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La hora del adios

Necesito pensar un poco,despejarme...


Est un poco fresco, todavia se siente el olor del csped hmedo, cubierto del roco
nocturno. Al costado de la vereda que transito, los lapachos empiezan a mostrar sus flores,
claro, ya empez la temporada ...
Los hay de todos colores, rosas plidos, morados intensos, amarillos y el exclusivo blanco.
En sus ramas puedo ver un par de gorriones aleteando, sus gorgeos destacan en el silencio.
Llevo conmigo el celu,mi ltima esperanza, que hoy me llames.
Mientras camino voy pensandote, como siempre, como cada dia desde que te conoc y
acept como amigo...como cada dia que esta amistad se transform en amor.
Pens en recordarte un poco menos para as ganarle a la melancolia...
Pero en mi alma siguen estos silencios.
Mis pensamientos me dicen que espere un poco ms antes de tomar una decisin, pero ya
no puedo. A esta altura ya no s siquiera si existis o solo fu una creacin de una
adolescente crdula y enamorada.
Sin darme cuenta y sumida en mis pensamientos llegu a la fuente, bue..lleg la hora
entonces..
Lleg la hora mi amor de decirte adis.
Lleg la hora de seguir mi camino, aunque te sigo queriendo.
Este amor apasionado y triste sigue dentro de mi alma.Quizs te quise demasiado, no s.No
s tampoco si este amor fu mucho o poco, pero si s con absoluta certeza que ya nunca
volver a amar as.
S que no podr olvidarte y que mi gran sueo esta muriendo en esta despedida.
Seguir pensando en vos, seguramente. Pero confio en el tiempo, que dicen es el gran
sanador de todos los males.
Acurrucada en el banco,descubro que las gotas de agua que trae la brisa que pasa por la
fuente se confunden con mis lgrimas.
Fueron demasiadas lgrimas pienso.
Te am en presente y en futuro, y seguir amandote por el resto de mi vida.. y mientras esta
avalancha de sentimientos me conmueve sigo mirando el celu...
Y mi celu sigue mudo.
Hora de seguir, ser lo mejor para m me digo en voz baja tratando de convencerme.
Una ltima mirada a mi celu, que sigue mudo.Un suspiro amplio... y despliego mis alas y
vuelo a una nueva vida,porque al fin y al cabo las elfas como yo, que viven en el mundo de
los sentidos, camufladas en fachadas de adolescentes rebeldes, tambin deben encontar su
camino.

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