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653, JORGE LUJAN MUNOZ ¥ HORACIO CABEZAS CARCACHE Historiografia Las obras hist6ricas publicadas en el Reino de Guatemala centre 1701 y a Independencia siguieron acaparadas, en gran medida, pot los eclesifsticas que escribieron, como en los dossiglos anteriores con el propésito de exaltar la actuacin de sus respectivas Srdenes religiosas y dela Iglesia Catblica fen general. En el comicnzo de siglo aparecieron dos obras impresas en Buropa: una en Madrid (1701), que trataba de Ia reciente conquista del Its la otra en Roma (1702), ‘escrita por el Obispo de Chiapas, orientada a regular y mejo- rar la situacién de su Didcesis. Después se imprimié en San- siago la cr6nica franciscana de Fray Francisco Vazquez. Por su parte, la Orden dominica conté con los escritos, variados Yyabundantes, de Fray Francisco Ximénez, la Lagaye, de autor desconocido, Completa la lista la obra del clérigo Domingo Juartos, que escribié a fines del periodo colonial ‘Se puede mencionar también al jesuita Rafael Lanelvar que, en su Rusticatio Mexicana, se refiri6 a aspectos de la vida y el trabajo de la poblacién rural de Guatemala ‘Un tema recusrente fue el de los terremotos, ya que cada ‘vez que hubo uno de efectos consicerables en la capital det Reino (1717, 1751 y 1773) se hicieron las correspondientes descripeiones del fenémeno y, sobre todo, de los destroz0s aque habfa causado, De estos trabajos también se puede decir ‘que mantienen una misma toniea, hata el punto que puede Ihablarse de un género historiogrifico o de crénica ‘La dite criolla, por st parte, aunque no tuvo durante el periodo en cuestin una obra tan representativa de sus inte- reses, como la de Francisco Antonio de Fuentes y Guzmin en el siglo XVIL, expres6 también sus puntos de vista sobre Jos procesos historicos y la situacin del Reino, en articulos publicados en la Gazeta de Guatemala, yen los Apunta~ ‘mientos sobre la Agriculsura y Comercio del Reina de Guate- ‘mala, que recogié cl punto de vista de los comerciantes del Consulado. lato clero.no presenté en sus escritos un crterio homo- sgéneo, ya que en algunos casos defendié a la Corona y hasta condené los abusos de las autoridades y los terratenientes locales, como lo hizo el Arzobispo Pedro Cortés y Larrazsen Cots, criticé el sistema politico y econémico sostenido por Espafa, como se puede observar en la obra del Dein Anto- rio Garcia Redondo. ‘Los esctitos dc los indigenas muestran un claro contraste con los de fos siglos XVI y XVI, que incluian numerosas ~ex6nica yttulos,redactados tanto con el propésito de guar darsustradiciones como de argumentar en litigios de terras, _generalmente con otros indigenas. En el siglo XVIII desapa- reci6 este género, aunque algunas de ls versiones que se conservan de documentos anteriores corresponden a este Siglo, precisamente porque se presentaron en nuevos juicios de terras Es dif saber cnénto se modifcaron ls primeras| ‘versiones, para adecuarlas a las conveniencias ycrteros del momento, Historia de la Conquista del Itz La primera obra histbrica que se publicé en el siglo XVIIT acerea de una parte del Reino de Guatemala fue la Historia ide la Conquista de la Pravincia de el Isat, de Juan de Villa- 204 Portada del manuscrito de las Constiuciones Diocesanas del (Obispade de Chips, hechas por el Obispo Francisco Nishez dela Vega. AGCA, 1692 654 Historia General de Guatemala Ina tpoae pile Lipsey, eR eee Beh pce iia, ee ge ae agape as agen ere een ‘efemhowe, frente, vo Toei an Bins 4 Eee