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f ye : x ¢ L. ARQUEOLOGIA COMO ANTROPOLOGIA Lewis R. Binrorp* Willey y Phillips (1958: 2) correctamente afirmaron que “la Arqueologia america- na es Antropologia 0 es nada”. En este articulo me propongo evaluar el papel que la disciplina arqueolégica cumple al promover las finalidades de la Antropologia y ofre- cer algunas sugerencias acerca del modo en que podemos asumir -en cuanto arquedlogos~ una mayor responsabilidad en el avance de los propésitos cle nuestra actividad. Debemos preguntar inicialmente: “zcuales son los objetivos de la Antropologia?” tuchos estariin de acuerdo en que el cary rado busca explicitar [to explicate] y oir apn aia attoreneiasfsteas yculturales que caracleriza 3 TOdA Ta dinicngion espaciotemporal de Ta existencia humana’ (ver Kroeber 1953 parala-disccsion). La Arqueslogia ha clectuada sin duida grandes con- tibuciones en lo que hace a la explicitacién. Nuestro conocimiento sobre la diversidad. Ge caractesné al total le sistemas culunalesextintoseshoy muy superior imitado conoelmiento disponible hace eineuenta aon Si bien esa contabucin es “adimira bie" ynecestis, tambien sc ha setae que la rqueologia no ha realizado contrib Giones sustanciales en el erreno dea explieacion: "Tan poco abajo ha sido eect er r———r—C “=§'>=E=—=— “bre para él" (Wiley y Philips 1958 Antes de profundizar esta critica, debemos efectuar algunas aclaraciones acerca de qué significa explicacién. Dentro de un marco de referencia cientifico, explica- 6a es simplemente demastaruna ariculacion constante de variables dentro de un SHIH ye a concurs vara entre las variables del Sistema Etat casores posible demostrar que el cambio proc er rela- Sibner odo peeaT¥cane rable on caibos en ota varables, los que * Originalmente publicads en 1962 como Archacalogy as Anthropology en AMERICAN ANTIQUITY, volumen 98, n°2, pgs. 217-225, Tracucico por Luis A. Orquera de la reedicién en Binford, Lewis R: AN ARCHAEOLOGICAL PERSPECTIVE, Seminar Press, Nueva York y Londlres, 1973, pginas 20- 32, Publicado con permisa del autor 9 u } 16 _LewsR, Bivona ino se rel con cambios en la estructura del sistema total, Este enfoque de la explicaci6n prestipone tratar con procesos, 0 sea con la accién y modificacin estruc- turales de los sistemas. Sugiero que los arquedlogos no han efectuado contribuciones de importancia a la explicacién en el campo antropolégico porque no conciben los datos arqueologicos como insertos en un marco sistémico de referencia. Ventas da- Sn ee “explicaciones” en funcién masde acontecimientos especificos que de procesos (ver en BuetinerJamush 1957 un anil= sis Wet particilarismo) : Losaarquedlogos presumen técitamente que losartefactos pueden ser tratados como “rasgos” iguales y comparables, independientemente de cual sea su contexta funcio- nal. Una vex qu se “definiei” semejaiizas y diferencias én Furicion dé ésos “rasgos" iguales y comparables, la interpretacin penetra en algo asi como un vacio teorético que concibe esas semejanzas y diferencias como resultado de “mnezclas”, “influencias direccionales" y “estimulos” entre “tradiciones historicas" definidias primordialmente sobre la base de continuidades locales o regionales en las poblaciones humanas, Creo que este enfoque indiferenciado y no estructurado no es adecuado, y que los artefactos que poscan su contexto funcional primario en dferentes subsistemas operativos del sistema cultural total mostrarén distintas semejanzas y diferencias sc- gtin como sea la estructura de! sistema cultural del que formen parte. Por otra parte, las distancias temporales y espaciales dentro y entre las grandes categorias funciona. lesvariardn de acuerdo con cial sea la estructura de las relaciones sistémicas entre los sistemas socioculturales. El estuclia de esas diferentes distribuciones puede propor cionar valiosa informaci6n en cuanto a la indole de la organizacin social dentro de sistemas socioculturales y al cambio de las relaciones en su interior. En sintesis, la explicacién de las semejanzas y diferencias entre complejos arqueologicos debe ser expresada en fancién de nuestros conocimientos actuales acerca de las caracteris cas estructurales y funcionales de los sistemas culturales Lasexplicaciones “hist6ricas” especificas, en caso de set demostradas, s6lo explicitan mecanismos det provés6 cultural; nada agregan a la explicacida de los procesos del cdmbio culturary la evolucién. En cas0"de-que-se pueda’demostrar que hiibéuna migracién, esa explicitacié-plantea un problema que debe set explicado: zqué-eir- cunstancias adaptativas o procesos evolutivos indujeron 4 esa migracion? (Thompson 1958: 1). Para clases de aconteciiiéntos historicos tales como migraciones, estableci- priento de “contactos" entre areas anteriormente separadas entre si, etc., debemos buscar las explicaciones en términos sistémicas. Sélo entonces podremos efectuar /@onteibuciones importantes-eir et Campo explicativo y proporcionar bases para nuie- vos avances de la teoria antropolégica Como ejercicio de explicitacién de los problemas metodol6g.cos aqui planteados, presentaré un analisis general de un enfoque sistémico particular, destinado a eva. Jar conjuntos arqueol6gicos y utilizar esas distinciones en wn intento por explicarwn grupo particular de observaciones arqueolégicas, Considero ala cultura