Sei sulla pagina 1di 47
Sajid Alfredo Herrera Mena La formacién de los estados-nacionales en la América hispana: de Ia colonia al siglo XIX UCA Editores Sree NS Introduccién FL presente texto intenta ser una peu introduccisn al tan estudlado tema de Ia formacién de los Estados-Nacionales en la América hispnica del siglo XIX, Los obetivos son ls siguientes, Primero, partendo de I propuesta de Horst Pictshmann, rastrear aquellos “estructuras protoestaales" (actors sociales insiucione, narativas y simbolos) que hasta Gerto punto fueron la hase para Ia constitcién de un “poder saparado” cuya fnalidad era monopolizar la coacién fisicay simbslica, Segundo, mostrar, més alli de los relatos de la ¢poce republicara que bbusearon confgurar una “comunidad nacional, las continuidades. ruptures de las nameativas sobre Ia “patria” y la “nacin" elaboradas durante el periodo colonial con aquel rlato decimonénica. Para ello revistremos e impacto de las pollicas y las reformas impulsadss por la Corona espaiola desde el siglo XVI hasta el constitucionalinna de Cédiz en € teritorio “Indiano” © americano. Resaltaremos aquellas “estructuras rmodetnas” surgidas a fines del siglo XVI y durante el XIX que asian coadyuvaron a la formacién de los. Estados-Nacioales: nuevas socabilidades, “partidos politicos, la prensa, entre otras. En lugar de ver linealidades teleoligicas trataremos de sefalar lay ruptoras yas continuidades de aquelas “estrucuras” colonales (pueblos, gremios, Iglesia, caulillos, elites, etc) en su interacién, conficto © negociaiones fam los gobieenos centales decimonénicas para entender como posibiitarono imposbltarn la constitucin ee un “poder sepacado” y de luna “comunidad nacional”. Cbservaremos asimisma los diversos relatos ‘onsruldos por los grupos socials durant la colonia en toma a su tee, su pariay sus concepciones de "nacén”. La perspectiva de andlisis, por nde, tata de se lo mis ampli posible: tertitral, politica, econémica, jurisdicconal,idolégicoraltral yrcil Para comprender la constrcciin del Estado-Nacién en América Latina durante el siglo XIX algunos investigadores han stilado la neoesidad de rasrearaquella estrcturas“protoestatales” creadas durante fl periodo hispinico. FrancoisXavier Guerms ha insstido en lt ‘eproduccién, con sus matics y parcularidades, de Ia estructura politica castellana en América, fundamentalmente Ia organizaciin “municipal”, Dict estructura configu denis pots so largo de testes tor No strat cronzs que dunia cede ls Menargul eal ried 5s pac haben mb elo cores os sees “Koch nombre de in dun pablo Gad (rancor ‘Ger, 1980 pp. 96 0) ors pre Host Pataca see ie “emo Rsrar hay gue sechezn In es de qe sad cas Sarr dl i inpeso eel lego de Is urs de Independence 2) por insrvencon de especie cde deo mca Por ti conan podenos aflmar que esos fron Estados be aban Ircabndo y pera ya much ane Para ex pole advert as “Toman roles dee siglo XVI en algun eons cri ta Nucta Egata ol Ter cuando se combinaron unas determined Couctuns Conericasocles con une concencia cella de” gp. Igunlinente dete ese silo ya podemes emotrar un ao geo de ‘Stono pltcostmnisatva en macho seine iain (Host Peters 209, p-58y 5) rime Rodger, anazand los ones del contol rosin, sla cin econo spi de Ci leg un Conjrt de erucure poles la forma dl Estado del Spt, Au ol fea se exon formant sobre a thee dels expeieia pola pre en donde las puacons Proving ceeds por ln Contin de 12cm en 1s fuevor sides dels feeatn. Delo. ago. Meio Indepndite ee sel conan pan I ee de ura Iegstur poder rete aun eectv A concepiin que ins ha ‘i pot oservr en Contin de 157 (aime Rogue, 204, bys) PP Tea de “acinus oe cone mind spielen mio conplgoy bu endo leno igalmente de muchos debts. Los sj de se Cas Chromo sfslon ue dene Ie streti tert econ ve ceye que as lepers Inoamerinas foro eel de nasenader yo cour durante To pce collate eg Charatan ui er ena independence Intneemevcra is emergenc de tn bugued copa ceadore de paconaldads a mic de To ecu en Europ, Pra toador argentino tales presupuestos resullan anacrinicos José Carlos (Chiaramonte, 1983, pp. 5-17) Sobre esto mismo punto, en los aloe setenta Octavio Paz, prologando el trabajo del historiador francés, Jacques Lafaye, Quetzal y Guadalupe. Un formacén de Ix eoncienia nacional en México, adviets wna vision lineal de la historia mexicana. Par ejemplo, Lafaye sastenia que “es posible registrar en In historia de México la permanencia de una bisqusda de si de la mexiidad, may anterior a Justo Sierra y a Antonio Caso, Eta byisqueda apasionada dol alma nacional (..) fue, desde el siglo XVL, Jnseparable de una sed de apropiacién de la grace y de los prodigios