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eeu Van-Kaiapenhout pas eee ee DAAN VAN KAMPENHOUT Las lagrimas de los ancestros La memoria de victimas y perpetradores en el alma tribal Aline Lepik Titulo original: | The tears of the ancestors. The memory of victims and perpetrators in the tribal soul. Primera edicién mundial 2007 | © 2007 Daan van Kampenhout © 2007 para la edici6n en castellano, Editorial Alma Lepik | Traducci6n: Liliana Fernandez I Direccién Editorial: Tiiu Bolzmann Coordinacién Editorial y Correcciones: Graciela Lauro Disefio de tapa e interior: Andy Sfeir Impresi6n: Look impresores s.r. Primera edicién: agosto de 2007 Este libro se distibuye con un CD cuyo precio esta ineluido enel valor final del mismo y su adguisilén no es opcional. Reservados todos los derechos por ta editorial. Este libro no puede reproducirse total nl parcalmente, en cualquier forma que sea, electrénica 0 mecénica, sin autorizaciin escrita de los autores yj la ector Hecho el depdsito que marca la ley 11.723, Impreso en Argentina ISBN: 978-987-23174-6-1 Atanas Lepik “= INDICE Palabras de agradecimiento Introducci6n Auschwitz-Birkenau Eltimén de las almas Conexiones ancestrales zQuién pertenece? El encubrimiento de los victimarios En busca de una nueva definicion La transmisién de la memoria El grito silencioso El peso de la muerte Lugares de refugio Sofiando con Alemania El cuerpo de la pena El abrazo del culpable Stplicas por las piedras rotas Ingresando en el silencio Rafces que sanan Doble identidad La rotacién de la rueda En la puerta de Mauthausen Bibliografia PALABRAS DE AGRADECIMIENTO Antes que nada, debo darle las gracias a quienes me invitaron para que vaya a trabajar en sus pafses y a todos los que asis- tieron a los seminarios. Fue durante la interacci6n y el trabajo real con todos ustedes que el material que se presenta en este libro se desarroll6 y cobré vida, Gracias a mis ancestros que llegaron entre suefios y com- partieron sus dones. Un agradecimiento caluroso a las personas cuyas constela- ciones, rituales, anécdotas, entrevistas y pensamientos estan incluidos en el texto: Alice van Drooge, Andrea Hasselbarth, Anke Grass, Chayim Dasberg, Cecilia Vicuiia, Christiane Wenzl, Claude Anshin Thomas, Dan Bar-On, Danielle Flaumenbaum, Bernie Glasman, Dina Wardi, Dovi Kiviovitch, la familia de Esther, Eva desde Praga, Evelin van West, Dina Wardi, Gabrielle Wilhelm, Ginni Stern, Ifiaki Zapirain tturraran, Jan Bily, Judith Rothen, Katie Murphy, Kerstin Méller, Libby Shapiro, Malika Nor, Marion Lichti, Martin Burian, Neska Ong a Kwien, Nancee Sabonya, Ohad Ezrachi, Ray Wyre, Refael David, Renate Baum, Sabine Obermayr, Sifra Nooter, Thozi Theko, Vera y Reinhard Fichter, Yesha Karmeli y a todos quienes me escribieron des- pués de participar en el ritual descrito en ‘The embrace of the guilty’ [El abrazo de los culpables}. Durante el afio que estuve escribiendo, no estaba seguro de cémo se veria el libro finalmente, hasta que escribf en rea- lidad los Gltimos capitulos y, por dltimo, no se agregé mas material. Quisiera agradecerles a quienes compartieron su tiempo, sus pensamientos y cartas conmigo, pero no estan mencionados con sus nombres en el libro: Angelika Fend, Bar- bara Stones, Billy Meyer, Edwin Brugmans, Eva van Sonderen, Facila Nanhekmhan, Francesca Mason Boring, Harry Dijksho- fn, Inge Maasen, Irene Brunner, Lisa Iversen, Manuela Wein- bornmayr, Nyame Goniwe, Nomfundo Misa, Otteline Lamet, Peter Kénig, Pumla Gobodo-Madikazela, Susan Nathan, Yolan- 9 de Mukagasana y Svenja Wachter. Todah rabah para mi gente sjabbo fiel: Alex Adler, Emma Hummelen, Janet Bresslers, Miriam Phillipsborn, Oscar David y Peter van Zuilekom, por las preguntas y discusiones conti- nuas y profundas sobre la naturaleza del alma tribal judia los, viernes por la noche. Aalgunas personas ya mencionadas, a quienes debo darles tun ‘muchas gracias’ enorme y puntual. A Oscar David, quien fue una fuente de respaldo firme y constante de muchas maneras. Nancee Sobonya y Navah-Tehila, quienes pidieron que me pusiera en contacto con ellas, a mi regreso de Aus- chwitz y una sorpresa para todos nosotros: me hizo escribir la primera versién del primer capitulo del libro. Chayim Dasberg fue un socio inspirador y honrado en su correspondencia, manteniéndome siempre alerta, respaldandome generosa- mente y cuando era necesario fue capaz de hablar cara a cara, Gabrielle Wilhelm, quien compartié regularmente conmigo Sus pensamientos sobre la rueda de las almas y la identidad del victimario en varias ocasiones y me ayudé a ver la dindmi ca crucial con mayor claridad. Tanja Meyburg fue una compa- jiera encantadora en las discusiones prolongadas y esenciales sobre la manera en que las energias del victimario y la victima Podfan enredarse y reflejandome honestamente me hizo ver mejor mis identificaciones. Cuando ha estado comprometido con tanta gente, de mane- ras tan distintas, es inevitable que me olvide de mencionar a alguna, Mis disculpas a todas aquellas personas que no hayan sido mencionadas por sus nombres. Mis més profundas gracias austedes también. i 10 eae ee a ea ee nL eae eee ee INTRODUCCION Un libro didéctico, tal como el que habfa planificando. Un manual técnico con una cantidad de modelos de constelaciones y rituales, De cuando en cuando, intenté escribirlo durante casi dos afios y ‘me detuve una y otra vez. Entonces, durante un viaje que no esta- ba relacionado en absoluto con el plan de escribir un libro, visité Auschwitz-Birkenau. Antes de partir hacia Polonia, algunos amis gos me pidieron que me pusiera en contacto con ellos a mi regre- soy les contara cémo habia sido. Considerando su peticién, me puse aescribir una carta sobre mis experiencias durante la prime- ranoche de regreso en Amsterdam. En el otrora campo de concen tracién me di cuenta nuevamente que como individuo no soy s6lo el miembro de una familia sino que también formo parte de todos. modos de un enorme colectivo, Pero sdlo recién al esctibirles la carta a mis amigos, me di cuenta claramente de que los entrama- dos de la terapéutica familiar, chamanistica y sistémica no podhi- an ofrecer la interpretacién de alguna de mis experiencias en Birkenau. Descubri que habfa arribado a un espacio nuevo, des- conocido, Como acastumbro, comencé a rogar por orientaci6n y ense- fianzas para poder entender mas, y en algunas semanas tuve el suefio del timén de cuatro direcciones. El timén se presen- taba como el timén de las almas. En cada uno de los cuatro cuartos, vi otra direccién del alma humana. Este don inespera do demostré ser la herramienta adecuada para profundizar mi interpretacién de lo experimentado en Auschwitz, Ademas, la imagen del suefio me condujo a una nueva exploracién de las dinamicas de identidad y mientras estaba resumiendo las ensefianzas del suefio sobre un papel, adverti que en realidad habfa comenzado a escribir un nuevo libro. Un libro sobre el alma tribal. Si bien no habia planificado escribir sobre este tépico antes de viajar a Polonia, el tema no era nuevo para mi. Durante algunos afios conduje un promedio de treinta seminarios 1 anuales, viajando por muchos pafses, y en todos los grupos habfa gente cuyas vidas y familias quedaron destruidas, direc- ta o indirectamente, a causa de la persecucién, la limpieza Gtnica, el terrorismo y la guerra, As{ comencé a reconocer pau- latinamente los patrones de enfermedad y alteracién que com- partian las familias de las victimas y de los victimarios. Desde entonces tuve en claro que algunos sintomas de las personas fen mis grupos se originaban mas en los grandes campos colectivos que en los reinos familiares 0 individuales, y comencé a desarrollar rituales y métodos para tratar estas capas heridas colectivas del alma, con la esperanza de tocar- las de una manera equilibrada y sanadora. Cuando comencé a esctibir sobre estas observaciones, el timén