De cal y de arena
Mario Lavista
Lista cronol6gica de obras:
(Titulo, fechas y Primera
audicion pablica)
1. Dos Canciones: (1966) para
Mezzosoprano y piano, poemas
de Octavio Paz. Casa del Lago,
México, Octubre lo. de 1966.
Margarita Gonzilez, Mezzo, Ma-
ria Elena Barrientos, Piano 2,
Homenaje a Beckett (1968) para
tres coros a cappella. Sin estrenar.
3, Diacronfa (1969) para cuarteto
de cuerdas. Theatre de la Cité Uni-
vorsitaire, Paris, Junio 24/1969.
Ives Melon, violin primero. Jean
Pierre Maroleau, violin segundo.
Paulette Létard, viola. Claude
Maindive, violoncello. 4. Pieza
para un(a) pianista y un piano
(1970) Conservatorio de Miisica
de Madrid, Octubre 18/1971.
Alicia Urreta, piano, 5. Game
(1971) para varias flautas. Con-
servatorio de Musica de México,
Septiembre 18/1971, Gildardo
Mojica, flauta. 6. Continuo (1971)
para Orquesta. Palacio de Bellas
‘Artes, México, Diciembre 6/1971,
Orquesta Sinfénica Nacional. Di
rector: Luis Herrera de la Fuente.
7. Diafonia (1973) para piano y
percusiones. Poliforum Cultural
Siqueiros, México, Enero 1/1974.
Alicia Urreta, piano y percusi
nes. 8. Didlogos (1974) para vic
lin y piano. Biblioteca Benjamin
Franklin, México, Diciembre 13/
1521975. Manuel Enriquez, violin.
Jorge Velazco, piano. 9. Antifo-
nia (1974) para flauta, 2 fagotes
y 2 grupos de percusiones. Polifo-
rum Cultural Siqueiros, México,
Marzo 24/1975. Conjunto instru-
mental dirigido por José Serebrier.
10. Pieza para 2 pianistas y un
piano (1975) Sala Manuel M. Pon-
ce, México, Abril 16/1975. Car-
men Betancourt y Federico Iba-
ima, piano. 11. Quotations (1976)
para cello y piano, Teatro del
Ballet Folklorico de México, Sep-
tiembre 11/1976. Ignacio Maris-
cal. cello. Mario Lavista, piano.
12, Trio (1976) para violin, cello
y piano, Teatro del Ballet Folklé-
ico de México, Noviembre 17/
1976. Ramén Romo, violin. Igna-
cio Mariscal, cello. Mario Lavista,
piano. 13. Jaula (1976) para va-
rios pianos preparados, Sala Ma-
nuel M. Ponce, México, Abril 3/
1977. Federico Ibarra’ y Mario
Lavista, pianos. 14. Lyhannh
(1976) para orquesta. Palacio de
Bellas Artes, México, Agosto 6/
1977. Orquesta Filarménica de
las Américas. Director: Luis He-
rrera de la Fuente. 15. Canto del
Alba (1979) para flauta en do.
Primer Foro de Miisica Nueva,
México, Abril 28/1979. Marielena
Arizpe, flauta. 16. Dusk (1980)
para contrabajo. Teatro de la
Danza, México, Abril 16/1980.
Bertram Turetzky, contrabajo.
17. Simurg (1980) para piano.
Teatro Principal de Morelia, Mi-
choacin, México, Julio 5/1980.
Gerhart Muench, piano. 18. Cante
(1980) para 2 guitarras. VII Fes-
tival Hispano-Mexicano de Misica
Contemporanea, Madrid, Octubre
27/1980, Margarita Castafion y
Federico Batitielos, guitarras. 19.
Ficciones (1980) para orquesta.
Sala Nezahualesyotl, Ciudad Uni-
versitaria, México, Agosto 1o./
1980. Orquesta Sinfénica de Mi-
neria. Director: Luis Herrera de
la Fuente. 20. Lamento (1981)
fer. Foro de Mi-
léxico, Abril 1/1981
Marielena Arizpe, 21..Noc-
turno (1982) para flauta en sol. 40,
Foro de Miisica Nueva, México,
‘México, Marzo 14/1982. Mariele-
na Arizpe, faluta, 22. Marsias
(1982) para oboe y copas de cris-
tal Museo Nacional de Arte, Méxt
0, Octubre 24/1982 Leonora Sax
vedra, oboe. 23. Correspondencias
(1983) para piano, escrita en co-
laboracién con Gerhart Muench.