que la hhabian manifestdo” Gacques Lafaye, 2002, p. 392). Para Paz In sociedad virreinal novohispans fue singular y pronto sini Ia necesidad de afirmarlo. De ninguna manera el periodo colonial fue una etapa de transicién entre el mundo indigena y Ia época republicana (vsin lineal de historia). Tampoco fue una paca” de ilegitimidad istrica, un Interregn, un periodo de usurpacién y oscurantismo liberado tan solo por lnindependenca, sta conciencla de singularidad aparece tempeano en formas artistas y especulaciones sociohistricas. Los historiadores han interpreado todo ello, argumentaba Paz, como prefiguraciones de un racinalisme mexicano, Desde esa perspective Sigienza y Géngora asi ‘como sor Juana Ings de la Cruz serian precursores de Ia independencia mexicana. Sin embargo, acota el iterato mexicano, el patrotsmo de los 1 Estado y Nacién: la esfera de as definiciones Una de las teméties de mayor preocupacién por parte de los edicados alas eiencias sociales en América Latina ha sido la del Estado- "Nacional, Preocupacién que noes gratuita desde el momento en queen ella fentran en juego, en el plano prictico, una sere de procesos y valores (regimenes politicos, identidad, malticulturalidad.,. en los cuales se decide futuro de Jos pases de Is sep Siguiendo Ia clsica defincid’ dol politlogo argentino Oscar Oslak el "Estado" seria, desde una perspectiva Abstract, “une relacGn social”. Su objetivacin 0 materalizacin se hizo & través de una serie de insitucionesburoeriticas en donde se coneentraba odier y lo recutos de dominaciém politica”. En esa misma linea y partendo de tadiciones diversas (Max Weber, Antonio Grams, Pere Bourdieu, Fernando Savater, Jan Carlos Garavaglasostiene que el Estado no seria primariamente “una cosa” 0 “un apaato”, sino “una comunidad humana” yun “entramado de relaciones sociales” caracerizadas por ‘eivindicar el monopolio de uso legitimo de la coacién fsa y simbelic, Ge la dominacin de unos individuos sabre otros dentro de un teritoro. Pera Garavaglia una historia del Estado deberiacentarse en estudiar Ia constiticién ¢ insitconalizacién, realizada de manera paulatina al interior de determinadas socedades, de un “poder separad, es ded, independiente de la colectividad socil. En este proceso se verifiaré 1a imposiciin, por parte de exe poder autbaomo, de "prides y sujeciones” a los miembros de a sociedad (indviduos, asocacones intermedi, grupos privilegiados), pues sles oblgard a renunciar a su fuerza particular (Oscar (sala, 1967, p20; Juan Carlos Gaavaglia, 203, p.136138 Ten torn al concepto de ‘Naciin” In mayoria de investigadores converge en que es y a sido sn constricto, una creacién © una abricacion” de conviccones, solidaridades fidelidades de las ‘coletvidades humanas o de los mismos Estados. En ese proceso jugaron ‘un rol determinante Ia ecucacin, el servicio militar obligatoro, as fest ‘vious, la natrativa naconaista, la prensa, entre otros factoes (Ernest Gellner, 1997, p. 20; Erie Hobsbawn, 1977, pp. 123146). Oscar Osalak ‘manifesta que en Ia idea de Naciin se conjugan elementos “materiales” Gntereses que resultan de Ia diferenciacién integracin de actividades feconémicis dento de un ternitorio dlimitado)e “ideals” (conjunto de ‘Simbolos, vloves, sentimientos de pertenenda 2 una comunidad que se diferencia de otras en virtud de etnias tadiciones, lengua, et.) nel siglo XIX fue Eeest Rendn quien puntualizd que la Nacidn ert un producto istico con principio y final. Ni la raza, nila lengua, 1a eligi, los atados comerciales ol seo (el cual se converte afin yal cabo, en un sustato indispensable) constitayen el basamento fundamental de las rnaciones. De ahi entonees que Ia Nacdn se convert en el resultado de un lango pasado de sacificios,desvelos yesfuerzos. "Ee una gan solidardad ~apuntabs-, constiuida por el sensimiento de los sarifcios que se han hecho [po los antepasades] y los sarifcis que todavia se esti dispuesto a hace” (Ernest Renn 1987, pp. 58-86), Sobre el oxigen del Estado y la Nac, In iden que prevalecis en os Intelectuales hispanoamericanas durante gran parte del siglo XIX ue la dl ‘ontractualsmo,fundada en las tsis del derecho natural. Estado y la [Nacién eran producto de un contrato voluntaio entre los indivdos bres f iguales. No obstante con la introduccién del positvismo se fue roduciendo una metamorfosis conceptual ques bien no logré elimina a Ia vision conteactualista, al menos evidencia el debate susitado durante ea poca. En El Salvador, por efemplo, algunos postvstas interpretaron la sociedad desde la teria spenceriana, Un profesor universitaro airmab, fen un articulo publicado en le revista juridica