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264 fom manna, 8}. Ejercicios proceden de una tal experiencia y que buscan pravocer cos fenémenos de contacto: con Jo divino?, La experiencia original Acabames de aflrmar que los Ejercicios proceden de la experiencia rsonal de San Ignacio, Gonziler de la Gaara te pregunté un dix so sige Ejercicios y las Gonstituciones, “queriende saber edmo tos habia hecho, ET me dijo que los Ejercicios no les habia hecho. [escrito] todos de una vez, sino que alguna: cosas, que observaba en su alma y encon trabs itiles, le parecin que podrian también ser ttiles a otros y asi las ponia por escrito”*. Habla, pues, Ignacio de su personal experiencia, de “eosas que observaba en su alma", Pero no se din una experiencia en bloque y simultinea de fo que encontramos en los Ejercicios, como si Guos no fucram otra ena que la simple transeripeidn al papel de lo que en un momento dado o en una ttapa unitaria posd por su alma. Los Ejercicios son, indudablemente, una construcciin artificial y reflexiva, ond a base de ideas o docirinas que Tura recibiendo, sino a base e experiencias personales. Por eso, los Ejercicios na som ui manual sis- tematico de doctrina espiritual, sino que son un complejo de experien di que se esiructuran: metdicamente. para cansepsir an fn: deter nado. Cuando de hecho fue pasando Ignacio por esas experiencias et on problems interesante para determinar las etapas redaccionales de los Ejer- cicios. Loyola, Monserrat y.Mauresa son, sin duds, como es bien aabido, las etapas fundamentales de ou experiencia. fn Loyola se dia la expe riencia de su mundo interior y de fos espiritay que operin en él. Monserrat Ia experiencia Hacerante de sus propios pecadns en las medita- ciones cisnerianas para prepararse a sn coniésién general, Gon este funda- mento, en Mavres vivid cast toda lo demiis que dejé su huella de fucge en los Ejercicias. “Y hacia este iempo, poco. a poco tba haciendo discwrsos de su vida pasada y conociendo intemamente Is gravedad de sus pecodos yamargamente 3 Worarlos y entrande por diversos escriipulos y angusti tentaciomes y alliciones espirituales”%. El mismo Lautner insste otra’ vex “Cerca deste tiempo hizo confesién genetal de toda su vida y vino, cuanto ada sustancia, en cst meditaciones que decimns Ejercicios”*. Pero todas estas experiencias debleron aunaise y armouizarse, y encontrar si bata- mento ¥ altime sentida en ta ifustrucidn del Gurdones) eon ells, los ele. imentos disgregacos y como dispersos de sus experieucias podemos decir que se ensumblan en unidad orpanica. 2 JM, Geanreo: “Experiencia de to Dione." (MANRESA, 1/1867. p. 06°) 3 Forms 1, s00-tue. + J. Mo Gaaweno: “San fgnscio de Loyola, p. 32 s., Hom. 6, 5 Fowses 1, 10, © Fontes 1, be 3 rerescA EAPIAETURL ¥ FERCICOS es Es cierto que In sustancis de los Rjercicios quedé ya fundamentalmen- te estrueturada, enando San Ipmacio salié de Manresa. Pero no tereina- ron allf sus ewperieneias espirituales Durante su peregrinacién a Palés- tina, en el desconcierto subsiguiente hasta iniciar ta ctapa de sus ctudios, _ alo largo de su dilatada carrera literatia, mientres se preparaba al sa cerdacio ¥ a la primera Miss, y mds tarde. en Rama, durante los. prime- ros afios de m obra fundacional, las experiencias espirituales s repetian, se intensificaban y significaban siempre pata Ignacio lo decisive en su vida. Fs qbvio que esas experiencias sequirin iluminancla y complecando juits 0 menos el micleo primitive de los Ejercicios, Hasta mitad de 1548, cuando ln definitive aprobacién del Breve pontificio pure punto final a Ja elaboracidn del Santo. De toda ello iremos encontsando huellas a lo Jorge de nuestro estudio. Experiencias accesorins A csta-cxperiencia desu. propio espiritu, hemos de afadir esa otra experiencia de Ins hombres y de la vida, que aleanzd en el contacto es piritual can las almas. Porque en tos Ejercicios encontramos multitud de documentos, que él cieriamente no saci de los libros y que-san_ in explicubles sin la observacién y el enriquecimiento que produce el Jogo humans. Efectivamente, muy pronto emperd este diélogo, y luego. s¢ prolongs en circunstancine Ins mas diversas a lo largo de toda su ¥ Yo de su etapa manresana, dice él mismo que ‘era