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PSICOLOGIA POLITICA Luis A. Oblitas Guadalupe Angel Rodriguez Kauth Coordinadores Bmw [yy Disefio de portada: Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Primera edicién: febrero de 1999 PSICOLOGIA POLITICA © Universidad Intercontinental © Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Derechos exclusivos de edicién reservados para todos los paises de habla espafiola. Prohibida la reproduccién total o parcial por cualquier medio, sin la autorizacion escrita de los editores Esta primera edicién es una coedicién con la Universidad Intercontinental Editado en México por Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Manuel Maria Contreras No. 73 Col. San Rafael México, DF. 06470 Tel. 705-00-30 ISBN: 968-856-668-3 Hecho en México CONTENIDO Presentacién.......... eee beo0c50000000GG 7 1. Modelos y niveles de andlisis de la psicologia politica........... 9 Maritza Montero (Universidad Central de Venezuela) 2, Extrafios y forasteros: una aproximacién metaforica a la psicologia politica..............sscceceseeeeset erent eeenerenee 25 César Cisneros Puebla y colaboradores (Universidad Autonoma Metropolitana, México) 3. Psicologia, politica y educacién .. . 61 Mabel Inés Falcon (Universidad Nacional de San Luis, Argentina) 4. La negociacién como proceso de construccién de la democracia: las aportaciones de Chiapas y Tabasco ............... 81 Graciela A. Mota Botello (Universidad Nacional Autonoma de México) 5. La corrupcién y la impunidad, lefdas desde la psicologia politica..... vieceteeeteeteeeesseeneeees veces 121 Angel Rodriguez Kauth ; (Universidad Nacional de San Luis, Argentina) i Dimensionesdelatcorrupcion: =) te . 165 Alvaro Gonzalez Riesle (Universidad de Lima, Peri) Opinién publica y actitudes politicas: algunas reflexiones desde la psicologia politica Maria Dolores Souza y Leon Guzman (Universidad Diego Portales, Chile) Derecha e izquierda: {dos cajas vacias?........... 0. cee . Orlando J. D’Adamo y Virginia Garcia Beaudoux (Universidad de Buenos Aires, Argentina) La vejez en lo piblico y lo privado: exclusién y politicas de Vejez o.oo eevee cc ee eeees eee eee Esteban Sanchez Moreno (Universidad Complutense de Madrid, Espafia) . Laotra violencia en el Per.................. Julio César Carozzo Campos (Colegio de Psicélogos de! Peri) Cambios de naturaleza sociopolitica: la transicién democratica en Chile... 2.60.00... cece e eee reece Emilio Moyano Diaz (Universidad de Santiago de Chile) Propuesta para una agenda tematica de la psicologia politica en América Latina. ......... Virginia Garcia Beaudoux y Orlando J.D'Adamo (Universidad de Belgrano, Argentina) 175 oe 253 ae PRESENTACION L, psicologia politica es un area de la psicologia contemporanea que se dedica al analisis de los fenémenos politicos en funcién de sus aspectos psicolégicos, la intervencion en fendmenos de incidencia politica en funcién de principios psicolé- gicos, el andlisis critico en la interpretacion de fendmenos politicos y el analisis de tépicos selectos, como el poder, el liderazgo politico, la corrupcidn, etcétera En los paises en vias de desarrollo, en donde los factores politicos, ademas de los sociales y econémicos, desempefian un papel importante en sus variables resultantes (por ejemplo, el estado actual de los paises latinoamericanos), es importante el aporte de la psicologia politica para la comprension de estos determinantes del estado actual y destino de las naciones en vias de desarrollo. Por tales motivos, y para llenar un vacio existente en la literatura sobre el tema, convocamos a destacados psicélogos y lideres del area para colaborar en el proyecto editorial que pongo a consideracién La obra contiene doce capitulos y se inicia con un interesante trabajo de Maritza Montero (Venezuela) acerca de los modelos y niveles de analisis de la psicologia politica, y continua con el articulo de Cisneros y colaboradores (México) acerca de una aproximacion metaforica a la psicologia politica. Incluye agudas reflexiones que Mabel Falcon (Argentina) realiza sobre las relaciones entre psicologia, politica y educacién, tres importantes variables res- ponsables en el desarrollo nacional. Graciela Mota (México) analiza los casos recientes de Chiapas y Tabasco, como ejemplos de negociacién y concertacién en el proceso de construccién de la democracia; y Emjlio Moyano (Chile) reflexiona sobre el caso de la transicion democratica en su pais El tema de la corrupcién y la impunidad, dos factores generalizados en las sociedades actuales, es analizado por dos destacados psicélogos latinoamerica- nos (Rodriguez, Argentina; Gonzalez, Peri) PSICOLOGIA POLITICA EI tema de la opinion publica y las actitudes politicas, tan de moda durante las contiendas electorales como las que esta viviendo en la actualidad México, es analizado de manera interesante por dos colegas chilenos (Souza y Guzman); y el eterno problema de las tendencias politicas de derecha e izquierda es abor- dado por dos importantes psicdlogos argentinos (D’ Amico y Garcia) Dos temas especificos de gran envergadura en nuestras actuales sociedades son analizados desde la dptica psicologica. La problematica de la violencia (Carozzo, Peri) y la situacién de exclusion de la vejez (Sanchez, Espaiia). Por ultimo, se describe una interesante propuesta para una agenda tematica de la psicologia politica para Latinoamérica (Garcia y D’ Adamo). La obra resultara de interés no solamente para psicélogos y politicélogos, sino también para toda persona interesada y/o involucrada en cuestiones politicas (sociélgos, historiadores, economistas y profesionales interesados en las cues- tiones politicas) Luis Oblitas MODELOS Y NIVELES DE ANALISIS DE LA PSICOLOGIA POLITICA’ Maritza Montero" A ctualmente la psicologia politica se muestra en tres grandes Ambitos: el estado- unidense, el latinoamericano y el europeo. Aunque existen relaciones e influencias mutuas, las tematicas, los enfoques y los recursos metodolégicos utilizados implican una distintividad del quehacer psicopolitico surgido en cada uno de ellos. Estas peculiaridades se reflejan en el tratamiento que se da alas influencias compartidas, al modo de construccién teérica y a los niveles 0 perspectivas de abordaje del objeto de estudio. Asi, partiendo del andlisis de textos psicopoliticos y revistas especializadas publicadas a partir de 1986, se distinguen, en primer lugar, cinco niveles o perspectivas de anAlisis: 1) perspectiva psicosocial 0 psicosociolégica, con dos tendencias: una cognoscitiva y otra comportamental; 2) perspectivas psicoanaliticas; 3) perspectiva discur- siva, con dos tendencias: una pragmatica y otra tedrica; 4) perspectiva estructural- funcional. En segundo lugar, se arguye que estas diversas perspectivas o niveles pueden a su vez manifestarse en diversos modelos, a saber: el modelo liberacio- nista critico, el retrico-discursivo, el psicohistérico, el racionalista, el marxista y el modelo de la psicologia colectiva. Finalmente, se concluye que las perspec- tivas pueden vincularse con mas de un modelo en particular y viceversa. Se presenta, pues, un panorama de la multiplicidad de perspectivas que confluyen * Este trabajo se basa en la ponencia presentada en el XXV Congreso Interamericano de Psicologia. San Juan de Puerto Rico, 9 al 12 de julio de 1995. ** Universidad Central de Venezuela, Instituto de Psicologia. 