Sus prpados se fueron levantando lentamente, mientras su cabeza cruja
como el armn de un can de asedio agobiado por el peso de su carga. Apenas poda recordar cmo haba sucedido todo. Se incorporo lentamente y comprob que tan solo tena una herida en la parte posterior del crneo, pero qu herida!, alguien se haba tomado el trabajo de propinarle un buen golpe. Entonces se fijo en aquella piedra, su forma extraa le llamo la atencin y no pudo por menos que, an en aquellas circunstancias, cavar con sus manos desnudas hasta desenterrarla por completos.