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Pablo Rieznik LAS FORMAS DEL TRABAJO Y LA HISTORIA Una introduccién al estudio de la economia, politica Editorial Biblos PENSAMIENTO SOCIAL 930 Rieznik, Pablo RIE Las formas del trabajo y Ia historia. una introduccién al ‘estudio de la economia politica - 1a. ed, - Buenos Aires: Biblos, 2007 157 pp. 28 x 16 em. ISBN 950-786-383-6 I. Titulo - 1, Beonomia politiea Disefio de tapa: Luciano Tirabassi U. Tlustracién de tapa: Rogelio Yrurtia, Canto al trabajo, 1907 ‘Armado: Taller Ur Primera edicién: agosto de 2003 Segunda edicién: julio de 2004 © Pablo Rieznike, 2003, 2004, 2007 © Editorial Biblos, 2003, 2004, 2007 Pasaje José M. Giuffra 318, C1064ADD Buenos Aires editorialbiblos@editorialbiblos.com / www.editorialbiblos.com Hecho el depésito que dispone la Ley 11.723 Impreso en la Argentina No se permite la reproduecién parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisién o la transformacién de este libro, en cualquier forma 0 por cualquier medio, sea electrénico 0 mecanico, mediante fotocopias, digitalizacién u otros ‘métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infraccién est penada por las, leyes 11.728 y 25.446, Esta tervera edicién de 2.000 ejemplares se terminé de imprimir en Primera Clase, California 1231, Buenos Aires, Repubblica Argentina, ‘en febrero de 2007. indice Presentacién INTRODUCCION Las formas del trabajo y la historia, EI trabajo en la historia Una actividad vital ‘Trabajo y naturaleza humana El cerebro, la mano, el trabajo ‘Trabajando para no trabajar Bl reino de la libertad PRIMERA PARTE Capitulo 1 La economia como ciencia El asombro, la apariencia y la esencia ‘Teoria y algo mas, eada vez mas: el movimiento . Absoluto y relativo, materialisme y especulacion La cieneia como economia y la ciencia social Capitulo 2 La anatomia de la sociedad moderna Las tres fuentes Gee [La historia, la economia y su misterio El trabajo del hombre El trabajo alienado Capitulo 3 ‘Trabajo alienado y mereaneia ‘Todo al reves La superacién del trabajo como enajenacién, {Qué es eso llamado “mereancia”? Comprender el valor a3 “4 BY 19 22 25 28 au 36 240 42 45 .47 50 153. 55 59 59 263 69 El capital como relacién social Poseedores y desposeides contempordneos El contenido de la relacién capitalista La expropiacién del capital Capitulo 5 La plusvalia y la ley del valor Historia de un problema De Smith y Ricardo a Marx: la solucién Plusvalia y, nuevamente, la alineacién La férmula del valor (resumen) Capitulo 6 La gananeia y el fundamento de la decadeneia capitalista Plusvalia y gananci Valor y precio: la transformacion La caida tendencial de la tasa de ganancia El Itmite del capital SEGUNDA PARTE Capitulo 7 Cielo y erisi La funcién de la crisis y su manifestacion [Las mereancias y la razén tltima de la crisis, Capitulo 8 Capitalismo e historia contemporénea Revolucisn social La ex Union Sovistica y el socialismo Stalinismo y posguerra Final de época Capitulo 9 La economia mundial como punto de partida, Internacionalizacién del capital e imperialismo Introduccién| Economia mundial (comercio exterior) y capitalismo Monopolio y capital financiero Imperialismo e internacionalizacign del capital Nota sobre los paises atrasados Economia mundial: tendencias y contradiceiones Bibliografia citada 105 106 109 um ua ut ar 125 27 wT 128 133 141 146 149 Presentacion Las formas del trabajo y la historia, Una introduccién a la economia politi- a es el resultado de una ya larga experiencia en el dictado de la materia, 0 de cursos vinculados al tema, en facultades de varias universidades naciona- les, especialmente en la de Buenos Aires. Se trata de una labor demorada, en particular si se tiene en cuenta su factura especifica. Nos referimos al hecho de que su base son clases grabadas, cuyo registro particular ha motivado co- rreceiones y agregados que, no obstante, no alteran lo esencial. El punto de partida fueron las versiones de los tiltimos afios, que acreditan el acervo de tuna labor decantada con el tiempo, Afiadimos, ademiis, una introduccién que, deliberadamente, denominamos con el titulo de la obra y que original- mente fuera publicada en Ia revista Razén y Revolucién, como parte de las tareas de investigacién realizadas en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. El libro que ahora presentamos define el objeto de estudio de la econo- ‘mia politica como una forma social especifica e histéricamente determinada {que asume el trabajo de los hombres. No es lo que normalmente se acepta en los manuales y textos convencionales, en los cuales la econom{a se presenta como una suerte de légica abstracta que relaciona medios (escasos) y fines (maltiples), una especie de técnica de la administraci6nn eficiente. La econo- mia tampoco puede comprenderse como una ciencia referida al metabolismo de la produccién en términos genéricos y ahistéricos. Al revés, es un produc- ‘to de las cireunstancias muy precisas que se identifican con el modo de pro- duecién eapitalista, Esto significa también, que lo que aqui introducimos es el estudio de lo que se llama la “eritica de la economia politica” en el sentido gue tiene tal concepto en la tradicién marxista, insustituible en la materia. La “eritica’”, entonces, desbordando el Iimite de lo “econémico”, se plantea en los términos de una visién cientifiea més general de la dinémica de la socie- dad moderna. Por esta misma razén el énfasis es colocado, de manera siste- matica, en un enfoque histérico y sociol6gico que contribuye a destacar la es- pecificidad de la economia politica. Esto domina el hilo de todo el texto, como (9) 10 Les formas del trabajo y la historia puede verificarse en los titulos de los eapitulos del libro. El eje central es, in- dudablemente, poner en relieve el cardcter de una época marcada por el ago- tamiento de un sistema social, econémico y politico que es el resultado de su propio desarrollo. El lector confirmaré si hemos conseguide esclarecer un problema vital de nuestra existencia como sociedad en el mundo de hoy. Es preciso advertir que las clases que sirvieron como elemento original en la configuracién del libro marean su estilo, algunas reiteraciones, sus pre~ tensiones pedagégicas, la excesiva libertad en el uso de las referencias biblio- graficas en la mayoria de sus eapitules y aun cierta informalidad. Claro que no es la primera vez que se realiza una produccién de este tipo, que natural- mente tiene ventajas que el autor no necesita explicar. Theodor Adorno con- dené en su oportunidad las publicaciones de esta indole. Aludié al cardcter efimero ¥ provisorio del discurso del habla en contraste con la elaboracién previa de la palabra escrita. El argumento, sin embargo, precede su texto Introduccién a la sociologia, presentado como el protocolo de un discurso oral que tuva “su verdad en su propia transitoriedad”... y que precede a sus cla- ses grabadas en 1968. Si se trata de justificaciones, entonces, conviene ape- lar a antecedentes relevantes que, por supuesto, apenas sirven de pretexto y no como punto de comparacién. Este trabajo no hubiera sido posible sin Ia colaboracién de Maria Sén- chez, quien me alenté desde siempre a encarar su produccién y se esmeré en la transcripcién, edicién y lectura del texto, asi como de la traduccién del capitulo IX, “La economia como punto de partida”. En este caso la “clase” res- pectiva fue sustituida por un texto que remite al mismo tema, pero que natu- ralmente tiene las ventajas del texto escrito. Marina Rieznik y Graciela Molle dedicaron también su tiempo a la lectura del original. Todas ellas tuvieron el tino de formular reparos a ciertas imprecisiones que fueron elimi- nadas y la indulgencia de escuchar los argumentos que, en otros casos, jus- tificaban el cardcter de una trama del habla que el autor frecuenta. Con mucha profesionalidad en un drea que ciertamente no domino, Ménica Urrestarazu contribuyé a dar el formato a la edicién definitiva. Por eso el agradecimiento que corresponde por toda la ayuda para que este libro sea entregado a la consideracién de sus lectores, entre quienes imaginamos no s6lo a universitarios vinculados a las carreras de humanidades y ciencias so- ciales sino también al pablico no especialista interesado en indagar la natu- raleza de Ia sociedad en la cual vivimos. PR. INTRODUCCION Las formas del trabajo y Ia historia Es un hecho que, en el nacimiento de la econom{a politica y de la sociologia modernas —disciplinas que ciertamente conocen un origen comin, el con- cepto de trabajo y su significado ocupan un lugar central y privilegiado. No es menos evidente que el descubrimiento y la dilucidacién del papel del tra bajo en nuestra época deriva de las propias transformaciones que hicieron del trabajo humano y de sus resultados materiales una potencia préctica sin precedentes en cualquier perfodo histérico provio. En este sentido, el trabajo como fuerza productiva aparece como un producto del capitalismo, es decir, de las relaciones de produccién que son la peculiaridad de la sociedad bur- ‘guesa, Es claro, sin embargo, que la propia modernidad es imposible de ser concebida sin un desenvolvimiento propio de los resultados del trabajo. Es la capacidad humana de transformar la naturaleza la que en un estadio hist6 rico determinado de su evolucién creé las condiciones que permitieron, pri- ‘mero, la acumulacién original de capital y, mas tarde, el despliegue de la industria, la configuracién de mercados compatibles con la extensién y los ‘requerimientos de la circulacién en eseala nacional e internacional. El traba- jo, la posibilidad del hombre de adecuar especialmente el entorno a sus nece- ssidades, es, en definitiva, la condicién de su misma supervivencia. Pero s6lo ‘con el capitalismo el poder social del trabajo encuentra una dinémica y un modo de produccién que hacen de su rendimiento creciente la clave misma de su existencia. El crecimiento sistematico es una necesidad de la propia produceién capitalista y una forma de existencia compulsiva de los propieta- ios de los medios de produccién. El eapitalismo se constituye como tal haciendo de la potencia del trabajo una configuracién societal especifica, creando una clase trabajadora completamente separada de las condiciones € instrumentos de su propio trabajo y que s6lo puede existir vendiendo su capacidad subjetiva de trabajar. La investigacidn sobre el cardcter de este trabajo y su capacidad de multiplicar sus frutos en una dimensién completa- 03) 14 los formes dal trabajo y le historia mente desconocida en épocas pretéritas es fundante para toda la ciencia so- cial moderna y para la econom{a en particular, El trabajo en Ia historia En la historia anterior, el trabajo ni siquiera era concebido como algo propio de la actividad humana, es decir, como un atributo especifico de la ac- cién del hombre dirigida a asegurar y crear las condiciones de su propia vida de un modo tinico y que Ie es propio. No se identificaba la riqueza con el tra- bajo en ningtin sentido. De un modo general, en el mundo antiguo y durante tun largo lapso posterior, hasta el final de la Edad Media prevalecié una cos- movisin organicista y sexuada: “La Tierra concibe por el Sol y de él queda presiada, dando a luz todos los aiios”, segiin la expresién aristotélica.! La ri- queza era un don de la tierra, imposible de ser creada 0 reproducida por la intervencién del mismo hombre que, en todo caso, se limitaba a descubrirla, a extraerla y consumirla. La idea misma de producto o produccién humana estaba completamente ausente en la Antiguedad. Dominaba la creencia de que aquellos materiales que aseguraban al ser humano su reproduccién exis- tian apenas como resultado del vinculo mencionado entre la Tierra y las po- tencias celestes, a las que normalmente se les asignaba el atribute de Ia masculinidad. En la unidn, entonees, del Cielo y la Tierra debfa buscarse el origen de los animales, las plantas 0 los minerales “paridos” por esta iiltima, ¢ incluso no faltan mitos y leyendas que atribuyen al propio hombre este ori gen. La mitologia de la fecundidad de la agricultura, del arado y de la meta- Turgia se inscribe ya bajo el dominio del dios fuerte, del macho fecundador, de la Madre-Tierra, de! dios del cielo que clavaba en la tierra su hacha y su martillo, originando asi el rayo y el trueno. De ahi el cardcter mégico asigna- do primero al hacha de piedra y después al martillo del herrero, que no hacia sino imitar simbélicamente el gesto del dios fuerte. Las pricticas agricolas nacieron como rites tendientes a propiciar este ‘maridaje originario y, con ello, los frutos obtenidos. El arado comenz6 siendo un instrumento en estas précticas rituales de culto a la fertilidad: tirado por tun buey que se consideraba simbolo celeste y guiado por un sacerdote, pene- traba en las entrafias de la Madre-Tierra asegurando su fecundidad; la siem- bra misma y el abonado constituian otros tantes ritos para propiciar la ferti- lidad vegetal, a la cual se asociaba la propia vida sexual del hombre. Es el ‘motivo por el cual las practicas orgidsticas estaban entonces abundantemen- te relacionadas con la agricultura en la historia de las religiones. Posible- mente también pudo obedecer a la intencién de facilitar esa unién sexual en- tre el Cielo y la Tierra, y la consiguiente fertilizacién de esta dltima, la idea de recubrir de hierro la punta del arado que iba a penetrar en la Madre-Tie 1. Véase JIM. Naredo, La esonoméa en avolucién. Historia y perspectivas de las categoria ba sieas det pensarientoecondmco, Madi, Siglo Veith, 1987. De agin extraeon oe onceptos sobre este tema, “iteriores.a Ja modernidad. Prevaleeia, al contra Introdvccién 1s rra. Lo cierto es que el hierro de los meteoritos fue el primero en utilizarse para tal finalidad y que igualmente se atribuia a la influencia celeste Ia pro- Guecién de los minerales ea el seno de la tierra: el oro erece por la influencia Gel Sol, a plata por la de la Luna, el cobre gracias a la de Venus, el hierro a la de Marte, el plomo a la de Saturno. En este contexto, en consecuencia, Ja idea misma de produccién humana. | carecfa de sentido; la riqueza no era producida ni acumulada por el hombre, | & ‘na visiGn de tal cardcter implicaba ademés la idea de evolucién y progreso, ,& algo: que-se-oneuentra. completemente a Tad diversas. ideologias |< la idea de la degenerar “dion de la sociddad humana. El verso de Horacio “Damnosa quid non inmi-* nuit dies® "EI tiempo deprecia el valor del mundo") expresa el axioma pe- Cimista aceptado en la mayor parte da lox sistemas de pensamiento de la ‘Antiguedad. El trabajo para el mantenimiento de la vida era concebido, por lo tanto, ‘apenas como una compulsién, tarea obligada y penosa, ejercicio propio del degradarse, extrano a aquello que podrie caracterizar lo mas elevado de la esencia del hombre como tal. En la Grecia eldsica, ol trabajador era esclavo, > vere nombre go tabalabicN0 a ena lengua arog ca pale bra, por lo tanto, para desigtar él trabajo humano con la connotacién que le otorgamos en la actualidad. Tres sustantivos designaban, a su modo, activi- dades que hoy identificamos con el ote rie dl ras oie pra io de Iaespecie, ntgnor sugieto vital y, por lo dominio de a ba si ia Shawl labor caankitefedianterst fn tefvendidn-e ifeden obtener los fratos de la tierra; pero también #0 expresa tom labor la actividad de la mujer que da luz a un nuevo ser. La labor ex- Gluye una actitud activa y un propésito propio de transformer Ia naturaleza 9 de conformarla alas necesidades humanas, Implica pasividad y adaptacién del agriculter a las leyes suprabumanas que determinan la ferilidad de la Sry os eielos naturales, “Boiesié define, en cambio, el trabajo que no se vincula a las demandasf de la supervivenciaifes el hace y la ereacion del artista, del escultor, del que produce un testimodio perenne y libre (no asociado a las exigencias inmedia- fae dela reproduccién de su vida). Poesis es la trascendencia del ser, mas all& de los ligutes de su existencia, lo que se manifiesta en una obra perdurable, tin modaide alrmarse en el mundo natural y sobrenatural rai) Tnalmente,e9 la identifcacion de la mas humana de las activi dades ie Hotrumento es también algo expecificamente human: e lengeaie, In palabra: y so dmbito privilegiado es la vida social y politica de Ia coman. dad, de Ia polis\Mediante la praxis el hombre se muestra en su verdadera 2. Véase Susana Albornos, O que e trabalho, Sto Paulo, Cortez, 1988. 6 les formas del trabojo y le historia naturaleza de hombre libre y consecuentemente de animal politico, de ciuda- dano, de miembro de una colectividad, que es lo que le da sentido a su vida individual. Como ha sido sefialado al respecto, el concepto de “derecho natu- ral del individuo” es ininteligible para los griegos. Como es sabido, corres- ponde a Aristételes la definicién recién citada de que el hombre es, por sobre todas las cosas, un animal politico “Iya que] es manifiesto que la ciudad es por naturaleza anterior al individuo, pues si el individuo no puede de por sf bastarse a si mismo deberd estar, con el todo politico, en la misma relacién que las otras partes lo estan con su respectivo todo. El que sea incapaz de entrar en esta participacién comtin, o que, a causa de su propia suficiencia, no necesita de ella, no es mas parte de la ciudad, sino que es una bestia o un dios, En todos los hombres hay, pues, por naturaleza, una tendencia a formar asociaciones de esta especie”. La praxis griega, por lo tanta, tan distante de la apreciacién moderna sobre el caracter del trabajo, incorpora ya, no obstan- te, una dimensién absolutamente social vinculada con la conciencia, con el hablar, con la comunicacién entre los hombres: es decic, un principio consti- totivo del trabajo que lo es intrinsoco al trabajo cuando se lo considera como actividad exclusiva de la especio humana e! mando antiguo, el trabajo que podemos lamar “intetectual", el aue be identifica con la libertad y la esencia del hombre, se presenta como ‘puesto ala naturaleza servi y hurnillante del trabajo fisica§\La tarea del ar- tesano, aun euando no fuera esclavo, no resultaba tuna manifestacin libre del productor, puesto que era una elaboracién dirigida y condicionada a la satisfaccion de una necesidad inmedinta del consumior y, al mismo, tiempo, tun recurso, un medio, para el sostenimiento del mismo productor(Bsclavo del objeto de las necesidades del usuario, el artesang no se diferencia de las herramientas y los medios de trabajo de que disponepimporta no el proceso de trabajo sino su resultado, que no aparece como creacion sino como conf guracién determinada por la realidad independiente o determinante del oje- toa ser usado o consumido. La actividad libre es la que no genera nada y se manifiesta externa a la compulsion fisica del objeto o a necesidad material Una actividad que no se presenta, ademas, como resultado social de un de- terminado desarrollo productive (que permite que el hombre libre no trabaje porque subsiste merced al trabajo de otros). Trabajo y no trabajo, con el sige nificado aqui descripto, se encuentran en una oposicién dada e itreductibl, natural y eterna, Los mitos y la religién fijaron esta caracteristica como escatoldiea: en Ja tradicién judeo-existiana el trabajo productive se presenta, entonets, como carga, pena y sacrificio impuestos como castigo a la we hombre en Ia seria dela vida terrenalf Trabajo y sudor, parto y dolod consecuencia.del-— Jo orginal la oslebre-expresin biblica del trabajos To estigmatiza Komo conten, doblemente asociada a la tarea material para mantenerse en el hombre y para reproducir a la especie en la mujer. Esta concepeién primitiva del trabajo se encuentra, asimismo, en el sentido etimolégico de la propia palabra en la lepzua latina. Trabajo deriva Invroduceién 7 de tripalium, una herramionta configurada con tres puntas afiladas, que se utilizaba para herrar los caballos o triturar los granos.t En cualquier caso, tripalium era, asimismo, un instrumento de tortura, y por esto mismo tripa- ignifica torturar; identifica el.trahajo con la mortificacién y el sufrimiento. COtras palabras latinas tienen un contenido més atenuado para denotar esfuerzo humane dirigido a un fin, una connotacién implicita en las defini- tiones genéricas de trabajo, como aparecen en los verbos laborare y obrare. El énfasis en el padecimiento de la actividad —o, alternativamente, en su re- sultado y en el cardcter ereativo de ésta~ recorre el sentido etimolégico de ambas expresiones, sentido que se traslada a Ia mayoria de las lenguas mo- dernas, no solo a las de origen latino, y a la definicién misma de trabajo en cualquier diccionario moderno de nuestro idioma. Los sustantives labour ¥ work en inglés, Arbeit y Werk en alemén, acentéan la misma dicotomia jenotar pena y-cansancia: work y Werk para ox: ariel ida enelcamna. del trabaoikComo « ‘en aleman Arbeit deriva del latin arvum, que significa te- HBio Brable, numerosos estudios infieren que la palabra traduce el pasaje prehistorico de la cultura de la caza y de la pesca ala cultura agraria basada en la crianza de animales y en la labranza de la tierra.* Una actividad vital Bn a misma medida en que trabajo implica una relacién de actividad centre el hombre, sus dinpositivesfisieosy bioldgicos, y el medio circundante, fu apreciacin eat histricamente domiaada por el tipo particular de vinale gue ae postula como humano entre el individve, la sociedad y la naturaleza Ta relacion entre el hombre y el mundo natural ao implica todavia, per se, la concioncia clara de actividad propia odiferenciada; para esto debemos cons derar la historia concreta de fal releién, es decir, quo hombre se human 5. 95.convicria on ser ngtural diferenciade, como resultada de su crecionia= indenendencia del mediolta conciencia sigue ala bastencay ec caro que la tuistencia bumana se construye como tal en wn sendero que conduce de la txtrema dependoncia de las fuerzas elemeotales de la naturalcza ala capac dad de comprenderlas y dominarlas. En la Antigtedad, por la completa su. tminién del Hombre al dominio dela fuerza natural, Ia vida active slo puede for coneebida como humana cuando se emariipa del puro mundo naturaleza tatu sensu. La vida active, como elemento diferenciadar de lo humano, con tradictoriamente, es contemplaciéne inclusive pasividad con rolacin aia ae tividad productiva, Las palabras y sus eonnotaciones, en consecuentia, eare- on de significado si gon abstratdas de la historia eal 2. Viage Iatvan Meszares, La tearia de a enajenacién en Mars, México, Era, 1970. 4. Véase Mareale Strosbants, Sociologie de travail, Paris, Nathan, 1993, 18 Las formes del trabajo y Ia historia Existe, no obstante, el peligro de unilateralizar este tiltimo criterio y, en Jo que nos ocupa —el trabajo humano y su representacién en el pensamiento de los hombres~, el de concluir en la imposibilidad de encontrar un concepto, 1un sustrato comin, a aquello que el trabajo designa en diversas etapas hit ricas. Se ha dicho, por ejemplo, que el trabajo es una “invencién” moderna, que no existi6 siempre y que no puede ser concebido como inherente a la con- dieién humana Tal planteamiento invoca como prueba el hecho de que la nocién de trabajo no existe en numerosas sociedades y que sélo en la moder- nidad, en el mundo burgués, se lo distingue de otras actividades y se delimi- ta con una fisonomia propia, indistinguible en cualquier época precedenta.6 ‘También Jurgen Habermas ha criticado lo que considera una concepcién antropolégica y no histérica del trabajo porque la primera aludiria a uaa dimensién metafisiea, vaga y genérica, que identifiea al trabajo como una necesidad derivada de la supervivencia.? Pero, json necesariamente opuestas y excluyentes Ia concepcién antro- polégica e histérica del trabajo, como sugiere Ernest Mandel?