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salvador novo CRONICA REGIOMONTANA | | _ breve historia de un gran estuerzo J L gYaN es} ‘a9 viajes ilustran, Y cuando se han hecho varias veces | al mismo sitio, en tiempos y por medios diversos, unc | aprende a querer a esa cludad, mientras a cada nueva visita adviene ala estimulante sorpresa de encontratla mejor: mayor. fiel a si mis- ma y diferenta empero dela vez anterior. Por jos treintas, el ferrocarril me lleva por primera vez a Monterrey. Hice entonces amigos que hasta la fecha correspanden al afecto que jen iml germina su nortefia sinceridad; y asisti -testige sorprendida ie la presperidad materialde ia cludad=al inicio de las actividades culturales que aflos después en nuevos, pratos viajes ya por carretera © por aire, veria consolidarse y crecer en el admirable Tecnologico y | en la Universidad, en fa aficién al teatro y a la literatura. | Ya se ve pues cuan gustasa y sinceramente he aceptade fa invitacion la referic en una breve "Cronica Regiomontana™ algo de lo que he) “yisto ocurtir en una ciudad a la que he vuelto siampre con placer: yal a dar conferenclas, o a llevar teatro, o simplemente a convivir con buenos amigos. A ml personal testimonio de ya muchos afios, sume en esta crémica: lo que he podido recabar de! pasade de una Ciudad a fa que ofrezcol en estas paginas el afectuosc homenaje que le antrega mi admira-. cién de amigo ¥ mi aplause de mexicana —en él robusta cumpleafios | de su industria matriz. _ ____ salvador novo aea-3 Los regiomontanos comparten, celebran y colaboran en las bromas: de que el rasta de ios mexicanos suele hacer objeto a la que se ha acreditade por su caract a: el espiritu de ahorre. Mirade con fa lente defo dora del humorismo, ese espiritu aparece como tecafierla, y ha propiciade la aplicacién a ics regiomontanes de Gasi todos los famoses "Cuentos J s'' 8m ingeniesa adaptacién mexicana, @ que no son ajenos los proplos habitantes de Monterrey, Se cuenta, por ejemplo, que una vez casados, 2] novice acompafd a la joven sefora a la estacidn para que emprendiera ella sola un viaje de bocas a México, que él no tenia para qué compartir, puesto que: ya conocia la capital, Se cuenta también que al celebrarse una Cenvencién en el vecina! Saltilto, ios ermprendedores regiomontanos $€ apresuraran a anunciar! con grandes letreros un servicio que esperaban lucrativo: Se calientan| lonches de cabrito”. ¥ frente al perfil socayado del tipice cerra de la, Silla a cuyos ples se tlende la ciudad fundada en 1596, se explica’ Que afecta esa forma porque un regiomantano extravid abl una mo- neda cuya afanosa busqueda determiné esa excavacian. ‘Originales 0 adapladas, las mil bromas que suelen hacerse an tomo del caracter regiamontano traducen en diversas medidas la reaccion Popular frente a un hecho palpable: la prosperidad —esforzada, mettdicamente elcanzada, de una ciudad que afrece al viajerc el espectaculo de su paraddjicamente consemvadora modernidad qua ian pocos afies ha visto brotar edificios de audaz arquitectura moder- ‘nat el Condorminio Acero, el Condominia del Norte, el Condominio y \el edificio Monterrey: ¥ una bella iglesia; una cludad que de su pasa |de colonial no conserva mds que su Catedral barroca, gonclulea de 1796 a 1800 por el arquitecta francés Jean Crouzet, y su Capilla del Obispado, concluida de 1787 a 1790: situada en una altura que |domina la poblaciéin y.una de jas iglesias mas notables del arte del virreinate por su enorme copula ochavada con gran tambor en el que | an las ventanas en paralelograma y audaz media narania con her- | osa fachada churrigueresca y puerta de arco cornupial de ricas: utas labradas. | Sia la preservacién de estas dos joyas virreinales deparan los regio: | montanes su carifiose respeto, ponen orgullo y entusiasmo enla obra que ellos musmos han realizado en los tiempos modernos: su Instituto Tecnolégice -la fama de cuya eficacia convoca a un alumnada nacional—, su Ciudad Universitaria —y las incustrias que han propiciade el desarrolla de una ciudad queen 1890 alojaba en cien | manzanas de cases mocestas a sus 40.000 hapitantes servidos por | dos o tres headas de abarrotes, una farmacia, una ferreterla mane: |iada por alemanes, unas cuantas panaderias y carnicerias sefialadas | por las banderas rojas que izaban asus puertas. Setenta y cinco afios | | mas tarde, Monterrey es la tercera ciudad en pot acién, después de) [México y de Guadalajara, con su casi un millon de habitantes; y el | 5 primer centro industrial de la Republica. La ciudad de Monterrey esta ahora rapidamente comunicada por aire ¥ por tierta con muchas otras de México y con los Estados Unidos. Turistas del pals vecing deambulan por sus calles, prueban ei pinto- resco deleite evocador de pasear en coches supervivientes de caba- llos, Compran “Mexican Curios", se alojan en hoteles |ujosos y se asoman ala cosmopolita vidla nocturna de una ciudad que ha con- servade para sus Familias ja tierna tradicion de la serenata y el paseo pueblering en la ampliada Plaza Zaragoza, Los ragiomontanes a¢ogen cortesmente a los turistas; perc hacen aparte una vida que transcurre entre las céntricas. modaras oflcinas dé sus empresas, y la como- didady el vineule familiar de sus hermosas residencias en barrios suburbanos que les réintegrar quietud y privacia y les precaven del clima extremosa & impredecible de la ciudad. Estes supuestamente avaros regiomontanos, saben darse tiuy buena vida, Su actual prosperidad as el frute larga y pacientemente cultivada del espiritu da empresa qué anes atras templé la hostilldad de una Naturaleza que a diferencia de las ragiones tropicales de Méxica; ritas