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I. La Cultura Politica: los Conceptos Fundamentales Toda sociedad construye una forma de representarse al mundo y de expli- carse los distintos fenédmenos tanto naturales como aquéllos en los que interviene el hombre. La cultura es el conjunto de simbolos, normas, creen- cias, ideales, costumbres, mitos y ri- tuales que se transmite de generacién en generaci6n, otorgando identidad a los miembros de una comunidad y que orienta, guia y da significado a sus distintos quehaceres sociales. La cul- tura da consistencia a una sociedad en la medida en que en ella se hallan condensadas herencias, imagenes compartidas y experiencias colectivas que dan a la poblacidn.su sentido de pertenencia, pues es a través de ella que se reconoce a sf misma en lo que le es propio. La politica es el ambito de la so- ciedad relativo a la organizacién del poder. Es el espacio donde se adoptan las decisiones que tienen proyeccién social, es decir,'donde se define c6mo se distribuyen los bienes de una so- ciedad, o sea, que le toca a cada quién, cémo y cuando. Los valores, concepciones y acti- tudes que se orientan hacia el 4mbito especificamente politico, es decir, el conjunto de elementos que configuran la percepcién subjetiva que tiene una poblacién respecto del poder, se de- nomina cultura polltica. La noci6n de cultura politica es tan antigua como la reflexién misma so- bre la vida politica de una comunidad. Para referirse a lo que hoy llamamos cultura politica, se ha hablado de per- sonalidad, temperamento, costum- bres, cardcter nacional o conciencia colectiva, abarcando siempre las di- mensiones subjetivas de los fenéme- nos sociales y politicos. Dicho de otra manera, desde los origenes de la ci- vilizacién occidental ha existido una LA CULTURA POLITICA DEMOCRATICA, preocupacién por comprender de qué forma la poblacién organiza y procesa sus creencias, imagenes y percepcio- nes sobre su entorno politico y de qué manera éstas influyen tanto en la construccién de las instituciones y or- ganizaciones politicas de una socie- dad como en el mantenimiento de las mismas y los procesos de cambio. La cultura politica de una nacién es la distribucién particular de patro- nes de orientaci6n sicoldgica hacia un conjunto especifico de objetos socia- les -los propiamente politicos— entre los miembros de dicha naci6n. Es el sistema politico internalizado en creencias, concepciones, sentimien- tos y evaluaciones por una poblacién, o por la mayoria de ella. En ultima instancia, el referente central de la cultura politica es el con- junto de relaciones de dominacién y de sujeci6n, esto es, las relaciones de poder y de autoridad que son los ejes alrededor de los cuales se estructura la vida politica. Es el imaginario co- lectivo construido en torno a los asun- tos del poder, la influencia, la autori- 10 dad, y su contraparte, la sujecién, e] sometimiento, la obediencia y, por su- puesto, la resistencia y la rebelidn. Asi, la pregunta sobre la cultura po- litica pretende indagar cémo percibe una poblacién el universo de relacio- nes que tienen que ver con el ejercicio del mandato y la obediencia, y cémo las asume, qué tipo de actitudes, re- acciones y expectativas provoca, y de qué manera éstas tienen un impacto sobre el universo politico. Ese cédigo subjetivo que conforma la cultura politica abarca desde las creencias, convicciones y concepcio- nes sobre la situacién de la vida po- litica hasta los valores relativos‘a los fines deseables de la misma, y las in- clinaciones y actitudes hacia el siste- ma politico, o alguno de sus actores, procesos o fenémenos politicos espe- cificos. E] término cultura politica ha pa- sado a formar parte del lenguaje co- tidiano en las sociedades contempo- rineas. En la prensa, en los medios electrénicos de comunicacién y hasta en conversaciones informales, con frecuencia se hace referencia a la cul- tura politica para explicar las actitu- des, reacciones 0 incluso el comporta- miento en general de una poblacidn. Cuando nose encuentran elementos que puedan explicar diferencias entre socie- dades, suele recurrirse a la nocién de cultura politica. Empero, la frecuencia con que se utiliza el término y lo fa- miliarizada que estd la opinién publi- cacon él no implica que se comprenda cabalmente su significado. En la medida en que un concepto que pretende ser una herramienta de conocimiento, es decir, que persigue designar y aprehender con precision algin fenémeno de la realidad, se va utilizando cada vez mas y en forma mas amplia, va adquiriendo implica- ciones y sufriendo ajustes, de suerte que no es raro que al popularizarse su empleo vaya diluyéndose su signifi- cado original, perdiendo sustancia y, eventualmente, capacidad explicati- va. Esto le resta potencialidades ana- liticas y lo convierte en una «categoria residual», es decir, en una categoria que se emplea para explicar practica- mente cualquier cosa. En cierta ma- nera, esto ha sucedido con el concepto de cultura politica porque es facil de usar y tiene una proclividad a la ge- neralizacién. La cultura politica se diferencia de otros conceptos igualmente referidos a elementos subjetivos que guian la interaccién de los actores sociales en el campo de las relaciones de poder por su alcance y perdurabilidad. No se confunde, por ejemplo, con el con- cepto de ideologia polltica, porque éste se refiere a una formulaci6n esen- cialmente doctrinaria e intemmamente consistente que grupos mas o menos pequefios de militantes o seguidores abrazan o adoptan y hasta promueven concientemente (ideologias liberal, fascista, conservadora, etc.). La ideo- logia politica se refiere mas a un sec- tor acotado y diferenciado de la po- blaci6n que a ésta en su conjunto, co- mo lo hace la cultura politica, que tie- ne una pretension general y nacional. De ahi que se hable de la cultura po- litica del francés, del norteamericano, del mexicano, etc., aunque se recono- ce la existencia de subculturas que li LA CULTURA POLITICA DEMOCRATICA conviven dentro de la gran cultura po- litica. A diferencia de la actitud politica, que también es una variable interme- dia entre una opinién (comportamien- to verbal) y una conducta (comporta- miento activo), y que es una respuesta a una situaci6n dada, la cultura poli- tica alude a pautas consolidadas, arraigadas, menos expuestas a coyun- turas y movimientos especificos por los que atraviesa regularmente una so- ciedad. En cambio, la actitud politica es una disposicién mental, una inclina- cidn, organizada en funcién de asuntos politicos particulares que cambian a menudo. Las actitudes politicas son un componente de la cultura politica, pero ésta no se reduce a aquéllas. Dado que es un concepto esencial- mente sicoldgico, la cultura politica también se diferencia claramente del comportamiento politico. Este dltimo se refiere a la conducta objetiva que de alguna manera es expresidn de la cultura politica. Y es que la cultura politica es un componente bisico del juego politico porque filtra percepcio- nes, determina actitudes e influye en las modalidades de la actuacién o el comportamiento politicos. Con el propésito de rescatar la di- mensi6n real del concepto de cultura politica, es importante interrogarse acerca tanto del contexto histérico en el que surgié como de la tradicién en la que se inscribié y los objetivos que persiguid.

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