de los cuatro nive- les del alma me ayudé.a considerar el trabajo que habia hecho de una manera mas refinada. Algunos de los métodos que ya habfa creado podrian integrarse inmediatamente en el texto, ‘tra trabajo sirvié como escalén para desarrollar ademas nue- vos métodos que usé para los pacientes en grupos durante el ‘fio de la composicién escrita. Eltrabajo que describo en este libro tomé forma a través de (as interacciones y las fertilizaciones cruzadas entre los {ret diferentes campos. Estoy comprometido con varios gru- /pos de chamanes profesionales, formo parte de una red inter- acional comprometida con las constelaciones familiares y participo en un entorno judio. Mitelacién con el chamanismo comenz6 hace un poco mas de 25 afios, cuando tenia 28 afios recién cumplidos. Poco tiem- po después de una experiencia cercana a la muerte -habfa con- ‘rafdo malaria durante un viaje a la India~ tuve algunos suefios que s6lo tuvieron sentido para mi después de haber lefdo un libro sobre la vision del mundo chamanico tradicional, y asf comencé a explorar el chamanismo. Mis suefios se convirtieron fen mis primeros guias, més tarde también conoci a algunos maestros chaménicos, provenientes de diferentes origenes tra- dicionales. Paulatinamente, le di al chamanismo un espacio 42 DTT es cada vez mas grande en mi vida y diez aos después, alrededor de 1993, la conduccién de grupos de entrenamiento chamanico se volvié mi acupacién de tiempo completo. La primera vez que me encontré con las constelaciones familiares fue en el afio 1998. Inmediatamente después comen- cé a escribirle a Bert Hellinger, con quien nos trabamos en una intensa correspondencia que duré aproximadamente un afio y medio, En mis cartas a Bert Hellinger hice una investi- sgaci6n de las conexiones y diferencias que observaba entre el chamanismo y las constelaciones familiares, y estas cartas fueron el material con el que edité mi libro “La sanacién viene desde afuera”. Mientras estaba escribiendo el libro, ya habia comenzado a integrar aspectos de las constelaciones en mis grupos de entrenamiento chamanico y la gente comenzé a preguntar si también estaba dispuesto a ofrecer seminarios, con las constelaciones familiares precisamente. Después de algunas deliberaciones, acepté las invitaciones. Al principio conducfa las constelaciones en el estilo clasico y continuaba con mis grupos de entrenamiento chaménico por separado; aunque, de hecho, ya me estaba abriendo camino desde dos posiciones diferentes hacia una conciliatoria, buscando una manera de combinar lo mejor de los dos mundos. Me llev6 algunos afios llegar hasta allf pero ahora creo que he encon- trado el punto medio. Mi patticipaci6n activa en el campo de accién del judafsmo comenzé después de que ya me habia embarcado en la senda chaménica, al finalizar los afios ochenta. Al igual que con la mayoria de las cosas mas importantes que me ocuttieron en la vida, comenzé mientras estaba durmiendo. En un suefo, me estaba abriendo camino hacia ta cima de una hermosa colina, cubierta con hierba y flores, Estaba caminando toma- do del brazo de una anciana con aspecto fragil. Sabfa que era uno de mis ancestros judfos. Debo confesar que me sentia bastante bien conmigo. De hecho, me felicitaba por ser una persona tan amable al ayudar a esta abuela anciana a subir la 3 colina, durante una de mis tardes libre. Y mientras tenfa todas estas percepciones narcisistas placenteras, de repente, hice un descubrimiento desconcertante, mis pies ni siquiera toca- ban el suelo. Registraba todos los movimientos para caminar pero realmente jamas habfa tocado la tierra. En realidad, estaba yendo cuesta arriba por la colina s6lo porque la ancia- na me sostenia. Este encuentro sofiado me desperté la forta- leza que tenia disponible en la parte judia de las rafces de la familia. El subir la montafia es un simbolo espiritual tanto en las tradiciones judias como chaménicas, que significa respec- tivamente un encuentro con los espiritus o el creador. Al ascender una colina 0 una montaiia se esta preparando para un encuentro con la dimensién espiritual. Aparentemente, los ancestros tenfan algunos planes para mi, De acuerdo con la halacha, la ley judfa, usted es judio s6lo si su madre 0, al menos, la madre de su madre son judias, y conmigo este no es el caso. Sin embargo, esto no impidié que mis ancestros ingresaran en mis Suefios, para ensefiarme. En mi alma, la conexién con mis raices familiares judias, a través del tiempo, se volvieron mas firmes que con las cristianas. Durante afios, ésto me originé mucha confusién. Finalmente pude comprender y apreciar esta situacin recién después de experimentar la constelacién familiar con Bert Hellinger, En consecuencia, pasé por los rituales y procedimientos tradicio- nales necesarios para llegar a ser oficialmente judfo pero no para “llegar a ser” algo o alguien diferente sino como una manera de confirmar y fortalecer la conexién ancestral. El cha- manismo, las constelaciones y el judaismo no tienen muchos puntos en comtin pero existen algunas superposiciones. Los tres tienen una sensible conciencia de los ancestros. Los tres reconocen la existencia de almas diferentes o, si usted quiere, diferentes capas de la misma alma. Los tres tienen en cuenta que nada ni nadie existe en el vacfo y que la sanacién requie- re un esfuerzo comunitario. Por supuesto, también existen muchas diferencias entre ellos. De hecho, la mi gente plensa que las diferencias entre los tres jamas serén zanjadas. Por ejemplo, compare al mundo chaménico que est eno de espiritus y fantasmas, ta vision del mundo postefstico de Bert Hellinger y el estricto monotefsmo del judaismo. 2Cémo podrfa alguien encontrar aqui algin factor en comin? Personalmente, para mi esta es una invitacién en vez de un problema, Las diferencias me estimulan a observar minuciosa- mente y a esforzarme para tratar de entender las diversas expresiones de la verdad, El proceso de la escritura comenz6 a despegar después de mi visita a Auschwitz del suefio del timén de las almas y del andli- sis minucioso del trabajo que realicé en centenares de semina- rios. Pero luego me di cuenta de que estaba atrapado en una paradoja. éCémo puede una sola persona escribir sobre la naturaleza de los campos colectivos? Si yo era realmente sdlo una particula del alma colectiva 0, mejor dicho, si era un parti- cipante en varios campos del alma tribal, mi propio conoci- miento podria ser necesariamente, justo la pequefia particula de un gran fundamento. Por eso deciaf incluir las voces de los demas en mi libro. Lo primero que se me ocurtié fue pedirle a algunos pacientes con quienes habia trabajado que describie- ran el efecto del trabajo en ellos, asi podria agregar sus pala- bras a donde lo considerara apropiado para el texto. Por otra parte, muchos historiadores, soci6logos, psicoterapeutas, etc, han hecho investigaciones fascinantes sobre aspectos de la identidad colectiva y han publicado unos trabajos excelentes, Mientras estaba escribiendo, lef sus trabajos y agregué en el texto algunas de sus observaciones y percepciones, junto alas mfas. Ademés, algunos de mis amigos y colegas llegaron a comprender profundamente los aspectos particulares de la dindmica dentro y entre colectivos. Me parecié que cada una La decisién de incluir tas voces de algunas personas que conocfa personalmente, tenfa un efecto inesperado directo sobre a estructura del libro, Deberfa viajar a otros paises y continentes para hacer las entrevistas. De por si, estos viajes se convirtieron en una parte esencial de mi investigacion, porque cuando me puse en camino decidf visitar no solamen- tea la gente, sino también determinados lugares. De esta manera, el libro se convirtié en una especie de pelicula, plas- mada en el papel. Result6 ser un viaje fascinante, aunque no fue el més cémodo. A veces, los viajes me han puesto sobre huellas