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STUDIUM GENERALE
CONVENTO SANTO DOMINGO.
FRAY JORGE ANDRÉS SOSA, O.P.
DR. FERNANDO RUBIO.
LITERATURA APOLOGÉTICA
PATROLOGÍA
1. IRENEO DE LYON
El logion (Mt 11-27) atribuye al Padre la gnosis del Hijo; silencia su revelación.
Asigna en cambio al Hijo gnosis del Padre y su revelación (a los hombres). La
gnosis Padre-Hijo no tiene por qué ser equivoca. Por otra parte, el logion, resulta
ser equivoco en cuanto que los verbos conocer y revelar se aplican únicamente al
mensaje del salvador para los “pneumáticos”.
De otra parte, para los valentinianos, la gnosis habida ya en este mundo desaloja
la fe y la esperanza, mientras que para Ireneo la gnosis, sin caridad, es vana. Solo
la caridad confiere y sella la perfección. La gnosis misma en el grado de intuición,
se ordena a la caridad. Es decir, el logion, en la pluma de Ireneo exalta el
conocimiento humilde y amoroso de fe. No el perfecto, definitivo, de unos
privilegiados. La gnosis-pistis se ofrece a todos, y reserva sus tesoros para
cuando se revele directamente al Hijo, que es gnosis personal del Padre2.
1
MOLINÉ, Enrique. Los Padres de la Iglesia. 4· Edición. Ediciones palabra. Madrid, 2000. pp. 152-
154.
2
Por otra parte, se caracteriza por el valor que da a la Tradición, aunque de hecho la
especulación no está ausente de sus obras, niega explícitamente su interés y pone
en guardia contra los peligros de la filosofía en general; lo importante para conocer
la verdad es saber lo que la Iglesia ha enseñado siempre, que es precisamente lo
que enseña ahora, pues los obispos son los sucesores de los Apóstoles.
Dejó patente que los gnósticos, que se presentaban como cristianos, no lo eran en
realidad, y contribuyó a que se los alejara de la Iglesia. También formuló en
términos más precisos la fe de la Iglesia.
2. CLEMENTE DE ALEJANDRÍA
2
LATOURELLE, René y compañeros. Diccionario de teología fundamental. Ediciones Paulinas.
España, 1992. pp. 730-737.
3
A los que se deciden a seguir a Cristo, Clemente dedica la segunda de sus obras,
el pedagogo (preceptor), por un lado trata de la obra educadora del Logos como
pedagogo y establece principios generales de moral. En la segunda y tercera
parte de ésta obra trata de situaciones de la vida ordinaria de Alejandría.
Y para cerrar con esta trilogía, Clemente proyectaba otra obra, el Didascalos, en la
que iba a exponer sistemáticamente la religión cristiana, pues el Logos primero
exhorta, luego educa y finalmente enseña. Pero por muchos motivos no pudo
concretar dicha obra. En cambio escribió unos Stromata, o tapices, donde va
tratando temas variados, con los cuales Clemente quiere crear inquietudes
religiosas en los gentiles3.
3. ORÍGENES DE ALEJANDRÍA
La obra está formada por cuatro libros. En el prólogo explica por qué hay que
investigar con la razón las verdades de la fe y otras relacionadas con ellas: Cristo y
los Apóstoles enseñaron lo más importante, el contenido de esta fe, pero dejaron a
los que vendrían después la tarea de encontrar las razones que la apoyan, de
averiguar cómo se relacionan unas verdades con otras o cuál puede ser el origen
del alma humana o de los ángeles, y otras cosas así; en una palabra, Orígenes
está definiendo el objeto de la teología. Luego, en el libro primero trata del mundo
espiritual: de la unidad de Dios, de las tres personas divinas, de los ángeles, del
alma humana. En el segundo trata del mundo material: el hombre es un espíritu
caído, encerrado en la materia; el pecado original, la redención y la vida eterna
completan el libro. En el tercero se habla de la lucha del alma con el cuerpo, y en el
cuarto se resume lo anterior añadiendo algún tema nuevo.
3
MOLINÉ, Enrique. Los Padres de la Iglesia. 4· Edición. Ediciones palabra. Madrid, 2000. pp. 189-
191.
4
Se conservan dos obras de carácter ascético escritas por Orígenes. La más valiosa
y mejor conocida es su tratado Sobre la oración compuesto a mediados de la
década tercera del siglo. Trata de la oración en general y del padrenuestro en
particular; es el primer estudio sistemático sobre el tema, y muestra la hondura de
la vida interior de su autor.
En cuanto a sus Cartas, hay que decir que de todas las que componían las cuatro
colecciones que conoció San Jerónimo, en una de las cuales figuraban más de
cien, nos han llegado sólo dos. Finalmente hemos de mencionar una obra
apologética, escrita Contra Celso hacia el 246, a petición de un amigo de Orígenes.
El libro de Celso, al que ya nos hemos referido antes, había sido escrito en el año
178 y parece que no había causado una gran impresión entre sus
contemporáneos, pero quizá ahora, mucho más tarde, sus razones envenenadas
estaban causando daño. Orígenes refuta un argumento tras otro, copiando
primeramente las palabras de Celso; si bien esta refutación no es muy brillante y
en algunos puntos defrauda, debido quizá al empleo de este método, el vigor de
sus convicciones y su serenidad acaban por cautivar.