Ber ee en EAD Sip Dog ios 1295 Primera pigina del manuscrito del Libro Sexto de la Historia de la Provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala, esi ta por Francisco Ximénez gutierre Soto- Mayor. Es un tipo de crénica-historia que repite el modelo de otras publicadas en el siglo XVI, poco después de la Conquista, como la de Francisco Lopez. de Gomara, en la que exalté la empresa de Hernan Cortés en ‘México, Aquélla también es una obra de encargo, referida a la actuacién del Capitén Juan de Urata y Arizmendi. ‘Como ya se indicé en el Tomo IT, la conquista del Itz ‘ocurtié en los siltimos aftos del siglo XVII, y con ella se per~ segufa abr un camino que comunicara Yucatin con Guate- ‘ala y reducir a obedienciaa los indios rebeldes de la regi6n. En esta accidn se destacé Urata y Arizmendi, quien se habia ‘comprometido con la Corona a abrir a aludida via terrestre. El autor escogido para describir la empresa, pocos afios después de concluida, era entonces relator del Real y Supremo Consejo de Indias. Aunque no se conoce mucho dle su vida, se sabe que era abogado, que habia sido Relator de la Real Cancillerfa de Valladolid y que después paso con igual cargo al Consejo de Indias. Fra hombre de letras y cseribié una serie de obras sobre temas americans, pero jams estuvo en Indias. La mayor parte de su produccién no fae publicada y se conoce solo por copias y manuscritos. Uno de sus escritos se refiere a la Nueva Espatiay se ttula, Relacién de odo lo Sucrdido en la Nueva Espavia, desde la for- macién de ln Armada Real de Barlovento; despacho de la flora a cargo del General Don Juan Campos, y salida de ella, basta el primer aviro de 1642. Escribié asimismo las siguientes obras: Relaciin de Nueva Viecayn, Hisvoria de la Provincia de Yucatiin, Hitoria de Nuevo México, y otzo relato sobre la ‘conquista de esta Gltima regi6n. La Historia de la Conguista de la Provincia de ef Its se publicé en 1701, en Madrid. En 1714 se hizo un resumen {que se publicé en Pamplona. La primera edicion tuvo reper- cusiones en Guatemala, como lo demuestran las referencias criticas que de ella hizo Ximénez. Para redactar su obra Villagutierte se bas6 en la documentacién que pudo consul rar en el Consejo de Indias. Los datos que manejé fueron ‘muchos, y sin duda se cuidé de ser veraz, pero no se puede rnegar que su intenci6n era la de resaltar la figura de Urzta, para lo cual exager6 la importancia de la conquista del Itai, yy subray6 en ella I participaciOn del Capitin. La Historia ‘est escrita en forma sobria, de lectura relativamente facil, aunque su constraceién es clegante ¢ incluye giros compli cados, tipicos de la época barroca a que corresponde. La obra se compone de dos partes bien diferenciadas. Los tres primeros libros se efieren a hechos ocurridos en su mayo ria en la regiGn de Petén, de 1525 2 1695; el resto, unos dos tercios, contiene tna narracién detallada de la conquista del Itza, En su afi de magnificar los aspectos militares, Villa gtierre disminuyé 0 soslayé la labor de los misioneros, en especial la de los dominicos, lo cual provocd la eélera de Ximénez, que se refiere muy negativamente al autor y ala ‘veracidad de st narracién. Quizés con demasiada dureza, a considera ‘llena de muchos yerros, y muy notables’, Ximénez_ reproduce, con breves comentarios, la relacién que hizo Fray. “Agustin Cano de aquellas‘conquistas de el Petén’, iniciadas en 1695. Después el faile dominico presenta sus citicas a Villagucierre en tono bastante fuerte. Por ejemplo, dice que ‘por