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Doctrina >> Responsabilidad penal individual en el Derecho penal supranacional [_Un andlisis juvisprudencial. De Nuremberg a La Haya (#) Kai Ambos I. Introduccién En el juicio contra los mayores criminales de guerra, el Tribunal Militar Internacional (Interna- tional Military Tribunal -"IMT") en forma bastan- ra establecié que la responsabilidad penal in- dividual habfa sido “hacia tiempo reconocida” y més atin que “Suficiente se ha dicho para demos- trar que los individuos pueden ser castigados por violaciones al Derecho Internacional. Crimenes contra el Derecho Internacional son cometidos por individuos, no por entidades abstractas, y s6- lo castigando a los individuos que cometen tales Dr. Jur. (Miinchen). Referente cientifico Instituto Max Planch de Derecho Penal Extranjero e Internacional, Asistente cientifico de la Universidad de Friburgo de Brisgovia crimenes las disposiciones del Derecho Interna- cional pueden hacerse valer”.! Appesar de que esta opinién no fue justificada en detalle -el IMT simplemente hizo referencia a la decision de la Corte Suprema de Estados Unidos en Ex Parte Quirin? y asf infiri6, podria argumen- tarse, una “analogia doméstica”?., ha sido histori- camente confitmada en los diversos juicios por crimenes de guerra desde la Segunda Guerra Mundial‘ el reciente establecimiento de una Cor- te Penal Internacional Permanente (International Criminal Court - “ICC")S y, en particular, la cre- ciente jurisprudencia del Tribunal Penal Interna- (") Versién original inglesa ("Individual criminal responsability in Internacional Criminal Law: A jurisprudentiol analysis: From Nuremberg to The Hague”) de Emily Siverman J.D. (Berkeley) y LL M. (Freiburg) publicada en: Gaxeuz Kitk MACDONAID/UNtASWi. {gcSoueda) Ele veri ho slo evade oro ory svi de bate le radvsén levada o cabo por MricaKeroyon (Argentina 1. The Trial of the Major Wor Criminals. Proceedings ofthe International Militar Tibunal siting at Nuremberg, Germany, vol. 22, pég. 447 (London, HMSO 1950} ("El Juicio"). 2. Ex Parte Quirin, U.S. 317 (1942) 1-48. La Corte Suprema reseié varios ejemplos histéricosy sostuvo en las pgs. 27 8: “Dee de el mismo inicio de su historia esta Corte ha reconocide y aplicado las eyes de la querracomo inclusivas de aquella parte de la ley de las naciones que prescribe, para la conduccién de la guerra, el stv, los derechos y los deberes de las nociones enemigat al igual que de los individuos enemigos.” (Enfasis del autor.) 3. Conf. Appeals Chamber (App. Chi}, Prosecutor v. Blatkic Judgement on the Request of the Republic of Croatia for Review ‘ofthe Decision of Trial Chamber il of 18 July 1997, 29.10.1997 (\T-95:14AR 108bis), pér. 40. 4. Vor el excelente trabojo histérico de TiMoTW LH. McCoRMAady From Sun Tzu fo the Sixth Comittee: The Evolution of an Intor national Criminal Law Regime en: MCCORMACK/SIMPSON (eds.), The law of war crimes: national ond infernational approaches, The Hague et a. 197, pag. 31-63; Manscite, en ibid, pg. 65-101 [informes sobre Europal; Wetec, en ibid, pg, 103/22 (sobre Is roel); Trices on ibid, pag. 123-49 (sobre Australia) y WitiaMs, en ibid, pg. 151-70 (sobre Canadé). ‘5. Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, adoptodo por la Conferencia Diplomética de Plenipotenciarios para ol Es tablecimiento de una Corte Pencl Internacional, 17 de julio de 1998, U.N. Doc. A/Conf. 183/9 ("Estatulo de Roma", “; publicado en Intemational Legal Materials (1LM) 37 (1996), 999; en castellano en: Awsos/Guemeo (eds, El Estatuio de Roma. Andiisis por expertos inernacionales. Bogoté (Universidad Externado de Colombia) 1999, pg. 429 ss. -Ver ‘Anos, Zur Rechisgrundiage des neven Internationalen Strafgerichtshofs, 111 Zeitschrih fir die gesamte Strafrechtswissenschoft (Zs) 111 (1999), pag. 175 ss. = Revista de Derecho Procesal (Esporia) No. 3 (1999), 553 ss. y Revista de Derecho Penal y Crimé nologta (Universidad Nacional de Educocién a Distoncic}, 2nda Epoco, No. 5 (enero 2000), 127 38; Cases, The Sttute of the ICC te. Eur. Journal of International Law 10 (1999), 144 ss, AMeos/Guettex0 (ods, op. cit; Trtzxx(ed.), Commentary on the Rome Stalute of the ICC, Baden-Baden 1999; Laranzy/ ScrAsas (eds], Essays on the Rome Statute of he ICC, vol. |, Ripa Fagnano Alto (it lia) 1999; Sadar Weuts, A frst look af the 1998 Rome Stotue el, en: Bassioun’ (ed), International Criminal Law, vol ll, 2nda ed 1999, pg. 655 ss. Sobre la implementacién del Estouto ver Ktet/LATIANz (ods, The Rome Statute and Domestic Legal Orders, vol. 1, BadenBaden/Ripa Fagnano Alto (Italia) 2000, Revista Penal Responsabilidad penal individual De Nuremberg a La Haya 1 Dere ho penal supranacional, Un andlisis jurisprudencial cional para la exYugoslavia (International Crimi- nal Tribunal for the former Yugoslavia -"ICTY") y del de Rwanda (International Crimina Tribunal for Rwanda - "ICTR”).* De alli que no sea una no- vedad que esta afirmacién clasica del IMT fuera citada en la decision jurisdiccional de la Sala de Apelaciones del ICTY en el caso Tadic de modo tal de fijar los fundamentos de la responsabilidad pe- nal individual por violaciones al art. 3 comin de las Convenciones de Ginebra de 1949 y otras re- elas consuetudinarias pese a la existencia de un conflicto internacional 0 interno, con la Sala de Apelaciones concluyendo en que: “Todos estos factores confirman que el derecho in- temnacional consuetudinario impone responsabilidad individual por serias violaciones al articulo 3° comin, ‘complementado por otros principios y reglas genera- les para la protecci6n de victimas de conflicto armado interno, y por violacién de ciertas principios y reglas fundamentales concernientes a medios y métodos de combate en conilicto civil."7 Frente a estos desarrollos es justo concluir en que el concepto de responsabilidad penal indivi- dual por violaciones a normas humanitarias y de derechos humanos es universalmente reconocido. Sin embargo, otra cuestién que debe ser abordada aqui es la de determinar cuales son los elementos constitutivos de semejante responsabilidad. En lo que respecta a la doctrina reciente, s6lo BASsiouN! hha tratado el tema de un modo més 0 menos com- pleto, aunque no conclusivo.’ Casi toda la doctri- na restante se concentra en el desarrollo hist6rico y en cuestiones de organizacién y procedimiento relativas a una corte penal internacional o a los crimenes especificos, pero soslaya el desarrollo y el anilisis de los elementos de la responsabilidad penal individual. El enfoque més promisorio para semejante tarea es el de retrotraerse a las fuentes primarias del Derecho penal supranacional, es de- cir, la jurisprudencia internacional y nacional so- bre crimenes de guerra desde Nuremberg, por un. lado, y las convenciones de Derecho penal supra- nacional y otras fuentes escritas, por el otro. Por razones de extensién sélo las primeras pueden ser tratadas aqui, El andlisis de la jurisprudencia abarcaré, en pri- mer lugar, los juicios de Nuremberg y de Tokio y los juicios documentados por la Comision de Cri- menes de Guerra de las Naciones Unidas (United ‘Nations War Crimes Commission -"UNWCC’). En. segundo lugar, son examinadas ciertas decisiones de tribunales nacionales sobre crimenes cometidos durante el