en egua y vegelacion, favoracidas por ur clima benig- no, no ofrecia a los creadores del Monterrey moderna mas que al reto de su aridez. Geba haber sido ia sed —una sed fisica; una necesidad orgénica de apagarna con una bebida refrescante y estimu- léa-& anos avecinados en el pequeno Monterrey a asociarse para fundar fa que habria de ser la empresa matriz y el ndcleo fecundo de fas muchas que con el tiempo forjaran la grandeza de Monterrey: la Cerveceria Cuauhtémoe, 5, A. La Independencia proclamada en L410 y consumada politicamente en 1821 entrafid para México la desarticulacién de una estructura comercial que el virreinato habia mantenide dependiente de la sola Espaiia. Al forjarse la Repdblica, las antiguas “provincias™ se vieron repentinamente erjgidas en Estados: soberanos, pero desvinculados entre si, y carentes de ios bienes de consumo y Servicio que ne pro- duclan. En aquella etapa inicial del desarrollo de México como pais Iibrea, al comercio de Estado a Estado, de puebio en pueblo, fue el primer nexe viva y estimulante de la economia nacional y de la inte Bracién de fa Patria, Al comercio se dedicaron muchos hombres emprendedores a quienes atrajo, precisamente por su virginidad, el morte de la Republica, Durango, San Pedro de las Colonias, la Nueva Almadén ‘hoy Nueva Rosita), Saltillo, Chihuahua, San Luis Potosi, Monterrey, fueron a fines del sigio pasade apetecidas metas para los jQvenes dacididos a prosperar en el comercio. Aquella ocupacién entratiaba riesges y esfuerzes en los viajes a que obligaba, y presuponia condiciones especiales de caracter para el trate con la clientela, ia consideracién de su poder adquisitivo y la is3-7 183-8 exploracién de las necesidades locales o regionales para satisfacer- las. Hey los técnicos realizan talas exploraciones dentro de lo qua Haman “mercadotecnia''; pero en aquel remote ayer, los comerclan- tes se atenian a las lecciones de su propia experiencia diarla, Esa vocacion para el commerce: ese ecierto para percibir las carencias locales y abrir brecha en satisfacerias, caracterizaba a tres hombres Javenes que nacides parla mitad del siglo, labraban cada cual por §u parte sus fortunas en Saltillo, Monterrey y San Luls Potasi. Voca- cidn, entusiasme y experiencia llegarian a su tigmpc a vincuiarlos, Gon José Calderén eta el mayor de ellos, y el activa duefhoc de la “Casa Calderin’ sto, tipica almacen pueblering en la esquina de Padre Mier y Galeana, calles de Monterrey. En sus viajes a San Luis Potosi observa el talentc com que administraba 28] almacén de un sefior Casanueva el jovan Isaac Garza —con estudios contables y comerciales en Santander, Espafia; y la persuadid a incorpararse a fa Casa Calderon, Entrée las muchas mercaderias que rebosaba la Casa Calderon, su duefic habla resue'to ofrecer cerveza. Intuyo gue un refresco cama ése tendria damanda en aquellos calaras; y con el consejo de su armige aleman don José Schneider, monté en su almacén al paqueno laboratorig hogarefic con que empezé a afrontar el reducide con- sumo local. ida ne era afics del virreinato: en 1554, el Rey concedié a Alonso de Herrera licencia para montar ja primera fAbrica de cerveza del Nuevo Mundo; y se estimuls su consumo —entre otras razones. para desviar hacia una bebida inocua y popular fa aficién al pulque, Consumada la Independencia, queda alguna memoria erudita de la existancia de algunas cervecerias luego extintas. Cuando don José Calderon, al flio de 1890, resolvid elaborar cerveza en Monterrey. ja que se vendia en Ia lejana Capital de México era toda importada —de Alemania o de Estados Unidos. | Aja muerte da don José en 1889, su viuda dofia Francisea Muguerza | une su capital y su iniciativa a la de los amiges de su espase que | decidieron cristalizar en una empresa fa intu certera del difunts, Ala sombra de la vieja Casa Calderdn, sa reunieron a convenir en la fundacién de ja Cerveceria don José A. Muguerza, ami ntime de | doa Isaac Garza, dofia Francisca Muguerza viuda da Caiderdn. don José Schneider, don Enrique Sada Muguerza y el licenciado Fran- | cisco Sada -cuyo cansejo legal normd las bases constitutivas | dela naciente Sociedad, Entre todes, reunieron cien mil pesos para | fundar la fabrica de cerveza y hielo cuyos estatutos protocolizd al & de noviembre de 1890 en escritura redactada por don Enrique Sada Muguerza, el notario don Tomas Crecencin Pacheco, El nombre de Cuauhtémoac que le dieron era como la ensefia de nacionalismo que enarbolaban. E|] gobernador del Estado, general Bernardo Reyes | jO8=i1 .padre dell femoso escritor Alfonse:, cancedi¢ a la nactente empresa exencion de impuestos por siete afios, Pero la ciudad que hoy adiestra copiosamente en su Tecnoldgico a especialistas industriales, carecla —como toda la Republica ertan. ces— de tecnicos. Habia pues que importarios; y con los que supleran de elaborar cerveza, alos arquitectos que superan de construir fa: bricas, y aun a los albafiiles que pudieran ertgiria deja Cuauhtemoc. Y¥ por supuesto, la maquinana y la herramienta, Don Enrique Sada Muguerza y don José Schneider fueron a Estados Unidos a comprar la maquinaria mdispensabie. Con un equipo minime y una caldera que generaba 30 caballos de fuerza, satanta operarios comenzaron @ producir diariamente mil quinientas botellas de cerveza y cinco toneladas de hielo. unicaciones ferraviarias tuyieran en México una larga infan- iy llena de tropiezes. Aun cuande la primera concesién para construire un ferrocarril a Veracruz la obtuve don Francisco Arrillaga en 1837 del Presidente Bustamante. no legé a ejercerla, En 1842 y en 1853 Santa Anna otorga nuevamenta concesiones invalldas para 8l mismo objeto. ¥ no fua sinc hasta el 4 de julio de 1857 cuanda se inaugure —con las dabidas cesemonias y poesizs alusivas— el primer tramo de ferrocareil qué hubo en todo Méxicc: dela ciudad de México a la villa de Guadalupe, Por consideracién a las damas inaugurates, ja ida se hizo én veinte minutos: pera por pasmosa velocidad, el 12: regreso en diez. Para agosto de 1865 —hace un siglo— sélin habia dos tramos en ex: plotacién: México-la Villa, y Veracruz a Tejeria (16 kms.