c el medio extrasomatico por el que el organismo hu- mano sé adapta (White 1959: 8). Yo me intéreso Por todos los suibsistemas del sistema cultusal amplo que cumplan estas dos condiciones: 8) que sean extrasomaticos, o sea que para su definici6n o modificacidn estruc- | wv Aaqueotoath como mumorotocta turales no dependan de procesos biolégicos (esto no significa que sea imposible ver formas y procesos arraigados en procesos biologicos, sino solamente que la diversi- dad y los procesos de diversificacién no sean explicables en funcién de procesos bio- {ue su funcion se adapta al organismo humano ~coneebido genéricamen- te-a St ambiente total, tanto fisico como social Dentro de tal marco de referencia, resulta coherente considerar que itecnlogis (cuyos utensilios y relaciones sociales articulan los organismos con el ambiente fisi- co) se relaciona intimamente con la indole del ambiente. Por ejemplo, no seria razo- nable que esperemos encontrar gran cantidad de anzuelos entre los restos arqueolé- icos recientes del desierto de Kalahari ‘Ahora bien, no porque supongamos que exista una rel a enue el organism Womano y, su_ambi te dcbemos considerar este enfoqué como “dererminismo ambiental’, pues existe una variable interpuesta que es la culuua. En siiitesis;estamos hablando de sistema ecolégico {Steward 1955: 36). Podemos obser- var algunos requrimientos adaptativos que Son constantes en los individuos, y de igual manera ciertas limitaciones adaptativas por parte de clases especificas de am- bientes. Sin embargo, tanto las limitaciones como las potencialidades del ambiente deben ser siempre vistas en funcién de la variable intermedia en el sistema ecol6gico umano, o sea la cultura logicos lugidde grupos con similar nivel de complejidad social que habitan los bosques boreales (Spauldiig 1946) 6 cualquier otra zona ambiental grande. ETesiudio comparativo de sistemas culturales poseedores de tecnologfas diferentes en ambientes similares, o de tecnologias similares en ambientes dife onstituye un importante método al que Steward (1955: 36-42) llamé fiestas ira) y es ciertamente un medio valio~ so para aumentar nuestra compf€hsioi dé los procesos culturales. Tal método tam bién es Gtil para aclarar las relaciones estructurales entre grandes subsistemas cult rales (por ejemplo: entre el social y el ideolégico). Ahora bien, antes de iniciar esos estudios, los arquedlogos debemos tener la capa- idad de distinguir dentro del conjunto total de artefactos eudles son los elementos relevantes que tienen su contexto funcional primario constituido por los subsistemas social, teenoligico ¢ ideol6gico del sistema cultural total, No debemos equiparar “cul tura THaterial” C6it Tecnologia; tampoco debemos bitscar la explicacin de las seme- Janzas y diferencias observadas en la “cultura material" dentro de un marco tnico de referencia interpretativo. Con frecuencia se ha sugerido que no podemos excavar un sistema social o una ideologia. Aceptamos que es imposible desenterrar una terminologia de parentesco © una filosofia, pero podemos, y de hecho excavamos, elementos materiales que fun cionaron junto con elementos propios de la conducta dentro de un subsistema cult ral dado. La estructura formal de los conjuntos de artefactos sumada a las relaciones, contextuales entré Tos diveisos élemento# dehert présentar ~y de hecho lo hace un cuadro-ststemico'y comiprensible de todo el sistema cultural extinta, El intento de Tos AFGUEOIOgSS por explicar cicrtas semejancas y diferencias forniales, espaciales y tem- Porales dentro de un tinico marco de referencia no es mas justficable que el caso de Con tal enfoque, no-debemos sorprendernos de observar semejanzas en la teen . sily i 48 De \ — IDTOVIt CO algiin emégrafo que trate de explicar tanto las diferencias en la terminologia de parentesco como en los niveles de integracién sociocultural, los estilos de vestimen- tay los modos de transporte a partir de las mismas variables o dentro de un mismo ‘marco de referencia. Dentro de un sistema cultural integrado, esas clases 0 elemen- tos se articulan de modo diferente, de alli que sean distintas las variables pertinen- tes que se relacionan con cada elemento y debido a las cuales muestra tna conco- mitante variaci6n. Este hecho elimina la posibilidad de una explicacién basada so- bre un marco de referencia tinico. Los procesos de cambio pertinentes a cada uno differen debido a las is{miles formas que toman para contribuir al sistema adaptativo total Les R Binrowo Segiin esta linea de razonamiento es coherente afirmar que como arquedlogos debemos enirentar el problema de separar los artetactos tecndmizas de otras formas de artprictos}‘Técnémico race referencia a los artefactos Gue Poseed un contexto fun- ional primario.en-contacto directo con el ambiente fisicg. Se ha tomado la variabili- dae Tos componentes tecndmicos de los conjuntos arqueol6gicos como explicitable primordialmente en el marco de referencia ecolégico, Aqui debemos preocuparnos por fenémenos tales como eficiencia de extraccién, eficiencia en la ¢jecuci6n de ta- reas biocompensatorias, por ejemplo la conservacién del calor, la indole, la distribu- ibn, la densidad y el lugar de obtencién de los recursos disponibles, etc. En esta area de estudio y explicacién, los arqueédlogos pueden efectuar contribuciones directas al ‘campo