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SOCIEDAD Y EDUCACION EN EL

LEGADO DE LA ILUSTRACION:
CREDITO y DEBITO

Mariano F. Enguita

Si nuestra época es producto de la Ilustración en los terrenos


del pensamiento económico y político, tanto o más lo es, sin lugar
a dudas, en el del pensamiento educativo. No en vano la mayoría
de los principales pensadores del movimiento iluminista le conce-
dieron un importante espacio en su obra. Locke nos legó los
Tltoughts on education; Helvetius, su De I'Homme; Rousseau,
el Emilio; Condorcet, el Rapport sur l'lnstruction Publique; Kant,
la Pddagogik, y ello sin contar los escritos menores de Voltaire,
La Chalotais, Mirabeau y otros, o entre nosotros, Quintana.

El legado irrenunciable

Si bi'en sus posiciones fueron muy variadas, a veces irrecon-


ciliables, todos tuvieron en común la idea de que el pensamiento
no debía detenerse ante las barreras de la tradición, la superstición,
la sumisión a los poderes establecidos o la censura eclesiástica. El
pasado, visto bajo el indiferenciado color negro del despotismo,
era rechazado como una época oscurantista, y los abusos del poder
eran atribuidos a la ignorancia en que habían sido mantenidos los
pueblos. El progreso y la libertad, por el contrario -con la excep-
ción del Discurso sobre el origen y los fundamentos Je la desigual-
dad entre los hombres de Rousseau-, eran inequívocamente asocia-
dos a la expansión de las Luces y el imperio de la razón.
Mostraremos -escribió Condorcet- cómo la libertad.
las artes, las Luces, han contribuido a la moderación y
el mejoramiento de las costumbres; pondremos de
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manifiesto como esos vicios. tan frecuentemente atri- humanidad. Los ilustrados, los reformistas de entonces, como los
buidos a los progresos mismos de la civilización. eran de hoy, encontraban más fácil remitir sus ansias de libertad e igual-
los de los siglos más groseros; que las Luces y el cul- dad al terreno educativo que a los de la propiedad o el trabajo.
tivo de las artes los templaron. cuando no pudieron Como escribió el filósofo de Konigsberg:
destruirlos; probaremos que esas elocuentes peroratas
contra las ciencias y las artes están fundadas en una Arrebata imaginar que la naturaleza humana se desa-
errónea aplicación de la historia y que. por el contra- rrolle cada vez mejor mediante la educación y que
rio. los progresos de la virtud han acompañado ésta pueda adquirir una forma adecuada para la huma-
siempre a los de las Luces. al igual que los de la co- nidad. Esto nos abre la perspectiva de un futuro géne-
rrupción han sido siempre la secuela o el anuncio de ro humano más feliz.
la decadencia. (Condorcet, 1980: 125) (Kant, 1968,444)

