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HERNÁN CASCO PAGANO

CÓDIGO PROCESAL CIVIL


COMENTADO Y CONCORDADO

SEXTA EDICIÓN

TOMO I

LIBROS I y II

ARTÍCULOS 1 AL 438

La Ley Paraguaya S.A.


HERNÁN CASCO PAGANO
Doctor en Ciencias Jurídicas

Profesor Titular de Derecho Procesal Civil en la Facultad de Derecho y Ciencias


Sociales de la Universidad Nacional de Asunción Presidente de la Comisión
Nacional de Codificación

CÓDIGO PROCESAL CIVIL


COMENTADO Y CONCORDADO
SEXTA EDICIÓN

TOMO I

LIBROS I y II

ARTÍCULOS 1 AL 438

LA LEY PARAGUAYA S.A.

Asunción – Paraguay

2004
A

Patricia Doria, amada esposa.

Hernán, Javier y Diego, queridos hijos.

Para mis alumnos, afectuosamente:

"Leer, estudiar, comprender las fórmulas en que se definen los


conceptos indispensables, para conocer teóricamente el proceso, no es un placer.
El placer vendrá más tarde en la época de la cosecha; pero es necesario saber
merecerlo" (Carnelutti).

"El puro teórico en el procedimiento es algo que carece de sentido; pero


el puro práctico es una desdicha" (Chiovenda).
Prólogo (*)

En un ambiente proclive a honrar y enaltecer a las personas más por lo


que tienen que por lo que son, la labor intelectual constituye una actividad que
debe ser particularmente mentada, por las dificultades que conlleva, los sacrificios
que supone, y la soledad en que se desenvuelve.

El Profesor Hernán Casco Pagano, restándole muchas horas a un


merecido descanso, dedicó tiempo y sacrificio para realizar este trabajo que hoy
estamos prologando.

Comentar un Código no es como alguna vez se ha pensado, una tarea


simple. Por el contrario, debe establecerse un armónico relacionamiento entre lo
uno y lo múltiple. Los criterios lógicos, racionales o doctrinarios que sustenten la
explicación de un artículo tiene que guardar coherencia con el comentario de
todos los otros que sean similares o análogos o concordantes.

Couture comentaba que cuando finalizó la redacción de su anteproyecto


de Código, tuvo la sensación de que había concluido una obra de precisión, un
reloj, y que le embargó el temor de que por algún error en que pudiese haber
incurrido, el reloj se parase en cualquier momento. Esa misma aprehensión
puede atenazar el espíritu de quien comenta un Código Procesal.

Un Código de Procedimientos Civiles es —o debería ser— un


mecanismo jurídico donde cada pieza en particular ocupe un lugar exactamente
predeterminado y realice una función precisa en concordancia con la función del
todo. Si así no ocurre, o el Código está mal, o se lo está utilizando mal. De ahí
que el comentarista tiene la grave misión de buscar una explicación inteligible y
coherente, que facilite su recta y sencilla interpretación y aplicación.1

El Profesor Casco Pagano ha encontrado ese hilo conductor que


constituye la estructura sustancial subyacente, que anuda en lo esencial las
distintas partes del Código.

Si nos pidieran que sinteticemos en tres palabras lo sustancial de ese


cuerpo jurídico, es posible que pensemos en los operadores jurídicos las formas
y el tiempo.

Abstracción hecha de los terceros, los operadores son el juez y los


respectivos abogados que como apoderados o patrocinantes, son los que en
realidad "hacen" el proceso, aun cuando teóricamente sus actos, sus fines y los
medios de que se valen, se atribuyan a los respectivos clientes.

1
(*). El Prólogo corresponde a la primera edición de esta obra.
Si los jueces no cumplen con los "deberes" que les impone el Código
(ej. Art. 15) y la Corte Suprema no ejercita —a ese respecto— adecuada y
eficientemente su facultad-deber de superintendencia (ej. Arts. 412 último párrafo;
232 "d" COJ), el Código Procesal se convierte en un instrumento perverso donde
naufragan los mejores derechos y se otorga carta de ciudadanía procesal a la
desidia grave, cuando no a la corrupción.

Los abogados tiene la responsabilidad de actuar en juicio con "buena fe"


y no ejercer abusivamente los derechos, (ej. Art. 55 en concordancia con 51 y 52).
Si ellos violan los deberes que les impone la ley, y no son corregidos por los
jueces, el proceso lejos de ser un medio para la justa solución de la litis, se
convierte en una trampa donde el derecho —que se ha puesto en la punta de la
espada— termina pisoteado por quienes demuestren mayor aptitud para las malas
artes procedímentales, el engaño y la vileza.

El Dr. Hernán Casco Pagano ha captado el fondo de este problema,


como se desprende de la lectura de sus comentarios a los Arts. 15 al 18 del CPC,
circunstancia que nos complace sobremanera, pues la meditación de tales
comentarios puede servir a jueces y abogados, para mejorar el servicio de justicia,
y ala justicia.

Las "formas" procesales son también otro factor importante que


posibilita el cumplimiento de los fines del proceso, a saber, el cumplimiento de la
voluntad de la ley y la satisfacción de los legítimos intereses de las partes. Sin
"formas" suficientes y eficientes, el proceso sería simplemente un pantano donde
se hundirían aquellos legítimos intereses, y la voluntad de la ley quedaría
incumplida. Esto también lo observó el Profesor Casco Pagano, al comentar el
Art. 104.

Finalmente, en cuanto al tiempo, el comentarista nos dice, con


referencia a los plazos para dictar sentencia, y comentando el Art. 162, que:
"Sanción en caso de incumplimiento. Los jueces tienen el deber de dictar las
resoluciones que correspondan dentro de los plazos legales..." "Para que lo
mencionado en el numeral anterior pueda efectivamente cumplirse, y no quede en
"letra muerta", tiene que funcionar lo dispuesto en el Art. 197 del COJ, que
establece la obligación de los jueces y tribunales de elevar trimestralmente a la
Corte Suprema de Justicia un informe en que consignarán el número de los juicios
y procesos iniciados y finiquitados y de las sentencias y resoluciones dictadas, con
el agregado de si lo fueron en el plazo legal o —en su defecto—la razón o motivo
del incumplimiento".

Jueces, abogados, forma y tiempo, son realidades procesales que se


integran y armonizan configurando un todo que tiene por finalidad hacer operativos
los derechos y garantías constitucionales. Toda Constitución termina, acaba,
donde se incumple la ley procesal.
Este mensaje inserto en el comentario al Código Procesal, obra del
apreciado y joven maestro del Derecho, Prof. Dr. Hernán Casco Pagano,
constituye por sí sólo suficiente carta de presentación de esta obra cuyo prólogo
se nos ha encomendado, encomienda que nos llena de satisfacción y nos honra
sobremanera.

Prof. Dr. Hugo Allen


Palabras del Prof. Dr. Antonio Tellechea Solís pronunciadas en el acto de
presentación de la primera edición de este libro (*)

El acto del cual estamos participando, corresponde no sólo a la


presentación de una obra jurídica; considero, que su trascendencia va mucho más
allá, en cuanto significa un verdadero homenaje al Derecho Paraguayo, sobre todo
y especialmente, a la Ciencia Jurídica Procesal, homenaje proveniente de uno de
sus pocos calificados cultores, el PROFESOR DR. HERNÁN CASCO PAGANO.

Es que esta obra, "CÓDIGO PROCESAL CIVIL COMENTADO Y


CONCORDADO", en dos Tomos, que lleva el sello de la Editora LA LEY,
constituye un aporte muy importante y valioso al Derecho Procesal Paraguayo, el
cual tiene un protagonismo muy activo y relevante en el funcionamiento del Orden
Jurídico de la República.

Nuestro Derecho Procesal, en efecto, estaba necesitado de un aporte


como éste, donde se dan y reúnen expresiones de investigación, de calificada
experiencia profesional y de una docencia ejercida no sólo con responsable
dedicación, sino también con un reconocido nivel de excelencia.

Y el Código Procesal Civil necesitaba del trabajo de un experto que


realizara un minucioso y amplio análisis de sus disposiciones, sometiéndole a la
lupa proporcionada no solamente por la más seria doctrina y la más reconocida
jurisprudencia, sino también por una práctica forense elaborada por realidades
aleccionadoras provenientes de la casuística.2

¿Qué nos trae y qué nos ofrece este CÓDIGO PROCESAL CIVIL
COMENTADO Y CONCORDADO DE HERNÁN CASCO PAGANO?

Les invito a abrir este valioso libro y a introducirnos imaginariamente en


él, para recorrer sus páginas y poder apreciar de esa forma, todo su rico contenido
y la magnitud del trabajo tan felizmente realizado por el Profesor Casco Pagano.

Apenas iniciado nuestro cometido, podemos observar que cada artículo


del Código Procesal Civil, trae al pié del mismo, sus antecedentes, sus
concordancias y luego, el comentario y las notas del autor de la obra, con muchas
valiosas citas doctrinarias.

Los ANTECEDENTES NACIONALES se refieren al Código de


Procedimientos Civiles y Comerciales de 1883, el Anteproyecto del Código
Procesal Civil del Profesor Juan Carlos Mondonga de 1973 y el Proyecto de
Código Procesal Civil de la Comisión Nacional de Codificación, en el que el
profesor Hugo Allen, tuvo una muy importante y destacada participación.

2
(*) El Prof. Dr. Antonio Tellechea Solís, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Diplomáticas de la Universidad
Católica y actual Rector, tuvo a su cargo la presentación de la primera edición de esta obra en el acto llevado a cabo el 7 de
julio de 1995 en el salón Centenario del Rectorado de la Universidad Nacional de Asunción.
Las CONCORDANCIAS, hacen referencia a las disposiciones de la
Constitución de la República, a varios Tratados Internacionales, especialmente los
de Montevideo, a la Convención Interamericana de Panamá de 1975, al Pacto de
San José de Costa Rica. Asimismo, al Código de Organización Judicial, al
Código Civil, a la Ley de Procedimientos para la Justicia de Paz y su modificación,
al Código del Menor, a la Ley de Quiebras, a la Ley de Honorarios de Abogados y
Procuradores, al Código Procesal Penal, al Código Procesal del Trabajo, a la Ley
No 45/91 de Divorcio Vincular, al Código Electoral, a la Ley No 1/92 de Reforma del
Código Civil, a la Ley No 284/71 de Tasas Judiciales, a la Ley No 434/94 sobre
Obligaciones en Moneda Extranjera, a la Ley No 131/91 de Enjuiciamiento de
Magistrados Judiciales, a la Ley No 204/93. También se dan referencias respecto
de numerosas Acordadas de la Corte Suprema de Justicia, así como desde luego,
a los propios artículos del Código Procesal Civil.

Como ANEXO, la obra trae los textos de la Constitución de la República,


del Código de Organización Judicial, de la ley de Arancel de Honorarios de
Abogados y Procuradores y de la ley que Regula el funcionamiento del Jurado de
Enjuiciamiento de Magistrados.

La Bibliografía citada al final de la obra, asegura el respaldo de la


doctrina procesal de más alto rango al minucioso y paciente trabajo del autor.

El Prólogo de la obra, ha sido escrito por un eminente procesalista


paraguayo, el Profesor Dr. Hugo Allen, Titular de la Cátedra en la Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional y considero que vale la
pena citar un párrafo del mismo, que dice: "Jueces, Abogados, Forma y Tiempo,
son realidades procesales que se integran y armonizan configurando un todo que
tiene por finalidad hacer operativos los derechos y garantías constitucionales.
Toda Constitución termina, acaba, donde se incumple la ley procesal".

Y ya informados de los presupuestos generales de la obra, vamos


llegando a su parte substancial, en la que, el art. 1, merece un amplio comentario,
referido éste, sobre todo, al PROCESO, SUS CAUSAS, SUS CLASES Y SU
FINALIDAD.

El art. 2, sobre la COMPETENCIA DE LOS JUECES, da lugar a un


amplio y exhaustivo comentario, que abarca las RELACIONES ENTRE LA
JURISDICCIÓN Y LA COMPETENCIA, las relaciones y diferencias entre ACTOS
JURISDICCIONALES, ACTOS LEGISLATIVOS Y ACTOS ADMINISTRATIVOS.
Desarrolla igualmente el comentario al art. 2, los temas de los ELEMENTOS DE
LA JURISDICCIÓN, EL DERECHO A LA JURISDICCIÓN Y LA UNIDAD DE LA
JURISDICCIÓN. Determina los conceptos de COMPETENCIA RELATIVA Y
ABSOLUTA Y FORMULA LAS REGLAS GENERALES DE LA COMPETENCIA.

Los comentarios que formula el autor al art. 3, están referidos al


PRINCIPIO DE LA IMPRORROGABILIDAD DE LA COMPETENCIA, a la
PRORROGABILIDAD DE LA COMPETENCIA TERRITORIAL, a la PROHIBICIÓN
DE LA PRORROGABILIDAD DE ELLA A FAVOR DE JUECES EXTRANJEROS, a
las DISPOSICIONES DEL TRATADO DE MONTEVIDEO DE 1940, sobre el tema.
En verdad, nos hubiera gustado que el autor fijara su posición expresa sobre la
prorrogabilidad de la competencia territorial a favor de jueces extranjeros, en
cuestiones de índole patrimonial no afectadas por el Orden Público, sobre todo,
porque ella tiene que ver fundamentalmente con las cuestiones relativas a los
contratos internacionales, los cuales acusan ya una práctica que da cifras
importantes, la que con motivo del funcionamiento del Mercosur, así como con la
posibilidad de la incorporación de nuestro país a otros procesos de integración,
habrá de aumentar considerablemente. Ante esas situaciones, la norma
específica del art. 3 queda desfasada. Es claro, que implícitamente, por lo que
manifiesta bajo el rubro de Tratado de Montevideo, Casco Pagano parece adherir
al criterio de que la prorroga mencionada, es admisible en las acciones personales
de índole patrimonial, que dicho sea de paso, es el criterio que particularmente
sustentamos y que reconoce como fundamento el orden de prelación de las leyes
constitucionalmente establecido.

A esta altura de mi exposición y en homenaje a la tranquilidad y sosiego


de todos Uds., les cuento, que no pienso hacer un examen de la obra, recorriendo
la misma, artículo por artículo, como parecería que estuviera dispuesto a hacerlo,
por el carácter de mi análisis hasta el momento, pues, como son casi 840
artículos, piensen Uds., cuánto tiempo tendrían que soportarme y si tendrían
capacidad de paciencia y fuerzas.

Queremos referirnos ahora, al comentario del art. 15, que corresponde a


LOS DEBERES DE LOS JUECES. Aquí el autor formula opinión sobre el
EQUILIBRIO ENTRE LAS ATRIBUCIONES DEL JUEZ Y LAS FACULTADES DE
LAS PARTES EN EL PROCESO CIVIL; sobre el CUMPLIMIENTO DE LOS
PLAZOS LEGALES PARA DICTAR RESOLUCIONES; sobre el DEBER DE
FUNDAR LAS RESOLUCIONES; sobre la necesidad de RESOLVER CONFORME
A LA LEY y sobre los PRINCIPIOS PROCESALES FUNDAMENTALES, como los
de CONGRUENCIA, INMEDIACIÓN, IGUALDAD, ECONOMÍA PROCESAL.
También se refiere el autor al protagonismo que otorga el Código Procesal Civil al
Juez, otorgándole la Dirección del Proceso, para que este, de su mano firme,
alcance su fin.

Al comentar el art. 16, referido a la RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS


JUECES, el autor trae a colación la RESPONSABILIDAD PENAL y la
RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA de los Jueces. Además, determina
cuales son los ACTOS EXENTOS DE TALES RESPONSABILIDADES.

Interesantes consideraciones formula el autor al comentar el art. 105,


que se refiere al IDIOMA que debe ser utilizado en los actos procesales. Luego
de criticar la expresión "idioma español", sosteniendo que debería ser "idioma
castellano", el autor cita las concordancias que deben ser tenidas en cuenta, como
las provenientes del Código Civil y del Código de Organización Judicial y desde
luego, teniendo en cuenta la disposición contenida en el art. 140, que establece
como idiomas oficiales el castellano y el guaraní. El artículo mencionado prevé la
designación de un Traductor Público matriculado, sólo si la persona que no
conoce el idioma castellano no puede expresarse en guaraní. Sin embargo, si un
absolvente, tuviera que ser preguntado y debiera responder en guaraní, porque sí
conoce ese idioma, como en este caso la norma no habla de la intervención del
Traductor Público, suele ocurrir que ni los Abogados ni el Juez ni el Secretario
hablan o conocen el guaraní. La cuestión, todavía merece estudios y ajustes.

El comentario que sigue al art. 159 del Código, referido a la


SENTENCIA DEFINITIVA DE PRIMERA INSTANCIA, trae acotaciones valiosas
sobre Principios básicos que hacen a la misma, como los de Congruencia y la
aplicación Iura Novit Curiae. Hace el autor, la clasificación de las Sentencias en
sentido general, en declarativas, de condena y constitutivas, además de otra de
carácter especial, en Determinativas y Cautelares. Comenta igualmente, la
llamada ABSOLUCIÓN DE LA INSTANCIA, la que no es admitida en nuestro
derecho.

Al referirse a los PLAZOS PARA DICTAR RESOLUCIONES, previstos


en el art. 162, Casco Pagano señala acertadamente, que debe funcionar lo
dispuesto en el art. 197 del Código de Organización Judicial, que establece la
obligatoriedad para los Jueces y Tribunales, de elevar trimestralmente a la Corte
Suprema de Justicia, un informe con la mención de las resoluciones dictadas y si
ellas lo fueron dentro o fuera de los plazos legales establecidos en el Código.

Importantes son las consideraciones formuladas por el autor respecto de


la PERTINENCIA Y ADMISIBILIDAD DE LA PRUEBA, conceptos que a menudo
suelen ser confundidos en el diario trajín forense. Una amplia exposición sobre
casos concretos de Inadmisibilidad de las Pruebas, hace el autor, citando normas
del Código Civil, Código Procesal Civil y Ley N° 45/91, de Divorcio Vincular.

El art. 301 del Código, que trata de la ABSOLUCIÓN DE POSICIONES


POR OFICIO, es objeto de un muy interesante comentario, en cuanto a la
interpretación de este artículo que funciona en forma concordante con el art. 341.
Casco Pagano sostiene que la interpretación que debe darse a la norma es de
carácter estricto.

Los Procesos de Ejecución son objeto de certero análisis en el Tomo II,


al comenzar los comentarios al Libro III del Código, en cuanto a sus
GENERALIDADES, CONCEPTO Y SISTEMA. Resalta la autonomía de los
Procesos de Ejecución, de acuerdo con su contenido específico.

Dentro de esta clase de procesos, hace una pormenorizada referencia al


JUICIO EJECUTIVO, a sus caracteres y estructura, a sus requisitos generales y a
las OBLIGACIONES EN MONEDA EXTRANJERA, a partir de la vigencia de la Ley
ND 434/94. Dedica igualmente, un espacio importante a los TÍTULOS
EJECUTIVOS QUE NECESITAN SER COMPLETADOS.
Merecen destacarse los conceptos vertidos sobre la HIPOTECA
CAMBIARÍA Y LOS PAGARES HIPOTECARIOS, figura jurídica, esta última, que a
veces, resulta controvertida.

Otro tema, muchas veces confuso y conflictivo, el del TERCERO


POSEEDOR, es desarrollado con mucha claridad.

El timbrazo que Uds. mentalmente me están haciendo escuchar, me


indica que el tiempo prudente de esta exposición esta llegando a su término, por lo
que quiero pasar a referirme al autor de esta magnífica obra jurídica, no sin antes,
expresar que resultan muy oportunos y orientadores, los conceptos vertidos en la
obra, sobre la EJECUCIÓN Y EFICACIA DE LAS SENTENCIAS DICTADAS POR
TRIBUNALES EXTRANJEROS, SOBRE LA IMPUGNACIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD Y SOBRE LAS LLAMADAS SENTENCIAS
ARBITRARIAS. No menos interesantes, resultan las notas sobre los temas de
INTERVENCIÓN JUDICIAL Y ADMINISTRACIÓN JUDICIAL, dentro de las
MEDIDAS CAUTELARES, sobre todo, en cuanto a la forma en que deben ser
realizadas las mismas y las condiciones personales que deben ser exigidas a los
Administradores e Interventores Judiciales.

Este es, el Libro que hoy presentamos, en una nada pretenciosa


descripción somera y si, muy modesta, para permitir apreciar las cualidades de
una obra, que, teniendo el carácter de una calificada expresión de la Ciencia
Jurídica, tiene la virtud de su accesibilidad, hasta para el estudiante de Derecho,
porque en buena medida, a el esta dirigida ella, aunque tiene la alcurnia
conceptual proveniente del pensamiento y de la pluma de un gran jurista.

Ese gran jurista, es el Prof. Dr. Hernán Casco Pagano. Hombre joven,
talentoso, con loable espíritu de investigación, abogado profesional de nota, de
aquellos que supieron ganar renombre, no con actuaciones ni casos estridentes ni
espectaculares, sino con una tenaz e inclaudicable contracción al trabajo serio,
diligente, responsable y capacitado. Un abogado que procura practicar aquellos
Mandamientos geniales de Couture. Su personalidad se ve enriquecida por la
práctica de la docencia, primero secundaria, luego universitaria, desde hace ya
muchos años y si todavía algo podría faltarle, es poseedor de una enorme e
inagotable capacidad de trabajo. Esta obra, es sólo una prueba más de ello,
porque hemos tenido la oportunidad de trabajar con él y cerca de él, cuando La
Ley Paraguaya editó el Código Civil con Leyes Complementarias, índice Analítico,
Fuentes y Concordancias con los arts del Código de Vélez.

Pero nosotros conocemos a Hernán Casco Pagano, desde hace


muchos más años, cuando era apenas un "mitaí" que vivía en nuestra vecindad y
cuyo padre, un gran señor, era amigo de nuestra familia. Pasaron los años, que
pronto pasan! y cuando desempeñábamos la función de Presidente del Tribunal
de Apelación en lo Civil y Comercial, Primera Sala, un joven abogado, un poco
tímido (quien no, en esas circunstancias) pidió in voce, un muy respetuoso
urgimiento en una cuestión donde se enfrentaba a dos famosos y prestigiosos
abogados de gran experiencia. El examen de la cuestión determinó las razones
jurídicas muy bien expuestas por aquel flamante Abogado, quien ya mostraba
pasta y notable criterio jurídico entonces, Hernán Casco Pagano.

Como Profesor, su palabra clara y fácil, son las de los que saben
mucho, su excelente comunicación con sus alumnos, no excluye la exigencia
insoslayable que debe darse en la cátedra, y para felicidad de sus alumnos, es un
profesor investigador, sagaz, inquieto, de aquellos que dedican a su labor docente,
más horas fuera de la clase que en la clase misma.

CÓDIGO PROCESAL CIVIL COMENTADO Y CONCORDADO, es,


simplemente, una obra no útil, UTILÍSIMA Y ABSOLUTAMENTE NECESARIA,
elaborada con la seriedad científica e intelectual de un verdadero jurista.

PROFESOR DOCTOR HERNÁN CASCO PAGANO, un autor de gran


mérito, una verdadera reserva jurídica y moral para la República. Su jerarquía en
todos los órdenes da lustre a la cátedra universitaria.

He sido honrado por este joven y querido amigo, talentoso jurista, al


concederme el privilegio de presentar esta estupenda obra jurídica. Lo he hecho
con un inmenso placer, aunque no podría asegurar que lo hice con la debida
solvencia y con el brillo que merece este trabajo extraordinario.

Termino exhaltando la circunstancia tan auspiciosa y tan feliz de


trabajos como este, elaborados con fe, con amor al Derecho, con desinterés, con
enorme vocación de servicio. Porque, digámoslo de una vez, esta clase de
trabajos no reporta grandes beneficios materiales. Esta clase de trabajos sólo
produce capitalización, en beneficio de toda la Nación y sólo se anota en el acervo
moral de su autor.

No puedo dejar de comentar un vital factor coadyuvante en la ímproba y


formidable tarea jurídica del autor, el que proviene de su hermoso entorno familiar
integrado por una esposa y compañera estupenda y unos hijos que, con la enorme
alegría que le dan, sirven para romper ese esquema serio y formalista en el que a
veces nos vemos envueltos los que estamos permanentemente en el quehacer
jurídico.

Públicamente expreso mis felicitaciones al Dr. Casco Pagano y mi


gratitud, como hombre de Derecho, por habernos regalado esta gran obra jurídica.
Principales abreviaturas

Antec : Antecedentes nacionales.

Conc. : Concordancias internas y externas.

CN : Constitución Nacional de 1992.

CN/67 : Constitución Nacional de 1967.

CNC : Proyecto del Código Procesal Civil de la Comisión Nacional de


Codificación.

PM : Anteproyecto del Código Procesal Civil del Prof. Juan Carlos


Mendonca.

CPCC : Código de Procedimientos Civiles y Comerciales de 1883.

CPC : Código Procesal Civil.

COJ : Código de Organización Judicial.

CC : Código Civil.

CT : Código del Trabajo.

CPT : Código Procesal del Trabajo.

CP : Código Penal.

CPP : Código Procesal Penal.


CÓDIGO PROCESAL CIVIL
COMENTADO Y CONCORDADO

LIBRO I

DE LAS DISPOSICIONES GENERALES

TITULO I

DE LOS ÓRGANOS JUDICIALES

CAPITULO I

DE LA JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

SECCIÓN I

DE LAS DISPOSICIONES GENERALES

ART. 1. APLICACIÓN DE ESTE CÓDIGO. Las disposiciones de este


Código se aplicarán a los procesos que deban sustanciarse ante los jueces y
tribunales de la jurisdicción civil y comercial.3

Antec.: CNC 1.- PM 1.-

Conc.; CPC 207; 820; 836.-

1. JURISDICCIÓN CIVIL Y COMERCIAL: La materia sobre la que recae


el fuero civil y comercial abarca el Código Civil y sus leyes complementarias y
afines.

En caso de duda sobre la naturaleza del acto debe estarse por la


competencia civil en razón de tratarse del fuero común.

2. PROCESO: El vocablo proceso deriva del latín «processus» que


significa avance, progreso, recorrido a seguir hacia un fin propuesto o
determinado.

3
El Código Procesal Civil de la República del Paraguay (Ley 1337/88) fue sancionado por el Congreso el 30 de
Octubre de 1988 y promulgado por el Poder Ejecutivo el 4 de Noviembre de 1988.

Esta edición es conforme al texto oficial publicado por el Ministerio dé Justicia y Trabajo en el año 1989.
La doctrina dominante concibe al proceso como una relación jurídica.
Para COUTURE, el proceso es el conjunto de relaciones jurídicas entre las partes,
los agentes de la jurisdicción y los auxiliares de ésta, regulado por la ley y dirigido
a la solución de un conflicto susceptible de ser dirimido por una decisión pasada
en autoridad de cosa juzgada.

ALLEN por su parte expresa: Sabemos que definir es limitar o delimitar


el objeto pensado y a este efecto discernir sus elementos inteligibles. La
definición busca explicar la naturaleza de una cosa o la significación de un
término. Los seres pueden ser explicados y definidos a partir de sus cuatro
causas, vale decir la causa material y la causa formal, la causa eficiente y la causa
final.

Estimamos que la causa material del proceso es la pretensión. La


materia sobre la cual se «trabaja» en el proceso es la pretensión (del Actor y del
Demandado o sólo la del Actor). Al promover una demanda se deduce una
pretensión, al contestarse la demanda se contesta una pretensión. La prueba
versa sobre los hechos que fundamentan la pretensión. La sentencia resuelve
sobre la pretensión.

La causa formal del proceso o sea la estructura jurídica que adopta la


pretensión desde que se la deduce hasta que la Sentencia resuelva sobre ella, es
la particular forma de debate adoptada por la respectiva Ley procesal.

La causa eficiente o sea quién «hace» el proceso, es doble. Por un


lado las partes, y por otro el Juez. Las partes son su causa eficiente dispositiva, o
sea aquella que da a la materia procesal una cierta disposición que le otorga la
debida aptitud para que finalmente el Juez resuelva. En cambio el órgano
jurisdiccional (Juez o Tribunal) es la causa eficiente perfectiva, vale decir aquella
que proporciona a la materia procesal (pretensión) su última perfección
(pretensión juzgada). El Juez requiere de la actividad de las partes, y las partes
requieren de la actividad del Juez. Pero ambos tipos de actividad no están en el
mismo plano. La actividad jurisdiccional debe ser estimada en una escala
jerárquica superior.

Es indudable que las partes son causa eficiente del proceso, ya que sin
un Actor que promueva una demanda, el Juez no puede realizar acto jurisdiccional
alguno. Tampoco puede juzgar sin haber dado previamente la oportunidad al
demandado para que se defienda. Si la cuestión es de hecho, no puede por sí y
ante sí allegar las pruebas al proceso.

Pero por otro lado, una demanda promovida, una demanda contestada y
una demanda probada, requieren ese toque final que solo el Juez le puede dar, es
decir la Sentencia. Sin ella el proceso no concluye, será un proceso en
«hacerse», pero no un proceso terminado. El juez perfecciona el edificio procesal
cuando resuelve en definitiva sobre la pretensión.
La causa final es aquel objetivo en vista al cual se mueve la causa
eficiente. Pero como en el proceso tenemos dos causas eficientes,
necesariamente debe haber una doble finalidad. Lo que mueve a las partes a
actuar es su interés particular. Lo que mueve al Juez, es la actuación de la
voluntad de la Ley, (preservación, mantenimiento o restablecimiento del orden
jurídico).

En conclusión, puede intentarse una definición real del proceso diciendo


que es: una pretensión jurídicamente conformada según la ley procesal, por la
actuación dispositiva de las partes, y perfectiva del órgano jurisdiccional, con el fin
de satisfacer los legítimos intereses de las partes y la actuación de la voluntad de
la Ley, finaliza el autor.

SATTA sostiene que el proceso no puede ser definido sino por sí mismo
porque, a la par de la acción, constituye un "unicum" en el mundo del Derecho y
como también sólo por sí mismo puede ser definida la norma que lo regula.

Por mi parte, entiendo que el proceso es un método de debate, regulado


por la ley, para resolver un conflicto de intereses.

El precepto procesal utiliza la palabra proceso en sentido multívoco,


haciendo extensiva la aplicación de las normas del Código Procesal Civil a todos
aquellos procesos, juicios, causas, litigios y pleitos que por efecto de la sanción y
promulgación del Código Civil, vigente desde el 1 de enero de 1.987 (que unifica
los contratos y las obligaciones civiles y comerciales), deben ser substanciados
ante los jueces y tribunales de una única jurisdicción civil y comercial.

3. FINALIDAD: El proceso tiene un doble fin que consiste en hacer


efectiva la voluntad de la Ley (función pública) y satisfacer los legítimos intereses
de las partes (función privada).

Se suele decir que las normas procesales son instrumentales en el


sentido que se hallan destinadas a hacer efectivos los derechos consagrados en
la Constitución y en las leyes materiales. Dice DE LA COLINA que al aplicarse
las leyes del Código Procesal, es necesario guardarse de considerarlas como
objeto principal, cuando no son sino un medio de esclarecer y facilitar la marcha
de la justicia. Las formalidades del juicio no son trampas armadas a la buena fe,
sino instrumentos con que se busca la seguridad de los intereses en conflicto, con
lo que queda dicho que los jueces no deben ampararse en vanas sutilezas para
negar su apoyo a legítimos derechos. En caso de duda, la solución que se
impone es la que favorece esos derechos, facilita el descubrimiento de la verdad,
tiende a la pronta terminación del pleito, hace económica y sencilla la práctica de
una diligencia, etc. Lo mismo si se trata de llenar una laguna o suplir una
deficiencia de la ley, concluye.

En verdad, y de acuerdo con CARNELUTTI, el proceso no tendría razón


de ser sin el derecho material ni este tendría fuerza para existir sin el proceso. El
derecho procesal es, como el derecho material, autónomo desprendido como
rama del tronco común del derecho que es uno sólo.

Su finalidad -expresada líneas antes— como dice ALLEN, no se halla


subordinada jurídicamente a ninguna otra finalidad, salvo la común finalidad de
todo el derecho de ser instrumento de valores jurídicos. O, como expresa la
Constitución, al señalar que la misma se sanciona "con el fin de asegurar la
libertad, la igualdad y la justicia" (Preámbulo CN).

4. DERECHO PROCESAL: 4.1. Concepto: Es la rama autónoma de la


ciencia jurídica que trata la función jurisdiccional así como la naturaleza, los
límites, la forma y la extensión de la actividad del órgano jurisdiccional, de las
partes y de los terceros en el proceso.

4.2. Contenido: El contenido del derecho procesal comprende el


estudio de la jurisdicción, de la acción y del proceso, que constituyen la trilogía
estructural de la ciencia procesal.

5. NORMA PROCESAL: Es la regla jurídica que contiene facultades,


poderes, deberes y cargas procesales relativos al juez y a las partes y que los
vinculan entre sí. Dice SATTA: la norma procesal es la norma reguladora del
proceso, lo cual es una tautología pero sublime.

5.1. Eficacia de la norma procesal en el espacio: La ley procesal rige


en el territorio del país que la dictó, con independencia del lugar donde se
constituyó la relación material o la nacionalidad de las partes. En consecuencia,
se rigen por la "lex fori" la organización y la competencia de los órganos judiciales
y los diversos actos del proceso.

6. PRINCIPIOS PROCESALES: Toda norma tiene su fundamento en un


principio jurídico del cual deriva y constituye su consagración práctica.

COUTURE dice "Toda ley procesal, todo texto particular que regula un
trámite del proceso es, en primer término, el desenvolvimiento de un principio
procesal" y CARNELUTTI expresa "Los principios son las leyes de las leyes".
Son proposiciones fundamentales que, por tener dicho carácter, dominan sobre
otras disposiciones.

Los principios procesales son las "ideas fuerza" del proceso, por ello en
el comentario específico de la norma inserté —en numerosos casos— el principio
procesal al cual la misma responde. Sólo a modo ejemplificativo pueden verse
los siguientes (los números que figuran en primer lugar corresponden a los
Artículos del CPC y lo que sigue a los numerales en los que se comentan dichos
Artículos):

Doble instancia 2 n. 6.4.


Continencia de la causa 2 n. 6.6.

Improrrogabilidad de la competencia 3 n. 1.

Perpetuatio iurisdiccionis 4 n. 4; 5 n. 1; 36 n. 2,2.; 230 n. 2.

Imparcialidad del juez 15 n. 1.

Congruencia 15 n. 5; 159 n. 3.

Inmediación 15 n. 6; 153 n. 2; 252 n. 1; 264 n. 1; 265 n. 3.

Concentración 15 n. 7.1; 153 n. 3; 252 n. 1; 319 n. 3.

Economía procesal (Celeridad) 15 n. 7.2; 89 n. 3; 187 n, 1; 188 n. 1; 190


n. 1; 228 n. 2; 319 n. 3; 392 n. 1; 406 n. 1; 420 n. 2.

Igualdad (Bilateralidad, Contradicción) 15 n. 1; 185 n. 1; 220 n. 2; 221 n.


2; 222 n. 1; 301 n. 1; 442 n. 1; 572 n. 1; 586 n. 7; 693 n. 4.

Autoridad 17 n. 1.

Perpetuatio legitimationis 50 n. 1. 2.

Libertad de representación 57 n. 1.

Moralidad (Buena fe, Lealtad, Veracidad) 51 n. 1; 56 n. 1; 62 n. 1; 120


inc. b) n. 2.2.; 190 n. 1; 219 n. 3; 228 n. 1; 304 n. 2; 305 n. 1; 446 n. 1;702 n. 1.

Dispositivo 98 n. 4; 219 n. 6.

Iniciativa 98 n. 4.1.

Preclusión 16, 2o. p. n. 1; 103 n. 1 al 4; 145 n. 1; 460 n. 5. 6.

Legalidad (Especificidad) 111 n. 5.

Finalidad 111 n. 6; 114 n. 1; 144 n. 2.

Trascendencia 111 n. 7.

Protección 112 n. 1.

Defensa en juicio 113 n. 2; 222 n. 1; 235 n. 1; 461 n. 2; 526 n. 3.4.

Convalidación o Subsanación 113 n. 4; 114 n. 2; 144 n. 2.


lura novit curiae 159 n. 4; 243 n. 4.2; 460 n. 5.4.

Adquisición procesal 243 n. 9.

Eventualidad 190 n. 1; 223 n. 3.1; 227 n. 2; 394 n. 2; 460 n. 5.4.

Amplitud de la prueba 246 n. 2; 251 n. 1; 303 n. 1.

Razonabilidad 227 n. 4; 283 n. 1; 420 n. 2.3.3; 507 n. 1; 585 n. 2; 613


n.3.

Humanización del proceso 454 n. 1; 455 n. 1.1; 482 n, 1; 484 n. 2; 507


n. 1; 592 n. 3; 692 n. 1; 698 n. 1 al 3; 716 n. I al 4.

Supremacía de la Constitución Libro IV Título I n. 2; 546 n. 1; 547 n. 1;


563 n. 1.

Transitoriedad 564 n. 1.

7. CLASES DE PROCESOS. REMISIÓN: Véase comentario al Art. 207


del CPC, numeral 1.

8. APLICACIÓN SUPLETORIA: Las disposiciones del Código Procesal


Civil de acuerdo a lo dispuesto en el Art. 836 del CPC, serán aplicables
supletoriamente en los procesos sustanciados en otros fueros, v.g.: penal, laboral,
contencioso-administrativo, del menor, electoral, etc.

También, en virtud del Art. 820 del CFC, sus disposiciones son
aplicables supletoriamente al proceso arbitral.

ART. 2.- COMPETENCIA DE LOS JUECES. La competencia del juez o


tribunal en lo civil y comercial se determinará con arreglo a lo dispuesto por esta
ley, por el Código de Organización Judicial y leyes especiales.

Antec.: CNC 2.- PM 2.-

Conc.: CN 15; 16, 2a. p.; 17, inc. 3) in fine; 132 al 136; 247; 248; 259;
260; 265; 273.- CPC 3 al 14; 28; 100, inc. b); 121, inc. b); 210; 216; 238, inc. a);
271; 503; 508; 521; 533; 550; 566; 603; 613; 620; 685; 703; 733; 758; 812; 817.-
COJ 5 al 36; 38 al 40; 42 al 45; 47 al 49; 53 al 60.- CC 61; 62; 2347; 2449, la. p.-
CPP 31 al 45.- CPT 35; 37.- Ley 1680/01 Código de la Niñez y la Adolescencia
158 al 161; 169.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 1; 3; 4;
11 al 18; 20 al 25; 27.- Ley 154/69 de Quiebras 26; 176; 177.- Ley 635/95 que
reglamenta la Justicia Electoral 1 al 3; 6; 14 al 18; 83.- Ley 45/91 de Divorcio
Vincular 2,17.- Acordada No 10/95 que reglamenta el funcionamiento de la Corte
Suprema de Justicia.
1. JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA: Dice ALSINA que el Estado no
se limita a establecer el derecho, sino que garantiza su cumplimiento, este es el
contenido de la función jurisdiccional.

El Art. 5 del COJ define la jurisdicción cuando expresa: «La jurisdicción


consiste en la potestad de conocer y decidir en juicio y de hacer ejecutar lo
juzgado».

La jurisdicción judicial es la facultad conferida a los jueces para


administrar justicia en las controversias con relevancia jurídica.

La jurisdicción es un atributo de la soberanía, de allí que todos los


jueces integrantes del Poder Judicial tienen jurisdicción, pero no todos tienen
competencia para conocer y decidir en un determinado asunto.

La competencia consiste en el límite de la jurisdicción. El Art. 7 del


COJ expresa: «Los jueces y tribunales ejercerán jurisdicción dentro de los límites
de su competencia».

LASCANO define la competencia como la capacidad reconocida a


ciertos jueces para ejercer jurisdicción en determinados casos.

La competencia es el ámbito de atribuciones del órgano. La regla es


que la competencia sólo puede ser ejercida por sus propios agentes, en
consecuencia no corresponde la representación o el mandato, salvo que la ley
expresamente así lo autorice. Dentro de la competencia es un deber del agente
ejercer sus atribuciones, en tanto que los derechos y las obligaciones pueden no
ejercerse o no cumplirse.

Todos los jueces que integran el Poder Judicial están dotados de


jurisdicción. Pero no todos los jueces tienen competencia. La potestad de juzgar
(jurisdicción) esta limitada por la Constitución y por la ley atendiendo a la materia
(civil, laboral, penal, contencioso-administrativo, del menor, electoral, etc.); al
territorio; al valor o cuantía; al grado; al turno y a la conexidad.

1.1. El acto jurisdiccional, el administrativo y el legislativo: Por las


distintas consecuencias que de su correcta distinción se derivan tiene una
importante significación práctica diferenciar el acto jurisdiccional, el acto legislativo
y el acto administrativo.

1.1.1. El acto jurisdiccional: Juzga la conducta frente a la norma


abstracta. Tiene carácter de cosa juzgada y es, por tanto, irrevisible. La
sentencia se refiere a un caso concreto y no obliga sino a quienes intervinieron
como partes en el juicio.
1.1.2. El acto legislativo: Establece una norma abstracta destinada a
regir la conducta; presenta los caracteres de ser general, abstracta, obligatoria y
coercitiva.

1.1.3. El acto administrativo: Es por esencia siempre revisible, por el


órgano judicial.

2. ELEMENTOS DE LA JURISDICCIÓN: Los elementos de la


jurisdicción, uniformemente reconocidos, son:

2.1. Notio: Es el derecho de conocer una cuestión determinada.

2.2. Vocatio: Es la facultad de obligar a las partes a comparecer a juicio


dentro del plazo legal.

2.3. Coertio: Es la posibilidad de recurrir a la fuerza para lograr el


cumplimiento de las medidas ordenadas dentro del proceso, al efecto de hacer
posible su desenvolvimiento. Pueden ser sobre las personas o sobre las cosas.

2.4. ludicium: Consiste en la facultad de dictar sentencia poniendo


término a la litis con carácter definitivo, es decir, con efecto de cosa juzgada.

2.5. Executio: Es el poder para ejecutar las resoluciones judiciales,


mediante el auxilio de la fuerza pública. También se denomina «imperium».

Los elementos de la jurisdicción están fijados en la ley con


prescindencia de todo caso concreto.

La competencia, en cambio, debe determinarse en relación a cada caso


concreto. Siendo así, ante un caso litigioso deberá empezarse por examinar la
competencia por razón del territorio, y dentro de ella la competencia por razón de
la materia teniendo en cuenta el monto del litigio, para saber si es de mayor o
menor cuantía y la fecha de la promoción de la demanda, para considerar el turno
judicial.

3. DERECHO A LA JURISDICCIÓN: Es la facultad que tiene toda


persona de poder ocurrir ante el órgano judicial en procura de justicia como
consecuencia de la prohibición de hacerse justicia por mano propia (autotutela).
Dispone la Constitución: «Nadie podrá hacer justicia por sí mismo ni reclamar sus
derechos con violencia, pero se garantiza la legítima defensa» (Art. 15 CN).

El juez debe ser el «juez natural», es decir, los tribunales preexistentes


establecidos por la ley, en forma objetiva y con carácter permanente. En este
sentido el Art. 16, 2a. p., de la Constitución, establece: «Toda persona tiene
derecho a ser juzgada por tribunales y jueces competentes, independientes e
imparciales».
4. UNIDAD DE JURISDICCIÓN: El concepto unitario de jurisdicción en
el sentido de que ésta constituye la función pública de dirimir conflictos de
intereses, significa que el Estado a través del Poder Judicial debe tutelar el
derecho subjetivo, realizando a la vez el derecho objetivo, decidiendo la
controversia e imponiendo el cumplimiento de su decisión.

Ni el Poder Legislativo ni el Poder Ejecutivo cuando resuelven


cuestiones o juzgan (juicio político) emiten sentencias en el sentido y con los
efectos que éstas tienen en el ordenamiento jurídico. La Constitución es clara al
respecto, dice el Art. 248, 1er. p.: «Queda garantizada la independencia del Poder
Judicial. Sólo él puede conocer y decidir en actos de carácter contencioso».

El juez como órgano del Estado, imparcial e independiente, es el único


capaz de decidir los conflictos en que es requerido a instancia de parte.

Para el justiciable, titular del interés en conflicto, la jurisdicción


constituye el único medio permitido para obtener el reconocimiento de su derecho,
como consecuencia de la prohibición de la autotutela.

5. COMPETENCIA RELATIVA Y ABSOLUTA: La competencia


territorial es relativa y por ende renunciable por las partes, en razón de que
básicamente se halla determinada por el domicilio de la persona (forum rei) o la
situación de la cosa (forum rei sitae).

En cambio, la competencia por razón de la materia, el valor, el grado y


el turno es absoluta porque esta fundada en una división de funciones que por
afectar al orden público no puede ser modificada por las partes ni por el juez.

6. CLASES DE COMPETENCIA: El legislador teniendo en


consideración variados elementos y criterios distribuye la función jurisdiccional
entre los diversos órganos encargados de ejercerla.

6.1. Competencia por razón del territorio: La competencia territorial


tiene en cuenta el territorio del Estado, el cual es dividido en áreas, de allí nacen
las diversas circunscripciones judiciales dentro de las cuales los jueces que la
componen ejercen la plenitud de su competencia.

El Art. 26 del COJ preceptúa que la Corte Suprema de Justicia ejercerá


"jurisdicción" en toda la República. Cabe puntualizar que el Artículo utiliza el
término jurisdicción con el sentido y alcance de competencia.

La competencia territorial está determinada por los límites de cada


circunscripción judicial, establece el Art. 13 del COJ.
La competencia en razón del territorio esta basada en la división del
trabajo y por ella las personas se encuentran sometidas a la de su domicilio y las
cosas a la del lugar de su situación.

Para determinar cual es el juez competente por razón del lugar se debe
fijar en la clase de «acción» que se intenta promover. El término acción no se
halla aquí expresado en su sentido técnico-procesal, es decir, como el poder
jurídico que tiene todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales
para reclamarles la satisfacción de una pretensión, según COUTURE. O, como la
facultad que se otorga a la persona para exigir del Estado su intervención a los
efectos de obtener la solución de una cuestión litigiosa, como dice la Corte
Suprema de Justicia en la S.D. No. 42 del 11 de Abril de 1988, sino como
equivalente de los derechos personales o reales invocados por las partes como
fundamento de sus pretensiones.

La pretensión, materia de la acción que se intenta, puede referirse a un


derecho personal o a un derecho real. Los derechos personales son los que
autorizan a una persona a exigir a otra el cumplimiento de una obligación de dar,
hacer o no hacer. Los derechos reales son los que permiten usar, gozar o
disponer de una cosa propia o ajena.

De acuerdo con el Art. 17 del COJ: En las acciones (pretensiones)


personales será competente el juez del lugar convenido para el cumplimiento de la
obligación (forum solutionis), y a falta de este, a elección del demandante, el del
domicilio del demandado (forum reí), o el del lugar del contrato (forum contractus)
con tal que el demandado se halle en el aunque sea accidentalmente.

A su vez, el Art. 16 del COJ establece: En las acciones reales sobre


inmuebles será competente el juez del lugar de situación (forum rei sitae). Si el
bien raíz estuviera ubicado en más de una circunscripción judicial, la competencia
pertenecerá al juez de aquella donde se hallare su mayor parte. Si los inmuebles
fueren varios y situados en distintas circunscripciones, será competente el juez del
lugar de situación del inmueble de mayor valor.

Cuando se ejerzan acciones reales sobre muebles, será competente el


juez del lugar donde se hallen (forum rei sitae), o el del domicilio del demandado
(forum rei), a elección del demandante.

6.2. Competencia por razón de la materia: La competencia por razón


de la materia: civil y comercial, penal, laboral, contencioso-administrativo, de la
niñez y la adolescencia, electoral, etc., esta fundada en la naturaleza del derecho
que se aplica a la cuestión sometida a los jueces.

6.3. Competencia por razón del valor: La competencia por razón del
valor o cuantía tiene su razón en que los pequeños litigios no deberían
sustanciarse con las formalidades y los plazos con que se sustancian intereses de
mayor importancia. De allí el límite de la competencia por el monto o cuantía de
la causa que origina la división entre jueces de paz, jueces letrados y jueces de
primera instancia.

La cuantía del juicio fija el límite de la competencia entre la justicia de


paz (hasta el equivalente a 60 jornales mínimos), la de menor cuantía (entre la
cantidad de 60 y 300 jornales mínimos), y la de primera instancia (desde 300
jornales mínimos). Las dos primeras tienen limitada su competencia por razón de
un monto máximo, y la última por un monto mínimo. Esto es sin perjuicio de
señalar que los jueces de paz y de la justicia letrada también tienen restringida su
competencia por otras cuestiones, relacionadas con la materia del juicio.

La Corte Suprema de Justicia podrá modificar por Acordada la cuantía


atendiendo a los indicadores económicos, preceptúa el Art. 685, in fine, del CPC.
Las reglas de competencia por razón de la cuantía están dadas en el Art. 15 del
COJ.

6.4. Competencia por razón del grado: La competencia por razón del
grado o funcional se da en los sistemas judiciales que, como el nuestro, cuentan
con una doble o triple instancia. Supone la existencia de tribunales superiores e
inferiores, donde aquéllos - cuando se interponen los recursos pertinentes - tienen
la función de revisar las resoluciones dictadas por éstos. «La competencia en
razón del grado esta determinada por las instancias judiciales, en la forma y
medida en que están establecidos los recursos en las leyes procesales» (Art. 26
COJ).

En nuestra estructura jurisdiccional rige el Principio de la doble


instancia, según el cual toda cuestión litigiosa puede ser examinada
sucesivamente por dos órganos jurisdiccionales distintos y, eventualmente, tres.
Sólo de manera excepcional una resolución judicial no es susceptible de doble
examen.

La organización del Poder Judicial de la República reconoce tres


grados:

a) Jueces de Paz, Jueces Letrados y Jueces de Primera Instancia;

b) Tribunales de Apelación y;

c) Corte Suprema de Justicia.

Si la cuestión radicase originalmente ante un Juzgado de Paz, el Juez


de Primera Instancia - en los casos pertinentes - actúa como órgano jurisdiccional
de segundo grado.

6.4.1. Competencia de los Tribunales de Apelación en lo Civil y


Comercial (Segundo grado): La competencia de los Tribunales de Apelación está
delimitada en el Art. 32 del COJ. Los Tribunales de Apelación conocerán, en sus
respectivos fueros:

a) de los recursos concedidos contra las Sentencias Definitivas y


Resoluciones recurribles de los Jueces de Primera Instancia, de los Jueces
Letrados y de los Jueces de Instrucción. Las decisiones en los recursos contra
las Resoluciones de los Jueces Letrados y de los Jueces de Instrucción causarán
ejecutoria; también la sentencia que se dicte en el Amparo (Art. 581, in fine CPC).

b) de los incidentes que se promuevan durante la substanciación de los


juicios, causando su resolución ejecutoria;

c) de los recursos por retardo o denegación de justicia de los Jueces de


Primera Instancia, de los Jueces Letrados y de los Jueces de Instrucción;

d) de las recusaciones e inhibiciones de los mismos jueces;

e) de las cuestiones de competencia relativas a los Jueces de Primera


Instancia, a los Jueces Letrados y a los Jueces de Instrucción;

f) de los recursos de reposición contra las providencias dictadas por el


Presidente y de aclaratoria de las Sentencias y Autos Interlocutorios dictados por
el Tribunal; y,

g) los Tribunales de Apelación de las circunscripciones judiciales del


interior del país tendrán en sus respectivos fueros la superintendencia y potestad
disciplinaria sobre los juzgados y oficinas del Poder Judicial.

h) por vía de recurso, de las resoluciones denegatorias de inscripciones


y anotaciones en la Dirección de los Registros Públicos y por vía de consulta de la
que le formulare la Dirección (Art. 34 COJ); así como la apelación de las
resoluciones del Juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial referentes a las
quejas sobre las actuaciones de los Escribanos (Art. 149 COJ).

i) la inspección de las oficinas de los Notarios Públicos (Art. 33 COJ).

Las resoluciones del Tribunal de Apelación del Trabajo causan


ejecutoria en los supuestos contemplados en los incs. a), b) y c) de Art. 35 del
Código Procesal del Trabajo.

6.4.2. Competencia de la Corte Suprema de Justicia (Tercer grado):


El Art. 28 del COJ atribuye competencia en única instancia a la Corte Suprema de
Justicia, respecto de los siguientes casos:
a) de las acciones y excepciones para declarar la inconstitucionalidad
de las leyes y la inaplicabilidad de las disposiciones contrarias a la Constitución
Nacional;

b) del recurso de Habeas Corpus; el Art. 133, 1er p. de la Constitución,


por su parte establece: «Esta garantía podrá ser interpuesta por el afectado, por sí
o por interpósita persona sin necesidad de poder por cualquier medio fehaciente, y
ante cualquier Juez de Primera Instancia de la circunscripción judicial respectiva.

c) de la nacionalidad y su pérdida;

d) de los pedidos de exoneración del Servicio Militar Obligatorio;

e) de las contiendas de competencia entre los Tribunales y Juzgados


inferiores o entre éstos y los Tribunales Militares o los funcionarios del Poder
Ejecutivo;

f) del enjuiciamiento y remoción de los Jueces y Magistrados Judiciales,


Miembros del Ministerio Público y de la Defensa Pública, Auxiliares de la Justicia
de Menores y del Síndico General de Quiebras, conforme a las disposiciones de
este Código. Compete también a la Corte Suprema de Justicia enjuiciar por el
mismo procedimiento a los Abogados y Procuradores para la cancelación de Ia
Matrícula, y a los Escribanos Públicos para la suspensión y destitución. La
cancelación de la Matrícula de los Rematadores, Oficiales de Justicia, Traductores
y demás peritos será reglamentada por la Corte Suprema de Justicia. El
procedimiento será sumario, con audiencia del interesado. El Art. 253 de la
Constitución dispone: «Los magistrados judiciales sólo podrán ser enjuiciados y
removidos por la comisión de delitos, o mal desempeño de sus funciones definido
en la ley, por decisión de un Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Este
estará integrado por dos ministros de la Corte Suprema de Justicia, dos miembros
del Consejo de la Magistratura, dos senadores y dos diputados; estos cuatro
últimos deberán ser abogados. La ley regulará el funcionamiento del Jurado de
enjuiciamiento de magistrados».

g) de la recusación, de la inhibición e impugnación de inhibición de los


Miembros de la misma Corte Suprema de Justicia, del Tribunal de Cuentas y de
los Tribunales de Apelación;

h) de los recursos de reposición y aclaratoria, y de los pedidos de


ampliatoria interpuestos contra sus decisiones;

i) de las quejas por denegación de recurso o por retardo de justicia


interpuestas contra el Tribunal de Cuentas y los Tribunales de Apelación.

La Corte Suprema de Justicia entenderá por vía de apelación y nulidad:


a) de las sentencias definitivas dictadas por el Tribunal de Cuentas y de
los Tribunales de Apelación que modifiquen o revoquen las de primera instancia,
conforme a las disposiciones de los Códigos Procesales y a las leyes respectivas;

b) de las resoluciones originarias de los Tribunales de Apelación en lo


Civil, Comercial, Criminal, de Cuentas y del Trabajo;

c) de las sentencias de los Tribunales de Apelación que impongan pena


de muerte o penitenciaría desde 15 a 30 años, las que no causarán ejecutoria sin
el pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia. Contra estas sentencias se
entenderán siempre deducidos los recursos de apelación y nulidad aunque las
partes las consientan.

La Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia, dispone:

Art. 3: Deberes y atribuciones. Son deberes y atribuciones de la Corte


Suprema de Justicia, en pleno:

a) Interpretar, cumplir y hacer cumplir la Constitución, la ley el


reglamento interno, las acordadas y resoluciones; y velar por el cumplimiento de
los deberes establecidos para los jueces;

b) Dictar su propio reglamento interno, las acordadas, y todos los actos


que fueren necesarios para la mejor organización y eficiencia de la administración
de justicia;

c) Designar de las ternas respectivas, a los miembros de los tribunales,


jueces y agentes fiscales;

d) Suspender preventivamente, por sí o a pedido del Jurado de


Enjuiciamiento de Magistrados por mayoría absoluta de votos de sus miembros,
en el ejercicio de sus funciones, a magistrados judiciales enjuiciados, hasta tanto
se dicte resolución definitiva en el caso, sin perjuicio de las medidas que puedan
ser adoptadas con motivo del ejercicio de facultades disciplinarias;

e) Recibir en sesión plenaria o por intermedio de su Presidente o de


cualquiera de los vicepresidentes, el juramento o promesa de magistrados
judiciales, agentes fiscales y de otros funcionarios previstos en la Constitución o
las leyes;

f) Designar a los Miembros de la Corte Suprema de Justicia que


integrarán el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados;

g) Conocer y decidir en la recusación con causa, excusación e


impugnación de excusación de sus ministros, cuando éstos actúen en pleno.
Toda excusación deberá ser fundada. En ningún caso se admitirá la recusación
sin expresión de causa;

h) Conocer y decidir de conformidad con la ley, en única instancia, en


los conflictos de jurisdicción; en las contiendas de competencia entre el Poder
Ejecutivo y los Gobiernos Departamentales entre éstos entre sí; entre los
Gobiernos Departamentales y las Municipalidad, y las suscitadas entre éstas.
Igualmente decidirá las contiendas de competencia entre los fueros civil y militar;

i) Conocer y decidir en procedimiento sumarísimo en los recursos y


acciones que se interpongan o promuevan contra las resoluciones del Tribunal
Superior de Justicia Electoral, de acuerdo con el artículo 275 de la Constitución y
en los casos previstos en la legislación electoral;

j) Elaborar el anteproyecto de presupuesto del Poder Judicial;

k) Presentar en el mes de febrero una memoria de las gestiones


realizadas durante el año anterior, sobre el estado y las necesidades del Poder
Judicial, a los Poderes Ejecutivo y Legislativo;

l) Iniciar y presentar proyectos de ley que tengan relación con la


organización y funcionamiento de la administración de justicia y de los auxiliares
de la justicia;

m) Conocer en las cuestiones que deriven del derecho de asilo y en los


casos de adquisición y readquisición de nacionalidad, así como sobre la
suspensión de la ciudadanía;

n) Designar a los funcionarios y empleados del Poder Judicial;

ñ) Nombrar, a propuesta del Consejo de Superintendencia de Justicia, al


Superintendente General de Justicia;

o) Remover al Superintendente General de Justicia;

p) Los demás deberes y atribuciones que establezcan la Constitución o


la ley, y no correspondan a los de alguna de sus salas.

Art. 11: Competencia. Son deberes y atribuciones de la Sala


Constitucional los siguientes:

a) Conocer y resolver sobre la inconstitucionalidad de las leyes y de


otros instrumentos normativos/declarando la inaplicabilidad de las disposiciones
contrarias a la Constitución en cada caso concreto y en fallo que sólo tendrá
efecto con relación a ese caso; y,
b) Decidir sobre la inconstitucionalidad de las sentencias definitivas o
interlocutorias, declarando la nulidad de las que resulten contrarias a la
Constitución.

Art. 13: Excepción de inconstitucionalidad. La Sala Constitucional


tendrá competencia para conocer y decidir en las excepciones de
inconstitucionalidad que se interpongan en cualquier instancia, de conformidad
con lo establecido en el artículo precedente y en las leyes procesales.

Art. 14: Competencia. Son deberes y atribuciones de la Sala Civil y


Comercial los siguientes:

a) Conocer y decidir de las cuestiones de naturaleza civil y comercial


que sean recurribles ante la tercera instancia, conforme con las disposiciones de
las leyes procesales; y,

b) Revisar las resoluciones dictadas por los Tribunales de Apelación en


lo Laboral en los términos del artículo 37 del Código Procesal del Trabajo.

Art. 15: Competencia. Son deberes y atribuciones de la Sala Penal los


siguientes:

a) Conocer y decidir las cuestiones de naturaleza penal, correccional y


tutelar del menor que sean recurribles por ante la tercera instancia, conforme con
las disposiciones de las leyes procesales;

b) Revisar las resoluciones dictadas por las salas del Tribunal de


Cuentas;

c) Supervisar los institutos de detención y reclusión, sin perjuicio de la


competencia de la Corte en pleno;

d) Conocer y decidir sobre los pedidos de extradición, por vía de


revisión en los casos previstos en la legislación penal;

e) Elevar dictamen al pleno de la Corte para que ésta informe al Poder


Ejecutivo sobre los casos previstos en el artículo 238, inciso 10) de la
Constitución;

f) Conocer y decidir de las sentencias de los Tribunales de Apelación


que impongan penas de penitenciaría de quince o más años, las que no causarán
ejecutoria sin el pronunciamiento de esta sala; y,

g) Conocer y resolver, en instancia original, los habeas corpus, sin


perjuicio de la competencia de otros jueces.
Art. 18: Recurso de Casación. La Corte Suprema de Justicia entenderá
en los recursos de casación que se planteen en los juicios, a tenor de las leyes de
procedimiento que rijan la materia.

Art. 27: Cuestiones no previstas. Las cuestiones no previstas en la


presente ley serán resueltas por la Corte Suprema de Justicia en pleno, en su
reglamento interno o mediante acordadas.

El Código Procesal del Trabajo, preceptúa:

Art. 37: La Corte Suprema de Justicia conocerá:

a. Los recursos de apelación que se interpongan contra las resoluciones


originarias de los tribunales de apelación del Trabajo;

b. Las contiendas de competencia entre los tribunales y jueces del


Trabajo y los de la justicia ordinaria;

c. Las quejas por denegación o retardo de justicia contra los tribunales


de apelación del fuero laboral; y

d. Las recusaciones e inhibiciones de los miembros de dicho organismo


y las de sus propios miembros.

Por su parte el Art. 259 de la Constitución, establece: «Son deberes y


atribuciones de la Corte Suprema de Justicia:

1) ejercer la superintendencia de todos los organismos del Poder


Judicial y decidir, en instancia única, los conflictos de jurisdicción y de
competencia, conforme con la ley;

2) dictar su propio reglamento interno. Presentar anualmente, una


memoria sobre las gestiones realizadas, el estado, y las necesidades de la justicia
nacional a los Poderes Ejecutivo y Legislativo;

3) conocer y resolver en los recursos ordinarios que la ley determine;

4) conocer y resolver, en instancia original, los hábeas corpus, sin


perjuicio de la competencia de otros jueces o tribunales;

5) conocer y resolver sobre inconstitucionalidad;

6) conocer y resolver en el recurso de casación, en la forma y medida


que establezca la ley;
7) suspender preventivamente por sí o a pedido del Jurado de
Enjuiciamiento de Magistrados por mayoría absoluta de votos de sus miembros,
en el ejercicio de sus funciones, a magistrados judiciales enjuiciados, hasta tanto
se dicte resolución definitiva en el caso;

8) supervisar los institutos de detención y reclusión;

9) entender en las contiendas de competencia entre el Poder Ejecutivo y


los gobiernos departamentales y entre éstos y los municipios; y

10) Los demás deberes y atribuciones que fije esta Constitución y las
leyes».

Con relación a la inconstitucionalidad los Arts. 259, inc. 5) y 260 de la


Constitución, estatuyen: «De los deberes y de las atribuciones. Son deberes y
atribuciones de la Corte Suprema de Justicia: ... 5) conocer y resolver sobre
inconstitucionalidad;...».

«De los deberes y de las atribuciones de la Sala Constitucional. Son


deberes y atribuciones de la Sala Constitucional: 1) conocer y resolver sobre la
inconstitucionalidad de las leyes y de otros instrumentos normativos, declarando la
inaplicabilidad de las disposiciones contrarias a esta Constitución en cada caso
concreto y en fallo que sólo tendrá efecto con relación a ese caso, y 2) decidir
sobre la inconstitucionalidad de las sentencias definitivas o interlocutorias,
declarando la nulidad de las que resulten contrarias a esta Constitución.

El procedimiento podrá iniciarse por acción ante la Sala Constitucional


de la Corte Suprema de Justicia, y por vía de la excepción en cualquier instancia,
en cuyo caso se elevarán los antecedentes a la Corte».

La Acordada No 10/95 que reglamenta el funcionamiento de la Corte


Suprema de Justicia, preceptúa:

Art. 17. La Corte en pleno conocerá de:

a) Las contiendas de competencia entre el Poder Ejecutivo y los


Gobiernos Departamentales, entre éstos entre sí; entre los Gobiernos
Departamentales y las Municipalidades, y las suscitadas entre éstas;

b) La determinación del fuero, en caso de contienda de competencia


entre el fuero civil o militar;

c) La recusación o excusación de sus Ministros. En la hipótesis de que


el inhibido o recusado fuere el Presidente de la Corte, lo sustituirá el
Vicepresidente lo.;
d) Los asuntos sometidos a la Corte en pleno a petición de cualquier
Ministro;

e) Todas aquellas cuestiones que por la Constitución o las leyes no


tuvieren específica asignación de competencia a alguna de sus salas.

Art. 18. La Sala Constitucional de la Corte conocerá de:

a) Aquellas cuestiones sometidas expresamente a su competencia por


la Constitución Nacional (art. 260) o la Ley (arts. 11 y 13 de la Ley 609);

b) Los casos de objeción de conciencia o de exoneración del Servicio


Militar Obligatorio;

c) Los recursos deducidos en los juicios de amparo constitucional.

d) Los recursos interpuestos contra fallos de los Tribunales Militares (art.


174 CN).

Art. 19. Serán tramitados ante la Sala Constitucional:

a) La adquisición de nacionalidad paraguaya;

b) Readquisición y pérdida de nacionalidad;

c) Suspensión de la ciudadanía;

d) Los recursos que establezca la ley y las acciones de


inconstitucionalidad deducidos contra decisiones del Tribunal Superior de Justicia
Electoral.

e) Cuestiones que deriven de la concesión del derecho de asilo.

Art. 20. Las cuestiones mencionadas en el artículo anterior serán


tramitadas ante la Sala Constitucional, y el Presidente de ésta, antes del
llamamiento de autos o del dictamiento de la sentencia o decisión, comunicará los
asuntos en trámite en la primera sesión ordinaria de la Corte, para su tratamiento
y decisión.

Art. 21. La Sala Civil y Comercial de la Corte conocerá de:

a) Las cuestiones mencionadas en el artículo 14 de la Ley 609;

b) Las cuestiones derivadas del arbitraje comercial nacional o


internacional, así como las de ejecución de sentencias extranjeras.
Art. 22. La Sala Penal conocerá de:

a) Las cuestiones indicadas en el artículo 15 de la Ley 609;

b) El otorgamiento de la libertad condicional.

6.5. Competencia por razón del turno: La competencia por razón del
turno tiene su fundamento en la división del trabajo y en el interés práctico, ya que
la posibilidad de la actuación conjunta y a un mismo tiempo de todos los jueces
derivaría, cuando menos, en un desorden administrativo. Es potestad de la Corte
Suprema de Justicia, en virtud a lo dispuesto en los Arts. 21 y 29, inc. h) del COJ,
establecer el turno de los Juzgados y Tribunales.

6.6. Conexidad: La conexidad, es una excepción a las reglas de


competencia, no obstante se halla incluida como tal en el Art. 11 del COJ.

De acuerdo con COLOMBO existe conexidad cuando causas


sustancialmente diversas tienen en común el título, el objeto o ambos; o cuando el
objeto o el título de una de ellas tiene con el título o el objeto de la otra una
relación tal que las decisiones que hubiesen de recaer en las distintas causas
deban tener el mismo fundamento, y éste no pudiera ser admitido o negado en
unas y viceversa, sin que exista contradicción y, eventualmente, imposibilidad de
ejecución.

En razón de esta vinculación estas cuestiones deben corresponder a la


competencia del juez que entiende en una de ellas, considerada la cuestión
principal, aún cuando la otra por su naturaleza o monto sea de la competencia de
otro juez.

El principio que fundamenta este desplazamiento de la competencia por


conexidad es el denominado Principio de continencia de la causa, según el cual
las pretensiones conexas entre sí deben debatirse en un mismo juicio y ser
decididas, en tanto sea posible, en una misma sentencia, v.g.: es competente para
entender en la tercería el juez de la ejecución, aunque aquélla por su cuantía
corresponda a otro juez; el juicio ordinario posterior al ejecutivo previsto en el Art.
471 CPC, debe promoverse ante el mismo juez que intervino en la ejecución; la
demanda reconvencional debe deducirse ante el juez de la demanda original,
según el Art. 238, inc. a) del CPC.

6.7. Fuero de Atracción: El fuero de atracción es una particular


cualidad de los procesos universales, es decir, de aquellos en que se tratan
cuestiones que afectan la universalidad de un patrimonio, a los efectos de su
transmisión o liquidación, para que todos los procesos que se vinculan con ése
patrimonio se tramiten y decidan ante el juez competente para conocer en el
proceso universal.
El fuero de atracción sólo procede en las demandas de contenido
patrimonial y tiene por finalidad facilitar la ordenada liquidación del patrimonio en
beneficio de todos los interesados y una correcta administración de justicia.

Los procesos universales que, de acuerdo con nuestra legislación,


ejercen fuero de atracción son: Sucesión, Disolución de la comunidad conyugal y
Quiebra.

6.7.1. Sucesión. Remisión: En las sucesiones es competente el juez


del lugar del último domicilio del causante (Art. 2449, 1a. p. CC). Véanse
comentarios al Art. 733 del CPC a los que me remito.

6.7.2. Disolución de la comunidad conyugal. Remisión: En este tipo


de juicio es competente el juez del último domicilio conyugal. Se considera último
domicilio conyugal el lugar en que por acuerdo de los cónyuges estos hacen vida
en común (Art. 14, 1er. p. Ley 1/92). Véanse comentarios al Art. 620 del CPC a
los que me remito.

6.7.3. Quiebra: Es competente para conocer de la quiebra el juez de


«primera instancia de la justicia común del lugar donde el deudor tuviese su
negocio, su sede social o su domicilio. Si tuviese varios establecimientos, lo será
el juez del lugar donde el deudor tenga la administración o negocio principal. En
el caso de que no tuviese ningún establecimiento o no pudiese determinarse el
lugar del asiento principal de sus negocios será competente el juez de su domicilio
real o el del legal, en su caso» (Art. 176 Ley 154/69).

Son de competencia del juez que entiende en la quiebra:

1) Las demandas contra el deudor respecto de sus bienes o contra la


masa, aún las ya iniciadas.

2) Las acciones de revocación.

3) Las acciones emergentes del concordato homologado.

4) Las acciones de restitución.

«Los juicios promovidos por o contra el fallido que tengan contenido


patrimonial serán continuados por el síndico o contra él. Se exceptúan los juicios
relativos a bienes o derechos cuya administración y disposición conserve el
fallido» (Art. 84 Ley 154/69).

La quiebra no ejercerá fuero de atracción sobre el juicio ejecutivo


prendario (Art. 2347 CC). Las ejecuciones hipotecarias promovidas por las
Sociedades de Ahorro y Préstamo para la vivienda no son atraídas por el fuero de
atracción de la quiebra, de acuerdo con el Art. 115 de la Ley 325/71.
7. JUSTICIA LETRADA: En lo que atañe a la justicia letrada, creada por
la Ley 879/81 (Código de Organización Judicial), el Art. 43, de conformidad en el
Art. 685, 3er. p. del CPC, previene:

«Los Juzgados Letrados conocerán, siempre que la cuantía de la


demanda no exceda del equivalente a trescientos jornales mínimo legal para
actividades diversas no especificadas en la Capital de la República, en los
siguientes juicios:

a) los asuntos civiles y comerciales y las demandas reconvencionales;

b) los juicios sucesorios; (derogado por el Art. 685, 2° p., in fine del
CPC); y

c) las demandas por desalojo, rescisión, cumplimiento, cobro de


alquileres y demás cuestiones vinculadas al contrato de locación.

Entenderán en todos los casos de informaciones sumarias de testigos»


(modificado por el Art. 685, 2° p. del CPC).

El Art. 685, 2o. p. del CPC al establecer la competencia por razón de la


materia de los jueces letrados, dispone: «Por razón de la materia, los jueces serán
competentes para conocer y decir en todos los asuntos civiles y comerciales y en
todos los casos de informaciones sumarias de testigos, a excepción de aquellas
que deban plantearse con motivo de juicios que no fueren de su competencia.
Son incompetentes para entender en los juicios de convocación de acreedores y
quiebras, los relativos a la posesión y propiedad del inmueble, salvo aquellos que
se planteen con motivo de una tercería de dominio, los juicios laborales, de
amparo, las cuestiones vinculadas al derecho de familia y los juicios sucesorios».

8. JUSTICIA DE PAZ: El Código de Organización Judicial (Ley 879/81)


modificó y derogó parcialmente la Ley de procedimientos para la Justicia de Paz
de 1.898, estableciendo las siguientes reglas de competencia:

«Los Juzgados de Paz en lo Civil, Comercial y Laboral conocerán:

a) de los asuntos civiles, comerciales o laborales en los cuales el valor


del litigio no exceda del equivalente de sesenta jornales mínimo legal para
actividades diversas no especificadas en la Capital de la República, con exclusión
de los que se refieran al estado civil de las personas, al derecho de familia,
convocación y quiebras, y acciones reales y posesorias sobre inmuebles, y
sucesiones;

b) de las demandas por desalojo, por rescisión de contratos de locación


que sólo se funden en la falta de pago de alquileres y de las reconvencionales,
siempre que en todos estos casos no se exceda de la cuantía atribuida a su
competencia; y

c) De las reconvenciones que se encuadren dentro de los límites de su


competencia» (Art. 57 COJ).

«Competerá además a los Juzgados de Paz en lo Civil, Comercial y


Laboral:

a) practicar las diligencias que les fueren encomendadas por los


Juzgados y Tribunales.

b) realizar el inventario de los bienes de las personas fallecidas sin


parientes conocidos o con herederos ausentes o menores de edad que no tengan
representantes legales, y disponer la guarda de los mismos.

c) certificar la existencia de personas y sus domicilios;

d) comunicar a los Juzgados Tutelares los casos de abandono material


o moral, malos tratos y orfandad de menores;

e) autenticar firmas; y,

f) Ejercer funciones notariales dentro de su jurisdicción, siempre que no


existan en ellas Escribanos Públicos con Registro» (Art. 58 COJ). Este inciso se
halla modificado por el Art. 1 de la Ley 903/96. (Ver Art. 107 del COJ).

Los Jueces de Paz en lo Civil, Comercial y Laboral conocerán de las


faltas e instruirán sumarios en los casos de comisión de delitos cuando en su
jurisdicción no hubiere Juez de Paz en lo Criminal o Juez de Instrucción (Art. 59
COJ).

El juez de paz del lugar en que se encuentren los bienes hereditarios


realizará el inventario y avalúo de los mismos, cuando el juez competente le
otorgue comisión al efecto (Art. 758 CPC).

9. CÓDIGO DE ORGANIZACIÓN JUDICIAL: Las principales reglas de


competencia se hallan establecidas en el Código de Organización Judicial (Ley
879/81 y su modificación por la Ley 963), cuyo texto se encuentra transcripto en el
Anexo al Tomo II de esta obra.

ART. 3.- CARÁCTER DE LA COMPETENCIA. La competencia


atribuida a los jueces y tribunales es improrrogable. Exceptuase la competencia
territorial, que podrá ser prorrogada por conformidad de partes, pero no a favor de
jueces extranjeros, salvo lo establecido en leyes especiales.
Antec.: CNC 3.- PM 3.- CPCC 2.-

Conc.: CFC 2; 4 al 8; 224, inc. a); 703.- COJ 6; 14; 16; 19.- CC 61; 62;
884, inc. c); 1560; 2346; 2347; 2449.- Ley 154/69 de Quiebras 176; 177.-
Tratado de Montevideo (1940) 56.- Ley 489/95 Orgánica del Banco Central del
Paraguay 2, 3er. p..- Ley 597/95 que aprueba el Protocolo de Buenos Aires sobre
Jurisdicción Internacional en Materia Contractual.-

1. PRINCIPIO DE LA IMPRORROGABILIDAD DE LA COMPETENCIA:


El precepto consagra el Principio de la improrrogabilidad de la competencia.
Siendo la jurisdicción un atributo de la soberanía, no pueden quedar sometidas a
la voluntad de las partes las cuestiones referentes a la competencia de los jueces
y tribunales.

1.2. Carácter: La competencia debe ejercerse por sus propios agentes y


no por representación o por mandato, salvo que exista expresa autorización de la
Ley.

Dentro de la competencia es un deber del agente ejercer sus


atribuciones, a diferencia de los derechos y obligaciones que pueden dejar de
ejercerse.

La competencia, por regla general, es una cuestión de orden público y


tiene carácter absoluto, salvo la territorial, que es relativa. Véase comentario al
Art. 2 del CPC, numeral 5.

2. PRORROGABILIDAD DE LA COMPETENCIA TERRITORIAL: La


prórroga de la competencia territorial es procedente tratándose de pretensiones
fundadas en derechos personales o reales. Conforme a la moderna doctrina
procesal también alcanza a la generalidad de los juicios, salvo aquellas cuestiones
en que la ley específicamente lo impida como sería el caso del Art. 2449 del C.
Civil para las sucesiones, por aplicación del fuero de atracción; la de los Arts. 2346
y 2347 del C. Civil para la Prenda con Registro y la de los Arts. 176 y 177 de la
Ley 154 de Quiebras.

3. PROHIBICIÓN LEGAL: La imposibilidad de la prórroga de la


competencia territorial a favor de jueces extranjeros se basa en el hecho de que la
soberanía nacional no podría permitirlo.

A los particulares les está vedado crear a su arbitrio jurisdicciones


territoriales o delegar las establecidas con arreglo a los principios de derecho
internacional ya que de admitirse, como sostiene PODETTI, implicaría sustraer por
ese medio de la competencia de los jueces nacionales asuntos que conforme a las
reglas de derecho nacional e internacional les corresponde.
4. TRATADO DE MONTEVIDEO: El Tratado de Derecho Civil
Internacional de Montevideo de 1940 en el Art. 56 admite la prórroga sólo en las
acciones personales de índole patrimonial.

5. TRATADO DE ASUNCIÓN: Por Ley No 597/95 el Paraguay aprobó el


Protocolo de Buenos Aires de fecha 5 de agosto de 1994 sobre Jurisdicción
Internacional en Materia Contractual. Dicho Protocolo forma parte integrante del
Tratado de Asunción por cuya virtud fue creado el Mercosur.

En la mencionada Ley se establece cuanto sigue:

«El presente Protocolo se aplicará a la jurisdicción contenciosa


internacional relativa a los contratos internacionales de naturaleza civil o comercial
celebrados entre particulares personas físicas o jurídicas:

a) Con domicilio o sede social en diferentes Estados Partes del Tratado


de Asunción;

b) Cuando por lo menos una de las partes del contrato tenga su


domicilio o sede social en un Estado Parte del Tratado de Asunción y además se
haya hecho un acuerdo de elección de foro a favor de un juez de un Estado Parte
y exista una conexión razonable según las normas de jurisdicción de este
Protocolo» (Art. 1, Ley 597/95).

«El ámbito de aplicación del presente Protocolo excluye:

1. Los negocios jurídicos entre los fallidos y sus acreedores y demás


procedimientos análogos, especialmente los concordatos;

2. Los acuerdos en el ámbito del derecho de familia y sucesorio;

3. Los contratos de seguridad social;

4. Los contratos administrativos;

5. Los contratos laborales;

6. Los contratos de venta al consumidor;

7. Los contratos de transporte;

8. Los contratos de seguros;

9. Los derechos reales» (Art. 2, Ley 597/95).


«En los conflictos que surjan en los contratos internacionales en materia
civil o comercial serán competentes los tribunales del Estado Parte a cuya
jurisdicción los contratantes hayan acordado someterse por escrito, siempre que
tal acuerdo no haya sido obtenido en forma abusiva» (Art. 4, Ley 597/95).

«En ausencia de acuerdo tienen jurisdicción a elección del actor:

a) Los jueces del lugar de cumplimiento del contrato;

b) Los jueces del domicilio del demandado;

c) Los jueces de su domicilio o sede social cuando demostrare que


cumplió con su prestación» (Art. 7', Ley 597/95).

«Las personas jurídicas con sede en un Estado Parte, que celebren


contratos en otro Estado Parte, pueden ser demandadas ante los jueces de este
último» (Art. 11, Ley 597/95).

6. LEY 489/95 ORGÁNICA DEL BANCO CENTRAL DEL PARAGUAY:


En virtud de esta Ley en los contratos internacionales de carácter económico o
financiero en los cuales sea parte, el Banco Central del Paraguay podrá
someterse al derecho o a tribunales judiciales o arbitrales extranjeros.

7. VÍAS PARA DENUNCIAR LA INCOMPETENCIA: La parte que


considera que la demanda ha sido promovida ante juez incompetente puede
deducir la excepción de incompetencia prevista en el Art. 224, inc. a) del CPC por
cualquiera de las dos vías establecidas en el Art. 8 del CPC: la declinatoria o la
inhibitoria.

8. DOMICILIO ESPECIAL: De acuerdo con el Art. 62 del C. Civil la


constitución de un domicilio especial en un acto jurídico implica la prórroga de la
competencia territorial. Es de advertir que el C. Civil utiliza en dicho Artículo la
expresión «jurisdicción», como sinónimo de competencia.

ART. 4.- PRÓRROGA EXPRESA O TÁCITA DE LA COMPETENCIA


TERRITORIAL. La prórroga puede ser expresa o tácita.

Será respecto del actor, por el hecho de haber entablado la demanda;


respecto del demandado, por haberla contestado o dejado de hacerlo, u opuesto
excepciones previas, sin articular la declinatoria.

Una vez prorrogada la competencia, queda definitivamente fijada para


todas las instancias del proceso.

Antec.: CNC 4.- PM 4.-


Conc.: CPC 2; 3; 5 al 7; 230.- CC 62; 884, inc. c).-

1. MODALIDADES: La primera parte de la norma establece las


modalidades que puede adoptar la prórroga de la competencia territorial: expresa
o tácita.

La prórroga expresa esta fundada en la conveniencia e interés de las


partes y en el supuesto de que todos los jueces de la República ofrecen idénticas
garantías para los justiciables, además de que con ello no se vulnera el orden
público.

La prórroga de la competencia territorial es comúnmente utilizada en


ciertos tipos de contratos, como los llamados de adhesión por la constitución de
un domicilio especial a tales efectos (Art. 62 CC).

La prórroga de la competencia territorial pueda concertarse incluso una


vez promovida la demanda, durante la sustanciación del proceso.

2. FORMA DEL ACUERDO: El convenio en el que se pacta la prorroga


de la competencia debe ser escrito y expreso, con la determinación precisa del
juez o tribunal a quien se someten las partes.

El acuerdo debe ser claro de suerte que no pueda dar lugar a dudas o
vacilaciones en su interpretación y aplicación.

3. FUNDAMENTO DE LA PRORROGA TACITA: La prorroga tácita se


funda en la presunción de que el actor por el hecho de promover la demanda ante
un cierto juez, que no es el competente, acepta la competencia del mismo.

En el caso del demandado, en que acepta la competencia del juez si


contesta la demanda o deja de hacerlo u opone excepciones previas sin articular
la declinatoria.

4. PRINCIPIO «PERPETUATIO IURISDICTIONIS»; La parte final del


Artículo sub examine consagra el Principio de la «perpetuado iurisdictionis», en
virtud del cual la competencia debe mantenerse firme y es inatacable una vez que
queda consentida o establecida. El Art. 230 del CPC establece al respecto: «Una
vez firme la resolución que desestime la excepción de incompetencia, las partes
no podrán argüir la incompetencia en lo sucesivo, ni podrá ser ella declarada de
oficio».

No obstante la vigencia del mencionado principio procesal, la


incompetencia absoluta puede articularse en cualquier etapa del proceso, v.g.:
cuestiones de exclusiva competencia de la Corte Suprema de Justicia.

Véase comentario al Art. 5 del CPC numeral 1.


ART. 5.- COMPETENCIA NACIONAL. La competencia del juez
paraguayo subsistirá hasta el fin de las causas iniciadas ante él, aunque cambien
durante el proceso las circunstancias que determinaron inicialmente su
competencia.

Antec.: CNC 5.- PM 5.-

Conc.: CPC 2; 4, in fine; 7; 230.- COJ 19; 20, 2° p..-

1. PRINCIPIO «PERPETUATIO IURISDICTIONIS»: Este artículo tiene


su fundamento en el Principio de la «perpetuatio ailactionis» (Ver comentario al
Art. 4 del CPC numeral 4), en cuya virtud todo proceso debe ser terminado donde
ha comenzado.

La situación de hecho existente y la legislación vigente en el momento


de la promoción de la demanda determinan la competencia del juez o tribunal, no
teniendo consecuencias a su respecto los sucesivos cambios que podrían
producirse en aquéllas.

Siendo así, la competencia del juez o tribunal es inatacable y debe


permanecer firme aunque varíen las circunstancias que la hayan fundado, v.g.:
variación del objeto litigioso o del domicilio del demandado.

Fiel al mencionado Principio el Art. 20, 2° p. del COJ, dispone: «El


cambio de domicilio o residencia del tutor o curador, o del menor o incapaz, no
altera la competencia».

ART. 6.- COMPETENCIA DE JUECES COMISIONADOS. Los jueces


comisionados para la práctica de diligencias determinadas, podrán resolver los
incidentes y peticiones que se plantearen con motivo de su realización. Los
recursos interpuestos contra las resoluciones dictadas por ellos se concederán sin
efecto suspensivo.

Antec.: CNC 6.- PM 7.- CPCC 3.-

Conc.: CN 247, 2° p..- CPC 2; 128 al 130; 265; 400, 2a. p.; 758.- COJ 6,
2° p..- Tratado de Montevideo (1940) 3; 4; 11.- Convenciones Interamericanas
de Panamá (1975).-

1. CARÁCTER DE LA COMPETENCIA: El carácter indelegable que


posee la competencia es de su misma esencia y naturaleza en razón de que
emana de la soberanía. Debe ser ejercida por quien se halla investido de esa
facultad y deber por la Constitución (Art. 247, 2° p. CN).

La competencia debe ser ejercida por sus propios agentes y no por


representación o por mandato, salvo que exista expresa autorización de la Ley.
En materia de competencia es un deber del agente ejercer sus
atribuciones, a diferencia de los derechos y obligaciones que pueden dejar de
ejercerse.

Véase el comentario al Art. 3 del CPC numeral 1.

2. ACTOS QUE PUEDEN REALIZAR LOS JUECES COMISIONADOS:


Es sabido que muchas veces el juez o tribunal competente no puede realizar por
sí mismo actos procesales de distinta índole que han de tener lugar fuera de su
circunscripción, tales como: notificaciones, diligenciamiento de pruebas, etc. En
estos casos debe valerse de otros jueces.

Dichos jueces, denominados jueces comisionados o exhortados, sólo


pueden realizar el acto o diligencia que precisamente se les encomienda y sin que
ello suponga delegación de competencia sino simple cooperación o auxilio judicial.

El juez comisionado debe limitarse a cumplir la solicitud (oficio o carta


rogatoria) dentro de los límites fijados por ella y no tiene más facultades que las
que el juez comisionante le delega o las que sean implícitas para la útil ejecución
de las medidas requeridas.

La facultad conferida por el Artículo sub examine a favor del juez


comisionado para conocer y decidir en los incidentes y peticiones que se
dedujeren, no obstante hallarse basada en el Principio de economía procesal, no
debe ser violatoria de las reglas mencionadas precedentemente.

3. EFECTO DEL RECURSO: La última parte de la norma al prever el


efecto no suspensivo del recurso, establece una excepción a la regla de que la
concesión de los recursos es con efecto suspensivo.

4. TRATADO DE MONTEVIDEO: De acuerdo con los Arts. 3 y 4 del


Tratado de Montevideo de 1940 los exhortes y cartas rogatorias deben estar
debidamente legalizados. Pero si se cursan por vía diplomática o por conducto
de los cónsules, no necesitarán legalización de firmas, de conformidad al Art. 11
del citado Tratado.

5. CONVENCIONES INTERAMERICANAS DE PANAMÁ: La República


del Paraguay tiene suscriptas y ratificadas las Convenciones Interamericanas de
Panamá acordadas durante la Primera Conferencia Interamericana Especializada
en Derecho Internacional Privado (CIDIP-I), convocada por la Organización de los
Estados Americanos (OEA) llevada a cabo en la Ciudad de Panamá del 14 al 30
de Enero de 1975, entre las que se encuentran las referidas a los Exhortes o
Cartas Rogatorias, Recepción de Pruebas en el extranjero y Régimen legal de los
Poderes a ser utilizados en el extranjero.
ART. 7.- DECLARACIÓN DE INCOMPETENCIA. Toda demanda debe
interponerse ante juez competente, y siempre que de la exposición del actor
resulte no ser de la competencia del juez ante quien se deduce, deberá dicho juez
inhibirse de oficio, sin más actuaciones, mandando que el interesado ocurra ante
quien corresponda, salvo lo establecido por los artículos 3° y 4°.

Antec.: CNC 7- PM 8.- CPCC 4.-

Conc.; CPC 2 al 5; 8; 34; 216; 224, inc. a); 230; 232.-

1. PRESUPUESTO PROCESAL: La competencia del juez o tribunal es


un presupuesto procesal, de allí que si no la tuviere en el caso concreto sometido
a su conocimiento debe inhibirse de oficio, de lo contrario no habría proceso válido
y las actuaciones serían nulas.

La competencia debe resultar claramente del escrito de demanda, no


siendo así el juez mandará que el actor exprese lo necesario a este respecto, de
acuerdo con el Art. 216, 2° p. del CPC.

2. OPORTUNIDADES PARA PRONUNCIARLA: El Artículo comentado


se refiere a la competencia por razón de la materia, valor o grado.

En cuanto a la competencia territorial ésta sólo podrá pronunciarse


cuando el demandado intervenga, quien, como dije al comentar el Art. 4 del CPC,
puede prorrogarla tácitamente al no denunciar la incompetencia. Esta es la
primera oportunidad que tiene el juez para declarar su competencia.

La segunda oportunidad tiene el juez al resolver la excepción de


incompetencia que puede oponer el demandado (Art. 224, inc. a) CPC). De allí
en más las partes no podrán discutir cuestiones de competencia como tampoco
podrá ser declarada de oficio de acuerdo con el Art. 230 del CPC.

3. EFECTOS DE LA DECLARACIÓN DE INCOMPETENCIA: La parte


final de la disposición en concordancia con el Art. 232, 1er. p. del CPC, establece
que declarada la incompetencia el interesado está facultado, si lo quisiere, para
promover de nuevo su demanda ante el juez tenido por él como competente y sin
perjuicio de que de resultar éste incompetente vuelva a producirse de nuevo el
fenómeno analizado.

4. DUDA SOBRE LA COMPETENCIA. REMISIÓN: Véase el


comentario al Art. 216 del CPC numeral 2 al que me remito.
SECCIÓN II

DE LAS CUESTIONES DE COMPETENCIA

ART. 8.- VÍAS PARA PROMOVERLAS. Las cuestiones de


competencia podrán promoverse por vía de declinatoria o de inhibitoria,
indistintamente.

En uno y otro caso, la cuestión sólo podrá promoverse antes de haberse


consentido la competencia de que se reclama.

Elegida una vía, no podrá usarse la otra.

Antec.: CNC 8.- PM 7.- CPCC 346, 1er. p.; 348,2o y 3er. ps.; 350.-

Conc.: CPC 2 al 7; 9 al 14; 216; 223; 224, inc. a); 230 al 232; 464; 703.-

1.- CUESTIONES DE COMPETENCIA: La competencia de los jueces y


tribunales es un presupuesto de la validez del proceso. De ello surge la
necesidad de resolver las situaciones en que se niega la facultad de un cierto juez
de conocer y decidir en un juicio determinado. Dicha circunstancia origina las
denominadas cuestiones de competencia, que tratan de evitar el nacimiento de un
proceso cuyas actuaciones puedan ser objeto de nulidad, produciéndose,
consecuentemente, un dispendio de la actividad jurisdiccional.

2.- VÍAS PROCESALES: El precepto establece las dos vías aptas para
lograr el objetivo enunciado:

2.1. La declinatoria: Debe promoverse como excepción previa ante el


mismo juez que comenzó a conocer la causa, pidiéndole la parte que lo considera
incompetente que así lo declare.

2.2. La inhibitoria: La parte debe presentarse ante el juez que crea


competente pidiéndole que se dirija al que estima no serlo para que éste se
declare incompetente.

3. DECLARACIÓN DE OFICIO: El juez puede, también, de oficio


declararse incompetente al promoverse la demanda (Arts. 7 y 216, 2o. p. del
CPC).

4. PROHIBICIÓN: La disposición comentada prohibe expresamente la


posibilidad del empleo simultáneo o sucesivo de la declinatoria e inhibitoria.
Siendo así, escogida una de las vías procesales no puede posteriormente ser
reemplazada por la otra, ni ser empleadas en forma sucesiva.
5. MEDIDAS CAUTELARES DICTADAS POR JUEZ INCOMPETENTE:
Las medidas cautelares decretadas por un juez incompetente serán válidas
siempre que hayan sido dictadas con arreglo a las disposiciones de este Código, y
sin que ello importe prórroga de su competencia para entender en el juicio que
deba iniciarse en adelante, de acuerdo con el Art. 703 del CPC.-

En el juicio ejecutivo si se declara la incompetencia el embargo trabado


se mantendrá con carácter preventivo durante quince días contados desde que la
resolución quede firme, si dentro de dicho plazo no se reiniciare la ejecución se
producirá la caducidad automática (Art. 464 CPC).

ART. 9.- OPORTUNIDAD PARA PROPONER LA DECLINATORIA O


LA INHIBITORIA. La declinatoria se sustanciara como las demás excepciones
previas, ante el juez que haya comenzado a conocer y, declarada procedente, se
estará a lo dispuesto por el artículo 7o.

La inhibitoria podrá plantearse hasta el momento de oponer excepciones


o de contestar la demanda, ante el juez que la parte considere competente,
cualquiera sea su fuero, debiendo presentarse copia de la demanda y de los
documentos acompañados a la misma.

Antec.: CNC 9.- PM 9.- CPCC 346, 2o. y 3er. ps.; 349.-

Conc.: CPC 7; 8; 10 al 14; 186 al 189; 222; 223; 224, inc. a); 229 al 232;
460, 3er. p.; 683, inc. f); 686, inc. b).-

1. OPORTUNIDAD PARA DEDUCIR LA DECLINATORIA: La


declinatoria se opone como excepción de previo y especial pronunciamiento,
dentro del plazo de dieciocho días para contestar la demanda, o reconvención, en
el proceso de conocimiento ordinario (Arts. 222; 223; 224, inc. a); 234 CPC)

En el juicio ejecutivo la excepción se debe oponer dentro de los cinco


días de notificada la citación para oponer excepciones (Art. 460, 3er. p. CPC).

En el Proceso de conocimiento sumario las excepciones dilatorias se


opondrán conjuntamente con la contestación de la demanda, pero serán resueltas
con carácter previo (Art. 683, inc. f) CPC).

En los Juicios de menor cuantía las excepciones dilatorias se opondrán


con la contestación de la demanda y, previo traslado, serán resueltas en la
sentencia definitiva, como primer punto de la misma (Art. 686, inc. b) CPC).

Si la excepción de incompetencia es declarada procedente, el


interesado podrá ocurrir ante el juez que corresponda y que él cree que será ahora
competente (Arts. 7, in fine y 233, 1er p. CPC).
2. OPORTUNIDAD PARA DEDUCIR LA INHIBITORIA: La garantía de
la defensa en juicio supone la posibilidad que tiene toda persona de ocurrir ante el
órgano jurisdiccional que él considera competente para que le imparta justicia.
Por ello, la inhibitoria se plantea ante el juez que el demandado estima
competente. Podrá hacerlo hasta el momento de oponer excepciones o de
contestar la demanda.

A diferencia de la declinatoria, en lugar de deducirse ante el juez que


comenzó a conocer la causa, la inhibitoria se promueve ante el juez que es
considerado competente por el demandado, pidiéndole que se dirija al que estime
no serlo para que éste se declare incompetente.

El demandado debe abstenerse de presentarse a tomar intervención en


el juicio iniciado ante el juez considerado incompetente, pues con ello consentiría
la competencia que esta negando al deducir la inhibitoria.

ART. 10.- TRÁMITE Y DECISIÓN DE LA INHIBITORIA. Entablada la


inhibitoria, el juez la hará saber al magistrado cuya separación de la causa se
reclama; correrá vista de ella al Agente Fiscal por tres días, y dentro del mismo
plazo resolverá la cuestión.

Si se declarare competente, librará oficio al otro juez, acompañando


testimonio del escrito en que se hubiese planteado la cuestión, del dictamen fiscal,
de la resolución dictada y de las demás actuaciones y documentos que estime
necesarios.

Solicitará, asimismo, a dicho juez que, separándose de la causa, le


remita los autos o, en caso contrario, los eleve al tribunal competente, conforme a
lo dispuesto en el artículo siguiente. La resolución del juez ante quién se planteo
la inhibitoria sólo será apelable si él se declárese incompetente.

Antec.: CNC 10.- PM 11.- CPCC 346, Ser. p.; 351; 352.-

Conc.: CN 259, inc. 9).- CPC 7; 8; 9, 2° p.; 11 al 14; 125, in fine; 395;
396.- COJ 28, inc. 2).- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3,
inc. h).-

1. FORMALIDADES: Al oponer la excepción de incompetencia


utilizando la vía de la inhibitoria ante el juez que la parte crea competente, en el
respectivo escrito deberá efectuar una relación de la causa, preferentemente
acompañando la copia del escrito de demanda y cualquier otro antecedente de
hecho o de derecho que sirva para fundamentar la competencia del juez ante
quien se deduce la excepción.

2. INTERVENCIÓN FISCAL: La intervención fiscal es obligatoria en la


inhibitoria.
3. CONTIENDA DE COMPETENCIA: La contienda de competencia se
puede producir en dos maneras: cuando ambos jueces se declaran competentes
para entender en la causa, en este caso la contienda es positiva o cuando ambos
jueces se declaran incompetentes, en cuyo caso la contienda de competencia se
denomina negativa.

3.1. Contienda positiva: La contienda de competencia positiva se


produce cuando en una cuestión de competencia planteada por vía inhibitoria, el
juez requerido se niega a separarse del conocimiento de la causa. En el incidente
de acumulación de procesos se plantea la contienda positiva cuando el juez
requerido no acepta la competencia del juez requiriente (Art. 125 CPC).

3.2. Contienda negativa: La contienda de competencia es negativa


cuando en una cuestión de competencia promovida por vía declinatoria ha
prosperado la excepción o mediando declaración de oficio del juez declarándose
incompetente para conocer la causa, el actor promueve nuevamente la demanda
ante otro juez, considerado por él competente, y éste también se declara
incompetente.

4. APELACIÓN: La resolución del juez ante quien se planteó la


inhibitoria será apelable si él se declara incompetente.

5. CONTIENDA DE JURISDICCIÓN: A diferencia de la denominada


contienda de competencia que supone una controversia exclusivamente entre
órganos del Poder Judicial, la llamada contienda de jurisdicción se refiere a un
conflicto entre un órgano jurisdiccional judicial y otro con jurisdicción no judicial en
el que ambos se consideran competentes para conocer un determinado asunto.

En los casos de contienda de jurisdicción debe entender en única


instancia la Corte Suprema de Justicia, conforme al Art. 28 inc. e) del COJ, que en
forma inapropiada y comprensivamente habla de contiendas de competencia
refiriéndose, también, a las contiendas de jurisdicción.

El Art. 259, inc. 9) de la Constitución atribuye a la Corte Suprema de


Justicia competencia para "entender en las contiendas de competencia entre el
Poder Ejecutivo y los gobiernos departamentales y entre éstos y los municipios."

Por su parte, la Ley que Organiza la Corte Suprema de Justicia le otorga


a la Corte atribución para: Conocer y decidir de conformidad con la ley, en única
instancia, en los conflictos de jurisdicción; en las contiendas de competencia entre
el Poder Ejecutivo y los Gobiernos Departamentales, entre éstos entre sí; entre los
Gobiernos Departamentales y las Municipalidades, y las suscitadas entre éstas.
Igualmente decidirá las contiendas de competencia entre los fueros civil y militar
(Art. 3, inc. h) Ley 609/95).

ART. 11.- TRÁMITE DE LA INHIBITORIA ANTE EL JUEZ


REQUERIDO. Recibido el oficio, el juez requerido correrá vista a la otra parte y al
agente fiscal por el plazo de tres días, y se pronunciará, dentro de tercero día,
aceptando o rechazando la inhibición.

Sólo en el primer caso su resolución será apelable. Ejecutoriada ésta


remitirá la causa al requiriente, emplazando a las partes para que comparezcan
ante él a ejercer sus derechos.

Si mantuviese su competencia, enviará en el día, sin otra sustanciación,


las actuaciones a la Corte Suprema de Justicia, para dirimir la contienda y lo
comunicará en el mismo plazo al requirente para que remita las suyas.

Antec.: CNC 11.- PM 12.- CPCC 354; 355.-

Conc.: CPC 2; 7; 8; 9, 2o. p.; 10; 12 al 14; 396.- COJ 28, inc. e).-

1. OPCIONES DEL JUEZ REQUERIDO. TRÁMITE: El precepto confiere


al juez requerido para que se inhiba de entender en el proceso dos posibilidades,
entre las que debe optar luego de correr vista la otra parte y al agente fiscal por el
plazo de tres días:

1.1. Aceptar el requerimiento: En esta hipótesis debe remitir los autos


al juez tenido por competente y emplazar a las partes rama que comparezcan ante
él a ejercer sus derechos. La resolución que dicte en este supuesto será apelable
en relación y con efecto suspensivo.

1.2. Rechazar el requerimiento: En este caso deberá en el día y sin


otra sustanciación elevar las actuaciones a la Corte Suprema de Justicia
comunicando lo actuado, también en el día, al juez que efectuó el requerimiento
para que éste, a su vez, remita las actuaciones producidas ante su juzgado a la
Corte Suprema de Justicia al efecto señalado en la ley.

2. FACULTAD DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: La Corte


Suprema, en uso de las atribuciones que le otorga el Art. 28, inc. e) del COJ,
dirime las contiendas de competencia que se suciten entre los jueces.

ART. 12.- TRÁMITE DE LA INHIBITORIA ANTE LA CORTE


SUPREMA DE JUSTICIA. Recibidas las actuaciones, la Corte correrá vista al
Fiscal General del Estado por tres días y resolverá la contienda dentro de los cinco
días siguientes. Devolverá las actuaciones al juez que declare competente e
informará al otro por oficio.

Antec.: CNC 12.- PM 13.- CPCC 357.-

Conc.: CPC 2; 9,2° p.; 10; 11; 13; 14; 134; 145.- COJ 63, inc. b).-
1. INTERVENCIÓN DEL FISCAL GENERAL DEL ESTADO: El
precepto dispone que una vez recibidas las actuaciones, la Corte correrá vista al
Fiscal General del Estado por el plazo de tres días perentorios e improrrogables
(Art. 145 CPC).

La intervención del Fiscal General del Estado, que también se halla


requerida en virtud del Art. 63, inc. b) del COJ, se entiende necesaria porque se
trata de una cuestión que afecta al orden público.

2. RESOLUCIÓN: El pronunciamiento de la Corte Suprema resolverá la


cuestión en definitiva, debiendo devolver las actuaciones al juez que haya
declarado ser el competente, informando lo resuelto al otro juez mediante oficio.

ART. 13.- SUSPENSIÓN DEL PROCEDIMIENTO. Desde que se


promueva la inhibitoria y hasta que se la decida, ambos jueces suspenderán el
procedimiento sobre lo principal, y sólo podrán ordenar medidas precautorias y
otras diligencias, de cuya omisión pudiera resultar perjuicio irreparable.

Antec: CNC 13-. PM 14.- CPCC 356.-

Conc: CFC 9, 2° p.; 10 al 12; 181; 691 al 706.-

1. FUNDAMENTO: La suspensión del proceso, que impone la norma


procesal, obedece a la circunstancia de que lo actuado ante el juez incompetente
sería nulo.

2. MEDIDAS PRECAUTORIAS: Los jueces sólo en casos urgentes y


graves, podrán otorgar medidas precautorias u ordenar diligencias a fin de
prevenir algún perjuicio irreparable para las partes.

ART. 14.- CONTIENDA NEGATIVA Y CONOCIMIENTO SIMULTÁNEO.


En caso de contienda negativa o cuando dos o más jueces se encontraren
conociendo de un mismo proceso, cualquiera de ellos, de oficio o a instancia de
parte, podrá plantear la cuestión de acuerdo con el procedimiento establecido para
la inhibitoria.

Antec.: CNC 14.- PM 15.- CPCC 359; 360.-

Conc.: CPC 9, 2o. p.; 10 al 13.-

1. CONTIENDA NEGATIVA Y POSITIVA. REMISIÓN: La contienda


negativa se produce cuando dos jueces se declaran incompetentes para conocer
la causa.
Cuando dos jueces se encuentran entendiendo un mismo proceso, la
contienda se denomina positiva. (Ver comentario al Art. 10 del CPC, numeral 3.,
al que me remito).

En ambos supuestos cualquiera de los jueces, de oficio o a instancia de


parte, puede plantear la inhibitoria que se resolverá por el trámite previsto en los
Arts. 10 al 13 del CPC.

2. FUNDAMENTO: La disposición procesal pretende evitar que se


produzca una privación de justicia, en la primera hipótesis; y en la segunda, el
despropósito que implica tramitar una misma cuestión ante dos jueces distintos
por el peligro que supone el probable dictado de dos sentencias contradictorias.
CAPITULO II

DE LOS JUECES

SECCIÓN I

DE SUS DEBERES Y FACULTADES

ART. 15.- DEBERES. Son deberes de los jueces, sin perjuicio de lo


establecido en el Código de Organización Judicial:

a) dictar las sentencias y demás resoluciones dentro de los plazos


fijados por la ley, decidiendo las causas según el orden en que se hayan puesto
en estado;

b) fundar las resoluciones definitivas e interlocutorias, en la Constitución


y en las leyes, conforme a la jerarquía de las normas vigentes y al principio de
congruencia, bajo pena de nulidad;

c) resolver siempre según la ley, sin que le sea permitido juzgar del valor
intrínseco o la equidad de ella;

d) pronunciarse necesaria y únicamente sobre lo que sea objeto de


petición, salvo disposiciones especiales;

e) asistir a las audiencias de prueba y realizar personalmente las


diligencias que este Código u otras leyes ponen a su cargo, con excepción de
aquellas en que la delegación estuviere autorizada;

f) dirigir el procedimiento, debiendo, dentro de los límites expresamente


establecidos por este Código:

1. concentrar, en lo posible, en un mismo acto o audiencia, todas las


diligencias que sean menester realizar;

2. vigilar que en la tramitación de la causa se obtenga la mayor


economía procesal; y

3. mantener la igualdad de las partes en el proceso; y

g) procurar, en cuanto sea compatible con el ejercicio de sus


atribuciones, especialmente en los juicios referentes a las relaciones de familia,
que los litigantes pongan término a sus diferencias mediante avenimiento
amigable. A este efecto podrán convocarlos a su presencia en cualquier estado
del juicio.
La infracción de los deberes enunciados en los incisos b), c), d) y e) de
este artículo, causará la nulidad de las resoluciones y actuaciones.

Antec.: CNC 15.- PM 16.- CPCC 50; 51; 60; 1er. y 2o. ps.; 64; 65; 216;
266.-

Conc.: CN 16; 46; 47; 132 al 137; 248; 250 al 255; 256, 2o. p..- CPC 7;
16 al 19; 23, in fine; 56, 2° p. 2a p.; 111 al 117; 153, inc. a); 156; 159; 160 al 163;
170; 216; 289, in fine; 313; 333, in fine; 337; 350; 364; 367; 371; 423; 563; 582;
632, inc. b); 692.- COJ 196 al 199; 232, inc. b); 233; 234; 236 al 239; 241.- CC 6,
2o. p..- CP 300 al 305; 113.- CPP 123.- Ley 1680/01 Código de la Niñez y la
Adolescencia 167.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3,
incs. a) in fine, c), e); 4; 20 al 25; 27.- Ley 834/96 Código Electoral 92; 93; 96, inc.
a); 151; 2o. p..- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 7; 10; 11; 19; 44;
46.- Ley 45/91 que establece el Divorcio Vincular del Matrimonio 5, 3er. p..-
Acordada No 10/95 que Reglamenta el funcionamiento de la Corte Suprema de
Justicia.-

1. EQUILIBRIO ENTRE LAS ATRIBUCIONES DEL JUEZ Y LAS


FACULTADES DE LAS PARTES EN EL PROCESO CIVIL: El Artículo consagra
un conjunto de principios y normas que establecen los deberes y derechos del
juez. Regula la actividad de éste en el proceso, con el objeto de preservar la
inviolabilidad de la defensa en juicio de las personas y de sus derechos y
garantizar el dictado de una sentencia justa.

El Código Procesal Civil sigue la tendencia de la ampliación de los


poderes del juez, con lo que se separa de la concepción anterior imperante
durante la vigencia del Código de Procedimientos Civiles y Comerciales de 1883,
el cual, como se sabe, tuvo su antecedente en la Ley de Enjuiciamiento Civil
Española de 1855 que consagraba la llamada corriente «privatista» de la Escuela
Clásica de filiación civilista que considera la litis como una cuestión de derecho
privado y el proceso un instrumento para la protección del derecho subjetivo.

La corriente «publicista» considera la litis como un fenómeno social cuya


solución interesa a la sociedad como garantía de una pacífica convivencia. Siendo
así, el proceso constituye un medio idóneo para la actuación del derecho objetivo
y en él el juez tiene facultades para conocer la verdad real y no quedarse sólo con
la verdad formal, para ello debe tener la posibilidad de dirigir el proceso a fin de
evitar que la mala fe o la negligencia desemboquen en un pronunciamiento injusto.

No obstante la ampliación de los poderes del juez en el proceso civil, no


puede llegar a menoscabarse los derechos de las partes, soslayando el Principio
de contradicción, esencial en el proceso civil, que se funda en los Principios de
igualdad de las partes y de imparcialidad del juez. En virtud de este último
Principio, el juez no puede asumir la posición de parte porque no sería imparcial al
reunir en si las calidades de parte y juez al mismo tiempo. A su vez, debe ser
imparcial, porque no debe tener ningún interés personal en la cuestión sometida a
su decisión y, también, debe ser independiente, vale decir, no subordinar su actuar
a la voluntad de las partes o de terceros. El proceso, dice CALAMANDREI, «se
hace con hombres y para hombres», habría que encontrar entonces el justo medio
aristotélico entre el juez espectador y el juez dictador, es decir, el juez director del
proceso. Se debe tratar de obtener un razonable equilibrio entre las atribuciones
del juez y las facultades de las partes.

2. CUMPLIMIENTO DE LOS PLAZOS LEGALES PARA DICTAR


RESOLUCIONES (inc. a)): El CPC establece en el Art. 162 los plazos para dictar
resoluciones: providencias, interlocutorias y sentencias definitivas, en
concordancia con el Art. 199 del COJ que impone a los jueces dictarlas dentro de
los plazos fijados en la ley y si así no lo hicieren la Corte Suprema de Justicia los
emplazarán a hacerlo dentro de un plazo perentorio, bajo apercibimiento de ser
suspendidos por quince días sin goce de sueldo, siendo la reincidencia en el curso
del mismo año causal de enjuiciamiento.

Para que lo aquí expresado pueda funcionar debidamente habría que


dar, también, cumplimiento a lo preceptuado en el Art. 197 del COJ, que dice:
«Los Jueces y Tribunales elevarán trimestralmente a la Corte Suprema de Justicia
un informe en el cual consignarán el número de los juicios y procesos iniciados y
finiquitados, y de las resoluciones y sentencias dictadas. Los jueces en lo
criminal deberán expresar en dicha relación el estado de los procesos».

Cuando se trata de dictar sentencia el juez debe respetar el orden en


que los juicios se han puesto en estado. No obstante, cuando mediare una
atendible razón de urgencia, como serían los casos de prestación de alimentos,
honorarios, cuestiones de competencia, medidas precautorias, interdictos e
incidentes, podrá excepcionalmente disponer la resolución preferente de estas
cuestiones alterando el orden querido por la ley.

La Corte Suprema de Justicia en ejercicio del poder de superintendencia


tiene atribución para dictar disposiciones para la ordenada tramitación de los
juicios y el pronunciamiento de los fallos en los términos de ley (Art. 232, inc b)
COJ).

3. DEBER DE FUNDAR LAS RESOLUCIONES (inc. b)): Los jueces


deben cumplir inexorablemente con éste imperativo que es de rango constitucional
en nuestro derecho positivo. El Art. 256, 2o. p. 1a. p. de la Constitución, dispone
«Toda sentencia judicial debe estar fundada en esta Constitución y en la Ley».

Ello es consecuencia del sistema democrático de gobierno en el que la


soberanía reside en el pueblo y los jueces administran justicia como depositarios
de parte de esa soberanía.

Los jueces no pueden ser irresponsables, se debe tener la posibilidad


cierta de controlar sus actos, su honestidad y su capacidad y una de las formas de
conseguirlo es imponiendo la motivación de las sentencias, por ello el principio se
halla consagrado en las Constituciones de los Estados democráticos.

La decisión no sólo debe ser justa sino que debe demostrar que lo es.
Debe - como quiere CALAMANDREI - justificar la razonabilidad de la orden frente
a los justiciables, en el sentido de que es derivación razonada del derecho vigente
y no el mero producto de la voluntad discrecional del juez.

El deber de fundar los fallos que tienen los jueces constituye una
garantía contra la arbitrariedad judicial, sancionada con la nulidad y pasible, en su
caso, de revisión por inconstitucionalidad.

4. RESOLVER CONFORME A LA LEY (inc. c)): Tiene su fundamento


en la máxima latina «dura lex sed lex», según la cual la misión del juez es aplicar
la ley, cualquiera sea su opinión particular que sobre ella pueda tener.

El juez debe juzgar de acuerdo con la ley, pero no le es dado juzgar la


ley. Ello no significa que deba siempre aplicar la ley literalmente, sino interpretarla
de acuerdo con los principios de hermenéutica jurídica. Pero donde la ley es
clara y precisa no caben interpretaciones que, en tales casos, sólo sirven para
desvirtuar el propósito del legislador.

El juez al aplicar la ley debe observar lo dispuesto en el Art. 137 de la


Constitución, que dice: «De la Supremacía de la constitución. La ley suprema de
la República es la Constitución. Esta, los tratados, convenios y acuerdos
internacionales aprobados y ratificados, las leyes dictadas por el Congreso y otras
disposiciones jurídicas de inferior jerarquía, sancionadas en su consecuencia,
integran el derecho positivo nacional en el orden de prelación enunciado.

Quienquiera que intente cambiar dicho orden, al margen de los


procedimientos previstos en esta Constitución, incurrirá en los delitos que se
tipificarán y penarán en la ley.

Esta Constitución no perderá su validez si dejara de observarse por


actos de fuerza o fuera derogada por cualquier otro medio distinto del que ella
dispone.

Carecen de validez todas las disposiciones o actos de autoridad


opuestos a lo establecido en esta Constitución». Esta norma concuerda con lo
dispuesto en el Art. 6, 2o. p. del C. Civil, que expresa: «Si una cuestión no puede
resolverse por las palabras ni el espíritu de los preceptos de este Código, se
tendrán en consideración las disposiciones que regulan casos o materias
análogas, y en su defecto, se acudirá a los principios generales del derecho».

5. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA (inc. d)): El juez debe observar el


Principio de congruencia que consiste en la obligada conformidad de la sentencia
con la demanda en cuanto a las personas, el objeto y la causa. El juez no puede
apartarse de los términos en que ha quedado planteada la litis en la relación
procesal. Como expresa el aforismo, el juez debe resolver «secundum allegata et
probata».

La decisión debe, además, resolver todas las pretensiones


fundamentales y conducentes a la solución del pleito; es decir, debe ser plena.

El Principio de congruencia se vulnera, causando la nulidad de la


sentencia, cuando el juzgador decide:

5.1. Ultra petita: otorgando al actor más de lo que pidió, excediéndose


en los límites de la controversia.

5.2. Citra petita: omitiendo resolver pretensiones o cuestiones que


deben ser objeto de fallo.

5.3. Extra petita: resolviendo sobre cuestiones no alegadas, o


modificando o alterando en aspectos esenciales las pretensiones de las partes.

6. PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN (inc. e)): En virtud de la vigencia del


Principio de inmediación se pretende que el juez tenga una permanente
vinculación con los sujetos y elementos que intervienen en el proceso, a los
efectos de conocer e interiorizarse personal y directamente de todo el material de
la causa.

En las audiencias se desarrolla una de las principales partes del proceso


una vez trabada la litis: la prueba. LASCANO dice que la asistencia personal del
juez a la audiencia tiene una importancia capital, y razón tiene pues si el juez no
ve y oye directamente a las partes, a los testigos, a los peritos, etc., no puede
adquirir la impresión directa y personal imprescindible para apreciar en su justo
valor los elementos de convicción producidos.

Pero bien se sabe que en la realidad la mayor de las veces se


quebranta el Principio de inmediación produciéndose una delegación indebida de
atribuciones, generalmente en el actuario o en otros funcionarios inferiores,
quienes son los que efectivamente llevan a cabo las audiencias. De este modo,
la asistencia del juez a las audiencias de prueba se convierte en excepción. No
obstante, la falta es sancionada por la ley con la nulidad del acto.

7. DIRECCIÓN DEL PROCESO (inc. f)): La norma otorga al juez, en


términos generales, la facultad de dirigir el proceso que, como anota LASCANO,
no sólo importa procurar que se observen los trámites legales, sino que se haga
en forma ordenada y eficiente para que se cumpla el fin del proceso.
7.1. Principio de concentración: El apartado 1 del inc. f), se basa en el
Principio de concentración, en virtud del cual la actividad procesal, sobre todo en
la recepción de las pruebas, se debe efectuar en una o en sucesivas audiencias, a
los efectos de que el juez adquiera una visión de conjunto que, al permitirle una
mejor apreciación de los hechos, influirá en la correcta decisión de la causa.

Concentración es lo opuesto a dispersión, en el que cada acto procesal


tiene un momento particular y las audiencias de prueba se realizan separadas e
inconexas entre sí.

7.2. Principio de economía procesal: El apartado 2. del inc. f), enuncia


la vigencia del Principio de economía procesal. CHIOVENDA considera este
principio como uno de los dos en los que se resumen todos los demás principios.

Conforme enseña GUASP el Principio de economía procesal gira en


torno a tres aspectos fundamentales: economía de tiempo, economía de esfuerzos
y economía de gastos.

7.3. Principio de igualdad: El apartado 3. del inc. f) se funda en el


Principio de igualdad, que tiene rango constitucional al estar consagrado en los
Arts. 46 y 47 de la Constitución que, respectivamente, establecen: «De la igualdad
de las personas. Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y
derechos. No se admiten discriminaciones. El Estado removerá los obstáculos e
impedirá los factores que las mantengan o las propicien.

Las protecciones que se establezcan sobre desigualdades injustas no


serán consideradas como factores discriminatorios sino igualitarios».

«De las garantías de la igualdad. El Estado garantizará a todos los


habitantes de la República:

1) la igualdad para el acceso a la justicia, a cuyo efecto allanará los


obstáculos que la impidiesen;

2) la igualdad ante las leyes;

3) la igualdad para el acceso a las funciones públicas no electivas, sin


más requisitos que la idoneidad, y

4) la igualdad de oportunidades en la participación de los beneficios de


la naturaleza, de los bienes materiales y de la cultura».

El derecho de igualdad se encuentra establecido como «desideratum»


del pueblo paraguayo en el Preámbulo de la Constitución, la cual es sancionada
«con el fin de asegurar la libertad, la igualdad y la justicia».
Para que se cumpla el fin del proceso -dice LASCANO- es necesario
empezar por colocar a las partes en un pie de perfecta igualdad.

Los litigantes sin excepciones deben hallarse en el proceso en absoluta


igualdad de condiciones. La tolerancia de cualquier desigualdad atenta contra los
Principios de defensa en juicio y de moralidad. El proceso -expresa
CARNELUTTI- debe estar fundado e inspirado en el criterio de igualdad
substancial y no solamente formal de las partes.

La igualdad en el proceso importa la necesidad ineludible de escuchar a


la otra parte de acuerdo con la máxima «auditur altera pars». Toda pretensión o
petición formulada por una parte debe ser debidamente comunicada a la contraria
para que preste su consentimiento o manifieste su oposición.

Escuchar a la otra parte es el principio que en el derecho


angloamericano y alemán se denomina «bilateralidad de la audiencia» y que se
resume en la frase de que cada uno debe tener «su día en el tribunal».

8. FACULTAD CONCILIATORIA DEL JUEZ (inc. g)): El juez posee la


facultad, no el deber, de procurar un avenimiento amigable, es decir, obtener la
conciliación de las partes.

La conciliación puede ser total o parcial en tanto la controversia se


elimine en todo o en parte. Al producirse la homologación de la conciliación por el
juez adquiere autoridad de cosa juzgada, conforme al Art. 170 CPC.

Como se sabe, el proceso sustituye la autotutela de los derechos.


Mediante él el Estado resuelve un conflicto, sin olvidar que todo proceso conlleva
una carga para la comunidad, y constituye para las partes una fuente de demoras,
incertidumbre y gastos mantener en vigencia la controversia hasta la sentencia.
Siendo así, es del interés de todos que se trate de lograr el avenimiento de las
partes en el litigio.

El auto que ordena el comparendo de conciliación es inapelable por


tratarse de una facultad privativa del juzgado y por no causar gravamen
irreparable.

9. NULIDAD: El 2° párrafo del precepto sanciona con la nulidad la


violación de los deberes establecidos en los incs. b), c) y d) del Artículo
comentado, sea en las actuaciones o en las resoluciones. Véanse los Arts. 111 al
117 y 313 del CPC.

ART. 16.- RESPONSABILIDAD CIVIL. El incumplimiento de los


deberes o el ejercicio irregular de las facultades que las leyes imponen u otorgan a
los jueces, los hará incurrir en responsabilidad civil.
La cosa juzgada o la preclusión no obstan a la demanda de
responsabilidad.

Antec.: CNC 16.- CPCC 59.-

Conc.: CN 39; 106; 136; 225; 253 al 256.- CPC 15; 44; 103; 788.- COJ
14, 2o. p.; 199; 232 al 234; 241.- CC 1833 al 1835; 1840; 1841; 1845; 1855 al
1857.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de Magistrados.- Ley 609/95 que
Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, incs. a), in fine, d); 4; 20 al 25; 27; 10.-

1. CONCEPTO: Se entiende por responsabilidad a la situación jurídica


derivada de una acción u omisión ilícitas, que consiste en el deber de reparar el
daño causado. Los jueces no están excluidos del principio en virtud del cual
todas las personas deben responder por sus actos. Los mismos no se hallan
exentos de responsabilidad, antes bien son tanto o más responsables que el
común de las personas en su carácter de funcionarios públicos.

La responsabilidad de los jueces deriva del incumplimiento de sus


deberes o del ejercicio irregular de sus facultades. En consecuencia, no son
responsables cuando su conducta se ha ajustado a lo que disponen las leyes.

El incumplimiento o el ejercicio irregular, el hecho o la omisión,


cualesquiera de ellos puede producir la responsabilidad. No es indispensable que
exista dolo, es decir, incumplimiento deliberado, basta la simple culpa o
negligencia para que se produzca la responsabilidad del juez, conforme a los
principios generales de la responsabilidad civil consagrados en nuestra legislación
en los Arts. 1833, 1834, 1842 y 1845 y ccdtes. del C. Civil.

El segundo párrafo de la norma, con toda lógica, dispone que la cosa


juzgada o la preclusión no obstan a la demanda de responsabilidad. Con esto el
legislador pretendió que sobre el tema no quede ninguna duda.

2. DISTINCIÓN: Corresponde distinguir la responsabilidad de los jueces


por los actos ejecutados con motivo del ejercicio de su función pública y los que
son ajenos a él.

En la primera hipótesis, el juez responde como funcionario público; en la


segunda, como simple particular. En aquélla, la responsabilidad personal del
funcionario es sin perjuicio de la responsabilidad subsidiaria del Estado, de
acuerdo al Art. 106 de la Constitución, que dispone: «Responsabilidad del
funcionario y del empleado público. Ningún funcionario o empleado público esta
exento de responsabilidad. En los casos de transgresiones, delitos o faltas que
cometieren en el desempeño de sus funciones, son personalmente responsables,
sin perjuicio de la responsabilidad subsidiaria del Estado, con derecho de éste de
repetir el pago de lo que llegase a abonar en tal concepto». Esta disposición
constitucional concuerda con lo dispuesto sobre el particular en el Art. 1845 del C.
Civil, que preceptúa: «Las autoridades superiores, los funcionarios y empleados
públicos del Estado, de las Municipalidades y de los entes del Derecho Público
serán responsables en forma directa y personal, por los actos ilícitos cometidos en
el ejercicio de sus funciones. Los autores y copartícipes responderán
solidariamente. El Estado, las Municipalidades y los entes de Derecho Público
responderán subsidiariamente por ellos en caso de insolvencia de éstos».

De acuerdo con el precepto constitucional la responsabilidad del


funcionario público funciona en primer término, y la del Estado en forma
subsidiaria, vale decir, en segundo lugar para garantizarla y hacerla efectiva en el
supuesto de que aquél no pueda resarcir el daño o sea insuficiente el
resarcimiento.

3. ACTOS EXENTOS: La solución de los pleitos, la valoración de la


prueba y la interpretación de la ley son materias opinables. Siendo así, no se
podría hacer responsables a los jueces de una decisión razonablemente fundada
en la Constitución y en la ley, de acuerdo a lo establecido en el Art. 256, 2o. p. de
la Constitución, aunque la misma haya sido objeto de recursos y revocada por
errónea por el superior.

Las injusticias o los errores que un juez pueda cometer en un proceso


deben ser corregidos del modo indicado en el Código Procesal: mediante los
recursos. Estos son los medios para impugnar las decisiones judiciales y
conseguir la reparación de los agravios y perjuicios ocasionados. En estos casos,
el juez no incurre en responsabilidad haya hecho o no uso el agraviado de esos
recursos.

No obstante, puede acontecer que el recurso no sea el remedio


apropiado en razón de que el mandato judicial ya se cumplió (v.g.: medidas
cautelares) o es improcedente porque la decisión es irecurrible (v.g.: resoluciones
de 2a. Instancia que no admiten recursos o de la Corte Suprema de Justicia). En
estos supuestos el juez incurrirá en responsabilidad civil por tratarse, en la primera
hipótesis, de un hecho consumado; o, porque la autoridad de la cosa juzgada o la
preclusión en su caso, en la segunda, impedirán la reparación del agravio en el
mismo proceso y, en consecuencia, el juez y el tribunal, en su caso, estarán
obligados a hacerlo.

Si se causa un daño ilegítimo, ni la cosa juzgada, ni la preclusión serán


impedimento para que se reclame la reparación y el resarcimiento.

4. COMPETENCIA: Las demandas resarcitorias deben ser promovidas


ante el fuero civil y comercial, que es el tenido por competente en estos casos.

El Código de Organización Judicial por su parte, dispone: En las


acciones contra funcionarios públicos, derivados del ejercicio de sus funciones,
será competente el juez de su domicilio legal (Art. 14, 2o. p. COJ).
5. RESPONSABILIDAD PENAL: Los jueces también están sujetos a la
responsabilidad penal derivada de la comisión de delitos calificados como tales en
el Código Penal y que pueden ser:

a) Delitos comunes.

b) Delitos comunes, agravados por la calidad de funcionario público,


v.g.: falsedad.

c) Delitos peculiares a los funcionarios públicos, v.g.: producción de


documentos públicos de contenido falso (Art. 250 CP), prevaricato (Art. 305 CP),
cohecho (Arts. 300 y 301 CP), exacción (Art. 312 CP), etc.

Las sanciones pertinentes seriaban proscriptas en el Código Penal,


siendo competentes los juzgados ordinarios de la justicia criminal.

6. RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA O DISCIPLINARIA: Lo


expresado precedentemente es sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria a la
que se hallan sometidos los jueces en virtud de los Arts. 259, inc. 1), 1er. p. de la
Constitución y 232 al 234 del COJ y que lo hacen pasibles de amonestaciones,
apercibimientos, multas hasta 30 jornales mínimos y suspensión temporaria que
no exceda de un mes.

7. ENJUICIAMIENTO DE MAGISTRADOS: La comisión de delito o el


mal desempeño de las funciones, definidas en la Ley 1084/97 que regula el
procedimiento para el enjuiciamiento y remoción de magistrados por el Jurado de
Enjuiciamiento de Magistrados, dará lugar al enjuiciamiento de los miembros de
los tribunales de apelación y de cuentas, de los tribunales electorales, de los
demás jueces y de quienes ejercen el Ministerio Público como agentes o
procuradores fiscales.

El texto de la Ley 1084/97 puede consultarse en el Anexo al Tomo II de


esta obra.

ART. 17.- FACULTADES DISCIPLINARIAS. Los jueces y tribunales


deberán sancionar en resolución fundada las faltas o incorrecciones que los
litigantes, sus abogados o procuradores u otras personas cometan en juicio, en el
diligenciamiento de sus mandatos u órdenes, o con motivo del ejercicio de sus
funciones, contra su autoridad o dignidad, contra el respeto debido a los
funcionarios, a los otros litigantes, sus representantes o patrocinantes. Además
de las sanciones previstas en el Código de Organización Judicial, los jueces y
tribunales mandarán tesar en los escritos presentados las palabras o frases
ofensivas o indecorosas, y excluirán de las audiencias a quienes las perturben con
su comportamiento incorrecto. Serán apelables el apercibimiento, la multa y el
arresto, conforme a lo dispuesto por el artículo 400, segundo párrafo (*). El
arresto sólo podrá ser domiciliario o cumplido en el local del juzgado tribunal.
Antec.: CNC 17.- PM 17.- CPCC 53; 54; 56; 57.-

Conc.: CN 256, 2° p. in fine.- CPC 15; 18; 23, in fine; 43; 53, inc. c); 67;
106; 119; 153; 395; 400, 1er. p..- COJ 94, 1er. p.; 232, incs. a) y c); 236; 237.-
Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de Magistrados 28.-

1. PRINCIPIO DE AUTORIDAD: Las facultades disciplinarias que la ley


otorga al juez tienen su fundamento en el Principio de autoridad de que se halla
investido por su posición de preeminencia en el desarrollo del proceso.

2. OBJETO: La potestad judicial se halla dirigida a sancionar la


conducta indebida en que pueden incurrir las partes, los auxiliares de la justicia y
demás personas en los procesos, que implique faltar al deber de respeto debido a
la autoridad o dignidad de los magistrados, funcionarios; litigantes y abogados,
como así también la alteración del buen orden y del decoro a los que debe
subordinarse la actuación de las personas ante los estrados judiciales.4

Estas facultades del juez tienen en mira garantizar el buen


funcionamiento de la administración de justicia. Las mismas no deben
confundirse con la atribución, que también tienen los jueces, para sancionar la
mala fe y el ejercicio abusivo del derecho, que analizaré al referirme al Art. 54 del
CPC.

3. ALCANCE: Las facultades disciplinarias deben ser ejercidas


prudentemente por los jueces y sin que impliquen menoscabar el derecho de
defensa.

El derecho de criticar las resoluciones judiciales que se consideren


injustas o erróneas tiene rango constitucional, en virtud de su consagración en el
Art. 256, 2o. p., in fine de la Constitución, que dice: "La crítica de los fallos es
libre.", y tampoco puede ser coartado ni menguado.

4. PALABRAS OFENSIVAS: Las palabras o frases ofensivas son


aquellas que persiguen una finalidad agraviante tanto respecto de los jueces
cuanto de la parte contraria, funcionarios o auxiliares.

Testar significar aquí tachar, borrar con el objeto de suprimir parte de lo


que se ha escrito. El juez puede disponer, en forma autónoma o conjuntamente
con otra medida disciplinaria, que se testen o borren las palabras o frases
ofensivas o indecorosas de los escritos presentados. Los tribunales superiores
tienen facultad para ordenar la medida con relación a escritos presentados ante
jueces inferiores.

Del mismo modo, el juez puede excluir de las audiencias a quienes las
perturben con su comportamiento incorrecto.
4
(*) El Art. 17 se remite al «Artículo 400, segundo párrafo» debiendo ser al primer párrafo del Art. 400 del CPC.
5. SANCIÓN. CARÁCTER: La determinación de la sanción o corrección
disciplinaria que corresponde aplicar en cada caso constituye una situación de
hecho que el juez debe apreciar según las circunstancias.

El juez no puede decretar otras sanciones disciplinarias distintas a las


establecidas en la ley y las mismas no tienen el carácter de pena con el alcance
establecido por el Código Penal.

Las sanciones se aplican, mediante resolución fundada, a los litigantes,


sus abogados o procuradores u otras personas que incurran en incorrecciones.

6. APELACIÓN: La apelación de las resoluciones que aplican sanciones


disciplinarias de apercibimiento, multa y arresto se otorga con efecto suspensivo.

Las sanciones disciplinarias no pueden cumplirse mientras no pueden


firmes, no obstante lo señalado en la norma que erróneamente se remite al
"artículo 400, segundo párrafo" cuando evidente y lógicamente debió serlo al
primer párrafo del Art. 400 del CPC.

7. CÓDIGO DE ORGANIZACIÓN JUDICIAL: El Art. 236 del COJ,


concordante con el precepto, establece: «Los Tribunales y Juzgados podrán
sancionar con apercibimiento, multas o arrestos, las faltas que los litigantes, sus
abogados o procuradores u otras personas cometan contra su autoridad o decoro
en las audiencias, en los escritos, en el diligenciamiento de sus mandatos u
órdenes, o en cualquier otra circunstancia con motivo del ejercicio de sus
funciones.

Las multas no podrán exceder de treinta jornales mínimo legal para


actividades diversas no especificadas en la Capital de la República ni el arresto de
veinte días. Este último podrá ser domiciliario.

Los Jueces de Paz podrán aplicar apercibimiento y multas hasta quince


jornales mínimo legal para actividades diversas no especificadas en la Capital de
la República.

El importe de las multas será depositado en el Banco Central del


Paraguay en una Cuenta especial abierta a la orden de la Corte Suprema de
Justicia, y destinado a mejoras en la administración de justicia».

Por su parte el Art. 232, incs. a) y c) del mismo Código, disponen: «La
Corte Suprema de Justicia ejerce superintendencia y potestad disciplinaria sobre
todos los Tribunales, Juzgados y demás oficinas del Poder Judicial.

La superintendencia comprende las siguientes atribuciones:


a) Dictar los Reglamentos internos de la Administración de Justicia, para
asegurar el orden, disciplina y buen desempeño de los cargos judiciales;

b) Cumplir y hacer cumplir dichos reglamentos y disposiciones;


establecer y aplicar medidas disciplinarias en los casos de infracción;».

ART. 18.- FACULTADES ORDENATORIAS E INSTRUCTORIAS. Los


jueces y tribunales podrán, aún sin requerimiento de parte:

a) remitir el expediente a la Corte Suprema de Justicia ejecutoriada la


providencia de autos, a los efectos previstos por el artículo 200 (*) de la
Constitución, siempre que, a su juicio, una ley, decreto u otra disposición
normativa pueda ser contraria a reglas constitucionales;

b) decretar que se traiga a la vista testimonio de cualquier documento o


el original, cuando lo crean conveniente, para esclarecer el derecho de los
litigantes, sea que se halle en poder de las partes o de terceros;

c) ordenar con el mismo objeto otras diligencias necesarias, respetando


el derecho de defensa de las partes;

d) exigir confesión judicial a cualquiera de los litigantes sobre hechos


que estimen de influencia en la causa y no resulten probados, o cualesquiera
explicaciones que juzguen pertinentes;

e) disponer en cualquier momento la comparecencia de los peritos o


testigos para interrogarlos acerca de sus dictámenes o declaraciones; y 5

f) ordenar cualquier pericia, informe, reconocimiento, avalúo u otras


diligencias que estimen necesarias.

Antec.: CNC 18.- PM 18.- CPCC 58; 178; 193.-

Conc.: CN 137; 247; 259, inc. 5); 260, inc. 1).- CPC 16; 289; 333; 337;
343; 350; 364; 367; 369; 371; 383; 432, in fine; 538; 550.- Ley 609/95 que organiza
la Corte Suprema de Justicia 3, inc. a); 11; 27.-

1 FACULTADES ORDENATORIAS: Las facultades de orden se


encuentran en el inc. a) de la norma, que exige al juez remitir el expediente a la
Corte Suprema de Justicia siempre que entienda que una ley, decreto u otra
disposición normativa es inconstitucional, a los efectos de que esta se pronuncie al
respecto, de conformidad al Art. 259, inc. 5) y al Art. 260, inc. 1), de la
Constitución. Este último dispone: «De los Deberes y Atribuciones de la Sala
Constitucional: 1) conocer y resolver sobre la inconstitucionalidad de las leyes y de
otros instrumentos normativos declarando la inaplicabilidad de las disposiciones
5
(*) El artículo 200 mencionado en la norma corresponde al Art. 260 de Constitución de 1992.
contrarias a esta Constitución en cada caso concreto y en fallo que sólo tendrá
efecto con relación a ese caso».

Cuando se habla de la «Supremacía de la Constitución» se quiere hacer


notar su carácter de norma primera y fundamental del ordenamiento jurídico, tal
como lo declara el Art. 137, 1a p., de la Constitución, que dice: «De la Supremacía
de la Constitución. La ley suprema de la República es la Constitución» y, en el
4o. p.: «Carecen de validez todas las disposiciones o actos de autoridad opuestos
a lo establecido en esta Constitución».

El juez antes de aplicar una norma para resolver un litigio debe hacer un
control de su adecuación a las normas constitucionales, si aquélla no se adecua o
en la duda debe remitir el expele a la Corte Suprema.

Siendo así, y como consecuencia del Principio de supremacía, los


jueces, cualquiera sea su fuero o jerarquía, y con motivo de los casos concretos
sometidos a su decisión deben preservar el orden jerárquico de las leyes,
subordinándolas a la Constitución, de conformidad al Art. 241, 1er. p. de la misma,
que dice: «De la función y composición. El Poder Judicial es el custodio de esta
Constitución. La interpreta, la cumple y la hace cumplir».

El control de constitucionalidad, función del Poder Judicial, se halla


encomendado en nuestro ordenamiento jurídico exclusivamente a la Corte
Suprema de Justicia a través de la Sala Constitucional prevista en el Art. 260 de la
Constitución y en los Arts. 11 al 13 de la Ley que Organiza la Corte Suprema de
Justicia (Ley 609/95).

Se consideran otras facultades ordenatorias de los jueces, v.g.:


habilitación de días y horas inhábiles, disponer la notificación por cédula de ciertas
resoluciones, convocar a los litigantes en los juicios de familia para procurar que
pongan término a sus diferencias, etc.

2. FACULTADES INSTRUCTORIAS: La facultad instructoria del oficio


se refiere a la potestad que tiene el juez de producir prueba en el proceso con
independencia de la voluntad de las partes.

Los incs. b), c), d), e) y f) se refieren a las denominadas «diligencias


para mejor proveer». En primer lugar, conviene resaltar, a los efectos de su
correcta interpretación y aplicación, que no queda derogado el Principio dispositivo
que rige nuestro proceso civil y que asigna a las partes y no a los órganos
jurisdiccionales la actividad necesaria para iniciar, impulsar, renunciar y terminar el
proceso.

Siendo así, debe tenerse presente la vigencia de dos principios que


limitan el ejercicio de estas facultades atribuidas a los jueces: el Principio del
derecho de defensa y el Principio de igualdad de las partes en el proceso.
La facultad de dirección del procedimiento que tiene el juez no importa
sustituirse en los derechos y cargas de las partes, consecuentemente no puede
suplir la omisión o negligencia de las partes reemplazando a éstas.

El juez o tribunal debe tratar de esclarecer el derecho de los litigantes,


pues como lo establecía la Ley 2 del Título IV de la Partida III «la verdad es cosa
que los juzgadores deben catar por sobretodas las otras cosas del mundo, e por
ende, cuando las partes contienden sobre algún pleyto de juyzio, deben los
juzgadores ser acuciosos en pensar de saber la verdad del, por cuantas maneras
pudiesen».

Pero ello no significa modificación del régimen de aportación de los


hechos ni de ofrecimiento y producción de la prueba en general, que constituyen
cargas de las partes; ni que el juez pueda probar hechos no invocados por las
partes, o introducir un nuevo punto en el debate.

La norma habla de «esclarecer el derecho de los litigantes» lo cual


supone la existencia de una duda, resultante de la insuficiencia del material
probatorio aportado por las partes, es decir, debe existir lo que se llama un
principio de prueba.

La facultad del juez para producir pruebas sólo se diferencia con la de


las partes por el origen, pero no en su producción, valoración y eventual
revocación cuando con ella se intenta suplir pruebas no ofrecidas o no producidas
por las partes. Las mismas pueden ordenarse en cualquier estado de la causa y
las veces que el juez estime necesario.

Al juez civil le esta vedado realizar una labor de investigación - propia


del juez penal - de allí que las facultades instructorias no pueden tener por objeto
suplir el error, la omisión ni la inactividad de las partes.

Una antigua jurisprudencia de nuestros tribunales dice: Es facultad


privativa de los jueces y tribunales disponer medidas para mejor proveer, pero no
deben estas ser decretadas para suplir la negligencia de las partes (Rep.
Laconich, p. 36).
SECCIÓN II

DE LAS INHIBICIONES Y RECUSACIONES

ART. 19.- DEBER DE EXCUSACIÓN. Los jueces deberán excusarse


cuando se hallaren comprendidos en alguna de las causas previstas por este
Código.

Antec.: CNC 19.- PM 19.- CPCC 326.-

Conc.: CN 16, 2a. p..- CPC 20 al 22; 586, 2o. p.; 783.- COJ 200 al 206.-
CPT 16.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de Magistrados 7; 9.- Ley 609/95 que
Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, inc. g); 10.- Ley 635/95 que
Reglamenta la Justicia Electoral 6, inc. e); 8; 12; 20; 42.- Ley 1879/02 de Arbitraje
y Mediación 14; 15.-

1. GARANTÍA CONSTITUCIONAL: El régimen legal previsto en esta


Sección del Código se funda en la garantía constitucional consagrada en el Art. 16
de la Constitución, de que toda persona tiene el derecho de ser juzgada por jueces
independientes e imparciales. La previsión legal está dirigida a evitar cualquier
sospecha sobre la objetividad de la actuación judicial.

2. EXCUSACIÓN. CONCEPTO: Excusarse significa apartarse el juez


espontáneamente del conocimiento de un proceso de su competencia, en razón
de existir una causa de impedimento legal.

La excusación constituye un deber pero también un derecho de todo juez.

3. RECUSACIÓN. CONCEPTO: La recusación es la facultad acordada a


las partes para, mediante su separación, impedir que un juez (o ciertos auxiliares
de la jurisdicción) intervengan en un proceso.

4. EFECTO: Tanto la recusación como la excusación provocan una


alteración en el régimen de la competencia de los jueces por razón del turno,
produciéndose un desplazamiento de la competencia.

5. ALCANCE: El precepto impone al juez el deber de apartarse


espontáneamente del conocimiento del proceso cuando se hallare comprendido
en alguna de las causas establecidas en el Art. 20 del CPC. Del mismo modo, el
Art. 21 del CPC le acuerda el derecho de hacerlo «cuando existan otras causas
que le impongan abstenerse de conocer en el juicio, fundadas en motivos graves
de decoro o delicadeza».

ART. 20.- CAUSAS DE EXCUSACIÓN. Es causa de excusación la


circunstancia de hallarse comprendido el juez, o su cónyuge, con cualquiera de las
partes, sus mandatarios o letrados, en alguna de las siguientes relaciones;
a) parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado, o del segundo
por afinidad;

b) interés, incluidos los parientes en el mismo grado, en el pleito o en otro


semejante, o sociedad o comunidad, salvo que la sociedad fuera anónima;

c) pleito pendiente, comprendidos dichos parientes;

d) ser acreedor, deudor o fiador;

e) ser, o haber sido, denunciante o acusador, o denunciado o acusado


ante los tribunales;

f) haber sido defensor, o haber emitido opinión o dictamen, o dado


recomendaciones acerca del pleito, antes o después de comenzado;

g) haber recibido el juez, su cónyuge, sus padres o sus hijos, beneficio de


importancia de alguna de las partes, antes o después de empezado el pleito,
presentes, dádivas o favores, aunque sean de poco valor;

h) ser o haber sido tutor o curador, o haber estado bajo la tutela o


cúratela;

i) amistad que se manifieste por gran familiaridad o frecuencia de trato; y

j) enemistad, odio o resentimiento que resulte de hechos conocidos.

Antec.: CNC 20.- PM 20, 1er. p..- CPCC 310.-

Conc.: CPC 19; 21; 22; 38; 39; 42; 352, 2o. p..- CPP 50.- Ley 1084/97 de
Enjuiciamiento de Magistrados 7.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de
Justicia 3, inc. g); 10.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 42.-

1. CARÁCTER DE LA ENUMERACIÓN: La norma procesal establece en


10 incisos los muy variados motivos que pueden dar lugar a la recusación o
excusación. La enumeración no es taxativa ya que el Art. 21 del CPC admite la
posibilidad de otros motivos de excusación y, por extensión, de recusación.

COUTURE distingue las causas que provocan una incapacidad absoluta


del juez («judex inhabilis») para intervenir en los asuntos de su competencia de las
que sólo provocan una sospecha o temor de imparcialidad («judex suspectus»).

2. ALCANCE: Las causales, según el precepto, se extienden también al


cónyuge del juez, mientras no se halle divorciado y comprende a las partes, sus
mandatarios o letrados.
3. PARENTEZCO (inc. a)): El parentezco se determina por las normas del
Código Civil establecidas en los Arts. 249 y siguientes. Debe incluirse también
aquí como causal válida el parentezco por adopción.

4. INTERÉS. SOCIEDAD (inc. b)): El interés en el pleito o en otro


semejante puede ser directo o indirecto y existe siempre que el juez o los
parientes comprendidos con él, puedan beneficiarse o perjudicarse con el
resultado del mismo. El precepto excluye a las sociedades anónimas
(asociaciones de capital) de la causal de excusación porque las mismas se
constituyen «intuitu rei» y no «intuitu personae».

5. PLEITO PENDIENTE, (inc. c)): Cualquiera sea la situación procesal del


juez, o la de sus parientes, como actor o demandado y la naturaleza del proceso.

6. ACREEDOR, DEUDOR O FIADOR (inc. d)): Las circunstancias


señaladas son personales, consecuentemente no incluye a los parientes.

7. DENUNCIA O ACUSACIÓN (inc. e)): La denuncia o acusación debe


versar sobre la autoría, complicidad o encubrimiento en la comisión de un delito,
cualquiera sea su naturaleza.

8. PREJUZGAMIENTO (inc. f)): Las circunstancias descriptas en este


inciso configuran la causal denominada «prejuzgamiento».

9. BENEFICIO (inc. g)): Se refiere no sólo a beneficios de orden material


sino cualesquiera otros que objetivamente apreciados puedan comprometer la
gratitud del juez.

10. TUTELA. CÚRATELA. ADOPCIÓN (Ínc. h)): A los supuestos


mencionados expresamente en el inciso debe agregarse el haber sido adoptante o
adoptado.

11. AMISTAD ÍNTIMA (Inc. i)): No basta la simple amistad consecuencia


de una relación de conocimiento.

12. ENEMISTAD MANIFIESTA (inc. j)): Deben resultar de actos directos


y manifiestos.

ART. 21.- OTROS MOTIVOS DE EXCUSACIÓN. El juez también podrá


excusarse cuando existan otras causas que le impongan abstenerse de conocer
en el juicio, fundadas en motivos graves de decoro o delicadeza.

Nunca será motivo de excusación el parentesco con otros funcionarios


que intervengan en cumplimiento de su deber.

Antec.: CNC 21.- PM 21.- CPCC 326.-


Conc.: CPC 19; 20; 22.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de Magistrados
7.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, inc. g); 10.- Ley
635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 42.- Ley 1752/01 que modifica la Ley
de Enjuiciamiento de Magistrados 14, inc. u).-

1. CARÁCTER: Las razones que puedan dar lugar a estos otros motivos
de excusación no son limitadas. Pueden adquirir los más variados matices en
razón de que, finalmente, serán la consecuencia de la mayor o menor sensibilidad
y estimación del juez en relación con las personas y el «thema decidendum».

Cuando la causal alegada haya sido la de decoro y delicadeza debe


fundarse en hechos y situaciones concretas y estar expresados en la resolución
respectiva, dispone el Art. 14, inc. u) de la Ley 1752/01.

2. OBJETO: El fin perseguido por la norma es asegurar a las partes el


máximo de imparcialidad.

ART. 22.- OBLIGACIÓN DE MANIFESTAR LA CAUSA DE LA


EXCUSACIÓN. El juez deberá manifestar siempre circunstanciadamente la
causa de su excusación. Si no lo hiciere, o si no fuere legal la invocada, el juez o
conjuez reemplazante deberá impugnarla, pasando directamente el incidente al
superior, quién lo resolverá sin sustanciación en el plazo de cinco días.

Antec.: CNC 22.- PM 23.- CPCC 326, 1er. p.-

Conc.: CPC 15, inc. b); 19 al 21; 24.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de
Magistrados 7.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, inc. g);
10.- Acordadas de fecha 7 de Junio de 1913 y 6 febrero de 1952.-

1. EXPRESIÓN DE LA CAUSA DE EXCUSACIÓN: La norma quiere que


el juez invoque concretamente la causa que traduce su separación del proceso,
consecuentemente debe detallar los hechos de los que resultará configurada
alguna de las causales previstas en la ley.

2. IMPUGNACIÓN: La segunda parte del Artículo establece el trámite en


el supuesto de que la excusación fuere impugnada por el juez o conjuez
reemplazante en los supuestos de que la resolución carezca de fundamentos o se
reputase ilegal la causa invocada.

3. COMPETENCIA: El juez o tribunal superior jerárquico es el competente


para entender en el incidente.

ART. 23.- PROHIBICIÓN DE DESIGNAR PROFESIONALES


COMPRENDIDOS EN CAUSAL DE EXCUSACIÓN. Fuera de las oportunidades
previstas en el artículo 27, las partes no podrán nombrar durante la tramitación de
la causa apoderados o patrocinantes que se hallaren respecto del magistrado en
una relación notoria para obligarle a inhibirse por cualquiera de las causas
enumeradas en el artículo 20.

Los Jueces y tribunales cancelarán todo nombramiento o patrocinio que


se haga, infringiendo esta prohibición.

Antec.: CNC 2.- PM 24.- Ley del 22 de Noviembre de 1890, 4o.-

Conc.: CPC 17; 20; 27.- COJ 236.-

1. FUNDAMENTO: La disposición trata de evitar que por este medio los


litigantes de mala fe, en forma maliciosa designen apoderados o letrados
comprendidos con el juez competente en alguna causal de excusación para, de
este modo, obligarlos a separarse de la atención de la causa. Mediante este
método los litigantes inescrupulosos tratan de producir una «cadena de
inhibiciones» para llegar a algún magistrado que consideran más dócil a sus
pretensiones, apartando del caso a aquellos que sean reconocidos y consagrados
como dignos.

2. SANCIONES: La medida que adopte el juez, consistente en la


cancelación del nombramiento o patrocinio, puede ir acompañada de otra sanción,
prevista en los Arts. 236 del COJ y 17 del CPC que estatuyen la posibilidad de
aplicar apercibimientos, multas y arrestos a las faltas que cometieren los litigantes,
sus abogados y procuradores en cualquier circunstancia con motivo del ejercicio
de sus funciones.

ART. 24.- RECUSACIÓN SIN EXPRESIÓN DE CAUSA. El actor o


demandado podrá recusar sin expresión de causa una sola vez en cada juicio a un
juez de primera instancia, de los tribunales de apelación y de la Corte Suprema de
Justicia.

Cuando sean varios los actores o los demandados, cualquiera de ellos


podrá usar de esta facultad. Su ejercicio no obstará a la recusación con causa.

Antec.: CNC 24.- CPCC 308.-

Conc.: CPC 20; 27; 586, 2o. p.; 783.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de
Magistrados 7.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, inc. g);
10.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 42, 2o. p.; 54.-

1. FUNDAMENTO: La recusación sin expresión de causa constituye una


garantía de imparcialidad respecto de situaciones de difícil previsión en el texto de
la ley. Tiene la loable finalidad de sustraer a los litigantes de la potestad de los
malos jueces.
2. LEGITIMACIÓN. PROCESOS EN QUE PROCEDE: La recusación es
una facultad inherente a la calidad de parte por lo que corresponde su ejercicio a
todo el que este investido de dicha calidad en el proceso principal o en los
incidentes y no sólo al actor o demandado, como en forma restrictiva pareciera
indicar el Artículo sub examine.

La recusación (sin o con expresión de causa) puede ser ejercida por los
representantes legales o apoderados de las partes, sin que sea necesario poder
especial o cláusula específica inserta en el poder general.

Procede, al igual que la recusación con causa, en toda clase de procesos


sean ellos contenciosos, voluntarios, ordinarios, ejecutivos, singulares o
universales.

3. LIMITACIÓN: El ejercicio del derecho de recusar sin expresión de


causa tiene los siguientes límites:

3.1. En relación a los jueces: En primera instancia y en los tribunales de


apelación: sólo un juez.

3.1.1. Inadmisibilidad: La Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de Magistrados,


la Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia, la Ley 1680/01 Código
de la Niñez y la Adolescencia y la Ley 635/95 que reglamenta la Justicia Electoral
prohíben expresamente la recusación sin expresión de causa de los miembros del
Jurado de Enjuiciamiento, de los ministros de la Corte Suprema, de los jueces y
miembros de los tribunales de la niñez y la adolescencia y de los magistrados del
fuero electoral, respectivamente.

Los secretarios únicamente podrán ser recusados por las causas


previstas en el artículo 20 del CPC (Art. 39 CPC).

3.2. En relación a los juicios: Una sola vez en cada juicio.

En el juicio de Amparo no procede la recusación, sin perjuicio del deber


de excusación que tienen los jueces (Art. 586, 2o. p. CPC).

3.3. En relación a la oportunidad procesal:

3.3.1. El actor, al entablar la demanda o en su primera presentación.

3.3.2. El demandado, en su primera presentación antes o al tiempo de


contestar la demanda, o de oponer excepciones en el juicio ejecutivo, o de
comparecer a la audiencia señalada como primer acto procesal.

4. CARÁCTER: La recusación sin expresión de causa es independiente


de la recusación con causa. De ello resulta que se pueda deducir cualesquiera
una de ellas, habiéndose hecho uso o no de la otra, mientras la intervención del
juzgado no esté consentida, salvo el caso de causal sobreviniente que siempre da
opción a deducir la recusación con expresión de causa.

ART. 25.- TRÁMITE Y OPORTUNIDAD DE LA RECUSACIÓN SIN


EXPRESIÓN DE CAUSA. Si el recusado fuese un juez de primera instancia,
inhibiéndose, pasará las actuaciones, sin más trámite, a más tardar dentro del día
siguiente, al juez que le sigue en orden de turno. El secretario de la causa podrá
pedir al juez recusado que lo separe también de ella, debiendo sustituirlo uno de
los secretarios del juez subrogante.

Si se tratare de un miembro del tribunal de apelación o de la Corte


Suprema de Justicia, se separará en la misma forma, y los autos pasarán al
Presidente del tribunal, o al Vicepresidente, en su caso, a los efectos
correspondientes.

Tanto en un supuesto como en otro, no se suspenderán el trámite, los


plazos ni el cumplimiento de las diligencias ordenas.

Esta facultad deberá ser ejercida en las oportunidades previstas en los


dos primeros párrafos del artículo 27.

Antec.: CNC 25.-

Conc.: CPC 24; 27; 38.- COJ 200 al 206.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento
de Magistrados 7; 9.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3,
inc. g); 10.-

1. TRAMITE: Si el recusado fuere un juez de primera instancia, el


precepto previene que se pasen las actuaciones (el expediente) sin más trámite «a
más tardar dentro del día siguiente», vale decir, el juez recusado debe apartarse
de seguir entendiendo en la causa .sonde se produjo la recusación en forma
inmediata; absteniéndose de seguir entendiendo en la misma.

El secretario del juez recusado tiene, a su vez, la facultad de solicitar a


éste que lo separe también de la causa. En este caso el mismo será
reemplazado por un secretario del juzgado del juez subrogante, con lo cual la
tramitación del proceso, sin duda, tendrá mayor celeridad.

Cuando la recusación se produce en la Corte o en un tribunal los autos se


deben pasar de inmediato al Presidente del órgano respectivo para que se pueda
cumplir con el trámite necesario para la pronta integración con el respectivo
sustituto.

2. EFECTO: El hecho de haberse producido la recusación no implica que


se suspenda el proceso. Por ello la norma previene que no se suspende el
trámite de la causa, los plazos ni el cumplimiento de las diligencias ordenadas por
el juez recusado.

3. OPORTUNIDAD: El cuarto párrafo del Artículo sub examine índica que


la recusación sin expresión de causa debe deducirse en las oportunidades que
señala el Art. 27 del CPC, en consecuencia:

3.1. El actor: Debe ejercer el derecho de recusar sin expresión de causa


al entablar la demanda o en su primera presentación.

3.2. El demandado: En su primera presentación, antes contestar la


demanda, o al oponer excepciones en el juicio ejecutivo, o con motivo de
comparecer a la audiencia señalada como primer acto procesal.

ART. 26.- CAUSAS DE RECUSACIÓN. Son causas de recusación las


previstas en el artículo 20.

En ningún caso serán causas de recusación los ataques u ofensas


inferidos al juez después que hubiese comenzado a conocer del asunto.

Antec.: CNC 26.- PM 26.- CPCC 310.-

Conc.: CPC 19 al 23; 24, in fine; 27 al 36; 586, 2a. p.- Ley 1084/97 de
Enjuiciamiento de Magistrados 7.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de
Justicia 3, inc. g); 10.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 42.

1. REMISIÓN: La disposición en su primer párrafo hace remisión expresa


a las causales de excusación previstas en el Art. 20 por lo que vale aquí lo
expresado en oportunidad del comentario al mencionado Artículo.

2. ALCANCE: El precepto, sin duda, hace alusión a la recusación con


expresión de causa, la cual, a diferencia de la recusación con expresión de causa,
puede ser ejercida las veces que las mismas sobrevengan o lleguen a
conocimiento de las partes en el curso del proceso. Tampoco se halla limitada en
cuanto al número de veces en cada juicio o en cuanto a uno sólo de los
integrantes de los órganos colegiados.

El derecho de recusar con expresión de causa puede ser ejercido las


veces que existan las causales de recusación previstas en la ley.

El derecho de recusar con expresión de causa no es excluyente del


derecho de recusar sin expresión de causa, como tampoco la recusación sin
expresión de causa excluye la recusación sin expresión de causa (Art. 24, in fine
CPC).
3. REQUISITOS: La causal de recusación debe ser invocada
concretamente, ser real, seria y no creada artificiosamente.

Los vicios procesales y los errores de hecho y de derecho de las


resoluciones, en que puede incurrir el juez, no constituyen causas de recusación,
pudiendo dar lugar a los recursos correspondientes.

4. ATAQUES U OFENSAS INFERIDOS AL JUEZ: La segunda de la


norma, previene el supuesto de que por este deleznable medio de atacar u
ofender al juez natural de la causa se pretenda maliciosamente apartarlo de su
conocimiento, con el objeto de obstaculizar el proceso o encontrar otro juez más
condescendiente.

La norma tiene similar sentido que la del Art. 23 del CPC ya comentado,
por lo que sirven también las apreciaciones vertidas en oportunidad del
tratamiento del mismo.

ART. 27.- OPORTUNIDAD. El actor deberá ejercer la facultad de recusar


al entablar la demanda o en su primera presentación; y el demandado, en su
primera presentación, antes o al tiempo de contestarla, o de oponer excepciones
en el juicio ejecutivo, o de comparecer a la audiencia señalada como primer acto
procesal.

Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales de apelación,


únicamente podrán ser recusados dentro de tercero día desde la notificación de la
primera providencia que se dicte.

Si la causal fuere sobreviniente, sólo podrá hacerse valer dentro de los


tres días de haber llegado a conocimiento del recusante y antes de quedar el
expediente en estado de sentencia.

Dentro del mismo plazo podrá recusarse al juez o miembro de un tribunal


que intervenga en el proceso en substitución de un magistrado recusado, cuya
designación se hará saber por cédula.

Antec.: CNC 27.- PM 27.- CPCC 308; 311.-

Conc.: CPC 20; 26; 28 al 36; 133, inc. 1).- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento
de Magistrados 7; 9.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3,
inc. g); 10.-

1. CARÁCTER: La norma hace referencia a la oportunidad procesal en


que debe ser deducida la recusación y el carácter preclusivo esta determinado en
el Art. 30 del CPC que, en su parte pertinente, dispone «si el mismo fuere
presentado fuera de las oportunidades previstas en el artículo 27, la recusación
será rechazada sin darle curso, por el tribunal competente para conocer de ella».
2. OPORTUNIDAD: El ejercicio de la recusación con expresión de causa
no se encuentra limitado a la primera presentación.

La finalidad del instituto autoriza a que una misma parte pueda deducirla
las veces que se produzcan alguna de las situaciones previstas en el Art. 20
(Véase comentario al Art. 26 del CPC, numeral.

3. LEGITIMACIÓN: Debe recordarse que la recusación es una facultad


inherente a la calidad de parte, de allí que corresponde su ejercicio a todo aquel
que con dicha calidad intervenga en el proceso.

Puede ser ejercida también por los apoderados o representantes legales,


sin necesidad de facultad o poder especial, por cuanto el poder conferido para un
juicio autoriza para ejercer todos los actos del proceso, salvo que en virtud de lo
establecido en el Art. 884 del C. Civil se requiera poder especial.

4. NOTIFICACIÓN: La última parte del Artículo establece que la


notificación de la resolución que designa el juez reemplazante que entenderá en el
juicio en sustitución del recusado o inhibido deberá practicarse por cédula, en la
forma proscripta en este Código. Consecuentemente, no corresponde la
notificación automática ni por ningún otro medio por tratarse de un mandato
expreso de la ley de conformidad al Art. 133, inc. 1) del CPC.

ART. 28.- TRIBUNAL COMPETENTE PARA CONOCER DE LA


RECUSACIÓN. La competencia para resolver la recusación de los jueces y
miembros de los tribunales, se regirá por lo dispuesto en el Código de
Organización Judicial.

Antec.: CNC 28.- PM 28.- CPCC 312; 313.-

Conc.: COJ 28, inc. g); 32, incs. c) y d).- Ley de Procedimientos para la
Justicia de Paz del 14 de Noviembre de 1.898.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de
Magistrados 7; 9.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, inc.
g); 10.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 6, inc. e).-

1. COMPETENCIA DE LA CORTE SUPREMA: La disposición remite la


cuestión a lo dispuesto en el Código de Organización Judicial, el cual dispone en
el Art. 28, inc. g) que la Corte Suprema de Justicia conocerá, en única instancia:
«de la recusación, de la inhibición e impugnación de inhibición de los miembros de
la misma Corte Suprema de Justicia, del tribunal de cuentas y de los tribunales de
apelación».

2. COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES DE APELACIÓN: Del mismo


modo el Art. 32 del citado Código expresa que los tribunales de apelación
conocerán, en sus respectivos fueros: «d) de las recusaciones e inhibiciones de
los mismos jueces», siendo los mismos los que el inc. c) establece: «Los jueces
de Primera Instancia, los jueces Letrados y los jueces de Instrucción».

3. RECUSACIÓN DE LOS JUECES DE PAZ: El juez de Primera Instancia


del respectivo fuero del juez de Paz recusado ejerce competencia para entender
en las recusaciones deducidas contra éste.

De acuerdo con el Art. 59 de la Ley s/n del 14 de noviembre de 1898 de


Procedimientos para la Justicia de Paz es competente para entender en los casos
de recusación de los jueces de Paz de la Capital el juez de Primera Instancia de
turno respectivo, a quien el juez recusado elevará los antecedentes, con el acta de
recusación y el informe que creyere debe dar al efecto.

ART. 29.- FORMA DE DEDUCIRLA. La recusación se deducirá ante la


Corte Suprema de Justicia o tribunal de apelación, cuando se tratare de uno de
sus miembros, o ante el juez recusado.

En el escrito se expresará la causa de la recusación y se propondrá y


acompañará, en su caso, toda la prueba de que el recusante intentare valerse. No
se admitirá la prueba confesoria.

Antec.: CNC 29.- PM 29.- CPCC 315; 316.-

Conc.: CPC 20; 26 al 28; 30 al 36; 187, 2o. p.; 219; 277.- Ley 1984/97 de
Enjuiciamiento de Magistrados 7; 9.- Ley 609/95 que organiza la Corte Suprema
de Justicia 3, inc. g); 10.-

1. ANTE QUIEN SE DEDUCE: El primer párrafo de la norma establece


ante que órganos judiciales se deduce la recusación distinguiendo si se trata de
los ministros de la Corte Suprema, de los miembros de los tribunales de apelación
o de los jueces.

Si se trata de la recusación de los miembros del tribunal de apelación


podrá producirse cuando los autos pasen a la cámara respectiva para la
resolución de algún recurso, sea que se trate de sentencia definitiva, auto
interlocutorio o providencia.

Ante la Corte Suprema de Justicia se deducirá la recusación dependiendo


de que se trate de una cuestión en que deba entender la misma en única
instancia, en cuyo caso debe ser en la primera presentación -salvo causal
sobreviniente- o con motivo de la interposición de algún recurso cuya resolución
compete a este órgano judicial.

2. FORMA: El segundo párrafo del precepto se refiere a la forma de la


presentación propiamente dicha, cuando ella se realiza con expresión de causa.
El recusante debe señalar el motivo de la recusación, a fin de que el juez recusado
se encuentre en condiciones de ejercer su defensa, y ofrecer, con el primer
escrito, toda la prueba de que intente valerse; la razón se encuentra en el hecho
de que el juez recusado, de acuerdo con el Art. 34 CPC, debe informar sobre los
hechos alegados.

3. PRUEBA: El recusante debe ofrecer y, en su caso, acompañar toda la


prueba de que intente valerse.

Los testigos no podrán ser más de cuatro por cada uno recusante y
recusado, conforme a lo estatuido en los Arts. 32 y 187 del CPC.

En cuanto a la prueba documental, si el recusante no la tuviere a su


disposición la deberá individualizar indicando su contenido, el lugar, archivo,
oficina pública o persona en cuyo poder se encuentre, de acuerdo con el Art. 219
del CPC.

El in fine de la norma declara inadmisible en rigor la prueba de absolución


de posiciones; en razón de que la confesión del recusado podrá producirse, o
resultar, (y será válida) en el informe que presente.

ART. 30.- RECHAZO SIN SUSTANCIACIÓN. Si en el escrito


correspondiente no se cumplieren los requisitos del artículo anterior, o si el mismo
fuere presentado fuera de las oportunidades previstas en el artículo 27, la
recusación será rechazada, sin darle curso, por el tribunal competente para
conocer de ella.

Antec.: CNC 30.- PM 30.- CPCC 316, 1er. p..-

Conc.; CPC 27 al 29.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de Magistrados 7;


9.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, inc. g); 10.-

1. RECHAZO «IN LIMINE»: El tribunal competente para entender en la


recusación debe rechazar «in limine» el pedido en los siguientes supuestos:

1.1. Cuando el escrito en que se deduce la recusación no contenga la


expresión de la causa de la recusación y tampoco se acompañe la prueba de que
el recusante intente valerse (Art. 29, 2o. p. CPC).

1.2. Cuando la presentación sea extemporánea, vale decir fuera de las


oportunidades previstas en el Art. 27 del CPC.

2. TRIBUNAL COMPETENTE: La norma se refiere en el in fine al tribunal


competente, debiendo entenderse por tal al órgano judicial unipersonal o
colegiado que de acuerdo con la ley ejerza competencia para conocer y decidir la
cuestión.
ART. 31.- RECUSACIÓN DE UN MIEMBRO DE LA CORTE SUPREMA
O DE UN TRIBUNAL DE APELACIÓN. Deducida la recusación en tiempo y
forma, si el recusado fuere un juez de la Corte Suprema, se le comunicará aquella,
para que dentro de tercero día informe sobre los hechos alegados, y se integrará
la Corte en la forma prescripta para la sustitución de magistrados, a fin de resolver
el incidente, sin perjuicio de que prosiga la instancia hasta llegar al estado de
sentencia.

Si el recusado fuere un miembro del tribunal de apelación, se remitirá a la


Corte, dentro de los tres días, el escrito de recusación, acompañado de un informe
sobre los hechos alegados. En este caso, si fuere necesario, se integrará el
tribunal en la forma prescripta por la ley, a objeto de que continúe la sustanciación
de la instancia, hasta llegar al estado de sentencia.

Si el recusado reconociere los hechos, la Corte lo tendrá por separado de


la causa, quedando integrado el tribunal con el miembro subrogante. Si los
negare, con lo que exponga se formará incidente que tramitará por expediente
separado.

Antec.: CNC 31.- CPCC 317; 318.-

Conc.: CPC 20; 26 al 30; 32 al 36.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de


Magistrados 7; 9.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, inc.
g); 10.- Acordadas No 4 de fecha 31 de enero de 1919 y No 9 de fecha 9 de junio
de 1964.-

1. CONDICIÓN DE ADMISIBILIDAD: El primer análisis que corresponde


realizar es que el escrito de recusación haya cumplido las condiciones de
oportunidad y forma, pudiendo ser rechazado «in limine», de acuerdo con el Art.
30 del CPC.

2. INFORME: La presentación debe ser comunicada al juez o jueces


recusados a fin de que presenten su informe escrito sobre las causas alegadas en
los plazos previstos, los que no son perentorios e improrrogables para los jueces,
de acuerdo con el Art. 145 del CPC, lo cual constituye, en este caso, una
imprevisión legal.

3. SUBSTANCIACIÓN DEL PRINCIPAL: Tanto ante la Corte Suprema de


Justicia como ante los tribunales de apelación la recusación de sus miembros no
implica que la causa principal se paralice. La misma debe continuar su trámite
con los restantes jueces hábiles, si existe mayoría absoluta. Por ello dispone el
Artículo: «si fuere necesario se integrará el tribunal».

El órgano judicial debe estar plenamente integrado en oportunidad de


pronunciarse en el incidente de recusación o en la cuestión principal.
4. SUBSTITUCIÓN: Para conocer el modo en que se debe realizar la
substitución de los ministros de la Corte Suprema y de los miembros de los
tribunales de apelación y de cuentas, consúltese las Acordadas No. 4 del 31 de
enero de 1919 y No. 9 del 9 de junio de 1964.

ART. 32.- APERTURA A PRUEBA. La Corte Suprema recibirá el


incidente a prueba por diez días. Recusante y recusado no podrán ofrecer más de
cuatro testigos cada uno.

Antec.: CNC 32.- PM 33.- CPCC 319.-

Conc.: CPC 20; 26; 28; 29; 33; 186; 187, 2o. p.; 314.- Ley 1084/97 de
Enjuiciamiento de Magistrados 7; 9.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema
de Justicia 10.-

1. CARÁCTER: De los términos de la norma se colige que el incidente de


recusación debe ser abierto a prueba. Consecuentemente no queda librado al
criterio judicial la apertura o no a prueba del incidente en los casos en que se haya
impugnado a alguno de sus ministros o a algún miembro del tribunal de apelación.

2. PLAZO: El plazo de prueba será de diez días perentorios, salvo la


correspondiente ampliación del mismo por razón de la instancia para las
diligencias que deban practicarse fuera del asiento del tribunal, de acuerdo con el
Art. 149 del CPC.

3. NÚMERO DE TESTIGOS: No podrán ser ofrecidos más de cuatro


testigos por cada uno recusante y recusado.

ART. 33.- RESOLUCIÓN. Vencido el plazo de prueba y agregadas las


producidas, se dará vista al recusante y recusado por tres días, en el orden
indicado, y se resolverá el incidente dentro de cinco días. La resolución que
recayere será irrecurrible.

Si la recusación fuese desestimada, la Corte lo hará saber al Tribunal


para que el recusado continúe entendiendo. Si se hiciese lugar a la recusación,
también lo hará saber para que siga entendiendo el miembro subrogante, en su
caso. Si no se hubiese integrado el Tribunal, se lo integrará en la forma prescripta
por la ley.

Antec.: CNC 33.- PM 34.- CPCC 321 al 325.-

Conc.: CPC 20; 26 al 29; 31; 32; 35; 387.- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento
de Magistrados 7; 9.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 10.-
1. VISTA: La vista que previene la norma se corre por orden al recusante
y al recusado a fin de que puedan formular las consideraciones que merezca la
prueba producida por ambos

2. CARÁCTER: La resolución de la Corte Suprema que decide el


incidente de recusación es irrecurrible, sea cual fuere el sentido de la misma. No
obstante es admisible contra ella el recurso de aclaratoria por motivos obvios y
dada la finalidad de dicho medio procesal.

3. EFECTOS: Los efectos de la resolución obviamente varían de acuerdo


con el sentido de la misma:

3.1. Si la Corte desestima la recusación, el recusado continúa


entendiendo en la causa.

3.2. Si la Corte Suprema hace lugar a la recusación, el tribunal queda


integrado o se lo integra, en su caso, con otro miembro denominado subrogante.

En ambos casos la Corte hará saber su decisión al tribunal para


procederse conforme a los términos de su decisión.

ART. 34.- RECUSACIÓN DE JUECES DE PRIMERA INSTANCIA.


Cuando el recusado fuere un juez, remitirá al tribunal de apelación, dentro de los
tres días, el escrito de recusación, acompañado de un informe sobre los hechos
alegados, y pasará el expediente, sin más trámite, al juez que le, sigue en orden
de turno, para que continúe su sustanciación. Igual procedimiento se observará en
caso de nuevas recusaciones.

Antec.: CNC 34.- PM 35.- CPCC 322.-

Conc.: CPC 20; 26 al 30; 35; 36; 219.- COJ 200; 201; 205.- Acordada No.
14 de fecha 20 de Agosto de 1964.- Acordada No 30 de fecha 7 de marzo de
1990.-

1. REQUISITOS: Como condición de admisibilidad el recusante debe


presentar la recusación por escrito ante el juez recusado. En dicho escrito debe
expresar la causa de la recusación, debiendo proponer y acompañar, en su caso,
toda la prueba de que intente valerse.

1. INFORME: El juez impugnado dentro del plazo de tres días de


deducido el incidente de recusación debe elevar los autos al tribunal de apelación
competente con un informe detallado y categórico sobre las causas que hayan
sido alegadas, acompañando el escrito de recusación presentado. La elevación
del incidente al superior corresponde aún en el supuesto de que el juez admita
como ciertas las causales invocadas porque el órgano competente para entender
y resolver la cuestión es el tribunal de apelación.
3. REMISIÓN DEL EXPEDIENTE: El juez recusado deberá, a su vez, de
inmediato y sin más trámite, remitir el expediente al juez que le sigue en orden de
turno, a fin de que este continúe con la tramitación de la causa principal porque
desde que se produjo la recusación queda impedido de intervenir en dicha causa.

Véase el comentario al Art. 39 del CPC numeral 4 en relación al Actuario


que debe continuar en la causa.

4. RECURSOS: En el supuesto de que el juez recusado se niegue al


elevar al superior el incidente o a remitir el expediente principal al juez que le sigue
en orden de turno, procederá la interposición del recurso de apelación, y en el
caso de ser denegado, el recurso de queja por recurso denegado.

5. SUBSTITUCIÓN: Consúltese la Acordada No. 14 del 20 de Agosto de


1964, sobre sustitución de jueces de la. Instancia. Véanse los Arts. 200, 201 y
205 del COJ en el Anexo al Tomo II.

ART. 35.- TRÁMITE DE LA RECUSACIÓN. Elevados los antecedentes,


el tribunal de apelación, siempre que del informe del juez resultare la veracidad de
los hechos, que configure causal de recusación lo tendrá por separado de la
causa.

Si los negare, el Tribunal podrá recibir el incidente a prueba, y se


observará el procedimiento establecido en los artículos 32 y 33.

Antec.: CNC 35.- PM 36.- CPCC 323.-

Conc.: CFC 29; 30; 32; 33.-

1. ADMISIBILIDAD: Elevados los antecedentes el primer estudio que


debe hacer el tribunal de apelación será constatar si se cumplieron los requisitos
de oportunidad y forma de la presentación, en caso contrario deberá rechazar sin
substanciación el pedido formulado, de acuerdo con lo prevenido en el Art. 30 del
CPC.

2. SEPARACIÓN INMEDIATA: Si del informe del juez recusado resultare


la veracidad de los hechos alegados por el recurrente como causal de recusación,
el tribunal deberá separarlo de la causa, quedando el expediente radicado ante el
juez subrogante.

3. APERTURA A PRUEBA. TRAMITE: En el caso que el juez recusado


negare las causales de recusación el incidente podrá ser abierto a prueba por el
término perentorio e improrrogable de diez días, con su correspondiente
ampliación en razón de la distancia en el supuesto previsto en el Art. 149 del CPC.
No podrán ofrecerse más de cuatro testigos por cada uno, recusante y
recusado (Art. 32 CPC). No es admisible la prueba de absolución de posiciones
(Art. 29, in fine CPC).

El procedimiento a ser observado en el caso de que el incidente se abra a


prueba, será el establecido en los Arts. 32 y 33 del CPC, a cuyos comentarios me
remito.

ART. 36.- EFECTOS. Si la recusación fuere desestimada, se hará saber


al juez subrogante, a fin de que devuelva los autos al juez recusado. Si fuere
admitida, el expediente quedará radicado ante le juez suborgante con noticia al
juez recusado, aunque con posterioridad desaparecieren las causas que la
originaron.

Antec.: CNC 36.- PM 37, 1er. y 2o. ps..- CPCC 324.-

Conc.: CPC 32 al 35.- COJ 200 al 203; 205.- Acordada No 30 de fecha 7


de marzo de 1990.-

1. RECUSACIÓN DESESTIMADA: Si la recusación fuere desestimada,


los autos serán devueltos al juez recusado para que éste continúe con la
tramitación del proceso, en razón de haber cesado la suspensión de su
competencia, producida con motivo de la recusación planteada.

2. ADMISIÓN: Si fuere admitida la recusación el juicio quedará


definitivamente radicado ante el juez subrogante, aunque posteriormente
desaparecieren las causas que motivaron la separación, esto en razón del
Principio «perpetuatio jurisdictionis» por cuya virtud la competencia una vez que
se encuentra consentida o establecida se mantiene firme e inalterable, siendo
inatacable.

De lo resuelto deberá notificarse al juez recusado.

3. SECRETARIA: En los casos de recusación admitida o inhibición de los


jueces, los actuarios deberán remitir los expedientes al juez subrogante, quien
determinará la secretaría de su juzgado en que radicará la causa (Acordada
30/90).
CAPITULO III

DE LOS SECRETARIOS

ART. 37.- DEBERES. Sin perjuicio de los deberes y obligaciones


establecidos por este Código y otras normas legales, los secretarios deberán:

a) remitir los expedientes a los representantes del Ministerio Público,


cuando legalmente proceda;

b) dejar constancia de los escritos cuando éstos fueren presentados


fuera de plazo o sin copias, si éstas son exigidas por la ley; y

c) suscribir certificados y testimonios ordenados por el juez.

Antec.: CNC 37.- PM 40.-

Conc.: CPC 16; 38; 39; 107; 118; 120, inc. c); 128; 129; 133, 2o. p.; 150;
153, inc. f); 155; 156, in fine; 175; 263; 290; 311; 368, 2o. p.; 379; 397, 2o. p.; 402,
1er. p.; 424; 451; 632, inc. b); 758; 789 al 791.- COJ 186; 187; 238; 239; 241.- CP
300 al 303; 313.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, inc.
h); 4; 20 al 25; 27.- Acordadas No. 6 de fecha 15 de Marzo de 1937 y No. 1 de
fecha 5 de Febrero de 1951.-

1. CONCEPTO: El secretario o actuario es el funcionario judicial que


tiene como principal cometido oficiar de auxiliar del juez, refrendando y
autenticando las actuaciones y ejerciendo la jefatura de la oficina judicial o
secretaría.

Etimológicamente el vocablo secretario deriva del latín «secretum-i»


(secreto) de allí que se lo conozca como confidente, depositario de secretos.

Los secretarios son los principales auxiliares de los jueces y tribunales,


constituyéndose en los colaboradores más importantes y directos de los mismos.

2. FUNCIONES: Las funciones de los secretarios están especificadas en


la ley, si bien es cierto que la mayor de las veces desempeñan indebidamente
funciones que exceden el marco de las mismas para de hecho participar de otras
v.g.: tomando declaraciones en audiencias llevadas a cabo en las secretarias por
ante sí, las cuales están heridas de nulidad.

Los principales actos que le están encomendados son los de


documentación, colaborando de este modo en la organización del proceso:
recepción de escritos poniendo los cargos, notificaciones, redacción de oficios,
custodia de los sellos, documentos y expedientes, foliar estos últimos, etc.
Les corresponde, a su vez, refrendar con sus firmas las actuaciones y
resoluciones del órgano judicial.

Tienen en el ejercicio de sus funciones responsabilidad propia y los


actos en los que participa con su firma constituyen instrumentos públicos de
acuerdo con el Art. 375, incs. b) y d) del C. Civil.

La norma comentada - como ella misma indica - debe ser completada


con las disposiciones de los Arts. 186 y 187 del COJ, que establecen:

Art. 186: «Los Secretarios son los jefes de sus respectivas oficinas y
tienen las siguientes obligaciones:

a) asistir diariamente a su oficina, mantenerla abierta para el servicio


público y permanecer en ella las horas indicadas en el horario respectivo;

b) recibir los escritos y documentos que presenten los interesados y


poner los cargos con designación de fecha, hora y si llevan firma de Abogado en
su caso, y otorgar los recibos respectivos siempre que fuesen solicitados;

c) presentar sin demora a los Jueces los escritos, documentos, oficios y


demás despachos referentes a la tramitación de los asuntos;

d) organizar y foliar los expedientes a medida que se formar:

e) asistir a las audiencias, acuerdos o informaciones orales,


consignando, en su caso, el tiempo de su duración y redactando las actas,
declaraciones, informes, notas y oficios;

f) dar cuenta a los jueces del vencimiento de los plazos que determinan
la prosecución de oficio de los asuntos o causas;

g) refrendar las actuaciones, providencias, resoluciones y sentencias


expedidas por los Jueces y Tribunales;

h) hacer saber las providencias, resoluciones y sentencias a las partes


que acudiesen a la oficina a tomar conocimiento de ellas, anotando en el
expediente las notificaciones que hicieren;

i) guardar la debida reserva de las actuaciones cuando lo requiera la


naturaleza de las mismas, o sea ordenada por los Jueces y Tribunales;

j) dar conocimiento de los expedientes o procesos archivados en sus


oficinas a las personas que, teniendo interés legítimo, lo solicitaren;
k) custodiar el sello de los Juzgados o Tribunales, así como los
documentos y expedientes que tuvieren a su cargo, siendo responsables de su
pérdida, uso indebido, mutilación o deterioro;

I) tener a su cargo la urna para sorteos y llevar en buen orden los libros
que prevengan los reglamentos;

II) intervenir en el diligenciamiento de las órdenes judiciales referentes a


la extracción de dinero u otros valores de los Bancos;

m) dar debido cumplimiento a las demás órdenes expedidas por los


Jueces o Tribunales; y,

n) Desempeñar las funciones indicadas en las leyes y acordadas».

Art. 187: «Los Secretarios tienen la obligación de presentar a la Oficina


de Estadística los documentos que deben anotarse en la misma.

Los expedientes o escritos se presentarán en la fecha expresada en los


cargos, y las sentencias definitivas o interlocutorias, se presentarán
inmediatamente después de firmadas y numeradas».

3. CADUCIDAD DE LA INSTANCIA: Es obligación del secretario en


cuya oficina radiquen los autos, dar cuenta al juez o tribunal respectivo que ha
transcurrido el plazo señalado en el Art. 172 del CPC, dispone el Art. 175, 2a. p.
del CPC.

Véanse las Acordadas No. 6 del 15 de Marzo de 1.937 que reglamenta


los nombramientos y permisos y No. 1 del 5 de febrero de 1.951 sobre la
redacción a máquina de los mismos.

4. INTERPRETACIÓN: El inc. b) de la norma procesal preceptúa que los


secretarios deberán «dejar constancia de los escritos cuando estos fueren
presentados fuera de plazo». Esta disposición debe concordarse con la del Art.
150 in fine, que establece que «no serán admitidos» los escritos que se
presentaren fuera del plazo, en el sentido de que esta última norma es la que debe
prevalecer y los secretarios deberán devolver los escritos extemporáneos
dejándose constancia de esta circunstancia en el expediente.

ART. 38.- EXCUSACIÓN. Los secretarios, si tuvieren algún motivo


legítimo de excusación, deberán manifestarlo al juez o tribunal, y éstos los
separarán de la causa, dando intervención a quien deba sustituirlo, sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo 25.

Antec.: CNC 38.- PM 41.- CPCC 327.-


Conc.: CPC 19 y sgtes; 37; 39.- COJ 204.- CPP 51.- Acordada N° 4 de
fecha 31 de Enero de 1919.-

1. REMISIÓN: Los secretarios, al igual que los jueces, deben separarse


por propia iniciativa de todos aquellos asuntos en que existan motivos de
excusación. La norma pretende que los litigantes tengan absoluta garantía y
tranquilidad en la tramitación de los procesos.

Se aplican aquí en lo pertinente las disposiciones del Código Procesal


Civil referidas a la excusación de los jueces. Consúltese, además, la Acordada
No. 4 de fecha 31 de Enero de 1.919 sobre substitución de magistrados y
funcionarios.

ART. 39.- RECUSACIÓN. Los secretarios únicamente podrán ser


recusados por las causas previstas en el artículo 20. Deducida la recusación, el
juez se informará sumariamente sobre el hecho en que se funda, y sin más trámite
dictará resolución, que será irrecurrible. En caso de que se haga lugar a la
recusación, el juez o tribunal dispondrá la intervención de quién deba sustituirlo.

Antec.: CNC 39.- PM 42.- CPCC 327.-

Conc.: CPC 20; 34; 37; 38.- COJ 204.- CPP 51.- Acordada No 30 de
fecha 7 de marzo de 1990.-

1. RECUSACIÓN CON EXPRESIÓN DE CAUSA: La recusación


permitida por la norma es sólo la que lleva la expresión de la causa que la motiva.
Siendo así, no se admite la recusación sin causa de los secretarios.

2. TRÁMITE: Deducida la recusación del secretario quedará de


inmediato separado del expediente, por la aplicación analógica del Art. 34 del
CPC, referida a los jueces.

La recusación del secretario no impide la tramitación de la causa, la cual


debe continuar su curso con el secretario reemplazante.

3. RESOLUCIÓN: La resolución que se dicte será irrecurrible, pero es


admisible el recurso de aclaratoria dado el fin práctico que persigue dicho remedio
procesal.

4. ACORDADA No 30/90: La Acordada de la Corte Suprema de Justicia


o
N 30 de fecha 7 de marzo de 1990, dispone que «los Señores Actuarios, en los
casos de recusación admitida o inhibición de jueces, deberán remitir los
expedientes al juez subrogante, quien determinará la Secretaría de su juzgado en
que radicará la causa».
TITULO II

DEL MINISTERIO PUBLICO Y DEL MINISTERIO DE LA DEFENSA


PUBLICA

ART. 40.- INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO. El Ministerio


Público ejerce la acción civil conforme con lo dispuesto por la Constitución y las
leyes. El juez que entiende en una causa en que deba ser parte un representante
de dicho Ministerio, dispondrá que se le notifique en la forma establecida por este
Código. La falta de intervención del Ministerio Fiscal en los procesos en que es
parte, acarreará, a su pedido, la nulidad de las actuaciones.

Antec.: CNC 40.- PM 43 al 45.-

Conc.: CN 136, in fine; 266 al 272; 274.- CPC 41 al 45; 111; 113, in fine;
118, 1er. p.; 134; 152.- COJ 61 al 69; 70 al 82; 238; 241.- CC 359.- CPP 52 al 57.-
Ley 1680/01 Código de la Niñez y la Adolescencia 162 al 164.- CM 235, incs. a) y
b); 236 y sgtes.; 318 y sgtes.- Ley 154/69 de Quiebras 178; 218.- Ley 45/91
Divorcio vincular 15.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3,
incs. c), e).- Ley 834/96 Código Electoral 96, inc. a).- Ley 635/95 que Reglamenta
la Justicia Electoral 21 al 24.- Ley 860 que modifica y amplía la Ley 879 Código
de Organización Judicial.- Acordada No 53 del 26 de noviembre de 1.985.-

1. CARÁCTER. FUNCIÓN: Nuestra Carta fundamental incorpora el


Ministerio Público al Poder Judicial con las características de una magistratura
particular, con autonomía funcional y administrativa. En el proceso civil cumple
una función de cooperación con la función judicial coadyuvando para su mejor
desenvolvimiento.

En la legislación y en la doctrina moderna la tendencia propende a la


eliminación de su actuación dentro del proceso civil, porque su función estaría
sobrepuesta a la judicial en razón de que los jueces tienen sus mismas facultades,
salvo el Ministerio Pupilar y el de Defensa Pública, pero no así en el proceso penal
en el cual se considera valiosa.

Los funcionarios que integran al Ministerio Público no tienen dentro del


proceso civil facultades de decisión, ya que ellas corresponden de manera
exclusiva al juez o tribunal.

La Constitución en el Capítulo III Poder Judicial, Sección IV, trata el


Ministerio Público, estableciendo su función y composición en el Art. 266, que
reza: «El Ministerio Público representa a la Sociedad ante los órganos
jurisdiccionales del Estado, y gozando de autonomía funcional y administrativa en
el cumplimiento de sus deberes y atribuciones. Lo ejerce el Fiscal General del
Estado y los agentes fiscales en la forma determinada por la ley.
En el Art. 268 de la Constitución se establecen sus deberes y
atribuciones del siguiente modo:

1) velar por el respeto de los derechos y de las garantías


constitucionales;

2) promover acción penal pública para defender el patrimonio público y


social, el medio ambiente y otros intereses difusos, así como los derechos de los
pueblos indígenas;

3) ejercer acción penal en los casos en que, para iniciarla o proseguirla,


no fuese necesaria instancia de parte, sin perjuicio de que el juez o tribunal
proceda de oficio, cuando lo determine la ley;

4) recabar información de los funcionarios públicos para el mejor


cumplimiento de sus funciones, y

5) los demás deberes y atribuciones que fije la ley.

2. DIVISIÓN: El Ministerio Público comprende: el Ministerio Fiscal, el


Ministerio de la Defensa Pública y el Ministerio Pupilar.

2.1. El Ministerio Fiscal: Este ministerio tiene varias ramas: Civil y


Comercial, Criminal, Laboral, del Menor, de Cuentas y Electoral. Esta división no
responde a una concepción distinta de sus funciones, sino a consideraciones
prácticas.

El Ministerio Fiscal en lo Civil y Comercial debe velar por el respeto de


las leyes que regulan la capacidad y el estado de las personas. También de las
reglas que determinan la competencia de los jueces y otras que afectan el orden
público y que, por ende, no pueden quedar al arbitrio de los particulares.

Para las atribuciones del Fiscal General del Estado y de los agentes
fiscales de cuentas, en lo civil y comercial, del trabajo, en lo criminal y de los
procuradores fiscales, véanse los Arts. 63 al 69 del Código de Organización
Judicial. El Art. 274 de la Constitución establece las fiscalías del fuero electoral lo
que se halla reglamentado en los Arts. 21 al 24 de la Ley 635/95 que Reglamenta
la Justicia Electoral. El Art. 218 de la Ley 154/69 dispone que en caso de
impedimento el Síndico General de Quiebras será sustituido por el Fiscal General
del Estado. La Acordada No 53 de fecha 26 de noviembre de 1985 establece que
en las circunscripciones judiciales del interior de la República la sindicatura en las
convocatorias de acreedores y quiebras es ejercida por los representantes del
Ministerio Público de su respectiva jurisdicción.
2.2. El Ministerio Pupilar: Se refiere a la representación de los
menores e incapaces en los procesos, el velar por sus personas, sus derechos y
sus bienes.

Se encuentra a cargo de los Auxiliares de la Justicia de Menores


previstos en el Art. 235, incs. a) y b) del Código del Menor (Ley 903/81) y de la
Dirección General de Protección de Menores, organismo administrativo
dependiente del Ministerio de Justicia y Trabajo, con las funciones y atribuciones
previstas en los Arts. 236 y sgtes., y 318 y sgtes., del Código del Menor (Ley
903/81).

2.3. El Ministerio de la Defensa Pública: Esta desempeñado por los


Defensores y Procuradores de Pobres, Ausentes e Incapaces mayores de edad,
los Abogados del Trabajo, los Defensores de Pobres en el fuero penal, y los
Auxiliares de la Justicia de Menores, según el Art. 70 del COJ. La Defensoría de
la Niñez y la Adolescencia depende del Ministerio de la Defensa Pública (Arts. 162
al 163 Ley 1680/01). Véanse los Arts. 70 al 82 del Código de Organización
Judicial.

3. NULIDAD: La omisión de la intervención del Ministerio Público


produce la nulidad de las actuaciones, que puede ser declarada en cualquier
estado del juicio. No obstante, se trata de una nulidad relativa -como son todas
las procesales- por lo que si el representante del ministerio no solicita su
declaración o si ratifica tácita o expresamente lo actuado queda subsanada.

4. NOTIFICACIÓN: Los representantes del Ministerio Público y


funcionarios judiciales, dispone el Art. 134 de este Código quedarán notificados el
día siguiente de la recepción del expediente en su despacho, sin perjuicio de los
otros medios de notificación estatuidos en este Código y que, también, son de
aplicación a los mismos (Art. 134 CPC).

ART. 41.- LOS PLAZOS PARA EL MINISTERIO PÚBLICO. El


Ministerio Público debe cumplir los actos procesales en los mismos plazos que las
partes, salvo disposición de leyes especiales.

Antec.; CNC 41.- PM 47.-

Conc.: CPC 40; 45; 134; 145; 147; 149 al 151.-

1. CARÁCTER: Los plazos son perentorios e improrrogables para las


partes y, también, para el Ministerio Público y demás funcionarios judiciales, de
acuerdo con el Art. 151 del CPC.

Los jueces son los únicos que escapan a esta regla general establecida
en el Art. 145 del CPC.
2. NOTIFICACIÓN: Los representantes del Ministerio Público y demás
funcionarios judiciales quedarán notificados el día siguiente de la recepción del
expediente en su despacho (Art. 134 CPC), sin perjuicio de los demás medios de
notificación legislados Código Procesal Civil y que se aplican también a los
mismos. Véase el comentario al Art. 151 del CPC.

ART. 42.- EXCUSACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO. Los


representantes del Ministerio Público podrán ser recusados y deberán excusarse
por las causas previstas en este Código para los jueces. El trámite será el
previsto para la recusación de los jueces.

Antec.: CNC 42.- PM 48.- CPCC 330.-

Conc.: CPC 19 al 30; 32 al 36; 40; 45.-

1. REMISIÓN: Por disposición expresa del presente Artículo se aplican a


los casos de excusación y recusación, con causa o sin expresión de ella, de los
integrantes del Ministerio Público las normas establecidas en este Código para los
jueces, a cuyas disposiciones y comentarios me remito.

2. COMPETENCIA: Al no existir normas expresas dentro del


ordenamiento jurídico vigente, atributivas de la competencia para entender y
decidir en las cuestiones de recusación de los miembros del Ministerio Público, por
interpretación sistemática y analógica de las normas de la Constitución, del Código
de Organización Judicial y del Código Procesal Civil, considero que la Corte
Suprema de Justicia es el tribunal competente para conocer la recusación del
Fiscal General del Estado y que los tribunales de apelación de sus respectivos
fueros son, a su vez, los competentes para entender en las recusaciones de los
miembros del Ministerio Fiscal, Ministerio de la Defensa Pública y Ministerio
Pupilar o de Menores.

ART. 43.- EJECUCIÓN DE MULTAS. La ejecución de las multas


impuestas por los jueces y tribunales, estará a cargo de los agentes fiscales,
quienes deberán iniciarla dentro de los treinta días de notificada la resolución firme
que las impuso.

Antec.: CNC 43.- PM 49.-

Conc.: CPC 17; 519; 520, inc b); 521 y sgtes..- COJ 233; 234; 236.-

1. LEGITIMACIÓN PROCESAL: La norma encarga a los agentes


fiscales que lleven adelante el respectivo proceso para el cobro de las multas
procesales aplicadas por los jueces y tribunales, dentro de sus atribuciones
legales, mediante su tramitación por el procedimiento establecido para la
ejecución de sentencias de tribunales paraguayos, previsto en el Capítulo I, Título
V, Libro III de éste Código.
El fiscal que debe tener a su cargo el ejercicio de la acción es el del
respectivo fuero del juez que impuso la multa.

2. COMPETENCIA: El juez competente para entender en la ejecución


será el juez de la causa.

3. PLAZO: El agente fiscal deberá promover la ejecución dentro del


plazo de treinta días contados desde que se haya notificado al afectado al pago la
resolución firme que impuso la multa.

4. CÓDIGO DE ORGANIZACIÓN JUDICIAL: Los Artículos del COJ, que


hacen relación al tema, establecen: «Los Tribunales y Juzgados podrán sancionar
con apercibimiento, multas o arrestos, las faltas que los litigantes, sus abogados o
procuradores u otras personas cometan contra su autoridad o decoro en las
audiencias, en los escritos, en el diligenciamiento de sus mandatos u órdenes, o
en cualquier otra circunstancia con motivo del ejercicio de sus funciones.

Las multas no podrán exceder de treinta jornales mínimo legal para


actividades diversas no especificadas en la Capital de la República ni el arresto de
veinte días. Este último podrá ser domiciliario.

Los Jueces de Paz podrán aplicar apercibimientos y multas hasta quince


jornales mínimo legal para actividades diversas no especificadas en la Capital de
la República.

El importe de las multas será depositado en el Banco Central del


Paraguay en una Cuenta especial abierta a la orden de la Corte Suprema de
Justicia, y destinado a mejoras en la administración de Justicia». (Art. 236 COJ).

Del mismo modo, el Art. 233 del COJ, dispone: «La Corte Suprema de
Justicia sancionará los actos ofensivos al decoro de la administración de Justicia,
la desobediencias de sus mandatos y la negligencia en el cumplimiento de sus
deberes de los Miembros de los Tribunales, Jueces, Defensores y empleados
subalternos, imponiéndoles medidas disciplinarias, que podrán consistir en
amonestaciones o apercibimiento, en multas hasta treinta jornales mínimo legal
para actividades diversas no especificadas en la Capital de la República y
suspensión temporaria que no exceda de un mes».

A su vez, el Art. 234 del citado COJ, prescribe: «Los Tribunal y


Juzgados en su respectivo orden jerárquico, podrán sancionar disciplinariamente
las mismas faltas. Los Jueces pueden ser pasibles de apercibimiento o multas
que no excedan de quince jornales mínimo legal para actividades diversas no
especificadas en la Capital de la República y los empleados subalternos de las
mismas sanciones o la de suspensión temporaria aplicada por la Corte Suprema
de Justicia».
ART. 44.- RESPONSABILIDAD POR DOLO O FRAUDE. Los
representantes del Ministerio Público serán civilmente responsables cuando, en el
ejercicio de sus funciones, procedieren con dolo o fraude.

Antec.: CNC 44.- PM 50.-

Conc.: CN 39; 106; 136; 255; 266.- CPC 16; 45.- COJ 235; 241.- CC
1834; 1845.- Ley 131/93 de Enjuiciamiento de Magistrados.-

1. DOLO O FRAUDE: Los representantes del Ministerio Público son


funcionarios públicos, precisamente judiciales, entendiéndose por estos a toda
persona que desempeña una función pública cualquiera sea su jerarquía.

El Art. 106 de la Constitución establece al respecto: «De la


responsabilidad del funcionario y del empleado público. Ningún funcionario o
empleado público está exento de responsabilidad. En los casos de
transgresiones, delitos o faltas que cometiesen en el desempeño de sus
funciones, son personalmente responsables, sin perjuicio de la responsabilidad
subsidiaria del Estado, con derecho de éste a repetir el pago de lo que llegase a
abonar en tal concepto».

Responden, en consecuencia, por el cumplimiento irregular de sus


obligaciones legales. El incumplimiento, puede ser por acción u omisión.

2. CULPA O NEGLIGENCIA: Resulta lógico sostener que de acuerdo


con los principios generales y las disposiciones legales existentes en la materia, la
responsabilidad civil de los representantes del Ministerio Público se extiende -
además de los casos de dolo o fraude- a los daños producidos por culpa o
negligencia.

Así como los sujetos del proceso están sometidos a la responsabilidad


aquiliana -que es la establecida en el Código Civil como regla general- los
funcionarios del Ministerio Público también lo están.

3. CUMPLIMIENTO DE ÓRDENES: Debe señalarse que la


circunstancia de que el funcionario público haya obrado en cumplimiento de
órdenes superiores, no excusa, en principio, su responsabilidad, pues cuando las
mismas han sido impartidas en violación de la ley no obligan al subordinado, y
menos aún en el caso de estos funcionarios ya que de acuerdo con el Art. 266 de
la Constitución, gozan de autonomía funcional y administrativa.

4. REMISIÓN: Téngase, en lo pertinente, por repetido en esta parte lo


comentado en oportunidad del tratamiento del Art. 16 de éste Código, acerca de la
responsabilidad civil de los jueces, al que me remito.
5. ENJUICIAMIENTO: Los que ejercen el Ministerio Público como
Agentes o Procuradores fiscales pueden ser enjuiciados por ante el Jurado de
enjuiciamiento de magistrados por la comisión de delitos o el mal desempeño de
las funciones definidas en la Ley 131/93 de Enjuiciamiento de Magistrados, cuyo
texto se encuentra, en el Anexo al Tomo II.

ART. 45.- REPRESENTANTES DEL MINISTERIO DE LA DEFENSA


PÚBLICA. Las disposiciones antecedentes serán aplicables en lo pertinente a los
representantes de la Defensa Pública.

Antec.: CNC 45.-

Conc.: CPC 40 al 44.-

1. REMISIÓN: El Ministerio de la Defensa Pública, conjuntamente con el


Ministerio Pupilar o del Menor y el Ministerio Fiscal integran el Ministerio Público,
siendo esta división fundada exclusivamente en razones de orden práctico y no en
consideración a sus funciones, de allí que las prescripciones del presente Título,
en lo pertinente, sean aplicables a sus representantes, por lo que la remisión a lo
que tengo expuesto al comentar cada uno de sus Artículos se impone en este
caso y así lo hago.
TITULO III

DE LAS PARTES, SUS REPRESENTANTES Y DE LOS TERCEROS

CAPITULO I

DE LAS PARTES

1. CONCEPTO: De acuerdo con la opinión doctrinaria más aceptada


parte es toda persona física o jurídica que en nombre propio, o en cuyo nombre,
pretende la actuación de una norma legal y aquél respecto del cual se formula la
pretensión.

GUASP dice que se considera parte «el que reclama y frente a quien se
reclama la satisfacción de una pretensión en un proceso determinado».
Consecuentemente, tiene calidad de parte quien como actor, demandado o tercero
interviniente, comparece ante los órganos jurisdiccionales peticionando una
sentencia favorable a su pretensión.

Me permito transcribir, por su indudable valor, lo que CALAMANDREI


expone sobre el particular: «Para entender el concepto de parte tal como, de
conformidad con la tradición, está acogido en nuestro derecho positivo, hay que
partir de esta premisa elemental: que la cualidad de parte se adquiere, con
abstracción de toda referencia al derecho substancial, por el sólo hecho, de
naturaleza exclusivamente procesal, de la proposición de una demanda ante el
juez: la persona que propone la demanda, y la persona contra quien se la
propone, adquieren sin más, por éste sólo hecho, la calidad de partes del proceso
que con tal proposición se inicia; aunque la demanda sea infundada, improponible
o inadmisible (circunstancias todas ellas que podrán tener efecto sobre el
contenido de la providencia), basta ella para hacer que surja la relación procesal
cuyos sujetos son precisamente las partes. Las partes son el sujeto activo y el
sujeto pasivo de la demanda judicial».

Más adelante agrega: «Las partes como sujetos de la relación procesal


no deben confundirse con los sujetos de la relación sustancial controvertida, ni con
los sujetos de la acción: si frecuentemente estas tres cualidades coinciden, toda
vez que el proceso se instituye precisamente entre los sujetos de la relación
sustancial controvertida, legitimados para accionar y para contradecir sobre ella,
puede ocurrir que la demanda sea propuesta por quien (o contra quien) en
realidad no esté interesado en la relación sustancial controvertida o no esté
legitimado para accionar o contradecir; y, sin embargo, aún en ese caso, quien ha
propuesto (o contra quien se ha propuesto) la demanda sin derecho o sin
legitimación, será igualmente parte en sentido procesal».

Posteriormente explica: «En efecto no hay que olvidar que, para


proponer una demanda en juicio, no es necesario que el proponente tenga
realmente el derecho que alega o la legitimación para accionar que afirma: en el
momento en que se inicia el proceso, el derecho y la legitimación son simples
afirmaciones, no todavía hechos comprobados, y el proceso se instruye,
precisamente, para llegar a comprobar si existe el derecho afirmado y si el sujeto
activo del proceso está o no legitimado para hacerlo valer. La relación procesal
se constituye y la calidad de parte se adquiere independientemente de la efectiva
existencia del derecho y de la acción: aun quien propone una demanda sobre una
relación sustancial inexistente o sobre una relación ajena frente a la cual está él
desprovisto de legitimación activa, o contra una persona que no es legítimo
contradictor en orden a aquella relación, da vida a una relación procesal en la cual
independientemente de la que habrá de ser la decisión de mérito, adquiere sin
más calidad de parte quien propone la demanda y la persona contra la cual se
propone».

Tiene calidad de parte quien interviene o figura en el proceso como


sujeto activo (actor) o pasivo (demandado) de una pretensión,
independientemente de que tenga o no el carácter de sujeto legitimado para obrar
o para contradecir en el concreto proceso de que se trate. ROSEMBERG dice:
«Actor es quien afirma el derecho material; y demandado aquel contra quien se lo
quiere hacer valer».

Lo que caracteriza a la parte es su sujeción a la relación procesal.


Siendo así, no reviste calidad de parte en el proceso el representante legal o
convencional porque no actúan en su interés sino en el de su representado.

2. CAPACIDAD PARA SER PARTE: La capacidad para ser parte


consiste en la aptitud que tiene una persona para ser titular de derechos y deberes
procesales. La capacidad para ser parte coincide con la capacidad de derecho.

Tiene esta capacidad toda y cualquier persona, física o jurídica. La


primera, desde su concepción hasta su muerte y la segunda, sea de derecho
público o privado, desde que adquieren personalidad hasta su disolución. Cabe
aclarar que algunos entes sin personalidad pueden actuar en juicio, v.g.: simples
asociaciones, masa de la quiebra, etc.

3. CAPACIDAD PROCESAL (Legitimatio ad processum): La


capacidad procesal es la aptitud para realizar personalmente o por medio de un
mandatario convencional actos procesales válidos. La capacidad procesal es
coincidente con la capacidad de hecho.

De lo expresado surge que la capacidad de la persona constituye un


presupuesto de validez del proceso, por ello si falta esta capacidad puede
oponerse la excepción previa de falta de personería (Art. 224, inc. b) CPC).

4. LEGITIMACIÓN PROCESAL (Legitimatio ad causam): La


capacidad para ser parte y la capacidad procesal constituyen aptitudes jurídicas
genéricas que habilitan para intervenir en cualquier proceso. No deben
confundirse con la legitimación procesal que es la condición jurídica específica
referida a la concreta materia sobre la que versa el proceso. La falta de
legitimación fundamenta la oposición de la excepción de falta de acción (Art. 224,
inc. c) CPC).

5. TERCEROS: Se denominan terceros a todos los sujetos que de


alguna forma intervienen en el proceso sin obstentar la calidad de parte.

Pueden distinguirse dos clases de terceros:

5.1. Aquellos que son absolutamente extraños al proceso, vg.: testigos,


peritos, rematadores, tasadores, etc.

5.2. Los que se encuentran expuestos a ser alcanzados por los efectos
del proceso. Estos últimos pueden participar en el curso del mismo,
espontáneamente o a raíz de una citación judicial, en cuyo caso se convierten en
partes procesales.

6. IMPORTANCIA: La innegable importancia práctica del concepto


«parte» queda patente cuando lo relacionamos con la recusación de los jueces y
magistrados, la litispendencia, la cosa juzgada, las costas procesales, la prueba
de confesión, etc.

ART. 46.- COMPARECENCIA EN JUICIO. La comparecencia en juicio


se regirá por lo dispuesto en el artículo 87 del Código de Organización Judicial.
Las personas jurídicas sólo podrán intervenir mediante mandatario profesional
matriculado.

Antec.: CNC 46.- PM 51.- CPCC 9; 10.-

Conc.: CPC 47; 57; 58; 73; 224, inc. b).- COJ 87; 88.- CC 28 y sgtes.; 91
y sgtes..- Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores 6.-
Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 40; 41.-

1. CONCEPTO: Se entiende por comparecencia al hecho de


presentarse ante los órganos de la jurisdicción con ocasión del proceso o de algún
acto del mismo.

2. DERECHO DE COMPARECER: Toda persona tiene el derecho de


comparecer ante el órgano jurisdiccional para defender sus derechos.

2.1. Si tiene capacidad de hecho, la cual, de acuerdo con el Art. 36 del


C. Civil, «consiste en la aptitud legal de ejercer uno por sí mismo o por sí solo sus
derechos. Este Código - continúa la norma - reputa plenamente capaz a todo ser
humano que haya cumplido veinte años de edad y no haya sido declarado incapaz
judicialmente» -, podrá hacerlo:
2.1.1. Personalmente con patrocinio de abogado, conforme al Art. 87,
1ª. p. del COJ, que expresa: «Toda persona física capaz puede gestionar
personalmente en juicio, bajo patrocinio de abogado, sus propios derechos y los
de sus hijos menores, cuya representación tenga»; o,

2.1.2. Delegando esa intervención en un tercero que actúa en su


nombre y representación (Representación convencional).

2.2. Si se trata de un incapaz de hecho, que son aquellos que el Código


Civil enumera en los Arts. 37: «Son absolutamente incapaces de hecho: a) las
personas por nacer; b) los menores de catorce años de edad; c) los enfermos
mentales; y d) los sordomudo; que no saben darse a entender por escrito, o por
otros medios», y 38: «Tienen incapacidad de hecho relativa, los menores que
hayan cumplido catorce años de edad y las personas inhabilitadas judicialmente»-,
la ley manda que intervenga en su nombre y representación su representante
legal.

Dicho representante de este modo viene a integrar la capacidad del


incapaz de hecho (Representación legal o necesaria).

3. PERSONAS FÍSICAS: El Art. 87 del COJ, dispone: «Toda persona


física capaz puede gestionar personalmente enjuicio, bajo patrocinio de abogado,
sus propios derechos y los de sus hijos menores, cuya representación tenga.
Fuera de estos casos quien quiera comparecer ante los Juzgados y Tribunales de
la República debe hacerse representar por procuradores o abogados
matriculados».

Del mismo modo el Art. 88 del citado Código establece: «Los Jueces y
Tribunales no darán curso a los escritos que se presentaren sin cumplir este
requisito. Quedan exceptuadas las actuaciones ante la Justicia de Paz y las del
recurso de Habeas Corpus, y de Amparo, y otros casos establecidos por leyes
especiales».

Como podemos notar el mencionado Art. 87 del COJ se refiere a toda


persona física, capaz, - entendiéndose por tal a la capacidad se derecho
genéricamente considerada, - como apta jurídicamente para actuar como parte en
un proceso (Véanse los Arts. 28 y sgtes del Código Civil).

4. PERSONAS JURÍDICAS: Las personas jurídicas – legisladas en los


Arts. 91 y sgtes., del C. Civil - deben ser necesaria y obligatoriamente
representadas, cuando deban comparecer ante los jueces y tribunales, por
procuradores o abogados matriculados a quienes sus respectivos órganos de
gestión, instituidos en sus leyes o estatutos, deben otorgar el correspondiente
mandato.

ART. 47.- CONSTITUCIÓN DE DOMICILIO. Toda persona que litigue


por su propio derecho, deberá constituir domicilio dentro del radio urbano de la
ciudad o pueblo que sea asiento del juzgado o tribunal. Este requisito se cumplirá
en la primera intervención o presentación.

Antec.: CNC 47.- PM 52.- CPCC 11.-

Conc.: CPC 46; 48 al 50; 57; 118, 1er. p.; 133; 215; 436; 460, 4o. p.;
490; 491; 792.- CC 52 al 62.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 40.-

1. DOMICILIO: 1.1. Domicilio real: El C. Civil en el Art. 52 define el


domicilio real de las personas como el lugar donde se tiene establecido el asiento
principal de su residencia o de sus negocios.

1.2. Domicilio legal: El Art. 53, 1er. p. del C. Civil conceptúa el domicilio
legal del siguiente modo: «es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en
contra, que uña persona reside manera permanente para el ejercicio de sus
derechos y el cumplimiento de sus obligaciones».

1.3. Domicilio especial: El Art. 62 del C. Civil, se refiere al domicilio


especial, diciendo: «Sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, se podrá
elegir en los actos jurídicos un domicilio especial para determinados efectos, y ello
importará prorrogar la jurisdicción». Como ya advertí anteriormente con motivo
de considerar éste Artículo del C. Civil el vocablo «jurisdicción» que emplea se
halla utilizado como sinónimo de competencia que es el término correcto.

Las tres clases de domicilios mencionados tienen importantes


consecuencias procesales, v.g.: deben ser considerados a los efectos de
establecer la competencia, en el domicilio real deber notificarse determinados
actos procesales (absolución de posiciones), etc.

2. DOMICILIO PROCESAL: Diferente a los domicilios mencionados en


el numeral anterior es el domicilio procesal o «ad litem», al que se refiere el
Artículo sub examine, el que se constituye a los efectos del proceso, por y para
éste, teniendo validez exclusivamente para las actuaciones producidas en dicho
proceso.

En el juicio ejecutivo la intimación de pago importará, asimismo, el


requerimiento para que el deudor dentro del plazo de tres días constituya domicilio
bajo apercibimiento de tenerlo por constituido en la secretaría del juzgado, de
acuerdo con el Art. 460, 4o. p. del CPC.

La carga de constituir domicilio en el lugar asiento del juzgado se


extiende también al comprador del bien subastado y al comprador en comisión de
conformidad a los Arts. 490, 1er. p. y 491, 2o. p. del CPC.
La falta de cumplimiento de la carga de constituir domicilio procesal en
la primera intervención o presentación trae aparejada la consecuencia prevista en
el Art. 48 del CPC, al cual me remito.

En el procedimiento ante la tercera instancia, si el tribunal cuya


resolución es impugnada fuere de alguna de las circunscripciones judiciales del
interior, el recurrente deberá constituir domicilio en la capital en el acto de recurrir
y la otra parte dentro del quinto día de concedido el recurso. Véase el comentario
al Art. 436 del CPC.

ART. 48.- FALTA DE CONSTITUCIÓN DE DOMICILIO. Si no se


cumpliere con lo establecido en el artículo anterior, o no compareciere quién haya
sido debidamente citado, quedará legalmente constituido su domicilio en la
secretaría del juzgado o tribunal y automáticamente notificado de los actos
procesales que correspondan, en la forma y oportunidad determinadas por el
artículo 131.

Antec.: CNC 48.- PM 53.-

Conc.: CPC 46; 47; 49; 50; 131; 436; 460, 4o. p.; 490; 792.-

1. CARGA PROCESAL. REMISIÓN: La constitución de un domicilio


procesal y la comparecencia en juicio constituyen cargas procesales cuyo
incumplimiento trae como consecuencia la conspiración automática del domicilio
en los estrados judiciales. Véase el comentario al Art. 47 del CPC numeral 2.

2. CARÁCTER: No se requiere la intimación previa porque de acuerdo


con la norma la constitución del domicilio en la secretaría del juzgado o tribunal se
produce por ministerio de la ley, salvo lo dispuesto en el Art. 68 del CPC para la
resolución que decalara la rebeldía de la parte con domicilio conocido
debidamente citada, que no respondiere al emplazamiento o abandonare el juicio
después de haber comparecido, la cual debe ser previamente notificada por
cédula en el domicilio.

3. EFECTO: En el domicilio que se tiene constituido en los estrados


judiciales se practicarán las notificaciones de las resoluciones en forma automática
de acuerdo con los términos del Art. 131 del CPC.

Resulta contrario al sentido de la norma la práctica incorrecta de


algunos juzgados de obligar a la contraparte de aquella que omitió la carga de
constituir domicilio que notifique por cédula las resoluciones, haciendo pegar las
mismas en las paredes o puertas de la secretaría.

ART. 49.- SUBSISTENCIA DEL DOMICILIO. Los domicilios a que se


refieren los artículos anteriores subsistirán para todos los efectos legales, hasta la
terminación del juicio, mientras no se constituya o denuncie otro. Todo cambio de
domicilio deberá notificarse por cédula a la otra parte. Mientras esta diligencia no
se hubiere cumplido, se tendrá por subsistente el anterior.

Antec.: CNC 49.- PM 54, 1er. y 3er. p..- CPCC 13.-

Conc.: CPC 46 al 48; 50; 57; 133, inc. 1); 792.-

1. DOMICILIO PROCESAL Y REAL: El Artículo menciona «los


domicilios a que se refieren los artículos anteriores», en tanto los Arts. 47 y 48 sólo
se refieren al domicilio procesal. Sin duda la norma alude también al domicilio
real, el cual debe ser denunciado por quien interviene en juicio en nombre propio o
en representación de otro, además de constituir el procesal.

El domicilio real se denuncia, el domicilio procesal se constituye.

2. CAMBIO DE DOMICILIOS: El domicilio procesal subsiste mientras no


se constituya uno nuevo y el real también mientras no se denuncie su cambio.

Se mantienen inalterables hasta la terminación del juicio por sentencia o


resolución o por los otros modos de terminación previstos en la ley, y siempre que
no deban llevarse a cabo medidas de ejecución, en cuyo caso continúan vigentes
hasta su completa culminación.

3. NOTIFICACIÓN: La constitución o denuncia posterior de un domicilio


procesal o real diferente, que debe ser notificado por cédula, obviamente deja sin
efecto el anterior. Mientras no se produzca la notificación del cambio de domicilio
queda subsistente el anterior.

4. EDIFICIOS INEXISTENTES O DESAPARECIDOS: El Proyecto


Mendonca en el Art. 54, 2o. p. trataba la situación especial de los edificios
inexistentes, deshabitados o desaparecidos, o cuya numeración se alterare o
suprimiere y no se hubiese constituido un nuevo domicilio, en cuyo caso, indicaba
que con el informe del notificador se debía observar lo dispuesto sobre la
constitución del domicilio en la secretaría del juzgado o tribunal.

Menciono lo anterior por la indudable importancia práctica que reviste la


efectiva solución de estos supuestos en que entran a tallar la negligencia o mala fe
que no deben ser óbices para la marcha normal del proceso.

ART. 50.- MUERTE O INCAPACIDAD. Comprobado el fallecimiento o


la incapacidad de quien actuare personalmente en juicio, el juez suspenderá la
tramitación de éste hasta que comparezcan a tomar intervención los herederos o
representantes legales, a cuyo efecto el juez los citará en sus domicilios, si fueren
conocidos, o por edictos, en caso contrario.

Antec.: CNC 50.- PM 55.-


Conc.: CPC 46; 47; 49; 64, incs. c) y e); 65; 133, inc. ll); 140.- CC 63; 67;
73; 89; 90; 524 y sgts.; 1006; 2000; 2443; 2446.-

1. MODIFICACIÓN DE LAS PARTES DEL PROCESO: Se produce


cuando se opera un cambio en la composición de las partes originarias del
proceso como consecuencia de su reemplazo por otra persona distinta.

A los efectos de una mayor comprensión corresponde formular el


siguiente distingo.

1.1. Sucesión de parte: Durante la tramitación del proceso pueden


producirse el fallecimiento (real o presunto) o la incapacidad de alguna de las
partes, en cuyos supuestos se suspende la tramitación del mismo, sin que ello
importe la interrupción del juicio.

Ocurrida alguna de las circunstancias señaladas, el procese queda


suspendido, no pudiéndose ejecutar en el mismo actos válidos - salvo los que
tengan por objeto alguna medida precautoria - hasta tanto se notifique al sucesor o
representante para que dentro del plazo que el juez le fije comparezca a tomar
intervención asumiendo la calidad de parte.

Producida la muerte de alguna de las partes el heredero del causante


ocupa su lugar en el proceso, continuándose con el la tramitación del proceso, de
acuerdo con el Art. 2446 del C. Civil que dice: «Desde la muerte del causante,
sus herederos le suceden en sus derechos efectivos y en los eventuales. Son
poseedores de lo que su autor poseía aun antes de ejercer efectivamente el
derecho sobre las cosas hereditarias. El heredero que sobrevive un solo instante
al causante transmite la herencia a sus propios herederos».

Si los herederos son varios y la herencia se encuentra en estado de


indivisión todos los herederos tienen el derecho de asumir la calidad de parte en
lugar del causante, en este caso deben unificar su representación siempre que ello
sea posible de conformidad al Art. 65 del CPC.

La doctrina (CARNELUTTI) considera que la sucesión universal tiene


incidencia procesal no sólo en el caso de fallecimiento, sino en general cuando se
produce la extinción de la parte, v.g.: fusión de sociedades.

Las personas jurídicas extinguidas continúan teniendo capacidad para


ser partes porque la extinción o disolución de las mismas no produce la pérdida de
su personalidad jurídica, la cual continúa subsistiendo al sólo efecto de concluir las
operaciones pendientes y de liquidar el correspondiente patrimonio, de acuerdo
con el Art. 1006 del C. Civil.

Del mismo modo si la parte se torna incapaz le substituye su


representante legal prosiguiéndose el juicio.
El precepto procesal contempla sólo el caso de la parte (activa o pasiva)
que actúa personalmente en el proceso, pues la muerte o incapacidad de la parte
representada en juicio por apoderado constituye un supuesto distinto contemplado
en el Art. 64, inc. e) del CPC. También es distinto el hecho de la muerte o
inhabilidad del apoderado contemplado en el mencionado Art. 64, inc. f) del CPC.

1.2. Substitución de parte: Se produce en el caso de la substitución a


título singular de la parte, que se origina como consecuencia de la enajenación o
cesión de la cosa o derecho en litigio.

Producida la enajenación del bien objeto del pleito el enajenante o


cedente continúa actuando en el proceso en nombre propio y con un interés ajeno,
el del adquirente. Este no puede intervenir como parte principal sin el
consentimiento de la otra parte Principio «perpetuatio legitimationis»), en razón de
que la sentencia que se dicte debe referirse al momento en que se trabó la litis por
demanda y contestación, no pudiendo los hechos posteriores modificarla o
alterarla, salvo que exista conformidad de las partes originarias y se produzca la
exclusión (extromisión) del sustituido por el sustituyente. En este sentido el Art.
90, 3a. p. del CPC, establece: «Mediando acuerdo de parte, podrá operarse la
substitución procesal del citante por el citado, cuando aquél fuere el demandado».
Véase el comentario al Art. 95 del CPC numeral 1.

En el supuesto de que la contraparte se oponga a la intervención del


adquirente o cesionario como parte principal, el proceso debe continuar con el
enajenante o cedente, quien asume la calidad de substituto procesal, dado que al
producirse la transmisión del bien o derecho litigioso perdió su calidad de titular de
la relación jurídica substancial. Siendo así, carece de facultades para realizar
cualquier acto procesal que importe una disposición del derecho del sustituido v.g.:
allanamiento, desistimiento, confesión.

2. EFICACIA DE LOS ACTOS PROCESALES ANTERIORES:


Cualquiera fuere la forma de modificación de las partes del proceso (sucesión o
substitución), el reemplazante se incorpora al proceso en el estado en que éste se
encontraba en el momento de su intervención, siendo eficaces todos los actos
cumplidos hasta ese momento.
CAPITULO II

DE LOS DEBERES DE LAS PARTES

ART. 51.- BUENA FE Y EJERCICIO REGULAR DE LOS DERECHOS.


Las partes deberán actuar en juicio con buena fe, y no ejercer abusivamente los
derechos que les conceden las leyes procesales.

Antec.: CNC 51.- PM 56.- CPCC 53, in fíne.-

Conc.: CPC 52 al 56; 62, inc. a); 300.- CC 299, inc. c); 372; 1994.- CPP
112.- Ley 635 que Reglamenta la Justicia Electoral 43, in fine.- Ley 1084/97 de
Enjuiciamiento de Magistrados 17; 22; 34.-

1. PRINCIPIO DE MORALIDAD: La norma procesal se halla basada en


el Principio de moralidad, comprensivo de los Principios de buena fe, lealtad,
veracidad y probidad, que consiste en el conjunto de reglas de conducta
presididas por el imperativo ético a que deben ajustar su actuación en el proceso
todos los que en él intervengan: jueces, partes, terceros, abogados, procuradores,
funcionarios judiciales, etc.

2. OBJETO: El presente Capítulo II tiene como propósito adecuar el


proceso a la naturaleza de sus fines, evitando actuaciones arbitrarias, maliciosas o
temerarias. Constituye la innovación más transcendente y de mayor importancia
que trae este Código Procesal mérito, además, consiste en haber ensamblado un
sistema orgánico de Artículos que comprende este Capítulo II del Título III, y que
también se consubstancia y engrana con el Principio de buena fe que campea a
todo lo largo y ancho del nuevo Código que lo consagra y lo enarbola como
bandera y lo defiende como un escudo, en congruencia con aquél "equilibrio" del
cual hablé al comentar el Art. 15 del CPC, todo lo cual busca armonizar la
actuación de los jueces y de las partes en un contexto de eficiencia,
responsabilidad y moralidad.

Los litigantes y sus abogados tienen la obligación de actuar en juicio con


buena fe y no ejercer abusivamente los derechos, por una parte, y por la otra, los
jueces tienen, también, el deber de prevenir y sancionar todo acto contrario a la
lealtad, probidad y buena fe.

3. MORALIZACIÓN DEL PROCESO: El Código Procesal Civil no


permaneció ajeno al movimiento doctrinario y legislativo encaminado a moralizar el
proceso, mediante el combate a la inmoralidad, la deslealtad, la improbidad, en
suma a la mala fe. Todo ello, finalmente, no viene a ser otra cosa que la
ancestral lucha entre el bien y el mal, conforme podemos comprobar ya existente
en textos jurídicos de antigua data como la Partida 3, Título XXII, Ley 8, que decía:
«Los que maliciosamente, sabiendo que no tienen derecho a una cosa, mueven
pleitos a otros sobre ella causándoles gastos y molestias, es conveniente no
queden sin pena para escarmiento de los demás».

La vigencia de la regla moral en el proceso impide la utilización del


mismo con fines fraudulentos. El Principio de la defensa en juicio, esgrimido por
algunos, no debe hacernos olvidar que el proceso es un debate dialéctico, en el
cual el contendor tiene derecho a utilizar todos los medios legales posibles sin
violar nunca el imperativo ético.

ART. 52.- MALA FE. Reputase litigante dé mala fe, a quién:

a) omita o altere manifiestamente la verdad de los hechos

b) provoque o consienta el diligenciamiento de medidas cautelares


decretadas a su pedido, en forma evidentemente innecesaria o excesiva y no
adopte en tiempo oportuno medidas eficaces para evitarlo; y

c) use el proceso con el fin de conseguir un objeto o beneficio ilícito.

La enumeración precedente es taxativa.

Antec.: CNC 52.- CPCC 53, in fine.-

Conc.: CPC 51; 53 al 56; 140, 1er. p. in fine; 202; 446; 698, la. p.; 792.-
CC 372.- CPP 114.-

1. CONCEPTO: La mala fe procesal consiste en la conducta legalmente


sancionada del que actúa en juicio convencido de su sinrazón, en daño de la
justicia.

La mala fe procesal se sintetiza en la conciencia que tiene el «improbus


litigator» de su propia sinrazón.

2. ENUMERACIÓN: Nuestra ley procesal no ha recurrido aquí a un


«standard jurídico» para precisar la figura sino que, por el contrario, en una
enumeración que la califica expresamente de taxativa, expone en tres incisos los
casos en que queda configurada la mala fe procesal.

2.1. Omisión o alteración de la verdad: La omisión o alteración de la


verdad de los hechos puede producirse en cualesquiera de las distintas etapas del
proceso: demanda, contestación, reconvención, oposición de excepciones,
prueba, incidentes, etc., v.g. la atribución de un domicilio manifiestamente falso o
que dice ignorar (Art. 140, 2o. p. CPC), la negativa de la autenticidad de la firma,
que luego resulta auténtica (Art. 446 CPC), etc.
2.2. Medidas cautelares: Las medidas cautelares decretadas en los
procesos deben razonablemente estar acordes con el fin que persiguen, sin que
con ellas se tengan que producir innecesariamente daños que pudieron ser
evitados.

La justa medida es aquí la regla. No debe pecarse por exceso, por que
ello producirá un daño que como tal debe ser reparado; ni tampoco por omisión,
en cuyo caso la medida cautelar resultaría inocua.

2.3. Fraude procesal: Existe fraude procesal, en términos generales,


cuando se utiliza el proceso con el propósito de obtener un provecho ilícito. El
tercer inciso de la norma se relaciona y refiere al tema del fraude procesal, que
trato al considerar el Art. 409 del CPC, al que me remito.

ART. 53.- EJERCICIO ABUSIVO DE LOS DERECHOS. Ejerce


abusivamente sus derechos, la parte que en el mismo proceso:

a) haya promovido dos o más impugnaciones de inconstitucionalidad,


rechazadas con costas;

b) haya promovido y perdido tres incidentes con costas;

c) fuere sancionada más de una vez con medidas disciplinarias; y

d) formule pretensiones o alegue defensas que, juzgadas, resulten


manifiestamente desprovista de fundamento o innecesarias para la declaración o
defensa del derecho.

Antec.: CNC 52.- PM 103.- CPCC 53, in fine.-

Conc.: CPC 17; 51; 52; 54 al 56; 180; 192; 202; 215; 223; 235; 439; 460;
511; 519; 527; 538; 556; 565; 624; 636; 640; 642; 646; 653; 673; 683; 686.- CC
372.-

1. CONCEPTO: Existe abuso del derecho (en sentido procesal) cuando


de manera excesiva y vejatoria sopretexto de ejercer un derecho procesal, se
causa un perjuicio, sin que ello sea necesario para el ejercicio de la defensa.

A los litigantes no le esta permitido la utilización arbitraria de los medios


procesales que la ley les otorga, contraponiéndolos a los fines del proceso,
obstaculizando su curso, dilatándolo sin fundamento o faltando a los deberes de
lealtad, probidad y buena fe.

El abuso puede darse por acción y por omisión. Lo comete aquél que
se resiste indebidamente a una pretensión legítima, o deduce excepciones sin
exteriorizar el menor propósito de probarlas, o incidentes que tengan por único fin
la obstrucción sistemática del curso del proceso.

2. ENUMERACIÓN: La norma en los incisos a), b) y c) hace referencia a


concretas y taxativas condiciones que se deben cumplir para que la conducta del
litigante pueda hallarse incursa en la causal de abuso del derecho. En el inc. d),
sin embargo, se establece un «standard jurídico» (patrón axiológico), un elástico
arbitrio librado a la interpretación judicial.

La inconducta, en cualquiera de las formas previstas, debe darse en un


mismo proceso.

ART. 54.- OPORTUNIDAD PARA SOLICITAR LA DECLARACIÓN.


En cualquier etapa del proceso y en cualquier instancia, antes que se dicte
resolución, podrá requerirse que en la decisión el magistrado se pronuncie sobre
la mala fe o el ejercicio abusivo del derecho.

Antec.: CNC 54.-

Conc.: CPC 51 al 53; 55; 56.-

1. OPORTUNIDAD: La norma establece un momento tope para que la


parte que se sienta afectada por la mala fe o el ejercicio abusivo del derecho
utilice la facultad conferida: antes de que se dicte resolución en el proceso.

2. DISTINCIÓN: Deben diferenciarse dos supuestos de de inconducta:


la prevista y sancionada en el presente Capítulo y la que se halla regida por el Art.
17 del CPC.

La causa o motivo que origina la sanción procesal o pena es distinta en


ambos supuestos.

2.1. En el primer supuesto, corresponde que el juez analice la conducta


procesal del litigante en su conjunto (uso del proceso con el fin de conseguir un
objeto o beneficio ilícito, formulación de pretensiones o defensas que juzgadas
resulten manifiestamente desprovistas de fundamento o innecesarias para la
declaración o defensa del derecho, etc.) o que constate el cumplimiento de las
condiciones precisamente determinadas en la ley (haber promovido dos o más
impugnaciones de inconstitucionalidad rechazadas con costas, haber deducido y
perdido tres incidentes con costas, etc.).

La sanción de la mala fe o abuso del derecho funciona a pedido de parte


y el juez debe considerarla con motivo de resolver el incidente o la cuestión
principal.
2.2. En el segundo supuesto, la inconducta está referida a las medidas
disciplinarias; es decir, a las faltas o incorrecciones cometidas por los litigantes,
sus abogados o procuradores u otras personas contra la dignidad o autoridad del
magistrado, los otros litigantes, abogados o procuradores, o funcionarios, o a la
alteración del buen orden y decoro que debe guardarse en las actuaciones
judiciales.

La sanción por las faltas o incorrecciones son aplicadas generalmente


de oficio por el juez, si bien es cierto que las mismas pueden ser denunciadas por
el afectado. Por lo general son establecidas en una resolución expresa y fundada
referida exclusivamente al tema, que puede dictarse en cualquier etapa del
proceso en forma independiente de la cuestión principal o incidental.

Por regla general, en caso de duda el juez debe abstenerse de aplicar


sanciones. La resolución debe ser fundada y tener apoyo en las constancias de
autos.

ART. 55.- RESPONSABILIDAD CONJUNTA. Los profesionales que


hayan intervenido como apoderados o patrocinantes serán responsables
conjuntamente con sus representantes (*) o patrocinados, por las consecuencias
emergentes de la admisión de la mala fe o del ejercicio abusivo de derechos, salvo
que de las constancias de los autos respectivos resulte que el motivo en el cual se
fundó la imputación, no le sea atribuible y así se declare.

Antec.: CNC 55.-

Conc.: CPC 51 al 54; 56; 196.- COJ 94.- CC 372; 495 y sgtes.; 510.- Ley
1376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores 31.-

1. OBJETO: La norma persigue el loable fin de moralizar el ejercicio de


la profesión de abogado, imponiéndole a éste la responsabilidad conjunta con su
representado o patrocinado por las consecuencias de la declaración de la mala fe
o del ejercicio abusivo del derecho.

Los abogados deben ser los primeros colaboradores del juez en el


juzgamiento de los juicios para que el proceso pueda efectivamente servir a la
tutela de los derechos con el dictado de una sentencia justa. Siendo así, no
resultaría admisible la alegación del desconocimiento de la falsedad o inexistencia
de los hechos decisivos para la resolución de la causa.6

Todo esto sin detrimento de la misión institucional del abogado que es la


de defender. Para ello podrá utilizar ampliamente los atributos de su habilidad y
talento, debiendo contar con amplias oportunidades para cumplir su función. Esta
es la razón de que en caso de duda el juez debe optar por abstenerse de aplicar
sanciones.
6
(*) En la redacción del Art. 55 del CPC donde dice: representantes; debe decir: representados.
2. MORALIZACIÓN DEL EJERCICIO DE LA ABOGACÍA: En esta
misma línea de moralización del ejercicio profesional del derecho se inscribe la
Ley 1376, Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores, cuando en el Art.
31 prescribe: «No procederá la regulación de honorarios en favor del profesional
apoderado o patrocinante de la parte que hubiera incurrido en plus petitio
manifiesta, declarada en la sentencia. Tampoco procederá la regulación cuando
por resolución fundada, el juez o tribunal califique de negligente la conducta
observada por el profesional, lo reputase litigante de mala fe o que hubiese
ejercitado abusivamente los derechos. A los efectos de la regulación no serán
considerados los escritos o trabajos notoriamente inoficiosos».

El abogado debe significar con su actuación que es una garantía para el


debido ejercicio y cumplimiento de los derechos y no un mero instrumento para
lesionar los legítimos derechos de las personas.

3. OBLIGACIÓN SOLIDARIA: La obligación que resulta de la admisión


de la mala fe o del ejercicio abusivo del derecho es solidaria, de acuerdo con el
Art. 1841 del C. Civil. En consecuencia, los profesionales que han intervenido en
el juicio -como apoderados o patrocinantes- responden solidariamente con sus
representados del pago de la totalidad de la misma.

Para que los profesionales puedan quedar eximidos de la aligación son


necesarias dos condiciones: a) que no le sea atribuible el motivo que sirvió de
fundamento a la imputación, v.g.: el rogado actuó en base a datos o documentos
suministrados por su cliente que no resultaron verdaderos o auténticos y b) que
exista declaración judicial expresa que -en atención a lo anterior- así lo establezca.

El que pagó la totalidad tendrá acción de repetición contra los otros


responsables, siendo entre los mismos la obligación simplemente mancomunada
(Arts. 495 y sgtes. del C. Civil).

ART. 56.- SANCIONES EN CASO DE MALA FE O EJERCICIO


ABUSIVO DE LOS DERECHOS. Sin perjuicio de otras sanciones que pueda
prever la ley, la admisión de mala fe o del ejercicio abusivo de los derechos
importará una presunción «juristantum» contra la parte a la que se imputen,
cuando haya duda sobre el derecho invocado, o insuficiencia de prueba.

Aunque la parte culpable de mala fe o ejercicio abusivo de los derechos


resulte vencedora en lo principal, serán a su cargo las costas del proceso. Los
jueces y tribunales, al regular los honorarios de los letrados de la parte contraria,
los aumentarán hasta el cincuenta por ciento, según la gravedad de los hechos.
La parte perjudicada podrá, además, responsabilizar a la otra por los daños y
perjuicios, conforme con lo dispuesto por el Código Civil.

Antec.: CNC 56.- PM 103.-


Conc.: CPC 51 al 55; 192; 193; 196; 300.- COJ 94.- CC 372; 1833 y
sgtes..- CPP 114.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 43, 2a, p.-

1. PRINCIPIO DE MORALIDAD: La firme intención del legislador de


moralizar el proceso se manifiesta en toda su amplitud en la norma que nos
ocupa.

2. FUENTE DE CONVICCIÓN JUDICIAL: El Artículo sub examine en su


primer párrafo establece que la inconducta procesal será fuente de convicción
judicial, mediante el establecimiento de una presunción «juris tantum» que afecta
a la parte declarada litigante de mala fe o abusiva en el ejercicio del derecho.

La inconducta procesal cuando reviste las características de gravedad y


ejercicio sistemático, pasa a constituirse en un fuerte indicio de la sinrazón de la
pretensión sostenida y origina el funcionamiento de la presunción. Siendo así, en
caso de duda sobre el derecho invocado o insuficiencia de prueba el juez deberá
resolver la materia del pleito en contra del litigante que actuó de mala fe o incurrió
en el ejercicio abusivo del derecho.

No obstante, cualquier actuación no puede ser considerada inconducta.


Así, no será suficiente el mero vencimiento, ni la sola circunstancia de que una
pretensión no fuere acogida para que se configure la mala fe o el ejercicio abusivo
del derecho, sino que es necesario el haber tenido una actuación procesal sin
apoyo táctico jurídico, que se traduzca en pretensiones o defensas cuya injusticia
falta de fundamento no puedan soslayarse de acuerdo con una mínima pauta de
razonabilidad.

3. COSTAS: La disposición procesal, en el segundo párrafo primera


parte, consagra otra consecuencia: las costas del juicio estarán a cargo del
«improbus litigator» aunque el mismo sea el vencedor del pleito.

Además, sin requerimiento de parte, al regular los honorarios, el juez


tiene el deber -de acuerdo a la importancia y gravedad de los hechos violatorios
del Principio de moralidad- de imponer como agravante un aumento de hasta el
cincuenta por ciento de las honorarios de los letrados de la parte contraria, cuya
determinación se deja librada al arbitrio del juez o tribunal dentro del tope legal
mencionado.

4. MONTO DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS: El in fine de la norma deja


abierta a la parte perjudicada la facultad de reclamar, mediante el proceso de
conocimiento ordinario, la fijación del monto indemnizatorio. La pretensión se
referirá exclusivamente al quantum», en razón de que el hecho generador del
derecho quedó establecido e inmutable al ejecutoriarse la resolución condenatoria.

4.1. Competencia: En virtud de la conexidad existente, el juez


competente debe ser el de la causa en la que se declaró la mala fe o el ejercicio
abusivo del derecho.
CAPITULO III

DE LA REPRESENTACIÓN PROCESAL

ART. 57.- JUSTIFICACIÓN DE LA PERSONERÍA Y CONSTITUCIÓN Y


DENUNCIA DE DOMICILIO. La persona que se presente en juicio por un
derecho que no sea propio, deberá acompañar con su primer escrito los
documentos que acrediten el carácter que inviste, cumplir con lo dispuesto en el
artículo 47 y denunciar el domicilio real de la persona representada.

Antec.: CNC 57- PM 59.- CPCC 14.-

Conc.: CN 15; 16; 17, ínc. 5; 133.- CPC 46 al 49; 58 al 66; 118; 1er. p.;
792.- COJ 87; 88.- CC 343 al 349; 700, inc. f) la. p.; 880 y sgtes..- Ley 1/92 de
Reforma Parcial del C. Civil 38, la. p..- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia
Electoral 40; 41.- Ley 1376/88 Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores
6.- Ley 154/69 de Quiebras 33.-

1. PRINCIPIO DE LIBERTAD DE REPRESENTACIÓN: La Constitución y


los Códigos Procesal Civil y de Organización Judicial sustentan el Principio de la
libertad en materia de representación. Siendo así, las personas capaces pueden
hacerse o no representar en juicio.

Cuando la persona física actúa por sí (en ejercicio de su propio derecho)


el patrocinio de abogado es obligatorio para todo asunto judicial o administrativo y
"ni los jueces o tribunales, ni las autoridades administrativas, darán curso a
presentación alguna que no se ajuste a lo dispuesto en este artículo", expresa el
Art. 65 de la Ley 1376 de Arancel de Abogados y Procuradores concordante con el
Art. 88 del COJ, que exceptúa de dicho patrocinio obligatorio a “las actuaciones
ante la Justicia de Paz y las del recurso de Habeas Corpus y de Amparo y otros
casos establecidos por leyes especiales.”

2. REPRESENTACIÓN CONVENCIONAL: La representación


convencional queda configurada cuando la parte opta por hacerse representar por
otra persona en el proceso, lo cual es jurídicamente posible en virtud de lo
dispuesto en el Art. 343, la. p. de C Civil, que expresa: "Podrán celebrarse por
medio de representantes los actos jurídicos entre vivos".

La representación en juicio en forma exclusiva deberá ser ejercida por


abogado o procurador matriculado, de acuerdo con los Arts. 6, de la Ley 1376/88 y
87, 2° p. del COJ. Este último preceptúa "Fuera de estos casos (se refiere al
supuesto de la persona física que bajo patrocinio de abogado realiza la gestión
personal de sus derechos, o de sus hijos cuya representación tenga) quien quiera
comparecer ante los Juzgados y Tribunales de la República deberá hacerse
representar por procuradores o abogados matriculados".
La representación convencional se halla regulada por las disposiciones
que atañen al mandato en los Arts. 880 y sgtes del C. Civil. El poder debe ser
formalizado en escritura pública, de conformidad al Art. 700, inc. f) la. p. del C.
Civil, salvo que la ley autorice otra forma de instrumentación para determinados
asuntos, v.g.: juicios laborales, convocatorias de acreedores y quiebras, etc.
Tampoco será necesario el otorgamiento de poder cuando se trate de deducir la
garantía constitucional del Habeas Corpus, de conformidad al Art. 133 de la
Constitución.

3. REPRESENTACIÓN LEGAL: La representación legal se produce


cuando existen personas físicas procesalmente incapaces, por estar sometidas a
una incapacidad de hecho.

Las mismas deben actuar en juicio a través de los representantes


necesarios que la ley les otorga: padres, tutores o curadores; estos pueden, a su
vez, designar representantes convencionales.

El Código de la Niñez y la Adolescencia dispone que la Defensoría de la


Niñez y la Adolescencia será parte esencial y legítima en los juicios de patria
potestad, tutela y adopción. En los demás procesos judiciales en que hubiere que
precautelar intereses del niño adolescente, deberá intervenir cuando éste no
tuviere defensor particular (Art. 162). (Ver Arts. 158 al 166 de la Ley 1680/01).

4. PERSONAS JURÍDICAS: Las personas jurídicas u otras entidades


colectivas, aunque tienen capacidad procesal, necesariamente deben ser
representadas cuando deban actuar en juicio (Art. 87, 2a. p. del COJ) por
procuradores o abogados matriculados, los que deben hallarse debidamente
apoderados por los órganos de gestión instituidos en sus leyes o estatutos. En
dicho mismo sentido el Art. 46, 2a. p. del CPC, dispone: "Las personas jurídicas
sólo podrán intervenir mediante mandatario profesional matriculado".

5. COMUNIDAD CONYUGAL: La representación legal de la comunidad


conyugal corresponde a ambos cónyuges conjuntamente, de conformidad al Art.
38, la. p. de la Ley 1/92 de Reforma Parcial del Código Civil.

6. PERSONERÍA: En materia procesal se denomina personería (voz


derivada de personero que significa representante) al derecho que tiene una
persona de realizar en nombre propio o en nombre de un tercero actos procesales
válidos en un proceso.

Cuando una persona se presenta en un juicio por un derecho ajeno, sea


que ejerza una representación legal o convencional, debe acompañar con su
primer escrito los documentos que acrediten el carácter que invoca, a los efectos
de intervenir en representación de la parte en el proceso.
La presentación de los documentos puede ser suplida con la mención del
lugar en el que se encuentren y el pedido de que se recaben copias autenticadas,
que deberán ser adjuntadas al proceso.

7. CONSTITUCIÓN Y DENUNCIA DE DOMICILIOS. REMISIÓN: La


parte final de la norma se refiere al cumplimiento de lo dispuesto en el Art. 47 del
CPC relativo a la constitución de un domicilio procesal, debiendo, también,
denunciar el domicilio real de la persona representada, cuestiones estas a las que
me he referido con motivo del tratamiento de los Arts. 47 al 49 del CPC, a los que
me remito.

ART. 58.- PATROCINIO OBLIGATORIO. EXCEPCIONES. El patrocinio


obligatorio se regirá por lo dispuesto en los artículos 87 y 88 del Código de
Organización Judicial.

No será necesario el patrocinio letrado cuando se actuare para la


recepción de órdenes de pago y para solicitar declaratoria de pobreza.

Antec.: CNC 58.- PM 68.-

Conc.: CPC 46; 57; 59 al 66; 589; 604; 792.- COJ 87; 88.- Ley 1376/88
Arancel de Abogados y Procuradores, 6.-

1. REGLA GENERAL: De acuerdo al carácter público que obstenta el


proceso, el Artículo consagra como regla la obligatoriedad de la defensa letrada, lo
cual resulta necesario y conveniente para coadyuvar al normal y eficiente
desarrollo de las actuaciones procesales.

El Art. 6 de la Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios dé Abogados y


Procuradores, dispone: «Es obligatorio el patrocinio de abogado en todo asunto
propio judicial o administrativo, la representación por mandato será ejercida por
abogado o procurador matriculado. Ni los jueces o tribunales, ni las autoridades
administrativas, darán curso a presentación alguna que no se ajuste a lo dispuesto
en este artículo».

Señala COUTURE que un buen abogado ahorra al juez la más enojosa


de todas sus fatigas: la de desentrañar del fárrago de cuestiones torpemente
propuestas por el litigante, que no sabe como defenderse, aquellos puntos que
son esenciales en la decisión. Por eso -continúa- el mejor abogado es, sin duda,
aquel capaz de hacer de sus escritos lo que un autor llama «el proyecto de
sentencia» que su parte espera.

La norma menciona los Arts. 87 y 88 del COJ, a los cuales me referí al


comentar el Art. 57 de este Código, al que me remito.
2. EXCEPCIONES: La segunda parte del Artículo, establece dos casos de
excepción a la regla del patrocinio obligatorio:

2.1. Para la recepción de órdenes de pago, indebidamente denominados


en nuestro medio «cheques judiciales».

2.2. Para solicitar declaratoria de pobreza, lo que se justifica por motivos


obvios.

2.3. De igual manera, de acuerdo con el Art. 88, 2a. p. del COJ, quedan
exceptuadas de este deber «las actuaciones ante la Justicia de Paz y las del
recurso de Habeas Corpus y de Amparo y otros casos establecidos por leyes
especiales».

ART. 59.- FALTA DE FIRMA DE LETRADO. Se tendrá por no


presentado y se devolverá al interesado, sin más trámite ni recurso, todo escrito
que debiendo llevar firma de letrado no la tuviere.

Antec.: CNC 59, 1er. p. 1a. p..- PM 69, 1er. p. 1a. p..-

Conc.: CPC 57; 58; 106.- COJ 87; 88; 792.- Ley 1376/88 Arancel de
Honorarios de Abogados y Procuradores 6.

1. OBJETO: La obligatoriedad de la firma de letrado – que implica el


asesoramiento técnico profesional -tiene por objeto asegurar el buen orden y la
eficiente substanciación de los procesos.

2 SANCIÓN: La norma procesal establece la sanción aplicable a la falta


de cumplimiento del patrocinio obligatorio dispuesto por nuestras leyes procesales.
Dispone que sin más trámite ni recurso se devuelva y se tenga por no presentado
todo escrito que se presente en juicio sin firma de letrado.

Su presentación en la forma apuntada, consecuentemente, no producirá


ningún efecto procesal, v.g.: suspensión o interrupción de los plazos.

3. ALCANCE: El precepto rige cuando la parte actúa personalmente, vale


decir, sin apoderado y, con mayor razón, cuando lo hace mediante mandatario.

ART. 60.- REPRESENTACIÓN SIN MANDATO. En casos urgentes


podrá admitirse la comparecencia en juicio sin los instrumentos que acrediten la
personalidad, pero si no fueren presentados y no se ratificare la gestión dentro del
plazo de treinta días, será nulo todo lo actuado por el gestor y éste pagará las
costas causadas, sin perjuicio de la responsabilidad por los daños ocasionados.
Para asegurar su responsabilidad, el gestor deberá ofrecer caución suficiente y
formalizará en el plazo que le fije el juez.
Antec.: CN/67.- CNC 60.- PM 61.-

Conc.: CN 133; 134.- CPC 57; 61; 145; 704.- CC 347; 1808 al 1815.-

1. CONCEPTO: La disposición se refiere a la actuación de la persona,


denominada gestor ("falsus procurator" o gestor oficioso), que sin tener mandato o
siendo este insuficiente, interviene en un juicio o realiza actos procesales en
representación de otro.

La institución tiene su antecedente en el Derecho Romano en donde era


conocida con el nombre de «cautio de rato et grato» (de aprobación y
agradecimiento) de donde pasó a la antigua legislación española de las Partidas y
ahora es admitida en nuestro derecho procesal, si bien antes la Constitución de
1.963 ya la había recepcionado en los Arts. 77 y 78 para los casos de Habeas
Corpus y Amparo, lo cual se mantiene en la actual Constitución en los Arts. 133 y
134.

2. REQUISITOS: El Artículo sub examine exige el cumplimiento de dos


extremos:

2.1. Urgencia: Sólo puede ser admitida la representación sin mandato en


los casos urgentes. La urgencia del caso debe tener carácter objetivo, debiendo
surgir manifiesta sin que sea necesario producir prueba al respecto. La
interpretación, por tratarse de una norma de excepción, debe ser restrictiva.

2.2. Caución: Es requisito inexcusable el ofrecimiento de una garantía o


caución suficiente, la cual será calificada por el juez quien, a su vez, fijará el plazo
dentro del cual deberá efectivizarse. Véase comentario al Art. 704 del CPC.

3. ALCANCE: Puede darse en cualquier clase de proceso y es aplicable a


cualquier tipo de representación sea ella voluntaria o necesaria. Rige tanto para
la iniciación del proceso como para cualquier otro acto procesal en un proceso en
marcha.

4. PLAZO: El plazo de treinta días señalado por la norma comentada para


presentar los documentos que acrediten la personalidad y la ratificación de la
gestión realizada, es un plazo procesal perentorio e improrrogable.

5. RATIFICACIÓN: Mediante la ratificación la parte asume y hace propios


los actos ejecutados por el gestor que actuó sin poder suficiente. La ratificación
equivale a la representación, dispone el Art. 347, la. p. del C. Civil en concordancia
con el Art. 1814, 1a. p. de dicho cuerpo legal, que preceptúa: "La ratificación del
interesado produce los efectos del mandato conferido al tiempo de la iniciación de
la gestión".
La consecuencia de la falta de ratificación será la nulidad de lo actuado
que como toda nulidad procesal es relativa, siendo a cargo del gestor las costas
causadas como resulta lógico suponer, y sin perjuicio de la responsabilidad por los
daños causados.

Si la gestión es ratificada, el gestor tiene derecho a hacer regular y cobrar


honorarios.

ART. 61.- EFECTOS DE LA PRESENTACIÓN DEL PODER Y


ADMISIÓN DE LA PERSONERÍA. Presentado el poder y admitida su personería,
el apoderado asume todas las responsabilidades que las leyes le imponen y sus
actos obligan al poderdante como si él personalmente los practicare.

Antec.: CNC 61.- PM 62.- CPCC 16.-

Conc.; CPC 55; 56; 62; 63; 64, inc. 2); 244, inc. b); 792.- COJ 96.- CC 880
y sgtes..-

1. EFECTOS: En el proceso civil el mandato judicial produce efecto desde


que el mandatario se presenta al juicio. Procesalmente la presentación del
apoderado en el juicio significa la aceptación del mandato.

Siendo así, la citación y el emplazamiento para contestar la demanda


realizados al apoderado del demandado que aún no ha comparecido al juicio no
produce efectos en su contra.

El poder debe ser suficiente. Si no lo es la ulterior ratificación del


poderdante suple la deficiencia, aunque no exime el pago de las costas, cuando
ello dio motivo a la excepción previa de falta de personería (Art. 224, inc. b) CPC),
no obstante ésta no haya prosperado como consecuencia de la ratificación.

La presentación del mandato a los autos exterioriza la aceptación del


mismo por parte del apoderado, de conformidad a lo dispuesto en el Art. 881 del
C. Civil aplicable al caso, que expresa: «La aceptación del mandato puede resultar
del cumplimiento de los actos encomendados al mandatario. Se la presumirá
cuando aquél a quien se propone, reciba el instrumento de un poder para
cumplirlo, o los objetos o valores que se refieren a él, sin declinar el ofrecimiento.
Si el negocio encargado al mandatario fuere de los que por su oficio o su modo de
vivir aceptare regularmente, deberá tomar, aun cuando se excusare, las
providencias conservatorias urgentes que exige el negocio».

2. PERSONERÍA: La admisión de la personería del apoderado en el


proceso se produce con el dictado de la providencia que constituye al
compareciente en calidad de apoderado o, en el caso de haberse controvertido su
presentación, cuando queda firme la resolución desestimatoria de la excepción
dilatoria de falta de personería, que hubo de haberse opuesto con carácter previo
(Art. 224, inc b) CPC).

3. CONSECUENCIAS: El apoderado, una vez cumplidas las condiciones


requeridas por el Artículo: presentación del poder y admisión de la personería,
asume las responsabilidades contenidas en el Art. 62 del CPC y en el Art. 96 del
COJ, que dispone: «Los abogados y procuradores responderán a sus mandantes
de los perjuicios que les causaren por falta, descuido, negligencia o infidelidad en
el desempeño de su mandato».

A su vez, será conjuntamente responsable con su representado, cuando


haya intervenido como apoderado o patrocinante, por las consecuencias
emergentes de la admisión de la mala fe o del ejercicio abusivo de derechos, de
acuerdo con las previsiones establecidas en los Arts. 55 y 56 del CPC, a los que
me remito.

ART. 62.- DEBERES DEL APODERADO. El apoderado tiene la


obligación de:

a) cumplir los deberes establecidos para las partes; y

b) seguir el juicio mientras no haya cesado su personería. Hasta


entonces las citaciones y notificaciones que se le hagan, incluso las de sentencias
definitivas, tendrán la misma fuerza que si se hicieren al poderdante, sin que le
sea permitido pedir que se practiquen con éste. Exceptúanse los actos que por
disposición de la ley deban ser notificados personalmente a las partes.

Antec.: CNC 62.- PM 63.- CPCC 16, in fine; 17.-

Conc.: CPC 51 al 56; 61; 63; 64, inc. e); 133.- COJ 96.- CC 1833 y sgtes..-
CP 306; 313.-

1. PRINCIPIO DE MORALIDAD: El Artículo contiene dos reglas de


distinta naturaleza. La primera, contenida en el inc. a), se halla constituida por la
exigencia de observar una determinada conducta, en virtud de la cual el
apoderado debe actuar en juicio de buena fe y no abusar del derecho; vale decir,
tiene el deber de cumplir, en el ejercicio de su función, con el Principio de
moralidad, el cual está compuesto por los de lealtad, probidad y veracidad.

2. CARGAS PROCESALES: La segunda regla, proviene del inc. b) que le


impone el deber de seguir la tramitación del proceso mientras subsista su
personería y se refiere a las cargas procesales cuyo cumplimiento constituye un
imperativo de su propio interés, v.g.: interponer los recursos pertinentes contra las
resoluciones que les sean desfavorables; presentar escritos con su firma; oponer
excepciones, cuando correspondan y sus contestaciones; presentar alegatos;
expresar agravios; redactar los pliegos de posiciones e interrogatorios; y, en
general, cumplir en los plazos y con los requisitos legales los actos procesales a
su cargo.

El incumplimiento de las cargas procesales tiene el efecto de producir


consecuencias desfavorables a su derecho.

3. DEBERES: El apoderado y el patrocinante tienen deberes con:

3.1. Su cliente, a quien debe orientar y asistir, de acuerdo con la técnica


jurídica que aconseje la naturaleza de la cuestión. Debe poner toda su capacidad
y diligencia en la defensa de los intereses de su representado.

El abogado responderá a su mandante por el mal ejercicio de sus


funciones profesionales, de acuerdo con los términos del Art 96 del COJ, que dice:
«Los abogados y procuradores responderán a sus mandantes de los perjuicios
que les causaren, por falta, descuido, negligencia o infidelidad en el desempeño
de su mandato». Véase los Arts. 306 y 313 del C. Penal.

3.1.1. Naturaleza de la responsabilidad: La responsabilidad de los


abogados y procuradores respecto de sus clientes es contractual, sea su
actuación judicial o extrajudicial.

En relación a los daños que su actuación pueda producir a terceros su


responsabilidad tiene carácter extracontractual.

3.1.2. Obligación de medio: El abogado que asume la dirección de un


juicio no compromete una obligación de resultado. No garantiza el resultado del
pleito.

Su obligación es de medio, que consiste en poner toda su ciencia y


diligencia en la defensa del derecho de su cliente.

3.2. El órgano jurisdiccional, observando una conducta coherente con el


buen orden del proceso y la autoridad, la dignidad y decoro debidos al órgano
judicial.

3.3. La parte contraria, debiendo actuar siempre con buena fe, lealtad y
probidad y evitar el ejercicio abusivo de los derechos.

4. CADUCIDAD DE INSTANCIA. REMISIÓN: Véase comentario al Art.


172 del CPC numeral 8.

5. NOTIFICACIONES: El in fine del Artículo, menciona la excepción a la


regla de que las citaciones y notificaciones en el proceso se deben realizar con el
apoderado. Se refiere a los supuestos en los que por disposición de la ley las
mismas deban ser efectuadas personalmente, consecuentemente si se las
practica con el apoderado carecerán de validez, v.g. reconocimiento de
documentos y firmas, absolución de posiciones, etc.

ART. 63.- ALCANCE DEL PODER. El poder conferido para un proceso


determinado, cualesquiera sean sus términos, comprende la facultad de interponer
recursos legales y seguir todas instancias. También comprende la facultad de
intervenir en los incidentes y de ejecutar todo acto procesal, excepto aquellos para
los cuales la ley requiera facultad especial, o se hubieran reservado expresamente
en el poder.

Antec.: CNC 63.- PM 64- CPCC 18.-

Conc.: CPC 61; 62; 224, inc. b); 792.- CC 343 al 349; 884; 904.-

1. ALCANCE: El Artículo se aplica a:

1.1. Los poderes generales: Otorgados para intervenir en todos los


procesos iniciados o a iniciarse por o frente al mandante.

1.2. Los poderes especiales: Que se confieren para uno o más procesos
determinados.

2. EXCEPCIONES: Los casos de excepción contemplados en la norma


son:

2.1. Cuando la ley previene los supuestos en que es necesario poder


especial o cláusula especial, v.g.: transigir; prorrogar competencia («jurisdicción»
dice el texto legal); renunciar al derecho de apelar; renuncia gratuita; remisión;
quita de deudas, a no ser en caso de concurso del deudor; recibir en pago lo
adeudado al mandante, a menos que el cobro pueda considerarse como medio
para ejecutar el mandato; etc. (Art. 884 CC).

2.2. Cuando el poderdante en el poder se hubiera reservado


expresamente el ejercicio de determinados actos procesales.

3. REMISIÓN: Son aplicables a la representación judicial las disposiciones


del derecho común sobre la materia, establecidas los Arts. 343 al 349 y 880 y
sgtes. del C. Civil. Consecuentemente la ratificación equivale a la representación
(Art. 347, la. p. CC): el mandatario podrá sustituir en otra persona la ejecución del
mandato, respondiendo de la persona que hubiese elegido cuando no se le acordó
aquella facultad (Art. 904 CC).

ART. 64.- CESACIÓN DE LA REPRESENTACIÓN. La representación de


los apoderados cesa:
a) por revocación expresa del mandato en el proceso. En este caso, el
poderdante deberá comparecer por sí o constituir nuevo apoderado sin necesidad
de emplazamiento o citación, so pena de continuarse el juicio en rebeldía. La
sola presentación del mandante sin pedir reconocimiento de personería, no revoca
el poder;

b) por renuncia, en cuyo caso el apoderado deberá, bajo pena de daños y


perjuicios, continuar con las gestiones hasta que hubiera vencido el plazo que el
juez fijare al poderdante para reemplazarlo o comparecer por sí. La fijación del
plazo se hará bajo apercibimiento de continuarse el juicio en rebeldía. La
resolución que así lo disponga deberá notificarse por cédula en el domicilio real
del mandante;

c) por haber cesado la personalidad con que litigaba el poderdante;

d) por haber concluido la causa para la cual se otorgó el poder;

e) por muerte o incapacidad sobreviniente del poderdante. En tales


casos se suspenderá la tramitación del proceso. El apoderado seguirá en
ejercicio por el plazo que le fije el juez, a su pedido.

Cuando el fallecimiento o la incapacidad hubiera llegado a conocimiento


del mandatario, este deberá hacerlo presente al juez o tribunal dentro del plazo de
diez días, bajo pena de perder el derecho de cobrar los honorarios que se
devengaren con posterioridad.

En la misma sanción incurrirá el mandatario que omita denunciar el


nombre y domicilio de los herederos o del representante legal, si los conociere; y

f) por muerte o inhabilidad del apoderado. En tales casos, se suspenderá


la tramitación del juicio y el juez fijará al mandante un plazo para que comparezca
por sí o por nuevo apoderado, bajo apercibimiento de continuar el juicio en
rebeldía.

Antec.: CNC 64.- PM 65.- CPCC 19 al 21.-

Conc.: CPC 50; 68; 133; 146; 792.- CC 61 al 63; 65; 66; 133; 909 y
sgtes..-

1. REVOCACIÓN (inc. a)): La revocación se produce cuando por la


voluntad unilateral del poderdante se priva de eficacia al mandato otorgado.

La revocación debe ser expresa e inequívoca y debe darse en el proceso.


No es aplicable a la revocación judicial la revocación tácita del mandato prevista
en el Art. 914 del C. Civil.
Producida la revocación el poderdante tiene el deber de comparecer
personalmente o designar nuevo apoderado. Si así no lo hiciere el juicio
proseguirá en rebeldía, aplicándose las disposiciones de los Arts. 68 y sgtes. del
CPC.

Cuando el poder es otorgado a varios apoderados en forma conjunta,


separada, alternativa o indistinta la presentación de uno importa la revocación del
poder del otro.

2. RENUNCIA (inc. b)): Renunciar significa abandonar o dejar


voluntariamente una cosa o derecho que se tiene.

No obstante la renuncia, la que debe notificarse por cédula en el domicilio


real del mandante, el apoderado, bajo pena de daños y perjuicios, debe continuar
los trámites del proceso hasta que hubiera vencido el plazo judicial fijado bajo
apercibimiento para que el mandante reemplace al mandatario o comparezca
personalmente. Si así no lo hiciere el proceso continúa en rebeldía de acuerde
con el Art. 68 y sgtes. del CPC.

3. PERSONALIDAD (inc. c)): La personalidad procesal es la capacidad


civil de la parte para estar en juicio.

De la ley substancial resulta quiénes tienen y quiénes carecen de la


cualidad necesaria para poder actuar en un proceso.

La personalidad puede estar referida a las personas físicas o a las


jurídicas.

4. JUICIO (inc. d)): La causa -sinónimo de proceso, juicio, pleito, litis-


concluye normalmente con el dictado de la sentencia. También, puede terminar
por otros modos distintos: allanamiento, desistimiento, caducidad de instancia, etc.

La norma se refiere al poder otorgado para actuar en un determinado


juicio.

5. MUERTE O INCAPACIDAD DEL PODERDANTE (inc. e)): La muerte o


incapacidad sobreviniente del poderdante produce la suspensión del proceso. La
muerte o incapacidad del poderdante debe estar comprobada en autos. La norma
establece el deber a cargo del mandatario de hacer saber al juez o tribunal de la
causa el hecho producido dentro del plazo de diez días de haber tenido
conocimiento del mismo. Del mismo modo, debe denunciar -si conoce- el nombre
y el domicilio de los herederos o del representante legal del fallecido o
incapacitado.

La omisión de los deberes enunciados precedentemente hará perder el


derecho de cobrar los honorarios que se devengaren con posterioridad.
6. MUERTE O INHABILIDAD DEL APODERADO (inc. f)): La muerte o
inhabilidad del apoderado es otro de los casos de suspensión del proceso. La
cesación del mandato se produce «ipso facto» en razón de haber perdido
capacidad procesal la persona con quien debe entenderse la substanciación de la
causa.

La suspensión de los plazos se produce desde el momento en que


acaeció la muerte o inhabilidad. Son susceptibles de nulidad las actuaciones
producidas antes del vencimiento del plazo acordado al poderdante para
comparecer por sí o por nuevo apoderado. Si así no lo hiciera se seguirá el juicio
en rebeldía, de acuerdo con el Art. 68 y sgtes. del CPC.

ART. 65.- UNIFICACIÓN DE LA REPRESENTACIÓN. Cuando actuaren


en el proceso diversos litigantes con un interés común, el juez, de oficio o a
petición de parte, y después de contestada la demanda, les instará a que unifiquen
su representación, siempre que haya compatibilidad en ella, que el derecho o el
fundamento de la demanda sea el mismo o iguales las defensas. A este efecto
fijará una audiencia dentro de los diez días. La inasistencia de los interesados se
tendrá como negativa a la unificación.

No habiendo acuerdo unánime, la unificación podrá disponerse con


respecto a las partes que están conformes con ella.

Producida la unificación, el representante común tendrá, respecto de sus


mandantes, todas las facultades y obligaciones inherentes al mandato.

Antec.: CNC 65.- PM 66.-

Conc.: CPC 2; 15, inc. f); 61 al 64; 66; 604.-

1. CONCEPTO: La unificación de la representación se produce cuando


varios actores o varios demandados (litisconsoncio activo o pasivo) vinculados por
un interés común designan un apoderado único para que éste asuma la
representación de todos los que se encuentren en igual posición procesal.

2. FUNDAMENTO: El fundamento del instituto procesal radica en obtener


celeridad, economía y unidad de dirección en el proceso a fin de evitar la profusión
de trámites y el desorden y confusión procesal.

3. OPORTUNIDAD: En cualquier momento del juicio, después de


contestada la demanda, el juez, de oficio o a petición de parte, instará a la
unificación de la representación.

4. REQUISITOS:
4.1. Pluralidad de litigantes: Se requiere que en el proceso existan
varios litigantes.

4.2. Interés común: Es una condición esencial que debe existir para que
sea admisible. Consiguientemente, no corresponde la unificación de la
representación de los litigantes por el sólo hecho de encontrarse en una misma
posición procesal (compartes), sino que hayan deducido pretensiones o defensas
comunes (litisconsortes).

4.3. Compatibilidad: Debe haber compatibilidad entre quienes invocan el


interés común, vale decir, armonía. En caso contrario, el juez debe tener el
arbitrio de denegar la unificación.

4.4. Igualdad: Deben ser iguales el derecho invocado o el fundamento de


la demanda o las defensas opuestas.

5. AUDIENCIA: A los efectos de la unificación de la representación el juez


fijará una audiencia dentro de los diez días, a la que convocará a las partes.

Si los interesados no concurrieren, la inasistencia se tendrá como


negativa a la unificación, continuándose la tramitación de la causa como se venía
haciendo.

Si en la audiencia no existe unanimidad, el juez podrá disponer la


unificación sólo en relación a las partes que hayan manifestado su conformidad.

6. PODER: No es necesario el otorgamiento de nuevo poder por cuanto la


representación emana directamente de un precepto legal.

7. FACULTADES Y OBLIGACIONES DEL REPRESENTANTE COMÚN:


Producida la unificación de la representación, el representante común tendrá
respecto de sus mandantes todas las facultades y obligaciones inherentes al
mandato (Arts. 61 y 62 CPC).

ART. 66.- REVOCACIÓN. Efectuado el nombramiento común, podrá


revocárselo por acuerdo de las mismas partes o por el juez, a petición de alguna
de ellas, siempre que en este último caso hubiere motivo que lo justificare. La
revocación no producirá efectos, mientras no tome intervención el nuevo
mandatario.

La unificación se dejará sin efecto, cuando desaparecieren los requisitos


en que ella se fundó.

Antec.: CNC 66.- PM 67.-

Conc.; CPC 65; 792.-


1. REVOCACIÓN POR PEDIDO DE TODAS LAS PARTES: El
nombramiento del apoderado común puede ser revocado por acuerdo de las
mismas partes que concurrieron a su nombramiento, sin necesidad de que se
exprese motivo alguno.

Sólo se requiere un escrito en el que se designe otro representante o se


exprese la revocación, pudiéndose, si se desea, solicitar al juez la fijación de una
nueva audiencia para efectuar una nueva designación.

2. REVOCACIÓN POR PEDIDO DE ALGUNA PARTE: Cuando la


revocación sea solicitada por alguna de las partes, el motivo de revocación debe
justificarse, debiendo el juez conferir traslado, a los demás litisconsortes.

Admitida la revocación, se deberá observar el mismo procedimiento para


la designación del nuevo representante.

3. CESACIÓN DE LA UNIFICACIÓN: El 2o. párrafo del Artículo se refiere


al supuesto de que la unificación de la representación haya perdido su razón de
ser, lo cual acontece cuando desaparece uno de los requisitos queridos por la ley
para su procedencia. (Véase el comentario al Art. 65, numeral 4., al que me
remito).

En este supuesto, el Juez, de oficio a petición departe, dejará sin efecto la


unificación de la representación.

ART. 67.- DIGNIDAD DEL ABOGADO. Deberá guardarse a los


abogados, en su actuación profesional, el mismo respeto y consideración debidos
a los jueces.

Antec.: CNC 67.- PM 70.-

Conc.: CN Preámbulo; 1, 2o. p. in fine; 4, 4a. p.; 33, 2o. p.; 46, 1a. p.-
CPC 17.- COJ 89; 90; 95; 233 al 235.- Pacto de San José de Costa Rica 11.-

1. FUNCIÓN DEL ABOGADO: De acuerdo con el precepto procesal, el


abogado en el ejercicio de su profesión debe exigir y se le debe guardar la misma
consideración debida al órgano judicial. La disposición no debe entenderse con
un alcance meramente protocolar.

Conviene, no obstante, destacar que la dignidad y el respeto no provienen


del ejercicio del cargo o función. A ellos sólo se acceden por el estudio, el trabajo
y la recta conducta.

La función del abogado es una de las más nobles que existe. A él se le


encarga defender ante los tribunales la vida, la libertad, el honor y el patrimonio de
las personas.
La utilidad e importancia de su función en la sociedad esta fuera de toda
duda, dada la naturaleza y complejidad de las cuestiones jurídicas y la versación
especial que su atención requiere.

No obstante, en la realidad, la norma, hasta hoy, ha tenido poca


repercusión. La culpa también la tenemos los propios abogados, pues todo
finalmente viene a ser una cuestión de educación, en los unos y en los otros, para
que por este medio, se otorgue al abogado el trato, la consideración y el respeto
que se merece en su actuación profesional.

2. MEDIDAS DISCIPLINARIAS: Las denuncias acerca de la violación de


lo prevenido en esta norma por las partes, los funcionarios judiciales o los terceros
involucrados en el proceso o actuación en que se produzca, deben ser dirigidas al
juez o tribunal de la causa o a la Corte Suprema de Justicia, en su caso, para que
el órgano judicial, en uso de su potestad disciplinaria, disponga las medidas o
aplique las sanciones que pudieran corresponder.
CAPITULO IV

DE LA REBELDÍA

ART. 68.- DECLARACIÓN DE REBELDÍA. La parte con domicilio


conocido, debidamente citada, que no respondiere al emplazamiento, o la que
abandonare el juicio después de haber comparecido, será declarada en rebeldía, a
pedido de la otra.

Esta resolución se notificará por cédula. Las sucesivas resoluciones


quedarán notificadas por ministerio de la ley.

Antec.: CNC 68.- PM 71.- CPCC 368.-

Conc.: CPC 46; 50; 64, inc. b); 69 al 75; 131; 133.-

1. CONCEPTO: La rebeldía se produce, en general, cuando la parte no


comparece al proceso dentro del plazo de la citación o lo abandona después de
haber comparecido.

El instituto procesal de la rebeldía, legislado en el presente Capítulo del


Código Procesal Civil, no debe confundirse con la omisión del litigante de realizar
un concreto acto procesal dentro del plazo que la ley determina, v.g.: contestar un
traslado, etc. en razón de que esa actitud sólo implica la pérdida de la facultad de
ejecutar dicho acto en lo futuro, por la vigencia del Principio de preclusión.

2. REQUISITOS: Del contenido de la norma se infieren los requisitos


que son necesarios para la declaración de rebeldía o contumacia, ellos son:

2.1. Notificación válida de la demanda por el modo que la ley


establece (cédula, oficio o exhorto), a una persona cierta y con domicilio
conocido. Si se trata de una persona incierta o cuyo domicilio se ignora
corresponde la notificación por edictos y su incomparecencia no acarrea la
declaración de rebeldía sino la designación del defensor oficial para que lo
represente en juicio.

2.2 Incomparecencia dentro del emplazamiento o abandono del


proceso después de haber comparecido, sea el actor o el demandado. Si el
demandado comparece pero no contesta la demanda no se lo puede declarar
rebelde, ello sin perjuicio de la pérdida de la facultad de contestar que no ha
ejercido.

El abandono del proceso posterior a la comparecencia puede darse


cuando se produce el fallecimiento o incapacidad de la parte que actúa
personalmente (Art. 50 CPC) y citados los herederos o representantes a estar a
derecho no comparezcan en el plazo que juez les fije. Si no se conociere el
domicilio de éstos, se les citará por edictos, vencido el cual, si no comparecen, se
designará el defensor oficial.

Se opera también en los casos en que cualquiera de las partes actúe


por medio de representante y se extinga la representación por revocación del
mandato (Art. 64, inc. a) CPC); o, por renuncia (Art. 64, inc. b) CPC) o, por muerte
o incapacidad o inhabilidad del poderdante o apoderado (Art. 64, incs. e) y f)
CPC).

2.3. Pedido de la otra parte. Para que proceda la declaración de


rebeldía, de acuerdo con el Artículo sub examine debe mediar el correspondiente
pedido de la parte adversa, consiguiente no puede ser declarada de oficio.

3. FALTA DE CONSTITUCIÓN DE DOMICILIO: La rebeldía no queda


configurada si el demandado comparece y no constituye domicilio, porque en este
caso el incumplimiento de la carga produce el efecto de que su domicilio queda
constituido en la secretaría del juzgado, de acuerdo con el Art. 48 del CPC.

4. LITISCONSORCIO: En el supuesto de litisconsorcio la rebeldía se


opera en forma independiente con relación a cada uno de los litisconsortes, salvo
el caso de litisconsorcio necesario.

5. NOTIFICACIÓN: La resolución que declare la contumacia debe


notificarse por cédula en el domicilio real o procesal, según sea el caso. Las
demás resoluciones que se dicten en el juicio quedan notificadas los días martes o
jueves, o el siguiente día hábil si alguno de ellos fuere feriado, en forma
automática, de acuerdo con el Art. 131 del CPC.

ART. 69.- EFECTOS. La rebeldía no alterará el curso regular del


proceso. La sentencia será pronunciada según el mérito de la causa, pero en
caso de duda, la rebeldía declarada y firme constituirá presunción de verdad de
los hechos lícitos afirmados por quién obtuvo la declaración.

Serán a cargo del rebelde las costas causadas por su rebeldía.

Antec,: CNC 69.- PM 72.- CPCC 369.-

Conc.: CPC 15, inc. b), c), f); 68; 70 al 75; 192.-

1. CURSO DEL PROCESO: De acuerdo con el precepto procesal la


rebeldía no altera el curso regular del proceso, porque la rebeldía no importa un
castigo al contumaz, ni el pronunciamiento ha de ser necesariamente desfavorable
al rebelde.

2. PRESUNCIÓN: La condena al rebelde no resulta ineludible ni es de


aplicación automática. No obstante, quien no comparece, en principio, es porque
no quiere hacerlo; consecuentemente, dicha actitud debe constituir un indicio de
falta de derecho o de razón respecto de la causa, de allí que en caso de duda la
rebeldía produce la presunción de legitimidad del derecho de la contraparte, que
prescribe la ley y que el juez debe tener en cuenta al sentenciar.

La norma, no obstante, condiciona la eficacia de la presunción a la


licitud de los hechos, lo cual significa que las pretensiones deben ser lícitas, en el
sentido de que tengan respaldo y fundamentación jurídicos.

Véase el numeral 1 del Art. 70 del CPC.

3. PRUEBA: La unilateralidad del trámite en rebeldía no constituye óbice


para que el actor, en su caso, cumpla con la carga de la prueba y para que el juez
certifique la regularidad sustancial de la pretensión.

4. SENTENCIA: La ausencia de controversia en el proceso seguido en


rebeldía no exime al juez del deber de dictar una sentencia justa.

La condena del contumaz no puede ni debe resultar de su sola ausencia


sino de la necesaria concordancia de esos hechos y el derecho aplicable.

5. COSTAS: El segundo párrafo del Artículo se refiere a la imposición de


las costas causadas por la rebeldía en concreto, es decir, los gastos devengados
exclusivamente a la otra parte por la comparecencia o el abandono. Las mismas
tienen carácter diferente a las costas de todo el proceso, que deben imponerse de
acuerdo con las reglas establecidas en los Arts. 192 y sgtes., del CPC.

ART. 70.- APERTURA A PRUEBA Y PRACTICAMIENTO DE


DILIGENCIAS. A petición de parte o si el juez lo creyere necesario, recibirá la
causa a prueba, o mandará practicar las medidas autorizadas por este Código,
tendientes al establecimiento de la verdad de los hechos.

Antec.: CNC 70.- PM 73.- CPCC 370.-

Conc.; CPC 18; 68; 69; 73; 75.-

1. APERTURA A PRUEBA: La declaración de la rebeldía no constituye


una causal que determine la configuración de una presunción «iuris tantum»
acerca de la verdad de los hechos expuestos por la otra parte.

Siendo así, la presunción desfavorable, que genera la declaración de


rebeldía debe ser corroborada a través de la prueba sobre los hechos en que se
halla fundada la pretensión u oposición en su caso. De allí que la rebeldía no
altere substancialmente las reglas relativas a la distribución y producción de la
prueba.
A diferencia del sistema legal aplicable a los casos normales en los que
la existencia de hechos controvertidos exige la apertura de la causa a prueba, de
conformidad al Art. 243 del CPC, en el proceso en rebeldía la causa se abre a
prueba, a petición de parte o de oficio, si el juez lo creyere necesario.

El juez, de conformidad con la norma del Art. 18 del CPC puede ordenar
la producción de los medios probatorios tendientes al esclarecimiento de la verdad
de los hechos, dada la ausencia de contradicción, que es característica de este
tipo de proceso.

Si la parte ha acompañado con sus escritos respectivos de demanda o


contestación la prueba documental que acredite suficientemente su derecho, el
juez, evidentemente, se halla facultado para obviar la etapa probatoria.

2. COMPARECENCIA DEL REBELDE: En la hipótesis de que


producida la apertura a prueba comparezca el contumaz, éste se encuentra
facultado a ^producir la prueba necesaria a su derecho, siempre que se encuentre
en la oportunidad procesal pertinente.

ART. 71.- NOTIFICACIÓN DE LA SENTENCIA. La sentencia se hará


saber por cédula al rebelde.

Antec.: CNC 71.- PM 74.- CPCC 371.-

Conc.; CPC 68, 2o. p.; 133.-

1. NOTIFICACIÓN POR CÉDULA: En el proceso en rebeldía sólo la


resolución que la declara y la sentencia se notifican por cédula (Art. 133 CPC).

2. NOTIFICACIÓN AUTOMÁTICA: Con excepción de las resoluciones


mencionadas en el numeral precedente, todas las demás que se dicten en el
proceso en rebeldía se notificarán en forma automática de los días señalados en
la ley (Art. 131 CPC).

ART. 72.- MEDIDA PRECAUTORIA. Declarada la rebeldía de un


litigante, podrá decretarse, si procediere y la otra parte lo pidiere, la medida
precautoria apropiada para asegurar el objeto del juicio o el pago de las costas.

Antec.: CNC 72.- PM 75.- CPCC 372.-

Conc.: CPC 68; 74; 691 y sgtes.; 693, inc. c); 709, inc. a) y 2o. p.

1. FACULTAD DE LA PARTE: Como consecuencia de que la rebeldía


crea, en principio, una presunción de verosimilitud del derecho de la parte
contraria, la norma permite que a pedido de parte se dicte la medida precautoria
que sea eficaz para preservar el derecho que se trate.
2. PROCEDENCIA: La medida precautoria solicitada sólo será
decretada por el juez cuando la misma resulte procedente, teniendo, en
consecuencia, la facultad de denegarla.

Si la petición de la medida proviene del actor su fin será preservar el


objeto del juicio, siendo preciso atender la clase de pretensión deducida. Si la
solicitud proviniere del demandado la misma tendrá como objetivo asegurar el
pago de las costas del juicio, debiendo para ello calcularse los gastos y honorarios
en relación al valor debatido en el proceso.

3. CONTRACAUTELA: No obstante la presunción de la verosimilitud del


derecho, el otorgamiento de la medida cautelar se halla supeditado al
cumplimiento del requisito de la prestación de contracautela por parte del
peticionante de acuerdo con el Art. 693 inc c) del CPC, salvo que se trate de
embargo preventivo, en cuyo caso el juez no debe exigir contracautela (Art. 709
2o. p. CPC).

ART. 73.- COMPARECENCIA DEL REBELDE. Si el rebelde


compareciere, cualquiera fuese el estado del juicio, cesará el procedimiento en
rebeldía, será admitido como parte y se entenderá con él la sustanciación del
proceso.

Antec.: CNC 73.- PM 76.- CPCC 373.-

Conc.: CPC 46; 68 al 70; 74; 75.- COJ 87.-

1. EFECTOS DE LA COMPARECENCIA: La declaración de la rebeldía


no impide ni supone que el contumaz no pueda comparecer al juicio en el que así
fue declarado.

Su comparecencia hace que cesen los efectos de la rebeldía declarada.

Siendo así, debe ser tenido como parte y substanciarse con él el


proceso. Desde dicho momento el régimen normal de notificaciones comienza a
regir.

2. ACTOS ANTERIORES: Los efectos de la declaración de rebeldía


producidos en el proceso quedan firmes. Consecuentemente, el rebelde deberá
continuar el proceso en el estado y en la etapa procesal en que se encuentre «in
statu et terminis», no pudiendo retrogradar el proceso.

Art. 74.- SUBSISTENCIA DE LA MEDIDA PRECAUTORIA. La medida


precautoria decretada de conformidad con el artículo 72 continuará hasta la
terminación del juicio, a menos que el interesado justificare haber incurrido en
rebeldía por causa que no estuvo a su alcance vencer.
Serán aplicables las normas sobre ampliación, substitución o reducción
de las medidas precautorias.

Las peticiones sobre procedencia o alcance la medida precautoria se


tramitarán por incidente, sin detener el curso del proceso principal.

Antec.: CNC 74.- PM 77.- CPCC 374; 375.-

Conc.: CPC 72; 73; 180 y sgtes.; 691 y sgtes.-

1. FUERZA MAYOR: La disposición contempla, en su primer párrafo, el


supuesto de aplicación, - excepcional por cierto -, del razonable criterio de que por
causa de fuerza mayor, se incurrió en rebeldía, la cual debidamente acreditada por
el interesado hace procedente el levantamiento de la medida precautoria
decretada.

2. VICISITUDES DE LAS MEDIDAS CAUTELARES: El secundo párrafo


de la norma, siguiendo con la razonabilidad, declara aplicables las previsiones del
Código Procesal Civil referidas a los supuestos de ampliación, substitución o
reducción de las medidas cautelares contempladas en los Arts. 696 y 698 del
CPC, que se hallan fundadas en el carácter provisional de las mismas, en cuya
virtud tienen justificación mientras duren las circunstancias que las determinaron,
quedando librada la cuestión al prudente arbitrio judicial.

3. INCIDENTE. El último párrafo del Artículo indica el trámite incidental


a los efectos de la substanciación de las cuestiones referidas a la procedencia o
alcance de las medidas cautelares. La tramitación se hará por pieza separada y
sin que ello obste el curso del principal, conforme al Art. 182 del CPC.

ART. 75.- PRUEBA EN SEGUNDA INSTANCIA. Si el rebelde hubiere


comparecido después de vencido el plazo para el ofrecimiento de prueba y
recurriere de la sentencia, a su pedido se recibirá la casa a prueba en segunda
instancia, siempre que concurran las condiciones establecidas para ello.

Antec.: CNC 75.- PM 78.- CPCC 376.-

Conc.: CPC 73; 430.-

1. REQUISITOS: El Artículo resulta aplicable cuando se cumplen los


requisitos señalados en el mismo.

1.1. Comparecencia del rebelde después de vencido el plazo de


ofrecimiento de prueba.

1.2. Haber recurrido de la sentencia.


1.3. Pedido del interesado.

Los extremos señalados precedentemente deben ser cumplidos para la


procedencia de la apertura a prueba en segunda instancia.

2. CONDICIONES DEL ART. 430 DEL CPC: El in fine de la norma


dispone, a su vez, que dicha apertura a prueba se producirá siempre que
concurran las condiciones establecidas para ello, lo cual remite la cuestión a lo
dispuesto en el Art. 430 del CPC que establece los casos en que resulta posible la
apertura a prueba de la causa en segunda instancia, que dispone:

«a) si se alegare algún hecho nuevo conducente al pleito, que hubiese


ocurrido o hubiese llegado a conocimiento de las partes después de la oportunidad
prevista en el artículo 250; y

b) Si por motivos no imputables al solicitante, no se hubiese practicado


en primera instancia la prueba por él ofrecida».
CAPITULO V

DE LA INTERVENCIÓN DE TERCEROS Y DE LAS TERCERÍAS

SECCIÓN I

DE LA INTERVENCIÓN DE TERCEROS EN LA RELACIÓN


PROCESAL

1. GENERALIDADES: Nuestro proceso, de acuerdo con su origen


romano, es singular, en el sentido de que de ordinario se tramita entre dos partes:
el actor y el demandado, y sólo a ellos se refiere y afecta la sentencia. No
obstante, la complejidad de las relaciones jurídicas hace que la litis pueda afectar
también a los terceros, en cuyo caso estos pueden tener un interés legítimo en el
modo como dicha litis será decidida. Según CARNELUTTI debe entenderse por
litis un conflicto actual de intereses. Entre proceso y litis existe la misma relación
que se da entre continente y contenido. De allí que un proceso puede contener
una o más litis.

Se denomina tercero, en sentido general, a quien no es parte en el


proceso y, en consecuencia, no puede resultar afectado por sus efectos.

También se denomina tercero a aquél que sin ser actor o demandado


adquiere la calidad de parte en un proceso ya iniciado pretendiendo una sentencia
favorable a su interés.

La pretensión que deduce el tercero en el proceso puede ser


coincidente con la de uno de los litigantes (coadyuvante) o contraria a las
pretensiones de las partes originarias (excluyente).

La intervención de terceros puede darse en toda clase de procesos y no


esta limitada al proceso de conocimiento ordinario.

El tercero cuando su intervención es procedente, pasa a actuar


directamente en el proceso que siguen el actor y el demandado, sin promover otro
proceso nuevo o distinto y la sentencia que se vaya a dictar en ese único proceso
decidirá también la suerte de las pretensiones del tercero.

2. PRESUPUESTOS DE LA INTERVENCIÓN: El tercero podrá


intervenir en un proceso siempre que se cumplan determinados presupuestos.
Ellos son:

2.1. Que exista un proceso pendiente sustanciándose ante el órgano


jurisdiccional.
2.2. Que el interviniente sea efectivamente un tercero en relación
procesal, es decir que no sea parte originaria en el proceso.

2.3. Que el tercero demuestre tener un interés jurídico en la cuestión


debatida en el proceso.

2.4. Que la pretensión del tercero sea conexa con el objeto, la causa, o
ambos elementos, o exista afinidad, para que pueda ser sustanciada y resuelta
conjuntamente con las pretensiones de las partes originales.

3. CLASES DE INTERVENCIÓN: De acuerdo con la forma en que se


produce, la intervención del tercero puede ser:

3.1. Voluntaria, que se divide en:

3.1.1. Coadyuvante; y ésta en:

3.1.1.1. Adherente simple o Accesoria.

3.1.1.2. Adherente autónoma o Litisconsorcial.

3.1.2. Excluyente.

3.2. Forzosa u obligatoria.

3.3. Necesaria (Véase Art. 101, 2° p. CPC).

4. INTERVENCIÓN FORZOSA: La institución procesal de la


intervención forzosa u obligada tiene lugar cuando el juez, a pedido de parte o de
oficio, ordena la citación de un tercero, a fin de que la sentencia que vaya a
dictarse produzca sobre éste el efecto de la cosa juzgada. Son casos de
intervención forzosa:

4.1. La «litis denuntiatio»: cuando la parte en caso de ser vencida podría


tener una acción contra el tercero, v.g.: evicción (Art. 1759 CC).

4.2. La «laudatio auctoris»: cuando el poseedor demandado denuncia el


nombre de aquel por quien posee (Art. 2419 CC).

4.3. El llamamiento del tercero pretendiente: cuando el demandado por


la entrega de una cosa o el pago de una deuda llama al tercero que también
pretende ser propietario o acreedor (Art. 584, inc. d) CC).

4.4. La llamada en garantía: cuando el llamante se encuentra en el juicio


por una obligación del llamado, como el fiador respecto del deudor (Art. 1456 CC).
ART. 76.- INTERVENCIÓN VOLUNTARIA. Los que sin ser parte en un
proceso tuvieren en él un interés legítimo, podrán intervenir en el mismo
cualquiera fuere el estado y la instancia en que se encontrare.

Antec.: CNC 76.- PM 79.-

Conc.: CPC 77 al 79; 90.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia


Electoral 41, inc. b) in fine.-

1. CONCEPTO. CLASES: La intervención voluntaria es la que queda


configurada por la libre y espontánea decisión del escero.

Puede ser de dos clases, según lo establece la Sección I del presente


Capítulo del Código: coadyuvante o excluyente.

2. INTERVENCIÓN COADYUVANTE: La intervención es coadyuvante


cuando consiste en apoyar la pretensión de una de las partes originarias (actor o
demandado).

La intervención coadyuvante - de acuerdo con la doctrina y la legislación


comparada - puede asumir dos modalidades:

2.1. Intervención adherente simple o accesoria: En la cual el tercero


hace valer un derecho conexo con el debatido entre el actor y el demandado,
apoyando a uno de ellos pero sin autonomía de actuación, vale decir, su actuación
procesal se halla subordinada a la parte principal a la cual coadyuva.

2.2. Intervención adherente autónoma o litisconsorcial: En la que el


tercero invoca un derecho propio frente a alguna de las partes originarias. El
tercero actúa como litisconsorte de la parte a quien adhiere, con la consiguiente
autonomía de gestión procesal.

2.3. Remisión: Véase comentario al Art. 78 del CPC, al que me remito.

3. INTERVENCIÓN EXCLUYENTE. REMISIÓN: La intervención del


tercero es excluyente cuando su actuación pretende un derecho incompatible con
el de las partes originarias. Véase comentario al Art. 79 del CPC.

4. CARÁCTER DE LA INTERVENCIÓN: La determinación del carácter


procesal de la intervención del tercero en el proceso resultará de la ley
substancial. En algunos casos su participación en el proceso será la de mero
coadyuvante sin autonomía (Art. 78 CPC); en otros, tendrá calidad de parte
autónoma y su carácter será el de litisconsorte con las mismas facultades
procesales de la parte principal (Art. 76 CPC); o, su intervención será autónoma
excluyente (Art. 79 CPC).
De lo expuesto se puede colegir la diferencia que existe entre esta figura
jurídica y la tercería. Véase el comentario al Art. 80 del CPC, numeral 8.

ART. 77.- PROCEDIMIENTO PREVIO A LA INTERVENCIÓN. El


pedido de intervención se hará con los requisitos de la demanda en lo pertinente, y
se presentarán los documentos y ofrecerán las demás pruebas de los hechos
articulados. Será sustanciado en forma preliminar con un traslado a las partes,
para que en el plazo de cinco días expresen si aceptan o se oponen a la
intervención.

La resolución del juez que deniegue la intervención será apelable en


relación y sin efecto suspensivo.

Antec.: CNC 77.- PM 80.-

Conc.: CPC 76; 78; 79; 215; 219; 400, inc. b); 402; 432 al 434.-

1. REQUISITOS: El Artículo refiere las condiciones que debe cumplir


quien pretende tomar intervención en un proceso en calidad de tercero, el cual
debe extremar la fundamentación de su actuación, en razón de que la
participación de un tercero distinto a las partes originarias del proceso tiene
carácter excepcional. Le corresponde acreditar "prima facie" la seriedad de su
pretensión.

El tercero, en lo pertinente, deberá cumplir con los requisitos exigidos en


el Art. 215 del CPC para la presentación de la demanda.

Debe acompañar toda la prueba documental que obre en su poder o, si


no tuviera a su disposición, individualizarla, indicando su contenido, lugar, archivo,
u oficina pública o persona en cuyo poder se encuentre, de acuerdo con el Art.
219 del CPC. Por motivos de economía procesal deberá, a su vez, ofrecer todas
las demás pruebas de que intente valerse.

2. TRASLADO: De la presentación y de los documentos acompañados


por el tercero, el juez deberá correr traslado a las partes originarias para que
manifiesten si aceptan o se oponen a la intervención del tercero.

3. RESOLUCIÓN: La resolución que el juez dicte admitiendo o


denegando la intervención del tercero será recurrible. Si la admite, porque su
participación, obviamente, puede traer aparejada un perjuicio para las partes
originarias si ella es infundada o improcedente. Si la deniega, porque el tercero
podría verse afectado en el ejercicio de la legítima defensa o la sentencia
carecería de efectos a su respecto.
El recurso se dará sin efecto suspensivo, lo que significa que el trámite
continuará ante el juez de la causa, debiéndose elevar las compulsas pertinentes
del expediente al superior, de acuerdo con el Art. 400, inc. b) del CPC.

ART. 78.- INTERVENCIÓN COADYUVANTE. El tercero coadyuvante


se reputa una misma parte con aquel a quién ayuda, debiendo tomar el proceso
en el estado en que se hallare.

No puede hacer retroceder ni suspender su curso, ni alegar ni probar lo


que estuviere prohibido al principal.

Antec.: CNC 78.- PM 81.-

Conc.; CPC 76; 77; 94, in fine; 95; 172, 2o. p..- Ley 635/95 que
Reglamenta la Justicia Electoral 41, inc. b) in fine.-

1. CLASES: La intervención coadyuvante tal como lo exprese al


comentar el Art. 76, numeral 1., puede ser de dos modos:

1.1. Adherente simple o accesoria: En la que el tercero pretende


hacer valer un derecho conexo al derecho de una de las partes principales.

Puede intervenir en esta calidad el tercero para quien constituye


condición favorable a su derecho la sentencia que se dicte en favor de la parte a la
que coadyuva, v.g.: el fiador, que interviene en la demanda que se le promueve al
deudor por él afianzado; el acreedor, que interviene en la demanda que promueve
su deudor (Art. 94, in fine CPC).

1.2. Adherente autónoma o litisconsorcial: En la cual el tercero


invoca un derecho propio frente a una de las partes originarias: actor o
demandado.

El tercero que interviene de este modo pudo haber sido parte principal
en el proceso en que actúa como tercero y la sentencia que se vaya a dictar en
dicho proceso, haya tomado o no intervención como tercero, le afectará
directamente, v.g.: demanda de nulidad de una asamblea de accionistas
promovida por un accionista, citación de evicción (Art. 90 CPC).

2. INTERVENCIÓN ADHERENTE SIMPLE O ACCESORIA: El Artículo


sub examine se refiere a la primera de las intervenciones mencionadas en el
numeral 1 precedente, porque de sus términos se colige que el tercero tiene una
condición accesoria y subordinada a la actuación de la parte principal a la que
coadyuva, al no poder alegar ni probar lo que a ella le estuviere prohibido.
Puede, sin embargo, ejercitar todos los actos procesales que se
traduzcan en asistir a la parte que él coadyuva, siempre que ésta no se oponga a
ello.

ART. 79.- INTERVENCIÓN EXCLUYENTE. Cuando la intervención


fuere excluyente y el proceso se estuviere sustanciando en primera instancia, se
suspenderá su curso, y tramitada aquella en la forma que corresponda, hasta
quedar en el mismo estado, continuarán ambos por el mismo trámite para
resolverse en una sola sentencia.

Si el proceso se hallare en segunda instancia, se tramitará en pieza


separada con ambos litigantes, sin suspenderse el curso de aquél; pero se
suspenderá la sentencia hasta que queden en el mismo estado y se resolverán
juntos.

Antec.: CNC 79.- PM. 82.-

Conc.; CPC 76; 77.-

1. CONCEPTO: La intervención voluntaria se denomina excluyente o


agresiva cuando el tercero pretende un derecho frente a las partes originarias. Su
pretensión se contrapone a la de los litigantes originarios: actor y demandado, v.g.:
las partes principales discuten acerca de la propiedad de un bien y el tercero
interviene en el proceso alegando ser el propietario de dicho bien.

2. CARÁCTER: La calidad con que el tercero interviene en el proceso


es distinta a la de los otros contendientes. Es una tercera parte.

La intervención excluyente tiene carácter exclusivo e independiente y


está dada por la incompatibilidad del derecho del tercero con el que se ventila en
el proceso.

CHIOVENDA dice que es una simple facultad del tercero concedida con
el fin de prevenir el daño que, de hecho, podría recibir por la victoria de una de las
partes del pleito principal, y también con el fin de evitar una duplicidad inútil de
juicios y la contradicción de las sentencias.

3. FORMA: La demanda que promueve el tercero excluyente se dirige


contra las otras partes del proceso en trámite, pretendiendo en todo o en parte el
bien que constituye el objeto de la litis.

El tercero excluyente o agresivo promueve una demanda independiente


contra el actor y el demandado, pasando las partes originarias a ser litisconsortes.

4. EFECTOS: El Artículo sub examine distingue la instancia en la que se


encuentra substanciándose el proceso.
4.1. Si se halla en primera instancia: Se suspenderá su curso, hasta
que la nueva litis y la original queden en el mismo estado, para continuarse
conjuntamente a fin de dictarse una sola sentencia.

4.2. Si el proceso se encuentra en segunda instancia: La nueva litis


se tramitará en pieza separada con ambos litigantes, sin suspenderse el curso de
la litis principal, pero se suspenderá el dictado de la sentencia para poder
resolverse juntas.

SECCIÓN II

DE LAS TERCERÍAS

ART. 80.- FUNDAMENTO DE LA TERCERÍA. La tercería debe


fundarse en el dominio de los bienes embargados, o en el derecho que el tercero
tenga de ser pagado con preferencia al embargante. Podrá deducir también
tercería de dominio el que tenga un derecho sobre un bien incorporal o el titular
del derecho real desmembrado.

Una y otra deben sustanciarse en piezas separadas, con el embargante


y el embargado, por el procedimiento establecido para los incidentes, salvo que,
por la complejidad del asunto y excepcionalmente, el juez disponga que se
sustancie por el trámite del proceso ordinario.

Ambas tercerías no se excluyen y pueden ser ejercidas conjuntamente


en forma subsidiaria.

Antec.: CNC 88.- PM 85.- CPCC 463; 466.-

Conc.: CPC 81 al 86; 180 y sgtes.; 207.- CC 434; 435; 436.- Ley
1376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores 38.-

1. CLASES: La norma establece las clases de tercería que pueden


darse de acuerdo con el fundamento de la pretensión: La tercería de dominio y la
tercería de mejor derecho.

1.1. Tercería de dominio: Es aquella en la cual el tercero pretende que


se declare su dominio sobre el bien que es objeto del proceso principal, pidiendo
se deje sin efecto el embargo trabado sobre el mismo, cualquiera sea éste:
inmueble, mueble, derechos intelectuales o industriales, etc.

La promoción de la tercería de dominio no tiene carácter obligatorio para


el titular del dominio. Este, por el hecho de haberse transferido el bien en el juicio
principal, no pierde la facultad legal que posee de reivindicarlo frente al tercer
adquirente, si se cumplen las condiciones legales para el efecto.
1.2. Tercería de mejor derecho: Es aquella en la cual el tercero no
pretende el dominio del bien en litigio, sino un derecho preferente de pago frente al
que aducen los litigantes. Su pretensión esta dirigida a que con el producido de la
venta del bien subastado se le pague antes que al embargante.

2. JUICIOS EN QUE PROCEDE: Las tercerías, conforme al Artículo,


pueden deducirse en toda clase de juicios en los que el tercero se vea afectado en
sus derechos, siempre que se produzcan las condiciones requeridas por la ley,
v.g.: juicio ejecutivo, juicio de quiebra donde se ordenó la venta del bien de un
tercero, etc.

3. ADMISIBILIDAD: Para que pueda promoverse la tercería debe existir


un embargo efectivamente trabado, no es suficiente que se lo haya decretado.
Además, debe cumplirse con el requisito de admisibilidad previsto en el Art. 82 del
CPC.

Son asimilables al embargo las medidas judiciales que sean


equivalentes al mismo en sus efectos, v.g.: secuestro de bienes.

No corresponde deducir tercería contra la inhibición de bienes o la


anotación de la litis. En la inhibición debe demostrarse que el inhibido no es el
deudor, lo que requiere un trámite más simple. En la anotación de litis, el objeto
es distinto, ya que en esta se pretende que el adquirente del bien afectado por la
anotación de la litis no pueda ampararse en su buena fe, para tratar de evitar los
efectos de la sentencia.

4. SUBSTANCIACIÓN: El Artículo sub examine establece que la


tercería debe substanciarse por el trámite establecido para los incidentes,
regulado en los Arts. 180 y sgtes. del CPC, en pieza separada con el embargante
y el embargado.

Por motivos excepcionales que requieran un mayor debate y prueba el


juez puede disponer que se substancie la tercería por el trámite del proceso de
conocimiento ordinario.

5. PARTES: En la tercería el actor es el tercerista y los demandados son


todas las partes del juicio principal (actor y demandado) que pasan a tener el
carácter de litisconsortes.

6. NOTIFICACIÓN: Los demandados por el tercerista pueden oponer


excepciones, salvo la incompetencia y el arraigo, y reconvenir. La promoción de
la tercería debe notificarse por cédula en virtud de lo dispuesto en el Art. 185, 2o.
p. del CPC, en el domicilio constituido por las partes en el proceso.

7. RECUSACIÓN: El tercerista podrá recusar con causa o sin expresión


de causa, de acuerdo con las reglas establecidas en los Arts. 20 y sgtes. del CPC.
8. PROMOCIÓN SUBSIDIARIA: El tercer párrafo de la norma, establece
algo que resulta razonable: las dos tercerías pueden ser ejercidas conjuntamente
en forma subsidiaria, en razón de que las mismas no se excluyen.

9. TERCERÍA E INTERVENCIÓN DE TERCEROS: Finalmente, cabe


volver sobre el distingo necesario que debe hacerse entre los institutos procesales
de la tercería y la intervención de terceros. El tercerista promueve un juicio contra
el demandante y el demandado que son partes en un proceso substanciado entre
ellos y la sentencia que se dicte en el mismo no le va a afectar. Permanece
indiferente al resultado de la litis.

En cambio, en la intervención de terceros, el tercero asume la edad de


parte en el proceso y queda vinculado a la sentencia que vaya a dictarse.

ART. 81.- OPORTUNIDAD EN QUE DEBEN DEDUCIRSE. Pueden


deducirse hasta tanto no se haya efectuado la subasta de los bienes, o no se haya
hecho pago al acreedor, según sea de dominio o de mejor derecho.

Antec.: CNC 81.- PM 86,-

Conc.: CPC 80; 82; 83.-

1. OPORTUNIDAD: El precepto procesal establece el límite final de


tiempo en que pueden deducirse las tercerías.

1.1. Tercería de dominio: Debe promoverse hasta tanto no se haya


efectuado la subasta o remate del bien. A este efecto debe entenderse que se
realizó la subasta cuando haya finalizado el acto material del remate, siendo
indiferente que el rematador haya presentado su informe o el juez haya aprobado
el remate.

1.2. Tercería de mejor derecho: Podrá promoverse mientras no se


haya hecho pago al acreedor. El pago se tiene por hecho cuando la suma de
dinero producto de la subasta se encuentra efectivamente depositada a la orden
del juez, independientemente de que el acreedor haya o no retirado la misma.

ART. 82.- ADMISIBILIDAD. No se dará curso a la tercería, si no se


probare con instrumentos fehacientes la verosimilitud del derecho que se invoca, o
se prestare garantía suficiente para responder a los perjuicios que pudiere causar
la suspensión proceso principal.

Antec.: CNC 82.- PM 82, 2o. p..-

Conc.: CPC 80; 81; 83; 86; 219.-


1. REQUISITO DE ADMISIBILIDAD: La promoción de la tercería esta
condicionada a un requisito de admisibilidad de la pretensión consistente en que el
tercerista debe probar "prima facie" con instrumentos fehacientes la verosimilitud
del derecho que invoca o prestar garantía suficiente para responder por los
perjuicios que causare a las partes la suspensión del proceso principal.

El tercerista deberá acompañar la prueba instrumental o individualizarla,


indicando el lugar donde se encuentre, conforme al Art. 219 del CPC.

La garantía podrá ser real o personal /quedando librada al prudente


arbitrio judicial.

2. OBJETO: La disposición procesal tiene como propósito evitar que la


promoción de tercerías se convierta en un medio indebido de paralizar la causa
principal y concuerda con la norma del Art. 86 del CPC encontrando ambas su
fundamento en el Principio de moralidad, que debe regir el proceso evitándose la
inconducta procesal.

ART. 83.- SUSPENSIÓN DEL PROCESO PRINCIPAL. La tercería de


dominio suspende, hasta que sea resuelta, la ejecución de la sentencia del
proceso en que se deduce.

Si la tercería fuere de mejor derecho, seguirá el proceso hasta la


realización de los bienes embargados, suspendiéndose el pago hasta que aquélla
se decida, salvo que se diere caución suficiente a las resultas de la tercería.

Si el tercerista no prosiguiese los trámites de la tercería, el juez deberá,


a pedido de parte, emplazarlo por cinco días, bajo apercibimiento de tenerlo por
desistido de la acción. Este emplazamiento será notificado por cédula.

Antec.: CNC 83.- PM 87.- CPCC 464; 465.-

Conc.: CPC 80 al 82; 86; 133.-

1. TERCERÍA DE DOMINIO: Si la tercería es de dominio, se suspende


la substanciación hasta que sea resuelta, en razón de que si el tercerista prueba
que el dominio del bien en litigio le corresponde, se estaría transfiriendo un bien
ajeno respecto del juicio principal.

2. TERCERÍA DE MEJOR DERECHO: Si es de mejor derecho, el


proceso continúa. Sólo se suspende el pago de la suma de dinero producto de la
subasta, hasta que se decida el incidente, salvo que se diere caución suficiente a
las resultas de la tercería promovida. El precio de la subasta queda en
indisponibilidad, pendiente del resultado de la tercería.
El Artículo faculta a que el tercero, a fin de evitar perjuicios innecesarios,
pueda solicitar y obtener el levantamiento de la medida cautelar, que de ordinario
será el embargo, dando garantía suficiente a criterio del juez.

La garantía deberá comprender el capital, los intereses estimados de


acuerdo con la duración del juicio y las costas para el caso de que resulte vencido.

3. EMPLAZAMIENTO: El tercer párrafo de la norma, establece la


posibilidad de que el tercerista negligente, a pedido de parte, sea emplazado por
cinco días para continuar el trámite, bajo apercibimiento de tenerlo por desistido
de la acción. La previsión tiene por finalidad evitar la falta de actividad del
tercerista, por las consecuencias negativas que produce y que conspiran contra
los Principios de economía, moralidad y celeridad procesales.

ART. 84.- LEVANTAMIENTO DE EMBARGO SIN TERCERÍA. Sin


perjuicio de lo dispuesto en los artículos precedentes, toda persona está
autorizada a pedir en calidad de tercero perjudicado por el embargo, el
levantamiento liso y llano del mismo, acreditando fehacientemente su posesión
actual, en conformidad con el título de propiedad que exhibiese/ según la
naturaleza de los bienes.

Antec.: CNC 84.- PM 88.-

Conc.: CPC 80 al 83; 717.-

1. VÍA EXCEPCIONAL: La disposición confiere al tercero perjudicado


por el embargo la vía excepcional, instituida por razones de celeridad y economía
procesal, de solicitar el levantamiento «liso y llano» del mismo, cuando acredite
«prima facie» con los documentos que acompañe la propiedad del bien objeto de
embargo.

2. PROCEDENCIA: La procedencia del pedido del tercero resultará de


que acredite en forma efectiva y fehaciente su derecho, de acuerdo con el título de
propiedad que debe acompañar con su presentación.

La prueba, en consecuencia, debe surgir inequívocamente de los


elementos de juicio exhibidos por el peticionante y ser definitiva para resolverse
sin más trámite.

3. TERCERÍA: Si la solicitud no fuere admitida por el juez, el tercero


podrá promover el correspondiente incidente de tercería.

ART. 85.- AMPLIACIÓN DEL EMBARGO. La deducción de cualquier


tercería será bastante fundamento para que se amplíe y mejore el embargo, si el
actor lo solicitare.
Antec.: CNC 85.- PM 89.- CPCC 467.-

Conc.: CPC 80; 696.-

1. AMPLIACIÓN O MEJORA DEL EMBARGO: La ampliación o mejora


del embargo podrá ser solicitada por el actor por el sólo hecho de la deducción de
la tercería, subsistiendo dicha posibilidad hasta tanto no se decida la cuestión.

El pedido puede consistir en solicitar: que se amplíe la cuantía del


embargo o su mejora, extendiéndolo a otros bienes del deudor.

2. RESOLUCIÓN: El pedido debe ser resuelto por el juez sin


substanciación; es decir, no corresponde conferir traslado del mismo.

ART. 86.- COLUSIÓN ENTRE TERCERISTA Y EMBARGADO. Si


hubiere indicios o presunciones de colusión entre el tercerista y el embargado, el
juez, en resolución fundada, ordenará la remisión de los antecedentes a la justicia
penal.

Antec.: CNC 86.- CPCC 468.- DL 5679/38, 35.-

Conc.; CPC 17; 51 y sgtes; 80; 82.- COJ 236.-

1. CONCEPTO: Se entiende por colusión procesal la connivencia


maliciosa de un litigante con otro o con terceros con el propósito de perjudicar a su
adversario o a un tercero en el proceso.

2. EXISTENCIA DE INDICIOS O PRESUNCIONES: La norma no


requiere que se haya probado el entendimiento malicioso, basta que hayan
surgido indicios o presunciones para que el juez en resolución fundada, en
cualquier etapa del proceso, ordene la remisión de los antecedentes a la justicia
penal.

La medida que adopte el juez de acuerdo con el Artículo sub examine es


sin perjuicio de las demás que correspondan en virtud del Principio de moralidad
conforme a los Arts. 51 y sgtes. del CPC y de acuerdo con las facultades
disciplinarias de que se hallan investidos los jueces según el Art. 17 del CPC.

SECCIÓN III

DE LA CITACIÓN DE EVICCIÓN

ART. 87.- OPORTUNIDAD. Tanto el actor como el demandado, podrá


pedir la citación de evicción. El primero, al deducir la demanda; el segundo,
dentro del plazo fijado para la contestación de la demanda, según el proceso de
que se trate.
La resolución que la ordenare se dictará sin sustanciación previa, y sólo
la denegatoria será recurrible sin efecto suspensivo.

Antec.: CNC 87.- PM 90.-

Conc.: CPC 88 al 92; 215; 234; 400, 2°. p..- CC 584, inc. d); 1456 y
sgtes.; 1759 y sgtes; 2419.-

1. CONCEPTO: La evicción es un caso de intervención forzosa que se


produce por el llamamiento (litis denuntiatio) que hace el demandado al
enajenante del bien objeto de la litis a los efectos de ser defendido en el proceso
y, subsidiariamente, dejar expedita la acción regresiva de conformidad al Art.
1770, inc. a) del C. Civil.

2. OBJETO: El Código Civil define la evicción en el Art. 1759, diciendo:


«Habrá evicción cuando quién adquirió bienes a título oneroso o los dividió con
otro, fuere en virtud de fallo judicial y por causa ignorada, anterior o
contemporánea a la transferencia o división, privado total o parcialmente del
derecho adquirido.

Responderán tanto quién transmitió o dividió los bienes, como los


antecesores en el título traslativo del dominio.

Si la sentencia fuere arbitral, sólo producirá efecto en el caso de que el


enajenante hubiese firmado el compromiso». El Art. 1769 preceptúa que el
enajenante debe «salir en defensa del adquirente» citado por éste. Los casos y
modos de la responsabilidad por acción se encuentran reglados en el Código Civil
en los Arts. 1759 al 1788.

Mediante la evicción se protegen dos categorías de intereses: el interés


de quien recibió el bien objeto del pleito y el de quien lo transmitió.

El adquirente tendrá la posibilidad de defender la integridad de su


derecho (Art. 1769 CC) y, subsidiariamente, dejar expedita su acción regresiva
(Art. 1770, inc. a) CC). El que transmitió el bien, tendrá defender personalmente
el derecho transmitido, a fin de de evitar la acción regresiva.

3. IMPORTANCIA: La denuncia de la litis (litis denuntiatio) constituye


una carga procesal para el adquirente, cuyo incumplimiento lo expone a la
eventualidad de ser vencido cuando vaya a ejercer la acción regresiva contra el
enajenante. De allí la importancia de la citación y de que sea oportuna, en razón
de que no habrá responsabilidad por la evicción, si el vencido en juicio no hubiere
citado de saneamiento al enajenante o lo hiciere después del plazo señalado por
la ley procesal, conforme al Art. 1770, inc. a) del C. Civil.
No obstante, aunque se haya omitido la citación, el enajenante deberá
responder por la evicción, si el vencido en juicio probare que resultaba inútil citarlo
por no haber oposición justa que hacer al derecho del vencedor o razón para
interponer o mejorar el recurso (Art. 1770, inc. c) CC).

4. OPORTUNIDAD: El Artículo otorga al actor y al demandado la


facultad de pedir la citación de evicción. El primero, al promover la demanda. El
segundo, dentro del plazo fijado para la contestación de la demanda. Vale decir,
en la oportunidad procesal que permita al citado de evicción realizar todos los
actos conducentes a la defensa.

5. COMPETENCIA: El juez competente será el del juicio principal.

6. RESOLUCIÓN: El juez admitirá la citación cuando el pedido fuere


procedente el que se hará lugar sin substanciación; vale decir, sin correr traslado a
la contraparte, en razón de que esta no puede oponerse a la citación.

Sólo la resolución que deniegue el pedido será recurrible, sin efecto


suspensivo, es decir, la resolución se cumple ínterin se substancia el recurso
interpuesto.

7. INTERVENCIÓN FORZOSA. REMISIÓN: Véase comentario obrante


en el numeral 2 de la Sección I del presente Capítulo V.

ART. 88.- NOTIFICACIÓN. Al citado se le notificará en la misma forma


y plazo establecidos para el demandado. No podrá invocar la improcedencia de
la citación, debiendo limitarse a asumir o no la defensa. Si no la ejerciere, su
responsabilidad se establecerá en el juicio que corresponda.

Antec.: CNC 88.- PM 99.-

Conc.: CPC 87; 89 al 91; 222.-

1. NOTIFICACIÓN: La citación de evicción será notificada por cédula al


enajenante en su domicilio real. Será carga del citante activar las diligencias
necesarias para la notificación del citado (Art. 89 CPC).

2. CARÁCTER DE LA CITACIÓN: La parte contraria no puede


oponerse a la citación, porque la misma no constituye una demanda contra el
citado, sino un aviso que se le formula para que, si lo desea, tome intervención en
el proceso.

3. INTERVENCIÓN DEL CITADO: El citado no puede invocar la


improcedencia de la citación. Debe limitarse a asumir o no la defensa. Tiene un
plazo de dieciocho días para intervenir en el proceso, de acuerdo con lo dispuesto
en el Art. 222 del CPC, aplicable al caso.
4. CONSECUENCIA DE LA INACCIÓN DEL CITADO: Si el citado no
comparece o habiendo comparecido no asume la defensa, podrá sufrir la acción
regresiva en un proceso posterior para determinar su responsabilidad.

ART. 89.- EFECTOS. La citación solicitada oportunamente suspenderá


el curso del proceso durante el plazo que el juez fijare. Será carga del citante
activar las diligencias necesarias para la notificación del citado. El plazo para
oponer excepciones previas y la sustanciación de éstas no quedarán suspendidos.

Antec.;CNC 89.- PM 92.-

Conc.: CPC 87; 88; 126; 146; 223 y sgtes..-

1. SUSPENSIÓN DEL TRÁMITE DEL PROCESO: De acuerdo con la


norma la solicitud de la citación suspende el curso del proceso durante el plazo
que el juez fijare.

2 CARGA PROCESAL: Es una carga procesal del citante realizar las


diligencias necesarias para obtener la notificación del citado, en lo cual debe
demostrar la debida diligencia (Art. 88 CPC). Véase el numeral 1 del Art. 88 del
CPC.

3. OPOSICIÓN DE EXCEPCIONES PREVIAS: El pedido de citación no


suspende el plazo para oponer las excepciones previas del Art. 224 del CPC, ni su
substanciación, lo cual tiene su razón en el Principio de economía procesal, a fin
de evitar demoras.

ART. 90.- DEFENSA DEL CITADO. Si el citado asumiere la defensa,


podrá obrar conjunta o separadamente con la parte que solicitó la citación, en el
carácter de litisconsorte. Podrá oponer las excepciones previas que no hubiesen
sido deducidas por el citante o contestar la demanda. Mediando acuerdo de
partes podrá operarse la substitución procesal del citante por el citado, cuando
aquél fuere el demandado.

Antec.: CNC 90.- PM 94.-

Conc.: CPC 76; 88; 91; 101.-

1. ACTITUDES QUE PUEDE ASUMIR EL CITADO: En esta norma y en


la siguiente, se contemplan las distintas actitudes que puede asumir el citado y las
consecuencias procesales que de ellas derivan.

2. LITISCONSORCIO: En el supuesto del Artículo, el citado comparece


y asume la defensa del citante como parte coadyuvante, porque viene a defender
el derecho que tiene el demandado de conservar el bien por el cual se le
demanda.
Con esta calidad tiene las mismas facultades procesales del citante; en
consecuencia, podrá contestar la demanda, deducir excepciones, oponer
defensas, proponer diligencias probatorias incluso distintas a las del citante.

El litisconsorcio formado entre el citante y el citado tiene carácter


necesario, porque entre el adquirente y el enajenante existe una única relación
jurídica que como tal no puede ser objeto de decisiones distintas.

3. SUBSTITUCIÓN PROCESAL: El in fine del precepto es otra posible


opción, en cuya virtud el citado podrá, a su vez, con acuerdo de las partes y
cuando el citante fuere el demandado, substituir procesalmente al mismo con lo
cual éste quedará excluido de la causa. Véase el comentario al Art. 50 del CPC
numeral 1.2.

ART. 91.- ABSTENCIÓN Y DEMORA DEL CITADO. Si el citado no


compareciere o habiendo comparecido se resistiere a asumir la defensa, el juicio
seguirá con quien pidió la citación, salvo los derechos de éste contra aquél.

Durante la sustanciación del juicio, las dos partes podrán proseguir las
diligencias para obtener la comparecencia del citado. Si éste se presentare fuera
del plazo fijado por el juez, tomará la causa en el estado en que se encontrare.

Antec.; CNC 91.-PM 93.-

Conc.: CPC 87 al 90.-

1. OTROS SUPUESTOS: La disposición establece las otras posibles


actitudes que puede asumir el citado, además de las que contempla el Artículo 90
del CPC.

2. INTERVENCIÓN FACULTATIVA: El citado puede no comparecer o


habiendo comparecido negarse a asumir la defensa del citante, en cuyo caso el
juicio seguirá con quien pidió la citación en razón de que la citación no es una
demanda sino un aviso para que el citado, si lo desea, tome intervención en el
juicio.

Siendo facultativa la intervención del citado, no puede obligársele a


comparecer, tampoco procede que se lo declare rebelde. Salvo los derechos del
citante contra el citado, el cual podrá ser pasible de una acción regresiva en un
proceso ulterior.

3. COMPARECENCIA EXTEMPORÁNEA: Si el citado parece fuera del


plazo del emplazamiento, vale decir, en forma extemporánea, debe tomar la causa
en el estado en que se encuentre, «in statu et terminis», sin que el proceso pueda
retrograda por la vigencia del Principio de preclusión.
ART. 92.- CITACIÓN DE OTROS CAUSANTES. Si el citado
pretendiere, a su vez, citar a su causante, podrá hacerlo en los primeros cinco
días de haber sido notificado, sin perjuicio de la carga de proseguir el proceso por
sí. En las mismas condiciones cada uno de los causantes podrá requerir la
citación de su antecesor inmediato. Será admisible el pedido de citación
simultánea de dos o más causantes.

Los causantes citados podrán contestar la demanda dentro del plazo


que el juez les fijare, pero tomarán la causa en el estado en que se encuentre.
Tendrán derecho a prueba, en segunda instancia, siempre que no hayan podido
producirla en primera.

La citación que se hiciere sin la antelación necesaria para que el citado


pueda comparecer antes de la sentencia de primera instancia, será ineficaz.

Mee.: CNC 92.- PM 95.-

CONC.: CPC 87 al 91, 430.- CC 1769.-

1. FACULTAD DE CITADO: El citado de evicción tiene la facultad de


citar en el plazo señalado en el Artículo a su causante y éste, a su vez, al suyo y
así sucesivamente hasta llegar al enajenante originario, dado que las obligaciones
sustanciales alcanzan a los anteriores transmitentes. La norma procesal es de
por sí explicativa, lo que obvia mayores comentarios.

2. REMISIÓN: En estos casos corresponde observar las reglas ya


examinadas en los Arts. 87, 88 y 89 del CPC, a las que me remito.

SECCIÓN IV

DE LA ACCIÓN SUBROGATORIA

ART. 93.- PROCEDENCIA Y TRÁMITE. El ejercicio de la acción


subrogatoria no requerirá autorización judicial previa. Se sustanciará por el
trámite que corresponda a la naturaleza y valor de las obligaciones que se
atribuyen al demandado, con las modificaciones que prescriben los artículos
siguientes.

Antec.: CNC 93.- PM 96.-

Conc.: CPC 94 al 97.- CC 446 al 449.-

1. CONCEPTO: La acción subrogatoria se produce cuando, en virtud de


la ley, se faculta para intervenir en un proceso como parte legítima a una persona
ajena a la relación substancial controvertida, aunque jurídicamente vinculada por
un derecho u obligación de garantía a uno de los integrantes de dicha relación.
La Sección IV del Código legisla bajo el título De la Acción Subrogatoria,
otro de los modos en que se puede producir la intervención del tercero en el
proceso, la que resulta del ejercicio de un derecho establecido en la ley
substantiva. En efecto, el Art. 446 del C. Civil establece: «Los acreedores, aun
eventuales, pueden ejercer todos los derechos y acciones de su deudor, relativos
a los bienes de éste, pero sólo cuando el obligado dejare de hacerlo y con citación
del mismo, para que tome parte en el juicio».