Son 25 libros sobre el evangelio de San Mateo, de los que quedan 8 en griego y
unos pocos más en traducciones; 32 libros sobre el evangelio de San Juan, de los
que quedan 8; 15 libros sobre la epístola a los Romanos, de los que conocemos 10
por una traducción latina no muy de fiar. De los muy numerosos sobre el Antiguo
Testamento queda sólo una parte del comentario sobre el Cantar de los Cantares.
Se han perdido 13 libros sobre el Génesis, 46 sobre los Salmos, 30 sobre Isaías, 5
sobre las Lamentaciones, 25 sobre Ezequiel, 25 sobre los profetas menores; y del
Nuevo Testamento, 15 sobre San Juan, 5 sobre los Gálatas, 3 sobre los Efesios y
otros sobre otras epístolas. De todo este material sólo nos queda una pequeña
parte: de un total de 291 comentarios, se ha perdido la redacción original griega de
275, y no es mucho lo que nos ha llegado en latín;
c) finalmente, los Escolios, de los que ninguno nos ha llegado íntegro, eran
breves explicaciones sobre textos que ofrecían dificultades.
Entre lo que podríamos llamar escritos dogmáticos figura en primer lugar la más
importante de las obras de Orígenes, el Peri Arjón, (sobre los principios), que trata
de los fundamentos de la doctrina cristiana. Escrita en Alejandría en la tercera
década del siglo, es el primer manual de dogmática, único como tal en la historia
de la Iglesia antigua. La redacción griega, con la excepción de algún fragmento, se
ha perdido; pero tenemos completa una traducción latina libre, hecha siglo y medio
más tarde por Rufino de Aquileia, quien suprimió los pasajes que se reputaban
discutibles.
4. HIPOLITO DE ROMA
BIOGRAFÍA: escribió desde los alrededores del año 200 hasta el 235 en que
murió. Por la temática y la forma de sus escritos, y por los autores que muestra
haber leído, Hipólito parece que era un oriental afincado en Roma; y por sus
posiciones teológicas, que había mantenido una especial relación con Alejandría.
Hipólito criticó duramente al papa Calixto cuando éste suavizó las normas
penitenciales sobre los pecados especialmente graves y, acusándole de modalista,
se hizo elegir obispo de Roma, con lo que fue el primer antipapa. Siguió con su
actitud durante dos pontificados más hasta que, desterrado junto con el papa
Ponciano a la isla de Cerdeña por el emperador Maximino el Tracio, parece que
tanto él como el papa renunciaron al pontificado y fue elegido otro papa,
acabándose así el cisma. Ambos murieron en Cerdeña el 235, sus cuerpos fueron
casi enseguida trasladados a Roma, y ambos son considerados mártires.
De sus obras dogmáticas tenemos sólo una completa, que además está en griego,
El Anticristo; en ella, basándose en las profecías de Daniel, explica que la llegada
de este personaje no es inminente, y se extiende sobre sus características y las de
su venida; está escrita hacia el año 200.
Los tratados exegéticos formaban una gran parte de su obra, como le ocurría a la
de Orígenes, y siguen el método alegórico de éste, aunque con mucha más
moderación. Tenemos un Comentario sobre David; en él se fija el nacimiento de
Cristo en el 25 de diciembre, lo que constituye la mención más temprana de esta
fecha; sin embargo, el pasaje correspondiente parece que es una interpolación,
aunque muy antigua. Tenemos también un Comentario al Cantar de los Cantares:
una homilía sobre la Historia de David y Goliat; una Homilía sobre los Salmos, que
incluye una introducción amplia a este libro; y una Homilía sobre la Pascua. Se
conocen los nombres de 17 obras de exégesis perdidas, pertenecientes en su
mayoría al Antiguo Testamento.
4
MOLINÉ, Enrique. Los Padres de la Iglesia. 4· Edición. Ediciones palabra. Madrid, 2000. pp. 216-
220.
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5. TERTULIANO
5
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/tertuliano.htm
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6. CIPRIANO DE CARTAGO:
Cipriano se había convertido cuando tenia unos cuarenta años de edad tras una
vida de lujos y adulación, por medio de un presbítero cartaginés: Ceciliano, que le
indujo a estudiar la Biblia y muy probablemente los escritos de Tertuliano, al cual
Cipriano llamaba "De magistrum" -mi maestro-. Cuando se bautizó cambió su
nombre por Cipriano Cecilio en honor a su "padre espiritual".
Muy poco tiempo después de su conversión, tan solo cuatro años, había sido
electo obispo de Cartago (249 d.C.) lo cual le valió no pocas críticas y opositores.
Tras su nombramiento, lo primero que hizo fue renunciar a su fortuna de patricio
romano (que puso al servicio de la iglesia) y al matrimonio. Ha extrañado a muchos
el hecho de que fuese hecho obispo tan temprano, debido a la importantísima
influencia de la sede de Cartago sobre las demás iglesias del Norte de África.