nazismo (Eichmann, Barbie, Touvier y Finta)? y otras criminalidades toleradas 0 auspicia- das por el estado My Lai (USA); Comandantes (Ar- gentina); Letelier/Moffitt (Chile); muertes en la frontera (GDR). Finalmente, ser analizada la ju- risprudencia del ICTY, que esta fuertemente funda- da en los precedentes antes mencionados. En las tres partes de este comentario serdn exa- minados los elementos objetivos de responsabili- dad individual seguidos de los elementos subjeti- vos, partiendo de la premisa de que se debe distinguir entre imputacién objetiva y subjetiva, es decir, imputacién de una lesion o de un acto de- terminado desde un criterio objetivo (actus reus) y desde un criterio subjetivo (mens rea). Il. Los juicios de Nuremberg, Tokio y UNWCC Mientras que los juicios ante el IMT y el Tribu- nal Militar Internacional para el Lejano Este (In- ternational Military Tribunal for the Far East - “[MTFE”)!! eran verdaderamente internacionales, 4. Var los resimenes de Amsos/Ruccerseta, Rechtsprechung zum inlerationalen Strat und Sirafvertahrensrecht, Neve Zeitschrift fir StrofeechtRechtsprechungsReport (NSIZRR), 1998, pég, 167 ss; 1999, 200 ss; 2000, 198 ss 7. Ver App. ch. Prosecutor v. Tadic, Dedion on the Defence Motion for Interlocutory Appeol on Jurisdiction, 2,10.1995 (I-94. 1-AR72, par. 12897, 134. 8, Conf BASSOUN, Crimes against humanity in intern jonel criminal law, Dordrecht 1992, pag. 339 ss, 2nda ed. 1999, pig. 369 ss Ver también Tomatms, The Individual as « Subject of International Law and International Criminal Responsi Bassioun!(ed_), A treatise on international criminal law: crimes and punishment, 1973, pag. 103 ss. Una seleccidn més bien mixta cde moterioles es presentada en PAUSTEL AL, International criminal law: cases and materials 21-72 (1996). gles cosos Menten (Intemational Law Reports [ILR] tomo 75, pg. 331 ss. [Palses Bojos]), Polyukhovick (LR 91, 1 s. [Aus tralia), Kopplery Priebe (Trib. Milfore di Romo, Sontenza del 1 agosto 1996 y del 22 de julio 1997; Corte Mi tare app., se Ta del 7 marco 1998; Corte Suprema di Cass, sentencia del 16 noviembre 1998 [ltalia]) no contienen consideraciones sustanciales sobre la ssponsabilidad individual. 10, Sobre imputacién obj iva y subjefiva ver ROX Strafrecht Aligemeiner Teil tomo |, Sera ed. 1997, § 10 nota marginal Yam") 55, § 11 am 39 35, § 12 nm 140 se; ver también Fo, Rethinking criminal law Boston 1978, § 6.7 p. 492. 7. RCuNo/ Rite (eds), The Tokyo judgment: the international military Wibunal forthe Far East(IMTFE), Amsterdam 1977, tres tomos ("The Tokyo judgment"); el tomo | contene la opinion de la mayoria; ol tomo I! as opiniones en disidencia, Ver también Prrtcuaso/ Zak (eds), The Tokyo war erimes trial, 22 tomos, New York/London 1981. Doctrina los 12 juicios subsiguientes de Nuremberg!? y la cipio de culpabilidad ha estado sujeto a algunas li- gran mayorfa de los documentados por la mitaciones considerables como se demostrara en UNWCC!3 tuvieron lugar ante tribunales naciona- el andlisis que sigue. es 0 ante aquellos de las fuerzas ocupantes, Pese a la diferencia organizativa' la ley aplicable fue, a grosso modo, la misma, es decir, los Estatutos 1. Elementos objetivos de responsabili- dle Nuremberg y de Tokio y el Acta n’ 10delCon- dad individual (actus reus) sejo de Control (Control Council Law N° 10 -"C 10"). Aun cuando se trataron casos que involu: ban crimenes cometidos en distintas culturas le- a) Conexién causal? gales (hablando en Iineas generales sistemas del En cuanto a la imputacién de resultados (mas {common law” y “continentales” 0 “civiles"), los menos ciertos) de una conducta, la jurisprudene: juicios, tal como documentados por la UNWCC, de Nuremberg ha seguido una linea bastante de no se apartaron, salvo algunas diferencias de de- recta de causa-efecto (en el sentido de la teoria de talle, de las bases comunes de la Jegislacion de Nu- la equivalencia o de la formula conditio sine qua remberg y de Tokio. Esto justifica y facilita un non). No se han desarrollado limitaciones a este analisis en comtin de esta jurisprudencia aunque concept ilimitado de imputacién, por ejemplo en Glertamente tiene que reconocerse que tanto las el sentido de teorfas normativas de imputacion decisiones del IMT como las del IMTFE son las _(objetiva).t7 De alli que no sea sorprenderte que la fuentes historicas de mayor autoridad de derecho __jurisprudencia no ofrezca un fundamento teorico; penal supranacional. todo lo que se puede encontrar es una referencia En general, los Tribunales han reconocido que _lac6nica del Juez Powers a una “conexion cau ¢l principio de culpabilidad (individual) exige el __sal’.!8 En summa, el enfoque de Nuremberg puede conocimiento por parte del acusado de las cir- ser Iamado pragmatico més que dogmético, y cunstancias del delito. El IMT se refirié al princi-_orientado a la evidencia mas que a una cuestion pio de culpabilidad en el contexto de la cuestién _ de principios. de responsabilidad criminal de ciertas organiza- Los juicios del IMTFE y de la UNWCC no dije- ciones nazis, consagrando que “uno de los més —_ron mucho més acerca de esta cuestidn. Sdlo refi, importantes [principios legles]... es que la culpa- __rieron al criterio de causalidad en el contexto de la bilidad penal es personal, y que los castigos en _participacién.19 masa deben ser evitados” y que “el Tribunal debe hacer semejante declaracién de criminalidad (de un grupo u organizacién] en la medida de lo posi- b) Participacién/Complicidad ble de un modo que garantice que personas ino- centes no serdn castigadas”.!5 La jurisprudencia de Nuremberg no distinguié En los juicios subsiguientes frecuentemente se entre autor principal y accesorio,2® sino que mas repitié que la responsabilidad individual presupo- bien considers cualquier forma de participacion ne culpabilidad individual;!¢ sin embargo, el prin- actual en el crimen como suficiente para conside- 12, Tils of War Criminals (TWC) before de Nuremberg Miltary Tibunals under Control Council Law n° 10, vols. XV (US-GPO, Weshington D.C. 1950-1953} ("TWC"). 13, UNWCC, Law Reports of Tals of Wor Criminals, vols. XV (London 1947-1949) (°UNWCC Low Reports") 14, La doctrina olemana de la postguerra, sin embargo, no considers la naturaleze legal de los tribunales como una mera cues. tién formal; ver el trabajo fundamental de Jescrecx, Die Verantwortlichkeit der Staatsorgane nach Vélkersirafrecht, Bonn 1952, Pég. 283-94, 15, “El Juicio", supra note, en pég. 469. 16. US. v-Krauch eto (coo 6), TWC Vl, pra nota, pg. 1081-210, 1155.56, 1157, 115889, 1160; US. v, Krupp eto: (easo 10}, TWC Ik, pig, 1327-484, 1331, 1446; U.S. von Leob ofa. (covo 12), WC X, pg 462-597, 484 Vor tnbaee iS Fok al (cato 8), TW Vi, pg. 1187-223, 1208 ("standards vocioncesy pico por le dcerninason do colpecice) 17, Estos teorias raton de limitar fa imputacién medion criterios normativos (cf ROwny suprencta,§ Ti nm 29-136; ver tam bién Firat supra nota, § 67:2, pq, 495.) Ta Us von Wonbeser of WWE, supremo, i, 308942, 068 (opin didn) 19. Ver infra sec Ib) . 