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Úselo y tírelo: Nuestro planeta, nuestra única casa
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Úselo y tírelo: Nuestro planeta, nuestra única casa

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About this ebook

El colapso ecológico –y el discurso que insiste con la catástrofe planetaria– se han vuelto parte de nuestro sentido común. En esta antología, Eduardo Galeano propone una mirada alternativa, que es en realidad una constante en toda su obra, para acercarnos al mismo problema: nos recuerda nuestro vínculo insoslayable con la naturaleza, explora su riqueza y sus formas de resistencia, y hasta señala con alarma nuestra tenacidad urbana y "moderna" de creer que podemos prescindir de ella. En estas páginas, Galeano imagina un Juicio Final para los seres humanos, en el que "un alto tribunal de bichos y plantas" nos acusará "de haber convertido el reino de este mundo en un desierto de piedra". No es tarde, dice también, para entender de una vez que nuestro planeta es nuestra única casa.
"Muy recientemente nos hemos enterado de que la naturaleza se cansa, como nosotros, sus hijos; y hemos sabido que, como nosotros, puede morir asesinada. La civilización que confunde los relojes con el tiempo, el crecimiento con el desarrollo y lo grandote con la grandeza también confunde la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo" (Eduardo Galeano).
LanguageEspañol
Release dateSep 26, 2023
ISBN9789878012889
Úselo y tírelo: Nuestro planeta, nuestra única casa
Author

Eduardo Galeano

Eduardo Galeano (1940–2015) was one of Latin America’s most distinguished writers. He was the author of the trilogy Memory of Fire, Open Veins of Latin America, Soccer in Sun and Shadow, Days and Nights of Love and War, The Book of Embraces, Walking Words, Voices of Time, Upside Down, Mirrors: Stories of Almost Everyone, and Children of the Days: A Calendar of Human History. Born in Montevideo, he lived in exile in Argentina and Spain for years before returning to Uruguay. His work has inspired popular and classical composers and playwrights from all over the world and has been translated into twenty-eight languages. He was the recipient of many international prizes, including the first Lannan Prize for Cultural Freedom, the American Book Award, the Casa de las Américas Prize, and the First Distinguished Citizen of the region by the countries of Mercosur.

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    Book preview

    Úselo y tírelo - Eduardo Galeano

    Índice

    Cubierta

    Índice

    Portada

    Copyright

    Nota del editor

    Parte I. Así empezó todo

    Cinco frases que hacen crecer la nariz de Pinocho

    Quinientos años de soledad

    Ellos venían desde lejos

    Las tradiciones futuras

    Las profecías (I)

    La tierra y los indios

    El maíz

    Dice que tuvo el Sol

    Esa piedra soy yo

    Retablo de los indios

    Medicina y brujería

    Hierbas

    La reveladora historia del rey Azúcar

    Los fugitivos del rey Azúcar

    La tierra y los esclavos negros

    Tu otra cabeza, tu otra memoria

    Historia del Norte y del Sur

    Las profecías (II)

