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acai A 008 a al Sreeeoessomy Pap: 18.90 ¢ Tin Introduccién a los estudios literarios Remo Ceserani Introduccién a los estudios literarios Remo Ceserani ‘Quedan rgurosamente prohibidas, in la autora esrta deo lary de Pi bajo ls sanctoneseatalerdan por la eyes la repwoducciom parca © tot Ge {ia obra por cualquier procedinient,comprendsio ky eprogealty el ratamiento informatio, y la isteion de eemplares mediante alginer 0 presam publices, ul orginal: Ga ber taut dla trata Cuber: Compaiia Tusracin de fa eubiera:reratus de Samuel Becket, Marguerite Yourcena Berio Brecht, Marcel Prost y Carel Garcia Marquee Ftocomposicidn: Medium Fotocompoici Laren & Fat Deltaducein cates prs Epa y Ami ‘004, Ceca, S1- Diagonal, 6-664, 08034 Barcelona ciel ed-eien coe Inupi//wmwcedertcaes ISBN Spayga-gsot Depésito ea Bur Inmpres en spaia og ARM Cea Si. Santa Perpts de Mogoda (Barcelona) PREFACIO A LA EDICION ESPANOLA. Al presentar los lecores en lengua espariola ii Guida breve allo studio della letteratura, que se publica gracias ala inciativa del Benemerito slo de Ealitrial Critica y bajo ef atendo exidado de lo: profesores Gonzalo Pontin Gijon y David Roas (alos que agradezcocalurosemente su tarea),desearia r= cordar brevemente las circunstanciashistricas en que se escribi est libra. Em lu edicion principal de ta Guida en italiano (Latrza, Roma-Bari, 1999) hay tuna exiensa introduccion gue reconsiraye, inclus en términos autobiogrfico, Ia historia dels estuias lteraros en fs limos cuarenta aris los numero- ss cambios de comcepciim y método de los que ha sido testign mi generacin, ‘on una participacion destacada de escuelas erticas de Francia, tos paises ‘anglsajones, los paves eslavos, Alemania, aka y naturalmente Espasa y América Latina. etomando ahora con brevedad aqua larga historia puedo recordar que han sido transformaciones muy anplias en todas las sectors de nuestra vida socal y cultural, y que han provocado una auténtca transfor rmacin de epoca, a aque hemos dado el nombre, com algunas vacilaciones, de cad posmoderna. De esos cambios, que han puesto en tea de juicio, junto con lantas otras cosas, nuestra concepcin deta literatura, procuré hacerme cargo ‘al escribir la Guida, sin ceder al lamento nostgico por una éoca en la que ruestra certdumbres eran sin dua mayoresy nuestro mundo resullaba mejor delimitado y menos privida en sorpresas, ni tamboco a la defonsa entusiasta, sun poco neurética, de toda novedad y transfornacién (la Hamada seuforia high-tech). Si alguien ne pidiera que resumiese la conerpciin dela literatura ata que he tga despuds ce una larg experiencia, y que se halla en ta base de esta Introduecién, podria hacer del siguiente modo: los textos que consideramos literature, «arte (aun con todas ls difcuttades cn que nos topamas aa hara de ofrecer wna defnicim terica precisa del objet, deimitar su campo y fir sus coordenadas histéricas), osten unas fotencaldades imaginativas ) cog nosctivas muy relewantesy acaso insustitubles en nuestra sociedad, y ur ello resultan preciosos en todo proyecto de educacién y formaciin, ya sea indivi INTHODUCEION 4 108 ESTUDIOS LITERARIOS dual ocolectiva,y asimismo en eualyuier sana forma de desarrollo social y eu tural. Pero a ello wa unio, y creo que es algo que no puede avidarse, qe sos estos, « menudo esplendidos en su realizaciin, pueden haber sido los vohiew- los de tomas de posicin ideoligica orientadas a sustentar el orgullo nacional, 1a violencia guerrers, una ortodosia religiosa intolerante a acciones moral. mente discutibles, aun cuando, por la misma complejidad y ambigitedad que som tipicas deta literatura, y que forman parte de la dafiniccin misma de lo litevaria, esas posiciones ideoligicas étias se presentan casi siempre, en los grandes textos, de forma contradictoria y roblemética, (Como puede verse, lamin es una concen que descree ile ls principios absolutosy de os juicios rigidasy perentonias. Una concopein abierta ala con- frontacion y ata discusion de las propias posiciones, y siempre dispuesa a uti- lizar con ta necesaria cautela, pero también con la necesaria buena disposiciin 1 apertura, las muchas aportaciones que las numerasas escuelas crticas han oftecdo a nuestro campo de estudio (no silo las teorias erticas de base tn- silica y textual, sino también todas tas otras, las que se concentran en el ‘autor y sus proyectos posticos, su experiencia vital, sus arrojas 0 sus obsesiones, as que se concentra en ta relacion entree texto y el contexto social en que aguet ha sido producido, las que estan atentas a su recepcidn en el tiempo y entre los mas diversas estratos sociales, ee). A une aproximacidin de ete tipo (ees necesaria sin ninguna duda wna teoria —o varias teorias— de la litera ‘ura. Sin algtin tipo de tora lteraria, sin una definiciin, por