La acción subrogatoria constituye un supuesto de substitución procesal,


que se produce cuando la ley legitima a una persona para demandar al deudor de
su deudor.

2. DENOMINACIONES: La acción subrogatoria recibe diversas


denominaciones.

2.1. Subrogatoria, porque el acreedor actúa como subrogada en los


derechos de su deudor.

2.2 Oblicua, porque tiene por objetivo sólo la incorporación al


patrimonio de su deudor de los bienes o derechos, respecto de los cuales el
acreedor ejercerá posteriormente sus derechos.

2.3. Indirecta, porque no es ejercida directamente por su titular, sino por


el acreedor de éste.

3. CARÁCTER DE LA INTERVENCIÓN: En la acción subrogatoria el


substituto (acreedor) interviene en el proceso reclamando la protección judicial en
nombre e interés propio, aunque en virtud de un derecho vinculado a una relación
jurídica ajena. Como expresa CARNELUTTI, al explicar la figura de la
substitución procesal, «cuando la actividad procesal de una persona distinta de la
parte se debe no a la voluntad de este, sino al estímulo de un interés conexionado
con el interés en litigio».

4. CARÁCTER: La acción subrogatoria tiene carácter conservatorio, se


dirige a lograr la incorporación de bienes al patrimonio del deudor.

5. AUTORIZACIÓN JUDICIAL: La disposición procesal indica que el


ejercicio de la acción subrogatoria no requerirá autorización judicial previa, esto en
razón de que se basa en un derecho acordado por el Código Civil que los jueces
no pueden negar, si se cumplieron los requisitos legales.

La innecesariedad de la autorización judicial previa se refiere también a


que al actor no le es necesario demostrar que su deudor carece de otros bienes
susceptibles de embargo o su insolvencia; ni que el acreedor ha sido judicialmente
subrogado en los derechos de su deudor.
6. REQUISITOS: Para el ejercicio de la acción subrogatoria el actor
deberá demostrar:

6.1. Que es titular de un derecho contra el deudor, lo cual le acordará


legitimación procesal.

6.1. Que el deudor ha sido negligente en el ejercicio de sus derechos o


acciones, lo cual le otorga interés procesal.

7. RECHAZO «IN LIMINE»: La falta de los requisitos señalados


precedentemente autoriza al juez para rechazar «in limine» la pretensión
deducida, porque los mismos constituyen presupuestos de admisibilidad de la
pretensión.

8. JUICIOS EN QUE PROCEDE: El ejercicio de la acción subrogatoria


es aplicable a todo tipo de proceso, de acuerdo con la naturaleza y valor de la
pretensión que se promueve desde el punto de vista de su finalidad. Puede ser
de conocimiento (Art. 207 CPC), ejecutivo (Art. 439 CPC), división de cosas
comunes (Art. 680 CPC), de menor cuantía (Art. 684 CPC), etc.

9. EXCLUSIONES: De conformidad al Art. 447 del C. Civil quedan


excluidas del ejercicio de la acción subrogatoria: «a) el derecho de administración
y disposición de los bienes;

b) las facultades inherentes a la capacidad jurídica, y también al estado


en las relaciones de familia, aunque tuvieren efectos patrimoniales; y

c) Los derechos y bienes inembargables por disposiciones legales».

ART. 94.- CITACIÓN. Antes de correrse traslado al demandado, se


citará al deudor por el plazo de nueve días, durante el cual éste podrá:

a) formular oposición, fundada en que ya dedujo la demanda o en la


manifiesta improcedencia de la subrogación; y

b) interponer la demanda, en cuyo caso se le considerara como actor y


el juicio proseguirá con el demandado.

En este último supuesto, así como cuando el deudor hubiere ejercido la


acción con anterioridad, el acreedor podrá intervenir en el proceso en la calidad de
tercero coadyuvante.

Antec.: CNC 94.- PM 97.-

Conc.: CPC 76; 78; 93; 95 al 97; 133; 135 y sgtes..- CC 447; 448.-
1. OPORTUNIDAD. PLAZO: La oportunidad en que ha de hacerse la
citación al deudor será antes de correrse traslado de la demanda al demandado.

El plazo de la citación y emplazamiento es de nueve días.

2. JUEZ COMPETENTE: La acción subrogatoria debe promoverse ante


el juez que hubiese sido competente en el supuesto de que la pretensión hubiera
sido deducida directamente por el deudor.

3. NOTIFICACIÓN: La notificación al deudor deberá ser hecha por


cédula (Art. 133 CPC) en su domicilio real o por edictos, en su caso (Art. 140
CPC), conforme a los principios generales que rigen la materia.

4. ACTITUDES DEL DEUDOR: La norma establece las posiciones que


puede asumir el deudor:

4.1. Oponerse: La oposición deberá estar fundada en:

4.1.1. Que ya promovió la demanda. En este caso deberá denunciar el


juzgado y secretaría donde se tramita la misma.

4.1.2. La manifiesta improcedencia de la subrogación, v.g.: por ser


alguno de los derechos excluidos del ejercicio de dicha acción establecidos en el
Art. 447 del C. Civil.

4.2. Promover la demanda: En este caso se le considerará como actor


y el juicio proseguirá con el demandado.

4.3. Adherirse: A la demanda ya promovida por su acreedor contra el


demandante.

4.4. La prevista en el Art. 95 del CPC: A cuyos términos me remito.

4.5. No comparecer: En este supuesto se produce la substitución


procesal entre el substituto y el demandado, con prescindencia del titular del
derecho.

5. INTERVENCIÓN COADYUVANTE: En los casos mencionados en los


incisos a) y b) del Artículo sub examine, el acreedor pierde el carácter de parte
principal, aunque está facultado para intervenir como tercero coadyuvante de su
deudor, de acuerdo con los Arts. 76 y 78 del CPC.

ART. 95.- INTERVENCIÓN DEL DEUDOR. Aunque el deudor, al ser


citado, no ejerciere ninguno de los derechos acordados en el artículo anterior,
podrá intervenir en el proceso en la calidad proscripta para los terceros
interesados.
Antec.: CNC 95.- PM 98.-

Conc.: CPC 76; 78; 94; 96; 97.-

1. SUBSTITUCIÓN PROCESAL: Cuando se produzca el supuesto


señalado en el Artículo, corresponde que el juez reconozca la calidad de parte
actora al acreedor (substituto) y conferir traslado de la demanda al demandado, el
cual puede oponer las excepciones previas o defensas que estime que
corresponden tanto contra el substituto (actor) como contra el substituido (deudor)
y reconvenir.

Producida la substitución la relación procesal queda establecida entre el


substituto y el demandado, con prescindencia del titular del derecho. El substituto
es el «dueño» del pleito correspondiéndole el ejercicio de todos los derechos y
obligaciones que hubieran correspondido al titular del derecho, salvo las
excepciones que comentaré al tratar el Artículo siguiente.

2. LITISCONSORCIO: No obstante haber el deudor adoptado la actitud


señalada en el Artículo, no queda excluido del proceso, en razón de que él es el
titular de los derechos o acciones reclamados en el juicio, consecuentemente
puede intervenir en él en calidad de litisconsorte del actor, de acuerdo con el Art.
78 del CPC.

ART. 96.- OBLIGACIÓN DEL DEUDOR. En cualquiera de los casos


previstos por los artículos anteriores, el deudor estará obligado a absolver
posiciones, reconocer documentos y prestar la colaboración necesaria, con los
mismos efectos y apercibimientos que las partes.

Antec.: CNC 96.- PM 99.-

Conc.; CPC 93 al 95; 276 y sgtes.; 307.-

1. REGLA GENERAL: Según la regla existente en materia de


substitución procesal las facultades procesales del substituto no son totales.

Existen ciertos actos que, conforme a la ley, sólo son eficaces cuando
emanan del titular de los derechos o acciones, tales como: desistir, allanarse,
renunciar. Estos actos importan una disposición de los derechos del deudor que
el acreedor no puede realizar.

También existen otros actos que por su carácter no pueden ser


realizados por un tercero que no sea el titular del derecho, como el reconocimiento
de documentos y la absolución de posiciones.

2. OBLIGACIÓN DEL DEUDOR: De acuerdo con el precepto procesal y


no obstante las consideraciones mencionadas precedentemente, en los casos de
incomparecencia o litisconsorcio el deudor pueda ser llamado a absolver
posiciones o reconocer documentos, con los mismos efectos y apercibimientos
que las partes.

ART. 97.- EFECTOS DE LA SENTENCIA. La sentencia hará cosa


juzgada en favor o en contra del deudor citado, aunque no hubiere comparecido.

Antec.: CNC 97.- PM 100.-

Conc.; CPC 93 al 96; 156; 159; 162, inc. c); 163; 164; 385.-

1. COSA JUZGADA: De la correcta aplicación de los Principios


procesales que rigen el instituto de la substitución surge claro que la sentencia que
se dicte hará cosa juzgada respecto del actor (substituto) y del deudor
(substituido), del demandado y de todos los que hayan intervenido (litisconsortes)
en el proceso.

2. DEUDOR QUE NO COMPARECIÓ: La norma incluso va más allá y


establece que la sentencia también hará cosa juzgada «en favor o en contra del
deudor citado aunque no hubiere comparecido», en razón de que si no
compareció a pesar de haber podido hacerlo, él es el único responsable de las
consecuencias que pueden producir el no ejercicio de una facultad procesal.
TITULO IV

DEL EJERCICIO DE LA ACCIÓN

CAPITULO I

DE LAS NORMAS GENERALES

ART. 98.- PRINCIPIO DE INICIATIVA EN EL PROCESO. La iniciativa


del proceso incumbe a las partes. El juez sólo lo iniciará cuando la ley lo
establezca.

Antec.: CNC 98.- PM 101.-

Conc.: CN 15; 40, 1a. p..- CPC 99; 103; 179; 209; 215; 439; 503; 508;
511; 519; 550; 567; 589; 597; 603; 613; 621; 640; 642; 646; 653; 656; 669; 673;
680; 683; 686; 691; 707; 718; 721; 723; 725; 727; 728; 731.-

1. ORIGEN: La acción surge como una necesaria consecuencia de la


prohibición que tienen las personas de la autodefensa de sus derechos, lo cual
constituye uno de los basamentos del Estado moderno. Se halla consagrado en
el Art. 15 de la Constitución, que expresa: «Nadie podrá hacerse justicia por sí
mismo ni reclamar sus derechos con violencia, pero se garantiza la legítima
defensa».

Según CALAMANDREI «en compensación de la prohibición impuesta al


individuo de hacerse justicia por sí mismo, le está reconocida la facultad de
dirigirse al Estado para obtener justicia contra el obligado: al faltar el voluntario
cumplimiento del obligado, el titular del derecho se dirige al Estado a fin de que,
como garante de la observancia del derecho, convierta la obligación en sujeción.
Esta facultad de invocar en beneficio propio frente al Estado la prometida garantía
de la observancia del derecho es, en un cierto sentido, la acción».

2. SIGNIFICADO. CONCEPTO: Etimológicamente acción significa:


obrar, actuar.

En el Derecho Procesal el vocablo acción tiene varios significados:


acción como sinónimo de derecho, acción como sinónimo de pretensión, acción
como sinónimo de provocar la actividad jurisdiccional, acción como sinónimo de
vía procesal mediante la cual debate un asunto sometido a la jurisdicción y acción
como sinónimo de demanda.

Para COUTURE «la acción es el derecho abstracto de obrar; poder


jurídico que tiene todo sujeto de derecho, consistente en la en la facultad de acudir
ante los órganos de la jurisdicción, exponiendo sus pretensiones y formulando la
petición que afirma como correspondiente a su derecho». Y añade, "La acción es
el poder jurídico de hacer valer la pretensión. Ese poder jurídico existe en el
individuo, aun cuando la pretensión sea infundada".

ALSINA dice «la acción es un derecho público subjetivo mediante el cual


se requiere la intervención del órgano jurisdiccional para la protección de una
pretensión jurídica».

Por su parte ALLEN, expresa que la acción es el derecho subjetivo de


peticionar a la jurisdicción con un contenido pretensional. Y agrega, la acción
puede existir sin derecho material, pero nunca sin pretensión. Para ejercitar
válidamente una acción la misma debe tener un contenido pretensional y
cumplirse las formalidades exigidas en la ley.

Quien invoque un interés legítimo, jurídicamente protegido, tiene


legitimación procesal para ejercer una acción judicial como actor, demandado o
tercerista.

3. PRETENSIÓN: La pretensión procesal no debe ser confundida con la


acción. La pretensión es lo que se exige de otro. Como expresa CARNELUTTI
"exigencia de la subordinación de un interés ajeno al interés propio".

La pretensión -dice GUASP- es una declaración de voluntad, no una


declaración de ciencia ni de sentimientos, porque en ella expone lo que un sujeto
quiere y no lo que sabe o siente.

La pretensión es lo que el actor desea obtener, vale decir, que quiere y,


en consecuencia, pide. Se formula contra el demandado por medio del juez.

La pretensión consiste para ALLEN -siguiendo a COUTURE en la


autoatribución de un derecho material con la alegación de que ha sido violado,
desconocido, impedido, etc. y la correspondiente manifestación de voluntad
requiriendo una concreta tutela jurídica.

4. PRINCIPIO DISPOSITIVO: Realizadas las consideraciones


precedentes corresponde ahora saber qué significa el Principio de iniciativa en el
proceso que consagra el Artículo. Dicho principio procesal deriva del Principio
dispositivo en virtud del cual la actividad jurisdiccional no puede funcionar de oficio
y requiere siempre la actividad de parte para iniciar, impulsar o, eventualmente,
terminar el proceso.

De acuerdo con el Principio dispositivo los jueces y tribunales no


adoptan medidas ni dictan resoluciones si no existe petición de parte, salvo caso
de excepción. Constituyen casos de excepción entre otros: las facultades
ordenatorias e instructorias de los jueces (Art. 18 CPC); las medidas disciplinarias
(Art. 17 CPC); el interrogatorio al absolvente (Art. 289, in fine CPC); la prueba
testifical (Art. 337 CPC); la prueba pericial (Art. 350 CPC); las reproducciones y
exámenes (Art. 364 CPC); el reconocimiento judicial (Art. 367 CPC); la prueba de
informes (Art. 371 CPC).

El Principio dispositivo se manifiesta particularmente en tres aspectos de


la actividad procesal:

4.1. En la iniciativa: Donde rige la regla «nemo iudex sine actore». Sin
iniciativa de parte no hay demanda y, en consecuencia, no puede haber proceso.

4.2. En el impulso: El proceso sólo se desarrolla a petición de parte de


acuerdo con la regla «nec procedat iudex ex officio».

4.3. En la disponibilidad del derecho subjetivo material: Mediante el


ejercicio o no de una acción, su renuncia, desistimiento, es decir solicitando o
renunciando a la tutela jurisdiccional del Estado. Dentro de este específico
campo tiene un ámbito absoluto, sólo limitado por el orden público y el eventual
perjuicio a terceros.

El Principio dispositivo es opuesto al Principio inquisitivo o oficialidad.


Los mismos responden a dos concepciones distintas del proceso con predominio
de la actividad de las partes (dispositivo) o del juez (inquisitivo o de investigación).
En este último el juez debe investigar la verdad material con prescindencia de la
actividad de las partes. Siendo así, puede iniciar de oficio el proceSO, investigar
los hechos, producir pruebas, en suma utilizar todos los medios necesarios para la
averiguación de la verdad. Constituyen algunos ejemplos del régimen inquisitivo
en nuestro Código las previsiones de los Arts. 18; 289, in fine; 337; 350; 364; 367;
371; etc.

Puede decirse que no existe en las legislaciones la vigencia plena de


uno u otro de dichos principios, sino de ambos, con predominio del uno sobre el
otro. No hay proceso exclusivamente dispositivo o inquisitivo.

5. FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL: La acción tiene fundamento de


rango constitucional en nuestra legislación, en virtud de lo preceptuado en el Art.
40, la. p. de la Constitución, que legisla el derecho de peticionar a las autoridades.

ART. 99.- ACCIÓN PURAMENTE DECLARATIVA. El interés del que


propone la acción podrá limitarse a la declaración de la existencia o no existencia
de una relación jurídica, o a la declaración de autenticidad o falsedad de un
documento.

Antec.: CNC 99.- PM 102.-

Conc.: CPC 98.- CC 241; 308; 356; 383.-


1. CONCEPTO: La acción (pretensión) puramente declarativa es aquella
que sólo tiene por objeto obtener la declaración de la existencia o inexistencia de
un derecho, poniendo de este modo fin a una situación de incertidumbre en las
relaciones jurídicas.

El que promueve una pretensión de sentencia puramente declarativa de


certeza sólo quiere saber -dice CHIOVENDA- su derecho existe, o quiere excluir el
derecho del adversario; pide al proceso la certeza jurídica y no otra cosa.

En el Código Civil se pueden encontrar varios supuestos de acción


declarativa, v.g.: reclamación de filiación (Art. 241), nulidad de actos jurídicos (Art.
356)/ falsedad de instrumento público (Art. 383), etc.

2. PROCEDENCIA: La pretensión puramente declarativa procederá


siempre que el actor tenga interés en un pronunciamiento judicial: positivo, cuando
se busca el reconocimiento de la existencia de una relación jurídica o negativo
cuando se persigue que se declare que no existe determinada relación jurídica.

Dicho interés se dará cuando exista una inseguridad objetiva acerca de


la existencia, alcance o modalidad de una relación jurídica, de un derecho o sobre
la identidad de sus sujetos activos o pasivos. En principio, los hechos, aunque
puedan ser jurídicamente relevantes, no podrían ser objeto de una acción
puramente declarativa.

La promoción de la acción se halla supeditada a que no exista otro


remedio legal idóneo utilizable por el actor, por ello es subsidiaria.

3. UTILIDAD: La declaración de la existencia o inexistencia de un


derecho en un caso concreto asegura el correcto desenvolvimiento de las
relaciones jurídicas, previniendo la consumación de actos ilegítimos al proveer a
las partes de una norma, con la fuerza de la cosa juzgada, que determinará su
conducta posterior.

4. SENTENCIA MERAMENTE DECLARATIVA: La sentencia


puramente declarativa tiene carácter preventivo, pretende salvar una situación de
incertidumbre o falta de certeza que, eventualmente, podría traducirse en un
perjuicio.

Dice ALSINA «toda sentencia, aún la condenatoria es declarativa, en


cuanto contiene un reconocimiento del derecho del actor; y con mayor razón lo es
la absolutoria en cuanto niega fundamento a la pretensión. El derecho, que en un
momento determinado se presenta incierto, adquiere certidumbre mediante la
sentencia, y la norma abstracta se convierte así en prescripción concreta. Pero la
acción de condena requiere un hecho contrario al derecho, y por eso la sentencia
condenatoria tiene una doble función: no solamente declara el derecho, sino que
también prepara la vía para obtener, aún contra la voluntad del obligado, el
cumplimiento de una prestación. En cambio la sentencia meramente declarativa
no requiere un estado de hecho contrario al derecho, sino que basta un estado de
incertidumbre sobre el derecho, y por eso no obliga a nada, sino que se limita a
declarar o negar la existencia de una situación jurídica; vale decir, que no es
susceptible de ejecución, porque la declaración judicial basta para satisfacer el
interés del actor».

La sentencia meramente declarativa produce los efectos de la cosa


juzgada. Siendo así, la pretensión debe formularse precisamente entre las
personas que resultan titulares de la relación jurídica substancial para que aquélla
vincule efectivamente a las partes. De promoverse contra un tercero, la
declaración será insuficiente para el efecto señalado.

Véase comentario al Art. 159 del CPC, numeral 5:1.


CAPITULO II

DE LA ACUMULACIÓN Y CONCURRENCIA DE ACCIONES

ART. 100.- ACUMULACIÓN OBJETIVA DE ACCIONES. El actor podrá


acumular, antes de la notificación de la demanda, todas las acciones que tuviere
contra una misma persona, siempre que:

a) no sean contrarías entre sí, de modo que por la elección de una


quede excluida la otra, salvo el caso en que se promueva una como subsidiaria de
la otra;

b) correspondan a la competencia del mismo juez; y

c) puedan sustanciarse por los mismos trámites.

Antec.: CNC 100.- PM 104.- CPCC 75.-

Conc.: CPC 2; 159, inc. c); 217; 224, incs, a), e); 237.-

1. CONCEPTO: La acumulación de acciones tiene lugar cuando el actor


reúne en una misma demanda, en las condiciones establecidas por la ley, varias
pretensiones contra el demandado.

La norma utiliza el vocablo acción como sinónimo de pretensión; podrá


entonces decirse que el demandante puede reunir en su demanda todas las
pretensiones que tenga contra el demandado para que se tramiten en un mismo
proceso y se resuelvan en una sola sentencia.

Del mismo modo, es admisible que el demandado en la reconvención


ejerza todas las pretensiones que tenga contra el actor, que será el demandado en
la reconvención (Art. 237 CPC).

2. CARÁCTER: La acumulación objetiva de acciones (pretensiones)


configura el caso de un proceso con pluralidad de objetos. Es facultativa para el
actor.

3. OPORTUNIDAD: El actor podrá formalizar la acumulación hasta


antes de la notificación de la demanda.

4. FINALIDAD: La acumulación de pretensiones se encuentra basada


en el Principio de economía procesal. Tiene como finalidad obtener una mayor
celeridad, ahorrar gastos - de tiempo y dinero - y el dictado de una sola sentencia.

5. REQUISITOS:
5.1. No contradicción de las acciones (pretensiones) (inc. a)): Que
las acciones (pretensiones) no sean contrarias entre sí, de modo que por la
elección de una quede excluida la otra, salvo el caso en que se promueva una
pretensión como subsidiaria de la otra.

Lo que la ley prohibe en realidad es la acumulación de las pretensiones


en carácter de principales, pero nada impide -como la misma norma lo indica- que
sean deducidas en forma subsidiaria.

Siendo así, pueden distinguirse los siguientes modos de acumulación:

5.1.1. Acumulación sucesiva: Cuando una de las acciones


(pretensiones) es propuesta con la condición de que antes sea acogida la otra de
la que tomará vida; de modo que desestimada aquella, ésta queda de hecho
excluida.

5.1.2. Acumulación eventual: Cuando la acción (pretensión) será


considerada por el juez cuando la otra acción (pretensión) fuere desestimada.

5.1.3. Acumulación alternativa: Cuando varias acciones (pretensiones)


son propuestas para que una u otra sea estimada.

5.2. Unidad de competencia (inc. b)): Las acciones (pretensiones)


deben corresponder a la competencia de un mismo juez. Se debe considerar a
cada acción (pretensión) tomada aisladamente, para lo cual ha de tenerse en
cuenta las reglas que regulan la competencia.

Se considera que no procede la acumulación si consideradas las


acciones (pretensiones) aisladamente corresponden por su valor a distintos
jueces, v.g.: la. Instancia y Justicia letrada, salvo que emanen de un mismo título o
relación jurídica en cuyo caso se produce una excepción a las reglas de
competencia (conexidad).

5.3. Unidad de trámites (inc. c)): Las acciones (pretensiones) deben


poderse substanciar por los mismos trámites, siendo improcedente la acumulación
de una acción ejecutiva a una ordinaria, o esta a otra que se substancie por un
procedimiento especial, a menos que el actor renuncie al proceso ejecutivo o
especial y opte por el proceso ordinario.

6. PROCEDENCIA: La acumulación de acciones (pretensiones) es


procedente aún cuando las mismas tengan diverso origen. Siendo así, pueden
emerger de un derecho original como adquirido por cesión. Pero no será
admisible acumular una demanda de divorcio, en que es competente el juez en lo
civil y una demanda por tenencia de menores en la que será competente el juez
de la niñez y la adolescencia.
La acumulación objetiva de acciones (pretensiones) será admisible
formalmente también en los procesos sumarios, de ejecución y de menor cuantía
siempre que se cumplan las condiciones requeridas por la ley para su
procedencia.

Cuando se hayan acumulado acciones en violación de las previsiones


del Artículo sub examine, el demandado podrá oponer la excepción de defecto
legal en la forma de deducir la demanda (Art. 224, inc. e) CPC) o la de
incompetencia, en su caso (Art. 224, inc. a) CPC).

ART. 101.- ACUMULACIÓN SUBJETIVA. Podrán varias partes


demandar o ser demandadas en un mismo proceso, cuando las acciones sean
conexas por el título, por el objeto o por ambos elementos a la vez.

Cuando la sentencia no pudiere pronunciarse útilmente más que con


relación a varias personas, éstas habrán de demandar o ser demandadas en un
mismo proceso. Si así no sucediere, el juez, de oficio o a solicitud de cualquiera
de las partes, ordenará, antes de dictar la providencia de apertura a prueba, la
integración de la litis dentro de un plazo que señalará, quedando en suspendo el
desarrollo del proceso, mientras se cita a quién o quienes hubiesen sido omitidos.

Antec.: CNC 101.- PM 105.-

Conc.: CPC 2; 100, incs. b) y c); 90, la. p.; 121; 172, 2o. p.; 201; 298.-
COJ 17, 2o. p..- Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y
Procuradores 24, 1er. p.-

1. CONCEPTO: La acumulación subjetiva de acciones (pretensiones) se


produce cuando varias personas en un mismo proceso actúan unidas como
actores o demandados.

2. CLASES: En la acumulación subjetiva la relación procesal se


desenvuelve con la presencia de varios sujetos. Puede ser:

2.1. Activa: Cuando existe pluralidad de actores.

2.2. Pasiva: Cuando hay pluralidad de demandados.

2.3. Mixta: Cuando existe pluralidad de actores y demandados.

3. FUNDAMENTO: La figura procesal analizada se funda en el Principio


de economía procesal y sobre todo en razones de política procesal a fin de evitar
el pronunciamiento de sentencias contradictorias, lo que produciría lo que se da en
llamar el «escándalo jurídico», cuando un juez dice una cosa y otro juez otra cosa
distinta.
4. ADMISIBILIDAD: Además del requisito explícito de la norma, en el
sentido de que las acciones (pretensiones) sean conexas por el título, por el
objeto, o por ambos elementos a la vez, corresponde para su admisibilidad que
puedan substanciarse por el mismo trámite (unidad de trámite) y que la
competencia corresponda al mismo juez (unidad de competencia).

Las acciones (pretensiones) son conexas por el título, v.g.: cuando


varios contribuyentes demandan por repetición de un impuesto; o cuando varios
damnificados por un acto ilícito, o por un accidente, demandan al causante. Lo
son por el objeto, v.g.: en los casos de solidaridad de la obligación o copropiedad.
Y por el título y el objeto, v.g.: reivindicación contra varios poseedores de un
mismo inmueble o desalojo promovido por el propietario contra varios inquilinos.

5. LITISCONSORCIO. CONCEPTO: Se denomina litisconsorcio a la


actuación conjunta de más de dos sujetos en el proceso (proceso con pluralidad
de partes). Son litisconsortes aquellos que asumen la misma posición en el
proceso corriendo igual suerte.

La voz litisconsorcio deviene de la locución latina «litis consortium»; de


«litis»: pleito, litigio judicial, juicio (conflicto de intereses) y «consortium»:
comunidad de destino.

6. LITISCONSORCIO FACULTATIVO. LITISCONSORCIO


NECESARIO. INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN PROCESAL: De lo establecido
en los párrafos primero y segundo de la norma surge la distinción entre el
litisconsorcio facultativo y el litisconsorcio necesario.

El litisconsorcio es facultativo cuando depende de la conveniencia y


voluntad de las partes. Es necesario cuando se halla impuesto por la ley o surge
como una consecuencia obligada de la relación substancial.

6.1. Litisconsorcio facultativo: En el litisconsorcio facultativo existe


una relación procesal única y autonomía de los sujetos procesales (compartes).
Los actos de cada litisconsorte son independientes en sus efectos de los demás
litisconsortes, sin que redunden en provecho ni en perjuicio de los demás. Es
decir, son compartes (tienen idéntica situación procesal), pero no son
litisconsortes (no tienen comunidad de destino, no corren igual suerte en el
proceso). De allí que las resoluciones que recaigan en el proceso puedan ser
diferentes para cada uno de ellos.

Los que son litisconsortes y los que son compartes ocupan una misma
posición en el proceso, pero mientras para los litisconsortes los efectos de los
actos procesales son idénticos, para los que son compartes no lo son, porque se
trata de un supuesto en que existe pluralidad de partes proveniente de
pretensiones conexas por el título, por el objeto o por ambos elementos a la vez.
Como consecuencia de esa autonomía procesal, el juez deberá ser
competente para entender en las acciones (pretensiones) que correspondan a
cada litigante; cada uno de ellos deberá tener capacidad procesal para actuar en
el juicio; cada uno puede adoptar una actitud distinta de la de los demás:
allanarse, oponer excepciones, defensas, etc.; la rebeldía de uno no perjudica a
los otros; unos pueden apelar y otros consentir la sentencia; en la prueba de los
hechos individuales debe estarse a la producida por el litigante al que se refiere; si
lo es de un hecho común debe ser examinado respecto de todos; la caducidad de
la instancia que se produzca para uno no afecta a los otros. En la prueba de
confesión de acuerdo con el Art. 298 del CPC: «La confesión del litisconsorte no
perjudica a sus compartes». De este regla se deduce que uno de ellos puede
exigir la absolución de posiciones de su comparte.

6.2. Litisconsorcio necesario. Integración de la relación procesal: El


segundo párrafo de la norma trata el llamado litisconsorcio necesario u obligatorio,
que se produce cuando entre varios sujetos existe una relación substancial única e
inescindible.

Configuran casos de litisconsorcio necesario: la demanda de filiación


matrimonial, que debe intentarse contra el padre y la madre; la demanda por
simulación de un acto jurídico, que debe promoverse contra todas las partes que
lo realizaron; la demanda de nulidad de un acto jurídico/ que debe intentarse
contra todos sus otorgantes; la demanda de división de condominio; etc.

El proceso debe integrarse de oficio o a solicitud de cualquiera de las


partes, con todos los sujetos que correspondan en razón del vínculo de derecho
material que los une, porque si la sentencia fuera pronunciada sólo con respecto a
alguno de ellos, no resultaría útil o no sería posible obtener su ejecución.

La integración de la litis deberá producirse antes de que dicte la


providencia de apertura a prueba, dentro del plazo que el juez señale, quedando
suspendido el curso del proceso mientras se cita a quienes corresponda.

Si la falta de integración de la litis se advierte en el momento de dictar


sentencia o hallándose el expediente en segunda o tercera instancia, la demanda
debe ser rechazada, incluso de oficio y aunque la parte interesada no haya hecho
petición al respecto; que tal decisión produzca cosa juzgada en cuanto al fondo de
la cuestión. Si se dictó sentencia puede peticionarse su nulidad por la parte
excluida mediante la promoción del incidente de nulidad o de un proceso
autónomo.

En el litisconsorcio necesario los efectos que se producen son diferentes


a los del litisconsorcio facultativo (compartes), de allí que los actos de uno
benefician o perjudican a los otros según las prescripciones de las leyes
substantivas.
La prueba deberá analizarse en su conjunto y sólo se tendrá por
acreditado un hecho cuando lo fuere respecto de todos; si uno sólo interpone un
recurso los demás se ven afectados por sus consecuencias; la caducidad no
puede oponerse si no se produjo para todos; el allanamiento, desistimiento,
transacción o renuncia deben ser realizados por todos. Vale decir, todos son
considerados como uno sólo.

La sentencia que vaya a dictarse será oponible a quienes no hayan sido


parte en el juicio, a pesar de haber sido citados, de tal modo se evitará la nulidad
del proceso.

7. COMPETENCIA: Con relación a la competencia en las acciones


personales se aplica el Art. 17, 2o. p. del COJ, que dice: «Su hubiere varios
coobligados, prevalecerá la competencia del juez ante quien se instaure la
demanda».

8. COSTAS: De conformidad al Art. 201 del CPC, «En los casos de


litisconsorcio las costas se distribuirán entre los litisconsortes, salvo que por la
naturaleza de la obligación correspondiere la condena solidaria. Cuando el
interés que cada uno de ellos represente en el juicio ofreciere considerables
diferencias, deberá el juez distribuir las costas en proporción a ése interés».
TITULO V

DE LOS ACTOS PROCESALES

1. ACTO PROCESAL Y HECHO PROCESAL: De acuerdo con ALLEN,


el proceso es el resultado de dos elementos que se complementan y combinan: la
relación procesal (que nace cuando dos o más personas llevan una controversia
ante los estrados judiciales) y el procedimiento (entendido como el conjunto de
formalidades a que deben someterse el juez y las partes en la tramitación del
proceso).

La relación procesal -dice- es una relación compleja, que a la luz de un


análisis estructural se nos presenta como una serie de de posiciones jurídicas
activas y pasivas que se suceden del inicio al fin del proceso. Así, la sentencia -
última fase del procedimiento- supone la instrucción (que es el grupo de actos
anteriores) y del mismo modo, la instrucción supone la introducción (demanda y
contestación). Ahora bien, del modo en que se produce el paso de una de esas
posiciones jurídicas a la otra, surge el concepto de "hecho procesal" que es una
especie del género "hecho jurídico". Y, como ocurre con los hechos en general,
también los hechos procesales pueden ser o no consecuencia de la voluntad de
una persona: en la primera hipótesis tenemos Acto, y en la segunda, Hecho (en
sentido estricto).

Son actos procesales, v.g.: la demanda, el interrogatorio de un testigo,


las resoluciones, etc. Son hechos procesales, en sentido estricto, el decurso de
un plazo que tiene por consecuencia la preclusión; la muerte de una de las partes;
los acontecimientos que caracterizan a la fuerza mayor (como una declaración de
guerra); etc.

2. CONCEPTO: Los actos procesales son aquellos hechos voluntarios


que tienen por efecto directo e inmediato la iniciación desarrollo o la extinción del
proceso.

3. NATURALEZA JURÍDICA: El acto procesal es un acto jurídico que se


caracteriza por ser procesal la situación jurídica que por él queda constituida,
modificada o extinguida. Es una especie del género acto jurídico.

Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos que tengan por fin
inmediato crear, modificar, transferir, conservar o extinguir derechos (Art. 296 CC).

Lo que distingue al acto procesal -dice ALVARADO VELLOSO- es que


tiene vida y eficacia sólo dentro del proceso, siendo su finalidad posibilitar el
dictado de la sentencia.

El C. Civil dispone que son instrumentos públicos las actuaciones


judiciales practicadas con arreglo a las leyes (Art. 375, inc d) CC).
4. CLASIFICACIÓN: Los actos procesales pueden clasificarse en:

4.1. Actos de parte: Los principales actos de parte son los constitutivos
de la relación procesal (demanda y contestación).

A las partes corresponde la afirmación de los hechos y su prueba. Los


actos atinentes a tal propósito, realizados por aquéllas es el proceso, llámanse
actos de postulación.

4.2. Actos del órgano jurisdiccional: El principal acto procesal del


órgano jurisdiccional es la sentencia que pone fin al litigio. Los actos que el juez
realiza mientras llega el momento de dictar aquélla tienen el nombre de actos de
decisión, v.g.: las providencias, los autos interlocutorios, etc.

4.3. Actos de instrucción: Son ejecutados -dice ALSINA- mediante la


actividad de las partes, del juez y de los auxiliares del tribunal, v.g.: traslados,
notificaciones, etc.
CAPITULO I

DE LAS FORMAS PROCESALES

SECCIÓN I

DE LOS ACTOS EN GENERAL

ART. 102.- FORMAS DE LOS ACTOS PROCESALES. Los actos del


proceso para los cuales la ley no requiere formas determinadas, pueden cumplirse
en el modo más idóneo para que alcancen su finalidad.

Antec.: CNC 102.- PM 113.-

Conc.: CPC 103 al 111.- CC 23; 277 al 284; 296 al 304; 375, inc. d).-
CPP 115 al 122.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 40.-

1. ELEMENTOS DEL ACTO PROCESAL: El acto procesal es una


manifestación de voluntad y como tal consta de dos elementos: el objetivo (forma)
y el subjetivo (contenido).

La forma (elemento objetivo) es aquella por la que se exterioriza la


voluntad. El contenido (elemento subjetivo) supone un proceso psicológico, que
puede o no dar como resultado la revelación de la voluntad.

2. CONCEPTO: Las formas procesales son las condiciones de lugar, de


tiempo y de medios de expresión a las que deben someterse los actos procesales,
expresa CHIOVENDA.

El Código Civil dispone en el Art. 279: "Ningún acto tendrá el carácter de


voluntario, sin un hecho exterior por el cual la voluntad se manifieste". Como dice
CARNELUTTI la forma es el "corpus" del acto. O, como expresa GUASP, la
exteriorización de todo el acto y de su contenido; la revelación hacia afuera de su
existencia.

La ley requiere un hecho exterior que materialice lo que está contenido


en la voluntad y desde este punto de vista, todos actos tienen una forma. En
ciertos casos ella se halla impuesta por la ley como condición para su existencia
(ad solemnitatem), en otros para su prueba (ad probationem), y en algunos queda
librada al arbitrio de quien ejecuta el acto. El Art. 302 del mismo Código,
preceptúa: "En la celebración de los actos jurídicos deberán observarse las
solemnidades prescriptas por la ley. A falta de regla especial, las partes podrán
emplear las formas que estimen convenientes".
3. IMPORTANCIA: La lealtad en el debate, la igualdad en la defensa y
la rectitud en la decisión -dice ALSINA- exigen que el proceso de desenvuelva con
sujeción a reglas preestablecidas.

Del mismo modo, ALLEN opina: "una institución como el proceso,


concebida y desarrollada como el marco para la solución de conflictos, contendría
en sí su propia destrucción si en ella no se observara lo que en lenguaje común se
llama "reglas de juego". Esta necesidad de un método determinado de antemano,
ha sido sentida en toda época, y lo que los hombres han hecho es adaptar las
formas a las exigencias de cada tiempo y lugar, mediante reglas que van desde
las rudimentarias ceremonias de la Roma antigua hasta los más elaborados
principios de la legislación moderna, habiendo sido caóticos los experimentos que,
como en la Francia del siglo XVIII, trataron de abolir las formas procesales
entonces vigentes".

Las formalidades judiciales -dice MONTESQUIEU- son el precio que


cada ciudadano paga por su libertad.

Las formas, al igual que el proceso, no tienen un fin en sí mismas.


Ellas han sido concebidas para servir un ideal: la Justicia. Siendo así, debe
evitarse el mal uso que a veces se hace de ellas, como dice CHIOVENDA
frecuentemente con espíritu incierto y formalista derivado de la mediocre cultura y
elevación de las personas llamadas a utilizarlas.

En razón de que las formas procesales no constituyen un fin en sí


mismas, el sistema de nulidades procesales, que el Código Procesal Civil
establece, esta dirigido precisamente no a asegurar la observancia de las formas,
sino el cumplimiento de los fines específicos a ellas confiadas por la ley.

ART. 103.- PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN. Clausurada una etapa


procesal, no es posible renovarla, aunque haya acuerdo de partes. Por la cosa
juzgada se opera la preclusión del proceso.

Antec.: CNC 103.-

Conc.: CPC 16; 98; 114, inc. c); 145; 409.-

1. CONCEPTO: Las diversas etapas del proceso se desarrollan en


forma sucesiva mediante la clausura definitiva de cada una de ellas. De este
modo, no es posible regresar a etapas y momentos procesales ya extinguidos y
consumados impidiéndose, en consecuencia, realizar actos propios de una etapa
cuando ya se ha pasado a la siguiente.

De acuerdo al Principio de preclusión (opuesto al Principio de secuencia


libre y discrecional), el proceso se divide en etapas, v.g.: demanda, contestación,
prueba, alegatos y sentencia, cada una de las cuales supone la clausura de la
anterior sin posibilidad de renovarla.

La preclusión, según COUTURE, se define generalmente como la


pérdida, extinción o consumación de una facultad procesal.

2. EFECTO: La preclusión produce el efecto de que los actos cumplidos


dentro de la etapa pertinente adquieren carácter firme.

La preclusión se opera por imperio de la ley, en forma automática, sin


que sea necesario petición alguna ni declaración judicial al respecto.

3. MODOS: La preclusión puede operarse de tres modos distintos:

3.1. Por no haberse observado el orden u oportunidad que ley establece


para la realización de un acto.

3.2. Por haberse cumplido una actividad incompatible con el ejercicio de


otra.

3.3. Por haberse ejercido ya una vez, validamente, una facultad.

4. PRECLUSIÓN, CARGA E IMPULSO PROCESAL: Los conceptos de


preclusión y carga procesal se halla estrechamente relacionados entre sí. La
carga procesal es una conminación o compulsión a ejercer un derecho cuyo
cumplimiento se halla impuesto como «un imperativo del propio interés». Pero si
la preclusión no tuviera vigencia, la carga procesal perdería sentido, puesto que el
no ejercicio oportuno del derecho carecería de consecuencias jurídicas
desfavorables.

La preclusión también se halla íntimamente vinculada a la institución del


impulso procesal, en razón de que éste no tendría objeto sin la preclusión, porque
si pudiesen repetirse los actos procesales en cualquier momento, el proceso no
habría de desarrollarse, no avanzaría.

ART. 104.- FORMAS RENUNCIABLES. Las partes no pueden darse


un procedimiento especial, distinto del legal, para sustanciar judicialmente el
proceso en que intervengan, pero pueden renunciar a trámites o diligencias
particulares, establecidos en su interés exclusivo.

Antec.: CNC 104.- PM 114.-

Conc.: CPC 102; 105; 106; 152; 245.- CC 302 al 304.-

1. SISTEMAS: Se conocen tres sistemas de regulación de las formas


procesales:
1.1. Sistema de legalidad o de regulación legal.

1.2. Sistema de la soberanía del juez o de regulación judicial, facultades


ordenatorias e instructorias (Art. 18 CPC); ordenar apertura a prueba en los
incidentes y en las excepciones (Arts. 186 y 229 CPC); fijar el término ordinario de
prueba, dentro del plazo máximo de cuarenta días (Arts. 253 CPC) y el
extraordinario (Art. 255 CPC); disponer diligencias de prueba (Arts. 337, 350, 362,
367, 371, etc. CPC); eximir de costas al vencido (Art. 193, 1er. p. CPC); habilitar
días feriados y horas inhábiles cuando los asuntos de su competencia así lo
requieran (Art. 196, 2° p., COJ); disponer notificaciones por cédula (Art. 133, inc.
11) CPC); etc.

1.3. Sistema de la libertad de formas o de regulación convencional.


Esta es la menos frecuente, pudiendo citarse: la facultad de las partes para
prorrogar la jurisdicción territorial (Art. 3, 2a. p. CPC); la de comparecer en juicio
personalmente (si son personas físicas) o por medio de representantes (Art. 87,
COJ); pedir que la causa se falle sin abrirse a prueba, declarando la cuestión de
puro derecho (Art. 245 CPC); ponerse de acuerdo en la designación de peritos
(Art. 346, inc. a), la. p. CPC); recusar a los jueces (Art. 24 y sgtes. CPC);
interponer recursos (Art. 386 y sgtes. CPC); someter sus controversias a la
decisión de jueces árbitros o arbitradores, sea que dichas controversias hayan
sido o no deducidas en juicio, y cualquiera sea el estado de éste (Art. 48, COJ);
etc.

La regulación de las formas procesales no es exclusiva del legislador,


del juez o de las partes. Si bien el legislador establece las normas, estas no
pueden prever todas las situaciones posibles en el proceso. Siendo así, al juez le
son acordadas facultades más o menos amplias para dirigir la marcha del proceso,
para poder cubrir posibles omisiones del legislador y otorgar a aquél mayor
flexibilidad.

No obstante, cuando media acuerdo de partes y no se lesiona el interés


público, la regulación legal y la judicial ceden ante la regulación convencional, en
razón de que la intervención del Estado en la composición de la litis es subsidiaria,
hallándose subordinada a que las mencionadas condiciones no se cumplan
(acuerdo de partes y no lesión del interés público).

Lo que no debe olvidarse -conviene recalcarlo- es que la ordenada


regulación de las formas procesales constituye una manera de garantizar el
adecuado cumplimiento de los fines del proceso.

ART. 105.- IDIOMA. DESIGNACIÓN DE TRADUCTOR INTÉRPRETE.


En todos los actos del proceso se usará el idioma español. Cuando éste no fuere
conocido por la persona que deba prestar declaración y ésta no pueda expresarse
en guaraní, el juez o tribunal designará un traductor público. Se nombrará
interprete cuando deba interrogarse a sordos, mudos o sordomudos que sólo
pueden darse a entender por lenguaje especializado. Únicamente podrán
agregarse a los autos documentos redactados en lengua extranjera, cuando
fueren vertidos al español por traductor público.

Antec.: CNC 105.- PM 115.-

Conc.: CN 140.- CPC 106; 299.- COJ 139; 141; 173.- CC 375 al 377;
390; 391; 399, la. p.; 2646.- CPP 115 al 119.- Ley 1879/02 de Arbitraje y
Meditación 25.-

1. IDIOMA CASTELLANO: Las actuaciones judiciales deben ser


redactadas en idioma español (castellano), dispone la norma en concordancia con
el Art. 140 de la Constitución que establece: «El Paraguay es un país pluricultural
y bilingüe. Son idiomas oficiales el castellano y el guaraní. La ley establecerá
las modalidades de utilización de uno y otro. Las lenguas indígenas, y las de
otras minorías forman parte del patrimonio cultural de la Nación».

Los Códigos Civil y Procesal Civil cuando mencionan el idioma


«español» indudablemente se refieren al idioma castellano, originario de Castilla
(España), en razón de que también los idiomas catalán, gallego, etc., son tan
españoles como el castellano.

2. INSTRUMENTOS PÚBLICOS: Las actuaciones realizadas en el


proceso tienen carácter de instrumentos públicos de acuerdo con el Art. 375, incs.
b) y c) del C. Civil. Como tales deben redactarse en castellano, conforme a lo
dispuesto en el Art. 390, la. p., del C. Civil.

3. TRADUCCIÓN: Los instrumentos públicos o privados otorgados en


otro idioma que no sea el castellano para su agregan a los autos deben estar
debidamente traducidos por traductor público matriculado (Art. 173 COJ).

4. TRADUCTORES O INTÉRPRETES: Cuando la persona que deba


declarar no conozca el idioma castellano y no sepa expresarse en guaraní, se
deberá utilizar los servicios de un traductor público.

De igual modo, será necesario un intérprete, cuando sea un lenguaje


especializado, v.g.: sordomudos, sordos o mudos.

En dichos supuestos, el intérprete o el traductor deberán contar con


título habilitante y estar matriculados.

5. MATRICULA: El Art. 173 del COJ, dispone: «Actuarán como


traductores e intérpretes en los juicios las personas que se inscriban en la
matrícula respectiva, habilitada por la Corte Suprema de Justicia, la que
determinará los requisitos de su inscripción».
ART. 106.- ESCRITOS Y FIRMA A RUEGO. Los escritos podrán ser
mecanografiados o manuscritos en tinta oscura e indeleble, debiendo ser firmados
por las personas que en ellos intervinieren. Cuando un escrito fuere firmado a
ruego del interesado, el secretario deberá certificar que el firmante, cuyo nombre
expresará, ha sido autorizado para ello en su presencia, o que la autorización ha
sido ratificada por él.

Antec.: CNC 106.- PM 116.- CPCC 26.-

Conc.: CPC 17; 59; 105; 150.- COJ 121; 137; 144.- CC 43; 399; 402;
405.-

1. ESCRITURA: El lenguaje que de ordinario debe utilizarse en la


realización de los actos procesales es el escrito.

Los escritos podrán ser mecanografiados o manuscritos con tinta


obscura e indeleble, debiendo ser firmados por las personas que en ellos
intervienen, dispone la primera parte de la norma.

2. FIRMA: Un requisito de fundamental importancia es la firma, el Art.


399 del C. Civil declara -refiriéndose a los instrumentos privados- que «será
indispensable para su validez, sin que pueda ser substituida por signos, ni por
iniciales de los nombres o apellidos».

La firma se define como el trazado gráfico que contiene habitualmente el


nombre, apellido y rúbrica de una persona, con el cual se suscriben los
documentos para darles autoría y obligarse a lo que en ellos se dice.

El Art. 43 del C. Civil dice al respecto: «Toda persona tiene derecho a


suscribir con su nombre sus actos públicos y privados, en la forma que
acostumbre a usarlo. También tiene derecho a adoptar la firma que prefiera».

Siendo así, el escrito carente de firma será un acto jurídicamente


inexistente y ajeno, como tal, a cualquier posibilidad de convalidación posterior.

2.1. Firma de letrado. Remisión: Véase comentario al Art. 59 del CPC


al que me remito.

3. RECONOCIMIENTO DE DOCUMENTOS SUSCRIPTOS CON


INICIALES O SIGNOS: Al respecto dispone el Art. 405 del C. Civil: «Ninguna
persona que hubiere suscrito con iniciales o signos un instrumento privado podrá
ser obligada a reconocerlos como su firma, podrá, empero, reconocerlos
voluntariamente, y en tal caso, las iniciales o signos valdrán como su verdadera
firma».
4. FIRMA A RUEGO: La segunda parte del Artículo sub examine se
refiere a la firma a ruego, la cual es la que a pedido de quién no sabe o no puede
firmar, pone un tercero, con su nombre y grafía propios, obligando con ello al
solicitante, siempre que el secretario certifique que el firmante - cuyo nombre
expresará – ha sido autorizado para ello en su presencia o que la autorización a
sido ratificada por el interesado.

El Art. 144 del COJ se refiere al supuesto de la impresión digital, la cual


-establece-, es «sin perjuicio de la firma a ruego». En efecto, dispone: «Si los
otorgantes no supieren firmar, o se hallaren impedidos de hacerlo, deberán
estampar su impresión digital, preferentemente la del pulgar derecho, en el lugar
destinado a la firma, sin perjuicio de la firma a ruego que establece el Código Civil.
Si existiere impedimento absoluto para poner la impresión digital el Notario deberá
consignarlo en el cuerpo de la escritura».

ART. 107.- COPIAS. De todo escrito de que deba darse traslado, de


sus contestaciones y de los documentos con ellos agregados, deberán
acompañarse tantas copias firmadas como partes intervengan. Esas copias
serán entregadas a las mismas al notificárseles la providencia que recaiga. La no
presentación de las copias hará que no corra el plazo para contestar el traslado y,
si no se subsana la omisión dentro de tercero día de haber sido intimada, de oficio
o a petición de parte y bajo apercibimiento, se tendrá por no presentado el escrito
o el documento, en su caso.

Antec.: CNC 107.- PM 117.- CPCC 22 al 24.-

Conc.: CPC 37, inc. b); 108; 133, inc. h); 135; 2o. p.; 215; 219; 221; 236;
460, 2o. p..- Ley 1680/01 Código de la Niñez y la Adolescencia 171, 2° p..-

1. CONCEPTO. FUNDAMENTO: La copia es la reproducción fiel de un


documento original. La regla que establece la norma se funda en los Principios
de lealtad y buena fe y constituye un arbitrio destinado a facilitar el ejercicio de la
defensa en juicio.

2. REQUISITOS: Las copias deben ser iguales al texto original de los


escritos o documentos a los cuales corresponden, debiendo acompañarse un
número equivalente al de las personas que actúan en calidad de parte contraria,
salvo que intervengan bajo una representación común.

Las copias pueden ser manuscritas, mecanografiadas, fotocopiadas o


de cualquier otra forma, siempre que reproduzcan fielmente el original.

Las copias deben estar firmadas, siendo suficiente que lo sean una sola
vez y no en cada una de las fojas. Podrán ser firmadas, de manera indistinta por
las partes o sus representantes, apoderados o patrocinantes.
3. DENUNCIA: Las copias deben entregarse al destinatario al
notificársele la resolución que recaiga. Si así no fuere hecho la parte interesada
deberá denunciar este hecho al juzgado, pidiendo la interrupción del plazo para
contestar el traslado.

4. EFECTO DE LA NO PRESENTACIÓN: La no presentación de las


copias, luego de la intimación y el apercibimiento hechos de oficio por el juez o a
pedido de parte, dentro del plazo de tercero día, hará que el escrito o el
documento, en su caso, se tenga por no presentado.

5. DEBER DEL SECRETARIO: El Art. 37, inc. b) del CPC estatuye,


entre los deberes de los secretarios: «dejar constancia de los escritos cuando
éstos fueren presentados fuera de plazo o sin copias, si éstas son exigidas por la
ley;».

ART. 108.- COPIAS DE DOCUMENTOS DE DIFÍCIL


REPRODUCCIÓN. No será obligatorio acompañar la copia de documentos cuya
reproducción fuere dificultosa por su número, extensión o cualquier otra razón
atendible, siempre que así lo resolviere el juez, a pedido formulado en el mismo
escrito. En tal caso, el juez arbitrará las medidas necesarias para obviar a la otra
parte los inconvenientes derivados de la falta de copias.

Cuando con una cuenta se acompañaren libros, recibos o


comprobantes, bastará que éstos se presenten numerados y se depositen en la
secretaría para que la parte o partes interesadas puedan consultarlas.

Antec.: CNC 108.- PM 118.-

Conc.: CPC 18, inc. f); 107.-

1. EXCEPCIÓN A LA REGLA DE ACOMPAÑAR COPIA: La disposición


establece las excepciones a la regla general establecida en el Art. 107 del CPC,
referente a la carga de acompañar copia.

2. DOCUMENTOS DE DIFÍCIL REPRODUCCIÓN: En el primer párrafo,


el Artículo sub examine se refiere a cualquier documento de difícil reproducción,
en cuyo caso deberá solicitar la exoneración la parte interesada en el escrito
respectivo y el juez resolverla de acuerdo con su prudente arbitrio.

3. LIBROS, RECIBOS O COMPROBANTES: En el segundo párrafo, el


precepto se refiere a los libros, recibos o comprobantes, bastando que los mismos
estén numerados y se depositen en secretaría.

4. FACULTAD DEL JUEZ: Una medida que el juez puede arbitrar para
obviar la falta de copias - en los supuestos señalados en la norma - podría
consistir en la entrega de los originales, previa individualización y bajo recibo; a lo
que el juez se halla habilitado porque el Art. 18, inc- f) in fine del CPC
expresamente le autoriza, en cumplimiento de sus facultades instructorias.

ART. 109.- DÍAS Y HORAS HÁBILES. Los actos procesales se


practicarán en días y horas hábiles, bajo pena de nulidad. Son días hábiles todos
los del año, menos los exceptuados por la ley y las acordadas que dicte la Corte
Suprema de Justicia.

Antec.: CNC 109.- PM 119.- CPCC 7.- Ley 1110/85, 9.-

Conc.: CPC 110; 111; 145; 147; 153; 268; 585.- COJ 196, 2o. p. 362;
363.- CC 341; 342.- CPP 120; 121.- Acordada No 2 del 25 de marzo de 1970.-

1. DÍAS HÁBILES: Son días hábiles todos los del año menos los
exceptuados por la Ley y los que disponen las Acordadas de la Corte Suprema de
Justicia, expresa la 2a. parte de la norma procesal.

Son días hábiles procesales todos los días de la semana, con excepción
de los sábados y los domingos. Siendo así, en el computo de los plazos
procesales no se cuentan los días sábados, domingos y feriados (nacionales o
judiciales, estos últimos dispuestos por Acordada de la Corte Suprema de
Justicia).

2. HORAS HÁBILES: La norma de modo inexplicable no establece


cuales son las horas hábiles. Tampoco existe una Acordada de la Corte Suprema
de Justicia que regule la cuestión. El Art. 119, 2a. p., del Proyecto Mendonca
disponía al efecto: «Son horas hábiles las comprendidas dentro del horario
establecido por la Corte Suprema de Justicia para el funcionamiento de los
tribunales; pero respecto de las diligencias que los jueces, funcionarios o
empleados deban practicar fuera de la oficina, son horas hábiles las comprendidas
entre la siete y las doce y las quince y las dieciocho».

Siendo así, deben tenerse por horas hábiles las comprendidas entre la
salida y la entrada del sol, porque esta es la costumbre procesal existente en la
materia, porque una interpretación histórica así lo aconseja y porque ante un vacío
legal debe considerarse la plenitud hermética del ordenamiento jurídico, que
consiste en carácter esencial que tiene todo ordenamiento jurídico de constituir
una estructura total, continua y cerrada que excluye la posibilidad de la existencia
de lagunas en la ley (Arg. Art. 6 CC).

Deben distinguirse:

2.1. Las actuaciones en el expediente: En este supuesto son hábiles las


horas de funcionamiento de los tribunales, sin perjuicio de la habilitación de las
horas inhábiles.
2.2. Las actuaciones fuera del expediente: Hasta que no se modifique el
Art. 109 del CPC o se dicte la Acordada correspondiente, son hábiles las horas de
los días hábiles, o de los habilitados, desde la salida hasta la puesta del sol, v.g.:
diligencia que debe cumplir el secretario, el oficial de justicia, el ujier notificador, el
perito, etc.

3. FERIA JUDICIAL: La feria judicial se halla legislada en los Arts. 362 y


363 del Código de Organización Judicial, que disponen: «Se establece el mes de
enero como feria judicial (Art. 362 COJ). La Corte Suprema de Justicia
determinará la forma en que debe atenderse durante la feria el despacho de los
asuntos urgentes, según las leyes de procedimientos. La feria no regirá para los
jueces de Paz y de Instrucción Criminal» (Art. 363 COJ).

La habilitación de la feria tiene carácter excepcional y se la decreta con


el fin de evitar la frustración de un derecho o que se produzcan perjuicios
irreparables o para el cumplimiento de medidas ya ordenadas.

Las Acordadas s/n de fecha 26 de Diciembre de 1930, No. 1 del 6 de


enero de 1940; No. 23 del 26 de Diciembre de 1940 y 21 del 30 de Diciembre de
1942, se refieren a los asuntos que pueden tramitarse durante la feria judicial.

4. EFECTO: La norma impone la sanción de nulidad a los actos


procesales que no se practiquen en horas y días hábiles.

5. HABILITACIÓN DE HORAS Y DÍAS INHÁBILES: Código de


Organización Judicial en el Art. 196, 2o. p., dispone: «Los jueces podrán habilitar
días feriados y horas inhábiles cuando los asuntos de su competencia así lo
requieran».

Esta disposición constituye un complemento del Artículo sub examine y


tiene por objeto permitir que se practique una diligencia urgente a fin de evitar que
se frustre un derecho o se ocasiona un perjuicio.

La habilitación requiere que el juez o la parte acrediten la existencia de


justa causa y peligro de producirse un perjuicio. La habilitación se otorga
exclusivamente para el caso particular de que se trata.

Cuando se produce la suspensión del plazo para alegar los, jueces


podrán habilitar días y horas inhábiles para la recepción oportuna de la prueba
(Art. 268 CPC).

En el juicio de Amparo durante su substanciación y en la ejecución de la


sentencia que se vaya a dictar quedarán habilitados días y horas inhábiles por
imperio de la ley (Art. 585, 1er. p. CPC).
Art. 110.- HABILITACIÓN TÁCITA. La diligencia iniciada en día y en
hora hábil, podrá llevarse hasta su fin en horas inhábiles sin necesidad de que se
decrete la habilitación. Si no pudiere terminarse en el día, continuará en el
siguiente hábil, a la hora que en el mismo acto establezca el juez o tribunal.

Antec.: CNC 110.- PM 120.-

Conc.: CPC 109; 147; 153; 335; 585; 686, inc. h).- COJ 196, 2o. p..-

1. OBJETO: La disposición se funda en el Principio de economía


procesal y tiene por objeto la agilización del proceso y evitar los perjuicios que
pudieran causar la interrupción, permitiendo, de este modo, mediante la
habilitación tácita, que concluya la diligencia que no pudo el día inicialmente fijado
en forma automática, es decir, sin necesidad de pedido, substanciación, ni
resolución. Se debe labrar acta con constancia del estado de la diligencia y la
fijación del día y hora habilitados para su prosecusión, notificándose en el mismo
acto a las partes intervinientes.

El precepto constituye un complemento de lo dispuesto en los Arts. 109


del CPC y 196, 2o. p. del COJ.

2. ALCANCE: La habilitación tácita de las horas inhábiles debe referirse


y limitarse a la diligencia concreta de que se trate, v.g.: una diligencia de embargo
iniciada en hora hábil puede proseguir hasta su conclusión en hora inhábil.

SECCIÓN II

DE LA NULIDAD DE LOS ACTOS PROCESALES

ART. 111.- PROCEDENCIA DE LA NULIDAD. Ningún acto del


proceso será declarado nulo si la nulidad no está conminada por la ley. Podrá, no
obstante, pronunciarse la nulidad, si el acto carece de un requisito formal o
material indispensable. Si el acto ha alcanzado su fin, aunque fuere irregular, no
procederá su anulación.

Antec.: CNC 111.- PM 121.- CPCC 238.-

Conc,: CPC 109, la. p.; 112 al 117; 138; 144; 156, 2a. p.; 193; 563.- CC
27; 355 al 371; 377; 378.- CPP 165 al 171.- Ley 635/95 que Reglamenta la
Justicia Electoral 45.-

1. CONCEPTO: La nulidad es la sanción por la cual la ley priva a un


acto jurídico de sus efectos normales cuando carece de un requisito formal o
material indispensable para su validez.
La función específica de la nulidad no es asegurar el cumplimiento de
las formas, sino de los fines asignados a éstas por el legislador.

Las nulidades procesales se producen por carecer el acto de los


requisitos formales indispensables o por falta de elementos esenciales que le
configuran y hacen imposible que cumpla su objeto o fin.

2. FINALIDAD: La finalidad de las nulidades procesales es asegurar la


garantía constitucional de la defensa en juicio.

Como expresa ALSINA «Donde hay indefensión hay nulidad, si no hay


indefensión no hay nulidad».

3. CARÁCTER: En materia procesal no son aplicables las disposiciones


del Código Civil, en razón de que en el proceso los actos afectados de nulidad
pueden ser convalidados por el consentimiento expreso o tácito de las partes.

La declaración de nulidad no procede si la parte interesada consintió en


forma expresa o tácita el acto irregular, en razón del carácter relativo que revisten
las nulidades procesales.

4. ALCANCE: Dice PODETTI, los vicios de los actos procesales, sea en


cuanto a la capacidad, legitimación y voluntad de los sujetos, sea a su licitud, sea
a las formas indispensables prescriptas por la ley y al tiempo de su cumplimiento,
pueden originar la nulidad del acto.

5. PRINCIPIO DE LEGALIDAD: Llamado también de especificidad,


según el cual no hay nulidad sin ley específica que la establezca. Proviene del
derecho francés, de allí que se dice: «Pas de nullité sans texte» (no existe nulidad
sin texto legal).

Siendo así, no son admisibles nulidades por analogía o extensión,


debiendo aplicarse a los casos que sean estrictamente indispensables.

6. PRINCIPIO DE FINALIDAD: El cual se sobrepone al mencionado


precedentemente, en su virtud no existe nulidad por la nulidad misma, vale decir
en el sólo beneficio de la ley.

El Artículo sub examine incorpora al Código, en cuanto al régimen de la


nulidad de los actos procesales, el Principio de finalidad o finalista por cuya virtud
las formas procesales no tienen un fin en sí mismas. Su razón de ser consiste en
asegurar a los litigantes la libre defensa de sus derechos y una sentencia justa.

La misión de la nulidad no consiste en asegurar la observancia de las


formas procesales, las cuales no tienen un fin en sí mismas, sino asegurar el
cumplimiento de los fines a ellas confiados por la ley. Las formas constituyen el
medio o instrumento de que el legislador se vale para hacer efectiva la garantía de
la defensa en juicio. En los casos en que esa garantía aparezca violada la
nulidad debe ser declarada, aunque se carezca de texto expreso de la ley.

En materia de nulidades procesales campea el Principio de la


instrumentalidad de las formas, en virtud del cual la posibilidad de la invalidez de
los actos del proceso debe juzgarse teniendo en cuenta, en primer lugar, la
finalidad que en cada caso concreto el acto esta destinado a lograr, de manera
que el mismo, aunque irregular, no será nulo si ha cumplido su objeto, su fin.

7. PRINCIPIO DE TRASCENDENCIA: Para que el pedido de nulidad


sea procedente al solicitarse su declaración deberá expresarse el perjuicio sufrido
y el interés personal de la parte en obtener su declaración.

Según la expresión francesa «Pas de nullité sans grief» (no hay nulidad
sin perjuicio), no pueden sancionarse con la nulidad los actos que aunque
irregulares porque se han apartado de lo que la ley manda en relación a los
mismos, no han producido un real y concreto perjuicio a quien la invoca. La
declaración de la nulidad en estas condiciones, carecería de utilidad, en razón de
que las nulidades procesales no tienen por finalidad satisfacer meros aspectos
formales, sino reparar los perjuicios efectivos surgidos del acto irregular.

Véase el comentario al Art. 112 del CPC numeral 3.

8. NULIDADES IMPLÍCITAS: Son las que provienen de la violación de


normas prohibitivas, lo cual trae aparejada la posibilidad de declarar la nulidad del
respectivo acto (nulidad virtual), v.g.: normas legales imperativas que contienen
expresiones tales como "en ningún caso", "es inadmisible", "no será permitido",
etc.

Cabe advertir que esta regla se halla atenuada por la vigencia de los
Principios finalista y de trascendencia.

9. CLASIFICACIÓN DE LAS NULIDADES PROCESALES: En nuestro


derecho vigente las nulidades procesales pueden clasificarse del siguiente modo:

9.1. Actos inexistentes: El acto es inexistente cuando carece de un


elemento constitutivo, esencial para su configuración jurídica, exista o no perjuicio
para las partes.

Es, en cierto modo, el problema del "ser o no ser" del acto. No se


refiere a su eficacia sino a su vida misma. Una sentencia dictada por una
persona que no es juez no es una sentencia sino una "no sentencia". No es un
acto, sino un simple hecho, expresa COUTURE.
Un proceso promovido por una persona imaginaria (que no exista) es un
"no proceso". En el supuesto de la sentencia, la misma será nula si quien la dicta
carece de competencia para esa causa; será inexistente si quien la pronuncia
carece de poder jurisdiccional. Véase el comentario del Art. 144 del CPC numeral
2.

Los actos inexistentes:

a) No pueden ser convalidados.

b) Requieren declaración judicial, porque la inexistencia no excluye la


realidad del acto. La inexistencia no es física sino jurídica.

9.2. Nulidades insanables o absolutas: Cuando existe una norma


expresa que consagra la nulidad absoluta, v.g.: Arts. 248 CN y 116 CPP. Se
hallan previstas por el legislador -dice COUTURE- atendiendo a las exigencias
políticas y sociales de una situación determinada.

De manera similar a los actos inexistentes, las nulidades insables no


pueden ser confirmadas pero, no obstante, requieren declaración judicial.

9.3. Nulidades esenciales o principales: Son las que afectan el


derecho de defensa en juicio.

a) Pueden declararse de oficio o a petición de parte.

b) Pueden ser convalidadas expresa o tácitamente.

c) Se presume el perjuicio.

9.4. Nulidades secundarias: Son las que privan a las partes de una
facultad procesal.

a) Sólo son declarables a petición de parte.

b) Sólo proceden cuando exista interés y se acredite el perjuicio.

c) Son siempre convalidables.

ART. 112.- PRONUNCIAMIENTO DE LA NULIDAD. La nulidad sólo


será declarada a instancia de la parte perjudicada por el acto viciado, si no
contribuyó a éste, salvo los casos en que la ley establezca la nulidad de oficio.

Antec.: CNC 112.- PM 122.-


Conc.: CN 16.- CFC 40; 111; 113 al 117; 193; 563.- CC 298, 1a. p..-
Ley 154/69 de Quiebras 202.-

1. PRINCIPIO DE PROTECCIÓN: En virtud de este Principio que se


funda en el de moralidad, la nulidad sólo será declarada a petición de la parte
perjudicada por el acto viciado, sino contribuyó a éste. En el proceso existe la
necesidad de obtener actos válidos y firmes, dice COUTURE.

La declaración de la nulidad debe ser la «ultima ratio» a la que debe


recurrirse cuando no exista modo de subsanarla, porque debe tratarse de proteger
la validez del acto en razón de que toda declaración de nulidad es, como regla,
disvaliosa.

2. CONSECUENCIAS: La vigencia del Principio de protección produce


las siguientes consecuencias:

2.1. No puede impugnarse por nulidad si no existe un interés legítimo


que reclame protección.

2.2. No puede ampararse en la nulidad el que ha contribuido al acto nulo


sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba por la aplicación de la regla
«nemo auditur turpitudinem suam allegans» (nadie escucha a quien alega su
propia torpeza).

2.3. De acuerdo con los Principios de buena fe y lealtad que presiden el


proceso el que realizó un acto nulo no puede tener el beneficio de aceptarlo si le
favorece o negarlo si le es desfavorable.

2.4. Las nulidades procesales deben interpretarse y aplicarse en forma


restrictiva, en base al Principio de conservación.

2.5. Sólo pueden invocar la nulidad constituida en protección de los


incapaces éstos o sus representantes legales, de conformidad con el Art. 298, la.
p. del C. Civil, que dice: «La incapacidad de una de las partes no puede ser
invocada en provecho propio por la parte capaz».

2.6. Necesidad de declaración judicial: para que un acto procesal sea


considerado nulo debe existir una resolución judicial que así lo declare.

3. PROCEDENCIA: El interesado en la declaración de nulidad deberá


demostrar (Principio de trascendencia):

3.1. El perjuicio que ha sufrido, el cual debe ser cierto, concreto e


irreparable.
3-2. El interés jurídico que procura subsanar con la declaración de la
nulidad, indicando las facultades, defensas o pruebas de las que se le habría
privado.

Véase comentario al Art. 111 del CPC numeral 7.

4. DECLARACIÓN DE OFICIO: La nulidad que puede ser declarada de


oficio por el juez o tribunal es la que viola las garantías procesales contenidas en
la Constitución en el Art. 16, que dice: «La defensa en juicio de las personas y de
sus derechos es inviolable. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por
tribunales competentes, independientes e imparciales».

En cualquier supuesto en que se viole la garantía constitucional de la


defensa en juicio - haya o no sanción expresa de nulidad - el juez debe declararla.
La indefensión es la máxima nulidad que puede darse en un proceso. (Véase
comentario al Art. 113 del CPC.

ART. 113.- NULIDADES DECLARABLES DE OFICIO. La nulidad será


declarada de oficio, cuando el vicio impida que pueda dictarse validamente
sentencia definitiva, y en los demás casos en que la ley lo prescriba.

Antec.: CNC 113.- PM 122, 2o. p..-

Conc.: CN 16; 248, 1er. y 2o. p.; 256, 2o. p..- CPC 15, incs. b), c), d) y
e); 40, in fine; 109, la. p.; 111; 112; 114 al 117; 133, 2a. p.; 144, 1a. p.; 156, 2a. p.;
420; 563.- CC 359; 384.- Ley 154/69 de Quiebras 202.-

1. DECLARACIÓN DE OFICIO: La norma establece los supuestos en


que la nulidad podrá ser declarada de oficio; es decir, sin necesidad de que se
produzca petición de parte.

Las formas del proceso son el medio que utiliza el legislador para hacer
efectiva la garantía de la defensa en juicio; consecuentemente, cuando ésa
garantía es violada debe declararse la nulidad aunque se carezca de un texto legal
expreso.

2. PRINCIPIO DE LA DEFENSA EN JUICIO. OTROS SOS EN QUE NO


PODRÁ DICTARSE SENTENCIA VALIDA:

2.1. La nulidad de oficio, en primer lugar, habrá de declararse cuando el


vicio impida que pueda dictarse validamente sentencia definitiva, lo que se dará
cuando se viole el Art. 16 de la Constitución, que dispone: «La defensa en juicio
de las personas y de sus derechos es inviolable. Toda persona tiene derecho a
ser juzgada por tribunales competentes, independientes e imparciales».
La norma constitucional consagra el Principio de la defensa en juicio de
los derechos de las personas, la cual debe darse en el marco de un «debido
proceso» (due process of law), siendo su violación la máxima nulidad posible, la
cual debe ser declarada de oficio por los jueces o tribunales al tener conocimiento
de ello por cualquier motivo o razón.

El C. Civil en el Art. 359, estatuye: «Cuando el acto es nulo, su nulidad


debe ser declarada de oficio por el juez, si aparece manifiesta en el acto o ha sido
comprobada en juicio. El Ministerio Público y todos los interesados tendrán
derecho para alegarla. Cuando el acto es anulable, no podrá precederse sino a
instancias de las personas designadas por la ley».

2.2. Tampoco podrá dictarse una sentencia válida: Cuando se violan las
normas referentes a la competencia, si con ello se compromete la organización del
Poder Judicial (v.g.: sentencia dictada por juez recusado); o, se altera el Principio
constitucional de la jurisdicción (v.g.: sentencias dictadas por quién carece de
jurisdicción, Arts. 247, 2o. p. y 248, 1er. p. CN); o, en general, cuando el juez
constate defectos en la constitución de la relación procesal.

3. NULIDAD EXPRESA: El in fine de la norma procesal hace relación a


los casos en que la ley expresamente prescribe la nulidad, v.g.: sentencia dictada
sin fundar (Art. 15, inc. b) CPC) o no resuelta conforme a la ley o la Constitución
(Art. 15, inc. c) CPC y 256, 2o. p. CN); actos procesales llevados a cabo en días y
horas inhábiles (Art. 109, 1a. p. CPC); notificación realizada en contravención a las
normas legales (Art. 144, la. p. CPC); resoluciones judiciales que carecen de
requisitos esenciales (Art. 156, 2a. p. CPC); eximición de costas al litigante
vencido sin expresar las razones en que se funda (Art. 193 CPC); declaración de
oficio de la inconstitucionalidad de las resoluciones judiciales por la Corte
Suprema de Justicia (Art. 563 CPC); etc.

4. PRINCIPIO DE CONVALIDACIÓN O SUBSANACIÓN: Lo dicho, sin


embargo, es sin perjuicio del Principio de convalidación, en razón de que en el
proceso no existen nulidades absolutas y por ende todas son susceptibles de
convalidación, salvo las denominadas nulidades insanables previstas por el
legislador «atendiendo a las exigencias políticas y sociales de una situación
determinada» (COUTURE) (Véase comentario al Art. 114 del CPC, numeral 2).

5. INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO: La falta de


intervención del representante del Ministerio Público no produce la nulidad de
oficio del proceso, la misma sólo puede decretarse a su pedido y es convalidable
(Art. 40, in fine CPC).

ART. 114.- SUBSANACIÓN DE LA NULIDAD. Las nulidades quedan


subsanadas:

a) por haber cumplido el acto su finalidad, respecto de la parte que


pueda invocarla;
b) por confirmación expresa o tácita del respectivo litigante, sin perjuicio
de lo establecido en el artículo anterior. Se entenderá que media confirmación
tácita cuando no se promoviere incidente de nulidad dentro de los cinco días
subsiguientes al conocimiento del acto viciado; y

c) por la cosa juzgada.

Antec.: CNC 114.- PM 123.- CPCC 241.-

Conc.: CN 248, 1er. y 2o. p.- CPC 15, 2o. p.; 103; 111 al 113; 117; 191;
313; 409.- CC 366 al 371.-

1. PRINCIPIO FINALISTA (inc. a)): En materia procesal civil rige este


Principio, en virtud del cual no corresponde la declaración de nulidad del acto -
aunque fuere irregular - si el mismo a servido para alcanzar el fin propuesto por la
ley. Véase el comentario al Art. 111 del CPCP, numeral 6.

2. PRINCIPIO DE CONVALIDACIÓN (inc. b)): En virtud de este


Principio las nulidades procesales se subsanan por el consentimiento expreso o
tácito, en razón de que no existen nulidades absolutas, siendo todas relativas.

La confirmación del acto procesal nulo puede darse en forma expresa o


tácita. El incidente de nulidad es la vía procesal idónea para impugnar los vicios
de las actuaciones procesales, el cual debe deducirse dentro de los cinco días
subsiguientes al conocimiento del acto viciado, no haciéndolo así la irregularidad
del acto quede cubierta por el consentimiento tácito de la parte. La nulidad,
entonces, quedará convalidada porque vencido el plazo de impugnación entrará a
operar el Principio de preclusión procesal, que impide retrogradar el proceso.

No obstante la vigencia, en general, del Principio de convalidación de


los actos procesales nulos, el mismo cede ante la existencia de una norma
legislativa expresa que consagre la nulidad absoluta.

El Art. 248 de la Constitución consagra un supuesto de nulidad


«insanable», vale decir absoluta, que tiene como consecuencia que la cosa
juzgada carezca de virtualidad suficiente para subsanarla. Los dos primeros
párrafos de la norma constitucional preceptúan: «Queda garantizada la
independencia del Poder Judicial. Sólo él puede conocer y decidir en actos de
carácter contencioso.

En ningún caso los miembros de los otros poderes, ni otros funcionarios,


podrán arrogarse atribuciones judiciales que no estén expresamente establecidas
en esta Constitución, ni revivir procesos fenecidos, ni paralizar los existentes, ni
intervenir de cualquier modo en los juicios. Actos de esta naturaleza conllevan
nulidad insanable».
Otro tanto puede decirse en los casos de ausencia de presupuestos
procesales, como la capacidad de las partes o cuando esta referida a los actos
procesales inexistentes. COUTURE dice: «La inexistencia del acto procesal
plantea un problema anterior a toda consideración de validez del mismo. Es, en
cierto modo, el problema del «ser o no ser» del acto. No se refiere a la eficacia,
sino a su vida misma. No es posible a su respecto hablar de «desviación», ya
que se trata de algo que ni siquiera ha tenido la aptitud para estar en el camino.
Una sentencia dictada por quien no es juez no es una sentencia, sino una «no
sentencia» (Nichturteil). No es un acto sino un simple hecho».

CARNELUTTI por su parte dice: «Si nulidad equivale a ineficacia, difiere


en cambio de inexistencia, que no se refiere a los efectos jurídicos, sino al acto
mismo; inexistencia, expresa no el acto que no produce efectos, sino un no acto, o
sea negación del acto». Luego agrega: «es nulo, el acto que no produce efectos
jurídicos, pero que en ciertas condiciones podría producirlos; es inexistente un
acto, cuando no puede producir efectos en ningún caso».

En el caso de la sentencia será nula o inexistente dependiendo: en el


primer caso, si quien la dicta no tiene competencia para esa causa; en el segundo,
si quien la pronuncia carece de poder jurisdiccional. Véanse los comentarios a
los Arts. 111 del CPC numeral 8 y 113 del CPC numeral 4.

3. COSA JUZGADA (inc. c)): Los actos jurídicos, en general, son


susceptibles de revocación o de modificación cuando no responden a los fines que
se tuvieron en cuenta al formularlos. Así un contrato se rescinde y se sustituye
por otro; una ley se deroga y se dicta otra. Pero este pensamiento no puede ser
aplicado en materia de sentencias, en razón de que su peculiar naturaleza se halla
prevista para darle certeza y estabilidad a las relaciones jurídicas (COUTURE).

Conviene -señala el autor mencionado- que las sentencias sean justas.


Pero al lado de la necesidad de justicia aparece la necedad de firmeza. La
necesidad de firmeza exige que se declare de una vez por todas cual es la justicia,
o sea cual es el derecho que el Estado reconoce. Las sentencias deben ser
justas, pero una forma de injusticia consiste en que se invierta la vida entera para
llegar a la sentencia definitiva.

Por razones de política procesal el Código otorga a la cosa juzgada el


efecto de subsanar cualquier nulidad procesal. Debe, sin embargo, tenerse en
cuenta que en caso de indefensión absoluta la cosa juzgada no produce el efecto
señalado permitiéndose su posterior cuestionamiento (véase comentario al Art.
117 del CPC numeral 1). Lo mismo, cuando se trata de la nulidad insanable
prevenida en el Art. 248 de la Constitución.

En otro orden, pero vinculado a la cosa juzgada, véase el comentario al


Art. 409 del CPC que legisla la acción autónoma de nulidad.
4. PRECLUSIÓN: El consentimiento de la providencia que llama autos
para sentencia tiene la virtualidad de convalidar los vicios procesales anteriores
que se pudieron producir en el proceso, precluyendo el derecho del interesado
para impugnarlos.

ART. 115.- EXTENSIÓN DE LA NULIDAD. La nulidad de un acto no


importa la de los actos precedentes. Tampoco la de aquellos posteriores que no
dependen de él ni son su consecuencia.

La nulidad de una parte del acto no afecta a las otras que son
independientes de aquella parte.

Antec.: CNC 115.- PM 124.-

Conc.: CPC 111 al 114; 116; 117.- CC 356; 361; 365.-

1. EFECTO DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD: El efecto de la


declaración de nulidad de un acto procesal es privarle de su eficacia jurídica para
el objeto que perseguía, teniéndolo por no realizado. Siendo así, la nulidad
consiste en la sanción establecida en la ley en virtud de la cual se priva a un acto
de sus efectos.

El Código Civil, en relación al" alcance de la nulidad pronunciada por los


jueces, dispone que vuelve las cosas al mismo original estado en que se hallaban
antes del acto anulado, e impone a las partes la obligación de restituirse
mutuamente todo lo que hubieren recibido en virtud de él, como si nunca hubiere
existido, salvo las excepciones establecidas en este Código, expresa el Art. 361
del citado cuerpo legal.

2. ACTOS PROCESALES ANTERIORES, POSTERIORES E


INDEPENDIENTES: El proceso se halla constituido por una serie de actos
vinculados entre sí y, también, de algunos independientes. Siendo así, conviene
distinguir, a los efectos del Artículo sub examine los actos anteriores, posteriores y
los independientes y determinar los efectos que sobre los mismos produce la
declaración de nulidad.

2.1. Actos procesales anteriores o independientes del acto anulado:


En primer lugar resulta lógico que la nulidad de un acto no alcance a los actos
procesales anteriores al mismo ni, de igual modo, a los que son independientes
del anulado en razón de no ser consecuencia de él y de tener existencia propia,
v.g.: la nulidad de una audiencia de prueba no afecta a las otras audiencias.

2.2. Actos procesales posteriores al acto anulado: De acuerdo con la


regla «quod nullum est nullum producit effectum» la nulidad del acto procesal
produce sus efectos y alcanza a todos aquellos actos posteriores o sucesivos al
acto anulado que no sean independientes del declarado nulo. Véase el
comentario al Art. 117 del CPC, numeral 3.

3. ACTO TOTAL O PARCIALMENTE NULO: La nulidad del acto puede


ser total o parcial. Si fuera sólo de parte del acto, no afectará a las demás partes
que sean independientes.

4. RESOLUCIONES POSTERIORES AL ACTO ANULADO: Dispone el


Art. 117, 2a. p. del CPC que cuando las actuaciones fuesen declaradas nulas,
quedarán invalidadas las resoluciones que sean su consecuencia. Anulado un
acto del procedimiento, es como si se produjera la rotura de una cadena, quedan
sin efecto los actos posteriores. Véase el comentario al Art. 117 del CPC numeral
3.

ART. 116.- RENOVACIÓN DE LOS ACTOS ANULADOS. El juez que


pronuncia la nulidad deberá disponer, cuando sea posible, la renovación de los
actos a los cuales alcanza la nulidad, ordenando las medidas necesarias para el
efecto.

Antec.: CNC 116.- PM 125.-

Conc.: CPC 18; 103; 115.-

1. FACULTAD JUDICIAL: La nulidad es una sanción grave en cuya


virtud se priva de eficacia a los actos realizados con violación o apartamiento de
las formas o requisitos señalados en la ley para su validez.

Por ser la nulidad disvaliosa, es preferible no declararla (Principio de


conservación de los actos procesales), pero si se tuvo que llegar a ello deberá -
como lo hace la norma - otorgarse al juez facultad para que, en determinadas
circunstancias y de ser ello posible, ordene la renovación del acto nulo. Es lo que
CHIOVENDA denomina «remedio de la (rectificación) renovación», v.g.: hacer que
se reitere, conforme a las formalidades procesales, la notificación anulada.

La disposición se funda en el Principio de economía procesal y es


aplicable siempre que con ello no se violen los superiores Principios de la defensa
en juicio y de la igualdad de las partes en el proceso. Su correcta aplicación
quedará librada al prudente arbitrio judicial.

2. RENOVACIÓN Y PRECLUSIÓN: La renovación del acto declarado


nulo no será posible cuando ha transcurrido el plazo perentorio que se tenía para
hacerlo. Como señala PODETTI, cuando al declararse la nulidad se haya
operado la preclusión por haber expirado el plazo para ejercer dicha facultad,
como sería el supuesto de la declaración de nulidad de un medio de prueba que
se produjo por su ofrecimiento extemporáneo, consecuentemente del acto no
podrá repetirse.
ART. 117.- MEDIOS DE IMPUGNACIÓN. La nulidad de los actos
procesales podrá pedirse por vía de incidente o de recurso, según se trate de
vicios en las actuaciones o en las resoluciones. El incidente se deducirá en la
instancia donde el vicio se hubiere producido.

Cuando las actuaciones fueren declaradas nulas, quedarán también


invalidadas las resoluciones que sean su consecuencia.

Antec.: CNC 117.- PM 126.- CPCC 241.-

Conc.; CN 132; 260, inc. 2).- CPC 15, 2o. p.; 111 al 116; 180 al 191;
313; 404 al 409; 463; 556.-

1. INCIDENTE: El incidente es la vía idónea para impugnar las


irregularidades en las actuaciones. Esta regla se repite en el Art. 313 del CPC,
que dice: «La impugnación de actuaciones judiciales, integrante de los autos, se
hará por la vía del incidente de nulidad».

1.1. Reparación de la nulidad en la instancia en que se produjo: El


incidente (Arts. 180 al 191 del CPC) de nulidad –como quiere la norma- deberá ser
deducido en la instancia donde el vicio se ha producido, en razón de que la
providencia de "autos para sentencia" una vez firme produce el efecto de
convalidar las eventuales nulidades procesales anteriores a su pronunciamiento.
Véase el comentario al Art. 114 del CPC numeral 4.

El incidente de nulidad deberá ser promovido dentro de los cinco días


subsiguientes al conocimiento del acto viciado (Art. 114 inc. b) 2a. p. CPC).

1.2. Caso en que se haya dictado sentencia: Después de haber


recaído sentencia en el juicio, en primera o segunda instancia cualquiera sea la
naturaleza del mismo (ordinario, sumario, especial) es procesalmente admisible el
incidente de nulidad de actuaciones cuando el vicio es tal que ha impedido la
defensa en juicio, porque, en tal caso, la preclusión o la cosa juzgada sólo son
aparentes.

2. RECURSO: El recurso de nulidad es la vía procesal hábil cuando se


trata de vicios de las resoluciones. Deberá interponerse ante el juez que dictó la
resolución irregular y fundarse por ante el superior (Arts. 404 al 408 CFC).

El plazo para su interposición será de cinco días para la sentencia


definitiva y de tres días para las otras resoluciones (Art. 405, in fine y 396 CPC).

3. INVALIDACIÓN DE LAS RESOLUCIONES POSTERIORES AL


ACTO ANULADO: El segundo párrafo de la norma sub examine consagra una
regla procesal de indudable utilidad, que viene a ser consecuencia del Principio de
economía procesal y de la regla «quod nullum est nullum producit effectum», en
cuya virtud declarada la nulidad de las actuaciones, quedan invalidadas también
las resoluciones que sean su consecuencia.

La dinámica del proceso trae consigo la propagación de la nulidad,


denominada «nulidad en cascada», la que se halla regida por las siguientes
reglas:

a) Que el acto sea posterior y no anterior, porque la nulidad produce sus


efectos hacia adelante, no hacia atrás.

b) Que el acto posterior sea dependiente del que se anuló y no


independiente de este.

Con esta disposición, de indudable practicismo, se evitará a la aberrante


práctica, mucho tiempo vigente en nuestros tribunales, de exigir que, al mismo
tiempo de deducir el incidente de nulidad, se interpongan los recursos de nulidad
contra las resoluciones posteriores a la actuación impugnada ya que de lo
contrario - según dicha teoría - ellas quedarían firmes.

4. OTRAS VÍAS DE IMPUGNACIÓN DE LAS NULIDADES: Otros


medios de impugnación de las nulidades procesales son:

4.1. La excepción: La excepción de incompetencia (Art. 224, inc. a)


CPC), por medio de la cual se logra que el juez se declare incompetente en el
caso concreto de que se trata, y la excepción de falta de personería (Art. 224, inc.
b) CPC), en el demandante, en el demandado o sus representantes, por carecer
de capacidad civil para estar juicio o de representación suficiente, constituyen
medios idóneos para hacer valer la nulidad del procedimiento.

En el juicio ejecutivo, la excepción de nulidad (Art. 463 CPC), tiene por


objeto impugnar la validez de los actos procesales anteriores a la citación para
oponer excepciones.

4.2. La acción autónoma de nulidad (Véase comentario al Art. 409


CPC).

4.3. La inconstitucionalidad (Arts. 132; 260, inc. 2), CN). Referida


precisamente al supuesto legislado en el Art. 556 CPC a cuyo comentario me
remito.
CAPITULO II

DE LOS EXPEDIENTES

ART. 118.- RETIRO DE EXPEDIENTES. Los expedientes


permanecerán en secretaría a disposición de las partes y únicamente podrán ser
retirados bajo la responsabilidad de los representantes del Ministerio Público,
abogados patrocinantes, apoderados, peritos o escribanos, cuyos domicilios
deberán consignarse en el libro de recibo respectivo, en los casos siguientes:

a) para alegar de bien probado y fundar y contestar recursos de


apelación y nulidad;

b) para practicar liquidaciones y pericias, partición de bienes sucesorios,


operaciones de contabilidad, mensura y deslinde, división de bienes comunes,
cotejo de documentos y redacción de escrituras públicas; y

c) cuando el juez o tribunal lo dispusiere por resolución fundada.

En los casos previstos en los dos últimos incisos, el juez fijará el plazo,
que deberá constar en el recibo, dentro del cual deberá ser devuelto el expediente.

Antec.: CNC 118.- PM 127.- CPCC 27 al 29.-

Conc.: CPC 119; 120; 132; 309; 343; 379, 2° y 3er. ps.; 395; 404; 656;
669; 680; 765; 766.- COJ 186; 187.- Acordada No 9 de fecha 28 de Diciembre de
1934.-

1. CONCEPTO: Se entiende por expediente el legajo de actuaciones o


piezas escritas que registran los actos procesales realizadas en un juicio,
ordenadas cronológicamente y foliadas en forma de libro y provistas de una
carátula destinada a su individualización.

Se usa en el lenguaje forense el vocablo expediente como sinónimo de


proceso, juicio, litigio.

Los actos del proceso quedan documentados en el expediente: escritos


de las partes, resoluciones del juez, actuaciones de los auxiliares, terceros y
secretarios, todo en un sólo cuerpo, que puede tener varios tomos de acuerdo a la
cantidad de fojas, debiendo tener foliatura seguida.

2. CUSTODIA: Su custodia y responsabilidad corresponde al secretario,


de acuerdo con el Art. 186, inc. k) del COJ, que dispone «Los secretarios son los
jefes de sus respectivas oficinas y tienen las siguientes obligaciones: ...k)
custodiar el sello de los Juzgados y Tribunales, así como los documentos y
expedientes que tuvieren a su cargo siendo responsables de su pérdida, uso
indebido, mutilación o deterioro».

3. LIBRE ACCESO A LOS EXPEDIENTES: El libre acceso al


expediente es un derecho que le corresponde no sólo a las partes sino a cualquier
persona, porque ello interesa a la buena marcha de la justicia y porque el juicio no
es secreto sino público.

Siendo así, los ciudadanos deben poder acceder a las actuaciones de


un proceso siempre que se realice en la secretaria y en presencia del funcionario
judicial responsable. En un proceso casi totalmente escrito como es el nuestro,
es una manera de que el pueblo pueda controlar la actuación de sus jueces

4. RETIRO DE LOS EXPEDIENTES: El retiro de los expedientes, en


algunos casos, y su exhibición, en todos los casos, resulta imprescindible para el
ejercicio de la defensa en juicio.

La disposición regla los casos en que los expedientes pueden ser


retirados de la secretaria del juzgado o tribunal donde se hallan en custodia.
Esos casos son los siguientes:

4.1. Para alegar: A cuyo efecto, una vez agregados los cuadernos de
prueba al expediente el secretario entregará el expediente a los letrados, por su
orden y por el plazo de seis días a cada uno sin necesidad de petición escrita y
bajo su responsabilidad, para que presenten, si lo creyeren conveniente, un escrito
alegando sobre el mérito de la prueba.

El sólo transcurso del tiempo sin que la parte que retiró el expediente lo
haya devuelto, le hará perder el derecho de alegar, sin necesidad de intimación,
porque se trata de un plazo perentorio e individual y una carga (imperativo de su
propio interés) cuyo incumplimiento en tiempo y forma trae aparejada, como
consecuencia en forma automática, -en este caso- la pérdida del derecho.

4.2. Para fundar y contestar recursos: Las mismas consideraciones


expresadas precedentemente son de entera aplicación en el segundo supuesto
del inc. a) de la norma, referido a la facultad de la parte de retirar el expediente
cuando se trata de fundar y contestar los recursos de apelación y nulidad.

4.3. Para realizar ciertos actos procesales: Cuando la producción de


ciertos actos procesales que por razones de complejidad, u otros motivos
valederos, justifiquen que sean retirados de la secretaria.

4.4. Por orden judicial: Los jueces o tribunales, cuando a su criterio


pueda corresponder por otros motivos o razones, están facultados para ordenar,
por resolución fundada, la entrega en préstamo de los expedientes.
5. PLAZO PARA LA DEVOLUCIÓN: En todos los casos en que la ley
no tenga previsto un plazo determinado, el juez deberá fijar el plazo de devolución,
de acuerdo con la importancia y complejidad de la diligencia.

6. RECIBO: La entrega del expediente en préstamo debe hacerse bajo


recibo extendido en el libro correspondiente, donde deberá constar: la fecha del
retiro; datos personales del que retira (nombre y apellido, profesión, domicilio y
número de cédula de identidad); individualización del expediente (carátula,
juzgado o tribunal, secretaría, número de fojas) y firma de la persona autorizada
por la ley para efectuar el retiro.

7. ACORDADA No 9 DEL 28.12.34: Acerca de las normas que deben


observar los actuarios en la formación de los expedientes y en la tramitación de
los mismos, consúltese la Acordada No 9 del 28 de Diciembre de 1934.

ART. 119.- DEVOLUCIÓN. Si vencido el plazo no se devolviere el


expediente, el juez o tribunal deberá intimar su inmediata devolución a quien lo
retuviere, y si ésta no se efectuare, mandará secuestrar el expediente con el
auxilio de la fuerza pública, sin perjuicio de remitir los antecedentes a la justicia
penal.

Antec.: CNC 119.- PM 128.-

Conc.: CPC 118; 120; 133, inc. e); 721.-

1. INTIMACIÓN: El mecanismo de la norma procesal establece el


requisito previo de la intimación a la persona que retiro el expediente a fin de que
proceda a su inmediata devolución. La intimación deberá ser bajo apercibimiento
de que en caso de incumplimiento se ordenará el secuestro del expediente con el
correspondiente auxilio de la fuerza pública y sin perjuicio de remitir los
antecedentes a la justicia penal, a fin de que se investigue si se dieron algunos de
los supuestos tipificados en el Art. 237 del C. Penal, al que me referí con motivo
del comentario al Artículo anterior, o se cometió algún otro delito.

2. NOTIFICACIÓN: La notificación de la intimación deberá realizarse por


cédula (Art. 133, inc. e) CPC) en el domicilio registrado en el libro de retiro de
expediente que debe coincidir con el domicilio procesal constituido o el real
denunciado, en su caso.

3. SECUESTRO: El secuestro del expediente no devuelto ordenado por


el juez deberá ser diligenciado por un oficial de justicia, comisionado al efecto con
las facultades legales necesarias para que la diligencia no quede frustrada.

4. INCONDUCTA PROCESAL: Las medidas aludidas deben ser sin


perjuicio de las sanciones disciplinarias que correspondan aplicar, en su caso, y,
también, de que el juez analice si con la inconducta procesal dada y de la que
resulte culpable la parte o su representante pueda desencadenar las
consecuencias de las figuras de la mala fe o abuso del derecho en el proceso.

ART. 120.- PROCEDIMIENTO DE RECONSTITUCIÓN. Comprobada la


pérdida de un expediente, el juez ordenará su reconstitución, la que se efectuará
de la siguiente forma:

a) el nuevo expediente se iniciará con la providencia que disponga la


reconstitución;

b) el juez intimará a las partes para que dentro del plazo de cinco días
presenten las copias de los escritos, documentos y diligencias que se encontraren
en su poder. De ellas se dará vista a las partes, por el mismo plazo, a fin de que
se expidan acerca de su autenticidad;

c) el secretario agregará copia de todas las resoluciones


correspondientes al expediente perdido, destruido o desaparecido que obren en
los libros del juzgado o tribunal. El juez ordenará la agregación de copias de los
actos y diligencias que obraren en las oficinas o archivos públicos; y

d) el juez podrá disponer, sin sustanciación ni recurso alguno, las


medidas que considerare necesarias.

Antec.: CNC 120.- PM 129.-

Conc.: CPC 18; 37; 118; 119; 133, inc. e); 235, inc. a); 304; 307, 1er. p.-

1. RECONSTITUCIÓN TOTAL O PARCIAL: La reconstitución de un


expediente puede ser:

1.1. Total: Cuando afecte a todas las piezas integrantes del expediente.

1.2. Parcial: Cuando sólo afecte a alguna de sus partes, v.g: incidentes,
cuadernos de prueba, etc.

La reconstitución no requiere la reproducción íntegra de las actuaciones


cumplidas en el expediente perdido, destruido o desaparecido, siendo suficiente la
remisión de los elementos que a juicio del juez sean suficientes para la tramitación
y resolución de la causa.

2. REGLAS: La disposición contempla las reglas para la reconstitución


de los expedientes, las que deben observarse en el supuesto de haberse
comprobado la pérdida de un expediente judicial, la cual se puede producir: por
haber desaparecido de la oficina judicial en la que se hallaba; por no haber sido
devuelto por la persona que lo retiro a pesar de la intimación y el secuestro
ordenados; o, por haberse producido su destrucción por cualquier causa especial,
v.g.: incendio, etc.

2.1. Dictado de una providencia, en virtud de la cual se ordena la


reconstitución del expediente y se disponen las medidas diligencias necesarias a
tal fin.

La resolución puede ser dictada a pedido de parte o de oficio por el juez


competente de paz, de la justicia letrada o de primera instancia que se hallaba
atendiendo la causa, aunque el expediente perdido, destruido o no devuelto se
encontrare ante la Cámara de Apelación o la Corte Suprema de Justicia.

2.2. La intimación a que alude el inc. b) del Artículo, debe notificarse por
cédula de acuerdo a lo dispuesto en el Art. 133, inc. e) del CPC. En virtud de la
vigencia del Principio de buena fe y lealtad las partes y sus apoderados o
patrocinantes, deben presentar las copias de los escritos, documentos y
diligencias que se hallen en su poder, es decir, tanto de las propias como de las
recibidas en virtud de los traslados.

De las correspondientes presentaciones se deberá dar vista a la


contraria, para que ésta se pueda expedir acerca de la autenticidad de las
mismas. Debe aplicarse, por analogía, lo dispuesto en los Arts. 235, inc. a) 1er.
p. y 307 del CPC, acerca de la carga procesal de impugnar y probar en caso de
negarse la autenticidad de los documentos, entendiéndose que el silencio o las
respuestas evasivas o la negativa meramente general, podrá estimarse por el juez
para tener las copias como auténticas.

2.3. El secretario deberá obtener, de los libros que debe llevar, las
copias de las resoluciones correspondientes al expediente, así como de los
oficios, exhortes y comunicaciones que se hayan cursado. Del mismo modo, el
juez requerirá copias del Archivo de los Tribunales y de otras reparticiones u
oficinas públicas o privadas.

2.4. El último inciso de la norma es complemento de los anteriores,


teniendo el juez facultad para ordenar cualquier otra medida o diligencia que sea
necesaria al fin propuesto/ en virtud de sus facultades ordenatorias (Art. 18 CPC).

2.5. El juez como último acto debe dictar la correspondiente resolución


en la que se deberá tener por producida la reconstitución, debiendo a partir de la
misma continuarse el proceso por el imite habitual. El procedimiento de
reconstitución no configura un nuevo juicio, por ende en el supuesto de que
aparezca el expediente corresponderá estarse a sus constancias.

3. INVESTIGACIÓN JUDICIAL: En los supuestos de pérdida,


desaparición, destrucción, falta de devolución u otros similares, el juez, de oficio o
a pedido de parte, debe dictar las medidas y actos necesarios para comprobar o
hacer que se investigue la posibilidad de la comisión de algún delito, sin perjuicio
de las sanciones disciplinarias que puede aplicar y las demás consecuencias de la
conducta indebida o ilícita de las partes, de sus representantes y de los
funcionarios judiciales y auxiliares.

CAPITULO III

DE LA ACUMULACIÓN DE LOS PROCESOS

ART. 121.- PROCEDENCIA. Procederá la acumulación de procesos


cuando hubiere sido admisible la acumulación subjetiva de acciones de
conformidad con lo prescripto en el artículo 101 y, en general, siempre que la
sentencia que haya de dictarse en uno de ellos pudiere producir efectos de cosa
juzgada en otro u otros.

Se requerirá además:

a) que los procesos se encuentren en la misma instancia;

b) que el juez a quien corresponda entender en los procesos


acumulados sea competente por razón de la materia; y

c) que puedan sustanciarse por los mismos trámites. Sin embargo,


podrán acumularse dos o más procesos de ejecución sujetos a distintos trámites,
cuando su acumulación resultare indispensable en razón de concurrir la
circunstancia prevista en la última parte del primer párrafo. En tal caso, el juez
determinará el procedimiento que corresponda imprimir al juicio acumulado,
atendiendo a la mayor amplitud de la defensa.

Antec.: CNC 121.- PM 131.- CPCC 75.-

Conc.: CPC 2; 101; 122 al 127; 566, in fine; 738.-

1. CONCEPTO: La acumulación de procesos consiste en reunir dos o


más procesos en trámite, con el objeto de que todos ellos constituyan un sólo
juicio y sean terminados por una sola sentencia.

La acumulación se verifica por la unión material de dos o más


expedientes, que por tener pretensiones conexas, no pueden ser substanciados
separadamente sin correr el grave riesgo de que se dicten sentencias
contradictorias o de cumplimiento imposible.
2. FUNDAMENTO: La institución se funda en las siguientes razones:

2.1. Evitar el dictado de decisiones contradictorias, lo cual constituiría un


«escándalo jurídico».

2.2. La posibilidad de que las sentencias puedan ejecutarse.

2.3. Cumplir con el Principio de economía procesal.

3. PROCEDENCIA: De la disposición examinada surge que la


acumulación de procesos corresponderá cuando:

3.1. Sea admisible la acumulación subjetiva de acciones (pretensiones),


siempre que las mismas sean conexas por el título, por el objeto o por ambos
elementos a la vez (Art. 101 CPC).

3.2. El actor, titular de diversas pretensiones conexas, no haya hecho


uso frente al demandado de la facultad de realizar la acumulación objetiva de
acciones (pretensiones) (Art. 100 CPC), promoviendo varias demandas

3.3. El demandado en lugar de deducir reconvención en el mismo


proceso, deduce otro juicio con una pretensión conexa a la promovida por el actor
contra él.

4. REQUISITOS: La segunda parte de la norma establece los requisitos


necesarios para que pueda producirse la acumulación de procesos.

4.1. Unidad de instancia: El inc. a) indica que todos los procesos


deben encontrarse en la misma instancia; vale decir, pueden acumularse en
cualquier instancia (primera, segunda), pero no será posible si estuvieren en
instancias distintas.

4.2. Unidad de competencia: El inc. b) declara que la acumulación de


procesos no puede alterar la regla de la competencia en razón de la materia, pues
la misma se funda en consideraciones de orden público, que no pueden ser
soslayadas ni por las partes (aunque exista acuerdo) ni por el juez.

4.3. Unidad de trámites: El inc. c) establece la unidad de trámites como


condición para la debida substanciación de los procesos acumulados, por obvias
razones de orden procesal.

No obstante, si se trata de procesos de ejecución, sujetos a distintos


trámites y concurriera la circunstancia prevista en la última parte del primer párrafo
del Artículo sub examine, es decir, cuando la sentencia que haya de dictarse en
uno de los procesos sea susceptible de producir efectos de cosa juzgada en el
otro u otros, procederá la acumulación, en cuyo caso el juez determinará el
procedimiento atendiendo a la mayor amplitud de la defensa en juicio.

ART. 122.- REGLAS DE LA ACUMULACIÓN DE PROCESOS. La


acumulación se hará sobre el expediente que estuviere más avanzado, pero
cuando no fuere posible establecerlo o se encontraren en la misma etapa
procesal, se hará sobre el más antiguo. Si los jueces intervinientes en los
procesos tuvieren distintas competencias por razón del monto, la acumulación se
hará sobre el de mayor cuantía.

Antec.: CNC 122.- PM 132.-

Conc.: CPC 121; 123 al 127; 566, 2o. p.; 738.-

1. PROCESO MÁS AVANZADO: La disposición tiene por objeto fijar


cual será el juez que en lo sucesivo será el competente para dictar la sentencia
única.

Al efecto mencionado establece las reglas, basadas en el buen orden


procesal, para obtener la acumulación. La acumulación de procesos - en
principio- debe producirse sobre el expediente que estuviere más avanzado.

2. PROCESO MÁS ANTIGUO: Excepcionalmente, cuando no pueda


establecerse cual es el proceso más avanzado o se encontraren en la misma
etapa procesal, la acumulación se hará sobre el proceso más antiguo, debiendo
entenderse por tal aquel que fue primeramente notificado, porque desde ese
momento quedó trabada la relación procesal.

3. PROCESO DE MAYOR CUANTÍA: El in fine de la norma prevé el


caso de procesos en que los jueces ejercen distintas competencias por razón del
valor o monto de los juicios, v.g.: jueces de paz, jueces de menor cuantía, jueces
de primera instancia. En esta hipótesis debe prevalecer el fuero de mayor
cuantía.

4. JUICIOS SUCESORIOS. REMISIÓN: Véase comentario al Art. 738


del CPC, al que me remito.

ART. 123.- MODO Y OPORTUNIDAD DE DISPONERSE. La


acumulación se ordenará de oficio o a petición de parte formulada por vía de
excepción de litispendencia o de incidente. Este podrá promoverse en cualquier
instancia o etapa del proceso, hasta el momento de quedar ejecutoriado el
llamamiento de autos para sentencia.

Antec.: CNC 123.- PM 132.-


Conc.: CPC 121; 122; 124 al 127; 224, inc. d); 180 y sgtes.; 460; 462,
inc. c); 650; 4o. p.; 683, inc. f).-

1. MODOS: La norma procesal establece los modos mediante los cuales


puede obtenerse la acumulación de procesos: a petición de parte o de oficio.

1.1. Petición de parte: Cuando es a pedido de parte, las vías


procesales hábiles serán la excepción de litispendencia o el incidente de
acumulación.

1.1.1. La excepción de litispendencia: (Arts. 224, inc. d); 462, inc.- c) y


683, inc. f) del CPC). Esta excepción guarda afinidad con la figura de la
acumulación de procesos aunque no se trata de las mismas situaciones. Para
que proceda la litispendencia deben concurrir las tres identidades: sujeto, objeto y
causa, debiendo deducirse la excepción dentro de los dieciocho días de plazo
para contestar la demanda o reconvención si se trata de un Proceso de
conocimiento ordinario (Art. 223 CPC); o, de nueve días si es sumario (Art. 683,
inc. a) CPC); o, de los cinco días de la citación para oponer excepciones si es en
un juicio ejecutivo (Art. 460 CPC).

1.1.2. Incidente: El incidente de acumulación de procesos se podrá


plantear después de vencido el plazo para deducir la litispendencia o cuando,
aunque no se reúnan las condiciones de esta (las tres identidades), la
acumulación fuere posible fundada en la conexidad de los procesos.

2. OPORTUNIDAD: La segunda parte del Artículo sub examine, indica


la oportunidad en que podrá producirse la acumulación: en cualquier instancia o
etapa del proceso, pero sólo hasta momento en que la causa quede en estado de
sentencia.

ART. 124.- RESOLUCIÓN DEL INCIDENTE. El incidente podrá


plantearse tanto ante el juez que el interesado estime deba conocer en definitiva,
como ante el que deba remitir el expediente.

En ambos casos, el juez solicitará a la vista el otro expediente y luego


de oír a las partes, resolverá la cuestión, expresando los fundamentos de su
decisión, y haciéndola conocer al juez que tramitaba el otro proceso, si hiciere
lugar a la acumulación. La resolución que recayere será recurrible, sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo siguiente.

Antec.: CNC 124.- PM 134.-

Conc.: CPC 121 al 123; 125 al 127; 158.-


1. FACULTAD DEL INTERESADO: La norma concede al interesado en
obtener la acumulación de los procesos la opción para ocurrir a deducir el
respectivo incidente ante:

1.1. El juez que estime debe conocer en definitiva

1.2. El juez que debe remitir el expediente.

2. TRÁMITE: El juez ante quien ocurra el interesado deberá,


previamente, examinar los procesos de que se trate, debiendo para ello traer a la
vista los mismos. Evacuada la vista y siempre que «prima facie» resulte
admisible el pedido, deberá oír a las partes para luego pronunciar su decisión,
expresando los fundamentos de la misma.

3. RESOLUCIÓN: La resolución que hace lugar al pedido de


acumulación, debe hacerse saber al juez del otro proceso.

La decisión será recurrible en cualquiera de los casos; vale decir, tanto


si hiciera lugar como si desestimara el pedido de acumulación.

ART. 125.- CONFLICTO DE ACUMULACIÓN. Sea que la acumulación


se hubiese dispuesto de oficio o a pedido de parte, si el juez requerido no
accediere, planteará contienda de competencia.

Antec.: CNC 125.- PM 135.-

Conc.: CPC 11 al 14; 121 al 124; 126; 127.-

1. OPORTUNIDAD: El juez requerido puede plantear la contienda de


competencia a la que se refiere el Artículo, cuando el juez requiriente haya
resuelto definitivamente la acumulación y comunicado a aquél la correspondiente
decisión.

Siendo así, resultará extemporánea la contienda de competencia


planteada en oportunidad del pedido de remisión a la vista del expediente.

2. SUBSTANCIACIÓN: La contienda de competencia, una vez


planteada, se substanciará por las previsiones contenidas en los Arts. 11 al 14 del
CPC, a las que me remito.

ART. 126.- SUSPENSIÓN DE TRÁMITE. El curso de todos los


procesos se suspenderá, si tramitasen ante un mismo juez, desde que se
promoviere la cuestión. Si tramitasen ante jueces distintos, desde que se
comunicare el pedido de acumulación al juez respectivo. Exceptúanse las
medidas o diligencias de cuya omisión pudiere resultar perjuicio.
Antec.: CNC 126.- PM 136.-

Conc,: CPC 13; 89; 121 al 125; 127.-

1. SUSPENSIÓN: La promoción del pedido de acumulación de procesos


produce efectos suspensivos en relación al curso de todos los procesos
involucrados.

Debe distinguirse cuando la petición se realiza ante el mismo juez, en


cuyo caso se opera desde que se la promueve y cuando se la formula ante
distintos jueces, en cuyo caso la suspensión se produce desde que se comunica el
pedido de acumulación, solicitando la remisión a la vista del expediente.

2. EXCEPCIÓN: La suspensión del curso de los procesos no alcanza a


las medidas o diligencias de cuya omisión pudiere resultar perjuicio, v.g.: medidas
precautorias.

ART. 127.- SENTENCIA ÚNICA. Los procesos acumulados se


sustanciarán y fallarán conjuntamente, pero si el trámite resultare dificultoso por la
naturaleza de las cuestiones planteadas, podrá el juez disponer, sin recurso, que
cada proceso se sustancie por separado, dictando una sola sentencia.

Antec.: CNC 127.- PM 137.-

Conc.: CPC 121 al 126; 159; 384; 385; 650, in fine.-

1. EFECTOS: Los efectos principales que la acumulación de procesos


produce son:

1.1. Suspensión del trámite del proceso más avanzado: Decretada la


acumulación que - en principio - debe darse sobre el proceso más avanzado se
suspenderá la tramitación de éste hasta que el otro (u otros) proceso se encuentre
en la misma etapa procesal.

1.2. Substanciación separada: Cuando el trámite conjunto resulta


dificultoso por la naturaleza de las cuestiones planteadas el juez podrá disponer,
sin admitirse recurso alguno, la substanciación separada de los procesos. En
este caso, se suspenderá la tramitación del proceso más avanzado cuando éste
se encuentre en estado de dictar sentencia, a los efectos de que el otro (u otros)
proceso llegue a dicha etapa.

1.3. Sentencia única: La norma procesal estatuye, como efecto


fundamental de la acumulación de procesos, el dictado de una sentencia única, la
cual debe resolver la totalidad de las cuestiones que se hayan planteado en los
procesos acumulados.
CAPITULO IV

DE LOS OFICIOS Y EXHORTOS

ART. 128.- DE LOS OFICIOS. Toda comunicación entre jueces se


hará mediante oficio. Podrá entregarse al interesado, bajo recibo en el
expediente, o remitirse por correo. En los casos urgentes podrá expedírsela
telegráficamente.

Se dejará copia fiel en el expediente de toda comunicación que se libre.

Antec,: CNC 128.- PM 138.-

Conc.: CPC 6; 37; 102; 129; 130; 456, 2o. p.; 476, incs. d), e); 480, 2o.
p.; 505.- COJ 186, incs. c), e) y g).- Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios y
Procuradores 66.-

1. CONCEPTO: Se denominan, en forma genérica, oficios a las


comunicaciones escritas libradas por los jueces.

Los jueces de la República, cualquiera fuere su circunscripción judicial,


su fuero o su categoría, se comunican entre sí mediante oficios.

De la misma forma deberán ser hechas las comunicaciones que envíen


a las reparticiones públicas o privadas, cuando corresponda.

2. FORMA: La ley no prevé una forma especial que deba guardar la


redacción del oficio, por lo que corresponde atenerse a preceptuado en el Art. 102
del CPC, que dice: «Formas de los actos procesales. Los actos del proceso para
los cuales la ley no requiere formas determinadas, pueden cumplirse en el modo
más idóneo para que alcancen su finalidad».

Los oficios deben estar firmados por el juez y refrendados por el


secretario (Art. 186, inc. g) del COJ).

El segundo párrafo de la norma prevé la exigencia de dejar copia fiel en


el expediente de los oficios y exhortos remitidos por el juez o tribunal.

3. POLÍTICA PROCESAL: La disposición prescribe dos medidas de


política procesal tendientes a obtener celeridad:

3.1. Entregar el oficio al interesado para que éste lo diligencie, bajo


recibo y dejándose una copia del mismo en el expediente.

3.2. Expedir el oficio telegráficamente.


ART. 129.- DE LOS EXHORTOS. Las comunicaciones dirigidas a
autoridades judiciales extranjeras se harán mediante exhortes.

Tales comunicaciones, así como las que se reciban de dichas


autoridades, se regirán por lo dispuesto en los tratados y acuerdos
internacionales. A falta de éstos, y cuando se trate de exhortos recibidos de
autoridades extranjeras, se aplicarán las siguientes reglas:

a) se requerirá que estén debidamente legalizados y autenticados por


un agente diplomático o consular de la República;

b) si el juez paraguayo accediere a su cumplimiento, serán diligenciados


con arreglo a las leyes nacionales; y

c) los que fueren librados a petición de parte interesada, expresarán el


nombre de la persona encargada de su diligenciamiento, quien deberá abonar los
gastos que demande. Los que ocasionen los dirigidos de oficio, se harán sin
costo para el exhortante.

Antec.: CNC 129.- PM 139.-

Conc.: CPC 37; 102; 128; 130; 143; 294, 3er. p..- COJ 186, incs. c), e) y
g).- CPP 146.- Tratados de Montevideo de 1889 y 1940.- Ley 613/76 que ratifica
la Convención Interamericana de Panamá de 1975 sobre Exhortos o Cartas
Rogatorias.- Ley 270/93 que aprueba el Protocolo sobre Cooperación y
Asistencia Jurisdiccional en materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa.

1. CONCEPTO: Los exhortos o cartas rogatorias son las


comunicaciones escritas que un juez dirige a otro juez extranjero requiriéndole la
colaboración necesaria para el cumplimiento de una diligencia del proceso o
poniendo en su conocimiento determinadas resoluciones.

La norma precisa que las comunicaciones dirigidas a autoridades


judiciales extranjeras se harán mediante exhortos. Siendo así, esta denominación
constituiría la especie del género oficio, el cual -como indica el Art. 128 del CPC-
es la denominación que la ley adopta, para las comunicaciones entre jueces
nacionales.

2. FORMA. REMISIÓN: Se aplica a los exhortes en cuanto a las formas,


lo que tengo expresado cuando analicé el Art. 128 del CPC, numeral 2., al que me
remito.

3. TRATADOS Y ACUERDOS INTERNACIONALES: La posición en su


segundo párrafo, realiza una remisión expresa a los Tratados y Acuerdos
Internacionales firmados y ratificados por la República a fin de aplicar sus
disposiciones referidas a la materia. Véanse los Tratados de Montevideo de 1889
y 1940; la Ley 613/76 que ratifica la Convención Interamericana de Panamá de
1975 sobre exhortes o cartas rogatorias y la Ley 270/93 que aprueba el Protocolo
de Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en matera Civil, Comercial, Laboral y
Administrativa, denominado Protocolo de Las Leñas.

4. REGLAS APLICABLES A LA RECEPCIÓN DE EXHORTOS DEL


EXTRANJERO: Cuando se trate de exhortes recibidos de autoridades extranjeras
y no existen Tratados o Acuerdos internacionales suscriptos por la República, se
aplican las siguientes reglas:

4.1. Autenticación y legalización (inc. a)): Los exhortes deben estar


debidamente legalizados y autenticados por el agente diplomático o consular del
Paraguay del país remitente, lo que constituye un requisito de admisibilidad del
exhorto.

4.2. Diligenciamiento (inc. b)): El diligenciamiento de los exhortes será


realizado con arreglo a las leyes nacionales del tribunal exhortado, lo cual es una
consecuencia de la aplicación de la regla denominada «lex fori», que rige la
materia.

4.3. Designación de la persona encargada: Los exhortes librados a


petición de parte deben expresar el nombre de la persona encargada de su
diligenciamiento, la que, a su vez, debe abonar los gastos que demande, con
excepción de los librados de oficie que se harán sin costo para el exhortante, esto
último, conforme a las reglas internacionales de cooperación y auxilio que rigen al
respecto.

ART. 130.- PLAZO PARA EL LIBRAMIENTO DE OFICIOS Y


EXHORTOS. Los oficios y exhortos serán librados dentro de tercero día de
ejecutoriada la resolución que los ordena.

Antec.: CNC 130.- PM 140.- CPCC 124.-

Conc.: CPC 109; 128; 129; 145; 147; 456, 2o. p.-

1. REGLA GENERAL: La norma establece un plazo único para el


libramiento de los oficios y exhortos de tres días.

Dicho plazo legal comenzará a correr a partir de que quede firme la


resolución que ordena el libramiento del respectivo oficio o exhorto.

2. EMBARGO DE INMUEBLES Y BIENES REGISTRABLES: Los


oficios que se libren al Registro para hacer efectivo el embargo sobre inmuebles y
muebles registrables serán librados dentro del segundo día de la providencia que
ordene la medida cautelar (Art. 456, 2o. p. CPC).
CAPITULO V

DE LAS NOTIFICACIONES, CITACIONES Y


EMPLAZAMIENTOS

ART. 131.- NOTIFICACIÓN AUTOMÁTICA. Salvo los casos en que


proceda la notificación por cédula, y sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
siguiente, las resoluciones quedarán notificadas en todas las instancias el día
martes o jueves inmediatamente subsiguiente a aquél en que fueron dictadas, o el
siguiente día hábil, si alguno de ellos fuere feriado.

No se considerará cumplida la notificación si el expediente no se hallare


en secretaría y se hiciere constar esta circunstancia en el libro que se llevará a
ese efecto.

El interesado podrá exigir que dicha constancia sea consignada en el


acto y en su presencia y el secretario deberá hacerlo inmediatamente.

Antec.: CNC 131.- PM 141.- CPCC 32.- Dto. 5679, lo.; 2o.- Ley 1110/85,
1o..-

Conc.: CPC 48; 132; 145 al 151; 585, 1er. p.; 794; 795.- COJ 186, inc
k).- CPP 151 al 164.- Ley 154/69 de Quiebras 179; 181.- Ley 635/95 que
Reglamenta la Justicia Electoral 40; 47.-

1. CONCEPTOS DE NOTIFICACIÓN, CITACIÓN Y EMPLAZAMIENTO:


La notificación es el acto mediante el cual se hace saber a las partes o a los
terceros una resolución judicial u otro acto de procedimiento.

Como el presente Capítulo V del Código se refiere, también, a las


citaciones y emplazamientos, siguiendo a COUTURE, daré un concepto de los
mismos.

En virtud de la citación, se requiere a alguien para que concurra a


realizar un acto procesal determinado.

El emplazamiento consiste en un llamamiento con plazo, realizado por el


juez, para que una persona comparezca en un proceso a manifestar su defensa o
a cumplir con lo que se le mandare.

2. FUNCIONES: La notificación tiene una importancia trascendental en


el proceso pues cumple una doble función:

2.1. Asegurar la vigencia del Principio de bilateralidad.


2.2. Determinar con precisión el punto de referencia para el cómputo de
los plazos procesales «dies a quo», a fin de poder cumplir dentro de los mismos
un acto procesal o impugnar una resolución.

3. REGLA GENERAL: El Artículo establece, como regla general en


materia de notificaciones, el sistema de la notificación automática o por ministerio
de la ley.

Siendo así, por el hecho de haber tomado intervención en un proceso y


sin necesidad de llenar ninguna formalidad, se produce la notificación de las
resoluciones judiciales que en el mismo se pronuncien el día martes o jueves
inmediatamente subsiguiente a aquel en que fueron dictadas, o el siguiente día
hábil, si alguno de dios fuere feriado.

4. CONDICIONES: Para que una resolución judicial quede notificada en


forma automática deben cumplirse dos condiciones:

4.1. Que sea el día indicado en la ley: martes o jueves. Si fuesen


feriados, el siguiente día hábil.

En razón de que la notificación se produce «ministerio legis» los días


establecidos expresamente en la norma, no es necesaria la filiación desdichos
días por el juez o tribunal.

La resolución dictada en uno de los días establecidos por mandato legal:


martes o jueves, quedará notificada el siguiente día de notificaciones, v.g.: la
resolución dictada el día martes queda notificada el siguiente día de notificación,
es decir, el jueves.

Si el día indicado en la ley: martes o jueves, fuera feriado, la resolución


quedará notificada el siguiente día hábil, es decir, el miércoles o el viernes, en su
caso.

4.2. Que el expediente se encuentre en secretaría: La notificación


automática se funda en la presunción de que el expediente estuvo en secretaría y
pudo haber sido revisado por el interesado.

De allí que no se considerará cumplida la notificación si el expediente no


se hallare en secretaria, por el motivo que fuere y se hiciere constar esta
circunstancia en el libro que se debe llevar a ese efecto en las secretarías de los
juzgados y tribunales.

El libro mencionado sirve para dejar constancia escrita de que el


expediente no se encuentra en secretaría, debiendo ser suscripta por el
compareciente y el secretario, a quién corresponde dar autenticidad a dicha
diligencia, ya que él es el encargado de la custodia de los expedientes en virtud
del Art. 186, inc k) del COJ.

La notificación, en consecuencia, recién se producirá el siguiente día


establecido en la ley y siempre que en dicha ocasión el expediente se encuentre a
disposición del interesado en secretaría o éste omita dejar constancia de lo
contrario.

5. NOTIFICACIÓN POR CÉDULA DE RESOLUCIONES QUE DEBEN


SERLO POR AUTOMÁTICA: Las resoluciones que deben notificarse por
automática no pueden ser notificadas por cédula, salvo resolución judicial que así
lo establezca. De lo contrario se estaría vulnerando sin motivo la ley y el derecho
de las partes de conocer las reglas del proceso ya que las mismas no pueden ser
cambiadas sin desmedro de la igualdad y la defensa en juicio.

El litigante debe saber qué hacer, cómo hacer y cuándo hacer. La


pérdida de un derecho procesal puede traer aparejada la pérdida de un derecho
material, por ello dicha notificación es nula de acuerdo con el Art. 144, 1er. p. del
CPC. Siendo así, la resolución de que se trate quedará efectivamente notificada
solamente el día fijado en la ley.

6. PLAZO EN DÍAS: En los plazos por día, aquel en que se produce la


notificación no se cuenta a los efectos del cómputo. Tampoco los inhábiles (Art.
147, 1er. p., in fine CPC).

7. PLAZO EN HORAS: Si el plazo es en horas se contará de momento


a momento (Art. 147, 2° p. CPC).

Si se trata de un plazo por hora en los casos de notificación automática,


el plazo se computa desde la última hora de funcionamiento de las oficinas del
Poder Judicial del día martes o jueves, en su caso.

ART. 132.- NOTIFICACIÓN TÁCITA. El retiro del expediente importará


la notificación de todas las actuaciones cumplidas y las resoluciones dictadas en el
mismo.

El retiro de copia de un escrito, por una parte, su apoderado, o letrado,


implica notificación personal del traslado que se hubiere conferido de aquél.

Antec.: CNC 132, 2a. p..- PM 142.- Ley 1110/85, 2°.-

Conc.: CPC 118; 133, 2o. p.; 134; 144, 2o. p. 1a. p..-

1. FUNDAMENTO: La notificación tácita se funda en la presunción de


que quien retira un expediente judicial se ha interiorizado íntegramente de su
contenido.
2. RETIRO DEL EXPEDIENTE: El retiro del expediente de la secretaría
del juzgado o tribunal realizado por las partes o sus representantes o el tercero, en
su caso, importa la notificación de todas las actuaciones cumplidas y las
resoluciones dictadas.

3. RETIRO DE COPIA: El segundo párrafo de la norma hace alusión al


retiro de la copia de un escrito, dándole el efecto y la consecuencia de la
notificación del traslado del mismo, lo cual resulta del todo obvio por un elemental
principio de lealtad y en base, además, de la presunción que mencioné, ya que si
lo hace será con el propósito de enterarse de su contenido, cumpliéndose de tal
suerte el fin de la institución.

4. REMISIÓN: Otro caso de notificación tácita es el contemplado en el


Art. 144, 2o. p., 1a. p. del CPC, al que me remito.

ART. 133.- NOTIFICACIÓN POR CÉDULA Y PERSONAL. Serán


notificadas por cédula en el domicilio del interesado las siguientes resoluciones:

a) la que dispone el traslado de la demanda, de la reconvención y de los


documentos que se acompañan a sus contestaciones;

b) la que ordena la apertura a prueba, la que considera innecesaria la


apertura a prueba y la que declara la cuestión de puro derecho;

c) la que ordena absolución de posiciones;

d) las que se dictan entre el llamamiento de autos y la sentencia y las


pronunciadas en los casos previstos por el artículo 163;

e) las que ordenan intimaciones, o la reanudación de los plazos


suspendidos o reiniciación de los interrumpidos, aplican correcciones
disciplinarias, o hacen saber medidas precautorias, o su modificación o
levantamiento;

f) la providencia que tiene por devueltos los autos;

g) la primera providencia que se dicte después que un expediente haya


estado paralizado o fuera de secretaría más de tres meses;

h) las que disponen traslados o vistas de liquidaciones;

i) las que disponen la citación de personas extrañas al proceso;

j) las sentencias definitivas y las resoluciones con fuerza de tales;


k) la providencia del tribunal que dispone fundar el recurso interpuesto, y
su traslado;

I) las demás resoluciones de que se haga mención expresa en la ley; y

II) las que disponga el juez o tribunal.

Si el interesado consintiese en notificarse personalmente, será


innecesaria la notificación por cédula. Para que la notificación personal tenga
valor, deberá ser refrendada por el actuario o el oficial de secretaría, con
indicación de fecha y hora.

Antec.: CNC 133.- PM 143.- CPCC 34; 78, 1er. p..- Ley 1110/85, 3°, 5°,
6°.- Dto. 5679, 4o.-

Conc.: CPC 27; 37; 49; 62, inc. b) in fine; 64, inc. b); 68; 71; 83; 88; 134
al 139; 185; 236; 262; 385; 451; 460, 2° p.; 534; 548; 585; 608; 614; 623; 631; 694,
1er. p.; 739; 741, inc. a); 749; 759; 768; 770.- COJ 186, inc. h); 188; 189.- Ley
1680/01 Código de la Niñez y la Adolescencia 173.- Ley 154/69 de Quiebras
180.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 52, 2o. p..-

1. SISTEMAS: La disposición establece dos sistemas de notificación,


cada uno de los cuales tiene su propio régimen: la notificación por cédula y la
notificación personal.

2. NOTIFICACIÓN POR CÉDULA: Es la que se practica por medio de


los auxiliares judiciales designados por la ley denominados ujieres en el domicilio
procesal o real de las partes o sus representantes.

La norma establece una enumeración taxativa de los casos en que


procede la notificación por cédula, tratando de evitar con ello la indebida
proliferación de este tipo de notificaciones que se opone al Principio de celeridad
de los procesos.

No obstante los casos de notificación por cédula establecidos en el


Artículo sub examine, el Código en otros previene también este medio de
notificación, cuando entiende que es el medio más idóneo para cumplir con la
función de poner en conocimiento una resolución judicial.

Algunos ejemplos de otros supuestos de notificación por cédula son los


previstos en los Arts. 27; 49; 64, inc. b); 68; 71; 83; 88; 185; 236; 262; 548; 608;
614; 623; 631; 694; 739; 741, inc. a); 749; 759 y 768 del CPC.

3. NOTIFICACIÓN PERSONAL: Es la que se produce voluntariamente


por el interesado en el expediente, dejándose constancia escrita de la fecha, hora
y resolución que se notifica, firmada por el interesado y refrendada por el
secretario o el oficial de secretaria.

La notificación personal es un derecho opcional que tiene el litigante.


No puede ser compelido a realizarla por el funcionario. La ley le otorga la opción
de notificarse personalmente de las resoluciones que deben notificarse por cédula.

ART. 134.- NOTIFICACIÓN AL MINISTERIO PÚBLICO Y


FUNCIONARIOS JUDICIALES. Los representantes del Ministerio Público y
funcionarios judiciales quedarán notificados al día siguiente de la recepción del
expediente en su despacho.

Antec.: CNC 134.- PM 143, 2o. p. 1a. p..- CPCC 34, in fine.- Dto. 5679,
9o.- Ley 1110/85, 8°.-

Conc.: CPC 41; 131 al 133; 144.- Ley 154/69 de Quiebras 179, 181.-

1. RÉGIMEN DE NOTIFICACIONES: Los representantes del Ministerio


Público y los funcionarios judiciales se hallan sometidos al régimen legal de
notificación automática, establecido en el Art. 131 del CPC.

2. RECEPCIÓN: Las resoluciones que deban ser notificadas


personalmente o por cédula a los representantes del Ministerio Público y a los
funcionarios judiciales se efectuará mediante la recepción del expediente en su
despacho. Los mismos, quedarán notificados del contenido íntegro del
expediente el día siguiente de la recepción de los autos en su despacho. Debe
entenderse por despacho para el caso analizado la secretaría que depende del
funcionario, de allí que la recepción del expediente en dicho lugar por el
funcionario acreditado tiene el mismo efecto que hubiera tenido la recepción
personal del expediente por el interesado.

3. RÉGIMEN DE LOS PLAZOS: En virtud a lo dispuesto en el Art. 41


del CPC, los representantes del Ministerio Público deben cumplir los actos
procesales en los mismos plazos procesales que las partes, salvo disposición de
leyes especiales.

ART. 135.- CONTENIDO DE LA CÉDULA. La cédula de notificación


contendrá:

a) nombre y apellido de la persona a quien se notificará o designación


que corresponda y su domicilio;

b) proceso en que se practica;

c) juzgado y secretaría en que tramita, o tribunal, en su caso;


d) transcripción de la parte pertinente de la resolución; y

e) objeto, claramente expresado, si no resultare de la resolución


transcripta.

En el caso de acompañarse copias de escritos o documentos, la cédula


deberá hacer mención precisa de aquéllas.

Antec.: CNC 135.- PM 144.-

Conc.: CPC 107; 108; 133; 136 al 139; 144.-

1. CONCEPTO: La cédula es un documento emanado del órgano


judicial que se redacta en doble ejemplar y contiene diversas enunciaciones
tendientes a individualizar a su destinatario y darle la posibilidad de adquirir un
efectivo conocimiento de la resolución que se le comunica.

2. CONTENIDO: La disposición enumera en cinco incisos el contenido


que deberá tener la cédula de notificación:

2.1. Si se trata de una persona física, deberá constar el nombre y el


apellido. Si es una persona jurídica se debe poner su denominación o razón
social. Sí son varías personas deberá mencionar el nombre y apellido de todas
ellas.

2.2. Individualización del juicio, con la mención de la carátula del


expediente en el que se dictó la resolución que se notifica.

2.3. El juzgado o tribunal y la secretaría respectiva, en que se tramita el


proceso. El error de indicar el juzgado, tribunal o secretaria donde radica el
expediente es causa de nulidad de la cédula.

2.4. Las sentencias y autos interlocutorios se notifican transcribiendo


sólo la parte dispositiva de los mismos. Las providencias deben transcribirse
completas o sólo la parte que concierne personalmente al destinatario, en su caso.

2.5. El objeto, claramente expresado, cuando el mismo no resulta o no


puede colegirse de la resolución que se transcribe.

3. COPIAS DE ESCRITOS O DOCUMENTOS: De acuerdo con el 2°


párrafo del Artículo sub examine, la cédula debe tener la mención precisa de los
documentos o copias de escritos que se acompañan con ella, con la indicación del
número de fojas y constancia de su entrega al destinatario.

ART. 136.- QUIÉN DEBE PRACTICAR LA NOTIFICACIÓN. Las


notificaciones por cédula serán practicadas por los ujieres.
Antec.: CNC 136.- PM 145.- CPCC 35.- Dto. 5679, 5o.-

Conc.: CPC 133; 135; 137; 138.- COJ 188; 189.-

1. NOTIFICACIÓN POR CÉDULA: La disposición se refiere a las


notificaciones por cédula, cuyo diligenciamiento corresponde practicar dentro de la
circunscripción territorial del órgano judicial del cual emana la resolución que se
notifica.

2. UJIER: El ujier es el funcionario judicial encargado de practicar las


notificaciones y demás diligencias y órdenes emanados de los jueces y
secretarios.

El Art. 188, 2o. p., del COJ, establece: «Los ujieres, al practicar las
notificaciones, observarán estrictamente las disposiciones de las leyes procesales
y de este Código. Los ujieres serán responsables civil y penalmente de las
irregularidades cometidas en el cumplimiento de sus funciones, sin perjuicio de ser
sancionados por la Corte Suprema de Justicia».

Del mismo modo, el Art. 189 del citado Código, preceptúa: «Son
atribuciones y funciones de los ujieres:

a) asistir diariamente a la oficina;

b) recibir de los secretarios las cédulas para practicar las notificaciones


en el domicilio de las partes, dejando constancia de su diligenciamiento en el
original de las mismas;

c) devolver, debidamente diligenciadas, las cédulas recibidas para


practicar las notificaciones;

d) dar cuenta a los secretarios de los inconvenientes que se les


presenten en el desempeño de su cargo o en el cumplimiento de las órdenes que
reciban;

e) anotar en un libro, con intervención de los secretarios, las cédulas


recibidas o devueltas; y,

f) Cumplir las órdenes emanadas de los jueces y secretarios».

ART. 137.- ENTREGA DE LA CÉDULA AL INTERESADO: La cédula


de notificación se expedirá por duplicado. Al pie del ejemplar que será agregado
al expediente, constará el día, la hora y el lugar en que se hubiere practicado la
diligencia, con las firmas del destinatario y funcionario notificador. Y si aquél no
quisiere o no pudiere firmar, se hará constar esta circunstancia en la cédula.
Antec.: CNC 137.- PM 146.- CPCC 39.- Dto. 5679, 7o.-

Conc.: CPC 117; 133; 135; 136; 138; 180 y sgtes..- COJ 189.- CC 383.-

1. FORMALIDADES: La norma se refiere a las formalidades que debe


observar el ujier encargado de diligenciar las cédulas de notificación.

El duplicado de la cédula reviste el mismo carácter y tiene igual


presunción de autenticidad que el original. Al pie del ejemplar que será agregado
al expediente el ujier debe hacer constar el día, la hora y el lugar en que se
practicó la diligencia con las firmas del destinatario y el funcionario notificador. Si
el destinatario no quisiere o no pudiere firmar, no podrá ser compelido a ello,
limitándose el notificador a dejar constancia de ello en la cédula.

2. NULIDAD DE LA NOTIFICACIÓN: La notificación es un acto


ejecutado por un funcionario público en ejercicio de sus facultades legales. Las
manifestaciones vertidas por el ujier en el original y en el duplicado de la cédula
equivalen a las mencionadas en el Art. 383 del C. Civil con relación a los
instrumentos públicos. Siendo así, hacen plena fe -hasta tanto sea declarada su
falsedad- de la existencia material de los hechos que el notificador afirma haber
cumplido personalmente o que han pasado en su presencia, pero no de la
veracidad de las manifestaciones que le formulen terceras personas.

3. INCIDENTE: El pedido de nulidad de la cédula de notificación debe


substanciarse por el trámite del incidente (Arts. 180 y sgtes. del CPC), en
consideración a que se trata de una actuación procesal que tiene relación con el
proceso.

La cédula de notificación es un documento producido por un funcionario


judicial en el proceso y para el proceso y no fuera de él, como sería el caso de una
escritura pública, en cuyo caso se deberá promover la redargución de falsedad
mediante un proceso autónomo o incidental (Art. 308 CPC).

ART. 138.- ENTREGA DE LA CÉDULA A PERSONA DISTINTA.


Cuando el notificador no encontrare en su domicilio a la persona a quien va a
notificar, entregará la cédula a otra persona de la casa, departamento u oficina, o
en su defecto, al encargado del edificio, y procederá en la forma dispuesta en el
artículo anterior. Si no pudiere entregarla, la fijará en la puerta de acceso
correspondiente a los lugares mencionados.

En los casos previstos en los incisos a) y c) del artículo 133, si no


pudiere entregar la cédula al interesado, dejará aviso de que volverá al día
siguiente precisando la hora, y si tampoco entonces pudiere hacerlo, procederá en
la forma arriba indicada.

Antec.:CNC 138.- PM 147.- CPCC 40.-


Conc.: CPC 111; 133; 135 al 137.- CC 278, inc. a).-

1. ENTREGA DE LA CÉDULA: El ujier en el acto de la notificación debe


entregar la copia de la cédula, con los documentos que se acompañen si los
hubiere, al destinatario, salvo que no lo encontrare presente en su domicilio en
cuyo caso entregará la cédula a otra persona de la casa, departamento, oficina, o
encargado del edificio, procediendo en la forma dispuesta en el Art. 137 del CPC.

2. AVISO: Cuando se trate de la notificación del traslado de la demanda,


de la reconvención y de los documentos que se acompañen a sus contestaciones,
como así también la que ordena absolución de posiciones y no se encontrare
presente el destinatario, el ujier suspenderá la notificación y dejará aviso de que
regresare a día siguiente, precisando la hora. Sólo cuando se haya cumplido con
el aviso previo se podrá actuar de la manera señalada en el 1er. párrafo de la
norma.

Es nula la notificación practicada en ausencia del destinatario sin haber


el ujier dejado el aviso de que volvería al día siguiente.

La disposición tiene por objeto que la cédula de notificación sea recibida


personalmente por el destinatario, pero si ha mediado el aviso previo -en los casos
en que la ley indica- o si no estuviere presente el destinatario, la notificación se
llevará a cabo con las otras personas mencionadas en la norma, las que deben
ser mayores de catorce años que es la edad a partir de la cual los actos lícitos se
reputan hechos con discernimiento, de acuerdo con el Art. 278, inc. a) del C. Civil.

3. FIJACIÓN DE LA CÉDULA EN LA PUERTA: Si por cualquier motivo


no pudiere el ujier hacer entrega de la cédula, deberá dejar fijada la copia de la
misma en la puerta de acceso correspondiente a los lugares mencionados en la
1a. p. del 1er. p. del precepto analizado.

ART. 139.- NOTIFICACIÓN POR TELEGRAMA O CARTA


CERTIFICADA. Las resoluciones que deban notificarse por cédula, también
podrán notificarse mediante carta certificada del actuario con aviso de retorno, o
por despacho telegráfico colacionado, cuando así lo dispusiere el juez o tribunal, a
solicitud de parte, agregándose copia al expediente.

La notificación que se practicare por telegrama colacionado contendrá


las enunciaciones esenciales de la cédula. El telegrama se emitirá en doble
ejemplar, uno délos cuales, bajo atestación, entregará el secretario para su envío,
y el otro, con su firma se agregará al expediente.

La constancia oficial de la entrega del telegrama o carta en el domicilio


del destinatario establece la fecha de notificación.
Los gastos de este tipo de notificación, no se incluirán en la condena en
costas.

Antec.: CNC 139.- PM 148.-

Conc.; CPC 133; 135; 137, 1a. p.; 585.- Ley 635/95 que Reglamenta la
Justicia Electoral 52, 2o. p.-

1. SUBSTITUCIÓN DE LA NOTIFICACIÓN POR CÉDULA: La norma


dispone que las resoluciones que deban notificarse por cédulas enumeradas en el
Art. 133 del CPC, también podrán notificarse por estos otros dos tipos de
notificación:

1.1. Carta certificada del actuario con aviso de retorno.

1.2. Telegrama colacionado.

2. REQUISITOS: La disposición permite la sustitución sin limitaciones


del sistema de notificación por cédula, por alguno los medios mencionados
precedentemente, siempre que se cumplan las siguientes condiciones:

2.1. Pedido de parte.

2.2. Disposición del juez o tribunal.

3. FORMALIDADES: Las formalidades que deben guardarse para


ambos tipos de notificación son análogas:

3.1. Contener las mismas enunciaciones que la cédula (Art. 135 CPC).

3.2. Redactarse en duplicado (Art. 137,1° p. CPC).

3.3. Agregar un ejemplar al expediente, como así también el acuse de


recibo de la carta, en su caso.

4. FECHA DE LA NOTIFICACIÓN: La constancia oficial de la entrega


de la carta o telegrama en el domicilio del destinatario establece la fecha de la
notificación.

5. GASTOS: Los gastos de estos tipos de notificación están a cargo de


quien lo solicite, consiguientemente no se incluyen en la condena en costas.

6. UTILIZACIÓN: Cabe señalar, por último, que estos tipos de


notificación, hasta la fecha, son de escasa utilización en los procesos.
ART. 140.- NOTIFICACIÓN POR EDICTOS. Además de los casos
determinados por este Código, procederá la notificación por edictos cuando se
trate de personas inciertas o cuyo domicilio se ignorase. En este último supuesto,
deberá justificarse previamente, y en forma sumaria, que se han realizado sin
éxito, gestiones tendientes a conocer el domicilio de la persona a quien se deba
notificar. Si resultare falsa la afirmación de la parte que dijo ignorar el domicilio,
se anulará a su costa todo lo actuado con posterioridad, y será considerado
litigante de mala fe.

El plazo para ejecutar el acto de que se trate, empezará a computarse


desde el día siguiente al de la última publicación.

La publicación de edictos se acreditará acompañando el primero y


último ejemplar de la publicación y el recibo de la imprenta.

En todos los casos las partes interesadas propondrán dos diarios en los
cuales se harán las publicaciones. El juez señalará, además, cuando la ley no lo
fijare, el número de publicaciones y el plazo dentro del cual el acto deba cumplirse.

Antec.: CNC 140.- PM 149.- CPCC 81.- Ley 662, 20.-

Conc.: CPC 52; 135; 141; 142; 144; 146; 614, in. c); 632, inc. a) 2a. p.;
657, inc. b); 741, inc. b); 749.- Ley 154/69 de Quiebras 182.-

1. CONCEPTO: La notificación por edictos, a la que se refiere el


Artículo, es la que se practica mediante avisos insertos en los diarios dando
difusión a una resolución judicial a fin de lograr la comparecencia al proceso de
personas inciertas o cuyo domicilio se ignore.

2. PROCEDENCIA: La notificación por medio de edictos es procedente


cuando se trata de:

2.1. Personas inciertas: Entendiéndose por tales aquellas cuyos


nombres y domicilios desconoce el actor, v.g.: herederos de determinada persona,
propietario o poseedor de un cierto inmueble, etc..

Los edictos sirven también para dar a conocer a un número


indeterminado de personas la realización de un acto ordenado judicialmente
respecto del cual pueden tener interés, v.g.: mensuras; subastas judiciales; etc.

2.2. Personas cuyo domicilio se ignore: Puede darse también el caso


que se individualice a la persona que corresponda notificar pero se ignora su
actual domicilio.

Constituye un requisito de admisibilidad de la notificación por edictos de


las personas cuyo domicilio se ignore que se justifique previamente y en forma
sumaria la imposibilidad de determinar su domicilio, siendo admisible todo tipo de
prueba, v.g.: información sumaria de testigos.

Si fuese falsa la afirmación de que se ignoraba el domicilio, se anulará a


costa del peticionante todo lo realizado con posterioridad a la notificación y será
considerado litigante de mala fe de acuerdo con el Art. 52 del CPC.

3. COMPUTO DEL PLAZO. PUBLICACIÓN: La norma contiene,


además, la indicación precisa del momento desde el cual comenzará a
computarse el plazo (dies a quo): el día siguiente de la última publicación.

Los edictos pueden publicarse los días hábiles como los inhábiles, en
este caso corresponde tener por notificada la resolución el primer día hábil
inmediato a la fecha de la última publicación.

La forma de acreditar la realización de la publicación será acompañando


y agregando al expediente el primer y el último ejemplar da diario donde consten
las publicaciones y el recibo correspondiente.

Es facultad de la parte proponer los dos diarios en los que habrán de


hacerse las publicaciones. Dichos diarios deben ser de gran circulación, en razón
de que el propósito de la ley es que llegue efectivamente a conocimiento del
interesado.

Corresponde al juez señalar - cuando la ley no disponga - el número de


publicaciones y el plazo dentro del cual el acto debe cumplirse.

ART. 141.- EMPLAZAMIENTO Y CITACIÓN DEL DEMANDADO POR


MEDIO DE EDICTOS. Cuando la persona a que se refiere la primera parte del
artículo anterior fuere el demandado, los edictos se publicarán por quince veces.
Antes, se pedirá informe al Registro de Poderes, acerca de si tiene apoderado. Si
lo tuviere, se le dará intervención, y si no quisiere o no pudiere intervenir, estará
obligado a manifestar, si sabe, el domicilio de su mandante. Sólo después de
practicada esta diligencia, se dará lugar a la publicación de edictos, bajo
apercibimiento de designarle como representante al Defensor de Ausentes.

Antec.: CNC 141.- PM 150.- CPC 81, 1er. p..-

Conc.: CPC 140; 142; 144.-

1. NOTIFICACIÓN POR EDICTOS AL DEMANDADO: El precepto


contempla la situación especial referida a la citación y emplazamiento del
demandado, cuyo domicilio se ignore, por medio de edictos, cuando es la primera
notificación que se produce en el proceso, para que tome intervención en el mismo
con el objeto de ejercer su defensa.
La citación por edictos no importa la notificación del traslado de la
demanda al demandado, sino sólo la resolución judicial que dispone la carga
procesal de comparecer ante el juez de la causa.

2. INFORME DEL REGISTRO DE PODERES: Por la importancia del


acto, la norma contempla el cumplimiento de formalidades especiales. Dispone,
en primer término, como condición de admisibilidad, que se solicite informe al
Registro de Poderes a fin de conocerse si el demandado tiene o no apoderado.
Si tuviere se le deberá dar intervención. Si el apoderado no quisiere o no pudiere
intervenir, deberá manifestar, si sabe, el domicilio de su mandante.

3. PUBLICACIÓN: Cumplida la diligencia mencionada en el numeral


precedente, se ordenará la publicación de edictos por quince veces, debiéndose
cumplirse las formalidades establecidas en el Art. 140 del CPC, a cuyo comentario
me remito.

4. DESIGNACIÓN DEL DEFENSOR DE AUSENTES: La publicación se


hará bajo apercibimiento de designarle como representante al Defensor de
Ausentes con quien se entenderán las actuaciones del proceso.

No corresponde, consecuentemente, el juicio en rebeldía legislado en


los Arts. 68 y sgtes. del CPC, el cual se halla contemplado para otros supuestos
legales.-

ART. 142.- FORMA DE LOS EDICTOS. Los edictos contendrán las


mismas enunciaciones de las cédulas, con transcripción sumaria de la resolución.

Antec.: CNC 142.- PM 151, 1er. p..-

Conc.: CNC 135; 140; 141; 144; 614, inc. c); 632, inc. a); 657, inc. b);
741, inc. b); 749.-

1. CONTENIDO. REMISIÓN: Con excepción del domicilio y, en su caso,


del nombre de la persona a quien se pretenda notificar, los edictos deben contener
las enunciaciones previstas en el Art. 135 del CPC, ya comentado y al que me
remito.

ART. 143.- EMPLAZAMIENTO A PERSONA QUE RESIDE FUERA


DEL PAÍS. Cuando la persona residiere fuera del país, el juez fijará el plazo en
que haya de comparecer, atendiendo a la distancia y a la mayor facilidad de
comunicaciones y librará exhorto a la autoridad judicial del domicilio del
emplazado.

Antec.: CNC 143.- PM 153.-


Conc.: CPC 128 al 130; 146, 1a. p.- Tratados de Montevideo de 1889 y
1940.- Ley 613/76 que ratifica la Convención interamericana de Panamá sobre
Exhortas o Cartas Rogatorias de 1975.-

1. EXHORTO; La notificación del emplazamiento para tomar


intervención en un proceso realizada a una persona residente fuera del país
deberá hacerse por exhorto dirigido, con las formalidades requeridas, a la
autoridad judicial del domicilio del emplazado.

Los exhortas se regirán por lo dispuesta en los Tratados y Acuerdos


internacionales. A este respecto deben tenerse en cuenta: a) La Convención
Interamericana sobre exhortes o cartas rogatorias, ratificada por la Ley 613/76 de
la República, suscripta durante la Primera Conferencia Interamericana
Especializada de Derecho Internacional Privado, convocada por la Organización
de Estados Americanos (OEA), en la Ciudad de Panamá en el mes de Enero de
1975, que en el Art. 2, inc. a), al establecer el alcance de la Convención, dispone
su aplicación para: «La realización de actos procesales de mero trámite, como
notificaciones, citaciones y emplazamientos en el extranjero».

b) Los Tratados de Montevideo de 1889 y 1940.

Véanse los comentarios vertidos en ocasión del tratamiento de los Arts.


128 y 129 de este Código, a los que me remito.

2. FIJACIÓN DEL PLAZO: El juez está facultado a fijar un plazo judicial


(Art. 146 CPC) dentro del cual el notificado deberá comparecer a estar a juicio.

Para la fijación del plazo el juez deberá tener en cuenta:

2.1. La distancia.

2.2. La facilidad de las comunicaciones.

La previsión legal resulta lógica porque no es igual que la persona


resida en una ciudad fronteriza o en un país de otro continente.

ART. 144.- NULIDAD DE LA NOTIFICACIÓN. La notificación que se


hiciere en contravención a lo dispuesto en los artículos anteriores será nula, sin
perjuicio de la responsabilidad del funcionario que la practicó.

Sin embargo, siempre que del expediente resultare que la parte ha


tenido conocimiento de la resolución que la motivó, la notificación surtirá sus
efectos desde entonces. El notificador no quedará relevado de su
responsabilidad.

Antec: CNC 144.- PM 154.- CPCC 41.-


Conc.: CN 106.- CPC 111 al 117; 180 y sgtes.- COJ 188, 2o. p.; 239.-

1. NULIDAD: La inobservancia de las formalidades establecidas en el


presente Capítulo referidas a los requisitos de forma a los cuales deben atenerse
las distintas clases de notificaciones legisladas trae aparejada la nulidad de las
mismas.

Cabe recordar que en materia de nulidades procesales no cabe la


nulidad por la nulidad misma, vale decir que quien alega la nulidad de la
notificación debe expresar el perjuicio sufrido y el interés que pretende subsanar
con su declaración, señalando las alegaciones o defensas de los que se vio
privado a raíz de la misma, siempre -como indica PODETTI- que el perjuicio o el
interés no se presuman, v.g.: cuando se trata de la nulidad del traslado de la
demanda o de la reconvención o de una resolución susceptible de recursos.

Véanse los numerales 1 y 2 del Art. 137 del CPC a los que me remito.

2. PRINCIPIOS FINALISTA Y DE CONVALIDACIÓN: Debe tenerse en


cuenta, no obstante lo dicho, el Principio de Finalidad que rige en materia de
nulidades procesales, establecido en el Art. 111, in fine del CPC, en virtud del cual
no se declarará la nulidad si el acto ha alcanzado su fin, aunque fuere irregular.

Por ello, en concordancia con la norma mencionada, el segundo párrafo


del Artículo sub examine, alude al hecho de que siempre que del expediente
resultare que se ha tenido conocimiento de la resolución, la notificación surtirá sus
efectos.

La determinación del «conocimiento» constituirá una cuestión de hecho


que queda librada al prudente arbitrio del órgano judicial.

Tampoco debe olvidarse que toda nulidad procesal puede convalidarse


por la confirmación expresa o tácita de la parte a quién perjudique, de acuerdo con
el Art. 114, inc. b) del CPC.

3. RESPONSABILIDAD DEL FUNCIONARIO QUE PRACTICO LA


NOTIFICACIÓN: El funcionario que realizó la notificación al margen de los
requisitos impuestos en la ley, se haya declarado o no la nulidad, es pasible de la
responsabilidad disciplinaria pudiendo, a su vez, configurarse la responsabilidad
civil por los daños y perjuicios ocasionados y, si corresponde según el caso,
también la responsabilidad penal agravada por su condición de funcionario
público.

4. IMPUGNACIÓN. VÍA PROCESAL: La nulidad de la notificación, por


tratarse de una actuación procesal, debe deducirse por la vía del incidente de
nulidad (Véase comentario al Art. 137 del CPC, numeral 2, al que me remito).
CAPITULO VI

DE LOS PLAZOS PROCESALES

1. CONCEPTO: Plazo es la medida de tiempo señalada para a


realización de un acto o para la producción de sus efectos jurídicos.

Los plazos procesales son los lapsos, establecidos en la ley, fijados por
los jueces o convenidos por las partes para la realización de los actos procesales.
Dentro de los plazos deben cumplirse las cargas procesales si no se quiere
padecer las consecuencias de su incumplimiento. El tiempo crea, modifica y
extingue derechos procesales.

El plazo que corresponde a las partes para el ejercicio de su defensa es


un elemento que integra el Principio de su inviolabilidad.

La diferencia que existe entre plazo y término consiste en que este es el


último momento de duración del plazo, el instante en que fenece («dies ad
quem»).

2. CLASIFICACIÓN: Los plazos pueden ser clasificados en:

2.1. Legales: Cuando expresamente los establece la ley, v.g.: plazo


para contestar la demanda (Arts. 222 y 234 CPC).

2.2. Judiciales: Son los fijados por el juez o tribunal, v.g.: plazo
extraordinario de prueba cuando la misma haya de producirse fuera del territorio
de la República (Art. 255 CPC).

2.3. Convencionales: Son los fijados de común acuerdo entre las


partes, siendo necesario petición escrita y resolución judicial, v.g.: abreviación
convencional del plazo (Art. 148 CPC).

2.4. Perentorios: Son aquellos que vencidos producen la caducidad del


derecho, sin necesidad de actividad alguna ni del juez ni de la parte contraria.

2.5. No perentorios: Cuando se necesita una actividad de la parte


contraria para producir la caducidad del derecho procesal. El acto puede ser
ejecutado, no obstante la expiración del plazo, mientras no se produzca la
actividad de la parte solicitando el decaimiento del derecho, «actitud - dice ALSINA
-que se concreta en la expresión no muy exacta, pero ya corriente, de acusación
de la rebeldía».

2.6. Prorrogables: Cuando pueden ser prolongados por resolución


judicial mediante petición oportunamente realizada, es decir antes de haber
vencido el plazo. El plazo acordado por el juez corre seguidamente al plazo
originario sin solución de continuidad.

2.7. Improrrogables: Cuando no pueden extenderse expresamente.


Todo plazo perentorio tiene a su vez el carácter de ser improrrogable. Pero no
todo plazo improrrogable es perentorio, pudiendo prolongarse de hecho y
cumplirse el acto omitido con posterioridad a su vencimiento hasta tanto la parte
contraria denuncie dicho vencimiento.

2.8. Individual: Es el fijado sólo a una de las partes para realizar un


determinado acto procesal, computándose independientemente para cada parte a
quien afecta, v.g.: plazo para contestar la demanda (Arts. 222 y 234 CPC).

2.9. Común: Cuando dentro del mismo la posibilidad de realizar actos


procesales comprende a las dos partes, v.g.: plazo ordinario de pruebas (Art. 253
CPC). Los plazos comunes comienzan a correr desde la última notificación
efectuada, venciendo para todas las partes en el mismo momento.

2.10. Ordinario: Se halla fijado en la ley para los casos comunes sin
entrar a considerar ninguna circunstancia especial, v.g.: plazo ordinario de prueba
y plazo para su ofrecimiento (Art. 253 CPC).

2.11. Extraordinario: Se otorga en atención a determinadas


circunstancias de acuerdo con las cuales se establece su duración, v.g.: plazo
extraordinario de prueba (Art. 255 CPC), emplazamiento a persona que reside
fuera del país (Art. 143 CPC).

3. SUSPENSIÓN E INTERRUPCIÓN: La suspensión y la interrupción de


los plazos son dos conceptos que deben tenerse claros. Siendo así, es preciso
distinguirlos:

3.1. Suspensión: Un plazo se suspende cuando en determinado


momento queda detenido por un lapso y luego prosigue. No se computa el
período de la detención pero sí el anterior a ella, el cual se suma al posterior para
obtener el total del plazo.

Dice PODETTI suspender implica privar temporariamente de efectos a


un plazo, sin utilizar a sus fines, un lapso del mismo.

La suspensión puede producirse de hecho cuando por determinadas


circunstancias procesales se hace imposible el cumplimiento de los actos del
proceso, v.g.: cuando el expediente es remitido al tribunal de apelación en razón
de haberse concedido un recurso de apelación o nulidad y resulta materialmente
imposible la ejecución de otros actos en la instancia original.
La suspensión puede hallarse prevista expresamente en la ley, v.g.:
incompetencia por inhibitoria (Art. 13 CPC), intervención excluyente (Art. 79 CPC),
tercería del dominio (Art. 83 CPC), citación de evicción (Art. 89 CPC), acumulación
de procesos (Art. 126 CPC), alegación de hechos nuevos (Art. 250 CPC), recurso
de aclaratoria (Art. 388, 2o. p. CPC) y, en general, en todo incidente que impida la
continuación del proceso principal (Art. 181 CPC).

La suspensión podrá ser decretada por el órgano judicial cuando se


produzca un acontecimiento previsto en la ley que determine que el juez deba
resolverlo, v.g.: fallecimiento o incapacidad de la parte que actúa personalmente
en el juicio (Art. 50 CPC), muerte o inhabilidad del apoderado (Art. 64, inc. f) CPC),
muerte o incapacidad sobreviniente del poderdante (Art. 64, inc. e) CPC), pedido
de suspensión del plazo para alegar (Art. 267 CPC) o cuando por motivos graves
exista imposibilidad de obrar, v.g.: revolución, guerra, huelga general, etc.

También podrá operarse por acuerdo de partes, v.g.: suspensión del


trámite del juicio acordada por las partes (Art. 152 CPC).

Véase el comentario al Art. 152 del CPC numeral 3.

3.2. Interrupción: Un plazo se interrumpe cuando ocurre un hecho que


tiene por efecto borrar la parte del plazo que ha corrido hasta ese momento. El
plazo transcurrido no se computa. El plazo comienza a correr de nuevo, v.g.: la
deducción de una excepción previa interrumpe el plazo para contestar la demanda
(Art. 223, 2o. p., CPC), la declaración judicial de la nulidad de un acto procesal
(notificación nula), la integración definitiva del tribunal arbitral (Art. 783, 4o. p.
CPC).

La interrupción puede acontecer en virtud de la ley -como en los


ejemplos mencionados precedentemente-, de hecho o por resolución judicial.
Será de hecho cuando en virtud de un determinado acto se purga un lapso
anterior de inactividad, v.g.: interrupción del plazo de caducidad de la instancia.

La interrupción podrá decretarse judicialmente cuando se den las


circunstancias señaladas en el supuesto de la suspensión, v.g.: revolución, guerra,
huelga general.

4. NOTIFICACIÓN: Las resoluciones que disponen la reanudación de


los plazos suspendidos o la reiniciación de los interrumpidos serán notificadas por
cédula o personalmente (Art. 133, inc. e) y 2o. p. CPC).

ART. 145.- CARÁCTER. Los plazos legales y judiciales son


perentorios e improrrogables para las partes.

Vencido un plazo procesal, el juez dictará la resolución que


corresponda.
Los plazos perentorios fenecerán por su solo transcurso, sin necesidad
de petición de parte ni declaración judicial.

Antec.: CNC 145.- PM 155.- CPT 76; 79.-

Conc.: CPC 107, 3a. p.; 103; 109; 146 al 151; 174; 175; 222; 253; 255;
796; 797.- COJ 186, inc. f).- CC 334 al 342; 1390 al 1392.- CPP 129.- Ley 154/69
de Quiebras 186.- Ley 635/95 que Reglamenta la justicia Electoral 39, 2o. p.; 44.-
Ley 489/95 Orgánica del Banco Central del Paraguay 105.- Ley 1084/97 de
Enjuiciamiento de Magistrados 21, inc. c).-

1. REGLA GENERAL: La norma establece la regla general de que para


las partes los plazos legales y judiciales tienen el carácter de perentorios e
improrrogables.

Para que se produzca el efecto preclusivo que tiene el plazo perentorio


no se requiere ni pedido de parte ni resolución del juez. Los plazos perentorios,
como expresa la norma, fenecen por su sólo transcurso.

Vencido el plazo ya no podrá llevarse a cabo el acto procesal para el


cual estaba previsto. Véase el comentario al Art. 103 del CPC.

Con el carácter perentorio otorgado a los plazos la ley busca obtener


celeridad procesal, por ello el órgano judicial, sin necesidad de que medie petición
alguna de parte, debe dictar seguidamente la resolución que corresponda para la
marcha ininterrumpida del proceso, de acuerdo con el 2o. p. del Artículo sub
examine, que claramente dispone: Vencido un plazo procesal, el juez dictará la
resolución que corresponda.

2. OBLIGACIÓN DEL SECRETARIO: En forma concordante y


complementando la disposición comentada el Código de Organización Judicial
dispone al referirse a las obligaciones de los secretarios, que los mismos deben
«dar cuenta a los jueces del vencimiento de los plazos que determinan la
prosecución de oficio de los asuntos o causas» (Art. 186, inc. f) COJ).

