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’ » , , » » » » » » » » » > » > » >» » » > > o> > > » > » > > » > ’ > ALFREDO ARCHE Coordinador SEDIMENTOLOGIA VOLUMEN | NUEVA EDICION CORREGIDA Y AUMENTADA Consejo Superior de Investigaciones Cientificas rid, 199. os Quedan rigurosamente prohibias, sin la autor ack eserita de los iulates del «Copyrights, bajo fas sancionesextableidas en las eyes, la teproduc- ‘in foto parcial de eta obea por cualquier medio ‘9 provedinento, comprendidos la reprogaliay et tratamiento informatio, y la distibucin de een plaresde la mediante alguier o prétamo pablo. ce iesic © csc © Aledo ARCHE (Coord) ISBN: 84-00-00954-4 (Obca completa) ISBN. B4-00-06955. (Volumen 1) NIP.O.: 179-9240265 Depésito legal: M. 19.469 - 1992 Impreso en Espafa. Prinved in Spain. RAYCAR, S.A Impresores. Malikle Hemndnder, 27. 28019 Madi, COLABORADORES DE ESTA OBRA Angela Alonso Profesora Titular, Departamento de Estratigrafia, Facultad de Geologia, 28040 Madrid Pedro Anadén Colaborador cizntifico, Instituto waime Almera», Consejo Superior de Investigaciones Cientiticas, Marti y Frangues, s/n., 08028 Barcelona Alfredo Arche Investigador cientifico, Instituto de Geologia Econdmica, ‘Consejo Superior de Investigaciones Cientificas-U.C.M., Facultad de Geologia, 28040 Madrid Ferrin Colombo Profesor Tituler, Departamento de Geologia Dinimica, Geofisica y Paleontologia, Facultad de Geologia, 08028 Barcelona CCristino José Dabrio Catedrético, Departamento de Estratigrafia, Facultad de Geologia, 28040 Madrid José Andrés de la Pea Profesor Titular, Departamento de Petrologia y Geoquimica, Facultad de Geologia, 28040 Madrid José Carlos Gereia Ramos Profesor Titular, Departamento de Estratigrafia, Facultad de Geologia, 33005 Oviedo Rafaela Marfil Profesora Titular, Departamento de Petrologia y Geoquimica, Facultad de Grologia, 28040 Madrid Juan Marti Instituto Waine Almera» Consejo Supetior de Investigaciones Cientificas Marti y Franques, s/n., 08028 Barcelona ww rwr vw w www www wr rw vw ve wwrvewrvwwwwrwwwe 6 CCOLARORADORES DE FSTA O8RA Mariano Marzo Catedritico, Departamento de Geologia Dindmica, Geofisica y Paleontologia, Facultad de Geologia, 08028 Barcelona José Ramon Mas Profesor Titular, Departamento de Estratigrafia, Facultad de Geologia, 28040 Madrid Federico Ont Catedritico, Departamento de Petrologia, Facultad de Geologia, 08028 Barcelona Amparo Ramos Profesora Titular, Departamento de Estratigrafia, Facultad de Geologia, 28040 Madrid Oriol Riba Catedritico, Departamento de Geologia Dindmica, Geofisica y Pakontologia, Facultad de Geologia, 08028 Barcelona César Suirez de Centi Profesor Titular, Departamento de Estratigrafla, Facultad de Geologia, 33005 Oviedo Marta Valenzuela Profesora Titular, Departamento de Estratigrafia, Facultad de Geologia, 33005 Oviedo Juan Antonio Vera Catedritico, Departamento de Estratigrafia, Facultad de Geologia, 18071 Granada Federico Vilas Catedritico, Departamento de Ciencias del Mar, Universidad de Vigo, 36200 Vigo, Pontevedra INDICE GENERAL Vol. 1 PRESENTACION PREFACIO L.A. ARCHE: Anilisis de facies y de cuencas sedimentarias ‘SEDIMENTACION CONTINENTAL A. RAMos: Introduccién a los sistemas aluviales ‘A. RAMOS: Sistemas aluviales braided ‘M. MARZO: Sistemas fluviales de alta sinuosidad F, COLOMBO: Abanicos aluviales P. ANADON: Lagos F. CoLoMBo y J. MARTE: Depésitos volcano-sedimentarios Ne aeN SEDIMENTACION MARINA SILICICLASTICA, & C.J, Danio: Playas ¢ islas barrera-lagoon S.A. ARCHE: Deltas 16. F, Vitas: Estuarios y llanuras intermareales IL C.J, Dasaio: Plataformas Silicclésticas Paginas B 3 107 143 29 23 351 397 453 495 PRESENTACION Presentar este nuevo volumen de la serie «Nuevas tendencias..», que coordinado por el Dr. A. Arche se ocupa de la Sedimentologia, supone para mi una doble satisfaccin Por una parte ver que sale a la luz una puesta al dia en castellano de los iltimos vances en esta ciencia de tan gran importancia en los estudios geoldgicos, levados cabo, aiemis, por un amplio nimero de colegas pertenevientes a la mayoria de las Universidades espaiiolas con Facultades de Geologia y de los Centros de Geologia del CSC. Es evidemte que no estdn como autores todos los gedlogos que han destacado en este campo, pero si con seguridad todos los que estin son figuras destacadas en ‘Aldentro de la Geologia del pais. Su selecci6n ha supucsto sin duda algin problema ante la cantidad y calidad de los posibles coautorcs Por oira, comprobar cémo un compatiero de muchos afios aleanza a plasmar con este libro una obra que cada dia era més necesaria dentro de la literatura geoldgica de habla hispana, EL Dr. Arche lleva més de quince afios dedicado a esta temitica desde que en 1972 asiste en el Imperial College a un curso de Sedimentologia. Desde entonces ha impartido cursos de Licenciatura y Doctorado sobre esta temética en la Facultad de C. Geolégicas de la Universidad Complutense de Madrid. Ha disigico una Tesis Doctoral sobre Sedimentacién actual en las Rias Gallegas, pionera en este campo, ha participado como asesor en un proyecto de investigacion ‘internacional sobre sedimentacién actual en Tierra del Fuego (Argentina) y ha aplicado ia investigacién sedimentolégica a materiales paleozoicos y mesozoicos de |a Cordillera Ibérica y de la Sierra de Guadarrama, como se comprucba en sus publicaciones. ‘Su mayor aportacién a la comunidad geol6gica espatiola fue a mi juicio ta ‘organizaciin de dos cursos de Sedimentologia para posigraduados en el Instituto de Geologia Econdmica, labor que, aunque acivalmente interrumpida, deseamos ver prontamente reanudada. A partir de ellos comenzé a gestarse la idea de Ia publicacién que ahora se presenta y espero que ésta sirva para la reanudacin de aquélls. José R. Peléez Director de LT. oO Made, 1988 ypewwweerwrvrwvwverwrwvvvrvwvvvevee weer rv errr weve vrerwr weer wrwrewrwwewwewwew ewe PREFACIO Dentro de la comunidad geolégica espafiola, Ia Sedimentologia es una de las ‘amas mis activa, y se hacia sentir la necesidad de una obra que recogise las ideas nds recientes de la misma, apoyindolas en lo posible en ejemplos espafiotes. La idea original de este libro surge tras los Cursos de Sedimentologia para Postgraduados que tuvieron lugar en el Instituto de Geologia Econémica en 1983 y 1984, financiados en su mayor parte por el C.S.LC. El Servicio de Publicaciones del C.S.1.C. acoge en su coleccién «Nuevas Ten- dencias..» el proyecto que como coordinador le presenté en 1985 y desde entonces tuna serie de investigadores trabajan en la redaccién de la presente obra, Deseo dar las gracias en primer lugar a todos y ceda uno de los autores que han encontrado tiempo entre sus ocupaciones para redactar los diferentes capitulo. Nadie puede abordar un tema tan ambicioso de forma aislada; sin ellos esta obra no existiria y desco pedirles perdén por mis innumerables kamadas y cartas urgién- ‘doles a completar sus capitulos correspondiente; la fecha de terminacién de cada uno ha sido ligeramente diferente, por lo que se pueden apreciar algunas diferencias en las fechas de las citas bibliogrificas dé unos capitulos a otros, | proyecto de esta obra fue muy bien acogido en el Instituto de Geologia Econimica y deseo expresar mi agradecimiento a José Ramén Peliez, Director del mismo, y a Carmina Virgil por su apoyo incondicional en este tiempo, asi como a {todos mis compafieros del centro. Azradenco a Rosario Ojeda, Beatriz Bartolomé y Concepcién Sénchez la me- ‘canografia de gran parte del texto, y a Victoria Mateo y Carles Sdnchez la delinacién cde muchas de las iustraciones. ‘También deseo agradecer el apoyo que ha brindado a la aparicion de esta obra 1 Servicio de Publicaciones del C.S.1.C. y en especial la colaboracién constante de Jaume Sosa y Tomas Santos. Por ilkiaio, deseo agradecer el apoyo y comprensién de nucstras familias y amiges a los que «robamos» muchas horas durante la elaboracién de esta obra. Alfredo Arche Cooedinador Madi, 388 1. Analisis de facies y de cuencas sedimentarias Alfredo Arehe Instituto de Geotogia Econsmica CConseja Supetior de Investigaciones Cientficas Facultad de Ceneias Geolieas, 8003 Madrid Introduccion Un medio sedimentario es una parte dela superficie de fa Tierra que se diferencia fisica, quimica y bioldgicamente de las zonas adyacentes (Seley, 1970). Los anteriores factores definidores estén intertelacionados y el cambio de uno de ellos afecta ittemediablemente a los otros. En este marco fisico operan los procesos sedimentariosresponsables del transporte ¥ depésito de los sedimentos. Un nedio sedimentario puede ser un lugar de erosion, no depésito o sedimen- tacién, y en genera, altcman ctapas diferentes en cada medio: asi, un delta puede ‘reoer répidamente en las avenidas de los ries que lo alimentan, puede permanecer stable curante el estiaje y puede sultir erosion durante grandes tempestades en el mar, Los sedimentos se acumulan en depresiones de tamafio variable denominadas ‘cuencas sedimentarias, cuyo relleno registra la evolucién palcogeografica de la ‘misma. Este releno esta formado no sélo por sedimentos, sino por superfcies de ‘omisin, reflejo de etapas de no deposicion y por discordancias, que registran tapas de erosin, acompaiadas o no de actividad tecténica. Como la reproduccién de las condiciones naturales en un laboratorio es préc- ticamente imposible por razones de escala, bien, sise reaiza, obliga a simplifica- cones dréstcas (p.¢}.,en un canal de experiencias hidrodinémicas) que limitan la validez ce los resultados obtenidos en las experiencias, el sedimentélogo utiliza la superficie actual de la Tierra como su mejor laboratorio. En ella observa el marco fisico (el medio sedimentario) y los procesos que en él actian dando lugar a sedimentos. La oaservacién de la superficie de la Tierra ha demostrado que slo existe un nmero finito de medios y procesos sedimentarios qu, utiizando cl principio del uniformismo («El presente ¢s la clave del pasado»), podemos extrapolar al pasado y, como veremos, utilizar la analogia en la interpretacién de sucesiones antiguas de rocas secimentarias. Este es el objetivo final de Ia Sedimentologia El andlisis de cuencas sedimentanas ¢s un campo més amplio y ambicioso que <1 de la Sedimentologia S.S. y se puede decir que comienza cuando el andlisis de facies a escala regional ha terminado. Trata de reconstruir en el tempo la historia, transporte por carga de fondo. — unidades de grano fino (limos, arcillas) => transporte en suspensién. ae ee Estos criterios de distincién tienen ta ventaja de poder ser estimados con gran facitidad cuando se trabaja en series antiguas Su clasficacién se basa en un estudio progresivo de las formas. Comenzando por las formas menores hasta las formas mayores bi y tridimensionales, facilmente | Feconotibles en el campo. Asi, pucs, Jas formas del lecho, producidas por corrientes, se distribuirian en: — imicroformas (em — dm de 4) — ripples. — mesoformas (m — 10m de A) ~ dunas. — macroformas (10 m -- 10 Km long.) ~ barras, sandwaves, deltas, etc Es importante a este respecto el reconocimiento del tamafo relative meso ‘microforms que pueden encontrarse como parte de macroformas (baras comple, epsilon, et. El reonocimiento de canes es de gran importancia en tas series uviales ura 12. En principio un canal se define como una depresin alargada con margencs ‘mas o menos defiidos entre los que lacorsiente del ro estérestringida durante a ‘CONFOURAGON GE LOS CANALES EN ROS WEA TCAIGA EN SUSPENSION reticelode 1y(D)subsidenci por geneaex ELEVACION Fig. 10. Respursa de canals det a DEFORWACION GE La roenre + neauste| sntemies — a ¢ a ~~ pwr evwr errr errr wrwrvrvr weve wrwrwrwvwrwr rw wrwvewe a AMPARO RAMOS: DEFINICION DE CANAL TUPOS DE CANALES. depresdin olorgata a i pm eposicionol ‘erosive 7 coral de Ar vzsnecia oc cueo Koa sree Talat me aVEine wea a bose Anorgen n 7 ccine —Naen does ‘ambos formes meyores que tas’ ‘micro/meso Fig. 12. Defnicin y caracteristicas para el econocimieato de canales (Friend, 1983). ‘mayor parte del aio. Es importante la escala, a la hora de defini los canales (fig. 124), existen microformas em — m) erosivas tipo elutes, mesoformas (cm — tm) tipo «scour and fill» y macroformas tales como canales orellenos de valles fuviales. En el caso de los eanales es de gran importancia e reconocimiento del wcut bank» © borde del caw Segiin los canales y su comportamiento tendremos los siguientes tipos (Friend, 1983) (fig. 13): ~ Sheet flood (corriente no canalizada). Canal fifo (el canal varia dentro de un margen disereto). Canal 0 canales méviles (Nos canales ocupan muy diferentes posiciones a lo largo del tiempo). Es importante destacar, que cuando no se reconocen canales, as causas pueden ser muy variadas: INTRODUCCION A 105 SISTEMAS ALUVIALES, 6 SEDIMENTO (0) (b) PRINCIPALMENTE GRUESO -_-GAVESO ¥ FINO (DEPOSITOS (DEPOSITDS DE TRANSPORTE OE TRANSPORTE_ POR CARA 'POR CARGA DE FONDO} iT MANTO DE ARROVADA ("SHEET FLOOD") GY, CANAL FIO. (cesconocido) CINTURON MOVIL Peeere ee DE CANALES. Lt Ge smeancritorme ree Seaimento tine Fig. 13: Modelos de diferentes tipos de arquitsturasluvil y scenciascorrspondienes (Fiend 1983), — Existencia de asheet floods, — Retrabajamiento de unos canales sobre otros, o que hace que no sean distinguibles, — Perimetro del canal de muy bajo dngulo, — Sedimentos demasiado uniformes (no se aprecian superficies visibles entre barras y canales), — Malos afloramientos www rv www wer wrwewwwevvewrerwrerwrercrervreve cw. ewer rr www rw www ww wrwrewwrwwwwwrerwrwwewvwee “4 |AMPARO RAMOS En general, «nivel geolbgico los canales son més dificiles de distinguir cuanto ‘més antiguos sean los materiales. Esto esta en relacibn con la presencia o no de vegetaciOn en la lanura aluvial, al ser éste un importante factor en relacién ala cohesividad de las orilas. Bridge (1985) lleva a cabo un analiss de los diferentes criterios uilizados para li interpretacién de paleocanales, sobre todo en el caso de ausencia de afloramientos completes, Si bien observa que existe una continuidad entre los diferentes tipos de canales y que los criterios sedimentarios de diferenciaciOn utilizados en muchas ‘casionés son comunes a diversos tipos,existen algunos eriterios bisicos que puedien ser de gran utilidad: 1) La proporcién de los depésitos de relleno de canal, en relacién a los depésitos de acrecién lateral, aumenta con el ineremento del indice «bra dingy. 2) Eltamafio de grano de los depésitos de canal, en relacion con el de los depésitos de acrecion lateral, disminuye con el aumento de la sinuosidad. 