® La cuestién se traslada en este punto al campo de la epistemologia porque es indudable que supera el terreno circunscripto de la realidad material y de Ia categoria con- ceptual del trabajo. Concebir la historia sin continuidad es un error similar al de abordaria como un proceso sin rupturas. La sustancia antropologica del trabajo no violenta su cardcter esencialmente histérico que se manifiesta en el hecho de que el trabajo —como lo conocemos hoy— no existia en el pasado, y que debemos reconocerlo aun alli donde “no existia’, Precisamente porque existe ahora, debemos advertirlo a partir de su “no existencia”, es decir, de su carécter tan embrionario, pleno de precariedad natural y de naturalidad no humana. El descubrimiento es sélo posible a posteriori, del mismo modo como es el organismo desarrollado el que permite explicar el menos desarro- lado y como —segtin la conocida tesis— es la anatomia del hombre la que per~ mite entender la del mono El trabajo moderno permite, entonces, entender el trabajo pasado, iluminaf lo que en una circunstancia histérica precederte no podia ser delimitado ni pensadofDe esta manera, aunque el concepto de trabajo es, segtin Marx, una “categoria totalmente simple” y como represen tacién del trabajo en general es muy antigua, es la “més simple y antigua on que los hombres aparecen como productores”; sin embargo, solamente en su forma de existencia moderna, cuando se presenta como indiferente con reia- cién a un trabajo determinado, como la facilidad de pasar de un trabajo a otro, como medio general de crear riqueza y no como “destino particular del 5. Véase S. Albornoz, ob cit. 6. Véase Michel Freyesenct, “Historicité et eentralité da travail", on Jacques Bidet y Jac (ques Texie, La crise du travail, Paris, Actuel Marx-Preaves Universitaires de France, 1986, 7. Gitado por M. Freyssenet, ab. cit 8, Ernest Mandel, Le formacian del pensamiento econémico de Karl Mars, México, Siglo Veintiuno, 1986, (Bi autor retoma la concepeidn de Habermas que contrapone la idea ano polégicay la histériea del trabajo) Introdvccién w individuo”, es que se vuelve, por primera vez, “précticamente verdadera”, ‘una categoria tan moderna como las relaciones que la producen: las abstrac- ciones mas generales, de hecho, “surgen s6lo donde se da el desarrollo més rico de lo conereto".® El caracter sustantivo, antropolégico, natural, del trabajo humano es muy claro en Marx, a pesar de que no son pocos los marxistas que intentan negario. En uno de los mas conocidos y fundacionales manuales modernos de sociologia del trabajo se plantea que nadie ha definido con més vigor que el mismo Marx la relacién del hombre con la naturaleza en la actividad del tra- bajo; concebido, entonces, como un rasgo especifico de la especie humana.10 Conforme a tal definicién: El trabajo (dejando de lado todo sello particular que haya podide im- primirle tal o cual fase del progreso econontica de la sociedad) es, ante to 4o, un acto que tiene lugar entre el hombre y la naturaleza, Al trabajar, el hombre desemperia frente a la naturaleza el papel de un poder natural, one en accién las fuerzas de que esta dotado su cuerpo, brazos y piernas, cabeza y manos, afin de asimilur las materias déndoles una forrna itil pa. +a su vida. Al mismo tiempo que, mediante este proceso, actia sobre la naturaleza exterior y la transforma, transforma también su propia nat. raleza desarrollando las propias faccltades que en ella dormitan.!! En lo que se refiere al propio Marx, esta definieién del trabajo de su obra més elaborada se encuentra en total armonia con el concepto fijado en sus trabajos juveniles, Casi, diriamos, de un modo brutal}"El total de lo que se llama Ia historia del mundo no es mas que la creacién del hombre por el trabajo humano”.22} Trabajo y naturaleza humana Wa formulacién marxista es, de todos modos, et punto culminanto de un largo periodo de desarrollo del pensamiento cientifico que debe remontarse a los finales de Ia Edad Media fSe trata de una época en la cual la relacién on. tre el hombre y la naturaleza adquiere una nueva dindmica y se busca una Aefinicién nueva y original del trabajo. Pierre Naville y Georges Friedmann citan la apreciacién del filésofo inglés Francis Bacon sobre el arte (en el sen. tido de artes y ofcios) como “el hombre aftadiéndose a la naturalesa”,tSemula cuyas prolongaciones pueden encontrarse en Doseartes y en los enciclopedis. tas franeeses, En lo que Bacon denomina “arte” se habla refugiado durante 9.fdem, 10. Véase Mario A. Manacorda, Mars e a pedagogia moderna, Sto Paulo, Cortez, 1986. 11, Pierre Naville y Georgea Friedmann, Socialagia det trabajo, Méxien, Fondo de Cultura Beonémiea, 1958, 12. Karl Marx, £1 copitat (1864-18771, Mésico, Siglo Veintiuno, 1977, eap. VIL 20 Les formas del abajo y le historia ta Bdad Media Ia actividad empiriea y préctica que designaba la accion de Reecambio entre l hombre yTa naturaleza: Ia transformacin de abjetos la igluaun de la “obra” El arte era aquco que caracterzaba el ofcio de un Preueano, Ia tarea del artista ls propésits dela alguimia; un saber que se seehdosaba ajono al pensamiento abstracto ya los procedimientostpicos de fR'cjoneia, exclusives de un campo intelectual y espiritual que no poda con- {E.Sitrse con el experimento 0 con la materilidad inmediata, azarosa y ‘Rinioootdrca que earacteizaba el dominio del arte Eran, por lo tanto, dae fitoe que ae oponian: no se peneaba que la sencia pudiera informa, orientar oe dunit Im obra, el trabajo, en el sentide y con ol aleance que entonces copia’ Bn In suparacién de esta dicotoma se encuentra el significado revo ‘Souarie del nacimiento de la moderna elencia experimental, Como indica Ldovico Ceymonatel ideal de Galileo y Descartes, entre otros, ceri uni fatima y definsivaments la concepein dela cioncia on Ia Antiguedad con la dal arte de Ia Eded Media, es dec, edificar un saber fundado sobre las nve- as thenicne racionales,validas, ye no slo enol campo de las ideas abstrac: tas sino enel campo mucho més rico de las experiencia concreta Ta importancia que esta referencia presenta para nuestra indagacién sobre al trabajo resde'en el hecho de que el supuesto social que ponies te tambio “er a eoneolidacén vietoriosa, decidida, de un mundo de nuevas tHoucras Girectamente vinculadas con el trabajo y, por lo tanto, con el surgi tnrento de grupos eada Yer mas aumerosos de cientifices profundamente sen- tibles Tos intoreses de la producciOny eapaces de darse buena cuenta do la Unidad indioluble entre la practica y la teoria”. Es la realidad ereada por la Sctividad del hombre la que determina la base material de este nacimento dein cieneia moderna, aociada a las obras resultantes dl trabajo colective Ie canalizacign de los oo, laconstruccign de puentea a excavacién de puer- tons ln ereecign de fortelezas, el tro de la ertilfora,offecen alo ténicos una Serle de problemas que no pueden reslverse empivicamente y que exigon ne- Cesarlamente un planteamiente tedrio, Una importancia especial adquiie fon dn la dpoca los problemas précticossusctadoe por la navegacin, que de Bia afrontar viajes cada vee més extenaos hacia las ricas Werras reciente mente doscubiertas. 1 Del trabajo y sus resultados la eienca, do la clencia al trabajoy sus resultados Tha concepcién de trabajo quo encuontra su definicién en la fOrmuta ya citada de Mars es indisoiable de esta evolucin que florecers con el Renaci- tniente y qu, como sefalamos, ese! punto de partida de todo el peasamiento entifico moderno, El trabajo mismo tionde a pensarse como una categoria antrapoldgicn desde el momento en que se concibe precisarento como Ia es peciecdad del ser humano en su vinculo con la naturaleea. El ideal, ahora, teruna relacién prdcticay activa; el postulade do que por medio ya través de 38, Véaue K. Marx, Manuscritos econémico-filosficas (1848), Madrid, Alianza, 1993, 14. Ludovieo Geymonat, El pensamientocientifico, Buenos Aires, Budebs, 1984 Introduccion 2 ca relacién el hombre se hace hombre y se muestra hombre, se manifiesta él mismo como producto y ereacién histdrica, Hace dos décadas, en un texto que marca una época (Labour and ‘Monopoly Capital, de 1974), Harry Braverman comienza su obra con wna de- finicion del trabajo que sintetiza y esquematiza adecuadamente su significa- do moderno y cuya dimensién natural y antropolégica no implica una vision ahistoriea o esencialista, Se parte en esta concepcién de la evidencia natural de la cual partid ol propio Marx: todo ser vivo para sobrevivir depende de un intercambio determinado con la naturaleza de la cual él mismo proviene. Es- te intercambio puede ser totalmente pasivo, como es el caso de todas las es- pocies del reino vegetal. Se trata de wna primera distincién pertinente a la hora de considerar lo especifico de cualquier conducta animal dirigida a la Supervivencia, marcada, entonces, por un comportamiento activo o dirigida @ lun propésito determinado{poderarse de los materiales de la naturaleza no constituye de por ai trabajo alguno. El trabajo sélo comienza cuando una de ferminada actividad altera los materiales naturales, modificando sw forma originalDe cualquier manera, lo que compete al trabajo humano en su par- eularidad son las diferencias que lo separan de un modo radical de lo que puede considerarse como trabajo puramente animal. Ein consecuenc, dice Mare en Bl eapital No tenemos rents a nosotros aquells formas primitivase instinti- vas de trabajo qua nos rocverdan lade Tos nituaes. (] Premsponemos e Trabajo on una forma que lo ace exslusivamente humano, Una ara rea- liza operaciones que se asemejan a las de-un tajedor y-una abeja hace fvergontar a'un argitect en la constracsiin de aus celdas, perdlo que distingu al poor de los arquitectos de In mj de laa abejas eatriba eh dquo charquitego levanta su estructura en la imaginacién antes Ge erigiria Sn'ta realidadQAl final de todo proceso de trabajo tenemos un regultado fue yu existin‘en Ia imaginacién dal trabajador en su cominzo, Este n0 Sisto sfocuia un eambio de forma en el material sobre el que trabaja sno Guu también realiza un propGsito propio que rige au modus operandi al Gaal debe subordinar ev valuntad Gonciencia y propésitg como rasgos esenciales del atributo humano del trabajo Se delimit, en consecuencia, del acto meramente instintivo, ancla- do en mecanismos congénites, innatos. El trabajo del hombre reposa en su carécter ‘nico a partir de la posibilidad del pensamiento conceptual, de la capacidad de abstraccién y de representacién simbélica. Su origen es la natu- raleza tinica del cerebro humano. De este modo el trabajo como accién a pro- pésito, guiada por la inteligencia, es el producto especial de la humanidad, E] trabajo que trasciende la mera actividad instintiva es, por lo tanto, 1a fuerza con la cual el hombre eres al mundo tal como lo conocemos. La posibi- lidad de todas las diferentes formas sociales que han surgido y puedan sur- ir dependen en ultimo anélisis de este sigmo especifico del trabajo humano. Como sefala Braverman, a partir de esta caracteristica de la biologia humana el trabajo del hombre puede emanciparse de la exigencia instintiva 2 lot formas del rabojo y le hstorio de las acciones dirigidas a la supervivencia propia de cualquier otro animal. No se trata de que a partir de sus aptitudes cerebrales el hombre aprenda a resolver ciertos problemas que presenta la inadaptacién de ciertos recursos de la naturaleza para su utilizacién 0 consumo; esto también lo pueden con- cretar algunas especies no humanas. El quid de la cuestién es aqué que con el desarrollo de la capacidad de representacién, del lenguaje y de la comuni- eacidn por medio de los signos que le corresponden, el hombre puede trans- mitir y delegar la ejecucién de un trabajo: (sit aman yan ue nts cp cin Yrecnday igen oni, pos den coca po lien poe Ser eloratade pr or prson, a urea recara del nba sige seeds imeoncionn rene fro e anid entre os passe st tacepal ode dows estailcida cul rap.l taller In cousin osteo Sane El cerebro, la mane, el trabajo Hay que evitar, sin embargo, la tentacién de identificar el origen del trabajo con las cualidades del cerebro privilegiado del hombre, euyo singular poder explicarfa el dominio humano sobre el resto de los animales. Los an- tropdlogos y paleontélogos creyeron durante mucho tiempo que el desarrollo del cerebro era la verdadera clave para explicar el principio mismo de la evo- lucién de nuestra especie y del cual derivarian la postura erecta y el lenguaje articulade como manifestaciones secundarias. En un principio, entonces, la mente. Los descubrimientos de la ciencia y el hallazgo de fsiles que permi- tieron verificar el sendero histérico del desarrollo de nuestra especie compro- metieron, sin embargo, el rigor de tal esquema interpretative, como lo puso de relieve recientemente Stephen Jay Gould." Ahora sabemos, en conse- cuencia, que el cerebro del hombre comenzé a crecer debido al logro de la postura erecta; por el estimulo poderoso que suministré a la inteligencia el hecho de que las manos fueran liberadas de la locomocién. La evolucién del hombre consistié en un cambio més répido en la postura que en el tamafio del cerebro; la liberacién de nuestras manos para usar herramientas prece- dié a la mayor parte del crecimiento de nuestro cerebro, Notablemente, Gould destaca el “brillante resultado” que, en torno de cesta cuestién, anticipé “una fuente que sin duda sorprenderd a la mayoria de los lectores’: Friedrich Engels en su El papel del trabajo en la tranforma- cién del mono al hombre —publicado péstumamente en 1896—, que desafor- ‘tunadamente no tuvo impacto visible en la ciencia occidental. Engels consi- dera tres puntos esenciales en la evolucién humana: el habla, el tamaiio del 15. Harry Braverman, Trabajo capital monopolista, México, Nuestro Tiempo, 1987. 16. Véase Stephen Jay Gould, “La posturs hizo al hombre", an Razdn y Revolueién, N° 2, Buenos Aires, primavera de 1996. Invrodvecién 2a cerebro y la postura erecta, Plantea que el primer paso debe haberse logrado cuando ciertos monos empezaron a descender de los arboles, hecho que pro- movié la subsecuente evolucién de la postura erecta de nuestros antepasados terrestres. Cuando se movian en el nivel del suelo estos monos comenzaron a adquirir el habito de usar sus manos y de adoptar una postura més y més, erecta. Este fue un paso decisivo en Ia transicién del mono al hombre, La postura erecta libera las manos para fabricar herramientas (trabajo, en la terminologia de Engels). El crecimiento de la inteligencia y el habla vinieron después. En consecuencia: Las manes no son sélo un érgano de trabajo, son también un produc to del trabajo. Sélo por el trabajo, por adaptacién a cada nueva operacién al por sl siompre renovade empleo de estas mejoras heredadas vu sue ‘vas, més y mas complicadas operaciones, alcanzé Ia mano humana el alto grado de perfeccién que la ha capacitado para hacer realidad las pinturas de Rafael, las estatuas de Thorwaldsen, la mdsica de Paganini.17 Este punto de visa, no obstante, no es original de Engels puesto que ya haba sido adelantado por un contemporaneo, el antropélogo y arquedloge eo tadounidense Lewis Morgan, En cambio, Gould subraya que la tmportancia del trabajo de Engels coasste ao en su conclusin sustantiva sino ef au ince vo andlisis politico de por qué la eiencia occidental ea tan comprometda con In afirmacion apriorstica de la primacia cerebral. Cuando los humanos prendieron a mangjar su propio entorno material, dice Engels, otras habit dades fueron afadidas a ta prmitiva caza-agriculfura:hilado, lfareria, ba. vegacién, artes y cienca, ley y politica, y por dltimo “la reflexion faneéatica de las cosas humanas eu la mente humana: la religién’, Cuande Ia riquesa se_ac 5 pequefios grupos de hombres alcanzaron poder-y-obligarona_ otros hombres a trabajar para aloe eT teabate la teow fe toda riqueza y la_ Fuerza motriz de la evolucign humana, asumig el mismo devaluado status de aquellos que trabajaban para los gobernantes. Desde que los poderasns-go~ beriaban avsw-véluntad, tas acciones teT cerebro aparecian como si tuvieran id. Los filésofos descansaron en un patronazgo estatal-religioso. fun si Platn no trabajé consciontomonte para reforzar los privilegios de fos {obernantes con una filosofia supuestamente abstract, su propia clase dio ‘ida a un énfasis en ol pensamionto como lo primarto, lo dominante 9 en pat. ticular mas importante que el trabajo por €l supervisedo, Bate tradieon ideatista domin® la filosotia hasta los diag de Charles Darwin. Su influencia fue tan subterrdnea y persuasiva que incluse cientiieos tam apaliicos y ma, terialistas como Darwin cayeron bajo su influj. Un prejuico debe ter reo. nocide antes de ser combatido: la primacia del cerebro paredfa tan ebvia ¥ hataral que era aceptada como dada, mas que reconocerla como un peejuie 17, Friedrich Engols, BI papel del trabajo en la transfarmacién del mono al hombre (18961, fen Mare y F Bagels, Obras eseogidas, Mosel, Progreso, 1981, 24 Los formas del neboje y lo historia social profundamente asentado, relativo a la posicién de clase de los pensa- dores profesionales y sus patrones. Engels escribe: cos naturalistas de la escuela darwiniana son todavia incapaces de foy-/, marse una clara idea del origen del hombre porque bajo esta influencia|; ideoldgica ellos no reconocen el papel que en él le toca al trabajo. a El énfasis en una definicion antropolégica del hombre subraya su cardc: ter humane concreto, su desarrollo histérico, y no debe ser confundido con una caracterizacién genérica abstracta que lo designa como un “modo de ac- tividad” cuya esencia serfa la “busqueda de un resultado en el menor tiempo posible”. Es lo que afirma Jacques Bidet cuando senala que sin el trabajo, co- mo sin el lenguaje, no puede ser pensada Ia especificidad del hombre.!® En este caso la ldgica inmanente del trabajo seria entonces la economia de tiem- po ausente en otras actividades humanas, como el rito, el juego o la vida se- xual; estas dltimas, al contrario, reclaman una duracién extendida como sindnimo de su realizacion mas exitosa, La ventaja o el rigor de esta definicién consistiria en que no implica asumir la hip6tesis dificilmente demostrable ~segsin Bidet— del Homo faber, es decir, de la esencia humana definida por el trabajo; tampoco implicaria restringir el abordaje de toda sociedad en términos de “modo de produccién" No obstante, esta peculiar definicién “antropalégica” vacia de contenido la definicidn de trabajo humano en la misma medida en que queda referida ex- clusivamente a una suerte de logica hueca, carcciente de finalidad. Es dificil admitir, ademas, que los ritos, el juego, el deporte o el sexo no contengan también una particular “economia” de tiempo. De todas maneras, en esta particular definicién de su trabajo, el hom- bre queda definido en su especificidad como una suerte de ser eficiente, “aho- rrador de minutos y segundos", que desdibuja completamente la materiali- dad propia del trabajo y su significado en la historia real. En esta abstrac- cion particular el trabajo queda definido como mero instrumento de una ra- cionalidad dirigida a adecuar fines miiltiples a recursos escasos. Es decir, la definicién vulgar de la economia “moderna” convertida asi en una suerte de ingenieria genérica —ahistérica y asocial— del comportamiento eficaz (y finalmente en el encubrimiento ideolégico de la sociedad eapitalista, del smercado y sus formas particulares de explotacién y alienacién del trabajo yumano). 48, Véase J. Bidet, “Le travall fait époque’, an J. Bidet y J. Texier, La crise du travail, Pari, Actuel Mare Presses Universitaires de France, 1996 Introduccion 25 Trabajando para ne trabajar Lo cierto es que el Homo faber es el hombre, reecrdando aquella defini- cién de éoolmaking animal de Benjamin Franklin eitada por Marx en El ca pital, y que tetoma su conocida afirmacién de que el hombre se distingue del ‘animal en el proceso histérico real, cuando produce los elementos que hacen a su vida, cuando produce su vida. El trabajo, el modo de produccién, Ia acti- vidad vital, pueden ser utilizados como sinénimos si la consideracién antro- polégica hunde sus rafces en el sujoto histérieo auténtieo, en las etapas de st desarrollo real Es decir, ol abordaje antropolégica sobre el concepto de trabajo debe ser al mismo tiempo una aproximacion histérica, el andlisis del proceso de dife- Teneiacin que le es especifico como resultade de las transformaciones opera- Gas en el vinculo cambiante del hombre con sus instrumentos y objetos de trabajo asi como con el resultado de la actividad de produccién de su vida.!® En términos generales podemos definir tres grandes etapas en esta evolu- cién{P) las manifestaciones iniciales del hombre en la preparacién y el mejo- mi inaturales que permitieron un principio de supervivencia diferenciada como especie biol6gica y sin que ain surgiera con earacteres definidos una sivisién social del trabajg, mas alld dela dictada porla diferencia de sexes, 2)! neotiticg, con la-sociedad-humana que sé afin nm ua terrane 7 se Otganiza comet (Fen Ja produccién_y.on Tos ciclos pro- ‘pios de Ta agricultara y la crianza de animales(3))el nacimiento de la indus- ria y of desplazanivente moderno del centre de‘la produécién del-campo a la ciudad, ee _ Carlo Cipolla ha dicho con razén que no debemos abusar del término “revolucién” al estudiar la dindmica mas amplia de la historia de la pobla- cisn humana con relacién a las formas productivas de la especie. 