que no eran necesariamente de mi interés y me han hecho enfrentar con cosas que, al principio, no tenia deseos de incluir en mi investigacién. Por supuesto, que al hacer una mirada retrospectiva comprobé que los encuentros y los epi- sodios mas intrigantes fueron los pasos mas significativos del camino que, finalmente, me condujeron a las percepcio- hes mas importantes. Cuando se investiga la naturaleza y los trabajos sobre la Identidad de tos grupos, pronto uno se da cuenta de que cada olectivo tiene sus propios recuerdos, y que a algunas perso- fas las enorgullece pertenecer al grupo y a otras les da ver- glienza, Los recuerdos de victorias y derrotas son especial- ante importantes para la identidad del colectivo pero estos recuerdos estan muy cargados de apasionamientos y siempre incompletos; algunos detalles se dan a conocer, otros se dejan de lado y hasta se reprimen. Sin embargo, las victimas y los Victimarios que forman parte de la historia del colectivo, siguen siendo la viva presencia de la realidad infinita del alma grupal, ya sea que la recuerden o no con claridad. Sus voces contintian susurrandonos mas alld de nuestro alcance auditi- vo, Nuestra interaccién individual con las diversas almas triba- les de las que somos parte puede ser conciente o inconscien- te pero es imposible de evitar. Creo que todavia tenemos una gran necesidad de aprender mucho mas sobre lo inevitable y acerca de las opciones que tenemos para manejar la situacién. 16 Tengo la esperanza de que “Las lagrimas de los ancestros” contribuya con esta interpretacion. Ahora, comencemos el viaje. Comencemos con el suefio y la historia sobre cémo se originaron muchas cosas. Permitan- me contarles el momento cuando encontramos y se abrié el chamanismo, las constelaciones y el judafsmo para cada uno de nosotros. Se trata de una historia que abre la puerta det reino al alma tribal, Estaba conduciendo un seminario en algtin lugar de Alemania yalanoche en mis suefios, me encontré en un pequefio shtett judfo de Europa Oriental que tenia mas de un siglo de anti- giiedad. Un joven habfa muerto y toda la gente del pequefio poblado lo iba a trasladar hasta su tumba. En este suefio yo era el rabino que pronunciaba las plegarias tradicionales para el entierro. Después de decir las oraciones y antes de levantar el féretro, me dirigf a todas las personas que me rodeaban y les dije que les iba a ensefar un simple nigun, una melodia sin letra, y les pedf que dejaran fluir sus lagrimas acompafién- dola mientras la cantaban porque necesitébamos llorar. No s6lo debiamos lamentar nuestra pérdida personal sino que también debfamos Worar por las de nuestros ancestros. Les dije a esas personas cémo es que las lagrimas no derramadas de quienes vivieron antes que nosotros no desaparecen por arte de magia después de su muerte sino que esas lagrimas siguen viviendo en nuestros cuerpos. Nosotros, los vivos, somos el cuerpo de nuestros ancestros y llevamos en nues- tros cuerpos las lagrimas que ellos no pudieron Wlorar duran- te todo el curso de sus vidas. Cuando permitimos que sus lagrimas salgan a través de nuestros ojos, hecho que se viene reproduciendo enteramente en todas las generaciones, esta- mos comprometidos en una ‘tikkun olam’; la restauracién del mundo. Comencé a cantar, A medida que la gente aprendia la meto- dia, algunos de los hombres levantaron el féretro y comenza- 7 mos a caminar. Un sendero fangoso nos condujo hasta un Pequefio cementerio, donde cantamos y lloramos, cantamos y bailamos llorando, Llovia y la lluvia se fusionaba con nuestras, lagrimas. Las lagrimas se tornaron plegarias y las plegarias, lagrimas. En nuestro pesar éramos un todo con los ancestros y ellos eran uno con nosotros, y a través de nuestra danza, ellos también bailaban, Cuando desperté todavia estaba cantando y Uorando, y grabé la melodia para no olvidarla. El dia después del suefio, les pedi a los participantes del grupo que se unieran a mf en el ritual, que formaran dos filas de la misma longitud, de modo que éstas quedaran una frente alla otra, Ademas les dije que deberfan atravesar ese tiinel de Personas uno tras otro y que mientras caminaran miraran a las Personas en las dos filas como si fueran sus propios ancestros y que cada uno de los que formaba las dos filas deberfa mirar a cada persona que estuviera atravesando el tinel, como si fuera su propio descendiente. Cada uno de los que habian lle- gado caminando hasta el final, después de atravesar el tiinel de personas, debia unirse nuevamente a una de las dos filas de personas que permanecian de pie, y alli, él o ella debia epresentar a un ancestro, en nombre de todos aquellos que habrian caminado por ellos, De esta manera, todos tendrfan la oportunidad de caminar una vez entre sus ancestros, y todos estarian también en la fila para representar a los ancestros de los demas, a medida que éstos caminaban a lo largo de la fila. Cuando la logistica qued6 bien entendida y todos estaban de pie en su lugar, le ensefé a estas personas la cancién del suefio y les expliqué su significado. Uno a uno, todos camina- ron lentamente a través del tiinel de ancestros. En el preciso momento que el primero comenz6 a andar, fluyeron las prime= ras lagrimas. Juntos cantamos y lloramos. La mayoria de las Personas caminaba derecho, algunos se tambaleaban y uno o dos debieron ser transportados a través del tinel. Y asf, como ccurrié en mi suefio, durante el ritual fuimos uno con los ancestros. Las plegarias se tornaron lagrimas y las lagrimas, 18 plegarias. Lloramos nuestras lagrimas y las de nuestros ances: tros que se fusionaron y fueron una sola. Se fusionaron las lagrimas de los ancestros judios y las de los ancestros alema- hes. Y para cada uno de nosotros, los presentes, ese dia algo se volvi6 todo, Daan van Kampenhout AUSCHWITZ-BIRKENAU Finalmente, estamos en Polonia, para visitar Auschwitz- Birkenau. Exactamente diez afios atrds habiamos hecho el primer intento de llegar hasta alli pero habiamos fallado. Mi pareja y yo habfamos reservado nuestros pasajes de avién y habjamos hecho todos los arreglos necesarios para el viaje Pero una semana antes de la partida proyectada, decidimos quedarnos en casa. La idea de visitar Polonia permanecié en nuestras mentes durante diez afios y, finalmente, ahora la hemos concretado aqui, Aunque debo ser honesto, hasta dil mo momento no estaba claramente definido si iriamos. En fealidad, nunca habfamos escrito la palabra “Polonia” ni “Auschwitz” en nuestra planificacién, simplemente dejamos las fechas abiertas. De vez en cuando, las sefialébamos diciéndonos que quizés para entonces iriamos a Polonia pero siguieron siendo un vacfo en una agenda totalmente comple- ta, una especie de area indefinida. = Después de reservar los pasajes de avién entré en panico. Estaba completamente convencido de que el avi6n que nos lle- varla a Varsovia se estrellarfa y morirfamos, por eso queria cancelar todo el viaje. Por lo general, vuelo un par de veces al mes y nunca tuve miedo, y precisamiente por sentir un miedo tan excepcional pensé que era una especie de premonicién que debia tomar en serio. Recién un rato después me di cuen- ta de que mas de sesenta afios atras, que un judio fuera trans- portado a Polonia significaba, casi con seguridad, la muerte y que el viaje a Polonia habia encendido algunas alarmas inter- nas. Al advertirio, el temor de que el avidn se estrellara se pre sent6 en la debida perspectiva y qued6 disuelto. Sin embargo, recién al arribar esta mafiana al aeropuerto de Amsterdam, donde nos dijeron que se habia cancelado el vuelo a Varsovia, nuestra primera respuesta fue sentir un gran alivio, No obstan: te, después de un largo dia de varias reprogramaciones de los vuelos y horas de espera, finalmente estamos sentados en el vestibulo de nuestro hy al retiro anual del “Bearing Witness” [‘Testimonio de Apoyo’), organizado por la