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(The Cottage)
Gerri Hill
Traducción Libre
By El TEAM LGM
Reseña
El marido de Jill todavía vive y respira la vida de entrenador, una vida que le deja
poco tiempo para Jill. Dejándola cada vez más por su cuenta, Jill se descubre a sí
misma buscando ese algo indefinible que ha estado ausente durante toda su vida.
La Cabaña es la historia de dos mujeres atraídas por una fuerza más fuerte que
sus matrimonios, más fuerte que ellas mismas. La historia de Jill y Carrie. Dos
mujeres. Un amor
Capítulo 1
Secó las lágrimas de sus ojos, diciéndose a sí misma una y otra vez que se
trataba de un servicio conmemorativo. Realmente no estaban enterrándola. En
realidad no. Pero los sollozos vinieron nuevamente y tropezó, buscó sostenerse
con una mano para mantener el equilibrio y con la otra cubrió su boca mientras
trataba de mantener sus emociones bajo control.
Jill volteó, sobresaltada. No había visto a nadie más. Los otros de la familia
estaban en la tumba. Se quedó mirando a la mujer de edad avanzada,
avergonzada por su falta de control. Negó con su cabeza lentamente y luego
buscó en su bolso otra toallita.
Jill aclaró su garganta, su voz ronca por el llanto "Discúlpeme. Pero ¿qué?"
"No conozco a la familia. Rara vez iban a la iglesia" dijo la mujer con un toque de
desaprobación en su voz "Pero mi sobrina trabaja en una de sus tiendas"
"Ya veo" Jill secó sus ojos, maldiciéndose a sí misma por haber venido. Sabía que
no serviría de nada. Ya se habían despedido. Pero no, tenía que venir. Quería
verlos. Y eso sólo sirvió para acentuar su quebrantamiento. Un quebrantamiento
en frente de una perfecta desconocida.
"Vengo a visitar a mi Eddie casi todos los días. Él se fue hace tres años"
"Oh, sí. 63 años. Mucho tiempo de estar con alguien. Mucho tiempo de amar a
alguien. Las personas no se dan cuenta del enorme vacío que queda en la vida de
uno después de una muerte. Oh, las personas dicen: sé cómo se siente, pero en
realidad no lo saben. No, a menos que también hayan perdido a alguien"
Jill estuvo a punto de declinar. No le había contado a nadie sobre ella. Sobre ellas.
Sobre sus vidas. Pero la piel de la anciana se arrugaba mientras sonreía, sus ojos
marrones eran cálidos y acogedores.
Jill suspiró y aclaró su garganta "El funeral era privado. Solamente la familia. El
servicio aquí afuera también era muy privado"
Jill sonrió con tristeza, asintiendo con la cabeza "Sí. Ella fue...ella fue incinerada"
Jill hizo un gesto con su mano "¿Quién hace un servicio en el cementerio cuando
ni siquiera van a enterrarla?"
La mujer se encogió de hombros "Supongo que van a poner una lápida, darle a
sus hijos un lugar a donde ir" la mujer dio unas palmaditas al banco nuevamente
"Ven y siéntate. Mi nombre es Beatrice. Mi Eddie siempre me llamaba Bea"
"Nunca entendí los funerales privados. Quiero decir, siempre hay alguien más
además de la familia que quiere decir adiós. Como tú, por ejemplo"
"Ellos no sabían que yo existía. Aún no lo saben. Pero la amaba tanto…" susurró
Jill "…y ella me amaba a mí"
"No entiendo"
Jill tragó saliva y aclaró su garganta nuevamente "Nos conocimos por casualidad
hace menos de un año" Jill volteó y miró a Bea "¿Cree en las almas gemelas?"
Capítulo 2
Hace un año….
Pero el parque ahora estaba a salvo. Sin importar cuánto creciera la ciudad y
parecía que se estaba haciendo más grande cada año, esta tierra estaría aquí, sin
ser perturbada.
Entonces la vio. La pintora. La mujer había estado aquí, todos los días, durante
las últimas dos semanas. Hoy estaba más cerca, parada al borde de los árboles,
mirando el lago. Esta vez no tenía un caballete, sólo un gran bloc de dibujo.
Mientras Jill le miraba, la mujer se recostaba contra el árbol, su cabeza inclinada
hacia un lado mientras estudiaba el lago.
Jill se preguntaba quién era y de dónde era. Su cabello castaño cenizo insinuaba
su edad, eso y los anteojos (gafas) de lectura que a veces estaban situados en la
parte superior de su cabeza. Pero su cuerpo esbelto y grácil contradecía esos
signos de ser una mujer mayor. Jill le miraba cautivada mientras su mano se
movía a través del papel. Sentía un impulso casi irresistible de acercarse más,
sólo para ver lo que la mujer estaba dibujando. Probablemente era el lago, pero
aun así, Jill tenía que ver.
"Hola"
Jill jadeó y levantó su mirada encontrándose nuevamente con sus ojos azules
celeste "Soy...soy yo. Algo así"
La mujer se echó a reír "Sí, algo así. Te he visto en ese mismo banco durante
días. Pensé en tratar de hacer un boceto de memoria. Realmente no quería
sentarme y mirarte fijamente. Eso asusta a algunas personas"
Jill también rió y le pasó el bloc "Y yo que pensaba que te estaba observando en
secreto"
"No, generalmente las personas sienten curiosidad cuando ven a alguien pintando
en público. O haciendo bocetos, como es el caso de hoy" la mujer le tendió la
mano "Soy Carrie Howell, por cierto"
Jill tomó su mano, notando lo fuerte que eran los delgados dedos que envolvían
los suyos "Jill. Jill Richardson"
Jill asintió "Casi todos los días. Cuando el tiempo está bien"
"¿Hora de almuerzo?"
"Sí, de una a dos"
"Bueno, es un bonito pasatiempo. Debe ser relajante" Jill hizo un gesto hacia su
banca del parque "Pero estoy recortando tu tiempo. Dejaré que regreses a lo tuyo"
"Tal vez soy yo quien está recortando tu tiempo" dijo Carrie con una risa "Fue un
placer conocerte, Jill. Gracias por ser el tema de mi boceto"
"Cuando quieras"
Jill rodó sus ojos, preguntándose por qué había permitido eso en primer lugar.
Pero la verdad era que se había enamorado de la casa de dos pisos, los grandes
árboles, el enorme patio y el vecindario tranquilo. Así que pareció una bendición
cuando ellos ofrecieron el pago de la inicial. Simplemente no tenía ni idea de que
estarían tan involucrados en sus vidas como lo habían estado.
"¿Por qué no le pediste a tu abuela que te llevara?" preguntó Jill mientras abría la
nevera y sacaba una botella de agua, preguntándose distraídamente que
prepararía para la cena de esta noche.
"La abuela siempre tiene que estar llevándome ¿Por qué no me llevas tú?"
"Trabajo hasta las 5 todos los días Angie, lo sabes. Si tienes que estar en algún
lugar antes de esa hora, pídeselo a tu abuela. De todos modos estás en su casa
después de la escuela"
Jill cerró sus ojos por un momento. Al parecer, su suegra estaba en uno de sus
estados de ánimo. Era en esas ocasiones cuando sermoneaba a Angie de lo
terrible que era que Jill ya no enseñara en la escuela, lo terrible que era que
tuviese que trabajar hasta las 5, bien pasada la hora en la que su única hija estaba
en casa después de la escuela. Pero Jill no discutiría con su hija de catorce años
"Está bien, vamos" dijo ella.
"¿Ir a dónde?"
Jill miró como su hija salía de la cocina con el mismo arrebato con el que había
entrado. Cuatro años más de secundaria. Se preguntaba si podría alquilarle un
lugar hasta que se graduara.
"Probablemente no"
Había estado en ese estado de ánimo los últimos seis meses, desde que había
empezado la secundaria. Era como si alguien hubiese accionado un interruptor.
Su hija feliz y despreocupada se había convertido en una perra del infierno. Y
sabía que su suegra sólo le azuzaba, puntualizando todos los fallos de Jill como
madre. Uno de ellos era el hecho de que había dejado el trabajo de enseñanza
años atrás, un trabajo que le habría dado la oportunidad de pasar tiempo de
calidad cada verano con su hija. La verdad era que Jill había dejado la enseñanza
ya que no podía soportar estar alrededor de los adolescentes cuando sus
hormonas hacían estragos con sus personalidades. Temía que nunca hubiese
querido tener hijos propios, después de pasar sus días con ellos. Así que, solo
después de cuatro años, renunció. Poco tiempo después, encontró un trabajo
como gerente de oficina en construcciones Tutt y desde entonces había estado
con ellos. Cuando el viejo Tutt entregó el negocio a su hijo ocho años atrás,
repentinamente Jill se encontró con un buen aumento de sueldo y un nuevo
asistente. Al parecer Johnny conocía su potencial y todo lo que había hecho,
aunque su padre le había tratado y le había pagado como a una secretaria novata.
Jill llevaba las cuentas organizadas, mantenía a todos programados y manejaba
toda la publicidad.
Y ahora que tenía un asistente, era un trabajo que dejaba a las 5 cada día,
relativamente libre de estrés y rara vez pensaba en él hasta que llegaba a las ocho
de la mañana del día siguiente. No, ahora el estrés era una hija adolescente cuyas
hormonas le habían atacado desde adentro y tenía el inmenso placer de
enloquecer a su madre.
Pasará. Las palabras que Craig había usado la otra noche. El problema era que
Craig apenas estaba en casa por lo que no notaba el cambio de Angie. A
diferencia de Jill, Craig amaba la enseñanza en la secundaria. Le mantenía joven,
había dicho. También lo mantenía alejado de casa. Fútbol en el otoño, baloncesto
en el invierno, béisbol en primavera, Craig los entrenaba a todos. Y en los
veranos, jugaba en no menos de tres equipos de softbol.
Lo que era una mierda, por supuesto. Craig no esperaba que ella fuera a los
juegos sólo para ver al entrenador. Era ridículo. Sin embargo, él quería que ella
asistiera a sus juegos de softbol en el verano. Y lo hacía en algunas ocasiones.
Conocía a la mayoría de las otras esposas y se llevaba bien con ellas. Pero era de
antaño, sentarse durante horas, viendo a un montón de hombres adultos actuando
como adolescentes, cada uno tratando de superar al otro y exhibiendo su destreza
en el softbol.
Pero ahora durante el almuerzo, su puerta estaba abierta de par en par ante la
remota posibilidad de que un cliente pudiese venir mientras Harriet estaba fuera.
Su negocio todavía era relativamente pequeño, pero había crecido
considerablemente desde que Johnny se había hecho cargo. Él era más práctico
que su padre, superándolos en la oficina cada mañana, luego salía a las 9 a
comprobar los diversos equipos de construcción que tenían en el campo. Mientras
su padre dirigía la oficina y descansaba en su equipo de trabajo para ejecutar la
construcción final de las cosas, Johnny permitía que Jill dirigiera la oficina mientras
él se encargaba de los equipos de trabajo. Se había producido un cambio rentable
en el negocio. Un cambio que los mantenía ocupados de 8 a 5.
Pero ahora Jill se descubría a sí misma mirando el reloj, deseando que llegara la
1:00. Estaba ansiosa por su propia hora de almuerzo, ansiosa por ir al parque. Por
alguna razón, no podía sacar a Carrie Howell de su mente. Incluso esta mañana,
después que Angie había lanzado un ataque sobre Jill por no ser capaz de llevarla
a la práctica de la banda a las cuatro, anhelaba la hora tranquila cuando podía
escapar al parque. Dios no permitiera que Angie permaneciera alrededor de la
escuela durante 45 minutos, hasta que comenzara la práctica.
"Mamá, eso es para los perdedores. Los que no tienen quien los lleve"
"Bueno, parece que hoy serás una perdedora. A menos que tu abuela te lleve"
"Por supuesto, que recaigan tus deberes de madre en la abuela" dijo con
sarcasmo.
"No puedo esperar hasta ser lo suficientemente mayor como para conducir.
Entonces no tendré que depender de ti nunca más" escupió ella.
"Tu abuela te comprará el coche ¿cierto?"
Las lágrimas brotaron de inmediato "¡No voy a conducir ese pedazo de mierda!
Voy a ser el hazmerreír de la secundaria" salió corriendo y gritando de la
habitación y Jill frotó sus sienes, deseando una vez más que Craig estuviese allí
para que fuese testigo de uno de sus pequeños ataques.
Volvió a mirar su reloj, observando como las manillas se movían hacia las 12:30,
sabiendo que no realizaría absolutamente ningún trabajo mientras escuchaba el
tic-tac del reloj.
Jill se echó a reír "Si…una cita con una banca del parque"
Sí, hoy estaba apurada y la mañana había sido interminable. Y la expectación que
había estado sintiendo todo el día aumentó diez veces mientras se acercaba al
parque. No se detuvo para preguntarse por qué estaba tan apurada por llegar al
parque, tan apurada para ver si Carrie Howell estaba allí. Una vez más, esa
sensación que de alguna manera había estado controlando, siendo guiada al
parque, se apoderó de ella y sabía que sería inútil tratar de oponerse a ella. No
quería oponerse a ella.
Entonces, como si sintiera sus ojos sobre ella, Carrie se volteó y le miró
directamente a los ojos. Jill dejó de masticar, con la garganta apretada mientras
imaginaba esos ojos azules celeste mirándola. Carrie levantó una mano en señal
de saludo y Jill hizo lo mismo. No fue hasta que Carrie se volteó, que Jill fue capaz
de tragar nuevamente.
"No. Tizas de colores. Normalmente uso mi cuaderno de dibujo, pero tuve una
inspiración para una imagen más grande. Quería capturar los árboles y el lago, tal
vez añadir un pato o dos en el primer plano. Si resulta bien con la tiza de color,
entonces, haré la escena con acuarelas" entonces abrió su cuaderno y le entregó
a Jill un papel "Toma. Pensé que te gustaría tener esto"
Jill agarró el papel, notando el boceto que había visto ayer, el boceto de ella en la
banca del parque. Carrie había añadido características a su rostro, haciendo obvio
que era ella, no sólo una mujer sin rostro en el parque. Era hermoso.
"Gracias. Es precioso"
De su bolso, Carrie sacó una media hogaza de pan "Estaba a punto de darle de
comer a los patos ¿Te gustaría caminar un rato?"
"Claro" Jill se puso de pie, haciendo un gesto hacia el caballete "¿Eso estará
bien?"
"No puedo decidir que época del año es mi favorita aquí" dijo Carrie "Me gusta la
tranquilidad del invierno, como hoy. Pero echo de menos el verdor de la primavera
y el verano. Cuando hago bocetos en el invierno, trato de encontrar algo brillante,
algo colorido. Como una de las canoas rojas en el agua, por ejemplo"
"Nunca te he visto aquí anteriormente, pero parece que estás familiarizada con el
lago" dijo Jill.
"Estoy familiarizada con el lago, sí. Sin embargo no vengo a menudo al parque.
Especialmente durante el verano. Demasiados niños corriendo" dijo ella "No es
que tenga nada en contra de los niños. Simplemente son...perturbadores" dijo
Carrie con una risa.
"¡Oh vaya!"
"Tiene catorce años, piensa que tiene 18 y actúa como de 10 ¿Tienes hijos?"
Carrie asintió "Dos chicos. Josh tiene 17 años y se gradúa en mayo. Aaron tiene
quince. No podría pedir mejores hijos. Josh siempre ha sido maduro para su edad
y por suerte se llevan bien. Josh realmente disfruta siendo el taxista de Aarón, así
que me ahorra tiempo. Él ha tomado su papel de hermano mayor muy seriamente"
"Es una cosa de chicas" dijo Carrie "Mi madre me recuerda que estuve en esa
etapa durante 15 años" dijo con una risa.
Se acercaron al área para nadar, desierta en esta época del año a excepción de
los patos que estaban tomando el sol en la arena. Como si supieran del almuerzo
gratuito, no menos de 10 se acercaron a su encuentro. Carrie entregó a Jill varias
rebanadas de pan y se dispusieron a la tarea de divertirse partiéndolos y
arrojándolos a los demandantes patos que estaban a sus pies.
"Oh, aquí viene" dijo Carrie señalando al último que se acercaba "La he llamado
abuela Pato"
"¿Es vieja?"
Carrie se encogió de hombros "No tengo ni idea. Pero es más gris que marrón y
mira cómo cojea" Carrie se puso en cuclillas "Toma cariño" murmuró lanzándole
pan al viejo pato.
Jill le miró sonriendo mientras Carrie ahuyentaba los otros patos para que la
abuela Pato pudiese comer.
"La he visto por años" dijo Carrie "Es una vieja dura"
La barra de pan fue devorada rápidamente, así que regresaron a la banca del
parque. Fue una hora divertida pero pasó demasiado rápido.
"¿Nos conocemos?"
Carrie rió "¿Tu también? He estado pensando en ello desde ayer. Me pareces tan
familiar"
"Lo sé. Pero no creo que nos hayamos conocido" Jill permitió que sus ojos se
mantuvieran conectados con los azules celestes de Carrie "Sin duda lo
recordaríamos"
Los ojos de Carrie se pusieron serios "Tal vez en otra vida" murmuró ella.
Jill estuvo a punto de decir que no creía en ese tipo de cosas, pero la familiaridad
en los ojos de Carrie le dijo que podría ser cierto "Tal vez"
Carrie sonrió y sus ojos se suavizaron "Y tal vez te veré otra vez"
Capítulo 5
Jill se sorprendió al ver la camioneta de Craig en la calzada cuando llegó a casa
esa tarde. Sabía que no tenía un juego, pero por lo general practicaban después
de la escuela. Notó dos cosas cuando entró en la cocina. Uno, la cena estaba en
el horno. Al parecer había encontrado la cazuela que había hecho la noche
anterior. Y dos, la lavadora y la secadora estaban en funcionamiento.
"Gracias por comenzar la cena" dijo ella mientras caminaba poniéndose detrás de
él y apretando ligeramente su hombro "Y el lavado de ropa"
"Igual que siempre" rara vez hablaba de su trabajo. En las pocas ocasiones que
había tratado de compartir algo con él, había notado su completo desinterés. Si no
tenía que ver con el deporte, su capacidad de atención era la de un niño de diez
años "¿El tuyo?"
"Día corto. Suspendí la práctica. Estuvimos increíbles anoche. Les dije que se
tomaran un día libre"
"Bueno, eso fue amable de tu parte" ella se alejó "¿Angie estaba aquí? Tenía
práctica con la banda"
"¿Así que estoy asumiendo que no te dio problemas como lo hizo conmigo esta
mañana?"
Craig se echó a reír "Por lo que escuché, fuiste tú quien le dio problemas. Mi
madre dijo que Angie le llamó llorando"
"Oh, lo de siempre. Por cierto, estamos invitados para cenar el sábado por la
noche"
Pero ella cerró sus ojos y negó con la cabeza "Realmente no estoy de ánimo,
Craig" dijo ella en voz baja.
"Sí, lo sé. En realidad ha pasado un largo tiempo desde que hemos estado aquí,
juntos, al mismo tiempo"
Antes que ella pudiese responder, su celular sonó. Él lo miró y luego a Jill "Lo
siento, cariño, pero tengo que contestar esto"
Ella negó con la cabeza, sorprendida por el alivio que sintió cuando él cerró la
puerta detrás de él. No, no estaba de humor, pero eso no le había detenido
anteriormente. Pero por alguna razón, esta vez no podía reunir la energía para
fingirlo.
Y en vez de la ducha rápida que había planeado, llenó la bañera con agua,
añadiendo aromas y aceites para el agua caliente. Encendió la vela solitaria que
guardaba y luego bajó las luces. Lucía como un ambiente romántico. Así que
antes de meterse en el agua caliente, cerró con seguro la puerta del baño. Por si
acaso.
Dejó que el agua le cubriera, hundiéndose hasta el cuello y cerrando sus ojos. No
se sorprendió cuando pensamientos sobre Carrie Howell bailaron en su mente.
Capítulo 6
"¿Ese Howell? ¿El de la tienda de electrónica?" preguntó Jill unos días más tarde,
mientras caminaban para alimentar a los patos.
"Realmente es él"
"Wow. Es atractivo"
"Veintidós años. Sin embargo, rara vez nos vemos el uno al otro. Estoy segura que
es un requisito para un buen matrimonio. Nunca estar alrededor del otro lo
suficientemente como para discutir. Él es adicto al trabajo. Actualmente tiene 7
tiendas. Dos aquí en la ciudad y el resto en un radio de 200 kilómetros. Está
convencido que tiene que visitar a cada una personalmente una vez a la semana"
"Wow"
"¿Eso te impresiona?"
Carrie señaló "Allí está la abuela pato. Está esperando por nosotras" hizo una
pausa con sus ojos todavía en el pato "Cuando nos casamos, James tenía todos
los aparatos electrónicos conocidos por el hombre. Los CDs apenas estaban
saliendo al mercado, los ordenadores todavía estaban en pañales y los teléfonos
celulares eran así de grandes" dijo riendo y manteniendo separadas sus manos
"Pero, si estaba hecho, James tenía que tenerlo"
Ella entregó a Jill un poco de pan y luego comenzó a lanzar su pedazo a los patos,
asegurándose que la abuela pato obtuviera su porción.
"Así que cuando aparecieron los grandes almacenes ¿no se afectó su negocio?"
Carrie negó con la cabeza "Ya no. Pero realmente no tuvo nada que ver con
James. Estuve en el sector inmobiliario por años. Tenía mi propio dinero"
Cuando Jill estuvo a punto de hacer otra pregunta, Carrie se volteó hacia ella, sus
ojos azules claros se encontraron con Jill "Debes estar terriblemente aburrida
escuchando sobre el ascenso de mi marido en el mundo de los negocios.
Cuéntame que haces tú"
Una vez más, esa sensación de familiaridad se apoderó de ella cuando miró los
ojos de Carrie. Sonrió antes de voltearse hacia los patos "Ni siquiera le cuento a
mi esposo sobre mi trabajo ¿por qué demonios te gustaría escuchar sobre eso?"