Sin estrenar. 24. Tres canciones
(1983) para mezzo y piano. Poe-
mas de Po-chu-yi y Li-chang-yin.
60. Foro de Miisica Nueva, Mé
xieo, Mayo 12/1984, Adriana
Diaz de Leén, Mezzo, Mario La-
vista, piano. 25. Reflejos de la
Noche (1984)
cuerdas. Galeria Universitaria,
México, Julio 7/1984. Cuarteto
de Cuerdas Latinoamericano. 26.
Hacia el Comienzo (1984), 3 can-
ciones para Mezzo y Orquesta.
Poemas de Octavio Paz. Festival
Cervantino, Guanajuato, México,
Octubre 20/1984. Orquesta Sin-
f6nica Nacional, Adriana Diaz de
‘Leén, Mezzo. Director: Francisco
Savin, 27. Cuicani (1985) para
flauta y clarinete en BP. Galeria
Universitaria, México. Noviembre
21/1985 Marielena Arizpe, flauta,
Luis Humberto Ramos, clarinete,
28. Madrigal (1985) para clarine-
te en BD, Galeria Universitaria,
México, Noviembre 21/1985 Luis
Humberto Ramos, clarinete. 29.
Tres Nocturnos (1985-86) para
Mezzo y orquesta. Poemas de
Rubén Bonifaz Nufio y Alvaro
Mutis. Orquesta Filarménica de
la Universidad Autonoma de Mé-
xico (OFUNAM). Sala de Con-
ciertos Nezahualedyotl, Ciudad
Universitaria. México, Junio 27
de 1986 Adriana Diaz de Le6n,‘Mezzo. Director: Luis Herrera de
la Fuente. 30. Reflejos de la No-
che (1986) para orquesta de cuer-
das. Tercer Festival de Primavera
del Centro Historico de la Ciudad
de México, Marzo 20/1987. Or-
questa de Camara de Bellas Artes.
Director: Manuel de Elias. 31.
Ofrenda (1986) para Recorder
tenor. Noveno Foro de Misica
‘Nueva, México, Mayo 15/1987.
Horacio Franco, recorder.
Obras publicadas:
1. Dos Canciones, Ediciones Me
xxicanas de Misica (E.M.M.), Méxi-
co 1968. 2. Pieza para un(a) pia-
4
= ae 45
nista y un piano, E.M.M., 1972.
3. Game, Ediciones de la Univer-
sidad Veracruzana, Xalapa. 4.
Didlogos, E.M.M., 1975. 5. Pieza
para 2 pianistas y un piano, De-
partamento de Bellas Artes, Gu:
dalajara, Jalisco, 1976. 6. Quota-
tions, E.M.M., 1979. 7. Canto del
Alba, E.M.M., 1980. 8. Dusk,
Instituto Nacional de Bellas Artes,
México, 1982.9. Simurg, E.M.M.,
1982. 10. Lamento, E.M.M.,1984.
11. Nocturno, E.M.M., 1984.12.
‘Marsias, E.M.M., 1985.13.Cante,
154
E.M.M., 1986. 14. Continuo, Ca-
sa Ricordi, México, 1986. 15.
Lyhannh, Casa Ricordi, 1986.
16. Ficciones, Casa Ricordi,
1986, 17. Hacia el Comienzo, Ca-
sa Ricordi, 1986. 18. Tres Noc-
turnos, Casa Ricordi, 1986. 19.
Reflejos de la Noche, Casa Ricor-
di, 1987.
Discografia
1. Diacronia, Sociedad Mexicana
de Misica Contempordnea A.C.,
{éxico, 1973. 2. Pieza para un(a)
pianista y un piano. Voz Viva
de México; Serie Misica Nueva,
Universidad Nacional Auténoma
de México, VVMN-10-LD 33%,
1974; piano Alicia Urreta. 3. Ga-
me Voz Viva de México, VVMN-
10/LD 33%, 1975, Flautas: Gil-
dardo Mojica Rubén Islas. 4.
Didlogos Voz Viva de México,
VVMN-12/LD 33%, 1975, violin:
Manuel Enriquez, piano: Jorge
Velazeo. 5. Canto del Alba Ta-
cuabé, Serie Musica Nueva, T/E
13, Montevideo, Uruguay, 1981.