3) La variacién de las paleocorrientes aumenta con un aumento en la sinuo- sidad 4) Los datos de descarga, pendiente y relacién anchura-profundidad, estin en relacin directa cuantitativa con los depésitos de barras y canales. Miall (1985) propone 8 elementos basicas de arquitectura fluvial cuya combinacién en diferentes proporciones serviria para definir cualquier tipo de sistema fluvial Los datos fundamentales ulizados para la definicién de los elementos basicos son: — Naturaleza de las superficies timitantes: erosivas © gradacionales, planar irregular, curva (céneava 0 convexa). — Geometsia externa: manto, lenticular eufia, surco, en forma de U. ~~ Escala: espesor, extensidn lateral paralela o perpendicular a la direccién de la corriente — Geometria intesna: asociacion de facies, secuencia vertical, presencia de superficie crosivas secundarias y su orientacion, direccibn de paleovorrientes, de las formas del fondo, relacin entre la estratificaciOn interna y las superfcies Timitantes (paralela, onlap, downlap). Con tos datos anteriormente descritos fos 8 elementos basices serian (fig. 14): canal, acreciin lateral, sedimentos de cortientes densas, barras y formas de gravas, riaeroformas gue desarrollan forests, formas arenosas, arenas con laminacién paralela,y depésitos de granulometia fina de desbordamiento, Interesa destacat lt Jerarquizacion de estos & elementos basicos (fig. 15) cuyo reconocimiento resulta de gran importanca para la cornectainterpretacin de las series luviales. La combinacion de estos elementos da lugar a diferentes tipos de sistemas fviales, algunos de los cuales seri descritos dctalladamente en los capitulos siguientes INTRODUCCION A LOS SISTEMAS ALUVIALES, 65 “EAI LA forecisn laterot SB Formos orenosos FM. Macroformas con'foreser® LS. Arencs can lominociin peralela nn —EEEE— OF Depésics fines de cesbordomanto Fig 14 Finials elementos en a acqutestora vial, Obsivee la variain en escla (Mia, Lae cy -AMPARO RAMOS Fig 1S. Jrarguizacién de los diferentes ementosen fa arguitecura fluvial. (1) Contacts de primer orden, limite de los sets». 2) Contactos de segundo orden, limite de ecsets 0 de conjunto de ltofacies relacionadas genéticamente. 3) Cotsetos de tercr orden, limite entre grupos de elementos menores 0 formas compljas, ‘ormalmenteestn bien defnidos por supefices de eros, pe J base de un canal mayor. (4) Contactos de cuarto orden, aru pecién de canales como pe. en un paleevalle, Obérvese la gr pacion preferente espacial de los canals, y de los compljos de Darras dento de los canals. El reconocimieato de esta jrarg "ation depeade de la calidad del afloramiento (Mia, 1985}. Bibliografia Bridge, J.S. (1985): Paleochannel patterns inferred form alluvial depos: a critical evaluation. ow. Sed. Petrology, $5, 4, 519589, Chueh, M,, Jones, D. (1982): Channel Bars in Gravel-Bed Rivers. In: Gravel: Bed Rives. Ed. by R.D. Hiey, J.C. Bathurst and C.R. Thorne, 91-338, Fiend, P. F. (1983): Towards the Tielé classification of alluvial architecture or sequence. In ‘Modem and Ancient Flotal Systems. Ea. by J. D. Collinson ad J. Lewin, Int Asso. Sediment. Spec. Pub. 6: 195-206, Leopold, L. Band Waiman, M, G, (1957): River channel patterns: braided, meandering and ‘Uragth, FS. Geok Sur Prof. Paper. 282 B, 39-85, Miall A.D. (1977), A eview ofthe braided river depositional environment. Earth Sei, Ren, 13, ma (981, Analysis of fuvial depositional systems. Am. Assoc. Petrol. Geol, Education Course Note Ser, 20,75 99 — (1985) Archteetura-lement analysis anew method of facies analy applied te ova deposits. Fart Science Reviews. 2, 261-308 vehi, 5. (1985): Response of alluvial rivers 1o slow active tectonic movement. Geol. Soc. Am. Bull, 896, 504515, Rust, BL R. (I9T3: The imerpretaton of anclent alluvial successions in the light of modern investigations. In: Research in fluvial Sedimentology. Ed, by Davidson. Arnot & Niklig, 61- 10s, Schumra, S. A.(1977 The Muvial System, Joon Wiley & Sons. New York. 338 pp. (KL: Evolution and response ofthe sil Sytem, edimentologic implications. SEPM Spec. Pub 19:29 Waksoa, LG. (1979): Equilibrium Cross-section of meandering and braided Rivers. Nature, 2 9894, 3. Sistemas aluviales braided Amparo Ramos Departamento de Estrtigrafa, Facuad de Ciencias Geolégicas, Universidad Complutense, 28080 Madrid 1, Sistemas aluviales braided 1A. Introduecién Eltérmino braided lo utilizamos en el sentido de Rust (1978 a y b), como cursos dde agua de miltiples canales con baja sinuosidad. Fl téimino aluvial incluiria no sélo los tios «bien definidos» sino también los sistemas de canales dispersos, tanto en abanicos aluviales como en Hanuras. Segtia esto, los depSsitos aluviales braided se acumulan en tres ambientes prin- pales: rios braided, abanicos aluviales y lanuras aluviales, Los ros braided estin confinados en los laterales de un valle y cubren la mayor parte del fondo del valle durante las etapas de inndacién Los abanicos y las lanuras se extienden en dos dimensiones sobre éreas amplias. Durante la etapa de avenida no se lega a inundar toda la superficie; sin embargo, a escala gcoldgica, toda la superficie del abanico o de la llanura aluvial es ocupada durante 2eriodos de tiempo relativamente cortos. Los abanicos differen de las lanuras en que son formas mas localizadas, con una morfologis delimitada, centrada fen un dpice. Los abanicos y las llanuras ahuviales de tipo braided estan con frecuencia rela- cionados. ya que éstas pueden constituir tas partes més distales de aquellos Hoy en da, los sistemas aluviales de tipo braided se forman en areas de sistemas ‘de drenaje con descargas muy variables y con eubierta vegetal escasa. Sin embargo, durante as épocas anteriores al Carbonifero existié un desarrollo mucho mis importante de estos sistemas en regiones hiimedas, en las que la no existencia de ‘cubierta vegetal y las lluvis frecuentes favoreetan la formacion de canales de tipo braided Divigiremos los sistemas aluviales braided en dos tipos, sezin Ia litologia pre- dominamie: sistemas aluviales braided de gravas y sistemas aluviales braided de arenas. Este eriterio de diferenciacién esté en relacién directa con el modo de transporte, En el primer caso las gravas (litologia predominante) son transportadas ‘como carga de fondo. y la arena (litologia secundaria) se transporta en suspensicn. En el segundo caso, existe un movimiento por carga de fondo mixto de arenas ¥ ‘gravas, con un neto predominio de arenas. Asi pues, en este segundo caso, los ‘cantos estarin dispersos y aislados dentro de las arenas, ano ser gue exist ut retrabajamiento y concentracidn de cantos que dé lugar a un depdsito de slag wwewee weer erereee pew verre wr were wr wrwwwewe ypwewr ewww ewer wre www vrwrwrwrwrwrwrwrwvwerewwe 68 AMPARO RAMOS 2. Sistemas aluviales braided de gravas El proceso bisico que da lugar a depésitos en este tipo de corricntes esta relacionado con la génesis de barras. Existe una gran confusign en la literatura sobre la nomenclatura utilizada para las barras. En muchos casos se han definido “inicamente en funcibn de la forma externa, lo cual desde el punto de vista geolégico suele no tener tilidad, ya que lo que normaimente se puede reconocer en el registro geol6gico, més que a forma externa, son las caracteristcasltolbgicas y la secuencia de estructuras. Por otra parte, es importante indicar que el tamato de ls barras es funcién del tamafio del canal y de su profundidad, de aqui la gran utlidad de! reconocimiento de estas formas en series antiguas 2.1, Tipos de barras Bluck (1976, 1979) da una clasificacion morfologica de las barras relacionéndolo al mismo tiempo con la génesis de las mismas y las estructuras resultantes. Establece 4 tipos de barras (ig. 1) en relacién con la sinuosidad de los cursos de agua en que se encuentran, la existencia 0 no del canal sccundario («slough © inners), asi como de su papel en la evolucién general. Segdn esto, las denomina barras medias y barras laterales I, 1 y Ii Las barra. medias y laterales HII (fig. 1) se dan en cursos reetos, tienen dos canales laterales que en las medias tienen ambos una actividad similar y en las laterales [IL uno de los canales es menor que c! otro. Desde el punto de vista del registro geoldgico estos dos tipos de barras son similares a lo que muchos autores LATERAL MEDIA Fig. 1. Esquema de los diferentes tios de arras (Lateral I, I Media). ch cabeza de ta Bara: Ib: cola dela bate; ep: canal principal o exterior, es: canal secundario o interior, cl: canales laterals (cl vadal es similar en ambos) (Ramos y Friend, 1982; basado en luck, 1976), SISTEMAS ALUMALES BRAIDED « han denominado barras longitudinales (Ore, 1963; Smith, 1970; Rust, 1972; Booth- royd and Ashley, 1975; Hein and Walker, 1977). Segiin Leopold y Wolman (1957) estas barras se inician por la sedimentacién de las fracciones més gruesas de la carga de fondo que transporta ia corriente en la parte central del canal; posteriormente, al exstir un obstéculo, se van acumulando sds cantos, pudiendo ineluso llegar a emerger sobre el nivel del agua. Hein y Walker (1977) estodian la evolucién y crecimiento de estas barras a partir de un riicleo de cantos inicial (fig. 2). Los estudios levados a cabo en rios actuales (Rio Kicking Horse, Canada, ‘Smith, 1974) parecen indicar que la formacién inicial de las barras sue ser répida. ‘Con frecuencia se pueden formar y desaparecer en un solo ciclo de descarga. En ‘otras ocasiones pueden permanecer durante varios cicls sn variacién y sr alteradas bruscamente, por algiin cambio que afecte a la corriente local. Como resultado de «estas modificaciones, normalmente una barra refleja una historia compleja (Dabrio yy Fernandez, 1986a), con miltiples episodios de deposicin y erosin. Southard et ‘al. (1985) proponen ‘una génesis basada en la existencia de rapidos («chutes») y 16bulos. Cade ciclo de «chute» y 16bulo se generaria a partir de una primera etapa agradacional fig. 3), seguida de una etapa de degradacion parcial o completa, hasta que la superficie del ldbulo, inelinada aguas abajo, alcanza un Angulo critic. Dependiendo entonces de que el lobulo sea disectado 0 no (fig. 3), parte del lobulo ‘original suede permanecer como monticulos a manera de barras longitudinale. Este proceso, que segin Southard er al (1985) no siempre se genera, estaria condi- cionado por la existencia de importantes aportes de grava mal clasificada y profun- didades muy someras. En general, el proceso de transporte de los cantos que forman las barras se produce principalmente en las etapas de avenida y de alta energia, no existiendo ‘movimiento en las ctapas de baja energla (Eynon y Walker, 1974; Hein y Walker, 1977). El hecho de que tos cantos estén bien casfiados en contacto (selast supported»), indica una corriente eapaz de transportar los materiales més finos o bien mantenerlos en suspension y de hacer rodar los cantos de mayor tamisho sobre el lecho (Walker, 1975). En las etapas de baja energia a arena se infiltraria en los espacios intersticiales, de los cantos, dando lugar a la escasa matriz arenosa que posteriormente observamos (ig. 4) Costello y Walker, 1972; Smith, 1974, Eynon y Walker, 1974; Hein y Walker, 1977). Existen asimismo sistemas en los que los Jepésitos resultantes son tuna alternancia de niveles de gravas y arenas con otros solo de gravas, En este caso no se trataria de una infiltraeiOn posterior, ya que los cantos no estin en contacto, sino queen una primera etapa evotutiva dela barra, la arena y ka grava se sedimen- ‘arian simultaneamente a partir de una corrente altamente concentrada, Sin embargo, cuando existe una alternancia clara, sin gradacién, entre niveles de tamafios de clastos muy diferentes, segim Steel and Thompson (1983). se trataria de una dife- reneiacién de los tamafios, sobre la superficie de las barras, seguido por una pro- ‘eradacién con movimiento lateral (Hg, 5 Con respecto a la pénesis de aforeset» en barras de gravas, Hein y Walker (1977) lo relacionan con kas barras transversas (fig 2),en las que se produciria un crecimiento vertical smulténeo a las avalanchas que darfan lugar @ los atoreset LONGITUDINAL | SISTEMAS ALUVIALES BRAIDED n Diseccion Losuio ¥ apioo (*cHure”) actives Angulo 49040 ewanticged creseda io : Lomi Giese Ge contoe We Fig. 3. Secuencia esquematica de la génesis de arras a partir de un Jobulo y un ‘pido (wchutes) atvos. Ellébulo y el rapido se forman iiialmente bien dentro \e'un canal més amplio o bien por incision de un Iebulo existent, E) Isbulo tstabilza, pero continta creiendo a medida que las graves se desplazan desde ido ais el Iobulo. Cuando la superficie del Iobulo alanza aguas abajo 'na mlinai6n critica, los depésitos dl lobulo comienzan a desmoronarse ri samente, Aguas abajo del area de incision quedan emergidos uno o dos restos ‘el Iobulo,formando barras de gravasalargadas (Southard eal, 1984), Sims TRANSVERSA ~ DIAGONAL A OESCARGA ALTA 6 DESCARGA BAVA Sie). Seyi Fig. 4, Origen de ia matriz en las botras de gravas (Smith, 1988) Fig. 2. Formacion y crecimiento de barrassegin Hein y Walker (197. Rost (1984) deseribe dentro de las facies de gravas con estratificacion eruzada planar una ciclicidad compuesta de tres términos (fig. 6). La alternancia de niveles de diferente granulometria, con o sin matriz entre los lastos estariarelacionada con la existencia de unas formas menotes de gravas que migrarian por encima de las ‘mayores (lig. 7), produciendo avalanchas intermitentes sobre el frente de avance de ta forme En general, en los sistemas braided, cuando decrece la energia pueden legar @ ‘emerger las barras, restringiéndose la corriente alos eanales adyacentes# las barras de cantes, En estas zonas, si la disminucién de la profundidad es rapida, se pueden Producir barras de arena transversales, y sila disminucidn es lenta, dunas (mega: 4 Ba ze oz <8 = aw 58 5 vwwwewrwrwrwr ewe wrwr rer wwweerwwweerwer weve were ee evr v weve wwrwrwrwwr weve wwwewrwwewrwuwrwewewee n AMPARO RAMOS: Movimiento real de mentos do ‘rares con sagrgocién de omotes, {tbr lo supropioktorne > nmmnte LD vnen toe format da mano de ons toe Fig. 5. Probable genesis de las texturas y secuencias en barras en las que akernan ni- veles de gravas y arenas de diferente granulometia y con varable contenido en matiz (Steely “Thompson, 1983) Eee e eee Fig 6. Esquema de una unida citica de arenas y gravas, ‘om indicaciin de la varacibn vertical en: esqueleto (E), matriz(M) y amatio medio de grano (TS: sin matra A sxeecn dt pam gos: Gg, Cams Bogs ‘ost 1984) ripples) (Jopling, 1966). La migracion de estas formas da como resultado estrat cacién cruzada planar y strougho, respectivamente. Las barraslaterales 11 (fig. 1) estin todeadas por dos canales distntivos (exterior © principal e interior 0 secundaria) («outer» o «main, inner» 0 «sloughe). El iltimo sélo seria activo en las etapas altas de corriente. Estas barras son similares las descrtas como bartas diagonales (Church, 1972; Smith, 1974; Hein y Walker, 1979). SISTEMAS ALUVIALES BRAIDED B A —W8eBE a ~ vn e be Fig. 1. Modelo que explica la ciclcidad en las facies de gravas con estratificaciéa ‘cruz planar. (A) Las gravasy las arenas on trensportadas sobre a barra, acumlindose lenlamenteen el eforeset. La arena es trarsportada en suspensin sobre la bara y da lugar a vértices de retroceso en la parte inferior del woresein. En esta etapa, existe tiempo sufctente para que la arenas infitre completamente dentro dels graves segin {taste van acumulando (a. (B) Elsedimento transportado ena cara de avelancha est {ormado por arena y grava, dando lugar aun nivel granodecretiente (b), sobre (a). (C) [La ferma menor de gravasaleanza Ia cresa dela barra, y cae en avalancha sabre el «eforesess como wprain lows, formando un nivel granocrecent () La acumulacion es ‘an Fipida que no permite la infitracn completa de la arena (Rust, 1984). Finalmente, fas barras laterales 1 (fig. 1) estén unidas a una de las orillas y s¢ forman principalmente en los tramos con alta sinuosidad. Son similares a los point- bar desciitos por McGrowen y Garner (1970). Church and Jones (1982) estudian las relaciones de proximalidad-distaidad centre los diferentes tipos de barras (fig. 8). En un esquema ideal, aguas arriba. existiria un predominio de barras medias que serian al mismo tiempo las de mayor tamafio de grano y las mas inestables, evolucionando aguas abajo a formas laterales ILL, Ly I sucesivamente, disminuyendo el tamafo de grano y aumentando | ” rea fuse pronmet anoles “bred” ‘neste, Sores macos sores acer y pds Fittes ronteroe sneondeae oe "hg Boras toes ypo5 canaie meendedrmes can gros. Point -bors Febaes wansversae im Oe cannes pei isuinsreN; TeansronTE DE EeDMENTOS, TAMAKO CE GRAND Y GRADENTE canat con gormnente ie canoe. Rapids ns Fig. 8. Distibucign esque 3 fj de un cana de. reation roniat distal deo lees tps de arr AMPARO RAMOS SISTEMAS ALUMALES BKAIDED 8 stabilidad de las formas, asi como de los canales. Este esquema puede tener importantes variaciones en la naturaleza por las alteraciones y aportes laterales de tributarios que a lo largo de su curso pueden variar las condiciones. El complejo aluvial de Gandesa-Horta (Cabrera et al, 1985, fig. 18, p. 417) constituye un claro ejemplo de la evoluci6n de las formas sedimentarias Segin la relacidn proximal- distal 22. Zonas de una barra (fig. 9). Segregacion de tamaiio de grano en la horizontal y en Ia vertical En las barras de gravas se pueden distinguir segiin Bluck (1971, 1976, 1979) varias zonas morfologicas bien definidas que dan lugar a diferentes tipos de estra- tificacién y estructuras sedimentarias os L] iki (es wy Fig 8. Diferentes zona de une barra en planta yen seccion (AB) (Biuck, 1979, per wr www wrr ww eww ew ewww ewww www www www w- eww rrr wer rw rw wwe wwrwrrwrw ww ewww ww wewvwe 1% [AMPARO RAMOS luck distingue la que denomina plataforma, que es la parte estable del curso, (que esté formada completamente dentro de la regién del canal inferior. La zona de la supraplataforma es el Area expuesta a importantes fluctuaciones del nivel det agua, lo que da como resultado importantes cambios litolégicos, dando lugar a des principales regiones en la barra, una de tamafio mds grueso que presenta estratificacién horizontal e imbricacién en la zona aguas arriba y que seria In cabeza de la barra (abar head»), y otra, aguas abajo, de tamatio menor, que seria la cola de Ia barra (ebar tail), que presenta estratificacién cruzada. La segregacién de tamafios entre la zona de cabecera y cola se debe a pequefias turbulencias en el 4rea de cabecera producidas por los clastos de mayor tamaiio, produciendo una rmovilizacén del material mas fino hacia Ia zona de la cota (fig 10). Simulténeamente, la zona de cabecera se va haciendo mas estable y con una acumulaci6n mayor de ‘tamafios gruesos. A causa de esto, en la zona de cabecera los clastos mas gruesos ‘son fos de mayor fiabitidad para medir paleocorrientes, ya que estos clastos sélo se movilizan en Jos momentos de corrientes mayores, que son las més representatives a escala de todo el sistema fluvial. Sin embargo, los tamaiios més finos se pueden movilizar por corrientes més locales. Lines de references ETAPA 1 ETAPA 2 ETAPA 3 Q casroe esremicos ip eae oe man Fig. 10. Exquema evolutivo de barsas, eno! que se observa la clongacién de las misas sega ¥aproducndose el cambio textural (luc, 1982. SISTEMAS ALUVIALES BRAIDED n Allen (1983a) estudia la segregacién venical que se produce en las barras que presentan una carga mixta. Partiendo de un sedimento de grava y arena, se genera luna seleccién en la que las particulas de tamafio mds grueso sobrepasan a las de ‘menor tamafio (fig. ITA). El resultado es una serie de «foreset» cuya parte inferior presenta tamaiio de grano més grueso que la parte superior. Al mismo tiempo las léminas presentan bien desarrollado tanto el sforeset» como el «topset», existienda ‘continuidad entre ambas partes (fig. 11B). Allen (1983a) denomina a estas barras, schuraptack bars» 0 barras con joroba. Su génesis se debe a la existencia de una agradacién vertical, simulténea a la progradacién, con un régimen de corriente mis alto en la parte superior, lo que da lugar a la laminacién paralela, Las gravas se acumulan bésicamente como eforeset y las arenas como «topset», La formacién simultérea de «foreset» y «topset» implica condiciones muy especificas de tamaiio de grano y energia de corriente (ig. 12) en un campo en el que coexisten la génesis dle megeripples y laminacién paralela de alta energia. 23. Seeuencias resultantes La srcuencia general a que dan lugar los cursos de agua en los que predominan las barras medias o longitudinales, seri similar al modelo descrito por Miall (1977, 1978) con el nombre de tipo Scott, caracterizado por facies Gm (figs. 13, 14A), es decir, braided proximales y abanicos aluviales himedos. Este modelo sera similar a los modelos 2y 3 de Miall (1985), caracterizados por las facies GB (barras y formas de gravas) y muy secundariamente por las facies SB y OF (Formas arenosas y depésitos de granulometra fina, de desbordamiento) (Gigura 15). Los niveles con facies Gm (fig. 14A), es decir, gravas masivas con imbricacion, 4 veees eon estraificacién horizontal, han sido descritos por diversos autores (Smith, Fig. 1. Unidadessedimentarias dela baras de tipo shurnpbacks, (A) principales cariteristicas dls diferentes unidades, (B) principales caracersticas de una barra activa (Alen, 1983). 8 [AMPARO RAMOS t 2 8 3 TAMAIIO OE GRANO (m) Fig. 12. Campo de estabilidad y ordenacién interna de diferentes estructuras sedimentarias en funcién de la energia de Ia coriente (en watios por metro ‘uadrado) yeltamatio de grano. NM: no hay movimiento. R: ripples decorrente com laminacién cruzada. M: megaripples con estratficacibn eruzada. PB: lechos planos en régimen bajo que generan laminacion paralels, PA: lechos planos en Fégimen alto que generan laminacién paraela, con lineacibn de coriente en las ‘atenas de grano fino. (Las lineas de tfazos indican los limites de estabilidad de ripples y megariples) (Allen, 1983a,) 1970; MeGowen y Groat, 1971; Eynon y Walker, 1974; Hein y Walker, 1977), como el resultado de barras longitudinale (fig. 15) producidas por corrientes de tipo braided (facies proximales de Anadon et al, 1985). ‘Secundariamente pueden existirintercaladas facies St y Sp (fig. 14A), normal- mente en forma de cua y con escasa continuidad lateral, serian el resultado de la rovilizacién de formas atenosas (megarippes), en las etgpas de menor energfa, en fos laterales de las barras 0 bien en canales menores que las disectan (fig. 15). SISTEMAS ALUVIALES BRAIDED B conice DE ESTRUCTURAS FACIES LITOFACIEs SEDIMENTARIAS Gms ‘grovas mosivas con textura no ninguna ‘ronosostenida ("matrix support") Gm grovas_masivas © algo ‘estratificacisn horizontel, esteatiticedas. imbricocién Ge ‘grovas estratificedos estrotificacién eruzade “trough. o groves estratiticedas estratiticacién eruzada planar. s ‘reniscas, 0 veces con cantos stratifigacién cruzeda "trough" So ‘reniscas,a veces con contos _estratificocién cruzada planar. x oreniseos ripples de diversos tipos oH oreniscas Jaminacién horizontal, "parting lineotion’ Se riveles erosivos con contos 0 veces estratificacién blandos 0 de cuarcita cruzade poco marcade Ss ‘oreniscas, a veces con cantos _estratficacién cruzada Senaiblemente paratela ol fivel bosol erosive, ft limos, orcittes. tominacién paralela 0 de ripples. Fn limos, orcitles, masivos, & limos, arcilias. roices y restos vegetoles, carbonates. caracieres edéticos. limos ,orcillas, ¢ veces bioturbocisn, Fig. 13. Cédigo de las descripeiones de faces sepin Mial (1977, 1978), El tipo Donjek (ig. 14B) de Miall (1977, 1978), caracterizado por las facies Gm, Gt y St, sstaria formado posiblemente por barras de los tipos IT y Illy sedimentos de canal, y representarian un paso gradacional, en una secuencia proximal-distal, 4 braided arenosos, reflejando wna disminucién aguas abajo en la relacién grava- arena (fiz, 16). Este modelo, que es bastante variado, tanto desde un punto de vista litolbgico como de estructuras sedimentarias, presenta ciclos wfinan upwards, siendo los mis potentes el resultado del relena de canales, con etapas de agradacion vertical, seguida de abandono del canal prwwr wer www wre wrwwrwwwwe ww wwwwewwww ew wee we per wer wer w www rer wrwrrwevewrwr ewer rrr veewe % AMPARO RAMOS: ® © Tipo scott TIPO DONJEK TIPO. S, SASKATCHEWAN st st conol ‘mayor se sr s on fr sh barra compueste Fig. 14, Perfiles deposcionales de sistemas abraded» segin Mial (1977, 1978), (A) Predominio de facies Gm. (B) Predominio de faces Gm, Gt y St. (C)Predominio de facies St. La acumulacion de estos depésitos en series antiguas, da lugar a una arquitectura fluvial de cuerpos mayoritariamente tabulares en los que los escasos nivel arenosos adquieren una gran importancia para establecer la distineién entre las diferentes facies (ig. 17). 3. Sistemas aluviales braided en arenas Estos sistemas, dentro de un esquema clisico, suelen desarrollarse aguas abajo de los sistemas de gravas. El cambio en tamaio de grano suele venir acompafado de un cambio en la forma de acumulacion de los cuerpos arenosos, pasando del predominio de barras longitudinales aguas arriba a un predominio de barras trans- versas en estas zonas més arcnosas. 71 formas ce gr P78) y alos modelos 2y 3 de nals mayores com crecimiento late convexa en algunas bartas, GB: barras 8 AMPARO RAMOS (ums “ARCILLAS a emg coos unos 3) oistat, PROKWAL Fig. 16. Varacin aguas abajo de las fais y las estructura sedimentaras en un ‘sbanizo coa canes de tipo braided (Boothroyd y Ashley, 1975), | Los elementos morfol6gicos en estos rios son muy complcjos, desde formas simples de pequefia escala hasta formas compucstas de gran tamatio y complejidad. El rio circula por encima y entre esas formas de acumulacin arenosa, dando lugar ‘aun sistema braided con miltipls bifurcaciones y reagrupamientos de canales. El ‘material fino (limos y arcillas) suele ser transportado dentro del sistema sin llegar 4 acumularse, los depésitos de acrecin vertical no suelen presentarse y la sedimen- tacidn en las zonas de lanura de imundacién suele tener escasa importancia, Los sistemas mejor estudiados de rios braided arenosos actuals incluyen: el Plaite (Smith, 1970), el Tana (Collinson, 1970) y South Saskatchewan (Cant y Walker, 1978). (paras transverss); (2) arenseas con laminacion paralela, (3) superficie erosiva: iacion paralla (Ramos y Sopet, 3.1. Modelo Saskatchewan diferentes unidadessedimentrias en as facies Duvales conglomeritias del Buntsandetein de la CordileraIbérica. EI modelo establecido y Cant y Walker (1978) para el rio Saskatchewan, coincide con el tpo del mismo nombre establecido por Miall (1978), caracterizado principalmente por las facies St (igs. 13, 14C). Miail (1985), amplia esta clasifiacion ¥ establece para estos complejos fuviales arenosos dos modelos (el 9 y el 10), Caracterizadas. ambos por el predominio de facies SB y FM (fig. 18) (formas arenosas y macroformas que desarrollan «foreset»), combinadas en diferentes por- centajes en ambos modelos. En el modelo original, Cant y Walker (1978) distinguen tres dominios funda- _mentales de sedimentacion (fig 19}, cada uno caracterizado por diferentes secuencias de estructuras: canal, lanura arenosa («and-fiat») y zonas de influencia mixta {erie influence). Esq ridadestabulres con estratiieaion cruzada planar ( {4} elleno de candi on diferentes nivels conglomersticos (5) arenzcas con estratiicasiOn eruzada de sureo a techo de nveles con @ peewee www wr were w wee ww » » » » » » > » » » » » » , » » » » » > » J » » » , » » » > , » , id am AMPARO RAMOS: BARRA TRA CANAL LATERAL, uate Fig. 18. Modelo de sedimentacién para las areniseas del Buntsandstein del centro dela Peninsula Trica (Ramos ea, 1986, similar al tipo Saskatchewan de Cant y Walker (1978) y ls modelos ‘9y 10 de Miall (1985). SB: formas areuosss. FM: macroformas que desarollan sfreses, Canal. Normalmente, en un tramo de un rio braided encontramos tino o dos ccanales mayores y varios canales menores. Los canales mayores suelen llevar una » » J , » >» ’ » » , » > , » » » » » ’ » » > > > > > ’ » wwwvvvwewwwrwrwvvewrewvwewervwvwrwvrvewwvewvwewewwwe -AMPARO RAMOS: para su alimentacién, lo cual se ve favorecido en zonas de relieves importantes en el drea madre, asi como en aquellas en las que existe una elevacién tect5nica importante, que permite mantener este relieve. Asimismo en épocas geolégicas pasadas la ausencia de una cubierta vegetal importante, incluso en &reas de elevada pluviosidad, puede haber generado sistemas de este tipo. Parkash er a (1983), Trunbridge (1984) y Castelltort y Marzo (1986) describen Jos sedimentos de estos sterminal fans» en complejo actual Markanda (India), en el Devénico Medio (Gran Bretafia) y en el Muschelkalk Medio de los Cataldnides. En el caso del abanico terminal de Markanda, se localiza en un drea con un clima semiarido, y esta configurado por tres asociaciones de facies: canal, «levee» y tanura de inundacion (fig. 30). El alto contenido en sedimentos con laminacién horizontal en este sistema, proviene bésicamente de dos fuentes. Por un lado, en el relleno de los canales existen dos etapas, las facies mas gruesas, como estratificacién cruzada planar o de ssurco y laminacién horizontal se deposita en los momentos de avenida como formas transversas, megaripples discontinuos o regimen de flujo laminar, respecti- ‘vamente. Las formas menores se forman en las etapas de caida de flujo. Por otro lado, la frecuente inundacién de las éreas interdistribuidoras, da lugar a gran abundancia de depésitos de desbordamiento («sheets») con régimen de flujo alto y ran potencial de preservacién. En el abanico terminal del Devénico Medio de Gran Bretafia (fig. 31), los sedimentos muestran tres secuencias caracteristcas. Cerca de las zonas més elevadas se generan una serie de canales, con