¡Sapere aude!. !atrévete a saber!, fue la divisa de la Ilustra- Si Kant lo fiaba todo a .la educación mirando al futuro, otros
ción, según Kant. Nada debía oponerse al progreso del conoci- iluministas le achacaban todo mirando al presente y al pasado. Así,
miento y ante nada debía detenerse éste. El saber se oponía al John Locke expresaba:
viejo orden teocrático en el campo de las ideas, al igual que el Creo poder asegurar que de cien personas. hay noventa
dinero lo hacía al viejo orden aristocrático en el más prosaico del que son lo que son. buenas o·malas. útiles o inútiles a
poder. Pero el saber de una minoría no bastaba. Era necesario que la sociedad. debido a la educación que han recibido.
alcanzase a la mayoría o al menos, que pudiera ser reconocido Es de ahí de donde viene la gran diferencia entre los
por ella. Por eso, la educación se convirtió de inmediato, para los hombres.
ilustrados, en un instrumento crucial. (Locke, 1968,114)
Si el orden aristocrático y el despotismo monárquico habían
tenido su principal soporte ideológico en la iglesia, el nuevo orden Con un concepto más amplio de la educación, que se refiere
debería tenerlo en la escuela. Althusser lo ha formulado taxativa- en general a las circunstancias que rodean a cada persona, el sen-
mente, combinando un acierto analítico con un desacierto termi- sualista Helvetius vino a decir prácticamente lo mismo. Para él, las
nológico: junto con la familia, el principal "aparato ideológico del causas de la desigualdad residían en las distintas oportunidades
Estado" en el antiguo régimen era la iglesia, pero en el nuevo pasó de educación, aunque en un sentido más amplio que el que hoy
a serlo la escuela. Los ilustrados vieron en la educación formal el daríamos a la expresión:
instrumento llamado a terminar con el predominio ideológico de
la iglesia y a asegurar el consenso moral en torno al nuevo orden ¿De dónde proviene la extremada desigualdad de los espíri-
por venir. Nada hay de extraño en que la iglesia y las órdenes reli- tus? De que nadie ve los mismos objetos. nadie se ha encon-
giosas se convirtieran en el blanco de todos los ataques: por un trado precisamente en las mismas posiciones. nadie ha recibi-
lado; su dogmatismo y su intolerancia hacían de ella el enemigo do la misma educación y en fin. de que el azar que preside
por antonomasia de los intelectuales, mientras que sus inmensas nuestra instrucción no conduce a todos los hombres a vetas
riquezas inactivas y sus escrúpulos ante la miseria la convertían en igualmente ricas y fecundas. Por consiguiente, es a la educa-
un obstáculo para la nueva burguesía; por otro, resultaba más fácil ción. tomada en toda la amplitud del sentido que se pueda
cebarse en ella que en los poderes laicos. atribuir a esta palabra y en la que se encuentra comprendida
Si las Luces debían extenderse a todos, aunque fuera en dis- la idea misma del azar. a la que hay que referir la desigualdad
tintas dosis, la educación era la forma posible e imprescindible de de los espíritus.
conseguirlo y por consiguiente, era la llave del progreso de la (Helvetius, 1975, IX, 78)
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La educación aparecía así, para los ilustrados, casi como la conocimientos o ideas. Del entendimiento, porque veían ahí la
pócima mágica llamada a terminar con los males que abominaban: base de la libertad de conciencia y de la tolerancia. De la conducta,
el despotismo y la opresión, la desigualdad entre los hombres, el porque veían en la educación el instrumento para sacar al hombre
oscurantismo y la superstición, la falta de libertad de pensamiento de su estado natural, bien fuera con el objeto de que pudiera
y la intolerancia ... sumarse al contrato social (Locke), de que alcanzara la moralidad
Sería imposible dar cuenta adecuada de todos sus plantea- (Kant) o de que fuera un buen ciudadano de la república (Rousseau;
mientos, o de los principales de ellos, en un espacio tan reducido contra lo que piensan quienes solamente han leído el Emilio, el
como el que aquí parece razonable -tanto más si se tiene en pensador ginebrino era un ardiente defensor de la idea de una edu-
cuenta que la Ilustración no fue un movimiento organizado con cación nacional).
unos objetivos compartidos, sino más bien la confluencia de distin- Todos reconocieron de un modo u otro la especificidad de la
tas corrientes de pensamiento en un contexto histórico y con un infancia, declarándola una etapa premoral, vinculándola a la natu-
estado de ánimo común-o Cabe, sin cm bargo, señalar algunos de raleza u optando por una cierta facilidad en la instrucción.
sus temas centrales y recurrentes. Donde menos acuerdo hubo entre ellos fue en la organización
Todos criticaron acerbamente el estado de la educación exis- institucional de la educación. Todos criticaron sin piedad las escue-
tente, en particular su dogmatismo y su carácter disciplinario, abo- las de su época, pero las alternativas propuestas fueron distintas.
gando por un acercamiento a los intereses o las disposiciones Locke, por ejemplo, detestaba las "escuelas públicas" -es decir,
naturales de los educandos y por un relajamiento de las formas. las escuelas a secas- y consideraba que la educación adecuada para
Algunos, como Locke, se cebaron en la costumbre de enseñar en un niño solamente podía venir de un preceptor privado. Kant, por
lenguas muertas, como el latín y el griego, o de convertirlas en el contrario, desconfiaba del particularismo de las familias y pre-
componente central de la enseñanza. fería la educación pública a la doméstica.
Todos apostaron por conceder mayor espacio a las ciencias Locke se revolvería en su tumba ante la idea de una educa-
de la naturaleza frente a las anquilosadas materias del trivium. y ción a cargo del Estado, y Kant quería que éste tuviera simplemen-
algunos, como Locke y Rousseau, por la introducción del trabajo te la función de administrador, pero no directamente la de educa-
en la formación de la persona mediante el aprendizaje de un dor. Condorcet, por el contrario, abogó por un sistema nacional
oficio. de ed ucación.
Todos quisieron una educación no dogmática sino crítica, no Las tribulaciones de Condorcet al respecto pueden ayudarnos
encaminada a instilar las verdades de turno sino a preparar al indi- a entender mejor el problema. En el Rapport afirma sin vacilacio-
viduo para buscarlas por sí mismo o al menos, para elegir entre sus nes que puesto que
distintas versiones. Esto resultaba particularmente importante en
lo concerniente a la religión, colocada más allá de los límites de la la primera condición de toda instrucción es no ense-
razón -y por tanto, como materia no susceptible de discusión- ñar más que la verdad, los establecimientos que el
por Locke, sustituida por la religión natural por Rousseau, relega- poder público le consagre deben ser tan independien-
da a la conciencia personal por Kant y oblicuamente abominada tes como sea posible de toda autoridad polftica.
por Helvetius y Condorcet. El objetivo a alcanzar no era el conoci- (Condorcet, 1847, VII, 451)
miento adquirido, sino la autonomía de espíritu. Como había
dicho Montaignc tiempo atrás: "cabezas bien hechas, no cabezas Pero, llegada la Revolución, consideró conveniente añadir una nota:
bien llenas". Cuando el gobierno estaba en manos de un rey heredi-
Todos dieron un mayor papel, en la educación, a la forma- tario, era demasiado importante privarle de toda
ción de la conducta y del entendimiento que a la transmisión de influencia sobre la instrucción. (.. .J Ahora este motivo
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ya no existe. Lo único que importa sustraer a toda
autoridad po/ftica es la enseñanza. El Humanismo, en fin, también centró buena parte de su
Obíd., 521 n) atención en la educación, de manera secundaria en casos como los
de Erasmo y Moro, pero de modo decisivo, sobre todo por su pos-
En definitiva, los escrúpulos por la independencia de la edu- terior influencia en la educación inglesa, en el caso de Vives. Todos
cación desaparecieron o se mitigaron cuando su clase tomó el criticaron implacablemente las universidades y las escuelas de su
poder. Luego volveremos sobre la distinción, sólo aparentemente tiempo, 'y Vives fue de los primeros en reclamar una educación
misteriosa, entre "instrucción" y "enseñanza". ajustada al desarrollo, la individualidad y la psicología del niño.
Rousseau se había movido en el mismo dilema, aunque no Pero ninguno de estos movimientos tuvo la amplitud ni el
nos dio la ocasión de saber si la Revolución lo iba a resolver por alcance universal, en el espacio y en el tiempo, de la Ilustración.
él. Tailto en las Consideraciones sobre el gobierno de Polonia Es ésta la que nos ha legado gran parte de las ideas que todavía
como en su contribución a la Enciclopedia abogó por un sistema hoy forman parte del acervo y el discurso educativo y pedagógico.
de educación nacional. Pero Rousseau pensaba en una sociedad La influencia de algunos pensadores se hizo sentir especialmente
como la delineada en El contrato social. al estilo de las ciudades- en la estructura institucional de la educación: tal fue el caso de
Estado del Lacio o Roma. En la sociedad que a él le tocó vivir, pre- Condorcet, cuya impronta marcaría todos los proyectos legisla-
firió propugnar en el Emilio la educación con un preceptor privado tivos de la Revolución francesa y algunos posteriores. La de otros
y al margen de la escuela (si es que no se quiere considerar la pro- recayó especialmente sobre el método y las relaciones pedagógicas:
puesta contenida en esta obra como un mero artilugio retórico). tal es el caso de Rousseau y en menor medida, de Locke. Algunos
tuvieron una influencia directa y sin mediaciones, como Locke,
La Ilustración, claro está, no partió de cero. En el plano más Rousseau y Condorcet. Otros la tuvieron a través de pedagogos
general, fue deudora del pensamiento griego y sobre todo, y sin que recogieron directa o indirectamente sus ideas, como Helvecio
necesidad de remontarse más atrás, del Renacimiento, el Humanis- y Kant.
mo y la Reforma religiosa. En el campo específico de la educación
es inevitable el reconocimiento de su anclaje en la dimensión inte-
lectual de estos tres movimientos. Ilustración ¿para quién?
El Renacimiento ya había traído a primer plano la importan-
cia del saber frente a la tradición y había abogado por una forma- Llega ahora el momento de preguntarnos si -el legado de la
ción integral de la persona, rompiendo parcialmente con los usos Ilustración ha sido inequívocamente positivo. Podemos empezar
escolares establecidos en favor de experimentos notorios (como La por una pregunta más simple: ¿a quién querían los ilustrados hacer
Giocosa, fundada por Vittorino da Feltre) y ofreciendo la obra llegar la educación? El lenguaje universalista de sus obras, sus cons-
de reformadores de la educación, como Bruni d' Arezzo, Piccolomi- tantes referencias al hombre, la humanidad, las facultades raciona-
ni o Vergerio. les, la autonomía de juicio, los derechos innatos, etc. conducen a
La Reforma impulsó, aunque no siempre, las libertades de pensar que su propuesta era universal y sin distinciones. ¿Acaso no
conciencia y religiosa y la transferencia de las escudas de las auto- comparten todas las personas la condición natural añorada por
ridades eclesiásticas a los poderes laicos, y algunos de sus princi- Rousseau, la estructura del pensamiento evocada por Locke y Hel-
pales promotores, como Lutero, Calvino y Zwinglio, dieron a la vecio o la capacidad de ser kantianamente racionales y morales?
luz importantes escritos sobre la educación y apadrinaron o toma- ¿Acaso la Declaración Universal de los Derechos del Hombre no
ron directamente las riendas de la reorganización de algunos siste- fue la expresión más acabada del pensamiento ilustrado?
mas escolares centroeuropeos. El mensaje de la Ilustración estaría entonces dirigido a hoIlY
bres y mujeres, ricos· y pobres, jóvenes y viejos, "blancos" y "de
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color". Estaría ... , pero no lo estuvo. Con raras excepciones, de él casados y ancianos; nunca aceptará un puesto supe-
