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Lo S. Cueto, A. Giordano y otros Borges ocho ensayos TESIS Sergio Cueto, Dario Gonzélez, Sandra Contreras, Adriana Astuti, Analia Capdevila, Judith Podlubne, Juan Pablo Dabove y Alberto Giordano Borges ocho ensayos, EDITORA ‘BEATRIZ VITERBO Biblioteca: Tests ‘Tape: Daniel Garcia | Primera edicén: octubre 1905, (QBentris Viterbo Hatorn ‘aprida 2086, Ronario ISIN oso sas-ogne (Queda hecho el depésita que prevene la ey 11.723 Impreso on Argentina DP Pees: Sobre el humor melaneélico Sergio Cueto one ec tc ee la biblioteca: iluminada, solitaria, infinite, perfectamente a a ee ee Astros, ls libros. No nos apresuremos a justificar 10s meen Fs nee eee on pe a eae Sn ee eel ee eee 2 displicentes, con 1a prolijidad del estudio o ta prolijidad del esto, pesamos y hojeamos y acaso anotamos los ee si nine yar veateeeps actemtotiel come sada ms ten que eoa tpoprafiaY sin embargo, nada ms tun na Sine aS, Ce adress ‘ror de considerarlos nuestros, de nuestra pertenencia y bajo ‘Tuestra potestad, ya no inseribimos en au pagina inicial nuestros Seacrest cen oe portant preeAll, (2 los estantes, a nuestra diaposiién, pero eternament ‘aviolados, eatdn low libres. Los hemos teid, olvidadoy Fence et ee perenne dara arer in eer aaltencnoenee. Blase een ners, ‘ein scamde enna senna ts ‘moun espejo de nuestra soledad errante en sus! cado. ee scr ca mcm aa ee ee eo 7 Pensamos, consiste la infinita soledad de su existenca Preferimos, en todo caso, ponsarlo ast, No es que a0 equivoquemos: no importa la patética falacia de exe rane ‘miento. Es nuestro modo pudoroso de decir que estamos slot, ¥ que leet os imposible. Es la expresién de nuestra modesta Perplojidad anteesteraro hecho cotdiane:hay unabibliteceen Incasa. En nadanosdistinguimos del guardian de loslibros, qt en lo alta do la torre que plerde el desierto, abatidey yacele, egos los oos, custodia instilmentola remota, ajena biblitess, ‘Somos nosotros los que decimos: “En mis ojos no hay dias. Lo ‘anaquelesEstin muy altos y no los aleanzan mis ave", Somat ‘osotroslos quedecimos:“jA qué engafiarme?/ La verdad esi runes he sabido leer’. Somos nosotros los que decimos, resignados: "(Qué me impide sofar que alguna veu/Descite lt durfa/Y dibujé con aplicada mano los simbolos?™, Noso te ‘que nada més aprendimos 1 leer y escribir, sofamos lo que ‘unca fue: sofamos que lefmos, excribimossobre los libros. Beta 8 nuestra elepia del recuerdo imposible, nuestro lamento Por Jas cosas que nadie mira, salve el Dios de Berkeley. Pero éstt ‘caso también nuestra oda a suai, sies certo que loimposble ‘6la puede sofarse. Igual que ol centinela en la torre, nosteot suidamos Jos libros. Hs decir: euidamos aquello que 2om0® incapacos de cuidar, aquello que no necesita cuidado algun Imposiblemente guardamos lo imposible. Nos encontremo= destinados a una tarea que no sslona podemos eumplir sine 40° ‘dems es completamente indtil,innecesaria, En ello est el origen, quizé, de nuestra larg, larga melancalta Bxtrasamente, esa melancoliahmedece, entiende, lomeior Sr,ts obra de Borges. Pensemos, por ejemplo, en al final de algunos relatos: Tién, Ughar, Orbis Tertius: “Entoncet ‘esaparecerdn de planetacl inglés, elfrancésy el mere espaol El mundo seré Tin. Yo no hago cato, yo sigo revisando en los ‘tuiotos dias del hotel de Adregué tuna indecian traducciso lsrediana (que no pienso dar ala imprenta) del Urn Burial de Browne’. Las ruinas circu ‘on terror, comprendis quo él también era una apariencia 4° otro estaba sonindolo. La biblioteca de Babel: “Yo me ntrev0# 8 Ds ee, lnsiouar esta solucién del antiguo problema: La bibliteea es limitada » periédica. Si un eterno viajero la atravesara en ‘ualauierdireccién, comprobarta al cabo de los sigles que los mlsmos volomenes se repiten en. el mismo desorden (que, ‘epetid, seria un orden: el Orden). Misoledad se alegra con esa {lerante esperanza”, El jardin de los senderoe que ee bifurcen ‘Xe sabe (nadie puede saber) mi innumerable coatricion,y ‘ansuncio. El fn: “Limpis el facén ensangrentadoen el pastoy ‘ivi ls casas con lentitud, sin mirar para atrés. Cumplida ‘area de justiciere, ahora era nadie. Mejor dicho era al otro: no tenia destino sobre la tierray habia matado a un hombre” Bl lnmertol: “Cuando se acerea el fin, escribié Cartaphilus, ya no {usdan imagenes del recuerdo; dle quedan palabros. Palabras, Palabras desplazadas y mutiladae, palabras de otros, fue I ebro limosna que le dejaron lashorasy los siglo”. La eseritura 44! dios: “Por es0 no pronuncio la formula, por exo dejo que me mena on ias,acostado calcu Alp ‘Nocira ‘Bente es porosa. para el elvido; yo mismo estoy falseando y erdend, bajo la trpea ered de lor ae, ton rages de poste Intorrumpo ait. Crve que ntnablments eos Boemas y recatadamente en los eneayos, doscubrimos Ia capri. mia eperinca. Dabumesintragict ‘speriencia, hacer de ella el motivo de nuestra interrogacis. 1 gue Is mclancalia hmedace fo text de Berg Lt {alabrano es casual Nos recuerda que lamelancolia es uno de {e,smores del cuerpo, quiaa el mas puro, Ia condensed {tblimacién de los otros, Noa recuerda que Ia melancolia os iff 20 solo Ia trata sno en primer tri al mr. itesstemento no reeuerda que a um minada sétira, del mismo mode que la < {mento que languidoce. Ignoramos qué ea melancolia qué {i,htumer. La relacion entre ambos, sin embargo, Parsee {tpmaérenos. ¥noedlo mediante in hntora del enews ae 4a Ie obra misma de Borges, au friteza en cl ent Gitparate,eurisa en medio de la dosracin.Lacaperinsls 6 ‘ha borgiana os, desde esta porspectiva, la de 18 "elaneolia eon ef humor. 2 Rogresemos ala torre y al guardisn dels libros. Destinnds 4 una taren a la ver intl imposible, y de Ia que no para dealgarse sin desaparecerclcentinea tiene un ure defi melanclla Es alaves tris rieulopersverarinfitamente en nada, no dejar de incumplir una area que eno mama et fervor, ¥/un doble error sl esta destinada a aquél que et inconciliable con ell A ata contradicrém, a ent cmnedenla incoherent, a esta “eleoogin del fracas” (la expreion exe Viadimir Jankeleviteh, le damos eomunmente e nombre de ‘ronta. “Ea uns ironta‘del destin’, dice el lenguaje de os hombres. Gon elo se quiere mortrar uo el verdadero mt de Iwironia excl destin y de ningdn moto ol hombre. Laren tmoda en quecl destino se pone de manifest, aparee e+ decir Sserealiza. Desaperibido pas cl destino fuera de feos momentos los que « despecho del hombre hasta desi mismo, que) icrovocnble vo cumple. El destin eg esenctalmente ionic. ironfa provion, en primer haga, de la oposcion entre lo qu osha destinadodeade el combenso ye error aparent, ee" evidente de habérnoslo detinado precisamente a nosste © ‘uestra impoibildad de cumpliricr en segundo lugar, aren Provione de la contradiecin entre cata incapacidaa 9 le ral ‘asin parade qo dein exten nan deel Nos impotencin os el sujetoinadvertde del eumplimiento deri El estne simula facasrdiimulano pu tants onl fracas del poder humane. se reali recisamente ene facto de hombre detinadearoaizaie, Healfsuinvenciblironta Toso sx reise, on einitiva s aagatn irene el hone ome poder que ls ionia pone en juego, No podmos, die destino; nuestro hacer sini, mejor la inutlidad es osest0 ‘Seo hace Esto seria implement teagico sino fers Que desde ol fondo de euaimpotencia se afirma odaviao paradoo oder del destin que en claw realiza Al eopani tri ‘ucede entonces ol triste patetiamo de las vidae Fetamea!® sauivocadas, el secreto servicio prestado a lo desconocido, el Feeonocimiento wltimo de cudn profundamente nos deaco— 1a infinite melancolia de To personajes brgia: comes euyo laberints ve taje ase ha ado 38 asus capaldas. La melancola even ellos eas tnaprecable distancia qu los separa de! miamoe el erignado aombro que ls aleje desu actos y ls haeeeapecadores den drama ala etincomprensile e inderente, La melancolla ela manife {acién de ee distancia que ae abr entre el poder intl y Ia Fesvdad impeibe del mb. La melanesia cola Stinming Sin embargo, algo en Ia obra de Borge# parece recusar inmediatamentaeata deseripelon, Blase nos revel inadecu Ne porau sen, ingle porque deine emai nto umarcha a0 mpidepresegur hasta em punt enol que {ado camino ae inverts: Porque x entendemos la melancoli te simplemente como el efecto sino mas bien como Ia Dopreclorecurriralamuerteniatnalnimposturs”gPodemes on y fnalmente el to de ia identidad personal, 1a. presencia incesantementomanifiesta del destino? Sin embargo, loarrador agrega:"Debo esa varedad casi strozaunainettucion quotes ropiblicasignoran o que abra en ellas do modo imperfect ¥ Seeretalaloteria’-Cusleala diferencia, pregustamos, entree destino y 1a loteria? {Qué ea la loteria? Deberiamos responder: 1a lteria os el destino desde la perepectiva del azar. Dice narrador:“alptriaea una nterpolaciondel az en clordendel ‘mundo Estaairmecin, sin embargo, parece pertenocor todas ‘tuna épocatemprana, ridimentarie,ne muy slejada de aquella Ia qu los aumeros ne despachaban en las peluguerias ‘ogo era profane. En realidad, lalotera llega determinar, <2 sano sri al det do mb, asta nit tleanzaron suelvindicaciny pariiparondljucgo, Lalor fue undnime,todopoderona, De all In siguants invita sms tarde una refutacién de otra de las versiones de aque paradoja por partede Waisman que confirma laintersecciénde| los dos sentidon de la infinitud: el sentido matemstico de proceso de divisién que, racionalmente, nunca concluye, y el, Sentido temporal dal lapso que jamés se completa. La lectars paradojizante de Borges —para quien Ia argumentacin de Zonén es, en este punto, incontestable sediluye sise admit como quiere Null, ladistincin fundamental entre laldgicay fontologia. Para I primera, wn sogmento podeé ser siempre Aividido en dos, hasta el infnito, para la segunda, un 10 para comprender el problema que Borges plantea, Observemt tn principio que el par “légica’Pontologa’,tomado como tt oposicion definitiva, puede resultar todavia solidario de! ‘dualism elésicodela forma yelcontenido, dadala presuposisis> dde una relacién no arbitraria entre los objets “roales"y ot tontes de razén. Nose trata able de oponer ala confusisn lige ‘ontoligica la correspondiente diferenciaciém de perspectivas y faleances, sino ademés de aefislar la doble alternative que a sa ver ae plantea entre la“confusién”y la “istineién”- un plano ex ‘lque as distiniiones gas (por division) producenconfusiones| ‘simiemo logicas (por indiseernibiidad, y oto en el que una, fasta de imagenes (por atocinciénon wn sje narrative) produce Aistinciones (a partir de diferencias recomocibles). La lea y la bntologia se confunden se distinguen en el interior dela logice, on tanto que la realidad y la ficeién se distinguen y vuelven © ‘infundirse en elordende lanarracién.Adiferenia del duslsmo ‘metafisic (ogico-ontol6get), el dualismo de los lugares las imsgenes produce siempre, a partir de cada término, un nuevo \dualismo caracterizndo parla mixta relacién arbitraria. Bs lo ‘que ocurre cuando el pensamiento, como en el caso de Borges, insiste en eor*dualiata” aun mésallédel"satema" quo recogeria