EI Faro det Poet hacia 1904, que cuando Ia sociologla moderns (doctina de Spencer hablaba de las socieclades mas primitivas nose estaba reiriendo alo que los fsofos fenciclopedistas denominaban “el estado natural”, que por certo era un ‘estado ideal, Para el postvstasalvadoreto Ia explicacion de Rousseau sobre el paso del hombre del estado natural a In sociedad civil, susttuyendo la usticia a instinto y dindole moralidad a su conduct, era falsa y arbitarla. La socologia spenceriana hablaba de las sociedades primigenias "tomindolo dela observacién de los grupos. sociales primitives, simples". De la doctrina pactista, sagin el centoamericano, fomaron muchos escritores del siglo XVII concusiones absurdas para fandamentar I integracin politic. Yes que “Ia teoria de Rousseau tenia por base el método speculative, ideolbgco, y que precisamente forma tn jo de quimeras La doctina de Spencer se funda en el procedimiento experimental inductive". Mientras el planteamiento de Rousseau era ahistirco indemostrable, Spencer proponia una teoria experimental que legaba a la ‘ooperacién social através de eyes naturales ineludibes, La eoraidealista ‘el ginebrino conducta ¢ conelisiones peligrosas yfunestas:en su “forma mis 6 menos franca", era la que aba erp a "os sistemas consttucionales que entre nosotos permanece mis en boga’. La doxtrina cevolucinists, al conocer mejor Is sociedad, podria crear "formulas mis fmplias de libertad, para susteaer 4 la personalidad humana del molde ‘tzecho de Ia constitacén silitante de In sociedad, hackéndolaconvivir en 1a armonia de tacos sus derechos, dentro de la organizacin elaborada por cl rogimen industrial de los pases libres" (Salvador Rodriguez, 190, pp. 44749}, Pero dejemos de lado este debate por ahora y veamos algunos ‘aspects esenciles del Estado-Nacién en Hispaneamérca. El Estado como “poder reparsdo" ha involucrado la concentacién| le multiples autoridades en una estructura gubernamental; Ta ‘onfguracin de un sistema fscalecondmico asi como la formacion de una brurocracs, eect, polcia, “capital simbélico” y de un ordenamiento juridico, Ricardo Forte nos muesta cémo en México y Argentina, hasta la primera mitad del siglo XIX, hubo un “temor al centro” por lo que Ia fstructuracin de sus espacos politicos fue confederal, En Mésico las nilicias estatales eaparan del control del gobierno central, manteniendo estat fctico de corporacion privilegjadas heredado desde la colonia. 'A esa de Factores exdgenos como la guerra contra Estados Unidos fines fle In diécada de 1640 y In intervenciin francesa entre 1861-1867 Ta fentralizaciin de los recursos miltaes. fue insatisactoria, Por la CConstitucin de 1897 se impuso el "poder de Ia Uni” sobre los estados (Gas antiguas provincia de la Nueva Espafa), prohbiendo la posesin 3 festosilimos de tropas permanentes. La Constitucén otorgé facultades al Dresidente del pois para disponer de una fuerza armada y de una guard hacional con el fin de protger externa eintemamente ala federacin Sin ‘embargo las dificltadescontinuaron. Tanto asi que la legada de Poriio Diaz a la pesidenca en 1876 fue gracias a Ia debilidad de un régimen federal incapaz de controlar las diversas fuereas armedas rgionaes. En ‘Argentina, en cambio las dificultades anteriores fueron solucionadas con ‘mayor celeridad por diversos factores la preponderancia en materla financira y militar de la provincia de Buenos Aires sobre las demas y la aausencia de grupos de poder de tipo corporativo (Riardo Forte, 2002 pp. 21324) Garavagla afirma que el éxito del monopoiolegtimo de la fuerza Fisica y simbolicsdependia de una fiscalidad eficiente. Los ingresos que alimentaron los earios pblicos de las nuevas repbliaslatinoamericanas procedieron de Ia recaudacion aduaneea (derechos de importacén y ‘xportacin), de los monopolies de sal bac, aguardiente yen el asa de los paises andinos, de lacontibucion indigena (Garavaglia, 200, pp. 1 15), Este impuesto dio cotinuidad al ebuto de la epoca colonial. En Bolivia, por ejemplo, todos ls idios entre 18 y 50 alos estaban ablgados a ppagaloal gobierno central. La tasa vaiaba seg la fertilidad del erra 0 |a condi laboral de los indis (3 vivian como trabjadores si Herras en tuna hacienda o eran forasteros). Aungue Simin Bolivar lo haba eliminado con el decreto de diciembre de 1825, susitsyéndolo con el impuesta directo ‘udadano, en la prctia provaleci Ia nueva version del tibuto colonial CCuriosamenteno so habia sido una imposicin de los gobierno centzales bolivianos a partir de 186; también los pueblos indjgenaspresionaron para {que se mantuviese porque pensaron que de esa forma preservarian sis