2 El primer \ssmbio tevalucionario consinle preisamente en la superasn. del nomadiy ‘}mo-permitida por el dominio. inicial del cultiva de Ja tinea, Bl segundo, ya, en los albores de la historia presente, es el de la revolucién industrial. Su forma social particular es la que ebrreapomde Al mode de produccién capita. lista, a la separacién de los productores de sus medios de produccién y al surgimiento de la clase trabajadora moderna resultante de la expropiacién de los viejos trabajadores (campesinos, artesanos) de sus condiciones de tra- bajo. Por la misma razén, el trabajo moderno es el trabajo asalariado, la con versién de la capacidad de trabajar en mercancia y su delimitacién muy pre- cisa, en consecuencia, como actividad remunerada, en una esfera definida de la vida social La mutacin actual en el trabajo deriva enteramente de los resultados de onan sevolucon 9 dal aataiode Ie peastan Ure a6 Te aN Sad del hombre de emaaéparse del trabajo mismo 0, si se quiere, de modifi- car radiealmente el cardcter social de éste, su actividad vital por exeelencia 19, Véase Oves Sewarts, “Cireulations dramatiques,effieacités ce In setivité industrieuse", en J. Bidet yd. Tesler, ob cit 20. Véase Carlo Cipolla, La poblacién mundial, Buenos Aires, Budeba, 1968 26 Las formes dal trabajo y la historia Bhs precision oo pertinente puesto ques ol tabao os coneebido om forme A Pisifestaién ecengial de la vida humana, ia aspiracion de liberarse de él tareve de todo sentido Para dlocirlo con palebres ya cargadas de una densa carecs anidas os ol canibio en le conformacién material ¥ social del trabajo, le economia come clencia a zana segiin Newton se cae por la gravedad, y segén el crterio de un chamén porque hay alguien chiflando de abajo y la atrae con el ehilido. No, no puede for la ley de gravedad ex “‘otalitaria”. Newton fue considerado ~es conside- Fado todavia un monstruo de la ciencia por el grandioto descubrimiento de tata ley. El hecho de que una sola cabeza haya, en tres grandes leyes, expli ado el movimiento de las galaxias que estdn a 10 mil millones de afos luz y de la manzana que se caia es propio slo de un monstrvo genial. Hay una Susi relacign entre Isaac Newton y la economia: John Maynard Keynes, uno de los grandes economistas del siglo XX, compré en un remate manustritas de Newton y descubrie que era un loco total; era mistico, alquimista, hizo ex- periencias rarisimas, lo que llevé a Keynes a decir que Newton no es uno de fos grandes fundadores de la ciencia moderna sino el uitimo de los grandes magos del pasado. Se sorprendié con las cosas que encontré en los manuser- tos de Newton, que era una especie de ermitago, No queria verse con nadic, nunea tuvo una mujer, no queria publica lo que eseribia, Kira realmente un tmonstruo en el sentide huinano, cotidiane, de la palabra, y un genio para la Humanidad. Bntonces parece que Newton se hizo miatico por el abismo que Te provocd su propio descubrimiento, Que fantéstico que se explique aquello. dellas galaxias y de las manzanas por una sola ley, tan simple y tan elegan tel, la que dice quo los cuerpos se atraen en una proporeign que es igual al Jnverso del cuadrado de las distancias: la ley de la gravedad. Quo algo que etd 2 10 mil millones de afos luz se vineule con nosotros por una fuerza in- snaterial, cuya formulacién esté en esa ley, a Nowton le parecia que requeria tim dios. ¥ entonces ora terriblemente mastic, ‘Esta anéedota viene bien para explicar esto de Ins verdades relativas. Porque después de Newion vino Einstein. Einstein revel6 que la explieacién tan abrumadoramente universal de Newton no permitia, sin embargo, en- tender aspectos decisivos dela realidad. Sus leyes no servian para compren- flor qué sucede cuando se investiga el movimiento a alt simas velocidades Binstein lenard esa laguna y sus formulaciones tendrén entonces un al- tance todavia més amplio. ¥ luego vendra otro a incorporar a Einstein, a Newton 9a los anteriores a Newton en el gran contexto de una nueva visign superadora. La ciencia no es un camino, simplemente, de deseubrimiento de La Verdad con maydscula y de la eonversién de La Verdad en una especie de deidad. Hs un avance progresivo, por aproximaciones rucesivas a verdades relativas, ala comprension cada vez mas amplia del todo, del mundo que se va transtormando y siempre va, por decirlo de alguna manera, delante de Una caragferistica més, la Ggven) de nuestra serie, se refiere a lo que amaremos elfardeter materialist la eiencig) En el prélogo de Marx que comenté,é1 dice algo como fo siguiente: sogin fon las relaciones entre los tombres, en relacién con sus fuerzas productivas, af ex el mando que produ- ten, ¥ asi son los hombres produciendo, Sobre esa base real, concreta, mate- Fal, construyen una cantidad de ideas, de mitos, de moral, de religién. Flas- ta ahora el mundo trat6 de explicarse a partir de lo que los seres humanos a2 Las formas del trabajo y lo historia piensan:del mito, de Ia moral, de la religion o de la eiencia, Marx dio vuelta Ta cova Glantes, basicamente, que es Ia vida la que determina el pensamien- toy no eT’ pensamiento a la vida)En ese prétogo dice que la existencia deter~ mina la concioncia y no la conciencia a la existencia, Primero esté la realidad J después el cientific, y no primero la ciencia y después la realidad. A eso se Tofiere ol cardcter materialista e, incluso, determinista de toda ciencia, Toda Giencia es determinista, No hay que confundir determinismo con exactitud, asf como no hay que confundir to de la totalidad con las verdades absolutas. na verdad absoluta seria algo eterno. No hay nada eterno y universal, asi aque no puede haber cosas absclutas. No hay que confundir el determinismo Gon la exactitud. ¥ la ciencia ha avanzado mucho en esto, porque el determi- pismo en la ciencia ahora es probabilistico, no exacto en el sentido mas res tringido de la palabra : Sgbre esta base una(@écim) propiedad clave de toda ciencia se vincula con sufeapacidad de predeciP Toda ciencia tiene que ser predictiva, iene que ilustrat el desarrollo de sistemas y procesos estudiando las reyularidades, tag Ieyes que lo son propias, ¥ las leyes permiten predecir, eso vale para cualquier ciencia. Por ejemplo, si el siglo xX no puede ser explicada a la Taz de fo que el marxismo diee, no seria lo que podernos llamar una sociologia cien- tifiea. ¥ si la economia del mundo moderno que analiz6, critics y reelaboré Marx no sirviera para predecirciertas cosas que pasan, no seria ciencia. La mayor parte de las cosas que se dice que dijo Marx y que no se cumplieron Son eosas que Marx no dijo. ¥ hay que ver también cul es la entidad de lo que dijo. Ps decir, qué lugar ocupa en el disefo més general de su teoria Ningtin cientfico dejé de tener limitaciones en sus planteamientos. La esen- ia de un planteamiento es correcta cuando hay algo de fundamental en él y zo algo marginalmente equivocado. Volveremos sobre esto, La cioncia como economia y la Analizamos qué seria la economia como ciencia, es decir, qué caracteris- ticas del pensamiento cientifico en general debe tener la economfa si preten- de ser realmente riguresa((Ahora vamos a ver la ciencia eymo economia, es decir, qué hay de especifico en la economfa como disciplina) Para ello debe- mos situar el surgimiento de la economia como ciencia particular en el cam- po de lo.que yo denominaria “la fundacién de una sociologia moderna”. En- gels dice que Marx es el Darwin de la teorfa social: este ultimo habfa inte- grado una comprensién de la evolucién de las especies, habia completado tuna historia totalizante del mundo animal, y Marx habia completado una historia coherente, habia integrado una explicacién, a partir de los elemen- | tos preexistentes, de la evalucién de Ia sociedad humana y en particular de la comprensién de las determinaciones de su existencia en la época contem- pordinea la economia come ciencio a EI punto de partida de esta ciencia, que es al mismo tiempo el punto de partida de la ciencia social y de la economia politica ~dicho en forma sinté- tica y_provocativa-, es el siguiente{antes de pensar el hombre tiene queh@ comeryPara investigar cémo es el hombre, hay que ver cémo se produce a si mismd en un sentido biol6gico y material, Se produce a si mismo mediante la uunién carnal. ¥ se produce como especie, mnés allé del Ambito puramente bio. légico, reproduciendo y acumulando los elementos de una vida material determinada. Marx dice que “el hombre es el mundo de los hombres". El hhombre es lo que el mundo de los hombres construye y exterioriza, En la exteriorizacién de su ser el hombre produce un mundo determinado, ¥ com- prender cémo produce socialmente ese mundo es comprender al hombre. No hay nada fuera de eso. Es decir, no hay nada que no pueda ser explicado a partir de Ia materialidad. No se trata de un enfoque “econdmico” de fo huma- o, parcial y fragmentario, Al contrario, es un aburdaje en plenitud, barca. tivoy total del fenémeno del hombre como tal ‘Tomemos el caso de la ciencia bildgica, La ciencia biolégiea, cuando en- tendié que el todo es superior a las partes y que habia partes del todo que no se podian comprender simplemente sumando las partes, dij: debe haber al {go que no se explica por la biologia ni por la fisiea ni por la quimica; algo que ig una explicacién del todo, Estos eran los vitalistas. Y hablaban de una sus- tancia etérca, desconocida, ineapaz de ser descripta, analizada o investigada por los métodos propios de la eiencia, que era lo que To daba a la vida esa particularidad que es la vida. Mas tarde vino la biologia sistematica, organi. dista, y dijo que no tenemos que salir del terreno de la ciencia para explicar «todo. Hay que volver a comprender el funcionamionto del todo y Vamos poder explicar el todo sequin las leyes que emanan de él ‘A esto se refiere Marx cuando dice que “el hombre es el mundo de los hombres". El hombre gs-ua preduste Ua producto bores me diante la relacién sexual y porque, camo hombre de una sociedad determina: ‘da. nacomos ep un terreno determinadg por la labor de generaciones preven En ese sontido somos un prodiicta, existimos en fiehipo y en el espacio, Pero somos un producto que se produce todo el tiempo, que se eleva sobro aquello que lo pradujo para cembiarlo, para transformarlo, para desarvollas. lo. Le pasién de la naturaleza para un mundo ya no natural sino puramente Jhumazo: eso os el hombre. El principio es analizar las cosas no yendo del cielo ala tierra sino de la tierra al cielo. Este es el principio de la sociologia cientifica. No a partir, co- mo Marx y Engels dirdn en alguna parte de Le ideologia alemana, del hom. bre predicado, del hombre representado, del hombre pensado, sino'a partir del hombre real. Bl inicio de la historia requiere un hombre, ¥ para estar en condiciones de hacer la historia el hombre tiene que comer, protegerse, ves tirse,erear un dmbito adecuado para su supervivencia. ¥ ése es el primer ae to fundante de la historia tanto en la antigdedad como ahora. Todos los dias lino tiene que garantizar Ia produccién de los elementos que hacen a sv vida ara poder seguir existiendo, y para poder pensar, y para poder enamoran 4A 2s formes del trobojo y la historia para criar a sus hijo, y para hacer una cantidad de cosas que tienen que ver fon ol dmbito de lo espritual. El punto de patida sin embtrso,e8 une, Bs el ir de la tierra al cielo. Es el comprender algo oculto por la ideologia -coma concieacia falsa de la realidad durante muchos siglos, como dice Engels al recordar la contribucisn histrica de Marx en el momenta de su muerte, ‘Yaqui nace una nueva eiencia, una nueva posiblidad de entender 6] metabolismo de la sociedad humaza, que es eatencer la historia del hombre En el prélogo ya eitado de Contribucion a fa erica de la economia politica, Marx dice que para entender Ia sociedad de nuestro tiempo no hay que c: uenzar por entender qué ela idea, nila moral, ni el dereeho, nila eaigion Jara entender la sociedad moderna hay que comenzar por comprender la hatomfa de la sociedad civioW Ia anatornia de fa sociedad civil en la Edad Modiorna tiene que ver eon la arma en que se organiza socialmente para pro ducirse. Es decr, “los hombres para produeir se relacionan de una manera Social detcrminada” Ban rlacién social que contraen no es arbltraria, Bata Vincuiada con cierto desarrollo de las faersas productivas, Las fuerzas pro- Activas y las relaciones de produccén forman un determinado modo de ro. duccisn fina certs estructura dela produecin sobre la cual se cava terta forma de pensar, eierta forma de razonay,cierta forma de moral dominante, cierta forma de veigi,eierta forma de flosefa, ala que Mars Hasna “4 estructura” y de la que dice que esta condicionada por la estracturg determinada en un sentido mecdnico, sino que hay une canted cnorit de trades, de posibilidades, amplitudes y Hbertades. Esta concepein es la que permite comprendor el lugar més especttico quo ocupa la eeanotata poten fomo ciencia social, la misma que poubilitaré gu critica y su superacion La anatomia de la sociedad moderna Nuestro punto de partida fue el anélisis del pensamiento cientifico en gene- ral, 0 de la ciencia en general, tratando de establecer la aparicién de la eco: nomia politica como diseiplina de este campo, en un contexto social e hist rico adecuado, Por eso mismo pasamos de esta visién mas o menos amplia a una precisién sobre la naturaleza cientifiea de lo que puede denominarse “ciencia social” en la época moderna. Para esto hicimos alusién al método fandacional del marxismo, en el sentido de estudiar la sociedad humana no partiendo del hombre que esta pensando en ella sino del que esta constru- yendo su propia vida, Reiteremos aquello de que “no vamos del cielo a la tie- ra sino de la tierra al cielo”. En funcién de esto legamos al eélebre parrafo del prélogo a la Contri- bucién a la eritica de la economia politica en el cual Marx dice que la anato mia de la sociedad moderna debe estudiarse por Ia via de la economta politica, porque el secreto esta alli, {Bn qué sentido? En el sentido de que el hombre produce su vida material, y por lo tanto se produce a s{ mismo, se autoprodu- ce, a través de determinado tipo de relaciones sociales, que son la trama fan- damental de la sociedad en cuestién. ¥ esas relaciones sociales, cuya existen- cia es objetiva, independiente de nuestra voluntad, no se articulan en el vacio, no existen por eapricho, sino que estén estrechamente vineuladas con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad de que se tra- te, Relaciones de produccién y fuerzas productivas, entendidas como determi- nada capacidad del hombre de transformar la naturaleza para elaborar los materiales que hacen a su vida; una y otra cosa forman lo que se lama “mo- do de produccién”. En un sentido muy general, los modos de produccién que historicamente acompafian o gon propios del desarrollo de la civilizacién hu- mana son la sociedad primitiva, el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo. El elemento dinamico de todo modo de produccién esta dado por el desenvolvimiento de las fuerzas productivas. Bl hombre transforma Ia natu- raleza y se transforma a si mismo. Y en esa transfermacién crece el mundo material que construye, erece la exteriorizacién del mundo humano que sur- fe de la produccién de los hombres. ¥ a ese desarrollo deben adecuarse las (45) 48 les formas del rabojo y Io historia relaciones de produccién correspondientes. Esta adeeuacién no es, natural- mente, arménica, sistemética, progresiva y sin pausa, porque las relaciones de produecién estan fuertemente ancladas en intereses muy precisos. Enton- ces, para tomar el caso de la sociedad moderna: si, por ejemplo, el desarrollo de las fuerzas productivas requiere un tipo de vinculo entre los hombres que suponga la socializacién de los medios de produccién, mas alld de esta e gencia objetiva o real esta el interés social de aquellos que tienen la propie- Gad privada de estos medios y que se oponen a la socializacién. Por supuesto, en el pasado también fue asi, en el sentido de que siempre ha habido intereses contrapuestos entre clases o fracciones diversas de esas mismas clases. Si no, no hubiera habido una revolucién moderna, 9 una revolucién burguesa, entendiendo a ésta también en un sentido general. Porque hablar de la revo. lucién burguesa es hablar de un proceso de alrededor de trescientos afos, que comienza con sus primeras manifestaciones en el siglo XVI en los Paises Bajos, sigue en Inglaterra, con Oliver Cromwell y las dos revoluciones del siglo XVU;; se exprese de un modo paradigmatico en Francia en 1789, y fial- mente en toda Europa con las revoluciones de 1848, dirigidas a consumar la tarea de liquidar el viejo pasado feudal. Todo un ciclo que, tomando sus gran- des hitos, culmina precisamente con las reveluciones de 1848 en Europa y con la guerra civil norteamericana, allé por 1865, cuando se impone el norte burgués, capitalista moderno, sobre el sur latifundista y esclavista. Un vasto Proceso historico que configuré las relaciones de produccién correspondientes a la gran industria moderna. _ Luego de definir el significado de “modo de produccién”, y haciendo hin- capié en que lean con cuidado la definicién de Marx en ese prélogo a la Con tribucién a ta critica de la econom‘a politica, hay que sefialar que la econo- mia politica estudia, 0 se concentra, como ciencia social, en la indagacién acerea del tipo de relaciones sociales de produccién, y especifieamente en la &poca moderna, en la época capitalista. La economia politica no aborda el de- sarrollo, el contenido o la especificidad de las fuerzas productivas, que en materia de indagacién son propias de una cantidad de ciencias que no son la economia politica {La econom{a polities es una ciencia social; trata acerca de las relaciones entré los hombres\Esta definicién de economia entra en ecli- sién con otras definiciones convéncionales, académicas, que dicen que la eco- nomfa trata, en definitiva, sobre el vinculo entre las cosas. Porque, por ejen- plo, un par de zapatos vale lo mismo que alguna otra cosa, en vérminos de valores de cambio. O con aquella otra corriente que plantea que la economia es una ciencia cuyo objeto es el estudio de la relacion entre los hombres y las casas, como hace la economia neoclasica, la economia marginal, la economia ‘académica convencional moderna, que enfatiza el tema de la utilidad y de la relaciéa que tienen las cosas con los hombres y a partir de la cual se forman los precios. Todo eso es una especie de degradacién de la economia politica, que en definitiva estudia vineulos entre los hombres cuya particularidad, co. ‘mo vamos a ver, es que estiin mediados por las cosas, como denominamos en general a los productos del trabajo humano, Le enatomia de Ie tocieded moderna “7 La virtud del marxismo como ciencia no es haber consolidado, a partir de Marx, una especie de pensamiento totalmente original. Marx es la s{nte- sis de lo mejor del pensamiento de su época sobre Ia sociedad y el hombre. En este sentido, como cualquier otra disciplina, el marxismo como ciencia in- tegra las corrientes preexistentes y, al integrarlas, critica sus limitaciones, por lo tanto, reelabora algo novedaso en término de una sintesis original. La fisica nos brinda una analogfa clara de lo que estoy planteando, retomando conceptos del capitulo 1. Newton integra los descubrimientos de una canti- Gad de fisicos o astrénomos preexistentes, dindoles una forma universal, en particular en su famosa ley de la gravedad. Luego, en la época contemporé- hea, Einstein integra todo lo anterior on una visidn todavia més amplia. Cri- tea las limitaciones de lo previo, lo recontextia y lo “resignifica” —para usar lun término que siempre conviene utilizar siendo profesor, sobre todo si se es graduado de la Facultad de Ciencias Sociales , gencrando un nuevo panora- ma y una nueva lectura del universo. Tr. Las tres fuentes Jigual que Newton o Binstein en sus respectivos contextos, ol marxis- mo integra las grandes corrientes de pensamiento de su propia época. Estas normalmente se resumen en tres vertieutes basicas. Una es la vertiente he- geliana, la vertiente de la flosofia alemana) que tiene enHegel su maxima expresién y cuyo componenté.fundamet de que el proceso del wwniverso ¥ el proceso del. hombre estdn en constant tiansformacién, que no pueden. ser analizadds-con los ¢ ‘un andlisis estatico, dela ldgica formal, la logica aristotelita, 1& Togica silo- alica {todos sinénimos de lo mismo). Porque esa légica lleva a pensar en compartimientos estancos, tratando de comprender las propiedades y las ca- racteristicas de las cosas, hasta cierto punto, con un rasgo de inmutabilidad. Lo que dice la filosofia alemana es, en cambio, que todo cambia, heredando el planteo de aquel farnoso griego, Herdclito, quien dijo que nunca nos bafiamos dos veces en el mismo rio, Ya tuvimos oportunidad de citar al propio Hegel: “Todo lo que existe merece perecer”. Por las leyes de su propio desarrollo, A se transforma en no-A, y por lo tanto para esto no sirve la l6gica formal, aris totélica o como quiera llamarsola, La légiea hegeliana, que en contraposicién a la anterior se llama “dialéctica”, es la légica de la transformacién, del mo- vimiento permanente, de aquello que conduee a la negacién de lo que es, 80: bre la base del desarrollo de eso mismo que es. Este punto es muy importante, y tiene que ver con los desarrollos de Ia ciencia més reciente, que ha pasado a preoeuparse, como lo sefaléramos, no s6lo por los problemas de la cantidad, sino también de la calidad 0, con ma- yor precisién, de los vineulos particulares entre lo cuantitativo y lo cualitati- vo. ¥ ésta es una de las leyes de la dialéctica, en términos controvertidos pe- ro que valen por lo pedagégico, pues toma este punto de la transformacién de “8 los formas del abajo y Io historia Ja cantidad en calidad. Por lo tanto, la suma de las partes no es el todo. El agua —demos el ejemplo clasico— se calienta hasta que no es més agua liqui- da sino gas o vapor. O, inversamente, se enfria hasta que ya no es liquida sino sélida o hielo. Hay un punto en que se da una transformacién de lo cuantitativo en cualitativo. Bsta visin del mundo como un gran todo, que vineula todas sus partes, que debe ser examinado con un criterio totalizante xy que esta en proceso de transformacin, es herencia de la filosofia slemana, Bila es en parte una reaccién a los excesos del cartesianisme y del mecanicis- mo, que reinaron durante el siglo XVIII, precisamente hasta los descubri- mientos de Newton, La otra gran vertiente del marxismo es la economia politica inglesa, que tiene el valor clave de haber descubierto el enorme papel que cumple el trabajo en la produccién delas riquezas humanas. De ahi justamente el” nombre del libro de.Adam Smith, De la riqueza de las naviones, de 1776. Hasta esa época la riqueza era considerada algo externo al hombre, algo que daba al hombre, desde afuera, una condicién especificamente humana. Por 20, si tomamos el ejemplo hist6rico del voto censitario, el hombre tenia voto si tenia propiedades. Hubo un largo camino que recorrer hasta llegar al su- fragio universal. Hoy nos parece, formalmente, una aberracién, pero cuando hablamos de la propiedad tenemos que ver de qué estamos hablando, Cuan- do surge el voto censitario, la propiedad no era la propiedad de IBM, ni la propiedad de Shell, ni la de cualquier otra gran corporacién, de aleance in- ternacional. En ese entonces, la propiedad era estar afineado en alin lugar. Era lo que le daba a alguien, clementalmente, la condicién minima para no ser un paria, para ser un ciudadano, El pensamiento humano tuvo que evo- lucionar para concebir la riqueza como el resultado de la actividad del propio hombre, y no como algo externo a él, que le daba wna condicion particular. Por e0, dindole la razén a Engels, en los Manuscritos econémico-filesdficos Marx dice que esta muy bien plantear que Adam Smith es el Lutero de la economia. Porque Martin Lutero y Ia Reforma transformaron la religién en algo mas vinculado a lo terrenal, en algo mas vinculado a la subjetividad del hombre, asf como Adam Smith transformé la propiedad en una construccién subjeti- va, en el resultado del trabajo del propio hombre. Ambos, sin embargo, com- parten la misma limitacin: la humanizacién de la religin por parte de la Reforma de Lutero y compasiia no liberé al hombre de la religién, lo mismo que la humanizacién del trabajo y de la propiedad, por parte de Adam Smith ¥y de la economia politica, no liberé al hombre de la propiedagLa economfa