Flauta: Marielena Arizpe. 6 Fi
ciones Forlane UM 3568 Stéreo,
Francia, 1982. Orquesta Filarmé-
nica de la Ciudad de México; Di-
rector: Fernando Lozano. 7.
Nocturno Misica Mexicana de
Hoy, Universidad Auténoma Me-
tropolitana, México 1984, flauta,
Marielena Arizpe. 8. Marsias Mi
sica Mexicana de Hoy, Universi-
dad Auténoma Metropolitana,
México 1983, Oboe: Leonora Saa-
vedra. 9. Triptico:Canto del Alba,
Lamento y Nocturno. Voces de
la flauta, Consejo Nacional de la
Juventud, México 1985. Flautas,
Marielena Arizpe. 10. Simurg
(1980), Campositores Latino-
Americanos; Miisica para piano.
Serie Musica Nova a América
Latina, Tacape. Estéreo-T 017,
Sao Paulo, Brasil, 1986, Beatriz,
Balzi, piano.De cal y de arena (Pero
sin sangre)
Lo que el viento no se llev6.- Ala
casi totalidad de las obras maes-
tras de Luchino Visconti, al pare-
cer reservadas para cinéfilos més
hambrientos o con mejor suerte
que nosotros, peliculas que ahora
s6lo pueden admirarse en salas
especializadas 0 en funciones casi
clandestinas por la llamada televi-
sién cultural mexicana, y eo
gracias a labores un tanto detec-
tivescas amparadas en el muy
reciente nuevo auge (con afios
luz de signiticativo retraso) que
se digna respirar la novela polici
ca made in México, 0 como resul-
tado de no poseer oidos de nifio
artillero y saber escuchar repeti-
das, confiables recomendaciones
de amantes crdnicos del llamado
séptimo arte.
Con el pretexto de queen 1986
se cumplian diez afios del adiés
terrenal de Visconti (insisten en
recordarnos que este gran autor
cinematogritico contaba 79 afios
de edad, pero nos apresuramos a
aclarar que aqui sdlo se apunta
“gran autor —cinematografico
pues sus otras actividades art
ticas cobran actualidad entre no-
sotros gracias a testimonios que
rebasan este estricto renglén),
tuvimos que conformarnos, en
més de una inolvidable noche in-
vernal, con versiones pésimamen-
te dobladas, amputadas por ma-
nos que no vacilan en suponernos
retrasados mentales, alteradas por
la inclusion de “comerciales” de
pésima factura o por la nada gra-
ta compaiiia de practicantes in-
corregibles del oficio de devorar
palomitas de maiz 0 de no menos
ruidosos productos similares. Por
si las dudas —y atin a riesgo de
acrecentar los chillidos de nifios
mal educados— pretendemos re-
mediar enormes vacios culturales
para que el viento no se lleve em-
pecinadamente este intento tera-
péutico: Bellisima, Obsesidn (ver-
si6n italiana de El cartero siempre
Hama dos veces), La tierra tiem
bla, Livia (Senso en el idioma
original, con las mégicas presen-
cias de Alida Valli, Bruckner,
Verdi y su Trovador, y hasta
‘Tennessee Williams como co-res-
ponsable del guién), Rocco y sus
hermanos (puiialadas al cuerpo
de Annie Girardot reducidas a su
minima expresién, cantidad equi-
parable al ntimero de pistoletazos
con muerte irremediable que Luts
Bufiuel se divirtié recreando la
mexicana alegria mortuoria en EI
rio y la muerte, esa regoc
pelicula basada en cierta novelu-
cha de Miguel Alvarez Acosta),
Los malditos, Vogas estrellas de
la Osa Mayor, Puente entre dos
vidas, Retrato de familia en un
interior, El gatopardo, Bl extran-
jero, La muerte en Venecia, Bl
inocente. (Camus, Mann,
D'Annunzio, Lampedusa, Dos-
toyevski, el nazismo, Claudia
Cardinale, César Frank del brazo
pero no por Ia calle), asi como el
estudio de Salvador Elizondo
Publicado en los Cuadernos del
cine (Ediciones del Departamen-
to de Actividades Cinematograti-
cas de la Direccion General de
Difusién Cultural de la UNAM).