°. Por fin, el lo. de enero de 1873. con asistencia del Presidente Lerdo de Tejada quien contra todo interés comunicativa profesaba la tesis de que Jentra México y Estados Unidos debla prevalecar al dasierto), se inaugurd la linea México-Veracruz con e] nombre de Ferrocarril Me- | xicano de Weracruz. Mucho més tardé =tasta 1888- la comunicaciin ferroviaria que vinculara a Monterrey con otras ciudades del pais. El Ferrocarril Na- clonal, de terminales en Mexico v Laredo, recorria por su Ilnea prin: cipal de cerca da 1,300 kms, a Querétara. Sem Luis Potosi, Saltillo y! Monterey. El Internacional, de Piecras Negras a Torredn pasando por Monclova, tendid un ramal a Monterrey; y el dei Golfo unia a Monterrey con. Tampico. Nic habla pues mucha oportunidad de “exportar'' por ferrocarril a otros mercados del pais la modesta producciGn iniclal de ia famante (Cenvecerla: pero se aprovechaban los que se ibar inaugurando; y los pedidos de ics pueblos no unidos por via férrea, se surtian por ca- rretones de traccién animal. Las oficinas de la Compania funcionaban an la vieja Casa Calderon, atendidas al principic por dos dnicos empleacios: al ancargade de la |contabllidad, dan Eutimnio Lopez, y 8 “rayador’ de los setenta ape. rarios, don Manuel Lira. Er ellas se reunia el Consejo, integrado por don Isaac Garza, don Jose A. Muguerza, el licenciado Francisce Sada y don José Maria Schneider. Por futinaria tradi las botellas de cerveza se despachaban en barricas a los cistribuidores. Asi se habia hecho el primer ano de operacién da la fabrica, Pero el reciente volurmen de las ventas indujo al Consejo a pensar en la corveniencia de sustituir aquel em- paque tradicional por cajas de madera de mAs facil transporte y mas comode almacenamientc. Fue aquélla, en 1892, la primera innova- cidn de las que realizaria en México, Cerveceria Cuauhtémoc. Pero —équé hacer con las barricas? jDestruirlas, desecharlas? Sonaba a Insensatez semejante ravencion al espiritu de ahora y aprove- chamiente maxima de todos los recursos, que es fama que inspiva a los regiomontanos. Las barricas hablan estade hasta entonces lenas de botellas de cerveza; ahora, las botellas $e alojarian mas ldgica- mente én cajas cusdradas y capaces; pero las baricas podian volver a llenarse con cerveza —ya no en botellas, sinc directa y abundante- mente. Asi, al atc siguiente de 1893, la Cuauhtémoc lanzaba al mercade, por primera vez, la cerveza de barril. Para esta épeca ya habia ilegade: se habla abi laday de los capitalin periodicos de ia capital, * de “excelente y suprema Mt to pase hasta el pa- .¥ uno de los veinte Comercio Mexicane’', la habia calificado Tee ES a Le era tante en verdad, que al juicio extranjerizante que entonces predominaba, ''no parecia mexicana”: y no faite quien sugiriera la conveniencia de hacerla pasar por extraniera y darle una etiqueta menes totundamente nacional. Sugestion cesechada. Cuauhtémoc no abjuraria su nacionalismo. Su orgullo esteba justamenta en ela: | borar una cerveza tan buena como la major extranjera; pero cada vez més mexicana, porque iria paso a paso sustituyendo a los tecnicos extranjaros que empezaron a hecerla, por los habiles trabajadores. mexicanos que andande al tiempo, se encargarian competentemente ' de todo el procese de su fabricacién, venta, distribucion. Dos primeras satisfacciones premiaran el asfuerzo de los fundadores: | a los dos afios de establecida ia fabrica, el primer tecnico mexicanc habla aprandido de sus maestros extranjeros lo suficiente para ocupar su puesto e iniciar asi un proceso de desplazamiento o “nacionalizacion'’ que més tarde seria completo. Y en 1893, ceneza Carta Blanca de Monterrey conquistaba el primero de ios galardones internacionales que ha recibide desde entonces, al obte. ner el Primer Premio en la Exposicion de Chicago de ese afio. La medalla conferida lleva esta satisfectoria leyenda: “La mas alta recompensa a la calidad de un producto", Exposicién Internacional de Chicago, 18593, Los 300 teléfonos de Monterrey repiquetearon ja halaglefia noticia, Se comprobaba asi, par un estricte reconocimiente extranjerc, que 1e3-1s con 50 varas de ancho “42 metros: y la Progress con 32 (27 metros}. un producto mexicana podia no sdic competir con sus similares de) otros paises, sinc triunfar sobre alles. El premio fue un estlmule —y | un orguilo que toda Ja ciudad celebré. Para 1894 la demanda habia propici cidn que indujo a la reinversian d ades para elevar el capital a 3 150,000 e hizo conveniente nombrar un Gerente general. El puesto recayo en don Francisce G. Sada -de 38 afos, suave y enérgice. con wasta experiencia campirana y aficign por la cria de ganado, Al entusiasta equips inicial de fundadores de la Cuauntamoc Mega al a sumar su amplla experiencia ef joven sobrino carnal de la viuda de Calderon: Don Francisco G. Sada. De trabajar como Gerente en Saltillo de la Casa Donato Volpe, fue llamada a Monterrey. Habia estado er contacte con muchos aspectas dela economia, Los afios que pasé en la comarea lagunera le dieron el conccimiento de la agricultura y de la maquinaria agricola, cuyo aprovechamiente palpé al sur de Estados Unidos; recorrié como