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Globalizacién: identidades emergentes La mediatizacién de la politica Juan Pablo ARANCIBIA* “Videopolitics” es uno dels tantos nombres que se le dan ala conjuncién entre comunicacién y police, pero que diversos autores han nominalzado de mane- radiferente, como “Comunicacién Politic’, “Marketing Pltico”,“Telepolitca’, “Politica Virtual”, ec. Setrata de nociones relativamente recientesy que principal. ‘mente surgen desde el campo de estudio de la comunicacién para indicar como éta haafectado decisivamente el proceso de transformacién del conceptoy dl ejerccio mismo de la polticaen el marco de la sociedad contempordnea!. Estas nociones inrentan elucidar este fendmeno hist6rico simblico-mateta, sin embargo se tata de conceptosatin emérgentes y problemdticos,cuyas propiasdelimitaciones, recortes y testricciones atin no son perfecamente reconocidas, de modo que ninguno de ellos al interior dela disciplina de la comunicacién. Se han dado as{ muchos nombres para referirse al “mismo fenémeno”, Cada nombre proviene de una cuadricula comprensiva diferente, desplega materiales con- ceptuales diversos, y extraen respecto del mismo fenémeno implicancias y conse- cuencias notoriamentedistnta, Pero quiz4lo mediular de todas estas comprensiones ¢s que abordan el proceso que aqui hemos de llamar la Mediatizacién de la Politica. Bajo esta nocién intentamos poner en examen esta conjuncién entre comunicacién y politica, pero al mismo tiempo hacernos cargo de una comprensién que retina y reconozcael conjunto de lecturas que sc han referido de manera parcial al fendmeno. ‘Una de las piezas centrales que reconocen estas diversas conceptua-lizaciones esla transformacién de la politica, desde su comprensidn y ejercicio cisico, ala emergencia de una nueva politicidad mediatizada, la que muchas veces parece ser | 185 186 | ‘COMUNICACION y MEDIOS reducida soa una mera dimensién espectacular-especular de a politica. Un tenor especialmente destacado en estas comprensioneses el reclamo por la subsuncién de lapolitcaa lo medidtco, es deci, un redamo por lasubsuncién del “contenido” ala mera ‘forma’. ‘Ahila denuncia central parece consstren la desintegracin del espesor de a politica diluida ahora en el espectéculo dela forma. Est reclamo seasientaen quest bien, apolltica siempre habia enido algo de espcticulo, porla oraoria, a impostacion dle la voz, una cere teatalidad expositiva, su gestualidad ya veces hasta ladrammatiza- ibn lo que verdaderamente constnula el aspecto central de a modalidad enunciativa daldiscuso polio, ra el razonamiento, ka valider de losargumentos, clespesor dels ideasy de ls palabra: climperio det logs. Sin embargo, a partir dela irupcién dela televisin y su fisi6n con a politica, «sta dimension espectacular dela poltca sufra un prooso de transformacién crecien- te; el cual consist en potencary acentuar esos rasgos de espectacularidad, exacerbarel régimen dela visualdad, Esa acentuacindelespectéculo, sn duda a sido fomentada y acompafiada porel procso de mediatzaciSnde a polita? Este proceso se refine a Jemergencia de unos enguajes, unas formas, gramaticasyexenifcaciones que ponen enrelieve el protagonismo de los medios de comunicacién en la configuracién del campo discursivo socal. De modo que la tevisin st ha vuelto una exena privilegiada delapolitica,o dicho de otro modo, la politica no puede sino hacerseteevisivamente “Tres serfan al menoslos procesos de transformacién histérica que vinculados, entresi,estarfan ala base dela emergencia de la mediatizacibn dela politica, Prime- ro, la emergencia de una sociedad de masas, en el marco delo que se nombré la industria cultural, de modo que se desintegran los mecanismos y espacios dela publicidad csica, altiempo que emerge una ‘ciudadanfa’atominada y mediatizada Segundo, expansincinstitucionalizacin de os medios de comunicacién social, como agentes organizativosyartculadores de un espacio socal simbélic. Tercero, Jos procesos de captacién, utlizacién y cooperacién que se establece entre los sistemas politicos y los medios de comunicacién,sirviéndose de modo reciproco como instrumentos de operacién y despliegue para sus correspondientes estrate- gas. Quizs estos tres procesos de agin modo yaesbozan y anuncian una cierta correspondencia con los tres componentes principales de a videopolitica oo que también otrosautores han lamado indistintamente Comunicacién Politica. Estos tes componentesseran Informacién, Politica y Comunicacién.Lainformaciénserefirea lacoberturay tratamiento quelos medios de comunicacién, y muy especialmente la televisin, le dan ala politica. Politica se refiere ala actividad politica e ideol6gica Globalizacién: identidades emergentes “misma’ que eventualmentesesirve dela televsiGn para manifestrse. Comunicacién serfael vinculo que articulaa Ia clase politica on la ciudadanta, Este vinculo estarfa ‘medlad porlatelevisin que exibecinformay por ls institos de sondeo de opinién puesto que la comunicacién de ha ciudadanta se desplegarfa mediante étos, es decir ls enouestasrepresentarfan yexpresirfan ls opiniones politica de los udadanes, as que finalmente son sancionadas porel acto del suffagio, que serfa la “encuesta definitiva’.A su.vea, estas tres dimensiones de la comunicacién politica dejan en visibilidad a sus tres, figuras principales LaInformacin a periodisa. La Politica: al poco, La Comunica- cién:a a opinién piblica (a opinién dela gente representada por las encuestas¢ instirutos de sondeo de opinién)'. Esta nueva modalidad espectacular de la politica, en tanto afectaria alos Contenidas esenciales de ella, ha despertado diversas reacciones