ppolitica, a partir de sus propias limitaciones, se convirtié en tna ideologia, en una representacidn falseada, no auténtica, de la realidad, sosteniendo que esta sociedad —Ia mercantil capitalista~ va a ser la ultima, la forma defini tiva de la sociedad humana conforme a una naturaleza supuestamente eter nay wnivereal del propio hombre para siempre)Por eso Marx elabora lar tica a la economia politica, que es el subtivulo de su obra cumbre, El capital. (El descubrimiento de que es el trabajo el que crea la riqueza es revolu- ‘Los griegos, por ejemplo, no consideraban el trabajo como algo hu- le anctomia de la socieded moderna “” ‘mano sino mas bien como algo animal, como algo extraio al hombre, y por lo tanto propio de esclavos. En la Antigtiedad la palabra “trabajo” précticamen- te no existia, o tenia una connotacién completamente distinta de la actual. {La palabra “produccién” tampoco tenia sentido. Incluso en los mitos primiti- ‘vos el hombre no trabaja ni produce, pues esto no existia ni siquiera como jdea: el hombre se limitaba a extraer de la tierra aquello que surgia como parie de una gran unidad césmica entre el Sol y la Madre Tierra, ya que és tos eran mitos sexuadas, basados en Ia fertilidad. Hay quien dice que estos mitss sexuados basados en la fertilidad tienen que ver, desde el neolitico, con Ia elaboracidn de los metales, de las puntas para los arados, de los elementos para cazar y demas, puesto que aparecen como elementos sexuales masculi- nos que fertilizan Ia tierra. En este perfodo se da la primera gran transfor- ‘macién humana; los hombres se asientan en la tierra para poder trabajarla. ‘Tuvo que correr mucha agua bajo el puente para que se elaborara el concepto de trabajo como fuente de riqueza, El trabajo fue “descubierto” cuando empez6 a tener una potencia tal ‘que nunca antes habia tenido, Es decir, en la 6poca moderna, y no antes. De- bemos indicar asimismo que la economia politica inglesa es, por supuesto, también el resultado de un desarrollo previo, en correspondencia con el desa- rrollo de las fuerzas productivas en Ia época moderna. En los albores de la propia era capitalista tenemos a los llamados “mercantilistas” que empiezan pensar las cuestiones del mercado mundial, pero limitadas al comercio exterior, y a interrogarse sobre cual es la fuente de la riqueza (que ellos refe- rian a la acumulacién del oro) y cémo se daban precisamente los inter- cambios en el mercado mundial. Después tenemos a los fisiéeratas, hacia la mitad del siglo XVIII. Su teérico mas importante es Francois Quesnay, que aperta algunas contribuciones muy importantes a coneeptos que hoy son clave en el pensamiento econémico ¥ que puede ser considerado el fundador de la ciencia econémica moderna. A los fisiécratas les debemos el aporte deci- sivo de haber comprendido el sistema econémico como un gran metabolismo soc.al. Quesnay ha pasado a la historia por haber disenado lo que lamé el “enadro econdmico”, que mostraba a la economia como una serie de fujos en- tre distintos tipos de sectores sociales, aunque la definicién de esos sectores 0 capas fuera todavia relativamente primitiva. El “cuadro econémico" era una especie de gran organigrama para tratar de entender el metabolismo de la produccién social. En los tres vértices de ese organigrama habia lo que un sociélogo moderno Mamaria “actores sociales”, colectivos, sujetos, clases so: ciales. Quesnay agrupaba 2 los hombres segan el lugar que ocupaban en la produccién: una clase terrateniente, otra a la que llamaba “estéril” —Ia que estaba en las ciudades (estéril porque crefan que las riquezas se producfan en la tierra)— y una clase productora, los que producian en el campo. Para los fisigeratas el ineremento de riqueza s6lo provenia de la produceién rural, del trabajo en Ia agricultura. A ese incremento, 0 excedente de produccién por encima de lo producido anteriormente, lo llamaron “producto neto” (aho- 50 les formas del rabojo y lo historia ra serfa valor agregado); una idea clave que va a circular en todo tipo de conocimiento econémico posterior La ultima gran vertiente que se integra en el marxismo es el llamado , /$oeialiomo (utspico) franeés,"0 pensamiento social francés[ Los que més pen- saron la transformacidn de la sociedad en términos de eitTabio practico fue- ron los franceses. ¥ lo coneretaron'|Entre otras cosas por eso la Revolucion Francesa y sus consecuencias aleghzaron un valor histérico universal. En Francia florece el “socialismo utdpico” y también los pensadores que, como consecuencia de la frustracién de la propia Revolucion Francesa, se transfor- maron ellos mismos en defensores de una igualdad que fuera més alld de lo formal, dado que la “igualdad, fraternidad, libertad” —los grandes lemas de la revolucién de 1789 no acababan de imponerse porque, a pesar de ser to- dos iguales y hermanos (recuerden la referencia a 1984 de Orwell), habia al- guns que eran mas Iguales que otros. Entonces el socialismo frances y 10s pensadores socialistas franceses se integran también como parte componen- te, constitutiva, de lo que luego sera el marxismo. Zntre los més gonocidos Sccialistas utdpicos se encuentra Charles Found junto a otros qudimagina: ban una sociedad mejorada respecto de Ia que habia parido la sociedad bur- sguesa moderna, pero a partir de sus propios pensamientos, a partir de sus propias ensonaciones, de su propia creatividad, no a partir del estudio de las leyes del desarrollo de la sociedad en la cual estaban instaladas El pasaje del socialismo utépico al socialismo cientifico es la tentativa dé entender la Posibilidad de transformacién de esta sociedad a partir de las leyes del desa- rrollo de esta misma sociedad y en eso consiste, incluso ~si se quiere ser riguroso~, el papel revolucionario del eapitalismo: el crear la base para su Propia extincién y alumbrar la posibilidad de un orden social superior. Todo esto se integra, se asimila y se supera en la elaboracién de un nuevo pensa. miento, el marxista, al que también debemos eneuadrar en la evolucién del conjunto del pensamiento occidental que erece a partir de la época ya me ionada, al final de la Edad Media, del Renacimiento y comienzos de la era capitalista La historia, la economia y su misterio Estas tres grandes corrientes del pensamiento moderno —la filosofia slemana, la economia politica inglesa y el socialismo francés— confirman al ‘mismo tiempo la tesis segtin la cual primero viene Is existencia y después el pensamiento. La economia politica surge en Gran Bretafa, porque es ahi donde se da la Revolucién Industrial y el mayor impulso inicial del capitalis- mo. Hab{a que entender e6mo funcionaba esta nueva sociedad. En Alemania, en cambio, la filosofia sustituyé el fracaso practico. Los alemanes legaron tarde a todo, Tenfan un pais dividido en una gran cantidad de pequenos te- rritorios, incluso cada uno poseia su propia aduana. Por eso Ia unidad nacio- nal de Alemania es uno de los grandes problemas del siglo XIX y ese atraso le onctomia de le sociedad medarna 5! también ha mareado gran parte de la historia del siglo xx, Que Alemania haya llegado tarde a la historia capitalista tiene que ver con las guerr: ‘mundiales que marcaron el siglo pasado. Importa la comprensin de as con- diciones histéricas, materiales, concretas, del surgimiento de una forma de pensar. Finalmente, como los franceses son los protagonistas de varias revo- luciones, desarrollan el llamado “pensamiento social", o revolucionario, el socialismo de los franceses. Estas tres grandes corrientes se integran en una nueva ciencia: el marxismo. En contra de todo lo que se dice del marxismo, es una ciencia, os decir, una doctrina abierta. Esta definicién pertenece a quien es considerado el mas abstruso y totalitario dentro de los marxistas: Lenin. En algtin momento le pidieron a Lenin que escribiera un articulo so- bre el marxismo para una enciclopedia, Entonces eseribié algo de lo cual me estoy sirviendo para explicar esto, ya que es abi donde él habla de las tres frontes, do lox tron parton intagrantes del marxixma. Ahi empiera diciendo que el marxismo, como toda ciencia, es una doctrina abierta, que es lo con- trario de un dogma: un dogma es algo cerrado, fjo, inamovible. Podemos decir que la economia politica emerge en este contexto, en tor- no de tres grandes condiciones,o de tres grandes factores histéricos, que marean ef medio en el semanas surge. La primeraicondicién tiene due ver con el hecho de quella Srbita de la producein atrial dela vida hu Thana adqutere Una dimaneiBa que stnea tuve antes Porque el capitellem> fe desarrollado las fuerzas productives de la humaatdad de una forma des comunal,ersando las condiciones para otra cosa, para otra sociedad, para su Subperacién, Hay ona famosa frase del Manifesto eamuniata que sintaten e to, que habla sobre el eardter de cambio permanente que es Propie, eapect to, det capitalism ¥ de su tarea de revolucionar las fuersaa productivas, ate incluso ba sido tiizada como titulo de un libre reciente, poraue hasta ieme'un aire posice La fase die “todo lo edido we donvanece on el aire”, hace alusidn a este lugar del capitaliomo que ha dado a la éebita de la pro Guecién una autenomfa y una envergadura sin entecedontes on el pasade, “Antes la produccidnestoba subsumida en otra Srbitas,eomo la dl consume, Inde un consumo muy resringido. Ahora ela producclén Ia que toma la Pro deste gran bas dela actividad humana revoluciondndose constanterpenta a sogundivcondiciin para el surgimiento de la ogqnomta politica ono aque ver con que,ar primera vecen In époea moderna las rglacines de pro Necign no estan determinadas por factor extracconémicosjeomo en el ba Sado cuando la sociedad estaba estructurada sobre Ia bare de estamenton, castas divisiones, que asignaban a cada hombre su rol veondmico, Un sbrers moderne no tiene una distinelén de sangre, de casta o de estamonto en rel Sign con el patron de u empresa. Por lo tanto, a compuleidn de ira trabajer tet daterminada por # hecho da que no tiene otra cosa que ofvecer que In venta de eu fuerza de trabajo, la bertad de no toner nada, a libartad do ter her que ira trabajar porque no povee ningun medio de produceisn. Pero no tay ln factor extrascontinico como al que explicabe, par ajemplo, i situa Gidn dele ecclavoo le siervos on el pasado 52 Las formas dal traboje y le historic La tercera\decisva gran condicién del surgimionto de la economia pol tien come clncia ev gue, for primera veefton ol capitan la mereancsto transforma en Ia eélula Universal del uniVerso eeondmieg]La mereancia es tuna cova llena de sutileza, dicho asin socasy de entrada Parece una defini, tién sumamente extrafia porque la mereancta nos parece lo mas trivial del ‘mundo: es una cosa que tiene precio. Hemes nacido eon les precigs 7 morite- ‘mos con los precios. Con precios se mancjaron nuestros padres y nueslres Aabuelos. Es una caracteristca de las cosas, asimilable a cualquier otra de las caracteristicas que ellas poseon naturalmente. Por ejemplo: de un televisor se puede decir que tiene ciertas caracteristias técnica, colores, propiedades fsicas y quimicas,y un precio determinado.¥ todo esto aparece como atria. to del aparato, Sin embargo, es claro que el precio no esta en ning lugar sico dal televisor, mientras que los atributos silo estén, de manera material y muy concreta. {De dénde viene el precio? ,Qué es el precio? Traten de ex- plicarle ego a un hifi y verdn que hacerlo no es tan fell, salvo induciéndelo a tomar los prejuicios que tno ya tiene incorporados como si se tratara de verdades eternas y universales, aunque no sean tales. El ejemplo habitual que se da para comprender esto nos lo oftece Rosa Luxembarg en sv Introduecién a la economia politica, cvantde nos die 1o que pasa coando se le pregunta cud es su riquesa a alguien del mundo antigua 9 a alguien del mundo modefno. Creo que el personaje antiguo era Carlomag- no. Qué hizo Carlomagno para responder la pregunta sobre bu riqueza? Ua inventario, Dijo que tenia tantas cosas, tantas tiorras, tantas vacno, tants caballos, tantos palaciosy todo lo que tenia. 2Qué secreto hay ah? Ningune Las vacas son vacas, los palacis son palacis y los eaballos son eaballos. En cambio, si le preguatan a un hombre mnederno eval es su riquesa.el tipo va responder, por ejemplo, 50 mail millones de dolares. Ineluso, sl apelara a un inventario de sus posesiones, nosotros, en nombre dela “claridad le podrfa, mos decir que lo resuma, que nos diga el total, 60 mil millones de détares, Y desde un punto de vista superficial esto es mas claro esto que lo anterior Pe ono es ast Qué on 50 mil allones de ddlares? Em principfo son 50 mil mi llones de papelitos de un dolar. 2¥ qué son los papolites de un dolar? En na época se cambiaba por oro, ¥ por qué algo que ne vale nada se cambiabsa por oro? Porque habia tn Banco Central. -Y que es un Banco Gentral? Ahora ai Siquiera se cambia por oro. Se cambia por otro papelite, Lo supuestamente natural y trivial se transforma rapidamente en un verdadero laberinto, Prosigamos. Dijimos que una mereancia es una cosa muy sutil, Nos va- limos del ejemplo del dinero porque finalmente el dinero es una suerve de mercancia universal. El secreto del dinero es el secreto de la mereansla, es decir, del producto del trabajo humano que, més alla de sa utilidad eapectfca para el consumo (valor deus), se caracterza por teaer precio 0 valor a ds. tincién entre una y otra cosa es irrelevante por el momento) {En ave consis te ose secroto? La respuesta a este interrogante es una parte clave de este libre, pero sa sola formalacion sirve ahora para entender por qué surge la economia politica. O'sea, por qué hay una aperieneia cava esencta ho et la enctomia de la sociedad moderna 33 inmediatamente eaptable, que debe ser dilucidada. {El precio o el valor de las ‘covas parece tan natural como sus propiedades materiales y, sin embargo, es ‘un atributo social.}{Por qué? {Cémo? {Cudl es el significado? Se cumple el prineipio de que para que haya una clencia tiene que haber una opacidad Por eso surge la economfa con el capitalismo. Y cuando no haya mas capita- lisme pi mercancias, no habré més economafa, No es una ciencia eterna. Glay economia cuando hay mercancias. Si no hay mereancias, no hay cznamia For es lon a meres cme conden desis part ‘el surgi- miento de esta ciencia en especial, 1 misterio o “asombro” fundante de la economia —recordando Io que decia Aristételes sobre el principio de la cien- ‘it~ es el producto del trabajo humano convertido en mercancia, en valor de cambio, en valor. Para ser més preciso, con las relaciones de produccién que convierten a la mereaneia, al valor, en lo que Hamamos la “eélula” del enor- ime tajido productive de la Sociedad moderna. El centro de las preocupaciones Ge la economia tiene que ver con estas relaciones de produccién, es decir, con las formas sociales que son propias del trabajo humano en la época moderna, El trabajo, la actividad que es la base misma del sistema produetivo, vuelve asi al centro de la escena, Aqui entonces vamos a hacer un pequefio gran desvio en la explicacién. Para resolver el “misterio” de la mercancia, para en- tender qué es el valor, vamos a plantear primero con algtin detenimiento qué esel trabajo y cémo se manifiesta el trabajo en la produccién de mercancias. ¥ entonces si volveremos a una comprensién mas aguda de la cuestién cen- tral en la economia politica del problema del valor. Les pido, entonces, paciencia para seguir esta explicacién. El trabajo del hombre Como sefialamos en Ia Introduccién, citando a Braverman, todo ser del reino animal al eual pertenecemos asegura su supervivencia a través de una relacién activa con la naturaleza. Ahora, si trabaja un caballo y trabaja un hombre, en qué consiste entonces la especificidad del trabajo humano? ¥ es ‘toes lo que nos importa. Siempre hay que buscar, cuando se define, lo espec fico, “Definir es negar’, dice una famosa sentencia latina, Lo especifico del trabajo es algo que tiene que ver con Ia cabeza, con la conciencia, con el lenguaje simbélico. El trabajo del hombre es un trabajo con propésito, En los animales es puramente instintivo. Recordemos el famoso pérrafo de EI capital que también ya citamos en la Introduccién: una araiia puede hacer una tela de una perfeccién superior a la de cualquier tejedor. Pero el peor de los tejedores tiene una ventaja sobre la arafa: tiene la tela, primero, en su cabeza, Trabaja con un propésite. Trabaja con conciencia. La coneiencia también permite, por la via del lenguaje, la transmisién de gene- racién en generacién. Por eso los hombres trabajan hoy de manera diferente a rome lo haefan en el pasado. Las hormigas, las arafias, las abejas, “produ 54 les formas del traboi y lo historia cen” los hormigueros, las telas y los panales de la misma manera que hace mucho tiempo. El hombre tiene una capacidad especial relacionada con la conciencia, con el propésito. Y a partir de eso puede dividir la ejecucién de la concepeién del acto o del proceso de trabajo. Eso no lo puede hacer ningin otro animal, ‘Todo animal tiene una relacién unfvoca con su trabajo. Por eso es siempre igual. El hombre, a partir de la concieneia, tiene una capacidad universal al trabajar. Puede hacer del trabajo un objeto de examen, también consciente. El hombre es el tinico que sabe que sabe, que conoce que conoce. Esta capacidad de autorreplicarse, de saber que sabe, de saber que sabe que sabe, y asi de seguido, es una capacidad que parece reproducir en el es- calén més alto de la materia, que es la conciencia, una earacteristica de la materia en niveles inorgénicos, es decir, donde no hay vida, El problema al cual se denomina como el de la mutorreferencia ha dado lugar an el siglo 3 a novedosas ramas de la ciencia y revolucionado la légica y la matematica moderna, cuestionando las viejas formulas y métodas de las llamadas disci- plinas “exactas”, algunas de las cuales parecian eternas. Por ejemplo, la geo- ‘metria cuyos fundamentos durante mas de dos mil afios fueron los que desa- rroll6 Euclides en un trabajo excepcional para su époea. Ya en el comienzo del siglo xX surgieron precisamente las geometrias no euclidianas, los tridn- gulos cuyos dngulos ya no suman 180 grados, las paralelas que se tocan, etc., algo que fue decisivo en Ia elaboracién, por ejemplo, de la teorfa de la relati- vidad de Einstein, que ya menciondramos. Sobre mediados del siglo XX un matemstico de origen polaco, Benoit Mandelbrot, volvié a revolucionar el escenario con la geometria de los fractales. A diferencia de la del gran Bucli des, la de Mandelbrot es la geometria de las formas irregulares, imperfectas, fragmentarias. Y mas notable todavia, de las formas que se autorrepro- ducen, que se autorreplican, que no pueden ser medidas y contadas con los viejos métodos matematicos. El ejemplo clasico sobre este punto es el de las fronteras. Tomemos co- ‘mo ejemplo la frontera que va desde Miramar hasta Mar del Plata, con sus, acantitados y todo lo demas. Entre Miramar y Mar del Plata hay mas de 40 kilémetros. Pero gcudnto mide la frontera? Podrfamos poner estacas cada 10 metros, o alfileres cada 10 centfmetros, por donde pasara un hilo. La longi- tud del hilo seria la medida de la frontera. Pero es obvio que cuanto més acerque los alfileres o las estacas mayor sera la longitud. La cuestién se re- solveria haciendo pasar el hilo por cada recoveeo. Aqui surge el problema de la autorreferencia, porque cada fragmento tiende a reproducir en esealas més pequeaas la forma aproximada del todo, se autorreplica. Y esto, que parece fantasioso, ha dado lugar a una nueva matematica. Hay figuras que se construyen con unas formulas que se Haman “ecuaciones iterativas” y que tienen la forma que sugiere Ia imagen mental que podemos tener de lo que deseribimos sobre la cuestién de la frontera, Lo que surge de todo esto es la intuicién de la enorme potencia del fenémeno de la autorreferencia o la auto- \Xeontradicciéiy)un primer gran problema, que causa asombro en su: ls enetomie dela socieded moderna 35 rreplicacién, como ese juego de espejos enfrentados que estiran sus propias imagenes hacia una suerte de territorio sin limites. La metéfora anterior sirve para ilustrar la potencia del trabajo huma- ‘no, marcada por la conciencia del hombre que sabe, que sabe que sabe, que acumula y multiplica sus capacidades. El trabajo humano tiene esta caracte- ristica de tener propésito, que coloca al hombre y su coneiencia como una suerte de sujeto universal frente a la naturaleza ala que transforma. Esto le da al trabajo humano capacidades extremadamente amplias ¥ potentes que, a su vez, son un reflejo de la realidad. El hombre, en su trabajo colectivo, ha hecho maravillas, desde que surgié diferenciandose del mono, seguin la ver- sién de la teoria de la evolucién. El hombre ha ido tan lejos, ha llevado la po- tencia del trabajo a un nivel tal, que en el presente permitiria a la humani- dad emanciparse de la necesidad de trabajar tal como lo ha tenido que hacer hasta ahora. Porque para garantizur lus elementos que aseguran su super vivencia, ol trabajo humane pasado ha creado enormes medios de produccidn, que permiten sustituir ese mismo trabajo y crear un tiempo libre a disposi- eign de los hombres fuera de 1a compulsi6n laboral inmediata. El trabajo puede abrir paso al no-trabajo o al trabajar de otra manera, dandole a la pa- abra “trabajo” un alcance muy vasto: “trabajo” es la relacién con otros en la construccién de un mundo material. Hasta ahora siempre ha sido estar en la fébrica, estar en la produccién. Ahora el hombre puede pasar a otro nivel. _-De-esta definicién general de trabajo se desprende una primera gran cid adagan ‘cin, Si el trabajo es esta potencia, ,por qué trabajar es tan penoso y misera~ ble en la sociedad moderna?,De este punto, por increible que parezca, partié Marx. Marx va a llegar a la economia politica a partir de que se relaciona con el mundo del trabajo de manera conereta, y con los trabajadores, cuando se exilia en Francia alld por los primeros afios de la década de 1840. En 1844, cuando tiene veintiséis afios, escribe una primera obra de gran enver- gadura sobre la materia econémica, que nunca publie6, los llamados Manus rites econdmico-filosoficos. El trabajo alienado Siguiendo esta idea de ir de la tierra al cielo, aquf se parte de un hecho econémico contempordneo: trabajar en la sociedad contemporénea es volver~ se loco (alienarse) y no elevarse a la cumbre de lo mas maravilloso de lo humano (dicho esto de manera pedagégica y no demasiado rigurosa). {Qué est pasando? [Qué quiere decir “alienado"? Literalmente se refiere a algo que nos han fiieada, a la enajenacién de alguna cosa que nos pertenecia y se transfor ‘ma por eso mismo en ajena,)Para analizar qué significa el “trabajo alienado” Marx no parte de la filosofia sino de un hecho econémico contemporaneo, Dice en los Manuseritos. 