quedaron excluidos, cuando menos, las mujeres, los pueblos no rior a ellos, como no fuera por obediencia f. .. ).
europeos y más sutilmente, los humildes. (Rousseau, 1978, 311-16)
Empecemos por las mujeres, la mitad de la humanidad, cual-
quiera que sea la amplitud espacial e histórica que se dé a ésta. Al- Kant no fue más justo con ellas. Aunque su remisión constan-
gunos ni siquiera se ocuparon de decir algo sobre ellas, y no cabe te a la figura del ser racional hizo pensar a Schopenhauer y a algu-
pensar que quedaban subsumidas bajo el ténnino "hombre" como nos de sus seguidores que su idea de la moralidad sería aplicable
concepto neutro. Otros lo hicieron, pero más les hubiera valido no no sólo a los hombres sino también a los ángeles o a los extrate-
hacerlo. rrestres, puesto que era válida para todo ser dotado de racionali-
Rousseau castigó a las mujeres con las páginas finales de su dad, él no dejó duda alguna de que no debía aplicarse en exceso a
Emilio. Puesto que tenía que casar a su pupilo, no podía dejar de las mujeres. Por eso pudo escribir:
hacer algunas observaciones sobre la educación adecuada para la
mujer elegida. En su descripción no encontramos otra cosa que la A esto 00 diferencia entre lo bello -femenino- y lo
figura invertida de la educación de Emilio, que tan caro ha hecho sublime -mascu/ino-) deben dirigirse todos los jui-
al autor para la pedagogía refonnista. Como el hombre está hecho cios sobre las dos mitades de la especie humana, f. .. )
para ser libre y la mujer para ser sojuzgada por él, la autoridad, esto han de tener a la vista toda educación y toda en-
ausente de la educación del primero, debía tener un papel impor- señanza y todo esfuerzo por fomentar la perfección
tante y prioritario en la de la segunda. Si él debía ser iniciado en moral de una y otra. No es suficiente pensar que se
la religión natural para luego elegir libremente, ella tenía desde el tienen ante sí hombres: es menester no perder de vis-
principio que ser educada en la confesión del padre y luego, si ta que estos hombres no son de una misma clase.
fuera distinta, profesar la del marido. Si él necesitaba un sabio y (... ) El bello sexo tiene tanta inteligencia como el
prudente preceptor, ella podía ser dejada en manos de sus progeni- masculino. pero es una inteligencia bella; la nuestra
tores. Si la pregunta del niño es "¿para qué sirve eso?", la que ha de ser una inteligencia profunda, expresión de sig-
cuadra a la nIDa es "¿qué efecto tendrá eso?". Si él debe perfilar nificado equivalente a lo sublime.
y fonnular la moral, ella sólo tiene que practicarla. Véase esta f. .. J El es tudio trabajoso y la reflexión penosa, aun-
espléndida descripción de Sofía: que una mujer fuese lejos en ello, borran /os méritos
particulares de su sexo L. J. A una mujer con la cabe-
f. .. ) Es de (ndole apacible, tiene buen natural y el za llena de griego, como la señora Dacier. o que sos-
corazón muy sensible (... ); tiene afición a ataviarse tiene sobre mecánica discusiones fundamentales.
f. .. ), cantar f. ..J, andar con ligereza, naturalidad y como la rr.arquesa de Chastelet, parece que no le hace
gracia (... J, lindo ta/le en hacer cortes ías f. .. ). Lo que falta más que una buena barba f. ..J. La mujer. por
mejor sabe Sofía, y lo que con más esmero le han he- tanto, no debe aprender ninguna geometr(a; del prin-
cho aprender. son las tareas de su sexo, aun aquéllas cipio de razón suficiente o de las mónadas sólo sabrá
poco usadas, como cortar y coser sus' vestidos. f. ..J lo indisrensable para entender el chiste en ?as poesías
Tiene Sofía agradable el entendimiento. sin que sea humorz~ticas f. ..).
brillante f. ..). Sofía está instruida en los derechos de f. ..J En 'historia no se llenarán la cabeza con batallas
su sexo y del nuestro f. .. J. Poco estilo de mundo tiene ni en ge,>graf(a con fortalezas (. .. J.
Sofía (... ). No sólo observa silencio y respeto con las f. ..J El contenido de la gran ciencia de la mujer es más
mujeres de más edad, sino. también con los hombres bien' lo humano. y entre lo humano,'el hombre (. .. J
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f. .. ) Del universo. igualmente. sólo es menester que Exterminados los pueblos de América por los de
conozcan lo necesario para hacerles conmovedor el Europa. éstos últimos necesitaron. para desmontar
espectáculo del cielo en una hermosa noche f. ..). las tierras. l/evar esclavos de Africa.
(Kant, 1978,147-9) El azúcar sería demasiado caro si no se obligase a los
negros a cultivar la caña.
La única excepción a la regla fue Condorcet, un feminista Estos esclavos son negros de los pies a la cabeza y tie-
avant la lettre que ya en el Bosquejo había escrito: nen la nariz tan aplastada que es casi imposible com-
Entre los progresos del género humano más importan- padecerlos.
tes para la felicidad general debemos contar con la No se concibe que Dios. un ser tan sapientísimo. haya
total destrucción de los prejuicios que han establecido puesto un alma en un cuerpo tan negro. y un alma
entre los dos sexos una desigualdad de derechos. buena es aún más inconcebible en un cuerpo seme-
funesta incluso para el sexo al cual favorece. En vano jante f. ../
se buscarían motivos de justificación en las diferen- Es imposible suponer que tales seres sean hombres.
cias de su organización f{sica. en la diferencia que porque si lo supusiéramos. deberíamos creer que
quisiera encontrarse entre sus capacidades intelectua- nosotros no somos cristianos.
les. entre sus responsabilidades morales. Esta desigual- (Montesquieu, 1970, 278-9)
dad no ha tenido más origen que el abuso de la fuer-
za. y ha sido inútil que luego se haya tratado de Kant se mostró tan poco dispuesto a extender sus principios
excusarla con sofismas. pretendidamente universales a las otras razas como se había mos-
(Condorcet, 1980, 241-2) trado a hacerlo respecto a las mujeres, según lo muestra esta obser-
Pero incluso él, que propugnó la creación de escuelas mixtas vación casual:
y una instrucción común, consciente de la oposición de sus r... )
Para ahorrar palabras. baste decir que el mozo era
contemporáneos, ofreció siempre una segunda línea de propuestas. negro de los pies a la cabeza; clara señal de que lo que
Así, por ejemplo, cuando tras afirmar que la instrucción debe ser decía era una simpleza.
única para ambos sexos añade que (Kant, 1978, 74)
si el sistema completo de la instrucción común f. .. ) La excepción, una vez más, fue Condorcet, que no dudó en
parece demasiado amplio para las mujeres. que no proponer la abolición de la esclavitud y defender el derecho de los
están l/amadas a ninguna función pública. nos pode- hombres negros de las colonias francesas a ser tratados en igualdad
mos limitar a hacer que recorran los primeros grados. de condiciones que los blancos.
(Condorcet, 1847,215-6) Pero las exclusiones no terminaban aquí, en esas dos formas
Los pueblos no europeos tampoco caían necesariamente en de opresión, sexista y racista, aparentemente protegidas por prejui-
el ámbito de la humanidad a redimir por los ilustrados. Montes- cios de difícil desarraigo. Tampoco todos los hombres blancos eran
quieu, que encontraba intolerable el despotismo en Europa, pero necesariamente iguales -o tal vez, come los animale~ de Orwell,
necesario en Asia, escribió sobre la esclavitud unas líneas escalo- fueran todos iguales, pero algunos más igUales que otros-o
friantes: Los Thoughts de John Locke tratan exclusivamente de la
Si yo tuviera que defender el derecho que hemos educación del gentleman, del caballero, y su autor no tuvo nunca
tenido los blancos para hacer esclavos a los negros. la menor preocupación por que la del resto de los mortales· fuera
he aqu{ todo lo que diría: más allá de lo necesario para desempeñar sus respectivos trabajos.
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Nadie está obligado a saberlo todo. El estudio de las En cuanto a Kant, que había declarado su preferencia por la "edu-
ciencias, en general, es asunto de aquellos que viven cación pública" -o sea, las escuelas- frente a la doméstica, afirmó
con acomodo y disponen de tiempo libre. Los que tie- también que
nen empleos particulares deben entender las funcio-
nes; y no es insensato exigir que piensen y razonen se depende aqu(, principalmente, de los esfuerzos pri-
vados y no tanto de la intervención de los señores,
solamente sobre lo que forma su ocupación cotidiana.
como pensaban Basedow y otros.
(Locke, s/f, Ill, 225)
(Kant, 1968, 448)
La Chalotais, autor de una propuesta de "educación nacio-
Pero lo que sin duda habían comprendido "Basedow y otros" era
nal", no dudó en excluir de ella a los trabajadores, cuya única
que sin "los señores" la educación quedaría reducida a quien pu-
necesidad, en su opinión, era "aprender a manejar el buril y la diera pagársela, o sea, a una minoría.
sierra" (Querrien, 1979, 26). Voltaire, el "príncipe de la luz",
Incluso Condorcet, que defendió la gratuidad, no hizo la mis-
aplaudía sin reservas tal opción, no dudando tampoco en aftrmar mo con la obligatoriedad. (Los ilustrados espafioles, y concreta-
que la canaille no era digna de ilustración, que la perpetuación mente el Informe de Quintana, harían más o menos lo contrario:
de la ignorancia de las masas era fundamental y así pensaría todo establecer la obligatoriedad por norma estatal, pero conftar la gra-
el que tuviera una propiedad y.necesitara criados (en carta a Demi- tuidad a los municipios; lo que, como demostraría al final del siglo
laville), que "todo está perdido cuando el pueblo se mezcla en la la aplicación de la Ley Moyano, era tanto como proponer un
discusión" (íd.), que instruir al criado y al zapatero era perder el imposible.) Por otra parte, éste es el momento oportuno para vol-
tiempo (en carta a D' Alembert) y que sobre su tierra quería "jor- ver sobre su distinción entre "instrucción" y "enseñanza", antes
naleros, no clérigos tonsurados" (Laski, 1977, 184). También
mencionada. La primera era la instrucción básica; la segunda, la en-
Mirabeau y Destutt de Tracy se opondrían de manera abierta y señanza secundaria y superior. Al dejar la primera en manos del
explícita a la generalización de la enseñanza. Estado y proclamar la autonomía de la segunda, Condorcet consi-
Rousseau propugnó, como ya se ha indicado, un sistema de deraba dos tipos de personas: unas, la mayoría, que serían someti-
educación nacional, pero prefirió proponer en el Emilio una forma
das a la acción del Estado educador; otras, la minoría, que se verían
de educación, fuera del trabajo ya cargo de un preceptor privado,
libres de su tutela. Para las primeras, la inculcación ideológica y
tan sólo posible para una minoría. Incluso en las Consideraciones,
para las segundas, la libertad de conciencia. Una perfecta división
donde propone un sistema de educación nacional, defiende la
entre los sujetos pasivos y los agentes activos de la ideología que
homogeneidad de ésta afirmando:
no vacilaría en recoger la contrarrevolución: Napoleón confió a las
No me gustan en absoluto esas distinciones de cole- órdenes religiosas la instrucción básica y encomendó al Estado los
gios y academias, que hacen que la nobleza rica y la liceos y la enseñanza superior, y Guizot haría tres cuartos de lo
pobre sean educadas distinta y separadamente. Siendo mismo.
todos iguales por la constitución del Estado, deben
ser educados juntos y de la misma manera; y si no se La trastienda del discurso ilustrado
puede establecer una educación pública totalmente
gratuita, al menos hay que ponerla a un precio que El discurso ilustrado se dirigió aparentemente a toda la huma-
los pobres puedan pagar. nidad, pero en verdad, su alcance real no era mayor que el del
(Rou~eau, 1868,709) pensamiento griego clásico, que al mismo tiempo que procla-
Es difícil saber si los "pobres" a los que Rou~eau se refería maba iguales a todos los ciudadanos, no dudaba en reducir al escla-
eran los pobres, en general, o la nobleza pobre, en particular. vo a la categoría de instrumentum vacale, sólo un grado por
encima del ganado, califtcado de instrumentum semivoca/e (según
)52 MARIANO F. ENCUITA SOCIEDAD Y EDUCACION EN EL LEGADO DE LA ILUSTRACION )53

