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INTRODUCCION BL PROBLEMA ANTROPOLOGICO 1Qué es el hombre? ;Quiéa soy yo? {Cuil 2s eb sentido de ta existencia humana? Estos y otros interrogantes por el estilo do- minun todo el eampo de la antropologia tilosdiiea. Han side on tadas {as épocas y en todas los niveles de eultura, bajo formas y medidas diversas, los insegarables compaiieros de viaje det hombre. Hoy se plantean con mayor urpencia a la conciencia de todo e! que quiere vivir su existencia de un mode verdaderamente humano. Ex el conjunto de la seflexién filasdlica estos interro- gantes tienden a ocupar el lugar de preeminencia, L. Aejualidad y vegencia det problema A primera vista da la impresidn de que la humanidad en el momento presente de In bistorix esté mts madura para dar una respuesta a estos intercogantes que en los tiempos pasados. En efecto, nunca ha sido tan amplio y tan especializado como hoy el desarrollo de las cieucias del hombre: biologiz, fisiologia, me- dicina, psicologia, sociologia, economia, politica, etc., que in- tentan aclarar Ia enorme complejidad def comporlamiento hu- Haino y proporcionar los instrumentos necesarios y viilizables para regular Ja vida del hombre. Cada uno de estos sectores cien- Uificos organiza un vasto panorama de conovimientas aoncrotes ¥ precisos sobre ef hombre, para los que cuatro 6 cinco aitos de estudios universitacios constituyen apenas tna primera inicin- cida, Ademis, se tiene claramente la isnpresién de que incluso los a Introduecién grandes problemas humanos tienden onda. vez mas a ser coi derados al menos en ia mentalidad de muchas personas como problemas funcionales y operatives que requieren especis listas en cada uno de ios sectores, En concomitancia con la explosiin técnica y cientifica de ta humanicad surge un difuso intercogante sobre el significado hu- mano de esta. gigantesca empresa cultural, Muchos siguen sin dude sofianda en que el progreso cientifies y el progreso téenico realizarin casi autométieamente una existencla mejor. 9 que !s saboracidn cientifica de nuevas estructuras proporeionark 1a clave ditima y definitive para superar todas las miserias del hombre. Por ot parte también aumenta cada dia el ndmero de los yue toman sus distancias respecto a la fe absoluta en las ciencias; estiin conyencidas de que hay en ef hombre ciertos pro~ blemas que jamis podrén comprenderse y menos todavia resol verse a través de unos cambios externos y puramente materiales. Las inmensas posthilidades positivas que fa civilizacidn téenico- industcial ofreee al hombre estén Hlevas de ambigtiedad. Un mun- do dominade Gaicamente por ta ciencia y por ta técnica podria incluso revelarse como inhabitable, y esto no slo desde cl punto de vista diotdgico, sino sohre todo desde el punto de visia cul tural y espiritual, Despugs de dos guerras mundiules y después de los campos de exterminio en donde fueron. suprimides millo- nes de hombres inocentes no es posible mirar el progreso cienti- fico y técnica con ix misma ingenua superticialidad que era carac- stica det siglo pasado. Sobre todo se compruchs que el aumento vertiginoso de los conocimientos tdonicos y analiticos de Ja existencia bumana y el progresivo perderse por entre los laberintos de las especial var acompatados de una reciente incerlidumbre respecto a lo que constituye el ser profundo y diltimo det hombre +, Quizis es- temos asistiendo actuatmente a ia més amplia crisis de identidad que ba atravesado nunca el hombre, crisis en ka que se ponen en discusién o quedan marginados muchos de los fundameatos st de Is existencia, Las palabras que eseribié hace casi medio jax Scheler no parecen huber perdido nada de su actua- En a historia de mis de diez mil aos somos nosotios Ja primera poca cn que et hombre se ha convertido para si mismme radical ¥ Wie versalmcate eq on ser «problematico>: ef hombre ya no sabe o que es CLG. Marcel, Lome probldmstique, Pasis 958, 774, EL pri fema antcapolégico 13 y se da cusnla de gue no lo sabe, Solamenis hacieado tabla raya de todas las tradiciones refcrcntes « este problema, contemphindes coe sunte rigor enetedtoloy! eslrema imuravilla exe ser que se I hombre, se a amenie a unos juiciys debidamente fun- dados» 2 Martin Heidegger, hablando de la antropologia de Kant, hace eco a estas palabras de Scheler: Ninguma epoca tet sebido couguisiar tantos y tan yarlados conaci- micntes sobre el hombre como {x nuestra... Sin embargo, ninguna Epova ha conocido al bombre tan poco como fx nuestee, Et ninguna epoca oF hombre se ha hecho tan problemético como en la nuestra? 