Fue una respuesta simple dada con la naturalidad de una nueva amistad. Pero por
alguna razón, las palabras resonaron en su cerebro ¿Por qué demonios Carrie
Howell estaría interesada en ella?
"Dirijo una oficina…" dijo Jill, finalmente "…la constructora Tutt. He estado allí
desde que dejé la enseñanza, hace 15 años"
"Bueno, está el propietario, el hijo del Sr. Tutt…Johnny…quien está a cargo desde
hace más de 8 años. Luego está mi asistente, quien ahora se encarga de todas
las cosas importantes…como asegurarse que haya café en las mañanas. Eso me
deja a mí haciendo malabares con las cuentas, manteniéndolas cuadradas,
lidiando con los contadores, tratando con el banco y haciendo la nómina de los
equipos de construcción"
"Te encargas de un buen número de sombreros" dijo Carrie.
Jill negó con la cabeza "He estado allí tanto tiempo, que podría hacerlo en sueños"
dijo ella "Es un trabajo relativamente libre de estrés que produce más ingreso que
el de mi esposo"
"Me alegra que lo encuentres divertido" dijo Jill con una sonrisa.
Capítulo 7
"Abuela, cuenta aquella en la que papá se cae del árbol" le animó Angie.
Jill miró a Craig que estaba al otro extremo de la mesa, rogándole en silencio que
pusiera fin a la narración de cuentos. Él le dio un guiño sutil y luego volvió su
atención a su madre que ya había comenzado la historia.
La inquietud que había sentido durante todo el día pareció escalar mientras
permanecía sentaba a través de la cena, aumentando con cada palabra de su
suegra. Mientras se miraba en el espejo, vio la verdad reflejada en sus ojos color
avellana y supo por qué se sentía inquieta. No lo entendía, pero sabía por qué.
Era sábado.
La suerte quiso que el lunes resultara ser un día lluvioso. No le había importado.
De todos modos fue al parque.
Estaba vacío.
"¿Estás loca?" preguntó Jill cuando la mujer que goteaba se metía dentro de su
coche.
Jill vio como Carrie pasaba sus manos mojadas por su cabello, apartando las
gotas de agua que se aferraban a sus cortas hebras.
"Nunca dije esto antes, pero me encanta tu cabello" dijo Jill sin pensar.
"Creo que eres la única mujer a la que le he escuchado decir eso" Jill sonrió "¿Y
qué estás haciendo aquí afuera en la lluvia?"
"Tuvimos una cena en casa de los padres de Craig el sábado por la noche. Un
asunto familiar. Aparecieron algunos de sus familiares que viven fuera de la
ciudad"
"Correcto"
"No, en realidad es un amor. Me llevo mejor con ella que con mi propia madre"
"Supongo que tuve suerte en ese sentido. Mi madre y yo rara vez discutíamos. Y
ella ahora es mi gracia salvadora cada vez que Arlene me cabrea. Pero no logro
verla mucho. Se volvió a casar después que mi padre murió. Ahora pasan su
tiempo viajando en una casa rodante"
"Sí. Extraño verla, pero ella se la está pasando muy bien. No puedo dejar de
envidiarla por eso"
"Bueno, podría pensar en peores lugares donde estar atrapada" echó un vistazo a
su reloj "Pero sólo te quedan 20 minutos. Debí haber llegado antes"
"Seis minutos. Es el tiempo que necesito para regresar a la oficina. Pero no será el
fin del mundo si llego tarde"
"No, pero apuesto a que sería impactante. Imagino que eres una del tipo de los
muy puntuales y que, probablemente, enloquece al llegar tarde a alguna parte"
Jill se echó a reír "¿Y cómo lo sabes?"
"Sé a qué te refieres. Nuestros amigos son otros entrenadores y sus esposas. O
sus compinches de softbol y sus esposas"
"No soy tan extrovertida como él" explicó Jill "Disfruto demasiado mi tiempo a
solas. Craig, por otro lado, tiene que tener constante distracción, ya sea en
persona o por el celular. Te lo juro, duerme con esa maldita cosa"
Carrie rió "Era yo quien dormía con uno cuando estaba trabajando. Quiero decir,
todavía tengo uno, pero rara vez lo uso a menos que tenga que llamar a alguien.
No me gustan las interrupciones"
Se sentaron por un momento en silencio. Jill sabía que tenía que irse y echó una
rápida mirada a su reloj.
Jill asintió lentamente "Sí. Es hora. Pero esta es una lluvia torrencial ¿Puedo
dejarte en alguna parte?"
"Oh, no. Me encanta la lluvia…de verdad. Cuando haya terminado y salga el sol,
todo estará limpio y fresco. Me encanta. Además, mientras más lluvia recibamos
ahora, la primavera por venir será más verde" ella sonrió "Colores, querida. El
mejor amigo de una artista"
"…tendremos sol" Carrie terminó por ella. Se extendió hacia el piso del coche y
agarró su paraguas mojado "Conduce con cuidado, Jill"
Antes que Jill pudiese responder, Carrie se había deslizado bajo la lluvia. No era
más que una sombra a través de las ventanas empañadas y Jill permaneció
sentada por un momento, viendo como desaparecía entre los árboles.
Capítulo 8
"No puedo creer que nunca hayas estado en una canoa" dijo Carrie arrojando pan
a los patos más tarde esa semana.
Carrie fijó sus ojos azul celeste en ella, una sonrisa formándose lentamente
"Cuando el clima sea cálido, alquilaremos uno"
"Listo"
Jill se echó a reír, mirando el cabello corto de Carrie, las hebras castaño grisáceas
en completo desorden "Tal vez deberías conservarlo" se burló ella "Vas a
ahuyentar a los patos"
"No te he visto hacer bocetos. Tal vez soy yo quien está afectando tu tiempo"
"¿Lo haces?"
Carrie se detuvo y se volteó, sus ojos serios "Sí, por supuesto. Te has convertido
en el momento más interesante de mis días"
"¿Aburridos? No, en realidad no. Pero me encanta verte. Es curioso ¿sabes? Sólo
te he visto durante una semana, sentada en tu banca del parque. Y como una
observadora de las personas, tratas de adivinar quiénes son, que son, como es su
vida. Pero contigo, no podía definirlo. También estabas haciendo tu propia
observación. Nunca traías un libro para leer, sólo te sentabas allí y mirabas
alrededor. Siempre me preguntaba que estabas pensando" lanzó el último trozo de
pan a los patos y luego sacudió las manos en sus vaqueros "Parecías un poco
inaccesible, así que decidí no interrumpir tus días. Eso no me impedía hacer
bocetos de tí" añadió con una sonrisa.
"Bueno, déjame preguntarte esto. En todo el tiempo que has venido aquí ¿alguna
vez alguien se ha acercado a tí para comenzar una conversación?"
Jill sonrió luego deslizó dos dedos bajo el cálido gorro de lana para rascarse la
oreja "Analizas demasiado ¿no?"
Carrie se echó a reír, dispersando nuevamente a los patos. Jill amaba su profunda
y rica risa. Hacía eco a su alrededor.
"Como tú"
Fue el turno de Jill para reír "No odio a las personas. Solo a los adolescentes
¿recuerdas?"
Regresaron sobre sus pasos hacia la banca del parque que Jill normalmente
ocupaba. Como de costumbre, la hora había pasado volando. Y mañana sería
viernes.
Jill asintió "Craig tiene una torneo de baloncesto fuera de la ciudad el sábado.
Prometí llevar a Angie y a un par de sus amigos a los juegos. Me temo que será
un asunto de todo el día"
"Adolescentes" dijo Carrie con una risa "Espero que sobrevivas"
Carrie miró hacia el lago, su voz baja "Fiesta de cumpleaños. James cumple 45"
"Es una fiesta sorpresa en la que los niños y su madre insistieron. James odia las
fiestas sorpresa. Va a matarme"
Carrie se echó a reír "Esa es una idea. Pero conociendo a James, simplemente se
negará a llegar a casa a tiempo para la supuesta cena en la casa de su madre"
Carrie asintió, su sonrisa hizo que aparecieran las líneas de expresión alrededor
de sus ojos "Me gusta tu manera de pensar. Podría intentarlo"
Jill empujó la manga de su abrigo mirando su reloj. Volvió sus ojos arrepentidos
hacia Carrie "Es hora"
"Por supuesto"
Jill asintió luego se volteó, sólo para ser detenida por un ligero toque en su brazo.
Hizo una pausa, sus ojos yendo primero hacia la mano que aún descansaba en su
manga y luego hacia los ojos que esperaban por ella. Era la primera vez que se
tocaban "¿Vas a robarte mi gorro o qué?"
Mientras sus ojos permanecían conectados, Jill asintió lentamente "Sí, creo que
voy a hacerlo"
Carrie dejó que su mano se deslizara alejándola del brazo de Jill, sus ojos azules
todavía sosteniendo los de Jill. Finalmente también asintió "Entonces se mi
invitada" dijo en voz baja.
Jill condujo con cuidado, deseando tener una ventana de cristal entre el asiento
delantero y el trasero, cualquier cosa que le separara de los chillidos y gritos de
las tres chismosas adolescentes. Pero al menos había una sonrisa en el rostro de
su hija. Jill no estaba segura de si era porque estaban en la camioneta nueva de
Craig y no en su viejo coche, o que Jill les había comprado hamburguesas
después de los partidos de baloncesto. Por supuesto Craig le mataría si descubría
manchas de ketchup en la alfombra, lo que sería un milagro, tomando en cuenta lo
absortas que estaban las niñas robándose papas fritas la una a la otra "Oh, mamá,
sube el volumen. Esa canción es genial" Jill se estremeció mientras ajustaba el
volumen, siendo sometida a soportar otra canción genial de rap ¿Cómo podían las
chicas distinguir una melodía de la otra? no tenía ni idea. Todas sonaban igual
para ella. Luego sonrió, preguntándose si su propia madre había pensado lo
mismo en su época, cuando Prince sonaba en la radio y Jill y sus amigas
cantaban juntas.
Jill movió sus ojos hacia el espejo retrovisor, encontrándose con ellos por un breve
momento antes de volver su atención a la carretera. Por alguna razón, la idea de
tener relaciones sexuales con Craig le daba pánico. No tenía idea de que estaba
mal con ella, pero temía huir de sus caricias.
Una vez más, alejó los pensamientos sobre Carrie, para concentrarse en su
conducción.
"Hace demasiado frío para cocinar afuera" comentó Jill manteniéndose de pie
obedientemente mientras Craig preparaba la parrilla.
"Uno de estos años, voy a construir una chimenea al aire libre" dijo él.
Jill se echó a reír "Dices eso todos los inviernos. No sé por qué no compras una"
Él se encogió de hombros "¿Por qué comprar una cuando puedo construir una?"
Jill asintió, sabiendo tan bien como él que no construiría una "¿Quieres un poco
más de vino?" preguntó ella.
"A mí me encanta"
"No, nena. Demonios, sé que casi nunca estoy aquí para la cena. Si quieres tomar
un vaso de vino, no hay problema"
"Lo sé. Lo siento. Es la época del año ¿Tenemos alguna cerveza en la nevera?
Creo que voy a tomar una en vez de este vino"
Se estaba enfriando por el aire de la noche pero no tenía ningún deseo de entrar.
Así que llenó su copa nuevamente luego levantó la tapa de la parrilla y
robóticamente cepilló la rejilla antes de colocar dos filetes. Bajó la flama y luego se
trasladó hacia la mecedora del porche, dejando que el movimiento le relajara.
Sabía que Craig había olvidado por completo sus carnes, se había olvidado de
ella. Estaba en su elemento, hablando con uno de sus amigos sobre el juego. Y
más tarde, cuando recordara, saldría corriendo disculpándose por estar tanto
tiempo en el teléfono. Y ella le diría que estaba bien, que entendía.
Así que permaneció sentada en el frío, bebiendo en silencio su vino. Dejó que las
visiones de Carrie acudieran a ella sin tratar de detenerlas en esta ocasión. Ellas
le abrigaban. Sonrió un poco, recordando su conversación de despedida el
viernes.
"Piensa en mí la noche del sábado. Voy a estar sufriendo en una fiesta sorpresa
de cumpleaños"
"Y tu piensa en mí. Estaré sufriendo durante dos horas, dentro de un coche, con
tres adolescentes"
Era la verdad. Simplemente no tenía ni idea de que Carrie pensara en ella cuando
no estaban juntas. Se empujó con el pie nuevamente, estableciendo un
movimiento, preguntándose cómo le estaba yendo en la fiesta sorpresa,
preguntándose si Carrie estaría pensando en ella. Preguntándose si Carrie le
extrañaría hoy.
Capítulo 10
Jill miró el reloj, sus manecillas moviéndose cada vez más cercana a la otra. La
mañana había sido casi insoportable e instaba al reloj para que se diera prisa.
"Estás siendo ridícula" murmuró en voz baja. Sí, sabía que lo estaba siendo. Pero
sin embargo, se puso de pie, cerrando la sesión en su computadora antes de
pasearse por la oficina, esperando que Harriet regresara para poder escapar.
Ella echó un rápido vistazo al reloj y luego a través de las ventanas hacia la calle
"¿Ocurre algo?"
"No, no, por supuesto que no. Pensé que tal vez hoy te llevaría a almorzar" dijo él.
Ella negó con la cabeza, luego se movió hacia la puerta cuando vio que Harriet
llegaba "Craig, no necesitas llevarme a almorzar. No quiero que te metas en
problemas"
"Bueno, no necesito que me lleves a almorzar" dijo en voz baja "De hecho, lo haré
tan pronto cuelgues"
"Sabía que estabas molesta…dijiste que no lo estabas, pero sabía que lo estabas"
"No estoy molesta. Realmente, no lo estoy. Pero mi almuerzo es mi tiempo…" dijo
de manera uniforme "…mi tiempo para relajarme y escaparme" dijo ella sonriendo
al encontrarse con Harriet en la puerta "Así que no sientas que me debes"
"Pero pensé que podríamos encontrarnos en algún lugar, tal vez comer una
hamburguesa o algo así" dijo él.
Ella se detuvo frente a su coche, mirando hacia el cielo nublado "¿Qué tal si nos
llevas a cenar esta noche a Angie y a mí? Eso sería bueno" dijo ella.
Ella asintió con la cabeza "Bueno, entonces ¿qué tal la siguiente noche libre que
tengas? Podrías comprarnos pizza o algo así"
"¿Estás segura?"
Llevaba cinco minutos de atraso cuando dio la vuelta en el camino del parque y su
suerte quiso que la lluvia que había amenazado con caer toda la mañana se
convirtiera en un aguacero en cuestión de segundos.
"Creo que tal vez eres tú quien atrae la lluvia, querida" dijo Carrie a la ligera.
Carrie aclaró su garganta nuevamente "Si no crees que sea demasiado atrevido
de mí parte… ¿puedo sugerir un lugar de encuentro alternativo?"
Jill asintió, sin importarle en lo más mínimo si sonaba atrevido o no. Cualquier
alternativa que no fuese sentarse en su pequeño Subaru bajo la lluvia estaba muy
bien para ella, siempre y cuando pudiese ver a Carrie.
"Tengo un lugar en el lago, una pequeña cabaña" dijo Carrie "Parece un poco
extraño que nos encontremos aquí, sobre todo cuando hace mal
tiempo…podríamos estar ahí" terminó con un encogimiento de hombros.
"¿Tienes una cabaña? ¿Aquí? No es de extrañar que estés tan familiarizada con
el lago" dijo Jill.
Salió antes que Jill pudiese protestar y Jill miró por la ventana empañada mientras
ella entraba en una furgoneta azul. Retrocedió con cuidado y siguió la furgoneta a
través del camino sinuoso del parque y de nuevo a la carretera principal. En lugar
de girar a la izquierda, lo que les llevaría de regreso al pueblo, doblaron a la
derecha por un camino que les condujo a través de las nuevas subdivisiones que
se habían extendido hacia el parque. A pocos kilómetros por la carretera, Carrie
giró a la derecha nuevamente y Jill le siguió de cerca. La pequeña calle residencial
estaba llena de baches y Jill desaceleró, deteniéndose finalmente mientras Carrie
esperaba que se abriera un portón eléctrico. Vio el lago antes de ver la casa de
campo, sus ojos se abrieron cuando un acogedor muelle apareció a la vista. Pero
volvió su atención a la carretera, desacelerando nuevamente cuando el camino de
grava lleno de baches se convirtió en un camino plano pavimentado. Estacionó
junto a la furgoneta de Carrie, haciendo una pausa para tomar su paraguas antes
de salir.
A través de la cerca blanca, un camino les llevó hacia la parte trasera de la casa y
un porche. Jill se detuvo para limpiar sus zapatos sobre la alfombra antes de
seguir a Carrie al interior.
"Simplemente deja tu paraguas allí junto a la puerta" dijo Carrie "Voy a encender la
calefacción"
Jill asintió, temblando mientras el frío húmedo penetraba. Dio la vuelta en un
círculo en la terraza interior, formando una sonrisa mientras miraba el lago. La
terraza acristalada tenía una vista perfecta del lago y el muelle.
"¿Te gusta?"
"No tanto ahora. Todo es gris, aburrido. Incluso el agua. Pero en primavera es
increíblemente verde, casi daña tus ojos" dijo ella.
Jill abrió los brazos "Si tienes esto ¿por qué molestarte yendo el parque?"
Carrie se encogió de hombros "No puedes dibujar siempre lo mismo todos los días
¿no es así?"
"Sí, pero no tendrías que aguantar a…" Jill se detuvo sonriendo "Tal vez realmente
no me gusta la gente, después de todo"
"Por supuesto"
"No tomará mucho tiempo. No la construí para que fuese una casa para la familia.
Es sólo un lugar en el que puedo escapar"
Jill le siguió por la cabaña, las paredes brillantes contrastaban con la oscuridad del
día triste en el exterior. Una larga barra separaba la cocina de la sala y Carrie
deslizó un taburete acercándolo a la barra a medida que pasaban.
"Una cocina de buen tamaño, pero realmente no la uso mucho" dijo Carrie. Señaló
hacia la sala de estar, que estaba escasamente amueblada "O esto.
Generalmente utilizo el porche"
"Me encanta la cocina. Se ve atractiva" Jill se volteó hacia ella "¿Desde cuándo la
tienes?"
"La construí hace cuatro años" ella se echó a reír "Como puedes ver, no vengo
mucho"
"Estaría aquí todos los días ¿Pasan los fines de semana aquí?"
Carrie negó con la cabeza "James y los chicos no tienen ni idea de su existencia"
Jill le miró "¿Por qué no?"
"¿Qué propiedad?"
"Aquí en el lago"
Ella señaló una puerta cerrada "El dormitorio está por allí. Nunca lo he usado"
abrió otra puerta "Un enorme cuarto de baño. Tiene una puerta que conecta con
la habitación"
Se sentó en una esquina del pequeño sofá de dos puestos, indicándole a Jill con
un gesto que su uniera a ella "Hace años, el parque era sólo una idea de último
momento, de verdad. Había un puñado de casas en el lado sur, más cerca de la
ciudad y eso era todo. El condado poseía la mayor parte, pero el lago fue
construido como un depósito de agua y para la pesca. En ese entonces realmente
no estaban impulsando ningún desarrollo. En fin, estaba embarazada de Josh, así
que hace casi 18 años estaba pescando en una canoa en el lado norte del lago.
Un anciano estaba pescando en el muelle, un pequeño embarcadero y le saludé
con la mano. Él me echó un vistazo y se puso de pie diciéndome: ¿Qué demonios
crees que estás haciendo?" Carrie rió mientras lo imitaba "Por Dios, eso fue lo que
dijo. Así que allí estaba yo viendo por los alrededores, preguntándome si había
alguna ley o algo en el lago que estuviese invadiendo. Así que le dije que estaba
pescando. Él señaló hacia su muelle y me dijo: ven aquí ahora mismo. Sé que
probablemente debí haber tenido miedo, quiero decir, era un hombre de seis pies
de altura. Pero le miré y le dije: Sí, señor y remé acercándome. Permanecí
sentada en mi canoa y él me apuntó con su dedo: ¡Dios mío, muchacha, estás a
punto de dar a luz! ¿En qué estabas pensando? ¿Qué nadaría hasta donde
estabas para ayudarte cuando entraras en trabajo de parto? ¡Ahora sal de ese
bote!" Carrie sonrió con cariño "Oh, él era un personaje. Me llevó hasta el parque
en su viejo y destartalado camión para que recogiera mi coche y luego me llevó de
regreso para recoger mi canoa"
"Estaba rogando entrar en trabajo de parto" dijo riendo "Él era un hombre tan
dulce. Tenía 86 años y era viudo. Era dueño de un par de cientos de hectáreas y
no sabía qué hacer con ellas. Nos hicimos amigos. Quedé prendada de él. Pasaba
todos los días con él, hasta que di a luz. Su nombre era Joshua"
"Sí. James quería ponerle Jeremy. Lo convencí para cambiarlo. En fin, Joshua me
vendió todos sus bienes, excepto los diez acres donde estaba su casa. Nunca le
dije a James. Y nunca hice nada con eso. Pero iba a visitarlo a menudo, siempre
llevaba a Josh conmigo. Josh apenas tenía 2 años cuando él murió. No tuvo hijos
propios así que me heredó el resto de su propiedad"
"Wow"
"No. Me retiré con el pretexto que quería pasar más tiempo con los chicos y quería
tomar algunas clases de arte. Derribé la vieja casa y el muelle de Joshua y
construí esta pequeña cabaña. No valdrá mucho al revenderla, no con un solo
dormitorio. Pero es un lugar al que puedo venir…si lo necesito"
"Como para almorzar en cualquiera día. A menos que tengas una afición por el
parque y toda su gente" bromeó Carrie.