‘Su nombre es Ana.- Ana se titula
Ia hasta ahora segunda y dltima
novela de Octavio Reyes, quien,
en 1984 y en la Editorial Katiin,
dio a conocer Cangrejo, obra que
enriqueeia la, entonces, mas re-
155ciente y jovenaza narrativa mexi-
cana. En Mester (niimero 2, co-
rrespondiente al volimen XV,
otoiio de 1986), Susan C. Shaffer
pasa revista ase relato, lineas por
exactas que nos descubren a una
lectora atenta. No queremos pa-
sar por alto algunos parrafos de
esa reseiia ya que Reyes, desde
hace algunos meses, se halla labo-
rando en el Departamento de Pu-
blicaciones de la Universidad Ve-
racruzana: “Nacido en Orizaba,
Veracruz, en 1953, este joven na-
rrador eseribié Cangrejo hace mas
de cinco afios. A pesar de haber
recibido el Premio Nacional de
Novela ‘José Rubén Romero’ en
1979, esta historia della inocencia
perdida no llegé a ser publicada
hasta fines de 1984, cuando fue
aceptada por Kattin, una editorial
que se dedica a promover la obra
de nuevos escritores mexicanos.
Becario del Instituto Nacional de
Bellas Artes en 1978, Octavio
Reyes ha publicado sus cuentos
cen varias revistas literarias de Mé-
xieo. El mejor de éstos, La muerte
de los galaxie ford, forma parte de
Ja excelente antologia de la nue-
va narrativa mexicana editada
por Gustavo Sainz, Jaula de pala-
bras (Grijalbo, 1980)”. Para aqué-
los mas desprevenidos que noso-
tros, se informa que Mester es
una publicacion estrictamente li-
teraria de los Estudiantes Gradua-
dos del Departamento de Espaiiol
y Portugués de la Universidad de
186
California, sita en Los Angeles;
que Susan C. Shaffer pertenece a
esa Casa de Estudios; que Ai
aparecerd en la coleceién Ficci
de la Editorial de la Universidad
\Veracruzana (con portada de Pe-
pe Maya) seguramente cuando es-
tas palabras estén escribiéndose.
Se llama Ana y puede respon-
der a todos los nombres porque
ése es tinicamente el suyo. Ana no
sélo ennoblece el catilogo de las
letras del idioma que intentamos
balbucear, sino a su autor, Octa-
vio Reyes, y a todos nosotros,
lectores en quienes se ha fijado,
eternamente, la mirada de Ana, vi-
sidn que parece decirnos: “Estoy
viva”,
Elrevés y el derecho.-Continiian,
a destiempo o en fecha prevista,
los homenajes y profanaciones a
Franz Liszt y a Maurice Ravel,
‘compositores que, cada quien a
su manera, nos vuelven contem-
porineos del mundo. De Liszt,
recordamos el titulo —que no la
proyeccion puesto que fue retira-
da de todos los aparatos circula-
torios— de una pelicula: Sueno
de amor, filmada en 1935 pot
José Bohr, con argumento de Eva
Limifiana (la Duquesa Olga), y la
participacién estelar del mundial-
mente famoso pianista Claudio
‘Arrau, que nada mas y nada me-
nos, encarnaba al célebre autor
de las Rapsodias Hiingaras (,Qué
ppas6 con el libro que Sergio Do-
rantes Guzmin preparaba con
entrevistas y conversaciones sos-
tenidas con Arrau?).