3 La misma idea, en términos mis o menas idénticos, es fa que expone Gabriel Marcel cuando toma al hontbre de las ehabolas, desheredade y marginade de la cultura moderna, como modelo del hombre contemporineo gue no sabe ya quién es y para qué existe 4, En cote contexto de pérdida de identidad, de jacectidumbre y desconcierto respecte a Ja imagen del hombre, la rellexion §- fica, critica y sistematica, sobre el ser y sobre el significado josé del_hombre se convierte cn una de las tareas mas urgentes de nuestro tiempo ® \Los intentos de efaboracién de una nueva. ane tropologfa filosdtica son por ello mismo casacteristicos de mu- chos pensadores actuales, Es preciso reeuperar la secular cert del hombre, pensarla de nuevo hasta el fondo y euriqueceria con todas lus nuevas interpretaciones, [En el centro esti ef problema del significado de fa cxistencia; pero ese problema no puede aclararse mids que a la luz del ser mismo del hombres Descubriendo de nue~ ¥o las Vineas fundamentales de su ser y la orientaciin dingmice que permita averiguar su significado ditimo, ef hombre. de hoy estarh nuevamente en disposiciia de situar la gigantesca expansion de fa cultura técnico-cientibca de forma que contribuya a la rea- Jizacién auténtica del hombrey La reflexin antropoldgica siste- indtiva y la ilmminacién de la existencia humana, en este moniente de su historia, constituirin entonces ua yerdadern servicio al hombrey 2. M, Scheler, Piiwrophisehe Wettanschawuny, Boon 1929, 62; Id, Die Stellung des Menschen im Kosmos, Bonn 1928, 3, M, Heidegger, Kaut inal dos Problem der Metaphysik, Frankfurt 1951, 189, 4G. Marcel, SGI oe, its. 4. Jolif, ‘Comprender al hombre, Salamanca 1969, 20, 4 futroduccion vinesis def problema filosdfico det hawbre Los interrogantes sobre fa esencia del hombre y sobre el sig- nificado de su existencia, tanto hoy como en el pasado, no nacen en primer lugar de una curjoxidad cientifica, encaminada a ausnen- Ip del saberg Los problentas antropoligicns s¢ imponea por si mnismos, iframpen en Ja existencia y se plantean por su propio peso, No es en primer lugar el hombre ef que suscita problemas; es elpropio hombre el que se hace prablematice debido a Sa ies ya la condicida ex que vive, La existencia, al hacerse problematica, requiere una respuesta y pbliga a.tomar posiciones. Y esto no se Heva w cabo de forma’ esporddica, para algin que otra privile giado, sino comiumente —al menos ex cierto modo— en ta vide de cada hombre disponible ¥ deseoso de antenticidad © -fLa aunteopologia filoséfica no crea ni inventa los problemas del hombre. Se los encuentra, los reconoce, Jos asume, los examina criticamente.,E intenta, fatigasamente, dar una respuesta que pueda iluminar la problemtatica conereta y existencial. La problemasiea antropoidgica se asoma ala vida concrete de Taaheras muy distintas. Quizis sea posible agrupartas en torne a estos tres temas: admiracién y marayilla, (rustracion y desitu- sidn, experiencia de lo negativo, a) Admiracién y maraville La reflexién sobre las dimensiones fandamentales del hom- bre puede nacer de {a maravilla y de ta admiracién frente al uni verso o frente al hombre y sus creaciones: admiraciéa ante al 6, Ch GC. Hourdin, on el volunsea Qu'estce gue homme, Pacis 1954, 193: «Qué op ef hombre? Cuestidm banal, euestion magnifica, euestiéx, eter nna, Hace millones de afias que los hombres se agitan por 1a superficie del gi0~ bo come hunmizas gor un seadeco del baste, come Mosquitos af tudo de uw extangue; y desde enconces willases y millones de hombres y mujeres se haa Planteado esta famosa euestisn, (0 han hecho ineansablemente, con ta mis: faa anqustig, con Ma arise tasistencia, con el mismo surrimiento, Por qué aacemos a Ma lua del dia? Por gus ammos? LPor qué estamos destinados a dosaparecer? {Por ous nos, deyosames tuivamente?,. Me parece gue i travds de Jos caminas de Ja historia, por encima dela diversidad de pueblos Yy de rags, eace tatesragame del bomubre sobre si mismo es et que domina ¥ se eleva sin tecuua, sin descanso. Todo to que dura, (odo to que une, Tas obras de ante x religiones, iene por objeto ofrecer un talbuceo de Fespuesia a exte taquiesaste, a esta perpeton cuestion”. E! problema autropotdgico 5 coraje que conquista la naturaleza, les montes, los mares (cf. el canto coral de la Antigona de Séiacles), ante el genio