adular, signa con su mercenaria pluma’, y que maculé la labor de los fails ‘llevado [de] su mal aecto alos religiosos’. En otto lugar afirma que escribié ‘patrafas y mentiras’ repug- nantes, €“infinitasfalsedades' * El libro de Vilagutierre tuvo bastante divulgacién en Gua- temala, Domingo Juarros Jo utiliz6 en su capitulo sobre ‘La Conquista del Petén, y Reduccin de los Itzaes’.” Reconoce quello siguio y resumio, sin emitirjuicios negativos 0 positivos, sino mas bien en actitud de aceptar implicitamente lo escrito. Constituciones Diocesanas del Obispado de Chiapa Este libro fue publicado en Roma, al ato siguiente que el de Villagutirre. Trata de las Consrtuciones‘hechas y ordenadas por su seiorfailustisima, el seftor maestro don fray Fran- cisco Niitez dela Vega, de la Orden de Predicadores, obispo de Ciudad Real de Chiapa y Soconuseo, del Consejo de su iajestac’‘ Naez de la Vega fue uno de los pocos abispos criollos que hubo en el Reino de Guatemala, yuna figura polémica porla vehemencia con que defendi6 sus puntos de vista. Nacio en Cartagena de Indias alrededor 1634, en el seno de una familia distinguida de aquel importante puesto En 1680 ingres6 en el convento de la Orden de Santo, Domingo, en su ciudad natal. Ali profes y se traslad6 des- pués a Santa Fe de Bogoti, donde continué sus estudios en 1 Colegio dominico de Santo Tomé. Recibié las ércenes sacerdotales en 1660. Asuntos de su congregacién lo leva- ron a Roma ya Espana. Durante este viaje, en 1682, fue pro- :movido al cargo de Obispo de Chiapas, a euya sede lleg6 en diciembre del afo siguiente. Ejerci6 tal dignidad hasta su muerte, el 5 de septiembre de 17065 El Obispo Niiiez de la Vega asumié con mucha respon- sabilidad los deberes de su cargo, lo cual le provoeé ocasio- rales roces con el alealde mayor otros fancionatios. En wna ‘oportunidad en que se enirentaron el Presidente Gabriel ‘Sanchez de Berrospe y el Visitador Francisco Gémez de la Madrid, yen que éste tuvo que salir huyendo de Guatemala, 1 Obispo le brind6 apoyo y ayuda a su paso por Chiapas, en una postura similar ala que habia asumido el Obispo de Gua- temala. Niiiez hizo vais vistas pastorales, en ls que tat6 siempre de ayudar alos indigenas, aliviéndolos de as cargas| «que les imponfan los alcaldes mayores y otros fancionarios. “También se preocupé, por otra parte, de combatir lo que consideraba las idolatras, para lo cual promovié varios autos defe, como el efectuado en el pueblo de Oxchucen diciembre dde 1687 °Su interés por la pureza doctrinaria y moral le hizo inquirir sobre as pricticas relgiosas de los naturales, las cuales llega conocer relavamente bien, como se refleja cn kas CConstisuciones Diocsanas, que fueron el resultado de su pre- ‘ocupacién por mejorar su Didcesis, en cuanto concern al comportamiento de parrocos, religiosos y flgreses a obra de Naitez tavo sus problemas, més de orden politico que religioso. Aparentemente fue escrita entre 1687, afio de su segunda vista pastoral general, y 1689, en aque presents cl primer manuscrto para el correspondiente trimite de aprobacion’ Fl resultado fue negativo, pues en mayo de 1690 la Audiencia de Guatemala emitié opinién en ‘contra porque la obra contenia algunos jucios que afectaban al Real Patronato ‘y las regalias de su majestad’, ya que el ‘Obispo creia que el poder temporal debia sujetarse al espiri- ‘tual. En definitiva se recomendé que la obra debia ‘mode rarse’. Sin embargo, cuando fue enviada en consulta a Espafa, la resolucion se torné més tajant: el 27 de novier- bre de 1697 