ART. 146.- FACULTAD DEL JUEZ PARA FIJAR PLAZOS CASOS DE


OMISIÓN. Además de los casos en que este Código autoriza al juez a fijar
plazos, podrá hacerlo cuando no estuvieren expresamente establecidos,
atendiendo a la naturaleza del proceso y a la importancia de la diligencia. Si no lo
hiciere, el acto de que se trate deberá ejecutarse en el plazo de cinco días.

Antec.: CNC 146.- PM 156.- CPCC 25.-

Conc.: CPC 18; 64, incs. b) y f); 118, 2a. p.; 140, in fine; 143; 145; 147 al
151; 159, inc. f); 216, 2° p.; 225, 2o. p. la. p.; 253, 1er. p.; 255; 267; 304, 2a. p.;
348, inc. d) la. p.; 374, in fine; 415, 2o. p.; 468; 674.- CC 6, 1er. p.-
1. FIJACIÓN POR EL JUEZ: La norma consagra una atribución del
juez, disponiendo que cuando el Código no fije expresamente el plazo dentro del
cual debe cumplirse determinado acto el juez «podrá» hacerlo.

La disposición debió haber dicho «deberá» hacerlo, en razón de que,


además de ser una facultad del juez es, también, un deber. Facultad, en cuanto
puede establecer el número de días que concede de acuerdo a la naturaleza del
proceso, la importancia de la diligencia y otras circunstancias que deben quedar a
su prudente arbitrio evaluar. Deber, en el sentido de que se trata de una
imposición legal necesaria para la marcha del proceso (Arg. Art. 6, 1er. p. CC).

Algunos supuestos de fijación judicial del plazo, son:

1.1. Apoderado: 1.1.1. Renuncia: Plazo al poderdante para reemplazar


al apoderado o comparecer por sí (Art. 64, inc. b) CPC).

1.1.2. Muerte o inhabilidad del apoderado: Plazo para el mandante


comparezca por sí o por nuevo apoderado (Art. 64, inc. f) CPC).

1.2. Notificación: Emplazamiento a persona que reside fuera del país


(Art. 143 CPC).

1.3. Expedientes: Préstamo: Plazo para la devolución (Art. 118, 2o. p.


CPC).

1.4. Sentencia: Plazo para su cumplimiento (Art. 159, inc. f) CPC).

1.5. Demanda: Plazo para que el actor exprese lo necesario a fin de


esclarecer la competencia del juez (Art. 216, 2o. p. CPC).

1.6. Arraigo: Plazo dentro del cual debe arraigar el actor (Art. 225, 2o. p.
la. p. CPC).

1.7. Prueba: 1.7.1. Fijación del plazo ordinario dentro del límite legal
(Art. 253, 1er. p. CPC). 1.7.2. Fijación del plazo extraordinario (Art. 255 CPC).
1.7.3. Suspensión del plazo para alegar (Art. 267 CPC). 1.7.4. Juicio ejecutivo
(Art. 468 CPC).

1.8. Exhibición de documentos: (Art. 304, 2a. p. CPC).

1.9. Peritos: Plazo para expedirse (Art. 348, inc. d) la. p. CPC).

2. OMISIÓN. REGLA GENERAL: En los casos en que, por cualquier


motivo, el juez no haya fijado el plazo, la norma, salvando la laguna legislativa y la
inactividad del órgano judicial, establece un plazo de cinco días, como regla
general, para la ejecución del acto de que se trate.
3. TERCEROS: El juez cuando fije un plazo que tenga relación con un
tercero que no interviene o no se encuentra vinculado al proceso (tercero en
sentido estricto) deberá:

a) Precisar la naturaleza del plazo (civil o procesal).

b) Determinar su carácter (perentorio, prorrogable, etc.).

c) Establecer si es en horas, días o meses y su número.

Si el juez no cumple estos extremos se entenderá que el plazo es civil y


no perentorio, siendo continuo y completo por lo que se computarán también los
días y las horas inhábiles, de acuerdo con las previsiones de los Arts. 341 y 342
del C. Civil. La transcripción de dichos Artículos se encuentra en el comentario al
Art. 147 del CPC.

ART. 147.- CÓMPUTO DE LOS PLAZOS. Los plazos empezarán a


correr para cada parte desde su notificación respectiva, y si fueren comunes,
desde la última notificación que se practicare No se computará el día en que se
practique esa diligencia, ni los días inhábiles.

Si se tratare de un plazo en horas, se contará de momento a momento.

Antec.: CNC 147.- PM 157.- CPCC 42.- Dto. 5679, 3o.-

Conc.: CPC 109; 110; 131 al 134; 139; 140; 145; 146; 148 al 151.- COJ
362; 363.- CC 334 al 342.- Ley 1879/02 de Arbitraje y Mediación 6.- Acordada
No 2 de fecha 25 de marzo de 1970.-

1. «DIES A QUO»: La norma precisa el momento desde el cual el plazo


comienza a correr a los efectos de su cómputo («dies a quo»). El precepto
comprende todos los plazos, sean ellos legales, judiciales o convencionales.

2. PLAZO INDIVIDUAL Y PLAZO COMÚN: El primer párrafo de la


disposición distingue el plazo individual del plazo común. El plazo individual corre
para cada parte en forma independiente desde su respectiva notificación, v.g:
plazo para contestar la demanda (Arts. 222 y 234 CPC), para interponer un
recurso (Art. 396 CPC) o para alegar (Art. 379 CPC).

El plazo común comienza a correr por igual para todos, desde la última
notificación practicada, venciendo igualmente para todos, el mismo día, v.g.: plazo
ordinario de prueba (Art. 253 CPC).

3. PLAZO EN DÍAS: Los plazos en días se consideran completos,


comienzan a la medianoche del día en que se produjo la notificación y terminan a
la medianoche del día de su vencimiento.
En el cómputo no se tiene en cuenta el día que se practica la
notificación. También quedan excluidos los días inhábiles, que son los fijados en
la ley, v.g.: domingos y feriados; los que establezca la Corte Suprema de Justicia
por Acordada, (v.g.: los días sábados) y la feria judicial del mes de enero (Arts.
362 y 363 COJ).

4. PLAZO EN HORAS: El segundo párrafo del Artículo aclara que si se


trata de un plazo en horas correrá de momento a momento, vale decir, desde la
misma hora en que se produjo la notificación, venciendo al terminar la última de
las horas fijadas. Véase el numeral 7 del comentario al Art. 131 del CPC.

El plazo en horas corre ininterrumpidamente, pero si media un día


feriado no se tienen en cuenta las horas del mismo.

5. PLAZO EN MESES: En los plazos por meses no se excluyen los días


inhábiles porque así lo aconsejan razones prácticas referidas a la comodidad y
certeza en el computo, v.g.: caducidad de instancia (Art. 173 CPC). Los plazos
fijados en meses o años terminan el día que los respectivos meses tengan el
mismo número de días de su fecha. Si el mes en que ha de comenzar un plazo
contare con más días que el mes que ha de terminar, el último día del plazo será
el último día del mes (Arts. 339 y 340 CC).

6. HABILITACIÓN TACITA. REMISIÓN: Véase el Art. 110 del CPC al


que me remito.

7. NORMAS DEL CÓDIGO CIVIL: El Código substancial regula la


materia en los Arts. 334 al 342. Tienen relevancia procesal, particularmente los
siguientes:

Art. 337: «Si el plazo se fijare por meses o por años, se contará el mes
de treinta días, y el año de trescientos sesenta y cinco días, por el calendario
gregoriano».

Art. 338: «Los plazos de días se contarán desde el día siguiente al de la


celebración del acto.

Si el plazo está señalado por días a contar desde uno determinado,


quedará éste excluido del cómputo.

El plazo incluye el día del vencimiento. Si fuere domingo o feriado, el


cumplimiento tendrá lugar el primer día siguiente que no lo sea».

Art. 339: «El plazo establecido por meses o por años concluirá al
transcurrir el día del último mes que tenga el mismo número que aquél en que
comenzó a correr el plazo».
Art. 340: «Cuando el plazo comenzare a correr desde el último día de un
mes de más días que aquél en que terminare el plazo, éste vencerá el último día
de este mes».

Art. 341: «Todos los plazos serán continuos y completos, debiendo


siempre terminar en la media noche del último día.

Se computarán los días domingos y feriados/ salvo disposición expresa


en contrario».

Art. 342: «Las disposiciones de los artículos anteriores serán aplicables


a todos los plazos señalados por las leyes, por los jueces o por las partes en los
actos jurídicos/ siempre que en las leyes o en esos actos no se disponga de otro
modo».

ART. 148.- ABREVIACIÓN CONVENCIONAL. Las partes podrán


acordar la abreviación de un plazo mediante una manifestación expresa por
escrito.

Antec.: CNC 148.- PM 158.-

Conc: CPC 145 al 147; 149 al 151; 261.-

1. FUNDAMENTO: El Artículo se funda en el Principio de celeridad


procesal y resulta del todo lógico en razón de que las partes abreviando los
plazos/ pueden llegar lo cuanto antes a la conclusión de la controversia que
produjo el litigio.

2. REQUISITOS: La norma concede a las partes la facultad de abreviar


los plazos procesales para lo cual deben cumplirse los siguientes requisitos:

2.1. Acuerdo expreso manifestado al órgano judicial por escrito.

2.2. Resolución judicial al efecto/ la que debe establecer claramente el


lapso de la abreviación, por elementales razones de certeza y seguridad.

ART. 149.- AMPLIACIÓN. Para toda diligencia que deba practicarse


dentro de la República y fuera del lugar del asiento del juzgado o tribunal/ quedan
ampliados los plazos fijados por este Código a razón de un día por cada cincuenta
kilómetros, para la región oriental, y de un día por cada veinticinco, para la región
occidental.

Antec.: CNC 149.- PM 159.- Ley 909/63.-

Conc.: CPC 145 al 147; 150; 151; 254; 557, 2° p.- Ley 635/95 que
Reglamenta la Justicia Electoral 39, 2o. p. in fine.-
1. AMPLIACIÓN DEL PLAZO EN RAZÓN DE LA DISTANCIA: La
norma contempla la ampliación automática del plazo en razón de la distancia
solamente para los actos o diligencias procesales que deban cumplirse dentro del
territorio de la República pero fuera del asiento del juzgado o tribunal.

La ampliación es de un día por cada cincuenta kilómetros en la región


oriental y un día por cada veinticinco kilómetros en la región occidental o chaco.

2. CARÁCTER: La ampliación se produce por ministerio de la ley en


forma automática, sin necesidad de petición de parte ni declaración judicial.

No corresponde confundir el plazo de ampliación, que el precepto


establece, con el plazo extraordinario de prueba. El plazo de ampliación es un
plazo legal que funciona «ministeriu legís». El plazo extraordinario de prueba es
judicial y exige el cumplimiento de determinados requisitos para que proceda su
concesión (Arts. 255 al 260 CPC).

3. DEROGACIÓN: La descentralización judicial de la República,


mediante la creación y funcionamiento de las nuevas circunscripciones judiciales
que abarcan todo el país, así como la ampliación de las vías de comunicación
hacen razonable pensar en la derogación de esta disposición procesal que tuvo su
importancia en otro momento histórico de la República. La Ley 635/85, que
Reglamenta la Justicia Electoral, expresamente dispone -en este sentido- que no
habrá ampliación de los plazos procesales en razón de la distancia.

4. TABLA DE DISTANCIAS: La Corte Suprema de Justicia mandó


elaborar a través del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones una tabla de
distancias, a los efectos de dar certeza sobre este importante aspecto.

En la tabla se consignan las distancias existentes entre la Capital y


diversas localidades del interior de la República. Las cifras que figuran en primer
término corresponde a los kilómetros, las segundas están en leguas. Cuando se
consignan tres cifras la del medio es el complemento en metros de la primera.

La Corte debería actualizar la tabla que cuenta con sus buenos años, al
punto que varias localidades han cambiado de nombre y otras muchas ni siquiera
figuran en la misma.

Tabla de distancias entre la Capital y distintos puntos de la República

Acahay, 103; 400; 23,7 Capitán Bado, 574; 132,7

Alberdi, 183; 42,2 Caraguatay, 95; 21,9

Altos 28; 800, 6,6 Carapeguá, 84; 19,4


Ayorros y Esteros, 91, 21 Carayaó, 160; 36,9

Atyrá, 68; 15,7 Carmen del Paraná, 334; 77,1

Ayolas, 558; 121,8 Cerrito, 395; 91,3

Belén, 333; 77 Colonia Fram, 342; 79/5

Bella Vista, 569; 131,5 Colonia Nueva Italia, 40; 9,2

Benjamín Aceval, 42; 9,7 Colonia M. J. Troche, 185; 971,43

Borja, 170; 39,3 Colonia Hohenau, 408; 94,3

Caacupé, 54; 12,5 Colonia Nva. Germania, 226; 61,5

Caaguazú, 214; 49,5 Coronel Bogado, 321, 74,2

Caacupé, 141; 32,6 Coronel Martínez, 130; 30

Caazapá, 210; 48, 5 Coronel Oviedo, 134; 300; 31

Caballero, 101; 23,3 Caraguaty, 316; 73

Capiatá, 20; 4,6 Desmochado, 341; 78,7

Eusebio Ayala, 72; 16,7 Mariano Roque Alonso, 18; 4,2

Emboscada, 37; 8,5 Mariscal Estigarribia, 805; 186

Encarnación, 370; 85,7 Mbocayaty, 164; 37,8

Escobar, 83; 19,2 Mbuyapey, 158; 36,7

Fernando de la Mora, 6; 800; Natalicio Talavera, 180; 300; 41,5


1,6
Ñemby, 185; 42,7
Florida, 161; 37,2
Paso de Patria, 360; 83, 5
General Artigas, 291; 77,2
Patino, 36; 8,3
General Delgado, 287; 76,3
Paraguari, 64; 14,8
General E. Aquino, 200; 46,2
Pedro González, 338; 78
Guarambaré, 31; 800; 7,4 Pedro Juan Caballero, 572; 132,8

Guazú-cuá, 334; 79,5 Pirayú, 57; 300; 13,3

Herrera Vega, 425; 98,5 Piribebuy, 75; 17,3

Hiaty, 141; 32,6 Puerto Elsa, 6; 1,5

Hohenau, 408; 408; 94, 3 Quiindy, 109; 25,2

Horqueta, 353; 81,5 Kuyquyó, 148; 34,2

Igatimí, 337; 78 Roque González, 97; 22,2

Isla Pucú, 83; 19,2 San Bernardino, 49; 600; 11,5

Isla Ombú, 316; 73 San Cosme, 356; 82,3

Itá, 36; 500; 8,4 San Estanislao, 236; 54,5

Itapé, 141; 32,5 San Joaquín, 272; 72,8

Itacurubí de la Cordillera, 87; 600; 20, 3 San José de los Arroyos, 102; 23,6

Itacurubí del Rosario, 192; 44,3 San Juan B. Misiones, 196; 84,8

Itauguá, 30; 6,9 San Juan Nepomuceno, 254; 54, 7

Iturbe, 183; 42,3 San Juan Ñeembucú, 355; 82

Jesús y Trinidad, 398; 91,9 San Lorenzo, 12; 500; 2,9

Juan de Mena, 131; 30,2 San Miguel, 178; 41,2

La Colmena, 140; 32, 5 San Pedro del Paraná, 279; 64,5

Lambaré, 6; 5; 1,5 Santa Elena, 96; 800; 22, 4

Laureles, 409, 94, 4 Santa María, 217; 50, 2

Lima, 287; 500; 66/4 Santa Rosa, 248; 57, 3

Limpio, 23; 500; 5,4 Sapucai, 91; 21

Loreto, 322, 74,4 Santiago, 292; 67, 5


Luque, 15; 3,5 Santísima Trinidad, 6; 800; 1, 6

Maciel, 198; 45, 7 San Ignacio, 226; 51,2

Sosa, 218; 50, 5 Yabebyry, 290; 67

Tebicuary, 126; 29 Yaguarón, 48; 300; 11, 2

Tacuara, 332; 76, 6 Yataity, 161; 37, 2

Tacuatí, 393; 91 Ybycuí, 120; 300; 28, 4

Tobatí, 69; 16 Ybytumí, 110; 25, 4

Unión, 210; 48, 5 Yegros, 232; 53, 6

Valenzuela, 103; 23, 9 Ygatimí, 356; 82, 3

Villa Elisa, 13; 3 Yhú, 269; 62, 3

Villa San Pedro, 211; 48, 7 Ypacaraí, 36; 800; 8, 5

Villarrica, 175; 800; 40/7 Ypané, 25; 200; 5, 8

Villeta, 45; 200; 10, 5 Yute, 261; 60, 3

25 de Diciembre, 283; 55

ART. 150.- RECEPCIÓN DE ESCRITOS POSTERIORMENTE AL


VENCIMIENTO DEL PLAZO. Los escritos dirigidos a los jueces y tribunales
podrán presentarse hasta las nueve horas del día hábil siguiente al último día del
plazo fijado. Los que presentaren después no serán admitidos.

Antec.: Poder Legislativo.-

Conc.: CPC 37, inc. b); 102; 106; 145 al 149; 151.- CC 341, 1er. p.;
342.-

1. CARGO. CONCEPTO: El cargo es la constancia firmada que el


funcionario judicial competente estampa al pie de los escritos presentados en su
oficina dejando consignados la fecha, la hora, persona que lo suscribe o remite y
los recaudos acompañados.
2. DEROGACIÓN DEL «CARGO NOTARIAL»: La norma suple la
utilización del denominado «cargo notarial» (establecido por Acordada No. 22 de
fecha 18 de Diciembre de 1908), en cuya virtud los escritos que se pretendían
presentar el ultimo día del plazo fuera del horario de oficinas del Poder Judicial, se
podían presentar ante un notario público quien asentaba el cargo,
comprometiéndose éste a presentar el escrito en la secretaría del juzgado o
tribunal correspondiente, pudiendo hacerlo hasta las nueve horas del día siguiente
hábil, todo ello fundado en que el plazo recién se considera efectivamente vencido
a la medianoche del último día (Art. 341, 1er. p. CC).

3. OBJETO: El precepto procesal al establecer el plazo de gracia


cumple igual objetivo que el mencionado en el numeral precedente y, a su vez,
evita a las partes gastos y molestias innecesarios.

4. INADMISIBILIDAD: De acuerdo con el in fine del precepto procesal


los escritos presentados después de la hora señalada no serán admitidos,
debiendo dejarse constancia de su presentación tardía y rechazo.

ART. 151.- EXTENSIÓN A LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS. El


Ministerio Público y los funcionarios que a cualquier título intervinieren en el
proceso, estarán sometidos a las reglas precedentes, debiendo expedirse o
ejercer sus derechos dentro de los plazos fijados.

Antec.: CNC 151.- PM 161.- Ley 1110/85, 8o.-

Conc.; CPC 41; 145 al 147; 149; 150.- CPP 131.-

1. ALCANCE: Los plazos son también perentorios e improrrogables


para los representantes del Ministerio Público y los funcionarios públicos judiciales
o de cualquier naturaleza, sin distinción del título o carácter con el que intervienen
en los procesos.

Siendo así, las reglas del presente Capítulo VI del Código Procesal Civil
les son enteramente aplicables, debiendo cumplir los actos procesales a su cargo
dentro de los mismos plazos que las partes, salvo disposición de leyes especiales
(Arts. 41 CPC).

3. FUNDAMENTO: La norma busca la agilización del proceso y se funda


en el Principio de igualdad que debe regir para todos los que intervienen en el
proceso sean partes, terceros, funcionarios o representantes del Ministerio
Público.

Dice LASCANO: «Los funcionarios públicos por lo mismo que tienen una
representación oficial, deben ser los primeros en cumplir la ley. Su desidia o
abandono no puede ser tolerado ni amparado so color de que directa o
indirectamente defienden intereses generales».
CAPITULO VII

DE LA SUSPENSIÓN ACORDADA

ART. 152.- TIEMPO Y FORMA EN QUE PUEDE ACORDARSE LA


SUSPENSIÓN. Las partes pueden convenir en la suspensión de los trámites del
proceso durante un tiempo no superior a seis meses. De esta facultad no podrán
usar más que una vez en cada instancia.

El acuerdo deberá constar por escrito, contener la conformidad de los


mandantes y del Ministerio Público, en su caso, debiendo ser homologado
judicialmente.

Antec.: CNC 152.- PM 162.-

Conc.: CPC 40; 89; 173.-

1. SUSPENSIÓN E INTERRUPCIÓN DE LOS PLAZOS: Los plazos


procesales pueden ser susceptibles de suspensión o interrupción. Los conceptos
de suspensión e interrupción de los plazos los he dado con motivo del comentario
realizado al Capítulo VI, numeral 3, al cual me remito.

2. SUSPENSIÓN DEL PLAZO: La suspensión se produce cuando el


plazo queda detenido por un cierto tiempo y luego vuelve a proseguir. En la
suspensión no se computa el lapso transcurrido durante el detenimiento del plazo,
pero si el anterior el cual se suma al posterior para obtener el total del plazo.

3. CLASES DE SUSPENSIÓN: La suspensión del plazo puede ser en


virtud de la ley, de hecho, por resolución judicial o por acuerdo de partes.

3.1. Suspensión por virtud de la ley: Cuando una norma así lo


establezca en forma expresa, v.g.: incompetencia por inhibitoria (Art. 13 CPC),
intervención excluyente (Art. 79 CPC), tercería de dominio (Art. 83 CPC), citación
de evicción (Art. 89 CPC), incidente de acumulación de procesos (Art. 126 CPC),
alegación de hechos nuevos (Art. 250 CPC), recurso de aclaratoria (Art. 388, 2o.
p. CPC) y, en general, la promoción de todo incidente que impida la consecución
del proceso principal (Art. 181 CPC).

3.2. Suspensión de hecho: Se produce cuando materialmente resulta


imposible continuar el trámite del proceso, v.g.: cuando en razón de haberse
concedido un recurso de apelación el expediente es elevado a la instancia
superior, consecuentemente resultará imposible la realización de ningún acto en la
instancia inferior.

3.3. Suspensión por resolución judicial: Ocurre cuando se produce


un acontecimiento previsto en la ley que determina que el juez deba resolverlo,
v.g.: fallecimiento o incapacidad de la parte que actúa personalmente en el
proceso (Art. 50 CPC); muerte o inhabilidad del apoderado (Art. 64, inc. f) CPC);
muerte o incapacidad sobreviniente del poderdante (Art. 64, inc. e) CPC) o cuando
exista imposibilidad de obrar como consecuencia de motivos graves; v.g.: guerra,
revolución, huelga general, etc.

3.4. Suspensión por acuerdo de partes: El Artículo analizado concede


expresamente a las partes la facultad de acordar la suspensión de los trámites del
proceso durante un tiempo máximo de seis meses. Esta suspensión podrá ser
usada sólo una vez en cada instancia, procurando de este modo no prolongar en
demasía la substanciación del proceso.

La medida se justifica cuando es necesario obtener un paréntesis en la


contienda judicial, durante el cual las partes podrían negociar con mayor calma la
solución de la controversia.

Véase el Capítulo VI, numeral 3.1.

4. REQUISITOS: El segundo párrafo de la norma contiene las


formalidades que deben cumplirse para su admisibilidad:

4.1. Constar por escrito.

4.2. Contener la conformidad de los mandantes y del Ministerio Público,


en su caso.

4.3. Homologación judicial.

CAPITULO VIII

DE LAS AUDIENCIAS

ART. 153.- REGLAS GENERALES. Las audiencias, salvo disposición


expresa en contrario, se ajustarán a las siguientes reglas:

a) se llevarán a cabo con la asistencia del juez y, tratándose de un


Tribunal, con la del Presidente de éste, o el miembro designado por él;

b) serán públicas, a menos que los jueces o tribunales, atendiendo a las


circunstancias del caso, dispusieren lo contrario mediante resolución fundada;
c) serán señaladas con anticipación no menor de tres días, salvo que
razones especiales exigieren mayor brevedad, lo que deberá expresarse en la
resolución;

d) se celebrarán con cualquiera de las partes que concurran;

e) empezarán a la hora designada y los citados sólo tendrán obligación


de esperar treinta minutos. Esta tolerancia está dada exclusivamente a favor del
juez o tribunal; y

f) el secretario extenderá acta haciendo una relación de lo ocurrido y de


lo expresado en la audiencia, conservando en cuanto fuere posible el lenguaje
empleado. El acta será firmada por el juez o miembro del tribunal, en su caso, los
comparecientes y el secretario, debiendo consignarse, cuando ocurra, la
circunstancia de que los comparecientes no han querido o podido firmar. Si éstos
agregaren o rectificaren algo, se hará constar en el acta.

Antec.: CNC 153.- PM 163.- CPCC 51; 121; 122, 1er. p.; 133; 134, 1er.
p.; 183, la. p. 1er. p.,- Ley 662, 3o..- Dto. 3524, 31.-

Conc.: CPC 1; 15, incs. e) y f); 17; 37; 109; 110; 154; 155; 252; 262;
284; 290; 319; 368, 2o. p.; 573; 608, in fine; 643; 647; 654; 670; 686; 739; 759;
768; 771.- COJ 196; 186, inc. e).- CPP 122.- Ley 1680/01 Código de la Niñez y la
Adolescencia 174; 178; 179.-

1. CONCEPTO: La audiencia es el acto mediante el cual el juez o


tribunal escucha las declaraciones de las partes, testigos, peritos, etc., en el
proceso.

El vocablo audiencia proviene del latín «audio» que significa oír,


escuchar.

2. PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN: La audiencia tiene la importancia de


poner en vigencia el Principio de inmediación, en virtud del cual el juez se pone en
contacto directo con las partes, los testigos, peritos, etc. a fin de tener una
impresión directa y de primera mano de la cuestión ventilada en el juicio. Con ello
existe una mayor probabilidad de que se dicte una decisión justa.

3. PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN: El Código como regla establece,


a su vez, el Principio de concentración de las audiencias (Art. 15, inc. f) 1. CPC), a
fín de que las mismas en cada proceso se realicen en lo posible en un sólo día y
de no poder ser de este modo, en días consecutivos.

4. REGLAS: La norma establece las reglas generales a las que deben


ajustarse las audiencias.
4.1. Presencia del juez (inc. a)): La presencia del juez, o tratándose de
un tribunal la del presidente de éste o el miembro que él designe, constituye una
garantía para su normal desarrollo y la seriedad de la que debe estar investido el
acto. Las audiencias llevadas a cabo sin este requisito, en las secretarías y por
ante el secretario u otro funcionario de secretaría, pueden impugnarse por nulidad.

4.2. Publicidad (inc. b)): La publicidad en el proceso constituye una de


las mayores garantías para una buena administración de justicia, porque permite
el control del público sobre el desempeño de los jueces. Es una consecuencia del
sistema democrático de gobierno. El pueblo tiene el derecho de saber como los
jueces resuelven los aspectos más valiosos de la vida: el honor, la propiedad y la
libertad. La excepción a la regla tiene aplicación generalmente en las cuestiones
de familia, v.g.: divorcio, nulidad de matrimonio, filiación, insania, etc., estando su
apreciación librada al criterio judicial.

4.3. Plazo (inc. c)): El plazo de anticipación con que han de ser
señaladas las audiencias no debe ser menor de tres días, salvo resolución
fundada en la que, por motivos especiales, se abrevie dicho plazo.

4.4. Asistencia (inc. d)): Las audiencias deben llevarse a cabo con
cualquiera de las partes que concurran, en razón de que ni la contraparte ni la
justicia deben cargar con la negligencia ni el desinterés de la contraria, debiendo
el proceso seguir su curso.

4.5. Inicio: (inc. e)): La puntualidad a todos beneficia y debe ser la


regla. Los citados a las audiencias no tienen porqué soportar largas esperas,
teniendo el deber de esperar no más de treinta minutos. El in fine aclara que
dicha tolerancia horaria está dada en beneficio exclusivo del juez o tribunal.

4.6. Acta (inc. f)): Las declaraciones verbales producidas en las


audiencias como regla general deben constar en el acta correspondiente. El acta
deberá reproducir lo ocurrido en el acto y lo expresado por las partes o los
terceros intervinientes. La redacción del acta estará a cargo del secretario del
juzgado o tribunal, debiendo ser firmada por éste y los comparecientes.

El secretario hará constar también en el acta todo lo que se agregue y


rectifique y la circunstancia, cuando ocurra, de que alguien no haya querido o
podido firmar.

ART. 154.- VERSIÓN TAQUIGRÁFICA Y GRABACIÓN. A pedido de


parte, a su costa, o de oficio y sin recurso alguno, se ordenará que se tome
versión taquigráfica de las audiencias o que se la registre por cualquier otro medio
técnico. El juez nombrará a los taquígrafos o adoptará las medidas necesarias
para asegurar la autenticidad del registro y su documentación. Las partes podrán
pedir copias del acta de registro.

Antec.: CNC 154.- PM 164.-


Conc.; CPC 153; 155.-

1. REGISTRO DE LAS AUDIENCIAS: La disposición prevé la


posibilidad de que a pedido de parte y a su costa o de oficio y sin recurso alguno,
en cualquiera de los casos, se tome versión taquigráfica o se registren por
cualquier otro medio, v.g.: grabaciones, videos, etc., las audiencias.

2. OBJETO: Con el precepto se trata de obtener una mayor fidelidad de


la realización del acto y evitar las demoras que ocasiona el método tradicional de
verter en una hoja mediante el empleo de la máquina de escribir el desarrollo y las
declaraciones de la audiencia.

3. FACULTAD DEL JUEZ: El juez tiene la facultad para nombrar al


taquígrafo o a la persona que tenga a su cargo el registro correspondiente
debiendo, a su vez, adoptar las medidas necesarias para asegurar la autenticidad
del registro y su documentación.

Si se emplea taquígrafo, la versión original como la traducción deben


firmarse en el acto y agregarse al expediente. Si se utilizan grabaciones, (cintas,
videos), las mismas deben conservarse en sobre cerrado firmado y custodiado por
el secretario.

4. COPIAS: Las partes tienen derecho a obtener copias de los registros


efectuados, a su costa.

ART. 155.- REALIZACIÓN DE LA AUDIENCIA EN CASO DE


IMPEDIMENTO DEL JUEZ. En caso de cualquier impedimento del juez que ha
fijado una audiencia, éste habilitará hora para su realización en el mismo día. Si
ello no fuere posible, el secretario llevará el expediente al juez que le sigue en
orden de turno para que practique la diligencia ordenada.

Antec.: CNC 155.- PM 165.-

Conc.: CPC 37; 153.- COJ 196, 2o. p.- Acordada No. 3 del 19 de
febrero de 1924.-

1. OBJETO: El propósito que persigue la norma es evitar las demoras,


inconvenientes y gastos que supone la no realización de una audiencia en el día y
a la hora fijados, lo que conspira contra la marcha normal del proceso.

2. REALIZACIÓN DENTRO DEL MISMO DÍA: Fundado en elementales


razones de economía y celeridad procesales, el Artículo establece que si por
cualquier impedimento el juez que fijó la audiencia no puede llevarla a cabo, la
realizará ese mismo día en otra hora que se habilitará a ese efecto.
3. REALIZACIÓN POR OTRO JUEZ: Si ello no fuera posible, v.g.: por
ausencia del juez, el secretario debe llevar el expediente al juez que le sigue en
orden de turno, a fin de que éste practique la diligencia ordenada.

CAPITULO IX

DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

ART. 156.- FORMA DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES. Los


jueces y tribunales dictarán sus resoluciones en forma de providencias, autos
interlocutorios y sentencias definitivas. Son requisitos esenciales de toda
resolución la indicación del lugar y fecha en que se dicte y la firma del juez y
secretario.

Antec.: CNC 156.- PM 166.- CPCC 30.-

Conc.: CPC 15; 37; 105; 109; 112; 113; 157 al 164; 384; 423; 806.- COJ
41; 186, inc. g).- CC 375, incs. b) y d).- CPP 124; 127; 128.- Ley 609/95 que
Organiza la Corte Suprema de Justicia 2,2° p..- Acordada de fecha 23 de Octubre
de 1.927.-

1. CONCEPTO: La resolución judicial es el acto procesal emanado de


los órganos de la jurisdicción mediante el cual se decide la causa o cuestión
sometida a su conocimiento.

2. CLASES: La norma contempla tres tipos de resoluciones judiciales,


las que se diferencian entre si por su forma, su objeto y su naturaleza:

1.1. Providencias: Resuelven cuestiones de simple impulso procesal


(Art. 157 CPC).

1.2. Autos interlocutorios: Resuelven cuestiones incidentales que


surgen en el desarrollo del proceso (Art. 158 CPC).

1.3. Sentencias definitivas: Ponen fin al juicio (Art. 159 CPC).

3. FORMALIDADES: En relación a la forma todas las resoluciones


judiciales se deben ajustar a los requisitos generales establecidos en la segunda
parte del Artículo sub examine.

3.1. Redacción por escrito: En idioma castellano (Art. 105 CPC),


incluso las que se dicten durante una audiencia.
3.2. Indicación del lugar y fecha en que se dicten: Deben
pronunciarse en día hábil (Art. 109 CPC) dentro del plazo legal (Art. 162 CPC) en
la sede donde funciona el órgano competente, aunque excepcionalmente puedan
dictarse fuera de dicho recinto, v.g.: en un reconocimiento judicial el juez pueda
emitir una resolución en relación a cualquier cuestión que pueda surgir con motivo
de la diligencia practicada fuera del asiento del juzgado.

3.3. Firma del juez y secretario: Cuando se trate de órganos


unipersonales, o de los miembros del órgano colegiado o del presidente del
mismo, en su caso (Art. 423 CPC). Las resoluciones judiciales, en nuestro
derecho procesal, deben ir autorizadas por el secretario. El COJ establece a este
respecto en el Art. 186 que los secretarios tiene la obligación de: «g) refrendar las
actuaciones, providencias, resoluciones y sentencias expedidas por los jueces y
tribunales».

3.4. Número de ejemplares: A los expresados requisitos debe


agregarse que por Acordada s/n de fecha 28 de Octubre de 1.927 se dispuso que
las sentencias definitivas e interlocutorias deberán ser escritas en tres ejemplares
de un mismo tenor.

4. NULIDAD DE OFICIO: La falta de los requisitos de lugar y fecha del


dictado de la resolución judicial y de la firma del juez y secretario, que la segunda
parte del artículo sub examine considera esenciales, autoriza la declaración de
oficio de la nulidad de acuerdo con los Arts. 111, 2o. p.; 112, in fine y 113, in fine
del CPC.

5. INSTRUMENTOS PÚBLICOS: Las resoluciones judiciales son


instrumentos públicos, de acuerdo con el Art. 375, incs. b) y d) del C. Civil.

ART. 157.- PROVIDENCIA. Las providencias sólo tienden al desarrollo


del proceso u ordenan actos de mera ejecución y no requieren formalidades
especiales ni substanciación previa.

Antec.: CNC 156.- PM 167.-

Conc,: CPC 156; 162, inc. a); 390; 395.- COJ 41.- CPP 124, 1er. p..-

1. CONCEPTO: La norma brinda un concepto preciso de lo que se


entiende por providencia. Su principal característica es que se dictan sin
substanciación, es decir sin que exista una controversia previa.

Providencia viene de proveer, suministrar, conceder, y el juez lo que


hace al dictar una providencia es acceder a la petición que le formula la parte o
actuar de oficio, cuando corresponde, con el objeto de lograr el impulso procesal
necesario para que el proceso continúe su marcha, v.g.: la providencia que tiene
por promovida la demanda y confiere traslado de ella al demandado, la que fija
fecha para la realización de una audiencia, etc..

2. CLASES: Las providencias pueden ser de dos clases:

2.1. Simples.

2.2. Que causan gravamen irreparable: Se entiende por gravamen


irreparable el perjuicio o agravio que produce una resolución judicial que no es
susceptible de reparación por alguno de los medios de impugnación en el curso
posterior del proceso o en la sentencia definitiva (Art. 395, in fine CPC). En este
sentido causaría gravamen irreparable una resolución que impida el ejercicio de
una facultad o de un derecho procesal o aplique una sanción, v.g.: las
providencias que declaran la causa de puro derecho, no admiten una prueba,
imponen una corrección disciplinaria, disponen una medida cautelar, etc.

Las providencias requieren fundamentación cuando causan gravamen


irreparable.

3. PLAZO PARA DICTARLAS: Las providencias deberán dictarse


dentro de los tres días de presentadas las peticiones por las partes, o
inmediatamente si deben ser dictadas en una audiencia o revisten carácter
urgente (Art. 162, inc. a) CPC).

4. EFECTO: Las providencias sólo tienen efecto preclusivo, haciendo


imposible el regreso a etapas ya concluidas.

5. RECURSOS: Las providencias son susceptibles del recurso de


reposición (Art. 390 CPC). Son apelables sólo cuando causen gravamen
irreparable (Art. 395 CPC).

ART. 158.- AUTOS INTERLOCUTORIOS. Los autos interlocutorios


resuelven cuestiones que requieren sustanciación, planteadas durante el curso del
proceso. Además de los requisitos enunciados en el artículo 156, deberán
contener:

a) los fundamentos;

b) la decisión expresa, positiva y precisa respecto de las cuestiones


planteadas; y

c) el pronunciamiento sobre costas.

Antec.: CNC 158.- PM 168.-


Conc.: CN 256, 2o. p. 1a. p..- CPC 15, inc. b); 156; 159; 162, inc. b);
189; 192; 193; 206; 395, 2a. p.; 423; 435; 683, inc. g).- COJ 41.- CPP 124,2° p.;
125.- Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores 9.-

1. CONCEPTO: La norma define los autos interlocutorios diciendo que


son aquellas resoluciones «que resuelven cuestiones que requieren sustanciación,
planteadas durante el curso del proceso».

Los autos interlocutorios (A.I.) deciden los incidentes surgidos durante el


juicio, v.g.: los que resuelven una excepción previa, un incidente de suspensión
del término para alegar, una recusación con causa, etc..

2. CLASES: Los autos interlocutorios pueden ser de tres clases:

2.1. Autos interlocutorios simples.

2.2. Autos interlocutorios que causan gravamen irreparable. (Art.


395, 2a. p. CPC).

2.3. Autos interlocutorios con fuerza de definitiva: Ciertos autos


interlocutorios si bien no constituyen una sentencia definitiva en sentido formal, sin
embargo producen sus efectos en la medida en que atacan la pretensión,
impidiendo que se la pueda volver a plantear en otro proceso o, como dice
COUTURE, «hacen imposible de hecho y de derecho la prosecución del proceso»,
v.g.: los A.I. que resuelven hacer lugar a las excepciones de falta de acción, cosa
juzgada, transacción, pago, conciliación, desistimiento de la acción y prescripción
(Art. 224 incs. c), f) y g) CPC).

3. FORMALIDADES: Los autos interlocutorios además de los requisitos


formales y comunes a todas las resoluciones judiciales (Art. 156, 2a. p. CPC), han
de reunir los otros tres que señala el Artículo sub examine: a) los fundamentos; b)
la decisión expresa, positiva y precisa respecto de las cuestiones planteadas; y c)
el pronunciamiento sobre costas. Todo lo cual explicaré al tratar el Art. 159 del
CPC, referente a la Sentencia definitiva, a cuyo comentario me remito.

4. PLAZO: Salvo disposición en contrario, deberán dictarse dentro de


los diez o quince días de quedar el expediente en estado de resolución, según se
trate de juez o tribunal (Art. 162, inc. b) CPC).

5. EFECTOS: Los autos interlocutorios hacen cosa juzgada material y


sólo producen efectos preclusivos. Siendo así, una vez ejecutoriados no puede
volverse a plantear la cuestión decidida dentro del proceso en que fueron dictados,
pero sin que produzcan efectos fuera del proceso.
ART. 159.- SENTENCIA DEFINITIVA DE PRIMERA INSTANCIA. La
sentencia definitiva de primera instancia, destinada a poner fin al litigio, deberá
contener, además:

a) la designación de las partes;

b) la relación sucinta de las cuestiones de hecho y de derecho que


constituyen el objeto del juicio;

c) la consideración, por separado, de las cuestiones a que se refiere el


inciso anterior. El juez deberá decidir todas las pretensiones deducidas y sólo
sobre ellas. No está obligado a analizar las argumentaciones que no sean
conducentes para decidir el litigio;

d) los fundamentos de hecho y de derecho;

e) la decisión expresa, positiva y precisa, de conformidad con las


pretensiones deducidas en el juicio, calificadas según correspondiere por la ley,
declarando el derecho de los litigantes, y, en consecuencia, condenando o
absolviendo de la demanda o reconvención, en su caso, en todo o en parte;

f) el plazo que se otorgue para su cumplimiento, si ella fuere susceptible


de ejecución; y

g) el pronunciamiento sobre costas.

Antec.: CNC 159.- PM 169.- CPC 64; 218; 219.-

Conc.: CN 256, 2o. p. 1a. p..- CPC 15, incs. a) al d); 54; 99; 127; 145;
156; 160; 161; 162, inc. c); 163; 192 al 206; 384; 385; 423; 435; 469, 2a. p.; 470;
517; 519 y sgtes.; 576; 578; 580; 627; 628; 631, in fine; 651; 680, 2o. p.; 686, inc.
i); 693, inc. g); 709, inc. c); 742; 806.- COJ 9; 41.- CC 6; 300; 342; 562; 1871, 2o.
p.- CPP 124, 4° y 5° pfos.; 125.- Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios de
Abogados y Procuradores 9.-

1. CONCEPTO: La sentencia definitiva es aquella que, normalmente,


decide sobre el mérito de la causa y mediante la cual se pone fin al proceso.

Las sentencias por lo general deciden -en palabras de PODETTI- «el


fondo de la controversia». Aunque, también es cierto que en ciertas ocasiones
revisten el carácter de sentencias los autos interlocutorios que ponen fin al juicio,
pero no deciden sobre el fondo mismo del derecho substancial debatido, v.g.: los
que resuelven una excepción previa fundada en la ausencia de un presupuesto
procesal, como serían la incompetencia del órgano judicial o la falta de capacidad
de las partes o la falta de acción (Art. 224, incs. a), b) y c) CPC). En estos
supuestos se dice que la interlocutoria tiene «fuerza de definitiva» (Véase Art. 158
CPC, numeral 2.3.).

2. FORMALIDADES: El Artículo establece las formalidades que debe


reunir la sentencia definitiva de primera instancia destinada a poner fin al litigio, las
que - además de las comunes a todas las resoluciones judiciales (Art. 156, 2a. p.
CPC) - son:

2.1. La designación de las partes (inc. a)): Deberá constar en forma


expresa, con sus nombres y apellidos completos, porque la decisión final sólo
puede referirse a las partes en litigio, estableciendo los límites subjetivos de la
cosa juzgada.

Si las partes actúan a través de representantes se hará constar esta


circunstancia. Si la representación es convencional se puede sólo mencionar que
lo hace por apoderado.

2.2. La relación sucinta de las cuestiones de hecho y de derecho (inc.


b)): Constituyen el objeto del juicio. El juez debe realizar un resumen de los
hechos expuestos en la demanda y en la contestación y reconvención, en su caso.
No es necesario referirse a todos detalladamente sino a los que tengan relación
con el objeto del juicio.

Es indispensable establecer el objeto de la demanda porque constituye


uno de los elementos de la cosa juzgada. El objeto de la demanda -como dice
CHIOVENDA- es «un bien de la vida» que puede ser una cosa material o
inmaterial, un hecho, una abstención o simplemente una declaración. Se resume
en la «pretensión jurídica» del actor.

2.3. La consideración por separado de las cuestiones de hecho y


de derecho (inc. c)): Se refiere a las cuestiones de hecho y de derecho
mencionadas en el inc. b) de la norma, atendiendo a la circunstancia de que el
actor pudo haber acumulado varias demandas, o que la demanda promovida
suscite varias cuestiones, o haya habido reconvención.

El juez deberá decidir todas las pretensiones deducidas y pronunciarse


sólo sobre ellas (Art. 15, inc. d) CPC).

La sentencia sólo puede tomar en cuenta los hechos alegados por las
partes y sólo puede referirse a la prueba rendida en autos: «secundum allegata et
probata», bajo pena de nulidad (Art. 15 CPC).

El juez no está obligado a analizar las argumentaciones que no sean


conducentes para decidir el litigio. Debe considerar solamente las
argumentaciones de las partes que hacen a lo esencial de las pretensiones; no es
imprescindible la consideración de todas, bastando las fundamentales.
Los hechos ajenos a la relación procesal y a las partes no deben ser
considerados.

Los elementos de prueba que deben ser tenidos en cuenta por el juez
en la sentencia deben ser los esenciales, los decisivos; no es necesario el examen
de absolutamente todas las pruebas.

2.4. Los fundamentos de hecho y de derecho (inc. d)): Esto es, la


motivación de la sentencia.

La Constitución impone que toda sentencia judicial debe estar fundada


en ella y en la ley (Art. 256, 2o. p. la. p. CN).

Es un deber del juez cuya inobservancia esta conminada bajo pena de


nulidad (Art. 15, inc. b) y 2o. p. CPC).

La sentencia debe ser fundada en el sentido de que no debe ser


arbitraria y aún siendo justa ha de demostrar que lo es. El juez debe convencer
de que es justo.

Dice CALAMANDREI: la sentencia ha de ser fundada porque ha de


justificar la razonabilidad de la orden frente a los justiciables, en el sentido de que
es derivación razonada del derecho vigente y no el mero producto de la voluntad
discrecional del juez.

La sentencia debe ser un juicio sobre las alegaciones, la prueba y el


derecho aplicable que produzca la seguridad de imparcialidad, independencia y
justicia.

Enseña COUTURE: «El juez es un hombre que se mueve dentro del


derecho como el prisionero dentro de su cárcel. Tiene libertad para moverse, y
en ello actúa su voluntad; pero el derecho le fija muy estrechos límites, que no le
está permitido ultrapasar. Pero lo importante, lo grave, lo verdaderamente
trascendental del derecho no está en la cárcel; esto es, en los límites, sino en el
hombre».

2.5. La decisión expresa, positiva y precisa (inc. e): De conformidad


a las pretensiones deducidas en juicio, calificadas según correspondiere por la ley.

La decisión del juez debe ser expresa, que no deje lugar a duda. No
puede dejar de fallar por obscuridad o insuficiencia de la ley. El Art. 6 del C. Civil al
respecto establece: «Los jueces no pueden dejar de juzgar en caso de silencio,
obscuridad o insuficiencia de las leyes. Si una cuestión no puede resolverse por
las palabras ni el espíritu de los preceptos de este Código, se tendrán en
consideración las disposiciones que regulan casos o materias análogas, y en su
defecto, se acudirá a los principios generales del derecho». El Art. 9, 2° p., del
COJ concuerda con este artículo y agrega que se «tendrán en consideración los
precedentes judiciales».

Tampoco los jueces pueden resolver en forma condicional o de un modo


parcial.

2.6. El plazo que se otorgue para su cumplimiento, si fuera


susceptible de ejecución (inc. f)): La norma preceptúa que la sentencia definitiva
contenga el plazo dentro del cual el vencido debe cumplir la prestación a su cargo.
El plazo que contiene la resolución se halla supeditado al prudente arbitrio judicial,
de acuerdo a las circunstancias del caso. De ordinario los jueces fijan un plazo
de diez días para el cumplimiento de lo resuelto.

2.7. El pronunciamiento sobre costas (inc. g)): Las costas constituyen


la condena que, de ordinario, se impone a la parte vencida en el juicio.

Comprende las costas propiamente dichas, que son los gastos


causídicos en general derivados de la tramitación de la causa, v.g.: estampillado,
tasas judiciales, etc.; y los costos, que son los honorarios de los profesionales que
intervienen en el juicio.

La Ley de arancel de honorarios de abogados y procuradores,


establece: «En todos los procesos, el juez, de oficio, regulará los honorarios al
dictar resolución definitiva, procederá de igual modo, en las cuestiones
incidentales» (Art. 9, Ley 1376/88).

No obstante la omisión de regular honorarios no es motivo de nulidad de


la sentencia, dado que puede practicarse ulteriormente cuando sea requerida.

3. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA: La sentencia debe ser congruente


consigo misma (interna) y con la litis (externa). Congruente, significa - siguiendo
a GUASP - «la conformidad que debe existir entre la sentencia y la pretensión o
pretensiones que constituyen el objeto del proceso, más la oposición u
oposiciones en cuanto delimitan ese objeto».

El juez no puede apartarse de los términos en que ha quedado


planteada la litis en la relación procesal, salvo los casos de consolidación («ius
supervinius») o extinción del derecho. Las pretensiones de las partes y los
poderes del juez quedan fijados en la demanda y la contestación y, en su caso, en
la reconvención (Art. 15, inc. d) CPC).

El principio de congruencia exige, bajo pena de nulidad, que la


sentencia guarde una rigurosa adecuación a los sujetos, el objeto y la causa de la
pretensión y de la oposición (Art. 15, inc. b) y 2o. p. CPC).

Como consecuencia de lo dicho:


3.1. La sentencia sólo puede y debe referirse a las partes en el juicio, los
sujetos de la relación procesal.

3.2. La sentencia debe recaer sobre el objeto reclamado en la demanda,


comprendiendo la cuestión principal y los accesorios.

Su omisión produce la nulidad de la resolución cuando no pueda ser


reparada por vía de apelación.

Siendo así, sería nula la sentencia que:

3.2.1. Omite decidir alguna cuestión planteada (Citrapetita).

3.2.2. Excede los límites de la controversia, v.g.: otorgando al actor más


de lo que pidió (Ultrapetita).

3.2.3. Resuelve puntos no alegados (Extrapetita).

3.3. La sentencia debe pronunciarse con arreglo a la causa invocada en


la demanda, es decir, la «causa pretendí», que consiste en el fundamento, la
razón, el motivo, el interés material o moral de la pretensión deducida en el juicio.
El hecho jurídico que se invoca como fundamento de la pretensión. También el
título en cuya virtud se actúa que es diferente del anterior porque consiste en el
hecho constitutivo del derecho, v.g.: si el actor reclama una cosa a título de
locador, el juez no puede mandársela entregar a título de dueño.

La causa constituye un elemento de la cosa juzgada, conjuntamente con


los sujetos y el objeto.

4. PRINCIPIO «IURA NOVIT CURIAE»: Al Principio «iura novit curiae»


se refiere el inc. e) del precepto cuando, en relación a las pretensiones, expresa
que serán «calificadas según correspondiere por la ley». Esto significa que el
juez tiene suficiente libertad para calificar la pretensión y determinar la norma que
corresponde aplicar, con independencia del criterio de las partes.

En virtud del Principio mencionado se otorga al órgano judicial la


facultad de calificar la relación jurídica sin atenerse a la particular apreciación de
las partes y elegir la norma que resulte adecuada para decidir la cuestión
planteada.

5. DECLARACIÓN DEL DERECHO: La sentencia debe declarar el


derecho de los litigantes, es decir, determinar el derecho para su aplicación. El
juez al sentenciar debe situarse en el día de la promoción de la demanda, como si
la misma es pronunciada en dicho momento, ése es el motivo, la razón, del
carácter retroactivo de la sentencia que siempre es declarativa de derechos.
Todas las sentencias contienen una declaración del derecho como
antecedente lógico de la decisión, pero cuando se trata de determinar las distintas
clases de sentencias atendiendo al derecho material o substancial que ellas ponen
en vigor, se dividen en:

5.1. Sentencias declarativas: Son aquellas que reconocen un derecho,


expresando en forma precisa su existencia o inexistencia, v.g.: las que declaran la
falsedad de un documento, la inexistencia de una obligación o la absolutoria que
desestima la demanda.

Todo acto de incertidumbre jurídica que no tenga otro medio de solución


que no sea un fallo judicial, justifica una acción declarativa y una sentencia de esa
naturaleza (Art. 99 CPC).

5.2. Sentencias de condena: Son todas las que imponen el


cumplimiento de una prestación a cargo de una de las partes en el proceso, que
puede ser de dar, de hacer o de no hacer.

5.3. Sentencias constitutivas: Son las que constituyen o crean un


estado jurídico nuevo no existente antes o modifican o extinguen el estado
preexistente, v.g.: las sentencias de divorcio, filiación, insania, separación de
bienes, etc.

Además de los mencionados constituyen otros tipos de sentencia:

a) Sentencia determinativa: Por cuya virtud se integra la relación


jurídica, v.g.: obligaciones en las que se demanda que el juez fije el plazo a una
obligación sin plazo (Art. 562 CC).

El fallo -dice COUTURE- hace cesar el estado de indeterminación,


substituyéndolo por otro determinado y específico, regulando la forma concreta de
su ejercicio.

b) Sentencia cautelar: Es la que sin pronunciarse sobre el mérito de la


causa ordena una medida de seguridad o cautela tendiente a garantizar, a
asegurar, por anticipado el resultado del litigio.

6. ABSOLUCIÓN DE LA INSTANCIA: La sentencia debe estimar o


desestimar la demanda o reconvención en todo o en parte, porque en nuestro
derecho no se admite la absolución de la instancia, en cuya virtud la sentencia no
condena ni absuelve al demandado por insuficiencia o por falta de prueba (salvo
los casos que la doctrina denomina frustración de la sentencia de mérito), y deja a
salvo el derecho del actor para hacerlo valer en otro juicio sobre la misma
cuestión, lo cual será nulo.
7. DECLARACIÓN SOBRE MALA FE O EJERCICIO ABUSIVO DEL
DERECHO: Si se solicitó que la decisión contenga el pronunciamiento sobre la
mala fe o el ejercicio abusivo del derecho, corresponde al juez al dictar sentencia
determinar si la parte, su representante o ambos conjuntamente incurrieron
durante el proceso en los tipos de inconducta mencionados (Art. 54 CPC).

8. ESTRUCTURA DE LA SENTENCIA: La sentencia de primera


instancia se compone de tres partes que se relacionan con los requisitos
intrínsecos analizados y que conforman la estructura de la sentencia.

8.1. Resultandos: Constituyen una exposición referente a los sujetos


activo y pasivo de la pretensión y a las cuestiones planteadas por éstos.

Establece el límite subjetivo y objetivo, dentro del cual debe


pronunciarse el juez. Puede contener también una breve relación de los trámites
llevados a cabo.

8.2. Considerandos: Aquí el juez debe exponer los motivos o


fundamentos que lo llevan a aplicar la norma adecuada para resolver la cuestión
controvertida en el juicio.

8.3. Fallo o parte dispositiva: En el que el juez resuelve estimar o


desestimar las pretensiones.

9. PRESUPUESTOS DE UNA SENTENCIA FAVORABLE: Se


denominan de este modo a aquellos que son necesarios para que la pretensión
sea admitida en la sentencia.

9.1. Derecho: La situación concreta que la demanda plantea debe estar


amparada en una norma legal.

Siendo así, la falta de derecho resultará:

9.1.1. De la inexistencia del hecho capaz de originar una relación


jurídica/ es decir, el hecho constitutivo afirmado por el actor no existe

9.1.2. De la existencia de un hecho impeditivo, modificativo o extintivo,


es decir las excepciones en sentido substancial.

El juez debe tener en cuenta:

a) La existencia de una ley (norma abstracta) que contemple la precisa


situación jurídica del caso.

b) Si los hechos invocados por las partes corresponden a la categoría


de los considerados por dicha ley
c) Si tales hechos han sido debidamente probados.

9.2. Calidad: («legitimatio ad causam»). Es la condición jurídica en que


se halla una persona con relación al derecho que invoca en el proceso, en razón
de su titularidad o de otra circunstancia que justifica su pretensión.

Dice CHIOVENDA: «Con ella se expresa que, para que el juez estime la
demanda, no basta que considere existente el derecho, sino que es necesario que
éste corresponda precisamente a aquél que lo hace valer y contra aquél contra
quién es hecho valer, o sea, considere la identidad de la persona del actor con la
persona a cuyo favor está la ley (legitimación activa) y la identidad de la persona
del demandado con la persona contra quién se dirige la voluntad de la ley
(legitimación pasiva)».

9.3. Interés: Sin interés no hay acción. El interés es la medida de la


acción. Debe existir un interés jurídicamente protegido, vale decir un interés
legítimo. Consiste en el hecho de que el actor sufrirá un perjuicio sin la
intervención del órgano judicial.

El interés puede ser patrimonial o moral, teniendo el primero de los


nombrados, por lo general, un contenido económico v.g.: el pago una obligación,
aunque puede tener otro objeto, v.g.: la destrucción de una obra. Es moral,
obviamente, cuando carece de un contenido patrimonial v.g.: la acción del
cónyuge para que el otro deje de usar su apellido.

10. COSA JUZGADA. REMISIÓN: Véase comentario al Art. 163 del


CPC numeral 4.

ART. 160.- SENTENCIAS DEFINITIVAS DE SEGUNDA Y TERCERA


INSTANCIA. Las sentencias definitivas de segunda y tercera instancia deberán
contener, en lo pertinente, las enunciaciones y requisitos establecidos en el
artículo anterior, y se ajustarán a lo dispuesto en los artículos 423 y 435, según el
caso.

Antec.: CNC 160.- PM 170.-

Conc.: CN 256, 2° p. 1a. p..- CPC 156; 159; 161; 162; 203; 206; 423;
435; 519 y sgtes..- COJ 37.-

1. REQUISITOS. REMISIÓN: Las sentencias definitivas dictadas en


segunda o tercera instancia, se hallan sujetas a los requisitos comunes a todas las
resoluciones judiciales, que fueron comentados en ocasión del análisis del Art. 156
del CPC, al que me remito.
Además, deben contener en lo pertinente, las enunciaciones y requisitos
establecidos en el Art. 159 del CPC, exigidos para las sentencias definitivas de
primera instancia, a cuyos comentarios me remito.

2. ESTRUCTURA. REMISIÓN: El carácter colegiado que revisten los


órganos judiciales de segunda y tercera instancia determina, no obstante, algunas
variantes sobre todo en la estructura de las resoluciones y al proceder previo al
pronunciamiento de las mismas. La norma hace una expresa remisión a los Arts.
423 y 435 del CPC, por lo que me remito a los comentarios vertidos con motivo del
tratamiento de los mismos.

ART. 161.- MONTO DE LA CONDENA AL PAGO DE FRUTOS,


INTERESES, DAÑOS Y PERJUICIOS. Cuando la sentencia contenga condena
al pago de frutos, intereses, daños y perjuicios, fijará su importe en cantidad
líquida o establecerá por lo menos las bases sobre las que haya de hacerse la
liquidación.

Cuando no fuere posible lo uno ni lo otro, por no haber hecho las partes
estimación de los frutos, intereses o daños y perjuicios, éstos podrán ser fijados en
otro proceso, siempre que se hubiere hecho la reserva correspondiente.

Antec.: CNC 161.- PM 171.- CPCC 220; 221.-

Conc.: CPC 159; 160; 215, 2o. p..- COJ 15, inc. c).- CC 421; 423; 450 al
453; 1833 al 1871.-

1. CONDENACIONES ACCESORIAS: La condena al pago de frutos,


intereses, daños y perjuicios constituyen condenaciones accesorias sobre las que
el juez debe emitir pronunciamiento siempre que haya habido el correspondiente
pedido en la demanda.

2. PROCEDENCIA: Son requisitos:

2.1. Petición: Debe existir la correspondiente solicitud. El juez no


puede condenar al pago de los mismos si no fueron objeto de petición en la
demanda.

2.2. Estimación: Apreciación o evaluación de los mismos. Existe


cantidad líquida cuando la sentencia condena a abonar una suma determinada de
dinero o cuando el monto de la liquidación, aunque no estuviere fijado
numéricamente, sea susceptible de determinarse por una simple operación
aritmética. En caso contrario la sentencia deberá establecer las bases sobre las
que haya de hacerse la liquidación.

Si no fuere posible establecer la cantidad líquida ni las bases para la


liquidación, en razón de que las partes no realizaron la correspondiente
estimación, la disposición le acuerda el derecho de promover otro proceso a dicho
efecto, pero supeditado al requisito de admisibilidad consistente en haber hecho la
reserva del derecho correspondiente.

2.3. Justificación: Mediante la prueba pertinente. El Art. 452 del C.


Civil, dispone: «Cuando se hubiese justificado la existencia del perjuicio, pero no
fuese posible determinar su monto, la indemnización será fijada por el juez».

ART. 162.- PLAZOS PARA DICTAR LAS RESOLUCIONES. Las


resoluciones serán dictadas en los siguientes plazos:

a) las providencias, dentro de los tres días de presentadas las peticiones


por las partes, o inmediatamente, si debieran ser dictadas en una audiencia o
revistieren carácter urgente;

b) las interlocutorias, salvo disposición en contrario, dentro de los diez o


quince días de quedar el expediente en estado de resolución, según se trate de
juez o tribunal; y

c) las sentencias definitivas, salvo disposición en contrario, dentro de los


cuarenta o sesenta días, según se trate de juez o tribunal. El plazo se computará
desde que el llamamiento de autos para sentencia quede firme.

Antec.: CNC 162.- PM 172.- CPCC 216, 2o. p.; 266.-

Conc.: CN 106; 253.- CPC 15, inc. a); 16; 157 al 160; 189; 467; 469;
554, 3er. p.; 560, 1er. p.; 576; 580; 625, 2o. p.; 629, 2o. p.; 683, inc. g); 686, incs.
c) e i); 690, inc. c); 771;"797, 3er. p..- COJ 197; 199; 232, inc. b).- Ley 600/95 que
deroga el Art. 580 y modifica el Art. 582 del Código Procesal Civil.- CPP 131; 142.-

1. PROVIDENCIAS (inc. a)): En relación a las providencias, la norma


dispone el plazo general de tres días. No obstante, cuando deban dictarse en el
curso de una audiencia o tengan el carácter de urgentes, deberán ser dictadas de
manera inmediata.

2. AUTOS INTERLOCUTORIOS (inc. b)): Cuando se trata de autos


interlocutorios (o sentencias definitivas) debe distinguirse que los mismos sean
pronunciados por el órgano judicial unipersonal o colegiado, concediéndose un
plazo más extenso en este último supuesto, obviamente, porque la cuestión
deberá ser estudiada por un mayor número de jueces.

En las interlocutorias el plazo se computará desde que el expediente


quede en estado de resolución.

3. SENTENCIAS DEFINITIVAS (inc. c)): Son válidos aquí los


comentarios realizados con motivo del análisis del numeral 2, relativo a los autos
interlocutorios, a los que me remito. El plazo para dictar sentencia definitiva se
computa desde que la providencia que dispone llamar autos para sentencia queda
firme.

4. PROCESO DE CONOCIMIENTO SUMARIO: En este tipo de proceso


el plazo para dictar sentencia será de veinte o treinta días y para dictar autos
interlocutorios de cinco o diez días, según se trate de juez o tribunal (Art. 683, inc.
g) CPC).

5. JUICIO EJECUTIVO: El plazo otorgado por la ley al juez para dictar


sentencia en el juicio ejecutivo es de diez días (Arts. 467 y 469 CPC).

6. AMPARO: Ver Arts. 576 y 580 del CPC, este último derogado por la
Ley 600/95.

7. DESALOJO: El plazo para que el juez dicte sentencia en el juicio de


desalojo es de diez días (Art. 625, 2o. p. CPC). El tribunal deberá hacerlo dentro
del plazo de quince días (Art. 629, 2o. p. CPC).

8. JUICIOS DE MENOR CUANTÍA: Cuando la cuestión fuere declarada


de puro derecho el juez dictará sentencia en el plazo de diez días (Art. 686, inc. c)
CPC) y en el plazo de quince días cuando se abrió la causa a prueba (Art. 686,
inc. i) CPC).

9. INTERDICTOS: El juez debe dictar sentencia en el plazo de diez días


contados desde la realización de la audiencia. El tribunal deberá fallar en el plazo
de quince días (Art. 645 CPC).

10. SANCIÓN EN CASO DE INCUMPLIMIENTO: Los jueces tienen el


deber de dictar las resoluciones que correspondan dentro de los plazos legales
(Art. 15, inc. a) CPC), y a pesar de que estos no son perentorios e improrrogables
para los mismos, su falta de cumplimiento hará que la Corte Suprema de Justicia
los emplace para hacerlo dentro de un plazo perentorio que fijará al efecto, bajo
apercibimiento de ser suspendido por quince días, sin goce de sueldo, siendo la
reincidencia en el curso del mismo año causal de enjuiciamiento, de acuerdo con
el Art. 199 del COJ. Lo dicho, además, de la responsabilidad civil prevenida en el
Art. 16 del CPC.

11. INFORME TRIMESTRAL: Para que lo mencionado en el numeral


anterior pueda efectivamente cumplirse y no quede en «letra muerta» tiene que
funcionar lo dispuesto en el Art. 197 del COJ, que establece la obligación de los
jueces y tribunales de elevar trimestralmente a la Corte Suprema de Justicia un
informe en el que consignarán el número de los juicios y procesos iniciados y
finiquitados y de las sentencias y resoluciones dictadas, con el agregado de si lo
fueron en el plazo legal o en su defecto la razón o motivo del incumplimiento.
ART. 163.- ACTUACIÓN DEL JUEZ POSTERIOR A LA SENTENCIA.
Pronunciada la sentencia concluirá la competencia del juez respecto del objeto del
juicio y no podrá sustituirla o modificarla. Podrá, sin embargo:

a) ejercer la facultad que le otorgue el artículo 387;

b) ordenar, a pedido de parte, las medidas precautorias que fueren


pertinentes;

c) disponer las anotaciones establecidas por la ley y la entrega de


testimonios;

d) resolver acerca de la admisibilidad de los recursos y rectificar la forma


de su concesión, de oficio o a petición de parte;

e) regular honorarios profesionales; y

f) ejecutar oportunamente la sentencia.

Antec.: CNC 163.- PM 173.- CPCC 223.-

Conc.: CPC 385 al 389; 395; 396; 399; 519 y sgtes.; 709, inc. e); 810.-
Ley 1.376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores, 9.-

1. CONCLUSIÓN DE LA COMPETENCIA DEL JUEZ: El litigio, la


controversia concluye con la sentencia. Pronunciada la sentencia queda, en
sentido estricto, suspendida la competencia del juez respecto del objeto del juicio,
la que es recuperada por el mismo a los efectos de su eventual ejecución cuando
se encuentre firme.

De manera similar, pero incorrecta, dispone el Art. 386 del CPC: «Una
vez pronunciada y notificada la sentencia concluye la jurisdicción del juez respecto
del pleito y no puede hacer en ella variación o modificación alguna». Dos son las
impropiedades que esta norma contiene: a) la primera, consistente en que es la
competencia y no la «jurisdicción» la que concluye, pues de ser esto así el juez
dejaría de ser juez; b) la segunda, al establecer el requisito de la notificación
(como estaba en su fuente originaria el Art. 223 del CPCC) lo cual, como se sabe,
no hace a la validez de la sentencia sino a su eficacia. La sentencia vale por sí
misma con prescindencia de su notificación.

2. VARIACIÓN DE LA DECISIÓN: El juez una vez dictada la sentencia


no puede variar o modificar su decisión. En las leyes 3 y 4, título 22, Partida III,
ya se establecía que una vez que el juez hubiere «bien o mal juzgado non lo
puede toller, ni mudar».
3. PODERES DEL JUEZ DESPUÉS DE DICTAR SENTENCIA: No
obstante lo mencionado en el numeral 1, el juez conserva ciertos poderes que
hacen al perfeccionamiento e integración de la sentencia, ellos son:

3.1. Recurso de aclaratoria (inc. a)): El juez puede ejercer la facultad


que le otorga el Art. 387 del CPC para aclarar, corregir o subsanar omisiones de la
sentencia, sin alterar lo substancial de la decisión. Podrá aclarar sus resoluciones
aunque hubiesen sido notificadas. El error material podrá ser subsanado por el
juez aun en la etapa de ejecución de sentencia.

3.2. Medidas precautorias (inc. b)): El juez podrá ordenar, a pedido de


parte, las que fuesen pertinentes, v.g.: embargo preventivo, aunque la sentencia
estuviere recurrida (Art. 709, inc. c) CPC), secuestro, inhibición general de bienes,
intervención judicial, etc.

3.3. Anotaciones y entrega de testimonios (inc. c)): Las anotaciones


establecidas por la ley y la entrega a las partes de los testimonios de la sentencia
necesarios para el ejercicio de sus derechos.

3.4. Recursos (inc. d)): El juez podrá conceder recursos, determinando


sus modalidades. El juez resuelve acerca de la admisibilidad de los mismos (Arts.
395 y 396 CPC) y rectifica la forma de la concesión de los recursos (Art. 399
CPC).

3.5. Regular honorarios profesionales (inc. e)): De oficio en todos los


procesos al dictar resolución definitiva. Procederá de igual modo en las
cuestiones incidentales (Art. 9, Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios de
Abogados y Procuradores).

3.6. Ejecutar las sentencias (inc. f)): De acuerdo con lo reglado en los
Arts. 519 y sgtes. del CPC. El vencido en juicio tiene la obligación de cumplir las
condenaciones que la sentencia le imponga, en su defecto el vencedor tiene la
denominada «actio iudicati» en cuya virtud el vencedor puede ejecutar lo resuelto.

Cabe además señalar que de acuerdo con el Art. 385 del CPC, la
sentencia debe ser notificada de oficio dentro de tercero día.

4. COSA JUZGADA: Antes de concluir el comentario a este Artículo, por


la trascendencia que posee considero oportuno referirme a la cosa juzgada.

4.1. Concepto: La cosa juzgada es la autoridad y eficacia que adquiere


la sentencia judicial, cuando no proceden contra ella recursos ni otros medios de
impugnación y no puede ser revisada en otro proceso posterior.

4.2. Clases: Hay que distinguir entre:


4.2.1. Cosa juzgada material: En virtud de la cual la sentencia es
irrecurrible e inmutable. Los caracteres de la cosa juzgada material son: la
inmutabilidad y la coercibilidad. Además, otorgan a las partes la defensa de cosa
juzgada: «excepcio rei judicata». (Art. 224, inc. f) CPC).

4.2.2. Cosa juzgada formal: Por la que la sentencia se vuelve


inimpugnable (irrecurrible) en virtud de haberse agotado los recursos o porque se
halle consentida, v.g.: la sentencia dictada en un juicio ejecutivo hace sólo cosa
juzgada formal, permitiendo su ejecución. Pero carece de cosa juzgada material,
porque en el proceso de conocimiento ordinario posterior, que puede promover el
ejecutado, puede modificarse la sentencia.

Es posible que exista sólo cosa juzgada formal sin cosa juzgada
material. Pero no puede haber cosa juzgada material sin cosa juzgada formal, en
razón de que ésta constituye un presupuesto de aquélla.

4.3. Decisiones que hacen cosa juzgada: Las decisiones que hacen
cosa juzgada son las pronunciadas en juicio contradictorio. Las dictadas en
procedimientos voluntarios, de alimentos, las sentencias cautelares, etc., no hacen
cosa juzgada.

4.4. Parte de la sentencia que hace cosa juzgada: Si la parte


dispositiva de la sentencia contiene todos los elementos necesarios para
establecer los límites objetivos y subjetivos de la cosa juzgada será autosuficiente
y sólo ella hará cosa juzgada.

En cambio, si la parte dispositiva carece de algún elemento habrá que


recurrir a los motivos de la sentencia, porque se considera que el juez se remite a
sus fundamentos.

4.5. Impugnación de la cosa juzgada por terceros: La posibilidad que


tienen los terceros para impugnar la cosa juzgada surge cuando la sentencia fue
obtenida fraudulentamente.

En caso de fraude procesal (dolo, fraude, colusión) corresponde ejercer


la Acción autónoma de nulidad (Art. 409 CPC) por los terceros perjudicados a fin
de obtener la invalidez de los actos ilícitos cubiertos de formas procesales.

4.6. Diferencia con la Preclusión: La preclusión impide que en el


mismo juicio se vuelva a discutir algo superado. La cosa juzgada impide que en
otro proceso se vuelva a decidir la cuestión ya resuelta («non bis in ídem»),

ART. 164.- PUBLICIDAD DE LA SENTENCIA. Las sentencias de


cualquier instancia pueden ser dadas a publicidad salvo que, por la naturaleza del
juicio, razones de decoro aconsejaren su reserva, en cuyo caso así se declarará.
Si afectare la intimidad de las partes o de terceros, los nombres dé éstos serán
eliminados de las copias para la publicación.

Antec.: CNC 164.- PM 174.- CPCC 260.-

Conc.: CN 22.- CPC 153, inc. b); 158 al 160.- CC 2179, 3er. p..-

1. PUBLICIDAD: En determinada época de la historia de la humanidad


el proceso era secreto hasta para las partes. En la actualidad, sin embargo, nadie
duda del tremendo valor que la debida y correcta publicidad de las sentencias
tiene para una buena administración de justicia. Mediante ella se somete al control
de la opinión pública la conducta de los jueces. La Constitución establece: "La
publicación sobre procesos judiciales en curso debe realizarse sin prejuzgamiento.
El procesado no deberá ser presentado como culpable antes de sentencia
ejecutoriada" (Art. 22 CN).

2. IMPORTANCIA: Las sentencias judiciales deben ser ampliamente


divulgadas al efecto de que la sociedad pueda formarse un exacto concepto de la
actuación de sus jueces y porque ello también contribuye a la divulgación del
derecho, elevando, de este modo, la cultura jurídica del pueblo.

3. CUESTIONES INTIMAS. BUEN NOMBRE: No obstante lo dicho, las


cuestiones íntimas, las que afectan a los niños y adolescentes o aquellas en que
el decoro exija prudencia, o que pueden perjudicar el buen nombre de los
litigantes o encausados, deben mantenerse en reserva y no deben ser publicadas.
Al efecto, el C. Civil dispone: "Las sentencias judiciales pueden ser libremente
reproducidas, siempre que su publicación no perjudique el buen nombre de los
litigantes o encausados" (Art. 2179, Ser. p. CC).
CAPITULO X

DE OTROS MODOS DE TERMINACIÓN DE LOS PROCESOS

Los modos de terminación de los procesos pueden ser divididos en


legislados y no legislados.

1. El modo ordinario de extinguirse el proceso es la sentencia, pero


además de ella existen otros legislados en la ley que conducen al mismo
resultado, aunque sus efectos pueden ser distintos.

El allanamiento, la conciliación y la transacción ponen fin al proceso


impidiendo su ulterior renovación.

El desistimiento en algún caso tiene el mismo efecto que los anteriores y


en otro posibilita la nueva promoción de la misma pretensión en otro proceso
posterior.

La caducidad de la instancia, producida por el transcurso del tiempo y la


inactividad de las partes, no impide un nuevo proceso que tenga por objeto la
misma pretensión.

Otro supuesto es el que se halla legislado en la Ley que establece el


divorcio vincular del matrimonio al preceptuar que la reconciliación de los esposos
pone término al juicio (Art. 14 Ley 45/91).

2. Un modo no legislado de terminación del proceso es el que la doctrina


denomina sustracción de materia, que acontece cuando la materia justiciable
llevada ante el poder judicial para su conocimiento y decisión desaparece por
razones ajenas a la voluntad de las partes.

CARNELUTTI dice que la extinción de la parte hace desaparecer la


razón del proceso, lo que se produciría en el supuesto de que durante la
substanciación de un juicio promovido para declarar insana a una persona esta
fallece. En casos como este el proceso no podría proseguir, siendo imposible que
el juez (lato sensu) pueda dictar un pronunciamiento de mérito sobre la pretensión.
SECCIÓN I

DEL DESISTIMIENTO

ART. 165.- FORMAS DEL DESISTIMIENTO. Puede desistirse de la


acción o de la instancia. Toda expresión de desistimiento debe formularse
especificando concretamente su contenido.

Antec.: CNC 165.- PM 175.-

Conc.: CPC 166 al 168; 197; 224, inc. g); 320; 322; 325; 500; 541; 544;
575.- CC 10; 648, 1er. p..-

1. CONCEPTO: El desistimiento, en general, consiste en la renuncia del


derecho a realizar un acto jurídico.

2. CLASES: El desistimiento, conforme a la norma, puede ser de dos


modos:

2.1. Desistimiento de la acción: No requiere la conformidad de la parte


contraria. Se suele denominar también desistimiento del derecho.

2.2. Desistimiento de la instancia: Requiere la conformidad de la


adversa. Se conoce también con el nombre de desistimiento del proceso.

3. FORMA: El desistimiento por la importancia que reviste exige, y a fin


de evitar toda duda acerca de su alcance, que su contenido sea manifestado
expresamente.

El C. Civil dispone: La renuncia general de las leyes no produce efecto


alguno; pero podrán renunciarse los derechos conferidos por ellas con tal que sólo
miren el interés individual y que no esté prohibida su renuncia (Art. 10 CC).

Estas distintas formas del desistimiento tienen sus particulares


requisitos y efectos que examinaré con motivo de los comentarios a los Arts. 166 y
167 del CPC, a los que remito.

4. EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. REMISIÓN: Véase


comentario a los Arts. 541 del CPC numerales 1 al 4 y 544 del CPC numeral 2.

5. JUICIO DE AMPARO. REMISIÓN: Véase comentario al Art. 575 del


CPC numeral 1.

ART. 166.- DESISTIMIENTO DE LA ACCIÓN. En cualquier estado de


la causa el actor puede desistir de la acción que ha promovido. Este
desistimiento impide renovar en el futuro el mismo proceso e implica la renuncia al
derecho respectivo. El juez se limitará a examinar si el desistimiento procede por
la naturaleza del derecho en litigio y a dar por terminado el proceso en caso
afirmativo.

Para desistir de la acción no es necesaria la conformidad de la parte


contraria.

Antec.: CNC 166.- PM 176.-

Conc.; CPC 165; 168; 197, la. p.; 224, inc. g); 240, 2o. p.; 544, 575,- CC
10.-

1. CONCEPTO: El desistimiento de la acción es el acto realizado por el


actor en cuya virtud manifiesta expresamente su voluntad de renunciar al derecho
material invocado por él en el proceso.

2. EFECTOS: El desistimiento de la acción, llamado también del


derecho, impide renovar en el futuro el mismo proceso.

No necesita la conformidad de la parte contraria, porque no siendo


viable ejercer de nuevo la misma pretensión en otro proceso ésta no tendría
interés en oponerse al mismo.

Pronunciada la sentencia el juez mandará archivar los autos.

3. FACULTAD DEL JUEZ: El desistimiento de la acción no obliga


necesariamente al juez a pronunciarlo, lo cual ocurrirá cuando: se refiera a
derechos indisponibles o se encuentre interesado el orden público o el
peticionante carece de facultad para desistir.

4. COSTAS: Cuando el desistimiento fuere de la acción, las costas del


proceso correrán a cargo del actor (Art. 197, la. p. CPC).

ART. 167.- DESISTIMIENTO DE LA INSTANCIA. El desistimiento de


la instancia puede formularse en cualquier grado del proceso.

El desistimiento de la primera instancia pone las cosas en el estado que


tenían antes de la demanda y no impide renovar el proceso en otra oportunidad.
El desistimiento de la segunda o tercera instancia significa la renuncia al recurso
interpuesto y deja firme la sentencia impugnada. No puede desistirse de la
primera instancia después de notificada la demanda, sin la conformidad de la parte
contraria expresada por escrito.

Antec.: CNC 167.- PM 177.-

Conc.: CPC 165; 168; 197; 2o. p..- CC 10; 648, 1er. p..-
1. CONCEPTO: El desistimiento de la instancia es el acto realizado por
el actor mediante el cual expresa su voluntad de poner fin a la instancia.

Consiste solamente en el abandono de la instancia sin afectar el


derecho material que el actor puede volver a invocar en un proceso posterior,
salvo que se haya operado la prescripción porque de conformidad al Art. 648, 1er.
p. del C. Civil: "La interrupción (de la prescripción) causada por la demanda se
tendrá por no sucedida si el juicio terminare por desistimiento del actor, por
perención o por sentencia definitiva absolutoria del demandado».

2. REQUISITO: El desistimiento de la instancia requiere la conformidad


de la parte contraria cuando se ha producido después de la notificación de la
demanda, porque desde ese momento el demandado queda vinculado al proceso
y podría tener interés en que el conflicto se decida como había quedado trabada la
relación procesal, por los errores que pudo haber cometido el actor o porque le
convenga que exista cosa juzgada sobre la litis.

3. DESISTIMIENTO PRODUCIDO DESPUÉS DE LA NOTIFICACIÓN


DE LA DEMANDA: Si el actor desiste después de notificada la demanda, se debe
correr traslado al demandado, a quien el juez, en atención a la facultad
concedídale por el Art. 133, inc. 11) del CPC, deberá notificar por cédula.

El demandado al contestar el traslado podrá:

3.1. Expresar su conformidad: Si el demandado expresa su


conformidad con el desistimiento de la instancia formulado por el actor esta se
extingue.

Si se produce en la primera instancia se ordena el archivo del


expediente y las cosas quedan en el estado que tenían antes de la demanda.

Si se produce en la segunda o en la tercera instancias, queda firme la


sentencia impugnada, porque implica la renuncia al recurso interpuesto.

3.2. Oponerse: Si el demandado se opone, el desistimiento carece de


eficacia, debiendo proseguirse los trámites normales del proceso.

4. COSTAS: La resolución que el juez dicte haciendo lugar al


desistimiento debe imponer las costas del juicio al actor, de acuerdo con el Art.
197, 2a. p., del CPC.

ART. 168.- PODER ESPECIAL. Para desistir de la acción o de la


instancia se requiere poder especial, o la conformidad del mandante expresada en
el escrito respectivo.

Antec.: CNC 168.-


Conc.: CPC 165 al 167; 169, 3er. p.; 544.- CC 10; 884, inc. d).-

1. FORMA: El representante convencional del actor debe contar con


poder o cláusula especial para poder formular el desistimiento, sin distinguir que el
mismo sea de la acción o de la instancia, ya que el acto comporta una renuncia
(Arts. 10 y 884, inc. d) CC), salvo que el mandante manifieste su conformidad en
forma expresa en el escrito de desistimiento.

SECCIÓN II

DEL ALLANAMIENTO

ART. 169.- OPORTUNIDAD Y EFECTOS. El demandado podrá


allanarse a la demanda en cualquier estado de la causa anterior a la sentencia.

El juez dictará sentencia conforme a derecho, pero si estuviere


comprometido el orden público, el allanamiento carecerá de efectos y continuará el
proceso según su estado. Si el allanamiento fuere parcial, el proceso continuará
respecto de la pretensión controvertida.

Regirá para el allanamiento lo dispuesto en el artículo anterior.

Antec.: CNC 169.- PM 178.-

Conc.; CPC 168; 198; 202, 1er. p.; 540; 544.-

1. CONCEPTO: El allanamiento consiste en la declaración de voluntad


que formula el demandado en virtud del cual se aviene o conforma con la
pretensión del actor deducida en la demanda.

El allanamiento importa el reconocimiento del derecho material invocado


en la demanda y consecuentemente la renuncia a oponerse a la pretensión del
actor.

Siendo así, el allanamiento debe ser entendido como una sumisión a la


pretensión del actor, pero no al derecho, el cual el juez, por la función específica
que tiene de aplicarlo, se halla ajeno a la voluntad de las partes y libre, en
consecuencia, para aceptarlo o negarlo.

2. EFECTOS: Tiene como principal efecto producir la extinción del


proceso en el que se formuló el allanamiento del demandado, no obstante, no
exime al juez del deber de dictar sentencia conforme a derecho y si estuviere
comprometido el orden público carecerá de efectos y el proceso continuará según
su estado, todo lo cual es razonable porque el juez no puede prescindir del orden
jurídico vigente acogiendo un acto que carezca de fundamento jurídico, o que
verse sobre derechos indisponibles o se trate de un proceso simulado o
fraudulento.

3. CLASES: El allanamiento puede ser de dos clases:

3.1. Total.

3.2. Parcial: En el caso de que existan en el proceso acumulación de


pretensiones y el demandado se allane a algunas y se oponga a otras. También
en el caso de litisconsorcio activo cuando se allane a la pretensión de cierto actor
pero no a la del otro.

4. COSTAS: Las costas en el allanamiento deben ser soportadas por el


demandado, salvo que se dieren algunas de las circunstancias previstas en el Art.
198 del CPC al que me remito.

Cuando de los antecedentes del proceso resultare que el demandado no


ha dado motivo a la interposición de la demanda y se allanare dentro del plazo
para contestarla, el actor será condenado en costas (Art. 202, 1er. p. CPC).

5. PODER O CLÁUSULA ESPECIAL. REMISIÓN: De acuerdo con el


3er. p. de la norma, se aplica al allanamiento lo estatuido en el Art. 168 del CPC al
cual, y a su comentario, me remito.

6. EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. REMISIÓN: Véanse


los comentarios a los Arts. 540 del CPC numerales 1 y 2 y 544 del CPC numeral 3.

SECCIÓN III

DE LA CONCILIACIÓN

ART. 170.- EFECTOS. Los acuerdos conciliatorios celebrados por las


partes ante el juez y homologados por éste, tendrán autoridad de cosa juzgada.
Se procederá a su cumplimiento en la forma establecida para el trámite de
ejecución de sentencia.

Siendo parcial el acuerdo, se lo ejecutará en lo pertinente, continuando


el proceso en cuanto a las pretensiones pendientes.

Antec.: CNC 170.- PM 179.- CPCC 65.-

Conc.: CPC 15, inc. g); 199; 224, inc. g); 519 y sgtes.; 610, 2o. p..- Ley
45/91 del Divorcio Vincular, 5o., Ser. p..-
1. CONCEPTO: La conciliación es el acuerdo o avenencia producido en
el proceso, en virtud del cual las partes ponen fin al conflicto que motivó el pleito.

2. CLASES: De conformidad al 2° p. de la norma la conciliación puede


ser total, en cuyo caso el proceso termina, o parcial. En este supuesto el acuerdo
conciliatorio se ejecuta en lo pertinente, debiendo continuarse el proceso en
relación a las pretensiones pendientes que no integraron el acuerdo conciliatorio.

3. COSA JUZGADA. El Artículo sub examine establece que el acuerdo


celebrado entre las partes ante el pez, en la audiencia convocada al efecto, y a la
que deberán concurrir personalmente y si lo desean acompañados de sus
representantes convencionales, una vez homologado, tendrá fuerza de cosa
juzgada.

4. EJECUCIÓN: Para asegurar el cumplimiento de lo acordado, el


precepto permite la utilización del trámite estatuido para la ejecución de sentencias
(Art. 519 y sgtes. CPC).

5. INICIATIVA: La iniciativa para obtener la conciliación podrá proceder


no sólo de las partes, sino también del juez el cual deberá, sobre todo en las
cuestiones de familia, propender al arreglo amistoso de las controversias. Es en
este sentido que el Art. 5o., 3er. p., de la Ley 45/91, que establece el divorcio
vincular, dispone: «Antes de dar trámite al juicio de divorcio por presentación
conjunta, el juez escuchará separadamente a las partes procurando su
reconciliación y fijando un plazo de 30 a 60 días dentro del cual convocará a las
partes a una audiencia para que se ratifiquen o no en su voluntad de divorciarse.
En caso negativo se archivará el expediente y de lo contrario se dará el trámite
correspondiente al juicio». Véase, además, el Art. 15 inc. g) del CPC.

6. COSTAS: Las costas en la conciliación serán impuestas en el orden


causado, salvo convenio de partes al respecto (Art. 199 CPC).
SECCIÓN IV

DE LA TRANSACCIÓN

ART. 171.- FORMA Y TRÁMITE. Las partes podrán hacer valer la


transacción del derecho en litigio con la presentación del convenio o suscripción
del acta ante el juez. Este se limitará a examinar la concurrencia de los requisitos
exigidos por la ley para la validez de la transacción. Si estuvieren cumplidos, la
homologará; en caso contrario, la rechazará y el proceso continuará su curso.

Antec.: CNC 171.- PM 180.-

Conc.: CPC 199; 224, inc. g); 462, inc. h); 519; 520, inc. a) y sgtes..- CC
884, inc. c); 1495 al 1506.-

1. CONCEPTO: La transacción es un modo de terminación del proceso


por el cual las partes mediante concesiones recíprocas se avienen a poner fin al
litigio o lo previenen.

El Código Civil dispone en el Art. 1495: «Por el contrato de transacción


las partes, mediante concesiones recíprocas, ponen fin a un litigio o lo previenen.
Por medio de ella se pueden crear, modificar o extinguir, además, relaciones
jurídicas diversas de las que fueron objeto del litigio o motivo de la controversia».
En los siguientes Artículos dicho Código regula la capacidad de las partes, el
objeto, los efectos y la anulabilidad.

2. FORMAS: Dos son los modos por los que puede tener lugar la
transacción en el proceso.

2.1. Por la presentación del convenio respectivo al juez de la causa.

2.2. Por la suscripción ante el juez, en la correspondiente audiencia, del


acta que contenga la transacción.

El juez se debe limitar a comprobar si se han cumplido con los requisitos


exigidos por la ley substancial, en cuyo caso dictará resolución homologatoria.

3. PROCEDENCIA: Constituyen requisitos para la procedencia de la


transacción:

3.1. La capacidad de las partes.

3.2. La suficiencia de las facultades de los representantes o


apoderados.

3.2. La disponibilidad de los derechos a los que se refiere.


4. FACULTAD DEL JUEZ: Si se trata de cuestiones que no pueden ser
objeto de transacción, v.g.: las que versan sobre las relaciones de familia, o sobre
derechos o cosas que no pueden ser objeto de los contratos, o que interesen al
orden público o a las buenas costumbres (Art. 1497 CC), el juez rechazará la
transacción y el proceso continuará su curso.

5. EFECTOS: La transacción produce los siguientes efectos:

5.1. Extingue los derechos y obligaciones que las partes hubieren


renunciado (Art. 1501 CC).

5.2. Extingue el proceso promovido a raíz del derecho litigioso.

5.3. Autoriza la oposición de la excepción previa correspondiente (Arts.


224, inc. g) y 462, inc. h) CPC).

5.4. La resolución que la admite tiene para las partes y sus sucesores la
autoridad de la cosa juzgada (Art. 1501 CC).

6. PODER ESPECIAL: La transacción, de conformidad al Art. 884, inc.


c) del C. Civil, requiere poder o cláusula especial para poder efectuarla en nombre
de otro.

7. EJECUCIÓN: El juez competente para el cumplimiento de la


transacción homologada es el del juicio donde ella se produjo, siendo el proceso
aplicable el de la ejecución de sentencias (Art. 519 y sgtes.CPC).

8. COSTAS: Las costas en la transacción serán soportadas en el orden


causado, si no existiere acuerdo entre las partes sobre su imposición (Art. 199
CPC).
SECCIÓN V

DE LA CADUCIDAD DE LA INSTANCIA

ART. 172.- PLAZO. Se operará la caducidad de la instancia en toda


clase de juicio, cuando no se instare su curso dentro del plazo de seis meses.
Dicho plazo será el fijado por las leyes generales para la prescripción de la acción,
si éste fuere menor.

El impulso del procedimiento por uno de los litisconsortes beneficia a los


restantes.

Antec.: CNC 172.- PM 181.- Ley 664/24 de Perención de Instancias.-

Conc.: CPC 162, inc. b) la. p.; 173 al 179; 200; 214; 447; 464; 700.- CC
634; 657; 668.- Ley 1462/35 que establece el Procedimiento para lo contencioso-
administrativo 8o..- CPT 217 al 223.-

1. CONCEPTO: La caducidad de la instancia es un modo de terminación


del proceso producido por la inactividad de las partes durante el plazo señalado
por la ley.

A los efectos de una mejor comprensión del instituto procesal sub


examine conviene saber lo que debe entenderse por instancia y por impulso
procesal.

1.1. Instancia: Se denomina instancia a cada una de las etapas o


grados del proceso. Al conjunto de actos procesales que se suceden desde la
iniciación del juicio, la deducción de un incidente o la interposición de un recurso,
hasta la resolución que se pronuncia sobre los mismos.

1.2. Impulso procesal: Se entiende por tal a toda actividad de la partes


o del juez tendiente a hacer avanzar el proceso a fin de que se vayan cumpliendo
las diferentes etapas que lo integran para poder llegar a la resolución final.

2. DENOMINACIÓN: El Código adopta la denominación caducidad, en


substitución de perención, que era utilizada por la Ley 664/24 de Perención de
Instancias.

3. FUNDAMENTO: El instituto de la caducidad de instancia se funda en


la presunción de abandono de la instancia producida por la inactividad procesal y
en la necesidad de evitar la prolongación indefinida de los juicios.

4. PROCEDENCIA: Los extremos necesarios que deben reunirse para


que la caducidad de instancia sea procedente son:
4.1. Existencia de una instancia principal o incidental.

4.2. Inactividad procesal absoluta o inidónea.

4.3. Transcurso del plazo fijado en la ley.

5. PLAZO: De acuerdo con la norma procesal el plazo para que la


caducidad de la instancia se produzca es de seis meses.

La caducidad se podrá producir también en el plazo correspondiente a la


prescripción de la acción, fijado en la ley substancial, cuando el mismo fuere
menor al plazo de seis meses señalado en la ley procesal, v.g.: la acción
redhibitoria, para dejar sin efecto el contrato de compraventa y la acción para que
se reduzca el precio por vicio redhibitorio (Art. 668 CC).

En el Amparo el plazo de caducidad es de sesenta días hábiles,


contados a partir de la fecha en que el afectado tomó conocimiento del acto,
omisión o amenaza ilegítimo (Art. 567,2o. p. CPC).

En el procedimiento establecido para lo contencioso administrativo rige


un plazo de caducidad menor: tres meses, de acuerdo con el Art. 8 de la Ley 1462
del 18 de julio 1935. También en el proceso laboral (Art. 217 CPT, Ley 742/61).

6. LITISCONSORCIO: El segundo párrafo del Artículo contempla el


supuesto de litisconsorcio, y se funda en el principio de que la existencia de partes
múltiples no altera la unidad de la relación procesal, que no puede dividirse en
base al número de sujetos que actúan en una misma posición procesal.

La indivisibilidad de la instancia rige cualquiera sea la clase de


litisconsorcio voluntario o necesario y de la naturaleza del derecho invocado, v.g.:
obligaciones solidarias o simplemente mancomunadas, divisibles o indivisibles.

La caducidad se refiere a la instancia procesal no al derecho


substancial.

Los actos de impulso procesal llevados a cabo por uno cualesquiera de


lo litisconsortes, consecuentemente, tienen la virtualidad de interrumpir para todos
el curso de la caducidad.

7. PROCESOS EN LOS QUE SE OPERA: La caducidad, como regla


general, se opera en toda clase de juicios ordinarios, ejecutivos, sumarios, de
menor cuantía, etc., así como en los incidentes que en ellos se deduzcan, con
excepción de los supuestos establecidos expresamente en el Art, 176 del CPC.

8. RESPONSABILIDAD PROFESIONAL: Los abogados y procuradores


que dejan caducar la instancia son responsables ante sus clientes por los daños y
perjuicios ocasionados si ello implica la prescripción de la acción. En cualquier
caso son responsables de las costas. Véase el comentario al Art. 177 del CPC
numeral 2.

ART. 173.- CÓMPUTO. El plazo se computará desde la fecha de la


última petición de las partes, o resolución o actuación del juez o tribunal que
tuviere por objeto impulsar el procedimiento. Correrá durante los días inhábiles,
pero se descontará el tiempo en que el proceso hubiese estado paralizado o
suspendido por acuerdo de las partes o por disposición judicial y, asimismo, si el
expediente hubiere sido remito a la vista por petición de un juez o tribunal.

Antec.: CNC 173.- PM 182.-

Conc.: CPC 163, la. p.; 172; 174 al 179; 412.- CC 337; 339 al 342.-

1. COMPUTO DEL PLAZO: La norma transcripta establece las


circunstancias a partir de las cuales comienza a correr el plazo de caducidad:
última petición de las partes, o resolución, o actuación del juez o tribunal que
tuviere por objeto impulsar el procedimiento.

En el cómputo para establecer la caducidad se tienen en cuenta los días


inhábiles, separándose la norma de la regla general establecida en el Art, 109 del
CPC, lo cual halla su fundamento, según PODETTI, en la razonable extensión de
los plazos de caducidad y en la mayor comodidad para efectuar su cómputo.
Consecuentemente, deberán ser computados los días de la feria judicial, los
feriados y los asuetos judiciales establecidos por la Corte Suprema de Justicia.

Sin embargo, no caben computar los días que el proceso hubiese


estado paralizado o suspendido por acuerdo de partes o por disposición del
órgano judicial o si el expediente fue remito a la vista por pedido de un juez o
tribunal.

1.1. Partes: Para las partes el «dies a quo» comienza desde la


promoción de la demanda, no siendo necesaria su notificación; la contestación; la
oposición de excepciones previas; el ofrecimiento de prueba; etc.

1.2. Resoluciones: En cuanto a las resoluciones judiciales, la


caducidad se opera desde el pronunciamiento de las mismas, conforme a lo
establecido en los Arts. 163, 1er. p. y 173, la. p. del CPC.

1.3. Recursos: Con relación a los recursos el plazo de caducidad de la


instancia comienza a correr desde su interposición, al recurrente corresponde urgir
y, en su caso, interponer el recurso de queja por retardo de justicia (Art. 412 CPC).
Si el recurso fue concedido desde dicho momento queda abierta la
instancia superior y, consecuentemente, comienza a correr el plazo de caducidad
de la misma, aunque el expediente permanezca en la instancia inferior.

2. ACTOS INTERRUPTIVOS DE LA CADUCIDAD: La inactividad en el


proceso debe ser continuada durante todo el plazo fijado en la ley,
consiguientemente, las peticiones formuladas por las partes, las resoluciones o
actuaciones del órgano judicial que resulten adecuadas para impulsar el desarrollo
del proceso, tendrán como efecto la interrupción de la caducidad y determinará el
inicio de un nuevo plazo.

No configuran, en cambio, actos interruptivos, por carecer de idoneidad


para producir la interrupción de la caducidad, las peticiones ineficaces o
extemporáneas, v.g.: el pedido de desglose de un poder; la constitución de un
nuevo domicilio; la renuncia al patrocinio letrado; el pedido de regulación de
honorarios por parte de un perito; etc.

ART. 174.- CARÁCTER DE LA CADUCIDAD. La caducidad se opera


de derecho, por el transcurso del tiempo y la inactividad de las partes. No podrá
cubrirse con diligencias o actos procesales con posterioridad al vencimiento del
plazo, ni por acuerdo de las partes.

Antec.: CNC 174.- PM 183.-

Conc.: CPC 145; 172; 173; 175 al 179; 214; 447; 464; 700.-

1. CARÁCTER. El Artículo transcripto, que constituye el eje del


instituto de la caducidad de instancia, establece que la caducidad se opera de
derecho. Operar de derecho significa que se produce sin petición de parte ni
declaración del juez.

Rige desde el mismo momento en que se produjo y no podrá ser


convalidada por la actuación posterior de las partes.

Este carácter que el Código atribuye a la caducidad procesal no es de


aceptación uniforme en la legislación comparada, en razón de la vigencia de la
regla procesal contraria existente en la materia -a la que adhiero- en virtud de la
cual la actividad posterior de las partes purga la caducidad de la instancia.

2. EFECTO: La disposición establece que la caducidad producida de


derecho hace que se retrotraiga al mismo día del vencimiento del plazo,
independientemente de la voluntad de las partes y por el sólo transcurso del
tiempo.
Siendo así, surte pleno efecto desde el momento mismo en que se
operó y aunque las partes continúen el trámite del juicio, lo actuado no purga y,
por ende, será nulo, debiendo cargar las consecuencias de su propia negligencia.

ART. 175.- PROCEDIMIENTO. La caducidad será declarada de oficio


o a petición de parte por el juez o tribunal. Es obligación del secretario en cuya
oficina radiquen los autos, dar cuenta al juez o tribunal respectivo que ha
transcurrido el plazo señalado en el artículo 172.

Antec.: CNC 175.- PM 184.-

Conc.: CPC 37; 145, 2o. p.; 172 al 174; 176 al 179.- COJ 186, inc f).-

1. REQUISITOS: La norma, no obstante el carácter de la caducidad que


opera de derecho, requiere que la misma sea declarada por el juez. El
pronunciamiento judicial, se podrá producir de oficio o a petición de parte.

Una vez declarada judicialmente la caducidad, la misma adquiere


carácter de orden público y no puede ser convalidada por la realización de actos
procesales posteriores, cualesquiera que sean, ni por acuerdo de las partes.

2. OBLIGACIÓN DEL SECRETARIO: La segunda parte del Artículo,


concordante con el Art. 186, inc. f) del COJ, impone al secretario la obligación de
dar cuenta, de avisar, al juez o tribunal de que ha transcurrido el plazo fijado en la
ley, a los efectos de que se dicte la resolución pertinente.

ART. 176.- IMPROCEDENCIA. No se producirá la caducidad:

a) en los procedimientos de ejecución o cumplimiento de sentencia;

b) en los procesos sucesorios y, en general, en los voluntarios, salvo


que en ellos se suscitaren controversias; y

c) cuando los procesos estuvieren pendientes de alguna resolución y la


demora en dictarla fuere imputable al juez o tribunal.

Antec.: CNC 176.- PM 185.-

Conc.: CPC 475 y sgtes.; 519 y sgtes.; 656 y sgtes.; 669 y sgtes.; 731 y
sgtes.-

1. CASOS DE EXCEPCIÓN: La norma establece las excepciones a la


regla general, establecida en el Art. 172 del CPC, en virtud de la cual la caducidad
de instancia se opera en toda clase de juicios, especificando aquellos en los que
no procede.
2. PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN O CUMPLIMIENTO DE
SENTENCIA: En los procedimientos de ejecución (ordinarios) o cumplimiento
(ejecutivos) de sentencia, fundado – según ALSINA y PODETTI - en el hecho de
que la instancia se extingue a raíz de adquirir carácter firme la sentencia definitiva.

3. PROCESOS SUCESORIOS Y VOLUNTARIOS: Para que la


caducidad se pueda producir es necesario que exista instancia, una litis - dice
ALSINA - sometida a la decisión judicial, consiguientemente no puede haber en
los procedimientos de jurisdicción voluntaria como las sucesiones, mensuras,
deslindes, etc., a menos que se conviertan en contenciosos.

4. PROCESOS PENDIENTES DE RESOLUCIÓN: Si el proceso


estuviere pendiente del dictado de alguna resolución y la demora fuere imputable
al juez o tribunal, cualquiera sea la clase de resolución que corresponda, no
correrá el plazo de caducidad. La carga del litigante -dice SENTÍS MELENDO-
termina donde empieza el deber del juez.

No obstante, a la parte incumbe urgir el dictado de la resolución y en


caso negativo interponer el correspondiente recurso de queja por retardo de
justicia previsto en el Art. 412 del CPC.

ART. 177.- CONTRA QUIÉN SE OPERA. La caducidad se operará


también contra el Estado, los establecimientos públicos, los menores y cualquier
otra persona que no tuviese la libre administración de sus bienes, sin perjuicio de
la responsabilidad de sus administradores y representantes.

Antec.: CNC 177.- PM 186.-

Conc.: CN 106.- CPC 16; 172 al 176; 178; 179.- CC 91; 92; 1833; 1834;
1840; 1845.-

1. REGLA GENERAL: De acuerdo con el precepto legal la caducidad se


opera contra el Estado, sea que actúe como persona de derecho público o
privado, sus diversas reparticiones centralizadas (Ministerios) y descentralizadas,
autónomas, autárquicas de economía mixta (Ande, Antelco, Corposana, Banco
Central del Paraguay, Petropar, etc.), las Municipalidades, las Universidades, etc.

También se produce contra los menores de edad y cualquier otra


persona que no tuviese la libre administración de sus bienes. Siendo así, la regla
general parece no admitir excepciones en relación a las personas a quienes afecta
la caducidad de la instancia.

2. RESPONSABILIDAD: No obstante/resulta razonable el in fine de la


norma, que establece que la caducidad producida es sin perjuicio de la
responsabilidad de los administradores y representantes por cuya negligencia se
operó la caducidad, cuando ello tenga como consecuencia un perjuicio. Véase el
comentario al Art. 172 del CPC numeral 8.

No será necesaria la existencia de dolo, es decir incumplimiento


deliberado; basta que haya existido culpa o negligencia para que se produzca la
responsabilidad que se regirá por las reglas generales consagradas en los Arts.
1833, 1834, 1842, 1845 y ccdtes del C. Civil.

ART. 178.- RESOLUCIÓN. La resolución sobre la caducidad será


apelable. En tercera instancia será susceptible de reposición.

Antec.: CNC 178.-

Conc.: CPC 174; 175; 179; 200; 390; 395.-

1. APELABILIDAD: Cualquiera sea el sentido del pronunciamiento


judicial declarando o no la caducidad de la instancia será susceptible del recurso
de apelación (Art. 395 CPC).

2. REPOSICIÓN: En tercera instancia, al no ser viable la apelación, el


medio de obtener la revisión será el recurso de reposición (Art. 390 CPC).

3. COSTAS. El Art. 200 del CPC distingue, a los efectos de la


imposición de las costas del juicio, que la caducidad se haya producido en primera
instancia, en cuyo caso son a cargo del actor. Si la caducidad se opera en
segunda o en tercera instancia, el recurrente será el obligado al pago de las
costas.

En materia de incidentes se aplica el principio de que son a cargo del


que lo dedujo y lo dejó caducar.

ART. 179.- EFECTOS DE LA CADUCIDAD. La caducidad operada en


primera instancia no extingue la acción, que podrá ejercerse en un nuevo juicio, ni
perjudica las pruebas producidas, que podrán hacerse valer en aquél.

La caducidad operada en instancias ulteriores acuerda fuerza de cosa


juzgada a la resolución recurrida. La caducidad de la instancia principal
comprende la reconvención y los incidentes; pero la de éstos no afecta la instancia
principal.

Operada la caducidad, la demanda se tiene por inexistente a los efectos


de la interrupción de la prescripción.

Antec.: CNC 179.- PM 188.-

Conc.: CPC 98; 172 al 175; 177; 178; 180; 237.- CC 648, 1er. p..-
1. EFECTOS: La caducidad produce diferentes efectos de acuerdo con
la instancia en la cual se haya operado.

1.1. Caducidad producida en primera instancia: No extingue la


acción, que podrá ser ejercida en otro nuevo juicio. La declaración de caducidad
no afecta al derecho material invocado por el actor como fundamento de su
pretensión.

El Art. 648, 1er. p. del C. Civil, en concordancia con el tercer párrafo de


la norma, establece que la interrupción de la prescripción causada por la demanda
se tendrá por no sucedida si el juicio terminare por desistimiento del actor, por
perención (caducidad) o por sentencia definitiva absolutoria del demandado.

1.2. Caducidad operada en segunda o tercera instancia: Otorga la


cualidad de cosa juzgada a la sentencia objeto de recurso. Debe recordarse que
el plazo de caducidad comienza a correr desde la fecha de la interposición o
concesión del recurso, según el caso, de allí que si el expediente no fue elevado
corresponderá al juez original resolver la cuestión. Véase el comentario al Art.
173 del CPC numeral 1.3.

2. CADUCIDAD DE LA INSTANCIA PRINCIPAL: La caducidad de la


instancia principal comprende los incidentes de la misma y la reconvención,
porque ésta última no puede resolverse con total independencia de la pretensión
originaria respecto de la cual debe ser conexa (Art. 238 CPC). Pero la caducidad
de la reconvención o de los incidentes no afectan al proceso principal.

3. CADUCIDAD DEL INCIDENTE DE CADUCIDAD: La caducidad del


incidente de caducidad no tiene implicancia alguna en razón de que en nuestro
proceso la caducidad se opera de derecho de acuerdo con el Art. 174 del CPC.

4. PRUEBAS: Las pruebas producidas en el proceso en que se operó la


caducidad pueden utilizarse sin restricciones en el nuevo proceso, en atención al
Principio de economía procesal y al distingo que se hace entre actos de
procedimiento y actos en el procedimiento. La caducidad extingue los primeros,
pero no los segundos.
TITULO VI

DE LOS INCIDENTES

ART. 180.- PRINCIPIO GENERAL. Toda cuestión accesoria que tenga


relación con el objeto principal del proceso constituirá un incidente y, si no se
hallare sometido a un procedimiento especial, se tramitará en la forma prevista por
las disposiciones de este Título.

Antec.: CNC 180.- PM 189.- CPCC 339.-

Conc.: CPC 8 y sgtes.; 24 y sgtes.; 53, inc. b); 63; 77; 80 y sgtes.; 87 y
sgtes.; 93 y sgtes.; 121 y sgtes.; 144; 179, 2o. p., 181 al 191; 194; 267; 280; 292;
308; 342; 497; 540; 547; 586; 593; 615, 2o. p.; 670; 672, 2o. p.; 675; 676; 686, inc.
g); 687; 740; 748; 755, in fine; 756, 2o. p.; 764; 798.- CC 1530, 3er. p..- Ley
1376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores 22.- Ley 635/95
que Reglamenta la Justicia Electoral 48.-

1. CONCEPTO: Se denominan incidentes a todas las cuestiones


accesorias que se suscitan en ocasión de un proceso con el cual tienen conexión
y que se deciden por un auto interlocutorio.

Los incidentes constituyen instancias accesorias con relación a la


instancia principal. Siendo así, el juez competente para conocer en ellos es el
juez del proceso principal y la caducidad de la instancia principal tiene como efecto
la del incidente (Art. 179, 2o. p., 2a. p. CPC).

2. LEGITIMACIÓN: Los incidentes pueden ser promovidos por:

2.1. Las partes (actor o demandado) del juicio principal.

2.2. Los representantes de las partes, v.g.: regulación de honorarios


profesionales.

2.2. Las terceros, v.g.: tercerías de dominio y de mejor derecho (Art. 80,
2o. p. CPC).

3. PERSONERÍA: El poder otorgado para intervenir en el pleito principal


comprende la facultad para intervenir en los incidentes suscitados en el mismo
(Art. 63 CPC).

Es obligatorio el patrocinio letrado para la promoción de los incidentes


(Art. 6, Ley 1376/88).

4. CLASES: Una de las clasificaciones que según la doctrina puede


hacerse de los incidentes los distingue en:
4.1. Autónomos o Nominados: Son objeto de una particular regulación
legislativa en atención a su naturaleza, estableciéndose reglas propias para su
substanciación, v.g.: Cuestiones de competencia promovidas por vía de inhibitoria
(Arts. 8 y sgtes. CPC); Recusación (Arts. 24 y sgtes. CPC); Intervención de
terceros (Art. 77 CPC); Citación de Evicción (Arts. 87 y sgtes. CPC); Acción
subrogatoria (Arts. 93 y sgtes. CPC); Acumulación de procesos (Arts. 121 y sgtes.
CPC); Excepción de inconstitucionalidad (Arts. 538 y sgtes. CPC); etc..

4.2. Genéricos o Innominados: Son los que tienen un trámite común


para su substanciación, con prescindencia de la materia que constituye su objeto.
Se hallan regulados en el presente Título VI del Código y sus normas son de
aplicación supletoria a los incidentes autónomos o nominados.

5. INCIDENCIA: Debe, a su vez, distinguirse entre incidente e incidencia


siendo esta última también una cuestión accesoria pero que por su extrema
simplicidad no requiere substanciación, v.g.: el tercero perjudicado por la traba
indebida de una embargo sobre sus bienes puede solicitar y obtener directamente
y sin más trámite su levantamiento, pudiendo el juez, incluso decretar la medida
de oficio y obviamente sin que sea necesaria la promoción de la tercería (Art. 717
CPC).

6. ABUSO DEL DERECHO: La promoción y la pérdida de tres


incidentes con costas por la parte en un mismo proceso, constituye ejercicio
abusivo del derecho, con las consecuencias y sanciones que la declaración
judicial conlleva (Art. 53, inc b) CPC).

ART. 181.- SUSPENSIÓN DEL PROCESO PRINCIPAL. Los


incidentes que impidan la continuación del proceso principal se sustanciarán en
los mismos autos quedando entretanto suspendida la tramitación de aquél.

Se entiende que impide la prosecusión del principal toda cuestión sin


cuya resolución previa es imposible, de hecho y de derecho, continuar
sustanciándolo.

Antec.: CNC 181.- CPCC 340; 341.-

Conc.; CPC 89; 101, 2o. p.; 126; 180; 182 al 191; 558, 1er. p. in fine.-

1. REQUISITOS: El incidente deducido tendrá el efecto de suspender el


curso del juicio principal, cuando:

1.1. La ley procesal lo prevenga, v.g.: el incidente de acumulación de


procesos (Art. 126 CPC); el litisconsorcio necesario (Art. 101, 2o. p. CPC); la
citación de evicción (Art. 89 CPC).
1.2. El juez lo declare, por ser indispensable por la naturaleza de la
cuestión planteada, v.g.: el incidente que impugna la nulidad de la notificación de
la demanda.

La suspensión se decretará cuando realmente a criterio del juez existan


razones fundadas de hecho y de derecho que hagan indispensable la suspensión
del trámite del juicio principal.

2. SUBSTANCIACIÓN: El incidente suspensorio se substanciará en los


mismos autos, mientras el trámite del principal queda suspendido.

ART. 182.- INCIDENTES QUE NO SUSPENDEN LA PROSECUCIÓN


DEL PROCESO. Los incidentes que no obsten a la prosecución del proceso
principal, se sustanciarán en pieza separada, sin suspenderse el curso de aquél, y
el juez los resolverá en el plazo de diez días.

Antec.: CNC 182.- CPCC 342.-

Conc.: CPC 31; 51; 53, inc. b); 180; 183 al 191.-

1. REGLA GENERAL: La regla general en la materia, y lo que


comúnmente debe ocurrir, es que la deducción de un incidente no traiga aparejada
la suspensión del trámite del proceso principal.

2. FUNDAMENTO: El fundamento de la regla mencionada es evitar que


se constituyan en un medio fácil y abusivo para obstaculizar y obstruir el curso del
proceso principal.

3. SUBSTANCIACIÓN: Los incidentes que no suspenden la


prosecución del proceso deben substanciarse por «pieza o cuerda separada»;
vale decir, deberá formarse un expediente o legajo anexo al principal.

ART. 183.- REQUISITOS. El que planteare el incidente deberá


fundarlo clara y concretamente en los hechos y en el derecho, y ofrecer toda la
prueba de que intentare valerse. La prueba documental deberá acompañarla, y si
no la tuviere, deberá individualizarla, indicando su contenido, el lugar, archivo,
oficina pública o persona en cuyo poder se encuentre.

Antec.: CNC 183.- PM 192.-

Conc.: CPC 107; 180 al 182; 184 al 191; 215; 219; 235; 303.- Ley
1376/88 del Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores 6.-

1. LEGITIMACIÓN: Como he mencionado en el numeral 2 del Art. 180


del CPC, cualesquiera de las partes (actor o demandado) puede promover un
incidente. También los terceros, quienes deberán tener capacidad para ser
partes, capacidad procesal y hallarse legitimados con relación a. la cuestión
jurídica que es objeto del incidente.

2. ADMISIBILIDAD: El incidente debe estar fundado clara y


concretamente en los hechos y en el derecho. La omisión del deber de fundar
producirá el rechazo «in limine» del incidente deducido.

El que promueve el incidente debe acreditar, también, el «interés»


procesal que posee para deducirlo.

3. FORMA: El incidente se debe promover por escrito, salvo que se lo


formule en una audiencia, en cuyo caso será oral y actuado, ante el juez del
proceso principal, dentro del plazo que establece la ley.

El escrito de deducción del incidente deberá guardar en lo atinente las


formas de la demanda (Art. 215 CPC), y su contestación, las de ésta (Art. 235
CPC).

4. PRUEBA: Con el escrito en el que se lo deduce, el incidentista


deberá ofrecer toda la prueba de que intente valerse, debiendo acompañar la
prueba documental y si no la tuviere habrá de individualizarla, indicando su
contenido, el lugar, archivo, oficina pública o persona en cuyo poder se encuentre,
en concordancia con lo dispuesto para la demanda (Art. 219 CPC).

5. COPIAS: Deben acompañarse copias firmadas del escrito de


promoción y de los documentos acompañados, a los efectos de conferirse el
traslado correspondiente (Art. 107 CPC).

6. PATROCINIO LETRADO: Son obligatorios, a su vez, el patrocinio


letrado y el cumplimiento de todos los restantes requisitos de carácter general (Art.
6, Ley 1376/88).

ART. 184.- RECHAZO "IN LIMINE". Si el incidente fuere


manifiestamente improcedente, el juez deberá rechazarlo sin más trámite,
mediante decisión fundada. La resolución será apelable sin efecto suspensivo.

Antec.: CNC 184.- PM 193.-

Conc.: CPC 51; 53, inc. b); 54 al 56; 180; 183; 398; 400 2° y 3er. p..-

1. INCIDENTE MANIFIESTAMENTE IMPROCEDENTE: Si en la


deducción del incidente no concurrieren los requisitos a los que se refiere el Art.
183 del CPC, el Artículo sub examine dispone que, por ser manifiestamente
improcedente, deberá ser rechazado, sin más trámite por el juez en resolución
fundada.
Una de las mayores causas de las prolongaciones injustificadas del
proceso constituye la promoción de incidentes improcedentes, mediante la
formulación de supuestas y artificiales cuestiones incidentales, por ello los jueces
no deben hesitar en rechazarlos cuando son formulados con intenciones
meramente dilatorias.

2. PERDIDA DE TRES INCIDENTES CON COSTAS: La promoción de


incidentes que hayan sido perdidos con costas en tres oportunidades por la misma
parte en un mismo proceso, da lugar a la declaración del ejercicio abusivo del
derecho y a imponer las sanciones que la ley establece a la parte y a sus
abogados, de acuerdo con los Arts. 51; 53, inc. b) y 54 al 56 del CPC, a cuyos
comentarios me remito.

3. APELACIÓN: El in fine del Artículo establece que la resolución que


rechaza «in limine» la promoción del incidente catalogo improcedente, será
apelable sin efecto suspensivo, vale decir, que mientras se substancie el recurso
se cumple la resolución apelada (Art. 400, 2° y 3er. ps. CPC).

ART. 185.- TRASLADO Y CONTESTACIÓN. Si el juez admitiere el


incidente, dará traslado por cinco días a las partes, quienes al contestarlo deberán
ofrecer sus pruebas, procediendo con la documental del modo indicado por el
artículo 183.

El traslado se notificará por cédula dentro de tercero día de dictada la


providencia que lo ordenare.

Antec.: CNC 185.- PM 194.-

Conc.: CPC 133; 145; 180 al 183; 186 al 190; 219; 235; 303.- Ley
154/69 de Quiebras 187; 189.-

1. TRASLADO: Si el incidente es admisible - porque así lo haya


entendido el juez ante quien se lo promovió o por resolución del tribunal, en el
caso de haber habido apelación y revocación de la resolución que lo declaró
improcedente- el juez deberá correr traslado a la parte contraria por el plazo de
cinco días perentorios e improrrogables (Art. 145 CPC), de acuerdo con el
Principio de bilateralidad.

2. NOTIFICACIÓN: La notificación del traslado del incidente se hará por


cédula, dentro de tercero día de dictada la providencia que lo ordene (Véase Art.
183 CPC, numeral 3).

3. CONTESTACIÓN: Al contestar el incidente se deberán guardar los


requisitos exigidos para la promoción del mismo y que son similares a los que se
deben cumplir con motivo de la contestación de la demanda (Art. 235 CPC).
Con la contestación se podrá denunciar la ausencia de un requisito de
admisibilidad, v.g.: falta de personería, falta de acción, etc., que el juez no haya
advertido, lo cual será decidido en oportunidad de resolverse el incidente, de
acuerdo con el Art. 188 del CPC.

4. PRUEBA: Al contestar el traslado del incidente se deberá ofrecer toda


la prueba de que se intente valer. Si fuere documental deberá acompañarse y si
no la tuviere habrá de individualizarse en la forma prevenida en el Art. 219 del
CPC.

ART. 186.- PRUEBA. Vencido el plazo, haya o no contestación, el juez


abrirá el incidente a prueba, por no más de diez días, si lo estimare necesario. En
caso contrario, resolverá sin más trámite.

Antec.: CNC 186.- PM 195.- CPCC 90.- Dto. 5679, 28.-

Conc.: CPC 145; 149; 180; 183; 185; 187; 189; 229; 251; 254; 256; 280.-
Ley 154/69 de Quiebras 187, 2o. p. in fine; 188.-

1. FACULTAD DEL JUEZ. PROCEDENCIA: La norma transcripta


acuerda al juez la facultad de abrir o no a prueba el incidente.

La apertura a prueba procederá siempre que existan hechos


controvertidos que a criterio del juez ameriten su probanza, háyase o no producido
la contestación del incidente.

Si no se han ofrecido pruebas o si el juez no estimare necesaria la


apertura a prueba, éste resolverá el incidente sin más trámite; vale decir, sin
ninguna posterior substanciación.

2. PLAZO: El plazo de prueba no podrá exceder de diez días. Son


aplicables los preceptos procesales referentes a la ampliación de los plazos de
acuerdo con los Arts. 149 y 254 del CPC y el plazo extraordinario (Art. 256 CPC)
con su correspondiente adecuación en este último supuesto.

3. PRUEBA: Son admisibles todos los medios de prueba y rigen para su


diligenciamiento las reglas generales vigentes en la materia, por tanto, v.g.: serán
irrecurribles las resoluciones del juez que ordenen diligenciamiento de prueba (Art.
251 CPC).

4. ABSOLUCIÓN DE POSICIONES: Si antes de la contestación de la


demanda se promoviese algún incidente, podrán ponerse posiciones sobre lo que
sea objeto de aquél (Art. 280 CPC).

ART. 187.- PRUEBA PERICIAL Y TESTIMONIAL. La prueba pericial,


cuando procediere, se llevará a cabo por un solo perito designado de oficio, salvo
que, por la importancia del asunto, el juez estimare conveniente nombrar más de
uno.

No se admitirán más de cuatro testigos por cada parte y las


declaraciones no podrán recibirse fuera de la sede del juzgado, cualquiera fuere el
domicilio de aquéllos.

Antec.: CNC 187.- PM 196.-

Conc.; CPC 180; 185; 186; 314 y sgtes.; 343 y sgtes.- Ley 154/69 de
Quiebras 187, 3er. p. in fine.-

1. PERITO ÚNICO. PLAZO. REMISIÓN: Cuando la prueba pericial


resulta admisible, debe ser llevada a cabo por un sólo perito, nombrado de oficio
por el juez. Salvo que por la naturaleza e importancia del asunto -lo que no debe
necesariamente confundirse con cuantía o monto- sea necesario, a criterio del
juez, nombrar otros.

Para el diligenciamiento de la prueba pericial se deberán guardar las


reglas generales que para este tipo de prueba se hallan legisladas en los Arts. 343
y sgtes. del CPC. Corresponderá al juez de acuerdo con la naturaleza del asunto
y el Principio de celeridad fijar el plazo para que se expida el perito.

2. NUMERO DE TESTIGOS. DECLARACIONES. REMISIÓN: Si se


trata de prueba testimonial no podrá admitirse más de cuatro testigos por cada
parte.

Las declaraciones testificales deberán efectuarse en la sede del


juzgado, cualquiera sea el domicilio de los testigos, en consecuencia no serán
aplicables los Arts. 338 y 256, inc. b) del CPC, en su caso.

Son aplicables todas las disposiciones referentes a esta prueba


regladas en los Arts. 314 y sgtes. del CPC.

ART. 188.- CUESTIONES ACCESORIAS. Las cuestiones que


surgieren en el curso de los incidentes se decidirán en la interlocutoria que los
resuelva.

Antec.: CNC 188.- PM 197.-

Conc.: CPC 180; 185 al 187; 189.-

1. FUNDAMENTO: La disposición tiene su fundamento en el Principio


de celeridad que la ley requiere para la substanciación y decisión de las
cuestiones incidentales.
2. RESOLUCIÓN: El precepto establece que las cuestiones accesorias
que surgan en el curso de los incidentes, no darán lugar a un incidente especial y
se decidirán al resolverse el incidente (Véase el Art. 185 del CPC, numeral 3).

ART. 189.- RESOLUCIÓN. Contestado el traslado o vencido el plazo,


sin que ninguna de las partes hubiere ofrecido prueba, y si no se la ordenare de
oficio, o recibida la prueba, en su caso, el juez, sin más trámite, dictará resolución.

Antec.: CNC 188.- PM 198.-

Conc.: CPC 145; 158; 162, inc. b); 180 al 182; 186; 188; 192; 194.- Ley
154/69 de Quiebras 188.-

1. RESOLUCIÓN SIN MÁS TRÁMITE: La norma dispone que


cualquiera haya sido el modo en que se haya producido la substanciación del
incidente, v.g.: contestación o no; prueba ofrecida u ordenada de oficio; apertura a
prueba o no; el juez, sin más trámite, dictará resolución.

La expresión «sin más trámite» significa que seguidamente, sin correr


vistas o traslados y sin substanciación alguna, debe decidirse el incidente.

2. CONTENIDO: La resolución deberá contener:

2.1. Decisión fundada, expresa, positiva y precisa sobre la cuestión


incidental (Art. 158 CPC).

2.2. Pronunciamiento sobre las cuestiones accesorias, mencionadas en


el Art. 188 del CPC.

2.3. Imposición de las costas, aplicándose el Art. 194 del CPC, el cual
remite la regla general del Art. 192 del CPC, en cuya virtud corresponden aunque
no hayan sido solicitadas y su pago esta a cargo del vencido, salvo cuando se
tratare de cuestiones dudosas de derecho; vale decir, cuando existió fundamento
razonable para promover el incidente en razón de que las normas aplicables no
estaban exentas de dudas y se trataba de una cuestión opinable.

ART. 190.- TRAMITACIÓN CONJUNTA. Todos los incidentes que por


su naturaleza pudieren paralizar el proceso, cuyas causas existieren
simultáneamente y fueren conocidas por quien los promueve, deberán ser
articulados en un mismo escrito, siempre que sea posible su tramitación conjunta.
Se desestimarán sin más trámites los promovidos con posterioridad.

Antec.: CNC 190.- PM 199.- CPCC 345.-

Conc.: CPC 100, inc. c); 180; 181; 184 al 189; 191.-
1. PROMOCIÓN CONJUNTA: El precepto establece el deber de
promover conjuntamente y en un mismo escrito todos los incidentes que por su
naturaleza pudieran paralizar el proceso, fundado en los Principios de
eventualidad/ economía, celeridad y lealtad procesales.

2. REQUISITOS: El Artículo sub examine establece las condiciones de


necesario cumplimiento para que sea posible la promoción conjunta. Ellas son:

2.1. Que tengan la virtualidad de paralizar el proceso principal.

2.2. Que las causas de los mismos coexistan.

2.3. Que sean del conocimiento de quien los promueva.

2.4. Que puedan tramitarse conjuntamente.

3. RECHAZO DE OFICIO: Si no se observare lo dispuesto


precedentemente, el juez deberá rechazar de oficio los incidentes
extemporáneamente deducidos.

4. DEDUCCIÓN POR SEPARADO: Los incidentes que por su


naturaleza no pudieren paralizar el proceso o se originaren en cuestiones que no
coexisten y van surgiendo sucesivamente o que no son conocidos o no pueden
substanciarse conjuntamente, pueden ser deducidos por separado.

ART. 191.- PLAZO PARA LA PROMOCIÓN DEL INCIDENTE.


Cuando no tuviere plazo expresamente establecido, el incidente deberá ser
promovido dentro de los cinco días de conocida la causa en que se fundare.

Antec.: CNC 191.- PM 200.-

Conc.: CPC 114, inc. b) in fine; 117; 145; 180 al 190; 313.-

1. REGLA GENERAL: Si la ley no establece un plazo específico para la


promoción del incidente - como sería en los casos de los incidentes denominados
autónomos o nominados a los que me referí al comentar el Art. 180 de este
Código - el mismo, de acuerdo a la presente disposición, deberá ser promovido en
el plazo de cinco días, de conocida la causa en que se fundare.

El plazo establecido en el Artículo constituye la regla general y el


momento desde el cual se lo computa constituirá una cuestión de hecho cuya
apreciación, finalmente, corresponderá hacerla al juez o tribunal que entienda en
la cuestión.

2. RECHAZO «IN LIMINE»: El plazo para su deducción es perentorio e improrrogable


por lo que la promoción extemporánea del incidente producirá el rechazo «in limine» del mismo, de
acuerdo con el Art. 184 del CPC.
TITULO VII

DE LAS COSTAS

ART. 192.- PRINCIPIO GENERAL. La parte vencida en el juicio


deberá pagar todos los gastos de la contraria, aun cuando ésta no lo hubiere
solicitado.

Antec.: CNC 192.- PM 201, la. p..- CPCC 222, 1er. p.-

Conc.: CPC 56, 2o. p.; 69, 2o. p.; 158, inc. c); 159, inc. g); 160; 193 al
206; 260; 319, in fine; 355; 408; 450; 457; 474; 495; 502; 587; 612; 655; 700; 799
al 805.- COJ 15, inc. c).- CPP 261 al 272.- Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios
de Abogados y Procuradores 9; 31.- Ley 1879/02 de Arbitraje y Mediación 49 al
52.-

1. CONCEPTO: Se denomina costas a los gastos en los que las partes


incurren como consecuencia de la substanciación de un proceso.

Antiguamente se distinguían las costas, que eran todos los gastos


propiamente dichos, y los costos referidos a los honorarios profesionales.

Actualmente no se los distingue y el Código tampoco lo hace


englobando ambos en un sólo concepto: costas (Art. 206 CPC).

2. REGLA GENERAL: La norma establece la regla general que rige la


materia: las costas son a cargo del vencido, quien por el hecho objetivo de la
derrota debe pagar todos los gastos del juicio.

El vencimiento constituye el principio y el fundamento de la imposición


de las costas.

3. IMPOSICIÓN DE OFICIO: La otra regla, acorde con la moderna


doctrina procesal, es que se imponen de oficio por el juez o tribunal, aunque no
haya mediado solicitud de parte.

El pronunciamiento sobre las costas debe integrar la sentencia y así lo


disponen los Arts. 158, inc. c); 159, inc. g) y 160 del CPC.

La Ley de Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores dispone


que en todos los procesos el juez de oficio regulará los honorarios al dictar
resolución definitiva, procederá de igual forma en las cuestiones incidentales (Art.
9, Ley 1376/88).

Según expresa CHIOVENDA, el vencedor no debe cargar con los


gastos que han ocasionado el reconocimiento de su derecho, porque de ser así
este quedaría disminuido. Dice: «La necesidad de servirse del proceso para
obtener razón no debe volverse contra quien tiene la razón».

4. CARÁCTER: Las costas, en principio, no son una sanción impuesta a


la mala fe, temeridad o culpa del litigante que perdió el juicio, sino que tienen por
objeto el resarcimiento de los gastos.

Constituyen una institución procesal con individualidad propia y no son,


por eso, un accesorio de lo resuelto en la sentencia. Responden a un interés
distinto al del fondo del juicio.

Adquieren el carácter de pena cuando el juez las impone en los casos


de mala fe o abuso del derecho (Art. 56, 2o. p., CPC); cuando son a cargo del
juez, con motivo de la declaración de nulidad de una resolución, salvo que la otra
parte se hubiese opuesto a la declaración de nulidad (Art. 408 CPC); cuando se
las imponen al perito removido del cargo (Art. 355 CPC); cuando existe pluspetitio
(Art. 196 CPC); cuando el testigo no comparece a declarar (Art. 319 CPC); cuando
se imponen al que obtuvo una medida cautelar antes del proceso y caducó el
plazo para promover la demanda respectiva (Art. 700 CPC); cuando en la subasta
el postor sea remiso (Art. 495 CPC).

5. QUIENES DEBEN PAGARLAS: Las costas, en general, son a cargo


de las partes del juicio, precisamente se aplican a la parte vencida; es decir, a la
que obtuvo un pronunciamiento judicial adverso con prescindencia de la calidad
con que estuvo investida en el proceso.

No están eximidos del pago de las costas el Estado, las


Municipalidades, los incapaces, etc.

Sin embargo, no se las aplica a los representantes legales,


procuradores, apoderados, patrocinantes, funcionarios judiciales, salvo los casos
de excepción previstos en la ley.

6. PROCESO ARBITRAL. Véase la Ley 1879/02 de Arbitraje y


Mediación.

ART. 193.- EXENCIÓN. El juez podrá eximir total o parcialmente de las


costas al litigante vencido, siempre que encontrare razones para ello,
expresándolas en su pronunciamiento, bajo pena de nulidad.

Se tendrá en cuenta, además, lo dispuesto por el artículo 56.

Antec.: CNC 193.- PM 201, 1er. p..- CPCC 222, 2o. p.-

Conc.: CPC 56; 111; 194; 195; 198; 224, inc. c); 233; 404; 587, 1er. p.-
1. FACULTAD DEL JUEZ. EXENCIÓN TOTAL O PARCIAL: No
obstante la consagración de la regla general de que las costas se imponen a la
parte vencida la misma no es absoluta. Siendo así, la norma transcripta concede
al juez la facultad de apreciar las causas de eximición y eximir de las costas al
vencido, en todo o en parte, cuando exista mérito para ello.

La disposición importa una atenuación a la regla que sólo tiene en


consideración el hecho objetivo de la derrota para aplicar las costas. Acuerda al
juez el arbitrio para establecer la exención, el que debe ser ejercido
restrictivamente y sobre la base de que existan circunstancias que
manifiestamente tornen injusta la imposición de costas.

2. RESOLUCIÓN FUNDADA: La imposición de las costas es la regla, la


exoneración es la excepción, por ello debe ser fundada. El juez deberá expresar
en su pronunciamiento los motivos o razones que tuvo en cuenta para exonerar
las costas, bajo pena de nulidad.

3. CAUSALES DE EXONERACIÓN: La disposición no contiene una


enumeración de las circunstancias que el juez debe tener en cuenta para exonerar
las costas, salvo las disposiciones de los Arts. 195 y 198 del CPC, supuestos del
vencimiento recíproco y allanamiento, a los que me referiré luego.

La doctrina y la jurisprudencia, no obstante, consideran como causales


de exoneración de las costas las siguientes:

3.1. Razón fundada para litigar: Constituye un concepto elástico, que


debe tener como fundamento la circunstancia de que la parte actuó con razonable
convicción acerca del derecho que le asistía para pleitear; es decir, de buena fe.

FERNÁNDEZ dice que hay razón para litigar, cuando «se debaten
cuestiones dudosas, cuando el vencido ha esgrimido una argumentación jurídica
más o menos valedera y sólida, o cuando se trate de la aplicación de leyes
nuevas, cuya interpretación es todavía dudosa, no solamente para los
magistrados, sino para los litigantes y para la gente del foro».

3.2. Ley nueva o modificada: Las costas en este caso deben


imponerse, no obstante, si la solución es legalmente clara.

3.3. Controversias o cuestiones dudosas de derecho: Siempre que


existan divergencias notables de doctrina y jurisprudencia.

3.4. Obligación jurídica de someter la cuestión a la decisión judicial, v.g.:


la excepción de falta de acción deducida como previa para poder invocarla en la
contestación de la demanda (Arts. 224, inc. c) y 233 del CPC).
ART. 194.- INCIDENTES. En los incidentes regirá lo establecido en el
artículo 192, pudiendo eximirse de las costas únicamente cuando se tratare de
cuestiones dudosas de derecho.

Antec.: CNC 194.- PM 202.-

Conc.: CPC 53, inc. b); 192; 193; 195; 198.-

1. PRINCIPIO GENERAL. REMISIÓN: La disposición hace una expresa


remisión al Art. 192 del CPC, que establece la regla general en materia de
imposición de costas, con la salvedad de que las mismas pueden ser eximidas por
el juez cuando se trate únicamente de una cuestión dudosa de derecho.

2. EXENCIÓN. CRITERIO JUDICIAL: La ley con el propósito de evitar la


proliferación de incidentes, sobre todo aquellos promovidos de mala fe y con
abuso del derecho, estatuye un régimen de mayor severidad y de carácter
restrictivo. Siendo así, «únicamente» exime la aplicación de las costas en los
incidentes cuando la cuestión de derecho sea dudosa, lo que constituye un
concepto elástico que deberá quedar sometido al prudente arbitrio judicial.

3. ALLANAMIENTO: Para que se produzca un incidente debe haber


habido oposición. Siendo así, no pueden imponerse las costas al litigante que se
allana a la pretensión del contrario, siempre que no haya dado motivo a la
substanciación del incidente.

4. EJECUCIÓN: Las costas impuestas en los incidentes, que


comprenden los honorarios, pueden ser exigidos sin esperar la decisión final de la
causa.

ART. 195.- VENCIMIENTO PARCIAL Y MUTUO. Si el resultado del


pleito o incidente fuere parcialmente favorable a ambos litigantes, las costas se
compensarán, o se distribuirán por el juez, en proporción al éxito obtenido por
cada uno de ellos.

Antec.: CNC 195.- PM 203.-

Conc.: CPC 192 al 194; 196; 612.-

1. COSTAS POR SU ORDEN: Cuando en el juicio principal o en el


incidente no hubiere vencedor ni vencido, las costas se deberán imponer por su
orden. Esto significa que cada parte asume el pago de los gastos y honorarios en
que incurrió con motivo del pleito o incidente, salvo las comunes que deben ser
sopotadas por mitades. Siendo así, existe compensación cuando se imponen las
costas en el orden causado, consecuencia de la recíproca victoria o derrota de las
partes.
En el juicio de separación de cuerpos por mutuo consentimiento las
costas se imponen en el orden causado, salvo convención en contrario (Art. 612
CPC).

2. COSTAS PROPORCIONALES: Si el actor, o reconviniente, no triunfa


totalmente en sus pretensiones o sólo prospera una de las defensas opuestas por
el demandado, o reconvenido, las costas deberán distribuirse en proporción al
éxito obtenido por cada parte.

ART. 196.- FLUSPETICIÓN INEXCUSABLE. El litigante que incurriere


en pluspetición inexcusable será condenado en costas.

Si ambas partes incurrieren en pluspetición, regirá lo dispuesto en el


artículo anterior.

No se entenderá que hay pluspetición, cuando el valor de la condena


dependiere legalmente del arbitrio judicial o de rendición de cuentas, o cuando las
pretensiones no fueren reducidas en la sentencia en forma considerable.

Antec.: CNC 196.- PM 204.-

Conc.: CPC 56, 2o. p.; 192 al 195; 202; 206.- Ley 1376/88 de Arancel de
Honorarios y Procuradores, 31.-

1. «PLUSPETITIO»: Consiste en el exceso en la petición y cuando ella


fuere inexcusable, determina la imposición de las costas a quien incurrió en dicho
supuesto.

Debe tenerse en cuenta que la simple falta de coincidencia entre lo


reclamado y lo otorgado en la sentencia, la mera desproporción, no configura
«pluspetitio» a los efectos de la aplicación de las costas, v.g.: cuando el actor a los
efectos de la promoción de una demanda de indemnización de daños y perjuicios
hace una estimación aproximada de los mismos la cual al final pudo haber
resultado exagerada.

2. INEXCUSABILIDAD: La «inexcusabilidad» de la pluspetición queda


configurada cuando existen elementos de juicio para acreditar la mala fe del
pluspeticionante o que descarten la razonable probabilidad de haber incurrido en
error.

3. CASOS EN QUE NO EXISTE PLUSPETICIÓN: El tercer párrafo de la


norma, se refiere a los supuestos en que no habrá pluspetición. Ellos son:

3.1. Cuando el valor de la condena dependiera legalmente del arbitrio


judicial, v.g.: monto de la indemnización de los daños y perjuicios, o de la rendición
de cuentas (Art. 673 CPC).
3.2. Cuando las pretensiones no fueren reducidas en la sentencia en
forma considerable, lo cual queda librado al prudente arbitrio judicial.

4. ABOGADOS, PATROCINANTES Y APODERADOS: Los efectos de


la «pluspetitio» alcanzan al abogado, patrocinante o apoderado, de la parte que
hubiera incurrido en pluspetitio manifiesta, declarada en la sentencia, quien
perderá el derecho de obtener la regulación de sus honorarios profesionales de
acuerdo con el Art. 31 de la Ley 1376/88.

ART. 197.- COSTAS EN EL DESISTIMIENTO. Cuando el


desistimiento fuere de la acción, las costas del proceso correrán a cargo del actor.
Cuando lo fuere de la instancia, el que desistiere correrá con las ocasionadas en
la misma.

Antec.: CNC 197.- PM 205.-

Conc.: CPC 165 al 167; 206; 541; 544; 575.-

1. DISTINCIÓN: La norma distingue las hipótesis de que el desistimiento


fuera de la acción o de la instancia, para sobre dicha base y con indiscutible lógica
establecer quién carga con las costas.

1.1. Desistimiento de la acción: Se encuentra regulado


específicamente en el Art. 166 del CPC, siendo las costas en este supuesto a
cargo del actor.

1.2. Desistimiento de la instancia: Se ocupa el Art. 167 del CPC,


siendo a cargo de quien desistiere las ocasionadas en la misma.

2. REMISIÓN: El comentario al presente Artículo debe completarse


necesariamente con lo que tengo expuesto con motivo de análisis de los Art. 165
al 168 del Código, a los que me remito.

ART. 198.- COSTAS EN EL ALLANAMIENTO. No se impondrán


costas al vencido:

a) cuando hubiere reconocido oportunamente como fundadas las


pretensiones del adversario, allanándose a satisfacerlas, a menos que hubiere
incurrido en mora o que por su culpa hubiere dado lugar la reclamación; y

b) cuando se allanare dentro de quinto día de tener conocimiento de los


títulos e instrumentos tardíamente presentados.

Para que proceda la exención de costas, el allanamiento debe ser


incondicionado, oportuno, total y efectivo.
Antec. : CNC 198.- PM 207.-

Conc.: CPC 169; 193; 202; 206.-

1. EXENCIÓN: En el allanamiento la parte reconoce y se somete a las


pretensiones del adversario, expresando su propósito de no litigar. Ello por
consiguiente constituye el fundamento de la eximición de las costas.

2. OPORTUNIDAD: La primera condición que debe cumplirse para la


exensión de las costas es que el allanamiento haya sido oportuno. Pero, aun
cuando el allanamiento haya sido oportuno la exoneración no procederá en el
caso de que el demandado ya se hallare en mora al momento de iniciar la
demanda o que por su culpa hubiera sido necesaria la promoción de la misma o la
articulación de la defensa, en su caso.

Además de oportuno el allanamiento debe ser incondicionado, total y


efectivo, dispone el 2o. párrafo del Artículo sub examine, de tal suerte que
produzca efectivamente la terminación del proceso.

ART. 199.- COSTAS EN LA TRANSACCIÓN Y CONCILIACIÓN. Si el


juicio terminare por transacción o conciliación, las costas serán impuestas en el
orden causado, salvo lo que convinieren las partes.

Antec.: CNC 199.- PM 209.-

Conc.: CPC 170; 171; 195.-

1. IMPOSICIÓN: En los supuestos de conciliación y transacción las


costas se imponen en el orden causado, salvo, claro esta, la facultad que tienen
las partes de acordar expresamente la forma en que las mismas serán soportadas.

2. ORDEN CAUSADO: En el orden causado significa que cada parte


debe afrontar el pago de las costas que haya producido su actuación procesal, y
las comunes se dividen en partes iguales.

3. REMISIÓN: Véanse los comentarios a los Arts. 170; 171 y 195 del
CPC, a los que me remito.

ART. 200.- COSTAS EN LA CADUCIDAD DE INSTANCIA. Si la


caducidad se hubiere operado en primera instancia, las costas serán a cargo del
actor; si se hubiere producido en segunda o tercera instancia, serán a cargo del
recurrente.

Antec.: CNC 200.- PM 210.-

Conc.: CPC 172; 206.-


1. DISTINCIÓN: La norma hace un necesario distingo entre la caducidad
operada en primera instancia y la operada en segunda o tercera instancias para,
de acuerdo con ello, establecer que las costas serán a cargo del actor en el primer
supuesto y a cargo del recurrente en el segundo, lo cual es de toda razonable.

2. RESPONSABILIDAD PROFESIONAL. REMISIÓN: Véase


comentario al Art. 172 numeral 8.

3. REMISIÓN: Véanse los comentarios vertidos con motivo del


tratamiento del Art. 178 del CPC, al que me remito.

ART. 201.- LITISCONSORCIO. En los casos de litisconsorcio las


costas se distribuirán entre los litisconsortes, salvo que por la naturaleza de la
obligación correspondiere la condena solidaria.

Cuando el interés que cada uno de ellos representare en el juicio


ofreciere considerables diferencias, deberá el juez distribuir las costas en
proporción a ese interés.

Antec.: CNC 201.- PM 210.-

Conc.: CPC 101; 192; 193; 195; 203, 2o. p.; 206.-

1. IMPOSICIÓN: El importe de las costas debe dividirse en partes


iguales por el número de litisconsortes, siendo cada uno responsable del pago de
su parte.

Esta regla, sin embargo, tiene dos excepciones:

1.1. No se aplica cuando la responsabilidad solidaria de los


litisconsortes deriva de la naturaleza de la obligación controvertida en el juicio,
v.g.: obligados solidarios de una obligación cambiaría (letra de cambio, cheque o
pagaré a la orden).

1.2. Tampoco corresponde su aplicación si el interés que cada uno de


los litisconsortes representa en el juicio fuere considerablemente diferente,
debiendo, en consecuencia, el juez distribuir las costas en proporción a dicho
interés.

2. LITISCONSORCIO FACULTATIVO: Si el litisconsorcio es facultativo


(Art. 101, 1er. p. CPC) el contenido de la sentencia puede ser diferente para cada
uno de los litisconsortes. Siendo así, las costas se aplicarán a los vencidos de
acuerdo con el principio general, salvo las causas de exoneración.

3. LITISCONSORCIO NECESARIO: En el supuesto de litisconsorcio


necesario (Art. 101, 2° p. CPC) la sentencia deberá tener el mismo contenido y
alcance para todos, en cuyo caso se procederá en principio de acuerdo a la regla
general, salvo, que existan causales de eximición.

ART. 202.- COSTAS AL VENCEDOR. Cuando de los antecedentes


del proceso resultare que el demandado no ha dado motivo a la interposición de la
demanda y se allanare dentro del plazo para contestarla, el actor será condenado
en costas.

El vencedor será asimismo condenado en costas en los casos previstos


en los artículos 52 y 53.

Antec.: CNC 202.- PM 211.-

Conc.; CPC 52; 53; 56, 2o. p-; 196; 198; 206.- CC 372.-

1. ABUSO DEL DERECHO: La condena en costas al vencedor


configura una sanción al ejercicio abusivo del derecho de acción por parte del
actor, el cual se halla consagrado específicamente en el Art. 53, inc. d) del CPC
que dispone «Ejerce abusivamente sus derechos, la parte que en el mismo
proceso: ... d) formule pretensiones o alegue defensas que, juzgadas, resulten
manifiestamente desprovistas de fundamento o innecesarias para la declaración o
defensa del derecho», en concordancia con el Art. 56, 2o. p. del CPC que
preceptúa «Aunque la parte culpable de mala fe o ejercicio abusivo de los
derechos resulte vencedora en lo principal, serán a su cargo las costas del
proceso. Los jueces y tribunales, al regular los honorarios de los letrados de la
parte contraria, los aumentarán hasta el cincuenta por ciento, según la gravedad
de los hechos. La parte perjudicada podrá, además, responsabilizar a la otra por
los daños y perjuicios, conforme con lo dispuesto por el Código Civil». Todo lo
cual, a su vez, de acuerdo con lo que dispone el Art. 372 del C. Civil.

2. COSTAS AL ACTOR: El Artículo preceptúa que las costas del juicio


serán a cargo del vencedor cuando, a pesar de que la demanda haya sido
estimada, la promoción de la misma no habría sido necesaria para el
reconocimiento del derecho del actor, por haber podido éste lograr igual resultado,
sin necesidad de recurrir al órgano jurisdiccional, v.g.: pago por consignación
cuando el demandado se allana y niega que se hubiese opuesto al pago y el actor
no prueba dicha circunstancia.

El reconocimiento oportuno, dentro del plazo para contestar la demanda,


además de los requisitos de ser incondicionado, total y efectivo, son los demás
extremos con que debe contar el allanamiento para que se produzca la inversión
de la regla general y las costas se puedan imponer al actor.

ART. 203.- COSTAS EN SEGUNDA INSTANCIA. Para la aplicación


de las costas en segunda instancia se observarán las siguientes reglas:
a) si la sentencia fuere confirmatoria de la de primera instancia en todas
sus partes, las costas del recurso serán a cargo del apelante;

b) si la apelación prosperare totalmente, el vencido será condenado a


pagar todas las costas del juicio;

c) si el recurso prosperare parcialmente, las costas se abonarán en


forma proporcional;

d) si ambos litigantes hubiesen recurrido y ninguno de los recursos


prosperare, las costas se abonarán en forma proporcional; y

e) si se declarase desierto el recurso y hubiere lugar a la imposición de


costas, éstas serán a cargo del apelante.

Sin embargo, el tribunal podrá eximir las costas al vencido en la forma


prevista en la segunda parte del artículo 201.

Antec.: CNC 203.- PM 212.-

Conc.: CPC 192; 193; 195; 201, 2a p.; 205; 206.-

1. REGLA GENERAL: La circunstancia de que el recurso haya


prosperado o no determinará la calidad de vencedor o vencido de la parte en
segunda o tercera instancia.

2. RECURSO DESESTIMADO (inc. a)): Cuando el recurso es


desestimado en todas sus partes la sentencia de primera instancia pasa en
autoridad de cosa juzgada, debiendo el vencido pagar todas las costas del juicio,
en razón de que la sentencia del superior ha reconocido la justicia del fallo.

3. RECURSO QUE PROSPERA TOTALMENTE (inc. b)): Cuando el


recurso prospera totalmente, el vencido en segunda instancia debe cargar con
todas las costas del juicio, tanto las de primera como las de segunda instancia, ya
que técnicamente no existen dos resoluciones, porque la sentencia de primera
instancia se considera como no pronunciada.

4. RECURSO QUE PROSPERA PARCIALMENTE (inc. c)): Si el


recurso prospera parcialmente se aplican las reglas del vencimiento mutuo y
según el caso las costas se compensarán aplicándose en el orden causado o se
distribuirán en proporción al éxito obtenido por cada parte.

5. VENCIMIENTO MUTUO (inc. d)): Si ambos litigantes han recurrido y


ninguno de los recursos prospera existe vencimiento mutuo en segunda instancia
y las costas de dicha instancia se abonan en el orden causado.
6. RECURSO DECLARADO DESIERTO (inc. e)): Cuando se declara
desierto el recurso y hubiere lugar a la imposición de costas, las mismas se
imponen al recurrente, - «apelante» - dice el inciso.

7. EXIMICION. REMISIÓN: El Tribunal, de acuerdo con el 2° p. del


precepto, podrá eximir las costas al vencido, en la forma prevista en la 2a. p. del
Art. 201 del CPC, a cuyo comentario, precisamente al numeral 1 me remito.
Véase, a su vez, el comentario al Art. 193 del CPC numerales 1 al 3.

ART. 204.- APELACIÓN DE LAS COSTAS. Cuando la apelación de la


sentencia lo fuere solamente respecto de las costas, el recurso será concedido en
relación y sin efecto suspensivo en cuanto al principal.

Antec.: CNC 204.- PM 212, 2o. p..-

Conc.: CPC 395; 398; 400; 401; 432 al 434.- Ley 1376/88 de Arancel de
Honorarios de Abogados y Procuradores 10.-

1. FORMA Y EFECTO DE LA CONCESIÓN DEL RECURSO: De


acuerdo con la norma cuando se recurre de la sentencia sólo en la parte que se
refiere a las costas, el recurso deberá ser concedido en relación y sin efecto
suspensivo en cuanto al principal, lo que equivale a decir que se cumplirá la
pertinente parte de la resolución, debiendo seguirse las pautas establecidas en el
Art. 400 del CPC.

La disposición es enteramente concordante con la norma del Art. 401


del CPC, que dispone «Apelación de condenaciones accesorias. Cuando la
sentencia definitiva recaída en proceso de conocimiento ordinario fuere apelada
únicamente en lo relativo a condenaciones accesorias, el recurso se concederá en
relación y con efecto suspensivo».

2. SUBSTANCIACIÓN: Se aplican las reglas de los Arts. 432 al 434 del


CPC, que establecen el trámite para la substanciación del recurso otorgado en
relación.

ART. 205.- COSTAS EN TERCERA INSTANCIA. Conforme a los


principios enunciados precedentemente, la Corte Suprema de Justicia aplicará las
costas de la instancia o del pleito, según sea el caso.

Antec.: CNC 205.- PM 213.-

Conc: CPC 192 al 204; 206; 435; 560.-

1. REMISIÓN: La redacción del Artículo transcripto conduce


necesariamente a tener que remitirme a lo expuesto con motivo de los
comentarios realizados a los Artículos pertinentes del presente Título VII.
ART. 206.- ALCANCE DE LA CONDENA EN COSTAS. La condena
en costas comprenderá todos los gastos ocasionados por la sustanciación del
proceso.

Antec.: CNC 206.- PM 214, 1er. p.-

Conc.: CPC 192 al 203; 205.- Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios


de Abogados y Procuradores 11.

1. OBLIGACIÓN DE PAGAR LAS COSTAS. ALCANCE: La condena


en costas origina una relación de crédito por la cual la parte vencedora resulta
acreedora de la parte vencida por todos los gastos ocasionados para la
substanciación del proceso, incluso los honorarios de su abogado y procurador.

Lo dicho es sin perjuicio de la obligación de la parte hacia sus propios


abogados y procuradores por el importe de sus honorarios, de acuerdo con el Art.
11 de la Ley 1376/88, que sobre el particular dispone: «Los honorarios regulados
dan acción al profesional para exigir el pago, a su opción, a la parte condenada en
costas o a su mandante. Este último podrá repetir de aquella lo que hubiese
pagado, subrogándose en los derechos del profesional».

La obligación de pagar los gastos del juicio - o del incidente - que pesa
sobre el vencido deberá, no obstante, circunscribirse a aquellos en que
necesariamente debió incurrir para obtener una decisión favorable a su pretensión
u oposición.

GOLDSCHMIDT dice que las costas son debidas «en cuanto hayan sido
producidas por actos necesarios en una gestión procesal normal» y, añado, que
sean consecuencia directa de la substanciación del proceso.

2. CONTENIDO DE LAS COSTAS: Las costas judiciales comprenden


los gastos que necesariamente ha debido efectuar el litigante para hacer triunfar
su derecho:

2.1. Poder especial, no el general.

2.2. Tasas judiciales.

2.3. Papel sellado, pero no el estampillado de los documentos, v.g.:


pagarés.

2.4. Fotocopias.

2.5. Publicación de edictos.

2.6. Diligenciamiento de exhortos y oficios.


2.7 Gastos del embargo u otras medidas cautelares.

2.8. Publicación de avisos de remate, comisión del rematador y viático


de secretaría.

2.9. Honorarios de abogados, procuradores, peritos, depositarios,


interventores, oficiales de justicia, traductores, intérpretes, etc.

2.10. En general, todos los que guarden relación con el juicio V de los
que no se pudo prescindir sin poner en peligro el éxito del pleito (CHIOVENDA).
LIBRO II

DEL PROCESO DE CONOCIMIENTO ORDINARIO

TITULO I

DE LA CONSTITUCIÓN DE LA CAUSA

CAPITULO I

DE LAS DISPOSICIONES GENERALES

ART. 207.- REGLA GENERAL. Las contiendas judiciales que no


tengan establecido un procedimiento especial, se tramitarán conforme a las
normas del proceso de conocimiento ordinario.

Antec.: CNC 207.- PM 215.- CPCC 67.-

Conc.: CPC 1; 80; 208; 238, inc. c); 409; 440; 471; 501; 518, 3er. p.;
524; 745, in fine; 836.- Ley 1680/01 Código de la Niñez y la Adolescencia 170.-
Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores 27, inc. b);
32.- Ley 1879/02 de Arbitraje y Mediación.

1. CLASES DE PROCESOS: Los procesos pueden clasificarse teniendo


en cuenta diferentes criterios. Esto como consecuencia de que la relación
procesal puede desarrollarse de distintas formas según la naturaleza del derecho
que se pretende, lo que da lugar a procesos de distinta configuración, dice
ALSINA.

1.1. De acuerdo con su estructura: Los procesos se dividen en:

1.1.1. Procesos de conocimiento ordinario: Véase comentario al


numeral 2 de este Artículo.

1.1.2. Procesos especiales: Son los legislados para determinados


asuntos que por la simplicidad de las cuestiones o por la urgencia que requiere su
solución, tienen un trámite breve y sencillo, v.g.: rendición de cuentas, mensura,
deslinde, división de cosas comunes, etc.

1.1.3. Procesos sumarios: El conocimiento del juez se limita a la


constatación de los requisitos exigidos por la ley para la procedencia de la acción,
sin entrar al examen de la relación de derecho substancial en que se fundan. Es
un conocimiento puramente procesal, v.g.: juicio ejecutivo, ejecución de
sentencias, etc. El proceso o juicio sumario es un tipo dentro de los procesos
especiales.
1.2. De acuerdo con la finalidad de la pretensión: Los procesos
pueden ser:

1.2.1. Procesos de conocimiento: En los cuales el juez se informa


plenamente de la relación jurídica. Pueden ser: de conocimiento ordinario o de
conocimiento sumario.

1.2.2. Procesos de ejecución: El conocimiento del juez se limita a


constatar el incumplimiento de la obligación.

Como expresa CARNELUTTI, la clasificación del proceso se funda en la


diferencia entre declaración y actuación de las relaciones jurídicas. Hay casos en
que basta que una relación sea declarada para que se logren los fines del
derecho, y otros en los cuales es necesario, en cambio, que se actúe, esto es que
se ajuste a la situación jurídica la situación material. En el primer caso, el proceso
tiende a que el juez declare lo que debe ser, en tanto que en el segundo, el
proceso tiende a que el juez ordene que se haga lo que se debe hacer.

1.2.3. Procesos cautelares: Estos procesos son complementarios de


los demás procesos. Tienen por objeto asegurar el resultado práctico de la
sentencia, de tal suerte que por el tiempo transcurrido entre la iniciación del
proceso y su resolución no quede frustrado el derecho del actor.

1.3. En relación al contenido: Los procesos se distinguen en:

1.3.1. Procesos universales: Son aquellos en los que a un mismo


tiempo se tratan diferentes acciones pertenecientes a diversas personas, a fin de
obtener la liquidación y distribución de un patrimonio, v.g.: juicio sucesorio, juicio
de quiebra, disolución de la comunidad conyugal.

1.3.2. Procesos singulares: En estos procesos se debate la pretensión


de una persona, relativa a un objeto determinado, contra otra persona. La
acumulación de acciones, por la existencia de varios actores o demandados
(acumulación subjetiva) o de varias pretensiones (acumulación objetiva) no hace
que el proceso deje de ser singular porque se lo considera como una unidad
jurídica.

1.4. En atención al medio de expresión: En relación a la forma


predominantemente utilizada, los procesos se dividen en:

1.4.1. Escritos: Con predominio de la escritura sobre la oralidad, v.g.:


Procesos del fuero civil y comercial.

1.4.2. Orales: Donde prima la oralidad sobre la escritura, v.g.: Procesos


del fuero laboral (Art. 256 CN).
Nuestro Código Procesal Civil teniendo en cuenta la forma en que se
estructuran los procesos los divide en: Proceso de Conocimiento Ordinario (Libro
II), Proceso de Ejecución (Libro III), Juicios y Procedimientos Especiales (Libro IV)
y Proceso Arbitral (Libro V), este último derogado por la Ley 1879/02 de Arbitraje y
Mediación.

2. PROCESO DE CONOCIMIENTO ORDINARIO: El Proceso de


conocimiento ordinario es el proceso tipo de carácter general. Es el que ofrece
mayores garantías para el ejercicio de los derechos en razón de que en él los
plazos son más extensos, se permite un mayor debate, la prueba es amplia y es
libre la impugnación de las resoluciones.

La norma procesal civil transcripta establece un proceso tipo, el Proceso


de conocimiento ordinario, a fin de evitar la multiplicidad de procesos especiales,
por cuyo trámite debe sustanciarse cualquier cuestión que en el Código Procesal
Civil no tenga previsto un procedimiento especial.

2.1. Estructura: El Proceso de conocimiento ordinario, siguiendo a


GUASP, se estructura del siguiente modo:

2.1.1. La etapa introductoria o expositiva: que comienza con la


promoción de la demanda.

2.1.2. La etapa probatoria: que es normal pero no esencial ya que sólo


procede cuando se aleguen hechos conducentes y controvertidos.

2.1.3. La etapa decisoria: que comienza con la providencia de autos y


concluye con la sentencia definitiva.

ART. 208.- APLICACIÓN SUBSIDIARIA. Las disposiciones de este


Libro son aplicables subsidiariamente a los procesos especiales.

Antec.: CNC 208.- PM 216.-

Conc.: CPC 207; 439; 538; 556; 565; 589; 597; 603; 613; 621; 635; 640;
642; 646; 653; 656; 669; 673, 1er. p. in fine; 683; 686; 731; 836.- Ley 1462/35
que establece el Procedimiento para lo contencioso administrativo 5.-

1. REGLA GENERAL: Las disposiciones del presente Libro II del


Código Procesal Civil, referido al Proceso de Conocimiento Ordinario, por ser el
proceso tipo, de carácter general y el más detallado en su regulación legal, se
aplica en forma subsidiaria a todos los procesos especiales, en cuanto no se
oponga a las particulares disposiciones que rigen a éstos.
Consecuentemente, el proceso ordinario es el proceso común a cuyas
previsiones y reglas deben someterse todas las controversias que no tengan
señalado un procedimiento expresamente determinado en la ley.

2. APLICACIÓN SUPLETORIA DEL CÓDIGO PROCESAL CIVIL: Por


similares razones el Art. 836 del CPC también preceptúa que los principios y
normas del presente Código - en el que el Proceso de conocimiento ordinario se
halla más ampliamente regulado - serán aplicados supletoriamente en los
procesos substanciados en otros fueros.

CAPITULO II

DE LAS DILIGENCIAS PREPARATORIAS

ART. 209.- QUIÉNES PUEDEN PEDIRLAS Y QUÉ DILIGENCIAS


PUEDEN PEDIRSE. Los que pretendan demandar podrán pedir, antes de la
demanda:

a) que la persona contra quien haya de dirigirse la demanda, preste


declaración jurada sobre hechos relativos a su personalidad, o acerca del carácter
en cuya virtud posee la cosa objeto de la acción y cuyo conocimiento sea
necesario para el ejercicio de la misma;

b) que se exhiba la cosa mueble o se reconozca judicialmente el


inmueble, que hayan de ser objeto del pleito;

c) que se exhiba algún testamento, título, libros y papeles de comercio u


otro documento original que sea necesario para entablar la demanda en los casos
en que esa exhibición corresponda de acuerdo con las leyes;

d) que el tutor, curador o administrador de bienes ajenos, presente las


cuentas de su administración;

e) que se haga nombramiento de tutor o curador, para el juicio de que


se trate; y

f) que se cite para el reconocimiento de la obligación de rendir cuentas.