mds proviso. nal y problematica que sex, de la literatura y de sus caracteisticas especfcas, ide sus contradicciones internas, de sus formas de operar hislricamente diver sas, y tambien de su estatus incierto en el gran sistema de la comunicaciin, puede incurrrse, en mi opiniin, en dos ervores contrapuestos: 1) el de dar por ‘implicita y no demostrada ta perienencia de as textos que han suscitado mus tra interés, a el de aquellas personas con quienes mos sentimos en mayor sinto- ‘nia, al campo noble sublime, amén de inmutal, de la gran literatura; 2) el de ahogar a cualquier texto producto dela ments humana y de sus habiidades reiricas 0 imaginativas en el vasto mar de la produecién cultural, como hacen {os paladines de un escepticisma y un relativismo crtico igualmente absolute, ‘mary fresentes en el actual debate eirico. ‘No.me parece que los estudios literavos y los estudis culturales deban com- lraponersecon tanta rsolucién. Me parece positivo que el amplio contesto en at {que la florecido ta proce iteraria(aguello que en un tiempo fue objeto de ‘atencién para ta Kulturgeschichte y ahora lo es para los ectudiosculturales) reciba de nuevo una generosa atenciin. Em esta nueva y difuca avientacién do nuestra estudios se advierte un componente erica my importante, que tien- de a alejarse de todas las concepciones mistvicas, migico-irfcas, cuasi rl insas deta lteratura, ya ubicar tas obras lterarias en el contest dela soce- Mad, ya sea dela sociedad en que fueron producitas, ya de las soiedades os: terioes en las que esas obras han side acogidas, lditaseinterpretadas. Pero, al inismo tiempo, para poder distinguir entre silos istintos products eulturales 5 vlaborar précticas de andiss € interpretacién especifcas ara las products Jie ta imaginacion literaia, es necesario disponer de wna tearia lo suficien- temente flexible y refinada. Esta es la conceprin taivica que recorre el presente Hr. ReMo CEseRant Bolonia, julio de 2004 EL IMAGINARIO, LA LITERATURA YLA LITERARIEDAD LAS DISTINTAS CONCEPCIONES DE LA LITERATURA Vivimos en una sociedad en la que los textos literarios (novelas, relax 10s, poemas, prosas de experiencia, de invencién, de persuasidn vx ria) estan presentes de forma generalizada, Por una parte, continéian gozando de prestigio y se los relaciona con frecuencia, en el senti- iento colective de las clases cultas, con la actividad mis elevada y noble del hombre. No faltan, empero, los momentos en que a la slite- ratunt» se la considera con recelo y con una actitud ligeramente des- preciativa: puede pensarse, por ejemplo, en las veces en que se oye decir, a propésito de un texto escrito o de un discurso, por parte de quienes no lo reconocen como testimonio de un compromiso moral yde una bisqueda concreta de verdad, «pero esto slo es literatura, ‘o bien «aqui se esté haciendo pura literatura. Rara vez nos preguntamos « do esa pregunta tiene lugar, recibe una respuesta univoca. Alguien, con mucha perspicacia, ha sosteniclo que una demanda tal es inadmisible, En el sentir comtin, de hecho, los significados del término slitera- tua», las concepciones que se han dado en el tiempo, parecen ser numerosas, diversas e irreconciliables. En la mayor parte de los escritores contemporaneas (ya se les cla sifique ideologicamente como conservadores o progresistas, como par- tidarios, en literatura, de la rebelién vanguardista 0 nostilgicos del estilo «grande» y sublime) prevalece de un modo muy arraigado una concepeién de la literatura clasicista y moralmente comprometida, luna preocupaci6n casi angustiada por el fin de todo un mundo de valores, una obstinada cerraz6n ante grar. parte de los experimentos literarios y de las posiciones criticas contemporaneas. Jué es la Meratura?», y rara vez, cuan- Dos tendencias contrapuestas En todos los discursos sobre literatura se representan continuamente dos tendeneias contrapuestas: la de quienes defienden su autonoria y su especificidad con respecto a cualquier otra forma de comuniea- (consideradas sinénimos), rasgo propio c intrinseco del lenguaje literario o poético, abstrayén- dolo de toda circunstaicia biogrifica, social e ideoldgica, yelevandolo a Ia esfera de los valores estéticos perennes, Segiin esta concepcion, no se deberia atender a los textos poéticos por los mensajes morales © las alusiones biograficas € historicas que pudieran contener, sino por la estructura ling ica interna que los transforma en ‘objetos de valor est La formulacién clisica pertenece a René Wellek, un etitico de ori- en praguense que trabajé durante muchos aiios en Estados Unidos. En «Naturaleza de la literaturas, uno de los primeros capitulos del manual Teoria literaria, escrito conjuntamente con Austin Warren, ccomienza preguntandose «Qué es literatura? :Qué no lo es?

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