transporte por carga mixta, que generan un relleno principalmente de arenas con laminacién paralcla. Esto constituiria las secuencias | (fig, 31). Aguas abajo, al disminuir la descarga por evaporacién © infitracion, se generan mantos poco profundos junto con una disminucién lateral ¥y distal de los cuerpos sedimentarios que en ocasiones se encuentran disectados por ‘canals (secvencias 2, ig 31). Las facies mas distals (Secuencias 3, fig. 31) representan elestadio final de disminucion de flujo, siendo ésta la zona de principal acumulacion de sedimentos de grano fino. 5. Sedimenta ‘«Backfilling» nen canales rectos. Son escasos los estudios llevados 2 cabo sobre la sedimentacién en canales rectos, Schumm (1977) lleva a cabo algunos experimentos sobre los procesos y depésitos que se generan en estos canales. Si bien la sedimentacion fuvial, y en ‘general toda la sedimentacién, es basicamente lateral, en algunos canales de zonas Jiridas 0 semidridas los canales retos pueden rellenarse por un crecimiento vertical Este proceso, que se da citindo se producen elevaciones dei nivel de base, recibe el nombre de sbackfilingr o retrorrelieno (Schumm, 1977), En un cauce recto, la existencia en la corriente de una carga etevada de sedimentos mayor de lo normal puede generar el que se taponen determinados tramos, dando lugar al sbackfilling» Alelevarse el nivel de base local, debido a la sedimentacion de la carga en exceso {que transportaba la corriente, es cuando tiene lugar el proceso de relleno aguas arriba, En el dtea de Sand Creek (Nevada) (Schumm, 1977) se ha observado este SISTEMAS ALLVIALES BRAIDED ” a J ve Ege cr So et EB eo oe RQaere BS RRES ES nee ey Fig. 30, Secuencia vertical de las estructuras sedimentarias en los diferentes subambientes del banico terminal de Markanda (Inia) (Parkash ea, 1983), desplazamiento de la sedimentacién aguas arriba, en las diferentes avenidas (fig. 26A). Localmente puede ocurrir que la altura de la interfase agua aire puede estar relativamenie més elevada en la zona aguas arriba (a, en Ia fig. 32A). En la figura 32B se observa la distribucion de sedimentos en seocién transversal. Al comenzar la sedimentacién las fracciones més gruesas se sedimentan en el fondo 98 AMPARO RAMOS. Fig. 31. Modelo de sedimentacién para el Devinico madio de Gran Bretafa, Se ‘observa una evolucion aguas abajo desde sedimeatos con predomunio de canales fui (1); « mantos poco profundos (2), yfinalmente sedimentos disaes de aguas trangulas (3) (Tunbridge, 198), Fig. 32. (A) Perfil transversal de un dept fava formado por un proceso de abackfilings, Se observa la gradaciOn de tamafo de grano debido la tvaclacion aguas aba de las undades deposiionaes, desde 1 hasta 5. (B) Depésitos de rlleno de canales del tipo A (Schumm, 1979), del canal, como consecuencia aguas abajo se incrementa el porcentaje de los sedi- mentos de granulometria menor, los cuales se depositan bisicamente en los late rales, 6. Modificaciones por variaciones en el régimen de Ia corriente Los cambios més 0 menos répidos que se producen en el caudal de un ri, de invierno a verano o en épocas de mayor 0 menor pluviosidad, provocan un desequi- SISTEMAS ALUMIALES BRAIDED % Tibrio casi constante de las estructuras con la, corriente. Las formas creadas en respuesta aun régimen de corriente pueden persistir durante un tiempo considerable hasta que se restablezca el equilibrio entre corriente y formas del lecho, es decir, existe siempre en los cambios de caudal un tiempo mas 0 menos largo, en el cual Jas formas del lecho no son las que corresponden al caudal del medio (efecto «lag», Allen, 1975; Allen y Friend, 1976). 6.1. Modifcaciones por disminucién del régimen ‘Aunque la respuesta las variaciones del caudal se producen tanto en las etapas de crecida como de descenso, las modificaciones producidas durante las crecidas ticnen un potencial de preservacion mis bajo, debido a que la corriente en los momentos de energia méxima tiende a destruir esas formas. La mayor parte de los «ejemplos eonocidos de modificaciones preservadas tienen lugar durante las etapas, de descenso. Es muy importante el hecho de si las modificaciones se producen de forma répida o lenta, Si el caudal disminuye de manera répida, las formas iniciales se paralizardr, pero seran preservadas. Estas formas mayores pueden controlar la dircecién de la corriente cn estas ctapas de estiaje (fig. 33) (Collinson, 1970; Jones, 1977). La corsiente,confinada en estas zonas puede producir una erosi6n y acrecion lateral (figs. 34 y 35A), Se produeiria una erosién de los margenes de las formas riayores, con tna suavizacién de las formas con respecto a la pendiente original. La acrecién lateral sobre estas superficies estaria constituida por ripples con direcciones paralelas a la direccién del plano de la cara de avalancha (figs. 344 y 35A), Sila disminucién del ujo es menos rapida, como ocurre en la mayor parte de Jos regimenes megatérmicos, con etapas de erecida relativamente largas, hay tiempo suficiente como para que haya formas menores que se desarrollen sobre las mayores. [La migracion de estas formas menores sobre la cara de la avalancha de las formas mayores da lugar a la formacién de superficies de reactivacién convexas (Jones, 1977) (fig. 39B). Segiin Jones y MeCabe (1980), ia formacién de estas superficies de reactivacién converas no precisa necesariamente de cambios de ceudal sino simplemense In migracién de formas menores sobre formas mayores, Fig. 3. Eaquema de corentes azciado a régimen de casda! ato (A) y bajo (B) (Collinson, 1970) wwewewwrvrwrerwr verve wwrwvwvwvvvvewrvvr verve AMPARO RAMOS WES Eo Pe Dear de spre easton sot ambi en Cason, ‘AVENIDA ied estructura | eiire,| my 1 | al 9 8 Wa V c OQ RSS, Fi. 35, Repay es cambios de cual (A) Canbio de cal uy ripdo Las fortoas origiaras quedan preservads,sendovetcadns por las correc de eaudel ‘jo. (B) Cambio de caudal mis lento, Se eneran formas tenors que mira sob ls tmayores, produciendo superficie de reacivacion convenes, (C) Camo Je casdal eno, Las formas mayore son ampiamente modicadasyerosionadas ote, 197) SISTEMAS ALUVIALES BRAIDED 101 Haszeldine (1983) estudia Ia forma que tendria la superficie imitante entre sets de formas superpuestas. Esta forma dependeria de larelacién entre a direccin del frente de avalancha de las formas mayoresy el de las formas menores que migran sobre ells (ig. 36). En dl caso de que las formas menores tengan una direccién perpendicular al frente de avance de las mayores, las superficies serdn convexas (fig. 36A), y en el caso de que la relacién entre ambas direcciones sea oblicua, las superfcies serdn céncavas (fig. 36B). Las variaciones en una seccin determinada dependerén del régimen local de la corriente. Cuando el cambio de caudal se realiza de forma més lenta, como ocurre en los regiments mesotérmicos, no se produce Ia superposicién de formas, sino que las modificaciones son més importantes, con la destrucci6n parcial de las formas iniciaes y la formacién de pequefios canales que cortan esas formas anteriores (figura 35C) (Jones, 1977; Blodgett y Stanley, 1980). La preservacion de estas formas cstaria en relacin con la magnitud de agradacion- (D). En elexquems (F) se observa céme los stop selo progradan formando laminacion de tipo Sigmoidal, Al mismo tempo tiene lugar una separacin de ujo en et punto (2) intensifeando 9 tesctando fas dunas de tipo shuimpbacks, Io que hace que se transformen en dos megaripples ‘ssiméticos diferentes, como se observa en el esquema (F) (Saunderson y Locket, 1983), “wwe ewe wwe www we ow rwewwrer rer were rwe ewe wwwvrwwr www rrr ww ve vvwewrwrrwvwrwewewrwvwrwrwvee 104 [AMPARO RAMOS recubrirla, por Io que la zona inferior se adelanta con respecto a la parte alta que ‘queda retrasada (C en fig. 38). Esta parte alta de Ia cara de avalancha se erosiona ‘0 colapsa (C y D en fig. 38), dando lugar a continuacién a una migracion de 1,5), el tipo trenzado se define en base a la existencia de dos 0 mas canales separados por barras o islas aluviales. Como consecuencia, un rio que presente una sinuosidad clevada y varias barras aluviales en su cauce resulta de dificil clasificaciOn. Para solucionar esta problemitica, Rust (1978) propone que la clasficacion morfolégica de los cursos ftuviales se establezca en base a la utlizacién conjunta de dos pardmetros cuanti- Ficables: la sinuosidad y el pardmetro de trenzado (o «braiding parameter»: B.P), Este tltimo mide el ndimero de barras 0 islas existentes en el cauce y nos informa sobre si el flujo sigue un curso iinico o se diversfica en una serie de brazos, En general, los rfos con un B.P. <1 se consideran como de canal iinico, mientras que aquellos con un B.P> 1 se denominan de canal multiple. Leopold y Wolman (1957) definen ta sinuosidad como fa relacién existente entre la longitu del canal y Ia longitud del valle, De acuerdo con el valor de esta relacién los rios pueden Clasiicarse arbitrariamente en dos grandes grupos: de baja (< 1,5) y de alta sinuosidad (21,5). Como muestra la figura 1, la combinacidn de los dos parmetros citados permite definir dos tipos basicos de rios de alta sinuosidad: los de eanal dnico 0 meandrilormes y los de canal miltiple 0 anastomosados; 2. Rios meandriformes Defi Para la mayoria de autores, un rlo 0 una porcién del mismo se considera ‘meandriforme st posee un canal inico de sinuosidad mayor o igual a 1,5 (Leopold ¥ Wolman, 1957; Leopold et al, 1964; Allen, 1965a y 19702: Miatl 1977 y 1981; Rust, 1978}. Esta definicién presenta, como minimo, dos problemas: 1) El valor deta sinuosidad se ha fijado de forma arbitraria. Asi, por ejemplo, Leeder (1973) o sittaen 1,7, Moody-Stuart (1966) en 1,3 y Schumm (1981) wewwcvrvewe ee wwwvewvwwwrwvvwewwrwrwrwvweewrwrwwwer www ewewe 108 MARIANO MARZO CANAL wico CANAL MOLTIPLE (BP <4) (on >) AD BA, See eee Rectilineo Trenzade (<1.5) SINUOSIDAD ALTA (> 15) Anostomos Fig. 1 Clasfcacon de los canals fuvais (sein Rust, 1978). considera que algunos rios con una sinuosidad de 1,25 pueden catalogarse como meandriformes. 2) En Ia definicién no se especifican condiciones de caudal y ello resulta ‘importante, ya que existenrios que a caudales altos presentan una morfologia, inequivocamente meandriforme, pero que a caudales bajos pueden mostrar tuna morfologia similar a la trenzada (Leopold y Wolman, 1957; Shelton y Noble, 1974; Miall, 1977; Jackson, 1978). Los meandros fluviales pueden aparccer directamente encajados sobre un subs- trato rocoso o discurrir sobre aluviones. En este itimo caso pueden distinguirse dos situaciones: a) los meandros aparecen lateralmente confinados entre terrazas, 10 que a la larga restringe su capacidad de migracin lateral; b) los meandros migran libremente, sin restriceién lateral alguna, sobre una llanura aluvial En las pginas siguientes nos centraremos esencialmente sobre los meandros no confinados de llanuras aluviales. 2.2, Factores que favorecen la morfologia meandriforme Existen al menos diez variables cuya interrelacin controla la morfologia de un canal: cantidad y variabilidad del caudal; cantidad y naturaleza de la carga de sedimento; anchura, profundidad, velocidad, pendiente, rugosidad det echo y den- sidad de vegetacion en los margenes (Leopold y Wolman, 1957; Schumm, 1960 y 1968). Cada una de ells estd a su vez controlada por vanables cimaticas y geologicas, tales como: precipitacion, variaciones estacionales de temperatura, pendiente sub- sidencia regional, etc. Hasta la fecha no ha sido posible especificar qué combinacién de valores de las die? variables citadas determina el desarrollo de un tipo u otro de ‘canal. Sin embargo, en lineas generales se acepta que la morfologia meandriforme se ve favorecida por la existencia de pendientes suaves y por la presencia de unos margenes de canal relativamente estables (Leopold y Wolman, 1957, Schumm y Khan, 1972). Esta estabilidad, que condiciona que tos cursos meandriformes presentan una relacién anchura-profundided baja (por lo general inferior a 40; SISTEMAS FLUVIALES DE ALTA SINUOSIDAD 109 Miall, 1981) es directamente proporcional a la densidad de coionizacién vegetal (Gmith, 1976) y al contenido en materiales cobesivos (arcllas). Este contenido refleja la naturaleza de la carga de sedimento transportada por la corriente y, més concretarzente, la proporcién relativa entre la carga transportada en suspensién (Gimos y arcillas) y por traccién (arenas y graves). Basandose en esta proporcién relativa, Schumm (1960, 1968 y 1981) clasifica los canales aluviales en tres grandes grupos: 1) Canales de carga en suspension (transportan menos del 3 por 100 del total emo carga tractiva). 2) Canales de carga mixta (transportan entre un 3 y un 1 por 100 de carga tractiva). 