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Saed eg ICIENTE A CIELO ee Colette Soler “tenn i “ooozs1aanr 4.03.02 $6881 Soler. Colette EI inconciente a cielo abie: Sole, Colete "linconciene a il bln de piose ‘ed. Buenes Aes IVE, 200, 1p; 20d oN 9679203-12 1 Pies Tilo GoD sss Realizacion iter Héctor Osvaldo Pérez CCoroccin de los textos: ‘MonjeaE Torres Revisin de textos: Bibiana Bentez Revisién técnica general Juan Ventura Esquivel stracin de taps Fotogat crigaleoreapondente a peti env Micha, costa sn Ne Pari eo 193. © Tan Soe ‘Traducidn dl original en faneds: ‘Teodoro Pablo Leeman ISBN de a edicibn frances: 2-85816-610-2 @Presses Unjversitaires| ‘oan Vous Esuivel Ete Gens 1843 Deg 2 (Ga16) Buenos Aes “Teton: [5411] 490-9267 ‘mal joanee@yshoocom Primera edicin en castellano: junio de 2004, Iimpresoen Ja Argentina, Hecho el depésito que mares la ley 1.723 Todos ls derechos reservador. Prohibida le reproducciéa, total o parcial, por cualuier medio que fuere indice Introducei6n: La psicosis: una problemétiea, a9 Los fenémenos perceptivos del sujeto. Inconscienteypereepeién, 25, Tapolémica, 29 Latesis, 36 Estructura y funcién delos fenémenos erotomanfacos de a psic05I5, en. Problema, 45, ‘Un poco debistoria, 46 Estructura dela posiein erotomantaca, 50 Ambigtedad de la formula erotomaniaca, 51 Elejemplo de Schreber, 52 Eroticoman‘a y erotomanta propiamente dicha, 56 48 Autismoy paranoia. so vee 59 Blfuera de diseuso de Schreber, 60 ‘problema dela cura, 62 1a inclusin en el Otro, 64 Enifio Autista y el Oto, 67 2Qué Otre?, 70 Bleuerpo, 72 Una enfermedad de a libido, 74 Bleuerpo gobernado por el significsnte, 76, Que lugar para el analista?, 79 _inconcienteacetoabieto dea psicosis Laexperiencia enigmitica del psieético, de Schreber a Joyee. ens rns 8 ‘a estructura de la experienc enigmstica, 86 Las variaciones de la experiencia enigmtica, 93, La experiencia enigmética dela muerte, 94 La experiencia enigmtiea de lenguaje, 102 El goce enigmtico, 103 Elllamado esquizofréniee. so 107 Elllamado esquizofrénien, 107 Ellenguajede érgano, 108 Fracaso dela simboizaci6n, 10 Elsignificante real, 112 Las fenmenos de cuerpo, 114 Estabilizacién de la psicosis. ng Mirada sobre el paranoiea, nnn 99 Conclusion, ae rohan IB Para coneluie, 59 Introduccién La psicosis: una problemitiea Areconocer nuevamente en Schreber el complejo pa- temo, Freud se excusaporla monotonta de as soluciones que porta el psicoanlisis. Sin embargo, l literatura consagrada al tema muestra més bien una proliecacién de tesis sin refe- rencia al Edi. La enseia nea de Lacan nos sirve de guia res pecto tal dversidad, Parte de un testo ee, "De una cuestién preliminar a todo tratamiento posibe de la psieoss" al que hay que agregar, por eerto, los seminarios que lo entarcan, habiendo Lacan mismo situado, en To que Tam sus antece: dentes, ls tests precedentes Para lo que sigue, cerea de diez aios més tarde, en la presentaiin da traduccion de Schreber,publicada nel ni- sero 5 de os Cahiers pour fanalyse, Lacan evoeaba “la pena continygei6n” que convendaa dale ala evestion prelimi. CContiniacin que se puede decir no dio de manera explicit, pero que sin embargo podemos esperar deducir dela orienta cidnde conjunto de suselaboraciones de os iltimos diez aos Partamos de la doetrina dela forclusién: es la piedra angular del edifco. Con «De una cuestién preliminar.», La éan incye a psiosis en Yo que Ham la “foneiny el eampo dela palabra el lengua". Plantea all que la reacién con el significant, el hecho de engusje, es lo que hace la unidad de Blinconcent a cielo abierto dela psicosis lIaneurosisy dela psieosis, Lo que hace su unidad, y también su diferencia, Destaco al pasar que sitéa esta inclusion de la picosis en el campo de los hechos del lenguaje como forman- do parte del “aspecto del fendmeno",o sea delo que aparece, ‘mientras que en la neurosis, ala inversa, la estruetura de len- -uaje “lenguajera"] del sintoma s6lo aparece por el sesgo del desciframiento, Respecto asta tesis de la frclusion, se nos plantean dos ceuestiones:Zeud es su aleance operatorio, y qué se hace de ella cuando a partir de certo momento de su ensefianza Lacan bus- ‘cb cernirlo que en Ia experiencia no depende del significante? ‘Cuando lo que Lacan designs como estructura no es solo la estructura del lenguaje, sino la estructura del discurso, que inciuye un elemento heterogéneo al signiticante, csigue sien- {o Ia forclusin ta clave universal del abordaje de la psicosis? Es Ia euestin de la retroaecién dela definicion de la psivosis ‘como “fuera de discurso" sobre la tesis dela forclusion La forclusién es definida por Lacan como {in defecto, como ita ausenciaa nivel del Otro: auseneia de un signitican- te, “el Nombre-del-Padre", y de su efecto metaférico, Este ac- «on estructura quela separa dels neurosis" ELtéemino con- icién implica que la forelusi6n no es un fenémeno, No forma parte de lo observable: es una hipbtesis causa. Hipétesis eon Ja cual Lacan designa la eausalidad significant de la psicosis Punto que tiene su importancia en lo cancerniente ala eues- ‘ti6n del diagndstico. Sia forelusién no forma parte del fen6- ‘meno, no es por la forclusién que se diagnostica la psicosis ‘No seidentifica la forclusién, sino sus efectos, La forclusién es lente, dic, le da ala psicosis “su condicién esencial junto. § Introduccién. La pseosis: wna problema ‘como un axioma que da cuenta de los fenémenos. Lacan Ta habia elaboradoa partir de una tesis que era previa en él lade Ja incidencia del significante sobre el sujto. Por consiguiente ls euestion es esta: équé pasa a nivel del sujeto euando en el Otro, lugar del enguaje, Otro det que depende lo que pasa a nivel del sujeto, hay este defecto de la metéfors? Situar lap ito Se sustraga qu, de ese texto desgartadoen que isto se converte, se elve el aldo que alien como 8 Introducein. La picosis: wna problematic oso, para testimonismos qu el esamparo que lo stevia yanotene que ver con ningin sujeto, entonces, ose encventea all sugetién neesaria para orienta sconlostérminas precios que prowee el discurso de La~ cansobre Fred?” Se ve aqui que el Otto, en que el goce est incluido, es tanto Schreber como Dios. Tanto el diseurso infinito de Dios, ‘como Schreber en tanto texto desgarrado en el momento en que Dios se retira, Dicho de otto modo, Schreber mismo esta inelui- doen este disenrso, Se puede decir que el sujeto Schreber hace unuso del significante que nolo separa del Otro, acuya servicio seal permanece. Esto es, precisamente, lo que tiene como efecto la emergencia del goce a nivel del aspecto del fenémeno. Este nuevo acercamiento propuesto por Laean permite también una nueva aproximacién a Is suplencias del Nom- bredel-Padre, En «De una euesti6n preliminar..» est ya Ia ‘dea de que el defecto de In metifora paterna, Ia forclusion, puede ser compensada. Lo que se deduce por otra patte del hecho mismo de que la psicosis sedesencadeneen un momento dado, De abt la cuestion de saber qué le permitira al sujeto ‘mantener su eompostura antes del desencadenamiento. Ent 1956, Lacan responde: una identificaeion por Ia cual el sujeto ‘sum el deseo dela madre, Primera tess, por lo tanto: el Ia mado hecho en vano al Nombbre-dol-Padre, tiene como efeetohacer ‘caerlaidentificaci6n que al sujeto lo sostenfa hasta entonces. ‘Lc, Jaen, Chins pour Peal, 2,9. 70. 6 ca dae, Here, Pes, Seal 1968». 585. linconcienteacieloabierto dea pscass Hay alla idea de una compensacion por medio de lo imag nario, por medio del “como si”, ya evocado en el Seminario ITI Se podsia hablar de una especie de identifieaeén post ‘Mientras que en la neurosis una identifieacién quebrantada da lugar a otra, més bisia, alli, en la psicosis, la identitiea- cin quebrantada leva ale disolucién de lo imaginari. Correlativamente, el restablecimiento, por ejemplo el restablecimiento final de Schreber, se presenta como una es- tabilizacion del mundo imaginaro, ligada sin embargo, por tun lado al goce transexual, por otro, al fantasma de la cépula divina. E inducida, por lo tanto, por lo que Lacan lama “la metifora delirante”, que viene a coincidir eon la tess freudia- na del delitio como curacin. El trabajo del deliro construye ‘una metéfora sustitutiva. El“seris la mujer" que Sehreber rea- liza, viene en lugar de la significacin falicafaltante. Lacan no ej6 nunea de acentuar esta nocién de supleneia significante, pasandodel Nombre-del-Padreen singularalos Nombres-del- Padre en plural (los que designan diferentes ocirencias de tuna dniea funci6n), para considerar finalmente al Nombre- el-Padre mismo, como un elemento suplementatio del ea- ricter nodal de los elementos imaginarios, reales y simbéli- os. {Esta