9 PSICOLOGIA POLITICA en el andlisis de los fendmenos psicopoliticos y del complejo campo de la psicologia politica, fiel reflejo de su cardcter interdisciplinario, asi como de sus tendencias de cambio. El estado actual de la psicologia politica muestra al menos tres grandes ambitos de expresién: Uno lo constituye el ambito estadounidense, quizas el primero en el cual se deslinda, organiza y adquiere identidad dicha psicologia. Otro se extiende por el vasto territorio latinoamericano y otro se desarrolla en Europa; primero en la occidental, luego, recientemente, en los paises del Este. Aunque como en todo quehacer cientifico existen vasos comunicantes, relaciones de intercambio y formas de influencia entre estos tres espacios, las caracteristicas desarrolladas por la subdisciplina en cada uno de ellos, asi como las tematicas privilegiadas, los enfoques utilizados, las explicaciones tedricas y los recursos metodoldgicos desarrollados, le otorgan distintividad al quehacer psicopolitico surgido en esos ambitos. Esas peculiaridades se van a reflejar en el tratamiento que se daa las influen- cias compartidas, al modo de construccidn de los modelos mediante los cuales se busca explicar e interpretar el comportamiento psicopolitico y a los niveles 0 perspectivas desde los cuales se pretende responder a los retos y problemas planteados por los fendmenos objeto de estudio. Asi, encontramos que ciertos modelos y determinadas perspectivas niveles son privilegiados en determinados Ambitos, pero ademas, que cuando un mismo modelo y una misma perspectiva son utilizados paralelamente en dos de las areas mencionadas, o bien en todas ellas, las formas de aplicacién e interpretacion difieren. Mota (1990) y Fernandez (1987), distinguen cuatro tendencias que estarian definiendo cuatro modos de construccién de la psicologia politica: 1) el andlisis de los fendmenos politicos en funcién de sus aspectos psicolégicos; 2) la inter- vencién en fendmenos de “‘incidencia politica”, en funcién de principios psico- logicos; 3) el andlisis del poder, y 4) el analisis critico, de base marxista, en la interpretacién de fendmenos politicos. De los dos primeros, puede decirse que muestran el predominio del individuo como sujeto o actor social (tendencia psicologista). De los dos ultimos, que se inclinan hacia la vertiente sociologista. Y como ambos autores critican, el resultado ha sido el olvido de la intersubjeti- vidad; la reduccién de Jo psicopolitico. Y podria agregarse: la ereccién de un muro. de contencién entre individuo y sociedad como si fuesen esferas separables. La posicién de Seoane (1988) para quien habria tres categorias o dimen- siones de estudio en la psicologia politica, intenta superar esa division. Este autor presenta las siguientes tendencias en la psicologia politica: el estudio de la influencia de los productos politicos de la actividad colectiva en la con- 10 MODELOS Y NIVELES DE ANALISIS DE LA PSICOLOGIA POLITICA ciencia y en el comportamiento individual; la influencia de la actividad politica individual en lo colectivo y la explicacién de los acontecimientos sociales producto de la interaccién de las dos fuentes de influencia anteriores. No obstante, la distancia se conserva, a pesar del puente que se tiende en tercer lugar. La descripcién que se presenta a continuacién atestigua, en muchos de sus aspectos, esa situacién de parcelamiento, a la vez que da cuenta de los intentos por superarla. iveles o perspectivas de la psicologia politica El uso del término nivel no implica, a los fines de este recuento, una nocién jerarquica o de progresivo ascenso o descenso, sino, como se viene expresando, unicamente una posicién desde la cual los fenémenos psicopoliticos son enfo- cados. En tal sentido, desde su constitucién como disciplina sistematica y académica, la psicologia politica ha sido un campo interdisciplinario, lo cual es perfecta- mente comprensible si se tiene en cuenta que es una psicologia de la politica, de lo politico; area en la cual confluyen las mas variadas ramas del saber y de la practica. Esa interdisciplinariedad es parcialmente responsable por la multipli- cidad de perspectivas que participan en el andlisis de los fenémenos politicos; pero limitarse a tal explicacion simplificaria mucho el tratamiento de este asunto, ya que se correria el riesgo de incurrir en repeticiones, pues a través de los distintos campos disciplinares discurren lineas que organizan formas de andlisis. Son esas lineas 0 corrientes las que llamamos niveles o perspectivas. Un estudio realizado en quince recopilaciones de textos psicopoliticos,* dos revistas especializadas (Political Psychology y Psicologia Politica) en la disci- plina, un manual, tres nimeros monograficos dedicados a la psicologia politica en revistas de circulacién internacional (Montero y Dorna, 1993; Sloan y Mon- tero, 1990; Ghiglione y Dorna, 1990) publicados todos a partir de 1986, me permitié establecer los siguientes niveles o perspectivas: 1, Perspectiva psicosocial 0 psicosociolégica, con dos tendencias: una cog- noscitivista y otra comportamental. * Campos, Arestivo y Riera (1992), D’ Adamo, Garcia-Beaudoux y Montero (1995); Gonzalez y Delahanty (1996), Hermann (1986); Iyengar y McGuire (1993), Juérez ef al.(1991);, Montero (1987, 1991); Mota (1990); Riquelme (1991); Rodriguez (1992); Seoane (1990); Seoane y Rodriguez (1988); Trognon y Larrue (1994). 1 PSICOLOGIA POLITICA 2. Perspectiva psicoanalitica. 3. Perspectiva discursiva, con dos tendencias: una pragmatica y otra tedrica. 