56 Los formas del trabojo y la histvio Partimos de un hecho econémico contemporénes, El trabajador se ‘vuelve mas pobre a medida que produce maa riquera, y a medida que su produceién crece en poder y en cantidad. El trabajador se convierte en una mercancia aun més barata cuanto mis bienes crea. La'devaluacién del ‘mundo humano aumenta en relacisn directs con el incremento de valor del mundo de las cosas. El trabajador pone su vida en el objeto y su vida no le pertenece ya a él sino al objeto, Pera la vida que le ha dado al objeto se Te opone como una fuerza ajena y hostil, ‘Marx describe asf, metaféricamente, una realidad esencial del mundo moderno. Incluso esta realidad es hoy més potente que hace 150 afios. La bumanidad crea una riqueza abismal, pero esa riqueza abismal se distribuye de tal manera que para una parte entera de esa misma humanidad es un elemento hostil. Por ejemplo, ef hombre crea y produce alimentos y se muere de hambre en proporciones sorprendentes. Esta es una primera dimensién del significado de “trabajo alienado”. La seguada consiste en lo siguiente: si el hombre produce algo que le resulta ajeno, que se aliena, que se levanta ante el hombre como algo hostil, uno no s6lo produce algo que se le opone sino gue tiene que trabajar en oposicién a sf mismo. Rs decir, uno tiene que traba- Jar no sélo no realizndose sino incluso negadndose. O sea que no sélo se ena- jena la actividad de uno, el resultado de la propia actividad, sino que esa misma actividad es enajenada. Dicho en los términos de los Manuscritos. “A Ja enajenacién de la actividad corresponde la actividad de la enajenacin”/ Son dos aspectos de la cuestién que deben distinguirse:\la enajena de la actividad define ol hecho de que-el hombre taba, pero produce alge que no es suyo, que es de otro, que es del patron/-—para que vean que todo se puede bajar a tierra—. Al mismo tiompo, la enajenacién de una actividad da lugar a Ia actividad de la enajenacién. Marx mismo la define del siguiente modo: "La enajenacién del trabajo consiste en que el trabajador no se realiza ‘on su trabajo sino que se niega, experimenia una sensaiin de malestar mas .que de bienestar, no desarrollalibremente sus energias mentales y fisicas sino ‘que Se encuentra fisicamente exhausto y mentalmente abatide. Su trabajo” no es voluntario sino impueste/ Bs un trabajo forzado. Su cardcter enajenado se muestra en el hecho de que tan pronto como no hay una obligacién fisica, 0 de otra especie, es evitado como la plaga (El trabajo en que el hombre se enajena es un trabajo que implica sacrificto ¥ mortificacién®)Es decir, la pri- mera dimensién del trabajo alienado es que se produce algo'que no es propio, que es de otro, Por eso, cuando el trabajo debiera ser una actividad vital, consciente, que nos realiza con los otros, en la economia moderna termina siendo lo opuesto: un trabajo produce algo que es de otros, que no €3 propio, que se da como una potencia hostil. Un trabajo que nos mortifica, no nos Eratifica, no nos da felicidad sino infelicidad. Con esta referencia al trabaja dor moderne, Marx describe una realidad aun mas evidente hoy que hace 150 afos. De estas dos dimensiones bisicas de la alienacién del trabajo se deriva inmediatamente una tercera, puesto que ~seguimos el texto; "Llegamos al Le anatomia de le tociedad moderne 7 resultado de que el hombre se sient libremente activo cuando no trabaja, s6- To en sus funciones animales, comer, beber ¥ proerear, o cuando maa en st vivienda y en el adorno personal...” ~observen la sutileza del anélisis— wTimientras que en sus funciones humanas se ve reducido a la eondicién ani- mal. Lo animal se vuelve humano ¥ lo humano se vuelve animal”. Se despoia al trabajo de su especifcidad, la potencia del ser consciente que distingue al hombre como especie, Que el ser humano pueda aportar al trabajo, a su rela- cin vital y activa con la naturalega, Ia conciencia; Ia conciencia colectiva de tn sujeto colectivo que esta trabajando y, por lo tanto, la apropiacién de las Condiciones en las que trabaja en un sentido universal; todo eso es negado en la condicién del trabajador contempordneo. El hombre trabaja como un ani- mal fo bumano se vuelve animal, lo animal se vuelve humane. Y para que ho haya dudas: “Comer, beber y procrear son también, por supuesto, funcio- hes humanas genwinas, Pero consideradas en abstracto, aparte del medio de las demés actividades humanas, y convertidas en fines definitives y tnicos, son funciones animales” (Si el hhumano. Lo especifcamente hy en general en primer lugat da,|S\ producimos, si trabajamos de tina manera que aliena y que enajena, “comer, beber y procrear son funciones en s{ mismas puramente animales, casi instintivas. Un texto de Istvan Meszaros dedicado de manera integral a lo que po: demos denominar la “teoria de la alienacién” en Marx sostiene que este con. cepto es el origen del posterior programa de investigacién de Marx. El “asombro” —utilizando otra vez les términos aristotélicos~ de Marx parte de este hecho. Importa subrayar que éste es un punto de vista radicalmente dis- tinto del de 1a economia politica clasica, la de Adam Smith y David Ricardo. La economia politica eonsiderabe que trabajar en el mundo moderne, como ‘auin hoy trabaja un obrero “libre”, es la forma natural de trabajar. El trabajo se habia emancipado de cualquier yago, de cualquier otro tipo de situaciones que impidieran ejercer la libertad de ir al mercado. La emaneipacién politica de la servidumbre y del “viejo régimen” se identificaba con la emancipacién ‘humana en el mismo momento en que el hombre “libre” quedaba atrapado en la red de un sistema social de explotacidn del trabajo sin precedentes por su aleance, extensién y profundidad. Son dos puntos de vista antitéticos, ‘Marx toma de Ia economia politica algo fundamental: el descubrimiento del trabajo, pero advierte un problema, una contradiecién: el misterio que con- vierte al trabajo del hombre en una potencia al mismo tiempo que en una carencia universal, Esto es un enfoque que podemos denominar “genético” del marxismo, que busca Ia raiz, el origen y embrién de su anélisie, para observar cémo se va desarrollando y cémo el disevio del conjunto es riguroso, 6 ciontifico. Se trata de explicar aigo, ver eémo se desplicga. Bs importante entender esto, porque son elementos que sirven para que lo que se vea en economia politica no sea considerado desde un punto de vista superficial sino 58 Las formas dal naboje y lo historia cen el contexto de algo que, por lo menos para comprender la época moderna, es fundamental. Para continuar, entonees, resumamos lo que definimos como las tres di- ‘mensiones del trabajo alienado. La primera es el trabajo en el que uno pro- duce para otro, no para uno; para que sea de otro, ya que su propiedad no le pertenece a uno. La segunda dimensién del trabajo alienado es que se trata de un trabajo en el que uno no se realiza como hombre, porque no es la exte- riorizacién de Ia propia vida sino su negacién. “El hombre moderno trabaja para vivir, no vive para trabajar. Si el gusano de seda cobrara un salario por hacer lo suyo para poder vivir, seria un auténtico asalariado”, dice Marx en ‘Trabajo asalariado y capital. Es decir, el trabajo no es la vida, no es la inte- gracién con otros y con la naturaleza para hacer la propia vida, sino que es un medio. Es un medio para vivir, y un medio podrido para vivir. Es el que corresponde a la sociedad iereantil, donde uno vende su eapacidad de traba- Jo a otro, durante un cierto tiempo, para que é1 la use, en la misma medida fen que el hombre pierde el control de su propio trabajo. Hay alienacién del trabajo porque con el trabajo pasa lo mismo que con cualquier otra mercan: fa. El que compra la mereancfa roaliza su valor de cambio y es el déspota de su valor de uso. Uno vende su trabajo por ocho horas y el déspota del valor de uso de ese trabajo es otro, os el patron. Hay otro que es el que controla el trabajo de uno. Esto es absolutamente terrenal. Bs més terrenal que las tonterias que dice la economfa convencional, que pretende ser terrenal, cuando habla de bonos, intereses y todas esas cosas que aparecen como lo mas concreto de su saber vulgar. Asi que, con los Manuseritos econsmico-fi- losoficos estamos hablando de la realidad. Y lo fantastico es que, aunque fue- ron escritos hace 150 afios, sin embargo iluminan un rasgo decisivo en el fancionamiento de la sociedad moderna, La Ultima dimensién, la mas importante, es que el hecho econémico contemporaneo implica que, trabajando de una manera alienada, el hombre termina negando el cardcter especifico del trabajo humano como especie. El hombre se aliena de los otros hombres y termina siendo un animal y no un sujeto colectivo que crea el mundo material de su propia vida. Esta es una enajenacién profunda y un punto de partida decisivo del cual eomienza el anilisis de Marx. En los Manuscritos econémico-filosdfices, como dice Mesza- ‘0s, est4 en estado de nacimiento todo el programa de investigacin de Marx Capitulo 3 Trabajo alienado y mercancia ‘Al examinar en el capitulo anterior el “trabajo alienado", propio de 1a epoca ‘contemporanea, partimos de una contradiccién. Esta contradiccién proviene de un hecho elemental: el trabajo, en principio, convierte al hombre en un ser universal, lo delimita de todos los otros representantes del reino animal y le da posibilidades ilimitadas para transformar la naturaleza. Sin embar- zo, este trabajo humano ~cuyo descubrimiento desde el punto de vista teéri- ‘co corresponde a la economia clasica en la época moderna— se encuentra en total oposicién a la experiencia inmediata, cotidiana, de los que trabajan. Por esa experiencia de los que trabajan, o por el andlisis de esa experiencia como hecho econémico contemporiineo, Marx lo denomina “trabajo alienado”. Todo al revés ‘Cuando, en el capitulo 2, esquematizamos tres dimensiones del trabajo alienado como se presentan en los Manuseritos..., lo que hicimos fue dotar- nos de un abordaje que permite describir y comprender el mundo eapitalista en lo que tiene de esencial. Por eso aunque el tftulo original remite a lo “eco- némico-filoséfico’, esto no debe ser entendido en el sentido de especulativo 0 abstracto como opuesto y extrafio a la propia realidad, al revés. Seamos bien concretos, entonces. Cuando afirmo que con el trabajo alienado produzco algo que no me pertenece sino que le pertenece a otro y que perteneciéndole a otro se enfrenta conmigo en un plano de hostilidad, en un plano de extrana- miento, mi afirmacién “filoséfica” es la realidad conereta y material del mun- do contempordneo. Hoy conviven el hambre y la abundancia de alimentos que lo satisfacen, pero los productos que satisfacen el hambre aparecen como extraios, y por lo tanto hostiles a la masa de hambrientos. Bien concreto: una estadistica reciente de Naciones Unidas revela que 20 por ciento de 1a humanidad vive con un délar por dia, otro 20 por ciento lo hhace con dos délares por dia. Por lo tanto, al hablar de alienacién estamos hablando de la realidad en la cual vivimos. Son cifras divulgadas por la [59] 60 {os formas del trabojo y Io historio prensa, En la misma prensa on la quo se dediea una pagina entera aio Enmar sobre la magnitud que alcanzan hoy en el comersio mondial trans. tcciones de eardctor puramante criminal y dlictive aegén las convenciones tigentes. La noticia respectiva se referia ala envergadura dl ‘trfico de per- Sonas", un negocio que por su volimen comienca a rivalizar con el negocio quo estimativemente te calcula en 600 mil millones de dolares del lamado SMtarcotrafio™. Al hablar del trafic de personas, en definitive, xe habla de In expresién mas extrema y mds miserable de la explotacion del trabajo. Y esta explotacién incluye no aélo el tratamiento como animales de una inmensa masa de inmigrantes de paises paupérrimos, que busean trasladarse hacia ioe paises econémicamente més desarroliados, sino también el trabajo exla- ‘0 de low nites. Hay 250 millones de chicos sometidos a algin tipo deforma ds trabajo escavo en el mundo, incluyendo 40 millones en América latina y7 millones en Brasil. Hay también casi 200 mill mujeres por ano que, bajo di Verses formas de engafo, son trasladadas de ls paiees del este hacia ol ovate dst hemistorio norte del planeta para elercer In prositucin. Tambicn en Condiciones de esclavitud, porque las llevan engafiadas con una oferta de tra- bajo y despuse las someton por diverso tio de procedimientos, de los cuales Jn violencia es el més comin. Bs decir que cuando hablamos de laalienacign del trabajo, lo hacemos porque en un texto de hace 190 ace vemos la reali dad de hoy Tego de todo lo seralado sobre la alienacién del trabajo deberia ser claro que la superacin de Ia alienacion es la superacién consciente por parte del hombre de ins condiciones de nu propio trabajo La vsién maa general de Marx, y del marxismo en un sentido amplio, es quo ol hombre conviva en tina relacién con la naturalesa y con sus iguales auténtica y directamente humana. Que siendo el trabajo la ‘actividad vital del hombre” ~y sobre eato tin texto de consulta interesantisimo es el de Mario Manacorda, Mars y la pe dlagogia moderna al trabajo entonces sen la vida y no, como ya diéramee, tin medio para vivir Que no sea un medio, yan medio deyradado para vivir: Un medio, ademés, vinealado a una realidad indisociable del trabajo aliena- do y que plantea un vasto campo de andlisis« investigacin. Mle reflero al hecho de que ol toabajo alienado es el que se ba convertido en mercancia que se puede vendor y comprar. No es cualquier forma del trabao, Vamos a examinar esta vinculacion entre trabajo slienade y mereancia, En el capitulo anterior afirmamos que para entender qué es Ia mereancia foamon a hacer un desvio previo para snelisar el trabajo en sus determina: cionos genorales y en sus manifestacionos concretas en la sociedad modurna, Extamosllegando al inal del desvi. Queda tuna precision més, porge quie- ro sefalar antes qué significa que la slienacién 9 trabajo alienade este en oposicién al concepto de “elaciones directamente hurnanas". Parn eatonder esto podemos obvervar el capitulo de los Manuscritos. que hace referencia al dinero{Et dinero os casi la mercancia mnisma, en el sentido de que ex puro Valor de cambio y ése es #0 valor de uso: el de ser la referencia misma de todos lo valores de cambio, el "equivalente general. El dinero permanente. Trabeie alienado y merconcio 61 mente intermedia las relaciones entre los hombres y convierte lo negro en blanco y lo blaneo en negroJBs decir, si yo tengo dinero puedo comprar el ‘amor, ¥ si no tengo dinero puedo ser un infeliz. Si yo tengo vocacién de estu- diar ¥ no tengo un peso, no estudio. ¥ si tengo dinero pero no tengo vocacién de estudiar puedo, hasta cierto punto, comprarme el estudio, Si yo quiero disfrutar del mundo viajando y no tengo dinero, no viajo. Si soy un imbéeil y ‘po me importa viajar pero tengo dinero, capaz que termino viajando. El dine- ro puede invertir todo. Y es notable que en ose capitulo sobre el dinero Marx comicnce con una cita de Shakespeare que definfa al dinero como la prostitu- ta universal, en el sentido de que es capaz de este tipo de trastocamientos. ‘Al vincular el trabajo alienado con la forma mereantil del trabajo ‘human, con ef hecho de que la fuerza de trabajo puede venderse y comprar- se, nos permitimos hacer tna reflexién més general sobre la forma extrema de la mercantilizacién de las relaciones humanas que es el dinero: “El dine- 10", dice Marx, “es la conjuncién y el cambio en todas las eualidades natura fes'y humanas; transforma la fidelidad en infidelidad, el amor en odio, el odio en amor, la virtud en vicio, el vicio en virtud, el siervo en amo, la estupi- dez en inteligencia y la inteligencia en estupides” (Bsto sucede cuando el hombre es hombre por medio y a través del dinero, dela representacin mis- rma de la alienacién. Un hombre que no es hombre porque no puede expresarse ‘como tal objetivamente como es requiere Ia mediacién del poder de compra resumido on la categoria dinero,}Algo cuya superacién, sin embargo, puede Imaginarse més allé de la alienaci6n, en una sociedad que sea humana en Ia ual “el hombre es hombre y su relacién con el mundo es una relacién huma. ba. Entonces el amor s6lo puede intercambiarse por amor, la confianza por confianza, ete. Si quieres gozar del arte tienes que ser una persona artistica- mente cultivada, y no poseer dinero, si quieres influir en otras personas debes ser una persona que estimule e impulse realmente a otros hombres Cada una de tus relaciones con el hombre y la naturaleza debe ser una rela- cién especifica correspondiente al objeto de tu voluntad, de tu verdadera vida individual”. Destaquemos lo de individual porque esta muy extendido el pre- juicio de que Marx sélo vela a las masas colectivas y de que era incapaz de pensar en términos de una emancipacién que hiciera de la vida individual, para decirlo en términos simples, una vida vivible para cada individuo, “Si amas sin evocar el amor como respuesta, es deci, si no eres capaz, mediante Ja manifestacidn de ti mismo como hombre amante, de convertirte en perso- na amada, tu amor es impotente y una desgracia”, dice Mars. Bs decir, el hombre se realiza, hasta en el terreno mas etéreo y mas sublime del amor, sélo como un acto social, cuando la relacién con otro hombre es auténtica mente humana y existe una suerte de interaccién y de correspondencia en sa relacién matuamente construida. ‘Alrededor de estas citas, que parecen muy distantes de un curso de eco- noméa, quisiera resaltar el aleance més amplio que tiene la critica ala econo mia politica sehalada por Marx en ta construccién de una sociologia cientifi- ca y de una visién del mundo que contemple la emancipacién del hombre a o2 os formas del trabajo y lo historia partir del andlisis de las condiciones en las cuales vive. Y el andlisis de estas condiciones pasa fundamentalmente por comprender cémo el ser humano produce los elementos de su propia vida. Recordemos, finalmente, que el hombre construye su mundo no simplemente a partir del instinto. Se dife- rencia de los animales cuando construye su mundo real por un mecanismo que ya no es puramente instintivo, en el cual intervienen el cerebro, Ia con- ciencia, el lenguaje simbélico, la posibilidad de transmitir de uno a otro y de generacién en generacién y, en definitiva ~segin la definicién de Braver- man-, en la posibilidad de separar la concepcién de un producto del trabajo de su ejecucidn. Si el hombre se expresa apropidndose de las condiciones de produceién de su propia vida como un ger colectivo, habré construido un con- texto en el cual las relaciones entre los hombres no estardn mediadas por ninguna otra cosa que por las cualidades directamente humanas, ¥ no por el dinero, El trabajo alienado, trabajo enajenado, trabajo mutilado, significa un trabajo al cual algo se le ha quitado. Se le ha quitado el resultado, se le ha quitado la libertad de poder debatirlo colectivamonte y ejercer una actividad vital, se le ha quited, por ultimo, la condicién de una verdadera accién co- lectiva consciente de seres humanos. EI trabajo alienado se confunde, se identifica, con la mercantilizacién del trabajo humano. Pero a su turno, la mercantilizacién del trabajo huma- no, la conversién de la fuerza de trabajo en algo que se vende y se compra, corresponde al desarrollo mas o menos pleno de la sociedad capitalista mo- derna. Lo que es especifico del trabajo humano en la sociedad capitalista moderna consiste en que la capacidad de trabajar se puede vender y alguien a puede comprar. Nunea existié un fenémeno universal de esta naturaleza, No quiere decir que antes del capitalismo no hubiera explotacién; estoy h: blando de la forma de esa explotacién. El siervo de la gleba no vendia su fuerza de trabajo. Entregaba al duefo de la tierra, no en funeién de mecanis- ‘mos econémicos sino extraeconémicos, una parte de lo que producia. El escla- vo no vendia su fuerza de trabajo, porque él mismo, como hombre, era una mereancia, La especificidad de la forma del trabajo en la época moderna es linica, por eso es especifica ‘Si la mercantilizacién del trabajo corresponde al desenvolvimiento ple- no de Ia sociedad capitalista, la clave original de la sociedad capitalista es una confiscacién, una expropiacién, una alienacién, una enajenacién, que separa al hombre de las condiciones de trabajo. Y por Io tanto, en términos histéricos, convierte al viejo siervo de la gleba, 0 al viejo artesano medieval, en obrero moderno, Y Is dinica capacidad de este obrero, careciente de herra mientas y medios de produccién, es poder vender su fuerza de trabajo. Asi que el origen de la sociedad capitalista es una confiscacién. ¥ a esa confisca- cin corresponde el desarrollo pleno det trabajo alienado. Veremos, al hablar de la teoria del capital, cémo esta confiseacién —que os el contenido de la relacién social capitalista bajo formas muy concretas~ va evolucionando con el tiempo. Trabajo ollenado y mercancia 6 La superacién del trabajo como enajenacién Basta decir esto para comprender, en un sentido més concreto y menos flosstico o abstracto, en qué chasiste la spropiacidn do las condicionos de trabajo. Consiste en revertr este pecado original del capital Dicho con pala- bras de Marx: en expropiar alos expropiadores, Es decir la clase social que én alga momento se conattuye como clase social dominante bajo el Fendme- no de la confiseacién de las condiciones del trabajo, que se juntan en tun polo de la sociedad mientras que en el otr polo, donde est4 la inmensa mayor, ho hay medioe de produccton sino la libertad de vender la faerea de trabaio. ‘Cla superacién de esta alienacién implica otra forma de sociedad JPor- «que apropiarse de las condiciones que hacen a nuestro propio trabajo signi ta expropiar alos expropiadores. Son cosas muy especiias. :Quiénes son los expropiadores? Son lav doscientas, quinientas, Tl grandes corporaciones ue Henen la sartén por el mango en la sconamfa mondial, ave controlan los Fecursos de la produceién colestiva, concentrados como nunca anves en la historia Estoy hablendo de las condiciones sociales mas generales que pueden crear un émbito para que haya auténticas relaciones humanas. Al hablar del trabajo alienado, sefislé que el hombre se sionte libre cuando no trabaja. GPero ea realmente libre alguien que se padre trabajando y goea del placer de no trabajar? No, Entonces a las palabras y los conceptos hay que darles tun sentido amplio y eonectarlos entre sf, ponerlos en movimiento, no hacer tne fetogratia sino una pelicula, La forma soctal del trabajo y del ac trabajo forman una suerte de par untvoco, Por eso existe el oi alienado, el consumo Compulsivo, la explatacion dl tiempo libre”. La conquista real del oco del goco es incompatible oon el trabajo enajenado Marx no solo planteaba la emancipacién de los trabajadores sino tam- bién que la emancipecion de la trabejelores ora um principio para emanc para todos los hombres. Y esa emancipacién coineidia con las posibilidades Sel hombre de emanciparse del trabajo directo de la prodcién, del trabajo ‘ompulsivo, del trabajo exigido por la neeesidad de sobrevivir que rige deede ‘ave el hombre tiene que agachar el lomo para sacar algo dela tierra para co ter. Quiere decir que en la base de Ia alienacién del trabajo, que toma una forma social extrema durante el capitalismo, hay algo anterior se algo an- terior es la division del trabajo, impuesta por la precariedad del desarrollo de las fuerzas productivas. El hombre se paresla y se fragmenta, no tiene tna vision general del Ambito de realtzacion material de los elomentos que hacen a eu vida Un abordaje sobre esta integracién del hombre con oa mun- do productivo y la naturaleza sostiene que esta era la caracteristica de las sociedades més antiguas, de lo que a veces se menciona como el comunismo Primitivo. Ba tan primitive que produicir se limitaba ala cara y @ la pesca © A la recoleccin, Todo funcionaba de una menera més o menoe igueliteria en ta produceign, Pero era wn univerto de precariedad, Era un universo juster mente de primitivismo, en el cual el hombre estaba més préximo al animal 64 Las formas del waboje y la historic No es el mismo universo sino el antipoda del actual, resultado de un trabajo acumulado de generaciones y del desarrollo histérico de la sociedad moderna. Esa divisién del trabajo, que en el capitalismo se desarrolla mucho y to- ‘ma formas extremas, se da en el contexto social del trabajo asalariado, del trabajo enajenado que priva completamente al hombre de la apropiacién consciente de las condiciones de su propia produecién. Pero la divisiGn del trabajo es indisociable del desarrollo de las fuerzas productivas y de la posi- bilidad de sustituir el propio trabajo humano por la operacién de una maqui- na y el trabajo colectivo por un conjunto de maquinas. En este sentido la for- ma més extrema de la divisién del trabajo, bajo el sistema de la explotacién del trabajo, crea las condiciones para eliminar, o mejor dicho superar, el pro- ‘oso histérico secular de esa divisién del trabajo. Entonces el hombre podria apartarse de Ia produccién inmediata y actuar como una especie de supervic sor general del proceso produetivo cuya base ahora es la maquina y no el tra- bajo directo del productor(La bumanidad podria convertirse toda en una suerte de gran intelectual que puede tomar distancia del proceso productivo, porque la tarea de muchos hombres lag harian las méquinas, las harian los robots, las haria el monstruo mecsinico, La productividad del trabajo ~porque las méquinas aumentan la productividad del trabajo, acumulada histérica- mente, permitiria al hombre elevarse a una sociedad, hasta cierto punto, sin trabajo, es decir, sin el trabajo tal como fue conocido hasta la modernidad. ¥ sin embargo el trabajo ganaria la forma mas bella posible; seria entendido como una relacién, entre hombres y con la naturaleza, libremente constitui- da, que tiene ciertos prerrequisitos materiales. Una forma que es incompati- ble con el trabajo asalariado por la sencilla raz6n de que si en esta sociedad el hombre no trabaja esta condenado a la miseria porque la divisin del tra- bajo transforma al trabajador en una suerte de apéndice de la méquina, un tra-bajo més descalificado, mas simple, mas animal y mas barato... para el capitalista. 