suplencia}, por lo demiés, estaba presente antes de «De una cuestion prelimina cen Ia idea de que el sintoma fobico es una eonstruceién que ports un complemento a la metéfora paterna, No es una su- pleneia completa, ya que Juanito no es un psicétco, sino un aditamento, Eslo que se encuentra mucho més tarde con Joy~ | ce: laidea de que, con su art, Joyce logré tapar el agujero de Ja forclusi6n paterna, idea que sitia al arte de Joyce operando en lestudiodelesso Juanito, | Introduction. La psiosis: una problemdtica antes del desencadenamiento lo que el delirio de Schreber ‘opera después, pues si Joyce es un psicdtic, es un psiestico no desencadenado. También all hay conclusiones que se im porten en cuanto a los objetivos eventuales del tratamiento de ‘unpsicétieo, Van en el setida de prescribe como finalidad, precisamente, construir un sintoma de suplencia, Una tarea preliminar podria ser, en el caso de establizacion efectiva, , evo- tel “Tondo lebrico” anterior a Freud. Ansloga construceién se encuentra, por lo demés, en los tres textos. Lacan entabla, sina polémica argumentada, aunque més omenos extensa, ton las tsis anteriores sobre el problema de la percepeién de ta realidad, pero esta polémica se entabla principalmente no cen nombre de la experiencia analitica, sino en el terreno de la experiencia comin. Slo después redoblaré esta primera ob- jeciin con la objecién que constituye el inconseiente a estas tecorias anteriores a Freud. La polémica ‘Me detengo en primer lugar en la polémica que Lacan entabla con las formulaciones de principio del siglo fxx] total mente solo, con Freud sin dua, pero en definitiva solo. Hay que decir que Ia euestion de la percepeién implica tun mundo de referencias. Sélo tomando los nombres que e- mergen en “el mar de los nombres propios’, retengamos para ‘empezar Platon y Aristteles;uego, toda la "larga cocina me- tafsia” dela Escuela, como dice Lacan: toda la Escolstica; la corriente empirsta: especisimente Locke y Hume; l filosofia 2 asa Scqus, fait, Pai Sel 986.19 3 Bid pase 2» Brinconconte a ciel abierto dela psicosis trascendental de Kant; més cera, si se quire, la corrientefran- ‘esa: Condillae, Diderot, Stuart-Mill y muchos otros que der vvan de esta corriente. Taine, que Lacan tocia como tefezencia | en 1936 en su Més alld de! “principio de realidad’; Alain tam- Dién, extraviado en el Siglo XX en medio de lo que Lacan lla- ‘ma maliciosamente su “nube de tiza”, para esigmatizaral pro- fesor retrasado, al que se le ha escapado la vuelta del siglo. Viene luego el gio, al menos aparente, de la Gestalitheorie, pero sobre todo de la fenomenologia, y..entre nosotros, Mer- leau-Ponty. Dejo de lado el cognitivismo. Ante todo, porque Lacan no habla de l directamente, y luego porque el cogniti- vismo no tiene estrictamente ninguna unidad teériea, y, lejos de ser muy nuevo, no hace més que retrotraerse a lo que es adecuado Hamar antiguallasepistemol6gieas, Toméndolo en singular, digamos que aborda el problema de la percepein y, ims en general, et del conocimiento, cortocireuitanda la pre- sencia del sujeto y postulando una especie de neutralidad de los supuestos aparatos del conocimiento, cualqiiera sea la ‘manera en que los coneiba. Epistemologicamente, el cognit vismo es anterior a Freud, ‘Como vemos, todo un mundo de referencias. Por cierto, el erudito no llegarfa nunca a coneluir nada de talabundancia. Loque hay ali de extraordinarioes que Lacan, que a pesar de su inmensa erudicfn es lo contrario de wn erudito (no tiene nada de rata de biblioteca), Lacan, deciamos, osa -lo dice él mismo: “oso"-, osa ponetlos a “todos en la misma bolsa", ‘empiristase idealistas confundidos. Es una barrida extraord ‘aria, mis audaz quizds que la duda cartesiana, Puesto que la ‘ads cartesian, por certo, pont en suspensotodoslossaberes, | 20 Los fendmenos perceptivs del syeto pero era metédica, nada ms, y no tenia porio tanto el aleance {de una refutacion. En cambio, Lacan pone todas estas teorias cen lu misma bolss, por b ° puntalar vigorosamente su propia tesis-, porque todas com- prten un mismo fracaso, cuya prueba, precisamente, reside ‘en a incapacidad que tienen, como lo destaca, de dar cuenta, dle nda alucinacion. Sobre euya definicién sin embargo todos cuerdan: el sentido comiin, Ios fil6sofs, pera también Li- ‘an, ya que todos estin dispuestos x decir, como lo destaca, ‘que la alucinaci6n “es un pereeptum sin objeto”. La esis de Lacan meteceriaserlargamente arguments- 1h, porque, después de todo, es sostenible,y muy convineen- temente, afirmar que Locke y Hume, empiristas declarados, confluyen sin saberlo eon los idealistas mas dures, mano ‘mano con Berkeley, si se me permite decir, pero requiere una demostracién extremadamente precisa. Perveptun <—— Pereipiens (anificante) Entonces, es may simple, cunndo una alueinaeién,o sea | ‘un pereeptura sin objeto, surge, slo queda pedir razén de ella al percipiens einterrogarlo sobre lo que ha fabricado. Pereeptum sin objeto <—— Pereipiens Seria divertido hacer un pequefo ejercieia respecto a la percepeién comin, retomando un ejemplo de Heidegger a Losfenmenespereptoes dl sjeto gropisito de In coneepeién del nimero. En Les Chem ai pene nile part plantea a pregunta de saber como p= {ftgar a decir veo tres manana, Se pode pedir su es- “esta tds los autores citados, todas sean muy diver ‘cas, Pero estd la cuestiOn de la alucinacién, de aquel que ve Shnanas, tres oas ge sean, evando no hay manzanas All thks responden:anomalia ena atividd de percipiens Ve whos que Lacan invert In tess no sal peeipions ave hay sj pdile avin de prceptumsn chet, Volverésabre el ‘Antes quisiera tomar ds ejemplos, ara entra un poco cw dldetalley mostear que Lacan, al hacer estebareido sabelo the lacey no est cediendo a deli de presoncion, EL primero ex el que Lacan lige en el testo de 1996, a saber Hippalyte Taine y so obra ttlada De fe intligencia, the vale como condensado de toda la psieogt defn dels oSIX.Agqien Lacan earacterza as“ valgatizador pero conseeente,coneienda deelio qu puede ser una referen- ‘afl Otro ejemplo es el de Mevieas-Ponty ys Fenomeno- iogiade ta percept stos dos autores dan frmulas def slucnacin extre- svadamente lamativas Taine nos proponea siguiente fxm lene! segundo tomo desu ib, epitlo:“lapereepein smaalacinain verdaders”. En cuanto Merlea-Ponty, pro- pone In expres, no menos lamatve, de “impostora scl ‘ator, en I Phénoménaloie dela pereepton, pina 394, cepital I ttlado: La chose et le monde ntire™ ‘Detengdmonos algunos instantes en Taine, que ya na- Aietee, por supuest, para vrfcar en este ator Ia tess de Lean, Taine ew ss tas consceuencias a tetativa de 2 _tinconclent a cel abierto dea psioss presentar una génesis de todas las funciones superiores de inteligencia, el eonocimiento y la razén, hasta el iltimo extre ‘mo légico, a partir de un dato inicialtnico: Ia sensacién, He aqui un empitismo verdaderamente maximalista, caya cons truceiéa, bastante simple cuando se la resume, nos permite verficar muy eémodamenteen qué seautorizaLaean para deci {que el ms empirista es ol ms idealist Sigamos su desarrollo “La impresién” producida por el objeto exterior se traduce para el individuo en sensaciones, Estas sensaciones se convierten en contenido$ mentales, les imigenes. Las imagenes, las deseribe como sustitutos de sen saciones, pero con In particularidad de que permanecen, de ‘que son memorizadas,y que tienen una especie de dinamismo propio que hace que se reevoquen solas en la memo ‘simulacros, fantasmas y apariencins desensacién", Esto en la pigina 14 de su libro. 