    Las venas abiertas

    Parte II. Desastres (poco) naturales

    Vistazos

    Palabras que quieren olvidar el olvido

    Testigos

    Primeras letras

    La naturaleza enseña

    La primera guerra del agua

    La paz del agua

    Fundación de la ecología

    22 de marzo: Día del Agua

    El río

    Amarillo

    El viaje de la tierra

    5 de junio: La naturaleza no es muda

    22 de abril: Día de la Tierra

    Mudos

    Diálogo verde

    El ginkgo

    Adivinanza

    22 de septiembre: Día sin autos

    Marketing

    Otro castigo

    Ventana sobre la utopía

    Parte III. La sociedad del despilfarro

    Una dictadura sin oposición: la autocracia

    Úselo y tírelo

    La sociedad de consumo

    Tiempos modernos

    Ser como ellos

    El reino de las cucarachas

    El mercado global

    Los dueños del agua

    30 de noviembre: Cita en el Paraíso

    29 de marzo: Aquí hubo una selva

    16 de agosto: Las semillas suicidas

    Semillas

    Señora que escucha

    Una nación llamada Basura

    Aprendices de brujos

    Otros desastres naturales

    13 de febrero: El peligro de jugar

    29 de octubre: Hombre de buen corazón

    El Juicio Final

    Eduardo Galeano

    ÚSELO Y TÍRELO

    Nuestro planeta, nuestra única casa

    Galeano, Eduardo

    Úselo y tírelo / Eduardo Galeano.- 1ª ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2023.

    Libro digital, EPUB.- (Biblioteca Eduardo Galeano)

    Archivo Digital: descarga y online

    ISBN 978-987-801-288-9

    1. Historia. 2. Política . 3. Sociedades. I. Título.

    CDD 300

    Una versión de este libro fue publicada originalmente por Editorial Planeta en 1994

    © Fideicomiso Eduardo Galeano

    © 2023, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.

    Diseño de colección: Tholön Kunst

    Diseño de cubierta: Pilar López Spada & Mr

    Ilustraciones de cubierta e interiores: Tute

    Digitalización: Departamento de Producción Editorial de Siglo XXI Editores Argentina

    Primera edición en formato digital: octubre de 2023

    Hecho el depósito que marca la ley 11.723

    ISBN edición digital (ePub): 978-987-801-288-9

    Nota del editor

    En 1994, cuando la cuestión ambiental no era todavía una preocupación global y cotidiana sino más bien un tema de conversación de expertos, Eduardo Galeano seleccionó de sus libros publicados hasta el momento una serie de historias que alertaban sobre un sistema devorador de la naturaleza. Con la colaboración del editor Guillermo Sabanes, integraron esos textos —que abarcaban desde Vagamundo y Memorias del fuego hasta El libro de los abrazos y su clásico Las venas abiertas de América Latina— con otros que Galeano escribió especialmente; así, salió a la luz una antología titulada Úselo y tírelo, bajo el sello de Planeta.

    Para esta edición, hemos seleccionado las mejores historias que siguen la misma temática y que aparecieron en sus obras posteriores. Al darle forma al nuevo libro, reorganizamos y adaptamos el contenido original en tres partes, que ordenan el recorrido.

    Este volumen tiene, además, ilustraciones de Tute. Con entusiasmo y generosidad, como en todas sus anteriores colaboraciones con Siglo XXI, Tute aceptó la invitación de inmediato, y preparó las viñetas que ilustran estas páginas y la cubierta, inspiradas en su lectura personal de la obra de Galeano.

    Agradecemos especialmente los consejos y el acompañamiento de Helena Villagra, así como la colaboración siempre generosa de Eduardo De Freitas y Daniel Weinberg.

    Confiesa Galeano en este libro su presentimiento de que la humanidad sufrirá, en algún momento, un Juicio Final, en el que un alto tribunal de bichos y plantas nos acusará de haber convertido el reino de este mundo en un desierto de piedra. Para no ser declarados culpables, es hora de entender en serio que nuestro planeta es nuestra única casa.

    Parte I

    Así empezó todo

    Cinco frases que hacen crecer la nariz de Pinocho

    Somos todos culpables de la ruina del planeta

    La salud del mundo está hecha un asco. Somos todos responsables, claman las voces de la alarma universal, y la generalización absuelve: si somos todos responsables, nadie es.

    Como conejos se reproducen los nuevos tecnócratas del medio ambiente. Es la tasa de natalidad más alta del mundo: los expertos generan expertos y más expertos que se ocupan de envolver el tema en el papel celofán de la ambigüedad. Ellos fabrican el brumoso lenguaje de las exhortaciones al sacrificio de todos en las declaraciones de los gobiernos y en los solemnes acuerdos internacionales que nadie cumple. Estas cataratas de palabras, inundación que amenaza convertirse en una catástrofe ecológica comparable al agujero de ozono, no se desencadenan gratuitamente. El lenguaje oficial ahoga la realidad para otorgar impunidad a la sociedad de consumo, a quienes la imponen por modelo en nombre del desarrollo y a las grandes empresas que le sacan el jugo.