"Prefiero venir aquí" dijo Jill son seriedad "Quiero decir, si tú quieres" agregó ella.
"Bueno, como tú, me he convertido en una aficionada a la abuela pato" sus ojos se
detuvieron donde aún permanecía la mano de Carrie y deseaba no haber llevado
mangas largas. Observó cómo los dedos de Carrie se alejaban y entonces miró
hacia arriba, mirando los ojos de Carrie por un breve momento.
Jill asintió luego subió su manga, dejando al descubierto el reloj que llevaba.
Asintió con la cabeza nuevamente "Sí. Es hora"
"Sé que te encanta la lluvia, pero cuatro días en fila es como mucho" se quejó Jill
mientras estaban sentadas en la terraza acristalada y masticaban las
hamburguesas y las papas fritas que habían recogido en el camino.
"Estoy más allá de eso. Estoy tratando de recordar la luz del sol" Jill sonrió
"¿Crees que deberíamos empezar a construir un barco?"
"No. Usaremos mi canoa para escapar" dijo Carrie con seriedad, entonces movió
sus cejas con travesura.
"Pero esto es muy bonito ¿no es así? No puedo creer lo cálida que se mantiene la
terraza acristalada. Casi podría convencerme que es una lluvia de primavera y no
de invierno"
"La primavera llegará muy pronto. Y creo que este año me encargaré del jardín.
Era el orgullo y la alegría de Joshua. Cuando derribé su vieja casa, me aseguré
que el jardín no fuese molestado. Cuando diseñaron los lechos de flores, hice que
quitaran la mala hierba y colocaran abono orgánico en su jardín. Lucía genial ese
primer año" Carrie sonrió "Simplemente no tengo la mano de Joshua para las
plantas"
"Bueno, tal vez esta primavera podríamos apartar un sábado y...y tal vez
podríamos sembrar algunas flores" sugirió Jill "Quiero decir, si puedes escaparte
de tu familia por un día"
Los ojos azules celeste de Carrie miraron los suyos propios durante un largo rato
antes de contestar "¿Y tú puedes escaparte de tu familia?"
Jill asintió "Creo que me puedo permitir un día de vez en cuando" ella hizo una
pausa uniendo sus cejas "Sabes, no le he hablado a Craig sobre ti. Quiero decir,
nos hemos hecho amigas y ni siquiera le he mencionado tu nombre"
Jill asintió "Sí. Creo que eso es lo que siento. No quiero tener que compartir todo
lo que hacemos o decimos. Es sólo para nosotras"
Levantó la vista, sin sorprenderse al encontrar los ojos de Carrie en ella. Sin
embargo lo que le sorprendió fue la sensación de calidez que recorrió su cuerpo
mientras se dejaba atrapar por esas profundidades azules.
"Sería genial si pudiésemos pasar más de una hora juntas" dijo Carrie en voz baja
"Tal vez podríamos hacerlo en un par de semanas, si el clima se hace cálido"
La sonrisa de Jill fue cálida cuando extendió su mano y tocó ligeramente la mano
de Carrie "Entonces es una cita"
Esas palabras permanecieron flotando entre ellas mientras Jill retiraba lentamente
los dedos de la mano de Carrie.
Capítulo 12
Pero esta noche, mientras se sentaba aquí meciéndose hacia adelante y hacia
atrás, en silencio, ya no podía evocar esa sensación. Se sentía en paz. Se
sentía...conectada.
Inclinó su cabeza hacia atrás, buscando con los ojos el cielo, a través de los
árboles desnudos, encontrando sólo un puñado de estrellas que escapaban de las
nubes. Fue suficiente. Sonrió, dejando que sus ojos se cerraran mientras pensaba
en Carrie, la mujer que había conocido apenas seis semanas atrás.
Una vez más, una sensación de paz se apoderó de ella. Había tratado de
averiguar por qué se sentía tan atraída hacia Carrie. No importaba. Simplemente
lo estaba.
"¿Buen juego?" preguntó ella tratando de no ponerse rígida entre sus brazos.
"Oh, sí. Los matamos, nena. Debes venir alguna vez. Realmente creo que este
año iremos a las estatales. Somos malditamente buenos"
"No. Es sólo que, ya sabes, sales mucho aquí. Simplemente te sientas aquí sola
¿Qué está pasando, Jill?"
"¿Estás segura? ¿Quiero decir, hay algo de lo que tenga que preocuparme?"
Ella sonrió "¿Qué estás preguntando, Craig?"
"Simplemente no pareces muy feliz últimamente. Me hace pensar que no eres feliz
conmigo"
Ella suspiró "No sé qué está mal, Craig" ella se encogió de hombros "Simplemente
quiero estar sola, eso es todo" ella se rió con nerviosismo "Tendré 40 en unos
pocos meses. Tal vez sea eso"
Notó que la risa de Craig estaba llena de alivio cuando le atrajo y le besó
rápidamente en los labios.
"Está bien, entonces. Bueno. Tenemos una cita para almorzar mañana" dijo él.
"Sí. No hay clase. Día del maestro. Le prometí a Angie que les llevaría a comer
pizza. Todavía te lo debo, ya sabes"
"Pero…"
"Sin peros. Vendré aquí y recogeré a Angie y luego pasaremos por tí" él sonrió
"No puedo recordar la última vez que fuimos a almorzar juntos. Será divertido"
Jill miró el tic-tac del reloj. En más de una ocasión, agarró el teléfono con la
intención de llamar a Craig, intentando darle alguna excusa para cancelar su cita
para almorzar. Y cada vez, colgaba antes que pudiera sonar. No podía pensar en
ninguna razón plausible para cancelar.
Así que pasó el resto de la mañana tratando de pensar en una manera de ponerse
en contacto con Carrie. Había pensado en conducir hasta la cabaña para dejarle
una nota, pero decidió que era demasiado. Por supuesto, todo sería mucho más
sencillo si ella y Carrie al menos hubiesen intercambiado números de teléfono.
Pero así eran las cosas. Carrie simplemente se preguntaría porque Jill había
decidió faltar a su almuerzo diario o...¿o qué? ¿Tendría una mejor oferta? Ella
miró por la ventana hacia la luz del sol que por fin había hecho acto de presencia
después de cuatro días de lluvia ¿Una oferta mejor? No sería posible.
Miró nuevamente el reloj, sabiendo que Harriet se iría pronto. Entonces tendría
una hora para sí misma, una hora completa para desear no tener una cita para
almorzar con su marido.
"Oh, Jill ¿Qué pasa contigo?" susurró ella. Escondió su rostro entre sus manos y
dejó escapar un profundo suspiro. De hecho ¿que estaba mal con ella? ¿Cómo
podía temer ver a su marido y a su hija?
Oh, no era que temiera la cita para almorzar. Sabía la verdad de lo que estaba
ocurriendo. Temía no poder ver a Carrie. No le sorprendía darse cuenta que
prefería pasar su hora de almuerzo con Carrie y no con su marido. Prefería invertir
esa hora hablando, compartiendo y conociendo a su nueva amiga, no sentada en
una bulliciosa pizzería llena de adolescentes, todos clamando por atención,
incluyendo su hija.
Pero iría. Fingiría pasar un buen rato. Y a las 2, cuando Craig le dejara en la
oficina, le daría un beso de despedida y le diría lo mucho que había disfrutado.
Luego pasaría arrastrándose el resto de la tarde como lo había hecho en la
mañana y esta sensación de vacío en el estómago crecería y crecería a medida
que se acercaba el fin de semana.
"No sé por qué no pudimos venir al mediodía" se quejó Angie "Todos los chicos
geniales ya se han ido"
"Supongo que debí haberte pedido que la cambiaras" dijo Craig. Cuando Jill le
miró, con las cejas levantadas él se encogió de hombros "También es su
almuerzo"
Angie giró sus ojos dramáticamente "Él es el mejor, mamá ¿Hola? ¿Mariscal de
campo?"
Un gruñido inaudible fue su respuesta cuando se dirigió a la mesa del buffet. Los
ojos de Angie nunca se apartaron de él.
Asintió con la cabeza. Sí, había sido así. Y sí, se había dado cuenta. Solo que
nunca se había preocupado anteriormente. Se limitó a perderse en sus propios
pensamientos, mirando a las personas...lo que fuese. Así que ¿por qué le
importaba ahora? ¿Por qué quería su atención ahora?
Una vez más, no huyó de la verdad. Y la verdad era que tenía miedo. Miedo de su
interés por Carrie. Miedo de la atención que Carrie le mostraba. Tal vez si ella y
Craig hablaban más, pasaban más tiempo juntos, entonces Carrie no estaría
constantemente en su mente. Y tal vez no querría estar con Carrie en lugar de con
su marido.
Como ahora.
"¿No vas a comer?" preguntó Angie mientras dejaba caer otro pedazo de pizza en
el plato de su padre.
Jill miró su plato nuevamente luego negó con la cabeza "En realidad, no tengo
hambre"
"No tengo idea" dijo Jill en voz baja. Levantó la manga de su brazo, confirmando la
hora. Dio unos golpecitos con los dedos sobre la mesa en silencio durante unos
segundos y luego, finalmente, le dio un codazo a Craig.
"Sí, espera un segundo, Brad" dijo él cubriendo el teléfono con la mano "¿Qué
pasa, nena?"
"¿Ya es hora?"
Ella lo miró fijamente por un momento y luego empujó su silla hacia atrás mientras
se levantaba. Cuando miró a su hija, se sorprendió al ver un atisbo de
comprensión en sus ojos. Asintió con la cabeza ligeramente y luego salió por la
puerta y hacia la luz del sol. Inclinó su cabeza hacia atrás, mirando el azul, las
nubes que hacía tanto tiempo adornaban el cielo.
"Lo siento, nena" dijo Craig mientras sostenía la puerta de la camioneta abierta
para ella "Era Brad de la estación de radio. Quieren hacerme una entrevista antes
del juego del martes"
"Qué bueno" murmuró ella. Cuando cerró su puerta, él se volteó hacia Angie que
estaba sentada en la parte de atrás y le dio una sonrisa "Fue bueno para todos
venir juntos ¿no?" se volteó hacia Jill "¿Verdad?"
Se preguntaba ¿qué habría hecho ella para el almuerzo? ¿Si habría salido al
muelle?
Harriet asomó la cabeza en el interior "Tienes una llamada" Harriet cerró la puerta
detrás de ella y Jill se quedó mirando el teléfono, viendo el parpadeo en la línea,
sabiendo instintivamente que era Carrie. El golpeteo en su pulso le decía eso. Así
que tomando una respiración profunda, respondió en su tono más profesional.
Jill apretó el teléfono con fuerza "No. Quiero decir…sí, estoy bien, pero...no"
Jill sonrió "Craig y Angie me llevaron a almorzar. Pizza. No supe de eso hasta ayer
por la noche. Y no tenía manera de contactarte"
"Está bien. No tienes que explicarme. Solo estaba preocupada. Tenía visiones de
que habías tenido un accidente de coche o algo así"
"Lo siento"
"Sí lo hay. Siento haberme perdido nuestro almuerzo" dijo Jill en voz baja.
Hubo un silencio y Jill pudo imaginar el rostro de Carrie, casi podía ver sus ojos
azul celeste.
Jill cerró sus ojos mientras apretaba el teléfono con fuerza contra su oído "Hubiese
preferido...bueno, me hubiese gustado estar en la cabaña contigo"
Jill pudo percibir la sonrisa en la voz de Carrie y también sonrió "He llegado a odiar
los fines de semana"
Jill se echó hacia atrás en su silla, aun sosteniendo el teléfono con fuerza "¿Qué
hiciste hoy?" preguntó en voz baja.
"Bueno, después de darme cuenta que no vendrías, me dirigí al parque para darle
de comer a los patos. Creo que la abuela pato nos extrañó esta semana. Pero fue
un buen día, había un montón de personas alrededor" ella rió nuevamente "Lo
habrías odiado"
Jill se dio la vuelta, sus ojos se abrieron echándole un rápido vistazo al reloj. Se
apoyó en el codo, con el ceño fruncido.
"Oh, mierda" murmuró ella. Eran las siete menos cuarto. Tiró de las sabanas y
luego se detuvo "Es sábado. Es un jodido sábado"
Se recostó con un gemido, con los ojos bien abiertos mientras miraba hacia el
techo. Sábado. No es un día de trabajo.
Con un suspiro, cerró sus ojos nuevamente, con la esperanza de que el sueño le
reclamara, esperando que se la llevara unas cuantas horas más. Pero no lo hizo.
Nunca había sido una dormilona. Y aunque estaba tratando, al parecer no iba a
empezar ahora.
"Mierda" murmuró ella otra vez mientras sacaba las piernas de la cama. Se sentó
allí por un rato, mirando hacia la pared, mirando a la nada. Finalmente se puso de
pie y deslizó sus pies en los mocasines que se quitó anoche. Mientras se alejaba
de la cama, agarró la bata de la barandilla y se la puso.
Estaba a medio camino por las escaleras cuando escuchó el crujido en la cocina.
Se detuvo, esperando en silencio que él no estuviese haciendo un desastre. Pero
olió el café. Eso era un comienzo.
Empujó la puerta giratoria, casi tumbando a Craig quien caminaba con un puñado
de huevos.
"Nunca te he visto hacerlo anteriormente" dijo ella pasando a su lado para tomar el
café.
"Eso no es cierto. Cuando Angie era un bebé, recuerdo un par de veces que me
levanté temprano para preparar el desayuno"
"En este punto, sí. La mayoría de las personas los revuelven antes de ponerlos en
la sartén"
"¿Cómo es eso?"
"¿Y?"
"Sí" él agitó los huevos entonces rápidamente volvió a mirarla "¿Lo estás?"
"No molesta, no" ella forzó una sonrisa "Nunca podría competir con tu celular"
Él se movió hacia la tostadora y puso dos rebanadas de pan, luego abrió la nevera
y sacó la jarra de jugo de naranja. Él le miró con las cejas levantadas y ella asintió
con la cabeza.
"Pensaba, ya sabes, que tal vez hoy podríamos salir"
"¿Qué clase de salida?" preguntó ella con desconfianza, mirando como vertía su
jugo.
Ella abrió el gabinete y sacó dos platos entregándoselos en silencio, antes de abrir
el cajón de los cubiertos.
Él agarró las tostadas y las arrojó sobre los platos, luego le dio uno a ella "¿Estás
segura?"
Ella agarró su café, tomando un sorbo antes de contestar "Tan aburrido como
suena, tengo que ir a la tienda de comestibles. Sin mencionar que tengo que lavar
la ropa"
"Oh, nena, eso es trabajar. Te estoy ofreciendo un día libre. Sin trabajar"
Después, iría a casa, tendría un almuerzo tranquilo y luego disfrutaría del sol en su
propio patio. Y tal vez su mente no se inundaría de pensamientos sobre Carrie.
Más tarde, mientras entraba en su calzada, con su asiento trasero lleno con bolsas
de compras, se sorprendió al ver a su suegra saliendo por la puerta lateral.
Jill se mordió el labio para evitar que saliera la réplica obvia. Una cosa era que los
padres de Craig tuviesen una llave para casos de emergencias. Otra muy distinta
era que Arlene sintiera la necesidad de utilizarla cada vez que quisiera.
"De compras" dijo ella mientras abría la puerta de atrás y sacaba dos bolsas.
"¿Por qué?"
Arlene frunció sus labios y Jill se preparó para el sermón que estaba a punto de
recibir.
"Tú y Craig apenas pasan tiempo juntos. Me gustaría pensar que te gusta estar
con tu marido"
"Sí, pero yo no. No quiero perder mi sábado haciendo algo que no me gusta"
"No creo que ir con tu marido a un juego podría considerarse una pérdida de
tiempo"
Jill abrió la boca pero luego la cerró nuevamente. Ahora no iba a perder el tiempo
discutiendo con Arlene. Así que pasó delante de ella, abriendo la puerta lateral con
el hombro.
"Oh, hornee pasteles ayer. Traje uno. Sabes cuánto le gusta a Craig mi pastel de
chocolate alemán"
"Sí. Así como a Angie. Estoy segura que les encantará"
"Me gustaría que aprendieras a hornear, Jill. Craig siempre ha amado los postres.
Estoy segura que agradecería un pastel recién horneado de vez en cuando"
"Bueno, hornear requiere talento. A menos que abras una caja y uses una mezcla
de pastel. Entonces digo ¿cuál es el punto?"
Arlene permaneció de pie en la cocina, viendo como Jill sacaba las compras. Jill
finalmente se detuvo "¿Algo más, Arlene?"
"No. Supongo que debería irme. Es casi la hora del almuerzo" hizo una pausa en
su camino a la salida "¿Quieres unirte a nosotros? Carl preparará hamburguesas a
la parrilla"
"En realidad, tengo que hacer unos recados. Voy a recoger algo en la ciudad"
mintió ella.
Jill frunció el ceño, sus cejas se unieron "Craig no mencionó que cenaríamos con
ustedes esta noche"
"¿No lo hizo? Sí, a las siete. Pero no te preocupes por traer algo. Va a ser simple.
Voy a hacer papas al horno"
Jill asintió "Bueno, me alegra que me lo dijeras. Ya estaba empezado la cena para
cuando él llegara a casa"
Arlene se movió para salir pero se detuvo nuevamente "¿Dónde está Angie?"
"Está en casa de Shelly. Su madre las llevará hoy al cine, luego se quedará otra
vez"
"¡Oh! que Angie no traiga a sus amigas. Así no tendrás que jugar a la mamá"
Jill estuvo a punto de protestar, pero no lo hizo. Era la verdad. Angie rara vez traía
a sus amigas a casa. Así que asintió con la cabeza "Creo que tiene miedo que los
traiga en mi viejo coche"
"No es de extrañar que ella piense que no te agrada. Pasas menos tiempo con ella
como con tu marido" miró hacia atrás por encima de su hombro "Nos vemos esta
noche"
Cerrando con fuerza la puerta del armario, se quedó allí, agarrando firmemente el
mostrador con las manos. Sin pensarlo, agarró su bolso, saliendo nuevamente
hacia la luz brillante del sol. Antes de darse cuenta, iba a alta velocidad por la
calle, conduciendo de forma automática, viendo las vistas familiares de su
pequeña ciudad mientras se dirigía fuera de la ciudad.
Y hacia el lago.
No sabía cómo lo sabía, pero algo le estaba guiando, como si fuese una marioneta
en una obra de teatro. No tenía ninguna razón para pensar que Carrie estaría en
la cabaña un sábado. Sin embargo, era hacia donde se dirigía, ni por un momento
cuestionó su razonamiento.
Mientras estaba fuera, se debatía con el hecho de si debía ir por la puerta principal
o por la parte posterior de la terraza acristalada como normalmente hacían.
"Ya sabes, si dejas abierto el portón de esa manera, nunca sabes quién entraría"
Carrie se acercó, sus ojos volviéndose serios "¿Me creerías si te dijera que tenía
esta...esta sensación de que vendrías hoy?"
Jill se permitió a sí misma ser atraída por los ojos de Carrie. Asintió con su cabeza
"Sí, me gustaría creerte" rió un poco alejando sus ojos de los de Carrie, rompiendo
el hechizo que la mujer parecía tener sobre ella "Realmente tenemos que
intercambiar los números telefónicos"
"Sí, tenemos que hacerlo" se quitó los guantes de jardinería y limpió sus manos en
los vaqueros "Ya que este día es demasiado hermoso para no compartirlo" hizo un
gesto a Jill para que le siguiera mientras caminaba a través de la valla hacia la
parte posterior "Deja que me lave, entonces podremos sentarnos en el muelle"
"Oh, absolutamente no. Esta muy bonito afuera, pensaba que sería un buen día
para empezar a plantar las flores" fue al fregadero de la cocina para lavarse y Jill
sacó un taburete de la barra, observándola "¿Cómo te escapaste?"
"¿Oh sí?"
Jill suspiró "Craig fue a un torneo de baloncesto en Richland" agitó su mano con
desdén "Quería que fuera con él para así poder pasar algún tiempo juntos"
"¿Y?"
"Me negué. Por un lado, no me gusta el baloncesto. Y por otro, cada vez que su
celular está con él, no tiene un momento libre"
Carrie se apoyó en la barra sobre los codos, observando a Jill. Cuando sus ojos se
encontraron, Jill inclinó su cabeza.
"¿Qué?"
"Creo que es un poco raro que las dos tengamos maridos tan ocupados con sus
propias vidas, que hemos llegado a ser casi un elemento secundario" se encogió
de hombros "Al menos, eso es lo que siento a veces"
Jill asintió "Exactamente. Ayer, cuando nos llevó a comer, su móvil sonó diez
minutos después de haber llegado. Creo que en realidad se olvidó que estaba allí.
Tuve que pedirle que finalizara la llamada sólo para que me pudiese llevar al
trabajo"
"No ¿Y tú?"
"No. Pero no tengo mucho que ofrecer" ella sonrió por encima de la parte superior
de la puerta "El queso y las galletas que tuvimos la semana pasada"
"Y tengo una botella de vino ¿Qué tal si pasamos la tarde abajo en el muelle?"
"Maravilloso. Será agradable compartir sin tener que mirar el reloj" Jill se puso de
pie, luego se detuvo "¿O tienes que regresar?"
"No puedo creer que te haya dicho eso. Mi suegra nunca interfiere de esa manera"
dijo Carrie "Aunque a veces creo que quisiera hacerlo en algunas ocasiones"
"La mayoría de mis defectos generalmente implican a Angie pero hoy también
estaba centrada en Craig. Realmente creo que la mujer me odia"
"Lo sé. Sigo diciéndome eso" dijo Jill tendiendo su copa para que Carrie la
volviese a llenar "Gracias. A veces me pregunto si no hay algo de verdad en lo que
dice. Casi no pasamos mucho tiempo juntos. Y aunque no me gusta el baloncesto
¿no debería apoyarlo más e ir a sus juegos? Sé que otras mujeres lo hacen"
"No importa cómo suena. Debes ser capaz de expresar tus sentimientos, Jill"
"Sí, pero suena tan egoísta. Quiero decir ¿qué hay de malo en mí? ¿Por qué no
quiero pasar tiempo con él?"