artistico que se expresa en. ta nvisiea, en la poesia, en la pintura, en la dan za, en la literatura, en Ja arqnitectura, ete.; admiracion ante el hechizo de la amistad y det amor, de los ojos inocertes de un aio, de una accién noble, del sacrificio de la propia vida por una gran causa, ete. umbién a experiencia celigiosa puede abrir semejanies ho- rizontes de maravilla, Es la experiencia que traduce Jimpiamente el salmo 8: 2Qué cosa es ul hombre para que te acuerdes de él Maravilla, por consiguiente, ante el valor y el misterio que revela on la existencia humana y biisqueda del eentro misters de tamafia grandeza., La admiracién expresa en cierto modo una. uctitud contem- 0 plativa, profuudamente mortificada en la civilizacién industrial, pero aunca extinguida por completo. Esti orientada hacis e re- conocimiento de Ix grandeza y del misterio que hay en el hombre independientemente de Ja obra humana y anterior a ella Aquel fresco de Je capilla sixtina, donde Miguel Angel di- bujé fa ereacién de Adin, es quizs una de las mejores expresi nes artisticas de esta fuente de reflexida antropologica: entre el dedo de Dios y el dedo de Adan esta el centro invisible de todo el cusdro: aquella misteriosa grandeza que hace del hombre un ser humano §, b) Frustracion y desitusiOn La mayor parte de las veces Ja problemiitica antropoldgica no surge ante una contemplacidn serena, Muchos hombres. viven absortos en sus empresas exteriores o en la superficialidad de una vida de masa que se muestra poco inclinada a la reilexién. Sola- mente entran dentro de si en el choque con la realidad, esto es, en Ia experiencia de Ix frustraciéa, del fracaso o de la’ derrots El infortunio, un accidente de trifico, la muerte de los padies de la esposa o de un hijo, la guerra, el genocidio, los campos de concentracisn,., nos arrencen eruelimente de la dispersién par ponernos frente al problema del significado fundamental de i 7. Of. §. Bet ne, Triet 1971, jorin, Der dreidimensionate Mensch in Bibel ind fo 37, of. P. Landsherg, Ey 31960, 7-19, filnrme in die philosophische Anthropol, 16 Introdweeton existencia, «Me convert! para nit mismo en un grave pro- firma Agustin", refirigudose al trauma sufrido con oca- sida. de la muerte de um amigo, El fracaso de nuestros propivs proyecins, la fatiga y Ja durezt del trabajo, el cansancio de vivir, fa impotencia de alanzar uma felicidad verdadera y una pi estable, [a soledad, ef abandono de tantos amigos..., en ana pa- ladra el contraste entre lo que wno es y lo que le gustasfa 0 deberia ser para ser plenamente hombre, san otras tantas experiencias que 08 invitan a reflexionar y a suscitar fos interrogantes de siempre: ;Quiga es el hombre? ZQuign soy yo? Para qué he na- cido? Por qué vivo? ;Por qué se ve amenazido todo amor? Son interrogantes que se imponen, independientemente del credo religioso o metafisico al gue se haya adherido nn Sombre, Se encuentran en las vicjas paginas det libro de Job y aparecen in- cluso ex los eseritos de algunos marxistas, que siempre los han rechazado. Mientras haya hombres que mueraa ~ advierte A. Schaff— 0 sfestan miedo a {a suerte, hombres que pierdan a sus seres quetidos y tevin esta pérdida, o sultan corporal 9 wspicitualmante (y ser esta lo que ocurra mientras hays horubres), no nos contentaremos con conocer clumeoie jos cambios en fas fermtclones seclafes, sin que querte~ ios conmprender fos problemas personales y saber cbme hemos de comportarnos ante ellos 0, ). Lo negative y ef vacio Muchos hombres intentan um planteamiento de la vida en conformidad con una filosofia o ena visidn del mundo y del hombre, —a bien st ven obligados a vivir dentro de las estructu- ras— sin tener en cuenta Jas dimensiones profwndas ¥ personales del hombre, Esto se verifica especialmente en las cuituras indus- tviulizadas y racionalizadas. El hombre vive alienado, como nii- mero en medio de una gran masa. impersonal, que fo explota sin fener en cuenta sus problemas personales. O dien core detras de valores engaflosos, orquestados por unt pérfida publicidad, vividinduse de los verdaderos problemas, Y sucede que todo este Conjunto llega el momento en que no slo wo ofrece ninguna st~ tisfaccidn, sino que se hunde dejando aparecer ef vacio y a nada. 9. Cawfessiones IV, ¢, 4: dFactus ert ipse mihi magus quaestion. 