El juez accederá sin sustanciación alguna a las diligencias solicitadas,


salvo que las considere notoriamente improcedentes.

Antec.: CNC 209.- PM 217.- CPCC 68; 70.-


Conc.: CN 33.- CPC 56; 210 al 214; 224, incs. b) y c); 270, 2o. p.; 623;
673; 683; 749.- CC 41; 282, 2o. p.; 1938.- Ley No. 1034/83 del Comerciante 95 al
104.-

1. CONCEPTO: Las diligencias preparatorias son aquellas medidas


previas al proceso que tienen por objeto asegurar la precisión de las pretensiones
del actor, mediante el conocimiento de hechos o informaciones indispensables
para que el proceso pueda quedar desde el inicio constituido regularmente.

Mediante las mismas se trata de obtener el conocimiento de elementos


de juicio que puedan hacer posible una adecuada fundamentación, necesaria para
que el proceso esté bien constituido; como también, el mejor ejercicio de la
pretensión u oposición.

Las diligencias preparatorias pretenden la obtención de datos


imprescindibles que sin la intervención judicial serían imposibles de lograr, a fin de
que el futuro proceso este regularmente constituido, para su normal
substanciación.

1.1. El pedido de diligencias preparatorias puede ser hecho por el actor -


como dice la norma y, también, por quien razonablemente crea que será
demandado en razón de la vigencia de los Principios de igualdad y de
razonabilidad. En suma, por todo aquel que ha de ser parte en un juicio aún no
iniciado.

2. JUICIOS EN QUE PROCEDE: Son admisibles, en general, en los


procesos de conocimientos ordinarios y sumarios. La preparación de la acción
ejecutiva realizada en el juicio ejecutivo tiene otro carácter porque su objeto es
completar el título ejecutivo.

3. OPORTUNIDAD: Las diligencias preparatorias son previas a la


demanda, suponen un proceso aún no iniciado. No configuran un acto
introductorio de la instancia principal.

Siendo así, no corresponde la reconvención, el domicilio real debe ser el


que se tenga en el momento de la notificación del traslado de la demanda, etc.

4. ENUMERACIÓN: La norma realiza una amplia enumeración de los


distintos supuestos de diligencias preparatorias, que no debe considerarse
taxativa.

4.1. Declaración jurada (inc. a)): La declaración jurada puede versar


sobre:

4.1.1. Hechos relativos a la personalidad del futuro demandado: En


este caso el futuro actor debe solicitar al juzgado que disponga que el futuro
demandado preste declaración jurada sobre hechos relativos a su personalidad.
Por personalidad debe entenderse la referida a la capacidad, a la legitimación
procesal como a la representación, v.g.: la edad de una persona, el nombre de su
representante legal, la identidad del propietario de un inmueble, la del heredero de
una determinada persona, etc.

Personalidad procesal dice GUASP, es la aptitud jurídica para ser titular


de los derechos y de las obligaciones de carácter procesal que a las partes se
refieren.

4.1.2. Carácter: La segunda parte del inciso sub examine, se refiere al


carácter en cuya virtud el futuro demandado posee la cosa objeto de la acción y
cuyo conocimiento es necesario para la promoción de la demanda, v.g.: carácter
de propietario de la cosa o de inquilino del inmueble, etc.

Las diligencias preparatorias tienen aquí como principal objetivo evitar


las excepciones de falta de personería o de falta de acción (Arts. 224, incs. b) y c)
CPC).

4.1.3. Forma: 4.1.3.1. Escrita: La declaración jurada puede llevarse a


cabo en forma escrita, en cuyo caso el juez fijará un plazo dentro del cual la
persona requerida deberá responder el cuestionario que al efecto deberá ser
presentado por el peticionante al juzgado.

4.1.3.2. Oral: También podrá hacerlo en una audiencia que el juez fijará
al efecto.

4.1.4. La declaración jurada no constituye «strictu sensu» una


absolución de posiciones, dado que el declarante no reviste la calidad de parte,
pero sus resultados son similares en virtud de las consecuencias que trae
aparejado el silencio dentro de nuestro régimen legal, de acuerdo con el Art. 282,,
2o. p., del C. Civil, que dice: «El silencio será juzgado como asentimiento a un
acto o a una pregunta, cuando exista deber legal de explicarse, o bien a causa de
la relación entre el silencio actual y la conducta anterior del agente. La
manifestación de voluntad sólo se presume en casos previstos expresamente por
la ley».

Ahora bien, si los hechos tácitamente admitidos son desvirtuados


posteriormente mediante la prueba en contrario que se produzca en el juicio, el
que calló habría incurrido en inconducta procesal, que como tal se halla prevista y
sancionada en la ley (Arts. 52, inc. a) y 56 CPC).

4.2. Exhibición de muebles y reconocimiento de inmuebles (inc. b)):


4.2.1. Exhibición de muebles: La «actio ad exhibendum» tiene por objeto
que el peticionante se pueda cerciorar de que la cosa se encuentra efectivamente
en poder de una persona y verificar, consecuentemente, su identidad.

El juez de acuerdo con la naturaleza de la cosa mueble objeto de la


diligencia puede disponer que la exhibición se realice en sede judicial o en el lugar
donde se encuentre.

El Art. 1.938 del C. Civil, establece al respecto: «El poseedor de cosas


muebles debe exhibirlas ante el juez en la forma establecida por la legislación
procesal, cuando la exhibición fuere pedida por quien invoque un derecho sobre la
cosa. Los gastos serán a cargo del que la pidiere».

4.2.2. Reconocimiento de inmuebles: También procede el


reconocimiento judicial del inmueble que haya de ser objeto del pleito, v.g.: para
saber si existen ocupantes precarios o subinquilinos, a fin de que se les notifique
oportunamente de la demanda para que la sentencia que se dicte tenga efectos
contra ellos (Art. 623 CPC).

4.2.3. Acta: Corresponde labrar un acta de la diligencia que se efectúe


sea de exhibición de cosa mueble o reconocimiento judicial, en la que consten las
circunstancias observadas por el juez.

4.3. Exhibición de documentos (inc. c)): La exhibición de documentos


originales, testamentos, títulos, libros y papeles de comercio participa de la
naturaleza de la «actio ad exhibendum».

Sólo procederá en los casos que pueda corresponde de acuerdo a las


leyes, v.g.: documentos comunes, documentos de una sociedad de la que el
peticionante es socio, etc.

4.3.1. Libros de comercio: Con relación a la exhibición de los libros de


comercio véase lo dispuesto en los Arts. 95 al 104 de Ley del Comerciante No.
1534/83.

4.3.2. Documentos privados: No corresponde la exhibición de papeles


y documentos privados que pueda ser violatoria del derecho a la intimidad de las
personas de acuerdo con el Art. 33 de la Constitución que establece: «Del derecho
a la intimidad. La intimidad personal y familiar, así como el respecto a la vida
privada, son inviolables. La conducta de las personas, en tanto no afecte al orden
público establecido en la ley o a los derechos de terceros, está exenta de la
autoridad pública. Se garantizan el derecho a la protección de la intimidad, de la
dignidad y de la imagen privada de las personas».

4.4. Cuentas de administración (inc. d)): Los administradores de


bienes ajenos, los tutores y curadores deben llevar las cuentas de la
administración de los bienes y negocios que se encuentren a su cargo. Cuando
no le sea posible al interesado acceder por medios extrajudiciales a dichas
cuentas el juez lo ordenará cuando ello sea imprescindible, lo cual queda librado al
prudente Criterio judicial.

4.5. Tutor o curador especial (inc. e)). Se refiere al nombramiento


para la persona incapaz de un tutor o curador «ad litem», con quien habrá de
entenderse el proceso de que se trate. El juez debe designar la persona que
ejercerá la función de curador especial.

Procede el nombramiento de un tutor o curador «ad litem», en los casos


en que los menores o incapaces deban demandar o ser demandados a o por sus
padres, tutores o curadores (Art. 41 CC); o que se niegue el consentimiento al
menor adulto para entablar un juicio contra un tercero.

4.6. Rendición de cuentas (inc. f)): El objeto de la diligencia consiste


en obtener la simplificación del futuro proceso, en razón de que si el citado
reconoce su obligación de rendir cuentas, el interesado podrá obtener la rendición
de cuentas reglada en los Arts. 673 y sgtes.y 683 y sgtes. del CPC.

5. ADMISIBILIDAD: El juez admitirá o rechazará el pedido cuando lo


considere notoriamente improcedente sin substanciación, siendo en este último
caso recurrible (Art. 213 CPC).

ART. 210.- JUEZ ANTE EL CUAL DEBE INTERPONERSE EL


PEDIDO. El pedido de diligencias preparatorias deberá interponerse ante el juez
que sería competente para conocer de la demanda.

Antec.: CNC 210.- PM 218.-

Conc.: CPC 2; 209; 211 al 214; 271.-

1. JUEZ COMPETENTE: De acuerdo al Principio de conexidad, las


diligencias preparatorias deben solicitarse al juez que hubiera sido el competente
para conocer la demanda principal, aunque, como resultado de las mismas la
demanda deba promoverse finalmente ante un otro juez que sea el competente al
momento de la iniciación del juicio.

2. EFECTO: Las medidas preparatorias no fijan la competencia. La


competencia del juez que tuvo a su cargo las diligencias preparatorias cesa al
concluir las mismas.

ART. 211.- REQUISITOS. Las diligencias preparatorias se pedirán


expresando claramente el motivo por el cual se solicitan y las acciones que se van
a deducir, designando a la persona que haya de ser demandada, con indicación
de su domicilio, para proceder a su citación.
Antec.: CNC 211.- PM 218.-

Conc.: CPC 133, inc. 11); 209; 210; 213 al 215; 272.-

1. FORMA: Las diligencias preparatorias deberán ser solicitadas por


escrito, guardando los requisitos exigidos por la ley para el escrito de demanda
(Art. 215 CPC).

2. CONTENIDO: Corresponde al solicitante expresar el motivo por el


cual se las solicitan y enunciar las pretensiones (acciones) que se van a deducir.

Del mismo modo, se deberá indicar con precisión la persona contra la


que se dirige y su domicilio real a los efectos de la notificación, que deberá ser por
cédula (Art. 133, inc. 11) CPC).

3. ADMISIBILIDAD: Las diligencias preparatorias –dice GUASP-


constituyen un verdadero proceso de carácter especial, en el que deben
examinarse la competencia, la legitimidad de las partes y los presupuestos
objetivos (posibilidad física o jurídica de realizar la diligencia, contenido, formas,
etc.).

Las diligencias preparatorias deben admitirse dentro de ciertos límites y


siempre que sean necesarias a fin de no afectar los Principios de igualdad y
lealtad mediante la obtención por vía judicial dé informaciones sin el debido
contradictorio.

ART. 212.- REALIZACIÓN COMPULSIVA DE LA DILIGENCIA Y


RESPONSABILIDAD DEL REQUERIDO. La orden de exhibición del documento
o de la cosa mueble o de reconocimiento judicial del inmueble que haya de ser
objeto del pleito podrá llevarse a efecto compulsivamente y si no fuere posible, por
haber el requerido ocultado, destruido o dejado de poseer el documento o la cosa
mueble, será responsable de los daños y perjuicios causados.

Antec.: CNC 212.- PM 221, 1er. p.-

Conc.: CPC 209 al 211; 213; 214; 721.-

1. FACULTAD DEL JUEZ: La norma transcripta con el objeto de que la


diligencia preparatoria no se vea frustrada por la voluntad unilateral del requerido,
prevé la posibilidad de que el juez, compulsivamente mediante el dictado de la
resolución que corresponda, (v.g.: secuestro del documento o la cosa mueble,
orden de allanamiento, etc.) desapodere de la tenencia o posesión o permita el
acceso al inmueble de quien injustificadamente se resiste al cumplimiento de la
orden judicial.
2. INTIMACIÓN: La diligencia admitida por el juez deberá contener la
intimación para que se permita el acceso al inmueble o se exhiba el documento o
cosa mueble, y sólo en el supuesto que no se cumpla la intimación, corresponderá
la intervención del oficial de justicia para hacer efectivo el apercibimiento
decretado.

3. RESPONSABILIDADES: El in fine del Artículo prevé la


responsabilidad civil por los daños y perjuicios causados, la que correspondería
además de la penal, cuando hubiere lugar a ello por configurar el hecho un delito.

ART. 213.- RECURRIBILIDAD DE LA RESOLUCIÓN. El auto que


resuelva la admisión de las diligencias preparatorias será irrecurrible, pero podrá
apelarse del que las deniegue.

Antec.: CNC 213.- PM 222.-

Conc.: CPC 209 al 211; 214; 273.-

1. RESOLUCIÓN QUE ADMITE DILIGENCIAS PREPARATORIAS: La


resolución del juez que admita las diligencias preparatorias será irrecurrible, en
razón de que la misma no causa gravamen irreparable (Art. 395, in fine CPC).

2. RESOLUCIÓN QUE DENIEGA DILIGENCIAS PREPARATORIAS:


La resolución que dicte el juez denegando la diligencia preparatoria podrá ser
objeto de recursos, de conformidad con el in fine de la norma.

ART. 214.- VALOR DE LAS DILIGENCIAS PREPARATORIAS. Las


diligencias pedidas por el que pretenda demandar, perderán su valor si no se
entabla demanda dentro del plazo de quince días de practicadas.

Antec.: CNC 214.- PM 223.-

Conc.: CPC 145; 174; 209; 447; 700.-

1. CADUCIDAD: La disposición establece un plazo de caducidad de


quince días, el cual tiene su fundamento en que el transcurso del tiempo sin la
actividad procesal que corresponde denota falta de interés y, además, en el hecho
de que el solicitado no puede quedarse indefinidamente con la incertidumbre y
zozobra que conlleva el anuncio de la posible promoción de una demanda en su
contra.
CAPITULO III

DE LA DEMANDA

1. CONCEPTO: Son incontables las definiciones que sobre la demanda


han dado los autores de Derecho Procesal.

En sentido general, demanda -dice ALSINA- es toda petición formulada


por las partes al juez en cuanto traduce una manifestación de voluntad
encaminada a satisfacer un interés.

En sentido procesal, - según COUTURE -, la demanda es el acto


procesal introductivo de instancia por virtud del cual el actor somete su pretensión
al juez, con las formas requeridas por la ley, pidiendo una sentencia favorable a su
interés.

Es el acto procesal por el cual se pretende el otorgamiento de la tutela


jurídica a través de la sentencia, dice CARNELUTTI.

Es el instrumento mediante el cual se expone ante el juez la pretensión,


expresa SENTÍS MELENDO.

2. EFECTOS: La demanda por el sólo hecho de su presentación


produce los siguientes efectos:

2.1. Queda abierta la instancia y el actor tiene la carga de proseguirla.

2.2. Queda fijada la competencia del juez con relación al actor.

2.3. El juez asume el deber de:

2.3.1. Conocer la demanda o rechazarla de oficio.

2.3.2. Pronunciarse sobre su competencia.

2.4. Limita los poderes del juez quien en la sentencia debe atenerse a
los términos de la demanda, bajo pena de nulidad.

2.5. Caduca la facultad del actor de recusar sin expresión de causa.

Cuando la demanda es admitida por el juez surgen los siguientes


efectos:

2.6. Nace el estado de litispendencia.


2.7. El juez debe juzgar en la sentencia la pretensión promovida,
debiendo colocarse el día de la promoción de la demande cuando decida la litis,
por el efecto retroactivo que tiene la sentencia la cual debe ser pronunciada como
si hubiese sido el momento mismo de la interposición de la demanda.

La demanda al ser notificada produce los siguientes efectos:

2.8. Extingue el derecho del actor de modificar la demanda y ampliar o


restringir sus pretensiones.

2.9. Precluye el derecho del actor de desistir unilateralmente de la


instancia.

2.10. Interrumpe el curso de la prescripción (adquisitiva y liberativa),


aunque el juez ante quien se la promovió sea incompetente.

3. IMPORTANCIA: La demanda es el acto central del proceso y el


primero, salvo las diligencias preparatorias si las hubo. De los efectos señalados
surge la fundamental importancia que la misma posee dada su profunda influencia
en la constitución y posterior desarrollo del proceso. Por ello su redacción y
formulación requieren sumo cuidado y atención ya que constituye la base del juicio
y de ella depende en gran medida el éxito de la pretensión deducida.

4. FINALIDAD: Mediante la demanda, como resultado de la prohibición


de la autotutela (Art. 15 CN), se somete un conflicto a la decisión del Estado para
que éste por el órgano jurisdiccional (Poder Judicial) decida, mediante un debido
proceso, en forma definitiva la controversia.

5. ACCIÓN Y PRETENSIÓN. REMISIÓN: Sobre los conceptos de


acción y de pretensión véase el comentario al Art. 98 del CPC, numerales 2 y 3.

ART. 215.- FORMA DE LA DEMANDA. La demanda será deducida


por escrito y contendrá:

a) el nombre y domicilio real del demandante;

b) el nombre y domicilio real del demandado;

c) la designación precisa de lo que se demanda;

d) los hechos en que se funde, explicados claramente;

e) el derecho expuesto sucintamente; y

f) la petición en términos claros y positivos.


La demanda deberá precisar el monto reclamado, salvo que al actor no
le fuere posible determinarlo al promoverla, por las circunstancias del caso, o
porque la estimación dependiere de elementos aún no definitivamente fijados y la
promoción de la demanda fuere imprescindible para evitar la prescripción de la
acción. En estos supuestos, no procederá la excepción de defecto legal.

Antec.: CNC 215.- PM 224.-CPCC 72.-

Conc.: CPC 27; 46; 47; 53, inc. d); 57; 59; 60; 77; 87; 105, 1a. p.; 106;
107; 133, inc. a); 140; 141; 179, 3er. p.; 205, 1er. p.; 211; 440; 552; 558, 4° p.;
669; 833.- COJ 15, inc. g).- CC 452.-

1. FORMA: La forma de la demanda es la que corresponde a todo acto


procesal escrito:

1.1. Redacción por escrito: (Art. 215, 1er. p., la. p. CPC). No se
requieren fórmulas sacramentales, basta con que sus términos sean claros y
precisos.

1.2. Idioma español: (Art. 105, 1a. p. CPC). La norma debió decir
idioma castellano, que es el que corresponde.

1.3. Mecanografiada o manuscrita con tinta oscura e indeleble: (Art. 106,


la. p. CPC).

1.4. Firma: (Art. 106, 1er. p.CPC).

1.5. Copias: (Art. 107 CPC).

2. CONTENIDO:

2.1. Nombres y domicilios:

2.1.1. Del demandante o actor: Individualización del demandante con


sus nombres y apellidos, denuncia del domicilio real y constitución del procesal.

2.1.2. Del demandado: Individualización del mismo con sus nombres y


apellidos y denuncia del domicilio real, legal o especial según el caso.

2.2. Determinación de la cosa demandada: Designación precisa de lo


que se demanda. El objeto de la pretensión. Lo que se desea que se resuelva
favorablemente en la sentencia.

El «bien de la vida» que se pretende, como dice CHIOVENDA.


2.3. Exposición de los hechos: Los hechos en que se funde la
demanda explicados claramente. Los hechos son el fundamento y sustento
fáctico de la pretensión.

El Código sigue básicamente la teoría de la substanciación sintetizada


en el aforismo «da mihi factum, dabo tibi jus» (denme los hechos, yo te daré el
derecho), diferente a la teoría de la individualización que se apoya más que en los
hechos en la determinación de la relación jurídica. Ambas tienden a conseguir la
individualización del objeto del litigio. La de la substanciación a través de los
hechos, la de la individualización a través del derecho. La demanda -dice
PAIREN GUILLEN- debe ser tácticamente substanciada y jurídicamente
individualizada.

2.3.1. Importancia: La exposición de los hechos tiene capital


importancia porque;

2.3.1.1. El demandado tiene la carga de reconocer o negar


categóricamente cada uno de los hechos expuestos en la demanda (Art. 235, inc.
a) CPC).

2.3.1.2. Sobre los hechos alegados por el actor, y en su caso por el


demandado, deberá versar la prueba (Art. 247, 1er. p. CPC).

2.3.1.3. La sentencia sólo podrá hacer mérito de los hechos alegados


por las partes (Art. 159, incs. b) y c) CPC).

2.3.1.4. Autoriza la excepción de defecto legal, cuando no sean clara y


precisamente expuestos (Art. 224, inc. e) CPC).

2.4. Fundamento jurídico: El derecho debe ser expuesto sucintamente.


Se debe invocar y pedir la aplicación de las normas legales que avalan la
pretensión.

2.5. Petición: La petición en términos claros y positivos, formulada con


precisión en el petitorio. Contribuye a determinar el objeto del litigio.

Puede ser:

2.5.1. Principal: Referente a lo que se reclama al demandado.

2.5.2. Accesoria: Como los daños y perjuicios, los intereses, las costas.

2.6. Determinación del monto: La demanda deberá precisar el monto


reclamado.
Como regla general la estimación debe ser exacta y obligatoria, salvo
que al actor no le fuera posible determinar al promover la demanda: a) por las
circunstancias del caso; o, b) porque la estimación dependiere de elementos aún
no definitivamente fijados y la promoción de la demanda fuere imprescindible para
evitar la prescripción de la acción. En cualquiera de los casos de excepción
mencionados no procederá la excepción de defecto legal, concluye el Artículo.

Siendo así, la falta de determinación sólo puede ser admitida de manera


excepcional cuando para establecerlo se necesite actividad probatoria o cuando
su determinación derive de elementos aún no fijados y la promoción de la
demanda sea imprescindible a fin de evitar que la acción prescriba.

Por su parte el Art. 15, inc. g) del COJ, establece que cuando el valor de
la cosa objeto de la demanda no pueda ser determinado, el actor deberá
manifestarlo bajo juramento sin perjuicio del derecho del demandado a declinar la
jurisdicción.

A su vez, el Art. 452 del C. Civil, dispone: «Cuando se hubiese


justificado la existencia del perjuicio, pero no fuese posible determinar su monto, la
indemnización será fijada por el juez».

3. REQUISITOS FISCALES: Tasa judicial: Ley 284/71 y su modificación


por Ley 1.165/85; Ley 669/95 que modifica los gravámenes específicos
establecidos en la Ley 284/71, de tasas judiciales.

ART. 216.- RECHAZO DE OFICIO DEL ESCRITO DE DEMANDA. Los


jueces podrán rechazar de oficio los escritos de demanda que no se ajustaren a
las reglas establecidas, expresando el defecto que contengan.

Si no resultare claramente de ellos que son de su competencia,


mandará que el actor exprese lo necesario a este respecto.

Antec.: CNC 216.- PM 225.- CPCC 76.-

Conc.: CPC 2; 7; 209, in fine; 215; 552; 570.-

1. RECHAZO «IN LIMINE»: Cuando la demanda no reúne los requisitos


establecidos en el Artículo anterior o cuando de la exposición del actor resulte no
ser de la competencia del juez ante quien se deduce (Art. 7 CPC) éste podrá
rechazarla de oficio «ín limine», expresando el defecto que contengan.

2. DUDA SOBRE LA COMPETENCIA: En el supuesto de que la


competencia del juez ante el que se promovió la demanda no resulte clara, el
mismo tiene el deber de solicitar del actor que éste exprese lo necesario al
respecto, a fin de salvar la cuestión.
Esta situación, es, desde luego, distinta a la expuesta en el primer
párrafo de este comentario, por cuya virtud el juez debe rechazar «in limine» la
demanda cuando la incompetencia surja manifiesta de la propia exposición de los
hechos.

3. CUESTIONES O CASOS NO JUSTICIABLES: La cuestión no


justiciable es aquella que no puede ser llevada ante el Poder Judicial para su
correspondiente consideración y resolución.

Este supuesto es denominado por la doctrina "defecto absoluto en la


facultad de juzgar" o "improponibilidad objetiva de la acción", y fue REDENTI su
precursor.

Lo mencionado podría parecer un contrasentido en razón de que el


Poder Judicial, como regla general, se halla constituido precisamente para
conocer y decidir todos y cada uno de los conflictos con un interés jurídico.

La excepción a dicha regla general estaría dada por los supuestos en


que:

3.1. La pretensión se encuentre dirigida a obtener un pronunciamiento


exclusivamente de índole moral, científico o académico.

3.2. La cuestión no justiciable se halle legislada en forma expresa en la


Constitución o en la Ley, v.g.: el Amparo no podrá promoverse en la tramitación de
causas judiciales, ni contra actos de órganos judiciales, ni en el proceso de
formación, sanción y promulgación de las leyes (Art. 134, 4o. p. CN); la acción de
nulidad de un matrimonio no podrá intentarse sino en vida de los esposos (Art.
188, la. p. CC); la nulidad del contrato de sociedad, para eximirse de las
obligaciones que él les impone, no puede ser alegada por los socios frente a
terceros de buena fe (Art. 962 CC); las entidades del sistema financiero no podrán
solicitar convocación de acreedores ni su quiebra, ni ser declaradas en quiebra a
pedido de terceros (Art. 133/ 1er. p. Ley 861/96); la investigación de la maternidad
no se admitirá cuando tenga por objeto atribuir el hijo a una mujer causada, salvo
que el hijo hubiera nacido antes del matrimonio (Art. 234, 3er. p. CC); etc.

3.3. La configuración de no justiciable surja de modo implícito de la


norma constitucional o legal, v.g.: cuestiones referentes a la autonomía municipal
o universitaria, cualidad de la cosa juzgada.

La promoción ante los tribunales de una cuestión no justiciable autoriza


el rechazo "in limine" de la acción, en razón de que la justiciabilidad del caso
sometido al conocimiento de los jueces es un presupuesto para el ejercicio de la
función jurisdiccional. En este sentido el Art. 12 de la Ley 609/95 establece que la
Corte Suprema de Justicia no dará trámite a la acción de inconstitucionalidad en
cuestiones no justiciables. También, el rechazo debe producirse cuando se le
advierta, en el curso del proceso o en el momento de fallar.
ART. 217.- MODIFICACIÓN DE LA DEMANDA. Antes de ser
notificada la demanda, el actor podrá modificar el escrito inicial, y ampliar o
restringir sus pretensiones.

Antec.: CNC 217.- PM 226.-

Conc.: CPC 218; 250; 458.-

1. REGLA GENERAL: El actor después de promover la demanda, pero


antes de ser notificada, puede modificarla.

Sólo después de notificada la demanda no se podrá variar los términos


de la misma, salvo el desistimiento.

Después de trabada la relación procesal la demanda no podrá ser


modificada, en razón de que en ése momento queda fijado el contenido de la
controversia y la sentencia ha de referirse necesariamente a lo expuesto por las
partes en sus respectivos escritos de demanda y contestación, bajo pena de ser
incongruente.

2. FUNDAMENTO: En razón de que el actor dispone de la acción,


puede retirarla o modificarla a voluntad, ampliando o restringiendo sus
pretensiones.

3. HECHO NUEVO: Cuando con posterioridad a la contestación de la


demanda o reconvención, ocurriere o llegare a conocimiento algún hecho nuevo
que tuviere relación con la cuestión que se ventila, las partes podrán alegarlo, - en
las condiciones establecidas en el Artículo 250 del CPC - siempre que con ello no
se varíen los fundamentos de la demanda y contestación.

ART. 218.- AMPLIACIÓN DEL VALOR RECLAMADO. El actor podrá,


asimismo, ampliar el valor de lo reclamado, si antes de la sentencia venciesen
nuevos plazos o cuotas de la obligación objeto de la litis.

Si la ampliación se fundare en hechos nuevos alegados con


posterioridad a la contestación de la demanda o la reconvención, serán aplicadas
las reglas del artículo 250.

Antec.: CNC 218.- PM 227.-

Conc.: CPC 235; 237; 250; 458.- COJ 15.-

1. FUNDAMENTO: La norma transcripta, que permite al actor ampliar el


valor de lo reclamado, cuando se produzca el vencimiento de nuevos plazos o
cuotas de la obligación que es objeto de la litis, se funda en razones de economía
procesal. De este modo se hace extensivo al Proceso de conocimiento ordinario
lo dispuesto por similares razones para el Proceso ejecutivo en el Art. 458 del
CPC.

2. HECHO NUEVO: La alegación de hechos nuevos permitida por el Art.


250 del CPC será factible siempre que con ello no se varíen los fundamentos de la
demanda y contestación y concurran los demás requisitos fijados en la norma
precedentemente mencionada.

ART. 219.- AGREGACIÓN DE LA PRUEBA DOCUMENTAL. El actor


deberá acompañar con la demanda la prueba documental que tuviere en su poder.
Si no la tuviere a su disposición, la individualizará indicando su contenido, el lugar,
archivo, oficina pública o persona en cuyo poder se encuentre.

Antec.: CNC 219.- PM 227.- CPCC 73.-

Conc.: CPC 77; 98; 105; 107; 183; 185; 187; 220; 221; 227; 237, la. p.;
236; 303 al 305; 308; 428; 460, 3er. p.; 569, 2o. p.; 624; 683, inc. c).- Ley 1680/01
Código de la Niñez y la Adolescencia 171.- Ley 1879/02 de Arbitraje y Mediación
26, 1er. p.

1. DISTINCIÓN: Se debe distinguir el documento del instrumento. El


documento es toda representación objetiva de una idea, la que puede ser material
o literal, v.g.: un monumento.

El instrumento es el documento literal, escrito, destinado a constatar una


relación jurídica o una manifestación de voluntad suceptible de producir efectos
jurídicos. Siendo así, el documento es el género y el instrumento la especie.

2. REGLA GENERAL: La norma prescribe -como regla general- que el


actor al promover la demanda debe acompañar la prueba documental que tuviere
en su poder.

La misma carga procesal tiene el demandado que ha de cumplirla


cuando contesta la demanda (Art. 236 CPC) y cuando, en su caso, reconviene
(Art. 237, la. p. CPC).

Igual carga tiene quien deduce una excepción previa (Art. 227 CPC) o
un incidente (Art. 183 CPC). También en el proceso de conocimiento sumario
(Art. 683, inc. c) CPC) y en el juicio ejecutivo cuando se oponen excepciones (Art.
460, 3er. p. CPC).

La prueba documental que deberá acompañarse va más allá de los


instrumentos públicos o privados del C. Civil, se extiende a todo objeto en el que
los hechos se encuentren registrados, testimoniados, pudiendo ser de distintas
clases y tipos.
3. FUNDAMENTO: La exigencia de adjuntar al escrito de demanda -y a
los escritos de contestación, reconvención, excepción e incidente- toda la prueba
documental que se tuviere, esta fundada en el Principio de moralidad y buena fe
que debe regir el proceso, en cuya virtud el mismo debe substanciarse con lealtad
y no puede constituirse en una trampa donde pueda sucumbir la verdad.

4. EXCEPCIONES: Las partes tienen la carga de presentar todos los


documentos que tengan en su poder o a su disposición. Las excepciones a esta
regla general están establecidas en la ley. Ellas son:

4.1. Documentos no tenidos a disposición: Se deberá


individualizarlos, indicando su contenido, el lugar, archivo, oficina pública o
persona en cuyo poder se encuentren (Art. 219, 2o. p. CPC).

4.2. Documentos posteriores a la demanda o desconocidos: Se


deben seguir las reglas establecidas en el Art. 221 del CPC, al que me remito.

4.3. Documentos anteriores: Se agregarán bajo juramento de no haber


antes tenido conocimiento de ellos y se seguirán las pautas del Art. 221 del CPC.

4.4. Hechos no considerados en la demanda: Cuando en la


contestación a la demanda o a la reconvención, en su caso, se alegan hechos no
considerados en el escrito de demanda o reconvención, el actor podrá agregar
documentos dentro de los cinco días de notificada la providencia respectiva, sin
substanciación (Art. 220 CPC).

5. EFECTO DE LA NO PRESENTACIÓN: La consecuencia del


incumplimiento de la carga de acompañar los documentos, en la oportunidad
procesal que la ley establece, es que no deben ser admitidos posteriormente y si
lo fueren debe solicitarse su desglose de los autos, oponiéndose a su agregación.

6. AGREGACIÓN TARDÍA: En razón de la vigencia del Principio


dispositivo en el proceso civil, la parte podrá aceptar, en forma expresa o tácita, la
agregación tardía de documentos que haga la contraparte, en caso contrario,
deberá oponerse a la agregación, por extemporánea.

7. IDIOMA: Todo instrumento que no se halle redactado en idioma


español (castellano) debe traducirse por traductor matriculado para que sea viable
su agregación a los autos (Art. 105, in fine CPC).

ART. 220.- HECHOS NO CONSIDERADOS EN LA DEMANDA.


Cuando en la contestación de la demanda se alegaren hechos no considerados en
ésta, el actor podrá agregar, dentro de los cinco días de notificada la providencia
respectiva, la prueba documental referente a tales hechos, sin otra sustanciación.

Antec.: CNC 220.- PM 229.-


Conc.: CPC 219; 221.-

1. CONCEPTO: Hechos no considerados en la demanda, significa


hechos distintos a los expuestos en los escritos de demanda o reconvención, que
producen la carga de la prueba para el actor.

2. FUNDAMENTO: La norma se funda en el Principio de igualdad de las


partes en el proceso.

3. EFECTOS: Con motivo del análisis del Art. 219 del CPC -que
configura la regla general en materia de agregación de la prueba documental-
señalé que uno de los supuestos de excepción a dicha regla era precisamente el
contemplado en el presente artículo; en cuya virtud, cuando en la contestación de
la demanda, o reconvención, en su caso, se alegaren hechos no considerados en
dichos escritos, el actor podrá, sin substanciación alguna; vale decir, sin correr
traslado, dentro de los cinco días de la notificación de la providencia respectiva,
agregar la prueba documental referente a tales hechos.

4. HECHO NUEVO: A diferencia del hecho no considerado en la


demanda, el hecho nuevo es aquel que teniendo relación con la cuestión debatida
en el proceso se produce o recién es conocido por quien lo alega después de
trabada la relación procesal con los escritos de demanda y contestación (Art. 250
CPC).

ART. 221.- DOCUMENTOS POSTERIORES O DESCONOCIDOS.


Después de contestada la demanda, no se admitirán al actor sino documentos de
fecha posterior, o anteriores bajo juramento de no haber antes tenido
conocimiento de éstos. En tales casos se dará vista a la otra parte, quien deberá
cumplir la carga impuesta en el artículo 235, inciso a).

Antec.: CNC 221.- PM 230.- CPCC 74.-

Conc.: CPC 133, inc. a); 219; 235, inc. a); 308; 433, inc. a).-

1. AGREGACIÓN: Otro de los supuestos de excepción a los que me


referí con motivo del comentario al Art. 219 del CPC –que consagra la regla
general en materia de agregación de la prueba documental en el proceso- es el
considerado en el presente Artículo.

Por el mismo, se acepta que el actor pueda agregar:

2.1. Documentos de fecha posterior.

2.2. Documentos anteriores bajo juramento de no haberse antes tenido


conocimiento de los mismos.
2. VISTA: En cualesquiera de las hipótesis mencionadas
precedentemente, se deberá cumplir con el Principio de bilateralidad y se dará
vista a la otra parte a fin de que esta pueda reconocer o negar la autenticidad de
los documentos que se le atribuyen o la recepción de otros documentos, pudiendo
su silencio o sus respuestas evasivas estimarse como que hubo reconocido o
recibido los documentos, según el caso (Art. 235, inc. a) del CPC).

3. NOTIFICACIÓN: La notificación de la vista deberá realizarse por


cédula de acuerdo con el Art. 133, inc. a) del CPC.

ART. 222.- TRASLADO DE LA DEMANDA. Presentada la demanda


en la forma proscripta, el juez dará traslado de ella al demandado, citándolo y
emplazándolo para que la conteste dentro del plazo de diez y ocho días.

Antec.: CNC 222.- PM 231.- CPCC 77.-

Conc.: CPC 88; 107; 133, inc. a); 140 al 142; 145; 149; 234; 554 1er. o.
in fine.-

1. FUNDAMENTO: A los efectos de cumplir con los Principios de la


defensa en juicio y de bilateralidad de la audiencia o contradictorio, el juez,
mediante el traslado de la demanda, pone en conocimiento del demandado las
pretensiones del actor.

El traslado constituye al mismo tiempo un derecho y una carga para el


demandado, porque al tener noticia de la promoción en su contra de la demanda
surge para él la carga de comparecer y contestar la misma dentro del perentorio e
improrrogable plazo que le fija la ley.

2. CITACIÓN Y EMPLAZAMIENTO: Al demandado se lo cita y se lo


emplaza para que conteste la demanda dentro del plazo de dieciocho días.

La citación es al acto en virtud del cual se dispone la comparecencia de


la parte o del tercero ante el juez para que practique un acto en un momento
determinado.

El emplazamiento es el acto por el cual el juez fija un plazo, un espacio


de tiempo, para que la parte o un tercero ejecute un acto procesal.

3. AMPLIACIÓN DEL PLAZO: El plazo para contestar la demanda es


ampliado «ministerio legis» en razón a la distancia, de acuerdo con una opinable
interpretación del Art. 149 del CPC que realizan algunos tribunales.

Véase el Art. 149 del CPC numeral 1.

4. MODALIDADES DE LA CITACIÓN Y DEL EMPLAZAMIENTO:


4.1. Demandado con domicilio en la sede del juzgado: Se le notifica por
cédula (Art. 133, inc. a) CPC), dejándosele aviso en caso de no encontrársele
presente (Art. 138, 2o. p. CPC).

4.2. Demandado con domicilio fuera de la sede del juzgado:

4.2.1. Si se halla domiciliado en el país, se libra oficio dirigido al juez del


lugar (Art. 128 CPC) para que éste, a su vez, proceda a la notificación.

4.2.2. Si esta domiciliado en el extranjero, se libra exhorto, a los mismos


efectos (Art. 143 y 129 CPC).

4.3. Demandado incierto o con domicilio ignorado: Se le notifica por


edictos (Arts. 140 al 142 CPC) para que comparezca a estar a derecho:

4.3.1. Si comparece, se le corre traslado de la demanda.

4.3.2. Si no comparece, se le nombra defensor en la persona del


representante del Ministerio de la Defensa Pública.

Es requisito el previo informe del Registro de Poderes acerca de si el


demandado tiene apoderado (Art. 141 CPC).

5. PLAZOS PARA CONTESTAR LA DEMANDA:

5.1. Demandado notificado en la sede del juzgado: Dieciocho días


perentorios e improrrogables (Art. 145 CPC).

El plazo para contestar la demanda es individual aunque sean varios los


demandados.

5.2. Demandado notificado fuera de la sede del juzgado:

5.2.1. Domiciliado en la República: El plazo se amplía en razón de la


distancia, un día por cada 50 kilómetros en la región oriental y un día por cada 25
kilómetros en la región occidental o chaco (Art. 149 CPC).

5.2.2. Domiciliado en el extranjero: El juez fija el plazo en razón de la


distancia y a la facilidad de las comunicaciones (Art. 143 CPC).

5.3. Notificación por edictos: En el caso del demandado notificado por


edictos, el plazo comienza a correr desde el día siguiente de la última publicación
(Art. 140 CPC).
CAPITULO IV

DE LAS EXCEPCIONES PREVIAS

ART. 223.- FORMA DE DEDUCIRLAS, PLAZOS Y EFECTOS. Las


excepciones que se mencionan en el artículo siguiente se opondrán únicamente
como de previo y especial pronunciamiento, en un sólo escrito, y dentro del plazo
para contestar la demanda o la reconvención, en su caso.

La oposición de excepciones interrumpirá el plazo para contestar la


demanda.

Antec.: CNC 223.- PM 232.- CPCC 84; 87.-

Conc.: CN 16, 1a. p.- CPC 53, inc. d); 89, in fine; 145; 190; 222; 234;
240; 683, inc. f).- CC 706.- Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y
Procuradores 23.-

1. CONCEPTO: La excepción, en sentido general, es toda defensa


procesal que el demandado opone a la pretensión del actor, negando los hechos
en que se funda la demanda, desconociendo el derecho que de ellos derive, o
limitándose a impugnar la regularidad del proceso.

Siendo así, la excepción es el poder jurídico que tiene el demandado


para oponerse a la acción promovida por el actor contra el. La excepción es la
acción del demandado «reus in exceptione actor est» (ULPIANO).

En sentido estricto, la excepción es la defensa dilatoria, perentoria o


mixta mediante la cual el demandado denuncia la falta de un presupuesto procesal
o pide el rechazo de la pretensión o la extinción de la acción.

Toda demanda -dice COUTURE- es una forma de ataque; la excepción


es la defensa contra ese ataque por parte del demandado. Si la acción es el
sustituto civilizado de la venganza, la excepción es el sustituto civilizado de la
defensa.

La excepción tiene fundamento constitucional en el Art. 16, 1a. p. de la


Constitución que establece: «La defensa enjuicio de las personas y de sus
derechos es inviolable».

2. CLASES: Las excepciones en nuestro derecho procesal y


considerando su vinculación con el proceso, pueden ser:

2.1. Excepciones dilatorias: Son las defensas que se fundan en la


omisión de un requisito procesal. Versan sobre el proceso y no sobre el derecho
material alegado por el actor. Por lo general son el medio de denunciar la falta de
un presupuesto procesal.

Están dirigidas: a impedir un proceso nulo (incompetencia, falta de


personería); o inútil (litispendencia); o a corregir errores que obstan a la decisión
(defecto légala o a asegurar el resultado del juicio (arraigo); o constituyen un
obstáculo para el proceso (convenio arbitral).

Las excepciones dilatorias se oponen como de previo y especial


pronunciamiento. Vale decir, deben substanciarse y resolverse antes de
proseguirse el trámite del proceso principal el cual queda interrumpido. Deben
decidirse previamente a toda cuestión.

2.2. Excepciones perentorias: Son aquellas en cuya virtud el


demandado se opone a la pretensión del actor. No son defensas sobre el
proceso, sino sobre el derecho.

Pueden ser opuestas como previas (Art. 224 CPC) o al contestar la


demanda (Arts. 233 y 235 CPC).

En el primer caso, son de previo y especial pronunciamiento y al igual


que las dilatorias deben tramitarse y resolverse con carácter previo, quedando la
substanciación del proceso principal interrumpida, v.g.: falta de acción manifiesta;
pago, conciliación, desistimiento de la acción, y prescripción cuando pueden
resolverse como de puro derecho, y las defensas temporarias consagradas en las
leyes generales.

En el segundo caso, se oponen al contestar la demanda, no suspenden


la marcha del proceso y se resuelven en la sentencia definitiva. En las
excepciones perentorias se distinguen las que atacan el derecho (exceptio iure),
v.g.: pago; y, las que atacan los hechos (exceptio facti), v.g.: error, dolo, fuerza y
temor.

La enumeración de las excepciones perentorias - a diferencia de las


dilatorias - no es taxativa. En términos generales puede decirse que las
excepciones perentorias coinciden con los modos generales de extinción de las
obligaciones.

La excepción de falta de acción cuando no fuere manifiesta o cuando


fuere opuesta como previa y el juez no la admite ni la juzga por considerarla no
manifiesta, podrá ser opuesta por el demandado al contestar la demanda. Igual
cosa acontece con las excepciones de pago, transacción, conciliación,
desistimiento de la acción y prescripción, cuando no pudieren resolverse como de
puro derecho.
2.3. Excepciones mixtas: Se oponen como previas y se deciden como
tales, tienen de común con las dilatorias que intentan evitar un proceso nulo o
inútil y se diferencian de las perentorias en que no buscan un pronunciamiento
sobre la existencia o inexistencia del derecho, sino el reconocimiento de una
situación jurídica que hace innecesario entrar a analizar el fondo mismo del
derecho, v.g.: cosa juzgada, transacción.

3. OPORTUNIDAD: De acuerdo con la ley procesal las excepciones


pueden oponerse en forma previa o al contestar la demanda.

3.1. Excepciones previas: Son las enumeradas en el Art. 224 del CPC.
Deben deducirse todas a un mismo tiempo, en un solo escrito (Principio de
eventualidad), dentro del plazo para contestar la demanda, o reconvención; es
decir, dieciocho días contados del día siguiente de la notificación del traslado de la
demanda o reconvención, en su caso.

3.1.2. Efecto: La oposición de las excepciones previas produce la


interrupción del plazo para contestar la demanda, el que comenzará a computarse
de nuevo una vez resuelta y rechazada la excepción.

3.2. Al contestar la demanda:

3.2.1. Defensas generales: Todas las defensas que no tengan el


carácter de previas se oponen al contestar la demanda, se tramitan conjuntamente
con el principal y se resuelven en la sentencia definitiva.

3.2.2. Falta de acción: Cuando no fuere manifiesta o cuando opuesta


como previa no haya sido admitida ni juzgada como previa, por no ser manifiesta.

3.2.3. Pago, transacción, conciliación, desestimiento de la acción y


prescripción: Cuando por existir hechos que deben ser probados no pueden
resolverse como de puro derecho.

ART. 224.- EXCEPCIONES ADMISIBLES. Sólo serán admisibles


como previas las siguientes excepciones:

a) incompetencia;

b) falta de personería en el demandante, en el demandado o sus


representantes, por carecer de capacidad civil para estar en juicio, o de
representación suficiente. El demandante hará valer esta excepción por la vía del
recurso de reposición;

c) falta de acción cuando fuere manifiesta, sin perjuicio, en caso de no


ocurrir esta última circunstancia, de que el juez la considere en la sentencia
definitiva;
d) litispendencia. La acción intentada ante un tribunal extranjero no
importa litispendencia;

e) defecto legal en la forma de deducir la demanda;

f) cosa juzgada;

g) pago, transacción, conciliación, desistimiento de la acción y


prescripción, cuando pudieren resolverse como de puro derecho;

h) convenio arbitral;

i) arraigo; y

j) las defensas temporarias que se consagran en las leyes generales.

Antec.: CNC 224.- PM 233.- CPCC 85; 96.-

Conc.: CPC 2 al 14; 15, inc. b); 46; 60; 89, in fine; 107; 121; 123; 159;
166; 170; 171; 212; 215, 2o. p.; 219; 225; 226; 230; 232, 1er. p.; 233; 235, 1er. p.
1a. p.; 390 al 392; 703; 737; 774 y sgtes..- CC 1471, 2° p.; 2455.-

1. CARÁCTER: La norma transcripta establece que sólo serán


admisibles como excepciones previas la que se indican en la enumeración legal,
en consecuencia, el carácter de la enumeración es taxativo.

2. FUNDAMENTO: Su fundamento se encuentra en la circunstancia de


que todas ellas, en caso de prosperar, hacen innecesaria la tramitación del
proceso por cuanto no sería posible obtener una decisión sobre el fondo de la
cuestión.

3. ENUMERACIÓN:

3.1. Incompetencia: La competencia del juez o tribunal es un


presupuesto sin el cual no puede existir relación procesal válida.

Del Art. 7 del CPC surgen dos imperativos: a) Toda demanda debe
interponerse ante juez competente y b) Si el juez considera que no es competente
debe inhibirse de oficio.

La excepción de incompetencia es el medio en virtud del cual el


demandado declina -de allí el nombre Declinatoria (Art. 8 CPC)- la competencia
del juez ante quien el actor promovió la demanda porque considera que de
acuerdo a las reglas de competencia, establecidas en la ley, no es el competente
para entender la controversia.
Si la excepción es declarada procedente, el interesado podrá recurrir
ante quien corresponda (Art. 232, 1er. p. CPC).

Si la excepción es rechazada, las partes no podrán volver a cuestionar


la competencia en lo sucesivo ni podrá ser declarada de oficio (Art. 230 CPC).

La medida cautelar decretada por juez incompetente será válida si fue


dictada con arreglo a las disposiciones que rigen la materia y sin que ello importe
prórroga de la competencia para entender en el juicio que deba iniciarse (Art. 703
CPC).

En relación a la denominada incompetencia absoluta véase el


comentario al Art. 4 del CPC numeral 4.

3.2. Falta de personería: La personería o personalidad, constituye otro


presupuesto de validez del proceso (legitimatio ad processum).

La falta de personería puede producirse por dos motivos:

3.2.1. La ausencia de capacidad civil de la parte para estar en juicio


(Falta de Personalidad).

Si las partes carecen de capacidad procesal no habrá relación procesal


válida y la sentencia que se dicte carecerá de eficacia. Siendo así, la excepción
procede siempre que cualesquiera de las partes carezcan de la aptitud necesaria
para actuar en el proceso personalmente, v.g.: menor de edad, insano, quebrado,
etc. Véase el comentario al Art. 46 del CPC al que me remito.

3.2.2. La falta, defecto o insuficiencia de la representación legal o


convencional (Falta de Personería).

Los representantes, sean necesarios o convencionales, deben


acompañar con el primer escrito los documentos que acrediten el carácter que
invisten, salvo que se indique donde se encuentran individualizándolos
suficientemente (Art. 219 CPC), en cuyo supuesto se podrán posteriormente
agregar al expediente; o, se trate de un caso urgente, en cuya hipótesis se aplican
las reglas del Art. 60 del CPC.

Las deficiencias del poder quedan subsanadas por medio de la


ratificación del mandante o la presentación de un nuevo poder, en este supuesto,
la excepción no procederá, pero las costas se impondrán al que dio motivo a la
excepción.

En el in fine del inc. b) se aclara que si es el demandante quien intenta


valerse de la excepción la vía que debe utilizar será el recurso de reposición (Arts.
390 y sgtes. CPC).
La falta de personería puede manifestarse en cualquier momento,
debiendo el juez considerarla porque carece de razón dictar una sentencia que no
podrá ser cumplida.

3.3. Falta de acción: La calidad para obrar (legitimatio ad causam) es la


condición jurídica en que se halla una persona con relación al concreto derecho
que invoca en el proceso, en razón de su titularidad u otra circunstancia que
justifica su pretensión.

La falta de dicha calidad se denuncia mediante la excepción de falta de


acción (sine actione agit).

En el desarrollo de este tema seguiré las ideas de ALLEN, para quien:


«deben distinguirse las siguientes situaciones cuando la falta de acción es opuesta
con carácter previo:

1. Si la falta de acción es manifiesta, patente, indudable, así sé


declarará y firme que fuese la resolución, la litis habrá concluido definitivamente,
sin llegarse a la etapa de contestación de demanda.

2. Por el contrario si resulta manifiesto que se tiene acción, se rechazará


la excepción y no se podrá volver a deducirla en la contestación de la demanda,
porque a su respecto existirá cosa juzgada.

3. Si faltan elementos de juicio para decidir si existe o no existe acción,


vale decir si el caso es dudoso:

3.1. El juez deberá señalar los elementos de juicio o de prueba que a su


criterio faltan y que le impiden adquirir certidumbre sobre la existencia o
inexistencia de la falta de acción.

Esto es así porque en esta hipótesis el problema radica en que el


material probatorio o de convicción no alcanza a producir en el juez la debida
certidumbre para juzgar sobre el fondo. En consecuencia, el juez declarará
formalmente inadmisible la falta de acción, por insuficiencia de pruebas o material
de convicción. La declaración de «inadmisibilidad formal» ni juzga ni prejuzga
sobre si existe o no falta de acción. Solamente significa que al juez le faltan -en
ese momento- elementos de convicción suficientes que lleven a su ánimo la
certidumbre sobre la existencia o inexistencia de acción.

La última parte del artículo («sin perjuicio... de que el juez la considere


en la sentencia definitiva») debe ser concordada con los arts. 233 y 235 del CPC.
En este punto nuestro legislador se salió de su modelo argentino, donde no existe
el equivalente del citado art. 233. Obsérvese que este artículo deja a cargo del
demandado hacer valer o no, entre otras, y en la contestación, la excepción
comentada.
Si el demandado no la opone, el juez no podrá pronunciarse ya sobre
ella, porque tiene prohibido decidir «extrapetita». En cambio, si el demandado
vuelve a deducirla al contestar la demanda, entonces el juez tendrá la obligación
de pronunciarse sobre el fondo de esa cuestión, fondo que no fue materia de
resolución en la excepción previa en la que sólo se pronunció sobre la
inadmisibilidad formal.

Esto es así en razón de lo que establecen los Arts. 233 y 235 del CPC,
el juez carece de facultad para pronunciarse de oficio (en la sentencia definitiva)
sobre la falta de acción, en el supuesto de que en la excepción previa la hubiese
declarado inadmisible desde el punto de vista formal.

3.2. Cuando el juez no se pronuncia sobre el fondo de la excepción


previa (sólo declara la inadmisiblidad formal) no hay cosa juzgada y además la
parte puede volver a proponer la misma excepción en la contestación de la
demanda según se dijo más arriba. Depende de que considere que los
elementos de juicio mencionados por el juez al declarar inadmisible la excepción,
puedan ser producidos y agregados al proceso con la contestación o en la etapa
de pruebas.

3.3. Apelabilidad e inapelabilidad de la resolución: La declaración de


inadmisibilidad formal, como no causa estado y puede ser reabierto el tema en la
contestación, es inapelable (por no causar gravamen irreparable)».

3.4. Litispendencia: Es un principio del Derecho Procesal, procedente


del Derecho Romano, que toda acción se extingue con su ejercicio. Siendo así,
en presencia de dos demandas corresponde establecer si se trata de acciones
distintas o si es la misma acción promovida dos veces. Para ello debe utilizarse
el método de las tres identidades: sujeto, objeto y causa, a fin de saber si en los
procesos coinciden o no las circunstancias mencionadas.

Existe identidad de sujetos cuando las personas (físicas o jurídicas) que


intervienen como partes son las mismas en ambos juicios. Hay identidad de
objeto cuando el bien pretendido en ambas acciones es idéntico. La causa
consiste en la invocación de un concreto hecho jurídico que constituye el
fundamento de la pretensión, v.g.: en el juicio de reivindicación la causa es el
dominio que se invoca.

La finalidad de la excepción radica en la necesidad de evitar que una


misma pretensión sea objeto de un doble proceso con el riesgo posible de que
recaigan sentencias contradictorias.

Debe tratarse de otro juicio pendiente; vale decir, que, cuando menos,
se haya promovido y notificado la demanda.

La litispendencia puede ser considerada en cualquier estado del


proceso, incluso de oficio.
No existe litispendencia cuando el proceso concluyó con sentencia
firme, o se declaró la caducidad de la instancia, o se produjo el desistimiento, o se
ordenó el archivo del expediente, o se declaró la nulidad de todo lo actuado.

La excepción de litispendencia es también la vía hábil para obtener la


acumulación de procesos (Art. 123 CPC) cuando ella es procedente (Art. 121
CPC). En esta hipótesis no existe la triple identidad pero por ser conexos los
procesos y para no dividir la continencia de la causa, lo cual hará que las
sentencias fueran contradictorias y de cumplimiento imposible, se permite la
acumulación. Hay continencia (un todo único) de causas cuando una causa
(contenida) es idéntica a una parte de otra (continente).

Los efectos de ambos institutos procesales son distintos: la


litispendencia tiene como consecuencia dejar sin efecto el juicio iniciado con
posterioridad a fin de evitar el escándalo jurídico de dos sentencias
contradictorias.

En la acumulación de procesos como resultado de la conexidad ocurre


un desplazamiento de la competencia y se deciden los procesos en forma
simultánea, con el mismo fin de evitar sentencias contradictorias.

La norma finaliza estableciendo que la acción intentada ante un tribunal


extranjero no importa litispendencia.

3.5. Defecto legal: Se configura la excepción de defecto legal (obscuro


libelo) cuando el escrito en que se promueve la demanda adolece de obscuridad,
omisión o imperfección, por no ajustarse a las formas establecidas en la ley.

El demandado tiene el derecho de conocer con exactitud quién lo


demanda, qué se le demanda y porqué se lo demanda. De no ser así, se vería
imposibilitado de ejercer debidamente su defensa porque no podría reconocer o
negar los hechos y el derecho invocados por el actor en su demanda.

La redacción del escrito de demanda no exige formalidades


sacramentales de allí que para que sea procedente la excepción debe afectar el
derecho de defensa del demandado, privándolo de oponerse adecuadamente a la
pretensión o dificultándole la producción de la prueba.

De acuerdo con la jurisprudencia procede la excepción de defecto legal


cuando: no aparecen debidamente individualizados los nombres del actor o
demandado; o se demanda a dos personas distintas utilizando el y/o, v.g.: se
demanda a Juan y/o Pedro; no se denuncia el domicilio real del actor, salvo que
surja del poder o de los otros documentos acompañados; el actor no indica la
«cosa demandada» o no precisa o estima el monto reclamado (Art. 215, 2o. p.,
CPC); no se puede conocer el tipo de pronunciamiento que se pretende; no se
acompaña la traducción de los documentos presentados en otro idioma que no
sea el castellano o no se encuentran legalizados.
En cambio no procede la excepción cuando el actor ha omitido o se ha
equivocado en la mención de las normas legales en que funda su pretensión,
porque en virtud del Principio «iura novit curiae» el juez suple esta clase de
deficiencias (Art. 15, inc. b) CPC).

Esta excepción es de puro derecho, en consecuencia no es necesaria la


apertura a prueba. Si el actor subsana el defecto dentro del plazo de quince días,
la demanda continuará su trámite pero se le impondrán las costas; en caso
contrario/ el juez ordenará el finiquito y archivo del expediente (Art. 232 CPC).

3.6. Cosa juzgada: La cosa juzgada es una cualidad de la sentencia


firme por la cual es inmutable e inimpugnable en cuanto a las cuestiones que
decide. Véase el comentario al Art. 163 del CPC numeral 4, al que me remito.

Para que la excepción sea procedente es necesario que la pretensión


(acción) actual y la pretensión (acción) juzgada sean idénticas por concurrir las
tres identidades: sujetos/ objeto y causa.

En el sentido mencionado guarda semejanza con la litispendencia, pero


se diferencian en que aquélla supone un proceso terminado y ésta un proceso en
trámite.

3.7. Pago: El pago es el acto mediante el cual el deudor o un tercero


satisface la obligación cancelándola. El Art. 547 del C. Civil establece «La
obligación se extingue por el cumplimiento de la prestación».

La obligación puede ser de dar, de hacer o de no hacer. Siendo así y


de haberse cumplido por el demandado la obligación reclamada por el actor
carecería de sentido y de razón la tramitación de un proceso en tales condiciones.

La prueba del pago corresponde a quien lo invoca, de acuerdo al


principio general en materia de prueba, pero en las obligaciones de no hacer es el
acreedor quien debe acreditar que la obligación ha sido incumplida, produciéndose
la inversión de la carga de la prueba.

Considerando que el pago es un acto jurídico puede ser probado por


cualquier medio de prueba admitido por la ley. Sin embargo, cuando la excepción
tiene carácter previo sólo podrá ser acreditado mediante la prueba documental
correspondiente, que de ordinario será el recibo, esto por expresa disposición del
Art. 228 del CPC que establece como requisito de admisibilidad.

De no contar el excepcionante con la prueba instrumental pertinente


podrá oponer la excepción en oportunidad de contestar la demanda (Arts. 233 y
234 CPC).
3.8. Transacción, Conciliación y Desistimiento de la acción: Los
casos mencionados constituyen otros tantos modos de terminación de los
procesos cuya eficacia equivale a la cosa juzgada.

Siendo así, serán procedentes cuando concurran en ellos las tres


identidades de la acción (pretensión): sujetos, objeto y causa, en el proceso
concluido y en el proceso actual. Podrán oponerse como previas cuando
pudieren resolverse como de puro derecho, en caso contrario, es decir, si existen
hechos que probar se opondrán al contestar la demanda. Véanse los
comentarios realizados a los Arts. 166,170 y 171 del CPC a los que me remito.

3.9. Prescripción: La prescripción liberatoria es el modo de extinguirse


los derechos y las obligaciones, derivado del no uso o ejercicio de los mismos
durante el plazo señalado en la ley. Así lo establece el Código Civil, que dice:
«Todo aquél que estuviere obligado al cumplimiento de un hecho o a abstenerse
de él, podrá eximirse de su obligación fundado en el transcurso del tiempo,
conforme con las disposiciones de éste Código. No estarán sometidos a
prescripción extintiva los derechos derivados de las relaciones de familia» (Art.
633 CC).

La excepción de prescripción puede referirse a una cuestión de puro


derecho, v.g.: cuando se controvierte exclusivamente sobre el cómputo del plazo
para que se opere la prescripción, en cuyo caso se opondrá como previa.

También puede relacionarse con los hechos y debe abrirse a prueba


cuando, v.g.: se cuestiona la existencia y efectos de un acto interruptivo de la
prescripción, en cuyo caso se opondrá al contestar la demanda.

3.10. Convenio arbitral: Es el acuerdo de voluntad mediante el cual las


partes convienen en someter una cuestión litigiosa a la decisión de árbitros,
arbitradores o amigables componedores, prescindiendo de la justicia ordinaria.

De acuerdo con el Art. 2 del COJ: «El Poder Judicial será ejercido
por....los Jueces Árbitros y Arbitradores»; vale decir, que los mismos integran y
forman parte del Poder Judicial de la República. El Libro V del Código Procesal
Civil (Arts. 774 y sgtes. CPC) regula el Proceso Arbitral a cuyos comentarios me
remito.

La excepción procede cuando la demanda se plantea ante la jurisdicción


ordinaria con prescindencia de la jurisdicción arbitral que era competente en razón
del convenio/ o de la cláusula especial, suscripto por las partes.

Si la demanda es promovida ante un juez del fuero ordinario y la parte


se somete voluntariamente a su competencia, se entiende que ha renunciado al
derecho que tenía de que la cuestión sea sometida a la jurisdicción arbitral
pactada.
3.11. Arraigo: Consiste en la radicación. En el Derecho Procesal
significa propiedad de bienes raíces, seguridad o cautela que debe prestar el actor
que no tiene domicilio ni bienes registrados, casa de comercio o establecimiento
industrial de valor suficiente en la República, para cubrir el pago de las costas a
que pueda ser eventualmente condenado en el proceso (cautio proexpensis).
Véanse los comentarios a los Arts. 225 y 226 sgtes. del CPC.

3.12. Defensas temporarias: Las defensas temporarias o previas que


se consagran en las leyes generales actúan como excepciones dilatorias porque
producen el efecto de rechazar la acción deducida sin extinguirla.

Las defensas temporarias buscan poner de manifiesto la falta de


cumplimiento por el actor de las cargas que las leyes le imponen como condición
previa para el ejercicio de ciertas pretensiones. Siendo así, las mismas impiden
que el juez pueda substanciar el proceso y emitir un pronunciamiento sobre el
mérito de la causa. Pero una vez satisfechas las cargas el actor podrá de nuevo
intentar su demanda.

3.12.1. El beneficio de excusión: Se halla consagrado en el Art. 1.471,


2o. p., del C. Civil, y constituye una defensa temporaria. Dicha norma preceptúa:
«Las partes pueden convenir, sin embargo, que el fiador no sea obligado a pagar
antes de la excusión de los bienes del deudor principal. En tal caso, el fiador que
sea demandado por el acreedor y quiera valerse del beneficio de excusión, debe
indicar los bienes del deudor principal que deben ser sometidos a ejecución».

3.12.2. Los días de llanto y luto: Es una defensa previa estatuida en el


Art. 2455 del C. Civil, que dice: «Hasta transcurridos nueve días desde la muerte
del causante, los acreedores o legatarios no podrán intentar acción alguna contra
la sucesión. Pasado este término podrán ellos pedir la facción de inventario
judicial, con intervención de los demás interesados. Se citará de oficio y por
edictos a todos los que puedan tener interés, quienes podrán participar en el
inventario a medida que se presenten. El inventario quedará terminado dentro de
los cien días de la apertura de la sucesión, sin perjuicio de la prórroga que podrá
ser concedida por el juez según lo prevenido en el artículo anterior».

Por su parte el Art. 737 del CPC dispone que "los acreedores sólo
podrán iniciar el juicio sucesorio después de transcurridos treinta días desde el
fallecimiento del causante".

ART. 225.- PROCEDENCIA DE LA EXCEPCIÓN DE ARRAIGO Y


CAUCIÓN. Procederá la excepción de arraigo, por las responsabilidades
inherentes a la demanda, si el demandante no tuviere domicilio en la República.

El juez decidirá el monto y la clase de caución que deberá prestar el


actor y determinará, prudencialmente, el plazo dentro del cual deberá hacerlo.
Vencido éste sin que se hubiese dado cumplimiento a la resolución, se tendrá por
no presentada la demanda.
Antec.: CNC 225.- PM 234.- CPCC 86.-

Conc.: CPC 145; 146; 224, inc. i); 226; 232, 3er. p..- CC 1457.- Ley
270/93 que aprueba el Protocolo de Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en
materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa.

1. REGLA GENERAL: La norma establece la regla en cuya virtud la


excepción de arraigo será procedente cuando el actor no tuviere domicilio en la
República. Dicha regla tiene las excepciones que consagra el Art. 226 del CPC.
La Ley 270/93 que aprueba el Protocolo, suscrito en Las Leñas, sobre
Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en materia Civil, Comercial, Laboral y
Administrativa, establece: «Ninguna caución o depósito, cualquiera sea su
denominación, podrá ser impuesta en razón de la calidad de ciudadano o
residente permanente en otro Estado Parte. El párrafo precedente se aplicará a
las personas jurídicas constituidas, autorizadas o registradas de acuerdo a las
leyes de cualquiera de lo Estados partes» (Art. 4).

2. DOMICILIO: El domicilio debe ser actual y efectivo fuera de la


República, de modo que la simple residencia o el encontrarse accidentalmente en
el lugar del juicio no obsta a la procedencia de la excepción. A contrario sensu,
es improcedente cuando el actor se ausenta transitoriamente del país, pero
conserva su domicilio en la República.

3. CARGA DE LA PRUEBA: La carga de la prueba de los hechos


configurativos del arraigo corresponde al excepcionante, consecuencia de la regla
general en materia de pruebas.

4. CAUCIÓN: El juez interviniente tiene la facultad de fijar el monto y la


clase de caución o garantía que deberá prestar el actor.

La garantía podrá ser:

4.1. Real: Hipoteca, prenda, embargo, depósito de dinero o valores a


nombre del juicio y a la orden judicial.

4.2. Personal: En este supuesto el fiador debe reunir las condiciones


exigidas en el Art. 1457 del C. Civil, que dispone: «La fianza puede ser
convencional, o legal. Cuando sea impuesta por la ley, el fiador debe estar
domiciliado en el lugar del cumplimiento de la obligación principal, y ser abonado,
por tener bienes raíces conocidos, por gozar en el lugar de un crédito indisputable
de fortuna. Los jueces pueden admitir en vez de ella prendas o hipotecas
suficientes».

El monto o valor de la garantía debe estar acorde con las eventuales


costas (gastos y honorarios) que puedan imponerse como consecuencia del
proceso iniciado.
Dicho monto no se extiende a los daños y perjuicios que pudieran ser
consecuencia del proceso.

5. EFECTO DEL INCUMPLIMIENTO: El juez tiene la facultad de fijar el


plazo dentro del cual el actor debe cumplir con la garantía, vencido el cual, sin que
se hubiera dado cumplimiento a la resolución, la demanda se tendrá por no
presentada y se deberán imponer las costas al demandante.

ART. 226.- IMPROCEDENCIA DE LA EXCEPCIÓN DE ARRAIGO. No


procederá la excepción de arraigo:

a) si el actor tuviere en la República bienes registrados, casa de


comercio o establecimiento industrial, de valor suficiente como para cubrir las
costas del juicio, según la apreciación del juez;

b) si la demanda fuere deducida como reconvención, o por demandado


vencido en juicio que autorice la promoción del proceso de conocimiento ordinario;

c) si la competencia de los jueces de la República procediere


exclusivamente en virtud del fuero de atracción de los juicios universales;

d) si se hubiere pactado la competencia de los jueces de la República; y

e) si el actor nacional ejerciere una función oficial en el extranjero.

Antec.: CNC 226.- PM 235.-

Conc.: CPC 224, inc. i); 225; 226; 237; 626, 2o. p..- Ley 270/93 que
aprueba el Protocolo de Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en materia Civil,
Comercial, Laboral y Administrativa.

1. ENUMERACIÓN: La norma transcripta en sus cinco incisos enumera


las hipótesis en las que el arraigo no procederá. Siendo así, no podrá ser exigida
por el juez al actor como requisito de viabilidad de la acción.

En los supuestos enumerados por el Art. 226. del CPC se considera que
existe garantía suficiente para cubrir la responsabilidad por las costas que
pudieran devengarse en el juicio o que por las circunstancias particulares del caso
que la ley previene no debe pedirse arraigo.

2. CARÁCTER DE LA ENUMERACIÓN: La mayoría de las soluciones


legales descriptas en el precepto fueron consagradas por la jurisprudencia, por lo
que razón existe para sostener que la enumeración legal no es taxativa. Siendo
así, el juez debe eximir de la caución siempre que las condiciones económicas del
actor hagan presumir el cumplimiento de las costas que se pudieran devengar con
motivo del pleito.
3. DESALOJO: En el juicio de desalojo por expresa disposición legal no
es admisible la excepción de arraigo (Art. 626, 2o. p. CPC).

4. PROTOCOLO DE LAS LEÑAS: Las personas físicas o jurídicas


pertenecientes a los países miembros del Mercosur como residentes o ciudadanos
se hallan exoneradas del arraigo (Arts. 3, 4 Ley 270/93).

ART. 227.- PLANTEAMIENTO DE LAS EXCEPCIONES Y TRASLADO.


Con el escrito que se opusieren en las excepciones, se agregará toda la prueba
documental y se ofrecerá la restante. De todo ello se dará traslado al actor por
seis días, quien deberá cumplir con idéntico requisito.

Antec.: CNC 227.- PM 236.- CPCC 89.-

Conc.: CPC 107;131; 145; 149; 219; 223; 224; 228; 277; 303; 314; 343;
367, 371.-

1. OPORTUNIDAD: El demandado debe oponer las excepciones


previas dentro del plazo para contestar la demanda o reconvención, que es de
dieciocho días perentorios e improrrogables (Art. 145 CPC).

Dicho plazo, que es individual, comienza a computarse desde el día


siguiente de la notificación del traslado de la demanda o reconvención.

Corresponde la ampliación del plazo en razón de la distancia (Art. 149


CPC).

2. FORMA: Las excepciones se opondrán por escrito y si fueran varias


deberán deducirse conjuntamente en un sólo escrito de acuerdo con el Principio
de eventualidad (in eventum) consagrado en el Art. 223, 1er. p. del CPC.

El excepcionante tiene la carga procesal de agregar toda la prueba


documental y ofrecer, además, la restante prueba (Art. 183 CPC). Deberá
acompañar copias (Art. 107 CPC).

3. TRASLADO: El traslado de las excepciones opuestas al actor es por


el plazo perentorio e improrrogable de seis días. Este deberá cumplir con el
mismo requisito exigido al excepcionante referente a la agregación de la prueba
documental y al ofrecimiento de la restante.

4. NOTIFICACIÓN: La excepción se notifica por cédula en virtud de la


remisión expresa a las disposiciones que regulan los incidentes que efectúa el Art.
229 del CPC y atendiendo al Principio de razonabilidad que debe regir la
interpretación y aplicación de las leyes que hace necesario que así sea dada la
innegable transcendencia que para la suerte del proceso tienen las excepciones.
ART. 228.- REQUISITO DE ADMISIÓN. No se dará trámite a las
excepciones mencionadas en los incisos d), f), g) y h) del artículo 224, si no se
acompañare la prueba documental que las justifique, o, en su defecto, no se
indicare el expediente o protocolo en que consten.

Antec.: CNC 228.- PM 237.-

Conc.: CPC 183; 219; 223; 224, incs. d), f), g) y h); 227; 303.-

1. ADMISIBILIDAD: Con el propósito de preservar la buena fe que debe


presidir el proceso la norma exige al excepcionante la agregación de la prueba
documental que justifique la existencia de litispendencia, o cosa juzgada.
También en los casos de pago, transacción, conciliación, desistimiento de la
acción y prescripción, cuando pudieran resolverse como de puro derecho.

Lo mencionado constituye requisito de admisibilidad y no debe darse


curso a la excepción deducida si así no lo hiciere el excepcionante.

2. FUNDAMENTO: El precepto transcripto trasluce la intención de evitar


que las excepciones previas constituyan un medio que, utilizado por los litigantes
maliciosos, sirva para obstaculizar indebidamente el proceso. El actor ante la
prueba que el excepcionante acompañe puede allanarse, con lo cual se evita
innecesarias demoras que atontan contra el Principio de economía procesal. Del
mismo modo, el oponente no podrá aventurarse a deducir la excepción sin contar
con la prueba documental necesaria.

ART. 229.- APERTURA A PRUEBA. Si el juez lo estimare necesario


abrirá a prueba la excepción y se procederá conforme a lo dispuesto para los
incidentes en general. En caso contrario, dictará resolución sin más trámite.

Antec.: CNC 229.- PM 38.- CPCC 90,- Dto. 5679, 28.-

Conc.: CPC 145; 186 y sgtes.-

1. FACULTAD DEL JUEZ: La norma establece que es facultativo del


juez abrir o no la excepción a prueba, aunque las partes lo soliciten, debiendo
precederse conforme a lo dispuesto para los incidentes (Arts. 186 y sgtes. CPC).

2. PLAZO: El plazo de prueba no podrá ser mayor de diez días (Art. 186
CPC). Es perentorio e improrrogable (Art. 145 CPC).

3. PRUEBAS: Son admisibles todos los medios de prueba admitidos en


el proceso de conocimiento ordinario. Se aplican las reglas generales en materia
de prueba, con las restricciones establecidas en el Art. 187 del CPC para la
prueba pericial y testimonial.
4. RESOLUCIÓN: Si no dispusiera la apertura a prueba por no estimarla
necesaria, el juez deberá dictar resolución sin más trámite.

ART. 230.- EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN QUE DESESTIMA LA


EXCEPCIÓN DE INCOMPETENCIA. Una vez firme la resolución que desestime
la excepción de incompetencia, las partes no podrán argüir la incompetencia en lo
sucesivo, ni podrá ser ella declarada de oficio.

Antec.: CNC 230.- PM 239.- CPCC 88, 2o. p..-

Conc.: CPC 7; 216, 2o. p.; 224, inc. a).-

1. OPORTUNIDAD: El juez sólo tiene dos ocasiones para pronunciarse


sobre su competencia: al promoverse la demanda (Arts. 7 y 216, 2o. p-, del CPC)
y al resolver la excepción de incompetencia (Art. 230 CPC).

2. EFECTO: Una vez firme la resolución que desestime la excepción de


incompetencia, ésta no podrá deducirse por las partes ni ser declarada de oficio,
en razón de la vigencia del Principio «perpetuatio iurisdictionis», por cuya virtud la
competencia se mantiene firme y es inatacable una vez que resulta consentida o
establecida.

ART. 231.- RESOLUCIÓN Y RECURSO. El juez resolverá


previamente la incompetencia y la litispendencia. En caso de declararse
competente, resolverá al mismo tiempo las demás excepciones previas que se
hubieren opuesto. La resolución será apelable en relación, salvo cuando se
tratare de la excepción prevista en el inciso c) del artículo 224, y el juez hubiere
resuelto que la falta de acción no era manifiesta, en cuyo caso, y sin perjuicio de lo
establecido en dicho inciso, la decisión será irrecurrible.

Antec.: CNC 231.- PM 240, 1er. y 2o. p..- CPCC 94; 95.-

Conc.: CPC 224; 395; 396; 398; 432 al 434.-

1. RESOLUCIÓN: La primera parte de la norma consagra la resolución


lógica porque si el juez no es competente o existe litispendencia no podrá
pronunciarse sobre las demás excepciones.

De no producirse los supuestos de incompetencia o litispendencia el


juez deberá pronunciarse al mismo tiempo; vale decir, en una sola resolución,
sobre las demás excepciones previas que se hubieren opuesto.

2. APELACIÓN: La resolución del juez será apelable en relación en el


plazo de tres días (Art. 396 CPC).
3. FALTA DE ACCIÓN: Si el juez resolviere que la falta de acción no es
manifiesta, por falta o insuficiencia del material probatorio necesario para acreditar
esta condición, la decisión será irrecurrible, sin perjuicio de que el demandado
pueda, si quiere, deducir la excepción al contestar la demanda, de conformidad a
los Arts. 233 y 235 1er. p. del CPC.

Pero si el juez juzgó la excepción de falta de acción porque encontró


que la misma era manifiesta, la resolución será recurrible ante el superior. Véase
el comentario al Art. 224 del CPC, numeral 3. 3.

ART. 232.- EFECTOS DE LA ADMISIÓN DE LAS EXCEPCIONES.


Una vez firme la resolución que admita la excepción de incompetencia, el
interesado podrá recurrir ante quien corresponda.

En caso de las excepciones previstas en los incisos b) y e) del artículo


224, el juez ordenará el finiquito y archivo del expediente, siempre que no se
justificare la personería o no se subsanare el defecto dentro del plazo de quince
días.

Si la excepción fuere de arraigo, se estará a lo dispuesto por el artículo


225.

Antec.: CNC 232.- CPCC 4.-

Conc.: CPC 7; 192; 224; 225,2o. p.-

1. INCOMPETENCIA: Si la excepción de incompetencia fuere


procedente, el juez deberá archivar los autos. El interesado, si lo quisiere, podrá
recurrir de nuevo ante el juez que considere competente para entender en el pleito
que de nuevo promueva.

2. FALTA DE PERSONERÍA, DEFECTO LEGAL Y ARRAIGO: Si se


admite la excepción de falta de personería, el actor dentro del plazo de quince
días debe justificar la personería, en caso contrario el juez ordenará el finiquito y el
archivo del expediente. Igual solución y efecto corresponde en el supuesto de
defecto legal, si no se subsana la deficiencia del escrito de demanda en el plazo
mencionado.

Para el arraigo véase lo dicho con motivo del comentario al Art. 225 del
CPC numeral 5.

Las costas, en estos supuestos, se imponen al que dio motivo a la


excepción.
3. LITISPENDENCIA: Cuando la litispendencia es la consecuencia de la
identidad de los tres elementos de la acción (sujetos, objeto y causa) el juez debe
finiquitar el proceso y archivar el expediente.

Cuando es deducida para obtener la acumulación de procesos en razón


de conexidad, el juez debe enviar el expediente al juez donde tramita el otro
proceso o solicitar la remisión del otro proceso cuando él se crea competente, a fin
de acumularlos pare tramitarlos por ante sí.

4. COSA JUZGADA, FAGO, TRANSACCIÓN, CONCILIACIÓN,


DESISTIMIENTO DE LA ACCIÓN, FALTA MANIFIESTA DE ACCIÓN Y
PRESCRIPCIÓN: Estas excepciones tienen el carácter de perentorias y, como
tales, producen la extinción de la acción o el rechazo de la pretensión,
correspondiendo el finiquito del juicio y el archivo de los autos. La misma solución
y efecto cabe en el supuesto de la cosa juzgada (excepción mixta).

5. DEFENSAS TEMPORARIAS: En ciertos supuestos se procederá al


archivo del expediente (Beneficio de excusión) o se interrumpirá el procedimiento
hasta que se cumpla el plazo querido por la ley (Días de llanto y luto).

ART. 233.- FACULTAD DEL DEMANDADO. El demandado podrá


hacer valer, en la contestación de la demanda, como medios generales de
defensa, las excepciones destinadas a producir la extinción de la acción o el
rechazo de la pretensión, que no hayan sido admitidas y juzgadas como previas.

Antec.: CNC 233.- PM 242.- CPCC 100.-

Conc.: CPC 224, incs. c) y g); 234; 235, 1er. p.-

1. REGLA GENERAL: La norma consagra la regla de que todas


aquellas excepciones perentorias - que tienen por efecto extinguir la acción o
rechazar la pretensión - que no hayan sido admitidas y juzgadas como previas, el
demandado puede -si quiere- oponerlas en oportunidad de contestar la demanda.
También podrá oponerlas directamente como medios generales de defensa,
aunque no las haya deducido como previas.

2. FALTA DE ACCIÓN, PAGO, TRANSACCIÓN, CONCITACIÓN,


DESISTIMIENTO DE LA ACCIÓN Y PRESCRIPCIÓN: El precepto tiene especial
aplicación en los casos de:

2.1. Falta de acción, cuando fuere considerada no manifiesta Art. 224,


inc. c) CPC).

2.2. Pago, transacción, conciliación, desistimiento de la acción y


prescripción cuando, como consecuencia del material probatorio aportado, no
pueden ser consideradas como de puro derecho (Art. 224, inc. g) CPC).
Véanse los comentarios al Art. 224 del CPC numerales 3.3., 3.7., 3.8 y
3.9 a los que me remito.

CAPITULO V

DE LA CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

1. CONCEPTO: La contestación de la demanda es la respuesta que da


el demandado a la pretensión del actor contenida en la demanda.

La contestación significa para el demandado la facultad de pedir la


protección jurídica del Estado y el ejercicio de una acción. La contestación es la
forma civilizada que asume la defensa.

2. IMPORTANCIA: Con la contestación se integra la relación procesal,


se fijan los hechos sobre los que versará la prueba y se establecen los límites de
la sentencia.

De allí la importancia que asume la demanda en la constitución y en el


desarrollo del proceso.

3. POSICIONES PROCESALES DEL DEMANDADO: El demandado


ante la notificación de una demanda puede:

3.1. COMPARECER: a estar a derecho y optar por:

3.1.1. Oponer excepciones:

3.1.1.1. Previas (Art. 224 CPC).

3.1.1.2. Defensas generales: Se deducen al contestar la demanda.

3.1.1.2.1. Excepciones destinadas a producir la extinción de la acción o


el rechazo de la pretensión, que no hayan sido admitidas y juzgadas como previas
(Art. 233 CPC).

3.1.1.2.2. Excepciones o defensas que no tengan el carácter de previas


(Art. 235, 1er. p. CPC).

3.1.2. Contestar la demanda: En cuyo caso podrá:


3.1.2.1. Reconocer los hechos y negar el derecho (Cuestión de puro
derecho, Art. 241 CPC).

3.1.2.2. Negar los hechos y el derecho.

3.1.2.3. Admitir las pretensiones del actor (Allanamiento, Art. 169 CPC).

3.1.2.4. Reconvenir (Art. 237 CPC).

3.1.3. No contestar la demanda: En este supuesto caduca el derecho


de hacerlo después, autorizando a interpretar su silencio como un reconocimiento
de la verdad de los hechos pertinentes y lícitos (Art. 235, inc. a) CPC).

3.2. NO COMPARECER: En esta hipótesis, habrá que tener en cuenta


la clase de notificación que se practicó.

3.2.1. Notificación por cédula o personal: autoriza el proceso en


Rebeldía (Art. 68 CPC).

3.2.2. Notificación por edictos: se le designa defensor en la persona del


Representante del Ministerio de la Defensa Pública (Art. 141 CPC).

ART. 234.- PLAZO PARA CONTESTAR LA DEMANDA. El


demandado deberá contestar la demanda dentro del plazo de diez y ocho días.

Antec.: CNC 234.- PM 243.- CPCC 99.-

Conc.: CPC 68; 133, inc. a); 141; 143; 145; 149; 169; 222 al 224; 233;
235; 237; 241; 538, 1er. p.; 554, 1er. p. in fine.-

1. CARÁCTER: El plazo para contestar la demanda es individual,


aunque existan varios demandados con distintos domicilios y fueran notificados en
diferentes épocas o momentos. Además, es perentorio (Art. 145 CPC).

2. REMISIÓN: Véanse los comentarios vertidos en el comentario al Art.


222 del CPC, numeral 5 a los que me remito.

ART. 235.- CONTENIDO Y REQUISITOS. En la contestación opondrá


el demandado todas las excepciones o defensas que, según este Código, no
tuviere carácter previo, sin perjuicio de la facultad consagrada en el artículo 233.

Deberá, además:

a) reconocer o negar categóricamente cada uno de los hechos


expuestos en la demanda, la autenticidad de los documentos acompañados que
se le atribuyeren y la recepción de las cartas, telegrama e instrumentos a él
dirigidos, cuyas copias se hubiesen acompañado. Su silencio, sus respuestas
evasivas, o la negativa meramente general, podrán estimarse como
reconocimiento de la verdad de los hechos pertinentes y lícitos a que se refieren.
En cuanto a los documentos, se los tendrá por reconocidos o recibidos, según el
caso.

No estarán sujetos al cumplimiento de la carga mencionada en el


párrafo precedente, el defensor en ejercicio de una función pública y el
demandado que interviniere en el proceso como sucesor a título universal de
quien participó en los hechos o suscribió los documentos o recibió las cartas o
telegramas, quienes podrán reservar su respuesta definitiva para después de
producida la prueba;

b) especificar con claridad los hechos que alegare como fundamento de


su defensa; y

c) observar, en lo concerniente, los requisitos prescriptos en el artículo


215. Será aplicable lo dispuesto en el artículo 219.

Antec.: CNC 235.- PM 244.- CPCC 100; 101.-

Conc.: CPC 53, me. d); 218, 2o. p.; 224; 233; 234; 236; 237; 250; 305;
307 al 312; 558, 4o. p.; 709, inc. b).- CC 282, 2o. p.-

1. PRINCIPIO DE LA DEFENSA EN JUICIO: La norma consagra el


Principio de la defensa en juicio/ en forma amplia: «opondrá el demandado todas
las excepciones o defensas».

2. CARGA PROCESAL: Lo que distingue y caracteriza al contenido de


la contestación de la demanda es la carga procesal que tiene el demandado y que
consiste en reconocer o negar categóricamente cada uno de los hechos expuestos
en la demanda.

Consecuencia lógica de lo anterior es, también, la carga que pesa sobre


el demandado en el sentido de tener que reconocer o negar, en la misma formal la
autenticidad de los documentos acompañados que se le atribuyen y la recepción,
no el contenido, de las cartas, telegramas e instrumentos a él dirigidos cuyas
copias se hubiesen acompañado.

2.1. Las excepciones a la regla mencionada son:

2.1.1. El defensor en ejercicio de una función pública.

2.2.2. El demandado que interviene en el proceso como sucesor a título


universal de quien participó en los hechos o suscribió o recibió los documentos, en
razón de que los mismos pueden carecer de la información necesaria para asumir
una determinada conducta. No obstante, una vez producida la prueba deberán
dar su respuesta definitiva.

2.2. El efecto del incumplimiento de la carga impuesta como imperativo


legal es que el silencio, las respuestas evasivas o la negativa meramente general,
podrán estimarse, por el juez o tribunal, como reconocimiento de la verdad de los
hechos pertinentes y lícitos y en cuanto a los documentos se los tendrán por
reconocidos o recibidos. Todo lo cual concuerda con el Art. 282, 2o. p. del C.
Civil, que dice: «El silencio será juzgado como asentimiento a un acto o a una
pregunta, cuando exista deber legal de explicarse, o bien a causa de la relación
entre el silencio actual y la conducta anterior del agente. La manifestación de
voluntad sólo se presume en los casos previstos expresamente por la ley».

3. NEGATIVA GENERAL DE LOS HECHOS: No se admite la negativa


general de los hechos, como una consecuencia de la teoría de la substanciación
que rige, en nuestro proceso para el actor y el demandado (ver comentario al Art.
215 CPC, en especial el numeral 2.3.).

No obstante, hay que distinguir los hechos esenciales, que constituyen


el fundamento de las pretensiones, y los accidentales que por sí mismos no
inciden en la decisión.

4. EFECTOS: La contestación de la demanda produce los siguientes


efectos procesales:

4.1. Culmina la etapa introductoria del proceso, debiendo el juez


proceder de acuerdo con la situación procesal planteada, en consecuencia
declarará la cuestión de puro derecho (Art. 241) o abrirá la causa a prueba (Art.
243) o dictará sentencia si existe allanamiento (Art. 169), etc.

4.2. Queda integrada la relación procesal y centrados los términos de la


litis fijándose la cuestión litigiosa.

4.3. Establece en forma definitiva la competencia del juez.

4.4. Caduca para el demandado la posibilidad de recusar sin expresión


de causa.

4.5. Constituye la última oportunidad para que el demandado oponga,


como medios generales de defensa, las excepciones que no hayan sido admitidas
y juzgadas como previas (Art. 233).

4.6. Se determina la prueba y se precisa la carga de la misma.

4.7. Quedan establecidos los límites de la sentencia definitiva.


5. FORMA Y REQUISITOS. REMISIÓN: A la forma y demás requisitos
de la contestación se refieren los incs. b) y c) del Artículo que se remiten a las
reglas proscriptas para la demanda (Art. 215 CPC) y la carga de la agregación de
la prueba documental (Art. 219 CPC)/ a cuyos comentarios me remito.

ART. 236.- TRASLADO DE DOCUMENTOS. Si el demandado


presentare documentos, se dará traslado de los mismos al actor, quien deberá
responder dentro de seis días.

Antec.: CNC 236.- PM 245.- CPCC 103, 1er. p..-

Conc.: CPC 107; 133, inc. a); 107; 219; 303.-

1. PRUEBA DOCUMENTAL: La norma prevé la situación de que al


demandado al contestar la demanda agregue la prueba documental, en cuyo caso
en cumplimiento del Principio de bilateralidad se dará traslado al actor por el plazo
de seis días.

2. TRASLADO. NOTIFICACIÓN: La resolución que ordena el traslado


se notifica por cédula en el domicilio constituido (Art. 133, inc. a) CPC)
acompañándose las respectivas copias (Art. 107 CPC).

3. CONTESTACIÓN: La contestación del actor debe referirse


concretamente a la prueba documental siendo aplicable «mutatis mutandi» lo
dispuesto en el Art. 235, inc. a) del CPC, referente a la carga de reconocer o negar
categóricamente la autenticidad o recepción de los documentos, en su caso.

El actor en su responde, obviamente,'no podrá introducir nuevas


cuestiones, ni variar o modificar las pretensiones de su demanda.
CAPITULO VI

DE LA RECONVENCIÓN

ART. 237.- OPORTUNIDAD DE LA RECONVENCIÓN. En el escrito


de contestación de la demanda, deberá el accionado deducir reconvención, en la
forma prescripta para la demanda, si se creyere con derecho a proponerla.

No haciéndolo entonces, no podrá deducirla después, salvo su derecho


de hacer valer sus pretensiones en otro juicio.

Antec.: CNC 237.- PM 246.- CPCC 102.-

Conc.: CPC 100; 129; 179, 2o. p.; 215; 218, 2o. p.; 226, inc. b); 234;
238; 250; 308; 538, 2o. p.; 544.- Ley 597/95 que aprueba el Protocolo de Buenos
Aires sobre Jurisdicción Internacional en Materia Contractual.-

1. CONCEPTO: La reconvención o demanda reconvencional es la


pretensión que el demandado deduce al contestar la demanda, por la cual se
constituye en demandante del actor, a fin de que se decidan las dos pretensiones
en una sola sentencia.

La reconvención constituye una pretensión autónoma promovida por el


demandado que tiene por objeto obtener una sentencia favorable, que puede no
implicar, necesariamente, el rechazo de la pretensión del actor esgrimida en la
demanda.

La reconvención es un supuesto de acumulación objetiva de acciones


(pretensiones) en la que se acumulan pretensiones autónomas del actor y del
demandado (Art. 100 CPC).

2. CARÁCTER: El demandado ejercita una acción independiente, de allí


que la suerte que pueda correr la demanda no tiene consecuencia sobre la
reconvención. Tanto el actor (reconvenido como el demandado (reconviniente)
son demandantes, pudiendo acumular todas las acciones que posean, mediante la
«acumulación objetiva de acciones». (Art. 100 CPC).

La acción introducida por el reconviniente puede ser acogida o


desestimada con prescindencia de lo que pueda acontecer con la acción del actor.

La demanda reconvencional es facultativa para el demandado, quien


puede ejercer su pretensión por separado en otro proceso.

3. OPORTUNIDAD: La oportunidad para deducir la reconvención, que


tiene el demandado, es al contestar la demanda; ni antes ni después.
4. FORMA: La reconvención se deduce por escrito, guardando todos los
requisitos exigidos para la demanda (Art. 215 CPC), incluso la agregación de la
prueba documental (Art. 219 CPC), además de los requisitos de admisibilidad
establecidos en el Artículo 238 del CPC, porque la reconvención importa la
promoción de una nueva demanda independiente, de allí que el segundo párrafo
de la norma reconoce el derecho que tiene el demandado de interponer sus
pretensiones en otro juicio.

ART. 238.- REQUISITOS PARA QUE PROCEDA LA


RECONVENCIÓN. Para reconvenir, es necesario que la acción que se ejerce en
la reconvención:

a) sea de la competencia del juez que entiende en la demanda. La


materia civil y comercial no se considerarán diferentes a este respecto;

b) tenga su origen en la misma relación jurídica en que se origina la


ejercida en la demanda, o sea conexa con ella; y

c) sea promovida en proceso de conocimiento ordinario.

Antec.: CNC 238.- PM 247.-

Conc.: CPC 207; 237; 683, inc. b).-

1. COMPETENCIA: Como consecuencia lógica de la existencia de un


único proceso «simultaneus processus». Existe un solo proceso y pluralidad de
litis, el juez que entiende en la demanda debe ser competente para entender en la
reconvención.

La reconvención, importa una derogación de las reglas de competencia


territorial, consecuentemente no puede el actor oponer al reconviniente la
excepción fundada en el distinto domicilio o en distinta cuantía si son conexas.
Tampoco procede la excepción de arraigo contra el reconviniente (Art. 226, inc. b)
la. p. CPC).

2. IDÉNTICA RELACIÓN JURÍDICA O CONEXIDAD: La demanda


reconvencional debe tener su origen en la misma relación jurídica en que se funda
la ejercida en la demanda o ser conexa con ella, v.g.: demanda de divorcio por
cierta causal (abandono) y reconvención por otra (injurias), demanda por nulidad
de acto jurídico y reconvención por simulación, demanda por reivindicación y
reconvención por prescripción, etc.

Pretensiones conexas quiere decir interdependientes o provenientes de


la misma relación jurídica. La interdependencia de las pretensiones supone que
el resultado de una puede producir cosa juzgada en la otra.
3. PROCESOS DE EJECUCIÓN, SUMARIOS Y ESPECIALES: La
acción reconvencional sólo puede ejercerse en un proceso de conocimiento
ordinario, cualquiera sea el objeto de la demanda. Sin embargo, el Art. 683 inc. b)
del CPC considera admisible la reconvención en el Proceso de conocimiento
sumario, si se cumplen los requisitos establecidos en los incs. a) y b) del presente
artículo.

No se admite en los procesos de ejecución, sumarios y especiales,


porque la sumariedad que hace a su naturaleza quedaría desvirtuada.

ART. 239.- RECONVENCIÓN DE LA RECONVENCIÓN. No se


admitirá la reconvención de la demanda reconvencional.

Antec.: CNC 239.- PM 248.-

Conc.: CPC 237.-

1. REGLA GENERAL: El reconvenido (actor) no tiene la facultad de


deducir, a su vez, una demanda reconvencional.

Por imperativo legal no existe la reconvención de la reconvención


«reconventio reconventionis», a fin de preservar el desenvolvimiento ordenado y
regular del proceso.

2. EXCEPCIÓN: ALSINA dice que esta regla debe sufrir necesariamente


una excepción en los casos de conexidad para evitar que se divida la continencia
de la causa, v.g.: cuando en la reconvención se pide el cumplimiento del contrato y
el reconvenido solicita la rescisión del mismo.

ART. 240.- NORMAS APLICABLES. Propuesta la reconvención,


regirán las normas relativas a la demanda, las excepciones previas y la
contestación de la demanda.

El desistimiento de la acción no impedirá la prosecución del juicio en


cuanto a la reconvención.

Antec.: CNC 240.- PM 249.-

Conc.: CPC 166; 192; 215; 223; 224; 234; 308.-

1. CAPACIDAD PROCESAL. PODER ESPECIAL: La reconvención


puede ejercer todo aquel que tenga capacidad para estar en juicio (legitimación ad
processum).

Si se actúa en virtud de una representación convencional se necesita


poder o cláusula especial para reconvenir.
2. CALIDAD: El que demanda por un derecho propio no puede ser
reconvenido como representante de otra persona.

Tampoco el que demanda en representación de otro puede ser


reconvenido por una obligación personal.

La reconvención no puede fundarse en un derecho ajeno. Se trata de


una cuestión de calidad (legitimatio ad causam) que es un requisito de la admisión
de la acción en la sentencia y puede dar lugar a la excepción de falta de acción
(sine actione agit).

3. REMISIÓN: Por ser una acción independiente se aplican a la


reconvención todas las reglas estatuidas para la demanda (Art. 215 CPC), las
excepciones previas (Arts. 224; 233 y 235, 1er. p. CPC) y la contestación (Arts.
234 al 236 CPC). Por dicha misma razón el desistimiento de la acción no impide
la substanciación y decisión de la reconvención.

4. COSTAS: Las costas deben aplicarse a la parte vencida en cada una


de las pretensiones (Art. 192 CPC).
CAPITULO VII

DE LAS CUESTIONES DE PURO DERECHO

ART. 241.- DECLARACIÓN DE FURO DERECHO. Si el demandado


reconoce los hechos afirmados por el actor, el juez declarará la cuestión de puro
derecho.

Antec.: CNC 241.- PM 250.-

Conc.: CPC 234; 235; 242; 381; 382.- CC 7, 3er. p; 22.-

1. CONCEPTO: La cuestión controvertida en el juicio se declara de puro


derecho cuando el demandado reconoce el o los hechos afirmados por el actor,
pero niega o desconoce que exista una norma jurídica que lo tutele o que tenga el
alcance que se le atribuye.

Se produce cuando existe acuerdo en relación a los hechos o se


manifiesta que no existe prueba que diligenciar, pero se controvierte el derecho
atribuyéndose a las normas aplicables una consecuencia jurídica distinta.

La declaración de una cuestión como de puro derecho esta fundada,


más que en la inexistencia de hechos controvertidos, en la circunstancia de que la
causa no necesita ser abierta a prueba para ser debidamente resuelta.

2. CARÁCTER: La declaración de puro derecho tiene carácter


excepcional, por ello en caso de duda debe estarse por la apertura de la causa a
prueba.

3. APELACIÓN: La resolución del juez que declara la cuestión de puro


derecho debe estar fundada, siendo apelable porque conlleva una denegación
tácita de abrir la causa a prueba.

4. REMISIÓN: Véase comentario al Art. 243 del CPC numeral 4.2.


referente a la aplicación de la ley extranjera. Véase comentario al Art. 381 del
CPC numerales 1 al 3.

ART. 242.- NUEVO TRASLADO. Al declarar la cuestión de puro


derecho, se conferirá un nuevo traslado a las partes por su orden, con lo que
quedará conclusa la causa para definitiva.

Antec.: CNC 242.- PM 251.- CPCC 104, in fine.-

Conc.: CPC 133, inc. b); 145; 146, in fine; 241; 381; 382.-
1. REPLICA Y DUPLICA. PLAZO: En las cuestiones declaradas de
puro derecho el juez conferirá un nuevo traslado a las mismas por su orden para
que las partes presenten, si lo quisieren, sus escritos de conclusión.

La resolución que declara la cuestión de puro derecho se notifica por


cédula a las partes en su domicilio constituido (Art. 133, inc. b) CPC). La
resolución es recurrible por las partes.

El plazo para presentar el escrito, que se llama réplica para el actor, es


de cinco días para éste (Art. 146, in fine CPC).

Del escrito de réplica se corre traslado a la parte demandada que tiene


cinco días para presentar su escrito, que se denomina duplica.

2. CONTENIDO: En los escritos de réplica y duplica sólo le está


permitido a las partes formular consideraciones de orden jurídico, a los efectos de
manifestarse sobre el derecho aplicable al caso y su interpretación.

En estos escritos se debe tratar de rebatir los argumentos de derecho


de la contraria, con los aportes jurisprudenciales y doctrinales pertinentes, sin que
se altere la forma en que quedó constituida la relación procesal con los escritos de
demanda, contestación y reconvención y su contestación, en su caso.

El pleito obviamente no se abre a prueba y con los escritos de réplica y


duplica mencionados, o una vez vencido el plazo que se tenía para presentarlos,
quedará la causa conclusa para definitiva (Art. 381 CPC).
TITULO II

DE LAS PRUEBAS

CAPITULO I

DE LAS DISPOSICIONES GENERALES

ART. 243.- APERTURA A PRUEBA. El juez recibirá la causa a


prueba, aunque las partes no la pidan, siempre que se hubieren alegado hechos
conducentes acerca de los cuales aquéllas no estuvieren conformes.

Antec.: CNC 243.- PM 252.- CPCC 105.-

Conc.: CN 17, inc. 8.- CPC 215; 235; 249; 625.- CC 7, 3er. p.; 22, 1842.-
CPP 172 y sgtes.- Tratados de Montevideo de 1889 y 1.940.- Ley 891/81 que
aprueba y ratifica la Convención Interamericana del año 1.979 sobre Prueba e
Información acerca del Derecho Extranjero.-

1. CONCEPTO: El concepto prueba ha sido definido por los autores de


diferentes maneras.

Es la demostración de la verdad de un hecho realizada por los medios


legales (CARNELUTTI).

Es la verificación de las afirmaciones formuladas en el proceso,


conducentes a la sentencia (SENTÍS MELENDO).

En general, dícese de todo aquello que sirve para averiguar un hecho,


yendo de lo conocido hacia lo desconocido. Forma de verificación de la exactitud
o error de una proposición (COUTURE).

Es la verificación judicial, por los modos que la ley establece, de la


verdad de un hecho controvertido del cual depende el derecho que se pretende
(ALSINA).

Todo proceso controvertido requiere, como regla general, la apertura de


la causa a prueba, como un modo de garantizar el derecho de la defensa. En
caso de duda debe estarse por la apertura a prueba.

La norma se refiere a la alegación de «hechos conducentes». El hecho


conducente es aquel que tiene transcendencia para la decisión del litigio.

2. IMPORTANCIA: A nadie puede escapar la fundamental función que


desempeña la prueba en el proceso. Todo derecho nace, se transforma o
extingue como consecuencia de un hecho, y a las partes, en primer término y de
manera principalísima, corresponde producir la prueba de los hechos alegados
que sean conducentes para que en la sentencia el juez deduzca el derecho que
surja de ellos.

3. VERDAD REAL (Material o Absoluta) y VERDAD FORMAL


(Relativa): Probar es demostrar la verdad. Esta verdad debe ser la material, la
que guarda conformidad con lo realmente acontecido; la verdad verdadera.

Pero la verdad del proceso muchas veces no coincide con la verdad


real, en el sentido de que ella es consecuencia del material probatorio del
expediente que puede ser insuficiente o no corresponder a la realidad.

A las partes incumbe la prueba de los hechos. El juez tiene la


atribución de comprobar si la verdad legal que proviene del expediente se ajusta a
la verdad real que emerge de los hechos, a fin de que la verdad sea una sola: la
verdad verdadera.

4. OBJETO DE LA PRUEBA:

4.1. Prueba de los hechos: El objeto de la prueba son los hechos que
las partes alegan como fundamento de sus pretensiones.

Para SENTÍS MELENDO se prueban afirmaciones (no hechos); se


acreditan hechos para probar afirmaciones.

El hecho jurídico -según COUTURE - es el evento constituido por una


acción u omisión humana, involuntaria o voluntaria (en cuyo caso se le denomina
acto jurídico), o por una circunstancia de la naturaleza, que crea, modifica o
extingue derechos.

Los hechos sobre los que debe versar la prueba en el proceso son los
controvertidos y conducentes. Siendo así, la prueba tendrá por objeto la
demostración de la existencia -o de la inexistencia- de los hechos con el fin de
formar la convicción del juez.

4.2. Prueba del derecho: El juez debe conocer el derecho «lura novit
curiae». El derecho, normalmente, no se prueba, se interpreta.

La ley extranjera puede ser aplicada cuando las partes lo soliciten, en


cuyo caso el juez podrá aplicarla de oficio, - siempre que no se oponga a las
instituciones políticas, las leyes de orden público, la moral y las buenas
costumbres-, sin perjuicio de que las partes prueban su existencia y contenido.

Aun así, la ley extranjera no se aplicará cuando las normas del Código
Civil sean más favorables a la validez de los actos (Art. 22 CC).
De acuerdo con los Tratados de Montevideo de 1889 y 1940, el derecho
de los países signatarios no necesita ser objeto de prueba.

Por la Ley 891/81 el Paraguay aprobó y ratificó la Convención


Interamericana del año 1.979 sobre Prueba e Información acerca del Derecho
Extranjero.

5. LA COSTUMBRE: «El uso, la costumbre o práctica no pueden crear


derechos, sino cuando las leyes se refieran a ellos» (Art. 7, Ser. p. CC).

6. HECHOS QUE NO NECESITAN PROBARSE:

6.1. Hechos confesados o admitidos por las partes: Existe confesión


cuando se reconoce expresamente un hecho. Existe admisión cuando se guarda
silencio o se dan respuestas evasivas.

6.2. Hechos notorios: «notoria non egent probatione». Los hechos


notorios no necesitan ser probados, dispone el Art. 249, 2o. p., 1a. p. del CPC.

El hecho notorio es aquel cuyo conocimiento forma parte de la cultura


normal propia de un determinado círculo social en el momento de la decisión que
se pronuncia (CALAMANDREI).

Es aquel cuya existencia es conocida por la generalidad de los


ciudadanos en el tiempo y en el lugar en que se emite la decisión (CARNELUTTI).

Su característica es el dominio público, es decir que nadie lo pone en


duda. Pueden referirse a acontecimientos políticos, históricos, atmosféricos, etc.
El concepto de notoriedad se halla limitado en el tiempo y en el espacio, ya que lo
que pudo ser notorio hace cincuenta años hoy puede haber dejado de serlo.

El juez debe tener por cierto un hecho notorio aunque las partes no lo
hayan invocado, se cumple con ello -dice COUTURE- dos fines de política
procesal: a) ahorro de esfuerzos y b) prestigiar a la justicia, evitando que esta viva
de espaldas al saber común del pueblo.

La calificación de un hecho como notorio corresponde al juez (Art. 249,


2o. p. in fine CPC).

7. HECHOS PRESUMIDOS POR LA LEY: La persona a quien beneficia


una presunción legal «iuris tantum» no necesita probar el hecho sobre el cual
dicha presunción recae. Se tiene por existente el hecho presumido siempre que
se halle acreditado el hecho que es su antecedente, v.g.: acreditado el matrimonio
la ley presume que los hijos son matrimoniales.
La presunción produce el efecto de invertir la carga de la prueba. El
Art. 1842 del C. Civil, que regula la responsabilidad del principal por el acto ilícito
de su dependiente, consagra la regla de la inversión de la carga de la prueba.

8. CARGA DE LA PRUEBA. REMISIÓN: Véase comentario al Art. 249


del CPC, al que me remito.

9. PRINCIPIO DE ADQUISICIÓN PROCESAL: Es un Principio


fundamental en el régimen probatorio. Del hecho de que las actividades
procesales pertenecen a una relación única – dice CHIOVENDA - deriva otro
Principio imperante y es que los resultados de las actividades procesales son
comunes a las partes v.g.: Presentado un documento, ambas partes pueden
deducir de él conclusiones en beneficio propio.

ART. 244.- OPOSICIÓN. Si alguna de las partes se opusiere dentro de


tercero día, el juez resolverá lo que sea procedente, previo traslado. La
resolución sólo será apelable si dejare sin efecto la apertura a prueba.

Antec.: CNC 244.- PM 253.- CPCC 106.-

Conc.: CPC 133, inc. b); 146; 241; 243; 395; 396.-

1. CASOS: Las partes tienen la facultad de oponerse a la apertura de la


causa a prueba cuando:

1.1. Consideren que no existen hechos controvertidos o conducentes.

1.2. Hay conformidad en que la causa se substancie como de puro


derecho.

2. OPOSICIÓN: La resolución del juez que abre la causa a prueba es


irrecurrible, pero la parte disconforme puede formular su oposición dentro de
tercero día de la notificación de la providencia, que debe llevarse a cabo por
cédula en el domicilio constituido (Art. 133, inc. b) CPC).

3. TRASLADO. RESOLUCIÓN: Del pedido el juez correrá traslado por


el plazo de cinco días (Art. 146, in fine CPC) y dictará resolución, la que sólo será
apelable si decide no abrir a prueba el juicio.

4. APELACIÓN: La apelación deberá interponerse en el plazo de tres


días de la notificación por cédula de la providencia que declaró innecesaria la
apertura a prueba (Art. 133, inc. b) CPC).

5. INTERRUPCIÓN DEL PLAZO PROBATORIO: La oposición


interrumpe el plazo de prueba, porque -conforme señala ALSINA- se trata de una
contingencia incompatible con la eficacia del tiempo ya transcurrido.
ART. 245.- PRESCINDENCIA DE APERTURA A PRUEBA POR
CONFORMIDAD DE PARTES. Si dentro de tercero día de quedar firme la
providencia de apertura a prueba todas las partes manifestaren que no tienen
ninguna que producir, o que ésta consiste únicamente en las constancias del
expediente o en la documental ya agregada y no cuestionada, el juez conferirá
nuevo traslado, por su orden, quedando la causa conclusa para definitiva.

Antec.: CNC 245.- PM 254.- CPCC 108.-

Conc.: CPC 18; 133, inc. b); 146, in fine; 381; 382.-

1. CASOS: La causa quedará conclusa para definitiva, si dentro del


plazo de tercero día de quedar firme la providencia de apertura a prueba, todas las
partes manifiestan:

1.1. Que no tienen ninguna prueba que producir.

1.2. Que estas consisten únicamente en las constancias del expediente


o en la prueba documental ya agregada y no cuestionada.

2. TRASLADO. NOTIFICACIÓN: Antes de la declaración, deberá el juez


correr un nuevo traslado por el plazo de cinco días (Art. 146, in fine CPC), a las
partes por su orden; vale decir, primero al actor, después al demandado.

La notificación se realizará por cédula (Art. 133, inc. b) CPC).

3. FACULTAD DEL JUEZ: No obstante lo expresado, el juez, en uso de


sus facultades instructorias - establecidas en el Art. 18 de éste Código -, podrá
ordenar las diligencias que crea necesarias para esclarecer la verdad de los
hechos controvertidos.

ART. 246.- MEDIOS DE PRUEBA. El juez podrá disponer a pedido de


parte el diligenciamiento de los medios de prueba no previstos en la ley, siempre
que no afecten la moral, la libertad personal de los litigantes o de terceros, o no
estén expresamente prohibidos para el caso.

Los medios de prueba no previstos se diligenciarán aplicando por


analogía las disposiciones de los que sean semejantes, o en su defecto, en la
forma que establezca el juez.

Antec.: CNC 246.- PM 255.-

Conc.: CN 17, inc. g).- CPC 276 al 302; 303 al 313; 314 al 342 343 al
363; 364 al 366; 367 al 370; 371 al 378.-
1. MEDIOS NO PREVISTOS: A pesar del título del Artículo transcripto,
en realidad la norma se refiere a los medios de prueba no previstos o no
tipificados en el Código.

Los medios de prueba tipificados en el Código Procesal Civil son:


Confesoria (Arts. 276/302 CPC); Documental (Arts. 303/313 CPC); Testimonial
(Arts. 314/342 CPC); Pericial (Arts. 343/363 CPC); Reproducciones y Exámenes
(Arts. 364/366 CPC); Reconocimiento judicial (Arts. 367/370 CPC); Informes (Arts.
371/378 CPC).

2. PRINCIPIO DE LA AMPLITUD DE LA PRUEBA: La disposición se


funda en el Principio de la amplitud de la prueba que establece la admisibilidad de
otros medios de prueba que aunque no hayan sido expresamente consagrados en
la ley, no están proscriptos del proceso y cuya eficacia, como elementos de
convicción, queda sometida a la apreciación de los jueces de acuerdo a las reglas
de la sana crítica.

El juez podrá disponer a pedido de parte el diligenciamiento de los


medios de prueba no previstos en la ley, siempre que se cumpla con los requisitos
de admisibilidad, que en definitiva no son otros que los mismos presupuestos de
todos los medios de prueba estén o no previstos en la norma: que no afecten la
moral, la libertad personal de los litigantes o de terceros o no estén expresamente
prohibidos para el caso.

Sobre los medios de prueba no previstos el Art. 17 de la Constitución


establece: «En el proceso penal, o en cualquier otro del cual pudiera derivarse
pena o sanción, toda persona tiene derecho a: ... inc. g) que no se le opongan
pruebas obtenidas o actuaciones producidas en violación de las normas jurídicas».

3. PRUEBA PRECONSTITUIDA: Los medios de prueba no previstos en


el mayor de los casos adquieren la forma de prueba preconstituida, que es aquélla
que se produce o prepara de antemano, con el objeto de emplearla en un eventual
juicio que pudiera surgir.

4. IMPORTANCIA: Los medios de pruebas no previstos tienen un futuro


asegurado en el campo probatorio, dado que el incontenible y constante avance
de la tecnología permite pensar que los mismos se convertirán en medios más
seguros y eficaces que muchos de los otros medios tradicionales.

Sostienen algunos que las pruebas de grabaciones, películas,


fotografías, videos, etc., deberían ser desechadas porque podrían prestarse a
trucos o combinaciones para alterarlos. Con dicho criterio también habría que
desechar la prueba testimonial, la pericial, la de confesión o la instrumental porque
bien se sabe que existen falsos testigos, peritos corruptos, confesiones que no son
verdaderas e instrumentos adulterados.
El Artículo sub examine constituye un acierto y los únicos que pueden
objetar su utilización como medios de prueba son aquellos que transitan los
caminos apartados de la senda de la ley.

5. APLICACIÓN ANALÓGICA: El segundo párrafo del precepto


establece que en el diligenciamiento de los medios de prueba no previstos se
aplicarán, por analogía, las disposiciones de aquellos medios de prueba legislados
que tengan mayor semejanza o, en su defecto, en la forma que disponga el juez.

ART. 247.- PERTINENCIA Y ADMISIBILIDAD DE LA PRUEBA. Sólo


deberán producirse pruebas sobre hechos que hayan sido articulados por las
partes en sus escritos respectivos. Las que se refieran a hechos no articulados
serán desechadas en la sentencia definitiva, salvo lo dispuesto respecto de los
hechos nuevos alegados.

No serán admitidas pruebas que fueren prohibidas por la ley,


manifiestamente improcedentes, superfinas o meramente dilatorias; si lo hubieren
sido, no serán consideradas en la sentencia.

Antec.: CNC 247.- PM 256.- CPCC 109.-

Conc.: CPC 215; 219; 235; 250; 253,2o. p.; 285, inc. a); 315; 316; 373;
574, 3er. p.- CC 172; 410.-

1. PERTINENCIA: La prueba impertinente es aquella que por no


corresponder a los hechos articulados por las partes en los escritos de demanda,
contestación, reconvención y su responde -salvo los hechos nuevos (Art. 250
CPC)-, debe ser desechada por el juez en la sentencia definitiva.

La pertinencia de la prueba se refiere a la idoneidad o eficacia de los


medios probatorios. Un medio de prueba es pertinente cuando resulta idóneo,
eficaz, para acreditar un hecho.

La prueba deberá ser valorada por el juez al dictar sentencia, en cuya


oportunidad se pronunciará sobre la impertinencia de la prueba.

2. ADMISIBILIDAD: La admisibilidad de la prueba se vincula con el


objeto de la prueba y guarda estrecha relación con el Principio de legalidad.

Siendo así, no será admisible una prueba: a) que atente contra la moral,
la libertad o la dignidad de las personas; b) que se halle prohibida por la ley; c) que
sea extemporánea; d) que sea innecesaria, superflua o meramente dilatoria.

La inadmisibilidad de la prueba se producirá, entre otros, en los


siguientes casos: Art. 410 del C. Civil, «La carta, que por su contenido sea
confidencial a criterio del juez, no podrá ser utilizada por un tercero en juicio, ni
con asentimiento del destinatario, y será rechazada de oficio»; Art. 315 del CPC
sobre testigos excluidos; Art. 316 sobre oposición a la prueba testimonial que no
fuere admisible; Art. 373 del CPC, sobre prueba de informe que substituye otro
medio probatorio; Art. 219 del CPC, referente a la oportunidad para la agregación
de la prueba documental; Art. 253, 2o. P del CPC, sobre el plazo para el
ofrecimiento de la prueba en el proceso de conocimiento ordinario; Art. 574, 3er. p.
del CPC, sobre prohibición de la absolución de posiciones en el juicio de Amparo;
Art. 172 del C. Civil y Art 26 de Ley 45/91 de Divorcio Vincular del matrimonio,
sobre prohibición de la prueba de confesión; etc.

La prueba inadmisible deberá ser rechazada «in limine» por el juez. En


el supuesto de que así no lo haya hecho, no deberá ser considerada por él en la
sentencia.

La inadmisibilidad de un medio de prueba puede dar lugar a la


formación de un incidente que deberá ser resuelto antes de dictarse la sentencia
de mérito.

ART. 248.- CONSTANCIAS DE EXPEDIENTES. Cuando la prueba


consistiere en constancias de otros expedientes judiciales o administrativos no
terminados, la parte agregará los testimonios o certificados de las piezas
pertinentes, sin perjuicio de la facultad del juez de requerir dichas constancias o
los expedientes, en oportunidad de encontrarse la causa en estado de dictar
sentencia.

Antec.: CNC 248.- PM 257.-

Conc.: CPC 372, 2o. p.- CC 22.-

1. OFRECIMIENTO: Las constancias de los expedientes judiciales y


administrativos pueden ser ofrecidas como prueba.

La norma se refiere a los expedientes no terminados porque tratándose


de los concluidos nada impide que se agregue los originales.

2. EXPEDIENTES EN TRÁMITE: En relación a los expedientes en


trámite, resulta lógico que para evitar su paralización sólo sea admisible el pedido
y agregación de los testimonios o certificados de las piezas pertinentes de los
mismos, autorizándose al juez que se encuentra por dictar sentencia a requerir el
envío de Ios originales de las constancias o del expediente a ese efecto y por
breve tiempo.

ART. 249.- CARGA DE LA PRUEBA. Incumbirá la carga de la prueba


a la parte que afirme la existencia de un hecho contravertido o de un precepto
jurídico que el juez o tribunal no tengan el deber de conocer.
Los hechos notorios no necesitan ser probados; la calificación de los
mismos corresponde al juez.

Antec.: CNC 249.- PM 258.-

Conc.: CPC 243.-

1. REGLA GENERAL: En el régimen dispositivo que rige nuestro


proceso civil la formación del material de conocimiento en el proceso constituye
una carga para las partes y condiciona la actuación del juez, en razón de que no
puede en la sentencia referirse a otros hechos que no sean los alegados y
probados por aquellos «secundum allegata et probata».

Cada parte debe probar el presupuesto de hecho de la norma que


invoca como fundamento de su pretensión o defensa.

2. CONCEPTO: Cada litigante, cualquiera sea su posición procesal,


debe acreditar los hechos y circunstancias en los que funda sus pretensiones o
defensas.

En el proceso civil probar es vencer y la carga es un imperativo del


propio interés.

Dice GOLDSCHMIDT que la carga procesal consiste en la necesidad de


realizar determinado acto para evitar que sobrevenga un perjuicio procesal.

La prueba de los hechos alegados es una condición para la admisión de


las pretensiones. Consiste en una carga no en una obligación para las partes.
Depende de su actividad, (onus probando), de su diligencia. Su no producción
supone un riesgo del cual puede derivarle un perjuicio.

3. PRUEBA DEL DERECHO: El derecho nacional vigente debe conocer


el juez (iura novit curiae), pero el derecho extranjero no está obligado a saber. Su
existencia y vigencia debe ser probada por la parte que pretende su aplicación.

En cuanto al modo de probar - cuando el juez no lo aplique de oficio -


puede serlo por todos los medios de prueba -con exclusión de la testifical-, por el
dictamen de juristas eminentes o del cónsul del país respectivo o por el
reconocimiento de aquél a quien se opone. Ver comentario al Art. 243 del CPC,
numeral 4.2.

4. HECHOS NOTORIOS. REMISIÓN: Sobre los hechos notorios véase


el comentario del Art. 243 del CPC numeral 6.2, al que me remito.

ART. 250.- HECHOS NUEVOS. Cuando con posterioridad a la


contestación de la demanda o reconvención ocurriere o llegare a conocimiento de
las partes algún hecho que tuviere relación con la cuestión que se ventila, podrán
alegarlo hasta seis días después de notificada la providencia de apertura a
prueba. Del escrito en que se alegue se dará traslado a la otra parte, quien
dentro del plazo para contestarlo, podrá también alegar otros hechos en
contraposición a los nuevos aducidos. En este caso, quedará suspendido el
plazo de prueba hasta la notificación de la resolución que los admita o los
deniegue.

En los supuestos mencionados en los párrafos precedentes, las pruebas


podrán recaer también sobre los hechos nuevos invocados.

Será irrecurrible la resolución que admitiere hechos nuevos.

Antec.: CNC 250.- PM 259.- CPCC 110; 111.-

Conc.: CPC 107; 145; 146, in fine; 218, 2o. p.; 221; 235; 237; 247, 1er.
p. in fine; 430, inc. a); 432; 437, 1er. p. in fine; 624, 2o. p.-

1. CONCEPTO: El hecho nuevo es aquel que teniendo relación con la


cuestión controvertida en el proceso se produce o recién es conocido por quien lo
alega después de trabada la relación procesal por demanda y contestación o
reconvención en su caso.

Si el hecho alegado no se halla comprendido en los términos en que


quedó trabada la relación procesal, corresponde que sea desestimado por cuanto
se refiere a una causa nueva y no a un hecho nuevo.

El hecho nuevo supone la incorporación al proceso de nuevos datos


tácticos que, sin alterar los elementos constitutivos de la pretensión, tienden a
confirmar, complementar o desvirtuar la causa.

2. ADMISIBILIDAD: La norma establece los requisitos necesarios para


que pueda admitirse la alegación de hechos nuevos:

2.1. Que el hecho se haya producido con posterioridad a la contestación


de la demanda o reconvención, es decir después de la constitución del proceso.

2.2. Que siendo el hecho anterior sea conocido por las partes recién
después de la demanda o reconvención. La contraparte puede contradecir la
supuesta ignorancia.

2.3. Que el hecho tenga relación con la cuestión que se ventila. En la


sentencia el juez debe resolver el juicio originalmente promovido, por tanto el
hecho nuevo debe referirse necesariamente a las pretensiones deducidas, sin
alterar o modificar los elementos fundamentales de la acción.
2.4. Que el hecho se alegue hasta seis días después de notificada
providencia de apertura de la causa a prueba. Es un plazo individual para cada
parte, la que debe proponer el hecho nuevo en el plazo mencionado de seis días,
que se computa desde que fue notificada del auto de prueba. No puede admitirse
un hecho nuevo fuera del plazo señalado en la ley, salvo su consideración en la
segunda instancia.

3. SUSPENSIÓN DEL PLAZO DE PRUEBA: El plazo de prueba del


juicio se suspende hasta la notificación de la resolución que admita o deniegue los
hechos nuevos. La resolución que se dicte es irrecurrible en el supuesto de que
los admita.

4. SUBSTANCIACIÓN: El trámite consiste en correr traslado por el


plazo de cinco días a la contraparte quien podrá, a su vez, alegar otros hechos en
contraposición a los nuevamente alegados. La prueba podrá recaer sobre los
hechos nuevos invocados y admitidos.

5. PRUEBA: Los hechos nuevos integran el objeto de la prueba siempre


que sean conducentes y contradictorios (Art. 243 CPC).

6. RECURSOS: Sólo la resolución que admite el hecho nuevo es


irrecurrible, porque se funda en la amplitud del debate.

7. HECHO NUEVO EN SEGUNDA INSTANCIA: Es admisible cuando el


recurso procede de acuerdo con los términos del Art. 430, inc. a) del CPC.

ART. 251.- INAPELABILIDAD DE LA PROVIDENCIA QUE ORDENE


PRUEBA. Será inapelable toda providencia que ordenare diligencia de prueba
dentro del período respectivo.

Antec.: CNC 251.- PM 260.- Ley 662/24, 2o.-

Conc.: CPC 246; 247, 2o. p.; 316.-

1. FUNDAMENTO: La norma transcripta que declara la inapelabilidad de


toda providencia del juez que ordene diligenciamiento de prueba dentro del
período respectivo, se funda en el Principio de la amplitud de la prueba y en razón
de que el mérito de las mismas será recién apreciado en la sentencia.

2. APELABILIDAD: A «contrario sensu» y fundado en el Principio de la


defensa en juicio, toda resolución judicial que no admita alguna diligencia de
prueba es recurrible por ante el superior.

ART. 252.- FIJACIÓN Y CONCENTRACIÓN DE LAS AUDIENCIAS.


Las audiencias deberán señalarse dentro del periodo de prueba y, en lo posible,
simultáneamente en ambos cuadernos.
Se concentrarán en la misma fecha o en días sucesivos, teniendo en
cuenta la naturaleza de las pruebas.

Antec.: CNC 252.- PM 261.-

Conc.: CPC 15, inc. f) 1; 153; 155; 319.-

1. PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN: Constituye un deber del juez,


estatuido en el Art. 15, inc. f) 1 del CPC, la concentración en un mismo acto o
audiencia de todas las diligencias que sea menester realizar, lo cual contribuye en
grado sumo a la vigencia del Principio de inmediación, de capital importancia en
materia de pruebas.

Si el segundo párrafo de la norma fuera cumplido en la práctica (cosa


que no ocurre), redundará en una mejor justicia, porque de este modo se
contribuirá a la agilización de los trámites y, también, a un pronunciamiento más
ajustado a derecho.

ART. 253.- PLAZO ORDINARIO DE PRUEBA Y PLAZO RARA


OFRECIMIENTO DE ELLAS. El plazo será fijado por el juez y no excederá de
cuarenta días.

Las pruebas deberán ofrecerse dentro de los primeros diez días, salvo
lo dispuesto para la prueba documental y la de absolución de posiciones.

Antec.: CNC 253.- PM 262.- CPCC 112.-

Conc.: CPC 145; 149; 219; 244; 254; 261; 267; 277; 380.- Ley 1680/01
Código de la Niñez y la Adolescencia 177.-

1. DURACIÓN: El plazo ordinario de prueba tiene una duración máxima


de cuarenta días. El juez esta facultado para fijarlo, pudiendo tener una duración
menor.

El plazo ordinario podrá clausurarse anticipadamente: a) por acuerdo de


partes o b) porque todas las pruebas se hayan producido (Art. 261 CPC).

2. CARÁCTER DEL PLAZO: El plazo ordinario de prueba es común.


Comienza a correr para todos por igual desde el día siguiente de la notificación a
las partes de la providencia que ordenó la apertura a prueba.

Rige, a su vez, la regla de la ampliación del plazo en razón de la


distancia (Art. 149 CPC).

3. OFRECIMIENTO: La regla general indica que el ofrecimiento de la


prueba en el proceso de conocimiento ordinario debe realizarse dentro de los
primeros diez días de haber quedado firme la providencia que abrió a prueba la
causa.

4. RÉGIMEN ESPECIAL: Un régimen especial, sin embargo, se halla


previsto para el ofrecimiento de la:

4.1. Prueba documental: la cual debe ajustarse a las previsiones del


Art. 219 del CPC y acompañarse con los escritos de demanda, contestación y
reconvención y su responde, salvo que no se la tuviere a disposición, en cuyo
caso deberá individualizarse indicando su contenido, el lugar, archivo, oficina
pública o persona en cuyo poder se encuentre.

4.2. Absolución de posiciones: la que deberá ser ofrecida por las


partes dentro de los veinte primeros días del plazo probatorio (Art. 277 CPC).

ART. 254.- PLAZO ORDINARIO AMPLIADO. Cuando las pruebas


deban practicarse en la República, pero fuera del asiento del juzgado o tribunal, se
estará a lo dispuesto por el artículo 149.

Antec: CNC 254.- Ley 909/63.-

Conc: CPC 149; 253; 625.-

1. PROCEDENCIA: La ampliación del plazo de prueba en razón de la


distancia, se halla prevista para el caso del diligenciamiento de medios probatorios
en territorio de la República pero fuera del asiento del juzgado o tribunal.

Se opera por mandato expreso de la ley «ministerio legis»,


consecuentemente, no se necesita pedido de parte ni resolución del órgano
judicial.

2. REGLA GENERAL: La regla general en la materia esta consagrada


en el Art. 149 del CPC que dispone la ampliación de un día por cada cincuenta
kilómetros en la región oriental y un día por cada veinticinco kilómetros en la
región occidental o chaco.

La ampliación del plazo debe estar referida y beneficia sólo a la


diligencia probatoria de que se trate.

ART. 255.- PLAZO EXTRAORDINARIO DE PRUEBA. Cuando la


prueba haya de producirse fuera de la República, el juez señalará el plazo
extraordinario que considere suficiente, atendiendo a las distancias y a la mayor o
menor facilidad de las comunicaciones.

Antec: CNC 255.- PM 263.- CPCC 115.-


Conc: CPC 256 al 260; 683, inc. d).-

1. PROCEDENCIA: El plazo extraordinario de prueba se concede para


la prueba que haya de producirse fuera del territorio de la República.

2. REQUISITOS: Es menester que medie pedido de parte y


pronunciamiento judicial fijando el plazo, el cual queda sujeto al arbitrio judicial
atendiendo a las distancias y a la mayor o menor facilidad de las comunicaciones.

Sólo procede en el proceso de conocimiento ordinario (Art. 683, inc. d)


CPC), y deben llenarse los siguientes requisitos de admisibilidad:

2.1. Que se solicite dentro de los diez primeros días de notificada la


providencia de apertura a prueba.

2.2. Que se indique con precisión la prueba cuyo diligenciamiento se


solicita. Si es testifical, se indicarán los nombres y domicilios de los testigos.
Cuando deban testimoniarse documentos, se mencionarán los archivos o registros
donde se encuentren.

ART. 256.- REQUISITOS PARA LA CONCESIÓN DEL PLAZO


EXTRAORDINARIO. Para la concesión del plazo extraordinario se requerirá:

a) que se lo solicite dentro de los diez primeros días de notificada la


providencia de apertura a prueba; y

b) que en el escrito en que se pida se indiquen las pruebas que hubieren


de producirse y, en su caso, el nombre y domicilio de los testigos y los
documentos que deban testimoniarse, mencionando los archivos o registros donde
se encuentren.

Antec.: CNC 256.- PM 264.- CPCC 115.-

Conc.; CPC 129; 130; 145; 255; 257 al 260; 317.-

1. PLAZO: El plazo de diez días para solicitar la concesión del plazo


extraordinario de prueba es perentorio e improrrogable (Art. 145 CPC). Comienza
a computarse desde la notificación de la providencia de apertura de la causa a
prueba.

2. MEDIOS DE PRUEBA: El plazo extraordinario procede para el


diligenciamiento de cualquier medio de prueba, debiendo el solicitante indicar las
pruebas que quiera producir.
En el caso de prueba testifical deben señalarse el nombre y domicilio de
los testigos o indicarse los datos necesarios para que puedan ser individualizados,
de acuerdo con el Art. 317 del CPC.

Si se trata de documentos que deban testimoniarse, vale decir, obtener


testimonios, se debe individualizarlos mencionándose los archivos o registros,
públicos o privados, donde se encuentren.

ART. 257.- FORMACIÓN DEL CUADERNO, RESOLUCIÓN Y


RECURSO. Cumplidos los requisitos del artículo anterior, se formará cuaderno
por separado y el juez resolverá sin sustanciación alguna.

La resolución que conceda el plazo extraordinario será inapelable. La


que lo deniegue será apelable, pero únicamente se elevará al Tribunal el
respectivo cuaderno.

Antec: CNC 257.- PM 265.- CPCC 116.- Ley 662/24,17.-

Conc: CPC 251; 256; 395; 432.-

1. CUADERNO DE PRUEBA: El juez, si considera cumplidos los


requisitos de admisibilidad establecidos en el Art. 256 del CPC, formará cuaderno
por separado y resolverá el pedido sin substanciación; vale decir, sin correr ningún
traslado.

2. RESOLUCIÓN: Si el juez concede el plazo extraordinario de prueba


la resolución es inapelable, porque no queda comprometida la defensa en juicio y
porque el Principio de la amplitud de la prueba así lo indica (Art. 251 CPC).

3. RECURSO: Si el juez deniega el plazo extraordinario su resolución


será apelable, porque podría producir la privación de la prueba, lo cual irrogará un
grave perjuicio para la parte. En este supuesto se elevará al tribunal únicamente
el respectivo cuaderno, con lo que el proceso principal se seguirá substanciando
normalmente.

La apelación se concede con efecto suspensivo y en relación (Art. 432


CPC).

ART. 258.- MODO Y CÓMPUTO DEL PLAZO EXTRAORDINARIO. El


plazo extraordinario de prueba empezará a contarse desde el día siguiente al de la
notificación de la resolución que lo hubiere concedido.

Antec.: CNC 258.- PM 266.- CPCC 117.-

Conc.; CPC 255 al 257.-


1. CARÁCTER DEL PLAZO: El plazo extraordinario de prueba corre en
forma independiente y paralela al plazo ordinario, comenzando a computarse
desde el día siguiente de la notificación de la resolución que lo concede.

2. ALCANCE: El plazo extraordinario de prueba beneficia sólo a la parte


que lo solicitó y obtuvo y sólo en relación a la prueba para cuyo diligenciamiento
fue solicitado.

ART. 259.- PRUEBA PENDIENTE DE PRODUCCIÓN. Cuando


hubiere transcurrido el plazo extraordinario sin haberse diligenciado la prueba para
cuya producción se concedió, y el proceso se encontrare en las condiciones a que
se refiere el artículo 379, se procederá en la forma dispuesta por éste, y el juez
podrá dictar sentencia definitiva, salvo que considere que dicha prueba reviste
carácter esencial para la decisión de la causa.

Si se hubiere pronunciado sentencia en primera instancia, y deducido


contra ella recurso de apelación, la prueba podrá ser agregada en la alzada,
mientras en ésta no se hubiere dictado sentencia.

Antec.: CNC 259.- PM 267.-

Conc.: CPC 255; 258; 266; 379.-

1. DECISIÓN ANTICIPADA. REQUISITOS: El juez puede anticipar su


decisión, no obstante estar pendiente la prueba para cuyo diligenciamiento se
concedió el plazo extraordinario, si concurren los siguientes requisitos:

1.1. Plazo extraordinario vencido, lo cual se produce de pleno derecho.

1.2. Que el proceso se encuentre en las condiciones previstas en el Art.


379 del CPC; es decir, en estado de alegar.

1.3. Que la prueba pendiente de producción fuera de la República no


sea esencial para la decisión de la causa.

2. AGREGACIÓN EN SEGUNDA INSTANCIA: Si el juez dictó sentencia


en primera instancia y ésta fue objeto de recursos, la prueba podrá ser agregada
en segunda instancia siempre que no se hubiere dictado sentencia en la misma.

3. SUSPENSIÓN DEL PLAZO PARA ALEGAR: No corresponde la


suspensión del plazo para alegar para el diligenciamiento de pruebas beneficiadas
con el plazo extraordinario.

ART. 260.- CARGO DE LAS COSTAS. Cuando ambos litigantes


hubieren solicitado plazo extraordinario, las costas serán satisfechas en la misma
forma que las demás del pleito. Pero si se hubiere concedido a uno solo, y éste
no ejecutare la prueba propuesta, abonará todas las costas, inclusive los gastos
en que hubiere incurrido la otra parte para hacerse representar donde debieron
practicarse las diligencias.

Antec.: CNC 260.- PM 268.- CPCC 118.-

Conc.: CPC 192; 255.-

1. SUPUESTOS LEGALES: La norma distingue dos supuestos:

1.1 Que ambos litigantes hayan solicitado el plazo extraordinario: en


cuyo caso las costas siguen el régimen de la regla general existente en la materia,
el vencido las paga (Art. 192 CPC).

1.2. Que a uno sólo de los litigantes se le haya concedido el plazo y éste
no haya producido la probanza: se le imponen todas las costas, inclusive los
gastos en que incurrió la otra parte con dicho motivo.

ART. 261.- CLAUSURA DEL PERÍODO DE PRUEBA. El período


probatorio podrá ser clausurado antes de su vencimiento habiendo conformidad de
partes, o si todas las pruebas hubiesen sido producidas.

Antec.: CNC 261.- PM 270.-

Conc.: CPC 243; 253; 255.-

1. CLAUSURA ANTICIPADA: Fundado en el Principio de economía y


celeridad procesales, la clausura anticipada del plazo probatorio podrá ser
decretada por el juez en los siguientes casos;

1.1. Cuando las partes han manifestado su conformidad.

1.2. Cuando no exista prueba pendiente, porque todas fueron


producidas.

ART. 262.- NOTIFICACIÓN DURANTE EL PERÍODO DE PRUEBA.


Toda diligencia de prueba deberá notificarse dentro del día siguiente a la fecha de
la resolución que la ordene. Entre el día de la providencia y el que se designe
para recibir la prueba, deben mediar por lo menos dos días, salvo que la ley
disponga lo contrario o que el juez abrevie dicho plazo por motivos urgentes y
justificados. En este último caso la parte contra la cual se pide la prueba será
notificada en el día, personalmente o por cédula.

Antec.: CNC 262.- PM 271.- CPCC 120.-

Conc.: CPC 133; 153; 170; 253; 263; 282; 321.-


1. NOTIFICACIÓN POR CÉDULA: La norma establece, en su primera
parte, que las diligencias de prueba deberán notificarse dentro del día siguiente a
la fecha de la resolución que la ordene. Se refiere a la notificación por cédula en
el domicilio de las partes, esto es así porque, en casos como este, se debe
propender a la interpretación que mejor garantice el ejercicio del derecho de
defensa, v.g.: absolución de posiciones (Art. 133, inc. c) CPC), citación de testigos
(Art. 321, la. p. CPC).

2. REGLA GENERAL: La regla general en materia de notificaciones


establecida en el Art. 131 del CPC, que dispone la notificación automática, es de
estricta aplicación en el período de prueba, salvo lo manifestado en el párrafo
precedente.

3. INTERVALO: La segunda parte del precepto sub examine establece


que entre el día de la notificación de la providencia y el que se designe para recibir
la prueba debe mediar, cuando menos, dos días, salvo disposición legal en
contrario o que el juez abrevie el mismo por razones justificadas y urgentes, en
cuyo caso la notificación deberá llevarse a cabo personalmente o por cédula (Art.
133 CPC).

La disposición consagra una excepción a lo establecido en el Art. 153,


inc. c) del CPC para las audiencias en general, en el que se prevé una
anticipación no menor de tres días, salvo circunstancias especiales.

El Artículo comentado debe aplicarse en exclusividad en el plazo de


prueba en razón de su ubicación dentro del Capítulo de las pruebas y porque el
Art. 153 del CPC, como el mismo establece, rige: «salvo disposición expresa en
contrario».

Dicha norma - la del Art. 153 del CPC -, en consecuencia, será


aplicable, v.g.: en las diligencias ordenadas por el juez o tribunal «para mejor
proveer», en uso de sus facultades instructorias (Art. 18 CPC); en las fijadas con
el fin de lograr la conciliación de las partes (Art. 170 CPC); etc.

4. DEROGACIÓN: Esta norma, por su confusa redacción que ha dado


origen a interpretaciones diversas y conflictivas, debería ser derogada en la
reforma que se haga del actual Código Procesal Civil. Desde luego, el Proyecto
de Reforma del mismo, a cuya elaboración he contribuido como integrante de la
Comisión encargada de su redacción, así lo ha hecho.

ART. 263.- CUADERNO DE PRUEBA. Se formarán cuadernos


separados de las pruebas de cada parte, que se agregarán al expediente al
vencimiento del plazo probatorio.

Antec.: CNC 263.- PM 272.-


Conc.: CPC 37; 379.-

1. OBJETO: La disposición prevé la formación de los denominados


cuadernos de prueba cuyo objetivo es hacer más ordenada la producción y
documentación del material probatorio. La formación de los cuadernos es tarea y
responsabilidad de los secretarios.

2. CONTENIDO: Los cuadernos de prueba serán uno para cada parte.


Se constituyen con los escritos respectivos de ofrecimiento de la prueba.

En ellos el juez debe dictar las correspondientes resoluciones de


admisión (o rechazo) de las pruebas para su diligenciamiento, señalar las
audiencias y cumplir las demás diligencias.

3. AGREGACIÓN: Vencido el plazo de prueba y realizado el informe del


secretario sobre las pruebas producidas por las partes, el juez ordenará la
agregación de los cuadernos de prueba al expediente principal (Art. 379 CPC).

La agregación deberá ser hecha por su orden, primero el del actor,


luego el del demandado; cuidándose de foliar el expediente con numeración
corrida en su parte superior, en razón de que la de los cuadernos de prueba debe
hacerse en la parte inferior de cada foja.

ART. 264.- PRUEBA DENTRO DEL RADIO URBANO. Los jueces


asistirán a las actuaciones de prueba que deban practicarse fuera de la sede del
juzgado, pero dentro del radio urbano.

Antec.: CNC 264.- PM 273.- CPCC 122, 1er. p.

Conc.: CPC 15, inc. e); 112; 153, inc. a); 265; 266.-

1. DEBER DE ASISTIR: La norma, en concordancia con los Art. 15, inc.


e) y 153, inc. a), del CPC, basada en el Principio de inmediación, impone a los
jueces el deber de asistir a las actuaciones de prueba que deban practicarse fuera
de la sede del juzgado, siempre que sean dentro del radio urbano.

2. NULIDAD: La inasistencia del juez podría producir la nulidad de la


diligencia, siempre que la misma no quede subsanada, en razón del carácter
relativo que las nulidades procesales tienen en nuestro Código Procesal Civil (Art.
112 CPC).

ART. 265.- PRUEBA FUERA DEL RADIO URBANO. Cuando las


actuaciones deban practicarse fuera del radio urbano, pero dentro de la
circunscripción judicial, los jueces podrán trasladarse para recibirlas, o
encomendar la diligencia a los de las respectivas localidades. Si se tratare de
reconocimiento judicial o prueba pericial, los jueces podrán constituirse en
cualquier punto de la República donde debe tener lugar la diligencia.

Antec.: CNC 265.- PM 374.- CPCC 123.-

Conc.: CPC 6; 264; 266; 343 y sgtes.; 347 y sgtes.-

1. OPCIÓN: La norma contempla la situación referente a las actuaciones


de prueba que deban practicarse fuera del radio urbano, pero dentro de la
circunscripción judicial del juez o tribunal que ordenó la medida, otorgando al juez
la alternativa siguiente:

1.1. Trasladarse al lugar del diligenciamiento para recibirlas


personalmente.

1.2. Encomendar su diligenciamiento a las autoridades judiciales de las


respectivas localidades.

2. FACULTAD LEGAL: La segunda parte del Artículo concede al juez la


facultad de constituirse en cualquier punto de la República donde deba tener lugar
la diligencia, cuando se trata de: Reconocimiento judicial o Prueba pericial,
pudiendo, en virtud del texto legal, ejercer facultades jurisdiccionales fuera de los
límites territoriales de la circunscripción judicial en la que ejerce su competencia.

3. FUNDAMENTO: La razón de ser de la norma radica en la importancia


que adquiere la percepción directa por el juez (Principio de inmediación) en el
diligenciamiento de las pruebas mencionadas.

ART. 266.- DILIGENCIA. Las medidas de prueba deberán ser pedidas,


ordenadas y practicadas dentro del plazo. A los interesados incumbe urgirías
para que sean diligenciadas oportunamente.

Antec.: CNC 266.- PM 270, 1er. p.- CPCC 119.-

Conc.: CPC 149; 247; 253 al 255; 267; 268.-

1. REGLA GENERAL: La norma establece, en su primera parte, la regla


de que las pruebas deben ser pedidas, ordenadas y practicadas dentro del plazo
probatorio.

A las partes incumbe la carga de ofrecer las pruebas en la oportunidad


señalada en la ley y de realizar todos los actos necesarios para que se diligencien
dentro del plazo de prueba.
Al juez corresponde, a su vez, el deber de admitir la prueba, salvo que
sea inadmisible (Art. 247, 2o. p. CPC), y ordenar su practicamiento dentro del
plazo.

2. URGIMIENTO: La segunda parte del Artículo consagra la clásica


figura de la diligencia y su contrapartida la negligencia, en materia de pruebas.
Dispone que a los interesados en la respectivas pruebas corresponde urgirías
para que sean diligenciadas oportunamente, vale decir, dentro del plazo.

La parte tiene la carga no sólo de ofrecer y practicar la prueba sino


también de urgir convenientemente su practicamiento cuando no se la puede
diligenciar por motivos ajenos a su voluntad.

El urgimiento no debe consistir en la presentación de un simple escrito


donde así se lo diga al juez, sino que debe ser eficaz, indicando cual es el
obstáculo que impide su practicamiento y cuales son los medios propuestos para
superarlo y llevar a cabo la diligencia probatoria. Véase el comentario al Art. 267
CPC, numeral 4.

3. NEGLIGENCIA: La negligencia consiste en el abandono, omisión o


falta de diligencia en la realización de la prueba en que incurre la parte que no la
produjo en la oportunidad debida.

Si la parte demostrare negligencia en el practicamiento de las pruebas


se producirá la caducidad de la prueba.

ART. 267.- SUSPENSIÓN DEL PLAZO. La parte que hubiese


mostrado diligencia en el ofrecimiento y producción de sus pruebas, podrá solicitar
dentro de tercero día de notificada la providencia que declaró cerrado el período
de prueba, la suspensión de la etapa procesal siguiente, por un plazo máximo de
veinte días en el proceso de conocimiento ordinario y de diez días en los procesos
especiales e incidentes, a fin de producir las pruebas pendientes.

Antec.: CNC 267.- PM 276, 2o. p..- CPCC 8.- Dto. 5679/38, 38.-

Conc.: CPC 253; 266; 268; 380,-

1. FACULTAD DE LA PARTE DILIGENTE: La norma consagra la


facultad, a favor de la parte diligente en el ofrecimiento y producción de sus
pruebas, de poder solicitar y obtener la suspensión de la etapa procesal siguiente
a fin de poder producir las pruebas pendientes.

2. TRÁMITE: La solicitud respectiva deberá formularse al juez de la


causa dentro del plazo de tres días de notificada la providencia que declaró
cerrado el período de prueba. Del pedido se correrá traslado a la parte contraria
quien en el plazo de tres días deberá manifestar su conformidad u oposición al
pedido, debiendo manifestar en este último supuesto los motivos (Art. 380, 2o. p.
CPC).

3. RESOLUCIÓN. APELACIÓN: El juez resolverá el incidente dentro del


plazo de diez días (Art. 162, inc. b) CPC).

La resolución será recurrible por ante el superior, debiendo concederse


en relación y con efecto suspensivo.

4. PLAZO: Si el juez considera procedente el pedido acordará un plazo


máximo:

4.1. De veinte días en el proceso de conocimiento ordinario.

4.2. De diez días en los procesos especiales e incidentes.

5. REGLAS: Algunas reglas que deben ser tenidas en cuenta en la


institución estudiada, son:

5.1. La negligencia debe ser examinada en relación a cada prueba.

5.2. Sólo beneficia a la prueba para la cual fue solicitada.

5.3. El juez no puede suplir la negligencia de las partes.

5.4. La prueba de que se trate debió ser convenientemente urgida,


mediante su oportuna y, además, precisa individualización, con indicación de los
obstáculos que impidieron su diligenciamiento y señalando los medios propuestos
para superar aquéllos y poder practicar la diligencia.

5.5. En caso de duda debe estarse por la realización de la prueba.

No obstante la enumeración efectuada no debe perderse de vista que la


figura que nos ocupa debe ser analizada y valorada dentro del contexto de cada
juicio y atendiendo las circunstancias particulares de cada concreto caso.

6. REMISIÓN: Véase el comentario al Art. 380 del CPC al que me


remito.

ART. 268.- HABILITACIÓN DE DÍAS Y HORAS INHÁBILES. Si se


suspendiere el plazo respectivo, los jueces pondrán la máxima diligencia en la
recepción de las pruebas, habilitando días y horas inhábiles cuando ello fuere
necesario para que aquéllas se realicen.

Antec.: CNC 268.- CPCC 8.-


Conc.: CPC 109; 110; 266; 267; 380; 585.- COJ 196, 2o. p.-

1. FACULTAD DEL JUEZ: A los efectos de la realización de la prueba,


para cuyo practicamiento se suspendió la etapa procesal siguiente y a fin de evitar
nuevos pedidos de suspensión del plazo probatorio con la consiguiente demora
del proceso, la norma faculta al juez a habilitar los días y horas inhábiles
necesarios para que las pruebas se realicen, lo cual es concordante con lo
dispuesto en el Art. 196, 2o. p. del COJ, que dice «Los jueces podrán habilitar días
feriados y horas inhábiles cuando los asuntos de su competencia así lo
requieran».

ART. 269.- APRECIACIÓN DE LA PRUEBA. Salvo disposición legal


en contrario, los jueces formarán su convicción de conformidad con las reglas de
la sana crítica. Deberán examinar y valorar en la sentencia todas las pruebas
producidas, que sean esenciales y decisivas para el fallo de la causa. No están
obligados a hacerlo respecto de aquéllas que no lo fueren.

Antec.: CNC 269.- PM 278.- CPCC 205.- Ley 662/24, 5.-

Conc.: CPC 246; 247, 2o. p.; 287, in fine; 302; 342; 360.- CC 706; 1213;
2621; 2o. p.; 2622.- CP 175.-

1. CONCEPTO: La apreciación de la prueba consiste en el acto por el


cual el órgano judicial estima el mérito o valor de la prueba producida sobre los
hechos controvertidos en el juicio a fin de formar su convicción.

Mediante ella se determina la eficacia concreta de la prueba.

2. SISTEMAS. SANA CRITICA: Tres son los sistemas de valoración de


la prueba:

2.1. Prueba legal: Llamada también tasada o tarifada en la que la


valoración está impuesta por la ley. Resulta independiente del criterio del juez,
v.g.: presunciones «iure et de iure» o cuando la ley establece una forma
determinada de prueba: contratos que tienen por objeto más de diez jornales
mínimos legales (Art. 706 CC); donaciones de inmuebles con cargo y las que tiene
por objeto prestaciones periódicas o vitalicias (Art. 1213 CC); testamentos (Arts.
2621, 2o. p. y 2622 CC); la confesión espontánea prestada en juicio hará plena
prueba (Art. 302, 2o. p. CPC).

2.2. Libres convicciones: El juez al valorar la prueba no esta sujeto


obligatoriamente a ninguna regla que haya sido directa o indirectamente indicada
en la ley. La libertad de apreciación del juez es amplia y no se encuentra
restringida ni limitada.
2.3. Sana crítica: La valoración de la prueba en este sistema excluye la
discrecionalidad judicial irrestricta. En su apreciación el juez debe fundarse en los
principios de la lógica y de la experiencia, es decir, en los principios extraídos de la
observación del formal comportamiento humano confirmado por la realidad.

El sistema de la sana crítica es el seguido como regla general -«salvo


disposición legal en contrario», dice la norma- por nuestro Código Procesal Civil.

3. PERTINENCIA: La segunda parte del Artículo establece cuales son


las pruebas que deben ser objeto de valoración, disponiendo que sean aquellas
esenciales y decisivas para la correcta decisión de la causa.

El juzgador deberá dejar de lado la prueba que fuere innecesaria,


superflua o inconducente (Art. 247, 2o. p. CPC).

En virtud de lo expresado, los jueces no tienen el deber de valorar una


por una y exhaustivamente todas las pruebas rendidas en autos.

4. OPORTUNIDAD: La oportunidad para apreciar la prueba se produce


con motivo de dictar la sentencia o resolución, en su caso.
CAPITULO II

DE LAS PRUEBAS ANTICIPADAS

ART. 270.- QUIENES PUEDEN PEDIRLAS Y QUE PRUEBAS


PUEDEN PEDIRSE. Los que pretendan demandar o crean que van a ser
demandados, podrán pedir, antes de la demanda:

a) que se verifique un reconocimiento judicial de los lugares o las cosas


que habrán de ser motivo de prueba en el juicio y que están expuestas a
transformarse o desaparecer en breve plazo;

b) el reconocimiento de la firma de un documento privado emanado del


que habrá de ser adversario o de sus causantes a título universal o singular;

c) que se reciba declaración de algún testigo de muy avanzada edad, o


que se halle gravemente enfermo o próximo a ausentarse de la República; y

d) el reconocimiento pericial del estado, calidad y cantidad de cosa de


fácil descomposición, o que no pueda ser efectuado durante el juicio en
condiciones convenientes.

El juez admitirá sin sustanciación alguna las pruebas solicitadas, salvo


que las considere notoriamente improcedentes.

Antec.: CNC 270.- PM 279.-

Conc.: CPC 209,2o.p.; 271 al 275; 307; 314 y sgtes.; 343 y sgtes; 364 y
sgtes.; 367 y sgtes.; 371 y sgtes.-

1. FINALIDAD: Las diligencias anticipadas de pruebas tienen por objeto


el diligenciamiento de las mismas antes de iniciarse el juicio. Tienen la finalidad
preservarlas o conservarlas, atendiendo a que su practicamiento en la etapa
procesal oportuna podría ser difícil o imposible por existir un serio riesgo de que
desaparezcan.

2. QUIENES PUEDEN SOLICITARLAS: Las medidas de aseguramiento


o preservación de pruebas podrán ser solicitadas tanto por el que pretende
demandar como por el que cree que será demandado.

El juez admitirá sin substanciación el pedido formulado, vale decir, sin


correr traslado, salvo que las rechace de oficio por considerarlas inadmisibles o
improcedentes.

3. ENUMERACIÓN LEGAL: La enumeración legal no es taxativa.


Siendo así, se podrá pedir y ordenar otros medios de prueba que puedan resultar
idóneos al objeto propuesto, v.g.: prueba de informes, reproducciones y
exámenes.

Sin embargo, no será admisible la absolución de posiciones, morque la


misma sólo puede producirse entre las partes de un proceso ya iniciado.

3.1. Reconocimiento judicial: De los lugares o cosas que están


expuestos a transformarse o desaparecer. El juez deberá constituirse en el lugar
del inmueble o en el sitio en que se encuentre la cosa mueble si no es posible su
exhibición en la sede del juzgado, debiendo labrarse acta detallada del estado y
condiciones en que se encuentren.

3.2. Reconocimiento de la firma: De un documento privado, para lo


cual el juez podrá fijar un plazo o señalar una audiencia a los efectos de que se
reconozca o se niegue la autenticidad de la firma del documento de que se trate.

3.3. Declaración de testigos: De muy avanzada edad, gravemente


enfermos o próximos a ausentarse de la República. En estos casos el juez
deberá señalar una audiencia, notificando por cédula al testigo, salvo el supuesto
en que el juez debe trasladarse al lugar donde se encuentre el testigo por ser éste
muy anciano o encontrarse enfermo.

3.4. Reconocimiento pericial: De cosas de fácil descomposición o que


no pueda ser efectuado en el juicio en condiciones convenientes. El juez
nombrará un perito cuando se requiera conocimientos técnicos, en caso contrario
bastará con el reconocimiento judicial previsto en el inc. a) de este Artículo.

ART. 271.- JUEZ ANTE EL CUAL DEBE PRESENTARSE El PEDIDO


Y VALOR DE LAS PRUEBAS ANTICIPADAS. El pedido de pruebas anticipadas
deberá presentarse ante el juez que sería competente para conocer de la
demanda.

Las pruebas así obtenidas no perderán validez por la circunstancia de


que el pleito radique en definitiva ante otro juez ni por el transcurso del tiempo.

Antec.: CNC 271.- PM 280.

Conc.: CPC 210; 270; 272.-

1. COMPETENCIA: El Artículo transcripto es similar al Art. 210 del CPC


con el que concuerda, y se halla fundado en idéntica razón de conexidad, en virtud
de la cual el pedido de diligenciamiento anticipado de pruebas deberá efectuarse
ante el juez que sería el competente para conocer la demanda principal, aunque
finalmente se la tenga que radicar ante otro juez que fuere el competente al
momento de promoverla.
2. VALIDEZ DE LA PRUEBA: El segundo párrafo de la norma consagra
la validez de las pruebas llevadas a cabo en forma anticipada aunque el proceso
radique ante otro juez o haya transcurrido el tiempo, fundado en la distinción que
debe hacerse entre «actos de procedimiento» y «actos en el procedimiento».

ART. 272.- REQUISITOS. El que solicite pruebas anticipadas deberá


acreditar el motivo por el cual teme la pérdida de la prueba. Además, deberá
expresar claramente las acciones que se propone deducir o el litigio cuya
iniciación teme, designando el adversario, con indicación de su domicilio, para
proceder a su citación.

Si la urgencia del caso no permite la citación de parte, las pruebas se


realizarán con intervención del Ministerio de la Defensa Pública.

Antec.; CNC 271.- PM 281.-

Conc.: CPC 133, inc. 11); 211; 270; 271; 273 al 275.-

1. FORMA. REQUISITOS: El que vaya a solicitar el diligenciamiento


anticipado de medios de prueba deberá dirigirse por escrito al juez indicando
claramente el motivo de su petición.

Además, deberá expresar las acciones (pretensiones) que se propone


deducir o el litigio cuya iniciación teme, todo a los efectos de que el juez pueda
hacer lugar a lo solicitado si de dichas referencias resulta admisible el pedido.

A su vez, deberá individualizar al adversario en el futuro litigio, indicando


el lugar de su domicilio real a los efectos de su notificación y citación.

2. NOTIFICACIÓN: La notificación deberá efectuarse mediante cédula,


de acuerdo con el Art. 133, inc. 11) del CPC.

3. OMISIÓN DE LA CITACIÓN: El segundo párrafo admite la omisión de


la citación en casos de urgencia, debiendo realizarse la diligencia, en este caso,
con intervención del Ministerio de la Defensa Pública, a través del Defensor de
Ausentes.

ART. 273.- RECURRIBILIDAD DE LA RESOLUCIÓN. El auto que


admita las pruebas anticipadas será irrecurrible, pero podrá apelarse del que las
deniegue.

Antec.: CNC 273.- PM 282.-

Conc.: CPC 213; 251; 270; 272; 274; 275.-


1. IRRECURRIBILIDAD: La resolución que el juez dicte haciendo lugar
al diligenciamiento de prueba anticipada será irrecurrible, en razón de que la
misma no causa gravamen irreparable.

La norma es concordante con el Art. 251 del CPC, que declara la


inapelabilidad de toda providencia que ordena diligenciamiento de prueba dentro
del período respectivo.

2. APELACIÓN: El in fine del Artículo prevé la posibilidad de la


recurribilidad de la resolución que deniegue el pedido. Lastimosamente la
probable demora que tendrá el dictado de la resolución definitiva hará que no se
pueda cumplir con el fin que la institución del diligenciamiento de pruebas
anticipadas tuvo en miras al establecerla.

ART. 274.- PROCEDIMIENTO. Las pruebas que se solicitaren


anticipadamente, se practicarán conforme a las reglas que este Código establece
para cada una de ellas, con las modificaciones a que se hallen sujetas en el
presente Capítulo.

Antec.: CNC 273.- PM 282.-

Conc.: CPC 270; 272; 273; 275; 307; 314 y sgtes.; 343 y sgtes; 364 y
sgtes.; 371 y sgtes.-

1. REMISIÓN: La norma transcripta prevé la aplicación de las reglas


comunes a los medios de prueba en general, que deberán ser utilizadas en el
diligenciamiento de las pruebas anticipadas. En consecuencia, me remito a los
comentarios vertidos con motivo del tratamiento de los mismos.

ART. 275.- PEDIDO INCIDENTAL DE PRUEBAS ANTICIPADAS. En


los casos previstos por el artículo 270, los litigantes también podrán pedir el
anticipo de diligencias probatorias, después de trabada la litis.

Antec.: CNC 275.- PM 284.-

Conc.; CPC 270; 272 al 274.-

1. INCIDENTE: El Artículo contempla la posibilidad de que algunos de


los supuestos que hacen factible el diligenciamiento anticipado de pruebas se den
una vez iniciado el proceso pero antes de haberse llegado a la etapa probatoria.

2. REQUISITOS: En este caso el interesado deberá deducir el


respectivo incidente solicitando el diligenciamiento anticipado de la diligencia
probatoria que se propone. En el supuesto de la norma las pruebas podrán ser
producidas, siempre que se acrediten las condiciones exigidas por la ley para su
admisibilidad.
CAPITULO III

DE LA PRUEBA CONFESORIA

ART. 276.- CONCEPTO Y CLASES DE CONFESIÓN. Reviste el


carácter de confesión la manifestación de una parte de ser cierto un hecho
contrario a su interés y favorable a la otra.

Ella puede ser judicial o extrajudicial. La judicial, espontánea o


provocada. Esta última resultará de posiciones o preguntas puestas o dirigidas
por la parte contraria, que ofreció en tiempo este medio de prueba, o de
interrogaciones del juez.

Antec.: CNC 276.-

Conc.: CPC 96; 227; 277 al 302; 429; 598, 1er. p. in fine; 709, inc. b).-

1. CONCEPTO: La confesión consiste en la declaración que una


persona hace de un hecho susceptible de producir consecuencias jurídicas a su
cargo.

La confesión siempre ha sido considerada como la prueba más


completa «probatio probatissima», la reina de las pruebas «regina probationum».
Se funda en la presunción de veracidad del confesante, por ello se dice: a
confesión de parte relevo de prueba.

2. CLASIFICACIÓN: La segunda parte del Artículo clasifica la confesión


en: judicial o extrajudicial; pudiendo ser la judicial espontánea o provocada.

2.1. Judicial: Es la que se presta durante el curso del proceso de


acuerdo con las reglas legales. La prestada ante juez incompetente es válida
siempre que haya sido entre las mismas partes.

2.2. Extrajudicial: Se produce fuera del proceso, pero su existencia


puede ser invocada en juicio como un hecho que deberá ser objeto de prueba.

2.3. Espontánea: Es la que se efectúa sin previo requerimiento de la


parte contraria o del juez. Se puede prestar en cualquier etapa del juicio y no
requiere formas especiales.

2.4. Provocada: Se produce mediante posiciones o preguntas de la


parte contraria o del juez.

Otras clasificaciones, además, la dividen en:


2.5. Expresa: Es la prestada en forma categórica, v.g.: reconocimiento
de los hechos expuestos en la demanda; allanamiento; absolución de posiciones.
Hace plena prueba y es irrevocable, salvo error o violencia (Art. 297 CPC).

2.6. Tácita: «ficta confessio»: Se produce cuando la ley considera


reconocido un hecho, aunque no haya habido un reconocimiento expreso. Tiene
los efectos del reconocimiento expreso, salvo prueba en contrario.

2.7. Simple: Cuando se reconoce un hecho sin agregar ninguna


circunstancia que modifique sus efectos.

2.8. Calificada: Cuando se reconoce el hecho pero se le atribuye


distinta significación jurídica, lo que hace que se modifiquen sus efectos.

2.9. Compleja: Cuando se alega un hecho destinado a destruir sus


efectos, pero que puede ser separado del hecho principal. Se propone un hecho
extintivo, restrictivo o modificativo.

2.10. Verbal o escrita: Por la forma en que se produce, en una


audiencia o mediante la presentación de un escrito judicial o un instrumento donde
conste.

2.11. Divisible o indivisible: Cuando sus efectos son susceptibles de


separarse. La simple y la calificada por lo general son indivisibles. La compleja
puede ser divisible (Art. 296 CPC).