la traducción latina de Aristóteles, quien, por otra parte, lamenta- No es difícil comprender la estrecha relación entre la "carga
ba la situación del hombre libre pobre afirmando que su único del hombre blanco", su "misión civilizadora", y la responsabilidad
esclavo era la mujer); o que el del pensamiento romano, que pro- en la educación del niño. ¿Acaso no justificaba Kant la opresión
clamaba la humanitas como principio universal al mismo tiempo supuestamente paternalista -después de la caza y captura y del
que so'metía a la esclavitud a buena parte de la humanidad a su viaje mortífero- del africano negro, fuera por el europeo en su
alcance. propia tierra, Afri ca, o 'por el plantador americano en el sur de los
La época de la Ilustración fue también, no se olvide, la de la Estados Unidos o el Caribe, al proclamar la simpleza del negro?
industrialización, con el sometimiento de una parte creciente de ¿Acaso no fue ésta, desde el principio hasta el fin, la justificación
la población a la condición de trabajadores asalariados privados de blanca de la moderna esclavitud negra? ¿Qué podía haber más sen-
propiedad; la de la expansión económica de las colonias, con la cillo que, tras tachar de inmorales o amorales a pueblos de
reducción de millones de africanos a la esclavitud; la de la priva- costumbres distintas, negarles el tercer estadio de la educación
tización y la domesticación de la vida familiar, con la separación kantiana, la autonomía de juicio, y forzarlos al primero, la obedien-
entre esfera pública y esfera privada y el confinamiento de la cia impuesta?
mujer a la segunda; la del internamiento, con la reclusión forzosa y ¿qué hizo Rousseau sino justificar el sometimiento de la
de locos, enfermos y sobre todo, vagabundos. mujer al hombre, identificándolos a él con la sociedad y la razón y
El pensamiento ilustrado y liberal dividió a la humanidad en a ella con la naturaleza y el instinto? Así, por ejemplo, cuando
dos partes, una libre y otra sometida, aunque su tratamiento de la afinnaba:
segunda consistiera las más de las veces en no aludir a ella y aun-
que se dieran las siempre honrosas y notorias excepciones. Dividió No hay paridad ninguna entre ambos sexos en cuanto
a la humanidad a través de distintas líneas de fractura, tales como a lo que es consecuencia del sexo. El varón sólo en
la fortuna, el sexo, la raza o la edad. No es difícil reconstruir las ciertos instantes lo es, la hembra es toda su vida
dicotomías en que se organizaba: hembra. o a lo menos. toda su juventud; todo la llama
a su sexo, y para desempeñar bien sus funciones nece-
Libres No libres sita de una constitución que a él se refiera.
Varones Mujeres (Rousseau, 1978,278)
Propie ta rios No propietarios
Burgueses Proletarios De manera análoga sedan legitimadas las distintas fonnas de
Blancos No blancos trabajo forzoso, las reducciones salariales, la represión del vagabun-
Civilizados Salvajes daje y la mendicidad, las restricciones a la movilidad y otros instru-
Edad adulta Infancia mentos dirigidos contra la clase obrera real y potencial a lo largo
del siglo XVIII. Sus valedores fueron economistas ilustrados e ilus-
Las dicotomías entre el estado de naturaleza y el estado civil trados aficionados a la economía, fonnando un coro casi unánime
(Locke), lo "sensible" y lo "inteligible" (Kant), la animalidad y la en el que se integraron Bellers, Petty, Johnson, Fielding, Berkeley,
humanidad (Kant), etc. cobran así su pleno significado. El blanco Defoe, Townsend, Young, Law, Hume, Bentham, Hanway, Tem-
frente al de color, el adulto frente al nif'lo, el patrón frente al obre- ple,Malthus, Ricardo, Say, etc. (sobre la posición de la economía
ro, el rico frente al pobre, el guardián frente al preso, ... personifi- política ante la clase obrera, en general, véase Furniss, 1965).
can la civilización frente a la barbarie, la madurez frente a la infan- Malthus resumió la opinión más extendida al afirmar que los
cia, el carácter moral frente al sustrato animal, la razón frente al trabajadores eran "inactivos, perezosos y sentían repugnancia por
instinto. el trabajo" (citado por Bendix, 1963, 89), mientras otros no deja-
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ron de señalar su imprevisión, su afición por la bebida, y así suce- cionaria, lo que forzó la ampliación del ámbito del discurso y del
sivamente; en suma, un conjunto de atributos que indicarían un orden polít~co amparado por él.
grado de civilización, dominio de la naturaleza, racionalidad, mora-
lidad, etc. insuficientes. La rémora ilustrada en la educación
Aun cuando la historiografía al uso deja fuera de la Ilustración
a los economistas de la época, centrándose sólo en los autores de Si hemos incluido la categoría de infancia como determina-
obras filosóficas o políticas, entre unos y otros se dio en realidad ción de la ausencia de libertad en el discurso liberal o ilustrado, no
una curiosa especie de división del trabajo. Mientras que numero- ha sido simplemente para forzar el razonamiento mediante una
sos filósofos ilustrados negaban al pueblo la educación o se la con- metáfora. Locke excluyó a los niños y jóvenes de la libertad por su
cedían de mala gana, los economistas propugnaban para él una condición no adulta:
educación un tanto especial, la de las casas de trabajo y las escuelas-
taller. Unos y otros consideraban al populacho infantil poco civili- Hemos nacido, pues, libres, de la misma manera que
zado, etc., pero mientras que los filósofos, pensando en las "Luces", hemos nacido racionales; pero de momento, no pode-
podían desdeñar su educación, los economistas, pensando en los mos ejercitar la libertad ni la razón. La edad, que nos
hábitos de conducta, le concedieron una gran importancia. trae la una, nos trae también la otra. Vemos así cómo
En realidad, la Ilustración es un concepto historiográfico por se compaginan la libertad natural y el sometimiento al
el que se selecciona arbitrariamente un segmento del pensamiento padre y a la madre y cómo ambas cosas se fundamen-
en los orígenes de la edad 'contemporánea; en general, del siglo tan en idéntico principio. El hijo es libre porque su
XVIII. Tal vez fuera más correcto hablar del liberalismo, cuya sec- padre lo es, ya que se gobierna por la inteligencia de
ción filosófico-política fue la Ilustración, pero cuya sección polí- éste, y seguirá gobernándose hasta el pleno desarrollo
tico-económica, más importante aunque menos inequívocamente de su propia vida. La libertad de la que goza el hom-
emancipadora, fue primero el mercantilismo y luego el liberalismo bre que ha llegado a la edad de la discreción y el so-
económico. metimiento del niño a sus padres hasta que la alcanza
En suma, el liberalismo, o la Ilustración, proclamó la igualdad marchan tan unidos entre sí y son tan evidentes f. .. ).
entre los hombres, pero dejando intactas las divisiones de sexo, (Locke, 1976,46)
raza o clase. Su deseo de abolir las desigualdades afectaba solamen- En el siglo siguiente, J ohn Stuart MilI, codificador del libera-
te a las derivadas de la cuna, es decir, a las diferencias estamentales lismo, no sería menos drástico:
propias de la época feudal. La mejor y más conocida manifestación
de estos límites se encuentra en el sufragio político, que excluyó Probablemente no sea necesario decir que f..,) no
inicialmente por doquier a los no propietarios (sufragio censita- estamos hablando de /os niños ni de los jóvenes de
rio), las mujeres, los hombres de otras razas y los jóvenes, además menor edad de la que la ley pueda fijar como condi-
de otros grupos menores. Que su ulterior extensión a estos secto- ción adulta de los hombres o mujeres, r... )r
los cua-
res se llevara a cabo siendo englobados en la lógica del mismo dis- les) deben ser protegidos contra sus propias acciones.
curso que los había excluido es algo que muestra la potencialidad (Mill, 1961, 198)
universalista de éste, pero que no debe hacer olvidar sus límites ni
sus contradicciones internas. Al fin y al.cabo, no fue el desarrollo Niños y jóvenes, pues, fueron eliminados de la categoría de
libre y espontáneo del discurso lo que trajo sin más la inclusión de los sujetos libres con la misma fuerza que los no propietarios, las
dichos sectores en la esfera de los derechos ciudadanos, sino el mujeres o los pueblos no europeos. Sólo en un punto su condición
conflicto político y social, en ocasiones con una dinámica revolu- era más favorable como tales: su incapacidad, vinculada a su edad,
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SOCIEDAD Y EDUCACION EN EL LEGADO DE LA ILUSTRACION 157

