Sei sulla pagina 1di 1

Caras

Conozco muy bien el asco que producen las personas que no saben hablar y
slo demuestran su molestia con el rostro. Claro que es asco, tambin
repudio. Cmo es posible que siendo animales humanos, recurramos a hacer
muecas para representar nuestros disgustos? Todos entendemos que los
movimientos corporales son inevitables, y eso no es algo contra lo que vayan
mis palabras. Estoy en contra -porque conozco muy bien el asco- de que no
sean capaces de hablar. Incluso aunque no mencionara esa sensacin, si
entendemos que contamos con la palabra para expresarnos, es irracional no
hablar para comunicarnos.
Desde la infancia viv entre caras. Me seguir sorprendiendo que las
personas no se den cuenta que son similares a sus progenitores. Nos
parecemos tanto fsicamente, como 'mentalmente', para usar el lenguaje
coloquial. Y por qu digo esto? Porque hay personas que recurren al
carastismo -vamos a llamarlo as- y es el caso que segn ellos, detestan esa
actitud. No ven que -por poner un escenario especfico- si a caso su padre
tambin sufre de carastismo es probable que ellos sean as y, a pesar a de
ello, creen que no lo son. No se han mirado lo suficiente.
El hecho de estar aqu es ya detestable, aunque haya cosas que nos
pongan contentos. Toparse y TENER que vivir con personas que sufren de
carastismo, es terrible. Estoy seguro que es muy poca la gente la que se
toma en serio sus actitudes -me refiero a cmo se comporta-. Son como una
mquina que tienen tales caractersticas y ya nunca tendr actualizaciones,
salvo las que puedan venir por el cansancio, pero incluso los metales se
oxidan y se vuelven moldeables con el tiempo. No difieren en nada de esos
metales. En cambio -pocos, seguramente-, son como mquinas que
entienden que se pueden modificar a s mismas, que esta tarea no es fcil
dado el material que ya tienen -llmenlo genes, si quieren-, sin embargo,
HACEN para conseguir un resultado. Y lo anterior no es por coaccin o por
algn vnculo con esa idea de 'cambiar para alguien'. Si somos lo
suficientemente razonables, entenderemos que hay actitudes nuestras que
daan a otros, y que -insisto- dado el hecho del detastibilismo vivencial
-llmemoslo as, ya que estamos inventando cosas-, no hay buenas razones
para hacerlo ms detestable. Y no slo para los que nos rodean de manera
cercana y lejana, tambin para nosotros. No tenemos porqu olvidar que en
muchas situaciones el problema somos otros.

Potrebbero piacerti anche