Sei sulla pagina 1di 9
De cal y de arena Mario Lavista Lista cronol6gica de obras: (Titulo, fechas y Primera audicion pablica) 1. Dos Canciones: (1966) para Mezzosoprano y piano, poemas de Octavio Paz. Casa del Lago, México, Octubre lo. de 1966. Margarita Gonzilez, Mezzo, Ma- ria Elena Barrientos, Piano 2, Homenaje a Beckett (1968) para tres coros a cappella. Sin estrenar. 3, Diacronfa (1969) para cuarteto de cuerdas. Theatre de la Cité Uni- vorsitaire, Paris, Junio 24/1969. Ives Melon, violin primero. Jean Pierre Maroleau, violin segundo. Paulette Létard, viola. Claude Maindive, violoncello. 4. Pieza para un(a) pianista y un piano (1970) Conservatorio de Miisica de Madrid, Octubre 18/1971. Alicia Urreta, piano, 5. Game (1971) para varias flautas. Con- servatorio de Musica de México, Septiembre 18/1971, Gildardo Mojica, flauta. 6. Continuo (1971) para Orquesta. Palacio de Bellas ‘Artes, México, Diciembre 6/1971, Orquesta Sinfénica Nacional. Di rector: Luis Herrera de la Fuente. 7. Diafonia (1973) para piano y percusiones. Poliforum Cultural Siqueiros, México, Enero 1/1974. Alicia Urreta, piano y percusi nes. 8. Didlogos (1974) para vic lin y piano. Biblioteca Benjamin Franklin, México, Diciembre 13/ 152 1975. Manuel Enriquez, violin. Jorge Velazco, piano. 9. Antifo- nia (1974) para flauta, 2 fagotes y 2 grupos de percusiones. Polifo- rum Cultural Siqueiros, México, Marzo 24/1975. Conjunto instru- mental dirigido por José Serebrier. 10. Pieza para 2 pianistas y un piano (1975) Sala Manuel M. Pon- ce, México, Abril 16/1975. Car- men Betancourt y Federico Iba- ima, piano. 11. Quotations (1976) para cello y piano, Teatro del Ballet Folklorico de México, Sep- tiembre 11/1976. Ignacio Maris- cal. cello. Mario Lavista, piano. 12, Trio (1976) para violin, cello y piano, Teatro del Ballet Folklé- ico de México, Noviembre 17/ 1976. Ramén Romo, violin. Igna- cio Mariscal, cello. Mario Lavista, piano. 13. Jaula (1976) para va- rios pianos preparados, Sala Ma- nuel M. Ponce, México, Abril 3/ 1977. Federico Ibarra’ y Mario Lavista, pianos. 14. Lyhannh (1976) para orquesta. Palacio de Bellas Artes, México, Agosto 6/ 1977. Orquesta Filarménica de las Américas. Director: Luis He- rrera de la Fuente. 15. Canto del Alba (1979) para flauta en do. Primer Foro de Miisica Nueva, México, Abril 28/1979. Marielena Arizpe, flauta. 16. Dusk (1980) para contrabajo. Teatro de la Danza, México, Abril 16/1980. Bertram Turetzky, contrabajo. 17. Simurg (1980) para piano. Teatro Principal de Morelia, Mi- choacin, México, Julio 5/1980. Gerhart Muench, piano. 18. Cante (1980) para 2 guitarras. VII Fes- tival Hispano-Mexicano de Misica Contemporanea, Madrid, Octubre 27/1980, Margarita Castafion y Federico Batitielos, guitarras. 19. Ficciones (1980) para orquesta. Sala Nezahualesyotl, Ciudad Uni- versitaria, México, Agosto 1o./ 1980. Orquesta Sinfénica de Mi- neria. Director: Luis Herrera de la Fuente. 20. Lamento (1981) fer. Foro de Mi- léxico, Abril 1/1981 Marielena Arizpe, 21..Noc- turno (1982) para flauta en sol. 40, Foro de Miisica Nueva, México, ‘México, Marzo 14/1982. Mariele- na Arizpe, faluta, 22. Marsias (1982) para oboe y copas de cris- tal Museo Nacional de Arte, Méxt 0, Octubre 24/1982 Leonora Sax vedra, oboe. 23. Correspondencias (1983) para piano, escrita en co- laboracién con Gerhart Muench. Sin estrenar. 24. Tres canciones (1983) para mezzo y piano. Poe- mas de Po-chu-yi y Li-chang-yin. 60. Foro de Miisica Nueva, Mé xieo, Mayo 12/1984, Adriana Diaz de Leén, Mezzo, Mario La- vista, piano. 