No necesitamos suftir por suftir sin propésito. Cuando Jestis dijo, ‘nidguese a sf
mismo, él estaba pidiendo algo muy especifico”
Decir no a uno mismo a fin de decir sia Dias, El inico fin correcto de la
auto-negacién es eliminar cualquier obstéculo que nos impida decirle si a Dios.
‘Cuando nuestra voluntad lucha contra la de él, la auto-negacién nos permite
hacer su voluntad. Jestis quiere que nos neguemos a nosotros mismos el derecho a
controlar nuestra vida. El quiere dirigirla y nos pide que le sigamos. Esto clava una
escaca en el centro de mi voluntad, mi ego y mi deseo de control.
Desde luego, auco-negarse de esta manera puede ser tan dificil como lo que
hacian los ascetas, Cuando seguimos a Jess, renunciamos el derecho a recibir
justicia en las relaciones humanas. Nos negamos el derecho a la buena reputacién,
y la inmediaca reivindicacién. Asi fue la vida de Cristo: él fue rechazado, difamado
y asesinado. El cedié sus derechos a ser Dios, o cual significa que renuncié a la
‘oportunidad de ser adorado y ser exitoso segiin la idea del mundo.
He estado en la obra espiriual por mas de treinta afios. Conozco gente que
tiene falsas opiniones de mi. Si mi nombre entra en su conversacién, dirin que
soy distante e insensible, o que los engaiio y hasta que miento, Y ellos se levarin
sas opiniones a la cumba. Espero que algtin dia conozcan la verdad, pero no debo
y no pelearé por reivindicarme. En eso consiste la auto-negacién, en no tratar de
controlarlas opiniones de los demés,
En términos pricticos, Jestis quiere que renuncies a la confianza que tienes
cen tu plan a diez afios que hiciste con una bateria de eximenes psicolégicos y
un asesor financiero. Quiere que te niegues el éxito como lo define al mundo, la
iglesia, y como lo defines ti.
Un joven que estaba escribiendo un trabajo acerca del ministerio pastoral, vino
a entrevistarme. Nunca me habfan hecho la pregunta con la que él comenz6, la cual
penetré hasta mi corazén. El pregunté: “;Cul es el mayor sacrifico que ha hecho
‘como pastor?” Guardé silencio por un momento, disfrutando la oportunidad de
responder. Entonces vino a mila siguiente respuesta: “Creo que es la diseiplina
de tratar a ciertas personas mejor de lo que se merecen’”. Algunas personas deben
ser puestas en su lugar, reprendidas, y enderezadas, Pero me encuentro a mi
mismo siendo cuidadoso de mis reacciones y detengo mi lengua. Los dejo que me
disparen, me acusen y me culpen por sus problemas. Los dejo juzgarme conforme
una norma mucho més alta de la que utilizan para ellas mismos.
A veces simplemente no sé si puedo aguantar més, Pero entonces me doy
cuenta de que tratara la gente mejor de lo que se merece es el evangelio, el reino
de Dios, el corazén de Jesis y la esencia del amor. Debo negarme la libertad de
hablar lo que pienso y lo que la gente merece. Pero curiosamente, ese no es mi
mayor acto de auto-negacidn.