UN JOVEN SIN

CONEXION

 Nunca haba tenido la necesidad de nada.

Todas las cosas las reciba de su padre.
No considero necesarios los consejos de su
padre.
Sus sentidos fueron atrados a los placeres
del mundo.
Solo deseaba irse lejos de la presencia del
padre, para vivir sin limites en sus propios
deseos.
Y no se detiene a pensar en las
consecuencias.

UN JOVEN EN
PROBLEMAS
Sus decisiones lo llevaron a quedar en la
ruina.
Ahora no tiene dinero.
No tenia quien patrocinara el tipo de vida
que quera llevar.
Se quedo solo, sin amigos
Ni aun alimento poda obtener por
misericordia.
Cayo al grado mas bajo de la escala social.

Ahora era un indigente.

Estaba en la extrema pobreza.
Cuidando cerdos; ahora era un porquero.
Llego al extremo de querer comerse la comida de
los cerdos.
Al verse a si mismo andrajoso,mal oliente,
emocialmente destruido, despreciado, en ese
momento recordo su vida como hijo en la casa
del padre.
Ahora reconoce que ha sido su actitud y
decisiones, los que lo han llevado lejos de su
padre y a esta situacin miserable y amarga.
Record el trato de su padre con el y llego a la
conclusin que poda perdonarle.
Entiende que su nica salida esta en regresar a
su padre.

LA PRESENCIA DEL
PADRE AMANTE

 El padre lo recibe en casa.

Porque sabe que su hijo lo necesita.
No son las palabras del hijo que llenan de gozo el
corazn del padre. Es la presencia del hijo de
regreso a casa.
Para el padre, el hijo regresa como hijo, no como
jornalero.
El sufrimiento a terminado.
Porque ahora depende de su padre.
Ahora el padre lo viste, lo calza y lo convierte en
un prncipe.

 Apreciados jvenes, tenemos un

Padre amante, que nos anhela con su
inagotable amor. Porque somos sus
hijos; imagen y semejanza suya.
Ven, porque eres su hijo, si te haz
apartado, si no le haz aceptado, ven
para vivir en la presencia de un Dios
que nos ve como sus hijos y no como
sus jornaleros.

 Venid luego, dir Jehov, y estemos a

cuenta: Si vuestros pecados fueren como
la grana, como a nieve sern
emblanquecidos; Si fueren rojos como el
carmes, vendrn a ser como blanca lana.
Porque a mis ojos eres de grande estima,
eres de gran valor y yo te amo.
Isaas 1:18, 43:4