25. Reflejos de la Noche (1984) cuerdas. Galeria Universitaria, México, Julio 7/1984. Cuarteto de Cuerdas Latinoamericano. 26. Hacia el Comienzo (1984), 3 can- ciones para Mezzo y Orquesta. Poemas de Octavio Paz. Festival Cervantino, Guanajuato, México, Octubre 20/1984. Orquesta Sin- f6nica Nacional, Adriana Diaz de ‘Leén, Mezzo. Director: Francisco Savin, 27. Cuicani (1985) para flauta y clarinete en BP. Galeria Universitaria, México. Noviembre 21/1985 Marielena Arizpe, flauta, Luis Humberto Ramos, clarinete, 28. Madrigal (1985) para clarine- te en BD, Galeria Universitaria, México, Noviembre 21/1985 Luis Humberto Ramos, clarinete. 29. Tres Nocturnos (1985-86) para Mezzo y orquesta. Poemas de Rubén Bonifaz Nufio y Alvaro Mutis. Orquesta Filarménica de la Universidad Autonoma de Mé- xico (OFUNAM). Sala de Con- ciertos Nezahualedyotl, Ciudad Universitaria. México, Junio 27 de 1986 Adriana Diaz de Le6n, ‘Mezzo. Director: Luis Herrera de la Fuente. 30. Reflejos de la No- che (1986) para orquesta de cuer- das. Tercer Festival de Primavera del Centro Historico de la Ciudad de México, Marzo 20/1987. Or- questa de Camara de Bellas Artes. Director: Manuel de Elias. 31. Ofrenda (1986) para Recorder tenor. Noveno Foro de Misica ‘Nueva, México, Mayo 15/1987. Horacio Franco, recorder. Obras publicadas: 1. Dos Canciones, Ediciones Me xxicanas de Misica (E.M.M.), Méxi- co 1968. 2. Pieza para un(a) pia- 4 = ae 45 nista y un piano, E.M.M., 1972. 3. Game, Ediciones de la Univer- sidad Veracruzana, Xalapa. 4. Didlogos, E.M.M., 1975. 5. Pieza para 2 pianistas y un piano, De- partamento de Bellas Artes, Gu: dalajara, Jalisco, 1976. 6. Quota- tions, E.M.M., 1979. 7. Canto del Alba, E.M.M., 1980. 8. Dusk, Instituto Nacional de Bellas Artes, México, 1982.9. Simurg, E.M.M., 1982. 10. Lamento, E.M.M.,1984. 11. Nocturno, E.M.M., 1984.12. ‘Marsias, E.M.M., 1985.13.Cante, 154 E.M.M., 1986. 14. Continuo, Ca- sa Ricordi, México, 1986. 15. Lyhannh, Casa Ricordi, 1986. 16. Ficciones, Casa Ricordi, 1986, 17. Hacia el Comienzo, Ca- sa Ricordi, 1986. 18. Tres Noc- turnos, Casa Ricordi, 1986. 19. Reflejos de la Noche, Casa Ricor- di, 1987. Discografia 1. Diacronia, Sociedad Mexicana de Misica Contempordnea A.C., {éxico, 1973. 2. Pieza para un(a) pianista y un piano. Voz Viva de México; Serie Misica Nueva, Universidad Nacional Auténoma de México, VVMN-10-LD 33%, 1974; piano Alicia Urreta. 3. Ga- me Voz Viva de México, VVMN- 10/LD 33%, 1975, Flautas: Gil- dardo Mojica Rubén Islas. 4. Didlogos Voz Viva de México, VVMN-12/LD 33%, 1975, violin: Manuel Enriquez, piano: Jorge Velazeo. 5. Canto del Alba Ta- cuabé, Serie Musica Nueva, T/E 13, Montevideo, Uruguay, 1981. Flauta: Marielena Arizpe. 6 Fi ciones Forlane UM 3568 Stéreo, Francia, 1982. Orquesta Filarmé- nica de la Ciudad de México; Di- rector: Fernando Lozano. 7. Nocturno Misica Mexicana de Hoy, Universidad Auténoma Me- tropolitana, México 1984, flauta, Marielena Arizpe. 8. Marsias Mi sica Mexicana de Hoy, Universi- dad Auténoma Metropolitana, México 1983, Oboe: Leonora Saa- vedra. 9. Triptico:Canto del Alba, Lamento y Nocturno. Voces de la flauta, Consejo Nacional de la Juventud, México 1985. Flautas, Marielena Arizpe. 10. Simurg (1980), Campositores Latino- Americanos; Miisica para piano. Serie Musica Nova a América Latina, Tacape. Estéreo-T 017, Sao Paulo, Brasil, 1986, Beatriz, Balzi, piano. De cal y de arena (Pero sin sangre) Lo que el viento no se llev6.