scenester isasesn ens
VicisrruDES DE UN COLUMNISTA
Las artimafas de la propaganda (y sus vacunas)
Hiscron Anan Faciounc
La hinchada del Deportivo Independiente Medellin (01) y
‘nel Sana Fe no son otra cosa que el nombre abstracto que
Jedamos la suma de los indviduos que son hinchas del O14
yaa de los que lo son del Santa Fe, que a veces andan disper-
sosyaveceen patots. Peo quis la hinchada no sea algo tan
abseacto como a sbelez» (que noes la suma de muchas be-
eras, sino una ida). Es algo concreto que existe en areal
dad, un enteorganizado, como una iglesia oun partido pol
tico, La religén eatica, por ejemplo, no es solamente la
suma desu kes, sino tambin ls instcuciones, los itis de
clo el conjunto de dogmas y de rtos que miles y miles de
creyenes han creado a wavés de los sgls, es deci, sacerdo-
tes, cates, seminars, universidade,colegios, monaste-
Fos, sacramentes, obispo, papas, candenas,encclicsribu-
rales, ete Lahinchada es algo mis rudimentario que tenes,
muchos colores, pancaras,esloganes, canciones, métodos pa
+ amedrenta al contrincane, a veces sede... Poco mds.
Cuando uno piensaen el tzmino concept opiniin pi
‘lice ex ratando mis con una masa amonta (a veces desorga-
nizadla, a veces omganizada en especies de hinchadas) que con
‘tna insiucinconsolidada (como una denominaci religio-oan sha mio mein dione
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‘Sdouidee, a ensign des ms ands que conesult, tala esos rostros asustados, con ojos desorbitados por
< pinico,
“Por qué se repentino cambio de doctina en la difasin
de imagenes de prisioneroe? Por qué lade los prisioneros ira
{goles no era.una imagen censurable que violaba los acuerdos
de Ginebra y, en cambio, la de les prisioneros norteameric-
toss? Creo que la explicacisn es muy humana yest no so-
lamente en la dable moral de la que todos somos vita, s-
ro eambién en el hecho de que el gobierno norteamericano
habia difundido la idea de que éta seria una guerra tecnol6-
gic, indolora, mangjada a distancia con botones, na guerra
fen [a que el encmigo sufi y eendslabajas, pero «nuestros
hhombrese no. Eralaguecradel Nintendo y el Play Station, en
Jk eual uno, por mucho que mate, nunca mueze, como en la
primera guerra del Golfo en la intervencin en Kosovo, Al
{abo de los dias, as fae: muy pocas bajasnorteamericans. Pe-
ro incluso una doss minima de dfsion del propio dolor, de
la erudeza de la guerra padecida tambign por slos nuestros»,
hizo que algunas partes de la opinidn publica norteamerica-
tna euestionaran sides de apoyo irestrcto a la guerra. No
transmiteverdades ena manera de mantener altel consen-
0 sin corte riesgo.
“Hasta poco antes de la guerra se podan mostrar inelu-
s0, como he visto, los cients de prisioneros de gueraaigi-
thos y paguistantes que Estados Unidos tiene en Guantnamo
{wendados, amarrados con cadenas,sacados en camillas).In-
los se pada discutir como lo hacla hace pocas semanas un
‘expetto norteamericano en La EM— hasta qué punto es leg
timo toreuarprisioneres. Pero desde que hubo prisioneros de
teste lado too cambié porque lo que no se puede mostrar es
‘las pocs victimas norteamericanas press o muertas en Irak.
‘Algo andlogo, aunque designo contraio, ocurre en Co-
Jombia. No reo quea la guersilla de las Fae le cuese demasia-
do dar prucas de supervivencia de los secuestrados que tiene
susie
cn el mont, Lo que pas x que cone repdio ysl