El denominado Dia de la Liber-
tad de Prensa se celebra, en Méxi-
co, con devocién casi digna del
10 de mayo o, de a perdis, como
‘si se tratara de rendir fidelidad a
la Virgen de Guadalupe, que por
algo es morena y forjé una patria,
aunque las tres imprescindibles
recordaciones se engalanen con
regalos, dulces, chocolates, otras
bebidas provocadoras de sed aiio-
rante de Bajo el voleén y nada
disimulado ambiente general de
feria (es decir: de orgullo, agra-
decimiento, ligrimas y risas,
celebracién de ritos rayantes de
ladivisiGn Iglesia-Estado, regateos,
faltas ortograficas y demssmenes-
teres). Al igual que el denominado
Dia de las Madres (instituido para
hacer menos frustrante el comple-jo de Edipo) o el12dediciembre,
el consagrado a la Libertad de
Prensa no deja de respirar cierto
tufillo hipéerita, acaso para ocul-
tar crimenes cometidos contra
personas e instituciones justa-
mente en nombre de esa presunta
Libertad que motiva todos los
libertinajes. Si aplaudimos fervo-
rosamente el Premio discernido
a La Gaceta del Fondo de Cultura
Econémica, galardén que venera
una labor de difusién cultural que
abarea varios afios de buen gusto
y de trabajo positivo,no podemos
menos que repudiar los hechos
que motivaron, en esa misma glo-
riosa ¢ inolvidable ocasi6n, la sa-
lida de algunos miembros efecti-
vos del suplemento del periddico
editado en el Istmo Veracruzano,
distincién otorgada a la tarea de
ditusion cultural que realiza en la
provineia, hermana despreciable-
mente menor de la metrdpolis, y
no al diario que supuestamente
Jo patrocina. José Homero, Rafael
Antinez, Ricardo Perry y Gerar-
do Ventura —nombres que segu-
ramente se recordarin cuando se
establezca la historia de la litera-
tura en habla espafiola de estos
dias por vivir— responsables
ténticos de ese suplemento —ta-
rea inteligente que nos remite
al desagradecimiento cuando no
a la benevolente indiferencia de
los lectores adictos a la seccién
de sociales o a la encubridora no-
ta roja~ dejan irremediablemente
esa terca y hermosa labor. Los
habitantes de la “provincia” ten-
dran, de ahora en adelante, que
conformarse con los sesgos popu-
lacheros en que se insiste en con-
vertir la expresin popular, y mu-
cchos de sus atentos simpatizantes
se abstendrin de colaborar puesto
que no pocos de sus materiales,
casi siempre inéditos, se entrega-
ban justamente a aquellos nom-
bres de los que aqui tinicamente
se hace ida mencion, y que
ellos recibian, tan puntual como
desinteresadamente, para hacer-
Jos llegar a unas paginas que
ya no olviden a Borges (tan incli-
nado a la porosidad de la memo-
ria) estableciendo lineas divisorias
en vano intento de desafiar epi-
demias universales. Parafraseando
al maestro Faulkner osamos apun-
tar que los homicidas de ese Su-
plemento Cultural que nos redime
y, son los que viene después.
La edad de oro.- Un afio hubo de
pasar para que llegara a nuestras
manos el segund. mtimero de
Diagonales, la més. imprescin-
dible Revista que dirige Juan
Gareia Ponce. Una nota aclarato-
ria nos consuela de esa tardanza,
nota que incluimos aqui en su
totalidad: “Nuestra revista se pu-
blica con un retraso mucho mayor
del que esperébamos. Los moti-
vos son diversos. En primer lugar
habria que colocar nuestro pro-
pio descuido. Debido a ésto con-
fiamos en Pedro Alvarez del Vi-
ar. Su nombre ya no aparece en
el directorio de Ia Revista por una
simple y compleja razén: abuso
de confianza. Abandonado el des-
cuido, ya se esta procediendo le-
galmente contra é1. BI otro juicio,
el de éste segundo niimero, dedi-
cado al fetichismo, pertenece al
lector”. La segunda entrega de
Diagonales, en efecto, incluye
textos diversos dedicados a revisar
tan apasionado y apasionante
asunto: la literatura, el psicoand-
lisis, el cine, la Historia y la Tra-
gedia caminan de la mano con las
fotografia, de Maurice Ravel,
los iiltimos versos de Paul Mo-
rand que figuran en Don Quijote
a Dulcinea, esa postrera obra del
eélebre autor del Bolero, que po-
siblemente nunca escucharemos
in vivo: “A la salud de la alegeia”,
~afloradoras de nucleos di
excelencia~ de Rogelio Cuéllar y
las meditaciones, no menos nota-
bles, de Francisco Segovia, Car-
men Boullosa, Alberto Gironella,
187Coleen Pein
Noticias desde el sur, Carlos Roberto Morin
Cuentor y descuentos, René Avis Pabila
Apuntes de abi, Sivia Tomasa Rivera
Enoono de hormigas, Maria Elvira Bermidez
Fuego interior, Nelly Keoseyin.
Las luce de! mundo, Jes Gardea
‘Mdreselas en flor, Ricardo Aguilar
‘ritual det butre, Femando Ruiz Granados
Adgldos on a joe rein.