entre los especialis- tas, quienes han desplegado vatiadas lecturas. Come minimo podemos reconocer cinco cotrientesinterpretativas diferentes, pero que no necesatiamente seexcluyen y quecventualmente, inchs, se complementan, Primera lecrura: a televsiGn subsume ala politica y le sustrae su principio racial para instalar un principio impresionista El logosha sucumbido ala imagen yalapasi6n, La politica ha devenido espectdculo y se le ha vaciado de contenido, Aguila televisién parece anunciaryconfirmar la desgacia dela potic, Segunda lecrura: la politica subsume reduce ala televisibn, srviéndose de ella. Las dases poderosassesirven de este instrumento para optimizar y expandir su dominio y control sobre as masas enajenadas y sometidas. Aqui a televsién se concibe fundamentalmente como tecnologia de transmisién, como un medio que puede servr para tly cual objetivo, Se trata so de unaténica neutra que puede set utiizada ‘para bien o para mal”. En este caso se denunciarfa una nociva utilzacién, ‘Tercera lectura: la videopolitica serfa un nuevo género textual, Se trata de tuna fandacién televisiva donde a eunidn entre laenuncacin teevsivaylapoltica se consttuye en una propiedad del eato. De modo quelavideopoltica aparece como una modalidad textual especifica y diferenciable al interior de la malla programdtica televisiva, cuyo rasgo distintivo serla la exhibicién medica de a accién politica. (Cuarta lecrura: la videopolitica anuncia la subsuncién de l politica al mercado. Aqutse conibe quela politica ha sudo un proceso de descomposcin y de desplara mento, Descomposicién en cuanto ha quedado desprovsa de substanca, de princi pios, derazonesyangumentos. Desplazamiento en cuanto ha cambiado de lugar, la poltca ha quedado confinada al mercado, la poltica ha devenido makeing, La ‘ideopoliica qt aparece como un meto procedmiento publica de produciény | 187 188 | COMUNICACION y MEDIOS circulacién de mercanclassimbélicas. La videopoliticasereducea mero procedimiento séenico de venta, donde ya no se pone en circulacién un entramado de ideas y proyectos sino quese venden imagenes ysensaciones. Se tatarfa de un impresionismo del mercado medic. Quinta lectura a videopolftica seria la forma actual dela politica, seria el lenguaje dela politica mediatizada. Se trata de considerarquebajo las circunstancias actuales, sencillamente no es posible que exista politica sin que ésta transite al interior de los s¢televisivos. Dicho de otro modo, el tinico modo que le cabe ala politicahoy, no essino estar sujra.a un régimen de vsualidad que estara garantizada porla televisién, De modo que e serfaconsustanciala a politica contempordnea ser tuna politica mediatizada, una politica medidtica, donde se funde politica informa- ciény participacién. Sibien estas son las principales comprensiones que sehacen sobre la media- taacién dela politica, a partir de este diagnéstico general, las conclusiones y conse cuencias que de l luego se pueden extraer son radicalmente distntas, Es decir, de algtin modo se puede coincidiren lo que esté pasando con la politica, pero eso que esti pasando puede serleido de modo diferente. Enel extemo, de alguna manerase reponen las figuras del debate entre‘apocalipticos e “intcgrads’. Por ejemplo, para Giovanni Sartor, a videopolitica, el videopoder, no seria sinola decadencia yla descomposicién de la politica. La videopolitica sera elimpe- rio dea imagen porsobre a palabra, sera el gobierno de la impresi6n por sobre rwz6n, La videopoltica sera cl égimen de idiotizacin delos ciudadanos, en cuanto serfan victimas de una regresién cognitiva, se trata del retroceso dela razén ala imagen, el retroceso del homo sapiensal homo vider. La videopolitca serfa una modalidad que amenaza ala verdadera democracia puesto que impone una falsa democracia teevisiva donde imperalaapariencia por sobre el fandamento, la imagen porsobre ha razén. Ahora importa més tener una buenaimagen, aunque slo sea para decir “idiotcoes”, Ahora importa menos brindar argamentos racionalesy contunden- tes, pues lo centril es produci(se) una imagen medistica seductoray efectiva. Por el contrario, para Dominique Wolton, Jareunién entre los medios de comunicaciényy l actividad politica mésbien anuncia la estabilidad, salud y madurez dela institucionalidad de los regimenes democriticos. La comunicacién politica, como la reuniénentre periodistas, politicos y publico meditico, riende a configurar una convergenca sludable para el comportamiento yforalecimiento de la democra- cia, Para Wolton laexhibicién de os politicos en televisi6n constituye una excelente posibilidad para que los ciudadanos se enteren de las dstintas ideas y proyectos politicos, de modo que estén completamente informados de as diferencias ideologi- Globalizacién: identidades emergentes casde los politicos y expresen su juicioa través de las encuestas y los institutos de sondeo de opinién’®. Sobre esta base Wolton se permite sostener que la Comunicacién Politica seria un proceso indispensable para el espacio politico contemporsneo, al permitila confrontacién de los diversos discursos ue componen y definen la politica contem- pordnea, Estas tres regionesa su vezse distinguen por a legitimidad que alcanzan en la Comunicacién Poitca cada uno de estos agentes: si paralos politica la legitimi- dad resulta dela eleccibn; para los peviodsts la leitimidad es dada por la informa- cidn, quees un valor, y para los sondeos, “representantes” de a opinin piblica la legitimidad es de orden cientifico y técnico. As{ pues, la Comunicacién Politica no seria un sistema cerrado sino abiertoa a sociedad, toda vez que poneen didlogo ala clase politica con