20, Verpara una correciadisincién, desde un punto de vsta de derecho comparado: Fir, supra nota, § 8.5, pig. 637. Ver también Model Penol Code, § 2.06, pég. 299 [American Law Instive 1985) disinguiendo “diferentes modos do cemdicded yo Revista Penal Responsabilidad penal in De Nuremberg a La Haya rar al participe responsable. Asi, cualquier coope: racién en los planes de guerra de Hitler y cual- quier conocimiento de estos planes dio origen a la participacién criminal en el crimen contra la paz: “Hitler no pudo hacer la guerra agresiva por s{ mis- ‘mo, Tuvo que tener la cooperacién de hombres de es- tado, lideres militares, diplomaticos y hombres de negocio. Cuando ellos, con conocimiento de sus propésites, le dieron su cooperacién, se hicieron par- te del plan que él habia iniciado, No deben ser repu: tados inocentes porque Hitler los utilizé, si ellos sabfan lo que estaban haciendo.”21 Estos requerimientos, en alguna medida espect- ficos, concernientes al crimen contra la paz, fue- ron luego desarrollados en los juicios subsiguien- tes y extendidos a otros crimenes incluidos en el Estatuto del IMT. Posiblemente la afirmaci6n més ‘conereta pueda encontrarse en U.S. v. von Leeb et al, donde se sostuvo que “para ser considerado penalmente responsable, debe haber alguna viola- cién a alguna obligacién moral consagrada por el derecho internacional, un hecho personal volun- tario Hevado a cabo con conocimiento de su in- trinseca criminalidad segtin el derecho internacio- nal”"22 En suma, cualquier forma de participacién, des- de el mero consentimiento a la conducta activa, fue considerado suficiente no sélo para el crimen contra la paz pero también en lo que respecta a los crimenes de guerra y a los crimenes contra la hu- manidad. En el juicio de los Juristas (‘Justice Trial”) estos criterios fueron aplicados de modo tal que los acusados, que no habfan cometido di- rectamente crimenes, fueron considerados res- ponsables como cémplices por estar, burocrética © funcionalmente, involucrados en crimenes del sistema nazi. Por primera vez, se desarrollé un ti- po de responsabilidad basada en ciertas funciones organizativas dentro de un aparato burocritico: “La imputacién... es la de una participacién cons- ciente en un sistema de crueldad e injusticia organi- zado por el gobierno a nivel nacional {sic}, en viola- cidn a las leyes de la guerra y de la humanidad, perpetrado en nombre de la ley por la autoridad del Ministro de Justicia, y a través de la instrumentalidad jual en el Derecho penal supranacional. Un andlisis jurisprudencial de las Cortes. La daga del asesino fue concebida bajo el ropaije del juez."25 Confirmando la Iinea adoptada por el IMT, au- torfa (directa) y complicidad (indirecta) fueron tratados de igual forma, de modo tal que “la per- sona que persuade a otra a cometer homicidio, la persona que facilita el arma letal a los fines de sit comisién, y la persona que aprieta el gatillo son todos principales o accesorios al delito”.?* En forma similar, en U.S. v. Pohl et al. la ri ponsabilidad en la participacién se basé en la vision de funciones para la realizacién de distintas tareas que tomadas en conjunto facilitan 0 pro- mueven la comisiOn de un delito: “Una operacién elaborada y compleja, tal como la deportacién y exterminacién de los judios y el apode- ramiento de todas sus propiedades, es obviamente tuna tarea para mas de un hombre. Como puede espe- arse, encontramos a los distintos participantes en el programa paséndose uno al otro la pelota (“tossing the shuttlecock”). El que lo originé dice: ‘Es cierto que pensé en el programa, pero no lo Ilevé a cabo’. El que Te sigue en la linea dice: ‘Yo diseié el plan por escrito yy designé el modus operandi pero no fue mi plan y yo ‘de hecho no lo Ilevé a cabo’. El tercero en la linea d- ce: Es cierto que disparé contra personas, pero yo es- taba