- Ala casi totalidad de las obras maes- tras de Luchino Visconti, al pare- cer reservadas para cinéfilos més hambrientos o con mejor suerte que nosotros, peliculas que ahora s6lo pueden admirarse en salas especializadas 0 en funciones casi clandestinas por la llamada televi- sién cultural mexicana, y eo gracias a labores un tanto detec- tivescas amparadas en el muy reciente nuevo auge (con afios luz de signiticativo retraso) que se digna respirar la novela polici ca made in México, 0 como resul- tado de no poseer oidos de nifio artillero y saber escuchar repeti- das, confiables recomendaciones de amantes crdnicos del llamado séptimo arte. Con el pretexto de queen 1986 se cumplian diez afios del adiés terrenal de Visconti (insisten en recordarnos que este gran autor cinematogritico contaba 79 afios de edad, pero nos apresuramos a aclarar que aqui sdlo se apunta “gran autor —cinematografico pues sus otras actividades art ticas cobran actualidad entre no- sotros gracias a testimonios que rebasan este estricto renglén), tuvimos que conformarnos, en més de una inolvidable noche in- vernal, con versiones pésimamen- te dobladas, amputadas por ma- nos que no vacilan en suponernos retrasados mentales, alteradas por la inclusion de “comerciales” de pésima factura o por la nada gra- ta compaiiia de practicantes in- corregibles del oficio de devorar palomitas de maiz 0 de no menos ruidosos productos similares. Por si las dudas —y atin a riesgo de acrecentar los chillidos de nifios mal educados— pretendemos re- mediar enormes vacios culturales para que el viento no se lleve em- pecinadamente este intento tera- péutico: Bellisima, Obsesidn (ver- si6n italiana de El cartero siempre Hama dos veces), La tierra tiem bla, Livia (Senso en el idioma original, con las mégicas presen- cias de Alida Valli, Bruckner, Verdi y su Trovador, y hasta ‘Tennessee Williams como co-res- ponsable del guién), Rocco y sus hermanos (puiialadas al cuerpo de Annie Girardot reducidas a su minima expresién, cantidad equi- parable al ntimero de pistoletazos con muerte irremediable que Luts Bufiuel se divirtié recreando la mexicana alegria mortuoria en EI rio y la muerte, esa regoc pelicula basada en cierta novelu- cha de Miguel Alvarez Acosta), Los malditos, Vogas estrellas de la Osa Mayor, Puente entre dos vidas, Retrato de familia en un interior, El gatopardo, Bl extran- jero, La muerte en Venecia, Bl inocente. (Camus, Mann, D'Annunzio, Lampedusa, Dos- toyevski, el nazismo, Claudia Cardinale, César Frank del brazo pero no por Ia calle), asi como el estudio de Salvador Elizondo Publicado en los Cuadernos del cine (Ediciones del Departamen- to de Actividades Cinematograti- cas de la Direccion General de Difusién Cultural de la UNAM). ‘Su nombre es Ana.- Ana se titula Ia hasta ahora segunda y dltima novela de Octavio Reyes, quien, en 1984 y en la Editorial Katiin, dio a conocer Cangrejo, obra que enriqueeia la, entonces, mas re- 155 ciente y jovenaza narrativa mexi- cana. En Mester (niimero 2, co- rrespondiente al volimen XV, otoiio de 1986), Susan C. Shaffer pasa revista ase relato, lineas por exactas que nos descubren a una lectora atenta. No queremos pa- sar por alto algunos parrafos de esa reseiia ya que Reyes, desde hace algunos meses, se halla labo- rando en el Departamento de Pu- blicaciones de la Universidad Ve- racruzana: “Nacido en Orizaba, Veracruz, en 1953, este joven na- rrador eseribié Cangrejo hace mas de cinco afios. A pesar de haber recibido el Premio Nacional de Novela ‘José Rubén