la opinién piblica. En Chile Eneste pais se pueden identifcar diversas formas de aparcién de a politica entelevsién, por ahora dstinguiremos cuatro principales regimenes de isibilidad politca-televisiva. Primero, como Género: Programas propiamente poltticas, aquellos que tie- nen por finalidad exhibir a figuras, las ideas, proyectos y partiipacin delos pol- ticos. Estos tienden a utilizar un lenguaje formal, serio, generalmente adoptala modalidad dela entrevista, foro, debate, y generalmente son realizacin de las dreas petiodisticas de los canalesy conducidos por periodistasdelfente politico (y otras veces poseen estaciones casi para ese exclusivo uso, como esl caso de algunas «staciones de televisién por cable), Esta modalidad tiene el valorde texto de funda- ciény de pertenencia al género, Segundo, como Referencia: Programas de actulidad, noticiers, reportajesy documentales que relizan alguna alsin o referencia parcial o directa a personeros politicos ya suactividad, Esta modalidad tiene el valor deinformacidn, ‘Tercero, como Espectéoulo: Programas magazines, de conversacién, eventos yespecticulos. Se trata de médulos textuales que en principio se concentran en la faréndulay el mundo del espectéculo, pero donde concutren los politicos en su calidad de figura piblia y estrella televisiva. Esra modaldad tiencel valor de presen- ciay figuracién. (Cuarto, como Megaevento:Franja electoral, debates, microprogramasy ca- dena nacional, Se trata de una modalidad textual que si bien obedeciendo a las ‘aracteristcas del género politico, tiene su especificidad en la magnitud, relevancia, | 189 190 | COMUNICACION y MEDIOS resonanciay espectaculatidad que alcanzaal interior dela escena medidtica, Yanose tratadela entrevista habitual o semanal, sino que de un verdadero acontecimiento politico-televsivo. Tiene valor de evento politico, sus formas enunciativas operan como protocoloy ritual dela politica medidtica. Es evento politico y televsivo al mismo tiempo. De hecho moviliza a rodaslas Fuerza dela escena politica yal mismo tiempo movilza toda la infraesructua yespectaculatidad teevisiva (por ejemplo, el debate presidencil). Sobre escatiltima modalidad, cabe hacer notarla perfecta coincidencia y armonia que logra el acontecimiento eneste doble valor, evento politico y evento televisvo. Coincide el despliegue entre las estrellas politica y el estrellato televisivo. Particularmente en Chile en el marco de las lkimaselecciones presidenciales, cuan- dbo se organizs el debate Ricardo Lagos-Joaqutn Lavin, laescena estaba constituida delsiguiente modo. Porun lado, ene centro dela escena los candidates en conten- da. Frente ellos, un periodista de cada canal, (un “rostro insigne” de cada estacién), como piblio,curiosamente, una mezclaentre—sicabe la distincién-‘personalida- des’ del mundo poltico y “estrellas de televisién’ (sobre todo actores de telenovelss) Se producia ahfun interesante sincretismo medidtico entre politica y televisin. Sin embargo, frente a esta tipologfa que proponemos, quisiéramos yaenun- ciar una sospecha més radical, aunque con estatuto provisorio, la que consiste en sefialar que msallédela cobereura televisiva ala politica, podemes destacar que la significacin plltca dela televsin no se juega sol en una pur exhibicin alusidn o tratamiento, sino que ella estar alojada en su propia produccién y circulacién discursiva. Lo que de modo muy provisorio y preliminar podemes intuir es quela poltica en tevsién no secomporta solo como referencia, no slo como informa- ibn, no s6lo como apaticién, no slo como espectéculo, no blo como evento, sino quela igificacin polticadela televsincruza mds ben toda su malla programatica. Ast, la operaciSn politica dela televisin no estria silo en la especficdad de un sgénero sino ens continuo discuts ene deplegue mismo desu fujoenunciatvo, Siobserviramos cualquier modalidad textual que no pertenezca en absoluto al “género politico’, aun as es posible rasteary pesquisar l operacién de significa- cién que produce y pone en crculacién el dispositvo televsivo. La tess parcial que quisiéramos pensar entonces, es que la dimensién politica dela televisi6n no estd dada so por lacoberrura que hace o deja de hacer a unos ciertos“contenidas’ de a “etividad politica’, sino quela misma narracién televisiva, la programacin, el dis- curs laproduccidn de médulos extuales, no etarla sino incrtaen una matriz,en tuna racionalidad politica instieuida donde lo politico se expresa como lenguaje, como pramatica, como contrato de significacién. Donde ks formas, losénfasis, e qué Globalizacién: identidades emergentes tratary el modo de tratar, expresan ya naturalizaciones y petrficaciones dela politica televisiva’. Ast, la videopolitica seria un régimen y un estatuto discursivo consustanciala !aconfiguracién de a televsién como agente poltico. La videopolticano se reduc. "iaala cspecifcidad deun género, sno que mds bien se inscibira en la legalidad de un discurso donde, porun lado, se constituye e instal un campo discusvo, y por otro, se autoriza la produccién deun cierto sentido. Preguntas y Desplazamientos Frentea este marco contextual y conceptual que hemos descrto de modo Imuy gras generico, noslimtamos a suger por ahora, sso tress intertogatvos 4quchabiltan zonas problematica insoslayabes:a) Primero, aquella obsesiva recy. rrentey potfiaa diiulad ala hora de pensary defini “lo propiament plc” y “lo proplamentecomunicacional’; b) Segundo, esa insistent arremetida concep tual de un neofuncionalismo de la comunicacién; c)Tercero, las cuentasalegres que ¢atracn algunos autores en el plano dela refundacién de un espacio piblicoysu vinculacién con una concepcin y una modaldad poftica particular. 