antropolégico, Podemos correlacionar directamente ekmentos tecnémicos con variables ambientales, pues por datos independientes podemos conocer cuil era la distribuci6n de la flora y la fauna fésiles (lo que nos da la incole de los ambientes He desapaecidon) categoria de artefactos recuperados por los arqueslogos pueden ser lana wold Zaid] E8W6s artefactos son los clementos materiales cuyo contexto fun- cional primario residia en los subsistemas Sociales del subs on grupos cohesivos con capacidad de oe badooasin mismos y dé manipular la tecnologia. En esta categoria quedan incluidlos artefactos tales cm de un rey, a de va cise Ba ero, los cobres dé Ta Costa Noroesté; ete. 7 ‘Los cambios én la relativa complejidad del componente sociotécnico de un con- Junto arqueolégico pueden estar relacionados con cambios en la estructura social representada por ese componente, Pero los procesos evolutivos que permiten expli- car los cambios estructurales operados en fenémenos sociales no son los mismos pro- cesos que se refieren a los cambios estructurales ocurridos en fenémenos tecnologi- cos, Para tratar de explicar el cambio social se deben tomar en cuenta factores tales como la demografia, la presencia o ausencia de competitividad intergrupal, etc, tan- to como los factores basicos que afectan al cambio tecnologico. No s6lo son distintas las variables pertinentes: cuando hablamos de artefactos sociotéenicos existe otra diferencia, La explicacién de la forma y la estructura basiea del componente sociotécnico de un conjunto de artefactos se apoya sobre la indole y la estructura del sistema social al que ese componente pertenece. Las diferencias y los cambios observables en los componentes sociotécnicos de conjuntos arqueologicos "I: v g t t L 8 / AnQUEOLOGIA COMO ANTROROLOGEA 19 deben ser explicados con xeferencia,a cambios estructurales en el sistema social y en funcién de procesos de cambio y evolucién sociales. Por lo tanto, los arquedlogos pueden contribuir inicialmente de modo sto indi- recto a la investigacion de la evolucién social. A mi entender, el estudio y la determi ‘én de correlaciones entre tipos de estructura social clasificados a partir de rasgos de comportamiento y tipos estructurales de clementos materiales constituye una cle Jas grandes areas de investigacién antropol6gica que todavia debe ser desarrollada. Alo después de que tales correlaciones queden establecidas, los arquedlogos podran ‘enirentar los problemas del cambio evolutivo en los sistemas sociales. Mi opinion es {que s6lo cuando poseamos toda la extensi6n temporal de la evolucién cultural como “laboratorio” podremos efectuar avances sustanciales en esta Area critica de la inves- figacién antropol6gico-social Laterceragran clase de element temente recuperados por los arqueélo- [tsi denominadosCartefatosideciéenieg. Estos objetos tienen su comtexto fu ional pri @l ingrediente ideoldgico del sistema social, Se trata de los cle- adlemais, proporcionan ¢L medio simbélico én el cual los individuos ests ifralmente implicados (Jo qe es necesaia 5 van a asumit su papel com parti és funcionales del sistema social). En esta € general entran elementos tales coho Tiguras dé deidades, simbolos de clangs, simbolos de agentes naturales, ct. ‘Fir ita seri€ de objetos, la diversidad formal -tanto en la complejidad estructural cama en las rlases funcianales- se relaciona por la general con cambios en la estric= tura de la sociedad. Por lo tanto, las explicaciones deben ser buscacias mis en la situacién adaptativa loéal que en el terreno de las “explicaciones historias". Al igual gue en el caso de los objetos sociotéenicos, debemos tratar de establecer correlacio- nes entre clases genéricas del sistema ideolégico y la estructura del simbolismo mate- rial. Sélo despues de haber quedado establecidas tales correlactones, los arquedlogos podrn estudiar de modo sistémico este componente del subsistema social Estas clases genéricas de artefactos esta sadlas por caracteristicas formales a las rente en funcién de la indole de la materia prima, de la técnica de | la Variabilidad en la estructura de los subsistemas tecnologicos y sociales del sistema” sattaraltotal. Se considera qite la fancién primordial de esas cualidades formales es proporcionar un ambiente artefactual simb6licamente diverso pero incisive, que pro- nfovérla la solidaridad grupal y serviria como base para que un grupo adquiera co: cremrive Wentidudl Psa sre ‘pansistémica de simbolos seria el medio dé étieiilturacion SIVIGE para Feconocer la caucterizaciOn social. "Una de ls principales furiciones de-tavarres en Cito comunicacioir & FeTSFPAT Ta reeiicias, Costumbres y valores” (Benny Hie THE: B48) tradiciones estilisticas es considerada correlacionable, on a a la, con la extensidn de las areas de comunidad en los niveles de com- Ty cit €l modo de adaptacién. Los cambios en la distribueioit témporo- ‘SPacial de tipos estlisticos estarian relacionados con cambios en Ia estructura de los sistemas sociocuiturales, producidos sea a través de procesos de evoluci6n in sity, sea _ Po eambios en cl ambiente culturalal que estin adaptados los sistemas socioculturales “ae 20 Lawns R. Bivona fndose por lo tanto cambios evohuvox Se piensa quelosrangosestlisicos be pueden esidiarcon mayor provecho cuando cl objeto que debe ser expictado eh consiuido por problema ie