4. Perspectiva estructural-funcional. Perspectiva o nivel psicosocial o psicosociolégico Esta perspectiva puede ser caracterizada por la presencia de analisis cuyas va- riables y teorias de base provienen de la psicologia social; disciplina que junto con el psicoanalisis puede reclamar para si el haber sido pionera en el estudio de la problematica psicopolitica dentro de la psicologia. En esta perspectiva domina la consideracion cognitivista, en el sentido de que se privilegia el estudio de procesos mediadores a los cuales se atribuye la res- ponsabilidad por la presencia de determinados fenomenos de caracter politico. Esas funciones mediadoras varian en complejidad, otorgando mayor o menor autonomia a los sujetos segiin les adjudiquen una condicién de actores o de reactores. Probablemente la mayor parte de los trabajos publicados en el campo de la psicologia politica se encuentre en esta perspectiva que ha predominado en los ambitos estadounidense y europeo, y en la cual se ha producido una amplia gama de estudios sobre actitudes, creencias, motivaciones, valores, prejuicios, estereo- tipos, representaciones e imagenes. De hecho, la formacién y cambio de actitudes politicas es un area tan difundida, que en una reciente obra dirigida por lyengar y McGuire (1993), que recoge una amplia gama de trabajos psicopoliticos, dos secciones caen dentro de este nivel: Una dedicada a la relacin entre actitudes y comportamiento, y otra que trata sobre cognicién y procesamiento de infor- macién. Se asume en esta perspectiva una dualidad entre realidad y sujeto, expre- sada en el caracter mediador de los procesos estudiados, que suponen alguna forma de reproduccién o representacién interior al individuo de la realidad conocida. Igualmente, se considera en muchos casos que el comportamiento politico es “dispositivo”, en el sentido de que las actitudes (0 cualquier otro proceso me- diador) y sus antecedentes, que pueden remontarse a la historia y la cultura, segan el caso, son propiedades estables de las personas (Iyengar, 1993). Escaparian a esta consideracién los trabajos que introducen el concepto de representacion social, que por definicién (0 indefinicién) es inestable. En efecto, el caracter dinamico de las representaciones sociales significa que el resultado obtenido en una investigacién que siga esa linea, refleja un momento, superado por su propia 12 MODELOS Y NIVELES DE ANALISIS DE LA PSICOLOGIA POLITICA, dinamica y fugacidad. Algo que sin embargo parece ser olvidado en muchos trabajos que asumen los resultados como verdaderos en el tiempo, contradicien- do la propia esencia de la teorizacion que les sirve de base Las principales teorias sustentadoras de esta perspectiva, ademas de la antes mencionada (representaciones sociales), igualmente pueden ubicarse en el impulso habido en la década de 1960 (teorias de la consistencia o del balance, por ejemplo) y se dirigen a explicar principalmente comportamientos conso- nantes o consistentes, familiarizados con el contexto social en el cual se pro- ducen, En esta perspectiva se da una zona borrosa, en la cual no se distingue clara- mente el cardcter especificamente psicopolitico de los fenémenos estudiados, cobijado muchas veces por la concepcién general de que todo lo social es politico y viceversa; lo cual es cierto en un sentido amplio, pero supone un truismo que ala larga, en el momento del andlisis y de la aplicacién, disuelve el caracter politico haciendo desaparecer el fenémeno dentro de la trama social. Uno mas entre muchos otros, igualmente sociales. Con menor repercusion, pero con bastante definicion, la perspectiva psico- social presenta tambien una tendencia de caracter comportamental en la cual, sobre todo durante la década de 1950, es posible encontrar trabajos que se ubican en el conductismo y en los cuales se busca la relacién entre estimulos y respuestas de caracter politico. Esta linea tiende a disminuir a partir de la década de 1960, ante el auge de la teoria del aprendizaje social, que establece el nexo con el cognitivismo y abre la puerta a los procesos de la conciencia antes comentados La perspectiva psicoanalitica Esta perspectiva, igualmente dominante en Europa y en los Estados Unidos de América, ha enfocado los fendmenos psicopoliticos en funcién de la dinamica de las topicas del psicoandlisis establecidas por Freud. Los hechos traumaticos, la memoria colectiva, la estructura de personalidad de personajes politicos, las explicaciones de comportamientos politicos, tanto de masas como de individuos, han sido temas privilegiados por este nivel Los procesos y mecanismos de negacion, represi6n, inhibicién, racionaliza- cién, desplazamiento, condensaci6n, introyeccion, proyeccion, catarsis, son herramientas fundamentales en el andlisis que se hace desde esta posicion. Al respecto, McGuire (1993) dice que la teoria psicoanalitica, sobre todo en la década de 1940, fascino a muchos por sus explicaciones ambientalistas de las 13 PSICOLOGIA POLITICA vicisitudes genéticas al ser moldeadas por las experiencias tempranas de las per- sonas, muy acordes con el auge culturalista entonces predominante en las cien- cias sociales. En efecto, quizas ha sido esa la principal influencia ejercida por el psicoana- lisis en el area de la psicologia politica. Baste recordar al respecto los trabajos pioneros del propio Freud en relacién a personajes histéricos (Leonardo Da Vinci, por ejemplo) que sirven de modelo para un trabajo posterior sobre el presidente Woodrow Wilson de los Estados Unidos de América (Freud y Bullit, 1967); asi como los trabajos de Erikson (1942, 1958, 1969) sobre Hitler, Martin Lutero y Gandhi. Ahora bien, debido a las raices psiquiatricas de la teoria psicoanalitica y al modelo médico subyacente a ellas, puede decirse que una caracteristica de esta perspectiva es el énfasis en los aspectos patoldgicos en las relaciones politicas. Los personajes de la vida politica, presente o pasada, son acostados simbélica- mente en el divan y sus vidas analizadas de tal forma que las relaciones entre estructuras de personalidad y actividades politicas emerjen de la confusa fronda de sus vidas privadas y publicas, tal como ellas se expresan en escritos, autobio- grafias y otros datos histéricos. A partir de esta perspectiva se desarrollé en la década de 1940, ligada a la antropologia cultural una linea dedicada a la psicohistoria, modelo que analiza- remos mas adelante debido a su importante impacto en la disciplina. Perspectiva discursiva Bajo el rubro de lo discursivo se incluyen dos formas de expresién: una en la cual se asume una posicién teérica, segin la cual la politica es un discurso constructor de realidad. Es decir, que no hay distincién entre el debate, la proclama o el discurso en el mitin y el objeto en ellos descrito. Hablar de la politica es la politica. El discurso es la cosa. Epistemolégicamente entonces, se trata de una posicién monista en la cual no se distingue entre sujeto y realidad. Ambos estan en el mismo lado, porque la realidad es una construccién del sujeto. No hay mediadores, sélo procesos de denominaci6n, de descripcién, de explicacién, de atribucién de significado en una