3) Canales de carga tractva (transportan més de un 11 por 100 de carga tractiva), Los rios meandriformes pertenecen mayoritariamente a los tipos 1 y 2, lo que no excluye la posibilidad de que la carga tractiva esté mayoritariamente integrada or gravas, 23. Asptetos morfolégicos elementales de una corriente meandriforme En un momento determinado del tiempo, un canal que migra ibremente en una Manure aluvial ocupa slo una parte muy pequefta de esta llanura, constituyendo un cinturén ce meandros (fig. 2). Para algunos autores, este cinturén comprende Depbsites de barre de meando relteno "Bockewans" obendonade Fig. 2 El valle del Misisippi en tas cercanias de. Viksburg. El corte oss tas principales ‘aracesstiw de Ia Maura alia de un ro meandriforme. Segun Fisk 1947) en Jaeison, 1978) ho MARIANO MARZO ‘inicamente la porcién de Ia llanura aluvial limitada por las tangentes a las partes ‘ms externas de los meandros activos (fig. 3), mientras que para otros incluye tanto los meandras del canal activo como los abandonados. le aa einterde Fig. 3 Parimetros y elementos morfotigicas de un rio meandiforme, De Allen (1982). ‘Cuando uno de estos cinturones de meandros permanece en una posicion rela- tivamente fija durante periodos prolongados de tiempo, la sedimentacién se concentra on las cercanias del cintur6n, originando una acumulacién aluvial que sobresale topograficamente de la llanura de inundacién adyacente (fig. 2). Esta situacién inestable se soluciona periédicamente, durante imundaciones de gran magnitud, por la rotura de los mérgenes del canal y fa migracin brisca del cinturén de meandros, que ocupard una nueva posicién en la Hanura aluvial. En algunos casos, este fendmeno, conocido como avulsién, puede estar parcialmente controlado por factores tecténicos, de forma que los nuevos cinturones se establecen en las éreas deprimidas ‘generadas por subsidencia diferencial (Leeder, 1982). Dentro de su cinturén, cada meandro comprende dos I6bulos consecutivos, en cada uno de los cuales se produce un flujo helicoidal en sentido contrario. El margen interno 0 convexo de cada lobulo limita un cuerpo de sedimento 0 barra de meanéro, cuya superficie puede mostrar una serie de depresiones y clevaciones ritmicas que, en planta, adoptan una disposicién curvilinea (cordones de meandros, fig. 3). Ocasionalmente esta topografia ondulada aparece disectada por canales subsidiarios (wchutes»), ocupados inicamente durante épocas de crecida La seccidn transversal de un Jébulo de meandro cambia sistematicamente en la direccion de la corriemte (fig. 4). Cerca del punto de inflexién de la curvatura (11, 12, In en la fig. 3) el canal es relaivamente somero y uniforme en profundidad {aciflen). Sin embargo, a medida que nos desplazamos hacia tramos de mayor curvatura, a seccibn transversal se vuelve mas asimétrica, adoptando una forma SISTEMAS FLUVIALES DE ALTA SINUOSIDAD nm ¢ iy Cope Boden etn Geen Fig 4 Secon wrsvnaes de un ano evel R Desa UR SS) moaand lta y woverbank deposits), Los primeros. que incluyen depésitos de fondo de canal (echannel lage) y de barra de meandro, se originan esencialmente por aereciin lateral y yacen bajo los segundos, que se originan por acrecion vertical e incluyen: depositos de diques naturales (wleveesn), de llanura de inundacion («flood plaice) ¥ de lsbulos de derrame (screvasse - splaye). Otro tipo de depdsito, con eatactersticas intermedia entre los dos citados, son los de relleno de canal abandonado («channel fill depostss). ua MARIANO MARZO fnteroves sratenta anata Asis Ebene fata Mie 7. Png ambien y cisions cs dl ode sete pr coins mea Siomes en, 196, 25.1. Depésitos de canal A causa de la migracion lateral de] meandro, los depésitos de canal se presentan constituyendo un cuerpo arenoso tabular, de base erosiva, que aparece tapizada por conglomerados intra o extraformacionales (fig. 7). En una secci6n transversal ‘de este cuerpo tabular (figs. 8 y 9), los diversos episodios de acrecién lateral se 3 oninecdn sree 8, Sesvencia de ltologias y etructuras en una barra de meandro, Nitese ts diversas unidades de acreci lateral (sepslon eossstratilcation») y la distinc de paleocornentes (Allen, 1982), Fig 9 Ejemplo de depdsito de barra de meandro (Mioceno de la Cuenca del Ebro). Puigdeldbregas (1973) rewvVVUvuewver were rrwrvrewrrwrewr ere ee reewe bwwwewwwewvvrevewvevewvevvwwewwwevwewwwvewe 16 MARIANO MARZO ‘manifiestan en forma de superfcies erosivas, suavemente inclinadas hacia el canal (1" 225, las cuales delimitan prismas de sedimento o unidades acrecionales. Estas ‘superficesinclinadas (epsilon cross-bedding», de Allen, 1963 a) en ocasiones apareoen remareadas por delgados films lutiticos y en depésitos antiguos pueden pasar de- sapercibidas por su baja inclinacibn. La topografia ondulada de los cordones de ‘meandros, que marcan las diversas fases de acrecién lateral en el techo del cuerpo arenoso (fig. 10) son dificimente reconocibles en el registro fésil, salvo en el caso de afloramientos excepcionales (Puigdefabregas, 1973, Nami, 1976, Nami y Leeder, 1978; Puigdefabregas y Van Vliet, 1978; Van der Meulen, 1982). ig. 10, Visi en planta y secidn transversal de un complejo de barras de meandros con su ‘struct aerecional de cordones de meandros a echo (Mioceno dela Cuenca del Ebro), Pugde- ‘ibeegis (1973). De hase a techo (como consecuencia dela pavlatina disminueién de la energia el flujo helicoidal sobre la superficie de la barra de meandro) cada unidad acrecional se caracteiza por una disminucién gradual de la gramulometca y por una sucesién ideal de facies del tipo: a) conglomerados de fondo de canal, 5) estratiiacién ctuzads originads por migracién de dunas;c)laminacion eruzada de tipo «ripples «f latitas de decantacion. Los wets» de estratificacién eruzada pueden mostrar una SISTEWAS FLUVIALES DE ALTA SINUOSIDAD 17 sisminucion gradual desu tamafio hacia techo y alternar con horizontes de lamtinacién, paralele de alto régimen, que representan fluctuaciones en la potenca y/o profuundidad dela carrente, Las paleocorriente de estos depésitos se orientan, aproximadamente, en una direocién perpendicular a la de maxima inclinaciOn de las superfcies de acrecién lateral (fiz. 8). El espesor del cuerpo arenoso tabular es, aproximadamente, asimilable a la profundidad del canal y Ia proporcién de las distinta facies varia en funciOn de la seometia hidréulica, radio de eurvatura y sinuosidad del canal, de la potencia de la corriente y de la granulometria de la carga tractiva (Allen, 1970 b y 1910 c; Jackson, 1975 y 1976). 25.2. Depésitos de desbordamiento Estin esencialmente formados por materiales de granulometria fina, limos y arcilas, con pequefias proporciones de arena que se hace més abundante hacia las. ‘cereanias del canal. Los diques naturales se originan a partir de los sedimentos de mayor granulo- rmetria de la carga en suspensi6n y, por lo general, consisten en una alternancia de arenas, limos y arcillas, que refleja miitiples oscilaciones en el nivel y energia del ‘agua (fig, 11). Las estructuras dominantes en las arenas son la laminacién eripple» y la laminacién horizontal, aunque ambas suelen encontrarse bioturbadas por Taices (Singh, 1972). Los depésitos de dique natural tienen poco potencial de ppreservacién, ya que se disponen generalmente sobre el margea céncavo, por lo que tienden a ser erosionados, salvo en el momento en el que el canal se abandona (fi- gura 7) Lutitos bioturbadas por roices Laminacidn paralela Lominacién ripple Fig. 11, Secuencia idea! de dique natural (Ricci Luce, 1980) 8 MARIANO MARZO La sedimentacién en la llanura de inundacion depende del clima y de la distancia al canal activo. En general, la tasa de sedimentacién es muy baja, de forma que incluso las inundaciones de gran magnitud (con un intervalo de recurrencia de una «varias decenas de afios) no acostumbran a depositar més que unos pocos centimetros de arclla, limos y ocasionalmente arenas. Ademés, los espesores de estos sedimentos se distribuyen muy irregularmente, ya que su acumulacién se produce de manera preferencial en las zonas con mayor densidad de vegetacién, En regiones himedas, Jallanura de inundacién puede no desccarse nunca totalmente, constituyendo zonas pantanosas en las que pueden formarse depésitos de carbén (Jacob, 1973; Flores, 1981 y 1983; Gersib y Me Cabe, 1981; Ethridge et al, 1981). En regiones &ridas o semiridas, las evidencias de desecacin son frecuentes y el escaso desarrollo de la vegetacién puede favorecer el retrabajamiento eblico (Marzo, 1986). ‘Los fendmenos de alteracién edéfica son corrientes en los materiales de la llanura de inundacién, por lo que en el registro fbsil éstos pueden intereaar horizontes de paleosuelos mas o menos desarrollados (Burgess, 1960; Nagtegaal, 1969; Friend y Moody-Stuart, 1970; Freytet, 1971; Marzo et al, 1974; Allen, 1974 a; Steel, 1974; Leeder, 1975; Buurman, 1980; ec) La rotura de los diques naturales durante las inundaciones puede introducir sedimento de granulometriarelativamente gruesa en la llanura de inundacién. Estas roturas originan lébulos de derrame (igs. 7 y 12). Los depésitos de estos lobulos son poco conocidos, aunque en general parecen estar formados por uno o miltiples nivelillos lenticulares de arena, freeuentemente amalgamados y alternantes con arcillas y limos de ia lanura de inundacin (fig, 13). Cada horizonte arenoso puede Fig. 12 Lobulos de derrame en el R, Brahmaputra Coleman (1966) (en Reading, 1978). Secuencia egatva posiblemente origina por la progrdacign de Iohulos deste up. Marzo y Puigdeldbregas {en Freed er a, 1981) SISTEMAS FLUVIALES DE ALTA SINUOSIDAD. 9 "CHUTE cur-oFr"} J ’ ACRECION VERTICAL Fig. 13. Tipos de mecanismos que provocan el abandono de un canal meandeiforme y seeucncias resutantes (Walker, 1979). mostrar: una base erosiva, granoseleccién positiva y laminacién de tipo «ripple» u horizontal, aunque frecuentemente se encuentran bioturbados. La progradacién de cstos Jobulos puede originar pequefias secuencias granocrecientes (Ethridge et al, 1981; Gesib y Me Cabe, 1981; Flores, 1981; Marzo y Puigdefabregas, en Friend etal, 1981). 25.3. Depdsitos de relleno de canal abandonado Un canal meandriforme se abandona periédicamente por dos mecanismos: estrangulamiento («neck cut-off) 0 porque el curso acorta su trayectoria, habilitando antiguos canales subsidiatios o profundizando las depresiones existentes entre los cordones de meandro (wchute cut-off) (figs. 3 y 13). Ene! segundo caso, el nuevo curso canaliza progresivamente mas y mis caudal, dde manera que la actividad en el canal antiguo se reduce progresivamente. Ello se ‘raduce en su relleno gradual: primero por carga tractiva y mas adelante al obstruirse Ja comunicacién, por las arcillas y limos introducidos en suspensin ewww wvrwewrwrwervr ewer wrwwrwwewrwrwrwrvwvwevewwe 19 MARIANO MARZO En el primer caso, el abandono se produce de manera mucho més brusca y el canal abandonado se cietra rapidamente en sus extremos —por la carga tractiva 2, ver apartado 2.3), se produce una separacidn de flujo en el extremo situado corriente abajo de la barra de meandro. Este fenémeno es et responsable de la deposicin de parte de la carga transportada en suspension (arena fina, limo y arclla) en el interior del canal, ya sea en forma de «concave benches» «Nansen y Page, 1983) 0 de «scrolls» (Nanson, 1980) (figs. 17 y 18). La tormacién upposedes 99 ov0z ® (161 ‘OWN & wef 19) (9161) MED & vaMODSH -V'S'A 7 “euegno7 ‘omy opg veameg ainyge ap ofounsap vod esoni8 ynauoynues® 2p clpieaw 9p esq wun US S10] 3p Tessa evans & PuCLHsodap OT>pOWA “9K 48¥a_3LNH9, 3o wionanaas www wwewrwer wer ewe vrevrwvrwrwrvewwrwrwwwrwrwwwe 124 MARIANO MARZO Zona de separecién Migracién_éel_conal A Flujo Principal Zone de separacién 8 Fig. 18. Formacion de asrolls bars de limo en el margen convexo de un canal meandriforme por el mecanismo de separacion de flujo. R Beatton. Nanson (1980) de este tipo de depSsitos contradice la idea de que los depésitos de canal estan exclusivamente formadios por carga tractiva, Ademas, la existencia de sedimentacion ‘en los margenes cOncavos contradice el esquema teérico de la dinémica de los meandros, demostrando que la acreei6n lateral nose produce exclusivamente en fos imargenes convexos. Otra complicacién es que alrededor de cualquier curva de meandro, el flujo helicoidal no se establece de inmediato, sino que se desarrolla gradualmente, de forma que en Ia porcién situada corriente ars la circulacion se hereda en gran parte del 1ébulo anterior Jackson, 1975 y 1976). Por consiguiente, en una curva pueden reconocerse tres zonas: a) de «ransiciOno, en la que prevalece Ia influencia del Iobulo anterior, b) de «desarrollo completo», en la que domina el modelo de flujo helicoidal clisico; c) sintermedian, en la que el flujo experimenta el cambio de la primera (a) a la segunda zona (b). La extensin de estas zonas varia con la SISTEMAS FLUVIALES DE ALTA SINUOSIDAD as curvatura y el caudal y los cambios en la modalidad de circulacién de fluido, se reflejan en la distribucin de las formas de lecho («bed forms») y, por tanto, en las secuencias verticales de facies resultante (fig. 19). Estas secuencias tendrén una preservacion volumétrica desigual, dependiendo del tipo de movimiento migratorio ‘del lobulo de meandro (fig. 20) «)_ El modelo clisico se ha elaborado para corrientes meandriformes con una ‘carga tmetiva esencialmente arenosa y una carga en suspensién luttica. Sin embargo, Jackson (1978), al estudiar diversos rios actuales, liegé a la conclusién de que el ‘grado de aplicabilidad det modelo clasico (especialmente de la secuencia «fining ‘upwards») depende en gran manera de la granulometria de la carga de sedimento transporiada por dichos rios Basindese en dicho criterio, Jackson (1978) roconoce cinco tipos bisicos de Corrientes meandriformes, que Miall (1985 a, 1985 5) simplifiea a cuatro. Estos cuatro tipos son los siguientes (fig. 21): Rios meandriformes con una carga esencialmente lutitica (emuddy, fine- ‘rained meandering rivers»). — El modelo clésico de rio meandriforme («mixed-load meandering rivers»). — Rios meandriformes con una earga tractiva integrada por arenas gruesas savas (coarse-grained meandering rivers»), — Rios meandriformes con una carga tractive dominada por la grava (wgravelly meandering rivers»). @ wmerine © Se She Caz) Ess Secuencit tipo desarolladasen zonas de fyjo hekeoida: a scompletamente desarolado» ar tendencia granedecreciente), bude iansicion»(abservar fa tendencis grenocrecen), ewwvvewrwwewrvvvwrwwrwrvwevwvewrwwrwrwwrvvwewwwe 128 MARIANO MARZO El quinto tipo diferenciado por Jackson (1978) consiste en rios meandriformes ue précticamente s6lo transportan arena, a causa de que el rea fuente no suministra ‘otros materiales. Ejemplos actuales de estos rios son: el Cedar Creek y el Elkhorn (Nebraska), En ambos casos, los caudales son relativamente constantes y los margenes estin estabilizados por vegetacin, lo que puede explicar su morfologia meandriforme. La ausencia de lutitas en las secuencias generadas por estos rios (lodavia no docu- mentadas) posibilita que en el registro fosil sus depésitos puedan ser fScilmente confundides con los de rios trenzados. ‘Los rios meandriformes del primer tipo («muddy meandering riverss) se carac- terizan por una carga de sedimento mayoritariamente integrada por arena fina, ( limos y arcillas. Las formas de lecho (sbed forms») dominantes son los «ripples». Jackson (1981) analizé los depésitos de meandro en varias corrientes de este tipo, estableciendo un modelo de sucesiGn vertical de facies (fig. 22), valido para las Porciones situadas cerca del final de las curvas de cada l6bulo (zona en la que el flujo heticoidal alcanza su «desarrollo completo). En la secuencia ideal (fig. 2) se diferencian dos términos: uno de granulometria gruesa (facies C, y C:) y otro de sgranulometria fina (facies F,, F, y F.). Debe remarcarse que aunque las litlogias, yeestructuras de F), F; y Fs son semejantes a los depésitos de desbordamiento del modelo clisico, todo el tino fino se deposité dentro del canal (cbank full channeb). En estas corrientes, pues, el término grosero comprende s6lo 1/3 a 1/5 del total de Jos depésitos de canal. Por consiguiente, la extrapolacién que se realiza en algunas, reconstrucciones paleohidrolégicas, asumiendo que el espesor del término grosero de cada secuencia «lining upwards» es igual a la profundidad del canal, no es ‘correcta en este caso. Aparentemente, el término fino presenta vepsilon cross- stratification», especialmente bien desarrollada en las facics F; y F;. Se desconoce si ésta existe en el término grosero, Sin embargo, Nanson (1980) ha descrito su existencia y formacién en corrientes comparables (ver fig. 18). ‘Otras descripciones de corrientes con una carga esencialmente lutitica han sido sfectuadas por Taylor y Woodyer (1978) y Woodyer er a, (1979). Estas corrientes originan