comerciante Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas; habia residido en el puerto de Matamoros: conocla pues, come pocas, el ''mercado"’. Lo primero que hizo fue miudar las aficinas de la empresa, de la Casa Calderon en que se alojaban, a ja planta —al Norte de la Ciudad, para concentrar asi los trabajos administratwos y los de preduccidn y distribucion. El Municipic acababa de abrir dos calzadas: la Unidn, o un aumento en la produc: 6 Monterrey comenzaba a crecer. Comentaba “La Voz da Nuevo Le “Los drboles plantados por un iado y otro de las calzadas comienz a hermoséarlas. El Ayuntamiento ha procurade dotarlas con el alum- brado necesario, Es indudable que la parta m4s bella de la ciudad sera en el porvenir la del norte”. El prondéstica fue cartaro. La Calzada dela Unidn es ahora la Avenida Madero, y la Progreso, la Avenida Pine Suarez y también en el norte es donde actualmente se lavanta la Ciudad Universitaria. El nuevo sige vid a Monterrey poblarse con 62,000 nabitantes —quin- ta ciudad entonces dela Republica. Sus calles habian aumentado a ser 46 de oriente a poniente y 69 de sura norte, 786 teléfonos fun- cionaban, yla Compatia de Luz y Fuerza daba servicio a 1060 sus- criptores, 30 industrias que empleaban a 4.500 trabajadores, movian un capital de 21 millones de pesos. A la Cervecéria Cuauhtémoc, el nuevo siglo le habia deparade el Aguinaide de una Medalfa de Oro obtenida en Paris en 1900; y con ello, nuevo acicate para superarse, nueva bdsqueda da ia mayor eficacia an sus procedimientas. Hasta entonces: en servil @ impractica imitacién de las botellas da vino, las de cerveza se taponaban con corcho. En 1903 la Cerveceria Cuauhtémoc intredujs la newedad de ia corcholata hoy universal: mente adoptada por todas jas cervezas y refreseos. (Dicho sea de pasa: los refrescos de la época: las ‘‘scdas”, como todavia se tes llama en el Norte, sé entregaban al giiglutes del awde consumidor después que este habia cisparado hacia adentro de la botella la | canita que le servia de tapoén, y que naufragaba solitaria y conde: nada a prisiin perpetua a través da las vicisitudas de un lavade | que volviera a ponesla en circulacign’, Para 1904. el capital de la Cerveceria Cuauhtemoc, 5. A.. habia au-| mentado aser de un millon de pesos. Daba ya ocupacion a 790 obre- ros ¥ya42 empleados administrativos; y por medio de treinta carros da entrega tirados por muias ¢ robustes percherones, distribula las 12 toneladas diarias de hielo que fabricana, y la proporcin local de pedidos de las 80.000 botellas diarias de cerveza y 100.000 barrifes anuales —de 1500 botellas que era su produccidn original. Aquellos primeros afios del nuevo siglo fueron pridigos ar galardo- cidnalas y nacionales para la ceera Caria Blaneta de la ¢, Er 1202 obtenia en Durengs la Unica Medalla.de Oro; en 1904, el Unica Gran Premic en la Exposicioén de San Louis Missour, Estados Unidos; en 1905, el Unico Gran Premia en Lieja, Belgica —pals de exigente paladar cervecers: er 1906, el Unice Gran Pramio, con Medalia de Oro y Cruz de Honor, en Paris: yer 1907, el Unico Gran Premio en Amberes, Belgica, Los regiomontanes recuerdan algunas otras efsméndes de aquellos” anes; el reglamente municipal que en 1906 sujetaba a los automé- | viles “a las mismas reglas que los coches: pero no se les per ifaeta ta caminar a mayor velocidad que la de un caballo al pase’. y ‘antes | de pasar por toda bocacalle, se anunciaran con timbre o cometa; ¥ | el conductor se abstendra de producir ruicos innecesarios en lugares dende haya animales que puedan asustarse". ¥ la primera carrera | de automoviles, | 9 de agoste de 1908, con 70 kildmetros recorridos por-el triunfador,.. en once horas; y ja exhibicior en ef Teatro Zaragoza del ‘“Cronégrafo'' —mezcla de cine y de fonédgrafo, precursor del cine sonoro; y ei primer aletec de aviones sobre el cielo de Monterrey en 1911. Los afios turbulentos dela lucha armada soplaron sobre Monterrey como un vendayval que a su pasa doblega a fos trancas débiles o (ra cOnsigo las hojas secas; pero que lejos de agostar la buena milla, la abona y estimula a deserrollarse con renovedo empuje. Da ios 16 millones de habitantes que alcanzd la Reptblica en 1930, ie 577 hacian de Monterrey ja tercera cludad en pablacién del pais, na deias que visiumbraban mas ciaros honzontes de progreso, Ai indudable beneficio que habia entrafade a fines del sigic anterior el ferrecarril, se unia ahora, ampliandolo, el de ia carretera Mesico- Laredo, primera pavimentada, Sensatas concesiones gubernamenta: ies hablar. promevide una nueva inversion de cerca de 12 millones de pesos en setenta nuevas industrias —entre ias cuales deseuella, por su ulterior desarrotic, ia Vidrera Monterrey, §.A,"° fundada en 1309, Al principio, las botellas que se emplearon en e! envase de la cerveza eran importadas; como el corche de sus tapones originales; como la malta que entraba en la elaboracién del producto, El propdsita de abastecerse en el propic pais, y la creciente necesidad de mas y mas emvases al aumentar la produccién, indujo desde 1899. a un prither intento de fabricacién de botellas para cerveza, que empezd a traba- jar con el nombre de Vidrios y Cnstales de Monterrey", $A. y¥ un capital de $ 600,000, Come en la cristaleria de lujo o artistica, las botellas entonces se fermaban por ‘‘soplade’’ — procedimienta evi- dentemente artistic, meritorio y apto a magnificar la caja toraxica da los sopladores, pero incapaz de rendimienta masive. Al perfeccia- narse a principics del siglo XX la maquina Owens, sopladora automati- ca, $¢ obtuva él derecho de usarla en la rapida y cuantiosa fabricacian de las botellas que habia menaster, consolidandose asi "Widriera