las oposiciones en una gran unidad final. Aqut no se trata ‘iuiera desubvertir el sistema confronténdolo con o"eoncreto™ leabandonarlo,transformarlo 3 imagenes, manteniendo sin ‘mmbargo la legalidad y el rigor de su logica binaria™ Si volvemos a examinar ahora los textos en los que cita Ia enominada “paradoja” de Zenén, veremos que Borges utiliza “Lassa borane! duals Sodio ian apart Note samen rl Guan dda bray omc completa indie pr eben recy “pte an nce inp gad lpi worden ‘Site lag pln rele rae. ‘clean dl dean lest elpeuaiesio brBa : ‘este argumento sso para ilustrar ol cardctor irreductible de los términos de exe dualiemo. El problema logio que alliseplantea essimplementeel que vinculala division de un espacio abstract fen un proceso infinito y Ia indiacernbilidad de los miltiples ‘Aquiles,situados siempre al comienzo de cada tramo de espacio. El arid borgiano consiste en todo caso en hacer competi un Aquiles abstracto(Aquiles que os sélo"funcién’, slo el ugar de ‘Aquiles en Ia para relacion de distancia con respecto ala meta, ‘Que como tal se subdivide él mismo can cada divisin del sspacio) y una tortuga-imagen (no necesariamente real) que ‘vemos moverse gracias al poder de la variacisn imaginativa, Ast, Aquiles se piordo en un infinto login, mientras que la {ortuga se vale de lailimitacién real para avanzarhacialameta, [La deslealtad de cea competencia, el choque de ciertos logares y clortas imégones es, nos parece el gran tema de Borges. La postulacién de Ia realidad, Elaleance ue Borges confiereaestemueyodualismo concierse de inmediato al modo en que el enguaje“postula” la realidad. De allisu significacion estetica:e"casicismo" que Borges evs contra iertoconeepto roméntios'yexpresioniata'de alieratsra| Cconsiste en el despliegue de un plano de abstraccién por debaio| {el plano narrative. La escritura eldsiea resulta, de hecho, abstract hasta invisible” allidonde romantica se esfuer#= por expresar en tados aus pliegues la conerecidn de lo real. Lt ‘scritura cldsicaconflaen la virtud comunicativa de sus ignos cree en el lenguaje cuando Ia roméntica cree (aca? ‘supersticiosamente) en loreal que evocay sabe perdido. Pores? ‘puede Borges opener la realidad de eardcterimpositivo” propit {el eseritor omanticn alas diversas fermas de "postulacion’d© lorealpor parted lésieo™ Sucede que ese plana de abstraccion SL Boren vl i, 32 std destinado a asogurar alo real un earécter de objetividad pura, no amenazada siquiera por la varibilidad de lami ‘subjtiva ni por el rigor de los conceptos y las imégene ‘general. Ajena al “hallazgo romantico de la personalidad” fscritura a més antigua que el rujeto mismo, En busea de un Densamiento eapaz de acceder ms alld de las almas y de las esencias afilogofia de Borges debe remitirse a ls dos grandes tradiciones clementaristas,lamisticajudiay: Aoctrinas acereade un munds hecho de "signos” ode ‘principios” en el que no han irrumpido todavia las formas y los rostros ‘capacos de reconocer ‘Una apresurada interprotacién floséfica de este motive horgiano eonducirfa a pensarlo en términos de una oposicién lealismo. Lo ciorto os que a “postal ‘entendida como procedimie difieresustancialmente dela proyeccinidealistade a realid Alidealismo de Borges, n todo caso, le falta el factor dns do In subjtividad, hecho que que lo convierte sin mas en tun realismo extrema. Por “postulacién de la realidad” hay que de prineipio™. Hablar es presuponer una realidad objetiva no necesita ser expresada, o incluso una realidad defini justaments por la ausencia de todo contenido expresablo. Bsa realidad es, por tanto, lo matemético por excelencia, Io Permanentemente presupuesto aun bajo las formas més ‘rudimentarias del lenguaje. Una realidad abstractaywacia que sirve de trasfondo a un lenguaje pleno y determinado, sin que ‘medicentr ellos una relacion de ropresentacin ode expresion Copendogue, 1995 2a CS Variaciones sobre el escritor argentino y la tradicién Sondra Contreras 2Cusl ea la tradicion argentina? {Cudl es, para el escritor argentino, esa tradicén? La respuesta de Borges, lo sabemos, tuvola fuerza de liberarlapotencilidad retenida en la cansigne, hacerlavariaryvolveria otra; supo, al responder, darle auténtien Vida a la pregunta en lugar de suprimirla; desplogar un ‘movimiento lo suficentemente disereto y Io auficentemente ‘ficas con el que Hevar la interrogacién incial a otra parte y hacer de ela una progunta fuera de lugar, Dos ecturas nos devuelven hoya lor argumentos dl ensaye, larespuesta, tal ver debiéramos decir major, alaconsigna en 4a que —por su efecto— los argumentos se han transfigurado. Por las lecturas que César Aira y Ricardo Piglia hacen, respoctivamente, de "El eseritor argentino y la tradicién" el rmuestfa, ya y desde siempre, ella miama una respuesta: el ‘movimiento del ensayo recomienza, incesante, desapaciblo e insidioe, ‘Speuleper fone olen Serene tino sane Satine Buy Ginyu de Dun Osco ae ane io 35 Para empezar con el ensayo que le opone Ja razin més contundente, digamos que “Exotismo” de Aira s la ves que de igsin modo paroce repetir la pregunta de Borges —on ultima instancia, {qué hacer con esa fetichizacin de la nacionalidad ‘que esel exotismo?, quéhacer como escritoreonel fait accompli ddolo argentino?—, muestra el grave el hibil— error en quese funda uno de sus maa elebres argumentos. Recorridos los tres ‘stadios del exotismo —la perspectiva del extranjero, “el persa fen Francia"; el viajero, “el francés en Persia" finalmente ol persa profesional que le vende al lector francés una Persia persa’, colorida,distinta, exotica, y desde la perspectiva del ‘exotismo”radieal que lee en Mario de Andrade —exotismo que ‘firma por la intrusién del azar en Io que en efecto acontece (valverse lo que ya seo8y por este devenir dejar de serlo!— Ai desbarata la famosa pardbola de los camellos det Cord con Ia ‘que Borges razona la necesaria e inevitable prescindencia de flor local en lo verdaderamente native. La moraleja de Ia parabola, dice Aira, esque el érabeauténtico —que no necssitard abundar en eamellos para probar que es drabe-—expresaré una ‘Arabia “auténtica”, mientras que el érabe profesional pondrden fel mercado una Arabia de pacotilla que podames reconocer Y Ja “mala conciencia", bare del rezonamiento, lo quo Ai ccuestiona: Ia eparacion entre el buen el mal profesional, ‘exigencia al eseritor de una autenticidad presupuesta como u> valor positive dado de antemane cuando el artista os tal, pore! contrario, precisamente en la transmutacion de los valores: ‘onfasién, en sama, de Is virtudesevicas eon las artisticas ‘6 poco tratandose den ensayo que ha obrado la demolicion de ‘una Historia dela literatura que, demandéndole ala argentiog ler a expresién natural y necesaria de un pueblo, una raza ‘una tierra, no hahechomés que confundiresttica yeiviamo.No 8 poeo, queremos decir, devolverle a Borges los argumento sobre todo, la retsrica —la ironta— con los que nos probé Ia ‘stucia yelerrorde Rojas no es poco, sin duda, decir que Borke* 10 de Fatablos de Tors train, Rosary, 12 36 hharecomendadola preseindoncia del colo loealcon una parébola ‘qe parece casi un lugar comin y quo es una astucia. El golpe es fficaz y también certero. Porque es cierto, Borges habla de autenticidades y de pruebas, mas aun, de lo verdaderamento| native, Pero noes cierto también que el argumento no vale.en l ensayo por lo que en si mismo dice euanto por el juego polémico del que participa? Y si esto es ast, 2no habia. que \devolver entonees la parabola al movimiento del ensayo? Nopodemos dejar de recordar, por ejemplo, que unos parrafos ‘més arriba Borges desbarata, do modo incontestable,justamento Ja tess de la argentinidad eomo naturaleza, del ser nacional como auténtico debor ser y justificacén de la literatura. De ‘manera que, en prineipo, podrfamos decir que si Borges habla gu, en este momento dal ensayo, de autenticidad no ¢4 on bsoluto en el sentido de un valor efvico y mucho menos de una wencia dada de antemano; que el par genuino-artifiial que gut se pone on juego —y que reearre no pocasdelos enaayos de Borges funciona seytn dos modos diversos o, digamos mejor, obra cada vez sogun una fuerza diseursiva diferent Enelprimer argumentocontra Rojas, cuando Borgesdistingue 1s posta gonuina de los gauchos de la poesta artifical de los uchesces, lo artificial que aqutestun valor artistic (elartifielo ‘lo deliborado— definen lo artistico) sirve para refutar In hipstesis dela literatura nacional como naturalera; lo artificial vale positivamente no por oposicién a la genuina poesia de Tos sauchos sino para contrarrestr la idea de la gauchesca como ‘xpresién genuina —natural y necesaria,“auténtien Duebo: “La gauchesea —concluye Borges— un género tan artificial como cualquier oto". Bn un segundo argument el de |i parabola, fo artificial también aquf le deliberado pero ahora bajo la forma de una deiberada profusion de color local) es, en cambio, un término negative aunque no por oposicién a lo ‘tenuing —a lo genuinaments nacional, ala naturaleza como valor sino por oposicién a "lo gonuinamente artistico", a “Io suténticamente lterario". Se trata de lo auténtico, es verdad, ero un poco en el sentido en que enel ensayo sobre Hawthorne {Ya propbuite de las relaciones entre alogoria etiea literatura at Borges habla de una *visin genuina’ en la obra de un autor lo ‘auténtico pero en el sentido de una “eficacia posta” como quella que, jamas normativa, siempre dna » imprevisibe, se pone a las “habilidades aparentes" do una “veeniqueria” supersticiosay artificial’. ¥ si aqut le acordamas a lo auténtico elsentido de“io auténticamenteliterario"es porque escuchamos fen 41 Jos ecos de Ia uitima frase del ensayo, porque es “el fabandono a ese suefio voluntario que re liama Ia creacién artistiea” lo queso nos impone como el valor-fuerea del ensaye;, también porque la minima confidencia que sigue ala paribola {¥ que sirve de alguna manera para probarla no hace sino decit {que el instante en que la literatura irrumpi¢ en su obra fue ol instante en que olvidado dela autenticidad como valor elsabor ide Buenos Aires se volvié Io auténticamente neceseric. Por ddomés, los ecos de nparbola aleanzan a su ver alaconsideracién ‘que unos parrafos después se hace de Don Segundo Sombra, Como bien lo ha notad Beatria Sarlo, la reivindicacin que allt se hace de la novela de Gairaldes en virtud de Ia ineorparacin de metiforas francesaa yde la remisién al Kim de Kipling tiene ‘més de argucia contra el nacionslismo que de indieacin.Anot& Sarlo: Borges les arranca a los nacionalistas un texto para demostrarles que ese libro exhibide por ellos como realizaci6a de lo argentino es precisamente una escritura de cruce cultural pero, aun ast—murmura Borges calladamente—hay domasiados tabailos en el Don Segundo como para que lanovela sea un text0 nacional.” No es el nuestro un affn meramente contextualista pero Ia elimitacién de los contextes nos sirve, no obstante, para distinguir no tanto fragmentos opuestos en su signQiacion cuanto diversos momontos del ensayo, situaciones enuncia bey ee geo, a Feng 2 fied sor bord’: En "Nathaniel Hawthorne” 22 Otros inguin Gra compas, edt “ee ppeinae dlecte 38 cei Aliferentos. Lo artificial ylogenuino,entendemos, nosso cambian designo aio largo del ensayo (cadaver unoesel termine positive ¥elotro el negativo) sino queen el pase de un valor a otro ess sentido y el sentido desu relacién lo que se modiican, Cuando Rojas yah sido rebatido lo artifical —to deliberado— deja de ser ol signo del arte y sirve indirecta, solapadamento, para apartarse do esa deliberada profusién de color local que hay en Don Segundo; cuando lapretensién delogenuinamente nacional fn la literatura ha sido desplazada, lo gentino relorna pero ‘modificando su naturaleza, retorna bajo 1a forma de 10 ‘uténticamente literario. Si el juego de ta polémica extras st fuerza menos de In demostracin que de la argumentacién y si ‘8 yeces, cuando participa del arte de injuriar, le basta —sabe- ‘mos-— con esgrimi sofismas memorables, no se trata entonces en “El escritor argentino y In tradicién® de razones que 16 ‘ponen o dejan do oponerse sino de una heterogencidad radical nel ensayo, de una irreductibitidad entre loeterminos por lt que todo pardmetro deidentidad to dieuelve;de un movimiento el decir algo mas sutly cast imperceptible porel que el ensayo ‘complica losargumentosenla aftrmacion dena divergencia:la distancia que entre uno y otro se abre y por laque ni uno ni oto puede dotenerse en et lugar.’ Ea a este movimiento de ‘omplicacion,entendemos, ue habria que develverla parabola de Borges Esto, en principio. Ahora bien, digamos que, a pesar do ello, Borges distingue en este fragmento al érabe auténtico, ‘serene enuacntiva Svegenten, si fur Inunm nt (ody lo ‘ncn am parc fdas nserver gua ‘valor portivo™ lo ‘hrc en Mado dt enna, Beat Viterbo ars, Rowan 3990 OO OOOO ‘verdaderamente nativo, del drake profesional; acordemos con Ara en que Borges aqui lo oxigo autonticidad al esertor y que ‘onfunde, de este modo, las virtudes civics con Ins artistas. ‘Nos queda aun ast un interrogante: side diseutir la soluién ‘esttiea de Borges al problema del exotismo se trata, por qué ‘habriamos de detenernos en esta parabola —eslobre por cert pero de gravitacion menor en el marco del ensayo cuando os {vidente que la respuesta de Borges esté en otro argumentono ‘menos célebre que el anteriory también més eficaz? Més de una ‘vez lo hemos citado: "Nuestra tradicién os toda la cultura ‘occidental (..) Creo que los argentinos, los sudamericanos en eneral, podemos manejar todos los temas europeos ‘aupersticiones, con una irreverencia que puede tenery ya tiene consecuenciasafortunadas”, Si hay one] enaayo de Borges uns respuesta, el argumento nos dice, al menos en una primera consideracién, que ésta atafe aun uso de la tradicin, lo que hoy Hamamor un “un star en wna cultura y actiar ‘como sino se pertenccie situaree on Ia propia lengua ‘como un extranjero". Yai lo menor en tanto “uso” importa In MA Mest, Valencia, Pre estan, 1568 “ rerménica pero también de Ia literatura, Es lo extranjoro y lo trazado de una redundaneia originaria por la que lo términos dejan de sor idéntioos sf mismoe: la fuerza y el wentido del término, de este modo, no estin dados —por io menos no del togo— en su cuslidad diferencial por relacién a lo nacional is idad.on el quella directa tradicion argentina y Ia germénica sino que de un modo més sobrioy también mas efeetive hace variar el coneepto mismo de tradicin: Ia imagen deja de ser en sf misma lo extranjero para volverse “lo tradicional la eonveneién en le quo el dolor del poeta se dice indirectamente deja de ser la extranjero en spars ‘evenir“Tootro" que hay entodo lugar comin. Enesta suaraccién delaunided,sobriedad delo menor, lirreveroncia de Borges no ts el proyecto de una literatura que, desde antes marginal e inferior, pueda reconocerse identifiarse en el empleo de ‘strategias previamente definidas; es mas bien el eercicio de ‘una ironta~oblieua fronia— que, sin ostentaciones, encuentra ‘en ladiserecign de los recursos —y no en eu mulkplicacién— st. 1 fica. Sipor esta suatraceién de a unidad, “lsabor elton de Buenos Aires son puroefecte,puro resultado, silo argentino siempre viene después y, seein el ensayo To nuestra, ex siempre y en principio golpe de leetura,Ioque los otros configuran como tal, esto se deriva, principalmente, de ‘oto i prespteetin diet an exe ‘eeu eaprenr, t Ea rot, Ma, Taare, 1982 reaction argentine goena Bane no sede Barner Aven‘ mowrey i trol “5 tiempo que el ensayo instaura, Si por un lado, conjurada la quimera del origen en su polémiea con el nacionalismo, fconjura tambien el modelo de una patria futura, la nocién {futuro enel sentido de un proyectaconciente y valuntario “Cree «que todas esas discusiones provias sobre propositos de ecu Iiteraria estén basadas en el error de uponer que lasintencines y los proyectos importan mucho"), por otro, hacia el final, el ‘ensayo abre un futurode una naturaleza diferente. Dice Bor “Todo lo que hagamos con felicidad los escritores argentin perlenecerd ala tradicin argentina, de igual modo que elhesto fe tratar tomas italianos portonceo a la tradicion de Inglaterra ‘por abra do Chasseer y de Shakespeare” (subrayados nuestis) Tocual es como decir, con Bioy Casares, ‘nuestra mejor tadiciso fee un pais futuro". Futuro virtual, sélo una vez que Baye “emergido",potante y la vex pudoroso no en el tempo infinite y eterno de ls fiinciones sino en un paréntesis abierto en lt ‘memoriay en tayoluntad",y no antes, ese poema, ese relate tema, pertenccers a la tradicién argentina, como aélo por abr dde Katka y no por Ia fatalidad de una procedencia las obras de ‘Lord Dundany ¥ de Browning prefiguran suliteratura. Efeetode tun futuro de un eseneial anacronismo, a tradicisn de Bore tuna construccién siempre por venir, es entonces tradicit ‘potencial™ Potencial por lavirtualidad que presupene;también, 3 la capacidad o, mejor, por el poder de innovacién ave 1S ‘entral-marginal, inferior dominant, que mi Yy Ins culturas segdin sus limites y su grado de hegomonsa, +B a rent are Jardin de enderen qa bifrcan, en S40, "SCF. Nutch: Sapunds de lax ConidaracioneIntempesias Ce tld y de or nenveniata de lo tain strc, parm 8) ‘Tonge Lal Borger“ por doi stern en Otros igutioner ci Bre ae tet on Sur Nat 9" ‘Stomatol Spurroe nea esos ‘ese gore den radin potential que oe asa 46 cosayo de Borges pone en juego una joranguia de tr orden: ta {ovconidora la iterataray lars dead el panto de viet de fu potenci, de su poder de metamorfsisytransformacion™ ‘Anscrénie,inactual, la tradilgn potencial ex en este wentido ‘nuevo, an punto decreacionsbechta: pars deri con Air, “Ia invencion lena” que suplanta tode reconocimiento Indeterminada ein principio previo de determinacgn—, la tradcénpotencial eer, no obetanta, lo que ee determina cada ‘ex fortitaeinevitablemento, sega tm encuentro con to ofro Cada vee singular, eada ver dstnta, El sabor eltan0 de Buenos dirs con ef que Borges dice haber dado en "La muerte la trajla" no provienen aeomenoe dena sezeade tradicionoe dadas previamente que de un encuentro con lo eto, enn 10 ‘riranjero tal vex pero ene sentido en que lextranero ox lo imprpic, un espacio extra, casi irea: "el horror de la Dred? Ys huboenellound etrategia, no fusen todo caso ‘aestategia aventurada,eatratogia sn inalidad ne Serie oe sti lor, mtg a neg a in de ‘perimentaién,supo eetablecer In ropa en cada jugada?™ Tati pti, entncen con toa Saco de lo ‘uove a tradi’ para el esritor argnting seré sa Pura distancia “puro eapaciamient, puro dir en ln que 10 ‘auténtico habré acontecido, fortuito e inevitable. “Ln autentcidad -entones, como bien dee Aire—no es un ‘alor que ests dado de antemano, experando al individ que lo Scape: Pore contrarie,evunacanstraceioncomolo exe destino nestle con eno creemon hemos ido alotolndodemuest TINCT cj Deri "aire ergs dll Mad cant Sg ri “ planteo init: on ln paradcicnsfirmacion de este programs fntransitivo —tradicion potncal on un eas, argentina 2 Posteriori ena etro—lo ensayoe de Borges de Aira parce {contrar, mar tea, un punto de vinculcion, Yn adsense Dogue, aan fo qu alee argentino del exrtor no refiere 6 tnaayo de Borges importa in destin de todo principio de ‘dntidad ello no ex tanto en vitud de es fase en la © afirmalnirreverenciay quotantas veces hemoncitade cuanto de in que inmediatamente la precede y que, entondems, et Capital: -Traténdooe de los andeaet-—angumentaBorg—2° tenemos porque supener que laprfusin de nombres inde ‘lalteratoraylaflwofiabritanieaedoba aun preemies Facial, porque muchor de. ean ilandoses ustren (SH Barkley, Swit) fuoron descondionter de ingleses, forse personas quo ne fenfan sangre calla, sin embargo ls bate! ‘cheers irandean tino pranora ae {ngesa” (ubrayados nuestros. La cual os como deci: pra fre, para la ieratora no importa ser lands de verdad le hacircomo silo fuera. No otra cova parece sor el sng! exotismo que Aira loe en Macunaima. Mario de Andrade, dics, dda un paso radical puso Ia nacionalidad bajo el signo de 1 contingeneia y del azar “hizo ‘como a’ fucra Drasileto",sionde ya brasileno “hizo de su obra una maquina para volver brasileno®. ¥ Geta, dice Aira, es a dltima definicion con Ia aie trabajar: “a literatura es ol medio por el que un brasle8o #© os hhace brasileno,un argentino argentino. Bs lo necesario ‘tBrasilsetransformeen el Brasil, paraque la Argentina Ile ‘aser la Argentina. En altima instancia, para que el mundo * transforme en mundo”. Haver como si fuera irlandés, hace? ‘como si fuera argentino” es en la intrusin de un “como si",en!8 ‘firmacién de una perspectiva como fiecion, donde los ensayo {de Borges y de Aira se ligan quis4 méa claramente. ‘Aira, no obstante, da tin paso més. Hacer como si fu argentino, “convertise en lo que ya se es", parece consist ® tanto en hacer como wi fuera distinto, extranjero, para innova. fen Ia cultura en Ia que ge esta, sino mas bien en hacer como fuera el mismo, en Hevar la paradoja al limite y elevar !