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15 de marzo 1831 - 10 de octubre 1881

Tres palabras podrían describirnos su vida,


brevemente:

Misionero
Padre
Profeta

Nació en Limone, a orillas del lago Garda, en


Italia, el 15 de marzo de 1831. Hijo de una
familia humilde y campesina, fue el único
sobreviviente de ocho hermanos.
A los 12 años entró en el instituto fundado por el
canónigo Nicolás Mazza en favor de los niños pobres.
Allí maduró su vocación sacerdotal y misionera. Todavía
estudiante de filosofía, decidió entregarse de por vida a
la misión de África Central, que en ese tiempo era
considerada la más abandonada de la Tierra.

El 31 de
diciembre de
1854 fue
ordenado
sacerdote.
En 1857 pudo realizar su sueño de marchar a
África. Después de 115 días de viaje a lo largo del
Nilo y a lomo de camello, llegó al corazón de África,
donde fundó, junto con sus compañeros de viaje, la
misión de «Santa Cruz», en Sudán.
Pero, desafortunadamente,
sus compañeros murieron al
poco tiempo a causa de las
enfermedades tropicales.
Daniel Comboni se quedó
solo y fue entonces cuando se consagró para
siempre a la misión africana con estas palabras:
«África o muerte».
En 1864 instituyó su Plan
para la regeneración de
África: «Salvar África
por medio de África».
«Preparemos sacerdotes y
personal africano —escribe
Comboni— para que ellos
mismos evangelicen a los
africanos».
En 1867 fundó el «Instituto Misionero para el África
Negra» (Misioneros Combonianos). Y salió de nuevo
para África con un primer grupo de voluntarios y fundó
en El Cairo, Egipto, dos instituciones para preparar
personal africano.
Daniel Comboni fue un misionero incansable; su
vida transcurrió a través de los senderos de África
y de Europa. Ni las distancias ni la diferencia de
clima ni las contrariedades le impidieron llevar
adelante, un verdadero y audaz trabajo de
animación misionera: buscó
vocaciones, ayudas económicas
oraciones para la regeneración
de los africanos; asimismo, luchó
contra la esclavitud.
En 1870 presentó al Concilio
Vaticano I su petición oficial de evangelizar África.
La necesidad de la presencia
misionera de la mujer y su
espíritu creativo lo llevaron a
fundar, en 1872, el «Instituto de
las Pías Madres de África»
(Misioneras Combonianas).

La Santa Sede reconoció el


espíritu misionero de Comboni y su
amor por los africanos, y en julio de
1877 lo nombró obispo y primer
vicario apostólico de África
Central.
En noviembre de 1880 salió para África por octava
y última vez. Agotado por el trabajo, las dificultades
y la enfermedad, murió en Jartum el 10 de octubre
de 1881, a la edad de 50 años.

Antes de morir, hizo


prometer a sus misioneros
presentes alrededor de su
lecho que serían fieles a la
vocación misionera en favor
de los más pobres y
abandonados del mundo.
También se observó
Daniel Comboni fue canonizado quepor el Papa
la amistad
ayuda a superar los momentos críticos
Juan Pablo II el 5 de octubre del 2003 en la
(como la muerte del cónyuge
Basílica de San Pedro, ó deen
un Roma.
pariente cercano)
y se percibió que quien puede confiar
en un ser muy amado, o en sus amigos,
reacciona y se recupera
en un lapso menor que aquéllos que no
tienen nadie en quien confiar.

El estudio concluyó que


la amistad constituye
una excelente fuente de
alegría, fuerza, salud y bienestar.
En la actualidad, los misioneros combonianos
están presentes en 35 países de África, América,
Asia y Europa.

De este modo el carisma Comboniano se hace propuesta


a la Iglesia, al mundo de hoy. Es el nuevo desafío de
Daniel Comboni a todos sus hijos e hijas, a todos aquellos
que de algún modo se sienten llamados a ser "familia
comboniana", amigos de la misión "ad gentes" en la Iglesia
de Cristo.
Texto: esquilamisional.org
combonianos.com

Imágenes: sitios web

Composición: Janeth Cáceres

Guatemala, 15 de marzo de 2010

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