4) Cuando schablaentonces de Videopolticao Comunicacién Poltica,pa- rece quese hace referencia esta conjuncibn de dos esfers odmbitos dela vida socal delos hombres, la Comunicaciény la Poltica®. Un primer problema factible de Sefialaressisetratao no de una mera redundancia en tanto que la comunicacién e tuna condicién de posiblida de apotica, un sequistoo una picaaconsustancial al ejercicio de a politica, ya su vez, la comunicacién no podria ino ser un acto Poltico,o dicho de otro modo, no habria comunicacién no politica, ono habrls Sino, comunicacién polltca. Deesta forma aribafamosala siguiente figura: Toda Politica serfa Comunicacién y toda Comunicacin sera Pot Esta primera figura parece comportar una dificaltadanalitca: ya no sera necesaria aquella pregunta por la articulacidn entre: Comunicacién y politica puesto ue ambas estarlan siendo reducidasa una siness una tautologfaen cuanto Com. nicacign y Politica serian dos esfrasconsustanciales del mismo fenémeno, As{Co. municacién y Politica habrfan cafdo en un plano de absoluta identidad ¢ indifeencacin, Lo que queda en suspenso aquesaqullafroncera que delimitara déndecomienza lo politico y dénde comienza a comunicacién,o dicho radicalmen, t, seabra diuido a pregunta por quéeslo quedefineala pllica y quées lo que define a la comunicacién, Obviamente, esta instalacién Teposaria: sobre el supuesto de que habria algo” que define “lo propiamente poco" y “ago” que define ‘lo propiamente comunicacional’ J 191 192 | COMUNICACION y MEDIOS Parece set que ise comprende que Comunicaciény Politica son lo mismo, habriaen ello una segunda definicién subyacente yal mismo tiempo mds; problem- tica,Parciera que lo que se sugire es que la Comunicacién esla ‘forma’ delo que la Politica esel “contenido”, Parece ser que ahi la Comunicacién es condicién de posblidad, en cuanto requisitoténico, en cuanto soporte, sise quiere en cuanto “significant. Aliempo que Politica seria un ‘fondo de “contenido”, un “significa do’ que esexpresado, manfestado, puesto cn forma, mediante la Comunicacion. ‘Asimismo, creer que cormunicaciény politica sonlo mismo, nos podria hacer creer que enel proceso de mediatizaci6n no ha pasado nada relevante, puesto que la acentuacién dela comunicacibn serfa un mero relevoencl plano dela forma, yaque por definiciénpoltcaycomunicacén an juntos, de manera tl que shor se ponga acento en la comunicacién es slo una adopcién de forma queno afectaa la politica. Porotto lado, frente a esta dificultad de definir lo politico, quiz4 cabria sefialar un problema profundo y delicado, que se adjunta para complejizar més atin las posibilidades de andlsis, problema respecto del cul nosotros mismas serfamos jpresa. Se trata de una cierta autarquia ¢ incompetencia reciproca entre el campo de Jacomunicacién y el campo de a teorla politica, a la hora de establecer una reflexién, queloscomproineta lo vineue Salvo eminentesy honrosasexcepcions, os te6- ricosy especialistas de la comunicacién conocen muy, pero muy poco, aoetea\ delas narraciones producidasal interior dea teorfa y la filosofia politica, de modo que, cuando se ven forzados a ingresat o producit una reflexién en el campo dello politi- co? exhiben a todas luces una condicién inadvertida, poco documentada y cierta- ‘mente incapaz, en tanto reproducen lugares ‘comunesy “obviedades” que no oftecen ni elevandia ni pertinenciaal momento de un andlsisestricto yriguroso". Enacuerdo con Mangone, podriamos sefialar que estamos en presencia de dos grandes matrices para enfrentar el problema. * Una primera orintaién el gu podrlames lamar inttucional fnconala, esta queconidera como discurso police a odo aque mnciade oconjunto de enun- ciados producidos por las instituciones en las que la sociedad encierra en un momento determinada la funcién dominante dela politica, decd un congres partdario hasta la confontacin de as eampatiasprsidenciales de los diferente partidos * Una segunda orentacién se recusta sobre una teria dels idelogias yescapa por tanto de lo especificamente discursivo. Poresta via queda abortada rdpidamente una tipologia de ls discursos sociales, incluso coma mera ipévesis operativa” "' ‘Asilavideopolitca habria vuelto evidente la dificultad de considerar qué es undiscurso politico, yaque el interrogante de quéeslo politico deun discuss se ha Globalizacién: identidades emergentes asociado con el grado de tematizacién o cuestionamiento del poder que se inscribe en sus enunciados. Al proiferary muliplicarse la palabra piblica, los sujetos que participan “hablan’ lpoltica opolitizansusintervenciones. Sin embargo, tanto el tema como el agente no alcanzan para definir qué es un discurso politico. Para ‘Mangone, sibien el discurso parlamentario, el informe de un presidente sobre el estado dela nacién o cualquier mensaje gubernamental o dela oposicién politica tiene determinaciones, contenidos y efectos politics, ls tipologfas tan amplia sue- len ser tan certeras como inoperantes."* Ala inversa, ocurre algo may semejantey formalmente equivalente. Los estudiosos de la teoria politica, cuando forzados por las tims transformaciones histricas sobre las condiciones y gramaticas de los campos discursvos que aticulan lasociedad, han de produciralptin examen sobre/a vinculacién entre comunicacién y politica, manifiestan un setio y profundo desconocimiento sobre el campo de la comunicacin, incurriendo en errores,torpezase imprecsiones gravsimas, las que adoptan una particular relevancia cuando se trata de pensar el complejo eintrincado «scenario contempordneo. Se trataentonces, de una cierta autarqua eignorancia reciprocaentre ambos campos discursivos. “Podemos comencar por una morfologia de la comunicacién politica, de la cual se ‘han conseroadociertas formas, incluso algunas ey antiguas eldiscurso que tienes Lugar en elmarco institucional del dgora, del manifestacin; la pdgina impresa, ene marco del periddico de opinién; laradio; a elevisién. En efecto, las formas de comunicacién que «acabamos de recordar, aun siendo may diferentes entre ells tienen una rasg comin, Son tecnicas”.