2Qué es entonees pereibir pata 1a actividad de pereepei6n corresponde a la movilizacion de) ‘una imagen mental o de wna cominacién de imagenes, Dicho de otro modo, ¢s una alueinacién normal. Tods actividad de pereepcin reposa sobre la presencia de uns imagen mental de tipo alucinatorio. ePero eémo dlstinguir entonces la aluc nacién enfermiza de la alucinacién normal? He aqui la res puesta, muy significativa: “En lugar de decir que la alucina~ cid es una pereepeibn fal, hay que decir que a percepeion exterior es una alucinacin verdadera”. Ustedes ven el problema: no hay modo de decir del ereeplum que Taine sitiaa nivel delasiméigenes~ sies ver adlero ofalso sin hacer intervenie un ico, juicio que produce “Ia prueba de realidad’ y que dive ial alueinacin perceptiva 1 fonbmenos perceptive del sujto ‘ecorresponde, s10 natn objeto exterior. Lacan queda muy | utfcado en subrayar que esta teoria, que queria anelase en experiencia pura, ene porcritero limo de realidad eu. cioproferido pore percipios: para pasa dela sensacién pura >a afiemacion perceptva, el que deve es el penssmiento, + esquema sera el siguiente: ‘objeto —> Sensaciones —+ Imagenes+— Juicio del pereipiens Pereeptum Et mas empitista era entonces al mismo tiempo el mas «spiritualista. La misma tesis se aplicaria todos losempiristas, incluso a Locke, que Lacan evoea en la pigina 76 delos Eerits, ‘yas famosa formula, que traduzeo del atin: “no hay ads en elentendimiento que no haya estado antes en los sentidos", se ve obligado a agregar: “a no ser el entenditiento mismo". Eno que respecta a Merleau-Ponty, que no desarrolla- demasiado porqueharia falta citarlo mésextensamente para huallaren él provecho, su tesis dea mpostura alcinatoriaplan- ‘ea simplemente que“?aalucinacién noes una pereepei6n” sino luna usurpaci6n. Asien la pagina 395: “la alueinaeién wsurpa lugar dea percepcién pero no es una percepei6n". Por qué? Porque para la percepeién es “apertura al mando", que va «de consuno con la “fe perceptiva” que evoqué al principio, Ia ‘quehace que, cusndo percibo, estoy conectado con el exterior. Por el contrario en la alucinacin, esta falsa pereepeién, esta "fcein®(térmiino que emplea en In pagina 394), supone que _Etinconcienteacietoabisto de a picosis la pagina precedente, Lacan pone el punto sobre las“: eles tadio del espejono tiene una ligazon con I calidad de vidente encontrdndose Ja imagen narcsistatambién en el ciego priva- {do de visin (véase el problema de Molyneux), No tiene rela ‘i6n con el vidente, sino con la mirada, Es por ello que “el ie. {0 esallisujeto por saberse objeto de la mirada”, Se trata de la ‘oposicién visiéu-mirada, extensamente desarrolada en el Se ‘minario 1X, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoa- nlisis. Por eso mismo, Lacan puede repensar de ojro modo el jiibilonarcisista que habia explicado primero por la anticipa- ci6n imaginaria del dominio motre del swjeto todavia en lal prematurez, Lo reinterpreta agui como efeeto de la manipla- cidn de la mirada, que evoca el gesto del niio volviéndose ha- cia quien lo sostione Quiere decir que el valor de la imagen depende menos 4e Ja unidad de su completud que del hecho, bien opuesto, de {queesta descompletada por la mirada. La idea es éta: Jovi ble, e! umbral del mundo visible supone que se ha produeido ‘na sustracei6n por efecto del lenguaje, dicho de otro modo, ‘que la mirada se haya perdido. Esta sustraccién, por la falta ue engendra, crea la libido escépica, y le da su imprlso a la investidura del campo visual. Para que el mundo sea visible en el sentido humano del término, es necesario que sea con- ccemido por un deseo de ver. De abi la pregunta écon los ojos, pero sin Ia libido escépica, qué verfamas? “418, a7 eee al cso de un have de ees cet dublin que, | eo, reaper ln vista steals de ios sre pee or pare deace ele, dete ots. 2 _bs fendmenos percepivos del sgeto Por lo demés, en este pasaje, se suceden considers cones sobre lo que Lacan llama "el conocimiento especi- ‘7. Se trata mas bien de un desconoeimniento, en la medi- ‘x que, justamente, eae bajo el efecto de la inversion en «ion can el plano, pero, sobre todo, en gue no es un co: cinventa para nada, como lo muestran los fenémenos de spersonalizacion y de alueinacién del doble, que pone a nts de] seudoconocimiento especular, y de los que pre- isaenseguida que no tienen valor diagnésticoy ni siquiera sen de referencia para el fantasma, Antes, en. 1961, en el articulo de los Temps modernes, utre ls pginas 8 y 16, Lacan habia intentado una demos: ‘wan mucho més precisa de su tesis. El texto versa sobre vin ejemplo de ilusién Optica tomado a Merleau-Ponty. Alli rceisamente trata de demostra, a propésito de una lusion ‘queimpide ver un objeto, que el objeto slo aparece a condi- cian de que se produzca un efeeto equivalente a una repre ‘in, una desapariein del sjeto. Esa misma idea, pero apli- da a un ejemplo prec Para concluir, slo puedo invitar a cada une a que es- ludie estas demosteaciones muy de cerea y muy en deta, ‘que eneuentre otras referentes a la tes. Dejo la palabra ‘inal a Lacan. Alresumir y generaligar su punto de vista en ef atticulo de los Temps modernes, subraya “el privilegio ‘qne le corresponde al perceptum del significante ena con- versién a operar en la relaci6n del pereipiens con el suje lo", He ahi en el fondo, aquello a lo que Lacan se dedieé: a ‘una conversin de perspectiva. Es por eso también que tome como titulo para hoy “Las fenémenos perceptivos Binconconte eel abierta deka psiosis llenguaje. Dieho de otro modo, alli donde estaba el percipiens supuesto como unifieante, viene el sujto divide, Lacan intent6 dos demostraciones de su tesis con dos ejemplos precisos. Uno eoncierne a la “percepeién singular” dela cadena signtieante misma, Se encuentra en las primeras pginas de «De una cuestiOn preliminar..» Consiste en mos- tear, muy simplemente, contrariamente alo que dicen todas} las teorias elisieas que postulan que el perceptum resulta de} tuna actividad del peeipiens, que el perceptum ya gstéestrac turado, Por tanto, que la estructura no viene del pereipions, ‘que est ys en el pereeptum, y que ademas esellala que deters ‘mina al sujeto, e! que no es simplemente un pereipiens. De las tcorias elésicas a Lacan, los esquemas se invierten: Perceptum « Pereipiens Perceptum ———» Sujeto Esta demostracin la hace justamente a propésito dela petcepeién de ls cadena signifieante y de Ia palabra, No entro} «enlos detalles de a demostracin: slo saco sus conclusiones, Lejos de ser el organizador del pereeptumn dela cadena, el st jetoessu “paciente™ Es decir, sure cierto mimero de fenéme- hhos que se deben a que la palabra y la cadena signficante ya ‘stan organizades: cuando habla el otro, sutre los efectas dela gestion, cuando habla él, se divide entre locucién y audi cidn, Cuando esté alucinado, su palabra es ofda com vinien:| do del otro, y se le impone una oseilacién entre wn momento) de incertidumbrealusiva ydecortidumbre alueinatoria, Noes! 40 osfenémmenospereeptivs del eto. J, sino por el contrario esti sujetado a los efectos del S ffeante, sino justamente ‘Seiten dbl {ean bio ua segunda demosrcin, concerinte a spotepen vol Sobre est tena vac res estos alge pasesen De uesios antecedents elartealo de 1961 ‘Sus fompe moderne yn clad, yo el Seminario Xi. 1966, corige ss “Estado del espe" que poinpres- tunes confine a Gstlteors ent medida en qu ssn habia econocid enn migen de esp, ua estate Ton efectos formadores sobre el organism mismo. As, en os cuando yaa elaborado sei del nconcienteen- tn, rea que estado del espejo oes un edmeno de “sina agen isl juga all sv papel, por supest, pero no por elle exiado del expo ext menos enbornad a fect de lengua, Quere dese que a inagen de eopej slo toma sa importanea y eautiva al sojeto porque ya etd ‘onlaionada cone ecto mayor de lengua que 8 eee Tod faa. La pals eatin” no el presente en este isto de 1966, pro et imple, Lacon plete la veston las réplicas Dios 4 (Sehrebes} Por consiguiente, la inclusién de Schreber en el Otro, se verifiea tanto & nivel del significante como a ni- vel del goce. Esto produce algo asi como un equivalente Fraga” gs}, rn, 38, ar, evar Sel, 1986, 66 aie ‘utisme y paranota de relacién sexwal que no deja lugar para la falta, propia {el deseo, Sin embargo, pueden situarse dos equivalentes de la barrera al goce: por una parte, el gace es disconti- ‘nwo, ¥, Dor otra parte, al final del deliro, a eépula con Dios es aplazada, hasta el infinito, eDénde podria ubicarse el analista? ZAcaso Schreber no ces casi el analista de su Dios? Dios habla por él y Schreber lo interpreta. fse es el twabajo que Schreber cumple en la elaboracién de su deli- vio: los mensajes que recibo, las respuestas que da, la ela- boracién de lo que Dios puede querer de el, codmo desetibir todo eso de otra manera que diciendo: “hacer hablar a Dios", y descifrarto, hasta que se haga viable un luger para el obje. toque es, el de la mujer? Elniiio autista y el Otro Arribo a fos niios autistas. Un primer problema ya se plantea: épuede aislarse una eategoria *nifos autistas”? En todo caso, los distingo efectivamente de los nifios que son claramente delirantes. Se puede ver emo proceden los auto- res: abordan a estos nies, que no hablan, a través de sus comportamientos y de las funciones de sus cuexpos, Bs, por lo tanto, una clinica descriptiva, que no es de entrada, una clinica del intercambio de habla {paroles} Partiendo del psi- 6tieo como sujeto, nos preguntamos qué sucede con le relax $,(+)G. A ese sintoma, respuesta de lo 104 tn experiencia enigmaticadetpsesico, de SohveberaJouee eal, I sujeto solo puede ajustars. Es lo que hace Sthreber en, el trabajo de su delitio, qe hace existir al Otro. Sueficacia es visible, puesto que logra modifiear su idea de si misma camo