simplemente ejecutando érdenes superiores’. El que le sigue en Iinea dice: ‘Es cierto que yo recibt el botin de este programa y que lo inventarié y dispuse de él, pero no lo robé ni maté a sus propietarios. Yo s6lo estaba ejecutando érdenes de un nivel superior’. Para invocar un paralelismo, asumamos que cuatro personas son acusadas de robar un banco... [Los] ac- tos de cualquiera de los cuatro, dentro del marco del plan general, se convierten en los actos de todos los demas."25 El argumento de los Tribunales de Nuremberg, eno que respecta a la imputacién reciproca es re- miniscencia de la doctrina inglesa del “designio comin” (“common design”), habitualmente cono- cido como “emprendimiento conjunto” (“joint en- terprise”).26 En efecto, esta doctrina fue aplicada en los juicios briténicos de crimenes de guerra, ‘como documenta la UNWCC. Mientras que como regla general se consideré suficiente que el acusa- 21, “ElJuicio", supra nota, aqui pig. 448 (6afasis del autor) 22. US. v. von Leeb et al, supra nota, pag. 510. 23. U: supra noto, pag. 53 38. 25. US. Pohl eto. (caso 4), TWC V, supra nto, pég. 958-1163, 1173, senlencia suploms 26 CE Sumi & Hocan Criminal law, Shed. 1999, pg. 147 8 ¥. Alster ef ol, supra nota 22, pag. 1063 (énfasis del autor) 2A. US. v. Alsttter et al. Justice Trial) (caso 3), TWC Il supra nota, pag. 954-1201, 985. Ve también UNWCC Low Reports XV, laria (Snfasis del autor) DOr Cuntuatuiueninea) do estuviera “involucrado en la comisi6n” (“con- _conducfa a la muerte en un campo de concentra- cerned in the committing’) del crimen, en el caso _cidn) fueron atribuidos a sus “autores primario de varios participes el fundamento para una im- es decir, a las personas cuya conducta fue la cau- putacién recfproca de contribuciones individuales __sa original de los ulteriores resultados crimina- al delito (principal) se bas6 en que los participes __les.30 El resto de la jurisprudencia continental habfan tenido un propésito y un plan comiin den- ms bien siguié el concepto anglo-americano tra- tro del significado de la doctrina del designio _tando por igual a autores y complices, en el nivel comin. Una imputacién reciproca fue también re-_ de imputacién de responsabilidad criminal conocida en casos en que existié una divisién fun- cional de las tareas entre los cémplices. Esto im plica responsabilidad por actos preparatorios que dan inicio a la comisién al igual que por actos pos-. __c) Expansién de la imputacién triores a la consumacién del delito. En el juicio de Karl Adam Golkel et al., por ejemplo, el Auditorde aa) Responsabilidad por mando Guerra argumenté la responsabilidad por actos preparatorios: En los juicios contra miembros directivos de la Wehrmacht y de las SS, los Tribunales Militares “[Un] hombre estara involucrado en los fusilamien- __norteamericanos consagraron la doctrina de res- tos si estando a 50 millas los ha ordenado y ha toma-_ponsabilidad por mando segtin se desarroll6 en el do los pasos efecutivos para poner los fusilamientos caso Yamashita.}! En U.S. v. Pohl et al. el Tribu- en movimiento. Se deben considerar no sélo actos - nal se refirié explicitamente a Yamashita y sicos levados a cabo en la escena de los fusilamientos, _afirmé: sino también si un acusado en particular... vo cual- quier intervenci6n en su organizacién."