cadena sin fin de construcciones que se producen en el lenguaje Pero lo discursivo no constituye una corriente monolitica, son multiples las formas de expresién que asume actualmente. No se discutiran aqui, sin embargo, sus diversas expresiones tedricas, sino que me referiré a otra tendencia, clara- mente diferenciada de la anterior por ser eminentemente practica y que ha 14 MODELOS Y NIVELES DE ANALISIS DE LA PSICOLOGIA POLITICA generado incluso, lo que se ha denominado como una “‘pragmatica del discurso politico” (Trognon y Larrue, 1994). Lo que se busca en esta corriente es trabajar de manera aplicada sobre los discursos politicos, entendiendo que son constitutivos de la politica y que su rol es determinante, por cuanto en ellos, o a través de ellos, en tanto que escenario, se hacen y deshacen los actores politicos. El caracter pragmatico reside funda- mentalmente en el uso que los comunicadores hacen de los signos lingiiisticos (Trognon y Larrue, 1994) La fundamentacién teérica en este caso no esta comprometida con una posi- cién epistemoldgica, ni es tampoco el aspecto mas relevante, ya que pasa a ser un soporte para el trabajo practico. Podemos encontrar entonces expresiones cognitivistas 0 construccionistas; teorias como la de los actos de habla de Austin © como la de las minorias activas (Moscovici, Mugny, entre otros). Lo funda- mental en esta.segunda posicién es el analisis, la clarificacién del texto, la develacién de sus sentidos evidentes e implicitos. Esta perspectiva tiene una presencia destacada, en sus diversas expresiones, en los ambitos psicopolitico europeo y latinoamericano. Perspectiva estructural-funcional Esta perspectiva, cuyo ambito principal esta en los Estados Unidos de América, supone la organizacién en los individuos de un patron o de un sistema de relaciones entre pensamiento, lenguaje y accién que cumple la funcién de inte- grar racionalmente conocimientos, intenciones, disposiciones ala accién y com- portamientos politicos. Las hipdtesis surgidas dentro de este nivel, suelen proponer nexos entre procesos psicopoliticos 0 comportamientos politicos y formas de organizacién econdmicas 0 sociales. Los trabajos hechos dentro del marco de lo que se conoce como Prospect Theory, asi como dentro de la teoria del actor social, ilustran la posicién asumida en este nivel. La primera es una teoria de la utilidad esperada al asumir riesgos tomados en decisiones conscientes y racionales. Segun ella, las personas evaluan los resul- tados de sus actos en relacién con las desviaciones respecto de un punto de referencia previo. Es decir, que supone un anilisis de costos y beneficios que Neva a la evitacién de riesgos en relacién con las ganancias y a la aceptacién de los mismos en relacion con las pérdidas. A su vez, la teoria del actor social postula que las personas estan orientadas hacia el logro de metas que reflejan sus intereses personales. El comportamiento es un proceso que implica elecciones conscientes, las cuales reflejan las prefe- 15 PSICOLOGIA POLITICA rencias consistentes y estables de los actores sociales, quienes si tienen la opcién, elegiran alternativas que tengan la mayor utilidad esperada. Ademas, esos acto- res tienen extensa informacion sobre las alternativas disponibles y sobre las posibles consecuencias de sus elecciones. Como se puede ver, la primera teoria es expresién de la segunda. Y ambas explican el comportamiento politico como sujeto a procesos evaluativo-raciona- les, fundamentados en beneficios (recompensas o gratificaciones). Razonamiento éste que pareciera estar en la base del clientelismo politico. Modelos de construccién de la psicologia politica Las diversas perspectivas 0 niveles antes descritos pueden, a su vez, manifestarse en diversos modelos. De acuerdo con el analisis antes presentado, distinguiré los siguientes: — Modelo liberacionista-critico. —Modelo psicopolitico de !a psicologia colectiva — Modelo retérico-discursivo — Modelo psicohistérico. —Modelo racionalista. — Modelo marxista. Modelo liberacionista-critico Este modelo surge en América Latina a mediados de la década de 1980, a partir de los trabajos pioneros de Martin-Baré, quien en 1986 propone las bases para la creacién de una “psicologia de la liberacién”, que partiendo de una psicologia social critica investigase los fendmenos politicos ¢ interviniera en ellos para generar transformaciones sociales. A partir de ese trabajo y de otro acerca de los Tetos y perspectivas de la disciplina en América Latina (1987-1989), dicha orientacién fue adoptada por otros psicdlogos en el continente. A partir de 1990 se comienza a estructurar un modelo, cuyos principios fundamentales son: — La opcién por la causa de las mayorias oprimidas. Es decir, que se trata de hacer una psicologia comprometida, con un “‘compromiso critico”, para el cual la psicologia, al igual que otras ciencias sociales, no es aséptica, pues involucra valores que deben explicitarse, los cuales, de alguna manera, rigen o dirigen la conducta. 16 MODELOS Y NIVELES DE ANALISIS DE LA PSICOLOGIA POLITICA — El optar por la causa de determinados actores sociales significa estar muy conscientes del contexto. Esto es lo que Martin-Baré llamaba el “‘desde donde” (1983). Pero tambien supone un “‘desde quién”’ (Blanco, 1993). Desde donde, porque se considera que no es posible dictar normas e instrucciones para inter- venir en una sociedad y con personas especificas, con postulados generados para otras sociedades. Las condiciones de vida propias de cada grupo social estable- cen una relacién dialéctica con los miembros de esas colectividades, marcando la actividad que se desarrolla en esa vida. Desde quién, porque también es necesario tomar en cuenta las condiciones de existencia y de historia personal de determinados individuos. En este caso, de quienes se comprometen con la liberacion. — La insuficiencia de la psicologia tradicional para investigar y explicar los fendémenos psicopoliticos al encauzarlos dentro de estrechos limites; lo cual ha llevado al planteamiento de métodos alternativos y al registro de la emergencia de actores y de movimientos politicos alternativos (Montero, 1993, 1995). Esto amplia el estrecho panorama psicopolitico presentado por las formas tradiciona- les de abordar el campo. — EI incorporar puntos de vista usualmente desechados por la psicologia tradicional, tales como las formas adoptadas por el conocimiento popular, el estudio de la memoria colectiva (de especial importancia para la comprensién de fendmenos politicos), de las identidades sociales, de la ideologia como forma de encubrimiento 0 de hegemonia de ciertas ideas sobre otras, dela vida cotidiana y del sentido comdn, como lugar