hombre, a medida que le da al goce de ese Otro-l sentido de la redencién fotura de la humanidad, Si hay una paradoja del sintoma Joyce, es que realiza Jn misma operacién, pero en el seno dela literatura. Su eser tura logea transformar todo el goce-de-sentido {joui-sens?] {que a literatura vehiculiza habitualmente en goce de letra, fuera de sentido, De los unos de la lengua hace fixén, y no fiecién, de goce. De este modo logra una transferencis de lo simbélico alo real que no deja de tener afinidad con la ope= racién misma de la ciencia, Pero, més sorprendentemente todavia, loges secundariamente, al imponer esa extrafa lite vatura fuera de discurso,restaurarel liz social que su eseri- tura ha abolido y promoverse a si mismo al lugar dela exeep- cién, Joyee,en su sintoma, no delira, gora solitatiamente. Al destrair asi el lenguaje, Ie da vida sin duda a le lengua, pero sélo puede hacerlo conservando del sentido nada més que la ddimensién del enigma. Sin embargo, log trasladar al pri- blieo, mas preeisamente a los comentadores, la earga que ge- neralmente corresponde al deltio, product el sentido de la ‘obra opaca, sin el cual la supervivencia de su nombre mas allé de su persona se veriacomprometida. De este modo eon- siguié cambiar el Otro de gusto, ali donde, por ejemplo, otro loco de la letra, Raymond Roussel, fracasé, 2.18. dt juego de pubs en foes ea tage as homsfonl oues ap "doen ounce (ee, Blinconienta ciclo abierto dla pieosis Concluyo con una observacién comparativa, Se puede preguntar qué protege al neurético de la experiencia enignmé- tica con la que el psicdtico se encuentra. La respuesta es sim- ple. De um lado, est significacién fica que obtura el cam po dea significacion, del otro, el cifrado del gace que rechas suficientemente el goce otto. Sin duda este cfrado no es cam- pleto, desde que la relacin sexual no es cifrable, peta lo que queda fuera de su captacin, el objeto a, no esta por ello me- nnos correlacionado con Ta castracién, Es asi que la respuesta , {deo real esti enmascarada en Ia neurosis porla respuesta del Otro, e1 8(4) por el s(A), mientras que el goce otro queda limi tado por el goce falco. Quiais esa través de la cansideracién dea psicosis que Lacan legé a poner el acento sobre et hecho de que el sintoma neurbtica es no-todo respuesta del Otro, y ‘que incluso puede ser, en lo esencial, no toda. Parts, marzo 1992. ible cases i € El llamado esquizofrénico Elllamado esquizafrénieo El tema dela esquizofrenia es para el: puesta particular. Lo que se vis, desde el principio, en las dis- cusiones alrededor del andlisis de la Tamada demencia pre- ‘ot, pero lego, también con Lacan, Hoy el tema tiene una actuaidad que desborda la cli- nica psiquidtrica exclusivamente, v que se debe alo que ya he desarroliado hace algunos afos, a que los procesos de esquizofrenizacién se multiplican en Ia civilzacién, Lamo. todos los procesos de esquicia[schze] que se inseriben enlo eal o en lo simbélic, y que tienen como efecto atacar las co- hhesiones, ya ses lade las cadenas del lenguaje ola de los lazos, socinles que dependen de ella. Annive simbélico, asistimos no ana catdadelosidea- les, como se dice con frecuencia, sino & una fragmentacién Los ideales no han desaparecido, sino que son eada vez mas cacofonicos, multiplicindose a merced delas contingencias de lugares y de tiempos, variando sega los continentes, los pai ‘es, las ciudades e incluso los barrios: en fn, son aleatoris. En lo rea, también hay una multiplicacién de los objetos, de los sefiuelos de saisfaccin, que llega hasta le pulverizacién, wr _tinconciente ceo abiert deta ptosis Aelasofertas de gove [offres-d-jouir]. Asta enjambraz6n de 1o simbolico y esta fragmentacion de loreal, se agregan ade- mas los espefeos phirales de lo imaginario. Los tres juntos es- tropean lo que Lacan en un tiempo lamaba ls “agregaciones, {el Bros det simbalo”, De este modo la aceitn de lo simbélico sobre loreal se ve reducida cada vex mis a su nivel sic la cesquica, el carte, en detrimento del efecto de ligaz6n. En este sentido la eoquizoftenia es bien de nuestro tiempo. Para nosotros, euando Lacan dice psicosis, n,singulas, 6 dice loco, nombra a la paranoia, Sus indicaciones sobre la esquizofrenia gon bastante raras, aunque miuy densas, como siempre. La enumeracién es corta: es evocada en la respuesta ‘a Hyppolite en la pigina go2 de los Berit, en su informe del ‘Seminatio sobre el acto analitco,en la pégina 22 de Ornicar? N° 29, y en la pigina gr de "L’étourdit”, Hay evidentemente otras indicaciones en los seminarios, pero aed slo retengo las ‘que estan eseritas. Attn ast, es mucho To puesto en juego. Bllenguaje de érgano Alinteresarse ena esquizofrenia, dbuscaba Freud esen- cialmente responder a Ja cnestin de saber qué es el incons- ciente? Ast, para afinar, por diferencia, su idea de Tos meca- rismos propiamente inconscientes, se sirve del esquizofréni- «0 fuera de inconsciente. Los dos textos crucales al respecto son, el texto dela Metapsicologfa consagrado al inconsciente, ‘yel"Complemento metapsicolbgio a lateoria del sueio", don- dle Freud utiliza Ta famosa nocion de “Tenguaje de rgano". 108 A lila esgzfreioo ago aguiun paréntesis. Podriaimaginarse, por simple inducci6n verbal, que esta formula de “lenguaje de érgano” leva agua al molino del inconsciente “estructurado como un Tenguaje". Pero no es eso para nada, sino todo lo contrario, Freud se apoya en el estudio del lenguaje de 6rgano para afrimar que el esquizofrénico no tiene inconsciente. Explora Jos investimientos de palabra, yas diversas expresiones ver- bales presentes en el caso de la paciente de Tausk, para con (+ G), Se mantiene asf en el regi tro de la alienacién ala cadena significant, ylarelacién eon el Otro, no por estar grvida del deliro estd menos preservada. A cesta voluntad paranoica se oponen las estass dela abuli, as ‘estereotipiasyla serie delas vleidades inoperantes dela esqui- -2oftenia, Se est ali en un mis acé de la alienacién, que no le {eja al sujeto ni siquiera el reeursode a perseeucin como ten- tutiva decuraci6n. Stole realificacién fréelisation) suple elo Los fenémenos de cuerpo ‘No es sorprendente entonces que el esquizofrénico dé testimonio de fenémenos corporales especiicos, si es ver~ dad, como sostenemos, que es el euerpo de lo sirnbolico e que al ineorporarse constituye el cuerpo del ser hablante [parlétre). Evidentemente no constituye al organismo vivo pero lo transforma bastante como para que se convierta en. cuerpo erégeno, incluso en euerpo propicio para albergar el 14 llomado eauizarénico sintoma, Es lo simb6lico lo que recorta sobre su superticie, al principio via demanda, las zonas erdgenas que focalizan las apetencias y condicionan inelusive el goce llamado sexual. Es lo simb6lico también el que le atribuye érganos, especialmente ese érgano sorprendente que es el falo en su diferencia con el pene, Bl esquizofrénico, dice Lacan, “enfrenta sus 6rganos sin la ayuda de un diseurso establecido”. éPero para qué-sirve ‘en materia de 6rgano un discurso establecido? Més bien para instaurarlimites, barreras standards al goce. Es por ello que todo discurso es solidario de un efecto castracién, que es lo ‘que falta en este caso. éCudles son sus manifestaciones fe- nomenologicas? ‘Anoto en primer lugar la diferencia con los fenémenos dela hsteria, identficables a partir del lenguaje del euerpo, como decta Freud. La paciente de Tausk puede decir: “tengo Jos ojos dados vuelta’, pero sus ojos no se dan vuelta. La his- ‘ria, en eambio, en un caso semejante, tendria trastornos cculares de los lamados funcionsles, De la misma manera, cLorganismo de quien, por ejemplo dice, no tengo cabeza, 0 Jas manos me salen de los brazos, et., no se veafectado. No se tata para nada de una eaptura del euerpo por ellenguaje, sino de un simple delirio en et voeabulario del exerpo, que toma las palabras en lo real, por asi decitlo, ‘Muchas veces el sujeto debe palinr la deficiencia del efecto de discurso. Esto es particularmente visible en los de- lirios del cuerpo sin drganos, o en el caso de ciertas automu- tilaciones, que son delirios © précticas de negativizacién a Poner a cuenta del paso necesario para erear tn vacfo, que avo clef aero dea psicess si. tafalta de este vaeto se traduce por algo cage eins dum ao Tai ge poste que ae a pacalsiscataténica por carencia dela falta que Sea ten lps qvereazelibnr feeb — fesnte2 3. Je aq joten que capt os tla core ac pact da del pa, ashe esha ca “Teco daba la clave de st acto: hoy, papa, es ree sneered es algunos delirios de cuerpo sean mas: ete sel ts ae eee ‘ejemplo wn joven que interrogué du- es er tenfermos, Cuando ea este Jose lo habfa privado de sus posibilidades de cornperss " a deacomPomt gusta entonces era grande, tanto mas cuanto crab $2268.00 a solentamente,pensando quest cee emt ene se cain de repente: en ocasion de una cf ee sate cetera de ee eeepc camaba un derrame de cerebro que, at aber se desu faculades, exes simpoten- tn my eave ro Sanat gamete dessa eb abigto dene lo ela certeza de su enfermedad 5 dear cra qi lo exoneraa yo apex ee gs En oposci, poia evocar ese sero po de a80a0 Sus fc, hacia entrar al pene en el en- que 2! de yes) ‘osu fabulosa eapacidad masturbatoria, “s:e.qve le daba acceso, como deeta, a“gran- ce inefable. 