    Pero las estadísticas confiesan. Los datos ocultos bajo el palabrerío revelan que el veinte por ciento de la humanidad comete el ochenta por ciento de las agresiones contra la naturaleza, crimen que los asesinos llaman suicidio, y es la humanidad entera quien paga las consecuencias de la degradación de la tierra, la intoxicación del aire, el envenenamiento del agua, el enloquecimiento del clima y la dilapidación de los recursos naturales no renovables.

    La señora Harlem Brundtland, que encabeza el gobierno de Noruega, comprobó recientemente que si los siete mil millones de pobladores del planeta consumieran lo mismo que los países desarrollados de Occidente, harían falta diez planetas como el nuestro para satisfacer todas sus necesidades. Una experiencia imposible. Pero los gobernantes de los países del sur que prometen el ingreso al Primer Mundo, mágico pasaporte que nos hará a todos ricos y felices, no solo deberían ser procesados por estafa. No solo nos están tomando el pelo, no: además, esos gobernantes están cometiendo el delito de apología del crimen. Porque este sistema de vida que se ofrece como paraíso, fundado en la explotación del prójimo y en la aniquilación de la naturaleza, es el que nos está enfermando el cuerpo, nos está envenenando el alma y nos está dejando sin mundo. Extirpación del comunismo, implantación del consumismo: la operación ha sido un éxito, pero el paciente se está muriendo.

    Es verde lo que se pinta de verde

    Ahora los gigantes de la industria química hacen su publicidad en color verde y el Banco Mundial lava su imagen repitiendo la palabra ecología en cada página de sus informes y tiñendo de verde sus préstamos. En las condiciones de nuestros préstamos hay normas ambientales estrictas, aclara el presidente de la suprema banquería del mundo.

    Somos todos ecologistas, hasta que alguna medida concreta limita la libertad de contaminación. Cuando se aprobó en el Parlamento del Uruguay una tímida Ley de Defensa del Medio Ambiente, las empresas que echan veneno al aire y pudren las aguas se sacaron súbitamente la recién comprada careta verde y gritaron su verdad en términos que podrían ser resumidos así: Los defensores de la naturaleza son abogados de la pobreza, dedicados a sabotear el desarrollo económico y a espantar la inversión extranjera.

    El Banco Mundial, en cambio, es el principal promotor de la riqueza, el desarrollo y la inversión extranjera. Quizás por reunir tantas virtudes el Banco manejará, junto con las Naciones Unidas, el recién creado Fondo para el Medio Ambiente Mundial. Este impuesto a la mala conciencia dispondrá de poco dinero, cien veces menos de lo que habían pedido los ecologistas para financiar proyectos que no destruyan la naturaleza. Intención irreprochable, conclusión inevitable: si esos proyectos requieren un fondo especial, el Banco Mundial está admitiendo, de hecho, que todos sus demás proyectos hacen un flaco favor al medio ambiente.

    El Banco se llama Mundial, como el Fondo Monetario se llama Internacional, pero estos hermanos gemelos viven, cobran y deciden en Washington. Quien paga manda; y la numerosa tecnocracia jamás escupe el plato donde come. Siendo, como es, el principal acreedor del llamado Tercer Mundo, el Banco Mundial gobierna a nuestros países cautivos, que por servicio de deuda pagan a sus acreedores externos doscientos cincuenta mil dólares por minuto; y les impone su política económica en función del dinero que concede o promete. No hay manera de apagar la sed de esa vasija agujereada: cuanto más pagamos, más debemos, y cuanto más debemos, mejor obedecemos. La asfixia financiera

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