"No lo sé"
Carrie miró hacia el lago y luego estiró las piernas poniéndose más cómoda en la
banca. Jill se volteó observándola.
"A menudo me pregunto cómo sobrevivió mi propio matrimonio" dijo Carrie "Pero
al principio, era yo quien nunca estaba en casa. Cada fin de semana estaba
mostrando casas, reuniéndome con compradores y vendedores, nunca estaba en
casa para James, nunca estaba en casa para los chicos. Es un milagro que mis
hijos resultaran ser tan amorosos" se volteó lentamente, mirando los ojos de Jill
"Entonces, por supuesto, las tiendas despegaron y fue James quien estuvo fuera
todo el tiempo" se volteó hacia el lago "Y nuestros chicos todavía nos aman"
Carrie negó con la cabeza "La escuela privada. Brookhaven" levantó sus manos
como si fuese a agarrar el sol "Un día magnífico. Me encanta que estés aquí
compartiéndolo conmigo" ella sonrió "Y es bueno verte de esta manera, en ropa
de diario. Luces cómoda. Te ves bien"
Jill se sonrojó y luego frotó sus manos en los vaqueros "Odio los trajes de
negocios pero el señor Tutt insistía en ellos. Ahora que su hijo dirige el negocio, no
es tan estricto en eso, pero ya tengo un armario lleno de ellos"
"Eso fue lo primero que hice cuando deje el negocio de bienes raíces. Tiré todos
mis trajes. Juré que nunca me pondría otro par de zapatos de tacón alto" agarró la
botella de vino y la sostuvo en alto "Estamos terminando con ella" se echó a reír
"Dios, me encantan los días perezosos como este"
"Sí. Es muy agradable" Jill se acercó y tocó su mano "¿Dónde están tus chicos?
¿Cómo es que estás sola?"
Carrie se quedó mirando sus manos durante un largo rato y luego levantó sus
ojos. Jill comenzó a apartar su mano avergonzada, pero Carrie le detuvo.
"Sólo usas una banda como anillo de matrimonio" dijo Carrie en voz baja.
"Sin diamante, sólo la banda" explicó Carrie tocando su dedo anular. Entonces
levantó su mano izquierda "Yo también"
"No. Un mes más tarde. Los dos nos graduamos en mayo. Nos casamos en junio.
Ambos comenzamos a enseñar en Kline en agosto" sacudió su cabeza con una
sonrisa "Un verano arrollador"
Carrie le dedicó una sonrisa compasiva "No puedo creer que tus suegros vivan
tres puertas más abajo"
Jill volvió su atención al lago y se estiró como Carrie había hecho. El banco del
jardín era pequeño y era consciente de que sus manos aún se rozaban, era
consciente de cada movimiento mientras los dedos de Carrie se deslizaban a
través de su piel. Finalmente se dio la vuelta y no se sorprendió al descubrir los
ojos de Carrie sobre ella. Sus ojos se sostuvieron un largo rato. Una vez más, esa
sensación de familiar conexión les rodeó. A ella le gustaba. Se sentía en paz.
"A mí también"
Jill asintió y sonrió "Tal vez deberíamos intercambiar números de teléfono" sugirió
ella.
"Y te voy a dar el código del portón. Aunque no podamos estar juntas, no hay
ninguna razón para que no puedas venir aquí y disfrutes de la paz y la
tranquilidad"
"¿Por qué no? Lo estoy ofreciendo. Además, eres la única persona que sabe que
este lugar existe"
Jill se detuvo "¿No te sientes culpable por no compartir esto con tu familia?"
Carrie negó con la cabeza "No, en absoluto. Por una parte, James nunca podría
detenerse lo suficiente como para disfrutar estar aquí. Siempre está corriendo todo
el tiempo. Ahora, los chicos probablemente disfrutarían del lago en verano,
disfrutarían nadar, pero ambos tienen sus propios asuntos. Josh se graduará en
mayo e irá a la universidad. No tiene la menor idea de lo que quiere hacer, pero
quiere irse de casa, quiere ir a un nuevo lugar. Y estoy a favor de eso. Es
demasiado joven para apegarse a un solo lugar. Y Aaron, es el hijo de su padre.
Tan inteligente, que podría hacer lo que quisiera en ingeniería, ciencias de la
computación, cualquier cosa. Pero, demonios, quiere quedarse aquí y dirigir una
de las tiendas de James"
"Bueno, estoy segura que James está feliz, al menos uno de ellos quiere seguir
sus pasos" dijo Jill.
"Oh, por supuesto que lo está. Creo que secretamente estaba aterrorizado de
estar trabajando, partiéndose el culo todos estos años, para nada" dijo con una
risa "Pero en verano, Aarón sale con él todos los días. Y este verano, James le ha
prometido trabajar como asistente de gerencia. Tengo este horrible miedo de que
se gradúe en la secundaria y comience a trabajar como gerente y nunca vaya a la
universidad. Y Aarón sería perfectamente feliz. Igual que James"
"Bueno, al menos tus hijos tienen intereses. El mundo de Angie gira en torno a los
chicos y el maquillaje. Sé que sólo es estudiante del primer año, pero no muestra
ningún interés en nada. Una vez le pregunté qué quería hacer y me dijo que
probablemente acabaría siendo secretaria…como yo" dijo Jill con una sonrisa.
"Sí. Sobre todo cuando era más joven. Después de la escuela, se quedaba allí
hasta que yo regresaba del trabajo. Incluso ahora que es mayor, se la pasa allí
después de la escuela. Me estremezco cuando pienso en toda la mierda que le
mete en la cabeza"
"No. Al principio cuando ella decía algo para molestarme, yo se lo contaba, pero
por lo general él terminaba riéndose, o peor aún, se ponía de su lado. La única vez
que no estuvo de su lado fue cuando dejé la enseñanza. Él sabía lo miserable que
era"
"Sí. Y hoy ella me informó que cenaríamos con ellos esta noche. Aparentemente a
Craig se le olvidó decirme"
"Ouch"
Jill sonrió "Bueno, veamos. No comenzó tan bien, no. Pero estar sentada aquí en
el lago bajo el sol, compartiendo contigo...sí, fue perfecto"
Carl, su suegro, le miró una vez, sus ojos interrogantes, pero ella sonrió y volvió su
atención a Craig. Realmente trataba de mostrar algo de entusiasmo por lo que
Craig amaba. Por desgracia, no lo lograba.
Capítulo 15
"Cinco días de sol en fila" exclamó Carrie un día una semana después "¿Crees
que la primavera realmente está aquí?"
Jill se echó a reír "Marzo apenas está aquí. No creo que debas declararlo
primavera"
"Se siente como primavera. Incluso huele a primavera. Y mira cuan poblado están
los árboles" dijo ella "Pronto florecerá todo" se volvió hacia Jill "No puedo esperar
el verde"
"Lo sé. Y este sería un buen fin de semana para que comiences a plantar"
Carrie asintió "Sí, lo sería" entonces sonrió "¿Estás segura que tienes que irte?"
"Por mucho que me encantaría estar contigo, Craig y Angie nunca me perdonarían
si me pierdo el torneo estatal"
"Bueno, lo creas o no, incluso Josh mención que Kline iría a los estatales. Y Aarón
dijo que habían pintado las ventanas en ambas tiendas de la ciudad"
"Sí, todo el mundo está entusiasmado. Arlene nos compró a todos camisetas
idénticas para llevar a los juegos. Tengo este miedo de que sostenga un cartel que
diga que somos la familia del entrenador" Carrie rió.
"No creas que no he pensado en quedarme atrás, porque lo he hecho. Pero estoy
segura que la ira de los dioses del baloncesto caería sobre mi"
"Tal vez" Jill ocupó el banco y esperó hasta que Carrie le mirara. Sus ojos azules
parecían brillantes en la luz del sol. Jill no podía decidir qué color le gustaba más,
si este o el azul celeste que veía con mayor frecuencia "Yo...realmente extraño
hablar contigo, Carrie. Quiero decir…los fines de semana" hizo una pausa "No lo
entiendo" admitió en voz baja "Nunca he tenido una amiga como tú. Nunca he
hablado tanto con alguien"
"Sé exactamente a que te refieres" Carrie se sentó apoyando los codos sobre sus
muslos mientras miraba hacia el lago "No sé qué pasa contigo, pero cuando estás
cerca, todo parece tan brillante, tan hermoso" miró a Jill rápidamente, luego alejó
la mirada "Casi tengo miedo de los colores que veré esta primavera" dijo ella
riendo "Si no te importa, me gustaría pintarte"
"Sí. No un retrato. Quiero decir, afuera, de pie ante el agua o sentada aquí en
nuestro banco, con los colores estallando a tu alrededor" se volteó hacia Jill "¿Qué
piensas?"
En todos los años que había conocido a Craig, nunca le había visto de esta
manera. Pero el silencio era casi insoportable. Desafortunadamente, no conocía
ningún lema inspirador deportivo para animarlo.
Ella colocó su cabello rubio detrás de ambas orejas y se quedó mirándole. Sus
ojos estaban pegados a la TV, un televisor que permanecía silencioso y oscuro.
Incluso su celular permanecía silencioso.
Ella arqueó sus cejas. No le había escuchado utilizar la palabra M en años. Pero lo
intentó nuevamente.
"Fuiste a las estatales, Craig. Lograste llegar al juego final. Estás actuando como
si hubieses fallado"
"¿Fallado? Fuimos escogidos para ganar. Tendríamos que haber ganado" él negó
con la cabeza "Maldita llamada. No fue una falta ¡Jesús! Cualquiera podría decir
que no fue una falta"
Y después de llamar a Arlene para hacerle saber del estado de ánimo de su hijo,
fue a ponerse al día con la ropa que había dejado de lavar durante su ausencia.
Cuando caminó a través de la casa dirigiéndose hacia las escaleras, vió que Craig
seguía en la misma posición, mirando el televisor. Sabía que debía ser devastador
perder el partido por el campeonato, pero aun así, al menos habían llegado muy
lejos ¿Cuántos equipos podrían decir eso? Abrió su boca para decir esas mismas
palabras, pero se detuvo ¿Qué sabía ella de eso?
Él se encogió de hombros y luego hizo un gesto hacia la cama "Me vendría bien
un poco de atención" dijo él.
"¿Atención?"
Él se acercó "Sí" él agarró sus manos y la atrajo hacia sí "Han pasado semanas
desde las última vez que hicimos el amor"
"¿Y? ¿Entonces?"
"Y yo no. Además, tus padres están por llegar en cualquier momento"
Ella puso las manos en sus caderas y lo miró "Desde enero has estado fuera casi
todas las noches de la semana por el baloncesto. No me hables de pasar tiempo a
solas"
Ella se dio la vuelta y recogió una brazada de ropa sucia. Sacudió su cabeza "No
significa nada Craig. Pero no me interesa acompañarte en tu fiesta de
autocompasión. Deberías estar orgulloso de lo lejos que han llegado tú y el
equipo. Son jóvenes, Craig. Ellos te miran ¿Es lo que quieres que ellos vean?"
"¿Así que el mensaje que quieres dejar es que si pierdes el juego, pierdes la vida?
Por favor. Ellos tienen 16-17 años ¡Qué triste es que les hagas creer que este fin
de semana fue el acontecimiento más importante de sus vidas! Ellos tienen toda
su vida por delante"
"Y siempre se trata de ti" murmuró ella. Cerró sus ojos, dejando escapar el aliento
finalmente. Él no estaba preocupado por los jóvenes y su estado de ánimo,
simplemente estaba más preocupado por él. Eso era lo que le hacía un buen
entrenador, el miedo a caer. También era lo que le hacía un entrenador terrible.
Más tarde, después de los filetes y después que su madre le hubiese consolado
efectivamente, fue capaz de encender su teléfono celular. No había dejado de
sonar.
Así que tan pronto Arlene y Carl se fueron, ella se sirvió una copa de vino y se
retiró a la terraza. Las noches todavía estaban frías, pero no era un frío
insoportable. El suéter que se había puesto era lo suficientemente cálido.
Inclinó la cabeza hacia atrás y cerró sus ojos, tratando de relajarse después del
turbulento fin de semana que habían tenido. Y como siempre, cuando se los
permitía, los pensamientos de Carrie inundaron su mente.
Intencionalmente los había mantenido a raya, tratando con todas sus fuerzas de
armonizar con su familia, de disfrutar del fin de semana de baloncesto como los
otros estaban disfrutando. Incluso en las noches, mientras yacía en la cama,
mucho tiempo después de que Craig se hubiese dormido, deliberadamente
cerraba su mente a cualquier pensamiento sobre Carrie.
¿Amar?
Jill no sabía quién estaba más sorprendida por el abrazo, pero simplemente no
pudo detenerse a sí misma cuando Carrie salió al porche a su encuentro.
Avergonzada se apartó pero Carrie mantuvo agarrada su mano. Sus ojos se
sostuvieron durante un largo rato y entonces Carrie finalmente sonrió y la liberó.
"¿Me extrañaste?"
"Como si fuese de vida o muerte" dijo Jill "No puedo decirte cuánto me alegra que
haya terminado"
"Sí, supongo que mi predicción sobre una primavera temprana fue incorrecta" dijo
Carrie mientras sostenía abierta la puerta de la terraza acristalada.
Jill apretó su brazo mientras pasaba a su lado "La primavera estará aquí antes que
te des cuenta" se detuvo en seco cuando entró en la terraza acristalada. La
pequeña mesa de mimbre estaba ubicada frente al sillón del jardín, estaba
decorada con un mantel de colores y un jarrón con media docena de rosas rojas.
Se volteó lentamente, encontrando los ojos de Carrie.
Carrie se encogió de hombros y Jill notó el leve rubor que cubrió su rostro "Nada
del otro mundo" dijo ella "Solo compre las rosas como un capricho"
"Es...es tan dulce de tu parte" dijo Jill suavemente. Se acercó inclinándose para
inhalar la fragancia. Se enderezó con una sonrisa "Maravilloso"
"Puedo ayudarte"
"Me complace que te gusten" dijo Carrie en voz baja detrás de ella.
"Por supuesto que no. Las fresas están en temporada, no pude resistirme"
"Cuéntame sobre tu fin de semana" le animo Carrie mientras colocaba una fresa
en su boca.
Jill sonrió "Odio admitirlo, pero secretamente estuve esperando que perderíamos
el primer juego. Y no hubo nada relajante en el fin de semana. Nos alojamos en el
mismo hotel donde se alojaron todos los equipos. Imagina a cientos de
adolescentes vagando por las salas"
"Oh, fue totalmente libre de estrés y un poco aburrido" dijo Carrie bajando su
sándwich "En realidad, James llegó a casa el viernes a una hora decente, así que
nos llevó a cenar a Aarón y a mí. Josh estaba en una cita" dijo con una sonrisa
"Vine aquí el sábado ya que el clima estaba muy agradable. Josh llevó a Aarón y a
un par de amigos al centro comercial y al cine, así que pude pasar todo el día
aquí. He limpiado las viejas macetas de Joshua"
"Ayer fue uno de esos extraños días en el que todos estábamos en casa al mismo
tiempo. Preparé un asado y tuvimos una verdadera cena familiar" dijo ella "Fue
sólo un día de descanso"
"Sí" Carrie desvió la mirada y luego volvió a mirar a Jill "Yo...te extrañé. Este fin de
semana, te extrañé"
Jill asintió "También te extrañé" dijo ella en voz baja. Los ojos azules sostuvieron
los suyos y ella no trató de alejarse de ellos "Al parecer te extraño cada vez más"
murmuró ella.
"¿Piensas en mí?"
"Sí"
El corazón de Jill latió con fuerza en su pecho y olvidó respirar. Miró fijamente
esos ojos azules que parecían tan reservados, esos ojos azules que había
aprendido a leer tan bien. Se dio cuenta que el fuerte latido de su corazón no era
por temor.
"¿Sentir qué?" ella respiró.
Jill sabía lo que estaba pasando, pero aun así no pudo detenerlo. Sus ojos se
cerraron cuando sintió que los labios de Carrie rozaron los suyos. Se quedó sin
aliento ante el contacto y luego gimió cuando la boca de Carrie regresó. Sus
propios labios se separaron, moviéndose con los de Carrie mientras el beso se
profundizaba. Las campanas de advertencia clamaron por ser escuchadas pero
sólo fue el sonido de su respiración entrecortada lo que le hizo recobrar el sentido.
Se apartó bruscamente con sus ojos muy abiertos, sus dedos tocaron sus
labios…donde la boca de Carrie había estado.
"Oh, Dios mío" susurró ella. Sacudió su cabeza, poniéndose de pie finalmente y
retrocediendo. Inmediatamente una mirada de arrepentimiento cruzó el rostro de
Carrie.
"Tu amistad significa para mí más que cualquier otra cosa, Jill. Por favor, lo siento
mucho. Sólo soy una idiota"
Jill retrocedió, luego se dirigió rápidamente hacia la puerta, con los ojos muy
abiertos "Me tengo que ir" susurró ella.
Jill abrió la puerta entonces se detuvo, dándose la vuelta para hacerle frente a
Carrie. Sus ojos se sostuvieron y Jill ya no pudo negar lo que era tan
descaradamente obvio. Se habían estado tocando inocentemente por semanas.
No la volveré a ver.
Una mujer.
Cerró sus ojos nuevamente. Sabes lo que significa. Sabes exactamente lo que
significa.
Sí, sabía lo que significaba, no era tan ingenua. Y si la volvía a ver ¿qué? ¿Carrie
continuaría disculpándose? ¿Podrían declararlo como una locura temporal? ¿O
hablarían de ello, lo discutirían y lo analizarían?
Negarse a reconocerlo no haría que desapareciera. Pero aceptarlo era algo que
Jill no pensaba estaba dispuesta a hacer.
En días como hoy, Jill estaba feliz de tener una asistente. El trabajo que
normalmente hacía por sí misma, el trabajo que hacía hasta dormida, no era más
que un revoltijo. No podía concentrarse en nada y mucho menos en los números.
Entonces, mintió. Con el pretexto de trabajar en su nuevo anuncio de radio, le
entregó las cuentas de la semana a Harriet. La culpa inicial que sintió, desapareció
rápidamente cuando vió el brillo en los ojos de Harriet ante la perspectiva de hacer
algo distinto a sus tareas habituales como asistente de oficina.
Así que, con su puerta cerrada, Jill arrancó con el anuncio de radio, sin molestarse
en leer el espacio de 30 segundos. Sólo eran palabras revueltas en la página, así
como había ocurrido con los números.
Excepto en Carrie. Y no tenía idea de lo que iba a hacer. No sabía lo que iba a
hacer con Craig, su matrimonio y sin duda no sabía qué hacer con Carrie, no
sabía qué hacer con sus sentimientos por la otra mujer.
Hizo girar su silla mirando por la ventana, observando las gotas de lluvia contra el
cristal. La noche anterior, cuando Craig intentó hacerle el amor se encontró con su
resistencia, había querido hablar de ello. Finalmente, él se había dado cuenta que
habían pasado meses desde la última vez que se habían tocado. No podía lidiar
con sus preguntas y casi había cedido, casi había permitido tener relaciones
sexuales con él…pero al final…no pudo.
"Oh, ahora estás diciendo locuras. No te trato como mi servicio. Pero nena,
entrenar requiere mucho tiempo. Lo sabes"
"Sí, lo sé Craig. Pero siento como si fuésemos extraños. Así que perdóname si no
me emociona tener relaciones sexuales contigo" ella suspiró.
Pero cuando amaneció, cuando despertó sola, lo único en su mente fue Carrie. No
su matrimonio, no su esposo. Sólo Carrie y el breve beso que habían compartido.
Y ahora, mientras observaba la lluvia, no tenía ni la más remota idea de lo que iba
a hacer.
Todo lo que escuchó fue una silenciosa respiración, luego un sutil carraspeo.
Agarrando el teléfono con fuerza, con los ojos fuertemente cerrados, asintió con la
cabeza "Sí" dijo ella en voz baja.
Fue el turno de Jill para hacer una pausa y abrió sus ojos, sintiéndose
reconfortada por primera vez en ese día por la lluvia que caía silenciosamente
"Está lloviendo" murmuró ella.
"Sí"
"¿Crees que atraigo a la lluvia?" Jill cerró sus ojos nuevamente. Podía imaginar el
rostro de Carrie, podía ver la sonrisa en sus labios.
Pero eso no detenía el nerviosismo que sentía estando de pie bajo la lluvia,
vacilando antes de ir a la puerta. Mientras caminaba hacia la parte trasera, la vio,
de pie en la terraza acristalada con la puerta de la cabaña abierta dándole la
bienvenida. Sus ojos se encontraron, las ventanas no pudieron frenar la intensidad
de su mirada.
Finalmente limpió las gotas de agua que corrían por su rostro y notó que estaba
empapada. Se movió caminando hacia la puerta, haciendo una pausa nuevamente
antes de abrirla.
"Por favor no digas que lo sientes nuevamente" dijo Jill. Se acercó y luego se
detuvo. Apartó su mirada por un momento, luego volvió a mirar a Carrie
"¿Cuando...? ¿…cuándo fue la última vez que te acostaste con tu esposo?"
preguntó ella en voz baja.
Jill cerró sus ojos, asintiendo con la cabeza "No he tenido...no he tenido relaciones
sexuales con Craig desde que te conocí" abrió sus ojos nuevamente
encontrándose con los de Carrie.
"Entonces ¿por qué quiero que me beses otra vez?...quiero decir, conozco todas
las razones por las que no debemos. Sin embargo, eso no cambia nada ¿no? Aun
quiero que me beses"
Carrie vaciló y entonces sonrió "Estás empapada. Deja que te traiga una toalla"
"No puedo fingir que no sucedió, Jill. No he pensado en otra cosa desde entonces.