® “2Quéentendemos por modelos dela comunicacién politica? Tada forma de comunicacién politica supone que se savsfaga cierta cantidad de exigencias minimas, Inspirdndonos en el modelo clésico de las condiciones de la comunicacién en. general, iremos que para que haya comunicacién politica es necesario definir: «sen emis es decir las condiciones por las cuales wn actor puede producir un enunciado politico, en receptor, es decir las condiciones por las cuales un actor es aputado yalean- zado por un enunciado police. ~tnespacio pliblico, las modalidades segs ls cuales los indivilus se constituyen en receptor colectivo, puesto que lo que agu nos intersa es la comunicacin en tanto que © politica, en tanto comunicacién en y para una comunidad. -uno o varios medios es decir, seleccionadas una o varias modalidade: segiin las ‘cuales el enunciado se transmite de manera pertinent, enatencién al afecto que de ellasse espera’ | 193 COMUNICAGION y MEDIOS Conesto, queremossefialarcategéricamente cl agotamiento yfracaso de una concepciény configuracién discursva inmanente yautorreferencial que mediante el levantamiento de un cuerpo categorial interno y disciplinario pretende colonizar, totaizary clausurar un campo acontecimental que lo desborda. De modo muy pecu- lia, en este escenario de la sociedad mediatizada, esta dificultad se ha hecho patente, espectficamente en el problema que ahora exploramos. Nilasolaadscripcién aun referente tedrico politico, nila sola adscripcién a un paradigma comunicacional serfan suficientes, no para “resolver” sino para pensar esta modulacién entre comu- nicacién y | politica. ‘Asimismo, es preciso admitir la extraordinaria complejidad y dificultad que ha producido la nocién misma de “lo politico” para la propia teoriay filosofla pol- tica. Lo que constatamos «squeal interior deestas propias modulaciones discursivas, convocadas pot la tarea de clucidar dicha cuestién, no existe en ellas acuerdo ni consenso alguno, Sise examina el campo deemergencia de la nocién “Politica”, ast como el tdnsito yelitineraio de comportamiento y derivaciones del concepto, al nienos podremos sefialar la imposibilidad de una vor tinicay causurante acerca desu. significacidn, definicidn eimplicancias. Mas all del peso de algunas tradiciones y matrices alinterior dela filosoffa politica, la nocién misma de “politica”, serfa una vozen disputa, problematic cirresoluta, Sia esto le surmamos una cierta pereza, un abandono y una despreocupacién por parte de los comunicélogos por reconocer ccémo se ha venido pensando el problema, el resultado es que, cada vez que éstos intentan pensar a reunién entre comunicaciny poltica, slo terminan por demas- trarimpeticia y desconocimiento. b) Respecto de esta insistence arremetida conceptual de un neofuncionalismo dela comunicacidn, podemos examina cudles dl concepto de comunicacién que etd operando, por ejemplo, al interior del modelo de Wolton. Sinos detenemos en la estructura argumental yen! fundamento tebrico que despiega, podremos apreciar queen iltima instancia se trata blo de una redicién, sofistcada, del modelo mate- dtico- mecknico dela informacién, donde opera “un polo emisor”, “un canal” y “un polo receptor”, Enel modelo propuesto por Wolton, exstenciertos agentes, cada uno delos cuales se desenvuelve en una dimensign y en cada una de esas dimensiones realizara 194 | na fanciény en ella reconoceria su rango de legitimidad. Los agentes serfan ef politico, el periodist y el pablico. El politico transmite un contenido al piblico. EI politica se comporta como polo emisory el piblico como polo receptor. La transmi- si6n sesoportaen el canal que consttuyen los medios de comunicacién. Elconteni- do emitido seria “lo politico”, es decit, aquello que habita en la dimensién de “la Globalizacién: identidades emengentes ideologia’. Hl periodista, que sirve de vaso comunicante entree polo emisor y el polo receptor, habita en la dimensién de la informacién, es decir, se trata de la bisagra técnica que permite el nexo entre emisor y receptor’, Esta mediacién recibe el estatuto de “valor” en tanto es un requisito fundamental para el sano funcionamien- todela democraciamodema. El puiblico, habita en ladimensién dela comunicacién entanto devuelve y manifesta su opiniSn, como respuesta, al “estimulo” del polit- co!” . Setrataast deagentes, dimensiones, funciones ylegitimidades que se alcan- zanal interior de un sistema de relaciones inestabes, pero en tanto se mantengan en ‘equilibrio, lograrian el saludable funcionamiento' de la democracia occidental mo- dema. Sise examina atentamente, este modelo reduce la comunicaciéna un mero soporte técnico mecinico que carece de significaci6n, La forma misma no producirla significacin coda ver que slo vehicula un trasfondo de contenido, que en este caso serfa “lo politico”, es decir, aquello que se define porsu dimensin ideolégica, Esta misma ldgica es la que le permite a Wolton reducir la informacién a soporte y no pensatla como una instituciSn dscursiva que se consttuye como un actor con sign- ficacién social, El periodista sdlo seria -si se sujeta a su buena naturaleza-, un mero transmisor, un mero canal neutral que reduce la tecnologfa medistica sélo a una formay procedimiento y nol comportamiente de una racionalidad que en la técnica se vuelve lenguaje de una configuracién social histrica. Por cierto, habita en esa Jecura una muy precariaconcepcién de la teorfa de la informacién y por cierto una ‘muy inadvertida fundamentacin epistemolégica para sostener que el peiodistain- forma, ya informacin en s{ misma serfa un valor."