Romero’ en 1979, esta historia della inocencia perdida no llegé a ser publicada hasta fines de 1984, cuando fue aceptada por Kattin, una editorial que se dedica a promover la obra de nuevos escritores mexicanos. Becario del Instituto Nacional de Bellas Artes en 1978, Octavio Reyes ha publicado sus cuentos cen varias revistas literarias de Mé- xieo. El mejor de éstos, La muerte de los galaxie ford, forma parte de Ja excelente antologia de la nue- va narrativa mexicana editada por Gustavo Sainz, Jaula de pala- bras (Grijalbo, 1980)”. Para aqué- los mas desprevenidos que noso- tros, se informa que Mester es una publicacion estrictamente li- teraria de los Estudiantes Gradua- dos del Departamento de Espaiiol y Portugués de la Universidad de 186 California, sita en Los Angeles; que Susan C. Shaffer pertenece a esa Casa de Estudios; que Ai aparecerd en la coleceién Ficci de la Editorial de la Universidad \Veracruzana (con portada de Pe- pe Maya) seguramente cuando es- tas palabras estén escribiéndose. Se llama Ana y puede respon- der a todos los nombres porque ése es tinicamente el suyo. Ana no sélo ennoblece el catilogo de las letras del idioma que intentamos balbucear, sino a su autor, Octa- vio Reyes, y a todos nosotros, lectores en quienes se ha fijado, eternamente, la mirada de Ana, vi- sidn que parece decirnos: “Estoy viva”, Elrevés y el derecho.-Continiian, a destiempo o en fecha prevista, los homenajes y profanaciones a Franz Liszt y a Maurice Ravel, ‘compositores que, cada quien a su manera, nos vuelven contem- porineos del mundo. De Liszt, recordamos el titulo —que no la proyeccion puesto que fue retira- da de todos los aparatos circula- torios— de una pelicula: Sueno de amor, filmada en 1935 pot José Bohr, con argumento de Eva Limifiana (la Duquesa Olga), y la participacién estelar del mundial- mente famoso pianista Claudio ‘Arrau, que nada mas y nada me- nos, encarnaba al célebre autor de las Rapsodias Hiingaras (,Qué ppas6 con el libro que Sergio Do- rantes Guzmin preparaba con entrevistas y conversaciones sos- tenidas con Arrau?). El denominado Dia de la Liber- tad de Prensa se celebra, en Méxi- co, con devocién casi digna del 10 de mayo o, de a perdis, como ‘si se tratara de rendir fidelidad a la Virgen de Guadalupe, que por algo es morena y forjé una patria, aunque las tres imprescindibles recordaciones se engalanen con regalos, dulces, chocolates, otras bebidas provocadoras de sed aiio- rante de Bajo el voleén y nada disimulado ambiente general de feria (es decir: de orgullo, agra- decimiento, ligrimas y risas, celebracién de ritos rayantes de ladivisiGn Iglesia-Estado, regateos, faltas ortograficas y demssmenes- teres). Al igual que el denominado Dia de las Madres (instituido para hacer menos frustrante el comple- jo de Edipo) o el12dediciembre, el consagrado a la Libertad de Prensa no deja de respirar cierto tufillo hipéerita, acaso para ocul- tar crimenes cometidos contra personas e instituciones justa- mente en nombre de esa presunta Libertad que motiva todos los libertinajes. Si aplaudimos fervo- rosamente el Premio discernido a La Gaceta del Fondo de Cultura Econémica, galardén que venera una labor de difusién cultural que abarea varios afios de buen gusto y de trabajo positivo,no podemos menos que repudiar los hechos que motivaron, en esa misma glo- riosa ¢ inolvidable ocasi6n, la sa- lida de algunos miembros efecti- vos del suplemento del periddico editado en el Istmo Veracruzano, distincién otorgada a la tarea