° 48 a pSnont eee SSI cn ns we eat Stamina eee eae Rusacre cidienpiaemdtmencre pratense eee ae ieee Rui dieneegereristatemett Biocon ipeatieares Siecmneanseemem capac Siam bereeteetite aaa Secon als dpmtetng meee eis snes maaelepspateien ca scrigietir ner votre econo mctatrumia al eee et Re arcadia ce ele nln ens papain mace npn Tl lc sma ie sa abn apa epee ite dhe greys sein Fg tt ree Srthat loess pa ee senile ernsapas Soe Lariat dot Madi = Morin Blanchot: “Lavina dos dio Tune one aaa Ct “obra para de comedian” de Die ee ‘oblma merle stn 9 De eons le Dl ogee dl ony a 9 See ne ee en gaa eee del retorno ala pregunta (jeusl eslatradicin argentina? jeu {es su marea diferencia?) pero también y sobre todo la desu transfiguracign radical, la perapectiva por Ia cual el problema ‘mismo del nacionalismo literario, el de la relacin entre nacion y literatura, ha sido sustancialmente transformado, ¥ de ext {ransformacién una de sus principales eonsecuencias es sin ada que hemos pasado, en un giro tan imperceptible come definitive, del problema de fas literatura menores al punto de vista de un devenir menor de a literatura, de a delimitacién de luna diferencia especifien y opositiva al punto de vista de la literaturaque obra, como quiere Aira, latranamutacén de todos Jos valores. Con la paradaja de Borges y ol simulacro de Aira tememos haber vuelto a lo indiferenciado, a la més absolute YY sin embargo, debiéramos decir no silo que 20 pregunta sine quo, i por un momenta pudiéramee pensarlo, hay en ellas por el contrario una exigencia méxim: abrirse a una diferencia virtual, una diferencia que s° experimenta como lo irreconocible, como To otro radical, & lbrirse a una diferencia que la literatura realiza y que soe] arto puede realisar. Lo etal no implica postular une mere “literaturizacién” o“estetizaci6n” del problema sino afirmarale literatura como la perspectiva desde la cual se transforman #! sentido vel valor de los términos puestos en relacin. Por est siel“volverse argentino” que os elexotiamode Aira puede leerst ‘como una suerte de regroso a Ia afirmacién de la nacionalided hhay que decir también que eon el poder de metamorfosis ¥€! simulacro—poder yejerciciode Inlitoratura-los que trazans ‘ia de este retorno como “regreso desviado". ¥ Iuego del rode? ‘que es la literatura, sabemos, nada pormanece igual, todo be ‘ido transmutado. Para decilo con Airs: "Después de to, 0° ‘podemos razonar tan bien esta cuestion, porque de lo que $° ‘trata justamente es de hacer opaco el cristal de Ia Razén (St ‘enelfondoddebemos confesarnesquelaliteratura es uns c=pec® de perversién, de juego loco, nuestros mejores silogiamos 8 tuercen siempre". De esta torsién da cuenta el movimies'® ‘mismode osensayos:arduosyelegantas al odode un problem ‘ambos nos han Hlevado, irreversible © imperceptiblement®, ® 50 ra cosa de Ia que habtamos partido, a otra pregunta, a un problema por completo diferente. Elvacto de esta torsién, el punto de conversign, es Ia literatura misma, ‘Tal vor hayamos magnificado la diseretaafinidad entro uno yotro ensayo. Tal ver las respuestas de Barges, de Airadifieran tanto como la loctura inmediata de ambos nos lo da a entender ¥ quizas debieramos habernos detenido en esa inmediatez. Porque no podefa nogarse que en alin punto —en la aislada ‘onsideracién de Ia parabola de los eamellos, por ejemplo, en el slvidode la mayor parte del ensayo—la lectura de Aira, sino ha fallado, por 1o menos ha sido injusta, Pero tampoce podré nega fina y deovia sensiblemente nuestra lectura del ensayo, que esella ia que nos desplaza hacia otras frases y nos hace percbi, por ejemplo, un “comosi retenido entre los enunciados.Pglianos parece detener ‘Lmovimiento del ensayo: allf donde por un futuro virtual y “el sbandono a un suet voluntario” o nos imponen un diferir en 'i,Pigliarepone un coneeptatranstivo;llfdondeladivergencin de Jos argumentos nos enfrenta a Ia experiencia do una heteropencidad irreduetible, recorta una tosisde Borges para la literatura argentina con la eval, por lo demés, candenar el propio estilo de Borges a la perfeceign. Aira, en cambio, o8 lnjusto. Podria quizéa ponsarse que hay en suolvido una suerte de estuia, una estratogia solapada para robatir Ia palabra de Borges vuelta ya consigna —receta, postilade— pero in duda extraoremos mejores conseeuencias si decimos que hay em 18 ‘respuesta de Aira mola voluntad de escapar ala consigna cuanto éltrazado de una linea —una greta, una falla—por aque hur slasentoncia de muertequeclaencierra y por la que liberar con oda Ia effeacia de Ie iavoluntario— la potencilidad que enclla go retiene. Mis y menos que un error, lalectura de Ais, ‘slarespuosta auna respuesta; més y menos que una estrategit, ‘un maleatendido, unio 1998 ot Be eh) lL ee a ee ae es Se ee ee | ‘Unam{nima confidencia: el escritor argentinoy In tradicién Adriana Astutti “Bn una pelfeula de Herzog, hay un enunciado espléndido, Huciéndore ‘ina pregunta, el personaje de la pelicula dic: ‘quién daré una respuesta a esta respuesta? Bn efecto, no hay progunta siempre se responde a respucstas, Ala respuesta ya ‘ontenida en una pregunta. (.) Em la consigna, 1a vida debe ‘esponderala respuesta dela muerte, noluyendo, ino haciendo ue la fuga netde y cree, Bao las consignas hay contrasetias. | Palabras que estartan como de paso, componentes do past mientras que law consignas marcan paradas, composicion ‘stratifieadas, organizadas. La misma cosa, la misma palabra, iene sin duda esa doble naturaleza, hay que extraer la una de "aotrn “transformarla componcionesdeordenensomponentst mt El escritor argentino y Ia tradicign” es ol titulo do wna conferencia de Borges en ol Colegio Libre de Estudios Superi- ros hacia 1949, Incida al final de Discusion (que se abr con "La poesia Gauchesca™), esa conforencia ex una réplick €0 "Recta de in Delaney Falls nttar: MMe: "Portsdo | Segui Valencia, Pr Tents, 1968; pa. 122 "Publiade en Sura, nerve de 1960, euee nome iss de 04 pore Inada de 19% de Dain, a cote Ps ) ‘rey a bj de 100 “Retende nDscai i een de Bind de 1987 ry WON EEE ——EK—E ee ‘varios sentidos: una respuesta a Is sluciones que otros escr: tores argentinos han dado al problema, pero tambign et uns repeticién —y un deslizamiento, una répliea— de ln enaayoe anteriores del mismo Borges sobre exo tema: “La poesia gauchesca”, agui mismo, en Discusién, los ensayos de Inquisiciones (1925) de El tamato de mi eaperanca (19267; 46 Blidioma de lov argentinos (1928), los publicados en Ia revista El hogar’ ylos diversos prélogoe. Todos ellos parton (s aleja) de Ia misma consigna’ responder por Ia tradicion de ls argentinos; todos ellos dan una respuesta aesa respuesta; todos, también, seBalan una insistencia, En qué radica, entonces, para nosotros, la singuleridad de “Bl escrito argentino y Ia tradiciin”? Si ea eierto que en todas estos ensayos Borges vuelve sobre el problema de Ia Lectura de la gauchesea, sobre la necesarin entonacién “eriolla’ de lt literatura nacional, y del idioma de esa literatura, sobre el sardcter no programado de Jos hallazgos lterarios, sobre Ia Impertinencia del problema "geograficosentimental” de lt iteratura nacional también lo ex que la forma de cada uno de 3s ensayos noes en absoluta indiferenta, Quizds sea propio ‘entonces, detenernos en la significaciin de esa forma; en o ores crea dnl acts tg erpamaente ster pees _ etal sina eet ence ners saculasmtguaragiumtnrcetnehaotees isin deamon a free pale iemuma rae a os carnaval es Sinamay a ee Oo ts v4 desarrollo de “El escritor argentino y la tradieién” en tanto forma” ‘Aceptemos una primera intuici6n: quees en la forma de este ensayo donde se dan eita por primera ver en as respuestas que Borges da a esta consigna, un estilo y un eseritor; donde por primera ver la urgencia por resolver el problema dela tradicién de la cultura argentina deja de leerse como una orden para dovenir un lugar de paso. Dejemos a esta primera intuicion operar sobre nuestra lectura y vayamos al ensayo. ‘Ante todo ni ol titulo ni el lugar que el ensayo ocupa en Diseusion pueden obviarse. El libro se abre con "Poesia Gauehosea” y alli se discuten laa “profusiones que tuvo el error” canla literatura gaichesea, pron un tono que, sin dejar de ser revulsvo, de reivindicar el lugar de In ironta ain es el tono ‘un autor, Reeordemos el recorrido del ensayo, Se lee en of sigur deo fodmono te Seeder ve ity aster Ie Acontinuacién Borges descaifica agus antecesores al referit sutarea como de “amplifcacin oratoriaodigresinpintores Yemordazmente, cierrala euestin diciendo que “la vida pesto hha sido tipica de muchas regiones de Amériea, desde Montana y Oregon hasta Chile, pero eros terrtoris, hasta ahora, se het stenido enérgicamento de edactar Bl gaucho Martin Pierro bourla recae sobre el estilo de Rojas euando ste describe a ieee ae Sanaa 2 ieee aera =o Hidalgo: Lo hace, de una pluma, payador, yl describe cn fora ascendente, con acopio de rasgos minuciosos o imaginaries(.) licencias dela iconografiay de ia sastreria la fingidamadesty, para declararse “indigno de terciar en esas controversias rte les". “Apenassi me atrevo aconfesar que aunque los gauchoede ‘as firme ortodoxia menosprecien el pelo overorosado,el vert En un overo rosado sigue ~misteriosamente— agradandeat” ‘flee. Para hablar de loa valores de Hidalgo se autorisacnls inversion de os de Rojas: asi, cuanda dice “en micortaexperinst de narrador he comprobado que..”t lector recuerda al Rlasde Burindia, a quien autorizaba a hablar la “clasificaci de ls miles de volimencs existentos en bibliotecas privadas anit unca ordenadas por un erudits”. En todos estos lugares It forma que clige Borges para enfrentarse a aus mayors, a Rost 2 Lugones, en lalectura de la tradicdn es sin duda lapidaris. ‘No obstante, la mayor eficacia del ensayo se aleansa con mayo" sobriedad, pero también con mas oradia, al fundarlaexistencit ‘misma dela literatura gauchesea (en laque lon otros leen loca basal de nuestra nacionalidad) en un hecho azaroso, port tanto que hubiera podido no courrr: la ocasiGn de une gut" Dice Borges: “Derr tear gach aati eo cna eit su entra astra verdd No mass accra t ter aelapanpay gna eacntenchcrcr artnet 3 Mette grea ee Indep nee et Bot {oer Andras crn que bombs bats vi tessa Se lett le arse cmp nds ee si Paton ef or noc strata goats 1732 "eink satan cre ne Songs” ar Inia: mientras Rojas funda I existncin de a Iitertare fauchenca enn tierray de allen Invaaay dealiieniatendis®® ‘paola por acumulaiony preparacign de capnssoceivan 2 eibirin a esta epopeya, preliteraria, que serd sla vt fandamento de oda a taratura argentina fara del ial ®2 Ghistonin on historia que Rojas le escribe) ea la roca bast! storia en relacién a Ta que Borges no se priva do reo! 56 jstaments en el “Arte de injuriar" que Groussac califcé de mas largaque laliteratura, de-mamotreto pablicamente aplaudido” 1 de "copie historia de lo que organieamente nunca exiti6”) ‘nlentras Rojas funda —deciamos-—la existenciay la necesidad deeae literatura en el expaciodilatado de la pampa, y Lugones ‘eortasavaloren las irtudes de nuestra raza en ios defectos ea divina comedia o La Iliada y en cl anuncio del Poeta por tenir —que no et otro que Lugones mismo—, Borges, brecaviamentelohace en lagcurreneta instanténeadel azar: en slencuentro do dos mundos radicalmente hoterogéneos a que 4io casi una guerra y en el efecto de ose encuentro, Cai Sorel in dl ensayo Borges nos a una prota Aha del vn gl dnpendio de inutlidades” ue —20% pethe~haprovcadosl Marin Perr om a crea, Lo Bae eB lo que da en Hamar lax metédicas tres profusiones del error: 1) lat advecones que condesconden,Inconscientes dem dre del que aban aloe que el Martin Fiero les agrada ‘contra el arte; 2) la del hiperbélico elogio que no ha realizado: ‘sino sacrificio initil de los precursores;y 3)laquecon delicado {ror afrmaquee Martin ro esa prentacon dela pamP® Stnnotarquc Hesnandes presuponedeiberadamente Ia DAP '¥ Sus hibitos a diferencia de Hudson o Gairaldes, cuyas novelas ‘eaprendizaje pampeano la presentan gradualmente al hombre delacidade que asgna a laagenoralonesuturasladisculgn ‘elanctea noe aplabra ania ocontramiln nds adecund 