® ‘Asimismo, cabria examinar el estaturo que tendrfa en el modelo de Wolton la funci6n de los intiuros de sondens de opinién. Curiosamente, haciendo caso omiso del vasto material que existe al respecto, le confiere el valor de expresién de la opinidn publica que exhibe su voluntad, su razén y su pasién en as encuestas y sondeas que setian el “termémetzo”, la “fotografla de un momento social”, El modelo de Wolton supone a constitucién de un espacio piblico mediatizado a cual le confiere ls mismas propiedades del espacio pblicoclésico, slo que ahora bajo una modalidad mediatizada” ©) Acerca dela refundacién de un espacio puiblico y su vinculacién con una concepcién y modalidad politica particular. Los alcances politicos que Wolton le confiereasu modelo le permiten airmar que la Comunicacién Politica seria expre- sin del asentamiento de la institucionalidad, de madurezy de buena salud de la democracia” | 195 196 | COMUNICACION y MEDIOS Obviamente esta lectura despierta variadas resistencias, desplegadas desde distintaslocaciones tebrica y sensibilidades politicas. El propio Touraine reacciona sefialando que la comunicacién politica debe ser abordada no en un nivel general, sino partiendo de una observacién concreta, presente en todas partes: yes que el hincapié que se hace en la comunicacién es correlativo de la crisis de la representa- cién politica. Los politicos se preocupan cada vez mds por su imagen y por la comu- nicacibn de sus mensajes, en la medida misma en que ya no se definen como los representantes del pueblo, o de una parte de éste, 0 de un conjunto de categorlas sociales.” Porlo que no se podria pensar en los problemas dea comunicacién politica en sérminos puramente generaleso nada mds que conceptuales. Para Touraine lorigen de esta reflexién es histéricamente concreto: “ Bayh en la crisis dela representacién politica; con mds precsién, en la de la politica como representacn, semprequeseafada que ex crisis puede ser interpretada de ‘muchas manera En elo se puede ver un peligro: el desarrollo de una politica de masas en La cual ls que ostentanel poder o,en mayor medida, medios decomunicacién, tendrian capacidad de imponer ideas, sobre tado candidates asi como se publcta cualquier pro- dlucto de gran consumo” ® Enel mismo tenor, y pensando pam esta regién, Landi sostiene que esta criss de representacién que haafectado a gran parte dels partidos ltinoamericanos—cn medio de la quiebra financiera de los Estados y de la dureza de las restricciones de nuestras economias- fciité la expansin de a TV como escenario principal ytam- bién como actor dela politica. Sin embargo, advierte que este fendmeno no se reduce simplemente a que ls medios ahora reemplazan alos partidos; o quesdlose trata de tun cambio de retrica: un trénsto del libro y el periédico partidavio ala narrativa audiovisual A esa misma transformacién de fondo se reficre Veldzquez al sostener queen la actualidad uno de los principales actoresy escenarios dela politica esl espacio televisivo. “Laimportancia que tiene el medio televisvo para la comunicacién polticaen general y para elpolitco en particular, como incidencia (psitiva o negatva) sobre el dicurso delpolticoy en relaciin asufetvidad,nosparceindiscutibl. La tiica forma que iene el pila en general dessa (sobre todo de presenciar’) una intervencién del politico es por medio de la televisidn”. ® Enna lecuura semejante, pero quizd ago mds desconfiada la presenta Gingras al sostener que las pretensiones politicas, como los debates entre los ideres, la comunicacibn de los gobiernos, la publicidad electoral yel empleo delossondeos, tienen oficialmente por objeto servir de vinculos entre los gobiernosy la poblacién y favorecer la toma de decisiones esclarecida del electorado;laracionalidad, el debate Globalizacién: identidades emergentes pblico la eleccién por suma de voces constituyen el fundamento tebrico del siste- sma de democracia occidental. Ast, las practicas politica tienen, pues, pretensiones democréticas que se artculan alrededor de varios posulados: que as candidatasy ls candidatos elaboren proposiciones de politica piblica clara; que el piblicoesté atento a tales proposiciones; que los miembros del electorado elijan en funcidn de esas proposicions , pordltimo, que quienes ganen se comprometana cumplirtina misién que corresponde asus proposiciones**, Demodo que dl juicio y saludo que Welton hace a su modelo se torna ctible Sélosise accede a conceder validez a aquellos supuestos que lo soportan, Por de Pronto, que el modelo de Comunicacidn Politica instituye y autoriza elingreso de ciertos agentes en la vida piblica de a sociedad. Que estos agentes gozan de las competenciasy dotaciones para ditimiren acuerdo a una raznlsfuerzasy motivos que los movilzan. Quees posible pretender un “equiibrio” entre estosactors, y csc equilibrio se raduce en un libre yracional concurrencia y competencia de actores dimensiones funciones” . En el modelo de Wolton, ls tres agentes se requieren, las resdimensionesse entrcruzan y las tres Funciones sefanfundamentalespaa la democracia. Un detalle no menor, es que paraestos efectos Wolton no ha definido, conceptualizado ni presentado argumento alguno sobre su valoracién delademocra. ciacomo tégimen poltco-juridico™. Fs deci, hasta ahora no habria presentado ningdin fundamento para exhibir un optimism o pesimismo sobrelos “efectos” dela Comunicacién Politica. | 197 198 | COMUNICACION y MEDIOS Notas: * Mag{ster © Filosofta Politica. Profesor Universidad Arcis. Profesor Universidad de Chile. 