Pero si no me voy y hago algo que no sea traerte una toalla, te besaré
nuevamente. Y entonces definitivamente tendremos un problema"
Esa era una salida. Jill podría dejarle ir, podría dejarle escapar hacia el interior de
la cabaña. Podrían evitar el tema, podrían incluso almorzar. Pero el agarre de Jill
se afianzó en el brazo de Carrie. No quería dejarla ir.
Pero Carrie negó con la cabeza "No. No seré yo quien lo haga" se apartó dejado
caer los brazos a sus costados.
Carrie ladeó su cabeza, sus ojos mirando la misma alma de Jill "Entonces ven y
bésame" susurró ella.
Era una orden que Jill no pudo resistir. Dio un paso más cerca, sintiendo la
electricidad en la habitación, viendo la anticipación en los ojos de Carrie. Se
sorprendió al notar el pulso que latía rápidamente en la garganta de Carrie,
sorprendida por su respiración laboriosa, sorprendida por la necesidad que tenía
de besar a Carrie.
Sintió el temblor de Carrie cuando deslizó sus manos por los brazos de Carrie.
Luego su propia mano tembló cuando la elevó para acariciar ligeramente con sus
dedos el rostro de Carrie. Bajó la mirada de los ojos de Carrie hacia sus labios,
mirando con fascinación cuando se separaron, observando como la lengua de
Carrie salía para mojarlos. La opresión en su pecho y su falta de aliento le dijo
todo lo que necesitaba saber. Moriría si no le besaba.
Finalmente fue Carrie quien cerró el espacio entre ellas, fueron los labios de
Carrie los que le reclamaron con tanta urgencia, con tanta pasión que Jill sintió
que sus rodillas se desvanecerían.
Sus ojos se cerraron de golpe mientras gemía, su boca se abrió mientras se
aferraba a los hombros de Carrie. La lengua, que con timidez se reunió lentamente
con la de ella, echó fuera todo pensamiento racional. Sintió los brazos de Carrie
deslizándose alrededor de ella y permitió que le acercara aún más en ese abrazo.
Una sensación, como ninguna otra que jamás hubiese experimentado, se apoderó
de ella y permitió que fluyera libremente. No podía negarlo.
Fue entonces cuando Carrie se alejó un paso, cuando permanecieron allí de pie
respirando con dificultad, cuando Carrie agarró su mano y la llevó al interior de la
cabaña, cuando ella no trató de detenerla, cuando no trató de apartarse.
Permaneció allí en silencio, las cortinas provocando sombras que bailaban sobre
la cama. No hubo ninguna vacilación, ni temor...sólo nerviosismo de que no
pudiese calmarse. Pero cuando Carrie desabrochó su blusa, cuando dejó al
descubierto su sujetador de encaje...cuando Jill vio esos ojos azules oscurecidos
por el deseo, incluso el nerviosismo desapareció. Ella dejó caer la blusa en el
suelo con indiferencia. Los pantalones de lana que se había colocado esta
mañana se deslizaron suavemente por sus piernas. Pero cuando las manos de
Carrie se deslizaron hacia su sostén, Jill las detuvo.
"Quítatelo" susurró Jill tirando del mullido suéter que Carrie estaba usando. Se
quedó sin aliento cuando Carrie deslizó el suéter por su cabeza. No llevaba
sujetador. Sus pechos eran pequeños, sus pezones rápidamente se endurecieron
ante la mirada de Jill. Finalmente levantó sus ojos hacia Carrie "Vamos a hacer el
amor"
Sus manos se elevaron sin vacilación para tocar a Carrie. La piel era suave bajo
sus dedos…era suave y tersa…y se dio cuenta que había soñado con este
momento desde el día que había mirado los ojos de Carrie.
No tuvo miedo cuando Carrie le guió hacia la cama, no tuvo miedo cuando Carrie
le atrajo hacia ella. Instintivamente, sus manos se deslizaron a través de su piel,
sabiendo dónde tocar, cómo tocar.
Pero cuando las manos de Carrie se extendieron hacia sus muslos, cuando Carrie
se ubicó entre sus piernas, Jill no estuvo preparada para la reacción de su cuerpo
ante su contacto. Sus caderas se elevaron, uniéndose con la de Carrie y sintió una
oleada de humedad que le mojó. Entonces la boca de Carrie estuvo allí,
silenciando su gemido, quitándole el aliento. Luego esa boca se apartó,
moviéndose más bajo.
Jill se estremeció cuando sus suaves labios cubrieron su pecho, cuando su lengua
cálida lamió su pezón. Su cuerpo palpitaba y se movía salvajemente contra Carrie.
Deslizó sus dedos por el corto cabello de Carrie, sosteniéndola con fuerza contra
su pecho. Entonces una mano se movió entre sus cuerpos y sintió el movimiento
de Carrie, sintió como deslizaba la mano sobre su cadera.
No estaba segura que esperaba sentir cuando Carrie le tocara, pero no era la
sacudida de deseo que atravesó su alma. Sus dedos se deslizaron en su
humedad y ella gritó, inclinando su cabeza hacia atrás, sus ojos se cerraron
cuando Carrie entró en ella. Sus caderas se sacudieron, manteniendo a Carrie en
su interior, moviéndose con cada embestida de sus dedos.
Capítulo 19
Llenó la copa de vino por tercera vez, notando distraídamente que la botella
estaba casi vacía. Aturdida la dejó a un lado, moviéndose lentamente a lo largo de
la terraza, manteniéndose al margen de la llovizna que había estado cayendo
durante todo el día.
Pero ¿qué significaba todo aquello? no tenía ni idea. No había habido tiempo para
hablar, tiempo para disfrutar su intimidad. Carrie le había pedido que le llamara, le
había pedido que se quedara con ella toda la tarde, pero Jill no pudo pensar en
una excusa que darle a Harriet.
Se veía espantosa.
Y era una bendición que no tuviese que enfrentar a Craig ya que no tenía idea de
cómo iba a reaccionar cuando le viera, ni idea de lo que sus ojos le revelarían ¿Él
lo sabría? ¿Sospecharía? Y la próxima vez que él le besara… ¿Se apartaría?
¿Rehuiría su caricia?
Su caricia ¿Ahora cómo iba permitir que le tocara después de lo que acababa de
compartir con Carrie? Las caricias de Carrie no podrían haber sido más diferentes
que las de Craig, aun así sus manos sobre su piel hicieron que su cuerpo cobrara
vida, hicieron que se estremeciera de deseo y necesidad. Era como si Carrie
supiera exactamente cómo tocarla, cuándo tocarla...dónde tocarla.
Se detuvo…la copa de vino casi a sus labios, pero la bajó nuevamente. Sí, Carrie
sabía cómo tocarla. Carrie sabía exactamente cómo tocarla.
Jill se sentó en su coche por un largo momento, realmente nerviosa por ver a
Carrie. No estaba segura qué esperar. No sabía cómo iba a reaccionar, no sabía
cómo iba a reaccionar Carrie ¿Se abrazarían? ¿Se besarían? ¿Almorzarían como
siempre?
Jill cerró sus ojos, consciente del temblor en su cuerpo justo por ese pensamiento
¿Era eso lo que quería? ¿Hacer el amor otra vez? ¿Acariciar a Carrie? ¿Qué
Carrie le acariciara? ¿Era este el comienzo de una aventura...una aventura con
otra mujer? ¿O era algo de una sola vez? ¿Un desacierto de una vez?
Sacudió su cabeza. No sabía lo que era, no todavía. Pero sí sabía que no era algo
de una sola vez. Su cuerpo se lo decía. Entonces abrió la puerta y salió, la lluvia
que había persistido durante toda la noche y toda la mañana se había disipado,
dando paso a un clima más frío pero con un cielo despejado.
Los tacones que se había colocado en la mañana clicaban con fuerza sobre la
calzada mientras se apresuraba en llegar a la terraza acristalada. Como era de
esperar, Carrie estaba de pie en el interior esperando. Y como antes, Jill se
detuvo, sus ojos se encontraron con los de Carrie a través de las ventanas. Una
vez más, no sabía que esperar, pero no esperaba este rápido martilleo en su
corazón y esta debilidad en sus rodillas. Sólo cuando Carrie le dedicó una sonrisa
vacilante fue capaz de entrar, haciendo una pausa para secar sus pies sobre la
alfombra antes de entrar en la terraza acristalada.
Jill negó con la cabeza "No" entonces dijo "¿Lo estás tú?"
"No...no en absoluto"
Jill asintió, sus manos se apretaban nerviosamente frente a ella. Finalmente hizo
la pregunta que había estado rondando en su cabeza toda la noche y toda la
mañana.
"Has estado con una mujer anteriormente ¿verdad?"
Carrie estaba obviamente sorprendida por la pregunta y unió sus cejas "¿Por qué
dices eso?"
Carrie dejó escapar su aliento lentamente entonces asintió con la cabeza "Sí"
Jill no supo qué decir, no sabía qué hacer con el agudo dolor que atravesó su
alma. Por alguna razón quería que la respuesta fuese no.
Jill no estaba segura de querer saber los detalles, no estaba segura de poder
manejar la situación ¿Y si era alguien como ella? ¿Alguien que se sentía
abandonada en su matrimonio? ¿Alguien que buscaba algo más en la vida, algo
más en una relación?
"¿Jill?"
Jill negó con la cabeza entonces se alejó poco a poco, encontrándose con los ojos
de Carrie. El deseo que recordaba de ayer todavía estaba allí.
"Bésame" murmuró ella cerrando los ojos nuevamente cuando los labios de Carrie
se movieron ligeramente, suavemente contra los suyos. Ella gimió…toda la
emoción, toda la excitación regresó con su beso. Abrió su boca deseando más,
pero Carrie se apartó.
Jill se alejó de su abrazo, avergonzada por su deseo "Sí, está bien. Tienes razón"
Carrie entró en la cocina, recogiendo dos vasos que había llenado con agua
previamente. Le dio uno a Jill, luego se unió a ella en el sofá de dos puestos. Jill
se acercó y agarró su mano, dejando que sus dedos se entrelazaran.
"Cuéntame"
"Puedo imaginar lo que estás pensando" dijo Carrie sonriendo ante la mirada de
vergüenza en el rostro de Jill "Pero fue hace mucho, mucho tiempo. En la
universidad" dijo ella "Acababa de conocer a James, apenas había empezado a
salir con él. Fuimos a una fiesta, nuestra primera fiesta juntos. Y había una chica,
era unos años mayor que yo, estudiante de último año" dijo ella "En fin, ella
coqueteaba descaradamente conmigo. Antes que finalizara la noche, se las había
arreglado para robarme un beso y se había marchado con mi número de teléfono"
Carrie se encontró con los ojos de Jill, sosteniéndolos "Y dos noches más tarde,
me acosté con ella"
"¿Pero y James?"
"No sabía muy bien qué hacer con James y ciertamente no sabía qué hacer con
ella. Ella era tan emocionante, tan diferente. Sin embargo, tres semanas más
tarde, después de estar con ella casi todas las noches, se levantó y se fue.
Abandonó la escuela y consiguió un trabajo en Los Ángeles, así como así. Apenas
se despidió. Y yo estuve devastada" se encogió de hombros "Y James todavía
estaba allí, aun queriendo salir conmigo. Me convencí a mí misma que había sido
una locura temporal y fingí que nada de eso había sucedido"
"No. Pero nosotros no estábamos durmiendo juntos. Ocurrió mucho tiempo antes
de que durmiera con él"
"No. Honestamente, ese pensamiento nunca cruzó por mi mente. No hasta que te
conocí" dijo Carrie. Apretó con fuerza la mano de Jill luego la llevó hasta sus labios
"Y una vez que me di cuenta de lo que sentía por ti, no pude dejar de pensar en
ello. Era como si fuese a morir si no te tocaba"
Jill sacudió lentamente su cabeza, mirando esos labios que unos segundos antes
habían rozado su palma.
"Dime cómo te sientes, Jill. Dime si te sientes culpable por lo que hicimos. Lo
entenderé. Dime si no quieres volver a...volver a hacer el amor conmigo" susurró
ella "Voy a entenderlo también. Sólo dímelo. No dejes que me siente aquí y
especule, como lo he estado haciendo desde que te fuiste ayer"
"No, no, lo siento. Pero no estoy segura de cómo me siento. Debería sentirme
culpable ¿no es así? Pero no lo hago. En realidad no" se quedó sin aliento "La
idea de no volver a verte, de no estar contigo otra vez...no es una opción" sostuvo
los ojos de Carrie "¿O lo es?"
Capítulo 21
"Hola" dijo Jill "Por lo general, sólo Angie y Craig no se molestan en llamar cuando
entran por esa puerta" dijo ella incapaz de evitar el sarcasmo en su voz.
Jill frunció el ceño "Preparo la cena cada noche. Bueno, cada noche que alguien
está aquí para comerla" se alejó "Lo que no es a menudo" agregó ella.
"¿Compartir?"
Arlene juntó sus manos y luego las liberó. Negó con la cabeza lentamente antes
de responder "Él me dijo que algo anda mal. Me dijo que ha pasado...bueno, que
ha pasado un tiempo desde que...bueno, desde que han tenido intimidad. Sé que
esa parte de tu matrimonio no es de mi incumbencia, pero…"
"Por supuesto que lo eres. Y si ahora estás teniendo algunos problemas, algunas
dificultades…estoy aquí para ti"
"¿Dificultades?"
Arlene se acercó un paso, su voz baja "Si estás viendo a otro hombre, es justo que
se lo digas a Craig"
Jill miró hacia el techo y luego cerró sus ojos "No voy a tener esta discusión
contigo. Si Craig tiene preguntas, puede hacérmelas a mí. Pero me niego a
hacerlo a través de ti" abrió la puerta aún más "Ahora bien…si no hay nada más"
Arlene pasó a su lado para irse, pero se detuvo en la puerta "Será mejor que
tengas cuidado" dijo en voz baja "Un hombre como Craig puede encontrar lo que
quiera en otro lugar. Lo que tú no le das, alguien más se lo dará"
Se dio la vuelta y se alejó antes que Jill pudiese responder. Permaneció allí de pie,
viendo como su suegra se alejaba por la calzada. Finalmente regresó a la cocina,
levantó la tapa y agitó la sopa mecánicamente, preguntándose qué demonios iba a
hacer.
No podría seguir así por mucho tiempo. Craig exigiría respuestas. Respuestas que
no estaba dispuesta a dar.
De hecho, ella y Carrie no había hablado en absoluto sobre sus vidas, sus
esposos, sus familias ¿Qué demonios iban a hacer?
Capítulo 22
"Tu piel es tan suave" susurró Carrie, su boca reemplazando sus dedos sobre su
pecho.
"Dios, me encanta cuando haces eso" expresó Jill, su pecho arqueándose contra
la boca de Carrie. Un gesto suave e íntimo, algo de lo que no estaba
acostumbrada en su matrimonio.
"Me encanta tu sabor" dijo Carrie mientras sus labios se movían a través de su
piel.
Jill abrió sus muslos, sus manos en las caderas de Carrie acercándola
nuevamente. No tenían tiempo, pero Jill no podía negarle su cuerpo, no podía
renunciar a su deseo sólo porque el reloj se acercaba más y más a las 2.
Pero las manos de Carrie se detuvieron, su boca dejó el pecho de Jill, regresando
una vez más para depositar en ellos el más breve de los besos "Es hora" susurró
ella.
Jill gruñó buscando la mano de Carrie, llevándola con rapidez entre sus piernas,
manteniéndola allí. Se arqueó contra ella, amando la sensación de los dedos de
Carrie mientras le penetraban.
"Tenemos que tener un sábado" dijo Carrie contra sus labios "Podría pasar horas
amándote"
Jill permaneció inmóvil, permitiendo que los dedos de Carrie salieran de ella,
sabiendo que no tenían tiempo. Se puso de lado, apoyando la cabeza en su mano,
mirando a Carrie, esperando mientras los ojos azul celeste viajaban por todo su
cuerpo, deteniéndose en sus pechos antes de encontrarse con sus ojos.
"Hay un torneo de béisbol. Angie también va. Al parecer, hay un chico en el equipo
que es muy sexy" dijo con una risa "Así que podríamos pasar el día junta"
Jill notó que las noches eran cada vez más cálidas mientras caminaba en silencio
a través de la terraza y se deslizaba en la mecedora. La mayoría de los árboles ya
habían florecido, oscureciendo el cielo de la noche. Sonrió recordando la emoción
de Carrie en el almuerzo mientras permanecían sentadas en el muelle, el sol
caliente sobre ellas. El verde había regresado y Carrie hablaba animadamente
sobre todas las diferentes cosas que quería pintar.
Pero las dos estaban casadas, ambas con hijos ¿Que iban a hacer? ¿Por cuánto
tiempo podrían continuar esta aventura? ¿Cuánto tiempo seguiría con esto antes
que Craig exigiera respuestas? ¿Exigiera que fuese su esposa en todos los
sentidos? ¿Cuánto tiempo podría evitarlo?
Porque de una sola cosa estaba segura. Podría soportar compartir su cama,
podría incluso soportar el casto beso de buenas noches que compartían las pocas
ocasiones que estaban en la cama al mismo tiempo, pero no podría soportaría
sus caricias.
"¿Nena?"
Jill saltó, casi dejando caer su copa de vino. Estaba tan perdida en sus
pensamientos que nunca escuchó a Craig regresar a casa.
Sus ojos se abrieron "No tenía idea de lo tarde que era ¿Angie vino contigo?"
Se preguntaba que si ella decía que no, él dejaría las cosas así. Pero asintió con
la cabeza "Claro"
"Sé que mi madre se acercó la otra semana. Sólo quiero que sepas que no le pedí
que hiciera eso"
"No es de su incumbencia"
"Lo sé. Pero siempre fui capaz de hablar con ella de cosas, esto no es diferente"
se encogió de hombros "Dices que no hay otro hombre y quiero creerte, pero es la
única explicación a la que pudimos llegar"
"Sí" él se puso de pie y caminó hasta el borde de la terraza "Por favor, Jill, sólo
dímelo. Especular acerca de quién es simplemente me está volviendo loco"
"No estoy viendo a otro hombre, Craig. No sé qué está pasando conmigo,
realmente no lo sé. Sólo sé que no tengo...deseos de dormir contigo, de tener
intimidad contigo. Lo siento. No sé qué más quieres que diga"
Él asintió con la cabeza "Entonces tal vez tengamos que ver a alguien"
"¿Ver a alguien?"
"No ayudaría"
Jill le miró fijamente "¿Qué te hace pensar que no estoy intentado? Durante todos
estos años ¿qué te hace pensar que no lo he intentado?"
"¿Y entonces qué? ¿Continuamos así hasta que digas que quieres el divorcio?"
"¿Qué vida es ésa? ¿Esa en la que sales cuatro o cinco noches a la semana y yo
me quedo aquí atendiendo la casa y la ropa, haciendo las compras y la limpieza?
¿Esa en la que en pocas ocasiones estamos en casa y despertamos al mismo
tiempo? ¿Esa en la que estoy en tu cama para que puedas tener relaciones
sexuales? ¿De qué vida estás hablando?"
"Nómbrame otro entrenador en Kline que esté involucrado en tres deportes como
tú lo estás. Y luego nómbrame uno que esté en tres equipos de softbol durante el
verano"
"Oh ¿ahora me estás sacando mi única actividad libre? El Softbol es lo único que
me da la oportunidad de relajarme ¿Crees que entrenar es fácil?"
"Craig, te encanta entrenar más que nada en este mundo. Más que yo, más que
Angie, más que nuestro matrimonio ¿Cómo podría pedirte que renuncies a eso?
Es lo que te hace ser quien eres"
"No tengo idea, Craig. Podrías ser paciente conmigo y ver qué pasa, podrías decir
al demonio con esto y solicitar el divorcio, no lo sé"
"Entonces no"
Y a medida que pasaban las semanas, se daba cuenta de lo improbable que sería
eso. Cuanto más tiempo pasaba con Carrie, más la quería. Sin embargo, no se
atrevía a soñar que pudiesen tener una vida juntas. Carrie tenía su propia familia,
su propio marido.
Capítulo 24
"Hola, mamá"
Jill levantó la vista del periódico y luego miró su reloj con el ceño fruncido "¿Qué
demonios haces despierta a esta hora?"
"Está bien" señaló hacia el mostrador donde estaba la tostadora "¿Quieres unas
tostadas?"
Angie agarró un plátano mientras sacaba una silla. Jill le miró, preguntándose qué
estaría pasando. Angie nunca se sentaba a la mesa para desayunar con ella.
Angie jugó nerviosamente con el plátano entre sus manos por un segundo, luego
tomó una rápida respiración "¿Papá y tú están peleando?"
"¿Peleando?"
"¿Todavía lo amas?"
"Angie, hay una diferencia entre amar a alguien y estar enamorado de alguien" Jill
se acercó más "Vives aquí, Angie. Sabes cómo es. El poco tiempo que pasamos
juntos. No puedes sostener un matrimonio cuando nunca estamos juntos"
"Pero esa es tu elección" declaró Angie en voz alta "Tú eres la que no quieres
venir a los juegos, tú eres la que te quieres quedar aquí sola"
"¿Por qué no? ¿Simplemente porque es un juego?" Jill negó con la cabeza
"Cuando salgo del trabajo, quiero regresar a casa. No quiero ir a un segundo
trabajo"
Angie le miró y asintió con la cabeza "Creo que ahora lo entiendo. Cuando llegas a
casa, no hay nadie aquí"
"Exactamente"
Ella se encogió de hombros "¿Y? ¿Eso quiere decir que van a divorciarse?"
Jill suspiró "No. Ahora estamos tratando de resolver algunas cosas, Angie"
"La abuela dice que estás teniendo una aventura" dijo Angie en voz baja.