4 ninfntaduracion dal infirm que al pla reatvaments ‘fimero de nuestra vida” 0 el “otro recurso para descuidar 9) ems" qu ofrocen lan proverbes a quienes pretend lero ellos Ia ética del eriollo, que Borges encuentra en el reat 9 Sy lidioma inglés y en la queja de un sefior de eda ill his ‘estimonio de un orillero (El inglés conoce Ia loeucién We Oe mon aya divecta version en mata 0 hase, Geslns Matar e hombre que tene que mater todo Kone) QS debi una muerte en mi tiempo, le of qwelBFs® ONT iter, tarda on et ds edad Nome chaz sroonie {que me dijo con gravedad: “Sefior Borges, 7°! sr ‘creel muchas veces, pero siempre por homicidio", Arriba por fin, “por eliminacién de pereances tradicionales’, la directa consideracion del problema, que para nuestro asombro ocaps ‘lo dos paginas. En ellas, no sin escindalo, se dan cita los ‘nombres de Dostoievaki, Zola, Butler, Flaubert, Dickens, 7 Mark Twain on apoyo de la tesis central: el cardeter novelexd {del Martin Fierro. ‘camino preciso, Como preludio de Ia creencia, i incroon ‘efiere nese momento de suspensién en que esimposible esses ‘elas aventuras del Quijote adn cuando “no estan ben idea ¥y “los lentos y antitéticos diélogs... pecan de inverosimiie” TImporta entonces atender a esta cuestiGn que Borges spun! relacién al Quijote y que sus relatos provocan en cada lector zs allé de lo verosimil ono que ellos sean, 0 mejor sin, «9° {natante on que es indiferente saberlo y precisamente por 1°, (6 que ya no podremos dejar de creer en ellos. a) “Gals Veron, nova ree saplemente secon = itervalo de nues jan fantaticn si? lncreencia exige de nosotros algo ms: lint certezas pero no bajo Ia forma de la vaciaci "Sgan Hatta Rwy “Crancayarpomentacin” en edo el Rona, entries Rtv, 1900 Pug 6. sein una via que dé lugar an creenia del otr, No. aqull> tte que cl oto cre, sina la “necendad™ que conduce tu Sreencla, “Nucrten creenia en la creenia dal novelita Satta Borges sala todas las ogligencisy falas, Que ‘sport hechosincrblenotarpessinotomta qe ator oe ha ideado, no para srprender mueatte una fxg pare detnir a nas pereonajet"Que importan ls poor enedndaoe Yevconfusos crimence de la suapueta Corte de Dinamarsa “rset em principe Hamlet a caro qo nite de org no conaista en jutenro ispnaatagull qu, ‘rier, tents cme torpenas de cui, Tapes on Sefnzalas ya queen rcomoeldn in adimirecion que on ovocan esos portnajen Su propio sogin enendemon, ‘ivertraos sobre lndiferenia de Orinen gue haben nob baru setalar,entonen, como ol vento den aceidad que le SSiera nso agta on alin compos, incuanda ctor a jean on deaton. En varias eportunidadee,refiriéndos fantéstica, Borges aludis aestos relatos denomindndolos “obras, de imaginacién razonada". Basta recordar que esta literatura ‘ueunade sus preocupacionesfundamentales durante los ltimos ‘tos de la déeada del'30, los primeros dela década del 40°y ain ‘més adolante, para valorar entonces la importancia que Sdquieren sun formulaciones. Preocupacén © interét, que compartio con Adolfo Bioy Casares y que se explicit Principalmente a través de una serie de reseias que ambor Dublicaron en la revista Sur "Bn una de esas resofias, oerite ‘propésito de Lue Greve, muert, volumen que Boy Casares)a Tomamoe cate concepts de tot trabajo de Maurice Blancos, Ch ‘eoecllmente ln eonyar teat enDigrenoos brave 00 Faint ‘toy "Vlencta Preto, 1977 oe “orate Hoge, Nota Hamre” brat Cols, rama: “Boy, ong 3, Su. ‘igen y Sno Pant dena, Ao Xl, jure 1988 a decide olvidar, orgos, tras bala ques trataban does fantdaticn, conclaye “in “Caney en “La nueva torment Ia imaginacia prodoming; n ete iro —en as mejores paginas de este libro~ ena imaginacionobedece aun orden Nada ab Taro como elorden en Ian operaciones del espns’, ha iho Fenolin Mas adelante, enelcomentado polo alaineacisn de Mori, insists “En enpatialsonnfecuentesy asnrarsinas Ins ebras de imaginactn roma, Low sition erin tlogoria, las exageraciones del sary alguna ve, Ia ere inesherencia verbal de fochas reenter no recuerdo sag lg. uenton de Lat fucree etreniasyaiguna de Santiago Dab: Slvidado con injuticias Atos maa tarde, en et pogo at muerte su trjeriterard Geto timo. Bota imagining Tiompre obedoce aun orden’, y quo Borges denoming ‘maginacionrazonada nos rientara rent ala mulipisiad derefloioes diapers, yaaa contol qv im ha realizado a propénito de iterator fantastic anubide que lupreceptivaborgeana de ston atoscnaiabe porunlado,climperativedcresrtramesperfecia, conta Zann -puntualjstfenién de hechos al paocer reduce {por oto lanccnidad de dvelver ala iteratura coe "arse Avvartfilo™ que ia movela psalm y Ta mimes rele fabian prforde alvidnr De agu sin duds vindicncn d {nore polcialy aupoferencia por a novela de aventura Ee Evmnte a lo fantastico, sega eroemos, ou decsin chd Silos acaonas deotra indole Sibien scierto quel fantain participa de enton valores y qu on gran medida la fatdad de Borger co olmismo encuentra aliimotivecin sufcents, vale rocurdar, que enocasionen esa qsion la reconoce slzanc® aut rcaden las lyon del gener, Para Borges, lo fantstic ot tstrategcament entre ser un genera deconvencines Etre yews ofan iguronae come Te el policy converte e Sie forme an mas extnsa, al panto de confuadiee 208 de Moret de Adolo Biot ‘dorge Lai Borgo: "Lala Greve, mers ‘Sere, Lae Borg Prloge La tuencion ‘caro, Barsiana Sex Baral, 186 86 lama de ficcién, Por Io mismo podra entonces, sin énimo de desdecitte douna declaracién aotra, atender al rigor, lalucides, la premeditacion y la anqutectura de los relatos fantésticos" broclemar Ia casi inexistencia de la literatura fantastiea frente a as Leyes ireductibles del policil™ y aflrmar que “toda la ‘Meratura cs esoncialmente fantdsten; (puesta) quelaideade a literatura realista os falea™" Estos desplazamientos, y las arentes contradicciones que provocan, responden no #610 al fusto de Borges por la polémica sino tambien a los medios y Fecursos que la hacen posible, La efectivd sabemas—depende de qu «usson enunciados. Ast, porun lado, fret libertad plena ‘qe acaba por equivaler al pena desorden” propio de Ia novela Iniclipicay dela novela realists, Borgos elogiaréel“intrinsoco "or del nero ya capacidad de algunas poco do“subordinar |nfovencién« un riguoso plan sistema” ¥ por ot, frente fonsideracién de lo fantastico como un *género lateral’, ‘elvndicaré ol lugar de éstoafirmando queso trata de “el mas ntguo de los géneroe, aquel quo so encuentra en el origen ilamo de a literatura ya que, “bajo cualquier latitud, le Sormogoniay In mitologia son anteriores a Ia novela’ de ‘stumbres."™ Esto, atin euando tiempo después vlare que “Ios ‘nue lterario dependensnenos deles textes que dele es ue Estos son letdose™ Si bien atender por soparado a cada una de estas "proximaciones dosvirtutrael sentido quelofentstico adgulere ‘Sor iar ce RI eA nt ‘suj,°t Jorge Lats Borges-Adalto Ferraro: Libre de distegoe, Buenos Aires, ri ie presents OSS Ate cna pm sce crt ioc Jorge Lins Borges: “El evento paiclal” en Berges ore, Bs 2 somone st —ccasionslmente, provisoriamente—en elseno deus ensayo jumir una visién totaliaado Droporcionase un axpecto parcial de la verdad, no parece dar tampoco con el sentido que lo fantéstico asume para nosotrasen Jos: Un idea de Bioy Casares de que este ‘isewo géneroen a literatura cumple quiz con ese propa Canelindor de reconocer las viru dl gener y arma ale ‘er que ae trata de nueva onvnsione, de lye nena orl propio Rorges, La despropercién entre ambosfincare Cuante menos manifesta ‘orges —seala Bioy—no slot creado an nuevo tipo de cuentor ano que ia cambiao at ‘convencione del género"y esta afirmacénJoxige mérndelte ‘tn doble justicncion:soxtener, por un lado, que sien Ta Avision de lon gener ex indofendible como verdad ables ‘omulta-atendbleen rms de-verdd pragmatic yams! por otro, que adn cuando “la invencisn, o modified, de {Rénoro.”nowon la méltpletares, suerte, de un solo esr ‘sino de varias goneraciones de eseritares”, “Borges ha cumplile con maestria eet labor propia de varias goneraciones™ Ambot ‘Srgumentosmuestraniaincomodidad queel mise Bey Cases Dercibealaboradeevalvarestosreatas en términos ques diriamos, ambos comparten. La misma incomodidad que produce tn nosotros advert que es poco, casi nada, Io ave las eclaraciones borgeanas aportan a nucctro interés Por ‘lesontrahar Ia nected que reaponde ol calica a sontos del Jardin come Acinesfantatins No #28 Teetara de los ensayosni en la tencin asus comentarios <0 tocontraremos larespuctta, irons ello coguivan edo into {que tranafrme au fmpuleo polemico en etrategi autor forencial ‘Resta, sin embargo recorre las expliaciones que I ert ‘ha venido dando en tomo lugar quo fantstion ocupae8*2 "Adolfo Bly Casaex:Reseba sabe Bi Jardin de le venders 0 ‘sperm Sup N82 Mago de 1643 pag 81 Adsl ey Cxenn: Op. ag 88 shea A propésito, noe importa ‘puesta qu ofrece Beatriz Sano, sobre todo porlasrefleionee sen aguean de un conclsionco noe peatten De un mode fencrl aunque enfatisando on los relatos de Bl Jerdin.,Sarlo sbserva queda abrade Borges enon logo dela pucatacm fray es n esto sentidoque nfs entoneselluger central 46 para peel literatura fantdtin, “Borges raftma la {tora bua un orden enlaconsistencade une maracn que se independiente del rego real: In iterator fantéeties fotstruye mundoshipatéticon asados en la ptencia de le iatinacion libre de los ites impucston por law esti "epeseaativaso mimétras. Lo fandatce eon mado ue edo "etpond a sis propiasloye internas De extn manora, ln Pesforencade Borgesporlitertura fant st justifead Perl garantn quella aie an cindependenia dee leon {eepndeci pari olor nunca sla na obiran rovela psiclgien como a toda | Destenan de ordenomiento natural sustentade en una sie ‘wpa del orden aparenta das cna ta renunia, gue leva ‘etsgo el desinteréayhastaeldeedon peru arte que -aeumula ‘areas y acaba por delaar que. todo era eh su” en 8, Perun arte que vivedeprovoar ol desorden para da luego forma de enmendars rorlta ma ves mae a frnacion dl ricer dears que In ieratrsimpene yg, m0 aa, Rorgesreivndin. Por tant, no parece qu hasta a ‘ayanos etansado demasiado, x meno ao8 olvnan 4 {Siar que signa en Borgo ptar a indopendenca ‘En términos de prolije“ejecucién literaria’, “de puros méritos a ute Sar: Bogs un etre lt le Bl, Boos rn ‘EER EIU. 108 Gran para cde a elias x aS Sra replaces ee : tiiemaera ten de destreza’,—téeminos lot que Borges. node de atender— sostener la autonomia de I Hern ea, como mactra Sarl responder a las leyes internas del gener, detanerse en e ‘rdenamiento interior dela obra en un setide que are ‘empleo de recursos puramentitrariosy oblige ala iterates ‘ organizarve sopun convencioneserpecificas. lo aa eras haba abandonado la dependencia que olga a su cbjta pra comenzara demandar susexplicaciones are ynotodoal Ya ‘informe material. “Destacarlaimportancin da construci ice Bey Casares en, quis, el egniicad del gener eal historia delaliteratara” ¥alliadia para laméxima virtod de entos relator El Jardin de Ton sendoron que te ieah ts del todo ajeno esas determinaciones, porque, en princi 1 Zahir no eaquva su trivial naturaleza de moneda. Eas et tntonces, igeramente desplazada, nesta cestin incl: aut puede legara er una moneda para convertirse en Zahir, ut Roe, en realidad, doa reepooe 4 disponible desde inc: tuna moneda ee nada, No aslo porgue ev una entre las millnes de monedas que en lot siglos han brillado en ln mitaogs 0 odica humanas, No elo por au ndiferenciacin, quiero deci Ponder ln moneda en In historia oenelsimbol, on la elva de Felatos del mundo on elincontable montn de moneda, neg {sthaberla encontrado, exe recur yalcido ydesrperade del narrador apenas el Zahir lo encuentra: “Pensé que n° Bay moneda que no sea simbolo de Tas monedas que sin ft Fesplandeven en la historia y Ia fabula. Pensé cn el dle de Caronte, em bolo que pie Belisario eno treintadinerosde dian, Hanada, enone, porgeios ambresnopeea Ta moneda a lo moneda misma, no poseyendo ote conse Tugun, Como dice el narrader Inaomno, poetdo, cas ei pons que nada hay menon material que el dinrot..”