Comunidad Pacifista, fundada en EE.UU. y activa en otros paises. Mafiana iremos a Auschwitz-Birkenau y permaneceremos alli, durante cinco dias completos. Por ahora estamos tratando de decidir si nos uniremos con algunas personas del retiro para ir a cenar en Kazimierz, el antiguo barrio judio en Cracovia. Estoy confundido, primero los nazis trataron de matar a todos los judfos y muchos pola- cos respaldaron activamente esta politica de los nazis, quie~ nes estuvieron a punto de conseguir su propésito, consideran- do que el porcentaje de judios asesinados durante los afios de la guerra en ningéin lugar fue superior al de Polonia. Luego, al finalizar la guerra y cuando los nazis ya se habfan ido, la mayo- ria de los judios sobrevivientes fueron expulsados de Polonia por las irrupciones constantes de violencia antisemitica de los polacos. iY ahora que basicamente todos los judios polacos ya fallecieron 0 se han ido, Kazimierz se ha vuelto una atracci6n turfstica! ZRealmente es necesario que vayamos a comer una imitacién de comida kosher en un restaurante manejado por atdlicos, escuchando masica klezmer, interpretado por un no judfo, en una casa cuyos duefios originales probablemente Hinyan sido asesinados? dEstamos listos para disfrutar de esta atmésfera “auténticamente judia”? No podemos conciliar nuestras ideas. La realidad es que Polonia nos asusta y opri- me, Sentados en el vestibulo de nuestro hotel, no tenemos la menor idea de qué vamos a hacer después. Por suerte, Ginni, que es miembro del personal del retiro, se acerca a nosotros y hos pregunta los nombres, y se toma un ratito para preguntar- hos cémo estamos y qué nos agradaria hacer. Todavia no sabe- mos. Pero cuando se retira nos Sorprendemos, pues nos pone- mos de pie y la seguimos hasta un restaurante, terminado todos sentados a una enorme mesa del “Klezmerhojs”, en Kazimierz, con Ginni, algunos polacos y alemanes, un nortea mericano y un palestino muy amables que también estén aqui para el retiro. 2 Nuestra confusi6n se ha vuelto una leve manfa y ordena- mos mas comida de la que realmente podemos llegar a comer. Queremos comer todas las comidas mencionadas en el mend, aqui y ahora, en Kazimierz, todos los platos judfos tradicionales: latkes, gefilte fish, sopa con kneidlach, itd la nombraste! Nos sirven un plato tras otro y comemos, y come- mos como si jamés hubiéramos probado antes una buena comida. Promediando la cena, mi pareja levanta su rostro y me mira con los ojos llenos de lagrimas, diciéndome: “He estado esperando por esta comida toda mi vida...”, ademas siento lo mismo, y empiezo a comprender que no es sdlo por- que hemos llegado a Polonia sino que, por alguna raz6n, hemos regresado. Si bien nosotros nunca vivimos aqul, esta- mos de vuelta, De vuelta en la otrora zona de importancia decisiva (heartland) de la juderfa de Europa Oriental y ahora que estamos aqui nos damos cuenta de que estamos ham- brientos, tan pero tan hambrientos que necesitamos comer, comer y comer, entonces queremos comer todo apresurada- mente y asimilar hasta la dltima migaja a nuestro alcance. Ala mafiana siguiente, salimos para Oswiecim, la ciudad a la que los nazis le pusieron un nuevo nombre: Auschwitz, donde viven judios, cristianos, budistas y hasta algunos musulmanes, La gente proviene de muchos pafses europeos, de América Latina, de Israel, Palestina, Pakistan y EE.UU. Algunas de estas personas, al igual que nosotros, estén aqui por primera vez, pero otras ya se han unido al retiro del “Bearing Witness” [‘Testimonio de Apoyo'] una o dos veces antes. Nosotros pasaremos la mayor parte del tiempo en Birkenau y nos sentaremos en la “rampa de seleccién”, medi- tando en silencio. Observaremos las diferentes partes del campo; mencionaremos los nombres de quienes fueron ase- sinados, como en un salmo; visitaremos algunas exposicio- nes y compartiremos nuestras sensaciones internas. Quienes asf lo deseen, podran cantar y rezar juntos en los oficios reli- giosos catélicos, budistas y judfos. Uno se puede incorporar a 25 un programa o elegir estar solo y hacer algo diferente, segiin su criterio. El personal esta seguro de que los programas que ofrecen son opcionales pero el verdadero conductor de este retiro es, en sf mismo, Auschwitz-Birkenau. Bernie Glasman, el iniciador de esta serie de retiros, nos explica: “La mayorfa de la gente llega aqui, s6lo por algunas horas y se retira feliz yellos pueden volver otra vez. Pero nosotros nos quedamos, Regresamos al dia siguiente, al siguiente y al siguiente. Cons. truimos una relaci6n con el lugar y su historia. No podemos predecir qué ocurriré en ese intercambio, Juntos, estaremos en un lugar desconocido. Por eso, aunque estén preparados para meditar, cuando estén sentados en la rampa donde se hacfan las selecciones, mediten s6lo por algunos minutos Para ponerse en marcha y luego, deténganse. Después, sim- plemente quédense allf y dejen que el lugar les hable. No hagan demasiado, simplemente estén disponibles, sean tes- tigos de aquello que les dieron a conocer”. Entonces, eso es lo que sucede. Todos los dias iremos a Birkenau por la mafia- ‘nay no nos iremos del campo hasta bien entrada la tarde. Dia, tras dia, Conozco Auschwitz-Birkenau porque he visto clentos de fotos, documentales, libros y relatos, y ahora yo estoy aqui para oler, tocar y escuchar. Cerca de la entrada principal todavia quedan en pie largos tramos de las barracas de madera originales, seguidas por un bosque aparentemente interminable de chi meneas de ladrilo refractario, que son los restos de los calen- tadores de los cientos de barracas que fueron destruidas des- pués de la guerra y que, en conjunto, forman un panorama alienante de fantasmas lisiados. Finalmente, al final de la 'arga rampa que cruza el campo en linea recta estan las ruinas de las cdmaras de gas y los crematorios y, en lugares inespe- rados, se siente un gran impacto a cada rato, los estanques silenciosos que contienen las cenizas de cientos de miles de Personas asesinadas. Aqui la palabra silencio adopta un 26 nuevo significado, el lugar esté desierto, vacfo, despojado. Esta més alla de toda comprensién. Puedo entender el concep: to de la tumba de una sola persona, Pero écémo podria llegar aentender un sepulero de, por to menos, medio millén de per- sonas? Aqui llegé a su fin un mundo completo. Después de un par de horas aqui, mi mente comienza a hacerse afficos y se rompe en una gran cantidad de duros edazos. Quizés, esta es la raz6n por la cual todos los grupos de visitantes que ingresan al campo lo atraviesan en sélo dos horas. Estas personas lo tienen que abandonar antes de que el lugar los atrape realmente y se abra paso entre sus defen- sas. Si alguien permanece por més tiempo en Auschwitz-Bir- kenau, comienzan a caerse en pedazos, una a una, todas las defensas y conceptos familiares. Las construcciones menta- les se desmoronan, Cada intento de controlar este lugar fra- casa, por su verdadero tamaiio. x Existen momentos, cuando desaparece la necesidad de tratar de cumplir con las condiciones y después, cuando mi mente se ha debilitado y el pensamiento se ha bloqueado, me desintegro y desaparezco en la expansién de mi alma en un estado sin palabras. Birkenau es un lugar que pone en peligro los limites de mi mente analitica con mayor eficacia que cual- quier otra practica espiritual seguida por mi alguna vez, Todos los dias participo en las meditaciones y plegarias ofrecidas durante los oficios religiosos, pero me aseguro de tener el tiempo suficiente para caminar solo por el campo, y me vuelvo cada vez mas pequefio en el enorme vacio. Soy incapaz de detenerme y, finalmente, sélo puedo arrastrarme hacia delante. Al moverme en el fondo de un mar de lage respirando lagrimas, cada aliento una lagrima. 