?7 “Las leyes de la guerra imponen a un oficial militar, cen una posicién de mando, un deber positivo de adop- Sin embargo, la participacién debe tener un tar aquellas medidas que estén dentro de sus potesta efecto real en la comisién, tal como que: “la per- des y apropiadas a las circunstancias para controlar a sona en cuestién debe haber sido parte de la ma- aquellos bajo str mando para prevenir actos que sean quinaria haciendo algtin deber, levando a cabo al- violaciones de las leyes de la guerra guna actuacién que se dirigié directamente a lograr la muerte ... tuvo real relevancia en la De este modo, se reafirmé la responsabilidad muerte”.?8 por omision en el caso de acusados con cierto sta- A diferencia de la jurisprudencia anglo-americ: tus militar o civil.33 Se argument6 que la posicién na, la jurisprudencia francesa distinguié entre lade mando implica ciertos deberes de control y de autorfa directa y la participacién (indirecta) ya _supervisi6n en lo concerniente a la respectiva es- que la legislacién francesa consagra esta distin-__fera de competencia, Si los delitos son cometidos cién29 Sin embargo, en otros paises todas las for- _ dentro de esta esfera de competencia, el oficial mas de participacién fueron tratadas de igual for-__ responsable debe intervenir. Si fracasa en hacerlo, ma. Por tltimo, incluso actos mds bien distantes _a pesar de su “conocimiento actual” acerca de es- de! resultado final (tales como la denuncia que _tos delitos (que puede ser inferido de la posicién 27. UNWCC Law Reports V, supra nota, pég. 53 (énfosis del autor). Ver también UNWCC Law Reports V, Trial of Werner Roh- do & Eight Others (caso 31), pag. 5459, 56. "28. UNWCC Law Reports Xi,supra nota, Til of Max Wielen e a, (caso 621, pg. 31-52, aqui 46 (énfass del autor). 29. Ela. 4° dela Ordenanza dice: "Cuando un subordinado es perseguide como ol autor actual de un crimen de guerra, y sus superioresno pueden ser acusados de sor igualmente responsables, deben ser considerados como cémplicesen la medida en que han organizado 0 tolerado los actos criminales de ws subordinados" (citado en UNWCC Law Reports Il, supra note, en 94; fesis del autor). 330. Ver, por ejemplo, UNWCC Law Reports Vl supra note Trial de Gustav Becker, Wilhelm Waber & 18 Others (caso 40], poy 6773, aqui 70. 31. Verel caso YAMASHTA 327 U.S, 1-81, 13-14 (1945), on el eval la Corte Suprema de Estodos Unidos discus que el acusodo hubiera “legalmente dejado de lado y fracasado de desvincularse de su deber como Comandante para controlar las operacio nes de los miembros de su comando, permitiéndoles cometer brut jes” (énfosis del autor; ert. Bassiouni, supra nota (1999), pg. 427 58; ver también UNWCC Law Reports IV, supra note, pég. 1, 35. 32, U.S. v. Pohl ef ol, supra nota 24, pég. 1011 (énfasis del autor). 33. VerUS. v. Brandt ef ol. the Medical caso) (caso 1), TWC I, supra nota, pég. 171-300, 212, 213. Revista Penal Responsabilidad penal individual en el Derecho penal supranacional. Un andlisis jurisprudencial De Nuremberg a La Haya del acusado),# es responsable por omisi6n crimi- nal. Sin embargo, el deber de control o supervi- sin disminuye con un decreciente poder de man- do. De este modo, estas reglas se aplican a un comandante general y aun a un oficial de mando; no se aplican, sin embargo, cuando tales oficiales transmiten érdenes sin conocimiento de su conte- nido.*5 Ni tampoco se aplican a los oficiales supe- riores (“staff officers”) ya que tales oficiales nor- malmente no tienen poder de mando. Pero los oficiales superiores también pueden incurrir en responsabilidad penal, de modo que “s i la idea basica es criminal segtin el derecho internacional, el oficial superior que puso esa idea bajo la forma de una orden militar ... o acttia en forma personal para ver que sea adecuadamente distribuida ... co- mete un acto criminal segtin el derecho interna- cional’’36 En general, el IMT y los Tribunales Militares exigieron, en lo que concierne a la