* ‘Quien pose inn’moneda,eapra una ausencia, dln quest embargo, puede deahaceres cuando lo desce. Porque ela # fesuclve, en el undo, en una prpetan Himitada poibiidad ointercambios, ba ausencia er necearia, as, pars una mi dlspontilded dl valor, para que Ta nada de a moneda s bra sinfnitareddefaturoequeconatitayealmunda-™. eualtier ‘moneda (una moneda de vente centavos, digamos) ex e0 iE lun repertorio de futuros posibles. El dinero es abstracto, repett, {dinero es tempo futuro)" Lo que poscemos en la moneda ‘moneda trae al presente, anuestr alcance, © “op. sit, pig 564 *Op stp 63 ‘Op tsp 8, laberintocreciente de posible de los que Ia moneda es imagen ila debe ausentarse, sr imagen presente de algo —indeter minogue no foro on we denparin cane une Gxistencia firme y, por decilo aa, superatve, porque te trata den plural ata nol Fenn Foseer,nsasacién que para ain embargo por aa ee ea En toda moneda esta el mundo, pero sega Ia forma del empo que habia natn eaperancao crv interés, ert ‘ome el inevitable o euand mengsfactible paso de la potencia slacto.La moneda es nada, pero exe ser tall actual en lo que segura quo, firmementa en auestra many por uaa reposicin ‘oni et a medida de une proseenfture ‘us moneda es aquello en lo quo nose piensa. Poraue para 4quela moneda valgs, seaunaclara moneda porla quo se dao se ‘ecib alg, ella debe desaparocor en su valor,cadavex més lla ‘sma cuanto mas inensble, inane, Ente toe hombres los shjots, la moneda permanece mada, dridayrefractaria. Nu se tata de ella, aunque incerantomente se pase por ell: Perea |a ver, aquello por la que ln moneda vale eat apartado en s ara posibilidad, valor ese apartamiento mismo, En ves de ‘sas, moneda, Be enol eardeter, paraddicoyalaverbabitual, 48 tado valor humano. De toda palabra Burman, también ElZahir expone al narrador ana inversién radial. Os el eso de sa inversién,que'no obatanteearec de vox poraue e+ Selo el hecho de que cata firmaei6n: Bn toda moneda et of ‘mundo, sen tomada al pede la eta. Bla primera oeurren we dicta el Zahir, 0 primer conjure, Bs, ax To que Puede lternativamente nagar eafiemar Ia Verda del Zair- Lo dnico aque hara ol cuento ser desarrollar lterabmente, a moo #2 luce Kafka la narracion ox nada min que fe expesin ols foes aprucbe deunafennehecha sus ominose posbiliades. Pero todavia n sabemos porgse wna frase aque el narader feaferra como as salvacign ex asmiamola exata media de {Ta moneda improsiona ala memoria de manera tal que is yano puede seralvidade, Elcaricerinmarceibede sung. in aparta de a red de interoses del mundo, de [as monet Fabltueles por lan que rusprn sl mundo, Bs la moneda que 8 ‘nen pedrtracro ala preseaca one proven pase 22° ‘ud fonerlaen tanto que moneda; ya nada puedo areverme Empat, Noe eatonces i une moneda ni tuna oes analt ‘hie valor 9, en ena anal, srrastra al sueto como poder. Incesantemonte recordada, equivale entonces eau & incouantementeapartada, pers esd eso apartament, aor dele quote podemos aparternos, Pores el narrador abs sin principe del expednte do recordaraadigreso:casode in'memorta eat pueata nin del ado del poder, e ol poder de partar la moneda en su recuerdo, apartamiento ee. ‘Movimento dl poner apart s dima. "Qu fl wri 0 Ponsa on un tigre” se eaperanan. Como sel exatiame 8 Pantinularidadde cualquier igre, mu seguraeficaca reverent sincaso cuando au un tigre ane Toe tgnes— basate Port edtralizaria, Agua diferencia, jo de subyugela memoria ‘Sreclaamente por subyugaria doa disponible el lvde com? {tna ponbiided dal hombre ef Shorr de cuenta reside on queloobvio—loiavisible et abvio~ apareten. “Zahir en abe qulee desc nator visl setar sentido, ov une de lon navenia y nueve nombres de Bhostl Pel Zahirno ws a moneda sina la riniatided dlobee caeesnoral teva enloobvigcuande te we i»panecomo osama que eno ode ponein up acmpet s ean nconstatacon de qua verdad dela moneda 223 Saimin In de In moneda come valor. Tivialiad “opt, pie. 5, 102 eminon, que no puede olvidarse, Por et, cuando ol narrador levena contra el Zahir el conjure de a moneda en wu cartat ‘title de todas laa moneda, o do pars prderse —poT Palabras de calvin més irwemediablemente 60 Ri inte [experiencia del Zaire la de eta trvilidad tomada en sy par si de ea nonin que eanaaye st Sor de ‘eda, ausenca que ya no pode salayare,valorqueerrina {odosas aloes Latrivaidadonjugstaatenionyelabandono ‘sacle ue me iba mental ermine insomnie".-Atenion no al objeto, sino lo impenaada del Para huir de af misma” La tragedia de Teodelina es 1 de Tos ios, a de su referencia mbyolta a la moda pero la vex, la incesante, inacabable eamprobacién de que eto que Ia hace se ser algo digno de amor, ex oteuro. Busqueda—necesariamente fracasada—del fundamento dela imagen. Incertidumbre cura ravitaci ea, no obstant, irremediable, Peo eso es vulgar. cl "Bt Alpi, x BE Aleph, reupio ex Oar Camps, Mat rao de Latoren imac, 1988 5 "Por di ann ec an oa pile pars fo ol "Op cl ug 8 107 Borgesencuentral Zahir amusslda dal velorio de Teds ¥ eaten el primer arrbato do ebro, lugar hacia dnd {1 Zabir lo devoeve, La moneda lo lleva, por ol laberint inaparente dounes pcascallen aleadéver, cique no ermas oe Iniimagen pereccionnda dele que Teodelina hata ide en ia, instante que lo asogura su triunfo definitivo sobre las ovenes Contra lan que us envantos ya oran impotent. ‘Teodlinnetdonvucaidn exinime, Peron cata, porase no on ella, vordadoramente sine eu cadaver (donde eat tncanto, su frnes, na nervios proliiad?). Aunque amc: Quien esta all none report como un cadaver, dope del qe Convene deshacrye pindowamente sino como ago ue inst fn dar lo-que de Teodelina ex mas amable. Una imagen d ‘eon quo da de ella lo orginal sin contaminacicn ys Dérdida: ongen ein embargo al qu le fata In prevnco {ruello que rigina lo original de Teodelin que aprec ee adiaverno os Teodelina, niu prodicado my. una images av algo que ne ext all aunque tampocoeaté en ning 8 agar por ello, lo que nviene deci ee qve niogén lugar ext Alle La imagen ex lo original, aunque no origina en realidad, ine eradraments a El cadaver do Teodoling perfecriona aos desdones, «in ella misma Extratamente: cuando yn no hay nadie que pels feoponder ‘lar, yo cy ten caro, yo soy aa aparece 1° [gnorade hasta entonceven ae penta inconnnte refercia se vnionen sin principio y nn retono, La manifestacts de {fue Teodelina no ern ada mas que unos cuaniosstributos Srtudoxo, in coencia alos quo atibulries, Proliferaci6a ave {Teplice abuolisnmonts In dispernién que habia sido wo vida 2 adaver ve parece a iam, dosdblamients que esa sit ‘SJostadadefinegn de sunaturalera Acscardta,eoareaor permancoenieronte,desdibujandeo on un gar comb: “Ea oe veloioe al progreso de la corrupein hace que el muer!® yecapere sun caran anteriores. En alguna etapa de I nfs ‘ocho dl eis Teodelina Villar fusmapeamonts aque fect Joao.) Miro menos pose: ninguna version deena 98 ao tanto mo inguiets sera tan memorable como eta convene 3 108 seal altima, ya que pudo ser Ia primera”. Bscapa hacia ol ‘mundo, aquelc del munde que mas aleado puede parecer de Teadetina, Sin embargo, para su fortuna 0 eu desgracia, el ‘arrador ya se ha aproximado —por obra del acavo ode la aecesidad— a ese instante que vaya donde vaya, haga lo que Sag, lo retin. avid de contrasts, entra aun bar por una saa. Un oximoron, nos dice, tentador por su groveria y su fuciidd, Esa figura entrada sin embargo un equivoro ve ‘arama, el narrador psa por alte eloxtmoron cn ademas So laiolentscontraposcin de predicados incompatible (al ver Jnstauracionodnfnis de a minina), la mtu eetaminacia de 24a uno de los érminos, Aston la Banalidad de a vida (en a moneda que eel eateroemblema de sabanaldad)elnarrador reeneuentra lo-que nunca habia encontrado: el cadaver, la sxirateza cadaverica El Zahir elo que Borges aman en odelin, que sdloaparees eomo tl cuando ya nos lain, Do ‘uede inmarse Teodelina, El encuentro con la moneda noe, zactamente ol encuentce cone Zaiysina que atualian alg, tada:octualisocin de nadaquellamamos Zahir, Atuslizacin oi mismo, sin embargo, que muestra que a0 bay nunca comionzo absolute. El Zahir no ee asl loInovidale, sino ‘weomienzo de lo perpetuamente ovidado(y que por el Zahir, borsventraconsumacign,alverinacacren lide, pero esta ies An oa ‘a plena luz, lo imperceptible porque ocupa El amor por Teodelina, El Zahir, son la misma pasién. ‘Aunque es tan vano decir que lo son como afirmar que ne lo son. E Zahir es mas bien ol slemento diferencia de toda pain and alo ue cd una enh pnt een \e retorna la pasion a un origen sin presencia. Est 4 {te propidad bute da figura ara enamored "isu referencia al equivoc objeto de peferenciss cit la ie tn chos, no su contrasto, sino la pereepeién (tan szarose come ‘necesaria) de su identidad profunda. Pero esta identidad, y 10 108 nosotrot que ella supone y desencadena, existen pat exclusivamente bajo 1a forma de un relato. Este, entonces, guarda rel Ses eet arasieeasceie Sota rt Space et ee at fester et a negli pees pero bajo La forma del Zabir tease tn een ot acct onl wc orbs aes Sete rena oa ie se ze tc Sci mop ea Se ee Tyas decent Pri rhr oirenabe 7 no pies 00> ‘modo—lafalacia de surazonamiont: querer recrrerelcamina del Zahir es ya haberlo recorrido, Aungue elrelato dice ayo, ‘lprenombre os el intervalo por el que el Zahir ae encamina ‘hacia mismo 8{ mimo que ne es un lugar por sleanzar ina Jnexperiencia del encaminarae: el relate, La moneda no es an Zahir, sino a oportunidad por la cual iyo" que habla en “yo anhelo ecorrer eta senda” so manificata como el pliogue del Zahir Porque por una serie de abandon que slocome agen diremos que son palatinos), el Zahir se rtira nb relat le lamoneda a su imagen en la concienciadelnarrador a exigensia ue gobierna el cuenta}, atime todo ou eqpaoren el espacio sin espesor del texto Borger nos habla del Zahir pero menos de'él que de os Perici, de’ su Destino, Nos habla de lo que no sonoce i onocerd pero lo que ha dado una impremeditada acoptacion ‘impremeditada porque yshaaceptado antes de aceptar,porgue solo puede deacubrir al Zahir cuando Gato yalo he deecubierta 4))-Ast lo que habla enel Destino