3. REQUISITOS: Los requisitos de la confesión judicial son:

3.1. Subjetivos (relativos a la persona):

3.1.1. Ser parte en el juicio.

3.1.2. Tener capacidad:

3.1.2.1. Personas físicas: mayor de edad y no haber sido declarado


incapaz judicialmente (Art. 36, 76, 86 y sgtes. CC).

3.1.2.2. Personas jurídicas: (Arts. 91, 92 sgtes. y ccdtes del CC).

Los representantes legales o necesarios de los incapaces y de las


personas jurídicas pueden confesar por sus representados (Arts. 281, inc. a) y 283
CPC).

3.2. Objetivos (referentes a los hechos):


3.2.1. Hechos contrarios al interés de quien confiesa y favorable a la
otra.

3.2.2. Hechos relativos a la actuación personal del confesante


realizados u omitidos o que sean de su conocimiento. En este último supuesto la
confesión no versará sobre el hecho sino sobre el conocimiento que tenga de su
existencia mediante su actuación personal.

3.2.3. Hechos controvertidos: no admitidos expresamente ni legalmente


presumidos, conducentes, eficaces para la decisión de la causa.

ART. 277.- DE LA CONFESIÓN PROVOCADA. Cada parte podrá


exigir dentro de los veinte primeros días del plazo probatorio, que la contraria
absuelva posiciones relativas a la cuestión que se ventila.

Se considerará también parte contraria al colitigante que asumiere o


sostuviere en el proceso actitudes o pretensiones contrarias a las de su comparte.

Antec.: CNC 277.- PM 285.- CPCC 126.-

Conc.: CPC 29; 96; 180; 224; 253, 2o. p.; 270, inc. b); 275; 276; 278 al
302; 429; 460; 466, 1er. p. in fine; 574, 3er. p.; 598, 1er. p. in fine; 602; 624, 1er.
p.; 684, inc. a).-

1. ABSOLUCIÓN DE POSICIONES: La absolución de posiciones es el


medio por el cual a pedido de parte o de oficio se trata de obtener la confesión de
una parte en el proceso de acuerdo con las reglas legales.

2. OPORTUNIDAD: Las oportunidades para producir la prueba


confesoria mediante la absolución de posiciones son:

2.1. Antes de contestar la demanda: En las excepciones previas (Art.


224 CPC) e incidentes (Art. 280 CPC).

2.2. Después de contestada la demanda:

2.2.1. Como pedido incidental de pruebas anticipadas (Art. 275 CPC).

2.2.2. Dentro de los veinte primeros días del plazo probatorio, cada
parte podrá pedir que la contraria absuelva posiciones.

También podrá hacerlo el juez de oficio, en este caso, las posiciones


serán formuladas en forma interrogativa y no afirmativa.

2.3. Otros supuestos: En los incidentes (Art. 180 y sgtes. CPC); en el


juicio ejecutivo (Art. 460, 466, 1er. p. in fine CPC); en el proceso de conocimiento
sumario (Art. 683, inc c) CPC); en los juicios de menor cuantía (Art. 684, inc a)
CPC); en los juicios especiales, v.g.: alimentos (Art. 598, 1er. p. CPC), litis
expensas (Art. 602 CPC), desalojo (Art. 624, 1er. p. CPC), etc. En estos
supuestos, con los escritos de promoción y contestación respectivamente, debe
ofrecerse la prueba de absolución de posiciones que se intentará producir.

3. COLITIGANTE. La segunda parte del Artículo se refiere a la


posibilidad de que el colitigante que asumiere o sostuviere actitudes o
pretensiones contrarias a su comparte pueda hacerle absolver posiciones a éste,
en razón de que tienen la misma posición procesal (actores o demandados) pero
no corren la misma suerte en el proceso (litisconsortes), debido a la autonomía
procesal con que actúan (Art. 298 CPC).

ART. 278.- POSICIONES EN PRIMERA Y ULTERIOR INSTANCIA.


Las posiciones podrán pedirse una vez en cada instancia.

Antec.: CNC 278.- PM 286.- CPC 138.-

Conc.: CPC 224; 277; 280; 429.-

1. ALCANCE: La disposición se refiere a la primera instancia entendida


ésta como instancia principal. Siendo así, no se cuentan las posiciones pedidas
en las excepciones previas ni en las instancias incidentales. El Artículo se halla
fundado en razones de celeridad y economía procesal.

2. POSICIONES EN SEGUNDA INSTANCIA: A los efectos de la


realización de la absolución de posiciones en segunda instancia, cuando ella es
permitida, no es necesaria la apertura de la causa a prueba (Art. 429, in fine CPC).

ART. 279.- CARÁCTER PERSONAL DE LA ABSOLUCIÓN. Las


partes deberán absolver posiciones personalmente. Podrán también hacerlo por
medio de mandatarios con poder especial si la otra parte lo consintiere, y en los
demás casos autorizados por la ley.

Antec.: CNC 279.- PM 288, inc. 2.-

Conc.: CPC 277; 281; 283; 301.-

1. CARÁCTER: La absolución de posiciones es un acto procesal


personalísimo. Las partes notificadas en debida forma deberán por sí mismas,
vale decir, personalmente absolver posiciones.

Para que la parte pueda absolver posiciones deberá gozar de capacidad


procesal, es decir, de aptitud para realizar personalmente actos procesales
válidos.
2. MANDATARIOS: Podrán las partes absolver posiciones por medio de
mandatarios con poder o cláusula especial, en los siguientes casos:

2.1. Si la contraparte lo consintiere: La parte contraria debe consentir


que sea el mandatario con poder especial el que absuelva posiciones por su
mandante.

2.2. En los casos autorizados por la ley: Representación necesaria de


incapaces (Art. 281, inc. a) CPC) y de personas jurídicas (Art. 283 CPC) o
apoderados por actuaciones realizadas en nombre de sus mandantes en virtud de
un mandato vigente (Art. 281, inc. b) CPC).

ART. 280.- POSICIONES EN INCIDENTES. Si antes de la


contestación de la demanda se promoviere algún incidente, podrán ponerse
posiciones sobre lo que sea objeto de aquél.

Antec.: CNC 28.- PM 287.- CPCC 127.-

Conc.: CPC 183; 227; 278.-

1. FACULTAD DE LAS PARTES: Las partes en las instancias


accidentales producidas antes de la contestación de la demanda, v.g.:
excepciones previas o incidentes, tienen la facultad de pedir recíprocamente la
absolución de posiciones de la contraparte sobre las cuestiones que sean objeto
de las dichas instancias.

El pedido formulado en estas condiciones no se cuenta para el número


de veces permitido para la producción de esta prueba en la instancia principal
conforme al Art. 278 del CPC.

ART. 281.- QUIENES PUEDEN SER CITADOS. Además de las partes,


podrán ser citados a absolver posiciones:

a) los representantes de los incapaces, por hechos en que hubieren


intervenido personalmente en ese carácter; y

b) los apoderados, por actuaciones cumplidas o realizadas en virtud de


un mandato vigente, en nombre de sus mandantes.

Las informaciones o instrucciones recibidas del poderdante que no


hubieren dado lugar a las actuaciones, se considerarán secreto profesional.

Antec.: CNC 281.- PM 288.-

Conc.: CPC 277; 279; 282; 283; 285; 291 al 295; 297; 299 al 302; 330,
inc. b).- CC 36 al 41.- CP 147 al 149.-
1. PARTES: La regla en la materia es que cada parte tiene la facultad
de que la contraria absuelva posiciones relativas a la cuestión debatida (Art. 277
CPC).

2. OTROS SUPUESTOS LEGALES: La norma establece que, además


de las partes, pueden ser citados:

2.1. Los representantes de los incapaces: Estos deberán absolver


posiciones sobre los hechos en que hubiesen intervenido personalmente en el
carácter de representantes. Carecen de capacidad procesal los menores,
quienes son representados por sus padres o en defecto de ellos por sus tutores,
los enfermos mentales sometidos a interdicción, los sordomudos que no saben
darse a entender por escrito u otros medios, los inhabilitados judicialmente, los
cuales son representados por sus curadores.

2.1.1. El curador "ad litem": En caso de oposición de intereses entre


los del incapaz y los de su representante necesario, éste será substituido por un
curador especial «curador ad litem» para el caso de que se trate. (Véanse Arts.
36 al 41 del CC).

2.2. Los apoderados: Los cuales declararán por las actuaciones


cumplidas o realizadas en nombre de sus mandantes en virtud de un mandato
vigente, en razón del conocimiento personal y directo que tienen como
consecuencia de su intervención.

3. SECRETO PROFESIONAL: La segunda parte del Artículo sub


examine considera secreto profesional las informaciones e instrucciones recibidas
del poderdante que no hayan dado lugar a las actuaciones.

El Código Penal sanciona al que revelare un secreto ajeno llegado a su


conocimiento en su actuación como médico, dentista o farmacéutico; abogado,
notario o escribano público, defensor en causas penales, auditor o asesor de
Hacienda; o ayudante profesional de los mencionados o personas formándose con
ellos en la profesión. También al que viola el secreto de carácter industrial o
empresarial.

Como secreto se entenderá -dice el Código Penal- cualquier hecho, dato


o conocimiento de acceso restringido cuya divulgación a terceros lesionaría, por
sus consecuencias nocivas, intereses legítimos del interesado, o respecto de los
cuales por ley o en base a una ley, debe guardar silencio (Art. 147 CP).

Cabe agregar, que además de la pena estarían obligados al


resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados como consecuencia de la
revelación del secreto profesional.
Véanse los comentarios a los Arts. 285, inc. b) y 330, inc. b) del CPC a
los que me remito.

ART. 282.- FORMA DE CITACIÓN. El que deba absolver será citado


bajo apercibimiento de que sí dejare de comparecer sin justa causa, podrá ser
tenido por confeso en los términos del artículo 302, la, parte.

Antec.: CNC 282.- PM 289.- CPCC 128.-

Conc.: CPC 133, inc. c) e in fine; 138; 262; 277; 302.-

1. CITACIÓN: La citación del absolvente debe ser solicitada al juez por


escrito en la oportunidad legal correspondiente, bajo apercibimiento expreso, en el
sentido de que si dejare de comparecer sin justa causa podrá ser tenido por
confeso.

2. NOTIFICACIÓN: La resolución que disponga la absolución y en


consecuencia fije el día y la hora para que el absolvente comparezca debe ser
notificada por cédula en su domicilio real (Art. 133, inc. c) CPC), salvo que
intervenga por derecho propio en cuyo caso será notificado en el domicilio
constituido.

En el caso de que no se pudiere entregar la cédula al absolvente, el


notificador deberá dejar aviso de que volverá al día siguiente precisando la hora
(Art. 138, 2a. p. CPC) y si tampoco entonces pudiere hacerlo entregará la cédula a
otra persona de la casa, departamento u oficina, o en su defecto, al encargado del
edificio. Si no pudiere entregarla fijará en la puerta de acceso correspondiente
(Art. 138, 1er. p. CPC).

Debe estarse a lo dispuesto en el Art. 262, 2a. p. del CPC que previene
un intervalo de por lo menos dos días entre la notificación de la providencia y el
que se designe para recibir la prueba.

ART. 283.- ABSOLUCIÓN DE PERSONA JURÍDICA. La persona


jurídica, citada para absolver posiciones, designará al representante que habrá de
absolverlas en su nombre.

Antec.: CNC 283.- PM 288, inc. 3o.-

Conc.: CPC 133, inc. c); 277 al 282; 284 al 300; 302.-

1. DESIGNACIÓN DE REPRESENTANTE: La norma transcripta concilia


la carga que pesa sobre la persona jurídica de absolver posiciones con el Principio
de razonabilidad que impone que el acto sea cumplido por quien realmente
conoce los hechos.
Es suficiente que un sólo representante cumpla la diligencia y que sea
aquel que por las funciones que ejerce sea el que mejor deba conocer los hechos.

El representante de la persona jurídica podrá ser el que su estatuto o


carta orgánica establezca o aquel que por sus órganos competentes sea
designado expresamente al efecto, consecuentemente, siempre que el
representante designado tenga mandato suficiente para obligar a la persona
jurídica su declaración será procedente.

2. NOTIFICACIÓN: La notificación por cédula (Art. 133, inc. c) CPC)


deberá ser dirigida a la persona jurídica que es parte en su domicilio legal y no en
el domicilio de su representante.

ART. 284.- PRESENTACIÓN DEL PLIEGO E INCOMPARECENCIA


DEL PONENTE. El pliego deberá ser entregado en secretaría por lo menos una
hora antes de la fijada para la audiencia, en sobre cerrado, al que se le pondrá el
cargo y agregará a los autos, y no haciéndolo así el ponente, sólo podrá formular
verbalmente las posiciones en la audiencia, si compareciere el absolvente. Si la
parte que pidió las posiciones no compareciere un justa causa a la audiencia, ni
hubiere dejado el pliego, y compareciere el citado, perderá el derecho a exigirlas
en esa instancia. Pero si el pliego fue presentado en tiempo oportuno, la
audiencia deberá realizarse aunque no se encontrare presente el ponente.

Antec.: CNC 284.- PM 291.- CPCC 129, 1er. y 3er. ps..-

Conc.: CPC 153 al 155; 279; 280; 282; 285 al 294; 299; 300.-

1. PLIEGO DE POSICIONES: Se denomina pliego de posiciones al


escrito en el cual se consignan las posiciones que una parte pone a la otra en
juicio. El conjunto de aserciones que el ponente presenta para que sean
respondidas por el absolvente.

Las posiciones son cada una de las proposiciones afirmativas que


formula la parte que propone la prueba de absolución (ponente) a fin de obtener
de la contraria (absolvente) una respuesta afirmativa o negativa sobre las mismas.

2. RESERVA DEL PLIEGO: El pliego podrá ser reservado por el


ponente hasta el día de la audiencia, en cuyo caso deberá entregar en secretaría
con por lo menos una hora de anticipación a la fijada para la realización de la
respectiva audiencia.

Podrá hacerlo en sobre cerrado a los efectos de que obviamente no se


conozca su contenido, en cuyo caso se pondrá el cargo al mismo y se lo agregará
al expediente para su apertura en el acto de la audiencia.
El pliego debe ir firmado por el representante convencional o
patrocinante.

En la audiencia el pliego puede ser ampliado verbalmente.

La exigencia legal de la presentación anticipada del pliego es a los


efectos de evitar las maniobras indebidas del litigante de mala fe, que puede
preparar dos pliegos con distinto contenido con el propósito de presentar aquel
que sea más conveniente, dependiendo de la comparecencia o no del absolvente.

3. POSICIONES VERBALES: Si el ponente no presentare el pliego en


la forma descripta, sólo podrá formular verbalmente las posiciones en la audiencia,
si compareciere el absolvente. Esto significa que si no comparece el absolvente a
la audiencia se fustra la prueba.

La presentación por escrito de las posiciones mediante el


correspondiente pliego que las contiene resulta conveniente por dos razones: a)
para que la propia incomparecencia no implique decaimiento del derecho a
producir esta prueba y b) para que si no comparece el absolvente pueda ser
tenido por confeso.

4. INASISTENCIA DEL PONENTE: El ponente pierde el derecho de


exigir la prueba de absolución de posiciones en la instancia cuando no comparece
a la audiencia sin justa causa y no ha dejado el pliego de posiciones en secretaría
y si compareciere el absolvente.

Si el ponente dejó el pliego en la forma prevenida en la norma, su


presencia no es imprescindible y el acto debe llevarse a cabo con la presencia del
absolvente (Art. 153, inc. d) CPC).

ART. 285.- CONTENIDO DE LAS POSICIONES. No podrán ser


materia de posiciones:

a) los hechos respecto de los cuales la ley no admita este medio de


prueba, o cuando incidieren sobre derechos que el confesante no pudiere
comprometer, renunciar o transigir válidamente;

b) los hechos respecto de los cuales el absolvente se halle amparado


por el secreto profesional;

c) los hechos cuya investigación esté prohibida por la ley; y

d) los hechos que se opusieren a las constancias de instrumentos


públicos agregados al expediente y no argüidos de falsos.

Antec.: CNC 285.- PM 302.-


Conc.: CPC 247; 281, 2° p.; 284; 286 al 290; 299; 308; 574, 3er. p..- CC
172; 234, 3er. p.; 375; 1497.- CP 147 al 149.- Ley 45/91 que establece el Divorcio
vincular 21.

1. POSICIONES INADMISIBLES: La norma establece los supuestos de


excepción que considera inadmisibles como objeto de la confesión:

1.1. Prohibición legal, v.g.: en los juicios de divorcio vincular (Art. 21,
Ley 45/91); de separación de cuerpos (Art. 172 CC); y en los de Amparo (Art. 574,
3er. p. CPC); o derechos indisponibles porque no se los puede comprometer,
renunciar o transigir, v.g.: los que versan sobre las relaciones de familia, o que
interesen al orden público o las buenas costumbres (Art. 1497 CC).

1.2. Secreto profesional: Es el que resulta del deber inherente a la


función que desempeña la persona, que le impone el deber de no hacer conocer a
otros las circunstancias relativas al conocimiento de ciertos hechos que por su
índole no deben ser difundidos. Véanse los comentarios a los Arts. 281 del CPC
numeral 3 y 330 del CPC numeral 2.2 a los que me remito.

1.3. Investigación prohibida por la ley: «La investigación de la


maternidad no se admitirá cuando tenga por objeto atribuir el hijo a una mujer
casada, salvo que este hubiera nacido antes del matrimonio» (Art. 234, 3er. p.
CC).

1.4. Instrumentos públicos: Los instrumentos públicos agregados a los


autos y no argüidos de falsos, tienen prevalencia sobre la prueba de confesión.

ART. 286.- FORMA DE LAS POSICIONES. Las posiciones serán


claras y concretas, no versarán más que sobre un hecho; serán redactadas en
forma que permita una contestación afirmativa o negativa y deberán referirse a
puntos controvertivos realtivos a la actuación del absolvente, o a hechos que el
tiene la obligación de conocer.

Antec.: CNC 286.- PM 292, 1er. p..-

Conc.: CPC 284; 285; 287 al 290; 299.-

1. REGLAS: La forma de las posiciones debe ajustarse siguientes


reglas:

1.1. Las posiciones deben redactarse en forma afirmativa o asertiva y


ser claras y concretas; no insidiosas o susceptibles de interpretarse en distintos
sentidos.

1.2. Las posiciones deben versar sobre hechos, no sobre cuestiones de


derecho, opiniones o puntos de vista del absolvente. Deben ser relativas a la
actuación del absolvente o que tiene obligación de conocer, comprendiendo los
realizados, u omitidos, en forma personal por el absolvente o conocidos de la
misma forma por él.

1.3. No versarán más que sobre un hecho, el que constituye una


afirmación para el ponente, es decir, la confesión por el ponente de la existencia
de ese hecho y el requerimiento al absolvente para que lo admita.

1.4. Deben hallarse redactadas de tal modo que la contestación del


absolvente pueda ser por sí o por no. Si es cierto o no es cierto lo que se le
pregunta, v.g.: Posición: Diga como es vedad (o como es cierto)....tal cosa.
Respuesta: Sí es verdad (cierto) o no es verdad (no es cierto).

1.5. Deben estar referidas a puntos controvertidos, es decir, no


reconocidos o admitidos por la otra parte.

2. RECONOCIMIENTO DEL PONENTE: Cada posición que el ponente


formula al absolvente constituye para él el reconocimiento del hecho al cual se
refiere la posición.

ART. 287.- FORMA DE LAS CONTESTACIONES. El absolvente


responderá por sí mismo de palabra y en presencia de la contraparte, si asistiere,
sin valerse de consejos ni de borradores, pero el juez podrá permitirle la consulta
de anotaciones o apuntes, cuando deba referirse a nombres, cifras u operaciones
contables, o lo aconsejen circunstancias especiales. No se suspenderá el acto
por falta de dichos elementos. Si el absolvente negase a contestar o contestase
en forma evasiva, podrá ser tenido por confeso en la sentencia, en los términos
del artículo 302, primera parte.

Antec.: CNC 287.- PM 293.- CPCC 130; 134, 2o. p.-

Conc.: CPC 279, 285; 286; 288; 289; 290; 296 al 302.-

1. REGLAS: 1.1. La absolución de posiciones por su carácter es un acto


personal del absolvente (Art. 279 CPC), quien debe responder por sí mismo de
palabra las posiciones que se le dirijan.

1.2. El absolvente debe responder en forma afirmativa o negativa,


reconociendo o negando el hecho sobre el que versa la posición, sin perjuicio de
dar las explicaciones que desee agregar a modo de aclaración.

1.3. Las respuestas deben ser espontáneas, sin valerse de consejos ni


de borradores, salvo que el juez por circunstancias especiales permita la consulta
de anotaciones o apuntes, en la forma prevenida en la norma.
1.4. El ponente no tiene el deber de comparecer, le basta con dejar el
pliego en la oportunidad legal (Art. 284 CPC).

2. NEGATIVA A CONTESTAR O CONTESTACIÓN EVASIVA: La


segunda parte del Artículo prevé la hipótesis de que el absolvente se niegue a
contestar o conteste en forma evasiva.

En estos casos se debe reiterar la posición bajo apercibimiento,


pudiendo el absolvente ser tenido por confeso, de conformidad con las demás
pruebas rendidas y de acuerdo con las reglas de la sana crítica (Art. 302, 1a. p.
CPC). La confesión así obtenida podrá ser susceptible de desvirtuarse mediante
la prueba en contrario que el absolvente pueda producir.

ART. 288.- POSICIÓN IMPERTINENTE. Si la parte estimare


impertinente una posición podrá negarse a contestarla, en la inteligencia de que el
juez podrá tenerla por confesa si al sentenciar lo juzgare procedente. De ello sólo
se dejará constancia en el acta, sin que la cuestión pueda dar lugar a incidentes o
recurso alguno.

Antec.: CNC 288.- PM 295.- CPCC 121, 2o. p.-

Conc.: CPC 285, 286; 290; 300; 302.-

1. NEGATIVA DEL ABSOLVENTE: El absolvente puede negarse a


contestar una posición que estima impertinente, debiendo él o su abogado
manifestar las razones en que fundan la impertinencia de la posición y por lo tanto
la negativa a contestarla, a fin de que el juez en la sentencia decida la cuestión.

Se consideran impertinentes las posiciones que: ya han sido


contestadas o que se hallan defectuosamente redactadas; o no se relacionan a
hechos personales o a la actuación personal del absolvente; o no se refieren a los
hechos controvertidos en el juicio.

El abogado en ejercicio de su patrocinio puede indicar a su patrocinado


que se abstenga de responder a una posición considerada impertinente.

2. PROHIBICIÓN DE DEDUCIR INCIDENTES: En la audiencia no cabe


la promoción de incidente de oposición sobre la procedencia o no de la posición
cuestionada, ni recurso alguno.

Sólo se debe tener presente la negativa a responder la posición para su


oportuna resolución. La pertinencia o impertinencia es una cuestión que el juez
debe resolver en la sentencia.

Siendo así, es innecesario que ante la negativa a contestar una posición


por razones de impertinencia, se tenga que reiterarla bajo apercibimiento de
tenerlo por confeso. Esto no debe confundirse con el supuesto contemplado en el
in fine del Art. 287 del CPC, comentado en el numeral 2.

ART. 289.- PREGUNTAS. Una vez contestadas las posiciones del


pliego, y las ampliatorias en su caso, por sí o por medio de apoderado, las partes
podrán hacerse las preguntas y observaciones que juzguen convenientes, con
autorización y por intermedio del juez. Este podrá también interrogarlas de oficio,
sobre todas las circunstancias que fueren conducentes a la averiguación de la
verdad.

Antec.: CNC 289.- PM 296.- CPCC 132.-

Conc.; CPC 277; 279; 285; 290; 300; 302; 329.-

1. POSICIONES AMPLIATORIAS: El ponente, una vez que el


absolvente haya terminado de responder al pliego de posiciones presentado,
puede formular verbalmente posiciones ampliatorias en la audiencia.

2. PREGUNTAS: Las partes por sí o por medio de sus apoderados


pueden hacerse preguntas y observaciones con autorización y por intermedio del
juez.

3. CONCEPTO: Las interrogaciones son las preguntas que el ponente y


el absolvente pueden formular con el objeto de aclarar cualquier cuestión referida
a las posiciones y sus respuestas.

4. INTERROGATORIO JUDICIAL: El juez, para ayudar a averiguar la


verdad real, puede interrogar con total amplitud a las partes sobre los hechos
controvertidos y conducentes de la causa, hayan o no sido objeto de las
posiciones.

5. NEGATIVA INJUSTIFICADA O EVASIVA: La negativa injustificada a


responder o las respuestas evasivas de cualesquiera de las partes pueden ser, a
su vez, consideradas como «ficta confessio» o configurar una presunción en
contra.

Ninguna de estas cuestiones podrán dar lugar a incidente o recursos


debiendo sólo hacerse constar la circunstancia en el acta que se labre.

ART. 290.- FORMA DEL ACTA. Las declaraciones serán extendidas


por el secretario a medida que se presten, conservando, en cuanto sea posible, el
lenguaje de los que hubieren declarado. Terminado el acto, el juez las hará leer y
preguntará a las partes si tienen algo que agregar o salvar.

Deberá consignarse, cuando ocurra, la circunstancia de que alguna de


ellas no hubiere querido, no supiere o no pudiere firmar.
Antec.: CNC 290.- PM 297.- CPCC 133.-

Conc.: CPC 37; 153, inc. f).-

1. OBLIGATORIEDAD: La documentación de la audiencia se realiza


mediante el acta que debe labrar el secretario, de acuerdo con la regla del Art.
153, inc. f) del CPC.

No es necesario labrar acta cuando no comparece el absolvente sin


causa justificada y el ponente ha dejado el pliego en la oportunidad requerida por
la ley. En este caso basta la constancia del secretario y el pedido formulado por
escrito para que se tenga al absolvente por confeso.

2. CONTENIDO: En el acta el secretario hará constar el lugar y fecha


del acto, los datos personales del absolvente, los nombres y apellidos del ponente
si asistiere y de los abogados comparecientes; las respuestas a las posiciones,
haciéndolas correlacionar; los apercibimientos; la negativa a responder las
posiciones consideradas impertinentes y las razones en que se funda; las
posiciones ampliatorias si hubieren; las preguntas y las respuestas recíprocas y
las preguntas dirigidas por el juez a las partes y sus respuestas; las agregaciones
y rectificaciones requeridas y la firma por el juez, el secretario, el ponente, el
absolvente y sus abogados, dejándose constancia cuando ocurra de la
circunstancia de que alguno no hubiere querido o no supiere o no pudiere firmar,
sin que ello obste a la validez del acto.

ART. 291.- ENFERMEDAD DEL ABSOLVENTE. En caso de


enfermedad del que deba absolver posiciones, justificada mediante certificado
médico, el juez suspenderá la audiencia.

Será carga del absolvente solicitar y obtener fijación de nueva audiencia


para absolver posiciones, la cual podrá celebrarse en el juzgado o en el lugar
donde se hallare el impedido, hasta antes de la providencia que ordene la entrega
de los autos para alegar, sin necesidad de otro trámite.

El juez en la sentencia debe tener por confeso al absolvente que no


hubiere cumplido con esta carga, salvo que persistiesen las causas que le impidan
absolver posiciones, sea en el juzgado, o en su domicilio o residencia. El
absolvente justificará esta circunstancia mediante la presentación de dictamen
fundado, expedido bajo juramento por una junta de tres médicos, con exclusión del
que hubiere otorgado el primer certificado.

Antec.: CNC 291.-

Conc.: CPC 292; 293; 300; 302.- CP 254 al 256.-


1. FINALIDAD: La norma persigue un fin moralizador dadas las
innumerables inconductas y dilaciones maliciosas a que el régimen anterior de
esta prueba había dado lugar.

2. INASISTENCIA DEL ABSOLVENTE: El citado a absolver posiciones


puede justificar su inasistencia a la audiencia de absolución de posiciones
mediante el pertinente certificado médico. En este caso el juez debe suspender la
audiencia.

3. CARGA DEL ABSOLVENTE: La segunda parte del Artículo impone


al absolvente la carga (imperativo de su propio interés) de realizar todos los actos
necesarios para el diligenciamiento posterior y oportuno de la prueba. Esta podrá
llevarse a cabo en el juzgado o en el lugar donde se encontrare el enfermo
impedido de concurrir al local judicial. La diligencia podrá efectuarse hasta antes
de la providencia que orden la entrega de los autos para alegar.

4. FICTA CONFESSIO: Si el absolvente no cumpliere con la carga


mencionada se producirá la «ficta confessio» o confesión tácita y el juez tendrá
por confeso al absolvente al dictar sentencia. Véase comentario al Art. 302 del
CPC, numeral 1.

5. DICTAMEN MÉDICO: La persistencia de la enfermedad y la


imposibilidad de declarar para evitar la confesión tácita deberá ser justificada por
la presentación, esta vez, de un dictamen médico fundado, expedido bajo
juramento, por una junta de tres médicos que no podrá ser integrada por el que
otorgó el primer certificado médico.

ART. 292.- IMPUGNACIÓN DEL DICTAMEN DE LA JUNTA MEDICA.


Si el ponente impugnare el dictamen de la junta, el incidente se recibirá a prueba y
este trámite suspenderá los efectos de la providencia que ordene la entrega de los
autos para alegar. Comprobada la falsedad del dictamen impugnado, el juez
remitirá los antecedentes al juzgado del crimen, sin perjuicio de la responsabilidad
civil de los médicos. El juez, al sentenciar, podrá tener por confeso al absolvente.

Antec.: CNC 292.-

Conc.: CPC 56; 180 y sgtes.; 291; 300; 302, 1er. p..- CP 254 al 256.-

1. INCIDENTE: El ponente puede impugnar el dictamen de la junta


médica, lo cual constituirá un incidente (Art. 183 CPC). La norma impone, en este
caso, la apertura del incidente a prueba independientemente del criterio del juez
(Arts. 186 CPC).

La substanciación del incidente suspende los efectos de la providencia


que ordena la entrega de los autos a las partes para alegar y por ende la
substanciación del principal (Arts. 181 y 379 CPC).
2. EFECTOS DE LA DECLARACIÓN DE FALSEDAD: La
comprobación de la falsedad del dictamen médico produce los siguientes efectos:

2.1. Remisión de los antecedentes al juzgado del crimen (Ver Arts. 254
al 256 del C. Penal).

2.2. Posibilidad de reclamar daños y perjuicios contra los médicos


mediante la acción pertinente promovida ante el fuero civil.

2.3. Facultad del juez para, de acuerdo con el Art. 302, 1er. P. del CPC,
considerar al absolvente confeso.

2.4. Peticionar que el absolvente sea declarado litigante de mala fe (Art.


56 CPC).

ART. 293.- OTROS MOTIVOS DE INASISTENCIA. Si el absolvente se


hubiese visto impedido de comparecer, por otros motivos de fuerza mayor, lo
deberá justificar fehacientemente tan pronto como le sea posible, y antes de los
alegatos. En este caso el absolvente procederá conforme lo previene el artículo
291, en lo pertinente. No haciéndolo así, el juez podrá tenerlo por confeso, al
sentenciar.

Antec.: CNC 293.-

Conc.: CPC 291; 300; 302, 1er. p.-

1. FUERZA MAYOR: La norma supone con razón que, además de la


enfermedad, pueden existir otros motivos de fuerza mayor que razonablemente
impidan al absolvente comparecer el día fijado para la audiencia a absolver
posiciones.

2. REQUISITOS: Los requisitos que la norma previene para que sea


admisible son:

2.1. Justificar la fuerza mayor o el caso fortuito: entendiéndose por tal


todo acontecimiento que no ha podido preverse o que previsto no ha podido
evitarse. Salvo que se trate de un hecho notorio en cuyo caso bastará invocarlo.

2.2. La justificación debe ser en forma inmediata, tan pronto como se


pueda antes de los alegatos, que constituye el momento límite.

Al absolvente incumbe la carga de que la diligencia frustrada se lleve a


cabo, conforme a las reglas establecidas en el Art. 291 del CPC. No haciéndolo
así el juez podrá, de acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 302, 1er. p. del CPC,
tenerlo por confeso al sentenciar.
ART. 294.- LITIGANTE DOMICILIADO FUERA DE LA SEDE DEL
JUZGADO. La parte que estuviere domiciliada fuera de la sede del juzgado, pero
dentro de la circunscripción judicial respectiva, deberá comparecer ante el juez de
la causa para absolver posiciones.

Si el absolvente estuviere domiciliado en otra circunscripción, las


absolverá ante el juez o tribunal de igual clase de la circunscripción de su
domicilio.

En caso de estar domiciliado fuera de la República, deberá, a elección


del ponente, designar apoderado con facultades suficientes para absolver ante el
juez de la causa, o hacerlo personalmente ante el juez de su domicilio, por vía de
exhorto. Si el absolvente lo prefiriese, podrá comparecer personalmente ante el
juez de la causa.

Antec.: CNC 294.-

Conc.: CPC 128 al 130; 279.-

1. SUPUESTOS LEGALES: La norma establece los diversos supuestos


a que puede dar lugar la ubicación del domicilio real del absolvente cuando el
mismo se encuentra fuera de la sede del juzgado:

1.1. Absolvente domiciliado dentro de la circunscripción judicial del


juzgado: Tiene la carga de comparecer personalmente a absolver posiciones ante
el juez de la causa, de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 279 CPC.

1.2. Absolvente domiciliado en otra circunscripción judicial: Debe


concurrir ante el juez o tribunal desigual clase de dicha circunscripción, para lo
cual se debe librar el correspondiente oficio, de acuerdo con las reglas
establecidas en el Art. 128 del CPC.

1.3. Absolvente domiciliado fuera de la República: En esta hipótesis


el absolvente, a elección del ponente, podrá:

1.3.1. Designar apoderado con facultades suficientes para absolver ante


el juez de la causa (Art. 279, 2a. p. CPC).

1.3.2. Absolver personalmente ante el juez de su domicilio en el


extranjero por vía de exhorto (Art. 129 CPC).

2. FACULTAD DEL ABSOLVENTE: La última parte del precepto


comentado deja la facultad, obviamente natural, de que el absolvente pueda
concurrir a realizar el acto personalmente ante el juez de la causa.
ART. 295.- CONFESIÓN EXTRAJUDICIAL. La confesión extrajudicial
podrá acreditarse por los medios de prueba establecidos en la ley, con exclusión
de la prueba testimonial, salvo que hubiere principio de prueba por escrito.

Antec.: CNC 295.- PM 307.- CPCC 139.-

Conc.: CPC 276; 302, 1er. p.- CC 704 al 706.-

1. CONCEPTO: La confesión extrajudicial es la que se produce fuera del


proceso, pero cuya existencia puede ser invocada en él como un hecho, que como
tal debe ser objeto de prueba.

El lugar en que se presta la confesión es lo que determina su carácter


de judicial o extrajudicial/ de allí que incluso la prestada ante juez incompetente es
judicial y extrajudicial la que se hace a cualquier persona que no ejerce una
función jurisdiccional en concreto proceso, aunque sea un funcionario público.

2. REQUISITOS: Para su validez, en general, son requeridos los


mismos de la confesión judicial: capacidad, objeto y voluntad.

Siendo así, no será valida la prestada por un incapaz o la que tiene un


objeto prohibido por la ley.

En cuanto a la voluntad -«animus confitendi»- no se precisa una


intención específica diferente a la genérica que requiere todo acto jurídico. Por lo
tanto es indiferente la conciencia que tenga la persona de los efectos que la
misma pueda producir. DEVIS ECHANDIA dice que sólo se requiere que se
tenga voluntad conciente de declarar, esto es, que sea un acto conciente.

3. FORMA: La confesión extrajudicial debe ser siempre expresa, no


cabe la «ficta confessio». Puede ser verbal o escrita y constar en un instrumento
público o privado.

4. EFECTOS: Los efectos de la confesión extrajudicial difieren según se


den las siguientes circunstancias:

4.1. Confesión hecha a la parte:

4.1.1. Escrita: El instrumento público o privado en que conste para


lograr eficacia probatoria debe revestir las condiciones que de acuerdo a su
naturaleza le impongan las leyes de fondo.

4.1.2. Verbal: Puede versar sobre:

4.1.2.1. Hechos: Pueden probarse por todos los medios de prueba,


incluso testigos.
4.1.2.2. Contratos: Cuando tengan por objeto una cantidad de más de
diez jornales mínimos deben hacerse por escrito y no pueden probarse por
testigos, salvo principio de prueba por escrito (Arts. 704 al 706 CC).

4.2. Confesión realizada a un tercero: Constituye una simple sunción


que debe ser corroborada por otros medios de prueba.

4.3. Confesión prestada en otro proceso: Se debe distinguir:

4.3.1. Si fue entre las mismas partes, tiene valor.

4.3.2. Si no lo fue, sus efectos son similares a la confesión extrajudicial


realizada ante terceros.

5. PRUEBA. PRINCIPIO DE PRUEBA POR ESCRITO: Son admisibles


todos los medios de prueba previstos o no previstos en la ley, con excepción de la
prueba testimonial salvo que hubiere principio de prueba por escrito.

Se considerará principio de prueba por escrito cualquier documento


público o privado que emane del adversario, de su causante o de parte interesada
en el asunto, o que tendría interés viviera y que haga verosímil el hecho litigioso
(Art. 705, 2o. p. CC).

ART. 296.- ALCANCE DE LA CONFESIÓN. En caso de duda la


confesión deberá interpretarse en favor de quien la hace.

La confesión es indivisible, salvo cuando:

a) el confesante invocare hechos impeditivos, modificativos o extintivos,


o fueren independientes unos de otros;

b) las circunstancias calificativas expuestas por quien confiesa fuesen


inverosímiles o contrarias a una presunción lega; que no admite prueba en contra;
y

c) las modalidades del caso hicieren procedente la divisibilidad.

Antec.: CNC 296.- PM 303.-

Conc.: CPC 297; 302, 1er. p.- CC 1842.-

1. REGLA GENERAL: La norma, en su primera parte - fundada en el


carácter restrictivo de la confesión - establece la regla general de que en caso de
duda «in dubio» la confesión debe interpretarse en favor de quien la hace.
2. INDIVISIBILIDAD: La indivisibilidad de la confesión significa que sólo
puede invocarse la declaración del confesante en su totalidad; vale decir, no
puede utilizarse lo favorable y rechazarse desfavorable.

Siendo así, la confesión es divisible cuando puede invocarse como


prueba el reconocimiento que en ella se hace de un hecho, sin tomar en
consideración las circunstancias que el confesante aduzca en su favor para
modificar o restringir sus efectos.

La norma consagra, a su vez, la regla de la indivisibilidad de la


confesión, salvo que se den algunas de las circunstancias de excepción previstas
en la misma.

2.1. Hechos impeditivos, modificativos o extintivos: Los cuales


constituyen una verdadera excepción y que como tal debe ser probada por quien
invoca, v.g.: se admite haber recibido una suma de dinero pero se alega que se
devolvió.

2.2. Hechos independientes: Separables del hecho reconocido por el


confesante, v.g.: se reconoce la celebración del contrato, pero se alega una causal
de rescisión o nulidad.

2.3. Inverosimilitud. El hecho debe considerarse inverosímil cuando


resulta físicamente imposible o fuere contrario a un hecho notorio.

2.4. Contradicción con una presunción legal: v.g.: se reconoce el


daño producido por una cosa propia o hecho por un dependiente o autorizado,
pero alegando que fue por culpa de la víctima o por caso fortuito (Art. 1842 CC).

2.5. Las modalidades del caso lo permitan: El inc c) de la norma


otorga al juez la facultad de dividir la confesión cuando exista justificada razón
para ello.

ART. 297.- IRREVOCABILIDAD DE LA CONFESIÓN JUDICIAL. La


confesión judicial, espontánea o provocada, expresa o ficta, es irrevocable, salvo
prueba de error, dolo o violencia.

Antec.: CNC 296.- PM 305.-

Conc.: CPC 276; 277; 302.- CC 285 al 289; 291 al 295.-

1. REGLA GENERAL: La norma consagra como regla general la


irrevocabilidad de la confesión judicial, sea ella espontánea o provocada, expresa
o tácita.
2. CONCEPTO: La revocación o retractación de la confesión tiene lugar
cuando el confesante pretende desvirtuar los efectos de su declaración mediante
la prueba de la existencia de alguna de las causas previstas en la ley.

3. CAUSAS: Las causas que autorizan la revocación son aquellas que


se refieren a los vicios de la voluntad y que como tales afectan la validez de todo
acto jurídico.

3.1. Error de hecho: Debe tratarse de error de hecho, el Art. 286 del C.
Civil establece al respecto: «No será valida la declaración de voluntad cuando el
error recayere sobre algunos de los puntos siguientes:

a) la naturaleza del acto;

b) la persona con quien se formó la relación jurídica, o a Ia cual ella se


refiere;

c) la causa principal del acto, o la cualidad que verosímilmente se tuvo


en mira como esencial, según la práctica de los negocios

d) el objeto, en el caso de haberse indicado un bien diverso de distinta


especie, o diferente cantidad, extensión o suma, u otro hecho que no sea aquél
que se quiso designar; y

e) cualquier otra circunstancia que, de buena fe, pudo considerar el


agente como elemento necesario del acto celebrado.

Estas mismas reglas serán aplicables al caso de haberse transmitido


con inexactitud la declaración de voluntad».

3.2. Acción dolosa: La acción dolosa para conseguir la ejecuta de un


acto, es toda aserción falsa o disimulación de lo verdadero, cualquier astucia,
artificio o maquinación que se emplee con ese fin. Las reglas se aplicarán
igualmente a las omisiones dolosas, dispone el Art. 290 del C. Civil.

Por su parte los Arts. 291 y 292 del C. Civil, a su vez, preceptúan: «Para
que el dolo cause la nulidad del acto se requiere que haya determinado la
declaración de voluntad y que ocasione daño. El dolo incidental sólo obligará al
resarcimiento del perjuicio». «El dolo afectará la validez de los actos, sea que
provenga de las partes o de un tercero».

3.3. Fuerza o Temor. La fuerza y el temor hacen también revocable la


confesión a tenor de los Arts. 293, 294 y 295 del C. Civil que se transcriben a
continuación: «Habrá falta de libertad en el agente, cuando se empleare contra él
fuerza irresistible.
Se juzgará que hubo intimidación cuando por injustas amenazas alguien
causare al agente temor fundado de sufrir cualquier mal inminente y grave en su
persona, libertad, honra o bienes, o en la de su cónyuge, descendientes,
ascendientes o parientes colaterales. Si se tratare de otras personas,
corresponderá al juez decidir si ha existido intimidación, según las circunstancias».

«El ejercicio normal de los derechos no podrá determinar injustas


amenazas. Sin embargo, cuando por este medio se hubiesen arrancado a la otra
parte ventajas excesivas, la violencia moral podrá ser considerada suficiente para
anular el acto».

«La fuerza o la intimidación vicia el acto, aunque se la haya empleado


por un tercero. Cuando una de las partes hubiere tenido conocimiento de ello,
ésta responderá solidariamente con el autor por los daños. En los demás casos,
el resarcimiento será por cuenta exclusiva del causante».

4. ERROR DE DERECHO. El error de derecho no es causal atendible


en virtud de lo dispuesto en el Art. 285 del C. Civil que dispone: «La ignorancia de
las leyes o el error de derecho no impedirá el efecto de los actos lícitos, ni
excusará la responsabilidad por los ilícitos».

ART. 298.- CONFESIÓN DEL LITISCONSORTE. La confesión del


litisconsorte no perjudica a sus compartes.

Antec.: CNC 298.-

Conc.: CPC 78; 79; 101; 277, 2o. p.; 289.-

1. LITISCONSORCIO: Los litisconsortes cuando actúan en el juicio


como compartes lo hacen con autonomía procesal, de ello se colige que la
confesión prestada por uno cualesquiera de ellos no perjudica a su comparte.

En el litisconsorcio existe unidad de relación procesal y pluralidad de


sujetos, y cuando son compartes cada uno de los cuales actúa como parte
autónoma (Art. 101 CPC).

2. INTERVENCIÓN DE TERCEROS: Cabe referirse también a la


intervención de los terceros, cuya situación en el proceso podrá ser:

2.1. Coadyuvante, en cuyo caso se reputa una misma parte con aquél a
quien ayuda (Art. 78 CPC).

2.2. Excluyente, asumiendo una posición contraria al demandante y al


demandado (Art. 79 CPC).
ART. 299.- INTÉRPRETE. Si el confesante no conociere el español las
posiciones se dirigirán por medio de intérprete. Estará facultado el juez para
designarlo de oficio, en cualquier momento, y proveerá todas las medidas
conducentes al diligenciamiento de la prueba.

Antec.: CNC 299.-

Conc.: CPC 105; 279.-

1. ABSOLVENTE QUE DESCONOCE EL CASTELLANO: La norma no


hace sino reiterar la regla general establecido en el Artículo 105 del CPC, que
establece que deberá utilizarse en todos los actos necesarios del proceso el
idioma español (debió decir castellano) y concede al juez o tribunal la facultad de
designar traductor público, cuando el declarante no conozca el idioma castellano o
no pueda expresarse en idioma guaraní.

2. LENGUAJE ESPECIALIZADO: Tratándose de sordos, sordomudos o


mudos que sólo pueden darse a entender por lenguaje especializado, la
declaración deberá efectuarse por intérpretes nombrados por el juez.

ART. 300.- CONDUCTA PROCESAL. La conducta omisa, evasiva o


maliciosa del citado a absolver posiciones, constituirá fuente de convicción judicial.

Antec.: CNC 300.-

Conc.; CPC 51 al 56; 287, in fine; 288, la. p.; 292, in fine; 293, in fine.-

1. PRINCIPIO DE MORALIDAD: La norma esta fundada en la vigencia


del Principio de moralidad que debe primar en el proceso, en cuya virtud toda
inconducta debe tener su condigna sanción.

2. FUENTE DE CONVICCIÓN JUDICIAL: En el supuesto del absolvente


su conducta en el proceso será particularmente tenida en cuenta, dada la
circunstancia de que la misma constituirá «fuente de convicción judicial», es decir,
será evaluada por el juez en el momento de apreciar la prueba para decidir la
cuestión.

ART. 301.- ABSOLUCIÓN DE POSICIONES POR OFICIO. Podrán


absolver posiciones por oficio cuando esta prueba fuere procedente, las personas
que, conforme con el artículo 341, no están obligadas a comparecer a declarar
como testigos.

Antec.: CNC 301.-

Conc.: CN 46, 1a. p. 1er. p.; 47, incs. 1) y 2).- CPC 279; 287; 302; 341.-
1. PRINCIPIO DE IGUALDAD: Los funcionarios públicos en general,
cualquiera fuere su rango o jerarquía, no se hallan exentos de la carga de
comparecer personalmente a absolver posiciones en aquellos procesos en que
sean parte directa.

Una interpretación contraria del Artículo atentaría contra el Principio de


igualdad de las partes en el proceso que se halla fundado en la Constitución, que
establece: «Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y
derechos. No se admiten discriminaciones» (Art. 46, 1a. p. 1er. p. CN).

El Principio constitucional de igualdad es y debe ser garantizado por el


Estado, mediante:

«1) la igualdad para el acceso a la justicia, a cuyo efecto allanará los


obstáculos que la impidiesen;

2) la igualdad ante las leyes» (Art. 47, incs. 1) y 2) CN).

El litigante en un pleito, fuere quien fuere, debe hallarse en un mismo


pié de igualdad con su contraparte, máxime si se trata de una diligencia como la
confesión que por su naturaleza y carácter debe ser prestada personalmente ante
el juez «sin valerse de consejos ni de borradores». No concibo como en la
realidad este sucedería si dichas personas en los pleitos en que son partes,
pueden contestar las posiciones desde sus domicilios o despachos. ¿Le cabe a
alguien alguna duda acerca de si serán o no asesorados? ¿No se está con ello
violando el carácter personal de la absolución? (Art, 279 CPC).

2. TESTIGOS: Distinto es el supuesto contemplado en el Art. 341 del


CPC, que previene el caso en que los mismos son ofrecidos como testigos, vale
decir, terceros en causa ajena. Ahí se halla justificada la excepción al deber de
comparecer que tienen todas las personas, porque la situación es enteramente
diferente.

3. REPRESENTACIÓN DE PERSONAS JURÍDICAS: No obstante, la


excepción que consagra la norma tiene explicación y razonable interpretación
cuando se trate de juicios en los que se hallan involucrados como partes las
personas jurídicas estatales a las que los funcionarios públicos mencionados
puedan o tengan el deber de representar. En este caso lo harán por oficio - que
revestirá el carácter de instrumento público - en el plazo que señale el juez,
debiendo cumplirse los demás requisitos legales que el diligenciamiento de la
prueba por este modo particular lo permita.

ART. 302.- VALOR DE LA CONFESIÓN. La confesión judicial expresa


o ficta, y la extrajudicial, serán apreciadas por el juez juntamente con las demás
pruebas, y de acuerdo con los principios de la sana crítica.
La confesión espontánea que resultase de los escritos respectivos de
demanda o contestación, y que también podrá prestarse en cualquier estado del
juicio, hará plena prueba.

Antec.: CNC 302.-

Conc.: CPC 269; 276; 287, in fine; 288, in fine; 291, 3er. p.; 292, in fine;
293, in fine; 300; 301.-

1. REGLA GENERAL: El primer párrafo de la norma establece como


regla general que la fuerza probatoria de la confesión será apreciada por el juez
«conjuntamente con las demás pruebas, y de acuerdo con los principios de la
sana crítica», sea ella judicial expresa o ficta o extrajudicial. Siendo así, se
requiere una valoración de la prueba por parte del juez, incluso en las
circunstancias señaladas, no siendo automática una conclusión desfavorable.

La regla transcripta se aplica a la confesión expresa y a la «ficta


confessio» derivada de la incomparecencia del absolvente o de su negativa a
responder en forma categórica o de sus respuestas evasivas o de no haber
cumplido con la carga de llevar a cabo la diligencia en los supuestos de ausencia
por enfermedad o fuerza mayor (Arts. 287, in fine; 288, in fine; 292, in fine y 293, in
fine CPC). Por lo señalado es que la reina de las pruebas «regina probationum»
con que se conoce a la confesión ha perdido su trono en nuestro proceso civil.

2. PLENA PRUEBA: El segundo párrafo dispone que la confesión


espontánea que resulte de los escritos de demanda y contestación y que también
podrá prestarse en cualquier estado del juicio hará plena prueba, vale decir, tendrá
aquí el valor de una prueba tasada o legal (Ver comentario al Art. 269, numeral
2.1. del CPC).

CAPITULO IV

DE LA PRUEBA DOCUMENTAL

ART. 303.- DOCUMENTOS ADMISIBLES. Podrá presentarse como


prueba toda clase de documentos, tales como fotografías, radiografías, mapas,
películas cinematográficas, diagramas, calcos y grabaciones fonográficas.

Antec.: CNC 303.- PM 309.-

Conc.: CPC 183; 219; 227; 228; 236; 240; 304 al -313; 428; 527; 569,
2o. p.; 598, 1er. p.; 683, inc. c); 708, inc. d).- CC 375 al 416; 1313.- CP 174; 246 al
253.- Ley 1034/83 del Comerciante 74 al 104.- Ley 270/93 que aprueba el
Protocolo de Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en materia Civil, Comercial,
Laboral y Administrativa.

1. CONCEPTO: Documento, en sentido general, es –dice CHIOVENDA-


toda representación material destinada e idónea para reproducir una determinada
manifestación del pensamiento.

La enumeración de documentos que realiza la norma procesal es


simplemente ejemplificativa. De allí la amplitud con que la misma consagra la
admisibilidad en juicio como prueba de toda clase de documento.

El documento es el género, puede ser material o literal, y el instrumento


la especie. Siendo así, el instrumento es el documento literal o escritura
destinado a dejar constancia de una manifestación de voluntad que produce
efectos jurídicos.

2. CARGA PROCESAL: El Art. 219 del CPC impone a las partes la


carga de acompañar con la demanda la prueba documental que tuviere en su
poder y si no la tuviere a su disposición la deberá individualizar indicando su
contenido, el lugar, archivo, oficina pública o persona en cuyo poder se encuentre.
La disposición mencionada, constituye la regla general y se aplica a la
contestación de la demanda, la reconvención y su contestación (Art. 240 CPC), la
oposición de excepciones. (Art. 227 CPC), la deducción de incidentes (Art. 183
CPC), el proceso de conocimiento sumario (Art. 683, ínc. c) CPC), etc.

3. FUERZA PROBATORIA: El Código Procesal Civil deja librada la


fuerza probatoria de la prueba documental a la normativa del Código Civil
limitándose, en el Capítulo IV, a establecer el sistema que regirá su exhibición y
autenticación.

4. CLASES DE DOCUMENTOS: Los documentos o instrumentos son


susceptibles de ser clasificados según la doctrina, teniendo en cuenta sus varios
aspectos:

4.1. Por el contenido:

4.1.1. Declarativos: Comportan una declaración de la persona, pueden


ser;

4.1.1.1. Dispositivos: Cuando en virtud de la declaración formulada se


constituyen, modifican o extinguen relaciones jurídicas, v.g.: contrato, pagaré,
sentencia judicial, laudo arbitral, resolución administrativa, etc.

4.1.1.2. Informativos: Cuando sólo dejan constancia de situación de


hecho, v.g.: asientos en los libros de los comercial fichas médicas, etc.
4.1.2. Representativos: Cuando no contienen ninguna declaración, v.g.:
planos, fotografías, etc.

4.2. Por la función:

4.2.1. Constitutivos (de los actos jurídicos): Cuando la ley exige como
requisito formal indispensable para la validez del acto jurídico. Su incumplimiento
trae aparejada la nulidad del acto, v.g.: las donaciones de inmuebles, las
donaciones con cargo y las que tuvieren por objeto prestaciones periódicas o
vitalicias deben hacerse por escritura pública bajo pena de nulidad (Art. 1313 CC).

La función del documento en este supuesto es doble:

4.2.1.1. Configura un requisito para la validez del acto.

4.2.1.2. Constituye el único medio de prueba admisible para acreditar su


existencia.

4.2.2. Probatorios: Sirven para constatar la existencia de un acto


jurídico respecto del cual la ley no exige forma determinada. Se utilizan como
medios de prueba del acto, sin excluir los demás medios de prueba.

4.3. Por los sujetos:

4.3.1. Instrumentos públicos: Son aquellos que han sido otorgados o


autorizados por los funcionarios públicos o depositarios de la fe pública dentro de
los límites (territorial y material) de su competencia y de acuerdo con las formas
prescriptas por la ley.

El Art. 375 del C. Civil enumera los instrumentos públicos. La


enumeración es taxativa, pero no restrictiva en razón de que las leyes especiales
pueden atribuir este carácter a otros instrumentos.

Los caracteres fundamentales de los instrumentos públicos son:

a) Autenticidad: Es la calidad o atributo del documento que tiene autor


cierto en razón de las circunstancias que concurren en él y que lo hacen
indubitable (COUTURE).

b) Fecha cierta: Resulta y es consecuencia de las manifestares del


otorgante y no necesita ser probada.

4.3.1.1. Fuerza probatoria:


4.3.1.1.1. Con relación a los elementos externos del instrumento
(aspecto extrínseco): Tiene presunción de autenticidad, es decir, que emana de la
persona que lo autoriza o que es reproducción exacta del original.

Su autenticidad se puede impugnar por la falsedad material o por la


adulteración del instrumento, mediante:

a) la redargución de falsedad (material).

b) el cotejo o confrontación con el original, si es copia.

4.3.1.1.2. Con relación al contenido del instrumento (aspecto intrínseco):


Se impugna la falsedad mediante la redargución de falsedad (ideológica) a fin de
desvirtuar las distintas enunciaciones que contiene el instrumento.

Estas enunciaciones pueden ser:

4.3.1.1.2.1. Las que se refieren a hechos cumplidos o que han ocurrido


en presencia del otorgante, v.g.: fecha y lugar del instrumento, comparecencia de
las partes, entrega de cosas, etc. Hacen plena prueba entre las partes y los
terceros. Su eficacia probatoria sólo puede ser destruida mediante la redargución
de falsedad.

4.3.1.1.2.2. Manifestaciones de las partes en presencia del otorgante: su


exactitud o sinceridad no esta garantizada por el otorgante quien desconoce la
verdad o falsedad que las mismas encierran. Se refiere a los hechos relatados al
otorgante.

Se denominan cláusulas dispositivas y entre las partes sólo pueden ser


desvirtuadas por el contradocumento. Entre terceros se admite todo tipo de
pruebas.

4.3.2. Instrumentos privados: Son los elaborados por las partes sin
intervención de funcionarios públicos o notarios. Pueden ser otorgados
conjuntamente, v.g.: contratos; o individualmente, v.g.: correspondencia.

El instrumento privado no requiere forma determinada. Puede


redactarse en cualquier idioma y fechado en cualquier día.

Por lo general los instrumentos privados - no todos – deben cantar con


los siguientes requisitos:

4.3.2.1. Firma: Tiene por objeto individualizar a su autor constituye una


condición esencial para su validez. No puede reemplazada por iniciales ni por
signos (Art. 399 CC).
Son instrumentos privados no firmados los libros de comercio, cuya
regulación y la prueba resultante de los mismos se encuentra establecida en los
Arts. 74 al 104 de la Ley del Comerciante (Ley 1034/83).

4.3.2.1.1. Impresión digital: La impresión digital puesta en un


instrumento no es suficiente para acreditar, por sí sola, de un modo fehaciente, la
voluntad del que la ha estampado.

4.3.2.2. Doble ejemplar: Los instrumentos privados que contengan


convenciones bilaterales deben redactarse en tantos ejemplares como partes haya
con interés distinto (Art. 400, 1er. p. CC).

Sin embargo, queda subsanada la omisión si se produce alguna de las


circunstancias señaladas en el Art. 401 del CC.

Los requisitos mencionados precedentemente no son necesarios en los


documentos privados en los que sólo se deja constancia de una determinada
situación de hecho, v.g.: asientos de los libros de los comerciantes, historias
clínicas, etc.

Los instrumentos privados carecen de autenticidad y de fecha cierta.

4.3.2.3. Autenticidad: La autenticidad de un instrumento privado se


obtiene mediante:

4.3.2.3.1. El reconocimiento de la firma por su autor, que puede ser


voluntario o tácito.

4.3.2.3.2. La comprobación judicial en caso de negación, mediante el


cotejo.

4.3.2.4. Fecha: Los instrumentos privados aunque estén reconocidos -


dice el Art. 408 del C. Civil - no prueban contra los terceros o los sucesores a título
singular, la verdad de la fecha expresada en ellos.

Su fecha cierta será respecto de dichas personas:

a) la de su exhibición en juicio, o en una repartición pública, si allí


quedare archivado;

b) la de su autenticación o certificación por un escribano;

c) la de su transcripción en cualquier registro público; y

b) la del fallecimiento o la imposibilidad física permanente para escribir


de la parte que lo firmó, o de la que lo extendió, o del que firmó como testigo.
ART. 304.- EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS. Las partes y los terceros
en cuyo poder se encuentran documentos esenciales para la solución del litigio,
estarán obligados a exhibirlos o a designar el protocolo o archivo en que se hallan
los originales. El juez ordenará la exhibición de los documentos sin sustanciación
alguna, dentro del plazo que señalare.

Antec.: CNC 304.- PM 309.-

Conc.; CPC 303; 305 al 312.- Ley 1034/83 del Comerciante 95 al 104.-

1. REGLA GENERAL: La norma establece una regla de carácter


general a la cual se hallan sometidas las partes y los terceros: la obligación de
exhibir o la de indicar el lugar en que se encuentren, los documentos que se
consideran esenciales para la solución del litigio.

2. FUNDAMENTO: La obligación que consagra el precepto procesal se


fundamenta en el deber de auxiliar al juez y en el respeto que se debe guardar a
los Principios de lealtad, probidad y buena fe.

3. FACULTAD DEL JUEZ: El juez se halla facultado para:

3.1. Ordenar su exhibición sin substanciación alguna; vale decir, sin


correr traslado.

3.2. Señalar el plazo para que el tenedor del documento lo presente al


juzgado, o lo exhiba en el lugar donde se encuentra si fuere de difícil traslado, o si
él no lo tuviere que indique el lugar, archivo o protocolo donde se encuentren.

ART. 305.- DOCUMENTO EN PODER DE UNA DE LAS PARTES. Si


el documento se encontrare en poder de una de las partes, se le intimará su
presentación en el plazo que el juez determine. Si se negare a presentarlo y se
probare la existencia de mismo en su poder, se tendrá por exacta la copia que
hubiere presentado el que solicitó la exhibición del original, o se tendrá como
cierta la afirmación que hubiere hecho sobre su contenido. Si por otros elementos
de juicio resultare manifiestamente verosímil que el documento se encuentra en su
poder así como su contenido, la negativa a presentarlo constituirá una presunción
en su contra.

Antec.: CNC 305.- PM 310.-

Conc.: CN 18, 1a. p.; 36.- CPC 270, inc. b); 303; 304; 306 al 312.-

1. FUNDAMENTO. PRINCIPIOS DE BUENA FE Y LEALTAD: Cuando


el documento que fuere esencial para la solución del litigio se halla en poder de
una de las partes, la norma -fundada en los Principios de buena fe y lealtad
procesal- faculta al juez para que intime su presentación en el plazo que
determine.

2. NEGATIVA DE PRESENTAR. EFECTOS: Si la parte se negare a


presentar el documento, pueden producirse las siguientes situaciones:

2.1. Si la parte que solicitó la exhibición del original presente la copia del
mismo y se probare la existencia del documento en poder del requerido, se tendrá
por exacta la copia presentada o se tendrá por exacta la afirmación que hubiere
hecho de su contenido.

2.2. Si de los otros elementos de juicio resultare verosímil que el


documento se encuentra en poder del requerido, así como su contenido,
constituirá una presunción en su contra.

3. NEMO TENETUR EDERE CONTRA SE: De acuerdo con la máxima


«nemo tenetur edere contra se», que traducido debe entenderse en el sentido de
que nadie tendría el deber de cumplir una actividad que tenga por resultado
producir prueba a favor de la contraria, la exhibición de la prueba documental con
relación a las partes estaría limitada por la garantía constitucional (Art. 18, 1a. p.
CN) de que nadie está obligado a declarar contra sí mismo, salvo documentos
comunes o exhibición de los libros de comercio, según la Ley del Comerciante
(Ley 1034/83).

4. PATRIMONIO DOCUMENTAL Y COMUNICACIÓN PRIVADA: La


Constitución declara, en el Art. 36, la inviolabilidad del patrimonio documental y la
comunicación privada. Establece: «El patrimonio documental de las personas es
inviolable. Los registros, cualquiera sea su técnica, los impresos, la
correspondencia, los escritos, las comunicaciones telefónicas, telegráficas,
cablegráficas o de cualquier otra especie, las colecciones o reproducciones, los
testimonios y los objetos de valor testimonial, así como sus respectivas copias, no
podrán ser examinados, reproducidos, interceptados o secuestrados sino por
orden judicial para casos específicamente previstos en la ley, y siempre que
fuesen indispensables para el esclarecimiento de los asuntos de competencia de
las correspondientes autoridades. La ley determinará modalidades especiales
para el examen de la contabilidad comercial y de los registros legales obligatorios.

Las pruebas documentales obtenidas en violación a lo prescripto


anteriormente carecen de valor en juicio.

En todos los casos se guardará estricta reserva sobre aquello que no


haga relación con lo investigado».

5. PRESUNCIÓN: 5.1. Concepto: La presunción es el resultado de un


raciocinio en cuya virtud de un hecho conocido (indicio) se concluye lógicamente
otro hecho no conocido o no probado.
La presunción es una operación mental que consta de tres elementos:
un hecho anterior conocido o comprobado que es el antecedente (indicio), un
razonamiento (legal o judicial) y una conclusión, es decir, un hecho que se
presume cierto.

La presunción tiene por objeto suplir la falta de prueba directa. Es de


gran importancia en los casos de simulación y fraude.

5.2. Indicio: El indicio es el punto de partida para llegar a Ia presunción.

Dice ALSINA que el indicio es todo rastro, vestigio, huella, circunstancia


y, en general, todo hecho conocido o debidamente comprobado susceptible de
llevarnos por vía de inferencia al conocimiento de otro hecho desconocido.

Los indicios pueden estar referidos al mundo natural o cultural, a la


naturaleza o a la conducta humana.

5.3. Clases: Las presunciones pueden ser legales (iuris) o judiciales


(hominis).

5.3.1. Legales o iuris: Son las establecidas en la ley, la cual establece


como cierto un hecho siempre que otro hecho, indicador de aquél, haya sido
comprobado.

Pueden ser, a su vez, «iuris et de iure» o «iuris tantum».

5.3.1.1. Iuris et de iure: Es la presunción que no admite prueba en


contrario porque se halla interesado en ello el orden público. Lo que la ley no
acepta es la impugnación del razonamiento del legislador, pero ello no obsta que
se justifique que el hecho tenido como antecedente no existe o no es el querido
por la ley.

5.3.1.2. Iuris tantum: Es la presunción que sí admite prueba en contra.

5.3.2. Judiciales: Son las presunciones que el juez establece, según las
reglas de la sana crítica, luego del examen y evaluación de los indicios.

5.4. Efectos: Las presunciones constituyen prueba cuando tuvieren los


caracteres de ser graves, precisas y concordantes y tengan conexión con el hecho
que se trata de averiguar.

Tienen el efecto procesal de invertir la carga de la prueba y duran


mientras no se produzca prueba en contrario.

5.5. Carga de la prueba: El que alega la presunción de un hecho debe


probar los indicios. Estos deben estar comprobados y tener las características de
ser varios, concordantes, convergentes, directos y que excluyan la posibilidad de
error, azar o falsificación.

ART. 306.- DOCUMENTOS EN PODER DE TERCEROS. Si el


documento de que deba servirse el litigante se encontrare en poder de tercero, se
le intimará que lo presente. Si así lo hiciere, podrá solicitar su oportuna
devolución dejando testimonio en el expediente.

El requerido podrá oponerse a su presentación si el documento fuere de


su exclusiva propiedad y la exhibición pudiere ocasionarle un perjuicio. Ante la
oposición formal del tenedor del documento no se insistirá en el requerimiento,
salvo disposición en contrario de leyes especiales.

Antec.: CNC 306.- PM 311.-

Conc.; CN 36.- CPC 303 al 305; 307 al 312.- CC 410 al 415.-

1. INTIMACIÓN: Si el documento que reviste la condición de esencial


para la solución del pleito se hallare en poder de un tercero, se procederá de igual
manera que en el supuesto de las normas anteriores ya comentadas, es decir, se
intimará su presentación fijándose un plazo al efecto.

La norma se funda en el deber de auxiliar al juez y a la justicia.

2. OPOSICIÓN. EFECTO: El tercero podrá oponerse si concurren los


siguientes requisitos:

2.1. El documento es de exclusiva propiedad del tercero.

2.2. La exhibición pudiera causarle perjuicio.

Ante la oposición formal del tenedor del documento no se insistirá en el


requerimiento, salvo disposición de leyes especiales.

3. RÉGIMEN DE LAS CARTAS Y OTRAS PRUEBAS ESCRITAS: El


Código Civil en los Arts. 410 al 415, establece el régimen relativo a las cartas y
otras pruebas escritas. Hace el siguiente distingo:

3.1. Cartas dirigidas a una persona: (Art. 411, 1er. p. CC). Pueden
ser presentadas por el destinatario enjuicio, fuere cual fuere su carácter, siempre
que sea un medio de demostración en el litigio donde esté interesado.

3.2. Cartas dirigidas a terceros: Pueden ser presentadas en juicio con


su asentimiento, en el juicio que no es parte el destinatario. La negativa del
destinatario a autorizar su uso constituye imposibilidad insalvable para su empleo,
aunque la carta sea confidencial.
El tenedor no necesita el asentimiento:

a) Cuando el contenido de la carta es común a él.

b) Cuando la tuviese por haberla entregado el destinatario.

c) Puede también invocarla un litigante cuando en otro juicio se hubiere


presentado, por el destinatario a un tercero. (Art. 411, 2° y 3er. p, CC).

La carta que por su contenido sea confidencial a criterio del juez, no


podrá ser utilizada por un tercero en juicio, ni con el asentimiento del destinatario,
y será rechazada de oficio (Art. 410 CC).

3.3. Valor probatorio de las cartas: El valor probatorio de las cartas no


depende de la observancia de forma alguna. Pueden ser admitidas, según las
circunstancias, aunque no estén firmadas, son manuscritas, o si sólo están
suscriptas con signos o iniciales. Las cartas dirigidas a terceros, aunque se
refieran a obligaciones, no serán consideradas como instrumentos privados
sujetos a las prescripciones de este Código, y su mérito se juzgará conforme a lo
dispuesto en los presentes artículos, dispone el Art. 412 del C. Civil.

3.4. Telegramas: Salvo disposición de leyes especiales sobre medios


de comunicación, los telegramas sólo tendrán el valor de los instrumentos
privados cuando el original existente en la oficina en que se despachó contuviese
la firma del remitente; se presume que la copia entregada al destinatario es
conforme al original (Art. 414 CC).

3.5. Fotocopias de instrumentos privados: Las fotocopias de


instrumentos privados obrantes en los expedientes judiciales y administrativos o
en el protocolo de un escribano, que llevaren la certificación del funcionario
administrativo competente, del actuario del proceso o del escribano, en su caso,
serán consideradas como y exacta reproducción de los originales (Art. 415 CC).

3.6. Libros o registros domésticos de no comerciantes: No


constituyen prueba a su favor.

Prueban contra ellos:

a) cuando enuncian expresamente un pago recibido; y

b) cuando contienen la mención expresa de que la anotación se ha


hecho para suplir la falta de un título en favor de quien se indica como acreedor.

El que quiera aprovecharse de los mismos habrá de aceptarlos


íntegramente incluso en la parte que les perjudique (Art. 413 CC).
ART. 307.- AUTENTICIDAD DE DOCUMENTOS. Los documentos
presentados en juicio por una de las partes, y atribuidos a la otra, se tienen por
auténticos, salvo impugnación y prueba contrario. Cuando los documentos
privados fuesen atribuidos al causante a título universal o singular, los sucesores
podrán limitarse a manifestar que ignoran si la firma, la letra o el contenido, son o
no auténticos.

Los documentos privados emanados de terceros que no son partes en


el juicio, ni causantes de las mismas, deberán ser reconocidos mediante la forma
establecida para la prueba testifical, cuyo caso no regirá la limitación del artículo
318.

Antec.: CNC 307.- PM 312.- CPCC 141; 142.-

Conc.: CPC 96; 235, inc. a); 270, inc. b); 303 al 306; 308 al 312; 314;
428.- CC 404.-

1. REGLA GENERAL: La disposición contiene una regla de carácter


general en virtud de la cual se tienen por auténticos – salvo impugnación y prueba
en contrario - los documentos presentados en juicio por una de las partes y que
sean atribuidos a la otra parte.

2. CARGA PROCESAL. SANCIÓN LEGAL: La parte tiene la carga de


reconocer o negar en forma expresa y categórica la autenticidad de los
documentos acompañados que se le atribuyen y la recepción o no de las cartas,
telegramas e instrumentos a él dirigidos (Art. 235, inc. a), 1a. p. CPC).

Dichos documentos se tendrán por reconocidos o recibidos, según el


caso, si la parte se limita a guardar silencio, a contestar evasivamente o la
negativa es general. La sanción se produce en forma automática por ministerio
de la ley.

3. EXCEPCIÓN: La regla tiene su excepción cuando:

3.1. Son documentos privados atribuidos al causante a título universal o


singular, en cuyo caso los sucesores podrán limitarse a manifestar que ignoran si
la letra, la firma o el contenido son o no auténticos.

3.2. Se trata del defensor en ejercicio de una función pública (Art. 325,
inc a), 2o. p. la. p. CPC).

Los que se encontraren incursos en las excepciones mencionadas


podrán reservar su respuesta definitiva para después de producida la prueba (Art.
235, inc. a), in fine CPC)
4. RECONOCIMIENTO POR TERCEROS: Cuando se trate del
reconocimiento judicial de documentos privados emanados de terceros que no son
partes en el proceso ni sus causantes, aquéllos deberán ser ofrecidos como
testigos.

Los terceros serán citados para el reconocimiento en la misma forma y


modo en que son citados los testigos, aplicándose las reglas establecidas para el
diligenciamiento de la prueba testifical, con excepción de lo dispuesto en el Art.
318 del CPC, sobre la limitación del número de testigos que pueden ofrecerse.

El Código Civil de manera concordante preceptúa: «Toda persona


contra quien se presentare en juicio un instrumento privado cuya firma se le
atribuye, deberá declarar si la firma es o no suya.

Los sucesores podrán limitarse a manifestar que ignoran si ella es o no


del causante.

Si la firma no fuere reconocida, se ordenará el cotejo de la misma, sin


perjuicio de los demás medios de prueba para acreditar su autenticidad.

El reconocimiento judicial de la firma importa el del cuerpo del


instrumento» (Art. 404 CC).

ART. 308.- REDARGUCIÓN DE FALSEDAD. La impugnación de los


documentos públicos o privados acompañados con los escritos de demanda,
reconvención o contestación, en su caso, deberá deducirse dentro del plazo para
contestar el traslado respectivo, y tramitará juntamente cor el principal.

Los presentados de conformidad con el artículo 221, deberán ser objeto


de impugnación dentro del plazo de cinco días de conocido el documento, y ella
tramitará por vía principal o incidental, a elección del impugnante. En cualquier
caso, la impugnación será resuelta en la sentencia definitiva.

La parte que cuestione el documento deberá especificar, con la mayor


precisión posible, los fundamentos de la impugnación.

Antec.: CNC 308.- PM 307.- CPCC 153 al 161.-

Conc.: CPC 99; 145; 180; 182 al 188; 191; 215; 219; 221; 227: 234; 235,
inc. a); 236; 240; 285, inc. d); 303; 307; 309 al 312.- CC 383; 384.- CP 174; 246 al
253.-

1. OPORTUNIDAD: La norma establece la oportunidad para impugnar


por falsedad material o ideológica los documentos presentados en el proceso.
Dichas ocasiones son:
1.1. Si se trata de documentos acompañados con el escrito de demanda
(Art. 219 CPC), contestación (Art. 235, inc. c) 2a. p. CP, y reconvención y su
responde (Art. 240 CPC): dentro del plazo para contestar el respectivo traslado
(Arts. 222, 236 y 240 CPC).

1.2. Si son documentos posteriores o desconocidos presentados


después de contestada la demanda: la impugnación deberá efectuarse dentro del
plazo de cinco días de notificada la vista de los mismos (Art. 221 CPC).

1.3. Si son documentos acompañados con las excepciones previas o los


incidentes: la impugnación deberá deducirse dentro del plazo de contestación del
traslado de los mismos, seis días para las excepciones (Art. 227 CPC) y cinco días
para los incidentes (Art. 185 CPC).

2. CARÁCTER DEL PLAZO: Los plazos respectivos son perentorios y


una vez vencidos se considera preclusa la oportunidad para deducir la
impugnación (Art. 145 CPC).

3. VÍAS: El impugnante podrá optar entre:

3.1. La vía principal de la acción pudiendo ser, a su vez:

3.1.1. Civil (Art. 99 CPC) (Acción declarativa): Busca anular invalidar, los
efectos del documento mediante la declaración de su falsedad.

3.1.2. Penal: Intenta el castigo de los responsables. Véanse los Arts.


174 y 246 al 253 del C. Penal.

3.2. La vía del incidente (Art. 182 CPC): Dentro del procese la
impugnación se efectúa con la deducción del incidente, que tiene las siguientes
peculiaridades:

3.2.1. Como condición de admisibilidad el escrito de deducción debe


contener el ofrecimiento de pruebas a fin de demostrar la falsedad del instrumento
(véase numeral 5).

3.2.2. Se tramita por cuerda separada, sin que obste la prosecución del
principal.

3.2.3. No pueden ser ofrecidos como testigos los que fueron instrumento
atacado de nulidad.

3.2.4. El agente público que formalizó el instrumento redargüido de falso


es parte del procedimiento incidental.

3.2.5. La cuestión se resuelve recién en la sentencia definitiva.


Cualquiera sea la vía elegida no interrumpirá el curso del principal y la
cuestión será decidida en la sentencia definitiva que se pronuncie en el proceso
principal.

4. SUBSTANCIACIÓN. RESOLUCIÓN: La impugnación se tramitará


con el principal no interrumpiendo la substanciación del proceso y se resolverá con
la sentencia.

5. DOCUMENTOS PÚBLICOS O PRIVADOS:

5.1. La falsedad de un documento público puede ser:

5.1.1. Material: Referida al elemento extrínseco del acto; el documento


es falso o adulterado, v.g.: no fue otorgado por el funcionario público o notario que
aparece suscribiéndolo, o se lo adulteró con supresiones, modificaciones o
agregados.

5.1.2. Intelectual o ideológica: Cuando el instrumento tiene formas


regulares pero las enunciaciones que contienen no son sinceras, v.g.: cuando el
oficial tiene como realizados por él o cumplidos en su presencia hechos, faltando a
la verdad.

El C. Civil, en forma concordante, establece en el Art. 383: «El


instrumento público hará plena fe mientras no fuere argüido de falso por acción
criminal o civil, en juicio principal o en incidente, sobre la realidad de los hechos
que el autorizante enunciare como cumplidos por él o pasados en su presencia».

La declaración de oficio como una facultad del juez se halla en el Art.


384 del C. Civil «Los jueces pueden declarar de oficio la falsedad de un
instrumento público presentado en juicio, si de si contexto, forma y conjunto
resultare manifiesto hallarse viciado de falsedad o alteraciones en partes
esenciales.

Si se arguyere de falsedad una copia autorizada del instrumento público,


bastará para comprobarla su cotejo con el original, diligencia que el juez podrá
ordenar de oficio».

5.2. La falsedad de un documento privado sólo puede ser material, por


adulteración del documento en su forma exterior, alterándose su texto con
modificaciones, supresiones o agregados. (Véase comentario al Art. 303 del
CPC).

6. REQUISITO: El tercer párrafo de la norma, como requisito de


admisibilidad, quiere que la impugnación deducida esté fundada clara y
concretamente en los hechos y en el derecho.
Del mismo modo, el impugnante deberá ofrecer toda la prueba de que
intente valerse. Sea la vía utilizada la principal de la acción p la incidental, son
admisibles toda clase de pruebas.

ART. 309.- COTEJO. Si el requerido negare la firma o la letra en su


caso, que se le atribuye, o manifestare no conocer la que se atribuya a otra
persona, deberá procederse a la comprobación del documento por medio de
prueba pericial caligráfica sin perjuicio de los demás medios de prueba, siempre
que la parte interesada lo pidiere.

Antec.: CNC 309.- PM 313.- CPCC 144; 145.-

Conc.: CPC 118, inc. b); 307; 308; 310 al 312; 343 y sgtes.- CC 404;
405; 407.-

1. CONCEPTO: La prueba por cotejo consiste en la demostración de la


autenticidad de la firma o la letra de una persona, mediante su comparación con
otra reconocida como auténtica.

La voz cotejo tiene dos acepciones: a) para referirse a la confrontación


de la copia con la matriz del instrumento público y b) para designar la prueba
caligráfica.

2. RECONOCIMIENTO: El requerido para reconocer un documento


puede adoptar una de las siguientes actitudes:

2.1. Negar la firma o la letra que se le atribuye.

2.2. Manifestar que no conoce la que se atribuye a otra persona.

3. PRUEBA: El cotejo o comprobación de autenticidad del documento


se realizará siempre que la parte interesada lo pidiere por medio de la prueba
pericial caligráfica (Arts. 343 y sgtes. CPC), sin perjuicio de los demás medios de
prueba.

Cabe señalar que sólo se exigirá la comprobación en caso de que el


requerido haya negado en forma expresa y categórica la firma que se le atribuye,
porque si así no lo fuere la misma se tendrá por reconocida y, consecuentemente,
por auténtico el cuerpo del documento.

4. EFECTO: El valor del instrumento reconocido o declarado


debidamente reconocido es idéntico a la del instrumento público entre los que lo
han suscripto y sus sucesores. Además, es indivisible teniendo la misma fuerza
contra quienes lo reconocen y contra quienes lo presentaron (Art. 407 CC).
ART. 310.- DOCUMENTOS PARA EL COTEJO. Además de los
requisitos previstos en el artículo 344, el impugnante que ofreciere la prueba
pericial caligráfica, deberá indicar los documentos que propone para el cotejo de
letra o firma. La otra parte podrá hacer igual proposición en la oportunidad de
contestar el traslado establecido en el artículo 345.

Si no hubiere acuerdo en cuanto a los documentos, el juez ordenará que


se practique el cotejo con los instrumentos públicos, o instrumentos privados
reconocidos en juicio, que señalare y dispondrá las medidas necesarias para que
los peritos pueden examinarlos.

Antec.: CNC 310.- PM 314.- CPCC 146; 148.-

Conc.: CPC 307 al 309; 311; 312; 343 y sgtes..-

1. OFRECIMIENTO DE LA PRUEBA: En el escrito en que deduce la


impugnación el interesado debe ofrecer la prueba pericial caligráfica.

En consecuencia deberá:

1.1. Proponer al perito que ha de efectuar la diligencia, quien debe - en


dicho mismo escrito - aceptar el cargo para el que fue propuesto bajo juramento o
promesa de decir verdad y suscribirlo.

1.2. Indicar los puntos de la pericia.

1.3. Señalar los documentos que propone para el cotejo de la letra o


firma.

La contraparte, en virtud del Principio de igualdad, tendrá el mismo


derecho que podrá ejercerlo al contestar el pertinente traslado (Art. 345 CPC).

2. FALTA DE ACUERDO: En el supuesto de no existir acuerdo en


cuanto a los documentos que se deben tener por indubitados para efectuar el
cotejo, éste se realizará con los instrumentos públicos o privados reconocidos en
juicio.

El juez cuando se dé la circunstancia señalada precedentemente,


deberá disponer todas las medidas que fueren necesarias para que los peritos
puedan examinar dichos documentos y realizar su labor.

ART. 311.- CERTIFICACIÓN SOBRE EL ESTADO DEL DOCUMENTO.


El secretario certificará, a pedido de parte, sobre el estado material del documento
de cuya comprobación se trate, si no se hubiese hecho antes, indicando las
enmiendas, interlineaciones u otras particularidades que en él se adviertan.
Dicho certificado podrá ser reemplazado por copias a costa de la parte
que la pidiere.

Antec.: CNC 311.- PM 315.- CPCC 149.-

Conc.: CPC 37; 308 al 310.-

1. FACULTAD DE LAS PARTES: Cualesquiera de las partes, a los


efectos de que quede debida constancia sobre el estado en que se encuentra el
documento impugnado y evitar que el mismo pueda ser alterado, suprimido o
modificado de cualquier modo o forma, puede solicitar al juzgado que:

1.1. El secretario expida una certificación con indicación precisa de las


enmiendas, interlineaciones y demás particularidades que contenga el documento.

1.2. Se le otorguen, a su costa, copias certificadas por el actuario, que


pueden ser fotográficas o de otra naturaleza.

ART. 312.- CUERPO DE ESCRITURA. Sin perjuicio de los otros medios


de prueba a los cuales ocurra el impugnante para acreditar la falsedad del
documento, el juez, a pedido de parte, o de los peritos, en su caso, podrá ordenar
que la persona a quien se atribuye la firma o la letra impugnada, suscriba o
redacte un cuerpo de escritura al dictado.

Esta diligencia se cumplirá en el lugar que el juez designe y bajo


apercibimiento de que si no compareciere o rehusare firmar o escribir, sin justa
causa, se tendrá por reconocido el documento.

Antec.: CNC 312.- PM 316.- CPC 152.-

Conc.; CPC 307 al 311.-

1. DOCUMENTOS INEXISTENTES O INSUFICIENTES: Cuando no


existan documentos que puedan servir para el cotejo o los mismos sean
insuficientes, el interesado o los peritos podrán solicitar al juez que éste ordene a
la persona a quien se atribuye firma o la letra impugnada que suscriba o redacte
un cuerpo de escritura, que al efecto le será dictado por los peritos en el lugar que
se le indique. Dicho lugar puede ser el local del juzgado u otro sitio que resulte
más conveniente.

2. APERCIBIMIENTO: La orden será dada por el juez bajo


apercibimiento y la sanción será la de tener por reconocida la firma o la letra que
se le atribuye, salvo que se alegue y pruebe justa causa de incomparecencia.
3. OTROS MEDIOS DE PRUEBA: Todo ello es un perjuicio de los
demás medios de prueba que pueden ser utilizados para justificar la falsedad del
documento impugnado.

ART. 313.- ACTUACIONES JUDICIALES. La impugnación de


actuaciones judiciales, integrantes de los autos, se hará por la vía del incidente de
nulidad.

Antec.: CNC 313.-

Conc.: CPC 15, 2o. p.; 114, inc. b) 2a. p.; 117.-

1. IMPUGNACIÓN DE DOCUMENTOS EXTRAPROCESALES: La


redargución de falsedad es el medio idóneo para impugnar la validez o eficacia de
los documentos producidos fuera del juicio (extraprocesales) (Art. 308 CPC).

2. IMPUGNACIÓN DE DOCUMENTOS PROCESALES: La impugnación


de las actuaciones judiciales integrantes de los autos y producidas en el proceso y
para el proceso se debe hacer por la vía del incidente de nulidad, v.g.: nulidad de
una cédula de notificación.

El incidente deberá ser deducido en la instancia donde el vicio se


hubiere producido.

Cuando las actuaciones fueren declaradas nulas, quedarán también


invalidadas las resoluciones que sean su consecuencia (Art. 117 CPC).

CAPITULO V

DE LA PRUEBA TESTIMONIAL

1. CONCEPTO: La prueba testimonial es la que se lleva a cabo


mediante las declaraciones de personas físicas, denominadas testigos, distintas
de las partes y del órgano judicial.

La prueba testimonial es un medio de prueba. El testigo es la persona


que declara.

2. TESTIGO: El testigo - dice ALSINA - es la persona capaz, extraña al


juicio que es llamada a declarar sobre hechos que han caído bajo el dominio de
sus sentidos.
El vocablo testigo deriva del latín «testis» y éste de «tristis» que significa
«el que está como tercero».

3. OBJETO: La prueba puede recaer sobre todo tipo de hechos siempre


que los mismos sean admisibles y pertinentes, conforme a la regla general en
materia probatoria establecida en el Art. 247 del CPC.

3.1. Hechos:

3.1.1. Hechos que hayan sido percibidos directamente por el testigo.


Según GOLDSCHIMDT es inadmisible la pregunta que importa solicitar opinión al
testigo.

El testigo puede ser examinado sobre sus propias observaciones


respecto de los hechos que relata los cuales valen –dice CHIOVENDA- como
hechos subjetivos, esto es, personales suyos no como expresión de lo que
objetivamente debe estimarse como consecuencia de determinados hechos,
según las enseñanzas de una ciencia o de un arte, lo cual es misión propia del
perito.

3.1.2. Hechos que el testigo haya cumplido personalmente. No es


siempre necesario que el testigo sea un extraño a los hechos sobre los cuales
declara. Ahora bien, su declaración - a diferencia de la confesión - no produce
consecuencias jurídicas en su contra.

3.1.3. El testigo de referencia es aquel que declara sobre hechos que ha


oído relatar a otras personas y que, por lo tanto, él no los conoció en forma
directa. Aunque se discute su valor es importante para acreditar hechos lejanos
en el tiempo o que se vinculan a cuestiones íntimas o reservadas, que por lo
general están fuera del alcance de las partes directamente involucradas, sobre
todo cuando concurre con otros elementos de convicción.

3.2. Contratos: La prueba de los contratos se halla regulada en el


Código Civil (Arts. 703 al 707), el cual establece que los mismos se probarán de
acuerdo con lo establecido en las leyes procesales, si no tuvieren una forma
prescripta por dicho C. Civil.

3.2.1. Los contratos que tengan una forma determinada por las leyes no
se juzgarán probados sino revistieren la forma proscripta, a no ser que:

a) Hubiese habido imposibilidad de obtener la prueba designada por la


ley. Se juzgará que hay imposibilidad de obtener o de presentar prueba escrita
del contrato, cuando hubiese sido celebrado en circunstancias imprevistas en que
hubiese sido imposible formularlo por escrito.
b) Hubiese un principio de prueba por escrito en los contratos que
pueden hacer por instrumento privado. Se considerará principio de prueba por
escrito cualquier documento público o privado que emane del adversario, de su
causante o de parte interesada en el asunto, o que tendría interés si viviera y que
haga verosímil el hecho litigioso.

c) Cuando una de las partes hubiere recibido alguna prestación y se


negare a cumplir el contrato.

En los casos señalados precedentemente son admisibles todos los


medios de prueba (Art. 704 CC) y, por supuesto, la testifical.

En dicho orden de ideas el Art. 705 del C. Civil, aclara: «Se juzgará que
hay imposibilidad de obtener o de presentar prueba escrita del contrato, cuando
hubiese sido celebrado en circunstancias imprevistas en que hubiese sido
imposible formularlo por escrito».

3.2.2. El Art. 706 del C. Civil, estatuye «Los contratos que tengan por
objeto una cantidad de más de diez jornales mínimos establecidos para la capital
deben hacerse por escrito y no podrán ser probados por testigos».

Lo que no está permitido es probar mediante testigos la existencia o la


modificación del contrato mismo entre las partes, según el valor que tiene en el
momento de su celebración.

Son aplicables los casos de excepción previstos y señalados


precedentemente en el numeral 3.2.1, y además no comprende:

a) A los terceros a quienes el contrato pudiere afectar, v.g.: sociedad


irregular, etc.

b) Los hechos vinculados al contrato, sus consecuencias y sus


obligaciones, v.g.: remuneraciones establecidas, cantidades abonadas, etc.

No es admisible para:

a) Probar la existencia o las modificaciones del contrato.

b) Probar un error material o interpretar el contrato.

3.2.3. Es procedente la prueba testifical cuando se trata de probar que


una de las partes ha recibido alguna prestación y se ha negado a cumplir el
contrato, v.g.: prestación de servicios o de obra.
ART. 314.- PROCEDENCIA. Toda persona mayor de catorce años
podrá ser propuesta como testigo y tendrá el deber de comparecer y declarar,
salvo las excepciones establecidas por la ley.;

Antec.: CNC 314.- PM 318.- CPCC 180.-

Conc.: CPC 32; 187, 2o. p.; 227; 270, inc. c); 307, 2o. p.; 315 al 342.-
CC 703 al 707.- CP 242 al 245.- CPP 202 al 213.-

1. EDAD: Constituye un requisito de admisibilidad la edad del testigo


que el Código fija en catorce años. Dicha edad debe tenerla en el momento de
prestar declaración. Al tener la edad legal requerida el testigo puede declarar,
incluso, sobre hechos de los que tuvo conocimiento antes de llegar a esa edad.

La edad insuficiente al momento de declarar produce la nulidad de la


prueba (Ver Art. 342 del CPC, numeral 5).

2. DEBER DE COMPARECER: Es una carga pública impuesta a todos


los habitantes en beneficio común el que la persona citada como testigo
comparezca ante el juzgado a formular declaración, salvo los casos de excepción
autorizados por la ley (Arts. 324 y 341 CPC).

Si el testigo faltare sin causa justificada a la primera audiencia que el


juzgado haya fijado, se le hará comparecer a la segunda por medio de la fuerza
pública y se le impondrá una multa, que variará entre el importe de tres y veinte
días de salario mínimo legal (Art. 319, in fine CPC).

2.1. Incidentes: La declaración de los testigos en los incidentes deberá


efectuarse en la sede del juzgado no obstante estén domiciliados fuera de la
misma. Véase el comentario al Art. 187, 2o. p del CPC numeral 2.

3. DEBER DE DECLARAR: Es, como el anterior, una carga pública que


pesa sobre toda persona que puede ser testigo el tener que declarar, salvo que la
ley le exima (Art. 330 CPC) y, además, el hacerlo con veracidad (decir la verdad y
nada más que la verdad).

La falta de veracidad, es decir, el falso testimonio, está sancionada por


el Código Penal en el Título V, Capítulo I, Hechos punibles contra la prueba
testimonial (Art. 242 al 245 CP).

Por su parte el Código Procesal Penal, establece en los Arts. 203 y 210,
respectivamente: «Deber de testificar. Toda persona tendrá obligación de
concurrir a la citación judicial y declarar la verdad de cuanto conozca y le sea
preguntado, salvo las excepciones establecidas por la ley». «Compulsión. Si el
testigo no se presenta a la primera citación se lo hará comparecer por la fuerza
policial, sin perjuicio de su procesamiento, cuando corresponda. Si después de
comparecer se niega a declarar, se dispondrá su detención por veinticuatro horas,
a cuyo término, si persiste en su negativa injustificada se iniciará contra él causa
penal».

ART. 315.- TESTIGOS EXCLUIDOS. No podrán ser ofrecidos como


testigos los consanguíneos o afines en línea recta de las partes, ni el cónyuge,
aunque estuviere separado legalmente, salvo si se tratase de reconocimiento de
firmas, o de disposiciones especiales de otras leyes.

Antec.: CNC 315.- PM 319.- CPCC 180.-

Conc.: CPC 314; 316.- CC 172.- CPP 205.- Ley 45/91 de Divorcio
Vincular del Matrimonio, 21.-

1. REQUISITO DE ADMISIBILIDAD: La norma establece un requisito de


admisibilidad al disponer que no podrán ser «ofrecidos» como testigos las
personas que la misma señala, es decir, los consanguíneos o afines en línea recta
de las partes y el cónyuge aunque estuviere separado legalmente.

El Art. 172 del C. Civil dispone que en los juicios de separación de


cuerpos entre los esposos será admitida toda clase de prueba con excepción de la
confesión y el testimonio de los ascendientes y descendientes de los cónyuges.
El Art. 21 de la Ley 45/91, que establece el Divorcio vincular del matrimonio
declara aplicable el mencionado Art. 172 del C. Civil a los juicios de divorcio.

2. EXCEPCIONES: El impedimento es absoluto y rige para toda clase


de procesos, salvo:

2.1. Para obtener el reconocimiento de firmas.

2.2. Disposiciones especiales establecidas expresamente en otras


leyes.

ART. 316.- OPOSICIÓN. Sin perjuicio de la facultad del juez de


desestimar de oficio y sin sustanciación alguna el ofrecimiento de la prueba
testimonial que no fuere admisible, o de testigos cuya declaración no procediere
por disposición de la ley, las partes podrán formular oposición, si indebidamente
se la hubiere ordenado.

Antec.: CNC 316.- PM 320.-

Conc.: CPC 247, 2o. p.; 251; 314; 315; 317 al 323; 325; 338; 340; 341.-

1. FACULTAD DEL JUEZ: El juez tiene la facultad de rechazar de oficio


y sin substanciación el ofrecimiento de la prueba testimonial que no reúna los
requisitos de admisibilidad.
2. OPOSICIÓN: La parte interesada podrá, a su vez, formular su
oposición al diligenciamiento de la prueba en el caso de que el juez la haya
admitido y ordenado su producción.

La oposición procede en los siguientes casos:

2.1. Cuando la prueba testimonial no fuere admisible, de conformidad


con la regla general establecida en el Art. 247, 2o. p. del CPC.

2.2. Cuando la declaración no procediere por disposición de la ley, v.g.:


Arts. 172 del CC y 21 de la Ley 45/91.

3. OPORTUNIDAD: En el supuesto de existir prohibición legal la


oposición podrá formularse hasta el momento de la respectiva audiencia, porque
en este caso el vicio no es subsanable por el consentimiento expreso o tácito de la
parte contraria. .

ART. 317.- OFRECIMIENTO. Cuando las partes pretendan producir


prueba de testigos, deberán presentar una lista de ellos con expresión de sus
nombres, profesión, estado civil y domicilio.

Si por las circunstancias del caso, a la parte le fuera imposible conocer


alguno de estos datos, bastará que indique los necesarios para que el testigo
pueda ser individualizado sin dilaciones y sea posible su citación.

El interrogatorio podrá reservarse por las partes hasta la audiencia en


que deban declarar los testigos.

Antec.: CNC 317.- PM 321.- CPCC 182.-

Conc.: CPC 183; 227; 247; 253, 2o. p.; 256, inc. b); 314 al 316; 318 al
342; 466; 573; 624; 683, inc. c); 686, inc. a).-

1. OPORTUNIDAD: La prueba testimonial deberá ser ofrecida dentro del


plazo de diez días del período probatorio en el proceso de conocimiento ordinario.
(Art. 253, 2° p. CPC).

En el proceso de conocimiento sumario (Art. 683, inc. c) CPC), en los


juicios de menor cuantía (Art. 686, inc. a) CPC), desalojo (Art. 624 CPC), ejecutivo
(Art. 466) en las excepciones previas (Art 227 CPC) e incidentes (Art. 183 CPC),
debe ofrecerse con el escrito de promoción o deducción y sus contestaciones.

En el juicio de Amparo promovido contra un particular la prueba que no


sea documental deberá ser ofrecida en la audiencia prevenida en el Art. 573 del
CPC.
En el diligenciamiento de pruebas anticipadas (Art. 270, inc. c) CPC).
Como medida para mejor proveer dispuesta de oficio por el juez (Arts. 18, inc. e) y
337 del CPC).

2. FORMA: La parte que ofrezca la prueba deberá presentar una lista de


los testigos con los datos necesarios para su individualización: nombres,
profesión, estado civil y domicilio. Si alguno de dichos datos no pudiera
conocerse, bastará con los necesarios para obtener que el testigo pueda ser
individualizado.

La exigencia legal tiene por objeto evitar sustituciones de testigos y


facilitar la fiscalización de la parte contraria.

3. INTERROGATORIO: El interrogatorio es el conjunto de preguntas


que la parte formula al testigo por intermedio del juez.

La parte tiene las siguientes opciones:

3.1. Acompañar el interrogatorio con el escrito de ofrecimiento.

3.2. Incluir el interrogatorio en el escrito de ofrecimiento.

3.3. Reservar el cuestionario hasta el momento de la audiencia, salvo


que sean testigos que deban declarar fuera de la jurisdicción del juzgado (Art. 338
CPC).

ART. 318.- NÚMERO DE TESTIGOS. En el proceso de conocimiento


ordinario cada parte podrá ofrecer hasta diez testigos como máximo, salvo petición
expresa y debidamente fundada que justifique el ofrecimiento de un mayor
número. Esta limitación no regirá para las citaciones de reconocimiento de
firmas. También podrán las partes proponer, subsidiariamente, hasta tres testigos
para reemplazar a quienes no pudieren declarar por causa de muerte, incapacidad
o ausencia. Si el juez hubiere ampliado el número, podrán ofrecer hasta cinco
más.

Antec.: CNC 318.- PM 322.- Dto. 5679/38, 29.-

Conc.: CPC 32; 187, 2o. p.; 314 al 317; 319 al 342; 468,2° p. 1a. p.; 574;
683, inc. e); 686, inc. f).-

1. SISTEMA DEL CÓDIGO: El sistema que el Código adopta es el de


establecer un número máximo de testigos, dependiendo de la naturaleza del
proceso o cuestión.

1.1. Proceso de conocimiento ordinario: Se permiten hasta diez


testigos por cada parte.
1.1.1. Testigos subsidiarios: Cada parte podrá ofrecer
subsidiariamente hasta tres testigos para reemplazar a aquellos testigos ofrecidos
que no hayan podido declarar por muerte, incapacidad o ausencia.

1.1.2. Ampliación del número de testigos: Cuando la complejidad o


cantidad de hechos que se necesitan probar justifique el ofrecimiento de un mayor
número de testigos, deberá la parte solicitarlo en forma expresa y fundada. El
número de testigos en este caso podrá llegar hasta a cinco más.

1.2. Proceso de conocimiento sumario: Los testigos no podrán


exceder de cinco por cada parte, sin perjuicio de lo dispuesto en el Art. 318 del
CPC, dispone el Art. 683, inc. e) del CPC.

1.3. Juicios de Menor Cuantía: Podrán ser ofrecidos hasta cinco


testigos por cada parte, sin perjuicio de lo dispuesto en el presente Art. 318 (Art.
686, inc. f) CPC).

1.4. Juicio de Amparo: El número de testigos ofrecidos no podrá


exceder de tres por cada parte (Art. 574 CPC).

1.5. Juicio ejecutivo: Solamente serán admitidos hasta siete testigos


por cada parte (Art. 468, 2o. p. la. p. CPC).

1.6. Incidentes: No se admitirán más de cuatro testigos cada parte (Art.


187, 2o. p. CPC).

1.7. Recusación: No podrán ofrecer más de cuatro testigos cada uno


(Art. 32 CPC).

1.8. Desalojo: Cada parte solamente podrá ofrecer hasta Cuatro


testigos (Art. 626, 2o. p. CPC).

1.9. Interdictos: No podrán ser más de cuatro por cada parte (Art. 643,
in fine CPC).

1.10. Niñez y Adolescencia: Las partes podrán proponer hasta tres


testigos, incluso familiares (Art. 176 Ley 1680/01).

2. RECONOCIMIENTO DE FIRMAS: La limitación referida al número de


testigos no rige para las citaciones de reconocimiento de firmas, dispone el
precepto sub examine.

3. POLÍTICA PROCESAL: El número de testigos cuyo ofrecimiento se


permite en un juicio es un aspecto de política procesal. El legislador debe tener
en cuenta al fijar el número máximo testigos los Principios de la defensa en juicio y
de economía procesal, no debiendo pecar ni por exceso ni por defecto.
ART. 319.- AUDIENCIA. Si la prueba testimonial fuere admisible, el
juez mandará recibirla en audiencia pública que señalará para el examen de todos
los testigos, en el mismo día. Cuando el número de testigos ofrecidos por las
partes permitiere suponer la imposibilidad de que todos declaren en la misma
fecha, se señalarán tantas audiencias como fueren necesarias en días seguidos,
determinando cuáles testigos depondrán en cada una de ellas, de conformidad
con la regla establecida en el artículo 326. El juzgado preverá una audiencia
supletoria con carácter de segunda citación, en fecha próxima, para que declaren
los testigos que faltaren a las audiencias preindicadas o que no se realizaren por
causas no imputables a los testigos. Al citarlo se le notificarán ambas audiencias,
con la advertencia de que si faltare a la primera sin causa justificada, se lo hará
comparecer a la segunda por medio de la fuerza pública y se le impondrá una
multa, que variará entre el importe de tres y veinte días de salario mínimo legal.

Antec.: CNC 318.- PM 323.- CPCC 183.-

Conc.: CPC 131; 135; 153 al 155; 247, 2° p.; 252; 317, 3er. p.; - 320 al
323; 325 al 335; 340; 341; 574; 643; 647; 654; 686, inc. d).-

1. SISTEMA DEL CÓDIGO: La norma establece como sistema para la


producción de la prueba testifical, la fijación simultánea de dos audiencias: una
principal y otra supletoria, que se rigen por las reglas de los Arts. 153 al 155 del
CPC.

2. AUDIENCIA PRINCIPAL: Cuando la prueba testimonial es admisible,


el juez señalará una audiencia para el examen de todos en los testigos ofrecidos
en el mismo día.

3. AUDIENCIAS PRINCIPALES SUCESIVAS: Cuando el número de


testigos haga suponer que no podrán declarar todos en la misma fecha, el juez
señalará las audiencias que sean necesarias en días seguidos, determinando
cuales testigos depondrán en cada una de ellas.

La norma persigue hacer efectivos los Principios de concentración de la


prueba (Art. 252 CPC) y economía procesal, a fin de que el juez pueda recordar lo
declarado e indage para obtener la edad real, con lo cual la prueba testimonial
efectivamente beneciará a la justicia.

4. AUDIENCIA SUPLETORIA: Es la fijada por el juez en la misma


resolución en que señaló la audiencia principal, pero con carácter de segunda
citación, al sólo efecto de que declaren los testigos que no hubiesen comparecido
a la audiencia principal o cuando esta no haya podido llevarse a cabo por causas
ajenas al testigo.

5. NOTIFICACIÓN: La notificación al testigo se efectúa por cédula en el


domicilio denunciado (Art. 321 CPC). Las partes se notifican por automática los
días señalados en la ley (Art. 131 CPC).
Al testigo se le notificará ambas audiencias, con la advertencia de que si
falta a la primera sin causa justificada se lo hará comparecer a la segunda por
medio de la fuerza pública, y se le impondrá una multa que variará entre el importe
de tres y veinte días de salario mínimo legal. (Véase comentario al Art. 322 del
CPC).

6. OBLIGACIÓN DE ESPERAR: Los citados sólo tendrán obligación de


esperar treinta minutos la iniciación de la respectiva audiencia (Art. 153, inc. e)
CPC), debiendo dejarse constancia en el expediente de la no realización de la
audiencia.

ART. 320.- CADUCIDAD DE LA PRUEBA. A pedido de parte y sin


sustanciación alguna, se tendrá por desistido a quien propuso al testigo si:

a) no hubiere activado la citación del testigo y éste no hubiere


comparecido por esta razón;

b) no habiendo comparecido aquél a la primera audiencia sin invocar


causa justificada, no requiriere oportunamente las medidas de compulsión
necesarias; y

c) fracasada la segunda audiencia por motivos no imputables a la parte,


ésta no solicitare nueva audiencia dentro del quinto día.

Antec.: CNC 319.- PM 324.-

Conc.: CPC 321; 322; 324; 325.-

1. REQUISITO: Para que se opere la caducidad de la prueba testifical la


norma sólo precisa que la parte lo solicite, debiendo pronunciarse la resolución sin
sustanciación alguna. Siendo así, no corresponde la deducción y tramitación de
incidente alguno.

2. CONDICIONES: El Artículo sub examine consagra en sus tres incisos


los casos concretos en que se producirá la caducidad de la prueba; los mismos se
refieren a:

2 1. La incomparecencia del testigo y la falta de actividad de la parte


para la citación del testigo, son los dos extremos que deben estar reunidos de
acuerdo con el inc. a).

2-1. No haber la parte solicitado oportunamente las medidas de


compulsión, necesarias cuando el testigo no compareció a la primera audiencia,
sin invocar justa causa (inc. b), v.g.: testigo imposibilitado de comparecer al
juzgado, en cuyo caso será examinado en su domicilio o en el lugar donde se
encontrare (Art. 324 CPC).
2.3. Que la segunda audiencia (supletoria) haya fracaso, por motivos no
imputables a la parte que ofreció la prueba y que ésta no haya solicitado nueva
audiencia dentro del quinto día, son las dos condiciones que deben llenarse
conforme al inc. c).

3. OTRAS CAUSAS DE CADUCIDAD: Otras hipótesis de caducidad de


la prueba testifical son las contempladas en los Arts. 322 del CPC, referente a la
carga de la citación y 325 del CPC, que contempla la incomparecencia a la
audiencia de la parte que ofreció al testigo sin haber dejado interrogatorio
respectivo.

ART. 321.- FORMA DE LA CITACIÓN. La citación a los testigos se


efectuará por cédula. Esta deberá diligenciarse con dos días de anticipación por
lo menos, y en ella se transcribirá la parte del artículo 319, que se refiere a la
obligación de comparecer y su sanción.

Antec.: CNC 321.- PM 325.- CPCC 183, 1er. p.-

Conc.: CPC 131; 135 y sgtes.; 262; 319; 320; 322; 323, inc. 340; 341.-

1. NOTIFICACIÓN POR CÉDULA: La resolución judicial que dispone la


citación de los testigos a las audiencias será notificada a los mismos por cédula,
en el domicilio denunciado (Art. 135 y sgtes. CPC).

La cédula deberá transcribir el Art. 319 del CPC en la parte que contiene
la advertencia de que si no comparece a la primera audiencia sin causa justificada
se le hará comparecer a la segunda por la fuerza pública y se le impondrá una
multa equivalente a importe que variará entre tres a veinte jornales mínimos
legales.

La cédula deberá ser diligenciada con por lo menos un intervalo de dos


días entre el día de la notificación y el día de la respectiva audiencia. La falta de
cumplimiento de este requisito será legítima causal de excusación del testigo (Art.
323, inc. b) CPC).

2. NOTIFICACIÓN DE LAS PARTES: Las partes se notifican por


automática los días señalados en la ley (Art. 131 CPC).

ART. 322.- CARGA DE LA CITACIÓN. Si en el escrito de ofrecimiento


de prueba la parte no hubiere solicitado que el testigo sea citado por el juzgado, se
entenderá que ha asumido la carga de hacerle comparecer a la audiencia. En
este caso, si el testigo no concurriere sin justa causa, a pedido de parte o de oficio
y sin sustanciación alguna, se tendrá por desistido al oferente.

Antec.: CNC 322.- PM 326.-


Conc.: CPC 320; 321; 340.-

1. CITACIÓN POR EL JUZGADO: La parte que pretende que el testigo


sea citado por el juzgado debe así solicitarlo en el escrito de ofrecimiento de la
prueba.

2. CITACIÓN POR LA PARTE: Cuando no haya efectuado el pedido


señalado en el numeral precedente, la parte asume la carga de hacerlo
comparecer al testigo a la audiencia.

3. CADUCIDAD DE LA PRUEBA: A pedido de parte o de oficio y sin


substanciación alguna, se tendrá por desistida de la prueba a la parte que asumió
la carga de la citación no habiendo el testigo comparecido, salvo justa causa de
incomparecencia.

ART. 323.- EXCUSACIÓN. Además de las causas de excusación


libradas a la apreciación judicial, lo serán las siguientes:

a) la nulidad de la citación; y

b) citación del testigo con un intervalo menor al proscripto el artículo


321, salvo que la audiencia se hubiere anticipado por razones de urgencia, y
constase en el texto de la cédula esta circunstancia.

Antec.: CNC 324.- PM 327.- CPCC 186.-

Conc.: CPC 135 y sgtes.; 262; 315; 321; 324; 340.-

1. CAUSAS PARTICULARES: Las causas particulares justifican la


incomparecencia del testigo son las que precisamente regula la norma legal,
cuando se producen las siguientes situaciones:

1.1. Nulidad de la citación, la que queda configurada cuando se ha


efectuado en contravención a las reglas establecidas las notificaciones.

1.2. Citación con un intervalo menor de dos días, entre fecha de la


notificación y la fecha de la audiencia. Salvo que por motivos urgentes y
justificados el juez haya abreviado dicho plazo (Art. 262 CPC). En el texto de la
cédula, previene el in fine del Artículo sub examine, debe hacerse constar que por
razones de urgencia se abrevió el plazo de la citación.

2. CAUSAS GENERALES: Las causas generales de excusación no


pueden ser enumeradas, debiendo quedar libradas a la prudente apreciación
judicial, en razón de su carácter general y por ser circunstanciales.
ART. 324.- TESTIGO IMPOSIBILITADO DE COMPARECER. Si
alguno de los testigos se hallare imposibilitado de comparecer al juzgado o tuviere
alguna otra razón atendible a criterio del juez para no hacerlo, será examinado en
su domicilio, o en el lugar donde se encontrare, presentes o no las partes, según
las circunstancias.

Antec.: CNC 324.- PM 328, 1er. p.- CPCC 200.-

Conc.: CPC 319; 323; 341.-

1. EXCEPCIÓN AL DEBER DE COMPARECER: La norma configura


una de las excepciones legales al deber que tiene el testigo de comparecer ante el
juzgado a prestar declaración.

2. FACULTAD DEL JUEZ: El juez tiene facultad para apreciar la causal


invocada por el testigo para justificar su incomparecencia y si ella fuera atendible
el testigo será examinado en su domicilio o en el lugar donde se encontrare.

La causal más frecuente es, sin duda, la enfermedad del testigo que
efectivamente lo imposibilite de comparecer ante el órgano judicial.

3. FACULTAD DE LAS PARTES: La facultad de intervenir en la prueba


y de fiscalizarla son inherentes al ejercicio de la defensa en juicio, por ello sólo en
casos realmente excepcionales y por motivos justificados el juez podrá tomar la
declaración del testigo, imposibilitado de concurrir ante el juzgado, con
prescindencia de las partes.

ART. 325.- INCOMPARECENCIA Y FALTA DE INTERROGATORIO.


Cuando la parte que ofreció el testigo no concurriere a la audiencia por sí o por
apoderado, y no hubiere dejado interrogatorio, se la tendrá por desistida de la
prueba sin sustanciación alguna.

Antec.: CNC 325.- PM 329.-

Conc.: CPC 319; 320; 322.-

1. CADUCIDAD DE LA PRUEBA: La norma establece otra de las


hipótesis en que se produce la caducidad de la prueba testifical sin que sea
necesaria substanciación alguna.

La caducidad podrá ser declarada de oficio o a pedido de parte,


sirviendo de suficiente elemento probatorio el acta que hubo de labrarse con
motivo de la fustrada diligencia.

En dicha oportunidad se deberá dejar constancia de:


a) la comparecencia oportuna del testigo.

b) la incomparecencia de la parte, que haya ofrecido el testigo, por sí o


por apoderado.

c) la falta de interrogatorio.

2. INTERROGATORIO AGREGADO AL EXPEDIENTE: el interrogatorio


se hallare agregado al expediente no es imprescindible la presencia de la parte
que ofreció el testigo, debiendo llevarse a cabo la audiencia con el testigo y la
parte que concurriere en su caso.

ART. 326.- ORDEN DE LAS DECLARACIONES. Los testigos estarán


en lugar donde no puedan oír las declaraciones de los otros. Serán llamados
sucesiva y separadamente, alternándose en lo posible los ofrecidos por el actor
con los del demandado, a menos que el juzgado estableciere otro orden por
razones especiales.

Antec.: CNC 326.- PM 330.- CPCC 190.-

Conc.: CPC 153 al 155; 319; 332; 334; 336; 338.-

1. AUDIENCIA: La declaración será realizada por los testigos en


audiencia pública y ante el juez de la causa, salvo la excepción establecida en la
ley para el examen de los testigos domiciliados fuera de la jurisdicción del juzgado
(Art. 338 CPC) o impedimento del juez (Art. 155, 2a, p., CPC).

2. LUGAR DONDE ESTARÁN LOS TESTIGOS: Con el objeto de evitar


el contacto entre los testigos, que podrían de este modo intercambiar
informaciones acerca de las preguntas y el modo de responderlas, se establece el
lugar en que deberán estar los testigos en el juzgado a fin de evitar que escuchen
las declaraciones de los otros.

La comunicación entre los testigos también deberá evitarse después de


la declaración de los mismos.

3. ORDEN: El orden de las declaraciones deberá ser alternado,


intercalándose los testigos de una y otra parte, a menos que el juzgado, por
razones especiales, establezca un orden diferente.

La declaración será personal e individual y sin la presencia, obviamente,


de los otros testigos.

ART. 327.- JURAMENTO O PROMESA DE DECIR VERDAD. Antes


de declarar, los testigos prestarán juramento o prometerán decir la verdad, a su
elección, y serán informados de las consecuencias penales a que pueden dar
lugar las declaraciones falsas.

Antec.: CNC 327.- PM 331.- CPCC 191.-

Conc.: CPC 314; 319; 326; 331; 334; 341.- CP 242 al 245.-

1. NULIDAD: El testigo debe, a su elección, prestar juramento o


promesa de decir verdad. Incluso las personas que en virtud de lo dispuesto en el
Art. 341 están exceptuadas de la obligación de comparecer, deben manifestar en
su declaración escrita que la hacen bajo juramento o promesa de decir verdad.

La omisión de este requisito legal produce la nulidad de la declaración.

Si el testigo se niega a prestar el juramento o promesa de decir la


verdad, el hecho equivale a una negativa del deber de declarar, que es una carga
pública (Art. 314 CPC).

2. CONSECUENCIAS PENALES: El juez debe informar al testigo


acerca de las consecuencias, previstas en la ley penal, a que pueden dar lugar
sus declaraciones falsas.

El falso testimonio se halla tipificado como delito. El Penal, establece al


respecto: «Art. 242.- Testimonio falso.

1°. El que formulara un testimonio falso ante un tribunal u otro ente


facultado para recibir testimonio jurado o su equivalente, será castigado con pena
privativa de libertad de hasta diez (10) años».

2°. El que actuara culposamente respecto a la falsedad de su


testimonio, será castigado con pena privativa de libertad de hasta dos (2) años o
con multa».

Por su parte el Art. 244 del C. Penal legisla acerca de la retractación que
se produce cuando el autor rectifica su testimonio o declaración en tiempo
oportuno, lo cual constituye un atenuante.

ART. 328.- INTERROGATORIO PRELIMINAR. Aunque las partes no


lo pidan, los testigos serán siempre preguntados:

a) por su nombre, edad, estado civil, profesión, nacionalidad y domicilio;

b) si es pariente por consanguinidad, adopción o afinidad de alguna de


las partes;

c) si tiene interés directo o indirecto en el pleito;


d) si es amigo íntimo o enemigo de alguna de las partes; y

e) si es dependiente, acreedor o deudor de alguno de los litigantes o si


tiene algún otro género de relación con ellos.

Aunque las circunstancias individuales declaradas por el testigo no


coincidieren totalmente con los datos que la parte hubiere indicado al proponerlo,
se recibirá su declaración si indudablemente fuere la misma persona y, por las
circunstancias del caso, la contraria no hubiere podido ser inducida en error.

Antec.: CNC 328.- PM 332.- CPCC 192.-

Conc.: CPC 317; 319; 324; 327; 334; 336; 338; 341; 342.-

1. GENERALES DE LA LEY: El interrogatorio preliminar, al que se


refiere la norma, se denomina comúnmente «generales de la ley», por contener
las mismas preguntas que son formuladas a todos los testigos en todos los juicios,
a diferencia de las particulares son las que en forma concreta se pregunta en cada
proceso a cada testigo.

2. OBJETO: Las generales de la ley tienen por objeto:

2.1. Individualizar al testigo: de tal suerte que sea la misma persona


que fue ofrecida y citada para testimoniar.

La falta de identidad entre el testigo ofrecido y el que comparece


autoriza a la parte a oponerse al diligenciamiento de la prueba, salvo que
«indudablemente fuere la misma persona», de acuerdo con el 2o. párrafo del
Artículo sub examine.

2.2. Determinar el valor del testimonio: al suministrar al juez los


elementos para apreciar la prueba, de conformidad a las reglas de la sana crítica.

3. NULIDAD: La omisión del requisito legal de interrogar al testigo sobre


las generales de la ley producirá la nulidad de la declaración (Véase comentario al
Art. 342 del CPC, numeral 5).

ART. 329.- FORMA DE LAS PREGUNTAS. Las preguntas no


versarán más que sobre un hecho; serán claras y concretas, no se formularán las
que estén concebidas en términos afirmativos, sugieran la respuesta, o sean
ofensivas y vejatorias. No podrán contener referencias de carácter técnico, salvo
que fueren dirigidas a personas especializadas.

Las partes podrán formular preguntas ampliatorias por intermedio del


juez, una vez concluido el interrogatorio. Será aplicable, en lo pertinente, lo
dispuesto por el artículo 289.
Antec.: CNC 329.- PM 334.- CPCC 193.-

Conc.: CN 18, 1er. p.- CPC 289; 327; 328; 330 al 334; 342. 2ª. p..-

1. REGLAS: La norma establece las reglas a las que deben ajustarse


las preguntas que se formularán al testigo. Las mismas tienen por objeto lograr la
mayor claridad de la declaración y servir para la debida apreciación por el juez de
las respuestas.

1.1. Las preguntas deben estar redactadas y formuladas por separado,


deben ser claras y concretas y versar, cada una, sobre un hecho.

Si el testigo no comprende se le debe repetir la pregunta.

1.2. No deben estar concebidas en términos afirmativos, como las


posiciones, sino en forma interrogativa, v.g.: Diga el testigo como sabe (o como le
consta)

El juez no formulará y el testigo no esta obligado a responder las


preguntas redactadas en forma afirmativa.

1.3. Preguntas sugestivas: son las que de algún modo sugieren la


respuesta que debe dar el testigo, a quien de esta manera, sólo le restará asentir
o negar. El testigo puede oponerse a contestar estas preguntas.

1.4. Preguntas ofensivas o vejatorias: el testigo puede negarse a


responder este tipo de preguntas ya que la carga pública que tiene de declarar no
alcanza para cubrir ofensas.

1.5. Las preguntas no pueden contener referencias de carácter técnico,


que requieren conocimientos especializados, salvo que el testigo las posea.

2. PREGUNTAS AMPLIATORIAS: Los testigos podrán ser ampliamente


preguntados por las partes.

El que lo ofreció como testigo y su contraparte podrán preguntar al


testigo sobre cualquier hecho controvertido en el juicio. Esta facultad le
corresponde también al juez.

El concepto comprende las repreguntas que era la denominación que se


atribuía a las preguntas que formulaba la parte que no propuso la prueba para
diferenciarlas de las que podía hacer la que había propuesto.

3. RECONOCIMIENTO DE DOCUMENTOS: El testigo puede al declarar


reconocer los documentos que se le exhiban, para lo cual debieron haber sido
agregados en tiempo oportuno.
ART. 330.- NEGATIVA A RESPONDER. El testigo podrá rehusarse a
contestar las preguntas:

a) si la respuesta lo expusiere a un enjuiciamiento penal o


comprometiere su honor; y

b) si no pudiere responder sin revelar un secreto profesional, o similar.

Antec.: CNC 330.- PM 335.-

Conc.: CN 18, 1er. p..- CPC 281, in fine; 285, inc. b); 327 al 329; 342,
2a. p.- CP 147 al 149.- CPP 203.- Ley 861/96 General de Bancos, Financieras y
otras Entidades de Crédito 84 al 88; 108, 4o. p.- Ley 489/95 Orgánica del Banco
Central 6.-

1. OBLIGACIÓN DE DECLARAR: La obligación de declarar es una


carga pública que afecta a las personas, pero no tiene un carácter absoluto. Por
ello, la norma transcripta contempla dos situaciones que producidas hacen que el
testigo pueda rehusarse a contestar las preguntas.

2. EXCEPCIONES:

2.1. Declaración contra sí mismo (inc. a)): En el supuesto analizado la


respuesta lo perjudicará y nadie puede estar obligado a declarar contra sí mismo,
lo cual en la especie tendría el mismo efecto. La Constitución dispone: "Nadie
puede ser obligado a declarar contra sí mismo, contra su cónyuge o contra la
persona con quien esta unida de hecho, ni contra sus parientes dentro del cuarto
grado de consanguinidad o segundo de afinidad inclusive" (Art. 1218, 1er. p. CN).

2.2. Secreto profesional (inc. b)): El secreto profesional es


consecuencia del deber inherente a la función que ejercen ciertas personas a
quienes se impone la omisión de hacer saber a otras las circunstancias relativas a
las cuestiones en que intervienen y que por su naturaleza no deben ser difundidas.
Dice GONZÁLEZ «Estos sujetos por el cargo que invisten y las funciones que
desempeñan son depositarios forzados de los secretos de los ciudadanos. El
abuso de esta confianza por la revelación de los secretos en ellos depositados, es
un grave atentado a la personalidad moral del ciudadano y una negra traición a la
sociedad y a sus deberes, que la ley no puede menos que castigar severamente».

La revelación del secreto debe ser sin motivo legítimo, es decir sin justa
causa.

El elemento esencial del delito es que de él pueda seguir un perjuicio al


agraviado.
Además de la pena, el testigo es responsable del resarcimiento del daño
y perjuicio ocasionado por causa de la revelación del secreto. Véanse los
comentarios a los Arts. 281 y 285 inc. b) del CPC a los que me remito.

El testigo que se ampara en el secreto profesional no se halla, por ello,


eximido del deber de comparecer a la audiencia a la que fuera citado.

ART. 331.- FORMA DE LAS RESPUESTAS. El testigo contestará sin


valerse de notas o apuntes, a menos que por la índole de la pregunta se le
autorizare. En este caso se dejará constancia en el acta de las respuestas dadas
mediante lectura.

Deberá siempre dar razón de sus dichos expresando la forma en que


tuvo conocimiento del hecho. Si no lo hiciere, el juez la exigirá.

Antec.: CNC 331.- PM 336.- CPCC 130; 194.-

Conc.: CPC 153, inc. f); 327, in fine; 328; 329; 332; 334; 342.-

1. DEBER DE DECIR LA VERDAD: El testigo en su declaración tiene el


deber de decir la verdad, lo cual es fundamental y constituye la esencia del
testimonio. Sobre las consecuencias penales del falso testimonio, véanse los
Arts. 327 del CPC numeral 2 y 334 del CPC numerales 1 y 2.

2. FORMA: Las respuestas deben ser dadas personalmente por el


testigo en forma espontánea y directa, sin valerse de notas o apuntes. Tampoco
debe consultar a la parte, a su abogado ni a ninguna otra persona sobre sus
respuestas.

3. FACULTAD DEL JUEZ: Cuando la índole de la pregunta, datos


numerosos, complejos, de carácter contable, u otros similares, haga que el testigo
no pueda responder en la forma prevista en la norma, ésta prevé que el juez
pueda autorizarle que consulte notas o apuntes. Esta circunstancia deberá
hacerse constar en el acta, la que será redactada de acuerdo con lo establecido
en el Art. 153, inc. f) del CPC.

4. FACULTAD DEL TESTIGO: El testigo tiene la facultad de agregar,


rectificar o aclarar sus manifestaciones, todo lo cual deberá constar en el acta.

5. RAZÓN DE SUS DICHOS: El testigo siempre deberá dar la razón, el


motivo, las circunstancias en cuya virtud conoce los hechos sobre los cuales
declara. Su omisión produce la nulidad de la declaración.

El saber el cómo y el porqué sabe lo que declara el testigo es


fundamental para que el juez pueda apreciar la prueba rendida.
ART. 332.- PERMANENCIA. Después que prestaren su declaración,
los testigos permanecerán en la sede del juzgado hasta que concluya la audiencia,
salvo que el juez dispusiere lo contrario.

Antec.: CNC 332.- PM 337.- CPCC 195.-

Conc.; CPC 333; 334; 337, 2a. p.-

1. OBJETO: La norma tiene un doble propósito:

1.1. Hacer posible la prueba de oficio por el juez (Art. 337. 2ª p. CPC).

1.2. Disponer el careó entre los testigos y las partes (Art. 333 CPC).

ART. 333.- CAREO. Se podrá decretar el careo entre testigos o entre


éstos y las partes.

Si el careo fuere difícil por residir los testigos o las partes en diferentes
lugares, el juez podrá disponer nuevas declaraciones, de acuerdo con el
interrogatorio que él formule.

Antec.: CNC 333.- PM 338.- CPCC 196.-

Conc.: CPC 327; 332; 334; 337, 2a. p.; 342.-

1. CONCEPTO: El careo consiste en la interrogación simultánea de dos


testigos o de un testigo y una de las partes.

2. OBJETO: El careo tiene por objeto aclarar y precisar las


declaraciones cuando estas hayan sido contradictorias, a fin de constar su
falsedad. También sirve para conocer detalles que puedan ayudar al
conocimiento de la verdad de los hechos.

3. FACULTAD DEL JUEZ: Es facultativo del juez decretar el careo, el


que puede llevarse a cabo inmediatamente después de recibidas las
declaraciones o en una audiencia posterior. En cualquiera de los casos el juez
formulará el interrogatorio.

4. FACULTAD DE LAS PARTES: El careo puede ser pedido también


por las partes del proceso. El careo debe iniciarse con el previo juramento o
promesa de decir verdad que nuevamente deberán prestar los testigos, quienes
deben ser informados acerca de las penas que les corresponde a los testigos
falaces.

ART. 334.- FALSO TESTIMONIO U OTRO DELITO. Si las


declaraciones ofrecieren indicios graves de falsedad u otro delito, el juez, en auto
fundado podrá decretar la detención de los presuntos culpables, remitiéndolos a
disposición del juez competente, con copia de lo actuado.

Antec.: CNC 334.- PM 339.- CPCC 197.-

Conc.: CPC 314; 327; 328; 331 al 333; 342.- CP 242 al 245.-

1. FACULTAD DEL JUEZ: El juez en auto fundado tiene la facultad de


decretar la inmediata detención del testigo o de otro presunto culpable, cuando las
declaraciones ofrecieren indicios graves de falsedad u otro delito.

El juez de la causa se debe limitar a decretar la detención y remitir a los


presuntos culpables y los antecedentes del caso a la justicia del crimen.

2. CÓDIGO PENAL: El Código Penal considera al falso testimonio como


un delito. En los Arts. 242 y 245 del Título V, Capítulo I, regula los hechos
punibles contra la prueba testimonial.

Véase el comentario al Art. 327 del CPC numeral 2.

ART. 335.- SUSPENSIÓN DE LA AUDIENCIA. Cuando no puedan


examinarse todos los testigos el día señalado, se suspenderá el acto para
continuarlo en los siguientes, sin necesidad de nueva citación, expresándolo así
en el acta que se extienda.

Antec.: CNC 335.- PM 340.- CPCC 198.-

Conc.: CPC 110; 153, inc. f); 319; 326.-

1. SUSPENSIÓN: Cuando no pueda cumplirse con lo dispuesto en el


Art. 319 del CPC, que manda al juez que reciba en audiencia pública el examen
de todos los testigos en el mismo día se deberá suspender la audiencia para
continuarla en los días siguientes.

2. NOTIFICACIÓN: No corresponde una nueva citación a los testigos,


los cuales quedarán notificados al firmar el acta en la que se establecerá el nuevo
día y hora de audiencia.

ART. 336.- RECONOCIMIENTO DE LUGARES. Si el reconocimiento


de algún sitio contribuyere a la eficacia del testimonio podrá hacerse en él el
examen de los testigos.

Antec.: CNC 336.- PM 341.- CPCC 199.-

Conc.: CPC 18, inc. c); 327; 328; 337; 367.-


1. FACULTAD DEL JUEZ Y DE LAS PARTES: La medida prevista en
la norma transcripta puede ser ordenada de oficio o a petición de parte.

2. OBJETO: La disposición concuerda con el Art. 367 del CPC que


establece el reconocimiento judicial como medio de prueba y con el Art. 18, inc. c)
del CPC que atribuye al juez la facultad de ordenar las diligencias que fueren
necesarias para esclarecer el derecho de los litigantes y tiene por objeto obtener
una mayor eficacia en el testimonio.

Art. 337.- PRUEBA DE OFICIO. El juez podrá disponer de oficio la


declaración de testigos mencionados por las partes en los escritos de constitución
del proceso. Asimismo, podrá ordenar que sean examinados nuevamente los ya
interrogados, para proceder al careo o aclarar sus declaraciones.

Antec.: CNC 337.- PM 342.-

Conc.: CPC 18, inc. c); 320; 322; 325; 327; 328; 333; 336; 342.-

1. FACULTAD DEL JUEZ: La norma confiere al juez amplias facultades


a fin de obtener el esclarecimiento de los hechos y así lograr que pueda llegarse a
la verdad real.

En virtud del poder que le confiere el Artículo el juez podrá citar para
declarar a las personas que habiendo sido mencionadas por las partes en los
escritos de demanda, contestación, reconvención y su responde, por un motivo u
otro, no prestaron declaración.

También podrá citar a los testigos que ya fueron interrogados para


aclarar sus declaraciones. Así mismo, podrá disponer el careo previsto en el Art.
333 del CPC.

2. TESTIGOS NO COMPRENDIDOS: Las personas que fueron


ofrecidas como testigos no se hallan comprendidas en el precepto; tampoco las
que ya prestaron declaración, a quienes sólo cabe citarlos para obtener
aclaraciones o para el careo; y las que no pudieron declarar, por haberse
producido la caducidad de la prueba.

ART. 338.- TESTIGOS DOMICILIADOS FUERA DE LA


JURISDICCIÓN DEL JUZGADO. En el escrito de ofrecimiento de prueba, la
parte que hubiere presentado testigos que deban declarar fuera del lugar del
juicio, acompañará el interrogatorio e indicará los nombres de los profesionales
autorizados para intervenir en el diligenciamiento de la prueba, quienes podrán
sustituir la autorización.

Antec.: CNC 338.- PM 342.- CPCC 202.-


Conc.: CPC 6; 128 al 130; 264; 265; 294; 317; 327; 328; 331; 340; 339.-

1. ADMISIBILIDAD: La norma establece los requisitos de admisibilidad


que debe cumplir el ofrecimiento de la prueba testifical cuando ha de producirse
fuera de la jurisdicción del juzgado en razón del domicilio del testigo, ya que éste
no puede ser obligado a declarar ante otro juez que no sea el de su domicilio.

Los requisitos de admisibilidad deben ser cumplidos con motivo de la


presentación del escrito de ofrecimiento de prueba con el que la parte debe:

1.1. Presentar el interrogatorio.

2.2. Indicar los nombres de los profesionales autorizados para intervenir


en el diligenciamiento de la prueba, quienes podrán sustituir en otros la
autorización.

2. FORMA: La diligencia se cumplirá mediante oficio si el domicilio del


testigo se encuentra dentro de la República o exhorto si se halla en el extranjero
(Arts. 128 al 130 CFC).

Cabe recordar, que en virtud de lo dispuesto en el Art. 264 del CPC, los
jueces asistirán a las actuaciones de prueba que deban practicarse fuera de la
sede del juzgado, pero dentro del radio urbano.

Cuando las actuaciones deban practicarse fuera del radio urbano pero
dentro de la circunscripción judicial, los jueces están facultados a trasladarse para
recibirlos o encomendar su diligencia a los de las respectivas localidades (Art. 265
CPC).

ART. 339.- EXAMEN DE LOS INTERROGATORIOS. En el caso del


artículo anterior el interrogatorio quedará a disposición de la parte contraria, la que
podrá, dentro de tercero día, proponer preguntas. El juez podrá eliminar las
notoriamente impertinentes, y agregar aquellas que considere convenientes.

La contraparte también podrá designar representante que iba intervenir


en el diligenciamiento de la prueba, haciéndose constar la designación en el oficio
o exhorto.

En el acto de la declaración, las personas autorizadas podrán ampliar el


interrogatorio.

Antec.: CNC 339.- PM 344.-

Conc.: CPC 128 al 130; 327 al 329; 338; 340; 342.-


1. REQUISITO DE ADMISIBILIDAD; Cuando se trata del
diligenciamiento de la prueba testimonial para la declaración de testigos
domiciliados fuera de la circunscripción judicial del juzgado de la causa, el oferente
debe acompañar con el ofrecimiento -como requisito de admisibilidad- el
interrogatorio el cual estará abierto y deberá quedar a disposición de la parte
contraria.

2. FACULTAD DE LA PARTE: La contraparte dentro de tercer día,


podrá:

2.1. Proponer las preguntas que estime convenientes sobre cualquier


hecho controvertido del proceso.

2.2. Designar representante que intervenga en el diligenciamiento de la


prueba, lo cual se hará constar en el oficio o exhorto.

3. FACULTAD DEL JUEZ: El juez, a su vez, podrá:

3.1. Eliminar las preguntas, de cualesquiera de las partes, que


notoriamente sean impertinentes.

3.2. Agregar las preguntas que el considere necesarias.

4. PREGUNTAS AMPLIATORIAS: Tanto el representante del oferente


como el de la contraparte podrán en el acto de declaración ampliar el
interrogatorio, formulando las preguntas ampliatorias que consideren pertinentes.

5. EXHORTO: Tratándose de exhorto, el mismo se tramitará de acuerdo


con lo dispuesto en los tratados y acuerdos internacionales y de conformidad con
las disposiciones legales del lugar de su diligenciamiento.

ART. 340.- AUDIENCIA PARA TESTIGOS DOMICILIADOS FUERA DE


LA JURISDICCIÓN DEL JUZGADO. Las partes podrán pedir que se cite ante el
juez de la causa a los testigos ofrecidos por cualquiera de ellas y domiciliados
fuera de la jurisdicción del juzgado, ofreciendo satisfacer los gastos
correspondientes.

Si no se hubiere depositado en secretaría el importe del pasaje de ida y


vuelta para el traslado del testigo, más el viático que se estableciere, dentro del
segundo día, el juez librará el oficio correspondiente para la declaración del
testigo.

Antec.: CNC 340.- PM 345.-

Conc.: CPC 187, 2o. p.; 314; 317; 319; 321; 322; 338; 339.-
1. REQUISITOS: La norma configura una excepción a la regla de que el
testigo debe declarar ante el juez de su domicilio.

Se produce cuando se cumplen los siguientes requisitos:

1.1. Pedido de parte: dirigido al juez de la causa para que se cite a los
testigos ofrecidos por cualesquiera de ellas cuyos domicilios se encuentran fuera
de la jurisdicción del juzgado donde radica el proceso.

1.2. Pago de todos los gastos del testigo citado: pasajes de ida y
vuelta y viático, el que será fijado por el juzgado.

1.3. Depósito: del total de la suma establecida en la secretaría del


juzgado.

2. CASO DE INCUMPLIMIENTO: Si así no lo hiciere la parte que


formuló la solicitud dentro de segundo día de la providencia que admitió el pedido,
el juez librará, sin más trámite, el oficio o exhorto correspondiente para la
declaración del testigo ante el juez de su domicilio.

3. RESERVA DEL INTERROGATORIO: En el supuesto del 1er. p. del


Artículo, la parte podrá reservar el interrogatorio hasta el momento de la audiencia
respectiva.

ART. 341.- EXCEPCIONES A LA OBLIGACIÓN DE COMPARECER.


Exceptúanse de la obligación de comparecerá prestar declaración al Presidente de
la República, a los miembros del Congreso, a los miembros de la Corte Suprema
de Justicia y del Consejo de Estado, Ministros del Poder Ejecutivo, miembros del
Tribunal de Cuentas, de los Tribunales de Apelación y Jueces de primera
instancia, al Fiscal General del Estado, a los Prelados y a los Jefes de las Fuerzas
Armadas en servicio activo con el grado de General o jerarquía equivalente.
Dichos testigos declararán por escrito, con la manifestación de que lo hacen bajo
juramento o promesa de decir verdad, a su elección, dentro del plazo que fije el
juez, debiendo entenderse que no excederá de diez días si no se lo hubiere
indicado expresamente.

La parte contraria a la que ofreció el testigo podrá presentar un pliego de


preguntas a incluir en el interrogatorio, conforme a lo dispuesto en el artículo 339,
1ª. parte.

Antec.: CNC 341.- PM 346.- CPCC 203.-

Conc.: CPC 301; 317; 324; 327 al 330; 331,2a. p.; 337; 339, 1a. p.; 342.-
CPP 203; 204.-
1. FUNDAMENTO: La norma establece una de las excepciones del
deber de comparecer que tienen los habitantes. Se encuentra fundada en la
índole de las funciones que ejercen dichas personas por el cargo que ocupan, el
cual no podría ser abandonado sin menoscabo de los intereses superiores de la
comunidad.

Las personas exceptuadas lo están en razón del cargo, el que debe


estar efectivamente ejerciendo. No están comprendidos en la excepción legal
quienes ya no lo desempeñan, v.g.: ex presidentes, ex ministros, ex generales,
etc.

2. CARÁCTER DE LA ENUMERACIÓN: La enumeración legal es


taxativa. La norma incluye instituciones que han desaparecido: el Consejo de
Estado. No contempla otras, actuales: Vicepresidente de la República; o de igual o
mayor jerarquía que algunas de las mencionadas: Intendente de Asunción, Capital
de la República.

Los prelados son los superiores eclesiásticos investidos de dignidad por


la iglesia, v.g.: cardenales, arzobispos, obispos, etc.

Cuando la disposición se refiere a los miembros del Congreso, de la


Corte, de los Tribunales, se refiere a: los Senados y Diputados, Ministros de la
Corte y Presidente y Vocales del Tribunal. Obviamente, no comprende a los
secretarios y demás funcionarios de las Cámaras, Corte o Tribunales.

3. FORMA. PLAZO: La declaración de las personas mencionadas en el


Artículo sub examine se efectuará por escrito dentro del plazo que fije el juez el
cual no excederá de diez días, si no lo hubiere indicado expresamente.

El testigo deberá prestar juramento o promesa de decir verdad,


responder el interrogatorio preliminar o «generales de la ley» y dar la razón de sus
dichos, bajo pena de nulidad.

4. FACULTAD DE LA CONTRAPARTE: La parte contraria tiene la


facultad de presentar, a su vez, un pliego de preguntas que serán incluidas en el
interrogatorio que se formulará y deberá contestar el testigo.

ART. 342.- IDONEIDAD DE LOS TESTIGOS. Dentro del plazo de


prueba, las partes podrán alegar y probar, por vía de incidente, acerca de la
idoneidad de los testigos. El juez apreciará, según las reglas de la sana crítica, y
en oportunidad de dictar sentencia definitiva, las circunstancias y motivos que
corroboren, disminuyan o invaliden la fuerza de sus declaraciones.

Antec.: CNC 342.- PM 347.- CPCC 205 al 210.-

Conc.: CPC 180; 182 y sgtes.; 269.-


1. REGLA GENERAL: Todas las declaraciones - en principio- pueden
ser ilustrativas del criterio del juez, pudiendo las partes alegar y probar, por vía de
incidente dentro del plazo de prueba, todas aquellas circunstancias personales,
morales o intelectuales referidas al testigo que puedan hacer desaparecer o
disminuir la fe en el testimonio del declarante.

2. INCIDENTE: La alegación y prueba de la falta de idoneidad se tramita


por incidente que se substanciará en pieza separada, sin suspender el curso del
principal (Art. 182 CPC).

3. APRECIACIÓN DE LA PRUEBA: El juez deberá apreciar las


declaraciones de los testigos, en oportunidad de dictar sentencia definitiva según
las reglas de la sana crítica. La disposición concuerda con la regla general
establecida por el Código, en materia de valoración de pruebas, en el Art. 269
CPC.

La sana crítica se halla fundada en la lógica y en la experiencia y no es


sinónimo de arbitrariedad. Siendo así, el juez al valorar la prueba testimonial
deberá:

3.1. Apreciarla teniendo en cuenta las circunstancias y motivos que


corroboren, disminuyan o invaliden la fuerza de las declaraciones.

3.2. Tener en cuenta la personalidad del testigo, es decir, moral,


temperamento, carácter y conducta. De allí la importancia del Principio de
inmediación de la prueba (Art. 153, inc. a) CPC).

3.3. Considerar el tiempo transcurrido entre el momento en que


ocurrieron los hechos y la fecha de la declaración.

3.4. Tener en consideración si el testigo es de concepto y no de hechos


(primero los hechos, después el concepto) sin descartar el valor del mismo para
aclarar situaciones dudosas.

3.5. Fijarse si el testigo conoce por sí los hechos referidos o por


referencia.

3.6. Ver si se trata de un testigo técnico (sin confundirlo con el perito) el


que presenció los hechos que por su naturaleza requieren conocimientos
especiales. En este caso el testimonio brindado adquiere un especial valor.

3.7. Tener en consideración las condiciones de tiempo, lugar,


iluminación, etc., en los cuales se produjo la percepción de los hechos.
3.8. Tener presente el modo como se formularon las preguntas:
interrogativas, afirmativas o sugestivas; y se dieron las respuestas: animosidad,
afectación, estudio previo, interés, simpatía, etc.

3.9. Tener en cuenta la existencia de contradicciones sobre hechos de


importancia para la decisión.

3.10. Atender el motivo en el que funda la declaración o razón de sus


dichos.

Los factores que influyen sobre la eficacia del testimonio pueden


referirse a:

a) Percepción imperfecta: Cuando por las circunstancias del caso la


misma no pudo ser exacta o cuando se requerían conocimientos técnicos, pero sin
confundir con la prueba pericial, etc.

b) Declaración deficiente: Cuando no se da la razón de sus dichos o


esta no es convincente o cuando se contradice, etc.

c) Parcialidad: Respuestas que parecen el recitado de una lección


aprendida, cuando narra hechos que las circunstancias revelan que no pudo
conocerlos, etc.

4. TESTIGO ÚNICO: El Deuteronomio y las Partidas excluían al testigo


único, de acuerdo con el dístico «Testis unus testis nullus». En la actualidad el
testimonio del único testigo no debe ser desechado, sino que la apreciación de la
prueba deberá ser más estricta y tener en cuenta la calidad del testigo.

5. NULIDAD DE LA PRUEBA: La ausencia de requisitos esenciales en


el diligenciamiento de la prueba produce la nulidad de las declaraciones, v.g.:
testigo sin la edad mínima requerida al momento de declarar; falta de citación a la
parte contraria; no haber el testigo prestado juramento o promesa de decir verdad;
no haberse efectuado el interrogatorio preliminar y no haber dado el testigo la
razón de sus dichos.

Debe recordarse no obstante que en materia procesal la nulidad es


siempre relativa y debe ser interpretada con alcance restrictivo, por los graves
efectos que produce.
CAPITULO VI

DE LA PRUEBA PERICIAL

ART. 343.- PROCEDENCIA. Será admisible la prueba pericial cuando


la apreciación de los hechos controvertidos requiera conocimientos especiales en
alguna ciencia, arte, industria o actividad técnica.

Antec.: CNC 343.- PM 349.- CPCC 162.-

Conc.: CPC 18, inc. f); 118, inc. b); 187, 1er. p;; 227; 265, 2a. p.; 270,
inc. d); 344 al 363; 364, 2o. p.; 446; 515; 531.- CPP 214.- Ley 1680/01 Código de
la Niñez y la Adolescencia 184.-

1. CONCEPTO: La prueba pericial es la producida por peritos, cuando la


comprobación de un hecho controvertido requiera conocimientos especiales en
alguna ciencia, arte, industria o actividad técnica, extraños al saber jurídico del
juez.

2. PERITO: El perito es la persona idónea cuya opinión es requerida


cuando el juzgador no puede apreciar los hechos por sus propios medios.

3. DIFERENCIA CON EL TESTIGO: Del concepto dado surge la


principal diferencia existente con el testigo. En el perito que vale es su opinión
fundada en la especialidad del conocimiento que posee. En el testigo lo que se
tiene en cuenta es el relato objetivo de los hechos que ha percibido.

4. OBJETO: La pericia tiene por objeto hechos.

El dictamen pericial puede versar sobre:

4.1. La opinión o juicio del perito acerca del hecho mismo examinado o
de sus causas o efectos, v.g.: falsedad de un documento, causas de un siniestro,
grado de incapacidad producida por una lesión, etc.

4.2. La comprobación de un hecho que requiera una actividad técnica


particular, v.g.: dimensión de un terreno, operaciones de la bolsa, etc.

La pericia no tiene por objeto probar las cuestiones de derecho


debatidas en el juicio; porque estas quedan reservadas a la interpretación y
decisión judicial.

5. CLASES: 5.1. Voluntaria: Cuando se lleva a cabo a petición de


cualquiera de las partes (Art. 344 CPC) o de oficio por el juez (Art. 350 CPC).
5.2. Necesaria: Existen ciertos juicios en los que la pericia se halla
impuesta por la ley, v.g.: mensura (Art. 657 CPC), declaración de insania.

ART. 344.- OFRECIMIENTO. Al ofrecer la prueba pericial el interesado


deberá:

a) indicar la especialización que han de tener los peritos;

b) proponer peritos, haciendo constar la aceptación del cargo y


juramento o promesa de decir verdad. A este efecto, el perito propuesto
suscribirá también el escrito; y

c) proponer los puntos de la pericia.

Antec. CNC 344.- PM 350 .-

Conc.: CPC 187, 1er. p.; 253, 2o, p.; 247; 343; 345 al 349; 351; 352;
363.- COJ 176; 177.-

1. OPORTUNIDAD: La prueba pericial, en el proceso de conocimiento


ordinario, deberá ser ofrecida por escrito dentro de los primeros diez días de haber
quedado firme la providencia que decretó la apertura de la causa a prueba (Art.
253, 2o. p. CPC).

2. REQUISITOS: El escrito de ofrecimiento contendrá:

2.1. La proposición del perito, con los datos necesarios para su


individualización, domicilio y la especialización que posee.

2.2. Los puntos de la pericia, es decir, las cuestiones que serán


sometidas al dictamen pericial.

2.3. La aceptación del cargo, el juramento o promesa de decir verdad y


la firma, todo lo cual será hecho por el perito propuesto en el escrito de
ofrecimiento. Con relación al juramento el Art. 177 del COJ, dispone: «Producido
el nombramiento y aceptado el cargo, los peritos prestarán juramento de
desempeñarlo bien y fielmente, dentro del término que la ley le señale».

3. RECHAZO DE OFICIO: El ofrecimiento de la prueba pericial que no


reúna los requisitos enumerados será rechazado por el juez en razón de que los
mismos constituyen condiciones de admisibilidad de la prueba.

4. INCIDENTES. REMISIÓN: Véase comentario al Art. 187 1er. p. del


CPC numeral 1.
ART. 345.- TRASLADO. Del escrito a que se refiere el artículo
anterior, se correrá traslado por tres días a la otra parte. Esta, al contestarlo,
deberá manifestar si se adhiere o se opone a la prueba, o que no tiene interés en
ella.

Antec.: CNC 345.- PM 351.

Conc.: CPC 145; 247; 343; 344, 346 al 349; 351; 363.-

1. TRASLADO: El ofrecimiento de la prueba se substancia con un


traslado que el juez correrá a la otra parte por el plazo de tres días, perentorios e
improrrogables.

2. CONTESTACIÓN: La adversa al contestar el traslado podrá adoptar


una de las siguientes posiciones:

2.1. Adherirse a la prueba, en cuyo caso se debe estar a lo dispuesto en


el Art. 346 del CPC.

2.2. Oponerse a la prueba, manifestando que la prueba ofrecida:

2.2.1. No se refiere a hechos controvertidos en el juicio.

2.2.2. Fue realizada en forma extemporánea.

2.2.3. Es superfina o meramente dilatoria.

2.2.4. No es admisible.

2.3. Manifestar que no tiene interés en la prueba, debiendo estarse a lo


dispuesto en el Art. 349 del CPC.

ART. 346.- CASO DE ADHESIÓN O DE OPOSICIÓN. Si la otra parte


se adhiere a la prueba deberá:

a) manifestar su conformidad con el perito propuesto por la contraria, o


proponer otro, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 344, inciso b; y

b) proponer otros puntos que deban constituir también objeto de la


prueba, si conviniere a su derecho, y objetar la procedencia de los mencionados
por quien la ofreció. En este caso se correrá traslado a la contraparte por tres
días, para que se pronuncie sobre los puntos propuestos, y, en su caso, manifieste
su conformidad con el perito ofrecido por la adversa. Si se opone, al COntestar el
traslado expondrá las razones de su oposición.

Antec.: CNC 346.- PM 352.-


Conc.: CPC 343 al 345; 347; 348; 351.-

1. ADHESIÓN: Dentro del plazo de tres días que tiene la parte para
contestar el traslado conferídole podrá presentar un escrito en el que manifiesta su
voluntad de adherirse a la prueba pericial ofrecida por la contraria, en cuyo caso
podrá:

1.1. Manifestar su conformidad con el perito propuesto por la contraria,


debiendo ser éste nombrado por el juez como perito único (Art. 348, inc. a) CPC).

1.2. Proponer otro perito, debiendo estarse a lo dispuesto en el Art. 348,


inc. b) del CPC.

1.3. Proponer otros puntos de pericia y aceptar u objetar los propuestos


por la otra parte. En este caso, se correrá traslado a la parte contraria por tres
días a fin de que se pronuncie sobre los puntos de pericia propuestos y manifieste
su conformidad o disconformidad con el perito ofrecido.

2. OPOSICIÓN: Al contestar el traslado la parte podrá oponerse a la


prueba pericial ofrecida por la contraparte, debiendo en este caso expresar las
razones o motivos en los que funda su actitud, v. g.: ofrecimiento extemporáneo,
prueba inadmisible o referida a hechos no controvertidos, superflua o meramente
dilatoria, etc.-

ART. 347.- FORMA DE PROPOSICIÓN EN CASO DE PLURALIDAD


DE ACTORES O DEMANDADOS. Si fueren más de dos los litigantes,
propondrán un perito los que sostengan las mismas pretensiones, y otro los que
las contradigan. El procedimiento será el mismo que se prevé en los artículos
precedentes.

Si los litisconsortes no se pusieren de acuerdo, el juez insaculará los


que se propongan, y el sorteado se tendrá por propuesto.

Antec.: CNC 347.- PM 353.- CPCC 163, 2o. p..-

Conc.: CPC 65; 101; 251; 343 al 346; 348; 349; 351.-

1. LITISCONSORCIO: La norma prevé la hipótesis de que es el proceso


existan litisconsortes en cuyo supuesto los que sostengan las mismas
pretensiones o las contradigan deberán proponer un sólo perito por cada parte.

Cuando se trate de un representante que actúa por diversos litigantes


que tienen un interés común, como consecuencia de haberse producido la
unificación de la personería, el representante único es el que propone el perito
(Art. 65 CPC).
2. SORTEO: En caso de que los litisconsortes que tienen una misma
posición en el proceso no pudieren ponerse de acuerdo, propondrán sus
respectivos peritos y el juez sorteará cual de ellos cercerá la función, siendo
irrecurrible la designación así efectúala por aplicación analógica de lo dispuesto en
el Art. 251 del CPC y por razones de economía procesal.

ART. 348.- RESOLUCIÓN. Dentro de tercero día de contestado el


traslado, o de transcurrido el plazo para hacerlo, el juez dictará resolución, y si
considerase admisible la prueba, deberá:

a) designar perito único, si hubiere conformidad entre las partes;

b) nombrar a los ofrecidos por ellas y designar un tercero de oficio, si no


la hubiere;

c) aprobar los puntos de la pericia, pudiendo agregar otros;

d) señalar el plazo dentro del cual deberán expedirse los peritos. Si no


lo hiciere, se entenderá que es de veinte días, cual correrá independientemente
del plazo ordinario de prueba.

Antec.: CNC 348.- PM 354.- CPCC 163, 1er. p.; 164.-

Conc.: CPC 247, 2o. p.; 251; 343 al 347; 349.- COJ 176.-

1. CONTENIDO: El juez dictará resolución dentro del plazo de tres días


de contestado el traslado o de haber transcurrido el mismo sin haberse
contestado; el mismo podrá disponer:

1. No hacer lugar a la prueba, si la considera inadmisible por hallarse


dentro de los supuesto contemplados en el Art. 247, 2o. y del CPC.

2. Declarar la procedencia de la prueba, en cuyo caso:

2.1. Si hubiere conformidad entre las partes: designará perito único.


También nombrará perito único cuando una de las partes no demuestre interés en
la prueba (Art. 349 CPC).

2.2. Si no hubiere conformidad: designará un perito tercero de oficio y


nombrará a los demás ofrecidos por las partes.

El Art. 176 del COJ, dispone al respecto: «El nombramiento de los


peritos corresponde al Juez o Tribunal que entienda en la causa o juicio. En este
nombramiento intervendrán los litigar en la forma preceptuada por las leyes
procesales».
2.3. Fijará los puntos de la pericia, aprobando los propuestos por las
partes, eliminando los superfluos y agregando los que él considere conveniente.

2.4. Señalará el plazo dentro del cual deberán expedirse los peritos
presentando su dictamen (Art. 358 CPC).

Si el juez no fija plazo el mismo será de veinte días.

El plazo judicial o legal referido corre independientemente del plazo


ordinario de prueba; vale decir, su inicio y su vencimiento se producen en forma
paralela y autónoma al plazo ordinario prueba.

ART. 349.- CASO DE FALTA DE INTERÉS EN LA PRUEBA. Si en la


oportunidad prevista en el artículo 345, la otra parte manifestare que no tiene
interés en la prueba, o no contestare el traslado, el juez tendrá como perito único
al ofrecido.

Antec.: CNC 349.- PM 355.- CPCC 164.-

Conc.: CPC 251; 345; 363.-

1. NOMBRAMIENTO DE PERITO ÚNICO: Si la parte, a quien se le


hubiera corrido el traslado previsto en el Art. 345 del CPC, manifestare que no
tiene interés en la prueba o no contestare el mismo, el juez deberá designar como
perito único al ofrecido por la parte contraria con motivo de dictar la resolución
pertinente (Art. 348 CPC).

La designación del perito, en las condiciones señaladas, será inapelable


(Art. 251 CPC).

2. GASTOS Y HONORARIOS: En este caso los gastos y horarios de los


peritos serán a cargo de quien solicitó la prueba, salvo que hubiere sido necesaria
para la solución del pleito (Art. 363 CPC).

ART. 350.- DISPOSICIÓN OFICIOSA DE LA PRUEBA. Cuando el


juez lo estimare necesario podrá disponer, de oficio, la prueba pericial. En este
caso designará uno o tres peritos, atendiendo a la importancia de la cuestión.

Antec.: CNC 350.- PM 356.-

Conc.: CPC 18, inc. f); 251; 351; 362.-

1. FACULTAD DEL JUEZ: El juez, fundado en las facultades


instructorias que le confiere la ley en el Art. 18 del CPC y conforme a lo dispuesto
en la norma transcripta, podrá ordenar, cuando lo estime necesario para
esclarecer el derecho de los litigantes, de oficio, el diligenciamiento de la prueba
pericial, respetando el derecho de defensa de las partes.

Podrá, en el caso, nombrar uno o tres peritos atendiendo la importancia


o complejidad de la cuestión que será objeto de la prueba y teniendo, a su vez, en
cuenta el valor o cuantía del juicio.

2. RESOLUCIÓN: La decisión del juez que ordena de oficio la


producción de la prueba pericial es inapelable, de acuerdo con el Art. 251 del
CPC.

ART. 351.- IDONEIDAD. Si la profesión estuviere reglamentada, los


peritos deberán tener títulos habilitantes en la ciencia, arte, industria o actividad
técnica especializada a que se refieran las cuestiones acerca de las cuales deban
expedirse. Podrá también proponerse como perito a una persona jurídica o
entidad especializada. En caso contrario, o cuando no hubiere en el lugar del
proceso perito con título, podrá ser nombrada cualquier persona idónea.

Antec.: CNC 351.- PM 357.- CPCC 165; 166.-

Conc.: CPC 343 al 346; 350; 362.- COJ 174; 175.-

1. CONCEPTO: La idoneidad es la suficiencia o aptitud de una persona


para desempeñar una función, oficio o arte.

La voz proviene del latín «idoneus» que significa: adecuado, apropiado.

2. CARÁCTER: El poseer conocimientos especiales es un requisito


legal (Art. 343 CPC) y es de la esencia de la prueba pericial.

3. PERSONAS JURÍDICAS O ENTIDADES ESPECIALIZADAS: No es


imprescindible que el perito sea una persona física, el Artículo sub examine
permite proponer como perito a una persona jurídica o entidad especializada, en
concordancia con el Art. 362 del CPC.

4. PROFESIÓN REGLAMENTADA: De acuerdo con el precepto, si la


profesión del perito se encuentra reglamentada, los peritos deberán tener títulos
habilitantes y hallarse matriculados ante la Corte Suprema de Justicia (Art. 174,
1a. p. COJ).

Para la concesión de la matrícula por la Corte Suprema de Justicia,


deben concurrir las siguientes condiciones: título profesional, mayoría de edad,
honorabilidad y buena conducta. La Corte Suprema de Justicia podrá casar la
matrícula en los mismos casos y por los mismos procedimientos establecidos en
este Código para abogados y procuradores, establece el Art. 175 del COJ.
5. PROFESIÓN NO REGLAMENTADA: Si la profesión no estuviese
reglamentada o cuando en el lugar del proceso no hubiere perito con título, podrá
ser nombrado como perito cualquier persona idónea. El Art. 174, 2a. p. del COJ,
dice al respecto: «Si no hubiese perito titulado, se nombrará a persona idónea o
práctica». El término «práctica» utilizado por la norma equivale a
«experimentada» en la ciencia, arte, industria o actividad técnica relacionados con
la materia sobre la que debe versar la pericia.

ART. 352.- RECUSACIÓN. Los peritos nombrados de oficio podrán ser


recusados por justa causa, hasta tres días después de notificado el nombramiento,
debiendo ofrecerse las pruebas en el mismo escrito de recusación. Los ofrecidos
por las partes, sólo serán recusables por causas sobrevinientes a la elección o
cuya existencia se hubiere conocido con posterioridad.

Son causas de recusación las previstas respecto de los jueces, y


además la falta de título o la falta de idoneidad en la materia de que se trate, en el
supuesto del artículo anterior.

Antec.: CNC 352.- PM 358.- CPCC 167.-

Conc.: CPC 20; 344 al 348; 350; 351; 353; 354.- COJ 174; 175.-

1. RECUSACIÓN CON EXPRESIÓN DE CAUSA: Los peritos


nombrados de oficio por el juez o por las partes podrán ser recusados por justa
causa.

Son justas causas de recusación de los peritos las establecidas por el


Código Procesal Civil en el Art. 20 referidas a los jueces (Véase comentario a
dicho Artículo).

Debe agregarse a dichas causas la falta de título o de idoneidad.

2. OPORTUNIDAD:

2.1. Los peritos nombrados de oficio podrán ser recusados hasta tres
días después de notificado el nombramiento.

2.2. Los peritos propuestos por las partes sólo serán recusables por
causas sobrevinientes a la elección o cuya existencia se hubiere conocido con
posterioridad. La razón está en que si existieran causas anteriores ya conocidas
por la parte, bastará con que se formule la correspondiente oposición al
nombramiento en ocasión de contestar el traslado dispuesto en el Art. 345 CPC
(Art. 346, inc. b) in fine CPC).

Cabe aclarar que los peritos nombrados de oficio podrán también ser
recusados por causas sobrevinientes o conocidas con posterioridad a la
designación aunque haya vencido el plazo de tres días fijado al efecto, dado que
el perito parcial con su actuación incorrecta puede afectar profundamente la
eficacia de la prueba.

3. PRUEBA: Las pruebas correspondientes deberán ser ofrecidas con el


escrito de recusación.

ART. 353.- RESOLUCIÓN DE LA RECUSACIÓN. Si la recusación


fuere contradicha, el juez resolverá el incidente sin recurso alguno. Esta
circunstancia podrá ser considerada por el Tribunal de Apelación al apreciar la
prueba.

Antec.: CNC 353.- PM 359.- CPCC 169.-

Conc.; CPC 30; 133, inc. i); 182; 352; 354.-

1. RECHAZO «IN LIMINE»: El juez podrá rechazar «in limine» la


recusación manifiestamente infundada, de acuerdo con los Arts. 30 y 184 del
CPC.

2. TRASLADO: En caso de que no fuere rechazada «in limine» el juez


deberá correr traslado al perito recusado y a la parte concontraria.

La notificación al perito debe hacerse por cédula en el domicilio


denunciado por éste en el escrito de ofrecimiento o en el fijado al aceptar el cargo
si fue nombrado de oficio (Art. 133, inc. i) CPC).

En el caso de que el perito admita la causal de recusación se estará a lo


dispuesto en el Art. 354 del CPC.

La actitud de la parte contraria dependerá básicamente de la asumida


por el perito. En caso de que el perito guarde silencio, podrá admitir o contradecir
la recusación. Pero si el perito admite o contradice la recusación, no podrá
manifestar nada al respecto.

3. RESOLUCIÓN: La resolución que dicte el juez sobre la recusación es


inapelable. No obstante, la parte puede solicitar al tribunal de apelación que
considere la cuestión con motivo de apreciar la prueba rendida en los autos.

ART. 354.- REEMPLAZO. En caso de ser admitida la recusación, se


procederá a reemplazar al perito o los peritos recusados en la forma establecida
para el nombramiento.

Antec.: CNC 354.- PM 360.- CPCC 170.-

Conc.: CPC 344 al 348; 350 al 353.-


1. FORMA: En el caso de ser admitida la recusación la designación o el
nombramiento del perito reemplazante dependerá del modo en que fue designado
o nombrado el perito reemplazado.