Jill sonrió "La abuela no siempre lo sabe todo. Ella piensa que sí, pero no es así"
Pero si no era una aventura…entonces ¿qué era? ¿Cuánto tiempo más podría
seguir mintiéndole a su familia? ¿Cuánto tiempo más podría seguir ocultando este
nuevo amor que sentía?
Capítulo 25
Jill presionó con satisfacción el botón que cerraba el portón detrás de ella. Cerraba
el portón y dejaba afuera todo lo demás, aunque sólo fuese por un día. Un día
completo.
Jill se volteó, descubriendo a Carrie que caminaba desde el muelle, sus manos
llenas de barro del jardín.
"No, no. Plantar es tu tarea hoy. Simplemente estaba llevando las flores y
retirando la mala hierba"
Carrie guió el camino hacia la cabaña, haciendo una pausa para sacudir la
suciedad de sus manos antes de entrar "Me arriesgué en cuanto a que no querrías
desayunar" dijo ella "Pero hice un poco de ensalada de pollo y compré unos rollos
frescos de sándwich en la panadería" ella se detuvo y sonrió "Oh y traje un poco
de ese queso te gusta ¿Recordaste el vino?"
Jill se acercó y se inclinó hacia delante, besando ligeramente los labios de Carrie
"Pasaremos un muy buen día"
Jill colocó las dos botellas de vino en el bar y luego arrojó su bolso en el sofá
después de sacar sus guantes de jardinería.
Carrie sonrió "Iré justo detrás de ti. He hecho un poco de té helado. Llevaré un par
de vasos"
Jill salió a la luz del sol y miró hacia el cielo, cerró sus ojos por un momento
reflexionando en silencio, consciente de la tranquilidad que se sentía de estar
aquí. De hecho, era como si hubiesen apartado el mundo de ellas.
"Mi madre solía decirle a eso: estar distraído" dijo Carrie en voz baja detrás de
ella.
Jill se volteó, encontrándose con los ojos de Carrie "Sólo pensaba en lo agradable
que se siente estar aquí"
Carrie asintió, inclinando ligeramente su cabeza. Entonces elevó una ceja "¿Todo
bien?"
"Oh, claro" dijo Jill rápidamente apartando sus ojos. Luego volvió a mirar a Carrie,
encontrando la misma mirada gentil en su rostro, como siempre "Sólo...muchas
preguntas en casa" dijo ella finalmente.
"Ya veo. Bueno, vamos al muelle. Hablaremos" dijo ella mientras avanzaba por el
camino.
Jill agarró uno de los vasos de té y agitó sus guantes en el aire nuevamente
"Algunas flores están diciendo mi nombre" le recordó ella.
"Una cosa es que Craig quiera hablar de nuestro matrimonio y otra muy distinta es
cuando mi hija lo hace" dijo Jill. Se quitó sus guantes y limpió su frente antes de
sentarse con las piernas cruzadas en el suelo. Distraídamente sacudió la suciedad
que se aferraba a sus rodillas "Arlene le sugirió a Craig que viésemos un
consejero matrimonial" Jill se inclinó hacia delante "Craig le cuenta todo.
Simplemente creo que es espeluznante que un hijo le cuente a su madre sobre su
vida sexual"
"Craig y yo tuvimos una charla" dijo Jill en voz baja "Él...bueno, él piensa que
estoy teniendo una aventura"
Jill sacudió lentamente su cabeza "No. Esto no se siente como una aventura"
Carrie dejó escapar su aliento con una leve sonrisa en su rostro "Gracias" susurró
ella.
"Pero no sé qué hacer" dijo Jill "No puedo...solo pensar que él me toca es casi
repulsivo"
"No quería saber si estabas durmiendo con él" admitió Carrie "En realidad…no
podía soportar la idea"
Jill miró hacia otro lado "En realidad nunca has hablado...quiero decir, sobre
James" dijo Jill.
Carrie negó con su cabeza "No he tenido relaciones sexuales con él, no. De
hecho, dudo que él se haya dado cuenta de eso"
Cuando Jill quiso hablar, Carrie levantó una mano "Estoy lista para cambiar este té
por el vino ¿Qué dices?"
"Excelente"
"Bien. Entonces, almorcemos temprano" Carrie señaló hacia la mesa de picnic
"¿Quieres comer aquí o en la cabaña?"
"¿Te das cuenta de lo mucho que disfruto tu compañía?" dijo Carrie mientras
dejaba a un lado la botella de vino vacía.
Jill se inclinó sobre la mesa y apretó su mano "Sí" dijo ella sin vacilación.
"No quise que sonara tan vanidoso" dijo Jill "Siento absolutamente de la misma
manera" ella retorció la servilleta entre sus dedos, finalmente miró hacia arriba,
encontrándose con los ojos de Carrie "¿Sabes? podríamos hablar de cualquier
cosa, de todo. De hecho hemos hablado de todo" dijo ella "Excepto de nosotras.
Nunca hablamos sobre nosotras"
Carrie sostuvo sus ojos por un momento y luego miró hacia otro lado "Eso es
porque tengo miedo de las respuestas"
"Queremos más tiempo juntas, pero no hay más tiempo. Las dos tenemos
maridos, hijos"
"¿No crees que siento lo mismo? Pero tienes una hija de 14 años, cuya relación
contigo es tensa ¿Estás dispuesta a perderla?" Carrie agarró su mano,
acariciando suavemente la palma "Mis hijos...es diferente" dijo ella "Por una parte,
son mayores. Y Josh, bueno, Josh es mi hijo. Y Aarón adora la tierra que pisa su
padre. Estoy segura donde estaría su lealtad. Y James, bueno, James ha estado
demasiado ocupado como para darse cuenta de algo. Él estaría completamente
impresionado, sí. Pero no es de mí de quien me preocupo. Es de tí, Jill"
"Lo sé. Angie nunca me lo perdonaría, nunca entendería. Craig estaría devastado"
ella apretó la mano de Carrie "Pero no estoy segura de cuánto tiempo pueda
soportarlo. Soy miserable en casa. Y ambos lo saben, aunque no sepan por qué"
Carrie apoyó los codos sobre la mesa y apoyó la barbilla sobre sus manos
mirando a Jill "En las noches, cuando estoy en cama, no tienes idea de las ganas
que tengo de que seas tú quien se encuentre a mi lado. Anhelo dormir contigo,
despertar contigo" se echó hacia atrás nuevamente e hizo girar su copa de vino
vacía "Pero no podemos darnos ese lujo"
Jill miró a la mujer que había llegado a ser tan importante para ella, preguntándose
qué pensamientos corrían por su mente ¿Se atrevería a pronunciar la palabra que
no habían pronunciado? Después de conocerse la una a la otra durante cinco
meses ¿se atrevería a hablar de divorcio? ¿Estaba dispuesta a romper sus lazos
con Craig? ¿Estaba dispuesta a causar una ruptura con Angie? Tal vez se estaba
apresurando ¿Acaso el divorcio había cruzado la mente de Carrie? Jill le miró
fijamente, esperando que esos ojos azul celeste miraran hacia arriba, esperando
por ellos para que vieran su propia alma.
Y lo hicieron. Y como siempre, cuando esos ojos sostuvieron los de ella, estuvo
convencida que les había mirado muchas vidas atrás.
Carrie finalmente sonrió, liberándola "Creo que te amenacé con pescar ¿no?"
Jill se relajó, sintiendo que Carrie se había cansado de su charla. Así que lo dejó
pasar con un gesto de la mano "Amenazar es la palabra adecuada" Jill estuvo de
acuerdo.
"A mediados de verano, estarás suplicándome para que te lleve a pescar. Y nada
menos que en la canoa" Carrie se puso de pie e hizo un gesto hacia la mesa "Si
guardas todo esto en la canasta, buscaré las cañas de pescar y los gusanos"
Carrie se limitó a sonreír mientras caminaba de regreso hacia el garaje. Jill limpió
lo que quedó del almuerzo, su mente aún fija en el asunto de los sucios y
ondulados gusanos.
"Supongo que si atrapas un pez querrás que yo también lo quite del anzuelo por tí"
"No estés tan segura. Siempre atrapo peces aquí en el muelle" dijo Carrie y Jill vio
con repugnancia mientras colocaba el repugnante gusano alrededor del anzuelo.
"Esa tiene que ser una de las cosas más repugnantes que he visto en un buen
rato" murmuró Jill.
"Ah. Bueno, a mi abuelo le encantaba. Cada vez que me quedaba con ellos, él me
llevaba a pescar. Fui nieta única durante un tiempo, así que sólo éramos él y yo"
"¿Tus chicos?"
Carrie negó con la cabeza "No. Nunca les gustó. Y parte de eso por James.
Cuando eran pequeños, nunca se tomó el tiempo para hacer ese tipo de cosas
con ellos" le dio a Jill la caña de pescar "Ahora, sólo lanza suavemente la línea"
Carrie se echó a reír "El corcho. Y sí, eso es bueno. A menos que, por supuesto,
seas el pez" agregó ella.
Pero antes que Carrie pudiese responder, su corcho amarillo desapareció "¡Oh
Dios mío!"
"Tira hacia arriba, tira hacia arriba" dijo Carrie mientras permanecía de pie junto a
ella "Con tranquilidad"
Pero Jill sacudió la línea, arrojando el pez de manera descontrolada hacia atrás
sobre sus cabeza y detrás de ellas. Carrie agarró la línea, sosteniendo el pez fuera
de la tierra con una enorme sonrisa en su rostro.
Jill se quedó mirando el pequeño pez y luego miró a Carrie "¿Y ahora qué?"
Los ojos de Jill se abrieron y negó con la cabeza "De ninguna manera"
"Está bien, no es que tenga nada en contra de los peces pero los prefiero en la
parrilla sin tener que tocar esa pequeña cosa viscosa"
"Nop"
Pero lo hizo, miró como Carrie envolvía una mano alrededor del pez para
mantenerlo quieto, luego con la otra mano, tiraba y retorcía el anzuelo, tratando de
desengancharlo.
"Te diré lo que todo pescador te diría. Ellos no sienten nada" entonces ella sonrió
"Estoy segura que le duele menos que estar en la parrilla"
Finalmente, libero el pez y Carrie bajó la línea, caminando lentamente hacia el
borde del muelle, de rodillas colocó suavemente el pez en el agua. Jill observó con
fascinación como el diminuto pez movía la cola y se alejaba nadando.
"Oh, eso fue tan dulce" dijo ella seriamente "No le has hecho daño. Es por eso que
te amo" se detuvo con los ojos muy abiertos. Negó con la cabeza lentamente "Lo
siento. No quise decir eso como si...bueno, no me refiero a…"
Carrie se acercó, sus ojos fijos en Jill "¿Me amas?" susurró ella.
Jill se encogió de hombros "¿Es eso lo que es, Carrie?" preguntó Jill en voz baja.
"¿Esto es amor?"
"Las dos lo sabemos ¿no?" Carrie agarró sus manos sosteniéndolas con fuerza
"De alguna manera estamos...estamos conectadas. Es algo más allá de la
amistad, más allá de esta atracción física que tenemos. Y Jill, es tan, tan diferente
a lo que tenemos ahora ¿no es así?" se acercó aún más rozando ligeramente los
labios de Jill con los suyos "No puedo explicarlo más de lo que tú puedas" agarró
la mano de Jill y la colocó sobre su corazón "Pero lo sé. Lo siento"
"¿Es amor?"
"Jardinería y pesca" le recordó Carrie mientras abría toda la llave del agua.
"No me habría importado" murmuró Jill mientras metía a Carrie bajo la ducha con
ella, sus pieles húmedas se deslizaron fácilmente mientras se abrazaban. Jill
saboreó el toque de vino en la lengua de Carrie cuando exploró su boca. Sus
manos no pudieron quedarse quietas, moviéndose a través de la piel de Carrie,
deslizándose a lo largo de su columna vertebral hasta sus nalgas y acercándola
más hacia ella. Las manos de Carrie, llenas de jabón líquido se movieron entre
ellas, acariciando ligeramente los pechos de Jill, creando burbujas de jabón antes
de continuar más abajo. Las piernas de Jill se separaron y jadeo audiblemente
cuando los dedos de Carrie le acariciaron. Sus ojos permanecieron conectados,
fusionados por una pasión que no podían explicar. La boca de Jill se abrió
mientras luchaba por respirar, los dedos de Carrie fueron implacables a medida
que se movían contra ella. Las rodillas de Jill se debilitaron y se preparó
extendiendo ambos brazos y sosteniéndose a sí misma en posición vertical contra
las paredes de la ducha mientras la boca de Carrie se trasladaba hacia su pecho,
su lengua firme contra su pezón.
Carrie levantó la cabeza, sus ojos azul celeste oscurecidos por el deseo, su
cabello corto color castaño cenizo estaba humedecido por la regadera. Sus manos
se detuvieron, alejándose un poco antes de agarrar las caderas de Jill haciendo
que se volteara. Carrie se puso detrás de ella, presionándose con fuerza contra
sus nalgas mientras sus manos rodeaban a Jill para acercarla con más firmeza
contra ella.
Jill gimió, sintiendo los senos de Carrie apretados contra su espalda. Las manos
de Carrie se movieron más abajo, separando los muslos de Jill nuevamente, sus
dedos se movieron fácilmente por su humedad, rozando su clítoris, provocando
que Jill gimiera más profundamente desde su garganta. Sus caderas se movieron,
meciéndose lentamente y sintiendo el roce constante de los dedos de Carrie
contra ella.
Y así lo hicieron, sus cuerpos moviéndose como uno, Jill arqueándose hacia
adelante para sentir el delicioso roce de los dedos de Carrie contra su cálido
centro y luego hacia atrás, reuniéndose con el movimiento de Carrie mientras
Carrie se frotaba contra ella. Poco a poco, lentamente, sus respiraciones se
volvieron entrecortadas y sus movimientos aumentaron, sus caderas trabajaron
juntas, moviéndose al unísono, cada vez más rápido, cada vez más fuerte hasta
que Jill se balanceó hacia atrás, amando la sensación de Carrie embistiéndose
contra ella, amando el encanto de su danza, el movimiento de los dedos de Carrie,
el ardiente deseo que le golpeaba con cada embestida.
"Oh, Dios, Carrie...no te detengas" rogó Jill "No te detengas, no te detengas" ella
jadeó mientras sus caderas se movían ferozmente la una contra la otra. Con los
ojos cerrados...ese momento, ese pequeño momento entre la euforia y el éxtasis,
ese momento cuando todo se detiene...ese momento mantuvo a Jill suspendida en
el tiempo, robándole el aliento, robándole de la luz de sus ojos. Ese pequeño
momento pareció durar una eternidad antes de su liberación, expulsó su
respiración desde lo más profundo de sus entrañas, su cuerpo casi
convulsionando mientras su orgasmo se repetía una y otra vez a través de ella,
tocando su alma.
Cuando pensaba que no tenía nada más que dar, Carrie agarró firmemente sus
caderas, tirando de ella con fuerza hacia atrás mientras Carrie buscaba su propia
liberación. Los dedos de Jill se extendieron contra la pared de la ducha,
sosteniéndose a sí misma mientras Carrie empujaba contra ella una última vez
antes de gritar el nombre de Jill, entonces se dejó caer contra su espalda mientras
los temblores sacudían su cuerpo.
Jill se volteó lentamente para mirar a Carrie y sostenerla fuertemente contra ella.
Se quedaron allí, abrazadas, recuperándose el tiempo suficiente hasta que el agua
caliente se volvió tibia. Sólo entonces se movieron, separándose lentamente, con
sus manos todavía tocándose, todavía acariciándose. Carrie se extendió rodeando
a Jill para cerrar el agua y luego sacó a Jill de la ducha. No se molestaron con las
toallas mientras entraban en el dormitorio.
Carrie acostó a Jill sobre la cama y se arrodilló ante ella, sus manos moviéndose
lentamente desde sus piernas hasta sus muslos, separándolos. Jill le miró,
esperando, temblando cuando esas manos separaron sus muslos.
"Te amo" susurró Carrie. Levantó la vista rápidamente, encontrándose con los ojos
de Jill, sosteniéndolos "Te amo"
Las palabras resonaron en el cerebro de Jill cuando sus ojos se cerraron, el cálido
aliento de Carrie le dificultó hablar, pensar. Renunció a intentarlo cuando Carrie
envolvió sus brazos alrededor de sus piernas, acercándola, tirando de ella hacia
su boca. Las manos de Jill se abrieron, agarrando las sábanas con sus dedos,
tratando de aferrarse cuando la lengua de Carrie entró en ella. Gimió con fuerza
cuando esa misma lengua rodeó su clítoris palpitante, jugueteando con ella casi
hasta la inconciencia, hasta que su boca se cerró sobre ella, succionándola,
llevándola hasta el límite en cuestión de segundos.
"Creo que me has matado" murmuró ella mientras sus ojos se cerraban
nuevamente. Escuchó la risa de Carrie, sintiendo como se movía a través de la
cama colocándose a su lado, pero ella todavía no podía moverse.
"Ven aquí" susurró Carrie mientras arropaba a ambas con las mantas "Tomemos
una pequeña siesta"
"Debería decir que no" protestó Jill, sin embargo se metió debajo de la manta "No
quiero perder nuestro tiempo durmiendo"
"Sólo por un rato" dijo Carrie y le sostuvo muy cerca de ella, sus cuerpos
desnudos se reunieron bajo las mantas y sus piernas se entrelazaron.
"Me encanta estar contigo" susurró Jill contra el cuello de Carrie, su boca
moviéndose sensualmente contra su piel, su lengua saliendo para juguetear antes
de moverse hacia abajo.
"Mmmm. Mucho" dijo ella mientras su boca continuaba su asalto por la piel de
Carrie.
Su risa fue sarcástica "Oh, Jill, deja de fingir que estás interesada en nuestro
equipo de béisbol"
Ella iba a protestar, pero lo pensó mejor. No tenía ningún sentido discutir la
verdad.
Él rió nuevamente "Sí, ya sé que te tomaste muchos problemas con la cena, pero
este sándwich está muy bien"
Ella se aferró al mostrador con fuerza, entonces se dio la vuelta "¿Qué demonios
te pasa?"
"Quiero que seas una maldita esposa, eso es lo que quiero" gritó él. Arrojó su
sándwich sin comer en la mesa y salió de la habitación.
Ella inclinó su cabeza hacia atrás, mirando hacia el techo con los ojos cerrados,
tratando de aferrarse a ese pequeño sentimiento de euforia que había traído con
ella de la casa de Carrie. Pero regresar a casa, lejos de Carrie, le dificultaba
mantener su espíritu animado, no cuando era abofeteada con la realidad de su
desintegrada vida.
Tomó una respiración profunda siguiendo a Craig mientras corría por las
escaleras. Lo encontró saliendo de su dormitorio con una almohada y un puñado
de ropa. Ella se detuvo, sus ojos moviéndose de la ropa a su rostro, sus ojos le
miraban furiosos.
"¿Que queda, Jill?" se encogió de hombros "Solo esto ¿no es así? ¿Qué salga de
tu cama?" una vez más, la risa sarcástica "Tenemos una maldita cama
matrimonial y no he podido tocarte ni siquiera el dedo gordo del pie en meses. Ya
no veo el punto"
Supuso que él pensaría que iba a discutirle, que iba a rogarle que no se mudara a
la habitación de invitados, pero ella le miró con indiferencia "Como quieras" dijo en
voz baja.
Él negó con la cabeza "Eres increíble. Ni siquiera puedes luchar por esto"
No se molestó en preguntar cómo sabía eso. Sin duda alguna Arlene debió venir
para vigilarla "Estuve de paseo" dijo ella con toda la naturalidad que pudo reunir
"Tenía recados pendientes y fui de compras"
Sus ojos se estrecharon "Te fuiste antes de las nueve y no regresaste a casa
hasta después de las seis" afirmó él con un tono acusador.
Pero ella cuadró sus hombros "En realidad no hay necesidad de que Arlene me
espíe, Craig. Sin duda, no es de su incumbencia lo que hago en mi tiempo libre"
"Bien… ¿Quieres continuar con esta farsa?...que así sea. Avísame cuando estés
lista para decirme la verdad"
"Si lo sé" dijo ella en voz alta "Él se mudó a la otra habitación porque estás
teniendo una aventura" le acusó ella.
"Angie, no es así"
"¡Estás mintiendo! ¡Estás mintiendo!" dijo ella otra vez "¿Por qué no puedes
decirle la verdad a papá? Solo acaba con esto de una vez, así no tendré que
preocuparme día a día por lo que va a suceder"
"Angie, no es tan simple" ella extendió sus manos "Y nada va a pasarte"
"Sí me va a pasar. Vas a divorciarte y vas a hacer que me vaya aquí. Vas a
mudarte a alguna parte y harás que me vaya contigo. Bueno, no quiero irme
contigo" gritó ella "¡Te odio! ¡Quiero quedarme con papá!"
Apoyó los codos sobre la mesa, apoyando la barbilla en sus manos mientras
miraba al otro lado de la habitación. Poco a poco, sus acusaciones comenzaron a
desaparecer, siendo sustituidas por palabras mucho más agradables, fragmentos
de conversaciones entre Carrie y ella, palabras de amor dichas en susurros en sus
momentos más fervientes de pasión, palabras traviesas dichas entre ellas, cuando
estaban sentadas una junto a la otra en el muelle y luego sin palabras cuando
estaban en el jardín, agarradas de manos, mientras admiraban su trabajo y el reloj
marcaba lentamente el fin de su tiempo juntas.
Capítulo 27
Tan pronto como Jill entró en la cabaña la tarde del lunes, supo que algo andaba
mal. Carrie, que normalmente le recibía en la puerta, estaba en el muelle, sola,
mirando el lago. Jill arrojó su bolso sobre la barra y avanzó por el camino, más allá
del jardín de flores hasta el muelle, sus tacones hacían clic en los tablones de
madera. Carrie se volteó ante el sonido y sus ojos mostraron sorpresa.
"¿Ya es la 1?"