10, A. Schalf, Mark oder Sarire? Versuch einer Philosophie des Mens chen, Wien 1964, 6 Ei problenvs aniropalégteo 7 Afbert Cantus aos ft dudo unc deseripciéa impresionante cuando habla del hombre moderno preso entre los engeanajes de ia vida moderna y supertacionalizada: levantarse, tranvia, trabajo, corner, tranvia, trabajo, lunes, marte: de ‘pronto todo se dorrumba, se revela en toda st erud surdo y el vacio de semejante existencia “, De ali el interrogante fundamental: jvale la pena vivir? Hemos de recordar el texto ya clisico Existe un solo problema filosético verdaderamente serio: el suciute, Juzsar sila vida, merece o no merece ser vivida es responder a la eves tion fundamental deta filosofa, Lo dems, por elempl, si &l mundo tiene tzo8 dimvusiones, si cl espiitu tiene neve 0 doce eategorias, soo cosstiones sectindarias. Son un juego. Antes bay que responder. rune he vista more a un hombre por defender el argument ouiold ign. Gaiiten, a posar de que habia dereubierto una verdad feiportit abjnd do ella ntuy fieiImente apenas vio en peligro su vida. Ea cierto sentido hizo bia, Le vecad es que esta verdad no merecia que avep= ‘ast La hoguera. Es completamenis indiferente cil dle estos dos, Ia tierra o el sol, el que vira alrededor del otra, Se trata de una cuesiion realmente fii. Pero veo por et eoatrario que muchas personas m porque jean que la vida no ws ya disna de see vivida, ¥ parad mnie veo a otros que se hazen miatar por elertas ideas ~o i que Sonstituyen su razén de vivir (lo que se llama una razon pura vivir constituye af mismo Gempo una Spina taeda pare Morieh. PIC auto pienso gue ef sentido de la vida es la eucstion mais urgente Este mismo fendmeno de experiencia del vacio y de la unde frente a una civilizacién dominada dnicamente por la téenica ¥ por el funcionalismo Jo atestiguan otros pensadores como A Schaff y 5. Bloch, El hombre no vive solamente de economia de politica, de tensiones sociales. a experiencia del yacio y de ja hada no es mas que an modo negativo de protesta y de repulsa de wna civilizacida que deberia servic al komibre, gera que to abage en sus aspiraciones mds profundas y ms personales Las tres expresiones a fas que se ha aludido nos permicen comprender por qué brota concretamente la rellexidn sobre el IL. A. Camus, Le mythe de Sizyphe, on Hesnts, Paris 1985, 105: «Re sulta que todus 108 decorados se vienen' abajo, Levantarse, trav horas de oficina o de taller, comida, trarivéa, cuatro horas dé wa euaso, dormir, ¥ el hines-martes-midrcolessjucves-viernes-sdbado.sigmapre al anigmo ritmo, 'siguiendo Licilmente ¢) mismo camino casi siempre. Pero ua dia surge cl par qué y todo vuelve a comenzar en medio de ese sansa tehide de admiracién. cComenzaes, eso es importante. El cansaucin esti al final de los actos de una vida mecinica, pero inaygurt al mismo tiempo el movimiento de la conciencian. (2S. Camus, 0. ¢, 99, w Introdues misterio de ta propia existencia, Ahora hemos de procurac com prender mis a fordo cadles son fas intenciones qué animan a esta reflexidn y la curact jente como antropologia, 3. Rates més profundas del problema antropoliglea La problemética antropoldgica parece estar sostenida sobre todo por ciertas experiencias e instaneias especificas: por una libertad que basca ser ell misma y no puede sustraerse a la pro pit responsabilidad; por las relaciones con las otras person especialmente con las personas queridas; Gaatmente, por ana ne- cesidad itupelente © insoalayable de encontrar wa significado glo- bal a la existencia nmana, a) Libertad que realizar Los interrogantes fundamentales del hombre pasecen nacer del hecho de que ef hombre no existe como un perro 0 como una piedra, sino como sujeto personel, esto es, como alguien que es capaz de decir yo, tl, nosotros, esto es, de reflesionar, de tomar distancias frente a les coads, de dasse ouenta, aunque na plena- inenta, de sti propia coadicién humana, Su existencia no se des plicga ciegamente sogin Jos ritmos de ja naturaleza, del instinto © de las estaciones. Se da cuenta de que vive y de que esti en la imposibilidad de sustraerse de esta tarea de vivir. Por consigulente, ef punto de apoyo de extos interragante antropolégicns no ee tanto ls contemplacién del hombre y del universo como la experiencia de que es preciso vivir y de que hay que hacer algo, sin que por lo demas esié muy claco qué es lo que hay que hacer. E] hombre s¢ ve lejos de ta meta, alienada, 1oda- via no plenamente hombre, en camino hacia le seulizacién de su oxistencia, homo vixtor. Por consiguiente, en el centro se encuentra Ia“éxperiencia de una liberiad que tiene que hacerse