era transitoria y superable individualmente. Para los excluidos con


carácter definitivo, los grupos antes citados, lo adecuado era una en el mercado, donde compradores y vendedores de mercancías,
relación de autoridad muda, su sometimiento sin condiciones a la incluidos compradores y vendedores de fuerza de trabajo, presu-
autoridad de los hombres libres. Para los excluidos por su condi- men mutuamente de ser responsables de sus actos; necesario en la
ción de no adultos, esta autoridad tenía su otra cara en la educa- esfera política, donde se debe suponer a los electores plenamente
ción. Los niños eran educables y podían llegar a la condición de capacitados para seleccionar entre las opciones presentes o para
libres, las mujeres no; y los no propietarios o no europeos disfru- poner en pie otras; necesario, en fin, en la esfera de la familia, cuya
taban de un estatuto más confuso en el que resultaba difícil distin- creación tiene la forma social y jurídica de un contrato, o sea, de
guir el mero ejercicio de la autoridad sobre ellos de las pretensiones un libre acuerdo de voluntades, y donde la patria potestad o en ge-
moralizadoras (hacia los trabajadores; aunque eso no los sacaría de neral, las decisiones que afectan a los miembros son tomadas por
su condición) o civilizadoras (hacia los hombres de color; presunta- quien ejerce la autoridad con plenas consecuencias.
mente prometedoras para la raza, pero no para el individuo) a veces Sin embargo, por muy necesaria que la presunción sea, la vida
presentes en quienes la ejercían. misma se encarga constantemente de desmentirla. Elegir es expo-
nerse a errar y por consiguiente, una oportunidad de aprender. El
Como escribiera Kant: aprendizaje, en definitiva, es algo que dura toda la vida, y no preci-
La ilustración consiste en el hecho por el cual el samente por ese reciente invento que es la formación permanente
hombre sale de la minoría de edad. El mismo es cul- o recurrente. En todo caso, cabe señalar que la supuesta ausencia
pable de ella. La minoría de edad estriba en la incapa- del aprendizaje en la vida adulta -al menos, fuera de la educación
cidad de servirse del propio entendimiento sin la formal- no elimina su existencia; aquí, el discurso no altera la
dirección de otro. realidad.
(Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración) Las cosas son distintas en el otro lado de la dicotomía liberal-
Otras culturas, sin dejar por ello de establecer distinciones ilustrada. La absolutización de la minoría de edad y el encuadra-
por razón de la edad ni de desconocer la especificidad de la infan- miento del proceso de aprendizaje en una relación de autoridad
cia y la juventud, le han destinado espacios de autonomía y áreas unilateral e impuesta sí configuran el aprendizaje mismo. En para-
de responsabilidad. Nuestra cultura actual no lo hace: un menor es lelo a la partición en dos por edades, divide a los individuos entre
menor hasta que deja de serlo, permaneciendo hasta entonces bajo los que saben y los que no, doctos y legos, o si se prefiere la termi-
la autoridad omnímoda de los padres o de quienes, como por nología de antaño, ilustrados y bárbaros, sujetos morales yanima-
ejemplo la escuela, actúen in loco parentis. El límite de la mayoría les inteligentes. Los primeros tienen que dominar a los segundos e
de edad ha venido descendiendo con el tiempo, pero no ha dejado indicarles el camino a seguir, según o contra su voluntad; los segun-
de ser un límite estricto. Tampoco ha dejado de serlo, para la dos sólo pueden aprender sometidos a los primeros. Locke era
explícito: .
sociedad en general, porque en el seno de cada familia o en distin-
tas subculturas hayan podido aflojarse o distenderse las relacio- f. .. ) En cualquier cosa que mandéis o prohibáis a vues-
nes de autoridad. tro hijo, hacéos obedecer sin cuartel y sin resistencia;
Esto ha conducido a la eliminación de la libertad de la activi- porque si llegáis a disputar con él una vez quién de los
dad de aprender y supuestamente (viceversa), a la organización del dos será el amo, lo que sucede cuando le ordenáis una
aprendizaje como un proceso de sumisión y a la presunción de que cosa y se niega a hacer/ll, debéis adquirir una fuerte
la libertad se ejerce desde una capacidad plena. resolución de vencerle, t:on cualquier violencia a la
Lo segundo, la presunción de la plena capacidad, es necesario que seáis obligado a recurrir para ello, si es que una
para el reconocimiento formal de la libertad de elegir; necesario señalo unas palabras no son capaces de someterle a
vuestra voluntad, a menos que deseéis estar en el por-
158 MARIO F. ENGUITA SOCIEDAD Y EDUCACION EN EL LEGADO DE LA ILUSTRACION 159