el Consejo de Indias consderé que no bastaba ‘modlerar el libro, sino debia prohibirse de manera absolut. {A parecer la reacci6n del Obispo de Chiapas fue ignorar a las autoridades espaitolas y dirigirse directamente al Papa, aungue no se conoce con exactitud la fecha en que inici6 dicha gestion. Segin se puede apreciar, remiti6 a Roma una versidn revisada del manuserito de 1692, el cual se conserva en el Archivo General de Centro América. La obra merecié Ja aprobacién de las autoridades pontificiasy, con las autori- zaciones de rigor, se imprimié en 1702, con algunas Cartas Pastorales como apéndice. Con todo, el Obispo Néiiez de la Vega, no legé a ver impreso su libro, pero pudo dar instrucciones para su distri- bbucion y venta. La obra fte embarcada en Sevilla finales de 11703 0 principios del aBo siguiente. Pasé sin problemas por ‘Veracruz.y comenzé a circular en México, Puebla, Oaxaca y Historiografla 655 hnasta en la propia Chiapas, después de la muerte del autor, El asunto salié a luz cuando llegé el nuevo Obispo Juan Bautista Alvarez de Toledo, en 1708. Se suscit6 un escin- dalo maytisculo. Fl sucesor recibié éreenes de contsibuir al secuestro de la obra, lo que efectué eficazmente. Poco a poco se recogié un buen niimero de ejemplares, que fueron remitidos a Santiago de Guatemala, El proceso culminé el 26 de marzo de 1716, cuando se procedié a ejecutar la ‘orden real, de 6 de octubre de 1714, de ‘romper y cancelar todos los libros decomisados. Sin embargo, algunos escapa- ron porque no fueron entregados por sus poseedores. Tam- bién se salvaron los manuscritos, que se encontraban en los archivos de la Audiencia.* Las Constituciones Diocesanas fueron redactadas con la fda de hacer accesibles a los feles un compendio de la doc- ‘sina crstiana por medio de ejemplos sencills y metiforas, asi ‘como para que sirviera de orientacién y recordatorio a los ‘ministros sobre sus deberes y obligaciones. Los lineamientos que dio el prelado indican sus inquietudes pastorales, que oscilaban entre el ‘celo y la exageracion’,’ pues se ocupaba de Jos més minimos detalles sobre lo que él consideraba el ade- cuado gobierno de su Didcesis. La obra tiene un indudable valor historiogrifico y etnol6gico, tanto para Chiapas como para las regiones vecinas, Un ejemplo del aprovechamiento de esta ftente es el estudio de Daniel Contreras sobre Balin Votin.” Ximénez tuvo un especial aprecio y admiracién por el Obispo Niiiez de la Vega, companero de congregacién y quien lo habia ordenado sacerdote. Sobre las Constitucio nes Diocesanas aquél escribié que era ‘muy digna de andar ‘en las manos de todos, chicos y grandes, doctos e indoc: tos’, y se expresé en contra de su prohibici6n ya que, segiin 41, cra ‘un libro tan cristiano... que no contiene nada mas ‘que nucstra santa fe catélica’. Ximéne7 inclusive expres6 su deseo de ir personalmente a Espaiia para tratar de que se revisara la medida que prohibié su circulacién, Reconocié 4que Ia obra andaba entre muchos hombres literatos’, que [a tenian en mucho, ‘pero que andaban a sombra de texa- dos’. Al referirse a su muerte, Ximénez afirmé que con él se habia enterrado todo lo bueno y se habia ignorado toda 4a justicia divina de su obispado. Con esto iltimo quizés hnacia referencia a su sucesor, que tantos abusos cometié contra los indios." Obra Dominica ‘La crbnica dominica cuenta con dos grandes autores en el siglo XVILL, el famoso Fray Francisco Ximénez, de abun- dante y variada produccién, y el dominico desconacido que cescribié la Iaagage