2De qui son las lagrimas? A veces, la frontera entre entonces y a se desvanece, como la frontera entre miy quienes estuvi prisioneros y murieron aqui. Permito que se me absorby silencio; abrazo las presencias que $6, estan escondl él. Cada uno de los dias sucesivos me muevo con titud. Durante el dltimo dfa de mi estadia aqui, todavia que- darn zonas del campo que ni siquiera he visto. Después de das de caminata y de sentarme allf afuera, el cansancio se volvié un amigo fntimo. En algunos momentos {loro melanc6licamente, temblando, y aun asf encuentro otra clase de insensatez. A estos momentos, le sigue mi capaci- dad para cantar e implorar, Se establece un ritmo; estoy abs- trafdo y vuelvo a emerger, Me empujan hacia las profundida- des y regreso nuevamente a la superficie. Al estar alli, como testigo, el lugar comienza a revelarme algo. 2Qué palabras escogeré para comunicar la peculiaridad de detenerse por completo, después de estar sumergido en la pena infinita, la sorpresa de encontrar la paz como nunca antes habia sucedi- do, precisamente en Birkenau, entre todos los lugares posi- bles? A veces siento como si todas las personas que he cono- cido y son importantes para mi, hubieran pasado por aqui, y que yo soy la diltima persona que ha quedado sobre la Tierra. Aqui, no son los muertos quienes se perdieron, sino los vivos. Desearfa que me absorbiera la hierba, la tierra y ser parte del ilencio, Al principio, mi mente rechazaba los momentos en que me fusionaba con la muerte, luchando por la justicia que he ‘experimentado al fusionarme con ellos. En el abordaje psicote- rapéutico y en las constelaciones familiares se les pide a los vivos que se separen de los muertos, pero yo les pertenezco. Sélo a ellos. Cuando dejé de interpretar mis experiencias desde la perspectiva terapéutica, se fueron la resistencia y la deman- day entonces siento con mayor precision, qué estaba pasando por mi interior. Observo que no es que quiera unirme al coro sin bocas, sino que siento que ya soy parte de él y siempre lo fui. No se trata de que la parte perdida de mi alma haya encontra- do el camino de regreso hasta mf; al contrario, es que yo he encontrado el camino de regreso hasta una parte de mi alma, que me habia estado esperando aqui. 28 Al parecer, no se trata de una especie de identificacion pst- colégica. Quizés me equivoque pero creo que me daria cuenta si ese fuera el caso, Descubro que he llegado al centro oculto del polo de mi vida, Aqui, todo es silencio y vacio, y he estado escuichando ese silencio toda mi vida, debajo de todos los sonidos. Finalmente, estoy aqui también fisicamente y estoy aquf para quedarme.,Este arribo definitivo es inquietante. aDesde dénde llega la fuerza, qué trae? Nunca me he sentido mas arraigado, més presente, mas completo. Sin embargo, también me aterroriza y avergiienza encontrar semejante tota- lidad en esa experiencia, porque va en contra de todo lo que he aprendido. Cuando hablo con algunos judfos del grupo, a titulo de ensayo, sobre la desaparicién de las fronteras, me dicen que estan experimentando algo similar, aunque cada uno lo haga de otra manera. No me atrevo a compartir esta experiencia con quienes no son judtos. Mas tarde, después del retiro, mi amiga Evelien quien ya se habfa unido varias veces antes con los pacifistas durante el retiro anual, me dice: “La experiencia me dicta que nunca se regresa totalmente, una vez que uno ha estado alli una parte suya permanece en ‘Auschwitz y esa parte se vuelve una fuente de sanaci6n, fuer- zay paz” Durante los dfas en Birkenau observo que pasan, una a tuna, todo tipo de identificaciones, proyecciones y resistencias psicol6gicas. Reconozco alguna de ellas y luego sigo camina- do, olas advierto a medida que se van cayendo solas en peda- zo en la interaccién con el campo, dejéndome vacio y dis- puesto para la apertura de las capas profundas. El lugar fnti- mo, al que llego finalmente, es diferente a todo aquello que he experimentado antes. Y no se trata s6lo de mi interpretacién psicolégica lo que me demuestra que es insuficiente tener sentido de eso, sino también mi conocimiento del chamanis- mo que resulta deficiente..Las tradiciones chamédnicas ense- jian que todas las partes de un alma errante se deben recupe- rary ser devueltas a su propietario. Ahora estoy descubriendo 29 que una parte de mi alma ha estado viviendo aqui, y que debe- ria permanecer aqui. Puedo ver cémo los paradigmas psicote- rapéuticos y los métodos de sanacién chaménicos son verda- deros, pero actualmente veo con mayor claridad que no son verdaderos para cada nivel porque no pueden proporcionar las indicaciones para las experiencias que tengo en este momen- to. Tengo que llegar a la conclusién de que esto que estoy experimentando ahora es una parte de mi ser que no esté ubi- cada dentro de mi alma individual ni dentro de las regiones familiares de mi personalidad. He llegado a un lugar donde la raz6n y ta l6gica se desvian al reino del alma, que es extenso y mucho mas espacioso de lo que pude experimentar antes. Estoy experimentando el alma tribal, Y aunque probablemente sea verdad que tengo un alma indi- vidual, del mismo mado es verdad que el alma tribal me tiene ami. 30 ELTIMON DE LAS ALMAS PEPETE RTL RETA TET EET ETT ETT iQué es el alma? Cada cultura, religién y tradicién espiritual usa diferentes definiciones. En todo el mundo existen personas que reconocen, de por si, que experimentan algo que est como separado e independiente de sus cuerpos fisicos, y a este aspecto de su ser lo denominan el alma o le dan otro nombre Pero con una connotaci6n similar. La mayorfa de las tradiciones espirituales enseria que cada uno de nosotros tiene un alma individual, a veces considerada como un destello de luz divina, que tiene cierta clase de conciencia independiente. Esta alma individual es algo privado, algo que esta conectado a nuestra esencia mas personal. Sin embargo, el alma individual no es la Gnica alma que tenemos. Por ejemplo, las tradiciones chaméni- cas ensefian que tenemos varias almas. En muchas otras tradi- ciones se han desarrollado ideas similares. Por eso, sea lo que fuese el alma exactamente, también tiene un aspecto estratifi- cado y multifacético individual, En el drea de las constelaciones familiares podemos observar los trabajos al nivel del alma familiar. Este campo abarca los, hijos, los padres y sus hermanos, abuelos y, a veces, hasta a los bisabuelos. En las constelaciones vernos c6mo los miembros de una familia estan unidos por diversas clases de lealtades. Estas lealtades no son todas ldgicas y, a veces, tan poco consciente- mente conocidas que hasta pueden crear enredos entre perso- nas que ni siquiera tienen conocimiento de la existencia de las otras. El alma familiar es atemporal y no olvida; adems, recor- dara a quienes estdn excluidos y olvidados por los miembros individuales de la familia A la gente excluida se la puede rastre- ar por los sintomas expuestos por las generaciones posteriores. No s6lo quienes participan en las constelaciones familiares pres- tan atencién a este fenémeno, sino que también salen a la luz, tanto en el contexto del psicoanalisis como también en la terapia familiar y otras formas de terapia sistémica, Bert Hellinger desarroll6 las constelaciones familiares a partir de varias fuentes. El observ6 que la gente no sélo per- tenece a su familia sino que también forma parte de un campo 33 al que 1 denomina ta gran alma. Esta alma grande incluye a todas las personas. Cada individuo participa en ella y esta influenciado por ella de todas las formas posibles. De acuer- do con el hallazgo de Hellinger, en la gran alma estdn traba- jando las fuerzas que unen los opuestos. En su nticleo todas las polaridades trascienden y todas las paradojas se resuel. ven, ademas contiene una fuerza activa que va més alla del conocimiento y de las palabras y, a través de ella, finalmente todo se vuelve Gnico. Puedo reconocer y agradecer los trabajos del alma indivi- dual, et alma familiar y