Monterrey, $ A." El consejc directive de la Cerveceria Cuauhtémos, 5, A., habia segui- do perfeccionande sus tareas. En 1923 doté a la cerveza de barril de la espuma compacta y agradable que debe al burbujeante gas car: bonito: yen jubilé a las serviciales cajas de madera que en 1892 habian relavade a las barrieas en el transporte de las botellas de cerveza, En to sucesiva, transporte, manejo y almacenamiento serian verdaderamente faciles, practices y ecomomices gracias a la caja de cartén corrugade que veniaa gustituira las de madera. La planta de la Cerveceria crecié al incluir a los sesenta ermpleados que atendian el departamento encargado de fabricar las corcholatas | |Mecesarias para él medio millin debotellas a que habia llegade ta | produccién diaria: y el departamento de cajas de cartén corrugads, | | establecide en 1926 ¥ que suministraba fas diez mil cajas mensua- | les necesarias para el transporte de la cerveza. | En 1929 se alcanzé una meta de la mayor importancia para la eman- | clpacion deja industria por lo que hace 2 materias primas: el esta- | blecimients de Malta, 5. A. La malta es el principal ingrediente en la elaboracion de la cerveza, Importaria hasta 1929 habla entrafiade una fuerte y constanle fuga de: divisas; surtitse de malta en ef propio pals. ahorraba en buena | medica ese gasto, a ja vez que valiosamente contribuia al fomento dela agrcyltura nacional, incitandola al remunerador cultiva de la éebada de buena calidad de que derwa la malta, Desde el 14 de} | agosto. de 1929, Malta, 5. A. produjo toda la malta cervecera de | Monterrey; y al ramificarse mas tarde hacia la ciudad de México y a | Tecate, B.C., estuve en ampilitud de aprovisionar también a otros | consurmidores, | La cebada ha llegade a ser con el tiempo el séptime | 6n cuanto a superficie — 230,500 hectareas distribuidas princi- p2imente en la zona del altiplano central, e! Bajic y el Valla del Yaqui, En treinta afios, al cultiva dela cebada se haincrementadoen un 210%, En esos aftos, la industria cervecera nacional se ha unido vigorasa- |. mente al desarrolic gigantesco del México moderna. Por made natu: ral: al requeri de otros productos —widrle, carton lamina, carcha, impresién especializada, refrigeracion—, ha dado nacimienta a indus- tras conexas que la abastezcan de ellos. ‘ $e estima que el consumo anual de la industria cervecera monta a 62 millones de botellas ‘capitulc en el cual la Cerveceria Cuauhtemoc cred en 1253 la botella transparamber, que deja trasiucir la cerveza, pero la protege contra la luz), 3,20) miliones de corcholatas, 24 millones de calas de cartén y 3,000 millones de etiquetas impresas, En el rengién de los transportes que se utilizan, camion, ferrocarril ¥ barco — se erogan anualmente cerca de 90 millones de peses por concepte de fletes, 60 millones en combustibles y 30 en llantas. Uno de ios diltimos afios -1962— da las siguientes cifras en numneros redondes de la cantidad erogada por la industria cervecera en mate- riag primas, sueldos y otras prestaciones sociales para los obreros: materias primas: $ 664 ones; sueldes, 189 millones; otras pres: taciones, 48 millones. : : Puede calcularse que 150 mil familias —¢ sea, mas de 750 mil moxicanes perciben ingresos por actividades relacionadas con la industria cervecera, La empresa cuye gradual, creciente desarrollo resefiamos: la que hemos visto repercutir en otras que consuenan con el progresa in- dustrial de Monterrey y del pals: esa empresa, al mismo tiempo gue_ iba admitiends a cientos de nuevos colaboradoras —trabajadores, empleados y tcnicos—, delegaba de padras a hjos, de generacidn er generacion, la adusta responsabilidad de preservar y llevar ade- jante ics principios que inspiraron a sus fundadores, Los hombres, perecederos, rindieron su honorable jornada: don isaac Garza ai fallecer, de ochenta afios de edad, en 1939: don Francisca G. Sada al retirarse, a los ochenta, en 19398. £1 noble, sereno cre: pusculc de sus vidas coincidia con la aurora lurtiinosa del Monterrey y del Méxies progresista que hablan sofiada sus juventudes, y qua $u madurez esforzada habia contribuide a forjar descendientas empufiarian fa antorcha cedida por sus manos. on Roberts G. Sada apts su talento administratlvo a impulsar a a Vidriera Monterre don Luis G. Sada, primogénite de don Fran- cisco G. Sada: que nabia empezade a trabajar en la Cerveceria co Superintendente en 1906, realizaia en ela una obra social cuya trascendencia pide y merece que nos detengamos a sefaiana, ¢ =faliecio en 1941— jo describen come un hombre apacil rdial, pero retraido: ligeramente miopes los ojos uses que velaban anteojos redondos y sencillos: vestide con modes- tia. observador, Habia trabajado en cervecerias del extranjera, come Maesira Cervecero después de haber asistidc a las escuelas mas famosas de la época en la especialidad —antes de entrar en intimo y giario contacto com ios operarios de la Cerveceria que fundaron a sus mayores, | Tenla a orguilo haber sido obrero. ¥ su experiencia personal fortalecia | su persuiasién de que "todo trabajador es un colaborador esencial de la empresa que lo emplea y un productor digno de respeto: con | derechos, obligaciones y prerogatives. Be ningtin modo un instru: | mento infrahumano de las empresas o.una mercancia mas", 1 Esta necesidad del bienestar social dei trabajador, que hoy norma jas relaciones obrero-patronales, estaba atin ausente de la legisiaciin | cuande en 1906 —muchos afios antes dala Constitucién de 1917 y | dela Ley del Trabajo de 1929-, “Don Luis’’— come can Carifiosa | | respeto ie llarmaban los obreros~ sintid la urgencia de asegurar ese. bienestar dei trabajadar y