de construccién de la opresi6n. — La finalidad de esa psicologia es la concientizacién que lleva a la libe- racién por los propios actores sociales, al eliminar las barreras que impiden la comprensién de las causas y efectos en las circunstancias de vida. Esto es, al eliminar la hegemonia de ciertas explicaciones sobre otras (desideologiza- cién), — Unapsicologia politica liberacionista deber4, ademas, estudiar criticamen- te los procesos psicosociales y sociocognoscitivos que bloquean o que inducen a determinados comportamientos politicos (Montero, 1991). Por critica entendemos la no aceptacién del caracter inmutable y necesario de condiciones y situaciones consideradas como tales y definidas como el modo de ser natural del mundo. A partir de 1992 (aproximadamente) el modelo, en su aspecto critico, se ha extendido a algunos paises del continente europeo, asi como a la Norteamérica anglosajona, y en los actuales momentos esta en vias de configurar un movimiento que ha producido ya dos redes formales informativo-interventivas: Radical Psychology y Psychology Politics Resistance. 7 PSICOLOGIA POLITICA Modelo psicopolitico de la psicologia colectiva En la base de este modelo, desarrollado en América Latina por Fernandez (1987, 1995), se encuentra la concepcién de que la psicologia politica es un momento de la psicologia social considerada como psicologia colectiva que sélo puede desarrollarse al responder a una realidad especifica: aquella en donde se hace y para la cual se hace. En tal sentido, la psicologia politica necesita generar sus propias herramientas teéricas y metodoldgicas, a fin de hacerse mas creativa y més prospectiva (Fernandez, 1987). La funcién de tal psicologia politica es analizar la posibilidad o la dificultad para que, en una sociedad especifica, se logre producir la maxima riqueza comu- nicativa, ya que es ella la que a su vez posibilita la publicitacién de hechos y fendmenos que deben ser conocidos por todos (politizacién, en el sentido de pertenecer a la polis), evitando la privatizacién de 1a comunicacién, con la consecuencia de acallar aquello de lo que se deberia hablar (ideologizacién). Y esta funcién sélo puede cumplirse en la intersubjetividad que es propia de lo colectivo y que crea un ambito comunicativo (Laboratorio de Psicologia Social, 1989), en el cual la tradicional relacién diddica sujeto-objeto es sustituida por una relacién triddica: sujeto-objeto-signo (Domingo y Pérez, 1990) En efecto, la psicologia colectiva, de la cual la rama politica sera una parte, se remonta a los trabajos de Le Bon, de Durkheim, de Blondel, de Halbwachs, entre otros, a inicios de este siglo. Es definida como e/ andlisis de los sistemas de expresion e interpretacién mediante los que se crean y se descubren las experiencias, acontecimientos y objetos dotados de sentido que constituyen la realidad colectiva (Laboratorio de Psicologia Social, 1989). La psicologia poli- tica derivada de ella busca entonces, mediante un método narrativo discursivo, analizar el sentido en los fenémenos politicos desde la perspectiva psicoldgica colectiva. Modelo ret6rico-discursivo Este modelo se ha desarrollado considerablemente en los ultimos diez afios. Se fundamenta en la corriente construccionista, lo cual supone una fundamenta- cién epistemoldgica de carcter monista, ya mencionada en relacién con la perspectiva discursiva, segun la cual no existe separacion entre la realidad y el sujeto. . La realidad esta en el lenguaje que la construye. No hay mediadores, sdlo procesos de denominacién, de descripcién, de explicacién, de atribucién de 18 MODELOS Y NIVELES DE ANALISIS DE LA PSICOLOGIA POLITICA significado en una cadena sin fin de construcciones. Es en el estudio del discurso donde se encontraran las razones y las justificaciones, las causas y los efectos del comportamiento politico. Todo acto politico es un acto de lenguaje, y por lo tanto también es un acto social, puesto que se organiza dialégicamente. Supone una version argumentativa que se opone o presenta ante otra, para convencerla, oponerla, desvirtuarla 0 informarla. O todo eso junto. La psicologia politica se ocupard entonces dei estudio de la construccién y de la funcién del discurso (Potter y Wetherell, 1987); dela corroboracién y del interés, 0 sea, del motivo y de cémo los enunciados politicos del discurso son progresi- vamente modalizados 0, como lo expresan Potter y Edwards (1992), ef asunto principal son las acciones sociales, 0 trabajo interactivo, llevado a cabo en el discurso. A la vez, interesa conocer la utilizacién que se da al discurso, los objetivos que se quieren obtener con él (Potter y Edwards, 1994). Todo lo cual se Tesume en dos aspectos: acreditacién y finalidad del discurso. Esto es, cémo se construye un recuento de los “‘hechos” que asegura la “‘veracidad” de una cierta perspectiva; lo cual genera una tarea de orden analitico: identificar las técnicas que usa la gente para generar el caracter factico de una posicién determinada, atribu- yéndole sentido en la vida cotidiana. Y, asimismo, cémo se manejan los intereses politicos en la accién discursiva con el fin de convencer (retérica). Modelo psicohistérico Este modelo propone la introduccién de la historia en la comprensién de los fenémenos psicopoliticos, cuyo caracter historico fue obviado o ignorado duran- te mucho tiempo por las ciencias sociales, entre ellas la psicologia social. Para ello acude en uno de sus modos de expresién, al estudio de los fenémenos politicos mediante el andlisis de documentos concernientes a hechos histéricos en la vida de personajes politicos. O bien, en otra via de expresi6n, plantea el papel jugado por fendmenos psicoldgicos en el desarrollo y caracteristicas de grupos y movimientos politicos en la perspectiva histérica (Mazlich, 1976). De hecho, los primeros trabajos realizados siguiendo este modelo se dan a principios de siglo y se ubican dentro de la perspectiva psicoanalitica, como ya se dijo. Ciertos trabajos de Reich ilustran este punto, a la vez que intentan unir marxismo y psicoanalisis (Reich, 1969). Este modelo trata de estudiar, bien los procesos psicolégicos de personajes histéricos (psicobiografias 0 historias de vida construidas postmortem supues- tamente relacionados con formas de comportamiento o con fenémenos politicos del pasado, o bien estudiar esos mismos procesos como parte de movimientos 19 PSICOLOGIA POLITICA sociales del pasado, pero que podrian tener repercusiones hoy o ser antecedentes para fenémenos actuales. Lo primero da lugar alas llamadas psicobiografias, Lo segundo se emparenta con la corriente francesa del estudio de las mentalidades, la cual se inicid igualmente a principios de siglo (Duby, 