Si fue de oficio u ofrecido por las partes deberá procederse de la misma


forma, de acuerdo con las previsiones establecidas en las normas del presente
Capítulo del Código que reglamentan ambas hipótesis.

ART. 355.- REMOCIÓN. Será removido el perito que rehusare dar su


dictamen o no lo presentare oportunamente. En estos casos o cuando renunciare
sin motivo atendible, el juez nombrará otro en su lugar, de oficio, y condenará a
aquél a pagar los gastos de las diligencias frustradas. También podrá ser
condenado al pago de daños y perjuicios ocasionados a las partes, si éstas lo
reclamaren. El reemplazado no tendrá derecho a percibir honorarios.

La negligencia de uno de los peritos no excusará a los otros, quienes


deberán realizar las diligencias y presentar el dictamen dentro del plazo que fijare
el juez.

Antec.: CNC 355.- PM 361.- CPCC 172.-

Conc.: CPC 348, inc. d); 356; 358; 519 y sgtes; 683; 702, in fine.- COJ
178; 179.-

1. CAUSAS DE REMOCIÓN: La norma establece las causales de


remoción del perito, las que se producen cuando el perito:

1.1. Rehusa dar su dictamen.

1.2. No presenta el dictamen en tiempo oportuno.

1.3. Renuncia sin motivo atendible.

2. EFECTOS: Producida la remoción:

2.1. El juez nombrará de oficio otro perito en reemplazo del removido y


lo condenará a este a pagar los gastos de las diligencias frustradas. La ejecución
se hará por el procedimiento establecido para la ejecución de sentencias (Arts.
519 y sgtes. CPC).

2.2. Las partes podrán solicitar al juez de la causa que también condene
al perito a pagar los daños y perjuicios que hubiere ocasionado. La vía deberá
ser la del juicio sumario, porque así lo autoriza una interpretación razonable del
Artículo comentado, pero sólo para fijar el monto de la indemnización (Arg. Art.
702 CPC).
Por su parte, el Art. 179 del COJ establece: «Los peritos responderán de
los daños y perjuicios causados por su negligencia o mal desempeño del cargo,
sin perjuicio de su responsabilidad penal».

2.3. El perito reemplazado no tendrá derecho a percibir honorarios.

3. NEGLIGENCIA: El segundo párrafo de la norma establece, como


resulta lógico, que la negligencia de uno de los peritos no excusará a los otros
quienes deben realizar las diligencias y presentar, en tiempo oportuno (Art. 348,
inc. d) CPC) el dictamen correspondiente, lo cual es congruente con lo dispuesto
en los Arts. 356 y 358 del CPC que regulan la forma de realizar la diligencia y de
presentar el dictamen.

ART. 356.- FORMA DE REALIZARSE LA DILIGENCIA. Los peritos


podrán practicar la diligencia por separado. Podrá también el juez ordenar, a
petición de parte o de oficio, que los peritos actúen unidos, siempre que las
circunstancias del caso lo aconsejen. Cuando la prueba deba practicarse en un
sólo acto, las partes y sus letrados podrán asistir a él y hacer las observaciones
pertinentes, debiendo retirarse cuando los peritos pasen a deliberar.

Antec.: CNC 356.- PM 362.- CPCC 173.-

Conc.: CPC 358; 359.- COJ 178.-

1. FORMA: La realización de la diligencia de prueba podrá llevarse a


cabo en forma separada. Cada perito podrá independientemente practicar los
trabajos necesarios a fin de formular su opinión a través del correspondiente
dictamen.

Ahora bien, si las circunstancias especiales del caso aconsejan lo


contrario, el juez, de oficio o a petición de parte, ordenará que los peritos actúen
unidos en la práctica de la pericia.

Cuando la pericia se realice en un sólo acto, con la actuación conjunta


de todos los peritos nombrados, las partes y sus letrados podrán asistir al acto y
hacer las observaciones que sean pertinentes sobre aspectos relevantes, así
como para facilitar la información que le pueda ser requerida, con la colaboración,
si es preciso de sus asesores o consultores.

Las partes, sus abogados y asistentes deberán retirarse cuando los


peritos pasen a deliberar sobre algún aspecto en especial o sobre la opinión
definitiva referente al objeto de la pericia.

2. CARÁCTER PERSONAL: La función del perito es indelegable. No


puede sustituirla en otro, sin perjuicio de que reciba colaboración en el desempeño
de su tarea específica.
3. ALCANCE: Los peritos en su actuar deben limitarse a los puntos de
la pericia, no obstante podrán hacer referencias a cuestiones que por su
vinculación con los mismos, consideren indispensable su tratamiento.

ART. 357.- DICTAMEN INMEDIATO. Cuando el objeto de la diligencia


fuere de tal naturaleza que permita a los peritos expedirse inmediatamente,
podrán dar su dictamen por escrito o en audiencia, en cuyo caso informará uno de
ellos, si existiere unanimidad.

Antec.: CNC 357.- PM 363.- CPCC 174.-

Conc.: CPC 153, inc. f); 356; 358 al 360.-

1. FORMA: La norma faculta a los peritos que se expidan de de


inmediato cuando la naturaleza del objeto de la pericia así lo permita. En este
caso emitirán su dictamen por escrito o en una audiencia a la que serán citadas
las partes.

En la audiencia los peritos practicarán el examen conjuntamente y del


mismo modo emitirán su dictamen, informando uno de ellos en caso de existir
unanimidad, dando las explicaciones que las partes pudieran formularles.

2. ACTA: De todo lo acontecido en el acto se labrará acta, la cual será


firmada por el juez, el secretario, los peritos y las partes y sus abogados, si así
quisieren hacerlo.

ART. 358.- FORMA DE PRESENTACIÓN DEL DICTAMEN. El


dictamen se presentará por escrito, con copias para las partes, a su costa.
Contendrá las explicaciones detalladas de las operaciones técnicas realizadas y
de los principios científicos en que los peritos funden su opinión.

Los peritos que concordaren podrán presentarlo en único texto. Los


otros lo harán por separado, aunque lo redactaren en el mismo documento.

Antec.: CNC 358.- PM 364.- CPCC 176.-

Conc.: CPC 356; 357; 359; 360.- COJ 178.- CP 148; 149.-

1. CONCEPTO: El dictamen es la opinión fundada que perito emite


acerca de la cuestión sometida a su parecer.

El dictamen debe ser un documento claro, sencillo y científico. Su


objeto es ilustrar el criterio del juez, de allí que la forma en que se halle redactado
debe ser idónea para obtener dicho resultado y no servir para oscurecer la
cuestión.
Al respecto el Art. 178 del COJ en el inc. e), establece la obligación a
cargo del perito de formular su dictamen de palabra o por escrito, según la
importancia del asunto, expresando con claridad las razones que le sirvan de
fundamento.

2. CONTENIDO: El dictamen debe contener las operaciones técnicas


efectuadas y la opinión fundada en principios científicos, acerca de las
conclusiones a que arribaron los peritos.

3. FORMA: El dictamen pericial debe estar dirigido al juez, pudiendo los


peritos que tengan opiniones concordantes hacerlo en un sólo escrito.

La opinión de los peritos disidentes deberá constar por separado,


aunque también pueden hacerlo en el mismo escrito a continuación en capítulo
aparte, salvo que se trate del dictamen verbal previsto en el Art. 357 del CPC.

Las partes a su costa podrán solicitar y obtener copias del dictamen


pericial.

4. SANCIÓN: El Art. 359 del CPC en el 2° párrafo establece la sanción


que le corresponderá al perito en el supuesto que no brinde las explicaciones o
ampliaciones que cualesquiera de las partes le solicite sobre el contenido de su
informe (Véase el numeral 4 del Art. 359 del CPC).

ART. 359.- EXPLICACIONES. El dictamen se hará saber a las partes,


y a solicitud de cualquiera de ellas, formulada dentro del plazo de cinco días, el
juez podrá ordenar que los peritos den las explicaciones o hagan las ampliaciones
que se consideren convenientes, en audiencia o por escrito, atendiendo a las
circunstancias del caso. La audiencia podrá celebrarse hasta antes del
llamamiento de autos.

El perito que no compareciere a la audiencia, o no presentare el informe


ampliatorio o complementario dentro del plazo, perderá su derecho a percibir
honorarios, total o parcialmente.

Antec.: CNC 359.- PM 365.- CPCC 178.-

Conc.: CPC 131; 355, 2o. p.; 357; 358; 360.-

1. TRASLADO: La norma establece que el dictamen de los peritos «se


hará saber a las partes» y el medio para obtener este fin es el correspondiente
traslado del informe pericial, que debe ordenar el juez una vez presentado y
agregado al expediente.

La notificación se produce en forma automática en los días designados


en la ley (Art. 131 CPC).
2. EXPLICACIONES Y AMPLIACIONES DEL DICTAMEN: Las partes,
dentro del plazo para contestar el traslado que es de cinco días, podrán solicitar
que el juez disponga que los peritos den las explicaciones o hagan las
ampliaciones que se consideren convenientes, las que podrán efectuarse por
escrito o en una audiencia, debiendo establecerse el plazo o fijar el día y hora de
la audiencia, en su caso.

2.1. Facultad del juez: Dichas explicaciones o ampliaciones podrán ser


pedidas de oficio por el juez (Art. 18, inc. e) CPC). También podrá, de acuerdo a
sus facultades instructorias, ordenar que se practique una nueva pericia (Art. 18,
inc. f) CPC).

2.2. Alcance: Los peritos deben brindar explicaciones a fin de:

2.2.1. Aclarar algún punto oscuro.

2.2.2. Completar alguna aseveración brevemente expuesta en el


dictamen.

2.2.3. Suplir alguna omisión en que hayan incurrido.

3. IMPUGNACIÓN DEL DICTAMEN: Las partes, dentro del plazo


señalado en la norma, podrán también impugnar la prueba pericial:

3.1. Por vicios ocurridos en la producción de la prueba.

3.2. Por cuestiones vinculadas al contenido del dictamen.

La falta de impugnación no será óbice para que en los alegatos las


partes expongan dichas circunstancias a fin de que sean apreciadas por el juez en
oportunidad de valorar la prueba.

4. SANCIÓN: La segunda parte de la norma sanciona al perito con la


pérdida total o parcial -conforme al criterio del juez del derecho a percibir sus
honorarios, cuando no realice el informe complementario dentro del plazo o no
concurra a la audiencia fijada al efecto. Si fueren varios la negligencia de uno de
los peritos no excusará a los otros (Art. 355, 2a. p. CPC).

ART. 360.- FUERZA PROBATORIA DEL DICTAMEN PERICIAL. La


fuerza probatoria del dictamen pericial será apreciada por el juez, teniendo en
consideración la competencia de los peritos, la conformidad o disconformidad de
sus opiniones, los principios científicos en que se funden y las demás pruebas y
elementos de convicción que la causa ofrezca.

Antec.: CNC 360.- PM 366.- Ley 662, 5.-


Conc.: CPC 269.-

1. SANA CRÍTICA: La fuerza probatoria del dictamen pericial sigue la


línea trazada por el Código para la valoración de la prueba en general, cuyo
principio rector se halla establecido en el Art. 269 del CPC: la sana crítica.

2. CARÁCTER: La prueba pericial no tiene el carácter de prueba legal


que antes tenía. Consecuentemente, el juez puede apartarse de la conclusión del
dictamen pericial cuando no coincide con los principios lógicos y máximas de
experiencia o no sea concordante con las demás pruebas y elementos de
convicción que la causa ofrezca.

Así también, si la prueba pericial resulta fundada en principios científicos


inobjetables y no existe otra prueba que la desvirtúe ni otros argumentos de
convicción de mayor valor, se debe estar por la opinión de los peritos vertida en el
dictamen.

3. PERITO NOMBRADO DE OFICIO: La opinión del perito nombrado


por el juez tiene mayor valor cuando las opiniones de los demás peritos son
discordantes, sobre todo si no existen observaciones valederas y fundamentales
en contra.

4. CUESTIONES DE ALTA ESPECIALIZACIÓN: La prueba pericial


alcanza su valor más elevado cuando se trata de cuestiones técnicas en las que
se requiere una alta especialización. Pero si del conjunto de las demás pruebas
producidas surge una mejor justificación de los hechos que del dictamen pericial,
debe concederse prioridad a aquélla en desmedro de la pericia.

ART. 361.- ANTICIPO DE GASTOS. Si los peritos lo solicitaren, y si


correspondiere por la índole de la pericia, las partes interesadas en la prueba
deberán depositar la suma que el juez fije para gastos de las diligencias.

Dicha suma deberá ser depositada dentro de quinto día y se entregará a


los peritos, sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva respecto de las costas y
del pago de honorarios. La resolución sólo será susceptible del recurso de
reposición.

La falta de depósito dentro del plazo importará el desistimiento de la


prueba.

Antec.: CNC 361.- PM 367.-

Conc.: CPC 363.-

1. OBJETO: Para cubrir los gastos de la diligencia y si correspondiere


por la índole de la pericia, los peritos puedan contar con un adelanto a fin de
solventar los mismos. Máxime si se trata de gastos que por su importancia
excedan los mínimos corrientes de cualquier diligencia pericial. Dichos gastos no
comprenden los honorarios que le puedan corresponder al perito por su trabajo.

La parte que haya manifestado no tener interés en la pericia está exenta


de correr con los gastos mencionados (Art. 363 CPC), salvo que la prueba fuere
necesaria y sin perjuicio de lo que finalmente se decida en relación de las costas
del juicio.

2. ESTIMACIÓN: Los peritos deberán formular una estimación


justificada de los gastos, a fin de que el juez los fije. Las partes interesadas en la
prueba pericial deben depositar la suma correspondiente en la secretaria del
juzgado, bajo constancia en autos y dentro del plazo de cinco días.

3. RECURSO DE REPOSICIÓN: La resolución que dicte el juez fijando


el monto de los gastos adelantados sólo será susceptible del recurso de
reposición, en atención a la celeridad.

4. DESISTIMIENTO: La falta del depósito dentro del plazo señalado


importará para la parte que la solicitó, el desistimiento de la prueba.

ART. 362.- INFORMES CIENTÍFICOS O TÉCNICOS. A petición de


parte o de oficio, el juez podrá solicitar informes a academias, institutos o
entidades públicas o privadas de carácter científico o técnico, cuando el dictamen
pericial requiera operaciones o conocimientos de alta especialización.

A pedido de las entidades privadas se fijarán los honorarios que les


correspondan percibir.

Antec.: CNC 362.- PM 368.-

Conc.: CPC 350; 351; 358 al 361; 363.-

1. CONTENIDO DEL INFORME: El informe al que se refiere la norma,


es el emitido por los institutos públicos o privados cuando se requiera operaciones
o conocimientos de alta especialización. El mismo constituye un dictamen que
contendrá la opinión fundada del instituto requerido. Siendo así, la prueba será
por su contenido una verdadera pericia incorporada a los autos como un informe.

2. GASTOS Y HONORARIOS: Si se tata de una entidad privada le


corresponderá percibir honorarios y gastos por los trabajos efectuados lo cual es
de toda lógica, como también lo es que si se trata de una entidad pública esta
cobre los gastos en que haya incurrido con motivo del trabajo efectuado.

3. REMISIÓN: Son aplicables los preceptos que rigen a la prueba


pericial en la medida en que el peculiar carácter de este tipo de peritaje lo permita.
ART. 363.- CARGO DE LOS GASTOS Y HONORARIOS. Si alguna de
las partes, al contestar el traslado a que se refiere el artículo 345, hubiere
manifestado no tener interés en la pericia, absteniéndose por tal razón de
participar en ella, los gastos y honorarios de los peritos serán a cargo de quien la
solicitó, excepto cuando aquélla hubiere sido necesaria para la solución del pleito,
circunstancia ésta que se señalará en la sentencia.

Antec.: CNC 363.- PM 369.-

Conc.: CPC 192 y sgtes.; 345; 355; 361.- COJ 180.- CP 313.-

1. REGLA GENERAL: La regla general indica que los gastos y


honorarios que se originan con motivo de la realización de la prueba pericial en el
proceso son a cargo de quien la solicitó.

El Art. 180 del COJ establece: «Los peritos propuestos por los litigantes
serán pagados por los mismos, y los nombrados de oficio percibirán honorarios del
Estado, debiendo en uno y otro caso ser regulados por el juez, quien podrá
asesorarse de la oficina técnica oficial correspondiente y a falta de ésta de un
profesional. Si los honorarios estuvieren a cargo del Estado se dará intervención
al Fiscal General. El Estado quedará exonerado del pago de los honorarios si el
vencido en juicio fuese solvente».

2. EXENCIÓN: La parte que no se mostró interesada en la prueba


pericial y se abstuvo de participar en ella por no proponer peritos, ni puntos de
pericia, ni pidió explicaciones a los mismos, está exenta de abonar los gastos y
honorarios. Salvo que la realización de la diligencia hubiera sido necesaria para
la solución del pleito, en razón de que el juez haya utilizado como argumento para
fundar la sentencia y así haya sido señalada por el mismo al resolver.

Lo mencionado es sin perjuicio de lo que finalmente se decida acerca de la imposición


de las costas, de acuerdo con las reglas establecidas en la materia en el Código, en razón de que
los honorarios regulados a los peritos integran las costas judiciales (Arts, 192 y sgtes. CPC).

3. LEGITIMACIÓN: Los peritos se hallan legitimados para reclamar y obtener el pago


de sus honorarios y el reintegro de los gastos de la manera dispuesta en el Art. 180 del COJ
transcripto, con prescindencia del modo en que se impongan las costas en el juicio.

Las partes podrán formularse oportunamente los reclamos correspondientes a los que
puede dar lugar la imposición de costas, vale decir, si las costas le benefician no obstante haber
abonado los gastos y honorarios del perito por él propuesto, podrá repetir lo pagado en dichos
conceptos del vencido en costas.

La regulación de los honorarios a los que tiene derecho el perito será efectuada por el
juez de conformidad a los aranceles relativos a la profesión del mismo, debiendo ser congruentes
con los honorarios de los demás profesionales que han actuado en el proceso, la importancia y
complejidad de los trabajos efectuados y la cuantía del pleito.

Ver el Art. 313 del C. Penal.


CAPITULO VII

DE LAS REPRODUCCIONES Y EXÁMENES

ART. 364.- CONTENIDO DE LA PRUEBA. El juez podrá disponer, a


pedido de parte o de oficio, ejecución de planos, calcos, relevamientos,
reproducciones fotográficas, cinematográficas u otras, de objetos, documentos,
lugares o sonidos. Podrá igualmente ordenar la reconstrucción de hechos y los
exámenes científicos necesarios para su mejor esclarecimiento.

Se aplicarán, en cuanto fuere pertinente, las disposiciones relativas a la


prueba pericial o a la de reconocimiento judicial.

Antec.: CNC 364.- PM 370.- CPCC 175.-

Conc.: CPC 18; 227; 269; 343; 365 al 367.- Ley 1680/01 Código de la
Niñez y la Adolescencia 184.-

1. FACULTAD DEL JUEZ Y DE LAS PARTES: El precepto concede a


las partes y al juez la facultad para producir el diligenciamiento de todas las
medidas que en él se mencionan y que puedan servir para el esclarecimiento de la
verdad de los hechos controvertidos.

2. ALCANCE: La ejecución de planos, calcos, relevamientos,


reproducciones fotográficas, cinematográficas u otros (grabaciones, videos, etc.)
de objetos, documentos, lugares o sonidos abarca un amplio espectro de
operaciones técnicas que el juez o las partes pueden encomendar su realización a
la persona o entidad que sea idónea para ejecutar la diligencia de que se trate.

El in fine del 1er. párrafo de la norma confiere carácter civil a una


institución de abolengo penal: la reconstrucción de los hechos, usual y a veces
decisiva en el proceso criminal, la cual puede efectuarse en forma combinada con
otras diligencias, v.g.: fotografías, filmaciones, peritajes, etc. Se trata - expresa
DEVIS ECHANDIA- de reproducir artificial o imitativamente el hecho investigado o
circunstancias relacionadas con éste.

3. IMPORTANCIA: Los exámenes científicos pueden tener una gran


variedad y adquieren una extraordinaria relevancia por las posibilidades que de
ellos pueden emerger para el esclarecimiento de la verdad de los hechos, dado el
constante e indetenido avance de la ciencia y la tecnología. Su utilización podrá
resultar, en muchos casos, incluso más eficaz que los tradicionales medios de
prueba.

4. RÉGIMEN LEGAL: Las pruebas mencionadas en la norma se


realizan durante el proceso, consecuentemente se hallan sometidas al régimen
general de las pruebas y al control y fiscalización de las partes. Pueden ser
preconstituidas unilateralmente por las partes, en cuyo caso son válidas, pero
debe ser más estricta su valoración.

La segunda parte del Artículo establece que cuando fuere pertinente,


vale decir no siempre y necesariamente, se aplicarán para el diligenciamiento de
los medios señalados las disposiciones relativas a la prueba pericial o al
reconocimiento judicial.

ART. 365.- RESISTENCIA DE LAS PARTES. Si para la realización de


las reproducciones y exámenes a que se refiere el artículo anterior, fuere
menester la colaboración material de una de las partes, y ésta se negare a
suministrarla, el juez le intimará a que la preste. Si a pesar de ello mantuviere su
resistencia, el juez dispondrá se deje sin efecto la diligencia, pudiendo considerar
la negativa infundada a colaborar en la prueba, como una presunción en su contra.

Antec.: CNC 365.- PM 371.-

Conc.: CN 9; 33; 36; 45.- CPC 364; 369.- Ley 1680/01 Código de la
Niñez y la Adolescencia 184.-

1. PRESUNCIÓN JUDICIAL: La norma hace relación a las


reproducciones y exámenes en que fuere menester la colaboración material de
una de las partes y ésta se negare injustificadamente a suministrarla.

En este supuesto si la persona se niega a prestar su colaboración


material para el diligenciamiento de la prueba, el juez no podrá forzarla u obligarla
a ello. Sólo podrá intimarla, pudiendo considerar la negativa infundada a
colaborar con la prueba como una presunción en su contra la que, obviamente,
podrá ser desvirtuada por las demás pruebas rendidas en el proceso.

2. "INSPECTIO CORPORIS". REMISIÓN: Véase comentario al Art. 369


del CPC, al que me remito.

ART. 366.- GASTOS DE LA DILIGENCIA. Los gastos que demande la


diligencia serán de cuenta del que la ha pedido, o a cargo de ambas partes si
hubiere sido ordenada de oficio.

Antec.: CNC 366.- PM 372.-

Conc.: CPC 192 y sgtes.; 363; 364; 367; 370.-

1. REGLA GENERAL: La regla, en el caso de los gastos y honorarios


que puedan demandar la realización de las diligencias revistas en el Art. 364 del
CPC, establece que son a cargo del que las ha solicitado, sea una sola de las
partes o ambas.
2. DERECHO DE REPETICIÓN: Lo expresado es sin perjuicio de que la
parte que hubiere abonado los gastos y honorarios de la diligencia tenga el
derecho a reclamar su reintegro a la parte a quien en definitiva le hayan sido
impuestas las costas del juicio.

CAPITULO VIII

DEL RECONOCIMIENTO JUDICIAL

ART. 367.- PROCEDENCIA. El juez podrá ordenar, a petición de parte


o de oficio, el reconocimiento de lugares o cosas.

Al decretar la medida determinará su objeto, así como el lugar, fecha y


hora en que se realizará.

Antec.: CNC 367.- PM 373.- CPCC 211.-

Conc.: CPC 18, inc. f); 227; 265, 2a. p.; 270, inc. a); 336; 364, 2o. p.;
366; 368 al 370; 632, inc. b).-

1. CONCEPTO: El reconocimiento judicial consisten en la comprobación


personal por el juez de la existencia y caracteres de una cosa o hecho en forma
directa.

El reconocimiento judicial es un medio de prueba cuya realización es


potestativa del juez, que podrá decretar de oficio o a pedido de parte.

2. DILIGENCIAMIENTO: Si las partes lo solicitan el juez podrá ordenar


su realización en forma inmediata o reservarla hasta antes de dictar sentencia, en
razón de que ésa será la oportunidad de valorar si es o no necesaria su
realización.

Podrá ordenarla también como «medida de mejor proveer» (Art. 18, inc.
f) CPC).

El juez al ordenar la prueba deberá determinar el objeto de la misma, así


como también el lugar, fecha y hora en que se llevará a cabo la diligencia, a fin de
que las partes puedan participar en la misma y efectuar el pertinente control.

Si el órgano judicial es colegiado, sus miembros deberán concurrir en


pleno a la diligencia a fin de que cada uno forme su opinión personal.

De acuerdo con el Art. 265, 2a. p., del CPC los jueces, cuando se trata
de un reconocimiento judicial, podrán trasladarse a cualquier punto de la
República en que tenga lugar la diligencia, excediendo el límite legal de su
competencia en razón del territorio, permitiéndoseles ejercer actos jurisdiccionales
fuera de su circunscripción judicial.

3. IMPORTANCIA: La prueba tiene como finalidad formar la convicción


del juez. Siendo así, su experiencia personal constituye el medio más idóneo al
eliminar cualquier intermediario y realizar en forma directa la apreciación de los
hechos o cosas.

A su vez, adquiere utilidad para valorar o desmeritar otros medios de


prueba.

ART. 368.- ASISTENCIA DE LAS PARTES Y OTRAS PERSONAS. El


juez podrá ordenar, a petición de parte o de oficio, que personas expertas asistan
al acto de reconocimiento, las cuales podrán formular verbalmente sus
observaciones.

Cumplido el procedimiento, se levantará acta en que conste la


realización de la diligencia, las observaciones hechas y los detalles de la misma.
Si el juez lo estimare oportuno, dejará constancia de sus apreciaciones
personales.

Antec.: CNC 368.- PM 374.- CPCC 212.-

Conc.: CPC 153, inc. f); 336; 356, 2a. p.; 367; 369.-

1. ASISTENCIA AL RECONOCIMIENTO: La asistencia de las partes,


que podrán concurrir acompañadas de sus abogados, al diligenciamiento del
reconocimiento, tiene por objeto participar y controlar la prueba.

Además, a pedido de parte o de oficio el juez puede ordenar que


personas expertas, peritos o técnicos, acompañen el acto y formulen las
observaciones que fueren pertinentes, como así también para solicitarles opinión.

2. ACTA: Se debe labrar un acta en la que debe constar todo lo


referente a la diligencia, de acuerdo con la regla general del Art. 153, inc. f) del
CPC.

3. APRECIACIONES DEL JUEZ: Las apreciaciones personales del


juez, de las que puede dejarse constancia en el acta que se labre, deben ser de tal
naturaleza que no configuren un prejuzgamiento; consecuentemente, deberán ser
objetivas, sin que se constituyan en opiniones sobre las cuestiones controvertidas.

ART. 369.- RECONOCIMIENTO DE PERSONAS. El juez podrá


disponer también el reconocimiento de personas, con el objeto de comprobar la
existencia de un signo exterior y visible. Tal reconocimiento se hará sin ninguna
violencia física o moral, debiendo el juez tomar las disposiciones necesarias para
el efecto. En caso de negativa infundada de la parte a colaborar con la prueba,
regirá lo dispuesto en el artículo 365.

Antec.: CNC 369.- PM 375.-

Conc.: CN 9; 33; 36; 45 y ccdtes..- CPC 18, inc. f); 364; 365; 367; 368.-

1. «INSPECTIO CORPORIS»: La norma se refiere al reconocimiento


que puede tener lugar en la persona de una de las partes: «inspectio corporis».

El reconocimiento se halla condicionado a:

1.1. La comprobación de la existencia de un signo exterior y visible en el


cuerpo de la persona.

1.2. La aceptación por parte del requerido.

No podrá ejercerse ninguna clase de violencia o intimidación física o


moral a los efectos de obtener su aquiescencia, en razón de las claras
disposiciones constitucionales acerca de la garantía y protección de la dignidad, la
intimidad y la personalidad humana.

2. NEGATIVA A COLABORAR: En caso de negativa a colaborar con la


prueba se estará a lo dispuesto en el Art. 365 del CPC, en el sentido de que si es
infundada el juez dejará sin efecto la medida previa intimación y constituirá una
presunción en su contra.

3. INTERPRETACIÓN RESTRINGIDA: La interpretación en el presente


caso tiene carácter restringido, por tratarse de un supuesto diferente al del Art. 365
del CPC, en razón de la materia sobre la que aquí recae la prueba: el cuerpo
mismo de la persona, atributo principalísimo de su personalidad, que por ningún
motivo y de ninguna manera puede ser menoscabada, humillada ni degradada.

4. CONDICIÓN INDISPENSABLE: Diferente es el supuesto en que el


reconocimiento o el examen médico sea indispensable por la naturaleza del hecho
controvertido, lo cual estará a cargo del juez determinar, v.g.: examen del presunto
demente o sordo mudo que no sabe darse a entender por lenguaje especializado,
estimación de las lesiones corporales sufridas en un accidente, reconocimiento de
filiación extramatrimonial, etc.

ART. 370.- GASTOS DE LA DILIGENCIA. Se aplicará al respecto lo


dispuesto en el artículo 366.

Antec.: CNC 370.- PM 376.-

Conc.: CPC 192; 366; 632, inc.b).-


1. REMISIÓN: La disposición hace una expresa remisión al Art. 366 del
CPC, por lo que vale aquí lo que tengo comentado al pié del mismo.

CAPITULO IX

DE LA PRUEBA DE INFORMES

ART. 371.- PROCEDENCIA. Los jueces podrán, de oficio o a petición


de parte, requerir informes a las oficinas públicas, escribanos con registro o
entidades privadas.

Antec.: CNC 371.- PM 377.-

Conc.: CPC 18, inc. f); 227; 372 al 378-CC 128 al 130; 375, inc. b).-

1. CONCEPTO: La prueba de informes es aquella en virtud de la cual se


allegan al proceso datos preexistentes obrantes en la documentación, archivos o
registros de oficinas públicas, escribanos con registro o entidades privadas.

2. OBJETO: La prueba de informes, de acuerdo con el concepto dado,


no debe estar dirigida para realizar averiguaciones, sino para constatar u obtener
datos anteriores al juicio.

3. FORMA: El pedido de informe se diligenciará mediante oficio librado


por el juez, con constancia en la copia del recibo del mismo por el destinatario con
indicación de la hora, fecha y persona que recibió y cargo que ocupa. Si es una
oficina pública se debe presentar en mesa de entradas.

4. VALOR: Los informes de las oficinas públicas son instrumentos


públicos por constituir testimonios de instrumentos obrantes en la administración
pública expedidos por funcionarios públicos dentro de su competencia y en
ejercicio de sus atribuciones (Art.375, inc. b) CC).

El grado de valor de los informes provenientes de las entidades privadas


será apreciado de acuerdo con el prestigio, la probidad y la importancia que las
mismas posean, v.g.: Bancos y entidades financieras; Universidades;
Asociaciones científicas, gremiales, culturales; etc.

5. APLICACIÓN DE LAS REGLAS GENERALES: La prueba puede


ordenarse de oficio o a petición de parte y está sometida a las reglas generales
existentes en la materia, en cuanto al ofrecimiento, ordenamiento, diligenciamiento
y apreciación conforme a las reglas de la sana crítica.

ART. 372.- MATERIA DE LOS INFORMES. Los informes deberán


versar sobre hechos concretos, claramente individualizados, controvertidos en el
proceso, relativos a actos o hechos que resulten de los registros contables,
documentación o archivo del informante.

Asimismo, podrá requerirse a las oficinas públicas la remisión de


expedientes, testimonios o certificados, relacionados con el juicio.

Cuando el requerimiento fuere procedente, el informe o remisión de los


documentos solicitados sólo podrá ser negado si existiere justa causa o por razón
de reserva o secreto, circunstancia que deberá ponerse en conocimiento del
juzgado dentro de quinto día de recibido el oficio.

Antec.: CNC 372.- PM 378.-

Conc.: CPC 247; 281, in fine; 371; 373 al 378.- CP 174; 246 al 252.-

1. PREEXISTENCIA: El informe debe referirse a elementos probatorios


ya existentes, que reflejen o transmitan datos o hechos registrados y conservados
en la contabilidad, archivo o documentación del informante.

Los informes, obviamente y como todo medio de prueba, deben versar


sobre los hechos controvertidos en el proceso. Además deben ser concretos y
claramente individualizados; es decir, no ambiguos, oscuros o vagos.

2. EXPEDIENTES ADMINISTRATIVOS: En virtud de la segunda parte


del Artículo, los expedientes administrativos, testimonios o certificaciones obrantes
en las oficinas públicas y relacionados con el juicio pueden invocarse como prueba
y solicitarse que sean remitidos al proceso. Su valor probatorio dependerá de si
en los mismos tuvieron o no intervención quienes en el proceso obstentan la
calidad de partes y su relación con la cuestión debatida en el proceso.

Si el expediente se encuentra terminado podrá solicitarse su remisión


«ad effectum videndi». Si se halla en trámite sólo cabría pedir testimonio de las
piezas pertinentes.

3. NEGATIVA A RENDIR INFORME: El único motivo que excusará el


suministro del informe o la remisión de los documentos solicitados será la
existencia de justa causa de reserva, lo cual deberá comunicarse al juzgado
dentro del plazo de cinco días de recibido el informe.

Véase el comentario al Art. 281, in fine, del CPC acerca del secreto
profesional, al que me remito.

ART. 373.- SUBSTITUCIÓN DE OTRO MEDIO PROBATORIO. No


será admisible el pedido de informe, que manifiestamente tienda a substituir otro
medio de prueba que específicamente corresponda por la ley o la naturaleza de
los hechos controvertidos.
Antec.: CNC 373.- PM 379.-

Conc.: CPC 247, 2o. p.; 371; 372.-

1. CARÁCTER: La prueba de informes por su carácter es supletoria,


sucedánea, subsidiaria de los otros medios probatorios.

Sólo es admisible en los casos en que no sea posible, por


circunstancias especiales, otras pruebas que sean susceptibles de un mayor y
más eficaz control por las partes y el órgano judicial, v.g.: testimonial, pericial,
documental, etc., lo cual no obsta a su configuración como un auténtico y
autónomo medio de prueba.

2. SUBSTITUCIÓN DE OTRO MEDIO PROBATORIO: La prueba de


informes, de acuerdo a la norma transcripta, no será admisible si manifiestamente
con su diligenciamiento se pretendiere sustituir otro medio de prueba, con el
propósito de cubrir o subsanar la negligencia de la parte.

El juez, en este caso, deberá rechazar «in limine» el pedido si, como se
dijo, resulta manifiesta.

ART. 374.- PLAZO PARA LA CONTESTACIÓN. El pedido de informe


o la remisión del expediente deberá ser cumplido dentro del plazo máximo de diez
días, salvo que la providencia que lo ordenase hubiere fijado otro plazo, en razón
de la naturaleza del juicio o de circunstancias especiales.

Antec.: CNC 374.- PM 380.-

Conc.; CPC 146; 371; 372; 375 al 378.-

1. PLAZO MÁXIMO: El precepto fija el plazo máximo de diez días


dentro del cual el informante, sea oficina pública, escribano con registro o entidad
privada, debe cumplir con el deber de evacuar el informe o remitir el expediente al
juzgado.

2. FACULTAD DEL JUEZ: El Artículo sub examine, así mismo, concede


al juez la facultad de fijar otro plazo prudencial y diferente, mayor o menor, de
acuerdo con la naturaleza o importancia u otras circunstancias especiales
relacionadas con el trabajo que pueda significar la elaboración del informe
solicitado.

ART. 375.- RETARDO. El retardo injustificado importará desacato.

Antec.: CNC 375.-

Conc.: CPC 372, 3er. p.; 377; 378, 1a. p.- CF 160, inc. 3o.-
1. SUPUESTOS: Pueden producirse tres supuestos:

1.1. Que se niegue a recibir el oficio.

1.2. Que no conteste o lo haga extemporáneamente.

1.3. Que conteste en forma evasiva o insuficiente, luego de haberse


solicitado la reiteración del mismo para su debida aclaración o justificación.

2. CÓDIGO PENAL: En el nuevo C. Penal no se halla prevista


expresamente la figura del desacato como delito, lo cual constituye una omisión.

ART. 376.- REEMBOLSO DE GASTOS. Las entidades privadas que


no fueren parte en el proceso podrán solicitar el reembolso de los gastos que han
debido efectuar para producir el informe, cuyo monto será fijado por el juez, previa
vista a las partes, y a cargo del oferente de la prueba. En este caso, el informe
deberá presentarse por duplicado. La apelación que se dedujere contra la
respectiva resolución tramitará en expediente separado.

Antec.: CNC 376.- PM 382.-

Conc.: CPC 192 y sgtes.; 371.-

1. GASTOS DE ENTIDADES PRIVADAS, PÚBLICAS Y


ESCRIBANOS: La norma se refiere al reembolso de los gastos en que pudo haber
incurrido la entidad privada como consecuencia del diligenciamiento de la prueba,
siendo el pago de los mismos a cargo del oferente de la prueba, quien luego podrá
reintegrarse del vencido en juicio.

Entiendo que también corresponde el reintegro de los gastos incurridos


por las oficinas públicas y los escribanos con registro, fundado en el Principio de
igualdad y en el de que todo trabajo no se presume gratuito y debe ser
remunerado.

2. RESOLUCIÓN: La estimación será realizada por el informante y


presentada al juez quien, previa vista a las partes, fijará el monto en resolución
que será apelable en relación y sin que su interposición obste la tramitación del
proceso principal.

3. COSTAS: Los gastos finalmente deben integrar las costas del juicio y
su pago corresponderá en última instancia a la parte a cuyo cargo fueron
impuestas, de conformidad con las reglas de los Arts. 192 y sgtes. del CPC.

ART. 377.- CADUCIDAD. Si vencido el plazo fijado para contestar el


informe, la oficina pública o entidad privada no lo hubiere remitido, se tendrá por
desistida de esa prueba a la parte que la pidió, sin sustanciación alguna, si dentro
de quinto día no solicitare la reiteración del oficio.

Antec.: CNC 377.- PM 383.-

Conc.: CPC 145; 372; 374; 375.-

1. REITERACIÓN: Cuando el informante no remite el informe dentro del


plazo máximo legal de diez días o del que el juez fije por razones especiales, la
parte que solicitó la prueba debe reiterar por escrito dentro del plazo de cinco días
del vencimiento que el juez remita un nuevo oficio reiterativo.

2. CADUCIDAD. CARÁCTER: La caducidad de la prueba de informes


se producirá en forma automática "ministerio legis", sin necesidad de pedido ni
sustanciación.

ART. 378.- IMPUGNACIÓN POR FALSEDAD. Sin perjuicio de la


facultad de la otra parte de formular las peticiones tendientes a que los informes
sean completos y ajustados a los hechos a que deben referirse, en caso de
impugnación por falsedad, se requerirá la exhibición de los asientos contables o
de los documentos y antecedentes en que se fundare la contestación.

Antec.: CNC 378.- FM 384.-


Conc.: CPC 130; 180 y sgtes.; 308.-

1. FACULTAD DE LA PARTE: La parte contraria puede formular al


juzgado las peticiones que sean necesarias para que los informes sean completos
y ajustados a los hechos a los que han de referirse, pudiendo hacerlo dentro del
plazo de tres días de ejecutoriada la resolución que ordene su libramiento (Art.
130 CPC).

2. IMPUGNACIÓN: Si el informe fuera impugnado por falsedad material


o ideológica (intelectual) la parte podrá solicitar y el juez podrá disponer de oficio
la exhibición de los asientos contables, documentos, registros o antecedentes que
sirvieron de base y en los que se fundó el informe impugnado.

Cabe recordar que la falsedad ideológica o intelectual consiste en


redactar un documento auténtico en su forma, en su aspecto externo, pero que es
total o parcialmente falso en su contenido, en las manifestaciones o afirmaciones
que contiene o en los hechos consignados.

La falsedad material se relaciona con el aspecto exterior del documento.


Véase comentario al Art. 308 del CPC.

3. INCIDENTE: El medio para efectivizar la impugnación será la promoción del


respectivo incidente, el que se tramitará por cuerda separada, sin que se suspenda el curso del
principal (Arts. 180 y sgtes. CPC).
TITULO III

DE LA CONCLUSIÓN DE LA CAUSA PARA DEFINITIVA

ART. 379.- AGREGACIÓN DE PRUEBAS. ALEGATOS. Si se hubiere


producido prueba, el juez, sin necesidad de gestión alguna de los interesados o
sin sustanciarla si se hiciere, ordenará en una sola providencia que se agreguen al
expediente los cuadernos de pruebas con el certificado del secretario sobre las
que se hubieren producido.

Cumplido este trámite, el secretario entregará el expediente a los


letrados, por su orden y por el plazo de seis días a cada uno, sin necesidad de
petición escrita y bajo su responsabilidad, para que presenten, si lo creyeren
conveniente, un escrito alegando sobre el mérito de la prueba. Se considerará
como una sola parte a quienes actúen bajo representación común.

El plazo para presentar alegatos es individual. El representante podrá


pedir que se lo mantenga en reserva hasta que todas las partes hayan presentado
el suyo.

Antec.: CNC 379.- PM 388.- CPCC 214.-

Conc.: CPC 37; 118, inc. a); 131; 145; 263; 380 al 383; 431; 558, 3er. p.;
683, inc. d); 686, inc. i) la. p.-

1. TRÁMITES POSTERIORES A LA APERTURA DE LA CAUSA A


PRUEBA: La persona que es notificada de la promoción de una demanda en
contra suya puede asumir diversas posturas. (Véase Capítulo V, contestación a
la demanda, numeral 3.). Si el demandado decide contestar la demanda, podrá:

a) Admitir las pretensiones del actor; en cuyo caso el juez debe dictar
sentencia sin más trámite (Allanamiento: Arts. 169 y sgtes. CPC).

b) Reconocer los hechos invocados por el actor pero negar el derecho;


la cuestión se declara de puro derecho (Arts. 241, 242 y 381 CPC).

En ninguno de los supuestos mencionados precedentemente


corresponde abrir a prueba el juicio.

c) Negar los hechos y el derecho o reconocer los hechos y alegar otros


que los modifican o extinguen. En estos casos procede la apertura de la causa a
prueba.

El Artículo sub examine prevé los trámites consecuentes a la etapa


probatoria y que consisten en:
1.1. La agregación de los cuadernos de prueba al expediente principal.

1.2. La oportunidad procesal para que las partes aleguen sobre el mérito
de la prueba producida.

Luego, el juez llamará autos para sentencia (Art. 382, in fine CPC).

2. AGREGACIÓN DE LAS PRUEBAS: Vencido el plazo de prueba, la


norma exige que el juez y el secretario obren de oficio por su propia y personal
iniciativa. El secretario redactará un informe, sobre las pruebas que se hubiesen
producido y el juez dictará una providencia, disponiendo la agregación de los
cuadernos de prueba de las partes y el informe respectivo del secretario al
expediente principal.

3. ALEGATOS: Cumplido el trámite de agregación de las pruebas con el


informe del secretario, éste entregará el expediente a los letrados sin necesidad
de petición escrita y bajo la responsabilidad de los mismos por su orden y por el
plazo de seis días para que si lo creyeren conveniente presenten su escrito de
alegatos.

3.1. Concepto: Se denomina alegato al escrito de conclusión en el que


el actor y el demandado exponen las razones de hecho y de derecho en que
fundan sus respectivas pretensiones.

El alegato debe cumplir la función primera de meritar la prueba


producida, luego efectuar la estimación y alcance de las normas jurídicas
aplicables al caso.

3.2. Contenido: Debe ser un escrito lógico y claro que debe contener:

3.2.1. La recapitulación o síntesis metódica y sucinta de lo actuado.

3.2.2. El análisis de los hechos en que se fundan las pretensiones,


vinculándolos a las pruebas y haciendo la valoración del mérito táctico y jurídico
de lo que se ha probado (meritar las propias pruebas), a la vez que se pone de
resalto las deficiencias de las pruebas del contrario para acreditar el hecho
invocado como fundamento de su derecho (desmeritar las pruebas del contrario).

3.3. Consecuencia de su no presentación. Carácter: La falta de


presentación del alegato por la parte -la norma dice «si lo creyere conveniente»-
no tiene sanción, el perjuicio consiste en el menoscabo en la defensa de su
derecho.

No obstante el carácter protestativo del alegato, el mismo puede


constituir una pieza importante en el proceso escrito, en razón de que el juez
podrá encontrar en él una inestimable colaboración del abogado, porque mediante
la exposición razonada y metódica de los hechos, prueba y derecho aplicable, se
podrá facilitar al juez la correcta y justa decisión de la causa.

3.4. Notificación: La providencia que dicta el juez ordenando la


agregación de los cuadernos de prueba con el informe del secretario al expediente
principal y dispone la entrega de los autos a las partes para alegar se notifica por
automática (Art. 131 CPC) y queda firme a los tres días.

3.5. Plazo: El plazo para presentar el alegato es individual; vale decir,


corre en forma particular para cada una de las partes de modo independiente.

El plazo es de seis días perentorios e improrrogables (Art. 145 CPC)


para cada parte, debiendo el secretario entregar el expediente a los letrados por
su orden, vale decir, primero al actor y luego al demandado (Art. 118, inc. a) CPC).

Comienza a correr desde que queda firme la providencia que ordena la


entrega del expediente a las partes para alegar y siempre que el expediente se
encuentre en condiciones de ser retirado de secretaría.

Para el demandado el término comienza efectivamente a correr desde


que el expediente se encuentra en secretaría a su disposición.

Si el actor no lo devolvió habiendo vencido el plazo que tenía para


hacerlo, el demandado debe intimar su devolución y solicitar, mientras tanto, la
suspensión del plazo.

3.6. Reserva: La parte tiene la facultad de presentar el escrito de


alegato en sobré cerrado, solicitando que se lo mantenga en reserva hasta que
todas las demás partes hayan presentado el suyo o haya vencido el plazo que
tenían para hacerlo.

3.7. Partes múltiples: Si existen más de dos litigantes con derecho a


alegar se suman tantos plazos de seis días como litigantes haya. En estos casos
por razones de orden y claridad la providencia respectiva debería indicar el orden
de retiro del expediente.

3.8. Reconvención: Dado el carácter que la reconvención tiene en


nuestro proceso que debe originarse en la misma relación jurídica o ser conexa
con ella (Art. 238 CPC) el retiro del expediente es uno sólo y, consecuentemente,
también su devolución.

Igualmente el plazo de presentación del alegato comprenderá ambas


cuestiones (demanda, reconvención y sus respectivas contestaciones).

3.9. Pérdida del derecho de alegar: Se pierde el derecho de alegar,


por:
3.9.1. Presentación extemporánea del escrito, en razón de que el plazo
es perentorio.

3.9.2. Devolución tardía del expediente. Aquí no rige el plazo de gracia


del Art. 150 CPC porque el mismo se aplica sólo a los escritos y no a los
expedientes. La devolución del expediente está condicionada al horario de
funcionamiento del tribunal.

3.10. Juicios de menor cuantía: En estos juicios el plazo para la


presentación del alegato es de tres días, siendo individual y aplicándose las reglas
aquí expresadas (Art. 686, inc. i) la. p. CPC).

3.11. Proceso de conocimiento sumario: En este tipo de proceso no


procede la presentación de alegatos (Art. 683, inc. d) CPC).

3.12. Juicio de desalojo: No se admite la presentación de alegatos por


el carácter sumario del proceso (Art. 626/ 3er. p. CPC).

ART. 380.- SUSPENSIÓN DEL PLAZO PARA ALEGAR. Podrán las


partes pedir la suspensión del plazo para alegar, en cuyo caso se estará a lo
dispuesto en el artículo 267.

Del pedido de suspensión se dará traslado a la contraria por el plazo de


tres días.

Antec.: CNC 380.- PM 389.- CPCC 119, 2o. p..-

Conc.: CPC 131; 145; 180 y sgtes.; 267; 379; 686, inc. i).-

1. REQUISITO: La parte que hubiere demostrado diligencia en el


ofrecimiento y producción de sus pruebas podrá solicitar la suspensión del plazo
para alegar (Art. 267 CPC).

2. OPORTUNIDAD: El incidente de suspensión del plazo para alegar


deberá ser deducido por el interesado en el plazo de tres días de notificada la
providencia que declaró cerrado el período de pruebas. Dicha resolución se
notifica por automática (Art. 131 CPC). (Ver el comentario al Art. 379 del CPC,
numeral 3.4.).

3. TRÁMITE: Del pedido de suspensión el juez correrá traslado a la


contraparte por el plazo de tres días perentorios e improrrogables (Art. 145 CPC),
para después dictar la resolución correspondiente.

4. APELACIÓN: La resolución que se dicte será apelable. El recurso


debe otorgarse en relación y con efecto suspensivo.
5. REMISIÓN: Véase el comentario realizado al Art. 267 de CPC, al cual
me remito.

6. JUICIOS DE MENOR CUANTÍA: En estos juicios no procede la


suspensión del plazo para alegar, de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 686, inc.
i) del CPC.

ART. 381.- CUESTIONES DE PURO DERECHO. Con los escritos de


réplica y duplica, en las cuestiones de puro derecho quedará conclusa la causa
para definitiva. También quedara conclusa en el caso del artículo 245.

Antec.: CNC 381.- CPCC 104.-

Conc.: CPC 145; 146; 241; 242; 245; 382; 383.-

1. TRÁMITE: En las cuestiones de puro derecho (Art. 241 CPC) o


cuando por conformidad de partes se prescinde de abrir la causa a prueba (Art.
245 CPC), el juez deberá conferir traslado a las partes por su orden por el plazo
de cinco días (Art. 146 CPC), a fin de que el actor presente su escrito de réplica y
el demandado el de dúplica, quedando con ello conclusa la causa para definitiva
Véase el comentario al Art. 241 del CPC numerales 1 al 4.

2. PLAZO: El plazo de cinco días para presentar los escritos


mencionados de réplica y duplica es individual, perentorio e improrrogable.

3. CARÁCTER: La presentación de los escritos de réplica y dúplica es


facultativa. No existe sanción alguna prevista para el caso de que no se los
presente, salvo -como dije cuando me referí al escrito de alegato de cuyo carácter
participan los escritos de dúplica y réplica- el menoscabo del derecho a la defensa.
Véase el comentario al Art. 242 del CPC numerales 1 y 2.

ART. 382.- LLAMAMIENTO DE AUTOS. Sustanciado el pleito como


de puro derecho o transcurrido el plazo fijado en el artículo 379, el secretario, sin
petición de parte, pondrá el expediente a despacho, agregando los alegatos, si se
hubieren presentado. El juez, acto continuo, llamará autos para sentencia.

Antec.: CNC 382.- PM 390.- CPCC 215.-

Conc.: CPC 145; 379; 381; 383 al 385.-

1. AUTOS PARA SENTENCIA: La presentación de los alegatos es


facultativa, como también lo es la presentación de los escritos de dúplica y réplica
en las cuestiones de puro derecho.
El plazo de presentación de los escritos mencionados es perentorio e
improrrogable por lo que vencido el secretario, sin necesidad de petición alguna,
deberá agregar los alegatos, en su caso, y poner el expediente a despacho.

El juez acto continuo y sin necesidad de petición alguna deberá llamar


autos para sentencia.

ART. 383.- EFECTOS DEL LLAMAMIENTO DE AUTOS. Desde el


llamamiento de autos quedará cerrada toda discusión y no podrán presentarse
más escritos ni producirse más pruebas, salvo las que el juez dispusiere en uso de
sus facultades ordenatorias.

Antec.: CNC 383.- PM 391, 1er. p..- CPCC 216, 1er. p..-

Conc.: CPC 18; 131; 162, inc. c); 382; 427; 437.-

1. NOTIFICACIÓN: La providencia «Autos para sentencia» se notifica


por automática (Art. 131 CPC).

2. EFECTOS: Firme la providencia que llamó autos para sentencia:

2.1. Queda cerrada toda discusión no pudiendo presentarse escritos ni


producirse pruebas.

2.2. No se podrán deducir nulidades de procedimiento. El llamamiento


de autos firme importa la convalidación de las eventuales nulidades que se
pudieron haber producido en el curso de la instancia.

2.3. El juez puede disponer diligencias dé prueba «para mejor proveer»,


en uso de sus facultades instructorias. Véase el comentario al Art. 18 del CPC
numeral 2.

2.4. Comienza a correr el plazo que tiene el juez para dictar sentencia
(Art. 162, inc. c) CPC).

ART. 384.- SENTENCIA DEFINITIVA. La sentencia definitiva deberá


ajustarse a lo dispuesto por esta ley y será dictada en el plazo establecido por ella,
contado desde que quede firme la providencia de autos.

Si se ordenare prueba de oficio, no se computarán los días que requiera


su cumplimiento.

Antec.: CNC 384.- PM 391, 2o. y 3er. p..- CPCC 216, 2o. p..-

Conc.: CN 256, 2o. p. 1a. p..- CPC 15, incs. a) al d); 18; 159; 162, inc.
c); 383; 385.-
1. REMISIÓN: En la sentencia - dice ALSINA - se resume la función
jurisdiccional y por ella se justifica el proceso, pues, en éste y mediante la
sentencia se hace efectivo el mantenimiento del orden jurídico.

El Artículo establece que la sentencia definitiva, como acto procesal de


la mayor importancia, lógicamente debe ajustarse a lo dispuesto en la Constitución
y en éste Código, por lo que me remito a los comentarios realizados en
oportunidad del tratamiento de los Arts. 15, incs. a) ald); 159; 162 y 383 del CPC-.

2. MEDIDAS PARA MEJOR PROVEER: El segundo párrafo del


precepto considera la hipótesis de que el juez haya ordenado el diligenciamiento
de prueba como medida para mejor proveer (Art. 18 CPC). En este caso, no se
computarán los días que requieran su cumplimiento, debiendo ser descontados
del plazo de cuarenta días que tiene el juez para dictar sentencia definitiva en
primera instancia (Art. 162, inc. c) CPC). Dicho plazo quedará suspendido
mientras dure el diligenciamiento de las medidas para mejor proveer.

ART. 385.- NOTIFICACIÓN DE LA SENTENCIA. La sentencia será


notificada de oficio dentro de tercero día.

Antec.: CNC 385.- PM 392.-

Conc.: CPC 133, inc. j); 159; 163; 384.-

1. NOTIFICACIÓN DE OFICIO: La sentencia por ser el acto procesal de


mayor transcendencia e importancia del proceso al resumirse en ella el poder
jurisdiccional del Estado, debe ser –como dicta la norma- de oficio notificada a las
partes dentro del plazo de tercero día de su pronunciamiento. La notificación se
efectiviza por medio de cédula a las partes en su domicilio constituido (Art. 133,
inc. j) CPC).

2. REMISIÓN: Véanse a los comentarios vertidos en ocasión del análisis


del Art. 163 del CPC, a los que me remito.
TITULO IV

DE LOS RECURSOS

1. CONCEPTO: El recurso es el medio de impugnación de una


resolución judicial para obtener su revisión por el juez que la dictó o por otro
superior en jerarquía.

Dice CARNELUTTI que el recurso es el modo de fiscalizar la justicia de


lo resuelto.

2. FUNDAMENTO: El fundamento de los recursos se halla en el anhelo


de justicia, la cual se podrá obtener con mayor seguridad a través de un nuevo
examen de la causa.

3. EFECTOS: La consecuencia inicial de la interposición de un recurso


es impedir que la resolución produzca sus efectos normales.

4. REGLAS GENERALES:

4.1. Declaración expresa de voluntad, que se exteriorice en forma:

4.1.1. Escrita (mediante la presentación del correspondiente escrito de


interposición).

4.1.2. Oral (en una audiencia).

4.2. La facultad de interponer recursos corresponde a:

4.2.1. Las partes y sus representantes necesarios o voluntarios.

4.2.2. Los representantes del Ministerio Público: Fiscal, de la Defensa


Pública y Pupilar.

4.3. La resolución no debe haber quedado firme, ya se trate de una:

4.3.1. Sentencia, porque adquirió la cualidad de la cosa juzgada


(material o formal); o,

4.3.2. Resolución, porque se habrá producido la preclusión.

4.4. Existencia de un interés jurídicamente protegido. El interés se halla


determinado por el perjuicio o gravamen que la resolución produjo en el
recurrente. De ordinario consiste en la disconformidad entre lo peticionado y lo
resuelto. El interés es, en el caso, la medida del recurso.
4.5. Competencia del órgano: El órgano ante el cual se interpone el
recurso debe ser competente para concederlo y el que efectúa la revisión para
resolverlo.

4.6. Ser jurídicamente posible, v.g.: Es inadmisible el recurso de


apelación contra toda providencia que ordena diligencia de prueba o cuando la ley
establece otro medio de impugnación como el incidente de nulidad.

4.7. Interponerse en el plazo fijado en la ley, el cual es: individual,


perentorio e improrrogable.

Cabe también señalar que constituye un elemento común a todos los


recursos que se interpongan oportunamente respecto de las cuestiones que la
resolución decida o que ha omitido decidir, de modo que puedan ser materia de
pronunciamiento por el juzgador.

CAPITULO I

DEL RECURSO DE ACLARATORIA

ART. 386.- EFECTO DEL PRONUNCIAMIENTO DE LA SENTENCIA.


Una vez pronunciada y notificada la sentencia, concluye la jurisdicción del juez
respecto del pleito y no puede hacer en ella variación o modificación alguna.

Antec.: CNC 386.- CPCC 223, 1er. p.-

Conc.; CPC 163; 387; 388.- CPP 126.-

1. INTERPRETACIÓN LÓGICA. REMISIÓN: La correcta interpretación


del precepto transcripto -a todas luces superfluo- debe hacerse en concordancia
con el Art. 163 del CPC. Lo contrario podría llevar a conclusiones desacertadas.

El Art. 163 del CPC establece la regla general del Código, en cuya virtud
la competencia del juez concluye pronunciada la sentencia. Siendo así, el
Artículo que comentamos resulta congruente cuando se lo interpreta en el sentido
de que la «jurisdicción» (competencia) concluye una vez pronunciada, y
«notificada» la sentencia pero esto último al sólo efecto de la interposición del
recurso de aclaratoria.

Siendo así, el recurso de aclaratoria, como también los de apelación y


nulidad, debe -en virtud de ésta disposición- interponerse en el plazo fijado por la
ley una vez que la sentencia, o resolución, sea notificada, no antes ni después.
Véase el comentario al Art. 163 del CPC, al cual me remito.

ART. 387.- OBJETO DE LA ACLARATORIA. Las partes podrán, sin


embargo, pedir aclaratoria de la resolución al mismo juez o tribunal que la hubiere
dictado, con el objeto de que:

a) corrija cualquier error material;

b) aclare alguna expresión oscura, sin alterar lo sustancial de la


decisión; y

c) supla cualquier omisión en que hubiere incurrido sobre algunas de las


pretensiones deducidas y discutidas en el litigio.

En ningún caso se alterará lo sustancial de la decisión.

Con el mismo objeto, el juez o tribunal, de oficio, dentro de tercero día,


podrá aclarar sus propias resoluciones, aunque hubiesen sido notificadas. El
error material podrá ser subsanado aún en la etapa de ejecución de sentencia.

Antec.: CNC 387.- PM 393.- CPCC 223, 2o. p..-

Conc.: CPC 163, inc. a); 388; 389; 420.- COJ 28, p. 1, inc. h).- Ley
1084/97 de Enjuiciamiento de Magistrados 21, inc. f); 33.- Ley 609/95 que
Organiza la Corte Suprema de Justicia 17.- Ley 635/95 que Reglamenta la
Justicia Electoral 6 inc. b); 67.-

1. CONCEPTO: El recurso de aclaratoria es el remedio procesal en cuya


virtud se pide que la resolución dictada decida la cuestión debatida de modo
expreso, positivo y preciso de acuerdo con las pretensiones deducidas.

2. OBJETO: El recurso de aclaratoria tiene por objeto:

2.1. Corregir errores materiales: Referidos a los datos de la parte


resolutiva. Se incurre en error material cuando se altera la posición que las partes
tienen en el proceso (confundir actor con demandado); o sus calidades (atribuir al
locador el carácter de locatario); o se equivoca en sus datos personales; o se
producen errores aritméticos; etc.

El error material podrá ser subsanado de oficio por el juez incluso en la


etapa de ejecución o cumplimiento de sentencia.

2.2. Aclarar expresiones oscuras: Lo cual se puede producir por


deficiencias o imprecisiones de carácter idiomático en el lenguaje empleado, que
dificulten o imposibiliten entender razonablemente lo resuelto.
2.3. Suplir omisiones: Referidas a las pretensiones alegadas y
controvertidas en el proceso, cualquiera sea el carácter de las mismas: principales
o accesorias, v.g.: imposición de costas; pago de intereses; regulación de
honorarios; etc.

3. INTERPOSICIÓN: El recurso de aclaratoria se interpone ante el


mismo juez o tribunal que dictó la resolución. Procede también contra las
resoluciones dictadas por la Corte Suprema de Justicia (Art. 28, p. 1. inc. h) COJ).

4. ACLARACIÓN DE OFICIO: La norma fundada en razones de justicia


y de economía procesal, dispone que el juez o tribunal de oficio podrán, también,
con el mismo objeto mencionado precedentemente, dentro de tercero día, aclarar
sus propias resoluciones, aunque hubiesen sido notificadas.

5. ALTERACIÓN SUBSTANCIAL DE LA RESOLUCIÓN: El Artículo


sub examine, como regla general, establece que en ningún caso debe el juez o
tribunal, con motivo de la aclaración efectuada, alterar lo sustancial de la decisión,
es decir, volver a estudiar los supuestos de hecho y de derecho para otorgarles un
sentido opuesto.

6. RECURSO DE APELACIÓN Y SUBSANACION DE OMISIONES:


Creo razonable y prudente interpretar que en el supuesto de no haberse
interpuesto el recurso de aclaratoria en la oportunidad fijada por la ley (Art. 388
CPC), deducido que fuera el recurso de apelación la parte podrá a través del
mismo solicitar la aclaratoria correspondiente para que sea resuelta en
oportunidad en que se dicte la decisión en la alzada.

De este modo el recurrente tendría dos vías procesales idóneas: la


primera, en la misma instancia en que se produjo la omisión, mediante la
aclaratoria; la segunda, mediante la alegación ante el superior en el escrito de
agravios para que éste decida.

Un pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia expresa, en la


parte que estudia el recurso de nulidad interpuesto, no hacer lugar al mismo en
razón de que cuando existen omisiones de pronunciamiento se debe interponer la
aclaratoria ante el inferior, para que en la instancia superior pueda considerarse la
cuestión mediante el recurso respectivo.

La conclusión que surge del fallo es que en el supuesto de omisión de


pronunciamiento es requisito necesario plantear previamente la aclaratoria para
que el superior tenga competencia para declarar la irregularidad o injusticia de la
sentencia.

La S.D. No. 182 de fecha 17 de julio de 1.987, porque dé ella se trata,


trae al tapete una cuestión procesal opinable la que al parecer hasta ahora no se
halla resuelta en forma definitiva en nuestro medio.
La conclusión que surge del texto de la resolución del más alto tribunal,
encontraría su principal fundamento en el principio del respeto a la doble instancia,
en cuya virtud el superior no podría «suprimir» una instancia y avocarse a la
resolución de cuestiones no decididas en la instancia anterior. Este parecer se
vería amparado por una antigua jurisprudencia sobre el tema (véase Laconich,
Repertorio de Jurisprudencia, Nos. 334, 335, 348 y 474, in fine).

Por mi parte, y de acuerdo con el comentario que efectué bajo el título


«El recurso de alzada como medio para reparar la omisión de pronunciamiento»
en la Gaceta Judicial, Año IV, No 20, p. 200, considero que el «ad quem», en uso
de sus plenos poderes o facultades, puede conocer y decidir la causa de acuerdo
con las pretensiones deducidas y discutidas por las partes y no limitarse
solamente a las cuestiones resueltas por el a quo.

El superior, en consecuencia, puede estudiar y resolver todas las


cuestiones alegadas oportunamente en el juicio por las partes, sin hallarse
constreñido a lo resuelto por el juzgador de la instancia precedente.

El único límite -además del impuesto por la forma en que fue concedido
el recurso- estaría señalado por los términos del escrito de agravios.

Con este razonamiento creo no estar contraviniendo el Principio de la


doble instancia, ya que para que el principio quede configurado es suficiente que
se cumpla el requisito de que el inferior haya tenido «oportunidad» de decidir,
aunque no lo haya hecho. Tampoco el superior estaría «creando» o
«instaurando» la causa ya que la resolverá tal como quedó integrada la relación
procesal.

En la solución que propendo el alcance de los poderes del superior sólo


está supeditado a la actividad de la parte de acuerdo con lo que plantee en sus
agravios, siempre que la cuestión omitida haya sido propuesta y discutida en su
oportunidad.

Creo también, que, incluso, en el supuesto analizado cabría la


procedencia de la inconstitucionalidad porque un pronunciamiento en el que «los
jueces han omitido decidir una cuestión oportunamente propuesta y conducente a
la solución del litigio» vendría a ser arbitraria.

Parecería apartado del ideal de justicia real y efectiva y no sólo formal


que una resolución pudiera adquirir la autoridad de la cosa juzgada, v.g.: con el
nombre de una de las partes intervinientes equivocado, omitido, sustituido o
cambiado; o cuando de dos o más pretensiones deducidas, mediante la
acumulación objetiva de acciones, se omita u olvide resolver acerca de una de
ellas; o en el supuesto de una acumulación subjetiva (pasiva o activa) de
acciones, no se resuelva sobre la pretensión deducida por uno de los sujetos de la
relación procesal (sólo por citar algunos ejemplos de los muchos posibles),
aunque hayan sido interpuestos y concedidos oportunamente los recursos de
apelación y nulidad, por el sólo hecho de no haberse peticionado aclaratoria.

Vale decir, el derecho de las partes, el dispendio de tiempo y de gastos


para los justiciables y para el Estado, la situación de conflicto finiquitada, todo
quedaría en la nada no obstante la posibilidad de una solución que no violentará ni
alterará las reglas del proceso. Véase el comentario al Art. 420 del CPC, al que
me remito.

ART. 388.- PLAZO PARA PEDIRLA Y RESOLVERLA. La aclaratoria


deberá pedirse dentro de tercero día de notificada la resolución y deberá
resolverse, sin sustanciación alguna, en el plazo de tres días.

Su interposición suspende el plazo para deducir otros recursos.

Antec.: CNC 388.- PM 394.- CPCC 223.-

Conc.: CPC 145; 151; 387; 389.-

1. PLAZO: El plazo para interponer el recurso de aclaratoria es de tres


días. Se computa desde la notificación de la respectiva resolución cuya
aclaración se pretende.

2. INTERPOSICIÓN: La aclaratoria se interpone y se funda ante el


mismo juez que dictó la resolución, para que éste resuelva en el plazo de tres
días. Este remedio procesal se funda en el acto de la interposición, y el juez debe
pronunciarse sin substanciación alguna, vale decir, sin correrse traslado.

3. CONTENIDO Y FORMA: Por su contenido la aclaratoria forma parte


integrante de la resolución que aclara.

En cuanto a la forma, ella depende de la clase de resolución a la que


está referido el recurso: si es una sentencia definitiva, deberá ser otra sentencia
con el mismo número con el agregado de «bis» pero con distinta fecha. Igual
solución cabe para los autos interlocutorios. Si se trata de una providencia,
tendrá la fecha de la aclaratoria, con indicación en su texto de que por la misma se
aclara la otra que debe individualizarse con su fecha y número de foja en que se
encuentra en el expediente.

4. SUSPENSIÓN DEL PLAZO PARA RECURRIR: La interposición del


recurso de aclaratoria suspende el plazo para deducir otros recursos. Sobre el
alcance procesal del vocablo suspensión, véase el comentario al Art. 145 del CPC
al cual me remito.
ART. 389.- FORMA DE LA NOTIFICACIÓN. La notificación de la
aclaratoria se hará en la forma prevista para la resolución aclarada, a la cual se
integra.

Antec.: CNC 389.- PM 395.-

Conc.; CPC 131; 133; 387; 388.-

1. CARÁCTER: El pronunciamiento que el juez o tribunal dicta con


motivo de la interposición del recurso de aclaratoria forma parte integrante de la
resolución que fue su objeto.

Siendo así, la aclaratoria no produce efectos procesales autónomos o


diferentes del fallo principal del cual forma parte integrante y del que no puede ser
separado por ningún motivo.

2. NOTIFICACIÓN: La resolución aclaratoria se notifica en la misma


forma prevista para la notificación de la resolución que aclara, consecuentemente,
si fuera una sentencia se notificará por cédula en el domicilio constituido.

CAPITULO II

DEL RECURSO DE REPOSICIÓN

ART. 390.- RESOLUCIONES CONTRA LAS CUALES PROCEDE. El


recurso de reposición sólo procede contra las providencias de mero trámite y
contra los autos interlocutorios que no causen gravamen irreparable, a fin de que
el mismo juez o tribunal que los hubiese dictado los revoque por contrario imperio.

Antec.: CNC 390.- PM 396.- CPCC 224.-

Conc.: CPC 157; 178, 2a. p.; 224, inc. b); 391 al 394; 813, 1er. p 2a. p..-
COJ 28, p. 1, inc. h).- CPT 238.- Ley 154/69 de Quiebras 190.- Ley 609/95 que
Organiza la Corte Suprema de Justicia 17.- Ley 635/95 que Reglamenta la
Justicia Electoral 6, inc. b); 61.- Ley 1084/97 Enjuiciamiento de Magistrados 21,
inc. f); 33.-

1. CONCEPTO: El recurso de reposición o revocatoria es aquel por el


cual el perjudicado por una resolución solicita al mismo juez o tribunal que la dictó
que la reconsidere y revoque por contrario imperio.
Por contrario imperio, significa, que la modificación o revocación
solicitada al juez o tribunal la realice en ejercicio del «imperium» inherente a la
función jurisdiccional.

2. PROCEDENCIA: El recurso de reposición sólo procede contra:

2.1 Las providencias de mero trámite: Que son aquellas dictadas sin
substanciación y que sólo tienden al desarrollo del proceso u ordenan actos de
mera ejecución (Art. 157 CPC).

2.2. Los autos interlocutorios que no causen gravamen irreparable:


Causan gravamen irreparable las resoluciones cuyos perjuicios no podrán ser
enmendados o reparados por alguno de los medios de impugnación en el curso
posterior del proceso o en la sentencia definitiva.

Los autos interlocutorios son los que se dictan durante el curso del
proceso previa substanciación (Art. 158 CPC).

Si la providencia o el auto interlocutorio causa gravamen irreparable,


serán susceptibles del recurso de apelación. Adviértase que la apelación será
procedente siempre que se viole la garantía constitucional del debido proceso.

El recurso de reposición procede en cualquier instancia: contra las


resoluciones dictadas por la Corte Suprema de Justicia, Tribunales de
apelación/de cuentas y jueces, siempre que la resolución posea una de las
características indicadas precedentemente. Es procedente el recurso de
reposición interpuesto contra las resoluciones dictadas por la Corte Suprema de
Justicia (Art. 28, p. 1 inc. h) COJ). La Ley que Organiza la Corte Suprema de
Justicia, dispone: "Las resoluciones de las Salas o del pleno de la Corte solamente
son susceptibles del recurso de aclaratoria y, tratándose de providencia de mero
trámite o resolución de regulación de honorarios originados en dicha instancia, del
recurso de reposición. No se admite impugnación de ningún género, incluso las
fundadas en la inconstitucionalidad" (Art. 17 Ley 609/95).

3. REVOCACIÓN DE OFICIO: Los jueces y tribunales se hallan, a su


vez, facultados para revocar de oficio sus propias resoluciones, siempre que las
mismas aún no hayan sido notificadas a las partes.

ART. 391.- PLAZO DENTRO DEL CUAL DEBE DEDUCIRSE. Se


interpondrá el recurso dentro de los tres días siguientes a la notificación de la
resolución respectiva, y el escrito en que se lo deduzca consignará sus
fundamentos, so pena de tenerlo por no presentado.

Antec.: CNC 391.- PM 398.- CPCC 225, 1a. p.-


Conc.: CPC 145; 151; 390; 392 al 394.- Ley 154/69 de Quiebras 191.-
Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 62.-

1. PLAZO: El recurso de reposición debe interponerse en el plazo de


tres días siguientes a la notificación de la resolución que se impugna. El plazo es
perentorio e improrrogable.

2. FORMA: En el mismo escrito en que se deduce el recurso se


consignaran los fundamentos del mismo.

Se debe tener por no presentado el recurso si el recurrente se limita sólo


a decir que interpone el recurso, sin formular los agravios concretos ni dar razón
que justifique la revocación de la resolución que impugna.

Si el recurso se interpone en una audiencia se lo deducirá en forma


verbal en el mismo acto (Art. 393 CPC).

ART. 392.- PLAZO EN EL CUAL DEBE SER RESUELTO. El juez o


tribunal resolverá sin sustanciación alguna en el plazo de cinco días, y su
resolución causará ejecutoria.

Antec.: CNC 392.- PM 398, 1er. p.- CPCC 225, 1a. p.; 226, 1a. p..-

Conc.: CPC 145; 390; 391; 393.- Ley 154/69 de Quiebras 192; 193.-
Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 63.-

1. PLAZO: El recurso de reposición, de acuerdo con el precepto


transcripto, se resuelve por el juez o tribunal sin substanciación alguna, vale decir,
sin correr traslado del mismo.

El fundamento de la disposición se encuentra en el carácter de las


resoluciones contra las cuales procede la reposición que no causan gravamen
irreparable y en el Principio de economía y celeridad procesal.

El plazo que tiene el juez para resolver es de cinco días no perentorios


(Art. 145 CPC).

2. RESOLUCIÓN: La resolución que dicte el juez resolviendo el recurso


de reposición causará ejecutoria, es decir, desestimado el recurso el recurrente
carece de la facultad de apelar la respectiva resolución.

ART. 393.- PROCEDIMIENTO EN AUDIENCIA. Cuando el recurso de


reposición fuere deducido en audiencia, deberá fundarse verbalmente, y
resolverse en la misma.

Antec.: CNC 393.- PM 399.- CPCC 225, 1a. p.; 226, 1a. p..-
Conc.: CPC 390 al 392.- Ley 154/69 de Quiebras 194.-

1. FORMA: En las audiencias cuando es procedente el recurso de


reposición debe deducirse y fundarse verbalmente.

2. RESOLUCIÓN: El juez, sin substanciación alguna, deberá dictar


resolución en la misma audiencia en la que se interpuso el recurso y su resolución
causará ejecutoria, vale decir, contra la misma no podrán deducirse otros
recursos.

ART. 394.- REPOSICIÓN Y APELACIÓN EN SUBSIDIO. Podrá


interponerse la apelación en subsidio, juntamente con el recurso de reposición,
para el caso que éste fuese denegado por entender el juez o tribunal que la
reposición no es la vía procesal adecuada.

Antec.: CNC 394.- PM 400.- CPCC 226, 2a. p..-

Conc.: CPC 390 al 393; 395.-

1. FORMA: La norma concede al recurrente la facultad de interponer


conjuntamente en el plazo de tres días (Art. 391 CPC) y en forma subsidiaria -para
el caso que el juez o tribunal consideren que la reposición no es la vía procesal
adecuada- los recursos de reposión y de apelación.

Cabe recordar que el recurso de apelación siempre será procedente


cuando se vulnere la garantía constitucional del debido proceso.

2. FUNDAMENTO: La disposición se funda en el Principio de


eventualidad en cuya virtud se deducen conjuntamente ambos recursos en forma
subsidiaria, para el evento de que si se considera inadmisible la reposición se
opere la vigencia de la apelación.

3. DENEGACIÓN: En el supuesto de que el juez o tribunal denieguen el


recurso de reposición interpuesto conjuntamente con el recurso de apelación en
subsidio, se deberá deducir el recurso de queja por recurso denegado ante el
superior (Art. 410 CPC).

4. APELACIÓN DE AGRAVIOS FUTUROS: La interposición del recurso


de reposición y apelación en subsidio, no debe confundirse con la apelación de
agravios futuros, lo cual es improcedente, v.g.: si se interpone el recurso de
apelación al deducirse un incidente para que se le otorgue en el supuesto de que
se dicte una resolución adversa.
CAPITULO III

DEL RECURSO DE APELACIÓN

ART. 395.- PROCEDENCIA DEL RECURSO. El recurso de apelación


sólo se otorgará de las sentencias definitivas, y de las resoluciones que decidan
incidentes o causen gravamen irreparable. Se entenderá por tal el que no pueda
ser reparado por la sentencia definitiva.

Antec.: CNC 395.- PM 405.- CPCC 227.-

Conc.: CPC 10, 3er. p. in fine; 118, inc. a); 204; 231; 244, 2a. p.; 257;
394; 396 al 403; 472; 581; 629; 694, 2o. p.; 770, in fine; 829.- COJ 41.- Ley
1680/01 Código de la Niñez y Adolescencia 180; 181.- Ley 154/69 de Quiebras
195.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14; 16; 17.- Ley
635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 5, incs. c), d), k); 15, inc. k); 55 al 60;
66.-

1. CONCEPTO: El recurso de apelación es el medio en virtud del cual el


litigante que se siente perjudicado por una resolución que considera injusta
reclama del superior jerárquico su modificación o revocación.

2. OBJETO: El recurso de apelación es el de mayor transcendencia y


utilización y es una consecuencia del sistema de la doble instancia.

El recurso de apelación tiene por objeto obtener la reparación de los


agravios producidos por las resoluciones consideradas injustas (error in
iudicando):

2.1. Por haberse erróneamente aplicado una ley inaplicable o haberse


aplicado mal o dejado de aplicar la ley que correspondía (error in iure); o,

2.2. Por haberse errado en la apreciación de los hechos o la valoración


de la prueba (error in facto).

3. FINALIDAD: La apelación persigue que se perfeccione el


conocimiento y consiguiente resolución de una cuestión ya conocida y decidida en
la instancia inferior, a través de la revisión del pronunciamiento y de un nuevo
examen de los hechos y el derecho en que se funda la resolución objeto de la
apelación.

Con la apelación se pretende verificar, sobre la base de la resolución


impugnada, el acierto o el error en que se incurrió en la instancia inferior, no con el
fin de renovar o reiterar los actos procesales producidos en la instancia en que se
dictó la resolución, lo cual importaría un nuevo juicio (novum iudicium), sino para
comparar la resolución con los hechos y el derecho alegados y probados en dicha
instancia a los efectos de decidir en la instancia superior si los mismos han sido
correctamente valorados en la resolución recurrida.

4. PROCEDENCIA: El recurso de apelación sólo se otorgará de:

4.1. Las sentencias definitivas: Que son aquellas que deciden,


normalmente, sobre el mérito de la causa y que ponen fin a la instancia.

4.2. Las resoluciones que deciden incidentes (autos


interlocutorios) o que causen gravamen irreparable (autos interlocutoríos o
providencias): Constituye gravamen (agravio, perjuicio) irreparable el que no
puede ser reparado o enmendado por alguno de los medios de impugnación en el
curso posterior del proceso o por la sentencia definitiva.

El agravio debe ser actual en relación al tiempo y al contenido de la


resolución, v.g.: no corresponde la interposición de apelaciones contra futuras
resoluciones (Véase el Art. 394 del CPC, numeral 4).

5. INTERÉS: Conforme lo expresa CARNELUTTI, para impugnar es


preciso tener interés, el cual esta determinado por el vencimiento. El vencimiento
determina la lesión o agravio.

Contra las resoluciones cabe el recurso de apelación por el sólo hecho


de ser desfavorables, en ello se encuentra ínsito el agravio.

6. APELACIÓN TOTAL O PARCIAL: Puede apelarse el todo o sólo la


parte de la resolución que produce el agravio, en este último supuesto la parte que
no es objeto de recurso queda consentida.

7. DESISTIMIENTO: El desistimiento del recurso de apelación puede


ser:

7.1. Expreso: Cuando existe una manifestación de voluntad


exteriorizada en dicho sentido.

7.2. Tácito: Cuando no se lo funda ante el «ad quem» o se lo hace


indebidamente o cuando se produce la caducidad de la instancia superior.

8. RENUNCIA: Es considerado por algunos que es factible renunciar


anticipadamente a la facultad de apelar por entender que el Principio de la doble
instancia no hace a la esencia de la inviolabilidad de la defensa en juicio.

Personalmente considero que la facultad de apelar forma parte del


derecho a la jurisdicción que tienen todas las personas, el que puede y debe ser
ejercido en su mayor amplitud. Siendo así, la revisión de una sentencia injusta es
de la esencia del Principio de la defensa en juicio que es y debe ser irrenunciable.
ART. 396.- PLAZO PARA SU INTERPOSICIÓN. El plazo para apelar
será de cinco días para la sentencia definitiva y de tres días para las otras
resoluciones.

Antec.: CNC 396.- PM 402.- CPCC 229.-

Conc.: CPC 131; 133; 145; 151; 388, 2o. p.; 394; 395; 397.- Ley 154/69
de Quiebras 196.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14; 16;
17.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 56; 57.-

1. PLAZO: El plazo para interponer el recurso de apelación contra:

1.1. Las sentencias definitivas: Es de cinco días

1.2. Las otras resoluciones (autos interlocutorios y providencias):


Será de tres días.

2. CÓMPUTO: El plazo comienza a correr y se computa desde el día


siguiente de haberse producido la notificación de la resolución que se pretende
impugnar.

3. CARACTERES: Dicho plazo reúne los siguientes caracteres:

3.1. Es perentorio e improrrogable para las partes (Art. 145 CPC) y para
el Ministerio Público: Fiscal, de la Defensa Pública o Pupilar (Art. 151 CPC).

3.2. Es individual. Corre en forma independiente para cada una de las


partes, incluso en el supuesto de litisconsorcio.

4. SUSPENSIÓN DEL PLAZO PARA APELAR: La interposición del


recurso de aclaratoria suspende el plazo para deducir la apelación (Art. 388, 2o. p.
CPC).

ART. 397.- FORMA DE INTERPOSICIÓN. El recurso podrá deducirse


por escrito o verbalmente en el acto de la notificación. En este último caso se
hará constar por diligencia que asentará el encargado de la notificación.

El apelante deberá limitarse a la mera interposición del recurso y si esta


regla fuere infringida se mandará devolver el escrito, previa anotación que el
secretario pondrá en el expediente, con indicación de la fecha de interposición del
recurso.

Antec.: CNC 397.- PM 403.- CPCC 288.-


Conc.: CPC 37; 395; 396; 398 al 406; 581.- Ley 609/95 que Organiza la
Corte Suprema de Justicia 14.- Ley 154/69 de Quiebras 196.- Ley 635/95 que
Reglamenta la Justicia Electoral 58; 59; 66.-

1. CONFIGURACIÓN: El recurso queda configurado por dos momentos


diferentes:

1.1. La interposición: Consiste en la sola deducción ante el juez que


dictó la resolución (a quo) sin que se manifieste otra cosa. La interposición no
debe estar fundada, si ello se infringe se devolverá el escrito, previa anotación que
el secretario pondrá en el expediente, con indicación de la fecha de la
interposición.

1.2. La fundamentación: Se realiza ante el superior jerárquico (ad


quem). A través del escrito que contiene la fundamentación del recurso
(expresión de agravios) queda determinado el "thema desidendum" de la alzada,
el cual es independiente del de la instancia inferior.

2. FORMAS: La interposición del recurso puede hacerse de dos


maneras:

2.1. Por escrito: Dentro del plazo fijado en la ley.

2.2. Verbalmente: En el acto de la notificación, lo cual deberá hacer


constar el notificador en forma escrita.

3. JUICIO DE AMPARO. JUSTICIA ELECTORAL: La regla general


descripta tiene su excepción en el juicio de Amparo, en el que el recurso de
apelación debe interponerse y fundarse por escrito dentro del segundo día de
notificada la resolución ante el mismo juez que la dictó (Art. 581 CPC) y en el fuero
electoral, donde la interposición de los recursos será fundada, caso contrario
serán declarados desiertos y las resoluciones quedarán firmes (Arts. 58 y 59 Ley
635/95).

ART. 398 (*).- FORMA DE CONCESIÓN Y EFECTO. La apelación de


sentencia definitiva se otorgará libremente, a no ser que el interesado pida que se
conceda en relación y con efecto suspensivo, con excepción de los casos en que
la ley que debe concederse sin efecto suspensivo.

Antec.: CNC 398, 1a. p.- PM 404, 1a. p..- CPCC 230.-

Conc.: CPC 204; 395 al 397; 399 al 402; 424 al 444; 47: Ley 154/69 de
Quiebras 197.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14.- Ley
635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 57, in fine.-
1. APELACIÓN DE SENTENCIAS: 1.1. Regla General: La regla
general en la apelación de las sentencias definitivas que se otorga libremente y
con efecto suspensivo.

1.2. Excepciones: Las excepciones a la regla citada se producen:

1.2.1. Cuando el apelante solicita que se le conceda el recurso en


relación.

1.2.2. Cuando la ley dispone que el recurso debe concederse sin efecto
suspensivo.

2. APELACIÓN DE AUTOS INTERLOCUTORIOS Y DE


PROVIDENCIAS: 2.1. Regla General: En la apelación de los autos interlocutorios
(A.I.) y de las providencias, la regla general es que se conceden en relación y con
efectos suspensivo.

2.2. Excepción: El recurso se otorgará sin efecto suspensivo sólo en los


casos en que la ley así lo disponga.7

3. MODOS DE CONCESIÓN DEL RECURSO: Tienen relación con el


procedimiento que se observará con posterioridad a la interposición del recurso.
Puede ser:

3.1. Libremente: Cuando el recurso es concedido libremente se aplican


las disposiciones contenidas en los Arts. 424 al 431 del CPC, en virtud de las
cuales la cuestión resuelta por el inferior se discute nuevamente por las partes
ante el superior, cabe la posibilidad de producir prueba respecto de la misma con
ciertas restricciones y se pueden alegar hechos nuevos.

3.2. En relación: En este caso se aplican las reglas contenidas en los


Arts. 432 al 434 del CPC. El procedimiento es más sencillo, no pueden alegarse
hechos nuevos, ni agregarse documentos, ni abrirse a prueba. El superior
resuelve teniendo en cuenta exclusiva y únicamente las actuaciones producidas
en la instancia anterior y las constancias de los respectivos memoriales. Salvo
las diligencias instructorias a que esta autorizado el órgano judicial (Art. 18 CPC).

La denominación «en relación» deriva de la antigua legislación española


en la que existía en las audiencias un funcionario denominado relator, cuya

7
(*) El texto correcto y completo del Art. 398 es el siguiente: FORMA DE CONCESIÓN Y EFECTO. La
apelación de sentencia definitiva se otorgará libremente, a no ser que el interesado pida que se conceda en
relación y con efecto suspensivo, salvo los casos en que la ley disponga lo contrario. La apelación de autos
interlocutorios y de providencias se otorgará en relación y con efecto suspensivo con excepción de los casos
en que la ley disponga que debe concederse sin efecto suspensivo.
función consistía en informar verbalmente o por escrito el contenido de las causas
al tribunal.

4. EFECTOS: Se vincula con el cumplimiento de la resolución recurrida


mientras se encuentra pendiente de resolución recurrida la instancia superior.

4.1. Con efecto suspensivo: Cuando la interposición del recurso


produce el efecto de suspender la ejecución de la resolución recurrida interín sea
decidida por el superior.

Con efecto suspensivo significa que mientras se resuelve el recurso la


resolución no se ejecuta, suspendiéndose las facultades del juez «a quo» quien no
podrá continuar con las actuaciones sobre la cuestión objeto de recurso, bajo pena
de nulidad «appelatione pendente, nihil innovatum».

4.1.1. Alcance: Cabe señalar que el efecto suspensivo está limitado a


las cuestiones que han sido materia del recurso.

4.2. Sin efecto suspensivo: Significa que no obstante la interposición del


recurso la resolución impugnada produce sus efectos normales, mientras se
resuelve la cuestión por el superior.

5. REDACCIÓN DE LAS SENTENCIAS: Las sentencias que se dicten


en el tribunal como consecuencia de un recurso concedido libremente, deberán
contener el voto individual de cada miembro.

Las que fueren pronunciadas con motivo de un recurso corcedido en


relación, pueden redactarse en forma impersonal.

Véase comentario al Art. 423 del CPC.

6. JUICIO EJECUTIVO: La apelación de la sentencia de remate dictada


en el juicio ejecutivo se concede en relación y con efecto suspensivo (Art. 472
CPC).

7. TERMINOLOGÍA: La terminología empleada por el Código Procesal


Civil se separó de la que utilizó el Código de Procedimientos en materia Civil y
Comercial de 1883, vigente por más de cien años en la República, el cual utilizaba
las expresiones: «efecto devolutivo» «ambos efectos», las que siguen siendo
utilizadas, muchas veces, en el lenguaje forense, incluso por los jueces en sus
resoluciones.

La primera (efecto devolutivo), es equivalente al actual: sin efecto


suspensivo; y, la segunda (ambos efectos), al ahora denominado: con efecto
suspensivo.
La expresión «efecto devolutivo» proviene del Derecho Romano en el
que la jurisdicción residía en el emperador y los jueces la ejercían como delegados
suyos. Siendo así, y teniendo por objeto la apelación reparar los agravios que la
sentencia ocasionaba al apelante, la interposición del recurso impedía su
cumplimiento porque la jurisdicción del juez quedaba en suspenso al «devolverla»
al superior. Posteriormente, en el Derecho Canónico se advirtió que en ciertos
casos de urgencia la suspensión del cumplimiento de la sentencia podía ocasionar
daños irreparables (prestación de alimentos), estableciéndose que en ellos se
«devolviera la jurisdicción» sin suspenderse la ejecución.

Sobre la expresión «en relación», véase el numeral 3.2., segundo


párrafo, precedente.

ART. 399.- MODIFICACIÓN DE LA FORMA DE CONCESIÓN O


EFECTO. Si cualquiera de las partes pretendiera que el recurso ha sido mal
concedido, en cuanto a la forma o su efecto, podrá solicitar, dentro del día
siguiente, que el juez rectifique el error.

La resolución será dictada sin trámite alguno. Esta norma regirá sin
perjuicio de la facultad otorgada al tribunal superior.

Antec: CNC 399.- PM 405.-

Conc.: CPC 398; 417; 402.- Ley 609/95 que Organiza la Corte
Suprema de Justicia 14.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 60, 2o.
p.-

1. FACULTAD DEL APELANTE: Cuando el apelante considere que el


recurso ha sido mal concedido en cuanto a la forma o efecto, podrá;

1.1. En la instancia en que interpuso el recurso: Solicitar su


modificación al juez que lo concedió, dentro del día siguiente mediante la
interposición del respectivo recurso de reposición, debiendo el «a quo» resolver la
cuestión sin trámite alguno.

1.2. En la instancia superior: Solicitar al «ad quem» que lo modifique.

El hecho de haber efectuado el pedido ante el «a quo» sin que éste lo


admita no obsta al nuevo pedido que se puede formular al superior con motivo de
la remisión de los autos para su consideración.

2. FACULTAD DEL TRIBUNAL: El tribunal superior, de oficio o a


petición de parte, puede examinar la forma de concesión de los recursos (Art. 417
CPC).
ART. 400.- APELACIÓN CON EFECTO SUSPENSIVO O SIN EL.
Cuando se otorgare el recurso con efecto suspensivo, en la misma providencia se
dispondrá la remisión del expediente al superior.

Cuando se otorgare el recurso sin efecto suspensivo, se observarán las


siguientes reglas:

a) si la sentencia fuere definitiva, se remitirá el expediente al tribunal y


quedará en el juzgado copia de lo pertinente, la que deberá ser sacada por
secretaría. La providencia que conceda el recurso señalará las piezas que han de
copiarse; y

b) si la resolución fuere un auto interlocutorio, se sacará por secretaría


copia de lo que el apelante señalare del expediente y de lo que el juez estimare
necesario. Igual derecho asistirá al apelado.

Dichas copias serán remitidas al superior, salvo que el juez estimare


más expeditivo retenerlas para la prosecución del juicio y remitir el expediente
original.

Antec.: CNC 400.- PM 406.- CPCC 232; 233.-

Conc.: CPC 6; 17; 77, 2o. p; 87, in fine; 157 al 159; 162, inc. a); 204;
257, 2o. p.; 395; 398; 402; 472, 2o. p.; 629; 694, 2o. p..- Ley 154/69 de Quiebras
198.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14.- Ley 635/95
que Reglamenta la Justicia Electoral 57, in fine.-

1. CARÁCTER DE LA RESOLUCIÓN: La resolución que otorga o


deniega el recurso reviste el carácter de una providencia porque sólo tiende al
desarrollo del proceso (Art. 157 CPC). Debe dictarse dentro de los tres días
contados de la interposición del recurso o inmediatamente si se realizó en el curso
de una audiencia o reviste carácter urgente (Art. 162, inc. a) CPC).

La providencia que dicte el juez concediendo o denegando el recurso es


irrecurrible, salvo el pedido de modificación de la forma de concesión o efecto que
se realiza mediante el recurso de reposición.

2. REGLAS: La norma establece en forma clara las reglas a las que


debe ajustarse el trámite, según el recurso se haya concedido:

2.1. Con efecto suspensivo: En esta hipótesis en la misma providencia


que concedió el recurso el juez dispondrá la remisión del expediente al superior.

2.2. Sin efecto suspensivo: En este caso el procedimiento varia según


se trate de:
2.2.1. Sentencia definitiva: Sólo deben quedar copias de lo pertinente,
porque a los efectos de su ejecución basta con un testimonio del original.

2.2.2. Auto interlocutorio: El juez retiene el expediente para continuar


su tramitación y remite al superior las copias pertinentes, salvo la facultad del juez
de remitir el expediente original.

ART. 401.- APELACIÓN DE CONDENACIONES ACCESORIAS.


Cuando la sentencia definitiva recaída en proceso de conocimiento ordinario fuere
apelada únicamente en lo relativo a condenaciones accesorias, el recurso se
concederá en relación y con efecto suspensivo.

Antec.: CNC 401.- PM 407.-

Conc.: CPC 204; 398; 402; 420; 683.- Ley 609/95 que Organiza la
Corte Suprema de Justicia 14.-

1. FORMA Y EFECTO DEL RECURSO: Cuando el objeto del recurso


esté referido exclusivamente a la parte de la sentencia definitiva, recaída en
proceso de conocimiento ordinario o sumario, relativa a las condenaciones
accesorias, v.g.: intereses, daños y perjuicios, etc., el recurso de apelación se
concederá en relación (en cuanto a su forma) y con efecto suspensivo (referido al
cumplimiento de la sentencia).

2. COSTAS: Cuando la apelación de la sentencia se refiere a las costas


del proceso, el recurso se concede en relación y sin efecto suspensivo en cuanto
al principal (Art. 204 CPC).

ART. 402.- REMISIÓN DEL EXPEDIENTE O ACTUACIÓN. El


expediente o las actuaciones se remitirán al tribunal dentro de tercero día de
concedido el recurso o de formada la pieza separada, en su caso, mediante
constancia y bajo responsabilidad del secretario.

En el caso del artículo 399, dicho plazo se contará desde que el juez
dictó resolución.

Si el tribunal tuviese su asiento en distinta localidad, remitirá fotocopia


autenticada del expediente, por correo, dentro del mismo plazo, o lo entregará al
recurrente bajo recibo para su presentación en la secretaría respectiva en el plazo
que fije el juez o tribunal.

Antec: CNC 402.- PM 408.- CPCC 234.-

Conc.: CPC 37; 257, 2o. p.; 398 al 401.- Ley de 154/69 de Quiebras
198.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14.- Ley 635/95
que Reglamenta la Justicia Electoral 60.-
1. PLAZO: El secretario del juzgado o tribunal, con su intervención y
responsabilidad, tiene a su cargo la remisión del expediente o las actuaciones al
superior, dentro de tercero día de concedido el recurso o de formada la pieza
separada o de dictada la resolución que modifica la forma de concesión o efecto
del recurso, en su caso (Art. 399 CPC).

2. TRIBUNAL CON ASIENTO EN DISTINTA LOCALIDAD: El tercer


párrafo del precepto prevé la circunstancia de que el tribunal tuviese su asiento en
distinta localidad. En este caso el secretario podrá:

2.1. Remitir por correo fotocopia autenticada del expediente dentro del
mismo plazo señalado precedentemente.

2.2. Entregar el expediente al recurrente, bajo recibo y responsabilidad


para que éste lo presente a la secretaría respectiva, en el plazo que fijará el juez o
tribunal.

3. FUERO ELECTORAL: El expediente o las actuaciones se remitirán al


superior al día siguiente de presentada la contestación del recurso o vencido el
plazo para hacerlo, mediante constancia y bajo responsabilidad del secretario. En
el caso del Art. 399 del Código Procesal Civil, dicho plazo se contará desde que el
juez o tribunal dictó resolución (Art. 60 Ley 635/95).

ART. 403.- PROCEDENCIA DE LA APELACIÓN ANTE LA CORTE.


El recurso de apelación ante la Corte Suprema de Justicia se concederá contra la
sentencia definitiva del tribunal de apelación que revoque o modifique la de
primera instancia. En este último caso será materia de recurso sólo lo que
hubiere sido objeto de modificación y dentro del límite de lo modificado. Contra
las sentencias recaídas en los procesos ejecutivos, posesorios y, en general, en
aquellos que admiten un juicio posterior, no se da este recurso.

Procederá también contra las resoluciones originarias del tribunal de


apelación que causen gravamen irreparable o decidan incidente.

Antec.: CNC 403.- PM 409.- CPCC 280.-

Conc.: CPC 396 al 402.- COJ 28, p. 2, incs. a), b) y c).- CPT 35; 37.-
Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 2, 2° p.; 14; 16; 17.-

1. PROCEDENCIA: El Artículo transcripto, de manera concordante con


el Art. 28, p. 2, incs. a), b) y c) del COJ, admite la posibilidad de un tercer grado de
conocimiento pleno de la cuestión controvertida en el proceso, mediante la
interposición del recurso de apelación ante la Corte Suprema de Justicia.

La apelación se concederá, contra:


1.1. Las sentencias definitivas de los tribunales de apelación civiles y
comerciales, criminales, de cuentas y del menor que revoquen o modifiquen las de
primera instancia. Por sentencia definitiva se entiende la que pone fin al juicio o
impide su continuación.

En caso de modificación será materia de recurso sólo lo que hubiera


sido objeto de modificación y dentro del límite de lo modificado.

1.2. Las resoluciones originarias de los tribunales de apelación civiles y


comerciales, criminales, laborales, de cuentas y del menor, que causen gravamen
irreparable o decidan incidente.

2. PLAZO: El plazo perentorio e improrrogable para su interposición, es


el establecido en el Art. 396 del CPC:

2.1. Cinco días, para sentencias definitivas.

2.2. Tres días, para las otras resoluciones.

3. FORMA. REMISIÓN: La forma de interponer el recurso será:

3.1. Por escrito.

3.2. Verbalmente.

Se aplican las reglas establecidas en el Art. 397 del CPC al cual me


remito. Rigen, a su vez, los preceptos de los Arts. 398 al 402 del CPC.

4. INADMISIBILIDAD DEL RECURSO: El recurso de apelación ante la


Corte Suprema de Justicia no procede contra las sentencias recaídas en los
procesos ejecutivos, posesorios, juicios de menor cuantía y, en general, en
aquellos que admiten un juicio posterior, v.g.: interdictos, mensura, deslinde, etc.

5. CAUSAS LABORALES: La Corte Suprema conocerá los recursos de apelación que


se interpongan contra las resoluciones originarias de los tribunales de apelación del trabajo (Art.
37, inc. a) CPT).

Las decisiones del tribunal de apelación del fuero laboral causarán ejecutoria en
relación a las sentencias y resoluciones de los jueces de primera instancia de dicho fuero (véase el
Art. 35 del CPT).

6. CAUSAS PENALES: De acuerdo con el Código de Organización Judicial en la


justicia penal se otorga contra las sentencias de los tribunales de apelación que impongan pena de
muerte o penitenciaría desde quince a treinta años, las que no causarán ejecutoria sin el
pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia, contra estas sentencias se entenderán siempre
deducidos los recursos de apelación y nulidad aunque las partes las consientan (Art. 28, p. 2, inc.
c) COJ). La Constitución vigente, sancionada y promulgada el 20 de junio de 1992, abolió la pena
de muerte (Art. 4 CN).
CAPITULO IV

DEL RECURSO DE NULIDAD

ART. 404.- CASOS EN QUE PROCEDE. El recurso de nulidad se da


contra las resoluciones dictadas con violación de la forma o solemnidades que
prescriben las leyes.

Antec.: CNC 404.- PM 410.- CPCC 238.-

Conc.: CN 256, 2o. p. 1a. p..- CPC 15, incs. b), c) y d); 112; 117; 118,
inc. a); 156; 158, incs. a) y b); 159, incs. c), d) y e); 193; 313; 405 al 408; 560; 563;
815.- Ley de 154/69 de Quiebras 201, inc. 1).- Ley 609/95 que Organiza la Corte
Suprema de Justicia 14.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 6, incs.
c), d), 1); 15, inc. a); 58 al 60; 66.- Ley 1879/02 de Arbitraje y Mediación 40 al 43.-

1. CONCEPTO: El recurso de nulidad es el medio por el cual el litigante


perjudicado impugna la validez de una resolución judicial dictada en violación de
las formas señaladas en la ley.

2. OBJETO: Tiene por objeto reparar los defectos de las resoluciones


judiciales que contienen vicios producidos por la inobservancia o apartamiento de
las formas o solemnidades que prescriben las leyes (error inprocedendo).

3. SISTEMA DEL CÓDIGO EN MATERIA DE NULIDADES: De acuerdo


con el sistema de nulidades establecido en el Código Procesal Civil, la
admisibilidad del recurso de nulidad se encuentra limitada a las impugnaciones
referidas única y exclusivamente a los vicios procesales que afectan a una
resolución judicial en sí misma.

Los defectos anteriores a las resoluciones surgidos en el procedimiento,


deben ser reclamados y subsanados por medio del incidente de nulidad,
autorizado y establecido por los Arts. 117 y 313 del CPC para la impugnación de
los vicios en las actuaciones judiciales integrantes de los autos, debiendo
deducirse en la instancia donde el vicio se hubiere producido.

Cuando las actuaciones fueren declaradas nulas, quedarán también


invalidadas las resoluciones que sean su consecuencia.

4. PROCEDENCIA: Las causas en que se debe fundar el recurso de


nulidad están limitadas al incumplimiento de los requisitos que condicionan la
validez de las resoluciones judiciales, es decir, dictadas con violación de la forma
o solemnidades que prescriben las leyes.
4.1. Resoluciones no fundadas en la Constitución y en las leyes,
conforme a la jerarquía de las normas vigentes y al Principio de congruencia (Art.
15, incs. b) y c) CPC).

4.2. Pronunciamiento sobre cuestiones no planteadas o articuladas


extemporáneamente (Art. 15, inc. d) CPC).

4.3. Omisión del lugar y fecha (Art. 156 CPC).

4.4. Falta de firma del juez o del secretario (Art. 156 CPC).

Considero por una elemental aplicación de los Principios de


razonabilidad, economía y celeridad procesal, que la falta de firma del secretario
no sería causal de nulidad, bastando que el tribunal proceda a ordenar se subsane
dicha deficiencia. A la misma conclusión arribo cuando se trata de la omisión del
lugar en que se dictó la resolución, si la misma tiene la fecha correspondiente.

5. CARÁCTER: En razón de que la declaración de nulidad es siempre


de carácter restrictiva requiriéndose la existencia de una irregularidad grave, la
misma no procede cuando los vicios invocados son susceptibles de reparar
mediante el recurso de apelación.

6. OPCIÓN. ALCANCE: El error en la designación de las partes o las


calidades que invisten o la omisión de pronunciamiento dan lugar a las vías
opcionales del recurso de aclaratoria o de nulidad.

Cabe advertir, sin embargo, que con la aclaratoria se evita que el


tribunal de alzada intervenga innecesariamente para subsanar irregularidades que
puedan ser reparadas en la misma instancia en que la resolución se dictó.

ART. 405.- FORMA DE INTERPONERLO. La interposición del recurso


de nulidad podrá hacerse independiente, conjunta o separadamente con el de
apelación, en el cual se lo considerará implícito, y regirá a su respecto lo dispuesto
en los artículos 396 y 397.

Antec.: CNC 405.- PM 411.-

Conc.: CPC 396; 397; 404; 406; 815.- Ley 154/69 de Quiebras 203.-
Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14.- Ley 635/95 que
Reglamenta la Justicia Electoral 58 al 60; 66.-

1. FORMAS: La interposición del recurso de nulidad de acuerdo a la


norma procesal, podrá hacerse de cualesquiera de las siguientes formas: a)
independiente o b) conjunta o c) separadamente, del recurso de apelación.
2. AUTONOMÍA: El recurso de nulidad se podrá interponer contra las
resoluciones en forma autónoma, sin que necesaria y obligatoriamente se deba
también interponer el recurso de apelación.

3. EL RECURSO DE NULIDAD Y EL DE APELACIÓN: Si se interpone


el recurso de apelación se considera implícito en él el recurso de nulidad. Esto no
excluye la carga procesal que tiene el recurrente de fundar oportunamente el
recurso de nulidad, señalando los defectos de la resolución impugnada para que
no se produzca la deserción del mismo.

Así también, en virtud de lo establecido en el Art. 406 del CPC, el


tribunal que declare la nulidad resolverá también sobre el fondo de la cuestión,
aunque no se haya deducido el recurso de apelación. Véase el comentario al Art.
406 del CPC.

4. REMISIÓN: Como bien lo señala el Artículo, rigen respecto del


recurso de nulidad las reglas procesales contenidas en los Arts. 396 y 397 del
CPC, a cuyos comentarios me remito.

ART. 406.- RESOLUCIÓN SOBRE EL FONDO. El tribunal que declare


la nulidad de una resolución, resolverá también sobre el fondo, aún cuando no se
hubiere deducido apelación.

Antec.: CNC 406.- PM 412, 1er. p.-

Conc.: CPC 111 y sgtes; 404; 405; 815.- Ley 609/95 que Organiza la
Corte Suprema de Justicia 14.-

1. ATRIBUCIÓN DEL TRIBUNAL: El Artículo confiere al tribunal la


potestad de declarar la nulidad de la resolución y al mismo tiempo decidir sobre el
fondo del asunto, concentrando en un mismo acto - de acuerdo al Principio de
economía procesal – el dictado del juicio negativo (iudicium rescindens) y el
pronunciamiento del juicio positivo (iudicium rescissorium), produciéndose -como
enseña CARNELUTTI- la adsorción de la invalidación por la impugnación.

De acuerdo con el Principio de que las nulidades procesales no tienen


un fin en sí mismas, su declaración sólo comporta un medio indirecto para
asegurar la justicia de las resoluciones judiciales. Siendo así, el precepto
establece que el tribunal que declara la nulidad de una resolución resolverá
también sobre el fondo, incluso cuando no se hubiera interpuesto el recurso de
apelación. Esto es, también, consecuencia de la forma en que se encuentra
estructurado el recurso de nulidad en nuestro Código, en cuya virtud ambos
recursos el de apelación y el nulidad se hallan recíprocamente implícitos.

2. OBJETO DEL RECURSO DE NULIDAD: Vale aquí transcribir el


pensamiento de PODETTI, quien manifiesta: «el objeto inmediato del recurso de
nulidad es rescindir, casar o anular una sentencia, por su forma o contenido o por
los actos que la han precedido, pero su objeto mediato, útil y que lo justifica, es
obtener que no se violen las garantías de la defensa, que no se produzcan
resoluciones injustas. A primera vista no puede confundirse el objeto del recurso
de nulidad: rescisión y el objeto de la apelación: revisión, pero a poco que se
reflexione se observa que la rescisión tiene por objeto hacer posible una sentencia
ajustada a derecho, sea por el tribunal a quo, sea por el propio tribunal que anuló.
Y por eso..., la anulación o rescisión va desapareciendo o ha desaparecido como
institución autónoma dentro de los recursos».

Conviene aclarar que el Código que el autor comenta acordaba el


recurso de nulidad para impugnar los actos que precedieron la resolución, de allí
la expresión "o por los actos que la han precedido", lo que no tiene aplicación en
nuestro actual Código Procesal Civil (Véase comentario al Art. 404 del CPC,
numeral 3).

ART. 407.- CASOS EN QUE ES INNECESARIO PRONUNCIARLA.


Cuando el tribunal pueda decidir, a favor de la parte a quien aprovecha la nulidad,
no la pronunciará.

Antec.: CNC 407.- PM 413.-

Conc.: CPC 404 al 406; 408; 815.- Ley 609/95 que Organiza la Corte
Suprema de Justicia 14.-

1. FUNDAMENTO: La norma es una consecuencia de la vigencia de los


Principios de economía procesal y de razonabilidad, en cuya virtud el tribunal no
pronunciará la nulidad (juicio negativo o "iudicium rescindens") cuando pueda
decidir el fondo de la cuestión a favor de quien aprovecha la nulidad.

2. SUBSIDIARIDAD DEL RECURSO DE NULIDAD: Cuando los


agravios del recurrente encuentran suficiente satisfacción con la revocación de la
sentencia apelada, haciendo lugar al recurso de apelación interpuesto, no procede
declarar su nulidad.

ART. 408.- COSTAS. En los casos en que se declare la nulidad de una


resolución, las costas serán total o parcialmente a cargo del juez, si el vicio le
fuere imputable, sin necesidad de petición de parte, salvo que la otra parte se
hubiese opuesto a la declaración de nulidad, en cuyo caso cargará con las costas.

Antec.: CNC 408.- PM 414.- CPCC 241, in fine.-

Conc.: CPC 192 y sgtes.; 560; 815.- Ley 609/95 que Organiza la Corte
Suprema de Justicia 14.-
1. IMPOSICIÓN AL JUEZ: Cuando el vicio le fuere imputable al órgano
judicial se aplicarán de oficio al juez o tribunal, quedando librado al arbitrio del
superior su imposición total o sólo parcial de acuerdo la gravedad del caso.

2. IMPOSICIÓN A LA PARTE: Cuando la parte contraria se opuso a la


declaración de nulidad y esta fue resuelta se le imponen las costas de acuerdo
con las reglas generales de la materia (Arts. 192 y sgtes.CPC).

ART. 409.- ACCIÓN AUTÓNOMA DE NULIDAD. Las resoluciones


judiciales no hacen cosa juzgada respecto de los terceros a quienes perjudiquen.
En caso de indefensión, ellos dispondrán de la acción autónoma de nulidad,
cuando la excepción de falsedad de la ejecutoria o la de inhabilidad de título fuese
insuficiente para reparar los agravios que aquéllas resoluciones pudiesen haberles
ocasionado.

Antec.: CNC 409.-

Conc.: CPC 52, inc. c); 111 al 117; 163; 207; 526, incs. a) y c); 815.- CC
1652; 2242, inc. i).-

1. COSA JUZGADA. SEGURIDAD Y JUSTICIA: La cosa juzgada como


cualidad de la sentencia consiste en la autoridad y eficacia que adquiere la
sentencia judicial cuando no proceden contra ella recursos ni otros medios de
impugnación y no puede ser revisada en otro proceso posterior.

La cosa juzgada, no obstante, para su validez, debe ser consecuencia


de un proceso válido, vale decir, de un debido proceso.

Dice TELLECHEA «Consideramos que de la Seguridad debe nacer la


realización plena de los principios que dan garantía al proceso. Si los propios
romanos, tan apegados a las formas y solemnidades, a las que otorgaban valor
tan importante fueron capaces de apreciar, que en algunos casos esa «res
iudicata» que surgía como conclusión de un proceso, había sido elaborada
mediante el engaño, el dolo o la violencia o despreciando principios tan
sustanciales como el de la defensa en juicio, concibieron por eso mismo la
posibilidad de la revisión de un proceso y de su restitución al estado inicial,
mediante la «In Integrum Restitutio», nacida de la inspiración del pretor romano,
estimulado por su convicción acerca de la «Aequitas», hoy día no podríamos
resistirnos a admitir que en carácter excepcional, la Seguridad concebida en
aquellos términos tan absolutos como lo hacía Ibañez Frocham debe ceder ante el
valor Justicia».

Puede darse el caso -expresa COUTURE- de que un tercero a quien


jurídicamente no alcance la sentencia, sea prácticamente perjudicado por ella.
Así ocurre al acreedor a plazo que observa de qué manera el deudor, mediante
una o varias ejecuciones simuladas va haciendo desaparecer su patrimonio. Es
indudable que a ese tercero no le estará permitido apelar de las resoluciones
dictadas en esos juicios ejecutivos entre su deudor y sus supuestos acreedores.
Pero el perjuicio es evidente y, en apariencia, irreparable.

En esos casos extraordinarios de dolo, fraude o colusión, corresponde


una acción revocatoria autónoma. Mediante ella se destruyen los efectos de
sentencias que de cosa juzgada sólo tienen el nombre, pues en el fondo no son
sino el fruto espurio del dolo y de la connivencia ilícita, concluye el mencionado
autor.

«La solidez de la cosa juzgada es característica de la sentencia que


pone fin a un proceso validamente integrado, no de la obtenida mediante el fraude,
entendiendo esta palabra en su acepción más amplia» (Corte Suprema de
Justicia, A. y S. No. 171 - 20/12/82).

El valor seguridad, tan apreciado como elemento de la convivencia


social, debe -en ciertos casos- ceder y subordinarse al supremo valor justicia, sin
el cual no es posible la paz ni la libertad.

2. LEGITIMACIÓN: La cosa juzgada, en principio, no puede afectar a


los terceros que no intervinieron en el proceso (Res inter alios iudicata).

La sentencia dictada en un juicio no puede extender sus efectos a los


terceros si con ello se les ocasiona un perjuicio jurídico, dice CHIOVENDA.

En dicho orden de ideas, la norma consagra la facultad para que un


tercero, que no ha intervenido ni participado en un proceso cuyas consecuencias
le son perjudiciales, pueda impugnar mediante la vía procesal, creadora de una
nueva instancia, denominada Acción Autónoma de Nulidad, cuando las
excepciones de falsedad de la ejecutoria o la de inhabilidad de título (Art. 526,
incs. a) y c) CPC) fueren insuficientes para reparar los agravios que las
resoluciones judiciales pudieran haberle ocasionado.

La demanda deberá ser promovida contra todos aquellos que


intervinieron en el proceso como partes.

Las personas que intervinieron como partes en el procese cuestionado y


el Ministerio Público, en su caso, carecen de la presente acción. Nuestros
tribunales han sido siempre reacios a admitirla cuando la misma pretende ser
ejercida por las partes del proceso.

3. ADMISIBILIDAD: Considero que en caso de indefensión -que es el


presupuesto previsto como requisito de admisibilidad por la norma- el tercero no
necesita previamente haber opuesto sin éxito las excepciones de falsedad de la
ejecutoria o de inhabilidad de título. Al no haber sido parte en el proceso
difícilmente la sentencia será ejecutada contra él. Siendo así, podrá promover la
acción autónoma de nulidad en forma directa y sin otro requisito que justificar su
estado de indefensión.

4. VÍA PROCESAL: La vía será el proceso de conocimiento ordinario,


cuyas reglas son aplicables en las contiendas judiciales que no tengan establecido
un procedimiento especial (Art. 207 CPC).

5. COMPETENCIA: El juzgado competente será/ por razones de


conexidad, aquél en el cual radica el proceso cuya nulidad se pretenda. No
obstante, la Sala Civil y Comercial de la Corte Suprema ha dispuesto, en los A.I.
No 1321 del 5 de octubre de 1998 y A.I. No 1306 del 5 de octubre de 1999, que el
juzgado de turno es el competente.

6. PRETENSIONES SUBSIDIARIAS: La acción podrá ser promovida en


forma conjunta con otras pretensiones subsidiarias, las cuales serán admitidas en
el supuesto de que se declare la nulidad reclamada por la demanda principal.

7. REMISIÓN: Son aplicables las reglas y principios generales que rigen


la materia de las nulidades en el Derecho Procesal Civil, a las que me remito.
(Véanse los Arts. 111 al 117 del CPC).

8. EXCEPCIONES: En algunos supuestos la ley permite que los efectos


de la cosa juzgada se proyecten sobre personas extrañas al proceso donde se
produjo, como en las hipótesis previstas en el Código Civil en los Arts. 1652
(citación en garantía del asegurador) y 2242, inc. i) (acciones ejercidas por el
usufructuario que benefician al nudo propietario).

CAPITULO V

DEL RECURSO DE QUEJA

SECCIÓN I

DE LA QUEJA POR RECURSO DENEGADO

ART. 410.- DENEGACIÓN DEL RECURSO. PLAZO. Si el juez o tribunal


denegare un recurso que debe tramitarse ante el superior, la parte que se
considere agraviada podrá recurrir directamente en queja, pidiendo que se le
otorgue el recurso denegado. Acompañará copia de la resolución recurrida y de
las actuaciones pertinentes.
Mientras el tribunal no conceda el recurso, no se suspenderá la
sustanciación del proceso. El plazo para interponer la queja será de cinco días.

Antec.: CNC 410.- PM 441.- CPCC 235; 236.-

Conc.: CPC 145; 395; 404; 411.- Ley 154/69 de Quiebras 204; 205; 207.-
Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14.- Ley 635/95 que
Reglamenta la Justicia Electoral 6, inc. c); 15, inc. a); 65.-

1. CONCEPTO: El recurso de queja por recurso denegado es el que se


interpone contra la resolución judicial que no hace lugar al recurso deducido, a fin
de que el superior declare la procedencia de éste y asuma el conocimiento de la
cuestión.

La concesión de los recursos de apelación y nulidad corresponde al juez o


tribunal que ha dictado la resolución. Pero, acontece que para concederlo o
denegarlo pueden concurrir circunstancias referidas a su procedencia, o a un
especial sentido de la propia estimación, o el convencimiento de la justicia de la
decisión, lo cual supone un riesgo para la vigencia del Principio de la doble,
instancia.

Siendo así, la ley no ha querido dejar exclusivamente librado al criterio del


órgano judicial que dictó la resolución la decisión de la admisibilidad del recurso
interpuesto.

2. DENOMINACIÓN: El recurso se denomina también Directo o de Hecho,


porque la parte agraviada debe recurrir directamente en queja ante el superior
pidiendo que se le otorgue el recurso denegado.

3. ALCANCE; El recurso de queja por recurso denegado se halla limitado


al reexamen de la procedencia del recurso, sin poderse considerar la materia de la
decisión objeto del recurso.

4. ADMISIBILIDAD: Constituyen requisitos para la admisión del recurso:

4.1. Haber interpuesto el recurso oportunamente y en debida forma; vale


decir, en el plazo fijado en la ley y limitándose a la interposición del recurso (Arts.
396 y 397 CPC).

4.2. Acompañar copias de la resolución objeto del recurso y de las


actuaciones pertinentes.

El recurso debe bastarse a sí mismo, lo que significa que el interesado


debe acompañar:
4.2.1. Copias: De la resolución recurrida y de la providencia que denegó
el recurso.

4.2.2. Actuaciones:

4.2.2.1. Las constancias de las fechas en que quedó notificada la


resolución recurrida, en que se interpuso el recurso y en que quedó notificada la
resolución que no concedió el recurso.

4.2.2.2. Las piezas del expediente que hagan a la resolución apelada.

5. PLAZO: El plazo para interponer la queja por recurso denegado es de


cinco días. Es individual, perentorio y no prorrogable.

6. EFECTOS: 6.1. Mientras no se concede la queja, no se suspende la


tramitación del proceso.

6.2. Concedida la queja, el juez no podrá continuar conociendo en la


materia decidida que fuera objeto del recurso interpuesto.

7. REMISIÓN DEL EXPEDIENTE: Cuando fuere necesario para decidir la


concesión o no del recurso, el superior mandará traer a la vista los autos, librando
el correspondiente oficio al inferior.

ART. 411.- TRÁMITE. Presentada la queja en forma, el tribunal decidirá


dentro de tercero día, sin sustanciación alguna, si el recurso ha sido bien o mal
denegado. En caso necesario podrá traer los autos a la vista. Si hiciere lugar a la
queja, se ordenará tramitar el recurso correspondiente, en la forma establecida en
este Código. En caso contrario, se dispondrá la devolución de los antecedentes.

Antec.: CNC 411.- PM 441; 442.-

Conc.: CPC 410.- Ley 154/69 de Quiebras 206.- Ley 609/95 que Organiza
la Corte Suprema de Justicia 14.-

1. FORMA: El recurso de queja por recurso denegado debe presentarse


directamente ante el superior acompañando los recaudos señalados en el Art. 410
del CPC. (Ver numeral 4, del comentario al mencionado Artículo).

El escrito en el que se interpone debe estar fundado en las circunstancias


que demuestren que el recurrente está legitimado para recurrir y las razones por
las que el recurso es admisible.

2. RESOLUCIÓN: El superior decidirá la queja sin substanciación y dentro


de tercero día, resolviendo de una de las siguientes maneras:
2.1. No hacer lugar a la queja: En razón de que el recurso ha sido bien
denegado. En este caso se dispondrá la devolución de los antecedentes al «a
quo».

2.2. Hacer lugar a la queja: Porque el recurso ha sido mal denegado.


En consecuencia, concederá el recurso y solicitará la remisión del expediente, si el
mismo aún radica ante el inferior, para decidir la cuestión de fondo.

SECCIÓN II

DE LA QUEJA POR RETARDO DE JUSTICIA

ART. 412.- REQUERIMIENTO PREVIO Y DEBER DE URGIMIENTO.


Cuando transcurrido el plazo legal para dictar resolución, el juez o tribunal no lo
hubiere hecho podrá ser requerido por cualquiera de los interesados en el
proceso.

El apoderado está obligado a pedir pronto despacho a los jueces o


tribunales, y si no obtuviere pronunciamiento, deberá reiterar el pedido dentro de
los diez días siguientes. El incumplimiento de este deber será sancionado con
multa equivalente a diez días de salario mínimo legal establecido para actividades
diversas no especificadas en la Capital, cuando se omitiere el primer urgimiento, y
con suspensión por tres meses en el ejercicio de la profesión, cuando se omitiere
el segundo. Si dentro de los veinte días siguientes el juez o tribunal no dictare
resolución, deberá ocurrir en queja ante el superior, salvo cuando el tribunal
moroso fuere la Corte Suprema de Justicia, bajo pena de suspensión de seis
meses en el ejercicio de la profesión.

El control en el cumplimiento de este deber lo realizará la Corte


Suprema de Justicia mediante el informe a que se refiere el artículo 197 del
Código de Organización Judicial, en el cual los jueces y tribunales deberán
consignar los fallos pendientes, indicando las carátulas de los respectivos juicios.

Antec.: CNC 412.- PM 443.- CPCC 275.-

Conc.: CN 25; 40; 45; 86; 109; 131; 132 y ccdtes..- CPC 162; 413 al
416; 577.- COJ 197.- Ley 154/69 de Quiebras 208.- Ley 609/95 que Organiza la
Corte Suprema de Justicia 14.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral
6, inc. c); 15, inc. a).- Ley 1084/97 de Enjuiciamiento de Magistrados 14, inc. e),
f).-

1. CONCEPTO: El recurso de queja por retardo de justicia se interpone


cuando el juez o tribunal ha omitido dictar resolución una vez vencidos los plazos
fijados por la ley, con el objeto de que el superior lo emplace para que lo haga y,
eventualmente, le aplique las sanciones que correspondan.
2. SISTEMA DEL CÓDIGO: El sistema elaborado por el Código
Procesal Civil, es el siguiente:

2.1. Pedir pronto despacho, por cualquiera de los interesados en el


proceso, en especial por el apoderado, para quien constituye una obligación, en
los términos de la norma.

2.2. Reiterar el pedido, dentro de los diez días siguientes del primer
pedido, en caso de no obtener pronunciamiento.

2.3. Recurrir ante el superior, interponiendo el recurso de queja por


retardo de justicia, si dentro de los viente días siguientes a la reiteración del
pedido el juez o tribunal no dictó resolución.

3. SANCIONES: Las sanciones previstas en el Artículo serán aplicadas


al apoderado; vale decir, recaen sobre el abogado.

3.1. Multa: Cuando se omita el primer urgimiento, se aplicará una multa


equivalente a diez días del salario mínimo legal.

3.2. Suspensión de tres meses: Cuando se omitiere el segundo


urgimiento, se aplicará una suspensión de tres meses en el ejercicio de la
profesión.

3.3. Suspensión de seis meses: Cuando se omita deducir el recurso


de queja, en el plazo señalado, se sancionará con una suspensión de seis meses
en el ejercicio de la profesión.

4. CONTROL POR LA CORTE: La segunda parte de la norma


establece que el control del cumplimiento de este deber lo realizará la Corte
Suprema de Justicia mediante el informe a que se refiere el Art. 197 del COJ, en
virtud del cual los jueces y tribunales deben referir a la Corte Suprema de Justicia
los fallos pendientes con indicación de las carátulas de los respectivos juicios.
Sin embargo, cuando la Corte Suprema de Justicia sea el tribunal moroso no se
aplican las normas legales del Artículo sub examine.

5. INEFICACIA DEL SISTEMA: El Código ha elaborado un sistema


cuyo funcionamiento no ha dado resultado práctico alguno, siendo absolutamente
ineficaz hasta ahora para obtener el loable fin perseguido.

Paradógicamente, las graves sanciones previstas en la norma como es


el caso de la suspensión en el ejercicio de la profesión, de la cual viven él y su
familia, caen sobre el abogado, cuando que los jueces y tribunales morosos -
únicos causantes y responsables directos y principales- son los que deberían ser
sancionados por el incumplimiento de sus deberes legales.
Siendo así, es evidente que habrá que cambiar el sistema vigente y
sustituirlo por otro como el de la pérdida automática de competencia del juez
moroso, debiendo esta circunstancia ser tenida en cuenta para la aplicación de las
sanciones que correspondan, de acuerdo con la cantidad de veces que se haya
producido en el año, pudiendo ir desde la multa hasta el enjuiciamiento y
destitución, pasando por la calificación insuficiente para obtener ascensos en la
carrera judicial.

Considero, así mismo, que la sanción establecida para los abogados es


inconstitucional, porque la facultad de urgir el dictado de una resolución o de
ocurrir en queja -la queja no es propiamente un recurso- puede ser objeto de
renuncia expresa o tácita, y porque atenta contra el derecho constitucional al
trabajo (Arts. 25, 40, 45, 86, 109, 131, 132 y ccdtes. CN).

ART. 413.- PRESENTACIÓN ANTE EL SUPERIOR. Al recurrir en


queja el interesado deberá acompañar copias de los urgimientos en papel común.

Antec.: CNC 413, in fine.- PM 444, in fine.- CPCC 276, in fine.-

Conc.: CPC 412; 414 al 416.- Ley 154/69 de Quiebras 208.- Ley
609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14.-

1. ADMISIBILIDAD: La norma establece, como requisito de


admisibilidad del recurso ante el superior, que con el escrito en que se lo interpone
se acompañen copias de los urgimientos realizados, en papel común.

2. COPIAS DE LOS URGIMIENTOS: Es conveniente que las copias se


agreguen con la constancia de su presentación en la secretaria donde radica el
proceso.

El objeto de la presentación de las copias es demostrar la morosidad del


«a quo».

ART. 414.- PEDIDO DE INFORME. Presentada la queja, el superior


recabará informe al inferior, quien deberá producirlo dentro del día siguiente,
manifestando la causa que le impide dictar resolución.

Antec.: CNC 414.- PM 445, 1er. p..-

Conc.: CPC 412; 413; 415.- Ley 154/69 de Quiebras 209.- Ley 609/95
que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14.-

1. INFORME: La norma dispone que el superior solicite previamente un


informe al juez o tribunal de la causa, a fin de establecer la procedencia de la
queja interpuesta.
El «a quo» deberá elevar su informe dentro del día siguiente de haber
recibido el oficio correspondiente, debiendo manifestar la causa que le impide
dictar resolución, lo cual se traduce, usualmente, en el dictado de la resolución
requerida.

ART. 415.- EMPLAZAMIENTO. No mediando justa causa, el superior


dispondrá que el inferior dicte resolución dentro del plazo de diez días, que
empezará a contarse desde la comunicación respectiva.

Si la justa causa consistiere en recargo de trabajo, el tribunal deberá fijar


el plazo dentro del cual el inferior dictará resolución.

Antec.: CNC 415.- PM 446.- CPCC 277.-

Conc.: CPC 146; 412 al 415.- Ley 154/69 de Quiebras 209.- Ley
609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14.-

1. JUSTA CAUSA: La apreciación de la existencia de justa causa


invocada por el «a quo» queda librada al criterio del superior. Este deberá
apreciarla con carácter restrictivo, dado el tremendo disvalor que la morosidad
judicial supone al atentar directamente contra el ideal de justicia pronta y barata,
porque, como es sabido, la justicia que llega tarde no es justicia.

2. FIJACIÓN DEL PLAZO: El superior fijará el plazo dentro del cual el


inferior deberá fallar, dependiendo de:

2.1. Que no exista justa causa: En este caso el superior mandará que
el inferior dicte resolución en el plazo de diez días que se computa desde la
comunicación respectiva.

2.2. Que la justa causa invocada consista en recargo de trabajo: El


superior deberá fijar el plazo, dentro del cual dictará resolución al inferior.

ART. 416.- SANCIÓN. En caso que el juez o tribunal no diere


cumplimiento a la orden, se comunicará a la Corte Suprema de Justicia a los
efectos previstos en el artículo 199 del Código de Organización Judicial.

Antec.: CNC 416.-

Conc.: CN 253.- CPC 415.- COJ 199.- Ley 154/69 de Quiebras 209.-
Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 3, inc. a) in fine.- Ley
1084/97 de Enjuiciamiento de Magistrados 14, inc. e), f).-

1. COMUNICACIÓN A LA CORTE: En el caso de que el inferior no


diere cumplimiento a la orden de dictar resolución dentro del plazo fijado en la ley
o en la respectiva resolución, el superior deberá comunicar a la Corte Suprema de
Justicia.

2. EMPLAZAMIENTO: El Art. 199 del COJ, al que hace referencia el


precepto, establece: «Los jueces y Tribunales dictarán sentencia y demás
resoluciones dentro de los plazos fijados en la ley. Si no lo hicieren, la Corte
Suprema de Justicia los emplazará a hacerlo dentro de un plazo perentorio, bajo
apercibimiento de ser suspendido por quince días sin goce de sueldo. La
reincidencia en el curso del mismo año será causal de enjuiciamiento».

TITULO V

DEL PROCEDIMIENTO EN SEGUNDA Y TERCERA INSTANCIA

CAPITULO I

DEL PROCEDIMIENTO EN SEGUNDA INSTANCIA

SECCIÓN I

DE LAS DISPOSICIONES GENERALES

ART. 417.- FACULTAD PARA EXAMINAR LA FORMA DE


CONCESIÓN DEL RECURSO. El tribunal superior no se encuentra obligado por
la forma en que se hubiere otorgado el recurso y puede, de oficio o a petición de
parte, modificarla conforme a derecho.

Antec.: CNC 417.- PM 449.-

Conc.: CPC 398 al 400; 435.- Ley 609/95 que Organiza la Corte
Suprema de Justicia 14.- Ley 1376/88 de Arancel de Honorarios de Abogados y
Procuradores 33.- Ley 635/95 que Reglamenta la Justicia Electoral 68; 69.-

1. REGLA GENERAL: La norma transcripta consagra la regla procesal


vigente en la materia según la cual el tribunal superior no se halla obligado por la
forma en que hubiese sido otorgado el recurso por el inferior (Art. 399 CPC).

Siendo así, el superior está facultado para, de oficio o a petición de


parte, modificar conforme a derecho, la forma en que fue concedido el recurso.

2. RECURSO CONCEDIDO EN RELACIÓN: En este supuesto, cuando


el recurrente crea que ha debido otorgársele el recurso libremente podrá solicitar,
antes de quedar firme la providencia de autos, que así se declare, fijándose el
plazo pertinente para expresar agravios.
3. RECURSO OTORGADO LIBREMENTE: Antes de quedar firme la
providencia que manda expresar agravios, el recurrente que entiende que debió
habérsele concedido el recurso en relación solicitará al tribunal que así lo
disponga y dicte la providencia «Autos».

4. RECURSO OTORGADO CON EFECTO SUSPENSIVO: Si el


recurrente considera que el recurso procede sin efecto suspensivo, podrá pedir
que así se declare mandando se devuelvan los autos al inferior a fin de que se
cumpla la resolución recurrida y se esté a lo dispuesto en el Art. 400 del CPC.

5. RECURSO OTORGADO SIN EFECTO SUSPENSIVO: En este caso,


el recurrente solicitará que el superior disponga la suspensión del cumplimiento de
la resolución recurrida y se remita al superior el expediente o los testimonios
correspondientes, según el caso (Art. 400 CPC).

6. RESOLUCIÓN: La providencia que dicte el tribunal («Autos» o


«Exprese agravios el recurrente») queda firme a los tres días.

El pedido de modificación del recurso se resuelve sin substanciación.

ART. 418.- PLURALIDAD DE APELANTES. Si distintas partes


hubieren apelado de la misma resolución, sus recursos se sustanciarán por
separado.

Antec.: CNC 418.- PM 450.-

Conc.: CPC 424; 432.-

1. FINALIDAD: El precepto está dirigido a mantener el buen orden de


los procesos y lograr la mayor claridad posible en la substanciación de los
recursos ante el superior, por ello dispone la substanciación de los recursos por
separado en la hipótesis de que fueren varios los apelantes de una misma
resolución.

ART. 419.- FORMA DE LA FUNDAMENTACIÓN. El recurrente hará el


análisis razonado de la resolución y expondrá los motivos que tiene para
considerarla injusta o viciada. No llenándose esos requisitos, se declarará
desierto el recurso.

Antec.: CNC 419.- PM 451.-

Conc.: CPC 424; 425; 432; 433; 437.- Ley 609/95 que Organiza la
Corte Suprema de Justicia 14.-

1. FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO: El recurrente en su escrito de


fundamentación del recurso (expresión de agravios) deberá efectuar un análisis
razonado de la resolución recurrida o de la parte de ella que fue materia de
recurso.

La fundamentación del recurso debe consistir en una crítica razonada y


concreta de los fundamentos de la resolución recurrida, exponiendo los motivos
por los que se considera que la misma es injusta o está viciada, y demostrando los
errores en que incurrió el «a quo» en la apreciación de los hechos y de la prueba,
y en la interpretación y aplicación del derecho.

Los agravios deben exponerse en forma concreta y suficiente, evitando


las generalidades y las remisiones a otros escritos.

2. FUNCIÓN: Su función consiste en mantener el alcance concreto del


recurso y fijar el contenido del reexamen que deberá efectuar el superior.

El escrito debe guardar relación y ser proporcionado a la complejidad e


importancia del asunto. Debe ser efectivo para demostrar al «ad quem» el error
en que incurrió el inferior, sin necesidad de recurrir a expresiones altisonates y
huecas, extensas citas, peroratas e injurias al juez.

3. DESERCIÓN DEL RECURSO: La segunda parte de la norma


consagra la deserción del recurso, que podrá producirse por:

1. No haberse presentado el escrito de fundamentación en el plazo


señalado en la ley, de acuerdo con la forma en que se concedió el recurso:
libremente (dieciocho días) o en relación (cinco días).

2. No haberse fundado el recurso, en los términos señalados en la


primera parte del Artículo comentado.

ART. 420.- PODERES DEL TRIBUNAL. El tribunal no podrá fallar


sobre cuestiones no propuestas en primera instancia, ni tampoco sobre aquello
que no hubiese sido materia de recurso, sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo
113.

No obstante, deberá resolver sobre los intereses, daños y perjuicios, u


otras cuestiones accesorias derivadas de la sentencia de primera instancia.

Antec.: CNC 420.- PM 452.- CPCC 267.-

Conc.: CPC 113; 387; 401; 406; 417.- Ley 609/95 que Organiza la
Corte Suprema de Justicia 14.-

1. REGLA GENERAL: La norma consagra la regla -coherente con la


naturaleza jurídica que tiene el recurso en nuestro proceso civil- en cuya virtud no
constituye un nuevo juicio (novum iudicium), sino un reexamen circunscripto al
conocimiento de las cuestiones que fueron oportunamente sometidas a la decisión
del inferior y comprendidas en los agravios expresados por el recurrente.

En virtud de la apelación se «devuelve» al superior la plenitud de la


jurisdicción y este se encuentra frente al proceso en la misma posición que el
inferior con los mismos derechos y los mismos deberes. Siendo así, puede
examinar la pretensión y la oposición, analizar nuevamente la prueba, admitir o
rechazar defensas, examinar cuestiones no consideradas por el inferior y declarar
nulidades de oficio cuando el vicio impida que pueda dictarse validamente
sentencia definitiva y en los demás casos que la ley lo prescriba (Art. 113 CPC).

2. ALCANCE Y LIMITES DE LOS PODERES DEL TRIBUNAL:

2.1. El superior se halla limitado por el contenido «thema desidendum»


de las cuestiones propuestas por las partes en sus respectivos escritos de
demanda y contestación y, eventualmente, a los hechos nuevos que pudieron
haberse alegado en primera o en segunda instancia, encuadrados dentro del
objeto o la causa de la pretensión.

2.2. El superior se encuentra circunscripto a aquello que es materia de


recurso «tantum apellatum quantum devolutum». Siendo así, no puede exceder
los límites que el propio recurrente estableció en el recurso, decidiendo sobre
cuestiones que aunque hayan sido resueltas en la instancia anterior en contra del
recurrente, éste las ha excluido en forma expresa o implícita.

2.3. El superior se halla facultado por razones de economía procesal,


para resolver ciertas cuestiones aunque las mismas no hayan sido objeto de
pronunciamiento en la instancia anterior.

2.3.1. Cuando al declarar la nulidad de la resolución se pronuncia sobre


el fondo del asunto, aun cuando no se haya deducido apelación (Art. 406 CPC).

2.3.2. Cuando decide sobre cuestiones accesorias derivadas de la


sentencia de primera instancia y comprendidas en los términos de la pretensión y
oposición, v.g.: intereses, daños y perjuicios.

2.3.3. Cuando la resolución omite decidir alguna cuestión


oportunamente articulada por las partes, aunque no se hubiese pedido aclaratoria,
siempre que se solicite, con motivo de expresar agravios, conforme al Principio de
razonabilidad (Véase el Art. 387 CPC numeral 6).

2.4. El superior no se halla limitado por lo que ha resuelto el inferior en


su sentencia.

2.5. El superior carece de facultad para modificar la resolución en


perjuicio del recurrente «reformatio in pejus», agravando su situación en sentido
cualitativo o cuantitativo, salvo que exista el correspondiente recurso interpuesto
por la parte contraria.

El Principio de la reforma en perjuicio es, en cierto modo, -dice


COUTURE- un principio negativo: consiste fundamentalmente en una prohibición.
No es posible reformar la sentencia apelada en perjuicio del único apelante.

ART. 421.- MAYORÍA E INTEGRACIÓN. Las resoluciones del tribunal


serán pronunciadas por mayoría absoluta de votos. En los casos de
impedimento, excusación, recusación o ausencia, el Presidente del tribunal
procederá a integrarlo automáticamente en el siguiente orden: Presidente,
Vicepresidente, Vocal de la sala que le sigue en orden de turno. Designado un
miembro de otra sala, no podrá serlo nuevamente, antes que lo fueren los otros
miembros del mismo tribunal. Si no pudiere lograrse la integración con miembros
del tribunal respectivo, se hará con los miembros del tribunal de apelación de
Menores, en lo Laboral, o en lo Criminal, en ese orden, por el mismo
procedimiento. Si aun así no se obtuviere la integración, se nombrará a jueces de
primera instancia del mismo fuero, o de los fueros mencionados, por orden de
turno, y, en su caso, por abogados, de conformidad con lo dispuesto por el Código
de Organización Judicial.

En caso de discordia se usará igual procedimiento, previa exclusión por


sorteo del miembro del tribunal que será sustituido.

Antec.: CNC 421.- PM 453.- CPCC 264; 265.- Dto. 5679,11; 12.- Conc.:
CPC 422; 423.- COJ 37.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia
2,2° p..- Acordada No. 14 del 31 de Marzo de 1.938, 4.-

1. MAYORÍA ABSOLUTA: La norma establece que las resoluciones de


los órganos judiciales colegiados deben ser dictadas por mayoría absoluta de
votos, entendiéndose por tal aquella que no puede ser superada por la suma total
de las demás minorías, por reunir más de la mitad del total de los votos.

2. INTEGRACIÓN: En los supuestos de impedimento, recusación,


excusación o ausencia de cualesquiera de los integrantes de un tribunal, éste
deberá integrarse con el número de jueces necesarios, a cuyo efecto el Artículo
transcripto determina la forma y el orden en que corresponde proceder.

A los efectos de la eventual integración por abogados, la Corte Suprema


de Justicia periódicamente conforma una lista de profesionales matriculados para
llenar dicho cometido.

En el mismo sentido, el Art. 37 del COJ establece: «Todos los


Tribunales, para dictar sentencia, actuarán con el número total de sus miembros, y
sus decisiones deberán fundarse en la opinión coincidente de la mayoría de los
mismos, aunque los motivos de dichas opiniones sean distintas».
3. DISCORDIA: El segundo párrafo de la norma se refiere al caso de
discordia, que se produce cuando todos los integrantes del tribunal tienen
opiniones distintas, diferentes a las de los otros, v.g.: si son tres los miembros
cada uno opina en sentido diferente, consecuentemente habrá tres opiniones
distintas. En esta hipótesis se sortea quien de los integrantes será excluido,
precediéndose luego en la forma prevista para la integración del juez substituido.

ART. 422.- ESTUDIO DE LOS EXPEDIENTES. Los miembros del


tribunal se instruirán personalmente de los expedientes antes de celebrar acuerdo
para dictar resolución.

Antec.: CNC 422.- PM 454.- CPCC 254.-

Conc.: CPC 400; 402; 421; 423.- Ley 609/95 que Organiza la Corte
Suprema de Justicia 2, 2o. p.-

1. ESTUDIO PREVIO: La norma impone a cada integrante del órgano


judicial colegiado el deber de interiorizarse y estudiar, en forma individual y
personal, los expedientes que radican ante sus tribunales a los efectos de poder
celebrar el correspondiente acuerdo para dictar resolución.

2. ACUERDO: Los acuerdos son reuniones privadas en las que los


cueces integrantes de un tribunal, una vez instruidos acerca del juicio que
corresponde, discuten las cuestiones sometidas a su decisión a fin de dictar
resolución.

En la realidad ocurre que los votos son emitidos con anterioridad y por
escrito a la reunión conjunta.

ART. 423.- FORMA DE LAS RESOLUCIONES. Las providencias


serán dictadas y firmadas por el Presidente del tribunal. Los autos interlocutorios
serán dictados por el tribunal y firmados por todos sus miembros. No será
necesario que cada uno de ellos exprese su opinión, pudiendo estar redactada la
resolución en forma impersonal.

Las sentencias definitivas serán dictadas por el tribunal y firmadas por


todos sus miembros. Contendrán necesariamente la opinión de cada uno de
ellos, o su adhesión a la de otro. La votación de las cuestiones de hecho y de
derecho empezará por la del miembro que resulte del sorteo que al efecto debe
practicarse.

En caso de disidencia, la misma deberá constar en la resolución.

Antec.: CNC 423.- PM 455.- CPCC 256.-


Conc.: CPC 156 al 160; 162; 164; 420; 422; 552; 554, 3er. p.; 560, 1er.
p.; 690, inc. c).- COJ 37.- Ley 609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia
2, 2o. p.-

1. REQUISITO ESENCIAL: Dispone el Art. 156, 2o. p. del CPC que son
requisitos esenciales de toda resolución judicial la indicación del lugar y fecha y la
firma del juez y secretario.

2. FIRMA: 2.1. Providencias: Irán firmadas solamente por el Presidente


del tribunal.

2.2. Autos interlocutorios: Serán firmados por todos los miembros del
tribunal.

2.3. Sentencias definitivas: Estarán firmadas por todos los miembros


del tribunal.

3. CONTENIDO: Las sentencias definitivas de segunda y tercera


instancia deberán contener, en lo pertinente, las enunciaciones y requisitos
establecidos en el Art. 159 de CPC (Art. 160 CPC).

3.1. Providencias: Serán dictadas por el Presidente del tribunal.

3.2. Autos interlocutorios: Serán dictados por el tribunal. No es


necesario que cada uno de los miembros exprese su opinión y pueden estar
redactados de manera impersonal.

3.3. Sentencias definitivas: Las dictarán el tribunal y contendrán


necesariamente la opinión fundada de cada uno sus integrantes o su adhesión la
opinión de otro juez.

Se requiere el voto individual de cada juez que integra el tribunal, quien


debe emitir su opinión fundada acerca de las cuestiones de hecho y de derecho
sometidas a la decisión.

4. FORMA: Las cuestiones de hecho y de derecho, generalmente son


examinadas en forma de respuestas a los siguientes interrogantes: 1o.) ¿Es nula
la sentencia recurrida?. 2o.) En caso negativo, ¿se halla ajustada a derecho?.

La votación empieza por el miembro que haya resultado sorteado


primero. Los demás jueces pueden efectuar el voto de adhesión, remitiéndose a
los fundamentos expuestos por el preopinante sin reproducirlos.

En caso de disidencia, vale decir, cuando un juez tiene una opinión


distinta, la misma debe constar en la resolución.
4.1. Redacción de un Acuerdo y Sentencia:

En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay,


a.........días del mes de..........del año...................estando reunidos en la Sala de
Acuerdos del Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial.........Sala, sus
miembros Doctores A, B y C bajo la presidencia del primero de los nombrados y
por ante mí el Secretario autorizante, se trajo a acuerdo el expediente caratulado:
«NN c/ ZZ s/ XXX», para resolver los recursos de apelación y nulidad interpuestos
contra la S.D. No.....de fecha..........dictada por el Señor Juez de Primera Instancia
en lo Civil y Comercial del.......Turno.

Previo estudio de los antecedentes, el Tribunal resolvió plantear y votar


las siguientes: CUESTIONES:

¿Es nula la sentencia recurrida?

En caso negativo, ¿se halla ajustada a derecho?

Practicado el sorteo de ley a fin de establecer el orden de votación


resultó de él que debían votar los señores Miembros en el orden siguiente: DR. A,
DR. B y DR. C.

A la primera cuestión el Dr. A, dijo:..............

A su turno los Dres. B y C manifestaron que votaban en igual sentido.

A la segunda cuestión planteada, el Dr. A prosiguió


diciendo:.......................

A su turno los Dres. B y C manifestaron que votaban en igual sentido (si


no hubiere adhesión, se debe consignar el respectivo voto disidente).

Con lo que terminó el acto firmando los Señores Miembros de


conformidad por ante mí de que certifico, quedando acordada la sentencia que
sigue a continuación.

A, B y C (firmas) ...... Ante mí: D (firma)


Asunción,..................................

VISTO: por el mérito que ofrece el acuerdo precedente y sus


fundamentos, el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial X Sala, RESUELVE:

1o..............................
2o..............................

Anótese, regístrese y remítase copia a la Ecxma. Corte Suprema de Justicia.


DR. A, DR. B y DR. C (firmas) Ante mí: D (firma).-
SECCIÓN II

DE LA APELACIÓN LIBRE

ART. 424.- EXPRESIÓN DE AGRAVIOS. Cuando el recurso se


hubiere concedido libremente, en el mismo día en que los autos llegaren al
tribunal, el secretario dará cuenta de ello al Presidente y éste ordenará que el
recurrente exprese agravios dentro de diez y ocho días.

Del escrito de expresión de agravios se dará traslado por igual plazo al


apelado.

Antec.: CNC 424.- PM 456.- CPCC 242.-

Conc.: CPC 37; 107; 133, inc. k); 398, la. p.; 425 al 431.- Ley 635/95
que Reglamenta la Justicia Electoral 68; 69.-

1. NOTIFICACIÓN: Cuando el recurso ha sido concedido libremente,


llegado el expediente al tribunal, en el mismo día el secretario deberá dar cuenta
de ello al Presidente, quien dictará una providencia disponiendo que el recurrente
exprese agravios.

La providencia se notifica por cédula (Art. 133, inc. k) CPC) y el escrito


de expresión de agravios debe presentarse en el plazo de dieciocho días contados
desde el día siguiente al de la notificación respectiva.

2. PLAZO: El plazo es individual. Si fuesen varios los recurrentes, corre


en forma independiente para cada uno de ellos. La misma regla se aplica en
caso de litisconsorcio.

3. TRASLADO: Del escrito de expresión de agravios presentado por el


apelante se dará traslado al apelado, a cuyo efecto aquél deberá acompañar las
copias correspondientes (Art. 107 CPC).

La Providencia que ordena el traslado se notifica por cédula (Art. 133,


inc. k) CPC) y el apelado tiene dieciocho días para contestarlo, computándose el
plazo desde el siguiente día en que fue notificado.

ART. 425.- DESERCIÓN DEL RECURSO. Si el recurrente no


expresare agravios en el plazo establecido, la resolución impugnada quedará firme
para él, sin necesidad de petición ni declaración judicial alguna, debiendo ordenar
de oficio el tribunal, la devolución del expediente a primera instancia.

Antec.: CNC 425.- PM 457.- CPCC 243.-


Conc.: CPC 145; 419; 424.-

1. DESERCIÓN: La deserción del recurso se produce, de acuerdo con el


precepto, cuando el recurrente no presenta el escrito de expresión de agravios
dentro del plazo de dieciocho días contados desde el día siguiente a aquél en que
fue notificado de la providencia que lo ordenaba.

Cabe precisar que la deserción queda configurada por:

1.1. El sólo hecho de la omisión de la presentación del escrito de


expresión de agravios en el plazo señalado en la ley.

1.2. La falta de fundamentación del recurso, en la forma prevenida en el


Art. 419 del CPC.

2. EFECTO: Producida la deserción la resolución impugnada queda


firme adquiriendo autoridad de cosa juzgada para el apelante, en forma
automática «ministerio legis». Siendo así, el expediente de oficio debe
devolverse a la instancia anterior, si se trata de un sólo apelante.

ART. 426. FALTA DE CONTESTACIÓN DE LA EXPRESIÓN DE


AGRAVIOS: Si el recurrido no contestare el escrito de agravios dentro del plazo
señalado, no podrá hacerlo en adelante y la instancia seguirá su curso.

Antec.: CNC 426.- PM 458.- CPCC 244.-

Conc.; CPC 145; 424, 2° p.; 427.-

1. CONTESTACIÓN: El recurrido debe contestar el traslado de la


expresión de agravios presentada por el recurrente dentro del plazo de dieciocho
días de haber sido notificado de la providencia respectiva.

Si el recurrido no contesta el traslado, no podrá hacerlo en adelante y la


instancia seguirá su curso, en razón de que el plazo es perentorio.

2. DECAIMIENTO DEL DERECHO: El decaimiento del derecho que


dejó de ejercer el recurrido se produce de pleno derecho, sin necesidad de
petición, ni substanciación alguna.

ART. 427.- LLAMAMIENTO DE AUTOS PARA SENTENCIA.


Presentados los escritos de expresión de agravios y su contestación, o vencido el
plazo para ésta, se llamará autos para sentencia.

Antec.: CNC 427.- PM 459.- CPCC 245.-

Conc.: CPC 131; 160; 162; 383; 385; 424; 426; 428 al 431; 683, inc. g).-
1. AUTOS PARA SENTENCIA: Una vez substanciada la causa con la
presentación de los escritos respectivos de expresión de agravios y su
contestación, en los plazos fijados por la ley o vencidos que fueran, en su caso, el
tribunal llamará autos para sentencia.

2. NOTIFICACIÓN: Esta providencia se notifica por automática los días


señalados en la ley (Art. 131 CPC).

3. MEDIDAS PARA MEJOR PROVEER: Desde el llamamiento de autos


queda cerrada toda discusión y no podrán presentarse más escritos ni producirse
más pruebas, salvo las que el tribunal dispusiere para «mejor proveer» en uso de
sus facultades instructorias (Art. 383 CPC).

4. SENTENCIA: El tribunal deberá dictar sentencia dentro del plazo de


sesenta días fijados en la ley (Art. 162, inc. c) CPC), la cual deberá notificarse de
oficio dentro de tercero día (Art. 385 CPC).

Tratándose de juicios sumarios el plazo para sentenciar será de treinta


días (Art. 683, inc. g) CPC).

ART. 428.- AGREGACIÓN DE DOCUMENTOS. Con los escritos


mencionados, o a más tardar antes de notificarse la providencia de autos, podrán
las partes presentar documentos de fecha posterior a la providencia de autos para
sentencia de primera instancia, o anteriores, si afirmaren no haber tenido antes
conocimiento de ellos.

De los que el apelado presente, se dará traslado a la contraria, por el


plazo de cinco días.

Antec.: CNC 428.- PM 460.- CPCC 246.-

Conc.: CPC 107; 131; 133, inc 11); 221; 235, inc. a); 307.-

1. OPORTUNIDAD: El precepto establece la oportunidad para la


presentación de documentos en segunda instancia, pudiendo serlo:

1.1. Con los respectivos escritos de expresión de agravios y su


contestación: Acompañando las respectivas copias (Art. 107 CPC).

1.2. Antes de notificarse la Providencia de autos: Después de


contestada la expresión de agravios podrán hacerlo el apelante y el apelado, con
sus copias, debiendo darse traslado de los presentados por el apelado a la parte
contraria por el plazo de cinco días.

2. CLASES DE DOCUMENTOS: Los documentos que pueden


presentarse según la norma, son:
2.1. Documentos de fecha posterior a la Providencia de autos para
sentencia de primera instancia: Los cuales deberán acompañarse con los
escritos de expresión de agravios y su contestación, porque el interesado ya tenía
conocimiento de ellos.

2.2. Documentos de fecha anterior: Si afirma el presentante no haber


tenido antes conocimiento de ellos.

3. TRASLADO: El traslado se cumple con el propósito de que la


contraparte reconozca o niegue la autenticidad de los documentos o presente
documentos de descargo o formule lo que considere pertinente para enervar su
eficacia o indicar su impertinencia o improcedencia.

La providencia que ordena el traslado de los documentos se notifica en


forma automática (Art. 131 CPC), salvo que el tribunal disponga su notificación por
cédula (Art. 133, inc. 11) CPC).

ART. 429.- ABSOLUCIÓN DE POSICIONES. Las partes podrán pedir


absolución de posiciones sobre hechos que no hubieren sido objeto de esa prueba
en la instancia inferior, en la oportunidad de presentar sus respectivos escritos de
expresión de agravios o su contestación. Para ello no será necesario que se abra
la causa a prueba.

Antec.: CNC 429.- PM 461.- CPCC 247-

Conc.: CPC 276 y sgtes.; 431.-

1. OFRECIMIENTO: Cada parte pueda solicitar que su contraria


absuelva posiciones en oportunidad de presentar sus respectivos escritos de
expresión de agravios y su contestación.

2. PRODUCCIÓN Y CONTENIDO: La prueba sólo podrá producirse una


vez en segunda instancia (Art. 278 CPC).

Deberá versar exclusivamente sobre hechos que no hubieren sido


objeto de esta prueba en la instancia inferior y para su diligenciamiento no es
preciso que se abra la causa a prueba.

3. REMISIÓN: En relación a la prueba de absolución de posiciones se


aplica las mismas reglas proscriptas en los Arts. 276 y sgtes. del CPC para la
primera instancia, a las que me remito.

ART. 430.- APERTURA DE LA CAUSA A PRUEBA. En los escritos


de expresión de agravios y su contestación podrán pedir las partes que se abra la
causa a prueba, en los siguientes casos:
a) si se alegare algún hecho nuevo conducente al pleito, que hubiese
ocurrido o hubiese llegado a conocimiento de las partes después de la oportunidad
prevista en el artículo 250; y

b) si por motivos no imputables al solicitante, no se hubiese practicado


en primera instancia la prueba por él ofrecida.

Antec.: CNC 430.- PM 462.- CFCC 248.-

Conc.: CPC 75; 92; 250; 431.-

1. EXCEPCIÓN A LA REGLA: La norma consagra una excepción a la


regla en cuya virtud la prueba debe producirse ante el inferior a los efectos de
poder ser reexaminada, de conformidad al Principio de la doble instancia.

2. APERTURA A PRUEBA: En segunda instancia las partes, en sus


escritos de expresión de agravios y su contestación podrán pedir la apertura de la
causa a prueba en los casos señalados expresamente en la norma.

2.1. Hecho nuevo: Cuando se alegue algún hecho nuevo conducente al


pleito que no haya sido conocido o se haya producido después de la contestación
de la demanda o reconvención y siempre que no haya podido ser aducido dentro
de los seis días posteriores a la notificación de la providencia de apertura a prueba
(Art. 250 CPC).

Dice ALSINA que no debe confundirse el hecho nuevo, con la causa


nueva; el primero sirve para probar el derecho, en tanto que la segunda constituye
el fundamento de una pretensión y podrá en todo caso autorizar una nueva
demanda, que debe promoverse por separado.

2.2. Prueba no practicada en primera instancia: En este supuesto


debe tratarse de una prueba ofrecida oportunamente y que no haya sido posible
su diligenciamiento por motivos no imputables al interesado en su realización. La
razón de la norma se encuentra en tratar de evitar un perjuicio a quien no tiene la
culpa.

3. OTROS SUPUESTOS EN QUE ES PROCEDENTE: 3.1. El declarado


rebelde que hubiere comparecido al juicio después de vencido el plazo para el
ofrecimiento de prueba y haya recurrido la sentencia de primera instancia está
facultado para solicitar la apertura a prueba en segunda instancia, siempre que
concurran las condiciones establecidas para ello, dispone el Art. 75 del CPC.

3.2. El mismo derecho le asiste a los causantes citados de evicción (Art.


92 CPC).
ART. 431.- MEDIOS PROBATORIOS Y SUS FORMALIDADES. El
plazo de prueba no podrá exceder de veinte días. En cuanto a los medios
probatorios, formalidades con que han de recibirse, alegatos y conclusión de la
causa, regirán las mismas disposiciones establecidas para la primera instancia,
con las modificaciones siguientes:

a) en todos los actos de prueba que deban practicarse ante el tribunal,


llevará la palabra el Presidente, pero los demás miembros podrán tener la
intervención que estimen oportuna; y

b) cuando alguna diligencia de prueba hubiere de practicarse fuera de la


sede del tribunal, se procederá en la forma dispuesta por el artículo 153, inciso a).

Antec.: CNC 431.- PM 463.- CPCC 249; 250; 251.-

Conc.: CPC 19 y sgtes.; 153, inc. a); 253, la. p.; 379 y sgtes.; 430, 683,
inc. g).-

1. APLICACIÓN DE LAS DISPOSICIONES DE PRIMERA INSTANCIA:


En segunda instancia, abierta la causa a prueba se aplican las mismas
disposiciones establecidas para la primera instancia del proceso de conocimiento
ordinario o sumario, en su caso, para los siguientes actos procesales: pruebas,
alegatos, salvo proceso de conocimiento sumario (Art. 683, inc. d) CPC) y
conclusión de la causa para definitiva.

2. RECUSACIÓN: Las partes podrán hacer también uso del derecho de


recusar con expresión o sin expresión de causa (Art. 31 CPC).

3. PLAZO PROBATORIO: El plazo de prueba no podrá exceder de


veinte días y en todos los actos de prueba que se practiquen ante el tribunal
llevará la palabra el Presidente de éste, pudiendo intervenir los demás integrantes
cuando lo creyeren oportuno.

4. DILIGENCIAS PRACTICADAS FUERA DE LA SEDE DEL


TRIBUNAL: Cuando alguna diligencia de prueba hubiere de practicarse fuera de
la sede del tribunal se llevará a cabo con la asistencia del Presidente del mismo o
el miembro que él designe (Art. 153, inc. a) CPC).
SECCIÓN III

DE LA APELACIÓN EN RELACIÓN

ART. 432.- LLAMAMIENTO DE AUTOS. Cuando el recurso se hubiere


concedido en relación, se llamará autos inmediatamente, pasando el expediente a
secretaría. No podrán alegarse hechos nuevos, agregarse documentos, pedirse
absolución de posiciones, ni abrirse la causa a prueba, debiendo el tribunal para
fallar, tener en cuenta únicamente las actuaciones producidas en primera
instancia, salvo lo dispuesto en el artículo 18.

Antec.: CNC 432.- PM 464.- Dto. 5679,17.-

Conc.: CPC 18; 77, 2o. p.; 133, inc k); 204; 231; 250; 257; 433; 434;
472, 2o. p.- Ley 154/69 de Quiebras 197; 199; 200.-

1. PROVIDENCIA DE AUTOS: Cuando el recurso fuere concedido en


relación, el Presidente del tribunal deberá dictar la providencia «Autos», la cual se
notificará por cédula (Art. 133, inc. k) CPC).

2. SUBSTANCIACIÓN: El procedimiento en segunda instancia en esta


hipótesis, es mucho más sencillo que cuando el recurso se otorga libremente,
porque no se pueden alegar hechos nuevos ni agregarse documentos, ni pedirse
absolución de posiciones, ni abrirse la causa a prueba.

3. RESOLUCIÓN: El tribunal deberá dictar resolución teniendo en


cuenta únicamente las actuaciones producidas en primera instancia, salvo que
considere necesario ordenar «medidas para mejor proveer» en uso de las
facultades que le concede el Art 18 del CPC.

ART. 433.- EXPRESIÓN DE AGRAVIOS. Dentro de cinco días de


notificada la providencia de autos, el apelante deberá presentar un escrito
sintetizando los fundamentos del recurso. Si no lo hiciere, declarado desierto
éste, la resolución apelada quedará firme y se ordenará la devolución de los autos.

Del escrito de fundamentación se dará traslado a la otra parte por el


plazo de cinco días.

Antec.: CNC 433.- PM 465.- Dto. 5679,17.-

Conc.: CPC 19 y sgtes.; 107; 145; 419; 425; 432; 434.-

1. PLAZO: El recurrente dentro del plazo de cinco días, contados a


partir del día siguiente de que fuera notificado por cédula de la providencia de
Autos, deberá presentar su escrito de fundamentación del recurso interpuesto.
2. DESERCIÓN DEL RECURSO: El plazo para la presentación del
escrito es perentorio por lo que si no presenta la expresión de agravios se
declarará desierto el recurso y la resolución apelada quedará firme para el
apelante, debiendo ordenarse la devolución de los autos a la instancia inferior, si
sólo él hubiere recurrido. (Art. 425 CPC).

3. CONTENIDO: El escrito de expresión de agravios deberá contener un


análisis razonado, con una exposición de los motivos que se alegan para
considerar la resolución injusta o viciada (Art. 419 CPC).

4. TRASLADO: El escrito que contenga la fundamentación de la


expresión de agravios se corre traslado al recurrido, para que lo conteste.

La notificación de la providencia que confirió el traslado se notifica por


cédula (Art. 133, inc. k) CPC), debiéndose acompañar la copia correspondiente del
escrito mencionado (Art. 107 CPC).

5. RECUSACIÓN: Es procedente la recusación con expresión o sin


expresión de causa de cualesquiera de los miembros del tribunal.

ART. 434.- FALTA DE CONTESTACIÓN. Si el recurrido no contestare


el traslado dentro del plazo señalado, seguirá su curso la instancia.