origen inca, migracioneincractén entre gr ese cca eee een esate emer ee adaptativo total del sistema sociocultural en cuestidn. En este campo de estudios, los anjuedlogosexamnon on excelente poscién para efectuar contibuelones importa tna capo general de la Autropotoyia, pues podcines walnjar dreciamente en Cambio etfsdco, srceiones de ldifustn etfadcay estabiida deta coninuidnd vtunege-de haber identfcado tres clases funcionales genéricas de artefactos (iSendmicas, sociotécnicas e ideotécnicisy 7 Gna categoria Ue rasyos estilisticos de tobias cararteriads toda cls por diferentes faciones dentro del sistema cultural ‘oid, y correspondientemente diferentes procesos de-cambio, sugicro que nuestra actual orientaciOn tedrica es inbuficiente e inadecuada para intentar explicacionés Siig que ln cxplcicin de einejanray diferencias entre conjuntor arqueot6gr a eens ea rarer Gitsrcnins dentro decadn una de emu grances ategoriz,ailodesputs deal elu Gao peta cee clear rine anor TLuego de esta breve y muy simplificada introducein, me volearé hacia u(t jen plo especifico: cl complejo Cobre Antigo (Wiktry y Riventhaler 1956), Hace tiemp ae ee act ee ements cuatro ep rplo de "degeneraion pes te iste el pertod Areal ae confecionaban hermoseny meloresutcoliesultaros Caveat tare ait epee cee cate re ee ds primordiaanente para la proclon de objets no wires (Grin 1952: 380) Explorar eta itercente station en funcion de lon siguiemes apectas: ieee epee ae pseu 2) generalivaionesprvamntecfecuadas acerca dela indole del cambio cul a 'y una serie de hipétesisrespecto dela relaciones entre iertas formas de art Ee ca es cars ea aaa Snide Iara repre Guano s pens en lo artefacts de cob ples del comlelo Care Antiguo, Ja presuncién normal es que serfan primordialmente tecnémicos (manufacturados fraser usados ern enuento dgeto con el ambiente fie) Se supone por lo Te ce a cae areas equal wT Sa FLA segues, debe sa durabdbded y 2b prema naperioridad para aa tareps de conty perforation, Una gencraliactn habitual conse en dest que en el dominio. tecnolégico las formas més eficientes tienden a reemplazar a las menos eficientes; el Caso del Cobre Antiguo parecer ser wna excep, i aariear ec esau wena ene eee tituye s6lo uno de los lados de la moneda.La eficiencia adaptativa también debe ser cxatinada en fancin de In sonoma sea dei puto deo gis rete x COMET cide RETRO 28H 5). Fara que un wens sea alapatnamente-mds cficiente que otro, o Bieirdebe bajar el gaxto de envergla por unidad de conservacion della durante la gecucién de Ia tarea, 0 bien debe auménur la conser vicién-de | Anqueoiacia Como aNTROROLOIA 2 energia p Ie ejecuci6n en relacién-con-un gasto constante de energia du- ia confecciGn del utensilio. Desde este punto de vista podemas cuestionar la idea'de qUélos utensiios de cobre habrian sido tenolbgicamente més eficientes que sis €quivalentes funcionales en piedra o en hueso. Ta produccin de utensilios de cobré con las técnicas que eran empleadas para manufacturar los utensilios de la cultura Cobre Antiguo ciertamente requeria gastos ‘enormes de tiempo y de trabajo, Las fuentes de las que se obtenfa el cobre no estan ‘en las reas en las que se hall6 mayor densidad de implementos de la cultura Cobre ‘Antiguo (Wittry 1951), por lo que para obtener materia prima sc presentaba el pre- reqquisito de viajar hasta tales fuentes, o al menos establecer redes logisticas fundadas sobre lazos de parentesco que cubrieran areas grandes. Mas gastos de tiempo y traba- jo eran requeridos por la extraccién del cobre con las primitivas técnicas de mineria ‘jemplificadas por los povos aborigenes de Isle Royale y de la peninsula Keenenaw (Holmes 1901). En cambio, las materias primas para confeccionar los equivalentes fancionales de tos utensils de cobre podian ser obtenidas normalmente en forma local, al menos dentro de los limites de un ciclo de explotacién anual. La extraccion consistia en to esencial en un proceso de recoleccién que no necesitaba técnicas es- peciales y que podfa ser cumplido de modo incidental mientras se cumplian otras {areas, Es indudable que, en comparacién con otras materias primas como la piedra y el hueso, y debido a la distribuci6n de fuentes de materias primas y a las técnicas de textraccin, el cobre requerfa un gasto enorme en términos de tiempo y de energia. La fase referida al proceso de confeccién de utensilios parece presentar respecto del gasto de energia una relacién igualmente nebulosa. Por lo comin, la transforma: ci6n de cobre en un artefacto terminado requiere que se separen del metal impure- zas cristalinas, Lego de esa fase, el procedimiento normal parece haber consistido en golpear ~y parcialmente achatar~ pequelios fragmentos de cobre, que después eran martillados juntos para “construir” un artefacto (Cushing 1894). Una ver.que se habia logrado la forma general, eran necesarios nuevos martillamientos, restregamientos y pulimentos. Picnso que este proceso debié de haber consumido mis tiempo que dar forma y terminar wn artefacto de piedra tallada, ¢ incluso que la técnica de picado y restregamiento que se aplicaba a la confeccién de utensilios de piedra alisada. El gasto de tiempo y energia requerido por la preparacién de wtensi- lios de cobre debi6 de haber sido mucho mayor que el necesario para confeccionar sus equivalentes funcionales en hueso o en piedra Si