1961). Su confluencia con el psicoanalisis y otras ciencias sociales, como la antropologia, por ejemplo, produjo resultados tales como las explicaciones acerca de la personalidad basica o del caracter nacional o social de determinados grupos sociales (Benedict, 1946, Gorer, 1948; por ejemplo). Modelo racionalista El modelo racionalista, una de cuyas expresiones ha sido descrita en la perspec- tiva estructural funcional, ala cual corresponde, postula la consideracién de que el comportamiento politico es esencialmente volitivo, racional, conscientemente motivado, producto de procesos de comparacién, evaluacién y toma de decisio- nes, necesariamente orientados a la basqueda de equilibrio, balance y consisten- cia con el contexto social en el cual se vive. Nuevamente esta aqui presente el determinismo ambiental, pero bajo la forma de entorno que proporciona estimu- los y prefiere ciertas respuestas, cuya ejecucion traeré alos actores recompensas explicitas o la tranquilidad y seguridad de no recibir castigos, ademas de la inclusién no cuestionada en el grupo social. Modelo marxista Para este modelo, muy prominente en las décadas de 1950 y 1960, los procesos y el comportamiento psicopolitico son el producto de Ja influencia de instituciones sociales y culturales que responden a su vez a peculiares relaciones de produc- cion. El ambiente ser, también aqui, un factor fundamental para la comprension de los fenémenos psicopoliticos. Esta idea se ha traducido en la consideracién de que toda psicologia de la politica tiene necesariamente que contextualizarse, como puede verse en el primer modelo, que ha tenido influencia de la teoria marxista, si bien dandole un procesamiento que la transforms. Este modelo plantea ciertos principios fundamentales, entre los cuales tenemos: — El cardcter histérico de los fendmenos psicopoliticos. 20 MODELOS Y NIVELES DE ANALISIS DE LA PSICOLOGIA POLITICA — El caracter dialéctico de los mismos. Su construccién en una relacién en las cual se transforman mientras transforman la sociedad en la cual se dan. — La determinacion socioeconémica de la vida social y por ende, de la politica. — Elestudio de los procesos de alienacién e ideologia, no como mera disfun- cién conductual o como sistema de creencias, respectivamente; sino como fen6- menos sociales complejos que necesitan ser estudiados en su modo de operacién en los individuos, y que en tanto estén al servicio de determinados intereses, cuya hegemonia persiguen, contribuyen al mantenimiento de las desigualdades social- mente inducidas. Conclusién Las perspectivas 0 niveles y los modelos aqui presentados no suponen, a pesar de ciertas coincidencias, una repeticién. Ellos se interrelacionan de tal manera que ciertas perspectivas pueden tener vinculos con mas de un modelo en parti- cular, o viceversa, un modelo puede presentar diversas perspectivas. Si bien se han mencionado en algunos casos ciertas teorias a fin de ejemplificar una pers- pectiva o modelo, la finalidad de este trabajo no ha sido la de resefiar las teorias predominantes dentro de la psicologia politica contemporanea. Tampoco se ha hecho referencia a los métodos empleados en las tendencias presentadas, por cuanto si algo caracteriza a la psicologia politica es 1a pluralidad de métodos em- pleados, tomados todos ellos de diversas disciplinas afines y no surgidos de su seno. La revisién presentada ofrece entonces una panoramica del abigarrado campo de la psicologia politica, reflejo en parte de su caracter interdisciplinario, pero también de su dependencia de ciertas ramas basicas de la psicologia, en particular de la social. En cuanto a su difusién y ambito de generacion y de aplicacion, podemos ver que tiene, hasta ahora, un caracter eminentemente occidental, ligado a sistemas politicos efectivamente democraticos 0 con ideales democraticos. Y que al igual que las ciencias sociales de las cuales se alimenta, la psicologia politica ha estado marcada por un paradigma anclado en la tradicién positivista, del cual sin em- bargo, como también puede verse, comienza a emanciparse. Referencias Benedict, R. (1946). The crysanthemum and the sword. Boston, Houghton Mifflin, 21 PSICOLOGIA POLITICA Blanco, A. (1994). “El ‘desde dénde’ y el ‘desde quién’: Una aproximacién ala obra de Ignacio Martin-Baré”, Comportamiento, 2 (2), pp. 7-24. Domingo, G. y Pérez, F. (1990). “El individuo de la psicologia colectiva”. En G. Mota Botello (coord.): Cuestiones de psicologia politica en México. Cuernavaca, México, UNAM-CRIM, pp. 99-112. Duby, G. (1961). “Histoire des mentalités”. En C. 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Paris, Armand Colin. 24 EXTRANOS Y FORASTEROS: UNA APROXIMACION METAFORICA A LA PSICOLOGIA POLITICA César Cisneros Puebla* Miguel Angel Aguilar Diaz* Angélica Bautista Lépez* Pablo Ferndndez Christlieb** Turning and turning in the widening gyre The falcon cannot hear the falconer; Things fall apart; the center cannot hold; Mere anarchy is loosed upon the world, The blood dimmed tide is loosed, and everywhere The ceremony of innocence is drowned; The best lack all conviction, while the worst Are full of passionate intensity. W.B. Yeats, The second coming. Introduccién Lua psicologia social en Latinoamérica se ha interesado en los problemas politicos desde hace casi una década, Nuestras experiencias han sido multiples: desde el desenfadado compromiso con las causas populares en su lucha de todos los dias, hasta el placer de sentirse implicado en los pormenores inéditos de los pasillos interiores de la alta politica. Si pensamos a nivel de México y América Latina,! los esfuerzos por definir a la disciplina en su interés por las dimensiones * Universidad Auténoma Metropolitana-Iztapelapa, Departamento de Sociologia. ** Universidad Nacional Auténoma de México, Facultad de Psicologia, 1 Montero, M. (1987). Psicologia politica latinoamericana. Venezuela, Panapo. 