de ditusion cultural que realiza en la provineia, hermana despreciable- mente menor de la metrdpolis, y no al diario que supuestamente Jo patrocina. José Homero, Rafael Antinez, Ricardo Perry y Gerar- do Ventura —nombres que segu- ramente se recordarin cuando se establezca la historia de la litera- tura en habla espafiola de estos dias por vivir— responsables ténticos de ese suplemento —ta- rea inteligente que nos remite al desagradecimiento cuando no a la benevolente indiferencia de los lectores adictos a la seccién de sociales o a la encubridora no- ta roja~ dejan irremediablemente esa terca y hermosa labor. Los habitantes de la “provincia” ten- dran, de ahora en adelante, que conformarse con los sesgos popu- lacheros en que se insiste en con- vertir la expresin popular, y mu- cchos de sus atentos simpatizantes se abstendrin de colaborar puesto que no pocos de sus materiales, casi siempre inéditos, se entrega- ban justamente a aquellos nom- bres de los que aqui tinicamente se hace ida mencion, y que ellos recibian, tan puntual como desinteresadamente, para hacer- Jos llegar a unas paginas que ya no olviden a Borges (tan incli- nado a la porosidad de la memo- ria) estableciendo lineas divisorias en vano intento de desafiar epi- demias universales. Parafraseando al maestro Faulkner osamos apun- tar que los homicidas de ese Su- plemento Cultural que nos redime y, son los que viene después. La edad de oro.- Un afio hubo de pasar para que llegara a nuestras manos el segund. mtimero de Diagonales, la més. imprescin- dible Revista que dirige Juan Gareia Ponce. Una nota aclarato- ria nos consuela de esa tardanza, nota que incluimos aqui en su totalidad: “Nuestra revista se pu- blica con un retraso mucho mayor del que esperébamos. Los moti- vos son diversos. En primer lugar habria que colocar nuestro pro- pio descuido. Debido a ésto con- fiamos en Pedro Alvarez del Vi- ar. Su nombre ya no aparece en el directorio de Ia Revista por una simple y compleja razén: abuso de confianza. Abandonado el des- cuido, ya se esta procediendo le- galmente contra é1. BI otro juicio, el de éste segundo niimero, dedi- cado al fetichismo, pertenece al lector”. La segunda entrega de Diagonales, en efecto, incluye textos diversos dedicados a revisar tan apasionado y apasionante asunto: la literatura, el psicoand- lisis, el cine, la Historia y la Tra- gedia caminan de la mano con las fotografia, de Maurice Ravel, los iiltimos versos de Paul Mo- rand que figuran en Don Quijote a Dulcinea, esa postrera obra del eélebre autor del Bolero, que po- siblemente nunca escucharemos in vivo: “A la salud de la alegeia”, ~afloradoras de nucleos di excelencia~ de Rogelio Cuéllar y las meditaciones, no menos nota- bles, de Francisco Segovia, Car- men Boullosa, Alberto Gironella, 187 Coleen Pein Noticias desde el sur, Carlos Roberto Morin Cuentor y descuentos, René Avis Pabila Apuntes de abi, Sivia Tomasa Rivera Enoono de hormigas, Maria Elvira Bermidez Fuego interior, Nelly Keoseyin. Las luce de! mundo, Jes Gardea ‘Mdreselas en flor, Ricardo Aguilar ‘ritual det butre, Femando Ruiz Granados Adgldos on a joe rein. Hernén Lara, José de la Colina, Carlos Monsivais y del propio Garcia Ponce, sin faltar las voces de Klossowski, James Joyce, José ‘Lezama Lima y Mareel Proust. Si este ndimero —en el que también figura, no menos orgulloso, un aviso de nuestra La Palabra y el Hombre— oftece visiones feti- chistas, el inicial recordé al oro (y a la mierda). Las lineas aclara- torias