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La Moneda Negra

El frio rondaba en la pequeña aldea de Hilmeth, sus habitantes se encontraban


desconcertados por tan horripilante acto, los murmullos azotaban las calles y
el llanto armonizaba los sonidos de la noche. Era algo sobrenatural ninguna
bestia conocida era capaz de hacer tal cosa, decía el sacerdote Luwhit,
mientras que el oficial Nathien trataba de alejar a las personas. La
desgarradora escena que tenia al pueblo desvelado y atónito era la muerte del
pequeño Craw, cuya piel yacía junto a su cuerpo colgada de un Olmo que se
encontraba a la salida del pueblo.

Las personas atemorizadas y tristes se retiraron a su casa dejando que Luwhit


y Nathien se encargaran del cuerpo, puesto que Craw era un pequeño sin
familia, sus padres habían desaparecido hacia ya más de 5 años y nuca se supo
que fue de ellos, el sacerdote trataba de sacar una conclusión de la escena pera
le era imposible, en sus estudios nunca había escuchado nada semejante a eso,
mientras que el oficial trataba de recordar los peores crímenes atroz que había
visto o escuchado pero ninguno se le parecía a este, era como si el infierno
hubiese pasado sobre Craw dijo Luwhit, mientras soltaba un suspiro frio y
triste.

El levantamiento del cadáver y su piel fue hecho, lo llevaron al forense del


pueblo quien lo preparo para el entierro. Al día siguiente muy temprano se
llevo a cabo la ceremonia, todo el pueblo estuvo allí dándole el ultimo adiós a
tan inocente criatura, pero los murmullos y conjeturas continuaban agobiando
a los habitantes del pueblo, todos quería encontrar el culpable del horrendo
crimen. La ceremonia termino y todos regresaron a su casa.
Los días pasaron y las cosas continuaron normalmente en Hilmeth, algo que
no era de extrañar en este pueblo, las cosas pasas lenta y duramente pero las
olvidan rápidamente. Pero esta vez alguien no quiso olvidar, Joshuet el
bibliotecario había estado leyendo y buscando en los libros que tenia la
biblioteca y había encontrado algo particular, hacia mucho tiempo atrás el
pueblo había enfrentado un situación semejante, la hija del abuelo del actual
oficial del pueblo había padecido algo similar por no decir igual a lo de Crew,
y los mas extraño de todo era que el día y mes en que murió la niña eran los
mismo en que murió el niño, después de 75 años se volvió a presentar un
situación tan extraña y al parecer sin ningún tipo de conexión. Esa noche
Joshuet llego a su casa agobiado por la intriga y le conto a su esposa, la cual se
sorprendió un poco, pero al final le dijo que se quedara tranquilo que las
casualidades existen. Esa noche su sueño fue perturbado por el centenar de
preguntas que invadían su cerebro evitando pegar los ojos. A la mañana
siguiente Joshuet se dirigió ala estación de policía a hablar con Nathien era
muy temprano y pocas personas rondaban las calles del pueblo, el frio era
intensa puesto que la llegada del invierno estaba cerca, en la estación la cual
era una casa adaptada para mantener personas apresadas si se llegaba a dar el
caso era casi vieja como el pueblo mismo y tamaño en bastante grande, dentro
de ella se sentía un frio que te congelaba el corazón y cerebro, te hacia sentir
atontado y sin ganas de hacer nada, era como si la mismísima muerte estuviese
reposando allí, Jos subió las escaleras cubriéndose mas que cuando estaba
fuera y llego hasta la oficina de Nathien. Este lo recibió agradablemente y le
ofreció café mezclado con un poco de Vodka muy bueno para el frio, Jos le
conto a Nathien lo que sabia y este se noto un poco incomodo con lo que le
decían, llego a pensar que tanto tiempo en la biblioteca había vuelto loco a
Joshuet, pero después y a medida que Jos hablaba sus mente se iba abriendo y
los recuerdo comenzaban a fluir como el agua por un rio lleno de rocas lenta y
toscamente, pero después se fueron haciendo mas fluidos y lo recordó todo, su
padre antes de morir le había contado que hacia muchos años su abuelo había
vendido al pueblo a un sujeto que venia de Oriente y este pensaba construir
una fabrica en el sacando a todos los habitantes de la tierra, pero después de
saber esto se arrepintió y lo ofreció de volverle el dinero al sujeto y un poco
mas por romper el pacto, pero eso sujeto no acepto, lo dijo que en realidad no
quería la tierra y que se la devolvería solo con una condición que le diera un
niño del pueblo cada determinado tiempo en ese momento en el pueblo no
había niños y mi abuelo acepto, el hombre se fue y mi abuelo no volvió a
saber mas de el sino hasta cuando desapareció Matilda hace como 75 años
como tu bien sabes, Nathien se levanto de su silla y se paro en la ventana con
la mirada perdida en el horizonte, y prosiguió contando lo que recordaba, un
año después de la muerte de Matilda el sujeto llego donde mi abuelo y le
entrego una moneda de una extraña piedra negra y se fue, nunca supo para que
servía o que era, aun la tienes?, pregunto Jos, - no, al ultimo que se la vi fue a
mi tío Luwhit, aun no entiendo como había olvidado eso. La conversación
continuo y Jos se adentro mas en el caso, se sentía como esos detectives de
novelas de misterio que tanto había leído, así que su siguiente paso era el
sacerdote, por lo que le pidió a Nathien que lo acompañara.