1 Gilles Achache, marca el inicio de este proceso en 1952, con la campafia de Eisenhower, e primero en recurrir a agencias de publicidad, y a partir de ahi la investigacin politica de mercados vendria desempefiando un papel creciente en kas campafias lectorales, Achache, Gilles. “Elmarketing politico” Ferys Wolton y ott. El Nuevo Espacio Publico. Editorial Gedisa. Barcelona, Espafia, 1998, pag. 112. 2 Para un examen mds detenido del concepto, ver: Verdn, Elisco. Sicmosis de lo Tideoldgico y del Poder. La Mediatizacién. Oficina de Publicaciones del CBC dela Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina, 1997. Ver, Ferry Jean-Marc: “Las Transformaciones de la Publicidad Pottca’, en Op.cit. Ferry: El Nuevo Espacio Publico. Pag, 13. “Ver, Wolton, Dominique: “La Comunicacién Politica: construccién deun modelo’, en Op cit. Ferry. El Nuevo Espacio Piiblico. Pag, 28. 5 Ver, Sartori, Giovanni. Homo Videns. La Sociedad Teledirigida. Editorial Taurus. Madrid, Espafia, 1998. 6Ver, op. cit. Wolton, D. “La Comunicacién politica: construccién deun modelo”. Vet, Wolton, D. “Las Contradicciones de la Comunicacién Politica’, en Gauthier, Gilles y otros. Comunicacién y Politica. Editorial Gedisa. Barcelona, Espafia. 1998. Pég, 110. Ver, Arancibia, Juan Pablo: “Reality Show: Discurso y Realidad”, en Docurnentosde ‘Trabajo N°33. Centro de Investigaciones Sociales Aris. Ediciones Lom. Santiago, octubre 1998. “La Mediatizacién de la Vida Cotidiana’, en Revista Critica Cultural N21 noviembre 2000, “Teles: Memoria dela Vigilancia y Vigilancia dela Memo- ria” en Revista Encuentro XXI. Ato 6. N°17. "El rérmino videopolitica evoca fuertemente el encuentro entre una prictica historica como esla politica el encargarse de los asuntos piblicosycolectvos- yuna teenologia de sransmisién seriada de imagenes dinérnicas que resultanelsoporte actualmente hegeméni- coen los medios de comunicacién’” Y sobre esta conjuncién reciente se ha creado la impresién de que los condicionamientos esructurals, discursvos yestticos que un ‘medio le imponealdiscurso politico fueran un fenémeno contempordneo cuandoen realidad la politica siempre mantuvo estrechos contactos con todos los avances mediéticos. Mangone; Warley. El Discurso Politico. Del Foro ala Televisin. Edito- rial Biblos. B, Aires, Argentina. 1994. pag. 46. Globalizacién: identidades emergentes ° Divers, vastoy complejo esel campo discursivo que ha intentado conceptualizar o politico. Por cierto, tal como lo anuncia Carl Schmitt, se trata de un problema ‘mayisculo,en tanto cuza todo el tramado dela historia dela flosofla politica y por ciertose tratade un “concepto” puesto en tensiénal interior de as dstintas matrices dela teoria politica. Qui, por de prono, tan slo pudiéramosaludira dos prancles marcos de referencia, aos grandes tadiciones que dealin modo han venido mar- cando la discusién sobre la nocién misma de ‘Politica’, porun lado, toda la tradicién aque remitealsclisios de la flosfla politica griega, y por otro, cirtamente depo- sitario del anterior, todo el ideario ilustrado liberal moderno. A su ver, estos dos grandes marcos, obviamentereconocen un conjunto de dstincionesy tensiones en su interior. Acetca dela fundacién de afilosofia politica, la delimitacién delo politico, sussucesivas transformaciones, continuidades y discontinuidades; el examen de di- versascortentesy tradiciones, cl didlogo y elenfrentamiento entre ells, Ver, Wein, Sheldon. Politica y Perspectiva: Continuidad y Cambio en el Pensamiento Politico Occidental. Amorrortu Editores. B. Aires, Argentina. 1993, Ver, Schmitt, Carl. El Concepto delo Politico. Folios Ediciones. B. Aires, Argentina. 1984, "Nos vemos obligadospuesa dsingur (entre o police, campo dela elacones de fuerza y de los antaganismnos de intereses, y la politica, que constituye ‘el velo opacoy destumbrante al mismo tiempo (del politico), que crcunsribe una ecena en gran medida aislada, desconectada de la realidad, sobre ta cual se enfrentan los actores de la cles politiea tendriamasentoncs lo politic, lygar delaacci6n ylapoltics, gar dela palabra qu sigue una igca de irealida, pasando por alo las cuestions de pode y aportando iinicamente soluciones superficialese irreales a los problemas mds acuciantes” Op.cit. Gingas. “Elimpacto de las comunicaciones.. pag. 40. "Op.it. Mangone. El Discurso Politico. pag, 16. "Ibidem, pag, 27. "Bourricaud, Francois. “Sobre la nocén de Comenicacién Sociopoltica’. En, Labarritre; Lazzer' y otros. Teoria Politica y Comunicacién, Editorial Gedisa. Barcelona, Espafia. 1992. pag, 265. En una perspectiva diferente, pero no menos precata, se inscribiria Ja mirada de Sartori, quien intentando un examen sobre la primacia dela imagen en Ja culeura moderna, se limica a establecer la preponderancia deo visible sobre lo inteligible, lo cual nos levara aun versin entender. Y es sta la premisa fundamental con a cual afirma su nocién de “video-politica’, como una modulacién del poder pollico de a telvsin, En exe marc, se permite sstener ques"... lengua cal que de verdad caractriaaeisttuyeal bombre como animal smbélio ex Tenuaje- palabra, el enguaje de muestra habla”. esto es lo que estarfasuftiendo un cambio radical de diteccibn, porque mientras que la capacidad simblica distancia al home | 199 200 | COMUNICACION y MEDIOS sapiens del animal, el hecho de vr lo acerca asus capacidades ancsstrales, es decir, enla cultura modema se produce una atrofiay regresi6n cognitiva, del orden de la ranbnal orden de a impresién: “Y este es el sentido que nos permite hablar (sin contradicciones) de una ‘cultura dela inculturd'y asimismo de atrofia y pobreza culturat’.."La television produce imdgenes y anula ls conceptos,y de este modo arpa nus copacidad de absraciénycom ell toda nuestra capacidad deentende” Op.cit, Sartori, Homo Videns. La Sociedad Teledirigida. pag. 47. 