firmadas por la Redaccion de Didgonales adquieren mayor actualidad si tenemos en mente otros sticesos recientes, hechos todos que podrian secundar una antigua “propaganda”: No es lo mismo Sosa Laxante de Arrioja que otros laxantes. La otra traicién de Rita Hay- worth El poeta y_periodista Guillermo Villar (doblemente poeta por su dedicacién a géne- 108 ahora vistos con ojos que de tan miopes pueden llegar a la ce- quera) inaugura caminos a seguir en su semanal y ejemplar colum- 158 na Deshojadero, que aparece —y no es exagerado el término— en el periddico xalapefio Punto y Aparte. Gracias a un estilo que consigue liminar abalorios de indole minimizadora, Deshojade- ro se ha posado, hasta ahora, en figuras claves que, de una forma u otra, nos conciernen: Lowry, Joyce, Juan Ramén Jiménez, Gar- cia Marquez, Faulkner y susratos cinematogrificos, Luis Arturo Ramos, Ezra Pound, sin olvidar ‘una emocionante declaracién de amor a Rita Hayworth, en oca- sién de la muerte definitiva de ‘esta estrella de hoy y de siempre, desaparicién que revive, en carne viva, el salvajemente celoso tiro- teo de Orson Welles, el bofetén de Glenn Ford, un pasaje de Pas- solini, bailes, ‘canciones, mitos que s6lo a ella le pertenecen, ma- trimonios reales con aspiraciones de cuentos de hadas, grandeza y miseria, una edad dorada de tan rota. Si Manuel Puig titulé su pri- mera novela, como maximo ho- menaje al cine, laméndola La traicion de Rita Hayworth, estos momentos aciagos nossorprenden con otra traicion: la que conduce al abandono, a la amnesia, el im- placable deterioro con la esperan- za de que Rita Hayworth sea transfigurada por siempre penil- timo amor. Aviso El texto sobre Mario Lavista se publicé originalmente en la Revis- ta Vuelta (noviembre de 1986); deseamos incluirlo aqui, porque, estimamos, ofrece aspectos mil- tiples del trabajo, la figura y el habitat del compositor Mario Lavista, del cual se reproducen en nuestra portada algunas de las graf ias que figuran en La obedien- cia nocturna, novela de Juan cente Melo de reciente aparicién la serie “Lecturas Mexicanas” de la SEP. Estas sefiales musicales forman parte vital del lenguaje, son otra manera de escritura que anhela remitirnos por idénticos senderos al principio, que nunca al fin de una historia. Del mismo Lavista se anexan fechas de estreno de sus obras, asf como una, hasta el momento, lista completa de publicaciones y discografia. Vale afiadir que M. L. ha sido beneficiado con la Be- ca Guggenheim correspondiente a los dias que nos convierten en contempordneos de todo el uni- verso} distincién que, entre otras razones, acrecienta el interés del piiblico lector. FERNANDO GUTIERREZ BARRIOS LA UNIVERSIDAD NO PUEDE SER AJENA AL DESARROLLO Discurso promunciado por D. Femando Gutiérrez Barrio, Gobemador Constitucional del Estado, ‘Aaudo al encuentro de esta comunidad, para reafirmar la ba- ses del dilogo fructtero y cordial que habri de preidir de manera invariable, las relacones entre la Universidad Veracruza- nay el Gobierno de a entidad, Estoy aqui, porque creo en la ciencia como instrumento de ‘cambio al servicio de Ia comunidad; porque creo en la intelgen: da, como voluntad fundamental de la ciiizcion y la cultura, porque creo en la libertad, como condicibn primordial del hom. bre, para establecer los sbidbs cimientos que habrin de wustentar tun tiempo promitorio y nuevo, para las futuras genemciones de Veracruz, Estamos plenamente convencidos que el entendimiente la

Potrebbero piacerti anche