plenameate libre y que por esto yecesita ver claro, comprenderse a si misma, su ser y su desting, Podria decirse que la untropologia nace de une hestad inquieta y necesitada, necesariamente responsable de si misma y de su propia existencia, pero al mismo tiempo ansiosn de comprenderse asi misma y de descubric el camino que tiene que recorrer, Libertad inevitable, pero Nbertad incierta, amena- vada en ef mundo y expuesta a fa traicién de si mismo. i problema antropolégico io Bn este nivel los verdaderos interrogantes antropoldgicos no se presenian nunca como problemas objetives © impersonales cuya solucion deja indiferente a la condicién personal del que busca la respuesta. Aun cuando millones de hombres hayan sus citado esos mismos interrogantes y hayan reflexionado Jmente para buscar su solucién, esto no dispensa an: nocesidad de aclatar por euenta propia la pregunta fundamental: 2Quién soy yo? {Qué es lo que signilica ser hombre’ La ceflexisn hecha por los dems, sobre todo la reflexion a aivel de la antropologia filosética, podra ser un estimulo y uns guia, a veces ona gran luz, o bien un engafio que aparta de Ia verde dera comprensién, En cualquier hipdtesis est reflexiin no pode. reemplazar jumis al esfuerzo personal por aclarar Jos problemas dela propia existencia ®, Vivir Ja propia vida como vida khumana> significa vivirla ul menes en cierta medida~- en presencia de estos interrogantes. No mostrar ninguna sensibilidad int por ellos seria seftal de una profunda dlienacidn y de una inmensia falta de autentividad. b) La convivencia eon los demis Aungue sea cada uno personaimente, bajo et impulso de su propia libertad que ya en busca de si misma, el que tiene que sus- citar ef problema antropoldgico, esto no impide que el problema nazca también —y con frecuencia de forma prevalente— de t relaciones con [os demas. Los problemas antropoldgicos tienen un elemento comunitario y social. Nacen especificumente en cl espacio de los vinculos que nos unen con los demas hombees en el mundo: en ef trabajo, en el dolor, en ef gozo del amor y de amistad, en la rauerte del ser querido, en los conilictos que dividen alos hombres y en la esperanza que los une, El mismo sentido de la existencia y la posibilidad de realizar una auténticn libertad parecen depender en amplia. medida de los demas. La frustracida de estas reluciones parece conducir por tanto casi inevitablemente a suscitar el problema del ser y del significado del hombre. La muerte parece sin embargo ocupar un lugar privilegiado cn esta experiencia, La muerte estimulé en otros tiempos la re- flexida antropolégica de los griegos. Y a través de toda la tistocia 13, Ch We La Utrecht 1969, 22.23. en, Nieuwe dadeidting tot de existentiole femur 20 Iniroduccton andes imtercogantes del hombre. La ref xidn renovada sobre ella va acompadada de una aencion m: profunda a los problemas anteopoidgices, como resulta espectfica- mente de la filosofia eideggeriana, En todos los sitios en que Ia muerte de la persona querida es considerada como un problema serio ¥ original, florecea igualmente, con todo su peso dz kamani- dad, fe libertad personal, el amor, ta esperanza, el sentido de la vida. «La muerie observa 8. de Beauvoir— no es nunca un hecho natural; nada de lo que sucede al hombre es nunca natural, ya que su presencia pong al mundo en cyestidny EL marxista A. Schaff se expresa en este mismo seatido: «La muerte es de todos modos el estimuly mis Suerte para reffexionar sobre la vida. La amenaza de la propia muerte, y con mayor frecueacia la muerte de le persona amada» 3st cusiose conexion de nuestro problema mis personal con ef de los demas y el de nuestros vinculos con ellos indica va, en Gierto modo, en qué direccidn habri que sitar ef significado mas profundo del hombre. igue inspirande los ©. Necesidad de un significado global La tercera raix del problema antropoldgico es la necesidad urgente © izreprimible de conferit a 1a existencia un significado litimo y definitivo, En realidad no so trata de wna raiz que sea totaimente distinta de Jas anteriores, sino de una formulaciéa més explicita de ta intencién que éstas contiencn. La pregunta de un significado iiftimo nace de la experiencia personal y comunitaria que se ve enfrentada con el limite de Ja toerte. Frente a ella la angustia existencial busca una libertad definitive, un fundamento eterno de] amer, una razén definitive de usperar, La pregunta antrapolégica nace entonces de la con- frontacién