Antec.: CNC 434.- PM 466.- Dto. 5679,17.-

Conc.: CPC 145; 433; 426.-

1. PLAZO: El recurrido dentro del perentorio e improrrogable plazo de


cinco días deberá contestar el traslado corrídole

2. PERDIDA DEL DERECHO: Si no contesta el traslado en el plazo


señalado no podrá hacerlo después y la instancia seguirá su curso, de acuerdo
con la regla de perentorioridad de los plazos procesales para las partes
establecida en el Art. 145 del CPC y el Principio de preclusión.
CAPITULO II

DEL PROCEDIMIENTO EN TERCERA INSTANCIA

ART. 435.- REMISIÓN. Son aplicables al procedimiento en tercera


instancia, las disposiciones del Capítulo I, Sección I, de este Título.

Antec.: CNC 435.- PM 467.-

Conc.: CN 275, 2o. p..- CPC 160; 417 al 423.- Ley 609/95 que
Organiza la Corte Suprema de Justicia 2, 2o. p.; 3, inc. i); 14; 16 17.- Ley 1376/88
de Arancel de Honorarios y Abogados y Procuradores 33.- Acordada No 10/95
que Reglamenta el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia.

1. REMISIÓN: La norma hace una remisión expresa a las disposiciones


del Capítulo I, Sección I, Título V, que contiene en los Artículos 417 al 423 del
Código, por lo que me remito a los comentarios vertidos en ocasión del estudio de
cada uno de los mencionados preceptos legales.

ART. 436.- CONSTITUCIÓN DE DOMICILIO. Si el tribunal cuya


resolución es impugnada, fuere de alguna de las circunscripciones judiciales del
interior, el recurrente deberá constituir domicilio en la capital en el acto de recurrir,
y la otra parte centro del quinto día de concedido el recurso.

La parte que no cumpliere lo impuesto por este artículo, quedará


notificada por ministerio de la ley.

Antec.: CNC 436.- PM 468.-

Conc.: CPC 47; 131; 402; 437; 438.- Ley 609/95 que Organiza a Corte
Suprema de Justicia 14.-

1. TRIBUNAL SITUADO EN EL INTERIOR: La disposición contempla la


hipótesis de que el tribunal del cual proceda la resolución impugnada fuere de
alguna circunscripción judicial del interior de la República.

En la situación mencionada el recurrente deberá constituir domicilio en


la Capital, en oportunidad de interponer el recurso correspondiente, y la otra parte
dentro del quinto día de concedido el recurso, mediante la presentación del
correspondiente escrito.

2. EFECTO DE LA OMISIÓN: Si la carga impuesta no se cumpliera por


cualquiera de las partes las resoluciones posteriores quedarán notificadas al
omiso por ministerio de la ley los días martes o jueves (Art. 131 del CPC) en la
secretaría de la Corte Suprema de Justicia.
ART. 437.- EXPRESIÓN DE AGRAVIOS. Cuando la Corte Suprema
de Justicia conociere en grado de apelación, recibido el expediente, se dictará la
providencia de autos. En ningún caso se admitirá la apertura a prueba ni la
alegación de hechos nuevos.

Dentro de nueve días de notificada la providencia de autos, si se tratare


de sentencia definitiva, y de cinco días, si fuese auto interlocutorio, el apelante
deberá presentar un escrito sintetizando los fundamentos del recurso. Si no lo
hiciere, la resolución quedará firme para él y, declarado desierto el recurso, se
ordenará la devolución de los autos. Del escrito de fundamentación se dará
traslado a la otra parte por el mismo plazo de nueve o cinco días, según el caso.

Antec.: CNC 437.- PM 469.- CPCC 291.-

Conc.: CPC 107; 133, inc. k); 145; 403; 419; 435; 438.- COJ 28.- Ley
609/95 que Organiza la Corte Suprema de Justicia 14.-

1. PROVIDENCIA DE AUTOS: La Corte Suprema de Justicia, cuando


en virtud de la ley conociere un proceso en grado de apelación, recibido el
expediente por medio de su Presidente dictará la providencia «Autos».

2. NOTIFICACIÓN: La providencia «Autos» se notifica por cédula (Art.


133, inc. k) CPC).

3. MEMORIAL: El recurrente debe presentar un escrito, denominado


memorial, que contenga los motivos y fundamentos que sirvan para que la Corte
pueda rectificar los errores en que incurrió el inferior.

4. PLAZO: El plazo para la presentación del memorial dependerá de:

4.1. Si es una sentencia definitiva: Nueve días.

4.2. Si se trata de un auto interlocutorio: Cinco días.

5. DESERCIÓN DEL RECURSO: Si el recurrente no presenta el escrito


fundando el recurso dentro del plazo legal, se declarará desierto, quedando firme
para el recurrente la resolución. La Corte, seguidamente, ordenará la devolución
de los autos si sólo el hubiere apelado.

6. TRASLADO: Del escrito de fundamentación del recurso, que deberá


ser presentado con su copia (Art. 107 CPC), se corre traslado al apelado para que
lo conteste dentro del respectivo plazo de nueve o cinco días, según se trate de
una Sentencia definitiva o de un Auto interlocutorio.

ART. 438.- FALTA DE CONTESTACIÓN. Si el recurrido no contestare


el traslado dentro del plazo señalado, seguirá su curso la instancia.
Antec.: CNC 434.- PM 470.-

Conc.: CPC 133, inc, k); 145, 2° p.; 437.- Ley 609/95 que Organiza la
Corte Suprema de Justicia 14; 17.-

1. NOTIFICACIÓN: La providencia que ordena el traslado del memorial


se notifica por cédula (Art. 133, inc. k) CPC).

2. CONTESTACIÓN: La contestación del traslado del memorial habrá


de producirse dentro de nueve días, si se trata de Sentencia definitiva, o de cinco
días, si fuese Auto interlocutorio. Si no lo contesta en el plazo señalado no lo
podrá hacer después porque el mismo es perentorio (Art. 145 CPC) y la instancia
seguirá su curso, conforme al Principio de preclusión.
ANEXO

Constitución Nacional del año 1992

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY

PREÁMBULO

El pueblo paraguayo, por medio de sus legítimos representantes


reunidos en Convención Nacional Constituyente, invocando a Dios, reconociendo
la dignidad humana con el fin de asegurar la libertad, la igualdad y la justicia,
reafirmando los principios de la democracia republicana representativa,
participativa y pluralista, ratificando la soberanía e independencia nacionales, e
integrado a la comunidad internacional, SANCIONA y PROMULGA esta
CONSTITUCIÓN.

Asunción, 20 de junio de 1992.

PARTE I

DE LAS DECLARACIONES FUNDAMENTALES

DE LOS DERECHOS, DE LOS DEBERES Y DE LAS GARANTÍAS

TITULO I

DE LAS DECLARACIONES FUNDAMENTALES

Artículo 1. De la forma del Estado y de Gobierno

La República del Paraguay es para siempre libre e independiente. Se


constituye en Estado social de derecho, unitario, indivisible, y descentralizado en
la forma que establecen esta Constitución y las leyes.

La República del Paraguay adopta para su gobierno la democracia


representativa, participativa y pluralista, fundada en el reconocimiento de la
dignidad humana.

Artículo 2. De la Soberanía

En la República del Paraguay la soberanía reside en el pueblo, que la


ejerce conforme con lo dispuesto en esta Constitución.
Artículo 3. Del Poder Público

El pueblo ejerce el Poder Público por medio del sufragio. El gobierno


es ejercido por los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial en un sistema de
separación, equilibrio, coordinación y recíproco control. Ninguno de estos
poderes puede atribuirse, ni otorgar a otro ni a persona alguna, individual o
colectiva, facultades extraordinarias o la suma del Poder Público.

La dictadura está fuera de la ley.

TITULO II

DE LOS DERECHOS, DE LOS DEBERES Y DE LAS GARANTÍAS

CAPITULO I

DE LA VIDA Y DEL AMBIENTE

SECCIÓN I

DE LA VIDA

Artículo 4. Del derecho a la vida

El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Se garantiza su


protección, en general, desde la concepción. Queda abolida la pena de muerte.
Toda persona será protegida por el Estado en su integridad física y psíquica, así
como en su honor y en su reputación. La ley reglamentará la libertad de las
personas para disponer de su propio cuerpo, sólo con fines científicos o médicos.

Artículo 5. De la tortura y de otros delitos

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o


degradantes.

El genocidio y la tortura, así como la desaparición forzosa de personas,


el secuestro y el homicidio por razones políticas son imprescriptibles.

Artículo 6. De la calidad de vida

La calidad de vida será promovida por el Estado mediante planes y


políticas que reconozcan factores condicionantes, tales como la extrema pobreza
y los impedimentos de la discapacidad o de la edad.
El Estado también fomentará la investigación sobre los factores de
población y sus vínculos con el desarrollo económico social, con la preservación
del ambiente y con la calidad de vida de los habitantes.

SECCIÓN II

DEL AMBIENTE

Artículo 7. Del derecho a un ambiente saludable

Toda persona tiene derecho a habitar en un ambiente saludable y


ecológicamente equilibrado.

Constituyen objetivos prioritarios de interés social la preservación, la


conservación, la recomposición y el mejoramiento del ambiente, así como su
conciliación con el desarrollo humano integral. Estos propósitos orientarán la
legislación y la política gubernamental pertinente.

Artículo 8. De la protección ambiental

Las actividades susceptibles de producir alteración ambiental serán


reguladas por la ley. Asimismo, ésta podrá restringir o prohibir aquéllas que
califique peligrosas.

Se prohibe la fabricación, el montaje, la importación, la comercialización,


la posesión o el uso de armas nucleares, químicas y biológicas, así como la
introducción al país de residuos tóxicos. La ley podrá extender ésta prohibición a
otros elementos peligrosos; asimismo, regulará el tráfico de recursos genéticos y
de su tecnología, precautelando los intereses nacionales.

El delito ecológico será definido y sancionado por la ley. Todo daño al


ambiente importará la obligación de recomponer e indemnizar.

CAPITULO II

DE LA LIBERTAD

Artículo 9. De la libertad y de la seguridad de las personas

Toda persona tiene el derecho a ser protegida en su libertad y en su


seguridad.
Nadie está obligado a hacer lo que la ley no ordena ni privado de lo que
ella no prohibe.

Artículo 10. De la proscripción de la esclavitud y otras


servidumbres

Están proscriptas la esclavitud, las servidumbres personales y la trata de


personas. La ley podrá establecer cargas sociales en favor del Estado.

Artículo 11. De la privación de la libertad

Nadie será privado de su libertad física o procesado, sino mediando las


causas y en las condiciones fijadas por esta Constitución y las leyes.

Artículo 12. De la detención y del arresto

Nadie será detenido ni arrestado sin orden escrita de autoridad


competente, salvo caso de ser sorprendido en flagrante comisión de delito que
mereciese pena corporal. Toda persona detenida tiene derecho a:

1) que se le informe, en el momento del hecho, de la causa que lo


motiva, de su derecho a guardar silencio y a ser asistida por un defensor de su
confianza. En el acto de la detención, la autoridad está obligada a exhibir la orden
escrita que la dispuso;

2) que la detención sea inmediatamente comunicada a sus familiares o


personas que el detenido indique;

3) que se le mantenga en libre comunicación, salvo que,


excepcionalmente, se halle establecida su incomunicación por mandato judicial
competente; la incomunicación no regirá respecto a su defensor, y en ningún caso
podrá exceder del término que prescribe la ley;

4) que disponga de un intérprete, si fuese necesario, y a

5) que sea puesta, en un plazo no mayor de veinticuatro horas, a


disposición del magistrado judicial competente, para que éste disponga cuanto
corresponda en derecho.

Artículo 13. De la no privación de libertad por deudas

No se admite la privación de la libertad por deuda, salvo mandato de


autoridad judicial competente dictado por incumplimiento de deberes alimentarios
o como sustitución de multas o fianzas judiciales.

Artículo 14. De la irretroactividad de la ley


Ninguna ley tendrá efecto retroactivo, salvo que sea más favorable al
encausado o al condenado.

Artículo 15. De la prohibición de hacerse justicia por sí mismo.

Nadie podrá hacerse justicia por sí mismo ni reclamar sus derechos con
violencia. Pero, se garantiza la legítima defensa.

Artículo 16. De la defensa en juicio

La defensa en juicio de las personas y de sus derechos es inviolable.


Toda persona tiene derecho a ser juzgada por tribunales y jueces competentes,
independientes e imparciales.

Artículo 17. De los derechos procesales

En el proceso penal, o en cualquier otro del cual pudiera derivarse pena


o sanción, toda persona tiene derecho a:

1) que sea presumida su inocencia;

2) que se le juzgue en juicio público, salvo los casos contemplados por


el magistrado para salvaguardar otros derechos;

3) que no se le condene sin juicio previo fundado en una ley anterior al


hecho del proceso, ni que se le juzgue por tribunales especiales;

4) que no se le juzgue más de una vez por el mismo hecho. No se


pueden reabrir procesos fenecidos, salvo la revisión favorable de sentencias
penales establecidas en los casos previstos por la ley procesal;

5) que se defienda por sí misma o sea asistida por defensores de su


elección;

6) que el Estado le provea de un defensor gratuito, en caso de no


disponer de medios económicos para solventarlo;

7) la comunicación previa y detallada de la imputación, así como a


disponer de copias, medios y plazos indispensables para la preparación de su
defensa en libre comunicación;

8) que ofrezca, practique, controle e impugne pruebas;

9) que no se le opongan pruebas obtenidas o actuaciones producidas en


violación de las normas jurídicas;
10) el acceso, por sí o por intermedio de su defensor, a las actuaciones
procesales, las cuales en ningún caso podrán ser secretas para ellos. El sumario
no se prolongará más allá del plazo establecido por la ley, y a

11) la indemnización por el Estado en caso de condena por error


judicial.

Artículo 18. De las restricciones de la declaración

Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo, contra su cónyuge


o contra la persona con quien está unida de hecho, ni contra sus parientes dentro
del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad inclusive.

Los actos ilícitos o la deshonra de los imputados no afectan a sus


parientes o allegados.

Artículo 19. De la prisión preventiva

La prisión preventiva sólo será dictada cuando fuese indispensable en


las diligencias del juicio. En ningún caso la misma se prolongará por un tiempo
mayor al de la pena mínima establecida para igual delito, de acuerdo con la
calificación del hecho, efectuada en el auto respectivo.

Artículo 20. Del objeto de las penas

Las penas privativas de libertad tendrán por objeto la readaptación de


los condenados y la protección de la sociedad.

Quedan proscriptas la pena de confiscación de bienes y la de destierro.

Artículo 21. De la reclusión de las personas

Las personas privadas de su libertad serán recluidas en


establecimientos adecuados, evitando la promiscuidad de sexos. Los menores no
serán recluidos con personas mayores de edad.

La reclusión de personas detenidas se hará en lugares diferentes a los


destinados para los que purguen condena.

Artículo 22. De la publicación sobre procesos

La publicación sobre procesos judiciales en curso debe realizarse sin


prejuzgamiento.

El procesado no deberá ser presentado como culpable antes de la


sentencia ejecutoriada.
Artículo 23. De la prueba de la verdad

La prueba de la verdad y de la notoriedad no serán admisibles en los


procesos que se promoviesen con motivo de publicaciones de cualquier carácter
que afecten al honor, a la reputación o a la dignidad de las personas, y que se
refieran a delitos de acción penal privada o a conductas privadas que esta
Constitución o la ley declaran exentas de la autoridad pública.

Dichas pruebas serán admitidas cuando el proceso fuera promovido por


la publicación de censuras a la conducta pública de los funcionarios del Estado, y
en los demás casos establecidos expresamente por la ley.

Artículo 24. De la libertad religiosa y la ideológica

Quedan reconocidas la libertad religiosa, la de culto y la ideológica, sin


más limitaciones que las establecidas en esta Constitución y en la ley. Ninguna
confesión tendrá carácter oficial.

Las relaciones del Estado con la Iglesia Católica se basan en la


independencia, cooperación y autonomía.

Se garantizan la independencia y la autonomía de las iglesias y


confesiones religiosas, sin más limitaciones que las impuestas en esta
Constitución y las leyes.

Nadie puede ser molestado, indagado u obligado a declarar por causa


de sus creencias o de su ideología.

Artículo 25. De la expresión de la personalidad

Toda persona tiene el derecho a la libre expresión de su personalidad, a


la creatividad y a la formación de su propia identidad e imagen.

Se garantiza el pluralismo ideológico.

Artículo 26. De la libertad de expresión y de prensa

Se garantizan la libre expresión y la libertad de prensa, así como la


difusión del pensamiento y de la opinión, sin censura alguna, sin más limitaciones
que las dispuestas en esta Constitución; en consecuencia, no se dictará ninguna
ley que las imposibilite o las restrinja. No habrá delitos de prensa, sino delitos
comunes cometidos por medio de la prensa.

Toda persona tiene derecho a generar, procesar o difundir información,


como igualmente a la utilización de cualquier instrumento lícito y apto para tales
fines.
Artículo 27. Del empleo de los medios masivos de comunicación
social

El empleo de los medios de comunicación es de interés público; en


consecuencia, no se los podrá clausurar ni suspender su funcionamiento.

No se admitirá la prensa carente de dirección responsable.

Se prohibe toda práctica discriminatoria en la provisión de insumos para


la prensa, así como interferir las frecuencias radioeléctricas y obstruir, de la
manera que fuese, la libre circulación, la distribución y la venta de periódicos,
libros, revistas o demás publicaciones con dirección o autoría responsable.

Se garantiza el pluralismo informativo.

La ley regulará la publicidad a los efectos de la mejor protección de los


derechos del niño, del joven, del analfabeto, del consumidor y de la mujer.

Artículo 28. De derecho a informarse

Se reconoce el derecho de las personas a recibir información veraz,


responsable y ecuánime.

Las fuentes públicas de información son libres para todos. La ley


regulará las modalidades, plazos y sanciones correspondientes a las mismas, a fin
de que este derecho sea efectivo.

Toda persona afectada por la difusión de una información falsa,


distorsionada o ambigua tiene derecho a exigir su rectificación o su aclaración por
el mismo medio y en las mismas condiciones que haya sido divulgada, sin
perjuicio de los demás derechos compensatorios.

Artículo 29 De la libertad de ejercicio del periodismo

El ejercicio del periodismo, en cualquiera de sus formas, es libre y no


está sujeto a autorización previa. Los periodistas de los medios masivos de
comunicación social, en cumplimiento de sus funciones, no serán obligados a
actuar contra los dictados de su conciencia ni a revelar sus fuentes de
información.

El periodista columnista tiene derecho a publicar sus opiniones firmadas,


sin censura, en el medio en el cual trabaje. La dirección podrá dejar a salvo su
responsabilidad haciendo constar su disenso.
Se reconoce al periodista el derecho de autoría sobre el producto de su
trabajo intelectual, artístico o fotográfico, cualquiera sea su técnica, conforme con
la ley.

Artículo 30. De las señales de comunicación electromagnética

La emisión y la propagación de las señales de comunicación


electromagnética son del dominio público del Estado, el cual, en ejercicio de la
soberanía nacional, promoverá el pleno empleo de las mismas según los derechos
propios de la República y conforme con los convenios internacionales ratificados
sobre la materia.

La ley asegurará, en igualdad de oportunidades, el libre acceso al


aprovechamiento del espectro electromagnético, así como al de los instrumentos
electrónicos de acumulación y procesamiento de información pública, sin más
límites que los impuestos por las regulaciones internacionales y las normas
técnicas. Las autoridades asegurarán que estos elementos no sean utilizados
para vulnerar la intimidad personal o familiar y los demás derechos establecidos
en esta Constitución.

Artículo 31. De los medios masivos de comunicación social del


Estado.

Los medios de comunicación dependientes del Estado serán regulados


por ley en su organización y en su funcionamiento, debiendo garantizarse el
acceso democrático y pluralista a los mismos de todos los sectores sociales y
políticos, en igualdad de oportunidades.

Artículo 32. De la libertad de reunión y de manifestación

Las personas tiene derecho a reunirse y a manifestarse pacíficamente,


sin armas y con fines lícitos, sin necesidad de permiso, así como el derecho a no
ser obligadas a participar de tales actos. La ley sólo podrá reglamentar su
ejercicio en lugares de tránsito público, en horarios determinados, preservando
derechos de terceros y el orden público establecido en la ley.

Artículo 33. Del derecho a la intimidad

La intimidad personal y familiar, así como el respeto a la vida privada,


son inviolables. La conducta de las personas, en tanto no afecte al Orden público
establecido en la ley o a los derechos de terceros, está exenta de la autoridad
pública.

Se garantizan el derecho a la protección de la intimidad, de la dignidad y


de la imagen privada de las personas.
Artículo 34. Del derecho a la inviolabilidad de los recintos privados

Todo recinto privado es inviolable. Sólo podrá ser allanado o


clausurado por orden judicial y con sujeción a la ley. Excepcionalmente podrá
serlo, además, en caso de flagrante delito o para impedir su inminente
perpetración, o para evitar daños a la persona o la propiedad.

Artículo 35. De los documentos identificatorios

Los documentos identificatorios, licencias o constancias de las personas


no podrán ser incautados ni retenidos por las autoridades. Estas no podrán
privarlas de ellos, salvo los casos previstos en la ley.

Artículo 36. Del derecho a la inviolabilidad del patrimonio


documental y la comunicación privada

El patrimonio documental de las personas es inviolable. Los registros,


cualquiera sea su técnica, los impresos, la correspondencia, los escritos, las
comunicaciones telefónicas, telegráficas, cablegráficas o de cualquier otra
especie, las colecciones o reproducciones, los testimonios y los objetos de valor
testimonial, así como sus respectivas copias, no podrán ser examinados,
reproducidos, interceptados o secuestrados sino por orden judicial para casos
específicamente previstos en la ley, y siempre que fuesen indispensables para el
esclarecimiento de los asuntos de competencia de las correspondientes
autoridades. La ley determinará modalidades especiales para el examen de la
contabilidad comercial y de los registros legales obligatorios.

Las pruebas documentales obtenidas en violación o lo prescripto


anteriormente carecen de valor en juicio.

En todos los casos se guardará estricta reserva sobre aquello que no


haga relación con lo investigado.

Artículo 37. Del derecho a la objeción de conciencia

Se reconoce la objeción de conciencia por razones éticas o religiosas


para los casos en que esta Constitución y la ley la admitan.

Artículo 38. Del derecho a la defensa de los intereses difusos

Toda persona tiene derecho, individual o colectivamente, a reclamar a


las autoridades públicas medidas para la defensa del ambiente, de la integridad
del habitat, de la salubridad pública, del acervo cultural nacional, de los intereses
del consumidor y de otros que, por su naturaleza jurídica, pertenezcan a la
comunidad y hagan relación con la calidad de vida y con el patrimonio colectivo.
Artículo 39. Del derecho a la indemnización justa y adecuada

Toda persona tiene derecho a ser indemnizada justa y adecuadamente


por los daños o perjuicios de que fuese objeto por parte del Estado. La ley
reglamentará este derecho.

Artículo 40. Del derecho a peticionar a las autoridades

Toda persona, individual o colectivamente y sin requisitos especiales,


tiene derecho a peticionar a las autoridades, por escrito, quienes deberán
responder dentro del plazo y según las modalidades que la ley determine. Se
reputará denegada toda petición que no obtuviese respuesta en dicho plazo.

Artículo 41. Del derecho al tránsito y a la residencia

Todo paraguayo tiene derecho a residir en su Patria. Los habitantes


pueden transitar libremente por el territorio nacional, cambiar de domicilio o de
residencia, ausentarse de la República o volver a ella y, de acuerdo con la ley,
incorporar sus bienes al país o sacarlos de él. Las migraciones serán
reglamentadas por la ley, con observancia de estos derechos.

El ingreso de los extranjeros sin radicación definitiva en el país será


regulado por la ley, considerando los convenios internacionales sobre la materia.

Los extranjeros con radicación definitiva en el país no serán obligados a


abandonarlo sino en virtud de sentencia judicial.

Artículo 42. De la libertad de asociación

Toda persona es libre de asociarse o agremiarse con fines lícitos, así


como nadie está obligado a pertenecer a determinada asociación. La forma de
colegiación profesional será reglamentada por ley. Están prohibidas las
asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.

Artículo 43. Del derecho de asilo

El Paraguay reconoce el derecho de asilo territorial y diplomático a toda


persona perseguida por motivos o delitos políticos o por delitos comunes conexos,
así como por sus opiniones o por sus creencias. Las autoridades deberán otorgar
de inmediato la documentación personal y el correspondiente salvoconducto.

Ningún asilado político será trasladado compulsivamente al país cuyas


autoridades lo persigan.

Artículo 44. De los tributos


Nadie estará obligado al pago de tributos ni a la prestación de servicios
personales que no hayan sido establecidos por la ley. No se exigirán fianzas
excesivas ni se impondrán multas desmedidas.

Artículo 45. De los derechos y garantías no enunciados

La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta


Constitución no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes
a la personalidad humana, no figuren expresamente en ella. La falta de ley
reglamentaria no podrá ser invocada para negar ni para menoscabar algún
derecho o garantía.

CAPITULO III

DE LA IGUALDAD

Artículo 46. De la igualdad de las personas

Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y


derechos. No se admiten discriminaciones. El Estado removerá los obstáculos e
impedirá los factores que las mantengan o las propicien.

Las protecciones que se establezcan sobre desigualdades injustas no


serán consideradas como factores discriminatorios sino igualitarios.

Artículo 47. De las garantías de igualdad

El Estado garantizará a todos los habitantes de la República:

1) la igualdad para el acceso a la justicia, a cuyo efecto allanará los


obstáculos que la impidiesen;

2) la igualdad ante las leyes;

3) la igualdad para el acceso a las funciones públicas no electivas, sin


más requisitos que la idoneidad, y

4) la igualdad de oportunidades en la participación de los beneficios de


la naturaleza, de los bienes materiales y de la cultura.

Artículo 48. De la igualdad de derechos del hombre y de la mujer

El hombre y la mujer tienen iguales derechos civiles, políticos, sociales,


económicos y culturales. El Estado promoverá las condiciones y creará los
mecanismos adecuados para que la igualdad sea real y efectiva, allanando los
obstáculos que impidan o dificulten su ejercicio y facilitando la participación de la
mujer en todos los ámbitos de la vida nacional.

CAPITULO IV

DE LOS DERECHOS DE LA FAMILIA

Artículo 49. De la protección a la familia

La familia es el fundamento de la sociedad. Se promoverá y se


garantizará su protección integral. Esta incluye a la unión estable del hombre y
de la mujer, a los hijos y a la comunidad que se constituya con cualquiera de sus
progenitores y sus descendientes.

Artículo 50. Del derecho a constituir familia

Toda persona tiene derecho a constituir familia, en cuya formación y


desenvolvimiento la mujer y el hombre tendrán los mismos derechos y
obligaciones.

Artículo 51. Del matrimonio y de los efectos de las uniones de


hecho

La ley establecerá las formalidades para la celebración del matrimonio


entre el hombre y la mujer, los requisitos para contraerlo, las causas de
separación, de disolución y sus efectos, así como el régimen de administración de
bienes y otros derechos y obligaciones entre cónyuges.

Las uniones de hecho entre el hombre y la mujer, sin impedimentos


legales para contraer matrimonio, que reúnan las condiciones de estabilidad y
singularidad, producen efectos similares al matrimonio, dentro de las condiciones
que establezca la ley.

Artículo 52. De la unión en matrimonio

La unión en matrimonio del hombre y la mujer es uno de los


componentes fundamentales en la formación de la familia.

Artículo 53. De los hijos

Los padres tienen el derecho y la obligación de asistir, de alimentar, de


educar y de amparar a sus hijos menores de edad. Serán penados por la ley en
caso de incumplimiento de sus deberes de asistencia alimentaria.
Los hijos mayores de edad están obligados a prestar asistencia a sus
padres en caso de necesidad.

La ley reglamentará la ayuda que se debe prestar a la familia de prole


numerosa y a las mujeres cabeza de familia.

Todos los hijos son iguales ante la ley: Esta posibilitará la investigación
de la paternidad. Se prohibe cualquier calificación sobre la filiación en los
documentos personales.

Artículo 54. De la protección al niño

La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de garantizar al


niño su desarrollo armónico e integral, así como el ejercicio pleno de sus
derechos, protegiéndolo contra el abandono, la desnutrición, la violencia, el abuso,
el tráfico y la explotación. Cualquier persona puede exigir a la autoridad
competente el cumplimiento de tales garantías y la sanción de los infractores.

Los derechos del niño, en caso de conflicto, tienen carácter


prevaleciente.

Artículo 55. De la maternidad y de la paternidad

La maternidad y la paternidad responsables serán protegidas por el


Estado, el cual fomentará la creación de instituciones necesarias para dichos
fines.

Artículo 56. De la juventud

Se promoverán las condiciones para la activa participación de la


juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural del país.

Artículo 57. De la tercera edad

Toda persona en la tercera edad tiene derecho a una protección


integral. La familia, la sociedad y los poderes públicos promoverán su bienestar
mediante servicios sociales que se ocupen de sus necesidades de alimentación,
salud, vivienda, cultura y ocio.

Artículo 58. De los derechos de las personas excepcionales

Se garantizará a las personas excepcionales la atención de su salud, de


su educación, de su recreación y de su formación profesional para una plena
integración social.
El Estados organizará una política de prevención, tratamiento,
rehabilitación e integración de los discapacitados físicos, psíquicos y sensoriales,
a quienes prestará el cuidado especializado que requieran.

Se les reconocerá el disfrute de los derechos que esta Constitución


otorga a todos los habitantes de la República, en igualdad de oportunidades, a fin
de compensar sus desventajas.

Artículo 59. Del bien de familia

Se reconoce como institución de interés social el bien de familia, cuyo


régimen será determinado por ley. El mismo estará constituido por la vivienda o
el fundo familiar, y por sus muebles y elementos de trabajo, los cuales serán
inembargables.

Artículo 60. De la protección contra la violencia

El Estado promoverá políticas que tengan por objeto evitar la violencia


en el ámbito familiar y otras causas destructoras de su solidaridad.

Artículo 61. De la planificación familiar y de la salud materno


infantil

El Estado reconoce el derecho de las personas a decidir libre y


responsablemente el número y la frecuencia del nacimiento de sus hijos, así como
a recibir, en coordinación con los organismos pertinentes educación, orientación
científica y servicios adecuados, en la materia.

Se establecerán planes especiales de salud reproductiva y salud


materno infantil para la población de escasos recursos.

CAPITULO V

DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

Artículo 62. De los pueblos indígenas y grupos étnicos

Esta Constitución reconoce la existencia de los pueblos indígenas,


definidos como grupos de cultura anteriores a la formación y organización del
Estado paraguayo.

Artículo 63. De la identidad étnica


Queda reconocido y garantizado el derecho de los pueblos indígenas a
preservar y a desarrollar su identidad étnica en el respectivo habitat. Tienen
derecho, asimismo, a aplicar libremente sus sistemas de organización política,
social, económica, cultural y religiosa, al igual que la voluntaria sujeción a sus
normas consuetudinarias para la regulación de la convivencia interna, siempre que
ellas no atenten contra los derechos fundamentales establecidos en esta
Constitución. En los conflictos jurisdiccionales se tendrá en cuenta el derecho
consuetudinario indígena.

Artículo 64. De la propiedad comunitaria

Los pueblos indígenas tienen derecho a la propiedad comunitaria de la


tierra, en extensión y calidad suficientes para la conservación y el desarrollo de
sus formas peculiares de vida. El Estado les proveerá gratuitamente de estas
tierras, las cuales serán inembargables, indivisibles, intransferibles,
imprescriptibles, no susceptibles de garantizar obligaciones contractuales ni de ser
arrendadas; asimismo, estarán exentas de tributo.

Se prohibe la remoción o traslado de su habitat sin el expreso


consentimiento de los mismos.

Artículo 65. Del derecho a la participación

Se garantiza a los pueblos indígenas el derecho a participar en la vida


económica, social, política y cultural del país, de acuerdo con sus usos
consuetudinarios, ésta Constitución y las leyes nacionales.

Artículo 66. De la educación y la asistencia

El Estado respetará las peculiaridades culturales de los pueblos


indígenas, especialmente en lo relativo a la educación formal. Se atenderá,
además, a su defensa contra la regresión demográfica, la depredación de su
habitat, la contaminación ambiental, la explotación económica y la alienación
cultural.

Artículo 67. De la exoneración

Los miembros de los pueblos indígenas están exonerados de prestar


servicios sociales, civiles o militares, así como de las cargas públicas que
establezca la ley.
CAPITULO VI

DE LA SALUD

Artículo 68 Del derecho a la salud

El Estado protegerá y promoverá la salud como derecho fundamental de


la persona y en interés de la comunidad.

Nadie será privado de asistencia pública para prevenir o tratar


enfermedades, pestes o plagas, y de socorro en los casos de catástrofe y de
accidentes.

Toda persona está obligada a someterse a las medidas sanitarias que


establezca la ley, dentro del respeto a la dignidad humana.

Artículo 69. Del sistema nacional de salud

Se promoverá un sistema nacional de salud que ejecute acciones


sanitarias integradas, con políticas que posibiliten la concertación, la coordinación
y la complementación de programas y recursos del sector público y privado.

Artículo 70. Del régimen de bienestar social

La ley establecerá programas de bienestar social mediante estrategias


basadas en la educación sanitaria y en la participación comunitaria.

Artículo 71. Del narcotráfico, de la drogadicción y de la


rehabilitación

El Estado reprimirá la producción, y el tráfico ilícitos de las sustancias


estupefacientes y demás drogas peligrosas, así como los actos destinados a la
legitimación del dinero proveniente de tales actividades. Igualmente combatirá el
consumo ilícito de dichas drogas. La ley reglamentará la producción y el uso
medicinal de las mismas.

Se establecerán programas de educación preventiva y de rehabilitación


de los adictos, con la participación de organizaciones privadas.

Artículo 72. Del control de calidad

El Estado velará por el control de la calidad de los productos


alimenticios, químicos, farmacéuticos y biológicos, en las etapas de producción,
importación y comercialización. Asimismo facilitará el acceso de sectores de
escasos recursos a los medicamentos considerados esenciales.
CAPITULO VII

DE LA EDUCACIÓN Y DE LA CULTURA

Artículo 73. Del derecho a la educación y de sus fines

Toda persona tiene derecho a la educación integral y permanente, que


como sistema y proceso se realiza en el contexto de la cultura de la comunidad.
Sus fines son el desarrollo pleno de la personalidad humana y la promoción de la
libertad y la paz, la justicia social, la solidaridad, la cooperación y la integración de
los pueblos; el respeto a los derechos humanos y los principios democráticos; la
afirmación del compromiso con la Patria, de la identidad cultural y la formación
intelectual, moral y cívica, así como la eliminación de los contenidos educativos de
carácter discriminatorio.

La erradicación del analfabetismo y la capacitación para el trabajo son


objetivos permanentes del sistema educativo.

Artículo 74. Del derecho de aprender y de la libertad de enseñar

Se garantizan el derecho de aprender y la igualdad de oportunidades al


acceso a los beneficios de la cultura humanística, de la ciencia y de la tecnología,
sin discriminación alguna.

Se garantiza igualmente la libertad de enseñar, sin más requisitos que la


idoneidad y la integridad ética, así como el derecho a la educación religiosa y al
pluralismo ideológico.

Artículo 75. De la responsabilidad educativa

La educación es responsabilidad de la sociedad y recae en particular en


la familia, en el Municipio y en el Estado.

El Estado promoverá programas de complemento nutricional y


suministro de útiles escolares para los alumnos de escasos recursos.

Artículo 76. De las obligaciones del Estado

La educación escolar básica es obligatoria. En las escuelas públicas


tendrá carácter gratuito. El Estado fomentará la enseñanza media, técnica,
agropecuaria, industrial y la superior o universitaria, así como la investigación
científica y tecnológica.

La organización del sistema educativo es responsabilidad esencial del


Estado, con la participación de las distintas comunidades educativas. Este
sistema abarcará a los sectores públicos y privados, así como al ámbito escolar y
extraescolar.

Artículo 77. De la enseñanza en lengua materna

La enseñanza en los comienzos del proceso escolar se realizará en la


lengua oficial materna del educando. Se instruirá asimismo en el conocimiento y
en el empleo de ambos idiomas oficiales de la República.

En el caso de las minorías étnicas cuya lengua materna no sea el


guaraní, se podrá elegir uno de los dos idiomas oficiales.

Artículo 78. De la educación técnica

El Estado fomentará la capacitación para el trabajo por medio de la


enseñanza técnica, a fin de formar los recursos humanos requeridos para el
desarrollo nacional.

Artículo 79. De las Universidades e institutos superiores

La finalidad principal de las universidades y de los institutos superiores


será la formación profesional superior, la investigación científica y la tecnológica,
así como la extensión universitaria.

Las universidades son autónomas. Establecerán sus estatutos y


formas de gobierno y elaborarán sus planes de estudio de acuerdo con la política
educativa y los planes de desarrollo nacional. Se garantiza la libertad de
enseñanza y la de cátedra. Las universidades, tanto públicas como privadas,
serán creadas por ley, la cual determinará las profesiones que necesiten títulos
universitarios para su ejercicio.

Artículo 80 De los fondos para becas y ayudas

La ley preverá la constitución de fondos para becas y otras ayudas, con


el objeto de facilitar la formación intelectual, científica, técnica o artística de las
personas, con preferencia de las que carezcan de recursos.

Artículo 81. Del patrimonio cultural

Se arbitrarán los medios necesarios para la conservación, el rescate y la


restauración de los objetos, documentos y espacios de valor histórico,
arqueológico, paleontológico, artístico o científico, así como de sus respectivos
entornos físicos, que hacen parte del patrimonio cultural de la Nación.

El Estado definirá y registrará aquellos que se encuentren en el país y,


en su caso, gestionará la recuperación de los que se hallen en el extranjero. Los
organismos competentes se encargarán de la salvaguarda y del rescate de las
diversas expresiones de la cultura oral y de la memoria colectiva de la Nación,
cooperando con los particulares que persigan el mismo objetivo. Quedan
prohibidos el uso inapropiado y el empleo desnaturalizante de dichos bienes, su
destrucción, su alteración dolosa, la remoción de sus lugares originarios y su
enajenación con fines de exportación.

Artículo 82. Del reconocimiento de la Iglesia Católica

Se reconoce el protagonismo de la Iglesia Católica en la formación


histórica y cultural de la Nación.

Artículo 83. De la difusión cultural y de la exoneración de los


impuestos

Los objetos, las publicaciones y las actividades que posean valor


significativo para la difusión cultural y para la educación, no se gravarán con
impuestos fiscales ni municipales. La ley reglamentará estas exoneraciones y
establecerá un régimen de estímulo para la introducción e incorporación al país de
los elementos necesarios para el ejercicio de las artes y de la investigación
científica y tecnológica, así como para su difusión en el país y en el extranjero.

Artículo 84. De la promoción de los deportes

El Estado promoverá los deportes, en especial los de carácter no


profesional, que estimulen la educación física, brindando apoyo económico y
exenciones impositivas a establecerse en la ley. Igualmente, estimulará la
participación nacional en competencias internacionales.

Artículo 85. Del mínimo presupuestario

Los recursos destinados a la educación en el Presupuesto General de la


Nación no serán inferiores al veinte por ciento del total asignado a la
Administración Central, excluidos los préstamos y las donaciones.

CAPITULO VIII

DEL TRABAJO

SECCIÓN I

DE LOS DERECHOS LABORALES

Artículo 86. Del derecho al trabajo


Todos los habitantes de la República tienen derecho a un trabajo lícito,
libremente escogido y a realizarse en condiciones dignas y justas.

La ley protegerá el trabajo en todas sus formas y los derechos que ella
otorga al trabajador son irrenunciables.

Artículo 87. Del pleno empleo

El Estado promoverá políticas que tiendan al pleno empleo y a la


formación profesional de recursos humanos, dando preferencia al trabajador
nacional.

Artículo 88. De la no discriminación

No se admitirá discriminación alguna entre los trabajadores por motivos


étnicos, de sexo, edad, religión, condición social y preferencias políticas o
sindicales.

El trabajo de las personas con limitaciones o incapacidades físicas o


mentales será especialmente amparado.

Artículo 89. Del trabajo de las mujeres

Los trabajadores de uno y otro sexo tienen los mismos derechos y


obligaciones laborales, pero la maternidad será objeto de especial protección, que
comprenderá los servicios asistenciales y los descansos correspondientes, los
cuales no serán inferiores a doce semanas. La mujer no será despedida durante
el embarazo, y tampoco mientras duren los descansos por maternidad.

La ley establecerá el régimen de licencias por paternidad.

Artículo 90. Del trabajo de los menores

Se dará prioridad a los derechos del menor trabajador para garantizar su


normal desarrollo físico, intelectual y moral.

Artículo 91. De las jornadas de trabajo y de descanso

La duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo no excederá de


ocho horas diarias y cuarenta y ocho horas semanales, diurnas, salvo las
legalmente establecidas por motivos especiales. La ley fijará jornadas más
favorables para las tareas insalubres, peligrosas, penosas, nocturnas, o las que se
desarrollen en turnos continuos rotativos.

Los descansos y las vacaciones anuales serán remunerados conforme


con la ley.
Artículo 92. De la retribución del trabajo

El trabajador tiene derecho a disfrutar de una remuneración que le


asegure, a él y a su familia, una existencia libre y digna. La ley consagrará el
salario vital mínimo y móvil, el aguinaldo anual, la bonificación familiar, el
reconocimiento de un salario superior al básico por horas de trabajo insalubre o
riesgoso, y las horas extraordinarias, nocturnas y en días feriados. Corresponde,
básicamente, igual salario por igual trabajo.

Artículo 93. De los beneficios adicionales al trabajador

El Estado establecerá un régimen de estímulo a las empresas que


incentiven con beneficios adicionales a sus trabajadores. Tales emolumentos
serán independientes de los respectivos salarios y de otros beneficios legales.

Artículo 94. De la estabilidad y de la indemnización

El derecho a la estabilidad del trabajador queda garantizado dentro de


los límites que la ley establezca, así como su derecho a la indemnización en caso
de despido injustificado.

Artículo 95. De la seguridad social

El sistema obligatorio e integral de seguridad social para el trabajador


dependiente y su familia será establecido por la ley. Se promoverá su extensión a
todos los sectores de la población.

Los servicios del sistema de seguridad social podrán ser públicos,


privados o mixtos, y en todos los casos estarán supervisados por el Estado.

Los recursos financieros de los seguros sociales no serán desviados de


sus fines específicos y; estarán disponibles para este objetivo, sin perjuicio de las
inversiones lucrativas que puedan acrecentar su patrimonio.

Artículo 96. De la libertad sindical

Todos los trabajadores públicos y privados tienen derecho a organizarse


en sindicatos sin necesidad de autorización previa. Quedan exceptuados de este
derecho los miembros de las Fuerzas Armadas y de las Policiales. Los
empleadores gozan de igual libertad de organización. Nadie puede ser obligado a
pertenecer a un sindicato.

Para el reconocimiento de un sindicato, bastará con la inscripción del


mismo en el órgano administrativo competente.
En la elección de las autoridades y en el funcionamiento de los
sindicatos se observarán las prácticas democráticas establecidas en la ley, la cual
garantizará también la estabilidad del dirigente sindical.

Artículo 97. De los convenios colectivos

Los sindicatos tiene el derecho a promover acciones colectivas y a


concertar convenios sobre las condiciones de trabajo.

El Estado favorecerá las soluciones conciliatorias de los conflictos de


trabajo y la concertación social. El arbitraje será optativo.

Artículo 98. Del derecho de huelga y de paro

Todos los trabajadores de los sectores públicos y privados tienen el


derecho a recurrir a la huelga en caso de conflicto de intereses. Los empleadores
gozan del derecho de paro en las mismas condiciones.

Los derechos de huelga y de paro no alcanzan a los miembros de las


Fuerzas Armadas de la Nación, ni a los de las policiales.

La ley regulará el ejercicio de estos derechos, de tal manera que no


afecten servicios públicos imprescindibles para la comunidad.

Artículo 99. Del cumplimiento de las normas laborales

El cumplimiento de las normas laborales y el de las de seguridad e


higiene en el trabajo quedarán sujetos a la fiscalización de las autoridades creadas
por la ley, la cual establecerá las sanciones en caso de su violación.

Artículo 100. Del derecho a la vivienda

Todos los habitantes de la República tienen derecho a una vivienda


digna.

El Estado establecerá las condiciones para hacer efectivo este derecho,


y promoverá planes de vivienda de interés social, especialmente las destinadas a
familias de escasos recursos, mediante sistemas de financiamiento adecuados.

SECCIÓN II

DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

Artículo 101. De los funcionarios y de los empleados públicos


Los funcionarios y los empleados públicos están al servicio del país.
Todos los paraguayos tienen el derecho a ocupar funciones y empleos públicos.

La ley reglamentará las distintas carreras en las cuales dichos


funcionarios y empleados presten servicios, las que, sin perjuicio de otras, son la
judicial, la docente, la diplomática y consular, la de investigación, científica y
tecnológica, la de servicio civil, la militar y la policial.

Artículo 102. De los derechos laborales de los funcionarios y de los


empleados públicos

Los funcionarios y los empleados públicos gozan de los derechos


establecidos en esta Constitución en la sección de derechos laborales, en un
régimen uniforme para las distintas carreras dentro de los límites establecidos por
la ley y con resguardo de los derechos adquiridos.

Artículo 103. Del régimen de jubilaciones

Dentro del sistema nacional de seguridad social, la ley regulará el


régimen de jubilaciones de los funcionarios y los empleados públicos, atendiendo
a que los organismos autárquicos creados con ese propósito acuerden a los
aportantes y jubilados la administración de dichos entres bajo control estatal.
Participarán del mismo régimen todos los que, bajo cualquier título, presten
servicios al Estado.

La ley garantizará la actualización de los haberes jubilatorios en


igualdad de tratamiento dispensado al funcionario público en actividad.

Artículo 104. De la declaración obligatoria de bienes y rentas

Los funcionarios y los empleados públicos, incluyendo a los de elección


popular, los de entidades estatales, binacionales, autárquicas, descentralizadas y,
en general, quienes perciban remuneraciones permanentes del Estado, estarán
obligados a prestar declaración jurada de bienes y rentas dentro de los quince
días de haber tomado posesión de su cargo, y en igual término al cesar en el
mismo.

Artículo 105. De la prohibición de doble remuneración

Ninguna persona podrá percibir como funcionario o empleado público,


más de un sueldo o remuneración simultáneamente, con excepción de los que
provengan del ejercicio de la docencia.

Artículo 106. De la responsabilidad del funcionario y del empleado


público
Ningún funcionario o empleado público está exento de responsabilidad.
En los casos de transgresiones, delitos o faltas que cometiesen en el desempeño
de sus funciones, son personalmente responsables, sin perjuicio de la
responsabilidad subsidiaria del Estado, con derecho de éste a repetir el pago de lo
llegase a abonar en tal concepto.

CAPITULO IX

DE LOS DERECHOS ECONÓMICOS Y DE LA REFORMA AGRARIA

SECCIÓN I

DE LOS DERECHOS ECONÓMICOS

Artículo 107. De la libertad de concurrencia

Toda persona tiene derecho a dedicarse a la actividad económica lícita


de su preferencia, dentro de un régimen de igualdad de oportunidades.

Se garantiza la competencia en el mercado. No serán permitidas la


creación de monopolios y el alza o la baja artificiales de precios que traben la libre
concurrencia. La usura y el comercio no autorizado de artículos nocivos serán
sancionados por la ley Penal.

Artículo 108. De la libre circulación de productos

Los bienes de producción o fabricación nacional, y los de procedencia


extranjera introducidos legalmente, circularán libremente dentro del territorio de la
República.

Artículo 109. De la propiedad privada

Se garantiza la propiedad privada, cuyo contenido y límites serán


establecidos por la ley, atendiendo a su función económica y social, a fin de
hacerla accesible para todos.

La propiedad privada es inviolable.

Nadie puede ser privado de su propiedad sino en virtud de sentencia


judicial, pero se admite la expropiación por causa de utilidad pública o de interés
social, que será determinada en cada caso por ley. Esta garantizará el previo
pago de una justa indemnización, establecida convencionalmente o por sentencia
judicial, salvo los latifundios improductivos destinados a la reforma agraria,
conforme con el procedimiento para las expropiaciones a establecerse por ley.
Artículo 110. De las derechos de autor y propiedad intelectual

Todo autor, inventor, productor o comerciante gozará de la propiedad


exclusiva de su obra, invención, marca o nombre comercial, con arreglo a la ley.

Artículo 111. De las transferencias de las empresas públicas

Siempre que el Estado resuelva trasferir empresas públicas o su


participación en las mismas al sector privado, dará opción preferencial de compra
a los trabajadores y sectores involucrados directamente con la empresa. La ley
regulará la forma en que se establecerá dicha opción.

Artículo 112. Del dominio del Estado

Corresponde al Estado el dominio de los hidrocarburos, minerales


sólidos, líquidos y gaseosos que se encuentren en estado natural en el territorio de
la República, con excepción de las sustancias pétreas, terrosas y calcáreas.

El Estado podrá otorgar concesiones a personas o empresas públicas o


privadas, mixtas, nacionales o extranjeras, para la prospección, la exploración, la
investigación, el cateo o la explotación de yacimientos, por tiempo limitado.

La ley regulará el régimen económico que contemple los intereses del


Estado, los de los concesionarios y los de los propietarios que pudieran resultar
afectados.

Artículo 113. Del fomento de las Cooperativas.

El Estado fomentará la empresa cooperativa y otras formas asociativas


de producción de bienes y de servicios, basadas en la solidaridad y la rentabilidad
social, a las cuales garantizará su libre organización y su autonomía.

Los principios del cooperativismo, como instrumento del desarrollo


económico nacional, serán difundidos a través del sistema educativo.

SECCIÓN II

DE LA REFORMA AGRARIA

Artículo 114. De los objetivos de la reforma agraria

La reforma agraria es uno de los factores fundamentales para lograr el


bienestar rural. Ella consiste en la incorporación efectiva de la población
campesina al desarrollo económico y social de la Nación. Se adoptarán sistemas
equitativos de distribución, propiedad y tenencia de la tierra; se organizarán el
crédito y la asistencia técnica, educacional y sanitaria; se fomentará la creación de
cooperativas agrícolas y de otras asociaciones similares, y se promoverá la
producción, la industrialización y la racionalización del mercado para el desarrollo
integral del agro.

Artículo 115. De las bases de la reforma agraria y del desarrollo


rural

La reforma agraria y el desarrollo rural se efectuarán de acuerdo con las


siguientes bases:

1) la adopción de un sistema tributario y de otras medidas que estimulen


la producción, desalienten el latifundio y garanticen el desarrollo de la pequeña y
la mediana propiedad rural, según las peculiaridades cada zona;

2) la racionalización y la regularización del uso de la tierra y de las


prácticas de cultivo para impedir su degradación, así como el fomento de la
producción agropecuaria intensiva y diversificada;

3) la promoción de la pequeña y de la mediana empresa agrícola;

4) la programación de asentamientos campesinos; la adjudicación de


parcelas de tierras en propiedad a los beneficiarios de la reforma agraria,
previendo la infraestructura necesaria para su asentamiento y arraigo, con énfasis
en la vialidad, la educación y la salud;

5) el establecimiento de sistemas y organizaciones que aseguren


precios justos al productor primario;

6) el otorgamiento de créditos agropecuarios, a bajo costo y sin


intermediarios;

7) la defensa y la preservación del ambiente;

8) la creación del seguro agrícola;

9) el apoyo a la mujer campesina, en especial a quien sea cabeza de


familia;

10) la participación de la mujer campesina, en igualdad con el hombre,


en los planes de la reforma agraria;

11) la participación de los sujetos de la reforma agraria en el respectivo


proceso, y la promoción de las organizaciones campesinas en defensa de sus
intereses económicos, sociales y culturales;
12) el apoyo preferente a los connacionales en los planes de la reforma
agraria;

13) la educación del agricultor y la de su familia, a fin de capacitarlos


como agentes activos del desarrollo nacional;

14) la creación de centros regionales para el estudio y tipificación


agrológica de suelos, para establecer los rubros agrícolas en las regiones aptas;

15) la adopción de políticas que estimulen el interés de la población en


las tareas agropecuarias, creando centros de capacitación profesional en áreas
rurales, y

16) el fomento de la migración interna, atendiendo a razones


demográficas, económicas y sociales.

Artículo 116. De los latifundios improductivos

Con el objeto de eliminar progresivamente los latifundios improductivos,


la ley atenderá a la aptitud natural de las tierras, a las necesidades del sector de
población vinculado con la agricultura y a las previsiones aconsejables para el
desarrollo equilibrado de las actividades agrícolas, agropecuarias, forestales e
industriales, así como al aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y
de la preservación del equilibrio ecológico.

La expropiación de los latifundios improductivos destinados a la reforma


agraria serán establecidas en cada caso por la ley, y se abonará en la forma y en
el plazo que la misma determine.

CAPITULO X

DE LOS DERECHOS Y DE LOS DEBERES POLÍTICOS

Artículo 117. De los derechos políticos

Los ciudadanos, sin distinción de sexo, tienen el derecho a participar en


los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes, en la forma
que determinen esta Constitución y las leyes.

Se promoverá el acceso de la mujer a las funciones públicas.

Artículo 118. Del sufragio

El sufragio es derecho, deber y función pública del elector.


Constituye la base del régimen democrático y representativo. Se funda
en el voto universal, libre, directo, igual y secreto; en el escrutinio público y
fiscalizado, y en el sistema de representación proporcional.

Artículo 119. Del sufragio en las organizaciones intermedias

Para las elecciones en las organizaciones intermedias, políticas,


sindicales y sociales, se aplicarán los mismos principios y normas del sufragio.

Artículo 120. De los electores

Son electores los ciudadanos paraguayos radicados en el territorio


nacional, sin distinción, que hayan cumplido diez y ocho años.

Los ciudadanos son electores y elegibles, sin más restricciones que las
establecidas en esta Constitución y en la ley.

Los extranjeros con radicación definitiva tendrán los mismos derechos


en las elecciones municipales.

Artículo 121. Del referéndum

El referéndum legislativo, decidido por ley, podrá o no ser vinculante.


Esta institución será reglamentada por ley.

Artículo 122. De las materias que no podrán ser objeto de


referéndum

No podrán ser objeto de referéndum:

1) las relaciones internacionales, tratados, convenios o acuerdos


internacionales;

2) las expropiaciones;

3) la defensa nacional;

4) la limitación de la propiedad inmobiliaria;

5) las cuestiones relativas a los sistemas tributarios, monetarios y


bancarios, la contratación de empréstitos, el Presupuesto General de la Nación, y

6) las elecciones nacionales, las departamentales y las municipales.

Artículo 123. De la iniciativa popular


Se reconoce a los electores el derecho a la iniciativa popular para
proponer al Congreso proyectos de ley. La forma de las propuestas, así como el
número de electores que deban suscribirlas, serán establecidos en la ley.

Artículo 124. De la naturaleza y de las funciones de los partidos


políticos

Los partidos políticos son personas jurídicas de derecho público.


Deben expresar el pluralismo y concurrir a la formación de las autoridades
electivas, a la orientación de la política nacional, departamental o municipal y a la
formación cívica de los ciudadanos.

Artículo 125. De la libertad de organización en partidos o en


movimientos políticos

Todos los ciudadanos tienen el derecho a asociarse libremente en


partidos y o en movimientos políticos para concurrir, por métodos democráticos, a
la elección de las autoridades previstas en esta Constitución y en las leyes, así
como en la orientación de la política nacional. La ley reglamentará la constitución
y el funcionamiento de los partidos y movimientos políticos, a fin de asegurar el
carácter democrático de los mismos.

Sólo se podrá cancelar la personalidad jurídica de los partidos y


movimientos políticos en virtud de sentencia judicial.

Artículo 126. De las prohibiciones a los partidos y a los


movimientos políticos

Los partidos y los movimientos políticos, en su funcionamiento, no


podrán:

1) recibir auxilio económico, directivas o instrucciones de organizaciones


o Estados extranjeros;

2) establecer estructuras que, directa o indirectamente, impliquen la


utilización o la apelación a la violencia como metodología del que hacer político, y

3) constituirse con fines de sustituir por la fuerza el régimen de libertad y


de democracia, o de poner en peligro la existencia de la República.
CAPITULO XI

DE LOS DEBERES

Artículo 127 Del cumplimiento de la ley

Toda persona está obligada al cumplimiento de la ley. La crítica a las


leyes es libre, pero no está permitido predicar su desobediencia.

Artículo 128. De la primacía del interés general y del deber de


colaborar

En ningún caso el interés de los particulares primará sobre el interés


general. Todos los habitantes deben colaborar en bien del país, prestando los
servicios y desempeñando las funciones definidas como carga pública, que
determinen esta Constitución y la ley.

Artículo 129. Del servicio militar

Todo paraguayo tiene la obligación de prepararse y de prestar su


concurso para la defensa armada de la Patria.

A tal objeto, se establece el servicio militar obligatorio. La ley regulará


las condiciones en que se hará efectivo este deber.

El servicio militar deberá cumplirse con plena dignidad y respeto hacia la


persona. En tiempo de paz, no podrá exceder de doce meses.

Las mujeres no prestarán servicio militar sino como auxiliares, en caso


de necesidad, durante conflicto armado internacional.

Quienes declaren su objeción de conciencia prestarán servicio en


beneficio de la población civil, a través de centros asistenciales designados por ley
y bajo jurisdicción civil. La reglamentación y el ejercicio de este derecho no
deberán tener carácter punitivo ni impondrán gravámenes superiores a los
establecidos para el servicio militar.

Se prohibe el servicio militar personal no determinado en la ley, o para


beneficio o lucro particular de personas o entidades privadas.

La ley reglamentará la contribución de los extranjeros a la defensa


nacional.

Artículo 130. De los beneméritos de la Patria.


Los veteranos de la guerra del Chaco, y los de otros conflictos armados
internacionales que se libren en defensa de la Patria, gozarán de honores y
privilegios; de pensiones que les permitan vivir decorosamente; de asistencia
preferencial, gratuita y completa a su salud, así como de otros beneficios,
conforme con lo que determine la ley.

En los beneficios económicos les sucederán sus viudas e hijos menores


o discapacitados, incluidos los de los veteranos fallecidos con anterioridad a la
promulgación de esta Constitución.

Los beneficios acordados a los beneméritos de la Patria no sufrirán


restricciones y serán de vigencia inmediata, sin más requisito que su certificación
fehaciente.

Los ex prisioneros de guerra bolivianos, quienes desde la firma del


Tratado de Paz hubiesen optado por integrarse definitivamente al país, quedan
equiparados a los veteranos de la guerra del Chaco, en los beneficios económicos
y prestaciones asistenciales.

CAPITULO XII

DE LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES

Artículo 131. De las garantías.

Para hacer efectivos los derechos consagrados en esta Constitución, se


establecen las garantías contenidas en este capítulo, las cuales serán
reglamentadas por la ley.

Artículo 132. De la Inconstitucionalidad

La Corte Suprema de Justicia tiene facultad para declarar la


inconstitucionalidad de las normas jurídicas y de las resoluciones judiciales, en la
forma y con los alcances establecidos en esta Constitución y en la ley.

Artículo 133. Del Hábeas Corpus

Esta garantía podrá ser interpuesto por el afectado, por sí o por


interpósita persona, sin necesidad de poder por cualquier medio fehaciente, y ante
cualquier Juez de Primera Instancia de la circunscripción judicial respectiva.

El Hábeas Corpus podrá ser:


1) Preventivo: en virtud del cual toda persona, en trance inminente de
ser privada ilegalmente de su libertad física, podrá recabar el examen de la
legitimidad de las circunstancias que, a criterio del afectado, amenacen su libertad,
así como una orden de cesación de dichas restricciones.

2) Reparador: en virtud del cual toda persona que se hallase


ilegalmente privada de su libertad puede recabar la rectificación de las
circunstancias del caso. El magistrado ordenará la comparecencia del detenido,
con un informe del agente público o privado que lo detuvo, dentro de las
veinticuatro horas de radicada la petición. Si el requerido no lo hiciese así, el
Juez se constituirá en el sitio en el que se halle recluida la persona, y en dicho
lugar hará juicio de méritos y dispondrá su inmediata libertad, igual que si se
hubiere cumplido con la presentación del detenido y se haya radicado el informe.
Si no existiesen motivos legales que autoricen la privación de su libertad, la
dispondrá de inmediato; si hubiese orden escrita de autoridad judicial, remitirá los
antecedentes a quien dispuso la detención.

3) Genérico: en virtud del cual se podrá demandar rectificación de


circunstancias que, no estando contempladas en los dos casos anteriores,
restrinjan la libertad o amenacen la seguridad personal.

Asimismo, esta garantía podrá interponerse en casos de violencia física,


psíquica o moral que agraven las condiciones de personas legalmente privadas de
su libertad.

La ley reglamentará las diversas modalidades del hábeas corpus, las


cuales procederán, incluso durante el Estado de excepción. El procedimiento
será breve, sumario y gratuito, pudiendo ser iniciado de oficio.

Artículo 134. Del Amparo

Toda persona que por un acto u omisión, manifiestamente ilegítimo, de


una autoridad o de un particular, se considere lesionada gravemente, o en peligro
inminente de serlo en derechos o garantías consagrados en esta Constitución o en
la ley, y que debido a la urgencia del caso no pudiera remediarse por la vía
ordinaria, puede promover amparo ante el magistrado competente. El
procedimiento será breve, sumario, gratuito, y de acción popular para los casos
previstos en la ley.

El magistrado tendrá facultad para salvaguardar el derecho o garantía, o


para restablecer inmediatamente la situación jurídica infringida.

Si se tratara de una cuestión electoral, o relativa a organizaciones


políticas, será competente la justicia electoral.
El Amparo no podrá promoverse en la tramitación de causas judiciales,
ni contra actos de órganos judiciales, ni en el proceso de formación, sanción y
promulgación de las leyes.

La ley reglamentará el respectivo procedimiento. Las sentencias


recaídas en el Amparo no causarán estado.

Artículo 135. Del Hábeas Data

Toda persona puede acceder a la información y a los datos que sobre sí


misma, o sobre sus bienes, obren en registros oficiales o privados de carácter
público, así como conocer el uso que se haga de los mismos y de su finalidad.
Podrá solicitar ante el magistrado competente la actualización, la rectificación o la
destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o afectaran ilegítimamente sus
derechos.

Artículo 136. De la competencia y de la responsabilidad de los


magistrados

Ningún magistrado judicial que tenga competencia podrá negarse a


entender en las acciones o recursos previstos en los artículos anteriores; si lo
hiciese injustificadamente, será enjuiciado y, en su caso, removido.

En las decisiones que dicte, el magistrado judicial deberá pronunciarse


también sobre las responsabilidades en que hubieran incurrido las autoridades por
obra del proceder ilegítimo y, de mediar circunstancias que prima facie evidencien
la perpetración de delito, ordenará la detención o suspensión de los responsables,
así como toda medida cautelar que sea procedente para la mayor efectividad de
dichas responsabilidades. Asimismo, si tuviese competencia, instruirá el sumario
pertinente y dará intervención al Ministerio Público; si no la tuviese, pasará los
antecedentes al magistrado competente para su prosecución.

PARTE II

DEL ORDENAMIENTO POLÍTICO DE LA REPÚBLICA

TITULO I

DE LA NACIÓN Y DEL ESTADO

CAPITULO I

DE LAS DECLARACIONES GENERALES


Artículo 137. De la supremacía de la Constitución

La ley suprema de la República es la Constitución. Esta, los tratados,


convenios y acuerdos internacionales aprobados y ratificados, las leyes dictadas
por el Congreso y otras disposiciones jurídicas de inferior jerarquía, sancionadas
en consecuencia, integran el derecho positivo nacional en el orden de prelación
enunciado.

Quienquiera que intente cambiar dicho orden, al margen de los


procedimientos previstos en esta Constitución, incurrirá en los delitos que se
tipificarán y penarán en la ley.

Esta Constitución no perderá su vigencia ni dejará de observarse por


actos de fuerza o fuera derogada por cualquier otro medio distinto del que ella
dispone.

Carecen de validez todas las disposiciones o actos de autoridad


opuestos a lo establecido en esta Constitución.

Artículo 138. De la validez del orden jurídico

Se autoriza a los ciudadanos a resistir a dichos usurpadores por todos


los medios a su alcance. En la hipótesis de que esa persona o grupo de
personas, invocando cualquier principio o representación contraria a esta
Constitución, detenten el poder público, sus actos se declaran nulos y sin ningún
valor, no vinculantes y, por lo mismo, el pueblo en ejercicio de su derecho de
resistencia a la opresión, queda dispensado de su cumplimiento.

Los estados extranjeros que, por cualquier circunstancia, se relacionen


con tales usurpadores, no podrán invocar ningún pacto, tratado ni acuerdo
suscripto o autorizado por el gobierno usurpador, para exigirlo posteriormente
como obligación o compromiso de la República del Paraguay.

Artículo 139. De los símbolos

Son símbolos de la República del Paraguay:

1) el pabellón de la República;

2) el sello nacional, y

3) el himno nacional.

La ley reglamentará las características de los símbolos de la República


no previstos en la resolución del Congreso General Extraordinario del 25 de
noviembre de 1842, y determinando su uso.
Artículo 140. De los idiomas

El Paraguay es un país pluricultural y bilingüe.

Son idiomas oficiales el castellano y guaraní. La ley establecerá las


modalidades de utilización de uno y otro.

Las lenguas indígenas, así como las de otras minorías, forman parte del
patrimonio cultural de la Nación.

CAPITULO II

DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Artículo 141. De los tratados internacionales

Los tratados internacionales válidamente celebrados, aprobados por ley


del Congreso, y cuyos instrumentos de ratificación fueran canjeados o
depositados, forman parte del ordenamiento legal interno con la jerarquía que
determina el artículo 137.

Artículo 142. De la denuncia de los tratados

Los tratados internacionales relativos a los derechos humanos no


podrán ser denunciados sino por los procedimientos que rigen para la enmienda
de esta Constitución.

Artículo 143. De las relaciones internacionales

La República del Paraguay, en sus relaciones internacionales, acepta el


derecho internacional y se ajusta a los siguientes principios:

1) la independencia nacional;

2) la autodeterminación de los pueblos;

3) la igualdad jurídica entre los Estados;

4) la solidaridad y la cooperación internacional;

5) la protección internacional de los derechos humanos;

6) la libre navegación de los ríos internacionales;


7) la no intervención, y

8) la condena a toda forma de dictadura, colonialismo e imperialismo.

Artículo 144. De la renuncia a la guerra

La República del Paraguay renuncia a la guerra, pero sustenta el


principio de la legítima defensa. Esta declaración es compatible con los derechos
y obligaciones del Paraguay en su carácter de miembro de la Organización de las
Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, o como parte en
tratados de integración.

Artículo 145. Del orden jurídico supranacional

La República del Paraguay, en condiciones de igualdad con otros


Estados, admite un orden jurídico supranacional que garantice la vigencia de los
derechos humanos, de la paz, de la justicia, de la cooperación y del desarrollo, en
lo político, económico, social y cultural.

Dichas decisiones sólo podrán adoptarse por mayoría absoluta de cada


Cámara del Congreso.

CAPITULO III

DE LA NACIONALIDAD Y DE LA CIUDADANÍA

Artículo 146. De la nacionalidad natural

Son de nacionalidad paraguaya natural:

1) las personas nacidas en el territorio de la República;

2) los hijos de madre o padre paraguayo quienes, hallándose uno o


ambos al servicio de la República, nazcan en el extranjero;

3) los hijos de madre o padre paraguayo nacidos en el extranjero,


cuando aquéllos se radiquen en la República en forma permanente, y

4) los infantes de padres ignorados, recogidos en el territorio de la


República.

La formalización del derecho consagrado en el inciso 3) se efectuará por


simple declaración del interesado, cuando éste sea mayor de dieciocho años. Si
no los hubiese cumplido aún, la declaración de su representante legal tendrá
validez hasta dicha edad, quedando sujeta a ratificación por el interesado.

Artículo 147. De la no privación de la nacionalidad natural

Ningún paraguayo natural será privado de su nacionalidad, pero podrá


renunciar voluntariamente a ella.

Artículo 148. De la nacionalidad por naturalización.

Los extranjeros podrán obtener la nacionalidad paraguaya por


naturalización si reúnen los siguientes requisitos:

1) mayoría de edad;

2) radicación mínima de tres años en territorio nacional;

3) ejercicio regular en el país de alguna profesión, oficio, ciencia, arte o


industria, y

4) buena conducta, definida en la ley.

Artículo 149. De la nacionalidad múltiple

La nacionalidad múltiple podrá ser admitida mediante tratado


internacional o por reciprocidad de rango constitucional entre los Estados del
natural de origen y del de adopción

Artículo 150. De la pérdida de la nacionalidad

Los paraguayos naturalizados pierden la nacionalidad en virtud de


ausencia injustificada de la República por más de tres años, declarada
judicialmente, o por la adquisición voluntaria de otra nacionalidad.

Artículo 151. De la nacionalidad honoraria

Podrán ser distinguidos con la nacionalidad honoraria, por ley del


congreso, los extranjeros que hubiesen prestado servicios eminentes a la
República.

Artículo 152. De la ciudadanía

Son ciudadanos:

1) toda persona de nacionalidad paraguaya natural, desde los dieciocho


años de edad, y
2) toda persona de nacionalidad paraguaya por naturalización, después
de dos años de haberla obtenido.

Artículo 153. De la suspensión del ejercicio de la ciudadanía

Se suspende el ejercicio de la ciudadanía:

1) por la adopción de otra nacionalidad, salvo reciprocidad internacional;

2) por incapacidad declarada en juicio, que impida obrar libremente y


con discernimiento, y

3) cuando la persona se hallara cumpliendo condena judicial, con pena


privativa de libertad.

La suspensión de la ciudadanía concluye al cesar legalmente la causa


que la determina.

Artículo 154 De la competencia exclusiva del poder judicial

La ley establecerá las normas sobre adquisición, recuperación y opción


de la nacionalidad, así como sobre la suspensión de la ciudadanía.

El Poder Judicial tendrá competencia exclusiva para entender en estos


casos.

CAPITULO IV

DEL ORDENAMIENTO

TERRITORIAL DE LA REPÚBLICA

SECCIÓN I

DE LAS DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 155. Del territorio, de la soberanía y de la inenajenabilidad

El territorio nacional jamás podrá ser cedido, transferido, arrendado, ni


en forma alguna enajenado, aún temporalmente, a ninguna potencia extranjera.
Los Estados que mantengan relaciones diplomáticas con la República, así como
los organismos internacionales de los cuales ella forme parte, sólo podrán adquirir
los inmuebles necesarios para la sede de sus representaciones, de acuerdo con
las prescripciones de la ley. En estos casos, quedará siempre a salvo la
soberanía nacional sobre el suelo.

Artículo 156. De la estructura política y administrativa

A los efectos de la estructuración política y administrativa del Estado, el


territorio nacional se divide en departamentos, municipios y distritos, los cuales,
dentro de los límites de esta Constitución y de las leyes, gozan de autonomía
política, administrativa y normativa para la gestión de sus intereses, y de autarquía
en la recaudación e inversión de sus recursos.

Artículo 157. De la capital

La Ciudad de la Asunción es la Capital de la República y asiento de los


poderes del Estado. Se constituye en Municipio, y es independiente de todo
Departamento. La ley fijará sus límites.

Artículo 158. De los servicios nacionales

La creación y el funcionamiento de servicios de carácter nacional en la


jurisdicción de los departamentos y de los municipios, serán autorizados por ley.

Podrán establecerse igualmente servicios departamentales, mediante


acuerdos entre los respectivos departamentos y municipios.

Artículo 159. De los departamentos y municipios

La creación, la fusión o la modificación de los departamentos y sus


capitales, los municipios y los distritos, en sus casos, serán determinadas por la
ley, atendiendo a las condiciones socioeconómicas, demográficas, ecológicas,
culturales e históricas de los mismos.

Artículo 160. De las regiones

Los departamentos podrán agruparse en regiones, para el mejor


desarrollo de sus respectivas comunidades. Su constitución y su funcionamiento
serán regulados por la ley.

SECCIÓN II

DE LOS DEPARTAMENTOS

Artículo 161. Del Gobierno departamental


El gobierno de cada departamento será ejercido por un gobernador y
por una junta departamental. Serán electos por voto directo de los ciudadanos
radicados en los respectivos departamentos, en comicios coincidentes con las
elecciones generales, y durarán cinco años en sus funciones.

El gobernador representa al Poder Ejecutivo en la ejecución de la


política nacional. No podrá ser reelecto.

La ley determinará la composición y las funciones de las juntas


departamentales.

Artículo 162. De los requisitos

Para ser gobernador se requiere:

1) ser paraguayo natural;

2) tener treinta años cumplidos, y

3) ser nativo del departamento y con radicación en el mismo por un año


cuanto menos. En el caso de que el candidato no sea oriundo del departamento,
deberá estar radicado en él durante cinco años como mínimo. Ambos plazos se
contarán inmediatamente antes de las elecciones.

4) las inhabilidades para candidatos a gobernadores serán las mismas


que para Presidente y Vicepresidente de la República.

Para ser miembro de la junta departamental rigen los mismos requisitos


establecidos para el cargo de gobernador, con excepción de la edad, que deberá
ser la de veinticinco años cumplidos.

Artículo 163. De la competencia

Es de competencia del gobierno departamental:

1) coordinar sus actividades con las de las distintas municipalidades del


departamento; organizar los servicios departamentales comunes, tales como
obras públicas, provisión de energía, de agua potable y los demás que afecten
conjuntamente a más de un Municipio, así como promover las asociaciones de
cooperación entre ellos;

2) preparar el plan de desarrollo departamental, que deberá coordinarse


con el Plan Nacional de Desarrollo, y elaborar la formulación presupuestaria anual,
a considerarse en el Presupuesto General de la Nación;
3) coordinar la acción departamental con las actividades del gobierno
central, en especial lo relacionado con las oficinas de carácter nacional del
departamento, primordialmente en el ámbito de la salud y en el de la educación;

4) disponer la integración de los Consejos de Desarrollo Departamental,


y

5) las demás competencias que fijen esta Constitución y la ley.

Artículo 164. De los recursos

Los recursos de la administración departamental son;

1) la porción correspondiente de impuestos, tasas y contribuciones que


se definan y regulen por esta Constitución y por la ley;

2) las asignaciones o subvenciones que les destine el Gobierno


nacional;

3) las rentas propias determinadas por ley, así como las donaciones y
los legados, y

4) los demás recursos que fije la ley.

Artículo 165. De la intervención

Los departamentos y las municipalidades podrán ser intervenidos por el


Poder Ejecutivo, previo acuerdo de la Cámara de Diputados, en los siguientes
casos:

1) a solicitud de la junta departamental o de la municipal, por decisión de


la mayoría absoluta;

2) por desintegración de la junta departamental o de la municipal, que


imposibilite su funcionamiento, y

3) por grave irregularidad en la ejecución del presupuesto o en la


administración de sus bienes, previo dictamen de la Contraloría General de la
República.

La intervención no se prolongará por más de noventa días, y si de ella


resultase la existencia del caso previsto en el inciso 3), la Cámara de Diputados,
por mayoría absoluta, podrá destituir al gobernador o al intendente, o a la junta
departamental o a la municipal, debiendo el Tribunal Superior de Justicia Electoral
convocar a nuevos comicios para constituir las autoridades que reemplacen a las
que hayan cesado en sus funciones, dentro de los noventa días siguientes a la
resolución dictada por la Cámara de Diputados.

SECCIÓN III

DE LOS MUNICIPIOS

Artículo 166. De la autonomía

Las municipalidades son los órganos de gobierno local con personería


jurídica que, dentro de su competencia, tienen autonomía política, administrativa y
normativa, así como autarquía en la recaudación e inversión de sus recursos.

Artículo 167. Del gobierno municipal

El gobierno de los municipios estará a cargo de un intendente y de una


junta municipal, los cuales serán electos en sufragio directo por las personas
habilitadas legalmente.

Artículo 168. De las atribuciones

Serán atribuciones de las municipalidades, en su jurisdicción territorial y


con arreglo a la ley:

1) la libre gestión en materias de su competencia, particularmente en las


de urbanismo, ambiente, abasto, educación, cultura, deporte, turismo, asistencia
sanitaria y social, instituciones de crédito, cuerpos de inspección y de policía;

2) la administración y la disposición de sus bienes;

3) la elaboración de su presupuesto de ingresos y egresos;

4) la participación en las rentas nacionales;

5) la regulación del monto de las tasas retributivas de servicios


efectivamente prestados, no pudiendo sobrepasar el costo de los mismos;

6) el dictado de ordenanzas, reglamentos y resoluciones;

7) el acceso al crédito privado y al crédito público, nacional e


internacional;

8) la reglamentación y la fiscalización del tránsito, del transporte público


y la de otras materias relativas a la circulación de vehículos, y
9) las demás atribuciones que fijen esta Constitución y la ley.

Artículo 169. Del impuesto inmobiliario

Corresponderá a las municipalidades y a los departamentos la totalidad


de los tributos que graven la propiedad inmueble en forma directa. Su
recaudación será competencia de las municipalidades. El setenta por ciento de lo
recaudado por cada municipalidad quedará en propiedad de la misma, el quince
por ciento en la del departamento respectivo y el quince por ciento restante será
distribuido entre las municipalidades de menores recursos, de acuerdo con la ley.

Artículo 170. De la protección de recursos

Ninguna institución del Estado, ente autónomo, autárquico o


descentralizado podrá apropiarse de ingresos o rentas de las municipalidades.

Artículo 171. De las categorías y de los regímenes

Las diferentes categorías y regímenes de municipalidades serán


establecidos por ley, atendiendo a las condiciones de población, de desarrollo
económico, de situación geográfica, ecológica, cultural, histórica y a otros factores
determinantes de su desarrollo.

Las municipalidades podrán asociarse entre sí para encarar en común la


realización de sus fines y, mediante ley, con municipalidades de otros países.

CAPITULO V

DE LA FUERZA PÚBLICA

Artículo 172. De la composición

La Fuerza Pública está integrada, en forma exclusiva, por las fuerzas


militares y policiales.

Artículo 173. De las Fuerzas Armadas

Las Fuerzas Armadas de la Nación constituye una institución nacional


que será organizada con carácter permanente, profesional, no deliberante,
obediente, subordinada a los poderes del Estado y sujeta a las disposiciones de
esta Constitución y de las leyes. Su misión es la de custodiar la integridad
territorial y la de defender a las autoridades legítimamente constituidas, conforme
con esta Constitución y las leyes. Su organización y sus efectivos serán
determinadas por la ley.
Los militares en servicio activo ajustarán su desempeño a las leyes y
reglamentos, y no podrán afiliarse a partido o a movimiento político alguno, ni
realizar ningún tipo de actividad política.

Artículo 174. De los Tribunales Militares

Los tribunales militares sólo juzgarán delitos y faltas de carácter militar,


calificados como tales por la ley, y cometidos por militares en servicio activo. Sus
fallos podrán ser recurridos ante la justicia ordinaria.

Cuando se trate de un acto previsto y penado, tanto por la ley penal


común como por la ley penal militar, no será considerado como delito militar, salvo
que hubiese sido cometido por un militar en servicio activo y en ejercicio de
funciones castrenses. En caso de duda de si el delito es común o militar, se lo
considerará como delito común. Sólo en caso de conflicto armado internacional, y
en la forma dispuesta por la ley, estos tribunales podrán tener jurisdicción sobre
personas civiles y militares retirados.

Artículo 175. De la Policía Nacional

La Policía Nacional es una institución profesional, no deliberante,


obediente, organizada con carácter permanente y en dependencia jerárquica del
órgano del Poder Ejecutivo encargado de la seguridad interna de la Nación.

Dentro del marco de esta Constitución y de las leyes, tiene la misión de


preservar el orden público legalmente establecido, así como los derechos y la
seguridad de las personas y entidades y de sus bienes; ocuparse de la prevención
de los delitos; ejecutar los mandatos de la autoridad competente y, bajo dirección
judicial, investigar los delitos. La ley reglamentará su organización y sus
atribuciones.

El mando de la Policía Nacional será ejercido por un oficial superior de


su cuadro permanente. Los policías en servicio activo no podrán afiliarse a
partido o a movimiento político alguno, ni realizar ningún tipo de actividad política.

La creación de cuerpos de policía independientes podrá ser establecida


por ley, la cual fijará sus atribuciones y respectivas competencias, en el ámbito
municipal y en el de los otros poderes del Estado.
CAPITULO VI

DE LA POLÍTICA ECONÓMICA DEL ESTADO

SECCIÓN I

DEL DESARROLLO ECONÓMICO NACIONAL

Artículo 176. De la política económica y de la promoción del


desarrollo

La política económica tendrá como fines, fundamentalmente, la


promoción del desarrollo económico, social y cultural.

El Estado promoverá el desarrollo económico mediante la utilización


racional de los recursos disponibles, con el objeto de impulsar un crecimiento
ordenado y sostenido de la economía, de crear nuevas fuentes de trabajo y de
riqueza, de acrecentar el patrimonio nacional y de asegurar el bienestar de la
población. El desarrollo se fomentará con programas globales que coordinen y
orienten la actividad económica nacional.

Artículo 177. Del carácter de los planes de desarrollo

Los planes nacionales de desarrollo serán indicativos para el sector


privado, y de cumplimiento obligatorio para el sector público.

SECCIÓN II

DE LA ORGANIZACIÓN FINANCIERA

Artículo 178. De los recursos del Estado

Para el cumplimiento de sus fines, el Estado establece impuestos, tasas,


contribuciones y demás recursos; explota por sí, o por medio de concesionarios
los bienes de su dominio privado, sobre los cuales determina regalías, "royaltíes",
compensaciones u otros derechos, en condiciones justas y convenientes para los
intereses nacionales; organiza la explotación de los servicios públicos y percibe el
canon de los derechos que se estatuyan; contrae empréstitos internos o
internacionales destinados a los programas nacionales de desarrollo; regula el
sistema financiero del país, y organiza, fija y compone el sistema monetario.

Artículo 179. De la creación de tributos


Todo Tributo, cualquiera sea su naturaleza o denominación, será
establecido exclusivamente por la ley, respondiendo a principios económicos y
sociales justos, así como a políticas favorables al desarrollo nacional.

Es también privativo de la ley determinar la materia imponible, los


sujetos obligados y el carácter del sistema tributario.

Artículo 180. De la doble imposición

No podrá ser objeto de doble imposición el mismo hecho generador de


la obligación tributaria. En las relaciones internacionales, el Estado podrá
celebrar convenios que eviten la doble imposición, sobre la base de la
reciprocidad.

Artículo 181. De la igualdad del tributo

La igualdad es la base del tributo. Ningún impuesto tendrá carácter


confiscatorio. Su creación y su vigencia atenderán a la capacidad contributiva de
los habitantes y a las condiciones generales de la economía del país.

TITULO II

DE LA ESTRUCTURA Y DE LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO

CAPITULO I

DEL PODER LEGISLATIVO

SECCIÓN I

DE LAS DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 182. De la composición

El Poder Legislativo será ejercido por el Congreso, compuesto de una


Cámara de senadores y otra de diputados.

Los miembros titulares y suplentes de ambas Cámaras serán elegidos


directamente por el pueblo, de conformidad con la ley.

Los miembros suplentes sustituirán a los titulares en caso de muerte,


renuncia o inhabilidad de éstos, por el resto del período constitucional o mientras
dure la inhabilidad, si ella fuere temporal. En los demás casos, resolverá el
reglamento de cada Cámara.

Artículo 183. De la reunión en congreso

Sólo ambas Cámaras, reunidas en Congreso, tendrán los siguientes


deberes y atribuciones:

1) recibir el juramento o promesa, al asumir el cargo, del Presidente de


la República, del Vicepresidente y los miembros de la Corte Suprema de Justicia;

2) conceder o denegar al Presidente de la República el permiso


correspondiente, en los casos previstos por esta Constitución;

3) autorizar la entrada de fuerzas armadas extranjeras al territorio de la


República y la salida al exterior de las nacionales, salvo casos de mera cortesía;

4) recibir a Jefes de Estado o de Gobierno de otros países, y

5) las demás deberes y atribuciones que fije esta Constitución.

El Presidente de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados


presidirán las reuniones del Congreso en carácter de Presidente y Vicepresidente,
respectivamente.

Artículo 184. De las sesiones

Ambas Cámaras del Congreso se reunirán anualmente en sesiones


ordinarias, desde el primero de julio de cada año hasta el 30 de junio siguiente con
un período de receso desde el veinte y uno de diciembre al primero de marzo,
fecha ésta en la que rendirá su informe el Presidente de la República. Las dos
Cámaras se convocarán a sesiones extraordinarias o prorrogarán sus sesiones
por decisión de la cuarta parte de los miembros de cualquiera de ellas; por
resolución de los dos tercios de integrantes de la Comisión Permanente del
Congreso, o por decreto del Poder Ejecutivo. El Presidente del Congreso o el de
la Comisión Permanente deberán convocarlas en el término perentorio de
cuarenta y ocho horas.

Las prórrogas de sesiones serán efectuadas del mismo modo. Las


extraordinarias se convocarán para tratar un orden del día determinado, y se
clausurarán una vez que éste haya sido agotado.

Artículo 185. De las sesiones conjuntas


Las Cámaras sesionarán conjuntamente en los casos previstos en esta
Constitución o en el Reglamento del Congreso, donde se establecerán las
formalidades necesarias.

El quorum legal se formará con la mitad más uno del total de cada
Cámara. Salvo los casos en que esta Constitución establece mayorías
calificadas, las decisiones se tomarán por simple mayoría de votos de los
miembros presentes.

Para las votaciones de las Cámaras del Congreso se entenderá por


simple mayoría la mitad más uno de los miembros presentes; por mayoría de dos
tercios, las dos terceras partes de los miembros presentes; por mayoría absoluta,
el quorum legal, y por mayoría absoluta de dos tercios, las dos terceras partes del
número total de miembros de cada Cámara.

Las disposiciones previstas en esta artículo se aplicarán también a las


sesiones de ambas Cámaras reunidas en Congreso.

El mismo régimen de quorum y mayorías se aplicará a cualquier órgano


colegiado electivo previsto por esta Constitución.

Artículo 186. De las comisiones

Las cámaras funcionarán en pleno y en comisiones unicamerales o


bicamerales.

Todas las comisiones se integrarán, en lo posible, proporcionalmente,


de acuerdo con las bancadas representadas en las Cámaras.

Al inicio de las sesiones anuales de la legislatura, cada Cámara


designará las comisiones asesoras permanentes. Estas podrán solicitar informes
u opiniones de personas y entidades públicas o privadas, a fin de producir sus
dictámenes o de facilitar el ejercicio de las demás facultades que corresponden al
Congreso.

Artículo 187. De la elección y de la duración

Los senadores y diputados titulares y suplentes serán elegidos en


comicios simultáneos con los presidenciales.

Los legisladores durarán cinco años en su mandato, a partir del primero


de julio y podrán ser reelectos.

Las vacancias definitivas o temporarias de la Cámara de Diputados


serán cubiertas por los suplentes electos en el mismo departamento, y las de la
Cámara de Senadores por los suplentes de la lista proclamada por la Justicia
Electoral.

Artículo 188. Del juramento o promesa

En el acto de su incorporación a las Cámaras, los senadores y


diputados prestarán juramento o promesa de desempeñarse debidamente en el
cargo y de obrar de conformidad con lo que prescribe esta Constitución.

Ninguna de las Cámaras podrá sesionar, deliberar o adoptar decisiones


sin la presencia de la mayoría absoluta. Un número menor podrá, sin embargo,
compeler a los miembros ausentes a concurrir a las sesiones en los términos que
establezca cada Cámara.

Artículo 189. De las senadurías vitalicias

Los ex presidentes de la República, electos democráticamente, serán


senadores vitalicios de la Nación, salvo que hubiesen sido sometidos a juicio
político y hallados culpables. No integrarán el quorum. Tendrán voz pero no
voto.

Artículo 190. Del reglamento

Cada Cámara redactará su reglamento. Por mayoría de dos tercios


podrá amonestar o apercibir a cualquiera de sus miembros, por inconducta en el
ejercicio de sus funciones, y suspenderlo hasta sesenta días sin goce de dieta.
Por mayoría absoluta podrá removerlo por incapacidad física o mental, declarada
por la Corte Suprema de Justicia. En los casos de renuncia, se decidirá por
simple mayoría de votos.

Artículo 191. De las inmunidades

Ningún miembro del Congreso puede ser acusado judicialmente por las
opiniones que emita en el desempeño de sus funciones. Ningún Senador o
Diputado podrá ser detenido, desde el día de su elección hasta el del cese de sus
funciones, salvo que fuera hallado en flagrante delito que merezca pena corporal.
En este caso, la autoridad interviniente lo pondrá bajo custodia en su residencia,
dará cuenta de inmediato del hecho a la Cámara respectiva y al juez competente,
a quien remitirá los antecedentes a la brevedad.

Cuando se formase causa contra un Senador o un Diputado ante los


tribunales ordinarios, el juez lo comunicará, con copia de los antecedentes, a la
Cámara respectiva. Va cual examinará el mérito del sumario, y por mayoría de
dos tercios resolverá si ha lugar o no al desafuero, para ser sometido a proceso.
En casó afirmativo, le suspenderá en sus fueros.
Artículo 192. Del pedido de informes

Las cámaras pueden solicitar a los demás poderes del Estado, a los
entes autónomos, autárquicos y descentralizados, y a los funcionarios públicos,
los informes sobre asuntos de interés público que estimen necesarios,
exceptuando la actividad jurisdiccional.

Los afectados están obligados a responder los pedidos de informe


dentro del plazo que se les señale, el cual no podrá ser menor de quince días.

Artículo 193. De la citación y de la interpelación

Cada Cámara, por mayoría absoluta, podrá citar e interpelar


individualmente a los ministros y a otros altos funcionarios de la Administración
Pública, así como a los directores y administradores de los entes autónomos,
autárquicos y descentralizados, a los de entidades que administren fondos del
Estado y a los de las empresas de participación estatal mayoritaria, cuando se
discuta una ley o se estudie un asunto concerniente a sus respectivas actividades.
Las preguntas deben comunicarse al citado con una antelación mínima de cinco
días. Salvo justa causa, será obligatorio para los citados concurrir a los
requerimientos, responder a las preguntas y brindar toda la información que les
fuese solicitada.

La ley determinará la participación de la mayoría y de la minoría en la


formulación de las preguntas.

No se podrá citar, interpelar al Presidente de la República, al


Vicepresidente ni a los miembros del Poder Judicial, en materia jurisdiccional.

Artículo 194. Del voto de censura

Si el citado no concurriese a la Cámara respectiva, o ella considerara


insatisfactorias sus declaraciones, ambas Cámaras, por mayoría absoluta de dos
tercios, podrá emitir un voto de censura en su contra y recomendar su remoción
del cargo al Presidente de la República o al superior jerárquico.

Si la moción de censura no fuese aprobada, no se presentará otra sobre


el mismo tema respecto al mismo Ministro o funcionario citados, en ese período de
sesiones.

Artículo 195. De las comisiones de investigación

Ambas Cámaras del Congreso podrán constituir comisiones conjuntas


de investigación sobre cualquier asunto de interés público, así como sobre la
conducta de sus miembros.
Los directores y administradores de los entes autónomos, autárquicos y
descentralizados, los de las entidades que administren fondos del Estado, los de
las empresas de participación estatal mayoritaria, los funcionarios públicos y los
particulares están obligados a comparecer ante las dos Cámaras y suministrarles
la información y las documentaciones que se les requiera. La Ley establecerá las
sanciones por el incumplimiento de esta obligación.

El Presidente de la República, el Vicepresidente, los ministros del Poder


Ejecutivo y los magistrados judiciales, en materia jurisdiccional, no podrán ser
investigados.

La actividad de las comisiones investigadoras no afectará las


atribuciones privativas del Poder Judicial, ni lesionará los derechos y garantías
consagrados por esta Constitución; sus conclusiones no serán vinculantes para
los tribunales ni menoscabarán las resoluciones judiciales, sin perjuicio del
resultado de la investigación, que podrá ser comunicado a la justicia ordinaria.

Los jueces ordenarán, conforme a derecho, las diligencias y pruebas


que se les requiera, a los efectos de la investigación.

Artículo 196. De las incompatibilidades

Podrán ser electos, pero no podrán desempeñar funciones legislativas,


los asesores de reparticiones públicas, los funcionarios y los demás empleados a
sueldo del Estado o de los municipios, cualquiera sea la denominación con que
figuren y el concepto de sus retribuciones, mientras subsista la designación para
dichos cargos.

Se exceptúan de las incompatibilidades establecidas en este artículo, el


ejercicio parcial de la docencia y el de la investigación científica.

Ningún Senador o Diputado puede formar parte de empresas que


exploten servicios públicos o tengan concesiones del Estado, ni ejercer la asesoría
jurídica o la representación de aquellas, por sí o por interpósita persona.

Artículo 197. De las inhabilidades

No pueden ser candidatos a senadores ni a diputados:

1) los condenados por sentencia firme a penas privativas de libertad,


mientras dure la condena;

2) los condenados a penas de inhabilitación para el ejercicio de la


función pública, mientras dure aquella;
3) los condenados por la comisión de delitos electorales, por el tiempo
que dure la condena;

4) los magistrados judiciales, los representantes del Ministerio Público,


el Procurador General del Estado, el Defensor del Pueblo, el Contralor General de
la República, el Subcontralor, y los miembros de la Justicia Electoral;

5) los ministros o religiosos de cualquier credo;

6) los representantes o mandatarios de empresas, corporaciones o


entidades nacionales o extranjeras, que sean concesionarias de servicios
estatales, o de ejecución de obras o provisión de bienes al Estado;

7) los militares y policías en servicio activo;

8) los candidatos a Presidente de la República o a Vicepresidente; y

9) los propietarios o copropietarios de los medios de comunicación.

Los ciudadanos afectados por las inhabilidades previstas en los incisos


4), 5), 6) y 7), y deberán cesar en su inhabilidad para ser candidatos noventa días,
por lo menos, antes de la fecha de inscripción de sus listas en el Tribunal Superior
de Justicia Electoral.

Artículo 198. De la inhabilidad relativa

No podrán ser electos senadores ni diputados los ministros del Poder


Ejecutivo; los subsecretarios de Estado; los presidentes de Consejos o
administradores generales de los entes descentralizados, autónomos, autárquicos,
binacionales o multinacionales, los de empresas con participación estatal
mayoritaria, y los gobernadores e intendentes, si no renuncian a sus respectivos
cargos y se les acepta las mismas por lo menos noventa días antes de la fecha de
las elecciones.

Artículo 199. De los permisos

Los Senadores y Diputados sólo podrán aceptar cargos de Ministro o de


diplomático. Para desempeñarlos, deberán solicitar permiso a la Cámara
respectiva, a la cual podrán reincorporarse al término de aquellas funciones.

Artículo 200 De la elección de autoridades

Cada Cámara constituirá sus autoridades y designará a sus empleados.

Artículo 201. De la pérdida de la investidura


Los senadores y diputados perderán su investidura, además de los
casos ya previstos, por las siguientes causas:

1) la violación del régimen de las inhabilidades e incompatibilidades


previstas en esta Constitución, y

2) el uso indebido de influencias, fehacientemente comprobado.

Los senadores y diputados no estarán sujetos a mandatos imperativos.

Artículo 202. De los deberes y de las atribuciones

Son deberes y atribuciones del Congreso:

1) velar por la observancia de esta Constitución y de las leyes;

2) dictar los códigos y demás leyes, modificarlos o derogarlos,


interpretando esta Constitución;

3) establecer la división política del territorio de la República, así como la


organización regional, departamental y municipal;

4) legislar sobre materia tributaria;

5) sancionar anualmente la ley del Presupuesto General de la Nación;

6) dictar la Ley Electoral;

7) determinar el régimen legal de la enajenación y el de adquisición de


los bienes fiscales, departamentales y municipales;

8) expedir resoluciones y acuerdos internos, como así mismo formular


declaraciones, conforme con sus facultades;

9) aprobar o rechazar los tratados y demás acuerdos internacionales


suscritos por el Poder Ejecutivo;

10) aprobar o rechazar la contratación de empréstitos;

11) autorizar, por tiempo determinado, concesiones para la explotación


de servicios públicos nacionales, multinacionales o de bienes del Estado, así como
para la extracción y transformación de minerales sólidos, líquidos y gaseosos;

12) dictar leyes para la organización de la administración de la


República, para la creación de entes descentralizados y para el ordenamiento del
crédito público;
13) expedir leyes de emergencia en los casos de desastre o de
calamidad pública;

14) recibir el juramento o promesa constitucional del Presidente de la


República, el del Vicepresidente y el de los demás funcionarios, de acuerdo con lo
establecido en esta Constitución;

15) recibir del Presidente de la República, un informe sobre la situación


general del país, sobre su administración y sobre los planes de gobierno, en la
forma dispuesta en esta Constitución;

16) aceptar o rechazar la renuncia del Presidente de la República y la


del Vicepresidente;

17) prestar los acuerdos y efectuar los nombramientos que esta


Constitución prescribe, así como las designaciones de representantes del
Congreso en otros órganos del Estado;

18) conceder amnistías;

19) decidir el traslado de la Capital de la República a otro punto del


territorio nacional, por mayoría absoluta de dos tercios de los miembros de cada
Cámara;

20) aprobar o rechazar, en todo o en parte y previo informe de la


Contraloría General de la República, el detalle y la justificación de los ingresos y
egresos de las finanzas públicas sobre la ejecución presupuestaria;

21) reglamentar la navegación fluvial, la marítima, la aérea y la espacial,


y

22) los demás deberes y atribuciones que fije esta Constitución.

SECCIÓN II

DE LA FORMACIÓN Y LA SANCIÓN DE LAS LEYES

Artículo 203. Del origen y de la iniciativa

Las leyes pueden tener origen en cualquiera de las Cámaras del


Congreso, a propuesta de sus miembros; a proposición del Poder Ejecutivo; a
iniciativa popular o a la de la Corte Suprema de Justicia, en los casos y en las
condiciones previstas en esta Constitución y en la ley.
Las excepciones en cuanto al origen de las leyes a favor de una u otra
Cámara o del Poder Ejecutivo son, en exclusividad, las establecidas
expresamente en esta Constitución.

Todo proyecto de ley será presentado con una exposición de motivos.

Artículo 204. De la aprobación y de la promulgación de los


proyectos

Aprobado un proyecto de ley por la Cámara de origen, pasará


inmediatamente para su consideración a la otra Cámara. Si ésta, a su vez, lo
aprobase, el proyecto quedará sancionado y, si el Poder Ejecutivo le prestara su
aprobación, lo promulgará como ley y dispondrá su publicación dentro de los cinco
días.

Artículo 205. De la promulgación automática

Se considerará aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto de ley


que no fuese objetado ni devuelto a la Cámara de origen en el plazo de seis días
hábiles, si el proyecto contiene hasta diez artículos; de doce días hábiles, si el
proyecto contiene de doce a veinte artículos, y de veinte días hábiles si los
artículos son más de veinte. En todos estos casos, el proyecto quedará
automáticamente promulgado y se dispondrá su publicación.

Artículo 206. Del procedimiento para el rechazo total

Cuando un proyecto de ley, aprobado por una de las Cámaras, fuese


rechazado totalmente por la otra, volverá a aquella para una nueva consideración.
Cuando la Cámara de origen se ratificase por mayoría absoluta, pasará de nuevo
a la revisora, la cual solo podrá volver a rechazarlo por mayoría absoluta de dos
tercios y, de no obtenerla, se reputará sancionado el proyecto.

Artículo 207. Del procedimiento para la modificación parcial

Un proyecto de ley aprobado por la Cámara de origen, que haya sido


parcialmente modificado por la otra, pasará a la primera, donde solo se discutirá
cada una de las modificaciones hechas por la revisora.

Par estos casos, se establece lo siguiente:

1) si todas las modificaciones se aceptasen, el proyecto quedará


sancionado;

2) si todas las modificaciones se rechazasen por mayoría absoluta,


pasarán de nuevo a la Cámara revisora y, si ésta se ratificase en su sanción
anterior por mayoría absoluta, el proyecto quedará sancionado; si no se ratificase,
quedará sancionado el proyecto aprobado por la Cámara de origen, y

3) si parte de las modificaciones fuesen aceptadas y otras rechazadas,


el proyecto pasará nuevamente a la Cámara revisora, donde sólo se discutirán en
forma global las modificaciones rechazadas, y si se aceptasen por mayoría
absoluta, o se las rechacen, el proyecto quedará sancionado en la forma resuelta
por ella.

El proyecto de ley sancionado, con cualquiera de las alternativas


previstas en este artículo, pasará al Poder Ejecutivo para su promulgación.

Artículo 208. De la objeción parcial

Un proyecto de ley, parcialmente objetado por el Poder Ejecutivo, será


devuelto a la Cámara de origen para su estudio y pronunciamiento sobre las
objeciones. Si esta Cámara las rechazara por mayoría absoluta, el proyecto
pasará a al Cámara revisora, donde seguirá igual trámite. Si ésta también
rechazara dichas objeciones por la misma mayoría, la sanción primitiva quedará
confirmada, y el Poder Ejecutivo lo promulgará y lo publicará. Si las Cámaras
desistieran sobre las objeciones, el proyecto no podrá repetirse en las sesiones de
ese año.

Las objeciones podrán ser total o parcialmente aceptadas o rechazadas


por ambas Cámaras del Congreso. Si las objeciones fueran total o parcialmente
aceptadas, ambas Cámaras podrán decidir, por mayoría absoluta, la sanción de la
parte no objetada del proyecto de ley, en cuyo caso éste deberá ser promulgado y
publicado por el Poder Ejecutivo.

Las objeciones serán tratadas por la Cámara de origen dentro de los


sesenta días de su ingreso a la misma, y en idéntico caso por la Cámara revisora.

Artículo 209. De la objeción total

Si un proyecto de ley fuese rechazado totalmente por el Poder Ejecutivo,


volverá a la Cámara de origen, la cual lo discutirá nuevamente. Si ésta
confirmara la sanción inicial por mayoría absoluta, pasará a la Cámara revisora; si
ésta también lo aprobase por igual mayoría, el Poder Ejecutivo lo promulgará y
publicará. Si las Cámaras disintieran sobre el rechazo total, el proyecto no podrá
repetirse en las sesiones de ese año.

Artículo 210. Del tratamiento de urgencia

El Poder Ejecutivo podrá solicitar el tratamiento urgente de proyectos de


ley que envíe al Congreso. En estos casos, el proyecto será tratado por la
Cámara de origen dentro de los treinta días de su recepción, y por la revisora en
los treinta días siguientes. El proyecto se tendrá por aprobado si no se lo
rechazara dentro de los plazos señalados.

El tratamiento de urgencia podrá ser solicitado por el Poder Ejecutivo


aún después de la remisión del proyecto, o en cualquier etapa de su trámite. En
tales casos, el plazo empezará a correr desde la recepción de la solicitud.

Cada Cámara, por mayoría de dos tercios, podrá dejar sin efecto en
cualquier momento, el trámite de urgencia, en cuyo caso el ordinario se aplicará a
partir de ese momento.

El Poder Ejecutivo, dentro del período legislativo ordinario, podrá


solicitar al Congreso únicamente tres proyectos de ley de tratamiento urgente,
salvo que la Cámara de origen, por mayoría de dos tercios, acepte dar dicho
tratamiento a otros proyectos.

Artículo 211. De la sanción automática

Un proyecto de ley presentado en una Cámara u otra, y aprobado por la


Cámara de origen en las sesiones ordinarias, pasará a la Cámara revisora, la cual
deberá despacharlo dentro del término improrrogable de tres meses, cumplido el
cual, y mediando comunicación escrita del Presidente de la Cámara de origen a la
Cámara revisora, se reputará que ésta le ha prestado su voto favorable, pasando
al Poder Ejecutivo para su promulgación y publicación. El término indicado
quedará interrumpido desde el veintiuno de diciembre hasta el primero de marzo.
La Cámara revisora podrá despachar el proyecto de ley en el siguiente período de
sesiones ordinarias, siempre que lo haga dentro del tiempo que resta para el
vencimiento del plazo improrrogable de tres meses.

Artículo 212. Del retiro o del desistimiento

El Poder Ejecutivo podrá retirar del Congreso los proyectos de ley que
hubiera enviado, o desistir de ellos, salvo que estuviesen aprobados por la
Cámara de origen.

Artículo 213. De la publicación

La ley no obliga sino en virtud de su promulgación y su publicación. Si


el Poder Ejecutivo no cumpliese el deber de hacer publicar las leyes en los
términos y en las condiciones que esta Constitución establece, el Presidente del
Congreso o, en su defecto, el Presidente de la Cámara de Diputados, dispondrá
su publicación.

Artículo 214. De las fórmulas


La fórmula que se usará en la sanción de las leyes es: "El Congreso de
la Nación paraguaya sanciona con fuerza de ley". Para la promulgación de las
mismas, la fórmula es: "Téngase por ley de la República, publíquese e insértese
en el Registro Oficial".

Artículo 215. De la comisión delegada

Cada Cámara, con el voto de la mayoría absoluta, podrá delegar en


comisiones el tratamiento de proyectos de ley, de resoluciones y de declaraciones.
Por simple mayoría, podrá retirarlos en cualquier estado antes de la aprobación,
rechazo o sanción por la comisión.

No podrán ser objeto de delegación el Presupuesto General de la


Nación, los códigos, los tratados internacionales, los proyectos de ley de carácter
tributario y castrense, los que tuviesen relación con la organización de los poderes
del Estado y los que se originasen en la iniciativa popular.

Artículo 216. Del Presupuesto General de la Nación

El proyecto de Ley del Presupuesto General de la Nación será


presentado anualmente por el Poder Ejecutivo, a más tardar el primero de
setiembre, y su consideración por el Congreso tendrá prioridad absoluta. Se
integrará una comisión bicameral, la cual recibido el proyecto, lo estudiará y
presentará dictamen a sus respectivas Cámaras en un plazo no mayor de sesenta
días corridos. Recibidos los dictámenes, la Cámara de Diputados se abocará al
estudio del proyecto en sesiones plenarias, y deberá despacharlo en un plazo no
mayor de quince días corridos. La Cámara de Senadores dispondrá de igual
plazo para el estudio del proyecto, con las modificaciones introducidas por la
Cámara de Diputados y, si las aprobase, el mismo quedará sancionado. En caso
contrario, el proyecto volverá con las objeciones a la otra Cámara, la cual se
expedirá dentro del plazo de diez días corridos, exclusivamente sobre los puntos
discrepantes del Senado, precediéndose en la forma prevista en el art. 208, inciso
1), 2), y 3), siempre dentro del plazo de diez días corridos.

Todos los plazos establecidos en este artículo son perentorios, y la falta


de despacho de cualquiera de los proyectos se entenderá como aprobación. Las
Cámaras podrán rechazar totalmente el proyecto presentado a su estudio por el
Poder Ejecutivo, sólo por mayoría absoluta de dos tercios en cada una de ellas.

Artículo 217. De la vigencia del presupuesto

Si el Poder Ejecutivo, por cualquier razón, no hubiese presentado al


Poder Legislativo el proyecto de Presupuesto General de la Nación dentro de los
plazos establecidos, o el mismo fuera rechazado conforme con el artículo anterior,
seguirá vigente el Presupuesto del ejercicio fiscal en curso.
SECCIÓN III

DE LA COMISIÓN PERMANENTE DEL CONGRESO

Artículo 218. De la conformación

Quince días antes de entrar en receso, cada Cámara designará por


mayoría absoluta a los senadores y a los diputados quienes, en número de seis y
doce como titulares y tres y seis como suplentes, respectivamente, conformarán la
Comisión Permanente del Congreso, la cual ejercerá sus funciones desde el
comienzo del período de receso del Congreso hasta el reinicio de las sesiones
ordinarias.

Reunidos los miembros titulares de la Comisión Permanente,


designarán Presidente y demás autoridades, y de ello se dará aviso escrito a los
otros poderes del Estado.

Artículo 219. De los deberes y de las atribuciones

Son deberes y atribuciones de la Comisión Permanente del Congreso:

1) velar por la observancia de ésta Constitución y de la leyes;

2) dictar su propio reglamento;

3) convocar a las Cámaras a sesiones preparatorias, con el objeto de


que la apertura anual del Congreso se efectúe en tiempo oportuno;

4) convocar y organizar las sesiones extraordinarias de ambas


Cámaras, de conformidad con lo establecido en esta Constitución;

5) autorizar al Presidente de la República, durante el receso del


Congreso, a ausentarse temporalmente del territorio nacional, en los casos
previstos en esta Constitución, y

6) las demás deberes y atribuciones que fije esta Constitución.

Artículo 220. De los informes finales

La Comisión Permanente del Congreso, al término de su actuación,


prestará a cada Cámara un informe final de las mismas, y será responsable ante
éstas de las medidas que hubiese adoptado o autorizado.
SECCIÓN IV

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

Artículo 221. De la composición

La Cámara de Diputados es la Cámara de la representación


departamental. Se compondrá de ochenta miembros titulares como mínimo, y de
igual número de suplentes, elegidos directamente por el pueblo en colegios
electorales departamentales. La ciudad de Asunción constituirá un Colegio
Electoral con representación en dicha Cámara. Los departamentos serán
representados por un diputado titular y un suplente, cuanto menos; el Tribunal
Superior de Justicia Electoral, antes de cada elección y de acuerdo con el número
de electores de cada departamento, establecerá el número de bancas que
corresponda a cada uno de ellos. La ley podrá acrecentar la cantidad de
diputados conforme con el aumento de los electores.

Para ser electo diputado titular o suplente se requieren la nacionalidad


paraguaya natural y haber cumplido veinticinco años.

Artículo 222. De las atribuciones exclusivas de la Cámara de


Diputados

Son atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputados:

1) iniciar la consideración de los proyectos de ley relativos a la


legislación departamental y a la municipal;

2) designar o proponer a los magistrados y funcionarios/de acuerdo con


lo que establece esta Constitución y la ley;

3) prestar acuerdo para la intervención de los gobiernos


departamentales y municipales, y

4) las demás atribuciones exclusivas que fije esta Constitución.

SECCIÓN V

DE LA CÁMARA DE SENADORES

Artículo 223. De la composición

La Cámara de Senadores se compondrá de cuarenta y cinco miembros


titulares como mínimo, y de treinta suplentes, elegidos directamente por el pueblo
en una sola circunscripción nacional. La ley podrá acrecentar la cantidad de
senadores, conforme con el aumento de los electores.

Para ser electo senador titular o suplente se requieren la nacionalidad


paraguaya natural y haber cumplido treinta y cinco años.

Artículo 224. De las atribuciones exclusivas de la Cámara de


Senadores

Son atribuciones exclusivas de la Cámara de Senadores:

1) iniciar la consideración de los proyectos de ley relativos a la


aprobación de tratados y de acuerdos internacionales;

2) prestar acuerdo para los ascensos militares y los de la Policía


Nacional, desde el grado de Coronel del Ejército o su equivalente en las otras
armas y servicios, y desde el de Comisario Principal para la Policía Nacional;

3) prestar acuerdo para la designación de los embajadores y ministros


plenipotenciarios en el exterior;

4) designar o proponer a los Magistrados y funcionarios de acuerdo con


lo que establece esta Constitución;

5) autorizar el envío de fuerzas militares paraguayas permanentes al


exterior, así como el ingreso de tropas militares extranjeras al país;

6) prestar acuerdo para la designación del Presidente y los directores de


la Banca Central del Estado;

7) prestar acuerdo para la designación de los directores paraguayos de


los entes binacionales, y

8) las demás atribuciones exclusivas que fije esta Constitución.

SECCIÓN VI

DEL JUICIO POLÍTICO

Artículo 225. Del procedimiento

El Presidente de la República, el Vicepresidente, los ministros del Poder


Ejecutivo, los ministros de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal General del
Estado, el Defensor del Pueblo, el Contralor General de la República, el
Subcontralor y los integrantes del Tribunal Superior de Justicia Electoral, sólo
podrán ser sometidos a juicio político por mal desempeño de sus funciones, por
delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes.

La acusación será formulada por la Cámara de Diputados, por mayoría


de dos tercios. Corresponderá a la Cámara de Senadores, por mayoría absoluta
de dos tercios, juzgar en juicio público a los acusados por la Cámara de Diputados
y, en su caso, declararlos culpables, al sólo efecto de separarlos de sus cargos.
En los casos de supuesta comisión de delitos, se pasarán los antecedentes a la
justicia ordinaria.

CAPITULO II

DEL PODER EJECUTIVO

SECCIÓN I

DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Y DEL VICEPRESIDENTE

Artículo 226. Del ejercicio del Poder Ejecutivo

El Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente de la República.

Artículo 227. Del Vicepresidente

Habrá un Vicepresidente de la República quien, en caso de


impedimento o ausencia temporal del Presidente o vacancia definitiva de dicho
cargo, lo sustituirá de inmediato, con todas sus atribuciones.

Artículo 228. De los requisitos

Para ser Presidente de la República o Vicepresidente se requiere:

1) tener nacionalidad paraguaya natural;

2) haber cumplido treinta y cinco años, y

3) estar en pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos.

Artículo 229. De la duración del mandato

El Presidente de la República y el Vicepresidente durarán cinco años


improrrogables en el ejercicio de sus funciones, a contar desde el quince de
agosto siguiente a las elecciones. No podrán ser reelectos en ningún caso. El
Vicepresidente sólo podrá ser electo Presidente para el período posterior, si
hubiese cesado en su cargo seis meses antes de los comicios generales. Quien
haya ejercido la presidencia por más de doce meses no podrá ser electo
Vicepresidente de la República.

Artículo 230. De las elecciones presidenciales

El Presidente de la República y el Vicepresidente serán elegidos


conjunta y directamente por el pueblo, por mayoría simple de votos, en comicios
generales que se realizarán entre noventa y ciento veinte días antes de expirar el
período constitucional vigente.

Artículo 231. De la asunción de los cargos

En caso de que, en la fecha en la cual deban asumir sus funciones el


Presidente de la República y el Vicepresidente, no hayan sido proclamados en la
forma dispuesta por esta Constitución, o fueran anuladas las elecciones, el
Presidente cesante entregará el mando al Presidente de la Corte Suprema de
Justicia, quien lo ejercerá hasta que se efectúe la transmisión, quedando en
suspenso en sus funciones judiciales.

Artículo 232. De la toma de posesión de los cargos

El Presidente de la República y el Vicepresidente tomarán posesión de


sus cargos ante el Congreso, prestando el juramento o la promesa de cumplir con
fidelidad y patriotismo sus funciones constitucionales. Si el día señalado el
Congreso no alcanzara el quorum para reunirse, la ceremonia se cumplirá ante la
Corte Suprema de Justicia.

Artículo 233. De las ausencias

El Presidente de la República, o quien lo esté sustituyendo en el cargo,


no podrá ausentarse del país sin dar aviso previo al Congreso y a la Corte
Suprema de Justicia. Si la ausencia tuviera que ser por más de cinco días, se
requerirá la autorización de la Cámara de Senadores. Durante el receso de las
Cámaras, la autorización será otorgada por la Comisión Permanente del
Congreso.

En ningún caso, el Presidente de la República y el Vicepresidente


podrán estar simultáneamente ausentes del territorio nacional.

Artículo 234. De la acefalía

En caso de impedimento o ausencia del Presidente de la República, lo


reemplazará el Vicepresidente, y a falta de éste y en forma sucesiva, el Presidente
del Senado, el de la Cámara de Diputados y el de la Corte Suprema de Justicia.
El Vicepresidente electo asumirá la Presidencia de la República si ésta
quedase vacante antes o después de la proclamación del Presidente, y la ejercerá
hasta la finalización del período constitucional.

Si se produjera la vacancia definitiva de la Vicepresidencia durante los


tres primeros años del período constitucional, se convocará a elecciones para
cubrirla. Si la misma tuviese lugar durante los dos años últimos años, el
Congreso, por mayoría absoluta de sus miembros, designará a quien debe
desempeñar el cargo por el resto del período.

Artículo 235. De las inhabilidades

Son inhábiles para ser candidatos a Presidente de la República o


Vicepresidente:

1) los ministros del Poder Ejecutivo, los viceministros o subsecretarios y


los funcionarios de rango equivalente, los directores generales de reparticiones
públicas y los presidentes de consejos, directores, gerentes o administradores
generales de los entes descentralizados, autárquicos, autónomos, binacionales o
multinacionales, y los de empresas con participación estatal mayoritaria;

2) los magistrados judiciales y los miembros del Ministerio Público;

3) el Defensor del Pueblo, el Contralor General de la República y el


Subcontralor, el Procurador General de la República, los integrantes del Consejo
de la Magistratura y los miembros del Tribunal Superior de Justicia Electoral;

4) los representantes o mandatarios de empresas, corporaciones o


entidades nacionales o extranjeras, que sean concesionarias de servicios
estatales, o de ejecución de obras o provisión de bienes al Estado;

5) los ministros de cualquier religión o culto:

6) los intendentes municipales y los gobernadores;

7) los miembros en servicio activo de las Fuerzas Armadas de la Nación


y los de la Policía Nacional, salvo que hubieran pasado a retiro un año antes, por
lo menos, del día de los comicios generales;

8) los propietarios o copropietarios de los medios de comunicación, y

9) el cónyuge o los parientes dentro del cuarto grado de


consanguinidad, o segundo de afinidad, de quien se encuentre en ejercicio de la
presidencia al realizarse la elección, o la haya desempeñado por cualquier tiempo
en el año anterior a la celebración de aquella.
En los casos previstos en los incisos 1), 2), 3) y 6), los afectados deben
haber renunciado y dejado de ejercer sus respectivos cargos, cuanto menos seis
meses antes del día de las elecciones, salvo los casos de vacancia definitiva de la
Vicepresidencia.

Artículo 236. De la inhabilidad por atentar contra la Constitución

Los jefes militares o los caudillos civiles de un golpe de Estado,


revolución armada o movimientos similares que atenten contra el orden
establecido por esta Constitución, y que en consecuencia asuman el poder como
Presidente de la República, Vicepresidente, Ministro del Poder Ejecutivo o mando
militar propio de oficiales generales, quedan inhabilitados para el ejercicio de
cualquier cargo público por dos períodos constitucionales consecutivos, sin
perjuicio de sus respectivas responsabilidades civiles y penales.

Artículo 237. De las incompatibilidades

El Presidente de la República y el Vicepresidente no pueden ejercer


cargos públicos o privados, remunerados o no, mientras duren en sus funciones.
Tampoco pueden ejercer el comercio, la industria o actividad profesional alguna,
debiendo dedicarse en exclusividad a sus funciones.

Artículo 238. De los deberes y de las atribuciones del Presidente de


la República

Son deberes y atribuciones de quien ejerce la presidencia de la


República:

1) representar al Estado y dirigir la administración general del país;

2) cumplir y hacer cumplir esta Constitución y las leyes;

3) participar en la formación de las leyes, de conformidad con esta


Constitución, promulgarlas y hacerlas publicar, reglamentarlas y controlar su
cumplimiento;

4) vetar., total o parcialmente, las leyes sancionadas por el Congreso,


formulando las observaciones u objeciones que estime convenientes;

5) Dictar decretos que, para su validez» requieren el refrendo del


Ministro del ramo;

6) nombrar y remover por sí a los ministros del Poder Ejecutivo, al


Procurador General de la República y a los funcionarios de la Administración
Pública, cuya designación y permanencia en los cargos no están reglados de otro
modo por esta Constitución o por la ley;
7) el manejo de las relaciones exteriores de la República. En caso de
agresión externa, y previa autorización del Congreso, declarar el Estado de
Defensa Nacional o concertar la paz; negociar y firmar tratados internacionales;
recibir a los jefes de misiones diplomáticas de los países extranjeros y admitir a
sus cónsules y designar embajadores, con acuerdo del Senado;

8) dar cuenta al Congreso, al inicio de cada período anual de sesiones,


de las gestiones realizadas por el Poder Ejecutivo, así como informar de la
situación general de la República y de los planes para el futuro;

9) es Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación, cargo


que no se delega. De acuerdo con la ley, dicta los reglamentos militares, dispone
de las Fuerzas Armadas, organiza y distribuye. Por sí, nombrar y remover a los
comandantes de la Fuerza Pública. Adopta las medidas necesarias para la
defensa nacional. Provee, por sí, los grados en todas las armas, hasta el de
teniente coronel o sus equivalentes y, con acuerdo del Senado, los grados
superiores;

10) indultar o conmutar las penas impuestas por los jueces y tribunales
de la República, de conformidad con la ley, y con informe de la Corte Suprema de
Justicia;

11) convocar a sesiones extraordinarias al Congreso, a cualquiera de


las Cámaras o a ambas a la vez, debiendo éstas tratar sólo aquellos asuntos
sometidos a su respectiva consideración;

12) proponer al Congreso proyectos de ley, los cuales podrán ser


presentados con solicitud de urgente consideración, en los términos establecidos
en ésta Constitución;

13) disponer la recaudación e inversión de las rentas de la República, de


acuerdo con el Presupuesto General de la Nación y con las leyes, rindiendo
cuenta anualmente al Congreso de su ejecución;

14) preparar y presentar a consideración de las Cámaras el proyecto


anual de Presupuesto General de la Nación;

15) hacer cumplir las disposiciones de las autoridades creadas por esta
Constitución, y

16) los demás deberes y atribuciones que fije esta Constitución.

Artículo 239. De los deberes y de las atribuciones del


Vicepresidente de la República
Son deberes y atribuciones de quien ejerce la Vicepresidencia de la
República:

1) sustituir de inmediato al Presidente de la República, en los casos


previstos por esta Constitución;

2) representar al Presidente de la República nacional e


internacionalmente, por designación del mismo, con todas las prerrogativas que le
corresponden a aquél, y

3) participar de las deliberaciones del Consejo de Ministros y coordinar


las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo.

SECCIÓN II

DE LOS MINISTROS Y DEL CONSEJO DE MINISTROS

Artículo 240. De las funciones

La dirección y la gestión de los negocios públicos están confiadas a los


ministros del Poder Ejecutivo, cuyo número y funciones serán determinados por la
ley. En caso de ausencia temporal de uno de ellos, lo sustituirá uno de los
viceministros del ramo.

Artículo 241. De los requisitos, de las incompatibilidades y de las


inmunidades

Para ser Ministro se exigen los mismos requisitos que para el cargo de
Diputado. Tienen, además, iguales incompatibilidades que las establecidas para
el Presidente de la República, salvo el ejercicio de la docencia. No pueden ser
privados de su libertad, excepto en los casos previstos para los miembros del
Congreso.

Artículo 242. De los deberes y de las atribuciones de los ministros

Los ministros son los jefes de la administración de sus respectivas


carteras/en las cuales, bajo la dirección del Presidente de la República,
promueven y ejecutan la política relativa a las materias de su competencia.

Son solidariamente responsables de los actos de gobierno que


refrendan.

Anualmente, presentarán al Presidente de la República una memoria de


sus gestiones, la cual será puesta a conocimiento del Congreso.
Artículo 243. De los deberes y de las atribuciones del Consejo de
Ministros

Convocados por el Presidente de la República, los Ministros se reúnen


en Consejo a fin de coordinar las tareas ejecutivas, impulsar la política del
Gobierno y adoptar decisiones colectivas.

Compete a dicho Consejo:

1) deliberar sobre todos los asuntos de interés público que el Presidente


de la República someta a su consideración, actuando como cuerpo consultivo, así
como considerar las iniciativas en materia legislativa, y

2) disponer la publicación periódica de sus resoluciones.

SECCIÓN III

DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA

Artículo 244. De la composición.

La Procuraduría General de la República está a cargo de un Procurador


General y de los demás funcionarios que determine la ley.

Artículo 245. De los requisitos, y del nombramiento

El Procurador General de la República debe reunir los mismos requisitos


exigidos para ser Fiscal General del Estado. Es nombrado y removido por el
Presidente de la República. Las incompatibilidades serán establecidas en la ley.

Artículo 246. De los deberes y de las atribuciones

Son deberes y atribuciones del Procurador General de la República:

1) representar y defender, judicial o extrajudicialmente, los intereses


patrimoniales de la República;

2) dictaminar en los casos y con los efectos señalados en las leyes;

3) asesorar jurídicamente a la Administración Pública en la forma que


determine la ley, y

4) los demás deberes y atribuciones que fije la ley.


CAPITULO III

DEL PODER JUDICIAL

SECCIÓN I

DE LAS DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 247. De la función y de la composición

El Poder Judicial es el custodio de esta Constitución. La interpreta, la


cumple y la hace cumplir.

La administración de justicia está a cargo del Poder Judicial, ejercido por


la Corte Suprema de Justicia, por los tribunales y por los juzgados, en la forma
que establezcan esta Constitución y la ley.

Artículo 248. De la independencia del Poder Judicial

Queda garantizada la independencia del Poder Judicial. Sólo éste


puede conocer y decidir en actos de carácter contencioso.

En ningún caso los miembros de los otros poderes, ni otros funcionarios,


podrán arrogarse atribuciones judiciales que no estén expresamente establecidas
en esta Constitución, ni revivir procesos fenecidos, ni paralizar los existentes, ni
intervenir de cualquier modo en los juicios. Actos de esta naturaleza conllevan
nulidad insanable. Todo ello sin perjuicio de las decisiones arbitrales en el ámbito
del derecho privado, con las modalidades que la ley determine para asegurar el
derecho de defensa y las soluciones equitativas.

Los que atentasen contra la independencia del Poder Judicial y la de


sus magistrados, quedarán inhabilitados para ejercer toda función pública por
cinco años consecutivos, además de las penas que fije la ley.

Artículo 249. De la autarquía presupuestaria

El Poder Judicial goza de autonomía presupuestaria. En el


Presupuesto General de la Nación se le asignará una cantidad no inferior al tres
por ciento del presupuesto de la Administración Central.

El presupuesto del Poder Judicial será aprobado por el Congreso, y la


Contraloría General de la República verificará todos sus gastos e inversiones.

Artículo 250. Del juramento o promesa


Los ministros de la Corte Suprema de Justicia prestarán juramento o
promesa ante el Congreso, al asumir sus cargos. Los integrantes de los demás
tribunales y de los juzgados lo harán ante la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 251. De la designación

Los miembros de los tribunales y juzgados de toda la República serán


designados por la Corte Suprema de Justicia, a propuesta en terna del Consejo de
la Magistratura.

Artículo 252. De la inamovilidad de los magistrados

Los magistrados son inamovibles en cuanto al cargo, a la sede o al


grado, durante el término para el cual fueron nombrados. No pueden ser
trasladados ni ascendidos sin su consentimiento previo y expreso. Son
designados por períodos de cinco años, a contar de su nombramiento.

Los magistrados que hubiesen sido confirmados por dos períodos


siguientes al de su elección, adquieren la inamovilidad en el cargo hasta el límite
de edad establecido para los miembros de la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 253. Del enjuiciamiento y de la remoción de los


magistrados

Los magistrados judiciales sólo podrán ser enjuiciados y removidos por


la comisión de delitos, o mal desempeño de sus funciones definido en la ley, por
decisión de un Jurado de enjuiciamiento de magistrados. Este estará integrado
por dos ministros de la Corte Suprema de Justicia, dos miembros del Consejo de
la Magistratura, dos senadores y dos diputados; estos cuatro últimos deberán ser
abogados. La ley regulará el funcionamiento del Jurado de enjuiciamiento de
magistrados.

Artículo 254. De las incompatibilidades

Los magistrados no pueden ejercer, mientras duren en sus funciones,


otro cargo público o privado, remunerado o no, salvo la docencia o la investigación
científica, a tiempo parcial. Tampoco pueden ejercer el comercio, la industria o
actividad profesional o política alguna, ni desempeñar cargos en organismos
oficiales o privados, partidos, asociaciones o movimientos políticos.

Artículo 255. De las inmunidades

Ningún magistrado judicial podrá ser acusado o interrogado


judicialmente por las opiniones emitidas en el ejercicio de sus funciones. No
podrá ser detenido o arrestado sino en caso de flagrante delito que merezca pena
corporal. Si así ocurriese la autoridad interviniente debe ponerlo bajo custodia en
su residencia, comunicar de inmediato el hecho a la Corte Suprema de Justicia, y
remitir los antecedentes al juez competente.

Artículo 256. De la forma de los Juicios

Los juicios podrán ser orales y públicos, en la forma y en la medida que


la ley determine.

Toda sentencia judicial debe estar fundada en esta Constitución y en la


ley. La crítica a los fallos es libre.

El proceso laboral será oral y estará basado en los principios de


inmediatez, economía y concentración.

Artículo 257. De la obligación de colaborar con la Justicia.

Los órganos del Estado se subordinan a los dictados de la ley, y las


personas que ejercen funciones al servicio del mismo están obligadas a prestar a
la administración de justicia toda la cooperación que ella requiera para el
cumplimiento de sus mandatos.

SECCIÓN II

DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Artículo 258. De la integración y de los requisitos

La Corte Suprema de Justicia estará integrada por nueve miembros.


Se organizarán en salas, una de las cuales será constitucional. Elegirá de su
seno, cada año, a su Presidente. Sus miembros llevarán el título de Ministro.

Son requisitos para integrar la Corte Suprema de Justicia, tener


nacionalidad paraguaya natural, haber cumplido treinta y cinco años, poseer título
universitario de Doctor en Derecho y gozar de notoria honorabilidad. Además,
haber ejercido efectivamente durante el término de diez años, cuanto menos, la
profesión, la magistratura judicial o la cátedra universitaria en materia jurídica,
conjunta, separada o sucesivamente.

Artículo 259. De los Deberes y de las atribuciones

Son deberes y atribuciones de la Corte Suprema de Justicia:


1) ejercer la superintendencia de todos los organismos del Poder
Judicial y decidir, en instancia única, los conflictos de jurisdicción y de
competencia, conforme con la ley;

2) dictar su propio reglamento interno. Presentar anualmente, una


memoria sobre las gestiones realizadas, el Estado, y las necesidades de la justicia
nacional a los Poderes Ejecutivo y Legislativo.

3) conocer y resolver en los recursos ordinarios que la ley determine;

4) conocer y resolver, en instancia original, los hábeas corpus, sin


perjuicio de la competencia de otros jueces o tribunales;

5) conocer y resolver sobre inconstitucionalidad;

6) conocer y resolver en el recurso de casación, en la forma y medida


que establezca la ley;

7) suspender preventivamente por sí o a pedido del jurado de


Enjuiciamiento de Magistrados por mayoría absoluta de votos de sus miembros,
en el ejercicio de sus funciones, a magistrados judiciales enjuiciados, hasta tanto
se dicta resolución definitiva en el caso;

8) supervisar los institutos de detención y reclusión;

9) entender en las contiendas de competencia entre el Poder Ejecutivo y


los gobiernos departamentales y entre éstos y los municipios, y

10) los demás deberes y atribuciones que fije esta Constitución y las
leyes.

Artículo 260. De los deberes y de las atribuciones de la Sala


Constitucional

Son deberes y atribuciones de la Sala Constitucional:

1) conocer y resolver sobre la inconstitucionalidad de las leyes y de


otros instrumentos normativos, declarando la inaplicabilidad de las disposiciones
contrarias a esta Constitución en cada caso concreto y en fallo que sólo tendrá
efecto con relación a ese caso, y

2) decidir sobre la inconstitucionalidad de las sentencias definitivas o


interlocutorias, declarando la nulidad de las que resulten contrarias a esta
Constitución.
El procedimiento podrá iniciarse por acción ante la Sala Constitucional
de la Corte Suprema de Justicia, y por vía de la excepción en cualquier instancia,
en cuyo caso se elevarán los antecedentes a la Corte.

Artículo 261. De la remoción y cesación de los ministros de la Corte


Suprema de Justicia.

Los ministros de la Corte Suprema de Justicia sólo podrán ser


removidos por juicio político. Cesarán en el cargo cumplida la edad de setenta y
cinco años.

SECCIÓN III

DEL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA

Artículo 262. De la composición

El Consejo de la Magistratura está compuesto por:

1) un miembro de la Corte Suprema de Justicia, designado por ésta;

2) un representante del Poder Ejecutivo;

3) un Senador y un Diputado, ambos nominados por su Cámara


respectiva;

4) dos abogados de la matrícula, nombrados por sus pares en elección


directa;

5) un profesor de las facultades de Derecho de la Universidad Nacional,


elegido por sus pares, y

6) un profesor de las facultades de Derecho con no menos de veinte


años de funcionamiento, de las Universidades privadas, elegido por sus pares.

La ley reglamentará los sistemas de elección pertinentes.

Artículo 263. De los requisitos y de la duración

Los miembros del Consejo de la Magistratura deben reunir los


siguientes requisitos:

Ser de nacionalidad paraguaya, haber cumplido treinta y cinco años,


poseer título universitario de abogado y, durante el término de diez años cuanto
menos, haber ejercido efectivamente la profesión, o desempeñado funciones en la
magistratura judicial, o ejercido la cátedra universitaria en materia jurídica,
conjunta, separada o alternativamente.

Durarán tres años en sus funciones y gozarán de iguales inmunidades


que los ministros de la Corte Suprema de Justicia. Tendrán las
incompatibilidades que establezca la ley.

Artículo 264. De los deberes y de las atribuciones

Son deberes y atribuciones del Consejo de la Magistratura:

1) proponer las ternas de candidatos para integrar la Corte Suprema de


Justicia, previa selección basada en la idoneidad, con consideración de méritos y
aptitudes, y elevarlas a la Cámara de Senadores para que los designe, con
acuerdo del Poder Ejecutivo;

2) proponer en ternas a la Corte Suprema de Justicia, con igual criterio


de selección y examen, los nombres de candidatos para los cargos de miembros
de los tribunales inferiores, los de los jueces y los de los agentes fiscales;

3) elaborar su propio reglamento, y

4) los demás deberes y atribuciones que fijen esta Constitución y las


leyes.

Artículo 265. Del Tribunal de Cuentas y de otras magistraturas y


organismos auxiliares.

Se establece el tribunal de cuentas. La ley determinará su composición


y su competencia.

La estructura y las funciones de las demás magistraturas judiciales y de


organismos auxiliares, así como las de la escuela judicial, serán determinadas por
la ley.

SECCIÓN IV

DEL MINISTERIO PÚBLICO

Artículo 266. De la composición y de las funciones

El Ministerio Público representa a la sociedad ante los órganos


jurisdiccionales del Estado, gozando de autonomía funcional y administrativa en el
cumplimiento de sus deberes y atribuciones. Lo ejercen el Fiscal General del
Estado y los agentes fiscales, en la forma determinada por la ley.
Artículo 267. De los requisitos

Para ser Fiscal General del Estado se requiere tener nacionalidad


paraguaya; haber cumplido treinta y cinco años; poseer título universitario de
abogado, haber ejercido efectivamente la profesión o funciones o la magistratura
judicial, o la cátedra universitaria en materia jurídica durante cinco años cuanto
menos, conjunta, separada o sucesivamente.

Tiene las mismas incompatibilidades e inmunidades que las


establecidas para los magistrados del Poder Judicial.

Artículo 268. De los deberes y de las atribuciones

Son deberes y atribuciones del Ministerio Público:

1) velar por el respeto de los derechos y de las garantías


constitucionales;

2) promover acción penal pública para defender el patrimonio público y


social, el medio ambiente y otros intereses difusos, así como los derechos de los
pueblos indígenas;

3) ejercer acción penal en los casos en que, para iniciarla o proseguirla,


no fuese necesaria instancia de parte, sin perjuicio de que el juez o tribunal
proceda de oficio, cuando lo determine la ley;

4) recabar información de los funcionarios públicos para el mejor


cumplimiento de sus funciones, y

5) los demás deberes y atribuciones que fije la ley.

Artículo 269. De la elección y de la duración

El Fiscal General del Estado tiene inamovilidad. Dura cinco años en


sus funciones y puede ser reelecto. Es nombrado por el Poder Ejecutivo, con
acuerdo del Senado, a propuesta en terna del Consejo de la Magistratura.

Artículo 270. De los agentes fiscales

Los agentes fiscales son designados, en la misma forma que establece


esta Constitución para los jueces. Duran en sus funciones y son removidos con
iguales procedimientos. Además, tienen las mismas incompatibilidades e
inmunidades que las determinadas para los integrantes del Poder Judicial.

Artículo 271. De la posesión de los cargos


El Fiscal General del Estado presta juramento o promesa ante el
Senado, mientras los agentes fiscales lo efectúan ante la Corte Suprema de
Justicia.

Artículo 272. De la policía judicial

La ley podrá crear una Policía Judicial, dependiente del Poder Judicial, a
fin de colaborar directamente con el Ministerio Público.

SECCIÓN V

DE LA JUSTICIA ELECTORAL

Artículo 273. De la competencia

La convocatoria, el juzgamiento, la organización, la dirección, la


supervisión y la vigilancia de los actos y de las cuestiones derivados de las
elecciones generales, departamentales y municipales, así como de los derechos y
de los títulos de quienes resulten elegidos, corresponden exclusivamente a la
Justicia Electoral.

Son igualmente de su competencia las cuestiones provenientes de todo


tipo de consulta popular, como asimismo lo relativo a las elecciones y al
funcionamiento de los partidos y de los movimientos políticos.

Artículo 274. De la integración

La Justicia Electoral está integrada por un Tribunal Superior de Justicia


Electoral, por los tribunales, por los juzgados, por las fiscalías y por los demás
organismos a definirse en la ley, la cual determinará su organización y sus
funciones.

Artículo 275. Del Tribunal Superior de Justicia Electoral

El Tribunal Superior de Justicia Electoral estará compuesto de tres


miembros, quienes serán elegidos y removidos en la forma establecida para los
ministros de la Corte Suprema de Justicia.

Los miembros del Tribunal Superior de Justicia Electoral deberán reunir


los siguientes requisitos: ser de nacionalidad paraguaya, haber cumplido treinta y
cinco años, poseer título universitario de abogado, y, durante el término de diez
años, cuanto menos, haber ejercido efectivamente la profesión, o desempeñado
funciones en la magistratura judicial, o ejercido la cátedra universitaria en materia
jurídica, conjunta, separada o alternativamente.
La ley fijará en qué casos sus resoluciones serán recurribles ante la
Corte Suprema de Justicia, la cual lo resolverá en procedimiento sumarísimo.

CAPITULO IV

DE OTROS ORGANISMOS DEL ESTADO

SECCIÓN I

DE LA DEFENSORIA DEL PUEBLO

Artículo 276. Del Defensor del Pueblo

El Defensor del Pueblo es un comisionado parlamentario cuyas


funciones son la defensa de los derechos humanos, la canalización de reclamos
populares y la protección de los intereses comunitarios. En ningún caso tendrá
función judicial ni competencia ejecutiva.

Artículo 277. De la autonomía, del nombramiento y de la remoción

El Defensor del Pueblo gozará de autonomía e inamovilidad. Es


nombrado por mayoría de dos tercios de la Cámara de Diputados, de una terna
propuesta por el Senado, y durará cinco años en sus funciones, coincidentes con
el período del Congreso. Podrá ser reelecto. Además, podrá ser removido por
mal desempeño de sus funciones, con el procedimiento del juicio político
establecido en esta Constitución.

Artículo 278. De los requisitos, de las incompatibilidades y de las


inmunidades

El Defensor del Pueblo deberá reunir los mismos requisitos exigidos


para los Diputados, y tiene las mismas incompatibilidades e inmunidades que las
de los magistrados judiciales. Durante su mandato no podrá formar parte de
ningún poder del Estado ni ejercer actividad político partidaria alguna.

Artículo 279. De los deberes y de las atribuciones

Son deberes y atribuciones del Defensor del Pueblo:

1) recibir e investigar denuncias, quejas y reclamos contra violaciones


de los derechos humanos y otros hechos que establecen esta Constitución y la
ley;
2) requerir de las autoridades en su diversos niveles, incluyendo los de
los órganos policiales y los de seguridad en general, información para el mejor
ejercicio de sus funciones, sin que pueda oponérsele reserva alguna. Podrá
acceder a los sitios donde se denuncie la comisión de tales hechos. Es también
de su competencia actuar de oficio;

3) emitir censura pública por actos o comportamientos contrarios a los


derechos humanos;

4) informar anualmente de sus gestiones a las Cámaras del Congreso;

5) elaborar y divulgar informes sobre la situación de los derechos


humanos que, a su juicio, requieran pronta atención pública, y

6) los demás deberes y atribuciones que fije la ley.

Artículo 280. De la regulación de sus funciones

Las funciones del Defensor del Pueblo serán reguladas por la ley a fin
de asegurar su eficacia, pudiendo nombrarse defensores departamentales o
municipales.

SECCIÓN II

DE LA CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA

Artículo 281. Da la naturaleza, de la composición y de la duración

La Contraloría General de la República es el órgano de control de las


actividades económicas y financieras del Estado, de los departamentos y de las
municipalidades, en la forma determinada por esta Constitución y por la ley.
Gozará de autonomía funcional y administrativa.

Se compone de un Contralor y un Subcontralor, quienes deberán ser de


nacionalidad paraguaya, de treinta años cumplidos, graduados en Derecho o en
Ciencias Económicas, Administrativas o Contables. Cada uno de ellos será
designado por la Cámara de Diputados, por mayoría absoluta, de sendas ternas
de candidatos propuestos por la Cámara de Senadores, con idéntica mayoría.

Durarán cinco años en sus funciones, los cuales no serán coincidentes


con los del mandato presidencial. Podrán ser confirmados en el cargo sólo por un
período más, con sujeción a los mismos trámites. Durante tal lapso gozarán de
inamovilidad, no pudiendo ser removidos sino por la comisión de delitos o por mal
desempeño de sus funciones.
Artículo 282. Del informe y del dictamen.

El Presidente de la República, en su carácter de titular de la


administración del Estado, enviará a la Contraloría la liquidación del presupuesto
del año anterior, dentro de los cuatro meses del siguiente. En los cuatro meses
posteriores, la Contraloría deberá elevar informe y dictamen al Congreso, para que
lo consideren cada una de las Cámaras.

Artículo 283. De los deberes y de las atribuciones

Son deberes y atribuciones del Contralor General de la República:

1) el control, la vigilancia y la fiscalización de los bienes públicos y del


patrimonio del Estado, los de las entidades regionales o departamentales, los de
las municipalidades, los del Banco Central y los de los demás bancos del Estado o
mixtos, los de las entidades autónomas, autárquicas o descentralizadas, así como
los de las empresas del Estado o mixtas;

2) el control de la ejecución y de la liquidación del Presupuesto General


de la Nación;

3) el control de la ejecución y de la liquidación de los presupuestos de


todas las reparticiones mencionadas en el inciso 1), como asimismo el examen de
sus cuentas, fondos e inventarios;

4) la fiscalización de las cuentas nacionales de las empresas o


entidades multinacionales, de cuyo capital participe el Estado en forma directa o
indirecta, en los términos de los respectivos tratados;

5) el requerimiento de informes sobre la gestión fiscal y patrimonial a


toda persona o entidad pública, mixta o privada que administre fondos, servicios
públicos o bienes del Estado, a las entidades regionales o departamentales y a los
municipios, todas las cuales deben poner a su disposición la documentación y los
comprobantes requeridos para el mejor cumplimiento de sus funciones;

6) la recepción de las declaraciones juradas de bienes de los


funcionarios públicos, así como la formación de un registro de las mismas, y la
producción de dictámenes sobre la correspondencia entre tales declaraciones,
prestadas al asumir los respectivos cargos, y las que los aludidos funcionarios
formulen al cesar en ellos;

7) la denuncia a la justicia ordinaria y al Poder Ejecutivo de todo delito


del cual tenga conocimiento en razón de sus funciones específicas, siendo
solidariamente responsable, por omisión o desviación, con los órganos sometidos
a su control, cuando éstos actuasen con deficiencia o negligencia, y
8) los demás deberes y atribuciones que fije esta Constitución y las
leyes.

Artículo 284. De las inmunidades, de las incompatibilidades y de la


remoción

El Contralor y el Subcontralor tendrán las mismas inmunidades e


incompatibilidades prescritas para los magistrados judiciales. En cuanto a su
remoción, se seguirá el procedimiento establecido para el juicio político.

SECCIÓN III

DE LA BANCA CENTRAL DEL ESTADO

Artículo 285. De la naturaleza, de los deberes y de las atribuciones

Se establece una Banca Central del Estado, en carácter de organismo


técnico. Ella tiene la exclusividad de la emisión monetaria, y conforme con los
objetivos de la política económica del Gobierno Nacional, participa con los demás
organismos técnicos del Estado, en la formulación de las políticas monetaria,
crediticia, y cambiaria, siendo responsable de su ejecución y desarrollo, y
preservando la estabilidad monetaria.

Artículo 286. De las prohibiciones

Se prohibe a la Banca Central del Estado:

1) acordar créditos, directa o indirectamente, para financiar el gasto


público al margen del presupuesto, excepto:

I) los adelantos de corto plazo de los recursos tributarios


presupuestados para el año respectivo, y

II) en caso de emergencia nacional, con resolución fundada del Poder


Ejecutivo y acuerdo de la Cámara de Senadores.

2) adoptar acuerdo alguno que establezca, directa o indirectamente,


normas o requisitos diferentes o discriminatorios y relativos a personas,
instituciones o entidades que efectúan operaciones de la misma naturaleza, y

3) operar con personas o entidades no integradas al sistema monetario


o financiero nacional, salvo organismos internacionales.

Artículo 287. De la organización y del funcionamiento


La ley regulará la organización y funcionamiento de la Banca Central del
Estado, dentro de las limitaciones previstas en esta Constitución.

La Banca Central del Estado rendirá cuentas al Poder Ejecutivo y al


Congreso Nacional sobre la ejecución de las políticas a su cargo.

TITULO III

DEL ESTADO DE EXCEPCIÓN

Artículo 288. De la declaración, de las causales, de la vigencia y de


los plazos

En caso de conflicto armado internacional, formalmente declarado o no,


o de grave conmoción interior que ponga en inminente peligro el imperio de esta
Constitución o el funcionamiento regular de los órganos creados por ella, el
Congreso o el Poder Ejecutivo podrán declarar el Estado de Excepción en todo o
en parte del territorio nacional, por un término de sesenta días como máximo. En
el caso de que dicha declaración fuera efectuada por el Poder Ejecutivo, la medida
deberá ser aprobada o rechazada por el Congreso dentro del plazo de cuarenta y
ochos horas.

Dicho término de sesenta días podrá prorrogarse por períodos de hasta


treinta días sucesivos, para lo cual se requerirá mayoría absoluta de ambas
Cámaras.

Durante el receso parlamentario, el Poder Ejecutivo podrá decretar, por


única vez, el Estado de Excepción por un plazo no mayor de treinta días, pero
deberá someterlo dentro de los ocho días a la aprobación o rechazo del Congreso,
el cual quedará convocado de pleno derecho a sesión extraordinaria, únicamente
para tal efecto.

El decreto o la ley que declare el Estado de Excepción contendrá las


razones y los hechos que se invoquen para su adopción, el tiempo de su vigencia
y el territorio afectado, así como los derechos que restrija.

Durante la vigencia del Estado de Excepción, el Poder Ejecutivo sólo


podrá ordenar, por decreto y en cada caso, las siguientes medidas: la detención
de las personas indiciadas de participar en algunos de esos hechos, su traslado
de un punto a otro de la República, así como la prohibición o la restricción de
reuniones públicas y de manifestaciones.

En todos los casos, las personas indiciadas tendrán la opción de salir


del país.
El Poder Ejecutivo informará de inmediato a la Corte Suprema de
Justicia sobre los detenidos en virtud del Estado de Excepción y sobre el lugar de
su detención o traslado, a fin de hacer posible una inspección judicial.

Los detenidos en razón del Estado de Excepción permanecerán en


locales sanos y limpios, no destinados a reos comunes, o guardarán reclusión en
su propia residencia. Los traslados se harán siempre a sitios poblados y
salubres.

El Estado de Excepción no interrumpirá el funcionamiento de los


poderes del Estado, la vigencia de esta Constitución ni, específicamente, el
hábeas corpus.

El Congreso, por mayoría absoluta de votos, podrá disponer en


cualquier momento el levantamiento del estado de excepción, si considerase que
cesaron las causas de su declaración.

Una vez que finalice el Estado de Excepción, el Poder Ejecutivo


informará al Congreso, en un plazo no mayor de cinco días, sobre lo actuado
durante la vigencia de aquél.

TITULO IV

DE LA REFORMA Y DE LA ENMIENDA DE LA CONSTITUCIÓN

Artículo 289. De la reforma

La reforma de esta Constitución sólo procederá luego de diez años de


su promulgación.

Podrán solicitar la reforma el veinticinco por ciento de los legisladores de


cualquiera de las Cámaras del Congreso, el Presidente de la República o treinta
mil electores, en petición firmada.

La declaración de la necesidad de la reforma sólo será aprobada por


mayoría absoluta de dos tercios de los miembros de cada Cámara del Congreso.

Una vez decidida la necesidad de la reforma, el Tribunal Superior de


Justicia Electoral llamará a elecciones dentro del plazo de ciento ochenta días, en
comicios generales que no coincidan con ningún otro.

El número de miembros de la Convención Nacional Constituyente no


podrá exceder del total de los integrantes del Congreso. Sus condiciones de
elegibilidad, así como la determinación de sus incompatibilidades, serán fijadas
por ley.

Los convencionales tendrán las mismas inmunidades establecidas para


los miembros del Congreso.

Sancionada la nueva Constitución por la Convención Nacional


Constituyente, quedará promulgada de pleno derecho.

Artículo 290. De la enmienda

Transcurridos tres años de promulgada esta Constitución, podrán


realizarse enmiendas a iniciativa de la cuarta parte de los legisladores de
cualquiera de las Cámaras del Congreso, del Presidente de la República o de
treinta mil electores, en petición firmada.

El texto íntegro de la enmienda deberá ser aprobado por mayoría


absoluta en la Cámara de origen. Aprobado el mismo, se requerirá igual
tratamiento en la Cámara revisora. Si en cualquiera de las Cámaras no se
reuniese la mayoría requerida para su aprobación, se tendrá por rechazada la
enmienda, no pudiendo volver a presentarla dentro del término de un año.

Aprobada la enmienda por ambas Cámaras del Congreso, se remitirá el


texto al Tribunal Superior de Justicia Electoral para que, dentro del plazo de ciento
ochenta días, se convoque a un referéndum. Si el resultado de este es afirmativo,
la enmienda quedará sancionada y promulgada, incorporándose al texto
constitucional.

Si la enmienda es derogatoria, no podrá promoverse otra sobre el


mismo tema antes de tres años.

No se utilizará el procedimiento indicado de la enmienda, sino el de la


reforma, para aquellas disposiciones que afecten el modo de elección, la
composición, la duración de mandatos o las atribuciones de cualquiera de los
poderes del Estado, o las disposiciones de los Capítulos I, II, III y IV del Título II,
de la Parte I.

Artículo 291. De la potestad de la Convención Nacional


Constituyente

La Convención Nacional Constituyente es independiente de los poderes


constituidos. Se limitará, durante el tiempo que duren sus deliberaciones, a sus
labores de reforma, con exclusión de cualquier otra tarea. No se arrogará las
atribuciones de los poderes del Estado, no podrá sustituir a quienes se hallen en
ejercicio de ellos, ni acortar o ampliar su mandato.
TITULO V

DE LAS DISPOSICIONES FINALES Y TRANSITORIAS

Artículo 1. Esta Constitución entra en vigencia desde la fecha. Su


promulgación se opera de pleno derecho a la hora veinticuatro de la misma.

El proceso de elaboración de esta Constitución, su sanción, su


promulgación y las disposiciones que la integran no están sujetas a revisión
jurisdiccional, ni a modificación alguna, salvo lo dispuesto para su reforma o
enmienda.

Queda derogada la Constitución del 25 de agosto de 1967 y su


enmienda del año 1977, sin perjuicio de lo que se dispone en el presente Título.

Artículo 2. El Presidente de la República, el Presidente del Congreso y


el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, prestarán juramento o promesa de
cumplir y hacer cumplir esta Constitución, ante la Convención Nacional
Constituyente el día sábado 20 de junio de 1992.

Artículo 3. El Presidente de la República, los senadores y los


diputados continuarán en sus funciones respectivas hasta que asuman las nuevas
autoridades nacionales que serán elegidas en las elecciones generales a
realizarse en 1993. Sus deberes y atribuciones serán los establecidos por esta
Constitución, tanto para el Presidente de la República como para el Congreso, el
cual no podrá ser disuelto.

Hasta tanto asuman los Senadores y Diputados que sean electos en las
elecciones generales de 1993, el proceso de formación y sanción de las leyes se
regirá por lo que disponen los Artículos 154/167 de la Constitución de 1967.

Artículo 4. La próxima elección para designar Presidente de la


República, Vicepresidente, senadores y diputados, gobernadores y miembros de
las juntas departamentales se realizará simultáneamente en la fecha que
determine el Tribunal Electoral de la Capital, la que deberá ser fijada para el lapso
comprendido entre el 15 de abril y el 15 de mayo de 1993. Estas autoridades
asumirán sus funciones el 15 de agosto de 1993, a excepción de los miembros del
Congreso que lo harán el 1 de julio del mismo.

Artículo 5. Los demás magistrados y funcionarios seguirán en sus


cargos hasta completar el período que hubiese determinado para cada uno de
ellos la Constitución de 1967, y si, llegado ese momento, todavía no fueran
nombrados sus sucesores, continuarán en funciones interinamente hasta que se
produzca su substitución.
Ellos podrán ser reemplazados por otros funcionarios y magistrados que
serán designados interinamente y de acuerdo con los mecanismos establecidos
por la Constitución de 1967. Los funcionarios y magistrados así designados
durarán en sus cargos hasta el momento en que sean designados sus substitutos,
de acuerdo con los mecanismos que determina esta Constitución.

También continuarán en funciones el Contralor General y el


Subcontralor, hasta tanto se designen los funcionarios que determina el Artículo
281 de esta Constitución.

Artículo 6. Hasta tanto se realicen los comicios generales de 1993,


para elegir Presidente de la República, Vicepresidente, senadores, diputados,
gobernadores y miembros de las juntas departamentales, seguirán, en función los
mismos organismos electorales: Junta Electoral Central, Junta Electoral Seccional
y tribunales electorales, los que se regirán por el Código Electoral en todo aquello
que no contradiga esta Constitución.

Artículo 7. La designación de funcionarios y magistrados que


requieran la intervención del Congreso o de cualquiera de sus Cámaras o para
cargos de instituciones creadas por esta Constitución o con integración diferente a
la que establecía la de 1967, no podrá efectuarse sino después que asuman las
autoridades nacionales que serán elegidas en el año 1993, con excepción de lo
preceptuado en el Artículo 9 de este Título.

Artículo 8. Los magistrados judiciales que sean confirmados a partir


de los mecanismos ordinarios establecidos en esta Constitución adquieren la
inamovilidad permanente a que se refiere el 2° párrafo del Art. 252. "De la
inamovilidad de los magistrados", a partir de la segunda confirmación.

Artículo 9. Los miembros del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados


serán designados a propuesta de los respectivos poderes dentro de los sesenta
días de promulgada esta Constitución. Hasta tanto se integre el Consejo de la
Magistratura, los representantes que responden a ese cuerpo serán cubiertos por
un profesor de cada facultad de Derecho, a propuesta de sus respectivos
Consejos Directivos. A este jurado se le deferirá el conocimiento y el juzgamiento
de todas las denuncias actualmente existentes ante la Corte Suprema de Justicia.
Hasta tanto se dicte la Ley respectiva, regirá en lo pertinente la Ley 879/81,
Código de Organización Judicial.

La duración en sus respectivos cargos de los miembros del Jurado de


enjuiciamiento de Magistrados que sean designados en virtud de lo que dispone
este artículo, será fijada por ley.

Artículo 10. Hasta tanto se designe Procurador General, los


funcionarios actuales que se desempeñan en el área respectiva quedan investidos
de las atribuciones que determina el Artículo 246.
Artículo 11. Hasta que se dicte una Ley Orgánica Departamental, los
gobernadores y las juntas departamentales electas, se regirán sólo por las
disposiciones de esta Constitución.

Los actuales delegados de gobierno y los que se hubiesen


desempeñado como tales en los años 1991 y 1992, no podrán ser candidatos a
gobernadores ni a diputados en las elecciones a realizarse en 1993.

Hasta tanto se dicte la Ley Orgánica Departamental, las juntas


departamentales estarán integradas por un mínimo de siete miembros y un
máximo de veintiún miembros. El Tribunal Electoral de Asunción establecerá el
número de miembros de las juntas departamentales, atendiendo la densidad
electoral de los departamentos.

Artículo 12. Las sedes actuales de las delegaciones de gobierno,


pasarán de pleno derecho y a título gratuito a ser propiedad de los gobiernos
departamentales.

Artículo 13. Si el 1 de octubre de 1992 siguen sin estar organizados


electoralmente los departamentos de Chaco y Nueva Asunción, los dos diputados
que corresponden a estos departamentos, serán elegidos en los colegios
electorales de los departamentos de Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay,
de acuerdo con el caudal electoral de éstos.

Artículo 14. La investidura de Senador Vitalicio alcanza al ciudadano


que ejerce la Presidencia de la República a la fecha de sanción de esta
Constitución, sin que benecie a ninguno anterior.

Artículo 15. Hasta tanto se reúna una nueva Convención Nacional


Constituyente, los que participaron en ésta gozarán del trato de "Ciudadano
Convencional".

Artículo 16. Los bienes adquiridos por la Convención o donados a ella


que forman parte de su patrimonio, serán transferidos a título gratuito al Poder
Legislativo.

Artículo 17. El depósito y conservación de toda la documentación


producida por la Convención Nacional Constituyente, tales como los diarios y las
actas de sesiones plenarias y las de la Comisión Redactora serán confiados a la
Banca Central del Estado, a nombre y disposición del Poder Legislativo, hasta
que, por ley, se disponga su remisión y guarda en el Archivo Nacional.

Artículo 18. El Poder Ejecutivo dispondrá de inmediato la edición


oficial de diez mil ejemplares de esta Constitución en los idiomas castellano y
guaraní.
En caso de duda de interpretación, se estará al texto redactado en
idioma castellano.

A través del sistema educativo, se fomentará el estudio de la


Constitución Nacional

Artículo 19. A los efectos de las limitaciones que establece esta


Constitución para la reelección en los cargos electivos de los diversos poderes del
Estado, se computará el actual período inclusive.

Artículo 20. El texto original de la Constitución Nacional será firmado,


en todas sus hojas, por el Presidente y los secretarios de la Convención Nacional
Constituyente.

El Acta final de la Convención, por la cual se aprueba y asienta el texto


completo de esta Constitución, será firmada por el Presidente y los secretarios de
la Convención Nacional Constituyente. La firmarán también los Convencionales
que deseen hacerlo, de modo que se forme un sólo documento cuya custodia será
confiada al Poder Legislativo.

Queda sancionada esta Constitución. Dada en el recinto de


deliberaciones de la Convención Nacional Constituyente, a los veinte días del mes
de junio de mil novecientos noventa y dos, en la ciudad de la Asunción, Capital de
la República del Paraguay.
Índice

Prólogo

Palabras del Prof. Dr. Antonio Tellechea Solís pronunciadas en el acto de


presentación de la primera edición de este libro

Principales abreviaturas

CÓDIGO PROCESAL CIVIL

Comentado y Concordado

LIBRO I

De las Disposiciones Generales

Titulo I

De los Órganos Judiciales

Capítulo I

De la Jurisdicción y Competencia

Sección I

De las Disposiciones Generales

Sección II

De las Cuestiones de Competencia

Capítulo II

De los Jueces

Sección I

De sus Deberes y Facultades

Sección II

De las Inhibiciones y Recusaciones

Capítulo III
De los Secretarios

Titulo II

Del Ministerio Publico y del Ministerio de la Defensa Pública

Titulo III

De las Partes, sus Representantes y de los Terceros.

Capítulo I

De las Partes.

Capítulo II

De los Deberes de las Partes

Capítulo III

De la Representación Procesal

Capítulo IV

De la Rebeldía.

Capítulo V

De la Intervención de Terceros y de las Tercerías

Sección I

De la Intervención de Terceros en la Relación Procesal

Sección II

De las Tercerías.

Sección III

De la citación de Evicción

Sección IV

De la Acción Subogatoria
Título IV

Del ejercicio de la Acción

Capítulo I

De las Normas Generales

Capítulo II

De la Acumulación y concurrencia de Acciones

Título V

De los Actos Procesales

Capítulo I

De las Formas Procesales

Sección I

De los Actos en General

Sección II

De la Nulidad de los Actos Procesales.

Capítulo II

De los Expedientes

Capítulo III

De la Acumulación de los Procesos

Capítulo IV

De los Oficios y Exhortes

Capítulo V

De las Notificaciones, Citaciones y Emplazamientos

Capítulo VI
De los Plazos Procesales

Capítulo VII

De la Suspensión Acordada

Capítulo VIII

De las Audiencias

Capítulo IX

De las Resoluciones Judiciales

Capítulo X

De Otros Modos de Terminación de los Procesos

Sección I

Del Desistimiento

Sección II

Del Allanamiento

Sección III

De la Conciliación.

Sección IV

De la Transacción.

Sección V

De la Caducidad de la Instancia.

Titulo VI

De los Incidentes.

Titulo VII

De las Costas
LIBRO II

Del Proceso de Conocimiento Ordinario.

Título I

De la Constitución de la Causa

Capítulo I

De las Disposiciones Generales

Capítulo II

De las Diligencias Preparatorias

Capítulo III

De la Demanda

Capítulo IV

De las Excepciones Previas

Capítulo V

De la Contestación de la Demanda

Capítulo VI

De la Reconvención.

Capítulo VII

De las Cuestiones de Puro Derecho

Titulo II

De las Pruebas

Capítulo I

De las Disposiciones Generales

Capítulo II
De las Pruebas Anticipadas

Capítulo III

De la Prueba Confesoria

Capítulo IV

De la Prueba Documental.

Capítulo V

De la Prueba Testimonial.

Capítulo VI

De la Prueba Pericial.

Capítulo VII

De las Reproducciones y Exámenes.

Capítulo VIII

Del Reconocimiento Judicial.

Capítulo IX

De la Prueba de Informes

Titulo III

De la Conclusión de la Causa Para Definitiva.

Titulo IV

De los Recursos

Capítulo I

Del Recurso de Aclaratoria

Capítulo II

Del Recurso de Reposición


Capítulo III

Del Recurso de Apelación

Capítulo IV

Del Recurso de Nulidad

Capítulo V

Del Recurso de Queja

Sección I

De la Queja por Recurso Denegado

Sección II

De la Queja por Retardo de Justicia

Titulo V

Del Procedimiento en Segunda y Tercera Instancia

Capítulo I

Del Procedimiento en Segunda Instancia

Sección I

De las Disposiciones Generales

Sección II

De la Apelación Libre

Sección III

De la Apelación en Relación.

Capítulo II

Del Procedimiento en Tercera Instancia

ANEXO
Constitución Nacional del año 1.992.

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