Al llegar a la capilla, esta estaba vacía y abierta, preocupados entraron


apresuradamente, pero adentro no había nada ni nadie, buscaron por todos
lados pero no había rastro de Luwhit, pero si había algo raro en ese lugar había
un olor concentrado como a carne muerta hacia ya mucho tiempo y era como
si caminara por tu piel hasta meterse por tus fosas nasales, ambos salieron de
ahí nauseabundos, pero preocupados por el sacerdote, fueron al templo y
tampoco estaba allí solo unos pocos fieles esperando la misa matutina y que se
encontraban marcados por la desesperación pues a esta hora ya estaban en su
casa.

Jos y Nathien emprendieron la búsqueda del sacerdote pero no la hallaban por


ningún lado, fueron de casa en casa y nadie sabia nada de el, esto es muy
extraño dijo Jos, mientras que Nathien miraba desesperadamente para todos
lados como buscando sin ninguna orientación, inquietado por el fétido olor Jos
decidió regresar a la capilla y buscar mas minuciosamente, buscando y
moviendo las cosas de su lugar, encontró una trampilla instalada en el piso, la
abrió y el olor se disemino en su máximo esplendor por aquella pequeña
habitación, salió de allí regurgitando lo comido hace meses atrás y fue en
busca de Nathien. Ambos regresaron al lugar evitando que la gente se
enterara de los acontecido, cubrieron sus rostros y bajaron por la trampilla,
esta conducía a un pasillo angosto, cuyas paredes estaban talladas con cráneo
y piel de animales, el olor era insoportable y el frio les entumecía las
articulaciones haciéndole mas difícil transitar por ese pasillo, el camino fue un
tanto largo, pero llegaron a una pequeña cúpula tallada en roca negra, en el
centro habían dos cuerpos totalmente descompuestos de los cuales brotaban
piedras similares a las de la pared, en el fondo sentado en una silla estaba
Luwhit casi que imperceptible por la oscuridad del lugar, se acercaron a el y
su cuerpo estaba cubierto por aquella roca negra, lo único que podía mover
eran sus ojos en los cuales se notaba el sufrimiento y el dolor, Jos vio que en
su mano derecha tenia la moneda de la que le había hablado Nathien, la cual
parecía hacer parte de sus dedos, que demonios es esto? Grito Nathien
colocándose las manos en la cabeza, al decir esto, la moneda emano un brillo
pálido y las demás rocas también lo hicieron, los ajos de ambos se apagaron y
sus cuerpos se desvanecieron como el polvo en el agua.

Frente a su casa días después Nathien se encontraba observando a las personas


del pueblo de la forma mas tranquila y calmada que un ser humano puede
poseer, mientras que Joshuet seguía acomodando y limpiando los libros de la
biblioteca a la que pocas personas iban a leer, todo fue tranquilidad y paz en
Hilmeth donde nunca pasaba nada…

Libardo Caraballo Blanco (2010)

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