1a animalidad del trabajo asalariado puede ser mejor comprendida si uuno no esté preso del eoncepto de que el trabajo emaneipa, de que el trabajo dignifica. Bste trabajo, el de la sociedad actual, no dignifica: este trabajo es ‘opresivo. Pero el valor dignificador esta tan metido en la cabeza porque es una Geformacién, incluso desarrollada por el mal Namado “comunismo" de la 6po- ca stalinista’ Hay una pelicula de un polaco en la cual se muestra cémo una bestia que transportaba no se cudntos kilos en una hora y a una distancia de- terminada era el monumento al trabajador, al hombre nuevo. Es una tonte- ria. El hombre nuevo para Marx e el hombre que puede pensar, el hombre ue tiene tiempo libre, el hombre que tiene horas para dedicarle al gozo y al placer en una libre interaccién con sus semejantes y con Ja naturaleza, no tena hestia de carga. Una bestia de carga es un animal, (En definitiva, en una sociedad superior la significacién social del tra- bajo ¥ del no trabajo, la significacioa social de estar oeupado y de estar libre, va'a cambiar radicalmente, porque, esta preparada por las condiciones mate. riales de desarrollo histérico previd)n esa sociedad superior vamos a tener Traboje clienade y mercancie 65 tun hombre desconocido hasta ahora, un ser humano que podré despleger todas cus potencialidades. Como dice Pierre Naville en si libro De Valiena Hon a la jouissance: “Un tipo de comunidad (humana) y de intercambios so- Eales, cuya forma plenamente desarrollada es todavia difiell de prever, ya {Gue, por definicion, todas las necesidades se expresarén en Ia esfera de la Ibertad y ol no trabajo el trabajo serdn metamorfoseados en pura actividad troadora, La produccidn no sera mas el precio del consumo; ambos serdn los polos de un mismo acto social y personal de creaciGn’. Hoy la inmensa mayo- a de Ia humanidad tiene que ira trabajar, ya no por las exigencias materia- Tes que supone producir los materiales para vivir, sino por la forma social tapocifiea que toma la explotacidn en la época contemporénea. Pero no es tan diffe asimilar al explotado moderno con un animal, con wna bestia de carge ¥ mas en una época en Ia cual la Mexibilizacién labora, la baja de los sala- yios, la extension de Ia jornada de trabajo, han conversido al trabajo en una penuria descomunal, que se asocia mas a Ia concepeicn del hombre como un Burro que como un auténtico aer humano Esto puede ser profundizado si se consulta los Grundrisse. Los Grun- risse gon tna suerte de borradores que escribie antes de redactar EI capital ¥ como los Manuseritos econémico flosficos,caswalmente, no fueron publica- dos hasta la mitad del siglo 30 En los Grundrisse Marx hace wna deseripeion de las potencialidades que crea la maquinaria moderna, la automatizacion ‘A partir de esta nueva realidad el hombre ya no mide la capacidad de crear Fiqueca por el tiempo que le dedica al trabajo. Hasta ahora fue asi: cuanto indo trabojis, mas creas, entendiendo trabajo en el sentido de aquél aplicado directamente ala produccién. Pero con el monstruo meednico creado, el hom- bre puede funcionar mas como supervisor general de ese mecanismo automa: tico que produce por él y asi alejarse de Ia produccién directa. El tiempo de trabajo deja de ser la medida de la riqueza, es decir que es la superacién de In teoria del valor, que los clasicos establecieron a partir del vinculo entre capacidad de trabajo y cantidad de riqueza, y cantidad de trabajo y acurmula- cin de esa misma riquera. Esta teoria se va a superar si nos libramos de la forma social explotada en la cual el trabajo es envilecido en la sociedad con- tempgrénea, ‘(Marx plantea, entonces, que el robo del tiempo de trabajo ajeno, sobre cl cual se funda Ia riqueza actual, aparece como base miserable comparado con el nuevo fandamento recién desarrollado, creado por la gran industria. Y tse nuevo fandamento es que el trabajo ya no aparece reclwido en el proceso de produccisn sino que, mas bien, el hombre se comporta como supervisor ¥ regulador con respecto al proceso de produccién mismo. Por lo tanto, en ia rmedida en que la gran industria se desarrolla la creacidn de riqueza efeetiva Se vuelve monos dependiente del tiempo de trabajo y del quantum de trabajo templeado,jLa riqueza depende, mds bien, del estado general de la ciencia y dal progréso de In tecnologia, o de Ia apiicacién de la ciencia al proceso de produecion, Todo esto esta en contradicsién con el hecho de que el luero de- onde de que mas gente trabaje, en condiciones més penosas, para hacer 66 los formas del trabajo y la historia mas amplia la ganancia. Por eso, el robo del tiempo de trabajo ajeno, sobre el cual se funda la riqueza actual, aparece como una base miserable comparado con este fundamento de la industria moderna. La alternativa de no trabajar implica convertirse en un paria social. Las notas de los Grundrisse que cita- mos terminan con esta frase formidable: “El plustrabajo de la masa ha deja- do de ser la condicién para el desarrollo de la riqueza social, asi como el no trabajo de unos pocos ha dejado de ser la condicién para el desarrollo de los poderes generales del intelecto humano”, Para decirlo de un forma sencilla, Para que hubiera un Aristételes tenia que haber quinientos esclavos, si no la ‘mente brillante de un pensador en Grecia no podia materialmente funcionar, Hoy los quinientos esclavos y Aristételes podrian no trabajar porque, a dife- eneia de la Grecia antigua, tenemos inmensas capacidades para proveernos de lo necesario sin trabajar en el viejo sentido de la palabra. En 1700, 90 por ciento de la humanidad estaba todavia en el campo. Te- nfan que producir para ellos y sobraba para alimentar al otro 10 por ciento, Jos que estaban en las ciudades. Hoy con 3 por ciento de la poblacién en el campo se alimentan ese 3 por ciento y el 97 por ciento restante en un pais desarrollado. Hay que entender con plenitud la frase de “que el no trabajo de unos pocos ha cesado de ser Ia condicién para el desarrollo de los poderes ge- nerales del intelecto humano”. En una sociedad en la cual nos apropiemos de las condiciones de produccién modernas, vamos a poder multiplicar los Aris- t6teles. Naturalmente que, con una base mas amplia, el genio, Ia creativi- dad, las posibilidades humanas, van a tener una dimensién deconocida en, el pasado. Todo esto explica por qué la frase famosa de Engels, “con la su- peracién del capitalismo pasamos de la prehistoria a la historia”, tiene una dimensién que va mas alld de lo puramente aforistico. QUE es eso llamado “mercancia”? ‘Tenemos ahora que detenernos. En el andlisis del significado del traba- jo moderno, del trabajo asalariado, nos alejamos mucho del interrogante ini- cial de este capitulo, Si este trabajo enajenado es el trabajo, oes la capacidad de trabajar convertida en mercancia, Zqué relacién existe entre ambas cosas, entre la alienacién del trabajo y la(s) mereancias(s)? El punto de partida para abordar este problema es cormprender que “mercancia” no es sinénimo de producto de trabajo humano(La mercancia es una forma, una forma social del producto del trabajo en determinadas relaciones particulares de pro- dscetsn, Cpt'vator, valor de cambio, es una realidad puramente social porque no se desprende de la materialidad especifica del producto del trabajo a esto se remite el valor de uso— sino del tipo de relaciones que establecen los hom bres para producirléJNo siempre el producto del trabajo es una mereancia, Si el valor estuviera dado por la utilidad, como dice la eeonom(a tradicional, hubiera habido precios y valores desde que el hombre salié a cazar y pescar Trobsjo alienade y merconcio 7 en épocas remotas, Las cosas sieropre fueron tiles, pero aélo en Ia 6poca mo- Gemma son mercancias de un mode universal. No es la wtiidad la que explicn por qué un valor de uso se transforma en un velor de cambio. Yel valor do Eambio no esta en ningn grano de materialidad de esa cose. Lo que hace aque algo se convierta en valor de cambio son las condiciones en las cuales el fombre trabaja Por ejemplo, en un campamento como el que muchos de nosotros rea- Iizamos alguna ver con tn grupo de amigos 0 compateros~ hay proaucen porque tenemos que sobrevivin Uno va a buscar leia, otto trae agua, otto hace fdeos, otro monta las carpas, Eso se resuelve mediante una deliber cig entre todos los participantes. En ese campamento las cosas no tienen Valor ni precio, aunque son producto del trabajo humano. Porque antes de Producir nos pusimos de acuerds, Y soytn quien tiene mae saman, 0 més Frerzafsica,alguno vay cora la lea, ¥ si hay alguien que sabe cosinar me. jor, también encuentra placer eneso, cocina. Es decir, hay una deliberacién coleetiva, mas 0 menos desarrollada, de lo que hay que hacer. ¥ al deliberar colectivamente esta implicta tambign la distribucion: cuanto y cémo vamos ‘hacer, edmo vamos # asignar la masa de trabajo social que tenemos en el campamento ‘La otra posbilidad es quo en ese campamento, donde hay que producir y dividirse el trabajo, en lugar de deliberar colectivamente, Juguemos al mercado". Nadie sabe lo que el ott hace. Cada uno produce To que quiere Entonces uno va y trae lena pero trae poca. Otro en eamio va buscar agua y trae barren de agua que superan la capacidad de beber de los que exci en ese campamento. Como se ve, se ha creado ahora un juego de “oferta y de- manda” alli donde no existia, se he creado el mereado, La nueva forma social de trabajar ha dado como resultado que los “acampanter-produciores indivi dvales" no soto tienen el producto del trabajo sino que tienen el producto del trabajo convertido en mercancia, es decir que se pueden cambrar por otra producto del trabajo, sogin alguna regla que se establezca. Se va a termina Intoreambiando en proporciones delerminadas de trabajo, Y a esas propor, ciones les podemos poner un signa y eso seria el precio, 6 el valor Entonces, Si hay poca lea ml lefia va a valer mucho en términos de intercambiabi dad. Y'el que trajo demesiada agua va a malvender, es decir que no va a recuperar, cambiando con otro, ate trabajo que invirtis, Para hacerlo més simple: en nuestro campamento "ds mercado” las cosas valen seg el trabae jo que tengan incorporado, Pero les cosas se transformaron de productos en Tercancias no porque contengan trabajo ~asf suecdia en el eampement ‘normal"— sino por una forma social de organizarnos para trabajar(Lo que nosotros no regulamos por la via de una dliberacign consciente, lo "elibera” fl mercado, lo resuelve el mercado con el movimiento de los precios. La mer cancia “maivendida’, aun precio por debaio de su costo, indica que se sigs demasiado trabajo a la produccion de alguna cosa caya Gemanda os inferior als oferta. Sucederia lo contrario sila oferta fuera eseasa. Detrds del movi. mniento de los precios esta la regulacion del trabajo social iea divistn del tra. 68 Los formes dol taboo y Ie historio bajo que hizo la deliberacién colectiva, ahora se hace por el procedimiento de los precios. Una aparente naturalidad, que se impone como un hecho ante los acampantes. Pero ellos produjeron el mercado, organizandose de determina. da manera para producir. Examinemos mejor esta cuestién. En el campamento “de mercado” se da, si analizamos bien la cuestién, lo que podemos llamar una primera dimensién de la alienacién del trabajo que, a su vez, es la base de las tres di- mensiones del “trabajo alienado” que vimos en el capitulo 2. Por alienacién entendemos que algo preexistente ha sido anulado, mutilado, negado. Alie~ nar es enajenar, ¢Qué se aliena, qué se enajena cuando pasamos del campa- mento “normal” al campamento “de mercado"? Lo que se aliena, lo que se niega, es el cardeter social del trabajo en el momento de trabajar, de produ- cir. En el campamento “normal” tenemos una produccién consciente, delibe- rada antes de ejecutarla entre todos; en el campamento “de mercado”, en cambio, cada uno hace lo que quiere, es una produccién a ciegas. Lo que da valor a las cosas no es el trabajo sino un tipo determinado de trabajo 0, mejor dicho, una forma social determinada de trabajar. Los campamentos de nues- tro ejemplo son dos formas sociales de trabajar. El valor no esta unido a la cosa como una propiedad material sino que es un derivado de Ja forma social de produccién(El valor es una expresién de una relacién social) La relacién social particular que hace aparecer la mereancia —célula universal del mundo econémico moderno— es la relacién social que descansa en la negacién del cardcter social del trabajo en el momento de producir, Por eso una sociedad mereantil tiene como requisito la existencia de productores privados independientes, que ejercen su trabajo aislados y reciprocamente indiferentes entre si. Sélo se vinculan, en lo que tiene que ver con la produc cién, después de producir, a través del intercambio de los productos de su trabajo. Lo cual da lugar a un mecanismo de regulacién social por la via del movimiento de los valores 0 de los precios. La existencia de mercaneias es previa al capitalismo. La acumulacién de capital moderne surge del trafico de mercancias, del comercio que permite una acumulacién dineraria que se transformara Iuego en capital industrial. Esto ea a finales de la Edad Media, época de descubrimientos geogréticos, grandes viajes, ligas comerciales en Europa. La mercancia y los valores tie~ nen tres potencias histérieas. La primera es cuando circalaban apenas en el margen de la sociedad. A esa época corresponde una gran intuicién de Aris- tételes, El se progunté por qué una bolsa de trigo era igual a un par de san- dalias, pero nunca pudo resolver el problema. Porque resolverlo hubiera su- puesto entender el trabajo y el valor de una manera que esa sociedad no le daba elementos para reconocer. La idea de un trabajo abstracto —abstracto porque se comparan horas de trabajo desprovistas de su contenido concreto— sélo pudo surgir como descubrimiento tedrico cuando el trabajo se generaliz6 con una enorme potencia en los hechos: la gran industria moderna. Traboje alienado y mercencio 6 Comprender el valor La sustancia del valor es puramente social, y esto es lo més incompren- dido en la teorfa marxista. El valor es una forma social del producto del trabajo en un contexto determinado de relaciones de produccién, Bs muy im- portante explicitar esto porque si no se lo hace parece natural que las cosas Tengen valor, que las maquinas den valor o que las mAquinas sean capital. El capital, como veremos, también es una relacién social. El valor es como si fuera una convencién establecida entre los hombres sin que ellos sean cons- cientes de esa convencién, Esa convencién se les presenta como un poder ex- traio a ellos mismos: el mercado. En esta descripeién esta presente también la idea de fetiche: alguna cosa a la cual yo le atribuyo propiedades que esa cosa no tiene. Hay muchas comparacioneg que Marx hace entre el mundo del walor y el mundo nebuloso de la religién{El hombre crea determinado tipo de deidades, cualquiera sea la religién, y luego se somete a las deidades que él mismo cred En su libro Ensayos sobre la teorta marsista del valor, Yaaac Rubin dice que en la teorfa del valor de Marx hay dos aspectos incomprendidos. Uno es qudeuando se dice que una mercancia vale segtin el tiempo de trabajo social- mente necesario para producitla, no se comprende que detrés de este aspecto, cuantitativo esta la regulacién social del trabajo)Es decir que cuando dos me-cancfas se cambian por su valor, esas ramas de la produccién estén en teqilibrio en términos de la distribucién del trabajo social existente. El equl- Iibrio de dos valores es el equilibrio de la distribucién del trabajo social. Lo que esta detrés del movimiento cuantitativo de los valores es la regulacién del trabajo social que no se hizo de otra manera antes de producir. El segundo aspecto més incomprendide de Marx es el que tiene que ver con la mereancfa como expresién de una relacién social, una pura expresién de relacién social entre productores privades, independientes, aislados e in diferentes entre si. Sélo resuelven esa negacién en la constitucién del merca do por la via de la mereancfa, Las cosas se eambian, se socializan, no el tra bajo. Las cosas empiezan a aparecer como mediacién entre los hombres. Los precios parecen pertenecer a laa cosas. Asi, en el desarrollo concreto de la constitueién de Ia sociedad moderna so plantea la relacién entre trabajo alie- nado y mercanefa, Porque la mercancia como forma social supone ya una alienacién, la negacién del cardcter social del trabajo,(La circulacion de me-cancias erearé una sociedad donde toda se mereantiliza tanto que hasta el trabajo se convierte en una mereaneia. O, mas precisamente, la fuerza de trabajo ve puede vender y se puede comprar. en ese plano, que es un plano muy desarrollado ~porque primero aparece fa mercancfa, después el capital {ycon el capitalismo se presenta el trabajo mercantilizade el trabajo alfena- ap toma la forma definida de las tres dimensiones que ya vimos. Bs decir que Ghee trabajo alienado y mercancia, entre enajenacién en el trabajo y formas Tmeccantiles, hay una relacién muy directa‘), | Capitulo 4 {El capital como relacién social \ mos al finalizar el capitulo anterior el valor, al aparecer como un 0 del Wrabajo en si, es indisociabIo-del earacter ferichista de la mi ‘Sobre la cuestidn del-fetichiamo de la mercancia podemos Teer las siguientes palabras de Marx, del primer capitulo de El capital: “Lo aue adopta para los hombres la forma de una relacién entre cosas que se intereambian entre sf a un precio determinado, pareciendo que el precio es tna propiedad de la cosa~ es sdlo una relacién social determinada existeate entre ellos. Para hallar una analogia pertinente debemos buscar amparo eh las nebulosas comarcas del mundo religioso”, donde los hombres erean ciet. tos dioses y se someten a ellos como si fuvieran una existencia indepondion. te, El mercado es un resultado de una relacidn social entre los hombres que no crea dioses, erea mercancfas, ¥ Tos hombres se someten a los valores ¥ las mereancias como si fuera una realidad auténoma do ellos. Sigue diciendo Manx: Hn las comarcas del mundo religiose) los productos de la mente hu- ‘mana parecen figuras auténomas, dotadas de vida propia en relacion unas con otras y con los hombres. Otro tanto ocurre en el mundo de las merea. cias con los productos de la mano humana ~parecen que tienen vida pro- pia. A esto yo Io llamo “fetichismo", que se adhiere a los productos del trabajo no bien se los produce come mercaneias y que es inseparable de la produccién mereantil este andlisis corresponde al desarrollo de los hechos, corresponde a la histo. ria. Bs un anélisis légico-histérico. En ef mundo real primero vinieron los vax lores de uso, los productos del trabajo, y Iuego las mercancias, 0 luego la transformacién de ciertos productos del trabajo en mercancias. Con lo cual 1) 72 Los forms del rabojo y la historia ademés de ser valores de uso se transforman en valores, en cosas que tienen precio, en cosas que se pueden intercambiar conforme a Ja cantidad de traba- Je socialmente necesario, abstracto, que tienen. — ‘Trabajo abstracto en el sentido de gasto general del trabajo humano, porque el trabajo util para hacer una cosa y el trabajo util para hacer otra cosa son formalmente distintos, incomparables, Un par de botas no se cam- bian por una chaqueta porque el trabajo de Ia chaqueta sea igual al trabajo de las botas. Se cambian porque tienen una cantidad abstracta, genérica, de trabajo incluido en ellas, que se puede medir en horas. Pero que los hombres tengan que apelar a este recurso es una consecuencia dela forma en que pre- viamente se organizaron para producit. _Poseedores y despeseides contemporaneos Si queda claro que el valor, y por lo tanto Ia mercancfa, es la pura expresién de una relacién social, podemos tomar el andlisis hasta aqui desa- rrollado como una buena introduccién al tema de que el capital es una ro- lacién social, también, y que él mismo no tiene un gramo de materialidad, aunque en la versidn corriente, vulgar, y muchas veces académica, el capital sea identifieado con una cosa, una maquina, un activo, un conjunto de ele- mentos que permiten potenciar el trabajo vivo, el trabajo presente, para hacerlo mas productive. Pero el capital no es eso. Las herramientas, los medios de produccién, existen desde antes de que existiera el capitalismo. El capital no ¢s sinénimo de medios de produccién. Es sinénimo de. medios de produccién que funci nan de determinada manera, 0 sea, en el contexto de determinadas relaciones Sociales..Y esas relaciones sociales convierten a