Histérica Apolagética de las Indias Occi- Aentales, Fray Francisco Ximénex ue el principal historiador y lingitista que tuvo Guatemala durante el siglo XVIII. Nacié en Ecija (Andalucfa), el 28 de 656 Historia General de Guatemala ‘noviembre de 1666. Lleg6 a Guatemala en febrero de 1688, ‘yacon las rddenes menores, y como parte de un grupo de 30 clérigos de su congregacién. Hizo sus estudios de Teologia en el Colegio de Santo Tomés de Aquino, en Santiago de Guatemala y, en diciembre de 1690 fue ordenado sacerdore cen Chiapas por el Obispo de aquella Didcesis, el dominico Francisco Nather de la Vega. Ejercié sus oficios religiosos en fos curatos de San Juan Sacatepéquer (1694-1695), San Pedro Las Huertas (1696-16972), San Salvador (1697- 216982), donde fue prior; San Raimundo Las Casillas, Santa ‘Ana Chimaltenango, Santo Tomas Chichicastenango (1701- 11704), San Pablo Rabinal (1704-1714), Santo Domingo ‘Xenacoj (1716-1718), iglesia de La Candelaria en Santiago de Guatemala (1718-1721) y en Sacapulas (1721-1727). Su labor como doctrinero le permitié dominar con gran perfec ci6n varios idiomas mayanses, comprende y explicar la orga- rizacién social de los indigenas, conocer a fondo sus Raz, 1988:97-107 ue alude el propio Ximé- jin, 1976 ‘quien dela Provincin deol 9 Thi LIS nezendos treslugares 37 B. Belzunegui, 1992 res, reduccién,ypragresrde 10 Thid, 128 y 65D. Contre desu Historia También se 38 Gacesa Oficial, 1852, Jade EI Lacandon yotrasna- ras, 1960 citauuna Apolegcica en gue 6(22-37) tion de indios barbara de 11 FXCBG, 1971, Libro Sex- 1 demuestra que osdomi~ 39D, Juatros, 1823 las mediaciones de ef Reyno to211,214 nica fucron fs primerasre~ 40 HI. Bancroft, 1890-1142 de Guasemala, alas Provin- 12. J.Rodeguer,1986:95-97; _ligisarem Guatemala, cits- 41D. Juarros, 1936-1937. ciasde Tucatén, en la Amé RE. Chinchilla, 1993: a por el bibliderafo 1981 vice Septentrional avi BBeristain, eginC, Séenz 42 R Acufa, 1982 2 FX-RG, 1973, Libro Quin. 13. F. Ximénez, 1967 dde Sante Maria, 1977:xmxv 43 BAGG, 1935-1936; J. 10:308, 368, 404 14 F Ximénez) 19853 199324 Tid, 121 Goneiler de Rivers y Ran 3D. Juatvos, 1936-1105 15. A. Barada, 1973;C.Sienz 25 Tiagage, 1892; 1935 ato, 1987:45 4 B.Nisnez dela Vega, 1988 Se Santa Mari, 197: 26 Thid., 19355, it, 60 ALL. Diez, 1968:36-57 5. Los datos biogréficos pro: 16 C. Sienz de Sants Maria, 27 C. Séenz de Santa Maria, 45. J. Lujén, 1990:225-262 vienen de M.Leén Cézarex ——1985:8-95 1977 ank- axis 1956 46 F. Cadena, 1774; J.T. Me- yM. Ruz, 1988, lo mismo REL Chinchilla, 1993 28 P.Cortés yLarraz,1958-1: dina, 1960.1:157-158 ‘que mucha otra informa. 17 Te de Arana, 1941:148 2 47 J. Hidalgo, 1797-1798; cidn. Sobresulugardenaci- 180 29S. Montes, 197 2(0-2); 1952, 2643-4); miento, EX-BG, 1971, Li- 18 FBG, 1929-1931 30 P.Contésy Lanse, 1958-1: 383-413 bro Sexto:215 dice que fue 19 Ibid, 1971-1973 285 48 A. Gutiéerez, 1962. La pri- Santa Fe de Bogots 20 Ibid, 1977 31 Ibid. 1:270 ‘mera edicon de este infor © M.Le6n CizarezyM. Ruz, 21 Ibid, 1929-11215 1977; 32 Ibid, 1958 -me fue publicada en 1926 1988:52,y ‘Visita ad liming 134-138) 438 B. Beleunegui, 1992:238. 49 J. Méndez, 1821 dela Iglesia Chipanecs’, 22 Tid, 1929-1:113, 240 50 J. Garcia, 1990-1991 Apéndlice 6, 215-217 28 Seha mencionado una Ad- 34 A. Garcfa Redondo, 1799 $1. M. Garcia, 1988, 7 AGCA, Al, 1145, leg 107, vertencia eimpugnacién de 35 F. Garcin Pelicx, 1944-11; 52. J. Lajfn, 1980-37-82 ‘exps. 876, 877, 880 Ja Crinica de Vizqueso 152-163,

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