6 llamado espuizafrénieo Como se ve, en estos casos, el sujeto, entonces, ya sea {que realice lo simbélico o que intente produeir andlogos de su efecto negativizante, el sujeto, declamas, juega solo, Otro, privado como esta del recurso dela persecucién como {entativa de curaci6n, al decir de Freud. Por dicha causa pue- de resultar sorprendente que los analistas hayan ofrecido su ayuda desde el principio a este tipo de psieosis antes que ala paranofa. Sin embargo es un hecho que se verifiea muy especialmente en la escuela kleiniana. iNi un paranoico, por ejemplo, entre todos los pacientes cuyo tratamiento Rosen- {eld presenta! Es extrafio que sea a esos sujetos, en realidad los més rebeldes ala transferencia, que se haya querido ha- cer entrar en el psicoanslisis. Fs que, por mis que estén fuera de la transferencia, como fuera de discurso, estos sujetos no dejan de establecer una eventual relacién de confianza con sus semejantes. No es una transferencia propiamente dicha, pues la transferencia es una relacion simbéliea que ineluye al sujeto supuesto al saber, en lo que el esquizofré- nico no entra. Pero deja un lugar posible a la relacién de objeto, a la vez imaginaria y real, que se presta a confusion, con la transferencia, y de la que a veces se pueden obtener algunos efectos. Es dudoso que sean analiticos, pero a veces pueden ser benefieiosos para el sujto. Rio de Janciro, julio 1999, 1 Estabilizacin de la psicosis ltérmino “estabilizacion” es un término difundido, un término de uso corriente. En los medios lamados terapéuti- 0s, se dice en efecto “estabilizacién” por no atreverse a decir curacion y ni siquera “efecto terapéutico”, eomo se dice para Janeurosis. Al deci “estabilizacin” todas las personas de len- gua francesa, al menos, sienten que se deja entender que se presagia algo asf como una reeaida, que eso puede recomen- ‘ar. Sin embargo este término no pertenece al vocabulario psi- coanalitico: es un término que hace pantalla y se presta, hay que decirlo, a todas las confusiones y también a todas las imprecisiones. De Schreber ~caso que Freud estudia en su “Observaciones psicoanalitias sobre un caso de paranoia autobiogrficamente deseripto”-, se diva al fin que est esta- Dilizado, por certo, Zpero nose dria tambiénlo mismodeaquél ‘que hubiese aleanzado la inercia del apragmatismo y le abulia (oo hay nada més estable que el sujeto que permanece hundi- do en su cama)? Esto para decir que este término no es un concepto y que hay que introducirun poco de rigor. Cuando se dice metifora y suplencia, se estéen el vocabulario psicoana- Titico, inclusive en un voeabulario estrictamente lacaniano. Estos son términos de Lacan, definidos por él, introducidos por él utilizados por los que siguen su orientacin. Con estos 19 tinconsente a cielo alerto dela psicosis dostérminos entoneestrataremos de dar un sentido preciso al término “estabilizacin” Si se habla, en efecto, de “estabiliza- cin’, hay que poder decir, primeramente, qué es lo que se ha desestabilizado, yen segundo lugar, qué eso que, carrelativa mente, se reestabiliza. Y luego hay que poder decir también ceudl es el factor causal de la desestabilizacién o de la reestabilizacién, Toque sté en juegoen esta cuestin es importante: es Ja vex un desafio del suber y un desafio pragmitico. Que el esafio sea pragmatic se ve enseguida: hay que poder plan- tear el diagnésti de wna psicosis no desencadenada, ytam- bién hay que tener algunas orientaciones sobre lo que podria ser unc remision dirgida, para un eventual tratamiento. Hay tun desafio del saber, porque toda persona, psiquiatr, psieb- logo, sea el elinico que sea, que trabaje un poco con sujetos psi- ctieos, sabe que los fensémenos de la psicosis se presentan de ‘un moda mucho més discontinvo que Tos fendmenos dela neu- ‘osis. La neurosis, por supuesto, conoeefluctusciones sintom tieas, pero el modo subjetivo de la neurosis es reativamente ‘establey constante, Digoel modo de la subjetvidad: podeia de- cirtambign ef modo de I enunciaclén neurbtica, Pore contra- rio, la psicosis nos presenta desencadenamientos stbitos, in cesperndos, deseneadenannientos sorpresa, pero también a ve- «os romisioiesenigandtias, La euestin por Jo tanto, es eaptar ceil esl yesorte de las peripecias discontinuas dela psicoss, si se quiere tener alguna chance de saber por donde y emo se puede dirigicel ustamiento. Es un desafio de envergadura. ‘ay que entrar entonces en Ia definicién psicoanalitics dela psicosis, que comenz6 con Freud. La misma consiste en [stobilizacion dela pcos considerar la psicosis como un avatar del sujeto en tanto el sujeto es un efecto de lenguaje. En 1966, en su presentacién de ta tradueci6n de las Memorias del presidente Schreber, e «aso que Freud comenta en 1911, Lacan lehace un homenaje Freud por baber introducido al sujto en la consideracién de lalocura, antes que pensarlaaestalocura en términos de défi city de disociacin de funeiones. El panto de partidaen la seflanza de Lacan, en todo caso el punto de partida mayor, es ltextotitulado «De na cuestion preliminar a todo tratamien- to posible de la psicosis». Hs el texto en el que eonstruye su primera doctrina de a esteuetura de la psicoss, Bsta doctsina inscribe la psicosis en su tesis del inconseiente estructurado como un lengua. Implica,cito, que “la condicion dl sujet neurosis psicsis]depende de lo que sedesarall nl Oto”. 548). Lo que Lacan construye en este texto sobre a estructura dela psicosis, se comprende sobre! fondo de los conocimien- tos adquiridos en el texto inmediatamente precedente "La ins- tancia dela letra en el inconsciente.”,redactada por Lacan en ‘mayo 1957, seis meses antes de «De una euestion prelimi nar...», escrito en diciembre 1957-enero 1958. Lacan reconsidera lila linia freudiana, Esta clinia, Freud la cons- truy6a partir de su prictica de ls asociacion libre, que Lacan, demuestra se ordena dentro de la estructura del lengua, a parti del algoritmo que se eserbe 8/, para decir que el sig~ nificante (escrito como 8) determina, induce (es el término de Lacan: indueei6n) tos efectos de significado. Este texto de “La instancia dela letra." desemboca en una tesisextremadamente _linconcinte a cielo abierto de a picosis simple: que el sfntoma es una metifora. Hay que decir que esta tesis, una vez formulads, aparece verdaderamente como Js mas simple yla mas ennvineente para dar cuenta del hecho de que el psicoandlisis opera descifrando la signiticacién del sintoma. Pues a metéfora es una funci6n del significante que, alsustituirun significante por otro que lla reprime, engendra ‘nivel del significado un efecto de significacion inédito. Partiendo de la definicidn del sintoma como metéfora, se pasa fécilmente a una definiién diferencial de la psicosis. Ls fendmenos de la psieosis, como los de a neurosis, t inna estructnea de lenguje, pero el sintoma psicética noes una ‘metdfora. He ahi la gran y simple diferencia comentada en un primer tiempo, que da la clave de la clinica diferencial: en un «caso, la metifora, en el otro Ia ausencia de la metéfora. ‘Veamos una observacin concerniente al camino de La can y su I6gica implicita, que es extremadamente tajante (la logica dea construccién de una doctrina, por otra parte, no se superpone necesariamentea las vias del deseubrimiento). Para todo el mundo, yen primer lugar para el sentido llamado co~ iin, que en estos dominios hay que tener en cuenta, el10co, popularmente definido, es presa de fendmenos que objetan al sentido comin, al conjunto de las significaciones que toda la ‘gente llamada sana de espiitu comparte: su idea dela reali- ‘dad aparentemente no se eorresponde con le de todos ls "sa- nos de espiitu’, Dicho de otro modo, para todo el mundo, et Joco es un sujeto que adhiere a significaciones anémalas. El camino ligico de Lacan consisteeninferir que sila signiicacio- nes de la locura son anémalas, entonces la causa dehe encon- trarse a nivel de lo que motiva la estructura dela signifcacién. utabilzacdn dela pcos Expresién que se encuentra en la pigina 572: “Ia tiniea orga- nicidad en juego es la que motiva