25 PSICOLOGIA POLITICA politicas de la accién social, los resultados no dejan de ser decepcionantes; aunque no exista una revista de interés especializada, tenemos ejemplos inmediatos” para mostrar la especificidad del andlisis que acontece en nuestro territorio. La apuesta por el presente es casi inocente: ni siquiera en una revision ligera de los ultimos tres afios de las revistas especializadas mas influyentes de ambos lados del Atlantico se puede detectar algun detalle de influencia de las preocu- paciones politicas: véase el European Journal of Social Psycholgy y e\ Journal of Social Psychology y se observara que sus preferencias editoriales giran en torno a topicos que sélo de manera muy artificial podrian ser vinculados a la psicologia politica. Y la apuesta por el futuro tampoco asegura mucho. Cualquie- ra que realice una busqueda especializada en el WWW, por ejemplo desde Alta- vista, se sorprenderé al encontrar que el vinculo entre psicologia narrativa y psicologia politica muestra la escasez como norma: ghay critica necesaria desde la prdctica misma de la psicologia politica?, gse ha preguntado el hacedor de “psicologia politica” sobre las normas lingiisticas que recrean su hacer? Tiempos diferentes ejercen influencia sobre las exigencias del pensar contem- poraneo: hacer psicologia politica o no hacerla. Hace tiempo} se definia su quehacer, ahora la definicion ya no importa, interesa el hacer. ,Qué hace la psicologia politica en el tiempo finisecular que nos define? Ni pasado ni futuro, el presente con toda su fortuna continua siendo la nota dominante para cualquier orientacién de todo esfuerzo comprensivo sobre nues- tra inacabada presencia en el mundo de hoy. Los retos ya no pueden ser los mismos: la pasmosidad de las figuras que fundaron nuestra vista ‘desde hace tiempo”, ni estan refiidas, ni incomodan a la “plasticidad” de las formas con que imaginamos la plenitud de lo que sucede; lo contemporaneo es miltiple si se le construye desde el lenguaje vivo de las metaforas inéditas. Apenas tocandose, esas rivalidades desaparecen. Y es desde ese debate que el andlisis resulta, para todos y para cada uno, desde siempre, vitalizador. La aproximacién metaférica ‘La metéfora consiste en hablar de una cosa como si fuera otra, de la muerte como si fuera un suefio o un viaje, o del universo y Ja naturaleza como si fueran una maquina. 2 S6lo como un ejemplo, cfr. Mota, G. Cuestiones de psicologia politica en México, UNAMCRIM 1990; y Gonzélez, M. Delehanty, G. Psicologia politica en el México de hoy. México, UAMFUAMX, 1995. 3 Deutsch, M. “,Qué esa psicologia politica?” Revista Internacional de Ciencias Sociales. Paris, UNESCO, vol. XXXY, nm. 2, pp. 239-256. 26 EXTRANOS Y FORASTEROS: UNA APROXIMACION METAFORICA Aristoteles dice que “‘consiste en dar a una cosa un nombre que pertenece a otra cosa”, y Ryle la define como “‘la presentacién de los hechos de una categoria con la expresion apropiada a otra’”’.4 “‘La esencia de la metafora es entender y experimentar un tipo de cosa en términos de otra’’.5 Toda definicién de metafora siempre termina en la palabra “‘otra cosa”: para hablar de algo se habla de otra cosa. Entonces, se pueden distinguir en toda metfora dos imagenes: aquélla de lo que se habla, que es lo que se pretende describir o explicar, y que puede Ilamarse el metaforizado, y aquello otro que en realidad se describe, que es el metafori- zante, y que en realidad no tenia nada que ver con el asunto hasta que se utiliza para la explicaci6n; nadie estaba hablando de viajes y de repente uno se los tiene que imaginar y empezar a pensar en equipajes, naves, boletos, despedidas, y asi sucesivamente. Una metdfora siempre mete de contrabando otras meta- foras,® y uno acaba por alucinar un funeral como si fuera una agencia de turismo. Lo interesante es que no hay alternativa: toda idea, conocimiento y descubri- miento se hacen metaforicamente. La modernidad, que puede resumirse para el caso como la version cientifica de la realidad, descansa sobre una metafora general, a saber, la de explicar y luego ver; y, finalmente, asumir toda la realidad, la naturaleza, la sociedad, la gente, como si fuera una mAquina. A partir de ahi todo tiene causas y efectos, o estimulos y respuestas, como en el caso de la maquina conductual, y asimismo tiene componentes y descompos- turas. Y mecanicos. Toda ciencia, por lo tanto, hace de alguna metéfora su vida; la ultima metafora, por ejemplo, de la psicologia, es la computadora de las ciencias “‘cognitivas”, cuyo sello de importacién del inglés se nota en que en espajiol se deberia decir “‘cognoscitivas”’, porque el castellano todavia proviene del latin, aunque no lo crean los psicélogos, que lo derivan de ‘‘cognitive”; aunque la computadora sea la mAquina més sofisticada, todavia requiere de reparaciones. Y si los psicdlogos, ellos mismos, se confunden con los médicos, los odontélogos y los veterinarios, es porque merced ala cadena de las metaforas, la mente es equiparada con el cuerpo y el cuerpo es equiparado con la maquina, y asi como se puede curar a una maquina, se puede reparar un cuerpo, y por lo tanto a la mente también se le podran hacer sus arreglos. La psicologia politica, en especifico, participa igualmente de estas maquina- ciones. Lo primero que hay que destacar es que esta disciplina no escoge sus 4 Turbayne, El mito de la metdfora. México, FCE, 1962. p. 23. 5 Lakoff, G., Johnson, M. Metdforas de la vida cotidiana. Madrid, Catedta, 1986, p. 41. © “Una metifora llama a otra y cada una permanece viva al conservar su poder para evocar toda la red” (Ricoeur, P. Teortas de la interpretacton. Siglo XX1, 1976. p. 77). 27 PSICOLOGIA POLITICA propias metéforas, sino que las adquirié ya hechas, prét-d-porter, listas para llevar. Al parecer, su idea de lo psico-politico proviene de los juegos cortesanos del siglo XVIII, del modelo de las liasons dangereuses, donde las relaciones inter- personales eran concebidas y desarrolladas como una escaramuza entre adversa- rios que desplegaban su talento y sus estrategias para dominar y subyugar al otro; Jo cual sucedia tanto en los asuntos de Estado como en los asuntos del corazén. Pasada la temporada dieciochesca de los polvos y las crinolinas, y advenida la &poca més solemne de los sindicatos, partidos politicos y ascensos civiles al poder, la misma légica intrigosa se desplaza del juego cortesano al juego politico, donde ya no se trata de subyugar sino de sojuzgar al adversario, inde- pendientemente de en qué bando se encuentre uno. Siguiendo su metafora origi- naria, la psicologia politica puede definirse como la picaresca del poder. En efecto, es el juego de como alcanzar el poder y como no dejarselo quitar. La psicologia politica actual sigue concibiendo que éste es su campo de trabajo. Si se prefiere atender a los antecedentes mas formales, puede apreciarse que lo concibe tal y como aparece en el primer texto titulado Psicologia politica, de Le Bon, en 1910, que es un manual de lo que debe saber un gobernante para conservar el poder o, cuando menos, para no dejarselo arrebatar; es curioso que Le Bon reconozca como tinico libro hasta la fecha existente de psicologia politica a El principe de Maquiavelo.” En suma, la realidad ya esta definida: sélo hay que ganar en ella. Es curioso que la metafora de la psicologia politica contemporanea esté en los mecanismos del poder y no donde su etimologia lo indica, es decir, en la polis, en la ciudad. Si la psicologia politica le hiciera algn caso a su nombre, encon- traria otra realidad, una ms Ilana, més civil, mas cotidiana, mas comprensible. El poder, por antonomasia, es lo que se le oculta a la ciudadania, a la ciudad, y se oculta en los sitios privados cupulares: el poder no sale a Ia calle; de él sélo se conocen sus efectos, y sus espectaculos, tales como las elecciones, las decla- taciones 0 los desfiles. De cualquier manera, lo que importa para el caso es que la psicologia politica toma por realidad literal aquello que era originalmente una metdafora, y esta convencida de que la realidad es tal y como se las definié LeBon, tal y como se las ha definido la economia, las ciencias politicas, la militancia y las intrigas cortesanas, porque ella nunca ha escogido su propia metafora. 