venir, durante todo el resto de vuestra vida, bajo la


dependencia de vuestro hijo. REFERENCIAS
(Locke, 1968,177-8)
Kant no era menos partidario del rigor: la educación debía BENDIX, R. (1963): Work and authority in industry; Ideologiesofmanage-
comenzar por la obediencia impuesta; continuar (la fase más ment in the course ofindustrialization. Nueva York, Harper and Row.
importante) por la obediencia querida, obediencia al fin y al cabo,
y culminar, como resultado, en la autonomía de juicio (la ilustra- CONDORCET (Marie Jean Antoine Caritat, marqués de) (1847): Oeuvresde
ción, la mayoría de edad). Y Rousseau, por su parte, no afladió en Condorcet, edición de M. F. Arago, París, Firrnin Didot Fréres. Los es-
el Emilio sino la ficción de que la obediencia no parecería impues- critos sobre educación forman el volumen VII.
ta si lo era a través de las cosas en vez de a través de las personas. (1980): Bosquejo de un cuadro históriJ:o de los progresos del espíritu
La consecuencia de este planteamiento es la configuración de humano, Madrid, Editora Nacional.
la minoría de edad como una condición de dependencia personal FURNISS, E. S. (1975): The position 01 the laborer in a system olnationa-
total y de la enseflanza como un proceso de sumisión a la disci- lism: A study in the labor theories 01 the later English mercantilists,
plina,imposición e inculcación. Al eliminar la capacidad de decidir Nueva York, Augustus M. Kelley.
y correlativamente, la responsabilidad del proceso de aprendizaje,
se priva a éste de su mejor instrumento: el interés. Se impide a HELVETIUS, C. A. (1795): Oeuvres completes, París, Pierre Didot l' Ainé.
niños y jóvenes ejercer sus facultades en lo más relevante y se les KANT, E" (1968): Piidagogik, en Kants Werke, edición de la Academia de
condena a malgastarlas en lo marginal y por ende, a desdeñarlas. Se Berlín, volumen XI, Berlín Oeste, Walter de Gruyter und Ca. Hay tra-
les conduce así a lo que el mismo Kant tanto denunciaba: ducción al castellano: KANT,Pedagogia, Madrid, Akal, 1983.
(...) ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un (1978): Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime,
libro que piensa por mz: un pastor que reemplaza mi Méjico, Porrúa.
conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi LASKI, H. (1977): El liberalismo europeo, Méjico, Fondo de Cultura
dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio Económica.
esfuerzo.
(Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?) LOCKE, J. (1968): Thoughts on education, en J. L. Axtell, ed., The educa-
tional writings 01 John Loeke, Cambridge, Cambridge University Press.
En lo concerniente a la educación, el balance de la Ilustración Traducción castellana: LOCKE, Pensamientos sobre la educación,
es contradictorio. Por un lado, aquélla recibió de ésta un impulso Madrid, Akal, 1986.
formidable, aunque severamente limitado, y pudo ir más allá de los (1976): Ensayo sobre el gobierno civil, Madrid, Aguilar.
límites iniciales precisamente por medio de la universalización de
su discurso. Por otro, la Ilustración fijó un marco del que deriva la (s/f): On the conduct 01 human understanding, en The works 01John
organización del proceso educativo como una relación de poder; Locke, Scientia Verlag Aalen, basada en la edición de 1823 de J. Evans
organización que limita seve.ramente las potencialidades del apren- & Ca., Londres. Versión castellana incluida en LOCKE, Pensamientos
dizaje y altera su sustancia y resultados. sobre la educación, Madrid, Akal, 1986.
Dos siglos después, no han faltado propuestas de romper las MILL, J. S. (1961): The philosophy 01 John Stuart MU1, edición de M.
dicotomías heredadas del pensamiento liberal e ilustrado, pero la COHEN, N. York, Modero Library.
tarea sigue pendiente ante nosotros: configurar el aprendiz¡ije MONTESQUIEU (1976): El espíritu de las leyes, La Habana, Editorial de
como un proceso de libertad. Ciencias Sociales.
160 MARIANO E. ENGUITA

QUERRIEN, A. ( 1979): Trabajos elementales sobre la escuela primaria.


Madrid, La Piqueta.
ROUSSEAU, J.J. (1868): Considerations sur le gouvemement de Pologne, ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL
en Oeuvres completes. vol. 1, París, Firmin Didol. IDEARIO ESCOLAR Y LA PROYECCION
(1978): Emilio. o de la educación, Méjico, Porrúa.
EDUCATIVA DE LOS ILUSTRADOS
ESPAÑOLES
Jord; Monés ; Pujol-Busquets

1. INTRODUCCION

Cabe precisar de antemano que los ilustrados españoles llega-


ban a la escena política con un un cierto retraso; que les obligaba
a acelerar el proceso de cambio en una sociedad que a nivel euro-
peo realizaba mutaciones mucho más revolucionarias de las que
preveían dichos ilustrados. Las minorías progresistas del siglo
XVIII se apercibieron de la urgente necesidad de superar la estruc-
tura del Antiguo Régimen, siguiendo para ello los pasos de la Ilus-
tración, que preconizaba el progreso, el espíritu de tolerancia, el
filan tropismo y la extensión de la educación como motores del
cambio social; pero se olvidaron o no pudieron poner en marcha
las reformas políticas, económicas y sociales para hacer viable su
programa reformista.
Dado que dichas minorías estaban inmersas en los esquemas
sociopolfticos y socieconómicos de los grupos sociales dirigentes,
de los cuales formaban parte, eran incapaces de comprender las
verdaderas necesidades socioeducativas de los demás sectores socia-
les. Sin contar con una base social mínima y partiendo de un
moralismo pedagógico esencialmente paternalista, fracasaron, en
buena parte, en .sus tentativas para racionalizar la estructura esco-
lar; aunque debemos recordar que actuaron de generación puente
para ulteriores reformas.
La bibliografía sobre la Ilustración en España y sus derivacio-
nes a nivel espacial y temporal, en la cual se estudia' directa o indi-
rectamente el fenómeno educativo, resulta impresionante; lo que
explica que el propósito de este trabajo sea muy limitado y se
LA ESCUELA Y LA SOCIALIZACION PARA EL TRABAJO

Mariano Femández Enguita

La división capitalista del trabajo tiene también su correlato en la educación. Así como el
proceso de producción estalla en mil parcelas distintas entre los distintos centros de producción
y dentro de cada uno de ellos, los conocimientos escolares se fraccionan incesantemente para
seguir, aunque sea con un notable retraso, la evolución de la división del trabajo productivo.
La misma polarización que se da en el mundo del trabajo entre la universalidad creciente de la
producción social y la unilateralidad cada vez más restrictiva del trabajo del obrero o incluso
del taller aislados, seda en la educación entrela constanteampliación del conocimiento humano
y la castrante especialización de los estudios. (El ingeniero que ignora todo de la literatura y el
humanista que no sabe nada de las ciencias, el obrero cuya biblioteca se reduce a enciclopedias
vendidas a domicilio y el titulado superior incapaz de arreglar un grifo, forman ya parte del
folklore popular). Así como la lInidad del proceso productivo que conduce a una mercancía
acabada solamente existe para el capital, no para el "obrero parcial", y así como la unidad de
la producción social no existe siquiera para los capitalistas, no que solamente se manifiesta
indirectamente a través del juego ciego de las fuerzas del mercado; así, la unidad e interrelación
de los diversos campos del conocimiento se sitúaen lo fundamental fuera de la experiencia tanto
del estudiante como del enseflante. En la división del trabajo escolar, el estudiante experimenta
por primera vez, por activa o por pasiva, que la unidad de las distintas parcelas del conocimiento
solamente existe fuera de su alcance, en una entidad exterior, en el sistema escolar, o incluso
más allá de éste, en su aplicación al sistem aproductivo, tal como maflana la unidad de los
distintos trabajos aislados solamente existirá en las manos del capitalista que organiza
globalmente la producción de la mercancía y el carácter social de las mercancías sólo podrá
manifestarse a través del mercado. El estudiante se entrena, por así decirlo, para encajar en su
casilla sin preguntarse por lo que le rodea y aceptando de antemano que no es asunto suyo, por
no decir que es incognoscible. Como se ha dicho muchas veces, la enseflanza evoluciona en el
sentido de que cada uno de nosotros sepa cada vez más de cada vez menos.