Tras las terribles persecuciones que sufrió la iglesia del tercer siglo, surgió una
agria polémica entorno a qué se debía hacer con los creyentes que, de una
manera u otra, había apostatado frente a la posibilidad del martirio. El problema no
era sencillo, porque no todos habían caído de la misma manera.
Había quienes habían corrido a sacrificar a los dioses antes incluso de haber sido
amenazados u obligados a hacerlo. Otros se habían hecho con falsos certificados
de haber sacrificado, sin haberlo hecho (para la iglesia primitiva esto era como
sacrificar). Por último estaban quienes, tras un primer momento de debilidad frente
a la posibilidad del castigo, habiendo sacrificado, arrepentidos volvieron a la iglesia
pidiendo perdón aún durante el periodo de persecución, sabiendo que así se
exponían al martirio.
todo esto, se sumaba la actitud de otros que juzgaban que la iglesia entera estaba
cayendo en una excesiva laxitud y que por ello se debía tratar a los apóstatas con
mayor rigor6.
7. NOVACIANO
Novaciano habría nacido en Frigia a mediados del siglo III y en 248 se trasladó a
Roma, donde se convirtió al Cristianismo. Fue el primer teólogo en utilizar el latín
como idioma de sus textos.
Tras proclamarse como antipapa, fue desterrado de Roma y murió en 258. Sus
restos fueron llevados a Roma por sus discípulos.
Es considerado hereje por la Iglesia Católica y San Cipriano, San Ambrosio y San
Paciano impugnaron su doctrina. Las obras que se conservan son "De trinitate",
"De civis iudaicis", "De spectaculis", "De bono pudicitiae".
6
http://biografas.blogspot.com/2007/02/cipriano-de-crtago.html
10
TEOLOGÍA: explica qué es el Espíritu Santo, quien con sus dones hace que la
Iglesia sea perfecta y se conserve sin corrupción. El Espíritu Santo ya había
actuado, de manera esporádica, a través de los profetas; pero su actuación a
través de los Apóstoles es permanente.
El Hijo, por ser engendrado del Padre, está siempre en el Padre. Cuando digo
"siempre," no quiero decir que es ingénito. Afirmo, por el contrario, que nació. Pero
el que nació antes de todo tiempo, debe decirse que existió siempre en el Padre,
puesto que no se le pueden fijar fechas al que es anterior a todos los tiempos. El
está eternamente en el Padre, pues de otra suerte el Padre no sería siempre
Padre. Por otra parte, el Padre es anterior a El, pues el Padre debe ser
necesariamente antes que el Hijo, como Padre; puesto que El no conoce origen,
debe existir necesariamente antes que el que tiene un origen. El Hijo, pues, es
necesariamente anterior al Padre, porque reconoce El mismo que existe en el
Padre; tiene un origen, puesto que nació, y por el Padre de una manera misteriosa;
con todo, a pesar de haber nacido y tener así origen, es en todo semejante
(vicinus) al Padre, precisamente debido a su nacimiento, puesto que nació del
Padre, el cual es el único que carece de origen. El, pues, cuando el Padre quiso,
procedió del Padre, y el que estaba en el Padre, porque procedía del Padre, no
siendo otra cosa que la Substancia divina. Su nombre es el Verbo, por el cual
fueron hechas todas las cosas, y sin el cual nada fue hecho. Porque todas las
cosas son posteriores a El, pues vienen de El, y, consiguientemente, El es anterior
a todas las cosas (pero después del Padre), considerando que todas las cosas
fueron hechas por El. Procedió del Padre, por cuya voluntad todas las cosas fueron
hechas. Dios, con toda certeza, procedente de Dios, constituyendo la segunda
Persona después del Padre, por ser Hijo, sin desposeer por eso al Padre de la
unidad de la divinidad (De Trinitate, 31).
Novaciano intenta seguir un camino medio entre las dos tendencias opuestas del
monarquianismo, el dinámico o adopcionista, que consideraba a Cristo como a un
hombre colmado de poder divino o revestido posteriormente de la dignidad divina,
y el modalista o patripasianista, según el cual Cristo no era sino una nueva
manifestación del mismo Padre. Está tan empeñado en hacer resaltar la unidad de
7
MOLINÉ, Enrique. Los Padres de la Iglesia. 4· Edición. Ediciones palabra. Madrid, 2000. pp. 222-
223.
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8. LACTANCIO
Entre sus escritos destacan los siete libros sobre las Instituciones divinas, que
constituye el primer intento de redactar en latín una suma de toda la fe cristiana. Su
enseñanza se desarrolla preferentemente dentro del campo de la moral natural; es
muy inferior en los aspectos estrictamente teológicos. También por esta razón,
Lactancio no es contado en el número de los Padres de la Iglesia, sino en el de los
escritores eclesiásticos9.
8
MOLINÉ, Enrique. Los Padres de la Iglesia. 4· Edición. Ediciones palabra. Madrid, 2000. pp. 249.
9
http://www.mercaba.org/TESORO/lactancio.htm