7 Le Bon, 1910, p. 4 28 EXTRANOS Y FORASTEROS: UNA APROXIMACION METAFORICA Cuando la “otra cosa” de la que se hablaba se toma como realidad, entonces la metafora se muere. Una metéfora muerta’ es aquella que se olvida que era una metafora, como cuando de verdad se cree que la muerte es un viaje o un suefio, ©, como ha sucedido, que la naturaleza es una maquina. La psicologia politica ahora de veras cree que el poder existe en la realidad y que el poder es su objeto. Usar metaforas muertas es creer que la realidad es como les dicen que es. A quienes se les mueren sus metaforas ya sélo saben hablar, pensar e investigar, literalmente. Pueden entonces referirse a una “‘aproximacién literal”’ de la psi- cologia politica, la cual, por razén de su marco tedrico, de su concepcién de la realidad, solamente puede y quiere aspirar a una mejor posicién o mejor tajada dentro de los lugares de la sociedad, pero dificilmente a una forma distinta de la sociedad, simplemente porque esta otra forma no les existe. Se trata de una psico- logia politica que es sobre todo practica, eficientista y empirica: solamente constata lo ya reconocido y solamente persigue que le vaya mejor ahi. Una metdfora muerta ya no es metafora. Ahora bien, una metafora viva, es decir, una metafora en general, tiene la cualidad de que sefiala siempre algo mas que lo que dice: “la metaéfora nos da dos ideas por una”, dice Turbayne. En efecto, el metaforizante, que es esa imagen que se describe para que mejor se entienda lo que se explica, cumple ciertamente los requisitos para los que fue llamado, pero viene asimismo con una infinidad de rasgos que no fueron solici- tados. Aunque a una isla se le tome como metafora de la sociedad, nada mas por su caracter de aislada, su imagen se aparece con todo y mar, como montafia a medio sumergir, 0 a medio emerger, con la diferencia entre lo sélido y lo liquido, etcétera, que se aparecen ahi y que no pueden ser soslayados. En suma, una metafora no solamente representa a un objeto cualquiera, sino que, ademas, presenta una realidad completa nueva, que enriquece e incluso trans- forma la vida. Una metafora no es un dato, sino una propuesta; no es lo dado, sino un proyecto. En el caso de la psicologia politica, una “‘aproximacién meta- forica”’ no puede ser un acercamiento empirico ni eficiente, sino necesariamente tedrico, hipotético, porque lo que esta haciendo es inventar posibilidades de la sociedad, sociedades distintas a las que se tienen hoy. Hay, al parecer, suficientes indicadores para plantear que las metéforas muer- tas de la modernidad ya estan empezando a metastasear a la modernidad misma. La maquina se hizo realidad, pero ahora ya no sabemos como detenerla, y las meta- foras derivadas, que se iban disefiando sobre la marcha para reparar sus desper- fectos, corregir sus desajustes, de las cuales forman parte la psicologia en general 8 “marchitas”, les llama S. Langer (1941, p. 165). 29 PSICOLOGIA POLITICA y la psicologia politica en este caso, han hecho precisamente eso, mantenerla en marcha, con el pequefio inconveniente de que ya nadie quiere ir adonde va. En el caso de la psicologia politica, el poder por el que todos se pelean y al que todos defienden, ha logrado independizarse, tanto de sus detentadores como de sus aspirantes, y ahora se mueve por cuenta propia, en contra de la sociedad, el conocimiento y la ciencia que lo cred; el simple hecho de denominarlo “democracia” no lo ha domesticado lo suficiente: los eufemismos no lo aplacan. ‘No hay por qué extrafiarse si al amor se le ve metaféricamente como una guerra, ala politica como una competencia y a la fabricacion de perdedores como un triunfo. Somos el resultado de nuestras metaforas. Y por eso mismo, una aproximacién metaforica a la psicologia politica inten- taria ensayar otras imagenes de la sociedad, con el fin de que la sociedad pueda ser vista como “‘otra cosa” y asi, eventualmente, Ilegue a serlo. La diferencia entre una aproximacién metaforica y la aproximacién literal de la psicologia politica es simplemente el estado de salud de sus metaforas. O vivas. O muertas. Es la diferencia entre el parto y la taxidermia. Las metaforas que quisiéramos proponer, como un pequeiio ejercicio de ana- lisis, son las siguientes: Islas. La tipologia elegida parte de “‘la isla” como metafora de analisis. Una isla es “un pedazo de tierra firme que no es tan firme pues se encuentra rodeada de agua”’. Para ser isla, la tierra de que se trate debe estar copada de agua, generalmente salada. Los habitantes de una isla son, por ende, “‘islefios”. El presente trabajo hace uso reiterado de ambos conceptos: isla e islefios. En el terreno de la democracia, la paradoja se refiere a las tensiones existentes entre la certeza de la diferencia humana y social (grupos de diversas clases, que valoran al mundo de diferentes maneras y que, por ende, construyen diferentes perspectivas de vida) y la busqueda de la igualdad. La pluralidad en la igualdad se antoja un ideal de grandes proporciones. No obstante, este planteamiento es una trampa y una paradoja. Los conceptos de isla e islefio buscan dar un poco de luz en dicha paradoja. Velocidad. Si se tuviese que caracterizar slo con una palabra a los sucesos que todos los dias siembran con armonia el horizonte urbano comin de la gente, no se requeriria mucho esfuerzo para afinar las ideas y concluir que esa es, sin duda, la palabra velocidad. Se habla de ella al cruzar la calle, se elige al artefacto en funcién de esa calidad, se clasifica al mundo a partir de sus dimensiones y desde ésta se valora la condicién humana. Asi, a la modernidad se le puede identificar como una era centrada en lo veloz; y la era de Ja velocidad ha modificado gran parte, si no es que toda, la herencia cultural de la humanidad, incluso la odisea toda de nuestra especie esta hecha de imagenes por alcanzar la velocidad abso- 30

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