pasamos ahota al problema de la conservacion de la energia durante la ejecu- ci6n de la tarea, podemos preguntar qué rasgos diferenciales existieron, Parece bas- tante seguro que el cobre duraba més y que podfa ser utilizado durante un tiempo :ds largo. S6lo los experimentos pueden determinar en qué medida habia difercn- Cias entre el cobre y la piedra en cuanto alas funciones de cortar y perforar. Al tomar en cuenta todos los datos la cualidad de mayor durabilidad parece haber constituido el Sinico aspecto posible que compensara las diferencias en el gasto de energia entre pie- dra y hueso por un lado, y cobre por el otro, durante la obtencidn y cl procesamiento de materia prima, Qué indicios existen que sugieran que la durabilidad era en efecto la cualidad compensatoria que tornaba los wtensilios de cobre en més eficientes? “Todos los datos disponibles sugieren una interpretacion contraria. En primer I 2 Lewis R. Buono gaz, no tenemos evidencia alguna de que la materia prima haya sido reutilizada con Cierta frecuencia lnego de la rotura o del desgaste del utensilic, De haber sido ése el caso, podriamos esperar encontrar una carencia general de piezas maltratadas y “gas- tadas" y algunos ejemplos de piezas retrabajadas, Por el contrario, os indicios de uso constituyen una caracteristica frecuente de los especimenes recuperados y en mi co- nocimiento las piezas retrabajadas son poco comunes o desconocidas. En segundo Jugar, cuando hallamos utensilios de cobre en un contexto arqueol6gico primario, asi invariablemente forman parte de ajuares finebres; si en larelacién de eficiencia el factor compensatorio hubiera estado representado por la duabilidad, sin duda deberia haberse establecido algdn mecanisino social que consetvara los utensilios de cobre como parte activa de la tecnologia. Esto no parece haber sido el caso Dado que la durabilidad puede quedar excluida como factor compensadar, debe- mos deducir que los uteisiios de cobre vis Fesultabmn tecnolégicamente més eficien- ta 5 jtvalentes furicionales en’piedra‘o en hueso, Luego dé aleatizar esta “conclustén”, debemos explorar el problema de la aparicién inicial de utensilios de cobre y examinar la ya mencionada observacin de wn desplazaimiento en la wtilizae cién del cobre desde la confeccién de objetos utilitarios hacia los no utilitarios, Pro- pongo que tanto ese cambio como la aparicién inicial de los utensilios de cobre puc- den ser explicados por la hipétesis de que no hayan funcionado como objetos pri- mordialmente leendmicas. Sugiero que, tanto en Ia cultura Cobre Antiguo como en posteriores sistemas culturales mas meridionales, el cobre habria sido utilizado prin- cipalmente para la confeccién de objetos socctsonias Fried (1960) analiz6 algunas distinciones pertinentes entre sociedades, con refe- rencia a los sistemas de jerarquizacién social. Las sociedades con bajo nivel general de complejidad cultural, medida en términos de especializacién funcional y de dife renciacin estructural, normalmente poseen sistemas “igualitarios” de clasificacién social. El término “igualitario” significa que ~dentro de los limites de ciertas clases de sexoy edlad-las posiciones de mayor status estin abiertas a todas las personas que por sus caracteristicasfisicas y mentales sean capaces de obtener mejores resultados en el enfrentamiento con el ambiente. En las sociedades de mayor complejidad, la categorizacién por status puede ser menos igualitaria, Cuando el mecanismo primor dial de eategorizacién de status es el ordenamiento por jerarquias, las posiciones de siatus son cerradas. Hay categorizaciones que no se basan solamente sobre las capaci dades fisicas y mentales de una persona, Un ejemplo clisico de ordenamiento formal es el que muestran las sociedacles con organizacién social arborescente (Sahlins 1958; 139-180). En este tipo de socic- dades, el status est determinado por el grado de proximidad en la descendencia desde un antepasado comin, El status mas alto ¢s asignado a quienes figuren en la linea directa de descendencia, computada en funcién de las primogenituras, mien- tras que las Fineas de descendencia no primogénitas ocupan posiciones de menor status, acordes con su grado de proximidad a Ia linea directa. ‘Otra forma de sistema incernamente jerarquizado esaquella cn la que la obtencién ddc determinadas posiciones de status esté cerrada para todos salvo para los miembros de un grupo particular de parentesco, pero abierta en sus distintos grados sobre base igualitaria para los miembros de ese grupo particular de parentesco. | | Arqueoioch coo smmoroioata Se conocen otras formas de jerarquizacién de status, pero a los efectos de este andlisis bastard con la gran distincién entre sistemas igualitarios y sistemas jerarquizados, Propongo que deberia existir una relaci6n directa entre la indole del sistema de categorizacién de status dentro de una sociedad y la cantidad, forma y estructura de los componentes sociotéciiicos del conjunto arqueolégico correspon diente. En las sociedades igualitarias, los usado8 Tethimicamente o que de hecho no lo hayan sido de ese modo, sino tan s6lo que la presencia de esos objetos en el conjunto arqueolégico se explicarfatinicamen- te por referencia al sistema social Dentro de tal sistema, la estructura de los componentes sociotécnicos en cuanto a las relaciones “contextuales" debe