convencié a los empleadas y obreros de la | Cervecerla y de las fabricas subsidiarias, de la conveniencia de agrupar su previsién y capitalizar sus ahorros en una “Sociedad Cooperativa Cuauhtémoc’’— fundada por su tenaz iniciativa en 1918, y¥ que pesteriormente adopta el nombre de'Seciedad Cuauhtemoc y | Famosa, A, Co" Para ia realizacién de su nobieidea, don Luis G. Sada canté desde un principie con el apoyo moral y material da ta Cerveceria Cuauhtemoc —y con el entusiasmo de ies trabajadores, resueltos a labrar por si) mismes su futuro y el de sus familias. ] La empresa equiparé gustosa e! esfuerzo de los trabajadares al esta: blecer el Departamenta de Bienestar que en armonia con la Sociedad Cuauhtemoc y Famesa, canaliza sus ahorros hacia eal logra de una Meta por todos sefada: "Todos con habilacidn propia’. Ur viejo aforismo castellano —nutrica en la expenencia dela Espafia imprevisora de un Siglo de Ore prontc impecunio— deseribla de esta last mosa manera el curriculurn de una fernilia de la época: "Padre Mercader — Hijc Caballero — y Nieto Limosnero” Ten deplorabie trayectoria no atahe a Monterrey. Si fuera a acuRarse 7a descrip 0a dela Sepuida por los regiomontanos —se- lo prueban las amplias oportunidades de ascenso abiertas a IOS trabajadores de la Cerveceria Cuauhtémoc, §. A--, ella te dria qué reconocer esta gradvacidn ascendente: "Abuelos Obreros, 6 Empleadns, Nietos Directores"’, ‘ AL procurar empefiosa, tanazmente, la fundacion ce ta Sociedad Cuauhtemoc y Famosa, don Luis G. Sada pansaba en ia seguridad de los trabajadores y $us jamilias, “Seguridad” —ha reconocide una autondad= es el anhelo funda- mental del hombre. Se encuentra en ta raiz de su intos. y @s la base de $u evolucién bigldgica y soc Constituye fa fuente inma Mente Que a través de las ecades ha plasmada sus respuestas gicas frente a les cambios del medio ambiente que ponen en gf Su integridad. Sus refleios y sus reacciones representan me- : Igmos qué alejan del peligra o preparan para la lucha. Para avaluar con mayor justicia la obra social autanomamente logea- da por la Sociedad Cuauhtémoc y Famesa, conviene observar las relaclones cranolégicas de su fundacién y desarrolle, con la evolucion del concepto de la Seguridad desde que los Constituyentes de Que rétaro, en fa fraccién XX!X del articulo 123 de la Nueva Carta Magna, estipularon que “se considera de utilidad social el establecimiente de cajas de segures populares de invalidez, de vida, da cesacién involuntaria del trabajo, de accidentes y de otras con fines analogos, par lo cual, tantc el Gobierno Federal come el de cada Estado debe: r4én fomentar la organizacién de instituciones de esta indole, para difundir e inculcar la prevision popular”. Desde su fundacién en 1918, el objetive de ia Sociedad Cuauhtemoc y Famosa fue el de “otorgar beneficios sociales a la familla del tra- bajador, auspiciando su desarrollo individual y la superacidn intelec- tual", Tan evidente come ia coincidencia de miras, es el heche de quela Sociedad ponla en marcha en 1918 1c que aun era un proyecta en fa ley de 1917. E| plan “todas con casa propia’ propugnade desde el princigio por la Sociedad Cuauhtemoc y Famasa, concité el entusiasme de todos sus migmbros, La Cerveceria Cuauhtémoc aporté gustosa su ayuda para el rapido logro de este desiderdtum, ¥ ala fecha, la Colonia Cuauhtémoc en Monterrey, ocupa um ruisefAo espacio de noventa hectareas y 5 a: to de mil escuantas casas construidas y nabita- das por los socios. Fura de la Colonia, jos socios poseen otras mill | 4 ‘casas propias. Totaimente utbanizada la zona, dispone de eficaces servicios de luz, | agua, gas y drenaje, Se halla ubicada a corta distancia de los cen-| tros de trabajo de sus habitantes —socios todos de Cuauhtémoc y! Farmosa—. Tiene cerca lglasia y ascuelas para sus hijos. Dentro de 5u_perimetro se ubica él edificio para la Cilnica Auxiliar Cuauhtémoc y Famosa y esta en marcha el proyecto para un nuevo centro civics y de recreacién al servicio general de ja comunidad. Aun cuando iiglcamente la plusvalia ic va aumentande oon el tiem: Ae, jas casas tienen para los socios un valor de adquisicion entre 35 mil y 50 mil pesos, | Todos tienen igual derecho a disfrutar las mismas facilidades para | a adquitirlas. El hecho de que puedan pagarlas en plazos da veinte| afios, aia Intereses de ninguna especie, convierte vardaderamente la | redencion del adeudo, en el page da una renta hasta tres veces me-| nor que la que cubrirlan por una habitacién menos buena. Semejantes facilldades para la adquisicidn de la casa propia han pro- vocado el crecimiento constante de la Colonia, y¥ el trasplante del misma benético plan a otras ciudades de ia Repubilea en que labo- ran afiliados a las sucursales de la Sociedad Cuauhtemoc y Famosa, La primera en construlrlas ha sido Guadalajara, dorde ya se habitan casas construldas y 35 fuera de la unidad, El mismo plan se rea- liza en Nogales, Var, “100 casasi y en otras ciudades: Ciudad de | leg Mexico, 300 casas en construccién, mas 65 fuera de la unidad, etc. Dos importantes pdlizas acompafian al contrato de adquisicién de estas habitaclones: una cubre el seguro de vida dei trabajador: y la otra garantiza a su familia la propiedad automatica de la casa, si aquel fallece antes de cubrir las veinte anualidades. f Si la seguridad de una morada propia es el primer paso en la fellei- dad familiar ¥ el punto firme de partida de su progrese, no son menos importantes Jos aspectos dinamicos de la vida, a que atiende la Sociedad Cuauhtémec y Famosa; uno de ellos es la alirnentacion, » capltule en que los sacies se ven beneticiades de dos maneras: una de ellas al poder