privilegios corporatvos, como el de posse sus teres comunales. Eso si ‘quedaron excludes del pago Tos que colaboraan con la parroquias y los ‘uracas(caciques), mientas prestabon ese servicio, De cualquier forma la ‘contribucién indigena se convrtiéenelingreso més sigficativo del eraio Piiblic boiviano durante siglo XIX Herbert Klein 1995, pp.118-19), ‘Ademés de la fscalidad, un panto crucial pata entender Ia formacién, consolidaciény ef rol que desempefaron tos Estados Iatinoamericanos a sido, segin algunos, la vertbracié de las economies racionales. Oscar Oslak afirma que la “creacién de una economia més integrada y comple" unto, en cierts casos, ala pervivencia de algunas instituciones colonales que garantizaban el cnteo politic, ~suministraron ‘el cemento que amalgamaria a I sociedad terttrialmente asentada yall Incipinte sistema de dominacén, en un Estado Nacional”. Pars la Teoria de Ia Dependencia el Estado se convirtis en un “instrumento. de dominaciin” de los soctores oligirquicos y_ burgueses que buscaron industializar las economias de sus paises Pero como el proceso de industializeciin no fue igual en América Latina, los Estados dlesempefiaron papelesdiversos en cada caso En paises como Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, México y Colombia la industraizacion ocuris| antes de 1850 gradas a la eeaciin de un mercado inter debido al desarrollo de las relacones de producci captalista (sin solver por completo ls sistemas de producciim aniguos), su economia primario cexportadora y a la creacin de un mercado Ure de trabajo, En ellos “a politica democritica burguesa” concedidgarantas sociales y sindicales y ‘otras beneficios al proletariado como condiciones necesarias pars una modernizaciin de Ia economia. El eampesinade, a excepciin de México, _queds foera de tales benefcios. Ea cambio, en aquellos paises en cuyo caso Ia industrilizacién ccureié.posterormente a 1950 (Peri, Venezuela, Centroameérica, Feusdor, Hlivia, Replica Dominicana), debido a su economia de “enclave, e= deci, al control sistemiico y excesivo de fmpresas extranjerasen sus sistemas de produccidn el sector exportador ‘ro se vinculé com la ecanomiasnacionales yétas nose dinamizaron pues las ganancias ee canalizaton a los centos hegemenicos del eapitalismo. ‘Ante la codicia desenfrenada de estos centos as oligarqulasy los Ustados ‘se veron limitados y con in control relative sobre la produccién (Vania Bambire, 1995) El caso ‘centroamericano, analizado por et socilogo Edelbeto ‘Torres, pone en evidencia cma la economia de “enclave”, especialmente fen Honduras y Nictagua, contri 0 termin por construc las instucioes eslaales, dndoes Ia dimensién nacional dela que earecan. Mientras que en Costa Ric, Guatemala y El Salvador las “burguesas ‘aftaleras’lograron el control poiseo desde 1850, no sin constiturse en luna “clase subalterna” a It burguesia internacional, en Nicaragua el modelo primario exportador basado en ol café fue débil 0 esto Controlado por el capital estadounidense como oourré en Honduras. Las burguesias locales ("teratenientes tadiionales”) colaboraron complaidas con el capital extanjero en Ta orgonizacion de las fuerzas pblias, ls ‘danas, el sistema de comunicaci interior, la reoeganizacén fiscal y financiera. “La plantacén bananera -afirma Torres refrndose al aso ondureno- se integra, ademas, a la economia nacional através del contro rmonopilico de sus principales servicios pblics y vias de comunieacién. (Co) El poder nacional funciona sol en tanto es compatible con el pode del enclave extranjero y sus funciones de contra y orden estén drectamente al ‘servicio dete” (Edelberto Tore, 1987, pp. 157-193) "Ahora bien el proceso de monopolizaciéa leptima de la coaccién| fisic y slmbdlca fe mae alld de Ia concentzacin y profesionalizacign de rls diopetsas en un efit nacional Segin Rosa del Otmo a fines del 0 siglo XIX la antropologia criminal permits Ine elites gobernantes & intelectual latinoamericanasinterpretr Ios origenesy la soucin de fos desordenes sociales con nuevas bases tric, apicando metodo ppnitivos mis “modernas’. Hasta In mitad del siglo XIX los delitos eran ppensados como desviacones al pacto roca, originados por decisiones personales. Las pena aplicadas por el Estado hablan cambiad, Se bused “humanizarlas", es decis, eliminar un sistema punitive. degredante centrado en la muerte y el castigo corporal para sutiturlo por a pivacion de libertad. De esa manera se confinaron a los delincwentes a las penitencarias para transformarlos en suet industiosos y disciplinados. Prises Iatinoamericanos como Ecuador, Peri, México y Argentina adoptaron los models