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Una comedia de enredo de Juan de la Hoz y Mota: Los disparates de Juan de la Encina Elisa Dominguez de Paz UNIVERSIDAD DE VALLADOLID firma el profesor Frédéric Serralta que «no se llega a conocer verdadera- mente un pais, una época, una cultura, si no se consigue comprender el cémo y el porqué de lo que hace reir a sus publicos»'. Opinién que me parece muy importante considerar cuando se aborda el estudio de los principales factores que intervienen en la creaciOn y recepcidn de la comedia burlesca, también llamada «comedia de chanza», «comedia de chistes» 0 «comedia de disparates», la cual ocupa un lugar mds o menos discreto en el amplio panorama dramatico de nuestro Siglo de Oro. Fue cultivada por autores como Calderén, Bernardo de Quirds, Suarez de Deza, Pérez de Montalban, Monteser, Moreto, Lanini, Cancer y Hoz y Mota entre otros. Precisamente es la comedia de este dltimo autor, enuncia- da en el titulo de la comunicacién, a la que voy a dedicar un espacio en este Con- greso. Es un texto que hay que adscribirlo necesariamente en el llamado género burlesco porque su principal objetivo es provocar una risa, ilégica e irracional, producida ms en virtud de la superioridad del que rie que por la inferioridad del objeto burlado?. En nuestros dias, los estudiosos del teatro barroco muestran un creciente inte- rés por conocer las causas que movieron a unos cuantos autores a escribir obras burlescas, asf como las razones por las que un piiblico determinado las demanda- > Prédéric Serralta; «Comedia de disparates», C.H.A., 111, 1976, p. 461 2H. Bergson: La risa, traduccién espaitola de la editorial Losada, 19. Paris, editions Nigel, 1947. Marcel Pagnol: Notes sur le vive, XX JORNADAS DE TEATRO CLASICO, ALMAGRO, 1997 255 Euisa DominGuez pr Paz ba’. Razén de més para tratar de esta pieza de Hoz y Mota (1622-1714) que, como tantas obras de otros dramaturgos barrocos, ha permanecido olvidada en el arcano del tiempo y que espero editar proximamente. Los disparates de Juan de la Encina‘ es probablemente la ultima obra de Juan de la Hoz y Mota a juzgar por dos cartas de pago. En la primera figura el nombre del autor y se informa que le dieron 700 reales por su comedia El buen juez no tiene patria, la cual se represents en Madrid el dia 27 de septiembre de 1714, La segunda de dofia Francisca Gallardo, ya como viuda de don Juan de la Hoz y Mota, donde se comunica que le dieron 400 reales por la comedia nueva que escribio su marido titulada Los disparates de Juan de la Encina que se representé en Madrid el dia 12 de diciembre de 1714, El texto que he utilizado para el trabajo es un documento autdgrafo, en 4°, de 52 hojas y con letra del siglo XVIII, con fecha 3 de noviembre de 1714, firmado y rubricado por el autor’. El manuscrito vendido por su viuda presenta el membrete de «nueva», Mis Ila- mativo me parece el hecho de no haber localizado, hasta la fecha, copias 0 edicio- nes del texto que confirmen su fama y fortuna a través del tiempo. Esto puede res- ponder a dos supuestos: 1° bien que la comedia fue desde su nacimiento un rotun- do fracaso 0 2° en un terreno tan resbaladizo como es el de la documentacién tea- tral todavia falten datos por descubrir que permitan recomponer el entramado his- t6rico-teatral de la citada pieza. Una detallada lectura de la comedia nos pone répidamente en antecedentes del tono burlesco de su argumento, definido por la acumulacién de enredos cémico- 3 Frédéric Serralta: «La renegada de Valladolid en Treyectoria dramética de un tema popular, Universi- dad de Toulouse, 1970; «La comedia burlesca: datos y orientaciones», Risa y sociedad em el teatro espaiol del Siglo de Oro, Paris, editions du C.N.R.S. 1980, pp. 99-130; «La religién en la comedia burlesca del siglo XVII», Criti- ‘én, 12, 1980, pp. 55-75; Luciano Garcia Lorenzo: «Eniremeés del Conde Alarcos», Prokemio, V, 1, 1974, pp. 125- 135; «La comedia burlesca en el siglo XVIL: Las mocedades del Cid de Jeronimo de Cancer», Segismundo, n° 25- 26, 1977, pp. 131-146; «El hermano de su hermana de Bernardo Quirés y la comedia burlesca en el siglo XVII», Revista de Literatura, XLV, n° 87, 1982, pp. 5-23; «De la ragedia a la parodia: El caballero de Olmedo de Fran- cisco Antonio de Monteser», en Actas del Congreso sobre teatro popular en Espana, Madrid, CS.LC, 1987; «El elemento folklérico-musical en el teatro espafiol del siglo