la gran alma pero, con el paso de los afios, mi atencién se ha manifestado gradualmente hacia otra capa de sustancia del alma. En alguna parte entre el alma familiar y la gran alma podemos encontrar una capa de alma ena cual el individuo esté participando en los campos colec- tivos, pero los diferentes Colectivos todavia estan separados entre sf. Estos campos colectivos son mucho mas grandes y fuertes que los de ta familia pero no estan comprometidos en el proceso de llegar a ser uno que podemos reconocer en la capa del alma grande de Bert Hellinger. Las fronteras de los niveles de almas colectivas son resistentes y se cimientan con firmeza. ‘Aesos campos colectivos, con frecuencia los llamo “almas tri bales”. Al principio, la palabra ‘tribal’ puede resultar engaiio- 5a porque esto que denomino nivel del alma tribal no es un fenémeno que se encuentre especifica y solamente con tri. bus, segiin el significado antropolégico de la palabra. Cual. quier colectivo que se defina como algo diferente de los otros, iene un alma tribal, y considerando que hay muchos tipos diferentes de esos campos colectivos, cada persona indivi. dualmente es, al mismo tiempo, parte de varias de estas almas tribales. A nivel del alma tribal, nosotros nos liberamos de algunos aspectos de nuestra individualidad. Aqui, nuestra identidad se 34 basa sobre la comunidad. El “yo” da lugar al sentido de “nos- otros”. Los fandticos activos y devotos de un club de fitbol estan unidos en un alma tribal, exactamente como los miem- bros de un grupo religioso, tal como el Hare Krishna o los tes, tigos de Jehova. Las almas tribales se crean cuando un grupo de personas se une y vincula estrechamente. Estos campos Colectivos existen durante un tiempo y, luego, vuelven a des. aparecer cuando el grupo se cae a pedazos. Algunos sélo exis. ten por corto tiempo; sin embargo, algunos campos del alma tribal han tenido una experiencia prolongada. Los mas anti_ £U05 y por lejos los mas poderosos, estén divididos por las fronteras del género y la raza. Las almas tribales basadas en la religi6n son también muy poderosas, algunas han existido durante miles de afios y son millones las personas que partici. Pan de ellas, Nacemos dentro de algunas almas tribales y podemos unir- nos a otras por propia voluntad. A nosotros, los seres humanos, No nos gusta estar solos, somos Sociables. Queremos pertene- Cer, queremos estar en compaiifa de personas con quienes nos Podamos identificar y por causa de esta necesidad formamos Stupos y colectividades, Pero la pertenencia est necesariamen. te acompatiada por la no pertenencia, porque cuando formamos Parte de un grupo especifico, automaticamente se excluye la Posibilidad de pertenecer, por lo menos, a alguno de los otros, [LeB0 que pertenecemos a un sistema tribal, nos separamos y hasta rechazamos alos otros. Identificarse con un sistema espe. clfico significa dejar de identificarse con otro, Con frecuencia, las identidades tribales estén estratificas das, La gran alma tribal cristiana esta dividida en ortodoxos, cat6licos, protestantes y otras comunidades, Cada uno de ellos esta dividido nuevamente en subgrupos que, a su ves, también se pueden volver a segmentar, Cada uno de estos gr, Pos se define como diferente de los demas y estas diferencias, 2 veces, se basan en detalles infimos, Aun asi, estos detalles son suficientes para crear una divisi6n entre “nosotros” y 35 TUTTE TPE Ete pees “ellos”. La identificacion con determinados segmentos y sub- grupos del campo colectivo varfa en cada confrontacién con un exttafio, Un protestante se puede identificar como radicalmen- te diferente de un cat6lico pero cuando un musulman entra en escena, las diferencias disminuyen de inmediato, juntos son entonces simplemente cristianos. El musulman puede ser un sunita y sentirse superior a los musulmanes shiitas. Sin embargo, los dos se sentirdn unidos en su fe cuando un judio aparezca en escena. Existen muchas formas de mirar las dinémicas duales de abrazar una identidad y, al mismo tiempo, de rechazar otra, ademas se han usado muchos idiomas para describir este proceso. Bert Hellinger ha descrito las dindmicas de pertene- cer aun sistema, en relacién a los trabajos de la conciencia, Los “6rdenes del amor”, descritas en el libro de Gunthard Weber y Hunter Beaumont ‘Love’s Hidden Symmetry’ [La simettfa escondida del amor}, introduce al lector en el anali- sis revolucionario de Hellinger sobre la conciencia y sobre su funcién como pilar de ta identidad. Otros han hablado sobre a formacién de identidades de grupo desde una perspectiva sociol6gica o desde una perspectiva conductual o de una evo- lugionista. Cada uno de estos “lenguajes” enfatizarén algu- nos aspectos de las identidades colectivas e ignoraran otras, explicando su existencia en sus propios términos. Ninguna descripcién del movimiento de ta mente tribal se puede com- pletar de por si porque la materia es muy complicada y tiene muchos estratos y aspectos. Aun asi, todos los puntos de vista pueden agregar ideas valiosas, ademas de su conoci- miento general. ‘Afin de llegar ala descripciOn y la explicacién de esos estra- tos de los campos colectivos, que son importantes para mi tra- ajo con los grupos, uso un lenguaje espiritual-energético. ‘Ademés, una de las mejores herramientas que me pueden ayu- dar a lograrlo es el timén de cuatro direcciones. El circulo con eleste, sur, oeste y norte, en sus funciones como el mapa de la 36 realidad fisica, que al mismo tiempo es la herramienta espiri- tual para organizar nuestra percepcién y comprensién del mundo. En un tim6n tradicional, cada direccién esta conectada con animales, conceptos y cualidades especificos. Las distintas culturas y tribus chamanicas han desarroltado y usado varieda- des muy diferentes de timén y todas son verdaderas y correc- tas dentro del contexto legitimo donde se originaron y usaron. Los timones de las primeras naciones de América del Norte y Canada son los mas conocidos de todos y mucha gente los llama los timones medicinales. No afirmo que mi concepto del timén de cuatro direcciones sea el mismo tipo de concepto que tienen mis amigos y maestros estadounidenses nativos y, para evitar el efecto de que represento 0 reivindico su conocimiento tradicional, no uso el término timén medicinal y hablo simple- mente del “timén”. El timén ensefia que nada puede existir de por sf y nos recuerda que podemos aprender mucho sobre un tema, estu- diando el contexto 0 el entorno dentro del que aparece. Esto significa que si queremos saber algo més sobre el alma tribal, tenemos que mirar hacia su lugar en el timén de las direcciones y su relacién con los otros niveles del alma que ya se han men- cionado: el alma individual, el alma familiar y el alma grande o universal. 