tomar sus alimentos en el Restaurant de la Sociedad, En éi se ofrece una amplia minuta de dieta "balanceada”, como dicen los dietistas, an que proteinas, grasas e hidratos de carbone asumen la atractiva forma de sopas, platos fuertes variados, ensala- das, postres, frulas — a precios bajisimos. La diferencia entre el costo realy el precio a que $e dan estas suculentas comidas a los trabajadores, la cubre la empresa. Cabe afladir que esta tan cierta la innecuidad alcohdlica de la cerveza, que la da con las comidas a quienes sabe bien que despuds del "lonche"’, reanudaransus respon- | sabilidades tacnicas en la fAorica — con mente clara y manos firmes. La otra forma de beneficio en la alimentacién se imperte a ia familia” del trabajador, que recibe "‘cdespeansas familiares" ampliamente surtt das a muy bajo precio; y que goza de descuentos especiales en las Sue | sy nertiendas, tanto para comastibles cuante para ropa ymenaja de casa, | Ai lade de una buena alimentacion, se atiende a la salud. Una de las | primeras realizaciones de la Sociedad Cuauhtémoc y Farmosa fue la | Clinica, fundada para servira los miembros y a sus familias gratui- | tamente, Sea cualquiera el padecimiento. Medicos especialistas y imeras diestras atienden a log enfermos, en la Clinica o a comi- . Para los casos graves, opera un convenio con otras Hosoitales famosas de Monterrey, a que son encomendados, Estan pues previs: tas todas las contingencias relacionadas con la salud. Pero la salud se disfruta y prolonga y fortalece con jos deportes. Los |socres de Cuauhtémioc y Famsa ios cultivan em muchas formas: los y 5u familia: en gimnasios, canchas, albarcas y campos depor- 5. Son famosas ios equipos neoleoneses de su favorito base: ball. En 1964. el equips dela Cuauntémoc obtuva su mas reciente trofen_ En los vestidores anexos a las canchas deportivas —dotados de bafios, salas de masaie, etc.— sa proporciona gratutamenta a ios Socios el equipo completo yala medida del deporte que alija practicar, os hijos de los trabajadores ¢yentan para sus juegos com un parque I il an que al llegar ja Navidad, se instalan los jueges mecanicas de las “farias™; rueda dela fortuna, latigo, ca tes, gusane — qua} animan el reparto de juguetes y colman ja felicidac de los chiquillos Bustos ¥ traviesos, tro de la Colonia Cuauhtémoc, siete escuelas acogen a los hijes de Ing secios: dos levan el nombre de Isabel la Gatéiica, destinadas a nifias, e imparten educacién desde el Jardin de Nifios hasta la secundaria, Las dos Escuelas La Salle reciben a nifios para darles la educa- cidn primaria. La Escuela Francisca G, Sada, reservada a los varones, atlende lps grades de ja educacién primaria, secundaria y preparatoria, E! alum- nado actual total es de casi 3,000 estudiantes en los siete planteles. Estimulo y oportunidad de aprovechamiante intelectual no se detie- nen en estas tres escuelas. Muchos hijos de ios trabajadores ansian seguir una carrera profesional y estan intelectualmente dotades para emprenderla; pero la economia familiar no [es permite afrontar ese pasto. Tales casos han sido previstos por la Sociedad Cuauhtemoc con la oferta de becas para el Institute Tecnoldgico de Monterrey y la Universidad de Nueve Ledn, que se conceden a los javenes fami- llares de los trabajadores, que demuestren aptitud para aprovecharlas. Finalmente, la Cervecerla Cuauhtérnoc expensa les estudios que en el extranjero puedan emprender candidates sobresalientes para el perfeccionamiente de alguna técnica, Los establecimientos sef especiales —de inglés, matematicas— utiles para progresar en su carrera: de corte y confaccidn, bordado a maquina, cocina y conser: ados no san las Gnicas oportunidades de. enriquecimiente y desarrof!o intelectual que ofrece a los socios la) Cuauhtemoc, Asus miembros de cualquier edad les brinda clases vaciSn de alimentos a las amas de casa, de cant y danza a las niflas ¥ alas jovenes. Los hombres, por su parte, aprenden a tocar instru. mentos musicales; y entre todos, organizan lucidos festivales de- Paros y Musicaies en que lucen alegremente sus habilidades y Be eet convivencia armoriosa y feliz — forjada por su pro: Y para todes, la Bi J teca de la Sociedad, con sus 5,000 voldmenes leccionados de un rico catalogo, entrafia una permanente invita. cidn al placer y al provecho de la iectura. con préstamos a dom A En ella culnvna la estructura Ural de una Sociedad que véla, des- de la nifiez, por el incesante cultivo esp ai de sus miembros, Ur resumen de los beneficios que los 6.620 miembros de ia Sociedad G tamoc y Famosa en Monterrey se han procurada a si mismos Bfecias 4 $u Espiritu de cooperacién y de progreso, rinde cifras im: ee que resistan victorigsamente el cotejo con el “standard” vida @lcanzacc aun en paises tan industrializ f ror coma Estados Unites, , ee ee ae oe de a 6,629 socios, el 97x utiliza la energia eléctrica; el An alsfr @ agua entubaca — yel 75, mple L coma combustible. UAE AE MME SEAL ESE TOG! E| 44.6% es ya duefie de la casa que habita: el $5.2x tienen estufa: @| 50%, refrigerador eléctrico; e] 40%, maquina lavadara; el 44a, tele- visor yel 30% —une de cada tres soclos— tiene automévil propic. E edificio de la Cerveceria Cuauhtémoc, 5. A. ofiginas y fabrica, 4 yergue su vieja torre vigilanté sobre una vasta construccién de fact lo rojo que el tiempo ha revestide de noble patina, a fa entrada “misma del Monterrey que la vid nacer a fines del siglo pasade. ; Aquella torre parece otear el horizonte: contemiplar, satisfecha, ceimo ha crecide y sigue extendiéndose la ciudad, su ciudad. Mira llegar, saluda a los viajeros que pasan raudos en coches y autobuses: ove cerca el zumbido da los