la estructura de la signifi- cacién’, Esla misma légica que Lacan aplicé en st texto «Fun- cidn y campo de la palabra y del lenguajes a la préctica ana- Titica: le logica det “si... entonces”. Si el psicoanalisis obtiene «efectos por medio dela palabra, que supone el lenguaje, en- tonces el sintoma debe tener una estructura de lenguje. Como construccién es imparable. tra observacion concerniente a la metéfora. La meta- fora es un principio de estabilizacién. Constituye un punto de Aetencién al deslizamiento del significado bajo el signficante. Es el efecto que Lacan llama “punto de eapitonado”. Et punto de eapitonado es una estabilizacion del significantey del sig- nificado sin la cual el destizamiento del significado deja en suspenso, en la indeterminacion el “équé quiere decir esto?” {ue se puede dirigi a toda cadena de lenguaje. La metéfora ¢s,jstamente, lo que permite fijar, “retener" la signficacin, Hay que agregar enseguida que no es cualquier metéfore la ‘que nos interesa en la clinica del sujeto, Cuando uno se ocupa deelinicano hace literatura, no hace poesfa, aunque el psicoa- nalista tenga todas las razones para hacerle mucho caso a la poesia, ala metifora postica, Por lo tanto, en la eliniea no es toda metafora la que nos interesa, sino una metéfora espe- ial, la quees capaz de metaforizar un “significable” especial En la ocasin, Lacan emplea este término “significable", que se distingue tanto del significante como del significado, y que designalo que esa significar. En Ia clinica del stjeto, lo que es «8 significar para el ser que habla puede designarse con dife- rentestérmings. En «De una cuestin preliminar..», Lacan lo cy Etinconcenta ciel abierto del psiosis “el ser de viviente” del sujeto. También dice “el ser del és simplemente, “su inefabley estipida existencia", y luego, tambign, su sexo, Todas estas expresiones estin al ppara decirnos que lo significable, en efecto, es el ser-ahi de viviente. ¥, en el fondo, la clinica del nifio muestra de una ‘manera verdaderamente limpida que para el nifio es un pro- ‘blema, una cuestién, hacer pasar su existencia y su sexo al dis- ‘curso. Vale decir que la cuestién a la cual l significacién me- taforica debe responder es el "Zqueé soy ahi”. Lacan distinguié una metifora que no es cualquier me- tifora, la metdfora paterna, que es justamente la que da si nificacin al ser de viviente del sujeto. Al sustituir el signfi- cante del deseo dela madre par el Nombre-del-Pacte, el sig- nificante del padre, ~y ésta esa sustitucton metaforiea~, hace surgi una signifieacion: la significacién flea, que le da sen- tido al ser del sujto, al ser de viviente. Podemos eserbitl, ‘may simplemente, abrevindamente: et Nombre-del-Padre «que sustituye al Deseo de la Madre bace venir al lugar de lo significado la significacion del fal. ‘Tambign se la podria eseribir en el grafo de la palabra, Estametifora al estabilizarsignificantey significado, eapitona al eonjunto de! diseurso en tanto éste vehiculiza la euestion del sujeto,y tiene repercusiones a nivel de las dentificaciones imaginariss del sujeto,ya que introduce la dialectic fica en Jo imaginario, que sin fo cual se vedueirfa ala pareja especular el estadio del espeja. ‘Su primer efecto, porlo tanto, es una reorganizaci6n deo Jmaginatio, que se manifesta habitualmente por meaio deefec- ts de pacificaeion de la relaciin naresista. Siendo Ia relacin eae Eawilzaién dela pscosie nareisistaen sf misma una relaci6n que Lacan estigmatira bas- tante bien con la expresidn “relacin de agresin erotica”, La ‘metifora paterna tiene como efecto separar al sujeto,n0 tanto de a madre, como se dice, sino de la vaeilacién que es inhe- rente la elacin especular con la mace, Vacilacién que hace ‘queelsujeto pueda oscilarentreuna identfiacién transitvista con la misma madre y una identificacion con el objeto de de- seo de la madre. Este efecto de capitonado tiene consecuen cas clinicas observables. Le da su montura, su base al sujeto, y tiene eomo correlato la puesta en marcha de lo que Mama ‘mos un proceso de historizacién, que introduce eaherencia, continuidad en la historia, A menudo me ha impresionado oir ‘leer en Jos informes psiquistricos “vida eaiea” para califi- car el itinerario de tl o cual persona psicbtea. 2Quées al finy aleabo urta vida cabtiea? En todo caso, para un analista, no se cevalia por la multiplieidtad de los acontecimientos, No se eva- ia por Ia multiplicidad ni por lavariedad de los eambios, de los viraes de Ia existencia, Una existenei entice se evalia a nivel del discurso sostenido: ser cadtica la existencia que el discurso no historiee, ya sea que esta vida sea pobre o ria en acontecimientos, a psicosis, por lo tanto, la especifcamos con Lacan como un defeeto de metafora Destaquemos que este defecto de metifora se presenta en todos los niveles: a nivel de las fendmenas pero tambign nivel dela causacidn de la psicosis, Esta esl tesis de Lacan: fe- nomeno y causaeién dela psicoss tienen la misma estructura ‘Lo que se puede observar, las fenémenos, lo que los pst- ‘quiatras pueden resefiar y lo que por otra parte han deserito _linconsent a silo abierto dela psicoee en la psiquiatria elésia, sin pasar por el psicoandliss, de los fenémenos, Lacan ha dicho lo siguiente: en ningén otro lado como en la psicosis“l sintoma, si se sabe leerlo, etd tan cla- ‘amentearticulado en la estructura del lenguaje". Lo demues- traenel capitulo que se Hama Hacia Freud”, a propésito dela alucinacin verbal, que no es una metéfora, sino "significante ‘en Jo real’. Es la expresi6n que emplea en ese momento. nificante en loreal” no quiere dece significante en lo percibi- do, aque el significante en lo percibido no esa tnica clase de significante en lo real. El significante estéen lo real cuando la cadena significante, que encadena los signficantes para pro- uci la significacién, est rota, Destaquemos que esta defini- ibn del fenémeno psicbtieo como significante en lo real, im- plica queelsignificante no basta para definirlo simbolico, Sien- do definido lo simblico por Ia cadena significante, uno de ceuyos modos es la metéfora, El paradigma que da Lacan del signicante en lo real, es Ja alucinacién “truie’ fmarrana]. También en el caso Schreber se encuentra un momento en el que Dios ledice “Luder”* (5. EI “truie” es un sigificante fuera de la cadena surgido errtica mente, al que se le puede eolocar un pequetio exponente 1,8! He utilizndo esta eseritura exponente 1 para designar el signi ficante fuera de la eadena, a no confundir con el significante ‘que pudiera tener una funcin de excepeién en la cadena: hay 1.5 dF lata, vdgrmente qin dai “agar en eaid de “promi, Seal aang dun bicycle pelea ene finds, una Seune ali amien era scp adeno Ioabyeto dele maria. 26 Estabilizacin de a paicosis en Ia cadena del discurso signiicantes que tienen un lugar de ‘excepcion: el Nombre-del-Padre el alo, Elfao sin par, dice La- ‘an. Estos sigificantes, sin embargo, aunque estén en tna posi- cin espectica, estén en ligazén con la cadena. Mientras que el significante en lo real, por su parte, est fuera dela cadena, Son conocidas las experiencias enigiticas del sujeto psiebtico. La experiencia enigmatica estécentrada enteramente fen que, cuando un significante solo aparece en loreal, produ- ‘cea nivel de la significacién un vacto enigmitico. Vacto enig- ético que se convierte en certidumbre de significacion. “truie” es un término ques le impone al sujeto como un nom- bre de su ser de goce. Vale decir que, si el signficante, en Ia alueinacion verbal, tiene un efecto de déficit en la sighifica- cion, tambien tiene un efecto positivo, en euanto designa el ser de goce y,en el fondo, opera un encuentro, una convergen- cia del significante y de lo rel. De este modo, al nivel del fendmeno llamado “fenome- ‘no elemental’, para retomar la exprestn de Clérambstlt,que- da ilustrado, de manera totalmente convincente, que se trata de-signficante eno real, desconectado dels otros significan- tes yeonectado al goce, asemos al nivel dela eausacién dela psiosis, La psico- sisencuentrasu“condicion" esencial ena forchusion del Nom bre-del-Padtre. Esta forclusién, que escribimas con wn peque- fo cero, ND,» es un elemento de causacion supuesto feomo) constante, mientras que los fenémenos, por su parte, son en cambio discontinuos. Por lo tanto, hay que coneluir quel for- clusion no es la causa sufictente de la psicosis, Es por ello, por "7 _Bnconcionte a ilo abierto dela psoas ‘otra parte, que Lacan no die causa, dice “condicién esencial” Para que se desencadene la psicoss hace falta una causa agre- ‘gad, una enusa complementaria que, en si, es ocasional. La ‘expresién causa ocasional es, por