penitenciatios de Auburn y Pensylvania Pero para 1870 se planteaba la reorientaciin de la “ideologia punitive”, encontrando fen le antropologia criminal (deudora del posivisma y las ciencias biokgias) la base para ello. Los motivas dela dencuencia se hallaran en las desviacones de la consttucién fsa y moral humana. Las Penitencirias ya no sorian lugares de observacén sno laboratories. Ya no Ss hablara de arrepentimiento del recuso sino de st rehabilitacién. El slscurso de profiles social daseneadenado incorpo erminos como el de raza" por lo que indigenas, negros y mestizos pasaron a ser objetos de ‘studio debida a su supuesta propensién genctica a delingur. Para ‘ontrarrestar los efectos nocives de ess “razas” ls elitespuslerom su fe en | inmigracin europea, Pero mis temprano que tarde el Estado interprete lanarguismo de muchos inmigrantes blancos como desestabilizador del ‘orden soci 1 cual condujo a la aplicacén de leyes de defensa socal y dtenciones polities, como sucedié en Argentina (Ross del Olmo, 199%), En el proceso de formacién insituconalizcién de un poder separa la elaboracin de reglas de juego, céigos y leyesroglatvas del orden socal fue indispensable. Gramsci habia afirmad que el eercicio de |a violencia o de Ia cercin social por parte del Estado no s limitaba al Smbito militar o policial. También eraimprescindible el detecho, es dec, la cooccén juricica (Hugues Pore, 1980, p. 28, Es mis, Foucault nos advrtis que las relaciones de poder no deben reducirse a elaciones de castigo. Ellas también. generaron saberes, construyeron disciplinas. discuss (Michel Foucault. 1994, pp, 82-83). En ese sentido el monopolio " legitimo de a fuerza demands de un corpus juridico que instituctonaliara ¥ garantizara la sujecn a una autoridades centrales asi como los derechos Yy deberes de los ciudedanos, La Consttucén, entendida como el ‘rdenamiento general de las relaciones sociales y policas’ (Maurizio Foravant, 2001, p.ll, se comin en ese corpus fundamental cuya legitmidad odo: basorla en los contenides de las. normas escrtas femanadas de In voluntad soberana del pueblo a través de sus representantes (constionalismo moderna) 0 en las costumbres y la tradicién (consttaconalsmo antiguo) (Nicola Mattuce, 1988, pp. 25-25). {En ls sevas replica latinoamericanas se impuso el constitucionaismo rmovdemo,adoptindose el modelo francés, estadounidensey el gata de 1812. Noobstante el peso de lo consuetudinarosiguiésiendo decsvo. {A pesar de defender la divisin de pores y la saberania del pueblo, legisladotes, politicos © intelectaleslatinoamericanos del siglo XIX se enfrentaron fecuentemente por disyuntvas aparentomente insolubes pero ‘rucales para establecer el ordenamiento juedico que legtimase la ‘dominaciin estat: ;Cenralisaién o descenalizacién”,;Bjecutivo dil frente a un Congreso fsere, gconstitucion conservadora © liberal? fueron solo algunas de esas disyunivas. Hada 1874 en un nimero del Bolen (Ofc de El Salvador su editorial se quejab, sin dar mayores explicaciones, dela adoninisraion lent levada a cabo por Ia municipalidad captalina Defendia, por tanto, una intervencién del gobiemo: "No se crea que aboganios por Ia cenralizaciénpletrice que afi, anula la independencia Y Hertad de accién del municipio, no; ereemos necesria la intervoncion ‘del gobiema (.) node un modo permanente (.).Tampoco estamos por un ‘exces de descentralizcién que nos leve 4 los delirios de la revolucién parisiense de 18 de marzo de 1871", Acotaba, “bien sabemos que una fxcesiva descentralizacién la parte sobre el todo wna preponderancia Separatista que debit el amor nacional.) Los pueblos perecen por falta {de cohesién en sus elementos". Seyin el editosalista Ios cindadanos fesperaban municipios que diesen sefales de vida propia sin taspasar los limites de Ia consitcién. Pero para ello era necesaria la intervencién del _gbiemo (San Salvador, 21 de diembre de 1874, 125, Tomo 3, p28) En una nota publicada en el perddico salvadoreno La Repablic, hacia 1885, seislaba su autor, Juan Rober, que las constants puerras ex b CCentroamrica, la intoleranci, “la me2colanca de i raza” y la resistencia dde muchos secores a la modeenidad “obligalba) hasta cierto punto 4 no ddescentralizar mucho la administacién piblica y 4 concedes al poder jcutvo certas facultades que sin ellas el orden psblico seria dificil ‘conservar". Es concusin ontrastaba con lo dicho lineas mis arriba pore ‘mismo autor en su nota. Haciendo una distincién entre la consitcion conservadora y la liberal, Robert decfa que lo propio de la primera era la centralzacién adminstativa y Ia sujeciin del municipio; en cambio, a segunda defendia