del Hombre noes el Hombre, Sino el Zahir. Por esta, yerra quien pionas qu se rata de uns ‘aperienciasicl6gien de pérdda o anulai6n, que el tiompe del relato seria el ntervalo donde ol Zahir, inqueinminente, fin'no se habria cumplid, No hay, el Zahit nolo permit, histo {emporten que valuntad Bamans pueda arma Bl Zahir no se da bajo la forma de la progresin,y asta euento, Joga donde aparentementemas ditanciado easel Zahir essin tebargo el nic lugar donde este pede manifectarse com tl El relato dupice al Zahir bajo Informa del yo de Ia ¥05 arrativa, esl modo en que ol narradorastimesudestino oe! momento em ol que lt Moneda se mpondeha sno elastance ueradel iempocn que Ye no babes moneda, harradar)- S130, Jbereatos desu yo, sm lave las runs del dsastre (para que Alrelato wea posible el Zahir tiene ya que haber ceurida en el mundo) y la elim figura de una ttaldad en dsgregaciéa (el Zahir noha ocurrido an, y eta espera de oy ourrido #18 ‘tora oportunidad y justitencin del relat) % Podemoe pensara, con la misma logic, exactamento 18 ‘nversa’ El relato,djmes, ea relate de un extromo, del ave mt bres para narrar. Pero eso que tiene necesariamento la forma de un recuerdo, an no ha ceurrid,y en rigor nunca ocurrira en el mundo porque es el entero ocurit del mundo, que nunca le ocurre a nadie ni ocurre en ningin agar. Lo extromo del relato os ol asumir exa disgrogacién come suya, atender a esa desaparicién, ser su eonciencia av anbelo, sabiendo que en ella no habré ninguna justfieacisn, Hacer del Zahir ol Destino, en el que atin +e afirma el Hombre come afirmacién del Zahir. Afirmacion que nose confunde con justfieacidn, porque no asumira ninguna de las figuras del ‘mundo: serd el mundo, seneillamente, Asi ol cuento es el punto fn que se confunden posiblidad e imposibilidad: la decision de sumarse al todo (ser Ia manifestacién del secreto del ser, instancia en que esa decision puede afirmarse, y a la ver el completo abandono n ese secreto, Elrelato, entonces, ala voz obedece y traiciona al Zahir: que éste ocurra completamente ‘que el mundo se vacie de objetos en Ia pura manifestacion del ser, hace posible ol relato (nunea se trata de otra cosa) tanto ‘comolo haee imposible, Por lo tantocl relate fracasa. Girandoen torno a ese fracaso (fracaso sin embargo slo presunto, porawe el relato se justifica y enciende en Ia esperanza, pero que-n° espera nads sino afirmar completamente la desgracia)redobla el vacio del ser. Ambiguamente, el relato triunfo. Una observacién final: a lo largo de los afios, ol Zahir ba ‘currido en muchos objetor del mundo. Perm{taseme sefitlar ‘uno mas, omitido porque tal vez Ia diligencia de Julius Barlach no condescendié a Ia temprana literatura norteamericans: los ientes do Ia joven heredera de un antiguo linaje, muerta ‘extrafiamente en le flor de la edad: Berenice. Noviembre Diciembre de 1994 a2 El encuentro con Ia literatura Alberto Giordano “No hay bless exquisite sin alguna xtrateca on fa proporcin.” Lord Bacon, citado por B.A. Poe Porpereza, por conformidad con lo quese presenta como més {ridente (eo que Barthes lame, con alert, "sentido cbvio"e 4uitd por temor a dejar que el pensamiento avance en. una Girecln poco familiar ya extravie, ae ha vaoto un habit de a crticainterpretar In obra de Barges en termingsbinaroe. Se dice que el eatilo borgiano esta dominado por las estructuras simétricas (los ejemplos ques ofrecen son eloximaron, 1a doble >egacién y el quiasmo)quelavisin del mundo que exprossa los textos dl autor de BY Aleph esl epincidencia de los puesto; ue la ideologta que anima s esas ficiones encuentra en Im referencias de Horges a su doble linje un ncleoexplcatvo Eailistica, gonstien» ideolipiea, Ia een rcurre a la més tradicional de las formas (In oposicion binaria, la comple ‘mentariedad defo puesto) parahacet comprensible el sentido le ‘una obra de In que acaso sospechs au esencil incom- rensibilidad. eblaton spcenda a In tradi, ansmitido como as nicas os : oy penable, Una intrretain ao no main jorgeasujetsndola a un fundamento, sine que dé nueva ids 8 la nestabiidad que se reserva cn su origen Una interpretacen Aispuesta a dejar ire silencio alque ia comprensin le quits 1s Palabra, a ser el rcomienso dela busqueda 6. De esta otra interpretacién, que ent Priva ‘las formas que ella ha srainterpretecén, quits, Po RRO Se te a ae del comentario general, que nunca podria legar a ser una interpretacién de conjunto (porque el olvido del fundamenta ‘arruina sin remedio Ia evidencia del todo); de esti interpretacién propongo aqui algunos fragmento. El gest ‘econozco, puede pecar de igereza,perola ligereza, qui, talvex Para la retoria clasica, de la que nadie desconoce el afin 4isciplinario dar nombre y iagar a un deavio es imponerle una Aireceién), el oximoron ee una forma de la antiesis, “una vvariante especial —segun Lausberg'—dela antiterisde palabras ‘isladas". En otro de los éridos pardgrafos de ese manual se nos {informa quelaantitesises el modelodelas figuras de biparticion, figuras en las que las dos partes estén en oposicién unacan otra y se mantienen unidas por la totalidad del todo”. Confrentada con nuestra experiencia delectores esta definieién del oximoren ‘como todo total como lugar cerrado en elque conviven en repose sentidos contrapuostos,decepeiona.Ellano retienecasinadadel vertigo que soportamos cada vex que una de ota “Fguras" sale ‘nuestro encuentro, cada vez que somos atrafdos ala aventura inrealizable de su interpretacign, ‘Transcribo una frase tomada de “Pierre Menard, autor del Quijote” Resuardado entre sus limites precios, como espejos contrarios en medio de un corredor por el que se transita desprevenido, un oximoron acecha, Este oximoron represents tal ver toda a literatura. “El texto de Corvantes y ol de Menard son verbalmente dénticos, pero. segunda es casi infnitamente 1s rico". Casi infinitamente. No hace falta recordar aqut la anéedota, el insensato (Jirénico?) proyecto del simbolista de \Nimes. Tal vez sf sea oportuno sefalarel lugar que ocupa este ve que permita dar respuesta a todas las preguntas (ae preguntas que suscita, precisamente, la ausencin de esa clave). "Blementos de retiree Uteraia, Madi, Bltral Green, 1989. a6 {Casi infinitamente* nombraIa diferencia entre esos dos textos “verbalmente idénticos",el verdadero sentido de la empresa de Menard. Comprender, darse una representacion de esa unin y va distancia casi infintas (las mismas que instituye cualquier traduccién, para algunos, cualquier lectura, para otros) significaria Ia posibilidad de poner Gr a In incertidumbre hhermenéutica. Pero a quien se entrega al movimiento del ximoron, el inexplicable movimiento por el que la narracién queda definitivamento deseentrada, ai Ia comprensién ni la representacién le son dada “Casi infinitamente” afirmamos quese trata de un oximoron porque reconocemos la inadecuacién entre los trminos, Ia fensin semantica entre el “eas, que es adverbio de cantidad, 4 cl otro adverbio que menta lo inconmensurable. Al infinite, ‘gue es sin fin tanto como sin origen, no hay aproximacién Dosible: nunea se lega a , asi como tampoco ae sale nunca de 5 dominio. Decir "east infinitamente” resulta ten impropio como decir, a propésito de una distancia, que ee un poco 0 bastante infinite, :Pero esto es todo? Por el eontrrio, es slo el ‘omienzo. Menos que un punto de llegada la confirmacin deo que los manusles nombran y elasifican, de To que Ia critica ‘firma como propiodel estilo borgiano),elreconocimiento es un nto de partida’ la apertura aun desvio en el que se manifieste 'e desconocido ela arrcin de Borges, denuetrowieulo sen olla, ‘Aungue la 6 impertinent (pero hay alg a gue 2 0a?) la pregunta por el gentide del oximoron se enuncia en mi Gen a fueran de un ion ij, ZU quiere del, que ex etn de ‘de una diferencia east infinita? Mas allé de la amiliaridad que comunica el reconocimiento, punza la extrafeza de le incompronale seu. La que maaan no ee ln prosenct ‘antagénica de losdos trminos sino elit ambos que los une y Tos separa. Hacia el encuentro do exe intoraticio lvidado en lo presente, que une separando separa uniendo, se en ete paratns algvna de asinterrtacione Pierre = ata ive serie us ‘orienta nuestra busqueda. Bisqueda soberbia, bisquedaridicula, animada por el deseo paradéjicede querer pensar impensable, de querer asir Io inasible. Decidido a emprenderla, apenas salido, incluso antes, siento, con asombro y fastidio, que fal dovuelto al punto de partida, al punto de comienzo, quenocssin ‘embargo punto de partida ni de comienzo porque es punto de {nquietud, punto que perteneceyaal movimiento de esa bisqueda ara la que no estoy preparado, para In que no dispongo de ‘modios, pero ala que ya fui atraido y que, aunque es silo mi, parece haber comenzado sin mi. De ese lugar inhabitable que Jn vex me atrae y mo expulsa, de esa tensidn irreducible que instituye el oximoron, salgo como enteé: de golpe, Dispuesto olvidar una experiencia tan apasionante como improductiva, Feponerme del aturdimiento sufrido por idelidad a esa pasion {ndtil,retomo el curso de mis argumentos. Propuesto a Ia discusién de los miembros de un Seminario sobre el ensayo literario, “eas infinitamente” dio lugar, entre ocurrenciasy balbuceos, a una notade Sergio Cueto. Deesancta ‘que es la repeticién, el “despliegue improbable” del oximoran, ito aqut algunos momentos, ‘Casi’ anula Ia identidad y ln diferencia de los textos. Casi infinitamente’ dice el vacio sin dimensiones que hay entre clas ‘que es la ambigdedad mismma, exencial, os decir deapojada de {odo valor, de todo atavio, de toda gordura."“., los textos no son {dénticos, aun siendo verbalmenteidénticos, porque su diferencia ede otro orden, no corresponde a lo que te mira en un ecorride sino a lo que se disimula en eada encuentro. Digdmoelo ast =i0 ‘haberse movido desu lugar, el texto difere, casi ha comenzado ‘8 diferir, en lainmovilidad misma, infinitamente, En él(oontze ‘uno y otro, pero todo texto es entonces este uno yofro) se habrd abierto una distancia imperceptible, inconmensurable: infinitamente leve, infinitamente casi” “{Nonombra ‘asi {infinitamenta'el paso inmévil, apasividad ingente de alectura; lalinea sin dimensién peroinfinita de swespacto, ugar silencioso alquesehhacejusticiacallando, quemando,como Pierre Menard, Jos manuscritostediosos de la argumentacion como para que el us texto mismo, infinite ¢ infinitesimalmente el mismo y otro, recplandescn en su pureza?"™ [is necesidad de encontrar un soneto “ejomplar’, uno que sirva como ilustracion de ciertos postulados estructuralist me devuelve a la lectura de Borges. En busca de ese poe destinado a suteir Ia violencia, Ia indiferencia de la teoris y In ‘ensefianza literarias, day con “All our yesterdays”, uno de lot sonetos recogidos en La rosa profunda, Lo transerib: Quiero saber de quién es mi pasado, aDe cual de los que fui? Del yinebrine ‘que trazé algim hexmetro latino ‘que los iustrales aos han borrade? {Bs de aquel nino que buses en Ia entera formas que son el tigre y la pantera? 