otra parte, una expresién utiizada por Freud en su texto sobre Schreber. La causa oca- sional es una causa que varia con los accidentes de Is vida, ‘con las cireunstancias. La tesis de Lacan es que la causa oea~ sional, sea cual fuere, es aquella que produce una llamada al Nombre-del-Padre y que por lo tanto hace efieazsu deficien- cia, esa deficiencia que quizés, algunas veces, no ha tenido cconsecuencias durante toda una vida, como en el caso de Schreber, donde se desencadena a una edad tarda. Ellama~ {do se produce por medio del encuentro con Un padre real, cexpresién donde el Un debe eseribirse con maytiseula, como lohace Lacan, por serel Un que aparece en lo realy no tiene su respondiente en lo simblico, [Lacan invita al linia guiarse porlas coyunturas dra instiens, oe, por el Indo novelesco de la vida, para encontrar all siempre le presencia de un padre. Es bastante interesante ‘cuando enurmera estas coyunturas dramitiens, ya que evoca | joven enamorads, ala penitente que confiesa sw falta, a la riadre que acaba de part, Sonal fin yal eabo, as efreunstan- clas eructoles deta vida y dela muerte: la procreacion, el amor, yy ademas fa falta, que siempre es falta de goce. Dieho de otto modo, todas ellas son coyunturas dramaticas que evocan la significacin de goce. Lacan siti en consecuencia muy prec -samente la desestabilizacin en referencia al Nombre-del-Pa- dr, cl que, clo, “porel agujero que abre en el significado, dispa- nla cascada de las reorganizaciones det significante de donde 8 Estabitcacén de a psoas provede el desastre ereciente de lo imaginario”, He ab una deseripeion muy simple de la desestabiizacin como fracaso {el punto de capitonadeo, que tiene eomo efecto el desmorona- siento de las apoyaturas imaginarias del sueto, Se lo podria ilustrar muy bien con el caso Sehreber, con la consecuencia de ‘una regresin a las identificaciones del estado del espe, De la definicién de la desestabilizacién se podtta ea inferir, a prior, la nica solucién pensable, que es encontrar luna metifora de compensacin, Lo que Schreber en efecto slustra, al eomenzar su delirioysu enfermedad como un per seguido por Dios yal terminar,“restablecido", con un delir ‘que la psiquiatra calificaria como parcial, en el que ya no es ms el perseguido por Dios, sina la mujer de Dios. Esta idea de la metafora delirante sigue el hilo dela tesis de Freud se- ‘in la cual el deitio no es la enfermedad sino la tentativa de curacién. Dicho de otro mado, el delirio mantiene en la psi cosis un Tugar homélogo al trabajo de la transferencia en la neurosis, que también es una reorganieacién significante. ‘Aqui, la solucién es aportada por una metifora de reempla- 20, una metifora de suplenca. El término suplit se eneven- traenel textode Lacan, en la pagina 582, cuando Lacan evo- cael encuentro de Flechsig.y Schreher. Dice: “no hay duda de que la figura del Profesor Plechsig con su gravedad de in- vestigador (el libro de la sra. Macalpine nos lo muestra en ‘una foto perfilindose contra la colosal ampliacién de wn he- rmisferio cerebral) no logr6 suplir el vaeio repentinamente pereibido de la Verwerfung inaugural”. Se puede escribir la metifora delirante de Schreber y susefectos en loimaginario,Allidonde faltaba el Nombre-del- tinconcente ilo abierto dela psiosis Paae, advine Ia gran I del ideal, que Schreber mismo designa ‘can la exptesion “orden del universo”. En su delirio, Schreber sc haee el soporte, el timo soporte del orden del universo I/NAP. Fn to imaginario,o sea en la sigifieacin, all donde faltaba el flo adviene una sigificacién de suplencia que es "ser li mujer de Dios" » M, de Dios/¢,. Se puede porlo tanto eseri- birtotalmente, de manera homéloga a eémo se escribe la met fora paterna con e slgoritme signficante/signficado, la meti- foradelirantee Sehreber. Enel fondo, esta metifora tiene una funei6n de limite que es manifiesta, Hace entrar nuevamen= tel delirio en las fronteras precisas que lo pareializan ona misma muy simple construceién se podefa situar In prepsicosis, sea la estabilidad de Schreber antes del des- ‘eneadenamiiento: Lacan suipone una identifieacign que le ha- bia permitido a Schreber asumir el deseo dela madre: es na infereneia. Supone una identificacion con el deseo de la ma- dre “cualquiera sea 6st’, 0 sea que no sels conoee pero que cera bien necesaria para capitonar la sigifieacin. Sela infie- ‘re del hecho de que Schreber, para “deber ser el falo”, en zn dela forelusin, ha debido primero apoyarse en una iden- tificacin de supleneia para asumir el deseo de la madre el momento terminal de su delirio, el trabajo del detirio ob- tiene el mismo resultado de suptencia por medio de la tran: formacién en mujer de Dios. Lo logra haciendo advenir el deal en el Ingar del Nombre-del-Pade y la significacion de la feminizaciin de Schreber, en el lugar de la signitieacion filica, Es lo que Freud abord6 al hablar de Ia homosexwali- dad del psiestico, y que Lacan corrige, resitiia y repiensa un poco diferentemente, 90 Bstabiizcion dea picsis Estoy impresionada por el rigor la simplicidad ylaele- gancia de esta construccién, También por su eficiencia, si caplaciéa de los fenémenos elinicos. Esta es por Jo tanto la primera tesis: una metéfora puede reemplezar a otra como principio de estabilizacion, Alguntos comentarios sobre la problemética del texto. La psicosis es pensada aqui en una problemsética que se sitta a nivel de lo Simb6lico y de lo Imaginario, residiendo toda la ccuestin en el abrochamiento de lo Simnbélico y lo maginatio, [La atogoria de lo Real no es prevalente para nada en este tex- to, incluso se puede decir que hay cierto borramiento de la dimension pulsional de la psicosis. En cierto modo, el acento es inverso al que le da Freud, que acentia mucho la pulsion homosexual. Por cierto, también eonstruye una doetrina més ccompleja, en la que prevalece la cuestion del meeanisma,yque lo conduce a esta frase para nosotros notable: “lo que ha sido abolido desde el interior vuelve desde afvera”, Frase que La- cean ha casi caleado, conceptualizdndela al mismo tiempo de ‘otro modo, wand dice: “lo queesté forcluido deo simbélico vuelve en loreal". No se puede decir que Lacan ignore la com ponente pulsional, pero de cierto modo, contrariamente @ Freud, no la acentia y eso se ve muy claramente @ nivel del empuje-a-la-mujer. Ena transformacign de Schreber en mu- jer, elacento no esti puesto sobreel goce que ella implica, aun ‘que se loevoque! Lo quele interesa sla problematica del punto de capitonado en sus efectos estabilizantes, Es la euestion de saber c6mo To que se ha desencadenado como persecuci6n y desastre deo imaginario por el barridode ls identifcaciones puede restaurarse, de modo tal que el goce wuelva a entrar en a Blinconeiente acl abierto dela psiosis la dialéetica del discurso. Hacer entrar el goce dentro de Jos limites del discurso, y del lazo social: efectivamente ésa es la enestion, Lacan corrigié esta parcialidad de su primer abordaje ela psicosis, saber el hecho de privilegiarel abrochammien- to Simbslico-Imaginario. Como lo he dicho, lo ha corregido explicitamente en su texto de 1966, “Introduecién a las Me- ‘moras de un neurépata”. Hace ali una reformulaeién, una relectura de Schreber que no invalida en absoluto la prece- dente sino que la completa y que nos resume las angustias de Schreber en su relaeién eon Dios. Es ahi donde corrige su primera perspectiva por medio dela consideracton de lo que llama “el sujeto del goce" al de- cir: la paranoia identifi “el goce en el lugar del Otto como tal", Formula que ealifiea bien los fenémenos deserites por Schreber. El Otro aqui es encarnado por Dios, un Dios que Schreber mismo nos describe como el lugar del signifieante, puesto que hace de él la suma pensada de todos los pensa~ mientos de las almas muertas desde el origen de los tiempos: Esto es decimos, en verdad, que Dios es el lugar muerto det significante, ¥ precisar que, en efecto, Dios no eonoce nada de Ja Vida y de los seres vivos, Ahora bien, lo que Schreber nos ‘muestra ensu deliio es qu ese dios muerto del iguifieante lo sbsorbe como su objeto de goce. Fs él, Schreber, el objeto vivo {del que Dios goza. Es gozado por Dios, y él mismo identifica l goce del Otro, El delitio deseribe aqui una operacién es- trictamente inversa a la de la metéfora paterna en relacién con el goce. sta es solidatia de un vaciamiento del goce del lugar det Otro, Cuando reina e] Nombre-del-Padre el goce no 12 Estabilzacion deta pscosis —~ seripto en el Otro, sino eyectado de alli Yporlo mistao, el sujeto identifica por medio del su ser de viviente en lo maginario, para responder a lapregunta “équé soy ahi?" como viviente para el