Carrie agitó su mano con indiferencia "Oh, nada" se acercó envolviendo sus
brazos alrededor de la cintura de Jill y tirando de ella en un fuerte abrazo "El
sábado fue fantástico y ayer te extrañé como loca"
Jill sonrió alejando su cabeza para mirar a Carrie, entonces se acercó besándole
ligeramente en la boca "Ayer fue interminable" Jill estuvo de acuerdo "De hecho,
esta mañana fue interminable" se alejó del abrazo de Carrie mirándola, tratando
de leer sus ojos. Había una mirada herida que nunca había visto anteriormente.
Agarró la mano de Carrie y la llevó a su banco "Ahora dime que pasa"
Carrie miró hacia otro lado "Oh, no es nada. Sólo un mal día ayer"
"Entonces cuéntame. Hemos hablado de todo. No hay secretos entre nosotras ¿no
es así?"
"No es eso" dijo Carrie. Entrelazó sus manos mientras miraba el lago "Es sólo que
ayer por la mañana, James...confesó que había tenido una aventura" dijo ella en
voz baja.
Los ojos de Jill se agrandaron "Oh Dios, lo siento" entonces frunció el ceño "¿Es
correcto decir eso tomando en cuenta nuestras circunstancias?"
"Ella es la asistente del gerente en una de sus tiendas" dijo ella finalmente. Una
vez más rió en silencio "Tiene 31. Y Dios, también está casada. Quiero decir ¿en
qué estaba pensando?"
"Le pregunté cuánto tiempo había estado sucediendo" dijo ella "Desde el otoño
pasado" se dio la vuelta y miró hacia el lago "Ahora creo que sé por qué no se ha
preocupado por nuestra falta de vida sexual" se dio la vuelta "Dios, eso sonó a
esposa abusada ¿no es así?"
Jill entrelazó su brazo con el de ella "¿Pero por qué te lo dijo? ¿Quiere estar con
esa mujer?"
Carrie negó con la cabeza "No. Como he dicho, es casada, tiene hijos. Fue algo
pasajero"
"No. Creo que por eso se sintió culpable" ella suspiró "Dijo que pensaba que tal
vez yo estaba teniendo mi propia aventura y que por eso no extrañaba tenerle
cerca"
"Oh"
"Oh, no"
"¿Y Craig?"
Jill suspiró "No sé" se dio la vuelta mirando a Carrie, encontrándose con sus ojos
"¿Qué vamos a hacer?"
"Pero me preocupo por ti" continuó Carrie "Por tí y por Angie. Si ella sale de tu
vida, si ella nunca te perdona, eventualmente ¿tendrías resentimiento contra mí,
contra nosotras?" preguntó ella en voz baja "Y lo que tenemos ¿es lo
suficientemente valioso como para perder un hijo?"
Jill asintió y cerró sus ojos "En otras palabras…tampoco sabes lo que vamos a
hacer"
Carrie se volteó y sus ojos se suavizaron al ver el amor que Jill no trató de ocultar.
Se acercó aún más besándole ligeramente "No tengo ni idea" susurró ella.
Capítulo 28
Carrie levantó una barra de pan, con ojos sonrientes "Tengo un impulso"
Jill se acercó deslizando sus brazos alrededor de la cintura de Carrie "Un impulso
¿huh?" se acercó más a ella, amando la familiaridad de su abrazo, amando la
suavidad del beso que compartieron "Me encantaría ir al parque contigo"
Jill se alejó, viendo la bolsa de papel en la barra. Asintió con la cabeza y sonrió
"Como en los viejos tiempos"
"¿Te importa?"
"Por supuesto que no" agarró la bolsa "Va a ser divertido" o eso pensó hasta que
vio el atestado estacionamiento minutos después. Gimió en voz alta "Buen Dios.
La mitad de la ciudad está aquí"
"Lo sé" Carrie condujo a través del estacionamiento buscando un lugar. Encontró
uno al otro extremo y se estacionó. Permaneció sentada con las manos aún sobre
el volante "Tal vez esto no sea una buena idea"
"Oh, todo estará bien. Tomaremos el sendero por el bosque hasta los muelles.
Habrá menos personas"
"¿Sabes? tienes algo de ropa en la cabaña. Pantalones cortos y esas cosas" dijo
ella con un encogimiento de hombros "¿Tal vez podrías hacerlo?"
"Oh, Carrie, desearía poder hacerlo. Pero tengo lo del pago de nómina. No puedo
posponerlo"
"Mejor así. Si empezamos a hacerlo, voy a estar pidiéndote por lo menos una vez
a la semana que te fugues del trabajo"
"Lo sé" Jill se volteó, deseando poder tener el lujo de tomarse de las manos "Es
sólo que una hora al día no es suficiente"
"Lo siento"
"No. No puedo culparla. Tampoco puedo culpar a Craig por lo que está haciendo.
Quiero decir, nuestro aniversario de boda es esta semana ¿Cuan incómodo podría
ser?" acarició el brazo de Carrie brevemente y luego comenzó a caminar "He
llegado a la conclusión que soy yo quien lo mantiene atrapado" admitió ella
"Independientemente de lo que pase entre nosotras, no es justo para él"
"¿Quieres divorciarte?"
"Ellos no tienen que descubrir lo de nosotras, Carrie. Ese no tendría que ser el
problema"
"No te lo dije, pero Josh me preguntó directamente si estaba viendo a alguien" dijo
Carrie.
"¿Cuándo?"
"La semana pasada. Dijo que notaba que algo estaba pasando entre su padre y
yo"
"¿Qué le dijiste?"
Carrie desvió la mirada hacia el lago "Le dije que no" dijo ella en voz baja "Pero
Jill, estuve tan cerca de decirle la verdad" se dio la vuelta mirando a Jill "Josh es
un gran chico. Y creo que entendería esto…lo de nosotras. Realmente lo creo"
abrió la hogaza de pan, entregándole a Jill varias rebanadas "Pero entonces no
quise que él cargara con el peso de todo esto. Se va a la universidad en un par de
meses. No quiero que se preocupe por mí"
Mientras caminaban cerca del agua, los patos les vieron y nadaron más cerca,
algunos saliendo del agua para reclamar su comida. En silencio partieron el pan y
lo lanzaron a la docena de patos que se reunían alrededor de ellas. La abuela pato
se unió a ellos, cojeando notablemente mientras luchaba por su porción de pan.
"No lo sé" dijo Carrie cuando se agachó para entregarle a la abuela pato un
pedazo de pan. Levantó la vista, mirando los ojos de Jill "Sólo sé que te amo. Eso
es todo"
Jill se quedó sin aliento, como siempre ocurría, cada vez que Carrie pronunciaba
esas palabras. Sí, eso era todo. Amor. Pero ninguna de ellas sabía qué hacer con
ese amor. Jill retrocedió un paso, mirando a los patos y mirando a Carrie. Carrie
finalmente se puso de pie, cerrando sus ojos con una mueca de dolor.
"Nada" dijo ella mientras frotaba sus sienes "Sólo tengo este terrible dolor de
cabeza. Va y viene" le ofreció una breve sonrisa "¿Quiere encontrar una banca en
el parque?"
Jill negó con la cabeza "Prefiero volver a la cabaña y tener un poco de tiempo a
solas"
Jill agarró su brazo y le llevó de regreso por el sendero "Puedo llegar un par de
minutos tarde"
Capítulo 29
Harriet golpeó una vez y luego entreabrió la puerta, metiendo su cabeza. Jill
apartó la mirada de su monitor, elevando sus cejas.
"¿Qué pasa?"
"Tu suegra"
"Oh, Dios" dijo Jill con un gemido "Tienes que estar bromeando"
"Lo siento"
Jill se puso de pie "Está bien, está bien" alisó su falda y luego se dirigió a la
puerta. Harriet había desaparecido y Jill forzó una sonrisa mientras saludaba a
Arlene "Qué sorpresa, Arlene ¿Pasa algo malo?"
"No lo haces normalmente" Jill dio un paso atrás, haciendo un gesto para que
entrara en su oficina "Adelante"
Arlene se sentó en una de las sillas de visitantes, con sus ojos moviéndose
alrededor de la habitación, aterrizando en los pocos objetos personales que Jill
mantienen allí. Vio la mirada de desaprobación en su rostro y supo que vendría.
No había fotos de Craig en su oficina. De hecho, la única que tenía de Angie fue
tomada 5 años atrás.
"Es tan impersonal aquí, Jill. Pensaba que tendrías más recuerdos de tu familia.
Pareces haber olvidado que tienes una"
Jill se puso de pie abruptamente "No voy a sentarme aquí a escuchar esto, Arlene"
señaló hacia la puerta "Adiós"
"Si no lo amas, entonces divorciarte de él, dejarlo ir para que pueda seguir
adelante con su vida. Todavía es joven. Todavía puede encontrar a alguien que le
puede tratar con la dignidad y el respeto que merece"
Jill se inclinó hacia delante, con las manos sobre el escritorio "No tienes ni idea de
lo que era vivir con él, Arlene. Soy invisible en mi propia casa ¿Te gustaría estar
casada con un hombre que nunca está presente? ¿Un hombre que no ha
madurado después de 21 años?"
"Increíble"
Y cuando Harriet asomó la cabeza por la puerta minutos después, Jill seguía de
pie, sin dejar de mirar el espacio vacío.
Jill le miró durante un rato y luego suspiró. Ella y Harriet eran amigas de 8 a 5,
nada más. Rara vez discutían su vida familiar. Y no creía que ahora era un buen
momento para comenzar.
Jill se echó a reír "Eso es un eufemismo" cruzó las manos delante de ella, sin
hacer nada más que retorcer el anillo de matrimonio que todavía llevaba "Creo que
se puede decir que Craig y yo estamos separados" dijo ella.
Jill alzó la vista y le miró a los ojos. Era una decisión con la que luchaba todos los
días. Por supuesto, sabía la respuesta. No había sido capaz de decirla. Pero
ahora asintió con la cabeza "Sí. Voy a pedirle el divorcio"
"Lo siento mucho. Sé que con un hijo, debe ser muy difícil"
"Lo más difícil es darte cuenta que tu hijo quiere quedarse con su padre y no
contigo" Jill se echó hacia atrás en su silla, volteando la cabeza para mirar por la
ventana "Es muy complicado, Harriet"
Quería contarle con todas sus fuerzas. El amor que sentía por Carrie estaba casi a
punto de hacerle estallar y sólo quería decirle a alguien sobre eso, decirle a
alguien lo feliz que era, lo completa que se sentía cuando estaba con Carrie. Pero
no podía. No todavía.
"Acabo de decirle a mi suegra que no era su problema" sonrió para suavizar sus
palabras "Debo decirte lo mismo"
"Con mi madre"
"Sólo está preocupada por ella. Y estoy seguro que Angie le cuenta sus cosas"
"¿Tu madre?"
"¿Por qué no? Somos unidos" el miró la botella de vino en el mostrador "¿Quieres
que te sirva una copa?"
"Por favor" Jill agitó la salsa del espagueti, preguntándose del porqué de la
amabilidad de Craig esta noche. Especialmente con respecto al vino "Sólo estoy
diciendo que hay algunas cosas que las madres no necesitan saber. Nuestra vida
sexual está en la parte superior de la lista"
Craig rió y Jill se dio cuenta de que era la conversación más larga que habían
tenido en meses. Y admitió que era mucho mejor que el silencio con el que habían
estado viviendo.
"Sí ¿Y?"
"Bueno, por lo general tenemos una reunión aquí…con el grupo" dijo él.
"Son tus amigos, Craig. Aunque me llevo bien con la mayoría de las esposas, sí"
Jill se volteó hacia la estufa, odiando el manto de culpa que caía lentamente sobre
ella. Sí, siempre tenían una fiesta el 4 de julio. Su cumpleaños era el 5, así que era
una doble celebración. Arlene horneaba el pastel y le cantaban "feliz cumpleaños".
Luego al atardecer, se amontonaban en los coches para ir a ver los fuegos
artificiales en el lago.
"Gracias, nena"
Él asintió con la cabeza "Oh, lo sé. Sólo creo que sería bueno para nosotros…para
Angie, hacer algo familiar. Ella realmente está pasando un tiempo difícil, Jill"
Una pequeña torta redonda, cargada con lo que Jill asumía eran 40 velas
ardientes le dieron la bienvenida cuando llegó a la cabaña. Ella se rió y luego tiró
de Carrie en un rápido abrazo.
"¿Cómo lo supiste?"
"Eché un vistazo a tu licencia de conducir. Sé que hoy es 03, pero quería hacerlo
antes de los días festivos"
"Qué dulce de tu parte" dijo ella dándole un beso "Pero no estoy segura si tendría
que disfrutar tanto los 40"
"Da la casualidad que estoy de acuerdo contigo" Jill se agachó, apagando las 40
velas a la vez. Aplaudió con entusiasmo y luego abrazó a Carrie nuevamente "Te
amo"
Sintió el brazo de Carrie abrazándola con más fuerza y escuchó el suave suspiro
que Carrie liberó cuando sus cuerpos se apretaron "Yo también te amo. Feliz
cumpleaños"
Los gentiles y suaves besos se volvieron más intensos a medida que sus cuerpos
se movían sensualmente uno contra el otro. Después de todo este tiempo, Jill
seguía sorprendiéndose por la reacción de su cuerpo ante las caricias de Carrie.
"Luego" susurró Jill volteando su cabeza para capturar la boca de Carrie "Primero
hazme el amor" susurró contra sus labios. Sintió el temblor de Carrie ante su
petición y sus ojos se cerraron cuando la lengua de Carrie se envolvió contra la
suya propia.
Jill se acostó en la cama, tirando de Carrie con ella, sus muslos se extendieron
permitiendo así que Carrie se ubicara entre ellos. Pero tan pronto como la piel
desnuda de Carrie tocó la suya, Jill hizo que se giraran atrapando a Carrie debajo
de ella.
"He cambiado de opinión" susurró ella antes que su boca se cerrara sobre el
pezón de Carrie.
"No voy a quejarme" murmuró Carrie y Jill sonrió moviéndose más abajo,
humedeciendo el trayecto a través del estómago de Carrie antes de ahuecar sus
caderas y acercarla a su ansiosa boca.
Capítulo 31
Tan pronto como Jill escuchó a Craig silbando en la cocina, mientras colocaba la
carne molida en el cuenco, supo que la fiesta había sido un error. No tenía ningún
propósito sino darle falsas esperanzas de que pudieran salvar su matrimonio. Y no
existía esa posibilidad. Pero cuando abrió la puerta de vaivén de la cocina y lo
encontró allí, con una gorra de béisbol en la cabeza volteada hacia atrás,
mezclando unos paquetes de salchichas con la carne molida en el mostrador, no
tuvo corazón para decirle algo. Decidió que podría seguir el juego a lo largo del
día.
"Bueno, no quiero que tengas que meterte con todo esto" él sonrió "Claro, si te
encargas de usar tu condimento especial en las hamburguesas, sería genial"
Ella tocó su brazo "Te diré algo… ¿por qué no vas a arreglar la red de voleibol y
yo atiendo esto"
"¿No te importa?"
Craig se detuvo elevando sus cejas "¿Estás preocupada por mi madre? ¿Estás
bien?"
Jill se echó a reír "Simplemente no quiero que tenga nada de que quejarse"
"Sí, como siempre" murmuró ella para sí misma mientras unía los condimentos. Y
aunque Craig estaba fingiendo que esta pequeña fiesta no era algo del otro
mundo, realmente estaba aterrorizada. Habría preguntas, no tenía ninguna duda.
Su ausencia, en los juegos de softbol este verano, seguramente habría levantado
sospechas. Y si no, dudaba seriamente que Arlene hubiese mantenido sus
problemas matrimoniales para sí misma.
Jill miró a su hija, ambas de pie con las manos en sus caderas. Ella ladeó la
cabeza, su ceño tan pronunciado como el de Angie "No tienes elección"
"Debería tener una elección. Ya no soy una niña. De todos modos, me han
invitado a casa de Shelly"
"Mira…no quiero ir a la fiesta más que tú. Pero él está haciendo que vaya. Así que
si yo tengo que ir…tú tienes que ir"
Angie cambió de pie y finalmente descruzó sus brazos "¿Puedo invitar a Shelly"
Se miraron la una a la otra por un momento antes que Angie hablara "Está bien.
Bueno, entonces podría quedarme"
"¡Dios mío! ¿40? Vaya, eres una vieja" dijo ella mientras huía de la habitación.
Jill observó el balanceo de la puerta de la cocina, con una sonrisa en su rostro "Mi
hija se está burlando de mí" murmuró ella "¿Qué demonios le pasa?"
Él se echó a reír "Serías una detective terrible. He estado sin él toda la semana"
"Pero siempre lo has tenido. Lo tenías cuando nos conocimos ¿Por qué demonios
te afeitaste?"
Él frotó con los dedos su labio superior sonriendo "Me di cuenta que necesitaba un
cambio"
"Bueno, no es que ahora mi opinión tenga mucho peso, pero por favor déjatelo
crecer nuevamente. Te ves desnudo sin él"
Antes que pudiese responder, él se había ido, su silbido haciendo eco a través de
la casa mientras se dirigía hacia el piso de arriba.
Jill dejó escapar el aliento y prometió que no permitiría que su suegra le molestase
hoy. Entonces sonrió dulcemente "Como todo lo demás, Arlene, no es tu maldito
problema" tuvo el placer de ver como jadeaba su suegra al salir a la terraza. Craig
y su padre estaban midiendo las líneas de los límites para los juegos de voleibol. A
pesar del odio por su suegra, siempre se había llevado bien con Carl. Pero dada la
situación actual, no le culpaba si elegía ignorarla. Él no lo hizo.
"Jill ¿cómo estás?"
"Me alegra que ambos decidieran hacer la fiesta. Simplemente no sería 4 de julio
sin ella"
Jill miró a Craig asintiendo ante su sonrisa "Así me han dicho" salió al patio para
unirse a ellos "Tu madre hizo un pastel" dijo ella. Luego, dijo más bajo "No crees
que lo recubrió con arsénico ¿verdad?"
Jill avanzó a través de las sillas de jardín que Craig había colocado en la terraza,
eligiendo su habitual mecedora. Craig ciertamente estaba de buen humor. Así
como Angie, tomando en cuenta la situación. Se preguntaba si era sólo por la
perspectiva de la fiesta o si ellos pensaban que había accedido porque las cosas
volverían a la normalidad.
Sonrió, imaginando como se la decía a Whitney Myers, la esposa del mejor amigo
de Craig. Esposa, abstemia y maestra de escuela dominical. Con respecto a las
esposas de los amigos de Craig, se llevaba bastante bien con la mayoría de ellas.
Sin embargo, ella y Whitney nunca había congeniado. Siempre le había quedado
la impresión de que Whitney le juzgaba. Y que encontraba a Jill carente de cosas.
Permaneció de pie bajo las sombras de la terraza, viendo como los demás reían y
conversaban de manera fácil y agradable. Al menos entre ellos. Pero con ella, las
conversaciones habían sido forzadas y cuidadosas. Respiró profundamente e hizo
girar el vino en su copa, preguntándose si se atrevería a abrir una segunda botella.
"¿Jill?"
"Hey, Mindy" dijo ella. Entonces recuperó sus modales "¿Estás pasándola bien?"
"Una gran fiesta. Como siempre"
"Gracias"
Mindy se acercó más, bloqueándole a Jill la vista del patio trasero. Jill asumió que
tendría su primera inquisición.
"Sé que no hemos sido las mejores amigas, pero si necesitas hablar con alguien,
estoy aquí para ti"
Jill elevó sus cejas "¿Por qué necesitaría hablar con alguien?"
"Entonces, está bien" ella dio un paso atrás "Bien. Bueno…si alguna vez necesitas
hablar" dijo ella.
"Gracias. Lo aprecio"
Jill movió sus ojos hacia él, encogiéndose por la palabra cariñosa que había
llegado a detestar "Gracias"
"¿Tan mal?"
Jill asintió "Lo sé. Y me doy cuenta cómo le está afectando esto. Realmente me
doy cuenta" tomó una respiración profunda "Tal vez es hora de tomar algunas
decisiones en lugar de seguir como estamos" dijo ella suavemente.
Ella le vio tragar y vio como sus ojos se cerraban y realmente sintió pena por él.
"No estoy listo para hablar de eso, Jill ¿Podemos no hablar de eso ahora?"
Él metió las manos en los bolsillos de sus pantalones cortos, sus ojos reflejando
su confusión interna "Claro. Entiendo. Llevaré a Angie y a sus amigas, luego las
llevaré a sus casas" hizo un gesto hacia el patio "No te preocupes por todo esto.
Lo limpiaré por la mañana"
Ella asintió con la cabeza y se obligó a ponerse de pie, se obligó a moverse para
decir adiós a todos y con gracia aceptó las palabras de agradecimiento que le
ofrecieron sus invitados antes de marcharse. Y en cuestión de minutos, la
tranquilidad prevaleció y se quedó sola. Incluso Arlene se marchó sin un
comentario de despedida. No había duda que todavía estaba dolida por su
conversación anterior.
Ahora a solas, Jill se dispuso a la tarea de limpiar la cocina y guardar las sobras. Y
a pesar de la directriz de Craig sobre el patio trasero, Jill arregló la terraza lo
suficiente como para poder sentarse en la mecedora.
Y pensar.
El vino había sido sustituido por una botella de agua y se quitó sus sandalias, se
sentó descalza mientras ponía la mecedora en movimiento. La oscuridad había
reemplazado la luz del cielo y supo que los fuegos artificiales pronto comenzarían.
Incluso ahora, los estallidos esporádicos se escuchaban a lo lejos.
Cualquier duda que existiera con respecto a su relación, hoy se disipó. Aunque
ella y Craig, de alguna manera pudiesen funcionar normalmente, pudiesen ser
capaces de hablar y de incluso bromear, no cambiaba el hecho de que ella estaba
enamorada de alguien más.