lo contrario, Por la visto, st inclinaci liberal cdi a medidas opuestas debido ale anargui social que fl perciba en le regiin (Gan Salvador, 6 de octubre de 1885, 192, p. 1). Sin embargo, muchos liberates busraron defender desde la constitcién el predominio de la fuerza para lograr el orden ante la inestabilidad politica de aus paises En un editorial del periédico EI Fo Stloadoreto de 1870, tialado “La fuerza ppdblca consideradla en sus relaciones con el cuerpo politica”, su autor Ssostenia que el sistema liberal, si por su dlicadera es el mas espuesto (Gi) dla reljacién, debe ser ol mis endrgico para conservarce en los grandes conflicos!” Por ello, “Ia fuerza pablica no es enemige, sino protectora del cuerpo politico y de las institiciones mis bberales, siempre ‘que conformed su naturaleza se emples en tesguatdat los grandes objetos 3 qu est llamada por la ly, el drden interior y la seguridad exterior de Ia rnacié, como estableeelareulo 58 de Ia Constitacién” (San Salvador, 9 de ‘mayo de 187, 8284p. 1). ‘Un aspecto esoncial que Hegaron a establece as constituciones fu forma de gobiero. En el proceso de formacién ¢insitucionaizacén del Pode separado en la Amica Hispana dal siglo XIX se ensayaron distintas formas de gobierno: monérquies, republicanas, federales. El régimen republicano fue defendido por muchos criollos desde los aitos dela independencia. Segin lo manifestabs el “Cateciema Politico Cristiano” (1810) del chileno Jasé Amor de Ia Patria este gobiemo “democritico” era nico que conservaba la masta del pucblasoberano por medio de ss representantes 0 servdores quienes integraban tn senado © congres, La ‘monsrquia, en cambio, era vista como wn régimen cexcano al despatisno (José Amor de la Patri, 1985, pp. 213214) Sin embargo, més alla de ls smpatias del mencionado Catecsmo, lo certo es que Ia monarquia igus Bb siendo atractva para muchos crolos. La fuerza simbliea del “rey jee” y pie, Ia aociacién con I estabildad y su arraigo en las mentalidades de ‘muchos actores sociales, gracias a las eelebraciones bartocas al mismo sistema administrative que defendia a los indigenas en nombre del rmonare, hicieron que programas como el de Agustin de Turbide en Ia Nueva Fspafa tuviera éxito, aunque fueseefimero: 1821-1823. Can tod, ‘como ha Seialado Marco Landavazo para el caso mexicano, la tradicion ‘ondnquice fue parte tambien de Ins formas republlcanas al asumir el sistema presidencal carecterisicas como el pasimonialsmo, es decir, el uso disceconal de fondas ybienes pablicos, el pateralsmo y un estatus de infablidad (Marco Landavazo, 2002, p. 79-9), Por st lado, el federalism también tavo acogda, En unas regiones| fue un proyecto infructioso como sucedié en Centroamérica. Alli as antiguas’ provinias (intendenciasy gobemaciones) se proclamaron Estados” antes de constiuirse en una repiblia federal en 1824. Ello se dlbid en parte a ls tencilas de los provincianos exolls con la elite residents nla cluded de Guatemala (In capital de la reglin durante la ‘onlay ala adicién de certaautonomi administativaalimentada por fl rigimen borbnico y el constconslismo gaditano. Los conflicts suscitados a partir de 1626, mis que luchas entre “conservadres” y “tiberales, feron disputas entre dos proyectos: el centraismo y el {ederalismo. Dees forms, la unin de Isto centroamericano, que 0 fue mis que una confederacién, duré hasta 1899. Los antguos Estados ‘miembros (Guatemala El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) se ‘conviction en replicas independientes entre 1847 a 1885, aunque afirmando en sus cartasconstituionals la posiblidad de reorganizar la "unin ils condiciones eran favorabls (Arturo Taracena, 1985, pp 45-61; Xiomara Avendao, 1995). El rgimen representaivo modemo, » pesor de It indlinaciin de eros secones por ls monarqulss, fe In nics en I formas de gobieno ‘nsayadas en la América hspnica durante el siglo XIX. Sin embargo, las formas de entenderlo variaron. En 1852, durante su exo en Chile, el fnteectual argentino Juan Dautiste Alberdi esenbié sus Base y punts de partie para a organizacin patio de le Reps de Argentina. Al apelaba [a orignalidad de los legisladore, @ descubir lo propio para aplcar el “ jor sistema constitucional en su peis. Criticaba los intentas de aos anteriores por imitar Jo ajeno. De hecho, lo vein coma una mania _gencalizada on las replicas del continent, sobre todo cuando se tataba dle copiar lo estadounidense y francés, Dado que en musts paises, afirmaba, la “raza” se habia formad “de un oscuto pasado colonial” era imposible trasplantar un sistema representativo al estilo francis 0 norteamericano. Dicho sistema se caracterizaba