los medios de produceién en capital ~ ~ ‘Marx dice en Trabajo asalariado y capital que la premisa de la existen— cia misma del capital os la existoncia de un sector mayoritario de la sociodad que no posea ningiin otro elemento para producir que su propia capacidad de trabajar y. de un sector minoritario que monopolice, en.consecuencia, la pro- piedad o la posesion de los medios de produccién. Es en esta relacién social donde surge el capital. El individuo que pértenece a la clase de los que no tienen otra cosa que su capacidad de trabajar es el obrero moderne. ¥ el obrero moderno es una consecuencia de la separacién entre el productor pre- capitalista y sus medios de trabajo. Es decir, el obrero modemno es el viejo campesino medieval expulsado de su tierra, ei viejo siervo de la gleba expul- sado de su habitat relativamente natural, o el artesano, el oficial, el aprendiz el maestro de algrin gremio precapitalista convertido también él en obrero. Naturalmente, a esta premisa bésica de la existencia del capital hay que entenderla en forma completa comprendiendo al mismo tiempo que en. esta relacién social la tendencia es a que la mercantilizacién de todos los pro- duetos del trabajo se extienda, incluso, a la propia fuerza de trabajo, que tELsontenide de la relacién capi El capital como ralacién social 73 ‘entonces se vende y se compra. No era asf con el siervo de la gleba ni con el eselavo. En definitiva, el andlisis de la economia politica es el anlisis de la especificidad de las relaciones sociales antagénicas de-produccién ei Gotioderno. Y siempre en la ciencia lo que vale es la especificidad de un feaémeno para comprenderlo. El capital es una pura relacién social. Bs una relacién social que tiene que ver con la produceién y, aun més especificamente, con la propiedad de los medios de produccién. La figura del eapitalista se vincula con la propiedad de los modernos medios de produccién, los que grosso modo se identifican con Ja industria moderna. La relacién social capitalista consiste en que los propietarios del trabajo pasado, que se materializa en maquinas, herramientas, medios de produc- cidn, en general utilizan ese trabajo pasado para valorizarlo como mereancia. El capital también es una mereaneia, 0 un conjunto de mercancias, ctasidd ‘ese medio de produccién se une a la explotacién del trabajo vivo, que produce mas valor que el valor que le vuelve como precio o valor de la fuerza de tra- bajo. En definitiva, el contenido amplio del capital es el que esta vinculado a la obtencién de plusvalia. Bs decir, el capital es un valor, o un conjunto de_ valores, que ee autovalorizan mediante el valor que acrecienta el trabajo.viva ng Fémunerade, esto es la plusvalia. "En Ia relacién social capitalista es el trabajo muerto, pasado, acumula: “do, e1 que se aprovecha del trabajo vivo para potenciarse como valor. Y no es “cl trabajo vivo, presente, de los productores existentes el que se potencia usando el trabajo acumulado como medio y herramienta de produeciGn. Y es- to se refleja en los resultados mas generales de la alienacién del trabajo, en el sentido de que el trabajo vivo se degrada y los propictarios del trabajo pasado —que no trabajan, que son propietarios— se potencian en su riqueza y fen su valor. Desde el punto de vista del sentido comiin, si me permiten una referencia tan vaga, lo que deberia suceder es que el trabajo vivo se potencie con el trabajo acumulado, con el trabajo precedente, bajo la forma de herra- mientas y medios de produccién, mientras que lo que sucede en la sociedad actual es que el medio de produccién moderno, cuanto mas desarrollado es, ‘mas fuente de agobio, humillacién y mortificacién del trabajo vivo. Después del andlisis teérieo Megamos a la descripcién puntual de la realidad, que tie- ne que ver con la evidencia del mundo moderno, o sea con el hecho, para decirlo de un modo amplio, de que el capitalismo es una gran acumulacién de riqueza y gran acumulacién de miseria y podredumbre humana, ist Ahora bien, si el capital es una relacién social, gcudl es el contenido de esa relacién social?, Jeudl es la evolucién histérica concreta de esa relacién social, cémo se fue metamorfoseando a lo largo del tiempo? El particular de la relacién social capitalista es Ia confiscacién. El capital surge 74 os formas del wobojo y la historia como relacién social cuando ol trabajador os separado de las condiciones de trabajo y_solo.queda con su eapacidad de trabajar El capital eurge, pot lo7 tanto, con la confiscacién de los medios de trabajo al productor precapitali. ta, lo que agrega un elemento nuevo a la definieion. Hl obrero moderno es el Viejo campesino o el vie artesano expropiado de sus medios de trabajo. La confiscacién es originaria, genética, en el capitalismo, asf como os originario el monopolio de los medios de productién en una parte minoritaria de la sociedad. Esto significa que, aunque el capitalismo se presenta en principio como una sociedad de iguales, eu punto de partida es un monopoli, el mono. Polio de los medios de producciGn en la clase propietaria, en la clase burgue- 88 0 en la clase capitalista, que son sinéaimos Esta confiscacién, que tiene una referencia histérica conereta con la constitucién del obrero moderno, es la primera forma que toma la relaciéa social capitalist. Ks fa relacién original que nn tivo que procesar por medion no estrictamente capitalistas, El campesino y el artasane se convirtieron en los modernos obreros a través de los métodos més brutales, que correspon. don a la dpoca de las guerras campesinas, o al perfodo de los cercamiontos en Inglaterra, que se iba constituyendo poco a poco coma potencia industrial Bran los métodos de la rapida y la pirateria, os métodos del sagueo, que no tenian que ver con los mecanismos de mercado. Es la época de los zrandes deseubrimientos, de la navegacién en ultramar y de la rapina yeneralizada en todo el planeta, ala cual esté indisolublemente vinculada en una etapa histérica precisa. Bs el proceso histérico que permitié acumular las masas de capital que luego funcionarfan en algunos puntos dal planeta como masa de capital industrial, Este proceso serd la base de la Revolucién Industrial, por eso se la ama “acumulacién primitiva 0 genética” ~~ El capital no pudo surgir por métodos especificamente capitalistas, por que hubiera habido una contradiccion logica. Marx hace referencia al problem ma de la gallina y el huevo: no se puede explicar la gallina por el huevo ¥ el hhuevo por la gallina. No se puede explicar el surgimiento del capital por sétodos capitalistas desde el punto de vista del desarrollo histerico. A este primer proceso histério, que abarca toda una etapa, tacién mas elemental de Ia confiscacién origi que es la relacion stil capitalist La segunda dimensin histérica de Ia confiscacién —el contenido mismo del capital es aquella que se produce ya con el funcionamiento digamos “normal” del capitalismo, Para comprender lo que esto significa estamos obi gados a adelantar brevemente una explicacién que desarrollaremos en él préximo capitulo con mayor detenimiento. En lo que llamnaynos el capitalismo ‘normal”, ya constituido, funcionando sobre la base de mecanismos que Te son propios como modo de produccién, el intercambio de mercancias se.daa_— partir de la Hamada “ley del valor”, Es decir, en lo que podemos considerar estado de equilibrio, os productos del trabajo como mercancias se intercam- fan como equivalentes. Como equivalentes precisamente de trabajo, segin vimos en el andlisis que hiciéramos en el eapitule 3 sobre la mereancla, Las + tenido de la relacion social qué Tlamaimos “capital”. El capital come relacién social 75 mercancias “valen” el trabajo que cuesta producirlas en condiciones norma- les; es decir, conforme a Ia técnica y el trabajo normal que corresponde a esa misma produecién. Bsto es lo que se denomina “trabajo socialmente necesa- rio”. Veremos més adelante c6mo, siguiendo esta ley, se explica Ia ganancia del capitalista como una apropiacién de una parte del valor producido por el obrero, la plusvalia. Lo que importa ahora os que, con el eapitalismo desple gado como modo de produccién, cambia de forma el contenido expropiador de Ja-relacién social capitalista. BI capital se valoriza, ahora st, propios del capitalismo, éxtrayendo pluavallia de los trabajadores @ Tos que él capitalista explota. La plusvalia se explica aplicando la ley del valor, A0'ViE- Tafidla. Mientras que en la época originaria, primitiva, no existfa la ley def ‘Valor como reguladora del metabolismo productivo y de la distribucién de lo que se producta. Bra la rapifa, era el saqueo. Ahora existe la ley del valor, odo se cambia de acuerdo con e trabajo wovialimente necesariv, La plusvalts surge de una mercancia muy particular —Ia fuerza de trabajo~ que tiene co- zo valor, al igual que cualquier otra mereancia, el trabajo socialmente nece- sario para producirla, es decir, para reproducir al obrero de modo que pueda vender sistematicamente su fuerza de trabajo por un perfodo. Y el valor de uso de la fuerza de trabajo es crear valor. El valor de uso de la mereancfa fuerza de trabajo es trabajar, en un contexto de relaciones sociales particula- res, Crear mas valor que el valor de cambio de la mercanefa fuerza de trabajo. La confiscacién opera mediante el mecanismo propio de esa ley que la regulacién del trabajo en nuestra sociedad se hace mediante el int. bio de equivalentes de trabajo socialmente necesario, mediante el inter de valores. Es una segunda dimensidn del contenido de la relacién eapitalis- ta qué corrosponde a un desarrollo histérico que sigue al de la constitucién original del capitalismo. En el capitalismo constituido, entonces, funciona la ley del valor. ‘La confiscacién,en su desarrollo histérico, como desarrollo propio de I relacién social capitalista, resulta como la obra que devora a su propio autor. Una vez que se ha confiscado a todo el mundo y se'lo ha convertido.en obre- 7, tina vez que se ha llevado a un extromo ia confiscacién de los obre ‘ediante el mecanismo de la plusvalia, la confiseacién opera también confis- cando a los capitalistas, Bs la tercera gran dimensién de la evoluei6a del & ‘Al afirmar que la confiscacién opera ahora expropiando al propio capi- tal estamos diciendo dos cosas fundamentales que deben ser puestas de relieve. La primera es qué los giandes capitalistas, el gran capital, configea al pequetio’ ¥ mediano capital. Que los peces grandes sé eomen a los peces cfie6s, Tha ver que terminaron de instalar una relacién social capitalista extremadamente difundida. ¥ la segunda consiste en algo mas profundo: la confiscacién que es propia dela zelacion social capitalista ha egado a an. prints tan elovado, ha constituide masas tan enofmes de Haves asians do conjuntos de produecién tan vastos, que ya e fornia incompatible con.ch faniionamiento de la sociedad capitalista, Bate desarrollo de I 7% les formas del traboj y fa historia ductivas-reclama ahora otro tipo de relacién social, en la cual la produccién Sea puesta bajo el control social de los productores y no de wn capa cada vez més reducida, cada ver més minoritaria, de potentes productores privados Esta confiscacién, entonces, 6s Ia evidencia de la necesidad de una expropia: ci6n que termine confiscanda y expropiando a los confiscadores y a los expro- piadores. Una vez que llegé al extremo la confiscacién de todo el mundo por lunes pocos, todo el mundo debe expropiar a unos pocos para reapropiarse de Jas condiciones generales de la produccién. — En la parte final-det pentiltimo capitulo del tomo I de El capital, “La acumulacién primitiva’, en el subcapitulo “Tendencia historica de la acumu- lacion capitalista”, Marx pregunta: “ZEn qué se resuelve la acumulacién pri- nitiva del capital?”. En la expropiacion de los productores precapitalistas {Como sigue? Convirtiendo a esos productores precapitalistas en obreros modernos y extrayéndoles plusvalia, la segunda potencia histdrica del capi talismo, Entonces, agrega: “No bien los trabajadores se han convertido en proletarios y sus condiciones de trabajo en capital; no bien el modo de pro- uccin capitalista puede andar ya sin andaderas, esumen una nueva forma Ja socializacién ulterior de la tierra y de otros medios de produccién en medios de produccién socialmente explotados, y por ende en medios de pro- duccién colectivos, y asume también una nueva forma, por consiguiente, Ia expropiacién ulterior de los propietarios privados. El que debe ser ahora expropiado no es ya el trabajador sino el capitalista que explota a muchos trabajadores. Esta expropiacién se lleva a cabo por medio de la accién de las propias leyes de acumulacién capitalista, por medio de la concentracién de fos eapitales, Cada capitalista liquida a otros muchos. Paralelamente a esta concentracién, o a la expropiacién de muchos capitalistas por pocos, se desa rrolla en escala cada ver més amplia la forma cooperativa del proceso laboral “es decir, la reunién de masas humanas enormes para trabajar, Ia aplica- ién tecnolégica consciente de la ciencia, la explotacién colectiva de Ia tierra, la transformacin de los medios de trabajo en medios de trabajo que sélo son utilizables colectivamente”. Esta describiendo la potencia de los medios de produceién, de las fuerzas productivas que corresponden a esta fase altima de la expropiacion. ¥ dice mas adelante: Ahora, el monopolio ejercido por el capital frente a esta enorme po- tencia social de los medios de produccién— se convierte en traba del modo 4e produecién que ha florecido con €l y bajo 61. La concentracisn de los m dios de produceién y Ia socializacién del trabajo aleanzan af puntsTER Ase Son Wicompatibles con su corteza capitalista. Se la hace saltac.-Suena la Fora postrora de Ta propiedad privada capitalista, Los expropiadares son expropiados. £1 capitol como relacién social 7 (te expropiacién del capital | Marx no have més que describ, bajo la forma del movimiento histério do evslacin del capital aquelo que eet afirmado en el texto dal préloge @ te erateucion ata erica a la economia politica, Las rlaciongs sociales de + ceregn son ox un principio, nn oginila al dsairolo de lag foer#a8 ro Frei oes lnsionentocales capitalists fueron un esti al desarrollo seta ad dol hombre de prodair, con referencia al universo de rlaci- oe aeieicpa In realidad maverial que correspond a la sociedad precapi- ne as Bajo Gow rlaciones sociales capitalist se desenvuelve una potancia vaeeretiva jonas Imaginada por Ia sociedad, al punto de erear mecanismos arrears pata la preducaén de aquello que necesita el hombre, que cera on eucly ahora cast planetara, En eve punto, In propiedad priva sarc fos odio de produccin, de medios enormemente desenveltos, teeno to oe cael postcton, que sustituyen el trabajo bumano como ta, e8 un ver ie a an decarrollo‘lteror de Ins fuerzaa productivas. Para que esa eae pica sea ail ala humanidad le expropiadores deben for ex: ae cP gate enorme acervo sue, creado por el trabajo de generacione, aero uestoal servicio de una planiicacon suténticamente humana. Es0 see er rate cxpropiando al menopolio privado de figantescos medios de te eaclin modernon, Bntonces los expropladores deben set expropiados una arose consusaaron toda ta tarea historca de la expropiacin capitalist, ser onste capitalzta de producion y do apropinei6n,y-por-o,tanto la propicdal rived capitalist, us la primera negacin dela propiedad privat individual fundada en el trabajo propio”, ae Marx. ae se eae un aaa anus cs labaue te (eles la eanfusiones en ln economia pliten SR eS ncepto? Que hay cos tipos de propiedad privada: la fundada Sed eo oaeiey la lundada en el trabajo ajeno, Bl capital os la expro- piacién de la propiedad individual, los medios de trabajo del viejo productor, cee eopetarte que va-avivie a costa de I propiedad ajona y del trabajo aoe eerie earjad capitalistn, entonces, ela primera negacién de la pro- ene Ndturdual fandada ene! abo propio, en la propiedad de algunas Fea estas que adm tenia el siervo, por elemplo. ¥ despuss dice: “La nega- ‘Ggruhora de In prodcelén capitalista ce produce por si misma eon Ia neee- cee ao eso natural” El capitalimo crea condiciones que hacen nae oe, Naor seta Ia cortoza capitalista la propiedad privada de unos aeeeeariore mnedios enorinemente potentes, Seria la negacin de la negacion, aoe Neaultano, La propiedad privada eapitalisia nogs 1a propiedad wee SEGusarralla dela propiedad privada eapialista crea condcio: sae sae lavnogecion de asta negueion, la negacin de la propiedad privada aero a saewessiodad caletiva de los medios de production ¥ continia el caret nduaon de la negacén,eata expropiacién de los expropiadores, Hea eee edd tndieidual pero sobre el fundamento de lx conavista Seer ae pra capitalista: la cooporaciin de teabajadores libres y Ht, a eat ctive soe la Lerray sobre los medioe de produceién proue— 78 {os formes del trabejo y lo historia #08.por el trabajo mismo". Marx equipara la expropiacién de los expropiado- Yes con una propiedad individual, Pero ahora el individuo no es el individuo de la pequena propiedad de principios del capitalismo. Es el individuo-traba \dor colectivo, es el individuo social. ¥ termina asi: — La formacién de la propiedad privada fragmentaria, fundada sobre trabajo personal de los individues ~es decir, la transformacién de la propiedad privada pequefia del productor precapitalista— esa transforma. cidn en propiedad privada capitalista fue naturalmente un proceso compa. rablemente més prolongado, mas duro y méa dificultoso que la transfor- ‘macion de la propiedad privada capitalista, de hecho ya fundada sobre el ‘manejo social de la produccién, en propiedad social. En aquel caso an la transformacién de la propiedad privada del pequetio productor precapita. lista en propiedad privada capitalista~ sa trataba de la expropiccién de la masa del pnehlo por unoe pocoe uourpadores —Ia clase capitalists, quien tiene el monopolio de los medios de produccién modernos-- en este caso se trata de expropiacién de unos pocos usurpadores por la masa del pucblo trabajador. La superacién del capitalismo esté planteada en funcién.delaleyes de movimiento del pFopio capital. Es decir, del hecho de que el capitalismo es un’ modo histéricamente condicionado de producir y que, habiendo negado otro modo histéricamente condicionado de producir previo, crea las cireuns tancias, las formas, los sujetos, las condiciones, para él mismo ser superado por un modo de produccién superior Esta es Ia conclusin de esta enorme metafora sobre la evolucién del contenido social especifico de la relacién capitalista, que es la confiseacién 0 la expropiacién. Esta explicacién no sélo esté orientada a la explicacién del capital como relacién social, luego de haber resuelto lo mds difieil que es la comprensién de Ia mereanefa como relacién social, sino que también se orien. ta a mostrar el andlisis del vasto panorama que se abrié a la investigaciin del mundo moderno con el descubrimiento inicial de la alienacion del tra bajo. Por eso sefialamos en su momento que en el examen de la alienagién de los Manuscritos... esta el germen dé Marx. Es una investigacién sobre cémo el capitaliamo lleva al. extremo la gonfiseacién de las condiciones humanas.de. existencia, creanda, na.gbstanie, lun cuadro determinado, concreto, especifica, de fuczzas-mual que permitirfan superar esta contradiction, les programa de investigacién de_ Capitulo 5 (ta plusvalia y la ley del valor j Para indagar sobre las leyes de funcionamiento del.capital, cuya naturaleza como relacidn social analizamos en el capitulo anterior, debemos precisar, ahora, algunos conceptos respecto de una cuestién central de la economia po- Iitica, ‘Nos referimos a la teoria del valor, una suerte de centro de gravedad de esta disciplina, Ya definimos la mereaneia, el valor, como el resultado de tuna determinada organizacién social del trabajo. Recordemos, siguiendo en esto al economista ruso Rubi? que las condiciones de existencia devla.mer. cancfa son tres-1) la.existineia de, productores, privados independientes ai ladbs entre si, 2) que producen.no para el autoconsumo sing paralasasi¢dad., ‘FB consecuencia de lo anterior, que, on. tal contexto, la.relacién, entre los iductores se da a trayés de la cusa producida, del intercambio del producto GErenatiaje, Producto dl trabajo que, por ese mismo contexto dela Breda. HW social, se ha transformado en mereancia, en valor, en valor de cambio. Una vez més, repitémoslo, es la expresién de una relacién social, | Historia de un probleme | La preocupacién original de la economia politica frente a la generaliza eign de 1a produccidi de mereancias era comprender eémo se temulaba vn sistema productivo.de estas earacteristicas; ofmo se podia, incluso, medir, Siantificar el valor de sus mercancfas. Para resolver este problema se plan- tea la teoria del valor. Notablemente, sin embargo, fueron los fisideratas auisned priitéro Comprendieron Ia econom(a como un gran metabolismo so- cial, pero no avanzaron en esta materia, La razén de esta carencia tiene que ver con la concepeién de los fisigcratas de que el inico valor agregado provie~ ne de la produecién rural. La medida de ese valor o producto excedente en un cielo respecto del anterior podia hacerse en términos puramente materiales, comparando, por ejemplo, cantidades dedicadas a la siembra y cantidades co- sechadas respectivamente [La perspectiva cambia radicalmente con los economistas clasicos. El (79) 80 Los formas del trabajo y la historia contexto del andlisis de los fisiécratas era el de una Francia preindustrial hacia el final de la primera mitad del siglo XVII. El que corresponde a los representantes clasicos de la economia politica Adam Smith y David Ricar. do— es el de la potencia emergente, Gran Bretafia, en plena revolucion industrial algunas décadas después. Para los clasicgs, entonces, se presenta ba casi como una evidencia que el excedents econémico y la creacié Fiqueza eran una propiedad que correspondia no al sector llamado “primario”™ sino a todo el sistema econémico y en particular a la.emergencia y pujanza del. sector urbano.manufacturero, que florecia con la ascendente burguesta inglesa. Por lo tanto, para los clasicos, el producto neto 0 excedente, el valor ‘agregado, no era ya una propiedad de la agricultura sino una consecuencia derivada de la creciente productividad del trabajo humano como tal..Produc- tividad, ademés, cuya base era la divisin del trabajo y la especializacion del productor en una parte o fragmento del propio proceso de ttabajo, tema qué en este momento no vamos a desarrollar ‘Lo que sf quedé claro es que, a partir de este nuevo abordaje, la manera de estimar el excedente y el valor de la produecién de los fisicratas on tér- minos materiales quedaba superado. Es muy facil calcular un producto final determinado de tantas toneladas de trigo con los costos de ese producto en términos del trigo mismo; son productos homogéneos. Pero, como es sabido, tuno no puede sumar peras con manzanas. ;Cémo realizar ahora el céleulo, cuando el valor agregado ya no es una propiedad emergente de la actividad en la agricultura, cuando es una propiedad del trabajo en general y cuando ‘est extendido como una caracteristica de todo el sistema productivo, urba- no, industrial, artesanal, agrario, ete.? Habia