37 ‘Antes de que podamos mirar hacia el lugar de cada estrato del alma, es necesario que entendamos las dinémicas fundamen- tales del timén. El sol sale por el este. El sol esté en el punto maximo en el sur. El sol se pone por el oeste y se va por el norte. Este ciclo de comienzo, madurez y cenit, caida y desaparici6n, es uno de los patrones absolutamente basicos y fundamenta- les que nos muestra el timén. En el este encontramos los dife- rentes comienzos que podemos presenciar en la naturaleza: la salida del sol y la mafiana; la primavera y el desarrollo de las semillas. El este también es el lugar del nacimiento, de tos bebés y de los polluelos, los cachorros y otros animales jéve- nes, En el sur encontramos el sol alto y la tarde, el verano y todas las plantas maduras y los animales. El oeste nos trae la puesta del sol y la tarde, el otofio y la vejez. El norte traerd el silencio y la oscuridad de la noche, yel invierno estacas, esque- letos y vacio. ‘Aunque al silencio del norte no le falta alma porque en los Arboles deshojados crecerdn hojas nuevas cuando los dias se ‘vuelvan a prolongar y el sol recupere su fuerza al llegar la pri- mavera nueva. oTofio PRIMAVERA ATARDECER MARANA El noreste es el lugar y el momento de la concepcién. Aqui, se juntan el huevo y la esperma. El este es la zona del naci- 38 miento y la nifiez. El sur es el lugar de los adultos, el oeste el de los viejos. El noroeste es el lugar donde termina la vida fisica, es la entrada de la muerte. Por dltimo, el norte es el tiempo después de la muerte y antes de la concepcién, es el lugar donde mora el alma después de la muerte fisica y antes del nacimiento. & “ANTES DEL ® NACIMMIENTO Después DE Cuando miramos el timén debemos tener presente que las fronteras entre las direcciones no estén siempre determina- das con tanta claridad como, al parecer, seria a primera vista, éCudndo termina exactamente la primavera y cuando comien- za el verano? Algunos afios se puede sentir realmente despla- zada pero con frecuencia hay un proceso gradual, donde uno se transforma lentamente en el otro. De hecho, las fronteras existen pero el timén nos muestra los patrones de intercone- xidad, donde las fronteras pueden ser, a veces, amplias y per- meables, en vez de duras y libres. Una de las polaridades mas importantes que uno encuen- tra al observar el timén basico es la det cuerpo y el alma. El cuerpo fisico esta ubicado en el sur y el alma tiene su hogar enel norte. En el sur uno encuentra el cuerpo fisico en todas sus formas, el lugar donde ocurren innumerables interaccio- nes entre los seres vivos. El sur es el lugar de la encarnacion 39 pero no exactamente para ser encarnado en su propio cuerpo fisico, asimismo es el lugar de la comunidad de la que uno forma parte. El norte es lo opuesto a la encamacién, allf encontramos el mundo de lo amorfo. También es el lugar donde se acumula la sabiduria, donde se puede encontrar la resefia de los procesos de la vida y la muerte. Al norte esta el hogar det alma. ‘cueRPo rfsico COMUNIDAD la rueda todo se refleja e interactia. El este puede ser el f far de los comienzos y de la primavera pero la primavera iene en si un comienzo, un cenit, un final y también una fase de no existencia. Por consiguiente, podemos decir que ‘en el este podemos encontrar las cuatro direcclones, que Igualmente es veridico para el sur, el oeste y el norte. Cuando echamos una mirada minuciosa por alla, cada direccién es una rueda en sf misma. Ya vimos que el norte ‘es el lugar del alma. De modo tal que para aprender mas sobre el alma, podemos concentrarnos en el norte para descubrir la rueda que alli se esconde. En la rueda de las falmas en el norte podemos encontrar cuatro niveles dife- fentes de alma y, cada uno de ellos, ubicado en una de las cuatro direcciones. 40 Elnorte es el lugar de la amorfia, la sabiduria y la paz, por lo tanto, no sera una sorpresa que en la rueda de las almas encontremos aqui un alma més grande. En el norte las tensio- nes se disuelven porque la polaridad en sf desaparece. Las personas que alguna vez estuvieron radicalmente en extre~ ‘mos opuestos, aqui se reconcilian. Los opuestos se transfor- man y se vuelven uno. Aquf se deja atras la identificacién con los fragmentos de la realidad. El norte hace posible todo esto porque ofrece silencio, espacio y franqueza. El norte es el hogar de la sabiduria, pero no de la accién. Es el lugar de la liberaci6n de la existencia corporal, el lugar donde concluye nuestra vida, después de que hemos abandonado el mundo corp6reo en sus diferentes formas. De este modo, en el norte, experimentamos nuestra integridad como soporte del todo y, asi, podemos aceptar todos los aspectos de la creacién. Pero es esencial advertir que podemos sentir esto porque realmen- te ya no estamos mas en el mundo. El norte es el mundo del ermitaio que se ha abandonado, el hogar de los frailes y monjas que han renunciado a todo. Ac4, en el norte, encontra~ mos el tiempo y la paz que necesitamos para sentir la unidad 4a subyacente del todo, la Gnica causa de todas tas manifesta- ciones. Por consiguiente, acé encontramos “la gran alma” de Bert Hellinger que une todo. Mi nombre propio para ello es el alma universal. En el sur, encontramos el alma tribal. En este lugar de la rueda de las almas encontramos las diversas caracterfsticas del sur que ya han sido mencionadas pero que ahora se manifiestan a nivel del alma. El sur es el lugar de las formas totalmente desarrolladas, de la madurez y la activi- dad. Otros aspectos adicionales del sur son la interaccién y la solidaridad. En el sur nunca estamos solos, ‘comunidad’ es una de las palabras clave, mas importantes. En la comunidad hay una fortaleza inconmensurable y siempre es mas potente que el individuo. Cuando formamos parte del colectivo agre- gamos nuestra fortaleza y podemos beneficiarnos de la fuer- za con la que han contribuido los demas. Agregamos nuestro conocimiento acerca de las cosas que se consideran valiosas en el colectivo y tenemos acceso a la sabidurfa de otras per- sonas. Allé hay energia, vida y poder. Durante la plegaria compartida, el ritual, la danza en circulo u otra actividad se puede hacer desaparecer parcialmente la frontera entre los miembros particulares del colectivo y, cuando eso ocurre, la gente participa conscientemente del gran conocimiento. Sin embargo, se debe pagar el precio de esta experiencia nutriti- va, Sélo se puede ser un participante activo en este campo a costas de algunos aspectos de nuestra propia individualidad. Las partes de nosotros a las que se les da la bienvenida en el alma tribal, son aquellas que armonizan con el colectivo. Nuestra conexidn con la tribu se pierde o sigue en pie con la buena voluntad de considerar, sagrado cuanto considere sagrado el colectivo y de rechazar aquello que rechace el colectivo. El alma tribal necesita y esta basada en la identi cacién con el grupo, el colectivo. Por eso estd rodeada de limi- tes claramente definidos por todas partes y del otro lado de esos limites hay otras tribus, otros colectivos. En el sur, el pertenecer automaticamente a un sistema significa no perte- 42 necer a algtin otro. Asi, la pertenencia que experimentamos en el alma tribal es de una naturaleza muy diferente a la de la pertenencia mediante la identidad que sentimos en el alma universal del norte. La pertenencia en el sur es condicional,, en cambio en el norte es incondicional, Alnivel del alma universal en el norte no existe interés ni necesidad de identificarse con un colectivo especifico. Aqui, las diferencias individuales son literalmente, en sf mismas, una parte del todo. En el norte ya no existen mas los limites, de modo tal que la tendencia a identificarse y separarse se toma superflua. En el nivel del alma tribal, la unidad que experimentamos es especifica, necesita limites y depende de ellos. Las conexiones entre los miembros del grupo existen porque ellos contindan recordando las diferencias entre “nos otros” aqui y “ellos” alla. En el tim6n de las almas ahora hemos encontrado el alma universal en el norte y el alma tribal en el sur, La primera no tiene fronteras, mientras que ellas definen a la segunda. Para aprender aiin mas de estas fronteras debemos mirar hacia las dos direcciones que unen el norte con el sur, el este y el este. El timén se mueve naturalmente como las agujas del reloj y asf descubrimos que las fronteras se determinan por el este y vuelven a desaparecer por el oeste. umTa9. ‘UNIDAD Los umes. DESAPARECEN CREACION DE LiMiTES: “Onipao aTRAVES DELOSESPACIOS CON LIMITES DEFINIDOS, VUULUURUUULULLULLALLAL AMAA Fleste es el hogar del alma de la familia. Ya hemos visto que el este, que es el lugar de los nuevos comienzos y el princi- pio de la vida, también es el lugar de los nifios. Un nifio no pulede nacer inesperadamente, tiene una madre y un padre. El ‘nifio’ mencionado es a la ‘madre, el padre y el nifio’ men- clonados. Elnifio nace en una familia y asimila profundamen- te muchos de los valores, ideas