ser sencilla. Varios simbolos de status habrian po- dido ser poses por casi todos los individuos dentro de los limites de las clases de edad y sexo; dentro de esas clases, la diferenciacién habria sido prineipalmente cuan- Gitativa y cualitativa, no por exclusion formal de formas que hayan sido particulares de grados especificos de status. La medida en que los simbolos sociotécnicos de status sean utilizados dentro de un grupo igualitario estar mayormente relacionada con el tamaiio del grupo y con Ia intensidad y continuidad del conocimiento personal entre todos los individuos que compongan dicha sociedad, Alli donde e! tamaiio pequeiio del grupo y la falta general de interaccién con grupos vecinos constituyan las pautas normales, seré baja la abundancia de simbolos de status. Alli donde el tamaiio del grupo sea grande y/o donde las relaciones intergrupales sean intensas, con lo que disminuyen la intimidad y la familiaridad entre los individuos interactuantes, deberia hhaber un uso mayor y més generalizado de medios materiales de comunicacin de status Otra caracteristica de la manipulacién de simbolos de status en sociedades con sistemas fundamentalmente igualitarios de categorizacién de status, seria la destruc- cidn de los simbolos de status de cada individuo al producirse su muerte. Al ser ‘gualitaria la adquisici6n del status, los simbolos que lo rellejan serian personales y no podrian ser heredados como tales. En esos grupos, los posibles mods de disponer de Jos objetos simbolizantes del satus cuando muere su poseedor consistiian en inclu Jos en Ios ajnares fiinebres o destruirlos por entero. En cambio, en las sociedades en las que la categorizacién de status ticnde a ser de tipo no igualitario, los simbolos de status deben tener forma mis esotérica. Por lo coméin, esa forma estaria determinada por el simbolismo ideolégico, que racionaliza Y enfatiza al sistema jerérquico interno espectfico o a los medios para segmentar la sociedad. La estructura del componente sociotécnico del conjunto debe ser ms com- Pleja; su complejidad debe aumentar en relacién directa con la del sistema jerarqu 0 intemo. La posesién de ciertas formas puede queda restringida exclusivamente a detcrminadas posiciones de status. A medida que erezca el grado de complejidad de ta jerarquia, se producira un similar aumento en la diferenciacién de asociaciones 2s Lem R. Binsoro contextuales en forma de distinto tratamiento de los muertos, acceso disimil a bienes y servicios, segtin lo pone de manifiesto la distincién formal y espacial en viviendas y reas de almacenamiento, etc. También podemos esperar diferenciaciones en las cla- ses mismas de simbolos de status, entre los que eran personalesy los que eran utiliza- dos por custodios. Asimismo podemos esperar que, a medida que aumenten los me- canismos de adscripeién de status, al tiempo de morir un individuo sus simbolos de status serdn mas frecuentemente trasmitidos en forma hereditara, Es indudable que estas sugerencias deben ser formuladas como hip6tesisy veri cadas con datos etnograficos. No obstante, espero que sean suficientes como base sobre la cual poder ofrecer una hipétesis explicativa acerca de los materiales del Co- bre Antiguo a modo de ejemplo de la potencial utilidad de este tipo de enfoque sisténieo de los datos arqueol6gicos Sugiero asi que los utensilios de cobre de la cultura Cobre Antiguo habrian tenido su Contexié funcional primario coms sinibolos de status, logrado este uliirno en un sistema cultural posedor de un sisiéina igualitario de categorizaciin de status. Las Paulas de asentamiento y el nivel general de desaFollo cultuFal sugerido por los res {0s arqueol6gicos son compatibles con una integracidn sociocultural en el nivel de bandas (Martin et al, 1947: 299), nivel en el que predominan los sistemas igualitarios de categorizacion de status (Fried 1960). La forma tecndmica, la aparente falta de cficiencia teenémica, la relativa escasez de los artefactos dé Cobre su frecuente apa- Ficidh en inhumaciones sugicren que su funiciéipiimatia Habria sido la de servir ‘aria ohjetos sociotécnicas. AL haber leanzado esta “conclusion” quedamos en con- diciones de plantear interrogantes en términos sistémicos respecto asus perfodos de parici6n y desaparigién, como también en cuanio a la transformacidn de los objetos de,cobre en formas no utilitaria en los sistemas socioculturales mas tardios del este de’América del Norte " Propongo que la aparicién inicial de utensilios de cobre formalmente “utilitarios” cn la regi6n de los Grandes Lagos sea explictada en funci6n de una expansin de la poblacion de la regién nego del estadio Nipissing de los antiguos Grandes Lagos. El aumento en la densidad de poblacién habria sido resultado de aumentos en la pro- dluctividad luego de un desplazamiento hacia la explotacién de los recursos acudticos durante el estadio Nipissing. Ese incremento de poblacién es demostrable genérica: mente en funcién de la mayor cantidad de sitios arqueol6gicos que pueden ser adscriptos al periodo post-Nipissing. También el paso hacia la explotacian de recu $08 acuaticos es demostrable, pues en los sitios de ese period aparecen por ver pric ‘mera restos de peces en cantidad y los sitios ce ocupacién fueron elegidos en la cerca. nia de lugares prominentes de disponibilidad de recursos acuticos para la