je
en
Efectivamente, la descentralizacién politica y administrativa de los
Estados ha ido creando diferentes arenas gubernamentales y en
len darse sistemas de partidos peculiares y, en con-
en caso de ses gobiernos
compartidos, miltiples pactos de coalicién. Hay paises en los que
los gobiernos de coalicién se forman sélo a nivel local y no a nivel
estatal (como, por ejemplo, el Reino Unido antes de las elecciones
de mayo de 201 los que se producen a nivel regional
"St Este es por ejemplo l eas espaol ol belga. Sobee el caso esp
IM. La formacién de gobieros minoritarios en Espaia, 19
Centto de Investigaciones Sociolégicas, 2002; MARQUEZ, G. “Las coaliciones
politicas en las institeciones del sistema sla gobiernos lo-
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Conf management
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idades del Ambito local britinico, ver: LAVER, Ns RALLINGS,
18 Theory and Local Government Coalition Payotis
La formacién de un gobierno de coalcién 65
y local pero tampoco a nivel estatal (como, por ejemplo, Espaiia'*6
Menos frecuentes son los paises que poseen gobiernos de co:
«nivel estatal y que, en cambio, no los tienen a nivel regional o lo-
cal. En este sentido se puede afirmar, por un lado, que los gobiernos
de coalicién de nivel estatal influyen claramente en la creacién de
gobiernos de coalicién en ambitos territoriales mas reducidos (y no
tanto a la inversa)!”’ y, por otro lado, que donde més proliferan los.
xgobiernos de coalicién es en los ambitos territoriales mas reducidos
{los locales) y donde menos, en los més amplios
Existen pafses en los que las coaliciones que se producen a ni-
vel estatal sirven de patrén para otras coaliciones subestatales (re-
Government”, Er Affaizs. 2012, vol 65, nim. 4, pp. 778-801;
EVANS, S. "Rel the Establis
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ec
los gobieros minoritaios
so de a Asociacion Espaiiola de
in European Local
(GS, Cs THRASHER, M. “Coalition Theory and Local Go-
‘yemment: Coalition PayoHs in Briain”. En: British Journal of Political Science.
1987, vol. 17, 6m 4, p. 502,66
Jondi Matas Dalaases
gionales o locales)"*8, aunque en otros, en cambio, no se aprecia
esta influencia del nivel estatal"™. En los gobiernos de coalicién
estatales es donde hay una mayor intervencién de los Srganos del
partido en la decisi6n sobre la formacién de un gobierno de coa-
arse en otros 4mbitos
nivel estatal tiene un
eco politico mucho més am s subestatales!®®, Sin
embargo, en algunos paises, el nivel regional o local se ha con-
vertido en una especie de laboratorio en el que se experimentan
subestatales. Por
the German Federal Republic”. En: Political Studies,
1978, vol. 26, nim. 2, p. 200, 204).
ics of Iner-Pary Government
sur n Theory and Practice
Li formaciéin de un gobierno de coalcién 67
coaliciones gubernamentales, para més tarde intentar implantarlas,
en el nivel estatal
Todas estas influencias entre gobiernos de coalicién de distintos
mbitos geogréficos se canalizan a través de los partidos y, por lo
tanto, estan relacionadas con el tipo de organizacién interna de ca-
da partido, con sus relaciones verticales). En este sentido, no fal-
ta quien considera que en aquellos partidos en los que existe una
fuerte centralizacién organizativa hay menos libertad por parte de
Jos 6rganos regionales o locales para confeccionar determinadas
coaliciones (sobre todo aquellas que pueden poner en peligro la
estrategia del partido a nivel estatal), mientras que en los parti-
dos que tienen una organizacién descentralizada (0 también los
‘que poseen un funcionamiento asambleario) hay més libertad para
la formacién de coaliciones regionales o locales y, ademas, estas
pueden tener mayor influencia en el comportamiento coalicional a
nivel estatal5, Sin embargo, la l6gica de actuacién de los partidos
a nivel local (donde, por ejemplo, las relaciones personales son
muy importantes) no es la misma que la que opera a nivel regional
y todavia menos que la que se sigue a nivel estatal; y a menudo
es muy dificil conjugarlas todas en una sola direccién ¢ imponer
en los otros niveles inferiores los criterios que el partido adopta a
nivel estatal. En cualquier caso, las experiencias de gobiernos —
positivas o negativas— que se producen en un determinado nivel
territorial pueden servir de referente para los otros niveles.
11 Como, por ejemplo, en algunas ocasiones ha ocurtido en
BREAREY, P.“"Mult-Dimensional Approaches to the Seudy of
Some Crt 1] Comparso PRIDHAM, G.
iow” in Theory and Practice. Cambridge: Cambridge University Press, 1986, p.
18 PRIDHAM, G.~Parties and Coaltional Behaviour in Italian Local Pol
‘ot Convergence?”. En: European Journal of Pol
3, pp. 223-240.
18) MELLORS, C.; BREAREY, P. “MultiDimensional Approaches to the Stud
Local Coalitions: Some Cross-National Comparisons”. En: PRIDHAM, G. (ed)
Coalitional Bebaviowr in Theory and Practice. Cambridge: Cambridge University
ss, 1986, p.290,68. Joni Naras Dalmases
Estas dinémicas multinivel son actualmente uno de los princi-
al!**, La capacidad
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3, pp. 432-461; STEFURIUC,
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2013, pp. 61-80; FIELD, B. N. “Gobiernos minoritarns y actividad
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tidos de Smbico staal en Ia format .
J.-M, led). Pactar pane gobernar. Dindmicas coalicionaes en la Espita multnivl
Gores
fects of government comy
European Public Policy
6
{a Foxmacin de un gobo de cos
fluencia reciproca entre los actores politicos en diferentes
s en los procesos
de comprens
considerar un nuevo espacio de oportunidades politicas donde los,
partidos desarrollaran estrategias politicas a menudo duales,
de los procesos interpartidistas
vos pt
Finalmente, hay que sefialar que los sistemas de partidos pue-
{én gubernamental", mientras que puede haber otros
partidos que, de modo constante, participen en la negoci
bre po:
nos obliga a tratar un aspecto esencial de la nego
mismos actores, los partidos politicos.
1,3. PARTIDOS POLITICOS E IDEOLOGIA
Para comprender las estrategias que se siguen en el proceso de ne-
gociacién de un gobierno de coalicién es fundamental analizar las
caracteristicas de sus principales protagonistas: los partidos o for-
3S Un ejemplo circunscrito a la actuacién negociadora delos partidos en el én
local es el estudio realizado por Josep M. Colomer y Florencio Martinez:
LOMER, J. Ms MARTINEZ, E “The paradox of coalition trading”. En: fourmal
of Theoretical Politics. 1995, atm. 7:
s decit, aquellos
a del gobierno,
os, sus efectos
Asi denomina Deschouwer a los tes (postesiormente
politicos belas (DESCHOUWER, K. “The Termination of Coalitions in Belgium”.
En: Res Publica. 1994, vo. 36, nim. 1, p. 46)