depésitos de canal del tipo mostrado en la fig, 23, destacando el hecho de ‘que el canal se rellena por aerevin lateral de los margenes céneavos y convexos, sin ‘que exista una topograifa de barras de meandros bien desarrollada. Resulta interesante LJ H seflalar que las corrientes estudiadas por los autores citados representan el estadio Uu- UNI evolutivo final de una metamorfoss fluvial, que comporta tres fase: 1) incision de vun canal en la Uanura aluvia; 2) desarrollo de un canal con barras de meandro london (4% conten teal) ies wasicos oe seDMeNTOs fservaciones en los ros Baraboo Lite Sugar ackson, 1981). oy coups | oves0s6 orwipt de aren lateral en crventes meandriformes de granulometia seal de facies para dps uldyTinegrarned), La seevencia esta asada en of sin arenosas y en el que la carga lutitica efectia cl wbypassingp; 3) estabilizacion y z relleno dei canal, mediante la deposicién de limos y areillas en los margenes céncavos E ¥y convexes, lo que provocari su avulsion y el posible paso a la fase 1 Z Los rios meandriformes de granulomeiria gruesa («coarse-grained meandering a rivers») se earactetizan por la presencia de barras de meandro complejas, que ad pueden presenta varios nivelestopogrifices v estar dsectadas por canales subsiiarias (chutes). Los ejemplos actuales mejor conocidos son los tios Amite y Colorado (Me Gowen y Garner, 1970), En estos rios. durante los periodos de erecida (fig, 16) 1 flo vircula siguiendo dos travectoriay principales: una que sigue el «taiweg» y Ctra que atraviesa la superficie de Ia barra de meandro, excavando canales subsidia- Fios, La expansidn del flujo a la salida de estos canales origina la acumutacion de lébulos o wchute bars», que se caracterizan por presentar caras de av 10 MARIANO MARZO Fig. 23. Seccin tcansversalidcalizada de un canal cn el R. Barwon y secuencia ideal de facies. ‘Anyacente y/o encajante; B: depdsitos de banca inferior (olow benchs) infegrados por arenas con films lutticos; C: luttas con intercalsiones arcaosas dela pane media y superior del banco (eniddie and high benchs),D:lutasoscuras de rellno de caral sbandonade, Taylor y Woodyer (98. definidas de hasta 2-6 m. de altura, Como consecuencia del desarrollo de este tipo de depesitos, las secuencias verticales de facies resultantes difieren notablemente de Ja cldsica secuencia wining upwards», Como se ilustra en la fig. 16, hacia techo de los depésitos de canal se intercalan potentes wets» de estatificacion cruzada tabular, formados por arenas guijarrosas y mostrando superficies de reactivacién (Levey, 1978), originando secuencias con unc tendencia granocreciente, o por lo menos sin una tendencia granodecreciente clara. Un ejemplo de depésitos antiguos asimilables a este tipo de rios meancriformes es el estudiado por Nijman y Puigdefibregas (1978). Los rios meandriformes con una carga dominada por grava(agravelly meandering rivers») tienden a mostrar una sinuosidad ligeramente inferior a lade los otros tipos ve corrientes meandiiformes (Fig. 21), de forma que en cierios casos exiremos presentan cierta similitud con los rios de baja sinuosidad con barras laterales bien desarrolladas. Hasta la fecha, el ejemplo actual mejor conocido es el de R. Endrick (Bluck, 1971). En este rio (ig. 24) el banco convexo muestra una clara diferenciacién en niveles topogrlicos y las barras de meandro aparecen como amplias plataformas de techo plano, en las que se observa una clara segregacién granulométrica en el sentido de la corriente (la grava predomina en las porciones situadas corriente arriba y la arena en las stuadas corriente abajo). El tipo de secuencia vertical de favies originada en este rio st ilustra en la fig. 4. SISTEMAS FLUVIALES DE ALTA SINUOSIDAD, Fy SESIMENTOR ros nace 7 _sssecent . eas amy atremnanres ake 3D Matton secuencia oe tasecena 06 Sane OE uEANDRD Moan weao")| Fig. 24, Nadelo deposconal y secuencia vertical de facies para una corriente meandsiforme con, tuna carga tractva rica en grava. Rio Endrick(Escocia). Notar la tendencia granoececente de los epésitos de Darra de meandro (Bluck, 1971; en Niman y Nio, 1975. En el rio Jarama (Arche, 1983) las barras de meandro estén mayoritariamente formadas por grava, mostrando en planta la tipica topografia ondulada resultante de Ia acrecion de cordones de meandros, Fste timo proceso queda registrado por la presenera de supertiies de acrecion lateral en el seno de las gravas (lig, 25). En algunos casos, la topografia ondulada a techo de las barras de meandro aparece preservada y directamente fosilizada por una delgada capa de arenas y limos, ‘depositada durante épocas de crecida. Sin embargo. en otros casos, algunas de las \depresioneslocalizadas entre ios sueesivos cordones de meandro parecen haber sido reexcavadas como canales (achutes») durante periodos de erecida moderados. El relleno de dichos canates origina la acumulaciOn de una unidad arenosa (de 0.5 a | mde espesor) que reposa erosivamente sobre las gravas con aerecién lateral de la barra de meandro. Este modelo del rio Jarama resulta en muchos aspectos ‘comparable al deserito para el rio Reno por Ori (1982) Iewwewewrerwr eww www www www we ew wwe © ww eww ewww wrwwrwrvrwewrvwrvrw ewww wwwwewwrwrwrwwwwwwe SISTEMAS FLUVIALES DE. ALTA SINUOSIDAD 13 2.7. Esteatigrafia de los depésitos de un sistema fhuvial meandriforme Enel registro f6sil, los depésitos de un rio meandriforme tenderdn a preservarse ‘en forma de cuerpos de arena y/o grava con una morfologfa tabular (w/> alta) que se intercaian entre las Tutitas de desbordamiento. La geometria intema de estos cuerpos variard de simple a compleja («multistorey») segiin representen depésitos de un solo canal o de un cinturén de meandros (fig. 26). ESS Uianura ae trundasisn Fig 26, escién transversal de una Januraalvial mostrando a geomet y disposcibn estratgdfica de'ies depisitos de canales meandriformes (A) aiados (A) y de cinturones de meandros(B). Puipdefabregas y Van Viet (1978), EI grado de interconexi6n lateral y vertical entre los depésitos de canal, asi como su nimero en una seeci6n transversal determinada, son inversamente propor- cionales a la frecuencia de los procesos de avulsin, tasa de acreci6n vertical en la llanura de inundacién y a la anchura de la Ulanura aluvial. Leeder (1978) y Bridge yy Leeder (1979) han simulado mediante ordenador la earquitectura» fluvial que resultaria, considerando una combinacién de diferentes valores para estas variables (Gigs. 27 y 28). De elas se deducen dos aspectos: en primer lugar, que un columna estratigrifiea o sondeo efectuado en una formacién originada por cursos meandri formes, presentaré una clara ordenacién seeuencial celica (aspecto que habia sido cconstatado con anterioridad por numerosos autores) y, en segundo lugar, que las diversas eociones y sondeos comprenderdn una proporcién muy variable de depésitos de canal —depésitos de desbordamiento Hasta aqui hemos considerado los efectos sobre la «arquitectura» fluvial de mecanismos autociclicos, es decic, inherentes a la propia dindmica de lus cussus fluviales, asumiendo condiciones de agradacién més o menos rapida, aunque con- tinua, Sin embargo. Alien (1974) ha elaborado una serie de diagramas hipotéticos, cada unc de los cuales ilustr los posible resultados de una diferente combinacion ‘de mecanismos auto y alociclicos. Estos sitimos ineluyen cambios del nivel de base por tna cierta combinacion de causas climaticas, tecténicas y/o eustaticas La fig 29 A ilustra un modelo en el cual la llanura aluvial es disectada periddi camente, a causa de descensos del nivel de base de pequeiia magnitud {inferiores a la profusdidad del canal), En este modelo, los periodos de encajamiento estan re- SECUENCIA @ Fig. 25 Secuencias de facies y modelo deposiconal para las tertazas del R, Jarama (Arche, 1983). Secuencia 1 INP de depésitos de cana! @ une profundided dada 4¢ lo superficie. oluviol (n} = 0:19 Paz] 506. Fig. 27. Parimeiros que controlan la wargitectura» de una Uanuea alvial meandiforme (Leeder, 1978), » : % J ep)s turd ae a coud ie 4 senses ae el}? > Bye? Cinturén de | \gi2]5}5| , oe B a sige) ae} SEE ge? 1 13 ’ Bu af , eI 4 Ei % |S}o} be u , 7 GEES — B , ssaaas os Be i? eI zp» Ww ~ Anchure decane! t a secant St cedy EEE abo Tprofuniged del cont” wigs Anchor de te Harare euvie A BY AVULSION NODAL AVULSION AL_AZAR Isla 3 u » Pr | gs 9 Z| gg ¢ i: 0 a > CN a » A wi y C NY 4 » ye & le ls , Lo densidad de os depésitos La densidad de los depésitos I> Io} » te abajo del punto de avulsién Corriente obojo. > » » » » > wwwrwwrwewerwwver wv evr vv ewww wrwwewvwrwwwwwwwe ual MARIANO MARZO reais aaa? E Suerte 6 eran cea siscas de couce FH Wivelan de carvnsin sation Cueeeo compe utistarey Fig. 29. Acquitestura de los denis dew ro meandritorme, mosirand los efetes de: (A) una alterancia de eisodos de encajamiento de pequcna magni 9 epsodies de agradacin (B) una alternaneia andloga pero con episodio de encijamento de mavor mugnitod que fos anteriores (Guperiores Ta profundiad mt de es canbe). Allen (1974) presentados en a lanura de inundacion por palzosuelos bien desarrollados, que evidencian tasas de sedimentacion muy bajas 0 nulas durante lapsos de tiempo pro- Jongados. La fg. 29 B ilstra un caso en el que se suponen descensos del nivel de base importantes, lo que origina encajamientos superiores a la profundidad del canal Es interesante destacar que en ambos modelos (y muy especialmente en el segundo) tras la incision, a medida que progresa ta sedimentacién y se restablece el SISTEMAS FLUVIALES DE ALTA SINUOSIDAD 13 peri longitudinal de equilibrio, los cursos fuviales pueden experimentar una meta- tmorfossen el tiempo, evolucionando, por ejemplo, de cursos entrelazados con una ‘carga tractiva de grava a cursos meandriformes de carga més fina. Entre otros casos, ‘ste proceso ha sido ilutrado en los depésitos subactuales del R. Mississippi (fig. 2) y en depésitos eooenos de la cuenca de antepais surpirenaica (Marzo er al, 1988). }. Rios anastomosados Las corrientes anastomosadas constan de diversos canales que se separan y coalescen, interconeetndose entre si, Los canales individuales pueden ser de alta sinuosidad o relativamente rectlineos. En contraste con la alta movilidad de los cursos eatrelazados, los cursos anastomosados se caracterizan por la posicién rela- tivamenc estable ocupada por les divers0s canales, que aparecen flanqueados por diques naturales muy prominentes (Smith y Smith, 1980). Las corrientes anastomosadas se desarrollan preferentemente en dreas de pent dientes muy bajas, asocidndose en muchos casos a extensas zonas pantanosas, mal drenadas, Su maximo desarrollo parece alcanzarse en regiones himedas, donde la abundante escorrentia superficial mantiene los diversos canales activos y el répido crecimiento dela vegetaci6n ayuda a estabilizar los mérgenes de los canaies, aunque Rust (1981) ha citado la presencia de cortientes effmeras con una morfologia anastomosada en zonas semi-dridas de Australia, ‘Segtn Smith y Smith (1980), Smith y Putnam (1980) y Smith (1983), la mayor parte de los cursos anastomosados actuales se asocian a lanuras aluviales caracte- rizadas por una agradacion vertical rapida y continua. Dichas condiciones pueden aleanzaise en cuencas sedimentarias altamente subsidentes 0 en aquellas regiones cn las que un ascenso continuado del nivel de base, fuerza a los cursos flaviales a ajustar su perfil de equilibrio mediante una sedimentacion muy répida. Smith y Putnam (1980) han sefialado que los contextos structurales dptimes para el desarrollo (APD Mil Fd) Cam Soe. Pero Geol 4° S.487510 Ori, CG. (198: Braided to meandering chances patterns in humid region allvial fan deposi, Res Ren, Fo Pain Narn tah, Sd ro 208 Puigdfabregs, C. (1973), Miocene pint bat deposi inte Ebro basin, Northern Spsin. Sed imenilogy. 3144 a 9 Van Viet. (1978: Meandering te Fp: aFlol sedimentologys (AD. Mi Reading, H_G (Ed) (970: Sedientary evi 5ST ies, Rosi Lice, F (1980): Sedimentologa Pee 1, CooperalvaLibraria Unversaria Edece, Bologna, 383 pags least rom the Tertiary ofthe southern Pyrenees. Ed). Can. Soe. Prod. 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Universidad de Bareslona ‘Ciutat Universita de Pedralbes (8071 Berelona 1. Introduecién Los abanicos aluviales, tal como han sido descritos en la literatura cientifica usual, corresponden a unos cuerpos sedimentarios de acumulacién de materiales ‘con unas dimensiones generales que varian desde métricas a hectométricas y kilo- ‘métrieas que se hallan caracterizados por tener una morfologia conoidal muy ccaracteristica. Esta corresponde a una disposicién cartografica que, en el mejor de los cases, muestra un aspecto de absanico 0 de cono proyectado sobre un plano més © menes horizontal. Recuerda en gran manera a la disposiciOn planimétrica dc la letra grega wdeltay. Esta forma es muy similar a la de otros cuerpos de acumulacion sedimentaria, como son los Deltas y los Abanicos submarinas de aguas profundas (Deep-Sea fans). Los abanicos aluviales se caracterizan por hallarse localizados en zonas donde existe una ruptura de pendiente importante durante su periodo sedimentario. En st ‘constitucién destacan en gran manera los materiales depositados bajo condiciones subaéreas en un medio sedimentario continental. Los abanicos aluviles representan, desde d punto de vista de los procesos sedimentarios, una funcién genérica tanto de Ia energia como de la intensidad con la que actin los diversos procesos sedi- ‘mentarios que han constituido el grueso de! deposito general Asi los abanicos aluviales corresponden a cuerpos sedimentarios ligados tanto ‘a rupturas generales de pendiente como a variaciones significativas del gradiente local y general. Todo esto condiciona la intensidad, la direccién y sentido, y la cnergia con la que actian los diversos procesos sedimentarios responsables de la constitacién especifica de los absnicos aluviales. Los abanicos aluviales mejor estudiados no se hallan directamente asociados a ‘condiciones geogrificas determinadas y a regimenes de descarga acuosa bastante caracteristicos, En los primeros estadios del desarrollo del estudio de los abanicos aluviales, {tos se asociaron a determinadas caracteristicas climaticas y elo fue debido a que la mayoria estaban deseritos en zonas actualmente dridas o semidridas donde las pequefias dimensiones de los cuerpos asi como su geometria muy vistosa favorecieron st tipo de estudios. Estos abanicos habian sido formados en periodos actuales y subactuales en Jos que existian casi las mismas condiciones climdticas que en ia actualidad. Por tanto esas condiciones climéticas se consideraron tipicas para la formacion de los abanicos aluviales y, por generalizacin, siempre que se estudiaban (www we ww rrr wer wrwwrwerwrwrwwr eee wreereeecce pwwwewwwrrewwwrve rw wvr wwe wr