explotir ci6n. Propongo asimismo que, con el aumento de la densidad de poblacin, las pre siones selectivas que alimentabvan la comunicacién simbdlica del status (opuesta ala dlependencia de reconocimientos de status personales sobre la base del desemperio de roles diferentes) habria bastado para producir la aparici6n inicial de una nueva clase de objetos sociotécnicos: simbolos de status que en su forma eran tecnémicos, 1a falta de perduracién de ta prictica de la manufactura en gran escala de utens- lios de cobre en la regién de los Grandes Lagos puede ser explicada en funcién del cambio de estructura de los sistemas sociales de esa érea durante la época Woodland. “Anqueotoclh como avTeOrOLOGtA 2s 5 e los comienzos del Woodland esta ipo exacto de estructura social que era tipico de lo porel momento mal eomprendido, Me gustaria sugerr que entre el Arcaio finaly el Foodland inical habria ocurrido un gran eambio estructural, probablemente en d- reccién de tna base sencilla de clanes y mitades en cuanto a la integraci6n social, a lo que habria correspondido una transformacién en los sistemas de categorizacién de status y Ia obsolescencia de los antiguos medios materiales de comunicacién de status. La presencia de utensilios de cobre de forma esencialmente no wtlitaria en com- plejos tales como Adena, Hopewell y Mississippi es ciertamente explicable en térmi- nos de sus funéiones sociotécnicas dentro de sistemas sociales mucho mas complejos. as tardias, la ca no tenia basamento pura- En esas sociedades mas tardias, la categorizaci6n de status P mente igualitario; las formas de cobre no utilitarias con que se simbolizaba el status habrian sido formalmente conmensurables con las racionalizaciones ideolbgieas para los diversos sistemas de status adscriptivo, . plicativa tiene La ventaja-de-“explicaz” ‘0 de aparici6n del cobre y, probablemente, de otros materiales Es @ ePmome “ex6uitoE en el perfodo Arcaico tardio; oe forma de los objetos de cobre; sus relaciones contextuales observadas con frecuencia, como por ejemplo la colocacién en inhumaciones; (4)su desaparicién, la que te tecndmicos- constituiria un peluno del cubic en lan posterioves-eindudablemente més complejax ult ras dete do Estades Unidos para confectonar cas on elisa objets “no vin cori explcavafueproptesta sobre la base de nformacién disponible en este momento, Cuando se disponga de mas datos, esta teoria podré sostenerse -0 no- como explicacién correcta del “problema Cobre Antiguo”. Sin embargo, sugiero que tal explicaci6n inclusiva s6lo podré ser ofrecida dentro de un marco de referencia sistémico. Aquf yace la ventaja del enfoque sistémico. Lea Arqucologia debe aceptar un papel de mayor responsabilidad en la biaqueda de los objetivo de la Antopologa. Mientras as enorme cantidades de datos mane- jados por los arque6logos no sean utilizadas para solucionar problemas vinculados con la evolucién cultural o con el cambio sistémico, no solamente no estaremos con- tribuyendo a ese progreso: estaremos retardando el logro de tales objetivos. Como arquedlogos, dispanemos.de. gran. varlabildad y.de.una gran. muestra de sistemas” cculturafes; en esto diferimos de los etndgrafos,limitadosa los pequeiios y formalmen- te limitados sistemas culturales que existen en fa actualidad, Losarquedlogos deben figurar entre quienes estan mejor calificados para estudiar y someter a prueba directamente hip6tesis acerca de procesos de cambio evolutivo (en particular procesos de cambio relativamente lentos) o que postulen prioridades procesal-temporales en relacién con sistemas culturales totales. Para ello, deben mo- dificar la falta de preocupaciones te6ricas y los intentos relativamente ingenuos de explicaci6n que los arqueslogos proponen habitualmente. He sugerido algunos caminos que pueden constituir un comienzo de ria transici6n hacia un enfoque sistémico de la eultura, yhe postulado v de haber funcionado como objetos primordialmen- ‘a argumen: 2 Lewis R. Bison {acién especifica que espero que muestre la utilidad de tal enfoque. El potencial ex: plicativo que posee este acereamiento interpretativo ~aunque limitado y muy especi fico- quedara claro si recordamos problemas tales como la “difusion de un culto funerario Woodland inicial por el Nordeste” (Ritchie 1955), la aparicién det “culte Buzzard” en el Sudeste (Waring y Holder 1945) o la “decadencia Hopewell” (Griffin 1960). En mi opini6n, mientras no comencemos como arqueslogos a pensar nues trosdatos en funci6n de sistemas culturales totales, muchos de esos “enigmas” prehis. (6ricos quedaran sin explicar. Como arqueslogos, al tener como nuestro “laboratorio” tcda la extensién de la hisiormr euttarat-no-podemos conservar muestias cabezis tebricas enterradas en la iene, Debemos asumnir plenaitiénte miestia porcidn de responsabilidad dentro de la AntFoPologia. Ese cambio puede provocar un gran avance en el campo especifico de Ja Arqueologia y sin duda haré progresar la Antropologia general. 