Otro. Schreber deseribe la estructuracion in- ‘versa: gracias a é, en su deliio, el Otro existe como un lugar ‘en el que goce es reintogrado, Esto hace de Schreber el obje- tode Dios. incluso esto es més preciso todavia es bi cl rasgo clinieo que Schreber nos indica, Coma “martr del in- consciente” Schreber nos precisa bien qué tipo de marti es: es ef supliciado del pensamiento forzado, condenado de alguna ‘manera a pensar siempre para la voluptuosidad de Dios. Lo ‘que quiere decir queen su ser, node viviente, sino de sjeto al ppensamiento, Schreber no es otra eosa que un texto, depen diente del testo divino, en cierto mado, por lo tanto, “disperso encelinfinto del delirio”. Schreber en texto no es un Sehreber ‘dentifieado, sino un Schreber soporte del gace coma objeto dol Otro, Dios. Tenemos all una eonexi6n directa del texto y {el goce, del mismo modo que el “trwie" de la alucinacion es ‘a conesién directa de Ia palabra y del goce. Por supuesto, esta conexidn directa deja en suspenso la cuestion de saber ‘cémo se ubiea allo Imaginaro, En 1966 la perspectiva tomada no es la de la artieula- cién Simbélico-Imaginario, sino Simbélico-Rea, si se ama ‘aqui teal al goce. El primer tiempo de la elaboracién acentia en los fenémenos de la psicosis las nnomalias de la significa cin y de la identificacisn imaginaria, mientras que el segun- do tiempo, que completa al primero, pone el acento en los fe- nnémenos de goce conectadas directamente al significante, en cortocireuito sobre lo Imaginario, Esto nos muestra que, en el 1a ‘Blinconclente cielo abirt dla psicosis fondo, la consideracién de los fendmenos de la psicosis, po- dria haber llevado, desde el principio, hacia una definiién del sintoma distintaal sintoma metéfora,y preeisamenteaesollega Lacan en 1975 en su seminario RSI, euando define al sintoma ‘Ro como una funcién del significant sino como una funcién, de goce de a letra, Lo que me lleva a la estabilizacion de Joyee, muy st Perior a la de Schreber. Destaquemos que desde que, en el texto de «De una cuestion preliminar...», se evoca que la de- ficiencia del Nombre-del-Padre puede ser compensada, es decir, que puede encontrar un sustituto con una faneién and loga, se esta implicando la relativizaeién del Nombre-del- Padre. Es una via abierta a lo que Lacan desarroll6 mucho ‘mas tarde: la puesta en plural de los Nombres-del-Padre, que supone distinguirlafuneién y el término que soporta la fan~ cidn. La funcién del Nombre-del-Padre es una funcién de capitonado, de lo imaginario y del simbolo, Pero el término ‘que opera ese capitonado y juega por su parte como una va- rable de la funcién puede ser diverso. Por consiguiente, hay una clinica a hacer de ls sustitu- tos del Nombte-del-Pacre, de los diferentes términos que la clinica nos presenta y que cumplen funcién deestabilizadores. Lasuplencia por medio dela metiforadelirante esta le- jos de ser perfecta y se podria decir incluso que la metafora Aelirante es una seudometifora El signiicante del ideal q suple al Nombre-del-Padre noes lo que induce la transforms cién de Schreber en mujer, para nada, No hay, entre el orden el universo y la feminizacién de Schreber, una relacion de determinacién de signticante a significado. Hay, a lo sumo, 4 Estabiizacn dela pacoss lun aeuerdo, es decir, que este signifiante del orden no con! tradice la feminizaci6n de Schreber, Lo que por el contrario {empuje hacia Ia feminizacién, la determinacién necesara,es- ‘ructural, dela feminizacion, es la forelusion del sigaificante félico que hace que “para ser el falo, se consagra a hacerse mujer”. Esta necesidad es vivida como wn forzamiento, Por lo tanto, entre el orden del universo y la feminizacion hay solamente un acuerdo posible; lo que Lacan evoca al hablar del “desencaje” [décalage] en la estabilizacién de Schreber, entre lo que esti del lado de lo Simbélieo y To que est del lado de lo Imaginario, Es una seudometitora y por lo demas, tan seudo como inestable: se sabe que Schreber recayé. En este sentido Joyce nos interesa no solo como escritor, no silo por su talento y su genio, sino también por su estabilizacién, 4que le evité el desencadenamiento, Lacan puso la actividad lteraria de Joyce a cuente del sintoma, Sintoma definido no como una funeién de metifora perteneciente al campo de lo Simbalico, sino como una fut- cidn de la letra, real, como un goce de la letra El goce del sin- toma asi definido es un goce autistic, cerrado sobre si mis- ‘mo. Es evidentemente una paradoja desarrollat un sintoma ‘que comporta un goce autistico a nivel dela cosa literaria que, Ae por si, implica lo contrario del autisma: el lazo social. La performance de Joyce, sise siguen los desarrollos te Lacan, consiste en que logré conciliar el gace autistica dela letra y Jn instauracién o ef mantenimiento de un lazo socal. Lo lo- ‘886 porque consiguié imponerse al mundo como el Artista, es decir, porque logré hacer existir su nombre de goce. En ge- ‘eral, los artistas estan mas o menos condenadas.a hacerse los 135, _Blinconciente cielo abirto dela psicosis romotores ce st mismos, de sus obras. Joyee, por supuesto, se hizo promotor de su obra, pero al hacerlo se hizo promotor también desu nombre. Deacuerdocon los titulos: Retrato del artista joven 0 Stephen el héroe, es como que vacila sobre et hombre, Héroe, artista hay alli una pequefiavacilacin, pero locomtin en los dos casos es queJoyte no piensa “un” artista, ‘itampoco “un” héroe, sino el artist, el héroe. Noes un artis. tacomo Schreber no es una mujer, sino La myer de Dios. oy- te nos da asiel ejemplo de un semblante que suple al padte, Y Lacan hace cierto caso del hecho de que Joye mismo se nom- Dreel *hijonecesario”, indicando con eso que la funcion padre debe ser sostenida incluso cuando Ia forclusion est al, {Lo que impresiona en Joyee es que promovié su nom- bre incluso antes de haber produeido su obra, Se present6 como of Artista antes de haber produeido el menor testimonio de la ien que dio cuenta de ello, Yeats, al que Joyce fue a ver, que not6 lo sorprendente y nia de encontrar a a= {guien que se presenta con tal certidumbre de su genio litera- ido todavia noha escrito nada. Esti muy'elaro: Joyce, antes incluso dehaber producido sv obra, nose hace mujer para “Aeber sere! falo’, sino el Artista Esta supleneia particular re- cemplaza el Nombre-del-Padre por algo que tiene mucho que ver con el padre, que es el Padre del Nombre, Se hace padre de sirpropio nombre. Es un punto de eapitonade que mo es una Imetifora, sino por el contratio un punto de capitonado que cortocireuita el Edipo, pero que lo suple, Esto exactamente es oque dice Lacan euando precisa que Joyee, con su identidad deartsta, logré supe defeeto de lo imaginario en él, conso lidar su ego, por medio del reanudamiento de lo imaginario. 196 i stabilizacion deta pcos Joyce logré product un eapitonad de suplencia, que reen. 4gantcha Jo Lmaginatio con to Simbslico y completa la juntura entrelo RealyloSimbético quesuiteratura-sintoma segura, Se ofrece como testoa gozar, al igual que Schreher, yen medio de menos angustias que Schreber. Texto a gozar no por Dios, sino porel pablio. Triunfe alli donde atts fracasan (Raymond Rousse por ejemplo), conel resultado, eomolodicebellamente ‘Lacan, dehaberlecortado el alfento al suefo, Entendiendo por «lo no slo el sueiio de la ensofiaeién nocturna, sina también lsuefio deta novela, el sueiio literario, puesto que se ofrece como un texto a gozar desprovisto de sentido. ‘Jung comprobé muy tempranamente este fuera-de-sen- tito, através del fracaso de sus tentativas para interpretar ol texto deJoyee (par otto lado, parece haber sida el primero en pPlanteare diagndstico de psicosis). La prueba puedesser repe tida. Asi leien el 718#I7 de noviembre de 1992 una critica de luna de las nuevas hiografins de Joyce, The Years of growth (882-1915), de John Coggrave, a quien se le reprocha, por ‘oposicion a Ellman, encontrar slo restos de la memoria, ¢ ‘material de una historia, pero sin hilo de Ariadna, con tn sen- tide que permitiria identticarse. s una prueba al menos de ‘gue este John Cogerave no inventa la significacion que falta, ay por consiguiente en la ensefianza de Lacan una de- finicién muy precisa de lo que es una estabilizacin, hay, sin luda, una brecha entre perspectiva psiquidtel= ‘cay la perspectivapsicosnalitica, Hay que dstingur con certera 20108 ee Pines tinconcente a cielo ablerto de psiasis una estabilizacién en el sentido fuerte del término, de una re- organtzacidn de los trastornos de la psieosis. Evidentemente, sac Ja ungesicia es lograt hacer compatible con 3s del goee propins de la psicosis, En

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