Pero, más importante que esta especialización que corta el trabajo y el saber a lo largo de
líneas verticales, es, a efectos de lo que aquí nos interesa, la división a lo largo de un alínea
horizontal que supone la escisión entre trabajo manual y trabajo intelectual, entre mano y
145
cerebro. En propiedad, no exislen trabajos estriclamente intelectuales ni estriclamente manu- historia aprendida de memoria, simples ejemplos entre otros muchos posibles, son caraclerís-
ales, sino lan sólo trabajos que son predominanlemenle una cosa u otra. El más simple de los ticos de la ensei'lanza primaria y la secundaria profesional, única ensei'lanza de la mayoría de
trabajos manualesconUeva en algún grado atención, premedilación y voluntad, mientras el más los futuros trabajadores manuales, en contraste con la secundaria académica y la superior,
puro (perdónense los adjetivos obviamente sesgados) trabajo intelectual exige al menos un garantizadas a los vástagos de las clases altas. Cada clase practica así un trabajo escolar análogo
cierto esfuerzo físico. Es demasiado fácil indentificar trabajo inlelectual con escuela, y desde a la función que luego le corresponderá en el trabajo productivo.
esla perspectiva no puede llegar a captarse realmente el papel de la escuela en la producción
de la división del trabajo. Para mejor comprender la imporlancia de la división entre trabajo No obstanle, y aunque más o menos restringido a funciones de ejecución, el trabajo escolar
manual e inlelectual es preciso remontarse a sus características genéricas. A diferencia de la es en lo fundamental, efectivamente, trabajo intelectual. Se diría entonces que incluso los
mejor abeja, explicaba Marx, el peor albai'lil tiene ya, antes de poner manos a la obra, una futuros trabajadores manuales tienen, gracias a la escuela. la fortuna de hacer la experiencia del
represenlación en la cabeza de lo que va a producir con los materiales y medios a su disposición. trabajo inlelectual, que debido a la ampliación de la escolaridad obligatoria y a las reformas
Dicho de otro modo, el trabajo humano es una unidad de concepción y ejecución, mientras las comprensivas esta experiencia dura cada vez más ai'los y que. por consiguiente, no hay que
labores más complejas de los animales no pasan de ser mera ejecución. Ahora bien, esa unidad lamentarse si, al cabo de un largo período, unos muestran disposiciones y capacidades
puede romperse de modo que las funciones de concepción o planificación recaigan sobre unas adecuadas a las exigencias de un trabajo intelectual ulterior mientras que otros se muestran más
personas mientras las de ejecución o realización lo hacen sobre otras. Lo dramático de la adecuados para el trabajo manual. Si esto fuera tan simple cabría en todo caso preguntarse por
división manufacturera del trabajo no es que los obreros no lean a Hegel, sino que progre- qué la escuela no imparte principalmente destrezas manuales y rechaza a los poco capaces o
sivamenle se vacía su trabajo de cualquier aspecto creativo convirtiendo todas las funciones de poco dispuestos hacia trabajos intelectuales que serían peor pagados, pero el hecho es que la
su concepción en monopolio de la dirección, o sea del capilal. Los primeros movimientos en escuela, en la medida en que pinta algo -que. por cierto, no es mucho- en la distribución de las
esla dirección fueron la división manufacturera del trabajo y la introducción de las máquinas, oportunidades sociales, envía a la mayor parte de la gente hacia trabajos manuales -{) hacia la
pero los avances más imporlantes han venido de la mano de la "dirección científica" (Taylor, formación profesional- sin preocuparse lo más mínimo de comprobar previamente su ca-
1969), [mal llamada -traducida- "organización científica del trabajo". pues ni el mismo Taylor pacidad para los mismos. La realidad, empero, es que la escuela no ofrece sino una caricatura
tuvo jamás semejante prelensión] y la automatización parcial y tOlal (Bright, 1958; Braverman. de trabajo inlelectual en forma de aprendizaje libresco, memorístico, desligado de la realidad,
1974). Este proceso ha afeclado lanto a los trabajos industriales y de servicios tradicionales sin perspectivas de aplicación, etc. El mismo alumno que se identifica con las metas que le
como a los prelendidamente inlelectuales trabajos de oficina (leclear en una máquina o copiar ofrece la escuela no está más motivado por los aspectos intrínsecos del trabajo escolar que el
recibos son tareas que exigen menos formación y baslanle menos gasto de energía cerebral que que rechaza aquéllas. En lo fudnamental, se identifica con la escuela, sus objetivos y sus
construír una silla complela ocultivar adecuadamente un huerto. aunque estas últimas cosas no procedimientos porque acepta o es llevado a aceptar el sistema de recompensas externas que
se aprendan necesariamenle en la escuela), y empieza a afectar a los trabajos de investigación. se le propone. incluídas las más etéreas: sus padres dan gran importancia a las notas, ellos y él
desarrollo, disei'lo. control de la mano de obra, etc. valoran altamente la cultura escolar. unos y otros relacionan los resultados escolares con las
futuras oportunidades sociales, etc. El rechazo del insípido trabajo escolar, en cambio, tiende
El trabajo escolar. decíamos hace un inslante, es generalmente considerado como un trabajo a manifestarse temprana y primariamente como exaltación del trabajo manual, incluso en su
intelectual, pero. si atendemos a la distinción entre concepción y ejecución, salta a la vista que forma capitalista -{) por lo menos en la forma en que lo imaginan los escolares-, y disgusto por
se trata primordialmenle de un trabajo de ejecución. La mayor parte del trabajo escolar está el trabajo intelectuallOut court. Así. en ausencia de estímulos extraescolares suficientemente
compuesta de aprendizaje memorístico. procesos rutinarios y tareas repetitivas. La concepción poderosos, los escolares son conducidos hacia el trabajo manual a través de una experiencia
de dicho trabajo es algo que queda en principio en manos de los ensei'lanleS, aunque progre- nefasta de trabajo "intelectual", lo que no deja de ser una preparación indirecta y quizás algo
sivamenle va desplazándose a manos de las autoridades y de los fabricantes de mercancías tortuosa, pero tan eficaz como real, en las relaciones sociales de producción. (Algo muy similar
educativas. Esto es especialmente cierto en la ensei'lanza primaria y sólo empieza a dejar par- a lo dicho concluye Paul Willis (1978), en un excelente trabajo etnográfico sobre la subcultura
cialmenle de serlo en niveles superiores de la educación. Un dictado. obviamenle, no es lo antiescolar de la clase obrera y su interacción con la institución escolar).
mismo que una redacción o una disertación. ni un ejercicio de cálculo es igual que un problema,
ni el aprendizaje de memoria de la lista de los reyes godos equivale a la interpretación de las Las formaciones socioeconómicas en general, y la sociedad capitalista en particular, se
causas de las guerras mundiales. cualquiera que sea ésta. No solamenle tienen distinto valor configuran en tomo a sus relaciones sociales de producció\1 ycambio. Hasta aquí hemos venido
propedeutico y pedagógico, sino que expresan relaciones distintas entre los estudianles y el ocupándonos de las relaciones de producción. Ahora lo haremos de las de cambio. Argumen-
conocimiento. formas de trabajo escolar diversas: en suma, relaciones sociales diferenles. A taremos que en la escuela existe: a) un discurso ideológico oficial imporlado de la vena
Baudelot y Establet (1976: II1, 1, 1), de nuevo, corresponde el mérito de haber sei'lalado, al iusnaturalista que era Yes la expresión ideológica del mercado; b) la configuración de una esfera
estudiar la escuela francesa, esas diferentes relaciones con el conocimiento entre los alumnos distintiva en las relaciones sociales de la educación que reproduce las relaciones sociales de
de los canales lilerarios y los canales prácticos; y, como anleS, debemos subrayar el marchamo cambio en la economía; y c) una articulación entre los procesos de selección y socialización en
clasista de esa diferencia desde el momento en que los dictados, los ejercicios de cálculo o la la educación similar a la existente en las relaciones económicas entre mercado y producción.
146 147
El mercado está en la base del discurso ideológico pretendidamenle igualilario de la
sociedad burguesa. En él. los poseedores de mercancías se presentan como sujetos de iguales punto de partida y dotados de los mismos medios, sus realizaciones diferentes dependerán
derechos y obligaciones que intercambian entre sí valores equivalentes. Cada uno acude con solamente de sus particulares capacidades. disposiciones. movitaeiones. vocaciones y
su producto a la plaza y las leyes de la oferta y la demanda se encargan de decirle si ha empleado elecciones. Si alguno parte con desventaja en la carrera por factores extraescolares -familiares.
su trabajo en algo útil o inútil, si ha invertido más. menos o exactamente el trabajo socialmente culturales. sociales...-, la escuela no se arredra en ofrecerse a "compensarlos". No en vano las
necesario en la producción. Reglas y medidas son comunes para todos, y no hay otras teorías más típicamente burguesas de la sociedad, como el funcionalismo sociológico o el libe-
desigualdades que las imputables a cada cual. pues la recompensa individual recibida por cada ralismo económico, que primero vieron en el mercado la panacea, han terminado por encontrar
uno se fija de modo acorde con su contribución, la cual a su vez depende de su esfuerzo, su en la escuela el mecanismo de asignación por excelencia (por ejemplo, los parsonianos y los
ingeniosidad. ele. Como el mercado es transparente, las ventajas ocasionales adquiridas por defensores de la teoría de la modernidad, en sociología, y los teóricos del "capilal humano", en
algunos debido a la casualidad o a nuevos procedimientos de producción tienden a generali- economía) (papagiannis, Klees y Bickel, 1986; Schultz, 1983; Bowles y Gintis, 1983b).
zarse rápidamente a lodos. El mercado, por consiguiente. garantiza a lodos la igualdad de
partida, la igualdad de oponunidades, e incluso tiende a garantizar la igualdad de resultados, El mercado no es simplemente un discurso ideológico: es también, y antes que nada, una
aunque se trate de una igualdad lograda cíclicamente a través de la constante superación de esfera de relaciones sociales reales en la que se constituye un nivel de igualdad formal, pero no
rupturas recurrentes. La circulación, como afirmaba Marx, es la esfera por excelencia de los por formal menos existente. De la misma manera que en la economía de la igualdad, negada
derechos humanos innatos: en ella imperan la libertad y la igualdad. aun a pesar de la propiedad en la esfera de la producción, exite en un modo abstracto -y aquí abstracto quiere decir con
y de Benlham. El discurso ideológico de la educación y el saber corre desde hace mucho tiempo independencia de la desigualdad imperante en la esfera de la producción- en la esfera de la
paralelo al del mercado. Ya en el Renacimiento. dinero y saber representaron dos arietes circulación. en la escuela existe -{) tiende a existir- esa igualdad de tratamiento a los alumnos.
merilocráticos contra la sociedad estamenlal. y el prolegómeno oficial de la Revolución o esos derechos escolares iguales, que ignoran sus diferencias extraescolares. Yes esa combina-
Francesa fue el discurso democrático-cultural de la Ilustración, no la defensa de los beneficios ción de igualdad y desigualdad lo que conviene el tratamiento igual en un tratamiento desigual.
frente a los impuestos. En las sociedades occidentales, o en general en las sociedades tanto en la circulación como en las oponunidades escolares, realizando el viejo principio de
capilalistas actuales, el mercado y la educación forman por igual la base material del discurso summum ius, summa injuria. Cuando en el mercado se enfrentan el poseedor de la fuerza de
meritocrático, si bien el primero pierde credibilidad mientras la segunda ve aumentar las trabajo, obligado a venderla por estar desposeído de los medios de producción. y el poseedor
exigencias que se ciernen sobre ella Esto lo expresa muy bien J ürgen Habermas (1975): "De de éstos, el capilalista,lo que formalmente -y realmente, en términos de la circulación- es una
acuerdo con una idea burguesa que ha permanecido constante desde los comienzos del moderno relación entre iguales que intercambian valores equivalcntes, se constituye en una relación de
derecho natural. hasta llegar al derecho electoral contemporáneo. las recompensas sociales desigualdad que permite al segundo explotar el trabajo del primero y obtener finalmente un
deben distribuírse de acuerdo con el rendimiento de los individuos: el reparto de las gratifica- valor superior al desembolsado. En la escuela. de manera análoga, el sometimiento a un
ciones debe ser isomorfo respecto del modelo de los diferenciales de rendimiento de todos los tratamiento igual de alumnos que parten de posiciones extraescolares -pero no irrelevantes de
individuos. Condición de ello es que lodos participen, con iguales oportinidades, en una cara a la escuela- desiguales, se conviene en un tratamiento en definitiva desigual, es decir, en
competencia regulada de tal modo que puedan neutralizarse las influencias externas. El un modo de perpetuar la desigualdad ante las oponunidades escolares.
mercado era, precisamente. un mecanismo de asignación de esa índole; pero desde el momento
en que aun las grandes masas de población han advertido que en las formas del intercambio se Es esta combinación de igualdad formal y desigualdad real. y no ninguna de eUas por
ejerce también una coacción social, el mercado pierde credibilidad. como mecanismo de separado, lo que caracteriza tanto a la sociedad capitalista como a su escuela. 0, dicho de otro
justicia del rendimiento, en cuanto a la distribución de oponunidades de vida conformes al modo, tanto en una como en otra, sobre la base de la desigualdad real imperante, la igualdad
sistema. Poreso en las recientes versiones de la ideología del rendimiento el éxito en el mercado sólo puede constitUÍrse como igualdad formal.
es reemplazado por el éxilo profesional, procurado por la educación formal".
y es esta combinación la que experimentan -sin conciencia plena, pero con plenos efectos
La escuela, efectivamente. pretende en su discurso presentarse como una institución que sobre su conciencia-los alumnos y estudiantes. Con independencia de que incluso las versiones
garantiza la igualdad de oponunidades al tratar a todos por igual. Es cieno que hay clases descafeínadas de la igualdad sean en realidad falsas, no existan siquiera como tales, ninos y
sociales. niveles culturales o subculturales distintas, familias de este tipo o del otro, pero todo jóvenes interiorizan y aprenden en la escuela que la igualdad debe ser pensada como igualdad
eso queda fuera de la escuela. que trata a los ninos de manera idéntica. Periódicamente se de partida o de oponunidades, no de resultados. Aprenden, sobre todo, que la igualdad no debe
comprueba que. de todos modos. las clases sociales atraviesan normalmente la escuela como ser algo que todo lo invada. sino algo estrictamente restringido a una esfera separada, a la
si tal cosa, que ahí no se hace sino elegir a los ya elegidos (Bourdieu y Passeron), pero enlonces superficie de las relaciones sociales: a los dcrechos iguales a los patrones de la evaluación
la escuela hace acto de contricción, se estira por delante, se alarga por detrás. se reforma por comunes hoy en la escuela, y a la esfera política -mcjor decir: elcctoral- y a la circulación
el medio y promete conseguir pronto lo hasta entonces nunca visto (Baudelot y Establet. 1976: mafiana. Se prepara así buenos ciudadanos dispuestos a cambiar un día de voto por cuatro o
266-79). De acuerdo con el discurso ideológico escolar. puestos todos los ninos en el mismo cinco atIos de impotencia y a buenos obreros que crean que vender su fuerza de trabajo es una
148 operación de la misma índole que comprar un traje.
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La circulación, en fin, se constituye, afirmaba Marx, en un velo que oculta el mundo de la de clases, y a través del segundo ejercen las cIases dominantes su dominación. Distingue
producción. Casi toda la teoría -la ideología- de los economistas está basada en esta ocultación, además entre aparatos represivos y aparatos ideológicos del Estado. Ambos tienen funciones
que permite explicar-justificar-la realidad de los monopolios partiendo de las pequei'ias trans- represivas e ideológicas, pero son clasificados según de qué tipo sean sus funciones esenciales.
acciones entre dos náufragos. La temática de la igualdad de oportunidades educativas. o sea el
nivel de igualdad formal de la educación, tiende también a ocultar sus aspectos productivos. sus "Designamos por Aparatos Ideológicos de Estado cierto número de realidades que se pre-
funciones de socialización y socialización diferencial. así como las relaciones de poder sentan de modo inmediato al observador en forma de instituciones diferenciadas y especiali-
imperantes dentro de la escuela. No es casual que la mayor parte de las investigaciones socioló- zadas (...) Con todas las reservas (...) podemos, de momento, considerar como Aparatos
gicas enfoquen la escuela como una institución de selección ycertificación, es decir, como mer- Ideológicos de Estado las instituciones siguientes: el AIE religioso (el sistema de las diferentes
cado educacional. Pero no es sólo para los sociólogos. sino también y sobre todo para los alum- iglesias), el AIE escolar (el sistema de las diferentes 'escuelas'. públicas y privadas), el AIE
nos -y para los profesores. los padres. etc.-para quienes las funciones de selección de la escuela familiar, el AIEjurídico, el AIE político (el sistema político, con los diferentes Partidos), el AIE
ocultan sus funciones de producción (producción de destrezas, de conciencias y. primordial- sindical, el AIE de la información (prensa, radio, televisión, etc.), el AIE cultural (letras, bellas
mente. de comportamientos). artes, deportes, ele." (ibid.; 84-5).