guerra de agre- sién, que el acusado fuera un “jefe” o “planifica- dor” (IMT) o que perteneciera al “nivel politico” El IMTFE confirmé y extendié esta jurispru- dencia al personal civil.37 Primero, impuso debe- tes de supervisi6n y de control sobre el personal de mando civil y militar en lo que respecta al tra- to apropiado de prisioneros de guerra. Conse- cuentemente, los abusos a los prisioneros fueron atribuidos a los acusados si fracasaban en su p vencién. La responsabilidad por mando fue ulte- riormente extendida al gobierno (civil), argumen- tando un tipo de responsabilidad colectiva: “Un miembro del gabinete puede renunciar. Si tiene conocimiento del mal trato a prisioneros, no tiene potestades para prevenir un futuro mal trato, pe- ro si elije permanecer en el gabinete y asi conti- nuar partipando de su responsabilidad colecti- va..., voluntariamente asume responsabilidad por cualquier mal trato en el futuro.38 La pertenencia al gabinete fue considerada para justificar la conexién causal, al menos en el caso de ignorancia voluntaria o negligente,3 entre la omision de actuar y Jos abusos cometidos. Tam- in, los deberes de supervision ¢ investigacién fueron aumentados. Esta jurisprudencia fue confirmada por los jui- cios de crimenes de guerra briténicos, canadien- ses, australianos y chinos documentados por la UNWCC.49 En concreto, los Tribunales competen- tes, a grosso modo, consideraron crucial la posi ci6n 0 el status del acusado al momento de deter- minar la responsabilidad penal basada en la responsabilidad por mando. bb) Conspiracién En lo que respecta a la conspiraci6n, el IMT in- terprets el art. 6 de su Estatuto (Giltima oracién) en sentido restrictivo;4! esto generé una feroz erf- tica por parte de los abogados de la defensa ale- mana.®? Asf, una conspiracién para involucrarse en una guerra de agresi6n es s6lo punible si est basada en un plan comin y concreto que no sea muy distante del acto actual y esté motivado por intencién criminal. El art. II (1)(a) del Acta n* 10 del Consejo de Control y el IMTFE* confirmaron que la conspiracién es punible sélo en el caso de crimenes contra la paz, no en el caso de crimenes contra la humanidad y crimenes de guerra. El IMTFE luego exigié la posibilidad real de partici- par en la planificacién, también en un estadio ul- terior; esta posibilidad puede ser presumida si el acusado pertenece al “nivel politico”. Sin embar- 0, semejante presunci6n contra el acusado puede ser considerada una violacién del principio de cul- pabilidad. La jurisprudencia briténica, documentada por la UNWCC, intent6 distinguir entre conspiracién, designio comtin y pertenencia a una organizacién criminal. Concordantemente, la diferencia entre un cargo de conspiracién y uno de designio 34. Ver, por ejemplo, U.S. v. von Liste a. (Hostages tril} (co#0 7), TWC XI, supra nota, en 1230319, 1281 (Yobligado a cono- cer"): Sin embargo, semejante presuncién de conocimiento puede ser considerada una violacién del 35. U.S. v. von Leeb ef al, supra nota 15, 510 (“por la ransmisién de cualquier modo de cualquier biénU.S v. von List tal, suprarnota 33, on 1281 y #4, 1286. 36. US. v. von Leeb ef ol, supra nota 15, 60 513, 37. The Tokyo Judgement, supra note, en 29-30. de culpabildad, criminal"). Ver tam. 38. The Tokyo Judgement, supra nota, en 30 (énfasis agregado). 39. Verinfra 2. 40. Ver, por ejemplo la referencia explicit al caso Yamashitaen UNWCC Law Repors XV, supra nolo, pég. 86. 41. El Juici, supra nota, pig. 447-49. La dit 1 oracién del art. 6° del Estatuto del IMT reza: “Lideres, organizadores,instigor

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