aviones que trazan en el cielo su ribrica de progreso: se asoma a los jardines de viejos arboles que rodean al edificio de que la terre es atalaya simbdolica. ; En el Interior de este edificie, las oficinas brindan todas ‘a8 venitajas del confort moderna a los funcignarios ¥ empleados administrativas que jaboran en la atmésfera mas est mulante y mas gfata. Amplios patios jas separan de las ingtalaciones fabriies en que se elabora la cerveza bajo las normas de la mayor higiene. | E| wisitante lego recibe, al recorrer las instalaciones de la fabrica. la impresidn de que asiste a ia solermme gestacion de um lento milagre de la Naturaleza — operade ahora por él ingenia humana. \¥ asi es, en realidad: se opera ahi el milagro queen los ramotos albores ce la civilizacién, ‘evelé al hombre el casual matrimonio del agua que apagaba sused, con el cereal de que integreba su pan — para que de aquellos purisimos asponsaies naciera la bebida-alimento fou ja cerveza, fee aes ancestral —malta, agua y lapulo— no ha vanado, ni puede variar. Ne hay "ce de sabores'’. La buena cerveza solo tiene el ureters | ey ~~ inconfundible suyo: su dorada transparencia lurninosa y la cresta nivea de su espuma. En io gue se ha avarzado es en realizar ef proceso invariable, tradi- cional de su elaboracion, con la maxima higiene y con los materiales mas cultivadamente finos: al efectuar Ia coccién, fermentacién, en- friamiente, repose, filtrada, clarificacién, maduracion, pasteurizacién ~mencionados en desorden ios lentos pasos rituales de un proceso fan solemne coma sencilio. Del relative ruide en que se realizan las primeras operaciones de la elaboracién de la cerveza -"‘agua de oro”, como ha sice tan podtica como certeramente llamada—, el visitante lega pasa al absolute silencio glacial de jos enormes tanques en que reposa por largo tempo. ¥ conciuide ef largo proceso, vuelve a escuchar ei ruide, esta vez alegre, ico, cristaling, en que el desfile incesante, marcial, or- cenado, brillante, de las botellas, les impone la coronacién final de la corcholata — y las conduce al estuche de las cajas en que han de llegar finalmenta a los consumidores. De esta Cerveceria fluye al mercado nacional e internacional una bebida pura, refrescante, ¥ tan alimenticia, que en algunos paises furopeos ha merecica ser inciuida entre los articulos de consume hecesario, Una bebida de contenido alcohalice tan baja —3.52—, ge. herado naturalmente en ella por fermentacion de les azdeares, y tan diluido en su volumen, que excluye toda posibilidad de catalogarla entre las bebidas embragantes. Amolios estudins estadisticos han demostrade que en los paises an | que predomina la cerveza, el indice de alcaholismo es inferior al de. aquellos en que se beben vinos y licores, y que la incidencia delictiva es también acusadamente menor en los paises cerveceros que en los vinicolas. , En el combate contra él alcoholismo qua justificadamente libran los gobiernos, la cerveza ha resultado ser un arma de la mayor eficacia | cuande se otorgam facilidades para su propagaciin. Tal es al case, ‘entre otres, de Colombia, donde al propagarse el consume de fa cerveza en vez de la "chicha” como bebida popular, descendio el alta indice de alcoholistne que antes se registraba en ese pals. En este afc de 1965 se cumplan setenta y cinco: tres cuartos de siglo, desde que fa Cerveceria Cuauhtémoc, $. 4, fue fundada par ios ahorros, la pravisién y el esfuerzo de ur grupo memorable de reciag veluntades. Una empresa que a lo large de todos estos setenta | y cinca afios, ha visto nacer en torno suya a muchas otras, ha pro- yectado a otras cludades de ia Reptiolica su ejemplo y Su estimula —y se ha unida, vinculado, entusiasta y llena de fe, al progreso in- dustrial y econémice de México, Monterrey, su cuna, era pequefic en 1890: y el pais, escasamente poblado y mal comunicade. Hoy Monterrey se yergue pujante coma la tercera ciudad em poblacidn, y come el centre industrial mas prodigo en la fabricacién de los bienes de consume y servicio que hacen me- nivel material y espiritual, El uta Tecnoldgics de Monterrey y la Universidad de Nuevo Ledn ‘erven de muchachos robustos, 1 ‘dos, desgiertos. dgiles, quiets, Son la nueva sornada: los “termpranilios"' — y el simbola palpitante y praretecor de| nuevo Monterrey y del nuevo Mexico, 5 de 22,000 estudiantes —cifra que er porcentale representa la mayor proparcign de poblacién da la ciudad—siguen en estos plan- teles carreras técnicas o profesionales: clasicas. a dictacas por la crecientementa diversificada demanda nacional oe expertos, La ensefanza en estos planteles avanza al ritme de los recursos mas eficaces y modernos. Las materias en que es viable haceric, se [n- parten par telavisién, en circuito cerrado, y pese a estar Monterrey casi en medio dé un desierto. el Tecnoldgica ha establecido un Ins titute de Investigaciones Marltiras cuyas instalaciones se lavantar en Guaymas, Sonora. ¥ sus bibliotecas se han enriquecide con colecciones muy yaliosas que debidamente clasificanas = instaladas, Propiclan las investigaciones y estudios humanisticos de alumnos, profesores y estudiasas. No es casual, Sina elocuettemente simbdlice, que el Tecnolégice cConvoque anualmenté a concurses sobre Cervantes — de quien ate: ra valiosisima acerve bibiografico, Un ideal quijotesco — por ‘orzado, noble y aparenta; desmesuraco, inspiré nace setenta ycincs ahos el Suefia de log vieyos creadores que abrieran el surce, Hepositaron la semilla; pusieron la primera, sdlida piedra sobre la Oual habria de erigirse, con ia de México, ja grandeza de Monterrey. e8-52 i | ‘ ge iti pete,

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