Hernén Lara, José de la Colina,
Carlos Monsivais y del propio
Garcia Ponce, sin faltar las voces
de Klossowski, James Joyce, José
‘Lezama Lima y Mareel Proust. Si
este ndimero —en el que también
figura, no menos orgulloso, un
aviso de nuestra La Palabra y el
Hombre— oftece visiones feti-
chistas, el inicial recordé al oro
(y a la mierda). Las lineas aclara-
torias firmadas por la Redaccion
de Didgonales adquieren mayor
actualidad si tenemos en mente
otros sticesos recientes, hechos
todos que podrian secundar una
antigua “propaganda”: No es lo
mismo Sosa Laxante de Arrioja
que otros laxantes.
La otra traicién de Rita Hay-
worth El poeta y_periodista
Guillermo Villar (doblemente
poeta por su dedicacién a géne-
108 ahora vistos con ojos que de
tan miopes pueden llegar a la ce-
quera) inaugura caminos a seguir
en su semanal y ejemplar colum-
158
na Deshojadero, que aparece —y
no es exagerado el término— en
el periddico xalapefio Punto y
Aparte. Gracias a un estilo que
consigue liminar abalorios de
indole minimizadora, Deshojade-
ro se ha posado, hasta ahora, en
figuras claves que, de una forma
u otra, nos conciernen: Lowry,
Joyce, Juan Ramén Jiménez, Gar-
cia Marquez, Faulkner y susratos
cinematogrificos, Luis Arturo
Ramos, Ezra Pound, sin olvidar
‘una emocionante declaracién de
amor a Rita Hayworth, en oca-
sién de la muerte definitiva de
‘esta estrella de hoy y de siempre,
desaparicién que revive, en carne
viva, el salvajemente celoso tiro-
teo de Orson Welles, el bofetén
de Glenn Ford, un pasaje de Pas-
solini, bailes, ‘canciones, mitos
que s6lo a ella le pertenecen, ma-
trimonios reales con aspiraciones
de cuentos de hadas, grandeza y
miseria, una edad dorada de tan
rota. Si Manuel Puig titulé su pri-
mera novela, como maximo ho-
menaje al cine, laméndola La
traicion de Rita Hayworth, estos
momentos aciagos nossorprenden
con otra traicion: la que conduce
al abandono, a la amnesia, el im-
placable deterioro con la esperan-
za de que Rita Hayworth sea
transfigurada por siempre penil-
timo amor.
Aviso
El texto sobre Mario Lavista se
publicé originalmente en la Revis-
ta Vuelta (noviembre de 1986);
deseamos incluirlo aqui, porque,
estimamos, ofrece aspectos mil-
tiples del trabajo, la figura y el
habitat del compositor Mario
Lavista, del cual se reproducen
en nuestra portada algunas de las
graf ias que figuran en La obedien-
cia nocturna, novela de Juan
cente Melo de reciente aparicién
la serie “Lecturas Mexicanas”
de la SEP. Estas sefiales musicales
forman parte vital del lenguaje,
son otra manera de escritura que
anhela remitirnos por idénticos
senderos al principio, que nunca
al fin de una historia.
Del mismo Lavista se anexan
fechas de estreno de sus obras,
asf como una, hasta el momento,
lista completa de publicaciones
y discografia. Vale afiadir que M.
L. ha sido beneficiado con la Be-
ca Guggenheim correspondiente
a los dias que nos convierten en
contempordneos de todo el uni-
verso} distincién que, entre otras
razones, acrecienta el interés del
piiblico lector.FERNANDO GUTIERREZ BARRIOS
LA UNIVERSIDAD NO PUEDE SER AJENA AL DESARROLLO
Discurso promunciado por D. Femando Gutiérrez
Barrio, Gobemador Constitucional del Estado,
‘Aaudo al encuentro de esta comunidad, para reafirmar la ba-
ses del dilogo fructtero y cordial que habri de preidir de
manera invariable, las relacones entre la Universidad Veracruza-
nay el Gobierno de a entidad,
Estoy aqui, porque creo en la ciencia como instrumento de
‘cambio al servicio de Ia comunidad; porque creo en la intelgen:
da, como voluntad fundamental de la ciiizcion y la cultura,
porque creo en la libertad, como condicibn primordial del hom.
bre, para establecer los sbidbs cimientos que habrin de wustentar
tun tiempo promitorio y nuevo, para las futuras genemciones de
Veracruz,
Estamos plenamente convencidos que el entendimiente la