XVIT: de lo sublime a los burlesco», Cuadernos de Teatro Clasico, n° 3, 1989, pp. 67-79; Salvador Crespo Matellin: La parodia dramatica en la literatura espanola, Salamanca, Universidad, 1979; Javier Huerta Calvo: «Anatomia de una fiesta teatral burlesea del siglo XVIT (Reyes como bufones)s, en Teatro y fiesta en el Barvoco. Espaita ¢ Iberoamérica, ed., José Maria Diez Borque, Barcelona, Edi- ciones del Serbal, 1986, pp. 115-137; Loly Holgueras Pecharroman: «La comedia burlesca: estado actual de la investigacién», en Didlogos Hispanicos de Amsterdadm, 8/1 Amsterdam, 1989, pp. 467-480. + Elisa Dominguez de Paz: La obra dramdtica de Juan de la Hoz y Mota, Valladolid, Universidad, 1986. + Documento localizado en el Almacén de la villa, «Contaduria>, 3-450-3. Manuscrito localizado en ta Biblioteca Nacional de Madrid, n° 1314-4, 256 Hox y Mora: Los pisearatis DE JUAN DE LA ENCINA parddicos, con el amor como tema basico, pero contemplado desde el horizonte de un «mundo al revés» por el que pululan una serie de ridiculos personajes como Encina, Franchini o Floreta, cuya conducta verbal y escénica esta en funcién de lograr la hilaridad descontrolada del espectador. El desarrollo del argumento es el siguiente: Los galanes César y Luis dialogan sobre el concepto que tiene cada uno de su ideal de mujer: César, se inclina por la inteligente y discreta, razén por la que esté enamorado de Isabela y es correspondido. Luis se decanta por la ignorante y boba, por eso pretende en amores a Floreta sin saber muy bien si es correspondido, de- bido en buena medida a la necedad mental de su dama. Encina, «poeta, astrélogo de pacotilla y ridiculo» es el padre de Isabela. Est’ enamorado de Floreta, hija de su vecino Franchini, quien a su vez ama a Isabela. Ambos viejos quieren casarse. Este enredo constituye el principal motivo de las burlas de Isabela a los bobos con el fin de salvaguardar su relacién con César. Entre las escenas mds cémicas, a mi juicio, destaco aquella en que Isabela hace creer a su padre que César esta en su casa porque es el Maestro German que viene a arreglar el maltrecho reloj origindn-~ dose, a partir de ese momenta, toda una red de disparates con un alto grado de comicidad. La segunda burla digna de mencién, y que da lugar a otro enredo, se produce en la jornada segunda cuando Isabela convence a su padre para dar en casa una fiesta de despedida de soltera, para ello se representaré la obra teatral titulada El rapto de Europa, Como facilmente se puede uno imaginar, César ¢ Isabela planean hacer realidad el rapto. Asf mismo desternillantes resultan las escenas en las que Encina convence a Floreta de que ya son marido y mujer segdn la moda de Cana- rias, que consiste en que ella armada con casco, escudo y rodela vele los suefios del marido, Los enredos se complican con la aparicién en escena de don Pedro, padre de César, que viene en busca de su hijo para casarlo con su sobrina Laura, pero los enamorados, César ¢ Isabela, haciendo verdad la comedia que representan, se refu- gian en casa de Encina, sin el conocimiento de éste ni el del resto de los afectados. Entretanto Encina y Franchini se disfrazan de magos y hacen unos encantamientos de pacotilla para localizar a sus damas. Cuando aparece en escena Floreta, que no los reconoce, les pide, como tinico deseo, tener un papagayo. En- cina, sin pensarlo dos veces, se disfraza ridiculamente de dicha ave. Luis que al paiio no ha perdido detalle de la conversacién, sale a escena y le dice a Floreta que él le comprara el papagayo, pero antes es preciso cortarle los alones y enjaularlo. La ltima burla tiene como causa el encuentro entre don Pedro y su hijo César. 257 EtsA DomINGUEZ DE Paz Isabela, al pafio, oyendo que su enamorado esta comprometido con otra mujer, y ademés, habiéndose enterado por Floreta de la burla de la que ha sido objeto su padre, decide vengarse de todos dandoles de beber una pécima somnifera. Al des- pertar, ellos aparecen en un estado ridiculo: César, vestido de nifio pequeio, Luis, de papagayo y el criado Pateta de ama. La obra termina con la boda féliz. de Encina y Floreta. Hoz y Mota toma en su comedia como referencia La dama boba de Lope de Vega, de extraordinaria acogida en la época, y aprovecha muy bien esta baza con el fin de asegurarse el éxito de cartel. Mantiene los personajes femeninos de la lista y la boba asf como la pareja de galanes, sin embargo son notorias en ambos