entre una vida humana infinitamente preciosa y st- arada y la muerte que parece destruir Jo que hay de mis bernoso en el uiverso. La pregunta por un significado itltimo y definitive esti también ida al hecho de que cada uno de los hombres se percibe en cierto do a si mismo como una totalidad que vale infinitarsente més la suma de sus actos, de sus virtudes y de sus defectos. Es esta iort tris dowe, Paris 1984, 164, de Beauvoir, Cy IS AL Schall, a. 5 problens ancropakigica 2 totalidad personat ta que da significado a fas diversas acciones y Ja que consignientemente tiene que tener 6n atra parte fas raices de su valider, Todo esto parece flevar a la conviccién de que 1a posibifidud de vivir la libertad y el amor frente a Jos demas, en un mundo radicaknente marcado por la muerte, est determinada por la pre~ sencia de una fercera dimensidn, que supera per todas partes los limites nesttingidos de Ja existencia personal ¢ histdrica, ¥ enton- cos se Mega generalmente a un interrogante explicitameate mel fisico y religioso. La pregunta por el significado wltima del horabre esti vinculada inseparablemente 2 1a intencida-tiiatatisien Beneral que se manifesta como necesidad de aclarar y de toiTEnder et fundamento del ser y el puesto det honvbre en’el universo. 4. Qué es ta axtrapologia filosdfiea? Asi pues, se puede lamar «antrapologia filoséfivan a toda intento de asumir la problemitica especifica del hombre, tal como fa hemos descrito en las paginas enteriores, Se trata de intentos que pretenden aclurar, segin una reflexide motdien filosdiiea, ef gran interrogante que el hombre se plates a sf mismo: jqué significa «ser hombre»? En otras palabras, fa actropologia filo- séfica es la disciplina que toma al hombre como objeto de su in~ vostigacién, en ef intento de aclarar y de establever en cierto, node au ser, esto es, las aypectos fundamentales de su esencia o natiira- feza. Podria decirse también que ig, xatzopologia flosdtica (0 fila- sofia de) hombre) estudia al hombre desde eb punto de vista det hombre, para eauncinr on qué consiste ef misterig del «er hom- ‘bre 16, CF. O. Marquacd, Zur Geschichte cies philosuphiselien Repriffs «A strepoleglen seit dean Ende des (8, dabrit, ca Collegium philosophiciw, Bests- ehrift J. Ritter, Basol-Stuttgare 1965, 209-239; le, Antheopotogie, en J. Ritter, Hustorlsebes Worcerbuck der Phiterophie, I, Basel (STL, 962374, 17. Cf. E. Cocsth, Was ist philosophisehe Anthropologie?: Zeitscheitt fos katholfsche Theotagie'91 1969, 252.273. Partienda del ‘ecko de que logo hombre, antes de flasofar, comprende ya en cierto mody, al menes impli cilamente, fa que es «ser Hombres, Corcth detine ast kt earea do la anicopo~ fogia Giaséfica: «in der Autdsckung der ontologicher Wesseastrukiur des Menseben Jiegi avar div tetate und efgenilichtste Aefgabe einer philosophis- chen Anihropolouic. Darin erfilnt sie aber auch iltre wesenuersisse Gren deren sie sich sach-und sprachkritisch besveest Belben muss» {p. 267) Ch. también H. Plessner, Antiropodigie pailarophigue, en Le phifesoniic au miléet du vingtivma sidefe Ik, Ficenee 1958, 85-90; St.’ Bretun, Le probie Introduecidn En este sentide Ja antropologia filosdfica se distingue fiunda- mentatmente de las diversas ciencias humanas. Ea efecto, las cien- jas examinan al hombre sobre todo como Kodjetor (aunque sin confundirlo con tas cosas); to estudien ademas desde puntos de vista celativas 0 jales: psicoldgico (comportamiento), bio- légico, fisioldgice, politico, econémico, etc, La antropobngia fi. fica, @ diferencia de las dems disciplinas que Uevan el nom- bre de «antropologian #4, estudix al hombre como sujeto per- sonal y en su globalidad. Esto no significa que la antropologia Slosdtica sea una especie de sintesis de tos resultados de las diversas ciencias del hombre. “Estudio global» significa mas bien que el hombre se presenta como unidad original, de la que todos en cierto moda tienen con- ciencia y que se expresa precisamente en el interrogante: 4Quién soy yo? Qué signilica «ser hombre» ? _, No se trata indudablemente de descubrir o de fabsiear wna formula o definicién en In que se eneuentee enteramente encerrado ¥ prisionero el misterio del hombre. «Definir» al hombre squi- valdria en el fondo a situarlo en el conjuato de os seres & ihumi- nar su misterio a partir de lus diversas esferas 0 totalidades a las gue pertenece (materia, vide biolégica, instintos animales, cul- tra, ete.). Pues bien, en este sentido es