que tener alguna medida para poder evaluar es0s elementos del conjunto del sistema y poder entender al mismo tiempo por qué las cosas se cambiaban como mercancias en determi- nadas proporciones. Por eso es que con los clasicos la teoria del valor aparece como el centro de la teoria econdmica en la tentativa de explicar el excedente y el funcionamiento del sistema como tal ‘Adam Smith se pregunté entonces cuanto vale una mercancia y a partir de su nueva concépeién de Ia riqueza en términos del trabajo que Ia creaba Megé a la conclusién de que Jas.cosas “valian” con relaciép al trabajo que, tenian incorporado. Lo que hacia que hd SOKA #e.pudiera cambiar por otra era que todas eran productos del trabajo, equivalentes, comparables, a partir de portar una sustancia cor En general en los manuales convencionales on la cual en un lado esté, por ejemplo, una cantidad, una tonelada de trigo, y en el otro una cantidad de otra cosa, y se asimila esta ecuacién a cualquier otro tipo de igualdad. Una igualdad signi- fica que hay algo en comtin en los términos equiparados. Aunque a simple vista parece que no hay ninguna propiedad que los iguale, lo que tienen en comdn dos mereancfas distintas es que son productos del trabajo. Esta es la conclusi6n a Ia cual Hegaron los clasicos. La limitacién que sapone consi- derar que las cosas “valen” porque tienen trabajo ya la consideramos con detalle en el tapitulo 3, por lo tanto, no nos detendremos en este punto. Con: Le plusvaia y lo ley del valor al E .ideraremos ahora el aspecto positivo de Ia cuestién, admitiéndolo sin més. Entonces, el valor de las cosas se vincula al trabajo, lo cual es cierto en el sis- tema mereantil 0 capitalista. Aun asi, esto que parece tan simple tiene una serie de complicaciones que ahora vamos a ver. 2Qué tipo de trabajo, cual trabajo es el que en definitiva hace que Ja ‘mereanefa tenga un valor determinado? Adam Smith elaboré el problema del siguiente modo: toda mereancia tiene un trabajo por el cual, cuando yo tengo tuna mereanefa A, a mi no me interesa el trabajo que tiene esa mercancia A; a mi me interesa el trabajo que tiene la mercancia B que yo voy a cambiar por la mercancia A, A mf me interesa el trabajo que puedo comprar con la ‘mereancia, que est materializado en la mercancia B. Por esta razén Adam Smith decfa que una mereanefa vale por el trabajo que pueda comandar, por. ZI trabajo quie pueda atraer eh este caso la mereanefa que voy a tener cam- Biandola por la que produje—. Si un productor de mereancias gasta x horas de trabajo en el producto A, esas mismas horas de trabajo gastadas en otro producto B por otro productor se intercambiaran como equivalentes. Cada productor con su propia mercancia demanda, atrae, otra mercanefa para su Hasta aqui las cosas parecen razonables pero presentan un serio incon- sniente, cuando no se trata de dos productores individuales interesados on él consumo reefproco de las mereancias producidas sino del caso del produc- tor capitalista. Cuando el capitalista vende su mercanefa y “atrae” mas tra bajo al hacerlo, el resultado es que lo obtenido con su venta se transforma en la compra de nuevas mercaneias, mano de obra, materias primas, méquinas, insumos, que le van a permitir reproducir el ciclo produetivo, al cabo del cual podré tener una nueva produccidn como la del ciclo anterior. El eapitalista, por ejemplo, produce pares de zapates, cuando los vende est buscando reponer el proceso de produccién que le hizo en este cielo tener esos pares de zapatos. Al venderlos “atrae” trabajo en el sentido de que los vende para comprar, para cambiar por salaries, materias primas, ete. y asi volver a desarrollar el pro- ceso productivo. Pero al margen de esto, él obtiene un Iucro que naturalmen- te es lo que impulsa su actividad. No sélo va a pagar salarios y adquirir ele- mentos materiales para la continuidad de la produceién sino que va a tener un beneficio, una ganancia. Es decir que, desde este punto de vista, la mer~ no s6lo repone el trabajo que cost producirla sino que, ademas, al “venderse la mercariefa da como resultado un determinado, luero, B prob “que surge és’ saber de dénde proviene este lucro porque, si la mereancia yale el trabajo que. tiene y.se eambia por algo. como.equivalenté dé cantidad de trabajo, cde dénde sali lo que sobré, que tiene la forma de ganancia? "Smith no llegé a resolver este problema y formulé dos teora® del valor relativamente incongruentes o contradictorias entre sf. Por una parte, sost- ‘yo que el salario y el lucro formaban parte del valor como cantidad de traba- jo gastado en Ia produccién. Esta teorfa chocaba con el hecho que acabamos de ver de que solo una parte de ese valor se reproducfa en una nueva mer- caneia idéntica a la anterior mientras que el lucro sobrante quedaba en ma- 82 Les formas del traboio y le historia ‘nos del inversor capitalista y no como valor en la nueva mercancta. En otra parte de sus textos Smith va a docir que en reslidad el valor resulta de su- ar el lucro, el salario y también habria que agregar la renta de la tierra, aunque de todos modos podemos considerar esta tiltima como una parte del yropio lucro Prep Aunque parezea lo mismo, no lo os. En un caso ol valor 06 preaxistonts y se divide en salario, lucro y renta, y en la segunda hipétesis lo que preexis- te es... el salario, el Iucro y la renta. En este tiltimo easo el asunto se compli ca porque el valor de la mercancia se remite al valor del salario y el lucro, pero cuanto valen el salario y el lucro si no considero el trabajo gastado en la produccién? En definitiva, explicar un valor por otro valor es no explicar nada, porgue el interrogante original es precisamente qué es lo que produce el valor. Entonces, zqué es lo que vale de la produccisn del capitalista hipoté- tico? Sus pares de zapatos, zvalen por lo que fueron vendidos o valen la por- cién que corresponde a aquello que se aplica para que vuelvan a ser produci- dos, que es menor que el valor por el cual fueron vendidos porque una parte queda como luero (y otra como renta)? A partir de este problema se inicia uuna suerte de confusién porque no se sabe exactamente cudnto valen los pa- res de zapatos producidos y no queda claro de dénde sale el luero, cull es su equivalente en trabajo, Lo que en definitiva Smith no llegé a resolver es por qué era distinto el. trabajo necesarso del trabajo contenido on las malgriag- 1 trabaje contenido en las mercaneias es el equivalente a la venta total do los pares de zapatos. Pero el trabajo necesario es una parte de ese trabajo contenido porque con ‘esa parte, deducido el luero (y la renta), se vuelve a produeir la misma canti- dad de pares de zapatos, El trabajo necesario para producirlo parece menor que el trabajo contenido en la venta original. Bl valor que comandaban los zapatos era un valor superior al trabajo necesaria para producirlo. Entonces Ricarda encara la critica a Smith y aborda et problema del lu- cro desde un angulo més simple. Dice que la cosa no vale semin.el trabajo de_ Ja mercancia que la gente va.a,obtener. Eat le plantear.el_prablema esimplica-y aonfunde. Bl valor oa preeniatente paraue s eT producto ge venda; el valor on la produccién Bl valor no aid que comanda la sosreaneia, ee ol trabajo quo éata Hen ‘tonces tifia meréancia vale segun las horas de trabajo que se necesitan para producirla, Por eso a la teoria de Ricardo’se la llama “teoria de) trabajo 4 Corporado” ya la de Smith, “teoria del trabajo comandado” “"“En este punto débemos hacer una aclaracién. Cuando hablamos de tra- bajo, nos referimos a los dos tipos de trabajo que hay en un proceso producti- vo de-una mercancia cualquiera: e| trabajo directo y el trabaja indirecto. El Primero es el trabajo vivo, real, durante un determinado momento o eiclo de Je productién. Hay también un trabajo indirocto, no vivo sino muerto 0 pasa a plusvalio y la ley de! volor 83 do. Bl ejemplo tipico son las méquinas que fueron previamente construidas y todo insumo de la produccién producido previamente. Cuando hablamos de trabajo incorporado en una mercancta, hablamos de trabajo directo y de tra. bajo indirecto en el sentido que la mercancia cuesta el trabajo que cuesta producirla, sumando las horas gastadas en la produecién misma ¥ las horas gastadas anteriormente, ahora materializadas en la forma de maquinas, ma. teria prima, etestera, Para resolver el dilema de Smith sobre la desigualdad entre trabajo ne- cesario y trabajo incorporado, Ricardo supuso que era necesario.entonces_ precisar el valor del-propio trabaié. cia vale so al trabajo que tiene incorporado, {cuAl.es.el_val Ricardo —al igual ue Smith~ quedé atrapado en un si el trabajo os la sustancia productora de valor, suponer que el propio trabajo tiene valor et abrir un nitevo ¢ irresoluble problenna. qué ts lo que da valor al trabajo? Ba verdad, al abandonar el criterio de Smith sobre el trabajo comandado, Ricar- do dej6 definitivamente en claro que el Incr era siempre una parte del valor resultante del trabajo incorporado por el trabajador. Al contiauar sus inves. “igaciones, no-obstanto, tropez6 con el hecho de que industrias que utilise. ban mucho trabajo vive o trabajo directo acababan vendiendo su produccién un precio idéntico al de otras ramas industriales que utilizaban taucho mo. nos trabajo vivo o directo. Esto es, en principio, incompatible con la teoria del trabajo incorporado porque diversas proporciones de trabajo incorporace dan como resultado una produccién mercantil con igual precio. Eselarecer et, te punto —al que veremos después como el problema de la “traiisforiae de Valores en precios suponia presisamente establecer na distines dos eonceptos que hasta ahora ao diferenciamos: valor y presio. Coma tampo- co Ricardo habia establecido tal distincidn, su trabajo deriv en un nueva leon sin aad tata do pres dl var dl eae eo Resultado: a pesar de tener la virtud, desde el punto de vista del desa- rrotlo de la cieneia econémica, do haber puesto en relieve que el valor de los cosas debia resolverse investigando el mismo proveso de produceidn y no ape lando al subterfugio de la teoria de valor comandado, Ricardg no resolvig el problema de esa desigualdad psrticular.que.rmostré Adar Sm Mamamos “trabajo necesario” y “trabajo incorporade! ~~En la base de la comiplicacién de Smith y de la simplificacién que Ricar- do no resolvié, se encuentra una desigualdad en el mundo real del intercarn. bio de las mercanefas que ninguno de los dos explies. ;De dénde proviene. lucro o la ganancia del que no trabaia, es decir, el capital, cuando nos ante a teoria del valor trabajo? Hay que comprender que cats inos hablando en términos de categorias econémicas y de personajes abstrac tos. Cuando decimos “capitalist” nos referimos al duefo de los medios de roduccién, que no ejerce ninguna actividad productiva, no trabaja, y el luero opera como aquella parte de la cual se apropia el duefio de los medios de pre- duccién simplemente por serlo, o sea, por el monopolio de la propiedad priva- da de esos medios 84 2s formas dol trobaio y lo histoio Para resolver el gran interrogante que dejaron planteado los economis- tas clisicos, Marx parte del anélisis desarrollado por ellos mismos y define el aspecto cuantitativo, del valor de, cambio en términos cldsicos. Una mercan- cia vale semiin el trabajo que cuesta producirla o, para ser mas precisos, una “mercaneia vale segun el trabajo socialmente necesario para producirla. “So- cialmente necesario” quiere decir segiin el trabajo medio, con la técnica habi- tual de un trabajador para producirla, Marx parte de esto, pero explica la desigualdad que no resolvieron Smith y Ricardo en términos muy simples. Primero, la preocupacién de Ricardo por encontrarle un valor al trabajo no tiene sentido: eT trabajo no tiene valor, crea valor. Si el trabajo tuviera valor habria que ir a otra instancia para ver qué es lo que erea valor. {Qué es el sa-_ lario entonces? Como dije, el salario no es el valor del trabajo; es el valor de la fuerza de trabajo. La fuerza de trabajo es aquella capacidad de trabajar que el trabajador vende al capitalista. Como etialquier otra mercanefa, la fuerza de trabajo Vale el trabajo social que sea necesario para reproducila, ~ Y¥ la fuerza de trabajo se reproduce alimentando obreros, dindoles condicio- nes minimas de subsistencia, para que en el ciclo productivo siguiente vuel- van a trabajar, Pero esa fuerza de trabajo no sélo tiene esta equivalencia como cualquier mercancia. También, como cualquier otra mereancia, entra en el circuito pro- ductivo en el consumo. Cuando yo compro una mereancfa pago por su valor de cambio y dispongo de su valor de uso, es decir, de su capacidad de satisfa- cer una necesidad concreta, consumiéndola, Con la fuerza de trabajo pasa lo mismo. El capitalista paga lo que vale la mereaneia fuerza de trabajo ¥ utili- za, consume, el valor de uso de esa mereaficla, Bl valor de uso de la mercan- cia fuerza de trabajo es trabajar un cierto nimero.de horas v produeir un valor. Pero esas horas de trabajo del obrero son distintas de las horas de tra- bajo involucradas en la produccién de las mereanctas que el abrero consume. ‘En eonsecuencia, el punto clave es el siguiente: la fuerza de trabajo en aceién, trabajando, consumida por el capitalista, produce un valor que es su- perior al valor de la mercanefa fuerza de trabajo. Bl valor de uso de esa mer- canefa es producir valor, gastando trabajo. El valor creado por el trabajo en tuna jornada determinada es superior al valor necesario para reproducir la fuerza de trabajo. Marx resuelve de este modo la desigualdad no resuelta por Smith y da una solucién al problema no solucionado por Ricardo. Es decir, al abordar el valor a partir de la propia produccidn se puede explicar un siste- ma de equivalentes de valor-trabajo sin violar el enunciado de la ley del sis- tema de conjunto: todo se cambia por el valor socialmente necesario para reproducirlo, La desigualdad entre trabaje necesaria v trabaio contenido, 0 entre el valor por ol cual yo vendo una mercaderia v el salario, aparece entonces explicada. Esa desigualdad es la distincign-que-bax entre el valor que puede crear el trabajo en determinado periogo y-el tiempo.necesario para reproducir las condiciones del trabajador que ejerce ese trabajo Le plusvalia y la ley del valor 85 [Plvsvalia y, nuevamente, la alienacién | La clave de todo el problema es que Marx puso en relieve que.tesde.cl punto de vista cientifico, él sistema de intercambio mercantil podia enten. derse en todos sus terrenos.como un. intereamhio de, equivalentes. No'hay rilguna mercanefa que no se venda por el trabajo socialmente necesario pa- ra producirla, Al mismo tiempo dio cuenta de la desigualdad particular que es esencial al sistema mercan{i] capitalista de produccién: el hecho de que la fuerza de trabajo vale menos que el valor que esa mercancia puede produc, Fiendo-usada ~ “En.un libro de Claudio Napoleoni, Za teor‘a del valor, que desarrolla to- do este tema cuidadosamente, se sefala que al analizar el intereambio entre la fuerza de trabajo y el capital Marx presenta una peculiaridad que ningzin intereambio posee en el sentido de que este intercambio implica simulténea- mente un cambio de equivalentes y un cambio de no equivalentes. Cuando se habla de equivalentes se habla, por ejemplo, de una tonelada de trigo = tan- tos pares de zapatos; son equivalentes en términos de trabajo socialmente necesario para producirlos. La fuerza de trabajo es un cambio de equivalen- tes en funcidn de que se cambia por lo que cuesta reproducitla, pero se trans- TOFHa‘Gh un cambio de no equivalentes cuando esa fuerza de trabajo actoan- {&, Habajando, crea un yalor superior al de su propio costo. En este momento vuelve a aparecer, al explicar tal desigualdad, Ia cues tion del trabajo alienado 0 enajenado, Veamos al respecto la siguiente afir- ‘acid de Marx en Bl capital: En la relacién establecida entre el obrero y el capitalista, el obrero ‘cede en el cede en un Uempo determinado su capacidad da trabajo, 7 Sentido ms riguroso de Ia palabra. Ex decir que durante un thinado su subjetivided, s trabajo, yu no le pertenecen comporta frente a a fuerza de trabajo como el sompeador compra con Feiaein « cualgaier mercanctadaqoicila,o.een, digpme doug Doaers Sbsoluta do tu valor do uso. El valor Go uso dela Tuersa de trabuo i bien td provist por el obrero, deja de prtenecerle pasando para aguel que se torné propictario de ose ion para el cul este trabajo consttuye un valor douse El trabajador, entonces, tiene con su trabajo la misma relacién que cual- quier vendedor con la mercancia que vendis. El valor de uso de la mereanefa, en esto caso ol trabajo, deja de pertenecerle. Notemos que Ia desigualdad en Ia cual se origina el Incro 0 ganancia, queda. explicada en, los’ téminds de la distincidn entre trabajo y fuerza de trabajo, que son dos cosas completamen- te distintas. Una distincién te6rica que pone en clara lo que se comprueba && Ie Vida misma: las horas que se necesitan para producir los elementos que garantizan la existencia del trabajador son distintas, en el espacio y en el tiompo, de las horas que ose mismo trabajador pasa trabajando. La distin- cién entre fuerza de trabajo y trabajo reproduce como concepto o teoria una 86 Los formas del trabaie y Ie historia distincién de la propia realidad. En esto reside el secreto de qué es el salario yla plusvalfa, el descubrimiento de Marx En definitiva, lo que esta detrés de todo este nuevo desarrollo y solu: cién del problema es un planteamiento distinto sobre el sistema econémico mercantil-capitalista basado en el intercambio de valores. Para Smith, ein tercambio es la expresién de una tendencia natural del hombre y de esta ma- nera el trabajo, que es individual, se transforma en trabajo social a través el intercambio. Fl intercambio expresa esta relacién natural del hombre con las cosas y del hombre con sf mismo. En el pérrafo de Marx que aca- bamos de citar se advierte que el acto de intercambio demuestra un principio totalmente contrario, que el acto de intereambio reside en una expropiacién de 1a capacidad fundamental del hombre de trabajar que es poseida por el capitalista Es urit couclusién interesantisima soctoldgicamente hablando. Como se indica en el libro de Napoleoni: para Smith, el hecho de nacer como trabajo privado y transformarse en trabajo soéial a partir del intercambio-comstituye el modo natural de formacién de una soeiedad, En esta concepeida-la.sacie- dad metcantil éapitalista era, pa¥a Tod cTasicos, Ja culminacién del desarrollo histérico en el cual la naturaleza del hombre se correspondia con las formas econémicas y sociales del trabajo coatemporaneo. Por el contrario, para Marx la forinacion de la sociedad a través del intercambio de productos obte- nidos de una forma privada no sélo no es un proceso natural sino que es Ia consecuencia dé la pérdida del cardctor originariamente social propio del tra- bajo humano. Es decir, es a través del producto, através de la mercancia, como los productores privados aparecen como parte de la socisdad que produce, y no a partir de la produccién misma, a partir de su asociacién come producto- res de una cosa social. Esta separacién del obrero con relacién a su trabajo es particularmente earacteristica de la relacién entre el obrero y el capitalista, por lo tanto el cambio de Ia fuerza de trabajo implica una enajenacién de la subjetividad del trabajador que no se verifiea en cualqvier otra relacién de cambio. He aqui, una vez més, el trabajo alienado, FI eapitalismo.es,.en sin- tesis, el desarrollo sin limites de esta contradiccién basica entre el carécteF social de la produecién y el cardcter privado de la propiedad de los medios de esa misma produceién, Puede percibirse en consecuencia el enorme alcance que tiene concreta- mente el descubrimiento de lo que se denomina plusvalia y que enseguida desarrollaremos. Marx no descubrié que los obreros son explotados sine-que_. uso en relieve la forma especifica de obit éxptotaeién en el-terreno de. ung comprensién de toda la ley de movimietito y, por lo tanto, de las contradiccio- nes y del cardcter historicamente condiéionads del mode do praduccién capi. talista. La plusvalia surge de la distincin fundamental establecida entre tfabajo'y fuerza de trabajo, Fuerza de trabajo es Ia mereania que el obrero vende al capitalista, su eapacidad de trabajar que se puede medir en deter- minada cantidad de horas en la cual esa fuerza de trabajo se gasta como mercancfa en el cielo produetivo. Bl trabajo como tal no tiene ningrin valor; el a plusvaliay le ley del volor 87 trabajo crea valor. Toda la clave del lucro del capitalismo es que el trabajo, el valor que crea el trabajo en un periodo determinado, ese valor es superior al de la fuerza de trabajo utilizada en ese mismo lapso. El ejemplo més comin es el siguiente: si un hombre trabaja ocho horas podemos suponer que en. cuatro horas reproduce el valor de su propia fuerza de trabajo, pero el valor que crea es el de ocho horas; cuatro va a recibir en el salario para reproducir su fuerza de trabajo y cuatro van a quedar en manos del propietario de la mercancia fuerza de trabajo. Esas cuatro horas son la plusvalia, {te formula del valor (resumen) } valor eread pore rao en Ia produedin capitals divide en ‘a sepunda, romana capital La primera paite s ‘variablé (V); la segunda, plusvalia (P). Pero el valor de una mercancia, como vimos, no es apenas el trabajo directo o vivo que se consumié en producirla, porque esa mercancia contiene también lo que se llama “trabajo previo” —pa- sado, muerto— que proviene del trabajo incorporado en las maquinas, in- sumos de diverso tipo y materias primas, ete., que transfieren valor a la mercancia. Bs lo que se Nema ‘capital constante” (C). Ast queda planteada la juccién capitalista: formula del valor de la mercancia en el modo de prc El nombre de cada elemento que integra el valor no es arbitrario, Esta asociado a su funcién especifica. El capitalista compra con su aplicacién ini- cial dos tipos de mercane‘as sustancialmente distintas: la fuerza de trabajo y todos los restantes medios para producir. Estos tiltimos transfieren en forma constante el valor que tienen a la nueva mercane‘a producids. No crean nue- vo valor. Bl capital variable se lama asf porque el capitalista compra por cuatro horas una mercancia por su valor (fuerza de trabajo), pero esa mer- canefa produce un valor de ocho, en el ejemplo que tomamos aqui. La dife- rencia es la plusvalia. En consecuencia, la distincién entre trabajo y fuerza de trabajo pone en relieve dos aspectos clave de una realidad esencial del modo de produccién capitalista: que todas las mercancias se intercambian como “iguales”, como equivalentes.de valoz y.aue,_al a desigualdad clave, on materia de produccdn de ‘valor, que.se desarrolla ¢ a productive en la fAbrica. PSI el obrero estuviera directamente vinculado a tos medios do produc cidn no necesitaria asalariarse, ofrecer su fuerza de trabajo para combinarla con medios de produecién que le son ajenos. Este es el resultado de un largo proceso histérico en el cual el hombre es separado de sus medios y de sus, condiciones de trabajo, al cual nos referimos al analizar la acumulacién pri-

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