por ls sensale, la calm, Ja virtud y In dsciptina. :Cémo hacer entones? Alberd leg a proponer lun mestizaje bioldgico regulado por leyes para na perder el ior rie “tipo nacional primitiv”. Se necestaba sein él un “cambio de gents” Incapaces de libertad por otras que aspiraban a la rquera y el progreso, La isin de la Constitucién era pues econimics: “en América gobemar «= poblar”. La Constitucisn deba iniqultar el desist, el suelo solitaio. Pero ll, insistia, no se hara ni con indigonasespafoles 0 extsicos, Todos ellos ‘mastraban incapacidad para Ja virlidad de los hombres de libertad, Solamente la poblaién anglosjona era "una raza de progres y libertad"; solo ells se identifieaban con ol vapor, el comercio y Ia libertad Quan Bautista Alberti, 1980, pp. 231-249) Veamos ahora oteos aspectos de Ia formacién de los Estados Nacionales © profundicemos en algunos que anterionente hemos sefalado, 2. De los tersitorios indianos a los tritorios de los Estados Nacionales Lestudio de la confguraciin del tenitoroindiano a patir del siglo XVI tiene una importancia capital fo hora de exclarecer los antecedentes| de los. estados nacionales Hispanonmericanos, Antes de explorar someramente cémo se llevé a eabo esa configuraciin sera nectstrio sstablecer Ja diferencia entre “terior” y “tersitrialidad”. Marcelo CCarmagnari nos dice que al territacio debemos entenderlo como el resultado de una tensién entre comunidad y autoridad, Noes por tanto, un mero agregado de comunidades ni tampoco alade simples Zonas grogréficas. La tersin antes sefalada “constuye un espacio que es all mismo tiempo geogrifio, en cuanto localizable y mensurable; politico, en cuanto rogulado por institucones locales intrmedias y generales; social, en camo arcu comunidades testis emi, en cuatn atic IS realcn de bien fnalment carl em cuanto fandarenten thor y costumbres cures” El tmino "teroadad” ale a sao strc de un conto dence deo el wero que Thllevado sus ceupnts contr ras tadicones senior de preterenca a ache space Qaelo Carmagran, 19), pp. 229; Ne Caen 1p. $9 en wee ral eee tajoceonceplo de pa” y nai we dst on oo apart. rea congue terior en Indias evo repulada por dros sears que asearon er un fen los conflicts de ners nts Cine de fons I Corona, Una primer forma de resco fo Cipifaan. Pleschmann sone que le captains revelan na {rer lich nteaqulo interes Ese gimen et bsado en na erent en un clogo de oles yeigenca de cone” gue el ey clorgab al captlnte (prs: © empresas rene) pra qu, et Principe, explora stele pulse comer Peo dene 518 el fey conceio alos capes of ercho de "escubry, congusar poor Ua facade concedes capiaacionsestivo en la person del fey ro bbl, desde TI2 ~ con Las Leyes Nhe se fol ls Soren con esa presogtiv Mis ade en 1573, las ens pon thee sempre chad oconslse a Coasjo de din, Petcnarn trunenes hpless queen un nso a Corona end ls pacers Cio wnt" er a vr gu epost Andra fan pel por ls ecesiaspreogsives egies por on utr vl «le como “meee eke dec, como ‘oncsiores grant que oda reocar ands fuse neceato oat Pacha 97 pp 325 Hort Ptcane 198 p To capuiones de poland sig XV enpulaban qu os coptulantes yous hus undaen en un ip cence Yeon: que tevaen reigns pra evangelize early vests pobldores ftesen Ibraores pa fomestar el amigo = ln tera, quedando Cepia autora panel eprint de eras nuevo pobldors cs el repartiieno alos ingens de la Zona, ete machen oo Speco (age del Vas Ming, 1986). Es pros fndacoals er Tras reprodijon, hasta ert punt, lw prowoe ndoconalen 6 realizados en ta Peninsula Ihéica. Al igual que en Indy, la creacin de poblaciones (ciudades y villas) se hizo a través de un acto personal y expreso de los reyes. Hubo, entonces, una convicin de que la vida ‘comunal permits el pleno desarrollo dels individuos ‘a idea de “poblacién” en la Peninsula (“poblar”sigticaba tala, Adevastarestuvosustentada en aiden de cas romana. La evitas fue para los romanos toda comunided grande o paguefia que gozaba, de ‘organizacién propia y auténoma. El Imperio Romano fue considered ‘muchas veces como una asociacén, una cits, una comunidad. Para Gicerin, Polibio o Virgilio la ciudad’ era el sinico lugar en donde podia practicarse la vrtud. Tanto la palabra Cidad como urbs fueron sindnimas fen In poca de ia replica y del Imperio Romano (Anthony Pagden, 1995, pp. 2348). Al entrar en crisis el Bajo Imperia, el nombre de cudad se le ‘adjudicd a las comunidades mas importantes por ser residencia de las autoridadescviles yeclesistias. En cambio érmina vila se wilizd para hacer referencia a los coetosy estancas ce produce agricola. Siguiemda Ia tradicin greco-romana, el mando cristiano creyg, fal como To express