Pero Carrie no estaba en ninguna parte cuando salió del coche. Bajó la vista hacia
el muelle, pero estaba vacío. Así como la pequeña mesa que habían colocado
debajo de los árboles en el jardín de flores.
Tocó una vez la puerta de la terraza acristalada, luego entró. La puerta interior de
la cabaña estaba cerrada y asumió que Carrie tendría en funcionamiento el aire
acondicionado.
"Estoy bien"
Carrie cerró sus ojos "He tenido esta maldita jaqueca todo el fin de semana. Me
temo que nada parece ayudar"
Jill se sentó a su lado, acariciando su rostro "Estás caliente ¿Crees que tienes
fiebre?"
Carrie tomó su mano y la apretó acercándola a ella "Estaré bien ahora que estás
aquí"
"Bueno, no tengo mucha experiencia con las migrañas, pero sé que se supone
deberías estar en una habitación oscura y silenciosa" se puso de pie tirando de
Carrie para que se levantara "Vamos. Acuéstate en el dormitorio. Voy a preparar
una compresa fría para tu cabeza"
Jill retiró las mantas y luego ayudó a Carrie a quitarse los pantalones cortos con
los que estaba luchando. Después de cerrar todas las persianas, desató las
cortinas, dejándolas caer para ahuyentar la luz aún más. Luego empapó dos
toallas en agua fría. Una, la puso en el congelador para usarla después, la otra la
colocó sobre la frente de Carrie.
Carrie abrió sus ojos brevemente y luego los cerró nuevamente "Sólo alergias" dijo
ella "Algunos años son peores que otros"
Jill se inclinó y besó la parte superior de su cabeza, luego se apoyó sobre las
almohadas nuevamente, sus dedos continuaron el masaje en el cuero cabelludo
de Carrie. En poco tiempo, la respiración de Carrie señaló que se había quedado
dormida. Jill le miró notando el ceño que deslucía sus facciones, incluso durante
el sueño.
"Te amo" susurró mientras besaba su mejilla por última vez antes de marcharse.
"Bien"
"Está bien. Está bien" ella suspiró y Jill pareció escuchar el más pequeño de los
gemidos.
"Sí. Hablaremos de esto mañana. Creo que voy a acostarme un rato más"
"¿De dónde diablos salió esto?" dijo Jill en voz alta cuando comenzó el aguacero.
Por la ventana de su coche, vio las nubes oscuras que se recolectaban hacia el
norte y puso en funcionamiento sus limpiaparabrisas en el nivel más rápido. Se
empaparía. Su paraguas estaba colgado en el perchero en su oficina. No había
llovido las últimas semanas.
Mientras presionaba el botón, estaba agradecida por el control remoto que Carrie
le había dado para el portón, esperó que abriera para continuar su camino. Lo
presionó nuevamente, cerrando el portón detrás de ella y manejó a través de la
lluvia. Ya en la cabaña, se sorprendió al encontrar la calzada vacía.
Esquivando los charcos de agua mientras corría a lo largo del camino, se apresuró
a entrar en la terraza, fuera de la lluvia. En el interior, estaba oscuro y tranquilo, no
había señal de que Carrie hubiese estado allí hoy. Sacó su teléfono celular,
debatiéndose si debía llamar o no. Se lo pensó mejor, en caso de que Carrie
estuviese en algún lugar donde no pudiese hablar.
"Siento llegar tarde" dijo Carrie. Se deslizó entre los brazos de Jill y Jill le atrajo
hacia ella.
"¿Qué pasa?"
Carrie negó con la cabeza "No quiero que te preocupes. Hicieron un montón de
pruebas. He estado allí toda la mañana. Hicieron una TAC (Tomografía axial
Computarizada) también un escáner. Pero los síntomas son como un maldito dolor
de cabeza sinusal" dijo ella mientras frotaba su frente.
Pero Jill se preocupó. Por mucho que lo intentara, Carrie no podía ocultar el dolor
en sus ojos. Y por primera vez, Jill se dio cuenta de lo delgada que estaba Carrie.
Desde hacía una semana, más o menos, no había tenido apetito en el almuerzo,
sólo jugueteaba con su comida.
Carrie negó con la cabeza "He sido traspasada y torturada con agujas" dijo ella
"Creo que voy a pasar. Pero adelante, come"
Jill se acercó más, acariciando con sus labios la sien de Carrie, entonces se movió
a través de su mejilla antes de encontrar sus labios "Te amo"
Carrie se volteó en la silla, abriendo sus piernas y colocando a Jill entre ellas,
manteniéndola cerca "Yo también te amo. Muchísimo" murmuró ella.
Jill alisó su cabello, deslizando sus dedos a través de los cortos mechones, ahora
había más gris que castaño. Otra cosa que Jill apenas había notado. Cerró sus
ojos, atrayendo a Carrie hacia su pecho, sintiendo como Carrie se acurrucaba allí
"¿Hay algo que pueda hacer?" susurró ella.
Carrie le apretó con fuerza "No, no. Solo estoy muy cansada"
"Entonces vamos" dijo Jill, alejándose y ayudando a Carrie a ponerse de pie "Voy
a prepararte la cama"
"Claro. Está bien. Deje la sopa afuera" dijo ella sus palabras lentas, deliberadas.
Jill se detuvo, sus ojos buscando los de Carrie "Tal vez debería quedarme contigo"
"No, está bien. Me dieron algo para el dolor de cabeza. Probablemente me tumbe"
"¿Estás segura?"
"Sí. Segura"
Jill apartó las sábanas de la cama, luego lentamente desnudó a Carrie mientras
ella se sentaba en silencio en el borde. Hizo una pausa, ahuecando con su mano
la mejilla de Carrie.
"Por favor, no digas que no tienes hambre" dijo Jill mientras se acercaba
"Últimamente lograr que comas algo se ha convertido en un trabajo de tiempo
completo" dejó la bolsa en la barra y entonces envolvió sus brazos alrededor de
Carrie, sonriendo cuando le escuchó suspirar.
Su breve beso se volvió persistente y Jill cerró sus ojos derritiéndose en los brazos
de Carrie pero Carrie se detuvo, alejándose "Tenemos que hablar, Jill" dijo ella en
voz baja.
Cuatro palabras sencillas, sin embargo, Jill sintió que su mundo se desmoronaba.
Sus ojos se conectaron, sosteniéndose, buscando. Jill se quedó sin aliento y negó
con la cabeza.
Carrie suspiró con cansancio "¿Por favor? Necesito que hagas esto por mí"
Jill tomó una respiración profunda y luego se sentó, sus ojos buscando los de
Carrie "¿Qué tan malo es?"
Carrie agarró su mano y la llevó hacia sus labios "Es malo, Jill"
Jill le miró, incapaz de respirar, incapaz de apartar la mirada "No" negó con la
cabeza "No"
"¡No! No, no, no" dijo ella en voz alta "¡No lo quiero! ¡No quiero mi matrimonio!
Sólo te quiero a tí"
"Oh, Dios, Carrie. Lo siento" dijo ella al borde de las lágrimas "Lo siento" atrajo a
Carrie hacia ella, sus labios moviéndose sin pensar antes de enterrar su rostro
contra Carrie.
"No" Jill aclaró su garganta y luego se alejó "Saldremos de esto" tomó una
respiración profunda y enjugó sus lágrimas "Así que... ¿qué dicen los doctores?...
¿qué hacemos?"
Carrie negó con su cabeza "No entiendes. No hay nada que hacer"
Los ojos de Jill se ampliaron "¿Qué quieres decir? ¿No hay tratamiento?"
Sus palabras hicieron efecto en Jill y sacudió la cabeza lentamente "No" susurró
ella "No. No voy a dejar que te rindas"
Carrie agarró su mano nuevamente, sosteniéndola con fuerza "No me estoy dando
por vencida. No hay nada a que renunciar, Jill. No hay ninguna posibilidad"
"No. No, no voy a pasar por eso ¿Y para qué? ¿Para prolongar esto un mes a lo
sumo? No, no quiero que mis últimos días en esta tierra sean en un hospital,
conectada a máquinas, pegada a agujas...enferma como un perro ¡No! No voy a
hacerlo"
Jill se puso de pie alejándose de ella, sus ojos muy abiertos "Llamo a eso darse
por vencida"
Carrie cerró sus ojos y sacudió la cabeza "No, cariño. Sólo es aceptar la realidad,
eso es todo" se puso de pie y caminó lentamente por la habitación hacia Jill.
Agarró nuevamente sus manos "No queda mucho tiempo" dijo ella en voz baja
"Lo sé. Puedo sentirlo. No me hagas pasar por la quimioterapia" sacudió su
cabeza nuevamente, cediendo finalmente ante las lágrimas que Jill sabía estaba
conteniendo "No me hagas hacer esto por ti"
"No, bebe, no. No llores" murmuró Carrie "Esto no va a ayudar en nada. No llores"
dijo ella otra vez "Tus lágrimas son demasiado valiosas como para perderlas"
"No me dejes"
"Pero…"
"No. No" susurró ella acariciando levemente con sus labios la boca de Jill "Por
favor, deja de llorar ¿Por favor? No soporto verte así"
"Oh, Dios" Jill secó sus ojos, tratando de controlarse a sí misma, pero falló "Lo
siento"
"No. Yo lo siento" ella trató de sonreír "No creo que haya un buen momento o
lugar para decirle a alguien noticias como estas" tomó una respiración profunda
"Tendré que decirles esta noche"
"Lo sé, cariño. Lo sé" murmuró Carrie "Por mucho que desearía pasar mis últimas
horas contigo, las dos sabemos que no puedo. Estaré con mis hijos. Pero sabes
que solo estaré pensando en tí. Mis últimos pensamientos serán para tí"
"Por favor, no estés triste. Mírame, Jill…" Jill levantó su rostro, haciendo caso
omiso de las lágrimas que fluían libremente por sus mejillas "…nuestras almas
están conectadas. Estaremos juntas nuevamente. Como antes. Como ahora, en
esta vida. Habrán otras"
"Quiero creerte con todas mis fuerzas"
Carrie limpió las lágrimas de Jill, entonces unió sus bocas "Entonces cree"
Capítulo 35
"¿Quieres hablar de ello?"
Jill aclaró su garganta "No tenía ganas de cocinar" sabía que su voz seguía
estando ronca de tanto llorar, pero no le importaba. No le importaba nada en este
momento.
"Has estado aquí toda la noche" él salió de las sombras, la luna emitía la única luz
"Has estado llorando"
Ella cerró sus ojos "Por favor, Craig. Sólo quiero estar sola"
"Craig…no tiene nada que ver contigo, ni con nosotros" él permaneció allí de pie,
con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones cortos, sin dejar de
mirarla "En serio. Sólo quiero estar sola"
"Bien"
Ella se echó hacia atrás meciéndose con los ojos cerrados, deseando la
esperanza de un resultado diferente. Estaba más allá de la insensibilidad, más allá
del cansancio, más allá del...vacío.
Se habían tomado la tarde después que llamó a Harriet. Hubo preguntas pero
ninguna que Jill pudiese responder. Simplemente le había dicho a Harriet que
apagara su ordenador y cerrara con llave su oficina. Cortó la comunicación y las
lágrimas surgieron nuevamente. Entonces caminaron hasta el muelle y se
sentaron. Sólo se sentaron, no hablaron mucho. Permanecieron sentadas,
acariciándose, llorando juntas.
Y a las cinco, Carrie le abrazó con todas sus fuerzas, diciéndole su adiós. Sus ojos
estaban llenos de dolor, dolor que había tratado de esconder de Jill.
Jill condujo alejándose, sus ojos mirando una y otra vez por el espejo retrovisor,
viendo a Carrie de pie en la calzada, mirándola. La sensación de que nunca
volvería a ver a Carrie fue como una premonición siniestra y trató de disiparla
mientras se alejaba.
Había pensado que...tal vez...la furgoneta de Carrie estaría allí. Pero realmente no
se sorprendió al encontrar la calzada vacía. Porque lo sabía.
"Oh, Carrie"
Pero la nota le atrajo y se sentó, mirando con sus ojos las palabras, leyendo con
rapidez antes que su visión se volviese borrosa por las lágrimas.
No haré que esto sea largo. No necesitas eso y no estoy segura de poder
manejarlo. Hay algunas cosas que necesitas saber. Primero, la cabaña. Es tan
tuya como mía. Y no se convirtió en un hogar para mí hasta que llegaste a mi vida.
Así que he transferido el título a tu nombre. Todo lo que necesitas hacer es firmar
los papeles que he dejado para ti. La tarjeta de mi abogado está allí. Le he dado
toda tu información. Él se pondrá en contacto contigo. Además, hay una cuenta
bancaria que abrí en tu nombre. No es una suma enorme, Jill, pero era mía y
quería que tú la tuvieras, no James. Era el dinero de Joshua y de su tierra.
Sé lo difícil que es para tí. Entré en tu vida y puse tu mundo al revés y ahora te
estoy dejando. Pero no duele tanto Jill sabiendo que estaremos juntas en otra
vida, en otro momento. Tan breve como fue, no podría haberte amado más, aún si
hubiésemos tenido 20 años juntas.
Por favor, no llores por mí. Estaré contigo. Sólo tienes que buscarme. He pedido
que mis cenizas sean esparcidas en el parque, cerca del muelle, donde tú y yo
caminábamos y hablábamos, donde alimentábamos a los patos...donde nos
conocimos.
Había otra frase o dos, pero Jill no pudo continuar. Lloró, entonces con una
oscilación de su brazo, golpeó las rosas y el vino tirándolas al suelo, los cristales
rotos estaban en el azulejo por su ataque de dolor. Allí, entre el desastre, estaba la
copa solitaria…imperturbable ante su furia.
Capítulo 37
En la actualidad
Jill se movió en el banco, su mirada deslizándose desde la anciana hacia las
innumerables lápidas que salpicaban el paisaje "Y simplemente de esa
manera...se fue" Jill secó sus ojos, su toallita en jirones así que buscó otra en su
bolso "Nunca la volví a ver. Y tres semanas más tarde, lo leí en las noticias...en el
periódico" dijo ella, sus lágrimas cayendo nuevamente "Tan rápido. Aún estoy
impactada…creo. No hubo tiempo para decir adiós. No hubo tiempo para decirle
todas las cosas que quería decirle, que necesitaba decirle. Sólo se fue" Jill se
detuvo para respirar, notando en ese momento las sombras que se extendían
mientras el sol desaparecía del cielo. Había estado hablando por horas "Lo siento
mucho, he estado divagando"
La anciana agarró su mano y la apretó, sus ojos empañados por las lágrimas "No
has estado divagando, querida. Me has estado contando sobre un gran amor.
Gracias por compartirlo conmigo"
Jill sonó su nariz y luego aclaró su garganta "Sí. Nos enamoramos. La gente hace
eso ¿sabe?" dijo ella casi en tono de disculpa "Y cuando estás enamorada, crees
fervientemente en ciertas cosas" hizo una pausa, sus lágrimas brotaron
nuevamente de sus ojos "Y yo creo. Realmente lo hago ¿Es una locura? ¿Es una
locura creer que hay otra vida en la que estaremos juntas? ¿Piensa eso con
respecto a su Eddie?"
Ella negó con la cabeza "No. La Biblia dice que no es así. Pero creo que voy a ver
a Eddie nuevamente. En el cielo. No en otra vida" ella acarició su mano "Pero he
aprendido a través de los años que todo el mundo tiene diferentes creencias" se
inclinó más cerca "Eso no significa que sea malo"
Jill permaneció en silencio por un momento, frotando sus ojos con aire ausente,
sabiendo que tenía que lucir espantosa. Finalmente se dio la vuelta "Nadie lo
sabe. Nadie. Sólo usted" ella tocó su corazón "Un amor tan intenso dentro de mí y
nadie lo sabe"
"¿Y hoy te colaste en el servicio sólo para verlos…para poner rostros a sus
nombres?"
"Sí ¿Es eso horrible de mí parte? Pensé que tal vez podría sentir...bueno, podría
sentirla aquí"
"Por lo que me has contado, no es aquí donde la encontrarás. Ahora tienes la
cabaña. Allí es donde ella va a estar"
Jill rió amargamente "Sí. Tengo la cabaña. Un lugar donde no puedo soportar la
idea de ir…aun así, un lugar del que nunca será capaz de desprenderme"
"Tonterías. Irás ahí…porque es allí donde ella está. Ahí es donde encontrarás tu
paz" ella señaló hacia la tumba "Es por eso que vengo aquí. Para mí…este es el
lugar donde Eddie está, aquí fue donde lo puse. Eso es lo que me enseñaron a
creer" se quedó mirando la tumba, su rostro arrugado insinuó una sonrisa "Oh,
siento su presencia en la casa, supongo que siempre lo haré. Pero él está aquí. Y
tengo mi banca donde puedo venir y hablar con él. Alivia el dolor de alguna
manera" sorprendió a Jill poniendo un delgado brazo alrededor de sus hombros y
acercando a Jill hacia ella "La muerte...es tan difícil ser quien se queda" dijo ella
en voz baja "Pero seguimos adelante. Eso es lo que hacemos" ella se alejó
"Ahora, ve a casa. Tienes algunas decisiones que tomar"
Jill asintió, luego se inclinó y besó el rostro arrugado "Gracias" susurró ella
"Gracias por...bueno, simplemente gracias"
Jill apretó su hombro una última vez y luego se alejó, sorprendida por la
disminución del dolor en su corazón.
"Si alguna vez necesitas hablar, ya sabes dónde voy a estar" dijo a Jill en voz alta.
Se dio a sí misma una semana. Una semana para poner sus emociones bajo
control, una semana para asegurarse que no había ningún tipo de complicación
con la cabaña y una semana para sentirse confiada con su decisión.
Así que esperó que Craig llegara a casa, decidida a decirle, decidida a seguir
adelante con su vida. No podía continuar esto por más tiempo. Entre sus
constantes preguntas y sus ataques de llanto, las últimas semanas habían sido un
reto para los dos. Pero había llegado el momento de que ambos lograran un poco
de alivio. Así que esperó, sentada silenciosamente en la terraza, la familiaridad del
lugar le daba comodidad mientras ponía la mecedora en movimiento. Él pronto
estaría en casa, lo sabía. Y Angie, con el nuevo año escolar, que apenas había
comenzado hacía un mes, había caído en su vieja rutina de ir a casa de Arlene en
las tardes hasta que la buscaran para ir a su casa.
"Pensaba que cuando dijiste que querías hablar...bueno…pensaba que tal vez
sería algo bueno" dijo él "Pero no es así ¿verdad?"
"No, Craig" ella respiró profundamente "No podemos hacer esto por más tiempo"
"Pero…"
"No, por favor. Déjame terminar" aclaró su garganta antes de continuar "Ha sido
un año difícil para ti, lo sé. Pero tengo que hacer esto, Craig. Voy a pedir el
divorcio" dijo en voz baja "Es lo mejor para todos, Craig"
Él se alejó…sus pasos haciendo eco en la terraza mientras se paseaba de un lado
a otro. Entonces hizo la pregunta que Jill sabía podría hacer.
Ella le miró fijamente, sus ojos llenos de lágrimas que no trató de ocultar "No,
Craig. Nunca hubo otro hombre"
"Porque ya no tengo nada que ofrecerte. Nada. Y no es justo para ti seguir así,
Craig. No puedo quedarme y ser tu esposa" ella desvió la mirada, luego regresó la
mirada hacia él, mirándolo a los ojos "Lo siento…pero no estoy enamorada de ti. Y
necesitas a alguien que lo esté. Necesitas encontrar a alguien que ame el deporte
tanto como tú lo haces. Entonces ella irá a todos tus juegos, se pondrá de pie y te
animará, te amará por esa parte de ti. Pero yo no puedo ser esa persona. No soy
esa persona"
"Sí. Tu madre está cerca" ella sonrió con tristeza "Angie no quiere estar conmigo,
Craig. Además, no sería muy buena para ella en este momento. Así que haremos
algunos arreglos. Sólo quiero lo mejor para ella"
Él inclinó su cabeza hacia atrás y miró hacia el cielo, entonces dejó escapar el
aliento "Supongo que no debería estar tan sorprendido. Ha pasado tanto tiempo
desde que nada ha sido normal" se dio la vuelta y le miró "¿A dónde irás?"
"En realidad, le he puesto el ojo a...a esta pequeña y hermosa cabaña en el lago"
limpió las lágrimas que se deslizaban por su mejilla "Creo que va a ser perfecto
para mí"
Capítulo 39
Y cuando arrancó el papel se deslizó hasta el suelo junto a él, las lágrimas
fluyeron libremente. La pintura, en acuarela, era de ella, sentada junto al muelle en
su banco, el verdor de los árboles y el azul del agua exhibía un día espectacular
de comienzo de verano. Y junto al banco estaba la enorme maceta que ellas
habían comprado, llena de flores rojas y amarillas.
Ellos nadaron resueltamente hacia ella, sus clamores discretos avanzaron a través
del agua. Los observó, consciente que su corazón latía rápidamente, su
respiración siseando entre sus labios. Entonces, alejándose del grupo ella se
acercó, batiendo fuertemente sus alas, su cabeza gris un contraste opaco ante los
brillantes colores de los patos silvestres a su alrededor.
Jill cayó de rodillas mientras la abuela pato avanzaba a través del agua, lejos de la
bandada antes de establecerse nuevamente. Sus sollozos surgieron rápidamente
y le dolió el pecho mientras permanecía allí arrodillaba, esperando que el pato
nadara más cerca. Aún más abrumadora fue la sensación de la presencia de
Carrie, dejó de respirar, simplemente mirando a través del agua, esperando creer.
Y tan rápido como surgieron los sollozos, estalló la risa de forma inesperada. Se
sentó sobre sus talones, con las lágrimas corriendo por su mejilla mientras reía
bajo la lluvia.
"Oh, Dios, Carrie...debí haber sabido que regresarías a mí como un maldito pato"
FIN