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No obstante, en lo que a mf atafie, mucha de esa literatura oscurece los problemas, al ‘menos los que he intentado poner de relieve durante un considerable periodo que incluye reflexién, investigaciOn, redaccién y enseiianza, No offeceré aqui una eritica ‘exhaustiva de los lebates en curso, sino apuntaré més bien a ciertas diferencias entre mis enfoques sobre la ciencia arqueol6gica y los puntos de vista de algunos de quie- nes son genéricamente agrupados conmigo como “nuevos arquedlogos”, Al hacerlo, = intentaré mostrar que la comprensién es dificil de lograr, y que malentendidos y con- S42 -fusiones son habituales entre los cient{ficos de distintas posturas. | Elaspecto mas cominmente citado y debatido de cuantos he intentado remar- ‘ar es que, para ser productivo, un cientifico debe actuar con conocimiento auto- = consciente de las ideas y presunciones mediante las cuales avanza. He sugerido que Jos hechos no hablan por si mismos: los enfoques pretendidameitie-inductivistas ‘que buscan generalizaciones empiricas no nos conducen hacia la explicaci6n ~y, Por consiguiente, hacia Ia comprensién- de los hechos observados. He sugerido {que un pre-requisito de logros cientificos es la wtilizacién autoconsciente de méto- dos deductivos. Desde que aparecieron esas sugereneias, se han intentado muchas _ dBiwiostraciones y discusiones programaticas de ellas. Mi impresin es que, en su ™ayoria, han sido engafosas o han constituido simplemente lisas y lanas distorsio- hes del método cientifico. Permitaseme remarcar este punto: los métodos cientificos estin destinados a eva _ liar ideas. En tales evaluaciones, la ciencia trata de emplear materiales empiricos 5 For lo tanto, el problema que todo cientifico debe entender es cémo se pasa desde las Qziginalmente pubiicacdo como Introduccion en FOR THEORY RUILDING IN ARCHAEOLOGY, SSAYS ON FAUNAL REMAINS, AQUATIG RESOURCES, SPATIAL ANALYSIS, AND SYSTEMIC MODELING (compil: Lewis R. Binford) Academic Press (coleccin Studies n Archacology), 1977, ginas 1-10, Publicado con permiso del autor. Traducido por Luis A. Orquera, ao ___tews , yoo ideas hacia los hechos w observaciones ya su turno—cémo se puede luego relacionar los hallazgos empfricos con las ideas en alguna forma que resulte evaluativa, Muchos que han quedado confundidos en torno de esos aspectos tienden a ver los materiales empfricos como fuente o inspiracién para las ideas. Esto puede ser verdad en muchos casos, pero la ciencia no se inieresa directamente por las fuentes de las ideas: su preocu- paciGn primordial es sélo evalwar las ideas una vex que han sido presentadas. En este punto, el lector puede plantear justificadamente interrogantes acerca de las clases de ideas que los cientificos buscan evaluar. Son todas las ideas y conceptos objetivos validos para la investigacién cientifica? En cierto sentido, la respuesta es afirmativa, ;pero también es negativa de muchas maneras que son importantes! El método cientifico se dirige hacia la evaluacién de teora: la introduecién de este térmi- no implica que no todos los conceptose ideas son aspectos de lz teoria, si bien toda teoria tiene cardcter esencialmente ideacional y conceptual Al moverse entre ideas acerca del mundo en que vivimos y las observaciones empi- ricas acerca de ese mundo, el cientifico debe enfrentar un gran problema: ¢qué signi- ficado debe atribuir a las observaciones empiricas? Sélo cuando se ha otorgado wn significado a las observaciones empiricas podemos comenzar a discutir Ia indole de su pertinencia respecto de las ideas. Es decir: para discutir la utilidad de nuestras ideas s6lo podemos utilizar observaciones empiricas que sean pertinentes. La perti- nencia es establecida mediante argumentos que traten de garantizar que ciertas ob- servaciones particulares nos suministran informacién confiable e inequivoca acerca de ciertas condiciones 0 estados de sistemas o de variables. Tales argumentos son siempre emitidos en funcién de los significados asignados a las observaciones, no simplemente en fncién del caracter de las observaciones en si Por ejemplo: si tenemos la idea de una variable ~como puede ser la presién demo- grifica~ podemos preguntar de inmediato qué observaciones empiticas nos propor ionaran informacién que sea confiable ¢ inequivoca en cuanto ala condicién asimi= a por esa variable en diferentes emplazamientos. Debemos contar cantidades de sitios arqueolégicos, cantidades de tumbas, eantidades de cacharros rotos, etc., por unidades de tiempo? Solo si podemos proponer algiin argument sélido en apoyo de la pretensidn de que cierta clase de material empirico nos da informaci6n confiable y segura acerca de la presién demografica, habremos otorgado significado a ese mate- rial a través de una definici6n operativa de la presi demogeafica. A su turn, simulta neamente habremos planteado una convencin para asignar significado a una clase e+ pecifica de material empirico, Una definicion no es una hipétsis. Una definicion especifica la relacién de un con- cepto, palabra o frase con una clase de experiencia empitica u observacional. En cambio, una hip6tesisafirma que existe ciertarelaci6n entre dos o mas variables i dependientemente registradas de las cuales se dice que acttian en el mundo empiri- co, Guando se somete a prueba una hipotesis, el centifico debe emplear instrumen- tos independientes para medir las miiltiples variables. Debe contar con definiciones operativas de las variables mencionadas por la hipétesis, ya su tuxno debe especificar cl caracter de la interacci6n prevista entre las dos o més clases de materiales observacionales que han sido definidos.

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