40 de aguel otro que empuj6 una puerta ‘tras dela que un hombre se moria para siempre, ybeaé en el blanco dia Taeara que ceva y la cara muerta? Soy los que ya no son. Inutilmente ‘soy on Ia tarde exa perdida gente, Olvidado de tos estrictas juegos de equivaloncia, do las ‘corrospondencias prolijas entre estrofas pares e impares, entre ‘strofas externas einternas, me detengo, quedo detenido, en un verso: “la cara que se va y ln cara muerta tn, mare * seg Cacto“Caslnfltament ni). De egret marcel sleet ef ng apron parnentbleer quscr st ao de ur Aunque s6 de mi gusto por las simetrias, dela atraceién que «jercen sobre m{los paralelismos, no s—me digo—lapresencia de un orden bimembre To que aqui me detiene. Mas alla del ‘enfrentamiento de las doa earas, dela oposicicn entre una cara todavia viva y esa misma cara ya muorta, os otra cosa ‘—sospecho— lo que me convoca. Me distraigo en el pronto, sin darme tiompo a aaber del todo, Ya estoy sabiendo, como la inminencia de la revelacién de un tisterio, el sentide del verso (de su poder de atraccién) se me hhace presente, Nohay tal enfrentamiento,no hay tal oposicin, ‘simetria. Tal vex fueron lov adverbios,empleados casi inadvertidamenta, los que precipitaron la revolacién: Ia cara ‘Tue fodavta vive no es la misma que yo esté muerta. Entre el {odavia de la vida, inelso si oo trata del atime momento, y el ‘ya dela muerte no hay continuidad en absolute sinomés bien un Balto, un intervalo sin espesor, Vida'y muerte no on, como 8© dice, las dos caras de una misma moneda, Entre una y otra n0 hay entre, nada que las una, que las uelva homogéneas, emo dos momentos de un miamo desarrollo. La vida acaba en Is ‘muerte, lo sabemos con corteza, eon la misma corteza con que sabemos que esta noche habré un momento, un inaprehensible ‘momento, en el que dejaremos de estar todav(a dospiertos pars dormidos, La vida acaba en la muerte, poro la muerte fo es su fin, Si oeurre, el fin dela vida ocurre antes, un instante fantesde que comiencela muerte. Eatrola vida de alguien (oq para ly los dems es sa vida) y su “propia” muerte (eu presen ‘de cadaver slo para los demés) falta un instante, ese que el infinitive morir nombra. Un instante que 0 va a ocurrir 0 ha ‘seurrido pero que nunca oeurre, que cuando ocurre, ocurre pars nadie, ni siguiera para el que muere, porque nadie puede ‘estiguar su oeurrencia, porque en 61 nadie ests presente: &] (que se va" todavia no ha legadoy el muerto...Disimulado en la Conjuncién,enlalevedad de la“y",esese presente sin presencia, {se instante in duracion, fuera del tiempo (en que se vive 08° festa muerto), Io que el verso, sin deciro, hace presente, Zl Inisterio del mort. El misterio del tiempo. 8 Por gracia de la literatura, un hombre que duda de su. identidad recuperaun fengmentodel pasado. Sujetoaexigencias inétricaay/ritmicas, convertide en una escena, vuelve el momento fquelen el que ese hombre acompan, quiso acompatiar,con dos boaos conmovidos, la agonia y 1a muerte de su padre. Me siombra que una emocién tan intensa pueda convivir con wn "gor tan extrema, Que el poema haya encontrado, acaso por tzar en la forma de un verso bimembre elmode de repatir,¥ n° Slo de nombrar, la escena pretérta, de reanimar todo lo que en ella hay de patético de recordarla tal como ue:unirreeuperable, Inevitable, racaso, "EL hijo que erugé la puerta para acompafiar asa padre, para hacerlo saber, con un beso, quo estaba a su lado mientras él ‘oria, no pudo llegar a tiempo, Llegé demasiado pronto, cuando lpadre todavia agonizaba—nadie sabiahasta cuéndo— legs demasiado tarde, cuando el lugar del padre ya habia. sido ‘cupado por el muerta. Bn cl instante de mori, ia soledad més Increfble, la mds absolut, les nego al padre yalhiola psibilidad 4e un sitimo, definitive encuentro. En el instante de mort, ‘mucho més breve que el instante del més breve beso, nadie, abgolutamente nadie, estuvo present, La comparacion del art con un espejo, ms prosizamento, ‘el efecto artistice con la reflexi6n egpeculares un lugar coma, fl que no estamos dispuestos a prestar,en principio demasinda ttenciun,Feroa!lncomparncdn se reaisnenelintrar dena z ea ‘gestos que Jamamos “de Nigam deetaeminns Comparadoe sino tambien on reali Pees naaungalermensamonapntuaceterertn te Borges defor Record oe coact easbamisat que acabo de reer Reeser it ‘usta Sara conyers a pare de ee ung formas ue = ‘structuran, su comentario: ‘A vocos en Jas tardes una ra, spoximira desde ol fondo de un esps us ‘el arte debe ser como exe espejo ‘que nos revela nuestra propia cars. La biparticion ylasimetria parecen ser, a primora vist, ls leyes que gobiernan la construcciénde este cuartetoBipartiién ‘en Ia sintaxis dos frases que ocupan dos versos cada una) yen larima (dos agrupamientos de das versos cada uno).Simetriaea Ia distribucién quidstica de las rimas el verso primerorimacon ‘1 cuarto y el segundo con el tereero), puesta de relieve por lt ‘repeticin al final de los versos que riman entre si, de a misma Ps En Ia estrofa que propone la semejanza entre la ‘experiencia estética y el acto de mirarse en un espe, los ‘tributordelo especular (Ja duplicacin ya simetria) funtion ‘como levee artistas, Ademés, yes tal vez Ia correspondencia mas perfecta entre lo que el curteto dice y lo que en él se ‘muestra, ol quiasmocntre las palabrasfinalesde verso reproduce, ‘al medo de ‘un diagrams, Io que observamos “en Ia realidad” ‘cuando una cara se refleja en un espejo: Ins dos imagenes del ‘mismo rostro enmarcan la superficie doble. El arte es un medio de conocernes a nosotros mismo saber cudl ex nuestra propia cara, quiénes somos on verdad. ‘Como las formas que parecen gobernar su composicion (a simetria perfecta y la correspondencia absoluta), el sentido ave ‘el cuartoto parece comunicarnos es el mas tradicional: el arte ‘debe ponerse al servicio de Ia identidad, de la verdad. El lector ‘menos advertido, ol menos informado, sospecha ya que est interpretacién es, sino falsa, al menos incompleta, que ni It forma ni el sentido puestos en juego son tan tradicionales m0, ‘primera vista, parecen. ‘Volvamos a la estrofa, a su extremo derecho: cara-oepei cepejo-eara: a simetria es perfecta. Pero si nos desplazamce ub paso hacia Ia izquierds, como quien desanda el camino, ‘Eneontramos que“cara” est precedida en ol primer verso pore! articulo indeterminado "una", mientras que en el vere final! ‘pronombreyel adjetivoque lapreceden detorminan su identidad ‘Sin dejarlagaradudaa. Deeatelado,"una” cara, uns cualquiers ‘del otro, nuestra propia, irrepetibo cara, Sobre el horizonte de 120 perfecto de Ia simotria se recorta este desajuat, esta falta de correspondencia que hace vacilar la identidad, que divide el sentido. La estrof dee y muestra), aun misma tiempo, que el arte es la posiblidad del encuentro con novotros mismos también que es el acontecimiento por el que sa confunden lo propio con lo indeterminado, lo mismo con lo diferente, Cada dia, cuando por uno u otro motivo me miro al espeo, acepto tin asombro, con la indiferencia que provoca lo habitual, ‘que esa imagen quo aparece de pronto frente a mfy que momira tanto como la mir, sty yo, yo mismo, Pero, a veces, unas pocas, inesperadas veces, ocurre algo extraordinario, que desborda el, “usual y gastado repertoro/de cada dia" ("Los expejos”).A veces ethabito se transformaen experiencia. Parun deblitamicnto de ln atencién, oacaso por un exceso, la imagen puesta frente am se vuelve extrana: deja de sor mi propia imagen y, sin Hegar a Sera imagen de otro, queda surpendida ante mi vista como s6lo tuna imagen: Ia imagen de nadie, un doble sin original. El ‘asombro, la inquietud oel horror, sila experienc ‘demasiado, tetimonian que algo esencial fue to lun reenvio, igual de misteriose que cl primer movimiento, extraneza en Ia queso bande la imagen es la misma extraficza fla que yo me hundo, Yo lam (que extracade "mi" imagen In tertidumbre deseryo mismo”, que eacontraba en su duplicacin la garantta de mi identidad) me soy extraf. Sinllegar a ser otro 4 sin borrarme en Is nada, como suspendido (pero ddénde?, ‘hasta cusndo?), dejo de ser yo, el que hace un instante, como ‘ada di, se miraba al eapeio ‘A veces en las tardes, desde cl fondo inhabitable de un esPejo, ‘nuestra eara insist en mirarnos sin importare que nosotros ¥8 rola podamos ver. Sucede. Como sucede el arte, para hacernos sentir, en el elvida de nosotros mismos (que es vertigo de Ia ‘lesposecisn, pero tambien gocede a impersonalidad)la“rareza Tandamental” de ser lo que somos, el misteri de ser 988 1a igi Noticia Algunos de oe articuls de este libro apareceron prevlamente en “Sobre el humor melanclic”, de Sergio Cueto, en Bolen /2, del Grupo de Estudios de TooriaLiteraria, Rosario, febrero 192 “Variaciones sobre el eseritar angentino ya tradiiSn”, de Sandra Contreras, en Paradoxa N°T, Rosaria, Beatriz Viterbo Eaitoa, 198 “Una polémica elvidada (Borges ontra Caillois bre ol pai, 4d Analfa Capdevila en Boletin 4, del Grupo de Batudios de Teoria Uiteraria, Rosario, sbril de 1996 “El encuentro con la itaratura’, de Albert Giordano, on Diario de Poesfa, N13, 1989, aj ol tale “Una intorprotacién de Borges" 122 Indice ‘Sergio Cueto: Sabre el humor melancslio .7 Dario. Gonséles: Heterotopos. Abstraccién y realidad on Borges 17 Sandra Contreras: ariaciones sobre ol escritor argentino y la tradicién 95 Adriana Astutt: Voamioima confdenciaeleeritor argentino ylatradicién 63 Analia Capdevita: Una polémica elvdada (Borges contra Caillois sobre el policil) 67 Judith Podlubne: Laimaginacién razonada .89 ‘Juan Pablo Dabove: La sombra dela resa(Sobre"ElZahie") $8 Alberto Giordano: Bl encuentro con laiteratura 119, 123 THULOS EN LA BIBLIOTECA ESTUDIOS CULTURALES Las eulturas de fin de siglo en América Latina, ‘por Josefina Ludmer (comp.) Humor, nacién y diferencias. Artiiro Cancela y Leopolda Marechal, por Ana Maria Zabieta |___médicos maleantes y maricas I Higiene, criminologia homosexwalidad ‘en la construcetén de la nactonalidad ) (Buenos Aires 1871-1914), ‘por Jorge Salessi ‘THTULOS EN LA BIBLIOTECA Modo del ensayo (Jorge Lule Borges-Ovcar Marotta), por Alberto Garda Artefacto, por Nicolés ora Elrelato de los heckow Rodolfo Walsh, testimonto 3 exeritura, ‘or Ana Nara Amar Sancher La experiencia narrative (Juan Joss Saer-Felisberto Hormdnder Manuel Puig) par Alberto Grorseno La edad de ta letra, yor Joan B.Ritvo Seis estudios girrianos, por Sergio Casto Felisherto Herndnder, yor Jorge Panes Vanguardia 9 cosmopolitismo en la década del Veinte “Oliverio Gironde y Ovwald de Andrade, per Jorge Schwarz Literatura argentina y tradietin rural), or Geniela Monta Polémica y etrategias narrativas en América Latina “Gord Maria Arguedas Marta Vargas LLowa- ‘Rodolfo Walsh Ricardo Pistia), or Rita De Gran Astrologta y fasciame en ta obra de Arlt pe José Amicole a forma de etn bre Et Bev de Mier Arata = ‘por Juan Pablo Dabove Le sensibitidad amenazada. Fin de Siglo Modernism, te orca Mestalb Roland Barthes. Literature 3 poder, pr Alberto Giordano Re ae 3 2044 036 602 118 K BEATRIZ VITERBO EDITO

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