4Op.cit. Achache. “El marketing politico”. pags. 112-113. \sBstores claramente apreciable en la base de la nocién de comunicacién sociopolitica de Bourticaud: “Una tdenca de comunicaibn se recomoce pore echo dle que puedan distinguirse en ella un cig y un mensaje (.) La eficacia dela comunicacién depende, pr lo menos parcialmente, dela congruencia del mensaje (el contenido de a comunicacién) con el digo (es decir, el sistema narrasivo en el. cual se vierte el mensaje)". Op.cit. Bourricaud. “Sobre la nocién de Comunicacién Sociopoltticd”. pag.265. 16 las thenicas de comunicacién son solo un medio, por certo fundamental, puesto aque aseguran la ranomisiin dea informacibn, aunque scundariasdsdeel punto de vista de la teorla de la democracia.,.”. Op.cit. Wolton. “ Comunicacién politi pag, 32. MBsto es nftido en Bourticaud, cuando sostiene que “Elfin dela comunicacién es smodifcar ls reacciones, las expectacines las acinades del plblico, es deci de los posible receptors. Por puat, la comunicacén ude facaarensu intent, Perla ‘comunicacién tiene sentido en relacién con esta finalidad y en relacién con lo quese puede esperar de los ‘receptores” .Op.cit. Bourticaud. “Sobre la nocién de Conunicacién Socopoliie’ pag, 267. "Ver, Arancibia, Juan Pablo: ‘Acerca de decir, informar y objetivar”. En, Ossa, Carlos. La Pantalla Delirante. Lom Ediciones. Universidad Arcis. Santiago, Chil. 1998. Bourdieu cursard una célebre y contundente critica aestas pretensiones. Denuncia tres supuestos fundamentales en estos dispositivos. Primero: toda encuesta de opinidn supone que todo el mundo puede tener una opinién; segundo, se supone quetodaslas opiniones tienen el mismo peso y; tercero,en a formulacién misma de a pregunta estd implicada la hipétesis dl consenso sobre los problemas. Bourdieu, Pierre. “La opinién publica no existe”. CUESTIONES DE SOCIOLOGIA. Ediciones Istmo. Madrid, Espafia, 2000. pag, 220. "Sartori, por certo, estard disrante a este optimismo y més bien, en el mejor de Globalizacién: identidades emergentes los casos, le asigna a los medios ser unos “...formidables multiplicadores de estupideces. Cuando se dicen en la pantalla, la estupideces crean opinién: las dice un pobre hombre balbuceando a duraspenas, yal dia siguiente las repiten decenas de miles de personas”. Opcit. Sartori. Homo Videns. pag. 93. *La comunicacién no sustituye a la politica sino que le permite existr, y hasta se puede emitir la hipdtessde que el reconocimiento de ete nivel de funcionamiento dela comunicacion polltica es signo de un buen funcionamiento de la democracia py de cierta madurez politica..." Op.cit. Wolton. “Comunicacién, politica...”. pag. 42. *Touraine, Alain. “Comunicacién politica y crisis de la representatividad”. En, Op.cit. Ferry; Wolton. El Nuevo Espacio Puiblico.pag. 47. BIbidem, pag. 49. *Landi, Oscar. Devoréme Otra Vez. Editorial Planeta. B. Aires, Argentina. 1992, p53. Velazquez, Teresa. Los Politicos y la Televisién. Editorial Ariel Comunicacién. Barcelona, Espafia. 1992. pag, 61. °6*A la lus de los cambios producidos en las prdcticas poltticas por las comuunicaciones (..), las pretensiones democrdticas de las précticas poitcas no son mds que eo: silo pretensiones”. Op.cit. Gingras. “Elimpacto de las comunicaciones” pag, 38 “EI propio Jean Marc Ferry se presentard mds cauto al respecto, puesto que: “..no es slo la comunicacién politica sino tambitn la organizacién democrdtica de nuestras sociedades lo que e hallaria profundamente transformado. Las insuficiencias del sistema de la representacién parlamentaria, patentizadas con la aparicién de las sociedades masivas, quizd hayan contribuido de manera muy marcada alsurgimiento de-un poder burocratico ‘equilibrado’ por medio de un poder medidtico. Por otra parte, ambos pueden analizarse desde la misma perspectiva crbtica, como los das grandes sindromes de una democracia mucho més ‘aclamativa, en special, que partcipativa’. Op.cic. Ferry. “Las mansformaciones de la publicidad politica”. pag, 27, 28 sla fuerza dela comunicacién politica, que consisteen organizar en un momento dado el choque de las cuestiones que estén en juego, es precisamente dejar lugar a otras (ogicas diferentes de la ltgica periodivica. Si dst predamina, lo que queda desequilibrada es el juego de las diferencias” . Wolton, Dominique. “Las contradicciones de la comunicacién polirca”. En, Op.cit, Gauthiery otros. Comunicacién y Politica. pag, 120. ™Dehecho, el propio Verdn, aunque entusiasta con el modelo, presenta sus propias aprchensiones: “. estamos en condiciones desenalar la dficultad principal: la tensién ids fuerte que existe entre la préctica estratdgica en comunicacién politica y la | 201 202 | COMUNICACION y MEDIOS investigacin sobre la convnicacién politica. En elcampo politic, cada actor obra atendiendo a su propia lbgica que es por definicion, unidimensional (los individos tanto como las instituciones, el politico tanto como el periodista, el partido tanto como elcanal de television)” . Veron, Eliseo. “Mediatizacién de lo politico. Estrategias, actoresy construccién de coletivos” En, Op.ct. Gauthier. Comunicacién y Politica. pag, 223.

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