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Alba Lpez, 2C

Antes de nacer, el beb ya tiene las papilas gustativas desarrolladas, dispuestas a proporcionarle
los sabores. An dentro del tero el beb saborea los alimentos que su madre consume por
medio del lquido amnitico. Se ha comprobado que los bebs recin nacidos prefieren el sabor
dulce, pero los primeros meses de vida de los bebs no dan lugar a experiencias muy variadas,
porque solo conocen la leche materna, o el sabor del bibern. Dichas fuentes de alimentacin
poseen un sabor dulce, y los receptores bucales del dulce estn conectados con partes del cerebro que
controlan la liberacin de endorfinas que bloquean el dolor y provocan placer . Expertos afirman que
cuanto ms dulce es el lquido amnitico, ms traga el beb, lo que puede influir en su
preferencia al nacer. Ocurre una asociacin entre el sabor dulce de la leche materna y la
proximidad y afecto a la madre, as como el hecho de que le resulte familiar el sabor por haberlo
ingerido en el lquido amnitico, por lo que hay una preferencia innata por lo dulce. Otras
teoras aseguran que es producto de la evolucin, el beb prefiere de manera innata los sabores
dulces porque contienen alto grado calrico.
A partir de los 4 meses aproximadamente se ha comprobado que cambian su preferencia a los
sabores salados. Esto es debido a que los cuatro meses es el punto clave en que el beb
comienza a variar su dieta ms all del bibern, por lo que, al probar alimentos como las
papillas, desarrollan una preferencia al sabor salado, ya que es el estmulo novedoso. Hay
cientficos que aseguran que no captan el sabor salado hasta una vez cumplidos los cuatro meses
de vida, ya que las papilas no son capaces de distinguir las propiedades del sodio. Esto se
demostr en los experimentos de Rosenstein y Oster (1988) y ms tarde Steiner (1973, 1977,
1979, 1983) lo termin de confirmar mediante experimentos en los que ponan distintos sabores
a bebs recin nacidos. Para el sabor dulce, sus msculos se relajaban y hacan signos de
succin; para el amargo, entreabran la boca; para el cido, apretaban los labios; pero para el
salado, no haba una mueca concreta, por lo que se dedujo que el sabor salado no se detecta
hasta los 4 meses.

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