Tomés de Aquino, que el fin “de Ia multitud reunida en sociedad eonsiste fen vivir virtuosamente. Porgue los hombres se reine para. vivit rectamente en comunidad, cosa imposible de conseguir viviendo cada und alslado, La vida correcta es pues la que se lleva seg In virtud, nego la Vida virtuosaconstituye el fin dela sociedad hamana” (Fomis de Aquino, 195, p71). Es comprensible entonces que para Ia legal castellana bajo ‘medieval ls personas que vivian en una poblacin fesen consideradas de condicin superior a aquelas que vivian en el campo oe aldeas ‘Ahora bien, chasta qué punto In configuraclontetitorial. «partir de 1a fundacién de poblacones fue un factor decsivo en Ia formecion de low Estados Nacionales?) Segin Francois Xavier “Gusera Ins poblaciones indianas se conviteron en las “unidades politcas basins” del mundo colonial. Yes que en el momento de la independencia de Espafia ningiin rill legé a hablar en nombre de una audienca, una intendencia 9 correginient, Mis ben, lo hicieron en nombre de ciudad reino. En ese sentido las poblaciones indianas, en especial las cludades, fueron -verdaderosactorespaltics, Vesmoso, En ls fundacidn de Ins poblaciones indlanas intervinieron wa serie ‘de faclores: teligiosdad popelar, interes politicos, econémicos ‘statigicoe militares. Los nombres de las poblaciones revelaron el ugar de procedencia de los fundadores, la fidelida al moar, la perpetuacion del mire del fundador y sus compaferos y la piedad popular. Las poblaciones tavieon mltiples funciones: bases de aprovisionamiento, puentes para penetraciones en los tertorios desconecides por peninsula, centros de dominio colonial, eslabones de una amplia cadena ‘de fundaciones que canectaban teritorios,centos administrativos locales y ‘regionals, polos de atraccin de actividades econdmicas, religiosas y Sociales, Igualmente fueron centros Fundamentales para el control de propiedad del suelo y para el proceso de apropiacién de ls tersitorios {Javier Aguilera Ros, 1981, p. 333) Algunas ciudades tavieron un cariter administrative desde muy temprano: México, Lima, Santa Fe de Bogoti y Buenos Aires, como ‘capitals virenales (las dos primeras ene siglo XVI las dos imasen el siglo XVIM). Hubo otras cudades que tuvieron un caricter de contros ‘ciministrativos menores Santo Domingo, Guatemala, Caracas, Santiago de Chile, Panamns, Quito, La Habana. Estas fueron sedes de goberaciones y fudlencias. Otrs cidades se desempeRaron como agricolas y mineas como fue el caso de Arequipa, Pucbla, Guadalajara, Potosi, entre otras. ‘Asimismo hubo cenfrosportuaios: Veracruz, Panamd, Acapulco, Cartagena de Indias. También, algunas ciudades tuvieron importancia por ‘converse en lugares masivos de pereprnacién religlsa: Chchinguité © CCopacabane (Francisco Solano, 1986, pp. 9-25) ‘Las poblacones indianas ceadas para ser habitadss por los conguistadaresy sus descendents tuviern dos rangos ls ciudad y las villas. Las primerastuvieon un mayor nimero de wecinos en comparaciin on las segurdas. Por lo misino, las chudades legaian a conta, en sus gobierno locals, un méximo de 12 regidores. Las villas, en cambio, de ‘custro a ses Las ciudad contaron con més Werras para culsvo (dos). [Normalmente fueron captalesvirensles, de audiencias y de provincas ayores ast como sedescbispales. Las villas pudieronascender ena esl {de privlegio poblaconal.Podian aspirar a converts en ciudades siempre Y ctando siguisen los pasos exigidos,e6 deci, soliitalo al rey y pagar clerascostas. De cualquier maners, a pesar de sus diferencias, una y ola gozaron de una serie de privilegios concedidos por el rey. Tuvieron sus seus de armas y divisas; teas ejidales, iglesia, derechos vecinales (partcipacién enol gobierno local}, mano de obra indigena de los pueblos ssecundantes et ‘A pasar que las Ordenanzas dadas por Felipe Il en 1573 buscaron ‘normar Ia fundacidn de poblacions a través de reglamentos homogeneos fen tomo a las dimensiones de los solves para viviendas, los gidos, las calles ta plaza (reglamentos basadas en fuentes diversas Vitrubio, Tomas de Aquino, Tomis Moro y Alfonso X), lo certo es que, para esa fecha, lt ‘mayor de fundaciones ya se habia realizado. Las fundaciones tarda, 8 pirtr de las Ordenanzas de 1573, fueron Buenos Aires, Sats, Cajamarc, Monterey, Aguascalientes, Montevideo, San Francisco California, De ‘valquier manera fuera las poblaciones para espaiols (chudades villas) de fundacié temprana o tarda, siempre cantaron con sus vecindades. Los ‘vecinos” fueron los hombres caberas de familia ("con casa poblada”) ‘quienes tavieron derecho a ser propietarios y pobladotes. Faron ellos

Potrebbero piacerti anche