absolutamente problen’- tico que sea «detiniblen e) hombre. La problematica a Ia que se ha aludido anteriormente sugiere precisamente que st misterio no se puede aferrar integralmente a través del anilisis de las totalidades a las que pertenece. La intencidn general que caracteriza a la. antropologia filosé- fica es susceptible de milliples consideraciones, como resulta de la historia de ia reffexién humana en este terreno, En plan de me avtrel de Panthropatoy 1963215240, 15, “Ei término antropologla sirve para indicar diversas clencias. Con frecuencia se refiere a la antropotagia fisica (r2zas y origenes). Mas ordinatia mente se uplica a la antropotoyia eulnval (eswwsio de las enlturas, de sts es ‘eucloras y defazrollo). También empieza a hablarse de antropologia. en. ct ventido de ciencias aniropoldgieas o cienctas det hombre (todas las ciencias ue se sefleren al hombre), dntropolagia fileséfiea 0 flosotia del hombre in ties el sector de la reflexion filosofica qué se ocups especiaimente dsl hombres 9. CHW, Brining, Piilasontiscke Anthropologie, Historische Voraus- etzungen und gegeawartiger Stand, Stuitgact 1960; 1. Groethuysen, Antro~ olosia Sitasofiva, Napoli 196); 3, Sshoeps, Wast it der Mensch? Philosa- sche Anchropologie als Geistesgeschichte der nevesten Zeit, Gottingen 1960; 1. Landmann, Philosophische -turiropolopie, Menschliche. Sellstieutumg. teschichte tind Gekenwart, Berlin 21964; M. Landmann (ed.), De hove ‘er Mensch im Spiegel sefnes Gedankens, Freibarg-Midnehien. (062. iz thomiste: Revue philosophique de Louvain. 61 El problema unteapolégico : esquema podriamos quizis reducir las antropatogias a gos con Sideraciones diversas, debidamente puntualizadas por J. de Fe punce . El primer tipo de antropologia tiene como punto de apoyo el tema del animal rationale, Considera al hombre sobre tode como un ser objetivo perteneciente al mundo de la materia y de f naturaleza, emergicndo de ella mediante su racionalidad. Las antropologias de este tipo intentan comprender el mistcrio del Jiémbre partiendo de la vida biolégica. Toman las categorias det mondo natural ¥ procuran utitizarlas para explicar no solamente os diversos «cstratos» del ser humano, sino incluso su éltimo misterio. Formas tipicas de esta concep poldgica son, por ejemplo, lx psicologia de Aristételes, la filosofia de Teilhard de Chardin y la antropologia de A, Gehlen, La visidn antropoligica de Ariststeles esti dominada por la categoria «vida» o apsyehen. La vida del homore es una variedad de esa grau realidad que es la vida, y hay qu2 explicacts con Sas categorias generales que sitven para explicar la vida. Esta visi6n. aunque se apoya en realidades empiricas y coneretas, accesibles al estudio cientifico, tiene el inconveniente de no pader captar si ficientemente et misterio de I persona; corre 21 peligro de dividir AU iombre en una pirdmide de estratas superpnestos sin verdaders unidad entre ellos ‘La antropologia de Teilhard corrige muchos de los incogve- nienies del planteamiento tradicional, recucriendo a una catego- rfa «dinémicay de vida evolutiva. Pero también. aqui fa categoria ‘eviday resulta estrecha para captar todo el misterio de la libertad y de la esperanza que caracterizan a la existencia humana ‘A. Geblen intenta comprender Ia existencia humana a partir del dinamismo animal que no esta especificado en. el hombre y que se traduce por tanto en aprendizaje y cultura 20. Cf, J. de Finance, Animal ratsonnable, esprit inca! Studia hodieraae antheopologiae I (Acta VIL Congr. thom. int.), Roms 197, 5272. 21, CES, Strasser, Le point de départ on psychologic métaphisique: Revue ue de Louvain 48 (1950) 210-238. En todos los estudios sobre Teilhard se encientran también alusio- nes a su antropologia. En particular, S, Gosetonyi, Der Mensel wt Evolution. ‘Teilbard de Chardias, philosephisebe Arthropologic, Mn 1908; P. Smulders, La visin de Teithard de Chardin, Bilbao 1962. Sobes la insuficieneia de la categoria «evolucion» para explicar el misterio del homie, ef ALG. M. clsen, Evolutie em wifsbegeerte, Utrecht 1964, 113. 