Fue Louis Althusser quien primero abrió una brecha desde la que sería posible buscar la El aparato represivo asegura mediante la represión las condiCiones adecuadas para el fun-
función de reproducción de las relaciones sociales de producción en las relaciones sociales de cionamiento de los aparatos ideológicos: es, por así decirlo, la línea última de defensa. Pero la
la educación o, para emplear su propia terminología, en las prácticas escolares. En ldeologfa dominación cotidiana, y en general la estabilidad a lo largo del tiempo de la dominación de
y aparatos ideológicos de Estado (Notas para una investigación) (1977), escrita a la altura de clase, se asegura por medio de los aparatos ideológicos. Hasta donde alcanza nuestro
1.970, Althusser, interrogándose sobre los mecanismos de reproducción de las relaciones de conocimiento, ninguna clase puede detentar de forma duradera el poder del Estado sin ejercer
producción, afirmaba: "En resumidas cuentas, ¿qué se aprende en la escuela? Se llega más o al mismo tiempo su hegemonfa sobre y en los Aparatos Ideológicos de Estado". (Ibid: 88).
menos lejos en los estudios, pero de todos modos se aprende a leer, a escribir, a contar. Así, pues, Debido a eUo, los AIE son a la vez el objeto y el escenario de la lucha de clases.
algunas técnicas y bastantes cosas más todavía, incluídos algunos elementos (que pueden ser
rudimentarios o, por el contrario, profundos) de 'cultura científica' o 'literatura' directamente A lo largo de la historia, las clases dominantes han creado, transformado y suprimido
utilizables en los diferentes puestos de la producción (una instrucción para los obreros, otra para aparatos ideológicos de Estado, y los mismos aparatos no han jugado siempre idéntico papel.
los técnicos, una tercera para los ingenieros, una última para los cuadros superiores, etc.). Se Entre los diversos aparatos ideológicos, siempre hay alguno que juega un papel dominante. En
aprende, por tanto, ciertas 'habilidades'. la Edad Media, el aparato ideológio dominante fue la iglesia, o mejor el par familia-iglesia; bajo
el capitalismo lo es la escuela, o el par familia-escuela.
"Pero al mismo tiempo, y también con ocasión de estas técnicas y estos conocimientos, se
aprenden en la escuela las 'reglas' del buen comportamiento, es decir, de la adecuada actitud Cada uno de los aparatos ideológicos realiza, según althusser, una ideología -religiosa,
que debe observar, según el puesto que está' destinado' a ocupar, todo agente de la división del moral, jurídica, ete.-, y la unidad de todas ellas es garantizada por su sumisión a la ideología
trabajo: reglas de la moral, de la conciencia cívica y profesional, lo que, hablando claramente, dominante. Pero hay más: en cada uno de esos aparatos, la ideología tiene una existencia
significa reglas del respeto de la división técnico-social del trabajo y, en definitiva, reglas del material. "Una ideología existe siempre en un aparato, y en su práctica, o sus prácticas". (ibid:
orden establecido por medio de la dominación de clase (...). 107) "Nosotros hablaremos de actos insertos en prácticas. Y además indicaremos que estas
prácticas están reglamentadas por rituales en los que dichas prácticas se inscriben, en el interior
"Para enunciar este hecho en un lenguaje más científico, diremos que la reproducción de la de la existencia material de un Aparato Ideológico." (ibid: 108-9) "Por lo tanto diremos,
fuerza de trabajo exige, no sólo una reproducción de su cualificación, sino también y considerando un solo sujeto (tal o cual individuo), que la existencia de las ideas en las que cree
simultáneamente, una reproducción de su sumisión a las reglas del orden establecido, es decir, es material, en tanto que sus ideas son sus actos materiales, insertos en prácticas materiales,
una reproducción de su misión a la ideología dominante (...). reglamentados por rituales también materiales defmidos por el Aparato Ideológico material del
que dependen las ideas de dicho sujeto". (ibid: 109) "Ocurre, pues, que el sujeto actúa en tanto
"En otras palabras, la escuela (...) ensei'ia ciertas 'habilidades', pero mediante formas que que es activo por el sistema siguiente (enunciado en su orden de determinación real): la
aseguren el sometimiento a la ideologfa dominante, o bien el dominio de su 'práctica'. (ibld.: ideología existente en un Aparato Ideológico material, y que prescribe las prácticas materiales
74-5. El subrayado es nuestro).
reglamentadas por un ritual material; dichas prácticas existen en los actos materiales de un
sujeto que obra con plena consciencia, según su creencia". (Ibid: 110).
Althusser trata entonces de enmarcar esto dentro de una teoría general, la teoría de los
aparatos ideológicos de Estado. Distingue, afirmando que ésa es la teoría marxista del Estado, Hay varios aspectos de la teoría althusseriana de los aparatos ideológicos contra los que
entre poder del Estado y aparato de Estado. La conquista del primero es el objetivo de la lucha tenemos cosas que objetar. En primer lugar, la distinción entre poder y aparato de Estado no
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pasa de ser una traducción de la distinción entre gobierno -o, mejor. como dicen los e idealista que recuerda la teoría hegeliana del Eslado y la teoría burguesa del derecho, pero esto
norteamericanos. "administración". que es un concepto más amplio- y Estado. Pero si la llevaría demasiado espacio. Insistimos, sin embargo, en que. con todos sus posibles defectos,
distinción entre Estado y gobierno es fundamental, la separación de los conceptos de poder y el análisis de Althusser tiene el valor de haber llamado la atención sobre lo que él llama la
aparato de Estado casa muy mal con un análisis marxisla. El aparato de ESlado es precisamente, materialidad de la ideología y nosostros preferiríamos denominar relación causal entre las
en lo fundamenlal, una serie de relaciones de poder. y considerarlo al margen de éstas es relaciones y prácticas sociales en otras instituciones que la producción y el cambio. y la
susÚtu{r el análisis dialéctico y relacional por una hipóstasis sin vida. (Curiosamente el análisis ideología en sentido estricto -las ideas-o
de Althusser ha servico para justificar toda suerte de prácticas políticas. Puesto que la realidad
de la dominación de clase se basa en los aparatos ideológicos. habría que comenzar a destruír Baudelot y ESlablet (1976). en La Escuela capitalista en Francia. hicieron un excelente
éstos. aseguraban sectores mao-althusserianos: ¡Destruyamos la Universidad!. etc. Puesto que estudio del papel de la escuela en la reproducción estructural de la división del trabajo y las
la dominación de clase se basa en la hegemonÚl-ideológica-dentrode los aparatos ideológicos, clases sociales y. aunque no exploraron a fondo el terreno que nosotros tralamos de desbrozar
el reformismo podía proponer como paso previo a la conquista del poder e incluso del gobierno ahora. apuntaron. en un apariado denominado "De las diferencias sistemáticas". elementos
una "larga marcha a través de las instituciones" (no la de Rudi Dutchske. por cierto) hasla lograr -algunos ya aludidos aquí- indispensables para el análisis de las relaciones sociales de la
una "contrahegemonía" en los aparatos (Carrillo. 1977). y como fuera de los "aparatos" sólo educación (al menos la organización de la institución escolar y la relación de los alumnos con
quedaba el "poder"•podía confundir el acceso al gobierno con la conquista del poder. Entre sus el saber escolar).
múltiples virtudes. además. este análisis daba sentido al acceso al funcionariado de la genera-
ción de mayo del 68). Rachel Sharp (1980), en Knowledge, ideology and the polities 01sehooling. ha desarrollado
Iambién un enfoque que conduce inequívocamente a poner el énfasis en las relaciones sociales
En segundo lugar, la caracterización como aparatos de Estado de cosas tan dispares como de la educación. Sharp parte de distinguir entre lo que domina "ideologías teóricas" (los
la familia o los sindicatos. la escuela o los partidos, ete., si bien tiene la cualidad de llamar la sistemas lCóricos abstractos) y lo que Althusser llama "ideologías prácticas" o Volosinov
atención sobre las funciones idcológicas -aunque hubiera sido mejor hablar de su integración (1973) "ideologías conductuales". El término "ideologías prácticas" invoca "un modo social-
en la economía capitalisla y el orden burgués- de todas estas instituciones, algunas de ellas con mente definido de pensar y actuar, una serie de convenciones y suspuestos que hacen posible
pretensiones distintas, rompe con la saludable distinción entre sociedad civil y Estado presente la significación" (Sharp, 1980: 96). La ideología práctica que se realiza en la escuela debe ser
en casi todos los clásicos de la teoría política (Hobbcs. Locke, Rousseau. ete., con distintos subrayada y priorizada por el análisis frente a las ideologías teóricas que en ella se transmiten.
sentidos) y mantenida por Marx (l970b; 1975b) y esencial para el análisis marxisla del Estado. "Es en gran medida a través de la ideología práctica que la escuela lograr asegurar las
Por lo demás. con los mismos criterios con que se incluye entre los AlE a la familia o a los condiciones para la acumulación continuada de capital y la reproducción de las relaciones de
sindicatos podrían incluírse también la producción y el intercambio capitalistas. ampliamente clase capitalistas. La manera en que están socialmente organizadas las escuelas, las aulas y el
regulados por el derecho civil. mercantil, financiero-tributario e intercional. conocimiento. las prácticas y rutinas materiales a través de las cuales tienen lugar el aprendizaje
y la enseflanza proporcionan el contexto socialmente significativo que media cualquier
Precisamente esto nos conduce a la tercera objeción, la más importante. Si hemos de hacer transmisión explícita del conocimiento, los conceptos y las teorías formales". (ibid: 123-4).
caso a Althusser. entre las instancias productoras de ideología se encuentran prácticamente
todas las instituciones menos las relaciones de producción y cambio. Sin embargo, es precisa- La escuela somete a los nii'los a procesos que legitiman y refuerzan el papel del profesor
mente aquí donde Marx cifraba el orígen de la ideología. no en el sentido de que las relaciones como autoridad central, con capacidad de estructurar lajornada del alumno, defmirqué es cono-
de producción y cambio constituyan un "piso" -la infraestructura- sobre el cual se eleva otro cimiento. regular los patrones de interacción y distribuír recompensas; los alumnos desarrollan
-la superestructura- (AIthusser, 1977), que es el que propiamente produce la ideología, sino su trabajo individualmente; se fomentan en ellos la diligencia, la conformidad social y la
en el de que esas relaciones de producción y cambio, invertidas en la realidad, producen directa- deferencia hacia la autoridad profesoral; se eslablecen dicotomías en los estudios que reflejan
mente falsa conciencia, ideología. (Marx, 1975a: n, IV y V). En buen marxisla, el papel de los la jerarquización de los alumnos: puro-aplicado. abstracto-concreto, especializado-general,
aparatos ideológicos de Althusser se limitaría a reforzar la acción prioritaria y más consistente académico-vocacional, etc.; conocimiento y vida son arbitrariamente separados, y éste sólo
de las relaciones cotidianas de producción y cambio sobre los sujetos inmersos en ellas. No es entre en la escuela en sus formas fenoménicas; consolida la división entre trabajo manual e
extrai'lo que Althusser haya tenido que saltarse algunos capítulos de El Capital y los escritos intelectual. concepción y ejecución; refuerza la crcenaia liberal en el individualismo y la
juveniles de Marx (Althusser et al. 1969), pues la elusión del papel generador de ideología de igualdad de oportunidades, empapando a la gente de una explicación de las jerarquías sociales
las relaciones de producción y cambio le aleja del análisis marxiano de la ideología y le acerca como funcionales, necesarias e inevitables (ibid: 124-6).
al análisis durkheiniano de la conciencia social (ef. Ranci~re. 1978; Strawbridge, 1982).
Como puede verse, el planteamiento de Sharp se basa en Althusser, pero no precisa de la
También cabría objetar contra la forma en que Althusser formula el "orden de determi- teoría de los aparatos ideológicos de Estado. En todo caso, la autora deja clara la primacía de
nación real" (véase poco más arriba) en que el sujeto es activado por los aparatos, orden confuso las relaciones de producción y cambio: "En una exposición marxista, las condiciones de la
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reproducción ideológica de la formación social deben ser halladas en la producción misma, y ocupacional y. en correspondencia con ello, tienden hacia una organización interna comparable
no simplemente fuera de eUa. En las rutinas corrientes del proceso laboral, a través del hábito a los niveles de la divisón jerárquica del trabajo. (...) En los niveles más bajos de la jerarquía
de la sumisión a la autoridad. por ejemplo. se reproducen y refuerzan las ideologías prácticas". de la empresa se enfatiza la sumisión de las normas; en los niveles medios, la fiabilidad y la
(ibid: 97). capacidad de funcionar sin una supervisión directa y continua; yen los niveles altos se subraya
la interiorización da las normas de la empresa. Análogamente, en la educación. los niveles
El trabajo más importante Uevadoacaboen este terreno es. con I)'lucho, el de Samuel Bowles inferiores (primer y segundo ciclos de la enseñanza secundaria) tienden a limitar y canalizar
y Herbert Gintis (1976a, 1976b; Bowles, 1971, 1972; Gintis, 1971), particularmente en severamente las actividades de los estudiantes. Un poco más arriba en la escala educacional,
Schooling in capitalist America (1976b). Bowles y Gintis han analizado las insuficiencias y las escuelas de magisterio y los colleges de las comunidades permiten una actividad más
contradicciones de las refonnas educativas liberales, mostrando que, en última instancia, de la independiente y menos supervisión general. En la cúspide, los colleges selectos de cuatro aflos
gama de objetivos de los reformadores los que han salido adelante han sido invariablemente los ponen el énfasis en relaciones sociales asimilables a los niveles superiores de la jerarquía de la
que tenían que ver prioritariamente con el ajuste de la fuerza de trabajo a las relaciones de producción. Por consiguiente, las escuelas mantienen continuamente bajo control a los
producción; han mostrado que las sucesivas grandes reformas educativas respondieron siempre estudiantes. Cuando 'dominan' un tipo de regulación de la conducta se les permite progresar
a transformaciones en el modo de producción y la estructUra de clases del capitalismo; y han al siguiente o son canalizados al nivel correspondienleen la jerarquía de la producción. Incluso
sometido a una consistente crítica las alusiones sobre las virtudes igualitarias de la educación. dentro de Wla misma escuela, las relaciones sociales de los diferentes canales tienden a
Pero, sobre lodo, han argumentado la correspondencia entre las relaciones sociales en la conformarse según distintas normas conducturales." (ibid: 132).
educación y las relaciones sociales de producción y han documentado abundantemente el papel
de la escuela en la conformación en la fuerza de trabajo de rasgos de personalidad y patrones Además, los autores analizan cuáles son los rasgos personales estimulados por las escuelas
de conducta adecuados a la organización jerárquica de la producción. basándose en un abundante material empírico. No podemos dar cuenta aquí de las caracte-
rísticas muestrales y estadísticas de los distintos estudios analizados y empleados en apoyo de
Lo que las clases dominantes quieren en la escuela, argumentan Bowles y Gintis, es que la tesis central (en realidad, de una constatación indirecta de la misma, como ellos mismos
produzca fuerza de trabajo y reproduzca las instituciones y relaciones sociales que permitan su advierten, pues lo central son las relaciones sociales, mientras los estudios empíricos se refieren
traducción en beneficios. "Podemos serconsiderablemente más concretos sobre el modo en que fundamentalmente a rasgos de personalidad y patrones de conducta), pero sí dar constancia de
las instituciones educativas se estructuran para lograr estos objetivos. primero, la escuela la conclusión general: "Los estudiantes son recompensados por mostrar disciplina, subordi-
produce muchas de las cualificaciones técnicas y cognitivas que exige un rendimiento nación, un comportamiento orientado intelectual y no emocionalmente, y una fuerte laboriosi-
adecuado en el empleo. Segundo, el sistema educativo ayuda a legitimar la desigualdad dad independiente de la motivación intrínseca por las tareas. Más aún, estos rasgos son recom-
económica. (...) Tercero, la escuela produce, recompensa y certifica las características person- pensados con independencia de cualquier efecto de la 'conducta adecuada' sobre el rendimien-
ales relevantes para cubrir las distintas posiciones de la estructura jerárquica. Cuarto. el sistema to escolar". (ibid: 40).
educativo, a través de las distinciones de status que fomenta, refuerza la conciencia estratificada
que sirve de base a la fragmentación de las clases económicas subodirnadas". (ibid: 129-30).

La escuela contribuye a integrar a la juventud en el sistema económico a través de la


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