wewrwrwwr www wvwe 148 FERRAN COLOMBO. abanicos aluviales, éstos debian corresponder a unas condiciones climéticas dridas 'y semidridas. ‘Otro aspecto interesante por lo que hace referencia a las cuestiones climéticas lo constituye el tipo ¢ intensidad de la descarga acuosa, De esta manera y por contraposicién con los abanicos antes mencionadas denominados eéridos, se propbso lacexistencia de otro tipo de abanicos denominados khimedos». En éstos la descarga acuosa en vez. de ser espasmédica como en los anteriores, correspondia a una descarga continuada en el tiempo, perenne o semiperenne, que posibilitaba una bbuena selecciGn de! material terrigeno, una buena ordenacion relativa del mismo, asi como un alargamiento en cuanto a las dimensiones radiales y longitudinales de los abanicos. También su drea de influencia se veia aumentada en gran manera, siendo los abanicos denominados «himedos» de mayores dimensiones que los denominados «éridos. ‘Ademis se han estudiado los abanicos aluviaes situados en zonas glaciaes y periglacial y se ha observado una constancia en cuanto a las formas de acumulacién tipicas de ls abanicos, independientemente del tipo de clima imperante, por lo que se ha convenido que el factor climatico, ain siendo importante, no es determinante con respecto a los absnicos aluviales. Otra de las controversias curiosas acerca de este tipo de cuerpos sedimentarios hacia referencia a la existencia o carencia de cobertura vegetal sobre esos depdsitos. Hay que tener en cuenta que la implantacion e instalacin de una cobertera vegetal, cori plantas superiores, requiere un lapso de tiempo bastante grande durante el cual no existe una sedimentacién generalizada en el conjunto del abanico, Ahora bien, podemos afirmar que la existencia de una cobertera de ese tipo no es un obstéculo importante para el desarrollo del abanico due en el peor de los casos va ereciendo en las zonas sedimentariamente activas ‘mientras que permanece estable en las Areas abandonadas donde se instala la vegetacién, En el estudio de casos actuales, asi como en algunos del registro geolbgico, se ha podido obscrvar la intercalacion de zonas sedimentariamente activas con otras, muy vegetadas, y eso parece indicar un cierto cambio posicional de las zonas de depésito, sin que la vegetacién haya puesto obsticulos definitives. En concreto en algunos lugares actuales tiene més importancia la pendiente topografica tanto del abanico como del substrato adyacente, que la existencia de Areas vegetadas en las ‘que la progresién de los flujo portadores de sedimentos se viera entorpecida por la vegetacién. E] interés reciente por los depésitos de abanicos aluviales estriba en que al ser tuna zona de diversificacion del flujo, cuando éste ha perdido su encajamiento, se producen diversos fenbmenos de disipacién de energia que se traducen en acumu- laciones hidrdulicas de minerales pesados, algunos de los cuales puede ser de interés «econsémico, como el oro por ejemplo (Vos, 1975). Ademas como que los cuerpos de los abanicos aluviales se han constituido mediante ef apilamiento vertical y lateral de dreas sedimentariamente actvas aternando con otras inactivas, es decir, mediante la alternancia de tramos terrigenos gruesos y de tramos terrigenos finos (ocasional- mente lutitas), existe también una alfernancia de tramos potencialmente permeables con otros potencialmente impermeables. Es por eso que los abanicos aluviales ppueden tener un interés econdmico, también, como acuiferos més o menos Aesarrollados. En casos espordicos también pueden constituir un buen grupo de ABANICOS ALUVIALES Mas rocas almacén para hidrocarburos. Es por alguna de esas razones por lo que de un tiempo a esta parte ha surgido una gran cantidad de articulos cientificos que se han ‘ocupado de la mayoria de las caractersticas principales de los abanicos aluviales. En este trabajo se intenta dar una visién general de los conocimientos actuales acerca de los abanicos aluviales, poniendo un énfasis en las caracteristicas més esenciales y propias. Se han dejado para otros articulos, en este mismo libro, aquelles factores que no son especificos de los abanicos aluviales, aunque puedan tener una gran importancia en cuanto a su constitucién (como pueden ser las ‘caractersticas sedimentologicas propias de los rios trenzados-braided, etc.) 2. Caracteristicas generales En este apartado baremas referencia sobre todo a las caracteristicas morfologicas diferenciadoras de los abanicos aluviales con respecto a otros sistemas sedimentarios similares. 2. Morfologla La forma general de un abanico aluvial individual es muy parecida a la de un ono cen el vértice en el dpice. Tanto su geometria planimétrica como sus dimensiones reflejan un cierto equilibrio entre los diversos factores que inciden sobre el abanico. Entre éstos destacan la litologia, el tipo de superficie v de pendientes principales, asi ‘como la cobertura vegetal de la cuenca de drenaje que es la que en gran medida va 4 ser le suministradora de los materiales terrigenos que consttuirdn el abanico. “También influyen en gran manera el gradiente del canal principal suministrador de detritus, el tipo y calidad de las descargas ecuosas, el régimen climitico la incidencia de los movimientos tecténicos y ia geometria de la cuenca de deposicion. Cualquier cambio en alguno de estos factores incidird en mayor medida en la morfologia del abanice aluvial, tendiendo a restablecer las condiciones de cquilibrio (fig 1) ‘A modo de ejemplo podemos citar el hecho de que si se proctuce una subsidencia diferencial de la cuenca de sedimentacién en el sentido de aumentar su velocidad, se produce un descenso del nivel de base que se traduce, por ejemplo a nivel del abanico aluvial en el encajamiento del canal principal hasta zonas mas lejanas que las precedentes de equilibrio. El resultado final es el crecimiento de un pequetio ccono lecalizado en las zonas distales del antiguo abanico (fig. 2). Por otro lado, si se produce una clevacidn rapida por efectos tectonicas det frente montaiioso en contacto con la cabecera del abanico, esto puede ocasionar la segmentacidn del abnico con la aparicion de un sector sedimentariamente activo Jocalizado justo en fa zona apical del ubanieo previo. Estos das supuestos son muy esquemniticos, ya que en realidad habtia que considerar ls diferencias de velocidades de ascenso y de descenso, asi como la velocidad de encajamiento del canal principal ‘con respecto a la tasa de crosién, etc ‘Uno de los aspectos morfologicos mis evidentes es la relacién entre la superficie dl abanico aluvial y la correspondiente del area fuente de 1a que proceden sus i [FERRAN COLOMBO Fig. 1, Exquema vertical ideaizado de un abanico aluval aislado y con caractristicas de baja cficacia de transporte. 1, zona de cabeceza(predominancia de episodio de transporte mas = debris lows 2. noma de ceo del abanio (transporte de matenales mediante corientes rativas {en cursos con morfologa ‘tenzada. 3, zona de pe del abanico (Iransporte de materiales predom- rantemente por expansion final de las corvientes sctivas). Las partes més alejadas meastran Un ‘aso gradual a otros sistemas (lanura de inundacion.. ‘materiales. Aungue algunos autores sefialan que una relacion matematica exacta ‘entre ambas ¢5 un tanto arriesgada, de una manera experimental y empinica se ha liegado a establecer alguna ecuacién sencilla (Bull, 1964a, 1968, Hooke, 1968). En principio a mayor superficie del drea fuente se corresponde también una gran superficie del abanico aluvial relacionado. Por otro lado, si se atiende a caractersticaslitol6gicas, considerando estables los otros factores que intervienen, [ABANICOS ALUVIALES. ar Fig. 2. Forma tc6rca de los abanicos auviales (Murata, 1966); A, contorno de un abanico sslado, temrun plano horizonal B, contorno de unos abanicos compoestos. Exist an abanico central (C} 1 dos abanicoslaterales(L). se ha observado que los abanicos derivados de dreas fuente con una alta proporcién ‘de materiales lutticos, son casi el doble de grandes que aquellos cuyas éreas fuente ‘estén constituidas predominantemente por areniscas (Bull, 1964a). Hasta el momento «sto he sido estudiado en abanicos actuales desarrollados en un medio climitico drido y semitrido y s6lo es valido en unas condiciones similares. Como es obvio, cuande se trata de materiales en el registro fosil, establecer esas relaciones entre cueneade drenaje y area del abanico, es muy dificil. Por tanto, el drea ocupada por un abanico es directamente proporcional a la de cuenca de drenaje, dependiendo del clima y de Ia litologia. Los perfiles radiales de un abanico aluvial simple acostumbran a ser céncavos, ‘mostrando aiguna variation de tipo convexo cuando en la historia sedimentaria del abanico han intervenido factores tales como un levantamiento répido y competitive del area fuente, ee. Por otro lado el peril transversal muestra una convexidad caracterstca (fig. 3). La pendiente general varia entre los 5’ y 10° en la zona de la cabocera hasta los 1°-2" en la zona del pie para los abanicos aislados actuales generados en zonas éridas. Los que se han generado mediante el coneurso de corriertes predominantemente tractivas acuosas son por lo general de un mayor tamafo y sus pendientes se reducen a valores del orden de 3-5" en la parte de la cabecera hasta valores de 1° y ain menores en la zona del pie. También se hala relacioaado con esto Ia distribucidn a gran escala de las granulometrias. Asi. por lo ‘enera, las granulometrias mayores se encuentran situadas en las inmediaciones del ‘ioe, en la cabecera, mientras que las granulometrias ms finas se hallan localizadas hacia las zonas mis alejadas 0 marginales a los abanicos aluviales (igs. 3 y 4). arece que el tipo de pendiente y la granulometria de los depositos se hallan cstrechamente relacionados, ai como la superficie de los abanicos. Por un lado y en condiciones equivalentes los abanicos constituides por materiales grucsos y muy gruesos son de menor tamaiio y més inclinados que los constituidos, por ejemplo, por materiales arenosos y en condiciones de predominancia de las corrientes acuosas tractivas. Por otro lado estos éltimos son también mayores y mis suaves que los wev ewww www weer wrwwewwwewer eee ere eer ec eee www wrwwrwwrwvewvvwwrwrwrvwevvewvrvewewrvrwevewweve ry FERRAN COLOMBO Perfil transverse! convexo Debris tow To Levee ~ ona! fluvial Oo Abandenode Coberero Cuerpo Pie Fig. 3, Diagrama esquematico de la dstribucién de facies en el Van Horn Sandstone (MeGowen y Groat, 1971) El abanico muestra un peril radial claramente ebncavo, mientras que el perf Uwansversal es marcadamenteconvexo. Los sediments mds grusos se hallanlocalizados.e la zona ‘de eabecera, los més finos 52 Rallanloealzades hacia la 20n8 el cuerpo del abanice. formados predominantemente por coladas de fondo y/o detritus (Hooke, 1968). Cuando existe algiin cambio importante, por ejemplo un incremento en la descarga procedente del drea fuente, también se traduce en un dectecimicnto de la pendiente el abanico aluvial Los abanicos actuales, desarrollados en zonas dridas, muestran que han sido formados mediante los materiales aportados por un cafién que procedente del érea fuente sale del frente montaioso, pierde e! encajamiento y por tanto deposita los ‘materiales transportados (fig. 5).'Una de las caracteristicas mas vistosas de estos abanicos es que el canal principal se halla encajado en la zona de la cabecera del abanico, Como que, ademés, ese canal principal tiene un gradiente menor que el de la superficie del abanico, los ds se cortan en un lugar larnado punto de interseccién. Este punto de interseccién no se mantiene inmévil y su posicién relativa viene controlada por la importancia relativa de los procesos de cursos actiosos tractvos. Segiin predomine uno w otro de estos procesos principales, el punto de interseeci6n ascenderd hacia la cabecera o se moverd en direccién al pie (Bull, 1974a; Hooke, 1967) (ig. 6). ABANICOS ALUVIALES ry Angulo BH enems. on grados 7 = Tomato méximo a Angulo de lo superficie 6 300 7 4 200 3 2 100 1 ° ° Fig. 4A, Distribucibn granslomérica y reflacion de las pendientes de un abanicoaluvial de baja ficaia de transporte (Blssenbach, 1954). Fig. 4B, Disribucidn dl cent (ineas continua y discon tims) y paleocorrentes en un pequeno abanico aluvil (Bluek, 1965), 130 FERRAN COLOMBO cone Encajomiento ae ce Fig. 5. Crogus de la incision en la eabecera del abanico, por el canal principal (Bluck, 1964) Eltipo y el valor de la incsin del canal principal corresponde a une manifestacién dela importancia de los procesos de debris flow en la construccién del abanico. Asi cl paso de una fase con predominancia de debris flows a otra con predominanci de corrientestractivas puede dar lugar a un encajamiento importante en la zona de ccabecera (Buck, 1964). Una de las consecuencias importantes del cambio de loca- lizacién del punto de interseccién es la posible formacién, encima de la superficie del abanico, de otros abanicos de pequetias dimensiones y de una granulometria ‘mucho mayor. Cuando se da el caso que ¢s0 se produce en una zona en la que la superficie del abanico tiene una permeabilidad muy acusada, puede producirse la infiltracion répida de (odo el flujo acuoso, defando entonces un pequefio cuerpo lobulado, de escaso tamafio y caracterizado por mostrar una fabrica de clastos sueltos, que se tocan y sin matriz. Constituyen los depésitos de tamiz (sieve) muy citados en los ejemplos actuales (Hooke, 1967; Wasson, 1974) pero muy dificles de reconocer en seditmentos antiguos (ig. 7). En algunos casos se ha visto que el perfil radial de un abanico aluvial no es cSneavo, sino que se halla constituido por varios segmentos rectlineos. Las superficis las que corresponden estos segmentos forman unos bandeados concéntricas con respecto a la zona apical del abanico y han sido ‘casionados por movimientos ascendentes y tepetitivas del frente montafioso (Bull, 1964b). Cuando se producen esos movimientos puede darse que el levantamiento sea realizado a una velocidad mayor que la del encajamiento del canal principal, entonces se produce una actividad sedimentaria de deposicién en las partes més elevadas del abanico, generndose el segmento superior. En caso contrario, cuando elevantamiento se ealiza a una velocidad menor que la del encajamiento del canal Superticie ée! cone Punte de interseceiée Lsbulo ceposicional Pertil J 1 cone! Bes, Fig. 6. Croquis ideatzado de as laines del punto de itersescién (Hook, 1967) ABANICOS ALUVIALES Ist Lébulo, material f Frente del Iébuto, moterial grueso Fig 7. Esquema del crecimiento de un lSbulo de tami (sieve) (Hooke, 1967). principal, la deposicién se localiza hacia las partes mis bajas del abanico, generiindose cl segmento inferior (Hooke, 1968). Ahora bien, en una misma zona, las