e identificaciones de la fami- lia, porque la familia se encarga del marco para la experien- cla del nifio, que no puede sobrevivir sin el cuidado y la pro- teccién que le proporciona la familia. En el preciso momento del comienzo de la vida, el bebé recién nacido no hace dife- rencias ente las diversas razas, religiones, clases sociales y los equipos de fitbol. El ha llegado directamente desde el norte y atin experimenta el mundo, a través de la perspecti- va de integridad del norte pero gradualmente, a medida que rece y va formando su personalidad, desarrolla mas y mas conceptos sobre los demés. Finalmente, cuando ha madura- doy esta listo para dejar a la familia, deja el este e ingresa en el sur, como un joven adulto. Para entonces, la franqueza del norte se ha ido, y la falta de limites ha sido reemplazada por gran cantidad de ideas, convicciones, opiniones, recha- 208 y proferencias. En el oeste, que es el lugar del atardecer y del otofio, los Arboles pierden sus hojas. Es el lugar de soltarse y, por ditimo, de la muerte fisica. En el oeste encontramos el alma individual, donde s6lo se puede ingresar al mundo con la ayuda de un hombre y una mujer, que son la madre y el padre, mientras que podemos morir completamente solos. En el oeste, algunas de las murallas mentales que rodean la identidad tribal comienzan a deteriorarse y dispersarse. Este es un proceso natural y gra- dual. En el otofo, las hojas verdes primero se ponen amarillas y después marrones, antes de que se las lleve el viento. De la misma manera, algunas facetas de la identidad basadas en la tibu, comenzaran a marchitarse en el mismo momento. El ‘este condlice al proceso de individuacién, que es una separa- aa RT ERROR cién de la realidad limitada de las perspectivas de la tribu, pero aunque este sea un proceso de separaci6n, la desaparicién de las fronteras es muy diferente a la separacién de la integridad que ocurre en el este. En el este, la separacién se produce de manera negativa; la familia le ensefia al nifio qué es necesario abrazar, aclarandole qué debe desechar. En el este nos separa~ mos de la integridad universal. Las vallas se crean para mante- ner las cosas afuera. En el aeste del tim6n la gente comienza a ver a través de alguna de las construcciones tribales, y comen- zara a descubrir, formulary abrazar los valores individuales. Esta es una separacién del grupo y sus perspectivas limitadas, El oeste ayuda a algunas personas a liberarse de su rigidez y amuralta las identificaciones del sur. AquY comienza el proceso de liberacién y se da la bienvenida a una experiencia més per- sonalizada. No se trata tanto de un rechazo del alma tribal a la que uno pertenece, sino mas bien de una expansién del espa- cio interno privado, que se tora més exclusivo. Uno comienza a observar y apreciar las similitudes entre los sistemas por ‘separado, en lugar de concentrarse en sus diferencias. Un alma verdaderamente individualizada tiene una clase de indepen- dencia tranquila. No tiene una necesidad imperiosa de dejar el colectivo y apartarse de sf mismo, también puede permanecer como miembro de la tribu y continuar patticipando en ella, aun cuando su perspectiva personal incluya un fundamento de sus limites e imperfecciones. Nada es estatico y, aunque el alma tribal defina claramente sus limites porque necesita estar separada de sus vecinos, se de- sarrolla, crece y cambia a lo largo del tiempo. Algunas ideas nuevas se pueden desarrollar, mientras que determinadas cosas consideradas esenciales pueden ser arrastradas lenta- mente por la corriente hacia los orfgenes. Se podria esperar que el cambio llegue siempre desde el este, considerando que es el lugar de la primavera, la mafiana, las iniciaciones y la renovacidn. Es verdad que el este puede traer un cambio en el 45 alma tribal pero no todas las ideas nuevas que nacen en el este se ponen en practica en el sur. Cuando el nifio se vuelve un jovencita y esta listo para hacer la transicién del este al sur; ha atravesado su pubertad. Ya hemos observado que el este se caracteriza por el desarrollo de limites, y que ese proceso puede ser bastante extremo durante ese tiempo especifico. Algunos jévenes cambian su forma de vestir hasta el punto de provocar el enojo de sus padtes y escuchan determinado tipo de miisica que sus hermanos no pueden soportar. Se niegan a colaborar y se vuelven malhumorados. Una manera de estable- cer cierta independencia para experimentar con mayor claridad quienes son de por sf, en lugar de confundirse paulatinamente siempre con su sistema familiar, como necesitan estar los nifios, pequefios. Estos intentos de independizarse pueden ser bas- tante divertidos para los extrafios, aunque desafortunadamen- te no ocurra lo mismo con los padres. De por sf, para los jéve- nes es un proceso muy serio. Sin embargo, la individualidad que trata de establecer la gente joven en el este no se profun- diza demasiado pues, dada su juventud, les falta experiencia, camino por recorrer, dinero y habilidades; por lo tanto, contind- an necesariamente dependiendo de su familia o la sociedad. EL hecho de abrazar una subcultura puede parecer un acto de rebelién y un signo de independencia pero para la mayoria de los j6venes funciona, en realidad, como el tiempo durante el cual practican cémo hacer para llegar a ser un miembro activo de la corriente principal de una cultura. A veces, la gente joven evita la entrada al sur y se niega a ingresar en la sociedad. En esos casos, el proceso natural de establecer los limites, que ocurre en el este, por alguna razén ha abandonado el camino recto y se queda quieto en una ado- lescencia perpetua. Las personas que no aceptan ingresar al sur, por lo general, permanecen en rebeli6n y pocas veces tendran influencia en el sistema tribal que rechazan porque no interactéian respetuosamente con él. Tratan de reformar el orden social externo, juzgandolo y seftalando los errores pero 46 niegan su verdadera relacién con él, La tribu no los reconoce como miembros valiosos y, por lo tanto, tiene total libertad para rechazarlos. La tribu slo puede asimilar las ideas nue- vas que fortalezcan la identidad colectiva y, en vista de que las ideas de los j6venes se basan con frecuencia en el recha- zo de la tribu, comienzan a formar parte del grupo pensante de la corriente principal, al integrar precisamente un poquito de su energfa. El crecimiento y el cambio también pueden llegar desde el este. Los miembros experimentados del colectivo cuentan con la sabidurta y la madurez para sugerir cambios aqut y alla, y ademas tienen ta autoridad para ponerlos en practica. Los mayores no sugieren cambios porque rechacen a la tribu sino porque la aprecian y respaldan. Saben qué es esencial y no deberia cambiarse, y ademas qué es lo que se puede ajustar ymodificar con seguridad. A veces, los mayores pueden com= prender la justicia de alguna de las criticas de los jovencitos y respaldarlas. Después, las ideas nuevas que provienen del este, pasan por el oeste hacia el sur. El alma tribal contiene muchos dones. A veces, podemos experimentar el sentido de integridad con la tribu que tras- ciende la experiencia comin de tiempo y espacio. Luego, como individuos, nos fusionamos con algo importante, parti- cipamos en un campo colectivo a nivel del alma. En estos momentos, tenemos acceso directo a la experiencia y el cono- cimiento del alma tribal. En esos momentos, la fuerza del colectivo nos respalda. Pero, las debilidades y los prejuicios del colectivo, desgraciadamente nos vuelven ciegos, y esto nos ocutre a todos y a cada uno de nosotros. A veces, se trata de una experiencia consciente pero desafortunadamente no lo es, con mucha mayor frecuencia. Entonces, el alma tribal nos dicta nuestra interpretacién de la realidad, a costa de la perspectiva y de la raz6n individual. a7

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