33, A. Gehlen, Der Mvnsch. Seine Natur und seine Stelluog in der Welt, Frankluer, 81966, 33 s. 24 Introduceton El segundo tipo de antropologia filossfiea podria calificarse como amropotogia del espirite encartada, EI hombre ¢8 conside: rado ante tedo conta suje que toma conciencia de si mismo en el encuentro con los demas y con ef mundo de Ja natt- valeza, La reflexin sobre la condicién fundamental del ‘embre hace descubrir jas raices corporales y encarnadas de la existencia, Podrian proponerse, tres formas tipicas en las que se ha ac- tuado esta _antropologia, Esté en primer Ingar ta visién antropo- logica de (sitito Toms de Aguina# que acentiia intensamente et espiritu epearn ‘el espiritu humano es un espirittt de prado inferior que necesita apoyarse en un cuerpo pare ejercitar y rea~ liza sus propias virtualidades. Una segunda forme tipica es ta fenomenosogia existencial *, que surgié como reaccién en contra de Ia unilateratidad del racionalismo y del empirismo; esta pola rizada en fa idea de le «existencia» 0 ser-en-cl-mundo-R-través-de- wn-cuerpa. La tercera fornia de antropologia encarnada esti s0- ‘bre todo presente en el personalisme y en la lilosofia intersujetiva © filosofia dialogal ®; Ia encarnacién no se ve en primer Itigar como estar junto a fas cosas, sino como estar junto a los demas hombres ene! mundo, con apertura af misterio trascendente del hombre. stos dos tipos de antropologia. tiene cada uno sus propias posibilidades y sus propios limites. Resultan complementarios entre sf. En tas paginas de este libro se ha hecho una opcién en favor del segundo, con una acentuacién especial de la dimensién de asignificadon o «sentido» de la existencia homana. La misma Problemiitiea ba hecho ver que la pregunta 2Qué es el hombre’ es en realidad inseparable de fa pregunta ,Cudl es cl significado de la existencia? ,Qué es lo que hay que realizar on Ia existencia? 5. El problema del método La misma indole de [a existencia humana, tal como Ia estucia remos en lag paginas siguientes, resulta determinante para el am todo que habri que seguir en la antropalogia filosdtica, Un ser encamado que debe expresar y realizar su propia realidad humana 24. CEN. Luyten, Ordo rerum, Freiborg 1969, 274 Vanni Ro- Miropolagia filosofica di san Tammmasy d'Aquinn Milano 2196S, 25. Ch W. Luiipen, Een nieuwe inleiding tot de existentiéte fenomense lingie, Ulecehe 1965, 88-89, 26, Para In bibliografia, ef, et primer capitulo, 61 problema antropoliigico a través de multiples actos temporales y especiaies no podra 10 ner munca wia visién directa ¢ immediata del propio’ misterio. Por eso ef método que sigamos tendré que ser un métode reflexive, que vuelve sobre fa miuftipticidad de las expresiones para captar las dimensiones fundamentales del hombre, Este imé- todo puede Ihwnarse también «interpretativon 0 ¢hecmentuticon. En efecto, s¢ trata de hacer una lectura de le existeseia humana, para captar st significado fundamental. No es posible vaciar Ia conciencia de todo ef bagaje de experiencias y de conocimientos que contiene. Antes de empezar a hacer una reflexidn filosdfica. el hombre vive ya desde hace mucho tiempo y ha teflexionade sobre su propia ‘existencia. La filosofia no puede climinar estos conocimientas: Se trate, pucs, de ordenar, de verilicar, de ex minar criticamente y de encontrar una imagen coherente de i existencia humane. uciio de mya statropologia deduc artir del «cogito, ergo sum», como querlan practivarfa fos istas, ha sido definitivamente superado, Para comprender Ja propia existencia no se puede dejar de vivir y de trabajar. Una Iectura critica e interpretativa ex wna tarea dificil. Se en- forma. en su aspecto global es indispensable tener ¢! cono- cimiento de las diversas estructaras y expresiones del honibre. Por otra paste, el significado exacto de las diversas expresiones ho se capta mas que a la luz de la existencia persanal en su dimen- sién global, Pasa fo mismo que con las palabras, que tienen que ser conocidas para comprender el sentido ds wna frase, mientras que por otra parte el sentido de las palabras no puede wunea es tablecerse exaclamente mis que dentro del contexto de la frase. E} significado global de ta frase es necesario para comprender Jos significados de cada une de fas palabras También en este sentido el presente volumen lia hecho waa opeisn escogiendo Je investigacién de Jas dimensiones funda- uentales, Se presupone por consiguiente que muchos tienen ya un conocimiento suficiente de cada una de las expresiones hu manas para poder seguir las reflexiones debre las dimensiones fundamentales y generates que caracterizan a la existencia humans Como es ldgico, no nos olvidaremns de aludic a cada una de las manifestaciones de la existencia, pero siempre en funcién de I interpretacin general y global,

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