respuestas sedimentarias de los abanicos a los condicionantes tecténicos cambiantes puede varia Se han citado abanicos segmentados al lado de otros sin segmentar, y ello pued: deberse a una granulometria mucho més gruesa de estos tltimos en los que la peadiente deposicional del abanico parece ser mencs sensible alos efectos tectonicos (Hooke, 1967). El etroceso por erosién del frente montaiioso que ha condicionado la Gg. 8) existencia de los abanicos aluviales, puede realizarse de tal manera que dé lugar a la formacin de un pediment (penilianura inclinada) que a su vez pueda quedar recubierta por materiales aluviales (Denny, 1967) en forma de abanicos aislados © abanicos anostomosados formando una «bajada» (Blissenbach, 1954; Williams, 1969; Colombo, 1975). Apice Pedimento 7 a ono de deyeccidn |@ Material E53 Fino meaio [EE orveso Fig, § Blogue diagrama de las relaiones geomorflogicas existenes en un abanico (Wiliams, 1960), (wwe www eww ewer wrwwewewewevevewevee wwe ervewrwreccese ewww w ewer r vv www wrwrwrrwrvrwwrwrrvrer www wees 132 FERRAN COLOMBO 3. Procesos y depésitos sedimentarios 3.1. Introduesioa En este apartado se hace referencia a los principales procesos sedimentarios responsables de la edificacion de los cuerpos deposicionales correspondientes a los abanicos aluviales. En principio hay que tener en cuenta que al haber sido estudiados ‘en primer término los abanicos de pequeto tamafo y stuados en zonas climiticas actualmente dridas y semidridas, se tomé como modelo el conjunto de procesos y de depésitos que se generaron en esas condiciones. Asi, en un momento dado, se propuso el modelo de los abanicos aluviales de medio «érido» caracterizados por su pequeito tamafio, su morfologia radial casi perfecta y por estar constituidos predo- ‘minantemente por la acumulaciOn de diversos episodios de coladas de fango y de ‘detritus. Exstian también algunas intercalaciones de materiales depositados mediante a acu acuoso (Bigs. 9 y 10), los denominados «water-laid deposits» (Bull, 1972), Por otro lado existen, también, aquellos abanicosaluviales que han sido generados predominantemente mediante el concurso de corrientes acuosas,tractivas, que son ‘capaces de transportar gran cantidad de sedimentos, con la particularidad de que tos han sido acarreados por corrientes acuosas con comportamiento newtoniano. Por comparacién con los modelos actuales, estos abanicos han sido clasificados ‘como abanicos correspondientes a un medio climatico «himedo» en el que los aportes acuosos fueran més importantes que en el modelo precedente y que ademés sean continuados en el tiempo, es decir permanentes 0 semipermanentes. Esto proporciona unos materiales en los que sus facies especificas indican un transporte predominantemente acuoso que predomina sobre el transporte de materiales en masa, Estos dos tipos de abanicos, considerados durante bastante tiempo como los dos modelos extremos de una variedad mas amplia, no son considerados como una panacea en la actualidad, ya que es bastante dificil distinguir, sblo por algunos tipos de facies, cuando se trata de depésitos originados por abanicosaluviales 0 por otros tipos de sistemas distributivos parecidos. ‘Asi, durante mucho tiempo el ejemplo del rio Kosi ha sido citado como uno de los mayores abanicos aluviales actuantes en la actualidad (Gole y Chitale, 1966), ‘mientras que modemiamente se supone que corresponde a un gran sistema distributive e laura aluvial (Rust, 1979). Esto corrobora a idea de que se hace bastante dificil iferenciar, sobre todo en materiales antiguos, aos abanicos aluviales depositados mediante el concurso predominante de corrientes acuosas tractivas, de los sistemas istributivos aluviales de mayor escala, Esto también sucrde con el ejemplo fosl del ‘Van Hom Sandstone en Texas (McGowen y Groat, 1971). Debido a estas consideraciones y sobre todo a que los aspectos especificos de las facies de materials terrigenos transportados mediante fujos acuosos ya son estudiadas en ottos capitulos de este libro, s6lo haremos alguna referencia escueta a estos, ‘procesos de sedimentaciOn. En cambio nos detendremos con un poco de detalle en el analiss de las caracteristicas de los fujos gravitativos de sedimentas que en sus variantes de flujos masivos y fujos de detritus constituyen uno de los provesos y de Ia facies més caracteristicos de los abanicos aluviales. ABANICOS ALUVIALES Re Depésitos de corriente Ress] Depésitos de colada de todo Fig 9, Incerrelaciones de los depits de adebris lowe y fos depdsitos acuosos eo un bani de baa ciacia de transporte. Modif. de Bssenbach, 1954 153, 3m, € Fig materiales transportados por corienes acuosas (eater lid: 2 ‘materiales de transporte masivo (adebrs ows, 3, areiseascOlicas, 4, niveles eddficos devarrollados sobre les materiales edbeos (Wasson, 1977) ABAMICOS ALUMIALES Iss 3.2. Corrientes hidricas Aunque slo sea muy brevemente hay que hacer hincapié en que los materiales de Ios abanicos aluviales muestran, en algunos lugares, signos evidentes de haber ‘ido transportados mediante el concurso de corrientes hidricas. En los materiales conglomeriticos, a forma bastante redondeada de los clastos, la gradacién granu- omitrica crudamente positiva, la existencia de estraificaciOn cruzada interna a los bancos, de gran escala y bajo Angulo, asi como las bases crosivas de la mayoria de estos depésitos, induoen a pensar en un transporte de los materiales mediante ‘corfientes acuosas tractivas. Es lo que s¢ conoce como «waterlaid deposits» en la literatura geolégica al uso, ‘Ahora bien, estas corrientes tienen algunas caracteristcas dignas de mencién. oruna parte la existencia de grandes bancos conglomeriticos, generaimente masivos, de gan extension lateral y con algunas estructuras internas producidas por corrientes ‘acivas parece implicar la existencia de una corriente acuosa altamente energética y de poca duracin, ya que no tiene tiempo suficiente como para redondear y Seleccionar el material terigeno grueso. Ademés la gran extensién lateral sugiere la idea de un no confinamiento de estas corrientes, que encajaria con Ia idea de cortientes muy tractivas, energéticas y no confinadas que circularian en forma de arreyada en manto (Sheet flood) por unas pendientes con un gradiente muy elevado yy una superficie toposrafica relativamentc lisa Las caracteristcas principales serian materiales transportados mediante unas corticntes tractivas, contactos basales erosives y geometria del depésito tabular a sgrandes rasgos. Disminuyendo de potencia desde las zonas més altas hacia las zonas més bajas del abanico. ‘A veces también se encuentran depésitos muy densos, con gran cantidad de carga pero que han sido transportados mediante el concurso de corrientes acuosas tractivas y muy energéticas que también han posibilitado la excavacién de algunos ‘causes preexistentes, En este caso los materiales terrigenos més gruesos alcanzen scctores mas lejanos del abanico, ya que se mantienen durante més tiempo las condiciones de turbulencia det flujo favorecidas por su confinamiento. Corresponden ‘ua tipo especial de depésito, menos abundantes que los anteriores y que reciben el nombre de «stream flood deposits». Se diferencian de los anteriores por la geometria general que en este caso no es tabular sino que es canaliforme con sccciOn transversal lenticular. En este caso, ademas, se ha producido una profundi zacén del cauce en funcién de la gran descarga acuosa que debe evacuar y sobre todo del pronunciado gradiente longitudinal que presentan y que les imposibilita une migracion lateral continuada.. ‘Cuando se produce el relleno de uno de estos cauces por parte del seuimento transportado, se origina el abandonamiento del mismo por rotura de los diques y avulsion. En la mayorta de los casos estos depésitos tienen tendencia a ser monoe- pisidicos 0 como mucho corresponden a unos pocos episodios sedimentarios. Précticamente eada uno de estos episodios podria corresponder a una jnica descarga ‘muy importante y muy efimera como sera el caso de algunas avenidas de tormenta (Flish flood). En algunos casos se producen episodios excepcionales como los ocasionados por la ruptura de una presa natural o artificial en la que el flujo muy cargado de pwewwwwrwrwwrwr rw wrwreweweewewrwrerrveeewewweee wwwv weer wr r wer wer wrwwrwrvwewrwrwrwrerwwrvewwwe 156 FERRAN COLOMEO materiales terrigenos avanza a gran velocidad y en su parte frontal se comporta ‘como una ola de grandes dimensiones. Las relaciones de estos flujos con el cauce ‘excavado y con la gran cantidad de material transportado, hace que se comporten. ‘de una manera muy especial, arrastrando bloques inmensos junto con materiales de las granulometrias mds diversas y que no ha tenido ocasién de selectionar. En el momento de su maxima energia el material se transporta en forma de oleadas (urges) que pueden condicionar la existencia de grandes barras deposicionales con ‘unas caras frontales de avalancha muy abruptas y de varios metros de altura (caso del Rubicon river - Scott y Graviee, 1968). Cuando los materiales son predominantemente arenosos, predominan los epi- sodios de sheet flood en las zonas més altas de los abanicos, que van pasando a ccursos con corrientes tractivas y morfologia trenzada (Colombo, 1975), sélo de- sarrollados cuando existen corrientes acuosas lo suficientemente persistentes como para generar pequefios cursos estacionales que tengan una duracién prolongada. En el caso citado no se aprecian tendencias claras de jerarquizaci6n. En otros casos, cuando los canales que acarrcan las descargas acuosas y de sedimentos legan a las zonas con topografia més plana y donde practicamente se ha perdido el encajamiento de los canales, se producen fendmenos de desparramiento y expansién lateral de los fujos. Se pierde el encajamiento y entonces se produce tuna arroyada laminar de gran extension lateral y poca potencia especifica. De esta manera se generan unos abanicos aluviales caracterizados por la granulometria arenosa bien seleccionada de sus materiales que se hallan intercalados con algunos nivels lutiticos originados por la decantacién de las aguas fangosas. Corresponden 4 los abanicos terminales (terminal fans) descritos ampliamente en la literatura cientifica (Mukerji, 1976; Séez, 1985). Estos se hallan consttuidos prineipalmente por niveles de areniscas finas y muy finas con estructura sedimentarias tractivas de pequefia escala que se indentan con materiale lutticos. En algunos otros casos se ‘encuentran también asociados con algunos niveles de carbonatos y de evaporitas (Bensaiah er al, 1988) desarrollados hacia las partes més alejadas de los abanicos. En estos casos es de gran importancia el cardctertractivo de las corrientes acuosas ‘que transportan sedimentos, con la particularidad de que, segim sea su tendencia secuencial genética, se podr hablar de una progradacin, retrogradacion o estabi- lizacion del abanico principal del que los abanicos terminales son una manifestacin Iejana. ‘0s otros tipos de transporte de material mediante formas tractivas de fondo {que circalan por canales de rios con morfologia trenzada (braided) y que son ccaracteristicas de grandes sistemas dstributives anteriormente ctados como eemplos ‘de abanicos aluviaes gigantes (Bluck, 1974; Boothroyd y Nummedal, 1978), no los ‘itamos aqui, y remitimos a la parte especfica de este libro. 3.3. Flujos gravitativos Con esta denominacién conocemos aquellos Ajo que teniendo una fase Nuida continua entre las particulas (generalmente agua, pero esporadicamente puede ser agin gas) se mueven en funcidn de la energia potencial que tenfan, yen el momento en el que ésta se convierte en cinética, Se trata, pues, de unos flujos en los que las |ABANICOS ALLVIALES, 137 particulas no son arrastradas por el luido movimiento, sino que se trata de una ‘aida por gravedad y es el conjunto de las particulas el que mueve al fuido encajante, incorporéndolo y comporténdose el conjunto como un flujo més o menos denso y/o viscoso. Hasta el momento este tipo de flujo (gravitativo) ha tenido una gran importancia en condiciones subacuosas, y aqui lo que se pretende es dar una vision répida de este tipo de flujos en condiciones subaéreas, que pueden llegar a tener gran importancia en cuanto a la constitucién de acumulaciones de ‘materiales susceptibles de Ilegar a formar un depésito en forma de abanico aluval Para entender los mecanismos de inicio del movimiento, de comportamiento durante el mismo y del acdimulo final de materiales, hemos utilizado algunos similes naturales todavia no muy estudiados, pero que presentan unas analogias muy importantes, como son los aludes nivales, Por lo que se refiere a otros tipos de flujos gravitativos que aportan gran cantilad de materiales pero en unas condiciones muy particulares, los fujos vulcano- sedimentarios, remito al lector a la parte especifica de este libro donde los hemos tratado ampliamente. Lo anterior servird para comprender los mecanismos de transporte y deposicién sufridos por grandes avalanchas rocosas que en algunos momentos se han compor- ‘ado Nuidalmente y que han legado a consttuir acimulos muy gruesos de materiales, fragmentados susceptibles de contribuir a la formacidn de acumulaciones sedimen- tarias en forma de abanicos aluviales, 33.1 Aludes nivates Este tipo de aludes puede desarrollarse a partir de una caida de nieve en polvo, de neve en placa o de nieve hiimeda, y sus caracteristicas y comportamiento «specifico varlan mucho segin predomine cada uno de esos tres tipos ya mencionados. ‘Se desencadena una avalancha nival cuando una gran masa de nieve que se halla acumulada en una pendiente topogréfica muy acusada queda muy sobrecargada por electo de nevadas posteriores, 0 porque existan pequefios cambios de temperatura ‘© composicidn interna que ocasionan la aparicién de algunas discontinuidades. Entonces esa masa nival se halla en una posicién inestable y s6lo necesita de ccualcuier pequefia vibracién para desgajarse y empezar a caer con tna velocidad clevada. Hay que resaltar que cuando la mass se halla en situacién inestable s6lo se necesita una pequefia presiOn o quizas la vibracién del aire para que se rompa su deticada cohesién interna, cayendo de una manera répida, violenta y generaimente silenciosa para un espectador situado en su interior. 33.1.1. Caida de nieve polvo En este caso la parte inferior de la masa en caida se mantiene a ras del suelo rmiencras que la parte superior, al ser frenada por el aire encajante que se halla inmévil, empieza a mostrar signos de vorticidad y a levantarse. Cuando la densidad ¢s de orden de 100 Kg/m’ la vorticidad aparece con velocidades lineales del orden de 35.40 Km/h. Cuando las pendientes por las que circula el material de caida son

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