muy vido de pla car de cosas espivituales y de hallar personas que fuesen capaces de cllas"*. Las buscaba y irataba con unas y con otras. Lo confirma Lai- inet, dicienda que "hizo alli, en Manresa, provecha a muchas almay, que notablemente se ayudaron ¢ hicieron mudaneas y mortificaciones y vitlicron a gran conocimiento y gusto de las coms del Sefior” * Fs decir, que también eans almas lugraron experiencins espirituales, al contacto con Ignacio. Pero, a su ver, es claro que Ignacio también sala enrique- gido de ce contacto y aprendia axl, experimentalmente, lo que tb mis mo Hama en lor Ejercicios la manera de dar a otro “modo y orden Para meditar 0 contemplar"[Ejercicios, 2). Las luces superiores recibidas de Dios, o sea, su experiencia de le divino, que fue la frente primor- dial de lot Fjercicios, no impidié como admite Polanco— que “dee pués cl uso y experiencia de muchas cocis le hiciexe mds perfeccionar su primera invencién” * Esta primera experiencia de las almas se fue dilaando mente en aflos sucesives con nuevos contacts y con la infin de personas que se le accreaton en las més variadss situaciones"®. En los documentos de los Ejereicios encontramos huellas de tode eso en multi- Fostes . i Gaamao) 0, C., 288 265 1. M. cammeno, 4. 4 nid de obtervaciones y reglass que serfa impertinerite atribuir a maravi- Hosa intervencién divina. No ro el contacto con otras almay, dino tam. bién cl uso y expericucia dé situsciones y problemas vitales y cl clima social en que 3e fue desarrollando sii vida enewentran un eco facilmente recognoscible eu los Ejercicios, Ea lo que yo mismo he calificado alguna ver de “fuentes ambicntales”, ¢ decir, todo es0 que Ignacio fue-captan- do y experimentando personalmente, gracias a esas circunstancins cxie tenciales eu que se eneonind & su paso por el mund Claro est que también Los extudios dejaron su inprompts-en Tas pi. gines defuitivis del bro de tox Ejercicios, sometidos a una claboracién acesante: Padiames suponerlo, pero Nadal fo afirma de manera categé- rica, cuando nos aseguta gue, una ver terminados ins estudio, reelahord sus primeros excritns, afladid muchas cosas y los rearganizd antes de pre- sentarios a Ix aprebaciém de la Sede Apostdlica ". Sin embargo, esta te- organizacion tardia de que habla Nadal, slo os acepiable en puntos Tuy acéesories y en oorrecciones de redaccidin. Porje no podemos te gar que lo sustinelal, las piczarclave y la organizacién fundamental de tas mismas proceden de Manresa, es decir, de aquel tiempo cuando Ip- nacio era im hombre min iliterao, que mW sabla sino “leer y eseribir ‘m romance"", Por eso, los contemporineas, y aun el mismo. Breve, aprobatorio de Paulo If, atribuyen jercicins a una particular tu 1 Espiritu. Le eval no e@bsta para admitir que algunas do- cumentos importantes o su formulacién y encuadraniento definitive: son posteriores a Manresa, como veremos a su ticmpo, y surgieron (tal co mo aparecen en ef libro) a lo large de sus estudios, aunque no. preci- samente al final de ellos, Sélo contadas reglas hay que retrasarlas hasta el periodo. romano, Sin esa iluminacién superior y experiencia personal, de poco le hu- hieran servido sus lecturas ¢spirituales, tan escasas hasta Mares cotviene recordar etas lecturag en Tas eciales se enfrased con larguisimas meditaciones y abundanies nos, y que indudablemencte dejaron tambien huctia en fox Ejercicios. No es que manejara muchos libros: sustancial y aun casi exclusivamente cuatro o seit, En primer lugar, el Flos sane forum, prologado por el cisterclense Vagad, y el Vile Garisti cartnjano, traducido por el franciscano Montesino *, Eran los libros que manejé, me- dité y extracté em Loyola. Mids tarde, en Monserrat, el compendia de Ejercitatorio Cisneriane, hecho per el abad Pedro de Burgos, que ser- via para instroccién de: ios peregrinus. En Manresa descubrio 1a Imitz cién de Cristo, “el Gersoncito™, coma él te Hamaba, y que le quits la cencia por cualgnier ota [bra espiritual Esto es fo findameatal y aello hay que afiadir su Libra de Horas y alguno de fos Confestona- Jes, que debid caer ent say manos MW Gaanena: ©. C212 i Aplttater Nadal IV, B26, Rows 1 #2. 4 Gaaxcro: 0, C., 23 W Fowes I, 564.

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