textos las diferencias relativas a funcionalidad dramatica y a carga ideolégica, sobre todo esta Ultima es muy evidente en la comedia de Lope y falta por completo en la pieza de Hoz y Mota. En cuanto al primer punto, el conflicto dramético en La dama boba se origina por el cambio de opinién de los galanes respecta a sus damas: Liseo, enamorado de Finea, en especial de su dote, pronto se da cuenta de la excesiva idiotez que padece la joven y muda su afecto en favor de Nise. Laurencio, enamorado de Nise y co- rrespondido, acaba decatandose por la boba, pues el dinero de ésta es para el galan su mejor salvaguarda social, En Los disparates de Juan de la Encina, el enredo principal viene dado por la interferencia de los viejos Encina y Franchini en las expectativas amorosas de sus respectivas hijas. Por lo que se refiere al aspecto ideolégico son comedias en las que se palpa el cambio de épocas y mentalidad. Asi mientras Lope demuestra en su obra cémo el amor puede llegar a dar luz a la mente y a los corazones de los mas necios como es el caso de Finea que, gracias al amor, adquiere progresivamente una sensatez que la llevard a casarse con la persona a quien ha elegido y ama. Hoz y Mota plantea su comedia como un mero juguete cémico, que le sirve para desmitificar, sin critica pero con risa, usos, costumbres y convencionalismos dramaticos. Sin embargo, en ambos textos, se deja clara la idea de que para ser una buena esposa no es necesaria més cultura que la doméstica, concepto que encajaba plenamente en la concepcion que acerca de la mujer se tenfa en la sociedad del siglo XVII, de marcado signo antifeminista. De ahi que se vea perfectamente normal en las respectivas comedias de Lope y Hoz y Mota el triunfo de las bobas, Finea y Floreta, frente al fracaso de las inteligentes Nise, que se casa con Liseo a quien no ama, e Isabela, que acaba perdiendo el amor de César. Esta claro que Hoz y Mota no ha pretendido tomar la obra de Lope de Vega ni para parodiarla ni para refundirla totalmente, de lo contrario hubiera utilizado el 258 Hoz y Mora: Los pisparares De JUAN of LA ENCINA mismo titulo, como es normal en la comedia burlesca, y sin embargo llama a su comedia Los disparates de Juan de la Encina que, a buen seguro, haria recordar al publico Los disparates trobados de Juan de la Encina, un conjunto de coplas bur- lescas no sdlo de grandisima fama entre sus contemporaneos sino también con una fuerte repercusién en el siglo XVIV’. Asi por ejemplo en El tesoro de la lengua castellana de Covarrubias (1611) al definir la palabra «dislate» se completa el con- cepto con la siguiente apostilla: «Los disparates de Juan de la Encina cuando algu- no dice cosa despropositada>* con la tinica intencién de hacer reir’. Si nos adentramos en la dindmica interna de la obra enseguida se percibe una serie de recursos dramaticos que alejan este tipo de obras de la comedia seria, espe- cialmente en Jo que se refiere a la peculiar utilizacién del lenguaje que alcanza su pleno sentido cémico en los juegos de palabras y en el uso abusivo de la hipérbole. Esta resulta muy ttil para describir a los personajes ridiculos, Encina, Franchini y Floreta, verdaderos protagonistas de la comedia, los cuales cuando aparecen en escena no sorprenden al espectador ni por su fondo ni por su forma, ya que han sido presentados a priori por los personajes «cuerdos». Las descripciones presen- tan un orden creciente en directa proporcidn con la idiotez de los evocados. La primera informacién es la que proporciona el criado Candonga acerca de Franchini, del que presuponemos es italiano, por el toscano macarrénico en que se expresa y que constituye su principal resorte cémico. CanDoNGa. Pues Franchini, ese extranjero de nacién no conocida sin saber si es italiano, inglés, sueco 0 moscovita, porque su lenguaje es de todas algarabia ademas de ser muy sordo y dado a la valentia hasta su oficio ignora pues dicen que a veces pinta vacias figuras de pasta. ” Juan del Encina: Obras completas, ed., introd., y notas de Ana M* Rambaldo, Madrid, Clasicos Castella- nos, I, 1978, pp. XVI-XVII. * Juan del Encina, op. cit, pp. XVILXVUL * Marcelino Menéndez y Pelayo: Antologéa de poetas lricos castellanos, II, Madrid, 1944, p. 256; José Bergamin: «EI disparate en la hteratura espafolar, en La Nacién, Buenos Aires, 0° 23, 1936; Maxime Chevaliet y Robert Jammes:

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